Siervos o Reyes ¿Quien Manda

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Estudio biblico

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SIERVOS O REYES QUIEN MANDA?

Pero Jess los llam, y les dijo:Como ustedes saben, entre los paganos hay jefes que se creen con derecho a gobernar con tirana a sus sbditos y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. Pero entre ustedes no debe ser as. Al contrario, el que quiera ser grande entre ustedes, deber servir a los dems, y el que entre ustedes quiera ser el primero deber ser el esclavo de los dems. (San Marcos 10:42-44)Sin lugar a dudas uno de los aspectos ms conflictivos, en lo que a relaciones humanas se refiere, es la competencia por ocupar una posicin de autoridad con respecto a los dems. No faltan hoy en da tcnicas y mtodos que ensean a influir sobre las personas y obtener resultados que alimentan el ego. Las motivaciones pueden ser muy variadas: buscar una mejor imagen personal, afirmar la propia identidad, imponer criterios personales, cubrir sentimientos de culpa o de subestimacin, orgullo, celos, envidias u otros ms nobles como demostrar amor y deseos de servir a la gente, etc. etc.Los conflictos y luchas por el poder estn reflejados pattica y elocuentemente en nuestra historia con resultados, en muchos casos, catastrficos para quienes terminan siendo vctimas de la intolerancia, el autoritarismo, el despotismo y el atropello. Sin lugar a dudas el uso y abuso de la autoridad es causa de muchos problemas, no slo en el seno de los pueblos, sino tambin en la comunidad cristiana.Estas situaciones y otras parecidas son descriptas en el relato bblico con total realismo donde personas como nosotros evidencian su grado de humanidad, de debilidad, de contingencia y falta de conocimiento de la voluntad de Dios. Los hombres y mujeres de la Biblia son presentados tal como son, sin aureolas ni imgenes disfrazadas por los escritores sagrados, tal el caso de Jacobo y Juan en el pasaje mencionado ms arriba.Mientras Jess se diriga a Jerusaln, sus discpulos caminaban con l asombrados (Mc. 10:32) y seguramente atemorizados por lo que podra pasar. Ellos necesitaban ampararse bajo la figura de Jess. Saban de su autoridad, de su influencia, de su firme decisin de llegar a Jerusaln. Santiago y Juan percibieron la importancia que tena una eventual entronizacin de Jess. Vieron la oportunidad del puesto, de la ubicacin privilegiada, del ascenso rpido, sin mayores sacrificios. En el contexto actual diramos oportunismo poltico para ocupar un cargo. Valerse de la influencia de un lder para ser alguien en la vida.Pero Jess tena una claridad meridiana sobre los mtodos adecuados para ocupar un buen lugar en el reino de Dios y ser reconocido por la gente. Los gobernantes de las naciones se sienten con derecho a gobernar con tirana, esto es: usar la fuerza para obtener obediencia, imponer el temor para hacer dciles a los sbditos, aplicar con rigor las leyes para obtener reconocimiento. Estar detrs de la gente con el ltigo para hacerlos avanzar. Usar influencias y poderes ajenos para obtener autoridad y ganar posiciones. Aunque los mismos discpulos de Jess apreciaron directamente el enorme atractivo que l tena, no terminaron de comprender que su autoridad estaba basada en su estilo de vida, en su carcter, en cada palabra que pronunciaba, en sus gestos, en sus actitudes y tambin en su origen divino. Con toda claridad, este episodio nos ensea que en la comunidad de Jess el valor del servicio es determinante para obtener un primer plano.Cuando Juan y Jacobo reclamaron una posicin de privilegio, Jess les dijo: -Ustedes no saben lo que piden. Entre ustedes las posiciones privilegiadas y la autoridad no llegan por nombramiento, ni por influencias, ni por la fama, ni por la fachada, ni por la antigedad, ni por el ttulo, ni por el tono de la voz, ni por ninguna otra cosa que no sea SERVIR a los otros. Tan slo la galante vestimenta del siervo lo hace apto para ocupar una posicin de autoridad en la comunidad de Jess, la iglesia, su iglesia. Cualquier otra atribucin para ocupar ese sitio crear conflictos y est fuera de lugar. Ni an el mismo Hijo de Dios vino para ser servido, sino para servir y dar su vida como rescate por muchos.Jess nos llama a no sobrevalorar nuestros balcones, sillones, plpitos y todo smbolo de poder que nos aleje del servicio a la gente para dedicarnos a ser siervos de nuestro prximo, de nuestros hermanos. Un servicio que se concreta, no en las palabras, sino en las actitudes, en los gestos, en la entrega por el bien de los otros. Quienes asumen la posicin de siervos asumen al mismo tiempo autoridad para dirigir, guiar, apacentar, ensear, exhortar, etc. sin tirana. Dios nos d gracia y sabidura para no olvidar nunca estos principios que mantendrn a salvo a la comunidad cristiana, a su iglesia, de las luchas intestinas que significa competir en lugar de servir.Es bueno recordar que: El que entre ustedes quiera ser el primero, deber ser el esclavo de los dems v.44. Tengan ustedes la misma manera de pensar que tuvo Cristo Jess, el cual: Aunque era de naturaleza divina, no insisti en ser igual a Dios, sino que hizo a un lado lo que le era propio y, tomando naturaleza de siervo naci como hombre. Y al presentarse como hombre se humill a s mismo, y por obediencia fue a la muerte, a la vergonzosa muerte en la cruz. Por eso, Dios le dio el ms alto honor y el ms excelente de todos los nombres, para que, al nombre de Jess, doblen la rodilla todos los que estn en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra, y todos reconozcan que Jesucristo es el Seor para honra de Dios Padre. (Fil.2:5-11 V.P.)