Tierra y distribución de la riqueza

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TIERRA Elementos de análisis y criterios de acción Y DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA

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TIERRA

Elementos de análisis y criterios de acción

Y DISTRIBUCIÓNDE LA RIQUEZA

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TIERRAY DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA

Elementos de análisis y criterios de acción

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TIERRAY DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZACuaderno mapas # 6

Dirección / Néstor Borri / Fernando LarrambebereProducción / Sebastián PrevotelTextos / N.B. / S.P.Corrección / Mirta Braida

Diagramación / Bárbara Coutoartilugio | comunicación & diseñowww.artilugioweb.com

Publicación de CENTRO NUEVA TIERRAPiedras 575 PB / CP1070AAKCiudad Autónoma de Buenos AiresRepública ArgentinaTel/fax: +54 - 11 - 4342 0869 / 4345 4774Email: [email protected]

Con el apoyo de

Los textos originales del presente material fueron desarrollados y publicados en Octubre de 2006 en el marco de la cam-paña nacional DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA / DESAFÍO PARA LA ARGENTINA / DESAFÍO PARA LAS ORGANIZACIONES SOCIA-LES, llevada a cabo por Amuyen - Espacio de organizaciones sociales y el Programa Mercosur Social y Solidario, con elapoyo del CCFD (Comité Católico contra el Hambre y favor del Desarrollo) y la Unión Europea.

Impreso en Minigraf / [email protected] de 2008

www.ciudadania.org.ar / [email protected]

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ÍNDICE

IDEAS FUERZA ....................................................................................... 5

La cuestión de la tierra en ArgentinaA DESALAMBRAR ............................................................................. 7

Tierra y políticas públicasTERRENO POLÍTICO .......................................................................... 9

Una mirada en perspectiva del sector agropecuario: los 90’ y la etapa actual

LIBRE JUEGO .................................................................................... 10

QUIÉN SE QUEDA CON LOS BENEFICIOS ......................................... 11

El modelo sojero en ArgentinaEL “BOOM” DE UNOS POCOS ........................................................... 14

La distribución de la tierraCONCENTRACIÓN Y EXCLUSIÓN ...................................................... 16

Trabajo y trabajadores ruralesAVANCE DE LOS AGRONEGOCIOS .................................................... 18

Ejes, propuestas y exigenciasPARA SOSTENER Y TRANSFORMAR ................................................ 20

DESAFÍOS Y TAREASMÁS SOBERANÍA / MÁS DESARROLLO / MÁS DISTRIBUCIÓN ......... 21

BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................... 24

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IDEAS FUERZA

1 / La cuestión de la tierra es central para definir y concretar un modelo de desarrolloque se conjugue con una justa distribución de la riqueza. Debe ocupar un lugar primordialen la agenda pública, las políticas de gobierno y de las organizaciones sociales.

2 / La tierra es un soporte para la vida. Para la producción necesaria y no reemplazablede alimentos, bienes e insumos para la sociedad argentina.

3 / La tierra es el lugar en torno al cual se organiza la convivencia y la cultura degrandes grupos de población: pequeños productores, campesinos e indígenas. Sostieney es el marco de espacios y prácticas de reconocimiento colectivo e integración. Por esoes necesario reconocer su función social y cultural.

4 / Distribuir tierra es distribuir posibilidades de vivir y medios de producción parauna vida más digna. La soberanía sobre los recursos naturales y el acceso a las semillascomo patrimonio público son componentes fundamentales en este sentido.

5 / Una reforma agraria integral es un horizonte clave para la realización de los de-rechos a la alimentación, a la vivienda, al trabajo, a la participación y disfrute de la cul-tura, a participar en la definición del futuro del país.

6 / El Estado democrático ocupa un rol fundamental frente a la problemática de la tie-rra y el sostenimiento e implementación de políticas públicas referidas a la tierra y al sec-tor rural con potencial distributivo.

7 / El problema de la tierra no atañe tan sólo a las organizaciones sociales de campe-sinos e indígenas, de pequeños y medianos productores, sino a toda la sociedad: afectaal modelo de país y al proyecto de sociedad. Es un factor relevante y significativo parala definición y construcción de ciudadanía y del movimiento popular.

8 / En este marco, es necesario reconocer y dar lugar en el modelo de producción amodos de propiedad comunitaria de la tierra y modos de producción familiares y coope-rativos.

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9 / De la misma manera es central asegurar la plena igualdad de oportunidades y dederechos a la tierra y a los recursos naturales desde una perspectiva de equidad de gé-nero.

10 / América Latina tiene una larga historia de conflictos y movilización popular entorno al problema de la tierra. Al día de hoy, la dimensión regional de la problemática des-afía a los estados y movimientos sociales de manera conjunta a la búsqueda de solucionesy propuestas para la pobreza y la injusta distribución de la riqueza que atraviesa el con-tinente. Por eso la cuestión de la tierra es un eje significativo y prioritario en relación altipo de integración regional que se construya en el continente.

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La cuestión de la tierra en ArgentinaA DESALAMBRAR

Los '90 fueron buenos tiempos para el campo argentino: para sus dueños y losgrandes productores. Los sectores populares -familias campesinas, asalariadosrurales, pequeños y medianos productores, comunidades indígenas- tuvierongrandes trabas y límites en sus posibilidades de participar en la producción yapropiación de la riqueza. El orden de exclusión y desprecio por la vida que seconsolidó por aquellos años, tuvo manifestaciones muy concretas para el campoy los campesinos.

Una década después de la (neo)liberali-zación que puso al campo en las (¿invisi-bles?) manos del mercado transnacional, lacrisis del 2001-2002 benefició a los pro-ductores y propietarios más ricos.

Hoy, las consecuencias del proceso detransformación del campo están a la vistamás que nunca:

Más producción y menos distribución: enlos últimos 15 años la producción agrope-cuaria ha crecido en escalas impresionan-tes, pero la brecha en la distribución de lariqueza se sigue ampliando.

Concentración de la tierra y las posibilida-des de producción en pocas manos.

Pérdida de la soberanía alimentaria: cer-cenamiento de la capacidad de los peque-ños productores de decidir sobre la tierra ysu producción; y de los habitantes del paíspara definir qué tipos de políticas se lleva-rán adelante en relación a la producciónalimenticia y a los recursos naturales.

Desaparición de medianos y pequeños

productores.Desarticulación de la agricultura familiar.Encarecimiento y destrucción de las fuen-

tes de trabajo rural.Abandono de muchas actividades diver-

sificadas y la tendencia al monocultivo dela soja.

Desplazamiento de actividades tradicio-nales de la pampa húmeda a territoriosextra pampeanos. Esa expansión de la fron-tera agropecuaria va presionando sobre te-rritorios de productores familiares ycomunitarios y sobre reservas ecológicas.

Contaminación de poblaciones, suelos,flora, fauna y recursos naturales no renova-bles a raíz de los agroquímicos y métodosde producción relacionados con los avancesde la tecnología para el campo.

Fuimos de la producción de alimentos deconsumo popular a la soja para exportación.

Por el lado de la ganadería, avanza la ga-nadería de alta intensificación en zonasáridas y semiáridas a partir de la siembra

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de pasturas especiales para el ganado.Grandes bosques con suelos muy “frágiles”son devastados y muchas comunidades ru-rales son expulsadas.

Aunque es el negocio más “seductor”, laproblemática de la concentración de ri-queza vinculada a la tierra no se limita alsector agropecuario. Los recursos naturalesson también un punto importante.

Las reservas subterráneas de agua sonexplotadas sin control por grandes estan-cias y empresas multinacionales para elriego de la agricultura intensiva a gran es-cala en zonas áridas. Los grandes desmon-tes afectan gravemente la recarga de losacuíferos.

El agua es, en particular, un recurso escasoque se relaciona directamente con la pro-ducción agropecuaria. Pero también estánen juego recursos vinculados, por ejemplo, alas actividades minera y petrolera.

Los conflictos por la tierra y los recursosnaturales han crecido ampliamente en losúltimos 15 años. Ya sea por los desalojos opor los desmontes compulsivos, las mega-empresas agropecuarias y la misma lógicadel sistema (para que el campo les sea“rentable”, los grandes productores necesi-tan cada vez más hectáreas de tierra) sonresponsables directos de la expulsión y elarrinconamiento de grandes grupos de po-blación rural.

En respuesta a estas realidades y ante elreconocimiento de lo urgente de la situa-ción, en los últimos años hemos visto crecer

y fortalecerse la movilización de organiza-ciones campesinas, indígenas, de medianosy pequeños productores.

El rol del Estado ha tenido y tiene muchoque ver con estos procesos.

En los '40 y los '50, luego de años de lu-chas y reivindicaciones, los sectores popu-lares lograron conquistas significativas: elestatuto del peón, el estatuto de medieros,el decreto de arriendo. Se reconocieron losderechos del trabajador del campo, se re-dujo un 20% los arriendos y los desalojosestaban prohibidos. El Estado regulaba lasactividades en el campo haciéndose pre-sente en espacios y organismos que asegu-raban cierto equilibrio en el sector.

A partir de la dictadura militar de 1976,se desarrolló con fuerza otro tipo de pre-sencia del Estado que se profundizó en los'90. Sin estar verdaderamente ausente -más bien achicando sus instituciones regu-ladoras, cambiando su tipo de presencia ysus atribuciones-, el rol del estado en losúltimos 30 años fue uno de los factores queposibilitaron el modelo productivo y la des-igual distribución de la riqueza que hoy te-nemos.

* * * * *

EN LOS ÚLTIMOS 15 AÑOS LA PRODUCCIÓN AGROPECUARIAHA CRECIDO EN ESCALAS IMPRE-SIONANTES, PERO LA BRECHA ENLA DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA

SE SIGUE AMPLIANDO.

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Tierra y políticas públicasTERRENO POLÍTICO

DISTINTAS MIRADAS, CON SUS DIVERSOS MATICES Y COMBINA-

CIONES, HAN DADO LUGAR A DISTINTAS POLÍTICAS PÚBLICAS

Por muchos años, el campo en la Argentina -concentrado en manos de la “oli-garquía pampeana”- se caracterizó por el estancamiento de su producción. Lejosde ser algo contradictorio, también se caracterizó por cuantiosos beneficios paralos grandes terratenientes y productores agropecuarios.

Desde entonces, frente a esa situación,diversos sectores han estado en pugna pordistintas soluciones para el problema:

Para algunos era un problema de mer-cado. Desde su mirada había que establecerlas reglas y regulaciones necesarias parabeneficiar la producción nacional. Así secrearon organismos que por muchos añosjugaron un papel importante en ese sen-tido, incluso para la protección de los pe-queños productores, como la JuntaNacional de Carnes y la Junta Nacional deGranos.

Para otros era un problema tecnológico.Entre la década de los '50 y los '60 esta mi-rada tuvo gran difusión. En un mundo quese dividía en dos y frente a una América La-tina con movimientos populares cada vezmás fortalecidos, había muchos actorespreocupados por la situación, que vieroncomo imperioso contribuir al “desarrollo”tecnológico del tercer mundo. Sobre todode los sectores rurales latinoamericanos. Enese marco surgen organismos como el INTA(Instituto Nacional de Tecnología Agrope-cuaria) en Argentina en 1956.

Otros, para quienes las miradas anterioresno dejaban de ser importantes, entendíanque el problema de fondo se relacionabacon la tenencia de la tierra y con las posi-bilidades de producir en ella. La reformaagraria integral fue, entonces, el objetivo yel horizonte de movimientos campesinosde toda América Latina. En algunos paísesmás que en otros, esta reivindicación tuvoeco en el ámbito del Estado. En el caso deArgentina, se trazaron -en un par de opor-tunidades- planes de reforma agraria queno fueron concretados a raíz de la férreaoposición de actores de la oligarquía pam-peana (por ejemplo, los intentos del primerperonismo que nunca llegaron al congresoy el proyecto de Ley Agraria del Frente Jus-ticialista de Liberación en 1974).

Distintas miradas, con sus diversos mati-ces y combinaciones, han dado lugar a dis-tintas propuestas en materia de políticaspúblicas para el campo.

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Una mirada en perspectiva del sector agropecuario: los 90’ y la etapa actualLIBRE JUEGO

El campo argentino comenzó a expandirse en la segunda mitad de los '70 y dioun salto cualitativo en los '90 con los gobiernos de Carlos Menem. En esa décadale dio la bienvenida definitiva a un actor ajeno al ámbito de la producción rural:el capital financiero. El campo se volvió un negocio muy atractivo para los em-presarios.

Las reformas del estado de los '90, espe-cialmente la Ley de Desregulación Econó-mica de 1991, impulsaron unaliberalización, apertura y desregulación delsector agropecuario:

Se eliminaron una gran cantidad de orga-nismos y facultades del Estado que inter-venían y regulaban el mercadoagropecuario. Tal fue el caso de la JuntaNacional de Granos y la Junta Nacional deCarnes, que fueron disueltas; suprimiendodefinitivamente una buena parte de susatribuciones y transfiriendo otra a organis-mos como la Secretaría de Agricultura, Ga-nadería Pesca y Alimentación.

Para contrarrestar los efectos dañinos delos cambios realizados, se crearon progra-mas estatales de apoyo a empresas y asis-tencia a los productores más vulnerables.De este modo surgieron programas de asis-tencia como el Programa Social Agrope-cuario (PSA).

Así llegamos a tener una presencia delEstado en el campo basada en nuevos pro-

gramas muy provisorios y escasamente ar-ticulados entre sí. Estos se sostenían por el“endeudamiento público” a partir del fi-nanciamiento de organismos multilateralesde crédito como el Fondo Monetario Inter-nacional y el Banco Mundial.

Sin embargo, los cambios institucionalesno pudieron contrarrestar el efecto nega-tivo en pequeños y medianos productoresrurales.

Se instaló -y continúa hasta hoy- un es-quema agroindustrial que tiene tres condi-ciones para su funcionamiento:

1 / Cambio tecnológico: El salto cuanti-tativo de los ´90 también fue cualitativo.El alto rendimiento del campo y su renta-bilidad depende en gran medida de la in-corporación de tecnología especial: accesoa equipos modernos, la utilización de insu-mos químicos y la aplicación de nuevasprácticas culturales, como la “siembra di-recta”. La producción tradicional de laPampa Húmeda pudo expandirse hacia

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QUIÉN SE QUEDA CON LOS BENEFICIOSEn los '90, con el plan de convertibilidad teníamos un tipo de cambio fijo en el

que 1 peso valía 1 dólar. En el 2002, como parte de la estrategia para salir de lacrisis que atravesaba la Argentina, se terminó con la convertibilidad y se quitaronlos mecanismos que ataban el valor de nuestra moneda al dólar norteamericano.Se instrumentó una devaluación del peso argentino. Ahora 1 dólar vale aproxi-madamente 3 pesos.

El principal negocio de los grandes pro-ductores rurales es la exportación. La com-binación de la devaluación del peso a partirdel 2002 con los precios internacionalesaltos, permitió un fuerte aumento de losbeneficios de los grandes productores. Nosólo pueden vender caro afuera, si no quelos dólares que ganan ahora valen el tripleen Argentina.

A esto debemos sumarle las gananciasmayores debido a los bajos salarios y a laprecarización del trabajo rural.

Los beneficios que se obtienen por lasganancias del sector agropecuario son larenta agropecuaria. ¿Quién se apropia deesta renta que produce el campo argen-tino?

otras regiones gracias a los avances enadaptación y resistencia de cultivos a sue-los y climas menos favorables.

2 / Mayor escala: la escala necesariapara la reproducción y el crecimiento de lasexplotaciones agropecuarias creció muchoen los '90. De hecho, la mayor productivi-dad del sector se relaciona más a la pose-sión del suelo que a la eficienciaproductiva. El modelo agroindustrial sólo“cierra” con el aprovechamiento de una su-perficie cada vez mayor de tierras. De locontrario, no es rentable ni para los pro-ductores ni para los empresarios que

arriendan los campos. 3 / Capacidad financiera: Se necesita

“plata”. Los dos elementos anteriores, ne-cesitan de una gran disponibilidad de fi-nanciamiento. Es por esa razón que lasexplotaciones más pequeñas, aquellas conmenos recursos productivos y financieros,se ven en serios problemas para subsistir.

* * * * *

EL CAMPO SE VOLVIÓUN NEGOCIO MUY ATRACTIVO

PARA LOS EMPRESARIOS

LA TIERRA ES EL PRINCIPAL ACTIVO FINANCIERO DE ESTE

MODELO Y ESTÁ CONCENTRADA EN LAS MANOS DE UNOS POCOS.

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La mayor parte de la torta queda enmanos de:

Los grandes productores-exportadores (Ej:Cargill, Bunge, Nidera, Vicentín, Dreyfus,Pecom-Agra y AGD),

los grandes propietarios de tierras (Ej: Be-netton, IRSA-Cresud, Los Grobo Agrope-cuaria),

los proveedores de insumos y tecnología(Ej: Monsanto, empresa proveedora de lasemilla de soja transgénica que se utilizaen el país y también de los herbicidas espe-ciales a los cuales sólo su semilla es resis-tente),

el sector de la comercialización y el trans-porte (como por ejemplo las grandes cade-nas transnacionales de súper ehipermercados).

La porción más pequeña corresponde alos pequeños productores y trabajadoresrurales en general.

Una parte de la riqueza producida esapropiada por el Estado Nacional mediantela aplicación de retenciones a las exporta-ciones. Estas producen una redistribuciónde la renta por dos vías. Hay un mecanismodirecto de transferencia que tiene que vercon el monto mismo que es apropiado porparte del Estado. También se produce unproceso indirecto de redistribución, ya queel precio de los productos exportados queson sujetos a retenciones se abarata haciaadentro del país. Esa reducción de preciosen el mercado interno permite reducir el

impacto de la devaluación sobre el salariode los trabajadores -además de beneficiarla “rentabilidad” de otros sectores, comopor ejemplo la industria-. (En la actualidad,los alimentos que se exportan tienen en elmercado local un precio que está el 20%por debajo del que tendrían si no existieranlas retenciones.)

La tierra es el principal activo financierode este modelo y está concentrada en lasmanos de unos pocos. El aumento de losbeneficios de los productores con la deva-luación fue acompañado por un incre-mento de casi la misma escala en el preciode la tierra. Esto incrementó de manera ex-traordinaria el patrimonio del conjunto depropietarios, Sobre todo en la región pam-peana.

La devaluación hizo más jugoso el nego-cio de propietarios que arriendan los cam-pos a precios elevados y tercerizan laproducción. Son empresarios con exceden-tes financieros atraídos por la alta “renta-bilidad” del campo. Los mismos que en ladécada pasada hacían negocio con la es-peculación financiera y la deuda externa.

* * * * *

LA TIERRA ES EL PRINCIPAL ACTIVO FINANCIERO DE ESTE

MODELO Y ESTÁ CONCENTRADA ENLAS MANOS DE UNOS POCOS.

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CUADRO #1 / RENTA DE LOS PRODUCTORES Y VALOR DE LA TIERRA

Renta agropecuaria apropiada por los grandes productores (en millones de pesos).

Evolución del precio de la tierra. Promedio por hectárea agrícola (en pesos del 2004)

Fuente: Rodríguez y Arceo, “Renta agraria y ganancias extraordinarias en la Argentina 1990 - 2003”; Revista Realidad Económica Nº 216, abril - mayo 2006.

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El modelo sojero en ArgentinaEL “BOOM” DE UNOS POCOS

La producción de granos -especialmente de cereales y oleaginosas- experi-mentó un vertiginoso crecimiento en los últimos 15 años en Argentina. Entreellos, la soja es el cultivo que más lo ha hecho.

El modelo sojero es la “síntesis” del modelo agroindustrial con participa-ción financiera: grandes superficies sembradas, nuevas tecnologías para altosrendimientos, desarrollos de industrias asociadas para la fabricación de deriva-dos destinados a la exportación (aceites y harinas principalmente).

Si bien la soja ya existía antes como cul-tivo -y desde los '60 viene captando el in-terés de grandes productores-, fue en ladécada de los '90, con la soja transgénica,cuando se convirtió en el negocio más im-portante del campo argentino (siendo in-cluso uno de los cambios más notables dela agricultura a escala mundial).

Empresas transnacionales como la semi-llera Monsanto, pusieron muchos recursospara el desarrollo de tecnología vinculada ala producción de soja en Argentina -lo cual,dicho sea de paso, habla del abandono delas estrategias de investigación y desarrollotecnológico por parte del Estado-. Éstaspromueven el uso de tecnologías que ge-neran dependencia hacia otras tecnologíasque ellas mismas proveen.

La soja transgénica es un desarrollo ge-nético producido principalmente por Mon-santo. El cultivo tiene la particularidad deser resistente a un herbicida (el glifosato)que la misma empresa vende. Es un pa-

quete tecnológico con un rendimiento muyalto, pero al mismo tiempo es sumamentecaro. Eso hace que sólo sea accesible conalta disponibilidad de capital financiero.

La expansión de la soja transgénica sedebe principalmente a la simplificación delmanejo del cultivo (con el uso de la siem-bra directa) y a la reducción de costos deaplicación que eso implica.

LA EXPANSIÓN DEL CULTIVO DE SOJA NECESITA DE LA

PERMANENTE OCUPACIÓN DE NUEVAS TIERRAS,

DE LA SUSTITUCIÓN DE OTROSCULTIVOS Y/O DEL

DESPLAZAMIENTO DE LA GANADERÍA HACIA OTRAS ZONAS.TIENE ALTOS COSTOS SOCIALES.

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En el 2002 ya teníamos en Argentina al-rededor de 12 millones de hectáreas sem-bradas con soja. En ese mismo período, eltotal de producción sojera alcanzó 35 mi-llones de toneladas, es decir, el equivalentea la mitad de la producción de cereales yoleaginosas del país. Los argentinos consu-men sólo el 5% de la producción ya que lagran parte se exporta como harina y aceite.La soja es el rubro de exportación nacionalcon más incidencia en el producto bruto in-terno.

La expansión del cultivo de soja necesitade la permanente ocupación de nuevas tie-rras, de la sustitución de otros cultivos y/odel desplazamiento de la ganadería haciaotras zonas. Tiene altos costos sociales.Viene siendo una de las mayores causas deexclusión, destierro y empobrecimiento decomunidades indígenas y campesinas.

* * * * *

CUADRO #2 / FRONTERA SOJERA

Dispersión geográfica del cultivo de soja en función del área sembrada.

Fuente: Dirección de Coordinación de delegaciones Estimaciones Agrícolas – Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos / Censo Nacional Agropecuario 2006

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La distribución de la tierraCONCENTRACIÓN Y EXCLUSIÓN

Durante los últimos años, la situación económica y social de pequeños y media-nos productores, de grandes grupos de campesinos e indígenas, empeoró. Nosólo fueron quedando arrinconados, sin tierras, a partir del avance imparable delos “agronegocios” y cultivos como la soja; además se destruyeron modos devida y de producción como la agricultura familiar.

Durante los últimos años, la situacióneconómica y social de pequeños y media-nos productores, de grandes grupos decampesinos e indígenas, empeoró. No sólofueron quedando arrinconados, sin tierras,a partir del avance imparable de los “agro-negocios” y cultivos como la soja; ademásse destruyeron modos de vida y de produc-ción como la agricultura familiar.

La competencia por la tierra se profun-dizó entre los más grandes. Los pequeñosproductores fueron perdiendo autonomíade gestión, o sea, la capacidad para nego-ciar en términos favorables qué, dónde,cómo producir y a qué precio vender lo queproducen.

Muchos productores se vieron obligadosa endeudarse para mantenerse “adentro”,pero las deudas no tardaron mucho en vol-vérseles en contra. Otros, sin esa posibili-dad a su alcance, cedieron de primeras alarrendamiento de sus tierras. Muchosotros, desterrados o sin posibilidades deusufructuar tierras propias, comenzaron atrabajar en ajenas para sobrevivir. Otrostantos, pasaron del campo a la ciudad, bus-cando en los centros urbanos posibilidadesde vida.

Si bien desde antes se venía dando unproceso de desaparición de la agriculturafamiliar, la irrupción de la soja aceleró ymagnificó los cambios. La expulsión masivade pequeños productores agropecuarios vallevando a un modelo de agricultura sinagricultores.

La disputa por la concentración de tierrashizo crecer los conflictos. Una gran canti-dad de comunidades indígenas y campesi-nas de distintas partes del país seenfrentan contra desalojos y desmontesque muchas veces cuentan con el apoyo -

LA EXPULSIÓN MASIVA DE PEQUEÑOS PRODUCTORESAGROPECUARIOS VA LLEVANDOA UN MODELO DE AGRICULTURASIN AGRICULTORES.

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o la “vista gorda”- de las autoridades loca-les.

Datos del Censo Nacional Agropecuarioreflejan que entre 1988 y 2002 han des-aparecido 103.400 explotaciones agrope-cuarias, en su gran mayoría con un tamañomenor a 200 hectáreas, es decir, pequeñosproductores. Al mismo tiempo, la fronteraagrícola pampeana se ha extendido a otrasregiones y grandes empresas en el país po-seen cientos de miles de hectáreas. Benet-ton, por ejemplo, tiene en su poder 900 milhectáreas. IRSA-Cresud posee 400 mil hec-

táreas y sus predios van desde las mil hastalas 250 mil hectáreas.

* * * * *

Fuente: Revista Mapas Nº 2 (Centro Nueva Tierra). Elaboración a partir del Censo Nacional Agropecuario 2002.

CUADRO #3

297.425 explotaciones agropecuarias con límites definidos ocupan en total 174.808.564 hectáreas de tierra.

LA COMPETENCIA SE PROFUNDIZÓENTRE LOS MÁS GRANDES Y LOS

PEQUEÑOS PRODUCTORES FUERONPERDIENDO PODER PARA DEFINIR

QUÉ, DÓNDE, CÓMO PRODUCIR.

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Trabajo y trabajadores ruralesAVANCE DE LOS AGRONEGOCIOS

Norma Giarraca (*). Extractos del artículo publicado en el suplemento CASH de Página/12 el día30 de julio de 2006 .(*) Socióloga. Coordinadora del Grupo de Estudios Rurales del Instituto GinoGermani (UBA).

“En el lenguaje corriente lo que se deno-mina “campo argentino” es una extensiónde 174.808.564 hectáreas que se centra enla tierra como recurso básico y que estáocupado por 333.533 explotaciones. Enesta amplia fracción del país [...] trabajanun poco más de un millón de personas enforma permanente ya sea como producto-res, asalariados o mano de obra familiar. Lacantidad de trabajadores transitorios -quese ocupan estacionalmente y muchas vecesen recorridas migratorias- es difícil de es-timar dada la doble ocupación que estaspersonas suelen tener (campesinos-traba-jadores rurales). Los trabajadores del campoatraviesan en los últimos años dos procesosde transformación: disminuyen su partici-pación en la población ocupada del país yregistran fuertes procesos de fragmenta-ción interna. Mientras que en 1970 repre-sentaban el 24 por ciento de la PoblaciónEconómicamente Activa total, en 2001eran sólo el 8 por ciento. Del mismo mododentro de la categoría conviven distintasocupaciones que ofrecen condiciones labo-rales e ingresos muy disímiles. Es intere-sante entonces observar que la mayor partedel territorio, rico en recursos naturales

como la tierra y el agua, ocupa a una mí-nima porción de la población activa delpaís.

“[...] “Agronegocio” es la nominación aesta situación generada, que dio otravuelta de tuerca a “la modernización capi-talista en el agro”. En la idea del “modelode agronegocios” existe una tentativa deresaltar ciertos aspectos que se consideranpositivos (la mayor productividad del sec-tor, beneficios al fisco, por ejemplo) y ocul-tar las negativas (su carácter concentradorde tierra y capital, depredador de recursos,expropiatorio y excluyente). En el país laaparición de esta denominación fue para-lela a la expansión del complejo sojero. Porlo cual muchas veces se toma la produc-ción sojera como paradigma para darcuenta de las transformaciones del con-junto.

“Es importante distinguir el modelo de“desarrollo agroindustrial”, que tiene largadata en el país, del “agronegocio”. El pri-mero aparece simultáneamente con la ex-pansión del sector agrario en laspostrimerías del siglo XIX [...]. Se caracte-rizó por una significativa incorporación demano de obra asalariada en las etapas pri-

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Artículo completo en:http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-2545-2006-07-30.html

marias y de beneficio industrial así comopor la integración de agentes económicosagrarios muy diversos: campesinos, chaca-reros, grandes productores capitalistas.Tanto las empresas agroindustriales comolos agricultores capitalistas de distintos ta-maños ocupaban importante volumen demano de obra transitoria y un volumen detrabajadores permanentes mayor al actual.Fue un sistema de fuertes desigualdadesinternas pero de inclusión.

“La lógica del modelo de “agronegocio”que aparece acompañada por los llamadoscommodities, en especial la soja, se ex-pande al resto del sistema como modo de“eficiencia” y altas rentabilidades. En la ac-tualidad, los viejos ingenios azucareros delnoroeste, las empresas vitivinícolas deCuyo, los molinos yerbateros, etc. tiendena actuar en la lógica del “agronegocio”. Entodos ellos hay concentración de tierraagrícola, disminución de trabajadores yfragmentaciones en su interior. Es fre-cuente encontrar fuertes contrastes entrelos paisajes que muestran los grandesavances tecnológicos en equipamientos yprácticas agronómicas con los campamen-tos miserables de los trabajadores eventua-les. Del desarrollo agroindustrial, típico delmodelo desarrollista (con sus distintas va-riantes) se ha pasado a este otro gestadodentro del modelo neoliberal global. Siaquél conformaba un sistema de fuertesdesigualdades internas pero con inclusión,éste configura un sistema de exclusión:disminución del número de trabajadores

ocupados, arrinconamiento y expropiaciónde tierras campesinas bajo el derecho de laLey Veinteañal, despojo de tierra de comu-nidades aborígenes, etc. En el modelo ne-oliberal del “agronegocio” el trabajo esescaso y, como en el resto de la economía,mal pago. Además la convivencia del“agronegocio” con territorios campesinos yaborígenes es imposible sin una política delEstado que, por ahora, está ausente a pesarde los fuertes reclamos y protestas en talsentido.”

* * * * *

EN EL MODELO NEOLIBERALDEL “AGRONEGOCIO”

EL TRABAJO ES ESCASO Y,COMO EN EL RESTO

DE LA ECONOMÍA,MAL PAGO.

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Ejes, propuestas y exigenciasPARA SOSTENER Y TRANSFORMAR

Los conflictos y actores vinculados a ladefensa y acceso a la tierra y al agua prio-rizando su función social.

Las demandas de diseño y cumplimientode políticas públicas que garanticen el de-recho a permanecer en el lugar de origen, ala defensa del territorio y los recursos na-turales como así también políticas econó-micas que reconozcan y fortalezcan eldesarrollo de la economía campesina res-petando sus particularidades frente a lasformas de producción en serie.

Las propuestas y exigencias de acceso alderecho a la alimentación en una perspec-tiva de Soberanía alimentaria entendidacomo el derecho de los pueblos a decidir yelegir qué y cómo producir y alimentarse.

Las propuestas de sistemas de comercia-lización que permitan que los alimentossanos y de calidad, lleguen desde los pro-ductores a todos los argentinos sin atrave-sar los intermediarios que elevan losprecios.

La necesidad de implementación de me-canismos de créditos y subsidios que forta-lezcan la producción campesina e indígena,que apoyen a las familias que viven en elcampo y trabajan la tierra con sus manos.

La demanda de acceso a una educaciónbasada en los valores de las comunidades,arraigo cultural, diversidad, multidiscipli-nariedad.

Los reclamos por subsidios e infraestruc-tura rural en cuanto a servicios: caminos,educación, vivienda, salud y recreación.

Un ordenamiento territorial participativoy articulado con la sociedad civil.

Las dinámicas que promueven una activaparticipación de las organizaciones campe-sinas e indígenas en la distribución y usode los recursos naturales y públicos.

El diseño y la ejecución de políticas pú-blicas desde y para el pueblo destinadas aldesarrollo de los jóvenes rurales, conside-rando a este como un sector poblacional enriesgo.

El acceso a mayores posibilidades de ca-pacitación en el campo que propicien lapermanencia de los jóvenes en su lugar deorigen.

* * * * *

En este escenario y frente al avance de la concentración y los agronegocios, esposible reconocer en Argentina un conjunto amplio de actores, conflictos, luchasy propuestas que, teniendo como eje la tierra y el ámbito rural, pueden ser articu-lados en relación a la reforma agraria integral:

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Desafíos y tareas MÁS SOBERANÍA / MÁS DESARROLLO / MÁS DISTRIBUCIÓN

Con la devaluación del 2002, se mani-festó, con más fuerza todavía, la importan-cia del campo argentino para el desarrollo.Pensar y hacer viable un proyecto de paíspara las mayorías populares nos lleva ne-cesariamente a preguntarnos qué hacer conla problemática de la tierra en Argentina.

No sólo qué hacer con el campo: quéhacer con los recursos naturales, qué hacercon los alimentos, qué hacer con la indus-tria, qué hacer con el perfil productivo, quéhacer con las políticas públicas en general.

Una reforma agraria integral es una ne-cesidad de la sociedad porque el modelo dedesarrollo que tenemos en Argentina hagenerado pobreza, indigencia y exclusión.

Es necesario un Estado democrático y dederecho, que haga efectiva la justicia y elpleno respeto de los derechos humanos,eliminando las desigualdades de nuestrasociedad; y enfatizando en la lucha contrala marginación y exclusión, especialmentede la mujer y de los pueblos campesinos eindígenas.

Una reforma agraria integral es una exi-gencia para el estado y tiene en su corazónun conjunto de políticas distributivas y po-líticas de reconocimiento. Tiene como ejela soberanía alimentaria y debe partir de:

El derecho a la tierra.El derecho a vivir dignamente en ella -se

necesitan herramientas y políticas necesa-rias para poder hacerlo-.

El derecho a tener los servicios necesariospara vivir (caminos, salud, educación, luz,agua).

Seguridad social para los campesinos.Mercados y leyes para poder comerciali-

zar lo producido.Producción de semillas propias. El dere-

cho a producir los propios alimentos, eco-lógica y culturalmente apropiados.Defender el derecho a una alimentaciónsana para todos y todas.

En torno a esos principios, el Estado debegarantizar políticas públicas para el des-

NECESIDAD PARA LA SOCIEDAD

EXIGENCIA PARA EL ESTADO

Una reforma agraria integral requierereplantear el papel del Estado democrá-tico. Sobre todo en una sociedad en lacual la economía se vio afectada por la re-ducción del aparato público, la retirada dela inversión productiva para pequeñosproductores y la eliminación de mecanis-mos de regulación del mercado.

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arrollo que distribuyan y democraticen latierra, los recursos y las posibilidades deproducción.

El estado debe ponerle límite a la con-centración de tierras y buscar formas de re-distribuirla para favorecer el regreso de lasfamilias al campo.

El estado debe financiar a los pequeños ymedianos productores, generando políticaspromocionales para cada actividad.

Son necesarias, políticas para el acceso ala tierra y al agua (potable y para riego); larecuperación de la agricultura familiar y lasiembra, cultivo y protección de semillasnativas y criollas; el acceso a una salud yuna educación de calidad; la protección delo derechos laborales y el acceso a la pre-visión social en el campo; el trazado de ca-minos y la democratización de medios decomunicación; el acceso a la energía y eldesarrollo de energías no renovables; el re-conocimiento de comunidades campesinase indígenas por parte de la justicia; la di-versidad cultural de los pueblos.

El estado debe ser garante de estas yotras políticas abriendo espacios para par-ticipación de sectores campesinos e indí-genas en el diseño, ejecución y control delas mismas.

¿Ante qué tipo de desafío se encuentranlas organizaciones sociales?

La cuestión de la tierra en Argentina nose trata sólo de un problema de las organi-zaciones campesinas e indígenas, delmismo modo en que no se trata de unaproblemática que atañe sólo al campo y lorural.

No se trata sólo de un problema econó-mico, pero tampoco es sólo un problemade revalorización de la cultura y recupera-ción de la identidad de los sectores campe-sinos e indígenas. Con plantearlo desde ahíno alcanza.

Es un desafío político que implica reco-nocer los procesos históricos y los conflic-tos que atraviesan la cuestión. Implicapreguntarse por la capacidad de las orga-nizaciones sociales de incidir en la agendapública. Preguntarse también cómo pararsefrente al Estado como actor y como espa-cio de disputa.

La reforma agraria integral y la soberaníaalimentaria desafían a las organizacionessociales a trabajar juntas en la elaboraciónde propuestas coherentes y con contenidopolítico, no sectorial. Al mismo tiempo, ano perder la capacidad de movilización ydiscusión para sostener esas propuestas.

Conlleva además, la construcción de ar-ticulaciones y el reconocimiento de laspropias posibilidades y -sobre todo- de lospropios límites para la acción política. Es

EL ESTADO DEBE PONERLE LÍMITEA LA CONCENTRACIÓN DE TIERRASY BUSCAR FORMAS DE REDISTRIBUIRLA PARA FAVORECER EL REGRESO DE LAS FAMILIAS AL CAMPO

DESAFÍO PARA LAS ORGANIZACIONES

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necesario ver, además, cómo interpela elproblema de la distribución de la riqueza aotras luchas y marca la cancha para la for-mación de nuevos actores políticos: ir de lademanda a la propuesta, de la fragmenta-ción a la articulación, de lo sectorial a lopolítico.

América Latina tiene en su memoria his-tórica distintas experiencias de reformaagraria. Es importante recuperar esas lu-chas y conquistas como eje orientador.

El reconocimiento del carácter regionalde la problemática nos interpela a la bús-queda de soluciones conjuntas.

* * * * *

HORIZONTE PARA LA INTEGRACIÓN

LA CUESTIÓN DE LA TIERRA EN ARGENTINA NO SE TRATA

SÓLO DE UN PROBLEMA DE LASORGANIZACIONES CAMPESINAS

E INDÍGENAS, DEL MISMO MODOEN QUE NO SE TRATA

DE UNA PROBLEMÁTICA QUE ATAÑE SÓLO AL CAMPO

Y LO RURAL.

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Tierra y Distribución de la riqueza24 /

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