Sierra Nevada: una visión particular Texto: Ignacio García Páez Fotografías: Ignacio García Páez, Francisco José Guerrero Ruiz, Francisco Jiménez Gómez.

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Sierra Nevada: una visión particular. Con estas líneas y fotografías sólo pretendo transmitir mis impresiones de lo que en los últimos años he ido conociendo de esta montaña con la única finalidad de que, partiendo de esa vieja y sabia máxima de que sólo se puede verdaderamente amar lo que se conoce, pueda servir como motivación para que aquellos que aman la naturaleza, entre los que sin duda se encuentran todos los miembros del Grupo SEO-Málaga, y no conocen o conocen poco esta sierra, se animen a visitarla, pues estoy seguro que no les defraudará en absoluto. No es una guía de itinerarios, sino un complemento a ella o a un buen mapa de la zona (3,4). Es curioso que estando tan cerca de nosotros, su mayor extensión en la vecina y próxima Granada, no es hasta el año 2001 cuando comienzo a visitarla más asiduamente. Al principio, y corroborando la idea que tenía de ella, me pareció algo monótona y uniforme acostumbrado como estaba a las sierras calizas con su relieve abrupto e innumerables recovecos que ocasionan cambios frecuentes en el paisaje. Sin embargo, poco a poco, fui cambiando mi impresión sobre ella, enamorándome de su vegetación y paisajes, ciertamente en su mayoría uniformes pero de una belleza serena y cautivadora; muy a propósito, en un cartel divulgativo del Parque Nacional en el que aparece una fotografía de altas cumbres, reza el lema: Recuperando paisajes perdidos... Daré a continuación sólo unos datos generales sobre la sierra, que considero interesantes para situarnos un poco. Sierra Nevada ocupa una extensión considerable, unas 172.000 hectáreas (la Sierra de las Nieves, para comparación, tiene unas 20.000 ha), con unos 80 kilómetros de longitud de Oeste a Este y anchura variable de 20-35 km de Norte a Sur. Se sitúa mayoritariamente en la provincia de Granada, aunque ocupa también parte de la provincia de Almería, en la que se sitúan las máximas altitudes de esta provincia (Chullo, 2.612 m.). Este macizo montañoso se originó en la orogenia alpina (Era Cenozoica, período Terciario, finalizando hace unos 6,5 millones de años en el Plioceno), y está compuesto (1) principalmente por rocas metamórficas: micaesquistos (pizarras o lastras), cuarzoesquistos y cuarcitas, mármoles, gneises y filitas arcillosas (launas), apareciendo más localizadamente serpentinas y rocas sedimentarias como calizas y dolomías (extremo O-NO, Trevenque). Posee veinte picos con más de 3.000 m.s.n.m. de altitud y como todo el mundo sabe alberga las mayores alturas peninsulares. Fue declarada Parque Natural en 1.989 y posteriormente, en 1.999, Parque Nacional la zona de altas cumbres con 86.208 ha actualmente, a grosso modo toda la zona superior del Parque a partir de una cota media de 2.000 m. En este sentido, la gestión del Parque Nacional pasó definitivamente, como consecuencia de una polémica sentencia del Tribunal Constitucional, a manos de la Junta a partir de Julio de 2006. Su declaración como Parque Nacional se debió a su representatividad de los ecosistemas de alta montaña mediterránea, albergando hábitat únicos de gran valor ecológico y una biodiversidad extraordinaria. Posee más de 80 especies de insectos endémicos y también más de 60 especies de flora endémica exclusiva de esta sierra (5), localizándose éstas mayoritariamente en ambientes de alta montaña de los pisos oro y crioromediterráneos, como pastizales (psicroxerófilos y borreguiles o pastizales húmedos) y pedregales y canchales (cascajares). Podemos encontrar, en este sentido, en Sierra Nevada hasta cinco pisos bioclimáticos (1) con sus correspondientes tipos de

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vegetación diferenciadas, desde el inferior termomediterráneo (si bien de extensión muy limitada en cara sur), pasando por el mesomediterráneo (en altitudes medias desde 600 a 1.400 m.), supramediterráneo (1.400-1.800 m., frondosas perennifolias y caducifolias), oromediterráneo (1.800-2.800 m., pinares solo en su porción inferior, y los característicos piornales -Genista versicolor, Cytisus galianoi- con enebrales y borreguiles) y crioromediterráneo (por encima de los 2.800-3.000 m., únicamente con pastizales psicroxerófilos, borreguiles y dominio del desierto de pedregales y canchales). En cuanto a la avifauna, aspecto que a todos nos interesa especialmente, mostrando una importancia inferior a la que tiene botánicamente, alberga numerosas especies (referencia de unas 130 (1) detectadas dentro del Parque Nacional) con algunas muy interesantes, que después comentaremos con más detalle. En cuanto a la climatología, el mes más frío suele ser Febrero y el más cálido Julio, siendo los meses de mayor pluviometría Diciembre y Marzo, y el mes más seco Julio seguido por Agosto (1). En la parte occidental del Parque, el 75 % de estas precipitaciones se producen en forma de nieve por encima de los 2.000 m, con persistencia de un manto casi continuo de nieve de Diciembre a Marzo (hasta el siglo XIX persistió un pequeño glaciar de nieves perpetuas en la cara norte del Veleta). Mención muy especial merecen, por último, las 42 (1) lagunas de alta montaña de aguas permanentes existentes en el Parque (existen también otros numerosos lagunillos y charcas de carácter temporal), producto de los últimos episodios de glaciarismo de hace 12.000 años (Era Cenozoica, período Cuaternario: finales del Pleistoceno), de excepcional valor geológico, ecológico y paisajístico, representando el complejo de humedales de origen glaciar más meridional de Europa. Todas se sitúan por encima de los 2.600 m, siendo algunas de carácter endorreico (cuencas cerradas sin salida de aguas por superficie) y mostrando fluctuaciones acusadas en sus niveles, mientras que la mayoría presentan aliviaderos para los excedentes de agua de la cubeta y desarrollan borreguiles en su periferia. Hasta ahora he visitado la sierra entrando por cinco sitios principales: a través de la carretera que accede a la estación de esquí de Pradollano, por Güejar-Sierra, por Las Alpujarras Granadinas, por el puerto de La Ragua entre Granada y Almería y por el sector almeriense a partir de su cara Norte. La mayoría de estas visitas las he realizado durante la primavera avanzada, verano y principios de otoño (y para estas épocas se describen los recorridos), en parte porque para el resto del año la frecuente presencia de nieves en abundancia, asistencia en exceso de gente y la alternativa atractiva y práctica de visitar otras de las numerosas sierras andaluzas más próximas, hacen que esta opción sea más elegida por mi. El período estival es especialmente agradable (yo diría que un auténtico lujo que mucha gente desconoce) para recorrer estas montañas, pues cuando en Andalucía y en la mayor parte de España es desagradable ir al campo debido a las altísimas temperaturas, Sierra Nevada en su zona de altas cumbres mantiene unas temperaturas bastante suaves. A partir de los 2.500 o 2.600 m, y más acusadamente desde los 2.900-3.000 m, puede uno realizar un recorrido de montaña de todo el día sin prácticamente sensación de calor, es más, teniendo que ponerse con cierta frecuencia (dependiendo del día, viento y nubosidad) algún jersey fino de manga larga o incluso chaqueta ligera de montaña. Generalmente las temperaturas son más frescas durante Agosto que en Julio, pero como contrapartida el paisaje se muestra más seco con arroyos de montaña con menor caudal, lagunas de menor tamaño, borreguiles agostándose y neveros residuales más pequeños o inexistentes. Durante este período estival es frecuente la aparición de nubes de evolución durante el día, que pueden descargar lluvias o tormentas en las horas centrales. Todos los recorridos que comentaré a continuación son de un día de duración.

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Acceso por la carretera a la estación de esquí de Sierra Nevada: Mis visitas a la sierra a través de la carretera a la estación de esquí, evitando las aglomeraciones de la época de nieves, se han realizado siempre en primavera y verano. Desde Málaga capital se puede tardar unas dos horas o dos horas y cuarto en subir hasta la denominada Hoya de la Mora, enclave situado a 2.500 m por encima de la urbanización de Pradollano, desde donde se pueden iniciar la mayoría de recorridos por la montaña. A partir de aquí comienza la antigua carreterita que cruzaba toda la sierra pasando a la cara sur y terminando en el pueblo de Capileira en Las Alpujarras granadinas, la cual se encuentra actualmente cortada al tráfico desde este punto, permitiéndose el acceso solo a vehículos autorizados. La carretera (último tramo no asfaltado) llega hasta el puerto de la Carihuela a 3.229 m (existe también una desviación restringida asfaltada que conduce al pico del Veleta), desde el que se observa ya toda la vertiente sur de la sierra. A partir de este collado el carril se encuentra impracticable al tráfico motorizado (salvo quizás para motocicletas), debido a que la dirección del Parque decidió hace algunos años desmantelarlo con el fin de naturalizar su trazado y disminuir su impacto paisajístico, mediante la disposición de piedras y rocas sobre el carril y la ausencia de labores de conservación. Por la otra entrada en el sur por Capileira se permite el acceso libre mediante vehículo hasta la Hoya del Portillo (2.160 m). Para realizar recorridos por estas zonas más altas de la sierra, se puede ascender a pie siguiendo la carreterilla al puerto de la Carihuela y seguir desde aquí hacia el interior de la sierra. Existen senderos que acortan las curvas de la carretera y no hace falta así realizarla entera, y la subida, aunque siempre afea el paisaje la presencia del asfalto y la inmediatez a las pistas de la estación de esquí, no deja de ser bastante agradable. No obstante durante los meses de Julio y Agosto existe un servicio de microbuses del Parque que te acercan hasta cerca de la Carihuela (a unos 2 km), concretamente a las llamadas Posiciones del Veleta (antiguos emplazamientos de la Guerra Civil) a 3.065 m, desde donde se pueden comenzar las rutas a pie, permitiéndote así emplear el tiempo disponible para avanzar más por la zona de altas cumbres. Desde la salida en Hoya de la Mora ascendemos a través de vegetación de piornal con enebros dispersos propios del piso oromediterráneo, y para personas no habituadas enseguida comienza a sentirse el denominado mal de las alturas, consistente en un cansancio general muy particular que te hace difícil hablar y subir al mismo tiempo así como dolor de cabeza y un ligero y extraño mareo, todo ello debido a la disminución de la presión parcial de oxígeno en el aire y que suele notarse a partir de los 2.500 m de altitud. Esta sensación suele desaparecer o disminuir al cabo de varias horas y el organismo parece tener una memoria interna que recuerda anteriores exposiciones a estas alturas, lo que hace disminuir sus efectos negativos en posteriores ascensos a dichas cotas. Antes de llegar a Posiciones nos encontramos ya por encima de la línea de piornal y se pueden realizar varios recorridos muy cómodos por altas cumbres. Lo más fácil y principal vía de entrada a esta zona es seguir el carril descrito anteriormente, y dejando a un lado la desviación al Veleta, llegamos pronto al puerto de la Carihuela (3.229 m) con un refugio de montaña en buenas condiciones (como todos, el problema es encontrarse con overbooking la noche que lleguemos) y unas vistas impresionantes de la cara sur de la sierra con la laguna de Aguas Verdes a nuestros pies (3.050 m).

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Esta laguna, como todas las del conjunto, es de aguas dulces y débilmente mineralizada, con muy poca materia orgánica y bajos niveles de fitoplancton, presentando valores de alcalinidad algo superiores a los esperados por los sustratos presentes, y esto, curiosamente leo, parece ser debido a episodios esporádicos pero no infrecuentes de precipitaciones cargadas de material particulado proveniente del norte de Africa que determinan además la entrada adicional de nutrientes en las lagunas. Su denominación se debe a presentar en sus fondos macrófitos sumergidos (briófitos-musgos-, y la planta superior Callitriche stagnalis,(5)). Muestra borreguiles en su entorno y el conjunto es de gran valor paisajístico. En esta cara sur del Veleta junto al refugio se forma uno de los neveros que se mantienen durante más tiempo durante el verano.

Fotografía 1: circo glacial (corral) en la cara norte del Veleta. Junio de 2006.

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Fotografía 2: nevero en cara sur del Veleta. Junio de 2006.

Fotografía 3: refugio de la Carihuela (3.229 m).

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Fotografía 4.

Fotografía 5. Fotografías 4 y 5: panorámicas desde el puerto de la Carihuela.

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Fotografía 6: Laguna de Aguas Verdes. A estas alturas y en este recorrido, a partir de los 2.500 m de Hoya de la Mora, la avifauna es bastante escasa y las especies que podemos detectar se limitan prácticamente a las siguientes:

- Bisbita Campestre: escaso. - Colirrojo Tizón: abundante. - Collalba Gris: muy abundante. - Pardillo Común: abundante. - Jilguero: escaso. - Acentor Alpino: frecuente. - Cernícalo Común: frecuente. - Lavandera Blanca: escaso.

En este sentido, es a partir de los 2.000-2.500 m y para el conjunto de la sierra, las cotas a partir de las cuales se acusa una fuerte disminución en la diversidad de especies, y también, aunque en menor grado, de su abundancia. Esto hace que el avistamiento de cualquier ave, sobre todo entre los duros y extensos ambientes de pedregales y ralos pastizales de altas cumbres, te satisfaga especialmente y llene de vida en un momento estos austeros paisajes. Por otro lado, existen referencias de principios del siglo XX de presencia de cría de especies hoy de distribución más norteña, como el Mirlo Capiblanco, según datos de Chapman y Buck, aunque estos mismos autores buscaron otras especies alpinas de las cuales tenían noticias en esta sierra pero no las encontraron, concretamente Gorrión

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Alpino (se decía que había en gran número) y Lagópodo Alpino. También citaban (y pudieron observar) al Quebrantahuesos, Alimoche y Buitre Leonado (aunque ya por entonces lo daban como muy escaso). Para otras, como el Verderón Serrano, citada en el XIX, hasta hace sólo dos años no se ha podido descubrir una pequeña población reproductora en el puerto de La Ragua, de la que hablaremos más adelante. Siguiendo con nuestro recorrido, he podido observar además en paso otoñal Culebrera Europea, Milano Negro, Gavilán y Aguilucho Cenizo, aunque la migración en estas sierras, supongo que por su mayor distancia al Estrecho, parece mucho menos patente que en las de la provincia de Málaga. El Acentor Alpino es más frecuente a partir del puerto de la Carihuela y casi siempre se puede observar con comportamiento muy manso junto al refugio. La Collalba Gris muestra una densidad asombrosa, tanto en todo este recorrido siguiendo el carril que cruza toda la sierra, como en otros recorridos de esta zona de la estación de esquí, así como en otras zonas del Parque (pisos oro y crioromediterráneos). La Lavandera se puede observar en los márgenes de las lagunas de montaña. Siguiendo a lo largo de este carril se puede hacer un recorrido muy cómodo pues mantiene una cota bastante constante entorno a los 3.000 – 3.100 m. Después de la laguna de Aguas Verdes se dejan al sur y distantes del carril (aproximación algo complicada) las lagunas de las Cabras y más adelante se llega a las lagunas de Río Seco, las cuales se sitúan a una cota algo inferior (3.000 m aprox.) y a las que se puede aproximar uno fácilmente. Forman un conjunto de cuatro lagunas, tres de ellas de reducidas dimensiones y una de tamaño grande y gran valor paisajístico.

Fotografía 7.

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Fotografía 8. Fotografías 7 y 8: lagunas de Río Seco, detalle (fotografía 7) y perspectiva (fotografía 8; al fondo, carril del recorrido descrito y Mulhacén). En los borreguiles del entorno de esta laguna es frecuente ver grupos numerosos de machos monteses viejos solazándose al sol, y el pasado 13.08.06 (Ardeola, 53.2) pude observar un ejemplar de Andarríos Grande en su orilla, a 3.020 m de altitud (como referencia leo en bibliografía (1) que se ha detectado el Andarríos Chico en Sª. Nevada hasta los 2.900 m). Pudiera ser que esta laguna por su coloración de fondos tenga también comunidades de macrófitos sumergidos, pero no he encontrado datos al respecto. A la altura de esta laguna, pero al otro lado del carril, parte un sendero con bastante desnivel, por el que se puede acceder a otra laguna, la laguna Larga, pero nunca he bajado. Siguiendo el carril parte otro sendero a la izquierda por el que se llega a la parte superior del pequeño circo que alberga la laguna de la Caldera (la más profunda de todas, hasta 14 m, y con aspecto impresionante en años de precipitaciones abundantes al llegar a mostrar grandes bloques de hielos flotantes en pleno verano). Más adelante por el mismo carril se llega en una pronunciada curva al refugio de Cuatro Vientos, en buenas condiciones y con unas impresionantes vistas sobre el Barranco del Poqueira. Si continuamos llegamos a la laguna de la Caldera y a la base del Mulhacén, desde donde parte un sendero muy empinado que sube al pico, máxima altura peninsular (3.482 m, durante mucho tiempo se creyó que era el Veleta que solo tiene 3.392 m). También se puede bajar hacia la cara norte del Mulhacén y Alcazaba, de gran belleza pero muy abrupta (Alcazaba, tercera altura de la sierra, justo al Este del anterior) y a la laguna de la Mosca (yo no lo he hecho, lo dejo para gente más montañera). En las inmediaciones de la laguna, otro refugio en buenas condiciones pero en verano siempre lleno.

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Hacia la vertiente Sur se sitúan otro par de conjuntos de pequeños lagunillos con borreguiles a una altitud bastante más baja a la del carril que, como dijimos, si se sigue nos conecta con la entrada a la sierra desde Capileira.

Fotografía 9.

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Fotografía 10. Fotografías 9 y 10: Laguna de la Caldera. En la segunda imagen aparece con hielos flotantes en Junio de 2006 (Francisco Jiménez Gómez).

Fotografía 11: Mulhacén y Alcazaba desde el carril del itinerario.

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Fotografía 12: Borreguiles y lagunas de la Cuenca de Río Seco, como islas de verdor, desde el refugio de Cuatro Vientos. Veleta al fondo. Leo recientemente en Ardeola, la cita de observación de Perdíz Común cerca de la cumbre del Mulhacén, a 3.400 m, y comentaré aquí brevemente para finalizar este recorrido los interesantes resultados de un estudio sobre vegetación de alta montaña aparecido hace unos años en la revista Quercus (nº 200, octubre 2002). Hace referencia a como el conocido fenómeno de competencia que se da entre diferentes especies de plantas que crecen próximas dificultando el crecimiento, tiene en ambientes alpinos y subalpinos de alta montaña un efecto contrario de cooperación favoreciendo el desarrollo de las mismas, al tratarse de medios muy estresantes y difíciles debido a las condiciones de bajas temperaturas, sequedad, alta irradiación y fuerte incidencia de vientos, que hacen de la agrupación de las plantas un balance más positivo que el ejercido por la competencia de los recursos. Este efecto positivo de cooperación que hace que las especies se agrupen en alta montaña es aún más notorio en ambientes alpinos que en subalpinos en la mayoría de los casos estudiados en montañas de varios continentes, destacando como notable excepción y caso particular el de Sierra Nevada, donde se ha comprobado que, aún dándose también este fenómeno de cooperación al crecimiento por agrupación entre especies, aparece más patente en ambientes subalpinos que en alpinos situados a mayor altitud, y ello debido a la particular situación mediterránea de Sierra Nevada, donde hay que tener en cuenta también un adicional efecto de la mayor disponibilidad de agua en el piso superior así como las altas temperaturas estivales propias de este clima que se presentan suaves y frescas en las mayores altitudes y más limitantes a cotas algo más bajas.

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Otro recorrido de interés es el que partiendo también de Hoya de la Mora (el pequeño Jardín Botánico situado en sus inmediaciones alberga frecuentemente más aves que todo su entorno) se dirige hacia los Tajos de la Virgen y el refugio de Elorrieta. Tomando la carreterilla hacia la Carihuela se deja atrás la imagen de la Virgen de las Nieves y se coge una senda que parte justo encima del carril asfaltado que se dirige hacia las instalaciones de remonte de Borreguiles. Se atraviesan las pistas de esquí y se llega a la laguna de las Yeguas. A lo largo de este trayecto se puede observar Collalba Gris en gran densidad, así como Colirrojo Tizón, Pardillo, Cernícalo Común, Acentor Alpino, Chova Piquirroja y Roquero Rojo. El Roquero Rojo se observa (1) en Sierra Nevada hasta los 2.800 m (yo los he detectado concretamente hasta los 2.740 m) con densidades máximas entorno a los 2.500 m, y en el anterior itinerario no se detecta debido a la mayor altitud (al igual que la Chova). La gran laguna de las Yeguas, anteriormente (antes de la construcción de la estación de esquí) una de las más bellas de la sierra junto a toda la cabecera del río Monachil, se encuentra actualmente represada y aun así (restauración (2) paisajística parcial en 1990), junto a todo el entorno conserva un notable valor paisajístico.

Fotografía 13: Laguna de las Yeguas, observatorio astronómico y radiotelescopio al fondo. Siguiendo por una senda que discurre por su extremo sureste, en la misma dirección de llegada, se asciende hasta los Lagunillos de la Virgen, conjunto de al menos ocho pequeñas lagunas y charcas entre amplios borreguiles de una gran belleza y los canchales de los pies de los Tajos de la Virgen. Aquí podemos observar las mismas aves vistas anteriormente, añadiendo algún bando de Perdiz Común entre los pedregales.

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Fotografía 14.

Fotografía 15.

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Fotografías 14 y 15: Lagunillos de la Virgen desde el carril de acceso al puerto de la Carihuela, y detalle de uno de ellos con borreguiles en sus márgenes. Los Lagunillos se sitúan entre los 2.800 y los 3.000 m y el sendero que los cruza en parte, continua para trepar haciendo eses (subida fácil y cómoda pero a comienzos de verano aun puede conservar neveros grandes) hasta la parte superior de los Tajos de la Virgen a algo más de 3.100 m, desde donde se observa ya toda la cara sur de la sierra. Aquí se encuentra el voluminoso refugio, ya en ruinas, de Elorrieta (impresiona, por su difícil acceso, dónde fue construido), levantado entre 1931 y 1933 para estudios hidrogeológicos y de aclimatación de especies a la altitud (2). Desde este oteadero de excepción merece la pena bajar hasta las lagunas de Lanjarón, visibles desde el mismo refugio. Un sendero bien marcado desciende suavemente por un paisaje de gran belleza hasta las dos lagunas de Lanjarón, la primera de ellas de mayor tamaño, endorreica y sin borreguiles y la segunda, muy próxima, rodeada de borreguiles en un entorno espectacular. La senda sigue bajando (yo no la he seguido pero lo haré) y se pueden ver desde aquí otras dos pequeñas lagunas a menor altitud; si se continúa se puede llegar hasta la población de Lanjarón, aunque el recorrido más interesante resulta hasta el refugio del Caballo y sus dos lagunas próximas.

Fotografía 16: Laguna de Lanjarón, rodeada de borreguiles.

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Fotografía 17: descenso hacia lagunas de Lanjarón desde el refugio de Elorrieta (al fondo). Otra zona muy interesante es la del Lagunillo Misterioso y los pastizales de su entorno, itinerario que comienza siguiendo el carril asfaltado hasta la estación de remonte de Borreguiles que parte poco más arriba de Hoya de la Mora. Tras dejar dicha estación pasamos por delante de un enorme depósito abierto de aguas y unos crestones rocosos (común el Gorrión Chillón), se sube todavía por asfalto por una cuesta empinada hasta el puerto de la Loma de Dílar, con buenas vistas, y desde aquí se deja el asfalto (que continua hacia el radiotelescopio) y se coge un carril que va bajando hacia los Prados de la Virgen de la Ermita (cabecera del río Dílar).

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Fotografía 18: cabecera del río Dílar. Es ésta una extensa zona de pastizales muy bonita pero afeada por la existencia de remontes. Junto a las especies de aves citadas en el anterior itinerario, hasta aquí pueden verse también Bisbita Campestre y Alondra Común. Desde estos pastizales situados a 2.600 m se puede observar en época de cría una de las especies más interesantes de Sierra Nevada: el Escribano Hortelano. Tras un par de temporadas de cría intentando localizar esta especie en Sierra Nevada (único punto de cría de la mitad Sur peninsular), por fin el pasado mes de Junio (11.06.06) la pude ver por primera vez en esta zona. Hasta cuatro machos con cantos nupciales y territorios bien establecidos entre los 2.600 y los 2.700 m (desde Prados de la Virgen siguiendo el recorrido hacia el Lagunillo Misterioso) sobre pastizales y pedregales, siempre por encima de la línea de piornal. Los machos se situaban a menudo en la parte superior de rocas de gran tamaño y, aunque no eran demasiado confiados, se dejaban ver cómodamente. Este ave, según datos bibliográficos (Pleguezuelos, 1992), se localiza en Sierra Nevada en piornales por encima de los 1.500 m., datos de 1992 que contrastan con las observaciones propias, que coinciden también con las realizadas por Juan Pérez Contreras, naturalista granadino, en las que ha podido observar a esta especie últimamente a altitudes también superiores, por encima de los 2.600 m en la cabecera del río Trevélez. Posiblemente, yo al principio no los detectaba por ser buscados a menor altitud, en hábitat de piornal, como me indicaban los datos publicados.

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Fotografía 19.

Fotografía 20. Fotografías 19 y 20: borreguiles en la cabecera del Dílar.

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Fotografía 21: hábitat del Escribano Hortelano en la cabecera del Dílar. Siguiendo con la ruta descrita, una vez llegados a la estación de remonte existente en los Prados de la Virgen de la Ermita, se sube por los borreguiles situados justo al lado de ésta, dirección a los cortados existentes al Sur. Una vez llegados arriba de esta pequeña cuesta se continúa hacia la derecha siempre entre pastizales y pedregales de gran belleza, pudiéndose observar en toda esta zona al Escribano Hortelano en época reproductora (en una visita realizada el 02.09.06 ya no lo detectamos, habiendo abandonado probablemente los territorios de cría). Poco después, si nos vamos pegando a los cortados y tras atravesar unos extensos borreguiles, llegamos a una de las lagunas más bonitas y de nombre mas sugerente de Sierra Nevada: el Lagunillo Misterioso (también es llamada Laguna del Carnero), situado a 2.700 m justo a los pies de los derrubios y desprendimientos de estos cortados, de forma alargada y gran profundidad en su zona central.

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Fotografía 22: Lagunillo Misterioso.

Siguiendo en dirección Oeste a la misma altitud que seguíamos antes de desviarnos ligeramente hacia el Lagunillo, atravesamos otros atractivos borreguiles (Borreguiles de Dílar) que descienden progresivamente formando algunas cascadas. Aquí he podido observar Mirlo Acuático a principios de Septiembre, y también desde esta zona Buitre Leonado sobrevolando el Refugio de Elorrieta a unos 3.200 m, ave de presencia sólo ocasional en esta sierra y observada normalmente a menor altitud.

Hay otra pequeña laguna (la auténtica Laguna del Carnero según la cartografía) situada un poco más al Oeste del Lagunillo y aproximadamente a su misma altitud, pero para llegar a ella hay que atravesar una amplia zona de pedregales y grandes rocas que hacen más difícil su acceso. Yo intenté en una ocasión acceder a ella pero perdí mucha altitud siguiendo los cómodos borreguiles y cuando me percaté de mi error ya no me quedaron ganas para rectificar; me quedé contemplando plácidamente los amplios y serenos Borreguiles de Dílar y disfrutando de un gran bando de Chova Piquirroja haciendo de las suyas volando y posadas sobre los pastizales.

Otra excursión muy interesante es la que, partiendo igualmente desde Hoya de la Mora, nos encamina a la cabecera del Barranco de San Juan. Nos dirigimos subiendo la carreterilla de la Carihuela hacia el antiguo y próximo observatorio astronómico (ruinas), desde donde cogemos un sendero bien marcado que baja algunos metros y se encamina hacia la cabecera del Barranco. Al llegar a los amplios borreguiles que vemos todo el tiempo al frente, podemos cruzar el arroyo o seguir paralelo a este ganando altitud. Si hacemos esto último llegamos a una zona muy agradable (a mi me invita a la

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meditación) entre pastos y grandes bloques de rocas a unos 2.800 m bajo el Corral del Veleta. Aquí pude observar a muy corta distancia la última vez que estuve algunos ejemplares de machos monteses verdaderamente espectaculares caminando entre los pedregales. Chapman y Buck, a principios del siglo XX, relatan la situación tan negativa que presentaba la cabra montés en Sierra Nevada debido a la caza sin ningún tipo de control, sobreviviendo sin embargo todavía un grupo bastante grande precisamente entorno al Veleta, Alcazaba y Mulhacén. Si cruzamos el arroyuelo podemos subir directamente hacia la Loma de San Juan que tenemos en frente o, mejor, seguir todo el tiempo a la misma altitud entorno a los 2.500-2.600 m un senderete que va bordeando todo el Barranco atravesando borreguiles con charcas y pedregales hasta meterse en la Loma de San Juan pero a menor altitud que en la opción anterior. Al llegar a esta zona las vistas sobre el Barranco del Guarnón con el Mulhacén y el Alcazaba al fondo, son grandiosas. Este verano estuve un rato en este punto y coincidió que entraba remontando el Barranco hasta el Mulhacén un helicóptero de la Guardia Civil: la imagen era increíble, apreciándose lo insignificante del aparato (inevitablemente te hacía reflexionar también sobre la insignificancia del hombre ante la naturaleza) y la espectacularidad del valle. No menos memorable fue el bando de unos 20 Zorzales Charlos muy aquerenciado a esta zona (2.550 m) que estuvo volando y posándose repetidamente entorno mía casi una hora: a los prismáticos y con este paisaje de fondo fue uno de los momentos que recuerdo más grato de este último verano en Sierra Nevada. Le acompañaban un numeroso grupo de Chovas, también muy aquerenciadas, y una pareja de Cuervos que se mantuvo posada a corta distancia todo el tiempo. El Zorzal Charlo es fácil verlo en toda la sierra por encima de los 2.000 m (máxima altitud de cría (1) detectada 1.900 m), pero no más allá de los 2.500 m. En el recorrido también observables, Collalba Gris y Colirrojo Tizón. Por toda esta cabecera del Barranco de San Juan he buscado también el Escribano Hortelano desde los 2.300 m hasta los 2.700 m pero sin resultados (Juan Pérez Contreras me comenta que tampoco). Existe otro recorrido que discurre por el mismo Barranco pero a cotas inferiores y al que se puede acceder desde un carril con cadena que parte a la izquierda desde la carretera de acceso a Hoya de la Mora, un kilómetro antes. El carril parte a unos 2.100 m y descendiendo suavemente termina en un refugio semiabandonado (Albergue de San Francisco) desde donde la ruta propuesta sigue por un sendero que se mantiene alrededor de los 2.000 m en todo su trazado. En verano, esta sóla diferencia de 500 m con respecto a Hoya de la Mora, hace que las temperaturas sean a esta altitud mucho más calurosas. El sendero transcurre por un paisaje de gran belleza entre piornales hasta perderse con vistas ya al Barranco del Guarnón; de vuelta se puede ascender, abandonando el sendero en un collado donde éste cambia de vertiente, por una loma de fácil acceso hasta unas amplias mesetas con pastizales en la misma Loma de San Juan del recorrido anterior, pero como apuntábamos, a menor altitud. El Roquero Rojo, Escribano Montesino, Pinzón pueden observarse a lo largo del recorrido, siendo la densidad de aves (y de insectos) a esta altitud y en primavera-verano muy superior a la de cotas más altas. Para finalizar las excursiones propuestas por la carretera de acceso a la estación de esquí, citaremos también una senda interesante que partiendo desde detrás de los estacionamientos cubiertos de la urbanización de Pradollano, se eleva por la loma que tenemos al frente (a la derecha de la carretera de acceso desde Granada), y que entorno a una altitud de 2.100-2.300 m discurre por su ladera; debemos tomar una desviación secundaria a la izquierda (siguiendo recto descendemos demasiado) después de un

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amplio trecho para coger un poco de altura y tras superar un repecho, asomarnos al Barranco del río Dílar. Desde aquí se puede bajar progresivamente hasta cruzar el río y pasar a la otra vertiente (yo no lo he hecho), o quedarnos en esta zona y disfrutar de las maravillosas vistas con los Borreguiles de Dílar enfrente y los grandes cortados a cuyos pies localizábamos el Lagunillo Misterioso y la laguna del Carnero. Alpujarras Granadinas: Otra de las principales vías de entrada para ascender a la zona de altas cumbres, es desde Las Alpujarras Granadinas, en la cara sur de la sierra, siendo los accesos más empleados los recorridos que parten de Trevélez y Capileira; yo sólo lo he hecho a partir de esta última población, en verano. Esta entrada a la sierra la encontramos desde Málaga a unas dos horas y treinta o cuarenta minutos. Desde Capileira parte un carril que asciende hasta Hoya del Portillo a 2.160 m, a partir de donde el acceso está restringido a vehículos. Existe no obstante, al igual que desde Hoya de la Mora, un servicio de microbuses en Julio y Agosto que partiendo desde Capileira acerca a los visitantes hasta el Alto del Chorrillo a 2.700 m. Desde aquí se puede seguir por el mismo carril que continua hasta conectar con la laguna de la Caldera, desviarnos a la izquierda al refugio del Poqueira, subir al Mulhacén (ascensión más cómoda que desde la Caldera) o dirigirnos hacia Siete Lagunas, que es el itinerario que comentaremos. Poco después de la desviación hacia el Poqueira, dejamos el carril principal que sigue hacia la Caldera y Pradollano y tomamos una desviación a la derecha del mismo que asciende progresivamente entre piornales hacia la loma del Mulhacén. Se puede ir acortando el recorrido del carril siguiendo a trozos un sendero que discurre uniendo las sucesivas curvas del carril, dejando a nuestra derecha (al Este) la pequeña laguna de Peñón Negro. Llegados a un collado con un voluminoso hito de piedras (3.100 m) abandonamos el carril por un pequeño sendero y atravesando una pequeña meseta ya justo por encima de la línea de piornal, nos dirigimos hacia el precioso valle glaciar de Siete Lagunas. Enseguida encontramos unas vistas espectaculares con una pequeña laguna a nuestros pies que suele conservar buenos niveles de agua en verano (Tajos de Peñón Negro), y la senda comienza a descender suavemente ya entre pedregales y borreguiles. Se atraviesa poco después uno de los neveros que suele mantenerse más tiempo en el período estival, en un paisaje de desierto de piedra muy sugerente.

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Fotografía 23: neveros y laguna en los Tajos de Peñón Negro (Julio 2006).

Fotografía 24: sendero hacia Siete Lagunas, a 3.100 m.s.n.m.

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Más adelante se llega a un alto desde donde se contempla todo el valle glaciar de Siete Lagunas con la laguna Hondera (o de Culo de Perro, por su forma característica y ser el nacimiento del igualmente denominado río Culo de Perro, que posteriormente se unirá al río Trevelez), de gran tamaño, en primer término y extensos borreguiles en su entorno.

Fotografía 25: Laguna Hondera desde el collado de acceso.

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Fotografía 26: Laguna Hondera, en Siete Lagunas. Descendiendo por un sendero muy empinado llegaremos al valle, donde merece la pena recorrerlo entero ascendiendo desde la laguna situada más baja, la Hondera, situada a 2.900 m, hasta la más alta, la laguna Altera, enclavada a 3.150 m, siendo la emplazada a mayor altitud de Sierra Nevada, entre los picos del Mulhacén y el Alcazaba. En el recorrido, en un paisaje de gran belleza entre borreguiles, arroyuelos, lagunas y cascajares, encontramos el resto de lagunas. Si ascendemos por el lateral derecho (Este) nos encontraremos dos lagunas, la primera de ellas quizás la más atractiva del conjunto con amplios pastizales en su entorno, y ya bajando desde la Altera por su lado Oeste otras tres, apareciendo las que poseen borreguiles y rebosaderos de aguas como auténticas islas de verdor en un entorno muy árido. Existen numerosos refugios de piedra hechos para proteger del viento y frío (no techados) desperdigados por todos los pastizales del pequeño valle, que mejoran las condiciones para pasar la noche (vivaqueo) en la zona, experiencia muy agradable en los meses estivales (Julio y Agosto preferentemente), con un cielo plagado de estrellas que harán las delicias al astrónomo aficionado; en este sentido las temperaturas nocturnas caen a pico en cuanto el sol desaparece detrás de las cumbres y la diferencia en grados de temperatura con respecto al día es muy llamativa. Si decidimos pasar la noche, al día siguiente se puede subir hacia el Alcazaba por un sendero no muy marcado que parte, al frente del sendero empinado que traíamos a la ida y que bajaba hacia Siete Lagunas, al otro lado (al Este) de la laguna Hondera. El paisaje aquí es ya totalmente desértico, discurriendo el sendero entre canchales, pedregales y grandes bloques de piedra, pero no deja de tener un gran atractivo (al menos para los que sientan algo especial, y diría que incluso místico, por -y en- las montañas).Yo no llegué a coronar la cumbre (mi amigo Chesco decía que las vistas eran grandiosas y que desde allí se observa impresionante la laguna de la Mosca,

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vertiendo sus aguas hacia un recién nacido río Genil) y me quedé no muy distante observando a un adulto de Acentor Alpino cazando un saltamontes, del cual se comió la mitad mientras que la otra media se la daba a un pollo que reclamaba su ración insistentemente a escasos metros de mi, mientras al fondo se podía ver la laguna de Juntillas, situada en una de las zonas menos conocidas e inaccesibles de Sª Nevada (pienso visitarla pronto). Desde Siete Lagunas se puede bajar también directamente hasta Trevélez siguiendo una senda que parte justo al Sur de la laguna Hondera paralela al desagüe natural de la misma.

Fotografía 27.

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Fotografía 27: una de las lagunas más bellas de Sierra Nevada, situada al este en Siete Lagunas. Fotografía 28: impresionante imagen de la Laguna de la Mosca, desde La Alcazaba (Francisco J. Guerrero Ruiz). En todo el recorrido es muy abundante la Collalba Gris, observándose ya desde el mes de Julio numerosos pollos y muchos adultos en plumaje de muda. También pueden observarse Acentores Alpinos (sobre todo en el entorno de Siete Lagunas) mostrándose, como es frecuente en ellos, muy confiados e igualmente muchos en muda, en Agosto (por el contrario, otros con plumaje reproductor completo, siendo a estos últimos los únicos a los que se les distinguía bien el pequeño collar del cuello); igualmente, en este mismo mes los he podido ver cebando pollos en Siete Lagunas y a más altitud (3.250 m), como hemos dicho, cerca de la cumbre del Alcazaba. Otras especies observables son la Lavandera Cascadeña en las lagunas, el Pardillo Común (muy frecuente en toda la zona de altas cumbres de Sierra Nevada), Colirrojo Tizón, Avión Roquero, Vencejo Común, Alondra Común (con pollos en el mes de Agosto a 2.700 m), Cernícalo Común y Chova Piquirroja. En el entorno de Siete Lagunas es fácil observar numerosos endemismos de la flora nevadense, como Chaenorhinum glareosum (Escrofulariaceas, canchales y cascajares, exclusiva de Sª Nevada), Erodium cheilanthifolium (Geraniaceas, entre borreguiles y cascajares, exclusivo de Sª Nevada), Plantago nivalis (Plantaginaceas, borreguiles, exclusiva de Sª Nevada, símbolo del Parque), Viola crassiuscula (Violaceas, canchales, exclusiva), Sempervirum minutum (Sª Nevada y Sª de Baza), Pinguicula nevadensis (Lentibulariaceas, insectívora, borreguiles, exclusiva), así como entre el piornal de Genista, el ortóptero endémico de Sª Nevada Baetica ustulata.

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Fotografía 29.

Fotografía 30.

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Fotografía 31. Fotografías 29,30,31: endemismos botánicos de Sierra Nevada: Viola crassiuscula, Plantago nivalis, y Pinguicula nevadensis. Puerto de La Ragua: Otra de las entradas muy interesantes a la sierra se realiza a partir del Puerto de la Ragua, justo en el límite provincial entre Granada y Almería. Este puerto se sitúa a 2.000 m de altitud accediéndose por carretera de montaña desde La Calahorra en el Marquesado de Zenete por su cara Norte o desde Laroles en las Alpujarras por su cara Sur (desde Málaga se llega en unas dos horas y cuarto por La Calahorra). Todo el entorno del puerto es de gran belleza, con extensos piornales, y pinares de pino silvestre sobre pastizales de alta montaña. Desde el mismo puerto, donde existe una agradable área recreativa con punto de información del Parque y bar-refugio, se pueden realizar varios recorridos muy interesantes, no recomendables, dada la menor altitud de esta parte de la sierra, en los meses de Julio y Agosto.

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Fotografía 32: cara Norte de Sierra Nevada, con los picos Morrón del Mediodía y San Juan, desde la carretera al puerto de la Ragua. Uno de ellos es la subida al pico de El Chullo, máxima altura de Almería con 2.612 m, al que se asciende desde el cortafuego situado a la espalda del bar-refugio. Se avanza siempre por el piso de piornal dejando el límite arbolado de pinar a menor altura y todo el recorrido es de gran belleza con vistas verdaderamente espectaculares de toda la línea de cumbres tanto hacia Almería (Peñones del Mediodía, Almirez, Buitre) como, especialmente, hacia Granada (Morrón, Morrón Sanjuanero, Morrón del Mediodía, San Juan).

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Fotografía 33: vista hacia el sector granadino, desde sendero al Chullo. Poco antes de coronar la cumbre encontramos un pequeño refugio en no muy buenas condiciones y ya desde ella las vistas vuelven a ser grandiosas contemplando también la vertiente Sur de la sierra. La cima de El Chullo, coronada por un gran vértice geodésico, es una pequeña meseta con pocos desniveles muy agradable de recorrer antes de iniciar la bajada.

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Fotografía 34: línea de cumbres desde la cima del Chullo. Durante el recorrido es fácil observar en gran densidad Collalba Gris, y también numeroso Bisbita Campestre (criando en Sª Nevada (1) hasta 2.700 m), Alondra Común y, en las partes más bajas, Totovía. Igualmente, es frecuente ver Aguila Real, sobre la cual recuerdo especialmente en una visita realizada a esta zona a finales de Mayo, una preciosa observación de dos aves adultas que tras volar entorno a la cumbre, se posaron y juguetearon largo rato en un gran nevero situado en su cara norte. Otro itinerario recomendable es el que partiendo desde la misma área recreativa del puerto, siguiendo un sendero señalizado de largo recorrido, se dirige bajando progresivamente en dirección sur paralelo todo el tiempo al arroyo del Palancón y a la carretera que baja hacia Laroles. Yo lo he hecho en parte, unos dos tercios, pero en sentido opuesto partiendo de la parte de atrás de un hotel rural (Posada de los Arrieros) existente en una curva de la carretera a Bayárcal, que parte a la izquierda de la principal que baja a Laroles desde el puerto. En otoño, con las choperas amarilleando, el paisaje se hace especialmente atractivo. En Septiembre, entre las especies detectadas en este itinerario, pude observar como especies más destacables Colirrojo Real, Curruca Zarcera (criando (1) hasta 2.300 m) y Mosquitero Musical. En el mismo puerto de la Ragua, como ya apuntaba, se ha detectado recientemente una población reproductora de Verderón Serrano, concretamente el 07.06.03 el que firma el presente junto a otros compañeros de SEO Málaga detectamos un grupo de al menos 7 aves (probablemente 9) en los pinares y pastizales del puerto (Ardeola, 50.2); posteriormente en Julio de 2004 se confirma la cría en el mismo sitio (Gámez y Garzón, 2004, en Ardeola 51.2) y en Septiembre del mismo año pude observarlos nuevamente el

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día 8 y 18 (unas 10 aves; en Ardeola 51,2). Finalmente, hasta Septiembre de 2005 se hace una prospección a fondo en la zona alcanzándose un censo final de 57 aves en 2005 (Pérez-Contreras, J. y otros, en Situación del verderón serrano Serinus citrinella en Sierra Nevada, en Zool.baetica, 16:171-176, 2005). Yo los he vuelto a ver siempre que he visitado la zona posteriormente, así en Abril de 2006 (Ardeola, 53.2), mediados de Septiembre de 2006 (unas 35 aves) y finales de Septiembre de 2006 (unas 30 aves), con lo que esta pequeña población parece hacerse estable en la zona. Desde el mismo puerto y atravesando la carretera hacia el oeste justo enfrente del bar-refugio, se pueden realizar otros dos itinerarios ya en la provincia de Granada, de gran belleza y muy recomendables.

Fotografía 35: Puerto de la Ragua, con bar-refugio y aparcamientos. Cruzando la amplia llanada, flanqueada a derecha e izquierda por pinares de repoblación, hasta el fondo del pequeño valle, dejamos el carril que penetra en el pinar y en la misma curva donde encontramos un arroyuelo, tomamos un sendero paralelo al mismo que va cogiendo altura por el piornal poco a poco hasta desembocar en un collado llano especialmente atractivo tanto por el mismo piornal como por las vistas que podemos observar de toda la línea de cumbres que discurre dirección Oeste. Es este para mi gusto uno de los lugares más agradables que he conocido en Sierra Nevada, y algunas veces he permanecido largo rato en él sentado en unas cómodas piedras próximas, disfrutando profundamente del paisaje con los inseparables swarovski así como de los pájaros que apareciesen aportando un atractivo más al maravilloso escenario.

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Fotografía 36: vistas desde el collado, en primer plano cumbre del Morrón del Mediodía. El primero de los dos itinerarios propuestos consiste en avanzar por toda la cordal o divisoria (Cuerda de Fuente Fría) que, como suele ser habitual en esta sierra, presenta unos perfiles muy poco abruptos no exentos sin embargo de algunas pendientes pronunciadas. Todo el tiempo avanzaremos por senderos a través de un atractivo piornal almohadillado e iremos remontando a partir de la loma que tenemos a nuestra izquierda las sucesivas cumbres: Morrón del Hornillo (2.375 m; el puerto situado a continuación de él especialmente agradable), Morrón Sanjuanero (2.610 m; su ascensión ofrece la pendiente más pronunciada) y Morrón del Mediodía (2.753 m). Desde esta cumbre las vistas son espectaculares hacia el puerto del Lobo (continuación hacia el oeste de la cordal) y el vecino San Juan (2.786 m; máxima altura de la zona). Yo no lo he hecho pero tengo pendiente continuar esta primavera hasta este último pico (o mínimo hasta el puerto mencionado, pues puede dar tiempo en un único día y creo que merece la pena). Este atractivo puerto es uno de los mencionados por Gerald Brenan en su deliciosa obra Al sur de Granada, donde era frecuente encontrarse peligrosos pastores asaltantes de los viajantes, siendo él mismo en alguna ocasión testigo de ello. La subida desde este puerto hasta el Alto de San Juan presenta una pendiente más que considerable.

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Fotografía 37: piornal de subida al Morrón Sanjuanero.

Fotografía 38: cumbre del Chullo (2.608 m) desde el Morrón Sanjuanero (2.610 m).

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Desde la misma cumbre del Morrón del Mediodía pude observar el pasado 16.09.06 (Ardeola, 53,2) un ejemplar joven de Aguila Imperial volando a una altitud algo inferior siguiendo la línea de cumbres hacia el oeste. Igualmente, el mismo día una pareja de Roqueros Rojos (el macho en muda muy avanzada con plumaje ya muy parecido a la hembra) y 3 ejemplares de Aguila Real (dos adultos y un joven del año); en esta zona en las cuatro o cinco veces que he estado siempre he podido observar a la real y en avistamientos muy próximos. También frecuentes Alondra, Collalba Gris y Zorzal Charlo (como ya indicamos éste último sube mucho en la sierra y se observa frecuentemente en el piornal del oromediterráneo). Desde el collado que citábamos anteriormente, se puede realizar otro itinerario muy interesante por la base de toda esta misma línea de cumbres. Se coge un sendero que baja desde el mismo collado y que tras una pendiente pronunciada se estabiliza siguiendo el límite entre el piornal y el pinar de silvestre, en un recorrido de gran belleza. Más adelante, pasado ya la altura del Morrón del Mediodía, conecta con un carril secundario que sube desde uno principal que cruza gran parte de la cara Norte de la sierra (Zenete) y que parte desde la carretera de subida al puerto de La Ragua por La Calahorra. Este carril secundario prosigue hasta más allá de la base del San Juan y se puede llegar después hasta el refugio de Postero Alto (mucho más al Oeste, más de un día). Se pueden observar como especies más interesantes en este recorrido, también Alondra, Bisbita Campestre, Aguila Real y Zorzal Charlo.

Fotografía 39: recorrido por la base de Morrones desde el puerto de la Ragua.

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Por último, desde el mismo puerto de la Ragua, junto al área recreativa parte un carril ancho que se dirige hacia la cara Sur del Chullo (cerrada al tráfico en algunos mapas), por él podemos acercarnos por coche o andando (unos 10 km) hasta Laguna Seca y los Peñones del Mediodía (lo he hecho sólo parcialmente pero parece una vía interesante para acercarse a toda esta parte de la Sierra Nevada almeriense). El carril transcurre por trechos bastante monótonos de repoblación de pino silvestre de bajo porte, alternados con otros mucho más interesantes abiertos con piornal y buenas vistas de la vertiente sur de la sierra. Sector Almeriense, cara Norte: Ya por la cara Norte del sector almeriense de Sierra Nevada también he realizado algunas excursiones, dos de las cuales como más interesantes describo brevemente a continuación. Pasada la población de Fiñana viniendo desde Granada, se coge la entrada al Parque Nacional situada poco después, dirigiéndonos hacia el refugio del Ubeire (a unos 13 km, necesario reservar para pernoctar en él), pequeño edificio en pizarra bien integrado en el paisaje, situado a unos 1.500 m cerca del fondo de un barranco de gran belleza, donde merece la pena hacer una parada. Siguiendo unos pocos kilómetros más a partir del cruce que nos acerca al Ubeire, encontramos un carril secundario que parte a la derecha, donde se puede dejar el coche y continuar andando por él un corto trayecto (algo más de un kilómetro) hasta que éste corta un cortafuegos, si subimos por él al final del mismo encontramos el refugio-vivac de Piedras Negras, situado a 2.100 m en un rincón muy agradable, en el límite de repoblaciones de pinar de silvestre de porte medio y justo a los pies de La Cumbre (2.492 m) y el Almirez (2.517 m). El refugio está en muy buen estado, y desde aquí se puede acceder subiendo por la ladera situada a su espalda (desnivel alto) hasta la divisoria de cumbres donde se abre una meseta con suave pendiente hacia el sur situada a unos 2.400 m, de gran belleza. La vegetación, tanto en las laderas de subida como en la zona superior está dominado por un extenso piornal de matorral almohadillado, encontrándonos en el entorno del refugio y la ladera, otras especies como mostajo (Sorbus aria), quejigo, arce (Acer granatense), majuelo y Berberis. Como en otros lugares a esta altitud, pude observar como especies de aves más interesantes, Bisbita Campestre, Collalba Gris y Zorzal Charlo, todas en densidad alta. Merece la pena andar por todo este piornal llano pues el entorno es francamente bonito, observándose por debajo hacia la cara sur el carril que viene desde La Ragua y que cruza la sierra, y hacia el este los picos del Buitre y de la Polarda. También desde aquí se puede acceder ya cómodamente al pico Almirez, situado al final de esta pequeña meseta.

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Fotografía 40: acceso y entorno del refugio de Piedras Negras (en el centro de la imagen). Autor: Francisco J. Guerrero Ruiz.

Fotografía 41: meseta anterior y pico Almirez al fondo (Francisco J. Guerrero Ruiz).

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Entrando por Huéneja (Almería) nos podemos acercar al entorno del refugio del Doctor. Desde la antigua carretera de Huéneja, que discurre en paralelo a la autovía dirección Almería, se coge un carril a la derecha pasado el pueblo con una señal de mapa en madera, y tras dejar tres desviaciones a la derecha y recorridos unos 25 minutos en coche (se puede hacer en turismo, pero mejor todoterreno), se llega al Collado Arenas, cruce de carriles importante en esta vertiente de la sierra. Aquí se puede dejar el vehículo y ascender a pie por el cortafuegos hasta el refugio (existe un carril secundario que parte desde el mismo collado pero en malas condiciones). Este se encuentra en un entorno muy agradable a unos 2.050 m y desde aquí se puede ascender hasta los Peñones del Mediodía y la Lagunilla Seca, con poca pendiente pero sin sendero marcado.

Fotografía 42.

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Fotografía 43. Fotografías 42 y 43: refugio del Doctor y piornal del entorno. Güejar-Sierra: Por último comentaré algunas excursiones posibles entrando a la sierra por el sector de Güejar-Sierra. El primero de ellos es el famoso recorrido de la Vereda de la Estrella, al que se llega pasada la localidad de Güejar-Sierra. De gran belleza, se recomienda hacer en primavera por su menor altitud (se parte de 1.175 m y se llega a 1.750 m) y gran longitud (unos 20 km en total, cinco horas ida tranquilo disfrutando de aves, vegetación y paisaje, y cuatro horas vuelta idem de idem), tardándose unas 2:30 h en llegar desde Málaga hasta el comienzo del itinerario. En su mismo inicio parte otro sendero a la derecha que se adentra por la loma del Barranco de San Juan y que nos llevaría (fuerte pendiente) a un refugio semiabandonado (Albergue de San Francisco) descrito en la entrada por Pradollano y a otro recorrido propuesto anteriormente. Destacar la vegetación que encontramos en la primera parte de este itinerario, con bosquetes de quejigo, roble melojo (Q. pyrenaica), encinas, castaños, fresnos y arces (A. monspessulanum, A. granatense); los ejemplares de tejo que crecen en la ribera del Genil que discurre paralelo, así como los borreguiles, lastonares y piornales con agracejo (Berberis) en el magnífico entorno de Cueva Secreta, final del recorrido en la confluencia de los ríos Valdecasillas y Valdeinfierno y a los pies del Alcazaba, Mulhacén, Juego de Bolos y Puntal de la Caldera. La avifauna en primavera es variada y abundante, destacando los mirlos acuáticos, y las oropéndolas en gran densidad entre los 1.200 y los 1.450 -1.500 m, que ofrecen un bonito espectáculo.

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Una variante muy recomendable de este recorrido resulta de partir desde el mismo sendero de la Vereda de la Estrella y desviarse a la izquierda a la altura del refugio de Vadillo (junto al Genil), para subir por la Cuesta de los Presidiarios y, tras pasar por los refugios del Calvario (más conocido entre los montañeros como refugio de la Cucaracha) y El Aceral, bajar hasta Cueva Secreta, volviendo por la misma vereda de la Estrella. Las vistas desde la parte superior de este itinerario sobre la cabecera de tresmiles del valle es grandiosa y supone marchar en altura para volver por el fondo del mismo, siendo no obstante el recorrido más duro y algo más largo.

Fotografía 44: Mulhacén y Alcazaba desde la vereda de la Estrella.

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Foto 45: fondo de valle, desde Cueva Secreta, agracejos (Berberis hispanica) en primer plano.

Fotografía 46: río Guarnón, que baja las aguas del corral del Veleta, en la vereda de la Estrella.

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Otra zona muy interesante del Parque, para terminar, es la del refugio de Peña Partida y los Lavaderos de la Reina a los que se llega por una desviación a la izquierda que sube justo pasado Güejar-Sierra y antes de coger la que nos lleva a la derecha hacia el itinerario anterior de la Estrella. Tras una primera parte asfaltada (carreterilla muy estrecha y peligrosa) se sigue por carril unos 20 km (cadena) hasta dejar coche (mejor todoterreno) a unos 2.080 m. de altitud. Desde aquí se sigue ya a pie por carril unos 4 km hasta el refugio (estado regular), que se sitúa, eso sí, en un marco de vistas impresionantes sobre las cumbres más altas de la sierra a unos 2.450 m. Si se continúa ascendiendo por una senda que parte desde el refugio, a unos 3 km se llega a los Lavaderos de la Reina, extensa zona de gran belleza cubierta de borreguiles (numerosos endemismos vegetales presentes) con cascadas, encharcamientos y lagunajos, junto a enebros y sabinas en zonas más escarpadas. La avifauna es muy escasa a esta altitud como en otras partes de la sierra por encima de los 2.500 m, destacando como es habitual Collalba Gris en gran densidad. No obstante la primera vez que estuve por aquí (08.09.2001) se pudo observar un bando de 18 Chorlitos Carambolos (probablemente primera observación para Sierra Nevada, cita no publicada en Ardeola) justo en esta zona. No pude verlos pues iba con mi niño de año y medio y no podía llegar hasta esa altitud andando desde donde se encontraba el coche; os podéis imaginar lo que me entró por el cuerpo al decirme el observador (personal de EGMASA, creo que era) lo que había solo algunos kms más arriba de donde me encontraba y yo sin poder disfrutarlos.

Fotografía 47.

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Fotografía 48. Fotografías 47 y 48: Lavaderos de la Reina y entorno, en mayo de 2002 (Francisco J. Guerrero Ruiz). En años posteriores se ha podido ver esta especie en al menos otras tres ocasiones, una de ellas también justo en esta zona (26.09.02, Ardeola, 50.2) y las restantes en el entorno de Hoya de la Mora y Veleta (27.07.03, Ardeola, 50.2). Por debajo del refugio hasta los 2.000 m del coche, coincidiendo con lo observado en otras partes, en la última visita que realicé a la zona pude observar que la avifauna era mucho más variada y abundante, con especies como Roquero Rojo, Cuco, Curruca Tomillera, Totovía, Alondra, Bisbita Campestre, Collalba Gris, Collalba Rubia, Collalba Negra, o Aguila Real (pareja de adulto y subadulto). Por último: Isabel Alvarez Escobar, Francisco José Guerrero Ruiz y Francisco Rodríguez Rodríguez, son las personas (no las únicas) que me han acompañado en la mayoría de mis visitas a esta extraordinaria sierra disfrutando y compartiendo con ellas, observaciones, paisajes y sensaciones. Francisco José Guerrero Ruiz, el amigo Chesco, que de Sierra Nevada sabe mucho más que yo, ha sido a menudo mi guía y el primero con el que la empecé a conocer a fondo.

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Otras fuentes consultadas:

- (1) Parque Nacional de Sierra Nevada. Varios autores. Conseco Editores, 2001. - (2) Excursiones por el Sur de España-I. Juan Carlos García Gallego. Ediciones

Desnivel. 1998. - (3) Mapa Parque Nacional de Sierra Nevada. La Alpujarra-Marquesado del

Zenete. 1:40.000. Editorial Penibética. - (4) Mapa Parque Nacional de Sierra Nevada. Alpujarra Almeriense. 1:50.000.

Editorial Penibética. - (5) Páginas web del Ministerio de Medio Ambiente y de la Consejería de Medio

Ambiente de la Junta de Andalucía.