timpanica
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II.- Revisión Bibliográfica
CAPITULO I
I.- Anatomía del oído medio y membrana timpánica
1) Anatomía del oído medio
1.1.- Definición
El oído medio está alojado en el hueso temporal y, en esencia, es el pequeño espacio
lleno de aire que se conoce como cavidad timpánica. Se halla tapizado por una fina
membrana mucosa y se comunica con la nasofaringe por medio de la trompa auditiva.
La parte superior de la cavidad timpánica se halla comprimida de lado a lado está
inclinada hacia fuera. La pared lateral de la cavidad presenta la membrana timpánica.
La pared medial está formada por la parte petrosa del hueso temporal, que aloja el
oído interno. Presenta dos ventanas (fenestrae) que en el estado natural se hallan
cerradas y a través de las cuales los estímulos mecánicos producidos por las ondas
sonoras entran en el oído interno para su conversión en impulsos nerviosos. La
ventana vestibular, más dorsal, conecta la cavidad timpánica con el vestíbulo del oído
interno. En el animal vivo está ocupada por el estribo, que es el más medial de los
huesillos auditivos. La otra, la ventana coclear, conduce a la cavidad de la cóclea. Está
cerrada por la fina membrana timpánica secundaria. En la parte ventral respecto de las
dos ventanas la pared medial se abulta sobre la cóclea formando el promontorio.
La cavidad timpánica se puede dividir en las partes dorsal, media y ventral. La parte
dorsal (receso epitimpánico) está encima del nivel de la membrana timpánica.
Contiene la cadena de huesillos auditivos y los dos músculos asociados con ellos. La
parte media comprende la membrana timpánica en su pared lateral y se abre
rostralmente en la nasofaringe por medio de la trompa auditiva. La parte ventral es una
prolongación bulbosa agrandada del hueso temporal que se conoce como ampolla
timpánica (bulla timpánica). Aunque no se conoce con certeza la función de la ampolla,
que en algunas especies domésticas está subdividida en numerosas celdas óseas, se
sugirió que mejoraría la percepción de los sonidos de frecuencias muy bajas y muy
altas. [1]
[1] www.uco.es/anatomiayanatpatologica/15/05/2010-2:25pm
1
1.2.- Partes del oído medio
El oído medio comprende:
La caja timpánica.
Los huesecillos del oído.
Los músculos de los huesecillos.
Las celdas mastoideas.
La trompa de Eustaquio.
1.2.1.- Caja timpánica
La caja timpánica es un espacio aproximadamente oblongo (como una lente
bicóncava) tapizado completamente por mucosa.
Esta pequeña cavidad está llena de aire, y gracias a la Tuba Auditiva, se comunica
con las fosas nasales, permitiendo que la presión de aire contenido en la caja
timpánica sea la misma que la del ambiente. [1]
La tuba cuenta con paredes o caras, que están ordenadamente apiladas unas sobre
otras y al efectuarse el acto de deglución se separa para dejar entrar aire nuevo en el
oído medio. La caja consta de seis caras o paredes (techo, suelo y cuatro paredes) y
son las siguientes:
1. La cara externa o pared lateral (membranosa): Está creada casi en exclusiva
por la convexidad picuda de la membrana timpánica, por lo que la ocupa casi
en su totalidad. La parte superior la forman la pared ósea lateral del receso
epitimpánico. El manubrio del martillo se encuentra en la membrana timpánica
y la cabella se extiende hasta el receso epitimpánico.
2. La pared medial o laberíntica: Es la que separa la cavidad timpánica del oído
interno. Se caracteriza por tener el promontorio de la porción inicial (1a espiral)
de la cóclea, es decir, el saliente de la espiral basal del caracol. Asimismo, se
encuentran las ventanas laberínticas: Oval y Redonda; y el nervio facial (VII
par) que atraviesa toda la caja muy cerca de la ventana oval y adyacente aél la
impresión del canal semicircular lateral
2
[1] www.uco.es/anatomiayanatpatologica/15/05/2010-2:25pm
3. La pared superior o Tegmen Tympani : Lo forma una fina lámina de hueso, que
separa la cavidad timpánica de la duramadre en el suelo de la fosa cerebral
media.
4. La pared inferior o Pars Yugularis: Lo forma una capa de hueso que separa la
cavidad timpánica del bulbo superior de la vena yugular interna.
5. La cara anterior o carotidea: Es la que separa la cavidad timpánica del
conducto carotídeo o arteria carótida. En la porción superior se encuentra el
orificio interno de la trompa auditiva y el conducto para el músculo tensor del
tímpano.
6. La cara posterior' o mastoidea: Es la que está en comunicación con el antro y
las celdas mastoideas mediante el aditus ad antrum (es decir, el espacio de
entrada o acceso que comunica el antro mastoideo con el receso
epitimpánico).[2]
1.2.2.- Huesecillos del oído
El oído medio cuenta con 3 osículos o huesecillos: Martillo, Yunque y Estribo, aunque
algunos autores incluyen un cuarto huesecillo denominado Lenticular. Tienen como
objetivo conectar la membrana timpánica con la ventana oval, siendo éstos el medio
normal para la transmisión del sonido a través del oído medio.2 Estos huesecillos son
los más pequeños del cuerpo, con un peso muy pequeño: Martillo (22-24 mg), Yunque
(25 mg) y Estribo (2 mg). [2]
Los huesecillos del oído forman una cadena en la cavidad timpánica que va desde la
membrana timpánica hasta la ventana oval, una abertura ovalada en la pared medial
de la cavidad timpánica que lleva hasta el oído del vestíbulo interno (laberinto óseo).
Se cierra con la base del estribo. Los huesecillos son los primeros huesos que se
osifican por completo durante el desarrollo, y al nacer se encuentran casi maduros. El
hueso del que derivan es muy denso (duro). El martillo se inserta en la membrana
timpánica y el estribo ocupa la ventana oval. El yunque esta situado entre ambos
huesecillos y se articula con ellos, esto lo convierte en el hueso más débil de la
cadena, ya que no posee un musculo o nervio de sosten. [2]
3
[2] Modelo Electroacústica Análogo del Oído. Consultado el 11-05-2010. El oído
medio, funcionalidad y partes
1.2.3.- Músculos asociados con los huesecillos del oído
Existen dos músculos asociados a los huesecillos del oído que amortiguan y revisten
los movimientos de los huesecillos del oído.2 Uno de ellos amortigua además los
movimientos (vibración) de la membrana timpánica. Estos músculos son:
El músculo del estribo o músculo estapedio, inervado por un nervio llamado
nervio facial o par craneano VII.
El músculo tensor del tímpano o músculo del martillo, inervado por un nervio
proveniente del ganglio óptico perteneciente al par craneano V o nervio
trigémino.
Ambos músculos protegen el oído interno de los ruidos intensos y súbitos que pueden
causar lesiones. [2]
1.2.4.- Celdas mastoideas
Las Células o celdillas mastoídeas, están representadas por cavidades irregulares del
hueso temporal (Antrum) y su papel en el fenómeno de la audición no se conoce con
exactitud, aunque parecen servir para aumentar la cavidad de la caja timpánica.1
El hueso temporal en el que se formarán las celdas mastoideas al principio está
formado por peñasco, escama y porción timpánica. Estos huesos se sueldan unos a
otros alrededor de la 1° hendidura branquial, que formará la mucosa del oído medio.
Desde el punto de vista anátomo-patológico, el hueso temporal se divide en 3
porciones:
Mastoides o apófisis mastoidea, situado por detrás del conducto auditivo
externo y la caja.
La Paramastoides escamocigomática, formado por las raíces del cigoma y la
escama.
La paramastoides petrosa o peñasco, que contiene el laberinto. [2]
4
[2] Modelo Electroacústica Análogo del Oído. Consultado el 11-05-2010. El oído
medio, funcionalidad y partes
1.2.5.- Trompa auditiva
La Trompa de Eustaquio o conducto faringotimpánico conecta la nasofaringe con la
caja timpánica. Tiene dos porciones:
Interna o cartilaginosa que mide 24 mm de longitud.
Externa u ósea que mide 12 mm.
La trompa comunica la cavidad timpánica con la nasofaringe, donde se abre detrás del
meato inferior de la cavidad nasal. El tercio posterolateral de la trompa es óseo, y el
resto, cartilaginoso. La trompa auditiva está tapizada con una membrana mucosa que
se continua por detrás de la cavidad timpánica y por delante con la nasofaringe. En su
lumen está constituido por epitelio cilíndrico ciliado de tipo respiratorio y glándulas
seromucosas. [2]
La misión de la trompa auditiva consiste en igualar las presiones del oído medio con la
atmosférica, para que la membrana timpánica se mueva sin problemas. Al dejar que el
aire entre y salga de la cavidad timpánica, esta trompa equilibra la presión a ambos
lados de la membrana. Como las paredes de la porción cartilaginosa de la trompa
suelen estar opuestas, es necesario abrir de manera activa la trompa. El vientre
ensanchado del músculo elevador del velo del paladar, cuando se contrae, abre la
trompa porque empuja una de sus paredes mientras el músculo tensor del velo del
paladar tira de la otra. Como éstos son músculos del paladar blando, la igualación de
presiones ("taponamiento de los oídos") es algo común en actos como el bostezo y la
deglución. [2]
Las arterias de la trompa auditiva derivan de la arteria faríngea ascendente, rama de la
arteria carótida externa, y de la arteria meníngea media, así como de la arteria del
conducto pterigoideo, ramas de la arteria maxilar. Las venas drenan en el plexo
venoso pterigoideo. Los nervios de la trompa auditiva provienen del plexo timpánico,
formado por fibras del nervio facial y glosofaríngeo. La trompa recibe además fibras
del ganglio. [2] Ver anexo 1.
5
[2] Modelo Electroacústica Análogo del Oído. Consultado el 11-05-2010. El oído
medio, funcionalidad y partes
2) Anatomía de la membrana timpánica
2.1.- Definición
Membrana fibrosa, delgada, elástica y semitransparente, situada en el fondo del CAE
(Conducto auditivo externo), que separa éste de la caja del tímpano. [3]
2.2.- Partes de la membrana timpánica
Se considera formada por dos partes desiguales: la pars tersa (o tensa) inferior y la
pars flácida superior. [3]
2.2.1.- Pars tensa.
Esta parte del tímpano está constituida por una membrana fibrosa, elástica, espesa y
resistente, bien extendida, poco móvil y que se interpone entre el CAE y la caja. En
realidad es la membrana timpánica propiamente dicha. [3]
a) Forma
Tiene forma discoide, u oval, con un punto central u ombligo. No es perfectamente
plana, sino que se va deflexionando unos 2 mm., desde la periferia hacia el ombligo,
como apuntando hacia el promontorio, tomando en su conjunto una forma cóncava. [3]
b) Dimensiones.
Las dimensiones medias son:
- Altura 10 mm.
- Anchura: 9 mm. Se considera que su diámetro medio es de 8 a 10 mm.
- Espesor: 0,1 mm.
- Superficie 65 mm².
[3] www.otorrinoweb.com/16/06/10-8:52pm6
c) Orientación.
Varía muy poco según los individuos y la edad.
Está casi en posición horizontal durante la vida embrionaria y se va enderezando con
el desarrollo del cráneo, para situarse mirando hacia abajo, hacia delante y hacia
fuera. El ángulo de inclinación con el plano horizontal es en el recién nacido de 30-35º
y en el adulto de 40-45º. En el recién nacido el CAE es muy oblicuo hacia abajo y
hacia adentro, ya que la porción ósea casi falta. Esta inclinación del conducto hace
que dé la impresión de que la membrana timpánica está casi en un plano horizontal.
[3]
d) Inserción.
Se inserta sobre una ranura ósea semicircular denominada surco timpánico, que
discurre a lo largo de fondo interno del hueso timpánico. El borde externo de este
surco es más alto que el borde interno siendo éste sólo visible por dentro.
La membrana se amarra a esta ranura por la periferia de su cubierta fibrosa que se
engruesa en forma de ligamento anular, denominado ligamento de Gerlach o annulus
fibrosus. Este anillo supone las cuatro quintas partes del orificio óseo que separa el
oído externo del medio.
El anillo discurre ascendiendo por los dos bodes del tímpano y al llegar a la pars
flácida, se dirige hacia abajo, hacia la apófisis corta del martillo, formando dos
cordones, uno a cada lado, que son los ligamentos tímpano-maleolares anterior y
posterior. [3]
e) Estructura
Está formado por tres capas de tejido diferente:
-Cubierta cutánea externa, que se continúa directamente con la piel del CAE. Muy
delgada.
-Capa fibrosa intermedia. Solo existe en la pars tensa, faltando en la flácida.
-Capa mucosa interna. Es continuación de la mucosa de la caja y tapiza la capa
fibrosa. En la zona que recubre a los ligamentos tímpano-maleolares forma los
repliegues tímpano-maleolares anterior y posterior de Tröltsch. [3]
7
[3] www.otorrinoweb.com/16/06/10-8:52pm
2.2.2.- PARS FLACIDA.
También denominada membrana flácida de Shrapnell, representa la porción de la
membrana situado por encima de los ligamentos tímpano-maleolares. No está
inclinada como el resto del tímpano, sino que está casi vertical. Su superficie es la
décima parte que la pars tensa.
Se inserta por arriba en la porción libre del espolón de de la escama del temporal o
segmento de Rivinus, a nivel del surco o escotadura de Rivinus, es la parte que
completa, junto con el hueso timpánico, el orificio óseo de entrada a la caja. [3]
a) Forma.
Tiene forma triangular cuyo vértice inferior se corresponde con la apófisis corta del
martillo. Su altura alcanza los 2-3 mm. [3]
b) Estructura.
Es más delgada que la pars tensa. Está formada por dos capas, estando ausente la
cubierta fibrosa media, lo que explica su poca resistencia y su gran laxitud. Es
prominente en su cara externa y hace una depresión en su cara interna, denomina
bolsa de Prussak.
En la parte superior de la pars flácida existe un pequeño orificio osteomembranoso
denominado foramen de Rivinus, situado por debajo del borde del muro del ático,
aparece como una pequeña hendidura negra. [3]
CARA EXTERNA.
La membrana timpánica normal es semitransparente y de coloración gris-brillante.
La apófisis corta del martillo se ve netamente en su parte superior en forma de un
pequeño surco blanco y redondeado.
Los relieves formados por los ligamentos tímpano-maleolares apenas son esbozados.
El mango del martillo dibuja una banda blanquecina, oblicua hacia abajo y hacia atrás,
que va desde la apófisis corta hasta el ombligo, donde termina.
El ombligo no es exactamente el centro del tímpano, ya que el centro está un poco por
debajo y por detrás.
8
[3] www.otorrinoweb.com/16/06/10-8:52pm
En su exploración puede observarse un reflejo luminoso con forma triangular que nace
en el ombligo y se dirige hacia delante y hacia abajo.
Para la descripción del tímpano, especialmente al referirse a sus lesiones, se divide
topográficamente en cuatro regiones o cuadrantes, delimitados por dos líneas, una
horizontal y otra vertical, ambas se cruzan en el ombligo. Estas líneas delimitan y
diferencian dos cuadrantes superiores: supero-externo y supero-interno, y dos
cuadrantes inferiores, infero-externo e infero-interno.[3]
CARA INTERNA.
En la cara interna se pueden identificar:
- El relieve que hace el mango del martillo hacia la cavidad timpánica.
- El ligamento anular de Gerlach, bajo la forma de un anillo blanquecino.
- Los repliegues tímpano-maleolares de Tröltsch, que en esta cara son más
prominentes por el relieve de la cuerda del tímpano. La cuerda del tímpano circula
entre dos repliegues de mucosa pasando por el cuello del martillo. El repliegue anterior
contiene además la apófisis corta y el ligamento anterior del martillo. [3]
2.3.- VASCULARIZACION E INERVACIÓN.
2.3.1.- Arterias.
Forman dos redes, una subdérmica y otra submucosa. Ambas redes se anastomosan
a través de abundantes ramos perforantes.
La red subdérmica está formada por prolongaciones de las arterias del CAE. En su
trayecto los ramos arteriales convergen todos sobre el ombligo. Entre estas arteriolas
hay una o dos más grandes que provienen de la pared póstero-superior del conducto y
que descendiendo llegan hasta el ombligo, normalmente por detrás del mango del
martillo, y de estas arterias nacen ramas que se dirigen radialmente hacia la periferia.
La red submucosa recibe sus ramas provenientes de las arterias timpánicas y de la
arteria estilomatoidea. [3]
9
[3] www.otorrinoweb.com/16/06/10-8:52pm
2.3.2.- Venas.
Forman dos redes, como las arterias, la subcutánea y la sumucosa, con anastomosis
entre ambas.
La red subcutánea drena por una parte hacia el ombligo, a través de la vena satélite
del mango del martillo, y por otra parte hacia la periferia. Esta red comunica de esta
forma con las venas cutáneas del CAE que son tributarias de la yugular externa.
La red submucosa desemboca en torno a la trompa y alcanza el plexo pterigoideo y el
seno transverso mediante las venas durales. [3]
2.3.3.- Linfáticos.
Drenan en los ganglios parotídeos y laterales profundos del cuello. Los linfáticos
submucosos son tributarios de los ganglios retrofaríngeos. [3]
2.3.4.- Nervios.
Forman numerosos plexos.
Los nervios subcutáneos son prolongación de los del CAE, que provienen a su vez del
nervio aurículo-temporal del vago y del intermediario de Wrisberg. El tímpano es el
territorio final del área de Ramsay-Hunt.
Los nervios submucosos provienen del nervio de Jacobson, rama del glosofaríngeo.
[3]
10
[3] www.otorrinoweb.com/16/06/10-8:52pm
CAPITULO II
TRAUMATISMOS DE LA MEMBRANA TIMPANICA
2.1.- Etiología.
Las lesiones de la membrana timpánica pueden presentarse, como exclusivamente
timpánicas o ir asociadas a otras lesiones del oído medio e interno en el transcurso de
los traumatismos del mismo. La lesión producida puede ser desde una simple
inflamación, hasta roturas más o menos importantes, afectando siempre a la pars
tensa.
Un tímpano debilitado por una enfermedad previa, lesionado en su capa media fibrosa,
es más débil ante el trauma.
Lesiones iatrógenas: son las más comunes, estando casi siempre producidas al
extraer tapones de cerumen con agua a presión. Para evitarlo se ha de procurar que la
embolada no se ejerza directamente sobre la membrana, dirigiendo el chorro sobre la
pared posterior o superior del CAE.
Traumatismos directos de cuerpos sólidos contra la membrana: introducción en CAE
de objetos para limpieza o arrascado; entrada casual o profesional de objetos, como
chispas de soldadura o cáusticos que producen quemaduras. La perforación en estos
casos suele ser posterior, por ser la zona más accesible directamente desde el
exterior.
Blast auricular: ver próximo capítulo. El blast más frecuente es la bofetada producida
por un golpe fuerte que tapa herméticamente el meato auditivo incrementando
bruscamente la presión por compresión en el interior del CAE, lo que puede ocasionar
la rotura timpánica. Para que se llegue a producir rotura, es necesario que se alcancen
en el interior del CAE 0´5-1´5 KPa de presión. La perforación suele ser anteroinferior.
Fracturas de la base del cráneo: fracturas longitudinales de hueso temporal. [4]
2.2.- Clínica.
Dolor de intensidad variable, según la causa determinante, casi siempre muy intenso,
pero no persistente. [4]
[4] http://www.estudiandooptica.com/audiologia/fisiopatologia.pdf/11/06/10-6:35pm
11
Otorragia, en general escasa. Sensación de taponamiento e hipoacusia.
Acúfenos, vértigo agudo, debido a movilización de la cadena o al tipo de trauma, no a
la perforación en si.
Acúfenos, vértigo agudo, debido a movilización de la cadena o al tipo de trauma, no a
la perforación en si. [4]
2.3.- Exploración.
Se ha de hacer bajo microscopio, pudiendo aparecer una simple congestión de la
membrana, un hematoma, o bien una perforación. Esta última puede aparecer como
puntiforme perfectamente redondeada (traumatismo directo), irregular con bordes
angulosos y puntiagudos (blast), o bien grandes perforaciones con pérdida de
sustancia considerable.
Es frecuente que en las primeras 48 horas se retraiga aumentando de tamaño. [4]
2.4.- Pruebas complementarias.
▪ Audiometría: revela una hipoacusia más o menos importante de tipo transmisivo
afectando fundamentalmente a las frecuencias graves. Con esta exploración se
descartan otras posibles lesiones asociadas de cadena osicular o de oído interno. Si
se asocia con lesión de cadena osicular la hipoacusia de transmisión puede ser
importante y si hay un componente perceptivo seria debido a lesión asociada de oído
interno. [4]
2.5.- Pronóstico.
En general suelen tener buen pronóstico al ocurrir sobre membranas sanas. La
capacidad de cicatrización está en relación, ante todo, con el tamaño de la perforación;
así se considera, que cuando el área timpánica afectada por una perforación supera el
30% de la superficie, o cuando está afectado el annulus, las posibilidades de
cicatrización son pocas y menos cuanto más anciana es la persona. El 90% curan
espontáneamente y el 10% requieren cirugía. [4]
[4] http://www.estudiandooptica.com/audiologia/fisiopatologia.pdf/11/06/10-6:35pm
12
2.6.- Tratamiento.
Siempre limpieza del CAE de todo material posiblemente contaminante, coágulos y
restos de tejido desvitalizado. Se han de aconsejar cuidados higiénicos otológicos:
- Impedir la entrada de agua o de otros contaminantes. Se ha de tener en cuenta
que la perforación traumática de cualquier causa puede dar lugar a OM.
- No sonarse con fuerza ni contener el estornudo, actos que conllevan el riesgo de
infectar el oído a partir de la nasofaringe.
- No ocluir el CAE con tapones o algodón.
Perforaciones pequeñas: no requieren más tratamiento y en general su pronóstico es
muy bueno, cerrando espontáneamente cuando no son marginales y la pérdida
desustancia es muy pequeña. El tiempo de cierre está condicionado al tamaño de la
misma, siendo más rápido en las posteroinferiores a causa del flujo migratorio epitelial.
No tiene ningún sentido el utilizar gotas antibióticas que pueden servir como
mecanismo para la introducción de microorganismos. Tampoco es necesario
antibioterapia por vía general sino hay signos infecciosos. Si a las cuatro semanas no
ha cerrado, se pueden dar unos toques en el borde de la perforación con ácido
tricloroacético, repitiéndose una vez por semanas los toques hasta que se logre la
curación o resulte evidente el fracaso, en cuyo caso puede realizarse una
miringoplastia poco invasiva tipo "fat plug" o "paper-patch".
Perforaciones grandes: como en las pequeñas sólo cuando los rebordes de la
perforación aparecen invertidos o evertidos se puede realizar, con la suficiente asepsia
y bajo control microscópico, una manipulación de los mismos para afrontarlos, ya que
en lesiones con bordes irregulares, es más probable que la perforación no cierre de
forma espontánea. En estas perforaciones se ha propuesto la colocación de una
lámina de gelfoam reabsorvible sobre la lesión para que actúe favoreciendo la
regeneración.
La perforación se ha de examinar a las 3 semanas que es el tiempo medio de cierre.
Se considera secuela cuando no ha cerrado a las 12 semanas, si bien todavía existen,
aunque mínimas, posibilidades de cierre hasta los dos o tres meses. Se aconseja
esperar un plazo de 3-6 meses antes de decidir una miringoplastia reparadora. [4]
[4] http://www.estudiandooptica.com/audiologia/fisiopatologia.pdf/11/06/10-6:35pm
13
CAPITULO III
PATOLOGIA TIMPANICA
El tímpano constituye un elemento de todo un sistema, por lo que las enfermedades
aisladas de éste no son muy frecuentes, así tendremos: la miringitis vesicular o bulosa,
la miringitis granulomatosa, las calcificaciones intratimpánicas y las cicatrices limitadas
de las membranas secundarias a traumatismos curados de ella y secuelas de
procesos inflamatorios.
Describiremos las más comunes en la práctica diaria, a las restantes le corresponde
un estudio más especializado. [5]
3.1.- Miringitis vesicular o bulosa
Es un cuadro agudo, en muchas oportunidades resulta difícil de diferenciar de la otitis
media aguda bacteriana, al igual que ella es de aparición súbita, acompañada de
otalgia más o menos intensa y acúfenos; sin embargo, al contrario de la infección
bacteriana del oído medio, la fiebre suele estar ausente.
El diagnóstico se establece por la otoscopia, la cual es patognomónica, la membrana
timpánica presenta unas bulas o vesículas llenas de un contenido hemático, limitadas
a la capa epitelial; por lo que dichas bulas aparecen en diferentes estadios, es decir
algunas coleccionadas a tensión y otras han estallado dejando salir su contenido
hemático. [5]
a) Tratamiento
Por tratarse de una entidad benigna recomendamos una conducta no invasiva, es
decir no intentar puncionar las vesículas u ampollas ya que se pueden infectar
secundariamente, indicaremos analgésicos, sedantes, y queda a criterio del médico en
los casos en que se sospeche la infección secundaria el uso de antibióticos. [5]
[5] http://www.encolombia.com/avamedivol212000-patologia1.htm
14
3.2.- Miringitis granular crónica
Es una inflamación crónica de la membrana timpánica, que se confina al estrato
pavimentoso y es muy rara. Es de etiología desconocida y su evolución es indolora,
ocasionalmente produce prurito, otorrea e hipoacusia. La masa de granulación se
acumula sobre la superficie de la MT y en la porción medial del CAE, causando
drenaje persistente y humedad por muchos años. A veces el proceso es reversible y
con frecuencia requiere el uso de gotas óticas antiinflamatorias, antibióticos sistémicos
y cauterización con ácido tricloroacético al 50%. [5]
3.3.- Otitis media
La inflamación del oído medio recibe el nombre de otitis media. Cuando el origen de la
inflamación es infeccioso, los médicos le suelen llamar "otitis media aguda", en
contraposición a otra infección de oído bastante frecuente, la otitis externa, también
conocida como "oído de nadador”. La otitis media aguda es la presencia de fluido,
típicamente pus, en el oído medio con síntomas de dolor, enrojecimiento del tímpano y
posiblemente fiebre. [6]
Otras formas de otitis media son o bien más crónicas (el fluido está presente en el oído
medio durante seis semanas o más) o el fluido del oído medio es transitorio y no está
necesariamente infectado (en cuyo caso se denomina otitis media con derrame o otitis
serosa).
Los pediatras intentan distinguir entre los distintos tipos de otitis porque el diagnóstico
preciso repercute sobre las distintas opciones de tratamiento. No todos los tipos de
otitis requieren tratamiento antibiótico. [6]
a) Causas
Los niños contraen infecciones de oído más frecuentemente durante los primeros dos
a cuatro años de vida por varios motivos:
[5] http://www.encolombia.com/avamedivol212000-patologia1.htm
[6]http://kidshealth.org/parent/en_espanol/infecciones/otitis_media_esp.html/ 12/06/10-
7:45pm
15
Sus trompas de Eustaquio son más cortas y más horizontales, lo que permite
que los virus y bacterias accedan más fácilmente al oído medio. Sus trompas
también son más estrechas y blandas, lo que favorece su obstrucción.
Las adenoides o vegetaciones, que son unas estructuras de tejido glandular
ubicadas en la parte posterior y superior de la garganta, cerca de las trompas
de Eustaquio, son grandes en los niños pequeños, de modo que pueden
bloquear parcialmente la abertura de estas trompas.
Hay otros factores que también pueden contribuir a que los niños desarrollen
infecciones de oído, como la exposición al humo del tabaco, la alimentación con
biberón y el hecho de asistir a centros de preescolar.Las infecciones de oído también
son más frecuentes en los niños que en las niñas, en los niños con antecedentes
familiares de infecciones de oído repetidas y durante los meses de más frío, cuando
abundan los catarros y las infecciones de las vías respiratorias altas. [6]
b) Signos y síntomas
Los signos y síntomas de la otitis media aguda pueden ser muy leves o más graves:
El fluido acumulado en el oído medio puede presionar el tímpano, provocando
dolor de oído. Un niño mayor puede quejarse de dolor de oído, pero uno más
pequeño que todavía no sabe hablar puede estirarse la oreja o simplemente
estar irritable y llorar más de lo habitual.
Estar estirado, masticar y mamar o succionar de un biberón puede provocar
cambios dolorosos en la presión del oído medio, por lo que el niño puede
parecer desganado y tener problemas para conciliar el sueño.
Si la presión del fluido acumulado en el oído medio es lo bastante alta, el
tímpano puede llegar a reventarse o perforarse, produciéndose derrame de
fluido al exterior. Esto permite reducir la presión que hay detrás del tímpano, lo
que suele aliviar el dolor.
[6]http://kidshealth.org/parent/en_espanol/infecciones/otitis_media_esp.html/ 12/06/10-
7:45pm
16
La acumulación de fluido en el oído medio también puede dificultar la transmisión de
las ondas sonoras, lo que puede provocar pérdidas auditivas de carácter temporal. Un
niño puede:
no reaccionar ante los sonidos suaves, bajos o amortiguados
subir repetidamente el volumen del televisor o la radio
hablar más alto de lo normal
parecer que presta poca atención en clase.
Otros síntomas de la otitis media aguda son:
fiebre
náuseas
vómitos
mareos
De todos modos, la otitis media con derrame (u otitis serosa) a menudo se presenta
sin síntomas. En algunos niños, el fluido acumulado en el oído medio puede provocar
la sensación de tener los oídos tapados. Al igual que en la otitis media aguda, el fluido
acumulado detrás del tímpano puede dificultar el paso de las ondas sonoras, pudiendo
haber leves pérdidas auditivas de carácter temporal, aunque estas pueden pasar
desapercibidas.
Las infecciones de oído suelen aparecer junto con o a raíz de infecciones de las vías
respiratorias altas y, por lo tanto, se suelen presentar junto con los signos y síntomas
propios de este tipo de infecciones, como secreción nasal, nariz tapada o tos.
c) Contagio
Las infecciones de oído no son contagiosas, aunque los catarros que las pueden
desencadenar pueden serlo.
[7] Compedio de otorrinolaringología/ Valentín Thompson - 1991
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d) Duración
Las infecciones del oído medio suelen remitir solas en dos o tres días, incluso sin
tratamiento alguno. Si el pediatra de su hijo le receta antibióticos, lo más probable es
que le recomiende tomarlos durante 10 días.
Para los niños de seis años en adelante con infección de leve a moderada, puede ser
apropiado acortar el período de tratamiento antibiótico a entre cinco y siete días.
Pero incluso después de completar el tratamiento antibiótico en un episodio de otitis
media aguda, el fluido puede permanecer en el oído medio durante varios meses.
e) Diagnóstico y tratamiento
Si sospecha que su hijo puede tener una infección de oído, deberá llevarlo al pediatra,
quien debería poder hacerle un diagnóstico teniendo en cuanta sus antecedentes
médicos y los resultados de la exploración física.
Para examinar los oídos, los médicos utilizan un otoscopio, un instrumento de tamaño
reducido similar a una linterna, que les permite ver el tímpano.
No hay ningún enfoque óptimo para tratar todos los tipos de infecciones del oído
medio. Para decidir cómo tratar la infección de oído de su hijo, el pediatra tendrá en
cuenta muchos factores, incluyendo:
el tipo y gravedad de la infección
con qué frecuencia contrae su hijo este tipo de infecciones
cuánto tiempo lleva con la infección
la edad del niño
los factores de riesgo que presenta el niño
si la infección de oído afecta o no a la audición
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Al haberse constatado que la mayoría de las infecciones de oído remiten sin
tratamiento alguno, varias asociaciones de médicos recomiendan el enfoque de
"esperar y ver", consistente en administrar al niño analgésicos sin antibióticos durante
unos días.
Otras razones importantes para considerar este enfoque son las limitaciones de los
antibióticos, que:
no sirven para tratar infecciones provocadas por virus
no eliminan el fluido acumulado en el oído medio
pueden tener efectos secundarios adversos
por lo general, no alivian el dolor durante las primeras 24 horas y después
solamente tienen un efecto mínimo sobre el dolor
Asimismo, el abuso de los antibióticos puede favorecer la proliferación bacterias
resistentes a los antibióticos, cuya infección es mucho más difícil de tratar.
De todos modos, a los niños que contraen muchas infecciones de oído les pueden
recetar antibióticos que deberán tomar diariamente para ayudar a prevenir futuras
infecciones. Y los niños de menor edad o aquellos que tienen síntomas más graves
pueden necesitar antibióticos desde el principio.
Los niños con otitis media persistente con derrame (u otitis serosa) de más de tres
meses de duración deberían ser examinados periódicamente (cada tres a seis meses)
por el pediatra. De todos modos, a menudo ni siquiera estos niños requieren
tratamiento alguno.
Independientemente de que el pediatra decida administrarle o no antibióticos a su hijo,
usted puede ayudar a reducirle las molestias provocadas por la infección de oído
administrándole paracetamol o ibuprofeno para aliviarle el dolor y bajarle la fiebre en
caso necesario. Es posible que el pediatra también le recomiende administrarle gotas
óticas analgésicas siempre y cuando el niño no tenga el tímpano perforado.
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De todos modos, algunos niños, como los que tienen pérdidas auditivas persistentes o
retraso del habla provocado por esta causa, necesitan someterse a una intervención
quirúrgica. En estos casos, los otorrinolaringólogos pediátricos recomiendan insertar
quirúrgicamente unos tubitos de ventilación y drenaje (denominados tubos de
timpanostomía) en la membrana timpánica. Esto permite drenar el fluido acumulado en
el oído medio y ayuda a igualar la presión del medio exterior y el oído medio cuando la
trompa de Eustaquio no puede hacerlo correctamente.
f) Prevención
Algunos factores asociados al desarrollo de infecciones de oído no se pueden
modificar (como los antecedentes familiares de infecciones de oído frecuentes), pero
ciertas elecciones relacionadas con el estilo de vida pueden minimizar el riesgo de
padecer este tipo de infecciones:
Evitar exponer a los niños al humo de tabaco, pues el hecho de ser fumador
pasivo aumenta la frecuencia y la gravedad de los episodios de otitis.
Reducir la exposición, si es posible, a grupos numerosos de niños, por
ejemplo, en los centros de preescolar. Puesto que el hecho de contraer
catarros repetidamente también facilita el desarrollo de infecciones de oído,
limitar la exposición a grupos numerosos de niños puede reducir la
frecuencia de este tipo de episodios.
Asegurarse de que tanto los padres como los niños tienen buenos hábitos
higiénicos, lavándose frecuentemente las manos. Esta es una de las
mejores formas de reducir el contagio de los gérmenes que provocan los
catarros y, por lo tanto, favorecen el desarrollo de infecciones de oído.
· Llevar al día el calendario de vacunaciones sistemáticas de los niños, ya
que ciertas vacunas pueden ayudar a prevenir las infecciones de oído.
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También conviene saber que las investigaciones han demostrado que los
medicamentos anticatarrales y antialérgicos, como los antihistamínicos y los
descongestivos, no ayudan a aprevenir las infecciones de oído.
Amamantar a los bebés durante por lo menos seis meses para prevenir los
episodios de otitis durante los primeros meses de vida. Si se opta por la
lactancia artificial, se les deberá dar el biberón mientras están
semiincorporados en vez de estirados.
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III. - CONCLUSIONES
PRIMERA: La otitis media es una entidad muy frecuente en la población infantil. El
diagnóstico y tratamiento temprano de esta entidad, son importantes, porque
previenen los casos recidivantes, las complicaciones y secuelas que podrían
presentarse.
SEGUNDA: Es importante el gran impacto social que tiene para el paciente y su
familia los casos crónicos y recidivantes de OM. Por esto es indispensable la
realización de un seguimiento adecuado del paciente, con el examen físico y las
pruebas audiológicas necesarias para prevenir y descartar lesiones que impidan un
adecuado desarrollo del lenguaje, aprendizaje y comportamiento.
TERCERA: Es importante el uso correcto de los hisopos para evitar futuras lesiones a
nivel de la membrana timpánica.
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IV.- RECOMENDACIONES
PRIMERA: Realizar un estudio mas profundo de las otras patologías a nivel de oído
externo e interno.
SEGUNDA: Realizar una clase practica sobre higiene de oídos con la finalidad de
evitar lesiones y hacer de conocimiento del adecuado manejo de hisopos.
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V.- BIBLIOGRAFIA
a) Paginas web consultadas
[1] www.uco.es/anatomiayanatpatologica/15/05/2010-2:25pm
[2] Modelo Electroacústica Análogo del Oído. Consultado el 11-05-2010. El oído
medio, funcionalidad y partes
[3] www.otorrinoweb.com/16/06/10-8:52pm
[4] http://www.estudiandooptica.com/audiologia/fisiopatologia.pdf/11/06/10-6:35pm
[5] http://www.encolombia.com/avamedivol212000-patologia1.htm
[6]http://kidshealth.org/parent/en_espanol/infecciones/otitis_media_esp.html/ 12/06/10-
7:45pm
b) Libro de consulta
[7] Valentín Thompson, “Compedio de otorrinolaringología”, editorial el ateneo, Buenos
Aires, 1991.
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RESUMEN
El oído es el órgano donde se encuentran el sentido de la audición y del equilibrio.
Anatómicamente se divide en tres partes: Oído externo: formado por el pabellón
auricular (oreja) y el conducto auditivo externo; Oído medio; constituido principalmente
por la cadena de huesos (yunque, martillo y estribo); y Oído interno: constituido por el
caracol y los conductos semicirculares básicamente.
Las infecciones del oído (otitis) medio son comunes en los niños pequeños. El oído
medio se encuentra entre el oído externo y el interno, presenta en su interior tres
huesos muy importantes para la audición, asimismo en él desemboca la trompa de
Eustaquio, estructura que comunica el oído medio, manteniendo constante la presión
del aire, con la parte posterior de la cavidad nasal. Cuando las bacterias o virus
provocan una infección, el oído medio se llena de líquido y se inflama.
Infecciones del oído que no son tratadas a tiempo y de forma correcta pueden
desencadenar diferentes complicaciones, tales como: mastoiditis, abscesos cerebrales
o meningitis. Algunas señales de advertencia son: sordera, dolor de cabeza, mareos,
escalofríos y fiebre.
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