Serie AmericanaUnaColumna 2015

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SERIE AMERICANA – de Victor Condat Nobre – (escrito en Córdoba, Argentina, entre 1974 y 1976. Publicado en 1987). PREFACIO Su turno Condat Nobre El tiempo determinó el turno a este primer libro. No resta valores el solo haber publicado en diarios, revistas, extendidos o lecturas en público o en privado. La exigencia del libro, cuando se ha buscado la experiencia, como informe de una actitud o de un destino de la palabra, ya se ha dado. Desconozco hasta donde, no estoy "indexando" una deuda con el lector, cuando apenas, éstas apreciaciones, enunciadas, de un riguroso orden subjetivo, encaran la honrosa misión (por así haberlo dispuesto el autor) de ser una puerta de entrada a este poemario, mitad reflexión sobre el tránsito de la sangre raigal del continente, mitad vuelo de imágenes. Pero antes, lo anecdótico. Victor Condat Nobre recala en mis vigilias de poesía y de amistad, cuando era un estudiante de 23 años. Décimo tercer Encuentro de Poetas en Villa Dolores. 1974. quería ser partícipe. Nada de desplantes. Nada de auto estimaciones. Silencioso y sereno. Y respondió a las expectativas. Levó anclas. Retornó en una y otra oportunidad. Una vez, de paso por la localidad serrana de La Calera, estuve brevemente en la puerta de su casa. En brazos un hijo pequeño. Mas tarde se radicó en San Juan. Su cuna fue Lisboa, la capital de Portugal; pero lo más de su vida respiró este país. Que lo ha inquietado en profundidad. Está el testimonio de este libro. Volvemos a la idea eje. Fundó conmigo un estrechar de manos amicales. Respeto mutuo. Abstracción de diferencia de edades. Y me regaló una sorpresiva alegría, cuando le fue otorgado un primer lugar, en el Concurso Nacional de Poesía, "Premio Legislatura de la Provincia de 1

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manuscrito. Libro de poesía editado por el autor. San Juan, Argentina. 1987

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Serie Americana

SERIE AMERICANA de Victor Condat Nobre (escrito en Crdoba, Argentina, entre 1974 y 1976. Publicado en 1987).

PREFACIO

Su turno Condat Nobre

El tiempo determin el turno a este primer libro.

No resta valores el solo haber publicado en diarios, revistas, extendidos o lecturas en pblico o en privado. La exigencia del libro, cuando se ha buscado la experiencia, como informe de una actitud o de un destino de la palabra, ya se ha dado.

Desconozco hasta donde, no estoy "indexando" una deuda con el lector, cuando apenas, stas apreciaciones, enunciadas, de un riguroso orden subjetivo, encaran la honrosa misin (por as haberlo dispuesto el autor) de ser una puerta de entrada a este poemario, mitad reflexin sobre el trnsito de la sangre raigal del continente, mitad vuelo de imgenes.

Pero antes, lo anecdtico. Victor Condat Nobre recala en mis vigilias de poesa y de amistad, cuando era un estudiante de 23 aos. Dcimo tercer Encuentro de Poetas en Villa Dolores. 1974. quera ser partcipe. Nada de desplantes. Nada de auto estimaciones.

Silencioso y sereno. Y respondi a las expectativas. Lev anclas. Retorn en una y otra oportunidad. Una vez, de paso por la localidad serrana de La Calera, estuve brevemente en la puerta de su casa. En brazos un hijo pequeo. Mas tarde se radic en San Juan.

Su cuna fue Lisboa, la capital de Portugal; pero lo ms de su vida respir este pas. Que lo ha inquietado en profundidad. Est el testimonio de este libro. Volvemos a la idea eje. Fund conmigo un estrechar de manos amicales. Respeto mutuo. Abstraccin de diferencia de edades. Y me regal una sorpresiva alegra, cuando le fue otorgado un primer lugar, en el Concurso Nacional de Poesa, "Premio Legislatura de la Provincia de Crdoba", con motivo del Vigsimo quinto Encuentro de Poetas con epicentro en Villa Dolores.

Y he aqu el recorrido de las pginas de su primer libro, "Serie Americana". Una suerte de adelantado en su lectura y estas palabras de introduccin.

Alrededor de un eje de preocupacin, Condat Nobre lleva los pasos de su potica. La natural unidad de contenido, con variante de instancias, no experimenta quiebras substanciales de pgina a pgina. La temtica asume su rigidez. Los elementos manejados, que informan la leyenda, partiendo de sus creencias, de sus divinidades, de sus epopeyas, hasta llegar a su sino de subyacencias y de desesperanzas, son maravillosos atributos de su imaginacin. En el poema inicial se identifica con un relevamiento de lo tnico americano, justificando el nudo que, con el ttulo del libro "Serie Americana", sujeta, el espectro de su voz potica, con el convencimiento de su insercin y no de su raz. Es un analista contemplativo. "(...la acusacin pesa / en mi soledad de no-indio.)" Las ideas suben y bajan con el simbolismo que ha ubicado en el maz compendiado en el trnsito de los tiempos. "Indio / de maz cultivado por grano / de noches a campo y selva".

Celebra con asombro, va leyenda, la felicidad de los albores raciales. "Entonces era fcil / creer endioses benevolentes/- y amar bajo las estrellas / haciendo los hijos del continente-". En la "Leyenda del Fuego" la figura de poder, motiva la esencialidad del poema. Las fuerzas de la naturaleza, los dioses, realizan el llamado al hombre americano, que en su ingenuidad, volcn mediante, es dotado del conocimiento primero. Habiendo escuchado el llamado de los dioses / el pueblo del Hijo del Sol se estremeci./Emprendieron el camino.)"."...y su pueblo / sembraron la tierra / y comieron la carne sin sangre en las manos /cocida / en el fuego de los volcanes".

A continuacin, el lector se conecta con hitos raciales. Hay un poema que enfoca a Tupac Amar, denunciando el poder de la conquista, el despojo, y la agona de la raza. Los vientos de muerte en la sangre nativa, fueron memoria ancestral. "(...y, en mil asombros / fuiste legendario hroe.../pero ya era tarde)".

Condat Nobre, desde distintos miradores va enfocando su particular concepcin, dentro de los moldes de una autntica labor potica. Y en la prosecucin de las pginas, el lector, reflota la desaparicin de los caracteres definitorios de una raza despojada de su cultura, bajo influencias cambiantes. "La luna se tendi / de golpe / sobre los cerros." La muerte de la raza?.

En los versos de "Recreacin de la Creacin" retoma la raz racial. Es la teora de la fuerza en su amanecer. (Pacha Mamma). La sangre en marcha, "la tierra, el mar, el azul." Las expresiones mticas, abordadas de total conviccin. Todo el arco existencial de la raza. Hasta un punto de llegada. "...pidiendo limosna y esperando /y esperando.../esperando...".

El autor cierra sus conceptos, con una invocacin, en una actitud devota, encerrada en su "Himno a Wirakocha".

He ledo, he reflexionado he gustado. Propongo el desafo a los lectores, de andar este libro.

Contiene belleza, justicia, amor.

Oscar Guiaz lvarez

Villa Dolores, Crdoba 1.987

BLANCO

Blanco!

me gritaron las olas del mar.

Blanco!

como una acusacin del Sol

-en la niebla del amanecer-

gorjean las primeras calandrias

acompasando las sombras que se alargan

huyendo

de mi piel con vergenza.

Blanco!

Este continente es de cobre!

Tu casa es negra y piedra!

Tu mujer no es tu mujer ni ma!

BLANCO!

(...la acusacin pesa

en mi soledad de no-indio.)

INDIO

Indio

de maz cultivado con grano

de noches a campo y selva

de congresos cooperativos

de leyes escritas en conchillas

de ciudades sin polica

de sueos premonitorios

Indio

de msica en la voz de todos los das

Indio

(en mi conciencia de ser europeo...)

BUCLICA AMERICANA

Hubo un tiempo

en que todo el Sol brillaba

-los pjaros se asomaban

con su trino a la maana-

Un tiempo viejo

en que la Libertad no se extraaba

-y para buscar el Silencio

bastaba caminar a la montaa-

Entonces era fcil

creer en dioses benevolentes

-y amar bajo las estrellas

haciendo los Hijos del Continente-

(Hace mucho tiempo

cuando el tiempo an no exista.)

LEYENDA DEL FUEGO

I

Y los Gigantes bajaron de la montaa

trayendo el fuego de los volcanes

llamando.

Con voz de trueno los Dioses que bajaron de la montaa

llamaron al Hijo del Sol

a su presencia.

II

(Habiendo visto las seales del cielo

el Hijo del Sol se estremeci.

Habiendo escuchado el llamado de los dioses

el pueblo del Hijo del Sol se estremeci.

Emprendieron el Camino.)

III

Cuando hubo llegado ante quienes traan el fuego

el Hijo del Sol

se asom a la Altura de los Dioses de la montaa

y escuch la voz del trueno.

VI

(El Hijo del Sol

el elegido de su Pueblo ante Nosotros

T

el que habiendo visto las seales del cielo

habiendo escuchado la voz de la montaa

y el llamado de los Dioses

el que emprendiendo el Camino

ests ante nosotros)

V

Despus que los Dioses que bajaron de la montaa

hubieron hablado

todos volvieron.

Los Gigantes del Fuego volvieron a la montaa

El Hijo del Sol y su Pueblo

sembraron la tierra y comieron

la carne sin sangre en las manos

cocida

en el fuego de los volcanes.

HOMENAJE A TUPAC AMAR

Moras

y ellos

envueltos en su fanatismo de tiempo

no atinaban a levantarte.

Lloraban

imbciles en su miedo.

Y

los despreciaste.

Tque te

moras...

MUERTE TRIBAL

Llevabas tu cara

con ojos de cadver clavados

en el Silencio.

Los nios se escondan

cuando se escuchaban tus pasos arrastrando tumbas

de tiempos viejos.

Y desde tus brazos

-inmvil violencia ancestral-

surgan los vientos de la guerra.

(Luego se inventaron las fbulas

y en mil asombros

fuiste legendario Hroe...

pero ya era tarde!)

DIOSA DE MUERTE

Caminabas lentamente

con las manos llenas de calaveras

llevabas los ojos llenos

de flores muertas.

Caminabas lentamente

con los aos llenos de miseria

llevabas las ropas llenas

de historias muertas.

Caminabas lentamente

con el odio revoloteando alrededor

llevabas el alma llena

de tus vidas muertas.

Caminabas lentamente,

lentamente...

(Los que fueron estn olvidados.

El choque de culturas

destruye a los que quedan.)

EL LTIMO

A lo lejos la Luna se tendi

de golpe

sobre los cerros.

Los ojos blancos estaban llenos

de muerte

serena.

Dos perros geman. A lo lejos.

Llorabas despacio y sin prisa:

Tenas toda la soledad por delante.

(Al alba la vio la ltima estrella.)

dos lgrimas de azucena brillaban sobre la tumba.

La soledad destell despiadada

En el desierto.

A lo lejos.

RECREACIN DE LA CREACIN

I: PRINCIPIO

1

Pacha Mamma se enseoreaba en si misma

en medio de Universo,

bogaba como el ptalo de la Flor sobre el Lago,

Pacha Mamma aburrida.

No queriendo permanecer sola:

engendr hijos,

y sus hijos fueron.

La -que-engendr-hijos los hizo de un tamao,

que es muy pequeo y muy grande.

Se enseoreaba en s misma,

se regocijaba bogando en medio del Universo

rodeada de sus hijos,

en ellos se regocijaba,

la-que sola-engendr.

2

Entonces sus hijos

los Dioses dijeron:

-Madre, Pacha Mamma

LA QUE TODO LO HACE, la-que-de-s-misma,

la que nos Engendr, mranos,

complcenos. Tus hijos queremos caminar,

haz la SUPERFICIE, Pacha Mamma.

3

Y Pacha Mamma, la-gran-engendradora

hizo la Superficie,

La-que-todo-lo-hace.

La Sabia.

La que hizo de s misma la Superficie

se enseore de la Tierra Firme

del Mar interminable

del Azul incansable.

Y fue la PRIMERA EPOCA/

II: LA GRAN EDAD

1

Pacha Mamma se encontraba sola en la vastedad.

Buscando solucin a su fastidio

sembr de mil flores los prados,

llen de rboles las colinas.

Durante la SEGUNDA EPOCA

Pacha Mamma se regocij todas las maanas

Cuando Inti, venciendo las tinieblas,

se elevaba glorioso por encima del color.

2

Pacha Mamma se cans del silencio,

del murmullo de las hojas y los truenos de los ros.

Sentada en torno a los Dioses sus hijos:

La-Gran-Hacedora en el tedio se hunda.

Mir las praderas

y el Horizonte le devolvi la imagen del vaco.

Mir las colinas, las altas montaas

azules de distancia

y las encontr vacas.

Fue entonces.

3

Pacha Mamma mir la noche

y de los ojos de las estrellas,

entre sueos

fue creando:

Los Animales de Caza

y los Animales de Carga

y las Alimaas para las Fbulas.

Durante la TERCERA EPOCA

Pacha Mamma se regocijaba todas las tardes

paseando por las pampas multicolores,

escuchando los sonidos de los Animales,

se enseore.

Y se regocijaba en la montaa

y se regocijaba en las colinas.

4

La-que-se-enseoreaba

Pacha Mamma la gran Hacedora,

escuch las voces del Aire

y el llanto del Agua.

Mir el cielo vaco a lo lejos,

en el fondo de los lagos,

en la corriente de los ros

y en toda la extensin del Mar.

Con su inmensa voz de ternura pregunt:

-Gran Mar Sagrado, Hijo Predilecto,

Duende Misterioso.

Dime cual es la causa de tu silencio,

por que lloran las aguas

y escucho las voces del aire?

Hijo Predilecto

Duende Sagrado, dime por qu

Habiendo llenado mi vientre de flores

y hecho nacer animales de caza,

animales de carga, alimaas para las fbulas;

habiendo llenado de bosques las faldas de las colinas

permanecen vacos los rincones del Azul inalcanzable?

5

Habiendo escuchado, el Gran Mar Sagrado

elev su lomo hasta la altura del vuelo del Cndor,

mientras abra su boca

del tamao de una montaa vaca.

Dijo:

-Madre, Pacha Mamma Milagrosa,

Gran-Hacedora-de-Dioses-y-Todo-cuanto-habita-el-Universo:

El tiempo no ha llegado an.

Habiendo hablado

el Gran Mar baj su lomo

y cerrando la boca

se durmi nuevamente,

mecido por el arrullo del Viento del Sur.

6

Pacha Mamma mir alrededor:

En el cielo, por sobre las alturas de plata

se vio el Cndor majestuoso

y en los valles los rboles se poblaron de luz.

Compitiendo con las flores

se escucharon los trinos y los cantos azules.

Cuando mir las aguas

los lagos y los ros se llenaron

de escurridizos y saltarines peces,

El Gran Mar fue llenndose de extraas criaturas

y en la superficie suaves pjaros lo sobrevolaban.

Durante la CUARTA EPOCA

Pacha Mamma se regocij con el Color,

con la msica,

con los saltos, con los vuelos...

7

Pacha Mamma, la-que-se-enseoreaba

escuch desde los confines del Horizonte

las voces de los Animales de Caza,

de los Animales de Carga,

de las Alimaas para las Fbulas:

-No tengo quin me cace.

-No tengo quin me cargue.

No tengo quin me lleve de ejemplo en su voz.

Y los pjaros cantaban al unsono:

-Solo T nos escuchas Gran Madre.

Y los peces en los lagos, en los ros,

en el Mar:

-No tenemos quin nos pesque,

-No hay nios que nos persigan.

8

Pacha Mamma form entonces los Hombres para las Mujeres

form a las Mujeres para los Hombres

y form a los Nios para alborotar en las plazas.

Durante la QUINTA EPOCA

Pacha Mamma se regocij,

La-que-engendr-hijos-de-si-misma.

Desde entonces Pacha Mamma

acompaa a Mamma Quilla la Luna

paseando por las noches para velar:

La Paz de los Hombres

el Amor de las Mujeres

el Sueo de los Nios

y las Bocas de los-que-guardan-las Leyendas.

III: LTIMA POCA

1

Pacha Mamma,

la que engendr hijos de s misma

se inclin

sobre el brote reciente.

Pacha Mamma,

la que engendr Dioses del tamao de Hombres

se inclin

sobre el cachorro reciente.

Pacha Mamma,

la que llam a sus hijos Inti el Sol

se inclin

sobre la larva reciente.

Pacha Mamma,

la que dio vida a Wirakocha Creador

se inclin

sobre el pececillo reciente.

Pacha Mamma,

Madre-de-Todas-las-Madres

-la frtil-

vientre de todas las preeses,

la Nodriza de lo Existente.

Tierra y Mineral.

Ro Caudaloso,

Mar y Arroyo.

Acequia Fecunda del Maz.

Pacha Mamma,

la que se inclin ante s misma.

Pacha Mamma,

La que engendr hijos de s misma.

La Gran Hacedora.

Madre de Todas las Madres.

Nodriza del Universo.

La que ense paciencia al indio,

la sabia,

la que no desterraron

los dioses del blanco.

2

Ahora es la SEXTA POCA.

An no se alej el retumbar de los caballos,

de los caones.

La Quena ya no suena alegre

en labios de Kokena.

Ahora es la SEXTA POCA

La de-la-Muerte-Blanca en las minas de mercurio.

La del Dominio del Mal.

Y Pacha Mamma

la Gran Hacedora

la Sabia:

ronda las Iglesias

-colla, aymara, quechua-

pidiendo limosna y esperando

y esperando...

esperando...

ESPERANDO...

HIMNO A WIRAKOCHA

OH WIRAKOCHA! OH t

El Constructor de Mundos

El Hacedor de Montaas

El Creador de Todo-lo-Viviente

EL QUE TODO LO HACE

OH WIRAKOCHA! OH t

Grande-Padre-de-Todos-los-Padres

Administrador de Fuerzas

Hacedor de Caminantes y de Llamas y Vicuas

EL QUE TODO LO HACE

OH WIRAKOCHA! OH t

que hiciste las piedras para los templos

que creaste la Ciencia de las Dacha

que pusiste Hombres y Mujeres y Nios en los Ayllu

EL QUE TODO LO HACE

OH WIRAKOCHA! OH t

Kayak de Todas las Cosas

Creador de Sinchi y Curaca Ancianos

El que puso al Inca en el Tahuantinsuyu y Cuzco

EL QUE TODO LO HACE

OH KAMAK! Oh tno olvides a los Indios tus Hijos

no olvides las Oraciones de los Antepasados los Malqi

Padre Antiguo Seor

WIRAKOCHA

EL QUE TODO LO HACE

OH WIRAKOCHA! OH t

Vencedor de Todas las Cosas

acepta nuestra confesin

acepta nuestra Ocha colectiva

envanos la Gran Piedra en la espalda

haz que partamos juntos

que nuevamente partamos juntos

con todos los Malqi de todos los Ayllu

como siempre.PAGE 6