The Mastering of Life

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LA MAESTRIA DE VIVIR, si logramos traducirla en nuestro interior es el viaje más hermoso que alguien pueda acometer en el largo regreso a casa, a la liberación, a la plena Consciencia. A medida que avanzamos, vamos sintiendo el reconfortante aire del desprendimiento… Le coup de main o la mano que ayuda se extiende para servir. Ahí encontramos el alma, a Dios y al hermano al mismo tiempo, y la Consciencia se abre sin esfuerzo y sencillez absoluta. Pareciera que las dudas, los miedos y nuestros problemas nunca hubieran existido.

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Título de la obra: La Maestría de Vivir

The Mastering of Living

Autor: José Del Grosso

Primera edición Mayo 2015

Reservados todos los derechos. Queda

rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita

del titular del copyright, bajo las sanciones

establecidas en las leyes, la reproducción parcial o

total de esta obra por cualquier medio o

procedimiento, incluidos la reprografía y el

tratamiento informático, así como la distribución de

ejemplares mediante alquiler o préstamo público.

Hecho el depósito de ley

Depósito legal: lfi07420151501743

Mérida, Venezuela, 2015

ISBN 978-980-12-1331-4

Diseño y foto portada: José Del Grosso

Foto contraportada: Blanca Guzmán de Del Grosso

José Del Grosso

Psicólogo Clínico

Profesor Titular de la Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela

Si desea comprar el libro o ponerse en contacto con el autor:

MAIL [email protected]

http://josedelgrosso.wix.com/home

Page 3: The Mastering of Life

Síntesis Curricular

Nombre y apellido: José Del Grosso

Lugar de Nacimiento: Caracas, Venezuela

Año de nacimiento: 1950

Egresado en 1974 de la Universidad Católica Andrés Bello

(Caracas), con el Título de Licenciado en Psicología.

En 1982, graduado como Magister Summa Cum Laude en

Psicología Clínica en el Centro de Salud Mental del Este.

En 1975 ingresó por concurso de oposición a la Universidad de los

Andes. Allí, entre otros cargos, desempeñó la jefatura del Dpto. de

Psicología de la Escuela de Educación.

Alcanzó el escalafón de Profesor Titular en 1990. Actualmente es

cocreador y cofundador de la Escuela de Psicología de la ULA.

Entre 1991 y 1992, fue Vissiting Professor en la Facultad de

Psicología de la Università degli Studi di Bologna, Italia.

Ha sido autor de varias obras, entre ellas “El Cerebro y su Actividad

Psíquica”, “Mente y Conducta”, “El Cuerpo Inteligente” y “Más Allá

de Mente y Conducta”, obra publicada en internet con más de

140.000 downloads desde diversos países de América y Europa.

“La Maestría de Vivir” es su obra más reciente, donde el autor

vuelca todo su conocimiento y experiencia en este transitar por los

procesos de sanación del alma humana.

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INDICE

PRÓLOGO 12

PREÁMBULO 17

INTRODUCCIÓN 19

SUGERENCIAS PARA LEER ESTA OBRA 23

CAPITOLO PRIMERO

LA MAESTRÍA DE VIVIR 27

¿En qué consiste la Maestría de Vivir? 29

Sanarnos 33

La consciencia es el eje de nuestras vidas 37

Aquello que ocultamos 38

El Viaje 38

Recobrar la fe en la vida y en nosotros mismos 40

El buen vivir 41

El Maestro sólo aparece cuando estamos preparados 41

La Maestría de Vivir sólo se adquiere a través de la reiteración 43

¿Qué es abrir la Consciencia? 45

CAPITOLO SEGUNDO

LOS PROBLEMAS 49

Sobre el origen de los problemas 50

El significado de las perturbaciones 51

Las relaciones en los sistemas sociales 52

Los problemas psicológicos son complejos 54

Los problemas como aliados 55

Los problemas desde la perspectiva de la energía 58

CAPITOLO TERCERO

LA FELICIDAD 59

¿Qué se ha venido entendiendo por felicidad? 59

Aceptar el mundo como es 61

¿Qué nos hace sufrir? 62

Felicidad/Infelicidad 64

La alegría y la felicidad 66

Vivir 68

El problema de la vida 73

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CAPITOLO CUARTO

DECONSTRUCCIÓN DEL AMAESTRAMIENTO SOCIAL 75

¿En qué consiste la socialización? 77

Las falsas divisiones del mundo 78

Sufrimos juntos 81

Condicionamiento emocional, refuerzos y castigos 82

La imitación 86

Reflexión 87

CAPITOLO QUINTO

BABEL EL MUNDO DONDE LOS LOCOS SON LOS SANOS Y LOS SANOS SON LOS LOCOS 89

Una sociedad plagada de locos, nosotros 92

El Gran Inquisidor 93

CAPITULO SEXTO

EL MIEDO APRENDIDO 100

El miedo aprendido y los problemas psicológicos 100

Sometidos a un molde 105

La soledad es una creación de la cultura 106

Sobre el miedo aprendido 110

El miedo aprendido se ha convertido en pandemia social 113

Todos ocultamos el miedo 114

El miedo oficial 115

El Amor y el amor y miedo aprendidos 117

Miedos individuales 121

Miedos colectivos 123

Miedo a vivir 124

El enemigo vive con nosotros 128

CAPITULO SEPTIMO

LA GRAN CONSCIENCIA 130

La separación 130

Secretos bien guardados 133

De la física mecánica a la física cuántica 135

Desde la Antigüedad se conocía la Matriz 136

Principios fundamentales derivados de la Matriz 140

Nuestro Ser/siendo Energía 142

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CAPITULO OCTAVO

LA CONSCIENCIA INDIVIDUAL 147

Una aproximación a la noción de Consciencia 147

La flexibilidad de la Consciencia 150

¿Quiénes somos? 151

El conocimiento desde la perspectiva de la consciencia consensual 153

Lo que somos/siendo de forma natural 156

Somos/siendo seres luminosos 157

Somos energía consciente e informada activamente 159

La única realidad 150

Consciencia holística/analítica 160

Brechas en la Consciencia 164

CAPITULO NOVENO

EL EGO O YO VIRTUAL 170

La emergencia del ego en la sociedad 171

Identificarse, identificación 173

El diálogo interno 176

Diferencias entre los contenidos del ego y los de la Consciencia Individual 178

¿Estamos sanos? 179

El ego es ciego 184

El ego y las carencias 185

El ego y los roles sociales 189

Las terapias convencionales y el ego 192

Las técnicas terapéuticas, el ego y la sanación 192

Cuando el ego se adueña de las teorías y técnicas de sanación 194

CAPITULO DECIMO

LAS CREENCIAS 200

El sistema nervioso y las creencias 201

Los mapas cognitivos 202

Los mapas cognitivos son cambiantes 203

Los mapas cognitivos como sistemas de creencias 207

Las creencias generan expectativas 208

CAPITOLO UNDECIMO

YO, TÚ, NOSOTROS 209

Yo soy 209

Page 7: The Mastering of Life

Tú eres 210

Nosotros 211

Nuestras relaciones 212

La igualdad y la desigualdad en las relaciones 215

El amor romántico 217

La pareja romántica 219

La selección de la pareja 222

¿Quién tiene la culpa? 225

La pareja como un medio para sanar y crecer 231

Amarse y amar 234

CAPITOLO DECIMOSEGUNDO

LA VIDA EMOCIONAL 237

Un concepto de emoción 237

Los prejuicios sobre las emociones 238

La civilización, la razón y las emociones 240

La irracionalidad de lo racional 242

De la indiferencia y la anestesia de las emociones 242

Las emociones y el condicionamiento emocional 244

Control de las emociones 245

CAPITULO DECIMOTERCERO

PENSAMIENTOS, EMOCIONES, ESTRÉS Y ADICCIONES 246

Estrés 247

Generar, mantener y aumentar el estrés 252

Control del estrés 254

El estrés y las conductas de evitación y huida 255

Somos adictos a las emociones que producen determinadas conductas 256

La adicción celular a las a las emociones negativas 258

CAPITULO DECIMOCUARTO

RESPIRACIÓN Y MEDITACIÓN 264

La respiración 266

La respiración y nuestras relaciones con el mundo 268

La meditación 270

Finalidad de la meditación 271

Las técnicas de meditación 273

Page 8: The Mastering of Life

La práctica de la meditación y algunas de dificultades que podemos hallar durante ella

274

Después de meditar 276

La adquisición de la Maestría de la Consciencia 278

Bibliografía consultada 282

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PREÁMBULO

Vivimos una época marcada por nuestro desenraizamiento de la Consciencia Divina, de

desconexión con nosotros mismos, con los demás. Un vivir desde el ego, caracterizado por

la ausencia de nuestra Presencia en el Aquí y el Ahora, el miedo condicionado, la

frustración, la rabia, la angustia, la confusión mental y el vivir superficial y artificialmente a

través de las formas externas, por lo que no es de extrañar que nuestra atención esté

enfocada la mayor parte del tiempo en la negatividad, en querer cambiar el mundo, en la

búsqueda externa de situaciones, personas y objetos que nos den paz, plenitud y alegría,

pero, lamentablemente, debido a las estrategias que usamos, sólo logramos alivio

temporal a las tensiones y una “felicidad” efímera, sin lograr llenar la sensación de vacío

que nos invade.

Es cierto que en nosotros y el mundo muchas cosas no andan bien, pero no es cierto que

todo esté mal y que no podamos hacer nada al respecto, pues todos podemos sanar si

tomamos consciencia y cambiamos nuestro estilo de vida.

Como han descrito muchos profesionales de la salud, hay una tendencia en los

miembros de la sociedad actual a sentir y expresar malestar de muchas formas: la gente

no disfruta ni siente placer, sino que se distrae; vive pre-ocupada, estresada, ligeramente

deprimida, con sensaciones de vacío, desesperanza. Muchos han perdido la fe.

Los medios de comunicación enfatizan cada vez más las malas noticias, los políticos son

profetas del desastre, los economistas auguran malos tiempos y la psiquiatría y la

psicología centran cada vez más sus contenidos en la patología. Al extremo de

psicopatoligizar y considerar como desorden mental todo aquello que pensemos,

sintamos o hagamos y no concuerde perfectamente con la lógica, la adaptación o la

efectividad de las conductas esperadas socialmente.

La sonrisa está desapareciendo de los labios.

Si bien pocas generaciones atrás la gente vivía en términos de las normas de lo educado

y era emocionalmente reprimida, contaba con una vida interior más rica que hoy día.

Más o menos a partir de la mitad del siglo pasado vivir en términos de lo exterior

comenzó a predominar sobre la vida interior, es decir, a partir del momento en que

dejamos de tomar nuestras propias decisiones para buscar razones, motivaciones y

directivas en los demás. Ahora, supuestamente, tenemos mayor libertad para decidir,

pero tenemos muchas dificultades para al no tener un centro propio y eficaz de

motivación capacitado para entender y manejar la increíble cantidad de opciones que se

nos presentan. Carecemos de una fuerza interior que nos guíe (May, 1976). Las personas

carecen cada vez más de criterios propios equivocados o no. Además, ignoramos nuestro

Testigo y nos sentimos cada vez más vacíos, desamparados y frustrados debido a la falsa

separación entre nosotros y todo lo demás, creada por el ego individual y colectivo; y por

Page 10: The Mastering of Life

el hecho de que el mundo exterior sólo nos proporciona satisfacciones fugaces. No es de

extrañar entonces la negatividad y la sensación de que nada vale la pena.

Hoy día sentimos que los problemas nos avasallan y se nos van de las manos, nos

sentimos impotentes y solemos verlos de manera unilateral, como algo que está

ocasionando malestar y debe ser eliminado.

Cuando las personas van a consulta psicológica, la mayoría casi nos dice algo como:

elimine mi problema, ¿cómo hago para combatir estas sensaciones?; y muchos psicólogos

y psiquiatras buscan con sus consultantes cómo satisfacer estas demandas que se refieren

a problemas particulares, en lugar de enseñar a desarrollar las habilidades y fortalezas

necesarias que le permitan enfrentar de manera asertiva las nuevas circunstancias que no

van a dejar de surgir a cada momento.

Como prácticamente hemos perdido nuestra espiritualidad, fe y esperanza, pues suenan

a pasado de moda, ridiculez y superstición religiosa; buscamos un sustituto de ello en el

control externo de nuestro entorno, de modo que la petición de los pacientes ante su

malestar es: ayúdeme a eliminar mi problema, ayúdeme a controlarlo y/o enséñeme a

manipular el mundo para cambiarlo según mi propia visión de lo que debería ser éste.

El serrucho se suele trancar por nuestra inclinación hacia lo material y externo; y por

nuestra ignorancia de la espiritualidad y riqueza de nuestro mundo interior. Más aún, se

tranca porque queremos ver una división neta o frontera entre lo espiritual y lo material,

lo interior y lo exterior, lo bueno y lo malo, que no existe

Al haber coloreado nuestras vidas de negatividad y fijar como criterios únicos o más

relevantes los derivados de la materialidad y la externalidad, es difícil, por no decir

imposible, resolver problemas como aquellos vinculados a la autoestima.

En esta sociedad las personas somos y valemos por aquello que hacemos y tenemos, por

ser triunfadores instantáneos, tener un cuerpo X, arreglarnos a la moda, ser mujeres y

hombres supersexys y unos monstruos en la cama, entre otras exigencias sociales; por lo

que si no cumplimos con requisitos como esos, entonces no somos nada, mejor dicho,

prácticamente no existimos, porque no somos tomados en cuenta.

Siendo así, ¿qué le podemos decirle a una mujer con exceso de peso que no tiene dinero

sino para alimentarse con harinas? ¿Qué le podemos aconsejar al hombre que tenga un

empleo inestable o que no haya sido promovido porque no forma parte del círculo de

influencia de su ámbito de trabajo? ¿Qué decirle a quién de pronto se quedó en la calle y

pasa de los cuarenta años?

Desde esta perspectiva muchas veces al psicoterapeuta no le queda sino ayudar al

paciente a conformarse, unirse a las quejas del paciente pasivamente o salir a la calle con

él a tirotear al gobierno.

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INTRODUCCIÓN

El objetivo de la obra es aportar claves significativas para sanar y no simplemente para

eliminar algunos síntomas y problemas.

La psicología ha hecho numerosos aportes a la compresión de ciertos aspectos de la

conducta del hombre e indudablemente ha contribuido a mejorar nuestra salud mental,

pero lo ha hecho de forma limitada debido a que se ha quedado encerrada en las

demarcaciones del paradigma cartesiano newtoniano o material mecanicista, es decir, se

ha limitado a eliminar causas y síntomas, pero no a sanar. De allí que sólo contamos con

una descripción parcial sobre quiénes somos: la parte observable, medible y descriptible

de la conducta en términos objetivos; y con lo que se supone deberíamos ser, lo cual ha

generado una distorsión de la visión del ser humano y su comportamiento.

Cuando la psicología no ha dejado de lado los aportes de disciplinas como la

neurociencia, la física cuántica o la teoría del caos, sus expositores con frecuencia han

interpretado estos aportes en función de las viejas ideas en vez de ampliar los horizontes;

han incorporado las nuevas ideas añadiendo nuevos conceptos, han sustituido algunos

términos psicológicos por los de la nueva ciencia y los han copiado o sencillamente han

explicado la conducta desde la perspectiva de la ciencia de la que se han tomado

prestadas las nociones.

Quizá lo más importante y lo que más destaca de esta psicología material mecanicista es

haber hecho una construcción intelectual del hombre a retazos para comprenderlo,

dejando de lado el eje o corazón del ser/siendo y del comportamiento del Hombre: la

Consciencia; de cuya energía distorsionada por la cultura, el afán civilizatorio y nuestro

uso irracional de la razón ha emergido el ego, el cual al permear todo nuestro ser/siendo,

y nosotros habérselo permitido, ha asumido las riendas de nuestras vidas con la autoridad

que le hemos otorgado.

No es de extrañar que al ser así, no hayamos podido ni conocernos en verdad ni dar

respuestas más eficaces al sufrimiento humano. La situación se ha vuelto cada vez más

crítica e insostenible porque queremos resolver los problemas partiendo de las creencias y

la forma de pensar que precisamente los crearon.

Parafraseando a Albert Einstein, el mundo que creamos es el resultado de nuestro

pensamiento; si en él hay problemas se debe a nuestra forma de pensar y si deseamos

resolverlos no podemos hacerlo pensando de la misma forma como pensamos cuando los

creamos.

En la pragmática de la comunicación humana hay una máxima que dice: si una estrategia

no sirve para resolver un problema, entonces, intenta una nueva solución mirándolo

desde una nueva perspectiva.

Page 12: The Mastering of Life

A lo largo de la obra, mi reto ha sido trascender la vieja forma de pensar según la lógica y

las creencias del paradigma materialista mecánico y recuperar la Consciencia más allá de

lo que hasta ahora la ha entendido la psicología oficial, con el fin de hallar las claves

significativas para sanar.

El viejo paradigma es puntual, siempre busca la causa de un problema y su solución, por

ello sus soluciones son locales, dirigidas a un aspecto específico de la conducta, que si bien

al disolver o mejorar el problema, nos brindan bienestar en ese aspecto y todo aquello

que pueda estar vinculado a él, no es en sí una solución para sanar. Tampoco nos permite

abrirnos a un nuevo estilo de vida más satisfactorio, pues deja intacta la fuente creadora y

mantenedora de problemas: el ego.

La Consciencia Individual es la energía inteligente que observa, sabe, conoce,

experimenta, se involucra y es al mismo tiempo lo observado, sabido, conocido y

experimentado de la forma más pura, es decir, sin interpretaciones, juicios, ni

comparaciones y está unida indisolublemente y sin resquicios a la Matriz Divina o como la

llaman algunos físicos cuánticos el Campo de Energía Cero.

Como energía, la Consciencia permea todo nuestro ser/siendo, puede vibrar y

conformarse en sí misma de muchas maneras, como lo hace en sus manifestaciones como

nuestro cuerpo, las emociones y los pensamientos.

Lo que consideramos problemas, enfermedades y sufrimiento emerge cuando nos

apartamos de la Consciencia Divina y de nuestra Consciencia Individual para sustituirla por

el ego y convertirlo peligrosamente en nuestro guía.

El ego no es una entidad ajena a nosotros, sino familiar, tan familiar que creemos que es

nuestro Yo Verdadero. Tampoco es algo tan simple como un virus o una bacteria, los

cuales pueden ser tratados con un medicamento específico.

El ego es muy complejo en el sentido de que posee muchas caras en relación que se

esconden en un laberinto insondable; y es energía de nuestra Consciencia o Yo Verdadero

distorsionada. Mimetizada como si fuese la Consciencia misma, utiliza todos nuestros

recursos psíquicos, alejándonos de quienes somos/siendo en verdad, distanciándonos de

nuestra naturalidad. La consecuencia de ello, en términos generales, es el sufrimiento y,

de forma específica, todos los problemas, conductas perturbadoras y enfermedades que

padecemos.

El ego es como un cáncer en el sentido de ser parte de nuestra energía que vibra a una

frecuencia diferente y se ha vuelto extraña, ajena e independiente a nuestra energía

natural, que usa nuestros recursos y se vale de nuestra anuencia para crecer, mantenerse

y alimentarse de nuestros miedos.

Entre muchas de las caras del ego que veremos a lo largo de esta obra, está la de ser

esencialmente miedo puro aprendido que se forjó y desarrolló con la civilización y que

durante su evolución fue escribiendo el Gran Libro de los Conocimientos de la Cultura,

Page 13: The Mastering of Life

Gran Libro o Biblia de las Prescripciones de la Vida, el cual ha sido transmitido, ampliado y

sofisticado de generación a generación.

Entre el ego de cada uno de nosotros hemos escrito como una verdad absoluta e

indiscutible cómo se debe vivir, qué es ser sano o enfermo y cómo sanar, lo cual es

imposible de lograr a través de él, pues el ego es la fuente creadora y mantenedora de

nuestros problemas.

Todos hemos oído la palabra egoísta y hemos dicho que, entre otras cosas, fulano o

mengano son egoístas, tienen el ego inflado, sólo piensan en sí mismos, les gusta ser

alabados, etc., pero eso es sólo la superficie del ego: la parte de nosotros que nos molesta

en los demás.

Cuando a través de las técnicas de respiración y meditación comencé a experimentar y a

observar al ego desde mi Consciencia, Conocedor, Sanador o Yo Verdadero, comencé a

hilar cómo el ego había construido en mí y en los demás un estilo de vida destructivo, un

estilo de vida bastante absurdo, el cual nos lleva a decirle a los demás cómo deben vivir

para ser felices; cómo a través de ello nos maltratábamos y nos maltratamos y cómo

detrás de ello se ocultaba un profundo miedo aprendido.

Entonces todo lo que había aprendido cobró vida y sentido.

El ego antagoniza con la Consciencia, la rechaza, la declara una enfermedad, la persigue,

la difama, la llama fantasía y superstición, se opone al flujo natural de la Vida, crea un

programa estanco para cada uno de nosotros y nos ofrece el cebo de la felicidad

diciéndonos que seremos felices y perfectos el día que…

Supe entonces con toda certeza que la clave de la Sanación está en recuperar nuestro

Experimentador, Observador o Sanador, unirme de nuevo a la Consciencia Divina y vivir

desde su Sabiduría y Amor. Llamé a este Viaje para lograr unirme a mi Consciencia

Individual y a la Consciencia Divina La Maestría de Vivir.

La palabra Maestría significa dominar un arte, dominar una práctica de manera

impecable, por lo tanto implica convertirse en Maestro. En nuestro caso, la Maestría de

Vivir se refiere a practicar el Arte de la Vida de forma impecable siguiendo los principios

naturales de cuanto somos/siendo. El resultado de su práctica es un estilo y un proyecto

de Vida fluido propio y en armonía con nuestra naturaleza y potencialidades, las

experiencias que nos ofrece el contexto en el cual vivimos y las circunstancias del Aquí y el

Ahora.

La Maestría de Vivir no es un proyecto y estilo de vida programado desde ningún punto

de vista. Es crearlo en el mismo fluir del Aquí y el Ahora desde el Testigo. No hay juicios,

no hay obligaciones, no nos apegamos, soltamos, dejamos de controlarnos y de controlar,

no nos empeñamos en ser quienes no somos y somos/siendo responsables de nuestras

vidas.

Page 14: The Mastering of Life

Nuestra propia Consciencia, Hija de la Consciencia Divina o Matriz Divina, es nuestro

verdadero guía para alcanzar la Maestría de Vivir. Lo más importante de todo es el Viaje

en sí mismo y no llegar a puerto alguno como el ser exitoso, un triunfador, feliz, etc. Si

despertamos del sueño del ego y aprendemos de todo cuanto nos ofrece el Viaje, la paz, la

alegría, la fortuna, vendrán solas por añadidura; mientras que si ello es la meta en

nuestras vidas, como decía el Buda, eso que buscamos será la fuente de todos nuestros

sufrimientos.

Leyendo y releyendo la obra, siento que cumplí mi propósito: encontrar las claves más

importantes para sanar a través de aprender el Arte de Vivir, la Maestría de Vivir; y haber

trascendido el nivel de pensamiento que nos impedía ver con claridad la fuente creadora y

mantenedora del sufrimiento.

Siento que aún hay mucho por descubrir y hacer consciente. La obra abre las puertas

hacia una vida sana y ofrece muchas pistas para experimentar y mirar con propiedad

nuestra realidad interior, para conocer nuestro Verdadero Yo.

Muchas de las cosas que leerá en esta obra, seguramente ya las habrá leído en otras

obras de forma fragmentada, es decir, a la usanza del ego, la cual consiste en atacar

síntomas y problemas, pero siempre preservándose a sí mismo. Aquí no sólo hallará esas

claves y muchas otras nuevas tejidas como una unidad de forma armónica y sencilla, sino

también desde una nueva perspectiva que desde un principio le permitirán conocerse y

comenzar a producir cambios en usted.

El viaje hacia la Maestría de la Vida es holístico, es decir, debe girar y tomar en cuenta

todas la formas de expresión de nuestro ser/siendo para poder asimilarlo, desde los

conocimientos y claves expuestas a lo largo de la obra, como practicar las técnicas de

respiración y meditación, experimentar y poner a prueba cuanto expreso.

No agoto aquí todas las claves sobre la sanación. Hay muchas más. Cada vez que leo y

releo la obra o trato de enseñarlas a mis pacientes, veo otras nuevas y estoy seguro que

durante el camino de trascender al ego, su Yo Sanador le mostrará otras más en armonía

con sus facultades, talentos y actividades.

José Del Grosso

Page 15: The Mastering of Life

LA MAESTRÍA DE VIVIR

LA MAESTRIA DE VIVIR es un desafío para erradicar las formas de actuar presentes y abrir espacios que oxigenen al hombre. Es una propuesta conceptual nacida de largos y profundos años de estudio, así como de la experiencia vital del autor. No niego que navega en contrasentido y que todos los preceptos de la biblia social se sienten amenazados. Bucear en la consciencia es descubrir lo que SOMOS, no lo que nos han hecho creer que somos.

LA MAESTRIA DE VIVIR, si logramos traducirla en nuestro interior es el viaje más hermoso que alguien pueda acometer en el largo regreso a casa, a la liberación, a la plena Consciencia. A medida que avanzamos, vamos sintiendo el reconfortante aire del desprendimiento… Le coup de main o la mano que ayuda se extiende para servir. Ahí encontramos el alma, a Dios y al hermano al mismo tiempo, y la Consciencia se abre sin esfuerzo y sencillez absoluta. Pareciera que las dudas, los miedos y nuestros problemas nunca hubieran existido.

José Del Grosso es un estudioso de la psicología y todas sus especialidades, catedrático universitario que nos conduce por los pasadizos secretos de la psyche humana, de situación compleja, a disolverla, en un lenguaje sencillo, moderno, asequible a cualquier nivel cultural. No deja espacio para la negación. Sus planteamientos se sobrevienen uno tras otro como soluciones para el conflicto en las relaciones interpersonales. La angustia y la ansiedad. Fluye con la mayor naturalidad ante las cuestiones teóricas que plantea su obra. Inserta términos rigurosos de su campo, pero explica su significado en el contexto, lo que facilita la lectura, haciendo que el contenido sea más una respuesta para el individuo en el complejo mundo donde interactúa.

José Del Grosso, en un verbo rigurosamente científico, pero exquisitamente disoluble, ha querido presentarnos esta obra como fruto acabado de lo experimentado en su dilatada carrera profesional; con discípulos, pacientes y colegas, así como lo vivido en su entorno familiar. Como todo el que despierta la Consciencia, ha ido más allá. Mucho más allá. No para alejarse de la humanidad, sino para volver al mundo…

Henry C. Ph.D en Filosofía y Religión

http://josedelgrosso.wix.com/home

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CAPITULO PRIMERO

LA MAESTRÍA DE VIVIR

El pasado se ha ido, el futuro aún no ha llegado.

Aquel que con claridad vea la verdad en el momento presente y conozca lo inamovible,

vivirá en un estado de quietud mental inalterable. Buda

La palabra Maestría significa dominar un arte, dominar una práctica de manera

impecable, por lo tanto implica convertirse en Maestro. En nuestro caso, la Maestría de

Vivir se refiere a practicar el Arte de la Vida de forma impecable siguiendo los principios

naturales de cuanto somos/siendo. El resultado de su práctica es un estilo y un proyecto

de Vida fluido en armonía con nuestra naturaleza y potencialidades, en armonía con las

experiencias que nos ofrece el contexto en el cual vivimos y las circunstancias del Aquí y el

Ahora.

La Maestría de Vivir es una filosofía y estilo de vida cuyo objetivo es cultivar la

Consciencia y aprender a fluir de manera asertiva en el Aquí y el Ahora desde ella, esto es,

aprender a usar y desplegar nuestros recursos internos de forma que podamos vivir con la

mejor calidad posible, en el ambiente social y cultural que nos toque.

La Maestría de Vivir es al mismo tiempo la Maestría de la Consciencia, la Transformación

y la Evolución. Si no despertamos la Consciencia y no la expandimos, no es posible cambio

o evolución alguna.

Todo está en continua transformación y evolución. Eso nos incluye a nosotros. Sin

embargo, entendemos, percibimos y somos como si el Universo y nosotros fuésemos una

obra terminada, acabada. Hablamos de ser y decimos “yo soy” como si fuésemos

estáticos, una foto, cuando en verdad somos/siendo.

La Maestría de Vivir es también la Maestría de la Transformación porque no se trata

simplemente de cambiar un estilo de vida por otro y encerrarnos en una nueva jaula de

hábitos, rutinas, reacciones y patrones. No se trata de una nueva programación, sino de

fluir en armonía en relación con los continuos cambios internos y externos que se

producen momento a momento. Para ello requerimos de la Maestría de la Consciencia,

del notar, del darnos cuenta, en primer lugar, de que ni somos el personaje estático que

hemos inventado, ni somos nuestras creencias. Para así liberarnos de la camisa de fuerza

que ellas representan cuando percibimos, pensamos, sentimos, decidimos y actuamos.

Crecemos bajo un modelaje cultural que nos aparta de nuestro Ser/siendo natural, para

obligarnos a asumir un personaje artificial, el cual debido a sus distorsiones, no sólo

Page 17: The Mastering of Life

dificulta nuestras posibilidades de evolucionar sino que, además, como veremos, es

generador de una vida llena de sufrimientos.

Como bien han destacado numerosos pensadores de diversas disciplinas: la sociedad y

sus instituciones no nos enseñan a vivir. La sociedad instruye, pero no educa. La sociedad

domestica y sólo estimula el desarrollo de aquellas habilidades convenientes a los

intereses de los grupos de poder y al mantenimiento del status quo; nos enseña a ser

dependientes e ignorantes de nuestras capacidades, despojándonos de nuestro poder, a

fin de que nadie se autogobierne y sea dueño de su vida.

La Maestría de Vivir como estilo de vida, significa un modo de vivir realista, liberador y

entusiasta, es decir, de ser/siendo, estar y actuar en el mundo físico, social y cultural que

nos ha tocado vivir, desde nuestra propia naturaleza…

… La Maestría de Vivir nos proporciona el poder necesario para decidir qué hacer en

cada momento en lugar de ser avasallados por la turba de pensamientos y sucesos del

entorno. Al estar presentes no se nos escapan todas las oportunidades que siempre

estuvieron allí, pero que debido al velo de la consciencia consensual, los apegos,

adicciones y la verborrea interna, no veíamos.

Page 18: The Mastering of Life

Al adquirir la Maestría de la Consciencia somos/siendo mucho más vivaces, estamos más

presentes en todo cuanto hacemos y podemos caer en cuenta de cuánto somos/siendo de

modo natural. No necesitamos defendernos, es decir, no requerimos usar mecanismos de

defensa para defender y mantener la ilusión de una falsa imagen de lo que no

somos/siendo…

El ego es un falso yo que hemos creado intelectualmente. Al ser un falso yo soy,

tendemos a recordar a cada rato nuestra historia, imagen e importancia personal.

Nuestra enfermedad individual y colectiva se debe al ego que, además de ser un falso yo,

construye muchos aspectos de nuestras vidas en términos de supervivencia, allí donde no

es necesario. Entonces no sólo vivimos como si algo terrible nos pasó y nos pudiera pasar,

sino que también vivimos como si…, fingiendo ser quienes en verdad no somos,

aparentando, escribiendo libretos, siguiendo guiones, esmerándonos en actuar los

personajes desarrollados y construyendo los escenarios de una comedia de vida.

Estar enfermos es negar nuestra naturalidad, temer y desconfiar de nuestra Consciencia,

vivir divididos interna y externamente. Una enfermedad caracterizada por el miedo a

nuestra naturaleza, la ira, la vergüenza, la culpa, el maltrato, la violencia; que debió

comenzar formalmente en los albores de la civilización y que en su evolución se

transformó en cultura o el Gran Libro implícito de los Conocimientos sobre qué es la vida y

cómo vivirla.

La Consciencia es el eje de nuestras vidas

La Consciencia Superior es el Capitán y Piloto de nuestras vidas. Sin embargo, solemos

dejarle sus deberes y tareas a un segundón que nos enceguece al alimentarse del miedo,

la rabia, el odio y la vergüenza. Ese segundón, el ego, falso Yo o falsa identidad, es una

distorsión de la Consciencia ocasionada por los condicionamientos emocionales.

El ego es energía inarmónica respecto a la Consciencia, nos enseñan a cultivarlo desde

que nacemos y se apropia de todos los procesos psíquicos. Una de sus manifestaciones

más obvias es la cháchara interior constante en nuestra mente.

Los físicos cuánticos han descubierto que el Universo es Energía Consciente e Inteligente

y no una máquina estúpida, cuyas leyes son como engranajes que lo obligan a repetir una

y otra vez los mismos movimientos de todo su SER/SIENDO.

Al ser Hijos del Universo y al ser el Universo Energía Consciente e Inteligente, Éste se

expresa a través de nosotros, lo cual significa que desde nuestra Consciencia Superior

estamos en capacidad de guiar nuestras vidas y no estamos sometidos a la rigidez de los

genes o a la actividad electroquímica del sistema nervioso.

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Permitir que nuestras vidas sean dirigidas desde la idea de un destino condenado por la

ira de Dios, o aceptar la idea de la programación genética, o intentar evadir esa

programación para dirigir nuestras vidas desde la razón; es algo totalmente diferente a

permitir que la Consciencia Inteligente, aquello que Somos/Siendo y se expresa a través

de nosotros, nos guíe y oriente en la vida.

Aprender el Arte de Vivir para alcanzar la Maestría o dominio del Buen Vivir implica un

despertar de la Consciencia en toda su amplitud; saber estar, experimentar y hacer desde

la totalidad de ser/siendo en todas las situaciones para poder ser el Capitán y el Piloto de

nuestras vidas…

El Viaje

La Maestría de Vivir es un Viaje cuya orientación y dirección nos la va señalando nuestro

mismo Ser o Consciencia Superior o Testigo. Es un Viaje que tiene por meta nuestra

evolución a lo largo de él y no al final de Él.

No hay que ser como nadie ni tratar de llegar a una meta específica. Los budistas tienen

un dicho muy sabio: “Si ves al Buda por la calle, ¡mátalo!”. ¿Por qué? Porque si quieres ser

como el Buda, entonces dejarás de ser tú, dejarás de ocuparte de ti mismo y no llegarás a

ver ni tu propia grandeza, ni tu propia fortaleza, ni tu propia sabiduría interna, al

imponerte límites. Los límites son sólo una construcción mental. Imponerse metas es

imponerse límites: “llegar hasta aquí”.

El Viaje es exigente, requiere de tu propio deseo y voluntad de aprender el Arte de Vivir

hasta adquirir su Maestría. Así como hemos empleado tiempo y energía para mal vivir y

mantener ese mal vivir sin darnos cuenta, así se necesita tiempo y energía para vivir

satisfecho, en armonía y en paz.

Se podría decir que el Viaje en sí mismo es la meta. Durante Él la idea es tanto aprender

a aceptar, reconocer y disfrutar lo que hacemos y tenemos, como saber aceptar y

aprender a manejar las situaciones difíciles, incluso, aquellos recuerdos que ocultamos. El

resultado de ello es que aprenderemos a sentirnos psicológicamente seguros sobre una

base realista y no sobre la base de una ilusión.

Se trata también de un Viaje a realizar sin premura y expectativas. La expectativa de

llegar a alcanzar la felicidad no hará más que hacernos sufrir. Si transitamos impacientes

por la vida a la espera de que dejen de pasar las cosas que nos disgustan y alcancemos la

felicidad, entonces, lo más probable es que terminemos olvidándonos de lo bueno que

nos ofrece la vida.

Hay momentos durante los cuales el Viaje es doloroso. No existe tal cosa como un

manual de la felicidad al instante, ni manera de superar el sufrimiento sin revivir aquello

que ocultamos porque nos produce dolor. Eso es un mito. Lo oculto, aunque permanezca

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fuera de nuestro foco de atención, produce ansiedad y sufrimiento. Llevarlo a la luz

produce dolor, pero en cuanto comenzamos a observar y aceptar aquello que nos produce

dolor, éste se disuelve…

El buen vivir

Hay que tener en cuenta que existen grandes diferencias entre el mal vivir y el buen

vivir. El mal vivir implica desperdiciar, derramar y dispersar energía, lo cual nos deja

siempre agotados, frustrados, resentidos, mal humorados, sin ganas de hacer. El buen

vivir nos nutre, nos estimula, nos provee del deseo de hacer, crear y participar, nos da la

motivación interna para vivir.

Mucho se ha escrito y hablado a lo largo de los siglos sobre el bienestar o el buen vivir,

pero poco se ha hecho para que lo dicho sea una práctica de vida según nuestra

naturaleza. Lo que se suele observar como sucedáneo del buen vivir es el ofrecimiento de

actividades fragmentadas y discontinuas en la vida cotidiana como las distracciones; la

creación de imágenes personales como la generada por la manera de vestirnos; la práctica

de conductas aisladas como hacer ciertos ejercicios; y la posesión de objetos que

supuestamente nos van a proporcionar felicidad o que, al menos, nos harán felices por

algún tiempo.

Nuestra cultura es una cultura enferma, centrada en el miedo aprendido, la rabia, el

desprecio, el odio, la culpa, la mentira y las apariencias. No nos enseña a vivir ni con

nosotros mismos ni con los demás. Después de enseñarnos a mal vivir, la cultura, por otro

lado, enfatiza en el mito de la felicidad alcanzable sólo si estamos dispuestos a perder la

libertad.