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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DEL ZULIA
DIVISIÓN DE POSTGRADO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO DE LA NIÑEZ Y DE LA ADOLESCENCIA
TRABAJO ESPECIAL DE GRADO
PREPARACIÓN PARA EL EGRESO DE LOS ADOLESCENTES PRIVADOS DE LIBERTAD
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN PARA OPTAR AL TÍTULO DE ESPECIALISTA EN
DERECHO DE LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA
AUTORA PSIC- MARÍA EUGENIA AMAYA G.
TUTORA: ABOG. DORIS FERMÍN
MARACAIBO, FEBRERO DE 2008
4
DEDICATORIA
Son muchas las personas que debería mencionar en este apartado, ya que gracias a
Dios tengo la fortuna de rodearme con personas que siempre me apoyan, confían y me
tienden la mano de diversas formas…..
Sin embargo hay personas que de manera incondicional ayudaron a la consecución de
esta meta, …
Mami, Papi, Raiza, Luis, Chicho, Johana, por confiar siempre en mí y apoyarme…
A ti Ana que eres para mí ejemplo de constancia, dedicación y superación
Karina, Jusseth, Duglas, Alejandra quienes siempre estuvieron muy cerca todo este
proceso, dándome aliento para continuar
A Marleny Castillo y Dianora por su eterna preocupación en la consecución de esta
meta
Gracias a todos
5
AGRADECIMIENTO
Al Instituto Nacional Del Menor por darme la oportunidad de conocer de cerca la vida de
los adolescentes que han cometido delito, lo que me ha permitido desarrollar mi
sensibilidad a esta población
Magdalis, Ana Lucía, María Cristina por apoyarnos mutuamente en este largo proceso
de incertidumbre y expectativa, pero que al fin lo logramos……
Lcdo. José Nevado y Soc. Guadalupe Lorenzo por su ayuda incondicional
A la Dra. Gyomar Pèrez y Abog. Doris Fermín por sus valiosos aportes
6 Amaya González María Eugenia. PREPARACIÓN PARA EL EGRESO DE LOS ADOLESCENTES PRIVADOS DE LIBERTAD. Trabajo especial de grado. Universidad del Zulia. Programa Postgrado, Especialidad en Derecho de la Niñez y la Adolescencia del Municipio, Maracaibo, Venezuela, 2008, 151 p.
RESUMEN
Este trabajo de investigación tuvo como finalidad conocer si la fase de preparación para el egreso del adolescente establecido en el articulo 642 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente para la medida de privación de libertad se lleva a cabo en los centros de internamiento del Estado Zulia, diseñándose como objetivos generales evaluar de qué manera se hace y formular una propuesta al respecto. El tipo de investigación fue de tipo jurídica de campo y propositiva en la modalidad de proyecto factible. La población empleada fueron los integrantes de los equipos multidisciplinarios de las entidades de atención socioeducativas de privación de libertad. Los datos obtenidos fueron recolectados a través de la documentación bibliográfica y un cuestionario diseñado por la investigadora, analizándose los resultados a través de frecuencias y porcentajes. Se obtuvo como resultado que los integrantes de los equipos multidisciplinarios conocen cómo esta estructurado el proceso de atención en fase de ingreso, permanencia y preparación para el egreso, manejan las categorías de derechos de supervivencia, desarrollo, participación y protección en la fase de preparación para el egreso, así como conoce los objetivos que cumplen la fase de preparación para el egreso destacándose la dimensión sociocomunitaria en el proceso de reinserción social, pero a pesar de esto, desconocen el momento que se inicia la fase de preparación para el egreso, la duración de la misma, los proyectos permanentes y semipermanentes que debe contener. Sobre la base de estos resultados, se elaboró una propuesta de alternativas de solución a la problemática descrita.
Palabras claves: preparación para el egreso, privación de libertad e-mail: maru2ve2@ hotmail.com
7 Amaya González María Eugenia. PREPARACIÓN PARA EL EGRESO DE LOS ADOLESCENTES PRIVADOS DE LIBERTAD. Trabajo especial de grado. Universidad del Zulia. Programa Postgrado, Especialidad en Derecho de la Niñez y la Adolescencia del Municipio, Maracaibo, Venezuela, 2008, 151 p.
ABSTRACT
This work of investigation had like purpose of knowing if ia stage of preparation for the debit established in I articulate 642 of the Statutory law for the Protection of the Boy and of the Adolescent for!a measured of freedom deprivation it is carried out in the centers of internamiento of the Zulia State, designing itself as general missions to evaluate how it becomes and to formulate a proposal on the matter. E! type of legal investigation was of type of propositive field and in!a modality of feasible project. The used population was the members of the multidisciplinary equipment of the socioeducativas organizations of attention of freedom deprivation. The collected data were collected through the bibliographical documentation and a questionnaire designed by the author, having analyzed themselves the results through frequencies and percentage. It was obtained like result that 100 % of the members of the multidisciplinary equipment know how this structured the process of attention in phase of entrance, permanence and preparation for the debit, 60 % handle the categories of survival rights, development, participation and protection in!a stage of preparation for the debit, 100 % knows the objectives that fulfill the stage of preparation for the debit standing out the communitarian dimension partner in e! process of social reintegration, 100 % considered that this preparation is made from the entrance, most of the members do not know e! moment for initiating the preparation for the debit in the adolescents and the permanent duration of the same one, as well as permanent projects and semi to supply itself in this phase. On the base of these results, a proposal of alternatives of described solution to the problematic one was elaborated. Key words: preparation for the debit, deprivation of freedom Palabras claves: preparación para el egreso, privación de libertad e-mail: maru2ve2 @hotmal.com
8
INTRODUCCIÒN
El presente trabajo de investigación se desarrolló en el ámbito jurídico especialmente
dentro del derecho de la niñez y adolescencia, el cual tiene por finalidad analizar si la
fase de preparación para el egreso establecida en la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente y contenida expresamente en la sección dirigida a la
sanción de privación de libertad se cumple en los centros de internamiento de privación
de libertad de adolescentes.
Para desarrollar este trabajo de investigación, inicialmente se realizó el diagnóstico de
cómo se cumple la fase de preparación para el egreso en los centros de internamiento
dirigido a cumplir la medida de privación en adolescentes, para la posterior formulación
de la propuesta en sí.
La primera parte quedó dividida en cuatro capítulos, en el Capítulo I se realizó la
descripción del problema a estudiar, se formularon las preguntas de investigación,
seguidamente se establecieron los objetivos de la misma, lo cual sirvió de guía para el
desarrollo de este trabajo. Así mismo se señaló la importancia del mismo basado en
aspectos sociales, metodológicos, jurídicos y finalmente se delimitó el tema de estudio
tomando en cuenta variables espaciales, temporales y fundamentación teórica.
El capítulo II estuvo dirigido a desarrollar las bases teóricas y legislativas en las que se
fundamentó esta investigación, para ello se tomó en cuenta la legislación interna y los
tratados internacionales suscritos por la República Bolivariana de Venezuela que dan
soporte al Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente. Así mismo teóricamente
se desarrollaron aspectos dirigidos a describir las características del sistema penal de
responsabilidad del adolescente, sanciones a aplicar e integrantes, dando énfasis a las
entidades de atención y los programas socioeducativos, donde los funcionarios que
laboran desarrollan acciones dirigidas a los adolescentes privados de libertad, también
se tomó en cuenta la estructuración del proceso de atención con visión de derecho
9 especificando áreas y fases de atención, se desarrolló los aspectos de la fase de
preparación para el egreso.
Por otra parte, el capítulo III se enfocó a describir la metodología empleada para
desarrollar los objetivos de la investigación, justificándose el tipo de metodología la
cual en su primera parte fue de tipo documental y de campo y la segunda parte de
proyecto factible ya que buscó desarrollar la propuesta. Así mismo, se hace una
descripción de la población empleada, obteniéndose los datos a través de diferentes
vías, inicialmente de manera bibliográfica aunado a un cuestionario el cual fue
construido por la investigadora, de tal modo que permitió conocer si se cumple la fase
de preparación para el egreso tal como lo prevé la ley. Seguidamente se hizo una
descripción de cómo se efectuó el procedimiento.
En el capítulo IV se realizó el análisis de los resultados utilizándose porcentajes y
frecuencias para la realización del mismo. Luego se formularon las conclusiones y
recomendaciones acerca de la investigación.
Cabe destacar que luego de conocer los datos .obtenidos a través del cuestionario se
procedió a realizar la propuesta, la cual constó de objetivos, fundamentación teórica,
justificación, acciones a desarrollar, viabilidad, recurso humano, presupuesto.
10
ÌNDICE GENERAL
PÀG.
Frontispicio 2 Dedicatoria 4
Agradecimiento 5 Resumen 6
Abstract 7 Índice General 8
Índice de Anexos 10
Introducción 11
CAPÌTULO I 13
EL PROBLEMA 13
1. Planteamiento del problema 14
2. Objetivos de la Investigación 21
2.1 Objetivo General 24
2.2 Objetivos Específicos 24
3. Justificación de la investigación 25
4. Delimitación 26
CAPÌTULO II 28
MARCO TEÒRICO 28
1. Antecedentes de la investigación 29
2. Bases teóricas 33
2.1 Evolución histórica del Derecho de Menores 33
2.1.1Doctrina de la Situación Irregular y ley Tutelar del Menor 34
2.1.2 Doctrina de la Protección Integral 37
2.2 Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente 44
2.3 Sanciones 47
2.3.1 Ejecución de las medidas 51
2.3.2 Juez de ejecución 56
2.3.3 Finalidad de las sanciones socioeducativas 58
2.3.4 Derechos en la ejecución de las medidas 61
2.4 Entidades de atención 62
11
2.5 Programa socioeducativo 66
2.5.1 Objetivo del programa 68
2.5.2 Características de los adolescentes en conflicto con la ley penal 69
2.5.3 Contenido socioeducativo 71
2.5.4 Metodología socioeducativa 74
2.5.5 Proceso de atención con visión de derechos 75
2.5.6 Evaluación y seguimiento de los programas 83
2.6 Preparación para el egreso de los adolescentes privados de libertad 87
2.6.1 Componentes de la reinserción social 87
2.6.2 Dimensiones de la intervención 90
2.6.3 Trabajo en redes 92
2.6.4 Reincidencia como variable para el proceso de preparación del adolescente
93
3 Bases Legales 96
3.1 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela 97
3.2 Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente 97
3.3 Reglas Mínimas para la Administración de Justicia de Menores 98 3.4 Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil
99
3.5 Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los menores privados de libertad
100
3.6 Convención sobre los Derechos del Niño 101
CAPÌTULO III 104
MARCO METODOLÒGICO 104
1. Tipo de investigación 105
2. Población 106
3. Técnicas de recolección de datos 106
4. Validación 107
5. Procedimiento 107
CAPÌTULO IV 109
ANALISIS DE RESULTADOS 110
Conclusiones y recomendaciones 114
BIBLIOGRAFIA 119
ANEXOS 124
12
INDICE DE ANEXOS
ANEXO A: Propuesta 125
ANEXO B: Instrumento 145
ANEXO C: Tabla de Frecuencia y Porcentaje de respuestas del 149
Instrumento
ANEXO D: Matriz por Categorías de Derechos 151
13
CAPÌTULO I EL PROBLEMA
14
CAPÌTULO I EL PROBLEMA
1. Planteamiento del Problema.
A partir del siglo XX se ha realizado un esfuerzo universal por ampliar, garantizar y
proteger los derechos fundamentales de las personas humanas, lo que se ha
expresado a través de las adaptaciones de diversos instrumentos jurídicos de carácter
internacional, con cada vez mayor poder vinculante. Este reconocimiento se ha
extendido a los niños y adolescentes quienes por sus características evolutivas se ven
vulnerados ante el mundo de los adultos siendo importante protegerlos y garantizarles
sus derechos, en virtud de las múltiples situaciones a los que son sometidos, tales
como trabajo forzoso, explotación, prostitución, abandono, exclusión, falta de
oportunidades, dada las condiciones de debilidad en las que se encuentran frente al
mundo de los adultos.
Desde comienzos del siglo XX, el modelo de abordaje de la temática de la niñez y
adolescencia que se desarrolla en Occidente vincula la responsabilidad pública y
social con la problemática asociada a situaciones de vulnerabilidad y pobreza. En este
contexto, se consolida el llamado Derecho de Menores, que dará pie al desarrollo de
sistemas de administración de justicia de menores basados en la doctrina de la
Situación Irregular. Bajo esta doctrina, que parte de la negación de los derechos
sociales básicos de los sectores vulnerables, los niños y adolescentes eran
concebidos desde el punto de vista jurídico como incapaz absoluto y carente de juicio
y responsabilidad y por tanto incapaz para ejercer sus propios derechos (González,
2003).
Tal como señala este autor, la ocupación del Estado era la de tutelar, ocuparse de los
niños en conflicto con la ley o en situación de necesidad fundamentalmente. Así el
desarrollo de las instituciones encargadas de la protección de los niños y adolescentes
se basará menos en un interés por proporcionar su bienestar, que en el control de
aquellos que los criterios dominantes de la sociedad identifica como problemáticos
15 para el orden e inclusive la moral pública.
Durante siete décadas (1919-1990) las leyes de menores fueron mucho más que una
epidermis ideológica y mero símbolo de un proceso de criminalización de la pobreza.
Fueron un instrumento determinante en el diseño y ejecución de la política social para
la infancia pobre. Las leyes de menores fueron un instrumento determinante para
legitimar la alimentación coactiva de las políticas asistenciales. La policía en
cumplimiento de las leyes de menores y simultáneamente en flagrante violación de los
derechos y garantías individuales consagrados en todas las Constituciones de la
región (García, citado por González, 2003).
Tal como señala este autor, en América Latina las leyes que regulaban la materia
dirigida a niños y adolescentes estuvieron fundamentadas en el paradigma de la
Situación Irregular, que aunque vagamente formuladas marcó decisivamente las
legislaciones, otorgándole los siguientes rasgos: presuponen la existencia de una
profunda división al interior de la categoría infancia: niños-adolescentes y menores
(entendiéndose como aquellos excluidos de la escuela, familia, sociedad),
centralización del poder de decisión en la figura del juez de menores con competencia
omnímoda y discrecional, judicialización de los problemas vinculados con la infancia
en situación de riesgo, con una clara tendencia a patologizar situaciones de origen
estructural, impunidad para el tratamiento de los conflictos de naturaleza penal,
criminalización de la pobreza, disponiendo internamientos que constituyen privaciones
de libertad por motivos vinculados a la falta de recursos económicos, consideración de
la infancia como objeto de protección, negación explicita y sistemática de los principios
básicos y elementales del derecho.
Venezuela igualmente acogió el paradigma de la Situación Irregular, la cual fue
recogida en la Ley Tutelar de Menores desde el año 1980 hasta la entrada en vigencia
de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente en el año 2000. El
paradigma de la Situación Irregular entró en crisis en la década de los 60 en Estados
Unidos y en la década de los ochenta a nivel de la comunidad internacional. Con la
aprobación el 29 de Noviembre de 1989 de la Convención Internacional sobre los
16 Derechos del Niño se cerró el ciclo iniciado casi un siglo con el movimiento de los
“Salvadores del Niño” que concebía la protección en términos segregativos y se
inauguró la Protección Integral de los derechos de los niños y adolescentes (Beloff,
citado por González, 2003).
Según García (1995), este instrumento jurídico transformó de manera radical y
decisiva la percepción de la infancia, modificando menores como objeto de la
compasión-represión a la infancia-adolescencia como sujeto pleno de derechos,
obligando y comprometiendo a los Estados partes a crear los mecanismos
administrativos, judiciales y sociales necesarios para hacer exigibles esos derechos.
Venezuela ratifica esta Convención el 29 de agosto de 1990, haciéndola ley para el
país, asumiendo con los niños y adolescentes del territorio venezolano el compromiso
de brindarles protección integral, la cual se refiere a dos aspectos: protección social y
protección jurídica.
La protección social se logra a través de un conjunto de actividades dirigidas a
propiciar las condiciones necesarias para el desarrollo de la personalidad, para
satisfacer las necesidades básicas y garantizar derechos fundamentales de la niñez y
juventud. La protección jurídica implica legislar para hacer exigibles los derechos
consagrados en la Convención, mediante la creación de instancias administrativas y
judiciales que intervengan en caso de que estos derechos sean amenazados o
violados (Exposición de Motivos de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, 1998).
Este paradigma tiene su antecedente directo en la Declaración Universal de los
Derechos del Niño y se condensa en varios instrumentos legales como: Convenio
número 138, Recomendación número 146 de la Organización Internacional del
Trabajo y la Carta del Fondo de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y
Cultura para todos, Reglas Mínimas para la Administración de Justicia de Menores
(Reglas de Beijing), Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la
Delincuencia Juvenil (Directrices de Riad), Reglas Mínimas de las Naciones Unidas
para la Protección de Menores Privados de libertad, Convención sobre los Derechos
17 del Niño.
En Venezuela luego de un proceso largo de consulta y participación ciudadana y
gubernamental entra en vigencia el primero de Abril del año 2000 la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y el Adolescente, cuya normativa se adecuó a las disposiciones
de la Convención sobre los Derechos de Niño, acogiendo el paradigma de la
Protección Integral. Esta ley agrupa en 685 artículos lo referente a materia de niñez y
adolescencia, la misma hace distinción entre niños y adolescente, considerando como
niño a toda persona menor de doce años de edad y adolescente toda persona con
doce años de edad y menor de 17 años de edad. Presenta como principios
fundamentales Interés Superior del Niño, el niño como sujeto pleno de derechos, rol
fundamental de la familia, no discriminación, participación, prioridad absoluta.
Esta ley creó dos sistemas diferenciados con objetivos, integrantes y funciones
diferentes que en la práctica se deben interrelacionar, estos son el Sistema de
Protección del Niño y del Adolescente y el Sistema Penal de Responsabilidad del
Adolescente.
El Sistema de Protección del Niño y del Adolescente lo define la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente en el artículo 117 como el conjunto de órganos,
entidades y servicios que formulan, coordinan, integran, supervisan, evalúan y
controlan las políticas, programas y acciones de interés público a nivel nacional,
estadal o municipal, destinados a la protección y atención de todos los niños y
adolescentes, y establecen los medios a través de los cuales se asegura el goce
efectivo de los derechos y garantías y el cumplimiento de los deberes establecidos en
la ley.
Los integrantes de este sistema están conformados por órganos administrativos
(Consejo Nacional, Estadal y Municipal de Derechos del Niño y del Adolescente y los
Consejos de Protección del Niño y del Adolescente), órganos jurisdiccionales
(Tribunales de protección del niño y del Adolescente y la Sala de Casación Civil del
Tribunal Supremo de Justicia), Ministerio Público, entidades de atención, Defensorías
18 del Niño y del adolescente. De igual manera, la Ley estableció en el artículo 125
medidas de protección aplicables a los niños y adolescentes que son víctimas de
violación o amenazas de derechos, las cuales son dictadas por los Consejos de
Protección.
A su vez el Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente, es definido como el
conjunto de órganos que se encargan del establecimiento de la responsabilidad del
adolescente por los hechos punibles en los cuales incurra (artículo 526 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente).
En el ámbito penal la Ley dio un gran avance indicando Llobet (2004), que “implicó
que se admitiera a los menores de edad en conflicto con la ley y se le reconoció las
diversas garantías penales y procesales establecidas en los instrumentos
internacionales de derechos humanos, es decir, dichas garantías aplicables a todos
los seres humanos independientemente de su edad se le debían agregárseles otras
como consecuencia del principio del Interés Superior del Niño”.
Igualmente González (2002), señala que con la construcción del Sistema Penal de
Responsabilidad del Adolescente se configuró un cambio radical en el tratamiento
legal del procedimiento seguido a los adolescentes en conflicto con la ley penal. Esta
autora indica que como consecuencia del reconocimiento de niños y adolescentes
como ciudadanos y sujetos plenos de derechos, se le exige a los adolescentes
responsabilidad penal, en su medida, por los actos mediante los cuales infrinjan las
leyes penales incurriendo en delitos o faltas, siendo por ello sometido al sistema penal
previsto en la ley especial, el cual se cumple al igual que los adultos en cuatro fases:
fase preliminar o de investigación, fase intermedia, fase de juicio y fase de ejecución.
En opinión de Clenn, tomado de la ponencia de Programa Socio-educativo para el
cumplimiento de medidas privativas de libertad, el Sistema Penal de Responsabilidad
del Adolescente analiza al adolescente como una precisa categoría jurídica. El
adolescente es responsable en la medida de su culpabilidad de forma diferenciada al
adulto. En esta nueva concepción al adolescente se le garantiza los derechos
19 humanos, la atención integral y las garantías sustantivas y procesales y se discute el
conflicto jurídico, el acto y no la personalidad del autor.
El Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente está integrado por: la sección
de adolescentes del Tribunal Penal, Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de
Justicia, Ministerio Público, Defensores Públicos, policía de investigación, programas y
entidades de atención. Las medidas aplicables a los adolescentes que se encuentran
incurso en la comisión de un hecho punible son llamadas sanciones socioeducativas,
las cuales tienen una finalidad primordialmente educativa (artículo 621de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del adolescente). La ley en el artículo 620
señala los tipos de medidas socioeducativas, amonestación, reglas de conducta,
servicios a la comunidad, libertad asistida, semi-libertad y privación de libertad.
Para el cumplimiento de la sanción de semi-libertad y privación de libertad el
adolescente debe permanecer en entidades de atención, definidas por la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente como instituciones de interés público
que ejecutan, programas, medidas y sanciones (artículo 181). Así mismo los
programas, son conceptualizados como la secuencia de acciones desarrollado por
personas o entidades con fines pedagógicos, protección, atención, capacitación,
inserción social, fortalecimiento de relaciones afectivas y otros valores dirigidos a
niños y adolescentes (artículo 123).
El artículo 124 de la misma ley establece de manera enunciativa los tipos de
programas, indicando en el literal j) los programas socioeducativos definiéndolos como
aquellos programas dirigidos a la ejecución de las sanciones impuestas a los
adolescentes por infracción a la ley penal. Clenn, tomado de la ponencia de Programa
Socio-educativo para el cumplimiento de medidas privativas de libertad, indica que el
programa socioeducativo de privación de libertad “define y limita su población a todos
aquellos adolescentes que se encuentran sancionado con dicha medida y ayuda al
Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente a introyectar la justicia y la
educación tanto a la población atendida como a la comunidad en general”.
En este sentido, es importante resaltar que es una obligación del Estado proporcionar
20 atención integral a los adolescentes privados de libertad, y adecuar el abordaje de
ésta población, en concordancia con lo establecido por la Convención sobre los
Derechos del Niño y los instrumentos legales que sustentan el paradigma de la
Protección Integral.
En el Estado Zulia existen tres entidades de atención que desarrollan el programa
socioeducativo para los adolescentes sometidos a la medida de privación de libertad,
tales como: Casa de Formación Integral la Guajira, Casa de Formación Integral
Cañada I y II, siendo la primera destinada a adolescentes del sexo femenino y el resto
a adolescentes del sexo masculinos. Cabe destacar que en el caso de la Casa de
Formación Integral Cañada II, ésta también desarrolla la medida de semi-libertad de
manera reciente. Todas estas instituciones están adscritas al Ministerio de Poder
Popular para la Protección Social.
Estas instituciones deben regirse por los principios pautados en la Ley para el
funcionamiento de las entidades de atención además de los principios programáticos
que le establece el instituto al cual están adscritos. En virtud de ello, se han realizado
esfuerzos en el INAM-Seccional Zulia por lograr adecuar los programas dirigido a
niños y adolescentes a los principios del paradigma de la Protección Integral,
estructurándose el proceso de atención con visión de derecho, estableciéndose fases
o etapas en el proceso de atención que son definidos como momentos específicos
dentro del programa, que faciliten el establecimiento de objetivos y acciones a realizar
por parte del personal que labora en ellos (Ortiz, 1999).
Siguiendo a este autor éste considera, que el proceso de atención debe estructurarse
en base a dos factores: 1) fases del proceso, las cuales denomina fase de inicio,
permanencia y preparación para el egreso y 2) áreas de derechos, indicando el autor
antes mencionado las categorías de derechos como supervivencia, desarrollo,
protección, participación, las cuales coinciden con las categorías planteadas en la
exposición de motivos de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente (2000).
21 Siguiendo a este autor en el año 2003 la División de Control y Gestión Programática
de la seccional Zulia estructuró el proceso de atención del programa de privación de
libertad atendiendo a estos requisitos. Esta información fue dada a conocer al personal
que labora en las mismas, razón por la cual el mismo tiene conocimiento de la
existencia de las fases y las categorías de derechos a trabajar.
En la actualidad se hace imprescindible resaltar los beneficios de la fase de ejecución
de la medida, donde el juez de ejecución tiene la función de controlar, vigilar la forma
cómo se está llevado esta sanción y sí la misma está logrando la finalidad educativa
que se le ha otorgado.
Por ello, en la fase el juez de ejecución, se presenta el plan individual como una
herramienta fundamental para llevar a cabo el cumplimiento de esta sanción, el cual
tomará en cuenta los factores que incidieron en la realización del delito por parte del
adolescente. Mediante esta herramienta los diferentes actores tienen la posibilidad de
valorar el progreso y toma de conciencia del adolescente en cuanto al hecho
cometido. Así mismo se le da la posibilidad al juez de ejecución de modificar la medida
de privación de libertad por otra menos gravosa.
En este sentido, se aprecia que el Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente
le da importancia a esta fase de ejecución estableciendo funciones específicas para
los diversos actores que conforman este sistema (entidades de atención, programas,
juez, defensores) señalando normativa que regulan esta fase. El legislador
refiriéndose a la medida de privación de libertad hace mención expresa a la fase de
preparación para el egreso que dice “cuando el adolescente esté próximo a egresar
deberá ser preparado con la asistencia de los especialistas del establecimiento y con
la colaboración de sus padres, representantes, responsables o familiares” (artículo 642
de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente).
Así mismo, los profesionales que trabajan en las entidades de atención han valorado
la importancia de esta fase destacando “durante el periodo de internamiento, el
adolescente genera una serie de estrategias que le son eficaces dentro de las
22 instituciones, las cuales dificultan que él o la adolescente una vez enfrentados al
medio libre, se planteen alternativas de participar en el contexto social con las pautas
normativas habituales, al presentar este aprendizaje un valor cultural, la vida en el
medio libre se convierte en un mecanismo espontáneo de autoexclusión social”
(Centro de Privación de libertad para adolescentes del país de Chile, 2005).
En razón de ello el Programa Nacional de Intervención para adolescentes menores de
edad privados de libertad en establecimientos Penitenciarios de Gendarmería de Chile
(2005), sugiere que en esta etapa las intervenciones deben estar dirigidas a
descontextualizar lo aprendido (formas de pensar y actuar) por el adolescente privado
de libertad durante su permanencia en el centro de internamiento, para luego
aprender e incorporar conductas que le permita alcanzar su inserción social.
Esta opinión reviste importancia cuando se trata de adolescentes privados de libertad,
por el hecho de que estos son considerados como personas en desarrollo que aún no
tienen conformada su personalidad en su totalidad y tienen la posibilidad de realizar
cambios que le permitan tener un desarrollo óptimo. Así mismo, otra razón que lleva a
pensar en la importancia de esta fase y sus beneficios a nivel social, es que la forma
en que los adolescentes cumplen la medida de privación de libertad aún les permite al
personal que labora allí, garantizar junto con los demás actores del Sistema de
Responsabilidad Penal del Adolescente los derechos consagrados en la ley, en
comparación a las condiciones en las que se encuentran los adultos privados de
libertad, lo que lleva a pensar que la experiencia de ser privado de libertad puede ser
superada con una adecuada intervención.
En la pràctica se aprecia, en los centros de internamiento para los adolescentes
sometidos a la medida de privación de libertad del Estado Zulia, que generalmente los
adolescentes admiten los hechos en la audiencia preliminar quedando sancionados en
esta fase, lo que genera que las sanciones de privación de libertad a aplicar oscilan
entre 2 años – 7 meses a tres años aproximadamente, lo que se considera un tiempo
de permanencia corto en relación al tiempo máximo que puede permanecer un
adolescente entre 14 y 17 años de edad privado de libertad. Esta situación conlleva,
23 que los adolescentes que ingresan por primera vez y con poco compromiso delictual
egresen con prontitud en virtud de lo reportado por los informes evolutivos y lo
decidido por el juez en la audiencia de revisión de medida, sin haber sido vinculados
de manera formal al medio social. Así mismo, conociéndose que la edad de mayor
predominancia son los 17 años hace que al cumplir la mayoría de edad éstos jóvenes
sean trasladados a centros de internamiento para adultos.
Por otra parte, cuando se efectúa una audiencia de revisión de medida y el juez decide
modificar la privación de libertad por otra medida menos gravosa, ésta decisión es
conocida por los integrantes del equipo multidisciplinario luego de tomada la decisión,
lo que incide en el logro de los objetivos a obtener en la fase de preparación para el
egreso.
En virtud de ello, se considera importante conocer si esta normativa legal se está
cumpliendo por parte de las entidades de atención y qué aspectos se están
considerando para la ejecución de la misma, por cuanto el paradigma de la Protección
Integral modificó el abordaje por parte de las entidades de atención a esta población.
Por las razones antes expuestas la investigadora se plantea formular las siguientes
preguntas de investigación: ¿Cumplen los equipos multidisciplinarios del programa
socioeducativo de privación de libertad en el Estado Zulia la fase de preparación para
el egreso establecido en el artículo 642 de la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente?, ¿Conocen los equipos multidisciplinario del programa
socioeducativo de privación de libertad la finalidad que persigue la fase de preparación
para el egreso?, ¿Qué aspectos debe considerar la fase de preparación para el egreso
del programa socioeducativo de privación de libertad del Estado Zulia?
24 2. Objetivos de la investigación.
2.1 Objetivo General.
Evaluar la fase de preparación para el egreso en el programa socioeducativo de
privación de libertad en el Estado Zulia.
Formular una propuesta programática de la fase de preparación para el egreso del
programa socioeducativo que ejecuta la medida de privación de libertad en el Estado
Zulia.
2.2 Objetivos Específicos.
Precisar el fundamento legal y doctrinario que sustenta el Sistema Penal de
Responsabilidad del Adolescente.
Determinar la importancia de las entidades de atención en la aplicación de la medida
de privación de libertad.
Analizar las características del programa socioeducativo dirigido a adolescentes
privados de libertad.
Determinar las fases del proceso de atención con visión de derecho.
Precisar los objetivos de las fases del proceso de atención con visión de derecho.
Analizar el fundamento legal de la fase de preparación para el egreso contenida en la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente.
Determinar la importancia de la fase de preparación para el egreso en adolescentes
privados de libertad.
25 Analizar cómo se desarrolla la fase de preparación para el egreso en adolescentes
privados de libertad en los centros de internamiento del Estado Zulia.
Identificar las acciones desarrolladas en la fase de preparación para el egreso por los
equipos multidisciplinarios que laboran en los centros de internamiento dirigido a
adolescentes privados de libertad.
3. Justificación.
Esta investigación aspira al enriquecimiento de la ciencia del derecho, ya que puede
contribuir con la generación de conocimientos en materia jurídica especialmente lo
relacionado con el Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente y fase de
preparación para el egreso, por cuanto la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente señala una nueva forma de abordar a los adolescentes que incurren
en la comisión de un hecho punible. La misma sirvió como antecedente de otras
investigaciones que deseen profundizar con un tema similar conllevando esto al
desarrollo de teorías en este ámbito.
Así mismo, tiene un valor metodológico ya que permitió formas de hacer investigación
en el campo jurídico, a través de la creación de una propuesta con apoyo
bibliográfico, realización de instrumento para ser respondido por los integrantes del
Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente, cuyo contenido puede ser
tomado en cuenta en el diseño de la fase de preparación para el egreso en el
programa socioeducativo de privación de libertad.
Este estudio puede contribuir a solventar el vacío existente en los diferentes textos
legales en cuanto a la manera y los elementos para llevar a cabo la fase de
preparación para el egreso, contemplada de manera expresa en la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente en la medida de privación de libertad y en los
principios de funcionamiento que deben cumplir las entidades de atención.
26 El hecho de contar con un proceso de atención estructurado por fases, con acciones
especificas a desarrollar, contenido a trabajar, contribuirá a tomar en cuenta los
efectos negativos que genera la privación de libertad, así como los fines de esta fase
como es que el adolescente tome conciencia de la responsabilidad de la comisión de
un hecho punible para que finalmente pueda insertarse a la sociedad con una visión
diferente de cómo hacer las cosas y asuma la responsabilidad de su proyecto de vida.
A nivel social, este trabajo de investigación ayudará al mejoramiento en la garantía de
derechos por parte de las entidades de atención, ya que éstas tendrán un
procedimiento sistematizado en la fase de preparación para el egreso con una visión
de derechos, permitiendo así mejorar la eficacia de los programas, subsanar las
dificultades existentes en la realidad con una efectiva adaptación del sujeto al medio
social, lo que se traduciría en disminución de la reincidencia y el cumplimiento de la
finalidad de las medidas socioeducativas tal como lo señala la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente. De igual forma la sociedad obtendría una
respuesta más certera por parte del estado como co-responsable en materia de niños
y adolescentes.
4. Delimitación.
El presente trabajo de investigación se efectuó en los centros de internamiento del
Estado Zulia dirigido al cumplimiento de la sanción de privación de libertad en
adolescentes, estos centros fueron: Casa de Formación Integral Cañada I y II ubicado
en el Municipio San Francisco y Casa de Formación Integral la Guajira ubicada en el
Municipio Maracaibo del Estado Zulia, adscritos al Ministerio de Poder Popular para la
Protección Social.
Esta investigación se llevó a cabo durante el periodo Enero 2007 a Diciembre 2007.
El área de estudio estuvo ubicada en el Sistema Penal de Responsabilidad del
Adolescente en la fase de ejecución de las medidas, específicamente lo relacionado
27 con la fase de preparación para el egreso en adolescentes privados de libertad de los
centros de internamiento del Estado Zulia.
La fundamentación teórica se apoyó en instrumentos legales nacionales e
internacionales y bibliográficos que sustentan el Sistema Penal de Responsabilidad
del Adolescente, así como lo referente a la fase de preparación para el egreso.
28
CAPÌTULO II MARCO TEÒRICO
29
CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO
1. Antecedentes de la investigación.
Dentro de este apartado es necesario mencionar los antecedentes de investigación
que están relacionados con la fase de preparación para el egreso de los adolescentes
en el programa de privación de libertad, objeto de estudio de este trabajo de
investigación. Sin embargo, es importante resaltar que dado lo novedoso de esta fase
dentro del proceso de atención para los adolescentes incursos en la comisión de un
hecho punible y el poco estudio que se ha hecho al respecto, son escasos los
antecedentes encontrados al respecto, razón por la cual se justifica el desarrollo de
este trabajo.
Es por ello que se han incluido algunas orientaciones programáticas proporcionados
por algunos autores, dentro del trabajo de adecuación que se ha realizado con los
centros de internamiento de Venezuela.
Clenn en la ponencia titulada Programa socioeducativo para el cumplimiento de
medidas privativas de libertad, INAM_Seccional Mérida, propone una matriz de
atención en la fase de preparación para el egreso tomando en cuenta las categorías
de derechos. Esta matriz toma en cuenta variables como asistencia integral (dirigida al
área de salud), apoyo educación integral (destinada al área educativa), internalización
de la realidad. Se propone que la fase de preparación para el egreso no presenta un
tiempo definido de ejecución ya que se ajusta a la medida individual impuesta a cada
adolescente, sin embargo se vislumbrará en el último cuarto periodo de la sanción.
Dentro del III Congreso Mundial de la Infancia, el tema desarrollado por Incarnato
Mariana con su ponencia “Políticas de desintitucionalizaciòn en la ciudad de Buenos
Aires-Argentina”, cuya finalidad fue analizar el problema de institucionalización de
adolescentes de Argentina. Este trabajo enfatizó los problemas que presentan los
30 adolescentes al egresar de las instituciones, suscritas a retroalimentar circuitos de
marginación y pobreza, del cual ya eran víctimas quienes ingresan al sistema. Plantea
una propuesta de trabajo con jóvenes entre 16 y 21 años de edad orientada a la
desititucionalizaciòn llevada a cabo por la organización social Amartya.” (p. 1).
Este trabajo presentó dos ejes: 1) articulación entre los sectores público y privado y de
la sociedad civil en la generación de una red que a partir de prácticas no
asistencialistas de responsabilidad social dan como resultado acciones concretas de
inclusión y 2) el fortalecimiento de los jóvenes al momento del egreso sobre la base de
la motivación personal, construcción de un proyecto de vida. Asimismo se describieron
tres etapas; taller de orientación y reflexión, centro de búsqueda y acompañamiento
para el trabajo y acompañamiento y derivación a la red de recursos laborales.
Por otra parte, Martínez (2005) mediante ponencia titulada “Programa de Libertad
Asistida. Propuestas e ideas para la acción socioeducativa” presentada en la VI
jornadas sobre la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente señala
las acciones específicas a desarrollar por etapas (recepción, permanencia y
preparación para el egreso) tomando en cuenta las áreas de derechos y las variables
de resultados dentro del proceso de atención, que debe llevar todo programa
socioeducativo, razón por lo cual constituye un antecedente para este trabajo aún
cuando no este referido directamente a la sanción de privación de libertad.
De acuerdo a Deccio (2004), perteneciente al Centro de Estudio de Seguridad
Ciudadana en Chile, las investigaciones realizadas sugieren que los tratamientos más
eficaces dirigidos a jóvenes infractores de ley comparten algunos elementos comunes.
Los programas más efectivos son aquellos basados en modelos teóricos conductuales
y conductuales cognitivos orientados a la modificación de los patrones de
relacionamiento de los sujetos con su entorno en que se privilegia el desarrollo de
competencias para identificar problemas, generar modelos de respuesta alternativo a la
violencia.
31 Así mismo los programas que atienden a personas que han cometido delitos contra las
personas (excluyendo los sexuales) aparecen con el mayor grado de efectividad
(Redondo citado por Deccio, 2004).
Otros estudios indican que los programas dirigidos a jóvenes infractores con mayor
compromiso delictual o de mayor riesgo fueron más efectivos, señalando como
explicación a este hecho la calidad de la intervención basada o relacionada con “el
principio de riesgo”, este principio propone que los tratamientos más efectivos con
infractores de alto riesgo que con los de menor riesgo, porque en el primer caso se
entregan tratamientos más intensivos y de mejor calidad, número de sesiones
empleadas, variedad de aspectos considerados en la intervención y calidad de los
profesionales involucrados.
Por otra parte, según Deccio (2004), los programas desarrollados en la comunidad
obtienen resultados más duraderos que aquellos residenciales. Señala para que los
programas residenciales tengan resultados deben estar relacionados estructuralmente
con intervenciones basadas en la comunidad. Los programas más efectivos son
desarrollados por personal entrenado, el personal de tratamiento debe estar involucrado
en todas las fases de los programas de tratamiento. Desde otro punto de vista los
programas que aparecen como menos eficaces en términos de disminución de
reincidencia son aquellos desarrollados en establecimientos masivos.
Este autor sugiere unas pautas de trabajo a utilizarse en el abordaje de jóvenes
infractores que deben centrarse en:
Diseño de programas multimodales que incluyan estrategias de intervención plurales,
que incorporen intervenciones psicosociales, educativas, de capacitación laboral,
recreativas entre otras.
Diseño de programas que utilicen técnicas de intervención cognitivo-conductuales tal
como se señalaron anteriormente. Se deben diseñar prioritariamente programas
32 específicos para infractores de alto riesgo focalizando en sus necesidades
criminológicas (factores de riesgo dinámico).
Para este autor los programas que “funcionaron” eran multifacéticos y complejos,
utilizaban varias técnicas de intervención. Los programas efectivos incluían como objeto
de intervención tanto el ambiente del joven o su familia, sentimientos, conducta,
destrezas vocacionales, como también su cognición, razonamiento, comprensión y sus
valores.
Por otra parte, Martínez (2003), publica un artículo titulado “Programa de semi-
libertad. Elementos claves de la intervención socioeducativa” en la IV Jornada sobre la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, donde ofreció
orientaciones en cuanto a objetivos de la intervención socioeducativa, actores de la
intervención socioeducativa, contenidos educativos a tomar en cuenta, organización
del proceso de intervención haciendo referencia a las fases de ingreso, permanencia
y preparación para el egreso. Cabe destacar que aún cuando las orientaciones que se
proporcionan se refieren a la medida de semi-libertad, guarda relación con el presente
trabajo de investigación ya que proporciona elementos comunes que pueden ser
aplicados al programa de privación de libertad.
Así mismo, esta autora en el año 2002, publica una propuesta de programa
socioeducativo con la medida de privación de libertad, indicando el marco legal en el
que se fundamenta, objetivos del programa, metodología socioeducativa, proceso de
atención con visión de derechos, estructura del proceso de atención señalando la fase
de ingreso, permanencia y preparación para el egreso, plan individual régimen de
vida, y reglamento interno. Cabe mencionar que aún cuando este trabajo menciona el
objetivo de cada una de las fases carece de la sistematización de las acciones en
cada unas de las fases.
Martínez (2001), también proporciona orientaciones mediante una publicación acerca
de los aspectos que debe contener un programa socioeducativo atendiendo al marco
jurídico que lo sustenta, derechos y deberes que sirven en el diseño de los mismos,
33 elementos claves de estos programas como educación de los adolescentes y respeto
a los derechos humanos, naturaleza de la sanción, programas que debe contener.
2. Bases Teóricas.
2.1 Evolución histórica del Derecho de Niños y Adolescentes.
La doctrina prevaleciente en Venezuela desde la adopción en 1939 del Código de
Menores giró en torno a la Situación Irregular y el Derecho de Menores. Ella dictó el
desarrollo de las instituciones estadales, y determinó el rumbo de las relaciones entre
sociedad niñez y adolescencia. En 1950 se aprueba el Estatuto de Menores el cual fue
derogado en 1980 por la Ley Tutelar de Menores, en momentos en que ya entraba en
contradicción con algunas de las tendencias internacionales. En un país que estaba en
la espiral de la crisis económica y política, la práctica autoritaria frente a la pobreza y
la exclusión era el remedio previsto por el Estado para la progresiva agudización de
las contradicciones sociales. Su aprobación dio lugar al crecimiento exponencial de la
administración de justicia de menores y al desarrollo del Instituto Nacional del Menor
creado por medio de ley, coexistiendo durante algunos años con las instituciones de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente (González, 2003).
En el ámbito internacional, el primer documento de la niñez y la adolescencia
adoptada por un órgano interestatal se remonta al año 1924, cuando la Liga de las
Naciones, precursora de las Naciones Unidas, adoptó la Declaración de los Derechos
del Niño o Declaración de Ginebra. En ella se estableció que “la humanidad le debe a
los niños lo mejor que tiene para ofrecer”. En 1948 el mismo año de la proclamación
de la Declaración Universal, las Naciones Unidas aprobaron una nueva Declaración de
los Derechos del Niño. En 1959, la Asamblea General aprobó una tercera Declaración
de los Derechos del Niño, que es el antecesor directo de la Convención, al incorporar
derechos específicos de los niños en cuanto personas autónoma.
34 Adicionalmente muchos de los instrumentos internacionales aprobados en las décadas
siguientes incorporan disposiciones específicas para la protección de niños y niñas y
de la familia. Posteriormente se crean disposiciones para limitar la intervención del
estado en el ámbito de la vida privada y familiar (González, 2003).
2.1.1 Doctrina de la Situación Irregular y Ley Tutelar del Menor.
En relación al trato qué recibían los niños y adolescentes que infringían las leyes
penales existieron varias posiciones.
En opinión de Sandoval (2001), La Ley Tutelar del Menor “establecía en sus
disposiciones que el menor no seria considerado delincuente yen consecuencia no se
le podían aplicar las normas correspondientes a la Justicia Penal de adultos. Sin
embargo en la práctica este instrumento legal posibilitaba a los niños y adolescentes
de medidas de reclusión, de privación de libertad, sin que estos hubiesen dado motivo
aluno para merecer tal castigo, sin haber sido oídos, sin haber tenido derecho a la
defensa y muchas veces sin saber ni comprender porqué”.
Según este autor, los niños y adolescentes eran víctimas de la exclusión social, de la
exclusión del derecho a las oportunidades, y pasaban a ser en virtud de la decisión de
un juez de Menores tratados como delincuentes, cuyas decisiones se tomaban en aras
de la protección de los menores.
Otros sostenedores de la segunda posición, opinaban que los “menores” nunca fueron
excluidos del derecho penal, no se les llamaba delincuentes pero se le aplicaban
sanciones que eran verdaderas penas, les era aplicado la ley sustantiva penal, pero
sin la menor oportunidad para ejercer las garantías penales y procesales, a través de
la violación de sus Derechos Humanos.
Así mismo, fueron considerado objeto de derechos, al ser inimputables que era igual a
ser incapaces, no podían ejercer ninguna clase de garantía, no podían ser declarados
35 responsables y las decisiones eran tomadas por un tercero, en este caso el juez.
Todas estas características fueron recogidas en la doctrina de la Situación Irregular
que según O´ Donnell (citado por García, 2003), actualmente superada por los normas
y la doctrina, buscaba proteger al menor poniéndolo a disposición del juez, quien
actuaría como un buen padre de familia, tomando al menor como un objeto de
protección, desconociendo su localidad y su calidad de objeto de derecho. De esta
manera se limitaban las garantías sustantivas, procesales y de ejecución de las
medidas.
Buaiz Valera (2000), en su ponencia Introducción a la Doctrina de la Protección
Integral hace una distinción entre la situación irregular y el paradigma de la Protección
Integral, estableciendo algunas características, tales como:
CARACTERÍSTICAS DOCTRINA DE LA SITUACIÒN RREGULAR
DOCTRINA DE LA PROTECCIÒN NTEGRAL
Paradigma • Paradigma de tutela • Paradigma de protección social y jurídica
Concepción frente a la infancia
• Discriminación, realiza una división menores sin derechos, niños con derechos
• No discriminación, todos los derechos para todos los niños y adolescentes
Concepción del niño y del adolescente
• Objeto tutelado • Los niños y adolescente como sujeto de derechos
Respuesta ante las carencias
• Caridad • Compasión • represión
• derechos civiles • económicos • culturales • sociales
Ante las infracciones • No diferencia entre víctima y victimarios
• Viola derechos humanos
• Impunidad • Privación de libertad no
diferenciada
• Sistema garantista • Definición precisa
del infractor • Debido proceso • Medidas
socioeducativas • Privación de
libertad sólo es excepcional
36 abordaje frente a los niños y adolescentes
con carencias
• Coloca al niño con carencias en situación irregular
• En situación de Abandono y peligro: sustitución de responsabilidades familiares, violación de derechos humanos, institucionalización
• Establece un sistema de protección integral.
• Mecanismos para la satisfacción de derechos humanos
• Crea responsabilidades en el estado, la familia y la comunidad
• La familia recupera su papel
• Sistema de sanciones por violación, amenaza o falta de garanta de derechos
• Los problemas sociales, económicos, de educación, los niños no son judicializados.
En virtud de lo antes planteado, se aprecia un cambio radical en la manera de
concebir a los niños y adolescentes, especialmente en el ámbito penal, lo cual merece
gran atención para este trabajo de investigación ya que es importante conocer cómo
fue ese tratamiento con la Ley Tutelar del Menor para poder comprender los cambios
que incluyó la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente en el
Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente.
37 2.1.2 Doctrina de la Protección Integral.
A partir de los años 60 se inicia en los Estados Unidos un proceso de
transformaciones normativas gracias fundamentalmente a un amplio movimiento social
y académico de crítica del modelo de justicia centrado en el control social y la
intervención profiláctica del fenómeno de la pobreza, así como de sus implicaciones
sobre la dignidad de sus víctimas principales: los niños y adolescentes en situación de
vulnerabilidad. Estos procesos sociales y los avances jurídicos que generaron han
permitido la progresiva aparición de las normas para la protección integral en el ámbito
del derecho internacional (González, 2003).
Progresivamente la doctrina de la Situación Irregular fue cediendo terreno a
concepciones más amplias que implicaban la consideración del niño y adolescente
como sujetos de derechos, dando origen a la doctrina de la Protección Integral.
Para Sainz (citado por González, 2003), la doctrina de la Protección Integral de los
derechos de la infancia, hace referencia a un conjunto de instrumentos jurídicos de
carácter internacional que expresan un salto cualitativo fundamental en la
consideración social de la infancia. El punto central de la doctrina de Protección
Integral es el reconocimiento de todos los niños, niñas y adolescentes sin
discriminación como sujetos plenos de derechos, cuyo respeto y cumplimiento el
Estado debe garantizar.
Como señala Cillero (citado por el autor antes mencionado), por doctrina de la
Protección Integral, se entiende al conjunto de principios, directrices y derechos
contenidos en los instrumentos internacionales para la protección de los derechos de
la infancia. Esta doctrina parte de la premisa de que el niño o adolescente es un sujeto
de derecho, incluso en lo que se refiere al derecho penal y en el caso de los
adolescentes en conflicto con la ley penal, cuentan con idénticas garantías del
derecho penal más aquellas propias de su condición de adolescentes.
38 Cuando se hace referencia a la doctrina de la Protección Integral ésta se enfoca en
dos aspectos: protección social y protección jurídica.
La protección social se logra a través de un conjunto de actividades dirigidas a
propiciar las condiciones necesarias para el desarrollo de la personalidad, para
satisfacer las necesidades básicas y garantizar derechos fundamentales de la niñez y
juventud. La protección jurídica implica legislar para hacer exigibles los derechos
consagrados en la Convención, mediante la creación de instancias administrativas y
judiciales que intervengan en caso de que estos derechos sean amenazados o
violados (Exposición de Motivos de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, 1998).
Igualmente González (2003), indica algunas características de la doctrina de la
Protección Integral tales como:
- Reconocer a los niños como sujetos de derechos y la necesidad de brindarle
medidas especiales de protección, las cuales deben impedir intervenciones
ilegítimas el Estado que vulneren sus derechos y prever prestaciones positivas
que les permita disfrutar de sus derechos.
- Dejar atrás la judicialización de asuntos exclusivamente sociales y el
internamiento de los niños y jóvenes cuyos derechos económicos, sociales y
culturales los cuales se encuentran vulnerados.
- Evitar la utilización de eufemismos por el argumento de la protección.
- Brindar un trato diferenciado entre los niños cuyos derechos se encuentran
vulnerados y aquellos a los que se le imputa la comisión de un hecho punible.
- Desarrollar políticas públicas, así como focalizadas y descentralizadas tendiente
a hacer efectivo los derechos de los niños y adolescentes.
- Establecer un Sistema de Responsabilidad Especial para adolescentes
respetuoso de todas las garantías materiales y procesales.
39 En el ámbito penal Cillero (citado por González, 2003) indica que se plantea la
necesidad de crear un nuevo modelo de justicia que contenga las siguientes
características:
a. Los derechos de los adolescentes no deben ser menores que los que tienen los adultos b. Mayor responsabilidad de los adolescentes por sus acciones, como correlato con los derechos y garantías con los que puede contar c. Limitar al mínimo la intervención de la justicia penal d. Mayor atención hacia la víctima del delito e. Mantener los principios educativos que orientan las legislaciones juveniles, atendiendo prioritariamente las necesidades personales, familiares y sociales
Según García (1995), existen varias características que sirven como sustento para la
creación de un Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil.
Este autor señala que la construcción de un Sistema Penal, conlleva el desafío de
superar el binomio arbitrariedad-impunidad que caracteriza a los viejos sistemas de la
justicia de menores sustituyéndolo por el binomio severidad con justicia, que debería
caracterizar una visión garantista de la administración de un nuevo tipo de justicia para
la infancia y la adolescencia. Para ello se deben cumplir varios requisitos:
1) Los menores de 18 años y mayores de 12 son inimputables penalmente, siendo sin embargo penalmente responsables.
2) La responsabilidad penal significa que a los adolescentes (12 y menos de 18 años) se le atribuye de manera diferenciada respecto de los adultos, las consecuencias de sus hechos que siendo típicos, antijurídicos y culpables, significan la realización de algo denominado como falta, crimen o contravención. El concepto de responsabilidad difiere sustancialmente respecto del de imputabilidad en tres puntos fundamentales: mecanismos procesales, monto de las penas y el lugar físico de cumplimiento de la medida.
3) Los menores de 12 años son inimputables y además penalmente irresponsable, a estos se les aplican medidas de protección.
4) El adolescente infractor es una categoría jurídica, sólo es infractor quien ha realizado una conducta previamente definida como crimen, falta o contravención.
5) Presupone la existencia de una gama de medidas socioeducativas que permita dar respuesta diferenciadas según el tipo de infracción cometida
40
6) Establece varios tipos de privación de libertad: a) arresto o en flagrancia por orden judicial, b) detención judicial como medida cautelar, c) privación de libertad como medida definitiva
7) La privación de libertad como medida de naturaleza estrictamente judicial 8) La privación de libertad es una medida excepcional y último recurso que
debería ser solamente el resultado posible de infracciones gravísimas. 9) Para que la privación de libertad se convierta efectivamente en una medida
excepcional de último recurso, la experiencia demuestra que es necesario que se verifiquen dos condiciones: que el órgano judicial realice una interpretación estricta y garantista de los dispositivos jurídicos que regulan la privación de libertad y que el órgano administrativo, diseñe, construya y ejecute el conjunto de medidas alternativas a la privación de libertad
10) Aumento de las competencias del Ministerio Público Según Sandoval Miguel (2001), el Derecho Penal para adolescentes se caracteriza
por los principios que la sustentan, garantías que lo fundamentan sanciones que
establece y modo de cumplimiento.
Los principios fundamentales de este derecho son:
• Principio de culpabilidad: aquí se produjo un cambio ya que ahora el
adolescente responde por su comportamiento si este es contrario a la norma
penal de forma diferenciada a los adultos.
• Principio de legalidad de los delitos y las faltas: ningún adolescente podrá ser
enjuiciado ni sancionado por un acto u omisión que al ser cometido no haya
sido previo y expresamente definido como delito o falta por la ley penal.
• Principio de lesividad: si el comportamiento del adolescente no lesiona o pone
en peligro un bien protegido jurídicamente, tampoco podrá ser sancionado. Lo
mismo ocurre si su conducta esta amparada en una causa de justificación.
• El Derecho Penal es garantista. Este Derecho se puede materializar a través
de la existencia de una madeja de garantías que tiene como objetivo asegurar
el ejercicio de los derechos humanos de los adolescentes, incursos en la
comisión de un hecho punible.
41
• Entre las garantías se encuentran: respeto a la dignidad del ser humano,
igualdad ante la ley, proporcionalidad, recibir información acerca del hecho que
se le atribuye, garantía de ser oído, juicio educativo, defensa en todas las
etapas del proceso, ser juzgado por un tribunal especializado, única
persecución, excepcionalidad de la privación de libertad. El cumplimento de
estas garantías esta bajo la responsabilidad del juez penal y demás operadores
de justicia.
Cabe destacar que la doctrina de la Protección Integral está sustentada en principios
rectores: el niño como sujeto de Derecho, el Interés Superior del Niño, Prioridad
Absoluta, participación de la sociedad, rol fundamental de la familia, para un efectivo
control de los problemas públicos y privados para que no se desvíen de sus objetivos,
fines sociales y de la ética.
El principio del Niño como Sujeto de Derechos, tal como lo explica la exposición de
motivo de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, fundamento
de la doctrina de la Protección Integral, “convierte las necesidades de niños y
adolescentes en derechos civiles, culturales, políticos y sociales, así como garantiza
para los adolescentes que han cometido delito, una justicia que respete los mismos
derechos procesales consagrados para los adultos. En esta doctrina se atribuyen
derechos específicos a los niños y adolescentes pero no derechos excluyentes. La
especificidad implica reforzar los derechos otorgados a los seres humanos de
cualquier edad, adecuándolos a los niños y adolescentes como sujetos en formación”.
En este sentido es importante destacar que en el sistema de justicia para
adolescentes se ha hecho esfuerzos por adecuarse a esta doctrina de la Protección
Integral.
Los derechos fundamentales reconocidos a los niños y adolescentes por la
Convención se agrupan en cuatro categorías:
42
a) Derecho de Supervivencia: incluyen principalmente, el derecho a la vida
(artículo 6), a la salud (artículo 24), a un nivel de vida adecuado (artículo 27), a
la seguridad social (artículo 26), a la protección de casos de conflictos armados
(artículo. 38), a que los padres tengan la asistencia debida para que puedan
asumir su crianza (artículo 18).
b) Derecho al Desarrollo: incluye derecho a la educación (artículo 28 y 29), acceso
a la información (artículo 17), a preservar su identidad (artículo 8), al nombre y
nacionalidad (artículo 7), a no ser separado de sus padres (artículo 9), a la
libertad de pensamiento, conciencia y religión (artículo 14), a la recreación y
cultura (artículo 31).
c) Derecho a la Protección: la protección abarca todas las formas de explotación y
crueldad (artículo 19), a no ser objeto de injerencias en su vida privada, familia,
correspondencia (artículo 16), protección especial al niño refugiado (artículo
22), protección al niño mental o físicamente impedido (articulo 23), contra
abusos en el sistema de justicia penal (artículo 37 y 40), contra el abuso sexual
(artículo 34), contra la venta o trata de niños (artículo 35), contra el uso ilícito de
estupefacientes (artículo 33).
d) Derecho a la participación: los derechos a la participación incluye la libertad de
expresión (artículo 13), a opinar y ser escuchado en asuntos que le conciernen
(artículo 12), derecho a la libre asociación y libertad de celebrar reuniones
pacíficas (artículo 15), además del derecho a desempeñar un papel activo en la
sociedad en general.
Todos estos derechos deben ser garantizados a todos los niños y adolescentes del
territorio venezolano independientemente cual sea la acción que se vaya a realizar, así
mismo estos derechos también deben ser garantizados a los adolescentes privados de
libertad y tomados en cuenta en el proceso de atención.
El principio del Interés Superior del Niño, premisa fundamental de la Doctrina de la
Protección Integral es el principio consagrado en el artículo 3 de la Convención y
43 artículo 8 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente que dice
expresamente “Es un principio de interpretación y aplicación de esta ley, el cual es de
obligatorio cumplimiento en la toma de las decisiones concerniente a los niños y
adolescentes. Este principio esta dirigido a asegurar el desarrollo integral de los niños
y adolescentes, así como el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías…”
El principio de Prioridad Absoluta contenido en la ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente en el artículo 7, implica atender prioritariamente antes que
nada, las necesidades y derechos básicos de los niños. Así ellos tendrán la primacía
en recibir atención y socorro en cualquier circunstancia, precedencia en la atención de
los servicios públicos, preferencia en la formulación de las políticas públicas, prioridad
en el destino de recursos públicos (tomado de la exposición de motivos de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente).
Así mismo el artículo 6 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente contempla el principio de participación. El mismo igualmente contenido en
la Convención sobre los Derechos del Niño, señala que el Estado, la familia y la
sociedad tienen responsabilidad con este sector de la población. Para hacer efectivos
los derechos que la Convención consagra, es necesario la plena participación y control
de las personas, de las familias, de la sociedad y del propio niño y adolescente.
El principio Rol fundamental de la familia, consagrado en la Convención sobre los
Derechos del Niño en varios de sus artículos y en la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente señala “el niño para el pleno y armonioso desarrollo de su
personalidad, debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y
comprensión (Exposición de Motivos de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del adolescente).
Este principio del rol fundamental de la familia dentro del Sistema Penal de
Responsabilidad del Adolescente se realza por cuanto a la familia se le otorga
responsabilidad en cuanto a la actuación del adolescente, e igualmente aún cuando la
sanción recae sobre el adolescente y las metas del plan individual se formulan con él,
44 dentro del abordaje que este recibe la familia también requiere de atención ya que al
producirse el egreso de un adolescente éste se insertará nuevamente a su medio
social donde es importante que se hayan efectuando cambios que permitan esta
integración.
2.2 Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente.
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente en su título V, capítulo
I indica las disposiciones generales, y establece el Sistema Penal de Responsabilidad
del Adolescente, encontrándose el objeto de estudio de este trabajo dentro de este
último sistema, siendo definido como el conjunto de órganos y entidades que se
encargan del establecimiento de la responsabilidad del adolescente por los hechos
punibles en los que incurran, así como de la aplicación y control de las sanciones
correspondientes (artículo 526 de la Ley).
Los integrantes del Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente son: Sección
de adolescentes del Tribunal Penal, Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de
Justicia, Ministerio Público, Defensores Públicos, policía de investigación, programas y
entidades de atención, siendo importante destacar que la población de este trabajo la
constituyen los integrantes de los equipos multidisciplinarios y para implementación de
una propuesta se trabajará con varios actores del sistema como jueces de ejecución,
defensores públicos, entidades de atención (artículo 527 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente).
Es de destacar que con la entrada en vigencia de esta ley, se busca la especialización
de los integrantes de este sistema, ya que deben ser personas idóneas y con
conocimientos en el área. En este sentido se han realizado esfuerzos para lograr este
fin.
Así mismo para efectos de este trabajo el cual versó sobre la fase de preparación para
el egreso, revistió importancia conocer el fundamento legal contemplado en la Ley
45 Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente en cuanto a las entidades de
atención, lugar donde permanecen los adolescentes privados de libertad y el
programa, que implica las acciones que desarrolla el mismo para cumplir este fin.
En la sección segunda de este título la ley establece el ámbito de aplicación, dirigido a
adolescentes entre 12 y menos de 18 años de edad al momento de cometer el delito y
que se encuentren en el territorio de la República Bolivariana de Venezuela.
Igualmente hace mención al tipo de medidas a aplicar a niños que hayan cometido
delito, como es la aplicación de medidas de protección. El Sistema Penal de
Responsabilidad del Adolescente se fundamentara en esta ley y supletoriamente
utilizará la legislación penal, sustantiva y procesal, y en su defecto el Código de
Procedimiento Civil (artículo 537 de la ley).
Por otra parte, señala grupos etarios lo cual se tomará en cuenta para la aplicación de
las medidas socio-educativas, estableciendo dos grupos: los que tengan doce y
menos de catorce años y los que tengan catorce y menos de dieciocho años de edad.
En el primer caso las sanciones oscilarán entre 6 meses y dos años y para el segundo
grupo podrán establecerse entre un año y cinco años.
La sección tercera de este título (artículos 538 al 550) está dirigida a las garantías
fundamentales que deben respetarse en este proceso tales como: dignidad,
proporcionalidad, presunción de inocencia, información, derecho a ser oído, juicio
educativo, defensa, confidencialidad, debido proceso, única persecución,
excepcionalidad de la privación de libertad, separación de adultos. Estas garantías
igualmente son expresas en la Convención sobre los Derechos del Niño.
El capítulo II de este título está dirigido al Procedimiento a seguir, la sección primera
(artículos 551 al 563) se dedica a la fase de investigación, la cual tiene por objeto
descartar o confirmar la sospecha fundada de la existencia de un hecho punible y
determinar si un adolescente concurrió en su penetración (artículo 551 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente).
46 Así mismo la sección segunda (artículos 564 al 569) señala las fòrmulas anticipadas
como conciliación, remisión.
La sección tercera (artículo 570 al 583) establece la acusación y la audiencia
preliminar, indicando el contenido de la acusación, las diferentes actuaciones que
deben realizarse, prisión preventiva como medida cautelar, la figura de admisión de
hechos.
Por otra parte, la sección cuarta (artículos 584 al 606) establece la fase de juicio, y
cómo se conforma el Tribunal de juicio el cual estará integrado por tres jueces un
profesional y dos escabinos, cuando se este solicitando la privación de libertad
(artículo 584 de la ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente), así
como las diversas actuaciones que se deben realizar en esta fase.
La sección quinta está referida a los recursos que pueden utilizar las partes tales como
apelación, revocación, casación (artículos 607 al 613).
En referencia a la sección sexta ésta indica disposiciones donde se establece la
prescripción de la acción, evasión, responsabilidad civil y perturbación mental.
El capítulo III de este título está dirigido a las sanciones que señala el Sistema Penal
de Responsabilidad del Adolescente, estableciendo la sección primera los tipos,
finalidad y pautas para la determinación y aplicación, así mismo la sección segunda
define las sanciones: amonestación, servicios a la comunidad, imposición de reglas de
conducta, semi-libertad y privación de libertad.
La sección tercera y cuarta contempla la fase de ejecución de la medida (artículo 629
al 647 de la Ley Orgánica para la protección del Niño y del Adolescente), siendo esta
un avance en la legislación para adolescentes por cuanto le otorga la posibilidad al
juez de ejecución de vigilar y controlar la medida, estableciendo para ello sus
funciones, pautas para ese control, el plan individual como herramienta fundamental
para conocer la situación del adolescente y su evolución, derechos y deberes de los
47 adolescentes sometidos a la medida de privación de libertad, disposiciones que deben
cumplir los equipos que laboran en estas entidades, tales como registro del
adolescente, expediente, dar a conocer el reglamento de la institución, egreso, entre
otros aspectos. Así mismo obliga de manera indirecta a estructurar el proceso de
atención del programa socioeducativo de manera diferente.
Igualmente el capítulo IV establece lo planteado con la Justicia Penal del Adolescente,
la sección primera está dirigida al Ministerio Público y policía de investigación,
estableciendo las funciones de cada uno de estos órganos. La sección segunda está
dirigida al imputado y defensor.
La sección tercera (artículos 660 al 664) esta dirigida a la víctima y querellante, allí se
establece la protección a la victima así como sus derechos.
2.3 Sanciones.
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente en su capítulo III
contempla lo relativo a las sanciones aplicables a los adolescentes hallados culpables
de la comisión de un hecho punible, mediante una sentencia, definitivamente firme,
tales sanciones tienen una finalidad esencialmente educativa, pues la capacidad de
entendimiento de ellos no está plenamente desarrollada pero deben responder aún
cuando sea de forma atenuada: las sanciones se ejecutan respetando los principios de
proporcionalidad y dignidad (Craca, 2000).
La Ley en su artículo 621 establece la finalidad y principios de las sanciones
indicando que tienen “una finalidad esencialmente educativa y se complementarán
según el caso, con la participación de la familia y el apoyo de especialistas. Los
principios orientadores de dichas medidas son el respeto a los derechos humanos, la
formación integral del adolescente y la búsqueda de su adecuada convivencia familiar
y social”.
48 Así mismo el artículo 622 señala las pautas para la determinación de una medida a
aplicar estableciendo algunos criterios a saber:
a) La comprobación del acto delictivo y la existencia del daño causado b) La comprobación de que el adolescente ha participado en el hecho delictivo c) Naturaleza y gravedad de los hechos d) Grado de responsabilidad del adolescente e) Proporcionalidad e idoneidad de la medida f) Edad del adolescente y su capacidad para cumplir la medida g) Los esfuerzos del adolescente por reparar los daños h) Los resultados de los informes clínico y psicosocial
El artículo 620 de la Ley establece que luego de comprobada la participación en el
hecho punible y declarado su responsabilidad el tribunal lo sancionará aplicándole
alguna de las siguientes medidas: a) Amonestación, b) imposición de reglas de
conducta, c) Servicios a la comunidad, d) Libertad asistida, e) Semi-lbertad, f)
Privación de libertad.
La amonestación está definida en el artículo 623 de la ley como la severa
recriminación verbal al adolescente que será reducida a declaración y firmada. La
amonestación debe ser clara y directa de manera que el adolescente comprenda la
ilicitud de los hechos cometidos.
Así mismo, el legislador define la imposición de reglas de conducta en el artículo 624
de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, como la
determinación de obligaciones o prohibiciones impuestas por el juez para regular el
modo de vida del adolescente, así como para promover y asegurar su formación. Las
órdenes o prohibiciones tendrán una duración máxima de dos años y el cumplimiento
deberá iniciarse a más tardar un mes después de impuesta.
La medida de servicios a la comunidad según el artículo 625 de la misma ley, consiste
en tareas de interés general que el adolescente debe realizar, en forma gratuita por un
periodo que no exceda de seis meses, durante una jornada máxima de ocho horas
semanales, así mismo este articulo señala que para la asignación de las actividades al
adolescente se tomará en cuenta sus aptitudes y éstas en ningún caso pueden
49 implicar riesgo para el adolescente ni menoscabo de su dignidad.
Por otra parte, la medida de libertad asistida en la ley quedó definida como la medida
que se le otorga la libertad al adolescente obligándose éste a someterse a la
supervisión, asistencia y orientación de una persona capacitada, designada para hacer
el seguimiento del caso (artículo 626).
La medida de semi-libertad definida en el artículo 627 de la ley señala que consiste en
la incorporación obligatoria del adolescente a un centro especializado durante el
tiempo libre de que disponga en el transcurso de la semana. La duración de esta
medida no podrá exceder de un año.
Cabe destacar que esta medida y la de privación de libertad requieren de un espacio
físico para cumplir la sanción como son las entidades de atención definidos en la ley,
como instituciones de carácter público que ejecutan programas, medidas y sanciones
(artículo 181 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente).
Así mismo, la medida de privación de libertad es definida en el artículo 628 de la Ley
como “la internación del adolescente en establecimiento público del cual sólo podrá
salir por orden judicial”, tal como lo indica el parágrafo segundo de este mismo
artículo, tal medida está sujeta a los principios de excepcionalidad y de respeto a la
condición peculiar de persona en desarrollo, siendo aplicada para aquellos delitos de
mayor gravedad tales como: homicidio, salo el culposo, lesiones gravísimas salvo las
culposas, violación, robo agravado, secuestro, tráfico de drogas en cualquiera de sus
modalidades, robo o hurto sobre vehículo automotor.
Igualmente en el parágrafo antes mencionado, también señala dos situaciones en las
que también es posible la aplicación de la sanción de privación de libertad como el ser
reincidente y siempre que el hecho punible de la nueva sanción prevea pena privativa
de libertad, que en su límite máximo sea igual o mayor a cinco años, y el otro supuesto
sucede cuando el adolescente incumpliere injustificadamente otras sanciones que le
hayan sido impuestas. En este caso la privación de libertad tendrá una duración
50 máxima de seis meses.
Aparte de lo contenido en los textos legales, existen algunos efectos negativos que se
le han atribuido a la medida de privación de libertad. El gobierno de Chile a través del
Programa Nacional de Intervención de Adolescentes Privados de Libertad (2005)
señalan que la vida de las personas privadas de libertad está caracterizada por la
normatividad e inflexión. Durante este periodo el adolescente se ve obligado a crear
estrategias que le permiten adaptarse a ese ambiente.
Ceddio (2004), señala “la privación de derechos en cualquier ámbito, no facilita su
aprendizaje. Sujetos carentes de derechos o sometidos a una cotidiana conculcación de
los mismos no aprenderán a respetar norma alguna”. Por ello, la orientación garantista
se considera positiva pero debe complementarse imaginativamente con mecanismos
que faciliten la integración social. En este sentido los estudios empíricos comparados
así como aquellos que establezcan la adecuación a contextos culturales específicos de
las normas y de los programas a desarrollar deben constituir un apoyo para los
legisladores.
Así mismo la Gendarmería de Chile (2005), señala que las estrategias generadas
durante la permanencia en los centros de internamiento, dificulta que él o la
adolescente una vez enfrentados al medio libre no son compatibles con las demandas
normativas de los espacios de inserción social formal.
Estos señalan que en el momento que el individuo y/o adolescente es privado de
libertad se generan una serie de efectos mediatos e inmediatos, tales como:
Desproporción emocional reactiva: cuestiones que en otros contextos carecerían de importancia son vivenciadas con una desproporcionada reacción emocional y cognitiva. Dualidad adaptativa: se puede producir una autoafirmación agresiva con fuerte hostilidad hacia todo lo que provenga de la autoridad o sumisión a la institución como vía adaptativa. Presentismo galopante: incapacidad para controlar contingencias del ambiente, de manera que actúa bajo el mandato del inmediatismo, lo que en situaron de privación de libertad se traduce en vivir sólo para en el presente,
51
con ausencia de planificación visión de futuro. Síndrome amotivacional: caracterizado por la pérdida de interés, percepción de incapacidad de transformar su vida delegando la responsabilidad en el entorno institucional.
En este sentido, es importante que dentro de un programa socioeducativo se tomen en
cuenta los factores que genera la privación de libertad para que los profesionales
puedan intervenir en ellos y la planificación y desarrollo de las actividades del centro
contribuyan a aminorar estos efectos. Al respecto, la fase de preparación para el
egreso en adolescentes privados de libertad también debe enfocarse a
descontextualizar este aprendizaje y enfocarse en la construcción de un proyecto de
vida autónomo.
2.3.1 Ejecución de las medidas.
Según González (2000) con la construcción del Sistema Penal de Responsabilidad del
Adolescente, consagrado en la ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, en su titulo V se configuró un cambio radical en el tratamiento legal del
procedimiento seguido a los adolescentes en conflicto con la ley penal.
La legislación atribuye y reconoce a los niños y adolescentes la condición de
ciudadanos, sujetos de derechos y deberes, como consecuencia de este
reconocimiento de derechos y deberes, se exige también a los adolescentes
responsabilidad penal, en su medida por los actos mediante los cuales infrinjan las
leyes penales, incurriendo en delitos o faltas, siendo sometidos al Sistema Penal
previsto en la ley especial el cual se cumple al igual que el proceso penal de adultos
en cuatro fases: fase de investigación o preliminar, fase intermedia, fase de juicio y
fase de ejecución. Antes de explanar lo referente a la fase de ejecución, es necesario
conocer en que consiste cada una de las fases anteriores como la fase de
investigación, intermedia y juicio, lo cual permitirá tener un conocimiento amplio de
cómo funciona el Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente.
52 Tal como señala (Graca, 2002), la fase de investigación, corresponde a la primera fase
en cualquier procedimiento penal de responsabilidad de un adolescente, dentro de
esta se desarrollan los elementos sobre los cuales se va a trabajar durante el proceso
y que van a ser determinantes para que la parte acusadora obtenga los elementos
necesarios para poder formular y sustentar una posible y futura acusación y la defensa
obtener argumento para rebatir la misma. En esta etapa la carga de la investigación
atañe al Ministerio Público, correspondiendo a la Defensa la solicitud de diligencias de
investigación y de pruebas anticipadas para beneficio del adolescente.
Cuando las actuaciones son remitidas al tribunal se realiza la audiencia de
presentación y el juez debe pronunciarse sobre la libertad, medidas cautelares o
privación de libertad del adolescente. Esta fase termina con la presentación de la
acusación o con la solicitud fiscal del sobreseimiento.
La fase intermedia, constituye la segunda fase, regula lo referente a la acusación y
audiencia preliminar. En esta fase si el Ministerio Público estima que la investigación
arroja merito y no habiéndose logrado o no siendo posible alguna fórmula de solución
anticipada, presentara la acusación al juez de control, quien decidirá si ordena o no el
enjuiciamiento del imputado previa audiencia.
La fase de juicio está prevista en la sección 4 del capítulo II de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente. Según Graca (2000), “esta fase ha sido
concebida siguiendo el modelo del Código Orgánico Procesal Penal con la reducción
de algunos plazos, sin menoscabar el derecho a la defensa. Se incorpora al tribunal de
juicio, cuando se trate de delitos graves la figura del escabino, constituyendo el núcleo
del proceso la audiencia del juicio que debe ser oral, continúa y reservada,
garantizando un debate contradictorio entre las partes, siendo el juez el director del
juicio, la sentencia debe leerse en voz alta una vez concluido el debate y cuando no
fuere posible su redacción total se leerá su dispositiva”.
La fase de ejecución constituye la última fase del proceso penal, tanto en la legislación
ordinaria como en la especial para adolescentes en virtud de seguir la Ley Orgánica
53 para la Protección del Niño y del Adolescente el modelo del sistema acusatorio que
caracteriza al Código Orgánico Procesal Penal (González, 2002).
Siguiendo a la autora antes mencionada, la ejecución penal está constituida por la
actividad tendente a cumplir los mandatos de una sentencia firme, es decir, es un
conjunto de actos necesarios para la realización y cumplimiento de la sanción
ordenada en una sentencia condenatoria firme, emanada por el juez o tribunal
competente. Conforma el último momento del proceso, destacándose su extraordinaria
importancia porque es allí donde se materializa el dispositivo de la sentencia y se
concreta la garantía de que en la ejecución de las sanciones se alcance el objetivo
fijado por la ley.
Morais (2001), afirma que del buen funcionamiento de esta fase depende que culmine
con éxito, la formación de dichos adolescentes, como ciudadanos aptos para
responder adecuadamente a las exigencias de la vida social.
De esta afirmación se desprende, lo vital que es esta fase para el cumplimiento de la
medida en los mejores términos y de allí que el legislador estableció el alcance para
desarrollar la misma, indicando el objetivo de ésta fase, determinó las funciones del
juez de ejecución, los derechos y deberes de los adolescentes en esta fase y una
herramienta fundamental como lo constituye el plan individual. Siendo imprescindible
que el programa socioeducativo delinea la forma de cómo se llevará a cabo la misma.
Así mismo González (2002), indica que “esta fase también tiene como finalidad, la
prevención especial tendiente, a evitar la reincidencia mediante la intervención sobre
el adolescente y para lograrla a plenitud se requiere la aplicación de medidas
educativas, de adaptación, que permitan el señalado desarrollo, además de la
intervención del órgano jurisdiccional que garantiza la relación que debe existir entre la
sentencia y su ejecución, asegurándose de esta manera el principio de legalidad”.
Aquí se aprecia el control y supervisión que debe ejercer el órgano jurisdiccional como
la obligación de intervenir al adolescente lo cual seria ya una función a desarrollar a
54 través del programa que se desarrolle, para lograr su inserción social, la toma de
conciencia de su problemática.
El contenido de la fase de ejecución en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente según González (2002) se desarrolla a través de los actos destinados
a: intervenir en el proceso de superación del adolescente sancionado, decidir sobre la
libertad de los adolescentes sancionados y salvaguardar los derechos de los
adolescentes en esta fase. Por tal motivo, reviste importancia la actuación del juez de
ejecución en esta fase, siendo necesario una coordinación entre los diferentes actores
del Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente y especialmente una
adecuada comunicación con los adolescentes.
En relación a la naturaleza jurídica de la fase de ejecución de la sentencia se han
manejado diversos criterios. Tal como señala Tome y Almagro Nosete (citado por
Vásquez, 2007), se ha invocado la tesis administrativa que sostiene que la función
judicial termina con la sentencia, la tesis que entiende que la ejecución penal tiene
naturaleza netamente jurisdiccional y procesal; la tesis intermedia que mantiene el
carácter complejo de la ejecución penal estimando que pertenece tanto al derecho
material (en lo que concierne a la realización, modificación o extinción de la pretensión
punitiva) como al administrativo (normas que regulan la ejecución material de la
condena)y al procesal (normas que regulan las condiciones y presupuestos del
cumplimiento de las sentencias penales) y finalmente un cuarto sector que defiende la
autonomía del derecho Penitenciario.
Según esta autora, en Venezuela tradicionalmente se había considerado la ejecución
de la sentencia como un problema netamente administrativo, donde poca o ninguna
intervención tenía el poder judicial, en tal virtud una vez definitivamente firme la
sentencia y librado el respectivo auto de ejecución por parte del tribunal de la causa, el
penado salía de la esfera jurisdiccional y entraba en la esfera administrativa. Esta
situación ocurría con los adultos, sin embargo en el caso de los adolescentes estos
aspectos eran inexistentes ya que no existía un proceso penal para adolescentes, y
era el Juez de Menores quien se encargaba de vigilar la decisión tomada.
55 La autora antes mencionada, considera que el considerar la fase de ejecución
netamente administrativa conllevaba a que el juez se desentendiera de la decisión
tomada, es por ello que se crea la necesidad de judicializar esta fase y atribuirle a los
jueces de ejecución o vigilancia, quienes deben velar por el respeto de la legalidad en
el cumplimiento de la pena, (medidas en el caso de adolescentes) y convertirse en el
garante del respeto a los derechos del penado (adolescentes infractores).
En opinión de Vásquez (2007) la judicialización de la fase de ejecución penal no
supone que las cárceles o entidades de atención socioeducativas dependan del poder
judicial, se trata de concretar mayores garantías para las personas que van a cumplir
una pena o medida.
Es por ello que la fase de preparación para el egreso dentro del proceso de atención
para los adolescentes privados de libertad es un aspecto novedoso y que reviste
mucha importancia, donde la actuación del juez de ejecución, defensores y equipos
multidisciplinario es básica.
Vásquez (2007) ha propuesto unos principios que rigen la ejecución penal en el
ámbito de adultos, sin embargo estos son también aplicables a los adolescentes
insertos en el Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente.
• Principio de ejecutabilidad. Reconocido en el numeral 5 del articulo 44 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, norma según la cual
nadie podrá continuar en detención después de dictada orden de excarcelación
por la autoridad competente o una vez cumplida la pena impuesta.
• Principio de legalidad.
• Principio de firmeza. Es requisito indispensable para la ejecución de la sanción
que la sentencia haya quedado firme.
• Principio de iniciación de oficio. Declarada firme la sentencia el paso siguiente
es su ejecución, sin que nade lo solicite el órgano competente debe proceder a
ejecutarla.
56
• Principio que las sanciones se orientarán a la reorientación y reeducación de la
persona.
• Principio de variabilidad en la duración de las penas privativas de libertad. La
pena puede durar más o menos de lo fijado por el tribunal sancionador, nunca
más.
2.3.2 Juez de Ejecución y atribuciones.
Por siglos el poder administrador fue autoridad competente para la ejecución de las
penas privativas de libertad, ésta actividad se dejaba en manos de funcionarios
gubernamentales quienes vigilaban, dirigían y controlaban la vida de los reclusos
(González, 2002, p. 242).
Surge así en las modernas legislaciones, la figura del juez de ejecución como juez
especializado, quien está facultado para conocer de todas las incidencias que pueda
generar la ejecución de la sentencia penal.
En opinión de Brinder (citado por González, 2002), significa que el condenado tendría
la oportunidad de recurrir al juez de ejecución, cuando sus derechos fuesen violados y
que el juez debe mantener una actitud activa respecto a los fines constitucionales
establecidos en relación a la pena como son la resocialización y rehabilitación.
La judicialización de la fase de ejecución en opinión a González (2002) “se considera
una exigencia justa, porque flaco servicio se haría a la justicia, concibiendo y
estructurando sistemas procesales en los cuales se darían garantías a los subiudice,
si en la ejecución de las sanciones impuestas, que es el lapso más largo en cuanto a
tiempo se refiere, no se ejerciera una efectiva protección a través del control judicial”.
Siguiendo a esta autora la intervención del juez afianza la garantía de asegurar el
cumplimento de las disposiciones que regulan la ejecución penal y el respeto de los
derechos reconocidos a los condenados.
57 En el proceso penal venezolano la fase de ejecución está a cargo del juez de
ejecución, quien ejerce el control durante el cumplimiento de la sanción. El artículo 646
de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente determina la
competencia del juez de ejecución, para cumplir este mandato tiene las atribuciones
conferidas por el artículo 647 de la misma ley, tales como:
a) Vigilar que se cumplan las medidas de acuerdo con lo dispuesto en la sentencia que lo ordena
b) Controlar que la ejecución de cualquier medida no restrinja derechos fundamentales que no se encuentren fijados en la sentencia condenatoria
c) Vigilar que el plan individual para la ejecución de las sanciones esté acorde con los objetivos fijados en esta ley
d) Velar porque no se vulneren derechos del adolescente durante el, cumplimiento de las medidas especialmente en el caso de las medidas privativas de libertad
e) Revisar las medidas por lo menos una vez cada seis meses, para modificarlas o sustituirlas por otras menos gravosas cuando no cumplan con los objetivos para las que fueron impuestas o por ser contrarias al proceso de desarrollo del adolescente
f) Controlar el otorgamiento o denegación de cualquier beneficio relacionado con las medidas impuestas
g) Conocer y decidir sobre la impugnación de las medidas disciplinaras impuestas a los privados de libertad
h) Decretar la cesación de la medida i) Las demás atribuciones que esta u otras leyes le asignen
En cuanto a otras atribuciones que le atribuye la ley al juez de ejecución, en opinión de
González (2002), se encuentran: acumulación de sanciones, velar por el régimen de
los adolescentes, inspeccionar las entidades de atención, hacer comparecer ante sí a
los adolescentes sancionados con fines de vigilancia y control y dictar los
pronunciamientos necesarios y convenientes para prevenir o corregir las
irregularidades que observe en resguardo de los derechos de los sancionados,
exhortando u ordenando, la autoridad competente, que las subsane de inmediato,
fijando un lapso prudencial para ello, practicar el computo definitivo.
Es importante señalar la atribución que la ley le confiere al juez en la fase de
ejecución, en relación a la posibilidad de modificar o sustituir la medida de privación
58 de libertad a un adolescente por otra menos gravosa, cuando ésta no cumpla con la
finalidad de la misma. En este sentido, es necesaria que llegado el momento de una
sustitución de medida, esta decisión sea dada a conocer a los equipos
multidisciplinarios para iniciar la fase de preparación para el egreso, lo que conllevaría
necesariamente a mantener una comunicación constante entre el juez de ejecución y
los equipos que laboran en las entidades de atención.
2.3.3 Finalidad de las sanciones socioeducativas.
La ejecución de las medidas establecidas en la condena condenatoria tiene por objeto
lograr el pleno desarrollo de las capacidades del adolescente y la adecuada
convivencia con su familia y entorno social (artículo 629 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente).
Para lograr la finalidad de las medidas educativas, la ley establece que en la ejecución
de las medidas privativas de libertad se realizará mediante un plan individual. El plan,
formulado con la participación del adolescente, se basará en el estudio de los factores
y carencias que incidieron en su conducta y establecerá metas concretas, estrategias
idóneas y lapso para cumplirlas. Este plan deberá estar listo a más tardar un mes
después del ingreso.
Pérez (2002), considera que el plan individual:
“es la guía por excelencia de la ejecución de cualquier sanción, porque implica un conocimiento integral del proceso de desarrollo del adolescente que cometió un hecho punible y permite construir la estrategia más idónea para lograr la función socioeducativa de todas las sanciones, además de proveer al adolescente de la oportunidad de analizarse y conocerse, pero además es la mejor forma que tiene el juez de evaluar el pacto real de la sanción sobre el adolescente, herramienta indispensable para modificar o sustituir una sanción”.
Siguiendo a esta autora, el plan individual se convierte en la herramienta fundamental
de la ejecución de las sanciones previstas en el Sistema Penal de Responsabilidad del
Adolescente, porque de su adecuada elaboración, ejecución y seguimiento depende el
59 logro final del sistema, lograr el pleno desarrollo de las capacidades del adolescente.
Martínez (2006), indica “El plan individual de ejecución es el instrumento programático
de enlace perfecto entre el adolescente, los profesionales de las ciencias sociales
(facilitadores-orientadores del proceso de cambio y juez de ejecución)”.
Según la autora antes mencionada, el plan individual lo elaboran los profesionales del
establecimiento en el que se cumple la medida, con la activa participación del
adolescente. El análisis de los factores históricos, disposicionales y recurrentes que
llevan al adolescente a realizar actividades ilícitas corresponde al equipo de
profesionales.
Tal como señala Pérez (2002), las personas idóneas para conocer e indagar la
información que servirá de sustento para el plan individual, además del propio
adolescente, son los integrantes de los equipos multidisciplinarios, en este caso el
psicólogo como el profesional con las herramientas necesarias para entender el
proceso de desarrollo humano de forma estructural y vincularlo con las capacidades
de desarrollo del adolescente, intervenir adecuadamente cada uno de los sistemas de
personalidad en desarrollo. El profesional del área de trabajo social, como profesional
preparado para comprender la dinámica de los roles sociales que le corresponden al
adolescente, en los diferentes medios donde se desarrolla su vida, para poder así,
ubicar los factores de riesgo y de protección que incidieron directamente en la
conducta de convivencia del adolescente.
Otro profesional importante es el educador que posee herramientas para conocer el
proceso mediante el cual los adolescentes aprenden y los valores y los esquemas de
vinculación con su comunidad, más allá de los procesos formales de la educación
escolar.
El adolescente debe participar de manera activa en este proceso y es responsabilidad
de los integrantes de los equipos multidisciplinarios idear estrategias para que el
adolescente comprenda la importancia de la elaboración de este plan. Se debe
60 buscar que el adolescente desee cambiar.
Tal como señala Martínez (2006), el plan individual “implica para los profesionales
generar un proceso educativo en el que los adolescentes modifiquen su actitud y se
interesen por enfrentar nuevos riesgos y aprovechar oportunidades”(p.146).
Según Pérez (2002), el plan individual es la guía para poder conocer el desarrollo de
la ejecución de la sanción pero también es la forma cómo se evaluará el impacto
socioeducativo que debe tener la sanción en el adolescente para lograr modificar los
factores inherentes al sujeto que incurrió en la conducta delictual y que será la única
garantía de no reincidencia.
A través de este plan y luego de un proceso de abordaje y evaluación con el
adolescente se deben establecer las metas tomando en cuenta aquellos factores que
incidieron en la realización de un hecho punible, es importante destacar que en el
momento de la evaluación se busca conocer sus antecedentes desde diferentes
aspectos pero sólo para tratar de explicar la forma de actuar de este adolescente, es
por ello que las metas son definidas como un logro temporal, espacial, cualitativa y
cuantitativamente dimensionado, solo versará sobre esos factores.
Las metas según Martínez (2006), están relacionadas con áreas específicas del
desarrollo como salud, emotivo-cognitivo, educativa y social.
En el área salud busca restablecer en el adolescente el bienestar físico y mental
dentro de una adecuada relación consigo mismo y con su ambiente. El área emotiva
cognitiva busca factores emocionales explicativos de la conducta que originó su
conflicto con la ley. En esta área se establecen metas, ya que el fracaso escolar esta
vinculado con la conducta delictiva y es un factor que ayuda a su integración social. El
área social reviste importancia por cuanto es importante conocer su relación con la
familia, comunidad, grupo de pares, roles, inversión de su tiempo libre.
61 Así mismo otra característica que presenta las metas es que deben estar redactadas
en términos concretos, de tal manera que tanto el adolescente como el evaluador
conozcan de manera precisa cuando se ha alcanzado esa meta.
2.3.4 Derechos de los adolescentes en la ejecución de las medidas.
El adolescente independientemente de su condición, es decir, sin atender al hecho de
ser libre o privada de su libertad, es Sujeto de Derecho, tal como se ha señalado en el
artículo 78 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y 10 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, en virtud de ello goza de
todos los derechos inherentes a la persona humana y su ejercicio pleno y efectivo
debe estar garantizado por el Estado (Mata, 2002).
Según esta autora, el adolescente sometido al Sistema Penal de Responsabilidad del
Adolescente, tiene tres tipos de derechos: derechos sustantivos, derechos procesales
y de ejecución de las sanciones.
Dentro de los derechos sustantivos se encuentran los agrupados por la Convención
sobre los Derechos del Niño en 4 categorías (supervivencia, desarrollo, participación
y protección), los cuales ya han sido descritos en este trabajo de investigación. Los
derechos procesales tales como derecho a la justicia, de petición, a defender sus
derechos, debido proceso, a la defensa, al conocimiento, al contradictorio, presunción
de inocencia, a ser oído, al juez natural, cosa juzgada a impugnar principio de
legalidad, confidencialidad, excepcionalidad de la privación de libertad, juicio
educativo, proporcionalidad, separación de los adultos.
Así mismo los derechos en la fase de ejecución para adolescente están establecidos
en el artículo 630 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
tales como:
a) ser mantenido, preferentemente en su medio familiar si este reúne las condiciones requeridas para su desarrollo,
62
b) un trato digno y humanitario, c) a recibir información sobre el programa para el cual está inserto, sobre las etapas previstas para el cumplimiento de la medida, así como sobre sus derechos en relación a las personas o funcionarios que lo tuvieren bajo su responsabilidad, d) a recibir servicios de salud, sociales y educativos adecuados a su edad y necesidades, y a aquellos sean proporcionados por personas con la formación profesional idónea, e) a comunicarse reservadamente con su defensor, fiscal del ministerio público y juez de ejecución, f) a comunicarse libremente con sus padres, representantes o responsables, salvo prohibición expresa del juez, g) a que su familia sea informada sobre los derechos que a ella le corresponden y respecto de la situación y los derechos del adolescente.
Si bien todos los derechos se le deben garantizar a los adolescentes, en este trabajo
de investigación reviste importancia el derecho a que se les informe de las distintas
etapas del proceso, siendo necesario resaltar que el legislador hace mención expresa
a la fase de ingreso y egreso, sin proporcionar detalles de cómo deben ejecutarse las
mismas, razón por la cual ésta investigación se justifica. De este artículo se puede
inferir que el legislador le está otorgando a las entidades de atención la
responsabilidad de informar a los adolescentes acerca de las diferentes etapas del
proceso, que según los autores implica la fase de ingreso, permanencia y preparación
para el egreso, es por ello que para los equipos multidisciplinarios es necesario
conocer los objetivos de cada una de las fases, así como las acciones a desarrollar.
2.4 Entidades de atención.
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente en su artículo 181
define las entidades de atención como:
“Instituciones de interés público que ejecutan programas, medidas y sanciones. Las entidades de atención pueden ser constituidas a través de cualquier forma de organización o asociación pública, privada o mixta, que permita la ley. Las entidades de atención creadas por organismos del sector público, son públicas a los efectos de esta Ley”.
63 Las entidades de atención que ejecutan programas deben establecer sus necesidades
de información: estudios de demanda real y potencial, distribución geográfica, tipos de
delitos cometidos, tipos de proyectos, recursos existentes, vías de incorporación a la
actividad delictiva, mecanismos de manutención, resultados de la intervención,
diferencias de géneros entre otras cuestiones que requieren una permanente labor de
investigación que puede ser desarrollada desde distintos espacios.
Cabe destacar que esta investigación se llevará a cabo en entidades de atención
adscritas al Ministerio de Poder Popular para la Protección Social que desarrollan el
programa socioeducativo de la medida de privación de libertad en el Estado Zulia.
El artículo 183 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente
señala los principios de las entidades de atención, tomando en cuenta el principio del
interés superior del Niño de acuerdo al contenido del programa que desarrollen. Estos
principios son:
a) preservación de los vínculos familiares b) no separación de grupos de hermanos c) preservación de la identidad del niño y del adolescente y oferta de entorno de respeto y dignidad d) estudio personal y social de cada caso e) atención individualizada y en pequeños grupos f) garantía de alimentación y vestido, así como de los objetos necesarios para su higiene y aseo personal g) garantía de atención médica, Psicológica, psiquiátrica, odontológica y farmacéutica h) garantía de actividades culturales, recreativas y deportivas i) garantía de acceso a actividades educativas y a las que propicien la escolarización y profesionalización k) garantía al niño y al adolescente del pleno ejercicio del derecho a estar informado de los acontecimientos que ocurren en su comunidad, su país y el mundo y de participar en la vida de la comunidad local l) preparación gradual del niño y del adolescente para su separación de la entidad de atención m) mantenimiento de archivos donde conste la fecha y circunstancias de la atención prestada, el nombre del niño o adolescente atendido, sus padres, representantes o responsables, parientes, direcciones, sexo, edad, seguimiento de su formación, relación de sus bienes personales y demás datos que posibiliten su identificación y la individualización de atención. n) seguimiento a los niños y adolescentes que egresen de la entidad de
64
atención.
Cabe destacar que dentro de los principios mencionados reviste importancia para
esta investigación la preparación gradual del niño y adolescente de la entidad de
atención, esto concatenándolo con las entidades de atención que ejecutan programas
socioeducativos, es aún más importante ya que implica la inserción del adolescente al
medio social, luego de la realización de un hecho punible donde se espera que exhiba
conductas que se ajuste a las normas sociales, donde existirá libertad para la toma de
decisiones.
2.5 Programa socioeducativo.
El artículo 123 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente
define los programas como la secuencia de acciones desarrolladas por personas o
entidades con fines pedagógicos, de protección, atención, capacitación, inserción
social, fortalecimiento de relaciones afectivas y otros valores dirigidos a niños y
adolescentes. En este sentido la Ley en el artículo 124 señala los tipos de programas
a considerar, estableciendo en el literal j) el programa socioeducativo definido como
aquel dirigido a la ejecución de las sanciones impuestas a los adolescentes por
infracción a la ley penal.
Cabe destacar que este tipo de programa incluye los dirigidos a ejecutar la medida de
privación de libertad, semi-libertad, imposición de reglas de conducta, servicios a la
comunidad. En la presente investigación se trabajará con el programa socio-educativo
de la medida de privación de libertad, ya que la finalidad es tomar en cuenta la fase de
preparación para el egreso.
Tomando como referencia lo planteado por Martínez (2006), quien señala previo a la
entrada en vigencia de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
en los anteriores 25 años, claramente se pueden identificar tres momentos marcados
por modificaciones teórico-conceptuales y metodológicas que han definido el
65 funcionamiento de los centros y servicios dirigidos a la población de adolescentes
incursos en la comisión de un hecho punible. Todas estas modificaciones estuvieron
enmarcadas bajo el paradigma de la situación irregular.
• Los programas de 1976 respondían a un enfoque sociológico estableciendo
como causa de los problemas la desestructuración familiar y la carencia de
oportunidades para el estudio y el trabajo. El objetivo de este programa fue
compensar carencias, reeducar para una moralidad autónoma, asegurar un
medio similar al familiar, educar en y para el trabajo. El tipo de establecimiento
fueron los albergues y centros de recepción, centros de diagnósticos para hacer
evaluaciones, servicio de libertad vigilada. El adolescente se caracterizaba por
presentar dificultades o carencias en cuanto la incorporación al sistema de
socialización, inserción de la familia, estructuración psicológica. El proceso de
reeducación era indeterminado, paso a la autonomía, conformación de
pequeños grupos con base a intereses.
• Los programas de 1986 responden a un enfoque psicologista, estableciendo
como causa de los problemas del adolescente su condición de enfermo,
altamente peligroso. Los objetivos fueron proporcionar contención física y
psicológica, crear conciencia de enfermedad, socializar, capacitar laboralmente.
Los establecimientos fueron los centros de atención inmediata, centros de
atención intensiva para el tratamiento de los adolescentes con trastornos más
severos, servicio de libertad vigilada. Los adolescentes se concebían como
desadaptados, peligrosos, resistentes a tratamientos tradicionales. El
tratamiento estaba dirigido a la pérdida de puntos por conductas inadecuadas,
establece 5 fases.
• Los programas de 1995 responden a un enfoque de apoyo psico y
socioterapèutico estableciendo que el conflicto social con el adolescente es el
resultado de una interacción multifactorial entre aspectos biológicos,
psicológicos y sociales. El objetivo fue promover cambios de comportamiento,
evaluar dinámicamente, proporcionar experiencias educativas, laborales y
terapéuticas, proporcionar contención física y psicológica. Los establecimientos
66
fueron centros de evaluación inicial, centros de diagnóstico y tratamiento,
servicio de consulta externa y libertad vigilada. Los adolescentes se concebían
con problemas de comportamiento e integración social con un patrón repetitivo
de infracción a la ley penal. En el proceso de reeducación se realizaban
actividades educativas, deportivas, comunitarias.
Estas orientaciones fueron fijadas por el ente rector como lo es Instituto Nacional del
Menor, luego de la implementación de la Ley, se exige que los programas se adecuen
a esta normativa y se rompa definitivamente con el paradigma de la Situación Irregular
y se cree una nueva realidad ajustando estos programas al paradigma de la protección
integral, de allí a importancia de conocer cómo se llevó a cabo el abordaje con la ley
anterior para no cometer los mismos errores y comprender la concepción que sustenta
el abordaje de los adolescentes que han sido declarado responsable penalmente.
En el año 2003 el Instituto Nacional del Menor- Seccional Zulia, institución pública al
cual están adscritas las entidades de atención donde permanecen los adolescentes
privados de libertad supervisado a través de la División de Control y de Gestión
Programática, efectuó adecuación de este programa para ajustarse a la nueva forma
de abordar a adolescentes incurso en la comisión de un hecho punible. Esta
adecuación forma parte de la obligación que tiene el Estado Venezolano de dar
respuesta al mandato internacional luego de suscribir la Convención sobre los
Derechos del Niño y considerar los elementos que señala la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente en cuanto al abordaje de los adolescentes
infractores a la ley penal.
En este sentido Martínez (2001), define los programas socioeducativos como la
sistematización de un conjunto de acciones con fines pedagógicos, de protección,
atención, capacitación, inserción social, fortalecimiento de relaciones afectivas y otros
valores dirigidos a la los adolescentes que se encuentran en conflicto con la ley penal.
Dentro de los programas socioeducativos está el referido a la ejecución de la sanción
de privación de libertad, según esta autora (2005), el programa para la privación de
libertad se constituye en una metodología socioeducativa dirigida a adolescentes que
67 han recibido una medida de privación de libertad.
Este nuevo modelo señala cambios estructurales como reducir el tamaño de las
instituciones para favorecer una mejor atención y con mayor seguimiento en cada
caso y formar al personal en la metodología socioeducativa. La finalidad de los
establecimientos ha cambiado de modificar la sintomatología del adolescente a
potenciar el cambio de las circunstancias tanto personales como familiares y/o
sociales que desencadenan el conflicto social.
Esta autora señala algunos elementos a considerar en el programa socioeducativo
que ejecuta la medida de privación de libertad basado en la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente tales como:
• Participación activa de actores claves: especialistas en la materia, comunidad y los propios adolescentes de forma de construir los puntos cardinales de los programas: selección, entrenamiento y supervisión del personal, proceso de elaboración del plan individual, participación comunitaria, indicadores de evaluación
• Debe potenciar el establecimiento de vínculos individualizados, personalizados, de acuerdo con las características específicas del individuo
• La relación entre el personal y el adolescente contribuye con la elaboración y desarrollo de un proyecto alternativo de vida: el plan individual
• Los cambios en el comportamiento se favorecen en la interacción del adolescente con el medio social
• La mejor garantía para el cumplimiento de los proyectos de acción educativa de los adolescentes lo constituyen los establecimientos y servicios bien organizados, con reglamento interno, programaciones grupales, planes individuales, procesos automatizados de información sobre la población y la ejecución de los programas
• El personal debe cumplir con su función orientadora, generando con el adolescente un clima de confianza y respeto en el que se aprende a convivir con el otro, respetando la alteralidad y mejorando la valoración del “nosotros”.
• Asignación presupuestaria justa.
68 Estos elementos que a juicio de la autora mencionada deben estar presentes en los
programas socioeducativos, en la fase de permanencia y preparación para el egreso
son de importancia la creación de vínculos personalizados, individualizados, así como
el fomento de cambios mediante la interacción social, de allí que es necesario que las
entidades incorporen a la comunidad en las actividades que desarrollen.
2.5.1 Objetivo del programa socioeducativo.
El objetivo del programa socio-educativo de privación de libertad es proporcionarle al
adolescente una estrategia socioeducativa, personalizada, responsabilizadora de las
situaciones de conflicto en los ámbito personal, familiar, escolar, laboral, social, o
cultural con la intención de lograr una adecuada orientación, para lograrlo se hace
imprescindible el abordaje dentro del establecimiento que permite analizar el conflicto
social teniendo en cuenta: las características de las conductas delictivas, progresión
de las conductas delictivas, análisis relacionado con el comportamiento.
Según esta autora el desafío de los programas socioeducativos consiste en disminuir
comportamientos antisociales y fomentar comportamiento prosociales. Para ello
plantea algunas líneas generales de estos programas como:
• El programa socioeducativo debe potenciar el establecimiento de vínculos
individualizados, personalizados, de acuerdo con las características especificas
del individuo (edad, sexo, cultura, etc).
• La relación entre el proyecto y el adolescente contribuye con la elaboración y
desarrollo de un proyecto alternativo de vida: el plan individual.
• Los cambios en el comportamiento se favorecen en la interacción del
adolescente con el medio social. Los programas socioeducativos con la
participación de la comunidad incidirán adecuadamente en las dimensiones
cognoscitiva y conductual de las y los adolescentes.
69
• La mejor garantía para el cumplimiento de los proyectos de acción educativa
de los adolescentes lo constituyen los establecimientos y servicios bien
organizados, con un reglamento de régimen interno, programaciones grupales e
individuales y procesos automatizados.
• El personal debe cumplir una misión orientadora.
• Los programas deben contar con presupuesto adecuado
Es importante señalar que las entidades de atención para cumplir con su objetivo
deben buscar la incorporación de instituciones y la comunidad, de tal manera que le
permita a los adolescentes establecer contacto con el medio social.
2.5.2 Características de los adolescentes en conflicto con la ley penal.
El programa Martínez (2003), señala que en general la población de adolescentes en
conflicto con la ley penal, resulta de un proceso evolutivo de aprendizajes inadecuados,
deficientes o desviados de la cultura general y normativa en la que se vive. Con
frecuencia se encuentran historias de deserción escolar, relaciones sexuales a
temprana edad, consumo de sustancias psicoactivas, incorporación prematura al
trabajo en la calle y una progresión de conductas delictivas.
Esta autora señala, que los adolescentes sancionados con la medida de privación de
libertad, su comportamiento contiene un alto nivel de violencia y en pocas
oportunidades aparece de manera súbita, regularmente el joven a través del tiempo, ha
incurrido en una progresión de delitos, con regresiones o saltos hasta mantener y
alcanzar un estadio de gravedad. Es por ello, que es importante conocer en el
adolescente su historia de vida, antecedentes para poder establecer un diagnóstico
social claro y fijar pautas de intervención, que también se considerarán en su
preparación para el egreso.
70 El Sistema Nacional de Atención Socioeducativa para Adolescentes Infractores de la ley
Penal (2007), señala que no hay un solo perfil de compromiso lo cual dependerá del
tipo de trayectoria. Esta trayectoria delictiva está definida como un transitar progresivo
desde la edad más temprana a la adultez, hay estudios que señalan la existencia de
dos vías y otros de tres vías. En cuanto a la trayectoria de dos vías tenemos:
La trayectoria de dos vías toma en cuenta a los adolescentes en función de su edad o condición social, obedecen la mayor parte el ejercicio de ritos iniciáticos y a la adquisición de bienes que los padres no pueden ofrecerles. En este caso los adolescentes cometen el delito como procesos desencadenantes influyentes como el grupo de pares o una crisis de adaptación propia de la edad (cuestionamiento de normas sociales, oposición a la autoridad, dificultad para relacionarse con el mundo de los adultos, por tanto se trata también de la única incursión en la comisión de delitos.
En relación a la trayectoria de tres vías, la primera se caracteriza por una trayectoria de
conflictos con la autoridad que empieza antes de los 12 años. Las otras dos vías
describen la trayectoria del tipo habitual y se destacan durante la adolescencia. Una
describe el paso del conflicto con la autoridad a conflictos e infracciones de mediana
gravedad. El tercer camino, alternativo se caracteriza por un incremento de la
agresividad (desde malestar y lesionar a los compañeros, asando por peleas entre
bandas hasta llegar a asaltos y uso de armas).
El considerar la progresión de las conductas delictiva en los adolescentes, les
proporciona a los integrantes de los equipos técnicos información que debe ser
considerado para su egreso, ya que no representa lo mismo un adolescente que ha
cometido el adolescente por primera vez a aquel que pertenece a “bandas”.
Así mismo se le atribuye otras características, según Deccio (2004), muchos
adolescentes en conflicto con la ley penal evidencian retrasos en la adquisición de
diversas destrezas cognitivas, destrezas esenciales para la adaptación social:
autocontrol, razonamiento abstracto, resolución de problemas interpersonales, toma de
perspectiva social, razonamiento crítico, habilidades sociales, pensamiento creativo.
71 Un estudio reciente realizado por el Banco Mundial titulado “el potencial de la juventud:
políticas para jóvenes en situación de riesgo en América Latina”, señala que los
adolescentes infractores se enfrascan en un círculo vicioso propiciado básicamente por
la falta de oportunidades y un sistema que recurre con frecuencia a la interacción de
centro juveniles, sin contemplar seriamente la aplicación de otros mecanismos socio-
educativos o de prevención”.
Pérez (2002), presenta una concepción más amplia señalando que el adolescente es
un ser humano que está en la etapa final de la construcción de su personalidad, e
identificación con un rol como adulto y que en el caso de los adolescentes que
presentan problemas con su conducta de adaptación social, está operando una serie
de factores negativos como el modelaje de la violencia cotidiana, falta de límites en la
familia y en la comunidad, la inadecuada contención de los adultos que lo rodean, una
cultura de urgencia que clama a giritos por un orden social más justo, que impulsa a
nuestros jóvenes a una búsqueda de mecanismos alternos para lograr integrarse a la
sociedad que le exige más de lo que le ha podido dar.
De las características mencionadas se aprecia como unos lo describen tomando en
cuenta el proceso que ocurre para llegar a manifestar estas conductas, otros desde un
punto de vista de las características o dificultades observables y esta ultima toma en
cuenta aspectos sociales y psicológicos y un punto estructural, es decir todo un
proceso evolutivo.
2.5.3 Contenido socioeducativo.
Tomando en cuenta las características de la población atendida se deben considerar
algunos contenidos a trabajar dentro del proceso de atención.
Silva (2004), señala que una de las áreas de intervención en el trabajo con los
adolescentes infractores requiere de una especificidad de lo educativo, donde ciertos
elementos concretos dan un cariz diferente a la relación educativa, a los contenidos y
72 a los tiempos de la educación. Para iniciar la construcción de una educación social
especializada en la infracción penal de adolescentes, esta se debe rastrear la
información del educando, su familia y las redes de soporte afectivo social, en el
sentido que un buen diagnóstico de situación nos aportará mayores elementos para
una intervención eficiente.
Igualmente se señala que para una efectiva intervención educativa con adolescentes
responsables de un hecho penal es necesario derribar mitos como: mito de la no
conflictividad, mito de la horizontalidad, mito de la naturalidad, mito de la suavidad (Da
Costa, citado por Silva 2004).
Por otra parte, destaca que una herramienta central del educador es el manejo de la
información, manejo que se debe expresar en dos niveles, por un lado la información
general de la cultura de nuestro tiempo (político, cultural, educativo, social) y por otro
lado la información de los servicios destinados a niños y adolescentes con el objetivo
de hacer la acción mas eficiente, logrando conectar a los adolescentes con los
servicios existentes, que por una parte cubren necesidades esenciales y por otro
faciliten su inserción social.
Según Silva (2004), conectar al adolescente con la comunidad disminuye a la mínima
expresión los riesgos de la institucionalización, entendida como esa dependencia de
un asistencialismo que lo inmoviliza. Es clave su integración en espacios donde
asisten chicos de su misma edad a realizar actividades propias de la etapa de
adolescencia y evitar de ser posible la ficción de espacios de integración de
adolescentes unidos por su situación de infractores a la ley.
Este autor considera tres elementos claves para del trabajo educativo con
adolescentes responsables de infracciones:
1. Responsabilidad: entendida como la capacidad de sentirse obligado a cumplir
una tarea sin una presión interna, aceptando las consecuencias de los propios
actos. Esto implica la responsabilidad por la infracción cometida y por otro
73
asumir las tareas cotidianas, la formación personal, los vínculos con la familia,
amigos.
2. Autonomía: valor que se manifiesta en la capacidad de actuar con
independencia. Es necesario clasificar a los adolescentes según su edad.
3. Autoestima: sentimiento de aceptación que permite sentirse capaz de afrontar
nuevas situaciones pudiendo valorar las propias posibilidades y limitaciones. Es
necesario identificar que factores inciden a fin de encararlos, trabajarlos y
buscar alternativas de cambio, aceptar las capacidades y limitaciones.
Por otra parte, Martínez (2003), considera que en el área de trabajo se debe dar
orientación y apoyo para la búsqueda y mantenimiento de un empleo, con
conocimientos y reflexión sobre los derechos plasmados en la legislación nacional y
responsabilidades en el mundo laboral. Estas áreas de educación y trabajo no pueden
descontextualizarse de la situación social del país.
También se debe contemplar contenidos para la recreación, deportes, salud,
inscripción en el registro del estado civil, actividades religiosas, mantenimiento de
establecimientos, higiene y autocuidado.
Así mismo, se debe incluir los contenidos vinculados con las habilidades sociales,
como una herramienta para las relaciones personales, que permita al individuo
expresar verbal y gestualmente los sentimientos, creencias y opiniones de forma
adecuada a las situaciones. Con el entrenamiento en habilidades sociales se inicia la
mediación para la resolución de conflictos, minimización de la probabilidad de
aparición de futuros problemas o conductas vinculadas a la violencia o la ansiedad en
las relaciones de los adolescentes, la competencia social para defender los propios
derechos, la formación del pensamiento crítico de forma que el individuo cuestione la
realidad y reflexione sobre las situaciones sociales expresadas en los conflictos
cotidianos, la vida daría y los medios de comunicación social.
74 Silva (2004), señala que el concepto de habilidades sociales es equiparado por
algunos teóricos con el de competencias sociales, otros lo consideran como
competencias sociales como un parámetro de evaluación respecto a la concreción de
habilidades sociales. Inicialmente el término de habilidades se utilizó respecto a la
interacción humano-máquina, para más tarde emplearse con relación al vínculo entre
las personas.
El término empleado por este autor es el de conjunto de conductas emitidas por el
individuo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes,
deseos, opiniones o derechos de este individuo de un modo adecuado a la situación
respetando esa conducta en los demás y que resuelve los problemas inmediatos de la
situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas.
Tal como plantea Fermoso (citado por Silva, 2004), las habilidades sociales pueden
clasificarse en:
a) Habilidades de autoafirmación: implica defensa de sus propios derechos.
b) Habilidades de interacción: se refiere a la interacción social con otros.
c) Habilidades verbales: iniciar, mantener y terminar una conversación, dar y recibir
cumplidos, preguntar y dar información, expresar quejas, pedir favores, saber decir
que no.
d) Habilidades no verbales: para expresar sentimientos por gestos de ira,,
complacencia, agrado, desagrado, gusto y disgusto. Todas estas habilidades son
exhibidas en las diferentes áreas del individuo.
2.5.5 Metodología socioeducativa.
La metodología socioeducativa se centra en las potencialidades del adolescente, con
un enfoque de habilitación psicosocial integral, por lo tanto, la atención no puede
recaer en un solo profesional o en la experticia de éste sino en un equipo
multidisciplinario para el apoyo y el asesoramiento. Por otra parte, se respeta la
75 atención individualizada a diferencia de otros programas. En los programas
socioeducativos, bajo la mirada de la atención integral los logros son posibles
(Martínez, 2001).
La metodología socioeducativa toma en cuenta alguna de los siguientes aspectos:
• Atención integral: estructuración del proceso de atención, teniendo presente todas las áreas de derechos: supervivencia, desarrollo, protección, participación.
• Normalización: establecimiento de un ritmo de vida semejante al que sigue la población general de esa edad.
• Individualización: respuestas cónsona con las características personales de cada individuo
• Sectorización: distribución de los servicios por las diferentes zonas • Participación: fomento de la participación del adolescente en función de la
edad y nivel de desarrollo. • Globalización: contextualización de la intervención social dentro de la
realidad familiar y social de la que forma parte el adolescente. • Coordinación: interrelación coherente entre los distintos servicios y
proyectos dispuestos para el adolescente. • Autonomía: promoción de la realidad circundante para favorecer
transformaciones positivas en el ambiente y el progreso como persona.
Tal como lo plantea Amoro y otros (citado por Martínez, 2005), una metodología
educativa trata de una intervención social que se conceptualiza como educativa. Los
principios de esta metodología son:
• Personalización del abordaje
• Participación del adolescente
• Articulación social del proceso de atención
• La medida educativa debe responder a las exigencias: ser una reacción de la
sociedad frente al delito cometido por un adolescente y contribuir l desarrollo del
adolescente como persona y ciudadano.
El Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente debe ofrecer al adolescente la
posibilidad de darse cuenta que la respuesta de la sociedad frente al delito no es una
76 arbitrariedad y sí la oportunidad de comprender la justicia y su significado para el
desarrollo personal.
2.5.5 El proceso de atención con visión de derechos.
La planeación del proceso de atención responde al modelo de ciudadano que se
quiere formar. La nueva visión integra los postulaos teóricos provenientes de las
ciencias sociales de una forma diferente a lo hecho hasta ahora e impone responder
principalmente a:
• Perspectivas de derechos
• Principios de la metodología educativa
• Visión del conflicto social como una oportunidad de aprendizaje y
transformación.
La perspectiva de derecho rompe con la división por áreas profesionales del equipo de
trabajo y facilita la visión integral del adolescente sometido a la medida de privación de
libertad.
El proceso de atención se visualiza con diferentes etapas en las que se inscriben
acciones o proyectos, principalmente educativos y para los que deben
operacionalizarse indicadores de seguimiento y evaluación.
Según Ortiz (1999), con el fin de dar cumplimiento a la misión y los objetivos
institucionales, el proceso de atención se estructura siguiendo dos criterios
fundamentales:
1. Fases del proceso de atención.
Esta fase constituye momentos definidos primordialmente a partir de las vivencias del
adolescente en el contexto institucional. Es ella quien da los criterios de permanencia
77 y promoción. No existen según el autor, un tiempo ni unos requisitos estandarizados
con cada fase.
Las etapas del proceso mantienen una relación de continuidad desde el momento en
que el sujeto ingresa a la institución, identificándose tres momentos: recepción,
permanencia y preparación para el egreso.
Por otra parte, Martínez (2002), plantea que par la estructuración del proceso de
atención se debe considerar los postulados de la perspectiva de derechos, la
metodología socioeducativa y la visión del conflicto como elementos para
esquematizar el proceso de atención. Según la autora, la manera más demostrativa
parece ser una matriz que contemple las diferentes áreas de derechos, con objetivos
por cada una de ellas y las acciones específicas para cada fase del programa:
recepción, permanencia y preparación para el egreso.
Ortiz (1999), señala igualmente que el proceso de atención debe estar estructurado
en tres fases las cuales denomina fase de recepción, fase de permanencia y fase de
preparación para el egreso.
Según el autor antes mencionado, la fase de recepción se inicia con la llegada del
adolescente a la institución y el objetivo primordial es generar en el individuo el
reconocimiento del programa y la motivación hacia el mismo, así como el
reconocimiento de su problemática.
Para Martínez (2003), la fase de inducción se inicia desde el momento en que el
adolescente ingresa a la entidad de atención. Esta fase cumple con tres objetivos:
• Lograr la interiorización de normas y pautas de funcionamiento del
establecimiento.
• Elaborar el plan individual
• Facilitar el contacto con el resto de los adolescentes y personal.
78 La fase de permanencia según Ortiz (1999) busca fortalecer las oportunidades de
formación, educación y desarrollo de potencialidades de acuerdo con los intereses y
las necesidades del individuo, preparándolo para asumir autónomamente su proyecto
de vida.
Según Martínez (2006), en la fase de permanencia se deben contemplar actividades
de apoyo al plan individual de ejecución de la medida (especialmente en cuanto a
apoyo y desempeño laboral) y el aprendizaje, ejercicio y cumplimiento de todos sus
derechos. El programa tiene que estar enmarcado por un proceso de formación “por” y
“para” el respeto de los derechos humanos.
Esta autora indica que la adecuada conducción del proceso de atención implica
disponer para el adolescente de una oferta de proyectos. Esto implica que el programa
puede ser atravesado por múltiples líneas de acción, organizadas en proyectos
específicos, que amplíen las oportunidades para los adolescentes y garanticen la
perspectiva de derechos.
Para la definición e incorporación de proyectos educativos al programa es importante
tener presente los proyectos permanentes y semi-permanentes. Los proyectos
permanentes o semipermanentes son acciones secuenciadas o servicios que dan
sostenimiento a la estructura del proceso de atención y que la comunidad institucional
valora como básicos. Estos proyectos tienen carácter colectivo, forman parte del plan
diario de actividades y los adolescentes se agrupan para participar en ellos.
La fase de preparación para el egreso, según Ortiz (1999), enfatiza la toma de
conciencia en el adolescente sobre la necesidad de alcanzar la autonomía para
planear y emprender el proyecto de vida personal en el contexto familiar y
comunitario.
Para Martínez (2003), la fase de preparación para el egreso debe asegurar la
vinculación del adolescente con los servicios y recursos comunitarios para la
continuación en el medio externo de un proyecto de vida alternativo a los conflictos
79 con la ley penal y en convivencia pacífica con la familia y la comunidad.
Es importante señalar que Ortiz (1999), señala que estas fases no tienen un tiempo
establecido y unos requisitos considerados por cada fase, sin embargo la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, dentro del Sistema Penal de
Responsabilidad del Adolescente en lo referente a la aplicación de la medida de
privación de libertad señala de manera implícita la fase de ingreso señalando que en
el primer mes de debe elaborar el plan individual y también estableció la fase de
egreso al establecer que cuando esté próximo a egresar debe ser preparado con
ayuda de la familia y el equipo de las instituciones.
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente en el artículo 642
señala el egreso de los adolescentes indicando lo siguiente: “cuando el adolescente
este próximo a egresar de la institución, deberá ser preparado con la asistencia de los
especialistas del establecimiento y con la colaboración de sus padres, representantes,
responsables o familiares, si fuere posible. En todo caso tendrá derecho a recibir,
cuando egrese, los documentos personales necesarios para su desenvolvimiento en a
sociedad “.
Cabe destacar que si bien el legislador señala esta fase de preparación por parte del
adolescente para enfrentarse nuevamente al medio social, no indica cuáles serían los
elementos que se deben tomar en cuenta, de qué manera pudieran saber los actores
del sistema penal de responsabilidad del adolescente el momento de egresar un
adolescente, a quienes del sistema penal les corresponde tomar decisiones si el
adolescente está preparado, y en cuanto a los equipos multidisciplinarios que laboran
en las entidades socioeducativas, qué acciones realizarán para llevar a cabo esta
preparación, cuál es el contenido del mismo, a partir de qué momento se inicia esta
preparación. A todas estas interrogantes se les ha restado importancia, siendo
necesario enfrentar preparar al adolescente al medio social.
Esta fase de preparación para el egreso también fue incorporada por otras
legislaciones. Guatemala mediante su decreto Número 27-2003 en la ley de
80 Protección a la Niñez y Adolescencia estableció en el artículo 263 esta fase
señalando “Cuando el adolescente esté próximo a egresar del centro, deberá ser
preparado para la salida, con la asistencia de especialistas en trabajo social,
psicología y psiquiatría del centro; asimismo, con la colaboración de los padres o
familiares, si es posible”.
Esta normativa contiene los mismos elementos que lo establecido en la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, sólo que aquí hace mención expresa a
los especialistas que deben participar.
La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sanciona con fuerza de Ley la
“Ley de Protección Integral de los Derechos de niños, niñas y adolescentes”, de fecha 3
de Diciembre de 1998, señalando la obligación de preparar al adolescente a su egreso
en el artículo 72 literal l) el cual establece: “Los Organismos de Atención deben cumplir
con los derechos y garantías que emanan de esta ley, la Constitución de la Nación, la
Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, los Tratados Internacionales en
los que el Estado Argentino sea parte y la Constitución de la Ciudad y en especial……l)
asegurar el apoyo para el regreso de niños, niñas y adolescentes a su ámbito familiar o
comunitario”.
Por otra parte, Nicaragua en su Código de la Niñez y la Adolescencia de ley No. 287,
del 24 marzo 1998, señala la fase de la misma forma que Guatemala.
A su vez, el equipo de especialistas que labora Centro de Privación de libertad para
adolescentes del país de Chile (2005), sugiere que la intervención de los especialistas
en la fase de preparación para el egreso debe estar dirigida a descontextualizar lo
aprendido (formas de pensar y actuar) por el adolescente privado de libertad durante
su permanencia en el centro de internamiento, para luego aprender e incorporar
conductas que le permita alcanzar su inserción social.
Es por ello que resulta importante considerar esta fase de preparación para el egreso
ya que el adolescente se incorporará al medio social con una nueva forma de pensar y
actuar y en este sentido es responsabilidad de los equipos de las entidades de
81 atención conducir este proceso.
2. Áreas de derechos.
Luego de la estructuración del proceso de atención en fases, el segundo criterio según
Ortiz (1999) obedece a la intención de garantizar que el proyecto institucional cumpla
adecuadamente el reto de satisfacer las necesidades inherentes a cada una de las
categorías de derechos: supervivencia, desarrollo, protección, participación, es decir,
cada una de estas categorías debe ser garantizada en todas las fases del proceso.
Dentro del proceso de atención la evaluación es un aspecto importante que procura
determinar de la manera más sistemática y objetiva posible, la pertinencia, eficacia,
eficiencia el impacto de actividades a la luz de objetivos específicos. Constituye una
herramienta administrativa de aprendizaje y un proceso organizativo orientado a
mejorar tanto las actividades en marcha, como la planificación, programación y toma
de decisiones futuras.
Uno de los aspectos cruciales de todo trabajo de evaluación y seguimiento es
seleccionar y definir las variables y los indicadores. Del acierto en ello dependerá en
gran parte el éxito de la evaluación. Por variables se entiende una determinada
propiedad, un aspecto o un componente de la situación, persona o población, con
base en la cual es posible caracterizar todas y cada una de las unidades que
conforman esa persona, situación o población.
Ortiz (1999), señala varias tipos de variables a considerar: variables de caracterización,
de proceso y de resultados.
Variables de caracterización como su nombre lo indica, pertenecen a esta categoría las
categorías fundamentales para caracterizar la institución de que se trate. Estas
variables tienen solamente un propósito descriptivo y de identificación, así que por lo
general no se les considera en el ejercicio de valorizar cuantitativa o cualitativamente el
82 proceso de atención. Para operacionalizarlas es suficiente por consiguiente el nivel de
escala nominal. Algunas variables de caracterización son: código de la institución,
nombre, ubicación, licencia de funcionamiento, cupos disponibles, entre otros.
Variables e indicadores de proceso, este conjunto de variable hace referencia a las
acciones o los procedimientos mediante los cuales se ofrece directamente o se media
en la oferta de los servicios que constituyen el proceso básico de atención. Desde el
punto de vista investigativo, la mayoría de estas variables son independientes o
mediadoras de los efectos o el impacto (variables dependientes).
Variables de proceso:
• Condición y adecuación general de las instalaciones. • Etapas o fases del proceso. • Áreas del proceso de atención. • Integralidad del proceso de atención. • Coherencia del proceso de atención. • Mecanismos de monitoreo, seguimiento y evaluación (pertinencia, calidad,
oportunidad. • Acciones dirigidas al niño/adolescente, familia, comunidad. • Apertura dentro de la participación dentro de la institución. • Definición y cumplimiento de minutas alimentarias. • Plan de actividades (diario, semanal, mensual). • Manual de convivencia. • Vinculación a redes de servicios de salud, educación, recreación, cultura. • Convenios interinstitucionales. • Proceso de capacitación y formación de los agentes educativos. • Clima de relaciones e interacción intrainstitucional. • Recursos humanos disponibles. • Recursos financieros.
Variables e indicadores de resultados, estas variables son el punto de referencia para
evaluar los efectos del proceso de atención sobre el logro de sus objetivos básicos.
Pueden incluirse además indicadores relacionados con el impacto social de mediano o
largo plazo. Estas variables de resultados son evaluadas a través de cada una de las
categorías de derechos: supervivencia, desarrollo, protección, participación.
83 2.5.6 Evaluación y seguimiento de los programas.
Según Ortiz (1999) generalmente se identifican dos tipos de estrategias de evaluación
de impacto:
La evaluación cuantitativa, que se aplica a aquellas áreas o variables no susceptibles
de ser cuantificadas. Este tipo de evaluación complementa y clarifica los datos
cuantitativos y permite contextualizar y dar sentido a los resultados y recomendaciones.
Las estrategias cualitativas sirven para responder preguntar en torno a la percepción
que tienen los usuarios o beneficiarios de los programas y la coherencia entre la
misión, visión y objetivos institucionales y las acciones desarrolladas.
La evaluación cualitativa se aplica para aquellas variables que pueden ser cuantificadas
y analizadas por medio de métodos cuantitativos de tipo estadístico o econométrico.
En el caso específico de la evaluación de los proyectos de atención institucional es muy
conveniente combinar estrategias cualitativas y cuantitativas.
2.6 Preparación para el egreso en adolescentes privados de libertad. Tal como se ha planteado en este trabajo la fase de preparación para el egreso cumple
con la finalidad de disminuir los efectos negativos de la medida de privación de libertad
y ejecutar sanciones de responsabilidad, autonomía e integración que les permita a los
adolescentes integrarse al medio social con nuevas pautas de comportamiento. Este
proceso resulta algo complejo si se toma en cuenta que la vida del adolescente ha
estado acompañada de una serie de factores negativos.
En este sentido el Sistema Nacional de Atención Socioeducativa para Adolescentes
Infractores de la Ley Penal del Gobierno de Chile (2007) señalan lo siguiente al tratar
de explicar los delitos en los adolescentes:
84
“procesos de segregación de espacios integradores y de promoción social, como la escuela y el mundo de trabajo, incluyendo a la familia. Por otro lado, proceso de criminalización que acompañan a los primeros y que redundan en grados crecientes de vulnerabilidad de los sujetos. Finalmente un impacto de los procesos anteriores en una trayectoria que va configurando una biografía marginal y una identidad delictiva”.
Desde este contexto la reinserción social de los adolescentes infractores también
constituye un proceso complejo, que involucra la integración coherente al momento de
intervenir.
Antes de continuar desarrollando algunos aspectos a profundidad es preciso resaltar
que existe una diferencia entre la fase de preparación para el egreso y el proceso de
reinserción, conceptos que se pueden confundir pero que no deben ser utilizados de
manera indistinta. En este sentido, es importante señalar que la fase de preparación
para el egreso constituye una fase establecida dentro de un programa de atención,
siendo definida como momentos primordiales en este proceso, con objetivos específicos
a lograr y la reinserción es el proceso de reintegración del individuo a la comunidad o
contexto familiar. Es por ello que en el primero se puede decir que es una fase y en el
segundo se puede considerar que es una meta o finalidad a cumplir ya sea por un
programa o una medida.
La fase de preparación para el egreso se establece por primera vez en la legislación
venezolana con la entrada en vigencia de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, por cuanto ésta cobra su importancia al establecerse la fase de
ejecución de medidas como una fase dentro del proceso penal y al concebirse al
adolescente de una manera diferente lo que indudablemente genera cambios en el
abordaje, aunado a que el legislador esta señalando algunos aspectos a considerar
para que se produzca el egreso de las instituciones.
El INAM-seccional Medida adelantó un trabajo de preparación para el egreso donde
plantean la matriz de atención tomando en cuenta las variables de asistencia integral,
apoyo educación integral e internalización de la realidad. Para este programa la
preparación para el egreso está enmarcado en el fortalecimiento y basamento de las
85 metas ya logradas como también la preparación para la vida en sociedad. El inicio de
la misma se vislumbra en la cuarta parte del cumplimiento dela sanción (Tomado de la
ponencia de Programa Socioeducativo para el cumplimiento de medidas privativas de
libertad, realizada por Clenn).
Matriz de atención:
Asistencia integral • Continuación en programas de formación de hábitos de higiene, alimentación y prevención de salud.
• Asesoría para la vinculación en los servicios de salud comunitaria y la utilización de los mismos.
Apoyo educación
Integral • Vinculación del adolescente a centros de formación
foráneos. • Asesoría y vinculación a servicios educativos y de
formación permanente. • Educación para el ahorro y planificación de gastos. • Apoyo para la elaboración de un proyecto de vida • Educación para la sexualidad y vida en familia.
Internalización de la
realidad • Facilitar y supervisar el proceso de autoconocimiento y
superación de su desarrollo personal. • Continuar promoviendo y fortaleciendo el desarrollo de
habilidades para prevenir y afrontar situaciones de riesgo.• Asesoría para la vinculación del adolescente con su medio
social
En la matriz antes presentada se aprecia, que las intervenciones del equipo
multidisciplinario en esta fase ésta dirigido a lograr la vinculación del adolescente a su
medio social, sin precisarse a través de qué estrategias se hará efectiva la misma. Por
otra parte, deja a un lado otros fines que persigue esta fase como la disminución de los
efectos de la privación de libertad y el restablecimiento de los derechos vulnerados. Un
aspecto positivo que se indica en la propuesta antes planteada, es lo referente al
abordaje y prevención de situaciones de riesgo, lo cual se considera fundamental ya
que el proceso de inserción y el asumir un nuevo estilo de vida constituye para los
adolescentes un proceso con altas en el cual se le deben dar herramientas de
contención que permita disminuir la reincidencia.
86 Por otra parte, en esta fase el adolescente ya debió haber incorporado aspectos
relacionados con salud, alimentación, por cuanto son aspectos a trabajar en la fase de
permanencia.
Una de las finalidades de las sanciones es la inserción del adolescente al medio social,
lo cual requiere de acciones específicas, que deben concretarse en la fase de
preparación, ya que constituye la última fase del proceso de atención.
La reinserción según el Sistema Nacional de Atención Socioeducativa para
Adolescentes Infractores de la Ley Penal del Gobierno de Chile (2007) ha sido definida
como la finalidad sistemática de rearticulación y fortalecimiento de los lazos o vínculos
de los jóvenes infractores de ley con las instituciones sociales convencionales (familia,
escuela, trabajo). De esta definición se desprende que este sistema lo considera como
una finalidad, lo cual concuerda con lo antes mencionado por la investigadora.
Según ellos la reinserción requiere varios aspectos:
a) que las sanciones impuestas no obstaculicen su proceso de inserción, b) la reinserción se relaciona con la responsabilizaciòn del adolescente lo que
puede expresarse tanto en una internalización del debido respeto a los derechos de terceros.
c) La reinserción se expresa en la necesidad de reparación del propio adolescente infractor.
d) La reinserción requiere que el adolescente se vea favorecido por un proceso de habilitación, de desarrollo de competencias y habilidades personales requeridas para aprovechar eficazmente las oportunidades de inserción o integración social ofrecidas. Las oportunidades de integración social ofrecidas al adolescente han de ser lo suficientemente sólidas y de calidad como para lograr una inserción social adecuada y duradera.
En este apartado se aprecia el principio de calidad e integralidad señalado por Martínez
(2006) que debe estar implícito en el proceso de atención de los programas
socioeducativos de privación de libertad. Igualmente este proceso de inserción también
debe tener como meta el restablecimiento de los derechos vulnerado en estos
adolescentes contando con el apoyo de servicios u otras instituciones.
87 Por otra parte el gobierno de Chile a través de la Norma Técnica No. 85 en el
Tratamiento Integral del Adolescente (2005), define la reinserción como un constructo
multidimensional que describe el estado global de la situación del adolescente infractor
en tres dimensiones básicas de su proceso vital de desarrollo: individual, micro-social y
meso-social. Con el concepto de reinserción se caracteriza el estado de funcionamiento
psicosocial del o la adolescente en los ámbitos de ajuste personal y de vinculación con
las instituciones sociales convencionales.
2.6.1 Componentes de la reinserción social.
El Sistema Nacional de Atención Socioeducativa para Adolescentes Infractores de la
Ley Penal del Gobierno de Chile (2007), indica que los componentes de la intervención
orientada a la reinserción social de los adolescentes están relacionadas con los
contenidos que caracterizan los factores centrales de la conducta delictiva del
adolescente, como con los principios y fines de la ley 20.084 del gobierno de Chile, lo
cual puede servir de orientación para el trabajo que se pretende realizar en cuanto a la
fase de preparación para el egreso.
Los componentes del modelo socioeducativo según el gobierno de Chile son:
Responsabilizaciòn: este componente esta dirigido a varios aspectos, desde un punto
de vista jurídico responsabilizarse por el delito cometido, responder por el daño
causado a la victima del delito o la comunidad y por ultimo responsabilizarse por sí
mismo hacerse responsable de los propios actos y de las decisiones adoptadas.
Reparación del adolescente y descriminalización, este aspecto esta dirigido a
restablecer la violación de derecho, por cuanto generalmente su historia de vida esta
lleno de estos. Tal como señala el Programa Nacional “la protección integral requiere
que los adolescentes infractores no sólo cuenten con las garantías de que goza todo
ciudadano frente al poder punitivo del Estado, sino que se requiere también de la
implementación de alternativas proteccionales complementarias, que le permita acceder
88 a la oferta de reparación especializada de los derechos, en un marco de voluntariedad”
(p. 22).
Descriminalización: este componente se refiere a realizar acciones que neutralicen la
intervención criminilizadora que tienen los centros de internamiento, así como elimine
los estigmas y diluya las marcas de intervenciones anteriores y del propio desarrollo del
adolescente en la cultura del delito. Subjetivamente, la reparación es una resignificaciòn
de la identidad del adolescente, en cuanto lo despoja de sus estigmas y lo ayuda a
sacar un proceso reflexivo de recomposición biográfica.
Durante el desarrollo del proceso de criminalización los adolescentes viven una
trayectoria de desafectación sociocultural (acciones y conversaciones de la vida diaria)
que pueden ser intervenidas desde el programa mediante reflexión orientada,
conversaciones asistidas, psicodrama, sociodrama, que posibilite que el adolescente
disponga de momentos e instancias reflexivos que aporten a la reconstrucción de sus
historias vitales. Así mismo la reparación permite al adolescente a partir del
reconocimiento de sus capacidades de aprendizaje o su sentido de poción restaurado
genere una demanda de apoyo
Otro componente que señala El Sistema Nacional de Atención Socioeducativa para
Adolescentes Infractores de la Ley Penal del Gobierno de Chile (2007), es la
habilitación, esta parte del reconocimiento de las habilidades existentes en el
adolescente y de una resignificaciòn utilización de aquellas que le han servido para
infringir la ley y desde ahí potenciar otras habilidades que san necesarias estén menos
desarrolladas en el adolescente. Este componente constituye una acción de apoyo al
adolescente en su proceso de resubjetivaciòn, al hacerse cargo de acciones de
desarrollo social que apuntan a potenciar su proceso de inserción, una estrategia
efectiva consiste en identificar los talentos que tiene el adolescente desde su propia
perspectiva.
Este componente de habilitación implica un proceso de: a) producción de habilidades
sociales definidas como el conjunto de conductas emitidas por el individuo en un
89 contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o
derechos de este individuo de un modo adecuado a la situación, respetando esa
conducta en los demás, b) productora de aprendizajes sociales y de la socialización, es
decir la capacidad del individuo para relacionarse con los demás, su adaptación a las
instituciones e inserción en las dinámicas sociales y culturales interiorizando normas,
costumbres, valores y pautas de conducta.
El último componente está dirigido al proceso para la integración social, consiste en
ayudar al adolescente para que acceda y se beneficie de programas y servicios locales
de calidad que le permitan integrarse socialmente teniendo en cuenta los elemento
específicos que precisa en cuanto a educación, salud, trabajo y redes de protección.
Este aspecto guarda relación con los objetivos que persigue la fase de preparación
para el egreso planteado por Ortiz (1999) y las categorías de derechos que deben ser
garantizadas a lo largo del proceso de atención.
El Sistema Nacional de Atención Socioeducativa para Adolescentes Infractores de la
Ley Penal del Gobierno de Chile (2007) señala “la oferta que se haga al adolescente y
el acompañamiento para su integración no tiene que estar situada necesariamente al
final del proceso, por cuanto puede ser necesario realizar acciones previa de reparación
y de habilitación, antes de que el adolescente esté en condiciones de beneficiarse de
las acciones encaminadas a su integración social efectiva”.
2.6.2 Dimensiones de la intervención. El Sistema Nacional de Atención Socioeducativa para Adolescentes Infractores de la
Ley Penal del Gobierno de Chile (2007), señala las dimensiones que se deben
intervenir en el proceso de inserción tales como dimensión individual, familiar y
comunitaria. Cabe destacar en este sentido que la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del adolescente al incorporar el fundamento de la Convención sobre los
Derechos del Niño, esto modificó de manera sustancial el abordaje a los adolescentes
90 que han cometido delito, siendo necesario el restablecimiento de todos sus derechos,
formarlos hacia la ciudadanía.
Es por ello, que estas dimensiones mencionadas con anterioridad se pueden entrelazar
en un trabajo práctico que incorpore estos elementos y a su vez se respete las
categorías de derecho como supervivencia, desarrollo, participación y protección
especialmente en la fase de preparación para el egreso siendo el objeto de este trabajo.
La dimensión de intervención individual para el Sistema Nacional de Atención
Socioeducativa del Adolescente en Conflicto con la Ley Penal (2007), tiene como punto
de partida la conducta infractora. La comprensión del sujeto adolescente como un ser
integral revela la necesidad de abordar elementos observables, así como aquellos que
por pertenecer a la esfera subjetiva, debe abordarse desde el punto de vista
comunicativo.
En este sentido, esta dimensión se puede concatenar con lo establecido en la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente cuando señala en el artículo
633 referido al plan individual que éste se realizará tomando en cuenta las carencias y
factores que incidieron en la comisión de un hecho punible, y esta frase trae consigo
también el estudio de los factores individuales que coadyuvaron en esta conducta,
aspecto que debe ser dilucidado por el adolescente con ayuda del equipo
multidisciplinario.
Por otra parte, la ley también señala que para la determinación y aplicación de la
medida al adolescente, se deben seguir ciertas pautas, entre las cuales menciona los
resultados de los informes clínicos y psicosocial (artículo 622 literal h). Es importante
hacer la acotación que en los casos que estos informes se realicen para la
determinación de la conducta del mismo se puede apreciar el pronóstico del
adolescente, aspecto a considerar en el proceso de reinserción social.
La siguiente dimensión es la familiar, señalando el Sistema Nacional de Atención
Socioeducativa del Adolescente en Conflicto con la Ley Penal (2007) que aún cuando la
91 sanción recae sobre el adolescente, el equipo multidisciplinario debe realizar gestiones
que sean necesarios para involucrar a la familia y los adultos significativos de manera
permanente, estas acciones se justifican por el derecho que tienen los padres de
involucrarse en el desarrollo de sus hijos, así como en el convencimiento de que éstos
representan un recurso indispensable para los fines de intervención.
Así mismo, este sistema señala que en el proceso de intervención se puede abordar
contenidos que abarquen de manera amplia a la familia, como el ejercicio de roles
parentales, competencias parentales, nociones de economía familiar, estrategias de
empleabilidad juvenil, revisión de estilos de supervisión parental, fortalecimiento del
apego y la vinculación padres-hijos, prevención y enfrentamiento de problemas de
violencia familiar, técnicas de resolución alternativas de conflictos.
La dimensión de intervención socio-comunitaria, requiere el trabajo en redes sociales,
situado especialmente en los ámbitos comunitarios y de políticas publicas, por ello se
requiere potenciar los recursos limitados existentes y articularlos. Este aspecto es bien
necesario en la realidad de los adolescentes privados de libertad en el estado Zulia, ya
que de manera general las condiciones familiares y sociales son precarias, siendo
necesario abordar este aspecto para el restablecimiento de los derechos vulnerados.
De allí que las acciones desarrolladas por los equipos multidisciplinarios en esta fase de
preparación para el egreso sea de vital importancia.
2.6.3 Trabajo en redes. Por otra parte, según lo señalado por el gobierno de Chile, Gendarmería de Chile
(2005), para favorecer el objetivo de la inserción social es de gran relevancia la
ejecución del trabajo en red. En este sentido es importante considerar que las acciones
que se realicen deberán estar dirigidas a rescatar los aportes y recursos que brinden las
redes públicas y privadas, orientadas a mejorar la calidad de vida de las y los
adolescentes, durante su permanencia en el recinto o fuera de éste.
92 La existencia de una red comunitaria local y territorial respecto al establecimiento de
ejecución de la sanción, se constituye en una variable significativa para incorporarla al
trabajo que ha de llevar a cabo tanto el equipo técnico de la entidad como del proyecto
de apoyo psicosocial, si existiese. En este sentido es necesario impulsar el trabajo en
red para lograr este objetivo.
El establecimiento de vínculos y coordinaciones en las comunas de residencias de las y
los adolescentes y de sus grupos familiares, deberá permitir la entrega de información
localizada, acorde a sus requerimientos y necesidades, y en segundo término articular y
gestionar con las redes sociales de apoyo, el acceso oportuno a bienes y servicios
ofertadas especialmente por las municipalidades, entre otras instancias locales,
generando así condiciones favorables para su egreso.
Durante la permanencia del adolescente en la entidad de atención se debe abordar la
línea de acceso a redes cuyo propósito es facilitar y promover en los adolescentes y su
familia la utilización de red publicas, comunitaria y social en el supuesto que sea posible
mejorar su calidad de vida y facilitar su participación e integración social mediante el
fortalecimiento de sus capacidades para acceder a la red y servicios sociales.
La articulación a redes y ejecución de convenios intersectoriales debe cumplir con los
objetivos de facilitar el acceso durante la permanencia del adolescente cuando esté
cumpliendo la medida de privación de libertad y generar condiciones favorables para el
egreso a través del establecimiento de vínculos con las instituciones locales como
escuelas, consultorios, municipios y redes comunitarias.
2.6.4 La reincidencia como variable para el proceso de preparación del adolescente.
En el proceso de atención de los adolescentes privados de libertad, la atención que se
proporciona busca preparar al adolescente para un desarrollo autónomo, pleno, que
aminore la reincidencia y en algunos casos se emplea como un indicador para evaluar
el impacto del programa
93 En este sentido, Zaffaroni, Roxin, Ferrajoli, Azùa (citado por Navarro, 2004) estos
coinciden en definir la reincidencia como la situación de una persona que vuelve a
incurrir en un delito después de haber sido condenado por otro. Esta definición acarrea
consecuencias para el ordenamiento jurídico.
Henggeler (citado por Navarro, 2004) señala que para comprender la reincidencia
juvenil es necesario delimitar las diferencias entre los conceptos de estabilidad,
incidencia y prevalencia.
Define la estabilidad cuando la conducta delictiva muestra una gran perdurabilidad, por
ejemplo cuando en una comunidad suelen ser los responsables de la mayoría de los
delitos violentos allí ocurridos.
La incidencia se encuentra representada por la frecuencia de conductas delictivas
realizadas por un determinado sujeto, lo cual se encuentra vinculado a la intensidad del
comportamiento delictivo del individuo infractor.
La prevalencia muestra la extensión que presenta la delincuencia juvenil en una
determinada comunidad, es decir, la proporción de jóvenes que participan en
actividades delictivas a lo largo de un periodo específico de tiempo.
Siguiendo a este autor, las acepciones de estabilidad, incidencia, y prevalencia delictiva
son importantes para establecer adecuadamente las políticas sociales y las criminales
que cada estado o región debe estructurar a los fines de la prevención de la
delincuencia.
Por otra parte Navarro (2004), señala:
“Una vez determinados los índices de incidencia y prevalencia delictivo, el diseño y estrategias de la política socio-criminal, se amoldarán en base a esos resultados, se concertaran tomando las exigencias de esa comunidad, región o país, debido a la detectaciòn de los sujetos, la frecuencia y la persistencia delictiva de éstos, para con ello ejecutar programas acordes con la realidad, a objeto de establecer planes que eficazmente disminuyan las oportunidades de cometer delitos por parte de nuestros adolescentes”.
94 La reincidencia generó en la doctrina varios supuestos a la comisión de un hecho
punible, generando diversos presupuesto conforme a la `índole, el quantum y al tiempo
de ocurrencia de este.las clases de reincidencia según la doctrina del derecho penal,
son la genérica, la especifica y la multireincidencia, previstas en el Código Orgánico
Procesal Penal.
Estos tipos de reincidencia están definidos como: reincidencia genérica como la
situación de un individuo que vuelve a cometer cualquier tipo de hecho punible. El otro
tipo de reincidencia es el definido como: la reincidencia específica ocurre cuando el
nuevo delito es de la misma índole que el anteriormente conocido y la multirencidencia
también conocida como la reincidencia de reincidencia que sucede cuando después de
dos o mas sentencias el individuo incurriere en hecho punible que merezca la misma
pena y sea de la misma especie e índole de las anteriormente conocidos.
Cabe destacar, que la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente
señala la reincidencia en el artículo 628 literal b) al señalar “fuera reincidente y el hecho
punible objeto de la nueva sanción prevea pena privativa de libertad, que en su límite
máximo sea igual o mayor a cinco años “, considerándose esta reincidencia de tipo
genérico ya que no hace mención a que el adolescente debe cometer el mismo delito,
y no atribuye características en cuanto la índole del nuevo tipo penal existiendo de
esta forma diferencia con la reincidencia en materia pena de adultos.
Así mismo la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente en el Capítulo
III, Sección Segunda de Título V, al establecer en el artículo dirigido a la privación de
libertad (628) señala los presupuestos de reincidencia tales como: que el nuevo hecho
punible merezca pena privativa de libertad, el límite máximo de esa pena sea igual o
mayor a cinco años, que la comisión del nuevo delito ocurra después de impuesta una
sanción definitivamente firme.
Cabe destacar que con la comprensión de la figura de reincidencia tal como lo señala el
autor antes mencionado es difícil establecer como porcentaje de reincidente una
variable a ser considerada para la evaluación del programa socioeducativo en la fase
95 de preparación para el egreso, dado que la incidencia de los delitos se da en
adolescentes de 17 años cuyo tiempo de sanción conlleva a cumplir la edad de 18 años
en las entidades socioeducativas y ser trasladado a un centro de adulto expuesto a otro
tipo de variables poco difícil de ser controladas por parte de los especialistas que
abordan a los adolescentes. De allí que se desconozca de manera formal el porcentaje
de adolescentes reincidentes y se deban fijar variables de resultado adaptadas a
nuestra realidad. De acuerdo al Director del Consejo de Tutela Méndez Vasconcelos en España (2006)
tomado del artículo “ocho de cada cien adolescentes infractores reincide” el problema
de la reincidencia es un problema derivado de condiciones socioeconómicas, es un
problema derivado de atenciones sociales o de ausencia de atención social, reincide
aquel muchacho que no encuentra oportunidades ya sean laborales, educativas o de
aceptación social.
3. Bases legales.
3.1 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Venezuela es uno de los países que después de ratificar la Convención sobre los
Derechos del Niño, no sólo ha modificado su legislación incorporando los postulados
internacionales sobre los derechos de los niños, sino que la Constitución reformada en
el año 1999 por una asamblea constituyente establece expresamente un articulado
específico para los niños y adolescentes. Este logro fue posible gracias a la
participación de un grupo de niños y adolescentes, quienes conformaron una
Asamblea Constituyente Infantil y Juvenil para discutir y construir el cuerpo de
propuestas que basadas en la Convención sobre los Derechos del Niño y la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, harían llegar a los
responsables de redactar la nueva constitución (Medina, citada por González, 2003).
96 La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000), señala en su
artículo 78 el sistema rector en materia de Niños y adolescentes indicando lo
siguiente:
Los niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derechos y estarán protegidos por la legislación, órganos y tribunales especializados, los cuales respetarán, garantizarán y desarrollará los contenidos de esta constitución, la convención sobre los derechos del niño y demás tratados de internacionales que en esta materia haya suscrito y ratificado la república. El estado, la familia y la sociedad, asegurarán, con prioridad absoluta, protección integral, para lo cual se tomará en cuenta el interés superior en las decisiones y acciones que le conciernen. El estado promoverá su incorporación progresiva a la ciudadanía activa, y creará un sistema rector nacional para la protección integral de los niños, niñas y adolescentes.
Esta normativa enfatiza los principios de interpretación como el Interés Superior del
Niño y otros como participación, responsabilidad, crea la obligación por parte del
Estado de asignar presupuesto de manera prioritaria a esta población, crea el sistema
rector incorporando los diferentes actores involucrados.
Las disposiciones generales en materia de derechos humanos de rango constitucional
constituyen junto con la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente el
marco jurídico de los niños, niñas y adolescentes venezolanos y supone la
incorporación de la protección integral al ordenamiento jurídico venezolano.
2.7 Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente.
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente entra en vigencia 1 de
abril del año 2000. El objeto principal de la Ley es garantizar a todos los niños, niñas y
adolescentes el ejercicio y el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías a
través de la protección de la familia, Estado y sociedad. Esta ley cuenta con 685
artículos y se fundamenta en la Doctrina de la Protección Integral, tiene como punto
central el reconocimiento de todos los derechos a todos los niños y adolescentes
conformada la misma por varios instrumentos legales como: Convenio No. 138 y la
97 recomendación Número 146 de la Organización Internacional del Trabajo y la Carta de
la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura de las
Naciones Unidas, Reglas Mínimas para la administración de Justicia de menores
(reglas de Beijing), Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la
Delincuencia Juvenil (Directrices de Riadh), Convención sobre los Derechos del
Niño.
Así mismo, establece dos sistemas bien diferenciados sistemas de protección del Niño
y del adolescente dirigido a niños y adolescentes que le han vulnerado y/o amenazado
sus derechos y el sistema penal de responsabilidad del adolescente, dirigido a
adolescentes que han infringido la ley penal. Para efectos de esta investigación sólo
se tomará en cuenta el sistema penal por cuanto este guarda relación con el tema de
estudio.
Por otra parte, la Ley esta fundamentada en unos principios básicos como son: interés
superior del Niño, prioridad absoluta, no discriminación, participación, el niño como
sujeto pleno de derecho, y la familia como rol fundamental, los cuales fueron recogidos
por la Convención sobre los Derechos Del Niño y descritos con anterioridad.
La exposición de motivos de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente indica las categorías de derechos en las cuales fueron agrupados los
derechos contenidos en la misma, siendo los siguientes: derechos de supervivencia,
derechos de desarrollo, derechos de protección, derechos de participación, los cuales
están igualmente establecidos en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente.
Según Cornieles y Morais (2002), dada la inagotable fuente de derechos inherentes a
la persona humana, el señalamiento de los mismos en un determinado texto
legislativo, se hace de manera enunciativa. No obstante, al ser consagrados los
postulados y principios de la doctrina de la protección integral en el instrumento
internacional que con mayor fidelidad los reproduce, es decir, la convención sobre los
derechos del niño, se ha establecido una serie de derechos, contenidos en cuatro
98 categorías.
Estas categorías de derechos deben considerarse en la atención a niños y
adolescentes y es la misma categoría que establece Ortiz (1999), para el proceso de
atención dividido en áreas de derecho y fases.
3.3 Reglas Mínimas para la Administración de Justicia de Menores, Reglas de Beijing.
Este instrumento jurídico fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones
Unidas en resolución No. 40/33 de 29 de Noviembre de 1985, está dirigido a proponer
orientaciones a la atención a los adolescentes que se encuentren en conflicto con la
ley penal incluyendo aquellos que se encuentran en detención preventiva y los jóvenes
adultos. Dentro de su contenido incluye objetivos de la justicia de menores, derechos
de menores, haciendo mención expresa al derecho a la intimidad, orientación en
cuanto al proceso de investigación y procesamiento, sentencia y resolución,
tratamiento en establecimientos penitenciarios y fuera de estos.
Es importante señalar que aún cuando indica pautas para ser considerado en el
tratamiento de estos jóvenes existe ausencia de normas referidas a este proceso de
atención, razón por la cual reviste importancia el hecho de estructurar la fase de
preparación para el egreso de estos jóvenes. Así mismo, el contenido de este
instrumento legal igualmente es recogido por la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente en lo referido al Sistema Penal de Responsabilidad del
Adolescente.
3.4 Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil
(Reglas de Riyadh).
Las Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil
(Directrices de Riyadh), es un instrumento jurídico internacional adoptado y
99 proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 45/112
de 14 de Diciembre de 1990. Dicho instrumento jurídico forma parte de la doctrina de
la protección integral y proporciona elementos para la garantía de derechos en
adolescentes que presentan conflicto con la ley penal siendo recogido igualmente por
la Ley orgánica para la protección del Niño y del adolescente lo referido al sistema de
responsabilidad penal. Su contenido está referido a ofrecer los aspectos a considerar
para la prevención de esta población tales como: prevención general, proceso de
socialización, educación, comunidad, política social, y la formulación de políticas que
debe engranarse dentro de todos los actores del sistema.
En este sentido, proporciona lineamientos para la prevención de esta población
conjugando elementos sociales, políticos y económicos. Esta normativa igualmente
debe interpretarse y aplicarse en el marco general de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, el Pacto Intencional de los Derechos Económicos, Sociales y
Culturales y el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, la Declaración
de los Derechos del Niño, Reglas de Beijing y otros instrumentos jurídicos.
3.5 Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Menores Privados de
Libertad.
Estas reglas fueron adoptadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su
resolución 45/113 de fecha 14 de Diciembre de 1990. Estas reglas proporcionan
pautas para la atención a adolescentes en centros de internamiento, haciendo
mención especial al medio físico donde cumplirá la sanción, los aspectos a considerar
durante su periodo de permanencia como educación, formación profesional y trabajo,
actividades recreativas y religión (reglas No. 31, 38,39, 43, 44, 47, 48). Así mismo
existen reglas plasmadas en este documento internacional que sirven de fundamento
para este trabajo de investigación por cuanto están dirigidas al proceso de inserción
tales como las reglas No. 59, 79, 80, las cuales indican lo siguiente:
100
59. “Se deberán utilizar todos los medios posibles para que los menores tengan una comunicación adecuada con el exterior, pues ella es parte integrante del derecho a un tratamiento justo y humanitario es indispensable para preparar la inserción de los menores en la sociedad”. 79. “Todos los menores deberán beneficiarse de las medidas concebidas para ayudarles a integrarse en la sociedad, la vida familiar y la educación o el trabajo después de ser puestos en libertad. A tal fin se deberán establecer procedimientos, inclusive la libertad anticipada y cursos especiales”. 80. “las autoridades competentes deberán crear o recurrir a servicios que ayuden a los menores a reintegrarse en la sociedad y contribuyan a atenuar los prejuicios que existen contra esos menores. Estos servicios en la medida de lo posible, deberán proporcionar al menor, alojamiento, trabajo y vestidos convenientes, así como los medios necesarios para que pueda mantenerse después de su liberación para facilitar su reintegración. Los representantes de organismos que presten estos servicios deberán ser consultados y tener acceso a los menores durante su internamiento con miras a la asistencia que les presten para su reinserción a la comunidad”.
Es importante señalar, que las reglas antes mencionadas destacan la importancia de
mantener contacto con el mundo exterior, lo que guarda relación con el principio de
integración que debe conservarse en el trabajo que se realiza con esta población.
Igualmente se aprecia el apoyo que debe recibir esta población por parte de las
autoridades, esto en la realidad del Estado Zulia es menester especialmente cuando
se conoce que la población de adolescentes infractores su nivel económico es bajo
siendo pertinente su vinculación con servicios de la alcaldía y otras organizaciones
que lo apoyen en este proceso.
3.6 Convención sobre los Derechos del Niño.
La Convención sobre los Derechos del Niño fue adoptada por la Asamblea General de
las Naciones Unidas el 20 de Noviembre de 1989, y fue suscrita el 26 de enero de
1990 y la ratificó mediante ley aprobatoria de 20 de Julio de 1990, publicada en
Gaceta Oficial No. 34.541 el 29 de Agosto de 1990. Esta Convención constituye un
101 hito en materia de niños y adolescentes, de allí parte el principio de considerar a esta
población como sujetos de derechos enmarcado dentro de la doctrina de la protección
integral. Cabe destacar que este instrumento legal proporciona los elementos en los
que se debe fundamentar las diferentes legislaciones.
Según González (2003), la Convención más que un instrumento de Derecho
Internacional que establece un nuevo catálogo de derechos básicos a favor de los
niños y adolescentes, equivale a la formalización internacional, de un nuevo
paradigma para la consideración de las políticas públicas. Ese paradigma posee
algunas características centrales que conviene destacar porque atiende a aspectos
centrales tales como:
1. Concibe a los niños como sujetos plenos de derechos y o como destinatarios de
acciones asistenciales o de control social ejecutadas por el Estado.
2. La convención traza una línea de continuidad entre la infancia y la condición de
ciudadanía. La ciudadanía entendida como la capacidad para utilizar esos
derechos en la configuración del poder.
3. La condición de sujetos de derechos de los niños ha de ser reconocida en el
conjunto del ordenamiento interno. En razón de ello la condición de niño no
constituye una excusa legítima para hacer excepciones al conjunto de los
derechos ínsitos al Estado constitucional. La edad es una cualidad adscrita que
ha de tomarse en cuenta para asegurar el goce de esos derechos.
A juicio de Buaiz Valera (citado por González ,2003), la Convención sobre los
Derechos del Niño es un instrumento jurídico-social que obliga a repensar toda la
política social para los niños y adolescentes, comprometiendo a la instauración de la
estructura política que responda a los fines preventivos que la sociedad requiere para
sus hijos, desde la instrumentación de una cultura de derechos humanos, pasando por
la construcción de los mecanismos y medidas eficaces en materia educativa,
administrativa, legislativa y social para la satisfacción de estos derechos, hasta la
consideración de prioridad absoluta de los niños en las políticas públicas.
102 Esta idea es apoyada por González (2003), quien señala que la Convención obliga a
repensar totalmente las prioridades y presupuestos de las políticas públicas, entre
otros elementos que se desprende de su articulado se encuentran : las medidas y el
marco de acción para la promoción de las condiciones para el desarrollo, las medidas
de prevención y de protección en circunstancias concretas, las modalidades para la
participación de los distintos actores, elementos para el monitoreo de las políticas, así
como directrices para la reformulación de los sistemas de administración de justicia de
familia y adolescentes. A su vez incorpora el desarrollo de niños y adolescentes desde
la maternidad hasta la adolescencia, arroja un marco de protección integral y
sistemática de los niños y niñas hasta su entrada en la edad adulta.
Tal como señala este autor, la Convención es un tratado comprehensivo sobre
derechos humanos, combina tantos derechos civiles y políticos como derechos
económicos, sociales y culturales, excede el ámbito de la Declaración Universal
mediante la incorporación de estándares de derecho humanitario y mediante la
inclusión de nuevos derechos antes protegidos por un tratado internacional.
La Convención en su artículo 40 señala la normativa con relación a las personas que
se encuentran en conflicto con la ley penal planteando en su numeral 2 lo siguiente:
“los Estados partes garantizarán:
a) que no se alegue que ningún niño ha infringido leyes penales, ni se acuse o declare culpable a ningún niño de haber infringido esas leyes por actos u omisiones que no estaban prohibidas por las leyes nacionales o internacionales en el momento que se cometieron. b) Que todo niño del que se alegue que ha infringido leyes penales o a quien se acuse de haber infringido esas leyes se les garantice por lo menos lo siguiente: i) se le presumirá inocente hasta tanto se compruebe su culpabilidad, ii) será informado sin demora y directamente cuando sea procedente por intermedio de sus padres o sus representantes legales, de los cargos que pesan contra él y que dispondrá de asistencia jurídica u otra asistencia apropiada en la preparación y presentación de su defensa, iii) que la causa será dirimida sin demora por una autoridad u órgano judicial competente, independiente e imparcial en una audiencia equitativa conforme a la ley, iv) no será obligado a prestar testimonio o declararse culpable que podrá interrogar o hacer que le interrogue a testigos de descargo en condiciones
103
de igualdad, v) si se considerare que ha infringido las leyes penales, que esta decisión y toda medida impuesta a consecuencia de ella, serán sometidas a una autoridad u órgano judicial superior competente, independiente e imparcial conforme a la ley vi) que el niño contará con la asistencia gratuita de un intérprete si no comprende, vii) que se respetará plenamente su vida en todas las fases del procedimiento”.
Es importante señalar, que estos aspectos son recogidos en la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente en la sección referida al Sistema Penal de
Responsabilidad del Adolescente (artículo 654).
104
CAPÌTULO III
MARCO METODOLÒGICO
105
CAPÍTULO III MARCO METODOLÓGICO
1. Tipo de investigación.
Esta investigación en su primera parte se considera jurídica de campo, según Nava
(2002) por cuanto se planteó el problema, se seleccionaron los objetivos y se
sustentaron las variables de esta investigación, posteriormente se recogió la
información a través del cuestionario en el propio campo donde ocurre el fenómeno
de estudio.
Así mismo la segunda parte, según Claret Arnoldo (2007) un tipo de investigación
aplicada bajo la modalidad de proyecto factible, ya que es aquella investigación a
través del cual se proponen alternativos o propuestos en torno a la problemática
planteada. En este sentido la investigación a realizar constituye un proyecto factible ya
que dará respuesta a la ausencia de una fase sistematizada como lo es la preparación
para el egreso en los programas socioeducativos dirigidos a adolescentes privados de
libertad siendo subsanada a través de esta propuesta.
Según Nava Hortensia (2002) la investigación prepositiva o conocida también como
proyecto factibles, constituye un proceso de investigación donde la hipótesis es
sustituida por una propuesta de solución al problema planteado y representa la
estrategia que a mi modo de entender se utiliza cuando se propone una nueva ley,
una nueva institución nuevos procesos en el campo del derecho.
Esta investigación está enmarcada en la modalidad de proyecto factible ya que buscó
solucionar de manera práctica los elementos y las acciones que se deben considerar
en la fase de preparación para el egreso, y así resolver una situación real.
106 2. Población.
Nava Hortensia (2002) define la población como el conjunto de elementos que tienen
una característica común que representa el problema en estudio. La población
constituye el objeto de estudio, es por eso que el investigador debe conocerla,
delimitarla.
En este sentido la población del presente trabajo de investigación estuvo conformada
por 15 personas pertenecientes a los equipos multidisciplinario de las entidades
socioeducativas de la medida de privación de libertad en el Estado Zulia, adscritas al
Ministerio del Poder Popular y Protección Social, quienes son los responsables de
realizar las acciones para llevar a cabo la fase de preparación para el egreso en
adolescentes. Por ser la población conocida y delimitada se procedió a trabajar con
toda la población.
La población quedó distribuida de la siguiente manera:
- 5 miembros del equipo multidisciplinario de la Casa de Formación
Integral Cañada I
- 5 miembros del equipo multidisciplinario de la Casa de Formación
Integral Cañada II
- 5 miembros del equipo multidisciplinario de la Casa de Formación
Integral La Guajira
3. Técnicas de recolección de datos.
La técnica de recolección de datos es la manera de llevar a cabo una actividad de
forma sistemática, ordenada y racional, ella constituye un hacer. El objetivo es la de
un medio que permita aprehender la información útil para llevar a cabo la
comprobación de la hipótesis (Nava, Hortensia, 2002).
107 Dentro de las técnicas de recolección de datos se utilizó las siguientes:
El cuestionario es considerado un medio de comunicación escrito y básico entre el
encuestador y el encuestado, facilita traducir los objetivos y las variables de la
investigación a través de una serie de preguntas muy particulares, previamente
preparadas de forma cuidadosa, susceptibles de analizarse con relación al problema
estudiado. Esta técnica tiene como propósito de permitirle al individuo entrevistado
expresar sus pensamientos con respecto al tema objeto de estudio (Claret, Arnoldo,
2007). En esta investigación se utilizó esta técnica ya que se le formularon preguntas
al personal técnico de las entidades socioeducativas que ejecutan la medida de
privación de libertad, e integrantes de la División de Gestión de Control Programático
A través de las consultas vía internet, se recogió información en cuanto a
experiencias realizada en otros países, y entidades de atención con relación a la
manera cómo preparan a los adolescentes para su egreso. De igual forma se obtendrá
algunos elementos a considerar dentro de esta fase, su importancia y las
consecuencias de su inexistencia.
Documentación bibliográfica. Según Sabino Carlos (2002) señala que el investigador
debe realizar un trabajo sistemático, ya que las fuentes escritas se encuentras
dispersas en múltiples archivos y fuentes de información. Las múltiples fuentes se
pueden obtener a través de libros, textos legales, revistas, entre otros.
4. Validación del instrumento.
La Validez de un instrumento se define como la eficiencia de un instrumento de medir
lo que se pretende medir (Chávez). Por lo tanto el instrumento se sometió a un juicio
de experto con la finalidad de discriminar entre juicos independientes entre expertos,
conocer si las preguntas se formularon de manera adecuada y sin las mismas
discriminan las diferentes respuestas.
108 5. Procedimiento.
Para dar cumplimiento a los objetivos de esta investigación se llevó a cabo los
diferentes pasos:
- Se llevó a cabo una recolección de datos a través de la revisión documental de
textos, leyes, Internet, revistas con la finalidad de obtener la información que permitió
el sustento teórico para la formulación de la propuesta.
- Se hizo entrega de cuestionarios a los integrantes de los equipos multidisciplinarios
de las entidades de atención socioeducativas, para conocer la situación actual de
cómo se lleva a cabo la fase de preparación para el egreso, y que aspectos deben
incluirse, analizándose dichos resultados, previo a la validación de este cuestionario
por parte de expertos y así conocer si realmente el cuestionario mide lo que desea
medir.
- Se diseñó la propuesta de la fase de preparación para el egreso atendiendo a las
categorías de derechos
- Dicha propuesta fue validada por expertos
- Se realizaron las conclusiones y recomendaciones de dicho trabajo de investigación.
109
CAPITULO IV ANALISIS DE RESULTADOS
110
CAPÌTULO IV
ANÀLISIS DE LOS RESULTADOS Tomando en cuenta los datos obtenidos a través del Cuestionario se procedió a
realizar el análisis de los datos empleándose para ello frecuencias y porcentajes.
En cuanto a la pregunta No. 1 ¿Conoce Usted las fases del programa socioeducativo
que se ejecuta con los adolescentes sometidos a la medida de privación de libertad?
El cien por ciento (100%) de los encuestados manifestó conocer estas fases señalando
que el mismo se divide en tres fases: fase de ingreso o inducción, fase de permanencia
y fase de preparación para el egreso, cumpliendo cada una diferentes objetivos. Estas
respuestas guardan relación con lo planteado por Pinilla Ortiz al señalar que el proceso
de atención se estructura en estas tres fases.
En relación a la pregunta No. 2 ¿Conoce Usted si la fase de preparación para el egreso
del adolescente sometido a la medida de privación de libertad está contemplada en la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente?.
El setenta por ciento (70 %) de los encuestados manifestó conocer que esta fase está
prevista de manera expresa en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, y el otro treinta por ciento (30%) desconoció la procedencia de esta
norma, añadiendo que la conocen ya que ha sido un requerimiento exigido por parte de
la División de Control de Gestión Programática del INAM-Seccional Zulia. En este
sentido se aprecia que los equipos multidisciplinarios conocen la existencia del
fundamento legal de esta fase.
Tomando en cuenta la pregunta No. 3 ¿Conoce Usted cuáles son las razones que
justifican la fase de preparación para el egreso del adolescente del programa
socioeducativo, aplicado con base a la medida de privación de libertad ?.
111 Del cien (100 %) por ciento de los encuestados, el noventa (90%) por ciento señaló
conocer las razones que justifican esta fase, considerándola de suma importancia para
la inserción del adolescente a su medio social ya que implica la vinculación del
adolescente a su medio familiar, social comunitario poniéndolo en contacto con los
servicios educativos, de salud, y capacitación; así mismo se destaca la importancia de
la estructuración del tiempo en el adolescente fuera de la entidad socioeducativa.
Esta respuesta guarda relación con el objetivo que persigue la fase de preparación para
el egreso tal como lo indica Pinilla Ortiz(1999) y Martínez Delia (2006) que es la
vinculación del adolescente a su medio social a través de la incorporación a las
entidades de salud, educativas y ocupacionales. Cabe destacar que esta respuesta
igualmente guarda concordancia con el proceso de reinserción que establece el
Sistema Nacional para la atención de los adolescentes infractores de la ley penal del
gobierno de Chile (2007), destacando en este aspecto la dimensión comunitaria.
La pregunta No. 4 ¿Conoce Usted en qué momento debe iniciarse la fase de
preparación para el egreso en el proceso de atención del programa socioeducativo de
la medida de privación de libertad?
El cien por ciento (100%) de la población manifestó que la atención que se le ofrece
en las entidades socioeducativas a los adolescentes privados de libertad es desde el
inicio cuyo contenido está dirigido a prepararlos para la vida. Estas respuestas
contrastan con lo planteado con el artículo 642 de la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente cuando se refiere al egreso señalando que se preparará al
adolescente cuando esté próximo a egresar. Igualmente se opone a lo planteado por
los autores Ortiz (1999) y Martínez (2006) cuando señalan los tres momentos del
proceso de atención donde cada una cumple objetivos específicos
En cuanto a la pregunta No. 5 ¿Qué acciones lleva a cabo el equipo multidisciplinario
que ejecuta el programa socioeducativo aplicable a la medida de privación de libertad?
El 100 % de los encuestado manifestó alguna acción a emprender en la fase de
preparación para el egreso que permita la vinculación del adolescente a su medio
112 social, englobando las respuestas en las siguientes: Orientar a la familia para que
asuma el reintegro del adolescente al hogar, orientar a los adolescentes en relación a
los institutos educativos y de salud cercanos a la comunidad, orientar a los
adolescentes en cuanto a los programas existentes en cuanto a prevención y
tratamiento en el uso de drogas, orientar al adolescente en relación a las ocupaciones
que puede emprender.
Las respuestas obtenidas a través del cuestionario señalan que las acciones
desarrolladas por los integrantes del equipo multidisciplinario de las entidades
socioeducativas de privación de libertad, se pueden ubicar en la dimensión comunitaria
lo que guarda relación con la propuesta realizada por el Sistema Nacional de atención
socioeducativa en adolescentes en conflicto con la ley penal del gobierno de Chile
(2007) e igualmente cumple con el propósito de la reinserción propuesto por
Gendarmería de Chile (2005) ya que busca articular y gestionar con las redes sociales
de apoyo, el acceso oportuno de los adolescentes a bienes y servicios ofertadas
especialmente por las municipalidades, entre otras instancias locales, generando así
condiciones favorables para su egreso.
Tomando en cuenta la pregunta No. 6 ¿Conoce Usted cuáles proyectos permanentes y
semipermanentes están contenidos en la fase de preparación para el egreso de los
programas socioeducativos dirigido a adolescentes privados de libertad?. El 100 % de
los encuestados señaló no conocer los proyectos que se llevan a cabo en la fase de
preparación para el egreso, señalando los que se desarrollan en la etapa de
permanencia como valores, sexualidad, derechos y deberes, cuidado personal,
ocupacionales, control de impulsos, autoestima, comunicación. Esta respuesta señala
la inexistencia de proyectos permanentes o semipermanentes las cuales define
Martínez (2006) como acciones secuenciadas o servicios que dan sostenimiento a la
estructura del proceso de atención y que la comunidad institucional valora como
básicos.
La pregunta No. 7 ¿Conoce Usted cuál es la duración de la fase de preparación para el
egreso del programa socioeducativo de privación de libertad que ejecuta los equipos
113 multidisciplinarios?. El setenta por ciento (70%) de las respuestas recogidas en los
cuestionarios señalaron que los equipos multidisciplinario desconocían el tiempo de la
fase de preparación para el egreso. El otro treinta por ciento (30%) señaló que debería
ser unos días antes de egresar de la entidad de atención. Estas respuestas pueden
explicarse debido a que las vías de egreso que tiene un adolescente es por
cumplimento de la sanción, sustitución de la medida por haberse cumplido las metas
del plan individual o por ser la medida contraria a los fines de la medida que se
estableció, siendo todas estas circunstancias decididas por el juez de ejecución y dicha
decisión es conocida para los equipos multidisciplinarios, luego de ser tomada.
En cuanto a la pregunta No. 8 ¿Conoce Usted si existe comunicación entre los Jueces
de Ejecución y los equipos multidisciplinarios para la determinación del momento que
un adolescente va a egresar?. El ochenta por ciento (80 %) de los encuestados señala
que es desconocido para los equipos multidisciplinarios el momento que egresará un
adolescente ya que es una decisión que toma el juez de ejecución en las audiencias de
revisión de medida. Esto coincide con las funciones que el legislador le estableció a los
jueces de ejecución en el artículo 647 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente literal e) cuando indica revisar las medidas por lo menos una vez cada
seis meses para modificarla o sustituirla por otra menos gravosa. Las respuestas
obtenidas en esta pregunta permiten evidenciar que si no existe comunicación entre
jueces y equipos multidisciplinarios es difícil precisar el momento que debe iniciarse la
preparación del egreso.
En relación a la pregunta No. 9: ¿Conoce Usted cuáles son las categorías de derechos
que se deben tomar en cuenta en la fase de preparación para el egreso del programa
socioeducativo de privación de libertad?. El sesenta por ciento (60 %) de los
integrantes del equipo multidisciplinario respondió que se deben tomar en cuenta las
categorías de derechos de supervivencia, desarrollo, participación y protección en el
proceso de atención diseñado con visión de derechos.
114
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Luego de haber cumplido con los pasos de este trabajo de investigación y analizarse
los datos obtenidos se procede a formular las siguientes conclusiones y dar respuesta
a los objetivos de la investigación.
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente vigente en nuestro país
desde el primero de abril del año 2000, fundamentada en la Doctrina de la Protección
Integral, contiene normativa que establece la fase de preparación para el egreso de
los adolescentes privados de libertad, siendo sustentada por instrumentos legales
internacionales y reconocida por otras legislaciones en América. A nivel programático,
la incorporación de esta fase en el proceso de atención de los adolescentes privados
de libertad se considera un avance en este ámbito, existiendo respeto a las categorías
de derechos, logros a cumplir en cada una de las fases y proyectos a ofertar, con la
finalidad de lograr el fin de las medidas que es el pleno desarrollo de sus capacidades
y su sana convivencia social y familiar.
En la actualidad los programas socioeducativos dirigido a adolescentes privados de
libertad según los doctrinaros deben estar estructurado en fases de atención y
categorías de derechos, emplear una metodología socioeducativo, con contenido
igualmente educativo, proyectos permanentes y semipermanentes a ofertar, basados
en los Principios rectores de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente que permita una reintegración del adolescente a su medio social. En este
sentido las entidades de atención asumen un rol protagónico en coadyuvar a la
finalidad que plantea la ley en cuanto a las sanciones.
Tomando en cuenta los datos obtenidos en la investigación, el 100 % de los
encuestados respondió conocer las fases del proceso de atención, tales como:
ingreso, permanencia y preparación para el egreso, siendo estas mismas fases
señaladas por Ortiz Pinilla (1999) y Delia Martínez (2006). Este conocimiento implica
que los integrantes de los equipos multidisciplinarios de los programas
socioeducativos de privación de libertad poseen conocimiento en relación al proceso
115 de atención con visión de derechos y reconocen que cada una de estas fases tiene
objetivos específicos a desarrollar dentro del proceso de atención, apreciándose un
cambio programático en la forma de abordar al adolescente infractor, considerada esto
una precisa categoría jurídica que viene dado por los fundamentos de la doctrina de la
Protección Integral.
En cuanto al fundamento legal de la fase de preparación para el egreso establecida en
el artículo 642 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente se
pueden apreciar varios aspectos, el legislador sólo establece esta para la medida de
privación de libertad siendo importante destacar que este fase también es importante
aplicarla en el desarrollo de otras sanciones como por ejemplo la sanción de semi-
libertad que requiere una entidad de atención para su aplicación.
Así mismo la misma ley en su artículo 183 también establece la fase de preparación
para el egreso como un principio de funcionamiento de las entidades de atención sin
hacer mención expresa a que tipo de entidades de atención está dirigido, por lo que
se considera que debe ser aplicado tanto para las entidades socioeducativas como
para las entidades en el área de protección, por supuesto cumpliendo ya con una
finalidad diferente. Así mismo indica en el artículo 630, literal c) el derecho que tienen
los adolescentes en la ejecución de las medidas de recibir información sobre el
programa en el cual esta inserto y sobre las etapas del cumplimiento de la medida.
De este mismo el articulado al señalar a la familia como coadyuvante en esta
preparación, se destaca el principio de participación, el principio del rol fundamental de
la familia, el deber que tienen los padres por velar por el desarrollo de sus hijos y la
dimensión familiar dentro del proceso de reinserción del adolescente.
En relación al fundamento legal de la fase de preparación para el egreso, el 70 % de
los integrantes de los equipos multidisciplinarios conoce la existencia de la fase de
preparación para el egreso establecida en el artículo 642 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente y el resto, es decir el 30 % conoce la existencia
de la fase desconociendo la procedencia. La autora considera que indistintamente de
116 la procedencia de la fase de preparación para el egreso, la población estudiada
comprende que es una exigencia del programa socioeducativo y le reconoce su
importancia basada en la vinculación del adolescente a su medio social.
Por otra parte, el 90 % de los integrantes del equipo multidisciplinario del programa
socioeducativo de privación de libertad del Estado Zulia, conoce el objetivo de la fase
de preparación para el egreso, manifestando alguna acción que debe realizarse para
lograr vincular al adolescente a los servicios comunitarios y su reintegración al medio
social. A criterio de la autora, esto destaca la dimensión socio-comunitaria en el
proceso de reinserción social que cumple dos objetivos vincular al adolescente y su
familia a la red de apoyo social para una adecuada integración y por otro lado
restablecer la violación de derecho a los que han estado expuesto esta población. A
criterio de la autora los integrantes del equipo multidisciplinario dejan a un lado un
objetivo igualmente importante también a desarrollar en la fase de preparación para el
egreso como es disminuir los efectos negativos de la institucionalización y desarrollar
en los adolescentes competencias prosociales que disminuya su exclusión en el
contexto social y familiar.
Igualmente señala que esta fase se cumplirá cuando “el adolescente esté preparado
para egresar”, en este sentido cabría preguntarse cual es el momento para iniciarla y
el otro aspecto es que en esta fase el adolescente debe contar con el apoyo de
especialistas y sus representantes. En este sentido establece la obligación para los
equipos multidisciplinarios de realizar acciones para lograr la reinserción, por lo que es
importante que desarrollen acciones concretas, no sólo orientación al respecto.
EL 100 % de los encuestados tiene la visión que la fase de preparación para el
egreso en los adolescentes privados de libertad se realiza desde el momento que el
adolescente ingresa a la entidad de atención. Si bien es cierto que el contenido
socioeducativo que se maneja en los programas socioeducativos están dirigidos a
contextualizar al adolescente en su vida futura, ya que el programa socioeducativo es
considerado como una ventana de oportunidades para el aprendizaje. Es importante
que los integrantes del equipo multidisciplinario conozcan el momento que el
117 adolescente va a egresar ya que esto permite abordarlo desde una realidad cierta y
con expectativas claras, así como la realización de acciones que permita vincularlo al
entorno social.
Por otra parte, se evidenció confusión entre reinserción y preparación para el egreso,
constituyendo la primera una meta del programa y la otra una fase, es decir un
momento determinado dentro del programa de atención.
En cuanto al tiempo de duración de la fase de preparación para el egreso el 70 % de
los integrantes de los equipos multidisciplinarios del programa socioeducativo de
privación de libertad desconoció el tiempo de la misma. El artículo 642 de la ley no
establece temporalidad, sin embargo la autora considera que es importante que la
fase de preparación para el egreso cuente con un tiempo definido que permita el logro
de los objetivos propuestos, acciones a desarrollar por parte de los miembros del
equipo multidisciplinario, los proyectos permanentes y semipermanentes a ofertar y las
estrategias idóneas.
En el programa socioeducativo de privación de libertad del Estado Zulia se pudo
conocer que la fase de preparación para el egreso carece de acciones sistematizadas,
sin embargo los integrantes de los equipos multidisciplinarios ofrecen orientación tanto
al adolescente como a la familia para lograr la vinculación de éstos a los servicios de
salud, educativos y ocupacionales siendo estas las vías hacia donde mayormente se
dirige la reinserción, ya que le permiten al individuo construir su proyecto de vida de
manera autónoma e independiente. Cabe destacar así mismo que el 80% de la
población considera que no existe comunicación entre los jueces y los equipos
multidisciplinarios para determinar el momento de egreso, lo que incide en no poder
precisar cuando se debe iniciar.
La investigadora considera de mucha importancia que los equipos multidisciplinarios
conozcan el momento de egresar para llevar a cabo de manera efectiva las acciones
que permitan una adecuada reintegración.
118 En cuanto a las acciones desarrolladas por los integrantes de los equipos
multidisciplinarios se apreció que el 100 % realiza la acción de orientar a los
adolescentes en cuanto a la vinculación con los servicios de su comunidad. Esto
guarda relación con la intervención de la dimensión sociocomunitaria señalada por el
Sistema Nacional de Atención Socioeducativa a los Adolescentes en conflicto con la
ley penal (2007). Sin embargo la autora considera que aún cuando se interviene la
dimensión socio-comunitaria, se requiere precisar estas acciones por cuanto es una
obligación establecida por ley a los equipos multidisciplinarios y no solos dejarlo en la
esfera de la orientación.
Luego de realizar este trabajo de investigación y dar respuesta a los objetivos
planteados, los cuales fueron desarrollados y fundamentados de manera bibliográfica y
práctica se plantea las siguientes recomendaciones:
Fomentar una adecuada comunicación entre los jueces de ejecución e integrantes del
equipo multidisciplinario del programa socioeducativo de privación de libertad con la
finalidad de realizar discusiones de casos, que permita determinar el momento de
egreso de los y las adolescentes, mejorar la toma de decisión, y darle aplicabilidad a la
norma establecida en el artículo 642 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente.
Desarrollar la fase de preparación para el egreso del programa socioeducativo de
privación de libertad, tomando en cuenta objetivos a lograr, categoría de derechos,
temporalidad, variables de proceso y de resultado, proyectos permanentes y
semipermanentes.
Continuar capacitando al personal de las entidades de atención para la comprensión
del proceso de atención con visión de derechos.
Darle a conocer a los defensores Públicos y Fiscales del Ministerio Público, como
miembros del Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente la importancia y los
objetivos a lograr en la fase de preparación para el egreso.
119
BIBLIOGRAFÍA
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124
ANEXOS
125
ANEXO A: PROPUESTA
126 1. DIAGNÒSTICO.
De la primera parte de esta investigación se obtuvieron datos, los cuales fueron
recolectados a través de un cuestionario diseñado por la investigadora que permitió
conocer la manera cómo se lleva a cabo la fase de preparación para el egreso en las
entidades de atención socioeducativas de privación de libertad del Estado Zulia y que
sirvió de diagnóstico para la formulación de una propuesta que permita mejorar la
aplicación de dicha fase.
2. NATURALEZA Y OBJETO.
La temática de este trabajo de investigación se encuentra inmersa dentro del Sistema
Penal de Responsabilidad del Adolescente especialmente dirigido al egreso de los
adolescentes privados de libertad cuyo contenido está establecido en la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescentes en el artículo 642, por tal razón este
tema se considera de tipo jurídico. En tal sentido, la finalidad del presente trabajo es
realizar una propuesta programática que le de aplicabilidad a esta norma jurídica, y le
permita a los equipos multidisciplinarios de los centros de internamiento de privación de
libertad tener una pauta de trabajo y que la misma también sea conocida por el resto de
los integrantes del Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente.
3. OBJETIVOS.
3.1 GENERAL.
Formular una propuesta programática de la fase de preparación para el egreso del
programa socioeducativo que ejecuta la medida de privación de libertad en el Estado
Zulia.
3.2 OBJETIVOS ESPECÌFICOS.
• Establecer las razones e importancia que justifican la propuesta programática de
la fase de preparación para el egreso.
127
• Precisar el fundamento teórico que sustenta la propuesta.
• Delimitar el alcance de esta propuesta.
• Definir las acciones a desarrollar por el equipo multidisciplinario en la fase de
preparación para el egreso en los centros de privación de libertad del Estado
Zulia, tomando en cuenta las categorías de derechos.
• Señalar los programas permanentes y semipermanentes que debe contener la
fase de preparación para el egreso.
• Establecer la duración de la fase de preparación para el egreso.
• Establecer el momento de inicio de la fase de preparación para el egreso.
• Construir la matriz del proceso de atención tomando en cuenta las categorías
de derechos.
4. JUSTIFICACIÒN.
La finalidad de realizar ésta propuesta es proporcionar algunas orientaciones que
puedan servir a los integrantes del Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente
en la fase de ejecución de la medida de privación de libertad, especialmente en cuanto
a la fase de preparación para el egreso, establecida en el artículo 642 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, la cual constituye una fase
dentro del proceso de atención con visión de derechos.
Con la entrada en vigencia de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente y la creación del Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente, se
crea la necesidad de modificar el abordaje de los adolescentes infractores por parte de
las entidades de atención y de adecuar el proceso de atención tomando en cuenta las
categorías de Derechos establecidos por la ley y la Convención sobre los Derechos del
Niño, dejando a un lado la condición de enfermo del adolescente.
128 Este proceso de adecuación trae consigo dudas, tropiezos, dificultades en los
integrantes del Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente hacia la
implementación de esta fase. En razón de ello, esta fase reviste importancia para los
programas socioeducativos, entidades de atención, jueces de ejecución como
administradores de justicia, adolescente y la sociedad en general, ya que de su
adecuada implementación se logrará una adecuada integración del adolescente a su
entorno, se logrará minimizar los efectos de la privación de libertad y disminuir la
reincidencia en adolescentes.
Por otra parte, dicha propuesta aspira a resolver un problema práctico existente y sus
consecuencias se reflejarán desde un punto de vista social, ya que los jueces de
ejecución tendrán algunas pautas para la toma de decisión y los integrantes del equipo
técnico acciones sistematizadas a desarrollar, así como un contenido específico a
trabajar de manera colectiva con los adolescentes. Para los adolescentes privados de
libertad se les dará la oportunidad de contar con un adecuado proceso de reintegración,
el restablecimiento de los derechos violados y/o amenazados y la vinculación a
servicios, organizaciones de diferentes contextos.
5. MARCO TEÒRICO.
El fundamento de esta propuesta se basó en la documentación bibliográfica que se
empleó para la primera parte de este trabajo de investigación.
6. ESPECIALIDAD.
Esta propuesta esta enmarcada dentro del área de las ciencias jurídicas,
específicamente relacionada con el Derecho de la Niñez y la Adolescencia, dentro del
ámbito del Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente durante la fase de
ejecución de las medidas en lo referente a la sanción de privación de libertad, y
particularmente en lo que concierne a la fase de preparación para el egreso de los
adolescentes sometidos a ésta medida. Esta preparación va dirigida a los adolescentes
129 que se le modifique la medida de privación de libertad por otra menos gravosa, se les
otorgue libertad plena, quedando excluidos los adolescentes que egresen a entidades
de atención para adultos y aquellos cuya causa de ingreso haya sido por
incumplimiento de medida.
7. PROPUESTAS DE ACCIONES.
Partiendo de los datos obtenidos en los puntos precedentes a este apartado se
procede a establecer algunas acciones, que se consideran anteriores al trabajo a
ejecutar con los adolescentes.
Antes de ello es importante señalar que tal propuesta esta fundamentada bajo el
supuesto de que la misma pueda ser aplicada al proceso de atención con visión de
derechos llevado a cabo por las entidades de atención, con funcionarios altamente
capacitados en el área de niños y adolescentes y también dotados del conocimiento y
aplicación de la doctrina de Protección Integral, abarcando no sólo los integrantes del
equipo multidisciplinario sino también, guías de centro, policías de investigación,
fiscales, y jueces, por cuanto la ley establece que los funcionarios que trabajen con
niños y adolescentes deben ser especializados en la materia. Si bien se ha avanzado
en algunos aspectos, obteniéndose logros en este ámbito de aplicación de la ley, es
necesario admitir que aun falta camino por recorrer.
a) Equipo multidisciplinario.
Este apartado está dirigido a formular algunas consideraciones para los equipos
multidisciplinarios. En cuanto a las acciones a desarrollar por el equipo multidisciplinario
(el cual consta de psicóloga, trabajadora social, psicopedagoga, enfermero, médico,
instructor de formación deportiva, instructor de formación profesional), no se pretende
transcribir sus funciones dentro del cargo que desempeñan pero sí enfatizar algunos
aspectos resaltantes a cumplir en la fase de preparación para el egreso.
130 • Área social.
Es importante que las trabajadores sociales conozcan la realidad cierta en la que vive el
adolescente, lo cual debe lograrse a través de las visitas domiciliarias que se realicen
ya que esto permite que el equipo tenga una visión de los factores de riesgo de la
comunidad así como las fortalezas en cuanto a servicios comunitarios, educativos y de
salud presentes o cercanos a su residencia para ser ofertados al adolescente y las
condiciones socio-familiares del adolescente.
Realizar una evaluación social exhaustiva de tal manera de incorporar familiares
significativos en este proceso de reintegro, incluso indagar la existencia de familiares
en otros estados, los cuales pueden ser una opción de reintegro del adolescente previa
valoración de cada caso.
También una labor de las trabajadoras sociales es la ubicación del adolescente al
campo laboral si es el caso o a un oficio, lo cual debe hacerse obteniendo la
información proporcionada por los instructores de formación laboral, quienes tienen
igualmente la responsabilidad de indagar esta área. En este sentido, para la ubicación
del adolescente a algún trabajo se debe valorar algunos aspectos tales como: que el
mismo tenga la edad permitida para trabajar, el trabajo a desempeñar esté acorde a su
edad y no represente riesgo para su desarrollo, se realice en un horario flexible y que
permita la supervisión de la persona asignada, ofrezca protección en el área laboral, es
decir, que cumple con lo establecido en la ley en cuanto a materia laboral como:
respeto en cuanto a la jornada de trabajo establecida para adolescentes, inscripción en
el registro de adolescentes trabajadores, obtención de credencial como adolescente
trabajador, obtención y disfrute de beneficios laborales como vacaciones, prestaciones,
entre otras.
Así mismo, se requiere que el director de la entidad de atención junto con los
integrantes de los equipos multidisciplinarios y directivos del INAM-seccional Zulia
establezcan alianzas estratégicas con las organizaciones como la alcaldía,
gobernación, organizaciones privadas, organizaciones no gubernamentales, para la
131 vinculación de los adolescentes y su familia con las políticas de estado en cuanto a
vivienda, créditos, servicios asistenciales, incorporación al trabajo, programas que
aborden problemáticas específicos partiendo de la situación de la familia o algún
miembro de èsta, lo que ayudará a restablecer los derechos violados y/o amenazados y
a realizar prevención con otros miembros de la familia.
• Área educativa.
En cuanto al área educativa que involucra profesionales de la psicopedagogía y las
maestras de aula, éstas deben realizar las acciones junto al departamento de Trabajo
Social para vincular al adolescente a un centro educativo y gestionar la promoción de
años en el caso que se haya obtenido dentro de la entidad de atención. Así mismo
deben procurar los certificados de los que haya sido merecedor el adolescente durante
su permanencia en la entidad de atención, cuidando de que estos no hagan mención
que fueron obtenidos a través de una entidad de atención socioeducativa. Igualmente
ambos profesionales les deben dar a conocer a los adolescentes la oferta existente a
nivel educativo en el municipio tomando en cuenta: edad del adolescente, modalidad
(presencial, a distancia, educación para adultos, semi-presencial, parasistemas,
misiones), ubicación de estos centros cercano a su residencia, necesidades y
motivación del adolescente, factibilidad para la incorporación a estos centros, para
luego tomar una decisión con el adolescente.
Igualmente los profesionales de la educación junto al psicólogo deben abordar y
orientar al adolescente al afrontamiento de esta nueva experiencia ya que se deben
explorar sus miedos y ansiedades, ya que ésta población generalmente trae una
trayectoria de deserción escolar y experiencias negativas en este ámbito, lo cual puede
ser un obstáculo para su incorporación efectiva.
El personal del área educativa junto con el Director de la entidad de atención debe
establecer alianzas estratégicas con instituciones educativas que les permita a los
adolescentes que van a egresar vincularse a éstas de manera efectiva.
132 Durante esta fase se debe dar mayor énfasis a la exploración de su área vocacional de
tal manera que las decisiones que se tomen con el adolescente sean cónsonas con sus
preferencias e inquietudes.
• Área salud.
En lo referente al área de salud, cuando el adolescente haya sido atendido por
problemas específicos de salud que requiera control, seguimiento, prevención, fuera de
la entidad de atención, el médico y el enfermero deben orientar al adolescente al
respecto y en conjunto con las trabajadoras sociales orientar en cuanto a la forma de
acceder a los centros de salud (ambulatorios, hospitales, clínicas) dependiendo de su
problemática y lugar de residencia. Así mismo al adolescente en conjunto con su familia
se le debe hacer entregar de sus informes médicos para lograr lo antes mencionado.
En el caso de adolescentes que no presenten problemas específicos de salud estos
igualmente deben ser orientados en cuanto a la forma de acceder a los servicios de
salud cercanos a su comunidad, los cuales deben ser conocidos por el servicio de salud
y departamento de Trabajo Social.
Por otra parte, el psicólogo y profesionales de la salud deben derivar al adolescente a
una institución de salud cuando el adolescente haya reconocido dentro del proceso de
atención el consumo de sustancia psicoactiva y estupefaciente. La situación y logros
obtenidos en esta área deben ser dados a conocer a la institución destinataria
mediante una relación de caso.
• Área psicológica.
En esta fase el psicólogo debe continuar orientando al adolescente y su familia de su
proceso y abordar con ellos miedos, ansiedades, formas de afrontamiento. Igualmente
se sugiere que el psicólogo lleve a cabo el taller de competencias sociales.
133 • Área deportiva.
En el área deportiva, el instructor de formación profesional debe informar al resto de los
integrantes del equipo multidisciplinario de aquellos adolescentes que posean aptitudes
deportivas, ya que por lo general ésta es un área de agrado de los adolescentes
privados de libertad, con la cual también se puede lograr la vinculación del adolescente
a organizaciones deportivas, y obtención de becas en esta área. Esta vinculación
presenta sus beneficios para el adolescente en cuanto a: fomenta la socialización,
ayuda a invertir sanamente el tiempo libre, sirve para fomentar la autoestima, ayuda a la
incorporación de valores importantes para la convivencia sana, incide en la salud del
individuo y en algunos casos puede ser una fuente de ingreso.
• Otras acciones integradas.
Los directores de las entidades de atención junto a los integrantes del equipo
multidisciplinario y directivos del INAM_Seccional Zulia deben realizar convenios
interinstitucionales a nivel ocupacional, en el área de salud, deportivo, recreativo,
cultural, que permita que el adolescente pueda realizar estas actividades con la más
alta calidad durante su permanencia en la entidad y fuera de ello, lo que ayuda a que
los jóvenes interactúen con otra población, se fomente un proceso de socialización, y
que puedan ser derivados a estas organizaciones dependiendo de cada caso.
Por otra parte, es necesario que se establezca comunicación entre jueces de ejecución,
Defensores Públicos, Fiscales del Ministerio Público, e integrantes del equipo
multidisciplinario para determinar el momento del egreso del adolescente fundamentada
dicha decisión en la evolución reportada por el equipo, la cual no sólo debe estar
basado en el buen comportamiento del joven sino en el logro de las metas planteadas
en el plan individual, la toma de conciencia de su responsabilidad ante el hecho, deseo
y acciones hacia el cambio, logro de la finalidad de la sanción. Para solventar esta falta
de comunicación se sugiere la implementación de discusión de casos de manera
periódica de tal manera que se complemente la información proporcionada por los
134 diferentes actores, lo que implicaría un trabajo en equipo que ayudaría a la toma de
decisiones más acertadas en beneficio de los adolescentes y del Sistema Penal de
Responsabilidad del Adolescente.
En otro sentido se sugiere la separación del adolescente a otra área de la entidad de
atención donde tenga mayor flexibilidad en la realización de las actividades, aumento
de la responsabilidad, mayor autonomía, y crear un clima de tranquilidad y confianza
donde sea posible fomentar un proceso de reflexión en el adolescente y movilización
hacia su proyecto de vida. Igualmente esta separación ayudará al adolescente a
descontextualizar lo aprendido durante su privación de libertad y a asumir patrones de
normalización cónsonos con el contexto social, bajo el acompañamiento de los
integrantes del equipo multidisciplinario.
Una preocupación permanente ha sido el egreso de los adolescentes que han
pertenecido a “bandas” que en muchas ocasiones manifiestan temor hacia su vida
cuando se encuentran próximos a egresar, debido a las múltiples dificultades en las que
han incurrido durante su trayectoria delictual. En la realidad se conoce que mucho de
estos adolescentes mueren en un periodo corto de tiempo, incluso sin haber
presentado reincidencia.
Esta situación lleva a justificar la posibilidad de evaluar y considerar por parte del Juez,
Defensor, Fiscales del Ministerio Público y equipo multidisciplinario un cambio de
jurisdicción en estos adolescentes cuando se produzca su egreso, para la supervisión
de la medida que se le haya impuesto, siempre y cuando se garantice y esto se podrá
debatir en discusión de caso con los diferentes actores, el derecho a permanecer en la
localidad más cercana a su residencia, garantizar el contacto directo con los padres, la
obligación que tiene la familia de velar por el desarrollo de sus hijos y cuales fueron los
familiares que se incorporaron en este proceso y que asumieron la responsabilidad de
asumir al adolescente.
Es de vital importancia el desenvolvimiento y la evolución que la familia haya tenido
desde el ingreso del adolescente al centro de internamiento, para la toma de decisiones
135 en este aspecto, lo cual debe ser dado al conocer al juez de ejecución, aportando
recomendaciones especialmente de reintegro. Para que esto práctica sea viable se
requiere de una intervención social, familiar y personal que permita obtener logros al
respecto.
La decisión de un cambio de jurisdicción se puede justificar en el principio del Interés
Superior del Niño, ya que si no se puede garantizar el derecho a la vida de un
adolescente, qué otro derecho será más importante. Así mismo, lo ideal para la
aplicación de estas medidas sería contar con una red de enlace de diferentes
organismos, instituciones, en todo el territorio nacional donde exista articulación con los
diferentes actores del Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente a nivel
regional y nacional.
b) Políticas.
Este apartado está dirigido a la formulación de políticas públicas que permita integrar y
articular el Sistema de Protección para Niños y Adolescentes con el Sistema Penal de
Responsabilidad del Adolescente, de tal manera que el Estado, y la sociedad puedan
dar una respuesta efectiva a la problemática presentada por los adolescentes
infractores, tomando en cuenta el Principio de Co-responsabilidad establecido en la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente y la Convención sobre los
Derechos del Niño.
• En este sentido se requiere que el Ministerio de Educación adecúe sus políticas
e incorpore sus acciones a los adolescentes privados de libertad, ya que aún
cuando se logró la incorporación de las docentes de aula a alguna de las
entidades de atención socioeducativas para garantizar la educación básica, es
necesario que éstas estén presentes en todas las instituciones de este tipo ya
que son un recurso valioso para el desarrollo de los adolescentes y su reintegro
a la sociedad, y que éste derecho se extienda igualmente a los adolescentes
136
cursantes de la tercera etapa de educación básica y diversificada, por cuanto el
grado de instrucción de los adolescentes privados de libertad se ha modificado,
apreciándose en las entidades de atención adolescentes cursantes en la etapa
de diversificado.
• Así mismo es importante que el personal de educación sea calificado, constante
en su quehacer profesional y sensible a esta población. Estas políticas de
adecuación también deben estar dirigidas a la incorporación del adolescente a la
institución educativa luego de egresar, a través de procedimientos sencillos.
• Concienciar a las empresas en cuanto a la aceptación de adolescentes en sus
empresas, quedando el desempeño del adolescente bajo la responsabilidad de
un ente supervisor de la medida del adolescente, donde se le pueda garantizar
los derechos laborales establecidos en la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente. Esto también con la finalidad de ser incorporado a
trabajos formales.
• Articular acciones entre los actores del Sistema Penal de Responsabilidad del
Adolescente, que permita crear un enlace a nivel regional y nacional.
• Llevar a cabo proceso de capacitación para los integrantes del Sistema Penal de
Responsabilidad del Adolescente de manera permanente especialmente la
creación de una policía especializada en materia de adolescentes. En este
sentido los integrantes del sistema deben poseer conocimientos en:
adolescentes, desarrollo evolutivo, Doctrina de la Protección Integral, abordaje
de adolescentes infractores, conocimiento de la problemática de los
adolescentes incursos en la comisión de un hecho punible y la de su familia.
• Continuar con la incorporación de organizaciones como la Fundación José Félix
Ribas en las entidades de atención para el abordaje del adolescente en la
prevención y tratamiento de consumo de sustancias psicotrópicas y
estupefacientes.
137
• Establecer interacción entre el Sistema de Protección del Niño y del Adolescente
y el Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente, de tal manera que se
retroalimenten y el primero conozca los factores y carencias que están
asociadas a la realización de hechos punibles por parte de adolescentes en las
diferentes regiones del país y realice acciones de prevención y abordaje en
diferentes niveles (educativos, informativos, creación de programas) para evitar
el incremento de adolescentes inmersos en el Sistema Penal de Responsabilidad
del Adolescente. Cabe destacar que en el Estado Zulia el delito de mayor
frecuencia en adolescentes del sexo masculino es el robo agravado en la
modalidad de mano armada lo cual está asociado a una fuerte carga agresiva,
porte ilícito de arma, seguido del delito de robo y/o hurto automotor y en el caso
de de las adolescentes del sexo femenino el delito de mayor frecuencia es el de
tráfico de drogas proveniente de municipios específicos lo que hace pensar en
zonas de mucho riesgo social que requieren acciones de prevención de manera
urgente.
• Establecer interacción con el departamento de libertad asistida de tal manera de
conocer la evolución del adolescente, y así el programa poder evaluar la
efectividad de ésta fase.
• Hacia el ente supervisor de las entidades de atención se exige el respeto de los
perfiles exigidos para ser guías de centro, ya que es una labor delicada para lo
cual se requiere formación en el área.
• Se requiere una adecuación de los centros de internamiento, tomando en cuenta
la concepción de adolescente que se tiene a partir de la entrada en vigencia de
la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, en el sentido de
hacer estas unas mas humanas donde se le garanticen todos los derechos a
todos los adolescentes. Igualmente se tomen en cuenta aspectos como la edad
de los adolescentes, género, incorporación de tecnología especialmente en el
área de seguridad, ya que éstas son variables que inciden en el proceso de
atención y en lo que se desea lograr con los adolescentes que ingresan a los
centros de internamiento.
138 c) Proyectos.
Los proyectos permanentes o semipermanentes se pueden definir como acciones
secuenciadas o servicios que dan sostenimiento a la estructura del proceso de
atención y que la comunidad institucional valora como básicos. Estos proyectos tienen
carácter colectivo, forman parte del plan diario de actividades y los adolescentes se
agrupan para participar en ellos.
Dentro de esta propuesta se sugiere la realización de proyectos permanentes como:
• Proyecto de Competencias Sociales.
La incorporación del adolescente en el proyecto de competencias sociales será con la
finalidad de que éstos puedan expresar los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones
o derechos de un modo adecuado a la situación, respetando esa conducta en los
demás y que resuelva los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la
probabilidad de futuros problemas.
El contenido a trabajar está referido a:
a) Habilidades de autoafirmación: implica defensa de sus propios derechos.
b) Habilidades de interacción: se refiere a la interacción social con otros.
c) Habilidades verbales: iniciar, mantener y terminar una conversación, dar y recibir
cumplidos, preguntar y dar información, expresar quejas, pedir favores, saber decir
que no.
d) Habilidades no verbales: para expresar sentimientos por gestos de ira,
complacencia, agrado, desagrado, gusto y disgusto. Todas estas habilidades son
exhibidas en las diferentes áreas del individuo.
El adolescente al desarrollar habilidades sociales está en la capacidad de buscar
trabajo, establecer relaciones interpersonales de manera adecuada, dirigirse a
instituciones y/o servicios, expresar sus sentimientos de manera adecuada.
139 Tendrá una duración de varias sesiones, y haciendo uso de estrategias como el rol-
playing, dramatizaciones, situaciones imaginarias y realización de las conductas en vivo
de tal manera de fomentar habilidades prosociales, lo cual lo ayudará a su proceso de
reintegro.
• Proyecto Cultural.
Este proyecto cultural tiene la finalidad de darle la oportunidad al adolescente de
conocer, experimentar, participar y opinar en relación a diferentes sitios culturales de
gran valor histórico, artístico del municipio ( como por ejemplo el recorrido que hace el
Tranvía) que le permitan expandir su oportunidades de aprendizaje las cuales
posiblemente estuvieron limitadas hasta ese momento.
Para llevar a cabo dicho proyecto es necesario la realización de salidas autorizadas por
el tribunal de ejecución, contando con el resguardo policial y con el acompañamiento
de un guía de centro y un representante del equipo multidisciplinario. Esto ayudará
igualmente a evaluar el comportamiento del adolescente en otro contexto y a
enfrentarse a una situación real y a poner en práctica sus habilidades sociales.
• Proyecto “Conociendo mí Municipio”.
Este proyecto debe ser dirigido por el Departamento de Trabajo Social y contar con el
apoyo del resto de los miembros del equipo multidisciplinario, cuya finalidad es darle a
conocer al adolescente la lista de servicios y bienes en diferente ámbito: servicios de
salud, instituciones educativas, instituciones en el área ocupacional, servicios a nivel de
ayuda (créditos, microempresa, incorporación al trabajo).
140 • Proyecto de vida.
Este proyecto será facilitado por el psicólogo con el objetivo de dar continuidad a lo
abordado durante la permanencia en la entidad de atención.
• Planeación del tiempo libre.
Este proyecto cumplirá con la finalidad de proporcionarle herramientas al adolescente
para estructurar su tiempo libre de manera adecuada. El mismo será realizado por la
psicopedagoga de la entidad de atención.
• Orientación en roles en el caso que sea padre y/o madre de familia.
• La familia se continuará abordando, con la finalidad de conocer las expectativas que
presenta en cuanto al reintegro del adolescente a este contexto, y de proveerlos de
herramientas que le permita adaptarse a esta nueva situación, por cuanto el
momento en que el adolescente fue privado de libertad el ciclo vital de la familia se
encontraba en una etapa y las condiciones familiares (normas, comunicación,
límites, autoridad, afecto, entre otras), eran de una manera y en el momento del
reintegro estos aspectos serán diferentes, lo que genera que tanto el adolescente
como su familia requerirán de un periodo de adaptación para que este proceso se
efectúe de manera óptima.
d) Duración e inicio de la propuesta.
La duración de esta fase se estima en tres meses aproximadamente, ya que todo
dependerá de la evolución del adolescente y su familia, y las posibilidades de
vinculación.
141 Esta fase se iniciará desde el momento que el juez de ejecución informe a los equipos
de las entidades de atención que el adolescente puede ser preparado para el egreso.
Esto ayudará a la realización de acciones sistematizadas por los equipos
multidisciplinarios, se cumpla los objetivos de esta fase, se le da la posibilidad al
adolescente y la familia que se preparen para el reintegro al contexto social, con
expectativas ciertas, se puede trabajar miedos y ansiedades en el adolescente y su
familia, se precisa de manera real la vinculación a los diferentes organismos, lo que le
dará pautas al juez para poder controlar la medida sustitutiva.
e) Construcción de la matriz del proceso de atención tomando en cuenta las
categorías de derechos.
Para la construcción de la fase de preparación para el egreso tomando en cuenta las
categorías de derecho y luego de hacer una revisión de los derechos que contiene, se
diseñó la matriz de derechos (Ver anexo No. D). 8. VIABILIDAD Y FACTIBILIDAD.
Este proyecto se considera viable ya que se requiere la voluntariedad y disposición de
los integrantes de los equipos multidisciplinarios de los programas socioeducativos de
los adolescentes privados de libertad, aunado a la colaboración de los Jueces, Fiscales
y Defensores Públicos para llevar a cabo lo concerniente a las entidades de atención.
En cuanto a la implementación de políticas por parte de la comunidad en general se
requiere la toma de conciencia, conocimiento de la Doctrina de Protección Integral y el
asumir la responsabilidad y obligación que le otorga la ley como co-responsables en el
desarrollo de esta población.
142 Igualmente el Estado debe asumir su rol protagónico ante esta población y a través de
las instituciones y organismos establecer acciones articuladas al respecto, así como el
cumplimiento del Principio de Prioridad Absoluta.
Así mismo ésta propuesta es factible en la medida que los participantes se sientan
motivados con el tema de la misma y presenten amplitud en sus criterios y disposición
al cambio. Igualmente se cuenta con el personal de las entidades de atención y el
espacio físico para la implementación del mismo. Es precisa la adecuación de las
estructuras físicas de las entidades por unas mas humanas.
9. RECURSOS HUMANOS.
Para la implementación de ésta propuesta se debe contar con la disposición de los
equipos multidisciplinarios de las entidades de atención socioeducativa de privación de
libertad y la División de Control y de Gestión Programática del INAM-seccional Zulia,
Jueces de Ejecución de la sección de adolescentes, Defensores Públicos, policía
especializada, Fiscales del Ministerio Público en materia de responsabilidad penal.
Cabe destacar que dado el proceso de liquidación en el que se encuentra el INAM, es
preciso contar con personal calificado, con conocimientos en:
- Desarrollo evolutivo.
- Doctrina de la Protección Integral.
- Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente.
- Abordaje del adolescente infractor.
- Técnicas y abordaje para la reinserción social.
En esta fase de preparación para el egreso se debe contra con los siguientes
profesionales en las entidades de atención: psicólogo, trabajadora social,
psicopedagoga, médico, enfermero, instructor de formación deportiva, guías de centro,
maestras de aula.
143 10. CARÁCTER Y PRESUPUESTO.
El presupuesto requerido se deriva de crear las condiciones previas a la fase de
implementación.
No requiere una inversión económica para la implementación de la misma, sólo el
ajuste de procesos del Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente. Se
considera de carácter prioritario ya que implica la implementación de una fase dentro de
un programa socioeducativo, dirigido a una parte de la población que ha ido en
aumento, en virtud de los múltiples cambios que se han suscitado en el contexto
económico, social, cultural y político en nuestro país y que son seres humanos que aún
se encuentran en una etapa de desarrollo y que tienen la posibilidad de insertarse al
medio social y familiar en mejores condiciones.
11. FUNCIONES Y UTILIDAD.
Esta propuesta servirá de apoyo a las acciones que ejecutan los equipos
multidisciplinarios en las entidades de atención socioeducativas que desarrollan el
programa de privación de libertad y sirve de pauta a otros miembros del Sistema Penal
de Responsabilidad del Adolescente para coadyuvar al fortalecimiento de éste sistema.
Así mismo cumple una finalidad de prevención por cuanto se trabaja con las familias de
estos adolescentes.
12. PROCESOS TÈCNICOS DE IMPLEMENTACIÒN.
Esta propuesta puede estructurarse en pasos como:
I) Crear las condiciones previas como infraestructura, dotación.
144
II) Sensibilizar a los usuarios de esta propuesta a través de un taller
informativo.
III) Dar a conocer el contenido de la propuesta a los integrantes de los
equipos multidisciplinarios y la División de Gestión y Control Programático
INAM_Seccional Zulia a través de un taller teórico-práctico y mesas de
trabajo, con la finalidad de unificar criterios. Posteriormente se le dará a
conocer al resto de los integrantes del sistema.
IV) Crear los mecanismos para articular la actuación de los diferentes
actores del Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente y llevar a
cabo la implementación. De estas sesiones de trabajo se establecerán la
realización de trabajos para las entidades y la implementación de algunos
procesos los cuales podrán ser supervisados por el ente supervisor de las
entidades de atención.
V) Evaluación y seguimiento. Evaluar la misma en in lapso de seis meses de
tal manera que permita conocer como se ha efectuado esta fase con los
adolescentes. De allí se mejorarán algunos aspectos.
13. EQUIPOS.
• Material bibliográfico, video beam, computadora.
14. USUARIOS.
• Los usuarios de esta propuesta serán los equipos multidisciplinarios de las
entidades de atención socioeducativas de la medida de privación de libertad en
beneficio de los adolescentes sometidos a ésta medida.
145
ANEXO B: INSTRUMETO
146
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DEL ZULIA
DIVISIÓN DE POSTGRADO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO DE LA NIÑEZ Y DE LA ADOLESCENCIA
Por medio de la presente me dirijo a ustedes con la finalidad de solicitar su
colaboración para la obtención de datos que permita la recolección de información
requerida para un trabajo de investigación titulado “PREPARACIÒN PARA EL EGRESO
DE LOS ADOLESCENTES PRIVADOS DE LIBERTAD”, cuyo objetivo general es
evaluar cómo se efectúa en la actualidad la fase de preparación para el egreso en
adolescentes privados de libertad en el Estado Zulia, y formular consideraciones
pertinentes que permita mejorar dicha fase.
En este sentido se presenta un cuestionario donde deberá responder a las
preguntas formuladas de manera clara y precisa. En el cuestionario no debe colocar su
nombre, ya que lo importante es la información proporcionada.
INSTRUCCIONES: a continuación se presenta una serie de preguntas, las cuales se
requiere que leas y respondas a las mismas en el espacio presentado para ello, de
manera clara y fundamentando cada una de las respuestas.
Agradeciendo su colaboración, gracias.
Psic. María Eugenia Amaya G.
147
CUESTIONARIO
1. ¿Conoce Usted las fases del programa socioeducativo que se ejecuta con los
adolescentes sometidos a la medida de privación de libertad?
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
2. ¿Conoce Usted si la fase de preparación para el egreso del adolescente
sometido a la medida de privación de libertad está contemplada en la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente?
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
3. ¿Conoce Usted cuáles son las razones que justifican la fase de preparación
para el egreso del adolescente del programa socioeducativo, aplicado con base
a la medida de privación de libertad?
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
4. ¿Conoce Usted en qué momento debe iniciarse la fase de preparación para el
egreso en el proceso de atención del programa socioeducativo de la medida de
privación de libertad?
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
5. ¿Qué acciones lleva a cabo el equipo multidisciplinario que ejecuta el programa
socioeducativo aplicable a la medida de privación de libertad en la preparación
del adolescente para su egreso?
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
148
6. ¿Conoce Usted cuáles proyectos permanentes y semipermanentes están
contenidos en la fase de preparación para el egreso de los programas
socioeducativos dirigido a adolescentes privados de libertad?
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
7. ¿Conoce Usted cual es la duración de la fase de preparación para el egreso del
programa socioeducativo de privación de libertad que ejecuta los equipos
multidisciplinarios?
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
8. ¿Conoce Usted si existe comunicación entre los Jueces de Ejecución y los
equipos multidisciplinarios para la determinación del momento en el que un
adolescente va a egresar?
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
9. ¿Conoce Usted cuáles son las categorías de derechos que se deben tomar en
cuenta en la fase de preparación para el egreso del programa socioeducativo de
privación de libertad?
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
149
ANEXO C: TABLA DE FRECUENCIA Y
PORCENTAJE DE RESPUESTAS DEL
INSTRUMENTO
150
FRECUENCIA DE RESPUESTAS OBTENIDA POR LOS EQUIPOS MULTIDISCIPLINARIOS DEL PROGRAMA SOCIOEDUCATVO DE PRIVACION DE
LIBERTAD SI NO PREGUNTAS
FRECUENCIA % FRECUENCIA % 1
15 100% ---- -----
2 9 60 % conoce el fundamento
legal de la fase de
preparación para el egreso
6 40% desconoce la procedencia de esta
fase
3 13 86,66% conoce las
razones que justifican la
fase de preparación
para el egreso
2 13,33 % desconoce las razones de esta
fase
4 15 100% la considera que la preparación se inicia desde
el ingreso
----- -------
5 15 100% la considera la
realización de acción social
----- -------
6 -----
------
15 100% desconoce los proyectos
semipermanentes de esta fase
7 4 26,66% sí conoce en que momento se debe iniciar
11 73% desconoce el momento de inicio
8 3 20% considera que si existe comunicación
12 80 % considera que no existe
comunicación 9 9 60 % conoce
las categorías de derecho
6 40% no las conoce
151
ANEXO D: MATRIZ POR CATEGORÌAS DE
DERECHOS
152
MATRIZ POR CATEGORÌAS DE DERECHO
FASE DE PREPARACIÒN PARA EL EGRESO DE LOS ADOLESCENTES PRIVADOS DE LIBERTAD
OBJETIVO GENERAL DE LA FASE:
• Vincular al adolescente privado de libertad a la red de apoyo social del Estado Zulia.
• Fomentar en el adolescente desarrollo de competencias prosociales. • Disminuir los efectos de la institucionalización en los adolescentes privados de
libertad. SUPERVIVENCIA DESARROLLO PARTICIPACIÒN PROTECCIÒN
• Asesoría al
adolescente para la vinculación a los servicios de la comunidad.
• Derivación a servicios de salud especialmente aquellos adolescentes que se han iniciado en el consumo de sustancias estupefacientes.
• Vincular al adolescente con los servicios, organismos e instituciones educativas cercanas a su comunidad tomando en cuenta sus interese.
• Incorporación en el taller de educación para el ahorro y planeación de gastos.
• Participación en el taller de Competencias sociales.
• Apoyo y orientación para la consolidación de un proyecto de vida.
• Exploración del área vocacional del adolescente Incorporación en el taller de cultura
• Participación en cuanto al conocimiento de los servicios sociales existentes en el Estado Zulia
• Participación en cuanto a las diferentes actividades
• Se derivará a una institución en el caso que deba ser objeto de alguna protección.