Trabajo de Grupo. Jurisprudencia Sobre Imputación Objetiva

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Ayude a entender el valor prctico

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Facultad de Derecho y Ciencia Poltica

Maestra mencin en Ciencia Penales

Curso: Derecho Penal GeneralCatedrtico: Mg. Duberli Rodriguez TineoSemestre: 2013-I

La imputacin objetiva en la jurisprudencia nacionalIntegrantes del grupo

Ramirez Fernndez, William

Rincn Effio, FernandoLpez Bravo, Gerber

Martell Aguilar, William

Julio 2013

La imputacin objetiva en la jurisprudencia nacionalndice

3I.IMPUTACIN OBJETIVA.

7II.EL RIESGO PERMITIDO.

12III.PRINCIPIO DE CONFIANZA

16IV.PROHIBICIN DE REGRESO

20V.IMPUTACIN A LA VCTIMA

33BIBLIOGRAFA

La imputacin objetiva en la jurisprudencia nacionalI. IMPUTACIN OBJETIVA.I.1.De la causalidad a la imputacin objetivaLa teora de la imputacin objetiva naci como una teora para corregir, sobre la base de criterios normativos, la determinacin de la relacin de causalidad en los delitos imprudentes. Sin embargo, actualmente se ha extendido a los delitos de comisin y dentro de la misma a todo el tipo objetivo de tal manera que ha procedido a normativizar tambin la propia conducta tpica y resultado tpico. Esta normativizacin de la parte objetiva del tipo ha determinado que la teora de la imputacin objetiva, formulada originalmente para los delitos dolosos de resultado, se haya ampliado a todas las formas de realizacin del delitoEn esta lnea: sustituye a la causalidad? La respuesta es negativa. No se sustituye la causalidad sino que establece los lmites de la misma y es una herramienta que permite determinar la tipicidad objetiva de la conducta.

Para comprender en su totalidad es necesario hacer mencin a las teoras de la causalidad. La teora de la equivalencia de las condiciones y la frmula de la conditio sine qua non. Su argumento se resume en "es vlida como causa toda condicinsin la cual nose habra producido el resultado. Su idea bsica es que todas las condiciones que concurren en un resultado tienen idntica y equivalente calidad causal. Una condicin es causa del resultado si suprimindola mentalmente, el resultado no se hubiera producido (conditio sine qua non).Para determinar la vinculacin entre la condicin y el resultado, la antigua jurisprudencia alemana propuso recurrir a la frmula de la supresin mental, segn la cual una condicin es causa del resultado si suprimida mentalmente el resultado desaparece en el caso concreto.

Se critica por su remisin al infinito y por la supresin mental que slo serva para una justificacin formal. Teoras individualizadorasCon ste nombre se pretendieron agrupar una serie de criterios que perseguan limitar la extensin de la equivalencia de condiciones. Se busca seleccionar en cada caso concreto el factor que resulta determinante en la realizacin del resultado diferencindose as entre causa y condiciones. Las condiciones se consideran meras circunstancias acompaantes. Una causa podra ser la condicin ms eficaz o la ltima condicin que antecede al resultado o la ms preponderante, o la que se considere decisiva atendiendo su esencia y manifestacin. Teora de la adecuacinEn el sentido jurdico-penal slo es causal aquella conducta que poseyera una tendencia general para provocar el resultado tpico, mientras que las condiciones que solamente de manera casual hubieren desatado el resultado son jurdicamente relevantes. La teora de la adecuacin no sustituye a la de equivalencia, sino que slo suprime la equivalencia de todas las condiciones.

Para Roxin esta no es una teora de la causalidad sino una teora de la imputacin. Teora de la causalidad relevantePara sta teora, la causa es slo aquella condicin que al suprimirla mentalmente conduce a la desaparicin del resultado, slo en cuanto este ltimo sea entendido como categora jurdica. Mezguer considera que el derecho penal slo le interesan las causas que sean adecuadas para producir el resultado, empero para l, la determinacin de la adecuacin de la causa opera en un plano estrictamente jurdico, basndose en los tipos penales. Para Mezguer la equivalencia causal de todas las condiciones no implica su equivalencia jurdica; separndose as los fenmenos de la causalidad y la responsabilidad.

I.2.Fundamentos de la imputacin objetiva.La teora de la imputacin objetiva se ocupa de la determinacin de las propiedades objetivas y generales de un comportamiento imputable. La cuestin jurdica fundamental no consiste en la comprobacin del nexo causal en s, sino en establecer los criterios conforme a los cules queremos imputar determinado resultado a una persona. Slo es objetivamente imputable un resultado causado por una accin humana, cuando dicha accin ha creado un peligro jurdicamente desaprobado que se ha realizado en el resultado tpico.

Una vez afirmada la causalidad fsica, de acuerdo con la equivalencia de condiciones, la teora de la imputacin objetiva procura confirmar la causalidad jurdica, mediante una serie de criterios normativos descritos en la siguiente frmula: un resultado solo es objetivamente imputable, cuando la accin causante del mismo ha creado un riesgo jurdicamente desaprobado (o tpicamente relevante) que se ha realizado en un resultado tpico, que pertenezca al mbito o fin de proteccin de la norma infringida.En este sentido, la causalidad entre una accin y su resultado slo puede constituir una parte del elemento "imputacin objetiva". La causalidad va implcita en ese juicio de imputacin. Un primer lmite mnimo para la realizacin tpica es la causalidad natural. Luego, seguir la realizacin de los restantes presupuestos de la imputacin objetiva. La jurisprudencia peruana considera tambin que no basta con el nexo causal sino que se requiere adems de la imputacin objetiva: El recurrente niega errneamente la afirmacin de un nexo causal entre su conducta y el resultado daoso producido, cuando seala que la muerte de las vctimas no se produjo por quemaduras, sino por asfixia de gases txicos. Se queda con ello en el plano de la causalidad natural. Lo relevante no es la comprobacin de la conexin directa de la conducta del agente con el resultado lesivo, sino si a esta puede objetivamente imputrsele la produccin del resultado

Es bastante aceptado que luego de verificada la causalidad natural, la imputacin requiere comprobar, primero, si la accin ha creado un peligro jurdicamente desaprobado y, segundo, si el resultado es producto del mismo peligro. Estos dos criterios son la base para la determinacin de la imputacin objetiva. A partir de estos dos principios es posible diferenciar entre imputacin objetiva de la conducta e imputacin objetiva del resultado.La imputacin objetiva, actualmente, tiene como principales exponentes a dos autores alemanes. Claus Roxin, que se fundamenta en la funcin preventiva general de la norma penal e introduce criterios de poltica criminal en la dogmtica; y Gunter Jakobs, que se fundamenta en la defraudacin de una expectativa social a travs del quebrantamiento del rol social asignado.I.3.Tesis de RoxinPara Roxin, la tarea del Derecho penal consiste en evitar los riesgos socio-polticamente intolerables para el particular y la sociedad, y por lo tanto, se puede concebir a la accin tpica como la realizacin de un riesgo no permitido. As, la idea de riesgo no permitido que toca problemas fundamentales de la sociedad moderna y que se encuentra en el centro de la teora de la imputacin objetiva- posibilita y exige la inclusin de planteamientos poltico-criminales y empricos, y conduce a la dogmtica, encerrada por las viejas concepciones sistemticas en su estructura conceptual, hacia una apertura a la realidad.

Un tipo as, nacido de consideraciones valorativas jurdicas y orientado a los contenidos sociales de significado, determina qu conducta es final en sentido jurdico. De esta manera, Roxin sustituye la teora finalde la accin por una teora finaldel tipo. La finalidad del tipo ser ahora una finalidad normativa(a diferencia de la finalidad ontolgica del finalismo) que slo se podr descubrir mediante una interpretacin de los tipos concretos. Ahora se tendr que indagar, pues, por elfin de proteccin de la norma.

Segn esto, la imputacin objetiva dejara su papel originario correctivo de la causalidad en delitos imprudentes y sera vlida tambin para los delitos dolosos, donde el objeto del dolo no ser la causalidad sino un riesgo desaprobado por una norma penal. En consonancia con esto, el nfasis que se colocaba en el segundo nivel de imputacin (imputacin del resultado) se traslada al primer nivel (imputacin del comportamiento), ya que en el tipo doloso, aunque no se impute el resultado, se puede punir la conducta como tentativa.

La funcin del poder punitivo es la prevencin de riesgos para los bienes jurdicos, y, por lo tanto, aspira a fundar la imputacin objetiva en todas las formas tpicas, en la produccin o el aumento de esos riesgos y en la realizacin de estos en el resultado tpico.

I.4.Tesis de Jakobs

Para Jakobs, el derecho penal se encarga de devolver la vigencia a las expectativas sociales defraudadas. La defraudacin de estas expectativas garantizadas jurdicamente slo puede tener lugar por una conducta objetivamente defectuosa, sin tener en cuenta los distintos aspectos individuales del autor.

El criterio que permite determinar objetivamente que se ha infringido una norma penal se encuentra en el desempeo incorrecto de un rol socialmente configurado. En este sentido, un hecho slo podr imputarse objetivamente a un ciudadano si constituye la infraccin de un rol. Aquellos aspectos de la realidad que no forman parte del rol atribuido al ciudadano no podrn serle imputados, aun cuando ste haya podido fcticamente realizar estos aspectos o evitar su produccin. Si todas las personas fusen competentes para evitar todos los daos posibles, se producira una paralizacin inmediata de la vida social. La imputacin jurdico-penal requiere, por tanto, de una base social objetiva que permita descartar los hechos o resultados que no pueden atribuir objetivamente. II. EL RIESGO PERMITIDO. Para Roxin las reglas que regulan la imputacin al tipo objetivo, son bsicamente dos:

a) Un resultado causado por el agente, solo se puede imputar al tipo objetivo, si la conducta del autor ha creado un peligro para el bien jurdico, no cubierto por un riesgo permitido, y ese peligro se ha realizado en el resultado concreto. Cuando falta la creacin de un peligro prohibido, la accin y su resultado son impunes. Pero tambin resultara impune el resultado, cuando este no es realizacin del riesgo prohibido. Por ejemplo, un sujeto, con nimo homicida, dispara contra su vctima y le causa una herida leve. Luego esta es trasladada al hospital y muere a consecuencia de un incendio que ah se desata. Ciertamente el disparo que recibi la vctima, caus un peligro no permitido, pero en el incendio del hospital (causa real de su muerte), no se concret el peligro que fue parte de la lesin leve producida por ese disparo. En este caso, el autor del disparo solo responder por la tentativa de homicidio.

b) No habra imputacin, cuando el alcance del tipo penal no abarca la evitacin de los riesgos creados por el autor y sus repercusiones. Se incluyen aqu los casos de incitacin o de cooperacin a una mera autopuesta en peligro que los tipos no tienden a evitarPara Jakobs la conducta tiene que entraar un riesgo no permitido, o siguiendo la terminologa usual, una infraccin al deber de cuidado. La principal fuente para establecer la permisin de un riesgo es la configuracin social. Las estructuras sociales de cada momento histrico determinado, son las que establecen cules peligros son aceptados por la comunidad organizada (v. gr. la actual explotacin comercial de ciertas mquinas, hace cien aos se hubiera considerado intolerablemente peligrosa). Los lmites de lo que est dentro del riesgo permitido, se puede tratar en parte con exactitud.

Si la ley prohbe una conducta, esta deja de ser socialmente adecuada, por lo que tal comportamiento entraa, en condiciones normales, un riesgo no permitido. Por ejemplo, en la normativa de trfico viario, se prohbe conducir en estado de ebriedad o realizan ciertos tipos de adelantamiento, precisamente porque incrementan el riesgo de accidentes.

Adems de los reglamentos de trnsito, existen diversos mbitos vitales donde se han sealado expresamente prohibiciones de conductas que ponen en peligro abstracto bienes jurdicos (v. gr. regulacin de centrales de electricidad, de la minera, caza o pesca, etc.), cuyo quebranto, en la medida que no se presenten circunstancias excepcionales, crean riesgos jurdicamente desaprobados. Junto a tales determinaciones legales, entran en juego reglas tcnicas reconocidas a ciertos sectores profesionales (v. gr. la lex artis de los mdicos) y dems normas tcnicas que tambin constituyen parmetros para determinar cundo una conducta contraviene o excede el riesgo permitido.

Dado que la doctrina se ha cuestionado, si en la formulacin del juicio de peligro, deben ser considerados los conocimientos especiales que disponga el autor, Jakobs, partiendo de su teora de los roles, considera lo siguiente: a) A un rol general tan solo corresponden conocimientos generales, no especiales. b) Sin embargo, si el autor introduce por su cuenta un conocimiento especial, este queda incorporado en su rol. c) En algunos roles que se basan en la organizacin, el titular del rol no se presenta como un sujeto cualquiera, sino que tiene que hacer todo lo que sea necesario, ya que introduce un riesgo especial. d) Los deberes institucionales quedan intactos (Por consiguiente, la cuestin de hasta qu punto los padres, por ejemplo, deben hacer entrar en juego sus conocimientos especiales para la proteccin de sus hijos, se debe decidir atendiendo a la concepcin que la sociedad tenga de esta institucin en ese momento).

Para la jurisprudencia actual el punto inicial para determinar si una accin es o no penalmente relevante viene dado por la existencia de un nexo causal, aunque claro est el mismo no es suficiente para considerar al hecho como delictivo.Si la accin se realiza con la diligencia debida aunque sea previsible un resultado, se mantiene en el mbito de lo permitido jurdicamente y no se plantea problema alguno; pues la accin objetivamente imprudente, es decir, realizada sin la diligencia debida que incrementa de forma ilegtima el peligro de que un resultado se produzca es, junto con la relacin de causalidad, la base y fundamento de la imputacin objetiva del resultado; en consecuencia, la verificacin de un nexo causal entre accin y resultado no es suficiente para imputar ese resultado al autor de la accin

La teora de la imputacin objetiva tiene cuatro filtros para determinar si la conducta es o no delictiva: a) el riesgo permitido: b) el principio de confianza; c) la prohibicin de regreso; y, d) la imputacin a la vctima.

La imputacin objetiva se viene desarrollando como fundamento de la teora del tipo penal (Jakobs, Gnther, La imputacin objetiva en Derecho penal, 1 reimpr., traduccin de Manuel Cancio Meli, Grijley, Lima, 2001; Cancio Meli, Manuel, Lneas bsicas de la teora de la imputacin objetiva, Ediciones Jurdicas Cuyo, Mendoza, 2001; Feijoo Snchez, Bernardo Jos, Imputacin objetiva en el Derecho penal, Grijley, Lima, 2002; Caro John, Jos Antonio, La imputacin objetiva en la participacin delictiva, Grijley, Lima, 2003; Garca Cavero, Percy, Derecho penal econmico. Parte general, Ara, Lima, 2003). Este instituto desarrolla la teora del tipo desde una imputacin objetiva a la conducta y al resultado; desde la perspectiva de la imputacin de la conducta manifestamos que contempla conceptos que funcionan como filtros, los mismos que tienen la finalidad de determinar si una conducta es susceptible de ser considerada tpicamente objetiva o no: 1) el riesgo permitido; 2) el principio de confianza; 3) la prohibicin de regreso; y 4) la competencia de la vctima (Jakobs, Gnther, La imputacin objetiva en Derecho penal, trad. de Manuel Cancio Meli, Grijley, Lima, 2001, pp. 27-40; Garca Cavero, Percy, Derecho penal econmico. Parte general, Ara, Lima, 2003, pp. 409-436). Si la conducta sobrepasa los filtros establecidos, entonces se podr imputar objetivamente a dicha conducta el tipo penal determinado en un caso; es decir, la conducta ser objetivamente tpica; sin embargo, debemos sealar que basta que no se haya sobrepasado un solo filtro para establecer la atipicidad objetiva de la conducta, lo que conlleva a la no atribucin del trmino delito respecto de la conducta investigada, a pesar de la existencia de dolo

De igual manera, la jurisprudencia seala que segn los ltimos criterios de la imputacin objetiva, esta debe interpretarse desde los roles cumplidos por los intervinientes.

El punto inicial del anlisis de las conductas a fin de establecer si devienen en penalmente relevantes, es la determinacin del rol desempeado por el agente en el contexto de la accin; as el concepto de rol est referido a un sistema de posiciones definidas de modo normativo, ocupado por individuos intercambiables (cfr. Jakobs, Gnther, La imputacin objetiva en Derecho penal, trad. Manuel Cancio Meli, Grijley, Lima, 1998, p. 21) de modo que el quebrantamiento de los lmites que nos impone dicho rol, es aquello que objetivamente se imputa a su portador

Para la jurisprudencia todo lo realizado en el marco de un rol establecido forma parte del riesgo permitido

La moderna doctrina viene desarrollando la denominada teora de la imputacin objetiva como el fundamento de la nueva teora del tipo penal. En la sociedad se producen a cada instante contactos sociales, de los cuales se derivan bsicamente de dos tipos de riesgos: el primero es el riesgo permitido, entendindose a ste como concrecin de la adecuacin social, riesgo que necesariamente deber ser tolerado por las personas que conforman la sociedad. El segundo es el riesgo no permitido, entendido como aquella transgresin del rol normativo que debera desempearse de acuerdo a lo instaurado ya sea por una reglamentacin expresa o en todo caso sin tal (reglamentacin no expresa, vg. Ley de proteccin al consumidor, reglamentacin obedeciendo a las normas de cuidado, (lex artis, en la construccin, en la actividad mdica, etc.). De ello se concluye que la creacin de un riesgo no permitido se desarrolla cuando una persona no cumple lo estipulado por su rol. La imputacin objetiva es aquella teora que desarrolla actualmente la teora del tipo desde una imputacin objetiva a la conducta y al resultado. Desde la perspectiva de la imputacin de la conducta manifestamos que esta teora contempla conceptos que funcionan como filtros para determinar si una conducta es susceptible de ser considerada tpica o no: 1) El riesgo no permitido; 2) El principio de confianza; 3) La prohibicin de regreso y 4) Competencia de la vctima. Para comprender la resolucin del presente caso debo de manifestar que para determinar la competencia de la vctima se necesita que la actividad permanezca en el mbito de lo organizado conjuntamente por autor y vctima, que la conducta de la vctima no haya sido instrumentada por el autor y que el autor no tenga un deber de proteccin especfico frente a los bienes de la vctima

Tambin se seala que sumado a la interpretacin sobre la base de roles, debe tenerse en cuenta al contexto social en donde se produce la intervencin, para determinar si la misma supera o no el riesgo permitido.

Que, el punto de partida para establecer en el presente caso la relevancia o irrelevancia penal de la conducta imputada al inculpado [...] radica en el anlisis de la imputacin objetiva, porque es precisamente en el mbito de la imputacin objetiva donde se determina si la conducta supera o no el riesgo permitido, siendo a este respecto decisivo la interpretacin del contexto social donde se desarroll la accin conforme a los deberes inherentes al rol del agente, con independencia de si su actuacin fue hecha mediante accin u omisin, y tambin muy al margen de los datos psquicos que puede tener en su mente y la causalidad natural acontecida

Se establece que la conducta realizada dentro de los marcos del rol del ciudadano es atpica. El primer filtro de la imputacin objetiva es el riesgo permitido, segn el cual la conducta realizada dentro de los marcos del rol jurdico es atpica.

El anlisis del rol social del agente cobra un protagonismo esencial porque el rol canaliza el haz de derechos y deberes concretos reconocidos a la persona en el sector social parcial donde desempea su actividad, por lo que una conducta es imputable objetivamente solo cuando quebranta los deberes pertenecientes a su rol social, cual es lo mismo que la superacin del riesgo permitido

Por ltimo, se establece que slo ser sancionable la conducta del autor que obr fuera de su rol. La realizacin de una conducta que genere un dao slo ser sancionable si es que el autor obr fuera de su rol, o en otras palabras, dentro del riesgo no permitido. Caso contrario, la causacin de un dao no ser imputable al autor, pese a que causalmente sea quien produjo el resultado.

El riesgo socialmente aceptado y permitido que implica conducir un vehculo motorizado no desemboca necesariamente en la penalizacin del conductor cuando produce un resultado no deseado, ya que sera aceptar que el resultado es pura condicin objetiva de punibilidad y que basta que se produzca, aunque sea fortuitamente, para que la accin imprudente sea ya punible. Absurdo que se desvanece a nivel doctrinario con la teora de la imputacin objetiva, en el sentido de que solo son imputables objetivamente los resultados que aparecen como realizacin de un riesgo no permitido implcito en la propia accin

III. PRINCIPIO DE CONFIANZA Antecedentes

El principio de confianza es uno de creacin jurisprudencial que se remonta a mediados del siglo XX en lo referido al mbito del trfico viario.

De esta forma la jurisprudencia buscaba limitar el deber de cuidado de los conductores de automviles, toda vez que se les reconoca la posibilidad de confiar, por regla general, en la conducta correcta de los dems involucrados en el trfico viario.

Con el transcurso del tiempo, tanto la doctrina como la jurisprudencia ampliaron su mbito de aplicacin definindolo como un criterio de validez general pausible de ser utilizado en todos aquellos casos donde la produccin del resultado lesivo pueda estar determinada por la actuacin incorrecta de un tercero.

Generalidades

Conforme a este principio, cuando varios sujetos intervienen en la realizacin de una determinada conducta peligrosa, cada uno de ellos pueden confiar en que los dems actuarn correctamente, salvo que ciertas circunstancias que rodeen el caso en concreto hagan pensar lo contrario.

La controversia surge al momento de interpretar el verdadero significado y alcance de este principio; a saber:

Primer problema, en cuanto a su definicin como un criterio de carcter general. Quines se muestran contrarios a tal postulacin buscan limitar su aplicacin a determinados mbitos (e.g. trfico viario), o, sealan que la posibilidad de confiar no puede reconocerse como regla general sino slo a partir de un anlisis de las circunstancias del caso concreto.Segundo problema, la imprecisin de los presupuestos de aplicacin de este principio o las limitaciones a la posibilidad de confiar. Entre estas limitaciones encontramos principalmente a la que tiene que ver con la existencia de circunstancias en el caso concreto que hagan pensar que el tercero va a actuar de manera incorrecta, y es que al no existir una precisin sobre estas, se volvera a considerar como lo decisivo a la previsibilidad. Asimismo, otra limitacin tiene que ver con los deberes de cuidado referidos a la conducta de los terceros, ya que aqu resulta un problema no solo fijar la forma en que esos deberes de cuidado limitan realmente la posibilidad de confiar, sino tambin definir si es que la especial relacin entre los sujetos en estos mbitos de actuacin ha de conducir necesariamente a poner en duda la validez del principio de confianza.Tercer problema, tiene que ver con su ubicacin dentro de la teora jurdica del delito y a su delimitacin frente a otras categoras dogmticas que tienen un significado y alcance parecido. En cuanto a lo primero, se discute si este puede ser concebido como un criterio de imputacin objetiva susceptible de ser aplicado con independencia del carcter doloso o imprudente de la conducta del sujeto. Y en cuanto a lo segundo, porque se sostienen que este principio no ofrece un criterio de carcter independiente, e.g. algunos lo identifican con el criterio de la previsibilidad, sealando que la nica razn por que se puede confiar en que el tercero no se comporte incorrectamente es porque, por lo general, ese tipo de conductas son imprevisibles.Propuestas de interpretacin

A efectos de llegar a una correcta interpretacin de este principio, en la doctrina se han postulado distintas propuestas; a saber:1.La fundamentacin del principio de confianza: el principio de autorresponsabilidad.-

1.1. Una de las vas de fundamentacin ms importantes es la que seala la necesidad de garantizar el sentido o finalidad de las normas jurdicas. Se afirma en tal sentido que si no se pudiera confiar en la conducta correcta de los terceros, las normas careceran de sentido, pues una de sus principales funciones es, precisamente, la de orientar la conducta de los sujetos haciendo predecible la conducta de los terceros.

1.2. Otra de las vas de fundamentacin igual de importantes es la que justifica la proteccin de la confianza apelando a una ponderacin de intereses. Quien postulan esta posicin afirman que el principio de confianza es necesario para permitir el desarrollo de ciertas actividades en las que se necesita de un reparto de tareas o una divisin del trabajo y, por tanto, el inters en desarrollar tales actividades primara sobre el inters en controlar en todo momento la actuacin de los terceros.

1.3. Y la ms utilizada es la que presente a este principio como una aplicacin o manifestacin del principio de autorresponsabilidad. En esta lnea, se dice que la posibilidad de confiar obedece a la existencia de un principio general, segn el cual cada quien es responsable de su propia conducta y no de la de los dems.

La delimitacin del deber de cuidado.-Aqu la propuesta tiene que ver con la aplicacin del principio de confianza. As, tenemos que el principio de autorresponsabilidad, como criterio de imputacin basado en la delimitacin negativa de mbitos de responsabilidad, puede tener un doble alcance: (i) para delimitar negativamente la posicin de garante y (ii) para delimitar negativamente el deber de cuidado de quien ostenta una posicin de garante.

En el primer caso permite fundamentar la prohibicin de regreso y en el segundo, el principio de confianza. La idea de partida es que, a la hora de determinar la responsabilidad de un sujeto por la produccin de un determinado resultado lesivo, deben diferenciarse dos momentos, tanto en los delitos comisivos como en los omisivos: primero, tiene que comprobarse que el sujeto ostenta una posicin de garante o mantiene una especial relacin con determinado riesgo, y despus ha de comprobarse que el sujeto infringe el deber de cuidado que se establece para controlar o evitar ese riesgo.

La teora de la imputacin objetiva.-Resulta plenamente aplicable este principio a los delitos dolosos como a los imprudentes.

En relacin al principio de confianza, puede suceder, por una parte, que el sujeto se represente claramente el comportamiento incorrecto del tercero, pero no pretenda o no se represente suficientemente la produccin del resultado lesivo y no pueda, por tanto, reconocerse la existencia del dolo; e.g. mdico que observa que su ayudante est cansado o embriagado y, sin embargo, no juzga necesario supervisar el producto o instrumento que este le ha facilitado.

Puede ocurrir tambin que el sujeto persiga o se represente subjetivamente la produccin del resultado lesivo, pero no se pueda dejar de aplicar el principio de confianza para delimitar su deber de cuidado porque no hay realmente circunstancias que evidencien el comportamiento incorrecto del tercero; e.g. conducta que circula con el fin de atropellar a alguien por un lugar donde suelen cruzar los pobladores por la autopista.

Estos casos son poco frecuentes porque lo normal es que el sujeto que tiene el propsito de producir un resultado lesivo busque situaciones en las que resulta evidente que el tercero se va a comportar incorrectamente, pero sirve para evidenciar que no es el carcter doloso de la conducta lo que condiciona la aplicacin del principio de confianza.

Siempre es necesario determinar objetivamente que es aquello que debe conocer el sujeto para que decaiga la posibilidad de confiar y para que, por tanto, la conducta pueda llegar a ser considerada tpicamente desaprobada.

En consecuencia, el principio de confianza puede presentarse como un criterio de imputacin objetiva y de carcter independiente. Se diferencia del criterio del riesgo permitido porque se fundamenta en la delimitacin negativa de mbitos de responsabilidad y toma concretamente como referencia la intervencin de terceras personas responsables. Por otra parte, se diferencia del criterio de la prohibicin de regreso y de los criterios utilizados para diferencia entre autora y participacin porque slo opera en un momento posterior, una vez que se ha comprobado que el sujeto ostenta una posicin de garante y mantiene una relacin de autora.

Jurisprudencia de la Corte Suprema

A continuacin, y para ilustrar lo antes desarrollado, presentamos los extractos de un pronunciamiento de la Corte Suprema que desarrolla el principio de confianza:Sentencia expedida por la Tercera Sala Penal de Reos Libres, recada en el Exp. N 142-06.-El principio de confianza, a diferencia del riesgo permitido, es un criterio que tiene su fundamento normativo en el principio de autorresponsabilidad; es decir, tenemos la expectativa, esa confianza permite que ya no estemos pendientes de los actos que realicen los otros ciudadanos y en consecuencia, hace que nos avoquemos a nuestras conductas (este filtro se da a consecuencia de la divisin del trabajo, donde la especializacin hace que cada trabajador confe en su superior o inferior, respecto del trabajo que est realizando). La inaplicacin principal de este filtro se da cuando conocemos, precedentemente a nuestra conducta, de los actos ilcitos de terceros

De la compulsa de las pruebas no se ha acreditado que el encausado haya actuado no acorde a derecho; es decir, si bien ya se ha determinado la responsabilidad del sentenciado Mario Andabak Arribasplata, ella no es extensible al encausado, pues, el encausado actu de acuerdo al principio de confianza filtro de la imputacin objetiva que excluye cualquier responsabilidad o atribucin tpica de algn delito, pues implica una limitacin a la previsibilidad, exigiendo, como presupuesto, una conducta adecuada a Derecho y que no tenga que contar con que su conducta pueda producir un resultado tpico debido al comportamiento jurdico de otro. Este filtro permite que en la sociedad se confe en que los terceros actuarn correctamente, por tanto no estamos obligados a revisar minuciosamente la actuacin de aquellos, pues, [ello] generara la disminucin de las transacciones econmicas y del desarrollo de la sociedad. El encausado se ha limitado a desarrollar su conducta conforme a los parmetros de su rol de transportista de carga - chofer, exista en l la expectativa normativa de que su empleador haba tramitado correctamente las tarjetas de propiedad falsas; en consecuencia, no se puede imputar objetivamente el delito de falsedad documental impropia al encausado, ms an, si no se ha acreditado que el encausado haya tenido conocimiento de la falsedad de las tarjetas de propiedad, lo que conllevara a la inaplicacin del filtro referido.IV. PROHIBICIN DE REGRESOLa prohibicin de regreso es el tercer filtro de la imputacin objetiva. Segn ella, quien obre dentro de los contornos de su rol y dentro de ellos causalmente colabore a la realizacin de un hecho delictivo, no tendr responsabilidad penal, pues su accin es una conducta neutra.La prohibicin de regreso se manifiesta fundamentalmente en los casos de pluralidad de intervinientes, excluyendo de responsabilidad a los partcipes que no se conduzcan de acuerdo a su rol.

Segn el punto de vista de JAKOBS, a quien se le atribuye el desarrollo moderno de este concepto normativo, tal como lo expresa CANCIO MELI, el carcter conjunto de un comportamiento no puede imponerse de modo unilateral-arbitrario. Por tanto quien asume con otro un vnculo que de modo estereotipado es inocuo, no quebranta su rol como ciudadano aunque el otro incardine dicho vnculo en una organizacin no permitida. Por consiguiente, existe una prohibicin de regreso cuyo contenido es que un comportamiento que de modo estereotipado es inocuo no constituye participacin es una organizacin no permitida.Dicho de otro modo: no puede haber participacin criminal, si el sujeto actu en el marco de su rol como ciudadano, es decir, no infringi deber alguno, en cuanto no le incumba el desarrollo de una conduccin de un mbito de organizacin ajeno.

De cara a la posicin antes descrita, no existe discrepancia alguna de excluir la imputacin objetiva del resultado a la actuacin de un sujeto que no era Garante o cuyo comportamiento se adeca a los alcances de una conducta socialmente tolerable; v. gr., como la venta de un armero a un ciudadano que cuenta con licencia para portar armas, pese haber escuchado su intencin de querer matar a su esposa, pues no es su deber evitar que una persona en un estado responsable pueda cometer dichas ilicitudes.

As tambin cuando se vende un coche deportivo a un adolescente (mayor de edad), an sabiendo que este protagoniza todos los fines de semana piques de autos con sus amigos en la Costa Verde, pues no es de su incumbencia que dicho joven no se conduzca conforme a derecho. Sin embargo, el siguiente ejemplo puede llevar a conclusiones distintas, si es que los factores facticos inciden en configuraciones distintas. A ver si un hombre mayor de edad que est cortando su jardn, le presta un machete a su vecino, pues le dice que lo necesita para cortar un rbol de su jardn, no se le podra imputar responsabilidad alguna si el vecino entra a la casa y da muerte a su esposa con el machete, pero si cambiamos la descripcin fctica, de tal manera que el individuo antes de prestar el machete, escucha alaridos y gritos de la mujer de su vecino, producto de los golpes que le est atestando el vecino y luego ste acude a pedirle el arma homicida con manchas de sangre en su camisa y en un estado psquico de exaltacin Podramos decir que la conducta de dicho individuo es inocua, que no tiene relevancia jurdico-penal alguna en la produccin del resultado lesivo? De ninguna manera, desde el momento que sabe que su conducta est contribuyendo de forma significativa en la perpetracin de un parricidio, su participacin si es perfectamente conducible al tipo penal a ttulo de complicidad primaria, basta la imputacin delictiva el dolo eventual.Decisivo para esto es solamente si el hombre de atrs con su conducta contraria al deber ha creado el peligro de producir un resultado por medio de un hecho doloso ajeno, y si este hecho doloso se ha concretado en la produccin del resultado.

JAKOBS, aplicando la prohibicin de regreso, excluye la imputacin objetiva del resultado, en el caso del taxista que traslada a un sujeto a una sucursal bancaria en la que ste comete el delito contra la propiedad, sin hacer nada ms que un servicio de transporte normal, en particular sin haberse concertado con el autor, conociendo su propsito. Este ejemplo ha dado lugar a una resolucin judicial que excluye de responsabilidad criminal al encausado, cuya descripcin fctica es parecida a la antes anotada, en la cual se seala resumidamente:

RN N 4166-99 LIMA () que el encausado se encontraba en su labor habitual de taxista, siendo interceptado por un individuo que lo condujo hasta el inmueble en mencin; al llegar al lugar recibi la indicacin de hacer ingresar el vehculo hasta la cochera del mismo, lugar donde esperaban otros sujetos, () quienes introdujeron diversas especies al vehculo, luego de lo cual, le indicaron que iniciara la marcha, siendo luego interceptados por la polica, donde se desprende que el encausado conoca de las intenciones delictivas de los otros sujetos; por lo que al haber desempeado su rol de taxista, lo cual se califica de inocuo, ya que no es equivalente per se, ni siquiera en el plano valorativo, al delito de robo agravado, as como otros fundamentos. En sntesis: Nadie responde de las consecuencias que derivan del cumplimiento puntual de obligaciones contractuales, como expresa PARMA, haciendo un anlisis sobre la declaracin de inocua de la conducta del taxista por parte de JACOKBS.

Jurisprudencia Prohibicin de regreso:Obrar dentro de su rol

Corte Suprema

Ejecutoria Suprema

R.N. N 776-2006-Ayacucho

Quien obra en el marco de un rol social estereotipado o inocuo, sin extralimitarse de sus contornos, no supera el riesgo permitido, su conducta es neutra y forma parte del riesgo permitido, ocupando una zona libre de responsabilidad jurdico-penal, sin posibilidad alguna de alcanzar el nivel de una participacin punible (Caro John, Jos Antonio, Sobre la no punibilidad de las conductas neutrales, en Revista Peruana de Doctrina y Jurisprudencia Penales, N 5, Lima, 2004, p. 105), de manera que si dicha conducta es empleada por terceras personas con finalidades delictivas, la neutralidad de la conducta adecuada al rol prevalece, no sindole imputable objetivamente al portador del rol estereotipado la conducta delictiva de terceros, en aplicacin del principio de prohibicin de regreso

Exclusin de responsabilidad de los partcipes

Sentencia

3 Sala Penal de Reos Libres

Exp. N 142-06

Para la prohibicin de regreso el carcter conjunto de un comportamiento no puede imponerse de modo unilateral-arbitrario; es decir, quien asume con otro vnculo que de modo estereotipado, es inocuo, no quebranta su rol como ciudadano aunque el otro aprovecha dicho vnculo en una organizacin no permitida (lo reconduce a un hecho ilcito) (y a pesar de conocer la futura conducta ilcita del tercero), este filtro excluye la imputacin objetiva del comportamiento [...] pues la conducta de la persona inicial, que es aprovechada por una segunda a un hecho delictivo, es llevada de acuerdo a su rol

Causalidad y rol

Corte Suprema

Ejecutoria Suprema

R.N. N 4166-99

Habiendo quedado acreditado que el imputado se limit a desempear su rol de taxista, el cual podramos calificar de inocuo, ya que no es equivalente per se, ni siquiera en el plano valorativo, al delito de robo agravado; que, de otro lado, se ha establecido que el citado encausado, en un momento determinado del desarrollo de la accin, tuvo pleno conocimiento de la ilicitud de los hechos desplegados por sus contratantes; lo cual tampoco es sustento suficiente para dar lugar a alguna forma de ampliacin del tipo, de modo que la responsabilidad penal por el delito perpetrado pueda alcanzarle, ya que el solo conocimiento, no puede fundar la antijuridicidad de su conducta; que, dicho esto, concluimos afirmando que si bien el encausado intervino en los hechos materia de autos, su actuacin se limit a desempear el rol de taxista, de modo que aun cuando el comportamiento de los dems sujetos fue quebrantador de la norma, el resultado lesivo no le es imputable en virtud a la prohibicin de regreso, lo que determina que su conducta no pueda ser calificada como penalmente relevante, situndonos, en consecuencia ante un supuesto de atipicidad

Cumplimiento del rol no acarrea responsabilidad penal

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Corte Suprema

Ejecutoria Suprema

R.N. N 2270-2004

A los efectos de delimitar el aporte propiamente tpico del partcipe es de tener presente, como anota la doctrina jurdico-penal, que existe un mbito de actuacin de este ltimo que es inocua y cotidiana, y que solo mediante la puesta en prctica de planes de otras personas se convierte en un curso causal daoso, lo que obliga a distinguir entre intervenciones propias y creacin de una situacin en que otros realizan el tipo; que, como explica Gnther Jakobs, uno de los casos en que a pesar de la actuacin conjunta del participante con el autor decae la responsabilidad del primero se da cuando nadie responde por las consecuencias del cumplimiento puntual de una obligacin (Derecho penal. Parte general, 2 ed., Marcial Pons, Madrid, 1997, pp. 842-845); [...] en el caso de autos, las cuatro operaciones cuestionadas, en lo que respecta a la intervencin del encausado [...], se relaciona con las prcticas bancarias que estn en el mbito de actuacin del citado procesado y que no importaron, en s mismas, vulneracin de la legislacin bancaria ni una realizacin de actos fuera de lo cotidiano de atencin a un cliente de un banco; que las funciones que realiz el citado imputado no estn fuera de las que le correspondan, segn la comunicacin [...]. En efecto, mandar recoger [...] cuatro cheques, colocarles su visto bueno, y de ese modo que se hagan efectivos y que dicho monto se deposite en la cuenta personal en el propio banco del entonces presidente regional de La Libertad, aun cuando procedan de bancos distintos al Banco de Crdito, constituyen operaciones bancarias propias del mbito de actuacin del jefe de Banca Personal I y, en s mismas, no pueden considerarse como actos idneos de facilitacin o apoyo para la comisin del delito de enriquecimiento ilcito; que esa conducta la propiamente delictiva realizada por el autor en funcin al plan criminal adoptado en todo caso es exclusiva, de quien entreg el cheque al funcionario bancario y quien impuso su depsito a una determinada cuenta personal del banco del que era funcionario el encausado [...]. Que siendo as la conducta que se imputa al indicado procesado, tal como parece descrita en la denuncia formalizada y en el auto de apertura de instruccin, no se encuentra comprendida en el tipo penal de complicidad del delito de enriquecimiento ilcito

Conducta neutra como causal de atipicidad

Corte Suprema

Precedente vinculante

R.N. N 1062-2004-Lima, Precedente vinculante

El acto mdico no se puede penalizar, pues no solo es un acto esencialmente lcito, sino que es un deber del mdico el prestarlo; asimismo, tampoco se puede criminalizar la omisin de denuncia de un mdico de las conductas delictivas de sus pacientes conocidas por l [basndose en] la informacin que obtengan en el ejercicio de su profesin; que, por tanto, el acto mdico constituye como afirma un sector de la doctrina penalista nacional una causal genrica de atipicidad: la sola intervencin profesional de un mdico, que incluye guardar secreto de lo que conozca por ese acto, no puede ser considerado tpica, en la medida en que en esos casos existe una obligacin especfica de actuar o de callar, de suerte que no se trata de un permiso justificacin sino de un deber, no genrico, sino puntual bajo sancin al mdico que lo incumple.

V. IMPUTACIN A LA VCTIMAHasta el momento, debemos dejar en claro que comprobada la causalidad natural, es posible excluir la imputacin objetiva verificando si se ha creado o no un riesgo jurdicamente desaprobado, esto significa que podemos determinar si una conducta es susceptible de ser considerada tpicamente objetiva o no recurriendo a los siguientes filtros: a) Riesgo permitido, b) Principio de Confianza, c) Prohibicin de regreso o d) Imputacin a la vctima.

Es ciertamente ste ltimo instituto dogmtico al cual haremos referencia en las lneas subsecuentes, puesto que existir imputacin al mbito de competencia de la vctima si es la misma vctima quien con su comportamiento contribuye de manera decisiva a la realizacin del riesgo no permitido.

Sobre el particular, es menester, en primer lugar, tener en consideracin que desde principios de los aos noventa, en la doctrina jurdico-penal -sobre todo en la doctrina alemana- viene producindose la plasmacin en varios estudios monogrficos de una etapa de efervescencia doctrinal y jurisprudencial. La discusin terica, en este caso, no se deba a consideraciones acadmicas alejadas de los problemas de la prctica forense. Por el contrario, fue impulsada de modo decisivo por la aparicin de supuestos concretos ante los tribunales.

En efecto, el intenso debate al que se acaba de aludir se haba iniciado sobre todo a partir del ao 1984 con una sentencia del Tribunal Supremo Federal alemn de 14 de febrero -en el llamado caso de la jeringuilla- en la que este tribunal constataba que la autorresponsabilidad de la vctima deba tenerse en cuenta en la valoracin jurdico-penal de un suceso en el que sta haba intervenido. En el caso concreto, el tribunal -rompiendo as con su praxis anterior- absolvi de la acusacin de homicidio imprudente al sujeto que le haba proporcionado a un heroinmano una jeringuilla con la que inyectarse la sustancia estupefaciente que le produjo la muerte.

Poco despus, en Espaa, una sentencia del Tribunal Supremo, dictada el da 17 julio de 1990, siendo ponente el magistrado Enrique Bacigalupo Zapater, y relativa a un supuesto prximo, llam la atencin de la doctrina de modo muy especial. Se trataba de un caso en el que con ocasin de un juego irresponsable con un arma de fuego, quien haba retado al portador del arma a realizar un alarde de puntera, resultaba muerto al ser alcanzado por el disparo.

En su sentencia, el Tribunal Supremo lleg a una solucin -salomnica en lo material: se pronunci una condena por homicidio imprudente, pero atenuando la pena- en la que se discutan con inusual profundidad las ltimas aportaciones de la literatura, esto en referencia a la denominada auto responsabilidad de la vctima, denominada tambin competencia de la vctima o simplemente llamada imputacin a la vctima; diferencias de denominacin que ms adelante trataremos de explicitar, brindando una opinin grupal y para lo cual se deber a continuacin proceder con identificar las posturas brindadas nivel de la doctrina.

Al respecto, es menester tener en consideracin, en un primer momento lo sealado por Manuel Cancio, en cuanto refiere que: la hiptesis de que en Derecho Penal la conducta de la vctima, de la persona lesionada por una conducta de otro, puede adquirir relevancia de algn modo en la produccin de la lesin de sus propios bienes, y, concretamente, tambin en la valoracin jurdico - penal del comportamiento del otro sujeto interviniente, del autor, abre, en principio un campo de amplitud enorme, y en numerosos supuestos, la contribucin de la vctima parece irrelevante, al igual que muchas intervenciones del autor ya desde un principio carecen de significado delictivo.

En este contexto, sin embargo y en el marco de una evolucin mucho ms amplia, en los ltimos aos se ha producido lo que se ha llamado el "redescubrimiento" de la vctima por parte de las ciencias penales. Este redescubrimiento se manifiesta en muy diversos sectores. Por un lado, en el marco de la poltica criminal, pueden encontrarse tendencias tanto dirigidas a una mayor proteccin de la vctima por parte del ordenamiento penal como preocupadas por reducir la responsabilidad de aquellos sujetos que atentan contra los bienes de vctimas que son especialmente "descuidadas" con stos.

En el plano del Derecho procesal penal, se est desarrollando en algunos pases un intenso debate acerca de las modalidades de intervencin de la vctima en el proceso. Dentro del Derecho penal material, las consideraciones ligadas a la vctima van desde determinados aspectos de la legtima defensa, pasando por la relevancia que debe corresponder a la reparacin de la vctima en el sistema de sanciones, hasta la cuestin del significado dentro del sistema general de imputacin de la conducta de la vctima en el suceso que conduce a la lesin de sus bienes.

As, podemos sealar que la cuarta y ltima institucin de la imputacin del comportamiento se refiere a la relevancia que puede tener para la tipicidad de la conducta de un sujeto que en la realizacin de la misma haya intervenido de algn modo el sujeto que resulta lesionado posteriormente, la vctima de ese comportamiento. Esta intervencin puede afectar a la calificacin que merece la conducta del primer sujeto, eliminando su carcter tpico, al entrar lo sucedido en el mbito de responsabilidad de la vctima.

Siguiendo a Claus Roxin, estableceremos que, dentro de sus consideraciones sobre diversas cuestiones relativas a la imputacin del resultado y bajo aplicacin del criterio del fin de la proteccin de la norma como principio metodolgico rector, aborda la problemtica de la intervencin de la vctima en el acontecer arriesgado, intentando resolver los casos de produccin de una autopuesta en peligro con consecuencias lesivas recurriendo a los lmites de la punibilidad existentes en el ordenamiento alemn en relacin a la produccin del suicidio, concluyendo que el fin de la proteccin de la norma del homicidio imprudente no abarca los casos de favorecimiento o mera intervencin secundaria en una autopuesta en peligro, puesto que si es impune la produccin, por medio de la participacin dolosa del autor, de una autolesin cuasi-dolosa en el lado de la vctima, ha de serlo tambin la produccin de una autopuesta en peligro cuasi-dolosa, por lo que, si ni siquiera la produccin dolosa de la lesin del bien jurdico esta abarcada por el fin de proteccin de la norma del homicidio, mucho menos puede estarlo la participacin en una autopuesta en peligro, que respecto del resultado por regla general solo dar lugar a la imprudencia.

As, la concepcin de Roxin y la de los autores que han adoptado la diferenciacin por l desarrollada, de participacin en una autopuesta en peligro y heteropuesta en peligro, constituye una primera ordenacin del material de casos sobre la cual se aplica la institucin dogmtica material que fundamenta la atipicidad o atipicidad del comportamiento de quien interviene junto a la vctima. Este marco dogmtico dentro de la concepcin de Roxin viene dado dentro de la teora de la imputacin objetiva por l desarrollada, por el fin de proteccin de la norma y posteriormente, modificando en parte su concepcin inicial, por el alcance del tipo

Segn Gnter Jakobs: "puede que la configuracin de un contacto social compete no slo al autor, sino tambin a la vctima, y ello incluso en un doble sentido: puede que su comportamiento fundamente que se le impute la consecuencia lesiva a ella misma, y puede que se encuentre en la desgraciada situacin de estar en la posicin de vctima por obra del destino, por infortunio. Existe, por tanto una competencia de la vctima. Mediante esta institucin Jakobs propone tener en cuenta la intervencin de la vctima en el suceso. En este punto, la teora de la imputacin objetiva implica la introduccin de elementos valorativos que determinan cules son los lmites de la libertad de actuacin, implica, en este sentido, el establecimiento de esferas de responsabilidad.-

En opinin de Jakobs, diremos que el autor que es conocedor de las consecuencias lesivas de su comportamiento puede afirmar frente a la vctima que dichas consecuencias son asunto de ella cuando el autor se ha comportado conforme a su rol, un comportamiento del que se sabe producir lesiones sigue siendo conforme al rol en la medida en que la vctima no tenga derecho a que no se produzca el comportamiento lesivo, esto es, en tanto y en cuanto el conjunto de bienes que desde el punto de vista fctico depende de la organizacin del autor, no dependa jurdicamente de ella.

Ahora bien, en los casos en que la vctima, con su propio comportamiento da la razn para que la consecuencia lesiva le sea imputada, es decir en los supuestos de lesin de un deber de autoproteccin o incluso la propia voluntad, Jakobs las agrupa bajo el rotulo de accin a propio riesgo, indicando que la infraccin de deberes de autoproteccin, constituye el reverso de lo que en el lado del autor es un quebrantamiento no intencionado del rol, en especial de un quebrantamiento imprudente, puesto que la vctima, tampoco puede asumir un contacto social arriesgado sin aceptar como fruto de su comportamiento las consecuencias que conforme a un pronstico objetivo son previsibles, del mismo modo que en el mbito de la responsabilidad del autor ha de partirse no de un suceso psquico, sino de algo normativo, del quebrantamiento del rol, tambin del lado de la vctima lo decisivo esta en determinar si sta ha desempeado el rol de vctima o el rol de alguien que configura la situacin, es decir, de quien acta a propio riesgo.-

Una vez expuesta la opinin de sus mximos representantes, se hace necesario, en primer trmino analizar la denominacin de esta institucin. En este sentido, se considera acertada y se comparte la denominacin dada por Manuel Cancio Meli, de imputacin a la vctima, para designar a aquella constelacin de casos en los que la responsabilidad de la actividad riesgosa est dentro de la esfera de responsabilidad de la vctima, considerando esta calificacin ms exacta que otros trminos como autopuesta en peligro, usado por Roxin o competencia de la vctima, utilizado por Jakobs, para describir este conjunto de casos.-

Podemos, entonces, concluir que no toda autopuesta en peligro per se hace que el hecho pase a la esfera de responsabilidad de la vctima. Adems que Roxin le da otro sentido al ubicarla sistemticamente dentro del alcance del tipo y no dentro de la creacin del riesgo, trata ms sobre la cooperacin a una autopuesta en peligro dolosa, lo que se enmarca especialmente en conductas de participacin y no se centra en lo fundamental que es la vctima quien crea ese riesgo y; por ello, al darse esa conducta, el hecho est dentro de su esfera de responsabilidad.

Del mismo modo, cuando Jakobs hace referencia a la competencia de la vctima, se centra ms en el resultado del proceso dogmtico de atribucin de mbitos de responsabilidad, antes de tratar ese proceso mismo, cual es donde se origina el riesgo y donde la conducta de la vctima es analizada para ver si se le puede imputar el resultado a su esfera de responsabilidad.

Sin embargo, compartiendo la opinin de Cancio Meli, de lo que aqu quiere tratarse al hablar de imputacin a la vctima, es de los supuestos en los que la razn de la conducta del tercero est precisamente, en la atribucin de lo sucedido al mbito de la responsabilidad de la vctima.-

En cuanto al contenido dogmtico de esta institucin, entendemos que se deben cumplir con ciertos requisitos esenciales que corresponden ser observados para que se configure la imputacin a la vctima, los cuales son la contribucin mutua entre el autor y la vctima y la responsabilidad preferente de la vctima enmarcada en la violacin del principio de autorresponsabilidad".

Es decir, que lo que se debe tener en cuenta es, en primer lugar, si el riesgo que se crea en esta contribucin mutua es, desde una perspectiva social, nocivo para el bien jurdico de la vctima y finalmente, analizar si objetivamente, se le puede atribuir al mbito de responsabilidad de la vctima por vulnerar su principio de autorresponsabilidad al exponer ella misma sus bienes jurdicos a un riesgo socialmente inadecuado que crea un peligro a s mismo, que no se le puede imputar al autor.

A travs de todo lo expuesto podemos concluir que la institucin jurdica de la imputacin a la vctima se enmarca dentro de la tipicidad objetiva, ya que es en la misma creacin del riesgo en donde se analizan todos los presupuestos dogmticos de ella. En ese sentido la existencia de la imputacin a la vctima , no constituye un atenuante de la pena conminada para el delito del que se trate, sino una causal de atipicidad de la conducta imputada

A modo de colofn, teniendo en consideracin lo hasta aqu expuesto, diremos que si es la misma victima quien con su comportamiento contribuye de manera decisiva a la realizacin del riesgo no permitido, pensamos que existir imputacin al mbito de su competencia.

Este instituto dogmtico -tal como hemos sealado anteriormente- de conformidad con lo expuesto por JAKOBS, hace referencia a los casos en los que no es el aparente autor quien posee las riendas del acontecimiento injusto, sino la vctima. El autor, en efecto, si se desva de su rol, crea un riesgo no permitido y, finalmente, la accin desvalorada que implic la ruptura de las expectativas sociales sobre el ejecutor, se describe relacionada causalmente con el resultado final. No obstante, en el transcurso de los acontecimientos antinormativos, la vctima se apodera del desencadenante causal y decide por s misma tolerar la perturbacin de sus propios bienes jurdicos. La vctima participa pasivamente en la organizacin no permitida, que indefectiblemente le perjudicar. Es as, modifica el destino de las cosas por la violacin de su deber de autoproteccin. Estos son los casos de la denominada "accin por propio riesgo".

No obstante, tambin existen aquellos casos, en los que la propia organizacin de la vctima la ubica en un lugar propenso al dao. Cuando el autor no se desva de su rol y, sin embargo, existe un resultado lesivo ex post, a pesar de configurarse, no existir una organizacin no permitida. El resultado daoso podr diagnosticarse nicamente como desgracia. Prolijamente Jakobs conceptualiza este principio: "Puede que la configuracin de un contacto social no competa slo al autor, sino tambin a la vctima, incluso en un doble sentido: puede que el propio comportamiento de la vctima fundamente que se le impute la consecuencia lesiva, y puede que la vctima se encuentre en la desgraciada situacin de hallarse en esa posicin por obra del destino, por infortunio. Existe por tanto, una competencia de la vctima.

Veamos algunos casos de accin por propio riesgo, utilizados mayoritariamente en las aulas de clases:

Ejm. 1: X decide saltar en paracadas. Cualquier eventual lesin ser su responsabilidad siempre que las condiciones de salto, provedas por el aparente autor, sean las correctas.

Ejm. 2: P decide participar en un torneo de Boxeo. P acta a propio riesgo, no puede evitar las lesiones que ello implicar inexorablemente, siempre que su rival en el ring, respete las normas del juego, o lo que es lo mismo, no se desve de su rol social de boxeador.

Ejm. 3: A decide tener contactos lbricos con personas drogodependientes o que se prostituyen. A no puede reclamar por un eventual contagio de VIH porque increment deliberadamente el riesgo.

Ejm. 4: A, enterado de un intento de fraude de su amigo B, lo visita en altas horas de la madrugada, con la idea de conversar y de, al retirarse de la casa aqul, imperceptiblemente pasar por la cocina, abrir las llaves del gas y as asfixiarlo. A realiza la accin planeada, pero B (que ya estaba dormido) debido al fuerte olor que se desprende, se despierta y advierte la accin de A. Sin embargo B, profundamente arrepentido por sus permanentes actitudes inmorales y por haber provocado semejante perjuicio a su amigo A, decide que las cosas continen como han sido planeadas por aquel y deja abiertas las llaves del gas, muriendo ms tarde. En el ejemplo anterior, puede apreciarse fcilmente la ruptura del nexo causal y su reintegro por otro sujeto, en este caso, el mismo receptor del dao.

Para ampliar el alcance de este principio filtro de atribucin del resultado, JAKOBS ha planteado que del mismo modo que en el mbito de la responsabilidad del autor ha de partirse no de un suceso psquico, sino de algo normativo, del quebrantamiento del rol, tambin en el lado de la vctima lo decisivo est en determinar si sta ha desempeado el rol de vctima o, precisamente, el rol de alguien que configura la situacin, es decir, de quien acta a propio riesgo.

Como se ha expuesto antes, en ocasiones la vctima se encuentra en una posicin de vulnerabilidad extrema. La lesin a sus bienes se producir a pesar de que el autor no se desve de su rol; no obstante la existencia de una conducta positiva ex ante al resultado previsible. Estos son los casos en los que la vctima no tiene derecho a no soportar lesiones a sus bienes, precisamente por su alta vulnerabilidad. La conducta del autor no puede circunscribirse en una organizacin no permitida. Las expectativas funcionales de la conducta del autor se definen plausibles, precisamente por el sostenimiento de sus estndares organizativos.

Sobre este interesante instituto dogmtico, diremos que la jurisprudencia peruana excluye de la imputacin objetiva los supuestos en los que la creacin del riesgo no recae en manos del sujeto activo sino de los mismos sujetos pasivos:

Caso I: Caso del Festival de Rock:

Quien organiza un festival de rock con la autorizacin de la autoridad competente, asumiendo al mismo tiempo las precauciones y seguridad a fin de evitar riesgos que posiblemente pueden derivar de la realizacin de dicho evento, porque de ese modo el autor se est comportando con diligencia y de acuerdo al deber de evitar la creacin de riesgos; que, de otra parte, la experiencia ensea que un puente colgante es una va de acceso al trnsito y no una plataforma bailable como imprudentemente le dieron uso los agraviados creando as sus propios riesgos de lesin; que, en consecuencia, en el caso de autos la conducta del agente de organizar un festival de rock no cre ningn riesgo jurdicamente relevante que se haya realizado en el resultado, existiendo por el contrario una autopuesta en peligro de la propia vctima, la que debe asumir las consecuencias de la asuncin de su propio riesgo.

As lo estableci el Tribunal Supremo cuando seal: La conducta de la gente de organizar un festival de rock no cre ningn riesgo jurdicamente relevante que se haya realizado en el resultado, existiendo por el contrario una autopuesta en peligro de la propia victima, la que debe asumir las consecuencias de la asuncin de su propio riesgo, por lo que conforme a la moderna teora de la imputacin objetiva en el caso de autos (Cfr. Gunther JAKOBS, Derecho penal. Parte general, Marcial Pons, 1995, p. 307), por lo que los hechos sub examine no constituyen delito de homicidio culposo y consecuentemente tampoco generan responsabilidad penal, siendo del caso absolver al encausado (Exp. N 4288-97-Anchash, Ej. Supr., 13 abr.1998, en: PRADO SALDARRIAGA, Vctor, Derecho penal, jueces y Jurisprudencia, Palestra, Lima 1999, p. 99)

Caso II: Caso del Calentador de Agua:

Los criterios normativos sealados por la teora de la imputacin objetiva no solo estn referidos a la determinacin de la tipicidad de la conducta, sino que tambin ofrece reglas para precisar que, luego que se haya afirmado que la conducta es tpica, en qu supuestos el resultado producido puede ser imputado a la conducta (imputacin objetiva del resultado o imputacin objetiva en sentido estricto). De lo que se trata es de explicar el resultado que se ha producido y solo podr relacionarse el resultado con la conducta cuando esta sea su factor causal determinante, de manera que adquiere importancia el anlisis cuando, a lado de la conducta tpica, concurre otra explicacin alterna como podra ser un accidente o la conducta de un tercero.

As se estableci lo siguiente: Los daos sucedidos en la casa del agraviado configuraran faltas contra el patrimonio, sin embargo, en cualquiera de los casos (delito de daos o faltas contra el patrimonio), la conducta del procesado deviene en atpica, pues ya realizado y consumado el delito de estafa pasaron cuatro das para que el tcnico que debiera instalar el Bobito-HotBox, as fue sin embargo la creacin del riesgo de daos no fue derivado del actuar del procesado ni mucho menos del tcnico, porque el que asumi el riesgo fue [el] agraviado en el instante en que el tcnico le advirti del bajo amperaje que tena su medidor de luz. De esa manera, se configura lo que se denomina la competencia de la victima pues es l quien es responsable de su deber de autoproteccin, deber que no ha desempeado al asumir l su propia creacin de riesgo no permitido (Exp. N 1219-04, Sent., 1 set. 2006, 3 S. P. Lima, en: CD JuS-Data Jurisprudencia 1)

Caso III: La competencia de la victima se aplica cuando la actividad permanece en el mbito de lo organizado conjuntamente por autor y victima, que la conducta de la victima no haya sido instrumentalizada por el autor y que el autor no tenga un deber de proteccin especfico frente a los bienes de la victima (CANCIO MELI , Manuel, Lneas bsicas de la teora de la imputacin objetiva, Ediciones Jurdicas Cuyo, Mendoza, 2001, pp.123-124). Mediante sta se pone de relieve la relevancia que tiene la figura de la victima en el contexto de valoracin normativa del comportamiento del autor, sea tanto la victima como el autor quienes hayan configurado el curso lesivo para el primero, este deber cargar con la responsabilidad por las consecuencias de su actuar descuidado. El filtro de la competencia de la victima consiste en crear un riesgo no permitido para si mismo, producto de la trasgresin del deber de autoproteccin (FEIJOO SNCHEZ, Bernardo Jos, Imputacin objetiva en el Derecho penal, Instituto Peruano de Ciencias Penales, Grijley, Lima, 2002, p. 291) (STRATENWEERTH, Gunter, Derecho penal. Parte general, Hammurabi, Madrid, 1998, p. 1161, n. 23). Seala que el principio de confianza es un lmite del deber de cuidado, pero ello no significa que las personas se puedan comportar imprudentemente en virtud de la confianza del cuidado de otros. El principio de confianza determina el deber de cuidado, pero no dispensa de su cumplimiento (Exp. N 142-06, Sent., 2 abr. 2007, C. 3 S.P., en: CD JuS-Data Jurisprudencia1)

Caso IV: El accidente de trnsito en el cual se produjo la muerte del agraviado tuvo como factores preponderantes el estado etlico en que ste se encontraba, el que segn el certificado del [dopaje] etlico [] alcanzaba los dos puntos cincuenta g/l unido al hecho que manejaba su bicicleta sin frenos en sentido contrario al del trnsito y sin que en modo alguno est probado que el procesado hubiera actuado imprudentemente, pues por lo contrario est demostrado que conduca de acuerdo a las reglas de transito. (Exp. N 1789-96-Lima, Ej. Sup., 25 feb. 1997, en: PRADO SALDARRIAGA, Vctor Derecho penal, jueces y jurisprudencia, Palestra, Lima, 1999, p, 95).

Caso V: Si el procesado conduca su vehiculo a una velocidad prudencial y sin infraccionar las reglas de trnsito vehicular, no cabe imputarle una falta de deber de cuidado, ms an si el accidente que motivo la muerte del agraviado ocurri cuando este ingreso de modo imprudente a la calzada por un lugar no autorizado, luego de saltar una baranda metlica que divide el corredor vial y sin tomar las medidas de precaucin y seguridad tendentes a salvaguardar su integridad fsica (Exp. N 2151-96, Ej. Sup., 10 abr. 1997, en: PRADO SALDARRIAGA, Vctor Derecho penal, jueces y jurisprudencia, Palestra, Lima, 1999, pp. 96-97).

Caso VI: Para el caso sub examine, se debe tener en cuenta que el accidente de transito se produjo no solamente por la falta de cuidado que prest el procesado mientras conduca su vehiculo, sino que en el mismo concurri la irresponsabilidad de la agraviada al intentar cruzar con su menor hija en sus brazos por una zona inadecuada. Factor determinante para que se produzca el accidente de transito fue la accin imprudente de la agraviada al ingresar a la calzada sin adoptar las medidas de seguridad, mientras que el factor contributivo fue la velocidad inadecuada con la que el procesado conduca su vehculo; en consecuencia, se afirma la imputacin objetiva, ya que el procesado con su accin imprudente, que es faltar a las reglas de transito, incremento el riesgo normal, por lo que este incremento equivale a su creacin (Exp. N 6534-97-Lima, Sent., 18 mar. 1998, en: Dialogo con la Jurisprudencia, Ao 6, N 27, Lima, 2000, p. 198).

Caso VII: Al quedar demostrado que los agraviados cruzaron la avenida por delante del mnibus del cual haban bajado, elevando de esta forma el riesgo permitido y bajo circunstancias de no previsibilidad e imposibilidad de evitar el resultado lesivo por parte del conductor procesado, no se desprende ninguna infraccin del deber de cuidado imputable a dicho encausado (Exp. N 8653-97, Ej. Sup., 6 ago. 1998, en: ROJAS VARGAS, Fidel, Jurisprudencia penal, Gaceta Jurdica, Lima, 1999, T. I. p. 628).

Caso VIII: El factor jurdico determinante del evento luctuoso ha sido el propio accionar del occiso, quien con imprudencia temeraria pretendi cruzar la va por delante de una camioneta rural en circulacin producindose el impacto en la parte central delantera del vehiculo que no pudo evitarlo lo cual est corroborado [] en el informe tcnico de la polica de transito, la propia declaracin instructiva del procesado quien es titular de una licencia de conducir [], quien atendi desde el comienzo a la victima y ha sufragado los gastos del sepelio, conforme est acreditado en autos (Exp. N 4632-97-Lima, Ej. Sup., 7 oct. 1997, en: LA ROSA GMEZ DE LA TORRE, Miguel, Jurisprudencia del proceso penal sumario, 1997, Grijley, Lima, 1999, pp. 9-10).

Ahora bien, cabe detenernos a analizar el primero de los casos in comento, toda vez que en los ltimos aos la jurisprudencia de la Corte Suprema de este pas, se ha ido adhiriendo a la moderna teora de la imputacin objetiva del Derecho Penal y en especfico de la denominada Imputacin a la vctima, para ello traeremos a colacin el prenotado caso judicial en el cual se ha hecho expresa mencin a los planteamientos del tantas veces citado instituto dogmtico (Imputacin a la vctima).

El caso de Rock en Ro

i) Exposicin del caso: Un empresario decidi organizar en la localidad de Caraz (Ancash) un festival de rock denominado Rock in Ro. El lugar elegido para la realizacin del mencionado festival fue una explanada a campo abierto por las inmediaciones de un puente colgante ubicado sobre el ro Santa, para ello, el organizador obtuvo el permiso de la autoridad competente (el Alcalde del Concejo Provincial), a la vez que tom ciertas medidas de seguridad con la finalidad de evitar posibles riesgos en la realizacin de dicho evento. Mientras se desarrollaba el festival un grupo aproximado de cuarenta personas en estado de ebriedad se dispusieron a bailar sobre el mencionado puente colgante, ocasionando el desprendimiento de uno de los cables que lo sujetaba a los extremos producindose la cada del puente con sus ocupantes sobre las aguas del ro Santa en el que perecieron dos personas a causa de un asfixia por inmersin y traumatismo encfalo craneano ().

ii) Decisin judicial: El organizados fue acusado y condenado, en primera instancia, por el delito de Homicidio culposo. No obstante, la Corte Suprema decidi, por el contrario, absolver al acusado del cardo de homicidio culposo, pues entendi que ste no haba infringido un deber objetivo de cuidado, en tanto cont con la autorizacin del Concejo Provincial y tom un conjunto de medidas de seguridad frente a posibles riesgos en la realizacin del festival. Un deber de previsin de que el puente colgante poda ser utilizado como plataforma bailable no poda exigrsele al organizados del festival, ya que, como lo indica la sentencia del mximo Tribunal, la experiencia ensea que un puente colgante es una va de acceso al trnsito y no una plataforma bailable como imprudentemente le dieron uso los agraviados creando as sus propios riesgos de lesin.

Ms adelante seala la sentencia que se trat, en todo caso, de una autopuesta en peligro de la propia vctima, la que debe asumir las consecuencias de la asuncin de su propio riesgo, por lo que conforme a la moderna teora de la imputacin objetiva en el caso de autos, el obrar a propio riesgo de los agraviados tiene una eficacia excluyente del tipo penal.

iii) Anlisis del caso: En la sentencia que estamos analizando se afirma adicionalmente que existi una autopuesta en peligro por parte de las propias vctimas, lo cual determina la exclusin de la tipicidad de la conducta del organizador del festival de rock. La argumentacin esbozada en dicha sentencia quiere decir que no slo fue atpica la actuacin del procesado por no infringir el deber objetivo de cuidado, sino que, adems el resultado tendra que imputarse a la conducta de autopuesta en peligro de las vctimas del accidente, en la medida que ellas entraron responsablemente en la situacin de peligro. Sin embargo, hemos indicado que la competencia de la vctima se recorta cuando el que contribuye a que sta se lesione tiene ciertos deberes de control o tutela. En este sentido, habra que precisar si en el caso concreto deberes de esta ndole le eran exigibles al organizador del festival.

En primer lugar, puede presentarse como actuacin que genera un deber de control el hecho de que el procesado haya decidido organizar un festival de rock en una explanada muy cercana a un puente. Esta situacin se agrava si tiene en cuenta que muchas personas de las que asisten a un festival llevan consigo bebidas alcohlicas e incluso consumen algn tipo de droga. En este sentido, la posibilidad de un accidente en un puente colgante no se reduce solamente al hecho de que los asistentes decidan utilizarlo como pista de baile, sino que hacer un festival, en general, al lado de un ro meridianamente caudaloso puede ser peligroso para los asistentes, si stos se encuentra bajo el efecto desinhibidor del alcohol o de sustancias alucingenas.

Sin embargo, en el presente caso hay que tener en cuenta la circunstancia de la obtencin de un permiso del Concejo Municipal que puede excluir la responsabilidad del organizador del festival, en la medida que para tal autorizacin resulta necesaria la autorizacin del organismo encargado de la defensa civil. Esto es considerado de manera correcta en la sentencia comentada al indicarse que no puede existir violacin del deber de cuidado en la conducta de quien organiza un festival de rock con la autorizacin de la autoridad competencia ().

Quiz cabr discutir sobre si la autorizacin municipal para la organizacin de un evento exonera del deber de elegir un lugar adecuado, pero en, principio, parece ser que genera una confianza en el solicitante sobre la legalidad del lugar escogido, salvo que se omita informar datos relevantes sobre dicho lugar a la autoridad competente.

La segunda posible situacin que podra romper la competencia de la vctima es la venta de bebidas alcohlicas en el festival o la falta de un control riguroso para impedir su entrada al mismo. Lo primero es ciertamente una conjetura, pues en la sentencia no se precisa nada sobre se vendieron por parte de los organizadores bebidas alcohlicas durante el festival. Lo nico que se menciona en la sentencia es que las personas que se dispusieron a bailar en el puente colgante estaban en estado de ebriedad. Si la ebriedad de las personas se debi al consumo de bebidas alcohlicas que se vendieron en el festival o, en todo caso, al defectuoso sistema de control, entonces cabr preguntarnos si a esa contribucin al estado de ebriedad puede imputrsele de alguna manera el resultado de muerte de las personas que cayeron del puente.

En doctrina se discute precisamente si el cantinero que sirve en exceso bebidas alcohlicas a una persona que sabe que va a conducir, contribuye de forma penalmente relevante al accidente que posteriormente se produce debido a la embriaguez del sujeto. En el tema del expendio de bebidas alcohlicas, las municipalidades son las encargadas de determinar las normas de cuidado que hay que seguir para su venta. Si en las normas municipales se establece que est prohibida la venta de bebidas alcohlicas a personas que se encuentren en un festival o en un claro estado de ebriedad, podra presentarse, entonces una infraccin de una norma de cuidad que de alguna manera genere cierta competencia por la actuacin posterior de la vctima, ms an si tal estado no le permite una adecuada ponderacin del peligro.

Sin embargo, parece ser que las personas no se encontraban en un estado de ebriedad considerable, sino que animados por el conjunto de personas que comenzaron a utilizar el puente colgante como pista de baile, decidieron de manera autoresponsable bailar tambin sobre el mismo. As, en opinin del grupo, el resultado tendra que quedar, al igual que lo resuelto por la sentencia de la Corte Suprema, en el mbito de la estricta competencia de la vctima.

BIBLIOGRAFA

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Ejecutoria Superior. Sala Penal de Apelaciones. Exp. N 3355-98. En Baca Cabrera, Denyse/Rojas Vargas, Fidel/Neira Huamn, Marlene, Jurisprudencia penal. Ejecutorias de la sala penal de Apelaciones de la Corte Superior de Lima, 1998, Gaceta Jurdica, Lima, 1999, T. III [Procesos sumarios]

Ejecutoria Superior. 3 Sala Penal de Reos Libres. Exp. N 142-06.

Corte Suprema. Ejecutoria Suprema. R.N. N 4166-99

Ejecutoria Superior. 3 Sala Penal de Reos Libres. Exp. N 1219-04-Lima

Corte Suprema. Ejecutoria Suprema. R.N. N 776-2006-Ayacucho. En CD JuS-Data Jurisprudencia 1

Ejecutoria Suprema. R.N. N 776-2006-Ayacucho. En CD JuS-Data Jurisprudencia 1

Ejecutoria Superior. Sala Penal de Apelaciones, 6 ago. 1998. Exp. N 8653-97. En Rojas Vargas, Fidel, Jurisprudencia penal, T. I, Gaceta Jurdica, Lima, 1999, p. 628)

Sumilla: La prohibicin de regreso es el tercer filtro de la imputacin objetiva. Segn ella, quien obre dentro de los contornos de su rol y dentro de ellos causalmente colabore a la realizacin de un hecho delictivo, no tendr responsabilidad penal, pues su accin es una conducta neutra.

Sumilla: La prohibicin de regreso se manifiesta fundamentalmente en los casos de pluralidad de intervinientes, excluyendo de responsabilidad a los partcipes que no se conduzcan de acuerdo a su rol.

Sumilla: El taxista causalmente realiz una conducta que aport a la ejecucin del hecho delictivo, normativamente dicho aporte es irrelevante, pues se mantuvo dentro de los contornos de su rol.

Sumilla: El cumplimiento del rol, o su equivalente, de las obligaciones de la persona, no puede acarrear responsabilidad penal a la misma. Esta afirmacin procede de nuestra Corte Suprema, quien en el siguiente caso considera como atpica la conducta del Jefe de Banca Personal que posibilita que diversos cheques sean colocados en la cuenta personal del entonces Presidente Regional de La Libertad, pues la autorizacin formaba parte de sus funciones

Sumilla: La conducta neutra ha sido reconocida como causal de atipicidad por la Corte Suprema de la Repblica, la cual consider en el siguiente precedente vinculante que el mdico que atenda a un terrorista no cometa un acto ilcito, porque cumpla con su deber profesional.

Garca Cabero, Percy. Derecho Penal. Parte General. Jurista Editores E.I.R.L. Segunda Edicin, Lima. Marzo 2012. Pg. 406.

Leer ms: HYPERLINK "http://www.monografias.com/trabajos76/teoria-imputacion-objetiva-derecho-penal/teoria-imputacion-objetiva-derecho-penal2.shtml" \l "ixzz2awNRotPP" http://www.monografias.com/trabajos76/teoria-imputacion-objetiva-derecho-penal/teoria-imputacion-objetiva-derecho-penal2.shtml#ixzz2awNRotPP

Roxin Claus. La imputacin objetiva en el derecho penal. Traducido por Manuel Abanto Vsquez. Editora Jurdica Grijley. Lima, 2012. Pg. 71.

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Sentencia de la primera sala penal para procesos con reos en crcel del 24 de noviembre del 2004, Exp. 306-2004, fundamento vigsimo quinto.

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Rojas Chacn. Ob.cit.

Ejecutoria Superior. Sala Penal de Apelaciones. Exp. N 3355-98. En Baca Cabrera, Denyse/Rojas Vargas, Fidel/Neira Huamn, Marlene, Jurisprudencia penal. Ejecutorias de la sala penal de Apelaciones de la Corte Superior de Lima, 1998, Gaceta Jurdica, Lima, 1999, T. III [Procesos sumarios], p. 96

Ejecutoria Superior. 3 Sala Penal de Reos Libres. Exp. N 142-06.

Corte Suprema. Ejecutoria Suprema. R.N. N 4166-99

Ejecutoria Superior. 3 Sala Penal de Reos Libres. Exp. N 1219-04-Lima

Corte Suprema. Ejecutoria Suprema. R.N. N 776-2006-Ayacucho. En CD JuS-Data Jurisprudencia 1

Ejecutoria Suprema. R.N. N 776-2006-Ayacucho. En CD JuS-Data Jurisprudencia 1

Ejecutoria Superior. Sala Penal de Apelaciones, 6 ago. 1998. Exp. N 8653-97. En Rojas Vargas, Fidel, Jurisprudencia penal, T. I, Gaceta Jurdica, Lima, 1999, p. 628)

Pea Cabrera Freyre, Alonso Ral Derecho Penal Parte General, Editorial Moreno S.A. Tomo I, p. 444.

Ibidem, p. 444.

CD JuS-Data Jurisprudencia 1

CD JuS-Data Jurisprudencia 1

Caro John, Jos Antonio, La imputacin objetiva en la participacin delictiva, Grijley, Lima, 2003, p. 92

San Martn Castro, Csar, Jurisprudencia y precedente penal vinculante. Seleccin de ejecutorias de la Corte Suprema, Lima 2006, p. 315 y ss.)

San Martn Castro, Csar, Jurisprudencia y precedente penal vinculante. Seleccin de ejecutorias de la Corte Suprema, Palestra, Lima, 2006, p. 134

Gnter Jakobs, " La Imputacin Objetiva En Derecho Penal", trad. de Manuel Cancio Mela, Ed. Ed. Grijley, lima 1998 pg, 34

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