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  • APROXIMACIONES INVESTIGATIVAS SOBRE LA MSICA SALSA EN CALI

    Alexander Zuluaga Perdomo1

    Los investigadores que con diferentes miradas y distintas valoraciones, han reflexionado, escrutado y pensado sobre la msica salsa en Cali, (sin contar con los numerosos artculos que en la prensa y revistas locales se han referido al tema) nos dan un indicio de la importancia y relevancia que ha tenido este fenmeno socio cultural para la elaboracin de una lectura que permite comprender, desde la expresin musical, otra forma de habitar la ciudad. En este artculo se pretende referenciar algunos estudios importantes que desde la academia (trabajos de grado) han aportado a la comprensin de esta manera de hacer msica, conocida popularmente como salsa. 1.Acercamiento a los usos sociales de la msica salsa en Cali2.

    En esta investigacin se trabaja el tema de la msica en la ciudad de Cali, teniendo en cuenta las prcticas sociales y culturales que alrededor de ella se van gestando; para ello los autores realizan un anlisis de los programas de televisin en los cuales se programan eventos y/o actividades musicales, efectan una observacin directa y toman entrevistas a realizadores y productores de diversos programas. Igualmente realizan un acercamiento a diversas prcticas culturales en la ciudad donde el componente musical se hace evidente y finalmente se intenta bosquejar un mapa musical, teniendo en cuenta las clases sociales, los espacios y el tiempo. Todo ello con el fin de producir un material audiovisual en el que se muestra todo el proceso y anlisis planteado anteriormente. Aunque inicialmente se proponen un acercamiento a diversos ritmos que se escuchan en Cali, optan por tomar como referencia musical nicamente al rock y la salsa. La msica salsa (que es la que nos interesa en este trabajo) es analizada en la mencionada investigacin desde tres perspectivas, as: a) A travs de las verbenas populares se plantean recoger una historia de la fiesta

    El presente texto se propone con el nimo de motivar a estudiantes de las diferentes Ciencias Sociales y estudiosos de la msica y la cultura popular para que en sus apuestas investigativas tengan en cuenta la importancia que se le debe dar a aquello que se denomina estado del arte, estado de la cuestin o antecedentes lo cual significa reconocer los trabajos que se han realizado sobre el tema de inters. Este ejercicio acadmico es de vital importancia para emprender cualquier bsqueda que nos lleve a encontrar caminos, a travs de los cuales sea posible comprender e interpretar el mundo que habitamos. ZULUAGA PERDOMO ALEXANDER. Practicas sociales que se generan alrededor del consumo la msica salsa. Trabajo de grado presentado para optar al ttulo de: Licenciado en Ciencias Sociales. Dirigido por: Alejandro Ulloa S. UNIVERSIDAD DEL VALLE, FACULTAD DE HUMANIDADES, SANTIAGO DE CALI, 2003. 1 Licenciado en Ciencias Sociales y Magister en Educacin Popular y Desarrollo Comunitario de la Universidad del Valle. Miembro del Grupo de Investigacin Interinstitucional PIRKA: Polticas, Culturas y Artes de Hacer. 2 Gutirrez, Adriana; Lpez, Luis F.; Pombo, Jorge E.; Santacruz, Adriana y Tern, Ana M. Acercamiento a los usos sociales de la msica en Cali. Universidad del Valle, Facultad de Humanidades, Escuela de Comunicacin Social, 1988.

  • popular en Cali, donde la msica salsa es el elemento central en dicha festividad o celebracin. b) Efectan un seguimiento a los ballets (grupos organizados en torno al baile de la salsa) que existan en la poca de los ochentas en diferentes barrios de la ciudad y muestran el surgimiento del espectculo salsero denominado Cali -Rumba, en el cual se pretende recoger parte de la historia de la ciudad y que fue presentado en el teatro municipal. c) Muestran y analizan cul ha sido el papel y la influencia de la programacin radial existente en ese perodo, en el surgimiento del fenmeno socio cultural que es la salsa. L@s autores (as) sealan la existencia de una segmentacin social en nuestra ciudad a finales de la dcada del cincuenta y comienzos del sesenta, la cual se reflejaba en las festividades decembrinas, sobre todo por el modo de bailar. En este punto se plantea una pugna entre la msica popular bailable procedente de Cuba (Sonora Matancera y Tro Matamoros, principalmente), preferida por los sectores populares, con las orquestas de Pacho Galn y La Billos Caracas Boys entre otras, las cuales tenan mayor audiencia

    en las capas medias y sectores de lite. En nuestra ciudad durante la dcada del setenta se crearon nuevos sitios de diversin, de recepcin, se desarroll el bar del barrio, que lleg a tener mucha presencia con un

    gusto musical muy definido, porque todo lo que es la salsa, era todo un movimiento, era

    ms que msica, comenzaba a significar con mucha fuerza una relacin con la vida: no

    solo se escuchaba, se bailaba, a travs de ella se relacionaba la gente, era signo de

    pertenencia a un grupo humano importante, desde el cual se rechazaban una serie de

    valores con los que no se reconocan.

    De acuerdo a lo planteado anteriormente se puede afirmar que la msica salsa no ha servido nicamente como pasatiempo favorito para much@s habitantes de los sectores populares durante sus horas de ocio; si no que por el contrario ha contribuido a construir procesos identitarios y formas de sociabilidad. Igualmente se percibe con claridad en este trabajo la conformacin en los barrios de sitios especficos para escuchar y/o bailar este ritmo musical, lo cual podramos asociar sin temor a equivocarnos como el antecedente ms inmediato o cercano de lo que en las dcadas del ochenta y noventa seran las salsotecas o espacios tipo. Como nos lo dicen los autores El caleo (a) retiene la salsa como elemento musical y lo transforma a partir de su sentimiento

    propio. Es ms que una cancin que brota de la radio, del disco, del grill, es una parte

    misma del individuo de barrio que los acompaa desde que se levanta, mientras trabaja

    y descansa, no slo la escucha, si no que la canta y suea con ellalas relaciones

    En la actualidad esta tesis es muy difcil de sostener, pues para nadie es un secreto que cada da con ms fuerza diversos sectores sociales gustan de diferentes opciones musicales que existen en los mltiples espacios de la ciudad, lo cual esta mediado no nicamente por su procedencia socio-econmica, sino sobre todo por las amistades con que departa, el momento o estado anmico en el que se encuentre, si se va en plan de rumba o se profiere escuchar msica, etc.

  • humanas en Cali se determinan a travs del baile. No es extrao, pues, encontrarse con

    una pareja que estableci su primera relacin amistosa y su posterior desenlace

    sentimental al comps de la msica en un perfecto entendimiento durante la

    danzapero no slo estn los que bailan, tambin se destacan los melmanos de

    tiempo completo, que independientemente de la destreza dancstica, disfrutan la msica

    escuchndola con atencin y analizando cada acorde para poder reproducirlo

    posteriormente en la campana, los bongoes, los timbales, las maracas, etc.. En este ltimo sector de salsoman@s podemos ubicar a aquell@s jvenes de sectores populares que se ubican en las esquinas de los barrios a escuchar sus melodas preferidas que con fuerza, crudeza, ritmo y cadencia salen de sus enormes equipos de sonido para contagiar a propios y extraos con el pegajoso ritmo del son montuno, la guaracha, la guajira, el guaguanco, etc. Esta sera otra importante forma de recrear y enriquecer su gusto por la msica salsa. Podemos apreciar que los sentimientos y las apropiaciones que de la msica salsa se hacen, as como las relaciones que se establecen alrededor de ella, es decir los modos de recepcionarla y/o asumirla, no es igual en todos los sectores sociales o estratos socio econmicos. Podemos decir que en trminos generales una misma cancin salsera, se disfruta y asume de manera distinta y diferente por un habitante del barrio San Fernando y otro del vergel. Generalmente la msica salsa es utilizada por los sectores sociales de la lite, fundamentalmente para bailar o durante sus fiestas, a diferencia de muchos habitantes de los barrios populares de la ciudad para quienes esta msica hace parte constitutiva de su cotidianidad. 2.La salsa en Cali: hacia una teora de la recepcin3 En este trabajo el autor plantea la crisis o prdida de hegemona de la msica salsa en la ciudad durante la dcada del ochenta, perodo en el cual, en las ferias de Cali predominaron discos vallenatos y tropicales.

    Sin embargo, y paralelo a lo anterior, se destacan cuatro elementos para comprender el fenmeno de la salsa a finales del ochenta en la ciudad, estos son:

    a) El surgimiento de espacios (las tabernas) donde se escucha exclusivamente msica salsa, catalogada por los asistentes como de calidad.

    b) La aparicin del festival de orquestas como evento central de la feria de Cali y que fomentara la creacin de orquestas salseras.

    c) El hecho de que un sector importante de la juventud calea adopta la msica salsa como smbolo de su identidad, la cual logr permear incluso a sectores de la clase media, sectores sociales "emergentes" y la burguesa. Barrio ballet contribuye

    3 Gallego S., Luis F. La salsa en Cali: hacia una teora de la recepcin. Universidad del Valle, Facultad de Humanidades, Escuela de Comunicacin Social, 1990.

  • significativamente a ello, pues, ya la salsa deja de cargar con el estigma de ser "msica de negros".

    d) Finalmente, debido a la prdida de la fuerza cultural de la salsa durante algn tiempo, gran parte del pblico juvenil que asume la salsa como propia, desconoce los antecedentes y aportes musicales de este movimiento socio cultural y por lo tanto no poseen memoria sobre la produccin salsera anterior a los ochentas; este sentido ahistrico hace que muchos temas que fueron grabados treinta o cuarenta aos atrs sean gozados como estreno y ocupen los primeros lugares de popularidad en nuestra ciudad. Posteriormente, efecta un anlisis de la programacin musical de algunas emisoras de la ciudad con el nimo de sustentar la hegemona musical de la salsa en la ciudad. Esto es complementado con un anlisis de los mediadores, que son quienes contribuyen a la difusin de esta msica, segn el autor estos son:

    Las casas disqueras o los distribuidores de discos.

    Las discotiendas

    La radio

    El pblico de clase media que apoya el gusto "moderno" de la salsa: la salsa-balada

    Los vendedores de discos piratas que traen las nuevas tendencias de la salsa en el mundo, antes que las casas disqueras

    Las tabernas

    El pblico popular que posee a la vez un gusto "moderno" unido con otro ms "clsico"

    El pblico intelectual "salvaguarda" del gusto por la "salsa dura"

    Los grupos musicales innovadores que transforman: o el gusto del pblico o las ideas de las casas productoras de salsa

    Los diskjockeys que son un grupo aparte con influencia social Estos mediadores en su conjunto influyen en el movimiento o impacto de cierta salsa sobre la ciudad y van conformando un bloque que propone una concepcin cultural sobre la salsa. El autor divide estos bloques de mediadores entre aquellos que difunden lo hegemnico y los que resisten a esa tendencia como son las tabernas y/o salsotecas, el pblico intelectual y parte del pblico popular. El anlisis se centr a partir de la observacin participante en dos espacios tipo, considerado cada uno de ellos mediadores especficos: las tabernas y los grilles, los cuales obviamente tienen dos formas de recepcin distinta de la msica salsa.

    Para su anlisis y comparacin de la recepcin musical se tiene en cuenta: su iconografa, la msica que se escucha y/o baila, el tipo de consumo que predomina (cerveza, aguardiente, ron, wisky, etc.), los administradores y discmanos, la forma como funcionan. Se plantea una distincin o diferencia existente entre grilles, las cuales seran:

  • 1. Diferenciacin en el tipo de msica programada y/o predominante, de acuerdo con lo cual, se puede determinar la existencia de tres tipos de grilles de salsa en Cali, as: a) salsa arrebatada, para agualulos. b) grilles de salsa pura. c) grilles que mezclan la salsa con otro tipo de msica.

    2. Aquellos que han logrado especializarse en determinada msica durante das especficos, en los cuales adems se presenta un espectculo para el pblico. En el aparte denominado 1.988: lucha entre dos formas de recepcin, se hace un planteamiento sobre la lucha cultural surgida entre los seguidores de la salsa-balada y sus detractores, la cual dej percibir "dos pblicos distintos que producan su recepcin desde unas memorias y unos imaginarios colectivos totalmente diferentes", los cuales se diferencian de acuerdo al sector social, condicin generacional, lo que a su vez se refleja en el tipo de salsa que prefieren. 3.Formas de recepcin y consumo de la salsa en Cali. En dos espacios tipo4. Los autores retoman el concepto gramcsiano de hegemona para desde all proponer un anlisis de la msica salsa en la ciudad y, a travs de un seguimiento de dos semanas a la programacin radial "constatan" como efectivamente la salsa goza de una posicin hegemnica con relacin a otros gneros y/o expresiones musicales, intentan proponer sin mayor profundidad las diferencias existentes entre la salsa con la balada y el rock.

    Posteriormente intentan caracterizar a los mediadores y cual es su papel en el proceso de difusin, dado que contribuyen a imponer determinados gustos musicales; para ello diferencian los que difunden lo hegemnico {musicalmente hablando}, donde se encuentran las distribuidoras de discos, los grilles, la radio, las distribuidoras de discos piratas, el pblico de clase media y parte del pblico popular; por el otro lado, estn tod@s aquell@s que no se reconocen en aquel producto difundido por los circuitos hegemnicos, bloque en el cual se ubican las tabernas, el pblico intelectual y parte del pblico popular. El anlisis se hace a partir de dos espacios tipo: el grill y la taberna teniendo en cuenta bsicamente su iconografa, el pblico, el tipo de licor consumido, la manera de administrar. En esta parte del trabajo intentan establecer una relacin-diferenciacin entre el pblico que le gusta la salsa "dura o "pesada" con quienes prefieren la salsa-balada, ertica o suave. 4.El proceso totalizador de la salsa en Cali5.

    4 Villafane S. Adriana. Formas de recepcin y consumo de la salsa en Cali en dos espacios tipo. Universidad del Valle, Facultad de Humanidades, Escuela de Comunicacin Social, 1990

  • Este trabajo est dividido en tres captulos. En el primero de ellos "la transformacin de la cultura urbana calea" la autora efecta un recorrido histrico sobre algunos lugares de encuentro en la dcada del cincuenta, los cuales define como antecesores a la aparicin de los grilles y las discotecas en la dcada del setenta y que contribuyeron significativamente a la transformacin del paisaje urbano caleo: los cafs. En ellos se difunda la msica de moda en otras partes del mundo. En los aos sesentas hicieron aparicin los grilles y discotecas, los cuales aunque herederos de los antiguos establecimientos "coreogrficos", tenan una concepcin distinta del espacio y estaban consagrados exclusivamente al baile y la venta de bebidas alcohlicas con un horario nicamente nocturno. En estos espacios se recre el gusto dancstico y el baile se convirti en un elemento fundamental para la diversin de much@s cale@s, donde jvenes de ambos sexos educaron el cuerpo para la cadencia y el ritmo afroantillano. Durante el primer lustro de la dcada del setenta la msica salsa conquista nuevos sectores sociales, a lo cual contribuy de manera significativa la creacin de nuevos grilles y discotecas al estilo de las grandes y famosas de Nueva York y que se convirtieron en los principales sitios de recepcin de la salsa para la clase media emergente. En el segundo lustro de la dcada del setenta la salsa es llevada a grandes escenarios pblicos de la ciudad y empieza a ser utilizada como signo de identificacin de la imagen de la ciudad, ganando de esta forma nuevos espacios y muchos ms adeptos. A lo cual contribuyeron decididamente los medios masivos, la publicidad, la empresa privada y la industria del narcotrfico. Ya en los aos ochenta la salsa es un fenmeno masivo en la ciudad, empiezan a crearse las primeras orquestas locales dedicadas a este ritmo; pero sobre todo hay un hecho decisivo que influye a que la ciudad empiece a tener reconocimiento mundial como un sitio donde ms se aprecia, recepciona y mejor se baila la msica salsa. Es gracias a la riqueza de sus bailarines que la ciudad se autocalific como la capital mundial de la salsa. Pues, con el impulso de los medios masivos de comunicacin, el patrocinio de la industria y el apoyo de algunas personalidades, se organizaron mltiples concursos de baile en los ms diversos escenarios, dando lugar a la conformacin de un grupo de danzarines que se especializ en el baile de los diversos ritmos que confluyen en la salsa; los cuales adoptaron esta manera de asumir la msica como su forma de vida. Todo este movimiento cont con el impulso de la mafia local, quienes patrocinaban en muchos casos la realizacin de espectculos y concursos de baile de resonancia internacional.

    5 Castrilln M. Zilia. El proceso totalizador de la salsa en Cali. Universidad del Valle, Facultad de Humanidades, Escuela de Comunicacin Social, 1990.

  • En el segundo captulo "un aporte oscuro de la luz", elabora un mapa de los epicentros en los cuales se recepciona la salsa, efectuando caracterizaciones socioeconmicas y analizando paralelamente los grilles y las tabernas, teniendo en cuenta la arquitectura, la distribucin del espacio, la decoracin, el personal, la msica que se programa y el pblico que asiste. La autora traza un mapa de los epicentros de la salsa, encontrando seis sectores demarcados por caractersticas sociales especficas, en cada uno de los cuales la experiencia de la salsa se vive de manera distinta, como distinto son tambin sus formas de relacin e intersubjetivas y la relacin con el consumo. Los lugares son: calle quinta con treinta y nueve; centro; norte; sur; sur oriente y perifricos (juanchito y menga). En el anlisis que la autora hace en esta parte es interesante la diferencia que establece entre las tabernas y las salsotecas, porque si bien estos dos tipos de negocios comparten un rasgo comn los espacios pequeos, la decoracin sencilla, la austeridad en el mobiliario -que por lo general raya con la incomodidad- e incluso el consumo de la cerveza; es en el pblico que asiste, en las distintas e irreconciliables formas de relacin y en los modelos de salvacin asumidos, donde la diferencia debe ser tenida en cuenta Finalmente en el tercer captulo "salsa y control", analiza el papel que la msica salsa ha jugado como estrategia de legitimidad institucional y dominacin, al ser utilizada por la lite gobernante con el nimo de que alrededor de su consumo confluyan sectores antagnicos. En esta parte se plantea el importante papel que la publicidad ha jugado en la legitimacin de la salsa. Igualmente se dice que esta msica ha entrado en una fase de institucionalizacin, en la cual los intelectuales han contribuido a que este objeto musical se constituya en expresin cultural hegemnica de la ciudad, lo que ha permitido su integracin al conjunto institucional. En el apartado el discurso tras la salsa, la autora hace un interesante -aunque sucinto- anlisis sobre las miradas que han imperado en el estudio de la msica salsa, para lo cual plantea que el discurso intelectual y de izquierda pretende exaltar lo que supuestamente hay de liberador, lo que supone la resistencia a la agresin, en ese sentido la salsa se convierte en nuestra respuesta, capaz de expresar una visin propia del mundo; el segundo orden presupone una liberacin del cuerpo frente a la tradicin occidental, cristiana y patriarcal que lo ha mantenido sometido y condenado al ultimo de los goznes sobre los que se ha articulado el ser. Esto ha implicado la exaltacin de las culturas caribes y costeas, culturas del cuerpo ms matriarcales. El tercer orden tambin presupone el rechazo a la liberacin frente a una tica protestante del trabajo como espritu de la sociedad capitalista. En esta medida el goce se constituye frente al trabajo en un espacio liberado de la racionalidad econmica y el intercambio mercantil, por lo tanto, un espacio de relaciones no alienadas

  • La autora aunque valora positivamente el papel de resistencia cultural que la salsa jug en sus inicios para los puertorriqueos y cubanos en nueva York y, a pesar de que en Cali la salsa ha significado para muchos sectores populares, marginados y de minoras raciales una sincera posibilidad de identificarse con una manifestacin cultural que les ha permitido mirarse, reconocerse y mirar el mundo y su lugar en la sociedad, critica la manera como diversos sectores sociales (comerciantes, polticos, intelectuales, etc.) han pretendido imponer de manera exagerada la salsa como la nica opcin musical en la ciudad. Considero que esta parte requiere de una mayor sustentacin terica y emprica, pues segn la autora la pretendida resistencia y/o liberacin que pueda presentarse en los espacios de diversin y en las prcticas sociales alrededor de la salsa estn inscriptas en la dinmica del mercado, la industria y el consumo, lo cual a convertido a la msica salsa en un instrumento ms de alienacin o dominacin (aunque explcitamente no utilice estas palabras); considero pues, que es necesario profundizar sobre este aspecto, porque si bien puede ser cierto que quizs a travs de este movimiento sociocultural salsero no se estn gestando procesos sociales alternativos o dinmicas progresistas y mucho menos reivindicativas, tampoco lo es, el hecho de que alrededor de las prcticas sociales que se gestan alrededor de la msica salsa predomine necesariamente una concepcin en la cual sta se convierta en un instrumento de adormecimiento y sirva nicamente como opcin de escape a la dura realidad que diariamente tienen que afrontar quienes habitan los sectores populares de la ciudad.

    Esta mirada quizs nostlgica o mejor, escptica de la autora se deja entrever cuando nos plantea que la salsa no contradice nada ahora, funciona espectacularmente como una institucin, como un poder disciplinario. En este punto se desconoce la manera como a travs de ciertas maneras de apropiarse de este ritmo, grupos sociales rompen con la moral cristiana, profanando con cadencia y provocacin cierta concepcin puritana del goce y la diversin.

    En ese sentido es vlido sealar que las maneras como algunos pblicos asumen la msica salsa, podra considerarse como una forma de resistencia contra procesos objetivos, pero al mismo tiempo como una forma de adaptarse a las condiciones adversas con la simulacin de la transgresin, es decir que puede tener una doble posibilidad significativa: subversiva y conformista6, lo cual depende fundamentalmente de los sentidos que se construyan mediante la recepcin o el consumo de esta msica y el referente simblico desde donde se interprete las diversas posibilidades que ofrece al salsero, sin olvidar -y teniendo en cuenta lo anterior- que la resistencia puede ser alienante y la sumisin puede ser liberadora7, dependiendo de los

    6 Haidar, Julieta. La msica de Juan Luis Guerra y el grupo 4:40. Expresin cultural y potica. En:

    Revista de Estudios Sobre Las Culturas Comtemporneas. Volumen IV, #13-14, Universidad de Colima, Mxico, primavera de 1992.

    7 Bourdieu, Pierre. Los usos del pueblo. En: Cosas dichas, Gedisa, Barcelona, 1993. -Choise dites

  • usos y las maneras como sea asumida por los sectores sociales que gustan de ste ritmo musical -como nos lo ha planteado lcidamente M. De Certeau-

    Finalmente, realiza un relato sobre la importancia del baile como expresin social, el cual se inscribe, segn la autora en esa dinmica de rebelda juvenil durante las dcadas del sesenta y setenta, que condujeron a exigir mayor liberacin sexual y donde en oposicin a la moralidad cristiana convirti al cuerpo en objeto de diversin, placer y consumo. En ese mismo marco se inscribe el goce como posibilidad de profanar la disciplina y el tiempo rgido del trabajo.

    5.Un jirn en la tela de la verdadera msica salsa8 Este trabajo es producto de un acercamiento a uno de los lugares tradicionales de la rumba en la ciudad, la salsoteca La Barola, sitio en el cual la autora realiza un anlisis de los contenidos de las letras de algunas canciones salseras, las cuales considera como un significativo aporte de la cultura popular a la literatura y la poesa. Se destaca el gran aporte a la msica salsa del compositor puertorriqueo Tite Curet Alonso y se plantea una crtica fuerte a la salsa-balada, la cual es catalogada de baja calidad y poca creatividad. Segn la autora en estos ltimos aos, ms exactamente los aos 80-89, la salsa se ha convertido en fiel copia de amores idlicos calcados de las baladas en un momento histrico en que el hombre ha preferido sacar a relucir sus represiones sexuales a travs de la msica, para alcahuetear la mediocridad de una generacin que pretende ser muy liberada, cuando en realidad tiene mitos y temores que no es capaz de enfrentar con sus propias palabras sino a travs de unas letras pobres, compuestas por su propia pobreza expresiva. Es claro que no con una orquestacin como la utilizada en la salsa de los aos 60-70 y an a principios de los ochenta, sino de una salsa pobre que recurre a sonidos impuestos con voces melanclicas, que producen tristeza en vez de alboroto en el alma. Todo este montaje de la salsa-balada ha sido producto de la comercializacin; de crear letras y musicalizarlas exclusivamente para venderlas, de acuerdo a la moda del momento, a lo que la gente como masa adquiere por los montajes comerciales que terminan por convencer y transformar hasta los gustos y la individualidad de cada persona; de todos modos hay que tener en cuenta que haba que llegarle a todas las clases como fuera y que mejor manera que incorporar las baladas que viven los adolescentes a un sonido bailable que no fuera rechazado?. La autora considera que aquellas canciones de corte social, que le cantaban al amor y a los cantantes de esta msica, temas en los que el Curet Alonso enfoc sus canciones son la expresin ms importante de lo que para ella es la verdadera salsa. En ese sentido se propone hacer un rescate potico de Curet en determinadas canciones, con las cuales establecer paralelos semnticos con poesas de autores latinoamericanos como Guillen,

    1987-

    8 Fernndez, Marga J. Un jirn en la tela de la verdadera msica salsa. Universidad del Valle, Facultad de Humanidades, Departamento de Letras, 1990.

  • Benedetti, Borges, etc. Con un objetivo especfico: Exaltar un arte potico en las letras de la msica salsa. En el captulo reflexiones sobre la vida y la muerte analiza el contenido del tema sobre una tumba humilde, interpretado por el Cheo Feliciano y la compara con el poema La recoleta de Jorge Luis Borges, mostrando cmo existen coincidencias y algunas diferencias a la hora de expresar ideas sobre la muerte. Para reforzar la mirada de Curet sobre este tema, (el de la muerte) hace un anlisis de la cancin que me lo den en vida. En el captulo canto a la raza, analiza el tema Anacaona vocalizado por Cheo Feliciano, se seala que este personaje era la reina de Hait, quin muri a manos de los espaoles al llegar estos a la isla. Luego establece un paralelo con algunos poemas del cubano Jos Mart quin tambin luch por la liberacin e independencia de su pas. Posteriormente realiza un anlisis de la cancin las caras lindas interpretada por el boricua Ismael Rivera, en esta composicin Tite Curet, sin evitar en ningn momento un estilo satrico en el cual promulga todas las humillaciones y penurias a las que han sido sometidos los negros en una sociedad aparentemente civilizada que an tiene dificultad para anexar completamente sus procesos histricos frente a los nuestros, exalta la belleza y grandeza de aquellas personas que con su esfuerzo y trabajo han contribuido de manera decidida a la construccin de formas de vida y comunidad de muchas poblaciones; ms adelante establece un puente entre esta cancin con el poema nmero seis del cubano Nicols Guillen. En el aparte una burbuja en la contaminacin social, plantea la manera como las casa disqueras imponan ciertas canciones de acuerdo ha las temticas, pues a estas slo les interesa vender, por lo cual el compositor debera escribir de acuerdo a las exigencias del pblico.

    En la seccin cuna de cotidianidad la autora seala como en el ao 1977 el cantautor panameo Rubn Blades asume canciones de corte social de manera directa, influyendo de esta manera a Curet Alonso, lo cual lo induce a presentar sus temas sin temor a la discriminacin discogrfica. Es as como Tite crea o mejor da a conocer canciones dedicadas o que hacen referencia explicita al barrio, la ciudad y el pas y, de paso a esos hombres urbanos que mascaban sus necesidades en los trabajos arduos de la lucha por la supervivencia en una sociedad marcada por las desigualdades. El captulo personajes est dedicado ha analizar aquella temtica en la cual son los sectores sociales menos favorecidos los protagonistas, destacando que a pesar de las penurias y las dificultades logran asumir la vida con tesn y dignidad, anhelando un futuro mejor. En esta parte la autora analiza las canciones con los pobres estoy y Juan albail, y siguiendo con la lgica propuesta traza un paralelo con algunos poemas del peruano Csar Vallejo, el uruguayo Benedetti y el chileno Pablo Neruda, quienes en su

  • obra han abordado esta temtica. En el anlisis de la cancin plantacin adentro la autora seala la forma cmo durante el perodo colonial a la poblacin negra se le desconocieron sus ms mnimos derechos y adems menciona que Cuba y Puerto Rico a finales del siglo XIX, eran las dos nicas naciones que permanecan bajo el dominio espaol con una mayora de negros distribuidos bajo el mando de los amos terratenientes. En el anlisis de la cancin galera tres interpretada por Ismael Miranda, se menciona como Tite Curet a travs de este tema denuncia la difcil situacin de derechos humanos que se vive en muchas crceles de Amrica Latina, cmo el aparato de justicia esta permeado por intereses de clase. All recoge nuevamente un poema de Benedetti, quien tambin trabaja esta temtica en su poema hombre preso que mira a su hijo. Finalmente la autora analiza la cancin marejada feliz porque en ella Curet Alonso saca a relucir su vena potica, con esta composicin rica en metforas el tite se inscribe segn la autora como uno de los grandes e inmortales de la salsa. Y concluye diciendo que la salsa a pesar de la mediocridad comercial en que ha cado, puede rescatarse en su pasado que hizo suficiente msica para muchos aos de tregua, mientras nace y se sostiene el verdadero criterio al componer una cancin, no para el momento, sino para acrecentar la historia musical de esta llamada salsa. 6.A nosotros no nos ha descubierto nadie9. En este trabajo los autores proponen la realizacin de un documental, cuya temtica central ser la rumba como elemento determinador de la cultura. El espacio geogrfico en el cual se desenvuelven las diversas historias, a partir de las cuales construyen los relatos de cada protagonista es el sitio que fue conocido como Saturday, el cual se constituy en un espacio social y cultural protagnico de las barriadas salseras de Cali. Porque como lo expresan los autores a pesar de los esfuerzos de los medios de comunicacin, de la industria, de los comerciantes y manipuladores oficiales de la opinin pblica, la rumba comercial no es la totalidad. Existen otros tipos de rumba que se alejan del fenmeno comercial. Otras formas de consumo asociadas ms bien a tradiciones culturales y que en conjunto con otro tipo de prcticas, consolidan la identidad cultural de sus practicantes. Esto es muy importante para el objeto que nos ocupa (la salsa) ya que en Cali la rumba es vivencia y ritmo de vida. Este carcter invasor de la rumba a todos los mbitos culturales y sociales, hace que alcance un nivel de relevancia y de posibilidades importantes como fenmeno a ser estudiado desde las ciencias sociales.

    El anterior planteamiento no debe ser entendido como que hubiera en la ciudad sitios en

    9 Trujillo J., Paula M. ; Bejarano S., Alberto y Castro, Csar T. A nosotros no nos ha descubierto nadie.

    Universidad del Valle, Facultad de Artes Integradas, Escuela de Comunicacin Social, 1995.

  • los cuales la msica salsa lograra estar al margen del comercio y el mercado, porque incluso aquellos sitios que se han planteado como alternativos (lograndolo o no), en el sentido de no programar temas comerciales, han tenido que recurrir al mercado y/o la industria musical para adquirir sus productos musicales. Lo que en realidad se quiere plantear aqu (al menos as lo entiende y comparte quien escribe este trabajo), es que existen lugares o sitios en los cuales lo predominante al escuchar y/o bailar la msica salsa no es la hegemona del mercado, sino que alrededor del consumo musical salsoso se generan prcticas que rompen con el individualismo alienante y contribuyen a generar solidaridades y complicidades; lo cual conciente o inconsientemente se opone radicalmente a los valores predominantes en el actual orden social*. En este trabajo tambin se hace alusin explicita al proceso de crisis vivido por la msica salsa en la ciudad en cuanto a su calidad musical se refiere-, punto en el cual plantean que en los ochentas el consumo de la salsa se olvidar de la tradicin de la rumba en la ciudad, de su historia. Ser en esta dcada que se inicie el ascenso social del gnero musical a sectores medios y altos, dejando de lado sectores tradicionales como el agualulo. En los noventa la salsa continuar vigente, sin embargo su consumo se dividir en subculturas, pues los usos y modos de apropiacin de este gnero musical se han venido diferenciando: balada-salsa, salsa dura, salsa moderna (instrumentos elctricos. Sintetizadores, etc.). Hoy adems de la salsa, es la idea de rumba la que representa y la que permanece en el imaginario cultural caleo Refirindose a la manera como los jvenes de la rumba de Saturday vivencian y significan la salsa, a travs del baile y el sonido contagiante de las canciones plantean que los Adolescentes que provienen de una cultura popular sin historia escrita y una dbil tradicin oral, mantienen una intensa relacin con el pasado, por medio de la cultura musical y la evolucin e involucin del baile salsero y agualulero de las barriadas. Destacando de esta manera como existe una tradicin cultural que ha permitido la apropiacin del ritmo musical salsoso, mediante la experiencia familiar o de amistad que va generando afinidades a nivel musical. Es as como apoyndose en una cita de J. Martn Barbero plantean que Las fiestas ocupan un lugar fundamental en la cultura popular ya que no slo jalonan y organizan la temporalidad social sino que en cuanto tiempo denso la fiesta proporciona a la colectividad el espacio para descargar las tensiones, desahogar el capital de angustia acumulado, desviar la agresividad, activar los grupos de edad y redefinir as peridicamente las relaciones de jerarquizacin. (J. Martn Barbero: Apuntes para una historia de las matrices culturales de la

    *Me parece importante para ilustrar lo que quiero decir citar a M. De Certeau, cuando nos dice que A una produccin racionalizada, tan expansionista como centralizada, ruidosa y espectacular, corresponde otra produccin, calificada de consumo: sta es astuta, se encuentra dispersa pero se insina en todas partes, silenciosa y casi invisible, pues no se seala con productos propios sino en las maneras de emplear los productos impuestos por el orden econmico dominante... Estas maneras de hacer constituyen las mil prcticas a travs de las cuales los usuarios se reapropian del espacio organizado por los tcnicos de la produccin sociocultural... Las tcticas del consumo, ingeniosidades del dbil para sacar ventaja del fuerte, desembocan entonces en una politizacin de las prcticas cotidianas. De Certeau, Michel. La invencin de lo Cotidiano. Universidad Iberoamericana, Mxico, 1996.

  • massmediacin). De este trabajo se elaboraron dos documentales a nosotros no nos ha descubierto nadie centrado en el mundo y la rumba de l@s jvenes que frecuentan Saturday y, la siempre viva, el cual retoma la protagonista principal del libro Que viva la msica de Andrs Caicedo, en este ltimo documental se recrea la experiencia de algunos personajes que fueron protagonistas de la rumba en los aos setenta. 7.Evolucin artstica de la mujer en Cali. nfasis en la msica bailable10. Este trabajo pretende destacar el lugar que la mujer ha tenido en el desarrollo de la msica salsa y los aportes que ha hecho para la consolidacin y conformacin de diferentes orquestas, dedicadas a este ritmo musical en la ciudad. Su trabajo recoge gran parte de los aportes del libro Abran paso, escrito por U. Valverde y R. Quintero, en el cual los autores construyen una historia de las orquestas femeninas en Cali, teniendo como fuente primordial los relatos de las protagonistas de este fenmeno musical salsero en la ciudad. La autora plantea que la msica salsa propiamente dicha llega a Cali con la visita de Ricardo Ray y Bobby Cruz; a lo cual contribuy de manera significativa la sensibilidad que dcadas anteriores haba ido creando la msica antillana, proveniente primordialmente de la isla de Cuba. Luego seala el significativo aporte de Tito Cortz, Fruco, Piper Pimienta, como antecesores de los msicos salseros en nuestro pas. La autora seala cmo la llegada de orquestas de reconocida trayectoria internacional en la dcada del sesenta (Johnny Pacheco, Joe Cuba, Joe Quijano, entre otros) y el surgimiento de festivales, concursos y academias de baile en los setenta, generan un ambiente favorable para la imposicin definitiva de la msica salsa como un ritmo de gran aceptacin por parte del pblico caleo. Se menciona como en los ochenta se empiezan a organizar audiciones salseras en algunas tabernas, las emisoras dedican horarios especiales a esta msica y algunas empiezan a radiar 24 horas salsa, paralelo a lo cual empiezan a proliferar conjuntos y agrupaciones salseras con msicos nacionales, en su mayora vallecauncanos, much@s de l@s cuales adquieren reconocimiento y aceptacin nacional e internacional. En el captulo dedicado a las orquestas femeninas de Colombia destaca como antecedentes importantes la conformacin de agrupaciones a partir de los aos treinta cuyas integrantes eran graduadas de academias e institutos de msica en la isla de Cuba, en donde surgi la conocida Orquesta Anacaona, conformada por las hermanas Castro, bajo la direccin de Concepcin Castro, en 1932, la cual obtuvo un reconocimiento

    10 Monsalve C., Silvana. Evolucin artstica de la mujer en Cali. nfasis en la msica bailable.

    Universidad del Valle, Facultad de Artes Integradas. Escuela de Msica, 1997.

  • nacional e internacional como mejor orquesta femenina cubana. La autora seala la existencia de orquestas femeninas en Ecuador, Per, Venezuela, Mxico y Nueva York, cuya duracin en el mbito musical ha sido muy corta debido entre otras cosas a su poca solidez organizacional. Por su calidad rtmica y musical destaca la orquesta femenina Salsa Fever, dirigida por Larry Harlow y su esposa Rita y en la cual se reunieron las mejores instrumentistas que tocaban en diferentes grupos masculinos a finales de la dcada del setenta y la cual estuvo vigente aproximadamente siete aos. La autora muestra como la evolucin de la mujer en la msica bailable en Cali ha sido un camino difcil de recorrer, pues al igual que en muchos espacios de la sociedad -mas an en este- predomina una concepcin machista, en el sentido de considerar que la mujer no es capaz de asumir un papel protagnico en la realizacin y creacin de esta msica y que por lo tanto debe ocupar lugares muy secundarios en caso de hacer parte de alguna orquesta. Esta mirada ha cambiado -afortunadamente-, gracias al tesn, empuje, dedicacin y estudios de muchas mujeres que han concebido la msica bailable como opcin profesional y laboral. Es as como en ese duro trasegar por el mundo de la msica, se han visto -las mujeres- en la obligacin de cualificarse, por lo cual se han incorporado a procesos de formacin musical, lo que ha contribuido a que sean reconocidas y valoradas por el pblico bailable. Aunque muchas orquestas femeninas iniciaron tocando exclusivamente temas salseros, debido a la demanda de parte del pblico y como adaptacin a las exigencias del mercado se ha visto abocadas a tocar en sus presentaciones e incluso grabar gneros y ritmos musicales diferentes a la salsa, aunque manteniendo su sentido bailable. La evolucin artstica de la mujer en Cali -en este caso las dedicadas a la msica bailable y la salsa- se ha visto recompensado por la aceptacin nacional e internacional de muchas de las orquestas femeninas caleas por parte del pblico bailador. En la parte final del trabajo, la autora realiza una resea de las que considera las ms representativas e importantes orquestas femeninas de la ciudad, teniendo en cuenta su desarrollo y evolucin musical. (este punto recoge gran parte de los aportes del libro Abran Paso).

    8.De la salsa a la salsa-balada: crnica de un proceso11. Este trabajo se propone realizar un recorrido histrico o construir un relato sobre la salsa-balada, desde su irrupcin a mediados de la dcada del ochenta y la forma como diez aos despus logra mantenerse, como opcin musical para algunos sectores sociales.

    Refirindose a los inicios del proceso a travs del cual la msica salsa adquiere

    11 Lozada I., Oscar A. Y Caballero M., Holanda. De la salsa a la salsa balada: crnica de un proceso.

    Universidad del Valle, Facultad de Artes Integradas, Escuela de Comunicacin Social, 1999.

  • connotaciones de balada, perdiendo la crudeza del relato y la fuerza del sonido, lo cual da origen a la salsa-balada, el y la autora plantean que la veta expresiva que cobrara importancia desde la produccin masiva sera la inaugurada por Louie Ramrez, msico y arreglista veterano que haba sido el cerebro gris de la fania, antes y durante el boom. El mrito de Ramrez radica en haber percibido la creciente importancia de las mujeres dentro del pblico consumidor de salsa, por un lado, y de su predileccin por las baladas, por el otro... Al igual que tantos otros ritmos populares de nuestra Amrica, desde el Jazz hasta el Rock and Roll, el Son y el merengue, el Valllenato y la Cumbia, El Samba y el Tango, la Salsa se ve envuelta en un proyecto de gran difusin, llevada de la mano de una industria que cada vez ms, est pensando en la integracin definitiva de los pblicos. En la parte denominada La balada del pistolero el autor y la autora se preguntan el por qu este gnero musical (la balada) y no otro es el escogido para mezclarse con el viejo canto salsoso. Aqu se muestra cmo este gnero ha sido masivamente difundido desde la dcada del sesenta y cmo empieza a ser apropiado por la clase media emergente en Amrica Latina y se seala cmo sus letras y canciones representaban en cierta forma las aspiraciones de esta clase social y a su vez estableca diferencia frente a lo popular, legitimando de paso las prcticas de la otra clase (la media). En ese sentido no es casual dicen el y la autora que este gnero (la balada) sea el escogido para mezclarse con la salsa en la bsqueda de nuevos pblicos pues si la salsa evidenciaba demasiado su origen arrabalero, la balada era la posibilidad de ocultar ese origen o por lo menos soslayarlo, por lo cual poda entrar sin mayores traumatismos a ser parte del gusto del pblico masivo. En el captulo Ampliacin de los pblicos salseros se plantea que si bien en un principio esta msica (la salsa) est hecha desde el barrio y para el barrio, es decir, por y para las clases populares, con el devenir del tiempo, estas fuertes descargas son substituidas por una msica poco agresiva y los contenidos en la letra de sus canciones se reducen bsicamente a temas de ndole amoroso. Esta transformacin social en el papel y roles de la mujer en la sociedad dicen l@s autores-, son tenidos en cuenta por los empresarios de la msica, quienes al asociar la mujer con el gusto por la balada se plantean llegarle a travs de proponer e incluso exigir que las orquestas y msicos cambiasen la temtica, en la cual el amor y la relacin sexual explcita se hace evidente, lo cual contribuye a la ampliacin del pblico. En otra parte en la cual se refieren a la ampliacin de los pblicos salseros y que denominan El relevo generacional desde la produccin y el consumo, plantean que si en las generaciones del sesenta y setenta poltica y socialmente, abundaron los sueos y predomin el encanto por transformar la sociedad, la de hoy es la generacin de la sociedad del consumo y el mercado. La publicidad les vende los sueos, las formas de

  • vida, de sentir, el encanto mismo. En ese sentido, plantean como el cambio generacional de los msicos y productores salseros, incide directamente en la transformacin de los pblicos. A raz de lo cual la produccin musical que se inscribe en la salsa-balada rompe con la referencia ms importante que tena la salsa dura, como es el barrio, por lo que realiza una ruptura con la memoria musical Caribea. En ese sentido empieza a importar ms el aspecto fsico del artista (figuras jvenes, 'bellas', 'esbeltas') que lo que cualitativamente, musicalmente hablando debera prevalecer. Posteriormente, sealan como la intencin de ampliar o llegarle a nuevos pblicos por parte de la industria discogrfica tiene que ver tambin con dos hechos de trascendental importancia, como son la expansin y crecimiento de las ciudades, porque en este proceso el barrio popular -como espacio de desarrollo de una multiplicidad de experiencias colectivas- ocupa un lugar privilegiado, en tanto le da sentido, razn y sustento a esa cotidianidad. Cotidianidad que es dada por sus habitantes y la relacin de stos con las estructuras que les conforman: una iglesia, un parque, la cancha de ftbol, la tienda, pero sobre todo, la calle. Por la vida de de la calle vive el barrio; en este espacio se entretejen miles de historias que son las que le confieren su identidad a aquellas que llamamos barrio; algunas similares a las que se narran y cantan desde la salsa. Calle es pues, el escenario y ms fiel testigo de esas historias. En la salsa-balada el barrio, la calle, con sus personajes e historias han sido radicalmente desplazados y reemplazadas por temticas donde predominan la alcoba y la relacin amorosa, en la que se exacerba la intimidad, dejando poco a la imaginacin; con ello ha ganado en reconocimiento y aceptacin de otros sectores sociales. Negando la pureza de las culturas y adoptando la hibridacin como posibilidad para el anlisis los autores plantean cmo en la aceptacin de la salsa-balada por parte de diversos pblicos y procedencias sociales existe un lugar que permite generar un consenso. Ese lugar es el amor. Como elemento transclasista, el amor se convierte en el pretexto ms eficaz que encuentra la lgica del mercado cuando desde la produccin se busca la produccin de la salsa-balada en toda la estructura social. Y es sobre la base de los gustos de la clase hegemnica que se define la salsa-balada sin olvidar por supuesto el pblico ya conquistado. La salsa-balada es una expresin clara y representativa de la hibridacin cultural, porque es un estilo musical, que en su afn de encontrar la aceptacin de nuevos pblicos, se produce como resultado del encuentro de dos culturas que se oponen conceptualmente: la popular y la hegemnica. Producto cultural hbrido porque es el resultado del rompimiento de los lmites, de las fronteras que separaba radicalmente los idearios de lo culto y lo popular. En el trabajo se plantea que en el desarrollo de la salsa-balada se pueden identificar tres momentos ms o menos diferenciados entre s, con caractersticas estticas particulares. En el primer momento lo que se hizo fue, de manera primordial, adaptar letras de baladas exitosas a la salsa, es la poca en que la msica segua siendo salsa, an con todas las prdidas del caso, sobre todo en la parte rtmica y los arreglos orquestales. En el segundo, las letras se cargan de fuertes contenidos y connotaciones porno-erticas, al

  • tiempo que la prdida de agresividad musical se hace ms evidente. Y el tercero, donde ya no se adaptan sino que se componen letras para salsa pero desde la perspectiva de la balada, inclusive se puede decir que esta msica ya ni siquiera es balada-salsa, sino una radicalizacin de ese estilo que bien podra llamarse balada bailable. Sealan como paralelo a la prdida de la crudeza en el relato y la homogenizacin del canto amoroso, tambin se percibe una gran prdida en la importancia que tena la orquesta, la cual daba identidad sonora musical por la manera de ejecutar los diferentes instrumentos y el virtuosismo de cada msico, que le imprima su toque personal. En la salsa balada los solistas graban con grupos de estudio, que se valen de los mismos msicos y arreglistas para diversos interpretes. Se pasa a una msica que evita a toda costa las estridencias, que se acomoda fcilmente en unos vientos pastosos y carentes de seduccin, en un ritmo pobre que jams se permite la osada de las improvisaciones y las descargas. Del canto desgarrado y retador se paso a la splica y el lloriqueo. El amor escenificado en autos deportivos y en playas de arena blanca se tom el espacio del amor que se viva en la esquina del barrio. Es, en ltimas, la industria cultural valindose de un producto cultural reconocido para luego aduearse de l, expropindolo, valindose de la forma y vacindolo de contenido. Mencionan que la salsa-balada tambin aprovech el auge del video para promocionar su msica, es as como a travs del video clip se imponen canciones que cautivan a la nueva generacin seducindolas con rostros lindos, figuras esbeltas y autos de lujo. En el aparte dedicado al consumo musical se plantea cmo actualmente es muy difcil hablar de una exclusin radical e irreconciliable entre los amantes de la salsa dura y quienes prefieren la salsa-balada; sin embargo sera posible pensar en la existencia de dos tipos fundamentales de pblicos: el que consume la msica con referencia exclusiva al baile y otro para quien la salsa es parte integrante de la cotidianidad. L@s autores terminan recalcando los cambios operados en la sociedad, que han hecho que las purezas y las identidades cada da se vuelvan ms difusas e inestables, lo cual facilita la convivencia de diversos roles y favorece el consenso entre gustos; por lo cual afirman: lo que hemos llamado el proyecto de ampliacin y universalizacin de la salsa es, en ltimas, un intento de recomposicin de consenso, de reconstruccin hegemnica, para reconciliar gustos y disfrutes a travs de la fiesta. La conjuncin de dos tradiciones distintas que se apoyan en imaginarios distintos: por un lado una expresin barrial, subalterna, que de todos modos ha sido explotada comercialmente, una tradicin conocida como salsa dura; puesta en escena al lado de otra msica, desde hace aos impulsada intensamente por la industria cultural, cuyo pblico se puede ubicar en los sectores medios de nuestras sociedades, donde cierto desdn por lo marcadamente popular es un signo de distincin.