Situacion de Derechos en Africa. Democracia y Derechos Humanos

DEMOCRACIA Y DERECHOS HUMANOS: SITUACIÓN DE ÁFRICA.

Consejo de Derechos Humanos

No se debe confundir el origen democrático de un régimen con el funcionamiento democrático del Estado. Hay en nuestra región gobiernos

que se valen de los resultados electorales para justificar su deseo de restringir libertades individuales y perseguir a sus adversarios. Se valen de un mecanismo democrático, para subvertir las bases de la democracia. Un

verdadero demócrata, si no tiene oposición, debe crearla. Demuestra su éxito en los frutos de su trabajo, y no en el producto de sus represalias. Demuestra su poder abriendo hospitales, caminos y universidades, y no

coartando la libertad de opinión y expresión. Un verdadero demócrata demuestra su energía combatiendo la pobreza, la ignorancia y la

inseguridad ciudadana y no imperios extranjeros, conspiraciones secretas e invasiones imaginarias.

(Oscar Arias, Premio Nobel de la Paz 1987)

Introducción

El vocablo democracia deriva del griego “demos” (pueblo) y “kratos” (gobierno o autoridad) y significa gobierno o autoridad del pueblo.

De allí que en sentido estricto se defina a la democracia como una forma de gobierno, de organización del Estado, cuya característica principal es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, es decir, en el pueblo; por lo que (en el caso de la democracia indirecta, que es la predominante en la actualidad) es éste, a través del sufragio u otros mecanismos de participación, quien toma las decisiones colectivas; como por ejemplo: elegir a sus representantes. En este caso, es también el pueblo quien puede cambiar o ratificar a estas mismas autoridades en las siguientes elecciones populares.

Cómo sabemos, el hecho de que en un país se vote no nos permite considerarlo democrático. El voto es importante, pero en un estado democrático deben darse otras condiciones, es decir, que todos los adultos tengan el derecho a votar y no exista ningún tipo de exclusión, que los ciudadanos sean libres y sus derechos estén protegidos por la legislación vigente, que las elecciones sean limpias y sin fraude, que el país esté organizado por leyes sobre la base de una Constitución, etc.

De esta manera, el sistema democrático está sustentado en diversos principios fundamentales que rigen su existencia para lograr todas esas condiciones. Los más importantes son: a) Soberanía popular: soberano deriva del latín y etimológicamente quiere decir "el que está sobre todos". La democracia es autogobierno del pueblo, reconoce que el hombre, ser inteligente y libre, puede regirse por sí mismo mediante los órganos por él instituidos y que no hay persona, Estado u organización con mayor poder que la población misma dentro de ese territorio; b) Igualdad: se trata de una igualdad jurídica. Todos los hombres tienen las mismas oportunidades ante la ley. Es decir, la igualdad de derechos y deberes, y c) Libertad: la democracia reconoce en el hombre que éste nace libre y dotado de inteligencia y voluntad, es el derecho que tiene a obrar por sí mismo sin que

1


nadie pueda forzarlo a obrar en otro sentido, los límites están dados sólo por las leyes.

Democracia y Derechos Humanos

El sexo, la edad, la raza, la religión, la nacionalidad, la profesión, el nivel educativo y económico, son algunas de las características que nos distinguen a unos de otros. Sin embargo, por encima de cualquier diferencia, todas las personas somos iguales en nuestra naturaleza humana; todos pensamos, creamos, amamos, nos relacionamos, etc. Estas capacidades nos diferencian del resto de las criaturas y, por lo tanto, transforman la existencia de los seres humanos en algo especial. Por el solo hecho de ser personas somos merecedores (dignos) de gozar de esas características, que conforman, entonces, la dignidad humana. Así, los derechos humanos (que son propiedad de cada persona por el solo hecho de ser persona) deben respetarse y garantizarse en todos los territorios del mundo.

Pero si bien estos derechos siempre existieron -por estar intrínsecos en la naturaleza humana y ser en consecuencia, inalienables- recién fueron reconocidos durante el siglo XX y su importancia comenzó a conocerse a partir de la redacción de la Declaración de los Derechos Humanos por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas en el año 1948.

De esta manera, lo que en nuestro contexto resulta tan evidente, como lo es la existencia de derechos humanos que deben ser respetados por todos por encima de cualquier interés o motivo, es el resultado de un proceso que comenzó a gestarse en aquella ocasión y cuyas consecuencias y ventajas hoy en día no se manifiestan de igual manera en todas las partes del globo.

Esto se debe a múltiples factores tales como el conocimiento generalizado de la existencia de cada uno de los derechos humanos en la población civil, el desarrollo de políticas públicas destinadas a cubrir las necesidades básicas insatisfechas, la existencia de un espacio en el cual cada habitante pueda desarrollar el propio plan de vida libremente, el acceso a la educación y a los medios de comunicación irrestrictamente, la capacidad de participar en la vida política del propio país, de pensar y opinar sin prohibiciones sobre lo que ocurre en el mismo país y en el mundo, etc.

Así, la existencia o ausencia de estos y otros factores van configurando el estilo de vida de cada nación y la medida en que se respetan o violan los derechos de cada persona. En este sentido, luego de miles de años de intentos, la humanidad ha sabido comprender que un régimen democrático es el entorno más propicio y -de los sistemas hasta ahora conocidos- el único idóneo para lograr la presencia de la mayoría de dichos factores en una sociedad. Consideramos, entonces que la democracia es la piedra angular sobre la cual se estructura el respeto a los derechos de la persona humana y que sin ella, no hay garantía para los ciudadanos de poder gozar de sus derechos, como así tampoco la hay en las pseudo-democracias o aquellas en las que los

2


principios clave de este tipo de regímenes no están totalmente consolidados.1

Es en este sentido que damos tratamiento a la situación particular del África, como región en la que la democracia y el disfrute de los derechos humanos no han logrado afianzarse como estilo de vida ni forma de gobierno.

La situación de África

Desde la década de los 90 se implantaron en varios países del África sistemas políticos pluralistas que lograron introducirse gracias a la necesidad de las sociedades en proceso de transformación, y que desembocaron luego en alternativas políticas pacíficas.

En estos casos, el poco alcance de los cambios en la vida cotidiana de los habitantes y el cinismo de algunos de los nuevos representantes aumentaron la desconfianza de la población en varios países y originaron una nueva ola de disturbios; pero no todas las transiciones tuvieron ese resultado. La pacificación en algunos países desencadenó en la transformación de movimientos guerrilleros en nuevos partidos políticos que aceptan el debate electoral y la decisión de los electores. En otros casos, el regreso al multipartidismo permitió salidas del autoritarismo, que en muchas ocasiones garantizaron a la antigua clase dirigente preservar sus posiciones.

Desde 2006, unos 92 millones de africanos votaron en elecciones presidenciales en 14 países, con una tasa de participación del 68,7%. Sin embargo, estas esperanzas se toparon con algunos obstáculos, ya que la democratización se adoptó sin un modelo teórico ni una reflexión crítica o autónoma sobre el Estado de Derecho, las formas de ciudadanía o las instituciones democráticas.

Así, la denuncia prevalece sobre la aprobación, y la inestabilidad posterior a las elecciones se impone sobre la aplicación de los programas de gobierno. La liberalización política vino de la mano de la responsabilización de los regímenes; de allí el cuestionamiento permanente sobre la regularidad de las elecciones. Además, las campañas electorales ocasionaron un resurgimiento de las divisiones y de los conflictos comunitarios, en un contexto de construcción de identidades nacionales plurales todavía muy frágiles.

El resultado de las urnas expresa más la voluntad del candidato con mayor poderío que la del pueblo, cuyos dirigentes, con el correr del tiempo, son cada vez menos proclives a someterse a control. Se observan entonces nuevas formas de dictaduras, que pasan por democracias pero cuyos recursos estratégicos son idénticos a los de los regímenes autoritarios: violación de las libertades públicas, arresto de adversarios políticos, confiscación de los medios y de los fondos públicos para campañas personales, referendos y censos manipulados. Las dificultades siguen siendo estructurales: el ejército no es neutral, no existe una presión a un nivel

1 “La Onu y los Derechos Humanos”. Centro de Información de Naciones Unidas para la Argentina y el Uruguay (CINU). (En línea) http://www.unic.org.ar/index.php?content=dh/1derechoshumanos.htm

3


superior que apunte a la transparencia de las elecciones y persisten los manoseos constitucionales.2

El rol de la Unión Africana

Así como la Declaración Universal de Derechos Humanos, hay otros instrumentos internacionales que han ampliado y profundizado más la cuestión. Algunos de ellos, a diferencia de la DUDH, imponen obligaciones vinculantes a los estados ratificantes y han dado lugar a la creación de Comités que controlan la observancia de los mismos por parte de los países adheridos (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y sus Protocolos facultativos, Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, etc.)3

Asimismo, en esta materia existen también documentos de menor alcance creados por organismos regionales tales como la Organización de Estados Americanos (Pacto de San José de Costa Rica), la Unión Europea (Carta de los Derechos Fundamentales de la UE) y la Unión Africana (Carta Africana de la Democracia, Elecciones y Gobierno).

La Carta Africana de la Democracia, Elecciones y Gobierno fue adoptada en 2007 y ha constituido el mayor avance en el tratamiento del tema dentro de la UA. Sin embargo, los estados miembros ratificantes al día de la fecha son sólo tres sobre un total de 53 que conforman esta organización, lo cual suscita una real preocupación sobre el compromiso de los países miembros en torno a la cuestión y la profundidad e importancia con que se ha considerado la temática dentro del organismo.

En su primer artículo este documento promueve la adhesión a valores universales, a los principios de la democracia y el respeto a los derechos humanos. Plantea las bases para la conformación de estados democráticos en la región y la consolidación de los ya existentes, fomentando la independencia de los poderes de estado mediante la institucionalización de la administración de justicia, estableciendo garantías para los ciudadanos, proponiendo diversos mecanismos de participación política, como así también rechazando cualquier cambio inconstitucional de gobierno en razón de que atentan contra la estabilidad, desarrollo, seguridad y paz en la región.

Ésta entraría en vigor 30 días después de su publicación, luego de que 15 estados miembros la hubieren ratificado. Hoy, a tres años de su realización, sólo cuenta con la ratificación de Etiopía, Mauritania y Sierra Leona y la firma de 29 de los 53 países de la UA y por tanto, todavía carece de vigencia.4

Además de la conocida falta de aspiración a establecer la democracia por parte de muchos dirigentes africanos, debido a la conveniencia del gobierno de turno de poseer facultades sin enfrentarse a los límites de la ley, de los derechos humanos y demás restricciones que un régimen

2 “Democratización, un largo y sinuoso camino”. África en la encrucijada. El Atlas III. Ed. Le Monde Diplomatique, Buenos Aires, 2009.3 “Derecho Internacional”. Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. (En línea) http://www2.ohchr.org/spanish/law/index.htm.4 Tratados, Convenciones, Protocolos y Cartas de la Unión Africana. (En línea) http://www.africa-union.org/root/au/Documents/Treaties/treaties.htm

4


democrático impone a los gobernantes, es posible pensar que la falta de adhesiones a la Carta Africana de la Democracia se debe también al mecanismo de control que esta establece de manera específica en su artículo 44, donde otorga a la ya existente Comisión Africana de DDHH la facultad de requerir informes periódicos a los estados ratificantes, realizar visitas de control a los territorios en cuestión, aplicar las decisiones tomadas por la UA en caso de que hubiere un cambio inconstitucional de gobierno en el continente, entre otras.

De esta manera, las potestades de la Comisión parecen atemorizar a la mayoría de los estados miembros, quienes al no depositar la ratificación a la Carta quedan desobligados respecto a lo que ésta establece y vinculados a ella únicamente mediante la presión que la comunidad internacional y la opinión pública puedan ejercer. En consecuencia, los habitantes de estos países gozan solo de la garantía que puedan otorgarles la DUDH (que como dijimos es meramente declarativa, no es jurídicamente vinculante) y otros tratados internacionales de DDHH a los que su país haya adherido.

En opinión de algunos analistas, la labor de la UA en este aspecto se ve obstaculizada por la burocracia, la falta de fondos y el hecho de que algunos países miembros están gobernados por presidentes que llegaron al poder a través de golpes de Estado.

Este último parecería ser el motivo político de la negación a comenzar una transformación social con miras a la democracia en la mayoría de los países africanos. Y es por ello que muchos gobernantes han evitado la firma y/o ratificación de la Carta Africana de Democracia, Elecciones y Gobierno, para poner un obstáculo a la UA y evitar mayores avances en esta cuestión. La carta fundacional de la Unión Africana establece que ésta puede imponer sanciones, como prohibiciones de viaje en caso de golpes de Estado, pero el organismo -intentando distanciarse de la Organización para la Unidad Africana (OAU), que había sido criticada por acoger en su seno a dictadores y líderes golpistas- busca obtener consenso para aplicar medidas más drásticas. Esta necesidad se desató a raíz de lo ocurrido en Níger el año pasado, cuando el presidente Tandja se negó a celebrar elecciones, aumentando sus poderes presidenciales en perjuicio del Parlamento y buscando prolongar tres años su mandato, tras lo cual sucedió un nuevo golpe de estado.

De esta manera, hasta que no haya mayor accesión por parte de sus estados miembros, la Unión Africana se enfrentará continuamente a la dificultad de ocuparse de asuntos de seguridad, especialmente de los relativos a golpes de estado y conflictos internos, mientras que los líderes africanos no se adhieran a los instrumentos legales que ellos mismos adoptaron.

Inestabilidad política – Golpes de Estado

Simultáneamente, la situación no ha mostrado significativas mejoras en los hechos, en particular debido a los golpes de estado ocurridos en Mauritania en agosto de 2008, en Guinea Conakry en diciembre de 2008, en Madagascar en marzo de 2009, y en Níger en febrero de este año. Además, por la ola de violencia que estalló en Costa de Marfil en febrero de 2010 generada por los aplazamientos sucesivos de las elecciones presidenciales, el caos postelectoral en Kenya en enero y febrero de 2008 que resulto en la

5


muerte de más de 1,500 personas y los actos de violencia al rededor de las elecciones en Zimbabwe en junio de 2008. 5

El panorama no es calmo y por ende, requiere un mayor compromiso por parte de la comunidad internacional en su conjunto para exigir a los dirigentes africanos la reducción de la violencia partidaria, mayor apertura ante las críticas opositoras, un clima de debate sin sobresaltos y garantías establecidas en una ley suprema o constitución para todos los ciudadanos sin hacer distinciones.

Disparadores

A continuación se desarrollaran cuatro temas con el objetivo de ahondar en la temática tratando algunos de los puntos más controversiales de la problemática.

1. Dependencia y Desarrollo Económico

Primero vale aclarar, cuales son los factores que pueden llevar a una estabilidad económica, y a un nivel de desarrollo favorable; estos pueden ser:

Recursos naturales con interés económico

Recursos tecnológicos.

Recursos energéticos

Un sistema educativo consolidado, abierto e igualitario en oportunidades.

Sistema institucional consolidado.

Sistema de distribución del ingreso equitativo.

El lograr tener estos recursos no implica estrictamente independencia, estabilidad, ni consolidación económica.

Ahora bien, al hablar de dependencia económica nos referimos a una teoría creada por Raúl Prebisch, economista argentino, alrededor de 1940. esta decía que la economía mundial estaba dividida entre el “centro” industrial – Estados Unidos y Europa Occidental – y la “periferia” productora de materias primas. Los términos de intercambio siempre trabajarían en contra de la periferia, lo que significaba que el centro explotaría constantemente a la periferia. Los ricos se harían más ricos y los pobres más pobres. Según esta concepción , el comercio internacional no era una forma de elevar el nivel de vida sino más bien una forma de robo y explotación que las naciones industriales y sus corporaciones multinacionales perpetraban sobre los pueblos en vías de desarrollo. Esta teoría se basa en que, cuando un país exporta materias primas, y luego compra un producto industrializado, lo que esta haciendo es vender una parte del producto que luego otro país le hará algún proceso, o le agregara algún material o lo modificara de alguna manera, para luego vender al país exportador de la materia prima un producto el cual es una manufactura(materia prima mas proceso) mas un valor agregado, así

5 “Índice Universal de los Derechos Humanos sobre los Documentos de las Naciones Unidas”. (En línea) http://www.universalhumanrightsindex.org/es/geographical/2.html

6


generando déficit para el país exportador de materia prima y un ingreso para el exportador de producto industrializado.

Una economía dependiente, por lo general, tiende a ser débil; esto es causa y consecuencia de un mal uso de los recursos; esto nos lleva a un sistema de distribución no equitativo y genera pobreza y desigualdad, de esto nos derivamos a un sistema educativo débil, deserción escolar y analfabetismo; todos estos factores llevan a un debilitamiento institucional, y por ende, a un debilitamiento de la democracia, así no respetando los derechos del ciudadano, falta de garantías por parte del estado (dícese igualdad, libertad, acceso a la justicia, propiedad, educación, salud, a la no discriminación, etc.) todo esto lleva a la violación de los DDHH. Estos factores sumados a una situación de africana en la cual hay enfrentamientos civiles y luchas internas por el poder llevan a la falta del respeto de la dignidad humana y nuevamente a la violación a los DDHH.

Otra forma de ver el mismo aspecto es analizar lo que se denomina neocolonialismo, siendo este el control indirecto que ejercen las antiguas potencias coloniales sobre sus antiguas colonias o, en sentido amplio, los Estados hegemónicos sobre los subdesarrollados. Estos países no disfrutan de una independencia plena, sino que están sometidos a los dictados culturales, políticos, lingüísticos y, especialmente, económicos, de terceros.

Otro aspecto a analizar es la lucha constante por los recursos naturales, generados, a su vez, por la pobreza (entre otros factores), que conllevan a conflictos armados, guerras civiles, resentimiento cultural, etc.

Como podemos ver, la economía de los estados esta íntimamente relacionada a la política. Y así es como, sin una economía fuerte, sin poder lograr una independencia, y sin desarrollarse llevan al no respeto de los DDHH.

Así podemos llegar a la conclusión de que África, a pesar de su independencia política, ocurrida a mediados del siglo XX, éste continua desgarrado por conflictos bélicos. Algunos, cuyas causas son luchas tribales, tienen como consecuencia las limpiezas étnicas, otros se originan en los intereses de los distintos grupos sociales que se enfrentan para dominar el manejo de riquezas; estos conflictos han desembocado en una permanente inestabilidad política, en la cual los golpes militares y los golpes de gobierno son constantes. Los gastos en armamentos desvían los recursos que podrían ayudar a mejorar las condiciones de vida de la población.

2. Corrupción y legitimidad en África

La descolonización africana se llevó en numerosos casos por procesos de negociación, mediante los cuales, los nuevos Estados adoptaron constituciones democráticas similares a las de los países colonizadores, es decir, se dieron un marco institucional que refleja el sistema democrático liberal. Pronto se comprobó que este proyecto era inoperante, pues se fueron estableciendo regímenes militares o sistemas políticos de partido único.

El Estado autoritario, que se implanta en África, es incapaz de llevar a cabo la modernización que se necesitaba, y se fue asentando sobre mecanismos represivos. Como consecuencia de todo ello, se origina en todo el sistema político africano una profunda crisis financiera y de legitimidad política.

7


La política africana sigue luchando por recursos escasos y el Estado africano es el principal instrumento de acumulación, por eso suele estar la lucha por el poder en el centro de los conflictos civiles.

Está cada vez más claro, que los dirigentes africanos eluden cada vez más a la población y en consecuencia se alejan de los procesos democráticos. Se busca más la legitimación de los gobiernos extranjeros y de las instituciones internacionales, la ayuda al desarrollo, el control de los recursos naturales y de la fuerza militar que les permita gobernar para ellos bajo el amparo de una supuesta democracia.

Si el continente africano desea promover procesos democráticos, y los pueblos puedan elegir entre las distintas opciones políticas que en su seno se dan, permitiendo una alternancia, habrá que ayudar mediante recursos económicos a todos los grupos políticos para que puedan desarrollar sus proyectos en un ambiente de libertad.

Con el empobrecimiento económico generalizado de la mayor parte de la población, las prioridades de las personas han cambiado. Los africanos no relacionan procesos democráticos con la reducción de la pobreza, en consecuencia estos procesos llamados democráticos han dejado de ser una prioridad para la mayoría de sus habitantes. Esto está en el origen de la poca participación que se da en las elecciones y que al final solo participen aquellos que realmente se benefician de este sistema y estén interesados en su perpetuación.

La adopción del sistema de partidos no ha resuelto los problemas de convivencia y de desarrollo, pero tampoco lo han conseguido los regímenes militares y los sistemas de partido único, detectándose así un vacío de poder real que va acompañado de factores preocupantes para la convivencia.

Hay un alejamiento cada vez mayor entre poder político y población civil, porque los políticos son incapaces de resolver las necesidades vitales de su pueblo, que se convierten en un caldo de cultivo para la generación y perpetuación en el poder de gobiernos altamente corruptos.

La corrupción es un complejo fenómeno social, político y económico que afecta a todos los países del mundo. En diferentes contextos, la corrupción perjudica a las instituciones democráticas, desacelera el desarrollo económico y contribuye para la inestabilidad política. La corrupción destruye las bases de las instituciones democráticas al distorsionar los procesos electorales, socavando el imperio de la ley y deslegitimando las instituciones. En los últimos años se ha intensificado la preocupación mundial por la corrupción, en especial en África. Se comprueba a diario que socava el desarrollo y profundiza las economías frágiles y en crisis de los Estados africanos.

Al presentar el informe "Indicadores de Desarrollo de África 2010", el Banco Mundial se centra en las malas prácticas por parte de los funcionarios públicos. Esta corrupción "silenciosa" se considera que "es generalizada y se encuentra extendida en África y está teniendo un efecto desproporcionado sobre los pobres, con consecuencias a largo plazo para el desarrollo". Se centra además en que el camino de "la corrupción silenciosa" conduce a una expectativa cada vez más negativa de los sistemas de prestación de servicios. La corrupción silenciosa, aunque de menor tamaño en términos monetarios, se dice que es "especialmente perjudicial para los pobres, que son más vulnerables y más dependientes de los servicios y los sistemas

8


públicos para satisfacer sus necesidades más básicas". "La lucha contra la corrupción silenciosa requerirá una combinación de un liderazgo fuerte y comprometido, políticas e instituciones a nivel sectorial, y - lo más importante - una mayor exigencia a la hora de rendir cuentas y la participación de los ciudadanos".

Reconociendo la necesidad de un instrumento mundial para ayudar a los Estados miembros en la lucha contra la corrupción, la Asamblea General de la ONU aprobó, en 29 de septiembre de 2003, la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción - el primer instrumento jurídico anticorrupción con normas vinculantes a los países signatarios. La Convención ofrece un camino para la creación de una respuesta global a un problema también global. Como guardián de la Convención, la UNODC mantiene un amplio programa para ayudar a los Estados miembros, especialmente los países en desarrollo, a aplicar sus disposiciones. Para ello, promueve la asistencia técnica destinada tanto al sector público cuanto al sector privado.

La Nueva Alianza para el Desarrollo de África (NEPAD) representa la visión y el marco estratégico adoptado por los dirigentes africanos para combatir la pobreza y el subdesarrollo en todo el continente. Sus lineamientos generales fueron acordados inicialmente en la 36ª Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la Organización de la Unidad Africana, celebrada en Argelia en 2000, en la que se encargó a Argelia, Egipto, Nigeria, el Senegal y Sudáfrica que formularan un marco socioeconómico integrado para África. Posteriormente, en Lusaka (Zambia), en julio del 2001 se aprobó oficialmente la NEPAD como marco para el desarrollo del continente. Las prioridades de la NEPAD en África son; La paz y la seguridad, la democracia y una adecuada gestión política, económica y empresarial y la cooperación y la integración regionales

Evidentemente, la corrupción gubernamental en África, es una traba que imposibilita todo desarrollo posible del continente. Mientras no haya democracia, instituciones sólidas y legitimidad política, los derechos humanos seguirán sin hacerse respetar en el continente africano, y mostrará un marcado estancamiento de todos los Estados que lo componen. La corrupción es un conflicto que empeora a todos los demás males en África, por lo que tratarlo es de vital importancia. Los instrumentos internacionales ya existen, y también así las Organizaciones como la Unión Africana que también tiene un gran campo de acción en los conflictos africanos. En África son necesarias instituciones sólidas que sirvan de marco para un progreso del continente y que garanticen el pleno goce de los DDHH.

Jeasn Paul Ngounpande, ex primer ministro de la República Centroafricana critica con dureza a los dirigentes políticos africanos diciendo: “Más de cuarenta años después de la oleada de las independencias de 1960 no podemos seguir imputando la responsabilidad exclusiva de nuestras desgracias al colonialismo o al neocolonialismo de las grandes potencias, a los blancos, a los negociadores extranjeros y no sé a quién más. Hemos de aceptar, de una vez por todas, que somos nosotros los principales culpables. El haber basculado hacia la violencia, el laxismo en la gestión del bien público, el robo a gran escala, el no saber aceptarnos entre etnias y regiones, todo esto tiene causas principalmente endógenas. El admitirlo sería el comienzo de la toma de conciencia y, por tanto, de la sabiduría”.

9


3. Situación de los Refugiados

Para tratar el tema de los refugiados en África, nos es imprescindible preguntarnos primero por las causas que generaron un territorio tan inestable política y socialmente ya que, en última instancia, es lo que obliga a las personas a abandonar sus hogares.

A grandes rasgos, podemos situar el comienzo de esta historia en el “Nuevo Imperialismo” que tiene lugar específicamente a fines del siglo XIX, y que se extiende hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial. Esta ideología de expansión fue adoptada por las potencias europeas y más tarde por Estados Unidos y Japón, países que buscaron con insistencia la ocupación de territorios “no civilizados”. Hacia el año 1880 África aún se encontraba libre de ocupación por parte de las grandes potencias, lo que la convirtió en el blanco de estos estados.

Las potencias iniciaron el reparto de África trazando fronteras arbitrariamente y se desdibujaron los límites que conocían las poblaciones locales, dividiendo aldeas y juntando en un mismo territorio a pueblos enemigos. Esto es lo que hoy se traduce en una multiplicidad de conflictos internos complejos, que generan situaciones de inestabilidad política, económica y social, y graves violaciones a los derechos humanos. A la vez, este escenario de miseria y persecución es lo que hoy nos lleva a poner el centro de atención en los miles de refugiados que cotidianamente sufren las consecuencias de su condición.

Conforme a la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, un refugiado es una persona que "debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país; o que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores no quiera regresar a él". Por tanto, la situación de los refugiados es realmente crítica, y no sólo porque su propio país le está negando el derecho básico de la protección a su persona, sino también porque debe lidiar con la realidad que encuentra en el país de destino. La principal agencia internacional encargada de velar por los derechos y el bienestar de estas personas es el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), cuya función principal consiste en “dirigir y coordinar la acción internacional para proteger y resolver los problemas de los refugiados en todo el mundo.”

Ahora bien, el problema que estamos tratando no es nuevo, ya que desde que los países externos a la región se repartieron África, los conflictos internos existen y persisten. Sin embargo, según un artículo del ACNUR, con el comienzo de la guerra en Irak y con la lucha mundial contra el terrorismo la cuestión de los refugiados ha sido desplazada del centro de atención, provocando un mayor recrudecimiento del problema. Para ilustrar a grandes rasgos la situación global de los refugiados en este continente se puede decir que la zona más afectada es el “cuerno de África”, donde se sabe que desde Somalia huye una cantidad innumerable de personas principalmente hacia Kenya, otra cantidad considerable se dirige a Etiopía y, desde allí, hacia Kenya también. El resto de las personas que buscan huir desde aquel

10


país hacia otros destinos se reparten entre Djibouti, Eritrea y Egipto. Simultáneamente, desde Eritrea huyen a Sudán, y desde este país miles parten a Chad, expulsados por el conflicto de Darfur, que no es un conflicto de importancia menor en la región. Poniendo la mirada en otro foco de importancia, podemos decir que desde la República Democrática del Congo huyen a Uganda, Tanzania, Zambia e incluso muchos llegan hasta Sudáfrica. Por otra parte, este país que presencia la huída precipitada de miles de sus habitantes recibe muchos otros de Angola y Ruanda. Más al norte, desde la República Centroafricana huyen hacia Chad y Camerún. En África occidental, tomando a los países de Liberia, Costa de Marfil y Sierra Leona, se sabe que huyen personas nacionales de estos estados hacia Senegal, Guinea, Ghana y Nigeria. Mientras tanto, quienes huyen de Nigeria lo hacen hacia Camerún, y quienes habitan Camerún huyen a Nigeria. ¿Qué garantías pueden dar los países receptores a los refugiados provenientes de otros países, si cotidianamente son testigos del abandono de sus propios habitantes por la carencia de condiciones que aseguren un mínimo nivel de vida digno? Se trata de un problema estructural que se encuentra presente en todos los países africanos, con mayor o menor gravedad, pero al fin problemas que no permiten una vida digna. Es casi nula la posibilidad de encontrar una recepción benevolente y contemplativa siendo refugiado, ya que cada país tiene demasiados problemas previos que resolver, relativos a su propio Estado.

Se sabe que en el año 2009 existían dos millones de refugiados, sólo en África Subsaharaina, y sin considerar los desplazados internos, que no viven en mejores condiciones que un refugiado.

11


Conclusiones

Desde 1950 hasta nuestros días, ha habido 55 golpes de estado en 51 países africanos y 19 de ellos han estado desde aquella fecha bajo un régimen totalitario, dictadura, partido único o democracia de fachada, reduciéndose en una muy baja medida a partir de la década de los 90.6 El panorama seguirá siendo complicado hasta tanto no se logre un debido fortalecimiento institucional de los organismos del estado, que den lugar a mejorías de una manera progresiva y constante en el tiempo, hasta que exista un clima de debate equitativo y seguro, se permita la expresión de la opinión pública mayoritaria o minoritaria sin distinciones, se fomente la participación de las asociaciones civiles como agentes sociales transformadores y se busque alcanzar la democracia en cada aspecto posible.

6 African Elections Database; Freedom House, Map of Freedom in the World 2008; The Found for Peace; Failed States Index 2008; Transparency International.

12


No sólo se trata de implementar los mecanismos democráticos sino de ejercer la democracia en el día a día, como fuente y base del accionar del gobierno, como objetivo de la sociedad civil que descubra en ella la única garantía para la permanencia de sus derechos en el tiempo.

13

Situacion de Derechos en Africa. Democracia y Derechos Humanos

Documents

Transcript of Situacion de Derechos en Africa. Democracia y Derechos Humanos