Tema 8.Cicerón 3

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69:. Hortensio y Q. Metelo Crético, cónsules. Hacia este año nace CORNELIO GALO. Cicerón, edil. Pro Fonteio. Pro Caecīna. 68: año de la primera carta conservada de la correspondencia de Cicerón. Julio César, cuestor en Hispania. 67: compromiso matrimonial de Tulia con C. Calpurnio Pisón. Muere Cornelio Sisenna. 66: La lex Manilia: Pompeyo, investido de imperium extraordinario, es enviado contra los piratas y Mitrídates. El analista Licinio Macro se suicida. Cicerón, pretor. De lege Manilia sive De imperio Cn. Pompei. Pro Cluentio Habito. “Entre su edilidad en el 69 y su pretura en el 66, Cicerón no había permanecido inactivo. Como edil había tenido que organizar los tres grandes Juegos de ese año, los Juegos de Ceres, los de Liber y los Juegos Romanos a principios de septiembre. Los celebró con la magnificencia que le permitía su fortuna (así lo reconoce en un pasaje del De officiis), es decir, sin el fasto que gustaban de desplegar otros más ricos que él, pero también plenamente consciente de que los ciudadanos no perdonaban a quienes, en tales ocasiones, daban muestras de tacañería. Contentar a la multitud era una condición necesaria si uno quería seguir avanzando en la carrera de los honores. (...) Los principios morales que Cicerón había expuesto en las Verrinas, esa aspiración a la justicia, a la clemencia, que alienta los discursos de la segunda acción, todo ello iba a verse puesto en cuestión con la defensa de M. Fonteyo, propretor de la Galia Ulterior (Narbonense), también acusado de malversación. El caso, en apariencia, era comparable al de Verres, pero esta vez, ¡Cicerón era el defensor! ¿Existían, pues, dos “morales”, una con respecto a los sicilianos y otra con respecto a los galos? () El juicio de Fonteyo, sin ser de carácter político, sí afectaba a los intereses del Imperio. El de Cecina, celebrado tal vez en el 69 o al año siguiente, es un asunto privado. Se trata de una concatenación de sucesiones que conduce a la disputa de un derecho de propiedad entre Cecina y un tal Ebucio, que en su momento había actuado como mandatario de Cesenia, esposa de Cecina y ya fallecida en el momento del juicio. (P. GRIMAL, o.c., pp. 130-133)

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69:. Hortensio y Q. Metelo Crético, cónsules. Hacia este año nace CORNELIO GALO. Cicerón, edil. Pro Fonteio.Pro Caecīna.

68: año de la primera carta conservada de la correspondencia de Cicerón. Julio César, cuestor en Hispania.

67: compromiso matrimonial de Tulia con C. Calpurnio Pisón. Muere Cornelio Sisenna.

66: La lex Manilia: Pompeyo, investido de imperium extraordinario, es enviado contra los piratas yMitrídates. El analista Licinio Macro se suicida. Cicerón, pretor. De lege Manilia sive De imperio Cn. Pompei.Pro Cluentio Habito.

“Entre su edilidad en el 69 y su pretura en el 66, Cicerón no había permanecido inactivo. Como edilhabía tenido que organizar los tres grandes Juegos de ese año, los Juegos de Ceres, los de Liber y losJuegos Romanos a principios de septiembre. Los celebró con la magnificencia que le permitía su fortuna(así lo reconoce en un pasaje del De officiis), es decir, sin el fasto que gustaban de desplegar otros másricos que él, pero también plenamente consciente de que los ciudadanos no perdonaban a quienes, entales ocasiones, daban muestras de tacañería. Contentar a la multitud era una condición necesaria si unoquería seguir avanzando en la carrera de los honores. (...)

Los principios morales que Cicerón había expuesto en las Verrinas, esa aspiración a la justicia, a laclemencia, que alienta los discursos de la segunda acción, todo ello iba a verse puesto en cuestión con ladefensa de M. Fonteyo, propretor de la Galia Ulterior (Narbonense), también acusado de malversación. Elcaso, en apariencia, era comparable al de Verres, pero esta vez, ¡Cicerón era el defensor! ¿Existían, pues,dos “morales”, una con respecto a los sicilianos y otra con respecto a los galos? (…)

El juicio de Fonteyo, sin ser de carácter político, sí afectaba a los intereses del Imperio. El de Cecina,celebrado tal vez en el 69 o al año siguiente, es un asunto privado. Se trata de una concatenación desucesiones que conduce a la disputa de un derecho de propiedad entre Cecina y un tal Ebucio, que en sumomento había actuado como mandatario de Cesenia, esposa de Cecina y ya fallecida en el momento deljuicio.”

(P. GRIMAL, o.c., pp. 130-133)

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“En el 66, durante su pretura, Cicerón tuvo que defender a Fausto Sila, hijo del dictador, al que untribuno de la plebe (de nombre desconocido) quería acusar de malversación con el pretexto de que sehabía quedado con bienes que su padre había adquirido ilegalmente. El caso no llegó nunca a lostribunales (…) El desafío, en este caso, era evidentemente político. Cicerón considera que los recuerdosdel tiempo de la dictadura no deben reavivarse. (…) Era también comprometer a todos los que habíancolaborado con Sila, entre ellos, y pese a todo, a Cn. Pompeyo. (…) En el momento en el que Ciceróncreía tener que apoyar la proposición de Manilio que confiaba a Pompeyo la guerra contra Mitrídates, noera realmente muy oportuno llevar ante la justicia al hijo de Sila. (…)

Durante todo ese período, Cicerón debía proteger varios frentes: sabía que, dos años después, en el64, habría llegado la hora de presentarse a las elecciones consulares. Entonces necesitaría todos losapoyos posibles, por parte del senado, claro está, pero también, y sobre todo, del pueblo. Primero de suestirpe en aspirar al consulado, aparecía como un “hombre nuevo” y no podía contar con el prestigio desu familia, como los demás candidatos, cuyo nombre constituía por sí solo una recomendación. Laaprobación de la ley de Manilio había puesto de manifiesto la popularidad de Pompeyo; Cicerón, quehabía defendido esa ley, debía, como buen político, sacar partido de aquel entusiasmo. Todo lo quepodía afectar negativamente a Pompeyo, hacer disminuir su prestigio, perjudicaría a Cicerón. (…)

(P. GRIMAL, o.c., pp. 134-135)

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65: Julio César, edil; Pomponio Ático regresa a Roma, tras 20años en Atenas. Nace HORACIO.

64: Victoria de Pompeyo sobre Mitrídates, que se suicida. ElCommentariolum petitionis. En los comicios de finales de julio–o septiembre-, Cicerón resulta elegido cónsul. Boda de suhija Tulia (?).

COMMENTARIOLVM PETITIONIS (siue de petitione consulatus).

Scr., si modo Q. Ciceronis est, priore parte an. 64. (BTL3)

Estatua de Cicerón ante el Palazzo di Giustizia, Roma

Perseus Digital Library: texto latino de L.C.Purser, Oxford 1902 (Epistulae vol. III); Essay on Running for Consul, traducción inglesa de Evelyn Shuckburgh, 1908.

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63: Cicerón, cónsul. Julio César, Pontífice Máximo. Nacen OCTAVIO, el futuro Augusto, y Agripa. De legeagraria. Pro Rabirio perduellionis reo. Pro Murena.

Las Catilinarias

“No contamos con ningún relato continuado y algo detallado del consulado de Cicerón. Ni Plutarco ni DiónCasio son lo suficientemente precisos. Nos proporciona un esquema cronológico sólido el principio deldiscurso Contra Pisón*, en el que Cicerón declara:

“Yo, en las calendas de enero, liberé al senado y a todas las gentes honestas del temor a una leyagraria y a una inmensa operación de corrupción electoral [...]. Actué para que unos jóvenes honestos ymeritorios, pero a los que la situación en la que se encontraban destinaba manifiestamente, en caso deque obtuvieran alguna magistratura, a provocar una alteración completa del estado, fueran, al precio desu enemistad hacia mí, pero sin comprometer al senado, excluidos de las listas de elegibilidad. Obtuve demi colega C. Antonio, que deseaba una provincia y se entregaba a numerosas intrigas políticas, obtuve deél, gracias a mi paciencia y complacencia, que se moderara [...]. Durante el último mes de mi consulado,arranqué de las manos criminales de los conjurados los puñales apoyados contra la garganta de todos losciudadanos [...]”

Este es el balance que presentaba Cicerón en el 55 de su acción como cónsul. Dicho balance incluye,siguiendo el orden de los meses, la campaña contra la ley agraria, considerada como una extensaoperación destinada a comprar los votos de la plebe, el juicio contra C. Rabirio, el discurso contra los hijosde los proscritos silanos, el intercambio de provincias con C. Antonio y, por último, la larga lucha contraCatilina y los suyos.”

(P. GRIMAL, o.c., p. 146)

La „conjuración‟ de Catilina: los hechos

* In Pisonem: 55 a.C.

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Aunque el consulado no debía empezar hasta el 1 de enero del 63, ya desde el verano del 64 se podíaaventurar que el año siguiente sería escenario de duros combates. No en vano, las elecciones al tribunadohabían atraído a dicha magistratura a “populares” plenamente decididos a reactivar la agitación, en especialP. Servilio Rulo y T. Labieno, que van a esforzarse, tanto uno como otro, por provocar turbulencias y acosaral senado, Rulo con un proyecto de ley agraria y T. Labieno acusando a C. Rabirio.

Cicerón, elegido con la mayoría de los votos, ejercería el poder de manera efectiva durante los mesesimpares; por tanto, tendría derecho a ir precedido por las fasces, privilegio que correspondería a su colegaC. Antonio durante los meses pares. Así pues, sería él quien, en el mes de enero del 63, estaría a la cabezade los asuntos políticos.”

(P. GRIMAL, o.c., pp. 146-147)

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“Durante toda esa primera parte del año que precedió a las elecciones, no hemos encontrado el menor indiciode que C. Antonio, el otro cónsul, interviniera en los asuntos públicos. (...) Podemos suponer, por tanto, que sehabía producido un acuerdo entre ellos. (...)

C. Antonio estaba arruinado, necesitaba a toda costa conseguir una provincia proconsular de la que poder sacarlo suficiente como para reconstruir su fortuna...Ese año, es decir, en el 64, se habían designado la Galia Cisalpinay Macedonia. Un segundo sorteo, esta vez posterior a las elecciones, había atribuido Macedonia a Cicerón y laCisalpina a Antonio. Algo que no satisfacía en absoluto a este último. La Cisalpina estaba pacificada, tranquila, yera difícil sacar gran cosa de ella. Macedonia, en cambio, era una provincia fronteriza, eternamente agitada porincursiones de los tracios. Todo ello, junto a la recaudación de los tributos, prometía un fructuoso botín. (...)Cicerón, que no ignoraba nada de todo aquello, prometió a su colega que intercambiarían sus provincias.”

(P. GRIMAL, o.c., pp. 155-156)

Aunque el mapa representa ladivisión provincial del Imperio ala muerte de Trajano (117 d.C.),puede servir para hacerse unaidea de la situación de lasprovincias existentes en la épocade Cicerón.

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“Aquel acuerdo con Antonio, todavía oficioso, presentaba varias ventajas; en primer lugar, dejar lasmanos libres a Cicerón, y en segundo lugar, romper con la alianza que, sospechaba, existía entre sucolega y Catilina. Todo el mundo sabía que Catilina tenía desde hacía tiempo un plan para hacerse con elpoder, y, desde su participación en el proyecto de golpe de Estado ideado por Craso, era evidente quepodía no conformarse con los medios legales para lograrlo. (...)

Estas eran las condiciones en las que se estaban preparando las elecciones consulares para el añosiguiente. Los candidatos eran D. Junio Silano, L. Licinio Murena, Servio Sulpicio Rufo y L. Sergio Catilina.(...)

En este grupo de candidatos, el más alborotador, y el más inquietante, era sin duda L. Sergio Catilina, alque se dirigían todas las miradas y que protagonizaba una campaña llena de arrogancia. Cicerón, en eldiscurso que pronunciará En defensa de Murena unos meses más tarde, ha conservado el recuerdo hastahoy. Nos lo muestra rodeado de un “coro de jóvenes, protegido por delatores y asesinos”, acompañadopor campesinos llegados en tropel desde Arretium (Arezzo) y Faesulae (Fiesole). Con sus palabras avivabala codicia de los pobres, tanto que alertó al senado, aunque este no se atrevió a tomar ninguna decisióncontra aquel molesto candidato, que osaba declarar que “el Estado tenía dos cuerpos, uno débil con unacabeza endeble, el otro vigoroso pero sin cabeza y que, si este merecía su reconocimiento, tendría unacabeza mientras él, Catilina, estuviera vivo”. A Catón, que amenazaba con llevarlo ante la justicia, lerespondía que “si prendían fuego a su fortuna, el incendio se apagaría, no con agua, sino bajo las ruinas”.

No sabemos en qué momento tuvieron lugar las elecciones. Algunos historiadores las sitúan en la fechahabitual, a finales de julio, otros piensan que se aplazaron hasta septiembre. (...) Cicerón, por otro lado,había logrado la aprobación, antes de la celebración de los comicios, de una nueva ley sobre la corrupción(lex Tullia de ambitu), que endurecía las penas previstas contra los acusados declarados culpables, perotambién contra los jueces que, escogidos regularmente para formar parte del jurado, se negaran, sin unarazón válida a participar en ellos. Una medida que tenía por objeto intimidar a Catilina y los suyos peroque, al final, se volverá en contra de Murena. Una vez más, Catilina se encontraba apartado del poder.”

(P. GRIMAL, o.c., pp. 156-160)

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Cuencos con propaganda electoral. Roma, Museo Nazionale Romano alle Terme di Diocleziano

En las elecciones celebradas el año 63 a.C. -siendo cónsul Cicerón- para las magistraturas del año siguiente (62 a.C.), MarcoPorcio Catón aspira al tribunado de la plebe y Lucio Sergio Catilina al consulado, éste con el apoyo de Lucio Casio Longino(pretor en el 66 a.C. junto con Cicerón).

(izq.) M. CATO QVEI PETIT TRIBVNV<m> PLEBEI (CIL VI 40904): “Marco Catón, que se presenta al cargode tribuno de la plebe”. (der.) CAS<s>IVS LONGINV<s> QVEI CATILINAE {su}|SVFRAGATVR (CIL VI40897): “Casio Longino, que apoya la candidatura de Catilina”.

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Denario acuñado por Lucio Casio Longino. Roma, 63 a.C. En el reverso, un ciudadano introduce su voto en la urna (cista): V = Vti rogas.

Múnich, Münzsammlung.

“... Así que decidió hacerse con él recurriendo a la violencia. Reunió a sus amigos y les expuso susproyectos. Tenía a su lado a dos de los conspiradores del 65, P. Cornelio Sila y P. Autronio Peto, así como aL. Casio Longino, candidato no electo al consulado al mismo tiempo que Cicerón, a C. Cornelio Cetego, unhombre brutal, violento, partidario de las peores soluciones y deseoso de actuar cuanto antes, y también a

L. Calpurnio Bestia, que acababa de serelegido tribuno y pensaba, a su llegada alcargo, dar la señal de la revolución atacandoa Cicerón; y por último a P. Cornelio LéntuloSura: mayor que los anteriores (había sidocuestor en tiempos de Sila y había sidosospechoso de haber metido la mano en lacaja de la que se le encargaba), acusado decorrupción, había salido airoso comprando asus jueces; su vid desordenada lo habíallevado a ser expulsado del senado tras suconsulado del 71. En el 63 ejerció la preturapor segunda vez, como era la norma en elcaso de hombres que, excluidostemporalmente del senado, volvían después aél. Una circunstancia venía a incrementar lasesperanzas de Léntulo: un oráculo atribuido ala Sibila de Cumas predecía que tresCornelios tendrían el poder real en roma. Ydos, Cornelio Cina y Cornelio Sila, habían sidoya, a principios del siglo, los señoresabsolutos. Cornelio Léntulo no tenía duda deser el tercero...”

(P. GRIMAL, o.c., p. 160)

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Denario acuñado por P. Licinio Nerva. Roma, 113-112 a.C.:en el anverso, cabeza de la diosa Roma; en el reverso,escena de votación. Roma, Palazzo Massimo alle Terme.

Denario acuñado por P. Licinio Nerva. Roma,113-112 a.C.: en el anverso, cabeza de la diosaRoma; en el reverso, escena de votación.Berlín, Altes Museum.

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“... Aquellas complicidades entre los aristócratas no bastaban, evidentemente, para garantizar el éxitodel golpe de Estado. Por eso Catilina se había procurado un auténtico ejército, reclutado dentro de laburguesía de las ciudades italianas, especialmente en Etruria, donde los antiguos soldados de Sila,establecidos en tierras que les había dado el dictador, se habían mostrado incapaces de cultivarlas, lashabían hipotecado y se encontraban en una situación financiera desesperada.” La conjuración de Catilinano fue un movimiento político ni social, como pudieron serlo el levantamiento de Espartaco y la GuerraServil. Era simplemente una tentativa, protagonizada por unos cuantos hombres descontentos con supropia suerte, amargados, arruinados, de apoderarse de las magistraturas y continuar, en su propiobeneficio, con los abusos que ellos mismos padecían. Los dirigentes de todo aquel plan eran “nobles”, sustropas contaban con notables de los municipios, de modo que, entre las filas de los conjurados, sereproducía la misma jerarquía social que en el Estado. No podía esperarse de Catilina y sus cómplicesninguna veleidad de reforma, ni en el funcionamiento de las magistraturas ni en la administración o ladefensa del Imperio.

Tras su fracaso en los comicios, Catilina decidió que había llegado el momento de actuar. Sus emisariosse habían marchado hacia el sector que se les había asignado. Ya era el mes de septiembre cuando unode los conjurados, Q. Curio, al que su amante, una tal Fulvia, reprochaba que no se mostrarasuficientemente generoso con ella, le prometió que pronto los dos serían ricos. Y acabó revelándole losplanes de Catilina y sus amigos. Fulvia, asustada, decidió contárselo todo al cónsul. Era Cicerón el quetenía las fasces ese mes. Escuchó lo que Fulvia le decía y, ya el día 23, comunicó al senado lasrevelaciones que le había hecho. Pero los Padres no lo creyeron y la sesión, una vez más, se levantó sinque se tomara ninguna decisión. La garantía de que aquella sesión tuvo lugar realmente nos la ofrece unpasaje de Suetonio en la Vida de Augusto: se celebró el mismo día en el que nació el futuro emperador, yaquella coincidencia dejó una duradera huella en el sentir común...”

(P. GRIMAL, o.c., pp. 161-162)

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“... El Catilina de Salustio propone un relato bastante diferente. Si creemos a Salustio,Cicerón estaba al corriente de los planes de Catilina desde el verano del 64 y esperó meses antes deactuar. Las revelaciones vinieron de Fulvia, como en la otra versión, pero se hicieron a diversaspersonas, y no directamente, y en primer lugar, al cónsul. Las palabras de Fulvia, repetidas de boca enboca, inquietaron a la opinión pública y entonces los ciudadanos votaron a Cicerón. Salustio añade queCatilina llevó a cabo durante todo el año 63 una guerra sorda contra Cicerón, que le tendía trampasconstantemente, hasta el punto de que este solo podía salir rodeado de una guardia secreta. Elhistoriador relata también (aunque poniendo en duda el hecho) que Catilina había obligado a suscómplices a prestar juramento solemne y que, en el transcurso de la ceremonia, circuló una copa llenade una mezcla de vino y sangre humana de la que todos bebieron.

Esta versión parece reflejar bien la leyenda que se había creado en torno a la conjuración. Salustio,hostil a Cicerón, trata de minimizar su papel, demostrando que su elección al consulado es el resultadode circunstancias fortuitas y sugiriendo que, durante meses, Cicerón había estado dudando antes dedecidirse a actuar.”

(P. GRIMAL, o.c., p. 162)

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El „relato‟ de los hechos por C. SALUSTIO CRISPO

(Amiternum, 86 – Roma, 35/4 a.C.)

Estatua de Salustio en la entrada del Parlamento de Viena

De Catilinae coniurationesive Bellum Catilinae

(fecha composición: 43-40 a.C.)

Page 14: Tema 8.Cicerón 3

El „personaje‟ de L. Sergio Catilina

Lucio Sergio Catilina, encarnación de la corrupción moral de los tiempos: SALUSTIO, Cat. 5

L. Catilina, nobili genere natus, fuit magna ui et animiet corporis, sed ingenio malo prauoque. Huic abadulescentia bella intestina caedes rapinae discordiaciuilis grata fuere, ibique iuuentutem suam exercuit.Corpus patiens inediae algoris uigiliae supra quamquoiquam credibile est. Animus audax subdolus uarius,quoius rei lubet simulator ac dissimulator; alieniappetens sui profusus ardens in cupiditatibus; satiseloquentiae, sapientiae parum. Vastus animusinmoderata incredibilia nimis alta semper cupiebat. Huncpost dominationem L. Sullae lubido maxima inuaserat reipublicae capiundae, neque id quibus modisadsequeretur, dum sibi regnum pararet, quicquam pensihabebat. Agitabatur magis magisque in dies animusferox inopia rei familiaris et conscientia scelerum, quaeutraque iis artibus auxerat quas supra memoraui.Incitabant praeterea corrupti ciuitatis mores, quospessuma ac diuorsa inter se mala, luxuria atque auaritia,uexabant.

Catilina. Cesare Maccari (1840 – 1919)

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Trad. de A. CARRERA DE LA RED, Madrid: Akal, 2001:

Lucio Catilina, hijo de noble familia, fue un hombre de granfortaleza de espíritu y de cuerpo, pero su naturaleza era perversa ydepravada. Desde su adolescencia ya sentía gusto por las guerrasciviles, los asesinatos, los robos y las discordias entre losciudadanos, y en este tipo de cosas se ejercitó durante su juventud.Su cuerpo soportaba el hambre, el frío y la vigilia hasta un límiteincreíble. Su espíritu era atrevido, astuto, versátil, amigo de fingir ydisimular lo que fuera, ávido de lo ajeno, derrochador de lo suyo,fogoso en sus pasiones, bastante elocuente, pero poco sensato.Espíritu insaciable, deseaba siempre cosas desmesuradas,increíbles, inalcanzables. Después de la dictadura de Lucio Sila, sehabía apoderado de él un irrefrenable deseo de hacerse dueño dela República, y no le importaban nada los medios que tuviera queemplear con tal de conseguir el poder absoluto. Su carácter feroz seagriaba más y más cada día por la falta de patrimonio y por elremordimiento de sus crímenes, cosas ambas que había hechocrecer por los procedimientos que antes he dicho. Le incitabanademás las corrompidas costumbres de la ciudad, en la que estabanhaciendo estragos dos vicios, gravísimos los dos, aunque opuestosentre sí, el lujo y la avaricia.

Page 16: Tema 8.Cicerón 3

Cicerone accusa Catilina in Senato (??)

Cesare Mariani, 1882Museo di Roma

Crímenes de Catilina en su juventud: SALUSTIO, Cat. 15

Iam primum adulescens Catilina multa nefandastupra fecerat, cum uirgine nobili, cum sacerdoteVestae, alia huiusce modi contra ius fasque.Postremo captus amore Aureliae Orestillae, cuiuspraeter formam nihil umquam bonus laudauit, quodea nubere illi dubitabat timens priuignum adultaaetate, pro certo creditur necato filio uacuamdomum scelestis nuptiis fecisse …

Catilina, siendo todavía un jovenzuelo, había cometido muchasdeshonestidades infames con una doncella noble y con una vestal, yotros delitos del mismo jaez contra la ley humana y la divina.Finalmente, atrapado por el amor de Aurelia Orestila, mujer de laque ningún hombre decente alabó nunca nada aparte de su belleza,como ella dudaba en casarse con él por miedo a un hijo ya mayor,que él tenía de un matrimonio precedente, se tiene por cierto queCatilina dio muerte a su hijo, a fin de dejar la casa libre para aquelexecrable casamiento.

Page 17: Tema 8.Cicerón 3

La depravación de Catilina „in crescendo‟: SALUSTIO, Cat. 15-16

Quae quidem res mihi in primis uidetur causa fuisse facinusmaturandi; namque animus inpurus, dis hominibusque infestus,neque uigiliis neque quietibus sedari poterat: ita conscientia mentemexcitam uastabat. Igitur color exsanguis, foedi oculi, citus modo,modo tardus incessus: prorsus in facie uultuque uecordia inerat.

Sed iuuentutem quam, ut supra diximus, inlexerat multis modismala facinora edocebat. Ex illis testis signatoresque falsoscommodare; fidem, fortunas, pericula uilia habere, post, ubi eorumfamam atque pudorem adtriuerat, maiora alia imperabat. Si causapeccandi in praesens minus suppetebat, nihilo minus insontis sicutisontis circumuenire, iugulare: scilicet ne per otium torpescerentmanus aut animus, gratuito potius malus atque crudelis erat.

Y a mi modo de ver, este hecho fue la causa principal que lo llevó aacelerar su crimen. Pues su espíritu depravado, enfrentado a los diosesy a los hombres, no podía encontrar un momento de sosiego, ni en lashoras de vigilia ni en las horas de descanso; ¡tanto exacerbaban losremordimientos a aquella alma atormentada! Se había quedado pálido,la mirada torva, el andar lento a veces y otras precipitado; su cara y susemblante eran inequívocamente los de un loco.

A los jóvenes que había atrapado en sus redes, como hemos dicho,los adiestraba de muchos modos para cometer delitos. A algunos deellos los ponía a disposición de cualquiera como testigos y comofirmantes falsos; conseguía que tuviesen como cosas despreciables lalealtad, el riesgo y el peligro; y, cuando les había triturado la honradezy la moral, les exigía cosas peores. Aunque en un momentodeterminado no se le ofreciese ningún pretexto para cometer unafechoría, sin embargo él seguía acosando y matando a culpables y ainocentes; se deja ver que era malvado y cruel sin razón ninguna, sólopara que sus manos y so conciencia no se adormecieran por falta deejercicio.

Page 18: Tema 8.Cicerón 3

At studuit Catilinae, cum iam aliquot annos esset in foro, Caelius. Et multi hoc idem ex omni ordine atque exomni aetate fecerunt. Habuit enim ille, sicuti meminisse uos arbitror, permulta maximarum non expressa signased adumbrata uirtutum. Vtebatur hominibus improbis multis; et quidem optimis se uiris deditum esse simulabat.Erant apud illum inlecebrae libidinum multae; erant etiam industriae quidam stimuli ac laboris. Flagrabant uitialibidinis apud illum; uigebant etiam studia rei militaris. Neque ego umquam fuisse tale monstrum in terris ullumputo, tam ex contrariis diuersisque <atque> inter se pugnantibus naturae studiis cupiditatibusque conflatum. Quisclarioribus uiris quodam tempore iucundior, quis turpioribus coniunctior? quis ciuis meliorum partium aliquando,quis taetrior hostis huic ciuitati? quis in uoluptatibus inquinatior, quis in laboribus patientior? quis in rapacitateauarior, quis in largitione effusior? Illa uero, iudices, in illo homine admirabilia fuerunt, comprehendere multosamicitia, tueri obsequio, cum omnibus communicare quod habebat, seruire temporibus suorum omnium pecunia,gratia, labore corporis, scelere etiam, si opus esset, et audacia, uersare suam naturam et regere ad tempus atquehuc et illuc torquere ac flectere, cum tristibus seuere, cum remissis iucunde, cum senibus grauiter, cum iuuentutecomiter, cum facinerosis audaciter, cum libidinosis luxuriose uiuere. (Cael. 12-13)

El retrato de Catilina presentado por Salustio es muy similar al que, antes que el historiador, hace el propio CICERÓN en el Pro Caelio (56 a.C.):

Celio se hizo partidario de Catilina cuando ya llevaba unos años en el foro, cosa que también hicieron otros muchos de cualquiercondición y cualquier edad. Porque Catilina dio, como creo que aún recordaréis, muchas muestras, no manifiestas, pero sí veladas,de las más altas virtudes. Se relacionaba con una caterva de impresentables, aunque fingía que se había entregado a los másilustres de los hombres. Junto a él había muchas tentaciones para el placer; pero también muchos estímulos para la actividad y eltrabajo. Le consumían los vicios del libertinaje, pero le daban fuerzas sus ansias por el arte militar. Yo no creo que haya existidoalguna vez sobre la tierra otro monstruo como ése, forjado a partir de gustos y apetitos naturales tan contradictorios y diversos,incluso opuestos entre si. ¿Hubo en algún momento alguien más grato que él a los hombres más ilustres y que estuviera más ligadoa los más repugnantes? ¿Existió alguna vez algún ciudadano del partido aristocrático que fuera más acérrimo enemigo de estaciudad? ¿Quién fue más innoble en sus placeres y de mayor aguante en sus trabajos? ¿Quién fue más avaro en su rapiña y másespléndido en sus dádivas? Todo, jueces, fue realmente admirable en aquel hombre: se ganaba la amistad de muchos, losconservaba con sus deferencias, con todos compartía lo que tenía, atendía a las circunstancias de cada uno de los suyos con sudinero, con su influencia, con el trabajo físico, incluso con el crimen, si era preciso, y con la audacia; mudaba su personalidad, laadaptaba a cualquier circunstancia y la doblegaba y dirigía a uno y otro lado; se mostraba serio con los austeros, alegre con losindolentes, grave con los ancianos, afable con los jóvenes, audaz con los delincuentes y lujurioso con los libertinos.

(trad. de A. García González, Madrid: Cátedra, 2009)

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Catilina ubi eos quos paulo ante memorauiconuenisse uidet, tametsi cum singulis multa saepeegerat, tamen in rem fore credens uniuorsosappellare et cohortari, in abditam partem aediumsecedit atque ibi omnibus arbitris procul amotisorationem huiusce modi habuit:

„Ni uirtus fidesque uostra spectata mihi forent,nequiquam opportuna res cecidisset; spes magna,dominatio in manibus frustra fuissent, neque egoper ignauiam aut uana ingenia incerta pro certiscaptarem. Sed quia multis et magnis tempestatibusuos cognoui fortis fidosque mihi, eo animus aususest maxumum atque pulcherrumum facinusincipere, simul quia uobis eadem quae mihi bonamalaque esse intellexi; nam idem uelle atque idemnolle, ea demum firma amicitia est.

„Sed ego quae mente agitaui omnes iam antea diuorsi audistis. Ceterum mihi in dies magis animus adcenditur, quom considero quae condicio uitae futura sit, nisi nosmet ipsi uindicamus in libertatem. Nam postquam res publica in paucorum potentium ius atque dicionem concessit, semper illis reges tetrarchae uectigales esse, populi nationes stipendia pendere; ceteri omnes, strenui boni, nobiles atque ignobiles, uolgus fuimus sine gratia, sine auctoritate, iis obnoxii quibus, si res publica ualeret, formidini essemus. Itaque omnis gratia potentia honos diuitiae apud illos sunt aut ubi illi uolunt: nobis reliquere pericula repulsas iudicia egestatem.

SALUSTIO, Cat. 20: La reunión del 1 de junio del 64 y la arenga de Catilina:

Catilina, cuando vio reunidos a todos los que arriba he mencionado,aunque a menudo había hablado con cada uno de ellos de muchascosas, sin embargo, pensando que era conveniente dirigirles lapalabra y animarlos a todos juntos, se retiró a un lugar apartado desu casa, y allí, lejos de cualquier testigo extraño, pronunció elsiguiente discurso:

“Si no contara yo con vuestro valor y lealtad bien probados, seríainútil que las expectativas fueran grandes y que el poder estuviera yaal alcance de nuestras manos; y tampoco yo trataría de alcanzar unéxito dudoso con hombres cobardes e inestables, dejando lo que yatengo seguro. Mas, porque en muchas y graves circunstancias hecomprobado que sois valientes y fieles a mi persona, por eso hetomado la decisión de acometer la más grande y hermosa de lasempresas, y también porque veo claro que vosotros y yo, en lo buenoy en lo malo, tenemos intereses comunes. Pues en eso precisamenteradica la verdadera amistad, en sentir las mismas querencias ydesafectos.

Cuáles sean mis intenciones, ya antes de ahora me lo habéis oídocada uno de vosotros por separado. Por lo demás, cada día seenciende más mi cólera, cuando considero cuál va a ser la condiciónde vida que nos espera si nosotros mismos no reivindicamos nuestrapropia libertad.. Porque, desde que la República cayó bajo el poder yel dominio de unos cuantos potentados, a ellos les pagan reyes ytetrarcas de modo permanente los tributos, a ellos van a parar losimpuestos de pueblos y naciones; todos los demás, losemprendedores, los capaces, nobles y plebeyos, quedamos reducidosa la condición del vulgo, sin influencia, sin poder de decisión, esclavosde aquellos a los que haríamos temblar si la República se mantuvierasin esa lacra. En una palabra, la influencia, el poder y el dinero está,en sus manos, o en manos de quienes ellos quieren; a nosotros nosdejan los fracasos, las persecuciones, las condenas, la miseria.

Page 20: Tema 8.Cicerón 3

„Quae quo usque tandem patiemini, o fortissumi uiri?Nonne emori per uirtutem praestat quam uitammiseram atque inhonestam, ubi alienae superbiaeludibrio fueris, per dedecus amittere? Verum enimuero, pro deum atque hominum fidem, uictoria inmanu nobis est: uiget aetas, animus ualet; contra illisannis atque diuitiis omnia consenuerunt. Tantummodoincepto opus est, cetera res expediet. Etenim quismortalium quoi uirile ingenium est tolerare potest illisdiuitias superare quas profundant in extruendo mari etmontibus coaequandis, nobis rem familiarem etiam adnecessaria deesse? Illos binas aut amplius domoscontinuare, nobis larem familiarem nusquam ullumesse? Quom tabulas signa toreumata emunt, nouadiruunt, alia aedificant, postremo omnibus modispecuniam trahunt uexant, tamen summa lubidinediuitias suas uincere nequeunt. At nobis est domiinopia, foris aes alienum, mala res, spes multoasperior: denique quid relicui habemus praetermiseram animam?

„Quin igitur expergiscimini? En illa, illa quam saepeoptastis libertas, praeterea diuitiae decus gloria in oculis sita sunt: fortuna omnia ea uictoribus praemiaposuit. Res tempus, pericula egestas, belli spoliamagnifica magis quam oratio mea uos hortantur. Velimperatore uel milite me utimini: neque animus nequecorpus a uobis aberit. Haec ipsa, ut spero, uobiscumuna consul agam, nisi forte me animus fallit et uosseruire magis quam imperare parati estis‟.

¿Hasta cuándo vamos a soportar esto, inquebrantablesciudadanos? ¿No es preferible morir valientemente a dejar que nosquiten como a cobardes esta vida miserable y vergonzosa,después de que hayamos sido juguetes de la soberbia ajena? Yo,en cambio, os lo aseguro (¡lo juro por los dioses y los hombres!),tenemos la victoria en nuestras manos. Somos jóvenes, tenemoscoraje; a ellos, al contrario, los años y el abuso de riquezas los hanvuelto hombres caducos. Es cosa de empezar, lo demás vendrá porsí solo. Porque ¿qué hombre hay, que se precie verdaderamentede ser hombre, que pueda tolerar que a ellos les sobren lasriquezas, para malgastarlas en terraplenar el mar y allanar lasmontañas, mientras a nosotros nos faltan los bienes familiares aunpara lo más necesario? ¿Qué ellos junten dos casas, o más,mientras nosotros no tenemos ni un hogar para nuestra familia enparte alguna? Ellos, aunque compran cuadros, estatuas, vasospreciosos, derriban casas recién construidas, construyen otrasnuevas, y, en fin, tiran el dinero y lo derrochan de mil modos, sinembargo ni aun con tan espantoso despilfarro son capaces deagotar lo que tienen. Nosotros, en cambio, en casa tenemosestrecheces; fuera de casa, deudas; el presente, malo; el porvenirmucho peor; al fin, ¿qué nos queda, como no sea esta miserablevida? ¿Por qué, pues, no despertáis? Aquí está, aquí, esa libertadpor la que tantas veces habéis suspirado; por añadidura, antevuestros ojos se os ofrecen riquezas, honores y gloria. Todo ello esel premio que tiene la fortuna para los vencedores. La situación, elmomento, los peligros, las estrecheces, el espléndido botín de estaguerra os impulsan más que mis palabras. Me tenéis a vuestradisposición, como vuestro jefe o como un soldado más; en cuerpoy alma estaré siempre a vuestro lado. Estos sueños los voy a hacerrealidad, junto con vosotros, cuando sea cónsul, como espero, ano ser que me esté equivocando y vosotros prefiráis obedecercomo esclavos a mandar como jefes”.

Page 21: Tema 8.Cicerón 3

La congiura di Catilina. Salvator Rosa (1615-1673)

Fuere ea tempestate qui dicerent Catilinam, oratione habita, quom ad ius iurandum popularis sceleris sui adigeret, humanicorporis sanguinem uino permixtum in pateris circumtulisse; inde quom post execrationem omnes degustauissent, sicuti insollemnibus sacris fieri consueuit, aperuisse consilium suom [atque eo dictitare fecisse] quo inter se fidi magis forent, aliusalii tanti facinoris conscii. Nonnulli ficta et haec et multa praeterea existumabant ab iis qui Ciceronis inuidiam, quae posteaorta est, leniri credebant atrocitate sceleris eorum qui poenas dederant. Nobis ea res pro magnitudine parum conperta est.

Hubo por entonces quienes dijeron queCatilina, terminado su discurso, mientrasurgía a los cómplices de su crimen a queprestasen juramento, había hechocircular entre ellos unas copas, llenas desangre humana mezclada con vino; yque, habiéndola probado todos tras unaimprecación, como suele hacerse en lossacrificios solemnes, él les había reveladosus planes; y que lo había hecho así paraque entre ellos se guardaran mayorfidelidad, sintiéndose cómplices los unosde los otros en tan enorme delito.Algunos creían que esto y otras muchascosas habían sido inventadas por los queesperaban que se atenuaría el odio quemás tarde se suscitó contra Cicerón,exagerando la monstruosidad del crimende aquellos a quienes había castigado.Para mí este punto, dada su gravedad,no está suficientemente demostrado.

Rumores sobre los sacrilegios cometidos en la reunión, a los que el historiador no da crédito: SALL. Cat. 22

Page 22: Tema 8.Cicerón 3

Fulvia, amante de uno de los conjurados, descubre los planes de Catilina de asesinar al candidato Cicerón,lo que empuja a los reticentes a darle su apoyo en las urnas: SALL., Cat. 23-24

Sed in ea coniuratione fuit Q. Curius, natus haudobscuro loco, flagitiis atque facinoribus coopertus,quem censores senatu probri gratia mouerant. Huichomini non minor uanitas inerat quam audacia:neque reticere quae audierat neque suamet ipsescelera occultare, prorsus neque dicere neque facerequicquam pensi habebat. Erat ei cum Fuluia, mulierenobili, stupri uetus consuetudo; quoi cum minusgratus esset quia inopia minus largiri poterat,repente glorians maria montisque polliceri coepit etminari interdum ferro, ni sibi obnoxia foret, postremoferocius agitare quam solitus erat. At Fuluiainsolentiae Curi causa cognita tale periculum reipublicae haud occultum habuit, sed sublato auctorede Catilinae coniuratione quae quoque modoaudierat compluribus narrauit.

Ea res in primis studia hominum adcendit adconsulatum mandandum M. Tullio Ciceroni. Namqueantea pleraque nobilitas inuidia aestuabat, et quasipollui consulatum credebant, si eum quamuisegregius homo nouos adeptus foret; sed ubipericulum aduenit, inuidia atque superbia post fuere.

Igitur comitiis habitis consules declarantur M.Tullius et C. Antonius; quod factum primo popularisconiurationis concusserat. (…)

Entre los conjurados figuraba Quinto Curio, perteneciente a unafamilia bastante ilustres pero cubierto de infamia y crímenes, a quienlos censores habían excluido del Senado por su deshonesta conducta.Este sujeto era tan vanidoso como descarado; no sabía callar aquellode lo que se enteraba, ni ocultaba sus propios crímenes; en unapalabra, no sopesaba nada de lo que decía o hacía.

Desde hacía mucho tiempo mantenía relaciones deshonestas conFulvia, una mujer de familia noble, y como ella iba haciéndolepaulatinamente menos caso porque él le hacía cada vez menos regalospor hallarse en la ruina, de repente, haciendo alarde de lo rico que ibaa ser, empezó a prometerle montes y maravillas, amenazándola aveces con su espada si no se le mostraba complaciente; y por último,terminó por tratarla con mayor rudeza de lo acostumbrado.

Fulvia, cuando conoció la causa por la que Curio se mostraba taninsolente, no guardó el secreto sobre le peligro que se cernía sobre laRepública, sino que, sin decir quién se lo había dicho, contó a un buennúmero de personas lo que había oído sobre la conjuración de Catilina,y tal como lo había oído.

Esta revelación dio el espaldarazo definitivo para el nombramiento deMarco Tulio Cicerón como cónsul, inclinando a su favor lossentimientos de los ciudadanos; pues antes la mayor parte de lanobleza le profesaba una viva animadversión, y pensaban que era pocomenos que profanar el cargo de cónsul si lo llegaba a ocupar unhombre nuevo, por egregio que fuera. Mas, cuando vieron el peligro,dejaron a un lado su envidia y su orgullo.

En consecuencia, celebrados los comicios, fueron nombradoscónsules Marco Tulio y Gayo Antonio, lo cual en principio significó unrudo golpe para los partidarios de la conjuración. (...)

Page 23: Tema 8.Cicerón 3

CICERÓN, Pro Murena 50

Quibus rebus qui timor bonis omnibusiniectus sit quantaque desperatio rei publicae,si ille factus esset, nolite a me commonerivelle; vosmet ipsi vobiscum recordamini.Meministis enim, cum illius nefarii gladiatorisvoces percrebruissent quas habuisse incontione domestica dicebatur, cum miserorumfidelem defensorem negasset inveniri possenisi eum qui ipse miser esset; integrorum etfortunatorum promissis saucios et miseroscredere non oportere; qua re qui consumptareplere, erepta reciperare vellent, spectarentquid ipse deberet, quid possideret, quidauderet; minime timidum et valdecalamitosum esse oportere eum qui essetfuturus dux et signifer calamitosorum.

Con estos hechos no queráis que os recuerde el temor queinvadió a todos los hombres de bien y la desesperacióngrande que cayó sobre la república por si Catilina era elegidocónsul. Evocad vosotros mismos vuestros recuerdos.Recordáis, en efecto, que, cuando se divulgaron las palabrasde ese criminal espadachín, las cuales se decía que habíapronunciado en una reunión en su casa, diciendo que nopodía encontrarse un defensor más seguro de losdesgraciados que quien, a su vez, fuera desgraciado; que noera conveniente que los angustiados y miserables dierancrédito a las promesas de los que habían salvado sus bienesy a las de los ricos; que, por tanto, quienes quisieran repararlas pérdidas o recuperar lo que se les había arrebatadohabían de fijarse en lo que él mismo debía, en lo que poseía,en las cosas de que era capaz; que era cuestión de que elllamado a ser jefe y portaestandarte de los desheredadosfuera un hombre nada timorato y extremadamentemenesteroso.

(Trad. de J. ASPA, Madrid: B.C.G., 1995)

N.T.: “Cicerón ofrece un breve resumen del discurso que Catilina pronunció ante sus partidarios en el año 63, poco antes de laselecciones (Mur. 50). Salustio pudo tomar este discurso como modelo para transcribir aquello que Catilina comunicó en secretoa unos pocos, traspasándolo al 64. Hay, sin embargo, entre ambos una diferencia; mientras en el discurso que presentaCicerón, Catilina se erige en dux et signifer calamitosum, en el de Salustio busca su apoyo entre las clases altas y los miseri noserán baza electoral hasta el año siguiente (cf. Catil. 35.3).”

El texto del Pro Murena al que remite la nota anterior de la traductora de La conjuración de Catilinaes el siguiente:

Page 24: Tema 8.Cicerón 3

El texto continúa así (Pro Mur. 51-52):

Entonces, en efecto, oído esto, recordáis que se redactó un senadoconsulto, a propuesta mía, estableciendo que al díasiguiente no se celebrasen comicios, con el fin de que pudiéramos deliberar sobre estos asuntos en el senado. Así que, al díasiguiente, ante un numeroso senado, hice levantar a Catilina y le mandé que explicara ―si quería― aquellos hechos que mehabían sido anunciados. Y él ―muy franco, como siempre― no se exculpó sino que se delató a sí mismo y asumió su culpa.Pues dijo entonces que la república tenía dos cuerpos: uno sin fuerza, con una cabeza débil; otro fuerte, pero sin cabeza; quea éste, si se hacía merecedor de ello, no le faltaría cabeza mientras él viviera. Hubo como un reproche unánime en elnumeroso senado, pero éste no adoptó las rigurosas medidas que un hecho tan indigno exigía; pues los senadores no semostraban enérgicos, a la hora de decidir, unos porque nada temían, otros, porque lo temían todo. Saltando de gozo, arrancódel senado quien nunca debió salir de allí vivo, principalmente cuando él mismo, en medio de la misma asamblea, pocos díasantes, le había contestado al valiente Catón ―el cual, amenazándole, le intimaba con una acción judicial― que, si seprovocaba algún incendio en sus bienes, él no lo apagaría con agua sino haciendo estragos.

Alarmado yo entonces por estos acontecimientos y sabiendo que hombres conjurados, armados con espadas, estabansiendo puestos ya en marcha por Catilina hacia el Campo de Marte, bajé allí con una fortísima escolta de ciudadanos biendecididos y con la famosa cota, ancha y visible, no para que me protegiera ―pues sabía que Catilina no suele ir al costado oal vientre sino a la cabeza y al cuello― sino para que todas las gentes de bien se diesen cuenta y, al ver al cónsul asustado yen peligro, acudieran en seguida todos ―tal como ocurrió― en su ayuda y en su defensa.

(Trad. de J. ASPA, Madrid: B.C.G., 1995)

Tum igitur, his rebus auditis, meministis fieri senatus consultum referente me ne postero die comitia haberentur, ut de hisrebus in senatu agere possemus. Itaque postridie frequenti senatu Catilinam excitavi atque eum de his rebus iussi, si quidvellet, quae ad me adlatae essent dicere. Atque ille, ut semper fuit apertissimus, non se purgavit sed indicavit atque induit.Tum enim dixit duo corpora esse rei publicae, unum debile infirmo capite, alterum firmum sine capite; huic, si ita de semeritum esset, caput se vivo non defuturum. Congemuit senatus frequens neque tamen satis severe pro rei indignitatedecrevit; nam partim ideo fortes in decernendo non erant, quia nihil timebant, partim, quia omnia. Erupit e senatu triumphansgaudio quem omnino vivum illinc exire non oportuerat, praesertim cum idem ille in eodem ordine paucis diebus ante Catoni,fortissimo viro, iudicium minitanti ac denuntianti respondisset, si quod esset in suas fortunas incendium excitatum, id se nonaqua sed ruina restincturum. His tum rebus commotus et quod homines iam tum coniuratos cum gladiis in campum deduci aCatilina sciebam, descendi in campum cum firmissimo praesidio fortissimorum virorum et cum illa lata insignique lorica, nonquae me tegeret ―etenim sciebam Catilinam non latus aut ventrem sed caput et collum solere petere― verum ut omnes bonianimadverterent et, cum in metu et periculo consulem viderent, id quod est factum, ad opem praesidiumque concurrerent.

Page 25: Tema 8.Cicerón 3

His rebus comparatis Catilina nihilo minus in proxumum annum consulatum petebat, sperans, si designatus foret, facile se

ex uoluntate Antonio usurum. Neque interea quietus erat, sed omnibus modis insidias parabat Ciceroni. Neque illi tamen adcauendum dolus aut astutiae deerant. Namque a principio consulatus sui multa pollicendo per Fuluiam effecerat ut Q. Curius,de quo paulo ante memoraui, consilia Catilinae sibi proderet; ad hoc conlegam suom Antonium pactione prouinciae perpuleratne contra rem publicam sentiret; circum se praesidia amicorum atque clientium occulte habebat. Postquam dies comitiorumuenit et Catilinae neque petitio neque insidiae quas consulibus in Campo fecerat, prospere cessere, constituit bellum facere etextrema omnia experiri, quoniam quae occulte temptauerat aspera foedaque euenerant. Igitur C. Manlium Faesulas atque ineam partem Etruriae, Septimium quendam Camertem in agrum Picenum, C. Iulium in Apuliam dimisit, praeterea alium alio,quem ubique opportunum sibi fore credebat.

Interea Romae multa simul moliri: consulibus insidias tendere, parare incendia, opportuna loca armatis hominibus obsidere;ipse cum telo esse, item alios iubere, hortari uti semper intenti paratique essent; dies noctisque festinare, uigilare, nequeinsomniis neque labore fatigari...

Catilina, a pesar de hallarse metido en estos manejos, sin embargo, se presentó como candidato al consulado para el añosiguiente, esperando que, si era designado, podría disponer de Antonio a su antojo. Pero mientras tanto no paraba, sino queintentaba mil cosas para sorprender a Cicerón en alguna emboscada, aunque a éste no le faltaban ni habilidad ni astucia parasortearlas todas. Pues, desde el primer momento de su consulado, a base de hacerle grandes promesas, había conseguidoque Quinto Curio (del que he hablado hace poco) le descubriese por mediación de Fulvia los planes de Catilina. Además,mediante un pacto hecho con Antonio para permutar entre sí el gobierno de las respectivas provincias, había logradoconvencerlo para que no se dejase arrastrar por nadie que se levantase contra la República. Y disimuladamente andabasiempre rodeado de guardaespaldas escogidos de entre sus amigos y clientes.

Cuando llegó el día de los comicios y Catilina fracasó tanto en su candidatura al consulado como en el atentado que habíapreparado contra los cónsules en el Campo de Marte, visto que los intentos secretos habían resultado desastrosos y funestospara él, decidió lanzarse a la guerra y buscar una solución drástica.

Así pues, envió a Gayo Manlio a Fiesole y su comarca, en la región de Etruria; a un tal Septimio de Camerino, al CampoPiceno; a Gayo Julio, a la Apulia, y a otros, cada uno a un sitio, según el lugar en que creía que cada cual le iba a ser a él demayor utilidad.

Mientras tanto, él en Roma seguía tramando mil cosas a la vez, tendía asechanzas a los cónsules, preparaba incendios,cercaba con hombres armados los lugares estratégicos; él iba siempre con armas, e igualmente a los demás les ordenaba, lesaconsejaba que estuvieran siempre alerta y preparados; no sosegaba ni de día ni de noche, velaba, no daba muestras decansancio ni en la vigilia ni en el trabajo. (...)

Catilina se presenta a las elecciones consulares del 63 para el año siguiente y, nuevamente, es derrotado, por lo que decide pasar a la acción: SALUSTIO, Cat. 26-30

Page 26: Tema 8.Cicerón 3

P. GRIMAL, o.c., pp. 162-164:

“Entretanto, Catilina se preparaba para emprender la insurrección. Sus agentes estaban ya agrupando alos que constituirían el ejército de la revolución. Las noticias empezaban a propagarse por la Ciudad y lainquietud iba en aumento. Cicerón se sentía desarmado; la inercia del senado era desesperante. ¿Quépodía hacer el cónsul, en ese mes de octubre durante el cual no tenía el mando de los “asuntos corrientes”,que correspondía a C. Antonio? Este último, fiel al pacto que lo unía a su colega, no favorecería a losconjurados, pero tampoco abriría ninguna vía contra ellos... Cicerón no tenía modo alguno de desatar unarepresión que sin duda los Padres desaprobarían, cuando se vio impelido a ello por Craso, que, la noche del20 al 21 de octubre, acudió a verlo con otros dos senadores, M. Claudio Marcelo y Metelo Escipión, ambospertenecientes a la más alta nobleza, y le entregó un paquete de cartas que un desconocido había dejadoen su casa aquella noche. Craso solo había leído la que iba dirigida a él; no estaba firmada y advertía aldestinatario de que sería prudente que abandonase Roma, donde iban a producirse grandes masacres.Cicerón convocó al senado para el día siguiente por la mañana, y, al comienzo de la sesión, entregó a susdestinatarios las cartas que le había traído Craso, todavía cerradas, y les pidió que las leyeranpúblicamente. Todas ellas contenían la misma advertencia. Entonces los senadores, alertados por fin,ordenaron que se abriera una investigación. Al día siguiente el senado volvió a reunirse. Las noticias deEtruria, que fueron transmitidas a los Padres, pusieron de manifiesto que la insurrección, iniciada enFiesole, se estaba propagando peligrosamente. Es posible que César estuviera detrás de aquel mensaje,aunque se abstuvo de asistir a la sesión. De aquel modo, Craso (eso es seguro) y César (eso es probable)intervenían para impedir que Catilina llevara a cabo sus planes. Una vez más descubrimos la complejidadde las intrigas que agitan Roma. Al igual que en el juicio de Rabirio, los jefes de los “populares” quierenhacer uso de las luchas jurídicas pero se niegan a verter sangre; una aversión profundamente anclada enla sensibilidad romana, y que explica, sin ninguna duda, algunas de las vicisitudes de esta historia.

Sea como fuere, a lo largo de la sesión del 22 de octubre, un discurso de Cicerón forzó la decisión y lossenadores decretaron el “senatus consultum ultimum” que le encomendaba la misión de defender laRepública por todos los medios, incluidas las armas. El cónsul pensó que algunas medidas de movilizaciónbastarían para intimidar a los conjurados...

Page 27: Tema 8.Cicerón 3

... Encargó a dos procónsules, Q. Marcio Rex yQ. Metelo Crético, que estaban esperando a laspuertas de Roma a celebrar su triunfo, que sedirigieran, con sus soldados, el primero a Apuliay el segundo a Etruria; después dos pretores enejercicio, Q. Cecilio Metelo Céler (que debía aCicerón la provincia de la Galia Cisalpina para elaño siguiente) y Q. Pompeyo Rufo (unapersonalidad bastante secundaria), recibieroncomo misión, Metelo levar tropas en Piceno yRufo acudir a Capua a impedir que los agentesde Catilina constituyeran bandas armadas juntocon los gladiadores, siempre numerosos en esaciudad.

Page 28: Tema 8.Cicerón 3

En la propia Roma, L. Emilio Paulo, hermano de Lépido, el futuro triunviro, tomó la iniciativa deemprender una acción legal contra Catilina, acusándolo de violencia (de ui), que era el procedimientonormal en tales circunstancias. Catilina se mostró deshonesto y audaz en su respuesta. Se ofreció apermanecer arrestado, bajo vigilancia, ya fuera en casa del propio cónsul o en la del pretor Metelo Céler.Dado que el cónsul y el pretor se habían negado, acudió a casa de un cómplice, donde naturalmenteconservó su libertad de acción, al tiempo que fingía cumplir la ley. Así fue como, la noche del 6 al 7 denoviembre, reunió, en casa de M. Porcio Leca, al consejo formado por sus amigos. Allí anunció suintención de partir hacia Etruria, donde tomaría el mando del ejército reunido por C. Manlio, antiguocenturión de Sila y principal agente de los conjurados en Italia Central. Sin embargo, añadió Catilina, noquería marcharse de Roma dejando allí vivo a Cicerón. Dos de sus amigos se ofrecieron a eliminar alcónsul, un caballero, C. Cornelio, y un senador, L. Vargunteyo (aunque nuestras fuentes proporcionantambién otros nombres). Los dos hombres, con el pretexto de ir a saludar a Cicerón, se presentarían ensu casa, al alba del día siguiente (el 8 de noviembre), y lo asesinarían. Curio, que estaba presente en lareunión, se apresuró a avisar al cónsul y, cuando se presentaron los dos sicarios de Catilina, seencontraron la puerta cerrada.

Esta vez se hacía urgente actuar. El senado fue convocado en el templo de Júpiter Stator, un lugar queno era indiferente, pues según la tradición había sido consagrado por Rómulo durante la guerra contra lossabinos de Tito Tacio, en el momento en el que los romanos se llevaban la peor parte y estabanretrocediendo ante el enemigo; entonces Júpiter “detuvo” al adversario y restableció la situación*. Elsímbolo era claro: había que “detener” la acción de Catilina y erigir frente a él un poder legal,simbolizado por el dios. Y esa fue la primera Catilinaria, un discurso en parte improvisado y que haquedado como uno de los más célebres monumentos de la elocuencia ciceroniana.”

* La historia está tomada de LIVIO, aunque Grimal no lo cite (a.u.c. I 12, 4-6)

Page 29: Tema 8.Cicerón 3

SALUSTIO, Cat. 31:

At Catilinae crudelis animus eadem illa mouebat, tametsi praesidia parabantur et ipse lege Plautiainterrogatus erat ab L. Paullo. Postremo dissimulandi causa aut sui expurgandi, sicut iurgiolacessitus foret, in senatum uenit. Tum M. Tullius consul, siue praesentiam eius timens siue iraconmotus, orationem habuit luculentam atque utilem rei publicae, quam postea scriptam edidit.

Catilina, en cambio, llevado por su cruel carácter, seguía adelante con sus propósitos, a pesar deque se estaban tomando medidas de defensa, y él mismo había sido acusado ante un tribunal porLucio Paulo de acuerdo con la Ley Plautia. Finalmente, bien para disimular, o bien para defendersemejor si era provocado por alguna invectiva, se presentó en el Senado. Fue entonces cuando elcónsul Marco Tulio, asustado al tenerlo delante, o en un arrebato de indignación, pronunció endefensa de la República un brillante discurso, que después escribió y lo dio al público.

Las CatilinariasIn Catilinam orationes sive Catilinariae

(publicadas en el 60 a.C.)

Page 30: Tema 8.Cicerón 3

el 8 de noviembre del 63, ante el Senado reunido en el templo de Júpiter Stator, en el Palatino,

Cicerón pronuncia la PRIMERA CATILINARIA

Page 31: Tema 8.Cicerón 3

Cicerone denuncia CatilinaCesare Maccari, 1882 -1888

Roma, Palazzo Madama, Sala Maccari

M. TVLLI ORATIO QVA L. CATILINAM EMISIT IN SENATV HABITA

Page 32: Tema 8.Cicerón 3

EXORDIO O PROEMIO: ¿1-6? [¿1-2 + digresión 3-6?]

Cic., Or. [124] Principia verecunda, nondum elatisincensa verbis, sed acuta sententiis vel adoffensionem adversarii vel ad commendationemsui...

Los exordios serán moderados, sin que tengan todavíapalabras encendidas, sino agudos comentarios destinados adesacreditar al contrario o a disponer al auditorio en favor deuno mismo...

Claude LOUTSCH, L‟exorde dans les discours de Cicéron, Latomus (REL), 1994 (en nuestra biblioteca)

QVO VSQUE TANDEM ABVTERE, Catilina, patientianostra? quam diu etiam furor iste tuus nos eludet?quem ad finem sese effrenata iactabit audacia?Nihilne te nocturnum praesidium Palati, nihil urbisvigiliae, nihil timor populi, nihil concursus bonorumomnium, nihil hic munitissimus habendi senatuslocus, nihil horum ora voltusque mōverunt? Pateretua consilia non sentis, constrictam iam horumomnium scientia teneri coniurationem tuam nonvides? Quid proxima, quid superiore nocte egeris, ubi

fueris, quos convocaveris, quid consili ceperis, quemnostrum ignorare arbitraris? O tempora, o mores! ...

Page 33: Tema 8.Cicerón 3

Habemus senatus consultum in te, Catilina, vehemens et grave, non deest rei publicae consilium nequeauctoritas huius ordinis: nos, nos, dico aperte, cọnsules desumus.

Cicero denouncing Cataline (sic)Gilbert Abbott à Beckett - John Leech

Page 34: Tema 8.Cicerón 3

NARRACIÓN: 7-10

Cic., Or. [124]: Narrationes credibiles nechistorico sed prope cotidiano sermoneexplicatae dilucide.

Las narraciones serán verosímiles y expuestascon claridad en un estilo, no historiográfico,sino casi conversacional.

Meministine me ante diem XII Kalendas Novembris dicere in senatufore in armis certo die, qui dies futurus esset ante diem VI Kal.Novembris, C. Manlium, audaciae satellitem atque administrumtuae? Num me fefellit, Catilina, non modo res tanta tam atroxtamque incredibilis, verum, id quod multo magis est admirandum,dies? Dixi ego idem in senatu caedem te optimatium contulisse inante diem V Kalendas Novembris, tum cum multi principes civitatisRoma non tam sui conservandi quam tuorum consiliorumreprimendorum causa profugerunt. Num infitiari potes te illo ipso diemeis praesidiis, mea diligentia circumclusum commovēre te contrarem publicam non potuisse, cum tu discessu ceterōrum nostratamen qui remansissemus caede te contentum esse dicebas?

Page 35: Tema 8.Cicerón 3

ARGUMENTACIÓN: 10-31(¿10-27; 27-32: DIGRESIÓN?)

Cic., Or. [124-125]: Dein si tenuis causa est, tumetiam argumentandi tenue filum et in docendo etin refellendo, idque ita tenebitur, ut quanta ad remtanta ad orationem fiat accessio. Cum vero causaea inciderit in qua vis eloquentiae possit expromi,tum se latius fundet orator, tum reget et flectetanimos et sic adficiet ut volet, id est ut causaenatura et ratio temporis postulabit.

Después, si se trata de causas sencillas, el hilo de laargumentación será también sencillo, tanto a la hora dedemostrar como a la hora de refutar y esto se ha deobservar de tal forma que a medida que sube enimportancia el contenido así también subirá el tono deldiscurso. Pero cuando se trata de una causa en la que sepueda sacar a relucir la fuerza de la elocuencia, entonces elorador se extenderá más ampliamente, entonces conducirálos sentimientos, los cambiará y los dispondrá a su gusto,es decir, según pidan la naturaleza de la causa y lascircunstancias del momento.

Quae cum ita sint, Catilina, perge quo coepisti:egredere aliquando ex urbe; patent portae;proficiscere...

Page 36: Tema 8.Cicerón 3

PROSOPOPEYA DE LA PATRIA: 17-18

Nunc te patria, quae communis est parensomnium nostrum, odit ac metuit et iam diu nihil teiudicat nisi de parricidio suo cogitare: huius tuneque auctoritatem verebere nec iudicium sequerenec vim pertimesces? Quae tecum, Catilina, sicagit et quodam modo tacita loquitur:...

La patria, la madre común de todos, “se dirige” aCatilina, atemorizada por el „parricidio‟ que contraella trama éste.

Cic., Or. [138]: ut muta quaedam loquentia inducat;

hará hablar a seres sin voz;

21-29: Nueva prosopopeya de la patria, que, estavez, se dirige a Cicerón increpándole su falta dedeterminación para atajar la amenaza que secierne sobre ella.

Etenim si mecum patria, quae mihi vita meamulto est carior, si cuncta Italia, si omnis respublica loquatur: „M. Tulli, quid agis? ...

Page 37: Tema 8.Cicerón 3

Sall., Cat. 31-32:

... Sed ubi ille adsedit, Catilina, ut erat paratus ad dissimulanda omnia, demisso uoltu, uoce supplici postulare a patribus coepit ne quid de se temere crederent: ea familia ortum, ita se ab adulescentia uitam instituisse ut omnia bona in spe haberet; ne existumarent sibi, patricio homini, quoius ipsius atque maiorum pluruma beneficia in plebem Romanam essent, perdita re publica opus esse, quom eam seruaret M. Tullius, inquilinus ciuis urbis Romae. Ad hoc maledicta alia quom adderet, obstrepere omnes, hostem atque parricidam uocare. Tum ille furibundus „quoniam quidem circumuentus‟ inquit „ab inimicis praeceps agor, incendium meum ruina extinguam‟.

Deinde se ex curia domum proripuit. (…)

Cuando Cicerón tomó asiento, Catilina dispuesto como estaba a fingir hasta el final, con la cara baja, con voz suplicante, comenzó a pedir a los senadores que no creyesen nada de lo que se decía de él sin motivo; que procedía de una familia tan noble, y que desde su adolescencia se había comportado de tal manera que tenía expectativas de lograr lo mejor; que no pensasen que un patricio como él, cuyos antecesores, y él mismo, habían hecho tantos favores a la plebe romana, tenía necesidad de que se arruinara la República, mientras se presentaba como su salvador Marco Tulio, un forastero avecindado en Roma. Cuando pronunció este calificativo injuriosos y otros más que añadió, comenzaron todos a patear y a llamarlo enemigo y parricida. Entonces él, fuera de sí, exclamó: “Como mis enemigos me acorralan y me empujan a que caiga en el abismo, apagaré con una catástrofe las llamas con que intentan abrasarme”.

Al instante salió precipitadamente de la Curia hacia su casa. (...)

Page 38: Tema 8.Cicerón 3

La imagen de la diapositiva anterior anterior procede de estelibro (fecha de publicación 1799), que podéis encontrar, siqueréis, buscando Figures de l‟histoire de la Républiqueromaine (archive.org). La verdad es que resulta interesantehojearlo.

Page 39: Tema 8.Cicerón 3

El propio Cicerón recordará años más tarde (Orator 129) el contundente efecto de este primer discurso contra Catilina:

... a nobis homo audacissimus Catilina in senatuaccusatus obmutuit;...

... gracias a mí, un hombre tan descarado como Catilinaenmudeció acusado en el Senado, ...

(trad. de Sánchez Salor)

Page 40: Tema 8.Cicerón 3

“Catilina, pues, se marchó de Roma. Habíafracasado en su tentativa de tomar el poderen la Ciudad. Quedaba el campamento demanlio; allí acudió, con la esperanza de volverpronto, a la cabeza de sus soldados, mientraslos otros conjurados, sobre el terreno,preparaban su regreso desatando una accióncontra los cónsules y las demás autoridades.Sin embargo, con el fin de ocultar susverdaderas intenciones escribía a sus amigos yal “príncipe del senado”, Lutacio Cátulo, quese iba a Marsella, en exilio voluntario (...) Enrealidad, contrariamente a las buenasintenciones manifestadas, Catilina seguíaadelante con sus preparativos guerreros; enlugar de tomar el camino hacia Marsella por ellitoral (la Vía Aurelia), se dirige hacia Arretium,donde se encontraba su otro agente, C.Flaminio, y desde allí marcha hacia Fiesole,enarbolando las insignias de un imperator.Los senadores no tardaron en enterarse, ydeclararon a Catilina hostis, al tiempo queofrecían la impunidad a sus cómplices sideponían las armas antes de una fechadeterminada. A pesar de ello, ninguno de lospartidarios de Catilina abandonó sucampamento.”

(P. GRIMAL, o.c., pp. 165-166)

Page 41: Tema 8.Cicerón 3

Así lo cuenta SALUSTIO, Cat. 32-36:

Deinde se ex curia domum proripuit. Ibi multa ipse secum uoluens, quod neque insidiae consuli procedebant et abincendio intellegebant urbem uigiliis munitam, optumum factu credens exercitum augere ac, prius quam legionesscriberentur, multa antecapere quae bello usui forent, nocte intempesta cum paucis in Manliana castra profectus est. SedCethego atque Lentulo ceterisque quorum cognouerat promptam audaciam, mandat, quibus rebus possent, opes factionisconfirment, insidias consuli maturent, caedem incendia aliaque belli facinora parent: sese propediem cum magno exercituad urbem adcessurum.(…)

At Catilina ex itinere plerisque consularibus, praeterea optumo cuique litteras mittit: se falsis criminibus circumuentum,quoniam factioni inimicorum resistere nequiuerit, fortunae cedere, Massiliam in exsilium proficisci, non quo sibi tanti scelerisconscius esset, sed uti res publica quieta foret neue ex sua contentione seditio oreretur.(...)

Trad. de A. CARRERA DE LA RED, Madrid: Akal, 2001:

Al instante, salió precipitadamente de la Curia hacia su casa. Allí dándole vueltas en su mente a todo esto, viendo que lasemboscadas que había tendido al cónsul no habían tenido éxito y que era imposible incendiar la ciudad porque estabaprotegida por destacamentos nocturnos, y, creyendo que lo que mejor podía hacer era aumentar el número de sussoldados, y antes de que en Roma fuesen alistadas las legiones, apoderarse por adelantado de muchas cosas que le fueranútiles para la guerra, a altas horas de la noche, seguido de unos pocos, marchó hacia el campamento de Manlio.

Antes ordenó a Cetego, a Léntulo y a aquellos cuya audacia y pronta disposición tenía bien conocida, que reforzasen portodos los medios a su alcance las tropas de sus partidarios, que acelerasen los atentados contra el cónsul, y que preparasenasesinatos, incendios y otros desmanes propios de la guerra; les aseguró que él, por su parte, muy pronto vendría contraRoma con un poderoso ejército.(...)

Catilina, por su parte, mientras iba de camino, envió cartas a la mayor parte de los consulares y a otras personas de laaristocracia, diciendo que él, cubierto de calumnias y no pudiendo resistir al partido de sus enemigos, se rendía ante laadversa fortuna y se marchaba a Marsella desterrado, no porque su conciencia lo acusara de tan enorme delito, sino paraque la República se mantuviese en paz y de su oposición no se originase una revuelta.(...)

Page 42: Tema 8.Cicerón 3

Durante la breve estancia de Catilina en las inmediaciones de Arretium, enUmbría, de camino hacia Faesulae, se desarrolla la tercera de las novelas deGordiano el Sabueso:

STEVEN SAYLOR, El enigma de Catilina (Catilina's Riddle)), 1993.

Sed ipse paucos dies conmoratus apud C. Flaminiumin agro Arretino, dum uicinitatem antea sollicitatamarmis exornat, cum fascibus atque aliis imperiinsignibus in castra ad Manlium contendit. Haec ubiRomae comperta sunt, senatus Catilinam et Manliumhostis iudicat, ceterae multitudini diem statuit antequam sine fraude liceret ab armis discedere, praeterrerum capitalium condemnatis. Praeterea decernit uticonsules dilectum habeant, Antonius cum exercituCatilinam persequi maturet, Cicero urbi praesidio sit.

Él, después de permanecer en la comarca de Arezzo en casa degayo Flaminio unos días, durante los cuales suministró armas alos vecinos a quienes previamente había ganado para su causa,se dirigió al campamento de Manlio, llevando los fasces y otrasinsignias propias de un cónsul. Cuando en Roma se tuvo noticiade esto, el Senado declaró enemigos públicos a Catilina y aManlio, y al resto de aquella multitud de conjurados les marcó unplazo en el cual deberían deponer las armas sin incurrir enresponsabilidad con excepción de aquellos que hubiesen sidodeclarados reos de pena capital. Decretó también que loscónsules hicieran una leva de soldados, que Antonio al frente deellos saliese rápidamente en persecución de Catilina y queCicerón permaneciera en la ciudad para protegerla.

Page 43: Tema 8.Cicerón 3

“Entretanto, ya el 9 de noviembre, Cicerón, en un discurso dirigido al pueblo (la segunda Catilinaria),exponía enteramente el caso, denunciaba las verdaderas intenciones de los conjurados y demostraba quelas fuerzas de las que disponía la República no dejaban a Catilina ninguna posibilidad de éxito.”

(P. GRIMAL, o.c., p. 166)

Page 44: Tema 8.Cicerón 3

9 de noviembre: SEGUNDA CATILINARIA M. TVLLI CICERONIS IN L. CATILINAM ORATIO SECVNDA

HABITA AD POPVLVM

Tandem aliquando, Quirites, L. Catilinam, furentem audacia, scelus anhelantem, pestem patriaenefarie molientem, vobis atque huic urbi ferro flammaque minitantem ex urbe vel eiecimus velemisimus vel ipsum egredientem verbis prosecuti sumus. Abiit, excessit, evasit, erupit. Nulla iampernicies a monstro illo atque prodigio moenibus ipsis intra moenia comparabitur. (Cic., Cat. II 1)

Por fin, ya era hora, ciudadanos, a Lucio Catilina, que deliraba de audacia, que respiraba el crimen, que tramaba ladestrucción de la patria y que os amenazaba continuamente a vosotros con la muerte y a la ciudad con el incendio, lohemos expulsado de la ciudad, o mejor, lo hemos hecho salir, o lo hemos acompañado con nuestras palabras cuando semarchaba. Partió, salió, huyó, se precipitó. A partir de ahora ese monstruo y portento de maldad no tramará ningunacalamidad contra la ciudad desde dentro de sus murallas. (trad. de C. López de Juan, Madrid: Alianza, 2005)

Page 45: Tema 8.Cicerón 3

“El cónsul seguía esperando que la lucha armada tuviera lugar fuera de Roma: “Intentaré ―diceexpresamente― que, en la medida de lo posible, ningún malvado, sea quien sea, sufra, sobre el suelo denuestra Ciudad, el castigo de su crimen”. Como pone de manifiesto esta frase, la auténtica dificultadresidía en el hecho de que los amigos de Catilina no se habían ido de Roma con su jefe. Los enemigos delexterior (el ejército de Manlio) tendrían enfrente, para combatirlos, a un ejército consular, dirigido por c.Antonio, que había recibido aquella misión expresa por orden del senado. Cicerón se quedaba como elúnico director del juego en el interior. Pero, ¿qué podía hacer, si quería respetar las leyes que prohibíanejecutar a un ciudadano sin una sentencia dictada por un tribunal emanado del pueblo? En principio, elsenadoconsulto último con el que contaba suspendía la aplicación de dichas leyes, salvaguarda de lalibertas, pero ya hemos visto, con Roscio, que ese aspecto jurídico era controvertido. Posiblemente seainjuriar a Cicerón decir que sus dudas a la hora de hacer uso de aquel senadoconsulto son una señal decobardía. Nosotros preferimos pensar que reflejan su respeto a las reglas de la ciudad, su aversión a todoaquello que compromete la concordia entre los ciudadanos.

El final del mes de noviembre discurrió a la espera. Los conjurados seguían preparando la insurrección.El cónsul no relajaba su vigilancia. Pero una iniciativa de Catón, descendiente del viejo censor, vino aoperar una especie de distracción, cargada de peligros. Catón había pensado atacar a uno de los cónsuleselegidos por los recientes comicios, L. Licinio Murena, acusándolo de haber recurrido a la corrupción.Cicerón aceptó defender a Murena. (...) habría sido peligroso, de ser condenado Murena, y por tantodesprovisto de su consulado, que el año empezara con un solo cónsul, Silano, cuando la Ciudad estabaamenazada desde el interior y un ejército faccioso dominaba la región etrusca. El jurado, sensible a losargumentos pragmáticos absolvió a Murena. (...)

Entretanto, Cicerón se enteraba, gracias a sus informantes habituales, de que los conjurados habíanfijado la fecha del 16 de diciembre para emprender los incendios y las masacres en Roma. Se hacíaurgente aportar una prueba tangible de la catástrofe que se avecinaba. Y en ese momento se la procuró aCicerón una imprudencia de los conjurados...

(P. GRIMAL, o.c., pp. 166-167)

Page 46: Tema 8.Cicerón 3

... Hacía algunos días había llegado a la Ciudad una delegación de los alóbroges, que decían tener quejas desu antiguo gobernador, L. Murena, aquel que, precisamente, acababa de ser absuelto. Léntulo, que dirigía lasoperaciones de los conjurados en la Ciudad, encargó a un liberto, llamado P. Umbreno, que entrase encontacto con esos alóbroges. Se celebró una reunión en la casa de D. Bruto, cerca del foro. Los conjurados

pidieron ayuda a los galos, prometiendo acambio hacer anular sus deudas. Pero losalóbroges, sopesando los pros y loscontras, decidieron que la decisión mássegura era denunciar a los conjurados alcónsul. Este organizó entonces unaemboscada: los alóbroges debían obtenerde los conjurados un compromiso escritoque se llevarían con ellos. Cuando, el 3 dediciembre, los delegados galos, en elcamino de vuelta, se presentaron en elpuente Milvio (sobre el Tíber, en la salidanorte de Roma), fueron detenidos porunos soldados por orden de dos pretores.Cicerón tenía por fin pruebas escritas dela traición. Inmediatamente hace arrestara los conjurados cuyos nombres figuranen los documentos interceptados, realizapesquisas en sus domicilios y convoca alsenado en el templo de la Concordia (alpie del Capitolio).”

(P. GRIMAL, o.c., pp. 167-168)

Page 47: Tema 8.Cicerón 3

Isdem temporibus Romae Lentulus, sicuti Catilina praeceperat, quoscumque moribus aut fortuna nouis rebus idoneoscredebat aut per se aut per alios sollicitabat, neque solum ciuis, sed quoiusque modi genus hominum, quod modo bello usuiforet. Igitur P. Vmbreno quoidam negotium dat uti legatos Allobrogum requirat eosque, si possit, inpellat ad societatem belli,existumans publice priuatimque aere alieno oppressos, praeterea quod natura gens Gallica bellicosa esset, facile eos ad taleconsilium adduci posse. Vmbrenus, quod in Gallia negotiatus erat, plerisque principibus ciuitatum notus erat atque eosnouerat. Itaque sine mora, ubi primum legatos in foro conspexit, percontatus pauca de statu ciuitatis et quasi dolens eiuscasum requirere coepit quem exitum tantis malis sperarent. Postquam illos uidet queri de auaritia magistratuum, accusaresenatum quod in eo auxili nihil esset, miseriis suis remedium mortem exspectare (...). Ille eos in domum D. Bruti perducit,quod foro propinqua erat neque aliena consili propter Semproniam; nam tum Brutus <ab> Roma aberat. PraetereaGabinium arcessit, quo maior auctoritas sermoni inesset. Eo praesente coniurationem aperit, nominat socios, praetereamultos quoiusque generis innoxios, quo legatis animus amplior esset. Deinde eos pollicitos operam suam domum dimittit...

Mientras tanto en Roma, Léntulo, según las órdenes de Catilina, personalmente o por intermediarios, trataba de ganarsea cuantos consideraba idóneos para la revolución, por sus costumbres o por su dinero; y no sólo a los que tenían lacondición de ciudadanos, sino a toda clase de sujetos de cualquier condición con tal de que fuesen útiles para la guerra.

En esta línea, encargó a un tal Publio Umbreno que tratara de entrevistarse con los legados de los alóbroges, y a serposible, los moviera a hacerse aliados suyos en la guerra, pensando que sería fácil convencerlos, porque estabanabrumados de deudas, tanto privadas como públicas, y además porque el pueblo galo es por naturaleza belicoso.

Umbreno había sido comerciante en la Galia, y por eso era conocido de la mayor parte de los jefes de sus ciudades, y él,a su vez, los conocía a ellos. Así pues, tan pronto como se encontró con los legados en el foro, les hizo algunas preguntassobre la situación en que se hallaba su gente, y, como quien lamentara su deplorable estado, comenzó a interesarse por lasolución que podían esperar para tan grandes males. Después de oírles quejarse de la rapacidad de los magistrados, culparal Senado de que no les prestaba ayuda ninguna, y afirmar que el único remedio para sus desdichas era esperar la muerte,(...).

Él los llevó a casa de Décimo Bruto, porque estaba cerca del foro y algo tenía que ver con el complot a través deSempronia, ya que Bruto por entonces se encontraba lejos de Roma. Hizo venir también allí a Gabinio, a fin de que suspalabras tuvieran mayor crédito; en presencia de Gabinio, él les puso al corriente de todo lo relativo a la conjuración, dio losnombres de los implicados, y también los de otros muchos de diversa condición que eran inocentes, con el fin de animarmás a los legados; y acto seguido, habiéndole ellos prometido su colaboración, los despidió...

SALUSTIO, Cat. 39-46:

Page 48: Tema 8.Cicerón 3

... Sed Allobroges diu in incerto habuere quidnam consili caperent. In altera parte erat aes alienum, studium belli, magnamerces in spe uictoriae; at in altera maiores opes, tuta consilia, pro incerta spe certa praemia. Haec illis uoluentibus tandemuicit fortuna rei publicae. Itaque Q. Fabio Sangae, quoius patrocinio ciuitas plurumum utebatur, rem omnem uti cognouerantaperiunt. Cicero per Sangam consilio cognito legatis praecepit ut studium coniurationis uehementer simulent, ceterosadeant, bene polliceantur dentque operam uti eos quam maxume manufestos habeant.(...)

Sed Allobroges ex praecepto Ciceronis per Gabinium ceteros conueniunt. Ab Lentulo, Cethego, Statilio, item Cassio postulantius iurandum quod signatum ad ciuis perferant: aliter haud facile eos ad tantum negotium inpelli posse.(...)

His rebus ita actis, constituta nocte qua profiscerentur, Cicero per legatos cuncta edoctus L. Valerio Flacco et C. Pomptinopraetoribus imperat ut in ponte Muluio per insidias Allobrogum comitatus deprehendant.(...)

... Los alóbroges dudaron largo tiempo sobre la decisión que debían tomar. Por una parte hacían fuerza sus deudas, susdeseos de lucha, la recompensa grande tras la esperada victoria; por otra, estaba el hecho de que las tropas de la Repúblicaeran superiores, los planes políticos más seguros, las ventajas económicas ciertas frente a unas esperanzas inciertas.Después de pensarlo mucho, al fin triunfó la buena fortuna de la República.

Así que fueron a contárselo todo, tal como lo habían oído, a Quinto Fabio Sanga, grandísimo valedor de su pueblo.Cuando Cicerón por medio de Sanga conoció la trama, aconsejó a los legados que aparentasen tener ardientes deseos deentrar en la conjuración, que se reuniesen con los demás conjurados, que les hiciesen bonitas promesas y lograran que seles confiasen lo más abiertamente posible.(...)

Los alóbroges, siguiendo las indicaciones de Cicerón, se reunieron por mediación de Gabinio con el resto de losconjurados. Pidieron a Léntulo, Cetego y Estatilio, así como a Casio, un testimonio escrito bajo juramento con lo acordadopara llevárselo, garantizado con sellos, a sus compatriotas, porque si no, no era fácil que aceptaran entrar en una empresatan arriesgada.(...)

Dispuestas así las cosas y fijada la noche en que iban a partir, Cicerón, que lo sabía todo por informes de los legados,manda a los pretores Lucio Valerio Flaco y Gayo Pontino que sorprendan mediante una emboscada en el Puente Milvio a lacomitiva de los alóbroges. (...)

Page 49: Tema 8.Cicerón 3

Quibus rebus confectis omnia propere per nuntios consuli declarantur. At illum ingens cura atque laetitia simuloccupauere. Nam laetabatur intellegens coniuratione patefacta ciuitatem periculis ereptam esse; porro autem anxius erat,dubitans in maxumo scelere tantis ciuibus deprehensis quid facto opus esset: poenam illorum sibi oneri, inpunitatemperdundae rei publicae fore credebat. Igitur confirmato animo uocari ad sese iubet Lentulum, Cethegum, Statilium,Gabinium itemque Caeparium Tarracinensem, qui in Apuliam ad concitanda seruitia proficisci parabat. Ceteri sine moraueniunt; Caeparius, paulo ante domo egressus, cognito indicio ex urbe profugerat. Consul Lentulum, quod praetor erat, ipsemanu tenens in senatum perducit, relicuos cum custodibus in aedem Concordiae uenire iubet...

Terminada la operación, rápidamente se dio cuenta de ello al cónsul por medio de unos mensajeros. Él se sintió lleno depreocupación y de alegría al mismo tiempo. Se alegraba porque, descubierta la conjuración, veía que la ciudad quedabafuera de peligro; pero le preocupaba el no saber qué convendría hacer con ciudadanos tan importantes sorprendidos en undelito tan enorme; pensaba que castigarlos iba a traer una responsabilidad muy grande sobre él, y dejarlos impunes sería laperdición de la República.

Al fin, armado de valor, mandó traer a su presencia a Léntulo, Cetego, Estatilio y Gabinio, así como también a Cepario deTerracina, que estaba preparado para marchar a la Apulia con la intención de sublevar a los esclavos. Todos acuden sintardanza, menos Cepario que acababa de salir de casa, y enterado de que habían sido delatados, había huido de Roma.

El cónsul conduce a Léntulo al Senado, llevándolo cogido de la mano, porque era pretor, mientras ordena que los otrosacudan al Templo de la Concordia, custodiados por los guardianes...

Page 50: Tema 8.Cicerón 3

... Eo senatum aduocat magnaque frequentia eius ordinis Volturcium cum legatis introducit; Flaccum praetorem scriniumcum litteris quas a legatis acceperat eodem adferre iubet. (...)

... En dicho templo reúne al Senado, y ante gran número de senadores manda comparecer a Volturnio y a los legados yordena al pretor Flaco que traiga la arqueta con la carta que le habían enviado los legados. (...)

Page 51: Tema 8.Cicerón 3

“Salustio, en ese momento, evoca la mezcla de sentimientos de Cicerón: su felicidad por haber desveladola conjuración y librado a la patria de los peligros que corría, pero, al mismo tiempo, su apuro al no saberqué debía hacer después de arrestar a ciudadanos de tan alto rango. Pero nadie puede detener ya ni lainvestigación del senado ni el viraje en la opinión popular: hasta entonces bastante favorable a Catilina, alque considera su defensor, la plebe se vuelve de repente hostil a él, en cuanto entiende que la revoluciónsupondría para ella pérdidas y sufrimientos. Cicerón recibe elogios sin cuento...

... Pronuncia ante el pueblo su tercera Catilinaria: es el final de la tarde, la noche va a caer; por últimavez, los ciudadanos toman las precauciones necesarias, se encierran en sus casas, hacen rondas. Prontovolverá la calma, con la paz, a la Ciudad salvada gracias al celo del cónsul...”

(P. GRIMAL, o.c., p. 168)

Interea plebs coniuratione patefacta, quae primo cupida rerum nouarum nimis bello fauebat,mutata mente Catilinae consilia exsecrari, Ciceronem ad caelum tollere: ueluti ex seruitute ereptagaudium atque laetitiam agitabat. Namque alia belli facinora praedae magis quam detrimento fore,incendium uero crudele, inmoderatum ac sibi maxume calamitosum putabat, quippe quoi omnescopiae in usu cotidiano et cultu corporis erant.

Entre tanto la plebe, que al principio por el afán de novedades era ferviente partidaria de laguerra, al ser descubierta la conjura, cambiando de actitud, maldecía los proyectos de Catilina, yponía por las nubes a Cicerón; como si hubiera sido arrancada de la esclavitud, así exteriorizaba sugozo y su algazara. Pues pensaba que los otros actos de la guerra le traerían más ventajas queperjuicios; pero incendiar la ciudad le parecía un acto cruel, desmedido y sumamente calamitosopara ella misma, cuando sus únicas posesiones eran objetos de uso diario y prendas de vestir.

SALUSTIO, Cat. 48:

Page 52: Tema 8.Cicerón 3

La tribuna „nueva‟ de los Rostra, en el Foro de Roma: reconstrucción virtual

3 de diciembre, tras la reunión del Senado, un Cicerón eufórico pronuncia en la tribuna de los

oradores, ante el pueblo, la TERCERA CATILINARIA

M. TVLLI CICERONIS IN L. CATILINAM ORATIO TERTIA

HABITA AD POPVLVM

Page 53: Tema 8.Cicerón 3

Rem publicam, Quirites, vitamque omnium vestrum, bona, fortunas, coniuges liberosque vestros atque hoc domicilium

clarissimi imperii, fortunatissimam pulcherrimamque urbem, hodierno die deorum immortalium summo erga vos amore,laboribus, consiliis, periculis meis e flamma atque ferro ac paene ex faucibus fati ereptam et vobis conservatam ac restitutamvidetis. Et si non minus nobis iucundi atque inlustres sunt ei dies quibus conservamur quam illi quibus nascimur, quod salutiscerta laetitia est, nascendi incerta condicio est quod sine sensu nascimur, cum voluptate servamur, profecto, quoniam illum quihanc urbem condidit ad deos immortalis benivolentia famaque sustulimus, esse apud vos posterosque vestros in honoredebebit is qui eandem hanc urbem conditam amplificatamque servavit. (Cic., Cat. III 1)

Veis, ciudadanos, que la república, la vida de todos vosotros, vuestros bienes y fortunas, vuestras mujeres e hijos, y estaciudad, la más próspera y hermosa, sede del más brillante imperio, han sido en el día de hoy liberados de las llamas y de lamuerte y, me atrevería a decir, de las fauces del destino, y os han sido conservados y restituidos, gracias al inmenso amor delos dioses para con vosotros, y a mis previsiones, a mis desvelos y a los riesgos que he corrido.

Y si para nosotros no son menos placenteros y memorables los días en que nos salvan la vida que aquéllos en los quenacemos (puesto que la alegría de haberse salvado es cierta y la condición de nacer incierta, y puesto que nacemos sin serconscientes de ello y al salvarnos experimentamos cierto placer), por eso, ya que al que fundó esta ciudad lo hemos elevado ala categoría de los dioses inmortales con nuestro afecto y estima, el que ha salvado a esta misma ciudad, ya fundada yengrandecida, deberá ser honrado por vosotros y por vuestros descendientes. (trad. de C. López de Juan)

Page 54: Tema 8.Cicerón 3

“ ... Todo el final del discurso está impregnado de una atmósfera religiosa; desde hacía varios años, lospresagios desfavorables se venían multiplicando, había caído el rayo sobre el Capitolio y no había libradode la destrucción a la Loba amamantando a Rómulo. Los arúspices habían ordenado levantar una estatuade Júpiter más grande que la que ya existía, y dirigirla hacia oriente, es decir, hacia el foro. Las obras sehabían llevado a cabo sin demasiada energía, y no habían terminado hasta ese día. Cicerón deduce de elloun feliz presagio. Las dificultades tocan a su fin. Las advertencias hechas por los dioses durante elaugurium salutis son por fin claras; se referían a la conjuración, y ahora se han desvanecido.”

(P. GRIMAL, o.c., p. 168)

Page 55: Tema 8.Cicerón 3

“La noche del 3 de diciembre se daba la circunstancia de que, precisamente, las damas romanas estabancelebrando la fiesta de Bona Dea (la Buena Diosa) en casa de Cicerón. Los hombres estaban excluidos delas ceremonias, de modo que Cicerón pasaba aquella velada fuera. Y de pronto, en plena noche, y en mediode sus reflexiones sobre la actitud que debía adoptar, Terencia viene a verlo y le dice que se ha producidoun prodigio: cuando la ceniza, sobre el altar en el que estaban quemando las ofrendas a Bona Dea, parecíaya enfriada, se levantó de repente una gran llama. Las vestales (entre las que se encontraba Fabia, lahermanastra de Terencia) interpretaron el presagio. Es la propia diosa (a la que rogaban la salvaguarda deRoma) la que lo envía. Cicerón tiene que proseguir con su acción contra los conjurados; en ese caso, elcamino de la seguridad y la gloria será iluminado por una intensa luz. Tales son, más o menos, las palabrasde Plutarco, que ha conservado hasta hoy el recuerdo de esta extraña escena. La llama del altar, y tambiénlos consejos de Quinto Cicerón y del “filósofo” neopitagórico Nigidio Fígulo, que se encontraban aquellanoche junto a Cicerón, acabaron de decidir al cónsul.

Durante la jornada del día 4, en el senado siguió adelante la investigación. (...)

(P. GRIMAL, o.c., p. 169)

SALUSTIO, Cat. 48-49

Post eum diem quidam L. Tarquinius ad senatum adductus erat, quem ad Catilinam proficiscentem ex itinere retractumaiebant. Is quom se diceret indicaturum de coniuratione si fides publica data esset, iussus a consule quae sciret edicere,eadem fere quae Volturcius de paratis incendiis, de caede bonorum, de itinere hostium senatum docet; ...

Al día siguiente, fue conducido ante el Senado un tal Lucio Tarquinio, de quien se dijo que había sido capturado cuandoiba de camino para unirse a Catilina. Al proclamar este individuo que, si se le prometía solemnemente la impunidad,revelaría cosas sobre la conjuración, ordenándole el cónsul que declarara lo que sabía, manifestó ante el Senado casi lomismo que Volturcio acerca de la preparación de incendios, el asesinato de personas principales, y la venida de losenemigos sobre Roma; ...

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... praeterea se missum a M. Crasso qui Catilinae nuntiaret ne eum Lentulus et Cethegus aliique ex coniuratione deprehensiterrerent, eoque magis properaret ad urbem adcedere, quo et ceterorum animos reficeret et illi facilius e periculo eriperentur.Sed ubi Tarquinius Crassum nominauit, hominem nobilem, maxumis diuitiis, summa potentia, alii rem incredibilem rati, parstametsi uerum existumabant, tamen quia in tali tempore tanta uis hominis magis leniunda quam exagitanda uidebatur,plerique Crasso ex negotiis priuatis obnoxii, conclamant indicem falsum esse, deque ea re postulant uti referatur. Itaqueconsulente Cicerone frequens senatus decernit Tarquini indicium falsum uideri eumque in uinculis retinendum neque ampliuspotestatem faciundam, nisi de eo indicaret quoius consilio tantam rem esset mentitus. Erant eo tempore qui existumarentindicium illud a P. Autronio machinatum quo facilius, appellato Crasso, per societatem periculi relicuos illius potentia tegeret;alii Tarquinium a Cicerone inmissum aiebant, ne Crassus more suo suspecto malorum patrocinio rem publicam conturbaret.Ipsum Crassum ego postea praedicantem audiui tantam illam contumeliam sibi ab Cicerone inpositam.

Sed isdem temporibus Q. Catulus et C. Piso neque precibus neque gratia neque pretio Ciceronem inpellere potuere uti perAllobroges aut alium indicem C. Caesar falso nominaretur. Nam uterque cum illo grauis inimicitias exercebat (...).

... añadió además que él había sido enviado por Marco Craso para que avisara a Catilina que no debía asustarse por ladetención de Léntulo, Cetego y los demás conjurados, y que se diera prisa a venir sobre la ciudad a fin de dar ánimos a losdemás y facilitar que aquéllos quedasen libres del peligro que corrían.

Pero cuando Tarquinio pronunció el nombre de Craso, hombre noble, sumamente rico y poderoso, unos porque pensabanque aquello era un infundio, otros, porque, aunque lo tenían por cierto, creían que en aquellas circunstancias a una personatan influyente valía más dejarla en paz que hostigarla –la mayor parte de ellos debían favores a Craso por sus negociosprivados-, todos a una gritan llamando mentiroso al delator y piden que se abra un debate sobre ello. Así pues, propuesta ladeliberación por Cicerón, el Senado, muy concurrido aquel día, decidió que la delación de Tarquinio se consideraba falsa, quea él se le retenía en prisión y no se le permitía declarar más, a no ser que denunciase a la persona que le había inducido alanzar tan gran patraña.

Por entonces algunos pensaron que aquella delación había sido maquinada por Publio Autronio, buscando, al implicar aCraso, que en el peligro común, su poder protegiera a los demás más fácilmente. Otros dijeron que Tarquinio había sido uninstrumento de Cicerón, a fin de que Craso no alterase el orden público, si, como solía hacer, tomaba a su cargo la defensajudicial de aquellos malvados. Al mismo Craso le oí yo decir públicamente más tarde que Cicerón había levantado contra élsemejante infamia.

Pero por aquel entonces Quinto Cátulo y Gayo Pisón no pudieron convencer a Cicerón, ni con ruegos, ni por amistad, ni condinero, para que por medio de los alóbroges o de otro delator, acusara falsamente a Gayo César. Ellos dos mantenían conCésar gran enemistad (…)

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Res autem opportuna uidebatur quod is priuatim egregia liberalitate, publice maxumis muneribus grandem pecuniam debebat.Sed ubi consulem ad tantum facinus inpellere nequeunt, ipsi singillatim circumeundo atque ementiundo quae se ex Volturcioaut Allobrogibus audisse dicerent magnam illi inuidiam conflauerant, usque eo ut nonnulli equites Romani, qui praesidi causacum telis erant circum aedem Concordiae, seu periculi magnitudine seu animi mobilitate inpulsi, quo studium suom in rempublicam clarius esset egredienti ex senatu Caesari gladio minitarentur.

Templo de la Concordia

La ocasión, a la verdad, parecía muy propicia, porque César tenía deudas enormes a causa de una desmesurada liberalidaden su vida privada, y de los suntuosos espectáculos que daba como hombre público. Mas, como no pudieron convencer alcónsul para que cometiera un abuso de tal magnitud, ellos mismos, cada uno por su lado, intrigando e inventando falsedadesque aseguraban haber oído contar a Volturcio o a los alóbroges, lograron despertar contra él una aversión grande, hasta elextremo de que ciertos caballeros de Roma, que provistos de sus armas hacían guardia delante del templo de la Concordia,movidos por la magnitud del peligro o en un arrebato de indignación, para hacer una inequívoca demostración de su amor ala república, repetidas veces amenazaron con la espada a César según salía del Senado.

Page 58: Tema 8.Cicerón 3

“La atmósfera estaba cada vez más envenenada. Había que acabar con aquello.

El desenlace del drama se produjo en la jornada siguiente, 5 de diciembre, día de las nonas. Cicerón, unavez más, convocó al senado y le preguntó cuál debía ser la suerte de los conjurados presos. El cónsuldesignado, Silano, se decantó por la muerte. Lo siguieron varios senadores. Cuando llegó el turno de César,este pronunció un discurso bastante largo cuya esencia nos ha llegado gracias a Salustio. En él alertaba alos padres contra una resolución dictada por la cólera; advirtió respetuosamente de que las leyes ycostumbres de los romanos los obligaban a mostrarse clementes. Hay otros medios además de la muertepara impedir que los conjurados hagan daño...”

(P. GRIMAL, o.c., p. 170)

Dum haec in senatu aguntur et dum legatis Allobrogum et T. Volturcio, conprobato eorum indicio, praemia decernuntur, liberti et pauci ex clientibus Lentuli diuorsis itineribus opifices atque seruitia in uicis ad eum eripiundum sollicitabant; partim exquirebant duces multitudinum, qui pretio rem publicam uexare soliti erant. Cethegus autem per nuntios familiam atque libertos suos, lectos et exercitatos, orabat in audaciam, ut grege facto cum telis ad sese inrumperent.

Mientras esto pasaba en el Senado, y mientras se decretaba dar una recompensa a los legados de los alóbroges y a Tito Volturcio después de haberse comprobado la exactitud de su delación, los libertos y algunos clientes de Léntulo iban de un lado para otro por los barrios incitando a los artesanos y a los esclavos a que fueran a sacarlo de la prisión por la fuerza; parte de ellos andaba buscando a los cabecillas de la chusma, que por dinero estaban siempre dispuestos a alterar el orden público.

Cetego, a su vez, enviaba mensajes a sus esclavos y libertos, gente escogida y experimentada, animándolos a arriesgarse para que, todos a una, armados se abrieran camino hasta él.

SALL., Cat. 50-52

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La curia Hostilia (> Julia 52 a.C. – 29 a.C.; reconstrucción de Diocleciano, post. 283 d.C.)

Consul ubi ea parari cognouit, dispositis praesidiis ut res atque tempus monebat, conuocato senatu refert quid de iis fieri placeat qui in custodiam traditi erant. Sed eos paulo ante frequens senatus iudicauerat contra rem publicam fecisse...

El cónsul, cuando se enteró de lo que andaban preparando, colocó destacamentos de soldados en la Curia, como lo exigían las circunstancias, reunió al senado y sometió a debate la cuestión sobre qué les parecía que debería hacerse con aquellos que estaban puestos en custodia en casas particulares. Tengamos en cuenta que pocos días antes el Senado en pleno los había declarado enemigos públicos de la República...

Page 60: Tema 8.Cicerón 3

La curia: fachada principal

Decio Junio Silano, que votaba elprimero, porque a la sazón era cónsulelecto, opinó entonces que los que sehallaban presos en custodia, y ademásLucio Casio, P. Furio, Publio Umbreno yQuinto Anio, si se lograba prenderlos,debían ser condenados a la penacapital; pero más tarde, el mismoSilano, convencido por el discurso deGayo César, dijo que se iba a sumar aldictamen de Tiberio Nerón, el cual habíaopinado que ese asunto debía debatirsede nuevo, añadiendo más soldados a losque estaban de guarnición. César,cuando llegó su turno y el cónsul lepreguntó su parecer, pronunció elsiguiente discurso (...).

Tum D. Iunius Silanus, primus sententiam rogatus quod eo tempore consul designatus erat, de iis qui in custodiis tenebantur, et praeterea de L. Cassio, P. Furio, P. Vmbreno, Q. Annio, si deprehensi forent, supplicium sumundum decreuerat; isque postea permotus oratione C. Caesaris pedibus in sententiam Ti. Neronis iturum se dixit, qui de ea re praesidiis additis referundum censuerat. Sed Caesar, ubi ad eum uentum est, rogatus sententiam a consule huiusce modi verba locutus est (...).

Page 61: Tema 8.Cicerón 3

Fachada principal de la curia (reconstrucción virtual)

Ante la expectación despertada por la divergencia de las opiniones expuestas, Cicerón toma la

palabra y pronuncia la CUARTA CATILINARIAM. TVLLI CICERONIS IN L. CATILINAM ORATIO

QVARTA HABITA IN SENATV

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Parte posterior de la curia (reconstrucción virtual)

Page 63: Tema 8.Cicerón 3

Video, patres conscripti, in me omnium vestrum oraatque oculos esse conversos, video vos non solum devestro ac rei publicae verum etiam, si id depulsum sit,de meo periculo esse sollicitos. Est mihi iucunda inmalis et grata in dolore vestra erga me voluntas, sedeam per deos immortalis! deponite atque obliti salutismeae de vobis ac de vestris liberis cogitate. Mihi sihaec condicio consulatus data est ut omnis acerbitates,omnis dolores cruciatusque perferrem, feram nonsolum fortiter verum etiam libenter, dum modo meislaboribus vobis populoque Romano dignitas salusquepariatur...

(Cic., Cat. IV 1-4)

Vista del interior de la Curia

Veo, senadores, que los rostros y las miradas detodos vosotros están centrados en mí. Veo que estáispreocupados no sólo por el peligro que corréisvosotros y la república, sino también por el que corroyo, aun en el caso de que el vuestro lograraconjurarse. Vuestra solicitud hacia mí me resultaconsoladora en la desgracia y grata en el dolor, pero,por los dioses inmortales, desentendeos de ella,olvidaos de mi seguridad y pensad en vosotros y envuestros hijos. Si me ha tocado un tipo de consuladotal que tengo que soportar todas las amarguras ytodos los sufrimientos y tormentos del mundo, lo haréno ya con valentía sino hasta con gusto, con tal deque mis fatigas redunden en dignidad y seguridadpara vosotros y para el pueblo romano...

Page 64: Tema 8.Cicerón 3

Ego sum ille consul, patres conscripti, cui non forum in quo omnis aequitas continetur, non campus consularibus auspiciisconsecratus, non curia, summum auxilium omnium gentium, non domus, commune perfugium, non lectus ad quietem datus,non denique haec sedes honoris umquam vacua mortis periculo atque insidiis fuit. Ego multa tacui, multa pertuli, multaconcessi, multa meo quodam dolore in vestro timore sanavi...

Yo soy ese cónsul, senadores, que en ningún momento se ha visto libre del peligro de muerte y de las asechanzas ni en elforo, donde se asienta toda justicia, ni en el Campo de Marte, lugar consagrado por los auspicios consulares, ni en la Curia,refugio supremo de todos los pueblos, ni en la casa, refugio de cada uno de nosotros, ni en el lecho, lugar destinado aldescanso, ni, por último, en esta silla curul, asiento de honor. Mucho he callado, mucho he tolerado, mucho he transigido,mucho he remediado con un cierto sufrimiento por mi parte al temer por vosotros...

Page 65: Tema 8.Cicerón 3

Y ahora, si los dioses inmortales han querido que laculminación de mi consulado sea que yo os libre avosotros y al pueblo romano de la matanza máslastimosa, a vuestras esposas e hijos y a las vírgenesvestales de los más infamantes ultrajes, a los templosy santuarios, a esta patria nuestra, la más hermosa detodas, de las llamas más horrorosas, y a Italia enterade la guerra y la devastación, sea bienvenido todocuanto la suerte me tenga reservado a mí solo.Efectivamente, si Publio Léntulo, inducido por losadivinos, llegó a pensar que su nombre iba a ser fatalpara la ruina de la república, ¿por qué no me voy aalegrar yo de que mi consulado haya resultado, porasí decirlo, fatal para la salvación del pueblo romano?

Reconstrucción virtual del interior de la Curia

Nunc si hunc exitum consulatus mei di immortalesesse voluerunt ut vos populumque Romanum excaede miserrima, coniuges liberosque vestrosvirginesque Vestalis ex acerbissima vexatione, templaatque delubra, hanc pulcherrimam patriam omniumnostrum ex foedissima flamma, totam Italiam ex belloet vastitate eriperem, quaecumque mihi uniproponetur fortuna subeatur. Etenim si P. Lentulussuum nomen inductus a vatibus fatale ad perniciemrei publicae fore putavit, cur ego non laeter meumconsulatum ad salutem populi Romani prope fatalemexstitisse?

Page 66: Tema 8.Cicerón 3

Qua re, patres conscripti, consulite vobis, prospicitepatriae, conservate vos, coniuges, liberos fortunasquevestras, populi Romani nomen salutemque defendite;mihi parcere ac de me cogitare desinite. Nam primumdebeo sperare omnis deos qui huic urbi praesident pro eomihi ac mereor relaturos esse gratiam; deinde, si quidobtigerit, aequo animo paratoque moriar. Nam nequeturpis mors forti viro potest accidere neque immaturaconsulari nec misera sapienti. (...) Qua re, patresconscripti, incumbite ad salutem rei publicae,circumspicite omnes procellas quae impendent nisiprovidetis. (...)

Por tanto, senadores, mirad por vosotros, velad por lapatria, salvaos a vosotros mismos, a vuestras esposas ehijos y a vuestros patrimonios; defended el nombre y laseguridad del pueblo romano. Dejad de preocuparos pormi persona y de pensar en mí. Pues, primero, deboesperar que todos los dioses que gobiernan esta ciudadme van a recompensar según mis méritos; y luego, siocurriera alguna desgracia, sabré morir con tranquilidady firmeza de ánimo. Efectivamente, la llegada de lamuerte no puede significar algo vergonzoso para unhombre valiente, ni algo prematuro para un ex cónsul, nialgo lamentable para un sabio. (...)

Por lo tanto, senadores, esforzaos en la salvación de lapatria, contemplad a vuestro alrededor todas lasborrascas que os amenazan si no tomáis medidas. (...)

Page 67: Tema 8.Cicerón 3

(...) Quae sunt omnia eius modi ut ei qui in custodiamnominatim dati sunt sine ulla dubitatione a vobisdamnati esse videantur.

Sed ego institui referre ad vos, patres conscripti,tamquam integrum, et de facto quid iudicetis et depoena quid censeatis. Illa praedicam quae suntconsulis. Ego magnum in re publica versari furorem etnova quaedam misceri et concitari mala iam pridemvidebam, sed hanc tantam, tam exitiosam habericoniurationem a civibus numquam putavi. Nuncquicquid est, quocumque vestrae mentes inclinantatque sententiae, statuendum vobis ante noctem est.(...)

(...) Todas estas actuaciones son de tal cariz que da laimpresión de que a esos que han sido puestosformalmente bajo vigilancia los habéis condenado yasin la más mínima vacilación.

No obstante he decidido someterlo a vuestradeliberación, como si fuera un asunto nuevo, paraconocer vuestras opiniones sobre los hechos y vuestraspropuestas sobre la pena. Antes voy a decir lo que escompetencia del cónsul. Ya hacía tiempo queobservaba yo que se abatía sobre la república unasinrazón considerable, que se tramaba algún tipo derevolución y que se concitaban desgracias, pero nuncacreí que unos ciudadanos estuvieran preparando unaconjuración de tales dimensiones y tan destructiva.Ahora, sea lo que sea, adondequiera que se incline ladecisión de vuestras mentes, tenéis que pronunciarosantes de la noche. (...)

Page 68: Tema 8.Cicerón 3

Video duas adhuc esse sententias, unam D. Silani qui censet eos qui haec delere conati sunt morte esse multandos, alteramC. Caesaris qui mortis poenam removet, ceterorum suppliciorum omnis acerbitates amplectitur.

Veo que por el momento hay dos propuestas: una de Domicio* Silano, que opina que a quienes han intentado destruir todoesto hay que condenarlos a muerte, y otra de Gayo César, que descarta la pena de muerte, pero aprueba la aplicación delmáximo rigor en todos los demás castigos.

* evidentemente se trata de un lapsus del traductor, que, sin embargo, en nota a pie de página da el nombre correcto, Décimo Junio Silano.

Page 69: Tema 8.Cicerón 3

Cic., Cat. IV 11.24: el final del discurso: Quapropter de summa salute vestra populique Romani, de vestris coniugibus acliberis, de aris ac focis, de fanis atque templis, de totius urbis tectis ac sedibus, de imperio ac libertate, de salute Italiae, deuniversa re publica decernite diligenter, ut instituistis, ac fortiter. Habetis eum consulem qui et parere vestris decretis nondubitet et ea quae statueritis, quoad vivet, defendere et per se ipsum praestare possit.

Por lo tanto, votad con diligencia, tal como habéis decidido, y con firmeza sobre vuestra suprema seguridad y la del puebloromano, sobre vuestras esposas e hijos, sobre los altares y hogares, sobre los santuarios y templos, sobre las casas y moradasde la ciudad toda, sobre el imperio y la libertad, sobre la salvación de Italia y sobre la república entera. Tenéis un cónsul queno dudará en cumplir vuestras decisiones y que estará en condiciones, mientras viva, de defender lo que acordéis y deresponder por sí mismo de ello. (trad. de C. López de Juan)

Page 70: Tema 8.Cicerón 3

Cuando César terminó de hablar, el resto de lossenadores fueron adhiriéndose, escuetamente, auna u otra opinión. Pero Marco Porcio Catón, alllegarle el turno de exponer su parecer, pronunció elsiguiente discurso (...).

Cuando Catón volvió a su asiento, todos lossenadores consulares, así como la mayoría de losrestantes senadores alabaron su dictamen,poniendo por las nubes su entereza, y seincrepaban unos a otros, llamándose cobardes.Catón era ya antes considerado un hombre ilustre yun personaje extraordinario. El decreto del Senadose redactó de acuerdo con su opinión.

SALUSTIO, Cat. 52-53

Postquam Caesar dicundi finem fecit, ceteri uerboalius alii uarie adsentiebantur. At M. Porcius Catorogatus sententiam huiusce modi orationem habuit(…).

Postquam Cato adsedit, consulares omnesitemque senatus magna pars sententiam eiuslaudant, uirtutem animi ad caelum ferunt, alii aliosincrepantes timidos uocant. Cato clarus atquemagnus habetur; senati decretum fit sicuti illecensuerat.

“... Aquellas palabras* llegaron a muchos de los oyentes. Pero a continuación habló Catón, que se mostróimplacable. La severidad de Catón acabó imponiéndose...” (P. GRIMAL, o.c., p. 170)

* las de César

Page 71: Tema 8.Cicerón 3

El Mamertinum bajo la iglesia de S. Pietro in carcere

SALL., Cat. 55

Postquam, ut dixi, senatus in Catonis sententiam discessit,consul optumum factu ratus noctem quae instabat antecapere,ne quid eo spatio nouaretur, triumuiros quae [ad] suppliciumpostulabat parare iubet. Ipse praesidiis dispositis Lentulum incarcerem deducit; idem fit ceteris per praetores...

Después de que, como he dicho, el Senado se inclinó hacia eldictamen de Catón, el cónsul, pensando que lo mejor que sepodía hacer era adelantarse a la llegada de la noche, que ya seechaba encima, para evitar que en ese lapso de tiempo seprodujera alguna revuelta, dio orden a los triunviros de preparartodo lo necesario para el ajusticiamiento de los reos. Él enpersona, con las debidas escoltas, condujo a Léntulo a la cárcel.Los pretores hicieron lo mismo con los demás presos...

“... Esa misma noche, por orden de Cicerón, la sentenciadel senado fue ejecutada. Los culpables, acompañadoshasta la prisión, el siniestro Tuliano, al pie de laciudadela capitolina, por las más grandespersonalidades del senado, fueron ajusticiados...”

(P. GRIMAL, o.c., p. 170)

Page 72: Tema 8.Cicerón 3

Est in carcere locus, quod Tullianum appellatur, ubi paululumascenderis ad laeuam, circiter duodecim pedes humidepressus; ...

Hay en la cárcel, subiendo un poco hacia la izquierda, unlugar llamado el calabozo Tuliano, hundido en tierra comounos doce pies...

Page 73: Tema 8.Cicerón 3

eum muniunt undique parietes atque insuper cameralapideis fornicibus iuncta; sed incultu tenebris odorefoeda atque terribilis eius facies est...

Está cerrado por cuatro paredes a modo de muros y cubierto poruna bóveda en forma de cúpula de piedra; da una impresiónrepugnante y espantosa, porque es sucio, oscuro y maloliente...

Page 74: Tema 8.Cicerón 3

In eum locum postquam demissus est Lentulus, uindicesrerum capitalium, quibus praeceptum erat, laqueo gulamfregere...

A ese lugar bajaron a Léntulo y allí los verdugosencargados de las ejecuciones capitales, según la ordenrecibida, lo estrangularon con una soga...

Page 75: Tema 8.Cicerón 3

Ita ille, patricius ex gente clarissuma Corneliorum, quiconsulare imperium Romae habuerat, dignum moribusfactisque suis exitum [uitae] inuenit. De Cethego, Statilio,Gabinio, Caepario eodem modo supplicium sumptum est.

Así acabó su vida, con el desenlace que merecían suconducta y sus acciones, aquel famoso patricio de la noblefamilia Cornelia que había desempeñado en Roma el cargode cónsul. De igual manera se les aplicó la pena capital aCetego, Estatilio, Gabirio y Cepario.

“... Cuando el último había sido estrangulado,Cicerón pudo declarar ante la multitud silenciosaque los amigos de Catilina “habían vivido”(vixerunt). Entonces se oyeron gritos de alegría y,espontáneamente, se formó un cortejo que,atravesando el foro a la luz de las antorchas,escoltó a Cicerón hasta su casa de las Carenas.*”

(P. GRIMAL, o.c., p. 170)

* El hecho al que se refiere aquí Grimal está en Plutarco (Cicerón22); la traducción más adecuada para vixerunt, evidentemente uneufemismo, podría ser “ya no viven”, “han perdido la vida”.

Page 76: Tema 8.Cicerón 3

“La rebelión aún no estaba completamentederrotada, pues las tropas de Catilina seguíandominando Etruria. Pero aquel pequeñoejército, compuesto por dos legiones, notardó en tener que ponerse a la defensiva.Rodeado por C. Antonio y Q. Metelo Céler,debe combatir cerca de Pistoya. Catilina, quese da cuenta, tras asistir a la derrota, de queno queda más salida que la muerte, cae en lacontienda...”

(P. GRIMAL, o.c., p. 170)

Page 77: Tema 8.Cicerón 3

Sed confecto proelio, tum uero cerneres quanta audacia quantaque animi uis fuisset in exercitu Catilinae. Nam fere quem

quisque uiuos pugnando locum ceperat, eum amissa anima corpore tegebat. Pauci autem, quos medios cohors praetoria disiecerat, paulo diuorsius, sed omnes tamen aduorsis uolneribus conciderant...

Terminado el combate, se pudo comprobar cuánto arrojo y cuánta bravura había demostrado el ejército de Catilina. Casi cada soldado que había perdido la vida cubría con su cuerpo el puesto en que había estado luchando. Sólo unos cuantos a los que la cohorte pretoriana había desalojado del centro de la formación, habían caído un poco más lejos, pero todos habían sucumbido peleando cara a cara...

SALUSTIO, Cat. 61

Page 78: Tema 8.Cicerón 3

Catilina, en cambio, fue encontrado lejos de sus soldados, entre loscuerpos de los enemigos, teniendo todavía algún aliento, y mostrandoen el semblante la misma fiereza de espíritu que en vida había tenido.

Catilina uero longe a suis inter hostium cadauera repertus est, paululum etiam spirans ferociamque animi quam habuerat uiuos in uoltu retinens.

Il ritrovamento del corpo di Catilina dopo la bataglia di Pistoia.Alcide Segoni (1871). Florencia, Galleria dell‟Arte Moderna

Page 79: Tema 8.Cicerón 3

Postremo ex omni copia neque in proelio neque in fuga quisquam ciuis ingenuos captus est: ita cuncti suae hostiumque uitaeiuxta pepercerant. Neque tamen exercitus populi Romani laetam aut incruentam uictoriam adeptus erat; nam strenuissumusquisque aut occiderat in proelio aut grauiter uolneratus discesserat. Multi autem, qui e castris uisundi aut spoliandi gratiaprocesserant, uoluentes hostilia cadauera amicum alii, pars hospitem aut cognatum reperiebant; fuere item qui inimicos suoscognoscerent. Ita uarie per omnem exercitum laetitia maeror, luctus atque gaudia agitabantur.

Sin embargo, la victoria del ejército del pueblo romano fue unavictoria triste y sangrienta; los más valientes, o habían muerto enla lucha, o habían resultado heridos. Muchos que habían venidodesde el campamento, por curiosidad, o para desvalijar a losmuertos, removiendo los cadáveres enemigos, se encontrabanunos con un amigo, otros con un huésped o con un pariente; huboquienes reconocieron allí incluso a algún enemigo personal suyo.

Así cundían por todo el ejército sentimientos encontrados, laalegría y la tristeza, el dolor y el regocijo.

Finalmente, de todos aquellos soldados no cayó prisionero, ni en el campo de batalla ni en la huida, ningún ciudadano deorigen libre: todos habían despreciado su propia vida en el mismo grado que la vida de su enemigo.

C. SALLVSTII CRISPI BELLVM CATILINAE EXPLICIT

Page 80: Tema 8.Cicerón 3

“Esto sucedía a finales del mes de enero, y Cicerón ya habíaconcluido su consulado. Cuando quiso, al dejar sumagistratura, dar cuenta solemnemente de su acción en eldiscurso ante el pueblo, Metelo Nepote, hermano de MeteloCéler y lugarteniente de Pompeyo, tribuno de la plebe desdeel 10 de diciembre, se lo impidió en virtud de su derecho deveto. Cicerón, durante las sesiones del senado que habíanprecedido a las nonas de diciembre, había recibido multitudde alabanzas de los Padres, que lo habían declarado “padrede la patria” y habían ordenado súplicas en su honor, esdecir, agradecimientos a los dioses por haber permitido quese salvara la Ciudad.

Así terminaba aquel consulado, dejando en el espíritu deCicerón un recuerdo ambiguo, de alegría pero también deinquietud, con el pesar también de no haber podido dar unafeliz conclusión a la política que habría permitido sofocar laconjuración en el campo de batalla y, al evitar la ejecuciónde los culpables en la Ciudad, respetar las leyes. Pero elsenado se había negado a escuchar a César, y Cicerón habíacedido: ante sus colegas de la Curia, ante la voluntad de los“ultra”, tal vez ante los signos enviados por los dioses, yprobablemente también ante la voluntad de Terencia,encarnizada enemiga de Catilina, que había comprometido asu hermana Fabia. A decir verdad, tal vez el cónsul habíapensado que los “malos ciudadanos” que se habían aliadocon Catilina podían encontrar imitadores, y que era útil darejemplo. Así pues, después de haberse resistido todo loposible ante quienes le recomendaban la senda del rigor, seresignó a sumarse a ellos.”

(P. GRIMAL, o.c., pp. 170-171)