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Chelo de Mélico y sus ta~: ~ .-1’~ ~ ~‘~di~, dondehan llenado V~a1a el lector en la presente ~e ITa da&~ im ~no y una cate I~sala con el más distinguido fotografía, con su belleza for- got~Ia a~l cabaret españoL es de tO» públi~ nOCturnO de Barcelona, midable. E~ta es «Mayra», llama- do punto imprescindible para conversamos con chelo sobre e~e da «La Princesa del ritmo». Vino darle vida. ~mbierne y color, un ~ tema que da lugar a la presente de La Habana a Barcelona, en número cc7reogr~fico; un ballet información. viaje aéreo, para incorporarse que reúna ~n ~I arte, lujo, y, —Yo he formado mi ballet, te- al elenco del Taifa, y su pro- por en~imade todo. caras beni- nlendc* en cuenta todas estas senda dió a «Embrujo Antill~t- ~a. l~ mlsmD en nuestros lo- ~ cosas. Y, además, poniendo es- no» mayor valoración. cales de alto variet~que en los pedal cuidado en que mis La hemos visto danzar, recor- grandes caaLrtos de toda Europa meros se adapten al gusto de tándose la blancura nacarina de ~— les invernales en la época del ~nuestro público. Música vivaz, ~su piel sedeña, contrastando COn egqul o los veraniegos de las ~propia para las evoluciones de ~lo moreno de las mulatas del. c í’fl~ playas ‘de moda llena y rema ~conjunto en la pista; temas exó- ~ junto. Venus blanca de ~~ncana ~a toda znceslón de figuras la ticos o de aire español. ~. ~dora telleza, luce, suelta a~ aire, pr~esencln de un ballet, ya sea —La hemos visto en el «Be- ~su cobellera negra de un brillo al gusto a~nericano o al estilo gujn the begtiine» y en el paso- de azabache. tan difimdldo hoy del fo&1&rl- doble español «El Beso». Con ~ Con ella y Con Oscar López, ~e brasileño o cubano. ambos números puede ir usted ~ conversamos una tarde, durane che:lo do Méjico con sus Gua- a todas partes. En el extranje- ~ el entreacto de Ja representación radiraz. nparecieron en nuestras ro la música española está domi- ~ de «Embrujo Antillano». prtnetpa~lessn]as de espectáculos nando el ambiente por su alegría .—~Vined1rec~amente del caba- y por doquier donde surgen, se y marcialidad. Especialmente los rió tHabana». También estuve d~r rama la ~1egria juvenil y el pasodobles de ambiente torero. durante largas temporadas en el B~tre din~1B~O de su presencia ~ —Con esta idea fué montado «Tropicana». Mi especialidad son danan •Vi~t32, colo~tido y amblen- El Beso». Mis guarachas que- los ritmos africanos y afro-ame- ~ndo al ‘públicD, cuaxido hay dan preciosas con su indumen- ricanos. Yo bailo también guara- ~ cerrm~ el programa. con un tarta torera; sus capotes; sus chas, xnachlchas, zambas, mam Guaracheras ~ Carlitos haquetilla& Las monteras. El un número de brío y mucha ale- ~ Tenemos en Barcelona a ur il1~ de la anticuela. Mantillas, gría y bellezas a la española. , artista, sepcillamente formida ‘as... —Flxactamente. Veo que me ha ble. Si el espectáculo Embru —Y su simpatía. ~lheIo. Su comprendido, hasta un poquito ~jo Antillano» que tan buena aco paUa vale mucho. Sonríe us- más, de lo que pretendia dejar-~ gida ha merecido y que cue~ti al público y eso basta para le adivinar. pOC grandes éxitos sus represen ~se las vitoree y aplauda. —Sus diez y seis guaracheras 1 tacion~s, manftene firme el cré -Además: en nuestros Salones forman un conjunto armónico ~dito en los carteles se debe er Fiestas Se abusa mucho de en presencia, estatura y gracias ~ paree, a este gran actor cómicc extranjero. Vienen del Otro personales. Vivian Leda y SoIe-I Y bailarín, al que recibimos sir ) de nuesras fronteras, mu- dad del Mar. las dos segundas ~ dar casi importancia, y del qu~ 5 figuras internacionales mo- bailarinas que sobresalen en el tanto se viene haislando ahora nas de más o menos valor. bal1el~ tienen personalidad Vi- t ¿Han visto ustedes ya «Em énas que tienen éxito alla. vian es de una distinción y una brujo Antillano»? ¿Vieron a Car f llenan poco. Unas cantan, exquisi’ez interesantes, con sul litos POUS en su incomparabl~ 15 bailan. Pero a*cabo de la caballera rubia y sus ojos cla-j interpretación del papel de ne porada podrían contarse con ros. Soledad del Mar, morena, grito? ¿Escucharon sus ocurren dedos de una mano las figu- vivaz, lleva en las facciones algo ~Cias? que dejaron un recuerdo de de belleza exótica y tropical. ~ P°rque Carlitos improvisa tra. categoría y relieve. Yo no ~Mjs guaracheras son de dis-t bajando, sin llevar otro gulór tenderé decir que mi ballet tintos países. ‘Tinas mejicanas, ~ que el que el mismo tiene traza lo mejor de lo mejor. Pero italianas, francesas, argentinas, ~do’ en el espectáculo. Bastar~ tue a un programa le da co- pero una verdadera selección. ~darse cuenta de que en el TaUs y anima el salón más frío, Sí. Efectivamente. Siguiéndo 1 ~e ha suprimido desde el primex ndo rompe un aire alegre en las con la mirada cuando apa 1 día el apuntador. Y en cambio. rquesta y aparecen mis gua- recieron en la pista para evolu- ~la verborrea chistosa de Carlitos ias, después de unas canelo- cionar en el magnífico ballet~ mana abundante, limpia clara Y lánguidas o de un número ~ de baile clásico. «pot-pourrí» Con la música th. ~siempre, con una oportunidad fondo del «Beguin the beguir.e» ¡ de asombro. Comprendido. Lleva usted rs- vimos cónfirmadas plenamente La noche del luuea último ~Chelo. Y voy a decirle algo, las palabras de Chelo. Perfilan- día de Pascua. estuvimos en e] ~ enctaja perfectamente con do con la mirada a cada unas teatro~ Carlvros, entregado por lu~ usted ha expuesto. Cuan- ~de sus guaracheras, poniendo ~entero a su trabajo, le sacaba después de el programa de ~atención en sus facciones recor- ~punta a todo. A los ruidos que .cciones, hay que dar música ~damos Italia, Francia, ~élgica, 1 venían de la calle con el desfiLE haLle, y alrededor de la pis- ~ Suiza, Austria, y algunos países ~ Interminable de bandas de trom .ace falta ambiente de alegría, 1 centroamericanos, que dieron al ~petas~ charangas y disparo de «~isky» y champaña, un ~mundo, cada cual a su manera, ~morteretes y fuegos de artifi íviii~.lano puede terminar ron ~un tipo de mujer b’~nita. ~ Cío. El público desternillábase de na señorita que nO~cante enj El Ballel de Chelo de Méji- 1 risa. ;pañol o en idioma extranje-i co, es eminentemente internacio-] Al día siguiente le vimos nue-’ ernpres~’dejespec~ácuIo ), una canción triste Ó ura cu-l nal, y por dondequiera que vaya, vamente un momento y la sala no—. sí. ~ en cambio, entérese Lé. Y mucho menos en un Sa- sin abandonar el rayito de sol entera entregábase a una ~nter-, de que trabajó enfermo y con ~rL al que concurran muchosl de España, en su programación, minable carcajada. ~fi~hre. Hoy anda ya un poquíO tristas de paso por España. Es j debe conseguir un éxito coreo- —Ayer estuvo soberbio Car- mejor. rl error rematar el cartel sin gráfico indiscutible. titos Pous le dijimos al señor «Canelina». genial también, di- ‘MAYRA” la Princesa del ritmo -‘.“, cuando vienen acá, les atrae leseo de conocer la tierra de jd~ procede su rama geneoló- 1? —Por mi parte, ha sido esto, lemás, Oscar López, Carlitos ~us y «Canelina», fueron siem e grandes amigos míos. Bas ó a indicación de ellos para que ? decidiera a emprender el via- aprovechando una ‘empora’la permiso del local donde venía tuando. —~Satisfechade Barcelona? —Mucho, Me siento feliz de ber conocido España y rengo rdaderos deseos de recorrerla, ra conocerla mejor. El avisador llamó, con los flu- los de la mano, en la puerta. —i Mayra! ¡ Preparada! rMayra» IT Oscar se levanta- rl, tendiéridonos la mano y rido por terminada La breve trevista. b tropical. 1 Es decir: baile de puntas, bajo 1 —Ha bailado también una lar- ~la dirección de las grandes ~ Se hallan en Barcelona, Ir ~ga temporada en el «Zombié», ~ tras de la danza Nina Berchinina ~campeonas mund;ates de cancá~ . de San~o Domingo. ~ Lina Desko y Marta Nita. Entien- , Ariane ej. Arabelle. F’ufmos a r —~Qué significado tiene la pa- ~do que toda bailarina, debe ini- cibirlas ayer, a la es~ación . labra <Zombié»? . 1 ciarse primero en alta escuela, Francia, sin conocerlas. Nuestt —Da origen a ella, un breva- j para adquirir una noción del mo- buen amigo Riera, agente artíst je que se prepara en Haití, con ~vimiento y composición de la ~, a cuya intervención se del una hiePba del país que estimula ~figura, antes de especializarse efl la visita a Barcelona de esta a~ las gentes del campo en el otras modalidades. Luego pasé al estupendísimas bailarinas, se ti ~ trabajo, para superar los rigores ~ baile folklórico tropical, y así bia retrasado mós de la cuen~ del clima. Con el zombié se les hasta ahora. 1 ~ el compañero fotógrafo Bet despeja la cabeza y recobran las~ TTfla pregunta, Mayra». 1pr~nía mala ‘ara. Lemi(rndo hab~ energías. ¿Cuál es su verdadero nombre? perdido el viaje, Nos fueron detallando luego ¿Le interesa darlo a conocer? ~ Entre el jaleo armado por 1< lo séxitos de «Mayra». Sus tem~~—No. Al contrario. Tengo inte-] mozos de servicio con sus carr poradas de actuación en el Ca- ~rés para que ~e conozca mi ori- tillas y vagonetas de ec~uipaj~ sino Na’ional de La Habana, que . gen vasco. Mi nombre es el de ~ el trajín de pasajeros de todc es el mejor local de invierno, ~ Mercedes Albistu, mis familiares los ma~ices, descendiendo d de allá. En el Escambrón c:ub, ~eran bilbaínos. ~tren de la frontera, descubrim< de Puerto Rico; en «Playa Sua-! —Vengo observando que todos a dos m’briísimas y jóvenes f ve», do Acapulco (Méjico), y cnt los artistas que nos llegan de rasteras de muy deportivo a el Teatro Lírico de la capital~ Cuba algo tienen de relación Con pecto y fina silueta. y resolvim( mejicana. nosotros, los españoles. ¿Será abordarlas creyendo adivinar IEANNE. Ha vuelto, por breves días, —He aprendido en Madrid, Jeanne Essex, inquietante, fina, 1 donde vine actuando has.a aho- más «femme fatale» que nunca. ca. Me trataron allí muy bien.] Vino de paso para Mallorca, y He tenido mucho éxito en el actuará en el «Jardín Titos» por Casablanca. No querían dejarme espacio de diez días. volver aquí. !(o tuve que hacer- —Tengo un contrato p a r a les comprender que mi tiempo de actuación en España, va a terminar. Que no podía irme sin olver a Barcelona y conocer, lallorca. Dicen que es algo rna- avilloso. —Una isla de ensueño, Ya nos ) dirá usted al regreso, Jeanne. —~Y- después, nuevamente a talia? —Ya ve usted. Mi acento es ~arcadamente italiano. Yo so e Budapest. Marché muy joyo e allí. En Italia he sido, d~ ante mucho tiempo, una de la cimeras figuras de la revista el cabaré. Tengo que volve bebo reunirme con mi madre lis hermanas. —~,También son artistas, Jeas e? —Sí. Las dos. Son muy linda rna canta muy bien. La oIr 5 bailarina moderna. Posibh ‘ente este verano, vendrán ispaña. Quieren Conocer 8am )na y Madrid. Yo las ~5c51b On frecuencia, comunicándole ) bien que me tratan aquí nunciándoles que van a teno randes éxitos. Y Jeanne sigue comuntcand us impresiones de cuanto 1, isto en’ España, Que siente gra dmira~bSn por el baile españo tse cuenta con artistas sobe: ios; y por el toreo, que la etnt iena. —~Madrid es una capital maí ifica yde las más modernas d uropa. Yo vivo muy bien ah ‘ongo el propósito de que ver a mi madre a España y fija uestra residencia en Madrid. —~Para quedarse en Espafi efinitivamente? —No. Para tener casa en 1 apital espáflola, Mis hermana yo saldremos al extranjeri pero nuestro lugar de descansc cuando queramos concedenio unos días, en esta vida agitad del arte, será Madrid. El ohm ~de alli me sienta mi.ty bien, DE PASO EN BARCELONA ..,- T.....~ Pútis, la figura máxima d~I TaiFa na» ea también unaartis’a de Çrazoy i’ ~ Ii’e~ ~ 1 cuerpo entero, qu~ en el esce- mina Carlitos su exhibición, d~ ~ nario Se desenvuelve de una ma- jándose caer sentado en la mesa 1 nera insospechada, acostumbra- Y las palmas echan humo. 1 dos a v~ rla trahdjar en salones Con él conversamos brevernen. 1 de variedades. (‘oc Carlitos Pous, te anoche. 1 Uat djrfldo a dúo, arman verda —~Esperaba usted el éxito que 1 cleros all)orOtoS. Y cuando el no- el arte cubano ha tenido en Bar. ] gro arranca a hallar con agdi- celona, por mediacidri de u~t ~dad pasmosa y un sentido de lo des? ~cómico realmente excepcional, ~ le negare que viflimO~ ~la admiracion va en aumento. algo Impresionados. Todo debu~ ~ La imi~ación que Carlitos Peus ~ mucho más en un país leja’ hace de la mona «Chita», cami- nO—no ~ a decir extranjero, nando por la escena como un porque nos une historia y víncu’ : cuadrumano auténtico, dando vol- los familiares con los espafio’ : heretas, trepando a los decora- les tiene sus dificultades y ~dos, nOS convencen plenamen’e ofrece algunos temores. Pero ya de la teoría de «Darvín». Vién lo ve usted, Aquí nos hallamos dote a él se confirma que el hom- encantados, todos los artistas de bre es pariente directo del mono esta compañía modesta, pero que ~ Luego, en el nuevo cuadro del v~emos ha ganado el cariño d~ espectáculo «Patinando en seco», los barceloneses, la gracia do Carli~os adquiere —Por entero. : un matiz de habilidad deportiva —Margarita Dmaz, la Incompa’ ~de extraordinario mérito. Basta rable’ cantai~e cubana,, contri. decir que, actuando de camare- buye mucho con su bien timbra. ro de un hoel, entra en escena da voz, su simpatía y Su elegafl con los palitos de ruedas pues- c t a. al s~xitr~ de tndos. Tamhié~ tos, y una bandeja en la mano, t mi gran amigo y magnífico can~ con botellas, copas, etcéera.I tor Oscar López, y la bellísima Carlitos patina, luego las chi~I intérprete de ritmos afrocuba’ cas del conjunto lo voltean y j nos, «Mayra», colaboran con su lo suben a una de las mesas del 1 arte al éxito del conjunto. YO restaurante. Y entonces empieza ~quisiera quedarme en Barcelo~ a fingir ignorancia del arte del na una larga temporada. Le ase. patinaje guro que le he tomado carifi~ ,HOMBRE O DIABLO? ~RIANE ET ARABELLE oz~~a ñccho on ~!o do arena. La visión do la inédium, a través de c~isrpos OpaC~S, le , fo:uo el detalle de cuas~tolos espeotadores Vimos anoche actuar en el Teatro Calderón, al profesor Al- ha y preciso es confesar que sus experimentos nos causaron Im- presión. No sabemos cómo va a ser juzgado por la crítica bar- celonesa, pero que el público ha emitido su fallo sin rodeos, pr.~- diamandole el más asombroso su- gestiónador de todos los tiem- pos, c50, no tiene ninguna duda. 1-tubo momentos en que se ha- bría oído perfectamente en la sala el vuelo de un mosquito. Ni tos, nl una palabra en voz baja. Y es mucho decir en en teatro, reuniendo a unos mll.ts de espectadores Y diremos algo más Después tlcl descanso, al empezar la se- gunda parte, no ftftaba un solo espec ador en sus butacas, cuan- (tO se levan.ó nuevamente la cor tina No nuDo ni el ruido ce aquc.llos que se reirasa~i en el bar n en (-‘1 ves íbulo Todos qui- sieron ver, sin pérdida de deta- ile ~a rt.presentaciófl, que, a pe- sar de su aspec~Ocientífico, por l~ intrigante, dinámica y ame- na, al acabar dió la impresión de que había sido corta, por lo que llegó a dominar por entero, la atención de la sala El profesor Alba, con su me- dium, efl estado de sugestión, u mitóhase a ir de un espectador a otro, allí donde era llamado Cada persona del público, desde su localidad, y a distancia, pre- guntaha a la medilim eualquier cosa. Su edad: algo que llevaba \escondido en determinado bolsi- 110. La hora que marcaba su re- loj, que había cambiado previa- mente sin que ni el profesor la viera; su nombre; su lugar de nacimiento; el número de su pa- saporte. Hubo un señor que le preguntó el número del teléfo- no de su fábrica de Sabadell. La medium contestaba a todo, réptdo y con exactitud escalo frhnte. Después la encerraron en una tumba, çfl e~ado o~tal~~ptirfl; y enton(eS, el asombro fué mayor. La rnedium Yo ji San por medio de un micro i~u1ocado en el jfl. tenor de la caja, previamente re- del Club de Ciencias Hipnóticas cubierta de arena, Iba detallan- ~ de Buenos Aires. Soy de o rigen do detalles de la indumentaria ve~nei~no. He rlec~irrido toda de los espectadores que por tur- Europa y en todas partes con no y en distintos lugares de la éxito. Sostuve polémicas con sala (hasta en los pisos altos) eminencias médicas. Mi sistema se levantaban. sorprende por lo claro y por A un señor le adivinó el color la limpieza de los experimentos. de los calcetines que llevaba A Onofroff, en el curso de una pueotOs. A una señora el de sus demostracion, se le murió un espectador en 1922. Esto a mi no se ha sucedido. Procuro distin- uir el momento psicológico de quellas personas propicias a la ugestión y, además, su estado e salud. El éxito o el fracaso e una demostración; un acci. ente imprevisto, pueden evitar- ~, Ser prevenidos, si el. profe- or tiene el poder de observa- 1dm qu~ requi~re un firabajo e tanta responsabilidad. —~P’uera del teatro, tiene iis- sol alguna anécdota de carácter ientífico, para ser recordada? —No sé. Hay tantas dijo el rofeaov Alba, procuralndo re- Drdar. .. Sí. Una, en Casablanca. en el «Majestic». Un concu- ridíslmo c~fé çrestauranXe. lES recuente que a Los sugestiona- ores se nos hagan preguntas~ 1 ser reconocidos en público, abre nuestra especialidad cien- [fica. Los incrédulos, con mayor fi-e- St uencia que los demás. A las ~ ~ ~ ~ mipert4inencias de un curioso, de su bolsillo y el numero de respondí anunciándole que un cerillas y pitillos que tenía en camarero inglés, serio, estirado, cima. A otro, hasta que había que llegaba con una bandeja, ile- salido de paseo con una señOrita na de servicio, le haría correr rubia, por la tarde. alrededor de la sala, como para Luego, los mismos espectado- ganar un «cros». Así fué. Venía : res, sugestionados, alrededor de de frente y salió, de pronto, co- una mesa y con las manos efl(’i- mo si hubiesen chillado «Fuego». ma de ella, lbhn de un lado a Como no había corrido en su vi- otro del escenario, alzándola cOn da. Cayó. No si alguien le Su fluuido magnético y dando pondría el pie. Rompió el ser- vueltas como una ruleta huma- vicio y hubo una alarma en la na, con sólo el contacto de las sala. Muchos espectadores se fue- palmas de la mano colocadas en ron sin pagar y a me lleva- el tablero. ron a la comisaría de policía, Conversamos al final de la re- como au~tordel incidente. tAfor- presentación con don Manuel Al- tunadamente, lodo quedó resuel- ha, el impresionante sugestiona- to a satisfacción. dor, joven y’afable y de distin- Este es el profesor Alba, emi gulda figura. nente hipnotizador, al que habrá —.Aprendí de mi padre, el fa- de ver en el Calderón, Barcelo- moso profesor Alba 0 tun~aUor zia entera. creo que a mi ~nadre, habrá c parecerle ideal. Y Jeanne Essex, la mujer e finge, que baila entregada a st danzas exóticas, dándoles un s ñorío de alta escuela mundar y de gran casino internacioni .~namorada de nuestro amblen continúa en él, hábiendo venid a España sólo por quince día desde hace más de tres meses. (Foto Bert) Es posible que en Monterrey, al reaparecer, se quede también las doe bailarinas que esperaba Y al momento el consabtds por largo tiempo. «Río». planeo de in~ervi~ Asi lo esperamos, Su gracia, —~l3aílar1nas frarcesas? A Ben. se le había pasado ~a arnbiente- ~ para aque ~ ~ ~Moflsie Riera7 el malhumor, y cuando las ma ~- , —No. «Journahstes». letas amontonadas y la foto dia’ pues’a, llegó Riera jadeante, 41. nieron fotos y otros pormenores, Ariane y Arabelle, Son 1ind~t ~mas y bailan estilo acrobático [ de manera formidable. -‘--SOii nos dijo Riera lo mejor en su estilo. Además, mu~ jóvenes, como puedes ver. La~ ~fotos no nos engañaron en es a ~Ccasion, Vienen del Bal Tabarmn, ~donde ac’uaron basta ayer no’ che. También en el «Bacarrá» ,‘ ~«Les Chams Elises» se las dispu’ tan continuamente. Yo quí~e traerlas ames, pero fué comple 1 a. mente inútil, hasta ahora. vio : fl~Ti con un permiso de mes y ~medio que aprovecharán para recorrer España trasladarse ~fl avión a Nor.eamórica, y luegO volver para actuar en los cMii nos de la Cos’a kzui, en agosto. Nos trasladamos en un gasoli’ flesco, al par que veloz taxi, al hotel donde quedaron instaladas y en pian de baño y breve doe’ canso reparador, pero dos horaS más ‘arde, asistimos a su enea. yo en la pista de «Río», dispuea. tas para su debut por la noChe, iFormidable! i Magníficas! Hay aracción de grandes vue. los Internaconales y parisinos sobre todo, parisinos hasta a medula y ya se armó el albo- roto consiguiente de en’usiasiflo y ovaciones en su primera se. tuación. Ar-iane et Arahelle, triunfarán rotundamente en hspaña, como dondequiera que vayan, con es juventud magnífica y su vivad• ~ - dad sorprendente. I~-, zar el próximo día v~inticinco, al regreso de la Isla Dorada. —Habla usted ya bastante el e$paño~,

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Chelo de Mélico y sus

ta~:~ .-1’~~ ~‘~di~, dondehan llenado V~a1ael lector en la presente~e ITa da&~im ~no y una cate I~sala con el más distinguido fotografía, con su belleza for-got~Iaa~lcabaretespañoLes de tO» públi~ nOCturnO de Barcelona, midable. E~taes «Mayra», llama-do punto imprescindible para conversamosconchelo sobree~eda «La Princesadel ritmo». Vinodarle vida. ~mbierne y color, un ~tema que da lugar a la presentede La Habanaa Barcelona,ennúmero cc7reogr~fico;un ballet información. viaje aéreo, para incorporarseque reúna ~n ~I arte, lujo, y, —Yo he formado mi ballet, te- al elenco del Taifa, y su pro-por en~imade todo. caras beni- nlendc* en cuenta todas estas senda dió a «Embrujo Antill~t-~a. l~ mlsmD en nuestros lo-~cosas. Y, además, poniendo es- no» mayor valoración.calesde alto variet~que en los pedal cuidado en que mis nú La hemos visto danzar,recor-grandescaaLrtosde toda Europa meros se adaptenal gusto de tándosela blancuranacarinade

~— les invernalesen la épocadel~nuestro público. Música vivaz,~su piel sedeña,contrastandoCOnegqul o los veraniegosde las~propia para las evoluciones de~lo morenode las mulatas del. c í’fl~playas ‘de moda— llena y rema~conjunto en la pista; temasexó-~junto. Venus blanca de ~~ncana~a toda znceslón de figuras la ticos o de aire español.~. ~dora telleza, luce, suelta a~aire,pr~esenclnde un ballet, ya sea —La hemos visto en el «Be-~su cobelleranegra de un brilloal gusto a~nericanoo al estilo gujn the begtiine»y en el paso- de azabache.tan difimdldo hoy del fo&1&rl- doble español «El Beso». Con ~ Con ella y Con Oscar López,~e brasileño o cubano. ambos números puede ir usted~conversamosuna tarde, durane

che:lo do Méjico con sus Gua- a todas partes. En el extranje-~el entreactode Ja representaciónradiraz. nparecieron en nuestras ro la música españolaestádomi- ~de «Embrujo Antillano».prtnetpa~lessn]as de espectáculosnandoel ambientepor su alegría .—~Vined1rec~amentedel caba-y por doquier donde surgen,se y marcialidad.Especialmentelos rió tHabana». También estuved~rrama la ~1egria juvenil y el pasodoblesde ambientetorero. durantelargastemporadasen elB~tredin~1B~O de su presencia~ —Con esta idea fué montado «Tropicana».Mi especialidadsondanan •Vi~t32, colo~tidoy amblen- �El Beso». Mis guarachasque- los ritmos africanosy afro-ame-~ndo al ‘públicD, cuaxido hay dan preciosascon su indumen- ricanos.Yo bailo tambiénguara-~ cerrm~el programa.con un tarta torera; sus capotes; sus chas, xnachlchas,zambas, mam

Guaracheras~Carlitoshaquetilla& Las monteras. El un númerode brío y muchaale-~ Tenemosen Barcelona a uril1~de la anticuela. Mantillas, gría y bellezas a la española., artista, sepcillamente formida‘as... —Flxactamente.Veo que me ha ble. Si el espectáculo Embru—Y su simpatía. ~lheIo. Su comprendido,hasta un poquito~jo Antillano» que tan buena acopaUa vale mucho. Sonríe us- más, de lo que pretendiadejar-~gida ha merecido y que cue~tial público y eso basta para le adivinar. pOC grandeséxitos sus represen

~se las vitoree y aplauda. —Sus diez y seis guaracheras1 tacion~s,manftene firme el cré-Además:en nuestrosSalones forman un conjunto armónico~dito en los carteles se debeerFiestas Se abusa mucho de en presencia,estaturay gracias~paree, a estegran actor cómiccextranjero. Vienen del Otro personales.Vivian Leda y SoIe-I Y bailarín, al que recibimos sir) de nuesras fronteras,mu- dad del Mar. las dos segundas~dar casi importancia, y del qu~5 figuras internacionalesmo- bailarinasque sobresalenen el tanto se viene haislando ahoranas de más o menos valor. bal1el~tienen personalidad Vi-t ¿Han visto ustedesya «Eménas que tienen éxito alla. vian es de una distinción y una brujo Antillano»? ¿Vierona Carf llenan poco. Unas cantan, exquisi’ez interesantes,con sul litos POUS en su incomparabl~15 bailan. Pero a*cabo de la caballera rubia y sus ojos cla-j interpretación del papel de neporada podrían contarsecon ros. Soledad del Mar, morena, grito? ¿Escucharonsus ocurrendedosde una mano las figu- vivaz, lleva en las faccionesalgo~Cias?que dejaronun recuerdode de belleza exótica y tropical. ~ P°rqueCarlitos improvisa tra.categoría y relieve. Yo no ~Mjs guaracherasson de dis-t bajando, sin llevar otro gulórtenderé decir que mi ballet tintos países. ‘Tinas mejicanas,~que el que el mismo tiene trazalo mejor de lo mejor. Pero italianas, francesas,argentinas,~do’ en el espectáculo. Bastar~

tue a un programa le da co- pero una verdaderaselección. ~darsecuenta de que en el TaUsy anima el salón más frío, Sí. Efectivamente. Siguiéndo1 ~e ha suprimido desdeel primex

ndo rompe un aire alegreen las con la mirada cuando apa 1 día el apuntador. Y en cambio.rquestay aparecenmis gua- recieron en la pista para evolu-~la verborreachistosade Carlitosias, despuésde unas canelo- cionar en el magnífico ballet~manaabundante,limpia clara Ylánguidas o de un número

~ de baile clásico. «pot-pourrí» Con la música th. ~siempre, con una oportunidadfondo del «Beguin the beguir.e»¡ de asombro.Comprendido.Lleva ustedrs- vimos cónfirmadas plenamente La noche del luuea último~Chelo. Y voy a decirle algo, las palabras de Chelo. Perfilan- día de Pascua.estuvimos en e]~ enctaja perfectamentecon do con la mirada a cada unas teatro~Carlvros, entregado porlu~ustedha expuesto.Cuan-~de ‘ sus guaracheras,poniendo~entero a su trabajo, le sacabadespuésde el programa de~atenciónen sus facciones recor-~punta a todo. A los ruidos que.cciones,hay que dar música~damos Italia, Francia, ~élgica, 1 venían de la calle con el desfiLEhaLle, y alrededorde la pis-~Suiza, Austria, y algunospaíses~Interminablede bandasde trom.ace falta ambientede alegría,1 centroamericanos,que dieron al~petas~charangasy disparo de«~isky» y champaña, un~mundo, cada cual a su manera,~morteretes y fuegos de artifi

íviii~.lano puedeterminar ron~un tipo de mujer b’~nita. ~Cío. El público desternillábasedena señorita que nO~cante enj El Ballel de Chelo de Méji-1 risa.;pañol o en idioma extranje-ico, es eminentementeinternacio-] Al día siguiente le vimos nue-’ ernpres~’dejespec~ácuIo), una canción triste Ó ura cu-l nal, y por dondequieraque vaya, vamente un momento y la sala no—. sí. ~ en cambio, entéreseLé. Y mucho menos en un Sa- sin abandonarel rayito de sol entera entregábasea una ~nter-, de que trabajó enfermo y con~rLal que concurran muchoslde España,en su programación, minable carcajada. ~fi~hre.Hoy anda ya un poquíOtristas de pasopor España.Es j debe conseguirun éxito coreo- —Ayer estuvo soberbio Car- mejor.rl error rematar el cartel sin gráfico indiscutible. titos Pous — le dijimos al señor «Canelina».genial también, di-

‘MAYRA” la Princesa del ritmo-‘.“, cuando vienen acá, les atrae

leseo de conocerla tierra dejd~procedesu rama geneoló-1?—Por mi parte, ha sido esto,

lemás, Oscar López, Carlitos~usy «Canelina», fueron sieme grandesamigos míos. Bas óa indicación de ellos paraque

? decidieraa emprenderel via-aprovechandouna ‘empora’lapermisodel local dondevenía

tuando.—~Satisfechade Barcelona?—Mucho, Me siento feliz deber conocido España y rengordaderosdeseosde recorrerla,ra conocerla mejor.El avisadorllamó, con los flu-los de la mano, en la puerta.—i Mayra! ¡ Preparada!rMayra» IT Oscar se levanta-rl, tendiéridonos la mano yrido por terminada La brevetrevista.

btropical. 1 Es decir: baile de puntas,bajo 1

—Ha bailado también una lar-~la direcciónde las grandes ~ Se hallan en Barcelona, Ir~ga temporadaen el «Zombié»,~tras de la danzaNina Berchinina~campeonasmund;atesde cancá~. de San~oDomingo. ~Lina Deskoy Marta Nita. Entien-, Ariane ej. Arabelle. F’ufmos a r

—~Quésignificado tiene la pa-~do que toda bailarina, debe ini- cibirlas ayer, a la es~ación. labra <Zombié»? . 1 ciarse primero en alta escuela, Francia, sin conocerlas. Nuestt

—Da origen a ella, un breva-j paraadquirir unanoción del mo- buenamigo Riera, agenteartístje que se preparaen Haití, con~vimiento y composición de la ~, a cuya intervención se delunahiePbadel país que estimula~figura, antesde especializarseefl la visita a Barcelona de estaa~las gentes del campo en el otrasmodalidades.Luegopaséal estupendísimasbailarinas,se ti

~trabajo, para superar los rigores~baile folklórico tropical, y así bia retrasadomós de la cuen~del clima. Con el zombié se les hasta ahora. 1 ~ el compañerofotógrafo Betdespejala cabezay recobranlas~ TTfla pregunta, Mayra».1pr~níamala ‘ara. Lemi(rndo hab~energías. ¿Cuál es su verdaderonombre? perdido el viaje,

Nos fueron detallando luego ¿Le interesadarlo a conocer? ~ Entre el jaleo armadopor 1<lo séxitos de «Mayra». Sus tem~~—No. Al contrario.Tengo inte-] mozos de servicio con sus carrporadasde actuaciónen el Ca-~rés para que~e conozcami ori- tillas y vagonetasde ec~uipaj~sino Na’ional de La Habana,que . gen vasco. Mi nombre es el de ~ el trajín de pasajerosde todces el mejor local de invierno,~MercedesAlbistu, mis familiares los ma~ices,descendiendodde allá. En el Escambrónc:ub,~eran bilbaínos. ~tren de la frontera, descubrim<de PuertoRico; en «Playa Sua-! —Vengo observandoquetodos a dos m’briísimas y jóvenes fve», do Acapulco (Méjico), y cnt los artistas que nos llegan de rasteras de muy deportivo ael Teatro Lírico de la capital~Cuba algo tienende relación Con pecto y fina silueta. y resolvim(

mejicana. nosotros, los españoles. ¿Será abordarlascreyendo adivinar

IEANNE.Ha vuelto, por breves días, —He aprendido en Madrid,

JeanneEssex, inquietante, fina,1 donde vine actuandohas.a aho-más «femme fatale» que nunca. ca. Me trataron allí muy bien.]Vino de paso para Mallorca, y He tenido mucho éxito en elactuaráen el «JardínTitos» por Casablanca.No queríandejarmeespaciode diez días. volver aquí. !(o tuve que hacer-

—Tengo un contrato p ara les comprenderque mi tiempode actuación en España, va aterminar. Queno podía irme sinolver a Barcelona y conocer,lallorca. Dicen quees algo rna-avilloso.—Una isla de ensueño,Ya nos

) dirá usted al regreso,Jeanne.—~Y-después, nuevamente a

talia?—Ya ve usted. Mi acento es

~arcadamente italiano. Yo soe Budapest.Marché muy joyoe allí. En Italia he sido, d~ante mucho tiempo, una de lacimerasfiguras de la revistael cabaré. Tengo que volvebebo reunirme con mi madrelis hermanas.—~,Tambiénson artistas,Jeas

e?—Sí. Las dos. Son muy linda

rna canta muy bien. La oIr5 bailarina moderna. Posibh‘ente este verano, vendránispaña. Quieren Conocer 8am)na y Madrid. Yo las ~5c51bOn frecuencia, comunicándole) bien que me tratan aquínunciándolesque van a tenorandes éxitos.Y Jeanne sigue comuntcand

us impresiones de cuanto 1,isto en’ España,Que sientegradmira~bSnpor el baile españotse cuenta con artistas sobe:ios; y por el toreo, que la etntiena.—~Madrides una capital maíifica yde las más modernasduropa. Yo vivo muy bien ah‘ongo el propósito de que vera mi madre a Españay fijauestraresidencia en Madrid.—~Paraquedarseen Espafi

efinitivamente?—No. Para tener casa en 1

apital espáflola, Mis hermanayo saldremosal extranjeri

pero nuestrolugar de descansccuando queramos concedeniounos días, en esta vida agitaddel arte, será Madrid. El ohm

~de alli me sienta mi.ty bien,

DE PASO EN BARCELONA

..,- T.....~ ‘

Pútis, la figura máximad~ITaiFa

na» ea también unaartis’a de Çrazoy i’ ~ Ii’e~ ~1 cuerpo entero, qu~en el esce- mina Carlitos su exhibición, d~.~nario Se desenvuelvede una ma- jándosecaersentadoen la mesa1 nera insospechada,acostumbra- Y las palmas echanhumo.

1 dos a v~rla trahdjar en salones Con él conversamosbrevernen.1 de variedades.(‘oc Carlitos Pous, te anoche.1 Uat djrfldo a dúo, arman verda —~Esperabaustedel éxito que1 cleros all)orOtoS. Y cuando el no- el arte cubanoha tenido en Bar.] gro arranca a hallar con agdi- celona, por mediacidri de u~t~~dad pasmosay un sentido de lo des?~cómico realmente excepcional, ~ le negare que viflimO~~la admiracion va en aumento. algo Impresionados.Todo debu~~ La imi~aciónque Carlitos Peus ~ mucho más en un país leja’hace de la mona «Chita», cami- nO—no ~ a decir extranjero,nando por la escena como un porquenos une historia y víncu’

: cuadrumanoauténtico,dandovol- los familiares con los espafio’: heretas, trepando a los decora- les — tiene sus dificultades y~dos, nOS convencen plenamen’e ofrecealgunos temores. Pero yade la teoría de «Darvín». Vién lo ve usted, Aquí nos hallamosdote a él se confirma queel hom- encantados,todos los artistasdebre es parientedirecto del mono estacompañíamodesta,peroque

~ Luego, en el nuevocuadro del v~emosha ganado el cariño d~espectáculo«Patinandoen seco», los barceloneses,la gracia do Carli~osadquiere —Por entero.

: un matiz de habilidad deportiva —Margarita Dmaz, la Incompa’~de extraordinario mérito. Basta rable’ cantai~ecubana,, contri.decir que, actuandode camare- buye mucho con su bien timbra.ro de un hoel, entra en escena da voz, su simpatíay Su elegaflcon los palitos de ruedas pues- cta. al s~xitr~de tndos. Tamhié~tos, y una bandejaen la mano,t mi gran amigo y magnífico can~con botellas, copas, etcéera.Itor Oscar López, y la bellísimaCarlitos patina, luego las chi~Iintérprete de ritmos afrocuba’cas del conjunto lo voltean y j nos, «Mayra», colaboran con sulo subena una de las mesasdel 1 arte al éxito del conjunto. YOrestaurante.Y entoncesempieza~quisiera quedarme en Barcelo~a fingir ignoranciadel arte del na una larga temporada.Le ase.patinaje‘ guro que le he tomado carifi~

,HOMBRE O DIABLO? ~RIANEET ARABELLEoz~~añccho on ~!o

do arena. La visión do la inédium, a través de c~isrposOpaC~S,le, fo:uo el detalle de cuas~tolos espeotadores

Vimos anoche actuar en elTeatro Calderón,al profesorAl-ha y precisoesconfesarquesusexperimentosnos causaron Im-presión. No sabemoscómo va aser juzgado por la crítica bar-celonesa,pero queel público haemitido su fallo sin rodeos, pr.~-diamandoleel másasombrososu-gestiónadorde todos los tiem-pos, c50, no tiene ningunaduda.

1-tubo momentosen quese ha-bría oído perfectamenteen lasala el vuelo de un mosquito.Ni tos, nl una palabra en vozbaja. Y es mucho decir en enteatro, reuniendo a unos mll.tsde espectadores

Y diremos algo más Despuéstlcl descanso,al empezarla se-gundaparte, no ftftaba un soloespecador en susbutacas,cuan-(tO se levan.ó nuevamentela cortina No nuDo ni el ruido ceaquc.llos que se reirasa~ien elbar n en (-‘1 vesíbulo Todos qui-sieron ver, sin pérdida de deta-ile ~a rt.presentaciófl,que, a pe-sar de su aspec~Ocientífico, porl~ intrigante, dinámica y ame-na, al acabar dió la impresiónde que habíasido corta, por loque llegó a dominar por entero,la atención de la sala

El profesor Alba, con su me-dium, efl estadode sugestión,umitóhasea ir de un espectadora otro, allí donde era llamadoCada personadel público, desdesu localidad, y a distancia, pre-guntahaa la medilim eualquiercosa. Su edad: algo que llevaba

\escondido en determinadobolsi-110. La hora que marcabasu re-loj, que habíacambiadoprevia-mentesin queni el profesor laviera; su nombre; su lugar denacimiento; el número de su pa-saporte. Hubo un señor que lepreguntó el número del teléfo-no de su fábrica de Sabadell.

La medium contestabaa todo,réptdo y con exactitud escalofrhnte.

Despuésla encerraronen unatumba, çfl e~adoo~tal~~ptirfl;yenton(eS,el asombrofué mayor.La rnedium Yo ji San por mediode un micro i~u1ocadoen el jfl.

tenordela caja,previamentere- del Club de CienciasHipnóticascubierta de arena, Iba detallan-~de Buenos Aires. Soy de origendo detalles de la indumentaria ve~nei~no.He rlec~irridotodade los espectadoresque por tur- Europa y en todas partes conno y en distintos lugaresde la éxito. Sostuve polémicas consala (hasta en los pisos altos) eminenciasmédicas. Mi sistemase levantaban. sorprende por lo claro y por

A un señorle adivinó el color la limpieza de los experimentos.de los calcetines que llevaba A Onofroff, en el curso de unapueotOs.A una señorael de sus demostracion, se le murió un

espectadoren 1922. Esto a mi nose ha sucedido. Procuro distin-uir el momentopsicológico dequellas personaspropiciasa laugestión y, además, su estadoe salud. El éxito o el fracasoe una demostración;un acci.ente imprevisto, puedenevitar-~, Ser prevenidos,si el. profe-or tiene el poder de observa-1dm qu~requi~reun firabajoe tanta responsabilidad.—~P’ueradel teatro, tiene iis-

sol algunaanécdotade carácterientífico, para ser recordada?—No sé. Hay tantas— dijo el

rofeaov Alba, procuralndo re-Drdar. . . Sí. Una, en Casablanca.ué en el «Majestic». Un concu-ridíslmo c~féçrestauranXe. lESrecuenteque a Los sugestiona-ores se nos hagan preguntas~1 ser reconocidos en público,abre nuestraespecialidadcien-[fica.Los incrédulos,con mayorfi-e-

St uencia que los demás. A las~ ~ ~ ~ mipert4inencias de un curioso,de su bolsillo y el numero de respondí anunciándoleque uncerillas y pitillos que tenía en camarero inglés, serio, estirado,cima. A otro, hasta que había que llegabacon unabandeja,ile-salido de paseoconuna señOrita na de servicio, le haría correrrubia, por la tarde. alrededorde la sala, como para

Luego, los mismos espectado-ganar un «cros». Así fué. Venía: res, sugestionados,alrededor de de frente y salió, de pronto, co-una mesay con las manosefl(’i- mo si hubiesenchillado «Fuego».ma de ella, lbhn de un lado a Como no habíacorrido en su vi-otro del escenario,alzándolacOn da. Cayó. No sé si alguien leSu fluuido magnético y dando pondría el pie. Rompió el ser-vueltas como una ruleta huma- vicio y hubo una alarma en lana, con sólo el contacto de las sala.Muchos espectadoresse fue-palmasde la mano colocadasen ron sin pagar y a mí me lleva-el tablero. ron a la comisaríade policía,

Conversamosal final de la re- como au~tordel incidente. tAfor-presentacióncon don Manuel Al- tunadamente,lodo quedó resuel-ha, el impresionantesugestiona- to a satisfacción.dor, joven y’afable y de distin- Este es el profesorAlba, emigulda figura. nentehipnotizador,al quehabrá

—.Aprendí de mi padre, el fa- de ver en el Calderón, Barcelo-moso profesor Alba0 tun~aUorzia entera.

creo que a mi ~nadre,habrácparecerleideal.

Y JeanneEssex, la mujer efinge, que baila entregadaa stdanzasexóticas, dándolesun sñorío de alta escuela mundary de gran casino internacioni.~namoradade nuestro amblencontinúa en él, hábiendo venida España sólo por quince díadesde hace más de tres meses. (Foto Bert)

Es posible que en Monterrey,al reaparecer,se quedetambién las doe bailarinas que esperaba Y al momento el consabtdspor largo tiempo. «Río». planeo de in~ervi~

Asi lo esperamos,Su gracia, —~l3aílar1nasfrarcesas? A Ben. se le había pasado~aarnbiente- ~ para aque~ ~ ~Moflsie Riera7 el malhumor, y cuando las ma~- , —No. «Journahstes». letas amontonadasy la foto dia’

— pues’a, llegó Riera jadeante,41.nieron fotos y otros pormenores,

Ariane y Arabelle, Son 1ind~t~mas y bailan estilo acrobático[ de maneraformidable.

-‘--SOii — nos dijo Riera — lomejor en su estilo. Además,mu~jóvenes, como puedesver. La~

~fotos no nos engañaronen es a~Ccasion,Vienen del Bal Tabarmn,~donde ac’uaron basta ayer no’che. También en el «Bacarrá»,‘

~«Les Chams Elises» se las dispu’tan continuamente. Yo quí~etraerlasames,pero fué comple1a.mente inútil, hasta ahora. vio

: fl~Ti con un permiso de mes y~medio que aprovecharánpararecorrer España trasladarse~flavión a Nor.eamórica,y luegOvolver para actuar en los cMiinos de la Cos’a kzui, en agosto.

Nos trasladamosen un gasoli’flesco, al par que veloz taxi, alhotel donde quedaroninstaladasy en pian de baño y breve doe’canso reparador,pero dos horaSmás ‘arde, asistimos a su enea.yo en la pista de «Río», dispuea.tas para su debut por la noChe,iFormidable! i Magníficas!

Hay aracciónde grandesvue.los Internaconalesy parisinos—

sobre todo, parisinos hasta amedula — y ya se armó el albo-roto consiguientede en’usiasifloy ovaciones en su primera se.tuación.

Ar-iane et Arahelle, triunfaránrotundamente en hspaña,comodondequieraque vayan, con esjuventud magnífica y su vivad•~- dad sorprendente.

I~-,

zar el próximo día v~inticinco,al regreso de la Isla Dorada.

—Habla usted ya bastante ele$paño~,