Tres hombres - La montaña 18 marzo 2016

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La Montaña, 18 de marzo de 2016. “Tres hombres” Mis queridas semillas, En todas las ciudades del planeta hay personas maravillosas, una de ellas, decidió preguntar en cada ciudad a tres personas, el por qué llevaban cada una, un saco delante, un saco detrás. Llegaba a la primera ciudad y le preguntó al primer hombre: “Buen hombre, ¿Qué lleva usted en esos dos sacos?”, le contestó: “Todo lo bueno que me han dado mis amigos está en el de atrás y rápidamente lo olvido, el de delante, sólo contiene las cosas desagradables, pero me regodeo, me gusta, pienso en ellas cada dos por tres; evidentemente como consecuencia de ello, apenas puedo avanzar en el camino”. El hombre que estaba haciendo las preguntas, se dirigió al segundo hombre y le dijo: “Y usted ¿Qué lleva en esos dos sacos?”, el segundo hombre, contestó de esta manera al formularle la misma pregunta: “Mire, en este saco que llevo delante, están tooodas mis buenas acciones, continuamente las exhibo ante los demás, abro el saco y las enseño para que toooda la gente las vea; en el saco posterior encierro mis numerosos errores, también es la razón de que no me permiten caminar con rapidez, pero es imposiiible desprenderme de ellos; así que voy arrastrando lentamente”. El hombre que hacía las preguntas, pensaba mirándolos a ellos; y le hizo la misma pregunta al tercer hombre, el tercer

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La Montaña, 18 de marzo de 2016.

“Tres hombres”

Mis queridas semillas,

En todas las ciudades del planeta hay personas maravillosas, una de ellas, decidió preguntar en cada ciudad a tres personas, el por qué llevaban cada una, un saco delante, un saco detrás.

Llegaba a la primera ciudad y le preguntó al primer hombre:

“Buen hombre, ¿Qué lleva usted en esos dos sacos?”, le contestó: “Todo lo bueno que me han dado mis amigos está en el de atrás y rápidamente lo olvido, el de delante, sólo contiene las cosas desagradables, pero me regodeo, me gusta, pienso en ellas cada dos por tres; evidentemente como consecuencia de ello, apenas puedo avanzar en el camino”.

El hombre que estaba haciendo las preguntas, se dirigió al segundo hombre y le dijo:

“Y usted ¿Qué lleva en esos dos sacos?”, el segundo hombre, contestó de esta manera al formularle la misma pregunta: “Mire, en este saco que

llevo delante, están tooodas mis buenas acciones, continuamente las exhibo ante los demás, abro el saco y las enseño para que toooda la gente las vea; en el saco posterior encierro mis numerosos errores, también es la razón de que no me permiten caminar con rapidez, pero es imposiiible desprenderme de ellos; así que voy arrastrando lentamente”.

El hombre que hacía las preguntas, pensaba mirándolos a ellos; y le hizo la misma pregunta al tercer hombre, el tercer hombre respondió: “El saco delante está lleno de los mejores pensamientos y los actos más bondadosos de la gente, lo que me dan, lo que he recibido, sus sonrisas, sus alegrías, de tooodo lo mejor está lleno el saco que llevo delante y siempre voy sonriendo, porque se mueve de esa alegría, el saco delantero es muy grande, llevo tantas sonrisas y tanto amor que apenas pesa, es ligero, ligero, ligero; el que llevo en mis espaldas está vacío, pues le hice un agujero por el que se escapa lo malo que oí de los demás y que

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a veces también pienso de mí, por ese agujero se va escapando todo aquello que voy oyendo a lo largo de mi vida, las críticas, los juicios, los miedos, las dudas, todo eso se perdió para siempre; y ya no hay peso que haga duro mi camino, por eso voy ligero, ando bien y estoy tan feliz”.

Mis queridas semillas, si queréis siempre mirar las estrellas que sois en el firmamento, hacer como el tercer hombre, en vuestro saco delante, guardar sólo esos recuerdos tan maravillosos que tenéis, siempre hay uno más particular y muchos de lo que habéis recibido. Habéis tenido oportunidades, se os han dado también, a veces se os ha llevado al cine a ver dos películas, otras veces a los restaurantes, otras veces a parques de diversiones, a muchísimos sitios; y habéis tenido también en vuestras familias alegrías, habéis viajado, habéis estado en Bali, todo eso es ese saco tan grande que no pesa. El de las espaldas hacer como el tercer hombre ¡Abrir ese agujerito! ¡Romper ese saco para que se vaya yendo el odio, los celos el veneno, ese ego que os impide de avanzar! Y veréis cómo será ligero y podréis avanzar.

Claro, este hombre comprendió muy bien que haciéndole el agujerito, se iría olvidando y olvidándose ya no le pesa, ya no lleva la mochila que vosotros queréis guardar, no es necesario. Hay una madre entre todas vosotras maravillosa, que hace un tiempo dijo: “¡Se acabó! Ya no quiero más sufrir, ni por los unos, ni por los otros y aún menos por los hijos, o por un hijo, quiero seguir adelante en mi vida, otros me necesitan, estoy ayudando a muchos jóvenes y quiero ayudar más a todos los de mi población” y así lo está haciendo. Hacer como ella, la vida le ha dado dos sacos, donde uno empezó a llenarlo con sus penas, sus dolores, pero muy pronto le hizo ese agujerito y ahora está avanzando por su Voluntad, buscando jóvenes para Jerusalén, buscando jóvenes para que no caigan ni en el alcohol, ni en las drogas, ni en la violencia.

¡Ánimo mis estrellas! Romper el saco y veréis que os sentiréis libres. Conozco a muchísimas de las semillas que hacen como el primero, se regodean de llevar en las espaldas sacos con sueños, pensando aún, que pueden ser grandes historiadores como Napoleón,

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que pueden llevar esas coronas de laureles ¡Pero si no lo son! y que son hijos de la nación, ¿De qué nación hablamos? y que tiene muchos títulos ¿Para qué le sirven? y que guarda también todos sus méritos y sus errores, pero ya no puede andar. Igual conozco a una abogada, que lleva tanto peso por ambiciones, por odio, por celos, por querer controlar, que desde la infancia su saco pesa tanto, que solamente vive, porque siempre ha sido una estudiante con primer premio, con sobresaliente, ¿De qué le sirven esos laureles si no los pone en práctica? Hay otro que le gusta soñar, piensa que el mundo es perfecto, que ha hecho un retiro de tres meses y que todo está arreglado, que todo está perfecto, pero no tiene los pies en la sociedad, entonces va a vivir en un sueño, en un sueño romántico y bonito, pero no quiere tampoco deshacerse del saco que lleva detrás, con sueños de grandeza, Coco Chanel, piensa que aún está en las redes sociales las más altas, como Paris Hilton; y creyendo que la culpa es de los otros, pensando que sin una compañía o un compañero no se puede vivir, ni avanzar.

¡No! Olvidaros, vivimos solos, nacemos solos ¿O no estamos solos en el vientre de la madre? Compartir es otra cosa, compartir el momento o unos años con una persona maravillosa, eso sí que es bonito, sacrificarse y siendo infeliz eso ya no es bonito, pensando que por poseer a otra persona vamos a ser felices, ese saco siempre estará muy pesado. Hay algunos que lo han hecho para navidad o para año nuevo.Y pensando también que preparando un viaje a América –como Guatemala- se van a solucionar todos los problemas, ese saco ¿de qué se está llenando? De sueños que no son realidad, es esconderse, es mentirse, es querer vivir de los otros, pero no afrontar su responsabilidad, es más fácil dejarse mandar; y así, son los otros que llevan el peso, pero no encontraréis lo que estáis buscando.

Hacer como el tercer hombre, llenar vuestro saco delantero de las buenas cosas, de vuestros proyectos, de lo que deseáis, que ya lo habéis olvidado, no os mintáis; y el saco de detrás que es la vida de cada uno ¡Abrir un agujero grande! Para que se vaya y sentiros bien y felices.

¿Habéis ya preparado el autobús lleno para Jerusalén? Tenéis el chakra 6, podéis utilizarlo, si no está lleno el autobús o autobuses es que no habéis querido; y de qué os sirve decir que

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tenéis La Enseñanza o que hacéis parte de ella, si los principales os dejáis vivir; hacéis como el primero, os regodeáis, de vuestro sufrimiento, de vuestros errores, de vuestras culpas, que ya sabéis que no existen.

¡Ánimo! Si lleváis autobuses es porque vuestra alma se está elevando, es porque vuestra consciencia –cuando hablo de alma, es la conciencia- está suuuper feliz y ayudando a los otros. Si vivís sólo para vuestro ombligo, si no os movéis de lugar donde estáis, claro, tenéis el confort, el confort es muy bueno, televisión, sofá y que os den de comer, pero cuando no tengáis más la Casa Templaria ¿Qué pasará? Mis queridas semillas ¿Qué pasará? ¿Dónde iréis?

Os dejo, con esos dos sacos, no penséis mucho, a ver si os atrevéis, sé que estáis ahora en el pasaje de zombis, muertos, quizás os atrevéis a contestarme o a decirme solo un perfil. ¿Cómo están vuestros sacos mis queridas semillas? Os amo y mi deseo es que estéis vivos!

Con todo mi amor,La Jardinera

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