SENTENCIA EXPROPIACION

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INEPTITUD DE LA DEMANDA - Por falta de individualización de los actos administrativos demandados / INDIVIDUALIZACION DE LAS PRETENSIONES - Es requerida en demanda de nulidad / PREVALENCIA DEL DERECHO SUSTANCIAL - La demanda debe ser estudiada e interpretada en forma sistemática / PREVALENCIA DEL DERECHO SUSTANCIAL - Individualización de actos acusados a partir del texto de la demanda / INEPTITUD DE LA DEMANDA - No procede si de su texto se infieren los actos demandados / DEMANDA - Interpretación por el juez Tal como se ha señalado en esta providencia, el apoderado del Municipio de Medellín considera que la demanda presentada en este proceso es inepta, por no haberse individualizado los actos administrativos demandados. Al respecto es preciso manifestar, que a juicio de la Sala no se configura en este caso la violación del artículo 138 del C. C. A., y por lo mismo, no hay razón para atender la solicitud del apoderado del Municipio de Medellín en el sentido de revocar la decisión de primera instancia para dictar en su reemplazo una sentencia inhibitoria. El precepto en mención, subrogado por el artículo 24 del Decreto 2304 de 1989, establece ad pedem literae lo siguiente: Artículo 138 del C. C. A..- Individualización de las Pretensiones. Cuando se demande la nulidad del acto se le debe individualizar con toda precisión. Cuando se pretendan declaraciones o condenas diferentes de la declaración de nulidad de un acto, deberán enunciarse clara y separadamente en la demanda. Si el acto definitivo fue objeto de recursos en la vía gubernativa, también deberán demandarse las decisiones que lo modifiquen o confirmen; pero sí fue revocado, sólo procede demandar la última decisión. Si se alega el silencio administrativo a la demanda deberán acompañarse las pruebas que lo demuestren. El inciso primero del artículo que se acaba de transcribir, señala con claridad que “Cuando se demande la nulidad del acto se le debe individualizar con toda precisión”, lo cual significa que en el libelo debe aparecer exactamente determinado el acto administrativo contra el cual se dirige la demanda, y más concretamente, debe especificar cuáles son el artículo o artículos cuya legalidad se pretende infirmar (…) En opinión de la Sala, la inferencia realizada por el Tribunal fue la correcta, pues la simple lectura de los hechos 18, 20 y 22 del escrito genitor del proceso, permite entender que los actos cuya legalidad se controvierte son ciertamente las Resoluciones 1069 del 23 de diciembre de 2004 y 0022 del 13 de enero de 2005, proferidas ambas por el Alcalde de Medellín, mediante los cuales se determinó el monto de la indemnización expropiatoria, respecto del cual gira la presente contienda procesal. En ese orden de ideas, es oportuno traer a colación que dentro del propósito de garantizar la prevalencia del derecho sustancial, el juzgador está llamado a interpretar y analizar el texto completo de la demanda presentada, a fin de establecer si se reúnen o no los presupuestos exigidos por la ley procesal para la viabilidad de la acción ejercida. Por lo anterior, la Sala considera que en el presente caso no se configura la ineptitud de la demanda por falta del presupuesto procesal ya señalado, es decir, por no haberse indicado de manera expresa cuáles son los actos cuya nulidad parcial se pretende, pues su identificación se hace posible sin mayor dificultad, después de revisar ese escrito en forma sistemática. Por lo mismo, los defectos invocados por el apoderado del Municipio de Medellín no tienen ni la entidad ni la gravedad suficientes como para que se profiera en este caso una decisión inhibitoria con respecto a las pretensiones formuladas. Si bien es cierto que la individualización de los actos demandados es una exigencia consagrada por la ley procesal, no lo es menos que su identificación no reviste en este caso ninguna complejidad. Además de ello ha de tenerse en cuenta que de

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Avalúos Expropiarorios y de Servidumbres en Colombia

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INEPTITUD DE LA DEMANDA - Por falta de individualización de los actos administrativos demandados / INDIVIDUALIZACION DE LAS PRETENSIONES - Es requerida en demanda de nulidad / PREVALENCIA DEL DERECHO SUSTANCIAL - La demanda debe ser estudiada e interpretada en forma sistemática / PREVALENCIA DEL DERECHO SUSTANCIAL - Individualización de actos acusados a partir del texto de la demanda / INEPTITUD DE LA DEMANDA - No procede si de su texto se infieren los actos demandados / DEMANDA - Interpretación por el juez Tal como se ha señalado en esta providencia, el apoderado del Municipio de Medellín considera que la demanda presentada en este proceso es inepta, por no haberse individualizado los actos administrativos demandados. Al respecto es preciso manifestar, que a juicio de la Sala no se configura en este caso la violación del artículo 138 del C. C. A., y por lo mismo, no hay razón para atender la solicitud del apoderado del Municipio de Medellín en el sentido de revocar la decisión de primera instancia para dictar en su reemplazo una sentencia inhibitoria. El precepto en mención, subrogado por el artículo 24 del Decreto 2304 de 1989, establece ad pedem literae lo siguiente: Artículo 138 del C. C. A..- Individualización de las Pretensiones. Cuando se demande la nulidad del acto se le debe individualizar con toda precisión. Cuando se pretendan declaraciones o condenas diferentes de la declaración de nulidad de un acto, deberán enunciarse clara y separadamente en la demanda. Si el acto definitivo fue objeto de recursos en la vía gubernativa, también deberán demandarse las decisiones que lo modifiquen o confirmen; pero sí fue revocado, sólo procede demandar la última decisión. Si se alega el silencio administrativo a la demanda deberán acompañarse las pruebas que lo demuestren. El inciso primero del artículo que se acaba de transcribir, señala con claridad que “Cuando se demande la nulidad del acto se le debe individualizar con toda precisión”, lo cual significa que en el libelo debe aparecer exactamente determinado el acto administrativo contra el cual se dirige la demanda, y más concretamente, debe especificar cuáles son el artículo o artículos cuya legalidad se pretende infirmar (…) En opinión de la Sala, la inferencia realizada por el Tribunal fue la correcta, pues la simple lectura de los hechos 18, 20 y 22 del escrito genitor del proceso, permite entender que los actos cuya legalidad se controvierte son ciertamente las Resoluciones 1069 del 23 de diciembre de 2004 y 0022 del 13 de enero de 2005, proferidas ambas por el Alcalde de Medellín, mediante los cuales se determinó el monto de la indemnización expropiatoria, respecto del cual gira la presente contienda procesal. En ese orden de ideas, es oportuno traer a colación que dentro del propósito de garantizar la prevalencia del derecho sustancial, el juzgador está llamado a interpretar y analizar el texto completo de la demanda presentada, a fin de establecer si se reúnen o no los presupuestos exigidos por la ley procesal para la viabilidad de la acción ejercida. Por lo anterior, la Sala considera que en el presente caso no se configura la ineptitud de la demanda por falta del presupuesto procesal ya señalado, es decir, por no haberse indicado de manera expresa cuáles son los actos cuya nulidad parcial se pretende, pues su identificación se hace posible sin mayor dificultad, después de revisar ese escrito en forma sistemática. Por lo mismo, los defectos invocados por el apoderado del Municipio de Medellín no tienen ni la entidad ni la gravedad suficientes como para que se profiera en este caso una decisión inhibitoria con respecto a las pretensiones formuladas. Si bien es cierto que la individualización de los actos demandados es una exigencia consagrada por la ley procesal, no lo es menos que su identificación no reviste en este caso ninguna complejidad. Además de ello ha de tenerse en cuenta que de

FERNANDO
Resaltado
FERNANDO
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conformidad con lo dispuesto por el artículo 228 de la Carta Política de 1991, en las actuaciones de la justicia debe prevalecer el derecho sustancial, a lo cual se suma el principio hermenéutico consagrado en el artículo 4° del Código de Procedimiento Civil, en donde se establece que “…el objeto de los procedimientos es la efectividad de los derechos reconocidos por la ley sustancial.” (…) El texto del memorial con el cual se inicia el proceso, si bien debe ajustarse a determinados parámetros y requisitos de naturaleza formal y estructurarse de tal manera que se concreten con precisión y claridad las pretensiones, no puede examinarse con un criterio inflexible o con severidad desmedida, cuando sea posible desentrañar y conocer su verdadera naturaleza e intención jurídica. Además de lo anterior, debe tenerse en cuenta que la labor de interpretación de la demanda no es una mera potestad sino una obligación, tal como lo ha señalado con acierto la Corte Suprema de Justicia en los siguientes términos: “(...) cuando la demanda genitora del proceso sea oscura, imprecisa o vaga, gravita sobre el juzgador, no una mera potestad de interpretarla, sino el deber de hacerlo, por supuesto dentro de los límites establecidos en la ley con miras a precisar sus verdaderos alcances, labor a la que sólo pueda (sic) sustraerse cuando la confusión sea de tal magnitud que, pese a sus esfuerzos, no logre desentrañar sus alcances sin alterar el contenido objetivo, pues es obvio que en tal caso, en lugar de cumplir con su cometido, estaría sustituyendo la voluntad del demandante y trocando, a su antojo, el objeto de litigio”. (CSJ, Cas. Civil, sent. abr. 17/98. Exp. 4.680. M.P. Jorge Antonio Castillo Rugeles). Por las razones expuestas, la Sala considera que en el sub lite no están dadas las condiciones para omitir un pronunciamiento de mérito. Por esa razón, no resulta procedente atender la solicitud de la parte demandada en ese sentido. FUENTE FORMAL: CODIGO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO – ARTICULO 138 / CODIGO DE PROCEDIMIETNO CIVIL – ARTICULO 4 / CONSTITUCIONPOLITICA – ARTICULO 228 NOTA DE RELATORIA: Sobre el deber del juez de interpretar el texto de la demanda se cita sentencia, Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Expediente número 4680 de 17 de abril de 1998, M.P. Jorge Antonio Castillo Rugeles. PROPIEDAD PRIVADA - Motivos por los que puede haber expropiación / EXPROPIACION - Derecho a indemnización del particular propietario / EXPROPIACION POR VIA ADMINISTRATIVA - Está sujeta a posterior acción contencioso administrativa incluso en cuanto al precio / INDEMNIZACION POR EXPROPIACION - Comprende tanto el valor del bien expropiado como el que corresponda a los demás perjuicios causados / INDEMNIZACION POR EXPROPIACION - Carácter reparatorio y pleno / PREVALENCIA DEL INTERES GENERAL - No implica el desconocimiento de garantías constitucionales del particular / IGUALDAD DEL REPARTO DE CARGAS PUBLICAS - Su ruptura da lugar a la indemnización en materia de expropiación administrativa El artículo 58 de la Constitución Política de Colombia, garantiza la intangibilidad de la propiedad privada y de los derechos adquiridos con arreglo a las leyes civiles. En su inciso 4°, modificado por el Acto Legislativo Nº 1 de julio 30 de 1999, se establece sin embargo que, “Por motivos de utilidad pública o de interés social definidos por el legislador, podrá haber expropiación mediante sentencia judicial e indemnización previa. Ésta se fijará consultando los intereses de la comunidad y del afectado. En los casos que determine el

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legislador, dicha expropiación podrá adelantarse por vía administrativa, sujeta a posterior acción contencioso-administrativa, incluso respecto del precio.” En ese orden de ideas, cuando un particular se ve constreñido por el Estado a transferirle una porción de su patrimonio por motivos de utilidad pública o de interés social debidamente determinados por el legislador, tiene derecho al pago de una indemnización de carácter reparatorio y pleno, que comprenda tanto el valor del bien expropiado, como el que corresponda a los demás perjuicios que se le hubieren causado, tal como lo han precisado en forma reiterada la H. Corte Constitucional y el H. Consejo de Estado (…). Como bien se puede observar, el principio general que subyace en estas normas de rango superior, indica que los daños y perjuicios que se originen en el acto de autoridad mediante el cual se decrete la incorporación al dominio público de bienes de propiedad particular para satisfacer con ellos una necesidad de interés general, presupone necesariamente la obligación a cargo de la autoridad que ostenta la potestas expropiandi, de indemnizar plena y previamente al afectado, con el propósito de restablecer el equilibrio roto por la privación patrimonial a la cual es sometido de manera forzada. En otras palabras, el hecho de que en estos casos el interés general deba prevalecer sobre los intereses privados, no significa en modo alguno que por dicha circunstancia queden excluidas las garantías que la Constitución reconoce en favor del propietario, pues no puede pretenderse que éste deba asumir a título personal un detrimento en su patrimonio, como consecuencia de la ruptura del principio de igualdad en el reparto de las cargas públicas. Así las cosas, la indemnización que ha de reconocerse al afectado en estos casos como consecuencia de la transmisión imperativa de su derecho de dominio, constituye un instrumento para garantizar que el perjuicio sea transferido a todos los miembros de la colectividad y reparado de manera integral. Partiendo de las anteriores consideraciones, La H. Corte Constitucional, mediante sentencia C-153 de 1994 señaló que el quantum de la expropiación debe abarcar, además del valor del bien expropiado, el de “…los daños que sean consecuencia directa e inmediata de la expropiación”. Y agrega: “Por todo lo anterior, es evidente que la indemnización prevista en el artículo 58 de la Constitución es reparatoria y debe ser plena, ya que ella debe comprender el daño emergente y el lucro cesante que hayan sido causados al propietario cuyo bien ha sido expropiado.” (…). Así las cosas, toda indemnización que se torne írrita o injusta ocasiona un menoscabo o desmedro económico al patrimonio de la persona afectada con la expropiación, a quien le asiste el derecho subjetivo de ser indemnizada conforme a la garantía constitucional ya mencionada. En caso contrario, el asunto podrá ser objeto de acción contencioso-administrativa, puesto que ésta es procedente respecto del precio, cuando el expropiado considere incumplido el mandato de que la indemnización sea justa y plena. Lo anteriormente expuesto explica el porqué el artículo 71° de la Ley 388 de 1997, en el cual se regula el proceso contencioso administrativo especial de expropiación por vía administrativa (…). Como bien se puede observar, los dispositivos legales que se acaban de indicar, permiten a los propietarios afectados demandar ante la justicia administrativa el pago de los daños derivados de una expropiación por vía administrativa, cuando quiera que el precio indemnizatorio reconocido por la administración a título de indemnización no alcance a proporcionar una reparación justa y plena, esto es, cuando la suma decretada no sea suficiente para cubrir el valor comercial del inmueble y los demás daños irrogados (Ablatio dominii), con lo cual se quiere evitar una ruptura del principio de igualdad frente a las cargas públicas. FUENTE FORMAL: CONSTITUCION POLITICA – ARTICULO 58 / LEY 388 DE 1997

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NOTA DE RELATORIA: Sobre el quantum que la indemnización por expropiación debe abarcar se cita sentencia, Corte Constitucional, C-153 de 1994, M.P. Alejandro Martínez Caballero. DAÑOS ACCESORIOS DERIVADOS DE EXPROPIACION - Para su reparación se requiere certeza de su ocurrencia / NEXO DE CAUSALIDAD - Debe existir entre los daños accesorios y la decisión administrativa de expropiación / DAÑO CONTINGENTE - No da lugar a resarcimiento / DAÑO FUTURO - Modalidad de daño cierto Por otra parte, no sobra precisar que para poder obtener la reparación de los daños accesorios que hubieren podido consumarse con la expropiación, es indispensable que los mismos sean ciertos y que exista necesariamente un nexo de causalidad entre ellos y la decisión administrativa mediante la cual se decretó la expropiación. El carácter resarcible del daño depende fundamentalmente de la certeza de su ocurrencia, pues es claro que las lesiones de carácter hipotético, estocástico o contingente no pueden ser objeto de reparación o compensación. El agravio debe estar revestido entonces de certeza para que produzca efectos jurídicos y dé lugar al resarcimiento, pues todo aquello que constituya una simple conjetura o una suposición no puede dar lugar a una indemnización. Lo anterior no obsta para que se tengan como ciertos aquellos daños futuros que a pesar de no haberse consolidado todavía, no existe ninguna duda acerca de su advenimiento. Para que el perjuicio exista, resulta completamente indiferente que aquél ya se haya presentado como un hecho existente en plano ontológico o que aparezca como la prolongación cierta y directa de un estado de cosas actual. Al fin y al cabo el daño futuro no es sino una modalidad del daño cierto, tal como lo ha sostenido en reiteradas oportunidades la Sección Tercera de esta Corporación. Los anteriores comentarios llevan a señalar que los daños anejos a la pérdida del derecho de dominio, deben ser acreditados en el proceso por quien reclama su resarcimiento, ya sea por tratarse de lesiones ya causadas o de daños que si bien no se han producido todavía, existe un alta probabilidad en torno a su ocurrencia. AVALUO CATASTRAL - La falta de argumentos técnicos y apoyo probatorio afectan su credibilidad / PRESUNCION DE LEGALIDAD Y DE CERTEZA DEL AVALUO CATASTRAL - Se presenta cuando el valor del avalúo es incorporado al acto administrativo / DICTAMEN PERICIAL - Requisitos. Debe señalar los fundamentos técnicos de sus conclusiones / DICTAMEN PERICIAL - Valoración por parte del juez / CARGA DE LA PRUEBA - Le corresponde a quien quiera desvirtuar el avalúo catastral Observa esta Corporación que si bien en el avalúo elaborado por la Subsecretaría de Catastro Municipal, obrante a folios 66 a 74 del cuaderno principal, se anuncia que el precio del inmueble establecido por la administración se determinó como resultado de la aplicación del “MÉTODO COMPARATIVO DE MERCADO”, que “Consiste en deducir el precio por comparación de transacciones, oferta y avalúos de inmuebles similares o equiparables, previos ajustes de tiempo, conformación y localización entre otros”, y aunque se asegura que “Se han consultado las estadísticas y avalúos recientes y la de varios miembros afiliados a la Lonja de Propiedad Raíz de Medellín S. A., sobre operaciones y avalúos efectuados recientemente sobre inmuebles similares”, lo cierto es que en ninguno de los apartes de dicho documento ni en sus anexos se señalan cuáles fueron exactamente las

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operaciones inmobiliarias o los avalúos recientes que se tuvieron en cuenta para hacer la anunciada comparación, lo cual permite concluir que contra el justiprecio realizado por esa dependencia municipal cabrían exactamente las mismas críticas que el apoderado del Municipio demandado formula en su apelación contra el dictamen rendido por la perito, pues ante la ausencia de la mencionada información, el avalúo practicado por la Subsecretaría de Catastro Municipal también estaría desprovisto de argumentos técnicos y de apoyo probatorio. No obstante lo anterior, al haberse incorporado dicho valor en el texto de los actos administrativos demandados, debe entenderse que el mismo se encuentra amparado por la misma presunción de legalidad y de certeza que se predica de las decisiones de la administración, lo cual admite desde luego prueba en contrario. En tales circunstancias, el actor tiene la carga de demostrar en el proceso que el avalúo oficial es equivocado, demostrando precisamente su incorrección. Hecha esta acotación, es pertinente señalar, a juicio de la Sala, que los mismas comentarios que se acaban de realizar frente al avalúo oficial, también pueden hacerse extensivas a los avalúos practicados tanto por el avaluador FRANCISCO OCHOA OCHOA como por la perito MARIA ESTHER VÉLEZ MUÑOZ, pues es evidente que uno y otro adolecen de idénticas falencias. (…) A pesar de sus afirmaciones, no aparece en su avalúo la constancia expresa de las comparaciones, simulaciones, cálculos y operaciones efectuados para deducir el valor unitario del metro cuadrado. En otras palabras, a pesar de las abundantes consideraciones expuestas en el documento obrante a folios 88 a 107 del expediente, se advierte que ninguna de ellas constituye una premisa suficiente que permita concluir que el valor comercial del inmueble asciende realmente a la suma total de $347´292.000.oo m/cte (…) Según el criterio expresado por esta Corporación, en estos casos resulta insuficiente la mera exposición de los resultados de las operaciones periciales practicadas y de las deducciones extraídas por el perito, huérfanas de las explicaciones relativas a su origen y al proceso lógico e intelectivo que ha conducido a su obtención, omitiendo la exposición y explicación de las razones por las cuales no es dable mantener otro criterio diferente. (…) Teniendo cuenta las falencias que quedan expuestas y ante la imposibilidad de dar plena credibilidad a la prueba pericial practicada en el proceso en relación con el justiprecio del inmueble expropiado, la Sala considera, al amparo de la sana crítica, que el actor no logró desvirtuar en el proceso la corrección del justiprecio preparado por la Subdirección de Catastro de Medellín. Por esa misma razón ha de concluirse que el actor tampoco logró desvirtuar la presunción de legalidad que cobija los actos administrativos demandados que acogieron ese justiprecio, pues al no obrar en el expediente ningún medio de prueba que permita demostrar que el avalúo fijado por la administración fuese incorrecto, no hay ninguna razón para decretar la nulidad parcial deprecada por el actor en lo relativo al precio indemnizatorio (…) El actor tenía la carga de demostrar la incorrección del avalúo oficial y acreditar la corrección del justiprecio presentado por quien actuó como perito en el curso de la primera instancia, cometido que no se logró en el asunto sub examine. Por todo lo anterior, habrá de modificarse la sentencia de primer grado, en el sentido de revocar la condena impuesta al Municipio de Medellín en lo que tiene que ver con el pago de las sumas pretendidas en relación con el valor indemnizatorio del inmueble. DAÑOS ACCESORIOS DERIVADOS DE EXPROPIACION - Deben ser indemnizados aún a falta de metodología de valoración / INDEMNIZACION DE DAÑOS ACCESORIOS - Deben estar plenamente demostrados / PRINCIPIO DE IGUALDAD ANTE LAS CARGAS PUBLICAS - Rompimiento en caso de expropiación

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[L]a circunstancia particular de que no se haya adoptado una metodología para la valoración de aquellos daños y perjuicios anejos a la expropiación de un inmueble por vía administrativa, no puede servir de pretexto a la administración para desconocer la obligación de indemnizar en forma justa y plena las ablaciones patrimoniales accesorias causadas a su propietario, pues ello equivaldría a desconocer el verdadero alcance de lo dispuesto en los artículos 34 y 58 de la Constitución Política de Colombia, en el artículo 17 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, y en el artículo 21.2 del Pacto de Derechos Económicos y Sociales o Pacto de San José de Costa Rica. Aunque es cierto que el interés particular debe ceder ante el interés general, no puede pretenderse que los administrados puedan ser constreñidos a soportar sacrificios especiales en su nombre, pues ello entrañaría un desconocimiento del principio de igualdad en la distribución de las cargas públicas. En esa línea de pensamiento, todos aquellos daños que logren demostrarse y que hayan tenido origen en la decisión de privar a un particular del derecho de dominio, deben ser plenamente indemnizados, siempre y cuando exista un nexo de causalidad entre el daño inferido y la determinación administrativa mediante la cual se ordena la expropiación. FUENTE FORMAL: CONSTITUCION POLITICA – ARTICULO 34 / CONSTITUCION POLITICA – ARTICULO 58 / DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y EL CIUDADANO DE 1789 – ARTICULO 17 / PACTO DE SAN JOSE DE COSTA RICA – ARTICULO 21.2 PROCESO DE EXPROPIACION ADMINISTRATIVA - Debe ser objetivo, explícito y concreto / PROCESO DE EXPROPIACION ADMINISTRATIVA - Además del método es necesaria la especificación de criterios empleados para avalúo del inmueble / INDEMNIZACION EXPROPIATORIA - Su fijación da lugar a controversia por parte del particular / PRIVACION COACTIVA DEL DERECHO DE DOMINIO - Debe estar debidamente fundada al ser derecho de rango constitucional / INDEMNIZACION POR EXPROPIACION - Comprende tanto el valor del bien expropiado como el que corresponda a los demás perjuicios causados A título de pedagogía judicial y con independencia de la situación fáctica planteada en este proceso, la Sala considera oportuno exhortar a los organismos y entidades del sector público que por razón de sus funciones deben adelantar procesos de expropiación por vía administrativa, a que en el momento de determinar las indemnizaciones expropiatorias a que hubiere lugar, sean mucho más objetivos, explícitos y concretos en sus valoraciones, dando a conocer a los afectados los criterios y operaciones que se aplicaron al realizar el justiprecio de los inmuebles, por cuanto los valores que se establezcan en cada caso particular no pueden ser el fruto de la improvisación, el capricho y la arbitrariedad. A juicio de la Sala no basta simplemente con anunciar en el avalúo cuál fue el método empleado en su elaboración o con señalar que en su diseño se dio estricta aplicación a las disposiciones de la Ley 388 de 1997, en el Decreto 1420 de 1998 y en la Resolución 762 del mismo año, pues de conformidad con los principios de publicidad, transparencia y contradicción que gobiernan la gestión administrativa y por razón de la lealtad debida a los administrados, las comparaciones efectuadas deben ser explicitadas y dadas a conocer al propietario del inmueble cuyo traspaso forzoso se pretende, quien como resulta obvio pensar, tiene todo el derecho de saber cuáles fueron los criterios y parámetros de comparación que se tuvieron en cuenta y cuáles las operaciones que se realizaron para determinar el monto de la respectiva indemnización expropiatoria. De ninguna

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otra manera podría el particular entrar a controvertir un avalúo, cuando el valor asignado a cada metro cuadrado aparezca infundada e inexplicablemente señalado por el titular de la potestas expropiandi, sin que se conozca en el fondo de dónde se dedujo ese valor ni cuáles fueron las negociaciones inmobiliarias, las ofertas o los avalúos recientes que sirvieron de parámetro para realizar la mencionada comparación. (…) En últimas, no puede perderse de vista que los derechos e intereses en juego son de rango constitucional y se encuentran protegidos por las normas del derecho internacional ya mencionadas en esta providencia, razón por la cual la privación coactiva del derecho de dominio, así responda a motivos de interés público o interés social, no puede degenerar en la adopción de decisiones infundadas ni dar lugar a la fijación caprichosa del valor que ha de pagarse por cada metro cuadrado, por cuanto ello podría resultar contrario al propósito de asegurar una indemnización “justa” y “plena”. Al mismo tiempo, es preciso advertir que para garantizar la realización de dicho propósito, la indemnización expropiatoria no puede limitarse simplemente al reconocimiento del valor de reposición del inmueble, sino que debe comprender también la reparación de todos los demás daños y perjuicios que hubieren podido ocasionarse con esa decisión, siempre que se encuentren debidamente acreditados en el expediente.

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCION PRIMERA

Consejero ponente: RAFAEL E. OSTAU DE LAFONT PIANETA Bogotá, D.C., catorce (14) de mayo de dos mil nueve (2009) Radicación número: 05001-23-31-000-2005-03509-01 Actor: WALTER DE JESUS OSORIO CIRO Demandado: MUNICIPIO DE MEDELLIN Referencia: APELACION SENTENCIA Se deciden los recursos de apelación interpuestos por las partes contra la

sentencia de primera instancia dictada por el Tribunal Administrativo de

Antioquia el 23 de octubre de 2006, mediante la cual se declaró la nulidad

parcial de las Resoluciones que dispusieron la expropiación administrativa de

un inmueble ubicado en la ciudad de Medellín y se condenó al Municipio al

pago de la diferencia indemnizatoria y demás perjuicios causados.

II..-- AANNTTEECCEEDDEENNTTEESS

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11.. LLaa ddeemmaannddaa

WALTER DE JESUS OSORIO CIRO, en ejercicio de la acción especial de

nulidad y restablecimiento del derecho de que trata el artículo 71 de la Ley 388

de 1997, presentó demanda ante el Tribunal Administrativo de Antioquia

planteando textualmente las siguientes

1. 1. Pretensiones:

“1. Declarar la Nulidad y el Restablecimiento del derecho o

alternativamente que se modifique el valor del precio indemnizatorio,

ajustando el valor del inmueble al precio justo e incluyendo el

reconocimiento por el lucro cesante y el daño emergente causados

al Sr. Walter de Jesús Osorio Ciro.

“2. Condenar al Municipio de Medellín a pagar la indexación

correspondiente, desde la fecha de la expropiación hasta la fecha

del pago total de la indemnización.

“3. Reconocer el pago parcial, realizado el día 14 de febrero de 2005

por el ente accionado a la respectiva obligación.

4. Condenar a la Entidad demandada a pagar las costas del

presente proceso.”

1. 2. Los hechos que le sirven de fundamento

Como antecedentes fácticos de la demanda se señala que el actor fue

propietario durante cerca de 29 años, del inmueble identificado con la matrícula

inmobiliaria número 01N-5146217, ubicado en la carrera 52 N° 73-81 de la

nomenclatura urbana de Medellín, con una extensión superficiaria de 947

metros cuadrados, en el cual estableció un taller automotriz y un parqueadero,

cuya explotación le reportaba unos ingresos mensuales aproximados de cuatro

millones de pesos ($4´000.000.oo).

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El día 8 de noviembre de 2004 el actor fue notificado de la resolución 0955 del

22 de octubre de 2004, expedida por el Alcalde de Medellín, mediante la cual

se ordena realizar los trámites tendientes a la adquisición del predio antes

mencionado por negociación voluntaria o expropiación administrativa,

formulándose la respectiva oferta de compra de acuerdo con lo previsto en la

ley 388 de 1997, por valor de $237733.300.oo pesos moneda corriente,

teniendo como sustento el avalúo practicado por la Subsecretaría de Catastro

de Medellín. Como causa expropiandi o motivo de interés público que

determinó la expedición de ese acto administrativo, se adujo en su momento

que el inmueble era requerido por esa entidad territorial para la construcción del

Museo de Ciencia y Tecnología (Museo Explora), previsto en el Plan de

Desarrollo del Municipio de Medellín 2004-2007 “Medellín, compromiso de toda

la ciudadanía”, contenido en el Acuerdo N° 03 de 2004 proferido por el Concejo

de esa ciudad.

Una vez enterado de la mencionada decisión, el afectado, mediante escrito

calendado el 10 de diciembre de 2004, manifestó su disposición de adelantar

un proceso de negociación voluntaria con el municipio, planteando en todo caso

su desacuerdo con el valor ofertado por la administración, pues en su sentir el

avalúo practicado soslayó algunos aspectos importantes, que de haber sido

tenidos eh cuenta habrían determinado la formulación de un ofrecimiento por

mayor valor, que en ese momento estimó el propietario en la suma de

$534´345.000.oo pesos. Adicionalmente, propuso la adopción de algunas

medidas alternativas encaminadas a aminorar los demás daños y afectaciones

derivados de esa determinación.

El 15 de diciembre de 2004, la Coordinadora de Negociaciones de la Secretaría

de Hacienda, argumentando que no procedía ningún recurso contra el acto

contentivo de la oferta, decidió calificar la propuesta presentada por el actor

como una mera petición y desechó de plano las alternativas sugeridas,

considerando solamente la posibilidad de realizar una permuta por algún

inmueble improductivo de propiedad del municipio.

El demandante, por su parte, contrató la realización de un avalúo del inmueble

con la firma de avaluadores “PROPIEDAD RAÍZ Y AVALÚOS FRANCISCO

OCHOA O”, la cual terminó diciendo que el valor comercial del inmueble

ascendía realmente a la suma de $347´292.000.oo pesos moneda corriente.

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Al no existir ningún acuerdo con respecto al monto de la indemnización, el

Alcalde de Medellín, mediante Resolución N° 1069 del 23 de diciembre de

2004, decidió decretar la expropiación del inmueble por vía administrativa,

insistiendo en el mismo precio indemnizatorio que la administración había

ofrecido inicialmente al titular del derecho de dominio.

Inconforme con esa determinación, el propietario interpuso recurso de

reposición contra la resolución anteriormente mencionada, alegando que el

trámite de la negociación voluntaria no se cumplió, pues la administración

municipal, al ignorar las consideraciones planteadas por el administrado,

impidió la celebración de un arreglo directo. De igual modo, censuró el hecho

de que la administración hubiese impuesto de manera caprichosa un precio

indemnizatorio, a sabiendas de que contra él no procede recurso alguno. A ello

se añade que por no haber sido aceptado ese precio por parte del propietario,

se desencadenaron algunas consecuencias adversas para él en el plano

tributario, como quiera que al decretarse la expropiación por esta vía, los

ingresos percibidos como consecuencia del trámite indemnizatorio, pasaron a

ser considerados como ganancia ocasional, produciéndose de esa manera el

desconocimiento del principio de igualdad frente a las cargas públicas. Además

de lo anterior, insistió el demandante en la necesidad de que se indemnizaran

también las demás afectaciones causadas por concepto de daño emergente y

lucro cesante, reafirmando su discrepancia con el precio indemnizatorio

ofrecido por el inmueble.

Siguiendo esa secuencia de hechos, el Alcalde de Medellín, mediante

Resolución N° 022 del 13 de enero de 2005, resolvió el recurso de reposición

interpuesto por el propietario afectado, decretando la modificación parcial de la

Resolución 1069 de 2004, en el sentido de señalar que el nuevo valor

indemnizatorio del inmueble correspondía a la suma de $251´951.500.oo pesos

m/cte, de conformidad con el avalúo AE-336 de fecha 29 de diciembre de 2004.

Una vez en firme el acto administrativo precitado, la Alcaldía de Medellín giró a

favor del demandante el cheque N° 028104 del 14 de febrero de 2005 por el

valor indemnizatorio ya indicado y a emitir el comprobante de pago N°

1400000784. Tras descontarse la suma de $8´818.302.oo pesos m/cte por

concepto de retención en la fuente, el actor reclamó el día 16 de febrero de ese

Page 11: SENTENCIA EXPROPIACION

mismo año el valor neto de $243´133.197.oo pesos m/cte a través del título N°

A-3562187.

Es del caso señalar que mediante oficio calendado el día 10 de diciembre de

2004, el propietario afectado le hizo saber al Alcalde de Medellín que la

decisión censurada le había ocasionado las afectaciones de carácter

patrimonial que se discriminan a continuación, adicionales a las que representa

la privación del derecho de dominio:

a) UN DAÑO EMERGENTE “…representado en los costos de traslado de

motores, repuestos, herramientas y vehículos inmovilizados para lo cual se

requiere (sic) vehículos especiales, que calcula en aproximadamente

$15.000.000,oo” en “…las indemnizaciones por la terminación anticipada de los

contratos de arrendamiento y de los contratos laborales, lo que calcula en

$12.000.000,oo” y en “…el mayor costo en consumo de A.C.P.M. al estar en

otra ubicación, por el desplazamiento adicional de los buses a talleres para

mantenimiento, a oficinas de la Empresa para tramites y al parqueadero para

guardar, este se plantea en aproximadamente $21.300.000,00 mensuales”, y

b) UN LUCRO CESANTE, representado en “…los beneficios que dejaba de

percibir, consistentes en ingresos internos y externos por el parqueo de 11

buses y 30 taxis y que al no tener el parqueadero se transformarían en egresos

mensusuales (sic) de aproximadamente $2.900.000,oo” y en los ingresos

dejados de percibir “…por arrendamiento de bodegas de repuestos, talleres de

enderezada, pintura, mecánica, electricidad etc. que calcula en $3.000.000,00

mensuales. (Ver folio 5)

Más adelante y en contradicción parcial con lo expuesto en el párrafo anterior,

se afirma en la demanda que al momento de su radicación los gastos de

traslado en que incurrió el demandante ascendían a $1´500.000.oo (hecho N°

25); que se cancelaron arrendamientos por un valor aproximado de

$3´000.000.oo (hecho N° 26); y que por no haber logrado su reubicación en

otro lugar, el propietario afectado dejó de percibir el pago de cánones de

arrendamiento por un valor aproximado de $4´000.000.oo, (hecho N° 27)

“…rubros éstos que siguen incrementando sus gastos de traslado y parqueo”.

Page 12: SENTENCIA EXPROPIACION

Además de lo enunciado hasta aquí, en el hecho número 6° de la demanda se

asevera que durante el tiempo en que el actor ostentó la calidad de propietario

del inmueble, jamás pudo desarrollar en él ningún proyecto importante de

construcción, por cuanto el Municipio de Medellín había decretado una

afectación del mismo para el desarrollo de un proyecto de integración

urbanística que si bien “…nunca se realizo (sic) legalmente”, como que jamás

fue inscrita en el folio de matrícula inmobiliaria, sí determinó en la práctica una

“congelación” del predio, afectando su valor comercial y limitó por demás las

posibilidades de adelantar negociación respecto del mismo.

1. 3. Las normas violadas y el concepto de la violación

Aunque la demanda presentada por el actor no contiene un capítulo en el cual

se individualicen y concreten las normas violadas y el concepto de su violación,

la lectura sistemática e integral del libelo permite entender, tal como lo hizo en

su momento el Tribunal Administrativo de Antioquia, que el demandante

considera trasgredido el artículo 58 de la Constitución Política de Colombia,

modificado por el Acto Legislativo N° 1 de 1999, toda vez que la suma

decretada como valor indemnizatorio no alcanza a reparar plenamente los

daños derivados de la expropiación. Se menciona también en ese escrito, que

los actos administrativos censurados desconocieron lo dispuesto en el artículo

21° numeral 2° del Pacto de San José, por cuanto la indemnización “no es

justa”. Finalmente, se señala como violado el artículo 459 del Código de

Procedimiento Civil, en cuyo texto se dispone que en los casos de

expropiación, el valor de la indemnización debe tener un carácter reparatorio y

no simplemente compensatorio.

Es preciso comentar además, que bajo el epígrafe de “FUNDAMENTOS DE

DERECHO”, el actor invocó como sustento jurídico de sus pretensiones, el

artículo 1° de la Ley 9ª de 1989 modificada por la Ley 388 de 1997, la Ley 3ª de

1991, la Ley 388 de 1997, el artículo 75 y siguientes del Código de

Procedimiento Civil, y el artículo 137 y siguientes del Código Contencioso

Administrativo. No obstante lo anterior, es pertinente dejar planteado desde ya

que el actor omitió precisar los artículos de las leyes 3ª de 1991 y 388 de 1997

que estima quebrantados con la expedición de los actos acusados y pretermitió

igualmente la explicación de las razones por las cuales considera violados los

Page 13: SENTENCIA EXPROPIACION

artículos 1° de la Ley 9ª de 1989, 75 y siguientes del Código de Procedimiento

Civil, y 137 y siguientes del Código Contencioso Administrativo.

22..-- CCoonntteessttaacciióónn ddee llaa ddeemmaannddaa

El Municipio de Medellín se opuso radicalmente a la prosperidad de las

pretensiones del actor, expresando que en el proceso de adquisición del

inmueble se dio estricta aplicación a la normatividad que regula el proceso de

expropiación por vía administrativa, pues se siguieron todos los trámites y se

cumplieron las exigencias establecidas por el ordenamiento jurídico. Agrega a

lo anterior que la Oficina de Avalúos de la Secretaría de Hacienda, determinó el

precio indemnizatorio que ahora es objeto de controversia, a partir de la

investigación de mercados que realizó dicha dependencia, de conformidad con

lo previsto en el Decreto 1420 de 1998. Explica el apoderado del Municipio que

el valor por metro cuadrado del inmueble fue establecido acudiendo a la

comparación de algunas transacciones inmobiliarias realizadas en la zona, al

análisis de la oferta y la demanda y al estudio de otros avalúos de inmuebles

similares o equiparables, previos los ajustes de tiempo y el análisis de su

conformación y localización, ajustándose por completo a los preceptos de la

Ley 388 de 1997 y del Decreto 1420 de 1998.

Con respecto a la pretendida reparación de los demás daños que hubieren

podido derivarse de la privación del derecho de dominio, el apoderado del

Municipio argumentó que si bien el artículo 62 numeral 6° de la Ley 388 de

1997 establece que la indemnización comprenderá “el daño emergente y el

lucro cesante”, no es menos cierto que ni el artículo 24 del Decreto 1420 de

1998 ni la Resolución 762 proferida en ese mismo año por el Instituto

Geográfico Agustín Codazzi, contemplan la metodología para efectuar el

cálculo de tales valores. A partir de la apreciación antes referida, concluye el

memorialista diciendo que “…no existe norma vigente que permita aplicar un

mayor valor a título de indemnización para efectos de a (sic) expropiación por

vía Administrativa,..” Además de lo expuesto y tras invocar la función social de

la propiedad, la prevalencia del interés general y el reparto equitativo de las

cargas y beneficios, el apoderado del ente demandado concluye afirmando que

“El propietario tiene la obligación constitucional de renunciar a su derecho de

Page 14: SENTENCIA EXPROPIACION

propiedad y cederla (sic) al Estado para contribuir así a la consecución de sus

fines, primordialmente a garantizar el bienestar común.”

Por otra parte, el apoderado de la precitada entidad territorial puso de relieve

que en el folio de matrícula del inmueble expropiado, no aparece registrada la

afectación aludida por el actor en el numeral 6° de la demanda.

Finalmente, se propusieron en el escrito de contestación de la demanda, las

excepciones de “falta de causa para pedir” y la “genérica”.

33..-- PPrruueebbaass

En el curso de la primera instancia se tuvieron como tales los documentos

aportados con la demanda y su contestación; se recibieron los testimonios de

JAIRO ANTONIO ZAPATA, EBERT ALBERTO GARCÍA HERNÁNDEZ,

ROGELIO DE JESÚS HERNÁNDEZ GUTIÉRREZ, CARLOS MARIO OSORIO

GONZÁLEZ y GLADYS STELLA OSORIO GONZÁLEZ; y se practicó un

dictamen pericial para determinar el valor comercial del inmueble y el monto de

los perjuicios derivados de la expropiación, los cuales fueron tasados en la

suma de seiscientos quince millones ochocientos cuarenta y cinco mil

seiscientos cuarenta y siete pesos m/cte ($615´845.647.oo).

El apoderado del Municipio de Medellín objetó el dictamen en mención por

considerar que las apreciaciones allí consignadas carecen de fundamento

técnico y jurídico, destacando que en su elaboración se dejaron de aplicar los

métodos de valoración establecidos en el Decreto 1420 de 1998 y en la

Resolución 762 de 1998, expedida por el Director General del Instituto

Geográfico Agustín Codazzi. Se cuestiona asimismo el hecho de que se haya

realizado una inspección ocular en el inmueble, cuando al momento de

adelantar dicha diligencia ya había sido demolido.

Por otro lado, reitera también que el inmueble objeto de expropiación nunca

salió del comercio, pues jamás se inscribió en la Oficina de Registro de

Instrumentos Públicos ninguna afectación del derecho de dominio.

Page 15: SENTENCIA EXPROPIACION

Con respecto al daño emergente y al lucro cesante, se dice que esos rubros del

perjuicio jamás fueron probados de manera suficiente.

El apoderado del actor, por su parte, considera que las objeciones formuladas

por el Municipio no pueden ser atendidas, pues tal como se expresa en el

dictamen, ninguno de los inmuebles existentes en esa manzana había sido

objeto de ventas u ofertas desde hace más de 30 años. Respecto a los

perjuicios causados con ocasión de la terminación de los contratos de

arrendamiento y la asunción de gastos de traslado, asegura que a partir del 23

de diciembre del 2004, fecha en la cual se expidió la resolución expropiatoria,

dejó de percibir los cánones respectivos. Rechaza asimismo las afirmaciones

del Municipio según las cuales el predio no estaba congelado pues

precisamente la entidad territorial demandada allegó al proceso la Resolución

N° 019 del 12 de septiembre de 1974 mediante la cual se impuso dicha

afectación urbanística. Frente al hecho de no haberse registrado dicha

determinación, señala el actor que la omisión de ese trámite de registro no

hace desaparecer los perjuicios causados, pues el sólo hecho de haberse

dictado el acto administrativo impugnado produjo una afectación, ya que

restringió la posibilidad de negociar el inmueble. Finalmente, considera que el

acervo de testimonios y documentos obrantes en el expediente demuestra la

causación de los demás daños cuya indemnización se pretende.

44..-- AAlleeggaattooss ddee ccoonncclluussiióónn

En la oportunidad procesal respectiva las partes ratificaron los argumentos

consignados en la demanda y en su contestación.

El actor insistió en el punto relativo a los perjuicios que se le ocasionaron con

motivo de la congelación del inmueble, decretada mediante la Resolución N°

019 de 1974, en cuyo articulado se declaró el sector como zona de

remodelación urbana, lo cual determinó la imposibilidad de desarrollar ciertos

proyectos particulares, sin mediar el reconocimiento previo de ninguna

compensación. Afirma al mismo tiempo, que la decisión administrativa que

ahora es objeto de censura, obligó al propietario a vender como chatarra parte

de sus bienes y a conseguir otros inmuebles a título de arrendamiento para

ubicar en ellos los motores, herramientas y vehículos inmovilizados que hasta

el momento de la expropiación yacían en el inmueble de marras. Concluye el

Page 16: SENTENCIA EXPROPIACION

actor diciendo a partir de sus afirmaciones, que la indemnización no fue ni justa

ni reparatoria, debiendo decretarse en consecuencia el pago de las sumas de

dinero dejadas de percibir por concepto del valor comercial del inmueble,

sumándole lo que él llama los “gastos de administración disgregada”; los

honorarios del contador público; la pérdida del valor adquisitivo del dinero por el

hecho de haberse realizado una retención en la fuente por un valor superior al

que correspondía; los gastos de traslado y la pérdida por el costo de

oportunidad por la no comercialización de repuestos, motores, herramientas,

etc.

El apoderado del Municipio considera en líneas generales que el actor no logró

demostrar que el avalúo comercial del predio fuese diferente del fijado por la

administración y solicita tener en cuenta que la demanda presentada adolece

de notorios vicios formales, pues en su opinión el escrito radicado por la parte

actora no cumple con los requisitos establecidos en el artículo 138 del C. C. A.,

ya que el actor no individualizó los actos demandados, debiendo en

consecuencia dictarse una sentencia inhibitoria.

El Procurador 32 Judicial II en lo administrativo se abstuvo de conceptuar en

este proceso.

55.. LLaa sseenntteenncciiaa rreeccuurrrriiddaa

El a quo, luego de establecer que la demanda fue radicada de manera

oportuna, presenta un recuento pormenorizado de las actuaciones surtidas en

la primera instancia y describe en forma sucinta el procedimiento de

expropiación por vía administrativa, destacando que el Decreto 1420 del 24 de

julio de 1998, reglamentario de las leyes 9ª de 1989 y 388 de 1997 y la

Resolución 762 de 1998 del Director General del Instituto Geográfico Agustín

Codazzi, prescriben las normas relacionadas con el avalúo de los inmuebles a

expropiar. En esas disposiciones se definen los métodos y criterios para tasar

el valor comercial que se debe pagar en los casos de enajenación forzosa,

valoración que en cada caso particular debe ser realizada por el Instituto

Geográfico Agustín Codazzi, por la entidad que cumpla sus funciones o por

peritos privados inscritos en las lonjas o asociaciones correspondientes.

Page 17: SENTENCIA EXPROPIACION

Realiza posteriormente el a quo un análisis detallado del proceso expropiatorio

adelantado, desde cuando el Concejo Municipal de Medellín adoptó el Plan de

Ordenamiento Territorial mediante el Acuerdo N° 62 de 1999 y hasta el

momento mismo en el cual se consumó la expropiación, concluyendo que “…el

procedimiento utilizado por el Municipio de Medellín fue el correcto, de acuerdo

a las normas que rigen la materia.”

Empero, al abordar el estudio concreto de los cargos formulados, el Tribunal se

detuvo en el análisis de los dos avalúos elaborados por la Subsecretaría de

Catastro del Municipio de Medellín, el primero de fecha 1° de octubre de 2004,

por un valor de $237´733.300.oo, y el segundo, de fecha 29 de diciembre de

2004, por un valor de $251´951.500.oo, resaltando que a pesar de ser distintos

los valores establecidos en esos dos avalúos, la sustentación y contenido de

los dictámenes es prácticamente idéntica, sin que se aporte ninguna razón que

justifique la diferencia. En opinión del Tribunal de origen, “…la administración

debió analizar los diferentes aspectos que se le habían planteado por el actor y

los cuales en la valoración posterior no fueron ni siquiera tenidos en cuenta, a

pesar de que afirman que efectivamente el lote está destinado a parqueadero y

en el primer piso funcionaba un almacén.” En otras palabras, según el criterio

del Tribunal, el valor indemnizatorio decretado dejó de considerar los demás

perjuicios reclamados.

Frente a las objeciones formuladas por la entidad demandada en lo que

concierne al valor comercial del predio, el Tribunal decidió desestimarlas

argumentando que “…el dictamen presentado por la perito presenta los

elementos que tuvo en cuenta para hacer el avalúo, evaluando el acervo

probatorio, la ubicación, valor de los locales, mercado inmobiliario, la oferta y la

demanda, costo de inmuebles similares en el mismo sector de igual

destinación, uso actual, rentabilidad y acceso a los servicios públicos”.

Al realizar la valoración de la prueba técnica antes mencionada, el a quo

encontró correcto el avalúo elaborado por la perito pues al apreciar el valor

comercial del inmueble fueron considerados distintos factores, tales como la

ubicación del inmueble, el acceso fácil a múltiples medios de transporte publico,

el valor del terreno por metro cuadrado, el valor de los locales, el mercado

inmobiliario, el costo de inmuebles similares en el mismo sector de igual

destinación, el uso actual, la rentabilidad, servicios y características del predio

Page 18: SENTENCIA EXPROPIACION

expropiado. Después de observar detenidamente dichos criterios y resaltando

principalmente la inexistencia de otros lotes de igual característica y

destinación, concluyó que el valor pagado por el Municipio no corresponde en

efecto a una indemnización justa y plena. Como corolario de lo expuesto, el

Tribunal Administrativo condenó al Municipio de Medellín al pago de la suma de

dinero que resulte de restar del valor señalado en el dictamen pericial

($350'291.000), el valor que fue efectivamente cancelado por el Municipio de

Medellín ($251'951.500), esto es, la suma de $98'340.000, ordenando su

indexación a la fecha de la sentencia.

Con respecto al tema de la congelación del inmueble expropiado, el Tribunal

Administrativo de Antioquia consideró probado que el Municipio de Medellín,

mediante Resolución N° 019 del 12 de septiembre de 1974, impuso ciertamente

una limitación urbanística sobre el predio de marras, que si bien fue

comunicada a su dueño y consta en la Oficina de Planeación Municipal, jamás

llegó a registrarse en el respectivo folio de matrícula inmobiliaria. El Tribunal

reprochó la omisión de la administración municipal por estimarla contraria a las

leyes 9ª de 1989 y 388 de 1997. No obstante lo anterior, el Tribunal se abstuvo

de condenar al Municipio de Medellín al pago de los perjuicios causados por el

congelamiento comercial del bien, por estimar que los mismos no fueron

debidamente acreditados.

En lo que atañe al lucro cesante representado en la pérdida de los ingresos que

reportaba el actor por concepto del arrendamiento de los espacios en los

cuales funcionaban los talleres, la cafetería y el parqueadero, el Tribunal se

fundamentó en el dictamen pericial; en los testimonios rendidos por EBER

ALBERTO GARCÍA HERNÁNDEZ, JAIRO ANTONIO ZAPATA y ROGELIO DE

JESÚS HERNÁNDEZ GUTIÉRREZ; en las fotografías obrantes en el

expediente; en los contratos de arrendamiento allegados con la demanda y en

una relación de ingresos obrante a folios 28 a 31 del cuaderno principal, para

condenar al Municipio de Medellín al pago de $27´531.000.oo m/cte, tomando

como límite temporal del cálculo el día 16 de febrero de 2005, por haber sido

esa la fecha en la cual se indemnizaron los perjuicios causados por la

expropiación.

El A quo denegó también la pretensión de reconocer al actor una indemnización

por los cánones de arrendamiento cancelados en diferentes parqueaderos de la

Page 19: SENTENCIA EXPROPIACION

ciudad de Medellín, por estimar que a partir del 16 de febrero de 2005 los

perjuicios se entienden indemnizados por el hecho del pago y además porque

el propietario tuvo la oportunidad de permanecer en el inmueble hasta el mes

de agosto de ese mismo año sin contraprestación alguna.

Por otra parte, a partir de la cuenta de cobro obrante a folio 143 del expediente,

el Tribunal Administrativo de Antioquia condenó a la entidad demandada al

pago de la suma de $1'200.000.oo por concepto de servicios varios de grúa que

tuvo que asumir el demandante y que se causaron durante los meses de

febrero y marzo de 2005, con ocasión del traslado de los vehículos

inmovilizados y repuestos pesados que estaban almacenados en el predio del

demandante y que fueron transportados hasta distintos depósitos, garajes y

parqueaderos ubicados en el Barrio Buenos Aires de la ciudad de Medellín.

En la sentencia de primera instancia el a quo se abstuvo de condenar al

Municipio de Medellín al pago de las sumas reclamadas por concepto del lucro

cesante derivado de la imposibilidad de comercializar los elementos que el

actor tenía en depósito en el predio expropiado y por el daño emergente que

tuvo que soportar al verse obligado a administrar sus negocios en forma

descentralizada, por considerar que tales ablaciones no fueron debidamente

acreditadas en el proceso. Se denegó igualmente la pretensión relativa al pago

de la pérdida del poder adquisitivo del dinero y de los intereses

correspondientes a la retención en la fuente indebidamente efectuada, pues no

se allegó al proceso la prueba respectiva.

El fallo de primera instancia consideró igualmente que no estaban dadas las

condiciones para condenar en costas al Municipio de Medellín.

IIII..-- EELL RREECCUURRSSOO DDEE AAPPEELLAACCIIÓÓNN

Estando dentro de la oportunidad legal respectiva, las partes demandante y

demandada interpusieron RECURSO DE APELACIÓN contra la sentencia de

primera instancia dictada por el Tribunal Administrativo, planteando su

inconformidad en los siguientes términos:

Page 20: SENTENCIA EXPROPIACION

1.- AAppeellaacciióónn ddee llaa ppaarrttee ddeemmaannddaannttee

Para el actor resulta equivocado predicar, como lo hace el a quo en el fallo

recurrido, que el perjuicio haya cesado el 16 de febrero de 2005. Al justificar su

disentimiento, expresa que ese argumento sería valido, de haberse reconocido

en ese momento el verdadero valor comercial del inmueble, pues de esa

manera se habría permitido la adquisición de otra propiedad de similares

características, posibilitando de esa manera la obtención de ingresos similares

a los que generaba el bien expropiado. Tanto es así, que en el mismo fallo

apelado se reconoce que el Municipio de Medellín aún adeuda al demandante

la suma de $98´340.000,oo. Partiendo de ese razonamiento aduce el recurrente

que “…contrariamente a lo planteado por el A-quo, a partir de la entrega, se

consolida el mayor perjuicio, pues el mismo estaría constituido por la totalidad

del ingreso dejado de recibir en cada mes, y este se estableció que era de

$5.700.000, por mes.”

En ese orden de ideas, concluye el apelante diciendo que la reparación de los

daños ocasionados se debe tener por efectuada tan sólo cuando el Municipio

de Medellín cancele la suma restante. Por lo mismo, se debe reconocer “…el

desmedro patrimonial causado con posterioridad al pago parcial (16 de febrero

de 2005) a razón de $5.700.000, por mes y la indexación de estos valores,

hasta la fecha en que el Municipio de Medellín cancele la totalidad del valor del

inmueble.”

En segundo término y con respecto a la determinación del Tribunal de no

condenar al Municipio de Medellín al pago de los perjuicios derivados de la

congelación comercial del inmueble, considera el apelante que habiéndose

establecido el incumplimiento de las obligaciones legales a cargo del Municipio,

éste ha debido ser condenado, acogiendo en lo pertinente las conclusiones del

dictamen pericial. Aunque se admite que “…es muy difícil calcular la proporción

de valorización que el inmueble dejo (sic) de disfrutar durante el tiempo de

afectación, también es cierto que el desmedro patrimonial existió y la forma de

tazar (sic) los perjuicios se sustentan en la misma norma que el Municipio de

Medellín omitió: art. 122 de la ley 388 de 1997…”

Finalmente, impugna el actor el hecho de que el Municipio de Medellín no haya

sido condenado al pago de costas, pues como bien lo reconoce el Tribunal

Administrativo de Antioquia, el Municipio de Medellín asumió en sede

Page 21: SENTENCIA EXPROPIACION

gubernativa una conducta reprochable al omitir el cumplimiento de sus

obligaciones consagradas en las leyes 9 de 1989 y 388 de 1997. Por lo

anterior, estima el recurrente que contrariamente a lo expresado en el fallo

impugnado, sí están reunidas las condiciones para que se de aplicación al art.

171 del Código Contencioso Administrativo, modificado por el artículo 55 de la

Ley 446 de 1998.

22..-- AAppeellaacciióónn ddee llaa ppaarrttee ddeemmaannddaaddaa

En su escrito de apelación, el apoderado del Municipio de Medellín solicita la

revocatoria de la sentencia de primer instancia y pretende que en su reemplazo

se dicte un fallo inhibitorio, por cuanto, según su criterio, el actor dejó de

individualizar en la demanda los actos administrativos cuya nulidad pretende,

contrariando con ello la exigencia contenida en el articulo 138 del CCA, tal

como lo puso de relieve de manera insistente en el curso de la primera

instancia.

Considera, en segundo lugar, que el dictamen rendido no ofrece la fuerza de

convicción suficiente para demostrar que el avalúo comercial del predio fuese

diferente del fijado por la Subsecretaría de Catastro del Municipio de Medellín.

Al desarrollar su apreciación, expresa que el fallo cuestionado emite un juicio

de valor totalmente desprovisto de argumentos técnicos y por lo mismo no

podía avalar la validez de la experticia. De igual modo expresa que en este tipo

de procesos no se puede incrementar caprichosamente el valor de los bienes a

expropiar, pues el dinero con el cual se asume el pago de las indemnizaciones

expropiatorias proviene del tesoro público. Al mismo tiempo, defiende la

corrección del avalúo realizado por la Subsecretaría de Catastro Municipal,

pues en su elaboración se dio estricta aplicación a lo dispuesto en el Decreto

1420 de 1998 y en la Resolución 762 de 1998 expedida por el Instituto

Geográfico Agustín Codazzi.

En tercer lugar, se opone al pago de los perjuicios causados a título de daño

emergente y lucro cesante, por cuanto el actor recibió de contado el pago de la

indemnización el día 14 de febrero de 2005 y sin embargo siguió

beneficiándose de la explotación comercial del predio hasta el 16 de agosto del

Page 22: SENTENCIA EXPROPIACION

mismo año. Por lo mismo, estima inconcebible que se decrete el resarcimiento

de unos perjuicios que no se causaron.

IIIIII..-- LLOOSS AALLEEGGAATTOOSS DDEE CCOONNCCLLUUSSIIÓÓNN EENN SSEEGGUUNNDDAA IINNSSTTAANNCCIIAA

Al presentar sus alegatos de conclusión, los apelantes se limitaron a reiterar los

motivos de su inconformidad. Además de lo anterior, el actor puso de relieve

que el Tribunal Administrativo de Antioquia no tuvo en cuenta en su fallo el

avalúo realizado por el Dr. Francisco Ochoa, quien según su dicho es persona

de amplia credibilidad en el mercado inmobiliario de la ciudad de Medellín. En

ese mismo escrito, critica la afirmación del apoderado del ente demandado

cuando por conducto de su apoderado judicial señala que debe tenerse en

cuenta el origen público de los recursos destinados al pago de las

indemnizaciones originadas en una expropiación por vía administrativa, pues

esa circunstancia no faculta a las autoridades para incurrir en arbitrariedades

de ninguna especie.

IIVV..-- CCOONNCCEEPPTTOO DDEELL MMIINNIITTEERRIIOO PPÚÚBBLLIICCOO

No hubo pronunciamiento del Ministerio Público en esta causa.

VV..-- DDEECCIISSIIÓÓNN

No observándose causal de nulidad que invalide lo actuado, procede la Sala a

decidir los recursos de apelación presentados, previas las siguientes

CCOONNSSIIDDEERRAACCIIOONNEESS

1.- LOS MOTIVOS DE INCONFORMIDAD

Los motivos de inconformidad planteados por los recurrentes frente al fallo de

primera instancia, se refieren fundamentalmente al monto de la condena

decretada por el Tribunal Administrativo de Antioquia, tanto por la tasación

equivocada de los perjuicios que se derivaron de la expropiación, como por no

Page 23: SENTENCIA EXPROPIACION

haber sido considerados algunos de los rubros que a su juicio deben formar

parte de la indemnización expropiatoria. Por otra parte, el apoderado del

Municipio de Medellín solicita que se dicte una sentencia inhibitoria, teniendo

en cuenta que la demanda acusa graves vicios de forma que impiden la

adopción de una decisión de mérito.

Pues bien. Antes de abordar el análisis de las impugnaciones planteadas por

los recurrentes, por razones metodológicas la Sala se pronunciará inicialmente

sobre la pretensión de que se revoque la sentencia apelada, en razón de los

vicios de forma aludidos por el apoderado del Municipio.

2.- LA INEPTITUD SUSTANCIAL DE LA DEMANDA POR LA FALTA DE INDIVIDUALIZACIÓN DE

LOS ACTOS DEMANDADOS

Tal como se ha señalado en esta providencia, el apoderado del Municipio de

Medellín considera que la demanda presentada en este proceso es inepta,

por no haberse individualizado los actos administrativos demandados. Al

respecto es preciso manifestar, que a juicio de la Sala no se configura en

este caso la violación del artículo 138 del C. C. A., y por lo mismo, no hay

razón para atender la solicitud del apoderado del Municipio de Medellín en

el sentido de revocar la decisión de primera instancia para dictar en su

reemplazo una sentencia inhibitoria.

El precepto en mención, subrogado por el artículo 24 del Decreto 2304 de

1989, establece ad pedem literae lo siguiente:

Artículo 138 del C. C. A..- Individualización de las Pretensiones. Cuando se demande la nulidad del acto se le debe individualizar con

toda precisión.

Cuando se pretendan declaraciones o condenas diferentes de la

declaración de nulidad de un acto, deberán enunciarse clara y

separadamente en la demanda.

Si el acto definitivo fue objeto de recursos en la vía gubernativa,

también deberán demandarse las decisiones que lo modifiquen o

Page 24: SENTENCIA EXPROPIACION

confirmen; pero sí fue revocado, sólo procede demandar la última

decisión.

Si se alega el silencio administrativo a la demanda deberán

acompañarse las pruebas que lo demuestren.

El inciso primero del artículo que se acaba de transcribir, señala con

claridad que “Cuando se demande la nulidad del acto se le debe

individualizar con toda precisión”, lo cual significa que en el libelo debe

aparecer exactamente determinado el acto administrativo contra el cual se

dirige la demanda, y más concretamente, debe especificar cuáles son el

artículo o artículos cuya legalidad se pretende infirmar.

La demanda incoada por el antiguo propietario del predio cuya propiedad se

transfirió de manera forzada, sintetiza sus pretensiones en los siguientes

términos:

“PRETENSIONES

Con fundamento en los hechos expuestos, muy respetuosamente

solicito a los Honorables Magistrados del Tribunal, que previo el

reconocimiento de mi personería para actuar en este proceso como

apoderado de la parte demandante. (sic) Y cumplidos los trámites

del Proceso Especial Contencioso Administrativo, hacer las

siguientes o similares declaraciones y condenas:

1. Declarar la Nulidad y el Restablecimiento del derecho o

alternativamente que se modifique el valor del precio indemnizatorio,

ajustando el valor del inmueble al precio justo e incluyendo el

reconocimiento por el lucro cesante y el daño emergente causados

al Sr. Walter de Jesús Osorio Ciro.

2. Condenar al Municipio de Medellín a pagar la indexación

correspondiente, desde la fecha de la expropiación hasta la fecha

del pago total de la indemnización.

Page 25: SENTENCIA EXPROPIACION

3. Reconocer el pago parcial, realizado el día 14 de febrero de 2005

por el ente accionado a la respectiva obligación.

4. Condenar a la Entidad demandada a pagar las costas del

presente proceso.”

Aunque en el aparte que se acaba de reproducir no se cumple cabalmente

con la exigencia de individualizar el acto administrativo cuya nulidad se

persigue, el Tribunal de origen, tras efectuar una interpretación integral de la

demanda radicada por el actor, entendió en su momento que la exigencia

plasmada en el artículo 138 del C.C.A. se encontraba plenamente

satisfecha. Tanto es así, que en el numeral primero de su parte decisoria se

decretó textualmente lo siguiente:

“1°- De conformidad con lo expuesto en la parte motiva de esta

sentencia SE DECLARA LA NULIDAD PARCIAL de la Resolución No. 1069 del 23 de diciembre de 2004 y de la Resolución No. 0022 del 13 de enero de 2005, ambas expedidas por el Alcalde de Medellín, pero sólo en lo que tiene que ver con el monto de la

indemnización reconocida por la expropiación administrativa de un

inmueble con matricula inmobiliaria No. 01-N-5146217, ubicado en la

carrera 52 por la calle 73-81, de la nomenclatura de Medellín, y que

era propiedad de WALTER DE JESÚS OSORIO CIRO.” (Negrillas

En opinión de la Sala, la inferencia realizada por el Tribunal fue la correcta,

pues la simple lectura de los hechos 18, 20 y 22 del escrito genitor del proceso,

permite entender que los actos cuya legalidad se controvierte son ciertamente

las Resoluciones 1069 del 23 de diciembre de 2004 y 0022 del 13 de enero de

2005, proferidas ambas por el Alcalde de Medellín, mediante los cuales se

determinó el monto de la indemnización expropiatoria, respecto del cual gira la

presente contienda procesal.

En ese orden de ideas, es oportuno traer a colación que dentro del propósito

de garantizar la prevalencia del derecho sustancial, el juzgador está llamado a

interpretar y analizar el texto completo de la demanda presentada, a fin de

establecer si se reúnen o no los presupuestos exigidos por la ley procesal para

la viabilidad de la acción ejercida. Por lo anterior, la Sala considera que en el

Page 26: SENTENCIA EXPROPIACION

presente caso no se configura la ineptitud de la demanda por falta del

presupuesto procesal ya señalado, es decir, por no haberse indicado de

manera expresa cuáles son los actos cuya nulidad parcial se pretende, pues su

identificación se hace posible sin mayor dificultad, después de revisar ese

escrito en forma sistemática. Por lo mismo, los defectos invocados por el

apoderado del Municipio de Medellín no tienen ni la entidad ni la gravedad

suficientes como para que se profiera en este caso una decisión inhibitoria con

respecto a las pretensiones formuladas.

Si bien es cierto que la individualización de los actos demandados es una

exigencia consagrada por la ley procesal, no lo es menos que su identificación

no reviste en este caso ninguna complejidad. Además de ello ha de tenerse en

cuenta que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 228 de la Carta

Política de 1991, en las actuaciones de la justicia debe prevalecer el derecho

sustancial, a lo cual se suma el principio hermenéutico consagrado en el

artículo 4° del Código de Procedimiento Civil, en donde se establece que “…el

objeto de los procedimientos es la efectividad de los derechos reconocidos por

la ley sustancial.”

En relación con el tema es oportuno prohijar además, en razón de su

pertinencia, la postura asumida por la Sala de Casación Civil de la Corte

Suprema de Justicia en Sentencia del 12 de octubre de 1938 (Gaceta Judicial

N° XLVIII, 483), en donde se señaló textualmente lo que sigue:

"1. No siempre la demanda, que es la pieza fundamental del

proceso, viene revestida de la suficiente claridad y precisión. Con

todo, cuando adolece de cierta vaguedad en la relación de los

hechos o en la forma como quedaron concebidas las súplicas, le

corresponde al fallador desentrañar la pretensión o pretensiones

contenidas en el libelo, en procura de no sacrificar el derecho,

puesto que no es aceptable en el campo de la hermenéutica de la

demanda, como lo tiene sentando la doctrina de la Corte, que la

torpe expresión de las ideas pueda ser motivo valedero para

subestimar el derecho reclamado, "cuando éste alcanza a percibirse

en la intención y en la exposición de ideas del demandante"

Page 27: SENTENCIA EXPROPIACION

El texto del memorial con el cual se inicia el proceso, si bien debe ajustarse a

determinados parámetros y requisitos de naturaleza formal y estructurarse de

tal manera que se concreten con precisión y claridad las pretensiones, no

puede examinarse con un criterio inflexible o con severidad desmedida, cuando

sea posible desentrañar y conocer su verdadera naturaleza e intención jurídica.

Además de lo anterior, debe tenerse en cuenta que la labor de interpretación de

la demanda no es una mera potestad sino una obligación, tal como lo ha

señalado con acierto la Corte Suprema de Justicia en los siguientes términos:

“(...) cuando la demanda genitora del proceso sea oscura, imprecisa

o vaga, gravita sobre el juzgador, no una mera potestad de

interpretarla, sino el deber de hacerlo, por supuesto dentro de los

límites establecidos en la ley con miras a precisar sus verdaderos

alcances, labor a la que sólo pueda (sic) sustraerse cuando la

confusión sea de tal magnitud que, pese a sus esfuerzos, no logre

desentrañar sus alcances sin alterar el contenido objetivo, pues es

obvio que en tal caso, en lugar de cumplir con su cometido, estaría

sustituyendo la voluntad del demandante y trocando, a su antojo, el

objeto de litigio”. (CSJ, Cas. Civil, sent. abr. 17/98. Exp. 4.680. M.P.

Jorge Antonio Castillo Rugeles).

Por las razones expuestas, la Sala considera que en el sub lite no están dadas las

condiciones para omitir un pronunciamiento de mérito. Por esa razón, no resulta

procedente atender la solicitud de la parte demandada en ese sentido.

33..-- POSTURA DE LA SALA FRENTE A LAS DEMÁS IMPUGNACIONES PLANTEADAS POR LOS

RECURRENTES

En este acápite de la providencia, entra la Sala a estudiar los demás motivos

de inconformidad planteados por los apelantes, poniendo de relieve desde ya

que por haber sido recurrida la sentencia por ambas partes, no aplica en este

caso la prohibición de la no reformatio in pejus, de conformidad con lo dispuesto

en los artículos 31 inciso 2° de la Constitución Política y 357 del C. de P. C.

En aras de poder realizar en forma ordenada los análisis, se presentarán algunas

ideas liminares relacionadas con el carácter justo y pleno de las indemnizaciones

Page 28: SENTENCIA EXPROPIACION

expropiatorias, para entrar luego al estudio de las objeciones planteadas por los

apelantes frente a la fijación del precio expropiatorio y a la indemnización de los

daños accesorios que hubiere producido la decisión administrativa demandada.

3.1.- Consideraciones preliminares relacionadas con el carácter justo y pleno de las indemnizaciones expropiatorias

El artículo 58 de la Constitución Política de Colombia, garantiza la intangibilidad

de la propiedad privada y de los derechos adquiridos con arreglo a las leyes

civiles. En su inciso 4°, modificado por el Acto Legislativo Nº 1 de julio 30 de

1999, se establece sin embargo que, “Por motivos de utilidad pública o de

interés social definidos por el legislador, podrá haber expropiación mediante

sentencia judicial e indemnización previa. Ésta se fijará consultando los

intereses de la comunidad y del afectado. En los casos que determine el

legislador, dicha expropiación podrá adelantarse por vía administrativa, sujeta a

posterior acción contencioso-administrativa, incluso respecto del precio.”

(negrillas ajenas al texto)

En ese orden de ideas, cuando un particular se ve constreñido por el Estado a

transferirle una porción de su patrimonio por motivos de utilidad pública o de

interés social debidamente determinados por el legislador, tiene derecho al

pago de una indemnización de carácter reparatorio y pleno, que comprenda

tanto el valor del bien expropiado, como el que corresponda a los demás

perjuicios que se le hubieren causado, tal como lo han precisado en forma

reiterada la H. Corte Constitucional y el H. Consejo de Estado.

En ese mismo sentido, el artículo 17 de la Declaración de los Derechos del

Hombre y del Ciudadano de 1789, establece de manera tajante y asertiva que

“Siendo la propiedad un derecho inviolable y sagrado, nadie podrá ser privado

de ella sino en caso evidente de necesidad pública, debidamente justificada y

previa una justa indemnización.” (negrillas ajenas al texto)

El Pacto de San José de Costa Rica, relativo a los derechos económicos y

sociales, que por virtud de lo dispuesto en el artículo 94 de la Constitución

Política de 1991 forma parte del llamado «bloque de constitucionalidad», prevé

igualmente en su artículo 21.2 el pago de una indemnización previa y justa que

Page 29: SENTENCIA EXPROPIACION

cubra la totalidad de los perjuicios que se deriven de la transferencia forzada de

un bien de dominio privado en favor del Estado. Lo anterior significa que el

valor que se determine con esa finalidad, debe ser comprensivo de todas las

ablaciones patrimoniales causadas, de tal suerte que las mismas sean objeto

de una reparación integral. Por lo mismo, en la determinación del quantum

indemnizatorio debe tenerse especial cuidado en no rebasar, en uno u otro

sentido, la línea divisoria que marca las fronteras entre el enriquecimiento y el

menoscabo.

Como bien se puede observar, el principio general que subyace en estas

normas de rango superior, indica que los daños y perjuicios que se originen en

el acto de autoridad mediante el cual se decrete la incorporación al dominio

público de bienes de propiedad particular para satisfacer con ellos una

necesidad de interés general, presupone necesariamente la obligación a cargo

de la autoridad que ostenta la potestas expropiandi, de indemnizar plena y

previamente al afectado, con el propósito de restablecer el equilibrio roto por la

privación patrimonial a la cual es sometido de manera forzada. En otras

palabras, el hecho de que en estos casos el interés general deba prevalecer

sobre los intereses privados, no significa en modo alguno que por dicha

circunstancia queden excluidas las garantías que la Constitución reconoce en

favor del propietario, pues no puede pretenderse que éste deba asumir a título

personal un detrimento en su patrimonio, como consecuencia de la ruptura del

principio de igualdad en el reparto de las cargas públicas.

Así las cosas, la indemnización que ha de reconocerse al afectado e3n estos

casos como consecuencia de la transmisión imperativa de su derecho de

dominio, constituye un instrumento para garantizar que el perjuicio sea

transferido a todos los miembros de la colectividad y reparado de manera

integral.

Partiendo de las anteriores consideraciones, La H. Corte Constitucional,

mediante sentencia C-153 de 1994 señaló que el quantum de la expropiación

debe abarcar, además del valor del bien expropiado, el de “…los daños que

sean consecuencia directa e inmediata de la expropiación”. Y agrega: “Por todo

lo anterior, es evidente que la indemnización prevista en el artículo 58 de la

Page 30: SENTENCIA EXPROPIACION

Constitución es reparatoria y debe ser plena, ya que ella debe comprender el

daño emergente y el lucro cesante que hayan sido causados al propietario cuyo

bien ha sido expropiado.” (Cursivas de la Corte ).

En esa misma línea de pensamiento, el destacado administrativista argentino

MANUEL MARÍA DÍEZ, señala que “[…] la suma a pagar debe cubrir exactamente

el daño que se irrogue al propietario, sin que éste se empobrezca ni

enriquezca, en la medida que tal resultado pueda razonablemente alcanzarse.”

(negrillas ajenas al texto).

En sintonía con la anterior apreciación, el profesor RAFAEL BIELSA comenta que

“La reparación integral debe ser justa y razonable” y continúa diciendo, “…«el

justiprecio» es el que representa y restablece el equilibrio, no, desde luego,

nominalmente, sino realmente, efectivamente.” (negrillas ajenas al texto)

Como corolario de lo expuesto, debe entenderse que la decisión de expropiar

un bien del dominio privado, comporta necesariamente la obligación de

indemnizar el daño, todo el daño y nada más que el daño, esto es, sin pecar

por exceso o por defecto, pues es claro que una indemnización que exceda los

límites de lo justo, o que resulte ser parcial o incompleta, se aparta del

postulado de justicia consagrado por el constituyente.

Así las cosas, toda indemnización que se torne írrita o injusta ocasiona un

menoscabo o desmedro económico al patrimonio de la persona afectada con la

expropiación, a quien le asiste el derecho subjetivo de ser indemnizada

conforme a la garantía constitucional ya mencionada. En caso contrario, el

asunto podrá ser objeto de acción contencioso-administrativa, puesto que ésta

es procedente respecto del precio, cuando el expropiado considere incumplido

el mandato de que la indemnización sea justa y plena.

Lo anteriormente expuesto explica el porqué el artículo 71° de la Ley 388 de

1997, en el cual se regula el proceso contencioso administrativo especial de

expropiación por vía administrativa, establecen textualmente lo siguiente en el

inciso 1° y el numeral 6°:

Artículo 71º.- Proceso contencioso administrativo. Contra la

decisión de expropiación por vía administrativa procede acción

Page 31: SENTENCIA EXPROPIACION

especial contencioso-administrativa con el fin de obtener su nulidad y el restablecimiento del derecho lesionado, o para controvertir el precio indemnizatorio reconocido, la cual deberá

interponerse dentro de los cuatro meses calendario siguientes a la

ejecutoria de la respectiva decisión. El proceso a que da lugar dicha

acción se someterá a las siguientes reglas particulares: (Subrayado

fuera de texto)

[…]

6. De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 58 de la Constitución

Política, en el proceso no podrán controvertirse los motivos de utilidad pública o de interés social, pero sí lo relativo al precio indemnizatorio. (Subrayado fuera de texto)

Como bien se puede observar, los dispositivos legales que se acaban de

indicar, permiten a los propietarios afectados demandar ante la justicia

administrativa el pago de los daños derivados de una expropiación por vía

administrativa, cuando quiera que el precio indemnizatorio reconocido por la

administración a título de indemnización no alcance a proporcionar una

reparación justa y plena, esto es, cuando la suma decretada no sea suficiente

para cubrir el valor comercial del inmueble y los demás daños irrogados

(Ablatio dominii), con lo cual se quiere evitar una ruptura del principio de

igualdad frente a las cargas públicas.

Por otra parte, no sobra precisar que para poder obtener la reparación de los

daños accesorios que hubieren podido consumarse con la expropiación, es

indispensable que los mismos sean ciertos y que exista necesariamente un

nexo de causalidad entre ellos y la decisión administrativa mediante la cual se

decretó la expropiación.

El carácter resarcible del daño depende fundamentalmente de la certeza de su

ocurrencia, pues es claro que las lesiones de carácter hipotético, estocástico o

contingente no pueden ser objeto de reparación o compensación. El agravio

debe estar revestido entonces de certeza para que produzca efectos jurídicos y

dé lugar al resarcimiento, pues todo aquello que constituya una simple

Page 32: SENTENCIA EXPROPIACION

conjetura o una suposición no puede dar lugar a una indemnización. Lo anterior

no obsta para que se tengan como ciertos aquellos daños futuros que a pesar

de no haberse consolidado todavía, no existe ninguna duda acerca de su

advenimiento. Para que el perjuicio exista, resulta completamente indiferente

que aquél ya se haya presentado como un hecho existente en plano ontológico

o que aparezca como la prolongación cierta y directa de un estado de cosas

actual. Al fin y al cabo el daño futuro no es sino una modalidad del daño cierto,

tal como lo ha sostenido en reiteradas oportunidades la Sección Tercera de

esta Corporación.

Los anteriores comentarios llevan a señalar que los daños anejos a la pérdida

del derecho de dominio, deben ser acreditados en el proceso por quien reclama

su resarcimiento, ya sea por tratarse de lesiones ya causadas o de daños que

si bien no se han producido todavía, existe un alta probabilidad en torno a su

ocurrencia.

3.2.- Objeciones relacionadas con el valor expropiatorio del inmueble Tal como quedó consignado en las páginas anteriores, al impugnar la decisión

dictada por el Tribunal Administrativo de Antioquia, los apelantes fundaron su

desacuerdo en la valoración que se hizo del dictamen pericial practicado en el

proceso, tanto en relación con el precio comercial del inmueble, como con el

monto de las demás indemnizaciones accesorias.

En lo que atañe al valor del bien expropiado, el apoderado del Municipio de

Medellín descalifica el dictamen rendido en el proceso, señalando que mientras

el avalúo preparado por la Subsecretaría de Catastro Municipal, se elaboró

dando estricta aplicación a lo dispuesto en la Ley 388 de 1997, en el Decreto

1420 de 1998 y en la Resolución 762 de 1998 expedida por el Instituto

Geográfico Agustín Codazzi, la experticia que sirvió de sustento al fallo

apelado, se estructuró a partir de un juicio de valor totalmente desprovisto de

argumentos técnicos y sin ningún sustento probatorio.

Antes de entrar a analizar las glosas propuestas por el apoderado del

Municipio de Medellín, es necesario exponer algunas acotaciones relacionadas

con el avalúo oficial que sirvió de fundamento para la determinación del monto

Page 33: SENTENCIA EXPROPIACION

de la indemnización expropiatoria, para entrar a abordar posteriormente el

análisis de los avalúos realizados tanto por el avaluador FRANCISCO OCHOA

OCHOA, obrante a folios 88 a 107 del expediente, como por MARIA ESTHER

VÉLEZ MUÑOZ, quien fuera designada como perito avaluadora por el Tribunal

Administrativo de Antioquia y cuya experticia milita a folios 271 a 284 del

cuaderno principal.

Observa esta Corporación que si bien en el avalúo elaborado por la

Subsecretaría de Catastro Municipal, obrante a folios 66 a 74 del cuaderno

principal, se anuncia que el precio del inmueble establecido por la

administración se determinó como resultado de la aplicación del “MÉTODO

COMPARATIVO DE MERCADO”, que “Consiste en deducir el precio por

comparación de transacciones, oferta y avalúos de inmuebles similares o

equiparables, previos ajustes de tiempo, conformación y localización entre

otros”, y aunque se asegura que “Se han consultado las estadísticas y avalúos

recientes y la de varios miembros afiliados a la Lonja de Propiedad Raíz de

Medellín S. A., sobre operaciones y avalúos efectuados recientemente sobre

inmuebles similares”, lo cierto es que en ninguno de los apartes de dicho

documento ni en sus anexos se señalan cuáles fueron exactamente las

operaciones inmobiliarias o los avalúos recientes que se tuvieron en cuenta

para hacer la anunciada comparación, lo cual permite concluir que contra el

justiprecio realizado por esa dependencia municipal cabrían exactamente las

mismas críticas que el apoderado del Municipio demandado formula en su

apelación contra el dictamen rendido por la perito, pues ante la ausencia de la

mencionada información, el avalúo practicado por la Subsecretaría de Catastro

Municipal también estaría desprovisto de argumentos técnicos y de apoyo

probatorio.

No obstante lo anterior, al haberse incorporado dicho valor en el texto de los

actos administrativos demandados, debe entenderse que el mismo se

encuentra amparado por la misma presunción de legalidad y de certeza que se

predica de las decisiones de la administración, lo cual admite desde luego

prueba en contrario. En tales circunstancias, el actor tiene la carga de

demostrar en el proceso que el avalúo oficial es equivocado, demostrando

precisamente su incorrección.

Page 34: SENTENCIA EXPROPIACION

Hecha esta acotación, es pertinente señalar, a juicio de la Sala, que los

mismas comentarios que se acaban de realizar frente al avalúo oficial, también

pueden hacerse extensivas a los avalúos practicados tanto por el avaluador

FRANCISCO OCHOA OCHOA como por la perito MARIA ESTHER VÉLEZ

MUÑOZ, pues es evidente que uno y otro adolecen de idénticas falencias.

Así por ejemplo, en el primero de estos avalúos, el perito FRANCISCO OCHOA

O. asegura haber utilizado los siguientes métodos de valoración: el

comparativo de mercado (que consiste en determinar el valor mediante

información obtenida de transacciones, ofertas y avalúos, para predios

equiparables previos ajustes correspondientes por forma de pago, época,

forma, tamaño, topografía, estado de conservación, etc), el residual (que

consiste en simular el desarrollo de un proyecto de vivienda, presupuestando

sus ventas y costos probables y obteniendo el valor asignable al terreno por

diferencia de residuo entre ingresos y egresos) y el costo de reposición (que

consiste en determinar el costo actual de reponer o hacer algo nuevo al cual se

aplican factores de demérito o castigo, los cuales corresponden al

reconocimiento de la antigüedad, estado de conservación, uso, funcionalidad y

obsolescencia). A pesar de sus afirmaciones, no aparece en su avalúo la

constancia expresa de las comparaciones, simulaciones, cálculos y

operaciones efectuados para deducir el valor unitario del metro cuadrado. En

otras palabras, a pesar de las abundantes consideraciones expuestas en el

documento obrante a folios 88 a 107 del expediente, se advierte que ninguna

de ellas constituye una premisa suficiente que permita concluir que el valor

comercial del inmueble asciende realmente a la suma total de $347´292.000.oo

m/cte.

En relación con el avalúo practicado por la perito MARIA ESTHER VÉLEZ

MUÑOZ, se advierte que ésta se limitó a contrastar el valor indemnizatorio

determinado por el Municipio de Medellín ($251´951.500.oo, a razón de

$230.000.oo por metro cuadrado) con el valor indemnizatorio determinado por

el avaluador FRANCISCO OCHOA OCHOA ($347´292.000.oo a razón de

$300.000.oo por metro cuadrado), llegando a la conclusión no sustentada de

que el valor del inmueble ascendía realmente a la suma de $350.291.860.oo.

Como se puede observar a folios 271 a 284, el justiprecio consignado en el

dictamen no da cuenta de las razones de orden fáctico y técnico que llevaron a

la perito designada por el Tribunal a acoger los valores establecidos por

Page 35: SENTENCIA EXPROPIACION

FRANCISCO OCHOA OCHOA y a descartar las conclusiones del avalúo

elaborado por la Subsecretaría de Catastro Municipal. Si bien era preciso dejar

constancia expresa de datos exhaustivos y concretos o de detalles

particularmente circunstanciados, el dictamen practicado en la primera

instancia en realidad no presenta ningún razonamiento que soporte la

determinación del justiprecio y que permita desvirtuar las conclusiones

consignadas en el avalúo oficial.

Como bien se puede constatar, la perito en mención adhirió lisa y llanamente al

avalúo del inmueble realizado por el avaluador FRANCISCO OCHOA OCHOA,

tras consultar previamente la opinión de la firma JUAN G. AGUDELO G, cuyo

representante legal, mediante oficio actuante a folio 285 del expediente, se

limita a señalar que “DE ACUERDO CON MIS CONOCIMIENTOS Y

EXPERIENCIA COMO PROFESIONAL EN EL ÁREA DE LA CONSTRUCCIÓN

(ARQUITECTO) [….] EL LOTE DE TERRENO Y EL ÁREA CONSTRUIDA:

TIENEN UN VALOR DE TRESCIENTOS CINCUENTA MILLONES

DOSCIENTOS NOVENTA Y UN MIL OCHOCIENTOS SESENTA PESOS

M.L.C.” (Las mayúsculas son propias del texto), destacándose que al hacer

dicha manifestación, tampoco aportó ningún elemento de juicio ni soporte de

orden técnico que permitiera corroborar la corrección y certeza de su dicho.

Según el criterio expresado por esta Corporación, en estos casos resulta

insuficiente la mera exposición de los resultados de las operaciones periciales

practicadas y de las deducciones extraídas por el perito, huérfanas de las

explicaciones relativas a su origen y al proceso lógico e intelectivo que ha

conducido a su obtención, omitiendo la exposición y explicación de las razones

por las cuales no es dable mantener otro criterio diferente.

Precisamente por el hecho de que tanto las partes como la autoridad judicial no

cuenten con los conocimientos especializados del perito, es de esperar que

éste revele los datos y los hitos de su discernimiento, que si bien un entendido

en la materia puede reputar elementales, un profano puede encontrarlos

inasequibles. Obsérvese que el cometido principal de cualquier experticia no es

otro que la persuasión, y esta difícilmente se logra cuando solamente se

efectúan afirmaciones o negaciones de manera apodíctica, negándole al juez y

a las partes la posibilidad de conocer los rudimentos básicos del análisis

efectuado. La labor del perito consiste precisamente en proporcionar, junto con

Page 36: SENTENCIA EXPROPIACION

el fruto de su propia interpretación, los fundamentos que lo soportan, para

situar a sus destinatarios en condiciones de poder valorar la objetividad, la

razonabilidad, la coherencia y la sensatez de las conclusiones presentadas.

Teniendo cuenta las falencias que quedan expuestas y ante la imposibilidad de

dar plena credibilidad a la prueba pericial practicada en el proceso en relación

con el justiprecio del inmueble expropiado, la Sala considera, al amparo de la

sana crítica, que el actor no logró desvirtuar en el proceso la corrección del

justiprecio preparado por la Subdirección de Catastro de Medellín. Por esa

misma razón ha de concluirse que el actor tampoco logró desvirtuar la

presunción de legalidad que cobija los actos administrativos demandados que

acogieron ese justiprecio, pues al no obrar en el expediente ningún medio de

prueba que permita demostrar que el avalúo fijado por la administración fuese

incorrecto, no hay ninguna razón para decretar la nulidad parcial deprecada por

el actor en lo relativo al precio indemnizatorio.

Todo lo anterior tiene su fundamento legal en el numeral 6° del artículo 237 del C.

de P. C., en donde se dispone que "El dictamen debe ser claro, preciso y

detallado; en él se explicarán los exámenes, experimentos e investigaciones

efectuados, lo mismo que los fundamentos técnicos, científicos o artísticos de las

conclusiones". Esta disposición consagra la necesidad de explicar el porqué se

rinde el dictamen en determinado sentido, indicando las razones de orden técnico,

científico o artístico que se tuvieron en cuenta para conceptuar, a fin de que, como

ya se dijo, las partes puedan ejercer el derecho de contradicción de la prueba y el

juez, por su parte, pueda valorar la racionalidad y objetividad de las conclusiones

emitidas.

El actor tenía la carga de demostrar la incorrección del avalúo oficial y acreditar la

corrección del justiprecio presentado por quien actuó como perito en el curso de la

primera instancia, cometido que no se logró en el asunto sub examine.

Por todo lo anterior, habrá de modificarse la sentencia de primer grado, en el

sentido de revocar la condena impuesta al Municipio de Medellín en lo que tiene

que ver con el pago de las sumas pretendidas en relación con el valor

indemnizatorio del inmueble.

Page 37: SENTENCIA EXPROPIACION

3.3.- Objeciones relacionadas con los demás perjuicios reclamados

En lo que concierne a la tasación de los demás perjuicios reclamados por el

actor en su calidad de anterior propietario del inmueble expropiado, la Sala

cree necesario formular previamente algunos comentarios y apreciaciones de

carácter general con respecto a las razones que fueron aducidas por el

Municipio de Medellín en la contestación de la demanda, al explicar el motivo

por el cual la administración denegó por improcedente el reconocimiento de

tales perjuicios en la vía gubernativa.

Tal como se comentó ut supra, la Subsecretaría de Catastro Municipal se

abstuvo de considerar los demás perjuicios derivados de la expropiación,

argumentando al efecto que si bien el numeral 6° del artículo 62 de la Ley 388

de 19971 se refiere al tema del daño emergente y al lucro cesante como

componentes accesorios de la indemnización, lo cierto es que ni el Decreto

1420 de 1998, ni la Resolución 762 del mismo año expedida por el Director del

Instituto Geográfico Agustín Codazzi definen una metodología para efectuar el

cálculo de dichos valores cuando se trate de una expropiación por vía

administrativa. Por lo mismo, considera la Administración Municipal que no le

es dable arrogarse la competencia para establecer y reconocer tales perjuicios.

Además de lo anterior, se alega por parte del Municipio que el artículo 67 de la

Ley 388 de 1997, limita el precio indemnizatorio al valor comercial del inmueble,

“…sin que permita incluir sumas adicionales por ningún concepto.” Al finalizar

sus argumentos, expresa la entidad demandada que “El propietario tiene la

obligación Constitucional de renunciar a su derecho de propiedad y cederla al

Estado para contribuir así a la consecución de sus fines, primordialmente a

garantizar el bienestar común.”

Las anteriores afirmaciones llevan a precisar que la circunstancia particular de

que no se haya adoptado una metodología para la valoración de aquellos

daños y perjuicios anejos a la expropiación de un inmueble por vía

administrativa, no puede servir de pretexto a la administración para desconocer

1 Artículo 62. Procedimiento para la expropiación. Se introducen las siguientes modificaciones al procedimiento para la expropiación previsto en la Ley 9a de 1989 y en el Código de Procedimiento Civil: […] 6. La indemnización que decretare el juez comprenderá el daño emergente y el lucro cesante. El daño emergente incluirá el valor del inmueble expropiado, para el cual el juez tendrá en cuenta el avalúo comercial elaborado de conformidad con lo aquí previsto.

Page 38: SENTENCIA EXPROPIACION

la obligación de indemnizar en forma justa y plena las ablaciones patrimoniales

accesorias causadas a su propietario, pues ello equivaldría a desconocer el

verdadero alcance de lo dispuesto en los artículos 34 y 58 de la Constitución

Política de Colombia, en el artículo 17 de la Declaración de los Derechos del

Hombre y del Ciudadano de 1789, y en el artículo 21.2 del Pacto de Derechos

Económicos y Sociales o Pacto de San José de Costa Rica.

Aunque es cierto que el interés particular debe ceder ante el interés general,

no puede pretenderse que los administrados puedan ser constreñidos a

soportar sacrificios especiales en su nombre, pues ello entrañaría un

desconocimiento del principio de igualdad en la distribución de las cargas

públicas. En esa línea de pensamiento, todos aquellos daños que logren

demostrarse y que hayan tenido origen en la decisión de privar a un particular

del derecho de dominio, deben ser plenamente indemnizados, siempre y

cuando exista un nexo de causalidad entre el daño inferido y la determinación

administrativa mediante la cual se ordena la expropiación.

Hechas las anteriores precisiones, entra la Sala a considerar por separado los

distintos daños cuya reparación patrimonial se pretende:

3.3.1.- Perjuicios derivados de la afectación urbanística

En lo que concierne a la pretensión de que se reconozca una indemnización

por los perjuicios derivados de la afectación urbanística decretada por el

Municipio de Medellín mediante la Resolución N° 019 del 12 de septiembre de

1974, resulta claro que el actor no puede pretender en este proceso el

restablecimiento de aquellos derechos e intereses que pudieron resultar

lesionados por la Resolución precitada, no solamente por no ser ese el acto

administrativo que se cuestiona en este proceso, sino por la inexistencia misma

de un nexo causal entre los daños reclamados por ese concepto y los actos

administrativos que decretaron la expropiación.

Amén de lo expuesto, no huelga señalar que resultaría jurídicamente

improcedente demandar el restablecimiento de unos daños que además de no

haber sido probados en el proceso, fueron ocasionados hace más de veinte

años, pues a la fecha de presentarse la demanda que dio origen al proceso, la

posibilidad de controvertir en sede contenciosa la legalidad de ese acto

Page 39: SENTENCIA EXPROPIACION

administrativo de carácter particular y concreto ya había caducado. Además de

ello, es igualmente claro que ese tipo de decisiones debe ser controvertida

mediante el ejercicio de la acción ordinaria de nulidad y restablecimiento del

derecho establecida por el artículo 85 del C. C. A. y no mediante el ejercicio

acción especial de nulidad y restablecimiento del derecho regulada en el

artículo 71 de la Ley 388 de 1997.

Las anteriores razones son más que suficientes para concluir que el recurso de

apelación interpuesto por el demandante no puede ser atendido en relación

con ese punto particular, tal como quedará consignado en la parte resolutiva de

esta providencia.

Descartada como queda la posibilidad de acoger la pretensión antes aludida,

no sobra mencionar que es equivocada la mención que hace el Tribunal

Administrativo de Antioquia de las leyes 9ª de 1989 y 388 de 1997, cuando en

la parte considerativa del fallo apelado reprocha a las autoridades del

Municipio de Medellín el hecho de no haber registrado la afectación urbanística

impuesta por la Resolución N° 019 del 12 de septiembre de 1974, pues es

claro que las omisiones por las cuales se increpa a la administración, fueron

anteriores a la fecha de promulgación de tales leyes.

Por las razones que quedan consignadas, se denegará la solicitud del actor en

el sentido de condenar al Municipio de Medellín al pago de los perjuicios

reclamados por este concepto.

3.3.2.- Perjuicios derivados de la terminación de los contratos de arrendamiento y el cierre del parqueadero

De la lectura de los testimonios obrantes a folios 244 a 265 del expediente, se

desprende que en el inmueble funcionaba efectivamente un parqueadero, en el

cual se estacionaban entre 11 y 12 buses y alrededor de 30 a 40 taxis de

propiedad del señor WALTER DE JESÚS OSORIO CIRO y algunos miembros de

su familia. Se tiene también por demostrado, que en el inmueble expropiado

funcionaban unos talleres de mecánica automotriz que prestaban sus servicios a

los vehículos anteriormente mencionados.

Page 40: SENTENCIA EXPROPIACION

A pesar de tales evidencias, las pruebas allegadas al proceso, analizadas en su

conjunto, no tienen la fuerza de convicción suficiente para demostrar en forma

fehaciente que las celdas o espacios destinados al funcionamiento de tales

talleres estuviesen efectivamente arrendados al momento de decretarse la

expropiación, pues el hecho de que JAIRO ANTONIO ZAPATA afirme en su

testimonio que esos talleres eran de propiedad del señor OSORIO CIRO (folio

245) y que ROGELIO DE JESÚS HERNÁNDEZ GUTIÉRREZ, en estrecha

concordancia con lo anterior, asegure también que esos negocios eran de

propiedad “De don Walter Osorio y los familiares, hijos y los yernos de él” (folio

250), suscita dudas razonables en torno a las afirmaciones consignadas en la

demanda.

La Sala no desconoce desde luego que a folio 247 el testigo EBERT ALBERTO

GARCÍA, está señalando que esos negocios eran de propiedad de los

arrendatarios, pero al mismo tiempo, llama poderosamente la atención que los

testigos JAIRO ANTONIO ZAPATA y ROGELIO DE JESÚS HERNÁNDEZ

GUTIÉRREZ, si bien invocan en algunos apartes de su declaración su condición

de arrendatarios, estén reconociendo que el señor WALTER OSORIO CIRO era

su “patrón” (Ver en su orden los folios 244 y 250 del expediente), condición que no

es propia de quien funge como arrendador de un inmueble.

La Sala no desconoce tampoco que a folios 32 a 43 obran las minutas de los

contratos de arrendamiento celebrados en el mes de junio del año 2000 entre el

propietario del inmueble y los señores JAIRO ZAPATA, WILLIAM CÓRDOBA

MARTÍNEZ, EVER ALBERTO GARCÍA y ROGELIO HERNÁNDEZ. En todo caso,

resulta altamente sospechoso al amparo de la sana crítica, que a pesar de haber

transcurrido más de cinco (5) años desde su celebración y la fecha en la que se

concretó la expropiación forzosa del inmueble, el canon de arrendamiento

continuara siendo exactamente el mismo que aparece registrado en tales

contratos, esto es, la suma de $300.000.oo pesos mensuales en el caso del señor

ZAPATA y la suma de $180.000.oo pesos mensuales en los tres casos restantes,

sin que el monto de tales cánones hubiese sido objeto de reajustes a lo largo de

los años. Aparte de ello, no obra en el proceso ningún documento contable que

permita colegir la cancelación de los cánones de arrendamiento. Los anteriores

razonamientos impiden otorgar plena credibilidad a los medios de prueba antes

mencionados y, por el contrario, llevan a concluir que la existencia de los contratos

de arrendamiento y el daño causado a título de lucro cesante derivado de su

Page 41: SENTENCIA EXPROPIACION

terminación, no fueron debidamente probados, circunstancia que impide condenar

al Municipio al pago de los cánones de arrendamiento dejados de percibir por

quien ostentaba la condición de propietario del inmueble expropiado.

Ahora bien. Si se examina de manera objetiva el acervo probatorio allegado al

proceso, se puede advertir que la parte actora no presentó un inventario detallado

de los vehículos de servicio público aludidos en la demanda, ni aparece

demostrada tampoco su cantidad exacta, sus especificaciones, su identificación, la

propiedad de los mismos, ni el hecho de tener asignado un parqueadero en ese

inmueble. Además de lo anterior, abundan en el proceso los vacíos y las

imprecisiones, pues si bien algunos testigos se refieren a la existencia de 11 o 12

buses --siete (7) de los cuales eran de propiedad del actor, tal como lo comenta su

hija (Fol. 262)--, el número de taxis oscilaba entre 30 y 40.

Según lo manifestado por los testigos, las rentas mensuales que dejó de percibir

por el actor por el arrendamiento de los espacios destinados al funcionamiento de

los talleres y el parqueo de los vehículos de servicio público ya mencionados,

ascienden a una suma que según su apreciación oscila entre los cuatro o cinco

millones de pesos.

A pesar de lo anterior, al pronunciar la perito su concepto sobre el monto de las

rentas que dejó de percibir el actor al producirse el cierre del parqueadero que

funcionaba en el inmueble expropiado, se concluye que el mismo tenía capacidad

para albergar 43 buses o 157 taxis, tomando esta última información para

determinar que el valor mensual de los perjuicios alcanza la suma de

$5´700.000.oo, lo cual, en realidad, no pasa de ser sino el fruto de una simple

conjetura.

Resulta inadmisible que la auxiliar de la justicia designada en este proceso, al

realizar las operaciones que se consignan en su dictamen, le haya dado plena

credibilidad a la relación de ingresos apócrifa que obra a folios 28 y 29 del

expediente, en donde se da cuenta de los diferentes ingresos mensuales

supuestamente percibidos por el demandante en la explotación del inmueble

expropiado.

Además de lo expuesto, debe tenerse en cuenta que algunos de los testimonios

recabados informan que los vehículos que estacionaban en el predio expropiado

eran de propiedad del señor Walter Osorio, de sus hijos, hermanos, esposa,

Page 42: SENTENCIA EXPROPIACION

cuñados y cuñadas, circunstancia que la perito no tuvo en cuenta al momento de

cuantificar los perjuicios causados a título de lucro cesante. En efecto y como se

puede apreciar en el texto del dictamen, la señora perito se limita a presentar una

serie de cálculos y proyecciones en relación con el valor de las rentas periódicas

que en su concepto dejó de percibir el propietario del parqueadero, sin entrar a

considerar el hecho de que siendo el señor WALTER OSORIO CIRO propietario

de varios de los buses y taxis que se estacionaban allí, resulta difícil creer que él

estuviese cancelando alguna suma de dinero por estacionar tales vehículos en su

propio predio.

3.3.4.- Perjuicios derivados de la venta de los bienes depositados en el inmueble expropiado

En cuanto concierne a la indemnización de los perjuicios que se reclaman por la

venta de los motores y la chatarra que se encontraba depositada en el inmueble

expropiado y a la cual se vio avocado el actor por el hecho de la expropiación, la

Sala comparte el criterio del Tribunal Administrativo de Antioquia, en el sentido de

señalar que al no obrar en el proceso ningún inventario de tales bienes ni

constancia alguna de las ventas realizadas, esa circunstancia torna imposible la

determinación de su existencia e impide valorar la extensión del daño.

Lo mismo se puede predicar de los aceites y repuestos que supuestamente se

suministraban en los talleres que funcionaban en el inmueble, pues no hay

evidencia alguna del listado exacto ni del valor de dicha mercancía.

A lo anterior se suma la manifestación de la señora GLADIS ESTELLA OSORIO,

hija del demandante, quien a folios 260 y 261 expresa que era ella la propietaria

de los aceites y repuestos y la encargada de suministrarlos a los vehículos de la

familia. Por esa razón, al no ser el demandante el propietario de tales bienes ni el

encargado de su comercialización, mal puede venir a reclamar en este proceso el

resarcimiento de unos daños que no padeció en forma personal y directa.

3.3.5.- Perjuicios derivados del traslado de los bienes depositados en el inmueble expropiado

Page 43: SENTENCIA EXPROPIACION

La Sala no puede acoger el cálculo efectuado por la perito y que obra a folio 280,

en relación con los gastos de traslado presuntamente asumidos por la parte

actora, los cuales fueron tasados por la perito en la suma de $6´850.000.oo, pues

se trata de un cálculo que no tiene ningún soporte en las probanzas allegadas al

expediente.

En ese mismo orden de ideas, la Sala encuentra improcedente el reconocimiento

de la indemnización que corresponde al pago de servicios varios de grúa por la

suma de un millón doscientos mil pesos ($1´200.000.oo), el cual se encuentra

soportado en la cuenta de cobro obrante a folio 143, pues ese documento no

solamente no es idóneo para demostrar que el pago de esa suma de dinero se

llevó a cabo, sino que adicionalmente en ese documento no se especifican los

lugares de origen y destino ni se precisa cuáles fueron los bienes transportados.

A ello se suma la afirmación del testigo ROGELIO DE JESÚS HERNÁNDEZ

GUTIÉRREZ, quien a folio 251 declaró que “…dos vehículos se los llevaron en

grúas, los otros sí funcionaban y los sacaron sin grúa.”

3.3.5.- Perjuicios derivados del pago de cánones de arrendamiento y tarifas de parqueadero con posterioridad a la expropiación

En cuanto a la indemnización que se reclama por concepto de los arrendamientos

que tuvo que asumir el actor al concretarse la expropiación, esta Corporación

considera que los mismos no se encuentran debidamente probados, pues para

poder determinar si los desembolsos realizados por el actor por ese concepto se

originaron en la necesidad de asegurar el estacionamiento de esos vehículos en

otro parqueadero, ha debido demostrarse primero la existencia de los

automotores, sus especificaciones, su identidad y su propiedad, lo cual se extraña

en el acervo probatorio.

Por otra parte y tomando en consideración el hecho de que el señor OSORIO

CIRO, no era dueño de la totalidad del parque automotor que se estacionaba en el

lote expropiado, no se explica cuál es la razón por la cual los testigos aseguran

que él está pagando entre 3 y 5 millones de arriendo en otro lugar, cuando a folio

a 286 obra la certificación de TRANSPORTES ARANJUEZ – SANTA CRUZ S. A.,

del 17 de febrero de 2006, en donde se afirma que el señor OSORIO CIRO pagó

por el parqueo de mensual de 9 vehículos la suma de $675.000.oo. En todo caso,

esta última afirmación tampoco es suficiente para soportar el reconocimiento de

Page 44: SENTENCIA EXPROPIACION

una indemnización, ante la ausencia de unos medios de convicción que permitan

inferir que el pago de esa suma de dinero corresponde al pago del parqueadero de

los mismos vehículos que debió trasladar el afectado al concretarse la

expropiación por vía administrativa.

Para la Sala es contradictorio que mientras la firma de TRANSPORTES

ARANJUEZ – SANTA CRUZ S. A., certifica el 17 de febrero de 2006 que el actor

pagó por el estacionamiento de nueve (9) buses la suma de $675.000.oo

mensuales (ver folio a 286), la misma empresa, mediante certificación fechada el

19 de abril de 2005 esté señalando que recibió del actor la suma de

$2´240.000.oo, por concepto del arrendamiento mensual de ocho (8) buses (ver

folio a 144).

A lo anteriormente mencionado se suma la afirmación de los hijos del actor,

obrantes a folios 253 a 263 del expediente, según la cual no todos los buses y

taxis que estacionaban en el inmueble que fue objeto de expropiación y que fueron

trasladados a otros parqueaderos, eran de propiedad de su padre, señor WALTER

DE JESÚS OSORIO CIRO, pues lo cierto es que si bien algunos eran de su

propiedad, los otros eran de propiedad de algunos miembros de su familia. En el

testimonio de GLADIS ESTELLA OSORIO GONZÁLEZ se agrega: “Los buses los

estamos guardando en un parqueadero de Seditrans y los taxis como hay de

varias personas de la familia, cada cual escogió donde le quedara mejor” (Fol.

261).

Esta Corporación tampoco puede dar credibilidad a la relación de pagos que

presenta la perito a folio 279, correspondientes a la cancelación del servicio de

parqueadero de los vehículos de propiedad del actor, por no contar con un

respaldo probatorio.

En suma, las consideraciones efectuadas hasta aquí llevarán a la Sala a revocar

la sentencia dictada por el Tribunal Administrativo de Antioquia en primera

instancia y a denegar las pretensiones de la demanda.

Por otra parte y teniendo en cuenta el proceder asumido por el Municipio de

Medellín durante el trámite de este proceso, se denegará la condena en costas,

aclarando al actor que la conducta que se debe tener en cuenta al momento de

decretar o denegar una condena de tal naturaleza, es la que se haya asumido en

Page 45: SENTENCIA EXPROPIACION

el curso del proceso judicial y no el comportamiento realizado en el trámite de la

vía gubernativa.

A título de pedagogía judicial y con independencia de la situación fáctica

planteada en este proceso, la Sala considera oportuno exhortar a los

organismos y entidades del sector público que por razón de sus funciones

deben adelantar procesos de expropiación por vía administrativa, a que en el

momento de determinar las indemnizaciones expropiatorias a que hubiere

lugar, sean mucho más objetivos, explícitos y concretos en sus valoraciones,

dando a conocer a los afectados los criterios y operaciones que se aplicaron al

realizar el justiprecio de los inmuebles, por cuanto los valores que se

establezcan en cada caso particular no pueden ser el fruto de la improvisación,

el capricho y la arbitrariedad.

A juicio de la Sala no basta simplemente con anunciar en el avalúo cuál fue el

método empleado en su elaboración o con señalar que en su diseño se dio

estricta aplicación a las disposiciones de la Ley 388 de 1997, en el Decreto

1420 de 1998 y en la Resolución 762 del mismo año, pues de conformidad con

los principios de publicidad, transparencia y contradicción que gobiernan la

gestión administrativa y por razón de la lealtad debida a los administrados, las

comparaciones efectuadas deben ser explicitadas y dadas a conocer al

propietario del inmueble cuyo traspaso forzoso se pretende, quien como resulta

obvio pensar, tiene todo el derecho de saber cuáles fueron los criterios y

parámetros de comparación que se tuvieron en cuenta y cuáles las

operaciones que se realizaron para determinar el monto de la respectiva

indemnización expropiatoria. De ninguna otra manera podría el particular entrar

a controvertir un avalúo, cuando el valor asignado a cada metro cuadrado

aparezca infundada e inexplicablemente señalado por el titular de la potestas

expropiandi, sin que se conozca en el fondo de dónde se dedujo ese valor ni

cuáles fueron las negociaciones inmobiliarias, las ofertas o los avalúos

recientes que sirvieron de parámetro para realizar la mencionada comparación.

El Tribunal Supremo Español recoge esta doctrina en su Sentencia de 25 de enero de

1972 (Ar. 110), en donde se expresó lo siguiente:

La determinación de este concepto de justiprecio no es discrecional,

ni la actividad administrativa que lo señala pertenece a la esfera de

Page 46: SENTENCIA EXPROPIACION

lo discrecional, sino que la fijación del valor corresponde a uno de

los conceptos que la doctrina conoce como «conceptos jurídicos

indeterminados» o normas en blanco, por lo que el legislador

autoriza o delega en la Administración para su adjetivación en cada

caso, distinto al acto discrecional por ser manifiesto que así como lo

que caracteriza a la actividad discrecional es el poder de la

Administración de elegir, sin control, una entre varias soluciones

permitidas por la Ley, igualmente válidas, en cambio, en la fijación

de un concepto jurídico indeterminado como es la fijación del

justiprecio, la Ley no autoriza que los Jurados elijan entre varios

posibles justos precios de los bienes expropiados, porque la

conformidad de la tasación con el Derecho sólo se alcanza cuando

el Jurado, por medio del juicio de estimación más adecuado,

obtiene y fija, en cada caso, el único precio que realmente sea el

justo valor de los bienes tasados, que es el único precio conforme

con la norma, por lo que es inconcuso que la resolución de los

Jurados fijando el justiprecio es un acto sometido al control de esta

jurisdicción contenciosa.

En últimas, no puede perderse de vista que los derechos e intereses en juego

son de rango constitucional y se encuentran protegidos por las normas del

derecho internacional ya mencionadas en esta providencia, razón por la cual la

privación coactiva del derecho de dominio, así responda a motivos de interés

público o interés social, no puede degenerar en la adopción de decisiones

infundadas ni dar lugar a la fijación caprichosa del valor que ha de pagarse por

cada metro cuadrado, por cuanto ello podría resultar contrario al propósito de

asegurar una indemnización “justa” y “plena”.

Al mismo tiempo, es preciso advertir que para garantizar la realización de dicho

propósito, la indemnización expropiatoria no puede limitarse simplemente al

reconocimiento del valor de reposición del inmueble, sino que debe

comprender también la reparación de todos los demás daños y perjuicios que

hubieren podido ocasionarse con esa decisión, siempre que se encuentren

debidamente acreditados en el expediente.

Page 47: SENTENCIA EXPROPIACION

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado en Sala de lo Contencioso

Administrativo, Sección Primera, administrando justicia en nombre de la

República y por autoridad de la ley,

FFAALLLLAA

PPRRIIMMEERROO..-- REVÓCASE la sentencia de 23 de octubre de 2006, proferida

por el Tribunal Administrativo de Antioquia dentro del

Expediente N° 05001-23-31-000-2005-03509-01, mediante la

cual se decretó la nulidad parcial de las Resoluciones

números 1069 del 23 de diciembre de 2004 y 0022 del 13 de

enero de 2005, ambas expedidas por el Alcalde del Municipio

de Medellín y se condenó a esa entidad territorial al pago de

la suma de CIENTO TREINTA Y SEIS MILLONES

DOSCIENTOS CUARENTA MIL SETECIENTOS CUARENTA

PESOS M/CTE ($136´240.758.oo), la cual corresponde a las

sumas otorgadas en esa providencia a favor de WALTER DE

JESÚS OSORIO CIRO, por concepto de la diferencia en el

precio indemnizatorio derivado de la expropiación

administrativa del ubicado en la carrera 52 por la calle 13-81,

de la nomenclatura de Medellín, con matrícula inmobiliaria N°

01N-5146217, y la reparación de los demás perjuicios

accesorios pretendidos por el actor, correspondientes al daño

emergente y el lucro cesante derivados de la expropiación.

SSEEGGUUNNDDOO..-- DENIÉGANSE las demás pretensiones de los apelantes.

Ejecutoriada esta providencia, devuélvase el expediente al Tribunal de origen.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE, PUBLÍQUESE Y CÚMPLASE.

La anterior providencia fue leída, discutida y aprobada por la Sala en su sesión

de la fecha.

Page 48: SENTENCIA EXPROPIACION

MARÍA CLAUDIA ROJAS LASSO RAFAEL E. OSTAU DE LAFONT PIANETA

Presidenta

MARTHA SOFÍA SANZ TOBÓN MARCO ANTONIO VELILLA MORENO