Tarea Ribeyro - Final

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Ribeyro, el hombre detrás de sus obras Es sabido que Ribeyro siempre se ha diferenciado, de sus contemporáneos, por ese perfil bajo que mantuvo hasta su muerte. Recio a las entrevistas a lo largo de su vida, decide ofrecer una a el programa Presencia Cultural (que se transmitía por las señales de lo que hoy es TV Perú) en 1994. En esta entrevista se puede apreciar a un hombre tan sencillo que cuesta creer que se trate del mismo cuentista creador de grandes y nostálgicas obras del arte literario. Lo primero de lo que hace mención es que el Premio Rulfo (reconocimiento que recibe días antes de su muerte) solo le “aumenta la autoestima”, ya que siempre ha considerado que sus trabajos son inferiores a lo que él considera que puede llegar a hacer. Sus palabras, expresadas con sencillez, nos dejan en claro que esa insatisfacción, que el autor mantiene con respecto a sus trabajos, es la característica que lo empuja a exigirse más, cada vez que comienza a escribir. Sus declaraciones sencillas van acompañadas de una sonrisa tímida, que nos dibuja a un Ribeyro cohibido, muy humilde y bastante modesto, pero a la vez muy atento y siempre dispuesto a responder. Entonces cuando empezamos a dudar del perfil que nuestra mente crea del autor, mediante solo la observación, el cuentista hace un comentario que le da sentido a todo: “Uno contiene muchas personalidades, es un error pensar que una persona es de una sola manera. Tenemos varios ‘yo’. Es cuestión de la relación que tenemos con la otra persona”. En cuanto a sus obras, Ribeyro nos asegura que los personajes, de sus diversos cuentos, están inspirados en la observación de la realidad, como que también pueden ser mezclas de un conjunto de gente con quien ha tenido alguna clase de relación. Sus comentarios nos aseguran que un escritor siempre plasmará sus experiencias en cada una de sus obras; y que detrás de esas historias y esos personajes marginados y solitarios, que nos presenta en cada uno de sus cuentos, podemos encontrar un extracto de su vida. Un autor sin muchas más ambiciones que ver feliz a la gente de su entorno, con anhelos de que el Perú mejore y con el sueño de querer una vejez serena y tranquila, nos cuenta que empezó a escribir aproximadamente a los 13 años, aunque con más seriedad cuando entró a la universidad. Comenta que “todo escritor debe ser fiel a sí mismo y escribir obras que lo satisfagan”, y esas palabras dibujan a un Ribeyro que ama escribir, tanto a el cigarrillo. Mientras la entrevista amenaza con llegar a su fin, el autor comenta que “El escritor no debe transmitir mensajes, el escritor no es un redentor, no es formador, ni gurú, ni un profeta. Es alguien que utiliza el lenguaje como instrumento para la creación de obras bellas y perdurables”. Es entonces cuando todo aquel que lo escucha se reafirma en la idea de que Ribeyro jamás escribió por fama o dinero, sino por una palabra tan sencilla pero olvidada hoy en día: pasión. Es entonces que uno piensa que al acabar la entrevista irá a buscar algunas de sus obras con el fin de conocer al autor más allá de sus obras. Jhonatan Orbegoso

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Tarea Ribeyro - Final

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Ribeyro, el hombre detrás de sus obras

Es sabido que Ribeyro siempre se ha diferenciado, de sus contemporáneos, por ese perfil bajo que

mantuvo hasta su muerte. Recio a las entrevistas a lo largo de su vida, decide ofrecer una a el programa

Presencia Cultural (que se transmitía por las señales de lo que hoy es TV Perú) en 1994. En esta entrevista

se puede apreciar a un hombre tan sencillo que cuesta creer que se trate del mismo cuentista creador

de grandes y nostálgicas obras del arte literario.

Lo primero de lo que hace mención es que el Premio Rulfo (reconocimiento que recibe días antes de su

muerte) solo le “aumenta la autoestima”, ya que siempre ha considerado que sus trabajos son inferiores

a lo que él considera que puede llegar a hacer. Sus palabras, expresadas con sencillez, nos dejan en claro

que esa insatisfacción, que el autor mantiene con respecto a sus trabajos, es la característica que lo

empuja a exigirse más, cada vez que comienza a escribir.

Sus declaraciones sencillas van acompañadas de una sonrisa tímida, que nos dibuja a un Ribeyro

cohibido, muy humilde y bastante modesto, pero a la vez muy atento y siempre dispuesto a responder.

Entonces cuando empezamos a dudar del perfil que nuestra mente crea del autor, mediante solo la

observación, el cuentista hace un comentario que le da sentido a todo: “Uno contiene muchas

personalidades, es un error pensar que una persona es de una sola manera. Tenemos varios ‘yo’. Es

cuestión de la relación que tenemos con la otra persona”.

En cuanto a sus obras, Ribeyro nos asegura que los personajes, de sus diversos cuentos, están inspirados

en la observación de la realidad, como que también pueden ser mezclas de un conjunto de gente con

quien ha tenido alguna clase de relación. Sus comentarios nos aseguran que un escritor siempre

plasmará sus experiencias en cada una de sus obras; y que detrás de esas historias y esos personajes

marginados y solitarios, que nos presenta en cada uno de sus cuentos, podemos encontrar un extracto

de su vida.

Un autor sin muchas más ambiciones que ver feliz a la gente de su entorno, con anhelos de que el Perú

mejore y con el sueño de querer una vejez serena y tranquila, nos cuenta que empezó a escribir

aproximadamente a los 13 años, aunque con más seriedad cuando entró a la universidad. Comenta que

“todo escritor debe ser fiel a sí mismo y escribir obras que lo satisfagan”, y esas palabras dibujan a un

Ribeyro que ama escribir, tanto a el cigarrillo.

Mientras la entrevista amenaza con llegar a su fin, el autor comenta que “El escritor no debe transmitir

mensajes, el escritor no es un redentor, no es formador, ni gurú, ni un profeta. Es alguien que utiliza el

lenguaje como instrumento para la creación de obras bellas y perdurables”. Es entonces cuando todo

aquel que lo escucha se reafirma en la idea de que Ribeyro jamás escribió por fama o dinero, sino por

una palabra tan sencilla pero olvidada hoy en día: pasión. Es entonces que uno piensa que al acabar la

entrevista irá a buscar algunas de sus obras con el fin de conocer al autor más allá de sus obras.

Jhonatan Orbegoso