TOCA NÚMERO: 800-2014 APELANTE: ELIMINADO . LIC. … · juicio extraordinario civil hipotecario...
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TOCA NÚMERO: 800-2014
APELANTE: ELIMINADO .
MAGISTRADO PONENTE:
LIC. ELIMINADO .
SECRETARIO DE ESTUDIO Y CUENTA: MTRO. ELIMINADO .
San Luis Potosí, San Luis Potosí a 03 tres de febrero
del 2015 dos mil quince.
V I S T O, para resolver el Toca número 800-2014,
relativo al recurso de apelación interpuesto por el licenciado
ELIMINADO apoderado general para pleitos y cobranzas del
INSTITUTO DEL FONDO NACIONAL DE LA VIVIENDA PARA
LOS TRABAJADORES ELIMINADO en contra de la sentencia de
fecha 27 veintisiete de octubre de 2014 dos mil catorce,
pronunciada por el Juez Primero del Ramo Civil de esta Capital,
expediente 2057/2012, Juicio Extraordinario Civil Hipotecario,
promovido por el aquí apelante en contra de ELIMINADO ; y,
R E S U L T A N D O
PRIMERO.- La sentencia apelada contiene los
siguientes puntos resolutivos: “Primero Este juzgado resultó
competente para conocer del presente juicio.- Segundo: El
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Licenciado ELIMINADO , compareció a juicio en su carácter en la
actualidad de apoderada general del Instituto del Fondo Nacional de
la Vivienda para los Trabajadores ELIMINADO Tercero: La vía
extraordinaria civil resultó procedente.- Cuarto.- Por las razones
expuestas en el considerando cuarto de la presente sentencia y ante
la ausencia de una condición necesaria para el ejercicio de la
acción, consistente en la falta de previo requerimiento de pago
efectuado a la parte demandada, resulta innecesario entrar a su
estudio.- Quinto: Se dejan a salvo los derechos de la parte actora, que
deriven del documento base de la acción, para que los haga valer en
la forma y vía que corresponda.- Sexto: No ha lugar a condenar al
pago de costas, por las razones expuestas en el considerando quinto
de la presente resolución, siendo cada parte responsable de las que
originen las diligencias que promueva.- Séptimo: En cumplimiento a lo
dispuesto por el artículo 23 fracción III de la Ley de Transparencia y
Acceso a la Información Pública del Estado, se hace saber a las
partes que la presente sentencia una vez que cause estado, estará a
disposición del público para su consulta, cuando así lo soliciten,
conforme al procedimiento de acceso a la información, previa
protección de datos personales.- Octavo: De conformidad con lo
establecido en los numerales 78, 79, 80, 81, 82, 83, 84, 85 y 86 del
Reglamento General de Archivos del Poder Judicial del Estado de San
Luis Potosí, se hace saber a las partes el derecho que les asiste para
recoger los documentos personales que obren en el expediente
judicial, en un plazo no mayor a seis meses contados a partir de la
notificación, apercibidos que de no hacerlo en el tiempo señalado se
les tendrá por renunciando a ello.- Noveno: Notifíquese
Personalmente.-”
SEGUNDO.- Inconforme, el licenciado ELIMINADO ,
apoderado del INSTITUTO DEL FONDO NACIONAL DE LA
VIVIENDA PARA LOS TRABAJADORES, interpuso recurso de
apelación, mismo que una vez substanciado en los términos de
ley, fue citado para resolver, turnándose el expediente al
Magistrado Ponente para la elaboración del proyecto de
resolución; y,
C O N S I D E R A N D O
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PRIMERO.- Esta Sala es competente para conocer y
resolver el presente recurso, de conformidad con lo dispuesto por
los artículos 936 y 959 del Código de Procedimientos Civiles del
Estado, en relación con los numerales 1º, 3º, 4º fracción I, 7º y 25
de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la entidad.
SEGUNDO.- Los disensos formulados dicen al tenor lo
siguiente: “I.- Surge en la parte final del considerando cuarto de la
sentencia recurrida del veintisiete de octubre del dos mil catorce,
emitida por el Juez Primero del Ramo Civil del Primer Distrito
Judicial, en donde determina innecesario entrar al estudio del
fondo del juicio civil extraordinario hipotecario promovido por el
Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores
en contra de ELIMINADO , por la ausencia de una condición
necesaria de la acción ejercida consistente en la falta de previo
requerimiento efectuado a la parte demandada.- Ahora bien, el
artículo 481.1 del Código de Procedimientos Civiles de la entidad
señala lo siguiente: Art, 481.1. Se tramite en la vía extraordinaria,
todo juicio hipotecario que tenga por objeto, la constitución,
ampliación, división, registro y extensión de una hipoteca, así
como su nulidad, cancelación, o bien el pago o prelación del
crédito que la hipoteca garantice.- (REFORMADO. P.O. 30 DE
MAYO DE 1997) Para el juicio que tenga por objeto el pago o
prelación de un crédito hipotecario se siga según las reglas
especiales del presente capítulo, y supletoriamente con las reglas
de los juicios extraordinarios, es, es (sic) requisito indispensable
que el crédito conste en escritura pública o escritura privada,
según corresponda en los términos de la legislación común y se
encuentre inscrito en el Registro Público de la Propiedad y del
Comercio y que sea además, de plazo cumplido, o que sea
exigible en los términos pactados o bien, conforme a las
disposiciones legales aplicables.- De la interpretación armónica y
sistemática del artículo anteriormente descrito se desprende que
las condiciones necesarias para la procedencia de la acción
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hipotecaria son tres: 1.- Que el crédito se encuentre en escritura
pública o privada; 2.- Que se encuentre inscrito en el Registro
Público de la Propiedad y del Comercio; y 3.- Que sea de plazo
cumplido o que sea exigible en los términos pactados.- Con lo
anterior se desprende, que las únicas condiciones necesarias
para que sea procedente la acción hipotecaria son aquellos
descritos en el artículo anteriormente descrito y se acreditan
plenamente en términos del numeral 323 fracción I y 388 del
Código de Procedimientos Civiles de la Entidad, con la acta
diecinueve mil doscientos noventa y cinco del tomo setecientos
diecisiete del protocolo del Notario Público 8, en ejercicio en esta
Ciudad; del catorce de junio del dos mil cinco; y que fue anexada
al escrito inicial de demanda y de esta manera cumpliendo con la
exigencia de la primera condición; es decir que el crédito se
encuentra en escritura pública; la segunda condición se encuentra
acreditado con la inscripción 118316, a foja 108 del tomo 3337 de
hipotecas ante el Registro Público de la Propiedad y el Comercio
de esta Ciudad, tal como se desprende en mismo instrumento
antes descrito; y la tercera condición, consistente en la exigencia
de pago por incumplimiento de pago de crédito, se encuentra
acreditado el certificado de adeudo del 17 de noviembre del dos
mil doce, expedido por la Licenciada ELIMINADO a (sic)
ELIMINADO , Gerente del Área Jurídica de la Delegación V, del
Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores
y de igual manera hace prueba plena en términos del artículo 388
de la Ley Adjetiva Civil, toda vez que no fue objetado por la
contraria parte.- Por las razones anteriormente expuesta,
cualquier otro documento debe reputarse como no esencial o
complementario, pues atento al dispositivo legal invocado, las
condiciones señaladas se justifican por que el ejercicio de la
acción hipotecaria deriva de la constitución del gravamen y de su
inscripción en el Registro Público de la Propiedad; por lo que se
concluye que el requerimiento previo de pago a la demanda, no
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es condición para la procedencia de la acción hipotecaria.- Es
aplicable para el caso concreto, el siguiente criterio del Poder
Judicial de la Federación: ACCIÓN HIPOTECARIA. EL
DOCUMENTO EN EL QUE CONSTE LA DISPOSICIÓN DEL
CRÉDITO OTORGADO POR UNA INSTITUCIÓN BANCARIA NO
ES REQUISITO PARA SU PROCEDENCIA (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE SONORA).- De acuerdo con el artículo 528 del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Sonora, los
requisitos del título para que proceda el juicio hipotecario, son: a)
Que el crédito conste en escritura pública; b) Que sea de plazo
cumplido, o que deba anticiparse conforme al contrato de
hipoteca, o a la ley; y, c) Que la escritura pública sea el primer
testimonio y se encuentre debidamente registrada. En esta
tesitura, cualquier otro documento debe reputarse como no
esencial o complementario, pues atento al dispositivo legal
invocado, los elementos ahí señalados se justifican porque el
ejercicio de la acción hipotecaria deriva de la constitución del
gravamen y de su inscripción en el Registro Público de la
Propiedad, el cual sirve de base para que el Juez ordene la
expedición y registro de la cédula hipotecaria; por lo que se
concluye que el documento en el que conste la disposición del
crédito otorgado por una institución bancaria, no es requisito para
la procedencia de la acción hipotecaria. PRIMER TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y DE TRABAJO DEL
QUINTO CIRCUITO.- Amparo directo 921/2005. José Jesús
Avelino Robles Valencia. 10 de agosto de 2006. Unanimidad de
votos. Ponente: Eugenio Gustavo Núñez Rivera. Secretaria:
Raquel Nieblas Germán.- De lo anteriormente expuesto, se
desprende que el Juez Primero del Ramo Civil, determina en
forma incorrecta en señalar que el requerimiento de previo pago,
en una condición necesaria para la procedencia de la acción
hipotecaria, ya que la finalidad de este juicio es la ejecución de la
garantía hipoteca del inmueble que se encuentra plenamente
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acreditada con el instrumento base de la acción, de ahí de
concluir que dicho requerimiento es innecesario en la acción
intentada por mi representada. - Asimismo me permito invocar
como hecho notorio; el criterio establecido por esta misma Sala
del Supremo Tribunal de Justicia, en el toca de apelación
758/2013, relativo al juicio extraordinario civil hipotecario
promovido por el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para
los Trabajadores en contra de ELIMINADO ; que resolvió en
atención al artículo 481.1 del Código de Procedimientos Civiles de
la entidad que los únicos elementos necesarios para la
procedencia de la acción hipotecaria son que el crédito se
encuentre en escritura pública o en escritura privada, que se
encuentre inscrito en el Registro Público de la Propiedad y de
Comercio, y que sea de plazo cumplido o que sea exigible en
términos pactados y que por tal razón, cualquier otro documento
debe reputarse como no esencial o complementario, toda vez que
el ejercicio de la acción hipotecaria deriva de la constitución del
gravamen y de su inscripción en el Registro Público de la
Propiedad, y que el requerimiento previo de pago a la
demandada, no es requisito para la procedencia de la acción
hipotecaria; y en consecuencia revoca la sentencia de primera
instancia del juicio extraordinario hipotecario 594/2013, dictada
por el Juez Primero del Ramo Civil, que contiene los mismos
argumentos que nos ocupan el día de hoy; y para efecto de
acreditar dicho criterio, me permito anexar copias certificadas de
la sentencia dictada en el toca de apelación 758/2013, relativo al
juicio extraordinario civil hipotecario promovido por el Instituto del
Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores en contra de
ELIMINADO ; esto para todos los efectos legales que dieran
lugar.- II. Surge en el considerando cuarto de la sentencia
impugnada, en donde determina el Juez de Primera instancia, que
con base a la literalidad del contrato fundatorio de la acción, en la
cláusula vigésima en donde señala, que en caso de
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incumplimiento de pago del trabajo procederá el vencimiento
anticipado y sin perjuicio de lo anterior el INFONAVIT requeriría al
trabajador el pago de las amortizaciones omisas, más intereses
moratorios, con lo anterior se advierte que fue voluntad de las
partes que en caso de incumplimiento de pago de la parte
demandada, es obligación de la parte actora justificar en autos en
realizar el previo requerimiento de pago a la demandada para
tener certeza de pago o del impago de la trabajadora.- En efecto,
en el contrato base de la acción, se pactó en la cláusula vigésima
cuáles son las causas de rescisión, y si bien, se estipuló que el
vencimiento anticipado sin necesidad de declaración judicial podía
dar por rescindido el contrato de otorgamiento de crédito que
celebró cuando trabajador dejara de cubrir por causas imputables
a él dos pagos consecutivos o tres no consecutivos en el curso de
un año, las cuotas de amortización de crédito, también en la
citada en dicha cláusula del mencionado contrato de otorgamiento
de crédito se estipuló que sin perjuicio de lo anterior el
INFONAVIT requerirá al trabajador el pago de las amortizaciones
omisas, más los intereses moratorios en los términos de dicho
instrumento; que implica que para que procediera la rescisión del
contrato citado. - Sin embargo, el Juez de Primera instancia paso
por alto lo señalado por el artículo 1687 del Código Civil de la
entidad que dice lo siguiente: ART. 1687. Si los términos de un
contrato son claros y no dejan duda sobre la intención de los
contratantes, se estará al sentido literal de sus cláusulas.- De la
interpretación armónica y sistemática del numeral anteriormente
descrito, es que todo contrato debe ser visto a través de la óptica
del principio de literalidad que rige la interpretación de los
contratos, es decir, que contrariamente a lo sostenido por el Juez
de origen, en el caso no se está ante la necesidad de interpretar
el contrato fundatorio de la acción intentada conforme a lo
establecido por la ley, al ser claros los términos en los que las
partes pactaron; ya que el Juez de Primera instancia hace una
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incorrecta interpretación del término " sin perjuicio de lo anterior ".-
Esto se demuestra con el significado universal de la palabra
perjuicio, ya que el diccionario enciclopédico Océano lo establece
como " daño o menoscabo " y que, en el caso, la interpretación
que realizó la responsable es equivocada, ya que la correcta
exégesis que debe darse a la expresión " sin perjuicio " es la de "
podrá ", que no es lo mismo que el deber de realizar el
requerimiento, puesto que el hecho de que se lleve o no a cabo el
requerimiento no puede ser en perjuicio de sus intereses.- Por lo
que el Juez de Primera instancia realizó una equivocada
interpretación de las clases condiciones que se pactaron en el
contrato, ya que al establecerse que se "podrá" requerir al
demandado, no se estableció la forma de dicho requerimiento;
esto es, no se pactó que se detallaría en este cada concepto y,
por tanto, no era necesario que se realizara el requerimiento de
pago previo a la presentación de la demanda.- A fin de evidenciar
tal aserto, es conveniente traer a contexto el contenido de la
cláusula vigésima de la acción: "Vigésima.- Causales de
vencimiento anticipado.- El INFONAVIT podrá dar por vencido
anticipadamente, sin necesidad de declaración judicial previa el
plazo para el pago del adeudo y exigir el pago de la suerte
principal, los intereses devengados e insolutos y las demás
cantidades que deban pagársele en los términos de este contrato,
si el trabajador: a)... b)... c) Si no pagase puntual e íntegramente
por causas imputables a el, dos pagos consecutivos o tres no
consecutivos en el curso de un año, de las cuotas de amortización
del crédito, hecha la salvedad de la cláusula de la prórroga
prevista en este contrato. Sin perjuicio de lo anterior el
INFONAVIT, requerirá al trabajador el pago de las amortizaciones
omisas mas intereses moratorios en los términos precisados en
este instrumento..." Pues bien, de la lectura de dicha cláusula
pone de manifiesto que el Juez de Primera instancia efectuó una
interpretación incorrecta del aludido contrato, en franca
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contravención al artículo 1687 del Código Civil de la entidad; Ello
es así, porque el Juez consideró que la expresión: "sin perjuicio
de lo anterior, el INFONAVIT requerirá a "el trabajador" el pago de
las amortizaciones omisas", debía ser interpretada en el sentido
de que previamente a que mi representada demandará la
rescisión del contrato, constituía una obligación requerir al
trabajador el pago de las amortizaciones omisas y, por ende,
examinó el requerimiento concluyendo que éste fue ambiguo; sin
embargo, dicha situación contraviene el texto expreso del
documento.- Y es que la frase "sin perjuicio de lo anterior, el
INFONAVIT requerirá, lejos de constituir una condición de
procedencia de la acción, entraña una prerrogativa de mi
representada en los casos en que se actualice una causa de
rescisión, pues la oración en comento no puede reputarse como
imperativa, es decir, que se utilice con el objetivo de dar una
orden o instrucción, sino que atendiendo al contexto en el que se
encuentra, es patente que entraña un beneficio establecido en
favor del INFONAVIT, en tanto que no tiene como finalidad dar a
conocer al trabajador acreditado cuáles son las amortizaciones
que dejó de cubrir, porque el pago, en todo caso, es materia de
prueba en juicio, en razón de que la institución acreditante no está
en posibilidad de probar un hecho negativo, esto es, que el
acreditado no ha cumplido con la obligación reseñada.- Tal
aseveración se robustece con el texto de la estipulación dos de la
cláusula séptima y décima del contrato de crédito a que remite la
transcrita cláusula vigésima; que textualmente establece:
"Séptima.- Forma de amortización. Pagos Mensuales.- El
trabajador se obligar (sic) la cantidad dispuesta del crédito, así
como los intereses que se devenguen en los términos de esta
escritura, conforme a lo siguiente: 1.-... 2.- Si el trabajador deja de
percibir su salario por cualquier causa, salvo lo previsto en los
artículos cuarenta y uno y cincuenta y uno de la Ley de
INFONAVIT, tendrá la obligación de seguir amortizando el crédito
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que le ha sido otorgado, mediante una cuota fija mensual de
ELIMINADO veces el salario mínimo diario que fija el Distrito
Federal, la cual incluye la cuota a que se refiere la estipulación 1
(uno), más las amortizaciones al crédito por el equivalente al
ELIMINADO ( ELIMINADO ) de la aportación que venía
cubriendo su patrón...”.- “Décima.- Tasa de interés Moratorio.- En
caso de que el trabajador no realice oportunamente a “EL
INFONAVIT”, algún pago por principal o intereses del crédito
objeto de este contrato, pagara a este, en adición a los intereses
ordinarios, intereses moratorios a razón de una tasa de intereses
anual del ELIMINADO , aplicable en el periodo de incumplimiento
sobre el saldo insoluto del crédito, que causara mientras dure la
mora.-“ De donde se desprende que, como esencialmente se
expresa la falta de pago de dos o más amortizaciones
consecutivas, constituye una causa expresa de rescisión del
contrato, que no requiere declaración judicial; y que previamente a
demandar la rescisión del contrato, no constituye un requisito
requerir al trabajador el pago de las amortizaciones omisas, pues
ello no está expresamente pactado en el mencionado documento,
ni la interpretación de la cláusula examinada permite arribar a
dicha conclusión.- Por tanto, dado que el Juez de Primera
Instancia una interpretación errónea de la cláusula vigésima del
contrato de mérito, no obstante que su contenido literal es claro;
es innegable que infringió lo dispuesto por el mencionado arábigo
1687 de la ley sustantiva civil de la entidad. Para el caso concreto
es aplicable por analogía el siguiente criterio del Poder Judicial de
la Federación: Época: Décima Época, Registro: 2005062,
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de Tesis:
Aislada, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Libro 1, Diciembre de 2013, Tomo II, Materia(s): Civil, Tesis:
VI.1o.C.41 C (10a.), Página: 1087.- ACCIÓN HIPOTECARIA.
PREVIAMENTE A DEMANDAR LA RESCISIÓN DEL CONTRATO
RESPECTIVO, NO CONSTITUYE UN REQUISITO DE
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PROCEDENCIA DE AQUÉLLA, QUE EL INFONAVIT REQUIERA
AL TRABAJADOR EL PAGO DE AMORTIZACIONES NO
PAGADAS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA).- En los
casos en que el organismo descentralizado denominado Infonavit
demande la declaración judicial de vencimiento anticipado del
contrato de crédito con intereses y constitución de garantía
hipotecaria, la frase "sin perjuicio de lo anterior, el Infonavit
requerirá al trabajador el pago de las amortizaciones omisas",
contenida, por regla general, en los contratos celebrados por
dicho organismo, no entraña la obligación por parte de la
institución acreditante de requerir previamente el pago de las
amortizaciones no pagadas. Lo anterior es así, porque si se parte
de la base de que el artículo 1495 del Código Civil para el Estado
de Puebla establece que si las palabras de un contrato son claras
y no dejan duda sobre la intención de los contratantes, se estará
al sentido literal de sus cláusulas, es claro que dicha frase
contempla una prerrogativa de la cual goza el organismo público
en los casos en que se actualice una causa de rescisión, a saber,
la de requerir el pago al acreditado, pues la oración en comento
no puede reputarse como imperativa, sino que entraña un
beneficio establecido en favor del mencionado organismo
descentralizado, en tanto que no tiene como finalidad dar a
conocer al trabajador acreditado cuáles son las amortizaciones
que dejó de cubrir, porque el pago, en todo caso, es materia de
prueba en juicio, en razón de que la institución acreditante no está
en posibilidad de probar un hecho negativo, esto es, que el
acreditado no ha cumplido con la obligación reseñada.- Amparo
directo 124/2013. 9 de mayo de 2013. Mayoría de votos.
Disidente: Enrique Zayas Roldán. Ponente: Rosa María
Temblador Vidrio. Secretario: Luis Rafael Bautista Cruz.- [...].”
ELIMINADO TERCERO.- Los agravios planteados por el
licenciado ELIMINADO apoderado general para pleitos y
cobranzas del INSTITUTO DEL FONDO NACIONAL DE LA
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VIVIENDA PARA LOS TRABAJADORES devienen fundados pero
inoperantes.
En principio, resulta menester traer a cuenta los
siguientes conceptos de orden procesal.
Por una parte, debe tomarse en cuenta la diferencia
entre presupuestos procesales, condiciones y elementos de la
acción.
Los presupuestos procesales son los requisitos sin los
cuales no puede iniciarse ni tramitarse con eficacia jurídica un
proceso. Por ello, se trata de cuestiones de orden público que
deben ser analizadas incluso de oficio por el juzgador, antes de
efectuar el estudio del fondo del asunto. En los presupuestos
procesales se encuentra la personalidad de las partes,
competencia, el legal emplazamiento, la procedencia ó idoneidad
de la vía, y el litisconsorcio pasivo necesario –entre otros.
En cambio, el numeral 1º de la Ley Adjetiva Civil de
esta Entidad Federativa, establece que el ejercicio de las acciones
civiles requiere la existencia de un derecho o la necesidad de
declararlo, preservarlo o constituirlo; la violación de un derecho o
el desconocimiento de una obligación; la capacidad para ejercitar
la acción por sí, o por legítimo representante; así como el interés
en el actor para deducirla. Falta el requisito del interés siempre
que no pueda alcanzarse el objeto de una acción, aún suponiendo
favorable la sentencia.
Atento a lo anterior, las condiciones de la acción, son:
a) los requisitos enumerados por la Ley de que se trate y que
previo a su estudio de fondo deben estar satisfechos; b) la
titularidad de los sujetos del juicio, con el derecho u obligación
que se esté invocando ó reclamando; y, c) la posibilidad jurídica
de la pretensión, en cuanto a que su objeto sea materialmente
alcanzable, y sin el cual, el actor carecerá de interés para deducir
su acción aún suponiendo favorable la sentencia.1
1 ACCIÓN, CONDICIONES PARA EL EJERCICIO DE LA. Tesis LX, con número de registro IUS 355906, legible en el Semanario Judicial de la Federación, p. 1430.
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Por tanto, los presupuestos procesales deben
distinguirse de las condiciones de la acción, dado que los
primeros atañen a la legalidad del proceso en su forma intrínseca;
y por su parte, las otras entrañan la legalidad de la acción previo a
su estudio de fondo.
Ahora bien, tocante a los elementos o hechos
constitutivos de la acción Carnelutti, menciona, que los hechos
constitutivos son los hechos jurídicos principales a través de los
cuales se constituye una relación jurídica.2
Por su lado, Enrico Tullio Liebman, establece, que
hechos jurídicos son los ELIMINADO a los que el derecho
vincula la constitución, modificación o la extinción de una relación
o de un estado jurídico; se distinguen en hechos constitutivos,
extintivos e impeditivos; los hechos constitutivos son aquellos que
producen el nacimiento de un efecto jurídico.3
La acción procede en juicio, atento a los artículos 2º y
253 fracción V del Código Adjetivo, siempre que el actor, al
formular la demanda, determine con claridad la clase de
prestación que exige del demandado, precisando los hechos en
que la funde; o sea, narrando en qué consisten, cómo se
manifiestan y en qué fecha y lugar se suscitaron; esto es, tiempo,
lugar y condiciones en que acontecieron los hechos y acciones
que se imputan al demandado.4
Conforme a tal óptica, un sector de la autoridad federal
judicial, ha establecido como ejecutoria de tesis que los elementos
de la acción son los sujetos, la causa y el objeto.5
En ese sentido, de acuerdo al numeral 273 de la Ley
Adjetiva Civil de esta Entidad Federativa, el actor debe probar los 2 Cfr. José Ovalle Favela. Derecho Procesal Civil. Ed. Oxford; octava edición, 1999. p. 98. 3 Manual de Derecho Procesal Civil. Traducción Santiago Sentis Melendo. Ediciones Jurídicas Europa-América. Buenos Aires 1980, p. 122. 4 Registro: 210344; fuente: Semanario Judicial de la Federación; Tomo: XIV, Septiembre de 1994, Tesis: XII. 2o. 45 C; Página: 243. ACCION. DEBEN SER EXPUESTOS EN EL ESCRITO DE DEMANDA, LOS HECHOS CONSTITUTIVOS DE LA. (LEGISLACION DEL ESTADO DE SINALOA). 5 Registro IUS 163101; Tesis XXI. 2º. C. T. 30 C; p. 3215. JUICIO ESPECIAL HIPOTECARIO. EL ESTADO DE ADEUDO CERTIFICADO NO CONSTITUYE UN ELEMENTO DE LA ACCIÓN, SINO UN MEDIO DE CONVICCIÓN PARA ACREDITARLA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE GUERRERO)
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hechos constitutivos de su acción. La indagación judicial recae
sobre las condiciones específicas de la relación afirmada por el
actor y que sean esenciales de ella.
Entonces, los hechos constitutivos o elementos de la
acción, son los puntos neurálgicos de la pretensión en merito,
relativos al derecho invocado; el por qué de su alteración ó bien,
la declaración o preservación de éste o el desconocimiento ó
incumplimiento de una obligación; la causa petendi de aquél,
traducido en el objeto que se pide en la demanda, y que producen
precisamente una relación o efecto jurídico invocado por el
pretensor, atinentes desde luego a las circunstancias de lugar,
tiempo y forma; así como precisar y demostrar quién violó el
derecho o quién no cumplió la obligación, para que sobre esa
personas o personas recaiga el peso de la condena.6
Atento a lo anterior, podemos concluir que no puede
hablarse de condiciones, sino están colmados los presupuestos
procesales, y no pueden estudiarse los elementos sino están
satisfechas las condiciones de la acción. De ahí que los
presupuestos admitan pronunciamiento previo al fondo; en tanto
que las condiciones y los hechos o elementos de la acción, serán
ya motivo de análisis en cuanto al fondo del asunto en cuestión.
En ese contexto, es ahora menester puntualizar el
concepto sustancial relativo a la ELIMINADO y ELIMINADO , en
tanto que aquélla es la forma en cómo el demandado se opone u
objeta la pretensión del actor, alegando hechos extintivos,
modificativos o impeditivos en contra de la relación jurídica
sustancial propuesta por el actor como motivo de su pretensión.
En cambio, la ELIMINADO se opone a la existencia del derecho
puesto de relieve por el actor. Tiene sustento en lo conducente la
tesis localizable en el tomo XIV, julio de 1994, con número de
registro IUS 211318; legible en el Semanario Judicial de la
6 Registro: 349179; instancia: Tercera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Tomo: LXXXIII; Página: 2084. ACCION, PRUEBA DE LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA. CONFESION FICTA.
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Federación, página 530, enunciada bajo la voz: “DEFENSA Y
EXCEPCION. DIFERENCIAS. ( LEGISLACION DE PUEBLA). El
artículo 212 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de
Puebla, establece dos maneras o hipótesis a través de las cuales el
demandado puede defenderse de una demanda e impugnarla: la
primera, negando o contradiciendo todos o parte de los puntos de
hecho o de derecho en que se funde la demanda; y la segunda,
aduciendo hechos que tiendan a impedir, modificar o destruir la
acción. Ahora bien, técnicamente, la primera de esas hipótesis
constituye una defensa, pues consiste simplemente en negar la
demanda, mientras que la segunda constituye una excepción, es
decir, un medio para retardar el curso de la acción, modificarla o
destruirla a través de la exposición de hechos. De acuerdo con lo
anterior, para tener por opuesta una defensa sólo es necesaria una
negativa relacionada con los hechos o el derecho; en cambio para
tener por opuesta una excepción, es menester que se determine con
precisión el hecho en que se hace consistir, lo que tiene sustento
jurídico en lo dispuesto por el diverso 213 del ordenamiento procesal
invocado. Además, el efecto jurídico de la oposición de una defensa
es el de arrojar la carga de la prueba al actor y el de obligar al juez a
examinar todos los elementos constitutivos de la acción, mientras que
la oposición de una excepción obliga al demandado a probarla
plenamente, de conformidad con el artículo 263 de la legislación
adjetiva en comento.”
Así es, la ELIMINADO o ELIMINADO como tales
tienden a retardar o a destruir la acción plateada en los tribunales
por persona legitimada para ello. Sobre dicho rubro, el Juez del
conocimiento tendrá en cuenta si las excepciones o defensas son
de previo y especial pronunciamiento ó bien, que sean motivo de
análisis al momento de resolver el fondo del asunto planteado.
Ahora bien, el Juez de la causa consideró en la
sentencia combatida que la actora aportó como prueba de su
intención la documental publica que obra desde la foja 50 hasta la
59, consistente en el instrumento número 19,295 del tomo 717,
expedido por el notario público número 08 con ejercicio en esta
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Ciudad, relativo al contrato de apertura de crédito simple con
garantía hipotecaria, inscrita en el Registro Público de la
Propiedad en esta Capital, bajo el consecutivo ELIMINADO a
foja ELIMINADO del tomo ELIMINADO de Hipotecas, de fecha
ELIMINADO . Que de la literalidad del contrato base de la acción,
se advierte que fue voluntad de los contratantes establecer dos
supuestos para que el trabajador, ahora demandado cumpliera
con su obligación de pago: En el primero, conforme a la cláusula
7, punto 1, los pagos se realizarían mediante la aceptación y
autorización expresa a su patrón, por parte del trabajador para
que a partir del día siguiente al que recibiera el aviso para
retención de descuentos que gire el Infonavit, empezara a realizar
los descuentos de su salario integrado; el segundo supuesto –
indicó el Juez de la causa- versaba en que si el trabajador dejaba
de percibir su salario por cualquier causa, salvo lo previsto en los
artículos 41 y 51 de la Ley del Infonavit, tendría la obligación de
seguir amortizando el crédito. Precisando el Juez que las partes
también pactaron en la cláusula décima segunda, que el
trabajador podría ejercer una prorroga para el pago de las
amortizaciones mensuales que no podría ser mayor a 12 doce
meses, sin exceder en su conjunto más de 24 veinticuatro meses
y que esta terminaría anticipadamente en el momento en que el
demandado iniciara una nueva relación de trabajo. Englobando el
Juez del conocimiento en cuatro puntos por los cuales pudo
haberse originado el pago debido:
1) Que el trabajador no permite que el patrón retenga el pago
del crédito para que lo entere (sic) al Infonavit.
2) Que el patrón retiene el pago del crédito y no lo entera (sic)
al Infonavit.
3) Que el trabajador deja de prestar sus servicios al patrón, y
no avisa al Infonavit, dejando de pagar el adeudo; y,
4) El trabajador deja de prestar sus servicios al patrón, avisa al
Infonavit, y solicita la prórroga de pago hasta por doce
17
meses, pero vencido este periodo de tiempo, deja de pagar
el adeudo.
Que del examen de la causa en cuestión, revela que la
actora solo refiere que la demandada no efectuó los pagos
correspondientes y que incumplió con las obligaciones pactadas
en el contrato base de la acción, pero que no menciona
categóricamente si la demandada dejó de laborar para su patrón,
o bien, si a la fecha de la presentación de la demanda, aun se
encontraba prestando sus servicios personales subordinados a
una persona física o moral; ni tampoco dijo el nombre del patrón
ni se señaló la fecha en que la misma hubiera dejado de laborar
para su patrón. Que en consecuencia, no era posible conocer a
ciencia cierta, por un lado, si la demandada es o no, sujeto de una
relación de trabajo, y por otro lado, era incierta la causa
generadora del impago, es decir, si la causa era imputable al
patrón o a la demandada de acuerdo con las hipótesis
previamente establecidas. Concluyendo el Juez de la causa que
la falta de pago en que la actora apoya sus pretensiones, debió
ser aparejado con el requerimiento de pago a ELIMINADO en su
domicilio, a efecto de que la actora, antes de presentar la
demanda, estuviera en aptitud de saber si ésta le pagaba o no las
mensualidades reclamadas a la fecha de la presentación de la
demanda.
Sin estar conforme con tal resolución, el recurrente
expone como agravios de su intención, en vía de síntesis, que
conforme al artículo 481.1 del Código de Procedimientos Civiles
del Estado, las condiciones necesarias para la procedencia de la
acción hipotecaria son: que el crédito se encuentre en escritura
pública o privada; que se encuentre inscrito en el Registro Público
de la Propiedad; y, que sea de plazo cumplido o que sea exigible
en los términos pactados. Que con lo anterior se desprende, que
las únicas condiciones necesarias para que sea procedente la
acción hipotecaria son aquéllos descritos en el referido artículo, y
18
que se acreditan plenamente en términos de la Ley Procesal Civil,
con el acta 19295 y que fue anexada al escrito inicial de
demanda, cumpliendo de esta manera con la exigencia de la
primera condición, dado que se encuentra en escritura pública;
que la segunda condición se encuentra acreditada con la
inscripción 118316, a foja 108 del Tomo 3337 DE Hipotecas ante
el Registro Público de la Propiedad de esta Ciudad; y que la
tercera condición, consistente en la exigencia de pago por su
incumplimiento, se encuentra acreditada en el certificado de
adeudo del 17 diecisiete de noviembre del 2012 dos mil doce.
Que por las razones expuestas, cualquier otro documento debe
reputarse como no esencial o complementario, pues atento al
dispositivo legal invocado, las condiciones señaladas se justifican
porque el ejercicio de la acción hipotecaria deriva de la
constitución del gravamen y de su inscripción en el Registro
Público de la Propiedad; por lo que se concluye que le
requerimiento previo de pago a la demandada, no es condición
para la procedencia de la acción hipotecaria.
Pues bien, sus conceptos de agravios devienen
fundados pero inoperantes.
Así es, resultan fundadas sus aseveraciones en
cuanto a que los puntos que al respecto fijó el Juez de la causa
respecto a que la actora no mencionó categóricamente si la
demandada dejó de laborar para su patrón, o bien, si a la fecha de
la presentación de la demanda, aún se encontraba prestando sus
servicios personales subordinados a una persona física o moral,
ni tampoco estableció el nombre del patrón, como tampoco señaló
la fecha en que la misma haya dejado de laborar para su patrón;
que por ello no era posible conocer a ciencia cierta, por un lado, si
la demandada era o no sujeto de una relación de trabajo, y por el
otro lado, era incierta la causa generadora del impago, esto era, si
la causa resultaba imputable al patrón o a la demandada.
19
Sin embargo, tomando en cuenta que las condiciones
de la acción versan en los requisitos enumerados por la Ley en
cuestión, la titularidad de los sujetos del juicio así como la
posibilidad jurídica de la pretensión; tomando en cuenta además
que la excepción son los hechos extintivos, modificativos o
impeditivos narrados por la demandada en contra de la relación
jurídica sustancial que le hace valer su contraria parte; en tanto
que la defensa es cuando el demandado se opone a la existencia
del derecho que hace valer el pretensor. Por tanto, es evidente
que los puntos señalados por el Juez no constituyen propiamente
una condición o requisito de procedibilidad de la acción que llama
nuestra atención, sino que propiamente, ello constituye una
excepción a la causa en tanto que refiere hechos impeditivos
respecto de la relación jurídica sustancial; esto es, si la
demandada dejó de laborar para su patrón, y cuál fue la fecha en
que aconteció tal aspecto; y, si a la presentación de la demanda
continuaba prestando sus servicios personales para una persona
física o moral; sin embargo, tales aspectos que constituyen una
excepción los debe hacer la parte demandada conforme al
artículo 273 de la Ley Adjetiva Civil de esta Entidad Federativa, en
tanto que, quien afirma tiene la obligación de demostrar; de ahí
que el actor debe acreditar los hechos constitutivos de su acción y
el demandado debe acreditar los hechos constitutivos de sus
excepciones.
Bajo ese tenor, las condiciones sustanciales de la
acción hipotecaria se precisan en el numeral 481.1 de la Ley
Adjetiva Civil de esta Entidad Federativa, consistente en que el
crédito conste en escritura pública o privada, según corresponda
en los términos de la legislación común y se encuentre inscrito en
el Registro Público de la Propiedad y que sea además de plazo
cumplido, o que éste sea exigible en los términos pactados o bien,
conforme a las disposiciones legales aplicables.
20
Atento lo anterior, las condiciones de la acción que
han sido numeradas no se encuentran del todo satisfechas.
En cuanto a su contexto material, es cierto que el
crédito en cuestión consta en escritura pública, debidamente
inscrita en el Registro Público de la Propiedad, y además el
mismo es de plazo cumplido. Empero, el mismo no es exigible
conforme a las disposiciones legales aplicables dado que no
consta en los autos del sumario que la actora hubiere requerido
de pago a la parte demandada.
Así es, refiere el inconforme como agravios de su
intención, que surge en el considerando cuarto de la sentencia
impugnada, en donde determina el Juez que con base a la
literalidad del contrato fundatorio de la acción, en la cláusula
vigésima en donde señala, que en caso de incumplimiento de
pago del trabajador procederá el vencimiento anticipado y sin
perjuicio de lo anterior el INFONAVIT requeriría al trabajador el
pago de las amortizaciones omisas, más intereses moratorios,
que con lo anterior se advierte que fue voluntad de las partes que
en caso de incumplimiento de pago de la parte demandada, es
obligación de la parte actora justificar en autos realizar el previo
requerimiento de pago a la demandada para tener certeza de
pago o del impago de la trabajadora, por lo que el Juez –sostiene
el inconforme- dejó de observar lo establecido por el articulo 1687
de la Ley Sustantiva Civil de esta Entidad Federativa, toda vez
que el término “sin perjuicio de lo anterior” su exégesis es
conforme al Diccionario Océano “podrá” que no es lo mismo que
el “deber” de realizar el requerimiento; y sin mayor preámbulo tal
aspecto lo sustenta el inconforme en la tesis publicada en la
Décima Época, diciembre del 2013, con número de registro IUS
2005062, por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Sexto Circuito, enunciada bajo la voz: “ACCIÓN HIPOTECARIA.
PREVIAMENTE A DEMANDAR LA RESCISIÓN DEL
CONTRATO RESPECTIVO, NO CONSTITUYE UN REQUISITO
21
DE PROCEDENCIA DE AQUÉLLA, QUE EL INFONAVIT
REQUIERA AL TRABAJADOR EL PAGO DE
AMORTIZACIONES NO PAGADAS (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE PUEBLA). En los casos en que el organismo
descentralizado denominado Infonavit demande la declaración
judicial de vencimiento anticipado del contrato de crédito con
intereses y constitución de garantía hipotecaria, la frase "sin perjuicio
de lo anterior, el Infonavit requerirá al trabajador el pago de las
amortizaciones omisas", contenida, por regla general, en los contratos
celebrados por dicho organismo, no entraña la obligación por parte
de la institución acreditante de requerir previamente el pago de las
amortizaciones no pagadas. Lo anterior es así, porque si se parte de la
base de que el artículo 1495 del Código Civil para el Estado de Puebla
establece que si las palabras de un contrato son claras y no dejan
duda sobre la intención de los contratantes, se estará al sentido literal
de sus cláusulas, es claro que dicha frase contempla una prerrogativa
de la cual goza el organismo público en los casos en que se actualice
una causa de rescisión, a saber, la de requerir el pago al acreditado,
pues la oración en comento no puede reputarse como imperativa,
sino que entraña un beneficio establecido en favor del mencionado
organismo descentralizado, en tanto que no tiene como finalidad dar
a conocer al trabajador acreditado cuáles son las amortizaciones que
dejó de cubrir, porque el pago, en todo caso, es materia de prueba
en juicio, en razón de que la institución acreditante no está en
posibilidad de probar un hecho negativo, esto es, que el acreditado
no ha cumplido con la obligación reseñada.”
La ratio legis en la que descansa tal tesis aislada
toralmente versa en que en los casos en los cuales el INFONAVIT
demande la declaración judicial de vencimiento anticipado del
contrato en cuestión, la frase “sin perjuicio de lo anterior, el
INFONAVIT requerirá al trabajador el pago de las amortizaciones
omisas” contenida, por regla general, en los contratos celebrados
por dicho organismo, no entraña la obligación por parte de la
Institución acreditante de requerir previamente el pago de las
amortizaciones no pagadas, dado que conforme a la ley, si las
22
palabras de un contrato son claras y no dejan duda sobre la
intención de los contratantes, se estará al sentido del literal de sus
cláusulas, es claro que dicha frase contempla una prerrogativa de
la cual goza el Organismo Público en los casos en que se
actualice una causa de rescisión, y la cual no puede reputarse
como imperativa –hacer el requerimiento- sino que la misma
entraña un beneficio a favor del mencionado organismo
descentralizado, en tanto que no tiene como finalidad dar a
conocer al trabajador acreditado cuales son las amortizaciones
que dejo de cubrir, porque el pago, en todo caso, es materia de
prueba en juicio.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el Juez de
la causa sustenta su resolución en la Jurisprudencia publicada en
la Décima Época, por la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación con numero de registro IUS 2004176,
enunciada bajo la voz: “CONTRATO DE MUTUO CON INTERÉS
CELEBRADO ENTRE UN TRABAJADOR Y EL INSTITUTO DEL
FONDO NACIONAL DE LA VIVIENDA PARA LOS
TRABAJADORES. EL PAGO DE LAS AMORTIZACIONES
DEBE REQUERIRSE EN EL DOMICILIO DEL DEUDOR ANTES
DE QUE PUEDA CONSIDERARSE QUE INCURRIÓ EN MORA
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO ABROGADA). Si al
celebrarse un contrato de mutuo con interés se establece una
mecánica de pago, de acuerdo con la cual el patrón asume la
obligación de realizar descuentos directos al salario del trabajador
acreditado, para enterarlos mensualmente al Instituto del Fondo
Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, pero no se establece
un lugar en el que el acreditado pueda cumplir con su obligación
cuando por alguna razón (diversa a la prórroga) dicha mecánica no
se realiza, cobra aplicación la regla general contenida en el artículo
1911 del Código Civil del Estado de México, abrogado mediante
decreto publicado en la Gaceta del Gobierno de la entidad el 7 de
junio de 2002, y conforme a la cual el pago debe hacerse en el
domicilio del deudor, lo que implica que el instituto acreedor debe
23
constituirse en el domicilio del trabajador, a efecto de obtener el
pago; por tal motivo, no puede tener aplicación la mora solvendi ex
re, también conocida como mora automática, porque en todo caso,
la que puede actualizarse es la mora solvendi ex personae, para lo
cual es preciso que el acreditado incumpla con su obligación de
pago a pesar de haber sido requerido por el acreedor. Así, aunque la
regla general mencionada admite como salvedades que las partes
hayan convenido otra cosa, que lo contrario se desprenda de las
circunstancias, de la naturaleza de la obligación o de la ley, éstas no
tienen aplicación, pues aunque las partes hayan pactado una
mecánica de pago, si en ella no se prevé un domicilio específico en el
que el acreditado pueda cumplir con su obligación cuando por
alguna circunstancia esa mecánica no tenga operatividad, no puede
considerarse que para ese supuesto específico las partes hayan
convenido otra cosa; por otro lado, en atención a lo establecido en el
texto de la ley, se tendría que concluir que cobra aplicación la regla
general citada, pues al tratarse de un contrato de mutuo con interés,
en donde lo prestado consiste en dinero, su restitución ante la falta de
un lugar específico para tal efecto, de acuerdo con en el numeral
2241, fracción II, del propio ordenamiento abrogado, debe realizarse
en el domicilio del deudor; y, finalmente, tampoco cobra aplicación
la salvedad relacionada con las circunstancias y la naturaleza de la
obligación, porque teniendo en cuenta que el contrato de referencia
permite concretar una prestación de carácter laboral a la par de que
cumple con una función de tipo social, en tanto que a través de él, el
trabajador accede a un crédito barato y suficiente para que él y su
familia puedan gozar de una vivienda digna y decorosa, a efecto de
que dichos derechos reconocidos a nivel constitucional e
internacional no resulten lesionados, deben tenerse en cuenta las
circunstancias que de facto pueden dar lugar a que el instituto
considere que el trabajador ha incumplido con su obligación de
pago, pues de no hacerlo se incurriría en el error de no considerar la
existencia de casos en los que el patrón es quien incumple con la
obligación de realizar los descuentos o que aun habiéndolos
realizado, no los reporte al instituto y, en consecuencia, ignorante de
esa situación, el trabajador tampoco cubra los pagos directamente,
por lo que ante la posibilidad de que ello ocurra, es preciso que el
24
instituto requiera de pago al deudor en su domicilio, no sólo por la
ausencia de un lugar específico para realizarlo, sino porque, además,
de ser el caso que el patrón sea quien haya incumplido la obligación
que para él derivase de la celebración del contrato, debe darse la
oportunidad de que el trabajador, sin necesidad de entablar una
controversia en su contra, pueda demostrar que ha cumplido con su
obligación de pago.”
Ahora bien, es importante destacar por parte de esta
Sala que el actor no controvierte tal Jurisprudencia y la cual
conforme al artículo 216 de la Ley de Amparo vigente deviene
obligatoria para toda autoridad jurisdiccional en la Republica y
conforme a su principio jerárquico reposa sobre la tesis aislada
que al efecto enuncia el recurrente para sustentar sus agravios en
cuestión. Empero, esta Sala considera prudente establecer, más
allá de la simple legalidad, por qué debe ponderarse la tesis por
contradicción que sustenta la Suprema Corte de Justicia de la
Nación en el caso que llama nuestra atención.
En tal aspecto, es menester recurrir a la ejecutoria que
dio pie a la Jurisprudencia que al efecto se analiza, y la cual
descansa toralmente en las siguientes consideraciones:
Que el Tercer Tribunal Colegiado en materia Civil del
Segundo Circuito, sustentó determinado criterio al resolver
amparos directos sobre la materia en cuestión, en tanto que el
Primer Tribunal Colegiado en materia Civil del Segundo Circuito
hizo lo mismo pero en sentido contrario; esto es, que sobre una
misma temática ambos Tribunales abordaron su análisis pero
concluyeron con criterios diversos sobre el tópico en estudio.
En ese contexto el origen del último amparo que
estudió la Suprema Corte y que al efecto resolvió el Primer
Tribunal a que se hace referencia, deriva de un Juicio Ordinario
Civil en donde se demandaron diversas prestaciones entre las
que se destaca el vencimiento anticipado del contrato de
Otorgamiento de Crédito con garantía hipotecaria. Que lo anterior
porque en dicho contrato se pacto que el crédito sería destinado a
25
la adquisición de una vivienda y que los pagos se efectuarían
sobre descuentos saláriales, pero que si se dejaban de cubrir por
causas imputables al deudor dos o más pagos consecutivos en el
curso de un año se daría por vencido anticipadamente el plazo
para el pago del crédito, y que en el caso se dejaron de pagar
oportunamente las amortizaciones respecto a distintos meses y
años, por lo que resultaba procedente el vencimiento anticipado
de referencia. además, señaló que un apoderado del Instituto
acudió al domicilio de los demandados a notificarles los lugares
en donde podían efectuar el pago de sus amortizaciones
vencidas, así como el número de cuenta bancaria, requiriéndoles
en ese acto el pago de las amortizaciones no cubiertas y los
intereses respectivos, levantando acta circunstanciada, pero que
los demandados hicieron caso omiso. Seguir el Juicio por sus
trámites legales, el Juez del conocimiento dictó sentencia, en la
que se estimó infundada la acción, por lo que se absolvió a los
demandados de las pretensiones reclamadas. Lo anterior, por
considerar que como en el contrato base no se advertía
designación del lugar de pago de la obligación adquirida, la parte
deudora debió ser requerida en su domicilio a fin de que se
constituyera en mora, lo que no se acreditó, pues no obstante que
fue exhibida como prueba una notificación de requerimiento de
pago, al tratarse de un escrito privado, carecía de eficacia
probatoria por no estar adminiculada con algún otro medio de
prueba. Contra tal determinación, la parte actora interpuso recurso
de apelación del cual toco su conocimiento a la Sala Colegiada
Civil de Tlalnepantla, Estado de México y quien resolvió confirmar
la sentencia de Primera Instancia. Inconforme con esa resolución,
la parte actora promovió Juicio de Amparo, del cual tocó conocer
al Primer Tribunal Colegiado en materia Civil del Segundo
Circuito, quien estimó fundado el argumento de la actora en
cuanto a que adujo que no tenía por qué requerir a la parte
enjuiciada para hacerla incurrir en mora, debido en que se
26
convino el pago del crédito a través de descuentos saláriales. En
ese tenor, dicho Tribunal consideró que la omisión del lugar
específico de pago, no da margen a considerar el requerimiento al
deudor para constituir la mora, al operar la excepción derivada del
régimen legal especifico establecido en el contrato, el cual fue
creado en beneficio de los trabajadores, para darles mayores
facilidades a fin de apoyarlos en el cumplimiento de sus
obligaciones de pago, al establecer ese mecanismo de pago que
impide su atraso; por lo que en consecuencia, en el asunto
particular no era indispensable el requerimiento de pago al deudor
para hacerlo incurrir en mora, ya que atento al contenido
fundatorio, la mora opera automáticamente.
Por su parte, el Amparo que analizó la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, y que a su vez fue objeto de estudio por
parte del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo
Circuito, tuvo su origen en un juicio ordinario civil, en el que se
demandó el cumplimiento de diversas prestaciones entre las que
destaca el vencimiento anticipado del plazo para el pago del
crédito con garantía hipotecaria. Por lo que seguido el juicio en su
trámites legales el Juez del conocimiento dictó sentencia, en la
que se estimó que la parte actora en su calidad de acreedora, no
justificó los extremos de sus pretensiones; consecuentemente,
absolvió de las mismas a los demandados, dejando a salvo los
derechos de la actora. Para sustentar esa determinación, el Juez
señaló que la actora omitió acreditar que los demandados
incurrieron en mora, ya que no demostró haberle requerido el
pago en su domicilio, ello por que no obstante que el actor exhibió
diversos documentos para demostrar el requerimiento de pago, al
ser documentos privados elaborados de manera unilateral, su
eficacia era nula para demostrar el requerimiento. Contra tal
determinación, la parte actora interpuso recurso de apelación, del
cual conoció la Sala colegiada de Tlalnepantla del Tribunal
Superior de Justicia del Estado de México, quien resolvió
27
confirmar la sentencia apelada. En contra de esa determinación,
la parte actora, interpuso Juicio de amparo del cual tocó conocer
al Tercer Tribunal Colegiado en materia Civil del Segundo
Circuito, quien sustancialmente refirió que conforme a la
Jurisprudencia sustentada por la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, bajo el rubro ACCIÓN
RESCISORIA DE CONTRATO. LA MORA O INCUMPLIMIENTO
DEL DEUDOR, ES UN REQUISITO PARA SU PROCEDENCIA Y
SU ACREDITAMIENTO DEBE SER ESTIMADO DE OFICIO POR
EL JUZGADOR; podía colegirse que en los contratos de
compraventa de inmuebles en el que no se estableció lugar de
pago, aún cuando no se haya cumplido el plazo para efectuarlo, el
deudor no se constituirá en mora sino es previamente requerido
en su domicilio por el acreedor. Que lo expuesto justificaba el
proceder de la autoridad al considerar que correspondía al
Instituto quejoso demostrar el hecho del requerimiento a los
deudores al constituir un elemento de la acción rescisoria;
alegando también el quejoso que no se pactó la obligación de
requerir el pago a la parte demandada, sino que ese acuerdo era
optativo; sin embargo, dicho Tribunal Colegiado determinó como
infundadas esas inconformidades, toda vez que conforme al
contrato fundatorio de la acción se advertía, que contrario a lo que
estimó el quejoso, no se estableció obligación optativa para el
acreedor, puesto que, de la lectura e interpretación del consenso
base de la acción primigenia, ponía de relieve que las partes
establecieron un pacto comisorio expreso, lo que generaría el
vencimiento anticipado del crédito, y en su caso, hacer efectiva la
garantía hipotecaria; pero que de ese acuerdo no se deriva que el
requerimiento fuere opcional, pues lo que ahí se contempló fue el
pacto rescisorio sin necesidad de la intervención judicial. Que bajo
esa perspectiva, al invocarse el hecho del incumplimiento como
causa para hacer efectivo el pago rescisorio, correspondía a la
autoridad examinar los elementos que integran esa acción, y que
28
conforme en la especie no se estableció lugar de pago, era
necesario realizar el requerimiento en el domicilio del deudor para
hacerlo incurrir en mora, y de lo cual además, estaba obligado el
actor conforme en los términos que se obligó y de lo cual se
desprendía del contrato base de la acción. Por lo que entonces, al
haberse utilizado el verbo “requerir” en el acuerdo de voluntades
que nos ocupa, y que denota una obligación se podía concluir
valida y jurídicamente que el actor debió requerir de pago al
deudor por no haberse señalado domicilio para realizar el pago
requerido, y que en tal aspecto el Instituto debió serlo
precisamente en domicilio del deudor; señalando el citado Tribuna
Colegiado, que no era factible advertir que se hubiere realizado el
requerimiento al deudor mediante interpelación judicial o
Fedatario Público, puesto que se exhibieron en ese aspecto
documentos privados elaborados unilateralmente, por lo cual no
resultaban útiles para las pretensiones del actor al carecer de
eficacia probatoria conforme al criterio bajo el rubro citado
DOCUMENTOS. CARECEN DE VALOR PROBATORIO SI SOLO
CONTIENEN DECLARACIONES UNILATERALES. Sumado lo
anterior debía considerarse que el trabajador no se encontraba en
posibilidad de verificar que el patrón hubiere realizado el
descuento correcto, y si éste lo entrega de manera oportuna al
Instituto para cubrir el pago respectivo, dado que los descuentos
realizados al sueldo del trabajador, solo constituyen una forma de
realizar el pago, más no así, el lugar en que éste se efectuaría,
por lo que dicha autoridad Federal insistió en demostrar el debido
requerimiento de pago para que pudiera prosperar la acción en
cuestión.
La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación estimó que al caso en concreto sí existía contradicción
de tesis entre los Tribunales Federales referidos; y por lo mismo
resolvió determinar si en los casos en que un trabajador se ha
visto beneficiado con un contrato de crédito otorgado a su favor
29
por el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores (INFONAVIT), para la adquisición de una vivienda,
en el cual no se señala un lugar específico para cubrir las
amortizaciones, debido a que en él se pactó que para cubrirlas el
patrón del trabajador realizaría descuentos de su salario, cuando
por alguna causa, dicho patrón deja de realizar esos descuentos,
y como consecuencia el trabajador no cumple con su obligación
de pago –cuestiona entonces la Primera Sala- ¿para que incurra
en mora, según la legislación civil sustantiva abrogada para el
Estado de México, es preciso que éste sea requerido de pago en
su domicilio o incurre en mora automática? En tal aspecto, la
Primera Sala del Máximo Tribunal de la República consideró que
el derecho a la vivienda se reconoce en principio como una
condición inherente a la dignidad del ser humano, que también
representa una condición social que incide directamente en el
nivel y calidad de vida de la sociedad; que por ello como la
vivienda es un elemento que resulta indispensable no solo para la
dignidad existencial del ser humano, sino también para el
bienestar familiar y la paz social, es por ello que el artículo 4º
constitucional, a través de su reforma publicada el 07 siete de
febrero de 1983 mil novecientos ochenta y tres, reconoció como
derecho de carácter social el de toda familia para disfrutar de
vivienda digna y decorosa. Que ese derecho también se
encuentra reconocido en el ámbito familiar conforme al artículo
11, apartado 1, del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales pues al respecto establece que los Estados
partes de dicho pacto reconocen el derecho a toda persona a un
nivel de vida adecuado para sí y su familia, como lo es la
alimentación, vestido y vivienda adecuada. Ahora bien, conforme
a la reforma publicada el 14 catorce de febrero de 1972 mil
novecientos setenta y dos, surgió el Instituto del Fondo Nacional
de la Vivienda para los Trabajadores, cuyo objeto, entre otros,
consiste en administrar los recursos del Fondo Nacional de la
30
Vivienda, establecer y operar un sistema de financiamiento que
permita a los trabajadores adquirir en propiedad habitaciones
cómodas e higiénicas, construir, reparar, ampliar o mejorar sus
habitaciones así como el pago de pasivos contraídos por los
conceptos anteriores. Por lo que la función social que desempeña
el referido Instituto, cuando les otorga créditos a los trabajadores
para la adquisición de una vivienda, se traduce en una prestación
de carácter laboral. Que ello es así, pues cuando los trabajadores
celebran un contrato de crédito con el Instituto del Fondo Nacional
de la Vivienda para los Trabajadores, éstos no sólo tienen
derecho a elegir la vivienda nueva o usada a la que se debe
aplicar el importe del crédito que reciban con cargo al Fondo
Nacional de la Vivienda, misma que podrá o no ser parte de
conjuntos habitacionales financiados con recursos de dicho
Fondo; además el monto de las aportaciones patronales que
hasta entonces se hayan efectuado a su favor y que constituyen
el saldo de la subcuenta de vivienda individual, debe ser aplicado
como pago inicial del crédito, y durante la vigencia de éste, las
aportaciones patronales a su favor se deben utilizar para reducir
el saldo insoluto del crédito, el cual, por regla general, no podrá
tener una duración mayor a treinta años, pues transcurrido ese
plazo, el Instituto deberá liberar al trabajador del saldo pendiente.
Luego, si bien no se desconoce que durante la vigencia del
crédito, el saldo del mismo debe ser revisado cada vez que se
modifiquen los salarios mínimos, incrementándose en la misma
proporción en que aumente el salario mínimo general que rija en
el Distrito Federal, devengando intereses sobre el saldo insoluto
del mismo, cuya tasa no podrá ser menor del cuatro por ciento
anual, lo cierto es que dicha tasa siempre deberá ser benéfica
para el trabajador, afecto de que realmente le resulte un crédito
barato, a través del cual pueda acceder a obtener en propiedad
habitaciones cómodas e higiénicas que a su vez se traduzcan en
un una vivienda digna y decorosa, tal y como lo estatuye el
31
artículo 4° constitucional, pues de lo contrario se desnaturalizaría
la función social que desempeña dicho Instituto; además, a fin de
beneficiar al trabajador y cumplir con la función social antes
mencionada, dicho crédito deberá estar cubierto por un seguro a
cargo del Instituto, para los casos de incapacidad total o
permanente o de muerte que libere al trabajador o a sus
beneficiarios de las obligaciones, gravámenes o limitaciones de
dominio a favor del Instituto derivados de dicho crédito. Que
aunado a lo anterior, y a fin de cumplir con la función social
mencionada, cuando el trabajador deja de percibir ingresos
saláriales, éste tiene derecho a que el Instituto le conceda
prórrogas en los pagos de la amortización que tenga que hacer
por concepto de capital e intereses ordinarios, prórrogas que no
podrán ser mayores a doce meses cada una, ni exceder en su
conjunto de veinticuatro meses, las cuales terminarán
anticipadamente cuando el trabajador inicie una nueva relación
laboral, para lo cual, el único requisito que se exige, es que el
trabajador presente al Instituto una solicitud de prórroga dentro del
mes siguiente a la fecha en que deje de percibir ingresos
salariales, pues de no solicitarse la prórroga en el plazo de treinta
días concedido para ese efecto, ésta no se le autorizará. Por lo
que era evidente que el contrato de crédito que el Instituto del
Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores celebrado
con éstos, a fin de que se vean beneficiados en la adquisición de
una vivienda, cumple con una función social que a su vez se
traduce en una prestación de carácter laboral, de ahí que en
términos de lo dispuesto en los artículos 29, fracción III de la Ley
del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores , 97, fracción III y 110, fracción III de la Ley Federal
del Trabajo; su celebración obliga a los patrones, aun sin
participar en forma directa en él, a descontar del salario del
trabajador los pagos de las amortizaciones destinadas a cubrir
dicho préstamo. Que de acuerdo con el Diccionario de la Real
32
Academia de la Lengua Española, la mora consiste en la “dilación
o tardanza en cumplir una obligación, por lo común, la de pagar
cantidad líquida y vencida”. Que Rafael Rojina Villegas define la
mora como “el injusto retardo en el cumplimiento de una
obligación”. Por lo que se podía advertir en esa definición, que si
bien la mora surge del retraso, dilación, tardanza o retardo en el
cumplimiento de una obligación, no cualquiera de esos factores,
podrían actualizar la mora como tal, sino solo aquélla que
resultare injustificada, es decir, que no esté exenta de culpa.
Indicando la Primera Sala que aun cuando por regla general el
Código Civil abrogado para el Estado de México opera la mora
“solvendi ex re”, comúnmente conocida como mora automática,
ésta no tiene aplicación cuando en el acuerdo de voluntades que
contiene la obligación que debe cumplir el deudor no se establece
el tiempo en que ésta debe satisfacerse y la legislación no suple
esa omisión, pues en esos casos, opera la mora “solvendi ex
persona”, en tanto que para actualizar la mora es preciso un
requerimiento por parte del deudor. Además –indica la Máxima
Sala Colegiada de la Nación- se debe tener presente que aún y
cuando en el acuerdo de voluntades se establezca el plazo o
término en que el deudor deba cumplir con la obligación, si en ese
acuerdo no se estableció el lugar en que debe efectuarse el pago,
no siempre tiene aplicación la llamada mora automática. Que ello
es así, pues de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 1911 del
Código Civil abrogado para el Estado de México, si las partes no
convienen el lugar en que deba satisfacerse la obligación, por
regla general ésta deberá ser satisfecha en el domicilio del
deudor, lo cual implica que es el acreedor quien tiene el deber de
acudir al domicilio del deudor a requerir el pago, pues de no
hacerlo así, no puede considerarse que el deudor incurra en
mora, pues en este supuesto no cobra aplicación la llamada mora
automática.
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Atento lo anterior, la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación determinó que la respuesta a la
interrogante que motivó la contradicción que nos ocupa era que el
Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda de los Trabajadores, sí
debe requerir de pago al deudor en su domicilio a efecto de que
se le pudiera considerar que incurrió en mora, pues debía tomarse
en cuenta que dicho trabajador tiene derecho a que el saldo de la
subcuenta de la vivienda de su cuenta individual se aplique como
pago inicial del crédito obtenido, siendo que el resto del crédito
debe ser pagado a través de descuentos directos al salario del
trabajador a través del patrón, que aún sin haber participado de
manera directa en el contrato de crédito, está obligado a realizar
esos pagos junto con la aportación patronal equivalente al 5%
cinco por ciento sobre el salario base de aportación de los
trabajadores al Instituto. Que de lo anterior se advierte que en
este tipo de contratos, el trabajador asume una obligación de
pago, que debe ser satisfecha de manera mensual ante el
Instituto, a través de los descuentos realizados a su salario por el
patrón. Precisando la Corte que aún cuando en ese tipo de
contratos no exista duda del tiempo en que el trabajador
acreditado debe cumplir con su obligación de pago, cuando
debido a la mecánica establecida para efectuar los pagos
mensuales -que es precisamente a través de descuentos directos
al salario por parte del patrón- no se establece un lugar para que
el trabajador pueda realizar los pagos mensuales pactados en
caso de que éste asuma la obligación de efectuarlos en forma
directa, es decir, cuando debido a la falta de ingresos salariales,
dichos pagos ya no se realizan a través de un patrón, para que el
trabajador incurra en mora en el cumplimiento de la obligación de
pago asumida, de acuerdo con lo dispuesto en el Código Civil
abrogado para el Estado de México, dicho trabajador
necesariamente debe ser requerido de pago por parte del Instituto
acreedor en su domicilio. Que ello es así, porque si en dicho
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contrato no se establece un lugar para que el trabajador pueda
cumplir con la obligación de pago asumida, cuando por alguna
razón, sin importar cuál sea ésta, pero distinta a una prórroga; no
se aplica la mecánica de descuentos directos al salario señalada
para efectuar los pagos, entonces atendiendo a lo dispuesto en el
artículo 1911 del Código Civil abrogado para el Estado de México,
cobra aplicación la regla general que establece que el pago debe
hacerse en el domicilio del deudor, lo cual implica que para
obtener los pagos mensuales pactados, el Instituto del Fondo
Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, debe constituirse
en el domicilio del deudor a efecto de obtenerlos. En efecto –
consideró la Corte- aunque no pasaba inadvertido que el artículo
1911 señalaba al respecto que por regla general el pago debe
hacerse en el domicilio del deudor, salvo que las partes
convinieren otra cosa, o que lo contrario se desprenda de las
circunstancias, de la naturaleza de la obligación o de la ley, lo
cierto era que cuando en los contratos de mutuo con interés
celebrados entre el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda
para los Trabajadores y un trabajador, a efecto de que éste
acceda a un crédito barato y suficiente para adquirir una vivienda,
sólo se establecía una mecánica de descuentos a realizar por el
patrón a efecto de realizar los pagos mensuales, pero no se
preveía un lugar específico para realizar el pago en caso de que
el trabajador los realizara de manera directa. De esa manera,
consideró la Primera Sala, que si se tenía en cuenta que en ese
tipo de contratos, no solo permite concretar una prestación de
carácter laboral, sino que además cumple con una función de
carácter social al permitir que el trabajador y su familia gocen de
una vivienda digna y decorosa, a efecto de que dichos derechos
reconocidos a nivel constitucional e internacional, no resulten
lesionados o transgredidos, resulta preponderante tener en cuenta
todas las circunstancias o hipótesis que de facto pueden dar lugar
a que el multireferido Instituto considere que el Trabajador ha
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incumplido con su obligación de pago. Se asevera lo anterior –
precisó la Corte- porque pueden existir casos en los que el patrón
no cumpla con la obligación que se deriva para él de la
celebración del contrato en el sentido de realizar descuentos al
salario del trabajador a efecto de enterarlos al Instituto, o que en
concordancia con la mecánica de pago establecida en el contrato,
el patrón sí esté realizando descuentos directos al salario del
trabajador, pero a pesar de ello no cumpla con la obligación de
enterarlos al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores, a través de las entidades receptoras que actúan por
cuenta y orden del mencionado Instituto; y que como
consecuencia, ignorante de esa situación, el trabajador tampoco
realice de manera directa los pagos de las mensualidades
acordadas. Así –consideró la Primera Sala- ante la sola
posibilidad de que eso pueda ocurrir, es preciso que cuando el
Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores
estime que un trabajador ha incumplido con su obligación de
pago, éste sea requerido de pago en su domicilio, ello no sólo por
la ausencia del señalamiento de un lugar específico para
realizarlo, sino porque además, de darse el caso de que el patrón
sea quien esté incumpliendo con la obligación que tiene a su
cargo, en el sentido de enterar al Instituto los descuentos
realizados al salario del trabajador, éste, sin necesidad de que
exista una controversia planteada en su contra, podría demostrar
que sí ha cumplido con sus pagos, y que en todo caso, fue el
patrón quien incumplió con una obligación a su cargo. Así
considerar lo contrario, es decir, que el trabajador no tiene que ser
requerido de pago en su domicilio, implicaría negarle la posibilidad
de demostrar sin necesidad de ir a juicio una situación que de
facto puede ocurrir y que incluso fue prevista en el Reglamento
para Imponer Multas por Incumplimiento de Obligaciones que la
Ley del Instituto y su Reglamento establecen a cargo de los
Patrones, entre ellas la relativa a la omisión total o parcial de
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enterar al Instituto los descuentos efectuados al salario del
trabajador, según lo consideró la Máxima Sala Colegiada en
cuestión.
Precisado lo anterior, se tiene entonces que la
Jurisprudencia en cuestión debe prevalecer sobre la tesis aislada,
no solo por su jerarquía, sino también por sus aspectos de
derechos humanos que la misma tutela, relativo al derecho social
y familiar de la vivienda digna que al efecto reconoce el orden
constitucional de la nación como el internacional referido; y ello es
así, pues si de los mismos han de privarse al trabajador debe
tenerse la plena certeza jurídica de que esto fue conforme a
derecho; y es que en esté tipo de asuntos derivados de los
contratos que al efecto otorga el INFONAVIT a los trabajadores,
se establece un mecanismo de pago indirecto, dado que se
realiza por medio del patrón y no directamente por el obligado-
trabajador. Por ello el requerimiento forzoso, dado que el
trabajador no tiene los medios para conocer si sus pagos
otorgados indirectamente a través del patrón, han sido aplicados a
su crédito de vivienda. Pero además, en los contratos que llama
nuestra atención, tampoco se observa el acuerdo de voluntades
respecto a que si el trabajador deja de laborar empresa y de
donde emana el pago de dicho crédito, el patrón tenga la
obligación de dar aviso al INFONAVIT a efecto de que tenga el
conocimiento de que ya no recibirán las erogaciones mensuales
pactadas, en base a los motivos que por tal efecto lo hayan
provocado. Luego entonces, el requerimiento en cuestión es
precisamente el requerimiento legal, oportuno y preciso dado a
conocer al trabajador, respecto a que no se están efectuando los
pagos de su crédito de vivienda, y por ello se le requieren de los
mismos; conocimiento del cual una vez impuesto, alegue y
demuestre el trabajador acreditado conforme a derecho
corresponda. Por tanto la frase “sin perjuicio de lo anterior” no
salva del requerimiento que debe efectuar la parte actora, porqué
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el mismo es forzoso por determinación de la Ley, dado que la
Suprema Corte de Justicia de la Nación lo ha considerado como
una condición de procedibilidad en este tipo de acciones; y
además, porqué en este tipo de asunto los pagos se efectúan de
forma indirecta, sin que el trabajador cuente con un mecanismo
cierto en el que tenga certeza plena de que sus pagos son
aplicados, por su patrón, al crédito de vivienda en cuestión. Por
tanto, siendo forzoso su requerimiento de pago por disposición de
la Ley, el artículo 1687 del Código Civil vigente en el Estado, no
se controvierte tal y como lo sostiene el inconforme, toda vez que
el artículo 5º de la Ley Sustantiva Civil de esta Entidad Federativa,
dispone que los actos ejecutados contra el tenor de las leyes
prohibitivas, serán nulos si las mismas leyes no disponen otra
cosa; además, el arábigo 11 del citado Código sustantivo dispone
que las leyes en que se interesan el derecho público y las buenas
costumbres no podrán alterarse o nulificarse en cuanto a sus
efectos, por convenio celebrado entre particulares. De esta
manera, tal salvedad que pretende hacer el inconforme “sin
perjuicio de lo anterior” no puede prevalecer frente al orden
público que ha sido puesto de relieve en párrafos que anteceden;
de ahí que devenga lo inoperante de sus agravios.
En merito de lo considerado, se impone confirmar, por
los razonamientos propios de esta Sala, la sentencia sujeta a
revisión.
CUARTO.- No se hace especial condena al pago de
costas a ninguna de las partes en ésta Alzada, toda vez que no se
surten las hipótesis del numeral 135 de la Ley Adjetiva Civil de
esta Entidad Federativa.
Por lo expuesto y fundado, es de resolver y se
resuelve:
PRIMERO.- Los agravios que hizo valer el licenciado
ELIMINADO apoderado general para pleitos y cobranzas del
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INSTITUTO DEL FONDO NACIONAL DE LA VIVIENDA PARA
LOS TRABAJADORES, resultaron fundados pero inoperantes.
SEGUNDO.- En consecuencia, se confirma, por los
razonamientos propios de esta Sala, la sentencia de fecha 27
veintisiete de octubre de 2014 dos mil catorce, pronunciada por el
Juez Primero del Ramo Civil de esta Capital, expediente
2057/2012, Juicio Extraordinario Civil Hipotecario, promovido por
el aquí apelante en contra de ELIMINADO .
TERCERO.- No se hace especial condena al pago de
costas a ninguna de las partes en esta Alzada.
CUARTO.- Con copia certificada de la presente
resolución, devuélvase el expediente al Juzgado de origen, y en
su oportunidad, archívese el toca como asunto concluido.
QUINTO.- Notifíquese personalmente, comuníquese y
cúmplase.
A S Í, por unanimidad de votos, lo resolvieron y firman
los señores Magistrados que integran la Cuarta Sala del
Honorable Supremo Tribunal de Justicia en el Estado, Licenciados
ELIMINADO , ELIMINADO y ELIMINADO , siendo Ponente el
segundo de los nombrados, quienes actúan con Secretaria de
Acuerdos que autoriza Licenciada ELIMINADO . Da fe.
mgs