Tierra y Tecnología nº 46

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REVISTA DE INFORMACIÓN GEOLÓGICA | Nº 46 | PRIMER SEMESTRE DE 2015 t ierra & ecnología Prospección de yacimientos auríferos en la península ibérica Actualidad de la meteorología espacial Bahía de Portmán: caso singular en el Mediterráneo Una geotecnia compleja Ilustre Colegio Oficial de Geólogos

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Revista de información geológica del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (España). Primer semestre de 2015.

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REVISTA DE INFORMACIÓN GEOLÓGICA | Nº 46 | PRIMER SEMESTRE DE 2015

tierra &ecnología

Prospección de yacimientos auríferos en la península ibérica

Actualidad de la meteorología espacial

Bahía de Portmán: caso singular en el Mediterráneo

Una geotecnia compleja

Ilustre ColegioOficial

de Geólogos

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Sumario 2 > Editorial

3 > Prospección de yacimientos auríferos en la península ibérica. Principales yacimientos auríferos

9 > Una geotecnia compleja. Ejecución simultánea del polideportivo y los garajes en el colegio de los Sagrados Corazones de Madrid

15 > Bahía de Portmán: caso singular en el Mediterráneo. Caracterización de materiales y análisis de riesgos

22 > Actualidad de la meteorología espacial

25 > La ruptura del equilibrio en Las Tablas de Daimiel

32 > Propuesta de un marco tectónico para la actividad sísmica ocurrida en las proximidades a Ossa de Montiel (febrero de 2015) según los resultados del Proyecto ABCO

42 > Sol, playa y mucha geología. Lanzarote y archipiélago Chinijo declarados Geoparque

49 > Un tesoro geotécnico ignorado. Los libros y apuntes de don José Entrecanales Ibarra

55 > Hace 200 años, el geólogo von Buch acuñó el término ‘caldera volcánica‘

60 > Los retos de la profesión de geólogo ante la nueva legislación de títutlos universitarios y profesionales

63 > El colegiado de honor Juan Ramón Vidal Romaní nombrado académico

66 > Tertulia del Geoforo: ‘¿Hacia dónde van las Ciencias Geológicas?‘

69 > 75 aniversario de la Agencia EFE

71 > Bicentenario de la batalla de Waterloo. El verdadero enemigo de Napoleón, el volcán Tambora

73 > Mesa redonda con las propuestas medioambientales de los partidos políticos que optan a la Comunidad de Madrid

76 > Recensiones

Edita: Ilustre Colegio Oficial de Geólogos

Administración y RedacciónRaquel Meller, 7. 28027 MadridTel.: (34) 91 553 24 03

Comité EditorialEditor Principal: J. L. Barrera Morate

Comité de Redaccion Jesús Martínez Frías. Dr. En CC. Geológicas. Investigador Científico del CSICPedro Pérez del Campo. Geólogo. Subdirector de Medio Ambiente. Dirección de Estrategia y Desarrollo. AdifJuan García Portero. GeólogoAmelia Calonge García. Dra. en CC. Geológicas. Presidenta AEPECTRafael Pérez Arenas. Dr. Ingeniero de Caminos. Consultor Juan Ramón Vidal Romani. Dr. en CC. Geológicas. Catedrático de la Universidad de La CoruñaRubén Esteban. Investigador del IER - Consejería de Educación y Cultura. Gobierno de La Rioja

SecretaríaÁureo Caballero

www.icog.es [email protected]: Enrique Pampliega

DiseñoCyan, Proyectos Editoriales, S.A. www.cyan.es [email protected]

ISSN: 1131-5016Depósito Legal: M-10.137-1992

‘Tierra y Tecnología’ mantiene contactos con numerosos profesionales de las Ciencias de la Tierra y disciplinas conexas para la evaluación de los artículos de carácter científico o innovador que se publican en la Revista.Los trabajos publicados expresan exclusivamente la opinión de los autores y la Revista no se hace responsable de su contenido.En lo relativo a los derechos de publicación, los contenidos de los artículos podrán reproducirse siempre que se cite expresamente la fuente.

PortadaAurora boreal en Islandia. © Vichie81 / iStock / Thinkstock

REVISTA DE INFORMACIÓN GEOLÓGICANº 46 • PRIMER SEMESTRE DE 2015

tierra &ecnología

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EditorialEn España hay una tendencia históri-

ca, un tanto perniciosa, de cambiar sistemáticamente todo lo establecido cada vez que vienen nuevos políticos: los planes de estudio, los impuestos, los libros de texto, etc. Ahora está de moda cambiar muchas cosas, como si el cambio por el cambio fuera la solución a nuestros proble-mas estructurales y sistémicos. La falta de conocimiento histórico y preparación inte-lectual es palmaria en las tribus políticas españolas siempre hay excepciones, y eso sí es uno de los verdaderos problemas. Basta ver el trato que dan todos los partidos, sin excepción, al colectivo de geólogos españo-les desde siempre, y el poco conocimiento que tienen de lo que hacen los geólogos.

Recientemente, antes de las elecciones de mayo pasado, el ICOG invitó a los seis partidos principales que concurrían a las mismas, para que explicaran sus programas medioambientales (ver crónica del evento en este numero de la revista). Pues bien, los partidos con más tradición política transmitían un conoci-miento bastante completo de los aspectos medioambientales de naturaleza geológica. Por el contrario, los partidos “emergentes” adolecían de ese conocimiento, aunque, desde actitudes total-mente sinceras, reconocían que no sabían que existiera la ener-gía geotérmica como una energía alternativa limpia, o que las emanaciones naturales del gas radón podrían ser un problema ambiental si no se controlaban las acumulaciones.

Desgraciadamente, en la política española siguen primando mucho más las consignas de partido que el conocimiento y el buen servicio al ciudadano. Sin duda, hay que profesionalizar el servicio público y exigir un mínimo de conocimiento, capacidad de gestión y cultura. Aquí parece que todos progresan menos los geólogos, y eso que a todos los políticos les entusiasma decir que son fuerzas de progreso. ¿De qué progreso? Será del de ellos.

Los geólogos seguimos sufriendo la discriminación en muchos ámbitos administrativos frente a otros colectivos: falta de recono-cimiento profesional en varios campos de actividad y otros des-varíos; son sólo algunos de los desatinos que la Administración, de forma recurrente, aplica a nuestro colectivo.

Ya en tiempos de Bravo Murillo (hombre listo y de Estado) se sentaron las bases del proyecto de racionalización burocrática de la Administración. Elaboró una ley general que estableció las bases de la función pública de manera que constituyera un auténtico régimen jurídico de los funcionarios para que se for-taleciese la propia Administración. Hay que tener en cuenta que la práctica del spoil system (clientelismo, en castellano) estaba tremendamente extendida, por lo que los puestos se otorgaban en virtud de tratos de favor, fidelidades personales o corrupción, convirtiendo la Administración en una suerte de organización poco profesional, corrupta y fuertemente ideologi-zada. ¿Les suena esto? Pues abran los periódicos todos los días

y se encontrarán con un muestrario de estas prácticas.

Como decíamos antes, a nuestro colec-tivo, los cambios nunca le afectan, siem-pre estamos igual. Los niveles intelectua-les de algunos de los nuevos políticos son tan bajos, que muchos de ellos no saben que existe la profesión de geólogo o que los geólogos somos los profesionales que entendemos de vulcanismo (pregunta que se me hizo por parte de un político). Sigue valiendo eso de que “en España

cualquiera puede llegar a ministro”. Pues no, no vale cualquiera para ser ministro, como tampoco vale cualquiera para ser alcal-de. Hagamos caso a Bravo Murillo y cambiemos, en todo su sentido, la manera de hacer política de Estado, profesionalice-mos la política.

El mero hecho de que las oposiciones españolas estén basa-das en un método de adquisición y transmisión de conocimien-tos, que en nada se parece a los consolidados en las mejores instituciones académicas del mundo, debería ser suficiente para plantearnos muy seriamente un cambio en el sistema de acceso a la función pública.

Y mientras se corrige esta disfunción, el ICOG hace pedagogía geológica entre la clase política. Como viene haciéndolo desde hace años, el Colegio ha elaborado un informe con las 21 Pro-puestas para una política geológica nacional al servicio de los ciudadanos para entregárselo a todos los partidos políticos. El documento contiene las aportaciones para las próximas eleccio-nes generales, con objeto de que nuestro país disponga de una política geológica nacional, para su análisis, estudio y valoración por parte de los partidos políticos y, en su caso, posibilitar su potencial inclusión en sus respectivos programas electorales. El contenido no es nada novedoso en otros países desarrollados, pues vienen aplicándolo desde hace años con grandes resulta-dos y una rentabilidad económica elevada.

Por último, y como caso extremo del divorcio entre los políticos y los conocimientos geológicos, está el del terreno que se ha elegido en Villar de Cañas, Cuenca, para la construcción del ATC (por su nombre técnico: Almacén Temporal Centralizado). El ICOG, en una manifestación a los medios, se posicionó en contra de la decisión de elegir ese terreno y alertó de los sobrecostes que ocasionaría la cimentación especial que puede inducir la mala calidad de los mismos en el coste final del proyecto, cuya construcción se prevé que ronde los 900 millones de euros. El Colegio no está en contra de un ATC, sino que no comprende por qué se empieza la casa por el tejado: primero reservamos el te-rreno y luego vemos si geológicamente sirve. Viendo las votacio-nes que se produjeron en el CSN (Consejo de Seguridad Nu-clear), no todos los consejeros estaban de acuerdo con dar la autorización para el inicio de las primeras infraestructuras. Cris-tina Narbona votó en contra de la aprobación. «

Cambia todo menos lo nuestro

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Prospección de yacimientosauríferos en la península ibérica

El objetivo principal de este artículo es mostrar al lector la experiencia profesional de un geólogo, a lo largo de más de 25 años, en prospección minera, principalmente de oro, en la península ibérica. La primera parte del artículo se fundamenta en diversas referencias bibliográficas y describe desde un punto de vista geológico y minero los grandes tipos de yacimientos auríferos de la mencionada península ibérica.

Palabras clave: oro, minería de oro, yacimientos auríferos.

LLUÍS BOIXET MARTÍGeólogo profesional, colegiado nº 2174

LA EXPLOTACIÓN DE YA CIMIENTOS DE ORO en la península ibérica se viene pro-duciendo desde la antigüedad. Ya en la época de los romanos, la actividad minera fue muy activa en varias regiones, como en la zona de Las Médulas, León, las mi-nas más grandes a cielo abierto del Impe-rio romano. Incluso se han datado explo-taciones mineras anteriores en el tiempo.

En este artículo se diferencian cuatro grandes grupos de yacimientos auríferos en la península ibérica, simplificado de Castroviejo (1998).

a. Yacimientos variscos.b. Yacimientos miocenos (complejo mi-

nero de Rodalquilar, campo volcánico del cabo de Gata).

c. Yacimientos asociados a las monteras de hierro (“gossans”) de sulfuros ma-sivos de la Faja pirítica.

d. Yacimientos aluviales y fluviales ter-ciarios (Las Médulas).

Los yacimientos variscos se describen con mayor detalle puesto que en ellos se fundamentará la segunda parte del artí-culo.

En la figura 1 se representa un mapa de la península ibérica con la localización de los principales yacimientos de oro.

YACIMIENTOS VARISCOS

Este gran grupo de yacimientos se ubican principalmente en el NO y O de la penín-sula ibérica, dentro del Orógeno varisco, en relación con grandes estructuras tectó-nicas que han permitido el ascenso de cuerpos ígneos intrusivos y/o de fluidos hidrotermales responsables de los dife-rentes tipos de mineralización aurífera. A pesar de la controversia para la clasifica-ción de yacimientos auríferos en cinturo-nes metamórficos descrita por Groves et al. (2003), en el presente artículo se dife-rencian tres subgrupos, si bien, algunos de los yacimientos que han sufrido varias etapas de mineralización pueden incluir-se en diferentes grupos a la vez. En este apartado se muestra cómo los yacimien-tos evolucionan desde filoniano mesoter-mal, en las zonas más internas del Oróge-no varisco, a epitermales en las zonas más externas.

Principales yacimientos auríferos

Figura 1. Principales

yacimientos auríferos de la península

ibérica.

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PROSPECCIÓN DE YACIMIENTOS AURÍFEROS EN LA PENÍNSULA IBÉRICA | minería

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anglosajona como sheeted vein system y que, en Corcoesto, da lugar a potentes zonas mineralizadas de hasta 60 m, con leyes medias entre 1 y 3 g Au/t, encajadas en ortogneises.

El proyecto minero presentado por Ed-gewater tuvo una Declaración de Impacto Ambiental favorable en 2012, pero el Go-bierno de La Xunta de Galicia denegó definitivamente el proyecto de explotación en 2014.

En Galicia también es conocido el linea-miento de Puentedeume en el que, según Porter y Álvarez (1992), se desarrolla un sistema de filones auríferos asociados a una banda de cizalla. Estos autores tam-bién describen el distrito filoniano de Carballino como un sistema de filones de cuarzo con arsenopirita y pirita asociados al batolito de Carballino.

En Orense y León, dentro de la zona Asturoccidental-Leonesa, se conocen abundantes indicios auríferos que fueron descritos por Tornos et al. (1997) como yacimientos filonianos encajados en are-niscas y cuarcitas del Paleozoico inferior con metamorfismo regional de bajo grado (esquistos verdes); su geometría, minera-logía y alteración dependen del nivel es-tructural en el momento de su formación, identificando en la zona de la sierra del Caurel los sistemas estructurales más profundos, con características de régimen dúctil-frágil, mientras que en las zonas de Prada-Andiñuela y San Lorenzo, situados

Yacimientos mesotermales de tipo filonianoConsisten básicamente en filones de cuarzo con arsenopirita, asociados a zo-nas de cizalla, encajados en rocas ígneas más o menos deformadas, en metasedi-mentos, gneises y migmatitas. Este tipo de mineralización tiene un fuerte control estructural que determina la distribución y geometría de los filones y las zonas de bonanza de la mineralización aurífera. Se desarrollan principalmente en las zonas más internas del Cinturón varisco, sobre todo en la zona Centro-Ibérica, en la zona de Galicia-Trás-Os-Montes y en la zona As-turoccidental-Leonesa, según la división establecida por Farias et al. (1987). Boi-ron et al. (2003) proponen un modelo de deposición similar para todos los yaci-mientos de filones auríferos mesoterma-les del Cinturón Varisco Europeo, basado en el ascenso de fluidos de origen pro-fundo a través de importantes estructuras tectónicas y que se mezclan finalmente con otros fluidos de origen superficial durante las etapas tardías de levanta-miento y exhumación de la cordillera va-risca, provocando una disminución de la solubilidad del oro y, consecuentemente, su deposición. Dentro de este tipo de yacimientos se incluye el de Jales, en el norte de Portugal, que consiste en un sistema de filones subverticales de cuar-zo con arsenopirita encajados en un gra-nito peralumínico tardi-varisco y que fue-ron explotados desde la época romana y, recientemente, hasta principio de los años 1990, por minería subterránea, has-ta una profundidad superior a los 600 m. Los datos históricos obtenidos de la com-pañía estatal portuguesa EDM (Empresa de Desenvolvimento Mineiro) indican una producción aproximada de 1 millón de onzas de Au con una ley media de unos 10 g Au/t. Los filones de cuarzo minera-lizados también se encajan en los me-tasedimentos esquistosos circundantes (Gralheira). Otros yacimientos de carac-terísticas similares situados también en el norte de Portugal son los de Castromil, Penedono y Boticas.

En Galicia se han definido varias es-tructuras auríferas importantes. La más occidental se conoce como la banda de cizalla de Malpica-Tuy, descrita por Cas-troviejo (1990) y que alberga el yacimien-to de Corcoesto, en el que la compañía canadiense Edgewater, ha publicado re-cientemente más de 1 millón de onzas de

Au en recursos medidos e indicados ex-plotables a cielo abierto hasta una profun-didad de 250 m, con una ley media de 1,3 g Au/t (ley de corte de 0.5 g Au/t). En este yacimiento se ha probado también la presencia de filones de alta ley (superior a 10 g Au/t) susceptibles de ser explotados por interior y puntualmente se ha obteni-do una intersección de hasta 150 g Au/t sobre 1,10 m. En la figura 2 se observa un conjunto de vetillas milimétricas de cuar-zo con espaciado centimétrico entre ellas, que han sido descritas en la literatura

“Los yacimientos mesotermales de tipo filoniano consisten básicamente en filones de cuarzo con arsenopirita, asociados a zonas de cizalla, encajados en rocas ígneas más o menos deformadas, en metasedimentos, gneises y migmatitas”

Figura 2. Mineralización tipo sheeted vein system en Corcoesto.

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previa oxidación de la arsenopirita para proceder posteriormente a la lixiviación del oro con cianuro. Este yacimiento ha sido investigado por varias compañías mineras (figura 3), y recientemente, en 2014, la compañía Asturgold publicó unos recursos medidos e indicados de 944.000 onzas de Au con una ley media de 4.51 g Au/t, para una operación subte-rránea. El proyecto minero presentado por esta compañía ha sido rechazado a fina-les de 2014 debido a la declaración de impacto ambiental negativa.

Los yacimientos de Carlés y de El Valle-Boinás fueron investigados a finales de los años ochenta por Charter Exploracio-nes, una filial de la compañía sudafricana

encajante, fuertemente zonada, de tipo clorítico-sericítico en la parte más distal, propilítica con abundancia de carbonato en zonas intermedias y albítica en zonas más proximales, incrementando el conte-nido de arsenopirita diseminada y de oro en la alteración proximal, descrita por Harris (1979), con el término “Hongo-rock”. Rodríguez-Terente et al. (2000) di-ferencian un estadio inicial de pirita-arse-nopirita de grano fino de un segundo estadio más tardío con estibina y molibde-nita.

La mineralización de oro de Salave se encuentra dentro de la red estructural de la arsenopirita acicular por lo que, para su recuperación metalúrgica es necesario la

en la sierra del Teleno, la mineralización se desarrolla en niveles estructurales más someros de características frágiles. Gó-mez-Fernández et al. (2012) se refieren al distrito aurífero de Llamas de Cabrera, si-tuado en la sierra del Teleno, con abun-dantes labores romanas y constituido por un sistema de filones de cuarzo con arse-nopirita (As-Au) encajados en cuarcitas ordovícicas (Cuarcita armoricana) origina-dos en niveles relativamente profundos, entre 6 y 12 km de profundidad.

En el norte de Cáceres, dentro de la zona Centro-Ibérica, justo al norte de la cizalla de Badajoz-Córdoba que represen-ta el límite con la zona de Ossa Morena, se emplaza el yacimiento filoniano de La Co-dosera. Roberts et al. (1991) describen la mineralización aurífera de La Codosera asociada a varios sistemas de filones de cuarzo con arsenopirita y pirita desarrolla-dos sobre estructuras coherentes con el régimen transpresivo hercínico provocado por la cizalla levógira de Badajoz-Córdoba.

Yacimientos asociados a rocas ígneas (tardi-variscas)Son aquellos yacimientos en los que los fluidos mineralizantes están asociados a rocas ígneas intrusivas. Este grupo de yacimientos se emplazan en las zonas intermedias y externas del Macizo Ibérico (zona Asturoccidental-Leonesa y zona Cantábrica, respectivamente). Dentro de este grupo se pueden diferenciar aquéllos en los que la alteración y la mineralización de oro se desarrolla dentro del propio in-trusivo (Salave, en la zona Asturocciden-tal-Leonesa), de aquéllos en los que la mineralización se desarrolla en las rocas encajantes de origen calcáreo que, en contacto con los intrusivos, son alteradas por los fluidos metasomáticos, originando rocas calcosilicatadas denominadas skarns que contienen la mineralización de Au. Casquet y Tornos (1991) describen los principales skarns de la península ibérica, entre los que destacan por su relevancia minera reciente los yacimientos de Carlés y El Valle-Boinás, asociados al grupo de intrusivos de Salas-Belmonte formando el Cinturón Aurífero del río Narcea, dentro de la zona Cantábrica, descrito por Mar-tín-Izard et al. (1998).

El yacimiento de Salave fue explotado por los romanos en la parte superficial meteorizada (oxidada). Harris (1979) des-cribe la mineralización de Salave asociada a una alteración intensa de la granodiorita

Figura 3. Máquina de sondeos en Salave, en el año 2004.

“Dentro de los yacimientos asociados a rocas ígneas se pueden diferenciar aquéllos en los que la alteración y la mineralización de oro se desarrolla dentro del propio intrusivo, de aquéllos en los que la mineralización se desarrolla en las rocas encajantes de origen calcáreo que, en contacto con los intrusivos, son alteradas por los fluidos metasomáticos, originando rocas calcosilicatadas denominadas ‘skarns’”

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Angloamerican Corporation. Posteriormen-te, la compañía Río Narcea Gold Mines investigó ambos yacimientos desde el año 1991, iniciando su explotación a cielo abierto en el 1996 hasta el 2005. En 1998, la compañía Río Narcea Gold Mines publi-có unas reservas geológicas de casi 2 mi-llones de onzas de Au (14.19 Mt a 4.3 g Au/t) para el yacimiento de El Valle, y 0.5 millones de onzas de Au para el yacimien-to de Carlés (5.26 Mt a 3.0 g Au/t). En el año 2007, los derechos mineros fueron adquiridos por la compañía Kinbauri que, actualmente, continúa con su explotación por medio de minería subterránea con más de 500 empleados trabajando en la operación.

La mineralización de Carlés consiste en un skarn cálcico de Cu-Au, en el que durante la fase progradante se forman los granates de tipo grosularia-andradita y, posteriormente, piroxeno (diópsido-he-denbergita); en la fase retrógrada, se for-ma anfíbol tipo horblenda que reemplaza

parcialmente a los granates y a los piroxe-nos, precipitando también magnetita y, finalmente, los sulfuros, primero una fase de arsenopirita y, posteriormente, los sul-furos de cobre junto con el oro. Williams (1989) describe la ganga calcosilicatada y Boixet (1993) aporta información sobre la geometría del intrusivo y del skarn, esta-bleciendo una zonación, tanto de la fase calcosilicatada como de los sulfuros y los óxidos (magnetita).

En la figura 4 se ven los materiales os-curos de la izquierda que corresponden al skarn mineralizado; los materiales de la derecha son las calizas marmóreas no mineralizadas, buzando hacia el NE.

El yacimiento de El Valle-Boinás consis-te en un skarn magnésico de Cu-Au aso-ciado a la granodiorita de El Valle-Boinás. Esta granodiorita ha sido afectada por la intrusión de unos diques porfídicos sub-volcánicos de alto ángulo, a los que, se-gún Pevida et al, (1998), se les atribuye un segundo evento mineralizador epitermal

de baja temperatura que, al intersectar a la mineralización tipo skarn de Cu-Au, da lugar a una mineralización aurífera de alta ley, oxidada, con jaspes hematíticos y abundante cobre nativo.

En la zona Palentina, dentro de la zona Cantábrica, se conoce el skarn de Carra-cedo-Estalaya que, según Martín-Izard et al. (1986) se forma como consecuencia del emplazamiento de una cuarzodiorita en las calizas del Cantabriense superior desarrollando unas rocas granatífero-anfi-bólicas y piroxeno-anfibólicas con una mineralización principal de magnetita, hematites, calcopirita y arsenopirita. Lo-calmente se forma esfalerita, cobres gri-ses, pirrotina, löellingita, oro y bismuto. Según un informe interno de SIEMCALSA, en la zona de Carracedo-Estalaya existen diversos yacimientos que fueron explota-dos en varias etapas, entre 1864 y 1909 y entre 1942 y 1961, siendo las tres opera-ciones más importantes las de Tres Ami-gos y Consuelo, en el sector de Carracedo,

Figura 4. Explotación a cielo abierto de Carlés.

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económica de oro se asocia a las zonas de alteración silícea (masiva y vacuolar) que se extiende hasta una profundidad aproxi-mada de 100 m, controladas por fracturas que, en algunos casos, dan lugar a un re-emplazamiento generalizado de sílice va-cuolar debido a la alta densidad de fractu-ración, con leyes de oro de hasta 5 g Au/t.

Según Arribas (1992), la actividad mi-nera en la región del Cabo de Gata se inició a principios del siglo IX para el be-neficio de filones epitermales de Pb-Zn-Ag situados cerca de la población de San José, y el oro se descubrió y explotó en esa zona alrededor de 1880 y, poco des-pués, en Rodalquilar, situado a unos 10 km al noreste de San José. La minerali-zación de oro asociada a brechas hidro-termales de alta ley continuó de forma intermitente hasta 1966. A finales de los ochenta, varias compañías mineras inves-tigaron el yacimiento e iniciaron un pro-yecto minero para procesar unas 750.000 t con una ley media de 2.3 g Au/t. Arribas et al. (1995) estiman la producción histó-rica del campo minero de Rodalquilar en unas 10 toneladas de oro, lo que equivale a unas 320.000 onzas de Au.

YACIMIENTOS ASOCIADOS A LOS “GOSSAN” DE SULFUROS MASIVOS DE LA FAJA PIRÍTICA IBÉRICA

Los grandes yacimientos de sulfuros ma-sivos de la Faja Pirítica Ibérica albergan concentraciones variables de metales pre-ciosos (oro y plata). La acción de las aguas meteóricas sobre los cuerpos de sulfuros masivos da lugar a las “monteras limoníti-cas”, o zonas de oxidación llamadas “gos-san”, en las que se produce la liberación del oro asociado a los sulfuros debido a la oxidación de los mismos y a la posterior precipitación en un zona de enriqueci-miento, por lo que el oro resulta fácilmente recuperable por lixiviación con cianuro. Velasco et al. (2013) describen la geome-tría, zonación y los procesos que generan los “gossan” de la Faja Pirítica Ibérica. Arribas (1998) describe los “gossan” de la Faja Pirítica Ibérica, principalmente el de cerro Colorado y pone de manifiesto la re-levancia que supone la extracción de oro de dichos “gossan” dentro de la minería española, estimando una producción total de unas 3,5 millones de onzas de Au entre los años 1969 y 1998. También establece la composición media de los metales que componen el “gossan” de cerro Colorado

YACIMIENTOS MIOCENOS (COMPLEJO MINERO DE RODALQUILAR, CAMPO VOLCÁNICO DEL CABO DE GATA, CORDILLERA BÉTICA)

Este tipo de yacimientos se localizan en el campo volcánico Mioceno del Cabo de Gata, dentro del cinturón volcánico de Al-mería-Cartagena (cordillera Bética), dan-do lugar al Complejo Minero de Rodalqui-lar. Arribas et al. (1995) lo describen como el primer ejemplo documentado en Euro-pa de yacimiento epitermal de oro asocia-do a una caldera volcánica cuyas altera-ciones hidrotermales son semejantes a las del distrito de Goldfield, Nevada. Estos autores indican que la alteración hidroter-mal de Rodalquilar se ha reconocido por medio de sondeos hasta profundidades de 900 m y evoluciona gradualmente en pro-fundidad, desde una alteración silícea so-mera, a argílica avanzada, a argílica inter-media y a zonas sericíticas en la parte profunda con una alteración propilítica distal envolviendo a las anteriores. La mi-neralización de Au-(Cu-Te-Sn) está aso-ciada al hidrotermalismo generado por sistemas magmáticos someros, con pre-sencia de alunita dentro de las zonas de alteración argílica avanzada, característica de los yacimientos epitermales de alta sul-furación. Concretamente, la mineralización

y la de Mata Nevada en el sector de Esta-laya, con galerías en diversos niveles hasta una profundidad de 100 m.

Yacimientos epitermales encajados en rocas calcáreas del Namuriense-Westfaliense de la zona Palentina (dentro de la zona Cantábrica)Paniagua (1998) describe un amplio es-pectro de yacimientos auríferos localizados en la zona Palentina, dentro de la zona Cantábrica, asociados a grandes estructu-ras tectónicas entre las que destaca la falla de León, por las que ascendieron cuerpos ígneos de afinidad mantélica a lo largo de episodios transpresivos y transtensivos tardi-variscos generando varios sistemas de hidrotermalismo que dieron lugar a hasta ocho tipos de yacimientos según el modelo genético y descriptivo, diferencian-do los de origen más profundo de tipo skarn (Carracedo-Estalaya mencionados en el grupo anterior) de los epitermales de baja temperatura, entre los que se encuen-tran el yacimiento de Salamón y el de Pe-drosa del Rey, en la provincia de León, ambos encajados en formaciones calcá-reas del Carbonífero medio. Crespo et al. (2000) describen dos fases hipogénicas de mineralización del yacimiento de Salamón. La primera consiste en sulfuros disemina-dos, principalmente pirita, pirita arsenical y arsenopirita, de grano muy fino (de unas 10 micras) en una matriz jasperoide y do-lomita. La segunda fase hipogénica pre-senta mayor variedad mineralógica y con-siste principalmente en pirita, calcopirita, esfalerita y tennantita con galena, cinabrio rejalgar y estibina como minerales acceso-rios. La mineralización de oro se produce en la primera fase asociado al crecimiento de pirita arsenical sobre una pirita diage-nética previa de grano muy fino. Las carac-terísticas de esta mineralización permiten concluir a estos autores que se trata de un yacimiento tipo Carlin. Este yacimiento fue investigado desde el punto de vista minero por BP España y, posteriormente, por SIE-MCALSA en los años noventa, estimando unos recursos aproximados de 110,000 onzas de oro (443.000 t a 7,86 g Au/t).

En la zona de Ossa Morena, particular-mente en el Anticlinorio de Olivenza-Mones-terio, Tornos et al. (2005) describen impor-tantes yacimientos de óxidos de hierro, que pueden contener cobre y oro, asociados a una alteración alcalino-cálcica similar a la que se encuentra en los yacimientos de tipo IOCG (Iron Oxide Copper Gold).

“La acción de las aguas meteóricas sobre los cuerpos de sulfuros masivos da lugar a las ‘monteras limoníticas’, o zonas de oxidación llamadas ‘gossan’, en las que se produce la liberación del oro asociado a los sulfuros debido a la oxidación de los mismos y a la posterior precipitación en una zona de enriquecimiento”

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PROSPECCIÓN DE YACIMIENTOS AURÍFEROS EN LA PENÍNSULA IBÉRICA | minería

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materiales contienen ciertas cantidades de oro, más importantes en las zonas próximas al bed rock, alcanzando valo-res máximos de hasta 300 mg/m3. Este yacimiento fue explotado por los roma-nos para beneficio del oro mediante sistemas de minería hidráulica realizan-do un movimiento total de tierras supe-rior a los 200 millones de m3 según es-tos autores.

AGRADECIMIENTOS

Al Dr. Fernando Tornos su colaboración y supervisión del presente artículo. «

fluviales que se encuentran en zonas próximas a los yacimientos primarios des-critos en los apartados anteriores.

Cabe resaltar el yacimiento de Las Mé-dulas de Carucedo, en la provincia de León, descrito por Pérez García y Sán-chez Palencia (1992), como depósitos rojos de conglomerados de gravas y blo-ques con lechos de arenas de edad Mio-ceno medio-superior. Estos depósitos se han interpretado como sedimentos de fa-cies proximal de abanicos aluviales for-mados en un clima cálido-húmedo al principio, evolucionando hacia un clima más árido con el paso del tiempo. Estos

en 79% de óxidos e hidróxidos de Fe, 1-2% de Pb, trazas de Cu y Zn, entre 1.8 y 2.5 g Au/t y 35-45 g Ag/t.

YACIMIENTOS ALUVIALES Y FLUVIALES TERCIARIOS (LAS MÉDULAS)

El último tipo de yacimientos considera-dos en este artículo son conocidos tam-bién como “placer” o “paleo-placer” y se forman por la acción hidráulica, tras la erosión del oro primario, su transporte y deposición final por efecto de la grave-dad, típicamente en aluviones o depósitos

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Una geotecnia compleja

Hay trabajos geotécnicos complicados. Uno de ellos ha sido el de la ejecución de hasta cuatro niveles de sótano que incluyen un polideportivo de 7 m de altura y plantas destinadas a aparcamiento por debajo del patio del colegio de los Sagrados Corazones de la calle Alfonso XIII de Madrid. Todo ello realizando primero el forjado del patio que permitiera seguir en servicio durante la ejecución de la obra bajo rasante con todas las particularidades propias de esta construcción singular en pleno centro de Madrid.

Palabras clave: muro pantalla, pila-pilote, parking subterráneo, polideportivo.

NORMALMENTE, la construcción o am-pliación de edificios en centros urbanos lleva asociada la problemática de cons-trucciones medianeras que dificultan en mayor o menor medida la construcción de las mismas. Las posibles soluciones a adoptar ante este tipo de problema que-dan acotadas por los condicionantes del entorno (tipo de edificaciones limítrofes, espacio existente para utilización de ma-quinaria, características del terreno, pla-zos de entrega…).

En el presente artículo se va a describir el proceso constructivo llevado a cabo por la compañía de Construcción e Ingeniería: Grupo Secin en la obra de construcción de un polideportivo multiusos y de plazas de garaje bajo la rasante del patio del co-legio de los Sagrados Corazones, situado al norte de la ciudad de Madrid (figura 1). El proyecto, del arquitecto Jacobo Pala-cios, tenía que enfrentarse con la proble-mática, además de la comentada ante-riormente respecto de las medianerías, de la ejecución primero del forjado del patio del colegio para ser usado durante la construcción del resto de plantas bajo rasante.

La superficie en planta del patio es de 46x70 metros, debajo del cual se ejecutan cuatro niveles de aparcamiento en parte de la superficie del patio y, en el resto del mismo, de un pabellón polideportivo bajo rasante de 7 m de altura justo debajo del patio y dos plantas destinadas a garaje por debajo de este. La zona de actuación linda en uno de sus lados con el antiguo colegio (realizado aproximadamente hace

50 años); en el otro, con un sector más moderno del colegio ejecutado hace cua-tro años. Finalmente, los otros dos linde-ros dan a las calles Guatemala y Ricardo Calvo.

ASÍ SE FUE REALIZANDO LA DIFÍCIL CONSTRUCCIÓN

En primer lugar se ejecutó un muro pan-talla perimetral de 60 cm de espesor con dos niveles de anclajes temporales al te-rreno que se fueron realizando a medida que se iba efectuando la excavación, aunque antes de ésta se ejecutaría el forjado destinado al patio. En la zona lin-dera con el colegio se hizo un único nivel de anclajes por debajo de las cimentacio-nes existentes del colegio, procurando si-tuarlos entre las zapatas de las mismas.

Ejecución simultánea del polideportivo y los garajes en el colegio de los Sagrados Corazones de Madrid

Figura 1. Patio del colegio de los Sagrados Corazones en Madrid.

JUAN MANUEL ORQUIN CASASDr. Ingeniero Industrial especialista en construcción

JAVIER GÓMEZ-CORNEJO GILPÉREZIngeniero Industrial especializado en construcción

SECINGROUP

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excavación. En cuanto a la impermeabili-zación del fondo de excavación, se conse-guiría empotrando la pantalla en un estra-to impermeable.

Comenzaba la obra con la ejecución del muro pantalla de cuatro niveles de sóta-no. Para ello se realizaron primero los muretes guía que iban delimitando el pe-rímetro de la pantalla. El paso siguiente fue ir excavando los pozos por bataches con una cuchara bivalva. En la figura 2 puede apreciarse la impresionante longi-tud del armado de las pantallas. Una vez colocada la armadura, se hormigonaría con un tubo Tremie de abajo hacia arriba.

A continuación se ejecutaban las pila-pilotes necesarias que soportarían el forja-do del patio del colegio. Se trataba de pi-lares metálicos de 14 m de altura los cuales serían introducidos parte en el te-rreno, mediante un sistema de ejecución similar al de las armaduras de los pilotes convencionales, y parte quedan vistos. En primer lugar, se realiza una pequeña per-foración (de planta cuadrada) cuyas pare-des se hormigonarían; el fin era que la máquina perforadora entrase en todo momento totalmente vertical y en el punto exacto, para evitar así desviaciones a lo largo de toda su profundidad. Una vez realizada toda la perforación, se introduci-rían los pilares metálicos con la armadura necesaria para la cimentación, vertiéndo-se un volumen de hormigón ligeramente superior al estimado. El exceso del mismo se picará cuando se llegue al fondo de excavación. En la figura 3 puede verse la

El forjado del patio se proyectó median-te chapa colaborante sobre correas metá-licas que apoyan sobre cerchas metálicas de gran canto para dejar diáfana la zona destinada al polideportivo. Aun así fue necesario prever algún pilar para apoyo de estas cerchas que se realizaron previa-mente a la ejecución del forjado del patio mediante la ejecución de pilotes sobre los que se introdujo un pilar metálico tenien-do de esta forma una unión pila-pilote. El hormigonado del pilote se realizó sólo hasta el nivel aproximado del nivel de ex-cavación futuro.

Problemas a resolverUna vez ejecutado el forjado del patio, se comenzaría la excavación, realizando los niveles de anclajes contemplados según proyecto. Un problema asociado fue el poco espacio del que se disponía para la excavación debido a no ser una actuación a cielo abierto. Este mismo problema se repetiría a la hora de hormigonar y ejecu-tar todos los forjados inferiores, todos ellos resueltos mediante forjados unidireccio-nales in situ que apoyan en vigas de hor-migón armado, las cuales trasmiten la carga al terreno a través de pilares de hormigón (que mueren en el forjado ante-rior al forjado del patio) mediante zapatas aisladas que se ejecutan al realizar todo el vaciado.

Por otro lado, en la zona del polidepor-tivo, la altura libre necesaria del mismo (7 m) provoca que el muro pantalla en ese vano tenga unos esfuerzos considera-bles y un desplazamiento en coronación excesivo, mayor que la holgura dejada en

la unión de la viga de coronación con las cerchas de cubierta, lo que puede provo-car que se induzca una reacción consi-derable en las cerchas de cubierta y el pandeo de las mismas. Para evitar este problema se ejecutó una serie de contra-fuertes en el vano de 7 m del muro pan-talla para dotar de una inercia muy supe-rior a la del muro pantalla limitando de esta forma el desplazamiento ocasionado por el empuje del terreno.

Por último, fue necesario realizar un patio inglés junto al lindero de la zona más antigua del colegio resultando que las zapatas trapezoidales de este edificio invadían la zona del patio inglés, por lo que fue necesario cortar y reforzar según el proceso que se detalla más adelante.

PROCESO CONSTRUCTIVO

Uno de los parámetros de mayor influen-cia e importancia que han determinado la elección de ciertas soluciones ha sido el terreno del que se disponía. Se trataba de un suelo de arenas de grano medio a fino con bastante arcilla (tosca), así como arenas de miga (arenas con algo de arci-lla) con una compacidad más o menos densa en superficie y muy densa en pro-fundidad. En cuanto al nivel freático, se encontraba a una profundidad de 8,85 m, por lo que afectaba a los sótanos que iban a ser ejecutados. Por ello, la solución del muro pantalla, no sólo serviría como ele-mento de contención del terreno, sino que evitaría la inundación del fondo de

Figura 2. Armadura de un batache del muro pantalla. Figura 3. Introducción de un perfil metálico que sirve como pilote en su parte enterrada y com o pilar metálico en su parte vista.

“El forjado del patio se proyectó mediante chapa colaborante sobre correas metálicas que apoyan sobre cerchas metálicas de gran canto para dejar diáfana la zona destinada al polideportivo”

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Figura 4. Vista de los pilares metálicos y parte de su cimentación. Figura 5. Transporte de las cerchas del forjado del patio.

Figura 6. Montaje de las cerchas del forjado del patio. Figura 7. Ejecución del forjado de chapa colaborante del patio.

Figura 8. Proceso de excavación. Figura 9. Primer nivel de arriostramiento del muro pantalla.

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introducción de los pilares, con la arma-dura de la cimentación.

Cabe mencionar que los pilares metáli-cos, que consisten en HEB con plataban-das paralelas al alma formando un perfil en cajón para evitar el pandeo, deben ser previamente tratados con una capa pro-tectora que proteja al mismo de la corro-sión por el contacto directo con el terreno. Sin embargo, en la figura 4 puede apre-ciarse que algunos pilares han sufrido la corrosión por haber estado en contacto con el terreno durante los aproximada-mente cuatro años que han estado pa-radas las obras tras ejecutarse el forjado del patio; esto hace necesario eliminar la capa oxidada y aplicar las capas protec-toras necesarias. También puede verse cómo en la cimentación de los pilares hay hormigón sobrante que se picará poste-riormente hasta llegar a la cota de cimen-tación.

Ya introducidos todos los pilares metáli-cos, comienza la colocación de cerchas metálicas. Se trata de cerchas de hasta 40 m de longitud debido a la luz libre que era necesaria debido al pabellón polide-portivo. Por otro lado, disponían de un canto de 2,6 m. Estas cerchas apoyarían sobre los pilares metálicos y sobre ma-chones ejecutados sobre la viga de coro-nación del muro pantalla. Por último, las cerchas están dispuestas a una distancia aproximada de 2,5 m. En la figura 5 pue-de verse la longitud de las cerchas en el instante de su transporte a la obra.

En la figura 6, que corresponde al mon-taje de las cerchas, puede verse el apoyo de las mismas sobre los machones (a la izquierda) y pilares metálicos a la derecha.

Colocadas todas las cerchas, se ejecu-taría un forjado de chapa colaborante (fi-gura 7) donde estaría el patio infantil, quedando concluida la primera parte de la obra.

A continuación, comenzaría toda la fase de excavación de la parcela (figura 8). Resultó una operación ciertamente com-plicada por el hecho de que la maquinaria usada tenía gran tamaño y, por otro lado, era difícil extraer el volumen de tierra por el poco espacio existente.

Una vez que se había excavado una profundidad cercana al primer nivel de anclaje se procedía a la ejecución del mismo (figura 9).

La figura 10 muestra el final de la exca-vación, donde ya se había llegado a la cota de cimentación (pueden verse las

zanjas de las zapatas, así como parte de la cimentación de los pilares metálicos, en algunos de los cuales sería necesario picar el hormigón). En la pared derecha se puede apreciar además el primer nivel de anclaje.

La ejecución de los forjados fue un as-pecto peculiar que merece la pena descri-bir. Debido a la existencia del forjado del patio, no podía ejecutarse cada planta de forma completa (como es la práctica habi-tual), sino que fue necesario ir hormigo-nando por zonas. De esta forma, se iban ejecutando planta por planta los forjados del fondo de la parcela, dejando la esquina donde había acceso libre a la calle para el último lugar. Así, podría extraerse toda la maquinaria que es necesaria durante la ejecución del mismo. En la figura 11 se puede ver cómo están ejecutados varios forjados de diferentes plantas.

Tuvieron que ejecutarse una serie de contrafuertes unidos a la pantalla en la zona del polideportivo (figura 12). Los contrafuertes no llegan hasta cimentación sino sólo se ejecutan en el vano del muro pantalla de 7 m de luz y en vano inferior. Tenían un espesor de 25 cm y 130 cm de ancho. En la imagen puede apreciarse el armado del último tramo de los contra-fuertes, así como algunos ya hormigona-dos. También se pueden ver los taladros ejecutados sobre la pantalla de conten-ción.

La figura 13 muestra parte de la parcela donde se puede apreciar la secuencia de hormigonado de los diferentes forjados, así como todos los contrafuertes dispues-tos en hilera, estando algunos ya hormigo-nados (derecha), otros encofrados para

ser hormigonados (centrales) y, por últi-mo, únicamente la armadura dispuesta para el posterior hormigonado (izquier-da).

Como último aspecto remarcable, debi-do a la ejecución de un pabellón polide-portivo, era necesario realizar una ade-cuación arquitectónica que cumpliese con la normativa de evacuación. Por ello, se pensó en realizar un patio inglés junto al pabellón, que comunicase con la parte antigua del colegio. Para ello, era necesa-rio excavar ligeramente por debajo de la cota existente para poder comunicar con el sótano.

Se preveía que apareciesen zapatas del edificio antiguo, por ello la operación se realizó con extremo cuidado. La geome-tría de las zapatas (figura 14) era propia de la época de construcción, donde el coste de material era superior al de mano de obra y, por ello, en las cimentaciones, por ejemplo, se intentaba abaratar reali-zando las zapatas escalonadas.

Como había que excavar a mayor pro-fundidad, las zapatas quedarían descal-zadas, por ello, era necesario buscar una solución para que no se produjese un asiento de las zapatas afectadas, que se traduciría en patologías en el colegio anti-guo. Las soluciones estaban acotadas por varios factores: en primer lugar, la escasa accesibilidad a la zona de actuación, ya que únicamente era posible acceder por el lado en el que la zapata iba a quedarse descalzada, ya que no era viable introdu-cir cualquier tipo de maquinaria dentro del colegio, porque se trataba de un aula antigua que era conveniente conservar. Con todo esto, la solución por la que se optó fue por la de realizar una serie de micropilotes en uno de los escalones de la zapata figura 15 con el fin de transmitir todas las cargas a un estrato inferior. Pos-teriormente, se excavaría por debajo de la zapata, y se realizaría un muro corrido que soportarse las cargas que la zapata transmitía previamente al terreno. Todo lo aquí descrito, puede verse de forma gráfi-ca en la figura 16, donde se pueden apreciar los micropilotes de cada zapata y el armado del muro, que posteriormente sería hormigonado.

Para finalizar, como aspecto curioso está la extracción de la maquinaria (figura 17) que tuvo que realizarse desde una de las aberturas que había hacia el exterior; mediante una grúa fueron sacándose cada una de ellas. «

“Debido a la existencia del forjado del patio, no podía ejecutarse cada planta de forma completa (como es la práctica habitual), sino que fue necesario ir hormigonando por zonas”

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Figura 10. Fase final de la excavación.

Figura 11. Proceso de ejecución de los distintos forjados.

Figura 13. Vista general de los contrafuertes y de los forjados bajo el polideportivo.

Figura 12. Detalle de los contrafuertes del muro pantalla en la zona del polideportivo.

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Figura 14. Detalle de zapata de la fase más antigua del colegio. Figura 15. Detalle de micropilotes y muro para refuerzo de zapatas descalzadas.

Figura 16. Esquema del refuerzo para zapata descalzada. Figura 17. Extracción de maquinaria una vez finalizada la excavación.

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Bahía de Portmán: caso singular en el MediterráneoLa Sierra Minera de Cartagena-La Unión ha sido históricamente un distrito minero de gran envergadura. El desarrollo tecnológico hizo que la producción se elevara durante la segunda mitad del siglo XX, provocando un aumento de escombreras y de los lavaderos, y produciendo, para entonces, uno de los mayores desastres ecológicos de la costa mediterránea, principalmente en la bahía de Portmán. Los trabajos de remediación ambiental que se llevan a cabo tratan de recuperar ambientalmente la zona.

Palabras clave: Portmán, contaminación, minería, Cartagena, La Unión.

MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ-SÁNCHEZDepartamento de Química Agrícola, Geología y Edafología. Universidad de Murcia

CARMEN PÉREZ-SIRVENTDepartamento de Química Agrícola, Geología y Edafología. Universidad de Murcia

MARI LUZ GARCÍA-LORENZODepartamento de Petrología y Geoquímica. Universidad Complutense de Madrid

LA DISPERSIÓN ESPACIAL de minera-les de Pb y Zn en la Sierra Minera de Cartagena-La Unión es muy antigua y está relacionada con la evolución de la minería en el sureste español durante más de 2.500 años. La historia de cada emplazamiento es compleja, con varios ciclos de explotación a través de casi 3.000 años, por lo que las escombreras que quedan son un registro de todas las actividades que han afectado a cada uno de ellos.

HISTORIA DE LA MINERÍA EN LA SIERRA MINERA DE CARTAGENA (LA UNIÓN)

En el sector minero de La Unión se pue-den distinguir dos etapas de la actividad; en primer lugar, una etapa de desarrollo y agotamiento del proceso entre los años 1842 y 1950, que a su vez supuso un importante impacto demográfico en la zona y el desarrollo de infraestructuras como redes viarias, el ferrocarril y el acon-dicionamiento de los fondeaderos de Car-tagena, Escombreras y Portmán (Navarro-Hervás, 2004). Entre las décadas de los cincuenta y noventa del siglo XX se pro-duce una nueva etapa de recuperación con el desarrollo de nuevas bases tecno-lógicas, tras la cual, cesa la actividad. De la Sierra Minera de La Unión se obtenían hasta 1991 minerales de plomo, plata, cinc y otros contenidos en las piritas, que suponían una aportación a la producción

nacional del 40% de plomo, el 60% de plata, el 12% de cinc y 130.000 t/año de piritas (Dirección General del Medio Natu-ral, Región de Murcia, 1998).

De la importancia de los yacimientos minerales del distrito minero de Cartage-na-La Unión existen estimaciones orien-tativas (Manteca y Ovejero, 1992) de la magnitud original de los yacimientos contenidos, a partir de criterios geoló-gicos, apoyados con la gran cantidad de información minera, en los datos estadís-ticos de producciones, etc. Según tales estimaciones, la cuantía original de estos depósitos minerales en sus diversos ti-pos, estratiformes o mantos, filones, di-seminaciones y stockworks, monteras o gossan, superaría los 240 M.t de mineral bruto, con un contenido en elementos del orden de 64 millones de toneladas de Fe, 3.2 M.t. de Pb, 3.8 M.t. de Zn, y 4.000 toneladas de Ag, cifras que los destacan netamente de otros distritos mineros (Martínez Sánchez y Pérez Sir-vent, 2008).

Siendo evidente su importancia como acumulación de elementos traza, en cam-bio a nivel de leyes o contenido metálico relativo se le puede considerar como un distrito pobre, casi marginal, con las ex-cepciones muy localizadas de ciertos en-claves o filones, como el caso del Cabezo Rajao (Martínez-Sánchez et al., 1998). Ello explica en buena medida el carácter cíclico y discontinuo de la actividad mine-ra en la zona.

Caracterización de materiales y análisis de riesgos

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BAHÍA DE PORTMÁN: CASO SINGULAR EN EL MEDITERRÁNEO | medioambiente

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años se han vertido al mar 60 millones de toneladas de estériles de minería lo que ha provocado la colmatación y el aterra-miento de 75 hectáreas de la bahía de Portmán (figura 2), además de sepultar buena parte de la plataforma marina fren-te a las costas de la bahía (Pérez-Espino-sa, 2014).

Los vertidos modificaron profundamen-te la dinámica litoral, debido al finísimo material en suspensión, que interfería con la dinámica normal del plancton y de los peces (César et al., 2009; Martínez Gó-mez et al., 2012).

MATERIALES DE LA BAHÍA

Los materiales que constituyen hoy día los suelos de la bahía de Portmán están for-mados por: contaminación primaria por ser una zona de vertido directo de estéri-les de lavadero de flotación mineral y drenajes de ramblas con pH ácidos y alta carga metálica soluble, contaminación secundaria (aportes de sedimentos mine-ros por la acción de la dinámica litoral) y contaminación terciaria (escorrentías y aguas de otras ramblas y ramblizos que desembocan en la bahía y aportan mate-riales de atenuación natural) (Martínez Sánchez y Pérez Sirvent, 2013). Concre-tamente, los materiales más representati-vos son aquéllos que tienen su origen en la actividad del lavadero Roberto (Gonzá-lez-Ciudad, 2014).

CARACTERIZACIÓN DE MATERIALES

Aunque tras el cese de los vertidos se ha podido alcanzar un cierto estado de equili-brio (Martínez Sánchez y Pérez Sirvent,

BAHÍA DE PORTMÁN

La bahía de Portmán se encuentra al su-reste de la Comunidad Autónoma de Murcia, entre cabo de Palos y Cartagena, en el término municipal de La Unión. Portmán fue desde antiguo Portus Mag-nus, “puerto grande”, y de ahí deriva su nombre. Esta zona tuvo cierto esplendor comercial y como refugio tiempo atrás. Iberos, fenicios, cartagineses y romanos fueron los pioneros de las explotaciones mineras de la sierra y utilizaron la bahía para el transporte por todo el Mediterrá-neo. Es a partir del año 1957 cuando co-mienza la minería con explotaciones a cielo abierto y con ella la fase del gran vertido, cuando la sociedad Peñarroya España pone en funcionamiento el lava-dero Roberto, uno de los lavaderos de flotación de los sulfuros: galena, esfalerita y pirita, más grandes del mundo, que trataba 1.000 Tm/día (Martínez Sánchez et al., 2008).

En el transcurso del tiempo tuvo nume-rosas modificaciones, constituyendo, una de las más importantes, la de emplear el agua del mar en todo el proceso de trata-miento del mineral, para lo que se instaló una estación de bombeo en la misma playa. En el año 1966 se amplía la capa-cidad del lavadero y, por tanto, en el plano negativo, los vertidos al mar, que no cesa-rían hasta 1990, habiéndose producido para entonces, uno de los mayores desas-tres ecológicos de la costa mediterránea.

Los elementos principales con los que contaba el lavadero Roberto en su prime-ra etapa eran la tolva de descarga de los vagones de mineral, la trituración secun-daria (ya que venía triturado de la cantera

a menos de 200 mm) mediante un siste-ma de molinos, cribas, cintas hasta un tamaño menor de 17 mm. De ahí pasaba al edificio del lavadero mediante dos cin-tas transportadoras de 200 m de longitud que descargaban en una gran tolva. A continuación, mediante una batería de molinos de barras y después molinos de bolas, en contacto con el agua de mar, se llevaba a cabo la molienda hasta un tama-ño de diámetro menor de 180 µm (Gon-zález-Ciudad, 2014).

Llegados a este punto, el material pasa-ba a flotación, donde la pulpa del mineral seguía tres tratamientos (preconcentra-ción, remolienda y diferenciación). Para ello hacían uso de cianuros, xantatos, sulfatos de cobre y otros reactivos que son los que actualmente hacen que la bahía sea una gran balsa de materiales reactivos, ya que parte de ellos están a la intemperie y varias reacciones están su-cediendo (Oyarzun et al., 2013).

Una vez que los minerales recupera-bles se habían separado, junto con los restos de sustancias utilizadas en el pro-ceso de flotación diferencial (600 kg/día de cianuro sódico; ácido sulfúrico, xanta-tos, sulfato de cobre, etc.) eran vertidos al mar a través de dos tuberías de más de 2 km de longitud, que recorrían todo el perfil de la bahía original atravesando el Monte de Punta Galera (figura 1). El verti-do fue autorizado por la Administración con fecha de 18 de febrero de 1959. La concesión estaba condicionada a que no afectara las características fundamentales y naturales de la bahía, e incluía la obliga-ción de dragarla para recuperar los cala-dos naturales que se viesen afectados (Baños Páez, 2012). En más de treinta

Figura 1. Tubería de descarga de residuos del lavadero. Figura 2. Vista panorámica de la bahía.

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2008), los sedimentos están sometidos a la dinámica marina, especialmente los más próximos a la línea de mar, y a los efectos de las lluvias, escorrentías y otros vertidos. Esto implica una heterogeneidad muy alta en los sedimentos. La granulometría define el origen del sedimento; la textura fina co-rresponde a estériles sin lavar y la textura gruesa a estéril lavado depositado por la acción del agua del mar, lo que ha llevado consigo una granoselección, dando como resultado un enriquecimiento en partículas gruesas.

Caracterización de materiales de profundidadSe realizó a partir de los sedimentos ex-traídos en doce sondeos alineados a tres distancias diferentes de la línea de playa, obteniendo datos de granulometría, com-posición química y mineralógica con una precisión de metro en metro.

Los materiales estudiados presentan mayoritariamente una textura arenosa, salvo cuando ha existido vertido directo a la bahía, como en el sondeo situado en la zona interna frente al lavadero Roberto, en donde la textura es más fina (franco arenosa a arenosa franca hasta los 10 m estudiados). Lo mismo sucede en los ma-teriales de los sondeos, situados en la parte derecha de la bahía, más próxima a la zona de vertido directo en el mar.

Es interesante señalar los contenidos de determinadas fracciones granulométricas de los sedimentos, por las aplicaciones

que tienen en el análisis de riesgos para la salud y los ecosistemas. Estos sedi-mentos tienen un contenido en partícu-las tamaño arcilla (<2 micras) muy esca-so, con un valor de fondo (mediana) de 0,14%. El contenido en partículas tama-ño <5 micras también es muy escaso, con un valor de fondo (mediana) de 1,35 y un contenido en partículas tamaño <250 micras, algo más elevado, presen-tando un valor de fondo (mediana) de 44,2.

Los valores de pH en agua son neutros a ligeramente básicos; presenta un valor de fondo (mediana) de 7,70. El valor mínimo es 6,18, siendo frecuente que en la parte superior de los sondeos estén por debajo del nivel de fondo. El conteni-do en metales pesados de los sedimen-tos es muy elevado y siguen el orden de concentración siguiente: zinc> plomo> arsénico>cobre> cadmio.

Caracterización de materiales de superficieLa superficie de la bahía fue muestreada en 30 puntos, realizando calicatas y to-mando muestras de perfiles a diferentes profundidades. Al igual que los sedimen-tos de profundidad, las muestras fueron caracterizadas y analizadas, obteniendo la composición química y mineralógica. La figura 3 muestra los valores obtenidos para los elementos potencialmente tóxi-cos (EPTs) analizados y su distribución estadística.

EVALUACIÓN DE RIESGOS PARA LA SALUD DE LAS PERSONAS Y PARA LOS ECOSISTEMAS

El objetivo de la evaluación de riesgos que un suelo contaminado comporta al medio es proporcionar la información y útiles necesarios para la evaluación de la proba-bilidad de ocurrencia de los efectos iden-tificados. Se realiza a partir de la esti-mación cuantitativa o cualitativa de los riesgos presentes y futuros. Este proceso ha de servir de base para la toma de de-cisiones sobre la aceptabilidad del riesgo y las medidas a adoptar, es decir, la “ges-tión del riesgo”.

Modelo conceptual de la contaminación en la bahía de PortmánEn el análisis de riesgos de la bahía se han calculado/estimado los riesgos para la salud de las personas y los ecosistemas según el modelo conceptual recogido en la figura 4. Se han realizado siguiendo las recomendaciones propuestas en la Guía Técnica de aplicación del RD 9/2005, de 14 de enero (MMA, 2007). También se han seguido las recomendaciones de USEPA (2011) aunque adaptándolas a los materiales tan complejos existentes en la bahía, lo que ha llevado a considerar un gran número de muestras. Las metodolo-gías existentes y recomendadas incluso por el Ministerio de Medio Ambiente se aplican a medios terrestres continenta-les, no contemplándose otros ambientes

Figura 3. Distribución de EPTs en muestras superficiales.

“Las tecnologías de recuperación van encaminadas a eliminar la fuente contaminante o bien a eliminar las vías de transferencia. En cualquiera de los dos casos se elimina el riesgo”

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apreciable de metales. Las condiciones oxidantes son las de mayor situación de riesgo, y las que llevan consigo mayor in-certidumbre.

Otro aspecto importante es el de los procesos de lavado ascendente que de-ben ser controlados, ya que es una de las rutas importantes de metales solubles. La capa superficial (<1 m) es la que más metales solubles aporta a las aguas sub-terráneas, por lo que es fundamental im-pedir su oxidación.

PROPUESTA DE RECUPERACIÓN DE LA BAHÍA Y PROYECTO PILOTO DE PORTMÁN

Gestión del riesgo y propuesta tecnológicaLos emplazamientos contaminados exi-gen técnicas de tratamiento para su recu-peración que, en líneas generales, consis-ten en alterar materiales contaminados, destruyéndolos o modificándolos, con objeto de que sean menos peligrosos o dejen de serlo. Se pueden llevar a cabo por diferentes vías de actuación, como

como los litorales salinos, con área de in-fluencia marina. Por ello, ha sido impres-cindible poner a punto métodos in vitro, comparables a los in vivo, más rápidos y baratos (Martínez Sánchez y Pérez Sir-vent, 2008, 2009, 2010; BOE, 2011). Esta adaptación es posible siempre que se tenga un conocimiento profundo de los materiales y de su comportamiento físico, químico y mineralógico (Navarro et al., 2006).

Para evaluar la toxicidad en los ecosiste-mas se han aplicado test para organismos terrestres y acuáticos (Microtox®, Phyto-toxkit®, Ostratoxkit®), y de ecotoxicidad marina con especies como erizos de mar (Paracentrotus lividus), anfípodos (Gam-marus aequicauda), doradas (Sparus au-rata).

Las tecnologías de recuperación van encaminadas a eliminar la fuente conta-minante o bien a eliminar las vías de transferencia. En cualquiera de los dos casos se elimina el riesgo. En Portmán se actúa sobre las vías de transferencia para minimizar el riesgo hasta límites aceptables.

Se han evaluado las fases preoperacio-nal y postoperacional de la recuperación de la bahía de Portmán y en función del amplio estudio de caracterización de los materiales superficiales y en profundidad, así como de la movilidad de los diferentes EPTs y de los ensayos de bioasimilabilidad por las plantas y de bioaccesibilidad para las personas, se han estimado los elemen-tos críticos más importantes.

Riesgos más importantes en la situación preoperacional de la bahíaLos mayores riesgos que se presentan es-tán en los materiales superficiales, sujetos a procesos de alteración supergénica, de textura fina, con pH ácido (arenas de color amarillento generalmente ricas en sales solubles y jarosita), y el riesgo mínimo en las arenas negras de playa. Los receptores más afectados por el uso de la bahía, en esos momentos, eran las personas, niños en primer lugar, seguidos de adultos, en materiales amarillentos.

La vía de exposición más importante es la de ingesta de partículas sólidas, dadas las características del material, seguida de la dérmica y la de inhalación.

La arena que queda sumergida en la playa presenta un menor riesgo al ecosis-tema por encontrarse en condiciones re-ductoras, no presentando movilización

reducir la cantidad de material contami-nado, recuperar o retirar un componente que confiera al material sus propiedades peligrosas o inmovilizarlo. Para ello, de-ben seleccionarse mecanismos que sean capaces de eliminar o reducir a niveles tolerantes un determinado contaminante, y plantearse objetivos como proteger la salud y el medio ambiente, cumplir con la legislación, coste reducido y que constitu-ya una solución permanente.

Otro aspecto fundamental es la partici-pación ciudadana, no hay un proyecto de recuperación de emplazamientos conta-minados con éxito si no existe una confor-midad del mismo por los ciudadanos, por lo que la información y difusión del pro-yecto es una labor muy importante entre los habitantes de Portmán.

En función de las características del material, de los riesgos inaceptables/aceptables encontrados y de las mejores técnicas disponibles para llevar a cabo la gestión del riesgo, se realizó una propues-ta para la recuperación de los suelos contaminados por metales pesados basa-da en varias tecnologías de recuperación

Análisis de riesgos

Suelo con influencia minera

Agua

Aire

Ingesta, inhalación dérmica

Dispersión hídrica

Dispersión eólica, Inhalación

Dentro delsistema

Personas: adultos,niños

Aguas subterráneas

Infraestructuras

Fuera delsistema

Aguas marinas

Infraestructuras

Fuente Rutas de transporte RIESGO ACTUAL Y FUTURO

Sistema evaluado

Figura 4. Modelo conceptual de la contaminación en la bahía de Portmán.

“La arena que queda sumergida en la playa presenta un menor riesgo al ecosistema por encontrarse en condiciones reductoras, no presentando movilización apreciable de metales”

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in situ, combinadas, como más adecua-das para una solución permanente. Se trata de técnicas de inmovilización, solidi-ficación/estabilización con la utilización de enmiendas de materiales calizos como áridos y filler de las canteras de áridos de construcción, usando una tecnología aportada por las investigaciones previas realizadas en el laboratorio (Pérez Sirvent et al., 2007; Pérez Sirvent et al, 2011). También se completó con tecnologías de barreras activas permeables y muros de tratamiento. Además, se aplicó una fitoes-tabilización en superficie para frenar la erosión.

Tecnología de descontaminación propuesta para el proyecto de recuperación de la bahía de PortmánLas tecnologías de descontaminación in situ por precipitación química/estabiliza-ción desarrolladas de forma experimental en el proyecto piloto consisten fundamen-talmente en la fabricación de un Tecnosol en función del uso del suelo. En la figura 5 se muestra una propuesta simplificada de un corte vertical de las capas de trata-miento.

Las zonas pueden ser cultivadas con vegetación autóctona y regadas por goteo o por aspersión en las primeras etapas según las necesidades de la vegetación. En el proyecto piloto, la experiencia se ha llevado a cabo en las dos parcelas (figura 6).

MONITORIZACIÓN DEL PROYECTO Y OPTIMIZACIÓN DE LA TECNOLOGÍA

Con el objetivo de cubrir las incertidum-bres derivadas del análisis de riesgos, y comprobar la eficiencia de la tecnología aplicada y de su optimización, se ha rea-lizado durante los años 2009 a 2012 un plan de trabajo distribuido en cuatro gran-des bloques expuestos seguidamente.

Evaluación del uso de las arenas negras como arena de playaHa sido un punto clave en la investigación para proponer su uso en la nueva playa. Para asegurar la estabilidad de las arenas frente a la alteración atmosférica, se han llevado a cabo ensayos de alteración for-zada en cámara climática sobre muestras de arena negra y sus mezclas con filler calizo a diferentes proporciones. Según se deduce de los resultados, las arenas ne-gras y sus mezclas con filler calizo perma-necen inalteradas en las condiciones

ambientales extremas (90% humedad y temperaturas de 2 ºC en ciclo frío, 55 ºC en ciclo caliente, tanto en agua dulce como en agua de mar) (Veiga del Baño, 2012).

Por otra parte, se ha estudiado el com-portamiento de las mezclas de arena ne-gra con filler calizo y con arena silícea en diferentes proporciones, mediante expe-riencias en contenedores en nave cerra-da. Los resultados de la monitorización llevada a cabo durante dos años, con riegos periódicos y recogida y análisis de lixiviados, indican que no se presenta to-xicidad en ninguno de los casos, no exis-tiendo diferencias entre la arena negra y sus mezclas, lo que confirma su posible

utilización en la futura playa sin necesi-dad de mezclarla con ningún aditivo.

Optimización de la tecnología de descontaminación con respecto al proyectoEn la construcción de las parcelas del proyecto piloto se utilizó una mezcla del material contaminado con filler calizo al 50%, lo que plantea la posibilidad de op-timizar la tecnología y utilizar otra mezcla con menor proporción de filler calizo sin que se pierda efectividad. Para ello, se realizan unas experiencias en nave cerra-da que consisten en la fabricación de di-ferentes unidades de Tecnosol (solum) en contenedores. Las variables para la cons-trucción de dichos suelos son:

Figura 6. Vista general de la bahía con detalles de las dos parcelas piloto.

Sedimentoscontaminados • Sedimentos bahía

Horizonte 3 • Sedimentos contaminados tratados con 50% filler calizo, 100 cm espesor

Horizonte 2 • Gravas de distinto tamaño, 40 cm espesor

• Tierra vegetal o arena de playa, 60 cm espesor

Horizonte 1

Figura 5. Diferentes capas de tratamiento de Tecnosol piloto.

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» El número de horizontes. » El espesor de gravas del horizonte 2. » Las proporciones de mezcla de sedi-

mento y filler calizo.

En total se obtienen 64 tipos diferentes de Tecnosoles que se someten a diferen-tes ciclos de humedad y sequía (figura 7).

Los resultados mediante la monitoriza-ción analítica y ecotoxicológica de lixivia-dos y ascensión capilar han puesto de manifiesto que a partir de las mezclas con 10% de filler calizo y 20 cm de espesor del horizonte 2, los suelos no tienen toxi-cidad. Aún así, la recomendación para el proyecto definitivo de recuperación ha sido de una mezcla del 30% de filler/sedi-mento y un espesor del horizonte 2 de 30 cm con grava caliza, por el principio de precaución que se debe tener por las difi-cultades de ejecución en la puesta en obra.

Experiencias en medios acuáticosCon objeto de completar las propuestas de recuperación de la bahía, se han rea-lizado unas experiencias de recupera-ción de humedales con distintos sustra-tos enmendados y con diferentes plantas acuáticas (Phragmites australis Iris pseu-dacorus. Juncus effusus). También se ha ensayado y puesto a punto una metodolo-gía específica con test de ecotoxicidad marina.

Control y monitorización de las parcelas del proyecto pilotoSe ha realizado un control analítico y mi-neralógico en las parcelas del proyecto piloto, que ha permitido validar el método de ejecución de la fabricación de los Tec-nosoles en campo (tabla 1).

Las conclusiones de los resultados ob-tenidos de la monitorización de las parce-las experimentales del proyecto piloto han sido, en resumen, las siguientes:

» Aislamiento y frenado de la produc-ción de fases móviles en los procesos de alteración supergénica, por lo que una vez ejecutadas las obras, se eli-mina la exposición directa a la atmós-fera y el contacto directo con el agua del mar.

» Eliminación del lavado ascendente de sales solubles.

» Reducción de la erosión de las capas de tratamiento superiores, mediante la regulación de pendientes y el aporte de vegetación adecuado.

» Optimizado de los espesores de las capas de tratamiento y proporciones del agente de inmovilización emplea-do, aplicable al proyecto de construc-ción definitivo.

» Control y monitorización de contami-nantes.

Dada la trascendencia y novedad del tema desarrollado en el proyecto piloto se deduce que ha servido, entre otros mu-chos aspectos, para comprobar la eficien-cia de la tecnología, optimizar los recursos y, lo más importante, proporcionar un es-cenario en donde se aplica una evaluación de riesgos que permite modelizar sobre el proyecto de construcción definitivo. Los datos obtenidos del proyecto piloto y de los estudios previos realizados sobre la caracterización, movilidad y alteración for-zada de los materiales han sido utilizados en la declaración de impacto ambiental sobre el proyecto de recuperación de la bahía de Portmán (BOE, 2011) y en esta-blecer las medidas correctoras oportunas. La optimización de la tecnología de recu-peración ha provocado un ahorro impor-tante sobre el proyecto definitivo.

PROYECTO DE RECUPERACIÓN DE LA BAHÍA DE PORTMÁN

Según consta en la página web del Minis-terio de Agricultura, Agua y Medio Am-biente (http://www.magrama.gob.es), en

Figura 7. Experiencias de optimización tecnológica en nave cerrada. Proyecto piloto.

PLAN

DE

MON

ITOR

IZAC

IÓN

EN T

ECNO

SOLE

S CO

N VE

GETA

CIÓN

Control en horizonte 1Lavado ascendente de contaminantes mediante control de sales y metales pesados

Control en horizonte 2Control de movilización de contaminantes y/o evacuación de agua mediante piezómetros

Control en horizonte 3Efectividad de la mezcla en la inmovilización de metales pesados y observación de la permeabilidad de la mezcla

Control en la erosión de la parcela

Influencia de los diferentes factores

Control del desarrollo vegetativo de la parcela

Influencia de los diferentes factores

Tabla 1. Esquema del Plan de monitorización en la parcela con vegetación.

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El Centro Experimental en Suelos Conta-minados de Portmán, en el que se han desarrollado la mayoría de estas experien-cias, ha sido un laboratorio de investigación y un centro de encuentro, intercambio y difusión del conocimiento, que puede ser la base en la organización de programas de formación y foros de debate. Será el centro de control y seguimiento de la ejecución de las obras y monitorización del proyecto de recuperación de la bahía de Portmán. Pue-de constituirse en un futuro como referente en el Mediterráneo, de investigación, análi-sis y desarrollo de tecnologías innovadoras de recuperación de suelos y aguas.

Sería conveniente extrapolar los resulta-dos obtenidos de las experiencias desa-rrolladas en el proyecto piloto y aplicar medidas similares para la recuperación de la Sierra Minera. «

CONSIDERACIONES FINALES

En su situación preoperacional, es un punto singular de contaminación por EPTs en el Mediterráneo. Hasta ahora se han tomado medidas muy interesantes de consenso en la recuperación ambien-tal de la bahía. Se podría decir que a partir de un problema contaminante, en el que las soluciones planteadas sólo contemplaban el traslado de los sedi-mentos con un coste de recuperación inasequible, se ha obtenido una solución ecoeficiente que incorpora la valorización de residuos calizos y un tratamiento in situ que cumple con los requisitos exigi-dos en el principio de máxima precau-ción ambiental. A partir de ahora puede ser un ejemplo en la solución de proble-mas contaminantes.

el proyecto definitivo se pretende un retran-queo de 250 m respecto a la línea de playa actual y un dragado, secado y transporte a la corta minera San José de 185.000 m3 de estériles. El secado del material dragado se realizará en unos recintos de 40 Ha cons-truidos sobre la plataforma de la bahía. Se creará un frente de playa con arenas negras y aportación de 150.000 m3 de arena de cantera para conseguir un diámetro medio de 50 mm. Se instalará una cinta transpor-tadora carenada de la bahía a la corta San José de 2.700 m de longitud. La corta está siendo acondicionada mediante estabiliza-ción y saneo de taludes, impermeabilización del vaso (con 550.000 m3 de material arci-lloso), y con mejora de accesos. Se construi-rá una balsa de lixiviados drenados y se procederá al sellado y restauración ambien-tal del vertedero.

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Actualidad de la meteorología espacialDe tiempo en tiempo, las tormentas solares amenazan a la Tierra con sus emisiones de partículas y radiaciones sin que la mayoría de la población sea muy consciente de ello, salvo las poblaciones situadas en latitudes altas. Las más potentes liberan tanta energía como 10.000 millones de bombas atómicas semejantes a la de Hiroshima. Estos estallidos de radiaciones y partículas pueden perturbar al campo geomagnético y, de esta forma, afectar a los sistemas eléctricos y a los satélites de los que tanto dependemos hoy. Sus efectos pueden dejar regiones enteras sin luz, radio, sistemas GPS y otras tecnologías de las que cada vez somos más dependientes.

Palabras clave: meteorología espacial, tormenta geomagnética, fulguraciones solares.

MIGUEL HERRAIZ SARACHAGACatedrático Física de la Tierra

MARTA RODRÍGUEZ BOUZALicenciada en CC. Físicas

Departamento de Física de la Tierra, Astronomía y Astrofísica I. Facultad Ciencias Físicas, UCM

EL PASADO 15 DE DICIEMBRE comen-zó su andadura la página web del Servicio Nacional de Meteorología Espacial (www.senmes.es) puesto en marcha por el Gru-po de Investigación Espacial de la Univer-sidad de Alcalá con la colaboración del Grupo de Estudios Ionosféricos y Técni-cas de Posicionamiento Global por Satéli-te (GNSS) de la Universidad Compluten-se. Este portal, que está financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad a través del proyecto AYA2013-47735-P, constituye la primera iniciativa de estas características en lengua española y sitúa a nuestro país en la línea más avanzada de estas actividades en Europa.

Para entender el significado y el alcance del Servicio Nacional de Meteorología Es-pacial, SeNMEs, es necesario recordar lo que es la meteorología espacial. Con este término se entiende la disciplina que estu-dia el tiempo espacial (space weather), es decir, el estado físico y fenomenológico de los entornos espaciales naturales. A través de la observación, monitorización, análisis y modelado, la meteorología espacial bus-ca comprender y predecir el estado del Sol, de los entornos interplanetarios y pla-netarios y de las perturbaciones que les afectan, sean de origen solar o no. Asimis-mo, pretende analizar en tiempo real y prever los efectos que estos fenómenos pueden tener en los sistemas biológicos y tecnológicos. Este nuevo campo de la cien-cia no debe confundirse, por tanto, con el estudio de la atmósfera que utiliza datos

meteorológicos obtenidos por vehículos espaciales, parte de la meteorología tradi-cional que a veces también se designa como meteorología espacial o meteorología por satélite.

¿QUÉ ES LA METEOROLOGÍA ESPACIAL?

La meteorología espacial es una ciencia muy joven que comenzó su desarrollo en la década de los noventa del siglo pasado. En su nacimiento influyeron decisivamen-te dos factores: el auge de la exploración del espacio y la toma de conciencia de la amenaza que las tormentas geomagnéti-cas ejercen sobre nuestra sociedad. Mu-chos autores sitúan este último aconteci-miento en marzo de 1989, cuando una tormenta geomagnética de gran intensi-dad produjo el “apagón de Quebec”. Con este nombre se conoce el fallo generaliza-do en la distribución de energía eléctrica en el área de Quebec (Canadá) causado por el incendio de un transformador pro-vocado por la tormenta geomagnética. Este fallo dejó sin corriente eléctrica a seis millones de usuarios durante nueve ho-ras. La tormenta produjo grandes daños en otros transformadores en Estados Uni-dos y Canadá y obligó a dar de baja y re-parar dos equipos de estas características en el Reino Unido. Además, afectó seria-mente a numerosos satélites y se estima que más de mil sufrieron fallos tempora-les en el control de su órbita.

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geofísica | ACTUALIDAD DE LA METEOROLOGÍA ESPACIAL

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NASA se completa con la evolución del índice LDiñ ya comentado y el mapa del estado de la ionosfera sobre la península ibérica preparado por el grupo de la Uni-versidad Complutense (figura 4).

La intensidad de la tormenta que causó estos daños se valora en un tercio de la que tuvo lugar los últimos días de agosto y los primeros de septiembre de 1859. Esta tormenta se conoce como “evento de Carrington” en honor del astrónomo in-glés que relacionó la fulguración ocurrida en el Sol con la perturbación del campo magnético registrada en los magnetogra-mas obtenidos en el Observatorio de Greenwich (figura 1) y las auroras borea-les visibles en zonas de tan baja latitud como la península ibérica, Cuba o Hawai. Como efecto de la alteración del campo magnético, el servicio de telegrafía en Estados Unidos e Inglaterra se vio muy dañado, produciéndose el incendio de muchos equipos y la transmisión de seña-les entre estaciones lejanas sin necesidad de baterías.

El impacto de esta tormenta gigantesca en la incipiente tecnología de la época fue significativo, per o apenas tuvo trascenden-cia. Por el contrario, hoy los efectos serían catastróficos dada la total dependencia que nuestra sociedad tiene respecto de la tec-nología, especialmente a través de la elec-tricidad y los satélites. Un fallo generalizado en estos dos pilares de nuestros recursos acarrearía la paralización de nuestra vida cotidiana. Por ello, las tormentas geomag-néticas se presentan hoy como una nueva amenaza natural y se presta una atención creciente a la actividad solar y al nivel de energía en el espacio próximo a la Tierra. La realidad de esta amenaza se puso de ma-nifiesto el 23 de julio de 2012 cuando se produjo una poderosa eyección de masa coronal cuyo impacto sobre la Tierra, según recientes investigaciones, hubiese tenido consecuencias catastróficas. Afortunada-mente, la nube de plasma atravesó la órbita de nuestro planeta sin alcanzarlo aunque sí afectó al satélite STEREO-A.

Es en este contexto en el que se enmar-ca la actividad investigadora de los grupos

anteriormente citados que ha llevado a la creación del SeNMEs. La información que se ofrece diariamente a través de este ser-vicio incluye el estado de cuatro fenóme-nos vinculados con la actividad solar: blo-queos de radio, tormentas de radiación solar, tormentas geomagnéticas y corrien-tes inducidas. Para evaluar los dos prime-ros se adopta la escala de la National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA, mientras que los otros dos están regidos con el parámetro LDiñ diseñado por la Universidad de Alcalá específica-mente para España. El parte incluye imá-genes del disco solar obtenidas por el Solar Dynamics Observatory (figura 2) y del co-ronógrafo LASCO a bordo del satélite SOHO (figura 3), y datos sobre el flujo de Rayos X y protones obtenidos por el satéli-te GOES, y del viento solar dados por ACE. Esta información facilitada por NOAA y

Figura 1. Magnetograma registrado en el Observatorio de Greenwich, Londres, correspondiente al 2 de septiembre de 1859. Puede observarse con claridad la tormenta geomagnética que constituye el “evento de Carrington”.

Figura 2. Imagen del Sol correspondiente al 12 de marzo de 2015 obtenida por el Solar Dynamics Observatory (SDO) de la NASA. La mancha (región activa) 2297 produjo las fulguraciones solares cuyo impacto sobre la Tierra originó parte del episodio de tormentas geomagnéticas que alcanzó su máxima expresión el día 17 de marzo (tormenta de San Patricio).

Figura 3. Imagen de una eyección de masa coronal producida por la región activa 2297 obtenida por el instrumento SOHO/LASCO (NASA-ESA) el 12 de marzo de 2015.

Figura 4. Izquierda: estado de la ionosfera el 16 de marzo de 2015, día casi sin perturbación en la ionosfera. Derecha: estado de la ionosfera el día de máxima perturbación debida a la actividad solar de los días anteriores.

“Las tormentas geomagnéticas se presentan hoy como una nueva amenaza natural y se presta una atención creciente a la actividad solar y al nivel de energía”

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ACTUALIDAD DE LA METEOROLOGÍA ESPACIAL | geofísica

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nuestra sociedad por la meteorología espa-cial que ha dado lugar a cuatro jornadas técnicas organizadas por la Dirección Gene-ral de Protección Civil y Emergencias, y a numerosos artículos de prensa, reportajes, páginas web y conferencias. El Ilustre Colegio Oficial de Geólogos, a través del Geoforo, ha contribuido a fomentar esta actitud mediante dos conferencias sobre el tema impartidas en noviembre de 2011 y marzo de 2002. «

el día 17. Esta tormenta fue catalogada como “severa” y alcanzó la categoría G4, en la escala de la NOAA, cuyo máximo corres-ponde a G5 (tormenta extrema). Provocó fallos en la transmisión de ondas electro-magnéticas de 10 MHz y numerosas auro-ras de gran belleza (figura 5).

La creación del SeNMEs es, al mismo tiempo, resultado de un prolongado trabajo científico y reflejo del creciente interés de

Las aportaciones anteriores se comple-tan con un informe en el que se describe la situación en el Sol, su posible evolución y los efectos que se pueden esperar en la Tierra. Seguidamente se reproducen unos párrafos del informe correspondiente al 13 de marzo del presente año. En él se describe el elevado nivel de actividad existente en el Sol y del que la imagen del coronógrafo correspondiente al día 12 (figura 3) es una buena muestra.

“Hoy día 13 de marzo hay 4 regiones activas

(AR). En los últimos días, y hoy día 13, ha

habido varias fulguraciones M en la AR

12297, y una fulguración de tipo X el día 12,

que es la clase más intensa. La fulguración

X2 a las 16.30 UT provocó grandes erupcio-

nes a las 17:30 UT del día 11, y al menos

otra a las 00 UT del día 12, además de otra

fulguración M a las 05 UT. Continuamos a la

espera de poder ver estos eventos en el co-

ronógrafo LASCO. Todo ello podría provocar

una tormenta geomagnética de una cierta

intensidad. Sin olvidar el filamento que fue

eyectado a las 07:00 UT del día 11 cercano

al agujero coronal del centro…

… La situación geomagnética en Espa-

ña en estos momentos es de calma, pero

se esperan perturbaciones más que mo-

deradas. Es imposible estimar el momen-

to de llegada de las perturbaciones sin

disponer de imágenes de LASCO”.

El anuncio de la aparición de “perturba-ciones más que moderadas” se cumplió con la presencia de la “Tormenta de San Patricio”

“La información que se ofrece diariamente a través de este servicio incluye el estado de cuatro fenómenos vinculados con la actividad solar: bloqueos de radio, tormentas de radiación solar, tormentas geomagnéticas y corrientes inducidas”

Figura 5. Auroras boreales en Islandia producida por la tormenta geomagnética del día de San Patricio (17 de marzo de 2015). Expedición IAC-Shelios.

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primer semestre de 2015 | 25-31 | TIERRA & TECNOLOGÍA, nº 46 | 25

La ruptura del equilibrioen Las Tablas de DaimielEl Proyecto Paleo Tablas de Daimiel aúna historia y geología para comprender los cambios sufridos en el humedal en los últimos 300 años.

Palabras clave: Tablas de Daimiel, Daimiel, hidrogeología, Parques Nacionales, Guadiana, Gigüela.

ALBERTO CELIS POZUELOMuseo Comarcal de Daimiel [email protected]

ROSA MEDIAVILLA LÓPEZ Y ALMUDENA DE LA LOSA ROMÁNInstituto Geológico y Minero de Españ[email protected]@igme.es

JUAN I. SANTISTEBAN NAVARROUniversidad Complutense de [email protected]

SILVINO CASTAÑO CASTAÑOCentro de Estudios y Experimentación de Obras Pú[email protected]

EL PARQUE NACIONAL de Las Tablas de Daimiel, situado en la provincia de Ciudad Real, en los términos municipales de Dai-miel y Villarrubia de los Ojos (figura 1), es un humedal con una variada y rica diver-sidad en plantas y avifauna relacionada con el medio acuático. Dichos valores han justificado las medidas de conservación y las figuras de protección que intentan salvaguardar un espacio único en Europa. Parque Nacional desde el año 1973, está dentro de la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda, desde 1981, y es Hu-medal de Importancia Internacional para el Convenio Ramsar, desde 1982.

La evolución natural de este espacio está muy condicionada por las caracterís-ticas de la cuenca hidrográfica, la com-plejidad geológica y la actividad humana. La historia de Las Tablas de Daimiel es el

resultado de dichos factores que han mo-delado su paisaje actual. Por tanto, a los valores faunísticos y florísticos que ateso-ra, habría que añadir un patrimonio geo-lógico y cultural de primer orden del que siguen faltando estudios que lo pongan en valor.

UN HUMEDAL SINGULAR

Las Tablas de Daimiel es un humedal de ribera ligado principalmente al desborda-miento de dos ríos (Guadiana-Azuer y Gi-güela) en la zona de descarga subterrá-nea de un sistema acuífero de más de 5.000 km2, denominado Mancha Occi-dental (García-Rodríguez, 1996; Aguilera et al., 2013). Como todos los humedales mediterráneos, es un sistema peculiar y complejo (Álvarez-Cobelas et al., 2005).

Figura 1. Situación del Parque Nacional

de Las Tablas de Daimiel.

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LA RUPTURA DEL EQUILIBRIO EN LAS TABLAS DE DAIMIEL | medioambiente

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30302-C02-01 del Plan Nacional de I+D+i titulado Reconstrucción paleocli-mática y paleohidrológica del Alto Guadia-na (Tablas de Daimiel) (resumido, Paleo Tablas de Daimiel), y en el que participan investigadores del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), de la Universi-dad Complutense de Madrid (UCM), del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), del Museo Co-marcal de Daimiel y de la Universidad de Alcalá (UA). Los datos del registro sedi-mentario, corroborados por fuentes histo-riográficas, han permitido estudiar la in-fluencia de la actividad humana sobre el humedal. Se trata de un método en el que historia y geología confluyen para inter-pretar lo que ha ocurrido en este espacio geográfico.

Los geólogos de Paleo Tablas de Dai-miel han demostrado que, durante el Cuaternario, las fluctuaciones del clima entre periodos glaciales e interglaciales determinaron cambios en el paisaje vege-tal. Además del clima, la irregularidad del sustrato sobre el que se desarrolla (una zona de karstificación) y la lenta pero continuada subsidencia son otros ele-mentos que condicionaron la historia del humedal. Concretamente, durante el Ho-loceno, el paso de sistema fluvial al hu-medal reciente es resultado del relleno de la topografía previa con la pérdida de pen-diente y ensanchamiento del fondo de valle; su pervivencia es debida a que su fondo sigue hundiéndose. Con un mayor detalle, como el que se puede observar en los últimos 3.000 años, los cambios de menor escala temporal del clima (inte-ranual a secular) controlan no sólo la ex-tensión de la superficie inundada sino también los parámetros hidroquímicos y ecológicos del humedal y determinan su evolución.

Por otro lado, la historia de Las Tablas de Daimiel está íntimamente ligada a la de las gentes de su entorno. Esto ha sido una constante en la historia de la zona, con poca agresividad en tiempos remotos y la Edad Media y con mayor intensidad desde el siglo XVIII. Estas acciones han provocado la drástica transformación del medio y, como un ejemplo muy relevante de esa perturbación, el desarrollo de una zona no saturada que modifica sustan-cialmente la tasa de infiltración de las aguas en el humedal e introduce riesgos tales como la combustión espontánea de las turbas. Todo esto, junto con la alteración

De forma resumida, los procesos esen-ciales que han permitido la persistencia de la lámina de agua en el tiempo han sido (Álvarez Cobelas et al., 2001):

» Aportes superficiales procedentes de los ríos Gigüela y Azuer, siendo los principales los del primero. Los apor-tes de ambos ríos eran estacionales e irregulares entre años, siendo además perdedores durante largos periodos (Esnaola y Martínez Alfaro, 1992). Eduardo Hernández-Pacheco (1932), por su parte, achacaba la irregularidad del Gigüela (entre 0 y 26,5 m3/s en el periodo 1925-1929) a la naturaleza impermeable de la cuenca del río, que no favorecía su regulación natural.

» Aportes de aguas subterráneas, pro-cedentes del río Guadiana y de múlti-ples “ojillos” y “ojuelos” que apare-cían al sur de Villarrubia de los Ojos y en la propia zona húmeda. El río Guadiana nacía en los manantiales que drenan el acuífero de la Mancha Occidental, denominados Ojos del Guadiana, a unos 20 km al este de los límites del Parque Nacional. En datos procedentes de medidas de 1915 a 1932, la aportación media del Gua-diana aguas arriba de su confluencia con el río Azuer era de 61 (Álvarez Cobelas et al., 2001) o 72 hm3/a (Gar-cía Rodríguez, 1996), y para el periodo

1925-1929, a partir de Hernández-Pacheco (1932), se estimaba una aportación media del Guadiana de 68 hm3/a en Zuacorta (figura 1). En este mismo sector, Castro (1854) mencio-naba el valor del caudal del Guadiana, en el primer aforo directo que conoce-mos, realizado a finales de junio de 1849, en 132,30 pies cúbicos, lo que supone 2.861 l/s (Díaz, 1897). Este valor es del mismo orden que el dado por Hernández-Pacheco (1932) como media de valores máximos del perio-do 1925-1929. Por otro lado, García Rodríguez (1996) estimaba que, en condiciones naturales, la aportación anual del Guadiana a Las Tablas en Molemocho (figura 1) era de unos 100 hm3, de los cuales 20 hm3 proce-dían del Azuer y unos 10 hm3/año procederían de manantiales situados entre la confluencia del Guadiana y el Azuer y el Parque Nacional.

» Retenciones de agua en los azudes de los molinos del Guadiana. Los azudes (o zúas en la terminología lo-cal) eran diques realizados para apro-vechamiento hidráulico. Permitían es-trechar el cauce y subir la cota para crear un salto de agua necesario para la obtención de energía hidráulica que moviera la maquinaria molturadora. Los azudes provocaban un mayor en-charcamiento aguas arriba de cada molino (figura 1, en rojo).

La cantidad y la distribución espacial y temporal del agua que llega al humedal dependen tanto de la geología como, en última instancia, del clima, que es enor-memente variable. Sin embargo, la regu-lación del agua y la existencia de determi-nadas especies vegetales están afectadas enormemente por la actuación humana. Por lo tanto, el análisis de la historia de Las Tablas de Daimiel necesita estudios multidisciplinares que integren las distin-tas técnicas de investigación para cono-cer su evolución, tanto en el espacio como en el tiempo.

UNA HISTORIA TAMBIÉN SINGULAR

Los sedimentos acumulados en Las Ta-blas de Daimiel registran las interacciones y cambios que se han dado a lo largo de la historia en este humedal. El estudio de estos sedimentos es el objetivo del proyecto de investigación CGL2011-

“La cantidad y la distribución espacial y temporal del agua que llega al humedal dependen tanto de la geología como del clima. Sin embargo, la regulación del agua y la existencia de determinadas especies vegetales están afectadas enormemente por la actuación humana”

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superficie actual de Las Tablas de Daimiel (Celis et al., en prensa, a).

El objetivo de Navalcerrada era mejorar el rendimiento de los molinos del Guadiana aumentando la corriente y desecando las tablas fluviales formadas por los ríos. Por otro lado, quería incrementar la producción agropecuaria. Ensancha y limpia la madre del Guadiana hasta su álveo y realiza dos zanjas de drenaje en el río Gigüela (figura 3). Además, derriba el azud del molino del Na-varro (figura 1) y lo sustituye por un largo puente con arcos que deje pasar el agua. A su vez, rompe el azud del molino de La Pa-rrilla y el del molino de La Dehesa (más adelante conocido como La Máquina) (figu-ra 1). En los restantes molinos baja el nivel del suelo y construye aliviaderos sin com-puertas en los azudes para evacuar el cau-dal sobrante. Asimismo, establece una nive-lación de las aguas a respetar en cada molino. Por tanto, el año 1750 es un punto de inflexión en la historia del Parque Nacio-nal de Las Tablas de Daimiel.

A partir de entonces se sucederán di-versos proyectos de desecación para mo-dificar el estado naturalizado del humedal, constituyendo una demanda tradicional

de un descenso local del carbono orgáni-co y del polen de Chenopodiaceae-Ama-ranthaceae, y aumento promedio del car-bono inorgánico (figura 5, en negro) (Mediavilla et al., 2012). Esta intensa anomalía es muy diferente a alguna otra detectada en la Edad Media en la que se observa, fundamentalmente, un descen-so en la vegetación arbórea debido a la deforestación. Sin embargo, la anomalía del siglo XVIII es interpretada como un cambio severo en las condiciones am-bientales internas, con un endulzamiento de las aguas del humedal y menor acu-mulación de material orgánico, que se puede interpretar como una mayor in-fluencia de las aguas dulces frente a las salobres, junto con una menor capacidad de encharcamiento en el humedal.

La documentación histórica investigada permite comprobar que, efectivamente, en 1750, el ministro ilustrado de Fernan-do VI, el Marqués de la Ensenada, encar-ga al ingeniero militar Manuel de Navalce-rrada que inicie las obras para conseguir evacuar las “inundaciones” que se produ-cen desde los Ojos del Guadiana hasta el Puente de Nolaya (Picón) y que incluye la

del régimen natural del agua que supone la construcción de infraestructuras hi-dráulicas y los bombeos que afectan al flujo subterráneo natural, hace que el ci-clo hidrológico esté completamente modi-ficado en la actualidad.

El estudio de los sedimentos acumula-dos en Las Tablas de Daimiel permite encontrar una interpretación coherente del pasado y el presente del humedal para afrontar problemas en el futuro. Las últimas síntesis a este respecto se pueden encontrar en Ruiz-Zapata y Gil-García (2012), Mediavilla et al. (2012) y Santis-teban y Mediavilla (2012), que abarcan ámbitos temporales progresivamente me-nores y más próximos a la actualidad. En el último trabajo mencionado se deduce ampliamente la influencia de la actividad humana sobre la zona húmeda, dividién-dose para los últimos 3.000 años en tres etapas principales:

» Una primera etapa que abarcaría grosso modo desde la conocida como Cultura de las Motillas (figura 2) hasta la época íbero-romana, caracterizada porque no existe modificación en el estado natural del humedal.

» Una segunda etapa llegaría hasta la época de la Ilustración, donde existe cierta intervención aunque de baja intensidad con la construcción de azudes.

» Y una tercera etapa, desde el siglo XVIII hasta la actualidad.

Es esta última etapa en la que se va a centrar el presente artículo. Se han distin-guido episodios críticos en los que se han registrado e interpretado, a grandes ras-gos, anomalías significativas en los sedi-mentos. Tienen lugar en la segunda mitad del siglo XVIII, la segunda mitad del siglo XIX, finales de la Segunda República y desde finales de los años de la década de 1960 hasta la actualidad. Este último epi-sodio registra el cambio y degradación casi total del humedal.

LAS PRIMERAS OBRAS DE DESECACIÓN EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII

El primer cambio de esta etapa se produ-ce a finales del siglo XVIII según las data-ciones de los sedimentos, y consiste en un brusco descenso del contenido en azufre de los materiales, acompañada

Figura 2. Pozo del yacimiento arqueológico de la Motilla del Azuer (Edad del Bronce).Fuente: Museo Comarcal de Daimiel.

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LA RUPTURA DEL EQUILIBRIO EN LAS TABLAS DE DAIMIEL | medioambiente

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durante la Edad Contemporánea. La for-mación de tablas fluviales no se entendía como un humedal, sino como inundacio-nes provocadas por el abandono y la falta de obras en los ríos.

CAMBIOS EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

Según el registro sedimentario, a partir de la segunda mitad del siglo XIX se produce una entrada notable de material siliciclás-tico (Al) que irá aumentando hasta finales del siglo XIX. Coincide con un aumento en el polen de herbáceas, sobre todo Cerea-lia, y un descenso del de arbóreas y ar-bustivas y de Quercus (figura 5, en rojo). Todo apunta a una removilización del suelo y una degradación de la cobertera vegetal relacionada con una expansión de la agricultura en torno al humedal.

El estudio de las fuentes documentales ha permitido comprobar que durante este periodo se produjo una importante obra de desmonte y roturación en ambas már-genes del río Guadiana hasta su entrada

en Las Tablas de Daimiel y en toda la margen izquierda del actual Parque Na-cional. La parte sur es más fértil que la norte merced a la influencia de las aguas dulces del Guadiana, con un suelo en condiciones más aptas para el cultivo (Celis et al., en prensa, b).

Durante el siglo XIX se produce la de-forestación de gran parte de la dehesa que rodeaba al humedal; sobre todo tras la llegada del ferrocarril a Daimiel en la década de 1860, que abrió la posibili-dad de que los productos agrícolas lle-garan al mercado nacional. Sería a partir de esa fecha cuando el esfuerzo rotura-dor fue mayor. La zona permitió acome-ter con seguridad una inversión agrícola. Tierra virgen y fértil, pastos para el gana-do mular encargado del desmonte y la labranza de las tierras; agua en abun-dancia que permitía suelos húmedos prácticamente todo el año. Las nuevas tierras puestas en cultivo fueron dedica-das, principalmente, al cereal. Aunque la vid y el olivo comenzaron a avanzar en el entorno del humedal, es el cereal el

cultivo predominante, como muestra el registro sedimentario.

La otra importante anomalía registrada en los sedimentos durante esta época se debe a un aumento notable del polen de plantas propias de humedal que indica un incremento de la superficie encharca-da a finales del siglo XIX, ocasionada por la reconstrucción del molino del Navarro en la década de 1860. Este molino estaba situado en la salida del río de Las Tablas tras la confluencia del Gigüela con el Guadiana (figura 4); una zona donde al producirse un estrechamiento natural, cualquier obstáculo contribuye al enchar-camiento aguas arriba. Efectivamente, hoy también se puede comprobar que cuando el caudal es importante las ba-rreras que impiden el flujo aguas abajo puede provocar un flujo aguas arriba y aumentar el encharcamiento, tal como sucede en las actuales presas de Puente Navarro y El Morenillo (figura 1) (Castaño et al., 2014).

La puesta en marcha de las piedras del molino contribuyó a la recuperación

Figura 3. Mapa de las obras ejecutadas en la década de 1750 en Las Tablas. Fuente: archivo del Centro

Geográfico del Ejército (Madrid). Arm. E, T.8,C.4-238, copia en el Museo Comarcal de Daimiel donada por don

Ambrosio Miralles García-Moreno.

“Los sucesivos proyectos de desecación decimonónicos erraban en el diagnóstico al atribuir la formación de Las Tablas de Daimiel únicamente al espesor de la vegetación y a los diques de los molinos, sin tener en cuenta el principal aporte: las descargas de las aguas subterráneas a lo largo del cauce del Guadiana”

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la agricultura. La estrategia fue poner los bienes públicos en el mercado con el objetivo de conseguir un mayor cre-cimiento económico. El Estado liberal apoyó los proyectos de canalización de ríos y desecación de humedales con el doble objetivo de evitar el paludismo y contribuir a la colonización de nuevas tierras. Sin embargo, los sucesivos pro-yectos de desecación decimonónicos erraban en el diagnóstico al atribuir la formación de Las Tablas de Daimiel únicamente al espesor de la vegetación y a los diques de los molinos, sin tener en cuenta el principal aporte: las des-cargas de las aguas subterráneas a lo largo del cauce del Guadiana que ha-cían difícil la posibilidad de que la de-secación perdurara.

EL INTENTO DE DESECACIÓN DE 1937

Un periodo de escasez de lluvias sustitu-yó al ciclo húmedo de la segunda mitad del siglo XIX. El registro sedimentario constata un descenso de plantas de hu-medal y de la lámina de agua que pudo corresponder con este periodo seco y que llegará hasta la mitad del siglo XX (figura 5, en verde). Incluso en 1921 se llegarán a secar los Ojos del Guadiana. No obstan-te, es necesario un estudio detallado para profundizar sobre los factores que influye-ron en este descenso.

El registro sedimentario indica también que se produjeron eventos que alteraron las condiciones del humedal en la década

estiaje de los ríos y más mosquitos había en el humedal.

Por otro lado, el Estado quiso jugar un papel activo en la economía e inter-venir decididamente en el fomento de

del humedal. Coincidió, además, con un periodo que se puede calificar de húme-do dentro de los ciclos del clima medite-rráneo. Por otro lado, su buen estado pondrá de moda el lugar en Madrid en-tre los cazadores de aves acuáticas y entre los amantes de la naturaleza (Mo-ral, 2013).

No obstante, el Estado liberal promovió la desecación de humedales. Las zonas pantanosas eran vistas como lugares in-salubres y causantes de los brotes de paludismo o de fiebres tercianas. Hasta bien entrado el siglo XX, no se conoció que era un parásito transmitido al hombre por el mosquito Anopheles el causante de dichas afecciones y la enfermedad se re-lacionó con la putrefacción de las aguas estancadas y la contaminación del aire (Rosado, 2011).

El paludismo fue en aumento en Las Tablas de Daimiel a medida que se incre-mentaba la densidad demográfica y la presión agrícola en el entorno, sobre todo en verano durante la siega, la época en la cual más se estancaba el agua con el

Figura 4. El Guadiana saliendo de Las Tablas de Daimiel en Puente Navarro. Foto de Joaquín Fisac, realizada en torno a 1905. Fuente: Banco de Imagen del Centro de Interpretación del Agua y los Humedales Manchegos de Daimiel.

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de romper los azudes que ayudaban a retener el caudal que brotaba en los Ojos del Guadiana (Fernández y Pradas Regel, 1996).

En 1971 se produce el vaciado de Las Tablas de Daimiel ante la alarma del inci-piente movimiento conservacionista que logra, finalmente, la creación del Parque Nacional en el año 1973. Victoria in extre-mis para la salvación del humedal, aunque

LA DEGRADACIÓN DEL HUMEDAL

Tras la Guerra Civil, el régimen franquista sigue la estela de gobiernos anteriores y también proyecta grandes obras hidráuli-cas como solución para el aumento de la producción en el campo. Para ello se crea el Instituto Nacional de Colonización con el objetivo de instalar colonos en los nue-vos terrenos ganados gracias al regadío y acabar con el paro. A partir de la década de 1950, se instaura una política agraria de “carácter combativo” para que la colo-nización de nuevas tierras avance y que incluye la desecación de las zonas húme-das (Celis, 2014). Así, en 1951 se declara a La Mancha zona de Alto Interés Nacio-nal de Colonización y, en 1956, se aprue-ba la “Ley para el saneamiento y coloni-zación de los terrenos pantanosos que se extienden inmediatos a las márgenes de los ríos Guadiana, Gigüela, Záncara y afluentes de estos dos últimos en las pro-vincias de Ciudad Real, Toledo y Cuen-ca”. En 1965 se inician las obras de drenaje, impulsadas por propietarios ribe-reños que crean un gran Grupo Sindical de Colonización con vecinos de Daimiel, Villarrubia de los Ojos, Arenas de San Juan o Villarta de San Juan. Para que el proyecto llegue a buen fin, la primera medida que tomarán será la compra de todos los molinos harineros con el objetivo

de 1930. Por un lado, se observa un au-mento del porcentaje de aluminio relacio-nado con la erosión de los suelos circun-dantes o con la remoción del terreno producto del incremento de la actividad humana. Por otro, la subida del contenido en polen de cereales refleja que la rotura-ción en el entorno de Las Tablas creció durante este periodo (figura 5, en verde).

Los datos del registro sedimentario indi-can también una notable bajada del car-bono inorgánico relacionado con la dismi-nución de las ovas, es decir, de las praderas subacuáticas. Este descenso es achacable a una disminución brusca de la lámina de agua en comparación con otros años. También cae el carbono orgá-nico relacionado con la presencia de ve-getación tipo carrizo, enea o masiega, y que constituía un freno a la entrada de material desde fuera del humedal (figura 5, en verde).

Por lo tanto, los datos apuntan a una disminución del encharcamiento y a un intento de desecación para conseguir más tierras. Evidencian también que el agua corre a pesar de que los niveles de agua bajan y la extensión del humedal es menor. En consecuencia, indican que hubo una apertura de las compuertas de los molinos.

El estudio de las fuentes documentales constata que la II República quiso satisfa-cer la demanda de los pueblos del entor-no, principales baluartes de la desecación (Celis et al., en prensa, c). Con la llegada de la guerra civil y la incautación de fin-cas, el intento se llevó a cabo, corrobora-do por distintas fuentes orales y docu-mentales. Durante la primavera de 1937 se abrieron las compuertas de los moli-nos. El objetivo era acabar con el paludis-mo y el paro, drenando las márgenes del Guadiana y del Azuer que serían sembra-das con cultivos de verano, época del año con mayor desempleo. Al mismo tiempo, se intentó romper el azud de Flor de Ribe-ra, a poca distancia de la salida del Gua-diana de Las Tablas, para facilitar la dese-cación de la ribera más cercana a una finca donde el gobierno republicano había asentado a una comunidad de campesi-nos.

Sin embargo, la dilatación de la guerra frustró la desecación. Las necesidades alimentarias y la escasez de combustible obligaron a la puesta en marcha de los molinos harineros que prolongaron su funcionamiento durante la posguerra.

Figura 5. Registro geoquímico y polínico en sondeos realizados en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, correspondiente a los últimos 300 años. Modificado de Santisteban y Mediavilla (2012)

“En 1971 se produce el vaciado de Las Tablas de Daimiel ante la alarma del incipiente movimiento conservacionista que logra, finalmente, la creación del Parque Nacional en el año 1973. Victoria in extremis para la salvación del humedal”

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medioambiente | LA RUPTURA DEL EQUILIBRIO EN LAS TABLAS DE DAIMIEL

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análisis de estos datos para comprender los cambios acaecidos en el Parque Na-cional de Las Tablas de Daimiel, durante la Edad Contemporánea. Una serie de anomalías en el registro sedimentario han servido de pista clave para la consulta de fuentes documentales y profundizar en los hechos causantes de dichas anoma-lías. A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, los cambios en la relación entre la actividad humana y el humedal con inten-tos de desecación, deforestación del en-torno para su cultivo y sobreexplotación de los recursos hídricos, han puesto en peligro la conservación del paraje, proble-ma que perdura en la actualidad. «

faunística y la diversidad de su vegetación se unen un patrimonio geológico y cultu-ral clave para comprender la evolución del humedal. En este sentido, la combina-ción de datos sedimentológicos y docu-mentales permite desentrañar este pa-sado que facilita realizar un análisis más certero del presente y corregir errores de cara al futuro.

Los datos del registro sedimentario aportados por el proyecto Paleo Tablas de Daimiel son una excelente herramienta para contrastar las fuentes historiográfi-cas, sobre todo en los estudios agrarios o medioambientales. El presente artículo ha pretendido subrayar la importancia del

el aumento sin control del número de pozos en La Mancha y la sobreexplota-ción de los recursos hídricos subterrá-neos, sí conseguirá esta vez la desecación del humedal y su incendio por autocom-bustión de la turba, cuya mayor repercu-sión mediática tuvo lugar en 2009.

CONCLUSIÓN

El Parque Nacional de Las Tablas de Dai-miel es un ecosistema de importancia in-ternacional. Uno de los pocos ejemplos de formación de tablas fluviales en el in-terior de la península ibérica, ligado ade-más a las aguas subterráneas. A la riqueza

BIBLIOGRAFÍA

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Enlaces

Proyecto Paleo Tablas de Daimiel: http://www.igme.es/ProPaleoTD/de-fault.htm

Museo Comarcal de Daimiel: www.museocomarcaldaimiel.esParque Nacional Tablas de Daimiel: http://www.magrama.gob.es/es/

red-parques-nacionales/nuestros-parques/daimiel/Actualidad Tablas de Daimiel y su entorno: www.tablasdedaimiel.comYacimiento Arqueológico Motilla del Azuer: www.motilladelazuer.es

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Propuesta de un marco tectónico para la actividad sísmica ocurrida en las proximidades a Ossa de Montiel (febrero de 2015)

El terremoto del 25 de febrero de 2015 en el municipio de Ossa de Montiel, una zona recurrente en sismicidad, ha despertado el interés por conocer las principales características estructurales de la zona que expliquen dicha sismicidad. El autor explica la tectónica del área, enmarcándola en la geodinámica más general que afecta a la península ibérica.

Palabras clave: Ossa de Montiel, terremotos, Lagunas de Ruidera, Antepaís Bético Castellano.

PEDRO RINCÓN CALERODr. en Ciencias GeológicasGeaPraxis Ibé[email protected]

LA APLICACIÓN DE UNA FILOSOFÍA investigadora basada en el uso de crite-rios geológicos multidisciplinares a parte del Antepaís Bético Castellano Oriental (ABCO) —extremo suroriental del maci-zo Ibérico, España central— ha permiti-do (Proyecto ABCO) lograr conclusiones morfotectónicas relevantes, consecuen-tes con un entorno litosférico afectado por flexuras de longitud de onda varia-ble: “hipótesis flexural”. Este entorno es coherente con la dinámica convergente alpina de las placas euroasiática/ibérica y africana, destacando la importancia del proceso de indentación —primero— del Arco de la Sierra de Altomira (extremo suroccidental de la cordillera Ibérica) y, después, del proceso de indentación del frente prebético (cordillera Bética) del Arco de Cazorla-Alcaraz-Hellín; ambos relacionados genéticamente con tal con-vergencia.

Las singularidades aquí observables vinculadas con el relieve, con la red fluvial (disposición espacial y migraciones de cauces), con la tectónica varisca y con la neotectónica alpina, con la actividad sís-mica (definición de fuentes sismogené-ticas), o con la hidrogeología, son con-secuentes con este entorno geológico regional y pueden comprenderse consi-derando una “hipótesis flexural” (Rincón, 1999) como axioma básico de investiga-ción geológica realista.

RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS ACERCA DEL CONTEXTO TECTÓNICO DE LA ZONA DE ESTUDIO

A la vista de lo descrito por los trabajos de Vegas (2005, 2006) y de De Vicente y Vegas (2009), la incidencia preferente de la convergencia litosférica alpina entre Eurasia y África se habría trasladado a la cordillera Cántabro-Pirenaica, pues “la li-tosfera perteneciente a la península ibéri-ca (la denominada placa Ibérica) estaría sólidamente unida a África” desde el Eo-ceno-Oligoceno. Tanto es así que estos autores proponen, por esta razón, un lími-te, aquí, “difuso” entre estas megaplacas litosféricas. Esta colisión se habría dis-puesto según una orientación horizontal de convergencia máxima de dirección S-N durante el Oligoceno-Mioceno supe-rior (desde este momento, aquí, la deno-minaremos como razón o compresión “Cántabra”) y dispuesta SE-NO desde el Mioceno superior hasta la actualidad (pe-riodo neotectónico; desde este momento, aquí, la denominaremos como razón o compresión “manchega” o “bética”). Tras bloquearse (Vegas, 2006) la zona septen-trional preferente —por cuestiones de confinamientos laterales litosféricos atlán-ticos y mediterráneos—, la distribución del esfuerzo convergente hubo de aco-modarse y de repartirse aprovechando la preexistencia de directrices mesozoicas

Según los resultados del Proyecto ABCO

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CONTEXTO GEOLÓGICO, FISIOGRÁFICO Y TECTÓNICO

Las localidades albaceteñas de Ossa de Montiel, Munera y El Bonillo quedan inscri-tas en el sector oriental del Antepaís Bético Castellano (Rincón y Vegas, 1996; Rincón et al., 2001), concretamente en su sector más oriental o Antepaís Bético Castellano Oriental (ABCO) (figura 1). Afloran aquí fundamentalmente facies mesozoicas jurá-sicas carbonatadas (dolomías) afectadas —de manera variable— por procesos de carstificación favorecidos por un entrama-do de fracturas —principales y secunda-rias—, además de por la existencia de es-tructuras de plegamiento asociadas —o no— a procesos halocinéticos (Rincón, 1999, 2014a). Se disponen estas dolomías sobre facies triásicas (Keuper) arcillosas, evaporíticas, margosas y areniscosas, las

(por ejemplo, el rift ibérico; Martínez-García, 2006; Vegas, 2006) e, incluso, más pretéritas. De este modo, el escape lateral fue imposible a escala “macro” y el acortamiento cántabro sur-norte se resol-vió —además de en el borde septentrio-nal— de manera sensible a favor de un esquema de cizalla pura que consideraba discontinuidades activas inversas dis-puestas E-O y direccionales dispuestas NNE-SSO (senestrosas) y SE-NO (dextro-sas). Asumiendo esta argumentación, al-guno de estos autores (Vegas, 2005 y 2006) propone soluciones morfotectóni-cas para el interior peninsular.

Ante esto y aprovechando la sucesión de esta sismicidad —en absoluto, a mi juicio, inesperada— en las proximidades a la localidad albaceteña de Ossa de Montiel, cabe agregar comentarios geo-lógicos (Rincón, 2014a) de un sector concreto del lugar donde comenzó a aclararse, así, la fisiografía hispana ac-tual (García Abad, 1975): el Antepaís Bético Castellano y considerar: a) la rea-lidad citada de la incidencia, aquí, de los tensores de esfuerzos alpinos “ibéricos” y “béticos” —o “Guadarrama” (De Vi-cente, 1988; Giner-Robles, 1996; Mu-ñoz-Martín, 1997; Rincón, 1999)—, y b) el hecho de que la deformación neotec-tónica debe desarrollarse preferente-mente en estructuras ya activadas/reac-tivadas durante el Oligoceno-Mioceno superior. Así el asunto, lo que se expon-drá a continuación considerará que la “hipótesis flexural” (Rincón, 1999) es consecuente con parte del argumento de los autores tectónicos mencionados, re-presentando esta crisis sísmica de Ossa de Montiel un argumento más que la apoya. Un único parámetro se agregará (realmente, se recordará) a las razones de los autores primeros citados y que éstos apenas han recordado o valorado en sus textos para, al menos, el sector más meridional del antepaís: la inciden-cia del orógeno bético y, en nuestro caso, la expresión más septentrional de éste mediante el proceso de indentación del Arco de Cazorla-Alcaraz-Hellín (en ade-lante ACAH; véanse las figuras adjuntas).

ANTECEDENTES

El pasado 23 de febrero, el Instituto Geográfico Nacional (IGN; www.ign.es) registró el primero de una serie de even-tos sísmicos ocurridos en un territorio

coincidente, preferentemente, con el ex-tremo nororiental del término municipal de Ossa de Montiel, provincia de Albace-te; localizándose epicentros también en los límites de éste con los términos de El Bonillo y Munera (véase la figura 1), muy próximos al Parque Natural de las “Lagu-nas de Ruidera”.

El evento principal alcanzó (sensu IGN) en su foco una magnitud de 5,2 mbLg y una intensidad máxima de V, con su hipo-centro ubicado a ~10 kilómetros, ocu-rriendo a las 16:16:30 GMT, y en las coordenadas geográficas (latitud/longi-tud): 39.0471 / -2.6415. Hasta las 16:30 horas del día 27 de febrero habían ocurri-do hasta 56 réplicas del evento principal en un radio máximo de 10 kilómetros del epicentro principal, de las cuales 21 tu-vieron magnitudes entre 2 y 3 y, el resto, magnitudes entre 1,5 y 2.

Figura 1. Localización de la zona sísmica (epicentros) según los datos del Instituto Geográfico Nacional (www.ign.es) hasta el día 2 de marzo de 2015, y ubicación de este sector con respecto al ABCO (Antepaís Bético Castellano Oriental), los orógenos Bético e Ibérico, y las estructuras tectónicas del Arco de Cazorla-Alcaraz-Hellín (ACAH) y del Arco de la Sierra de Altomira (ASA).

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puestas —excepto en el suroeste— por encima de 550-600 m.

Como puede apreciarse en la figura 2, la ubicación de las cotas máximas —aquéllas no incluidas en tierras béticas y/o en ibéri-cas— se disponen mayoritariamente en el ABCO, con las únicas excepciones del sector occidental de los Montes de Toledo (al noroeste) y parte de la Sierra de Alcudia (al suroeste). Igualmente, aprovechando la isolínea de cota topográfica 900 m, es

» La variedad litológica y cronológica de afloramientos: los precámbrico-paleo-zoicos variscos o hercínicos más suro-rientales del macizo ibérico, los meso-zoicos del Campo de Montiel, de las cordilleras Ibérica y Bética, los neóge-no-cuaternarios de la Llanura Manche-ga e intramontanas, o el volcanismo reciente (Mioceno superior-Pleistoce-no) del Campo de Calatrava.

» La caracterización general de la zona como un área elevada con cotas dis-

cuales pueden o no aflorar según, básica-mente, razones tectónicas. En mayor o menor medida, los depósitos cuaternarios enmascaran a esta cobertera, estimada tradicionalmente como “tabular” y “atectó-nica”: pero, nada más lejos de su realidad.

En las figuras 2 y 3 se contextualiza fisio-gráficamente el ABCO, destacando —al menos— los hechos que siguen:

» La disposición intraplaca meridional con respecto a la península ibérica.

Figura 2. Localización de la zona sísmica (círculo amarillo), de la zona de estudio del Proyecto ABCO, del límite del Antepaís Bético Castellano Oriental (ABCO), de los límites de los orógenos Bético e Ibérico, y de la disposición espacial de la red fluvial principal sobre un modelo digital del terreno (equidistancia de curvas de nivel de 450 m); modificado de Rincón (2014a).

Figura 3a. Disposición espacial de la red fluvial (incluidas las zonas lacustres principales) en la zona de estudio ABCO y delimitación de las cuencas hidrográficas principales. El círculo amarillo localiza aproximadamente la zona de estudio.

Figura 3b. Superposición de la figura 3a sobre un modelo digital del terreno para la zona de estudio ABCO, con equidistancias para las curvas de nivel de 300 m (datos digitalizados a partir de visor Iberpix, www.ign.es). El círculo amarillo localiza aproximadamente la zona de estudio.

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posible observar en este mismo gráfico cómo los relieves máximos modifican su orientación de oeste a este, disponiéndose según ESE-ONO en el sector occidental del ABCO, según E-O en el sector central-occi-dental del ABCO, y según ENE-OSO en el resto del ABCO. Y todo lo anterior lo reali-zan (nótese en la misma figura) dentro de un contexto flexural (sucesivas elevaciones y depresiones orientadas E-O/ENE-OSO) claramente definido por los relieves dis-puestos a cota inferior de 450 m y, ade-más, por la traza de los cauces principales del Tajo, del Guadiana y del Guadalquivir.

La consideración sencilla (“bruta”) de la topografía es una herramienta objetiva fundamental para aquél que desee inves-tigar razones morfotectónicas, siendo éste uno de los argumentos fundamentales del Proyecto ABCO. La figura 3a, por ejemplo (lograda a partir del visor Iberpix, www.ign.es), es definitiva pues de ella se coli-ge, fácilmente, un esquema con sentido tectónico con la simple consideración de cotas preferentemente por encima de 700 m o por debajo de éstos (figura 4). Así, es posible definir dos sectores o do-minios morfotectónicos principales (Rin-cón, 2014a): ABCO 700 (cotas inferiores a 700 m —dispuestas siempre por encima de 560 m—) y ABCO 700-1000 (“sur” y “norte”; con la posibilidad de cotas supe-riores a 700 m). Es obvia la posibilidad de vincular la morfología y tales característi-cas sucintas con la ubicación de ACAH (“Arco de Cazorla-Alcaraz-Hellín”; estruc-tura Prebética). La representatividad de esta cota 700 m se debe a que supera la de los municipios inscritos en la tradicio-nal Llanura Manchega (por ejemplo, To-melloso: 662 m; Manzanares: 658 m; Daimiel: 621 m), y a que a tal altitud pre-dominan abundantemente en ABCO los afloramientos bien mesozoicos o bien va-riscos, y no los cenozoicos (parte de los volcánicos del Campo de Calatrava son las excepciones).

En este mismo sentido, cabe comentar que los resultados del proyecto eviden-cian que a partir de razones altimétricas e hidrográficas es posible sectorizar el terri-torio del ABCO, mostrándose cómo las zonas de mayor cota definen las áreas de mayor acomodación de esfuerzos, inde-pendientemente de las edades de sus litologías. Vuelve a hacerse hincapié en que todo esto procede de la cota altimétri-ca de referencia de 700 m. Así, si se es-cogiera otra (por ejemplo la de 800 o la de

900 m) sería posible trazar nuevos secto-res y lineamientos con significado, otra vez, tectónico.

Por lo tanto, el ABCO está limitado ex-teriormente y compartimentado interior-mente mediante toda una serie de zonas de fracturación o lineamientos tectónicos,

asignando el proyecto —para llegar a concluir esto— un modo de contrastación de la existencia de los mismos mediante argumentos geofísicos, altimétricos e hi-drológicos. Igualmente, es posible agru-par en “familias” estas zonas de fractura-ción según sus orientaciones principales y, sobre todo, proponer momentos de ac-tivación preferente de las mismas sobre la base de argumentos tectónicos, geofísi-cos, altimétricos e hidrológicos. La propia distribución de los lineamientos conclui-dos en el proyecto ya avanza que unas modas preceden —en su activación alpi-na preferente o, al menos, en las conse-cuencias de su activación alpina— a otras. De esta manera, cabe distinguir las siguientes agrupaciones de lineamientos o zonas de fractura (Rincón, 2014a):

A. Lineamientos tectónicos activados preferentemente durante el Oligoceno-Mioceno superior bajo el estado de esfuerzos “cántabro” (compresión horizontal máxima dispuesta según sur-norte: generadora de una “cizalla pura” sensu Vegas [2005, 2006])

A.1. Moda “Záncara”: engloba a todas aquellas orientaciones dispuestas aproxi-madamente según E-O. Entre otras razones,

Figura 4. Delimitación espacial —sobre la figura 3— de los tres dominios morfotectónicos principales definibles en la zona de estudio. El círculo amarillo localiza aproximadamente la zona de estudio.

“Es posible agrupar en ‘familias’ estas zonas de fracturación según sus orientaciones principales y, sobre todo, proponer momentos de activación preferente de las mismas sobre la base de argumentos tectónicos, geofísicos, altimétricos e hidrológicos”

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tengan el mismo origen que lo observable en los cauces secundarios de los ríos (fi-gura 3a) Guadalmena, Guadalimar, Gua-dalén, Guarrizas, Rumblar, Jándula, Zán-cara-Cigüela-Guadiana, etc. Igualmente, a juicio del autor, parte de los hipocentros de la crisis sísmica de febrero de 2015 han resuelto deformación aprovechando una zona de fractura asociable a esta moda “Bañuelos”: Lineamiento de “Mu-nera-Povedilla” (véase la figura 6).

A.3. Moda “Ruidera”: engloba a todas aquellas orientaciones dispuestas aproxi-madamente según SE-NO. Realmente, también podría denominarse como moda “Ibérica”, de tal manera que se le agrega-ra el calificativo “genético” del proceso de rift abortado durante las fechas jurási-cas y, claro, su vinculación con el modo de depósito mesozoico (de espesor cre-ciente, grosso modo, hacia el este actual) en ABCO. De nuevo, a tenor del modo de orientación de la máxima compresión horizontal, durante todo el episodio defor-macional alpino han debido funcionar como zonas de falla con componente di-reccional dextra preferente (figura 5a). Al igual que las precedentes “Bañuelos”, su coincidencia con la disposición regional varisca “apalachiana” bien pudiera signi-ficar que, en realidad, esta moda es aún más antigua —como el resto menciona-do— que las fechas jurásicas (Vegas, 1975; Ortega y Hernández, 1992). El carácter delimitador de esta familia SE-NO del ACAH (fallas de Tíscar y de Soco-vos-Calasparra) le otorga una relevancia notable en el modo de resolución de la

2006) les otorgan, al menos, una penetra-tividad y una antigüedad similar o, incluso, superior a la moda “Záncara”. Lo anterior tuvo una importancia decisiva en una de las conclusiones principales de la investi-gación: la génesis del volcanismo Neóge-no-Cuaternario del Campo de Calatrava (Rincón, 2014b). Sea como fuere, tal moda adapta las isobatas del techo paleo-zoico en el sector oriental y central de la “Llanura Manchega”, y condiciona estruc-turalmente (y hasta qué punto y sobre todo) a la mitad oriental del sector “Cala-trava”. En efecto, adapta a su criterio a la red fluvial, desplazándola (arrastrándola) hacia el suroeste y haciéndola equidistan-te (nótese la disposición de los cauces en ABCO 700-1000 “Sur” de los ríos Sotuéla-mos, Guadiana Alto, Azuer, Jabalón y Ojailén-Fresneda). En realidad, como una propuesta de la mejor definición posible de lo que es capaz de resolver —de aco-modar— esta “moda”, sencillamente per-miten el escape general hacia el suroeste del proceso de indentación del ACAH (Rincón, 2014a); antes (figura 5a-b) ya habían facilitado la componente direccio-nal senestra que propició el escape hacia el suroeste del basamento varisco como consecuencia de la indentación local de la sierra de Altomira (ASA). Tanto es así que —bajo estas premisas— es posible propo-ner que los cambios de orientación en los cauces principales de los ríos Tajo (al sur del sistema Central y al norte de los mon-tes de Toledo), Guadiana (al sur de los montes de Toledo y al norte de sierra Mo-rena) y Guadalquivir (al sur de la sierra Morena y al norte de la sierra de Jaén)

por ejemplo, delimitan meridionalmente al sector ABCO 700-1000 “Sur”, y propi-cian el límite septentrional de los domi-nios morfotectónicos “Llanura Manche-ga” y “Calatrava”. Durante toda la etapa de deformación alpina han actuado de un modo preferentemente inverso (figura 5a) y/o direccional (en el caso del escape hacia el este causante de la depresión manchega oriental durante la indentación del Arco de la Sierra de Altomira o ASA), propiciando los relieves máximos y los afloramientos actuales del basamento va-risco más pretérito. Vegas (2005, 2006) asocia su génesis, al menos, a las etapas de apertura mesozoica de la dorsal Atlán-tica, lo cual es coherente con su gran penetratividad estructural, ya que gene-ran los relieves máximos en el ABCO. Sin embargo, no todas las zonas de fractura E-O en el ABCO parecen haber funciona-do neotectónicamente como inversas (Campo de Calatrava).

A.2. Moda “Bañuelos”: engloba a todas aquellas orientaciones dispuestas aproxi-madamente según NNE-SSO. De nuevo, su importancia ha de ser, como antes, más que notable. A tenor del modo de orientación de la máxima compresión ho-rizontal, durante todo el episodio deforma-cional alpino han debido funcionar como zonas de falla con componente direccio-nal senestra preferente (figura 5a). Y, sin embargo, la ubicación coincidente de las mismas con las zonas donde suceden las interferencias variscas generadoras de los domos y de las cubetas hercínicos (Díez-Balda y Vergas, 1992; Martínez-García,

Figura 5. Esquema (no escalado) del modo de activación preferente de las zonas de fractura bajo la incidencia (“A”) del tensor “cántabro” (slip-vector con convergencia máxima horizontal sur-norte), y bajo la incidencia neotectónica (“B”) del tensor “manchego” (slip-vector con convergencia máxima horizontal sureste-noroeste). Consecuencias transtensivas del proceso de indentación del ASA.

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“Sur”) como una familia mayoritariamente inversa (frente al ACAH) e inverso-direc-cional dextra (al oeste del frente de ACAH); su implicación en el diapirismo y en la gé-nesis (extremo occidental o final) de las Tablas de Daimiel será básica. Como el caso previo, su origen ha de ser prealpino (asociado al rift jurásico) y sus planos de-bieron, pues, activarse con el tensor “cán-tabro” sur-norte; sin embargo, su menor ortogonalidad con respecto a la moda “Záncara” propició que, entonces, la can-tidad de deformación distribuida a través de las mismas fuera inferior a ésta. Poste-riormente, el tensor “manchego” —mucho menos oblicuo a su trazo— las reactivó plenamente.

De esta manera (Rincón, 2014a), las cinco modas han debido —y deben— dis-tribuir en el ABCO deformación alpina (fi-gura 7), siendo la única modificación ten-sorial el proceso de indentación del frente prebético del ACAH y el tensor local “Alto-mira” (Muñoz-Martín, 1997). Este tensor “bético”, fechado durante el periodo neo-tectónico, modifica la intensidad de la dis-tribución, canalizándola hacia la moda “Guadiana” en la zona más próxima (hacia el noroeste) del frente, alterando el relie-ve, generando los subsectores altimétri-cos ABCO 700-1000 “Sur” (I, III, IV, y V) y ABCO 700 I, y canalizando esta con-vergencia “manchega” o “bética”, tam-bién, de un modo favorable hacia: a) la zona de fractura del “Záncara” —capaz de elevar diferencialmente a los Montes

Provoca —junto con “Záncara”— las co-tas máximas para el basamento varisco y para los materiales jurásicos. Además, su participación en la génesis del diapirismo mencionado o de las Tablas de Daimiel será fundamental (Rincón, 2014a). Al igual que la moda “Bañuelos”, colaborará al “escape” hacia el suroeste de los terri-torios del ABCO debido al proceso de in-dentación del ACAH. Su origen ha de ser prealpino (asociado al rift jurásico) y sus planos debieron, pues, activarse con el tensor “cántabro” sur-norte; sin embargo, su menor ortogonalidad con respecto a la moda “Záncara” propició que, entonces, la cantidad de deformación distribuida a través de las mismas fuera inferior a ésta. Posteriormente, el tensor “manche-go” —mucho menos oblicuo a su trazo— las reactivó preferentemente. A juicio del autor, el hipocentro del evento principal y parte de los hipocentros de la crisis sísmica de febrero de 2015 han resuelto la deformación aprovechando una zona de fractura asociable a esta moda “Gua-diana”: Lineamiento de “La Roda-Moral de Calatrava” (véase la figura 6).

B.2. Moda “Montiel”: engloba a todas aquellas orientaciones dispuestas aproxi-madamente según ESE-ONO (figura 5b). Como la precedente, propicia las cotas máximas para el basamento varisco y para los materiales jurásicos. Durante el periodo neotectónico ha de funcionar preferente-mente (al menos en ABCO 700-1000

compresión alpina (escape de la indenta-ción del ACAH hacia el sureste). Así, cabe proponer que el lineamiento “Rui-dera-Herencia” sea, probablemente, el principal más occidental que condicionó el depósito mesozoico desde las fechas triásicas, a partir de aquí —y hacia el este— la apertura litosférica continuó re-solviéndose de manera escalonada: “Banda de Socovos”, “Banda de Altomi-ra”…, hasta llegar al rift ibérico s.s.

B. Lineamientos tectónicos activados preferentemente durante el Mioceno superior-actualidad (periodo neotectónico) bajo el estado de esfuerzos “manchego” o “bético” (compresión horizontal máxima dispuesta según sureste-noroeste; figura 5b)

B.1. Moda “Guadiana”: engloba a todas aquellas orientaciones dispuestas aproxi-madamente según ENE-OSO/NE-SO (fi-gura 5b). Ésta es la moda (junto con “Záncara”) que más condiciona el relieve en ABCO pues es paralela a la orienta-ción del frente prebético ACAH. Así, de-limita a la mayor parte de los sectores “altimétricos” antes citados y encaja a tramos fluviales de primer orden como el del Guadiana (tras la desembocadura del Cigüela). Durante el periodo neotectónico ha funcionado (al menos en ABCO 700-1000 “Sur”) preferentemente como una familia inversa (frente al ACAH) e inverso-direccional (al oeste del frente de ACAH).

Figura 6. Disposición espacial de los lineamientos implicados preferentemente en la crisis sísmica: “lineamiento La Roda-Moral de Calatrava” (moda “Guadiana”) y “lineamiento Munera-Povedilla” (moda “Bañuelos”), según Rincón (2014a). El círculo azul localiza aproximadamente la zona de estudio.

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jurásico. Así pues, la indentación se re-suelve con un escape hacia el sureste a favor de ésta y de otras bandas deforma-cionales semejantes dispuestas al este del ACAH, generando relieves “flexurales” (y reactivando fracturas) en el frente del ACAH, y propiciando un escape hacia el suroeste a favor de las modas “Bañuelos”, “Montiel” y “Guadiana”. La propia activi-dad sísmica (localización de epicentros) corrobora este comentario anterior (figura 8), pues los epicentros tienden a disponer-se en el frente del ACAH y hacia los bordes de éste, existiendo una zona de “sombra sísmica histórico-actual” ¿casualmente? en la comarca ígnea del Campo de Calatrava (Sub-Dominio ABCO 700-III), en la prolon-gación de ésta hacia el norte (Dominio ABCO 700-1000 “Norte”), y en la prolon-gación de esta última hacia el norte y que progresa —otra vez— hasta un elemento tectónico tan preferente como es el Siste-ma Falla-Dique de Plasencia…

Es decir, la colisión litosférica se resuelve en el ABCO (y en la prolongación intrapla-ca hacia el noroeste de éste) mediante escapes hacia el suroeste de bloques —de manera semejante a la propuesta de Vegas (2005, 2006) para el noroeste peninsu-lar— a favor de bandas deformacionales orientadas tal y como proponen las modas “Bañuelos” (preferente), “Montiel” y “Gua-diana”, pero —y aquí radica una novedad aportada por el Proyecto ABCO— condi-cionada (complicada) tectónicamente tal resolución de esfuerzos litosféricos por la incidencia de la estructura ibérica de la sierra de Altomira (ASA), primero, y, des-pués y sobre todo, del ACAH (el cual, cla-ro, no es más —ni menos— que una consecuencia preferente del proceso de colisión litosférica África-Eurasia). Cabe proponer, pues, que el modelo de Vegas (2005, 2006) es aplicable como explica-ción sismogenética y morfotectónica a todo el antepaís ibérico con la excepción de, al menos, la prolongación hacia el noroeste peninsular de la zona frontal al ACAH (Rin-cón, 1999, 2014a). Así pues, la impronta actual que nos muestra la actividad sísmi-ca moderada de esta región colabora a resolver no sólo las fuentes sismogenéticas sino más cuestiones geológicas, y nos su-giere que los esfuerzos litosféricos han de transmitirse en profundidad (a nivel de lí-mites horizontales corticales) tal y como se avanzó en Rincón y Vegas (1998), acumu-lándose en accidentes tan penetrativos como el de Plasencia o como el que propició

a resolverse aprovechando las discontinui-dades más favorables y penetrativas posi-bles; en el este, la propia disposición del ACAH dispone un elemento tectónico prin-cipal para esto a favor de la zona de frac-tura de Socovos-Calasparra: límite oriental del Arco y del Campo de Montiel, borde occidental de la comarca de los Llanos de Albacete y, sin duda, discontinuidad más que preferente durante el proceso de rift

de Toledo-Sierra de Altomira frente a la Llanura Manchega y el Campo de Calatra-va—; y b) hacia las fracturas de “El Balles-tero-Ciudad Real” y de “Viveros-Villaher-mosa-Moral de Calatrava” —capaz de propiciar, entre otras razones, el endorreís-mo a más de 1.000 m de altitud—.

Ya en Rincón (1999) se proponía la existencia de bandas deformacionales in-traplacas preferentemente direccionales (como las anteriormente mencionadas) a favor de las cuales se distribuía (resolvía) —además de en los plegamientos litosfé-ricos de longitud de onda variable— pre-ferentemente la convergencia litosférica, idea ésta coincidente con la del trabajo de Vegas (2005). De hecho, este autor pro-pone para las fallas del noroeste peninsu-lar de Vilarica y Regua-Verín una dinámi-ca semejante a la que sucede a favor de la moda “Bañuelos”: una transferencia hacia el suroeste peninsular de tal con-vergencia litosférica.

Así, el propio proceso de indentación del ACAH —razón principal, pues, para pro-piciar las fuentes sismogenéticas— tiende

Figura 7. Esquema (no escalado) del modo de activación preferente de las cinco modas estructurales y del resultado de tal deformación distribuida a favor del proceso de indentación del Arco de Cazorla-Alcaraz-Hellín (ACAH), incluidos los escapes (zonas de transtensión) consecuentes del basamento hacia suroeste (oeste del ACAH) y hacia el sureste (este del ACAH) y las zonas de cota topográfica máxima.

“Los epicentros tienden a disponerse en el frente del ACAH y hacia los bordes de éste, existiendo una zona de ‘sombra sísmica histórico-actual’”

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de este sector se dispone por encima de 860 m. En realidad, como sucede habi-tualmente en el Campo de Montiel, nos disponemos sobre el extremo septentrio-nal de una “paramera quebrada” de lími-tes tectónicos más o menos difusos en campo, debidos a que el proceso de car-bonatación (favorecido por la “fisuración neotectónica”) que sufren las dolomías jurásicas propicia relieves diferenciales, en ocasiones, muy complejos. En la figura 9b se ha eliminado la base topográfica del IGN delineándose las curvas de nivel y destacando entre ellas a la cota 900 m. Además, a esta escala tan “local”, se han trazado la red fluvial (condicionada

información: método morfotectónico. Huelga decir que lo ideal sería, además, poder contrastar todo lo anterior no sólo con una mayor elaboración y dedicación en estos mismos estudios morfotectóni-cos sino, por supuesto, con la realiza-ción de trabajos geofísicos complemen-tarios.

La figura 9a muestra una parte de la hoja topográfica nº 763 (Sotuélamos), a escala 1:50.000, coincidente con el en-torno en el cual se localizan los epicentros de los terremotos. Destaca el hecho de la existencia de un relieve abrupto y quebra-do, con cotas que oscilan entre 800 y 1009 m de altitud, aunque la mayor parte

el borde actualmente oriental de la progra-dación de facies permomesozoicas en la cordillera ibérica.

Igualmente, desde este punto de vista cobra sentido el “relevo” de la actividad de las modas “Záncara”, “Montiel” y “Guadiana” a favor de “Bañuelos” con-forme nos desplazamos hacia el oeste del frente del ACAH (igual sucede con “Rui-dera” conforme nos desplazamos hacia el este del ACAH). Este “relevo” está claramente ilustrado por la divergencia mostrada por la red fluvial en el Dominio ABCO 700-1000 “Sur”, el cual justifica el carácter neotectónico de toda esta activi-dad “manchega”, superpuesta a la activi-dad “cántabra”. Sea como fuere, la geofí-sica de ENADIMSA (1979) apoyaría que la actividad “cántabra” propuesta por Vegas (2005, 2006) también dejó su im-pronta en la zona de estudio. Y sea como fuere, también, la representatividad neo-tectónica y morfotectónica de la moda “Záncara” sugiere que, en efecto, esta moda es muy pretérita y penetrativa, cau-sante muy probablemente de aquella “sombra sísmica” en montes de Toledo, cuenca del Tajo (parte) y sistema Central (parte), hasta el Sistema Falla-Dique de Plasencia (figura 8).

Tendría explicación así, además, el aflo-ramiento plutónico ácido hercínico ubica-do al este de la localidad de Valdepeñas (Pozo de la Serna, Ciudad Real) y asocia-do a la dinámica inversa del lineamiento “Lineamiento de Viveros-Villahermosa-Moral de Calatrava” (no ha de distar mu-cho de ésta la razón de un afloramiento plutónico similar en la localidad toledana de Camuñas). Además, de este modo, podría entenderse la constante zona de refracción (Rincón, 1999) de trayectorias (de esfuerzos, de orientaciones fluviales, etc.) que atraviesa de este a oeste buena parte del ABCO.

MORFOTECTÓNICA DE LA ZONA SÍSMICA

Para concluir este documento, a continua-ción se va a mostrar el resultado de un análisis morfotectónico breve de la zona sísmica. Basta, simplemente, con partir de una ortoimagen (visor Iberpix, IGN) y de una topografía (visor Iberpix; IGN) y delinear curvas de nivel, divisorias hídricas, cauces fluviales y trazos de lineamientos (zonas de fractura en potencia) para lograr (a juicio del autor) mucha e interesante

Figura 8. Actividad sísmica (localización de epicentros) en parte del centro y sureste de la península ibérica (datos registrados por el Instituto Geográfico Nacional —IGN— hasta abril de 2010). Se destaca la posición de varios sectores, unidades fisiográficas y elementos tectónicos principales. El círculo amarillo localiza aproximadamente la zona de estudio.

“La representatividad neotectónica y morfotectónica de la moda ‘Záncara’ sugiere que, en efecto, esta moda es muy pretérita y penetrativa, causante muy probablemente de aquella ‘sombra sísmica’ en montes de Toledo, cuenca del Tajo (parte) y sistema Central (parte), hasta el Sistema Falla-Dique de Plasencia”

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sino a dar una explicación a los condicio-nantes hídricos y topográficos mediante razones estructurales (relacionadas, cla-ro, con argumentos litológicos/sedimento-lógicos que propician el relieve diferen-cial). Por lo tanto, las razones mostradas gracias a la figura 9 son coherentes con lo establecido en los apartados previos y procede repetir que esta crisis sísmica de Ossa de Montiel un argumento más que los apoya.

con localización aproximada de epi-centros, adaptándose la red fluvial a este contexto tectónico y mostrándose este extremo de la “paramera quebrada” so-metido a zonas de fractura internas (nóte-se cómo el comienzo de torrenteras coin-cide con localización de epicentros…). Finalmente, la figura 9d colabora a acla-rar no sólo la disposición de los epicentros una vez se han delimitado lineamientos con criterio tectónico (zonas de fractura),

claramente por razones estructurales) y las divisorias hídricas superficiales (coin-cidentes muy probablemente, a juicio del autor, con las subterráneas), solapando a todo lo anterior la distribución epicentral del IGN (datos hasta el 27 de febrero). Quizá lo más destacable de este gráfico sea que, simplemente, la distribución es-pacial de todo lo que se muestra es cohe-rente entre sí. De esta manera, la figura 9c permite ya relacionar divisorias hídricas

Figura 9a. Contexto topográfico de la zona de estudio (explicación en el texto). Modificado de hoja topográfica nº 763 o “Sotuélamos”, escala original 1:50.000, disponible en www.ign.es.

Figura 9b. Contexto morfotectónico de la zona de estudio (explicación en el texto).

Figura 9c. Contexto morfotectónico de la zona de estudio (explicación en el texto). Figura 9d. Contexto morfotectónico de la zona de estudio (explicación en el texto).

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(“proporcional directo”) de resolución de intensidad deformacional litosférica, ca-bría esperar futuros eventos sísmicos de magnitud similar o superior; esta afirma-ción sería corroborada (incluso fuera del sector frontal al ACAH, pero inmediatos al Campo de Montiel) por los trabajos en el Campo de Calatrava acerca de paleosis-micidad de Rodríguez-Pascua y Barrera-Morate (2002) y geofísicos eléctricos de Sánchez-Vizcaíno (2008).

En opinión del autor, existe una relación directa entre la génesis de este evento sísmico y sus réplicas y la razón de la fisio-grafía singular de buena parte de Castilla-La Mancha; del mismo modo, existe una relación directa entre la razón genética de estos terremotos y la de, por ejemplo, el volcanismo del Campo de Calatrava, la Reserva de la Biosfera de La Mancha Hú-meda, o la de los entes hidrogeológicos que caracterizan a la Cuenca Alta del Guadiana. Finalmente, estimo necesaria una ordenación del territorio consecuente con esta realidad sísmica, con todo lo que esto implicaría, por ejemplo, en modifica-ciones de la normativa sismo-resistente actualmente —allí— vigente. «

lineamiento de La Roda-Moral de Calatra-va (moda “Guadiana”). Esta falla se co-rresponde —según los datos del Proyecto ABCO (Rincón, 2014a; 2014b)— con una zona de fractura preferentemente inversa, generadora de relieves en este sector del Campo de Montiel con cotas superiores a 900-1.100 m, y orientada según este-no-reste/oeste-suroeste. El evento principal, además, ha coincidido con la intersección de esta zona de fractura con otra dispues-ta según norte-noreste/sur-suroeste (véa-se la figura 6): lineamiento de “Munera-Povedilla” (moda “Bañuelos”). Existe una sismicidad histórica registrada en las proximidades al epicentro (varias decenas de sismos localizables en un radio de ~100 km). Además, la acomodación “se-cundaria” (réplicas) del evento principal de la deformación se ha resuelto a favor de zonas colindantes también potencial-mente activas a menor profundidad. En este sentido, cabe comentar que la zona ahora “activada” sísmicamente no es la que mayor relieve revela en el Campo de Montiel (éstos pueden superar cotas de 1.100 m); por lo tanto, si se asume que aquí (frente al ACAH) el relieve es sinónimo

CONCLUSIONES

La consideración de razones morfotectóni-cas en la denominada como “crisis sísmica de Ossa de Montiel” permite lograr eviden-cias a favor del contexto flexural del Ante-país Bético Castellano Oriental y, por exten-sión, del resto del antepaís peninsular. Esta “hipótesis flexural” permite explicar cohe-rentemente cualquiera de las singulares manifestaciones geológicas que abundan en este territorio y, sin duda, más hacia el noroeste del ABCO: para buena parte de la zona así enfrentada —en el resto del ante-país— al Arco de Cazorla-Alcaraz-Hellín. Por tanto, el esfuerzo litosférico se ha re-suelto —y se resuelve— mediante una tectónica distribuida en bloques —con sentido morfotectónico— como expresión superficial de las flexuras litosféricas.

Los datos disponibles sugieren que el epicentro del sismo principal (de magni-tud 5,2 mbLg y de intensidad V) habría quedado localizado en una zona de frac-tura de entidad kilométrica (con al menos 140 km de trazado lineal en superficie) definible entre las localidades de La Roda y Moral de Calatrava (véase la figura 6):

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Sol, playa y mucha geología

Lanzarote y el archipiélago Chinijo son territorios de gran riqueza geológica donde es posible observar la interacción entre los procesos volcánicos, erosivos y sedimentarios. Todo ello, unido a que es un destino turístico internacional dotado de infraestructuras turísticas excelentes, ha sido fundamental para que la isla y los islotes se conviertan así en el Geoparque número 11 y en el miembro número 65 de esta Red Europea. En esta región insular los procesos y formas volcánicas son únicos para su aprovechamiento geoturístico, donde los visitantes puedan entender y disfrutar el paisaje volcánico apostando por la conservación de estos recursos naturales.

Palabras clave: Centros de Arte, Cultura y Turismo, Geoparque, Geoturismo, Red Europea de Geoparques, Lanzarote, archipiélago Chinijo.

INÉS GALINDODra. CC. Geológicas

CARMEN ROMERODra. en Geografía Física

NIEVES SÁNCHEZDra. CC. Geológicas

JUANA VEGASDra. CC. Geológicas

CAYETANO GUILLÉNLic. en Geografía

ELENA MATEODra. CC. Geológicas

CARMEN ROMERO

EL PASADO MES DE OCTUBRE de 2013, el Cabildo de Lanzarote remitía a la Red Europea de Geoparques/European Geoparks Network (en adelante, EGN) la documentación necesaria para convertir-se en un nuevo miembro, y por extensión, de la Red Global de Geoparques/Global Geoparks Network (en adelante, GGN). La documentación fue aceptada y, en conse-cuencia, en mayo de 2014 se recibiría la visita de los evaluadores con el propósito de comprobar in situ si la zona propuesta reunía los requisitos para ser un geopar-que. Después de pasar la evaluación, la candidatura pasó el examen y fue consi-derada favorable para ser declarada geo-parque.

OBJETIVOS

Los objetivos principales que el Cabildo de Lanzarote ha considerado a la hora de aspirar a convertirse en un miembro de la EGN/GGN incluyen poner en valor, divul-gar y proteger el Patrimonio Geológico para obtener una designación de calidad y excelencia para su territorio y mejorar la competitividad en sus servicios al permitir que el personal de la institución relacio-nada con turismo, gestión del territorio, patrimonio, etc., comparta y aprenda de otros miembros de las redes de EGN/GGN, favoreciendo de este modo un de-sarrollo sostenible del territorio mediante el geoturismo, que diversifique la oferta para ofrecer productos de mayor calidad.

¿QUÉ ES UN GEOPARQUE?

Hoy en día, si un territorio pretende con-vertirse en geoparque debe solicitarlo a la Red Europea de Geoparques (EGN) para su declaración. La EGN es una asociación europea de carácter democrático regida por representantes de todos sus miem-bros. Fue creada en el año 2000 con cuatro territorios miembros: Reserva Geo-lógica de Haute-Provence (Francia), Mu-seo de Historia Natural del Bosque Petri-ficado de Lesvos (Grecia), Parque Cultural de Maestrazgo (España) y el Geoparque Vulkaneifel (Alemania) (McKeever y Zou-ros, 2005; Zouros y McKeever, 2009; Zouros, 2010). El éxito de la EGN ha he-cho que hasta el año 2014 hayan sido declarados en Europa 64 geoparques, de los cuales 10 son españoles (www.euro-peangeoparks.com).

El concepto de geoparque manejado por la EGN, no sólo se fundamenta en la existencia en un territorio de una geología excepcional, sino que va más allá e incor-pora una serie de requisitos necesarios para que estos espacios puedan mante-nerse y no se conviertan en lugares está-ticos y poco articulados (Zouros y McKee-ver, 2009). Entendemos, por tanto, el concepto de geoparque como un territorio que presenta un patrimonio geológico no-table, que es el eje fundamental de una estrategia de desarrollo territorial sosteni-ble basado en la educación y el turismo (Carcavilla et al., 2011; Martiní et al.,

Lanzarote y archipiélago Chinijo declarados Geoparque

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patrimonio geológico | SOL, PLAYA Y MUCHA GEOLOGÍA. LANZAROTE Y ARCHIPIÉLAGO CHINIJO DECLARADOS GEOPARQUE

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de los materiales que constituyeron la estructura del Macizo Antiguo de Famara. La existencia de estos márgenes nítidos en la plataforma de abrasión permite es-tablecer los límites geológicos y geomorfo-lógicos coherentes para la definición de geoparque.

EL PATRIMONIO GEOLÓGICO DE LANZAROTE Y EL ARCHIPIÉLAGO CHINIJO

Las formaciones geológicas que afloran en la zona permiten interpretar la historia de esta región, desde hace unos 15 Ma hasta la actualidad. Estudiando sus rocas, sus estructuras y sus morfologías, es po-sible reconstruir los principales aconteci-mientos geológicos ocurridos durante los periodos Neógeno y Cuaternario.

Lanzarote está formada por materiales casi exclusivamente basálticos, agrupa-dos en tres etapas de construcción volcá-nica: una submarina y dos subaéreas. Durante la primera fase, de edad Oligoce-na, se construyó el basamento insular compuesto por materiales volcánicos sub-marinos, rocas de tipo plutónico y sedi-mentario. Las dos etapas subaéreas tuvie-ron lugar durante el Mio-Plioceno y el

2012; Fernández-Martínez et al., 2014). La declaración de un geoparque se basa en tres principios: la existencia de un pa-trimonio geológico destacado, la puesta en marcha de iniciativas de geoconserva-ción, educación y divulgación, y, por últi-mo, la creación de un proyecto de desa-rrollo socioeconómico y cultural a escala local basado en el patrimonio geológico. Así pues, tres son los pilares que susten-tan la creación y funcionamiento de un geoparque: patrimonio geológico, geocon-servación y desarrollo local (McKeever y Zouros, 2005; EGN, 2014).

En España, a efectos de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natu-ral y de la Biodiversidad, un geoparque es un territorio delimitado que presenta for-mas geológicas únicas, de especial im-portancia científica, singularidad o belleza y que son representativos de la historia evolutiva y de los eventos y procesos que las han formado. También son lugares que destacan por sus valores arqueológi-cos, ecológicos o culturales relacionados con la gea. En esta ley aunque se inclu-yen los geoparques, no se específica que sean los de la red de la EGN, y en la ac-tualidad no son espacios naturales prote-gidos y reconocidos por el Estado.

LANZAROTE Y SU ARCHIPIÉLAGO CHINIJO: UN GEOPARQUE EXCEPCIONAL

La superficie del Geoparque es de casi 2.500 km2, de los cuales 866 km2 alber-gan tierras emergidas que incluyen la isla de Lanzarote y el archipiélago Chinijo (La Graciosa, Roque del Este, Roque del Oes-te o del Infierno, Montaña Clara y Alegran-za) más una considerable superficie de espacios sumergidos que contribuyen a aumentar la geodiversidad asociada a este Geoparque (figura 1). La prolongación de las formas, procesos y materiales que constituyen estas islas por debajo del ni-vel del mar es algo evidente en las estruc-turas volcánicas complejas como las que constituyen las islas. Éste es el caso de la plataforma de abrasión que bordea, a modo de orla, este conjunto de islas e is-lotes, generando una planicie sumergida cuya vinculación morfológica resulta indi-sociable de la geomorfología y los paisajes de la franja litoral de Lanzarote y el archi-piélago Chinijo. Esta superficie erosiva se ve interrumpida por la actividad volcánica y erosiva, así como por la presencia de un gran deslizamiento gravitacional, ocasio-nado por el movimiento masivo de parte

Figura 1. Mapa de los límites del Geoparque Lanzarote y archipiélago Chinijo. Los límites están basados en la existencia de su patrimonio geológico, tanto en las zonas sumergidas como en los territorios emergidos.

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eruptiva que se extiende hasta los 3,8 Ma (Coello et al., 1992). Durante este periodo se emiten importantes volúmenes de ma-teriales basálticos, que se apilan hasta construir grandes edificios volcánicos cu-yos depósitos afloran actualmente en Ajaches y Famara; o conjuntos de menor entidad, como el de Tías (Carracedo y Badiola, 1993). Los materiales de esta etapa se consideran como el armazón de la isla y representan el periodo de máximo crecimiento subaéreo.

Una segunda etapa subaérea com-prende la actividad reciente desarrollada

1986) y permitió atravesar la corteza y conocer los materiales geológicos desde esta hasta la superficie de Lanzarote. Los materiales más antiguos están formados por sedimentos (predominio de arcillas y margas arcillosas con abundante micro-fauna marina del Paleoceno medio-supe-rior), sobre los que se apoyan los prime-ros materiales volcánicos cuya formación está estimada a finales del Eoceno o principios del Oligoceno.

La primera etapa subaérea comenzó en torno a los 15 Ma, con varios pulsos de emisión separados por etapas de calma

Pleistoceno-Holoceno y están separadas por un periodo de calma eruptiva de al menos 2,5 Ma, durante el cual las viejas estructuras Mio-Pliocenas fueron someti-das a una erosión continuada que modeló sus formas originales.

Se da la circunstancia de que el basa-mento de la isla no es visible en ningún afloramiento, pero se tiene prueba de su existencia gracias a un sondeo con fines geotérmicos realizado en el entorno del Parque Nacional de Timanfaya. El sondeo atravesó la isla hasta unos 2.702 m de profundidad (Sánchez Guzmán y Abad,

Figura 2. Mapa de los lugares de interés geológico terrestres utilizado como base para la promoción del patrimonio geológico entre los visitantes.

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durante el Cuaternario (2 Ma hasta la ac-tualidad) y se caracteriza por un volcanis-mo fisural que ha formado numerosos conos volcánicos y amplios campos de lava cubriendo los materiales de la etapa anterior. Los islotes del archipiélago Chini-jo se generaron durante el Pleistoceno

mediante erupciones hidromagmáticas que emitieron magmas de composición basáltica y basanítica (Armienti et al., 1989; Carracedo y Badiola, 1993). Histó-ricamente, han tenido lugar dos erupcio-nes: la erupción de Timanfaya entre 1730 y 1736 y la erupción de 1824 que dio lugar

a los volcanes de Tao, Nuevo del Fuego y Tinguatón.

La necesidad de acometer los prepara-tivos para la presentación de la candida-tura a geoparque brindó una gran oportu-nidad para impulsar la realización de un exhaustivo inventario sobre el patrimonio

LISTADO DE LUGARES DE INTERÉS GEOLÓGICOSDE LANZAROTE Y ARCHIPIÉLAGO CHINIJO

Nº Nombre Nº Nombre

AL01 Malpaís del Norte LZ26 Pico Partido-Montaña Señalo

AL02 La Caldera LZ27 Montaña Rodeos

AL03 Trocadero-El Veril LZ28 Conos de Timanfaya

MC01 Montaña Clara-Roque del Este LZ29 Cueva de los Naturalistas

GR01 Costa de Los Resbalajes LZ30 Fundación César Manrique

GR02 Barranco de Los Conejos LZ31 Montaña Rajada

GR03 Montaña Amarilla LZ32 Calderas Quemadas

LZ01 Zona paleontológica de Órzola LZ33 Hornitos del Echadero de Los Camellos

LZ02 Risco de Famara LZ34 Corazoncillo

LZ03 Cono enterrado de Órzola LZ35 El Golfo

LZ04 Salinas del Rio LZ36 La Geria

LZ05 Peñas de Tao LZ37 Los Hervideros

LZ06 Tubo volcánico de La Corona LZ38 Laguna de Janubio

LZ07 Valles colgados de Famara LZ39 Valle de Femés

LZ08 Valle de Temisa LZ40 Piedra Alta

LZ09 El Jable MR01 Arrecife

LZ10 El Cuchillo-Mosta-Montaña Cavera MR02 Baja de los Cochinos

LZ11 La Santa MR03 Baja Risco Negro-Playa de la Madera

LZ12 Las Laderas MR04 Caletón Blanco-Órzola

LZ13 Barranco de Tenegüime MR05 Los Placeres

LZ14 Jable del Medio MR06 Montaña Bermeja-Laja del Sol

LZ15 Timbaiba MR07 La Catedral

LZ16 Vega de San José-Guanapay MR08 Tunel del Roque del Este

LZ17 Cantera de Tinamala MR09 Punta Mujeres

LZ18 Montaña Tinajo MR10 Arrieta

LZ19 La Caldereta MR11 Guasimeta

LZ20 Lomos de San Andrés y Camacho MR12 Playa de los Pocillos-Pto del Carmen

LZ21 Monumento al Campesino MR13 Playa Quemada

LZ22 Los Ancones MR14 Papagayo

LZ23 Canal de lava del Chinero MR15 Tubo del Volcán de la Corona

LZ24 Volcán de Tinguatón MR16Plataforma de Abrasión del Norte de Lanzarote y archipiélago Chinijo

LZ25 Islote de Hilario MR17 Deslizamiento de Famara

MR18 Campo Volcánico Submarino de Famara

MR19 Plataforma de Abrasión La Bocayna

Tabla 1. Listado de Lugares de Interés Geológico incluidos en el Inventario, con un resultado final de 63 LIG.

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resaltar y proteger las bellezas de la natu-raleza lanzaroteña. Los artistas César Manrique y Jesús Soto fueron los princi-pales creadores, sabiendo conjugar de manera única, el arte con la naturaleza de la isla. De esta forma, los CACT se han convertido en una versión moderna de la intervención tradicional de los lanzarote-ños en su entorno, respondiendo a los usos tradicionales muy arraigados en la población. En su conjunto, los siete cen-tros componen una red y representan una síntesis de los valores naturales y cultura-les de la isla, por lo que su visita es obli-gada para conocer la verdadera esencia y el espíritu de Lanzarote. La red de centros incluidos en los CACT son: Mirador del Río, Jameos del Agua, Cueva de los Ver-des, Jardín de Cactus, MIAC-Castillo de San José, Monumento al Campesino y Montañas del Fuego.

Todos los centros se encuentran en enclaves geológicos de interés, estando incluidos en el inventario de LIG cinco de ellos. Por tanto, estos centros turísticos presentan una gran oportunidad para in-troducir al patrimonio geológico de la isla a los visitantes al situarse sobre ellos. Se-gún fuentes de los CACT, la afluencia de público en el año 2014 fue de 668.311 para Jameos del Agua, 368.005 para el Mirador del Río, 349.058 para la Cueva de los Verdes, 870.372 para Montañas

o petrológico. Es importante reseñar que se han determinado 13 LIG con relevan-cia internacional: LZ23 Canal de Lava del Chinero, LZ24 Volcán de Tinaguatón, LZ25 Islote de Hilario, LZ26 Pico Partido-Montaña Señalo, LZ27 Lavas de Timanfa-ya, LZ28 Conos de Timanfaya, LZ29 Cue-va de los Naturalistas, LZ30 Fundación César Manrique, L31 Montaña Rajada, LZ32 Calderas Quemadas, LZ33 Hornitos del Echadero de los Camellos, LZ34 Coran-zoncillo y LZ36 La Geria (figuras 3, 4 y 5).

El inventario está previsto que se actua-lice periódicamente, sobre todo en lo que se refiere a los parámetros de susceptibi-lidad de degradación y prioridad de pro-tección, ya que éstos pueden modificarse con el tiempo.

… DESARROLLO SOSTENIBLE APROVECHANDO EL GEOTURISMO: LOS CENTROS DE ARTE, CULTURA Y TURISMO DEL CABILDO DE LANZAROTE

Los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote (en adelante, CACT) se erigen como principal referente turísti-co de la isla. Con un carácter plenamente público, pero con filosofía de empresa en su gestión, los centros turísticos se confi-guran como el primer motor económico de la isla. Los CACT fueron creados para

geológico y los lugares de interés geológi-co existentes en el ámbito terrestre de Lanzarote, las islas del archipiélago Chini-jo y la plataforma de abrasión (Galindo et al., 2015). La metodología utilizada para la elaboración del inventario es la incluida en las directrices del documento Metodo-logía para la elaboración del Inventario Español de Lugares de Interés Geológico, que ha sido elaborado por el IGME (Gar-cía-Cortés et al., 2014) y adaptada al lu-gar de estudio.

El inventario dio un resultado final de 63 lugares de interés geológico (en ade-lante LIG) con alta singularidad y repre-sentatividad, como para formar parte del patrimonio geológico de España y contri-buir al desarrollo sostenible de Lanzarote mediante el geoturismo. De estos 63 LIG, 42 se encuentran en territorios emergidos (Galindo et al., 2015) y 19 están bajo el agua del mar (tabla 1). En la mayoría de los LIG inventariados, el interés principal es obviamente el volcánico, seguidos por los que tienen como interés principal el morfológico (figura 2). Sin embargo, la gran variabilidad de procesos constructi-vos y destructivos que se producen en islas oceánicas como Lanzarote y el archi-piélago Chinijo permite disponer de una gran diversidad geológica, encontrándose LIG cuyo interés principal es estratigráfi-co, paleontológico, sedimentario, tectónico

Figura 3. LIG LZ17 Cantera de Tinamala. Canteras excavadas en los flancos del edificio Tinamala, cuya erupción data del Pleistoceno superior. La tipología del corte de la roca y el color rojizo de los piroclastos proporciona una especial belleza a esta cantera abandonada que surtió de material para la construcción de gran parte de las viviendas en la capital de Lanzarote, Arrecife, en los años cincuenta.

Figura 4. LIG LZ33 Hornitos del Echadero de los Camellos. Los hornitos y conos de escoria del Echadero de los Camellos constituyen el conjunto de construcciones menores, más compacto, de mayor singularidad y de más elevada complejidad morfológica y estructural de la erupción de Timanfaya (1730-1736).

Figura 5. LIG LZ23 Canal de Lava del Chinero. Se formó durante el segundo episodio eruptivo de 1824. Muestra una amplia gama de morfologías lávicas superficiales.

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donde podemos acceder a cualquier pun-to de la isla, destaca una de las obras de César Manrique más cargada de referen-cias simbólicas: el conjunto arquitectóni-co de la Casa-Museo del Campesino y el Monumento a la Fecundidad.

Este CACT está dedicado a las labores tradicionales del campo en la isla. En el interior del edificio se conservan como elementos decorativos, coladas de lava distales de la erupción de Timanfaya (1730-1736), que alcanzaron el puerto de Arrecife durante la última fase de activi-dad volcánica. En el comedor principal se observa la sección de unas coladas pahoehoe mostrando la base horizontal de la misma. De mayor interés es el pasi-llo cuyo techo plano recorre la base de la colada y, aunque sus paredes son artifi-ciales, existen varias zonas acristaladas tras las que se encuentra el corte de los depósitos in situ, permitiendo realizar un recorrido por la historia geológica de esta zona, ya que está excavado en los mate-riales previos a la erupción de Timanfaya. El Monumento al Campesino es además un excelente ejemplo del aprovechamien-to de los recursos geológicos en la arqui-tectura local.

Montañas del FuegoEl CACT Montañas del Fuego se localiza en el Parque Nacional de Timanfaya. El centro está ubicado en el Islote de Hilario, lugar donde se registra una intensa anomalía geotérmica que alcanza en superficie tem-peraturas de unos 350 ºC pudiendo alcan-zar los 600 ºC a 13 m de profundidad. Esta anomalía se muestra a los visitantes a tra-vés de actividades como la combustión de aulagas con el calor del suelo, la genera-ción de un géiser artificial o cocinando ali-mentos con el calor natural de la tierra. El visitante tiene la oportunidad de adentrar-se en el paisaje volcánico, pasando a esca-sos metros de hornitos, cuevas, malpaíses, bombas, etc., en perfecto estado de con-servación mediante la utilización de un tramo de carretera de acceso restringido de unos 14 km acondicionados para su visita. El trazado de la carretera, perfecta-mente mimetizada con el entorno, es la Ruta de los Volcanes, realizada en 1968 bajo la dirección de César Manrique y Je-sús Soto. El Islote de Hilario constituye uno de los islotes o kipukas de mayor originali-dad de Canarias y se diferencia de otros islotes por estar cubiertos por piroclastos de la erupción de 1730-1736.

El tramo visitable está formado por un kilómetro de galerías superpuestas con interconexiones verticales entre ellas. En algunos puntos alcanzan tres niveles, lle-gan a tener unos 50 m de altura con an-churas que se aproximan a los 15 m. Existen peculiares formaciones y estruc-turas volcánicas típicas del interior, un tubo de lava, canales de lava, bloques sólidos arrastrados por la corriente, gote-rones de lava, estafilitos, depósitos sali-nos, sucesivos niveles de cornisas solidifi-cadas.

El tubo volcánico de La Corona se for-mó durante la erupción del volcán de La Corona hace 25 ka BP (Carracedo et al., 2003). En superficie se identifica por la sucesión encadenada de jameos (desplo-mes de la bóveda del tubo volcánico que facilitan accesos naturales a su interior). Este LIG es uno de los más espectacula-res del inventario, por su significado geo-lógico y las infraestructuras turísticas úni-cas a nivel mundial.

Jameos del AguaLos Jameos del Agua, al igual que la Cue-va de los Verdes, se localizan en el interior del túnel volcánico producido por la erup-ción del volcán de La Corona. Los Jameos del Agua se encuentran situados en la sección de este túnel más cercano a la costa. Deben su nombre a la existencia de un lago interior en el que viven espe-cies únicas de invertebrados, constituyen-do además una formación geológica sin-gular en todo el archipiélago canario.

Los Jameos del Agua es el primer CACT creado por César Manrique y es el reflejo de uno de sus pilares creativos: la armo-nía entre la naturaleza y la creación artís-tica. Fue inaugurado en 1977 después de más de una década de trabajos. Poste-riormente, se realizaron nuevas instalacio-nes para funciones concretas como el espacio museístico de “La Casa de los Volcanes”.

Desde los Jameos del Agua parte el úl-timo recorrido del tubo volcánico de La Corona, el denominado túnel de la Atlán-tida, con una longitud de 1,6 km, que están hoy en día por debajo del nivel del mar y es la prueba más directa del cam-bio global del nivel del mar durante la úl-tima glaciación (entre 23 a 19 ka BP).

Museo al CampesinoEn el centro geográfico de Lanzarote, en un significativo cruce de caminos desde

del Fuego, 293.336 para el Jardín de Cactus y 56.012 para el Castillo de San José.

Mirador del RíoEl Mirador del Río se encuentra situado en lo alto del Risco de Famara, a 400 m de altitud, en la zona más septentrional de la isla. Desde ese punto se puede con-templar una de las vistas panorámicas más espectaculares de Lanzarote y del archipiélago Chinijo, además de observar las Salinas del Río o de Guza y el escarpe de Famara. El mirador es una las creacio-nes arquitectónicas más representativas de César Manrique donde plasma, en la sucesión de detalles artísticos y arquitec-tónicos, su entusiasta proyecto de integrar arte y naturaleza.

El Risco de Famara (LZ02 Risco de Fa-mara) es un gran acantilado de unos 25 km de longitud y una altitud de entre 400 y 600 m, cuya génesis está asociada a un megadeslizamiento (Acosta et al., 2003). El acantilado está labrado en el macizo de Famara, configurado esencialmente por el apilamiento de coladas basálticas con in-tercalaciones de niveles de piroclastos, conos de piroclastos enterrados, capas de almagres y depósitos detríticos, cronológi-camente se distinguen tres etapas cons-tructivas. Además, de forma discordante sobre el escarpe se observan distintas ge-neraciones de abanicos aluviales detríticos mixtos coalescentes, depósitos de arenas eólicas organógenas adosadas a la base del escarpe y deltas de lavas. Este LIG permite observar la parte de la estructura interna de uno de los macizos mioplioce-nos de la isla, además de las morfologías y procesos de gran diversidad y contraste, y la interacción de procesos de gravedad-escorrentía.

Cueva de los VerdesLa Cueva de los Verdes está situada en el norte de la isla de Lanzarote. La cueva servía como escondite y refugio de la po-blación insular durante las invasiones y secuestros de los piratas que tuvieron lu-gar durante los siglos XVI y XVII. Su acon-dicionamiento para uso turístico comenzó durante los años 60, inaugurándose en febrero de 1964. El artista Jesús Soto fue el autor de la iluminación y la creación del recorrido interior. El espacio interior ape-nas fue intervenido con varias explanadas de acceso y la introducción de luz y soni-do ambiental.

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oceánicas en las que, además de tener un excelente global geosite de relevancia internacional, como es la erupción basál-tica histórica de larga duración de Timan-faya, predomina la interacción, a lo largo de más de 15 Ma, entre procesos volcáni-cos y aquéllos que son resultado de la erosión y sedimentación, tanto en am-biente continental como marino. Así, Lan-zarote y el archipiélago Chinijo constitu-yen un conjunto geológico que presenta un patrimonio geológico de relevancia in-ternacional, con gran valor y buena con-servación. Esto, unido a la existencia de excelentes infraestructuras turísticas que han sido aprovechadas para poner en valor y divulgar la geología, han hecho que este territorio sea declarado como el Geoparque número 11, y en el miembro número 65 de esta Red Europea la EGN y GGN.

AGRADECIMIENTOS

Gracias a los sabios consejos recibidos por los evaluadores que visitaron nuestro territorio: los profesores Ibrahim Komoo y Nikolaos Zouros. También gracias a todo el personal del Cabildo de Lanzarote que de una manera u otra han permitido la gestación de este proyecto y sus primeros pasos. «

Estatutariamente, las funciones de la Casa de los Volcanes, Centro Científico, Cultural y Turístico son las siguientes:

» La investigación científica y el desa-rrollo tecnológico en todos los ámbitos de la volcanología y de otras discipli-nas relacionadas con el medio am-biente y los recursos naturales.

» La educación, divulgación e informa-ción sobre temas relacionados con la volcanología y con el medio natural.

» Fomento del desarrollo socioeconómi-co basado en la utilización racional de los recursos naturales que son patri-monio geológico.

» Fomento de la actividad turística ba-sada en la conservación del medio natural, la cultura y la educación.

CONCLUSIONES

El Cabildo de Lanzarote presentó en 2014 la candidatura del Geoparque de Lanzaro-te y Archipiélago Chinijo. Los límites del área propuesta abarcan un total de 2.500 km2 que incluyen desde la plataforma submarina hasta las partes emergidas de la isla de Lanzarote y los islotes que con-forman el archipiélago Chinijo. El Proyecto de Lanzarote y Archipiélago Chinijo pro-ponía un geoparque de islas volcánicas

… DIVULGACIÓN

La Casa de los Volcanes es un centro de I+D, gestionado por el Cabildo de Lanza-rote, fue creado en el año 1987 y amplia-do en el 2005. Desde entonces ha venido desarrollando y apoyando actividades, programas y proyectos de investigación, programas de educación, divulgación e información con especial atención a la formación de especialistas, tanto a nivel nacional como internacional, así como a la producción de materiales didácticos y de exposición en relación al mundo de las geociencias.

Las instalaciones ocupan más de 2.500 m2 y las conforman una amplia superficie expositiva en el Centro Turístico Jameos de Agua, tres módulos del Laboratorio de Geodinámica de Lanzarote en la Cueva de los Verdes, Jameos del Agua y Timanfaya, además de instrumentación dispersa por toda la isla, una biblioteca especializada en temas de volcanismo, así como un aula y una sala de reuniones.

La piedra angular de la Casa de los Volcanes es el trabajo realizado en co-laboración con equipos multidisciplina-res externos a ella, por ello ha suscrito convenios de colaboración con institu-ciones como el IGEO y el IGME, entre otros.

BIBLIOGRAFÍA

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Un tesoro geotécnico ignorado

La intención de este pequeño artículo es la de contribuir al conocimiento de los antiguos pero actuales libros de texto de Geotecnia y Cimientos del ilustre ingeniero de CCP José Entrecanales, hoy día prácticamente desconocidos por muchos ingenieros y profesionales del sector. En la opinión de la gran mayoría de los ingenieros geotécnicos veteranos, son un compendio excepcional de Geotecnia Práctica, digno de ser divulgado y valorado, para que no se pierda tan valioso legado. Su reedición sería una gran contribución para el conocimiento técnico de tan importante materia en el campo de la ingeniería civil y de la construcción.

Palabras clave: Geotecnia, Geotecnia y Cimientos, Entrecanales.

IGNACIO MORILLA ABADDoctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y licenciado en Filosofía y Letras. Catedrático Emérito de la Universidad Politécnica de Madrid

LA FIGURA DE DON JOSÉ ENTRECANA-LES (Bilbao, 16 de diciembre de 1899-Ma-drid, 11 de febrero de 1990) se caracterizó por su gran prestigio profesional en la cons-trucción, en la innovación y en la docencia en la Escuela de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos de Madrid, pero sobre todo en el gran nivel al que supo conducir la asignatura de Geotecnia y Cimientos.

En el año 1960, cuando los alumnos de Madrid comenzamos el cuarto curso en la Escuela, deseosos de recibir sus clases, famosas por su gran conocimiento de la geotecnia y su claridad de exposición, nos sorprendió una mala noticia. Entrecanales se despedía de la docencia por discre-pancia con la implantación de un nuevo plan de estudios que iba a empezar unos años más tarde, y que suponía una gran reducción de los conocimientos requeri-dos e impartidos hasta entonces.

Afortunadamente, su gran discípulo José Antonio Jiménez Salas (Zaragoza, 1916-Madrid 2000) mantuvo el alto nivel con las cuatro promociones de alumnos del plan anterior, el del examen de Ingre-so en la Escuela, caracterizado por su exigencia. Jiménez Salas no sólo impuso los 4 libros y 10 fascículos de apuntes de Entrecanales, sino que añadió el libro de la Mecánica del Suelo, de Tschebotarioff, y su propio libro que había escrito pocos años antes, recomendando algunos otros.

Con esta gran cantidad de materias de estudio, y varias clases a la semana, nos concienciamos los futuros ingenieros de la gran importancia de la geotecnia para todas las obras de ingeniería, conociendo la gran amplitud de temas a desarrollar y su importancia para el tratamiento del te-rreno y para el cálculo de las cimentacio-nes. Además de esto, para acentuar la

Los libros y apuntes de don José Entrecanales Ibarra

Inició su carrera profesional en el Puerto de Bilbao, pasando al poco tiempo a la empresa privada con José Eugenio Ribera, introductor del hormigón armado en España, quien le nombró jefe de la Oficina Técnica de HIDROCIVIL. Siguió los pasos de su maestro, en la docencia en la Escuela de Madrid, como profesor auxiliar de Puertos y luego en la cátedra de Cimientos y Puentes de Fábrica, regida por José Eugenio Ribera y, a la jubilación de éste, en 1931, Entrecanales es nombrado titular de la cátedra. Durante 26 años sus clases de Geotecnia se sitúan a la cabeza de los conocimientos europeos, incorporando todas las novedades y teorías de Terzaghi y otros profesores. Todo esto el consolida como el introductor de la matemática geotécnica en España, redactando los textos y apuntes que le han dado fama. Su actividad profesional es extensísima, participando a través de su empresa Entrecanales y Tavora en las obras más emblemáticas de España y el extranjero. Algunos ejemplos son la siderúrgica de Avilés, presas de El Atazar y la Almendra, carreteras del Plan Redia, viaductos de acceso al Puente 25 de Abril en Lisboa, Metropolitano de Caracas, Central Hidroeléctrica de Paute en Ecuador… La expansión internacional continúa tras la fusión con otras sociedades, bajo el nombre de ACCIONA, dirigida por sus herederos.

José Entrecanales Ibarra.

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UN TESORO GEOTÉCNICO IGNORADO | geotecnia

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Tomo 3. Cimientos 2. Se incluyen cál-culos avanzados sobre pilotes, así como maquinaria a utilizar en los mismos. Fór-mulas dinámicas de cálculo, rozamientos negativos. Pontonas, barcazas, grúas flo-tantes, muelles de cajones, flotación de buques. Secciones transversales de di-ques de puertos. Instalaciones portuarias. Pilas y estribos de puentes.

Tomo 4. Cimientos 3. Se incluyen am-pliaciones sobre los dos tomos anteriores, es especial sistemas de cálculo de cimen-taciones con aire comprimido, cimenta-ciones directas sumergidas, flotación de buques y flotadores, cálculo de cimenta-ciones indirectas por pilotajes e instruc-ciones para utilización de la maquinaria de tablestacados y pilotes.

En resumen: un ejemplo de la aplicación de la matemática avanzada a los cálculos geotécnicos. «

importancia de los temas prácticos, ha-cíamos durante la semana una gran can-tidad de problemas, que se entregaban los sábados (los sábados había clases) y se recogían los de la semana anterior co-rregidos.

Los libros y apuntes de estudio y con-sulta de la asignatura de Geotecnia y Ci-mientos, se indican en la tabla 1. De ellos, los conocidos y famosos cuatro libros de Entrecanales constituían el núcleo princi-pal de la prestigiosa enseñanza, y se co-mentan brevemente a continuación.

EL CONTENIDO DE LOS CUATRO LIBROS

Tomo 1. Muros y Taludes. Se estudian todas las teorías sobre Empuje de Tierras en Muros, y en los Taludes se abordan las figuras de Círculos de deslizamiento (y otras figuras). En ambos casos, teniendo

en cuenta o no la presencia de agua. Todo ello con un desarrollo matemático riguro-so y de gran altura, que permite resolver cualquier problema que pueda presentar-se en las obras públicas. Se incluyen también ejercicios prácticos para afianzar los conceptos teóricos a casos prácticos.

Tomo 2. Cimientos 1. Se estudian las diferentes formas de cimentaciones super-ficiales, como zapatas, placas y vigas con-tinuas y cimentaciones flotantes, hallando la carga de hundimiento. Además, se inclu-yen los cálculos para postes y castilletes. Se incluye un formulario de placas cilíndri-cas, con cargas simétricas que resuelve 26 casos. El importante tema de los asientos se aborda extensamente, tanto para deter-minar su magnitud, como el tiempo en que se produce un determinado asiento. Se añade también el diseño y cálculo de mue-lles de puerto sobre pilotes, y diques secos pilotados.

TABLA 1. TEXTOS DE LA ASIGNATURA DE GEOTECNIA, CIMIENTOS Y PUENTES DE FÁBRICA 4º CURSO ETS DE INGENIEROS DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS

Libros de José Entrecanales Ibarra

Nº Título Páginas

1 Muros y taludes 346

2 Cimientos (1) 410

3 Cimientos (2) 359

4 Cimientos (3) 143

Total 1.258

Apuntes de José Entrecanales y colaboradores

5 Consideraciones sobre el Proyecto de Cimentaciones de Superficie, según Terzaghi y Peck 44

6 Entibación de excavaciones a cielo abierto, según Terzaghi y Peck 14

7 Asiento de las capas de arcilla, según Terzaghi y Fröhlich 25

8 Nota sobre los coeficientes de presión intersticial y su empleo en el cálculo de estabilidad de taludes, según Jiménez Salas 8

9 Fórmulas semiempíricas para el cálculo de muros, según Terzaghi y Peck 9

10 Nota sobre las teorías de empuje de tierras 16

11 Una contribución al cálculo de los asientos de las cimentaciones sobre arcillas, según Skempton y Bjerrum 13

12 Nota sobre los asientos admisibles en una estructura. Totales y diferenciales 3

13 Fórmulas estáticas para prever la resistencia de los pilotes 29

14 Método de Fellenius en presas y ataguías 13

Total 174

Otras publicaciones

15 Mecánica del suelo. Cimientos y estructuras de tierra. Gregory Tschebotarioff. Ed. Aguilar. 1958 642

16 Mecánica del suelo y sus Aplicaciones a la ingeniería. J.A. Jiménez Salas. Ed. Dossat. 1954 533

17 El terreno. Jaime Nadal. Normas del IETCC. 1949 199

18 Mecanique des roches. J. Talobre. Ed. Dunod. 1957 444

Total 1.818

Total páginas 3.250

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TOMO 1. MUROS Y TALUDES

Figura 1. Fórmulas para hallar los empujes sobre un muro con las hipótesis de Coulomb.

Figura 2. Ejemplo de una página del cálculo de las tensiones y deformaciones sobre un muro sometido a empuje de tierras.

Figura 3. Geometrización de las tensiones sobre un muro aplicando la teoría de elasticidad de las tierras.

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UN TESORO GEOTÉCNICO IGNORADO | geotecnia

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TOMO 2. CIMIENTOS 1

Figura 4. Distribución de tensiones en el semiespacio de Boussineq. Una hoja del cálculo de los potenciales de Boussinesq.

Figura 5. Cálculos para hallar las tensiones en una cimentación en placa.

Figura 6. Comparación de la distribución de tensiones en dos cimentaciones por pilotaje, una ancha y otra estrecha.

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TOMO 3. CIMIENTOS 2

Figura 7. Construcción de un muelle de cajones. Figura 8. Muelles pilotados y con cajones hincados.

Figura 9. Cajones hincados con aire comprimido.

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TOMO 4. CIMIENTOS 3

Figura 10. Tablestacas.

Figura 11. Flotación y hundimiento de un cajón de cimentación.

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Este año de 2015 está lleno de aniversarios históricos de primera magnitud: quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús; 450 aniversario de la fundación de San Agustín (Florida), la ciudad de origen europeo más antigua de Estados Unidos; bicentenario de la batalla de Waterloo; primer centenario del hundimiento del RMS Lusitania y de la Teoría de la Relatividad y, para los geólogos, el bicentenario del término “caldera volcánica”.

Palabras clave: caldera volcánica, Leopol von Buch, Canarias, La Palma.

JOSÉ LUIS BARRERA MORATEVulcanólogo

VV.AA.

UNA CALDERA es, coloquialmente, un caldero pero de mayor tamaño; es decir, un recipiente de fondo cóncavo y prefe-rentemente metálico, provisto de una o dos asas y utilizado para calentar y aca-rrear todo aquello que pueda contener.

En el fenómeno volcánico actual, es una depresión formada generalmente por el colapso del suelo después de una erup-ción volcánica. A veces se confunden con cráteres volcánicos, pero los vulcanólogos los separan según su diámetro: los de más de 2 km se llaman calderas. La palabra viene del español “caldera”, y ésta desde el latín caldaria, que significa “olla”.

En la literatura volcánica internacional, el término caldera lo introdujo el geólogo alemán Leopold von Buch (1774-1853) (figura 1) en la publicación de su trabajo PhysikaZische Beschreibung der Canaris-chen Inseln en 1825. En este trabajo, von Buch recogió sus ideas y apreciaciones del viaje a las islas Canarias, principal-mente de Tenerife y, sobre todo, de La Palma. La observación que hizo de la Caldera de Taburiente en La Palma fue el detonante para aplicar este término a las depresiones volcánicas, independiente-mente de su origen.

¿QUIÉN ERA VON LEOPOLD VON BUCH?

Von Buch nació en una familia aristocráti-ca de Stolpe, Uckermark, a unos 90 km al

noreste de Berlín. Desde muy joven se apasionó por la geología, la botánica, la geografía y la paleontología. En 1791 es-tudió en la Escuela de Minas de Frieberg, Sajonia, junto con su compañero Alexan-der von Humboldt (1769-1859), el cono-cido naturalista, que era cinco años ma-yor que él y con el que entabló una amistad duradera. En esa escuela, la de mayor prestigio en la Europa de aquella

Hace 200 años, el geólogo von Buch acuñó el término ‘caldera volcánica’

Figura 1. Estatua de von Buch.

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HACE 200 AÑOS, EL GEÓLOGO VON BUCH ACUÑÓ EL TÉRMINO ‘CALDERA VOLCÁNICA’ | historia de la geología

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en vertical empujados por la presión de los gases interiores de la corteza. A causa de este empuje se producía un colapso y se generaba un cráter en lo alto, conjun-tamente con fisuras radiales de tensión por la periferia del “tumor”.

Sin embargo, para él, un cráter de erupción es el que expulsa materia fina al aire (cenizas y otros piroclastos) y lava

época, dirigida por Werner, se enseñaba como principio geológico fundamental la teoría neptunista, que atribuía el origen de las rocas a la cristalización de los mi-nerales en los océanos, en un periodo temprano tras la creación; es decir, nega-ba toda existencia de magma como pro-ceso formador de rocas.

EL DEBATE DE LOS CRÁTERES DE ELEVACIÓN

En 1797, von Buch, algo escéptico con las teorías de Werner, hizo varias excur-siones a terrenos volcánicos, como el Macizo Central Francés. Posteriormente visitó el Vesubio, volviendo junto a Hum-boldt en 1805 que había regresado de su viaje a América en 1804. En aquella visi-ta al Vesubio, von Buch se convirtió defi-nitivamente a la teoría plutonista y reco-noció que los basaltos son rocas de origen volcánico y no sedimentarias. También apreció que había dos tipos de cráteres: unos de origen eruptivo y otros de levantamiento. En aquel viaje, Hum-boldt le comentó las similitudes entre ese volcán y el Teide, que había visitado en 1799 de paso hacia América y le reco-mendó que visitara Tenerife. Allí se fue von Buch a conocer de primera mano la

existencia de “sus” cráteres de eleva-ción. La distinción que hacía von Buch entre uno y otro tipo de cráteres muestra lo lejos que se estaba de lo que hoy se conoce en vulcanología.

EL VIAJE DE VON BUCH A LAS ISLAS CANARIAS

El viaje de este geólogo alemán, que lo realizó junto al botánico noruego Cristen Smith (1785-1816), fue la primera expe-dición privada de largo alcance que se hizo a Canarias. El viaje fue recomenda-do, como se ha dicho anteriormente, por Humboldt, para que pudiera ver en direc-to, y en un escenario volcánico impresio-nante, los grandes cráteres volcánicos y reflexionara sobre su origen, sobre todo el de los cráteres de elevación. Fueron seis meses de recorrido por Tenerife, Gran Canaria, La Palma y Lanzarote, en los que von Buch realizó una descripción geológi-ca de las cuatro islas, en particular de los fenómenos volcánicos.

A su llegada a las islas Canarias, von Buch traía su teoría referente al origen de los volcanes y sus cráteres, conocida como “hipótesis de levantamiento”. Es decir, von Buch consideraba a los conos volcánicos como “tumores” que crecían

“Von Buch consideraba a los conos volcánicos como ‘tumores’ que crecían en vertical empujados por la presión de los gases interiores de la corteza. A causa de este empuje se producía un colapso y se generaba un cráter en lo alto”

Figura 2. Modelo de sombras de la Caldera de Las Cañadas con el Teide en primer término.

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desde su boca, creando un cono de erupción en el interior del cráter con un canal entre el cráter y el interior de la Tierra que se mantiene como un vínculo constante.

En su visita a Tenerife, subió al Teide y contempló la impresionante depresión de Las Cañadas, con todos los niveles volcá-nicos de sus laderas exteriores buzando hacia el exterior. Para él estaba claro, Las Cañadas eran, indudablemente, un enor-me cráter de elevación (figura 2).

De Tenerife, von Buch se trasladó a La Palma. Había oído hablar mucho de la Caldera de Taburiente y sentía un enorme interés en verla.

BUCH EN LA PALMA

El paisaje más espectacular de la isla de La Palma es, sin duda, la Caldera de Tabu-riente (figura 3). En La Palma, von Buch permaneció diez días (20 de septiembre-1 de octubre) en los que visita, principal-mente, la Caldera, pues era el lugar que más le interesaba. Entre otras interpreta-ciones teóricas, apoyándose también en la visita que previamente había hecho a Te-nerife, propone su famosa teoría de los cráteres de elevación para explicar el ori-gen de las Cañadas del Teide y la Caldera de Taburiente, en La Palma.

Lo que muchos ciudadanos no saben es que el origen de la palabra “caldera” proviene del término Acero, que era el nombre del señorío que ocupaba la ac-tual caldera de Taburiente, antes de la llegada de los europeos. La primera vez que se menciona el término es en el do-cumento de venta de la zona que hace Jácome Dinarte a la compañía alemana de los Welter. El referido documento pú-blico, del 10 de enero de 1513, califica de dominio privado el terreno y lo desig-na por su actual toponímico: el paraje de La Caldera, cuyo territorio describe per-fectamente.

También, el testimonio de fray Juan de Abreu Galindo, cronista de las islas Cana-rias, es muy revelador respecto al origen del término caldera diciendo, en 1590: “Este término de Acero se llama al pre-sente Caldera, porque su hechura es en forma de caldera, toda a la redonda cerra-da de muy altos riscos y laderas, que ba-jan en forma de cerros a lo bajo de ella […]. El doceno señorío era Acero, que al presente llaman la Caldera, que en len-guaje palmero, quiere decir lugar fuerte,

Figura 3. Isla de La Palma con la Caldera Taburiente en su parte norte.

Figura 4. Mapa de La Palma realizado por von Buch.

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HACE 200 AÑOS, EL GEÓLOGO VON BUCH ACUÑÓ EL TÉRMINO ‘CALDERA VOLCÁNICA’ | historia de la geología

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que parece querer significar lo mismo que en lenguaje herreño ecerro. Y cierto que la significación del vocablo está bien adaptada al lugar; porque es casi inex-pugnable, y así fue lo último que se ganó de la isla”.

Leopold von Buch aceptó la terminolo-gía palmera e introdujo en la terminología geológica internacional el término “calde-ra”, tomado del vocablo palmero, para describir los cráteres volcánicos de gran-des dimensiones, como el de Taburiente. Él mismo, en su relato dice: “Los españo-les han dado el nombre de caldera a estas cavidades. Nosotros empleamos esta mis-ma palabra en sentido técnico”.

Según afirmó von Buch en sus escri-tos, los ojos del que observa esta imagen quedan atrapados por el centro, el gran cráter, la Caldera de Taburiente agrietada por multitud de barrancos. Confirma en su obra que el contorno que dibuja en su mapa (figura 4), fue copiado del mapa de Borda y que los detalles interiores fueron construyéndose a partir de sus propias observaciones sobre el terreno. Von Buch puso mucha atención en la forma tan estrecha que tenía el barranco de Taburiente y, después, el de Las An-gustias. La concordancia entre las grie-tas y los contornos y formas del cráter era aún más sorprendente que las que había observado en el centro de Gran Canaria. Por esa razón interpretó estas

estructuras como características de los cráteres de elevación. Sin embargo, con-cluye que la mayor parte de las calderas son grandes cráteres producidos por megaerupciones muy explosivas y por el colapso de edificios volcánicos anterio-res, pero, curiosamente, propone un origen erosivo para Taburiente. Desde

ese momento, von Buch estableció sus tesis sobre el origen del archipiélago ca-nario y sus calderas.

EL DEBATE POSTERIOR SOBRE EL ORIGEN DE LAS CALDERAS

Charles Lyell (1797-1875) (figura 5) lle-gó a Canarias y se enfrentó con el pro-blema de las “calderas” y los “cráteres de elevación”, especialmente en La Pal-ma. El 12 de marzo de 1854, Lyell, acompañado del geólogo alemán George Hartung, al que había conocido dos me-ses antes en Madeira, viajó desde Tene-rife hacia La Palma. Según sus observa-ciones, propuso un punto de vista completamente distinto sobre la cues-tión. Allí estuvieron dos semanas obser-vando la geología de la isla. Lyell se llevó a la Caldera de Taburiente, entre otros, el libro de Leopold von Buch Physicalis-che Beschreibung der Canarischen In-seln (1825), en el que exponía su teoría

Hoy todas las calderas volcánicas del planeta se consideran, sin ninguna duda, producidas por el fenómeno volcánico, mayoritariamente catastrófico

Figura 5. Retrato del geólogo Charles Lyell.

Figura 6. Mapa de La Palma realizado por Charles Lyell.

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historia de la geología | HACE 200 AÑOS, EL GEÓLOGO VON BUCH ACUÑÓ EL TÉRMINO ‘CALDERA VOLCÁNICA’

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Volcán TamboraEn abril de 1815, en la isla de Sumbawa (Indonesia), se produjo una de las mayo-res explosiones volcánicas de la historia y la primera con efectos climáticos globales que se tenga registro. La principal explo-sión cuadriplicó la fuerza de la que provo-có el Krakatoa más de medio siglo más tarde. Gases, cenizas ardientes aniquila-ron la agricultura de la isla y provocó cerca de 71.000 muertos, muchos de ellos por hambruna.

Los efectos climáticos en el hemisferio norte llevan a recordar a este año y al si-guiente como los años en que no hubo verano.

Caldera de YellowstoneLa caldera, que mide aproximadamente 55 por 72 km2, se encuentra en la es-quina noroeste de Wyoming, donde se sitúa la mayor parte del parque. La caldera se formó durante la última de las tres supererupciones que se produ-jeron a lo largo de los últimos 2,1 millo-nes de años. Ha tenido una secuencia larga en el tiempo —hace 2,2 millones de años (2.500 km³) y 640.000 años (1.000 km³).

La actual caldera de Yellowstone se formó durante una supererupción que ocurrió hace 640.000 años. La caldera se encuentra sobre un punto caliente, donde la roca fundida del manto sube hacia la superficie. Aunque en la actua-lidad el punto caliente de Yellowsto-ne se encuentra debajo de la meseta de Yellowstone, anteriormente contribuyó en la creación de la planicie de Snake River oriental (al oeste de Yellowstone) mediante una serie de enormes erup-ciones volcánicas. Aunque el punto caliente parece moverse a través del terreno en una dirección este-noreste, en realidad el punto caliente es mucho más profundo que el terreno y se man-tiene estacionario; es más bien la placa norteamericana que se desplaza en cima del punto caliente en dirección oeste-suroeste.

Durante los últimos 18 millones de años, el punto caliente de Yellowstone generó una sucesión de violentas erupcio-nes e inundaciones basálticas. El compor-tamiento de esta caldera en la actualidad es examinado continuamente por un equipo de científicos (geólogos, geofísi-cos, químicos, etc., del US Geological Service). «

denominada Edad de Hielo milenaria (in-vierno volcánico) que duro 6-7 años.

Caldera de La GaritaSe encuentra en el estado de Colora-do, Estados Unidos. Hace 27 millones de años expulsó 5.000 km³ de material y cambió el clima de la Tierra. Las dimen-siones son enormes, 75 km de largo por 35 km de ancho.

El estudio de los sedimentos deposita-dos en la zona ha puesto de manifiesto que los sucesos que tuvieron lugar allí hace 27 millones de años fueron cataclís-micos. Más aún, la comunidad científica coincide en señalar que la magnitud de dichos eventos escapa a la de cualquier otro acontecimiento de origen volcánico ocurrido en la Tierra del que se tenga constancia.

Se estima que la fuerza de la supe-rerupción fue equivalente a la explosión de 1.000 bombas de Hiroshima cada segundo y la nube de ceniza volcánica que se originó a continuación se elevó, probablemente, hasta los 40 o 50 km de altura. La cantidad de material expulsado fue tal que en los alrededores del super-volcán se cree que los depósitos de ceni-za pudieron alcanzar una altura de hasta 60 cm. Unas cenizas que, además, se extendieron en sólo unos días por todo el mundo, cambiando irremisiblemente el clima de la Tierra y provocando extincio-nes masivas.

de los cráteres de elevación. Rechazó el origen volcánico de las “calderas”, y las consideró resultado de la excavación fluvial, siendo ello especialmente aplica-ble a la Caldera de Taburiente, en La Palma (figura 6). Consideraba que esa teoría era falsa y, después de las obser-vaciones realizadas en su viaje, comentó que el origen de la caldera era de tipo erosivo y que La Palma debió de estar coronada por un edificio volcánico de unos 4.000 m de altura.

Actualmente, ningún geólogo duda del carácter erosivo secundario de la caldera de Taburiente. Grandes depósitos sedi-mentarios de fan delta (sedimentos del Time) y aluviales lagunares (barranco del Riachuelo) demuestran el transporte y sedimentación de los materiales que se han ido erosionando en el interior de la Caldera.

LAS GRANDES CALDERAS VOLCÁNICAS

Hoy, todas las calderas volcánicas del planeta se consideran, sin ninguna duda, producidas por el fenómeno volcánico, mayoritariamente catastrófico. Si posterior a la génesis volcánica han sido retocadas y agrandadas por la erosión, ése es otro tema. Entre las mayores calderas volcáni-cas del planeta están:

Caldera de TobaUno de los mejores ejemplos volcánicos catastróficos fue la erupción, hace 74.000 años, del volcán Toba, que originó el lago del mismo nombre (2.800 km³), en la isla indonesia de Sumatra. El complejo de la caldera de Toba comprende cuatro cráteres volcánicos superpuestos que se unen al “eje volcánico” de Sumatra. El más reciente de los cuatro mide 100 por 30 km y es la mayor caldera del mundo en la era Cuaternaria.

La erupción provocó la caída de la tem-peratura atmosférica de la Tierra unos 11 grados (invierno volcánico) debido a la emisión de una enorme cantidad de ceni-za. Varios científicos creen que, en aque-llos tiempos, la especie Homo sapiens, entonces bastante joven, estuvo al borde de la extinción, pero sobrevivió gracias a un grupo que habitaba en el centro de África.

La erupción sumió a la Tierra en un cambio climático al expulsar ácido sulfúrico a la atmósfera, originando así la

“La caldera de Yellowstone, que mide aproximadamente 55 por 72 km2, se formó durante la última de las tres supererupciones que se produjeron a lo largo de los últimos 2,1 millones de años. Ha tenido una secuencia larga en el tiempo”

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Los retos de la profesión de geólogo ante la nueva legislación de títulos universitarios y profesionales

por el que se incorporan al ordenamiento jurídico español la Directiva 2005/36/CE y la Directiva 2006/100/CE, del Consejo, relativas al reconocimiento de cualifica-ciones profesionales.

El citado R.D. establece en su art. 4 del capítulo II, Definiciones, a los efectos del presente R.D. de Cualificaciones Profesio-nales, la definición jurídica de profesión regulada, tipificada como “a los exclusi-vos efectos de la aplicación del Sistema de Reconocimiento de Cualificaciones, regulado en este R.D. se entenderá por profesión regulada, la actividad o conjun-to de actividades para cuyo acceso, ejer-cicio o modalidad de ejercicio se exija, de manera directa o indirecta, estar en

EN ESTA LEGISLATURA, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha promul-gado una serie de reales decretos que afectan al futuro de la profesión de geó-logo. Por ello, nos preguntamos: ¿cómo afectará la nueva legislación sobre cualifi-caciones profesionales, la reforma de los títulos universitarios oficiales y el R.D. de Homologación, Equivalencia, Convalida-ción y Correspondencia de los títulos de licenciado con los actuales títulos de gra-do y máster a la profesión de geólogo? ¿Qué suponen estos títulos para el ejerci-cio de la profesión de geólogo?

Para analizar todas estas novedades normativas hay que leer lo que establece el R.D. 1837/2008, de 8 de noviembre,

LUIS EUGENIO SUÁREZ ORDÓÑEZPresidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos.Profesor Asociado de Legislación Geológica. Universidad Complutense de Madrid

Figura 1.

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legislación | LOS RETOS DE LA PROFESIÓN DE GEÓLOGO ANTE LA NUEVA LEGISLACIÓN DE TÍTULOS UNIVERSITARIOS Y PROFESIONALES

primer semestre de 2015 | 60-62 | TIERRA & TECNOLOGÍA, nº 46 | 61

Superior (MECES) de los títulos oficiales de arquitecto, ingeniero, licenciado, ar-quitecto técnico, ingeniero técnico y di-plomado. En el art. 1 establece que el R.D. tiene por objeto, en relación con los títulos extranjeros de enseñanza supe-rior, la homologación de los títulos ex-tranjeros a los correspondientes títulos universitarios oficiales de grado y máster que dan acceso a una profesión regulada en España. Conforme a lo indicado en el anexo I, donde figuran 40 profesiones decimonónicas, todas ellas con orden del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y entre las que no se encuentra la profesión de geólogo, así como las de biólogo, físico y químico.

Para las profesiones de ciencias, este R.D. establece una institución jurídica etérea que denomina equivalencia de títulos extranjeros de educación superior de las ramas de conocimiento y campos específicos recogidos en anexo II, donde están las ramas de conocimiento de cien-cias.

En consecuencia, como las titulaciones en ciencias, biólogos, geólogos, químicos y físicos no tienen una orden ministerial que regule los respectivos planes de estu-dios, no están incluidas en el anexo I, que da acceso a la homologación de títulos extranjeros, sino que se integrarán dentro de la equivalencia de títulos de enseñan-za superior.

La importancia de la homologación de títulos habilitante español es que se con-sidera homologación al reconocimiento oficial de la formación superada para la obtención de un título extranjero equipa-rable a la exigida para la obtención de un título que habilite para una profesión re-gulada, mientras que la equivalencia a ti-tulación supone el reconocimiento oficial de la formación superada para la obten-ción de un título en el extranjero, con ex-clusión de los efectos profesionales res-pecto de aquellos títulos susceptibles de obtenerse por homologación.

De vital importancia para la profesión es la regulación jurídica establecida en el capítulo III del R.D. 967/2014, de 21 de noviembre, donde se establece el procedimiento para determinar la co-rrespondencia de los títulos oficiales, entre ellos, el de licenciatura a los nive-les del MECES, nivel 2 graduado y nivel 3 máster. Este capítulo establece el procedimiento administrativo de corres-pondencia de títulos y, en concreto, en el

posesión de determinadas cualificacio-nes profesionales, en virtud de disposi-ciones legales, reglamentarias o adminis-trativas.

A estos efectos, las profesiones que entran dentro del ámbito de aplicación del sistema de reconocimiento de cualifi-caciones, según lo anterior, son las que se relacionan en el anexo VIII de este R.D, establecidas en la figura 1. Según el mis-mo, de las 44 profesiones analizadas, en color negro, podemos ver las 24 profesio-nes reguladas, a las cuales el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha pro-mulgado una orden, por la que, en fun-ción del apartado 9 del art. 12 del R.D. 1393/2007, de 29 de octubre, se estable-cen las condiciones a las que tienen que adecuarse los correspondientes planes de estudios, que deberán, en todo caso, di-señarse de forma que permitan obtener las competencias necesarias, para ejercer esta profesión.

Asimismo, se observa que las 7 profe-siones de ciencias, en color verde, aun siendo profesiones reguladas, el Misterio de Educación, Cultura y Deporte no ha promulgado la orden de condiciones de planes de estudios; las 13 profesiones en color rojo, tampoco poseen orden minis-terial.

Posteriormente, el 2 de febrero de 2015, el Gobierno aprobó el R.D. 43/2015, por el que se modifica el R.D. 1393/2007, de 29 de octubre, estable-ciendo la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales, donde el art. 12 establece las normas generales de los planes de estudios para la obtención del título de grado elaborados por las univer-sidades. En el apartado 9 de este art. 12 está tipificado un contenido jurídico clave para el ejercicio de la profesión de geólogo: “cuando se trate de títulos que habilite para la ejercicio de la activida-des profesionales reguladas en España, el Gobierno establecerá las condiciones a las que deberán adecuarse los corres-pondientes planes de estudios, que ade-más deberán ajustarse, en su caso, a la normativa europea aplicable. Estos pla-nes de estudios deberán, en todo caso, diseñarse de forma que permitan obte-ner las competencias necesarias para ejercer esa profesión. A tales efectos, la universidad justificará la adecuación del plan de estudio a dichas condiciones”.

A pesar de que este apartado 9 del art. 12 ha sido promulgado en 2007, ocho

años después, los respectivos gobiernos de España no han promulgado la orden del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que establezca las condiciones a las que deberán adecuarse los planes de estudios de Geología y del resto de las ti-tulaciones de ciencias.

Y como consecuencia, no se disponen de condicionantes que permitan obtener las competencias para ejercer la profe-sión de geólogo.

También es de vital importancia lo es-tablecido en el apartado 1 del art. 6 del R.D. 99/2011, de 28 de enero, por el que se regulan las enseñanzas oficiales de doctorado: “Con carácter general, para el acceso a un programa oficial de doctorado será necesario estar en pose-sión de los títulos oficiales españoles de grado, o equivalente, y de máster univer-sitario o equivalente, siempre que se hayan superado, al menos, 300 créditos ECTS en el conjunto de las dos enseñan-zas”. Este artículo permite que los licen-ciados en Geología, egresados en las nueve facultades de Geología de Espa-ña, todas ellas con más de 300 créditos ECTS puedan acceder al programa ofi-cial de doctorado directamente.

De vital importancia y ligado con la anterior normativa, es el R.D. 967/2014, de 21 de noviembre, por lo que se esta-blecen los requisitos y el procedimiento para la homologación y declaración de equivalencia, a titulación y a nivel aca-démico universitario oficial y para la convalidación de estudios extranjeros de enseñanza superior y el procedi-miento para determinar la correspon-dencia a los niveles del Marco Español de Cualificaciones para la Educación

“Estos planes de estudios deberán, en todo caso, diseñarse de forma que permitan obtener las competencias necesarias para ejercer esa profesión”

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LOS RETOS DE LA PROFESIÓN DE GEÓLOGO ANTE LA NUEVA LEGISLACIÓN DE TÍTULOS UNIVERSITARIOS Y PROFESIONALES | legislación

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Evaluación (CNE) del ICOG. La CNE se constituye en los Estatutos como un ente administrativo y de evaluación profesio-nal, que representa la única instancia nacional encargada de la recepción, es-tudio y valoración de los expedientes para tramitar el título de eurogeólogo de gran prestigio en los mercados geológi-cos mundiales.

Asimismo, la CNE es el órgano designa-do por el ICOG para informar a la Admi-nistración competente sobre la homologa-ción de títulos profesionales, solicitados por ciudadanos naturales de cualquier Estado miembro de la Unión Europea, así como la capacitación de la evaluación técnica y profesional de los títulos profe-sionales de especialista en ingeniería geológica, medio ambiente, recursos mi-nerales, hidrogeología,..., que reconoce la formación profesional continua de los geólogos colegiados y su experiencia pro-fesional.

CONCLUSIONES

1. El ICOG, junto con los colegios de ciencias, ha requerido a los respec-tivos ministros de Educación, Cultu-ra y Deporte acerca de la absoluta necesidad de una orden ministerial, por la que se establezcan las con-diciones de los planes de estudios de los graduados en ciencias, pues ju rídicamente, tanto a nivel español como europeo, son profesiones regu-ladas.

2. De lo avanzado en el procedimiento administrativo de convalidación se puede colegir que los licenciados en Geología podrán convalidarse como graduados y máster en geología.

3. Para ejercer la profesión de geólogo en España es obligatorio, de acuer-do con el art. 13 de los Estatutos, estar colegiado en el ICOG, siendo la profesión de geólogo distinta de las titulaciones académicas, quedando reservado su ejercicio a los miem-bros del colegio, estando protegidos los ciudadanos de la potencial acti-vidad profesional irregular de los geólogos por la normativa del Códi-go Deontológico y certificada la ca-pacitación profesionalmente de los títulos profesionales de eurogeólogo y de especialista en las diferentes áreas de actividad de la profesión de geólogo. «

en el art. 21 de los Estatutos, que tipifica que “conforme a lo previsto en el art. 36 de la Constitución española, la Ley regu-lará el ejercicio de la profesión titulada de geólogo y las actividades para cuyo ejerci-cio es obligatoria la incorporación al Ilus-tre Colegio Oficial de Geólogos de España. Sin perjuicio de lo anterior, así como de las atribuciones profesionales y normas de colegiación que se contemple en las leyes reguladoras de otras profesiones, el ICOG considera funciones que puede desempeñar el geólogo en su actividad profesional, las que a título enunciativo se relacionen a continuación”, donde esta-blece 40 funciones profesionales que se pueden agrupar en 11 funciones profe-sionales de los geólogos en materia de geología general, 5 funciones en materia de recursos geológicos y mineros, 14 funciones en materia de medio ambien-te, 3 funciones en materia de hidrogeo-logía y 7 funciones en materia de inge-niería geológica.

De especial importancia para regular el ejercicio de la profesión es lo tipificado en el art. 62 que regula el Comité Deonto-lógico, como órgano encargado de acor-dar la acción disciplinaria dentro de la vía corporativa, exclusivamente sobre los co-legiados que incumplan los deberes pro-fesionales o corporativos. En los últimos años, la Junta de Gobierno del ICOG, en función de las propuestas de resolución del Comité Deontológico, ha ejecutado varias sanciones deontológicas a colegia-dos, derivadas de la mala práctica profe-sional.

Por último, es importante reseñar lo establecido en el art. 63 de los Estatu-tos relativo a los títulos profesionales que otorga la Comisión Nacional de

art. 22 tipifica el procedimiento para la elaboración de los informes por la Agen-cia Nacional de Evaluación de la Calidad y de la Acreditación (ANECA). En el caso de la licenciatura de Geología, para ela-borar este citado informe, la ANECA, mediante la Comisión de Ciencias, ha constituido un grupo de trabajo en el que hemos participado los presidentes de la Conferencia de Decanos de Geológicas de España y el del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos.

Después de una reunión constitutiva e intercambios de información on line, la subcomisión que analiza la correspon-dencia de los licenciados en Geología, con los títulos actuales del Plan Bolonia, ha elevado a la Comisión de Ciencias de ANECA un informe que apoya la equipa-ración de los licenciados en Geología a los graduados en Geología más máster en Geología.

Aunque actualmente estamos en la mitad del procedimiento administrati-vo, previsto en el capítulo III del R.D. 967/2014, confiamos en que se promul-gue e inscriba la equiparación de los li-cenciados en Geología con el grado más máster en Geología, en el Registro de Universidades, Centros y Títulos (RUCT), que se notifique la resolución del procedi-miento y se puedan obtener los certifica-dos de la correspondencia del título oficial de licenciado en Geología con el gradua-do y máster en Geología.

La normativa para el ejercicio de la profesión de geólogo viene recogida en el R.D. 1378/2001, de 7 diciembre, por el que se aprueban los Estatutos del ICOG. Importancia capital en la normativa es lo establecido en el art. 13 que literal-mente tipifica que “1. En concordancia con lo dispuesto en el art. 3.2 de la Ley 2/1994, de 13 de febrero, reguladora de los colegios profesionales modificada por la Ley 7/1997 y la Ley Ómnibus, que in-troduce en el Derecho interno español, la Directiva de Servicios, es requisito indis-pensable para el ejercicio de la profesión colegiada de geólogo hallarse incorpora-do al colegio y que el colegiado no esté sancionado por suspensión o expulsión temporal o definitiva del colegio”; agre-gando en su apartado 2 que “la profesión de geólogo es distinta de las titulaciones académicas, quedando reservado su ejercicio a los miembros del colegio”.

Importancia crucial para el ejercicio de la profesión de geólogo es lo establecido

“La profesión de geólogo es distinta de las titulaciones académicas, quedando reservado su ejercicio a los miembros del colegio”

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El colegiado de honor Juan Ramón Vidal Romaní nombrado académicoEl geólogo Juan Ramón Vidal Romaní, colegiado de honor del ICOG, catedrático de la Universidad de A Coruña y director del Instituto Universitario de Xeoloxía Isidro Parga Pondal, ha sido nombrado académico numerario de la Real Academia Galega de Ciencias. El solemne acto de toma de posesión tuvo lugar en la sede de la academia, en la plaza de San Roque, de Santiago, a las siete de la tarde del pasado día 25 de marzo.

Palabras clave: Vidal Romaní, Real Academia Galega de Ciencias, geólogo.

JOSÉ LUIS BARRERA MORATEICOG

LA SECCIÓN DE QUÍMICA Y GEOLOGÍA de la Real Academia Galega de Ciencias acogió al geólogo Vidal Romaní como único especialista en un tema tan impor-tante como es la geología en Galicia (figu-ra 1). Su discurso de ingreso versó sobre Geología de Galicia: cómo armar un rom-pecabezas. Es la primera vez que un geólogo ingresa en este tipo de institucio-nes en Galicia. El ICOG siente una gran satisfacción porque algunas instituciones reconozcan la inmensa labor social y pro-fesional que hacen los geólogos, en este caso particular, Vidal Romaní, un especia-lista en geología del Cuaternario que, en cierto modo, está considerado como el heredero de la Escuela Geológica forjada por Isidro Parga Pondal en el Laboratorio Xeolóxico de Laxe. En esta institución ya estuvo el propio Parga Pondal, del que el nuevo académico recuerda que fue “el primer geoquímico de España”, un cargo que asume con la noble ambición de in-tentar hacer entendible a todo el mundo en qué consiste la geología y la importan-cia que tiene, a diario, en nuestras vidas. El director del Instituto Universitario de

Xeoloxía cree que con su ingreso “se nos reconoce que estamos en el mundo cien-tífico en Galicia”.

Reproducimos aquí una entrevista que le hizo El Correo Gallego el 25 de marzo, el mismo día de su toma de posesión.

“Con satisfacción porque al fin se reconoce la geología como una ciencia más al lado de otras ramas más tradi-cionales, y se nos reconoce a los geólo-gos que estamos en el mundo científico en Galicia”, así afronta el catedrático de la Universidad de A Coruña Juan Ra-món Vidal Romaní su ingreso a las siete de esta tarde como primer geólogo en la Real Academia Galega de Ciencias (figura 2).

El nuevo académico, que pasará a formar parte de la Sección de Química y Geología, aseguró en una entrevista con este periódico que como único geólogo en la institución se propone “seguir divulgando y acercando la geo-logía a la gente, intentando hacerla en-tendible a todo el mundo”. Y es que, tal y como explicó, “la geología interpreta que un territorio está vivo, que se está moviendo y puede producir terremotos, hundimientos o levantamientos; movi-mientos que afectan a la gente”. De hecho, y en relación con el caso con-creto de Galicia, consideró que más importante que el riesgo de los terremo-tos lo es el del movimiento en el territo-rio de la costa, “puesto que se constru-ye al lado del mar sin tener en cuenta cuál es esa dinámica, algo que sí estu-dia la geología”. En este sentido, puso como ejemplo la pasarela que se va a

Figura 1. Vidal Romaní en el campo.

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EL COLEGIADO DE HONOR JUAN RAMÓN VIDAL ROMANI NOMBRADO ACADÉMICO | noticias

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Como muchos niños, Vidal Romaní tenía interés por coleccionar minerales cuando acompañaba al campo a su padre, ingeniero de Caminos.

Estudió en la Facultad de CC. Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid (1967-1972) donde se doctoró en 1983 con una tesis sobre geomorfología de los granitos de Galicia, bajo la dirección del profesor de origen gallego, Emiliano Aguirre Enríquez.

Conoció a Isidro Parga cuando era estudiante de Ciencias Geológicas en Madrid, en 1969. Le escribió con el fin de pedirle información sobre geología de Galicia y sobre las posibilidades de trabajar con él cuando terminara la carrera.

Comenzó a ejercer la docencia universitaria en 1972 en el Colegio Universitario de A Coruña. Pero no fue hasta 1979 cuando Vidal Romaní contacta con Parga Pondal por encargo, entre otros, de Isaac Díaz Pardo, para organizar el Laboratorio Geológico de Laxe. Ese mismo año obtiene la plaza de profesor titular en las universidades de Santiago de Compostela y Coruña (1979-1992).

Catedrático de Universidad en Geodinámica Externa (desde 1992 hasta la actualidad) en la Universidad de A Coruña.

En 1986, tras el fallecimiento de su fundador Isidro Parga Pondal, asumió la dirección del Laboratorio Geológico de Laxe, del que ya había sido secretario, laboratorio que posteriormente se transformó en el Instituto Universitario de Geología “Isidro Parga Pondal” perteneciente a la Universidad de A Coruña y que el profesor Vidal Romaní dirige desde su creación.

Ha dirigido 20 tesis doctorales sobre distintos aspectos del Cuaternario de Galicia en temas como: ”Glaciarismo de Galicia, Paleontología cuaternaria de Galicia”, “Líneas de costa de Galicia”, “Geomorfología de Galicia”, “Biodeterioro en superficies rocosas”, “Hidrogeología e historia de la Ciencia en Galicia”, presentadas en distintas universidades españolas (Complutense de Madrid, Santiago de Compostela, Coruña) o extranjeras (Wageningen, Holanda).

construir sobre la cascada de O Ézaro, “en una zona en la que los geólogos vemos graves riesgos de derrumbe, pero sobre la que construyen porque dan por supuesto que el territorio y el mar se mantienen intactos, y no es así”. Y añadió que lo mismo sucede con la playa de Riazor, “se gastan millones de euros en llenarla de arena para regene-rarla, pero el mar se come esos millo-nes, poniendo en riesgo además a los ciudadanos”. Muy crítico también se mostró con la aplicación actual de la Red Natura, ya que consideró que “ha-bría que diseñarla de forma distinta porque si no estudiamos el territorio con una visión geológica, teniendo en cuenta que la tendencia es a que el nivel del mar vaya subiendo, ponemos en riesgo a las personas”.

Juan Ramón Vidal Romaní (Tarragona, 1946)

Figura 2. Vidal Romaní, tercero por la derecha, en su toma de posesión en la Academia.

Vidal Romaní durante su nombramiento como colegiado de honor del ICOG.

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noticias | EL COLEGIADO DE HONOR JUAN RAMÓN VIDAL ROMANI NOMBRADO ACADÉMICO

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compagina con la divulgación de los nuevos estudios geológicos en Galicia a través de su revista y de su colección de libros. Investigaciones de doctorandos como la que está llevando a cabo una joven sobre “la microbiología que se desarrolla en las cuevas, y en la que estamos estableciendo paralelismos con la colonización de la Tierra e incluso de otros planetas como Marte”. O el estudio genético en bilogía molecular sobre la desaparición del oso pardo, entre otros. Trabajos apasionantes de gente joven que reconoció, sin embargo, “tiene po-cas perspectivas de futuro, ya que los proyectos y la contratación se están re-sintiendo con los recortes, y al final la plantilla investigadora se avejenta por-que no hay renovación, lo que supone un grave retroceso”.

En el acto académico fue recibido con el discurso de bienvenida del profesor Anto-nio Rigueiro Rodríguez. La intervención de Vidal Romaní no fue un relato muy denso porque no daría tiempo; explicó en ocho pasos cómo desde el periodo precámbrico se va conformando Galicia hasta ser como es hoy, cómo se van agregando piezas como en un rompecabezas hasta configu-rar lo que es la Galicia actual.

Siguiendo la entrevista de El Correo Gallego, dijo:

Por otra parte, y respecto a su labor al frente del Instituto Universitario de Xeo-loxía Isidro Parga Pondal, Vidal Romaní señaló que la línea de investigación se está centrando en analizar el Cuaterna-rio, en investigar los tiempos geológicos más recientes; tarea que el instituto

Es el editor científico de Cadernos do Laboratorio Xeolóxico de Laxe (con más de 700 trabajos sobre la geología de Galicia y los terrenos relacionados con ella) y Serie Nova Terra (en la que se recogen más de 37 tesis de doctorado sobre la geología gallega). Ambas publicaciones se encuentran disponibles en todas las bibliotecas de geología y aparecen referenciadas en los bancos de datos bibliográficos más importantes del mundo. Además, cabe destacar que los fondos bibliográficos legados por Isidro Parga Pondal han sido digitalizados, de forma que cualquier estudioso de la geología gallega puede tener acceso a ellos de forma gratuita a través de Internet.

Es revisor científico de las revistas Geomorphology, Geodinámica Acta, Geología Croática, Sedimentary Geology, International Journal of Osteoarcheology, Geogaceta, Cuaternario y Geomorfología, Tierra y Tecnología (ICOG), Litosphere. Earth Science Reviews.

Ha publicado 100 libros o capítulos de libros, 37 mapas geomorfológicos y 156 trabajos en revistas nacionales y extranjeras.

Su ámbito de trabajo está genéricamente dedicado al Cuaternario de Galicia, karst, pseudokarst en rocas graníticas, niveles marinos, glaciarismo, geomorfología y depósitos en ambientes graníticos. Además de en Galicia y en el resto de España (Canarias y Madrid) ha trabajado en Madagascar, Argentina, Australia, Suecia y Portugal.

Es miembro fundador de la Asociación Española de Estudio del Cuaternario, de la Sociedad Española de Geomorfología, en la que ocupó el puesto de presidente y vicepresidente (1994-1998), y miembro de la Comisión de Pseudokarst de la Unión Internacional de Espeleología (UIS 2010 hasta la actualidad). Es colegiado de honor del ICOG (2012), distinción que le fue otorgada por su dilatada carrera en el conocimiento de la geología de Galicia y en la defensa de la profesión de geólogo, así como en el constante apoyo al colegio cuando se le requirió; es el colegiado 91, lo que indica su fidelidad a la institución.

Además de su trabajo académico y científico se ha dedicado a la divulgación de la geología a nivel escolar y de enseñanza media, colaborando con la Asociación Española para el Estudio de Ciencias de la Tierra (AEPECT) o en la organización de Geolodías (2010, 2014, 2015).

Fue comisario de Geología en la Exposición Gallaecia Petrea (Ciudad de la Cultura 2012-2013).También es digno de mención su apoyo a las acciones en defensa del patrimonio científico geológico y geomorfológico de Galicia con especial énfasis en la minería a cielo abierto, de pizarras o metálica. Es colaborador ocasional de distintos periódicos gallegos (El Correo Gallego, La Voz de Galicia, Diario de Ferrol, El Progreso).

“La gente joven tiene pocas perspectivas de futuro, ya que los proyectos y la contratación se están resintiendo con los recortes, y al final la plantilla investigadora se avejenta porque no hay renovación, lo que supone un grave retroceso”

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Tertulia del Geoforo: ‘¿Hacia dónde van las Ciencias Geológicas?’

RUBÉN MARCOSEuropa Press

JOSÉ LUIS BARRERAICOG

YOLANDA GARCÍAICOG

EL 21 DE MAYO se celebró en la sede del ICOG una tertulia del Geoforo que, bajo el título ”¿Hacia dónde van las Ciencias Geológicas? La IUGS y los geoparques”, analizó el futuro de la profesión geológica desde la perspectiva de la Unión Interna-cional de Ciencias Geológicas y el papel de la Red Global de Geoparques como elementos dinamizadores de comunida-des locales.

La sala del ICOG estaba prácticamente llena (figura 1).

José Pedro Calvo Sorando, secretario general de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS), explicó que la IUGS es una organización no guberna-mental, detallando el funcionamiento de la institución, que agrupa a más de un millón de geólogos de todo el mundo en 120 países y constituye la mayor organi-zación dentro del Consejo Internacional de Ciencias (ICSU).

Uno de los productos más emblemáti-cos de la IUGS es el Mapa Cronoestrati-gráfico mundial (que describe los tiempos geológicos en los que se inscribe la historia

de la Tierra. Combina una escala numéri-ca que utiliza como unidad el millón de años y una escala que se expresa en uni-dades de tiempo relativas —escala cro-noestratigráfica—) que conocen todos los geólogos mundiales. También propicia y actualiza la clasificación mundial de las rocas plutónicas, además de otros están-dar de clasificaciones geológicas. Este or-ganismo tiene en marcha el programa “Future Earth”, con un periodo de dura-ción de diez o más años, en el que los geólogos, junto a otros profesionales, de-sempeñan un papel destacado. La IUGS se integra con varios de los temas que lleva “Future Earth” y también colabora con la UNESCO en su Programa Interna-cional de Geociencias y Geoparques. El Programa Internacional de Geociencias (IGCP) se nutre de la aportación de la IUGS y de la UNESCO, además de otros países como China y Suecia. Tiene cinco áreas esenciales: recursos geológicos, hidrogeo-logía, riesgos geológicos, cambio global y evolución de la vida, y Geodinámica.

La concesión y evaluación de los pro-yectos que se desarrollan en estas áreas se hace siguiendo criterios de importancia científica, equipos internacionales, capa-citación de los países implicados y coo-peración entre países desarrollados y no desarrollados. Como explicó Calvo Soran-do, la IUGS proporciona en la actualidad financiación para 18 proyectos de investi-gación en estas áreas.

Actualmente, el máximo representante de la IUGS en programas internacionales es el geólogo John Grozinger, que está colaborando en diversos proyectos de in-vestigación de Marte, desde el Caltech.

Calvo señaló que la investigación en Ciencias Geológicas se dirige, entre otros asuntos, a abastecer a la población mun-dial, cada vez más numerosa, de los ma-teriales y minerales necesarios para se-guir avanzando en el desarrollo de las tecnologías verdes (para reducir el impac-to del CO2) y del bienestar de la sociedad, Figura 1. Asistentes a la tertulia.

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tertulia geoforo | TERTULIA DEL GEOFORO: ‘HACIA DÓNDE VAN LAS CIENCIAS GEOLÓGICAS?’

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JOSÉ P. CALVO SORANDO

Doctor en Ciencias Geológicas, UCM (1978).Catedrático de Universidad (2001), en el Departamento de Petrología y Geoquímica de la UCM. Especialista en petrología y geoquímica de rocas sedimentarias, tanto en investigación básica como en sus aplicaciones industriales. Comenzó su actividad docente en la UPM (1974-1979) y, posteriormente, en el Departamento de Petrología y Geoquímica de la UCM, al que pertenece actualmente.Ha dirigido hasta la fecha ocho tesis doctorales y ha colaborado en más de 30 proyectos de investigación financiados, en varios de los cuales, especialmente a partir de 1995, ha

sido investigador principal.Es autor de más de 200 publicaciones en revistas de su especialización, tanto nacionales como internacionales, así como de capítulos de libros (en 2001, “Rocas industriales”, y en 2005, “Materiales de construcción”) y monografías. Las revistas del SCI en que ha publicado son: Palaeogeography, Palaeoclimatology and Palaeoecology, Journal Sedimentary Research, Sedimentology, Sedimentary Geology, Earth Planetary Science Letters, Chemical Geology, Journal of Geophysical Research o Geomorphology. Ha participado como docente en más de 40 cursos de especialización relacionados con sedimentología, evaluación y aprovechamiento de recursos o geología ambiental. Ha sido organizador destacado de varios congresos y reuniones científicas de carácter internacional y nacional.Presidente de la Sociedad Geológica de España (2001 a 2004) y secretario general de la International Association of Sedimentologists (2002 a 2010).Director general del Instituto Geológico y Minero de España (2004 a 2010) y presidente de la Comisión Nacional de Geología. En 2009, fue presidente de la Asociación Europea de Servicios Geológicos (EuroGeoSurveys). En agosto de 2014 fue elegido secretario general de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS). Desempeñará este cargo hasta septiembre de 2016.

LUIS ALCALÁ MARTÍNEZ

Doctor en Ciencias Geológicas (Paleontología) por la UCM. Titulado superior especializado del CSIC. Investigador Titular de los OPI del MEC.Director gerente de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis. Director del Museo Aragonés de Paleontología.Ha sido presidente de la Sociedad Española de Paleontología, vicedirector de Exposiciones y Programas Públicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC). Ha dirigido actuaciones paleontológicas en Teruel y en Peninj (Tanzania) y varios proyectos de investigación del Plan Nacional de I+D+i, de la FECYT y del Gobierno de

Aragón. Es director del Grupo Consolidado de Investigación FOCONTUR y dirige los Cursos Paleontología y Desarrollo de la Universidad de Verano de Teruel. Ha coordinado el City Partnership de la ciudad de Teruel en el proyecto europeo EU FP7-PLACES (Ciudades Europeas de Cultura Científica).Es creador y coeditor de la revista científica Journal of Taphonomy, creador y director del Premio Internacional de Investigación en Paleontología Paleonturology, de la serie de publicaciones divulgativas ¡Fundamental!, del blog Blogosaurio (El Mundo), del microespacio radiofónico Lógica Paleontológica (RNE), de las series de difusión paleontológica Fundamentos paleontológicos y Geopark Corner (Diario de Teruel) y de la serie Fosilerías (VerdeTeruel). Actualmente pertenece al Comité de Coordinación y al Advisory Committee de la European Geoparks Network, a la Global Geoparks Network Association, al Consejo Científico del Instituto de Estudios Turolenses, a la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural de Teruel, a la Comisión Asesora de Museos del Gobierno de Aragón, al Consejo de Administración de la Sociedad Gestora del Conjunto Paleontológico de Teruel. Es autor o coautor de 49 artículos científicos incluidos en publicaciones del SCI, de más de un centenar de artículos publicados en otras revistas científicas, de diez libros y de más de 50 contribuciones en publicaciones colectivas. Ha participado en la definición de 25 taxa de vertebrados (entre ellos, diez de dinosaurios).

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TERTULIA DEL GEOFORO: ‘HACIA DÓNDE VAN LAS CIENCIAS GEOLÓGICAS?’ | tertulia geoforo

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en ese territorio, el garantizar el buen uso de la marca Geoparque, etc.

Un geoparque tiene un control de cali-dad continuo. Luis Alcalá detalló que los geoparques se someten cada cuatro años a un examen exhaustivo para analizar sus progresos en seis áreas: protección del patrimonio, progreso en turismo sosteni-ble, educación, progreso en la economía local, visibilidad y apoyo financiero. Si el geoparque supera con éxito el examen, recibe una tarjeta verde que le permite seguir operando durante otros cuatro años. Si se detectan deficiencias en algu-na de las áreas, obtiene una tarjeta amari-lla que le permite operar durante dos años en los cuales debe subsanar las deficien-cias, para evaluarse posteriormente de nuevo. Si no lo hace, recibe una tarjeta roja y se produce su expulsión de la Red Global de Geoparques. Ha habido casos de geoparques expulsados, aunque no es una situación muy frecuente. Es una red con muchos controles y muy exigente.

Además de los geólogos, en los geopar-ques hay otros profesionales de áreas di-versas que colaboran en las tareas obliga-das por las normas de la Red Global.

Alcalá Martínez y Calvo Sorando con-cluyeron sus intervenciones afirmando que el objetivo común de la Red Global de Geoparques y de la IUGS es que dicha red sea reconocida por la UNESCO al mismo nivel que la lista de ciudades Pa-trimonio de la Humanidad y la red de Reservas de la Biosfera.

Al finalizar la tertulia, el presidente del Geoforo y los ponentes se hicieron la foto oficial (figura 2). «

sobre todo de los países en vías de desa-rrollo. La IUGS articula este objetivo a través del programa estrella de “Reabas-tecimiento de las generaciones futuras”, que pretende ir al año 2030 o 2050. Esto requiere una investigación detallada, en-tre otros temas principales, en el límite corteza-manto, para la búsqueda de nue-vos yacimientos minerales.

Otro de los objetivos prioritarios es, evi-dentemente, el de la divulgación de los proyectos y sus resultados. También es muy importante la investigación hidrogeo-lógica subterránea (en China, Brasil, Golfo de Guinea, etc.).

Calvo Sorando manifestó que hay una confluencia cada vez mayor entre la IUGS y la Unión Internacional de Geodesia y Geofísica (IUGG) hasta el punto de que, muy probablemente, dentro de ocho años, el Congreso Geológico Internacional se organice conjuntamente entre estas dos instituciones.

La IUGS cuenta con programas propios de investigación del suelo oceánico en los límites de placas para conocer la biosfe-ra del fondo marino y estudiar las fallas geológicas submarinas; se investiga igual-mente la formación de los continentes, la estructura del manto o la prevención de terremotos.

Para terminar, señaló que uno de los más vivos debates actuales en la comuni-dad geológica mundial se centra en la aceptación del periodo geológico Antropo-ceno. Este asunto, tan discutido y discuti-ble, se tratará en el próximo 35 Congreso Geológico Internacional que se celebrará en Sudáfrica.

Por su parte, el geólogo y paleontólogo Luis Alcalá Martínez resaltó que la IUGS es el organismo encargado de gestionar, en nombre de la UNESCO, la Red Global de Geoparques. En España, la Ley 42/ 2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad es la prime-ra que incluye la figura ambiental de los geoparques, aunque con cierta confusión entre los términos geoparque y parque geológico, a los que considera sinónimos. Geoparque es un territorio que tiene un patrimonio geológico de relevancia inter-nacional y que tiene una estrategia de desarrollo que implica a las comunidades locales. El geoparque se fundamenta en que tiene gente en su interior y que su compromiso es el desarrollo local y la protección. Explicó que este tipo de espa-cio puede ser muy útil para dinamizar

comunidades locales con dificultades de desarrollo económico. “No se trata sólo de proteger el patrimonio geológico, sino también de involucrar a las comunidades locales en su preservación y en su apro-vechamiento como recurso turístico y de transmisión de conocimiento”.

La Red de Geoparques se creó cuatro años antes en Europa. Esta Red Global cuenta en la actualidad con 111 geopar-ques repartidos en 32 países, principal-mente en Europa (64) y Asia, especial-mente en China (31). De hecho, España es, después de China, el país con mayor número de geoparques, con diez, que suelen tener poca ocupación humana. Hay geoparques muy extensos frente a otros más pequeños. Algunos implican 70 municipios, lo que hace más laboriosa la gestión. Hay nuevas solicitudes en Espa-ña que se estudiarán en reuniones poste-riores, aunque sólo se admiten dos pro-puestas por año.

Alcalá Martínez, coordinador del Co-mité Español de Geoparques, explicó la composición que tiene este comité. Hay dos representantes de cada geoparque (uno de ellos especialista en gestión te-rritorial; y otro especialista en ciencias de la Tierra). Dentro de este comité se soli-cita la participación de otros organismos oficiales responsables de los geopar-ques, como la Comisión Nacional Espa-ñola de Cooperación, la UNESCO y el IGME.

Las funciones de este comité son: la representación de los geoparques en un país, el análisis de las candidaturas, el asesoramiento a las personas interesadas

Figura 2. De izquierda a derecha, José Pedro Calvo, José Luis Barrera y Luis Alcalá.

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75 aniversario de la Agencia EFE

EL LIBRO ¡Extra, extra! Noticias y fotos insólitas de la Agencia EFE, que ha coor-dinado Diego Caballo (miembro de honor del ICOG), hasta hace unos meses redac-tor-jefe del servicio gráfico de la Agencia EFE, y del que son coautores, Daniel Ca-ballo, Víctor Ocaña y Pablo Maroto, todos ellos redactores también en el área gráfi-ca de la misma agencia, forma parte de las publicaciones que han venido salien-do con motivo del 75 aniversario de la creación de EFE.

El libro, cuyo prólogo está escrito por Miguel Ángel Gozalo, expresidente de EFE, y el epílogo por Javier de Montini, reportero de EFE en los años sesenta y posterior-mente director de la revista Lecturas en Madrid, recoge una amplia recopilación de casi doscientas noticias y cuarenta fotos, especialmente curiosas, publicadas por la agencia española, primera del mundo his-panohablante y cuarta del panorama mun-dial, desde su creación en 1939, como “Detenido en EE UU un hombre que trató de cobrar un cheque firmado por Dios”, “Un ‘muerto’ llega a tiempo para detener la ceremonia de su cremación”, “Condenado por robar dos vehículos para no llegar tar-de a una citación judicial”, “Madre de 81 años castiga a su hijo, de 61, sin paga por desobediente”, “Cura impone ‘tasa de for-nicación’ a novios que viven en pecado antes de casarse”, “Un niño chino de cuatro años mata a 443 pollos a gritos”…

“Estar, ver, oír, compartir y pensar son los cinco sentidos que siempre defendía

el escritor suizo F. Amiel. Las imágenes que recogemos son callejeras muchas de ellas; imágenes que suenan como en una canción de Sabina. No necesitan acompa-ñar un texto ni que un texto las acompañe. En todo caso, podríamos marcar la fecha y el lugar donde se hicieron o, como mucho más y no siempre, añadir el quién. No hay fotos de política ni de políticos, salvo un par de excepciones en las que aparece el rey don Juan Carlos I. Son fotos que refle-jan una situación creada, el orden aparen-te de todo lo que la compone y el disparo preciso de quien sabe ver donde otros sólo miran, como dice Diego Caballo.

De izquierda a derecha o de derecha a izquierda, porque no existe el orden. No es más, ni menos, que una colección de anécdotas con autonomía propia que deja el espacio suficiente para que cada lector (de imágenes y textos) construya su pro-pia conclusión y se divierta.

Miguel Ángel Gozalo, que presidió EFE desde 1996 hasta el 2004, quien prologa la primera parte del libro con el título “Cuando no es todo primera plana”, dice que “el periodismo se ocupa de más cosas que de la política. El periodismo no sólo es, como la novela para Stendhal, un espejo a lo largo del camino, sino el reflejo de la vida entera: la suma, inevitablemente caótica,

Presentación del libro Noticias y fotos insólitas de la Agencia EFE

el periodista R. Kapucinski, que es lo que más hacen los profesionales de EFE, pro-curando siempre informar, formar y entre-tener”, señala Diego Caballo, quien aña-de: “pretendemos fundamentalmente entretener. El libro quiere ser la noticia que relaja, la contra del periódico-papel, el párrafo de relax de la literatura farrago-sa. Pretende hacer sonreír y si acaso al-guna vez hacer pensar en medio de tanta tragedia y saturación informativa, que desinforma. Homenajeamos a los perio-distas de EFE que han sido capaces de pararse en el detalle curioso, en la noticia insólita, en la foto fugaz que se ve y se hace antes de que desaparezca”.

“Mira dos veces para ver lo justo. No mires más que una para ver lo bello”, dijo

De izquierda a derecha: el expresidente de la Agencia EFE Miguel Ángel Gozalo; el decano de la Facultad de Humanidades y CC. de la Comunicación, José Francisco Serrano Oceja; el periodista y coordinador del libro, Diego Caballo; y el periodista Javier de Montini en la presentación del mismo.

“Textos y fotos. Fotos y textos. Este libro se puede empezar por el medio, por el principio o por el final”

DANIEL CABALLO

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75 ANIVERSARIO DE LA AGENCIA EFE | sociedad

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de lo que nos pasa”. Justo eso es lo que se pretende en el libro: sumar vida, caos y lo que nos pasa a veces. Y Javier de Montini, reportero de EFE de 1965 a 1972, antes de pasar a la dirección de Lecturas, prologa la segunda mitad bajo el título “La curiosidad en el periodismo”, y escribe que “siempre nos ha venido, nos viene y nos vendrá muy bien alegrar la actualidad con la sonrisa o media son-risa de una historia divertida”.

Según los autores, llegaron al final sin estar seguros de qué título ponerle. El título es el escaparate, la red que se tira al lector para despertar su interés. Pero no hemos sido capaces de encontrar nada mejor que “Noticias y fotos insólitas”, con el antetítulo de ¡Extra, Extra!, que recuerda a otros tiem-pos, quizá a los años de inicio de EFE; al anuncio de algo extraordinario, que aquí no pretendemos. Y eso es lo que va a encon-trar el lector: noticias y fotos extras.

Este libro, que se presentó en febrero en la Universidad San Pablo CEU, fue presen-tado también en EFTI, Escuela de Fotogra-fía e Imagen el 24 de abril, forma parte del homenaje conmemorativo que se le rinde a EFE, escuela de periodistas y casa de míticos profesionales, en su 75 aniversario. “Lo hemos elaborado entre cuatro, pero los verdaderos autores son todos los periodis-tas que supieron intercalar la anécdota en forma de noticia o fotografía”, señalan los autores. «

Madrid, mayo de 1979. Un hombre descansa en un carro ante una pintada de “Arriba España”. EFE/Barriopedro.

Zaragoza, 19/6/1983. La grúa municipal de la ciudad retira de la circulación una mula que impedía el tráfico. Durante el trayecto hasta el depósito, los peatones observaron la curiosa imagen. EFE.

Nueva York, 22/9/2014. Una mujer visiblemente feliz, junto a la reina Letizia, que se fotografía con una alumna del colegio “Dos Puentes”, en Harlem, Nueva York. EFE/Ballesteros.

Santiago de Compostela, agosto de 2014. Un hombre permanece arrodillado frente a un cajero automático en una sucursal bancaria de Santiago de Compostela. EFE/Javier Lizón.

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Bicentenario de la batalla de Waterloo

De todos es conocida la genialidad táctica y militar de Napoleón Bonaparte (1769-1821). Tras su derrota en Leipzig, y la ocupación de París por parte de la Coalición, es exiliado a la isla de Elba. Estuvo un año hasta que escapó de la isla y se adentró en el corazón de Europa para alcanzar París y destronar a Luis XVIII, obteniendo el apoyo de las tropas francesas para volver a construir su imperio. Aquí comienza la Guerra de los cien días, y a miles de kilómetros, un volcán estaba a punto de estallar.

Palabras clave: Waterloo, Tambora, Napoleón, año sin verano, volcán, Guerra de los cien días.

CARLA DELGADO IGNACIOGeó[email protected]

ESTE AÑO DE 2015, se cumplen 200 años de la famosa e histórica batalla de Waterloo (municipio belga a unos veinte kilómetros de Bruselas), que enfrentó por un lado al ejército francés comandado por Napoleón y, por la otra, al conjunto de las tropas británicas, holandesas y alemanas dirigidas por el duque de Wellington y el ejército prusiano del mariscal de campo Gebhard Leberecht von Blücher. La bata-lla tuvo lugar el 18 de junio de 1815, so-bre un terreno margoso y arcilloso fácil-mente inundable. La derrota del ejército francés supuso el final de la Guerra de los

cien días y, con ella, el final de Napoleón, que fue obligado al exilio en la isla atlánti-ca de Santa Elena, donde murió seis años después.

Dos meses antes de tan conocida bata-lla, a más de 10.000 kilómetros de Water-loo, el estratovolcán Tambora, en la isla de Sumbawa, actual Indonesia, tuvo una colosal erupción, una de las mayores en la historia de la humanidad. El Tambora expulsó hasta 150 km3 de tefra (fragmen-tos sólidos de material volcánico expulsa-do, en este caso, traquiandesitas) a través de la columna eruptiva arrojada al aire durante la erupción, y unos 200 millones de toneladas de dióxido de azufre. La erupción produjo unas 71.000 víctimas mortales, causadas en su mayor parte por la posterior hambruna que padecieron los habitantes, ya que los gases y cenizas ardientes destruyeron por completo todos los cultivos, así como las enfermedades epidémicas posteriores. Además, provocó varios tsunamis en el archipiélago indone-sio, pudiéndose afirmar que fue una de las erupciones más catastróficas que co-nocemos en toda la historia.

¿Qué relación tienen ambos aconteci-mientos históricos? La gran densidad de gases y la cantidad de cenizas expulsados por el Tambora se desplazaron por todo el hemisferio norte durante los días siguientes.

El verdadero enemigo de Napoleón, el volcán Tambora

Figura 1. Grabado de Napoleón con sus generales en la batalla de Waterloo.

© Allnumis.com

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BICENTENARIO DE LA BATALLA DE WATERLOO | historia y geología

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el año sin verano, ya que la temperatura descendió varios grados a escala mundial debido a la reducción de la luz del sol y la oscuridad persistió por un prolongado periodo de tiempo.

Unas praderas húmedas cuya compo-sición geológica es fundamentalmente margo-arcillosa fue el terreno en el que se decidiría esta batalla, que las lluvias embarraron y encharcaron durante días. La noche anterior a la batalla, llovió mu-cho y el terreno se quedó totalmente embarrado. Ciertamente, ni Napoleón, ni sus adversarios, pensaron en algún mo-mento en el Tambora, ni en ningún vol-cán, sólo observaban la lluvia, sintieron el frío y el impedimento de marchar có-modamente por los campos de batalla totalmente embarrados. La artillería fran-cesa tenía una gran fama y era su mejor baza, pero las pesadas piezas no podían maniobrar en el fango y las balas de ca-ñón que rebotaban contra el suelo, en este caso, no resultaban tan efectivas. Sumado a ello, otra fortaleza del ejército francés residía en la caballería pesada, que se encontró con la incomodidad de mantener la posición y hacer avanzar a los caballos de manera ordenada. En vez de un ataque temprano y demoledor con el que acostumbraba Napoleón a sus adversarios, tuvo que posponerlo hasta media mañana para que el campo se secara. El tardío ataque otorgó al ejército prusiano, que marchaba hacia Waterloo, el tiempo suficiente para reunirse con Wellington y sumar sus fuerzas, que, claramente estaban en desventaja nu-mérica con respecto al ejército francés. Cuando llegaron al campo, Napoleón tuvo que dividir sus fuerzas ya que le amenazaban por varios flancos. La bata-lla se prolongó hasta las ocho y media de la tarde, hasta que Napoleón fue captu-rado y enviado al exilio.

El Tambora, hoy en día sigue activo, y la actividad sísmica de la zona está conti-nuamente controlada y supervisada por la Dirección de Vulcanología y Mitigación de Riesgos Geológicos de Indonesia. Su mo-nitoreo se realiza en el interior de la calde-ra, alrededor del cono de Doro Api Toi y, desde 2011, los niveles de alerta han aumentado, debido a un aumento de la actividad volcánica. Las zonas declaradas en peligro incluyen la caldera y los alrede-dores del volcán, hasta un área de 58,7 km, mientras que el área de cautela reco-ge los 185 km². «

Un apreciable cambio climático afectó a gran parte del planeta. La temperatura media ese verano descendió, y las nubes generadas en la atmósfera aceleraron las probabilidades de precipitación. Como

resultado hubo intensas y persistentes precipitaciones por toda Europa, incluida la zona del campo de batalla de Waterloo, así como una espesa niebla. El año si-guiente fue bautizado por la historia como

Así fue la erupción del Tambora. Algunas consecuencias

El 10 y 11 de abril de 1815, después de varios meses de exhalaciones gaseosas y crisis sísmica, el volcán Tambora entró en erupción. La erupción decapitó la mitad del volcán; antes de la erupción, el edificio volcánico tenía una altura de 4.330 m, al final, después de la gran explosión, se quedó en 2.850 m de altura.Los geólogos han estimado que el volumen de los piroclastos fue de 150 a 175 km³. En el mar aparecieron grandes superficies de material piroclástico, piedra, lo que afectó gravemente a la navegación durante los siguientes años.Los piroclastos, las nubes de ceniza y gases y los tsunamis, mataron a 12.000 personas de manera directa. Aparte, en las islas de Sumbawe y Lombok murieron 49.000 personas por hambre, pues las nubes de gases y ceniza destruyeron las cosechas.La erupción afectó gravemente el clima del mundo, que cambió de manera muy apreciable. En ese verano de 1815, se registraron bajadas de temperatura, intensas tormentas de nieve en lugares de latitudes altas y lluvias torrenciales en los trópicos y el ecuador. Los primeros registros que existen de tal fenómeno se dieron en Europa, principalmente en Londres; donde las puestas y salidas del sol se observaban muy naranjas, llevando las tonalidades naranjas, rojas, e incluso rosas.El año de 1816, el año después de la erupción, recibe en climatología el nombre de “El año sin verano”. Se contemplaba con asombro el comportamiento del extraño verano que había retrasado las vendimias del sur de Francia hasta los últimos días de octubre y las de la cuenca del Rhin hasta principios de noviembre. En París, se registraban en el mes de julio temperaturas medias inferiores en 3,5 ºC a las normales de aquel mes y, en agosto, estos valores eran casi 3 ºC más bajos.En el libro de José Luis Comellas Historia de los cambios climáticos se relata una curiosa anécdota consecuencia de este fenómeno:

“Las bajas temperaturas inutilizaron el órgano de la iglesia de san Nicolás en Oberndorf, Austria. Cuando llegó la Navidad, nadie había querido ir a las montañas del este de Salzburgo para reparar el instrumento, de modo que el párroco, Josef Mohr, escribió un villancico y recurrió a su amigo Franz Xaver Gruber para que le pusiera música, capaz de ser cantada sin acompañamiento por un coro. Así nació ‘Stille Nacht’ (que nosotros conocemos como ‘Noche de Paz‘), sin duda la canción de Navidad más conocida en el mundo entero. Lo que casi nadie sabe es que también fue hija de aquel frío extraordinario”.

Figura 2. El volcán Tambora en una perspectiva (Fuente: Google Earh).

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Mesa redonda con las propuestas medioambientales de los partidos políticos que optan a la Comunidad de Madrid

MANUEL RECIOEuropa Press

YOLANDA GARCÍAICOG

COMO VIENE SIENDO HABITUAL siem-pre que hay elecciones autonómicas o generales, el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) acogió el pasado 7 de mayo, en su sede central de la calle Ra-quel Meller de Madrid, una mesa redonda con la participación de PP, PSOE, IU, UPyD, Ciudadanos y Podemos, que pre-sentaron su programa medioambiental.

Todos los ponentes agradecieron al cole-gio la invitación de participar en el evento colectivo. En la sala había 25 personas y la sesión se retransmitió por streaming.

El debate estuvo moderado por Luis Suárez, presidente del Colegio de Geólo-gos, quien agradeció su presencia a todos los ponentes y destacó la importancia de celebrar este tipo de encuentros con políti-cos para conocer más de cerca sus pro-puestas en materia de medio ambiente.

En primer lugar, por orden de interven-ción, Luis del Olmo, del Partido Popular, consideró que el medio ambiente en Ma-drid es ya una “realidad consolidada” a pesar de los “alarmismos” de otros parti-dos. Para Del Olmo hay que tener en cuen-ta el papel de la Comunidad de Madrid como “eje vertebrador y de comunicacio-nes del país”. En su opinión, se produjeron “agresiones” durante el boom inmobiliario, pero hoy “el medio ambiente es un objetivo que nadie discute”, apostilló.

Por su parte, Francisco Martín, del PSOE, se mostró “orgulloso de tratar te-mas de política ambiental”. Habló de un “programa especial” para “desarrollar la

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MESA REDONDA CON LAS PROPUESTAS MEDIOAMBIENTALES DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS QUE OPTAN A LA COMUNIDAD DE MADRID | medio ambiente

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LUIS DEL OLMO FLÓREZ Partido Popular

Licenciado en Derecho por la UAM. Alcalde de Nuevo Baztán (2011-actualidad).

Portavoz de Medio Ambiente del GPP de la Asamblea de Madrid. Parlamentario durante las últimas 4 legislaturas e impulsor de numerosa normativa ambiental. Director de Gabinete de la Consejería de Medio Ambiente (1995-2003). Director general de Promoción y Disciplina Ambiental (2003-2008). Director de la FIDA durante los años 2008 y 2011. Ha participado en la elaboración de numerosas leyes de la comunidad como la Ley de Protección del Curso Medio del Río Guadarrama y la Ley de Residuos. Ha impulsado y promovido la Sierra de Guadarrama como Parque Nacional y participado en representación de la Administración General como miembro del Patronato de los PN de la Caldera de Taburiente y las Tablas de Daimiel. Ha sido primer coordinador nacional de medio ambiente de NNGG.

JOSÉ LUIS ORDÓÑEZ FERNÁNDEZIU

Licenciado en Ciencias Geológicas por la UCM, se especializó en la

aplicación de la geología a la minería. Fue miembro de la Junta de Gobierno del ICOG.Periodista especializado en economía y en transporte ferroviario. Desde 1987 hasta 2012 ha participado en la redacción de revistas como Ciudad Sostenible y Vía Libre. Además, ha sido editor de la publicación Anuario del Ferrocarril entre 1995 y 2010. Coordinador de la Asamblea de Profesionales de IUCdMadrid.Coordinador federal del Área de Ecología y Medio Ambiente de IU.Director general de Movilidad Sostenible de la Junta de Andalucía (junio 2012-2014).

FRANCISCO MARTÍN AGUIRRE PSOE

Ingeniero de Montes por la UPM, con estudios de Antropología Social y un

MBA en Comercio Internacional. Especialista en evaluación ambiental de Planes, Programas y Proyectos, tarea desempeñada en empresas públicas, privadas y como trabajador autónomo.Experiencia parlamentaria en apoyo a los portavoces socialistas de las Comisiones de Medio Ambiente y Mixta para el Estudio del Cambio Climático durante la IX Legislatura, y de asistencia al Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Madrid.Fue responsable del Proyecto de reconstrucción civil de la provincia de Badghis, Afganistán, durante 2012, en la misión ISAF de la OTAN. Jefe de Gabinete de Presidencia del Grupo Tragsa (2010-2011). Actualmente es el responsable de Relaciones Institucionales y Comunicación de la División Internacional del Grupo Tragsa.

ANA RODRÍGUEZ DURÁN Ciudadanos

Nacida en Alcalá de Henares, es licenciada en Ciencias Ambientales por la Universidad de

Alcalá. Candidata a la Asamblea de Madrid por Ciudadanos-C´s, en el puesto 19.

GABRIEL LÓPEZ LÓPEZUPyD

Diputado de UPyD en la Asamblea de Madrid.Licenciado en Ciencias Químicas por la

Universidad Autónoma de Madrid. Ha ejercido como profesional durante 25 años en la empresa privada, como técnico y directivo en sectores de alimentación, medicina y biotecnología, en Castilla y León, País Vasco y Madrid.Se afilió a UPyD desde el origen de la formación. Fue responsable de Formación y Participación Política en el órgano territorial de Madrid y coordinador de la Gestora Territorial de UPyD en Madrid. Desde 2008, es miembro del Consejo Político Nacional.Desde junio de 2011, es diputado de UPyD en la Asamblea de Madrid, donde ejerce como portavoz de su Grupo Parlamentario en la Comisión de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.

ELENA MÉNDEZ BÉRTOLO Podemos

Geógrafa. Experta en Ordenación del Territorio y Medio Ambiente. Trabaja en la gestión y

desarrollo técnico de proyectos de investigación financiados por la UE sobre desarrollo y explotación de tecnologías de eficiencia energética (SMART CITIES, en línea con los nuevos objetivos de la Comisión Europea para el Horizonte 20/20/20). Ha realizado diversas publicaciones y trabajos de consultoría en la planificación estratégica de las actividades humanas y su compatibilidad con el respeto al medio ambiente. Ha desarrollado labores de formación y educación social y ambiental, dirigida a Administraciones públicas, empresas privadas y fundaciones. Es candidata de PODEMOS a la Comunidad de Madrid.

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medio ambiente | MESA REDONDA CON LAS PROPUESTAS MEDIOAMBIENTALES DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS QUE OPTAN A LA COMUNIDAD DE MADRID

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del PP es una “energía adecuadísima” y Podemos propuso darle mayor importan-cia en el mix energético.

DEBATE CON EL PÚBLICO. COMPETITIVIDAD ENTRE PROFESIONALES Y PREVENCIÓN

En el debate, Carlos Martínez Navarrete, secretario del ICOG, preguntó al represen-tante del PP los motivos por los que la Direc-ción General de Industria no reconoce la competencia a los geólogos en los proyectos de investigación y explotación de aguas subterráneas y de sondeos geotérmicos de baja entalpía para la edificación, llegando incluso al plantear un recurso de casación ante el Tribunal Supremo ante el reconoci-miento de la competencia profesional de los geólogos, lo que interpreta que se trataría de un empleo de los fondos públicos para de-fender intereses particulares. El represen-tante del PP accedió a analizar el asunto y contestar en consecuencia, ya que era un tema de la Consejería de Industria más que de la de Medio Ambiente.

Nieves Sánchez Guitián, vicepresidenta de la FEG, sacó el tema del cambio climático y la prevención de riesgos geológicos. Por último, Manuel Regueiro, vicepresidente primero del ICOG, intervino para agradecer a los políticos su predisposición pero les pi-dió que dejen trabajar a los científicos en cuestiones como exploración de hidrocarbu-ros o técnicas polémicas como el fracking. A ese respecto, Luis Suárez, presidente del Colegio de Geólogos, recordó la postura del ICOG frente a la fracturación hidráulica y se puso a disposición de los políticos para im-plantar cuestiones como la prevención de riesgos geológicos, como el decálogo que el colegio elaboró para la prevención de riesgo sísmico en España.

Eran ya las 21:45 cuando se levantó la sesión. «

economía verde” en Madrid que podría crear “más de 40.000 empleos en ámbitos como el tratamiento de residuos o la reha-bilitación energética de edificios”. El PSOE cree en un “modelo sostenible”, “luchar contra el cambio climático” y “revertir las políticas medioambientales del PP”. “Sin ecología no hay economía”, reivindicó el portavoz del PSOE. Además abogó por re-cuperar la participación a través de “con-sejos ciudadanos del medio ambiente”.

José Luis Ordóñez, de IU, apostó por una energía generada desde el “ámbito local”. “No son necesarias las grandes centrales de generación y distribución de energía”, indicó el portavoz de IU. Para Ordóñez es necesario asumir los retos ecológicos ya que el mundo no es infinito. A su vez, plantean “potenciar más las energías limpias”. “Tenemos mucho po-tencial en renovables a pesar de los palos del Gobierno a esta energía”. Asimismo IU quiere impulsar “viviendas energéti-camente autosuficientes” a través de la energía fotovoltaica y la geotermia.

Para Gabriel López, de UPyD, es impor-tante “compatibilizar la defensa del medio ambiente con los intereses sociales”. Su partido cree que es necesario potenciar la “rehabilitación energética” en los edificios y apostar más por la “eficiencia energética”. El portavoz de UPyD criticó los “sobrecos-tes” de los reformados de proyectos por inadecuados estudios geotécnicos de in-fraestructuras y edificios. “La reforma de Metrosur y la línea 7 de metro supuso millo-nes de euros al erario público por una mala planificación del proyecto”, manifestó.

Ana Rodríguez, de Ciudadanos, habló de promover “nuevas políticas de rehabi-litación” para hacer viviendas más soste-nibles. Ciudadanos realizará medidas para “potenciar el autoconsumo”. Tam-bién propuso un “foro consultivo” de to-dos los agentes implicados en el medio ambiente con representantes de la “Ad-ministración, sector privado, comunidad científica y sociedad civil”, comentó.

Según Elena Méndez, de Podemos, en la Comunidad de Madrid se ha llevado a cabo un modelo de “grave estrés ambien-tal”. “Partimos de una muy mala situa-ción que ha puesto en riesgo la comuni-dad”, criticó Méndez. Podemos apuesta por la “reducción de la huella ecológica”, un “modelo de ordenación territorial sos-tenible” y “disminuir el impacto de la ac-tividad humana en el medio ambiente”. Asimismo, Podemos creará un “Plan de

Rehabilitación Energética” y un “Banco del Agua” para el desarrollo tecnológico y energético de Madrid, una de las pro-puestas estrella de su programa.

TURNO DE PREGUNTAS: FRACKING, ORDENACIÓN DEL TERRITORIO, GEOTERMIA

Con respecto a la fracturación hidráulica, uno de los temas que salió en el turno de preguntas, PSOE, IU y Podemos se mostra-ron “en contra” de esta técnica e incluyen en su programa considerar Madrid “región libre de fracking”, aunque la candidata de Podemos matizó que no es una oposición frontal sino que habría que estudiar cada caso. “Hay alternativas más seguras”, ex-plicó el portavoz del PSOE. Por su parte, PP, UPyD y Ciudadanos consideran que no hay que descartarla como una alternativa energética. La postura de Ciudadanos es de “cautela” por las “buenas perspectivas económicas y de independencia energéti-ca”. En la misma línea, se mostró UPyD quien habló de “una energía de transición” aunque “no tiene sentido que una comuni-dad se declare libre de fracking y otra no”, declaró. Para el PP debe regir el principio de precaución, “no nos cerremos” al frac-king, puede ser una buena solución a nuestra dependencia energética.

En relación a la ordenación del territo-rio, PSOE y UPyD propusieron modificar la ley autonómica del suelo; y Podemos apostó por “recuperar la iniciativa pública en la gestión del territorio”.

Algo en lo que todos los partidos coinci-dieron, aunque la candidata de Podemos no conocía bien este tipo de energía, fue en impulsar la energía geotérmica en Ma-drid, como ya se ha aplicado en algunas infraestructuras y edificaciones. Ciudada-nos habló de implantar “sistemas viables en edificios públicos”. Para el portavoz

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RECENSIÓN

Las aguas termales de Las Caldas de Oviedo

TÍTULOLas aguas termales de Las Caldas de Oviedo

AUTORManuel Gutiérrez Claverol

Año: 2014Páginas: 293Fotos: 260Editorial: Hifer Artes GráficasPrecio: 29,95 eurosVenta: principales librerías de Oviedo y en el Balneario de Las CaldasISBN: 978-84-16209-13-2D.L.: AS-2738-2014

EN LA PARROQUIA DE PRIORIO que se encuentra en el municipio de Oviedo, a 10 kilómetros de la capital, aflora un manantial al que se le atribuyen propiedades medici-nales.

La historia del Balneario de Las Caldas comenzó en 1772, bajo la dirección del arqui-tecto Manuel Reguera, con un proyecto en el que se llevó a cabo la canalización del agua termal, y la construcción de un edificio de baños y habitaciones para que los en-fermos pudieran hacer uso de sus aguas.

En el siglo XIX, el balneario se fue transformando y adaptando a los gustos del mo-mento; así, a principios del siglo XX, surgió el fenómeno del veraneo termal. A partir del primer tercio del siglo pasado, estos establecimientos sufrieron un declive progresivo, de forma que Las Caldas sólo permanecía abierto en la época estival.

Este interesante libro relata la historia del balneario ovetense, que cuenta con casi dos siglos y medio de vida, desde las construcciones preliminares de 1772 hasta la actuali-dad, convertido en Las Caldas Villa Termal.

La exposición contempla las características de las aguas termales, el establecimiento balneario, el funcionamiento de sus instalaciones, las costumbres sociales… Todo ello a partir de la consulta de documentos bibliográficos y de una exhaustiva investigación archivística.

Dedica una especial atención a los aspectos hidroquímicos del manantial, recogiendo las analíticas más actuales de sus aguas, el interés de su contenido en nitrógeno y la radiactividad que presentan, incluyendo modernas mediciones acerca de la concentra-ción de radón en las instalaciones balnearias. Asimismo ahonda en el origen del terma-lismo, situándolo en el contexto geológico regional.

La obra va ilustrada con una amplia documentación plástica compuesta por mapas, gráficos y fotografías antiguas y actuales que amenizan su observación y lectura. «

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RECENSIÓN

Manual de Cribado y Clasifi cación

TÍTULOManual de Cribado y Clasificación

AUTORÁngel García de la Cal

Fecha: 2015Páginas: 490ISBN/EAN: 9788493939199Precio: 50 Pedidos: Fueyo Editores, Tel.: 91 415 18 04

MUCHO SE HA ESCRITO sobre el sector de las explotaciones mineras, sobre el movi-miento de tierras, los áridos, la trituración y el lavado, pero no existía hasta la fecha un manual íntegro y específico que tocara de lleno el sector del cribado y la clasificación.

Ángel García de la Cal, un ingeniero con más de 25 años de experiencia en el sector de los áridos, ha sido la persona que se ha sumergido de una forma profesional, prácti-ca, didáctica y amena en el sector de la clasificación y el cribado de los áridos.

Sus años al frente del departamento de producción, y de operaciones posteriormente, en Tarmac Ibérica, y de director de minería y proyectos en Holcim, le acreditan como uno de los grandes conocedores del sector de la separación mecánica, por aire y por agua de los áridos y minerales.

En casi 500 páginas, Ángel García de la Cal ha publicado su último libro titulado Ma-nual de Cribado y Clasificación (Fueyo Editores), que consta de dos partes muy bien diferenciadas y perfectamente ilustradas con imágenes actuales, sencillas y muy expli-cativas. La primera parte está orientada al conocimiento de los principales tipos de cri-bas y los sistemas de cribado en vía seca y en vía húmeda.

Todo ello viene acompañado de los conceptos teóricos necesarios para su compren-sión, como es el caso de: teoría del cribado, la elección de la superficie, la elección del tipo de criba, el riego en las cribas, etc.

La segunda parte se enfoca al conocimiento de la clasificación hidráulica y neumática, a los equipos más importantes, su funcionamiento y los fundamentos teóricos que ayu-dan a comprender la complejidad de algunos de estos equipos. Además, se estudian en este tratado diferentes elementos auxiliares necesarios, tales como las bombas de agua, las redes de riego, los accionamientos, los ventiladores, etc. Este manual es de gran ayuda a la hora de optimizar el rendimiento de la maquinaria utilizada en los procesos de cribado y clasificación, a través de la correcta configuración de los diferentes pará-metros de trabajo.

El capítulo 1 de la parte de cribado comienza con unas referencias históricas de esta técnica, que arrancan en la Edad de Piedra y llegan hasta nuestros días, pasando por el antiguo Egipto, el Imperio Romano y el Renacimiento, para desarrollarse tecnológica-mente a partir de la Revolución Industrial. Estos equipos, que durante muchos años se utilizaron en el sector de la agricultura, para la separación del grano, es hoy en día fundamental en cualquier operación minera de áridos o minerales.

El libro pendiente del sector de los áridos

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MANUAL DE CRIBADO Y CLASIFICACIÓN | recensión

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El segundo capítulo se mete de lleno en el cribado mecánico. Dentro de la teoría del cribado analiza el rendimiento o eficiencia del cribado, el cálculo de la superficie de cribado, el espesor óptimo del lecho o capa de cribado, la elección de la luz de malla en función del tamaño de corte, los parámetros de las cribas y su optimización.

El siguiente capítulo habla de la elección de las superficies de cribado y de los tipos de superficies que se pueden montar en una criba. Así, analiza las parrillas de barras, las chapas perforadas, las mallas metálicas, las rejillas filtrantes, las superficies cribantes de poliuretano y otras superficies cribantes no descritas en ninguno de los puntos ante-riores. Se incluye también en este capítulo el control de las dimensiones de paso, las aplicaciones de las diferentes superficies de cribado, el análisis de costes en caso de desclasificación de las mallas, las especificaciones y las recomendaciones a la hora de operar con los paños de las cribas.

El capítulo 4 está íntegramente relacionado con las cribas. Comienza con la elección de la criba en función del material a cribar, para pasar a describir las cribas fijas y las cribas móviles, y continuar con los equipos para la clasificación opto-electrónica, el ac-cionamiento de las cribas y su mantenimiento con los diferentes tipos de engrasadores.

Las cribas con riego son el aspecto primordial en el capítulo 5. En él se analiza el sistema de lavado en cribas, la descripción de dicho sistema (tubos, tuberías, difusores, colectores, bombas, etc.), para continuar con un resumen de las acciones a tomar en la revisión del sistema de lavado y un ejemplo de cálculo de la red de lavado a instalar en una criba. El capítulo termina con un apartado específico de los trómeles lavadores de áridos.

La clasificación hidráulica se toca de lleno en el capítulo 6. Comienza con los princi-pios y pasa a analizar los hidroclasificadores de sedimentación simple, detallando los hidráulicos de cono, los hidroseparadores, los canales de clasificación y los clasificado-res mecánicos, y los de contracorriente, como son los de cono, doble cono, simple, múltiple, Fahrenwald, Spitzkasten, hidro-oscilador, Rheax y los jigs. Posteriormente se mete con los centrífugos, para continuar con los hidrociclones, y terminar con los avan-ces en los procesos de clasificación por vía húmeda.

El capítulo 7 está destinado a la clasificación neumática. Comienza analizando la teoría de este tipo de clasificación, para seguir con su eficacia y meterse de lleno con los diferentes tipos de clasificadores neumáticos, entre los que destacan los clasificadores de corriente de aire ascendente y los separadores por centrifugación. En esta capítulo se analizan todos los equipos que se comercializan, entre los que se encuentran los clasificadores en zig-zag, los separadores de corriente vertical ascendente, los ciclones, los filtros de mangas, los electrofiltros o precipitadotes electrostáticos. El capítulo conclu-ye con la comparativa de los filtros de mangas y electrofiltros, los equipos auxiliares en clasificación neumática, la teoría de los ventiladores centrífugos, la variación de potencia por arrastre de sólidos y las curvas características de un ventilador.

Una amplia bibliografía apoya los importantes conocimientos técnicos plasmados por el autor en este interesante manual. «

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RECENSIÓN

Cenozoic Deformation of Iberia

LA COLABORACIÓN CIENTÍFICA internacional se ha unido para dar lugar a los proyec-tos llamados Topo-Europe y Topo-Iberia, donde se enmarca la siguiente tesis en inglés, de la Universidad Complutense de Madrid y The Netherlands Research Centre for Inte-grated Solid Earth Sciences (ISES), cuyo autor es Javier Fernández Lozano. En ella, se establece una relación entre modelación análoga y el análisis espectral de datos topo-gráficos y de anomalía gravimétrica. Este método permite comprender los mecanismos de formación de relieves montañosos en zonas de interior de las placas, más concreta-mente en la zona central de la península ibérica, donde no existen datos geofísicos su-ficientes. Los numerosos esquemas, mapas, diagramas y fotografías a color ilustran perfectamente el contenido de la tesis.

Como introducción, se tratan las principales teorías propuestas sobre la formación de las principales cadenas montañosas de la península, su evolución tectónica y se resu-men los principales mecanismos de plegamiento y su relación con la fracturación a gran escala. Los análisis llevados a cabo sobre la superficie de los modelos obtenidos con este método muestran diferentes modos de deformación y se comparan con la zona central de España, llevando a cabo un análisis basado en el estudio del campo de desplaza-miento de las partículas. «

A model for intraplate mountain building and basin development based on analogue modelling

Edita: Instituto Universitario de Geología “Isidro Parga Pondal”Fecha de edición: 2014Páginas: 161Idioma: inglésISBN: 978-84-9749-602-5Contacto de compra: Juan Ramón Vidal Romaní[email protected]

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RECENSIÓN

Blueschist-facies rocks from the Malpica-Tui Complex (NW Iberian Massif)EL NÚMERO 47 de la serie NOVA TERRA, nos trae una investigación realizada en una tesis doctoral de la Universidad Complutense de Madrid y de la Université de Rennes, en inglés, cuya autora es Alicia López Carmona. Está centrada en el estudio detallado de la evolución metamórfica de las litologías de la Unidad de Ceán (Complejo de Malpica-Tui) mediante el cálculo de pseudosecciones P-T-X y modelizaciones petrológicas en relación al efecto del agua y del óxido de hierro férrico. Cuenta con gran cantidad de datos agrupados en gráficas, diagramas y tablas, así como ilustraciones y fotografías a color que ayudan a comprender lo descrito e investigado. Los resultados obtenidos per-miten estimar, entre otras, la edad del pico metamófico (363 Ma), la edad de comienzo de la tectónica extensional (337 Ma) y la velocidad de exhumación del complejo (2 mm/año). Se concluye que la Unidad de Ceán experimentó una evolución en facies de es-quistos azules por la subducción del margen norte de Gondwana bajo Laurussia al co-mienzo de la Colisión Varisca. «

Edita: Instituto Universitario de Geología “Isidro Parga Pondal”Fecha de edición: 2015Páginas: 299Idioma: inglésISBN: 978-84-9749-621-6Contacto de compra: Juan Ramón Vidal Romaní[email protected]

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independiente.• Los pies de figura se incluirán en una página

independiente dentro del archivo de texto.

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titulación que tenga, y a continuación se incluirán palabras clave (entre tres y cinco). Al final del artículo podrán incluir agradecimientos.

• El texto general estará dividido en epígrafes, pero NUNCA se comenzará poniendo la palabra ”Introducción”.

Bibliografía

Las referencias bibliográficas se reseñarán en minúscula,con sangría francesa, de la siguiente manera:

Barrera, J. L. (2001). El institucionista Francisco Quiroga y Rodríguez (1853-1894), primer catedrático de Cristalografía de Europa. Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, (40-41): 99-116.

El nombre del autor presentará primero su apellido, poniendo sólo la inicial en mayúscula, seguido de la inicial del nombre y del año entre paréntesis, separado del título por un punto.

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