Suplemento del Boletín de la Biblioteca Artiguista - 1986

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    t 1 r a c t e r s t i c a s G e n e ~ r a l e s l I l J e , l a- a l C o n t i n e n t e r A f l t r l ' c o

    Onel. Hugo LamelaNOTA DE REDACC1:0NLos das 15 y 2 2 d e mayo de 1986, 'se 'lI1Faron8 cabo en 'nu~stra 111s-

    'titucln, dos -Conferenciassbre/Ia Antlirtida, 'muy 'amplias y documen-tadas. Las mismas ~tuviron a'cargo el instit~to Ahtrtico 'Uruguayo.disertando su Presidente, Cnel. Ricardo Galarza; Cnel. Hugo Lamela.Dr. Roberto Puceiro y el Prof, Dr. Veterinario Jos p e d r o Dragoffetti, seproyect numeroso material ilustr~tivo que en parfe reproducimos. En elBoletn Artiguista .N~ 63 'se publican aspectos histrichs desarrollados

    'por el Cnel. Galrza.' Como complemento .de ese 'trabajo, se expOnenpor separado otros temas' que con'sideramos de mucho inters nacionaly 'que abarcan los esfuerzos que se realizan inclUyendo ma.1tenrmiento'de una Base Antrtica donde se hacen estudios y expenenas.Recordamos como un valioso antecedente l trabjo ;rel Prof. Julio C.lItIusSo: "Antrtida Uruguaya", pubficado en 1970, cOmo DocuRlentos"El Pas".

    La Antrtida es considerada el sexto continente del Planeta puestoque, fue el ltimo en ser descubierto. ,El estudio comparativo de -su superficie enfrentada con los demscontinentes 'coloca a ste en cuarto luqar, si 'slo tornamos en conslde-racin su' tierra firme formada por una-enorme bandeja' rocosa' de' 1'4',000.000de kilmetros cuadrados, pero si a sta le sumamos las barreras he-ladas permanentes que lo rodean, esa cifra' se eleva; a rzboo .oooeekm,2 en verano, alcanzando 'los '21.000,obo 'km',2 en invirhq,-pr' el in-cremento que' sufren ras mismas en 'esta poca con: 10'cual ~su puestopodra situarse un "lugar ms arriba, No obstante si lsiftcamos 'a esteenorme y an desconocido continente s.egn sus caractersticas mssalientes lo dberamos ubicar al tope de la Ista, pues 'no hay otro quesea tan fro, seco, tempestuoso, elevado, envuelto ' en hielos, blolqlca-mente puro, grande laboratorio de la humanidad, desconocido y desha-bitado en toda la tierra.

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    Veremos seguidamente porqu se merece este enorme continentesemejantes calificativos:A) Fro. - En el verano Antrtico las temperaturas extremas soniguales a las del invierno del Artico.En materia de bajas temperaturas el rcord lo constituye la regis-

    trada en julio de 1983 en la Base Rusa Vostok, que alcanz los 89,2 gra-dos centlqrados bajo cero, lIamndosele a. este punto el "Polo de Fro".En general las medias anuales, que se registran, varan segn conside-ramos las costas del continente o su interior, siendo en el verano alre-dedor de 09 en la primera _y de los -209 en la ltima, alcanzando enel invierno una media de ~209 en la costa y -509 en el interior delcontinente.B) Seco. ~ Las precipitaciones prcmedlales no superan los 145mm. anuales. La sequedad del ambiente es tal que el riesgo de incen-dios es algo a tener en cuenta en la planificacin de la ubicacin de

    las construcciones (varios mdulos y stos separados entre s) y demateriales que debern usarse para las mismas.C) Tempestuoso. - Son comunes las 'ventiscas ,llamadas "bllzards"que alcanzan velocidades de 90 kms. por hora y que frecuentemente setransforman en huracanes superando la velocidad del viento los 200 kms.por hora. Esto sucede puesto que en la parte central del casquete polarexiste un centro de altas presiones; las masas de aire al llegar all sonsuper enfriadas por influencia de la enorme calota de hielo que cubreal continente y, por lo tanto son obligadas a desplazarse hacia el exte-rior, hacia una especie de "cinturn" de bajas presiones y mayores tem-

    peraturas ubicado en la zona costera, hacia la cual bajan esas masas deaire convertidas en vientos, que alcanzan las 'velocidades antedichas.D) 'Elevado. - La altitud media del continente es de aproximada-mente 2.000 mts. Esto es debido a que ste, est cubierto por una enor-me capa de hielo que ha ido creciendo durante milenios y que como con-traste a la altitud alcanzada, ha hundido debido a su enorme peso alcontinente, particularmente en 'su regin central, donde se registran de-presiones de 800 mts. respecto del nivel Ocano Glacial Antrtico quelo circunda. Las cadenas montaosas existentes tienen picos de ms de

    5.000 mts. de altura, siendo la ms importante las Montaas Transan-trticas con ms de 3.000 kms. de, longitud y que dividen al 'continenteen dos sectores netamente diferenciados; la Antrtida Oriental -3000 mi-llones de aos de antigedad- y la Occidental, mucho ms joven.E) Envuelto en hielo. - A la Antrtida se la denomina como elContinente Blanco gracias a que est cubierta en. un 99 % de su super-ficie por una enorme calota de hielo con un espesor que va desde los

    2.000 a 4.000 mts. I., ,,2

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    'Esta extenssima superficie helada representan el 90 % de los hie-los del mundo y el 70 % de las reservas de agua dulce de que disponenuestro planeta. Su volumen es tal. que si una primavera antrtica similara la que ocurri hace ms de 20 millones de aos atrs, se repitiera, elnivel de las masas de agua creceran en aproximadamente 70 mts., con,lo cual todos los puertos del mundo quedaran sepultados en ellas.B hielo se forma a partir de las precipitaciones, sean estas en for-ma de lluvia, agua nieve o nieve. Estas son escasas en la Antrtida yse transforman en hielo muy lentamente.Para tener una idea de este proceso nos ilustraremos con un ejemplo:Supongamos que en un momento cualquiera, por ejemplo hoy, seprodujera una nevada en todo el continente. A partir de ese momentoy en e~e 99 % del continente, cubierto de hielo permanentemente, quees donde la temperatura siempre est por debajo del 09, sucesivas pre-cipitaciones comenzarn a caer sobre la primera, acumulndose as capasobre capa. El peso y la temperatura irn modificando la estructura de-esos cristales de nieve que se transformarn primero en "Firn o Nev"nombre que se le da a la nieve envejecida, para luego convertirse enhielo. la lentitud de este proceso es diferente segn consideramos la cos-ta o el interior, pues como ya dijramos, las precipitaciones son muchomayores en la primera que en la segunda de las regiones referidas ytambin son distintas las temperaturas ambientales. As' encontraremosen la costa, esa primera capa, a la que nos referimos al principio del ejem-plo, ya convertida en hielo dentro de dos siglos y enterrada a 60 mts. deprofundidad; en tanto que en el centro del continente deberemos esperarque pase todo un milenio para que lo mismo ocurra y aquella primera ca-pa la encontraremos enterrada a 100 mts. de profundidad.Esta enorme calota de hielo no es esttica, tiene un movimiento cons-tante hacia el cinturn costero (en el centro, 10 mts. por ao) a una ve-locidad que aumenta desde el centro hacia la costa donde puede alcan-zar 2.000 mts. por ao. Al llegar a ella la masa helada se proyecta mar'adentro, formando una especie de alero. Este por efecto del desgaste delas aguas que rompen en su base y por su propio peso que ahora noest apoyado en tierra, se quebrar y se transformar en uno de losms tpicos tmpanos tabulares de la Antrtida que comenzar a derivarlentamente impulsado por los vientos y las corrientes marinas.F] 'Biollgicamente puro. - El continente a causa de la rigurosidadde su clima, que motiva a la vez la existencia de ese enorme manto

    de hielo que lo cubre no posee casi ninguna manifestacin de vida. Laexistente, en su mayor parte, est vinculada al ocano circundante.Por otra parte no existe en la Antrtida asentamientos humanos in-dlqenas, con lo cual la presencia del hombre, agente polutor nmero unodel planeta, se clrcungcrlbe al personal que puebla las bases, Que ennmero aproximado a los sesenta, marcan la presencia de los pasesinteresados en el continente y que en su conjunto pueden llegar a alber-gar aproximadamente 10.000 mil hombres durante el verano descendien-do a unos iboo durante el invierno.

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    La ausencia casi total de vida incluyendo a la microscpica. causaalgunos trastornos para quienes permanezcan largos perodos en la An-trtida, pues en cierta forma la pureza del ambiente hace que sus defen-sas se atenen, debiendo tener algunos cuidados cuando regresan a sulugar de orgen.G) Grande laboratorio de la humanidad. - Esta caracterstica queposee el Continente Blanco, le es otorgada por la vigencia desde 1959del Tratado Antrtico.Las negociaciones del Tratado Antrtico (TA), nacidas en el xitocientfico logrado en medio del ambiente de cooperacin creado por elAo Geofsico Internacional (AGI) de 1959, permitieron que los Estadosque participaron activamente en el mismo, (Gran Bretaa, Australia, Nue-va Zelandia, Francia, Noruega, Argentina y Chile), estos ya con interesesdirectos sobre el continente en el cual reclaman territorios; junto a Es-tados Unidos de Amrica, Rusia, Japn, Blgica y Sud Africa, (que ni re-claman territorios ni reconocen como vlidas las reclamaciones interpues-tas) fueron los 12 miembros originales que suscribieron el Tratado An-trtico. Uno de los pilares bsicos en que se apoya ste, es el de lalibertad de investigacin y el intercambio de informacin, as como delos resultados de las investigaciones en s misma, entre los pases sig-natarios. Este principio bsico aplicado exitosamente durante el A. G. 1.Y recogido en el texto del T. A., ha permitido realizar grandes progresosen el conocimiento de esa, todava hoy gran incgnita, la Antrtida, enmedio de un ambiente de paz y concordia.El T. A., incrementado hoy por: Uruguay, Brasil, India, China, Polo-nia y Repblica Federal de Alemania como miembros plenos del T. A.a los que cabe agregar 12 Estados ms en calidad de adherentes al mis-mo, se ha convertido en un marco jurdico que ha probado su eficaciapara posibilitar la convivencia pacifica entre pases tan diferentes comolos que lo integran, constituyendo un verdadero ejemplo para el restodel mundo. .H) Desconocido y deshabitado de la Tierra, - Debemos reflexio-nar al respecto sobre el tiempo y el esfuerzo que le ha demandado alhombre conocer los, hasta no hace muchos aos, "nicos 5 continen-tes". La Antrtida es considerada como el sexto recin en nuestro siglo.Por otra parte el esfuerzo cientfico de investigacin es mucho msreciente, puede afirmarse que realmente comienza cuando nace el T. A.Los medios tecnolgicos modernos pueden acortar en algo el tiempopara' alcanzar el conocimiento pleno de esta vasta superficie. Noobstan-te es fcil intuir cun lejos estamos an de alcanzar un nivel, mnimoal ~especto.En cuanto a posibles asentamientos humanos que invaliden el ca-lificativo de "Deshabitado.", no creemos que sea posible alcanzar unapoblacin estable ms all de la' imprescindible, para desarrollar. las fu-turas posibles explotaciones comerciales que se desarrollen en el Con-tinente Blanco. En el desarrollo del prximo milenio quizs existan tec-nologa y necesidades para revertir esta situacin. Pero por ahora elclima as como el territorio forman una barrera que hoy por hoy no .parecefcil que pueda ser vencida.4

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    JURISDICCION DEL TRATADO ANTARTICOEl Tratado Antrtico del 19 de diciembre de 1959 no slo norma eruso exclusivamente pacfico de las tierras emergidas, es decir, conti-nentales de la Anrtida, sino que su vigencia abarca el espacio com-prendido entre el paralelo 60 del hemisferio sur y el polo. La superficie

    as limitada es de 34 millones de kilmetros cuadrados equivalentes aun sptimo de toda la superficie del hemisferio sur. De tal forma queno slo la totalidad de la Pennsula Antrtica, sino tambin el extremomeridional del Paso Drake queda incluido en las disposiciones del Tra-tado. TRATADO ANTARTlCO

    Los gobiernos de Argentina" Australia, Blgica, Chile, la RepblicaFrancesa, Japn, Nueva Zelandia, Noruega; la Unin del Africa del Sur,la Unin de Repblicas Socialistas Soviticas, el Reino Unido de GranBretaa e Irlanda del Norte y los Estados Unidos de Amrica.Reconociendo que es de inters de toda la humanidad que la An-trtida continue utilizndose siempre exclusivamente para fines pacfi-cos y que no llegue a ser escenario u objeto de discordia internacional.Reconociendo la importancia de las contribuciones aportadas al co-nocimiento cientfico como resultado de la cooperacin fundada en lalibertad de investigacin cientfica en la Antrtida, como fuera aplicadadurante el Ao Geosico Internacional, concuerda con los intereses dela ciencia y el progreso de toda la humanidad.Convencidos, tambin, de que un Tratado que asequre el uso de la

    Antrtida exclusivamente para fines pacficos y la continuacin de laarmona internacional en la Antrtida promover los propsitos y princi-pios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas. 'Han 'acordado .lo siguiente:A,rtoul,o 1. -.:. La Antrtida se utilizar excluslvarnente . para finespacficos. Se prohibe, entre otras, toda medida de carcter militar, talcomo el establecimiento de bases y fortificaciones militares, la realiza-cin de maniobras militares, as como los ensayos de toda clase de armas.

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    2. El Presente Tratado no impedir el empleo de personal o equi-po militares para investigaciones cientficas o para cualquier otro finpacfico.Art. 11.- La libertad de investigacin cientfica en la Antrtida y lacooperacin hacia ese fin, como fueran aplicadas durante el Ao Geo-

    fsico Internacional, continuarn sujetas a las disposiciones del presen-te Tratado.Art. 1 1 1 . - 1. Con el fin de promover la cooperacin internacionalen la investigacin cientfica en la Antrtida, prevista en el Articulo 11del presente Tratado, las partes contratantes acuerdan proceder, en lamedida ms amplia posible.a) al intercambio de informacin sobre los proyectos de progra-mas cientficos en la Antrtida, a fin de permitir el mximo deeconoma y eficiencia en las operaciones.b) al intercambio de personal cientfico entre las expediciones yestaciones en la Antrtida.c) al intercambio de observaciones y resultados cientficos sobrela Antrtlda, los cuales estarn disponibles libremente.2. Al aplicarse este Artculo se dar el mayor estmulo al esta-blecimiento de relaciones cooperativas de trabajo con aquellos organis-mos especializados de las Naciones Unidas y con otras organizacionesinternacionales que tengan inters cientfico o tcnico en la Antrtida .Art .. IV. - 1. Ninguna disposicin del presente Tratado de inter-pretar:a) como una renuncia, por cualquiera de las partes contratantes,

    a sus derechos de soberana territorial o a las reclamacionesterritoriales en la Antrtida, que hubiere hecho valer preceden-temente.b) como una renuncia o menoscabo, por cualquiera de las partescontratantes, a cualquier fundamento o reclamacin de sobera-na territorial en la Antrtida que pudiera tener, ya sea comoresultado de sus actividades o de las de sus nacionales en laAntrtida, o por cualquier otro motivo.c) como perjudicial a la posicin de cualquiera de las partes con-tratantes, en lo concerniente a su reconocimiento o no recono-cimiento del derecho de soberana territorial, de una reclama-

    cin o de un fundamento de reclamacin de soberana territorialde cualquier otro Estado en la Antrtida.2. Ningn acto o actividad que se lleve a cabo mientras el pre-sente Tratado se halle en vigencia constituir fundamento para hacervaler, apoyar o negar una reclamacin de soberana territorial en la An-trtida, ni para crear derechos de soberana en esta regin. No se harnnuevas reclamaciones de soberana territorial en la Antrtida, ni se am-pliarn las reclamaciones anteriormente hechas valer, mientras el pre-sente Tratado se halle en vigencia.

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    Art. V. - 1. Toda explosin nuclear en la Antrtida y la elimina-cin de desechos radioactivos en dicha regin quedan prohibidas.2. En caso de que se concluyan acuerdos internacionales relativosal uso de la energa nuclear, comprendidas las 'explosiones nucleares yla eliminacin de desechos radioactivos, en los que sean partes todas.las partes contratantes cuyos representantes estn facultados a parti-cipar en las reuniones previstas en el Artculo IX, las normas estable-cidas en tales acuerdos se aplicarn en la Antrtida.Art. VI. - Las disposiciones del presente Tratado se aplicarn a laregin situada al sur de los sesenta grados de latitud sur, incluidas to-das las barreras de hielo, pero nada en el presente tratado perjudicaro afectar en modo alguno los derechos o el ejercicio de los derechosde cualquier Estado conforme al derecho internacional en lo relativo ala alta mar dentro de esa regin.A"t. VII. - 1. Con el fin de promover los objetivos y asegurar laaplicacin de las disposiciones del presente Tratado, cada una de laspartes contratantes, cuyos representantes estn facultados a participaren las reuniones a que se refiere el artculo IX de este Tratado, tendrderecho a designar observadores para llevar a cabo las inspeccionesprevistas en el presente Artculo. Los observadores sern nacionales dela parte contratante que los designa. Sus nombres se comunicarn a ca-da una de las dems partes contratantes que tienen derecho a designarobservadores, y se les dar igual aviso cuando cesen en sus funciones.2.. Todos los observadores designados de conformidad con las dis-posiciones del prrafo 1 de este artculo' gozarn de entera libertad deacceso, en cualquier momento, a cada una y a todas las regiones dela Antrtida.3. Todas las regiones de la Antrtida, y todas las estaciones, ins-talaciones y equipos que all se encuentren, as como todos los navosy aeronaves, en los puntos de embarque y desembarque de personal ode carga en la Antrtida, estarn abiertos en todo momento a la ins-peccin por parte de cualquier observador designado de conformidadcon el prrafo 1 de este Artculo.4. La observacin area podr efectuarse, en cualquier momento,sobre cada una y todas las regiones de la Antrtida por cualquiera delas partes contratantes que estn facultadas a designar observadores.5. Cada una de- las partes contratantes, al entrar en vigencia res-pecto de ella el presente Tratado, informar a las otras partes contra-

    tantes y, en lo sucesivo, les informar por adelantado sobre:al toda expedicin a la Antrtida y dentro de la Antrtida en laque participen sus navos o naciones, y sobre todas las expedi-ciones a la Antrtida que se organicen o partan de su territorio.b) todas las estaciones en la Antrtida ocupadas por sus nacio-nales, ye) todo personal o equipo militares que se proyecta introducir enla Antrtida, con sujecin a las disposiciones del prrafo 2 delArtculo I del presente Tratado.7

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    Art. VIII. - 1. Con el fin de facilitarles el ejercicio de las fun-ciones que les otorga el presente Tratado, y sin perjuicio de las respec-tivas posiciones de las partes contratantes. en lo que concierne a la ju-risdiccin sobre todas las dems personas en la Antrtida, los obser-vadores designados de acuerdo con el prrafo I del artculo vII y elpersonal cientfico intercambiado de acuerdo con el subprrafo 1 , b, delArt. 1 1 1 del Tratado, as -como los miembros del personal acompaantede dichas personas, estarn sometidos slo a la jurisdiccin de, la partecontratante de la cual sean nacionales, en lo referente a las accionesu omisiones que tengan lugar mientras se encuentren en la Antrtidacon el fin de ejercer sus funciones.2. Sin perjuicio de las disposiciones del prrafo 1 de este artculo,y en espera de la adopcin de medidas expresadas en el subprrafo 1,'8, del Art. IX, las partes contratantes, implicadas en cualquier controver-sia con respecto al ejercicio de la jurisdiccin en la Antrtida, se con-sultarn inmediatamente con el nimo de alcanzar una solucin mutua-mente aceptable.Art. IX. - 1. Los representantes de las partes contratantes, nom-bradas en el permbulo del presente Tratado, se reunirn en la ciudadde Canberra dentro de los dos meses despus de la entrada en vigenciadel presente Tratado, y en adelante, a intervalos y en lugares apropia-dos, con el fin de intercambiar informaciones, consultarse mutuamentesobre asuntos de inters comn relacionados con la Antrtida. y formu-lar. considerar y recomendar a sus gobiernas medidas para promover losprincipios y objetivos del presente Tratado. inclusive medidas relacio-nadas con:a) uso de la Antrtida para fines exclusivamente pacficos.

    b) facilidades para la investigacin cientfica en la Antrtida:e) facilidades para la cooperacin cientfica internacional en la An-trtida.d) facilidades para el ejercicio de los derechos de inspeccin pre-vistos en el Art. VII del presente Tratado.e) cuestiones relacionadas con el ejercicio de la jurisdiccin enla Antrtida.f) proteccin y conservacin de los recursos vivos de la Antrtida.2. Cada una de las partes contratantes que haya, llegado a ser par-te del presente Tratado por adhesin. conforme al Artculo XIII. tendrderecho a nombrar representantes que participarn en las reuniones men-cionadas en el prrafo 1 del presente artculo, mientras dicha parte con-tratante, mantenga su inters en la Antrtida mediante la realizacin en ellade investigaciones cientficas importantes. como el establecimiento deuna estacin cientfica o el envo de una expedicin cientfica.3. Los informes de los observadores mencionados en el Art. VIIdel presente Tratado sern trasmitidos a los representantes de las par-tes contratantes que participen en las reuniones a que se refiere el p-rrafo 1 del presente Artculo.4. Las medidas contempladas en el prrafo 1 de este Artculo en-trarn en vigencia cuando las aprueben todas las partes, contratantes. cu-

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    yos representantes estuvieron facultados a participar en las reunionesque se celebraron para considerar esas medidas.5. Cualquiera o todos los derechos establecidos en el presente Tra-tado podrn ser ejercidos desde la fecha de su entrada en vigencia, yasea que las medidas para facilitar el ejercicio de tales derechos hayansido o no propuestas, consideradas o aprobadas conforme a las dispo-siciones de este Artculo. .Art. X. - Cada una de 1 1 ' J 1 : ! partes contratantes se compromete a ha-cer los esfuerzos apropiados, compatibles con la Carta de las NacionesUnidas, con el fin de que nadie lleve a cabo en la Antrtida ninguna ac-tividad contraria. a los propsitos y principios del presente Tratado.

    Art. XI. - 1. En caso de surgir una controversia entre dos o msde las partes contratantes, concerniente a la interpretacin o a la apli-cacin del presente Tratado, dichas partes contratantes se consultarnentre s con el propsito de resolver la controversia por negociacin,investigacin, mediacin, conciliacin, arbitraje, decisin judicial u otrosmedios pacficos, a su eleccin.2. Toda controversia de esa naturaleza, no resuelta por tales me-dios, ser referida a la Corte Internacional de Justicia, con el consenti-miento, en cada caso, de todas las partes en controversia para su resol u-.cin, pero la falta de acuerdo para refertrla a la Corte Internacional deJusticia no dispensar a las partes en controversia de la responsabili-dad de seguir buscando' una solucin por cualquiera de los diversos me-dios pacficos contemplados en el prrafo I de este Artculo.Art. XII. - a) El presente Tratado podr ser modificado o enmen-dado, en cualquier momento, con el consentimiento unnime de las par-tes contratantes, cuyos representantes estn facultados a participar enlas re-uniones previstas en el Artculo IX. Tal modificacin o tal enmien-

    da entrar en vigencia cuando el Gobierno depositario haya sido notifi-cado por la totalidad de dichas partes contratantes de que las ha rati--ficado.b) Subsiguientemente, tal modificacin o tal enmienda entrar envigencia, para cualquier otra parte contratante, cuando el Gobierno depo-sitario haya recibido aviso de su ratificacin. Si no se recibe aviso deratificacin de dicha parte contratante dentro del plazo de dos aos, con-tados desde la fecha de entrada en vigencia de la modificacin o en-mienda, en conformidad con lo dispuesto en el subprrafo 1, a, de este'Artculo, se la considerar como habiendo dejado de ser parte del pre--sente Tratado en la fecha de vencimiento de tal plazo.2. a) Si despus de expirados treinta aos, contados desde la fe-cha de entrada en vigencia del presente" Tratado, cualquiera de las partescontratantes, cuyos representantes estn facultados a participar en lasreuniones previstas en el Artculo IX, as lo solicita, mediante una co-municacin dirigida al Gobierno depositario, se celebrar, en el menorplazo posible, una conferencia de todas las partes contratantes para re-visar el funiconamiento del presente Tratado.b} Toda modificacin o toda enmienda al presente. Tratado, aproba-da en tal conferencia por la mayora de las partes contratantes en ella9

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    representadas, incluyendo la mayora de aquellas cuyos representantesestn facultados a participar en las reuniones previstas en el Art. IX,se comunicar a todas las partes contratantes por el Gobierno deposita-rio, inmediatamente despus de finalizar la conferencia, y entrar en vi-gencia de conformidad con lo dispuesto en el prrafo 1 del presente Ar-tculo;c) Si tal modificacin o tal enmienda no hubiere entrado en vi-gencia, de conformidad con ' 1 0 dispuesto en el subprrafo 1, a, de esteArtculo dentro de un plazo de dos aos, contados desde la fecha de sucomunicacin a todas las partes contratantes, cualquiera de las partescontratantes podr, en cualquier momento, despus de la expiracin dedicho plazo, informar al Gobierno depositario que ha dejado de ser partedel presente Tratado, y dicho retiro tendr efecto dos aos despus queel Gobierno depositario haya recibido esta notificacin.Art. XIII. -- 1. El presente Tratado estar sujeto a la ratificacinpor parte de los Estados signatarios. Quedar abierto a la adhesin de

    cualquier Estado que sea miembro de las Naciones Unidas, o de cual-quier otro Estado que pueda ser invitado a adherirse al Tratado con elconsentimiento de todas las partes. contratantes cuyos representantesestn facultados a participar en las reuniones previstas en el Art. IXdel Tratado.2. La ratificacin del presente Tratado o la adhesin al mismo se-r efectuada por cada Estado de acuerdo con sus procedimientos cons-titucionales. '3. Los instrumentos de ratificacin y los de adhesin sern depo-sitados' ante el Gobierne de los Estados Unidos de Amrica, que serel Gobierno depositario.4. El Gobierno depositario informar a todos los Estados signata-rios y adherentes sobre la fecha de depsito de cada instrumento deratificacin o de adhesin y sobre la fecha de entrada en vigencia delTratado y de cualquier modificacin o enmienda al mismo. '5. Una vez depositados los instrumentos de ratificacin por todos los Estados signatarios, el presente Tratado' entrar en vigencia paradichos Estados y para los Estados que hayan depositado sus instrumen-tos de adhesin. En lo sucesvio, el Tratado entrar en vigencia para cual-quier .Estado adherente una vez que deposite su instrumento de adhe-sin. 6. El presente Tratado ser registrado por el Gobierno depositario

    conforme al artculo 102 de la Carta de las Naciones Unidas.Art. XIV. -- El presente Tratado, hecho en los idiomas ingls, fran-cs, ruso y espaol, siendo cada uno de estos textos igualmente autn-ticos, ser depositado en los archivos del Gobierno de los Estados Uni-dos de Amrica, el que enviar copias debidamente certificadas del mis-mo a los Gobiernos de, los Estados signatarios y de los adherentes.En testimonio de lo cual, los infrascriptos plenipotenciariO's, debida-mente autorizados, .suscriben el presente Tratado.Hecho en Washington, a un d-a del mes de diciembre de 1959.

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    I "Prof. Dr. Roberto PUCEIRO RIPOLL

    EL SISTEMA ANTARTICO

    A primera vista, la Antrtida, parece simplemente el ltimo lugardel mundo, un inmenso bloque de hielo ...Sin embargo resulta en realidad un colosal "cofre de tesoro", porlas riquezas que encierra y por las posibilidades de investigacin que pre-senta, protegido todo por las condiciones ms rigurosas del planeta.

    Pero tambin, desde el punto de vista jurdico y poltico, es un in-menso tablero de ajedrez internacional, de altos juegos diplomticos,donde cada pieza, es decir cada Estado, no slo posee valores diferen-tes, sino tambin posibilidades muy diversas de movimiento.Si bien ya los griegos postulaban la existencia de un gran continen-te sur (Antarkos, oso opuesto a la Constelacin de la Osa) para equi-librar el continente en el norte, es recin a comienzos del siglo XVIIIque los exploradores europeos se van aproximando gradualmente a es-tas nuevas tierras, rodendolas, llegando a ellas y penetrndolas. En talsentido, (os puntos histricos cumbres pueden encontrarse en 1772 cuan-do el Capitn James Cook, de Gran Bretaa, circunnavega el continenteen 1841, cuando Sir James Ross tambin de Gran Bretaa alcanza la cos-ta antrtica y finalmente en 1911 al llegar Hoald Amundsen, de Noruega,al Polo Sur, remate triunfal de una poca heroica en la historia delcontinente.Tambin es a partir de la primera dcada de este siglo que recin

    los Estados comienzan a reivindicar soberana territorial sobre la Antr-tlda, basados fundamentalmente en descubrimientos histricos, ocupa-cin de determinadas zonas, actividades desarrolladas en ejercicios decompetencias estatales, continuidad y contigidad geogrfica y la teo-ra del sector adaptada al rea y circunstancias particulares.En esta situacin se encuentran siete Estados: Gran Bretaa, Argen-tina, Chile, Nueva Zelandia, Australia, Francia y Noruega con reclama-ciones territoriales que prcticamente' abarcan todo el continente, sobre-

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    El Tratado establece tres categoras de Estados integrantes. tos do-ce Estados signatarios originales que sern siempre miembros activoso consultivos del mismo prescindindose de la actividad que desarrollen.Los adherentes activos, que deben ser admitidos expresamente co-mo tales por haber. demostrado intereses en la Antrtida mediante larealizacin en ella de Investigaciones cientficas importantes, como elestablecimiento de estaciones cientficas o el envo de expediciones cien-tficas. En este caso se encuentran Polonia, Alemania Federal, Brasil, In-dia, la Repblica Popular de China y la Repblica Oriental del Uruguay.y por ltimo encontramos los miembros meramente adherentes que.no desarrollan actividades efectivas como las relacionadas.En esta situacin se hallan Checoslovaquia, Dinamarca, Holanda, Re-pblica Democrtica Alemana, Bulgaria, Per, Italia, Papua, Nueva Gui-nea, Espaa, Rumania, Sri Lanka, Hungra, Cuba y Finlandia.En general para adherir al Tratado se requiere que los Estados seanmiembros de las Naciones Unidas o invitados a ello por los Estados con-

    sultivos. El Tratado determina que el rea de su aplicacin es la zonacomprendida al sur de los 60" grados de latitud sur, incluyndose enella entonces el continente antrtico en s, islas adyacentes y barreras \de hielo, sin afectar los derechos de ningn Estado relativo a Alta Mar.El acuerdo establece varios principios comerciales.Se establece la neutralizacin total de la regin convinindose quese la utilizar exclusivamente con fines pacficos, prohibindose todamedida militar (lo que no impide el empleo de personal o equipos mili-tares para investigaciones cientficas y otros fines pacficos) y toda ex-plosin nuclear y eliminacin de deshechos radioactivos.Se conviene asimismo que la libertad de investigacin cientfica ascorno la cooperacin hacia ese fin en la zona, como fueran aplicadas du-rante el Ao Geofsico Internacional, continuarn sujetas al Tratado.En este sentido con el fin de promover la cooperacin internacionalcientfica en la Antrtica, se acuerda el intercambio .de informacin so-bre proyectos de programas cientficos, intercambio de observadores yde personal cientfico entre las expediciones y estaciones en aqulla y.el intercambio de observaciones y resultados cientficos .Por otra parte, el propio acuerdo congela' las reclamaciones territo-riales existentes, pactndose que el mismo no supondr renuncia a de-rechos, reclamaciones o fundamentos, no' perjudicar la posicin de las

    partes en cuanto al reconocimiento o no de reclamos o fundamentos yno dar fundamento para hacer valer, apoyar o negar reclamaciones nipara crear derechos.Tngase en cuenta tambin que por el Tratado Antrtico cada partecontratante se compromete a hacer los esfuerzos compatibles con la Carta- de las Naciones Unidas, con el fin de que nadie lleve a cabo en la An-trtida ninguna actividad contraria a los preceptos y principios de aqul,, lo que busca que el mismo por tanto se aplique con carcter universalyerga omnes.

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    Prof. IDr. Veto JOSE PEDRO DRAGONETTrRECURSO S MAR INO S V IVO S

    Cuando hablamos de la Antrtida, no podemos ni debemos dejar depensar en sus recursos marinos, ya que en gran medida fueron ellos losque motivaron al hombre a aventurarse a regiones tan inhspitas.Se piensa que muchos cazadores de focas y ballenas tenan noticiasde estas tierras antes de su descubrimiento oficial, pero lo mantenan ensecreto por razones de tipo comercial: .Luego del descubrimiento de la Antrtida en el siglo XVIII, rpida-mente se organiza una industria basada en la explotacin del lobo finoantrtico (Arotocephalus gazella). En este momento no exista ningn tipode poltica que regulara la explotacin, esto llev a que se manejara elrecurso como una industria meramente extractiva, no dando tiempo, ni

    oportundad a que las poblaciones se recuperasen. La vertiginosa reduc-cin de los stocks de lobos hizo que la industria no fuera rentable desa-nimando a la mayora de los cazadores, hecho ste que sin lugar a dudaspermiti que la especie se conservara hasta nuestros das.La industria ballenera fue la segunda en importancia, en su primeraetapa desde 1904 hasta mediados de la dcada del 20 el procesamientose realizaba en factoras en tierra o en buques factora amarrados -,Entre1925 y 1926 hay un cambio radical; aparecen los buques factora que .pue-den procesar la captura mientras navegan lo que les da un radio de ac-cin y un potencial de captura muy superior al que ya exista. Este pre-supuesto redujo en forma peligrosa la poblacin.Luego de esta breve resea anecdtica para comprender correcta-mente las caractersticas ecolgicas de la zona debemos hablar, de la"CONVERGENCIA ANTARTICA".Esta representa el lmite Norte de los Mares Australes; se componede tres masas de agua: superficiales (fras), profundas (calientes) y defondo.En la zona de convergencia las aguas superficiales antrticas se hun-den por debajo de las aguas subantrticas que discurren sobre ellas hacia'el sur. Esto constituye una verdadera barrera o lmite que separa al eco-sistema antrtico confirindole caractersticas propias. A esta altura to-dos estamos pensando en los recursos pesqueros, para poder justipreciar'

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