Tuc.baca AMENABAR.desfasajes Cuestiones de Estética y Montaje

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Desfasajes: cuestiones de estética y montaje (Resumen) Horacio Agustín Baca Amenábar Facultad de Filosofía y Letras – Universidad Nacional de Tucumán –alumno de quinto año de la Lic. en Filosofía- [email protected] Área temática: Estética El siguiente trabajo aborda cuestiones relacionadas con el significado filosófico de la técnica cinematográfica del montaje (también llamada edición), utilizando estas reflexiones como trampolín para pensar algunas problemáticas de estética y filosofía en general. Para ello, echaremos mano a un sistema de nociones que propone Mario Pezzela en su libro Estética del cine. Hemos de polemizar luego con estas mismas nociones. Para empezar, es preciso contextualizar nuestro tema: el montaje es, ante todo, un proceso técnico que implica, a grandes rasgos, tomar los distintos planos de un audiovisual y unirlos, produciendo así una sintaxis. El montaje es, entonces, la sintaxis de un audiovisual; es el modo en el que están encadenadas las tomas –visuales y sonoras-, es el elemento sintetizador que extrae de una secuencia desordenada y puramente mecánica de elementos un sentido. Al respecto, Pezzela sostiene que “la imagen cinematográfica se presenta como un compuesto artificial de elementos diversos a los cuales tan sólo el montaje proporciona un carácter unitario” 1 . Resulta interesante, sin embargo, reflexionar en relación con este sentido que el montaje produce. Cierto es que lo que se denomina crudo, es decir, las distintas tomas aún no montadas, carece por completo de cualquier significado ulterior; se trata de imágenes inconexas, sonidos desterritorializados, 1 PEZZELA, Mario. Estética del cine. LA BALSA DE LA MEDUSA, Madrid: 1996.

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Desfasajes: cuestiones de esttica y montaje (Resumen)

Horacio Agustn Baca AmenbarFacultad de Filosofa y Letras Universidad Nacional de Tucumn alumno de quinto ao de la Lic. en Filosofa- [email protected] temtica: Esttica

El siguiente trabajo aborda cuestiones relacionadas con el significado filosfico de la tcnica cinematogrfica del montaje (tambin llamada edicin), utilizando estas reflexiones como trampoln para pensar algunas problemticas de esttica y filosofa en general. Para ello, echaremos mano a un sistema de nociones que propone Mario Pezzela en su libro Esttica del cine. Hemos de polemizar luego con estas mismas nociones. Para empezar, es preciso contextualizar nuestro tema: el montaje es, ante todo, un proceso tcnico que implica, a grandes rasgos, tomar los distintos planos de un audiovisual y unirlos, produciendo as una sintaxis. El montaje es, entonces, la sintaxis de un audiovisual; es el modo en el que estn encadenadas las tomas visuales y sonoras-, es el elemento sintetizador que extrae de una secuencia desordenada y puramente mecnica de elementos un sentido. Al respecto, Pezzela sostiene que la imagen cinematogrfica se presenta como un compuesto artificial de elementos diversos a los cuales tan slo el montaje proporciona un carcter unitario. Resulta interesante, sin embargo, reflexionar en relacin con este sentido que el montaje produce. Cierto es que lo que se denomina crudo, es decir, las distintas tomas an no montadas, carece por completo de cualquier significado ulterior; se trata de imgenes inconexas, sonidos desterritorializados, fragmentos de mundo que no sealan a ningn lado. No obstante, resulta evidente que, an antes de la operacin de montaje, lo que se ha filmado ha sido prefigurado y cuidadosamente planificado: el sentido ya est esbozado. Pero no se manifestar hasta que el audiovisual est debidamente montado. Es por ello que el filsofo italiano juzga que la accin de editar conlleva, en alguna medida, un salvataje de los distintos planos que componen una pelcula:toda pelcula se compone de una sucesin de planos que, tras un instante, se vuelven invisibles: el montaje intenta salvarlos, creando un sistema de uniones o enlaces, de cortes, de relaciones que compensan de algn modo su carcter efmero. Al elogiar el cine del realizador ruso SergueEisenstein, el autor seala que el montaje plenamente evidente en sus pelculas impide una percepcin naturalista y mecnica de las imgenes. Esta apreciacin se sita en el horizonte de la divisin que plantea entre cine crtico-expresivo y cine espectculo; el estilo de montaje del primero tendera a explicitar las condiciones de su produccin, poniendo en tela de juicio su propia estructura, mientras el segundo intentara maximizar el efecto de realidad, ocultando sus artilugios y transmitiendo el mayor grado de naturalidad posible. De ms est decir que Pezzela critica y censura este ltimo enfoque. Nuestra posicin se construye en tensin con la suya: pensamos que aquel montaje que exhibe su operacin, desnudndose, atenta contra sus enormes potencialidades, ya que no se trata, en ltima instancia, de faltar a la realidad mediante la construccin de fantasmagoras editadas, sino que la propia realidad es un error de montaje, un montaje deficiente. Es sta nuestra tesis: el mundo est plagado de historias potenciales y dramtica latente que jams se actualizan por un exceso de superfluidad. Los fragmentos narrativos no se unen por completo, o estn demasiado alejados los unos de los otros; algo as intuye Cortzar cuando, en Rayuela, sostiene que las cosas duran demasiado. Al contener la realidad misma una saturacin de sentido, el sentido particular es obstruido, bloqueado; a los momentos sublimes, que haran las veces de cierre o conclusin, sobrevienen espacios sin nada. La banalidad aplasta a la pica porque el hecho pico se extiende, y pierde su intensidad, o porque no dura lo suficiente para instaurarse y adquirir masa crtica. Hay, en el mundo, un insoportable e ininterrumpido desfasaje.En este horizonte de informacin excesiva, el montaje cinematogrfico es algo mucho ms crucial que una mera tcnica de entretenimiento: es una expresin de deseo. La fantasa de una sntesis posible, que ordena lo catico y brinda necesidad a lo contingente. Es, en suma, un movimiento de seleccin, cuyo rol reside en escoger lo valioso y desechar lo superfluo. Pezzela lo expone de este modo: Al constatar el flujo incesante e incontrolable- de percepciones, el sujeto intenta establecer un orden y un sentido. Es se el modo ms eficiente de definir lo que implica una operacin de montaje: se trata de brindar unidad a lo mltiple, inteligibilidad a lo confuso, claridad a lo oscuro y organicidad a lo disperso, a lo desgarrado. Editar es sorprender a una imagen en su aspecto pblico, su costado compatible con unatotalidad superior. Por ello, el montaje es un ejemplo de salto cualitativo, donde el todo es mayor que la suma de las partes por implicar una relacin novedosa. Por ello no slo aspira el montaje-espectculo a un efecto de realidad, sino que es, en algn sentido, una supra-realidad, aldepurar, mediante la voluntad organizativa de un sujeto, el crudo o materia prima, logrando una historia por va de refinamiento. Esto se verifica en la paradoja que plantea Pezzela: si se pusiera una cmara en una calle y se la dejara ah, sin alteraciones, el resultado sera mucho ms incompatible con lo que entendemos por realidad que un montaje de una avenida cualquiera; la realidad pura es menos real que su elaboracin. El trabajo se cierra con una reflexin en torno a las consideraciones que hace Pezzela de la muerte, para la cual sta es el montaje definitivo de una vida al clausurar la incertidumbre y definir los significados. PEZZELA, Mario. Esttica del cine. LA BALSA DE LA MEDUSA, Madrid: 1996.

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