Sube y ve

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SUBE Y VE. ALGO GRANDE VIENE. Primero de Reyes 18. 41-46. Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye. Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. Y dijo a su criado: Sube ahora y mira hacia el mar. Y el subió, y miro, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: vuelve siete veces. A la séptima vez dijo: yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: ve, y di a Acab: unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje. Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel. Y la mano de jehová estuvo sobre Elías, el cual ciño sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel. Esto tuvo su lugar en las tierras del Monte Carmelo, el cual tiene un significado de “jardín de frutas, o de árboles” es un monte principal de una sierra de unos 20 kilómetros de largo, que se halla en la parte norte de la llanura costera de Israel. Fue cuando Josué entro conquistando, la tierra prometida que los israelitas vencieron al rey Jocneam (Josué 12:22) este monte Carmelo sirvió de referencia para marcar la frontera de la tribu de Aser (Josué 19:26) su forma imponente, especialmente cuando se ve desde el mar hizo que muchos antiguos creyeran que era la habitación de un dios. En Monte Carmelo está muy cerca de Fenicia, se conoce una inscripción romana que dice que los fenicios adoraban allí a hadad Baal, por lo tanto la solicitud del profeta, Elías al rey Acab, fue un verdadero desafío al culto pagano. ELÍAS TENÍA UNA PALABRA MUY SEGURA, Y SABÍA A QUIÉN SERVÍA. Que tremenda expresión ¡Vive jehová en cuya presencia estoy! Y continuo hablando con el rey Acab para decirle sube, come y bebe, porque una lluvia grande se oye. Hoy estamos ante su presencia, y que escuchas, pon mucha

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SUBE Y VE.

ALGO GRANDE VIENE.

Primero de Reyes 18. 41-46.

Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye.

Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y

postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. Y dijo a su criado: Sube

ahora y mira hacia el mar. Y el subió, y miro, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a

decir: vuelve siete veces. A la séptima vez dijo: yo veo una pequeña nube como la

palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: ve, y di a Acab: unce

tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje. Y aconteció, estando en esto,

que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y

subiendo Acab, vino a Jezreel. Y la mano de jehová estuvo sobre Elías, el cual

ciño sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel.

Esto tuvo su lugar en las tierras del Monte Carmelo, el cual tiene un significado de

“jardín de frutas, o de árboles” es un monte principal de una sierra de unos 20

kilómetros de largo, que se halla en la parte norte de la llanura costera de Israel.

Fue cuando Josué entro conquistando, la tierra prometida que los israelitas

vencieron al rey Jocneam (Josué 12:22) este monte Carmelo sirvió de referencia

para marcar la frontera de la tribu de Aser (Josué 19:26) su forma imponente,

especialmente cuando se ve desde el mar hizo que muchos antiguos creyeran que

era la habitación de un dios.

En Monte Carmelo está muy cerca de Fenicia, se conoce una inscripción romana

que dice que los fenicios adoraban allí a hadad Baal, por lo tanto la solicitud del

profeta, Elías al rey Acab, fue un verdadero desafío al culto pagano.

ELÍAS TENÍA UNA PALABRA MUY SEGURA, Y SABÍA A QUIÉN SERVÍA.

Que tremenda expresión ¡Vive jehová en cuya presencia estoy! Y continuo

hablando con el rey Acab para decirle sube, come y bebe, porque una lluvia

grande se oye. Hoy estamos ante su presencia, y que escuchas, pon mucha

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atención, una grande lluvia, el cielo comienza a oscurecerse se siente el viento

que está dando en la cara, es un viento que está juntando las nubes y se está

poniendo oscuro pero no es para entrar en temor, se oyen los primeros truenos,

las primeras gotas, una grande lluvia se oye.

Este hombre de Dios subió al Carmelo, se postro en tierra, puso su rostro entre

sus rodillas, él estaba en una oración intensa, él estaba estableciendo una batalla,

el relato bíblico dice que esta oración él la hiso durante siete veces. No dejo de

interceder para que los cielos de la nación de Israel se abrieran y viniera la

bendición del Señor Jehová de los Ejércitos. Su criado participo en ser la persona

que fuera y mirara hacia el mar y luego viniera a decirle a Elías que había visto,

pero este decía que no sucedía nada.

Muchas veces esta palabra es la que se oye en el pueblo del Señor, ¡no hay nada!

He enviado mi curriculum a muchas empresas y no tengo ninguna respuesta,

estoy buscando a Dios y no tenga ninguna respuesta, estoy ayunando y no tengo

respuestas, Salí a vender y nadie me compro nada, a las personas que les di

crédito me dicen que no tienen dinero y no me pueden pagar, busque quien orara

por mí para así oír a Dios decirme algo y tampoco tuve respuesta, lo busque

adorándolo y nada.

Pero yo te dijo que hoy si se escucha una grande lluvia, esta lluvia bien de todas

partes, del Sur, Este, Oeste, Norte, nuestras vidas no serán las mismas después

de esto que estamos recibiendo.

Si tú eres la persona que estas siendo enviado a mirar hacia el mar y no estás

viendo nada, vuélvelo hacer, si para el siervo de Elías le fue necesario ir siete

veces no se cuanto lo tendrás que hacer tu, pero no debes desanimarte sigue

intentándolo, porque todo se puede ver despejado, limpio, sin ninguna nube, el sol

está muy fuerte.

EN LA IGLESIA DEL SEÑOR JESUCRISTO NO EXISTE LA PALABRA NO

PUEDO.

Aquí no podemos descuidarnos pues estamos luchando contra fuerzas malignas,

no podemos darnos el lujo de decir que no se puede, pues estamos habilitados de

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la Palabra “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” “las puertas del infierno no

prevalecerán contra la iglesia del Señor” “estamos llamados a resistir al diablo y el

huira de nosotros”

Si tú vienes diciendo que ya utilizaste todo lo que te enseñaron en la iglesia, te

invito a buscar la revelación de Dios, pues aun no has llegado a ella, el brazo de

Jehová no se ha acortado des vacíate de ti mismo y entra en obediencia y salgas

diciendo a la tercera es la vencida, aquí si nos falla esos primeros tres intentos

debemos intentar la cuarta, la quinta, la sexta y todas las veces que lo requiera.

Vamos habla por la fe “llamemos las cosas que no son como si fueran”

DILE A TU HERMANO SE SIENTE LA LLUVIA.

Estoy seguro que en cualquier lugar donde se adore al Señor, hoy seremos

envestidos de su poder, nosotros ya estamos mirando la pequeña nube que está

manifestándose y que está descendiendo sobre todo hombre y mujer que se ha

arrepentido y lo ha recibido como su único y suficiente Salvador, lo que estas

recibiendo hoy te cambiara para siempre, nunca volverás a ser una persona triste,

nunca te dejaras vencer por la angustia, tus oídos jamás volverán a escuchar las

cosas que te desanimaban, o lo que te quiero decir es que lo que escuches y sea

dañino para tu vida espiritual nunca jamás volverá a tener incidencia en tu vida lo

vas a poder procesar con mucha facilidad pues lo que estas recibiendo de parte

de Dios es su Poder.

Algo grande se desato en los cielos para moverse en tu favor, recíbelo hoy pues

Dios está impartiendo más de su presencia para que vivamos victoriosos.

Si tú estás leyendo hoy este mensaje y aun no has hecho una oración de fe

dirigida a Dios, te invito a hacerlo.

Te doy gracias Señor Jesús por la salvación tan grande que me das ahora mismo,

te confieso como mi único y suficiente Salvador personal, desecho toda santería

de mi vida de manera voluntaria y pido que tu Sangre me limpie de todo pecado, y

que me des de tu Santo Espíritu para mantenerme fiel delante de ti todos los días

de mi vida aquí en esta tierra inscríbeme en el libro de la Vida amen.