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Materia: Trabajo y Rol Docente. Profesora: María Elena Rossini. Alumnas: Duarte María Ximena. Escuela Normal Superior Nº 10 “Juan Bautista Alberdi” Ledesma Analía. Muñoz Guadalupe. Vega Marcela. Año: 2010 En segundo lugar, analizaremos el termino “violencia escolar”, en relación a la necesidad de no seguir naturalizando la violencia en las escuelas, ya que no hay nada de natural con estas situaciones. Analizaremos la influencia de los discursos estigmatizantes promocionados por los medios.

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Escuela Normal Superior N 10 Juan Bautista Alberdi

Escuela Normal Superior N 10 Juan Bautista Alberdi

"VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS"

Materia: Trabajo y Rol Docente.Profesora: Mara Elena Rossini.Alumnas: Duarte Mara Ximena.Ledesma Anala.Muoz Guadalupe.Vega Marcela.Ao: 2010 INTRODUCCION

En la primera parte se realiza un anlisis socio histrico para tratar, no de buscar un por qu vaco de la violencia en las escuelas sino de realmente tratar de comprender dentro de qu mbitos se genera, para desde ah empezar a reflexionar.

En segundo lugar, analizaremos el termino violencia escolar, en relacin a la necesidad de no seguir naturalizando la violencia en las escuelas, ya que no hay nada de natural con estas situaciones. Analizaremos la influencia de los discursos estigmatizantes promocionados por los medios.

Finalmente, y como conclusin, notas que a nuestro parecer hubieran quedado mejor al margen de este texto, a modo de reflexiones personales o datos importantes a tener en cuenta acerca de nuestra opinin sobre las situaciones estudiadas.

Violencia social- violencia escolar

Comenzamos a pensar este trabajo buscando respuestas. En las investigaciones pudimos recapacitar, reconocer, reflexionar y conocer aspectos del tema de la violencia en la escuela, la violencia en la juventud misma, que tanto nos preocupa y moviliza. Esto nos llev a sentir la necesidad de plantear un conjunto de reflexiones, y no de respuestas.En primer lugar, al nombrar esta problemtica en las escuelas, los maestros se preguntan cmo responder a cuestiones que no saben ni siquiera de qu orden es. Deben procesar la informacin que los chicos ya traen y metabolizar esa informacin, siendo conscientes de esta temporalidad. Si nos tomramos un segundo para pensar en nuestra propia infancia, por ejemplo, no podremos negar que en nuestro mundo infantil, tambin hubo violencia. Pero estas eran formas infantiles, no son las mismas formas de hoy en tanto dan muestra de sntomas de alarma, de profundos procesos y subjetivacin y de resentimiento acumulado. Y estas son formas de violencia que nada tienen que ver con la inseguridad. Hoy nuestra preocupacin se centra en estas nuevas formas de violencia en nuestro pas. La violencia siempre existi, anteriormente por ejemplo la mala palabra no era considerada por la gran mayora como una forma de violencia, era simplemente ser mal educado, irrespetuoso, hoy da aquella mala palabra se considera por la gran mayora como forma de violencia, de agresin hacia el otro. Una de las ms grandes dificultades como educadores es lo difcil que es entender que los nios que fuimos antes nada tienen que ver con los nios de ahora. Pero no por eso dejan de ser nios, y es nuestra tarea prepararlos para el futuro.No se puede educar para el presente porque de hacerlo, vamos a estar profundamente desanimados, sobre todo si esta educacin para el presente es para los sectores ms postergados de nuestra sociedad. Es muy difcil educar a un sujeto para un futuro que ni siquiera nosotros podemos divisar. Es evidente que no tiene sentido buscar respuestas. Debemos enfrentarnos crticamente a formas de subjetividad que no se ajustan al pasado, rescatando algunas cosas de aquellos tiempos y otras no.Ser grato en este caso comenzar por los recuerdos rescatables del pasado. Antes, por ejemplo, la mayora de los nios concurra a escuelas pblicas. Todos ellos llevaban puesto el guardapolvo blanco con orgullo. En estas escuelas haba vocacin de aprender y de superar aquel presente para construir un futuro. Muchos de los padres de aquellos nios no saban siquiera leer y escribir, jams se les hubiera ocurrido sentarse a hacer la tarea con sus hijos. Sin embargo esos nios son hoy profesores, doctores universitarios, porque haba una profunda confianza en ellos con respecto al estudio y al futuro que les esperaba. Hoy, en cambio la cultura de la educacin se ha degradado. No hace falta nombrar el famoso tema de la degradacin del trabajo docente. Pensando mas all de esto, esta claro que los padres mandan a sus hijos a la escuela con muy poca confianza en el futuro, y claramente esta idea es transmitida a los nios. Por otra parte, la cultura que defiende la privatizacin ha dejado al guardapolvo blanco en un lugar de exclusin. Y esto es gravsimo porque atenta contra la identidad de los nios, atenta contra el amor a su nacin. La ltima observacin con respecto a este punto es que hoy debemos redefinir qu es lo que les vamos a plantear a los padres. Hoy seria absurdo pensar que nosotros como maestros debemos incrementar las tareas escolares y los padres, ayudar con eso. No podemos plantearles a los padres (si es que el nio vive con ambos) que se tomen el tiempo de ayudar en la transmisin de conocimientos.Durante muchos aos, nuestro pas ha sufrido un desgaste total, generado por la impunidad de las distintas esferas de poder. Y sta como una forma de violencia que, infiltrada dentro del conjunto de la sociedad, arraso con una cultura, no solamente del trabajo, sino de la tica.El concepto de tica esta basado siempre en el principio del otro, en la forma en que cada uno de nosotros enfrenta sus responsabilidades hacia el otro, ponerse en su lugar, hacer lo bueno para m y para los dems, buscando que mi conducta pueda servir para la relacin con el otro. La degradacin de este principio de la tica ha llevado en nuestra historia reciente al terror y a las formas perversas de estado, planteado como obediencia debida. Para que mis obligaciones ticas se construyan con respecto al otro, yo deber tener una nocin de ese otro que sea abarcativa. El no tener esa nocin llevara a las formas perversas que toma la ley, cuando se invisibiliza a la victima, cuando se la deja de ver como a un ser humano. Es as como el jefe de un campo de concentracin poda sentir culpa por no pasar navidad con sus hijos, pero no la senta por mandar a matar a 200 nios. Y esta es una de las primeras formas de ejercer la impunidad. Esto es lo que ha pasado con los excluidos. Por esto se enoja tanto la clase media cuando se renen en las calles. No se sienten tratados como iguales por los gobernantes.Aqu entra entonces en juego el concepto de moral, que se define como el conjunto de formas histricas que van tomando los principios con los que se legisla. La moral se mantiene siempre dentro de las pautas de la ley. Por ejemplo: la tarea del estado es asistir a aquellos que se encuentran viviendo en situaciones precarias. Y a esta situacin de tener que asistir a personas que viven en condiciones de bio-supervivencia, se le agrega la idea degradante de considerar que este es un acto de caridad, y no una responsabilidad que a todos nos compete como seres humanos ticos. Desde este lugar nos preguntamos: Dentro de qu legalidades, dentro de qu moral vamos a educar a nuestros nios? Ser dentro de una moral que tiene que ver con la tica universal respecto de la visin del semejante, o vamos a educar con legalidades relacionadas con formas acomodaticias? Nos referimos a las formas en las que cierta funcionaria del gobierno le dijo una vez a un ministro: Firm que es excarcelable. Esta es una desviacin de moral en moral pragmtica y esta muy presente en la sociedad argentina. Se refiere a un cambio de discurso, o sea que no dejo de hacer algo porque esta mal sino porque no me conviene. Y nuestro punto ac es que lo que hace a la condicin humana es actuar en torno a lo que no se hace, en referencia a actuar en base a la tica y a la moral propiamente dichas.Nos toca entonces tocar el punto de la creencia en la palabra del otro. Por qu un nio acepta lo que le ensea un maestro como absolutamente cierto?, Porque cree en quien se lo dice, sino, no podra hacerlo. Y esto se ve muy claramente en los nios que no aceptan los lmites de la ley. Nosotros desde nuestro lugar de adultos y de maestros debemos hacerles entender que hay cosas asentadas en base a reglas, que no se pueden cambiar, y que estas cosas debern aceptarse sin ms. (Por ejemplo, las reglas ortogrficas). Las cosas son as, y por ms que se enojen, debern aceptar las reglas instauradas en la sociedad, porque all nacieron y en ella viven. Sin embargo, se pueden cambiar otras cosastodo es posible dentro del marco del dilogo, siempre y cuando se pueda diferenciar entre las leyes y la tica. Pero como nos estamos yendo por las ramas, volveremos al punto de la credibilidad en el otro: ciertas cosas no se aprenden por ensayo y error, sino por la confianza en el otro y en uno mismo. Se aprende porque se cree en la palabra del otro. Y esto es en lo que debemos trabajar.El problema al tocar este punto, es que la palabra se degrado en La Argentina. Se utilizo para encubrir: las metforas que se usaron en la dictadura y en los noventa eran una degradacin del lenguaje. Nos referimos a esto con un ejemplo: el concepto de ingeniera empresarial, es lo que fue la ingeniera de sanidad de los nazis. La ingeniera de sanidad es nada mas ni nada menos que la limpieza tnica, el exterminio en un discurso cambiado; la reingeniera empresaria es el despido y la reacomodacin, a fin de aumentar las ganancias de las empresas. Y as se cambia el discurso, las palabras dejan de remitir a acciones para pasar a encubrir acciones. En nuestro caso, como nos fue mal con todo este tema, afortunadamente hemos pensado en la necesidad de recuperar otra manera de vivir. Aqu aparecemos nosotros, con la necesidad de reubicar la identidad nacional y la cultura del trabajo, cambiar las perspectivas, los valores, los ideales, recuperarla tica, la moral y educarnos para el dialogo, abrir los ojos. Es hora de despertarnos.Volviendo sobre la cuestin central de la tica, y las legalidades, es evidente que el problema principal de la escuela no es la puesta de lmites, sino que va ms all: el problema es la construccin de legalidades, una condicin imprescindible, segn muchos autores, para la construccin de la personalidad de nuestros nios. Hay ciertas costumbres que como ciudadanos de una sociedad debemos respetar y aceptar, y no por capricho simplemente por una cuestin de tica. Es necesario aclarar con respecto a este tema que existe una especie de violencia necesaria, imprescindible: la de la pautacin e instalacin de normas. Y a veces, cuando las palabras no alcanzan, es necesaria una mayor contundencia discursiva.Pero al relacionar esta situacin con el hecho de que una enorme cantidad de nios son asistidos en todo sentido por la escuela, a veces el aprendizaje pasa a ser una tarea secundaria. Muchos nios, asisten a la institucin, por el simple hecho de saber que all reciben el plato de comida que en su casa no pueden tenerlo, incluso si somos conscientes de que muchas escuelas deben permanecer abiertas durante las vacaciones solo por el hecho de que tienen comedores, caeremos en cuenta de la situacin terrible de nuestro pas. Y en este punto nos encontramos, discutiendo abiertamente acerca de la funcin principal de la escuela, entre las necesidades actuales y las necesidades futuras. Pero, en nuestra humilde opinin, una cosa no quita a la otra. Nuestra funcin principal sigue siendo la de educar, si bien contemplamos que su necesidad fundamental es tener un plato de comida, porque sin l no podra vivir, no debemos dejar de lado e ignorar que educar es fundamental en la vida de las personas, y ms con los tiempos que hoy das estamos viviendo. Debemos satisfacer las necesidades inmediatas de nuestros educandos para seguir construyendo una visin de futuro.Y desde esta posicin pasamos a afirmar que hay que terminar con el mito de que la violencia es producto de la pobreza, sino que es producto de dos cosas: las promesas incumplidas y la falta de una visin de futuro. No olvidemos que la violencia, como dijimos anteriormente no es el simple hecho de recibir una cacheta, el insulto tambin lo es, y a su vez muchas veces duele mas un insulto que una cachetada. Y ya sea la cachetada o el insulto, sucede en todos lados, en lugares con pobreza o sin pobreza. Muchas veces, escuchamos a varios alumnos que estudian para formarse como educadores decir yo ni loco/a trabajara en un colegio privado y preguntas el porqu y te responden diciendo porque ellos tienen todo, los que necesitan son los chicos del colegio publico y no los que van al privado. Esto nos resulta mucho ms agresivo que ninguna otra cosa y mas viniendo de una persona que se est formando para ser educador, porqu decimos esto? Porque el hecho de educar no es para una cierta clase de la sociedad, sino para todos, educador para todo educando. Adems muchas veces los chicos que recurren a colegios privados necesitan ms que el que asiste a colegio pblico. Nos vemos obligadas a citar un ejemplo: el caso de Junior en Carmen de Patagones, un adolescente de 15 aos que no venia de una familia pobre, que un da irrumpi en el aula armado y dispar a sus compaeros, matando a 3 chicos e hiriendo a otros 5. Junior no era un chico problemtico, aprenda bien, no maltrataba a sus compaeros, hasta el da en que entro al aula liquido a todos los que pudo con el arma, en este caso, la violencia en la escuela no fue producto de ninguno de los temas tocados hasta ahora. Lamentablemente, es difcil un diagnostico en esta clase de casos.Entonces nos preguntamos: Por qu cumplimos la ley? Por qu aceptamos las normas? Simplemente porque nuestro instinto de preservacin nos incita a conservar o cuidar la vida. Y para cuidarla es necesario que renunciemos a goces inmediatos, siempre y cuando, uno se pueda proyectar en el futuro.Empecemos por la primera norma que un sujeto acata: el control de esfnteres. Si bien reconocidos autores piensan que el nio le regala las heces a la madre, preferimos adherirnos a la idea de que lo que el nio le regala es su deseo de evacuar en cualquier lado. Esta inscripcin a la norma va marcando ya una renuncia en el interior de su pequeo ser, a cambio del amor, de la aceptacin de su madre, con las consecuente insercin en la cultura. Estamos hablando bsicamente del respeto al otro, al semejante, combinado con el instinto de auto conservacin, que conllevan a la construccin de legalidades. El control de esfnteres, el pudor como cuidado del propio cuerpo, la empata, todas estas cuestiones tienen que ver con los primeros modos de reconocimiento del otro, y aquello a lo que se renuncia por amor al otro. Entonces, cuando el nio renuncia a ciertas cosas, cuando acepta ciertas normas es porque no quiere perder el amor, pero tambin porque no quiere provocar sufrimiento en el otro.Sin embargo en nuestro pas, muchos chicos no tienen claro cual es su futuro o directamente no anhelan futuro y viven en la inmediatez total y esto se ve reflejado en su comportamiento en la escuela, y en su imposibilidad de aprender. No es que estos chicos no sean inteligentes, sino que no creen que los conocimientos que tengan puedan servirles para enfrentar la vida. Y esto no es novedad si pensamos que muchos de los adultos de su entorno viven de la misma forma. Nadie les propone soar un pas distinto desde una palabra autorizada. Es que la cultura del trabajo no ha operado, porque no hay posibilidad. Hablamos aqu de una cultura de respeto que es mutua, que surge desde los ms carenciados hacia el gobierno, as como del sistema en general hacia ellos.De esta afirmacin pasamos a preguntarnos: Como haremos entonces para recomponer la subjetividad de los padres de estos nios? Lo pensamos y nos imaginamos con capa y antifaz, volando por los techos de las casas de algn barrio. Pero no, esta tarea deber ser lenta y silenciosa, algo ms que artesanal. Es indudable que el ingreso a la escolaridad no es un orgullo para ellos.La escuela tiene que romper ese molde. Tiene que ayudar a producir subjetividades que no solo sirvan para la aplicacin del conocimiento, sino para la creacin de conocimientos con sentido, no solamente con el nico sentido de ganarse la vida, sino con sentido para la vida. Deberemos esforzarnos en transmitirles una concepcin del valor del conocimiento, emocionndonos con sus logros, rescatando al sujeto social, conteniendo y recomponiendo su subjetividad.Ahora, nos imaginamos nuevamente con capa y antifaz y pensamos: vivimos en un pas que ha destruido la salud, la educacin y el trabajo, y tenemos que recomponerlos. Nuestro lugar, pues, esta en definir y poner en marcha este proyecto educativo, convocando a los padres para que tambin salgan de su pasividad. Ahora bien, la visin de futuro no es una visin individual sino colectiva. Y la nica forma de no sentirnos desbastados al primer intento es pensar que tenemos un pasado atroz por detrs, pero un futuro brillante por delante. No es sencillo, pero es la nica manera que vemos, volver a ver a nuestros nios en la escuela como un semillero de sujetos sociales.Como ultima reflexin, apostamos a trabajar pensando que aunque sepamos que tal vez solo algunos encuentren un futuro y se salven, debemos trabajar sintiendo todos que lo podemos construir con ellos. No hay otra manera de pensar esto. Como dice la frase: toda piedra hace pared, la reformaramos en toda astilla hace balsa, hay que salvar lo que queda del naufragio y empezar a construir balsas para nuestro futuro.

Sobre violencias, escuelas y medios

Es cierto, indudablemente han cambiado los tiempos de las blancas palomitas, pero tampoco son reales las situaciones que plantean los medios, que amplificando la realidad, plagan la superficie escolar de itinerarios peligrosos, alumnos violentos, madres y padres al acecho de docentes y combates en las aulas. Pareciera que todos los habitantes de las escuelas anduvieran arrastrndose por los pasillos institucionales cual pelcula de guerra o serie de Tumberos.Las situaciones conflictivas en la escuela forman parte de la vida cotidiana de estas instituciones. Pero sucede ltimamente que los medios generan un fenmeno de espectacularizacion de lo que denominan sistemticamente violencia escolar.Resulta necesario afirmar que lo opuesto a la violencia no es la paz. La violencia es lo contrario de una relacin conflictiva. Por qu? El aumento de situaciones de violencia en nuestra sociedad no se produce por la existencia de conflictos sino justamente por los intentos de evitarlos, de neutralizarlos.Esta claro que hay una tendencia a confundir la buena escuela con una escuela sin conflictos. Y como ya hemos dicho, el conflicto no es malo, no es negativo sino productivo. Lo que tenemos que buscar es darle lugar al conflicto sin permitir que este quede instalado. Sin tenerle miedo a las crisis.El nico momento en que no se vive en crisis es en las dictaduras. Las crisis son el precio que pagan las democracias. Y como no va a ser de otra manera si en nuestro pas hay y ha habido familias con trabajos precarios por generaciones. La crisis en las familias y en las escuelas es algo obvio. Siguiendo con esta lnea, podremos recapacitar en que la autoridad por imposicin es ms cmoda, pero sigue siendo una dictadura. La autoridad por eleccin es ms incmoda, porque pone en juego la asimetra de relaciones, pone en tela de juicio permanente nuestra autoridad. Pero esto es democracia, y con la verdad y el esfuerzo se logran ms y mejores cosas que con la mentira y la imposicin.Volviendo a la espectacularizacion de los enfrentamientos que suceden en el ambiente escolar, sta se convierte as en el alimento del rating meditico que, lejos de preocuparse por los problemas en que estn inscriptos estos chicos, contribuyen a incrementar esa ilusin pacificadora de las opciones punitivas o represivas asociadas a los recuerdos de moral. As se ubica al pasado como la nica opcin del futuro, tema que ya hemos tocado antes.En Violencias en plural, una investigacin sobre la opinin publica, se recogi informacin acerca de la discrepancia entre la tasa de delitos reales en nuestro pas y la cobertura que sobre ellos realizan los principales medios grficos. Sin necesidad de agregar mayores datos, este estudio concluye afirmando que buena parte de la cobertura que el delito recibe en los medios grficos no se corresponde con su aumento o disminucin reales. Por otro lado, destaca que dichos medios, al referir a esta problemtica, lo hacen a travs de leading cases o casos testigo.Se construye as una especie de cartografa de la peligrosidad que desborda los lmites de la singularidad de los hechos para arriesgar en el anuncio anticipado de patrones universales sobre ciertas poblaciones juveniles. Y en nuestro pas estos jvenes suelen ser de los sectores ms olvidados en las ltimas dcadas.De este modo, se cubre la noticia del da, la columna diaria de violencia escolar, estigmatizando a millones de jvenes y hacindolos objeto repersecuciones constantes.Es necesario entonces para quienes somos o seremos parte de la vida cotidiana en las escuelas, practicar un ejercicio de sospecha respecto de este fenmeno que la prensa ha denominado violencia escolar, poniendo un signo de interrogacin a los discursos de intercambios entre docentes y alumnos. Es nuestro desafo proveernos y proveer a nuestros alumnos de filtros cognitivos para que puedan leer entre lneas. Esto implica reconocer el papel estratgico que realizan los medios en nuestra sociedad y en las escuelas, y el ejercicio de anlisis critico debe efectuarse con ciertos limites: Ni aceptarlo como una verdad revelada (Lo que muestra no es lo que sucede), ni tampoco invalidarlo o negarlo, adjudicando todos los defectos y males de nuestra sociedad a esa maldita caja llamada TV.Resulta interesante en este punto la separacin de los trminos violencia y escolar, ya que la escuela no es el nico lugar mas violento ltimamente. Ahora bien, esta afirmacin no debera impedir ni minimizar el reconocimiento de que este fenmeno existe, y la necesidades un anlisis critico que permitan dar cuenta de su complejidad. Hay violencia DE, EN, y HACIA la escuela.

1Las violencias de la escuela se vinculan a las situaciones que emanan de la misma institucin, su propuesta curricular, su forma de evaluar, el tipo de relaciones que en ella suceden, su modalidad autoritaria, etc.

2Las violencias en las escuelas hacen referencia a situaciones que se producen por fuera de la vida institucional, pero que se expresan tambin en su interior. Por ejemplo, situaciones ligadas a rivalidades de diversa ndole: barriales, familiares, deportivas, etc., que a veces es difcil que no se filtren.

3Las violencias hacia la escuela hacen referencia a situaciones en las que la institucin no es dotada de ciertos recursos bsicos de subsistencia, como pueden ser el gas, agua o electricidad. Estas violencias se materializan en el deterioro edilicio. Son de esta clase tambin las violencias simblicas, como las que expresan los medios masivos de comunicacin, construyendo miradas estigmatizantes sobre los alumnos violentos, o rebajando el derecho de docentes a reclamar mejores condiciones laborales, o en el permanente uso de trminos despectivos cuando se refieren a algunos nios como banda juvenil, pequeos delincuentes, mini-chorros, etc.

Es en el marco de la violencia escolar como espectculo donde pareciera que la escuela es responsable no solo de lo que ocurre en su interior sino de todo aquello que la rodea. Una institucin en muchos casos subdotada de recursos y con demasiadas demandas.La escuela tiene que pensar para un alumno que esta all, no para uno ideal. Hay que dar lugar a la palabra, abrir el dialogo. No alcanza con simplemente manifestarse en contra de la violencia. No a la violencia, este rechazo espontneo no es suficiente. La voz de la escuela no aparece en los medios, y esta situacin no da lugar al dialogo. Uno se queda as pensando solo en quin es la victima y quin el culpable, se manifiesta en contra y ya esta. Pero hay que hablar, dialogar, aprender a escuchar.Si bien los medios construyen una idea de nios y adolescentes peligrosos, nosotros debemos pensar en la idea de que estos sujetos en formacin estn en peligro. Y mientras sigan existiendo la desigualdad y la carencia como proyecto de vida para gran parte de ellos, entonces todos estamos en peligro. Y quienes asumimos el desafo de educar, sabemos que los nios deben estar siempre por delante. Somos siempre responsables por ellos y ante ellos.Como dijimos antes, no debemos evadir ni silenciar el conflicto, sino prepararnos para l, teniendo siempre presente que la escuela prepara a nuestros nios para el futuro, y ellos deben aprender a vivir con democracia, dilogo, debemos dar el ejemplo del ojo critico y reflexivo, sabernos frgiles y aprender de cada cada.

Conclusin: notas al margen de un texto

Sucede cuando leemos o estudiamos un texto, que escribimos notas al margen. Y muchas veces estas notas son tanto o ms importantes que lo interpretado en el texto, tal vez porque expresan tambin nuestras opiniones, o porque son los datos que mas nos interesaron acerca de lo ledo.Esta conclusin incluye nuestras notas al margen acerca de lo estudiado, que por cierto tanto placer nos ha causado. Porque comenzamos preparando este trabajo eligiendo el tema a tratar en base a nuestra mayor preocupacin. Mientras realizbamos las preguntas, pensbamos que nuestra investigacin nos iba a llenar de inquietudes, de impotencias, porque somos personas que se indignan fcilmente con la injusticia, como muchas personas. Pero la verdad es que para nada nos ha dejado un sabor amargo, por el contrario, el hecho de estudiar acerca de la violencia escolar, de la mano de todos los conocimientos adquiridos hasta ahora nos han llenado de seguridad y de fuerzas, han afianzado nuestra vocacin de educadora. He aqu, entonces, las notas

1)Violencia:- No dar lugar al dilogo - La violencia primaria es necesaria para impartir legalidades- La violencia secundaria es innecesaria, y suele disfrazarse de violencia primaria.- La violencia es un modo de defensa de un sujeto ante la amenaza de que no lo dejen ser. Esto genera la necesidad de afirmarse mediante el ejercicio de poder.

2)La escuela padece violencia, los alumnos violentos hacen imposible la educacin: Esta idea de pensar a la escuela como contaminada o atacada lleva a la escuela a aislarse o a dejar de luchar. As se pierde la idea de escuela, porque su idea principal debera ser la de incluir.

3)La escuela produce violencia: No debemos criticar lo que tenemos porque entonces la solucin seria desaparecer las escuelas. Debemos cambiar la mentalidad y comenzar a pensar en trabajar con lo que tenemos, con la idea de lo que queremos que sea: una escuela instructora de sujetos en un tiempo en que estn cambiando las cosas.

4)La escuela asistencialista: Qu es ensear? Qu es contener? Qu es incluir? Todas las escuelas estn en bsqueda de un equilibrio entre asistencialismo y educacin, y los chicos necesitan las dos cosas.

5)Relaciones asimtricas: Qu es la autoridad? Es realmente ejercer el poder o influir sobre el otro? Es tan estricta esta definicin? La escuela esta en crisis porque la sociedad esta en crisis, por lo tanto necesitamos de la autoridad para ensear. Deberemos entonces trabajar sobre este concepto.

6)Relaciones de simetra o asimetra reflexiva: La relacin pedaggica exige una igualdad adems de una autoridad. Debemos pensar en una relacin de autoridad reflexionando acerca de lo que tenemos en comn, para comenzar a pensar en una autoridad no impuesta.

7)No tengo autoridad, no me escuchan los alumnos: Deberemos desde nuestro lugar de adultos y de docentes buscar algo en comn con nuestro chicos, reflexionando acerca de que son sujetos diferentes a los que nosotros nos imaginamos, deferentes incluso a lo que tal vez podramos llegar a comprender. Porque hay una diferencia temporal que es inevitable.

8)La igualdad tiene que ser un principio y no una meta: Tenemos al menos un punto en comn con nuestros alumnos y es que somos todos humanos. y partiendo de esta reflexin que parece innecesaria (pero la realidad es que muchas veces parece olvidarse), podremos trabajar en nuestro papel de autoridad y as lograr algo bueno.

9)La ignorancia del maestro: - Debemos entender que la agresin de los alumnos nunca es algo personal.- No debemos medir subjetivamente qu tanto sabe cada uno porque esto nos confundira en nuestro papel de autoridad.- Por mas que el docente sea un ilustrado, siempre habr algo que ignora.- Los alumnos tambin piensan. Y sienten. Siempre.

COMO CIERRE DE LA MONOGRAFIA, NOS ENFOCAREMOS EN UNA OPINION GRUPAL

Creemos que al igual que las plantas, para que sean fuertes y con races sanas lo importante es ver lo que no se ve, para poder ver la belleza externa de las cosas.

El problema de los docentes hoy da es que una gran parte de sus alumnos no tienen familias puras, sino que son familias mixtas, lo cual la educacin familiar no es buena, o mejor dicho tiene muchas carencias y dentro de las escuelas primarias se los trata como nenes con problemas y no como nenes pensantes.

A esos problemas que sealamos como violencia escolar dependen del entorno social. Porque? Por los grupos, por los problemas raciales, por problemas de violacin, de abuso, etc. Todo se refleja en la escuela. En ese caso los docentes no son asistentes sociales, dado que muchas veces se piensa que si. Es por esto que se los deriva a una psicloga, psicopedagoga, asistente social y se habla sobre el tema con los padres haciendo un acta de compromiso sobre su hijo. Por eso mismo sostenemos que la educacin comienza en casa, en donde los padres, o quienes estn a su cargo o tutora les dan valores fuertes, valores de respeto, limites, pero tambin cario, que se ve con ausencia en muchos hogares, comprensin, saber escucharlos, tener tiempo y hacerse tiempo para ellos ya sea para jugar, hacer deberes, compartir una salida, comer todos juntos y dialogar, y no mirar la televisin sin prestarles atencin.Como para decir algo, un lmite donde siempre hay tiempo para una correccin, para un reto sano, preparndolos para estar en la sociedad.

Entonces cuando comienzan el jardn y la primaria, seria un chico mas responsable de sus actos, por esos limites y valores dados a tiempo y que son los que dan forma cuando entran a una etapa ms difcil, la cual es la adolescencia.

Crendoseles as virtudes, valores y responsabilidades para que sean hombres y mujeres de bien. Pero esto no quiere decir que va a ser un buen ciudadano. En la adolescencia empiezan las rebeldas, pero la base de la educacin radica en la familia y despus en la escuela.

Bibliografa:

- II Foro de Psicologa y Educacin: Violencia en las escuelas. Hay alternativas 1 de junio 2010.

- El Monitor de la Educacin- Edicin marzo 2010.

- Violencia Social- Violencia Escolar Silvia Bleichmar Ed. Noveduc.