Suplemento insurgencia magisterial 1

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Suplemento Magisterial quincenal de La Jornada Veracruz Lunes 17 de febrero de 2014 Año 1 Número 1 Coordinador: Oswualdo Antonio González groups/InsurgenciaMagisterial Búscanos en línea en www.jornadaveracruz.com.mx Veracruz en pie de lucha

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Suplemento Magisterial quincenal de La Jornada Veracruz ❉ Lunes 17 de febrero de 2014 ❉ Año 1 ❉ Número 1 ❉ Coordinador: Oswualdo Antonio González

groups/InsurgenciaMagisterial ❉ Búscanos en línea en www.jornadaveracruz.com.mx

Veracruz en pie de lucha

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Las mujeres se han constituido en artífices de los movimientos sociales en el mundo; en nuestro país, desde un bajo perfil, han desempeñado un papel trascendente, siendo en los últimos años sostén y símbolo de la protesta social y la resistencia civil. Veamos algunos ejemplos.

Cansadas de injusticias, de salarios miserables, de trato inhumano, de oprobiosos actos de vasallaje en ple-no siglo XX en contra de la población civil, maestras normalistas de Ayotzi-napa, se unieron al Partido de los Po-bres de Lucio Cabañas y Genaro Váz-quez para internarse en la clandesti-nidad con los dirigentes guerrilleros y luchar por una transformación radical en la vida de hombres y mujeres de la sierra guerrerense. Ellas también ca-minaron incansablemente, se ejerci-taron con rudeza, cavaron trincheras, construyeron barricadas, comieron hierbas y plantas silvestres, fueron atacadas por insectos venenosos y combatieron con fusil en mano a la-tifundistas explotadores, responsables de la miseria de cientos de familias de la región. Así vivieron y murieron Mari-na Ávila e Isadora López, ofrendando su vida a la causa de los sin nombre; de ellas poco se ha escrito.

Ciertas crónicas del movimiento es-tudiantil de 1968, expresan y asignan mayor reconocimiento y jerarquía a los hombres que han narrado puntual-mente los hechos ocurridos el 2 de octubre del citado año. Han retratado la imagen de la violenta insurrección callejera y la tenebrosa experiencia

en las crujías de Lecumberri. Un seg-mento de la historiografía de izquierda ha impuesto nombres, apellidos y has-ta caudillos del movimiento inspirado parcialmente en El mayo francés; res-tando relevancia a la participación de mujeres durante este sangriento capí-tulo que ha marcado de luto la historia reciente de nuestro país. Por lo regular se acude a los varones para identifi-car a los máximos exponentes de la revuelta sesentayochera. Con ellos todo, de ellas poco se ha dicho; la me-moria mutilada le ha restado presencia a Roberta La Tita Avendaño y Ana Ig-nacia La Nacha Rodríguez, integran-tes del Consejo Nacional de Huelga, quienes se metieron hasta el fondo del movimiento, y ejecutaron acciones del mismo calibre que sus compañeros de lucha: analizaron escenarios, briga-dearon en las calles, olieron de cerca el tufo a pólvora, sintieron el rigor de la represión, levantaron la voz en la pla-za pública, sellaron su vocación social en la soledad de una celda.

Mas adelante, el movimiento zapatista se multiplicó con la dignidad rebelde de “Las Adelitas”, quienes se fueron a seguir a sus hombres en lucha y juntos asaltaron sorpresivamente la presidencia municipal de San Cristó-bal de las Casas, Chiapas, la noche del 31 de diciembre de 1993, para dar paso a uno de los movimientos insurgentes más significativos y es-peranzadores del siglo XX en el con-texto mundial. Los rostros cubiertos de Marcos, Tacho y Ramona, pronto dieron la vuelta al mundo y miles de luchadores sociales se miraron en el espejo del zapatismo; había surgido

el escaparate para dar rienda suelta a las aspiraciones legítimas en bus-ca de un mundo más justo y menos desigual. Mujeres y niñas zapatistas de ojos penetrantes y pies descalzos serían ícono de sublevación y valentía en distintas partes del orbe. De aquí emergieron muchas mujeres que de-cidieron abandonar todo, para sumer-girse en la profundidad de la guerrilla. Algunas se quedaron en el camino, otras más continuaron su ruta en bus-ca de ese México que nacía abajo y a la izquierda.

En los últimos años el movimiento político democratizador surgido de la sociedad civil, se ha visto fortalecido con la participación decidida de infini-dad de féminas que no están dispues-tas a ceder ni un ápice en sus aspira-ciones por cambiar el destino de este país que se hunde en el fango de su realidad. Estos importantes logros ob-tenidos por organizaciones y colecti-vos ciudadanos, no podrían asumirse del todo sin la denuncia directa y el re-clamo desgarrador de Rosario Ibarra, sin la palabra certera de Carmen Aris-tegui, sin la pluma detonante de Lydia Cacho, sin el valor y la ética periodísti-ca de Regina Martínez, sin el arte pro-

vocador y la crítica mordaz de Jesusa Rodríguez, Liliana Felipe, y Regina Orozco, sin la generosidad altruista y solidaria de “Las Patronas”, y de otras miles que trabajan incesantemente desde diversos escenarios pero con la misma pasión e intensidad.

Hoy en día, el movimiento magisterial particularmente en Veracruz, lo han sostenido las mujeres, a pesar de que varones se han colgado la presea de dirigentes. Sin embargo han sido ellas quienes desde el anonimato han for-talecido vigorosamente la insurrección docente: organizan, crean, marchan, gritan, imparten clases, son madres de familia, compañeras, amas de casa, administradoras, proveedoras, promo-toras de lucha, en fin. Las féminas lu-chan por causas justas, por reclamos sentidos, por ideales genuinos, por románticos sueños de esperanza. Su consigna, su rostro, su coraje retumba en la plaza pública, el mismo lugar en donde se mancilló su cuerpo con to-letes y gases; su dignidad dolida está de pie, su frente elevada se mantiene firme, estoica; las ha ofendido en el alma el doloso engaño de la clase po-lítica y gremial, tal vez perdonan pero no olvidan; no se han retirado de la arena pública ni lo harán, su voluntad es más fuerte que su cansancio. Su persistencia es fortaleza, su pundonor es esencia.

Este proceso de lucha magisterial ha colocado a cada quien en su justa di-mensión: los radicales, los tibios, los oficialistas, los oportunistas, los mo-derados, los pesimistas, los protago-nistas, los gandallas. Nadie predijo el nuevo tipo de maestra que se estaba gestando: la de espíritu inquebranta-ble, que defiende lo que le correspon-de incluso con su vida.

Cuenta un pasaje histórico, que des-pués de una ardua batalla en contra del ejército otomano, un oficial de su escudería, ofrecía alabanzas y frases apologéticas, elogiando la valentía de Napoleón Bonaparte; al inquirirle como enfrentaría estratégicamente la próxima contienda contra del podero-so ejército, este respondió -No lo sé -, sólo sé que las batallas contra las mujeres son la únicas que se ganan huyendo.

*El autor es Docente de la

Benemérita Escuela Normal Veracruzana. Xalapa, Veracruz. México.

2 Lunes 17 de enero de 2014 3

DirectorTulio Moreno Alvarado

SubdirectorLeopoldo Gavito Nanson

CoordinadorOswualdo Antonio González

EdiciónMayra Licona Aguilar

CorrecciónArmando Preciado Vargas

Clara Isela Gómez Rosales dejó su vida en las aulas, maestra veracruzana ejemplar, que con su diario vivir mostró que es posible que en estos tiempos de globalización financiera, de sociedad de la información y del conocimiento, la escuela siga siendo el eje que articule a la sociedad.

Su vida fue una constante lucha contra las injusticias y una férrea defensora de la educación pública, como una vía para romper destinos que apuntaban a reproducir círculos de pobreza. En sus últimos días, en silla de ruedas asistía a la escuela y se sumaba a los cientos de maestras y maestros que en el sur del estado de Veracruz exigían el respeto a la educación pública y a sus derechos laborales. Dejó está vida luchando.

Como Clara, otros educadores veracruzanos han dado su vida en esta lucha contra la Reforma educativa y por un México más justo y democrático, otros, han sido golpeados, amenazados y reprimidos, sea este primer número de nuestro Suplemento, un homenaje a ellas y ellos.

Insurgencia Magisterial es un frente más de lucha contra la Reforma educativa y en general contra las reformas estructurales, es un espacio donde confluyen distintas miradas y voces, no busca el adoctrinamiento, sino la discusión libre y fundamentada de lo educativo. Pretende ser, un vehículo para comunicar los esfuerzos que cotidianamente realizan los educadores y una plataforma para la denuncia puntual de acciones u omisiones de las autoridades públicas.

En el Consejo editorial nacional e internacional, acompañan este esfuerzo, destacados académicos, que desde sus espacios posicionan a la educación como un ejercicio revolucionario que busca transformar las realidades indeseables que nos ha tocado vivir y que son consecuencia de la voracidad de grupos, que al amparo del poder, hacen de nuestro mundo un mercado y de los seres humanos un producto y un consumidor.

Trece destacados maestros insurgentes integran el primer equipo que ha dicho si a la movilización en calle, si a la lucha jurídica, sí a la lucha pedagógica, pero también si a la lucha por el espacio público, por la opinión pública. Ningún frente de lucha descalifica al otro, así como tampoco, lo educativo se puede reducir a un mero ejercicio didáctico, acotado por un espacio físico llamado escuela.

Mientras exista un maestro insurgente, que salga a la calle a defender sus derechos, que convierta su aula en un ejercicio constante de formación de ciudadanos y que sea capaz de construir su voz en el diálogo con otros, éste Suplemento tendrá vida.

Insurgencia Magisterial, nace con una mirada internacional, se encontrarán en los primeros números con textos de España, Argentina y Nicaragua y, con una mirada regional, escriben colegas de Puebla, Tamaulipas y Michoacán. En los próximos números fortaleceremos este perfil, de tal modo que podamos establecer redes de comunicación y hermanamiento entre luchas, entre insurrecciones.

La Insurgencia Magisterial, se solidariza con otras luchas y exigimos la liberación de los presos políticos, alto a la criminalización de la protesta, respeto a la vida de periodistas, alto a la depredación de los recursos naturales y fin al clima de violencia en Veracruz y México. Saludamos esfuerzos como el Congreso Popular y la Unidad Patriótica, ya que colocan el acento en la urgencia de unificar la lucha de los de abajo para acabar con los abusos de los de arriba.

Insurgencia Magisterial es un espacio ganado por la movilización en calle, por ellos las puertas están abiertas para colaboraciones, no es exclusivo de ningún grupo, ni de ninguna corriente de pensamiento.

Ed

ito

ria

lDirectorio

Contacto e interacción: [email protected]

De nuevo las mujeres…

facebook.com/groups/InsurgenciaMagisterial/■ Foto Eliseo Aguilar

Lunes 17 de enero de 2014

CONSEJO EDITORIAL NACIONALMiguel Ángel Díaz Delgado (Jalisco)Juan Hurtado Chagoya (Michoacán)

Luis Albino Hernández Montalvo (Puebla)

CONSEJO EDITORIAL INTERNACIONAL Herman Van de Velde (Nicaragua)

Carla Yeneris Caballero (Nicaragua) Solange cabrera Tapia (Bolivia)José Raúl Flores Pérez (Chile)

Rosa Esther Cordero García (Chile)María Pascuala Toledo Francisco (Guatemala)

EQUIPO DE EDUCADORES-REPORTEROS

Jesus Assaf Díaz Hercila

(Región Tantoyuca)

Libertad Leticia Martínez Téllez

(Región Córdoba)

Isabel Castillo Méndez

(Región Huatusco)

Juan Alberto Flores Rosales

(Región Orizaba)

Gilberto González Colorado

(Región Xalapa)

Martín Víctor Maldonado Rodríguez

(Región Xalapa)

Marco Aurelio Martínez Sánchez

(Región Xalapa)

Adriana González Juárez

(Región Xalapa)

Rubí Yadira Cuevas Cuevas

(Región Xalapa)

Sayra Marín Becerra

(Región Perote)

Luis Enrique Rainier Pozos Hernández

(Región Xico)

Rosa Elena Sánchez Ortega

(Región Naolinco)

Giovanna Claudia Liévano Navarro

(Región Acayucan)

w Marco Aurelio Martínez Sánchez *

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Ahí los miro

Con las suelas desgastadas

De tanto andar de un lado a otro

Ahí los miro

Con sus gritos de coraje

Con sus pancartas de odio

Perdiéndose en el solar de un país

Desconocido;

Ahí están mientras los otros

Piensan sus razones por no dar clases

Y cómo el gobierno lo permite,

Pero ellos no saben que también

Se está enseñando a todos en la calle

Resistiendo a la policía,

Motivando a otros a la lucha

Recuperando la dignidad

Para que un día

No haya diferencia entre iguales.

* El autor es Docente de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN)

en Coatzacoalcos.

NOTA INTRODUCTORIA.- El inclemen-te frío y la pertinaz lluvia que se dejó sentir en esta ciudad capital el pasado 29 de enero, día en que, a pesar de ello, se llevó a cabo la manifestación de los trabajadores jubilados para denunciar las irregularidades que el Gobierno del Estado históricamente ha cometido en el manejo del Instituto de Pensiones del Estado (IPE), comprometiendo con ello el futuro de sus pensiones, motivó que este “discurso” (sic) no pudiera ser pro-nunciado ese mismo día en la ya em-blemática Plaza Lerdo. Aprovechando el lanzamiento editorial de este suple-mento político-cultural es que el mismo “discurso” se publica aquí de manera ín-tegra con la intención de enviar un men-saje de esperanza a todos estos ejem-plares y dignos ex-trabajadores. Vaya pues, para todos ellos, un cordial abrazo y la solidaridad de todos los tripulantes de este nuevo proyecto editorial.

- I -

Este tiempo y este mundo que nos tocó vivir, con todo y lo moderno que se pretenda, y que no podemos cambiar por otro –al menos no en el corto plazo-, tiene que ver con algo que, ocasionalmente, se nos revela como “misterios indescifrables” que para nada podrían solucionarse con las modernas tecnologías, porque –me parece- justamente en donde no pueden hacer nada estas tecno-logías es con la pérdida de algunos de los valores universales que hasta hace poco eran de lo más emblemá-tico en la vida del hombre, valores que –podemos ver hoy casi todos- cada día van palideciendo hasta casi su total desaparición ante el embate de los valores del mercado globalizado que hoy campea por do-quier y entonces, -insisto: me pare-ce-, estos “insondables misterios” se revelan como verdaderas insensate-ces que el hombre y sus gobiernos

cometemos, por demás, de manera irresponsable y recurrente todos los días, me explico:

una de esa insensateces, y de los actos más vergonzoso que esta so-ciedad –es decir, el gobierno y no-sotros- comete de manera habitual, es el maltrato a los viejos. Y cuando uno ve que una sociedad –o sea, el gobierno y nosotros- trata así a sus viejos, no podemos menos que pen-sar que aquel slogan publicitario de “úsese y tírese” -enajenados como estamos en esta sociedad de hiper-consumo- es tan vigente hoy como antes, y tan aplicable lo mismo al hombre que a cualquier otro objeto que ya no nos resulta útil. Ello tam-bién significa que esta sociedad –es decir, el gobierno y los empresarios, no nosotros-, una vez que le ha sa-cado todo su jugo y explotado todas sus fuerzas, acostumbra someter a sus viejos al “pacto del hambre”, para arrinconarlos, para humillar-los, para terminar por abandonarlos. Y este abandono oficial que hacen estos neoliberales gobiernos, hoy por hoy lo podemos advertir en el martirologio que padecen nuestros jubilados del IPE, al tener que an-dar penosamente mendingando las condiciones establecidas por la ley, correspondientes a una pensión jus-ta y digna, a la que tienen pleno de-recho para lo que les queda de vida. Entonces, esta insensatez guber-namental, que raya en lo obsceno, nada tiene de misterio, toda vez que la quiebra de las finanzas de este instituto se explica por la insania perversa de exgobernadores y fun-cionarios, a partir de la corrupción y la impunidad de que gozan -dos las-tres de la vida social que hablan de la proverbial inmoralidad de la clase política que gobierna a este país y a esta entidad, y que deja en entre-dicho la credibilidad de un estado que se dice “de derecho”, ¿qué sería

de nosotros si no lo fuera? pero no me voy a referir más a esta perver-sidad de un estado, no “fallido”, si no “podrido” (porque algo muy enfermo debe de haber en las entrañas de un estado que procede con semejante desprecio e insensatez con aquellos que han ofrendado lo mejor de sus vidas para sostener instituciones generosas como la que hoy se ve socabada por la inmoralidad y la in-curia gubernamentales). En vez de ello, poniendo la poética en el lugar de la política, quiero dedicar, como un respetuoso homenaje a las com-pañeras y compañeros jubilados de Veracruz, un poema producto de la inspiración compartida con un viejo amigo catalán, que espero les resul-te significativo:

- II -

(con la venia de J.M. Serrat, quien me debe perdonar el haber destrui-do la letra de una de sus hermo-sas cancione para construir, con sus versos y los míos, un porfiado poema acorde con las condiciones actuales de muchos de nuestros en-trañables y queridos “viejos”, como cariñosamente aquí les llamo, cu-yos surcos en su piel mal disimulan grandes historias vividas de dolor, de alegrías y de gloria, secuelas de los claroscuros que correspondem a la falibilidad de la condición humana del hombre)

* El autor es Docente de la Benemérita Escuela

Normal Veracruzana.

Xalapa, Veracruz. México.

Hace algunos días, en mi aula de quinto grado de educación primaria, abordábamos el tema “Del Porfiria-to a la Revolución Mexicana” de la asignatura de Historia, como todo mexicano, al escuchar la palabra Por-firiato, revive aquella época de nues-tra historia nacional, en donde nuestro país estuvo bajo el dominio, alrededor de 30 años, de un personaje llamado Porfirio Díaz.

Díaz, asume la presidencia de la re-pública en 1877, después de postular El Plan de Tuxtepec en el que exigía la no reelección y termina su primer pe-riodo al frente del país en 1880 para regresar en 1884 y, ¡oh contradicción!, reelegirse cinco veces seguidas. En este periodo México sufrió cambios significativos por el crecimiento de su economía como en la minería, electri-cidad, petróleo, construcción de vías ferroviarias, producción de hilados y tejidos, las comunicaciones como el te-léfono, el telégrafo y el cinematógrafo. Se abrieron las puertas a las inversión extranjera de Estados Unidos, Francia, Alemania e Inglaterra quienes vieron en nuestro país un gran negocio, no obstante también provocó el descon-tento de la población, ya que para lo-grar el crecimiento económico del país, Díaz estableció algunas leyes que fa-vorecían a las empresas extranjeras y rebajaron los salarios de los jornaleros y los empleados públicos.

Algunos periodistas del país que cri-ticaron este régimen fueron persegui-dos y la represión en su contra fue im-placable, la opinión pública fue callada lo que a la postre se constituyó en la llamada “Paz porfiriana”. Se aprobaron algunas leyes como la Ley de Deslinde y colonización en donde aparecieron grandes latifundios ya que alrededor de cinco mil hacendados eran dueños de la mayor parte de las tierras culti-vables del país y millones de campe-sinos vivieron en condiciones deplora-bles por lo que los pueblos indígenas se levantaron en armas y como con-secuencia el gobierno respondió con represión. Miles de hombres murieron a manos del ejército mexicano.

Díaz se rodeó de un gabinete que le ayudó a legitimar su poder, dejando sin margen de maniobra a las autori-dades locales, él tomaba todas las de-cisiones, todas sus iniciativas se apro-

baban y en esas condiciones reformó el artículo 78 constitucional, con la fi-nalidad de afianzarse en el poder y así reelegirse indefinidamente.

Obreros, estudiantes y campesinos salieron a las calles a protestar en contra de su política y la respuesta del General Porfirio Díaz fue perseguir, intimidar, detener y matar a la disi-dencia, pero con el paso de los años en 1910, en algunos estados del país ya se iniciaba el movimiento de algu-nos líderes como Francisco I. Madero, Abraham González, Pascual Orozco, Francisco Villa, Emiliano Zapata, etc. los cuales unían sus fuerzas para de-rrocar al gobierno opositor, muchos perecieron en el intento, pero lograron terminar con su Dictadura logrando que Díaz renunciara al poder y se exi-liara.

Les comenté a mis alumnos que eso solo pasó en aquella época, que en pleno siglo XXI jamás pasaría esto, por lo que el salón de clases se con-virtió en una tormenta de comentarios por la gran similitud que observaron entre aquel gobierno y el actual, so-bre lo que ven en los noticieros y lo que no se ve, lo que escuchan del pueblo, de sus padres, amigos, publi-caciones en las redes sociales sobre los movimientos, protestas, guerras, represiones y tantas cosas que pensé desconocían y que se han presentado en nuestro actual México lindo y que-rido. Para cerrar el tema comentamos que la Historia nos permite detonar procesos de concienciación, por lo que debemos rescatar nuestros valo-res que tanta falta hacen a nuestra so-ciedad, que aprendamos a ser críticos con una visión para influir en la cons-trucción del presente, sin dictaduras, para dejarles a las generaciones con las que convivimos, un México que los haga sentirse libres y orgullosos.

¿Qué México quieres para tus hijos? ¿Qué estás dispuesto a hacer?

* El autor es Maestro de Educación Pri-maria y Coordinador de la Red de Gestión

Comparada con Enfoque Internacional (REGECEI) en la Región de Tantoyuca.

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Nuestro pasado ¿Presente? Llegar a viejo

Lunes 17 de enero de 2014 Lunes 17 de enero de 2014

w Jesús Assaf Díaz Hercilaw Manuel Álvarez*

w Gilberto González Colorado*

Fuentes

GONZÁLEZ, y Gonzalez Luis. Viaje por la historia de México. Méxi-co.2009. Ed. Clío, Libros y Videos S.A. de C.V., 2009.SEP, Historia Quinto grado. México, 2010, pág. 79-111.SERRANO, Álvarez Pablo. Porfirio Díaz y el Porfiriato, Cronología (1830-1915) en:http://www.inehrm.gob.mx/cdigital/libros/cronologias/porfirio_porfiriato.pdfSOSENSKI, Susana. La revolución mexicana. México. SEP. Nostra Ediciones, 2009. (Libros del rincón).

LLEGANDO A VIEJO

Si se llevasen el miedo,  y nos dejasen lo bailado.

Si se llegase entrenado  para enfrentar el presente,

con ímpetus renovados y con fuerzas suficientes.

Y en justa correspondencia  -después de haberlo dado todo- 

todo estuviese pagado,  y el carné de jubilado

abriese todas las puertas.

Entonces, quizás llegar a viejo,  sería más llevadero, 

más confortable, más duradero;Y ese halo luminoso de experiencia,como aureola que se posa en sus

cabezas.

Si el ayer no se marchara tan de prisa.  Si tuviesen estos “bichos”más cuidado en donde pisan. 

Si se viviese entre amigos 

que al menos de vez en cuando  nos pasasen la pelota. 

Si el cansancio y la derrota  no supiesen tan amargo. 

Y si fuesen poniendo luces 

en el camino, a medida  que el corazón se acobarda,  y los ángeles de la guarda 

diesen señales de vida. 

Quizás entonces llegar a viejo  sería más razonable, 

más apacible, más transitable. 

¡Ah, si la veteranía fuese un grado!Y nos diese tal vigor

para caminar sin tanto enfado, y para resistir mejor

el momento de ese trago. 

Si tuviese más ventajas  y menos inconvenientes.  Si el alma se apasionase,  el cuerpo se alborotase 

y las piernas respondiesen. 

Y del pedazo de cielo  reservado para cuando 

toque… rendir el equipo,  repartiesen anticipos 

a los más necesitados. 

Quizás llegar a viejo,  sería todo un festejo; un formidable remate 

con un final de gran beso. 

En lugar de arrinconarlos en la historia,  convertidos en fantasmas con memoria. 

Si no estuviese tan oscuro  a la vuelta de la esquina,

donde acechan los murmullosde mil voces en sordina.

Y simplemente si todos, entendiésemos que todos…llevamos un viejo encima.

QUE NADIE ESCLAVICE A NADIE

■ Foto Sergio Balandrano

■ Foto Eliseo Aguilar

Page 4: Suplemento insurgencia magisterial 1

Con la autorización, vía correo electrónico del autor, compartimos con ustedes este artículo que nos parece fundamental en la discusión que habrá de darse en los

próximos días respecto de qué hacer en la línea pedagógica del movimiento magiste-rial: diseñar un Modelo educativo alterna-tivo para Veracruz o bien, diseñar una Po-lítica educativa de Estado para Veracruz.

Lo peor que puede pasar en esta línea, es que se tome una decisión sin abrirse a la discusión, reproduciendo con ello el

actuar del gobierno, lo que implicaría exigir democracia a la autoridad pero actuar an-tidemocráticamente de forma interna. Los dejamos con el texto del periodista espa-

ñol Adrián Tarín.

La educación está prohibida. De esta determinante forma comienza un homó-nimo documental argentino que aunque está revolucionando a la pedagogía, sólo muestra la metodología libertaria tradicional defendida por, entre otros autores, Ferrer i Guardia. De las escue-las libres, como Paideia en Extremadu-ra, podemos discernir diez claves bási-cas para entender cómo la educación, en el sistema neoliberal, está prohibida.1)     La escuela como reproducción so-cial. La educación estatista y obligatoria tiene su origen en las necesidades his-tóricas de las elites gubernamentales y empresariales de adiestrar y configurar súbditos y trabajadores/as. Tal y como afirman las teorías críticas con el fun-cionalismo de Baudelot y Establet o de Bowles y Gintis, existen dos versiones pedagógicas en el sistema capitalista: la de los/as dominantes y la de los/as dominados/as, así como imitan la jerar-quía empresarial con el objetivo de di-fundir la superestructura y la ideología burguesa. Sería así, la escuela, un me-canismo fundamental para constituir el consenso gramsciano.2)          La educación está fragmenta-da. Siguiendo la lógica fabril y empre-sarial que practica la escuela actual, ésta se encuentra fragmentada y clasi-ficada. El educando está separado de sus iguales por criterios no naturales (la generación y/o el sexo) en aulas cerra-das, como si de departamentos espe-cializados se tratase, y el conocimiento se limita a materias concretas y delimi-tadas. Frente a esta visión antipedagó-gica, la escuela libre propone la educa-ción integral u holística, la cual supone una visión general, una visión del todo. El conocimiento es transversal, puesto que tanto las ciencias como los valores tienen una relación estrecha entre sí, no limitada.3)     La homogeneización del educan-do.  La escuela estatista y obligatoria no hace distinción entre educandos. Los/as niños/as son únicos e irrepe-tibles, sin embargo, los contenidos son homogéneos. No se atiende a las capacidades y plazos individuales de aprendizaje, convirtiéndoles en masa. Asimismo, tampoco se tienen en consi-deración las características personales del educando: todo lo que haga  está mal, fruto del culto a la moderación. Se construyen estándares normalizados a través de mecanismos poco científicos

(el cociente intelectual) para asociar cualquier distinción con enfermedades (hiperactividad) o anomalías cognitivas (superdotados).4)     La disciplina como control autori-tario. El sistema escolar preconiza una idea de disciplina autoritaria, vertical, donde el objetivo es el control y sumi-sión del educando en base al miedo. Los hábitos y actitudes de los/as niños/as son moldeados hacia la desperso-nalización. Frente a esto, las escuelas libres proponen una disciplina funcional (comunitaria) o la autodisciplina, basa-das no en la obediencia per se, sino en el respeto y las decisiones colectivas. Es necesario que el educando comien-ce a hacerse responsable (y aprenda) de sus actos y las consecuencias deri-vadas del mismo. Por ello, se propone que no existan estructuras de poder, puesto que las normas sociales (y, por tanto, también las escolares) son diná-micas.5)        La evaluación como adulteración de la identidad.  La escuela preconiza un ideal resultadista de la educación, en el que la meta es más importante que el sendero; que el aprendizaje en sí. Las evaluaciones (premios y casti-gos) no sólo descontextualizan y des-virtúan la educación, sino que además generan identidades no naturales en los educandos. Los/as niños/as pasan de tener personalidad a ser alumnos/as  de sobresalientes,  de notables,  de aprobados o malos alumnos (en la crí-tica marxista a la educación, categorías equivalentes a las salariales). Asimis-mo, cabe interrogarse: ¿qué se evalúa y con qué justificación?  En la evalua-ción no se tiene en cuenta la unicidad del educando, y el establecimiento de un patrón estándar elimina un sinfín de potencialidades positivas. Los principios

que transmite la evaluación, y por tanto la competencia y el miedo (principios superestructurales), son contrarios a la cooperación y producen un modelo conductista irracional. El/la niño/a debe corregirse, con sus errores, aciertos, la experimentación con sus pares y la guía del adulto/a, a sí mismo/a. Las titulacio-nes, por su parte, son una abstracción imperfecta, puesto que el conocimiento no se adquiere de manera definitoria; el aprendizaje no es un proceso termina-ble. En la educación no debe de haber vencedores/as y perdedores/as.6)         El educando como objeto pasivo de la educación. La escuela considera al niño/a como un ser vacío y dispuesto a ser rellenado por la superestructura. Éste jamás participa de los contenidos de las materias, nunca decide qué quie-re aprender sino que consume aquello que quieren que repita. En lugar de ser el/la protagonista, es un/a actor/actriz de reparto. La enseñanza, para ser, debe ser libre, así como para poder ejercer esa libertad fuera del entorno escolar y escoger sin condicionamien-tos interesados el propio camino en la vida. De esta manera, el educando debe poder tomar parte de lo que aprende y de cuándo lo aprende, así como desa-rrollar conocimientos en las áreas don-de posea una mayor destreza sin que aquellas con mayor dificultad obstaculi-cen su aprendizaje.  Asimismo, también debe ser un activo en el funcionamiento del centro a través de mecanismos de diálogo como las asambleas, no sólo oyendo sus opiniones, sino escuchán-dolas y teniéndolas en cuenta.7)     La repetición contraintelectual. Los métodos pedagógicos de la escuela actual son, al igual que sus evalua-ciones, resultadistas. La institución no tiene cuidado por el aprendizaje, sino

por los contenidos verbalizados. La re-petición textual es una técnica alienante cuya consecuencia es la ausencia de creatividad. Sin comprensión lo estu-diado cae en el olvido, puesto que el almacenamiento de información no es aprendizaje. Además, esta metodología no tiene en cuenta las capacidades del educando: no importa si se le pide más (habilidad memorística) a un/a niño/a de lo que puede dar. Por ello, desde las escuelas libres se considera capital evitar la pérdida de curiosidad natural en el/la niño/a. El tedio de la educación actual es lo que mata el interés y las intenciones de investigación que bioló-gicamente desarrollan los/as infantes y adolescentes. Éstos tienden natu-ralmente a aprender (y equivocarse) a través del juego, la creación y el arte, es decir, lo lúdico, un aspecto metodoló-gico descuidado en la escuela. Se pone mayor énfasis en conocimientos ajenos que en aquellos que tienen verdadero impacto en la cotidianidad. La escuela ha apartado al/la niño/a de la (su) Na-turaleza.8)     La indiferencia como trato al edu-cando.  La escuela no enseña en el amor, como hemos visto, ni siquiera en un periodo tan importante como la in-fancia. El/la docente, por lo general, no dispone de herramientas para preocu-parse por los sentimientos y emociones del educando. El florecimiento de las relaciones afectivas en el aula es el leit-motiv de la educación, con la intención de que sea esto lo que se reproduzca una vez abandonada la escuela.9)          El/la maestro/a como hijo/a del sistema.  Los/as docentes no son, por lo general, responsables intencionales de la prohibición de la educación, sino que han sido también enseñados/as en la alienación y deben emanciparse de su figura autoritaria y prepotente. Tie-nen que ser felices para poder enseñar en la fraternidad. De esta forma, en las escuelas libres los/as maestros/as son guías que abren caminos (y no cons-tructores/as de un único camino), acep-tan el fluir de la vida y cuidan más que educan. Los/as maestros/as tienen voz, pero no voto en las decisiones del edu-cando. Tampoco existen estructuras de poder entre los/as docentes, eliminan-do el cargo de dirección y favoreciendo el trabajo horizontal y en equipo entre iguales.10) La familia como obstáculo educati-vo. En la actualidad, los/as niños/as no sólo pasan más tiempo en la escuela que el que pasarán en la universidad (lo cual no parece lógico), sino que tam-bién que el que pasan en el hogar o el que pasan con sus progenitores o tuto-res/as por culpa de la dinámica laboral neoliberal. La familia es la responsable de la vida y la cría de la persona, por lo que los/as padres/madres no pueden considerar la educación como un fenó-meno profesional del que desentender-se. La escuela debe tener su reflejo en la familia y viceversa.

*El autor es periodista e investigador español.

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Diez prohibiciones de la educación

Lunes 17 de enero de 2014 Lunes 17 de enero de 2014

Mi admiración, respeto y afecto para Roberto Moreno Najar,

a su vasta y fecunda obra educativa y política. Y su incansable ejercicio de leer.

A finales del año 2013 el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha cumplido setenta años de existencia. Ha-gamos un balance sin festejos triunfalistas, tampoco descalificando todo. Pero lo más objetivo posible.

Para aquel Congreso de Unificación Magis-terial celebrado el 24 de diciembre de 1943 en un contexto político, social y económico propio del afianzamiento nacionalista–mili-tar fue un gran avance conformar un amplio frente diverso, plural, unitario y con estructu-ra nacional. El ilustre historiador Luis Chávez Orozco fue el primer secretario general de ese Comité Ejecutivo Nacional. Plagado de múltiples riesgos de escisión y sectarismo por las condiciones de diversidad ideológica, regional y, por supuesto, el papel del estado mexicano empeñado por atenuar y abatir lo que consideraba radical para la política edu-cativa de su tiempo: el pensamiento socialis-ta del cardenismo. La democratización de su vida orgánica fue el desafío principal.

A través de las diferentes estilos de actuar, pero con igual intención hegemónica de los siguientes regímenes presidenciales, los li-derazgos nacionales, y sus consecuentes seccionales se fueron consolidando los ges-tores en mejoras laborales, sociales, profe-sionales y aportes importantes (sobre todo de los frentes magisteriales identificados con las demandas campesinas y obreras) al proyecto educativo nacional. Sin embar-go, los secretarios generales nacionales y sus grupos político-sindicales, en mayor o menor medida, se fueron subordinando al presidente en turno (sí, desde entonces) que hizo del corporativismo la mejor práctica de control gubernamental, la incipiente demo-cratización sindical fue palideciendo hasta el desplazamiento, marginación y exclusión de sus grupos magisteriales representativos. La recompensa fue capitalizada y materia-lizada como moneda de cambio donde los líderes leales al presidencialismo se hacían funcionarios o representantes populares del partido-estado dominante de su tiempo.

Aún con estas características, podemos afir-mar que los avances en materia de mejora profesional y salarial, si bien no eran justas, se mantenían bajo las condiciones controla-doras del estado y la demagogia de la buro-cracia cupular. Los costos fueron muy altos, puesto que se encumbró a líderes que pese

a concluir sus ejercicios representativos seguían disponiendo o decidiendo en la vida sindical. Una muestra importante es: la consolidación del ré-gimen solidario y social de la jubilación de los trabajadores educativos, reflejo fiel del estado benefactor y desarrollista. Lo que llevó a no pres-cindir de los secretarios generales nacionales salientes y mantenerlos, con relativa discreción, en figuras que sin ser estatutarias las incorpora-ban al protagonismo político partidista y político sindical.

Las prácticas de trascender a los secretarios ge-nerales salientes se hicieron tan convenientes (al presidencialismo, mas no a los agremiados) que durante décadas los secretarios generales se hicieron sólidos caciques, y sin pudor algu-no, ni rendición de cuentas, se hicieron vitalicios, generando el repudio de los representados pero sometido por los líderes nominales, nacionales, seccionales o delegacionales. La antidemocra-cia, el verticalismo, la intolerancia, la opacidad financiera de las cuotas sindicales, la negación de las aspiraciones de los opositores, su perse-cución, secuestro embozado y hasta el asesinato fueron los signos vergonzosos de estos tiempos.

La pérdida del poder adquisitivo del salario y el deterioro general de la calidad de vida, caracte-rísticas del neoliberalismo, logró reagrupar a tra-bajadores de la educación y estructurar organis-mos en una representación opositora nacional: la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que bajo las demandas origi-nales: democracia sindical, salario digno, profe-sionalización y proyecto alternativo de educación, cimbran al corporativismo siempre ostentoso de ser los representantes formales pero ineficientes a las necesidades más elementales de los tra-bajadores. El modelo de control sindical resulta inoperante, ineficaz, impráctico y costoso. Pero hay algo en el SNTE que resultó y resulta siempre rentable al presidencialismo: el numeroso ejército de operación electoral nacional siempre útil para maquillar, orientar y ganar elecciones. Es el esta-do neoliberal, el gran elector y ejecutor de caci-ques sindicales obsoletos para reemplazarlos por cacicazgos más sofisticados, mucho más hábiles y eficientes para enfrentar a la CNTE, tanto a la vieja usanza como en formas novedosas (incor-poración de representaciones opositoras a comi-tés nacionales, seccionales, reformas estatutarias con margen de maniobra, cooptación de líderes

opositores en organismos representativos estatu-tarios, no estatutarios, educativos y hasta de ope-ración partidista–electoral).

A setenta años de vida del SNTE, la democra-tización del mismo sigue pendiente, inconclu-sa, negada y complicada para promoverla en los tiempos actuales. Envuelto en su simbiosis de sindicato–partido, la parálisis, inmovilidad, inercias, resistencias y carencias han dejado al SNTE fuera de toda posibilidad de defender la escuela pública, de afrontar una mejora sala-rial sustantiva. La puesta en marcha de reformi-tis educativas se aplicó desde hace casi treinta años con la colaboración de las burocracias sin-dicales nacionales. Ha permitido y coadyuvado a la destrucción completa del régimen solidario y social de la jubilación y prestaciones sociales básicas. Los contratos de trabajo se realizan bajo “concursos por oposición” pero, con maniobras excluyentes, dejando a numerosos egresados normalistas en el desempleo. La profesionaliza-ción, actualización y permanencia de los profe-sionales educativos están confusas e inciertas por la embestida jurídica que significó la reforma educativa del grupo político gobernante en turno. La pertenencia al SNTE se ha ido fragmentando y muchos trabajadores educativos voluntaria-mente lo han abandonado para crear otras re-presentaciones sindicales.

Como respuesta, los dirigentes nacionales se dedican a chantajear con una “reafiliación” y “credencialización” forzosa y emergente ¿será que la situación jurídica y laboral del SNTE no está en orden?. La elección de los órganos de gobierno y representación sindical nacional man-tienen la antidemocracia y el férreo control sec-tario. Son, tal vez, los ámbitos regionales y dele-gacionales quienes han avanzado precariamen-te en su democratización. Por si fuera poco, los grupos empresariales hoy incriminan al profesor y magnifican el despido por ineficiencia.

Si acaso hubo mejores condiciones laborales, sa-lariales, profesionales y propuestas alternativas educativas fueron y han sido impulsadas en todos los frentes posibles por las históricas luchas del magisterio democrático agrupadas y sostenidas desde hace setenta años ¿Hay algo que celebrar?

* El autor es educador, radicado actualmente en el estado de Puebla.

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■ Foto AVC Noticias ■ Foto Eliseo Aguilar

Page 5: Suplemento insurgencia magisterial 1

Capítulo I

Recordando

Me despierto. Siento como si hu-biera dormido una eternidad, aun-que sólo haya sido una noche. Sigo pensando esto hasta que me doy cuenta de que no estoy en mi cuar-to y hay alguien mirándome. Es una mujer de unos 23 o 24 años. Está mirando hacia mi dirección pero no me mira a mí. En cambio yo si me le quedo mirando. ¿Qué rayos hago aquí? ¿Dónde está mi familia? ¿Por qué me está mirando? La joven por fin ve que la miro y me revisa toda la cara como si buscara algo. Hasta que termina y me dedica una son-risa. Me siento incomoda como si tuviera que decir algo. O como si nos conociéramos de toda la vida. Así que lo único que se me ocurre es sentarme en la cama y alisarme la ropa. Es la misma ropa de cuando me dormí: un pantalón de mezclilla y una blusa gris sin mangas. Ya lo sé, ya lo se ¿quién se duerme así? pero a mí no me gustan las pijamas. Me pongo a pensar qué fue lo que hice antes de dormir; bueno prime-ro obvio me levanté, desayuné con mis primas y primos que vinieron de visita por una semana. Jugué unos juegos de mesa con mi hermana Marina de 16 años, con Isabel mi prima de 18 años, con Rubí mi pri-ma de 13, con Luci mi hermana de 10 años y con Amy mi hermana de 12 años. Porque mis 3 hermanos y mis primos y primas menores juga-ban a fuera al reloj y a los encanta-dos. Después comí, fuí al cine con mis primas, primos, Marina, Amy y 2 de mis hermanos mayores Josh y Jayden de 17 y 18 años. Fuimos solo los mayores de 12 años porque Jayden compro boletos de clasifica-ción B15. Salimos del cine, fuimos a la casa, cenamos y dormimos. Como solo hay 5 habitaciones en mi casa, me tuve que dormir con mis hermanas y unas primas en el mismo cuarto. Lo malo fue que me dormí al lado de Marina y Amy y es malo porque las 2 vieron la pelícu-la, o sea que me pateaban y mur-muraban que no las matara. Luci, también durmió en la misma cama, aunque su sueño es pesado y ni se inmutó. Yo admito que después de dormirme no me desperté, claro, hasta hace unos minutos.

Se ve que ella no hablará así que yo tengo que hablar primero; me aclaro la garganta.

-¿Quién rayos eres? -pregunto con una voz ronca. La sonrisa que traía la joven desaparece. Siento que la conozco, sé que la conozco, pero al mismo tiempo no sé quién es-.

-Em, soy yo. Isabel -la joven lo dice como si fuera lo más obvio pero yo sé que esta joven no es Isabel. Yo sé que no es Isabel. Isabel tiene 18 años y ella tiene seguramente más de 21. Al ver que me quedo callada ella sigue hablando-.

-No me crees ¿verdad? Bueno su-pongo que solo recuerdas a la Isa-bel de 18 -empiezo a creer que es un juego pesado de Josh o Jayden o inclusive Marina que una vez casi me tiro de las escaleras porque se-gún ella yo le quitaba la atención.

-¿Sigues sin creerme? Bueno, sé que tus padres se llamaban Cecilia y Rick, tienes 2 hermanos mayores llamados Josh y Jayden, también tienes una hermana mayor llama-da Marina, sé que tienes otras 2 hermanas llamadas Luci y Amy y el más pequeño de todos es Sco-tt -¿Cómo rayos sabe tanto de mí? ¿Quién rayos es?-.

-¿Quién eres? -es lo único que se me ocurre preguntar-.

-Soy Isabel tu prima.

-No. No eres ella. Ella tiene 18 años y sin ofender, pero no tienes 18.

-No recuerdas nada. -Ella habla apenas en un susurro como si estu-viera hablando con ella misma. Y tal vez lo estuviera haciendo-.

-Deja tus acertijos. ¿Dónde rayos estoy? ¿Qué rayos hago aquí? ¿Quién eres tú? -Empiezo a deses-perarme y se me oye en la voz-.

-Créeme soy Isabel, tienes que con-fiar en mí, nunca te haría daño. Nun-ca. -Esta tipa me está espantando, pero se ve que hablará o dará la explicación del por qué estoy aquí, quiero oírla-.

-Hace algunos días te encontré. Fui con Ray mi hermano menor a una especie de instalaciones donde “ellos” estaban. No sabíamos bien qué era y como vimos luces dentro, pensamos que eran personas y en-tramos a pedir refugio o al menos comida ya que... bueno es que te-nemos un grupo y somos los más grandes. Antes de todo, esto creo que era un laboratorio o algo así ya que era un edificio alto y pintado de color blanco. Cuando entramos las puertas hicieron mucho ruido. En el primer piso había un camino de sangre que llevaba hasta una habi-tación al final del pasillo. Yo le im-ploré a Ray que nos fuéramos pero no hizo caso y siguió el camino de sangre. En los pisos de arriba se oían ruidos. Como de animales o personas implorando que le dejen de hacer lo que sea que le estén haciendo.

*La autora es estudiante de 11 años,

actualmente cursa el Quinto grado en la Escuela Primaria Práctica Anexa a la

Normal Veracruzana en Xalapa, Vera-cruz. México. Invisible eternidad es

su primera novela y nos estará entre-gando un capítulo cada mes.

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Invisible eternidadw Zeltzin Donají Antonio Marín*

Veracruz y Puebla, hermanamiento en la lucha

w Sayra Marín Becerra*  

Lunes 17 de enero de 2014

Este sábado 25 de enero en la ciudad de Puebla se llevó a cabo el Taller denominado “La izquierda en Puebla: sus tareas”, como un esfuerzo por dar continuidad al análisis de la situación actual del país ante las refor-mas estructurales y las diversas problemáticas que enfrenta el Estado poblano; emprendida por diversas organizaciones de izquierda, sectores populares y sociales.

Previamente, el 19 de enero, dieron a conocer un pronunciamiento firma-do por 40 organizaciones democráticas, progresistas, sociales y políticas donde expresaron su inconformidad por el golpe que la nación está su-friendo ante las políticas neoliberales y el desmantelamiento que consi-deran se está realizando del Estado mexicano, ante lo cual propusieron un plan por la Unidad Nacional, la defensa de la patria y los derechos sociales.

En un esfuerzo por integrar opiniones y caminar juntos hacia alternativas de defensa nacional, en el taller se discutieron temas como la geopolítica y el contexto mundial, iniciando con ponencias al respecto y donde los asistentes externaron su opinión para luego dar paso a la realización de mesas de discusión para debatir el papel que juegan las empresas trans-nacionales y los ejes de poder imperantes en el país.

Durante todo el análisis quedó claro que México está al servicio del im-perialismo representado por los Estados Unidos de Norteamérica, siendo un lugar estratégico para cuestiones económicas y militares.

Los mismos integrantes reconocieron que hace muchos años en el estado de Puebla no se daba la oportunidad de reunir a la izquierda, la cual de-biera ser la defensora de la nación; no obstante existe la firme convicción de rescatar a aquéllos integrantes cuyos principios estén comprometidos con el país y no con intereses particulares, este se vuelve el ejercicio más complicado que está imperando en las reuniones realizadas, pero que se continuará trabajando a fin de conjuntar fuerza, ideales y tejer redes que permitan caminar juntos a pesar de las diferencias.

Un participante manifestó “debemos ser revolucionarios permanentes, dejar los vicios y la ignorancia que nos hace cómplices”, haciendo un llamado por no dejar la lucha e integrar también talleres de estudio de las políticas imperantes, pues la acción debe acompañarse de sustento y entendimiento histórico para no repetir las fallas que han llevado a la fractura.

* La autora es Maestra de Educación Preescolar. Labora en la Localidad el Conejo, Municipio de Perote, Veracruz. México. Asistió a este Taller como parte

de las acciones de vinculación de la UIM con otros movimientos sociales.

■ Foto Sergio Balandrano

Capítulo I

Recordando