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  • UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

    FACULTAD DE LETRAS Y CIENCIAS HUMANAS

    UNIDAD DE POSGRADO

    Hctor Velarde equilibrio y proporcin de tiempo y espacio entre lo clsico, la tradicin y la

    modernidad.

    TESIS Para optar el Grado Acadmico de Magister en Arte Peruano y

    Latinoamericano con mencin en Historia del Arte

    AUTOR Marta Susana Cisneros Velarde

    Lima Per 2015

  • Ah, pero aunque supriman la palabra belleza, la belleza no morir. Podrn no verla como no ven a Dios frente a un eclipse total; siempre ser luz de eternidad y la eternidad est hasta en las pulgas por ms que se rasquen

    Hctor Velarde. El materialismo histrico y otros asuntos contemporneos. 1970.

  • HCTOR VELARDE EQUILIBRIO Y PROPORCIN DE TIEMPO Y ESPACIO

    ENTRE LO CLSICO, LA TRADICIN Y LA MODERNIDAD

    INTRODUCCIN. El Archivo.01

    CAPTULO I Contexto general. Espacios determinados. I. 1. Estados Unidos y Europa en los aos 1935 a 1950...............18 I. 2. Per desde 1935 hasta 1950. Contexto poltico, social..32 I. 3. Per, pasado, presente y proyeccin hacia el futuro a travs de su arquitectura. Hctor Velarde y la bsqueda de una arquitectura peruana.41

    CAPTULO II El personaje y el entorno. II. 1. Espacio y tiempo en Hctor Velarde. Biografa.55 II. 2.1. Movimiento artstico cultural en Lima del 30 al 50. Congreso Internacional de Arquitectura Moderna, CIAM. Debate con el Grupo Espacio, 1950.74 II. 2.2. Desarrollo urbano de Lima en la primera mitad del siglo XX....94 II. 2.3. La arquitectura en Lima y sus monumentos histricos..107

    CAPTULO III

    III. 1. Las ideas estticas de Hctor Velarde..119 III. 1. 2. Conceptos de espacio y tiempo en la arquitectura...124 III. 1. 3. La modernidad, los cambios y transformaciones en el siglo XX. Los conceptos de tiempo y espacio en la modernidad.129 III. 2. 1. Vinculaciones y relaciones entre las ideas estticas y su obra arquitectnica.140 III. 3. La vigencia del pensamiento de Hctor Velarde hoy........185

    CONCLUSIONES.190

    BIBLIOGRAFA.200

  • 1

    Hctor Velarde

    Equilibrio y Proporcin de Tiempo y Espacio

    Entre lo Clsico, la Tradicin y la Modernidad

    Introduccin

    Analizar el pasado, utilizar la herramienta de la historia y la memoria como una

    manera de enfrentar el presente y proyectar un futuro, tiene como finalidad

    intentar entender el mundo, formar una lnea de pensamiento que nos permita

    una comprensin de los fenmenos y de los sucesos, siempre en movimiento,

    en un espacio y un tiempo determinados.

    La idea de abordar esta investigacin surgi gracias a esas coincidencias de

    tiempo y espacio que se dan de forma imprevista. Tuve la suerte de acceder al

    archivo realizado por Hctor Velarde durante toda su vida y, al momento de

    hacer un inventario de ese archivo, pude vislumbrar la vigencia y pertinencia de

    temas desarrollados sobre la expresin artstica en un contexto determinado

    as como la estrecha relacin que se opera en el momento de la creacin entre

    las circunstancias del entorno, la visin subjetiva del artista y los mltiples factores que participan para lograr una produccin significativa. Est vigente

    porque, a travs de este archivo y de la posibilidad de acceder al pensamiento

    de Hctor Velarde, encontramos una posicin frente a las manifestaciones

    artsticas que pone en valor el equilibrio y la proporcin, el rigor de cada

    disciplina del arte, con sus lmites y posibilidades para acceder a una libertad

  • 2

    siempre entendida sobre una base de conocimiento. La curiosidad constante se

    manifiesta en preguntas que se hace y que intenta responder, sin juicios previos y a travs de la metodologa histrico crtica, desde el origen del

    problema, como una manera de entender los fenmenos que le tocaron vivir.

    El objetivo principal de esta tesis propone sistematizar el pensamiento terico artstico de Hctor Velarde dentro de una perspectiva integral, vale decir, como

    arquitecto, pensador, escritor, filsofo, humorista, docente, dibujante y gestor. Este inters se desprende de las caractersticas mismas de la fuente, el

    archivo, el cual est ordenado cronolgicamente, casi da a da, lo cual nos

    permite analizar una produccin de artculos, ensayos, comentarios y

    entrevistas sobre temas vinculados al arte y a la cultura, con un carcter

    diverso, de humor, reflexin filosfica, didctico, o a travs de la lnea del

    dibujo. Lo interesante de este archivo es la simultaneidad con la que Velarde escribe sobre distintos aspectos como el humor, a la vez que publica un

    ensayo de historia del arte, abordados desde distintas perspectivas, con un

    afn de comunicar las ideas estticas que para l fueron fundamentales. La

    decisin de no circunscribirlo a una sola disciplina, como podra ser la de

    arquitecto o escritor de artculos de humor, permite construir una visin integral

    de su pensamiento, con la intencin y el deseo de poner de manifiesto la

    vigencia de sus reflexiones en el mundo de la cultura contempornea y

    destacar su coherencia.

    Para lograr este fin es importante comenzar por identificar las ideas estticas

    que Hctor Velarde desarroll a lo largo de su vida, las que podemos abarcar

    en el archivo que l elabor con los artculos publicados desde 1920 hasta

  • 3

    1986. La intencin por sistematizar estas ideas nos exige, luego de haber

    desplegado el archivo, establecer un orden, un esquema que permita

    desarrollar y construir la estructura del pensamiento artstico de Hctor Velarde,

    un pensamiento que estuvo estrechamente vinculado a la vida, a su tiempo y

    espacio, al ser humano y a la fe en un Dios Creador de manera integral.

    El aspecto que hemos enfocado para esta investigacin es el estudio de su

    produccin desde 1935, momento en el cual disea los Baos de Miraflores,

    hasta 1950, ao en el cual se dan dos hechos importantes: la invitacin al

    Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), y la disputa con el grupo Espacio. Este lapso permite profundizar en el anlisis de los hechos que

    sucedieron tanto a nivel internacional, Europa y Estados Unidos, el impacto de

    estas influencias externas y lo que ocurra en Lima, Per, en esos aos y

    relacionarlos con las ideas de Hctor Velarde y con su arquitectura. Este juego de relaciones se desprende, de alguna manera, de la forma cmo desarrolla

    sus observaciones, siempre intentando vincular la idea, el problema o los

    sucesos, con otros tiempos y espacios, mediante el humor, la historia o la

    filosofa.

    La dcada del cuarenta va a terminar con dos hechos importantes: La

    invitacin de Le Corbusier para asistir al Congreso Internacional de

    Arquitectura Moderna en Brgamo y el debate con el Grupo Espacio, frente a

    opiniones vertidas por Hctor Velarde sobre el Plan Piloto de Lima y la manera

    prudente que l propone con respecto a la manera de actuar en relacin a la modernidad en Lima Cuadrada.

  • 4

    Los estudios previos acerca de Hctor Velarde han tenido un enfoque general

    referido a su obra arquitectnica con referencias a su marco contextual. La

    importancia de este estudio radica en identificar los conceptos que sobre arte y

    arquitectura guiaron su obra y que constituyen su propuesta terica y base de

    su creacin artstica. Igualmente, porque ser una gua para establecer su

    influencia en la actividad arquitectnica de sus contemporneos y discpulos,

    en el sentido de crear una arquitectura nacional.

    Hctor Velarde public, desde muy joven, compendios de artculos, cuentos y ensayos, siempre con un hilo conductor que vinculaba la edicin en torno a

    ideas sobre arquitectura, esttica, historia del arte, filosofa y humor, as como

    reflexiones frente a la modernidad y a los avances de la ciencia.

    En 1965 se publicaron las Obras Completas de Hctor Velarde en cinco tomos,

    las cuales fueron ordenadas por Sebastin Salazar Bondy en dos partes: la

    primera incluye los cuentos y artculos de humor de trece libros que

    comprenden de 1922 a 1965, aparte de los artculos periodsticos escritos

    desde 1928 hasta 1965. La segunda parte est formada por siete libros sobre

    arquitectura y arte en general, que el autor public desde 1933, incluyendo

    ensayos inditos y artculos sobre temas de esttica, hasta esa fecha no

    compilados. Las obras completas fueron publicadas por Francisco Moncloa

    Editores S.A.; el prlogo estuvo a cargo de Aurelio Mir Quesada Sosa y el

    estudio preliminar por Jos Miguel Oviedo.

    Despus de 1965, Hctor Velarde sigui publicando libros de humor y de

    arquitectura como El materialismo histrico y otros asuntos contemporneos e

  • 5

    Itinerarios de Lima, el cual tuvo una segunda edicin a cargo del Patronato de

    Lima en 1990.

    En 1976, Manuel Alejandro Cuadra Kochansky realiza su tesis de Bachillerato del Programa Acadmico de Arquitectura, Urbanismo y Artes de la Universidad

    Nacional de Ingeniera, con el ttulo: Hctor Velarde - Arquitecto. Dicha

    investigacin se centra en el anlisis arquitectnico de la obra de Hctor

    Velarde con un registro de ilustraciones bastante detallado de su produccin

    arquitectnica.

    Se ha escrito sobre Hctor Velarde a modo de artculos y comentarios en

    revistas y publicaciones peridicas como El Arquitecto Peruano y luego en

    Lienzo, revista de la Universidad de Lima, pero es recin en el 2002 que se

    publica un libro sobre su obra arquitectnica con un ensayo de Ramn

    Gutirrez, distinguido arquitecto argentino y gran estudioso de la obra de

    Velarde, con la coordinacin editorial de Pedro Belande Martnez bajo la editorial Epgrafe S.A., antes Cedodal, y con el auspicio de la Universidad de

    Lima y de Graa y Montero S.A.A. En esta publicacin, Hctor Velarde,

    Gutirrez hace un anlisis profundo sobre la creacin arquitectnica de Velarde

    y las circunstancias del entorno, en el que se producan profundos cambios.

    En el ao 2012, la Universidad de Lima organiza, bajo la direccin del arquitecto Enrique Bonilla Di Tolla, el Simposio Hctor Velarde. Arquitecto y Humanista en el marco de la Carrera de Arquitectura y Gestin de Proyectos de dicha universidad. En este Simposio estuvieron invitados como

    conferencistas, diversas personalidades relacionadas a la arquitectura y a

    Hctor Velarde, como Ramn Gutirrez, Jos Garca Bryce, Vctor Prez

  • 6

    Escolano de Espaa, Luis Villacorta, Elio Martuccelli, Alfredo Queirolo, Augusto

    Tamayo, Juvenal Baracco, Pedro Belande y Augusto Ortiz de Zevallos.

    Tambin se organiz una exposicin de fotografas y cronologas sobre su obra

    en uno de los espacios de la Universidad de Lima. En el 2013 esta institucin

    publica un libro, con el mismo ttulo del simposio, donde rene los ensayos de

    los arquitectos invitados junto con artculos referidos a la obra arquitectnica de Hctor Velarde. El libro Hctor Velarde. Humanista y arquitecto, tambin cuenta

    con un captulo dedicado al anlisis grfico de varios de sus proyectos

    arquitectnicos as como una galera de imgenes de su arquitectura en la

    actualidad. Es un libro interesante que ofrece una diversidad de

    aproximaciones a su obra y donde encontramos algunos aspectos que la

    distinguen, como la versatilidad, la apertura y apuesta por el cambio y no por la

    apariencia y la inmediatez. Es el humor y la bsqueda de la verdad lo que

    genera una apertura y una dinmica abierta que nos permite acceder a su

    pensamiento y a sus propuestas sobre cmo entendi la arquitectura y la

    ciudad.

    La Universidad Ricardo Palma publica, en el 2013, La crtica arquitectnica en

    Lima de Gustavo Wendorff. En el segundo captulo llamado La crtica entre 1930 y 1968, el autor le dedica un anlisis a dos de los libros publicados por Hctor Velarde, Historia de la Arquitectura y Arquitectura Peruana. La

    intencin de este libro se enfoca en la crtica arquitectnica realizada en esos

    aos, y rescata de la obra de Velarde los aportes que significaron sus escritos

    sobre la arquitectura, tanto del pasado del Per, la defensa y conservacin de

    los monumentos arquitectnicos peruanos, como la lnea histrica de la

    evolucin de la arquitectura en el mundo.

  • 7

    Se puede observar que la lnea de estudios sobre la obra de Hctor Velarde ha

    sido biogrfica, con apuntes de anlisis arquitectnicos. Lo que intenta este

    trabajo es una aproximacin histrico crtica, la determinacin de los conceptos sostenidos durante esos aos y su confrontacin con la obra creativa de

    Velarde.

    Este estudio no pretende hacer un anlisis crtico de la arquitectura en la

    primera mitad del siglo XX, as como tampoco estudiar a los distintos

    arquitectos que tuvieron protagonismo durante esos aos. El propsito es

    abarcar, en el tiempo determinado desde 1935 hasta 1950, la diversidad de

    enfoques y cuestionamientos que Hctor Velarde se hace frente a los cambios

    que ve operarse en la primera mitad del siglo XX con respecto a las

    manifestaciones artsticas, y a las transformaciones en la manera de pensar de

    la sociedad moderna. l crey en la diversidad y en la capacidad creativa del individuo para plasmar ideas, diseos y ofrecer planteamientos tericos con

    libertad. Estuvo en contra de la masificacin y seriacin que provena de la

    industrializacin y de la cultura de consumo, y cuestion la corriente moderna

    de las especializaciones centradas en un solo enfoque. El objetivo es ofrecer la sistematizacin de las ideas de Hctor Velarde en ese momento, como aporte

    terico para la Historia del Per y del Arte, y su aplicacin para la comprensin

    del pensamiento esttico que describe, analiza y aplica. La hiptesis que se

    busca comprobar es que su pensamiento esttico condujo su produccin arquitectnica y estuvo orientado a valorar la tradicin en la modernidad,

    extendindolo a su creacin arquitectnica, lo que tuvo influencia en las

    generaciones que contribuy a formar.

  • 8

    Es importante tambin el ejercicio de recuperacin de la memoria. Nuestra memoria est llena de silencios y de ausencias y esta situacin nos exige

    replantear nuevas miradas con la intencin de preservar las races de nuestra

    arquitectura, ofrecer la documentacin que posibilita la realizacin de nuevas

    investigaciones y la comprensin del pensamiento y la trayectoria de Hctor

    Velarde.

    Dibujo Hctor Velarde. Proyecto Instituto Nacional de Higiene y Salud Pblica, Lima, Jess Mara, 1940. Archivo Graa y Montero.

  • 9

    Sobre el archivo.

    Hctor Velarde realiz el archivo a lo largo de toda su vida. En l se encuentran

    los artculos, ensayos, cartas, dibujos que public en distintos peridicos y revistas, tanto a nivel nacional como internacional, y artculos que hablan sobre

    su obra escritos por intelectuales de la poca. Tambin estn incluidos en el

    archivo los reglamentos, comisiones y juntas que se realizaron durante muchos aos en defensa del patrimonio histrico arquitectnico del Per.

    El archivo consta de doce tomos ordenados por aos y tres lbumes con

    dibujos originales de caricaturas. Sorprende la manera tan meticulosa que tuvo el autor para guardar y ordenar un material abundante y que resulta, cuando se

    examina, una suerte de diario de la poca, organizado en el tiempo, con el

    punto de vista de un arquitecto, escritor y humorista que tuvo un gran amor a la

    arquitectura y a su pas.

    La prensa escrita era, en esos aos, una va de comunicacin integrada a la

    sociedad, como lo podra ser, hoy en da, las redes sociales en Internet, pero

    con otro sentido del tiempo y del espacio. La expresin pblica se daba a

    travs de los diarios, as como tambin estn presentes los artculos de crtica

    sobre la obra de Hctor Velarde escritos por intelectuales y periodistas de la

    poca. Las cartas y los comentarios, los artculos y ensayos frente a hechos

    concretos que ocurran en la Lima de esos aos en cuanto a arquitectura,

    urbanismo, arte e historia fueron publicados y estn sistemticamente

    ordenados en este archivo. Esa es la base que nos permitir introducirnos a un

    momento de la historia del Per y del mundo, desde el punto de vista de

    Velarde. Un punto de vista que busca incesantemente encontrar un equilibrio

  • 10

    dentro de un panorama poltico y social que impacta con fuerza en la vida

    cultural y en la formacin del pensamiento colectivo cuyo objetivo es encontrar bases para el desarrollo de una identidad cultural que incluya la gran diversidad

    de manifestaciones vinculadas al arte.

    Nos preguntamos por qu hizo este archivo, por qu dedic horas en registrar,

    da a da, ao a ao, los sucesos que para l fueron importantes. La historia de

    las ciudades o de las sociedades no se encuentra en peligro de desaparecer,

    ms bien son las pequeas historias, las que nos hablan de pensamientos

    libres, independientes y particulares las que estn destinadas al olvido.

    Pareciera que Hctor Velarde construy este archivo con el pensamiento y con

    el afecto, en donde no solo cuenta la informacin recopilada sino tambin el

    ordenamiento, la secuencia y el sentido que podemos sustraer de este trabajo de recopilacin. Es, justamente, a travs del afecto y la razn que el pensamiento se mueve hacia una verdad ms profunda. l busc esta verdad y se ubic entre la filosofa y el arte como maneras de pensar complementarias

    que le permitieron llegar a transmitir una verdad, no entendida como algo

    esttico sino, ms bien, valorando el proceso que conduce al pensamiento a

    espacios de libertad a travs de impresiones, encuentros, expresiones, etc.1

    Hctor Velarde realiz este archivo, quiz, como una prctica de la memoria o

    por el temor al olvido, que podemos interpretar como una necesidad frente a la

    intuicin de la crisis de la memoria del mundo contemporneo. Tal vez una

    caracterstica importante es que, a travs del proceso de bsqueda de una

    1 VAN ALPHEN, Ernst. El susurro de las imgenes. XVII jornadas de estudio de la imagen.

    Madrid, Espaa, Centro de Arte Dos de Mayo, 2010.

  • 11

    verdad profunda, este archivo nos ayude a encontrar sentido en el propio

    presente. En ese aspecto, l va construyendo el archivo y va combinando

    dimensiones temporales diferentes, la dimensin histrica como conocimiento

    fundamental y la dimensin de tiempo personal y cotidiano a travs del sentido

    del humor, del encuentro inesperado, de las relaciones de afecto que se

    pueden leer en el archivo. Pareciera que estas dos dimensiones apuntan a

    generar una visin y una percepcin de unidad, concepto que, para l, fue

    fundamental.2

    Son artculos y ensayos de arquitectura, historia, humor, arte, esttica y tica

    los que conforman este archivo y nos permiten aproximarnos a su manera de

    entender el mundo, un mundo que, durante el siglo XX, convulsion en

    mltiples aspectos y estableci formas distintas de asumir la vida. A Hctor

    Velarde le toc vivir un momento de guerras y de confrontacin poltica e

    ideolgica, donde el desarrollo cientfico y tecnolgico iba a transformar las

    estructuras mentales de la sociedad, y en donde el arte y la arquitectura iban a

    ser fieles expresiones de los constantes cambios y quiebres. A travs del

    anlisis de sus escritos podemos vislumbrar la necesidad que tuvo de

    establecer equilibrio entre la ciencia, la naturaleza y el hombre, desarrollando

    un punto de vista humanista, teniendo como herramienta del pensamiento la

    escala y la proporcin.

    Hctor Velarde escribe de manera paralela en diversos peridicos y revistas,

    artculos de humor y a la vez ensayos de arquitectura, escribe sobre historia del

    arte y expone sus ideas estticas, tejiendo de esta manera, una especie de 2 VAN ALPHEN, Ernst. Hacia una nueva historiografa: Peter Forgacs y la esttica de la

    temporalidad, Estudios visuales, 2009.

  • 12

    trama compleja y a la vez integradora de un mundo cambiante y dinmico, sorprendindonos por la versatilidad de su pensamiento, siempre intentando

    comprender los fenmenos expresivos de las sociedades y las ciudades donde

    se desarrollan. A travs de la lectura de su obra escrita podemos identificar que

    l utiliza un mtodo para los cuestionamientos que se plantea,

    cuestionamientos que lo implican en la circunstancia y que lo llevan a analizar y

    retroceder en el tiempo con la finalidad de encontrar el origen de sus

    interrogantes, sin anteponer juicios ni ideas preestablecidas de lo que l considerara una verdad fija.

    Las ideas estticas que sostuvo estuvieron estrechamente vinculadas al tiempo

    y al espacio, tiempos interpretados en ritmos y movimiento, y espacios

    concebidos desde lo fsico as como tambin en el pensamiento. Estos

    conceptos Velarde los desarroll en torno al arte, la cultura y la historia, y los

    mantuvo ligados a la verdad. La verdad como la expresin del arte en todas

    sus manifestaciones.

    En 1928 se establece en Lima, y es a partir de este momento que inicia una

    campaa en favor de la conservacin y recuperacin del patrimonio

    arquitectnico, tanto del Per antiguo como colonial y republicano de las

    ciudades del Per. Esta actividad est demostrada en la gran cantidad de

    artculos, ensayos, publicacin de conferencias, organizacin de congresos y

    exposiciones, as como en la participacin de comisiones municipales en

    defensa del patrimonio artstico monumental.

    Hctor Velarde, adems de arquitecto y escritor, fue docente. Le interes

    transmitir conocimiento, compartir sus impresiones y sus convicciones con

  • 13

    respecto a la modernidad, a la vida y a la arquitectura. En el archivo podemos

    identificar muchos artculos cuya intencionalidad est dirigida a la enseanza

    de la historia del arte y de cmo el cambio en el pensamiento de una sociedad

    tiene repercusiones concretas en las artes. Velarde tambin dedic igual

    nfasis en ensear disciplinas relacionadas con la arquitectura y la ingeniera,

    como los cursos de geometra descriptiva, siempre utilizando un lenguaje sencillo, donde el afn por despertar la motivacin y la curiosidad en el otro fue

    fundamental.

    Un aspecto esencial, que est presente en el archivo, son los artculos

    publicados sobre su obra arquitectnica. Proyectos, apuntes, algunos planos e

    imgenes de obras concluidas y obras no construidas, son un material que est

    desplegado a lo largo de sus largos aos de produccin. A travs de lo

    registrado, podemos percibir los cambios y las permanencias en sus

    propuestas arquitectnicas. En el anlisis podremos identificar cmo, a travs

    de su arquitectura, sus ideas estticas pueden visualizarse y materializarse

    desde un punto de vista sensible. Podremos encontrar coincidencias entre las

    ideas estticas y su propuesta arquitectnica? La intencin de este trabajo consiste en identificar sus ideas estticas como eje transversal en su obra arquitectnica a travs de una metodologa clara, sencilla y ordenada, como

    fue la manera que tuvo para elaborar sus textos, ensayos y su obra

    arquitectnica. La idea de encontrar la metodologa que utiliz, es una forma de

    acceder a su pensamiento, a su sensibilidad y a su mirada frente a un mundo

    cambiante y dinmico. El presente estudio no pretende pues, hacer un anlisis

    arquitectnico especfico de la obra de Hctor Velarde, sino ms bien encontrar

    puntos de encuentro y coincidencias entre sus ideas estticas y sus

  • 14

    planteamientos arquitectnicos, tomando en cuenta el espacio y el tiempo en

    que se realizaron.

    Los artculos de humor que encontramos a lo largo de los doce tomos son

    variados y giles, siempre con la intencin de comunicar algo, que para l era

    de vital importancia. El desarrollo de una opinin fresca sobre ideas estticas,

    sobre la historia, sobre las sociedades de consumo, y cmo la cultura

    norteamericana poda llegar a tener una gran influencia en nuestra propia

    cultura, van a ser traducidas en escritos donde el humor le va a permitir

    transmitir al lector las ideas filosficas sobre el arte y la arquitectura, de una

    manera abierta y flexible. Hctor Velarde se re de asuntos serios y de lo

    cotidiano, se re de la formalidad y de las complejidades de la poca en que le toca vivir, se re, pero lo ms importante es que tiene la necesidad de compartir

    esa risa, como una manera ms de hacer docencia. Los artculos de humor no

    tienen el peso de una verdad inamovible, ms bien permiten, a travs de un

    humorismo fino e inteligente, llegar a la conciencia del ciudadano.

    Es interesante su obra grfica, ya que expresa su naturaleza gil, flexible,

    creadora y dinmica. La caricatura le va a permitir una mirada crtica sobre su

    entorno y es, a travs de esta disciplina, que logra extraer la esencia de los

    personajes desde un ngulo particular, demostrando ser un gran observador y con una capacidad de sntesis fundamental en la prctica de la caricatura.

  • 15

    Las Pulgas. 1929. La cultura y las pulgas estn ligadas, se trata pues que las pulgas no aumenten y la cultura no disminuya en el proceso

    Personajes en Francia. Hctor Velarde, Dibujos del lbum N 1 y 3.

  • 16

    Personajes en Lausanne (Suiza) y Francia, 1916-1920. Caricaturas del lbum N 2 y 3.

  • 17

    Organizacin del Archivo:

    12 tomos de recortes periodsticos.

    Tomo 1.- 1920-1925 Tomo 2.- 1925-1929 Tomo 3.- 1929-1930 Tomo 4.- 1930-1936 Tomo 5.- 1936-1939 Tomo 6.- 1939-1943 Tomo 7.- 1943-1950 Tomo 8.- 1950-1956 Tomo 9.- 1956-1963 Tomo 10.- 1963-1968 Tomo 11.- 1968-1973 Tomo 12.- 1973-1984

    3 lbumes de caricaturas:

    lbum N 1.- 1906-1910 Lima-Petrpolis 1910-1913 Petrpolis 1913-1916 Lausanne, Suiza

    lbum N 2.- 1913-1914 Lausanne, acadmicos 1913-1916 Lausanne. La guerra, la familia, tipos de Lausanne

    lbum N 3.- 1916 Lausanne 1916-1920-1927 Pars 1920-1925 Buenos Aires 1928-1977 Lima

  • 18

    CAPTULO I Contexto general

    I. 1. Estados Unidos y Europa en los aos 1935 a 1950.

    Durante los aos que transcurrieron entre las dos Guerras Mundiales, Europa

    atraves una poca plagada de dificultades. La paz de Versalles, resuelta a

    medias luego de la Gran Guerra, y la Crisis norteamericana de 1929 con sus

    severas repercusiones, sumieron a Europa en una etapa de confrontaciones

    dinmicas en la que el capitalismo y la democracia se vieron amenazados por

    dos nuevas fuerzas polticas emergentes, el comunismo y el fascismo.

    Mientras tanto, en el mbito cultural artstico, Europa enfrenta serias rupturas

    con los patrones de belleza establecidos. A comienzos del siglo XX aparecen

    las vanguardias y el arte se pobl de ismos, que indicaban la bsqueda de un lenguaje expresivo particular. Los fauvistas con sus valores visuales y los futuristas con sus manifiestos, exaltando la violencia y alabando a la velocidad

    y a la mquina, cada uno con sus propias formas de irrumpir en el siglo XX, con

    discursos que tenan mucho que ver con lo que estaba sucediendo en el

    mundo convulsionado de esos momentos. Expresionistas, cubistas y dadastas

    en Alemania, Francia y Suiza empiezan a romper con el arte tradicional

    occidental, rechazan el arte burgus y encuentran en la provocacin social una

    manera de expresar lo intuitivo. El Surrealismo y el Constructivismo aparecen

    como expresiones artsticas donde, uno toma las teoras de Freud sobre los

    sueos y el inconsciente, poniendo nfasis en la imaginacin y la irracionalidad,

    as como el otro aborda la tendencia, encabezada por Tatlin, de una esttica de

  • 19

    mquina con componentes dinmicos que celebraban la tecnologa, el

    movimiento y los materiales en la produccin artstica.

    La arquitectura a inicios del siglo XX, prioriz la funcionalidad a travs de los

    espacios y volmenes con las nuevas materialidades. En Estados Unidos, el

    rascacielos se impuso como una respuesta a las prioridades de la funcionalidad

    entendida como espacios de rentabilidad. El Rockefeller Center es construido

    en Nueva York en 1933. En Europa, Walter Gropius (1886-1969) inici la corriente racionalista desde la Bauhaus, creada en 1919, y se propuso

    erradicar las barreras elitistas que separaban el arte de las artesanas y de los

    objetos cotidianos. El objetivo fue poner todas las artes al servicio de la arquitectura con el propsito de construir el edificio del futuro, bajar al artista de su torre de marfil y adiestrarlo en el trabajo manual3. Mies van der Rohe (1886-1969) explor las posibilidades del acero y el cristal y el estadounidense Frank Lloyd Wright (1869-1956) humaniz las viviendas unifamiliares, atendiendo al clima y al entorno.

    Walter Gropius fue un hombre de la primera post-guerra y su obra, tanto

    arquitectnica y terica, as como la de organizador de la escuela de Bauhaus,

    es inseparable de la condicin histrica de la repblica de Weimar y de la frgil

    democracia alemana de esos aos. En su obra, el rigor lgico alcanza

    evidencia formal y deviene en arquitectura como condicin directa de la

    existencia humana. En una sociedad donde ya no es posible una civilizacin

    basada en principios estables, slo la claridad, la firmeza y la exactitud apuntan 3 GRANS, Carlos. El puo invisible. Arte, revolucin y un siglo de cambios culturales. Madrid,

    Espaa, Taurus, Editorial Santillana, 2011.

  • 20

    a una intervencin donde el racionalismo se presenta como una tcnica

    infalible.

    Gropius declara que todo trabajo es la manifestacin de una esencia interior y que slo este trabajo tiene sentido espiritual, del cual carece, naturalmente, el trabajo puramente mecnico. Mientras que la economa y la mquina permanezcan como fines en s y no como medios para liberar cada vez ms a las energas del espritu del peso del trabajo mecnico, el individuo permanecer esclavizado, sin que la sociedad encuentre el equilibrio definitivola solucin no depende del mejoramiento de las condiciones externas de vida, sino de la distinta actitud del hombre hacia su propia obra.4

    La Bauhaus fue un ejemplo tpico de escuela democrtica basada en el principio de la colaboracin entre maestros y alumnos, concebida como un

    organismo social, donde se trataba de lograr una unidad de mtodo didctico y

    sistema productivo.

    En la escuela de la Bauhaus se practica el arte til, donde la obra no debe

    predicar, exhortar o apelar al sentimiento, sino que tiene un fin en s misma, no

    ms all de s. La obra de arte es una realidad que la sociedad produce para

    satisfacer un deseo real. La razn va a ser el principio ordenador a travs del

    cual se construye la obra con la exactitud de una intervencin quirrgica. El

    arte est en la perfeccin del hacer, y tiene en el mundo su principio y su fin,

    insertado en la sociedad. Es el proceso a travs del cual la conciencia

    configura lo real en formas siempre nuevas, resultantes de una amplia

    experiencia. El proyecto de la Bauhaus tuvo una didctica que haca converger

    la funcin prctica con la teora, estableciendo una relacin directa y horizontal

    entre el futuro arquitecto con el artesano y el constructor.

    4 ARGAN, Giulio Carlo. Walter Gropius y la Bauhaus. Buenos Aires, Argentina, Editorial Nueva

    Visin, 1957, p. 19.

  • 21

    Para Gropius, entre el artesanado y la industria debe de existir continuidad de

    desarrollo. Lo artesanal debe progresar en la industria tendiendo a fundirse

    gradualmente en una nueva unidad productiva. La mquina no dar

    rendimiento positivo si quien la emplea no sabe usar las herramientas del

    artesanado. Era un manifiesto para volver al oficio, donde no existiera

    diferencia entre artista y artesano. La perfeccin en el oficio es esencial a todo

    artista, es ella la fuente de la imaginacin creadora.

    La arquitectura, arte fundamental en la Bauhaus, es construccin de espacio,

    es el espacio mismo, y es la construccin la que resuelve los problemas de la

    realidad y de la existencia, las infinitas relaciones entre los hombres y las

    cosas. El espacio de la arquitectura es la dimensin de la vida social, en su

    complejidad y en su totalidad. La construccin tiene sentido en la medida que clarifica el espacio confuso del mundo actual.

    La arquitectura interviene en todos los momentos y actos de la existencia, media y condiciona las relaciones vitales del hombre con la realidad, determina las dimensiones, define el espacio de la vida y el trabajo humano. Es casi un segundo cuerpo que los hombres se procuran para esa vida ms elevada y autntica, no solamente natural sino organizada e histrica, que es la vida social. Sin arquitectura sera imposible imaginar al hombre ms all de su naturaleza originaria, en su ser histrico, es decir, en la funcin que lo hace miembro de una sociedad. La verdadera arquitectura hunde sus races en toda la vida de un pueblo y abarca en un solo abrazo todos los campos de la creacin humana, todas las artes y las tcnicas. 5

    La arquitectura se plantea como una actividad colectiva y su desarrollo va a

    depender, no de los individuos aislados, sino de los intereses de una

    colectividad, ser el resultado de la voluntad de todo un pueblo. Es la sntesis

    de las experiencias de la realidad y el fin ltimo de todas las artes. 5 ARGAN, Giulio Carlo. Walter Gropius y la Bauhaus. Buenos Aires, Argentina, Editorial Nueva

    Visin, 1957, p. 46.

  • 22

    En 1928, Gropius deja la direccin de la Bauhaus que es asumida primero por Hannes Mayer y luego por Mies van der Rohe. Cuando Hitler sube al poder es

    oficialmente clausurada en abril de 1933 y su sede confiada a una organizacin

    nazi cualquiera.

    Ludwig Mies van der Rohe consider que la tarea del arquitecto moderno

    consista en dejar al descubierto los valores de belleza integrales de la construccin y de los materiales. La promesa de un arte nuevo no se

    encontraba en las especulaciones estticas, incorporadas intelectualmente

    desde fuera, sino en la autorregulacin disciplinada, bajo las condiciones de los materiales y los mtodos de aplicacin funcional. La belleza de la esencia

    arquitectnica se revelaba en la construccin sencilla y lgica. En esta lgica

    de la forma, sta no poda ser creada por el sujeto, sino que se desprenda directamente de los requisitos de la vida. El nuevo arquitecto deba entregarse

    a estos requisitos y renunciar ascticamente a cualquier expresin propia en

    beneficio de la veracidad.6

    Con relacin a la arquitectura del pasado, Mies van der Rohe sostuvo que

    las construcciones de pocas anteriores no nos parecen importantes por su realizacin arquitectnica, sino por el hecho, que los templos griegos, las baslicas romanas y tambin las catedrales de la Edad Media son creaciones de una poca entera y no obra de una persona determinada La arquitectura siempre es la expresin espacial de la voluntad de una poca no puede avanzarse hacia adelante con la mirada dirigida al pasado, ni ser portador del espritu de una poca viviendo anclado en el pasado Nuestra poca no es enftica, no apreciamos el vuelo de la imaginacin, sino la razn y el realismo.7

    6 NEUMEYER, Fritz. Mies van der Rohe: la palabra sin artificio, reflexiones sobre

    arquitectura 1922-1968.El Croquis Editorial, Madrid, 1995.

    7 MIES VAN DER ROHE, Ludwig. Arquitectura y voluntad de poca! en Mies van der Rohe:

    la palabra sin artificio, reflexiones sobre arquitectura 1922-1968. De Fritz Neumeyer. El Croquis Editorial, Madrid, 1995, p. 337.

  • 23

    Para el ltimo director de la escuela Bauhaus, el verdadero sentido de una obra

    arquitectnica es la funcin. La verdadera arquitectura siempre es objetiva y es la expresin de la estructura interna de la poca en la que ha surgido8. Para Mies van der Rohe las necesidades de la modernidad haban alcanzado un

    nivel que ya no poda ser satisfecho con medios artesanales sino con la

    industrializacin, con lo cual se terminaba, de alguna manera, la expresin de

    individualidad y el trabajo artesanal.

    Hctor Velarde va a seguir muy de cerca todo el movimiento funcionalista de

    esos aos, movimiento que responda a un contexto social y cultural, tanto

    europeo como norteamericano, muy distinto al momento que viva el Per. La

    concepcin de la arquitectura planteada por Gropius y Mies van der Rohe tiene

    varios puntos de contacto con el pensamiento de Velarde manifestado en

    algunos artculos. Para l la arquitectura es tambin una consecuencia social, y

    tiene su fondo en la estructura.9 Considera que la exaltacin en arquitectura no

    es libre, sino que siempre est medida por la naturaleza. La arquitectura es arte

    afirmativo, arte de la realidad misma.10 Al igual que Gropius, Velarde manifiesta

    la importancia de crear ciudad en una organizacin donde participan

    ingenieros, arquitectos, obreros y ciudadanos, al igual que la Naturaleza donde

    cada uno cumple su funcin.11

    8 MIES VAN DER ROHE, Ludwig. La arquitectura de nuestro tiempo en Mies van der Rohe:

    la palabra sin artificio, reflexiones sobre arquitectura 1922-1968, de Fritz Neumeyer. El Croquis Editorial, Madrid, 1995, p. 506.

    9 VELARDE, Hctor. Camille Mauclair versus Le Corbusier. La Prensa, 28 de julio, 1937.

    10 VELARDE, Hctor. Romanticismo y Albailera. El Comercio, 10 de octubre, 1937.

    11 VE LARDE, Hctor. Nuestra Arquitectura. La Prensa, 1 de enero, 1938.

  • 24

    En un contexto tan distinto al europeo, como lo es la ciudad de Lima, Hctor

    Velarde es consciente de las debilidades de un pas con deficiencias

    dramticas en la educacin, a pesar de lo cual afirma que la arquitectura

    progresa en Lima. Sostiene que hay inters por el cine, por las revoluciones

    extranjeras, por el concreto armado. Tambin dice que hay ms conciencia de nuestro pasado, que se ve reflejada en dos tendencias: la prctica, utilitaria, purista y funcional y la del tipo de residencia tradicional con elementos

    renacentistas y barrocos, adems del estilo ingls, francs, turco, etc.12 Velarde

    postula, una vez ms, el equilibrio entre las dos tendencias, una unin que

    debe apuntar a crear armona y cuya fusin produzca verdadera arquitectura.

    La presencia del pasado como el equilibrio es fundamental para l, y es quiz

    en este aspecto que Velarde se distancia de la corriente funcionalista

    expresada por Gropius.

    Pero fue Charles douard Jeanneret-Gris, ms conocido, a partir de la dcada de 1920, como Le Corbusier (1887-1965) el arquitecto, terico de la arquitectura, ingeniero, diseador y pintor suizo, nacionalizado francs,

    considerado como uno de los ms claros exponentes del Movimiento Moderno

    en la arquitectura y uno de los arquitectos ms influyentes del siglo XX. l apost por el funcionalismo, la edificacin en altura y defini las cuatro

    funciones bsicas de la ciudad moderna: habitar, trabajar, descansar y circular.

    En 1921, Le Corbusier public lo que se llam La mquina para vivir", exponiendo un concepto totalmente nuevo de vivienda. La casa es una

    12

    VE LARDE, Hctor. Nuestra Arquitectura. La Prensa, 1 de enero, 1938.

  • 25

    mquina para vivir La casa debe ser el estuche de la vida, la mquina de la felicidad, es una de las frases clebres del maestro de la arquitectura, quien define as la casa como una entidad mecanizada. El contexto en que vivi Le

    Corbusier responde a una industrializacin emergente donde el diseo

    comenzaba a tener cualidades innovadoras.13

    La visin moderna de este pensamiento consideraba que la casa deba ser una

    "mquina y homologarse al resto de bienes que configuran la sociedad tecnolgica, una casa tan eficaz funcionalmente como lo eran las mquinas en

    las tareas para las que haban sido inventadas. La casa moderna y su

    funcionalidad, donde el producto diseado respondera a esa funcin. La

    propuesta de esta nueva arquitectura, se desarroll en torno a cinco puntos

    bsicos: utilizacin de pilotes, jardines en el tejado, libre conformacin de las plantas, ventanales continuos y libre formacin de la fachada, todo ello dentro

    de un estricto orden geomtrico como nico generador de "volmenes puros".

    Estas soluciones pasaran a ser las caractersticas fundamentales y

    paradigmticas del racionalismo arquitectnico.14

    A Le Corbusier le fascinaban los automviles, su carrocera bsicamente. Su

    forma concordaba con sus propias inclinaciones, ya que los diversos elementos

    no estaban ocultos bajo una envoltura aerodinmica, sino revelados de manera visible, y donde todo ello se encontraba estructurado de un modo tal que se

    aproximaba a formas geomtricas sin ocultar la mano del diseador. En un

    contexto donde la industria se muestra como principal exponente del momento

    13

    http://tecnne.com/arquitectura/le-corbusier-casas-citrohan/ (7/5/2014. 2:30pm). 14

    http://www.yarquitectura.com/la-casa-es-una-maquina-para-vivir/ (7/5/2014. 2:30pm).

  • 26

    y la generadora de una nueva etapa donde se gesta un espritu nuevo, el

    primer deber de la arquitectura, en una poca de renovacin, consiste en

    revisar los valores y los elementos constitutivos de la casa. La construccin en

    serie se presenta as como la gran posibilidad, basada en el anlisis y la

    investigacin experimental. Le Corbusier tiene esperanza en un futuro que se

    nutre del rechazo por lo establecido, de lo existente, y apunta hacia una nueva

    esttica, con las posibles implicancias ticas desde la perspectiva

    arquitectnica.15 l reconoci que la construccin en serie que ambicionaba repercutira en la vida de sus habitantes: Un pueblo bien distribuido y construido en serie dara una impresin de calma, de orden, de limpieza e

    impondra irremediablemente disciplina a sus habitantes.16

    En el artculo Camille Mauclair versus Le Corbusier publicado en 1937, Velarde transmite, con un afn didctico, sus observaciones frente a los

    llamados maquinistas de la arquitectura

    la arquitectura es una profunda consecuencia social, luego, la sociedad puede, perfectamente, ser una profunda consecuencia de la arquitectura es cuestin de hacer casas iguales y en serie para que todos seamos iguales y en serie.17

    La seriacin, la falta de diversidad y lo homogneo van a ser cuestiones sobre

    las cuales Velarde va a manifestar su rechazo, en el sentido que son

    15

    HUSE, Norbert. Le Corbusier. Barcelona, Salvat Editores S.A. 1986. 16

    LE CORBUSIER. Hacia una arquitectura. Buenos Aires, Poseidn, 1964. 17

    VELARDE, Hctor. Camille Mauclair versus Le Corbusier. La Prensa, 28 de julio, 1937.

  • 27

    situaciones que impiden la capacidad creativa y el libre pensamiento del ser

    humano.

    Frente a la casa utensilio, de pura funcin directa en concreto armado, exaltada

    por Le Corbusier, donde la forma sigue a la funcin y que apunta a una

    arquitectura pura, limpia, clara, pulcra y sana, Hctor Velarde responde con

    una postura que considera al equilibrio como fundamento: El estudio de la arquitectura es el estudio del buen sentido, de la prudencia, de la propiedad y

    de la proporcin. l considera que Le Corbusier y Gropius, con toda su gran influencia, tienen teoras cortantes e higienistas (salud de la ciudad y sus habitantes), con principios estticos basados en la lgica, la limpieza y la honradez con el concreto armado y con el propietario. Para l, son buenos

    arquitectos que aportan y que nos libran de los pasteles matrimoniales de la arquitectura.18

    Hctor Velarde tom una serie de aspectos de la arquitectura moderna, como

    lo demuestran, tanto algunos de sus proyectos arquitectnicos como los

    artculos publicados en esos aos. La forma vinculada a la funcin, la

    importancia del medio y de los mtodos constructivos del cemento armado, la

    negativa a utilizar estilos arquitectnicos fuera de poca y de contexto, la valoracin de la geometra y la sencillez en el diseo fueron algunos asuntos

    que l incorpora y que estn fuertemente relacionados al pensamiento

    moderno de la poca. Velarde es consciente de la poca en que le toca vivir,

    crea y realiza sus proyectos con pautas concretas de la modernidad, pero se

    18

    VELARDE, Hctor. Camille Mauclair versus Le Corbusier. La Prensa, 28 de julio, 1937

  • 28

    ubica en una posicin independiente de cualquier movimiento o lnea de

    pensamiento que no le permita plantear sus puntos de vista con libertad.

    Velarde sostiene la necesidad de un equilibrio entre la forma pura, la ciencia

    del cemento armado y el arte de la arquitectura como expresin sensible y

    humana de la realidad.

    Mercado de Miraflores (proyecto no construido) 1929.19

    Europa, a mediados de la dcada del 30, empieza a ver el fin del orden

    internacional surgido en Versalles. Hitler es aclamado en Viena y su poltica

    exterior se torna abiertamente agresiva. Mientras tanto, en Espaa se ha

    desatado la Guerra Civil, la Segunda Repblica fracas y en 1939 el general

    Francisco Franco llega al poder y establece una dictadura frrea, una gran

    represin y una poltica del terror, adems de un largo aislamiento

    internacional.

    En este contexto de tensiones blicas, Le Corbusier edita en 1935 su obra Ville

    Radieuse en la cual incorpora aspectos vinculados al mundo natural y a la

    armona que de l se desprende. Hallamos en l (libro) representaciones de rganos humanos como el corazn y el pulmn, adems de flores y croquis

    19

    Revista C.A.C.Y.A. 110. Arquitectura Contempornea de Lima, (Per). Tres Edificios del Arquitecto Hctor Velarde del C.A.C.Y.A. 1929.

  • 29

    que explican ciclos de la naturaleza, como los meses y las estaciones. Aviones

    y automviles, tan familiares en obras anteriores, tambin estn presentes,

    aunque ya no como tema nico20. Estos nuevos enfoques indican un profundo cambio en el pensamiento de Le Corbusier, que llega a enmarcar la tcnica en

    un nuevo contexto como lo es la naturaleza orgnica. l intenta encontrar, a travs de una bsqueda, ese ordenamiento que se da gracias a la polmica

    hombre-naturaleza, volver a entender la ley natural que media entre el hombre y el medio ambiente y esforzarnos de nuevo por la unidad.21. Este tipo de reflexiones indican un mayor acercamiento con el pensamiento de Hctor

    Velarde, quien considera que el nmero, el clculo, lo analtico no permite

    abarcar ms del conocimiento. La complejidad, el pensamiento sinttico, relacional y reflexivo s lo permite. La armona, dice, est en la naturaleza, es

    ella la que divide y multiplica. El hombre debe descubrir esa armona y hacerla

    real a travs de la arquitectura.22

    Estados Unidos estuvo marcado por el crack burstil de 1929. En 1936,

    Roosevelt es reelegido presidente tras el abandono de su tradicional

    liberalismo econmico, para convertir al pas en un Estado social moderno.

    Amrica Latina tiene todava repblicas poco firmes, mantiene una

    dependencia con Norteamrica y, a pesar de los movimientos populares en

    Mxico, la creciente influencia econmica y militar estadounidense trae consigo

    la irrefrenable invasin de la cultura de consumo.

    20

    HUSE, Norbert. Le Corbusier. Barcelona, Salvat Editores S.A. 1986. 21

    HUSE, Norbert. Le Corbusier. Barcelona, Salvat Editores S.A. 1986. 22

    VELARDE, Hctor. La manizuela. La Crnica, 1 de enero, 1938.

  • 30

    En 1939 comenz la Segunda Guerra Mundial, el conflicto ms devastador en

    siglos. La poltica expansiva nazi no pudo ser frenada por Francia y Gran

    Bretaa, e Italia, bajo el nuevo orden fascista de Mussolini, fue el mayor aliado de Alemania durante la guerra. Japn particip por una expansin en el

    Pacfico y Estados Unidos lo enfrent en un hecho trascendental en el

    desarrollo del conflicto. Los campos de exterminio, la muerte, el delirio racista

    y uniformador del nazismo, el ataque japons a Pearl Harbour y el lanzamiento de la bomba atmica por Norteamrica sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki fueron los lgubres protagonistas de un perodo fnebre

    en una guerra que cobr cerca de 60 millones de vidas.

    Tanto en Europa como en Estados Unidos, el problema artstico ya no se

    hallaba en la mutacin imaginativa de la realidad, como lo sostuvieron los

    surrealistas, tampoco en la bsqueda de lo nuevo, ya que el mundo se

    encontraba en ruinas, sino que se encontraba en la transformacin de la

    mirada. No haba que cambiar el mundo, haba que cambiar al hombre. La

    funcin del arte estaba en la capacidad de transformar conciencias,

    revolucionar mentes y, en la medida en que se diera una transformacin

    personal, empezara poco a poco a cambiar la realidad. El clima espiritual que

    emergi tras la Segunda Guerra Mundial fue devastador. Las fantasas de

    destruccin se haban hecho realidad, la civilizacin occidental estaba

    destrozada, haba sucumbido a las peores ideas y pasiones sin que apareciera,

    en medio de las cenizas y la muerte, un mundo ms justo.23

    23

    GRANS, Carlos. El puo invisible. Arte, revolucin y un siglo de cambios culturales. Madrid, Espaa, Taurus, Editorial Santillana, 2011.

  • 31

    Hctor Velarde sigue los desastres de la guerra desde Lima, e intenta

    proyectarse y soar en lo que ser una arquitectura en medio de la tragedia y

    la violencia, una arquitectura que pueda producir un sueo reposado en

    armona con una realidad estable, una arquitectura que le permita al hombre

    desarrollar sus capacidades creativas, una arquitectura que genere espacios

    que permitan la diversidad en la unidad.

    En su artculo La arquitectura de la post-guerra escrito en 194424, afirma que la arquitectura es la expresin ms slida, objetiva y armoniosa del mundo, no es un arte de arrebatos sino de sosiego, y se pregunta: Qu es lo que

    debemos considerar como factores bsicos trascendentales de la arquitectura

    contenida, en poca de guerra, para que en un futuro de paz pueda

    proyectarse y cristalizarse en formas duraderas y novedosas? Al observar los

    hechos recientes y la historia de las distintas ciudades, Hctor Velarde apuesta

    por algunos factores que considera fundamentales para la arquitectura del

    futuro: el factor esttico y plstico, el factor colectivo y social, el factor individual

    de la intimidad y el factor urbanstico para la proyeccin de las ciudades.

    En el mundo de la post-guerra, donde la ONU se eleva como el paradigma de

    la paz, Velarde va a ubicar a la arquitectura como la defensa ms real y

    concreta de una paz entendida, no como negociacin, sino ms bien como un

    sueo de realidad futura

    La arquitectura es arte de paz por definicin. Se construye cuando hay paz y se destruye cuando hay guerra. Se construye en la paz para prolongarla, sostenerla y eternizarla en cosa slida y no en discursos. La arquitectura es la

    24

    VELARDE, Hctor. La arquitectura de la post-guerra. Conferencia pronunciada el 4 de junio por encargo del Instituto Cultural Peruano Norteamericano. El Arquitecto Peruano, junio, 1944.

  • 32

    defensa innata del hombre contra la guerra, armona versus caos. La arquitectura es el refugio de la paz.25

    La fe en un Dios creador del universo, la creencia en la igualdad del alma de

    los hombres, en la posibilidad de un perdn nivelador y en la capacidad

    creadora del individuo libre son los argumentos que va a utilizar para enfrentar

    los desastres de la guerra. Frente al miedo, la amenaza, el exterminio y la

    zozobra que genera la energa atmica, Hctor Velarde advierte que los

    dueos de las bombas atmicas sern considerados dioses en un futuro no

    muy lejano, y tendrn un poder absoluto sobre los pases ms pequeos. La energa atmica y los descubrimientos para la prolongacin de la vida son

    extremos lmites entre la vida y la muerte para producir la nada en el espacio y

    retener la vida en el tiempo. Dos descubrimientos que, paradjicamente, podrn ser entendidos tambin como smbolos de progreso, de confort y

    felicidad.

    I. 2. Per desde 1935 hasta 1950. Contexto poltico, social.

    Para profundizar en el contexto poltico y social del Per durante los aos 30

    hasta 1950, es importante remontarse a lo que se llam el Oncenio de Legua de 1919 a 1930. El segundo gobierno de Augusto B. Legua supuso un

    programa de modernizacin material y un proceso de movilizacin social que

    beneficiaron a las clases medias peruanas. En este perodo hubo una

    preocupacin por ampliar y mejorar las condiciones de la educacin escolar, de 25

    VELARDE, Hctor. La ONU y la arquitectura. El Comercio, 29 de noviembre, 1949.

  • 33

    impulsar la industria petrolera con el advenimiento de capitales extranjeros y de la realizacin de mejoras urbanas. Con Legua se amplan plenamente las dimensiones de la capital peruana, se asfaltan avenidas importantes pero

    tambin aparecen favoritismos polticos con empresas extranjeras, corrupcin y especulacin en el aspecto econmico y en la importacin de bienes

    suntuarios, todo lo cual gener una economa inundada de prstamos

    extranjeros y grandes gastos gubernamentales.

    La accin urbanstica de Legua se bas en el endeudamiento externo. El Per multiplic 10 veces su deuda externa entre 1920-1930. Sus objetivos urbanistas fueron a) promover la expansin urbana sin lmites de Lima dentro y fuera del tringulo de expansin Lima-Callao-Miraflores; b) transformar radicalmente el centro histrico para crear una city. El desarrollo de este plan incluy obras estatales de infraestructura y embellecimiento de la ciudad. Mientras que el sector privado desarrollaba una imponente serie de sedes bancarias y comerciales (Banco Italiano, Casa Grace).26

    La dependencia con los capitales, bsicamente norteamericanos, coloc al

    gobierno de Legua en una posicin debilitada cuando los banqueros

    estadounidenses se negaron a conceder futuros prstamos y el final de su

    gobierno lleg de manera abrupta.

    Legua no logr salir de la crisis econmica, poltica y social en la que haba

    devenido el pas y, en agosto de 1930, el teniente coronel Luis Snchez Cerro

    organiza un golpe de Estado desde Arequipa.27

    26

    MACERA, Pablo. Trincheras y fronteras del arte popular peruano. Ensayos de Pablo Macera. En: Lima. Historia y urbanismo en cifras, 1821-1970. Compilador: Miguel Pinto. Lima, Fondo Editorial del Congreso del Per, 2009, p. 485.

    27 ORREGO, Juan Luis. La Repblica Oligrquica (1850-1950), en Historia del Per. Espaa,

    Editorial Lexus, 2000.

  • 34

    Durante el Oncenio nacieron dos movimientos polticos importantes en el pas, el aprismo y el socialismo, que marcaran el desarrollo poltico peruano a

    partir de 1930. En 1924, Haya de la Torre es desterrado y funda en Mxico la

    Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), con la intencin de articular diversas voluntades, que, inspiradas en la revolucin mexicana, pudieran

    impulsar un programa de accin contra el imperialismo norteamericano. Jos

    Carlos Maritegui escribe, en 1928, los 7 ensayos de interpretacin de la

    realidad peruana donde rescata, fundamentalmente, la tradicin cultural

    desarrollada por los intelectuales de la poca, especialmente por la corriente

    indigenista, como una reivindicacin del hombre andino, los movimientos populares y la experiencia histrica del pasado autctono y su tradicin

    colectivista.

    Este fue el panorama general que Hctor Velarde encontr en 1928, cuando

    decide radicar en Lima.

    En 1931 exista un ambiente de caos a nivel poltico y social en el pas y en

    este clima de pasiones polticas, odios y violencia, Snchez Cerro fue

    asesinado en 1933. En medio del conflicto y de enfrentamientos fronterizos con

    Colombia, Oscar R. Benavides asume el poder por mandato del Congreso e

    intenta pacificar el pas con el lema Orden, Paz y Trabajo. Durante su gobierno se culmin el Palacio de Gobierno y el de Justicia en Lima, se

    construyeron varios barrios obreros y restaurantes populares, se cre el Seguro

    Social Obrero y la construccin de la Carretera Panamericana entre otras

    reformas, y se inicia una poltica de fomento al turismo con la construccin de

    varios hoteles en las provincias. Benavides anula las elecciones en 1936 y se

  • 35

    mantiene en el poder hasta 1939.28 Las obras realizadas durante su gobierno

    fueron posibles gracias al no pago de la deuda externa, con lo cual cont con

    los recursos fiscales necesarios para implementar sus programas de vivienda

    popular.

    En este movimiento y proliferacin de construcciones urbanas, Hctor Velarde

    escribe sistemticamente, con un afn didctico y claro sobre el arte de la

    arquitectura, sobre lo que debera de tomarse en cuenta cuando se construye

    en una ciudad como Lima, y publica artculos como La Arquitectura y nuestro medio en 1937.29 All explica los factores fsicos y espirituales de la arquitectura y llama la atencin con respecto a la arquitectura local, en el

    sentido que no tiene la fuerza para generar un estilo definido y original. Velarde

    alza la voz y lo hace a travs de una publicacin semanal, en diversos diarios

    del momento, sobre la necesidad de educar e instruir a la poblacin, sobre la

    urgencia de entender que la cultura y el conocimiento son fundamento para el

    desarrollo de un pas, que la reglamentacin es bsica para la generacin de

    una ciudad que pueda albergar a todos. La ciudad necesitaba arquitectos bien

    formados, y Velarde peda becas al gobierno para la formacin de jvenes profesionales, mientras se organizaba la Escuela de Arquitectos de la

    Universidad de Ingeniera. Lo que l estaba diciendo a voces era que un estilo

    arquitectnico no se inventa de un da para otro, y que frente a los

    permanentes quiebres polticos y conflictos sociales, la arquitectura deba ser

    tratada con responsabilidad frente a la historia de los pueblos.

    28

    ORREGO, Juan Luis. La Repblica Oligrquica (1850-1950), en Historia del Per. Espaa, Editorial Lexus, 2000.

    29 VELARDE, Hctor. La Arquitectura y nuestro medio, El Comercio, 1 de enero, 1937.

  • 36

    En 1937 se funda en Lima la Sociedad de Arquitectos del Per y es tambin,

    en este ambiente socio cultural, cuando Fernando Belande funda la revista El

    Arquitecto Peruano, dedicada totalmente a la actividad arquitectnica. Fue una

    revista orientada fundamentalmente a tres campos: la actividad prctica de la construccin, la actividad propiamente arquitectnica y la actividad relacionada

    con la organizacin gremial de la profesin.30 Belande procuraba conciliar la modernidad arquitectnica europea y las tradiciones arquitectnicas peruanas,

    as como establecer una diferenciacin entre urbanismo y arquitectura. Hctor

    Velarde va a participar activamente, tanto en la Sociedad de Arquitectos como

    en la revista, publicando muchos artculos sobre arquitectura y va a apuntar en

    la misma direccin, favoreciendo la unin gremial de los arquitectos y su

    capacitacin, as como la generacin, en la opinin pblica, de una conciencia

    sobre la importancia de la arquitectura en la dinmica construccin de una

    ciudad orientada hacia el bien del ciudadano.

    Manuel Prado asume el poder en 1939 hasta 1945, coincidiendo con el inicio

    de la Segunda Guerra Mundial y la polarizacin frente al fascismo. Prado fue

    un conservador modernizante que asumi una posicin anti fascista, puso al

    Per en un camino ms democrtico y estableci un clima de mayor tolerancia

    hacia el APRA y la Izquierda. Frente a la situacin blica europea, afianz

    lazos con Estados Unidos, pas muy interesado en tener acceso a las materias

    primas como el caucho, quinina, azcar y de minerales como cobre y vanadio

    para armamento, adems del petrleo. La poltica entre ambos pases se fue

    consolidando y la influencia norteamericana entr al Per de manera

    sistemtica impactando en el mbito econmico, social, cultural, militar, mdico 30

    WENDORFF, G. La crtica arquitectnica en Lima, 2013.

  • 37

    y comercial. Se firmaron acuerdos bilaterales de prstamos y Prado le permiti

    a Estados Unidos instalar una base militar en Talara.31

    Hctor Velarde va a percibir de manera muy clara la influencia de las polticas

    norteamericanas en nuestra cultura y va a publicar artculos donde seala, a

    travs del humor y de la razn, este predominio que pona en riesgo nuestras

    particularidades y nuestra valoracin hacia lo local. En el artculo Hoy no vale la pena ser rico escrito en 1936,32 Velarde comparte la angustia que le genera la irrefrenable invasin de la cultura de consumo norteamericana con su

    premisa el tiempo es oro, vale decir, el oro es tiempo, el valor se encuentra en la velocidad, en acumular tiempo, en la duracin y en la cantidad. La cultura

    norteamericana impone un modo de vida basado en la rapidez, en la velocidad,

    en la seriacin uniforme, donde la riqueza est relacionada con la mediocridad,

    con la T.V. y los aparatos elctricos. Para Velarde, este concepto de progreso

    homogeneza todo, destruye el pasado y la tradicin. l se cuestiona sobre nuestro ser peruano, cada vez ms escondido y desvalorizado.

    Simultneamente a estos cambios polticos, el Ejrcito peruano obtuvo una victoria frente al conflicto limtrofe con Ecuador en 1941 y en 1942 se firm el

    Protocolo de Rio de Janeiro, estableciendo una frontera definitiva entre los dos

    pases.

    Un trabajo significativo en el gobierno de Prado fue el censo nacional en 1940, el cual revel que la poblacin haba aumentado de 2.6 a 6.2 millones de

    31

    KLARN, Peter F. Nacin y Sociedad en la Historia del Per. Lima, IEP Instituto de Estudios Peruanos, 2004.

    32 VELARDE, Hctor. Hoy no vale la pena ser rico. El Comercio, 3 de mayo, 1936.

  • 38

    habitantes desde el ltimo censo en 1876. Tambin se constat la naturaleza

    rural y mestiza de un pas con una clara tendencia urbanizadora.33

    Dos hechos importantes causaron graves daos al Per durante el gobierno de

    Prado: el primero fue el terremoto en Lima y el maremoto en el Callao en 1940.

    Hctor Velarde levant la voz inmediatamente despus del terremoto frente al

    gran nmero de vctimas por causa de los derrumbes de construcciones

    hechas sin ningn rigor ni fiscalizacin. Escribi artculos sobre los mtodos

    constructivos del adobe, precauciones que deban ser tomadas desde el diseo

    arquitectnico y verdades en la arquitectura. La reglamentacin no deba ser

    burlada por la permisiva conciencia colectiva. Se deba respetar el diseo del

    arquitecto y la obra deba ser ejecutada por un ingeniero. El segundo hecho fue el inexplicable incendio de la Biblioteca Nacional en 1943, cuya reconstruccin

    fue asumida por el historiador Jorge Basadre (1903-1980)34.

    Jos Luis Bustamante y Rivero asumi el poder en 1945, etapa final de la

    Segunda Guerra que trajo consigo dificultades econmicas, y su gobierno dur hasta el golpe militar del General Odra en 1948. Bustamante y Rivero se

    mantuvo respetuoso de la independencia de los poderes del Estado y de los

    partidos polticos representados en el Congreso, cuya mayora era aprista.

    Durante este perodo se aument los sueldos a obreros y empleados y el

    crecimiento del gasto pblico gener gran inflacin que trajo consigo tensiones 33

    KLARN, Peter F. Nacin y Sociedad en la Historia del Per. Lima, IEP Instituto de Estudios Peruanos, 2004.

    34 ORREGO, Juan Luis. La Repblica Oligrquica (1850-1950), en Historia del Per. Espaa,

    Editorial Lexus, 2000.

  • 39

    sociales y reclamos populares. El APRA se enfrent al Ejecutivo y organiz una rebelin en El Callao y la crisis se estableci en Lima. Se produjo el asesinato del director del diario La Prensa, Francisco Graa Garland y los apristas fueron

    acusados del crimen.

    Eran los momentos en que la Guerra Fra se avizoraba en el horizonte, Estados

    Unidos luchaba contra el comunismo y Haya de la Torre se encontraba en

    pugna con el Partido Comunista por el control del movimiento obrero.35

    Al margen de estos entrampamientos polticos cabe mencionar que, durante el

    gobierno de Bustamante y Rivero, se logr la soberana peruana sobre las 200

    millas de mar territorial, se construy la Unidad Vecinal N 3 como paso inicial

    para resolver el problema de vivienda en Lima, se trabaj para la irrigacin de los valles del Chao, Vir y Moche y se termin de construir el hospital de Bravo

    Chico destinado a los enfermos de tuberculosis, el cual fue diseado por Hctor

    Velarde.

    Manuel Odra asume el poder despus del golpe de Estado y deporta a

    Bustamante y Rivero a Argentina, adems de declarar la ilegalidad del aprismo

    y del comunismo. Odra gobern dictatorialmente e increment las

    exportaciones y la produccin de algodn y minerales. Cre el Ministerio de

    Trabajo y Asuntos Indgenas y lleg a tener gran popularidad, la que lo llev a renunciar a su mandato y convocar a elecciones en las que fue candidato nico

    en 1950.

    Durante estos aos hubo cambios demogrficos, conflictos rurales que

    implicaron que muchos comuneros se vieran forzados a dejar sus hogares y 35

    KLARN, Peter F. Nacin y Sociedad en la Historia del Per. Lima, IEP Instituto de Estudios Peruanos, 2004.

  • 40

    emigrar a las minas, plantaciones y ciudades en busca de trabajo. Esta inmigracin del campo trajo consigo la urbanizacin con proyectos de obras pblicas que propiciaron un incremento en el empleo y la construccin en Lima.

    El capitalismo y la creciente diferenciacin social plagada de desigualdades,

    que caracterizaban a la poblacin indgena, avanzaron e incrementaron el

    descontento rural y la movilizacin campesina que iba a estallar a finales de la

    dcada del 50.36

    La oposicin entre lo indgena y lo extranjero, entre lo andino y lo hispano, entre lo nativo y lo europeo fueron abriendo una grieta en la conciencia

    nacional. Se fue gestando la discriminacin entre lo serrano y lo costeo, indio

    y criollo, entre lo rural y lo urbano que generaron oposicin y contraste.37

    Hctor Velarde tambin va a identificar este aspecto tan importante en nuestra

    sociedad y va a escribir artculos con un lenguaje sencillo, dirigidos bsicamente a generar una conciencia frente a esta realidad. En Racismo Criollo,38 artculo de humor escrito en 1939, tiene la conviccin de la necesidad de la mezcla de razas y de la valoracin de los aportes de cada una

    de ellas en el sentido histrico y cultural, y se pregunta: Las razas existen

    como grupos separados y con sus propias leyes? Para l, la separacin de

    razas es regresar al origen en el tiempo y en el espacio, no permite el

    desarrollo:

    36

    KLARN, Peter F. Nacin y Sociedad en la Historia del Per. Lima, IEP Instituto de Estudios Peruanos, 2004.

    37 MATOS MAR, Jos. Desborde popular y crisis del Estado. Lima, Empresa Editora El

    Comercio, 2010.

    38 VELARDE, Hctor. Racismo Criollo. Mercurio Peruano, Lima, junio, 1939.

  • 41

    Las razas deben mezclarse para formar una raza peruana fuerte y particular, nuestra y original, para sobrevivir y evitar que cada raza se organice y se separe de la otra, y as correr el riesgo de dejar de ser peruanos para ser blancos, negros, cholos etc.39

    El tema racial es un sinnimo en cuanto a la forma de entender la arquitectura

    en Velarde. Este sentido integrador se orienta a conformar su concepcin

    arquitectnica como representativa del pas en su conjunto, como unidad.

    Racismo criollo El Zambito nazi Fuga de talentos Caricaturas del lbum N 3.

    I. 3. Per, pasado, presente y proyeccin hacia el futuro a

    travs de su arquitectura.

    Hctor Velarde y la bsqueda de una arquitectura peruana.

    En la historia del Per, el encuentro entre la sociedad andina y la conquista

    espaola estableci una relacin conflictiva y compleja entre dos culturas, dos pueblos y dos economas diferentes. Esta situacin gener una necesidad de

    sntesis, de formacin de una nueva nacin e identidad peruana, ya no

    39

    VELARDE, Hctor. Racismo Criollo. Mercurio Peruano, Lima, junio, 1939.

  • 42

    exclusivamente indgena, sino ms bien de una patria criolla. La necesidad

    estaba en la integracin de lo andino con lo hispnico.

    Durante el tiempo milenario prehistrico, el hombre del Per antiguo concibi el

    mundo en estrecha relacin con la naturaleza y cre grandes y complejas arquitecturas, vinculadas a sus creencias religiosas y a la estrecha relacin

    con el paisaje. El territorio fue un espacio donde se construyeron, de manera autnoma, civilizaciones complejas y culturas altamente desarrolladas con formas de organizacin social y poltica, con estados multitnicos y con

    gran conocimiento y respeto por el espacio natural que los albergaba.40 Los

    antiguos peruanos tuvieron una cosmovisin del mundo completamente distinta

    a la que tenemos hoy en da. Para ellos el tiempo y el espacio fueron

    percibidos de manera circular, una concepcin dualista y complementaria que

    rega el mundo, la fertilidad y los vnculos sociales.41

    La geografa y agricultura fueron poco a poco dominadas por el hombre andino.

    Ellos crearon tecnologas para el uso del agua, del tiempo, del clima y as

    pudieron crear espacios arquitectnicos que los representaban en todas sus

    manifestaciones culturales, sociales y religiosas. Hctor Velarde as lo entiende

    y en 1946 publica su libro Arquitectura Peruana y escribe sobre la arquitectura

    peruana antigua y la analiza como unidad en su forma, su funcin y las

    tcnicas de construccin que utilizaron. Velarde se aproxima a esta expresin

    arquitectnica de manera sensible y la valora en su dimensin esttica y 40

    CANZIANI AMICO, Jos. Ciudad y territorio en los Andes. Contribuciones a la historia del urbanismo prehispnico. Lima, Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Catlica del Per, 2012.

    41 GOLTE, Jrgen. Moche Cosmologa y Sociedad: Una interpretacin iconogrfica. Lima, IEP y

    CBC (Instituto de Estudios Peruanos y Centro Bartolom de las Casas), 2009.

  • 43

    constructiva, adems de poner en evidencia su carcter de equilibrio y de

    profundo respeto que el hombre andino tuvo hacia la naturaleza.

    Antes de esta publicacin, escribe el artculo La civilizacin del tejido en 1944, donde comparte su admiracin por una civilizacin que ha permanecido

    aparentemente silenciosa desde la conquista espaola y utiliza la metfora del

    tejido para transmitir su percepcin sobre la coherencia de sus creaciones.

    todo lo tejan y todo lo envolvan por el espritu del tejido. Tejan barcos, tejan los puentes de sus caminos, la ornamentacin ntegra de su arquitectura, labraban la tierra como un tejido de alfombra, la msica era hilvn, la danza era tejido continuo, se escriba tejiendo y se contaba tejiendo. Tejieron ropa abundante, el poncho era el hombre y cada mujer un copo de lana de color. Los techos se tejan, las piedras bombeadas de su arquitectura parecen nudos de un gigante tejido, las huacas eran sepulturas de tejidos. Ellos tejieron los tejidos ms intensos y originales del mundo porque salieron del tejido mismo de la naturaleza.42

    El pensamiento y expresin de una civilizacin es fundamental para Velarde. l considera que el arte de la arquitectura debiera tambin tener ese mismo

    sentido de coherencia, las construcciones arquitectnicas deben responder al

    contexto social, cultural y geogrfico de los pueblos, sin caer en edificaciones

    carentes de sentido o en arbitrariedades en cuanto a estilos arquitectnicos

    hechos fuera de poca. La arquitectura es expresin de su tiempo y del

    espacio, sin quiebres violentos con el pasado histrico.

    La colonia dur 300 aos y durante este tiempo el imperio espaol desplaz a

    la cultura indgena-andina y se quebr la coherencia del antiguo mundo

    peruano. La sociedad andina procur defender su lengua, sus conocimientos y

    42

    VELARDE, Hctor. La civilizacin del tejido. Turismo, julio, 1944.

  • 44

    sus tradiciones durante toda la etapa de sometimiento. Se estableci as una

    tensin de sorda oposicin entre los nativos y la metrpoli extranjera.43 La diversidad y heterogeneidad tnica, racial y lingstica no pudieron ser

    homogenizadas por la Corona Espaola ni por la ideologa de la

    Contrarreforma. El hombre peruano de la Colonia tuvo la capacidad de re-

    crearse y re-configurarse en un dinmico proceso de construccin de identidad,

    siempre en movimiento, como un otro distinto del modelo hispano y distinto

    tambin del referente peruano anterior. Sobre el principio del impacto de dos

    civilizaciones es de donde va a nacer una otra distinta, con elementos

    compartidos y diferenciados, pero que va a expresar una nueva identidad

    diversa, rica y compleja. Hctor Velarde fue un apasionado del arte de la arquitectura entendida como la

    expresin colectiva del pensamiento de un pueblo en un tiempo determinado.

    As entendi y se relacion con la arquitectura virreinal, distinguiendo las

    particularidades de cada regin del Per en donde se encuentra arquitectura,

    bsicamente religiosa, construida en tiempos de la dominacin hispana.

    En 1936 Hctor Velarde disea la nueva Universidad Mayor de San Agustn de

    Arequipa, para lo cual hace una serie de estudios sobre la arquitectura virreinal

    arequipea en su afn de insertarse en el medio geogrfico, histrico y cultural

    de la ciudad sin alterar su forma, respetando su naturaleza y su carcter

    preexistente. En el artculo escrito en 1936 Apuntes sobre Arquitectura

    43

    MATOS MAR, Jos. Desborde popular y crisis del Estado. Lima, Empresa Editora El Comercio, 2010.

  • 45

    Colonial Arequipea44, Velarde la define como una arquitectura que lleva el sello de gracia y natural frescura, sin la violencia espaola y sin el volumen

    indgena, como si fuera un paisaje. Establece una diferencia entre la ciudad del Cuzco, Lima y Arequipa:

    (Cuzco) donde se encuentran las superposiciones heroicas y los silencios graves en sus monumentos. Lima tiene la humildad del adobe como material y algo de ficticio en su lujo y melanclico en su fiesta. Arequipa tiene equilibrio entre la forma y el espritu que la recibe. Es la idea espaola expresada con alegra en lenguaje indgena. Su razn est en la Naturaleza. Est ubicada en una geografa singular, con una geologa que nos brinda el sillar como materia prima, piedra blanda y blanca la cual no permite ngulos perfectos. El clima es seco y luminoso, la luz no permite grandes profundidades, ms bien relieves. El indgena es hbil y paciente. La arquitectura en Arequipa ha tenido en cuenta estos factores y ha creado un sistema de estructura abovedado, con muros bajos y gruesos, para contrarrestar tambin los sismos y el fro. Arequipa tiene una arquitectura basada en la Verdad.45

    En otro artculo publicado en 1940 La Ventana Arequipea, hace un anlisis sobre la forma decorativa, la cual tiene significacin conciliadora de ambas

    tradiciones en la estructura del sistema constructivo en piedra de las bvedas

    de can,

    armona entre la forma estructural y la forma decorativa. Expresin de un mestizaje entre la enseanza constructiva espaola, los materiales del medio, el clima, la luz, los motivos locales y el abundante aporte aborigen en la plasticidad que viene de la arcilla.46

    En el segundo captulo de su libro Arquitectura Peruana Hctor Velarde

    profundiza y hace un anlisis de la arquitectura virreinal intentando abordarla 44

    VELARDE, Hctor. Apuntes sobre Arquitectura Colonial Arequipea. La Crnica, 28 de julio, 1936.

    45 VELARDE, Hctor. Apuntes sobre Arquitectura Colonial Arequipea. La Crnica, 28 de

    julio, 1936. 46

    VELARDE, Hctor. La Ventana Arequipea, El Comercio, 24 de noviembre, 1940.

  • 46

    desde el origen, definiendo las pocas arquitectnicas de Espaa que fueron

    trasladas a al Virreinato, despus de haber observado la arquitectura peruana

    antigua. Esta arquitectura no fue para l homognea, sino ms bien fruto del

    mestizaje y producto de cada regin peruana. En su libro hace la distincin y la valoracin de las construcciones virreinales de las casas, palacios, templos y

    conventos construidos en Cuzco, Lima, Arequipa, Cajamarca, Trujillo, Ayacucho, Puno, Ica, Moquegua, donde cada ciudad expresa con creatividad

    su propia particularidad.

    El Per Republicano, luego de las luchas por la Independencia, mantuvo la

    estructura social y poltica de los tiempos de la Colonia. El Per no haba dejado de ser colonial despus de la independencia poltica. Lo que ocurri fue que el imperio formalizado espaol fue reemplazado por el imperio informal

    ingls interesado fundamentalmente en retener el control del comercio

    exterior.47 La nueva Repblica sigui recurriendo a las categoras de diferenciacin tnica muy jerarquizada y fueron los criollos los que monopolizaron el dominio, en un contexto de renovada y poderosa

    dependencia ideolgica, poltica y econmica frente al mundo europeo.

    Paralela y paradjicamente, el espritu de la Independencia llev a un desprecio por la arquitectura del pasado, considerndola errneamente, como

    espaola, lo cual hizo desembocar en una crisis, Se copiaron casi literalmente estilos y formas francesas e italianas totalmente desprovistas de contenido, que

    47

    MACERA, Pablo. Trincheras y fronteras del arte popular peruano. Ensayos de Pablo Macera. En: Lima. Historia y urbanismo en cifras, 1821-1970. Compilador: Miguel Pinto. Lima, Fondo Editorial del Congreso del Per, 2009, p. 473.

  • 47

    se aplicaban a la organizacin de la casa tradicional limea, que permaneci

    igual hasta el siglo XX, pues la independencia signific solamente un cambio

    poltico.48 En el Per, como lo dice en su tercer captulo del libro Arquitectura Peruana:

    hubo un silencio en su arquitectura tradicional. Desde 1821 a 1920, poco despus de la primera guerra mundial, la arquitectura en el Per sigui, sobre todo, modelos franceses e italianos con la Independencia vino la reaccin contra la arquitectura colonial que se tomaba como puramente espaola. Habiendo tenido el Per esa sola arquitectura durante tres largos siglos, result que se hallaba sin ninguna. Tuvo que adoptar sin transicin las formas arquitectnicas que se imponan entonces desde Francia, las que expresaban el espritu de la revolucin emancipadora, es decir, tipos de estilo imperio y neoclasicista.49

    Fue con ste estilo que se hicieron las primeras construcciones republicanas,

    pero empleando las tcnicas criollas del adobe y la quincha.

    Las primeras dcadas de la Repblica fueron pocas de continuos

    enfrentamientos polticos, de pobreza y de un afn dinmico que fue ms

    propicio para la ingeniera que para la arquitectura. A mediados del siglo XIX la

    poltica de obras pblicas, gracias a la prosperidad del guano y el salitre, fue la

    construccin de ferrocarriles, como las nuevas rutas del progreso. stos no unieron al Per como s lo haban hecho los caminos incaicos, sino ms bien

    establecieron lneas que unan las haciendas y minas con los diversos puertos,

    privilegiando un sector de la poblacin antes que articular el pas internamente.

    Adems de los ferrocarriles, se fundaron las escuelas Naval y de Agricultura,

    las Escuela de Artes y Oficios y otras obras que apuntaban a la modernizacin 48

    WENDORFF, G. La crtica arquitectnica en Lima, 2013, pg.52. 49

    VELARDE, Hctor. Arquitectura Peruana en Obras Completas de Hctor Velarde, cuarto tomo. Lima, Francisco Moncloa Editores S.A., 1966.

  • 48

    del pas como hospitales, carreteras, mejoras en los puertos del litoral peruano as como proyectos de irrigacin50. Por desgracia esto no signific un

    mejoramiento cualitativo y cuantitativo de las condiciones de vivienda. La modernizacin signific el inicio de una serie de transformaciones en el

    escenario fsico de las principales ciudades del Per, ms notorio en Lima,

    capital de la Repblica. Con el derrumbamiento de las viejas murallas construidas durante la colonia, con la instalacin de servicios de agua y

    desage y alumbrado a gas, las ciudades ms importantes del pas empezaron

    a dejar de ser pueblos rurales para convertirse, progresivamente, en metrpolis modernas. En Lima aparecieron barrios nuevos como Cocharcas y La Victoria,

    fueron abiertas grandes avenidas como La Colmena y el Paseo Coln, el

    tranva elctrico, el cinematgrafo, los primeros automviles y las mquinas

    modernas de la naciente industria.51

    Durante el Virreinato el espacio pblico estuvo regido por la Iglesia, en franca

    alianza con el Estado. Durante la Repblica, el Estado utiliza el espacio

    pblico como medio fundamental para la creacin de un discurso nacional, que

    rompiera con la Iglesia y los smbolos del poder hispano. El ornato pblico

    comienza a ganar fuerza en el Per y se construye gran nmero de obras como

    la refaccin de la Alameda de Acho y de los Descalzos, la Plaza de Bolvar, la

    Plaza de Armas, la Plaza y el malecn de Chorrillos y la Plaza Santa Ana.

    Estos espacios se convierten en lugares principales para la instalacin de

    50

    ORREGO, Juan Luis. La Repblica Oligrquica (1850-1950), en Historia del Per. Espaa, Editorial Lexus, 2000.

    51 ORREGO, Juan Luis. La Repblica Oligrquica (1850-1950), en Historia del Per. Espaa,

    Editorial Lexus, 2000.

  • 49

    esculturas en Lima, las cuales iban asociadas a las plazas o alamedas o como

    monumentos conmemorativos en lugares con carga simblica para marcar

    algn hecho histrico.52 El discurso del ornato le sirve al Estado para

    apropiarse del espacio urbano, para ordenarlo y controlarlo, pero, como dijo Velarde, negando su pasado, su historia, una actitud que se repite en la

    arquitectura,

    en el Per, con la Independencia y la Repblica se reaccion contra lo colonial, situacin que haba durado tres siglos, y as, nos quedamos sin herencia arquitectnica, sin tradicin y sin pasado. Tambin se desconoci el aporte indgena. Nuestra arquitectura qued por muchos aos indefinida, en una poca de muy pocos recursos, de mucho romanticismo. La ciudad, mundo de la arquitectura, le cedi el paso al camino, a la distancia y le dio el mundo a la ingeniera, sin arquitectos.53

    Hacia finales del siglo XIX el academicismo neoclsico francs se acenta y

    algunos arquitectos franceses e italianos aparecen en el Per. El arquitecto

    nacional no exista y en cambio, se impone el ingeniero, a quien se crea

    capacitado para hacer arquitectura.

    En 1928 Hctor Velarde llega a Lima y encuentra las transformaciones que se

    realizaban durante el gobierno de Legua. Se asombra del crecimiento urbano

    sin un ordenamiento integral. Un urbanismo que termin expresndose en una

    diversidad de estilos, entre el academicismo y el eclecticismo, donde se

    construyeron villas de toda clase y estilo: tudor, vasco, chino, colonial spanish, ingls moderno, etc.54

    52

    MAJLUF, Natalia. Escultura y Espacio Pblico. Lima 1850-1879. Documento de trabajo N 67. Serie Historia del Arte N 2. Lima, Instituto de Estudios Peruanos IEP, 1994.

    53 VELARDE, Hctor. La Arquitectura actual en el Per. Informaciones y Memorias del rgano

    de la Sociedad de Ingenieros del Per, N 2, febrero, 1943. 54

    MACERA, Pablo. Trincheras y fronteras del arte popular peruano. Ensayos de Pablo Macera. En: Lima. Historia y urbanismo en cifras, 1821-1970. Compilador: Miguel Pinto. Lima, Fondo Editorial del Congreso del Per, 2009.

  • 50

    Frente a esta realidad, Velarde escribe, a su regreso a Lima, muchos artculos

    y trabaja con el fin de generar conciencia frente a la importancia del arte de la arquitectura y su trascendencia en el desar