Trabajo a Presentar
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Introducción-Concepto
En la actualidad ha cobrado importancia el fenómeno llamado mobbing, acoso
moral o psicológico, o psicoterror laboral, términos que han adquirido cierta relevancia
por las consecuencias que el fenómeno acarrea, fenómeno que sido considerado “la plaga
del siglo XXI en las relaciones de trabajo”.
La Ley 1225 del año 2003 aplicable en la Ciudad de Buenos Aires lo define en su
artículo 1 bis: “Se entiende por violencia laboral las acciones y omisiones de personas o
grupo de personas que, en ocasión del ámbito o relación laboral, en forma sistemática y
recurrente, atenten contra la dignidad, integridad física, sexual, psicológica y/o social de
un trabajador/a, mediante acoso sexual, abusos, abuso de poder, ataques, amenazas,
intimidación, amedrentamiento, inequidad salarial, trato discriminatorio, maltrato físico,
psicológico y/o social.”
Es uno de los riesgos más actuales, y discutidos en la materia laboral, sobre todo en
lo concerniente a la prueba del mismo.
Las maneras más comunes de su realización resultan ser:
- El descrédito público de la víctima, atribuyéndole sistemáticamente errores,
despreciando o criticando su trabajo en presencia de otros compañeros o comparándolo con
otro supuestamente mejor;
-Desprestigiar su persona ante sus compañeros con bromas y burlas sobre la víctima, su
familia, orígenes, antecedentes y entorno.
-Desacreditar su capacidad profesional y laboral, distorsionar o ignorar sus comentarios e
ideas, la asignación de funciones sin sentido o por debajo de la cualificación del trabajador;
- La presión sistemática, someterlo a situaciones opresivas y estresantes.
-La limitación de su comunicación, su contacto social: aislarlo o privarlo de información.
-Comprometer su salud: aparte de ataques directos, el mero sometimiento a un régimen de
acoso psicológico ya tiene efectos negativos, psicológicos y psicosomáticos.
En este tema es imprescindible tener en cuenta la cantidad, la frecuencia y la persistencia
en el tiempo. Convencionalmente, se acepta como suficiente el criterio estadístico de una
frecuencia mínima de una vez a la semana y un mínimo de seis meses de duración se
considera suficiente.
Prueba
Es preciso tener en cuenta el contexto, las circunstancias y las personas que
intervienen en el acoso laboral:
-Se produce en contextos de relativa privacidad y en que la víctima se encuentra en estado
de desamparo.
- Implica conductas dirigidas a causar un daño en el trabajador de muy difícil prueba
porque al no tratarse de un daño físico no quedan huellas visibles en él.
- El acosador no emplea medios que dejen rastro de delitos tipificados por el derecho penal
ya que se concentra especialmente en la manipulación de lo cultural, los significados y la
comunicación que definen la identidad social del acosado.
-Es más sencillo probar el mobbing en los casos en que la persecución tiene su origen en
cambios políticos en la administración pública, cuando ésta es la empleadora. Por el
contrario, se dificulta la tarea cuando las conductas no son fácilmente externalizadas, lo
cual impide asimismo su captación.
Medios de prueba
Atento la especialidad propia del acoso laboral, y a la dificultad que implica la
prueba del mismo, el trabajador podrá valerse de cualquier medio de prueba.
Principalmente quien quiera llevar adelante un proceso por acoso laboral debe
demostrar concretamente que la finalidad del sujeto activo del acoso era perjudicar la
integridad psíquica del trabajador y que se le han causado daños psíquicos.
Es necesario tener en cuenta que la principal prueba en el mobbing se centra en los
testimonios que puedan aportar los compañeros de la víctima, no obstante lo cual, dichos
testimonios son de difícil producción, toda vez que los testigos se encuentran en la misma
situación laboral del denunciante, siendo que existe un temor a las represalias por parte del
denunciado, que es a su vez su empleador.
Asi también, la prueba documental, sirve como medio para acreditar el
hostigamiento, como pueden ser documentos que acrediten sanciones, advertencias,
instrucciones laborales de dificultosa realización o no adecuadas.
También se pueden agregar como prueba documental, lo relativo a carpetas médicas
solicitadas por el empleado, las cuales deberán ser analizadas a la luz de la patología
padecida, la frecuencia y su relación con un posible estrés causado por cuestiones propias
del ámbito laboral.
Otro medio probatorio importante es la prueba pericial, ya sea médica, psicológica y
social.
La prueba pericial médica puede dar cuenta de alteraciones a nivel orgánico
padecidas por el empleado, siendo ciertas patologías claramente psicosomáticas producidas
por situaciones de estrés: soriasis, rosácea, vértigo, etc…
Así también la pericia psicológica puede dar una aproximación del estado en que
encuentra un sujeto en lo relativo a su fortaleza psíquica, su posibilidad de afrontar
situaciones traumáticas, su tolerancia al fracaso y los daños producidos por situaciones
arbitrarias padecidas en el ámbito laboral.
Finalmente en cuanto a la prueba pericial social, un informe socio-ambiental puede
determinar el contexto social, personal y laboral en el que se encuentra inmersa la víctima
de acoso.
Es dable hacer alusión a otros medios probatorios que, sin ser tan contundentes,
pueden ayudar a la determinar, junto a otros, la existencia de acoso laboral, como ser los
indicios y presunciones.
En ese caso, el juez deberá ponderar la totalidad de los indicios y presunciones,
haciéndolo desde la máxima de interpretación que rige en el derecho, es decir en base al
sistema de las libres convicciones razonadas, pudiendo deslindar que la demanda no sea
solamente en pro de un beneficio económico o simplemente un daño por motivos
personales al empleador. Deslindada esta cuestión, deberá dar valor de prueba a los
indicios que permitan arribar a la configuración de las presunciones graves, precisas y
concordantes que estipula el artículo 163, inciso 5, del Código Procesal.
Se ha considerado también, que la prueba de indicios y presunciones es
determinante cuando entre lo referido por el trabajador y el inventario de indicios y
presunciones, exista una relación tan íntima que no sea posible desde la lógica derivar una
conclusión distinta.
Otro tema fundamental en materia de prueba en general y principalmente en el caso
del moobing, es en cuanto a su carga probatoria
En este tema en particular, y por sus características, es la inversión de la carga de la
prueba, la cual según la jurisprudencia española debería estar claramente regulada haciendo
una analogía con lo relativo a los que sucede en los procesos en los que se encuentran
involucrados los derechos fundamentales.
Una consideración especial merece la concepción dinámica de la carga de la prueba
basada en la idea de solidaridad y colaboración de las partes.
En relación a las cargas probatorias dinámicas, dicha denominación implica que los
litigantes deben tener un rol activo, llevando al proceso datos, información, no debiendo
amparase en la comodidad que el empleado realice toda la labor. Es decir, la concepción de
las cargas dinámicas de la prueba implica mayor protagonismo, particicipación y
compromiso por parte de los actores.
Dicha actuación por parte de los litigantes, reflejará su compromiso y se verá
traducido en cierto modo en la decisión final y en la realidad a vivir, lo que no implica
diluir la figura del juez, quien debe ordenar todas las medidas que considere necesarias,
siendo en última instancia la voz legitimada para impartir justicia.
Debido a la dificultad probatoria en este campo, el juez deberá en cierto modo
atemperar el rigorismo en materia de prueba, debido a las propias características de la
materia que se busca probar, ello con el objeto de no tornar de imposible comprobación una
situación que se acrecienta día a día en las relaciones laborales.
Acoso laboral en Argentina en la administración publica
En el caso de nuestro país, hay que tener en cuenta que se han sancionado leyes
provinciales, entre ellas en la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires, que
intentan en cierta forma prevenir, contener y sancionar el acoso laboral en el ámbito de sus
respectivas jurisdicciones.
Como primera medida hay señalar la herramienta básica de la cual se vale el
empleador estatal para configurar el acoso laboral. No obstante se debe aclarar que esta
potestad es válida, sólo, cuando no responde a la pura arbitrariedad del empleador. Dicho
procedimiento es el “ius variandi”, es decir la posibilidad que tiene el empleador de realizar
una serie de modificaciones en la relación laboral consistentes en: se le quita o restringe su
anterior autonomía; ya no se le encarga tarea alguna o bien se le asignan tareas humillantes,
absurdas o inferiores o superiores a sus competencias; se le encargan trabajos peligrosos en
contra de su voluntad; se le instala en un lugar aislado de los demás o insalubre, etc. 1
Cabe recordar que la Constitución Nacional en sus artículos 14 y 14 bis recepta las
distintas cuestiones concernientes al trabajo, entre ellas la relativa a la estabilidad en el
empleo público. No obstante ello, es preciso destacar que si la estabilidad se asocia a la
imposibilidad de la pérdida del trabajo sin sumario previo, pudiendo si haber movilidad en
cuanto a la función.
1 La violencia en la gestión del personal de los poderes públicos y responsabilidad del Estado empleador, por Patricia B. Barbado.
Debido a dicho principio y al tema a tratar, es claro que el empleador estatal puede
variar al empleado en su función amparado en el ius variandi con ciertos criterios
discrecionales no susceptible de revisión judicial, no obstante lo cual, dicha
discrecionalidad se encuentra limitada si ello resulta ilegítimo o irracional, y si se
contrapone con los principios amparados en la Carta Magna.
Hay dos cuestiones claves, cuya mal uso por parte del Estado puede dar lugar a
situación de acoso laboral o entre limitación como se ser el cambio de lugar de trabajo o las
negativas fundadas en “razones de servicio”.
Es decir, el cambio de lugar de trabajo si no es justificado, amparado en
fundamentos válidos dados por el empleador puede conllevar a una situación dramática por
parte del empleado, quien se ve compelido a un cambio en su vida, siendo que tiene que
haber una proporción entre la distancia del domicilio del empleador y su nuevo destino,
siendo que en caso de agravio puede negarse incluso en forma particular, pese a que a los
demás agentes afectados por la medida no se sientan perjudicados.
El cambio de destino, muchas veces resulta ser una cesantía encubierta, llegando
incluso el agente a cometer la falta de abandono de servicio por no poder cumplir en lo real
las nuevas condiciones que le son impuestas.
En cuanto a las razones de servicio, las mismas deben tener una motivación
suficiente, no bastando simplemente su enunciación, ya que, bajo este concepto se pueden
encubrir intenciones arbitrarias por parte del empleador, siendo la única garantía del
empleador el hecho de que se expongan los motivos en que se sustentan las mismas, ya que
la supuesta discrecionalidad de la administración no puede derivar en la arbitrariedad de la
misma.
Que una decisión de este tipo sea razonable, implica como estipula Patricia Barbado 2 siempre congruencia, proporción, adecuada relación de medio a fin, pues el exceso es lo
que identifica lo irrazonable, habiéndose pronunciado la Corte Interamericana de Derechos
2 La violencia en la gestión del personal de los poderes públicos y responsabilidad del Estado empleador, por Patricia B. Barbado
Humanos cuando sostuvo que la razonabilidad comporta “conformidad con los principios
del sentido común” y es “lo justo, lo proporcionado y lo equitativo, por oposición a lo
injusto, absurdo y arbitrario.”Este estándar es el criterio que apunta hacia lo adecuado
según las circunstancias, debiendo el magistrado tener presente los derechos de los
individuos para que no sufran restricciones excesivas o injustas. La “proporcionalidad” es
comprensiva del conocido principio de “prohibición de exceso”, de la necesidad de la
medida, en el marco de un Estado de Derecho, a fin de no caer en un descalificado acto
absurdo o arbitrario.
En ambas situaciones y tras observar un comportamiento ilegítimo por parte del
Estado, debe preservarse ante todo la relación laboral, intentando volver a las anteriores
condiciones de empleo.
Es sumamente importante identificar tales conductas ilegítimas en el ámbito estatal,
toda vez que el agente empleador, es decir el Estado, debe ser el ejemplo para los demás
empleadores, siendo que una conducta impropia genera una situación de inseguridad no
sólo en las personas que trabajan en el mismo, sino una situación nociva para la sociedad en
general.
En el estado actual de la cuestión no parece conveniente sostener la irreversibilidad
por vía del recurso extraordinario de los actos administrativos dictados en ejercicio de dicha
facultad ya que deben prevalecer los derechos fundamentales de los trabajadores.
Se ha reconocido que uno de los campos más fértiles para la arbitrariedad
administrativa es el disciplinario y en caso de que ocurran irregularidades, también resulta
obvia la presencia de comportamientos violentos o intimidatorios en cuyo caso la
responsabilidad no sólo es achacable a quien podría ser el autor directo, sino también a los
superiores jerárquicos que no ejercieron el debido control.
Asimismo, hay que tener en cuenta, como ya se expuso anteriormente, que no es
acertado dejar toda la carga de la prueba en cabeza del empleador, debiendo ser más
flexible la misma, ya que el Estado quien comete arbitrariedades en materia laboral, y pese
a la teoría de la división de poderes, resulta ser el mismo que resuelve acerca de dicha
arbitrariedad.
Finalmente, cabe recordar la plena vigencia de las Declaraciones de los Principios y
Derechos Fundamentales en el Trabajo y el Paradigma del Trabajo Decente emitidas por la
OIT , pactos que fueron reconocidos y son parte de nuestra Carta Magna a través de su
incorporación tras la reforma de la misma en el año 1994, siendo que cualquier actuación
del Estado en violación de dichos preceptos, es susceptible de revisión.
Conclusión:
El mobbing es uno de los fenómenos en materia laboral que han sido debatidos
desde hace tiempo, pero que por su incremento han sido muy debatidos e incluso legislados
en la actualidad. Como todo suceso de dificultosa prueba, es un proceso silencioso, que se
desarrolla lentamente y que no deja huellas. La dificultad de probarlo conduce muchas
veces a la víctima a padecerlo en silencio, provocándose así el daño buscado por el
empleador.
A su vez, siendo la prueba testimonial la más conducente en el proceso, no puede
dejar de considerarse que dichos testimonios se encuentran también bajo la órbita de un
empleador abusivo, por lo que muchas veces se tiene miedo a dar testimonio.
En el caso particular del Estado, se considera más grave toda vez que el Estado
cuenta con elementos y facultades, como puede ser el cambio del lugar de trabajo, que, si se
da sin consideraciones y con una clara impronta de castigo y no verdaderamente amparado
en razones de servicios, pueden resultar mucho más dañino que en otros ámbitos.
Ello, toda vez que el sujeto que comete el acoso- en este caso el Estado- resulta ser
más fuerte que otro empleador, llevando al trabajador que lo padece a reducirse en un
silencio por demás dañino, buscando a través de considerarlo “ normal” no sentirse tan
avasallado, violándose así, la legislación protectora del trabajador.
Asimismo, no puede anteponerse la forma al fondo, ya que ello implicaría que dejar
la búsqueda de la verdad que debe primar en todo proceso, alentando la teoría de la cargas
dinámicas en materia de prueba.
Atento a ello, es fundamental la legislación y su difusión, a los fines que las posibles
víctimas de mobbing tengan la información disponible, sientan el amparo de la ley y por su
parte los posibles empleadores abusivos consideren las consecuencias de sus acciones y la
posibilidad de ser pasible de sanciones.
Bibliografía:
- BARBADO, PATRICIA La prueba del acoso psicológico en el ámbito
laboral, por. Publicado en Jurisprudencia Argentina, fascículo del 12.8.05.-
-Constitución de la Nación Argentina, Ediciones El Pais, año 2013, Buenos
Aires.
-EISNER, I., "Desplazamiento de la carga probatoria", L. L. 1994-C, 846; R. L.
- FANJUL, A. El acoso moral (mobbing). Un nuevo riesgo en la medicina del
trabajo, www.astrea.com.ar
-Entrevista Dra. Patricia Barbado- 2012 Oficina de Asesoramiento sobre
Violencia Laboral. Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
Páginas consultadas:
-www.microjuris.com.ar
- Página web Carriaga & Asociados Estudio Jurídico
- Justiniano.com