Susana gimenez

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PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD SIAMESAS IRANÍES Ellas ganan en la selectividad Las chicas logran siete de las diez mejores notas para entrar en la universidad SERGIO HEREDIA BARCELONA. – Ellas, las principales prota- gonistas de esta historia, hablan de constan- cia, de trabajo, quizá de sacrificio. Sólo así se explican ellas que las chicas saquen mejores notas que los chicos, en especial en el bachille- rato, aunque anden a la par con ellos en el exa- men de selectividad. “Supongo que nos dedi- camos a los estudios más que ellos. No creo que se trate sólo de talento”, dice Susana Gi- ménez, la primera estudiante catalana del año (10 de media en el bachillerato; 9,82 en la selectividad). Sea trabajo, sea talento, la situa- ción no es novedosa. Sucede así desde hace años. Lo dicen las estadísticas y lo corroboran los expertos en la materia. “Ya ocurría antes, y también se reproduce en Europa: las chicas sacan mejores notas que los chicos”, dice Francesc Pedró, responsable de organización de las PAU (las pruebas de acceso a la univer- sidad, la selectividad, que en principio des- aparecerá en el 2006). Tampoco Susana Giménez –y Anna Tama- rit, con quien ha empatado en la nota de selec- tividad, con un 9,82 para ambas– son casos excepcionales. Se trata de muchachas con in- quietudes que procesan la información a tra- vés de razonamientos lógicos. “No son bichos raros, en absoluto –dice un portavoz universi- tario–. No se han pasado el día encerradas en casa, preparando la selectividad. Son mucha- chas que salen y que practican deporte. No responden al clásico prototipo empollón. Y así ha sido en los últimos tres años, en los que el primer estudiante catalán siempre ha sido una muchacha.” Siete de los diez primeros bachilleres de Ladan y Laleh Bijani “Este fenómeno se repite en Europa”, dice Francesc Pedró, responsable de la selectividad E n términos escolares, un diez no es un número redondo. Sig- nifica algo más, un valor, una inquietud, la sorpresa del pro- fesor, que se ha quedado bo- quiabierto ante una respuesta. “Susana siempre ha aportado algo de su co- secha, algo que me sorprendiera”, dice de ella una de sus profesoras del Mare de Déu dels Àngels, un colegio concertado de La Sa- grera (Barcelona). Susana Giménez (18 años), cuando escucha el argumento de la tu- tora, se encoge de hombros y sonríe. “Supon- go que es cuestión de constancia: se puede ser más o menos inteligente, pero si traba- jas, entonces sales adelante”, dice. Susana Giménez ha sido este año la pri- mera alumna de Catalunya. Ha combinado su 9,82 en la selectividad (la misma nota que Anna Tamarit, que ha estudiado en el colegio Sant Nicolau de Sabadell) con un 10 de media en el bachillerato (por un 9,9 de Tamarit). “Aunque no tengo necesidad de sacar dieces –dice Susana–. Sólo tengo la ne- cesidad de hacer bien las cosas.” Las cosas, dice, se resuelven según el senti- do común. En un examen, si la memoria fa- lla, entonces debe imponerse el criterio. “Hay que aprender entendiendo; explicar las ideas con tus propias palabras. Si aportas algo más de lo que hay en el libro, siempre tienes más posibilidades de que te pongan un sobresaliente”, dice, y vuelve a sonreír. Su mente deriva hacia los valores humanís- ticos. Estudiará Publicidad y Relaciones Pú- blicas en Bellaterra –“me da salida hacia el Periodismo o hacia la Comunicación Audio- visual”–, porque las matemáticas le mo- lestan. Dice que le cuestan, que prefiere las lenguas. Y luego habla de sus métodos. Una estra- tegia equilibrada, tres, cuatro horas de estu- dio al día, la lectura en su habitación, reci- tando en voz alta como Pavarotti, las vale- rianas para sacudirse los nervios de la prue- ba, el orden, el orden, el orden. “A veces, mis padres me recomiendan que haga más cosas, que estudie menos y salga más. Yo, bueno, supongo que soy así...” “Susana puede hacer lo que se proponga; es una esponja de conocimiento y de valores”, dice de ella una profesora La operación iniciada el domingo en Singapur para separar a las hermanas Bijani se complicó ayer al inestabilizarse la circulación sanguínea entre ambas PROTAGONISTAS n El 86,59% de las estudiantes que se presentan al examen de acceso a la universidad aprueban en la selectividad, frente al 85,01% de los chicos. El número de chicas que se examinan también es superior Continúa en la página siguiente DAVID AIROB “Si olvido algo, uso el sentido común” Susana Giménez y Anna Tamarit superan la selectividad con un 9,82 Continúa en la página siguiente MARTES, 8 JULIO 2003 LA VANGUARDIA 25

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PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD

SIAMESAS IRANÍES

Ellas ganan en la selectividadLas chicas logran siete de las diez mejores notas para entrar en la universidad

SERGIO HEREDIA

BARCELONA. – Ellas, las principales prota-gonistas de esta historia, hablan de constan-cia, de trabajo, quizá de sacrificio. Sólo así seexplican ellas que las chicas saquen mejoresnotas que los chicos, en especial en el bachille-rato, aunque anden a la par con ellos en el exa-men de selectividad. “Supongo que nos dedi-camos a los estudios más que ellos. No creoque se trate sólo de talento”, dice Susana Gi-ménez, la primera estudiante catalana delaño (10 de media en el bachillerato; 9,82 en laselectividad). Sea trabajo, sea talento, la situa-ción no es novedosa. Sucede así desde haceaños. Lo dicen las estadísticas y lo corroboranlos expertos en la materia. “Ya ocurría antes,y también se reproduce en Europa: las chicassacan mejores notas que los chicos”, dice

Francesc Pedró, responsable de organizaciónde las PAU (las pruebas de acceso a la univer-sidad, la selectividad, que en principio des-aparecerá en el 2006).

Tampoco Susana Giménez –y Anna Tama-rit, con quien ha empatado en la nota de selec-tividad, con un 9,82 para ambas– son casosexcepcionales. Se trata de muchachas con in-quietudes que procesan la información a tra-vés de razonamientos lógicos. “No son bichosraros, en absoluto –dice un portavoz universi-tario–. No se han pasado el día encerradas encasa, preparando la selectividad. Son mucha-chas que salen y que practican deporte. Noresponden al clásico prototipo empollón. Yasí ha sido en los últimos tres años, en los queel primer estudiante catalán siempre ha sidouna muchacha.”

Siete de los diez primeros bachilleres de

Ladan y Laleh Bijani

“Este fenómeno se repite en

Europa”, dice Francesc Pedró,

responsable de la selectividad

En términos escolares, un diezno es un número redondo. Sig-nifica algo más, un valor, unainquietud, la sorpresa del pro-fesor, que se ha quedado bo-quiabierto ante una respuesta.

“Susana siempre ha aportado algo de su co-secha, algo que me sorprendiera”, dice deella una de sus profesoras del Mare de Déudels Àngels, un colegio concertado de La Sa-grera (Barcelona). Susana Giménez (18años), cuando escucha el argumento de la tu-tora, se encoge de hombros y sonríe. “Supon-go que es cuestión de constancia: se puedeser más o menos inteligente, pero si traba-jas, entonces sales adelante”, dice.

Susana Giménez ha sido este año la pri-

mera alumna de Catalunya. Ha combinadosu 9,82 en la selectividad (la misma notaque Anna Tamarit, que ha estudiado en elcolegio Sant Nicolau de Sabadell) con un 10de media en el bachillerato (por un 9,9 deTamarit). “Aunque no tengo necesidad desacar dieces –dice Susana–. Sólo tengo la ne-cesidad de hacer bien las cosas.”

Las cosas, dice, se resuelven según el senti-do común. En un examen, si la memoria fa-lla, entonces debe imponerse el criterio.“Hay que aprender entendiendo; explicarlas ideas con tus propias palabras. Si aportasalgo más de lo que hay en el libro, siempretienes más posibilidades de que te ponganun sobresaliente”, dice, y vuelve a sonreír.Su mente deriva hacia los valores humanís-

ticos. Estudiará Publicidad y Relaciones Pú-blicas en Bellaterra –“me da salida hacia elPeriodismo o hacia la Comunicación Audio-visual”–, porque las matemáticas le mo-lestan. Dice que le cuestan, que prefiere laslenguas.

Y luego habla de sus métodos. Una estra-tegia equilibrada, tres, cuatro horas de estu-dio al día, la lectura en su habitación, reci-tando en voz alta como Pavarotti, las vale-rianas para sacudirse los nervios de la prue-ba, el orden, el orden, el orden. “A veces,mis padres me recomiendan que haga máscosas, que estudie menos y salga más. Yo,bueno, supongo que soy así...”

“Susana puede hacer lo que se proponga; es una esponja de conocimiento y de valores”, dice de ella una profesora

La operación iniciada el domingo enSingapur para separar a las hermanasBijani se complicó ayer al inestabilizarsela circulación sanguínea entre ambasP

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n El 86,59% de las estudiantes

que se presentan al examen de

acceso a la universidad

aprueban en la selectividad,

frente al 85,01% de los chicos.

El número de chicas que se

examinan también es superior

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DAVID AIROB

“Si olvido algo, uso el sentido común”Susana Giménez y Anna Tamarit superan la selectividad con un 9,82

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MARTES, 8 JULIO 2003 LA VANGUARDIA 25

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MERCÈ BELTRANBarcelona

Aquel incipiente veranodel 2003, Susana Gi-ménez y Anna Tama-rit compartieron el lau-rel de la mejor nota de

selectividad en Catalunya. Ambasobtuvieron un 9,82, y mientras Su-sana tenía un 10 de media de bachi-llerato, Anna se quedaba a una déci-ma del número redondo (9,9). Du-rante estos cuatro años han seguidoestudiando con ahínco y las dos hanhecho aquello que querían.

Susana está de viaje de fin de ca-rrera, ha terminado Publicidad yRelaciones Públicas en la Universi-tat Autònoma de Barcelona (UAB)con un brillante expediente. A An-na le faltan dos años para concluirla doble titulación de Matemáticase Ingeniería de Telecomunicacio-nes, en el Centro de Formación In-terdisciplinaria Superior (CFIS) dela Universitat Politècnica.

“El primer año me asusté mucho,pensé que no podría. Lo pasé fatal yestuve a punto de dejarlo”, explicaAnna. Desde pequeña sabía quequería hacer Matemáticas y cuandoterminó la selectividad le propusie-ron hacer las dos titulaciones: “Y, bueno, meanimé”. Y pasó las duras pruebas de admi-sión. El CFIS es un centro para estudiantesbrillantes. La doble titulación comporta unaserie de ventajas para el estudiante, una delas dos carreras está prácticamente becada; acambio de un alto grado de exigencia. El añoque Anna empezó, otros 20 compañeros ini-ciaron el curso con ella –la doble titulaciónpuede ser en Ingeniería de Caminos, Indus-

trial, Informática, Telecomunicaciones yMatemáticas–, y en la actualidad quedan19. “El nivel no es el que me imaginaba, esmucho más duro. Exige mucho esfuerzo, vo-luntad y constancia. Siempre piensas quepor mucho que trabajes nunca acabas la ta-rea. Aquí no te regalan nada”.

Cuando empezó, estudiaba inglés y fran-cés, y de vez en cuando visitaba el gimnasio.En 2.º lo dejó todo “porque tantas horas a la

semana no hay”. Las matemáticas le apasio-nan: “Porque sirven para pensar. Dan méto-do para pensar y me motivan. Cuando tengouna duda respecto a un problema y la descu-bro me alegro, me siento orgullosa de lo quehe aprendido. Me resultan muy atractivas”.¿Qué exigen las matemáticas? “Si no tienesmétodo debes tener disciplina. Pero, ade-más, exigen esfuerzo. No todo el mundo quehace matemáticas es un genio”.

¿Qué falla para que los estudian-tes, en general, las sigan temiendo?“En matemáticas se te pide quepienses. En historia, cuando la sa-bes, se te pide que la recuerdes. Elesfuerzo de memoria es más cómo-do que pensar”. Aún no tiene claroqué hará cuando termine; no sabe sile gusta la investigación, tiene du-das respecto a si será capaz de “des-cubrir algo”: “Todo está inventado

por los teoremas anteriores. Tampo-co sé si me gustará la docencia y notengo ni idea de si me interesará ha-cer algo relacionado con telecomu-nicaciones. Ya veremos”.

Susana se quiere dedicar a la pu-blicidad, carrera que también hacursado de forma brillante. El cursopasado obtuvo una de las becas queel Ministerio de Educación y Cien-cia concede para colaborar en un

proyecto de investigación de los departa-mentos universitarios. Daniel Tena, vicede-cano de docencia de la facultad de Cienciasde la Comunicación, explica que Susana –deviaje de fin de carrera lejos de Europa– esuna alumna muy discreta “que rinde muchísi-mo”: “No creo que tenga problemas para in-corporarse al mundo laboral”. Y todo apun-ta, aunque nunca se sabe, a que lo que más leinteresa es la creatividad publicitaria.c

Susana Giménez ha

terminado Publicidad

y Anna Tamarit cursa

Matemáticas y

Telecomunicaciones

Anna Tamarit está en plena época de exámenes del 4.º curso de Matemáticas y TelecomunicacionesMANUEL LOZANO

“El primer año pensé que no podría”Las dos mejores notas de selectividad en el 2003 han mantenido un brillante expediente en sus años de carrera

VIERNES, 22 JUNIO 2007 S O C I E D A D LA VANGUARDIA 35

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“Excelsior”, dice la profesora deSusana. “Ese es el lema de nuestraescuela. Excelsior: siempre más ymejor.” La tutora dice que la chicacumple con ese valor. “Sencilla, dis-creta, accesible, no aspira a ser lamejor, sino lo mejor de sí misma.No es una enciclopedia ambulante:tan sólo le ha cogido gusto al saber.Además, también ayuda a los alum-nos que están a su alrededor.”

Gusto al saber, en general. Porejemplo, por los idiomas. Por el in-glés y el francés, en los que se defien-

de; por el alemán y el italiano, quehabía estudiado de pequeña. Gustopor la guitarra, en la que invirtió sie-te años, y por la natación: “La hepracticado hasta el nivel competiti-vo”. “En fin, ahora salgo al mundouniversitario –dice–. Y no sé quéme voy a encontrar. No siento in-quietud por lo que sucederá: tan só-lo curiosidad. Además, tendré quesepararme de mis compañeras de to-da la vida, cuatro chicas que saca-ban casi las mismas notas que yo.”La tutora asiente. “Ha sido un gru-po excepcional –dice–. La influen-cia de unas ha beneficiado a las

otras. Insisto, se trata de mucha-chas que saben y que aprenden por-que les gusta aprender.” Dice queno se advierte crispación en su ma-nera de pensar ni de estudiar.

Anna Tamarit se quedó a las puer-tas del diez en el bachillerato. Se lorecordamos, y entonces chasquealos dientes. “Fallé en Filosofía (9),en Educación Física (8) y en Ale-mán (9). En fin.” No es grave, ¿no?Se supone que no lo es. Pero el nivelde exigencia de estos estudiantes ro-za lo extraordinario. Se trata de ado-lescentes que viven para aprender.

“Menudo problemón –dice An-na–, cuando acabé el bachillerato yme dijeron que tenía que escogeruna carrera: me gustaban Física, Ca-talán, Historia, Matemáticas. Tuveque ir descartando, y al final me hequedado con esta última. Supongoque se debe a mi forma de pensar.

Yo razono de forma lógica. Tengoque hacerlo así porque a veces seme apaga la memoria. Además, siutilizo esa estrategia durante la pru-ba, entonces no hay motivo paraque me ponga nerviosa.”

Es posible que las Matemáticas seencuentran en su genética. Su padrees catedrático de TermodinámicaFundamental en la Politècnica, y sumadre ocupa un puesto de adminis-trativa en el Ayuntamiento deMontcada i Reixac. “A mí me gustainvestigar”, dice Anna, una apasio-nada de George Orwell, AldousHuxley y Ray Bradbury, tres iconosde la ciencia ficción y de las humani-dades. Sabe lo que se dice. Hace po-co fue premiada por uno de sus aná-lisis: “Funció crítica de la ciènciaficció. Anàlisi Comparativa de tresantiutopies: l'home contra la socie-tat”, se llamaba aquel estudio.c

Catalunya son mujeres. Susana Gi-ménez y Anna Tamarit, ambas estu-diantes de colegios privados concer-tados, lideran esta lista, que incluyea 26.725 alumnos (10.904 hombresy 15.821 mujeres).

Las estadísticas dicen muchomás. Ellas acceden a la universidadcon una media de expediente de ba-chillerato superior a los chicos(6,53, frente a 6,43), su porcentajede aprobados en la selectividad su-pera al de ellos (86,59 %, por 85,01% de los chicos), pero se igualan enla media del examen de selectivi-dad (5,76 en ambos sexos), un datoen el que se habían visto superadas

en los dos cursos anteriores. Ade-más, entrarán en mayor número enla universidad. Lo harán 13.699 chi-cas, frente a los 9.270 muchachos.Sólo un dato en contra: de entre los64 bachilleres que han sacado másde un 9 en la selectividad, 39 eranhombres y 25, mujeres.

Los valores permanecen inmuta-bles, sin embargo, en la apuesta porlas carreras de Letras. Resulta ex-cepcional que una alumna como An-na Tamarit haya apostado por lasMatemáticas. Quizá la respuesta es-té en los genes –su padre es catedrá-tico de Termodinámica Fundamen-tal en la Universitat Politècnica deCatalunya–, que se traducen en lapasión por el razonamiento lógico:

“Si la memoria se me apaga duranteun examen, entonces tengo que con-centrarme en esquemas estructura-dos”, dice ella.

Igual que en el curso pasado, losuniversitarios, y sobre todo ellas,apuestan por las humanísticas.Ciencias Empresariales, Adminis-tración y Dirección de Empresas oPsicología continúan al frente de lassolicitudes de los futuros universita-rios, que vuelven a olvidarse de Ma-temáticas o de Biología, para deses-pero de los científicos. Algún exper-to se justifica en la desmotivación.

En nuestro país, el bachiller ha ex-perimentado un temor ancestralpor las Ciencias, un temor que se hadisparado ahora, cuando esas mate-rias tocan fondo. La media de Mate-máticas ha sido de 3,85, la más bajadesde que se implantó este examenpara los estudiantes de ESO.

Los expertos proponen solucio-nes: el aumento de los contenidosde ciencias en la formación de losmaestros o la especialización de di-dáctica en las licenciaturas de Mate-máticas, Física y Química. En resu-men, que los futuros universitariosrecuperen un entorno que les permi-ta reconciliarse con las Ciencias,que es hoy para ellos un universocaótico y misterioso.c

“Cuando hay exámenes,no suelo ponerme nerviosa”

Prueba de selectividad en un aula de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, en junio

Viene de la página anterior

PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD Las tendencias de los futuros universitarios

Ellas cuentan con una

nota media en el

bachillerato ligeramente

superior: de 6,53, frente al

6,43 de los chicos

VICENÇ LLURBA

Viene de la página anterior

La nota media es de 5,76 en ambos sexos

26 LA VANGUARDIA S O C I E D A D MARTES, 8 JULIO 2003

Page 4: Susana gimenez

hEl Gobierno teme que la ventade ocho sumergibles a Taiwángenere un conflicto con China

Bush premia a Aznarcon un contrato parafabricar submarinos

Susana Giménez, de 18 años, tiene el honor dehaber sido este año la primera alumna de Cata-lunya, entre los 26.725 que se presentaron a laprueba de la selectividad. Ha combinado su 9,82

en esta prueba (la misma puntuación que ha ob-tenido Anna Tamarit) y un 10 de media en el ba-chillerato. Susana ha estudiado en la Mare deDéu dels Àngels, un colegio concertado del ba-

rrio de la Sagrera de Barcelona, y asegura quedesea estudiar Publicidad y Relaciones Públi-cas. Siete de los diez mejores estudiantes de estecurso son chicas. PÁGINAS 25 Y 26

El Gobierno prevé aumentar un 6%la inversión pública el próximo año

El Tourrevoca supacto conBatasuna

El PRI resurgeen México

castigando aVicente Fox

gMÁRQUEZ, SEGUNDO FICHAJE DEL BARÇA DE LAPORTA x PÁG. 47 h

MARTES, 8 DE JULIO DE 2003 Número 43.708 1 euro

hLa ministra Ana Palacio tratala cuestión en Pekín con lasautoridades chinas x página 11

DAVID AIROB

La más lista entre 26.725 estudiantes

c El gasto en infraestructuras se acercará a los 15.000 millones de euros x página 69

Irán desafíaa EE.UU.y prueba un

misil capaz dealcanzar IsraelTEHERÁN. – El régimen teocrá-

tico de Irán ha tensado un pocomás la cuerda con Estados Uni-dos, al anunciar que ha ensayadocon éxito un misil convencionalcapaz de alcanzar Israel y los paí-ses del Golfo. El anuncio se produ-ce en vísperas de la visita a Te-herán del director general de laAgencia Internacional de la Ener-gía Atómica para negociar un régi-men de inspecciones de la indus-tria nuclear iraní. PÁGINA 3

PÁGINA 13

MÉXICO. – El viejo Partido Re-volucionario Institucional (PRI)ha resurgido de sus cenizas en lasúltimas elecciones legislativasmexicanas al batir claramente alpartido del presidente VicenteFox. PÁGINA 8 Y EDITORIAL

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Fundada en 1881 por don Carlos y don Bartolomé Godó