Síntesis de Clase - Los Problemas Del Historismo

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UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA, SEDE BOGOTÁ FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES ESPECIALIZACIÓN EN FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA M ÓDULO DE H ERMENÉUTICA PROFESOR: DR. DUNE VALLE JIMÉNEZ ESTUDIANTE: PIERRE GUILLÉN RAMÍREZ | CÓD. 20121410034 FECHA: 11.4.2015 T RABAJO F INAL EL DIÁLOGO COMO ESTRUCTURA LÓGICA DE LA HERMENÉUTICA “El arte de la dialéctica no es el arte de ganar a todo el mundo en la argumentación […] Se llama dialéctica porque es el arte de llevar una auténtica conversación” (Gadamer, 1977, 444) Una de las grandes críticas que ha tenido que sufrir la hermenéutica es la de ser “supuestamente” relativista, fundada, según sus críticos, en una especie de irracionalismo que no conduce a ningún fin o que carece de argumentación seria, entendida esta última desde lo meramente “científico” o procedimental. Esta crítica se encuentra ampliamente atacada y desarrollada en el texto Hermenéutica y racionalidad compilado por Gianni Vattimo, especialmente en los apartados que analizan el problema de su argumentación. No se puede dudar que la hermenéutica como disciplina filosófica está llamada a dar cuenta de su proceder, esto es, de su argumentación para interpretar los problemas 1

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Hermeneutica

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Universidad de San Buenaventura, sede BogotFacultad de Ciencias Humanas y SocialesEspecializacin en Filosofa Contempornea

Mdulo de Hermenutica

Profesor: Dr. Dune Valle Jimnez Estudiante: Pierre Guilln Ramrez | Cd. 20121410034Fecha: 11.4.2015

Trabajo Final

El Dilogo como Estructura Lgica de la Hermenutica

El arte de la dialctica no es el arte de ganara todo el mundo en la argumentacin []Se llama dialctica porque es el arte de llevar una autntica conversacin(Gadamer, 1977, 444)

Una de las grandes crticas que ha tenido que sufrir la hermenutica es la de ser supuestamente relativista, fundada, segn sus crticos, en una especie de irracionalismo que no conduce a ningn fin o que carece de argumentacin seria, entendida esta ltima desde lo meramente cientfico o procedimental. Esta crtica se encuentra ampliamente atacada y desarrollada en el texto Hermenutica y racionalidad compilado por Gianni Vattimo, especialmente en los apartados que analizan el problema de su argumentacin.

No se puede dudar que la hermenutica como disciplina filosfica est llamada a dar cuenta de su proceder, esto es, de su argumentacin para interpretar los problemas filosficos. Es necesario, por tanto, aclarar cules son los principios de la hermenutica que permiten aseverar que existe una manera de argumentar slida por parte de esta disciplina; es ms, que posibilitan hablar de una autntica racionalidad, alterna a la racionalidad cientfica, propuesta planteada por Enrico Berti en el texto sealado. Para cumplir con este objetivo de dilucidar los principios de la racionalidad hermenutica, se analizar, primero, la dialctica como el esquema argumentativo de la hermenutica, en qu consiste y cmo procede; segundo, se sealar la importancia del lenguaje como medio de la experiencia hermenutica donde se abre dicha dialctica; por ltimo, se propondr el dilogo como la va para el desarrollo de la interpretacin. Lo anterior iluminado por la propuesta hermenutica elaborada por el filsofo alemn Hans Georg Gadamer.

1. DIALCTICA Y HERMENUTICA

Antes de abordar el problema de la dialctica, Berti (1994, 32) seala que el mismo Gadamer habla sin ambages de una verdadera lgica hermenutica. Esta lgica se encuentra identificada con la lgica de la pregunta y respuesta. Dicha lgica se hace explcita en el dilogo, tema que se desarrollar en el tercer apartado de este escrito. Sin duda alguna, la hermenutica est en su derecho de fundamentar su propia lgica, su racionalidad, donde quede clara su diferencia con el procedimiento y racionalidad cientfica. Es importante para aclarar este hilo conductor mostrar el porqu de ese derecho.

Berti comenta, en primer lugar, los dos tipos de racionalidades cientficas originadas en el contexto de la ciencia moderna. La primera es llamada racionalidad de la fsica clsica, nacida de la primera revolucin cientfica con Galileo, Descartes, Newton, etc., y la segunda revolucin es la ocasionada por la fsica relativista, indeterminista y cuntica. El profesor Berti asegura que la primera racionalidad es de carcter esencialmente matemtica y tiene como modelo el procedimiento axiomtico-deductivo de la misma matemtica. Lo que significa que este modelo considera que la estructura objetiva de la realidad se puede matematizar. Una parte grande de la filosofa se adhiere a este modelo que recae en positivismo. Este tipo de racionalidad constituye el verdadero trmino de referencia de lo que Vattimo llama la lgica fundativa y que, al igual que Heidegger, considera propia de la metafsica en general, as como de esa secularizacin de la metafsica que es la ciencia entendida como tcnica (Cfr. 1994).

La segunda racionalidad cientfica no tiene la pretensin de objetivar la realidad desde un procedimiento meramente axiomtico. Este tipo de racionalidad es aceptada, hoy por hoy, por las ciencias, porque permite el progreso de stas en cuanto que su dinamismo es el mismo desarrollo; es una concepcin de la racionalidad menos fuerte, no tan absoluta y es ms crtica. Esta racionalidad, adems, se caracteriza por ser hipottica, conjetural, provisional y parcial (Popper). Se sostiene ms slidamente desde la lgica. Berti describe la importancia de esta racionalidad en los siguientes trminos: En todo caso, sta es mucho ms fuerte que la anterior desde un punto de vista lgico y su xito es innegable, si no desde un punto de vista operativo, como lo demuestran los progresos continuos, incontenibles y, sin embargo siempre sorprendentes, de las nuevas tecnologas as como la manera imponente y prcticamente total con que logra organizar la vida de los hombres en el planeta (1994, p. 36). Pese a esto, la hermenutica filosfica se muestra crtica frente a este tipo de racionalidades cientficas. De alguna manera la idea de fondo expuesta en Verdad y Mtodo, es de una profunda crtica a la nocin de mtodo cientfico que reduce el mbito de la verdad a mero procedimiento, es decir, a mero formalismo del conocimiento. Para Gadamer, uno de los rasgos definitorios del pensamiento moderno es la primaca del modelo cientfico natural, lo que dio lugar a que el concepto de verdad haya cado bajo el monopolio del mtodo cientfico. En otras palabras, slo merecera el calificativo de verdadero aquello que se ajuste a los procedimientos de verificacin propios de las ciencias (Muoz, 2003, 3), excluyendo una serie de realidades fundamentales para el ser humano: los valores, los fines, el mundo de la tica, etc. Siendo as, la racionalidad cientfica que pregona la epistemologa es insuficiente por su carcter formal, por su carcter hipottico-deductiva y porque no racionaliza sus fines, es decir, las hiptesis.

La propuesta de la hermenutica no se centra, entonces, en un procedimiento axiomtico propio de las racionalidades cientficas, sino que busca problematizar sus propios fines, esto es, la dialctica de las hiptesis, situacin planteada ya en los Tpicos de Aristteles. Berti afirma que: Si se entiende como cuestionamiento radical, la filosofa no puede aceptar, a propsito de s misma, un discurso hipottico, y no porque aspire a lo no hipottico en el sentido de lo axiomtico, es decir de la racionalidad cientfica clsica, sino porque aspira a lo no hipottico en el sentido de lo problemtico. Valindonos an de ejemplos antiguos, la lgica que la filosofa requiere no es la lgica que Aristteles teoriza en los Analticos posteriores, es decir, una lgica axiomtico-deductiva, tpica de la matemtica entendida como ciencia real, sino que la que teorizan los Tpicos, es decir, la discusin dialctica de las hiptesis, como continuacin de la crtica de la matemtica sostenida por Platn en la Repblica (1994, 37).

Esta crtica de la hermenutica a las racionalidades cientficas caracterizada por un rechazo a la verdad como correspondencia y por un rechazo a las representaciones que se forman de la realidad, muestra que existe una racionalidad alterna, es decir, la hermenutica es una forma de racionalidad ubicada en la conciencia radical que sta posee de la interpretacin. As pues, la hermenutica rechaza actitudes como el fanatismo, la fe ciega y la violencia (Cf. 1994, 38) que son originadas en las racionalidades cientficas clsicas y representan lo contrario de la actitud hermenutica.

De acuerdo con lo anterior, hay que dejar sentada la importancia de la dialctica como racionalidad argumentativa y alterna, y es Gadamer quien, dentro de los hermeneutas, mejor trabaja el tema. l desarrolla en el apartado II del captulo II de Verdad y Mtodo el tema de la estructura lgica que caracteriza la conciencia hermenutica, es decir, la lgica de la pregunta y respuesta, cuyas races se encuentran histricamente en la dialctica platnica. La primaca, no obstante, se encuentra en la pregunta que es la encargada generar respuestas que ayuden a iluminar una situacin, segn la alternativa del as o as no. Es claro que en toda experiencia est presupuesta la estructura de la pregunta. No se hacen experiencias sin la actividad del preguntar (1977, 439). Berti, adems, est seguro que para Gadamer, como tambin para Platn (o, mejor, para Scrates), la pregunta es una pregunta por una esencia (por un qu es?), comprende siempre los dos aspectos del juicio, el s y el no, es decir, dice Gadamer siguiendo a Platn, los contrarios (mas se podra decir los contradictorios) (1994, 42).

Indudablemente, la racionalidad que pretende demostrar la hermenutica est caracterizada por la pregunta en donde yace la autntica argumentacin, pues all salen a la luz los diferentes argumentos que permiten, para decirlo de entrada, ms que el disenso, el acuerdo. Ahora bien, hablar de la pregunta significa hablar del dilogo, luego la estructura lgica de la experiencia hermenutica es el dilogo. En efecto, en el dilogo se da esa participacin personal de los dos interlocutores (1994, 42) y all se realiza la integracin de las opiniones, en palabras de Gadamer, la fusin de horizontes, considerada sta como la finalidad de la hermenutica. Por esta razn, la dialctica es concebida como el arte de conducir un dilogo, pues la dialctica de pregunta y respuesta [] hace que la comprensin resulte como una relacin recproca del tipo de un dilogo (1994, 42-43).

El intercambio de los puntos de vista es lo que permite que haya una orientacin especfica hacia el conocimiento, hacia el saber, que se construye a travs del reconocimiento del otro y en especial porque el otro puede tener la razn en una conversacin. Gadamer resea al respecto que:

La conversacin es un proceso por el que se busca llegar a un acuerdo. Forma parte de toda verdadera conversacin el atender realmente al otro, dejar valer sus puntos de vista y ponerse en su lugar, no en el sentido de que se le quiera entender como la individualidad que es, pero s en el de que se intenta entender lo que dice. Lo que se trata de recoger es el derecho objetivo de su opinin a travs del cual podremos ambos llegar a ponernos de acuerdo en la cosa. Por lo tanto no referimos su opinin a su persona sino al propio opinar y entender (1977, 463).

Para que surja este saber es de vital importancia para la racionalidad hermenutica preguntar con sentido, con un horizonte claro y para poder preguntar hay que querer saber, es decir, admitir con toda franqueza que no se sabe. Y en el intercambio cuasicmico de preguntas y respuestas, de saber y no saber que muestra Platn, se puede reconocer que para todo conocimiento y discurso que quiera conocer el contenido de las cosas la pregunta va por delante. Una conversacin que quiera llegar a explicar una cosa tiene que empezar por quebrantar esta cosa a travs de una pregunta (1977, 440). En ese orden de ideas preguntar quiere decir abrir algo, abrir la cosa que se quiere tematizar. Berti seala que Gadamer elabora una descripcin del procedimiento que Platn denominaba elenchos. Aquel significa que se dirime una contraposicin entre respuestas contradictorias entre s, esto es, por medio de la refutacin se demuestra una de dos respuestas, lo cual da lugar a un saber. Por eso, la decisin de una pregunta es el camino hacia el saber. Y esta decisin se toma porque predominan los argumentos a favor de una posibilidad y en contra de la otra; pero tampoco esto es el conocimiento completo. La cosa misma slo llega a saberse cuando se resuelven las instancias contrarias y se penetra de lleno en la falsedad de los contraargumentos (1977, 442).

Sin embargo este arte, en un sentido abierto de la palabra, no es el arte de ganar a todo el mundo en la argumentacin como pretende incluso la retrica de Aristteles, pues no se trata de seguir una estructura lgica fuerte de un asunto, sino dejarse llevar por la lgica del dilogo que penetra incluso la falsedad de algunos argumentos. De ah que para Gadamer el saber quiere decir entrar al mismo tiempo en lo contario. En esto consiste su superioridad frente al dejarse llevar por la opinin, en que sabe pensar las posibilidades como posibilidades. El saber es fundamental dialctico. Slo puede poseer algn saber el que tiene preguntas, pero las preguntas comprenden siempre la oposicin del s y el no, del as y de otro modo (1977, 442). Esto quiere decir que la dialctica como arte de preguntar slo adquiere un sentido autntico cuando es capaz de mantener su orientacin abierta, pues el arte de preguntar es el arte de conservar, de conducir de forma dialgica la misma pregunta y aquello se traduce como el arte de pensar. Se llama, precisamente, dialctica el arte, no en el sentido de tcnica, de llevar una autntica conversacin cuya importancia radica en nunca dejarse cerrar. As, llevar una conversacin desde la lgica dialctica no es aplastar al otro con argumentos, como recuerda Gadamer, sino tratar de sopesar, poner en balanza, el posible peso objetivo de la opinin que es diferente a la ma. De ah que no se refiere a aquel arte de hablar y argumentar que es capaz de hacer fuerte una causa dbil, sino al arte de pensar que es capaz de reforzar lo dicho desde la cosa misma (1977, 445)

Pero no slo en la dialctica platnica se puede encontrar la fundamentacin de la racionalidad hermenutica, sino tambin en la dialctica aristotlica. Hay un reconocimiento de parte del mismo Gadamer sobre la primaca de la pregunta en la dialctica aristotlica y siguiendo a Berti, no se subordina sta meramente a la instancia del conocimiento. En consecuencia, lo que en Aristteles podra parecer una degradacin de la dialctica no es otra cosa que una distincin entre sus empleos posibles: puramente gimnstico, pblico (poltico, o judicial) y propiamente filosfico. A este ltimo Aristteles le asigna nada menos que la tarea de establecer los principios de las ciencias, es decir, de poner en cuestin aquellas hiptesis que la racionalidad cientfica asume, sin discusin, como si fueran verdades (1994, 45). Por tanto, hay un empleo filosfico de la dialctica en el mismo Aristteles, que tiene la misma fuerza que en Platn, y que no prescinde del recurso al asentimiento y la aspiracin a una integracin. Esto se ve con claridad cuando Aristteles propone en los Tpicos el uso de la dialctica y para su desarrollo emplea opiniones plausibles, esto es, ndoxas, las cuales son opiniones reconocidas que se contraponen a los principios que son autoevidentes y que por lo regular son usados en los silogismos apodcticos de razonamiento demostrativos. No en vano, Berti afirma:

En efecto, nadie se atrevera, en el curso de una discusin dialctica, a negar un ndoxon, so pena de verse expuesto al ridculo ante los ojos del auditorio y de verse negado al reconocimiento de la validez de la propia argumentacin. Slo que los ndoxa, an sirviendo de premisas prcticamente innegables, no se consideran principios, es decir, verdades evidentes e incontrovertibles sino que mantienen la argumentacin dialctica en un contexto histrico, pblico, de participacin. La bsqueda de la integracin, por ltimo, resulta evidente por la tpica tendencia aristotlica a no tomar nunca partido, en forma tajante, por una u otra tesis en conflicto sino a buscar siempre una mediacin entre ellas (1994, 46).

Segn lo expresado, se puede afirmar que la hermenutica tambin se acerca a la dialctica aristotlica porque tiene como centro la conversacin, la primaca de la pregunta en donde da lugar la amplitud del horizonte de comprensin de toda cosa, al contrario de su misma retrica que si est subordinada a la captacin de un conocimiento concreto y evidente, es decir, la retrica pretende a travs del anlisis y la argumentacin llegar a la verdadera episteme[footnoteRef:1], aunque la dialctica sea su misma base. La dialctica por su parte est siempre necesitada de la refutacin, de la confutacin, del dilogo, ella tiene una necesidad absoluta del asentimiento, cuestin que no sucede con la retrica. [1: Para ver un anlisis detallado de las formas de la argumentacin es importante consultar: PERELMAN, Chaim. El imperio de lo retrico, editorial Norma, Bogot.]

2. EL LENGUAJE COMO MEDIO DE LA EXPERIENCIA DIALCTICA

"El lenguaje es el medio de la experiencia hermenutica"(1977, 461).

Anteriormente, se deca que la dialctica representa la estructura lgica de la racionalidad hermenutica, ahora es necesario abordar el tema del lenguaje, pues es all donde se puede subrayar el carcter lingstico de la experiencia hermenutica que posibilita el despliegue de la mencionada dialctica. Se seguir, por ende, el hilo conductor del lenguaje en este apartado. La hermenutica de Gadamer abarca muchos aspectos relevantes que pretenden dar razn, fundamentalmente, de la comprensin y el entender del ser humano. Lo que busca el hombre es comprender, y ese nivel ya est dado ontolgicamente, adems de darle sentido a su existencia; por eso, para Gadamer la comprensin no es uno de los modos del comportamiento del sujeto, sino su propio modo de ser. El fenmeno hermenutico est directamente relacionado como ese modo de ser del estar ah del hombre; en consecuencia, la tarea fundamental de Gadamer no es tanto discutir acerca de una teora general de la interpretacin y una doctrina diferencial de sus mtodos, sino rastrear y mostrar lo que es comn a toda manera de comprender: que la comprensin no es nunca un comportamiento subjetivo respecto a un objeto dado, sino que pertenece a la historia efectual, esto es, al ser de lo que se comprende (1977, 13-14). De modo que es el lenguaje el que permite desarrollar dicha experiencia de comprensin en Gadamer; por medio de ste, el hombre entiende todo el acontecer de la historia en experiencias del mundo que se hacen para acceder a verdades distintas respecto al mtodo cientfico.

Toda esa experiencia de sentido que ofrece la hermenutica y que tiene lugar en la comprensin conlleva tambin un momento de aplicacin. Gadamer considera que todo el proceso del fenmeno hermenutico es lingstico. No en vano la verdadera problemtica de la comprensin y el intento de dominarla por arte -el tema de la hermenutica- pertenece tradicionalmente al mbito de la gramtica y de la retrica. El lenguaje es el medio en el que se realiza el acuerdo de los interlocutores y el consenso sobre la cosa (1977, 462).

De ah que este escrito tenga como propsito dirigirse al tema del lenguaje a partir del dilogo como base y horizonte de la experiencia hermenutica, en otras palabras, al carcter dialgico del lenguaje como lugar propio de la argumentacin y racionalidad hermenutica. Este carcter es una insinuacin de entrada porque es una propuesta que critica, de forma general, el predominio de la lgica proposicional en la Filosofa Occidental, cuya pretensin es fijar el lenguaje en enunciados estrechamente formales, lo cual se constituye en una concepcin reducida del mbito de apertura del mismo lenguaje. Por tal motivo, Gadamer recuerda, y en consonancia con lo que crea Heidegger que, la construccin de la lgica sobre la proposicin es una de las decisiones de la cultura Occidental que tuvo las consecuencias ms graves (Grondin, 2002, 187). Por ello, una de las tareas de la hermenutica dialgica es la oposicin radical a esa concepcin del lenguaje; de ah que para Gadamer el lenguaje no se realiza por medio de proposiciones, sino como un autntico dilogo. En este sentido se comprende que la proposicin nunca puede separarse de su contexto motivacional, histrico, pblico, esto es, del mismo dilogo, dado que sta, la proposicin, est inserta en el dilogo, en la conversacin, y adquiere sentido precisamente all; incluso, se puede deducir que la proposicin es una proposicin que no hallamos en la vida de una lengua. Ella adquiere su sentido no en s misma, sino en el contexto de un mundo simblico.

Entender el lenguaje no se simplifica o reduce a la comprensin intelectual de un contenido objetivable y aislado por parte de un sujeto; por el contrario, es como el mismo Gadamer lo desarrolla, el resultado de la pertenencia a una tradicin, de una historia efectual, es decir, del logos atravesado en la historia como nico lugar desde donde el enunciado adquiere su consistencia y cobra sentido para todos. Por lo tanto, en esta consideracin del lenguaje que es dilogo y del dilogo que es lenguaje se ve realizada la esfera del mbito existencial del mismo hombre; adems, se pone en el escenario una de las crticas de Gadamer contra el privilegio de lo metdico, es decir, contra la lgica proposicional que comprende el entender como un disponer de algo para representar la realidad. En Gadamer el lenguaje, la dialctica va a estar dirigida bajo la lgica de la pregunta y la respuesta[footnoteRef:2], a la cual ya se haca alusin en el primer apartado, donde se concibe el entender como una participacin en un sentido, en una tradicin y, finalmente, en un dilogo. En el dilogo gadameriano no hay proposiciones, sino preguntas y respuestas que a su vez suscitan nuevas preguntas que conllevan a sumergirnos en mundos distintos, en la fusin de horizontes[footnoteRef:3] que se obtiene a travs del dilogo entre la tradicin y lo nuevo. As, Gadamer presenta el lenguaje como horizonte de una ontologa hermenutica y afirma que el hecho mismo de que los hombres tengan un mundo se funda en el lenguaje (1994, 49). Esta a su vez es la diferencia que plantea la hermenutica de Gadamer con respecto a la dialctica de Platn y Aristteles. [2: Gadamer llama muy acertadamente a este punto el horizonte del preguntar donde tambin se sita la experiencia hermenutica que a la vez se encuentra en el marco del cual se determina la orientacin de sentido del texto (1977, 447). ] [3: El mismo Gadamer afirma que la fusin tiene lugar constantemente en el dominio de la tradicin; pues en ella lo viejo y lo nuevo crecen siempre juntos hacia una validez llena de vida, sin que lo uno ni lo otro lleguen a destacarse explcitamente por s mismos (ibd., 377), es decir, que la fusin de horizonte trata de recuperar los conceptos de un pasado histrico con los de un presente que contengan al mismo tiempo el propio concebir para dar una nueva interpretacin.]

De este anlisis se puede construir una posible reflexin del crculo hermenutico, lugar donde se enmarca toda esta problemtica. La comprensin y la interpretacin son un crculo que se intenta cerrar, pero se abre dialcticamente por la lgica de la pregunta y la respuesta. Este crculo de desenvuelve y se escapa a determinaciones lgicas formales por medio del lenguaje en una conversacin donde no existen parmetros de tipo matemtico, los cuales impediran la fluidez del interpretar. Al respecto Gadamer Seala lo que Heidegger escribe sobre el crculo hermenutico:

El crculo no debe ser degradado a crculo vicioso, ni siquiera a uno permisible. En l yace una posibilidad positiva del conocimiento ms originario, que por supuesto slo se comprende realmente cuando la interpretacin ha comprendido que su tarea primera, ltima y constante consiste en no dejarse imponer nunca por ocurrencias propias o por conceptos populares ni la posicin, ni la previsin, ni la anticipacin, sino en asegurar la elaboracin del tema cientfico desde la cosa misma (1977, 332).

Por lo tanto, lo que pretende Gadamer al retomar a Heidegger en su fundamentacin sobre el crculo hermenutico es describir la forma de aquella comprensin que est vincula a la interpretacin; con esto, la idea de crculo hermenutico posee, tanto en Gadamer como en Heidegger, un sentido ontolgico positivo. Es decir, la comprensin y la interpretacin han dejado de ser algo meramente instrumental para convertirse en un arraigado fundamento de toda experiencia humana. Por eso, tambin se puede afirmar que la comprensin y la interpretacin son momentos hermenuticos eminentemente originados en la dialctica que requiere como medio del lenguaje.

La comprensin y la interpretacin es lengujica, es puro lenguaje, en el sentido que estos momentos estn incluidos por las palabras que los hacen posibles y los renuevan siempre que hay un encuentro con un texto o con un interlocutor. En esta medida el lenguaje es la base y el horizonte universal en donde se realiza toda comprensin mediada por la interpretacin; de ah que la unidad indisoluble de pensamiento y de lenguaje se da hermenuticamente como unidad de comprensin e interpretacin (1977, 483). No es ste el elemento original de la teora de la interpretacin del filsofo alemn?

El ncleo de la filosofa hermenutica en Gadamer est centrado en que el comprender es siempre el proceso de fusin de estos presuntos horizontes para s mismos (1977, 377). Este ncleo adquiere su respectiva universalidad por medio del Verbum interius, en la palabra interior, que no es pronunciada, pero que resuena en toda la expresin del lenguaje, del dilogo. La palabra interior no significa otra cosa que este dilogo; en otras palabras, es el mismo arraigo del lenguaje en nuestra existencia interrogativa y cuestionable por s misma, es decir, un dilogo que ninguna proposicin[footnoteRef:4] puede imitar. Sin duda, en la interpretacin de un texto, el intrprete se abre a un dilogo, el texto se expresa, responde a las propias inquietudes y formula tambin sus interrogantes. Ese dilogo que puede no tener fin, tambin debe entenderse como acabado en cierto sentido cuando, intrprete y texto, alcanzan la cuestin de las cosas y sta los integra en una verdad siempre referida a las inquietudes de quien hace la experiencia hermenutica y de la obra, sujeto de la hermenutica. [4: Entendida la proposicin desde el sentido que le otorgan la ciencias positivas y la filosofa del lenguaje de corte formalista.]

Como se mencion arriba, otro de los grandes temas que elabora Gadamer para desarrollar la estructura lgica de su hermenutica filosfica es el dilogo. Vale la pena sealar que en esta instancia la comprensin para nuestro autor es un acto lingstico mediado por el dilogo.

3. DILOGO E INTERPRETACIN

En este tercer apartado se analizar la importancia que tiene el dilogo en el marco de la misma comprensin e interpretacin, seguir, entonces siendo el dilogo el hilo que conduce este escrito hasta el final.

Todos los seres humanos estamos dotados del lenguaje, por ello somos seres que dialogamos, conversamos, nos ponemos de acuerdo y desacuerdo. Lo anterior es lo que nos distingue, concretamente, de los animales, pues poseemos logos, palabra, y sta se constituye como el horizonte donde todos aunamos experiencias de vida. El desarrollo humano, como lo seala Gadamer, no se da gracias a la construccin exclusiva de conceptos o a la invencin de frmulas para el supuesto progreso; se ha dado y se da gracias a que poseemos lenguaje: El hombre es tal en tanto que posee lenguaje, diferente por ejemplo de los llamados de celo y de la advertencia de los pjaros (...) Los seres humanos, en cambio, deben construir con los dems un mundo comn por medio del intercambio permanente que se produce en la conversacin (Gadamer, 2001, 152).

En este sentido lenguaje y dilogo, constituyen el ncleo fundamental del desarrollo humano, pues apuntan a la bsqueda del sentido de vida, de un interpretarse permanentemente. Aqu lo que se quiere dejar en un segundo plano es la concepcin del desarrollo humano entendido como progreso econmico y tecnolgico que, hoy por hoy, pregonan nuestras sociedades contemporneas. Es, precisamente, la experiencia del otro la que est por encima de cualquier avance y ella se realiza por medio del lenguaje, del dilogo, de la conversacin. Adems, Gadamer resalta que nuestro ser es un ser en relacin a otro, y no simplemente ser con (citado por Fernndez, 2006, 59), pues la conciencia de cada ser est abierta, es decir, posee una apertura al mundo y a los dems hombres, y ellos constituyen una parte del horizonte de sentido al cual todos debemos llegar. El sentido del ser para Gadamer depende de la relacin con el otro. As, pues, la experiencia del mundo es ya desde el principio experiencia de los dems, experiencia de la alteridad en la conversacin (2006, 60).

En consecuencia, los hombres por medio del lenguaje nos convertimos en constructores de lo que somos, no en vano existe la cultura y la civilizacin humana; la civilizacin no es animal. Por medio del dilogo se alcanza la comprensin y ella nos conduce, de alguna manera, a los acuerdos. El dilogo que propone Gadamer se renueva gracias a la interpretacin, a la divergencia, a la confrontacin y a la renovacin de nuestros puntos de vista. Desde esta perspectiva se realiza la vida social y se construye una comunidad del dilogo. De esta manera, el mundo ya no se constituye como un componente meramente extrao, dominado por lo cientfico, sino que se convierte en una tarea comn, pues estamos insertos en el lenguaje, en comunidades de dilogo que dan sentido a la historia y, por lo tanto, a la vida. De esta forma lo expresa Gadamer en su obra central: El mundo es el suelo comn, no hollado por nadie y reconocido por todos, que une a todos los que hablan entre s. Todas las formas de la comunidad de vida humana son formas de comunidad lingstica, ms an, hacen lenguaje. Pues el lenguaje es por su esencia el lenguaje de la conversacin. Slo adquiere su realidad en la realizacin del mutuo entendimiento (1977, 535) -as lo hagan en lenguas diversas-, es decir, la diversidad no es impedimento para la comprensin y los acuerdos, al contrario, es lo que permite entablar el dilogo y crear cultura. Esta idea es clave para comprender el problema del dilogo dentro de los asuntos prcticos de la vida, la cual servir de referente para seguir desarrollando la idea de que lo que nos constituye como seres humanos es el lenguaje y el dilogo. ste se abre a todos los campos de la vida y del saber, en nuestro caso al hecho de dialogar en filosofa: el lenguaje nace y vive en la conversacin y representa la mejor forma de hacer y construir sociedad y cultura.

La linguisticidad[footnoteRef:5] es lo que permite establecer la relacin entre comprensin e interpretacin, este fenmeno es tan inquietante que se encuentra ontolgicamente en la condicin humana, es decir, en su impresionante cercana habitamos y vivimos; en otras palabras, nuestro mundo adquiere sentido a travs del lenguaje. En consecuencia, la hermenutica nunca podr apartarse del mundo del lenguaje, pues es su fundamento. [5: Por linguisticidad entiende l nicamente el esfuerzo de nuestro finitud encaminado al lenguaje, es decir, a una comprensin: un esfuerzo que conoce muy bien los lmites de los correspondientes enunciados. Se piensa en la virtualidad del entender lingstico, es decir, en la posibilidad siempre abierta, aunque no siempre realizada, de nuestro accin de comprender, a la que hay que prestar obediencia () Aqu conviene recordar las enseanzas de la obra de arte en Gadamer: la obra de arte, como enunciado que es, requiere una respuesta. Esta interpelacin, segn Gadamer, es lenguaje o, mejor dicho, es linguisticidad y, por cierto, en el mismo sentido en que un gesto, una mirada o un silencio pueden ser una pregunta. Vase: GRONDIN. Jean. Introduccin a Gadamer. Barcelona: Herder, 2003, p. 195-196. Por su parte, Heidegger, nos recuerda que el hombre va siempre en esa direccin, va de camino al lenguaje y, por ende, es imposible apartarnos de su presencia. Desde el Dilogo que nosotros mismos somos intentaremos, pues, acercarnos a las tinieblas del lenguaje (Gadamer, 1977, 457).]

Gadamer quera acercarse a esa imagen del lenguaje que es oscura, que inspira inseguridad, o mejor, por decirlo as, a la selva del lenguaje mismo. Con el fin de encontrar una posibilidad para la hermenutica del estado de yecto[footnoteRef:6], su intencin es recordar a la conciencia aquello que precede a toda conciencia y la hace posible. En ese objetivo, Heidegger es una figura clave en el pensamiento de Gadamer, se recuerda que expresiones como el giro ontolgico, el ser que puede ser entendido, es lenguaje, Gadamer las retoma del pensamiento Heideggeriano y las ampla dndoles un enfoque hermenutico. Enfoque que Heidegger haba olvidado por adentrarse al misterio del lenguaje; (Heidegger) prefiri mirarlo en su esencia seminal como un lenguaje potico, en donde el don del ser se manifiesta en l y despus como un medio se devela a los pensadores y poetas. Al respecto citemos lo que escribe Grondin en su libro Introduccin a Gadamer: La hermenutica de Gadamer sobre la linguisticidad pone de manifiesto que el giro heideggeriano hacia el lenguaje era quizs, por su parte, un retorno a la visin primigenia a la hermenutica de la del estado de yecto (Grondin, 2003, 192). [6: Es decir, a una hermenutica donde la condicin del hombre es la de llegar a ser proyecto, pues est arrojado en el mundo.]

El lenguaje, por lo tanto, es el elemento originario de ese estado de yecto, en el cual nosotros estamos abiertos al mundo o estamos ah arrojados en l, como lo describe Heidegger. No en vano se habla de que el lenguaje es la apertura del ser, y cuando hablamos de apertura nos referimos a lo primero en lo que se manifiesta el ser, el ser ah, primordialmente. Gadamer, en otras palabras, lo que hizo fue proyectar su hermenutica al problema de la linguisticidad, y en este sentido, a una hermenutica donde la condicin del hombre es la de llegar a ser proyecto, pues, est arrojado en el mundo. Por lo tanto, la linguisticidad determina al objeto y a la realizacin del entender de ese objeto. Entender se concibe como aplicacin, esto es, se entiende la cosa en la medida que se es capaz de comprender el sentido de lo que ha de interpretarse, y lo comprendido se puede expresar a travs del lenguaje.

La realizacin del entender se puede comprender como un traducir: Entender quiere decir poder traducir en cierto modo a mis propias palabras un sentido que, por principio, es lingstico (Grondin, 2003, p. 193). Gadamer subraya que la funcin de la traduccin es un proceso dialgico, en donde los elementos hermenuticos de la comprensin y el entender salen a flote. El dilogo es, por antonomasia, la clave fundamental de la hermenutica lingstica de Gadamer.

A pesar de que el intrprete de un texto no alcance el sentido originario de las palabras, se debe insistir en que ninguno, ni ningn libro puede decir nada si no habla un lenguaje que alcance al otro. Esto significa que el texto y cada persona deben hablarnos, deben decirnos algo, y esto slo se obtiene en la relacin dialgica entre el intrprete y el texto y en la capacidad del autor de expresar sus pensamientos. Esta relacin se halla al servicio de la cosa misma del texto, no del intrprete, porque es el intrprete quien le confiere diferentes tonalidades al texto; por esta razn Gadamer resalta: El intrprete no sabe que en su interpretacin se trae consigo a s mismo, con sus propios conceptos (1977, 484). En sntesis, se puede afirmar, que siempre es la cosa misma la que lingsticamente se da a comprender, pero en virtud de una aplicacin o mediacin, sin duda, la interpretacin se convierte en un dilogo con el texto y con la cosa misma del texto.

A lo expuesto hay que hacerle una acotacin que, segn Gadamer, nos llevar a comprender la dialctica misma de la pregunta y respuesta. El dilogo posee cierta autonoma; dado que all es la cosa la que se afirma, los interlocutores no son, propiamente, los que dirigen y manipulan el dilogo, sino que son los dirigidos; por consiguiente, lo que ha de entenderse con esto es que existe en la linguisticidad, que revela el objeto hermenutico, toda una estructura lingstica de sentido y busca que el entender se efecte lingsticamente, esto es, el entendimiento se realiza a travs del lenguaje. La linguisticidad es el esfuerzo de nuestra finitud encaminado hacia el lenguaje, en ltimas, a una comprensin. Todo discurrir humano -afirma Gadamer- es finito en el sentido de que en l siempre se halla una infinidad de sentido para desarrollar e interpretar. Por ello el fenmeno hermenutico se puede entender slo a partir de esa finitud fundamental del ser, que est estructuralmente ligada con el lenguaje (1994, 52. De esta manera, se puede pensar en la virtualidad del entender lingstico, que no es ms que una posibilidad siempre abierta, siempre arrojada, aunque no siempre decantada, realizada, de nuestra accin de comprender.

Sin duda, el objetivo es analizar ese acceso del lenguaje en el que se anuncia un todo de sentido. El acceso de sentido por medio del lenguaje es a lo que apunta una estructura universal-ontolgica. Este matiz se encuentra fundamentado principalmente en la frase de Gadamer que retoma de su maestro: El ser que puede ser comprendido es lenguaje (1977, 567). Esto quiere decir que el fenmeno hermenutico devuelve su propia universalidad a la constitucin ntica de lo comprendido, y sta a su vez hace partcipe al lenguaje cuando determina su sentido universal y, sobre todo, cuando entiende su propio arquetipo desde la actividad interpretativa.

nicamente en la medida que somos capaces de expresar lingsticamente algo, entendemos una pequea fraccin del ser, an entendindolo no podemos agotar todo lo que el ser quiere decir. Por consiguiente, la experiencia de los lmites de la linguisticidad constituye seguramente el fundamento de la concepcin hermenutica del lenguaje (Grondin, 2003, 197). Segn eso, se puede interpretar que hay muchas cosas que no podemos entender. Comprender el lenguaje y la linguisticidad nos sugiere ya el mbito de la incomprensibilidad, pues desde la condicin humana todo posee lmites para el conocimiento. As el lenguaje en s mismo no los posea. De esta forma, tambin se permite aclarar la siguiente afirmacin de Heidegger en la obra Ser y Tiempo: El ser en el mundo con familiaridad y aquietamiento es un modo de la inhospitalidad del ser ah, no a la inversa (1998, 210). Esto significa que al estado de yecto, de este ser en el mundo le corresponde un lenguaje que slo hace posible la comprensin de algo de ser, y que sustrae l mismo (el ser) a la comprensibilidad, dado que est tan agrestemente cerca de nosotros; por lo tanto, la familiaridad del ser es al mismo tiempo la lejana. Gadamer hace un intento por acercar ese lenguaje a la vida, a la experiencia del mundo, del ser humano concreto, a esa familiaridad que en ocasiones se hace distante. Primordialmente, dicha familiaridad con el lenguaje, Gadamer la hace a partir de la lengua materna. El lenguaje, en ese sentido, aparece como el elemento civilizador del entendimiento y de la familiaridad misma. Pero, aunque esa cercana que plantea Gadamer sea cierta, slo se puede hablar de familiaridad cuando est presente lo inhspito.

Finalmente, el lenguaje siempre tiene vas que no podemos alcanzar con nuestro entender, de ah que debemos interpretar en la misma experiencia del lenguaje, porque hay algo que siempre se nos escapa. Pero la linguisticidad, bajo la concepcin de Gadamer, seguir siendo el fundamento de todo comprender e interpretar, por obsoleto que esto suene; y la linguisticidad ha de ser reanimada como campo y horizonte de la filosofa, dado que la tradicin Occidental se ha caracterizado por el olvido del lenguaje. En este medio se puede hacer la verdadera experiencia hermenutica, pues, es all donde el hombre puede encontrar el elemento que est a la base de toda comprensin ontolgica, el dilogo, que, desde la antiguedad ha sido una de las vas de nuestro filosofar. Pero a la vez es uno de los modos de ser del hombre, esto es, por el dilogo el hombre se constituye en la condicin original que permite abrir los horizontes de comprensin del ser humano y con stos de las comunidades, por eso, la hermenutica es la filosofa ms prctica de todas, en ella se encuentra el horizonte reconciliador de nuestras sociedades y de nuestra existencia. Se forma, como se quiere explicar, un autntico dilogo filosfico.

Es conveniente suscribir este momento de este escrito con las palabras que recoge el mismo Gadamer al final del primer volumen de Verdad y Mtodo, y que en ltimas sintetiza la tarea fundamental de un hombre que se deja orientar por el camino de la hermenutica y del lenguaje que es dilogo: Pero corto aqu. El dilogo que est en curso se sustrae a cualquier fijacin. Mal hermeneuta el que crea que puede o debe quedarse con la ltima palabra (1977, 673). El lenguaje, entonces, se convierte para cada uno de nosotros en el medio eficaz para toda realizacin de una experiencia hermenutica autntica, dadora de sentido, generadora de una experiencia enriquecedora de la vida. Gadamer denomin toda su experiencia con la hermenutica como una filosofa prctica que est centrada en el dilogo, cuyo inters radica en que es el modo propio de la racionalidad pregonada por la misma hermenutica.

Bibliografa

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