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. r EL MUNDO, SAN JUAN, P. I. VIERNES 30 DE DICIEMBRE DE 1931. 11 ¡10GARER ñl\¡te Un. Fraaklla a RNMNU mVCoLa J9iaA¿* WASHINGTON.—!* itftoriu Marinera cantó muy bien anoche en «1 Concierto de la Orqueeta Sinfónica de Wuh- inrton, «1 cual me ha causado siempre un gran placer asistir. Salí más bien temprano porque había un jovencito invitado en casa, y me pareció que se encontraría muy solo si nadie le acompañara a tomar el te. Encuentro parti- cularmente agradable encender el fuego en la chimenea de mi cuarto por la tarde, y to- mar allí el te cómodamente, olvidándome aun- que sea por un momento del resto de la casa. Leí la primera parte de la novela que pu- blica la señora de Woodrow Wi'lson en el Sa- turday Evening Post. Su estilo es fácil y fluido, y estoy segura de que » lo largo del desarrollo de asta obra será su trama de un gran interés, puee ella ha vivido en uno de loa periodoa mar interesantes de nueatra his- toria. Muchos incidentes dramáticos deben habérsele ocurrido que nadie sino ella podría describir adecuadamente. Hoy hace un día glorioso. Celebramos una conferencia de Prensa esta mañana y esta tarde salgo en avión hacia Nue- va York a pasar una velada puramente frivola. Voy primero al teatro con mi hermano y algunos amigos; más tarde al Hotel Ambassador, donde debutarán la señorita Chaney y su pareja de baile. El Proyecto de escritores de la WPA aca- ba de enviarme dos nuevas publicaciones; una, la historia de Cincinniti, Ohio, en un periodo de 150 años, y la otra el Al- manaque de Nueva York de este año, que resulta muy entre- tenido. Dos titulares en los periódicoe de la mañana atrajeron mi atención. Uno sobre unas manifestaciones del señor Al- fred If. Landon de que la doctrina de Monroe sería sosteni- da no importa qué partido político subiera al poder en jos Estados Unidos. Me parece sabio hacerlo constar así clara- mente en la actualidad. Casi gozamos con nuestras diferen- cias políticas en este país, y luchamos las slecciones con ener- gía y cierta amargura algunas veces, pero hay ciertas cosas fundamentales en las cuales, como pueblo, estamos-de acuer- do y una de ellas me parece que es que nuestra propia segu- ridad puede 'solamente lograrse si las naciones de Sur y Cen- tro América permanecen libres. Cualquier dominación del ex- terior, bien lograda a través de colonización o control econó- mico no solamente pondría en peligro nuestra libertad, tino también nuestra seguridad. Por lo tanto, la Doctrina Monroe no es asunto de partidoe. El otro titular trata sobre un despacho de París escrito por un hombre que acaba de terminar un viaje por Alemania. Parece haberle impresionado la tragedia encontrada en mu- chos sitios y manifiesta lo que muchos de nosotros hemos creí- do probable: que hay gente en Alemania sufriendo hoy a cau- sa de las crueldades que se perpetran allí, aun cuando ellas no sean las víctimas propiamente dicho. Paz en la Tierra papa l**. Hombres de buena voluntad UN CUENTO BREVE GUERRA CIVIL Por Liam O'Flaherty Suena volunta 1 es, cortesía ha- da los clientes asi como hacia nues- tros amitos; Es. dar con sinceridad Valor red* bido' por cada trabajo: Es, la alearla a todas horas dal dia: Es, el cumplimiento a las peque- ñas promesas asi como a las gran- des; Es, el deseo dt extender una ma- no de ayuda; Es, el terminar la tarea' no Im- porta lo desagradable que fuere. Cosechan la buena voluntad aque- llos que la siembra durante todo el ano, todos los aAos. No se le pue- de robar a su p<iseedor. Esta allí, latente, siempre ayudándolo. Es la cualidad mejor para cualquier hombre o negocio. Para ei niño y la madre ¿YA QUIEN CULPAR? Por Uta Egna LICÍIHES CREMA DE CACAO Botella APBICOT BRANDY Botella CHERRT BRANDY Botella ANÍS Botella LICOR XAMMEL Botella GINEBA holandesa Botella de barro MOSCATEL Español MOSCATEL Botella fantasía ra Lata a $1.75 $1.75 $1.75 $1.75 $1.75 $1.75 98c $1.15 *8c FRUTAS erlstRltta. das las liquidamos por haber llegado fuera de tiempo. 81 busca prados en lloares. frutea cristalliadms y turrones vea los nuestros. —¿Qué miras tan atento, precio- so? Este bizcocho que aderezamoa es para ti. mismo lo partirás, mañana, cuando tengas aquí a to- dos tus amlguitos y amiguitas. ¿Ves es'is cinco velas? Ellas repre- sentan tus cinco aAos de edad, que cumplirás mañana... ¡Y cómo te quiere papit.0. y cuánto te adora mamita...! Ya ves, no más que cinco años, desde que llegaste, y ya no podríamos pasar sin ti... —¿Y dónde 'taba yo ante'...? —En la mente de Dios, amoreito; y en el alma de tus pepitos, que aguardábamos ansiosos tu llegada. ¡Oh, si supieras, cuántas cosas lin- das para recibirte...! Ven, que voy a contarte... —Y el nlfto, en tanto, pensando en el bizcocho y en lo sabroso que estará... Con el nuevo dia, siguen los pre- parativos: No caben sobre la me- sa, las bandejas de dulces y confi- turas de todas clases, amén de he- lados y emparedados, etc. La casa va llenándose de amlgui- tos que llegan con sus madrecitas, •y los regalos llueven, sobre la ca- ma del niño, y en las butacas, el vestldor, etc. etc., hasta en el sue- lo, pues hay mi» de una bicicleta y carros de todas clases. Todo es alegría, música, risas y bullicio. Y confites, sombrerltos de colores vi- vos, y muchas golosinas...! —Ven, ángel mío, para que apa- gues tus luces y cortes el bizco- cho.. > . —Teresa... «Qué es esto? —Ha debido ser el niño, señora. Yo lo sentí por la despensa... —¡Calla: ¿No ves que ha sido el gato! Mira aquí, sus uñas... —No, «o. ful yo..., mamita... —Es loco ton su gato; lo dice, para defenderlo... Y la proalma ves que ti más lindb de ios bizcochos, aparece en estado lastimoso, llama al niño, la madre... \ —Mira, mire esta cosa tan fea... ¿Te parece .bien que obsequiemos a tu padre,'con ello? —SI te digo que ful yo, mamita, se sólo por defender el gato.»., po- brecKo...! 1 . ;i * y Hacia si alba, el alba del cuar- to dia. Ahora todo estaba perdi- do pero ellos no querían rendirse. Trepados sobre el techo esperaban a los soldados que vendrían' no bien comenzara el dia; es decr. dentro de poco tiempo. A lo le- jos se ola el crepitar de las ame- tralladoras. Un rincón- del hori- zonte estaba púrpura, no de ese tono brillante que da al délo el sol naciente, sino de un rojo os- curo, de un rojo provocado por una mezcla da humo negro y de llamas que se elevaban, deban vueltas y tomaban formss extra- ñas; mientras que hscla la dere- cha, allí donde estaba el cuartel general republicano, rodeado y a punto de ser tomado, trozo! de pared se desplomsban sobre la avenida con un estruendo mons- truoso. Aquí, sobrt el techo de un edi- ficio público, en una- calis oscu- ra y angosta, dos hombres espera- ban la muerte. Cuatro días. ¡Cómo habla cam- biado la situación! En torno de ellos la multitud de techos de la ciudad se extendía como una que- ja unida y silenciosa, como un In- menso techo único recubriendo * la masa de gentes que dormían, que roncabsn apaciblemente aho- ra, porque todo habla terminado, el fin eátaba próximo y la repú- blica vencida. Cuatro días, y to- da esa nube de voluntarlos que hablan corrido a su puesto con una alegría salvaje, estaba ahora dispersa, capturada, muerta o re- fugiada en las montañas. Agazapados sobrt el techo, con el revólver en la mano, los dos hombres esperaban la llegada del enemigo. Uno era el teniente Do- la n, joven delgado* de veintidós años y ahora todo desgarrado y sucio; su rostro pálido de adoles- cente tenia uns expreclón huraña y estaba marcado por la falta de sueño y el temor de la muerte. Era empleado de banco. El segun- do era el sargento Murphy, jn obrero fuerte y rechoncho de cue- llo de buey, rostro ancho y more- no terminado en una mandíbula rojiza, cuadrada y prominente co- mo una garra dada vuelta, de pe- queños ojos grises hundidos en ía carne oscura, de nariz chata; era un fanático resuelto, frió e indo- mable. Acostado 'wca abajo, Murphy habla apoyado el pecho contra- .a canaleta y tenia la cabeza contra la chímente que at elevaba rec- ta formando un ángulo con el te- cho. Tenia el arma a la altura de los ojos y miraba hada adelante, esperando con oído desesperado que se mostrara alguna cabes*. Aún doce eartuchoa. Después la muerte. Todo haola terminado. ¿Para qué vivir? Dolar, con la rodilla derecha flexlonada y. el talón bajo el mus- lo, tenia también su revólver. Pe- ro el cañón apuntaba hacia la go- tera, y sus dientes castañeteaban. No queria morir. El mismo odio rola su cerebro; odio a esos sol- dados poniéndote fuego a la calle un poco más allá y que esperaban el dia para deslizarse de casa en casa hasta él. Pero él no quería morir. Y el terror hacia entre- chocar sus mandíbulas. Pensaba sfiebradamente... Pensaba en dos cadáveres, sobre la escalera, loa de sus dos compañeros muertos la víspera cuando de un camión que pasaba, lleno de toldados hablan lanzado una bomba. Habla esta- llado con truido de trueno. Ala- ridos. Los defensores de la casa perdiendo la caoesa se hsblan pre- cipitado a la calle para rendirse. Dolan hubiera querido unirse a ellos. Pero Murphy estaba a su lado en -la ventana del último pi- so; y Murphy habla tirado una ves, dos veces, tres veces, y tres prisioneros hablan caldo ea la calle. De nuevo habla tirado: un grito en el camión y cuando éste se alejaba a toda velocidad, un cuerpo vestido de paño verde, describiendo un arco de circulo, cayó en medio del vehículo sobre las espaldas de loa otros soldados que se hablan tirado al suelo pa- ra protegerse. Ahora, estaban solos, los dos so- loa Dolan estaña solo eon Mur- phy s quien temía. Era él quien debía haber conservado el coman- do, pero el verdadero jefe era ese bruto con cuello de toro. Ya no habla jerarqueta. Y Murphy era un demonio. Habla, apoyado su revólver sobre el pecho del muchacho y habla vo- ciferado apuntándole al rostro: "Te aconsejo que te quedes con* migo. ¿Me oyes, Imbécil? Soy yo el ue mando y no nos rendiremos''. Eso habla ocurrido la noche pre- cedente. ¡Qué noche! Silencio, ti- SU SILUETA, SEffORA Por Ida Jean KAIN Antes de cocinar lo cerne, quítele toda la grasa que pueda contener. Los científicos nos dicen que la grasa se acumula más fácilmente cuando se comen alimentos graso- sos,, más que al ingerir comidas qut contengan asúcar y almidón. Como las grasas contienen tsmblén ti do- ble de calorías que esos otros ali- mentos, debe haber una doble ro- són para limitarlas en la dieta. Afortunadamente para las perso- nas que deseen reducir, la grasa es uns de las comidas que puede restringirse más. Toda la grasa que usted realmente necesita es una cu- charadlta y media y eso en la for- ma de mantequilla. Se necesita eaa cantidad, no porque aea graaa, aU no porque la mantequilla .contiene la Importante vitamina A. La proteina no puede limitarse, aún en las dietas de bsjss calorías. Se necesita a diarlo para reparar los tejidos dsl cuerpo y debe In- cluirse en csntidsdee normales. La dieta segura siempre debe contener una cantidad razonable de carne flaca, huevos, leche desnatada y mantequilla, o bitn queso. Todos ellos proveen la proteina necesaria. El azúcar y el almidón, princi- pales fuentes de energía,' no pue- den eliminarse enteramente de la dieta. Lo que. es más, si te tomsa en forma de frutas vegetales y al- gunas térseles, setos alimentos su- plen Importantes vitaminas y mine- rales. Usted podrá notar que casi el único alimento que puede reducir- se enteramente de la dieta es la grssa. Ea solamente calorías, y y mientras menos tenga, mejor. Us- ted necesita slguna mantequilla —el mínimo es 150 calorías. Pues que también hay cierto limite a la leche con nata y a la crema, la mantequilla es la más segura fuen- te de vitamina A, importante pa- ra dar resistencia al cuerpo contra las enfermedades. Lo mejor es li- mitar las grasas en otras formas. Una de las mayores reducciones de ealorfas en la dieta puede lo- grarse eliminando la grasa de las csrnes. SI usted sigue una dieta es- tricta, podría hacer eata operación antes de cocinarla, de manera que ninguna grasa se colar» en su pla- to. En- caso de que esto le pareciera tonto, compare las calorías conte- nidas tn la carnt flaca con las co- lorías contenidaa en una misma porción de carne con grasa. Bisté con grasa, 369 calorías; sin ella, 188; carne de cerdo con grasa, 368; aln ella, 231; ternera con gra- sa. 367; sin eUa, 211. Quizá esta comparación le de- muestre que es mucho más fácil re- ducir cuando te pone un poco de cuidado en la dieta, eliminando to- da esa grasa enteramente Innecesa- ria que sólo sirve para acumulsrse en loa tejidos del cuerpo aumen- tando la grosura que usted desesrls evitar. ros s lo lejos, ratss en la escala- re, Murphy arrastrándose por el tec h o flasfemando, detonaciones más cercanas; se habla apostado en el techo hscla una hora y espe- raban la muerte. No se rendirían. Dolan penaó en su mujer. ¡Dios, qué extraño es todo esto! ¿Eran cuatro días los que hablan pasado! ¿O cuatro años? Ya no la ama- ba. Absolutamente nada. Ella habla salido de su vida. Recor- daba solamente sus manos finas y blancas, sus mejillas rosadas y de- licadas, sus rizos rublos peinados a los lados de las orejas, sus gran- des ojos azul pálido y tsmblén 'a imposibilidad que tenia de hacerle comprender nada. No le habla prevenido. Ni siquiera le habla hecho llegar un mensaje cuando, abandonando precipitadamente su oficina cuatro diat antes, habla ocupado su puesto. Por otra parte ella no habría comprendido nada, nada. No pensaba en ella más que porque tila representaba ti mundo, comparado a eae desierto donde se encontraba, separado de ls vida, solo con un monstruo. ¿Por qué, si, por qué no pedia socorro? ¿Por qué no apuntada au arma sobre la espalda de Murphy extendido a su lado y no tiraba, ferozmente, con los dientes apre- tados, la mirada fija, hasta que Iss seis balas penetraran en ese cuerpo maldldo? Strla Ubre. Po- dría lanzarse por la escalera sal- tar... No, jamás podría saltar so- bra los cadáveres ds la escalera. Castañeteando los dientes se arrodilló; la cabeza le hada su- frir horriblemente y su cuerpo en- tero pereda dt fuego; sus ner- vios vibraban, sus entrañas pen- das parecían de plomo. A cada Instante temía una crisis de locu- ra que lo hsrla sumergirse en un sblsmo sin fin poblado dt demo- nios que maldlcieran, mataran y aullaran para toda la eternidad/ Murphy no se movía. Su cuer- po estsba rígido y sus músculos contraídos; se hubiera dicho un animal acechando su presa. El día apareció, blsnqueando y calen; tando a la dudad. Los ruidos «é acercaban. Primero fué el rumor de ruedas de goma, luego el cho- que sordo de un motor dt automó- vil que se detuvo bruscamente pa- ra ser reemplazado por un ruido dt pisadas. Murphy gruñó, levantó loa codos y separó'Jos talones. Volviendo la cabeza, miró a Dolan. Sus ojos Inyectados de sangre estabas me- dio cerrados. "Aquí están -<ljo— hasta luego; nos veremos en el infierno". ' Tuvo Una risa alien- cosa, dn despegar los labios, le que hizo temblar la piel fláclda de aus mejillas. Miro todavía a Do- lan unos instantes, luego, apartán- dose apretó los dientes y dirigió su arma en la dirección de donde venían loa sonidos. Dotan tam- bién se inebrporó, crispé sus man- díbulas, abrió bien loa ojos y dejó de reflexionar. Verían. No eran visibles toda- Colmado SUÁREZ Frente al RlaHo Telé!anos 87-134-1308 San Juan,P. K, Solicita todos U "PUERTO Ri ILÜSTRAL CREMA DE ULTIMO RETOQUE He aquí una crema poseedora de cualldedes excepcionales por de loción. Se adhiere a su cutis con ls suavidad del liquide y como as loción más que eeetss, no tiene brillo propio. No seca el cutis, ni dilata les poros más delicados jr provee una base perfecta pa- ra el célemete. Mantiene el polvo suave y ite horas. Imparte ese toqus 'tan ansiado por lp majar y es.un gran.protector contra lea tlemen- tos y ei maquillaje. LOPE1 PESES P. O. Box 3783 Santujee, rVB* 1 ...J.-. vis. A cltn metros de allí la ca- lle estrecha doblaba hacia la Iz- quierda; es. por sse lado ,que des- embocarían bordeando una pared frente a la vidriera de una tienda oscura que tenia en letras blancas la insignia: "Walsh, almacén", en letras blsncss, estiércol secándose en la calle, ls psred, ésto es lo que mlrsba sucesivamente y con Indiferencia Dolan. Bruscamente aparecieron dos hombres en unlformt verde; mar- chaban lentamente de cada lado de la calle, con el fusil en la m*- no y la gorra descuidadamente calda sobre ia oreja; uno de ellos masticaba una larga pajlta blenca y los dos inspeccionaban las ven- tanas. Se dttuvleron, se interpe- laron y uno de ellos levantó ,a mano derecha por encima dt su cabeza, la extendió hada adelante y luego la volvió a au lugar. Era la señal para avanzar. Continua- ron SU marcha. Desembocaron otros dos hombres, lutgo tres más, y avanzaban todos lentamente, con les armas listas. Murphy gruñó y todo su cuerpo fué de nuevo sacudido por una ri- sa silenciosa. El tnemigo cala tn au trampa. Esperarla que estuvie- ran a au alcance y haría fuego. Y Dolan... desde que los vló su corazón st puso a latir con vio- lencia y su cerebro a reflexionar. Ya no los temía. Habla dejado dt str un revolucionario. Era un hombre a la merced de un asesi- no y de un loco y su únjea espe- renta de salvación eran ellos. Trató de llamarlos, de agitar aus manos, pero parecía que la terri- ble opresión de su compañero le elevara la lengua al paladar y sa- cara toda fuerza a aus brazos. Só- lo pudo estremecerse y mover sus labios blancos sin emitir sonido. Los soldados se acercaban. El vela loa botones de sus uniformes que brillaban y una curiosa expre- sión de indiferencia sobrt sus ros- tros, como si hicieran un paseo cualquiera. ¿Por qué ignoraban que él estaba en peligro de muer- te? Por qué no tomaban más pre- cauclonea cu: o... Murphy se movió. Su brazo de- recho se tendió. El cartón de su arma se Inclinó rápidamente. los a tirar. Lanzando un aullido, Do- lan se arrojó sobrt el cuerpo ex- tendido. Con un gn-.iido, Murphy se volvió a medias y clavó ti co- do en las costillas de su frágil compañero. Este fué derribado ha- da atrae y reíosle- ds espaldas (Continúa ea la página 11 Col, 6.) ' Moda al dia MODELO IDEAL PARA TALLAS GRANDES Las suaves Untas y tlegsncia sen- cilla dt este diseño, reducen la fi- gura tanto como la diata más efec- tiva. Esta ts un diseño qut puedt ser ussdo por todss aquellas que lleven tallas grsndes. Los detalles principales son los fruncidos en el corpino y parte bsja de los hom- bros, que lt dsn. el ajuste perfecto, sin abultamlentos, etc. El detalle que hace lucir la fi- gura más delgada es el corte del paño del frente de la falds, que st entiende hacia arriba terminando en punta, haciendo resaltar el dia- fragma, y termina en un clnturón cerrado en la parte de atrás. Para la talla 38. con mangas Isrgss. se necesitarán 5V4 yardas de uns ttls de 39 pulgadas de-an- cho. Con mangas cortas, é*4 yar- das de tela. Para el «adorno, ltt ysrda. Bautismo en San Juan Recibió las aguas bautiamsles en la Santa Catedral la niña Clarlta Leticia, hija de loa esposos Lucas Salndoux y Clara Perocler de Saln- dox. Fueron loa padrlnoa Lula Pe- rocler y Rafaela Concepción. Ofi- ció el reverendo Padre López, pá- rroco de la Santa Catedral. Des- pués de la ceremonia en la Santa Catedral tes esposos Salndoux-Pe- rocler ofrecieron a sus amistades una fiesta intima en su hogar. Asis- tió si acto un nutrido grupo de amistades de estos esposos- Pudi- mos distinguir entre la concurren- cia, a las señoritas Carolfn, Rivera Salgado, Fernanda Roque, Correa, Mirabel, Miranda, Lebrón, Trujillo, Provl Henriquez, Mlle. Antolnette Lumarque, Julia Salndoux, -Marga- rita y Virginia Morgante; la seño- ras Belén Salgado, Zoralda Con- cepción de Fernández. Belén Figue- roa de Rodríguez, y el señor y la señora Charles Veré, los señores Coralin, Remedios Becerrill. Carlos Rivera, Fernandlto y Flor María Denla Pétlon y Rosendo Rivera. Pe- pln Pérez, Ubaldo Bocanegra, Fidel Ortlz, Jacques Degand. Pedro Ra- mírez, Ignacio y Belén.Bonlt, Cor» nello Morales y esposa, Polynlce Dorsalndl, Lula Perocle Jr. y Char- les Romney. Al son de una orquesta de la Ca- pital se bailó durante toda la tar- de. La ramilla Saindoux-Perocler obsequió finamente a todos los con- currentes. La fiestecita estuvo muy snimsds. Muchos sftos de vida y fe- licidad deseamos a Clarita Leticia ei. compañía de sus padres. CRONISTA Sra. Alie* Lienta de Gatell Se encuentra enferma en su re- sidencia de Santurce la señora Alt- ee Lienza de Gatell, profesora ga- nadora este año del prtmlo dt fi- lología de la Universidad dt Puer- to Rico. La señora Lltnsa dt Ga- tell es esposa de don Enrique Ga- tell, miembro de la Comisión Hípi- ca. Esposos Pattern-Hol- verson Después de pesar su luna dt miel en la vecina isle de St. Thornas re- gresaron ayer a nueatra capital los esposos Ledo. Ryder Psttern, co- nocido abogado de San Juen, y Ber- n'ce Holverson de Pattern, de la aodedad de Wlsconsin. Los recien- casados han fijado su residencia en Santurce. "Bufíet-supper" En la noche de Navidad el señor Martorell, presidente de la Asocia- ción de Agricultores de Puerto Ri- co, y su señora esposa, doña Blan- ca de Martorell, obsequiaron a sus Íntimos con una comida en su re- sidencia dt Mlrsmar. Asistieron al intimo sgassjo el Dr. J. Fernández Carballo y Rosa Hercllia. de Fernández Carballo; Pedro Emilio Mejia y Marte Roaa de Mejia; Dr. G. Rulz Cestero y Marta Luisa de Ruiz Cestero; Ni- colás Almlroty y Armlda de Alml- roty; Dr. M. Pavía Fernández y Josefina de Pavía Fernández; Ge- rónimo Guevara y Amella de Gue- vara; Dr. Phllllp Gorlin y Ena de Gorlin; Catalina Martorell de Me- jia, Carmen Martorell Viuda de Prado, Betsa Viuda de Martorell, Manolo Pórtela, Ricardo Blondet, Lula Prado, y las señoritas Emma Blondet, Esther Prado, María Te- resa Martorell y María Amelia Guevara. Comida en honor del Dr. José Ferrer Con motivo dt haber sido reelec- to en la presidencia de la Asocia- ción Médica de Puerto Rico, la Fraternidad Afda ofreció al Dr. Joaé Ferrer, uno de sus miembros distinguidos, una comida de honor en el salón de actos de dicha fra- ternidad, en la nocht dtl miérco- les de esta semana. José Luis y Rosa Elena Figueroa En la tsrde de ayer embarcaron de regreso a sus colegios en los Estados Unidos los jóvenes José Luis y Roaa Elena Figueroa, hijos del señor José Figueroa, uno dt los jefes de ls cesa "Figueroa A Gautler", de esta plaza. Los apro- vechados tstudlantes disfrutaron de la temporada de Navidad junto a sus parlentts de esta capital. Fiesta de cumpleaños En la noche dtl lunts pasado los esposos Juan Sierra y Emilia Fer- nández de Sierra celebraron un animado baile en su residencia de Santurce con motivo del decimo- quinto cumpleaños de su hija Anee- lita, El baile fué amenizado por la orquesta "Mldnlght Hawks". En- tre los Invitados se encontraban El- sle Noble, Sylvla y Dinorah Re- xa ch, Haydée Beléndez, Carmen L. García, Lucila Betancourt, María A. Castro, Sara González, Eva Ve- re, 'Carmen Faure, Vlcky Suáres, Marta Ortlz, Noeml E. Noble, Myr- ta Alfaro, Carmen L. Tirado, An- tonia Ferrer, Esther González, Sun- cha Alfaro, Rafaela Fábregas, Ge- ne Diez, Alcl Alfaro, Raquel Elvln Ferrer. Blenca A. Suárez, Francls M. A guiar, Roaa E. Mayml, Bllly Korber. Alberto M. Toro, Gumer- sindo Suárez, Fernando González, Ángel Orlando Torres, Edmundo Hernández, Emilio Vllleverde, Fer- nsndo Pujáis, Efrafn Martines Na- dal, Raúl Colón, Carlos Aybar, Juan S. Sierra. Pucho Garda, 'Ar- turo Noble, Rafael Faure, Vicente Tirado, Arturo Afteses, Frsncisco Quiñones, Víctor Maldonsdo, Virgi- lio Valencia. José Vázquez, Pedro A. Cestro, Rubén A. Jordán, Fran- cisco Silva y Edwln Tlseher. Belén Colom de Fidalgo Se tncuentra enftrma recluida en su residencia de Carolina la joven señors Belén Colom de Fidalgo Díaz, esposa dtl señor José Fidalgo Días. Dr. Stanhope Bayne- Jones Visita la Escuela de Mtdldna Tropical de Puerto Rico ti doctor Stsnhope Beyne-Jones. Decano de la Eecutla ds Medicina de la Uni- versidad dt Yalt. Al doctor Bayne-Jones, quisa dic- anoche una conferencia en d salón de acto» de la Eacutla ds Me- dicina Tropical, le será ofrecido un banquete en la noche de hoy. Elsie Illingworth Se encuentra hoapedada en si Es- cambrón Btech Club la dame nor- teamericana Elsie Illingworth, per- sona relacionada con importantes centros musicales de Estados Uni- dos y con la sociedad "Pro Arte Musical de Puerto Rico". Adjudicación de premios de la Asociación Biblio- tecaria El Dr. Esteban A. de Goenaga, la señorita María Negrón Muñoz y el señor Lula O'Nelll de Milán, Pre- sidente, Secretsrls Ejecutiva y Se- cretario, respectivamente, de la Asociación Blbliotecsrta, nos remi- ten la siguiente nota: "El próximo sábado 31 dt diciem- bre, a lss 10:30 A. M., en el Tea- tro Tapia (antes Municipal), cedi- do amablemente por el Alcalde, ds San Juan, Dr. Carlos de Castro, se procederá a la adjudicación de los regalos ofrecidos por la Asociación Bibllotecarla de Puerto Rico en re- lación con au campaña de aoclos de 1937 que hubo necesidad de prolon- gar hasta la fecha por causas in- superable". "Su Majestad Myrteltna, Reina del Carnaval Ponce de León de 1939, preseneiará la adjudicación de (Continúa en la página 14. Col. 3.) ¡QUE TERSURA! EL NUEVO LÁPIZ PE LABIO Y COLORETE K/CLL 55/ y 11.10 De indiscutible suavidad, dura- ción, uniformidad; halagadores y de fácil aplicación sen estes nue- vos y sutiles cooperadores de be- lleza EVENING IN PARÍS y vienen en una completa selección de perfectos tonos. BOURJOIS CELESTINO LÓPEZ PESEZ Representante P. O. Box roí Santurce, P. B. PREPARACIÓN WAMPOLE Contiene un Extracto de Migados Frescos de Bacalao libre dr grasa, combinado con Extracto de Malta, Extracto Fluido do Ceroso Silves- tre y Jarabe Compuesto de Hipo* foifitoi. AGRADABLE AL PALADAR V POR C0N- SlfiülEHTE LOS NIH03 LA TOMAN CON BUSTO. *** °°« TAMAflOf- P Perfumería Fina para Navidades Visito lo FARMACIA BLANCO en Son Juan y Santurce. 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    r EL MUNDO, SAN JUAN, P. I. VIERNES 30 DE DICIEMBRE DE 1931. 11

    10GARER l\te

    Un. Fraaklla a RNMNU

    mVCoLa J9iaA* WASHINGTON.!* itftoriu Marinera cant muy bien

    anoche en 1 Concierto de la Orqueeta Sinfnica de Wuh- inrton, 1 cual me ha causado siempre un gran placer asistir. Sal ms bien temprano porque haba un jovencito invitado en casa, y me pareci que se encontrara muy solo si nadie le

    acompaara a tomar el te. Encuentro parti- cularmente agradable encender el fuego en la chimenea de mi cuarto por la tarde, y to- mar all el te cmodamente, olvidndome aun- que sea por un momento del resto de la casa.

    Le la primera parte de la novela que pu- blica la seora de Woodrow Wi'lson en el Sa- turday Evening Post. Su estilo es fcil y fluido, y estoy segura de que lo largo del desarrollo de asta obra ser su trama de un gran inters, puee ella ha vivido en uno de loa periodoa mar interesantes de nueatra his- toria. Muchos incidentes dramticos deben habrsele ocurrido que nadie sino ella podra describir adecuadamente.

    Hoy hace un da glorioso. Celebramos una conferencia de Prensa esta maana y esta tarde salgo en avin hacia Nue- va York a pasar una velada puramente frivola. Voy primero al teatro con mi hermano y algunos amigos; ms tarde al Hotel Ambassador, donde debutarn la seorita Chaney y su pareja de baile. El Proyecto de escritores de la WPA aca- ba de enviarme dos nuevas publicaciones; una, la historia de Cincinniti, Ohio, en un periodo de 150 aos, y la otra el Al- manaque de Nueva York de este ao, que resulta muy entre- tenido.

    Dos titulares en los peridicoe de la maana atrajeron mi atencin. Uno sobre unas manifestaciones del seor Al- fred If. Landon de que la doctrina de Monroe sera sosteni- da no importa qu partido poltico subiera al poder en jos Estados Unidos. Me parece sabio hacerlo constar as clara- mente en la actualidad. Casi gozamos con nuestras diferen- cias polticas en este pas, y luchamos las slecciones con ener- ga y cierta amargura algunas veces, pero hay ciertas cosas fundamentales en las cuales, como pueblo, estamos-de acuer- do y una de ellas me parece que es que nuestra propia segu- ridad puede 'solamente lograrse si las naciones de Sur y Cen- tro Amrica permanecen libres. Cualquier dominacin del ex- terior, bien lograda a travs de colonizacin o control econ- mico no solamente pondra en peligro nuestra libertad, tino tambin nuestra seguridad. Por lo tanto, la Doctrina Monroe no es asunto de partidoe.

    El otro titular trata sobre un despacho de Pars escrito por un hombre que acaba de terminar un viaje por Alemania. Parece haberle impresionado la tragedia encontrada en mu- chos sitios y manifiesta lo que muchos de nosotros hemos cre- do probable: que hay gente en Alemania sufriendo hoy a cau- sa de las crueldades que se perpetran all, aun cuando ellas no sean las vctimas propiamente dicho.

    Paz en la Tierra papa l**. Hombres de buena

    voluntad

    UN CUENTO BREVE

    GUERRA CIVIL Por Liam O'Flaherty

    Suena volunta1 es, cortesa ha- da los clientes asi como hacia nues- tros amitos;

    Es. dar con sinceridad Valor red* bido' por cada trabajo:

    Es, la alearla a todas horas dal dia:

    Es, el cumplimiento a las peque- as promesas asi como a las gran- des;

    Es, el deseo dt extender una ma- no de ayuda;

    Es, el terminar la tarea' no Im- porta lo desagradable que fuere.

    Cosechan la buena voluntad aque- llos que la siembra durante todo el ano, todos los aAos. No se le pue- de robar a su p