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  • 2-. La Pennsula Ibrica en la Edad Media: al-Andalus (siglo VIII al XIII)

    !

    EL DEBATE AMRICO CASTRO - SNCHEZ ALBORNOZ: QUE IMPORTANCIA TUVO EL ISLAM PENINSULAR EN LA FORMACIN DE ESPAA?

    i . e . s Ve n a n c i o B l a n c o . H i s t o r i a d e E s p a a M a n u e l T o r r e s Z a p a t a 1

    1-. Evolucin poltica

    1-1-.La conquista1-2-.Emiratos1-3-. Califato de Crdoba1-4-. La crisis del siglo XI1-5-.Reinos de Taifas1-6-. Imperios Africanos

    2-. Organizacin econmica y social

    3-. Administracin poltica

    4-. El legado cultural.

    ! ... Los 800 aos de presencia islmica y judaica en la Pennsula Ibrica contribuyeron grandemente a formar la disposicin de vida de quienes hoy moran en tierras hispnicas Considero la ocupacin de Hispania por los musulmanes en el siglo VIII como un trastorno poltico- social comparable a la invasin de Roma por los germanos. Sin la destruccin del reino visigodo, Hispania hubiera seguido un curso de vida distinto al que tom. Es cierto que despus de la fulminante ocupacin del siglo VIII tambin los musulmanes tuvieron que defenderse de los reinos cristianos, los cuales poco a poco fueron haciendo retroceder al enemigo, Mas no es a la vez menos evidente que a medida que los musulmanes iban reduciendo el rea de su expansin, iban creciendo su potencia vital y civilizante gracias a sus conexiones culturales con oriente. La cantidad y el carcter de los vocablos rabes en espaol desmienten por si solos la pretensin inaudita de que los musulmanes por ser escaso el nmero de los racialmente rabes, no rompieron la continuidad de la civilizacin existente antes de su venida a la Pennsula.

    Amrico Castro, Sobre el nombre y el quin de los espaoles

    Pocos acontecimientos de la historia han sido ms fecundos en consecuencias decisivas para el hacer de Europa que el triunfo y el arraigo del Islam en Espaa. Volvi sta a ser lo que haba sido muchas veces: encrucijada de caminos y de culturas. En ella el Islam recibi el impacto de Occidente. Puedo resumir las largas pginas de mi Espaa, un enigma histrico en una frases. El multisecular contacto pugnaz entre cristianos e islamitas en la pennsula espaola, al romper la unidad hispana e interrumpir su normal proceso evolutivo, y al afirmar las ms de las veces la herencia temperamental de los primitivos hispanos ha hecho a Espaa como es y han acentuado su singularidad frente a Europa Aun sumando generosamente todas las aportaciones de la masas humanas orientales llegadas a Espaa nunca podremos legar a los cuarenta mil hombres, y tengo por seguro que en realidad su nmero no sobrepas apenas el muy reducido de treinta mil, mnima e insignificante cantidad para pesar sino como un oligarqua entre millones de hispanos que habitaban a la sazn en la Pennsula... Para haber ignorado o apartado conscientemente ese hecho histrico, algn pseudohistoriador ha aventurado fantasmagricas teoras sobre la arabizacin u orientalizacin de Espaa por artes de magia en un abrir y cerrar de ojos, y ha supuesto a esos hispanos que vivan bajo en seoro del Islam arabizando, tambin en un instante, a sus hermanos los cristianos del norte. Cualquier que hubiera sido el poder de absorcin y de penetracin de lo musulmn -y durante dcadas no pudo ser grande- ni haba podido suprimir la tradicin nacional hispano-goda, ni habra podido cambiar las reacciones vitales ni las inclinaciones vitales y anmicas de ocho millones de peninsulares en un abrir y cerrar de ojos.

    Snchez Albornoz. C. El Islam de Espaa y el Occidente.

  • ! El ao 622 es el ao que marca el inicio de una nueva fase en la Historia Universal, la salida de Mahoma de la Meca y su refugio en la ciudad de Medina, la Hgira, supone el comienzo del Islam, no slo como religin sino como entidad poltica.A la muerte del profeta diez aos despus supuso por su parte el punto de partir de expansin del Islam, que aprovechando las debilidades del Imperio Bizantino, del Persa y el vaco de poder en regiones del norte de frica, consigui en un breve tiempo uno de las conquistas ms rpidas de toda la historia. En menos de un siglo, en el 711, ya han ocupado la Pennsula Ibrica. Las causas de este avance no slo estn, como hemos dicho, en la debilidad de los territorios que ocuparon, sino tambin en caractersticas propias de la religin musulmana: - La sencillez de su mensaje ( No hay ms Dios que Dios, Mahoma es su profeta),- Lo bsico de los preceptos religiosos: los llamados cinco pilares de Islam, (oracin -salat-, limosna -zakat-, peregrinacin a la Meca -hayy- , ayuno -sawn- y fe en Dios -shahada-) - El permitir a las otras religiones del Libro ( Cristianismo y Judaismo) mantener su culto y sus

    instituciones a cambio de un impuesto.

    Las consecuencias de la expansin islmica fueron enormes, especialmente en el mbito mediterrneo que vio alteradas sus estructura econmicas al romperse las rutas comerciales antiguas, y se cre un imperio que abarc desde las zonas orientales de Ia antigua Persia a las reas del occidente (al.Magreb) que incluy a la Pennsula Ibrica. Un imperio que retom la base urbana para la sociedad y la econmica al igual que en Roma, unificado gracias a la religin, a las rutas comerciales, aunque la diversidad de territorios acab imponiendo la divisin poltica. La ciudad no es slo el centro mercantil, es tambin el centro poltico, religioso y cultural.

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  • 1-. Evolucin poltica.

    1-1-. Conquista

    La conquista del frica haba sido ms lenta en comparacin con las de otras zonas, las primeras campaas se iniciaron en el 647 y no se ocup de forma definitiva hasta el 708; la falta de unidad poltica, la diversidad de pueblos que se encontraron contribuyeron a este relativamente lento avance. La invasin de la Pennsula Ibrica constituy durante mucho tiempo uno de los principales temas de debate en la historiografa de la Edad Media espaola, entre los que consideraban que la invasin y posterior creacin del al-Andalus haba supuesto una interrupcin del proceso histrico espaol, que slo la posterior reconquista cristiana solucion, vinculando la identidad nacional espaola a ese proceso de reconquista (Snchez Albornoz) ; por otro lado quienes, como Amrico Castro, vean en la llegada del Islam el inicio de un periodo de convivencia entre tres culturas (Islam, Cristianismo y Judaismo), un multiculturalismo que conformara la esencia de lo espaol.

    Lo cierto es que la conquista se produjo con una enorme facilidad, apoyados en la red de calzadas romanas los conquistadores se encontraron con una mnima resistencia por parte de los locales, explicaba entre otras causas a los problemas internos que viva en esos momento el reino visigodo. En el ao 710 haba llegado al trono Rodrigo, posiblemente no vinculado a la familia real, lo que desencaden la guerra con los hijos de Witiza, que reclamaron su derecho al trono. La situacin fue aprovechada por los musulmanes dirigidos por Musa ibn Nusayr, gobernador del Magreb, que acababa de someter a la tribus berberes del norte de frica. Al parecer contaron con la ayuda del misterioso conde D. Julin, que les posibilit el paso del estrecho y les proporcion informacin sobre el reino visigodo. Una primera expedicin fue capitaneada por Tarif en el verano del 710 y ante el xito de la incursin se prepar la invasin definitiva. En el 711 Musa ibn Nusayr mand a su lugartaniente Tariq ibn Ziryab, un berber recin convertido instalado en la baha de Algeciras (Gibraltar debe su nombre a Tariq -yabal al-Tariq- ) emprendi el avance con unos 9.000-7.000 hombres. El enfrentamiento con el ejrcito visigodo del rey D. Rodrigo se produjo en la batalla del rio Guadalete, en la que fue prcticamente aniquilado desapareciendo en ella D.Rodrigo, los restos que quedaron del ejrcito fue destruidos definitivamente en Ecija.

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    Al saber el rey de Espaa la nueva correra de Tarif, consider el asunto como cosa grave. Estaba ausente de la corte, combatiendo a Pamplona, y desde all se dirigi hacia el sur, cuando ya Tariq haba entrado, habiendo reunido contra ste un ejrcito de cien mil hombres o cosa semejante segn se cuenta. Apenas lleg esto a noticas de Tariq, escribi a Musa Ibn Nusayr, pidindole ms tropas y dndole parte de que se haban hecho dueo de Algeciras y del lago, pero que el rey de Espaa vena contra l con un ejrcito que no poda contrarrestar. Musa, que desde la partida de Tariq haba mandado construir barcos y tena ya muchos, le mando con ellos 5.000 hombres, de suerte que el ejrcito acaudillado por Tariq lleg a 12.000. Haba ya cautivado muchos e importantes personajes, y con ellos estaba Julin, acompaado de bastante gente del pas, la cual les indicaba los puntos indefensos y servia para el espionaje.

    Ajbar Machma, crnica annima del siglo XI

    ( ) Musa nombr jefe de la vanguardia a un liberto suyo, llamado Tariq ibn Ziyad, persa de Hamadn, para que fuese a Espaa con 7000 musulmanes, en su mayora berberiscos y libertos, pues haba poqusimos rabes. Y pas en el ao 92 (711).

    Tomado del Ajbar Machmua, 711

    Precinto de plomo a nombre del gobernador rabe de al-Andalus Anbasa ibn Suhaym (721-726)

  • En un slo enfrentamiento Tariq se encontr en sus manos con toda la regin btica, entrando en la rica ciudad de Crdoba y un mes despus lleg a Toledo, que tomo sin ninguna defensa ya que haba sido abandonada por los nobles y jerarcas.

    Enterado de la victoria de Tariq Musa desembarc al ao siguiente con muchas ms tropas dispuesto a completar la conquista de la pennsula. La rapidez de la conquista fue posible por cierta desidia de la poblacin local, que incluso no vea mal la llegada de quienes parecan acabar con el sistema de explotacin visigodo, y que eran bien acogidos por los musulmanes si se convertan. A cambio de reconocer la autoridad del califa de Damasco se garantizaba el mantenimiento del culto cristiano y las propiedades a cambio del pago de un impuesto ( chizia en moneda y jarach en especie) . Musa lleg a acuerdos con diferentes nobles y gobernadores, siendo el ms conocido el que firm con Teodomiro en la zona del sudeste peninsular. En el 714 ocupan Zaragoza, que capitula sin resistencia y en el 718 ya estaban al otro lado de los Pirineos, llegando en el 725 a Autum, Nimes o Carcasona controlando toda la Aquitania y saqueando Burdeos. Hasta el 732 no se fren su avance en la batalla de Poiters por Carlos Martel, aunque la autentica razn de su retirada hacia la Pennsula est ms bien en las divisiones que haban surgido entre los conquistadores que no lograban mantener la estabilidad en el gobierno. En el al-Andalus se da de hecho una situacin de guerra civil entre los musulmanes, sucedindose gobernadores en un tiempo muy breve. En el 739, los berberes que formaban el grupos ms numeroso del ejrcito se sublevaron por considerar que el reparto de la conquista no se haba hecho segn los principios igualitarista de su visin del Islam y contra la hegemona y los privilegios de la minora rabe.

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    Pacto con Teodomiro.

    En nombre de Dios clemente y misericordioso. Escritura otorgada por Abd al-Aziz ibn Musa a Teodomiro ibn Gobdux. Que ste se aviene y somete a capitular, aceptando el patronato y clientela de Al con la condicin de que no se impondr dominio sobre l ni sobre ninguno de los suyos; que no podr ser cogido ni despojado de su seoro, ni los suyos ser muertos, cautivados o apartados de sus hijos y sus mujeres, ni violentados en su religin ni quemadas sus iglesias, mientras sea fiel y sincero y cumpla lo que hemos establecido con l; que su capitulacin se extiende a siete ciudades, que son: Orihuela, Valentila, Alicante, Mula, Bigastro, Eyyo y Lorca; que no dar asilo a enemigos ni intimidar a los que vivan bajo proteccin nuestra que l y los suyos pagarn cada ao un dinar y cuatro modios de trigo y cuatro de cebada y cuatro cntaros de arrope y cuatro de vinagre y dos de miel y dos de aceite; pero que el siervo pague slo la mitad.

    Buyat al-Mutamis

  • La situacin de al-Andalus fue bastante confusa durante los aos de gobernadores musulmanes -walies- , se produjo la llegada de un contingente no muy numeroso de musulmanes, que para algunos historiadores no lleg al 5% de la poblacin local. El proceso de islamizacin se produjo por lo tanto por las conversiones masivas, y solo en las zonas aisladas de la cornisa cntabra se dieron los primeros intensos de resistencia frente al avance islmico ( batalla de Covadonga 722) El panorama se complic an ms con los acontecimiento de la sede del califato en Damasco, en el ao 749 los abbasies se sublevaron contra la dinasta Omeya en el poder, haciendose con el poder y ejecutando a todos los prncipes omeyas, salvo a Abd al-Rahman que logra huir, iniciando un viaje que le llev hasta al-Andalus a donde lleg en el 755

    1-2. Emirato independiente de los Omeyas de Crdoba (756-912)

    La llegada de Abd al-Rahman fue vista como la oportunidad de acabar con la inestabilidad anterior y con los gobiernos arbitrarios de los distintos gobernadores al traer un nuevo principio de legitimidad basado en su pertenencia a la dinasta Omeya. Una vez instalado en Crdoba procedi a proclamar el Emirato Independiente, rompiendo as con el poder central del califa abbas que haba trasladado su capital a Bagdad, siendo sta la primera secesin poltica en el Islam. Tanto Abd al-Rahman como sus sucesores tuvieron que hacer frente a los continuos intentos de divisin que afectaron a al-Andalus, fragmentado en autoridades locales y linajes aristocrticos, ya fueran berberes, mulades (hispanos convertidos al Islam), miembros de la aristocracia rabe yemen como los tuyibies de Zaragoza, o incluso antiguos nobles hispanovisigodos como Teodomiro.

    Abd al-Rahman I inici una serie de campaas militares para imponer su autoridad, logrando consolidar su poder y el de toda la dinasta omeya de Crdoba, aunque la amenaza de levantamientos se mantuvo constante. De estos intentos de secesin hay que destacar los

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    ! En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso. Carta de seguro otorgada por el rey engrandecido Abd al-Rahman a los patricios, monjes, prncipes y dems cristianos de la ciudad de Elvira y a sus secuaces de las dems comarcas. Les otorga seguro y paz, obligndose a no quebrantarles este pacto mientras paguen anualmente diez mil onzas de oro, diez mil onzas de plata, diez mi l cabezas de los mejores caballos y otros tantos mulos, adems de mil armaduras, mil cascos de hierro y otras tantas lanzas, por espacio de cinco aos. ! Se escribi esta carta en la ciudad de Crdoba a tres de safar del ao 142 (758)

    Los berberes espaoles al saber del triunfo que los de frica haban alcanzado contra los rabes y dems sbditos del Califa, se sublevaron en las comarcas de Espaa, y mataron o ahuyentaron a los rabes de Ga l i c ia , As to rga y dems ciudades situadas ms all de las gargantas de la sierra de Guadarrama, sin que ibn Qatan tuviese la menor sospecha de lo que suceda hasta que se le presentaron los fugitivos. Todos los rabes de los extremos del norte de la Pennsula fueron empujados al centro, a excepcin de los que habitaban Zaragoza y sus distritos por que all eran m s n u m e r o s o s q u e l o s berberes y no podan estos acometerles.

    Ajbar Machma

  • ocurridos en el emirato de al-Hakam I(796 -821) por los Banu Qasi en el valle del Ebro; la de los mozrabes del arrabal cordobs de Secunda en el 818 y especialmente la liderada por Omar ibn Hafsun (883-910), incluso se tuvo que hacer frente a incursiones vikingas que subieron por el Guadalquivir Como forma de consolidar el poder fue necesaria emprender una reforma administrativa del emirato, se crearon oficinas centrales para asuntos concretos de la administracin dirigidas por visires en los cuales el emir delegaba sus funciones. Se produjo la unificacin jurdica segn el rito malik, que mantiene que la norma se debe basar en la lectura original del Corn y no en la tradiccin, reduciendo el margen de interpretacin de los jueces

    Abd al-Rahman I evit proclamar el califato para evitar ms conflictos dentro y fuera de al-Andalus, lo que al final permiti que fue tolerado por el rgimen abbas y Crdoba pudiera conectarse sin ningn problema a las rutas comerciales de atravesaban todo el Islam. A pesar del relativo xito de los omeyas cordobeses durante el emirato, las tensiones existentes en al-Andalus en el segunda mitad del siglo IX,

    permitieron que los reinos cristianos del norte se consolidaran e iniciaran su descenso desde las montaas cntabras y ocuparan las zonas semidesiertas en la mitad norte del valle del Duero.

    1-3-. El califato de Crdoba.

    En el ao 929 Abd al-Rahmn III (912-961) puso fin a la terica dependencia del emirato con el califa de Bagdad al proclamarse califa, no se trata slo de una ruptura simblica desde el punto de visa poltica, puesto que el califa es ms que la mxima autoridad poltica, es tambin considerado el sucesor del Profeta y jefe de los creyentes; con lo que la ruptura es

    total con los abbasies. Aunque la proclamacin no se hace para reclamar un poder frente a los lejanos califas de Bagdad, sino frente al poder que en el Norte de frica estn levantando los fatimies, que pretenden unificar todo el Islam al declararse herederos de la hija del Profeta, y desde le punto de vista de la poltica interior para fortalecer de forma definitiva la autoridad del soberano cordobs.

    Abd al-Rahman III invirti la tendencia a la disgregacin que haba en el emirato, inaugurando tres generaciones de poder centralizado en Crdoba, el ms fuerte que conoci Hispania desde Roma hasta el siglo XIII. El nica camino para lograrlo fue combatir s i s t e m t i c a e i n c e s a n t e m e n t e c o n t r a l a descentralizacin. Estableci en dos aos el control sobre el valle del Guadalquivir, que extendi posteriormente hacia las marcas, ocupando Bobastro (sede de la revuelta de ibn Hafsun) en el 928, Badajoz

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    Revuelta del arrabal de Secunda

    En el ao 818 tuvo lugar en Crdoba la revuelta llamada del arrabal. Los hechos pasaron de la manera siguiente: el principe omeya al-Hakam ibn Hixam (al-Hakam I) casi no se preocupaba ms que de jugar y beber, cazar y otros placeres semejantes y por otra parte la poblacin era injuriada y maltratada por sus mercenarios; estableci el impuesto del diezmo sobre las mercaderas, impuesto que habra de cobrarse sin remisin cada ao, lo que fue mal visto por el pueblo Las gentes del arrabal meridional (llamado Secunda) empuaron los primeros las armas y todos los otros arrabales les siguieron (abortada la sublevacin) se sac de su vivienda a todos los habitantes de Secunda y se les hizo prisioneros; luego se escogi treinta de los ms notables de entre ellos y se les ejecut y crucific cabeza abajo; durante tres das los arrabales de C r d o b a s u f r i e r o n m u e r t e s , p i l l a j e s y destrucciones (al-Hakam) perdon la vida al resto de los habitantes de Secunda a condicin de abandonar Crdoba en el plazo de tres das Terminado el plazo de tres das, al-Hakam dio orden de destruir el arrabal meridional.

    Kamil fi-I-Tarij

    Proclamacin del califato por Abd al-Rahman III

    Los ms dignos de reivindicar enteramente su derecho y los ms merecedores de completar su fortuna y de revertirse de las mercedes con que Dios Altsimo los ha revestido somos nosotros, por cuanto Dios Altsimo nos ha favorecido con ello, ha mostrado su preferencia por nosotros, ha elevado nuestra autoridad hasta ese punto y nos ha permitido obtenerlo por nuestro esfuerzo, nos ha facilitado lograrlo por nuestro gobierno, ha extendido nuestra fama por el mundo, ha ensalzado nuestra autoridad por las tierras, ha hecho que la esperanza de los mundos estuviera pendiente de nosotros... En consecuencia, hemos decidido que se nos llame con el ttulo de Principe de los Creyentes, y que en las cartas, tanto las que expidamos como las que recibamos, se nos de dicho ttulo, puesto que todo el que lo usa, fuera de nosotros, se lo apropia indebidamente, es un intruso en l y se arroga un denominacin que no merece.

    Crdoba, 17 de enero de 929

  • en el 930 y Toeldo en el 932, integrando esos territorios en el sistema poltica basado en la recaudacin de impuestos, asimilando as el modelo administrativo oriental de forma definitiva. Para mantener esta poltica ms activa fue necesario reforzar el papel del ejrcito, incrementando el nmero de soldados esclavos y ex-esclavos, en su mayora eslavos (aunque con esa denominacin se refiere tambin a otros europeos del norte). Este ejrcito fue enviado al norte contra los reinos cristianos, aunque con resultados desiguales, como la derrota musulmana en la batalla de Simancas (939), gracia s a lo que logr consolidar su poder, con la excepcin de Zaragoza donde los sucesores de los Banu Qash, lo tuybies, se mantuvieron autnomos aunque reconocieran la autoridad de Abd al-Rahman. El siglo X fue el periodo ms esplendoroso del islam andalus, se complet la ampliacin ms suntuosa de la mezquita de Crdoba, alcanzando a las ms importantes del todo el mundo musulman; se abrieron nuevos barrios en la ciudad y en el 940 Abd al-Rahman III emprendi la construccin de Medinat al-Azahra, una nueva ciudad palatina, sede del gobierno y de la corte, manifestacin del poder y de la majestad del califa.

    Fue as mismo un siglo de ampliacin de la actividad econmica a mayor escala, al-Andalus particip del comercio mediterrneo, gracias a la ampliacin del puerto de Almera en el 955. La produccin artesanal se especializ con tipos exclusivos de cermica (la conocida verde y manganeso), una tendencia que viene del siglo anterior y de muestra el desarrollo de jerarquas econmicas y de demanda de productos de lujo

    A la muerte de Abd al-Rahman III le sucedi en el trono al-Hakam II (961-976) que continuo la situacin de prosperidad y estabilidad anterior, incidiendo an ms en el desarrollo de las artes y de la cultura, Crdoba posey la mayor biblioteca de Europa, muy por delante de las de los centros monsticos; impuls el arte, completando la ampliacin ms lujosa de la mezquita y continuando las obras de Medinat al-Zahra; un califato necesitaba obras que reflejaran su poder y prestigio. Aunque se le conoce por la intensa actividad cultural, tambin emprendi campaas militares, sobre todo entre 972-975, hacia el sur, al interior de Marruecos, abandonado a su suerte desde el repliegue fatim

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  • 1- 4-. La crisis del siglo XI

    Esta prosperidad y paz que pareca perpetua se trunc en el reinado de Hisham II (976-1013) recluido en los

    palacios de Medinat al-Zahra, dej el poder en manos de sus visires como Ibn Abi Amir, que lleg a convertirse en el autntico dueo del califato y se hizo llamar al-

    Mansur Billah (el victorioso por Dios), es decir el Almanzor de las fuentes castellanas, se

    rodeo de un ritual igual al del califa e incluso mand construir una ciudad a imitacin de Medinat al-Zahra,

    Medinat al-Zahira. Almanzor lanz una nueva campaa contra el norte, acabando con los aos anteriores de paz con los reinos cristianos, emprendiendo sucesivas razias desde el 981 hasta su muerte en el 1002

    (Barcelona en el 985, Santiago 997 destruyendo la primitiva baslica) A la muerte de Almanzor sus hijos, los amiries, mantuvieron el control del califato, siendo el califa nada que una f i g u r a p o c o m s q u e s i m b l i c a ; mantuvieron el ejrcito en pie de guerra,

    pero sin una capacidad real para controlar la compleja situacin de al-Andalus estallaron de nuevo los antiguas divisiones e intentos secesionistas que los califas ms fuertes haban logrado acallar. Los berberes, en quienes se apoy Almanzor, se enfrentaron a los andalusies y esclavos, los califas se sucedieron en pocos meses y la confusin se instal de forma definitiva en Crdoba mientras que el resto de ciudades proclamaban su independencia. El efmero reinado de Hisham III (1077-1031) apoyado por la aristocracia cordobesa fue un espejismo, despus de su muerte se produce la fitna de al-Andalus, la fragmentacin definitiva del califato, surgiendo en su lugar pequeos reinos, las taifas

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    Al-Mansur haba llegado en esta poca al ms alto grado de poder. Socorrido por Allah en sus guerras con los prncipes cristianos, march contra Santiago, ciudad de Galicia, que es el ms importante santuario cristiano de Espaa y de las regiones cercanas del continente. La iglesia de Santiago es como la Qaaba para nosotrosAl-Mansur dirigi contra tal ciudad la expedicin estival que sali de Crdoba el sbado 23 Chumada II de 387 (3 de julio del 997), que era su cuadragsima octava campaa(Despus de diversas peripecias de los musulmanes) fueron a acampar ante la orgullosa ciudad de Santiago el 2 de Xaban (10 de agosto). La haban abandonado todos sus habitantes y los musulmanes se apoderaron de todas las riquezas que en ella hallaron y derribaron las construcciones, las murallas y la iglesia, de modo que no quedaron huellas de las mismas. Sin embargo, los guardias colocados por Al-Mansur para hacer respetar el sepulcro del santo impidieron que la tumba recibiera dao alguno. Pero todos los hermosos palacios, slidamente construidos, que se alzaban en la ciudad, fueron reducidos a polvo y no se hubiera sospechado tras su arrasamiento que hubieran existido all la vspera. Se llev a cabo la destruccin durante los dos das que siguieron al mircoles 2 de Xaban. Las tropas conquistaron despus las comarcas vecinas y llegan hasta las pennsula de San Mankas que avanza en el Ocano, punto extremo al que ningn musulmn haba arribado hasta entonces y que slo haba sido hollado hasta all por los pies de sus habitantesEn Santiago, Al-Mansur no haba encontrado sino un viejo monje sentado junto a la tumba del santo. Le pregunt : - Por qu estis ah? - Para honrar a Santiago, respondi el monje; y el vencedor dio orden de que le dejaran tranquilo.

    Bayan al-Mugrib

    Los destinos fueron favorables a Ibn Abi Amir en su administracin de la hacienda, tuvo amplios poderes, se gan la adhesin del ejrcito, vino a ser el verdadero imperante y dueo del gobierno, se hizo canciller de Hixam II, se dio el ttulo de al-Mansur y mantuvo el respeto del pueblo. Todas las regiones de Espaa le obedecan, ni una sola se alz contra l a causa del gran temor que les inspiraba, y mejor la administracin del estado. Entraba y sala del alczar y con slo decir el emir manda tal cosa y prohbe tal otra, nadie contradeca sus palabras, ni se opona a su accin. Cuando sala a campaa contra los cristianos, confiaba a Hixam al cuidado de quienes le impidiesen conversar o manifestarse en pblico y prohibiesen a todo el mundo entrar a presencia de aquel, hasta que l volva de su expedicin. De aos en aos, le haca montar, le impona una caperuza, revesta a sus doncellas con caperuzas semejantes, a fin de que entre stas no fuese distinguido por el pblico a distancia de aquel, hasta que llegaba a Madinat al-Zahra o a otro de los sitios de recreo. Despus de haca volver al alczar de la misma forma. Ni tena Hixam de la realeza otra cosa que la invocacin de su nombre sobre los plpitos en la oracin y su inscripcin en las monedas y banderas.

  • 1-5-. Los reinos de taifas (1012/1031- 1090/1110)

    Ante la progresiva disolucin del poder central del califa diversos territorios fueron proclamando su independencia en un claro resurgir de la mentalidad tribal y fragmentaria, que incluso afecto a las minoras religiosas, como los mozrabes, que emigraron hacia los reinos cristianos del norte. Las taifas (de tifa, bando) quedaron gobernadas por las elites de tres grupos tnicos:

    -rabes: controlaron las de Sevilla, Crdoba, Zaragoza, Huelva, Niebla-Berberes: Granada, Mlaga, Badajoz, Morn, Arcos de la Frontera-Eslavos: Almera, Murcia, Denia,. Baleares, Valencia

    En ese tiempo estos reinos no permanecieron estables, entre ellos hubo enfrentamientos y guerras y las fronteras variaban en funcin de a c u e r d o s d e f u s i n , r e p a r t o s hereditarios.. . Slo las ms poderosas consiguieron cierta permanencia dinstica:

    -Zaragoza (1018-1038 con los tuybies y los Banu Hud) -Toledo ( 1031 al 1085 dinasta de los du-l-nunes) -Valencia, (1010-1094)-Badajoz (dinasta aftas del 1009 al 1095) , -Sevilla ( rabes abbadies del 1023 al 1091) -Granada,(berberes ziries)

    A pesar de su debilidad poltica y militar mantuvieron la mayora de los lazos comerciales del mundo califal, incluso algunas ciudades, como Murcia o Zaragoza, experimentaron un crecimiento mayor al no contar con la rivalidad de Crdoba, y en prcticamente todas se produjo un alto desarrollo cultural, en consonancia al estilo de vida cortesano y suntuoso que mantuvieron los reyes de taifas. Lograron mantener cierta estabilidad en las fronteras con los reinos cristianos gracias al pago de parias al menos hasta la llegada al trono de Castilla de Alfonso VI, que se lanz de nuevo a la conquista ocupando Toledo en 1085. La toma de Toledo alert al resto de taifas, que recurrieron a pedir ayuda a los almorvides, agrupacin de musulmanes norteafricanos, partidarios de un Islam riguroso y que estaban en plena expansin.

    1-6-. Los imperios nortefricanos

    A-. Almorvides:

    El origen del movimiento almorvide est en Yahya ibn Ibrahim, que despus de su peregrinacin a La Meca predic la vuelta a los orgenes del Islam y critic la relajacin moral de los musulmanes de Occidente. Su mensaje cal entre las tribus del norte de frica, asentndose algunos de sus seguidores en un ribat (especie de monasterior-fortaleza) comprometindose a la defensa del isla, ganando cada vez ms adeptos, instalando su sede en Siyilmassa en el sur de Marruecos, lanzando desde all la campaa de conquista del Magreb, ocuparon en el 1063 y en el 1070 fundando Marrakesh, la gran capital del Imperio Almorvide. Al-Andalus era seguramente ya un terreno atrayente, independientemente de la llamada de auxilio de los reyes taifas. Cruzaron la frontera y comandados por el emir Ibn Tasufin se

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  • enfrentaron a las tropas cristianas en la batalla de Zalaca o Sagrajas (1086) obligando a Alfonso VI a retirarse herido. Entre 1089 y 1110, paralizada la amenaza castellano-leonesa, lo almorvides fueron ocupando todos los reinos de taifas, aunque no se preocuparon de consolidar las bases de su poder en la Pennsula Ibrica volvieron a derrotar a los castellanos en la batalla de Ucls en 1108. La evolucin del imperio almorvide hacia los mismo errores que habin criticado promovi el surgimiento de un nuevo movimiento regenerador, los almohades, que acabaron con los primeros de forma definitiva en el 1147. Los problemas almorvides en el norte de frica y la retirada de tropas en la pennsula en el 1144, gener la aparicin de unas segundas taifas, al proclamar los antiguos reinos su independencia de un imperio que tampoco coincida mucho con la forma ms relajada de entender el Islam en al-Andalus.

    B-. Almohades. (1172-1230)

    La unificacin de al-Andalus al imperio almohade se produce con el segundo califa Abu-Yaqub, que ocup Murcia, Jan y Valencia, aunque se mantuvo una actvo frente a los castellanos-leones que seguan avanzando en Extremadura. Fue en la batalla de Alarcos (1195) donde los almohades lograron imponerse a las tropas de Alfonso VIII de Castilla, pero sin rentabilizar la derrota se conformaron con asegurar su poder al sur de la frontera de Toledo. Los almohades importaron a al-Andalus formas de organizacin social y poltica que no encajaron con la tradicin andalus, incluso autores como Averroes (Ibn Rush) consideraron que se trataba de un sistema desptico y tirnico. La consecuencia un enrarecimiento del ambiente provocado por el excesivo celo religioso de los norte africanos. La situacin lleg a ser insostenible y las fuerzas regeneradoras con las que haba surgido el movimiento almohade se fueron agotando. Por otro lado hay que tener en cuente el dinamismo creciente de los reinos crisitanos en el siglo XIII, Castilla, Len, Aragn y Navarra se coaligaron para enfrentarse a los almohades derrotando a las tropas del califa Muhammad an-Nasir (Miramoln segn los cristianos) en la batalla de las Navas de Tolosa (Jaen) en el 2112. Los aos siguientes fueron de continua retirada, una vez que haba quedado abierto el paso al valle del Guadalquivir, hasta su salida definitiva de la Pennsula en el 1238. A partir de ese momento ya slo se mantiene la antigua taifa de Granada, el reino nazar, que logr sobrevivir como ltimo resto del al-Andalus hasta 1492.

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    Los ejrcitos musulmanes llegaron a Badajoz y se instalaron en sus alrededores. El seor de Badajoz, al-Mutawakkil. vino a su encuentro con vveres... Por un lado, los obispos y frailes salieron con sus cruces en alto, por otro Yusuf (el emir almorvide) y al-Mutamid, rey de Sevilla, exhortaron a los suyos, y los alfaquies y otras gentes religiosas sermoneaban a la gente y las animaban a ser firmes. Cuando lleg el jueves, se le ocurri a Alfonso VI utilizar un ardid y envi a decirle a al-Mutamid: Maana es vuestra fiesta, y el domingo es la nuestra, tenga lugar la batalla el sabado Al-Mutamis observ: Se trata de una estratagema de Alfonso El viernes las tropas de Alfonso se echaron sobre al-Mutamid que empez a flaquear. El primero de los generales almorvides que lleg junto a l, Daud, dio nuevo nimo a al_Mutamid; enseguida lleg el emir almorvide, Yusuf ibn Tusafin, y ambos cargaron juntos, en un ataque que decidi la victoria.

    Al.Himyari

  • 2-. Organizacin econmica y social.

    2-1-. La econmica de al-Andalus.

    La economa islmica es esencialmente urbana y tiene como centro el desarrollo de las ciudades y de las actividades asociadas al crecimiento urbano: el comercio y la actividad artesanal basadas en una moneda fuerte junto con una agricultura especializada e intensiva. Al-Andalus hereda el tejido urbano romano, sobre todo de la antigua regin de la Btica. Crdoba tuvo el lugar central, especialmente durante el califato, alcanzando segn algunas fuentes cien mil habitantes; en pocas posteriores; Sevilla, creci gracias a su posicin privilegiada para el comercio nortafricano; Mlaga, Algeciras o Almera tuvieron un extraordinario auge comercial y artesanal. No todas las ciudades tuvieron una funcin comercial clara, algunas son simples residencias de guarniciones militares, en otra predomina el componente rural y abundan las que crecen al ser capital de una de las choras, las divisiones administrativas califales. Prcticamente todas estn amuralladas y se organizan alrededor de la mezquita de la parte un entramado catico de calles con un trazado irregular. El mercado urbano -zoco- es uno de los elementos centrales de la ciudad, por eso la preocupacin por su gestin y ordenamiento, encomendado a un funcionario especifico, el almotacen, que instala a los gremios en sitios fijos, regula los pesos y medidas, fija los precios y la tarifa de las alcabalas (impuesto indirecto sobre los productos vendidos), que era ayudado en sus tareas por el sahib al-shurta (jefe de policia o prefecto de la ciudad).

    Dentro de la produccin musulmana hay que distinguir entre la destinada al consumo interno y la produccin de lujo destinada en parte a la exportacin y en parte al consumo de las lites locales. La industria textil y las que le van asociadas (tintes, hilado...) fueron las ms importantes de la Espaa islmica, junto con las del cuero de adquirieron renombre por toda Europa. La forma de organizacin se basaba en pequeos talleres, sin haber grandes instalaciones, destacan la fabricacin de sedas en Crdoba o Baeza, las curtidurias en Zaragoza, marfiles, vidrio o cermica en Crdoba. Estas industrias surgen en al-Andalus a imitacin de los artculos llegados desde Oriente desde la pocade Abd al-Rahman II que trajo artesanos desde distintas partes del Islam. Estas artesanas de lujo pretendan, y lograron en ocasiones, igualar

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    dinar cordobs del periodo califal

  • Crdoba a las grandes capitales como Bagdad o El Cairo, esos objetos servan como regalo para la embajadas que visitaban la capital califal y elemento de ostentacin del poder de los Omeyas cordobeses. La atraccin oriental se encuentra tambin en las importaciones que llegaban. La explotacin minera sigui aunque en un escala menor a la romana, explotndose las minas de mercurio de Almadn, las de hierro de Constantina, las salinas de Cdiz y Almuecar. El gran desarrollo urbano e industrial habra sido imposible sin la existencia de una agricultura prspera, en la que se perfeccionaron las tcnicas de cultivo, especialmente las de regado, introduciendo en la Pennsula Ibrica elementos que procedan de Oriente Medio (la noria, , las acequas, el azud.. ) y que aunque fueron conocidas por los romanos se difundieron gracias a los rabes. El tipo de cultivo condiciona el rgimen de propiedad y las formas de tenencia de la tierra; en las zonas de secano predomina poblacin concentrada y grandes latifundios; poblacin dispersa y propiedades medias o pequeas en las reas de regadio intensivo. La mano de obra esta formada por berberes y los antiguos hispanovisigodos conversos. En zonas de secano parecen generalizarse contratos de aparceria en los que el agricultor y el propietario se reparten el 50% de la cosecha, en las zonas de regado el porcentaje que se llevaba el colono era de un tercio, al ser tierras ms productivas. En el cultivo de cereales hay pocos cambios, siguen siendo necesarios periodos de barbecho peridicos, el trigo sigue siendo la base aunque hubo un dficit continuo de cereales y se tuvieron que importar desde el norte de frica. Junto al trigo el otro cereal que tuvo gran expansin fue el arroz, introducido por los rabes; otros cultivos introducidos fueron la palmera datilera, la caa de azucar y los ctricos. El o l ivo ya explotado con intensidad anteriormente se confirma como una de las bases econmicas tanto interior como el destinado al

    comercio exterior, y a pesar de la prohibicin cornica el viedo mantuvo su importancia. Adems de cultivos alimenticios tuvieron muchas importancia cultivos orientados a las actividades artesanales, como el algodn, el lino, el azafrn o el esparto. La ganadera es poco conocida, aunque se potencio la cra de caballos, y la presencia de los berberes tradicionalmente pastores mejor las especies ovinas y se desarrollo cierta actividad transhumante.

    El comercio fue posible gracias a la existencia de una moneda comn universalmente aceptada, el dinar de oro y el dirham de plata, acundose los primeros con Abd al-Rahman III. La acuaciones estn en relacin con el aumento del comercio que requiere ms cantidad de dinero circulante y con el deseo de sealar su independencia poltica emitiendo su propia moneda. El sistema tributario se baso en la limosna legal ( azaque) pagado por los creyentes y el impuesto tanto personal como territorial que pagan los infieles,. El cobro a los primeros se hace en especie y supone la existencia de estimadores de cosechas; los cristianos y judos lo pagan en metlico y era necesario un catastro de sus propiedades

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    Se fabrican diversos tejidos de lana, de ellos el ms bello terciopelo armenio que se pueda imaginar, que se vende muy caro, sin contar los tapices de hermosa calidad. En los tejidos de lana tintada y en otros tejidos a los cuales se aplica el tinte, hay maravillas obtenidas con hierbas especiales de Espaa. Ningn especialista de ningn pas igual a los de al-Andalus en la confeccin de los fieltros. En varias partes del pas se fabrica lino ordinario para la vestidura, que es exportado a diferentes lugares y se llegan incluso a remitir grandes cantidades a Egipto. Los mantos confeccionados en Pechina son enviados a Egipto, a la Meca, al Yemen y a otros lugares.

    Ibn Hawqal, configuracin del mundo

  • 2-2-. La sociedad andalus.

    La sociedad de al-Andalus se caracteriza por una gran heterogeneidad, a ella pertenecen los hispanovisigodos, que o bien se convirtieron integrndose en la comunidad musulmana, o mantuvieron su religin conformando as la minora mozrabe; los musulmanes de distintos orgenes y posiciones; los judios. A esta complejidad habra que aadir el componente rural o urbano que tambin dividi a la sociedad andalus.

    -Musulmanes. Aunque la poblacin musulmana se caracteriz por una gran diversidad de origen, toda ella mantuvo elementos por encima de cohesin gracias al intenso proceso de arabizacin que experiment, el rabe se convirti en la lengua de comunicacin, aunque se mantuvieran otras lenguas en al-Andalus. De esta sociedad musulmana la minora rabe mantuvo su lazos de solidaridad tribal frente al resto y respecto a otros grupos rabes, para evitar perder su posicin privilegiada. Esta clase dominante conform una clase aristocrtica (jassa) que mantuvo un estilo de vida suntuoso, acapararon los cargos de la administracin... Frente a los grupos aristcratas, las masas populares (amma) estaba formada por otros orgenes tnicos. Los berberes proceden de las tribus del norte de frica, que desde la poca de Tariq fueron llegando a al-Andalus en sucesivas oleadas, despus de la conquista fueron relegados a las zonas poco urbanizadas y a las comarcas montaosas, con que fueron apartados de los altos cargos y de las tierras frtiles; en muchas ocasiones mantienen las condiciones de subordinacin de tenan en sus tierras de origen, lo que estaba en clara contradiccin con los principios igualitarios de la comunidad -umma- musulmana, provocndose as sucesivas revueltas o acercndose a las posiciones ms radicales de almorvides o almohades. Est demostrada la presencia de esclavitud en al-Andalus, destinados al trabajo agrcola o domstico, teniendo estos ltimos (concubinas o eunucos) en ocasiones una posicin real superior a la de otros musulmanes. De los hispanos convertidos la situacin es muy diferente entre la aristocracia que mantiene sus propiedades y se convierte para asegurar su posicin; y la de la masa de colonos, siervos o pequeos propietarios. A estos ltimos, olvidados por el clero visigodo, igual les daba una religin que otra, y esta pareca tener alguna ventaja, al menos en cuanto a los impuestos a pagar, por lo que las conversiones fueron mayoritarias en las zonas rurales, mientras que en las ciudades el hecho de no afectarles el impuesto territorial y la presencia del clero, redujeron el nmero de conversiones, posibilit la formacin de una minora mozrabe

    -Cristianos y judos

    Aunque el Islam tolera la presencia de las llamadas religiones del libro, sus miembros no tienen la misma posicin que los musulmanes; pueden conservar su religin y costumbres siempre que renuncien a ciertos derechos. Estas condiciones aparecen ejemplificadas en ya mencionada pacto de Teodomiro (los cristianos no podrn ser muertos, ni cautivados, ni apartados los unos de los otros, ni violentados en su religin, ni quemadas sus iglesias). Unas condiciones favorables que no siempre se respetaron en el mismo grado, especialmente con la llegada de los conquistadores nortefricanos que practicaron un Islam ms riguroso e inclinado a una yihad ms activa. La consideracin social de los mozrabes, estuvo favorecida por el alto nivel cultural de algunos de ellos, a pesar de lo cual en momentos de tensin estallaron conflictos y el proceso de

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  • arabizacin que experimentaron fue cada vez mayor. Por otra partes habra que mencionar que dentro de la comunidad mozrabes las condiciones tambin fueron muy distintas, reflejando la jerarquizacin social que viva la sociedad hispana antes de los musulmanes. Los judios estn sometidos a las mismas normas que los cristianos, aunque su posicin econmica les mantuvo en una situacin de cierto privilegio, aunque es de suponer que habra simples trabajadores, la mayora de los judos de los que nos han llegado noticias pertenecen a clases altas vinculados a actividades especializadas y con alto grado de preparacin intelectual

    La cuestin del reparto de la riqueza es uno de los temas que contina en debate, si bien sabemos que las diferencias de renta debieron de ser menores que en los reinos cristianos, se mantuvieron rasgos de las constumbres tribales, como el regalo entre todos los niveles sociales. La importancia del Estado hace que la apropiacin de renta se concentre menos en manos privadas, que a travs de nombramientos, privilegios y donativos redistribuye la riqueza a la nobleza, que en la poca de taifas acab usurpando ese papel al califa.

    3-. Administracin poltica

    Al-Andalus form parte desde su conquista del territorio controlado y administrado por la mxima autoridad del Islam, el califa, con la dinasta Omeya con sede en la ciudad de Damasco. Hasta el 750 fue una provincia ms gobernada por diferentes jefes militares nombrados por los virreyes de Qayrawan. Con la llegada de Abd al-Rahman I en el 756 y la proclamacin del emirato independiente se rompieron esos lazos y en prctica al-Andalus se administr de forma autnoma. La ruptura

    definitiva se produjo con Abd al-Rahman III en el 929 cuando adopt el titulo de califa. El califa es la mxima autoridad, tanto poltica como espiritual, es el imn de la oracin y el caudillo militar y su nombre es nombrado en la plegara del viernes. La cuestin sucesoria se resolva nombrando a un hijo o un familiar, aunque lo problemas dinsticos fueron frecuentes. El hchib o chambeln ocupaba el puesto ms influyente de la corte y de la administracin, era el equivalente al visir y se presenta como el intermediario entre el califa y el pueblo, se encarga de la administracin central, de la seguridad publica y del nombramientos de los cargos militares y territoriales, preside adems en consejo de funcionarios. El sistema de funcionarios lleg a ser sumamente complejo con visires especializados para rama de la administracin, y gran numero de secretarios (ktib) destacando especialmente el

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    Escrito otorgado por el emir de los creyentes Al-Hakam a Muhammad ibn Isaq, por que el que le confiere el cargo de cad:Le ordena ser devoto de Dios, que conoce hasta lo que miran furtivamente los ojos y ocultan los pechos; que ponga ante s el Corn y lo contemple con mirada reflexiva y considerada, pues es su pacto, el que envi a su ProfetaLe ordena que siga la Sunna del enviado de Dios Le ordena ser honrado interiormenteLe ordena sopesar lo que ha ordenado y encomendadoLe ordena ser precavido al recibir los testimoniosLe ordena velar por los bienes de los huerfanosLe ordena que nos se precipite en los juicios

    Proceso de arabizacin

    Nuestros jvenes cristianos, con su aire elegante y su verbo fcil, son ostentosos en el vestido y en el porte, y estn hambrientos del saber de los gentiles; intoxicados por la elocuencia rabe, manejan ansiosamente, devoran vorazmente y discuten celosamente los libros de los musulmanes y los dan conocer alabndolos con todos los adornos de la retrica, mientras que nada saben de la belleza de la literatura eclesistica y miran con desprecio los caudales de la iglesia cristiana (...) los latinos prestan tan poca atencin a su propio idioma que, en toda la grey cristiana, apenas hay un hombre entre mil que sepa escribir una carta interesndose por la salud de un amigo de forma inteligible, mientras que encontramos una chusma ingente de gente que sabe desplegar eruditamente los periodos ms elocuentes de la lengua rabe; incluso pueden escribir poemas en los que cada linea acaba con la misma letra, que alcanzan altos vuelos de belleza y una habilidad en el manejo de la mtrica mayor incluso que la de los propios gentiles.

    ! Alvaro, obispo de Crdoba, Indiculus luminosus (854)

  • de la correspondencia y el de hacienda. La justicia estaba a cargo de los qdies, nombrados por el gobernantes, tuvieron una gran consideracin y una gran formacin en la compleja concepcin de la justicia islmica.Al frente de la administracin local de la ciudades se encuentran los prefectos (sahib al-madinah) encargado no slo de la seguridad publica, sino tambin de otros muchos aspectos. El territorio andalus se dividi en provincia (choras) al frente de las cuales se encontraba un wali o o gobernador. Los territorios ms lejanos eran las marcas (Zaragoza, Toledo, Mrida) y debido a su posicin de frontera tuvieron un componente ms militar en su administracin

    4-. El legado cultural

    Aunque durante mucho tiempo se rechazo y se consider que la cultura andalus poco tena que ver con la cultura espaola, es innegable no slo el hecho de que forma parte de la tradicin histrica nacional, si no que tambin las aportaciones de los musulmanes de al-Andalus conforman muchos de los aspectos de la civilizacin occidental.

    El papel de al-Andalus es de mediador entre la cultura oriental y la occidental, sirvi de nexo para la llegada a Europa de aspectos que haban surgido en Oriente, o incluso aspectos esenciales de lo que se considera la herencia occidental como la filosofa griega llegaron gracias a las traducciones rabes. No podemos olvidar de al-Andalus estaba integrada en una comunidad lingstica y religiosa que abarc gran parte del mundo conocido entonces, y dentro de la cual, a pesar de la fragmentacin poltica, la movilidad fue considerables. En la poca califal se produce la llegada a Crdoba de escritores, juristas o artistas que contribuyeron a la brillantez de los ciudad Omeya; a stos habra que aadir los viajes de andaluses a oriente, no slo por su peregrinacin a La Meca, que traan a su regreso la novedades que surgan en otras partes del Islam.

    La lista de aportaciones es amplia y abarca aspectos muy heterogneos:-Ciencia: introdujeron el sistema numeral de origen indio, que acab sustituyendo al poco efectivo romano. El desarrollo de las matemticas fue altsimo en el mundo islmico, vinculadas en muchas a la astronoma, se tradujeron los libros de Euclides y Ptolomeo, convirtieron el lgebra en una ciencia exacta, sentaron las bases de la geometra anal t ica y fundaron la t r igonometra, perfeccionaron y difundieron el astrolabio, de todos los matemticos y astrnomos podemos destacar a al-Machriti, o al astrnomo Said de Toledo, autor de tablas astronmicas sobre el movimiento de los astros. En el campo de la medicina, incluida la farmacopea, transmitieron las obras de Galeno e Hipcrates, aplicando un mtodo cientfico al diagnstico.y establecieron exmenes para acceder a la carrera mdica, destaca Abu l-Qasim, autor de una enciclopedia mdica que incluye una importantes seccin de ciruga.

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    El mercado de libros en al-Andalus

    Estuve, dice el biblifilo Al-Hadrami una vez en Crdoba y sola ir con frecuencia al mercado de libros por ver si encontraba en venta uno que tena vehemente deseo de adquirir. Un da, por fin, apareci un ejemplar de hermosa letra y elegante encuadernacin. Tuve una gran alegra. Comenc a pujar: pero el corredor que los venda en pblica subasta todo era revolverse hacia m indicando que otro ofreca mayor precio. Fui pujando hasta llegar a una suma exorbitante, muy por encima del verdadero valor del libro bien pagado. Viendo que lo pujaban ms, dije al corredor que me indicase la persona que lo haca, y me seal a un hombre de muy elegante porte, bien vestido, con aspecto de persona principal. Acerqume a l y le dije: "Dios guarde a su merced. Si el doctor tiene decidido empeo en llevarse el libro, no porfiar ms; hemos ido ya pujando y subiendo demasiado". A lo cual me contest: "Usted dispense, no soy doctor. Para que usted vea, ni siquiera me he enterado de qu trata el libro. Pero como uno tiene que acomodarse a las exigencias de la buena sociedad de Crdoba, se ve precisado a formar biblioteca. En los estantes de mi l ibrera tengo un hueco que pide exactamente el tamao de este libro, y como he v i s t o q u e t i e n e b o n i t a l e t r a y b o n i t a encuadernacin, me ha placido. Por lo dems, ni siquiera me he fijado en el precio. Gracias a Dios me sobra dinero para esas cosas". Al oir aquello me indign, no pude aguantarme, y le dije: "S, ya, personas como usted son las que tienen el dinero. Bien es verdad lo que dice el proverbio: Da Dios nueces a quien no tiene dientes. Yo s el contenido del libro y deseo aprovecharme de l, por mi pobreza no puedo utilizarlo."

    "Magrib" de Ben Said

    Dijo al-Hayyay ibn Yusuf a Badun su mdico: Dme qu cosas me van bien y que no me hagan dao, y le dijo: No te cases con mujer que no sea joven; no comas carne que nosea de animal joven; no comas hasta que la coccin no la haya ablandado; no bebas medicina si no es por enfermedad; no comas fruta que no est madura; no tragues sin masticar; come lo que quieras y bebe despus, cuando bebas no comas; no retengas las defecaciones ni la orina. Cuando comas de da, duerme, y cuando comas de noche camina, antes de dormir, por lo menos cien pasos() Preguntaron a Buruymihr: Cul es el mejor tiempo para comer?, y respondi: cuando se tiene hambre, si es posible, y si no es posible cuando lo sea, y aadi: hay cuatro cosas que matan: el bao tras el hartazgo, la cpula tras la panzada, comer cecina seca y beber agua helada cuando se est sudando.

    El Collar, de Ibn Abd Rabdih

  • Tambin hubo importantes aportaciones en la botnica (Ibn Baytar) o en conocimiento enciclopdico con Ibn Hazm, que adems de poeta escribi una obra que pretenda ser un compendio de todas las ciencias.

    -F i losof a , Es en es te aspecto donde encontramos algunas de las aportaciones ms destacadas de al-Andalus. Los autores andaluses a travs de las traducciones que se haban hecho de las obras clsicas de los filsofos griegos introdujeron en Europa conceptos que hasta entonces haban permanecido olvidados. De entre los filsofos fundamentales para el desarrollo del filosofa occidental hay que destacar a al-Farabi, ibn Hazm, ibn Tumlus, Gabirol y sobre todo Ibn-Rush (Averroes) autntico introductor del aristotelismo en Europa, y cuyas obras y comentarios sobre Aristteles cambiarn el rumbo del pensamiento en occidente despus de su difusin por universidades como la de Pars

    -Literatura, alcanz un gran desarrollo, entre otras razonas por la importancia que la cultura rabe daba a la poesa, tuvo un gran desarrollo en la poca califal, emplearon bsicamente formas literarias orientales en la poesa clsica, y desarrollaron nuevas en la lirica popular, algunas de ellas influirn notablemente en la lrica en castellano.

    -Arte. El arte hispanomusulmn fue una de sus grandes aportaciones, tomando elementos de la tradicin hispano visigoda, romana y oriental, fusionaron todos los elementos en una creacin sumamente original. Supieron aprovechar todas las posibilidades de materiales humildes como el barro, la cermica o el ladrillo para lograr resultados sumamente suntuosos y decorados, innovando en tcnicas y motivos decorativos sin emplear temas figurativos. Los ejemplos se suceden desde la poca emiral, con el inicio de la mezquita de Crdoba en el 786 hasta el reino nazar de Granada con la construccin de la Alhambra.

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    LAS MUJERES ANDALUZAS SEGN AVERROESNuestro estado social no deja ver lo que de s pueden dar las mujeres. Parecen destinadas exclusivamente a dar a luz y amamantar a los hijos, y este estado de servidumbre ha destruido en ellas la facultad de las grandes cosas. He aqu por qu no se ve entre nosotros mujer alguna dotada de virtudes morales: su vida transcurre como la de las plantas, al ciudado de sus propios maridos. De aqu proviene la miseria que devora nuestras ciudades porque el nmero de mujeres es doble que el de hombres y no pueden procurarse lo necesario para vivir por medio del trabajo.

    "Disertaciones y opsculos.