Tesoro a tesoro: descúbrelos · culto doméstico y formaban parte del larario o altar familiar de...

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Museo Arqueológico Nacional Departamento de Difusión Serrano, 13. 28001 Madrid. Tel.: 915 777 912; Fax: 914 316 840 http://man.mcu.es MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL BIBLIOGRAFÍA: • ALMAGRO GORBEA, Mª J. (2000). Catálogo del Arte Clásico. Museo Nacional de Reproducciones Artísticas. Ministerio de Educación y Cultura. Madrid. • GRIMAL, P. (2008): Diccionario de Mitología griega y romana. Ed. Paidos Ibérica, Barcelona. • JENTEL, M. O. (1979): Quelques aspects d’Aphrodite en Egypte et en Syrie á l epoque hellenistique et romaine. Etudes d’iconographie, 17. Paris. • RUIZ NICOLI, B. (2004): Colección Ruiz Nicoli, en La herencia del pasado II: últimas adquisiciones del Museo Arqueológico Nacional, 2002-2003. Madrid, pp. 82-84. • SCHILLING, R. (1982): La Religion Romaine de Vénus. Depuis les origines jusqu’au temps d’Auguste, Editions E. de Boccard. 2. ª Edición, París. • VV. AA. (2006): Libia: la mirada de Venus: centenario del descubrimiento de la Venus de Herramelluri (1905-2005). Coord. Pedro Alvarez Clavijo. Logroño: Instituto de Estudios Riojanos. Texto original: Mª Ángeles Sánchez, noviembre 2009 Revisión del texto: Ángela García Blanco y Dori Fernández (Dpto. de Difusión) NIPO: 551-09-006-X VENUS romana antepasada de la gens Julia, al conside- rarse descendiente de Eneas. Con este mítico vínculo sagrado, su culto adquiere rango de Estado y los empera- dores de la dinastía Julio-Claudia serán protegidos por ella, incluso algunas emperatrices, como las de la dinastía severiana (siglos II-III d. C.), adoptan los epítetos de la diosa: Felix, Victrix o Genetrix. Esta unión se verá reforzada con el emperador Adriano, que consa- gró en la capital del Imperio un gran templo dedicado a Venus y Roma. Hispania romana Tesoro a tesoro: descúbrelos

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Museo Arqueológico NacionalDepartamento de DifusiónSerrano, 13. 28001 Madrid.

Tel.: 915 777 912; Fax: 914 316 840http://man.mcu.es

MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL

BIBLIOGRAFÍA:• ALMAGRO GORBEA, Mª J. (2000). Catálogo del Arte Clásico. Museo Nacional de Reproducciones Artísticas. Ministerio

de Educación y Cultura. Madrid.

• GRIMAL, P. (2008): Diccionario de Mitología griega y romana. Ed. Paidos Ibérica, Barcelona.

• JENTEL, M. O. (1979): Quelques aspects d’Aphrodite en Egypte et en Syrie á l�epoque hellenistique et

romaine. Etudes d’iconographie, 17. Paris.

• RUIZ NICOLI, B. (2004): Colección Ruiz Nicoli, en La herencia del pasado II: últimas adquisiciones del Museo

Arqueológico Nacional, 2002-2003. Madrid, pp. 82-84.

• SCHILLING, R. (1982): La Religion Romaine de Vénus. Depuis les origines jusqu’au temps d’Auguste, Editions E. de

Boccard. 2. ª Edición, París.

• VV. AA. (2006): Libia: la mirada de Venus: centenario del descubrimiento de la Venus de Herramelluri (1905-2005). Coord.

Pedro Alvarez Clavijo. Logroño: Instituto de Estudios Riojanos.

Texto original: Mª Ángeles Sánchez, noviembre 2009 Revisión del texto: Ángela García Blanco y Dori Fernández (Dpto. de Difusión)

NIPO: 551-09-006-X

VENUS romana

antepasada de la gens Julia, al conside-rarse descendiente de Eneas. Con estemítico vínculo sagrado, su cultoadquiere rango de Estado y los empera-dores de la dinastía Julio-Claudia seránprotegidos por ella, incluso algunasemperatrices, como las de la dinastía

severiana (siglos II-III d. C.), adoptanlos epítetos de la diosa: Felix, Victrix oGenetrix. Esta unión se verá reforzadacon el emperador Adriano, que consa-gró en la capital del Imperio un grantemplo dedicado a Venus y Roma. Hispania romana

Tesoro a tesoro: descúbrelos

Esta pequeña escultura en bronce fun-dido, del siglo I d.C., representa a ladiosa romana Venus, la Afrodita griega,diosa de la belleza, del amor y de lafecundidad. Fue una de las divinidadesmás veneradas por los romanos y,aunque ocupó un destacado lugar en lareligión pública y estatal, gozó de unadevoción privada, popular y espontá-nea, como se desprende de su habitualpresencia en los lararios de las casasromanas. Por sus características icono-gráficas, procede de un taller oriental,quizá alejandrino, y estuvo destinada alculto doméstico.

Una imagen seductora En esta representación, Venus muestrasu belleza y encantos femeninos.Aparece desnuda, en una postura grácilpero algo afectada, con la pierna dere-cha ligeramente doblada y los brazosabiertos y flexionados. Los dedos pulgare índice de su mano izquierda pudieronsujerar algún objeto, mientras la dere-cha, orientada hacia el rostro, segura-mente sostenía un espejo. Los rasgosfaciales, muy bien trabajados, son sua-ves, con nariz recta y boca pequeña delabios delineados. Los ojos, ahoravacios, irían rellenos de pasta vítrea, conla pupila de plata. Lleva el cabello peina-do con raya en medio, recogido en lanuca en un moño bajo y con dos largosmechones ondulados que caen sobre loshombros. Se adorna con una diademasobre la cabeza y un llamativo collar decadena gruesa con un colgante circular,flanqueado por tres piezas ovaladas.

Desde el punto de vista iconográficopertenece al grupo de las pequeñasesculturas de bronce helenísticas cono-cidas como “afroditas sirio-alejandri-nas”, que se difundieron por ampliaszonas del Mediterráneo a medida que seextendía el culto a Afrodita. Este cultotuvo especial relevancia en centroscomo Alejandría, donde surgieron

talleres artesanales para producir estasfigurillas que, inspiradas en modelosclásicos y helenísticos, se caracterizaronpor su sensualidad femenina y el detalleornamental del collar y la diademascitados, rasgos típicos del helenismo ydel gusto oriental que las hicieron muyatractivas para los romanos.

Por otra parte, las figuras de divinida-des en bronce macizo de reducidotamaño, como el caso de esta Venus,solían destinarse preferentemente alculto doméstico y formaban parte dellarario o altar familiar de la casa roma-na, aunque también desempeñaron unafunción ornamental. Resultaban caras ysólo eran adquiridas por personas conuna holgada posición económica.

Los orígenes de Venus: entre Oriente y Occidente Las raíces de esta Afrodita-Venus estánen una antiquísima diosa de la natura-leza y la fertilidad, adorada desdemucho tiempo atrás por los pueblosorientales bajo diversos nombres: lasumeria Inanna, la babilonia Ishtar, laegipcia Isis, la fenicia Astarté... En susimagenes, la desnudez remarcando susatributos sexuales es un rasgo comúnque reafirma la fuente de la fecundidad.Desde Fenicia y Chipre, esta divinidadpasa al mundo griego y se difunde portodo el Mediterráneo.

Los orígenes de Venus en el mundoromano se remontan, a su vez, a una anti-gua divinidad itálica de la vegetación pri-maveral, protectora de los huertos y jar-dines, que contó con varios santuarios enel Lacio y en la misma Roma, donde se lerendía culto desde el siglo III a.C.Posteriormente, al ser identificada conAfrodita, la diosa griega nacida de laespuma del mar, se enriquecen sus atri-buciones y caracteres divinos y se convier-te en diosa de la belleza femenina, delamor, del placer y de la fecundidad.

La iconografía romana de Venus Las numerosas representaciones deVenus en el arte romano, ya sean enesculturas, pinturas o mosaicos, refle-jan sus diversas atribuciones. Granparte de ellas se basan en la Afrodita deCnido de Praxíteles (s. IV a.C.), repre-sentada saliendo desnuda del baño, y enmodelos helenísticos, como la Venus des-nuda de Doidalsas, en cuclillas para reci-bir un chorro de agua sobre la espalda,o en modelos más recatados (Venus púdi-ca), cuyo mejor exponente es la VenusMédicis. En todas estas representacionesclásicas y helenísticas se deja de lado elcarácter divino y se busca resaltar laperfección y belleza del cuerpo femeni-no en su plenitud.

Los romanos no pudieron resistirse alos encantos de Venus cuyo simbolismoe iconografía desempeñaron un impor-tante papel en el ámbito religioso, perotambién en el cultural, al ser alabadapor los poetas y representada por losartistas como máximo exponente de labelleza y del amor.

Una diosa de múltiples facetas El sincretismo religioso con Afroditaconvierte a Venus en una de las deida-des más complejas y versátiles del pante-ón romano, con múltiples facetas yfunciones que aparecen reflejadas en surica iconografía. Venus es, ante todo, ladiosa de la belleza y del amor en todossus aspectos, desde el sensual, al puro eideal, pero en su carácter de Pandemos(común a todos) aparece, además,como diosa de la fertilidad, que asegurala continuidad de todos los seres vivos,de ahí que su iconografía destaque susatributos femeninos incluso cuandoaparece vestida.

Como diosa femenina por excelencia,Venus era protectora de las mujeres,fueran matronas o prostitutas, y cono-cedora, en su faceta mas frívola, del arte

de la cosmética. Los poetas la calificande dulce como la miel y alaban su son-risa y la pureza de su pecho. Para algu-nos, como Ovidio, es la que preside lasaventuras amorosas, para otros, comoTíbulo, la que protege los amores clan-destinos.

Venus también tiene una connotaciónfuneraria, pues su dominio sobre elresurgir de la vegetación y de la vida laconvierten en símbolo de renacimientoy, por tanto, de inmortalidad. Por ello,presidía las prácticas funerarias y tutela-ba la corporación de los trabajadoresdedicados a las pompas funebres o libiti-narii, de ahí el nombre de Venus Libitina.

Por su origen marino, es la diosa quecalma el viento y las olas, protegiendo alos navegantes de los peligros del mar.Además de los mencionados, los roma-nos le atribuyeron otros epítetos:Anadiomene, surgida del mar, Ericina, per-sonificación del amor pasional,Verticordia, protectora de la castidadfemenina, Cloacina, purificadora, Felix,favorable, Victrix, portadora de la victo-ria, etc. Su principal festividad, deno-minada Veneralia, se celebraba el prime-ro de Abril, mes dedicado a la diosa.

Venus y Roma: un estrecho vínculoVenus se identifica con Roma y su míti-ca fundación a través de su hijo Eneas yde Marte, padre de Rómulo, reafir-mando los orígenes divinos del puebloromano. A fines de la república, máspor intereses políticos que religiosos, seconvierte en benefactora de hombres deestado, como Sila o Pompeyo, siendovenerada como Venus Felix y Venus Victrix.Pero es César el que, en el 46 a.C., lededica un templo bajo la advocación deVenus Genetrix, convirtiéndola en diosaoficial tutelar del pueblo romano, divi-nidad maternal, protectora de la fami-lia, del matrimonio y de la vida domés-tica, símbolo de la grandeza de Roma y