TESIS Reaccion Cadena Polimerasa Diagnostico Tuberculosis
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TESIS DE DIPLOMA
Aplicación de la Reacción en Cadena de la Polimerasa en el diagnóstico rápido de
Mycobacterium tuberculosis.
Autor: Moisés Puma Yance Morales.
UNIVERSIDAD DE LA HABANA
Facultad de Biología
INSTITUTO DE MEDICINA TROPICAL “PEDRO KOURI”
Centro Colaborador OPS/OMS para la Referencia e Investigaciones en Tuberculosis y Micobacterias
2009
UNIVERSIDAD DE LA HABANA
Facultad de Biología
“TESIS DE DIPLOMA”
Empleo del gen hsp65 en el diagnóstico rápido de Mycobacterium tuberculosis.
AUTOR: Moisés Puma Yance Morales. TUTORES: Lic. Iliana Valdés Hernández, MSc. Lic. Sergio L. Yzquierdo Silverio, MSc. ASESOR: Dr. Ernesto Montoro Cardoso, PhD.
INSTITUTO DE MEDICINA TROPICAL “PEDRO KOURI”
2009
"Muchas veces debemos cambiar todos nuestros conceptos, no solamente los
conceptos generales, los conceptos sociales y filosóficos, sino también, a veces, los
conceptos médicos, y veremos que no siempre las enfermedades, se tratan como se
trata una enfermedad en un hospital, en una gran ciudad; veremos entonces, cómo el
médico tiene que ser también agricultor,... un poco pedagogo .... cómo tendremos que
ser políticos también; como lo primero que tendremos que hacer no es ir a brindar
nuestra sabiduría, sino ir a demostrar que vamos a aprender con el pueblo".
Ernesto Guevara (El Che)
A mi querida familia, Mario, Carmen, Ernesto, Sarina, Salvador, Abuela Eva, Micaela y Camila, por todo el apoyo incondicional. Gracias ¡LO LOGRAMOS!
AGRADECIMIENTOS
Mis más sinceros agradecimientos a:
Mario Yance Sullca y Carmen María del Rosario Morales Ponce. Los
promotores de mi existencia.(agradecimiento muy especial)
Ernesto, Sarina, Salvador, Micaela, Mi abuelita Eva, Camilita (la nueva joya
familiar) y mis tíos Queca y Lucho Pecho. Quienes colaboraron en mi
formación y me enseñaron el sentido de la vida, solidaridad, la unión familiar y
el deseo de superación. (agradecimiento muy especial)
Tío Fernando Morales Ponce, que la oscura soledad en la que te encuentras no
destruya tus ideales de cambio y justica.
Eleine Rodríguez C., mi compañera de toda la vida, Elvia y Alvarito por sus
consejos y su gran apoyo.
Odalys y Simón por guiar mis primeros pasos en este hermoso país.
Todo el plantel de investigadores de Bacteriología-Micología del instituto “Pedro
Kouri”, especialmente a:
Mis queridos tutores, María Teresa, Carlos Fernández, Raúl, Lili, Gerardo,
Rosi, Yosli y Ernesto Montoro por la asesoría.
Mis compatriotas y amigos de la beca, quienes me soportaron en los momentos
más difíciles de la carrera, en especial a Yoandri Hinojosa y Natacha Carlos
A todos los que de alguna manera contribuyeron en la realización de este material,
¡Muchas gracias!
RESUMEN
La tuberculosis es causa de elevada morbilidad y mortalidad a nivel mundial, con 8
millones de casos nuevos y entre 2-3 millones de muertes, cada año. El problema
mundial de la Tuberculosis empeora cada año con la diseminación de la enfermedad
multidrogoresistente y el incremento de la susceptibilidad de los individuos VIH
positivos para desarrollar la enfermedad. Durante un siglo el diagnóstico de la
tuberculosis, basado en la baciloscopía y el aislamiento e identificación de
Mycobacterium tuberculosis en los cultivos, ha sido lento y poco sensible. La mejoría
en el control de la tuberculosis depende del desarrollo y aplicación de mejores medios
para diagnosticarla. En este trabajo se empleó un método para la identificación rápida
de micobacterias, basado en la utilización de la reacción en cadena de la polimerasa
del gen que codifica para la proteína de 65 kDa. Se realizó el análisis de los patrones
de restricción del gen amplificado y las pruebas bioquímicas convencionales a 40
cepas de bacilos ácido-alcohol resistentes crecidas en medio de cultivo sólido,
aisladas en el Laboratorio Nacional de Referencia de Tuberculosis, del Instituto de
medicina Tropical ¨Pedro Kourí¨, en el período comprendido entre enero y diciembre
del 2008. Los resultados se obtuvieron al cabo de 48 horas correspondiéndose con el
patrón específico del complejo M. tuberculosis. El PRA-hsp65 mostró un 100% de
sensibilidad y concordancia en comparación con las pruebas bioquímicas. Basados en
nuestra experiencia práctica, creemos que esta técnica provee de una alternativa
rápida para el diagnóstico de la Tuberculosis.
Palabras Clave: Complejo Mycobacterium tuberculosis, Reacción en cadena de la
polimerasa, patrones de restricción.
ABSTRACT Tuberculosis is a major cause of morbidity and mortality worldwide, with 8–10 million
new cases and 2–3 million deaths each year. The global problem of Tuberculosis is
worsening with the spread of multidrug-resistant disease and the increased
susceptibility of HIV-infected individuals to developing tuberculosis. For a century, the
diagnosis of tuberculosis, based on bacilloscopy and the isolation and identification of
Mycobacterium tuberculosis in cultures, has been slow and not very sensitive.
Improved control of TB depends on development and application of better means of
diagnosing it. A method for the rapid identification of mycobacteria to the species level
was used on the basis of evaluation by the polymerase chain reaction of the gene
encoding for the 65-kDa protein. PCR restriction enzyme pattern analysis and
conventional biochemical test were performed on 40 strains from solid culture media of
acid-fast bacilli, isolated in the National Reference Laboratory of tuberculosis from
Tropical Medicine Institute “Pedro Kouri”, between January and December 2008. We
obtained specific patterns belonging to the M. tuberculosis complex in 48 hours. The
PRA-hsp65 technique showed 100% sensibility and concordance in comparison with
biochemical test. Based on our practical experience, we believe that PRA-hsp65 has
the potential to provide a rapid alternative to diagnosis tuberculosis.
Key words: Mycobacterium tuberculosis complex, polymerase chain reaction,
Restriction enzyme pattern
ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN:...................................................................................................... 1
1.1 Objetivos .............................................................................................................. 4
2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA .................................................................................... 5 2.1 Antecedentes históricos: ...................................................................................... 5
2.2 Taxonomía: .......................................................................................................... 6
2.3 Características generales: ................................................................................... 6
2.4 Virulencia: ............................................................................................................ 8
2.5 Genética:.............................................................................................................. 9
2.6 Diagnóstico convencional: ................................................................................. 11
2.6.1 Baciloscopía: ............................................................................................... 11
2.6.2 Cultivo microbiológico:................................................................................. 12
2.7 Nuevas técnicas de identificación: ..................................................................... 15
2.7.1 Métodos genéticos de identificación:........................................................... 16
3. MATERIALES Y METODOS................................................................................... 20 3.1 Cepas:................................................................................................................. 20
3.1.1 Cepas de trabajo: ......................................................................................... 20
3.2 Identificación por Pruebas Bioquímicas: ............................................................. 20
3.2.2 Técnica del PRA:.......................................................................................... 22
3.3 Análisis estadístico:............................................................................................ 25
4. RESULTADOS........................................................................................................ 26 5. DISCUSIÓN............................................................................................................. 29 6. CONCLUSIONES.................................................................................................... 38 7. RECOMENDACIONES ........................................................................................... 39 8. REFERENCIAS....................................................................................................... 40
INTRODUCCIÓN
1. INTRODUCCIÓN: Durante toda su historia, la especie humana ha sido periódicamente atacada por
diferentes agentes biológicos que han puesto en peligro su propia existencia. Uno de
estos microorganismos es precisamente Mycobacterium tuberculosis, causante de la
enfermedad infecciosa denominada tuberculosis (TB).
Se ha estimado que la tercera parte de la población mundial, en su mayoría
pertenecientes a los países del tercer mundo se encuentra infectada por esta bacteria.
Sin embargo, solamente entre el 5-10% de esta población desarrolla la enfermedad en
su forma activa, mostrando síntomas clínicos en los primeros 2 años (TB primaria) o
más tarde (reactivación) (Santiago et al., 2005; Al-Attiyah et al., 2006).
La TB es considerada en la actualidad emergencia mundial por la Organización
Mundial de la Salud (OMS), la cual ha reportado la existencia de 8 millones de nuevos
casos, con una mortalidad estimada de 3 millones de personas por año (Jiménez et
al., 2001; Castro et al, 2005). Según el reporte publicado en el 2008 por esta
organización, África, fue el continente que mostro mayor tasa de incidencia mientras
que en las Américas, el índice de mortalidad fue de 5 casos por cada 100 000
habitantes, siendo Brasil, Haití, y Perú los países con más alto índices de fallecidos.
En Cuba, la tasa registrada en el 2007 fue de 6.7 x 100 000 habitantes, la mortalidad
en los últimos 7 años no ha tenido variaciones significativas y se ha mantenido por
debajo de 1 x 100 000 habitantes (World Health Organization, 2008; MINSAP, 2008).
El alto índice de nuevos casos se debe a diversos factores como el descuido de los
programas de control, los altos índices de pobreza y el aumento de pacientes
coinfectados con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH/TB) (García, 2007)
Introducción
1
Afortunadamente se han venido realizado grandes esfuerzos para dar una respuesta a
esta enfermedad, la cual puede ser curable, siempre y cuando se detecte a tiempo,
mediante un diagnóstico preciso y que el paciente se mantenga dentro de un régimen
de tratamiento estrictamente supervisado (TAES) (Guevara et al., 2003).
En la actualidad la TB es identificada por los procedimientos clásicos de microbiología,
los cuales incluyen la tinción de Ziehl-Neelsen y el cultivo en medio de Löwestein–
Jensen, ambos considerados como técnicas de referencia en el diagnóstico de TB
(Barrón et al., 2006).
Sin embargo, gracias a los grandes adelantos tecnológicos y al surgimiento de los
estudios de biología molecular, nuevos métodos de diagnóstico se están
desarrollando, e inclusive se aplican de forma rutinaria en algunos países del primer
mundo. Entre ellos se encuentran los métodos de cultivo automatizado (BACTEC TB-
460, MGIT-960, Versa TREK, BacT/ALERT 3D), el diagnóstico fenotípico no
convencional, el análisis de los ácidos micólicos de la pared celular y las pruebas de
identificación genotípica (Tortoli, Palomino, 2007).
Dentro de las pruebas fenotípicas, los métodos basados en el análisis lipídico, tales
como la cromatografía líquida de alta eficiencia (siglas en ingles, HPLC), la
cromatografía en capa delgada (siglas en ingles, TLC) y la cromatografía de gas
líquido (siglas en ingles, GCL), han sido aplicadas en la identificación de
M. tuberculosis. Estos procedimientos suelen ser caros, engorrosos, no son lo
suficientemente discriminativos y sólo se encuentra accesibles para algunos
laboratorios clínicos (Uribe et al., 2001).
Las técnicas serológicas pueden ser de gran utilidad en determinadas ocasiones, sin
embargo estas no logran discriminar entre los estados de infección y enfermedad, lo
cual constituye una gran limitación de estas pruebas. A este inconveniente se adiciona
la presencia de actividad cruzada como consecuencia de la infección causada por
micobacterias ambientales (Castro et al., 2005).
Introducción
2
En la pasada década, se han logrado mayores avances en el conocimiento de la
composición genética micobacteriana. Como consecuencia, se han desarrollado
diversos sistemas de amplificación y sondas genéticas para emplearlas en el
diagnóstico de la TB. Dentro de estos sistemas se encuentran las pruebas comerciales
Accuprobe® (Gen-Probe, Inc., San Diego, California, EUA) e INNO-LiPA
(Mycobacteria, Inmunogenetics, Bélgica) los cuales son muy confiables; pero con la
limitante de ser extremadamente costosas para países de bajos recursos (Gómez et
al. 2007).
En 1989, Hance et al. reportaron, la amplificación de un fragmento del gen de la
proteína de estrés térmico de peso molecular 65 kDa (hsp65), el cual acoplado con
pruebas específicas para especies permitía la identificación de micobacterias
provenientes de muestras clínicas. Posteriormente, Plikaytis et al. (1992) y Telenti et
al. (1993), perfeccionaron el método mediante la amplificación de dicho fragmento por
reacción en cadena de la polimerasa (RCP) y el análisis del polimorfismo de la longitud
de los fragmentos de restricción (PLFR). Esta técnica fue denominada PRA (Laborín et
al., 2001; Yzquierdo et al., 2007).
En la actualidad, los métodos de identificación bioquímicos continúa siendo la técnica
de referencia para el diagnóstico de la TB. Sin embargo presentan serias limitaciones
en cuestiones de tiempo y una precisa identificación, retardando el diagnóstico y un
tratamiento adecuado del paciente.
Dado el incremento progresivo del número de casos de la TB, su elevada peligrosidad
en pacientes portadores del virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH), y la necesidad
de un diagnóstico temprano para su posterior tratamiento con las drogas de primera
línea, nos hemos propuesto evaluar la técnica del PRA-hsp65, en el Laboratorio
Nacional de Referencia e Investigación de Tuberculosis y otras Micobacterias del
Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kourí" (LNRTB-IPK).
OBJETIVOS
Objetivos
4
1.1 Objetivos
General:
Contribuir al diagnóstico rápido de la Tuberculosis en el LNRTB del Instituto de
Medicina Tropical ¨Pedro Kourí¨.
Específicos:
1. Aplicar la técnica del PRA-hsp65 en la identificación de especies
micobacterianas.
2. Realizar las principales pruebas bioquímicas de identificación de Micobacterias.
3. Determinar la sensibilidad y coeficiente de concordancia del PRA-hsp65 con
respecto a las pruebas bioquímicas de identificación.
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
Revisión bibliográfica
5
2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
2.1 Antecedentes históricos:
La TB presenta una larga historia. Se presume que se originó hace 150 millones de
años atrás. Fue documentada en Egipto, India y China en los años 5000, 3300 y 2300,
respectivamente. En la antigua literatura griega existen indicios de la enfermedad
refiriéndose a esta como Tisis, definida por Hipócrates como la más grande
enfermedad de todos los tiempos, pues fue casi siempre fatal para los que la
padecían. A inicios del siglo XVII se produjo en Europa una epidemia de TB a la cual
se le dio el nombre de “Gran plaga blanca”, considerándola como una muerte
inevitable. En el siglo XVIII surgen los primeros indicios sobre el principal agente
causal de la TB. El físico ingles Benjamin Marten (1704-1722) conjeturó, por primera
vez, que la TB era provocada por “criaturas de vida diminuta”. Posteriormente los
doctores Jean-Antoine Villemin (1827-1892) y William Budd (1811-1880), concluyeron,
a través de estudios epidemiológicos, que la TB se difundía por la sociedad a través
de gérmenes específicos (Leão, Portaels, 2007).
No fue hasta la tarde del 24 de Marzo de 1882, en Berlín, ante una escéptica
audiencia compuesta por prominentes hombres de ciencia alemanes pertenecientes a
la sociedad fisiológica que, Robert Koch (1843-1910), realizó la famosa presentación
de Mycobacterium tuberculosis como agente causal de la TB, lo que marcó el primer
hito en el estudio de esta enfermedad (Kaufmann, 2003). Estos hallazgos, seguidos
por el desarrollo y refinamiento de las técnicas de coloración y cultivo realizadas por
Paul Erhlich (1854-1915), Franz Ziehl y Friedrich K.A. Neelsen proporcionaron las
primeras herramientas para combatir racionalmente la TB. A más de un siglo de la
introducción de estas herramientas, se desarrolló una vacuna y varios agentes
quimioterapéuticos para combatir esta enfermedad. Aun así, en la actualidad, la TB
sigue siendo la mayor causa de muerte en el mundo debida a un único agente
infeccioso (Chacón et al., 2004).
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2.2 Taxonomía:
La clasificación de las micobacterias se inició en 1896 cuando Lehman y Neumann
propusieron por primera vez el género Mycobacterium incluyendo a M. tuberculosis y
M. leprae, ubicándolos en la familia Mycobacteriaceae orden Actinomycetales y clase
Actinomycetes (Leâo et al., 2004).
El género Mycobacterium, el cual incluye más de cien especies, se divide en 3
grandes grupos: Complejo M. tuberculosis, complejo leprae y las Micobacterias no
tuberculosas o atípicas (MNT). El complejo Mycobacterium tuberculosis incluye
M. tuberculosis, M. bovis, M. bovis BCG (derivado atenuado de la cepa de M. bovis
comúnmente utilizado como vacuna para la protección contra M. tuberculosis),
M. africanum (causante de la TB humana en el continente africano), M. canetti
(subespecie de M. tuberculosis) y M. microti. Todas estas causan la TB en humanos.
También alguna de ellas presentan otros reservorios de infección como son: M. bovis
que infecta principalmente el ganado bovino y M. microti es patogénica en roedores
(Arráiz et al., 2006).
2.3 Características generales: M. tuberculosis es un patógeno intracelular facultativo de crecimiento lento que puede
sobrevivir y multiplicarse dentro de los macrófagos y otras células animales como
células dendríticas, mastocíticas, etc. (Persson et al., 2008). Es gram-positivo, aerobio
estricto y no forma esporas, su morfología es delgada de forma recta o ligeramente
curvada en frotis teñidos, y su tamaño suele ser de 1-4 micras de largo por 0,3-0,5
micras de ancho. El tiempo de duplicación de M. tuberculosis en condiciones óptimas
de cultivo es de 15 a 18 horas, tardando varias semanas (de 1 a 3) en aparecer
colonias visibles en medios de cultivo (Casal et al., 1999). Estos bacilos al igual que
otros pertenecientes al mismo género poseen una composición única de su pared
celular.
La pared micobacteriana es una efectiva barrera frente a muchos de los agentes
antimicrobianos convencionales y está constituida por el complejo macromolecular
Revisión bibliográfica
7
formado por ácidos micólicos arabinogalactano-peptidoglucano (mAGP). La misma
está separada por un espacio periplásmico y posee un elevado contenido en lípidos,
confiriéndole un carácter hidrofóbico que la hace refractaria al ataque por hidrólisis
enzimática (Gorocica et al., 2005). Estudios de difracción de rayos X, han demostrado
que los ácidos micólicos se encuentran orientados en paralelo y perpendicular al plano
de la superficie celular (Song et al., 2008). Las características de esta pared la
convierte en una bacteria ácido-alcohol resistente (BAAR), ya que retiene los
colorantes en presencia de alcohol ácido (North, Jung, 2004).
La membrana celular tiene las características biológicas y bioquímicas de cualquier
membrana, aunque en las micobacterias los derivados de los fosfolípidos se
caracterizan por estar altamente glicosilados dando lugar a moléculas como el
lipoarabinomanano (LAM), que tienen un papel fundamental en la patogénesis de la
tuberculosis (Gorocica et al., 2005).
Figura 1: Estructura de la pared celular de las Micobacterias
Revisión bibliográfica
8
2.4 Virulencia: Los atributos importantes de la virulencia de M. tuberculosis incluyen su posibilidad de
sobrevivir y multiplicarse intracelularmente, la habilidad de entrar en estado de latencia
ó infección (incluso décadas) y la capacidad de interferir en la respuesta inmune del
hospedero (Bokum et al., 2008).
El más notable atributo biológico de este patógeno lo constituye la composición de la
pared celular, como mencionamos anteriormente compuesta por el complejo mAGP, la
cual le confiere una hidrofobicidad, protección y sobrevivencia dentro de la célula
infectada. Se ha demostrado también la presencia de lípidos libres los cuales tienen
una gran participación en la virulencia, entre ellos se encuentran: el factor cuerda y los
sulfolípidos (Brennan, 2003).
El factor cuerda se encuentra ubicado en la capa más externa de la membrana celular
y presenta una elevada toxicidad. El mecanismo bioquímico que ejerce este factor está
relacionado con la actividad de la enzima NADasa. Esta enzima actúa sobre la
coenzima nicotinamida adenín dinuleótido (siglas en ingles, NAD+) que se encuentra
involucrada en los niveles de energía de distintos órganos del hospedero,
especialmente en el pulmón, hígado y tejido del bazo. Actúa también reduciendo la
actividad enzimática microsomal NAD-dependiente que participa en la producción de
peróxido de hidrogeno (H2O2). Su acción es también atribuible a un efecto directo
sobre las membranas mitocondriales, resultando en la interrupción del flujo de
electrones de la cadena respiratoria mitocondrial y la fosforilación oxidativa. Por otra
parte los sulfolípidos se piensa que está involucrado en el bloqueo de la fusión
fagosoma-lisosoma, sin embargo esta teoría está siendo cuestionada en la actualidad
(Brennan, 2003).
La secuenciación completa del genoma de M. tuberculosis H37Rv, ha conducido a
innumerables avances. Una fuerte evidencia indica que los genes presentes dentro de
la región de diferenciación 1 (DR1, siglas en ingles) son esenciales para la virulencia
en los miembros del complejo M. tuberculosis. Esto queda evidenciado con la deleción
de esta región en M. bovis, originada por una mutación, provocando una atenuación
Revisión bibliográfica
9
de su virulencia y derivando en la cepa vacunal bacilo Calmett Güerin (BCG). Estos
genes intervienen en la codificación de las proteínas CFP-10 (Rv3874) y ESAT-6
(Rv3875), que en la actualidad son evaluadas como candidatos vacunales y como
antígenos, en la estandarización de nuevos métodos de diagnóstico de la TB. Estas
proteínas también juegan un doble rol en el mecanismo de patogénesis de la
micobacteria tanto en el empleo vacunal como la virulencia produciendo la
desactivación del macrófago y la activación de células T (Guinn et al., 2004; Ernst et
al., 2007; Ganguly et al., 2008).
Otros genes que se encuentran en estudio son el de la proteína MgtC (Rv1811),
involucrada en la sobrevivencia intracelular del bacilo en el macrófago y la adaptación
a las limitaciones de magnesio (Alix et al., 2006) y el operon mce4 que es expresado
durante la fase estacionaria de crecimiento en cultivos y durante el curso de infección
en mamíferos hospederos. Como la proteína Mce4A es expresada durante la fase
tardía del crecimiento esto sugiere la posibilidad de que juegue un rol en la
persistencia de la infección tuberculosa (Saini et al., 2008).
2.5 Genética:
El estudio de la genética micobacteriana ha florecido en los últimos años, por el
desarrollo en los diversos métodos genéticos, secuenciamiento del ácido
desoxirribonucleico (ADN), y la secuenciación del genoma de M. tuberculosis H37Rv
que fue completada en 1998 por The Institute for Genomic Research y por the Sanger
Center-Pasteur Institute consortium (Cole et al., 1998).
El genoma de M. tuberculosis consiste de 4.4 x 106 pares de base (pb) con un alto
contenido de Guanina y Citocina (Blackwood et al., 2000). Presenta aproximadamente
4000 genes que codifican proteínas y 50 que codifican ácido ribonucleico (ARN). La
secuenciación del genoma mostró que esta bacteria tiene características únicas.
Presenta regiones bien conservadas de ADN las cuales contienen las características
de género (RD) y regiones hipervariables propias de cada especie por lo que estas
últimas son usadas para su identificación. Entre las regiones hipervariables se
Revisión bibliográfica
10
encuentran el gen hsp65, que codifica la proteína de 65 kDa (estrés térmico), regiones
genómicas de la subunidad ribosómal 16S, la región intergénica 16S-23S y los
elementos de inserción o transponibles (IS) siendo el más conocido el IS6110. De los
4000 genes que codifican para proteínas, 200 codifican para enzimas que intervienen
en el metabolismo lipídico y de estos, 100 son predecesores para la función de la β
oxidación de ácidos grasos, a diferencia de E. coli que presenta solo 50. Esta
característica está estrechamente relacionada con la peculiar composición de la pared
de M. tuberculosis (Curtiss, Haydel, 2003)
Tabla I: Distribución general de los genes de M. tuberculosis en base a su función.
Otra inusual característica del genoma de M. tuberculosis es la presencia de genes
que codifican para familias de proteínas acídicas, Pro-Glu (PE) y Pro-Pro-Glu (PPE),
que con secuencias encontradas en dos regiones conservadas N-terminal. Estás son
únicas en los miembros del complejo M. tuberculosis y muchas se encuentran
localizadas en la pared y membrana celular. Algunas de estas proteínas juegan un
papel importante en la variación antigénica de M. tuberculosis durante la infección
(Smith, 2003).
FUNCIÓN Nº de genes % del total Metabolismo lipídico 225 5.7 Vías de información 207 5.2 Pared celular y procesos celulares 517 13.0 codificación de ARNs 50 1.3 Elementos de IS y bacteriófagos 137 3.4 Proteínas PE y PPE 167 4.2 Respiración e intermediarios del metabolismo 877 22.0 Proteinas regulatorias 117 4.7 Virulencia, detoxificación y adaptación 91 2.3 función hipotética conservada 911 22.9 funcion desconocida de proteinas 607 15.3
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Figura 2: Mapa circular del cromosoma de M. tuberculosis H37 Rv. 2.6 Diagnóstico convencional: 2.6.1 Baciloscopía: Dentro de las técnicas para el diagnóstico de la TB, la baciloscopía que incluye la
tinción microbiológica de Ziehl–Neelsen ha sido la técnica de referencia en la mayoría
de los laboratorios. Se basa en la capacidad de las micobacterias para formar
complejos estables con ciertos colorantes de arylmetano como la fucsina, la cual
penetra en la pared celular uniéndose a los complejos micolil-arabinogalactano. Este
complejo retiene el colorante aún después de su exposición al alcohol ácido o ácidos
minerales (Araujo, Waard, 2004). Esta técnica diagnostica a los enfermos con TB que
son bacilíferos, o sea, que son fuente de diseminación de la enfermedad, Sin
embargo, es en este sentido donde se han observado las mayores limitaciones, ya que
este sistema necesita un número superior a 104 bacterias por mililitro para arrojar un
diagnóstico positivo. Un dato adicional que complica la aplicación de este método
como el único sistema para diagnosticar a pacientes tuberculosos, es la estimación de
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12
que más de la mitad de los 10 millones de casos reportados anualmente, son
infecciones pulmonares y extrapulmonares con baciloscopías negativas, los cuales
pueden diagnosticarse con un criterio clínico, histopatológico, epidemiológico,
radiológico e inmunológico (Cuevas, 2003).
2.6.2 Cultivo microbiológico: En respuesta a lo anterior, se propuso como segundo frente de batalla en el
diagnóstico de la TB, el cultivo bacteriano líquido o sólido, que se emplea para
confirmar o descartar baciloscopías negativas así como para identificar de qué agente
se trata, apoyándose en un diagnóstico clínico y radiológico positivo. El medio más
usado en los laboratorios de TB es el Löwenstein-Jensen, el cual contiene sales
definidas, glicerol y sustancias orgánicas complejas como huevo fresco o yema de
huevo o harina de papa y verde malaquita (para inhibir el crecimiento de otras
bacterias y hongos contaminantes), entre otros componentes. Otros medios
propuestos son el agar semisintético Middlebrook 7H10 y 7H11, los cuales dentro de
su composición presentan hidrolizados de caseína y albúmina que actúan inhibiendo
los efectos tóxicos de los ácidos grasos. Por otra parte los medios líquidos
Middlebrook 7H9 y 7H12 requieren de la adición de Tween (ésteres hidrosolubles de
ácidos grasos), para un crecimiento más disgregado del bacilo en el medio líquido. No
obstante, estos métodos tienen la desventaja de que tardan entre dos a ocho semanas
para arrojar un resultado (Montoro et al., 2001).
A principios de la década de los 80 salió al mercado un sistema denominado BACTEC
460, hoy en día comercializado por la compañía Becton Dickinson (BD). Este consiste
en frascos con medio líquido Middlebrook 7H12 que contienen ácido palmítico como
única fuente de carbono, éste marcado radioactivamente. Constituye el patrón de
referencia con el que se comparan todos los medios antes de ser aprobados para su
uso diagnóstico. La principal ventaja de este sistema es el incremento de la
sensibilidad y la reducción en tiempo para el diagnóstico; sin embargo su uso se
encuentra limitado por la necesidad de una infraestructura adecuada para trabajar con
material radiactivo (Harvell et al., 2000).
Revisión bibliográfica
13
A partir de 1995 empiezan a salir al mercado medios líquidos que obvian el problema
de la radiactividad y del tener que inyectar el frasco (con la teórica posibilidad de
contaminar un frasco con bacterias del frasco anterior). Estos medios se introducen en
equipos que incuban los frascos y a su vez realizan una monitorización continua de la
actividad metabólica que hay en su interior con el objetivo de determinar la presencia o
no de crecimiento. El primero en salir al mercado fue el medio de cultivo liquido,
llamado tubo indicador de crecimiento micobacterial (siglas en ingles, MGIT) el cual
contiene Middlebrook 7H9 modificado y utiliza un sensor de fluorescencia (Somoskövi,
Magyar, 1999). Seguido a este, nuevos sistemas se han puesto a prueba, como son:
el sistema MGIT BACTEC 960 (Kontos et al., 2003), el ESP Culture System II (Trek
Diagnostic Systems) y el MB/BacT ALERT 3D (BioMerieux). ESP y MB/BacT utilizan
sensores de presión y color respectivamente para detectar el crecimiento. Estos
sistemas se han introducido en la mayor parte de los laboratorios ya que reducen el
tiempo de detección de crecimiento con una alta sensibilidad lo que constituye un gran
avance (Piersimoni et al., 2001; Hines et al., 2006; Dorronsoro, Torroba, 2007;
Nyendak et al., 2009). La principal desventaja continúa siendo el alto costo para
países de bajos ingresos, donde la TB constituye un creciente problema de salud.
Revisión bibliográfica
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2.6.3 Pruebas bioquímicas: La diferenciación entre las micobacterias del complejo M. tuberculosis y las MNT, está
determinada por tres pruebas bioquímicas fundamentales: niacina, catalasa
termoestable a 68°C y reducción del nitrato.
Prueba de la Niacina:
La niacina (ácido nicotínico) juega un papel vital en las reacciones de oxidación-
reducción que ocurren durante el metabolismo de todas las micobacterias.
M. tuberculosis la produce muy activamente y la acumula en gran cantidad porque no
puede procesarla posteriormente. En dicha prueba, el ácido nicotínico reacciona con el
bromuro de cianógeno dando lugar a una sustancia que, al unirse a una amina
aromática como la anilina o la bencidina, forma una compuesto final que se colorea de
amarillo o rosado, respectivamente. Las cepas de M. tuberculosis negativas a la
niacina son muy poco frecuentes. La acumulación del ácido nicotínico se produce en
gran medida en la fase exponencial del crecimiento de la micobacteria es decir en la
fase comprendida entre la cuarta o quinta semana del cultivo (Konno, 1956).
Prueba de la catalasa termoestable a 68° C: La catalasa es una enzima que presentan los microorganismos para protegerse del
peróxido de hidrógeno, compuesto secretado por las células del organismo hospedero.
En las micobacterias pertenecientes al complejo M. tuberculosis la actividad de esta
enzima es inhibida a 68 °C. Para evaluar su termoestabilidad, en los laboratorios se
adicionan a todos los medios analizados peróxido de hidrógeno al 3%. Esta adición
produce un abundante burbujeo en aquellas cuya enzima sea termoestable. La falta de
burbujeo es interpretado como la inactivación de la enzima y la consiguiente
negatividad de la prueba (Kubica et al., 1966).
Prueba de reducción de nitrato: Es una prueba complementaria a las anteriores y está fundamentada en la capacidad
de M. tuberculosis y algunas micobacterias ambientales de asimilar el nitrato como
Revisión bibliográfica
15
una fuente de nitrógeno (estas prefieren el amonio o la asparagina). Consiste en la
presencia de la enzima nitrato reductasa a nivel de membrana que tiene la capacidad
de reducir rápidamente el nitrato a nitrito (Virtanen, 1960).
Tabla II: Esquema de diferenciación de M. tuberculosis de las MNT.
2.7 Nuevas técnicas de identificación: Si bien las técnicas de identificación convencionales en la actualidad continúan siendo
consideradas como las técnicas de referencia para el diagnóstico microbiológico, dado
su accesibilidad en costo a todos los laboratorios de TB, queda claro que presentan
limitaciones en cuestiones de tiempo, identificación exacta y oportuno diagnóstico para
un tratamiento adecuado. A través de los años, con los avances tecnológicos y el
estudio molecular, se han desarrollado diversos métodos con el objetivo de corregir
estas limitaciones. Nuevas técnicas de identificación no convencionales se han puesto
a disposición de los laboratorios microbiológicos como: La TLC, usado en los
laboratorios de rutina para identificar aislados micobacteriales, la HPLC y la GCL.
Estos se basan en el análisis metil éster de los ácidos micólicos de la pared celular
(Chou et al., 1998; Queico et al., 2005).
M. tuberculosis MNT
Velocidad de crecimiento Lenta a partir de la tercera semana luego de inoculada una muestra en medio a base de huevos
Lenta o rápida
Aspecto macroscópico de la colonia Rugosa no pigmentada Lisa puede tener pigmentación
Aspecto microscópico Bacilos dispuestos en "cuerdas"
Bacilos muy grandes,
filamentos cortos, cocoides, mayormente desagregados
Niacina Positivo Negativa/ Positiva Catalasa termoestable a 68°C Negativo Positiva/Negativa
Reducción de nitrato a nitrito Positivo Negativa/positiva
Revisión bibliográfica
16
Las técnicas cromatográficas presentan varias limitantes entre las que se encuentran
la necesidad de abundante biomasa bacteriana, no es diferenciable del todo, por la
continua descripción de nuevas cepas, la necesidad de personal altamente capacitado
y equipos costosos (Dorronsoro, Torroba, 2007).
En el ensayo de amplificación de fagos, se emplea el micobacteriófago D29, virus ADN
que tiene la habilidad de infectar micobacterias de crecimiento lento como
M. tuberculosis. Este es capaz de replicarse en el interior de estas micobacterias,
provocando la lisis de la pared celular y la liberación por ende de la nueva progenie de
fagos. En el ensayo, los fagos exógenos son inactivados por tratamiento químico
mientras que el número de fagos endógenos, el cual es un indicador del número de
células viables de M. tuberculosis, es determinado después de ciclos de infección,
replicación y liberación en una placa indicadora que contiene Mycobacterium.
smegmatis. Los resultados se obtienen en 24-48 horas a través de la aparición de
zonas claras o lisis (Park et al., 2003; McNerney et al., 2004; Yzquierdo et al., 2008).
2.7.1 Métodos genéticos de identificación:
Hibridación en fase sólida: La prueba de identificación AccuProbe® Mycobacterium Tuberculosis (Gen Probe, Inc.
SanDiego, Calif) puede ser usado para la confirmación de cultivos de M. tuberculosis.
Esta se basa en la degradación de acridinium sobre una sonda, que hibridiza con el
ARN ribosomal (ARNr) 16S. Los resultados de cultivos positivos se pueden obtener
por el empleo del luminómetro Gen-Probe’s en alrededor de 2 horas (Somoskövi et al.,
2000).
El INNO LiPA Mycobacteria, comercializado desde 1997, es una extensión del ensayo
de sondas de línea. Este consiste en una prueba de hibridación reversa con diferentes
sondas de ADN inmovilizadas en líneas paralelas en una tira de papel que luego es
sometida a un ciclo térmico. En el caso de las micobacterias, son fragmentos
específicos, de espaciadores transcritos internos (siglas en ingles, ITS), que no son
Revisión bibliográfica
17
más que regiones interpuestas entre genes de RNAr 16S y 23S. Este sistema incluye
sondas del complejo M. tuberculosis y otras especies y puede ser empleada en la
detección de resistencia a Rifampicina, siendo específica pero poco sensible. Una
defiencia que presenta este es ensayo, es que no puede discriminar entre los
diferentes miembros del complejo M. tuberculosis ya que presentan idénticas
secuencias en el espacio intergénico del ARN 16S y 23S (Miller et al., 2000; Tortoli,
Marcelli, 2007).
Genotipaje Mycobacterium tuberculosis:
La prueba comercial Genotipaje MTBC, fue diseñada para diferenciar entre las
especies del Complejo M. tuberculosis (Richter et al., 2003). Este sistema está basado
en la tecnología de hibridación reversa de ADN sobre tiras de nitrocelulosa
(GenoType® MTBC; Hain Diagnostika, Nehren, Germany) para detectar la secuencia
polimórfica del gen gyrB y la deleción RD1 de M. bovis BCG. Consiste en 11 sondas
de las cuales 1 pertenece a la región del ADN que codifica para el ARNr 23S (para
confirmar que pertenece al Complejo M. tuberculosis), 9 para cuatro regiones del gen
gyrB que permite la discriminación, mas no la diferenciación entre M. bovis y M. bovis
BCG (la sonda hibrida en la deleción detectada en RD1) y una flanquea la región de
RD1 (Goméz et al., 2007)
Secuenciación basado en RCP:
Se basa en una amplificación inicial por RCP seguido del análisis de la secuencia
nucleotídica de lo amplificado en un secuenciador automático. La identificación de una
cepa desconocida es completada por la comparación de la secuencia nucleotídica con
una librería de secuencias conocidas. La base de datos para este propósito está
disponible en internet (Gen Bank, Microsystems database (RIDOM), European
Molecular Biology es (EMBL)). Diversos genes blancos se emplean en este
procedimiento; pero el más común es el gen ARNr 16S, el cual puede ser secuenciado
porque contiene regiones conservadas y variables. A pesar de que este gen contiene
más de 1500 pb, los primeros 500 pb son adecuados para la identificación de especies
comunes al género. Otro blanco génico importante es el que codifica para la proteína
Revisión bibliográfica
18
de estrés térmico de 65 kDa, la proteína de 32 kDa, el gen que codifica para la sub
unidad β de la ARN polimerasa rpoB, el gen recA (presenta un intrón proteico que al
ser escindido da lugar a la proteína madura Rec A) y los espaciadores transcritos
internos (ITS) del ARNr 16S-32S. De este último los resultados demuestran que las
secuencias espaciadoras pueden diferenciar a micobacterias de crecimiento lento con
una idéntica o cerrada relación en la secuencia de bases de la región del ADN que
codifica para el ARNr 16S. La ocurrencia de elementos estructurales primarios y
secundarios conservados en secuencias ITS indica su potencial utilidad en la
identificación micobacteriana. En la actualidad el sistema comercial de
secuenciamiento de la región del ADN que codifica para el ARNr, MicroSeq System
(Applied Biosystems, CA), presenta buenos resultados y ofrece la posibilidad a los
laboratorios de identificar micobacterias descritas recientemente (Neonakis et al.,
2008).
Análisis del polimorfismo del gen hsp65 (PRA-hsp65): En 1992, Plikaytis et al. desarrollaron un método para identificación de micobacteria
que combina la amplificación por RCP en una secuencia conservada de ADN del
género Mycobacterium, y el análisis con enzimas de restricción, de la secuencia
amplificada. Esta secuencia de ADN corresponde a una porción de 1380 pb del gen
que codifica para la proteína de estrés térmico hsp65. El análisis de los perfiles de
restricción de la secuencia amplificada muestra los patrones de restricción para cada
especie en particular (Chimara et al., 2004). En1993, Telenti et al. usando cebadores
de amplificación para el gen hsp65 con 439 pb y otras enzimas de restricción (HaeIII,
BstEII), planteó un algoritmo de identificación al que denominó PRA-hsp65. En el 2008
Chimara et al., amplificando un segmento de 441 pb del mismo gen, incorporaron un
nuevo algoritmo, tomando en consideración características fenotípicas de las especies
(grupos de Runyon), obteniéndose una aproximación más exacta de la talla de los
fragmentos, resultando en una identificación mucho más precisa de las especies
(Chimara et al., 2008).
En la actualidad se realizan estudios de la técnica del PRA-hsp65 con el uso de otros
genes como el rpoB, mediante el uso de las enzimas de restricción MspI y HaeIII. Se
Revisión bibliográfica
19
están obteniendo importantes resultados, inclusive nuevos algoritmos de identificación
(Lee et al., 2000).
MATERIALES Y MÉTODOS
Materiales y métodos
20
3. MATERIALES Y METODOS 3.1 Cepas: 3.1.1 Cepas de trabajo:
Se estudiaron 40 cepas aisladas al LNRTB-IPK en el periodo comprendido entre Enero
y Diciembre del 2008.
3.1.1.1 Cepas controles:
M. tuberculosis H37Rv ATCC 27294
M. avium ATCC 25291
M. bovis ATCC 12210
3.2 Identificación por Pruebas Bioquímicas:
Para cumplir el objetivo propuesto se realizaron tres pruebas de identificación,
catalasa, reducción de nitratos a nitritos y niacina. Para descartar entre MNT y las
pertenecientes al complejo M. tuberculosis. Las cepas se identificaron por medio de la
negatividad o positividad a estas pruebas.
Las pruebas se llevaron a cabo con cepas cultivadas en el medio Löwenstein Jensen
(L-J), de tres a cuatro semanas de crecimiento.
Prueba de la catalasa termoestable a 68 ºC: Se identificaron 3 tubos, uno conteniendo 0,5 ml de solución tampón fosfato pH 6,8
estéril con el número del aislamiento a identificar, y dos conteniendo solución tampón
con el número de una cepa de referencia de M tuberculosis H37Rv (control negativo de
la prueba) y M. avium que se usó como control positivo. Se transfirió una asada
abundante de los cultivos a cada uno de los tubos con solución tampón identificado
Materiales y métodos
21
con su número. Seguidamente se colocaron los tubos en baño maría a 68ºC durante
20 minutos. Se enfrió a temperatura ambiente y se agregó a cada uno de ellos,0.5 ml
de una mezcla preparada en el momento con partes iguales de la solución acuosa de
Tween 80 al 10% y peróxido de hidrógeno al 30%, comprobando que las tapas de los
tubos estuvieran bien cerradas. Los tubos se observaron a trasluz para detectar el
desprendimiento de burbujas desde la masa bacilar hacia la superficie del líquido,
evitando generar burbujas por agitación o movimientos bruscos que pudieran interferir
con el resultado. En caso de tener tubos negativos se observó nuevamente a los 20
minutos para verificar si no había actividad de catalasa (Kubica et al., 1966).
Reacción positiva: Se identificó por el desprendimiento de burbujas, producto de la
descomposición del peróxido de hidrógeno por la actividad enzimática.
Reacción negativa: No se observó desprendimiento de burbujas.
Reducción del nitrato a nitrito:
Se preparó un tubo con el sustrato compuesto por nitrato de sodio (NaNO3 0,01M).
Seguidamente se transfirió y disgregó a este una asada con abundante masa bacilar
del cultivo a identificar. Se repitió el procedimiento con la cepa control positivo M
tuberculosis H37Rv y control negativo M. bovis. Posteriormente se agitaron
suavemente los tubos y se incubaron a 37ºC durante 4 horas. Seguidamente se
agregó a cada tubo una gota de Solución A (Ácido clorhídrico 1:1), 2 gotas de Solución
B (Sulfanilamida 0,2%) y 2 gotas de Solución C (Nnaftil etilendiamina 0,1%). Se agitó
manualmente luego de comprobar que los tubos estuvieran bien cerrados (Virtanen,
1960).
Reacción positiva: El desarrollo de color rosa a fucsia indica que se redujo el nitrato
presente en el sustrato por la acción de la enzima nitrato reducatasa.
Reacción negativa: No se observa desarrollo de color.
Materiales y métodos
22
Prueba de la niacina: Se depositó 1 ml de agua destilada estéril en el tubo con crecimiento en medio L-J.
Posteriormente se repitió la operación en el control positivo y un tubo sin inocular
(control negativo). Se rompió el medio con el asa para facilitar la disolución de ácido
nicotínico y se dejó el tubo inclinado al menos 15 minutos. Seguidamente se extrajeron
0,5 ml del líquido y se transfirieron a un tubo de ensayo con tapa de rosca. El revelado
de la reacción, se llevó a cabo agregando 0,5 ml de Bencidina al 3% y 0,5 ml de
Bromuro de Cianógeno al 10%. Los tubos se agitaron manualmente para permitir la
reacción durante los siguientes 5 minutos. Al final de la lectura se adicionó NaOH al
4% para inactivar el Bromuro de Cianógeno (Konno, 1956).
Reacción positiva: La presencia de ácido nicotínico en alta concentración en el medio
de cultivo se visualizó con el desarrollo de una coloración rosado pálido.
Reacción negativa: No se desarrolló color.
Interpretación de los resultados:
La positividad de las pruebas de la niacina y reducción de nitrato a nitrito, además de
la negatividad de la prueba de la catalasa termoestable a 68°C indicó la presencia de
M. tuberculosis en el medio de cultivo. La negatividad de la prueba de la niacina dio la
presunción de la presencia de MNT.
3.2.2 Técnica del PRA: La técnica de PRA fue aplicada a las 40 cepas del estudio siguiendo el protocolo
establecido por Telenti et al. en el año 1993 (Telenti et al., 1993).
Materiales y métodos
23
3.2.2.1 Extracción de ADN micobacteriano: El procedimiento de extracción se llevó a cabo según el trabajo descrito por Van
Soolingen (1992). Se tomó una asada de masa micobacteriana y se resuspendió en
400 μL de solución tampón TE (Tris-HCl 10 mM, EDTA 1 mM, pH 7,4) en viales de 1,5
mL. Estos fueron sometidos a 80ºC por 20 minutos. Posteriormente se dejo enfriar a
temperatura ambiente y se adicionaron 50 uL de lisozima (Sigma), incubándose
durante 1h, en agitación. Seguidamente se adicionaron 70 uL de SDS (Dodecilsulfato
sódico) al 10 % y 5 µl de proteinasa K (Promega) incubándolo a 65 ºC durante 10
minutos. Se adicionaron 100 µL de NaCl 5 M y 100 µL de CTAB/NaCl, se agitó e
incubó a 65ºC por 10 minutos. A continuación se adicionaron 750 µL de
cloroformo/alcohol-isoamílico (24:1) y se centrifugó a 14,000 g por 5 minutos a
temperatura ambiente.
Para precipitar el ADN se adicionaron 450 µL de isopropanol, el sobrenadante se
incubó a -20ºC por 30 minutos y se centrifugó a 14,000 g por 15 minutos,
posteriormente se lavó el precipitado con 1 mL de etanol 70%, y se procedió a
centrifugar a 14,000 g por 5 minutos. La conservación de la muestra se realizó en
agua destilada estéril (20-30 µL) y se conservó a 4ºC para su uso inmediato o a -
20ºC para su uso posterior.
3.2.2.2 Reacción de amplificación: Mezcla de reacción:
En un tubo de reacción se añadieron 0.5-1µL de ADN micobacteriano. La composición
de la mezcla de reacción consistió en: Solución tampón fosfato de RCP 10X (5 µL),
MgCl2 1.5 mM (3 µL), dNTP 100 mM c/u (1,5 µL), los cebadores se emplearon a una
concentración de 25 pmoles (1µL) y se utilizaron 2U (0.4µL) de Taq polimerasa, para
obtener un volumen final de 50 µL.
Materiales y métodos
24
Programa: La reacción estuvo sujeta a 1 ciclo de desnaturalización de 5 minutos a 95ºC, 35 ciclos
de hibridación a 94ºC durante 1 minuto, 60ºC 1 minuto, 72ºC 1 minuto y un paso de
extensión final de 7 minutos a 72ºC.
Se emplearon como cebadores: Tb11 (5-ACCAACGATGGTGTGTCCAT) y Tb12 (5-
CTTGTCGAACCGCATACCCT), ambos descritos por Telenti et al. Estos fueron
proporcionados por el centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB, La
Habana, Cuba) los cuales están dirigidos a amplificar un fragmento de 441 pares de
base entre las posiciones 398 y 836 de la secuencia nucleotídica publicada del gen
que codifica para la proteína de 65 kDa. Para la reacción de amplificación se empleó el
termociclador PTC 150 (MJ Research).
Análisis de los productos de la RCP:
Se realizó mediante electroforesis submarina en gel de agarosa al 1 % teñido con
bromuro de etidio (1%). Se utilizó como marcador de peso molecular ADN 100 pb (100
bp DNA Letter (Promega)), que abarca un rango desde 100 a 1500 pb y se utilizó en la
aplicación Orange G como indicador de corrida electroforética. Esta se realizó a 90
Volts con Solución tampón fosfato Tris Borato EDTA (TBE) pH 8, durante 45 minutos.
Los geles fueron observados bajo exposición a la luz ultravioleta en un transluminador
UV (VILVER LOURMAT, TFX-20-MC).
3.2.2.3 Análisis de restricción: Luego de comprobar la amplificación del segmento génico, se realizó la digestión
enzimática a partir de 15 µL del producto amplificado, con las respetivas enzimas
BstEII y HaeIII, por separado. En cada caso, la mezcla contenía 2.5 µL de solución
tampón específica para cada enzima (buffer D para BstEII, y buffer C para HaeIII),
1 uL de enzima, 0.3 µL de albúmina de suero fetal bovino y 6.2 uL de agua, para un
volumen final de 25 µL. La digestión con la enzima BstEII fue incubada a 60ºC,
mientras que con HaeIII la temperatura fue de 37ºC. En ambos casos, la incubación se
realizó durante toda la noche.
Materiales y métodos
25
Los resultados de ambas reacciones se analizaron mediante electroforesis submarina
en gel de agarosa 3%, teñido con bromuro de etidio. Se utilizó el marcador de ADN de
50 pb (50 bp DNA Letter (Promega)) que comprende un rango desde 24 a 726 pb y el
indicador Orange G para corrida electroforética, la cual se efectuó a 80 Volts durante 2
horas y 30 minutos. Los geles fueron observados bajo exposición a la luz ultravioleta
en un transluminador UV (VILVER LOURMAT, TFX-20-MC).
3.2.2.4 Análisis e interpretación de Resultados: Se analizaron los fragmentos de restricción obtenidos a partir de las digestiones con
cada una de las enzimas y se determinó la talla de los mismos de acuerdo al marcador
de peso molecular empleado. Posteriormente mediante el algoritmo reportado por
Chimara et al. en el 2008 se procedió a la identificación. (ANEXO 1).
3.3 Análisis estadístico: Con los resultados obtenidos en la identificación bioquímica y la del PRA, se calculó la
sensibilidad y el coeficiente de concordancia entre la prueba evaluada y las pruebas
bioquímicas, técnica de referencia en la identificación de M. tuberculosis.
3.4. Normas de Bioseguridad
Todos los procedimientos que implicaron el manejo de las cepas vivas de
Micobacterias fueron realizados en gabinetes de seguridad biológica Clase II (BSL II),
como se encuentra dispuesto en los Procedimientos Normalizados de Operación
(PNO) del LNRTB del IPK. Las tareas que involucraron la manipulación de sustancias
tóxicas como el Bromuro de cianógeno y el Bromuro de etidio se llevaron a cabo en
campana de extracción.
RESULTADOS
Resultados
26
4. RESULTADOS
Se aplicó la técnica del PRA-hsp65 a cada una de las cepas, obteniéndose los
resultados de la pruebas aproximadamente en 48 horas. Se observó la correcta
amplificación del segmento génico de 441 pb del gen hsp65 mediante electroforesis
submarina en gel de agarosa al 1%. La talla del segmento amplificado fue medida por
la aplicación del un marcador de peso molecular de ADN (figura 1).
Figura 3: Patrones de amplificación del segmento génico hsp65 de algunas cepas,
medidos con el marcador de peso molecular.
Luego de realizada la digestión mediante las enzimas de restricción BstEII y HaeIII se
visualizaron las bandas por medio de una electroforesis submarina en gel de agarosa
al 3%. Los patrones fueron correctamente observados y medidos mediante la
aplicación del marcador de peso molecular para cada enzima (figura 2).
Resultados
27
Figura 4: Patrones de digestión enzimática de BstEII y HaeIII de algunas cepas.
La interpretación de la digestión, se realizó mediante el algoritmo propuesto por
Chimara et al. (2008), logrando identificar a las 40 cepas como pertenecientes al
Complejo M. tuberculosis
La figura 3 muestra los patrones de las pruebas bioquímicas realizadas. La reducción
de nitrato a nitrito se observa en la figura 3c. La totalidad de las cepas analizadas por
esta prueba fueron positivas, observándose desarrollo de color en los tubos que
contenían las mismas.
El 100% de las cepas en estudio fueron negativas para la prueba de catalasa
termoestable a 68ºC. Como se observa en la figura 3b, no se apreció burbujeo en
ninguno de los tubos correspondientes.
Resultados
28
Figura 5: Resultados de las pruebas bioquímicas fundamentales para la identificación
de M. tuberculosis. (a) Niacina (b) Catalasa termoestable a 68 ºC (c) Reducción de
nitrato a nitrito.
La presencia de ácido nicotínico (figura 3a) se detectó en 38 cepas. Dos de las cepas
estudiadas no desarrollaron color. Teniendo en cuenta el resultado de las dos pruebas
bioquímicas anteriores, correspondientes con el patrón típico de las especies del
complejo M. tuberculosis, estas constituían resultados discordantes.
Estas cepas discordantes se subcultivaron nuevamente. Luego de obtener un
crecimiento abundante (4 semanas) se procedió a la repetición de la prueba de la
niacina y el PRA-hsp65, obteniéndose resultados compatibles con M. tuberculosis.
Los resultados del PRA-hsp65 mostraron un 100% de sensibilidad y concordancia al
compararlos con las pruebas bioquímicas de identificación.
a c b
DISCUSIÓN
Discusión
29
5. DISCUSIÓN La TB sigue planteando en la actualidad importantes problemas epidemiológicos, de
diagnóstico clínico-microbiológico, y terapéuticos. La alta incidencia de la enfermedad
en los países en vías de desarrollo y el impacto que sobre ella está teniendo la
coinfección con el VIH imponen urgencia en el correcto cumplimiento de las pautas de
tratamiento, el desarrollo de nuevos candidatos vacunales y la implementación de
nuevas alternativas diagnósticas (Casal et al., 1999).
La identificación rápida y correcta de micobacterias a nivel de especie resulta crucial
para la aplicación de una efectiva terapia con drogas antituberculosas. En los últimos
100 años, la única prueba rápida para el diagnóstico de TB ha sido el examen
microscópico directo, cuya sensibilidad es aceptable cuando la muestra analizada
contiene más de 100 000 BAAR/mL, Las pruebas basadas en las características
fenotípicas y bioquímicas de estos bacilos demoran semanas en conocer los
resultados y son extremadamente laboriosas, fundamentalmente para MNT,
conduciendo en ocasiones a errores en la identificación (Barrera et al., 2008).
En nuestro estudio se realizó la identificación por PRA-hsp65 de 40 cepas aisladas de
esputos de pacientes con sospecha clínica de TB pulmonar. Paralelamente se
realizaron las pruebas bioquímicas, como patrón de referencia en la identificación de
Micobacterias, con el objetivo de evaluar la aplicación del PRA-hsp65 en el LNRTB-
IPK.
Previo a la realización de la reacción de amplificación se realizó la extracción del ADN
de los aislamientos micobacterianos. Para esto se empleó el método de extracción
propuesto por Van Soolingen y colaboradores, en el año 1992. Este método emplea la
digestión enzimática con lisozima y Proteinasa K (Van Soolingen et al., 1992). La
primera actúa catalizando la hidrólisis de las uniones β 1,4 entre los residuos de ácido
N-acetilmurámico y N-acetil-D-glucosamina del peptidoglicano de la pared bacteriana
(Vocadlo et al., 2001). Por otra parte, la Proteinasa K es una serina proteasa de amplio
espectro y su función básica radica en la digestión de proteínas asociadas al ácido
Discusión
30
nucleico bacteriano, así como la inactivación de nucleasas que pudieran degradar el
ADN, durante el experimento (Hilz et al., 1975).
Este método de extracción emplea el detergente catiónico CTAB (Cetyl Trimethyl
Ammonium Bromide, por sus siglas en inglés). Este tiene la propiedad de precipitar
ácidos nucléicos y polisacáridos, siendo especialmente útil para precipitar ADN
genómico de organismos que producen grandes cantidades de polisacáridos como las
bacterias (Van Soolingen et al., 1992).
A pesar de que el método de extracción empleado consume tiempo, permite obtener
un ADN de mayor calidad. No obstante, pueden ser usadas otras alternativas como
son el empleo de un estrés térmico o la ruptura mecánica de las células con perlas de
vidrio o sonicación, obteniéndose rendimientos similares de ADN (Telenti et al., 1993;
Leao et al., 2005; Somerville et al., 2005).
El primer algoritmo descrito para el PRA-hsp65 fue reportado por Telenti et al. hace
más de 10 años. Sin embargo, en nuestro estudio se siguió el protocolo publicado por
Chimara et al. en el 2008. Este último incluye especies de reciente identificación, así
como, se apoya en las pruebas fenotípicas de pigmentación y velocidad de
crecimiento para aquellas especies que presenten patrones de restricción similares
(Chimara et al., 2008).
Luego de realizada la RCP se observó, la amplificación del fragmento de 441 pb del
gen hsp65 ubicándonos en que todas las cepas pertenecían al género Mycobacterium.
El análisis de restricción con las enzimas BstEII y HaeIII arrojó bandas de 235,120, 85
pb y 150, 130 y 70 pb, respectivamente. Estos patrones se corresponden con las
especies del complejo M. tuberculosis (Chimara et al., 2008).
El antígeno de 65 kDa ha sido descrito, por algunos autores, como una proteína
asociada a la pared celular, debido a que esta se ha encontrado en la fracción
insoluble remanente de su ruptura. Sin embargo, otros investigadores proponen una
localización periplasmática, demostrando su presencia en el sobrenadante de cultivos
Discusión
31
de M. bovis, bajo condiciones deficientes de zinc (Young et al., 1987). Esta ha sido
identificada como la proteína más inmunorreactiva presente en las micobacterias y
contiene epítopes comunes al género Mycobacterium y otros únicos para una especie
determinada. Es precisamente esta característica la que la hace el sitio blanco del
PRA-hsp65, en la identificación de las micobacterias y sus especies (Shinnick, 1987).
El hecho de encontrar que el 100% de las cepas pertenecían al complejo
M. tuberculosis resultó ser un hallazgo lógico si tenemos en cuenta que estas
provenían de esputos de pacientes sintomáticos respiratorios, con sospecha clínica de
tuberculosis pulmonar.
Nuestros resultados son similares a los obtenidos por Bannalikar et al., en el 2006.
Estos investigadores reportaron un 82.6% de cepas correspondientes a
M. tuberculosis, tras emplear el PRA-hsp65, en cultivos bacterianos provenientes de
esputos de pacientes sospechosos de TB (Bannalikar et al., 2006).
Por su parte Da Silva et al. en el año 2001 realizaron la identificación de 103
aislamientos clínicos de micobacterias empleando esta misma técnica. En este estudio
se reportó la presencia del complejo M. tuberculosis solamente en un 25% de los
aislamientos, igual cifra se correspondió con el complejo M. avium, seguido por
M. kansassi y otras especies de MNT. En este caso creemos necesario señalar que, a
diferencia de nuestro estudio, las cepas provenían de una gran variedad de muestras
clínicas como esputos, pus, lavado bronquioalveolar, lavado gástrico, biopsias de
nódulos linfoides y piel, líquido peritoneal, cefalorraquídeos y aspirados de médula
ósea. Estas muestras, provenientes de localizaciones extrapulmonares, justifican el
aislamiento en gran medida de MNT (Da Silva et al., 2001).
Aunque el PRA-hsp65 involucra procedimientos relativamente simples en comparación
con otras técnicas de identificación, esta incluye la RCP cuyos valores de sensibilidad
y especificidad están influenciados por un gran número de variables de laboratorio. Por
otra parte la interpretación de la posición de las bandas generadas por las enzimas de
restricción es una tarea delicada, que se ve afectada por la calidad de la agarosa, las
Discusión
32
condiciones de corrida, la subjetividad de la interpretación y la frecuente descripción
de patrones para nuevas especies. Por lo tanto la evaluación de la reproducibilidad
inter-laboratorio ayuda a mejorar la credibilidad del PRA-hsp65 (Hafner et al., 2004;
Leão et al. 2005).
Un estudio multicéntrico realizado en la región de América Latina y el Caribe, con la
participación de laboratorios de Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Guadalupe, centró
su objetivo en el control de calidad de la identificación por PRA-hsp65, de especies de
MNT. Los resultados obtenidos les permitieron afirmar que en esta región, la técnica
estaba lista para implementarse pero era necesario mejorar algunos aspectos, entre
los que se encontraban las condiciones de corrida y el entrenamiento en la
interpretación de los patrones con vistas a mejorar la precisión de la técnica (Leão et
al. 2005).
Desde el punto de vista de la identificación bioquímica de las cepas en estudio, se
obtuvo que el 100% fueron negativas en la prueba de catalasa termoestable a 68°C y
positivas en la prueba de reducción del nitrato a nitrito, resultado consistente con
M. tuberculosis.
La catalasa es una enzima cuya función radica en la detoxificación de los compuestos
superoxigenados generados por las células del hospedero durante la respiración. Esta
cataliza la descomposición del peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno, siendo
inhibida su actividad a 68ºC en las cepas de M. tuberculosis y M. bovis. El resto de las
micobacterias (con la una única excepción de M. gastri, que es muy poco frecuente)
conservan la actividad catalasa después del calentamiento a 68ºC. Por esta razón esta
prueba es muy útil para diferenciar a M. tuberculosis del resto de las micobacterias. A
esto se le suma que es una prueba sencilla de realizar, no genera riesgos por
toxicidad y utiliza reactivos normalmente disponibles en un laboratorio de
bacteriología. Al ser esta una prueba basada en la detección de actividad enzimática,
puede ser realizada en cuanto se detecta el desarrollo del cultivo (Barrera, 2008).
Discusión
33
Aun cuando M. tuberculosis prefiere el amonio y la asparagina, puede utilizar el nitrato
y nitrito como fuente de nitrógeno. Para esto cuenta con la enzima nitrato reductasa
unida a la membrana celular que rápida y activamente reduce nitrato a nitrito. Esta
actividad enzimática es muy estable y otorga una herramienta que ayuda a la
identificación de distintas especies. En particular M. tuberculosis y algunas
micobacterias ambientales tienen actividad de nitrato reductasa mientras que M bovis
y BCG no la presentan, debido a mutaciones que determinan la inactividad de los
genes que la codifican (Casal et al., 1999).
Contradictoriamente, obtuvimos dos cepas que mostraron resultados negativos para la
prueba de la niacina. Estos resultaban discordantes teniendo en cuenta que por las
pruebas descritas anteriormente se había obtenido un patrón típico de
M. tuberculosis.
La niacina (ácido nicotínico) juega un importante papel en el metabolismo de todas las
micobacterias. Aunque todas ellas tienen la capacidad de producirla, la mayoría lo
hace en cantidad moderada y la emplea en la síntesis de otras moléculas. Sólo
M. tuberculosis la produce activamente y la acumula en gran cantidad porque no
puede procesarla posteriormente (Barrera, 2008).
Estas dos cepas fueron subcultivadas nuevamente y repetidas tanto las pruebas
bioquímicas como el método de identificación molecular. Esta vez, ambos métodos
empleados coincidieron en la detección del bacilo tuberculoso.
Está descrito en la literatura que la prueba de la niacina, al igual que muchas pruebas
bioquímicas, requiere realizarse en un determinado estadio biológico del crecimiento.
La acumulación de niacina puede ponerse en evidencia con mayor seguridad luego de
3-4 semanas de la aparición del crecimiento y cuando este es abundante.
Con el objetivo de agilizar el diagnóstico, esta prueba puede ser realizada cuando se
detecta el cultivo positivo pero es necesario considerar que el resultado puede ser
Discusión
34
negativo porque el crecimiento aún es muy joven y no se ha acumulado suficiente
cantidad de ácido nicotínico en el medio, como para ser detectado. Debido a esto, ante
un resultado negativo de un cultivo joven, es necesario repetir la prueba a partir de un
cultivo con un tiempo de incubación entre 3-4 semanas.
Consideramos que estas dos cepas no tenían un crecimiento lo suficientemente
abundante como para realizarles la prueba y por tal motivo, la presencia de ácido
nicotínico en el medio era pobre. Esta, es una de las principales limitantes de las
pruebas bioquímicas pues se requiere de suficiente biomasa para realizar al menos
una de estas pruebas y un abundante crecimiento para realizarlas todas a partir de un
mismo cultivo. Por el contrario, el PRA-hsp65 es tan sensible que a partir de un escaso
número de colonias se puede realizar la extracción del ADN y obtener una exitosa
amplificación del fragmento hsp65. Esta ventaja permite al Laboratorio una reducción
sustancial del tiempo de diagnóstico, ya que esperar por un segundo crecimiento para
la realización de las pruebas bioquímicas se traduciría en la espera de otras 4
semanas para obtener un resultado fidedigno por los métodos convencionales.
Por otra parte, la identificación de estos dos aislamientos discordantes, como
M. tuberculosis, tiene una gran importancia si tenemos en cuenta que tanto la
combinación de las drogas, como las dosis empleadas en los tratamientos difieren
significativamente entre los pacientes con aislamientos pulmonares del bacilo
tuberculoso y micobacterias atípicas (Katoch, 2004)
Los resultados del PRA-hsp65 mostraron un 100% de Sensibilidad y Concordancia al
compararlos con los resultados de las pruebas bioquímicas. Estos valores concuerdan
con los obtenidos por Da Silva et al. en el 2001 y Chaeunoy et al. en el 2005. Ambos
grupos encontraron un 100% para ambos parámetros evaluados (Da Silva et al.,
2001; Cheunoy et al., 2005).
De forma general los valores de sensibilidad disminuyen cuando se trata de la
identificación de MNT (Da Silva et al., 2001; Davies, Pai, 2008). Un reporte realizado
por investigadores belgas demuestra que los niveles de concordancia entre las
Discusión
35
pruebas bioquímicas y el PRA-hsp65 puede caer por debajo del 90 % para MNT
(Martin et al. 2000) aunque existen trabajos publicados donde esta correlación es
mayor (Hafner et al., 2004; Castro et al., 2007)
Bannalikar et al. demostraron que el PRA-hsp65 era una herramienta útil para la
identificación del complejo M. tuberculosis y M. avium, sin embargo está técnica no
lograba distinguir entre las especies pertenecientes al complejo M. tuberculosis. En
este reporte se refleja que los patrones de RFLP de M. tuberculosis (incluyendo H37Rv)
y M. bovis (incluyendo BCG) son idénticos. Este resultado pudiera ser atribuido a la
gran homología existente en el ADN de estas especies, hecho que se encuentra
extensivamente documentado en la literatura científica (Bannalikar, Verna, 2006).
El tiempo consumido para la realización del PRA-hsp65, hasta la obtención del
resultado final, fue de 48 horas, de forma tal que se redujo el tiempo para emitir el
diagnóstico definitivo. Esta reducción viene dada, fundamentalmente, porque no se
necesita esperar las cuatro semanas de crecimiento, ya que esta técnica puede
realizarse a partir de un cultivo con escaso número de colonias. Por su parte, la
identificación bioquímica requiere entre 2 y 3 semanas después de obtenido el
crecimiento micobacteriano.
En el caso de aislamientos de MNT, las pruebas bioquímicas, aun cuando sean
realizadas por personal experimentado, pueden arrojar resultados incorrectos debido a
su baja reproducibilidad, a que los fenotipos esperados no son propiedad absoluta de
una sola especie y a que la base de datos reportada que contiene las características
fenotípicas está limitada a las especies más comúnmente aisladas (Chimara et al.,
2008)
Otra de las ventajas de la técnica molecular radica en que la manipulación de las
bacterias vivas es mínima a diferencia de las pruebas bioquímicas, con los
consiguientes riesgos de bioseguridad que este manejo implica (Da Silva et al., 2001;
Wang, 2005). Todos los procedimientos empleados en nuestra investigación fueron
realizados siguiendo los protocolos descritos en los Procedimientos Normales de
Discusión
36
Operación del LNRTB, en gabinete de seguridad clase II, con el objetivo de minimizar
los riesgos de bioseguridad que conllevan los trabajos de investigación con
micobacterias virulentas.
Algunos autores plantean que además de la ganancia en el tiempo y considerando
solamente los reactivos usados en ambos métodos de identificación, el PRA-hsp65 es
un 50% más barato que la identificación bioquímica en MNT. Además puede ser
realizado por una sola persona, mientras que las pruebas bioquímicas involucran,
usualmente, varias personas que intervienen en la esterilización, preparación de
medios de cultivo y manejo de los cultivos (Da Silva et al., 2001; Wang, 2005).
Existen estudios a nivel internacional comparan el PRA-hsp65 con técnicas
alternativas de diagnóstico como son el HPLC, obteniendo mayores niveles de
sensibilidad, precisión y menor tiempo de realización para la primera (Mondragón et
al., 2000)
Uno de los métodos moleculares más empleados en el diagnóstico de TB es la
secuencia de inserción IS6110, presente solamente en M. tuberculosis y capaz de ser
detectada por una simple RCP. Sin embargo, se han reportado micobacterias atípicas
que presentan esta secuencia así como cepas de M. tuberculosis con bajo o ningún
número de copias de IS6110, provocando el fallo de la técnica (McHugh et al., 1997).
En Cuba existen antecedentes del uso de esta técnica para la identificación de MNT.
El reporte realizado por Yzquierdo et al., en el 2007 comprendió la evaluación del
PRA-hsp65 en la identificación de 47 cepas de MNT pertenecientes a una colección
internacional. En este trabajo se obtuvo un 100% de concordancia. Sin embargo la
realización en paralelo de un batería de pruebas bioquímicas arroió cuatro resultados
discordantes entre ambos métodos (Yzquierdo et al., 2007).
El diagnóstico está llamado a convertirse en la piedra angular dentro de la lucha contra
la TB Las técnicas de biología molecular han sido probadas como herramientas útiles
Discusión
37
en el diagnóstico de esta enfermedad. Ellas pueden estimar el número de casos
atribuido a infección reciente con M. tuberculosis, identificar factores de riesgo,
documentar reinfecciones exógenas, estudiar patrones de resistencia, detectar
diferencias fenotípicas rápidamente y con mayor precisión que la obtenida por los
métodos tradicionales (Coelho et al., 2008; Lima et al., 2008). Los beneficios de poder
contar con nuevos y más eficaces sistemas de diagnóstico de TB será de un gran
significado en la salud pública de la población en su contexto regional, nacional y
global (Guevara et al., 2003).
CONCLUSIONES
Conclusiones
38
6. CONCLUSIONES
1. Se comprobó la amplificación del gen hsp65 en todas las cepas estudiadas. La
digestión con las enzimas de restricción BstEII y HaeIII mostraron patrones
compatibles, en todos los casos, con el complejo M. tuberculosis.
2. Se evidenciaron las limitaciones de las pruebas bioquímicas en función del
crecimiento bacteriano
3. Los valores de sensibilidad y concordancia fueron del 100% al comparar el
PRA-hsp65 con las pruebas bioquímicas de identificación demostrando la
aplicabilidad de esta técnica para el diagnóstico de la tuberculosis.
RECOMENDACIONES
Recomendaciones
39
7. RECOMENDACIONES
1. Incluir la técnica de PRA-hsp65 en el algoritmo de identificación de
Micobacterias empleado en el LNRTB del Instituto de Medicina Tropical ¨Pedro
Kourí¨
2. Estandarizar el PRA-hsp65 a partir de muestras biológicas con el objetivo de
disminuir, de manera considerable, el tiempo de diagnóstico de la tuberculosis.
3. Extender la aplicación de la técnica de PRA-hsp65 a la identificación de MNT
con la finalidad de evaluar su especificidad en comparación con las pruebas de
identificación bioquímicas.
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ANEXOS
Anexos
ANEXO 1
• Patrones reportados por Chimara et al 2008