Ética y espiritualidad de la salud - PaoloB · Ética y espiritualidad de la salud SEMINARIO...

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Nuestra preocupación por la salud es tan antigua como el mundo y en las antiguas civili- zaciones ella estaba vinculada también a las múltiples relacio- nes de los seres humanos con la sociedad y con el ambiente. En cuanto tal, la salud es una cuestión compleja, profunda- mente radicada en cada indivi- duo y, al mismo tiempo, abarca el cuerpo, la mente y el alma. Está bien lejos de la definición reduccionista de la Organiza- ción Mundial de la Salud: “Es- tado de completo bienestar físi- co, psíquico y social y no la simple ausencia de infecciones o enfermedades”, definición que ignora totalmente los re- quisitos esenciales emociona- les, psicológicos y espirituales de toda criatura humana. En este contexto, la tarea de la me- dicina no es sólo ‘curar’ y ha- cer que la persona enferma re- torne a su salud anterior, sino también garantizar que el ‘pro- ceso de curación’ le dé espe- ranza y serenidad y se ocupe de sus necesidades globales co- mo persona viviente, responsa- ble y sensible. En sus discursos de apertura, Su Eminencia el Card. Poupard y el Arzobispo Zimowski han puesto en evidencia esta impor- tante cuestión y han mostrado que ‘la salud del organismo’ no se puede separar de su contexto ético y espiritual. El hombre tiene la responsabilidad de res- petar el bienestar de sus herma- nos así como salvaguardar el equilibrio del proprio cuerpo que ha recibido como don de Dios y que debe mantenerlo pa- ra sí, para quien le ha dado y también para aquellos a quienes transmitirá la chispa misteriosa de la vida. Con este fin, la me- dicina le dará el sostén necesa- rio siempre que no se limite a eliminar la enfermedad física en cuanto tal sino que se ocupe también del paciente de modo global ofreciéndole ayuda y, al mismo tiempo, sirviendo sus elementos fundamentales: cuer- po, mente y alma. Este ha sido precisamente el objetivo del se- minario: tratar de comprender lo que se entiende por salud en el ámbito individual y colecti- vo, explorar las exigencias bási- cas a la luz de las tradiciones y de las culturas y ver las diferen- tes estrategias que se pueden combinar de modo holista. En este proceso, incluso empresas racionalistas hard’ deberían fundirse armoniosamente con terapias sutiles más ‘soft’ en un proceso complementario que reuna sus poderes intrínsecos, reconociendo a veces la fuerza indefinida de las prácticas tradi- cionales cuya eficacia lo ha de- mostrado la experiencia clínica de largo plazo. En otros térmi- nos, nuestro objetivo ha sido examinar formas terapéuticas complementarias y no conside- rar las ventajas y los riesgos de recorridos alternativos. ¿Qué es la salud en el cerebro del hombre? ¿Cómo puede un filósofo en- tender la salud como concepto universal? Fuera de este semi- nario el Profesor Jean Burgos ha argumentado nuestras opi- niones sobre El imaginario de la Salud. Nuestras sociedades moder- nas perciben la salud como un concepto negativo, antes bien, como un estado de desequili- brio no-somático o psicológico, un estado de no enfermedad. Sin embargo, en muchas mito- logías, la salud aparece como una cuestión positiva, un ele- mento natural del orden armó- nico de mundo original. En va- rias sociedades arcaicas, se en- tiende por enfermedad la frac- tura de una armonía original que es preciso restablecer. Ade- más, en algunas de ellas, la sa- lud no es sólo una señal de la ‘fuerza vital’ sino que surge de lo profundo del ser humano pa- ra entrar en una relación íntima con el mundo externo. En efecto, las potencialidades de la salud, el poder virtual que se debe autodesarrollar antes de ser atacada por la enfermedad, parecen invitarnos a considerar la salud a través de recorridos que siguen estas potencialida- des: el imaginario. El imaginario, este cruce de pulsiones individuales y pre- siones externas, que está siem- pre en constante renovación, nos proporciona en cada mo- mento informaciones sobre lo que está destinado a llegar, dándonos la posibilidad de ele- gir si hacer uso o no de ellas. Se juega un papel de equilibrio entre la criatura viviente y su ambiente, por tanto, una armo- nización de lo que en realidad sostiene la salud. Las vías del imaginario no nos llevan lejos de aquellas de Hipócrates que afirmaba que la salud se basa en el equilibiro y la armonía, estados que derivan de una adaptación continua del hombre a su ambiente de con- formidad con lo que habría acontecido. Como consecuen- cia, la salud no es sólo un esta- do de quilibrio en un determi- nado ambiente, sino la actua- ción, de parte de cada indivi- duo, de la propia naturaleza hu- mana que está siempre en mo- vimiento en el ambiente con el que debe enfrentarse. Esto demuestra que la salud no es un estado neutro sino una condición que hay que conquis- tar y controlar continuamente, un modelo de referencia que hay que reinventarlo siempre. Esto quiere decir que, dado que el hombre no está obligado den- tro de un determinado organis- mo físico y psicológico, no sólo debe garantizar su condición si- no debe estar pronto a retar lo que está ocurriendo y desarro- llar constantemente nuevos mo- dos de funcionamiento jerárqui- co. Gracias a la salud encontra- mos el mundo de los valores que el hombre, cualquiera que sea, está obligado a superar en una forma u otra, para garanti- zar a sí mismo su futuro. Reen- DOLENTIUM HOMINUM N. 72-2009 37 Ética y espiritualidad de la salud SEMINARIO RESTRINGIDO REALIZADO EN EL PALACIO DE LA CANCILLERÍA, ROMA, CON EL PATROCINIO DEL PONTIFICIO CONSEJO PARA LOS AGENTES SANITARIOS 19-21 DE OCTUBRE DE 2009

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Nuestra preocupación por lasalud es tan antigua como elmundo y en las antiguas civili-zaciones ella estaba vinculadatambién a las múltiples relacio-nes de los seres humanos conla sociedad y con el ambiente.En cuanto tal, la salud es unacuestión compleja, profunda-mente radicada en cada indivi-duo y, al mismo tiempo, abarcael cuerpo, la mente y el alma.Está bien lejos de la definiciónreduccionista de la Organiza-ción Mundial de la Salud: “Es-tado de completo bienestar físi-co, psíquico y social y no lasimple ausencia de infeccioneso enfermedades”, definiciónque ignora totalmente los re-quisitos esenciales emociona-les, psicológicos y espiritualesde toda criatura humana. Eneste contexto, la tarea de la me-dicina no es sólo ‘curar’ y ha-cer que la persona enferma re-torne a su salud anterior, sinotambién garantizar que el ‘pro-ceso de curación’ le dé espe-ranza y serenidad y se ocupede sus necesidades globales co-mo persona viviente, responsa-ble y sensible.En sus discursos de apertura,

Su Eminencia el Card. Poupardy el Arzobispo Zimowski hanpuesto en evidencia esta impor-tante cuestión y han mostradoque ‘la salud del organismo’ nose puede separar de su contextoético y espiritual. El hombretiene la responsabilidad de res-petar el bienestar de sus herma-nos así como salvaguardar elequilibrio del proprio cuerpoque ha recibido como don deDios y que debe mantenerlo pa-ra sí, para quien le ha dado ytambién para aquellos a quienestransmitirá la chispa misteriosade la vida. Con este fin, la me-dicina le dará el sostén necesa-rio siempre que no se limite aeliminar la enfermedad físicaen cuanto tal sino que se ocupetambién del paciente de modoglobal ofreciéndole ayuda y, almismo tiempo, sirviendo suselementos fundamentales: cuer-

po, mente y alma. Este ha sidoprecisamente el objetivo del se-minario: tratar de comprenderlo que se entiende por salud enel ámbito individual y colecti-vo, explorar las exigencias bási-cas a la luz de las tradiciones yde las culturas y ver las diferen-tes estrategias que se puedencombinar de modo holista. Eneste proceso, incluso empresasracionalistas ‘hard’ deberíanfundirse armoniosamente conterapias sutiles más ‘soft’ en unproceso complementario quereuna sus poderes intrínsecos,reconociendo a veces la fuerzaindefinida de las prácticas tradi-cionales cuya eficacia lo ha de-mostrado la experiencia clínicade largo plazo. En otros térmi-nos, nuestro objetivo ha sidoexaminar formas terapéuticascomplementarias y no conside-rar las ventajas y los riesgos derecorridos alternativos.

¿Qué es la saluden el cerebro del hombre?

¿Cómo puede un filósofo en-tender la salud como conceptouniversal? Fuera de este semi-nario el Profesor Jean Burgosha argumentado nuestras opi-niones sobre El imaginario dela Salud.Nuestras sociedades moder-

nas perciben la salud como unconcepto negativo, antes bien,como un estado de desequili-brio no-somático o psicológico,un estado de no enfermedad.Sin embargo, en muchas mito-logías, la salud aparece comouna cuestión positiva, un ele-mento natural del orden armó-nico de mundo original. En va-rias sociedades arcaicas, se en-tiende por enfermedad la frac-tura de una armonía originalque es preciso restablecer. Ade-más, en algunas de ellas, la sa-lud no es sólo una señal de la‘fuerza vital’ sino que surge delo profundo del ser humano pa-ra entrar en una relación íntimacon el mundo externo.En efecto, las potencialidades

de la salud, el poder virtual quese debe autodesarrollar antes deser atacada por la enfermedad,parecen invitarnos a considerarla salud a través de recorridosque siguen estas potencialida-des: el imaginario.El imaginario, este cruce de

pulsiones individuales y pre-siones externas, que está siem-pre en constante renovación,nos proporciona en cada mo-mento informaciones sobre loque está destinado a llegar,dándonos la posibilidad de ele-gir si hacer uso o no de ellas.Se juega un papel de equilibrioentre la criatura viviente y suambiente, por tanto, una armo-nización de lo que en realidadsostiene la salud.Las vías del imaginario no

nos llevan lejos de aquellas deHipócrates que afirmaba que lasalud se basa en el equilibiro yla armonía, estados que derivande una adaptación continua delhombre a su ambiente de con-formidad con lo que habríaacontecido. Como consecuen-cia, la salud no es sólo un esta-do de quilibrio en un determi-nado ambiente, sino la actua-ción, de parte de cada indivi-duo, de la propia naturaleza hu-mana que está siempre en mo-vimiento en el ambiente con elque debe enfrentarse.Esto demuestra que la salud

no es un estado neutro sino unacondición que hay que conquis-tar y controlar continuamente,un modelo de referencia quehay que reinventarlo siempre.Esto quiere decir que, dado queel hombre no está obligado den-tro de un determinado organis-mo físico y psicológico, no sólodebe garantizar su condición si-no debe estar pronto a retar loque está ocurriendo y desarro-llar constantemente nuevos mo-dos de funcionamiento jerárqui-co. Gracias a la salud encontra-mos el mundo de los valoresque el hombre, cualquiera quesea, está obligado a superar enuna forma u otra, para garanti-zar a sí mismo su futuro. Reen-

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ante la ausencia de formas decomunicación.Para concluir, en nuestro

acercamiento ético con respectoa la salud encontramos cuatrograndes retos: mantener la hu-mildad y la vigilancia frente alas evidentes carencias de nues-tros conocimientos médicos ac-tuales; comprender los límitesdel sufrimiento físico, psicoló-gico, moral y espiritual; respe-tar a todo ser humano, cualquie-ra que sea su condición; ocu-parse de los demás y ser recep-tivos ante sus solicitudes y susexigencias.

Acción humanitariaen los cuidados médicos

Seguidamente, en su calidadde representante del Comité In-ternacional de la Cruz Roja, elDoctor Paul Bouvier ha habla-do acerca de los deberes huma-nitarios y de la acción médicahumanitaria correspondiente.En junio de 1859 un joven de

Ginebra, Henry Dunant, descu-brió los horrores de la batalla deSolferino: 6,000 muertos, perotambién 40,000 soldados heri-dos a quienes trató de darles ali-vio y ayuda. Ese acontecimien-to dramático lo impulsó a crearla ‘Cruz Roja Internacional’que, en 1864 originó la “Con-vención de Ginebra para la me-jora de la condición de los heri-dos y de los miembros enfer-mos de las fuerzas armadas du-rante la guerra”, que logró suestatuto definitivo en 1949,cuando se añadió también laprotección de los prisioneros yde los civiles durante los con-flictos armados.En esa empresa, Dunant fun-

dó su acción en el ‘deber huma-nitario’, como obligación moralque va más allá de las naciones,de las religiones y de las cultu-ras. Hoy forma parte del dere-cho internacional y el ComitéInternacional de la Cruz Roja esresponsable de su actuación. Eneste contexto, el Comité estácomprometido en el campo quese acaba de afrontar, es decir labioética, y, por tanto, sigue lasmismas reglas: autonomía, be-nevolencia, no maleficencia yjusticia. Por tanto, es claro quecuando un ser humano se en-cuentra en un estado de urgentenecesidad, un médico o un asis-tente médico tienen el deber

la humanidad, desde la concep-ción hasta la muerte natural.En este contexto, el Profesor

de Broucker considera seis ám-bitos diferentes: asistencia mé-dica y procreación; estado delembrión; medicina predictiva;trasplante de órganos y tejidos;investigación biomédica y tér-mino de la vida.La procreación mediante la

inseminación artificial es unapráctica de routine pero debeseguir una serie de reglas mora-les y, en particular, debe asegu-rar que el niño obtenga un lugarestable en una familia respeta-ble formada por un padre y unamadre.En este sentido, también es

de máxima importancia el esta-do ‘legal’ y moral de los em-briones. Son organismos vi-vientes, criaturas de Dios, queno deben formar parte de pro-gramas científicos sin alcancealguno o ser simplemente extir-pados porque están en sobrenú-mero.Estrictamente vinculada a lo

anterior, la medicina predictivano se debe transformar en unacuestión eugénica que eliminalos embriones ‘imperfectos’ ytermina por ser una selecciónsalvaje de aspirantes seres hu-manos ideales.El mismo compromiso vale

para los bancos de tejidos y deórganos, así como para la extir-pación de órganos de cadáveresfrescos o incluso de donadoresvivientes. Se trata de un casomuy delicado en el que se debe-ría dar formalmente el acuerdoobjetivo del donador y dondeno se puede considerar ningunadimensión financiera.La investigación biomédica

es también una cuestión de vi-gilancia y preocupación, si norespeta cuatro principios éticosfundamentales: autonomía, dig-nidad, integridad y compren-sión de la vulnerabilidad poten-cial.El Profesor de Broucker afir-

ma que los cuidados paliativosson el deber más importante denuestra sociedad hacia los quese acercan al término de su vi-da, están bajo dependencia y amenudo viven en sufrimientofísico. En este caso particular,es un pre-requisito ético absolu-to que todo el equipo de apoyoayude y favorezca una relacióndigna con los pacientes incluso

contramos aquí la imaginación,esta fuerza pujante constante-mente nueva que nos impulsahacia adelante y por ser hom-bres continuamente nos ofrecealgunas funciones añadidas quedebemos captar con el fin deexplotarlas en el mejor modo.La importancia de la salud es,

pues, una apreciación de valo-res, todos en directa conexióncon nuestras necesidades huma-nas: somática, psicológica perotambién espiritual. Por tanto pa-rece que la imaginación tiene elpoder de vivir estos problemasde manera privilegiada desde elmomento que nos guía siemprea desafíar nuevos valores en sumismo proceso de actuación.

La salud como compromisode asistencia: implicacionesmorales y políticas

En la sesión sucesiva del en-cuentro, el Profesor de Brouc-ker y el Director Bouvier handiscutido de las diferentes sen-sibilidades de la salud en térmi-nos de implicaciones morales ysocio-políticas.Ante todo, consideremos lo

que realmente entiende la Or-ganización Mundial de la Sa-lud cuando afirma que la saludes un estado de bienestar. Cier-tamente, se trata de una cues-tión ambigua ya que implica almismo tiempo valores físicos,psicológicos y sociales que,obviamente interactúan y sedesarrollan en el tiempo histó-rico. Por ejemplo, la precarie-dad social, tiene un impactoimportante y puede inducirmuchos efectos negativos. Portanto, están implicadas todaslas estructuras de la ‘cadenamédica’: médicos, enfermeros,personal de apoyo, etc. que re-quieren una adecuada forma-ción para aprender a respetar alos enfermos, tratar de eliminarel temor y dar esperanza, pres-cindiendo de las diversidadesreligiosas y políticas o de lasconstricciones económicas. Lacuestión central aquí es unagestión atenta de la fragilidadintrínseca del hombre y no serafrontada sólo en el plano le-gislativo, sino parte de un pro-grama educativo establecidoanteriormente. Esto es impor-tante para la biotética y subra-ya nuestra responsabilidad in-dividual y colectiva hacia toda

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moral de participar y asistir a lapersona en el mejor nivel de suscapacidades, sempre que ellosmismos no corran riesgos. Enefecto, este es el fundamento delo que podemos denominar de-ber humanitario que, a su vez,pone en marcha la acción hu-manitaria. No se trata de unasimple demostración de altruis-mo, que es lo que caracteriza alas denominadas organizacio-nes humanitarias. Desafortuna-damente, sus acciones a vecespueden ser contraproducentesya que están implicadas en cri-ticables elecciones políticas.

Esto plantea la cuestión delos límites que se pueden ponera este Samaritanismo. ¿Adóndepuede llevarnos nuestro debermoral? ¿Se puede hablar de unaética minimalista, basada entres principios: ningún interéspersonal, no procurar daño a losdemás y el mismo cuidado paratodos? O en cambio, ¿tenemosla obligación de ayudar aunque,cualquiera sea el caso, dichaobligación está mitigada porqueno tenemos derecho alguno deinterferir, si no se nos pide ha-cerlo?Partiendo de esto, el Doctor

Bouvier analiza el concepto dealtruismo y discute las posicio-nes en lo que se refiere a algu-nos importantes escritores y fi-lósofos. Del filósofo chino delIV siglo a.C., Mencio, a Jean-Jacques Rousseau, el ser ‘hu-mano’ no es otra cosa sino unaactitud natural. Emanuel Kantrechaza dicha idea; consideraque la regla universal es aquellade basar todo movimiento mo-ral en la razón y no en la com-pasión. Para Levina tenemosuna responsabilidad hacia el

‘otro’ que ‘captura’ nuestra li-bertad y, yendo más allá, Rico-eur considera que el horizontede la ética es la socialidad y quenuestras reglas morales se apli-quen a nuestra sociedad a nivelglobal. También Terestchenkono considera el altruismo comouna acción heorica o sacrifical,sino sólo como una reacciónhumana normal: ‘Hago lo quedebo hacer’.Después de Henry Dunant se

ha vuelto claro que la acciónhumanitaria es una acción obli-gatoria que, en realidad, escomportamiento humano realis-

ta frente a la violencia y que de-be ser reconocida. A lo largo deesta pauta, la acción humanita-ria de asistencia y protección esparte integrante de nuestra mis-ma humanidad.

La asistencia sanitariaen las tradicionesy en las culturas

A lo largo de la historia, laasistencia sanitaria siempre haconstituido una preocupaciónpara las sociedades humanascuyas estrategias en este campovarían sustancialmente de uncontinente a otro. Muy a menu-do, como explica el ProfesorMoha Jana, los chamanes cus-todiaban los ‘secretos’ para cu-rar las heridas o las enfermeda-des y sus ‘terapias’ eran unamezcla de brujería y de sumi-nistro de productos naturales enlos que las hierbas y los estrac-tos de origen animal desarrolla-ban un papel dominante.En elAfrica del Norte islámi-

co, la enfermedad siempre hasido considerada como un de-sorden espiritual y físico y el to-

mar remedios debe estar acom-pañado con cantos y oracionesbajo la guía de curanderos tra-dicionales expertos. La mismasituación prevalece en el Africanegra, donde la etno-medicinadesarrolla un papel central en lavida cotidiana de las poblacio-nes tradicionales, incluso hastanuestros días. A través del diá-logo, de los gestos, de la danzay de los cantos rituales, ella sedirige más al mismo pacienteque a su enfermedad, desde elmomento que es considerado,en primer lugar, como un casosocial vinculado a la vida de to-da la comunidad que está enpartnership con él. La mayoríade los remedios son de origenvegetal, a veces hongos, pero su‘eficacia’ depende totalmentedel modo con que se adminis-tran y por la implicación de losparientes y de los amigos delpaciente bajo el estricto controldel brujo.Una situación casi idéntica la

encontramos en Asia central yen el Pacífico, salvo que las cre-encias religiosas no pertenecenal animismo sino derivan esen-cialmente del budismo o delhinduismo. De todos modos,podemos encontrar el mismo‘acercamiento’: la enfermedades un signo de desarmonía, unfracaso de la mente y del alma,que incide en el cuerpo en suconjunto y que puede identifi-carse por un atento análisis delos ‘campos de energía delcuerpo’, como ocurre con laacupuntura.Durante un largo período es-

tas medicinas tradicionales hansido objeto de estudio de partede hombres de ciencia y de filó-sofos famosos. Magendie,Claude Bernard, Louis Pasteur,y más recientemente, Louis deBraghiaffine, Prigogine y Ray-mond Ruyer, inter alia, han tra-tado de comprender los meca-nismos que sostienen dichas te-rapias. Se ha sugerido que la sa-lud y el comportamiento delhombre podrían ser provoca-dos por la evolución del univer-so mismo, que puede ser vistocomo portador de una concien-cia cósmica de naturaleza espi-ritual a través de la física cuan-tista… Sin embargo, para losprofesionales de la medicinatradicional, el destino del pa-ciente está en las manos de‘Dios’, o de un no definido

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pantheon de divinidades, queson los únicos que conocen elpasado, el presente y el futuro,y que detienen el poder sobre laVida, lo Real y el Absoluto

Ayurveda: don supremopara los cuidados sanitariosmás allá de la medicina

Entre las varias tradicionesque defienden las antiguas tera-pias, tiene un puesto especial elAyurveda, filosofía y culturahindú que desde hace más de4,000 años propone otro modode entender y vivir la vida. Parael Profesor Dwivedi Mannari,de la Ciudad santa de Benares,el Ayurveda es un don supremopara la asistencia sanitaria queva más allá de la medicina.

Según la perspectiva hindú,una visión holista de los cuida-dos sanitarios comporta su to-tal implicación en el reino de laespiritualidad, en la naturalezaúltima del hombre y en el sig-nificado no sólo como organis-mo biológico terreno, sino co-mo entidad inmaterial, más alládel tiempo, parte de un conti-nuum macrocosmos-microcos-mos. En realidad, cada indivi-duo es un compendio del uni-verso y comparte los mismoscomponentes, como se afirmaen la teoría de Pancha Mahab-hoota. Cada hombre es parte detodo el universo y todo el uni-verso es también parte de él, yle da una visión trascendental ymundial. De manera que paracomprender la vida, la salud yla enfermedad debemos acep-tar que nuestro cuerpo no es unproducto estático acabado, sinoen un estado continuo de equi-librio dinámico. El Ayurveda

afirma que hay cuatro elemen-tos interactivos en el hombre:una base estructural: el cuerpo(Shareera), los órganos senso-riales, incluidos los componen-tes de reglamentación (Indri-ya), el intelecto, en el que tene-mos el intelecto celular (Sava),y el alma, con su ‘expresiónbiológica’ (Atma) que poco seconoce.Mientras el cuerpo físico se

desintegra en el momento de lamuerte, el ‘cuerpo sutil’ (o se-milla) continúa y se convierteen adhesión a la generación deun nuevo organismo. Para loshindúes, el alma es eterna ypuede vivir muchas vidas, a ve-ces como ser humano, a vecescomo animal, a veces tambiéncomo planta. Todos son semi-llas que tienen la posibilidad deexperimentar la vida bajo dife-rentes formas, hasta llegar a laemancipación (moksha), cuan-do ya no son responsables de sukarma. Es entonces que reali-zan su unión con el Absoluto yse unen a Dios. Para citar elKatha Upanishad: ‘El Inteli-gente no nace ni muere. No hanacido de nada. Innato, eterno,imperecedero. No perece aun-que el cuerpo se corrompa’.Para estudiar las leyes que

gobiernan el universo, el Ayur-veda postula la teoría de loselementos primordiales e iden-tifica los tres Dosha que prote-gen el cuerpo cuando son nor-males, lo enferman o lo matancuando están viciados. Vitta,Pitta y Kapha son los respon-salbes de nuestra relación conel cosmos y aseguran quenuestro estado físico y mentalesté en total armonía con el rit-mo cósmico, implicando nues-tros cuatro elementos funda-mentales: cuerpo, sentidos,mente y alma. De este modonuestra vida deberá ser parabeneficio de la sociedad y con-tribuirá para proporcionar labuena salud a gran número depersonas por largo tiempo conun don supremo. Para este fin,deberíamos aprovechar el pro-greso de la ciencia y, con el ar-ma de la ciencia y de la espiri-tualidad, ayudar a todos los se-res humanos a estar y a perma-necer sanos y felices gracias anuestro conocimiento (veda)de las cuatro columnas de la vi-da: cuerpo, sentidos, mente yalma (Ayur).

Homeopatía: terapia existentedesde hace dos siglos

Se ha dedicado la sección si-guiente del seminario a efectuarun análisis profundizado sobreuna terapia existente desde hacedos siglos, esto es, la homeopa-tía, que proporciona un buenejemplo sobre el modo como lainvestigación científica básica yclínica se puede asociar a unavaloración global del equilibriofísico, psicológico y espiritualdel paciente. En cierto sentido,la homeopatía es la medicinapersonalizada que se basa en unacercamiento holista a la perso-na enferma y, como tal tienemucho en común con el Ayur-veda y con la tradicional etno-medicina que, sin embargo, tie-ne un recorrido racional.

Su nacimiento

Fue a fines del siglo XVIIIque el médico alemán SamuelHahnemann puso los funda-mentos de la medicina homeo-pática. La Doctora Corine Mureha manifestado en su interven-ción que la medicina oficial deltiempo, aunque todavía en líneacon los principios fundamenta-les de Hipócrates, activadosnuevamente por Paracelso, de-pendía aún de prácticas conven-cionales, que no se habían evo-lucionado de modo sustancialdesde el Medievo. Sin embar-go, a comienzos del sigloXVIII, en el culmen del Ilumi-nismo, las universidades de Eu-ropa central comenzaron a inte-resarse en dos cuestiones im-portantes: ¿Qué significa real-mente la palabra ‘enfermedad’?¿Cuáles podrían ser las caracte-rísticas de los diferentes reme-dios y su modo de acción en losseres humanos? Poniendo de la-do las consideraciones teóricaspuras, el Doctor Van Swietenestimuló en Viena los estudiosdirigidos a la cabecera del pa-ciente, seguido por AntoineStoerck y Von Quarin. Comojoven alumno de esa escuela demedicina, Samuel Hahnemannpuso en primer lugar un acerca-miento experimental profundi-zado para conocer el comporta-miento de los remedios.Mientras traducía el Tratado

de Materia Médica del Dr. Wi-lliam Cullen, Hahnemann dudóde las afirmaciones de Cullen

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para el cual masticar la cortezaperuana (quinina, cinchona pu-bescens, denominada anterior-mente ‘quina’) curaba la mala-ria gracias a sus propiedades as-tringentes (amargas). Hahne-mann, al no aceptar esta expli-cación, decidió asumir peque-ñas dosis de quina durante va-rios días con el fin de observarsus efectos. En este primer ex-perimento de prueba, Hahne-mann notó síntomas muy pare-cidos a los de la malaria, entrelos cuales los espasmos y la fie-bre. De este modo estableciónuevamente la validez de unaantigua máxima terapéutica:‘Lo semejante se cura con lo se-mejante’ (similia similibus cu-rentur). Esta ‘ley de los seme-jantes’ es la característica sus-tancial de la homeopatía. Hah-nemann dedujo que la curaciónprocede mediante la semejanzay que el tratamiento debe tenerla capacidad de producir en losindividuos sanos síntomas pare-cidos a los de la enfermedadpor curar. Además, presumíaque induciendo una enfermedada través del empleo de sustan-cias tóxicas, los síntomas indu-cidos artificialmente habríanhecho que la denominada fuer-za vital neutralizara y eliminarael mal original. Esta fue su pri-mera prueba documentada. Se-guidamente emprendió otrostest de la droga en su familia yen sus amigos mediante el em-pleo de plantas, minerales yproductos de origen animal.‘Día tras día, probó los medica-mentos en sí mismo y en los de-más. Recogió historias de casosde envenenamiento. Su finali-dad era establecer una doctrinafisiológica de remedios médi-cos, libre de toda suposición ybasada únicamente en experi-mentos’.Más tarde, Hahnemann deno-

minó su método ‘homeopatía’(del griego hómoios ο̌μοιος‘semejante’ y pathos πα′ θος‘sufrimiento’). La homeopatíase define por la ‘ley de los se-mejantes’, mediante test en per-sonas sanas, mediante el sumi-nistro de remedios únicos y esconsiderada como un métodofarmacéutico.Con el fin de conservar las

propiedades farmacéuticas, eli-minando al mismo tiempo laspropiedades tóxicas, Hahne-mann desarrolló un proceso de-

nominado ‘dinamización’ o‘potenciación’, de conformidadcon el cual el remedio es dilui-do con alcohol o agua destiladay luego, es sacudido con fuerzacon diez golpes contra un cuer-po elástico (Hahnemann utilizóla cubierta de piel de una Bi-blia) en un proceso denominado‘sucusión’. Recomendando re-medios que producen síntomassemejantes a los de la enferme-dad en tratamiento, Hahnemanncreía que las dosis concentradashabían intensificado los sínto-mas y exacerbado la condición.Por tanto definió la dilución delos remedios. Hahnemann con-sideraba que el proceso de su-cusión activase la energía vitalde la sustancia diluida. Sólidosinsolubles, como el cuarzo o laconcha de la ostra, se diluíanmoliéndolos con lactosio (‘tri-turación’), un nuevo métododesarrollado por Hahnemann ydesconocido para la químicahasta ese entonces.¿Cuál es la característica

principal de la homeopatía? Enel primer párrafo del Organonde Hahnemann, obra que esta-blece los principios de la ho-meopatía, se afirma que “la máselevada, la única misión delmédico, es volver a dar la saluda las personas que sufren, y estose llama curar”. Describe aquíla curación de los enfermos co-mo centro de la atención de unmédico homeopático con res-pecto al tratamiento de una en-fermedad diagnosticada en lamedicina tradicional. Mientrasa primera vista esta diferenciaparece de poca importancia, susignificado se vuelve clarocuando aparece la enfermedad:cuando uno se enferma, todo elcuerpo puede ser afectado in-cluso cuando el síntoma está lo-calizado. La homeopatía inter-viene para recuperar la salud fí-sica. El trabajo de un homeópa-ta se puede comparar al de unrestaurador de arte, que estáobligado a restituir en lo posibleun cuadro o una escultura a suestado original; del mismo mo-do, un homeópata debe restituirla condición oiriginal del pa-ciente.

Homeopatía:un concepto holista

El acercamiento holista’ esuna de las características más

interesantes de la medicina ho-meopática y el Doctor MichelVan Wassenhoven ha desarro-llado este concepto que en Es-tados Unidos ha sido denomi-nado como ‘Mind-Body Medi-cine‘ o ‘conexión cuerpo-men-te’. Esencialmente, se basa entres principios que no se pue-den separar: favorecer un acer-camiento multidisciplinario,proporcionar informacionesprecisas e imparciales al pa-ciente, e integrar su ‘filosofía’en la elección de la terapia.Mientras los primeros dos re-quisitos son bastante fáciles derealizar, mucho más difícil re-sulta tratar con las expectati-vas, las esperanzas, los senti-mientos sociales y filosóficosdel paciente para elegir la líneaterapéutica. Esto implica queentre el paciente y su médicose desarrolle una discusión li-bre y abierta. Además, se re-quiere que el médico tenga unavisión global de la evoluciónde su paciente y tenga en cuen-ta el conjunto de los síntomasasí como la universalidad delos signos clínicos. Para Hah-nemann, esto no fue otra cosasino una valoración permanen-te de lo que él llamó ‘energíavital’ que guía la unidad entreel cuerpo y la mente. No hayduda alguna que este pensa-miento está en línea con la en-señanza de S. Tomás de Aqui-no, para el cual el hombre esun cuerpo y el alma es su prin-cipio vital. Mientras el cuerpoes una entidad material indivi-dual, el alma se puede dividiren tres partes diferentes: nega-tiva, sensible e intelectual, per-maneciendo siempre una ca-racterística única. Nos encon-tramos frente a Aristóteles y alAyurveda.Ante estas condiciones, no se

puede concebir la salud si noincluye el bienestar social, eldesarrollo positivo y la posibili-dad de alcanzar la felicidad.Ciertamente, desde este puntode vista se debe concebir y va-lorar la actual práctica homeo-pática clásica. Aquí entramosen la prueba de lo que se ha lla-mado ‘homeopatía basada en laevidencia’. El Doctor VanWas-senhoven cita los diversos es-tándares de prueba en orden de-creciente: la existencia de meta-análisis y/o las recenciones po-sitivas sistemáticas en la litera-

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demos eliminar las sustanciasdisueltas.

En realidad, casi no existenlímites a las potenciales carac-terísticas estructurales que pue-den derivar de la asociaciónagua-moléculas. Sin embargo,existe un vínculo importante:viven por un tiempo muy breve,alguna decena de picosegundosy no se pueden ver como ele-mentos permanentes, salvo enbases puramente estadísticas,como ya se ha dicho.

Los diversos métodos físicospara valorarlas altas diluciones

Según el Profesor Rey, la va-loración de las estructuras delagua con medios físicos obvia-mente interesa tanto a los ho-meópatas como a los científicos‘hard’ que tratan de demostrarque las soluciones ultra-diluidas(ultra-moleculares) tienen supropia personalidad. En efecto,los puntos principales que sedeberían afrontar son: una ultradilución molecular (más alládel número de Avogadro: CH12 o más) ¿es diferente del sol-vente con que ha sido prepara-da?; dos altas diluciones dife-rentes ¿se hacen de diversosmateriales básicos capaces deser discriminados entre sí? ¿Ylas sucesivas diluciones son, enorden creciente, del mismo ma-terial, susceptible de identifica-ción, incluso cuando están en lagama de potencias elevadas?Con este fin, se han aplicado

las principales técnicas de aná-lisis físico-químico, permane-ciendo firme que esto puedeocurrir sólo detrás de un controlriguroso y estandarizado de suaplicación. Además del papelevidente de los contaminantesde todo tipo (sólidos, líquidos,atmosféricos, minerales, orgá-nicos o incluso organismos vi-vientes…), gran cuidado se de-be dirigir a las condiciones defuncionamiento: temperatura,luz, higrometría, presión, inter-ferencias de fuertes camposeléctricos o magnéticos, cerca-nía a fuentes de radiaciones…)ya que todas las técnicas que sepodrían aplicar en realidad tra-bajan al límite, ¡en el filo delcuchillo!... Además, se ha de-mostrado también que la mayo-ría de las diluciones están enve-

yen todo tipo de estructura 3-D:dímeros, oligómeros y tambiénpolímeros muy complejos, de-bido a su capacidad de crearfuertes vínculos entre la puntade sus dos brazos de hidrógenoy el núcleo de oxígeno de susvecinos, gracias a los que hansido llamados ‘vínculos de hi-drógeno’. Sin embargo, estasconexiones están en movimien-to permanente y a veces duranno más de pocas decenas de pi-cosegundos aunque se renuevansiempre. En otras palabras, elagua, en el estado líquido no esun fluido homogéneo, sino unensamblado dinámico de variosoligómeros, polímeros y clusterinteractivos en movimiento per-manente y totalmente depen-dientes de la temperatura, de lapresión y de campos eléctricosy magnéticos.La introducción de la mecá-

nica quantista en la investiga-ción sobre el estado líquido hallevado incluso a algunos hom-bres de ciencia (Preparata, DelGiudice ...) a afirmar que elagua contiene ‘dominios orde-nados de coherencia’, quemuestran un diamagnetismo ca-si perfecto, mientras toda la ma-sa podía de todos modos seratravesada por tubos de flujomagnético. Según el ProfesorResch la mayoría de estas ex-trañas propiedades puede deri-var de la simple observación.La primera es que el agua es

la única sustancia conocida queesté permanentemente en circu-lación.La segunda observación se

refiere al hecho que no hay nin-guna sustancia conocida en laque no se pueden encontrarhuellas de agua.La tercera observación es que

en las denominadas solucionesno acuosas, el agua nunca pue-de deshacerse totalmente de:una concentración mínima deagua en el orden del 10-6 mol/L que está siempre presente.La cuarta consideración es

que el agua es una conditio sinequa non de vida.La quinta, el hecho que es in-

negable que el agua sea el líqui-do estructurado en modo tan di-verso que tiene una mayor reac-tividad.La sexta observación se re-

fiere al hecho que nunca podre-mos obtener el 100 por cientode agua pura, visto que no po-

tura del sector; diferentes expe-rimentaciones clínicas positivascontroladas y randomizadas; unestudio clínico positivo rando-mizado y controlado; múltiplesestudios de cohorte positivos,un estudio único de cohorte po-sitivo; y pareceres de expertos,la mayoría de los cuales aplica-dos a ‘test’ efectuados en volun-tarios sanos.Teniendo en cuenta esta base,

hoy aparece que existen sufi-cientes relaciones coherentes,tanto en la investigación funda-mental como en aquella clínica,para promover el empleo de lahomeopatía en la sanidad públi-ca, y esto es exactamente lo queha afrontado el seminario en lassecciones sucesivas.

Evidencia científica

Una cuestión rebosante en lavaloración de la medicina ho-meopática de parte de académi-cos clásicos, en particular en elcampo de las denominadas‘ciencias duras’, es el hechoque en las diluciones altas y ul-tra-altas ya no hay más huellasde la sustancia química origi-nal. Por tanto, afirman que enefecto estas soluciones son to-das iguales y ya no el simplesolvente. En realidad, esta hipó-tesis radical se ha reveladoequivocada, al menos a la luzde dos siglos de atentas obser-vaciones clínicas, que han de-mostrado que elevadas dilucio-nes no son activas sólo en lasterapias, sino también que ellastienen personalidades diferen-tes, propiedades que no ha sidoposible encontrar en el solventeempleado para su preparación.Obviamente, este problema hasido un desafío claro a todos losinvestigadores en física, quími-ca y ciencia de los materialesque han intentado demostrar laespecificidad de los preparadoshomeopáticos y comprender loscriterios en los cuales basar lahomeopatía.

Agua: una extraña sustanciaquímica anómala

Toda la historia comienzacon el agua, una sustancia quí-mica universal con una fórmulamuy simple, pero que tienetambién propiedades anómalas.En el estado líquido las molécu-las de agua se atraen y constitu-

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labras, cada registración de ter-moluminiscencia ha dado lugara un sello digital específico quepodría ser relacionada a la dilu-ción inicial de partida. Estoconfirma que las investigacio-nes realizadas en diluciones ul-tra-moleculares, incluso másallá del número de Avogradomediante diversos métodos físi-cos, demuestran que son dife-rentes del puro solvente y espe-cíficas de las sustancias quími-cas precisas disueltas en el esta-do inicial de su preparación. Dehecho, toda dilución tiene supropia personalidad y se puedeidentificar por su propia ‘huelladigital’.

La evidencia biológica

La búsqueda en homeopatíano se restringe a los campos fí-sico-químico y gran número deinteresantes estudios se hanefectuado en el sector biológi-co. El Prof. Paolo Bellavite hapresentado algunos principiosdesarrollados en este sector.La homeopatía ha nacido co-

mo disciplina experimental, co-mo se puede observar de laenorme cantidad de casos clíni-cos recogidos en el curso demás de dos siglos. Sin embar-go, la tradición médica de lahomeopatía ha sido separadapor largo tiempo de aquella dela ciencia convencional. Unproceso osmótico entre las dife-rentes disciplinas, anteriormen-te considerado en conflicto, hoyestá facilitado ya que en el cur-so de los últimos decenios, lahomeopatía ha iniciado a em-plear los métodos de la cienciamédica corriente y existe la dis-ponibilidad de un considerablenúmero de estudios a nivel mo-lecular, celular y clínico. Unaaproximación experimentalpuede ayudar a someter a test,en condiciones controladas, losprincipios fundamentales de lamedicina homeopática como la‘semejanza’ de acción de losfármacos y de los mecanismosde acción de las soluciones dedrogas diluidas y agitadas (‘di-namizadas’). Una investigaciónde la literatura científica mues-tra que hay cierto número demodelos celulares y animalesde estudios, en particular, ‘in vi-tro’ efectuados con basófilos,linfocitos, granulocitos y fibro-blastos. El cuerpo de evidencia

pondiente de ‘defectos’ dentrode los sólidos que resultan.A suvez, para estudiar esta matrizheterogénea sólida obtenemosla activación mediante irradia-ción a la temperatura del azotolíquido (77K) induciendo laformación, dentro de la matrizsólida, de radicales metaesta-bles, electrones y foros posicio-nados en diferentes niveles deenergía, denominados ‘tram-pas’, y donde los ‘defectos’ dela red de hielo cristalino desa-rrollan un papel dominante. Eneste estado las trampas perma-necen estables a 77K, pero si laenergía términa es alimentadaprogresivamente por calenta-miento controlado, estas tram-pas se vacían, una después deotra, como resultado de recom-

binaciones sucesivas, y dejan suenergía almacenada bajo formade luz. De aquí el término determoluminiscencia de bajatemperatura. Se esperaba, pues,que el resplandor que resultabahabría sido representativo de laestructura de la matriz congela-da irradiada que, a su vez, debe-ría ser una imagen especular o,al menos, estar vinculada estre-chamente al estado inicial es-tructural del líquido original.En efecto, gran número de

experimentos hechos posterio-mente han demostrado que lasvarias diluciones presentabancurvas específicas de luz queno eran semejantes solo a lasdel solvente.Por otro lado, se ha demos-

trado que estas curvas de luzeran de naturaleza compleja ypodían ‘descomponerse’ en unconjunto de diferentes unidadescon parámetros termodinámi-cos bien definidos. En otras pa-

jeciendo y que su ‘estructura’ yrendimientos biológicos se de-sarrollan con el tiempo de con-servación, incluso si se mantie-nen bajo estrictas condicionesestables.Lamentablemente, por este

motivo no se han podido tomaren consideración tentativas ex-perimentales preciosas, porqueno se han efectuado en condi-ciones reproduciles fiables. Espor esto que en la lista que si-gue, hemos considerado sólo eltrabajo de investigación que hasatisfecho estos requisitos rigu-rosos:– Resonancia Magnética Nu-

clear– NMR.– Espectroscopia infrarroja

de transformada de Fourier–FT-IR.

– Espectrometría UV-visible.– Espectroscopía Raman.– Captura electrofotónica di-

námica.– Medida calorimétrica y

eléctrica.– Métodos ópticos.

Todas estas técnicas dan re-sultados interesantes, pero a ve-ces al límite de la sensibilidad.Es por esto que el Profesor Reyha desarrollado un médoto bas-tante nuevo de investigación eneste campo: la termolumines-cencia.La idea básica es evitar tratar

directamente con soluciones lí-quidas siempre en movimientotransformándolas en un sólidoestable, gracias a la baja tempe-ratura de congelación. La hipó-tesis de trabajo es que, si unadeterminada heterogeneidad es-tructural estuviese presente enel estado inicial líquido, seríatrasladada a una serie corres-

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demuestra la existencia de doso más respuestas diferentes delos organismos vivientes en lainteracción con cantidades di-versas del mismo xenobiótico(hormesis o enantiodromía). Enrealidad, está verificado que losorganismos vivientes logransiempre beneficios de las inte-racciones con xenobióticos debajo dosaje. Esto puede ser elresultado de mecanismos dife-rentes, pero de todos modos setrata de la respuesta de un siste-ma que quiere salvaguardar suidentidad. Por otro lado, la inte-racción con una gran cantidadde la misma sustancia puedecomportar la inhibición de unoo más mecanismos biológicos.Este último comportamiento esexplotado comunmente en lamedicina académica occidentalque de hecho, trata de utilizarfármacos que actúan como inhi-bidores.Hay que recordar que el des-

cubrimiento de la hormesis estáen el mismo nivel que los des-cubrimientos de la farmacolo-gía convencional moderna. Seafirma que las realidades con-temporáneas han bloqueado lainvestigación científica en hor-mesis. Según Calabrese, losdescubrimientos de la farmaco-logía de elevado dosaje y lasconsiguientes inversiones fi-nancieras sostenidas por la in-dustria, junto con el acuerdo delos exponentes de la farmacolo-gía (en primer lugar Clark), hanpuesto en la sombra la impor-tancia de la farmacología de ba-jo dosaje. Los antibióticos, losanestéticos y los quimioterápi-cos han demostrado tener unaeficacia elevada tal que el obje-tivo de la farmacología en vezde investigar los efectos de do-sis bajas, ha bajado al descubri-miento de nuevos agentes tera-péuticos con la misma eficiaciay con efectos colaterales másbajos.Sin embargo, existe gran can-

tidad de literatura médica sobrela hormesis como instrumentoterapéutico. El tratamiento de laenfermedad de Alzheimer, lare-mineralización de los hue-sos, los tumores, las infeccionesvirales, el crecimiento de loscabellos, las enfermedades au-to-inmunes como el lupus y lasenfermedades respiratorias agu-das, son ejemplos en los que laaplicación de la hormesis ha da-

to-curación de un organismoenfermo. Si el feeling es positi-vo, la terapia tiende a inducir yfavorecer un proceso endógenode curación utilizando algunasinterferencias sutiles (por ejem-plo la homeopatía). Por el con-trario, si el proceso de auto-cu-ración no es considerado sufi-ciente, el modelo terapéuticoadoptado puede ignorarlo y lue-go, en línea de principio, la te-rapia apropiada tiende a remo-ver de manera independiente laenfermedad (por ejemplo, laalopatía). Entonces se utilizanfármacos de alta dosis que actú-an como inhibidores (antibióti-cos, antiinflamatorios, antipi-récticos, etc.); en este caso laacción terapéutica a menudocomporta fuertes transtornos.

Esencialmente, estas dosaproximaciones terapéuticasson diferentes ya que se desa-rrollan en dos paradigmas di-versos, es decir, la recuperaciónbiológica y aquella farmacoló-gica. No obstante esta conside-ración, no se excluyen recípro-camente de la perspectiva deldesarrollo de la denominada‘medicina integrada’, que enItalia está representada por lasociedad científica SIOMI, ypor el modelo de asistencia sa-nitaria del Hospital italiano deMedicina integrada de Pitiglia-no. Hay que subrayar que la de-fensa exagerada de las dos dife-rentes clases de modelo tera-péutico de parte de los respecti-vos defensores detiene el alcan-ce de una simbiosis auspiciableentre los dos paradigmas.Esta actitud cultural está

abiertamente en contraste conla fenomenología natural que

más consistente se refiere a unaquincena de revistas científicas,publicadas por laboratorios in-dependientes, que describen elefecto estadísticamente signifi-cativo de las elevadas dilucio-nes de histamina en basófiloshumanos. En animales de expe-rimentación, la mayoría de losresultados se refieren a la inmu-noestimulación de parte de do-sis de antigenes ultra-bajas, elreglamento de procesos infla-matorios agudos o crónicos, ylos cambios del comportamien-to (disminución de los síntomassemejantes al ansia) inducidospor el tratamiento homeopático.Los modelos empleados por di-ferentes grupos de investiga-ción son heterogéneos y se dife-rencian en lo que se refiere a losfármacos de prueba, las dilucio-nes y los resultados. La eviden-cia que surge de modelos ani-males sostiene el principio tra-dicional de la semejanza, segúnla cual dosis ultra-bajas decompuestos, que en altas dosisson patógenos, paradójicamen-te pueden tener un efecto pro-tectivo o de curación. Gracias asu tradición antigua y al acerca-miento holista, junto a estosprogresos en la ciencia de basey el desarrollo de estudios clíni-cos rigurosos, la homeopatíaparticipa activamente en la inte-gración de los aspectos sistémi-cos, humanistas y científicos dela medicina

La evidencia clínicaLa hormesis

Como es obvio, en el ámbitode la salud pública los resulta-dos experimentales más impor-tantes son los que se ocupan dela experimentación clínica yuna de las primeras cuestionespor afrontar ha sido el curiosocomportamiento bifásico de re-medios de acuerdo a su concen-tración, los denominados ‘hor-mesis’, lo cual ha sido explica-do por la Dra. Simonetta Ber-nardini y podría constituir unconcepto central en la homeo-patía.En el pensamiento médico

occidental, los modelos tera-péuticos pueden emplear laprescripción de fármacos tantode bajo como de alto dosaje. Laelección alternativa ahonda susraíces en el feeling del médicoen torno a la posibilidad de au-

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denominado ‘proving’ y es laesencia de la farmacología ho-meopática.– Las sustancias tóxicas co-

mo el mercurio o el veneno dela serpiente podrían diluirse se-rialmente reduciendo de esemodo la toxicidad, y manten-drían la eficacia si las dilucio-nes seriales estuviesen acompa-ñadas por un proceso denomi-nado ‘sucusión’. Dilucionesmás elevadas han sido más efi-caces, con menores efectos co-laterales.– Todas las sustancias tienen

un impacto emotivo (esto se re-conoce hoy como ‘efecto cola-teral’ psicológico de los fárma-cos). El impacto emotivo puededescubrirse de modo semejantea los efectos físicos a través dela aplicación a sujetos sanos (unmédoto llamado de ‘proving’) ode acuerdo con la toxicología.– Existe una relación íntima

entre el estado emotivo del pa-ciente y su patología. Se tratade una experiencia empírica li-gada a la ‘vitalidad’del pacien-te y reflejada en su compren-sión de la vida y en sus estrate-gias para afrontarla. Esta expe-riencia empírica puede serafrontada con remedios quetienen un impacto físico yemotivo.

Hahnemann empleó dos de-cenios para desarrollar un siste-ma fármaco-terapéutico, queconsideraba más seguro y efi-caz de la medicina practicadapor sus colegas, y no obstantesu método no fuese consideradonocivo, sin embargo fue objetode ataques desproporcionados asus ideas, que no fueron toma-dos como argumentum ad per-sonam, sino más bien como lí-neas de batalla de una medicinaracionalista que se estaba de-fendiendo de un nuevo intrusoempírico.Hahnemann, en efecto, fue

un empirista puro y defendió laprescripción de remedios perso-nalizados, rechazando la clasifi-cación patológica de la enfer-medad basada en el órgano, co-mo línea guía en el diagnóstico.En realidad, la medicina con-vencional ve toda enfermedadcomo la suma de los síntomascomunes a todas las condicio-nes patológicas que tienen elnombre de la enfermedad. Lahomeopatía tiene un acerca-

ces’, como se denomina a lossiglos XVII y XVIII, nació co-mo reacción al absolutismo y secaracterizó por una empresa in-telectual dedicada a enriquecerla ética, la moralidad y el cono-cimiento, así como el empleode los conceptos de racionali-dad y logocentricidad. Este pe-ríodo se caracterizó por la secu-larización, la liberalidad y porla noción de los derechos hu-manos y de los ciudadanos. Elmovimiento proporcionó unabase filosófica a las revolucio-nes americana y francesa, al na-cimiento de la democracia y ala subida del capitalismo.La Edad de las luces se ca-

racterizó por dos movimientosepistemológicos principales: elempirismo y el racionalismo. Elempirismo se basa en la premi-sa que la fuente del conoci-miento humano son los sentidosy que la razón por sí sola nopuede ser considerada comofuente del conocimiento. El co-nocimiento, por tanto, es a pos-teriori (que tiene origen en laexperiencia) haciendo imposi-ble un conocimiento a priori(no sobre la base de la expe-riencia, es decir derivante ex-clusivamente de un razona-miento). Cada conocimientoderiva de la experiencia o deuna inferencia inductiva. Losprincipales pensadores empiris-tas han sido ingleses: John Loc-ke, George Berkeley y DavidHume.El movimiento ‘competitivo’

al empirismo fue el racionalis-mo, según el cual la razón es lafuente de todo conocimiento. Elracionalismo establece premi-sas cognitivas coherentes y conuna secuencia lógica de pasajes,trata de deducir todo objeto po-sible de conocimiento. Descar-tes, el racionalista por excelen-cia, influyó marcadamente atres de las mentes más raciona-listas de la época del Iluminis-mo: Baruch Spinoza, GottfriedLeibniz y Christian Wolff.Fue en este nuevo mundo de

la racionalidad naciente queHahnemann creó una nueva ra-ma de la medicina empírica – lahomeopatía – que se fundaba encuatro observaciones principa-les:– Las sustancias de virtudes

creativas habrían inducido lossíntomas de la enfermedad ensujetos sanos. Este método fue

do resultados particularmenteeficaces.

Racionalismo y empirismoen la investigaciónhomeopática clínica

Otro acercamiento interesan-te en la búsqueda de pruebasclínicas es la consideración dellugar relativo que pueden tenerel racionalismo y el empirismoen el campo de la investigaciónmédica y como se ha desarro-llado en el tiempo. Para el Pro-fesor Menachem Oberbaum, lahomeopatía clásica funda eldiagnóstico en los síntomasemocionales, mentales, ‘gene-rales’ y ‘locales’ del paciente.El diagnóstico médico conven-cional es de importancia secun-daria. Una sola dosis de medici-na propiamente identificada esmuy diluida y es asumida rara-mente.La homeopatía clínica, o

‘moderna’puede ser vista comouna derivación de la homeo-patía clásica y otorga prioridadal diagnóstico médico conven-cional, en el respeto de los prin-cipios de base de la misma ho-meopatía. El acento se colocaen los síntomas vinculados conla patología, teniendo en cuentalos síntomas mentales y gene-rales, en particular en lo querespecta el problema principal.Los remedios de Singleton sonempleados en secuencia prede-finida. Ellos son menos dilui-dos (más concentrados) y se su-ministran con frecuentes inter-valos.La homeopatía ‘complex’ se

ha desarrollado como una ten-tativa ulterior de adaptar la ho-meopatía al paradigma médicoconvencional. Remedios dife-rentes, referentes cada uno a unaspecto diferente del diagnósti-co convencional, son mezcla-dos y administrados en diluciónbaja, con la esperanza que almenos uno de ellos cubra el ca-so homeopáticamente. Se pre-sume que este tipo de homeo-patía actúe en un nivel más su-perficial de la homeopatía clá-sica o clínica.La homeopatía nació a fines

del siglo XVIII, como actor se-cundario pero controvertido, enel ámbito de la medicina y enun tiempo de cambio filosóficoe intelectual sin precedentes: elIluminismo. La ‘Edad de las lu-

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el síndrome por cansancio cró-nico, en el síndrome premens-trual, en la hemorragia post-partum, en la sepsis, en la esto-matitis, en los síntomas relacio-nados con el tratamiento delcáncer y en elADHD (disturbiopor déficit de atención e hipe-ractividad).Una revisión de estudios clí-

nicos en homeopatía desde1975 al 2002 ha encontrado 93estudios de confrontación entrela homoeopatía con placebo uotros tratamientos. En 50 deellos se han encontrado losefectos positivos de la medici-na homeopática. Las pruebashan favorecido un efecto posi-tivo del tratamiento homeopá-tico en: rinitis alérgica, diarreainfantil, fibromialgia, gripe,dolor, efectos colaterales de laradio/quimioterapia, distorsio-nes e infecciones de las víasrespiratorias.Analizando 12 re-visiones sistemáticas de la me-dicina homeopática para condi-ciones clínicas específicas, Jo-nas y otros, llegaron a conclu-siones análogas: la homeopatíapuede ser eficaz para alergias,diarrea infantil, gripe e ilionpost-operatorio, pero no para eltratamiento de la emicrania odolor muscular de insurgenciaretrasada.Se han conducido estudios

clínicos randomizados de la clí-nica homeopática en áreas clí-nicas entre las cuales el asma,sepsis peligrosas para la vida yestomatitis inducida por qui-mioterapia para el cáncer, fibro-mialgia, síndrome por fatigacrónica, síndrome premens-trual, hemorragia post-partum,y árnica en varias condicionesclínicas. La mayoría ha dadoresultados positivos.En algunas situaciones clíni-

cas se han conducido tantoRCT como estudios clínicos deobservación que han proporcio-nado un cuadro más completosobre el posible papel de la ho-meopatía. Dichas áreas com-prenden las vías respiratoriassuperiores y las infecciones deloído en los niños, el disturbiopor déficit de atención e hipe-ractividad, y la homeopatía pa-ra los síntomas relacionadoscon el tratamiento del cáncer.Por otro lado, los datos dis-

ponibles sugieren que se justifi-ca la confianza de los pacientesen la seguridad de la homeopa-

formas más controvertidas de lamedicina alternativa y comple-mentaria. En toda su historia hasido objeto de polémicas. Sinembargo hay un cuerpo elo-cuente y creciente de pruebascientíficas logradas medianteestudios clínicos, revisiones sis-temáticas y meta-análisis de lasmismas pruebas y de experi-mentos biológicos.Existen diferentes tipos de

homeopatía. Los principales sonla homeopatía ‘individualizada’o ‘clásica’, la homeopatía ‘clini-ca’ y la isopatía. En la homeo-patía individualizada en generalse selecciona un medicamentohomeopático único según elcuadro global de los síntomasde un paciente, incluidas sus ca-racterísticas mentales, generalesy constitucionales. En la home-opatía clínica, se suministranuno o más fármacos homeo-páticos para situaciones clínicasestándard o diagnósticos con-vencionales, a veces diferentesfármacos homeopáticos soncombinados en una formula-ción fija (‘compleja’). La isopa-tía es el empleo de dilucioneshomeopáticas de alergenes oagentes infecciosos o tóxicoscausales. Sistemas médicos per-tinentes que utilizan fármacoshomeopáticos son la homotoxi-cología, fundada por H.H. Rec-keweg, y se basa en la interpre-tación de la enfermedad comoexpresión del esfuerzo de de-fensa del organismo contra lastoxinas patogénicas y la desin-toxicación con fármacos home-opáticos; y la medicina antro-posófica, acercamiento fundadopor R. Steiner y I. Wegman queintegraba la medicina conven-cional con la influencia del al-ma y del espíritu.Para resumir, las reseñas de

estudios clínicos randomizados(RCT) generalmente son positi-vas: diarrea infantil, gripe (tra-tamiento de la), osteoartritis,ilion post-operatorio, rinitisalérgica estacional y enferme-dades reumáticas. Existe unaevidencia de RCT repetida quela homeopatía puede ser eficazen caso de diarrea infantil, defibromialgia, gripe, emicrania,artrosis, otitis media, vértigos yrinitis alérgica estacional. Haytambién elementos de pruebade estudios clínicos randomiza-dos individuales (RCT) que lahomeopatía puede ser eficaz en

miento diferente, pues ve la en-fermedad como una condiciónpatólogica específica del indivi-duo y como una ‘enfermedadinterna’ manifestada por la su-ma de los síntomas del pacien-te, sean físicos o mentales, ex-puestos de manera unívoca yvividos por el paciente. Enefecto, los estados mentales yemotivos del paciente son ele-mentos importantes para deci-dir el empleo de un remedio ho-meopático adecuado.En la homeopatía clásica, la

individualización es uno de losprincipios más importantes dela terapia. Cada paciente se ca-racteriza por atributos indivi-duales y por síntomas únicos,que difieren de manera signifi-cativa de los síntomas superfi-cialmente semejantes experi-mentados por otros pacientes.La idiosincracia, que es margi-nada por la medicina conven-cional, es un elemento centralen la homeopatía, y se refiere alcomplejo de propiedades men-tales, emotivas y físicas ‘pecu-liares’ que hacen único a cadapaciente. Al contrario de la me-dicina convencional, no existeun remedio específico para unacondición médica, sino másbien, un remedio que cubre lasuma de los síntomas acumula-dos por un coloquio profundi-zado con el paciente. Extraerlos síntomas únicos e importan-tes de la amplia combinación desíntomas recogidos por la histo-ria del paciente y, por tanto re-construir partiendo de éstos unanálisis estructurado, requierela obra de un homeópata exper-to y altamente calificado, espe-cialista y de amplias visiones.Considerando que un médicoconvencional genérico, aunqueno sea de gran experiencia oformación, puede estar en la ca-pacidad de tratar de modo ade-cuado a la mayoría de sus pa-cientes, un homeópata medio-cre tendrá mucho menos éxito.

Valoración clínicade la homeopatía

La valoración clínica de lamedicina homeopática se haefectuado desde sus orígenes yen la actualidad ofrece más dedos siglos de documentos. Sinembargo, como lo ha explicadoel Doctor Peter Fisher, la ho-meopatía es también una de las

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terreno común entre ciencia yteología. La curación propor-ciona un hilo conductor presen-te en toda la historia de la evo-lución porque ningún organis-mo habría sobrevivido sin la ca-pacidad de resistir a la influen-cia hostil de su ambiente y desus concurrentes, y de curar eldesorden dentro de sí mismo.Preservar la salud, tanto conmedios de protección y profila-xis o con procesos de curación,es un imperativo evolutivo.La lucha por la integridad y

la globalidad en este nivel es uninstinto inherente que se puedecomparar al instinto del cuerpopara la autoreglamentación y lareparación frente a daños físi-cos y enfermedades.La característica principal de

la curación es que es creativa yno sólo curativa. Fundamental-mente, ella es semejante a cual-quier nivel de nuestro ser en elque obra, no se puede alcanzarsin cierto grado de sufrimientoy nos lleva a nuevas actitudes yresponsabilidades.La curación de la herida es

un simple ejemplo. Pide a nues-tro cuerpo ‘comprender’ lo queha sucedido, reconocer y res-ponder a los efectos del trauma.Exige los recursos fisiológicosde la inmunidad a la infección yla efectiva movilización de re-paración de los tejidos. Habrá elcrecimiento de tejidos nuevosque pueden ser incluso másfuertes del tejido original. Y siel daño es suficiente, será nece-saria la ‘reconciliación’, algu-nos ajustes para compensar laeventual pérdida de función.Estos ejemplos pueden ser fá-cilmente extendidos a la cura-ción de las heridas psicológicasy espirituales.La curación comporta tam-

bién cierto grado de sufrimien-to. Este no es sólo la conse-cuencia de la enfermedad y deltrauma, sino es inherente al pro-ceso de curación. Esta verdad laencontramos vivamente expre-sada en la teología cristiana dela Pasión y Crucifixión de Je-sús.En fin, la curación implica

siempre la reconciliación y elcambio. Más en general, cual-quier enfermedad, infortunio odiscapacidad afecta a nuestrasrelaciones con los demás, y connosotros mismos – como perso-na y como cuerpo, temporal-

Profesor Rey. Se puede repro-poner cierto número de mode-los biológicos de efectos de al-tas diluciones.

Curación y totalidad

Para el Revdo. Dr. JeremySwayne, los hombres y las mu-jeres trabajan en ambos ladosde una desafortunada separa-ción intelectual y metafísica.Tenemos un pie en ambos cam-pos: los representantes de dosparadigmas que con frecuencia,pero inútilmente, son competi-dores. Uno es el paradigma me-canicista y reduccionista de laciencia moderna que ha produ-cido el modelo biomédico consu maravilloso poder de contro-lar los procesos de la enferme-dad y las funciones físicas. Elotro, generalmente se describecomo paradigma ‘holista’, quereconoce la importancia de la

interacción sutil de las múlti-ples dimensiones de la naturale-za humana y la experiencia hu-mana en determinar el bienestarindividual, y en la predisposi-ción a la enfermedad. Y esto re-conoce la importancia de reco-rrer a medios sutiles para esti-mular la curación y auto-regu-lar los procesos dentro del cuer-po humano, mente y espíritu.Sin embargo, es importante

precisar que estos dos paradig-mas son totalmente compati-bles. La perspectiva holística escomún a todos los agentes sani-tarios que realmente aman a suspacientes, cualquiera sea el fo-cus biomédico de su repertorioterapéutico, y que desean subra-yar la importancia del conceptode curación, porque ocupa un

tía: los riesgos que derivan delos productos homeopáticosson modestos con respecto alos de la medicina convencio-nal. Una revisión sistemáticade la seguridad de la homeopa-tía entre 1970 y 1995 llevó alas siguientes conclusiones: losmedicamentos homeopáticospueden provocar efectos nega-tivos, pero generalmente estosson leves y transitorios y noexisten datos suficientes. Se re-gistran también casos de ‘erro-res de identidad’ cuando sedescriben como homeopáticosfármacos basados en hierbas.Los principales riesgos cone-xos con la homeopatía son in-directos e imputables al médi-co prescriptor y no a la medici-na. En dos estudios, se han ob-servado reacciones adversas enaproximadamente el 2,7 porciento de los pacientes; en eltercer estudio, el 7,8 por ciento

de los pacientes homeopáticostenía reacciones adversas conrespecto al 22,3 por ciento delcorrespondiente grupo con tra-tamiento convencional.El obstáculo principal para la

acentuación científica de la ho-meopatía es el empleo que hacede altísimas diluciones ‘ultra-moleculares’. La hipótesis másimportante para explicar losefectos de dichas diluciones sebasa en el archivo de informa-ciones de soluciones acuosas:hay cierta evidencia de la cien-cia física de modificaciones es-tructurales específicas en agua,inducidas por el proceso depreparación homeopática, quepodría tener la capacidad dememorizar informaciones, co-mo lo ha explicado antes el

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mente o a largo plazo – a travésde las limitaciones que impone,debido a sus implicaciones paranuestras actividades y perspec-tivas: estilo de vida, ocupación,etc. La enfermedad afecta lasresponsabilidades de los demáspara con nosotros y las nuestrashacia ellos.La enfermedad mental y

emotiva, lo que generalmentese llama ‘agotamiento nervio-so’ a menudo es el preludioesencial al desarrollo de nue-vas intuiciones y puntos defuerza psicológicos y la cura-ción de heridas viejas; tener unagotamiento nervioso es unacondición necesaria para la re-construcción y el nuevo creci-miento.La idea que la enfermedad

sea agente de curación se refle-ja también en la afirmación quelos síntomas son la expresióndel organismo al desorden, sumecanismo para afrontar y notanto su incapacidad de hacerlo.Otra paradoja es que, más

que sufrir de una enfermedad,nosotros a menudo sufrimos deun ‘bienestar’. El dolor provo-cado por una lesión física es larespuesta de un sistema nervio-so sano ante un trauma. El do-lor del rechazo, el abuso, la ne-gación del amor y de la autoes-tima, son la respuesta sana denuestra humanidad herida.La tercera paradoja es que la

curación no comporta necesa-riamente la cura, y la cura nocomporta necesariamente la cu-ración. En efecto, la búsquedade la cura puede permitir in-fluencias destructoras que hanproducido el persistir del desor-den. Y dentro de los límites deuna enfermedad incurable, unindividuo puede alcanzar el cre-cimiento personal y espiritual,la integración y la reconcilia-ción, que equivale a la curaciónen el sentido más pleno.El objetivo de la curación es

la globalidad. Es la realizaciónen lo posible en nuestra vida delpotencial único de cada indivi-duo. Es el cumplimiento denuestra vocación específica ytrata de amalgamar, de maneraequilibrada e interactiva, todasnuestras facultades, prerrogati-vas y características: física,emotiva e intelectual, psíquicay espiritual. Sin embargo, tota-lidad no significa perfección.En efecto, la búsqueda de la

perfección se puede alcanzarsólo a costa de nuestra verdade-ra humanidad, de nuestra capa-cidad de lograr lo completo. Lomaravilloso de llegar a ser unapersona completa, bien integra-da, es que los defectos y las im-perfecciones, las partes vulne-rables, desordenadas y feas, sonsuperadas por el valor del con-junto. Nuestra única guía, pues,es nuestro instinto de lo com-pleto, la vocación para ser úni-camente nosotros mismos y te-ner la capacidad de crecer enrelación al respeto y al amor de-mostrado a ellos por los demás.La curación y el proceso de in-tegración hechos posibles tam-bién en las vidas más desorde-nadas, lo son no sólo para losindividuos, sino para la comu-nidad de la cual forman parte.Es por esto que una consulta-

ción homeopática es una expe-riencia que involucra a toda lapersona. Puede ser la primeravez que un paciente es animadoa pensar en sí mismo como untodo tomando conciencia de símismo de manera nueva, quepuede producir temor, pero quees también liberador y tranqui-lizador. En segundo lugar, lahomeopatía proporciona unademostración enfática de la ca-pacidad del cuerpo y de la men-te de auoreglamentación y auto-curación. Se trata de una expe-riencia notable. El entendimien-to de parte de los pacientes quees precisamente la capacidadnatural de curar que está en ac-tividad es extremadamente ani-mador y tranquilizador. El ter-cer principio de curación quefacilita el acercamiento homeo-pático es la reconciliación. Ob-viamente a menudo esto requie-re el perdón, de los otros o denosotros mismos, y el modocon que la historia de un pa-ciente surge, a veces tiene unacalidad confesional.En fin, para promover la cu-

ración en el sentido más pleno,debemos ayudar al paciente allegar al corazón de la cuestión,de manera que logre un acuerdoconsigo mismo.

La homeopatía como medicinacomplementaria integrada

Una de las principales cues-tiones que se han afrontado eneste seminario se refiere alpuesto que ocupan las terapias

no convencionales en el ámbitode un programa global de la sa-lud pública. Teniendo en cuentalos datos científicos y clínicos,así como los informes históri-cos y la experiencia socio-cul-tural, se ha afirmado explícita-mente que las terapias homeo-páticas no son alternativas sinocomplementarias. En otras pa-labras, dichas terapias no hansido ideadas para sustituir a lamedicina alopática clásica, si-no, en caso de necesidad, debenestar asociadas ante todo a re-medios convencionales. Sinembargo, en algunos casos sepuede emplear sólo la homeo-patía cuando las terapias con-vencionales no logran o no hansido solicitadas expresamente.Precisamente, esto es lo que

ha sido introducido en el Cen-tro de Emergencia del Policlí-nico de Viena por el ProfesorMichael Frass que, con ocasióndel seminario ha presentado va-rias observaciones clínicas enlas que la homeopatía ha dadoconsiderables resultados enasociación con la terapia quí-mica clásica en casos médicosdramáticos y de intoxicaciónaguda. En efecto, se trata deuna cuestión de eficiencia y ló-gica, certificada por el hechoque en los últimos decenios eluso de la homeopatía ha au-mentado sensiblemente en lapoblación en la mayoría de lospaíses, incluido Estados Uni-dos que por varios decenios haestado bastante sospechoso ha-cia ella. Esto es muy significa-tivo ya que en numerosas na-ciones, la terapia homeopáticalamentablemente no está cu-bierta por el sistema de seguronacional, no obstante que losciudadanos consideren que susbeneficios superan los costes.Para el Profesor Frass, a nivel

profesional la asociación de lamedicina convencional y la ho-meopatía es el método ideal conel cual se puede sostener a lospacientes en su recorrido enbúsqueda de la salud. Hay queevitar cualquier actitud fanáticaen una y otra dirección. No sediscuten los méritos diagnósti-cos de la medicina convencio-nal; pero el método de acerca-miento terapéutico puede serdiferente. Se quiere demostrarque en realidad la homeopatíano es una medicina alternativa,sino una medicina complemen-

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taria y, por consiguiente, que nosustituye a la terapia clásica. Lahomeopatía añade algo diferen-te – y a menudo más eficaz – ala praxis de rutina. Es evidenteque, en pacientes críticos, porejemplo los envenenados porAmanita phalloides, es obliga-torio un tratamiento de emer-gencia clásico, de lo contrarioel paciente moriría antes de quese realice cualquier tentativahomeopática. Por otro lado,cuando se consideran las enfer-medades más leves, sobre todolas infecciosas y los malestaresreumáticos, la homeopatía pue-

de ayudar al paciente sin nece-sidad de otros tratamientos con-vencionales.De todos modos, la experien-

cia y el juicio objetivo son lasbases sólidas para el tratamien-to y el uso de métodos diferen-tes. Por tanto, es obligatorio eldiálogo entre la medicina con-vencional y la homeopatía y sedebe enseñar en los estudiosuniversitarios de medicina.

¿Por qué combatimos?

Este es el destino de los tiem-pos modernos: en la vida esta-mos obligados a combatir enlos campos deportivos, contrala concurrencia, la desocupa-ción, la estupidez y la muerte.Para Christian Boiron, lamenta-blemente estamos comprometi-

dos en esta batalla ¡y la saludno escapa a ella!Sin embargo, el monitoreo de

la droga no ha eliminado elmercado, pero también ¡podríahaber hecho que esta prácticasea más atrayente!La lucha contra la desocupa-

ción no ha erradicado este cán-cer y el tratamiento social deesta dramática cuestión muy amenudo retrasa su solución.Gracias a la difusión de la de-

mocracia, casi hemos logradoeliminar la guerra, pero al mis-mo tiempo, ¡estamos cada vezmás preocupados, y hasta com-

prometidos en violentos con-flictos políticos lejanos de nues-tra misma tierra!El desarrollo fulmíneo de la

medicina ciertamente ha contri-buido a desbarazarnos de mu-chas enfermedades devastado-ras, pero en la actualidad milesde personas mueren en los hos-pitales por enfermedades con-traidas dentro de ellos, mientrasla excesiva prescripción de anti-bióticos, vacunas, productosanti-inflamatorios, etc. ha dadonueva fuerza a micro-organis-mos que se adaptan a ambientescada vez más agresivos. Frentea esta situación, las grandescompañías no siempre estánguiadas por consideracioneséticas, sino simplemente por in-tereses financieros de sus accio-nistas, ¡en los que su gestión

burocrática tiene poco control!En la tremenda guerra contra

las enfermedades infecciosasno siempre se entiende que mu-chos remedios ‘poderosos’ ¡sepueden transformar en produc-tos tóxicos si es que no son uti-lizados en forma sensata! Losgobiernos y las agencias inter-nacionales, por temor de las po-tenciales consecuencias negati-vas de sus políticas, ¡a menudodramatizan indebidamente losproblemas!¿Cómo podemos encontrar la

paz en nuestros cuerpos, ennuestras mentes, si no tomamosen consideración la formidablecapacidad de curación de nues-tro organismo? ¿No deberíamosrecordar que son criaturas deDios y que Hipócrates mismoha dicho que el primer deberdel médico es no causar daño alpaciente? Primum non nocere!Como hemos visto en el cur-

so de este seminario, el hombredebe ser considerado como unaentidad global con sus poten-cialidades físicas, psicológicasy espirituales. En muchos ca-sos, la simple estimulación denuestras defensas internas essuficiente para combatir la en-fermedad. Aquí intervienen lasterapias complementarias, aquíllega la homeopatía y, global-mente, este es otro acercamien-to a los cuidados sanitarios, queya no dependen exclusivamentede los cuidados médicos.Hay estrategias de preven-

ción, terapias ‘soft‘, osteopatia,quiropratica, kinesiterapia, ter-malismo ... y muchos otros mo-dos de ocuparse de la mente, dela meditación al arte, siempreen búsqueda de la felicidad.Es evidente que actualmente

nuestra enseñanza médica es in-completa y le falta estos objeti-vos a nivel global. En esta pers-pectiva, es verdad que aun si laciencia es un elemento inevita-ble de nuestra preocupación porla salud, deberían involucrarsetodos los demás elementos:sensorial, afectivo, emotivo yespiritual.Corresponde a nuestros mé-

dicos modernos entender estosrequisitos básicos y adecuar susterapias a cada persona, ocu-pándose de su unicidad y fragi-lidad intrínseca.

Profesor LOUIS REYLausana, Suiza

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