Sostenimiento de Terrenos
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Se denomina anclaje al dispositivo capaz de transmitir las cargas de tracción que le son aplicadas, a una zona del terreno que puede soportar dicho esfuerzo. En función del período de vida útil que vayan a tener se clasifican en temporales y permanentes. Son siempre activos, es decir, una vez inyectado y fraguado el bulbo hay que proceder a su tesado hasta la carga prescrita. Los bulones son anclajes de barra, normalmente pasivos, aunque pueden ser activos, o activados con una baja carga. El tirante está constituido por una barra de acero o fibra, generalmente inyectado con lechada de cemento o resina pudiendo dotarle también de doble protección al igual que los anclajes. Se emplean con frecuencia en estabilización de taludes, túneles, muros, etc… GEOCISA tiene una gran experiencia en este tipo de trabajos, con experiencia adquirida a lo largo de más de 40 años, tanto en su diseño como en su ejecución, y dispone de todo tipo de equipos de perforación para poder atender a cualquier situación que se presente. Dispone, asimismo, de brazos de perforación acoplables a retroexcavadoras, para atender situaciones en las que no es posible utilizar otros métodos. La técnica del soil-nailing consiste en la ejecución de un muro en sentido descendente, formado por bulones y gunita armada. Es un sistema de cosido y contención del terreno. La excavación se va realizando por niveles, seguida de la perforación de bulones y el gunitado. Se emplea para vaciados, desmontes, etc…. GEOCISA tiene una gran experiencia en este tipo de trabajos, tanto en el diseño como en su construcción, y dispone de los equipos adecuados para la realización de este tipo de técnica. La selección apropiada de las medidas de contención y estabilización de los taludes y laderas depende del conocimiento exacto del tipo de mecanismo actuante, su velocidad y dimensiones. Para ello, es preciso efectuar una zonificación de riesgos, a partir de la evaluación de la peligrosidad, vulnerabilidad y grado de exposición. De este modo, se definen los diferentes tratamientos, que pueden ser de tipo activo, con el fin de conseguir la estabilización definitiva del macizo, o pasivos, cuya misión es evitar o mitigar los daños, caso de producirse desprendimientos. GEOCISA tiene gran experiencia en la protección y tratamiento de taludes, así como su diagnóstico y propuesta de soluciones como mallas de protección, barreras de protección contra desprendimientos, gunitados, bulonados, anclajes, etc.
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Se denomina anclaje al dispositivo capaz de transmitir las cargas de tracción que le son aplicadas, a una zona del terreno que puede soportar dicho esfuerzo. En función del período de vida útil que vayan a tener se clasifican en temporales y permanentes. Son siempre activos, es decir, una vez inyectado y fraguado el bulbo hay que proceder a su tesado hasta la carga prescrita.
Los bulones son anclajes de barra, normalmente pasivos, aunque pueden ser activos, o activados con una baja carga. El
tirante está constituido por una barra de acero o fibra, generalmente inyectado con lechada de cemento o resina pudiendo
dotarle también de doble protección al igual que los anclajes. Se emplean con frecuencia en estabilización de taludes,
túneles, muros, etc…
GEOCISA tiene una gran experiencia en este tipo de trabajos, con experiencia adquirida a lo largo de más de 40 años,
tanto en su diseño como en su ejecución, y dispone de todo tipo de equipos de perforación para poder atender a cualquier
situación que se presente. Dispone, asimismo, de brazos de perforación acoplables a retroexcavadoras, para atender
situaciones en las que no es posible utilizar otros métodos.
La técnica del soil-nailing consiste en la ejecución de un muro en sentido descendente, formado por bulones y gunita armada. Es un sistema de cosido y contención del terreno.
La excavación se va realizando por niveles, seguida de la perforación de bulones y el gunitado. Se emplea para vaciados,
desmontes, etc….
GEOCISA tiene una gran experiencia en este tipo de trabajos, tanto en el diseño como en su construcción, y dispone de
los equipos adecuados para la realización de este tipo de técnica.
La selección apropiada de las medidas de contención y estabilización de los taludes y laderas depende del conocimiento
exacto del tipo de mecanismo actuante, su velocidad y dimensiones. Para ello, es preciso efectuar una zonificación de
riesgos, a partir de la evaluación de la peligrosidad, vulnerabilidad y grado de exposición.
De este modo, se definen los diferentes tratamientos, que pueden ser de tipo activo, con el fin de conseguir la
estabilización definitiva del macizo, o pasivos, cuya misión es evitar o mitigar los daños, caso de producirse
desprendimientos.
GEOCISA tiene gran experiencia en la protección y tratamiento de taludes, así como su diagnóstico y propuesta de
soluciones como mallas de protección, barreras de protección contra desprendimientos, gunitados, bulonados, anclajes,
etc.
