Siglo Xxi. Claves Del R-006 Nº073 - Mas Alla de La Ciencia - Vicufo2

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IOS NUHYO§ PANAMIGfrTAS ODOS los pueblos de la Tierra han p-racticado, desde dempbs inmemoriales, rituales de renova- ción, cereáonias iniciáticas, bautismos y toda precedido de várias décadas de crisis profundas. Y du- iante los años en que esa catarsis se produce saltan he- chos pedazos los pilares en los que se sustentaban las ins- titucitnes que hasta entonces hibían ostent¿do el p.oder. Así, al igui que el crecimiento del cuerPo físico obliga.a éste a p-asar ior sucesivas etapas críticas, el emerger de u.r .ru.,ro hombre, como parte integrante de una socie- dad distinta, produce t"*^bié, alteráciones de todo- tipo en el teiido social donde se desenvuelve. En la adoles- cencia .i .r.rpo crece durante ciertos periodos de forma d.rrr-ini.r,'pr'r., hay excesiv, ,..r.iiór, hormonal de determinadrt ghndulrt que producen trastornos de dis- tinto tipo (pieT, huesot, ""tt?l"go., etc.), sin olvidar los cambios psicológicos que se originan en la personalidad del individuo qr.re sufre el proceso. Sin embargo,-todos somos conscientes de que se trata simplemente de una etapa normal dentro del desarrollo de ese ser y los cam- bioi, a veces desagradables, se soPortan con esfoicismo. gica se hace irreversible en muc-hos aspectos, cómo- la inco- áunicación, la soledad y los suicidios aumentan de forma ala¡mante, cómo surgen caü día nuevos conflictos bélicos que asolan más paísás, cómo el desarraigo y la decepción hacen perder la éonfianza depositada en insriruciones eco- nómicas, políricas, sociales y ieligiosas... No sólo es el cora- zón delt.i hu-*o el que pide el cambio, sino también el propio planeta, que necésitá sacudirse para eliminar las car- gas negatiyas que le afectan como ser vivo que es. - Fritlof Capi", et tu libro ElPunto Crucial(Ed. Kairós), ,..ogá la ofinión del historiador J. Toynbee, según Ia cw).*"...cuaid.o una ciuilización llega a su duge tiende a per- der el írnpetu culrural lt a d¿caer Srg,in parrcr, un elemento suerte de liturgias encaminadas a producir saltos cuánti- cos significativos en el camino de su evolución. Las religiones institucionalizadas no han perdido tam- poco ese ..t rit. y han hecho a lo largo del tiempo un, sin- ^fin de promesas evangélicas ofrecien-do una nueva vida. Y .r'qu. el impuiso de evolucionar, de mejorar, de "..r."rrá a la perfección es -a1go consustancial con el ser humano y, p^o.ot sorprenderia que un día se descubrie- ra que esa energía impulsora se encuentra impresa en sus propias células. ' Ei hombre siempre ha mirado hacia adelante desean- do un mundo t r.jo¡ más justo, más bello, más equili- brado. Un mund'o más libre, capaz de regirse por el Probablemente esa sea la forma de encarar el futuro: no hay posibiii- dad de ir hacia atrás, luego es absolutamente imprescindible que nos focalicemos en construir las nuevas etapas que nos esperan, tratando de planificarlas de forma que no volvamos a caer amor y capaz ambién de abolir la ignorancia, los mitos y el miedo al futuro. Un mundo capaz de desterrar los mis- terios que han encadenado a los seres humanos durante siglos, sumiéndole en la superstición y la dependencia de los que creía más preparados. Todo salto cualitativo llega en los errores del pasado. El cambio es una necesidad ya imperiosa que demandan muchos hombres y mujeres que ven cómo mueren de hambre y miseria 40.000 niños diariamen- te, cómo la degeneración ecoló-

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IOS NUHYO§ PANAMIGfrTASODOS los pueblos de la Tierra han p-racticado,

desde dempbs inmemoriales, rituales de renova-

ción, cereáonias iniciáticas, bautismos y toda

precedido de várias décadas de crisis profundas. Y du-iante los años en que esa catarsis se produce saltan he-

chos pedazos los pilares en los que se sustentaban las ins-

titucitnes que hasta entonces hibían ostent¿do el p.oder.

Así, al igui que el crecimiento del cuerPo físico obliga.a

éste a p-asar ior sucesivas etapas críticas, el emerger de

u.r .ru.,ro hombre, como parte integrante de una socie-

dad distinta, produce t"*^bié, alteráciones de todo- tipoen el teiido social donde se desenvuelve. En la adoles-

cencia .i .r.rpo crece durante ciertos periodos de formad.rrr-ini.r,'pr'r., hay excesiv, ,..r.iiór, hormonal de

determinadrt ghndulrt que producen trastornos de dis-

tinto tipo (pieT, huesot, ""tt?l"go.,

etc.), sin olvidar los

cambios psicológicos que se originan en la personalidad

del individuo qr.re sufre el proceso. Sin embargo,-todossomos conscientes de que se trata simplemente de una

etapa normal dentro del desarrollo de ese ser y los cam-

bioi, a veces desagradables, se soPortan con esfoicismo.

gica se hace irreversible en muc-hos aspectos, cómo- la inco-áunicación, la soledad y los suicidios aumentan de formaala¡mante, cómo surgen caü día nuevos conflictos bélicos

que asolan más paísás, cómo el desarraigo y la decepción

hacen perder la éonfianza depositada en insriruciones eco-

nómicas, políricas, sociales y ieligiosas... No sólo es el cora-

zón delt.i hu-*o el que pide el cambio, sino también el

propio planeta, que necésitá sacudirse para eliminar las car-

gas negatiyas que le afectan como ser vivo que es.- Fritlof Capi", et tu libro ElPunto Crucial(Ed. Kairós),

,..ogá la ofinión del historiador J. Toynbee, según Ia

cw).*"...cuaid.o una ciuilización llega a su duge tiende a per-

der el írnpetu culrural lt a d¿caer Srg,in parrcr, un elemento

suerte de liturgias encaminadas a producir saltos cuánti-

cos significativos en el camino de su evolución.Las religiones institucionalizadas no han perdido tam-

poco ese ..t rit. y han hecho a lo largo del tiempo un, sin-^fin

de promesas evangélicas ofrecien-do una nueva vida.

Y .r'qu. el impuiso de evolucionar, de mejorar, de

"..r."rrá a la perfección es -a1go

consustancial con el ser

humano y, p^o.ot sorprenderia que un día se descubrie-

ra que esa energía impulsora se encuentra impresa en sus

propias células.' Ei hombre siempre ha mirado hacia adelante desean-

do un mundo t r.jo¡ más justo, más bello, más equili-brado. Un mund'o más libre, capaz de regirse por el

Probablemente esa sea

la forma de encarar elfuturo: no hay posibiii-dad de ir hacia atrás,luego es absolutamenteimprescindible que nos

focalicemos en construirlas nuevas etapas quenos esperan, tratando de

planificarlas de formaque no volvamos a caer

amor y capazambién de abolirla ignorancia, los

mitos y el miedoal futuro. Unmundo capaz dedesterrar los mis-terios que hanencadenado a losseres humanosdurante siglos,sumiéndole en lasuperstición y ladependencia delos que creía máspreparados.

Todo saltocualitativo llega

en los errores del pasado.

El cambio es una necesidadya imperiosa que demandanmuchos hombres y mujeres que

ven cómo mueren de hambre ymiseria 40.000 niños diariamen-te, cómo la degeneración ecoló-

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0^teserucial de esa decad¿ncia es la faha dz flexibilidad. Cuandolas estructuras sociales y los modelos de comportamiento se

torndn tan rígidns que la sociedad ya no puedc adaptarse al.os cambios d.e b euolución cultural, la sociedad se d¿rrum-ba y, euentualmente, se desintegra,...; la pérdida dr flrxibili-ddd dr una ciuilización decadente se acompaña dr unafabade arrnonía general entre sus elementos, io qu, ineuiiabte-mente dniua en conflictos y discord.ias social¿s". Só1o tene-

lución Neolítica, que revolucionó Ia forma de vida delhombre primitivo.

S.g.n parece, el nuevo hombre, el hombre emergente,será un ser más racional, capaz de manejar de modo máscoherente su libre albedrío; funcionará por debe¡ por au-torresponsabilidad; intentará descubrir i Dior, a la energlacreadora, a la fi.renre de donde proviene, no a través de lafe, sino del conocimiento de sus manifestaciones.

Esta idea entronca con lo que propugnaba el filósofo exis-

tencialistaJaspers hace algunos años cuando hacía referenciaa la necesidad de que "...e1cambio ya no pnede estar asentadn

en und reuel¿ción, sino que ha dz prouenir dt k Cisnci/t'.Pero no de la ciencia n.wtoni*, y mecanicista que nos

ha servido de modelo desde e.l siglo XVII, ya.que ésta darápaso a nuevos conceptos más integradores basados en laciencia relativista de Einstein, en la mesánica cuántica y enla teoría del universo holográfico. T as fronteras entre ener-gía y materia se verán continuamente revisadas y la energíade fusión se impondrá como reflejo de las tendencias filo-sóficas del hombre emergente.

En definitiva, se tenderá a la eliminación de barreras yfronteras de todo tipo, a la erradicación de conceptosopuestos (bien-mal, material-espiritual, ciencia-religión).

mos que obse¡r,ar losacontecimientos que se

están sucediendo ennLrestros días paracomprobar que ias pa-labras de Tor-nbee, másque una reftlexión, pa-recen una proiecía.

Sin embargo, si-guieado e1 razonamien-to de1 presrigioso histo-riador. "...durante el?roc€so dz dtsintegraciónde lt sociedad ésta nopia'de del todn su creati-

uidad, esto es, su habilidad pararesponder a los impulsos. A pesardz que l¿ corriente cubural d¿ ma-yor enuergaáuruz se lta paralizadnafenándose a idza: fias 7 a modr-bs ngidu d.a compotamiento, uan

a surgir otras minorías creatiuasque lleuarán ad¿lnnte elproceso de'estímulo y respuesta'. Naturalrueit -te, Lts instituciones sociales donti-nantes se negarán a entregdr l¿u riena%^ de/ podzr a esds nue-uas fuerzas cuburales emergent€l Pero uuL t'iejas instituciones(léase Vieja Era) están dutinadas a decaer y a dtsintegrarse yl¿s minorías creatiuas quizá puedan transformar los uiejos

elemerutos, dándoles urud naeut configuración. Entonces el

?roceso d¿ euolución cultural podrá continuar, dunque connueaos ?rotdgonistas I en nueuas circunstancids".

El cambio que se avecina será de una envergadura talque trastocará todos los cimientos que han servido de base

al hombre actual. Cambio quizís comparable con la revo-

Sabemosque esta con-cepción de larealidad -másholística e inte-gadora- de to-das las facetas yaspectos de lavida tarda¡á dé-cadas en im-plantarse. Por-que un modelotan revolucio-nario como elque se estrí ges-

tando necesia-ní de varias ge-

neraciones para lograr su total implanación. Sin embargo, ello

no nos orime hoy, a fi¡ales del siglo )O( de ir dando los prime-ros paso's para acercamos a los nuevos paradigmas que, paulati-rrarnente, inán cambiando todas las concepciones del hombre, a

fin de aproximarse un poco más a su origen, meta que penna-nece hoyen elhorizonte como aliciente del impulso irrefrenable

de evolución que formaparte de la esenciadel ser.

A lo largo de los próximos meses hablaremos breve-mente de ello.

fui*r{a Fi¡rar &4erino

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