Texto palabras cultas y vulgares

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ADAPTACIÓN Con este frio no se podía pensar más que en un lugar donde dormir, por fortuna encontramos una cripta donde al parecer no habitaba ni una sola anima desde hace años, decidimos descansar ahí, sin embargo no era demasiado cómodo, al dar la media noche notamos que de algún lugar provenían ruidos muy extraños dominar el miedo fue demasiado difícil pero coincidimos en que podría ser nuestra imaginación, dormimos un poco, al despertar decidimos recorrer fuera de la cripta para recolectar provisiones y emprender nuestro camino. Cuando llegamos nos sorprendimos de aquel lugar tan destrozado por la guerra pero nuestro trabajo debía continuar, nos encontrábamos tan famélicos que decidimos buscar algo de comida, sin embargo, era muy difícil encontrar un lugar confiable y cómodo. Al finalizar el día entramos a una casa que parecía destruirse, afortunadamente contaba con agua y eso le caía tan bien a mi pelleja que rápidamente colgué mi ropa sucia en el estante del baño pero note que se veía demasiado desastroso así que mejor la doble y la coloque en un cesto. El lugar para dormir era grande, no fue necesario lindar espacios, decidimos hacer un recuento de lo que había pasado puesto que nuestra memoria no funcionaba muy bien después de la explosión, solo conseguimos molestarnos por el lucro del gobierno, de pronto uno de nuestros compañeros, un salvaje que años después se convirtió en un laico comenzó a llorar porque sus grandes caudales ahora no le servían de nada, estaba arrepentido de sus malezas, fue difícil vindicarlo puesto que su franqueza nos había hecho llorar a todos. Durante la noche tuve varias pesadillas pero al despertar eran solo maculas negras, tenía que acostumbrarme, decidí levantarme y comenzar a armar un campamento o más bien una nueva vivienda, marque un radio bastante grande y coloque un bonito móvil para inspirarme. Después de todo llegaron mis compañeros para ayudarme, trabajamos sin prisa, teníamos demasiado tiempo por delante después de todo éramos los únicos de nuestra especie, la única esperanza.

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ADAPTACIÓN

Con este frio no se podía pensar más que en un lugar donde dormir, por fortuna encontramos una cripta donde al parecer no habitaba ni una sola anima desde hace años, decidimos descansar ahí, sin embargo no era demasiado cómodo, al dar la media noche notamos que de algún lugar provenían ruidos muy extraños dominar el miedo fue demasiado difícil pero coincidimos en que podría ser nuestra imaginación, dormimos un poco, al despertar decidimos recorrer fuera de la cripta para recolectar provisiones y emprender nuestro camino.

Cuando llegamos nos sorprendimos de aquel lugar tan destrozado por la guerra pero nuestro trabajo debía continuar, nos encontrábamos tan famélicos que decidimos buscar algo de comida, sin embargo, era muy difícil encontrar un lugar confiable y cómodo.

Al finalizar el día entramos a una casa que parecía destruirse, afortunadamente contaba con agua y eso le caía tan bien a mi pelleja que rápidamente colgué mi ropa sucia en el estante del baño pero note que se veía demasiado desastroso así que mejor la doble y la coloque en un cesto.

El lugar para dormir era grande, no fue necesario lindar espacios, decidimos hacer un recuento de lo que había pasado puesto que nuestra memoria no funcionaba muy bien después de la explosión, solo conseguimos molestarnos por el lucro del gobierno, de pronto uno de nuestros compañeros, un salvaje que años después se convirtió en un laico comenzó a llorar porque sus grandes caudales ahora no le servían de nada, estaba arrepentido de sus malezas, fue difícil vindicarlo puesto que su franqueza nos había hecho llorar a todos.

Durante la noche tuve varias pesadillas pero al despertar eran solo maculas negras, tenía que acostumbrarme, decidí levantarme y comenzar a armar un campamento o más bien una nueva vivienda, marque un radio bastante grande y coloque un bonito móvil para inspirarme. Después de todo llegaron mis compañeros para ayudarme, trabajamos sin prisa, teníamos demasiado tiempo por delante después de todo éramos los únicos de nuestra especie, la única esperanza.