Semitica - Mdulo 4

Impreso el da 26/04/2009 a las 10:05 hs

Sobre la caducidad de los soportes

De cmo el soporte libro es mucho ms resistente al paso del tiempo que los modernos soportes electrnicos. Tras un anlisis en apariencia meramente tcnico, la mirada de Eco se desliza a una defensa apasionada de los libros.

26/04/2009 |

En la jornada conclusiva de la Escuela para Libreros dedicada a Umberto y Elisabetta Mauri, en Venecia, hablamos, entre otras cosas, de la caducidad de los soportes de la informacin.

Han sido soportes de informacin escrita la estela egipcia, la tablilla de arcilla, el papiro, el pergamino y, obviamente, el libro impreso.

Este ltimo, hasta ahora, ha demostrado que sobrevive bien durante quinientos aos, pero slo si se trata de libros hechos con papel de trapo. A partir de mediados del siglo XIX se pas al papel de madera, y parece ser que ste tiene una vida mxima de setenta aos (y en efecto, basta consultar peridicos o libros de los aos cuarenta para ver cmo muchos de ellos se deshacen en cuanto se los hojea).

Por lo tanto, desde hace tiempo se celebran congresos y se estudian medios distintos para salvar todos los libros que abarrotan nuestras bibliotecas: uno de los que gozan de mayor xito (pero casi imposible de realizar para todo libro existente) es escanear todas las pginas y copiarlas en un soporte electrnico.

Pero aqu se nos presenta otro problema: todos los soportes para la transmisin y conservacin de la informacin, desde la foto a la pelcula cinematogrfica, desde el disco a la memoria USB que usamos en nuestro ordenador, son ms caducos que el libro.

Lo tenemos muy claro con algunos de ellos: en los viejos casetes, al cabo de poco tiempo la cinta se haca un lo, intentbamos desenmaraarla introduciendo el lpiz en el agujero, a menudo con resultados nulos; las cintas de video pierden los colores y la definicin con facilidad, y si las usamos para estudiarlas, rebobinndolas y adelantndolas a menudo, se estropean an antes.

Ahora bien, hemos tenido tiempo para darnos cuenta de cunto poda durar un disco de vinilo sin rayarse demasiado, pero no hemos tenido tiempo de verificar cunto dura un cd-rom puesto que, de ser la invencin que haba de sustituir al libro, ha salido rpidamente del mercado porque se poda acceder on-line a los mismos contenidos y a un precio ms conveniente.

No sabemos cunto durar una pelcula en DVD, sabemos slo que a veces empieza a darnos problemas cuando la vemos mucho.

E igualmente, no hemos tenido tiempo material de experimentar lo que podan durar los discos flexibles (los floppy disk) para el ordenador: antes de poderlo descubrir fueron sustituidos por los disquetes, y stos por los discos reescribibles, y estos por los pen drives.

Con la desaparicin de los diferentes soportes han desaparecido tambin los ordenadores capaces de leerlos (creo que ya nadie tiene en casa un ordenador con la ranura para el floppy) y si uno no se ha copiado en el soporte sucesivo todo lo que tena en el precedente (y as en adelante, presumiblemente durante toda la vida, cada dos o tres aos), lo ha perdido irremediablemente (a menos que no conserve en el trastero una docena de ordenadores obsoletos, uno por cada soporte desaparecido).

As pues, sabemos que todos los soportes mecnicos, elctricos y electrnicos son rpidamente perecederos, o no sabemos cunto duran y probablemente no llegaremos a saberlo nunca.

En fin, que basta una subida de tensin, un rayo en el jardn o cualquier otro acontecimiento mucho ms banal para desmagnetizar una memoria. Si hubiera un apagn bastante largo no podramos usar ya ninguna memoria electrnica. Aun habiendo grabado en mi memoria electrnica todo el Quijote, no podra leerlo a la luz de una vela, en una hamaca, en un barco, en la baera, en el columpio, mientras que un libro me permite hacerlo en las condiciones ms arduas. Y si se me caen el ordenador o el e-book desde el quinto piso, estar matemticamente seguro de que lo he perdido todo, mientras que, si se me cae un libro, como mucho se desencuaderna completamente.

Los soportes modernos parecen apuntar ms a la difusin de la informacin que a su conservacin. El libro, en cambio, ha sido el instrumento prncipe de la difusin (pensemos en el papel que desempe la Biblia impresa en la reforma protestante), pero al mismo tiempo tambin de la conservacin.

Es posible que dentro de algunos siglos, la nica forma de tener noticias sobre el pasado, al haberse desmagnetizado todos los soportes electrnicos, siga siendo un hermoso incunable. Y, entre los libros modernos, sobrevivirn los muchos hechos con papel de gran calidad, o los que ahora proponen muchos editores hechos con papel libre de cidos.

No soy un reaccionario nostlgico del pasado. En un disco duro porttil de 250 gigas he grabado las mayores obras maestras de la literatura universal y de la historia de la filosofa: es mucho ms cmodo recuperar del disco duro en pocos segundos una cita de Dante o de la Summa Theologica que levantarse e ir a buscar un volumen pesado en libreras demasiado altas. Pero estoy contento de que esos libros sigan en mis bibliotecas, garanta de la memoria para cuando se les crucen los cables a los instrumentos electrnicos.

URL http://www.losandes.com.ar/notas/2009/4/26/opinion-420768.asp Diario Los Andes . Todos los derechos reservados. Mendoza, Repblica Argentina