Tus secretos y Facebook

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wsjamericas.com MARTES 16 DE OCTUBRE DEL 2012 Por Geoffrey A. Fowler AUSTIN, Texas—Bobbi Duncan buscaba por todos los medios que su padre no se enterara de que era les- biana. Pero Facebook se lo reveló de todas maneras. Una noche a nes del año pasado, el presidente de Queer Chorus, un coro al que Duncan se había uni- do recientemente, expu- so de manera inadvertida la sexualidad de Duncan a sus cerca de 200 amigos en Facebook, incluido el padre de la joven, al añadirla a un grupo de discusión en la red social. Esa noche, el padre de Duncan le dejó mensajes virulentos en su teléfono, exigiéndole que renuncia- ra a tener relaciones ho- mosexuales y amenazándo- la con retirarle la palabra. Duncan lloró toda la no- che en casa de un amigo. “Sentí como si alguien me hubiera dado con un bate en el estómago”. La joven de 22 años se enteró poco después de que otro miembro del coro, Ta- ylor McCormick, también había sido expuesto de la misma manera con conse- cuencias similares. El presidente del coro, una organización de estu- diantes de la Universidad de Texas, añadió a Duncan y a McCormick al grupo del coro en Facebook. El presi- dente no sabía que el soft- ware incluiría automática- mente a los amigos de éstos en Facebook que ahora eran miembros del coro. Los dos estudiantes fue- ron víctimas de un resquicio de privacidad en Facebook: Cuando hasta los secretos más íntimos se publican en Facebook Facebook reveló secretos que Bobbi Duncan, arriba, y Taylor McCormick no querían que sus padres supieran.     L    a    n    c    e     R    o    s    e    n     f     i    e     l     d      /     P    r     i    m    e    p    a    r    a     T     h    e     W    a     l     l     S     t    r    e    e     t     J    o    u    r    n    a     l     (     2     ) Facebook, se ha hecho más difícil porque llega a 1.000 millones de personas en todo el mundo. Facebook deende el principio de una identidad única para sus usuarios. Ha cerrado cuentas de per- sonas que utilizan pseu- dónimos y múltiples pági- nas, incluso de disidentes y manifestantes en China y Egipto. La empresa dice que su compromiso con los “nom- bres reales” hace que el si- tio sea más seguro. Tam- bién es consecuente con el servicio que vende a los anunciantes, que compran el acceso al verdadero “yo”. Controles de privacidad Defensores de la privaci- dad como la Unión Estado- unidense por las Liberta- des Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) dicen que Facebook ha cambiado las conguraciones de privaci- dad en su sitio para que por defecto más información de sus usuarios esté abierta al público y a los socios cor- porativos de la red social. “Los usuarios a menudo no saben hasta qué punto su información es pública”, se- ñala Chris Conley, aboga- do especialista en tecno- logía y derechos civiles de ACLU. “Y cuando informa- ción sensible es revelada, es casi imposible volverla a esconder”. Facebook asegura que ha añadido más controles de privacidad porque eso ayuda a las personas a com- partir. “Se trata de facilitar el proceso de compartir exactamente con quien uno quiere y evitar que sea una sorpresa cuando alguien ve algo”, dijo Chris Cox, sub- director de productos de la compañía en una entrevista en agosto de 2011, cuando el sitio web lanzó nuevos con- troles de privacidad. Cox no estuvo disponible para co- mentar para este artículo. De todos modos, los de- fensores de la privacidad aseguran que siguen ha- biendo lagunas de control, en que los amigos pueden revelar información sobre otros usuarios. Los miem- bros de Facebook, por ejem- plo, no pueden eliminar fo- tos compartidas por otros. Todavía más preocupante, dicen, es el hecho de que muchas personas no saben cómo usar los controles de privacidad de la red social. Los investigadores se- ñalan que los mayores ajus- tes de privacidad pueden provocar lo que denominan una “ilusión de control” en los usuarios de las redes sociales. Tras una serie de experimento s realizadosen 2010, Alessandro Acquisti, profesor asociado de la Uni- versidad Carnegie Mellon, encontró que ofrecerles a las personas más opciones de privacidad generaba “cierto tipo de exceso de conanza que, paradójica- mente, hacían que compar- tieran demasiado”, dijo. Mark Zuckerberg, el fun- dador de Facebook, siempre ha insistido en que la capa- cidad de compartir infor- mación cambiará la manera en cómo construimos nues- tras identidades. “Los días en que uno tenía una ima- gen distinta para los amigos del trabajo o compañeros y para sus conocidos muy probablemente acabarán pronto”, dijo en una entre- vista para el libro El efecto Facebook, de David Kirkpa- trick. Los usuarios de Face- book tienen “una sola iden- tidad”, sostuvo. Zuckerberg no quiso hacer comentarios para este artículo. el hecho de que cualquiera puede ser incorporado a un grupo por un amigo sin su consentimiento. Como re- sultado, ambos perdieron el control de sus secretos, aun cuando los dos eran usuarios sosticados de la red y habían utilizado los parámetros de privacidad de Facebook para ocultar parte de sus actividades a sus padres. “Lo sentimos muchos por esos muchachos”, dijo Andrew Noyes, un vocero de Facebook. “Su desafor- tunada experiencia nos re- cuerda que debemos seguir trabajando para empoderar y educar a nuestros usua- rios sobre nuestros férreos controles de privacidad”. Otros tiempos En la era de las redes socia- les como Facebook y Goo- gle+, de Google Inc., com- pañías que se dedican a catalogar las actividades de los usuarios habitualment e comparten, almacenan y pu- blican detalles de las vidas de estas personas. Esto re- presenta un desafío para la gente que navega la econo- mía de la información per- sonal: cómo mantener algo privado en tiempos en los que es difícil predecir dónde irá a parar su información. En el 2009 en Canadá, Nathalie Blanchard perdió sus prestaciones de seguro de discapacidad por depre- sión cuando publicó en Fa- cebook fotografías donde se le veía divirtiéndose en la playa y en una discoteca. Luego de ver las fotos, su seguro, Manulife Financial, contrató a un investigador privado y le pidió a un doc- tor que reevaluara su diag- nóstico, según el abogado de Blanchard. La joven no se había dado cuenta de que sus fo- tos estaban abiertas al pú- blico, según su abogado, quien agregó que las perso- nas depresivas usualmente tratan de ocultar su enfer- medad a la familia y amigos. El caso se resolvió de manera extrajudicial. Una vocera de Manulife declinó referirse al caso y se limitó a decir que la empresa “no deniega ni cancela” presta- ciones “basándose única- mente en información pu- blicada en sitios web como Facebook”. Perder el control de su actividad en línea es más que un problema tecnoló- gico; es un punto de quie- bre sociológico. Durante la mayor parte de la historia humana, la información personal se propagaba len- tamente, de persona a per- sona. Sin embargo ahora, Fa- cebook permite revelar asuntos privados a audien- cias más amplias, de mane- ra intencional o no. Círculos que antes podían mantener- se separados —trabajo, fa- milia, amistades, temas de sexualidad— se volvieron más difíciles de diferenciar. Una solución, borrarse de

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7/30/2019 Tus secretos y Facebook

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wsjamericas.comMA R TES 16 DE OCTUBR E DEL 20 12

Por Geoffrey A. Fowler

AUSTIN, Texas—Bobbi

Duncan buscaba por todos

los medios que su padre no

se enterara de que era les-biana. Pero Facebook se lo

reveló de todas maneras.

Una noche a fines del

año pasado, el presidente

de Queer Chorus, un coro

al que Duncan se había uni-

do recientemente, expu-

so de manera inadvertida

la sexualidad de Duncan a

sus cerca de 200 amigos en

Facebook, incluido el padre

de la joven, al añadirla a un

grupo de discusión en la redsocial.

Esa noche, el padre de

Duncan le dejó mensajes

virulentos en su teléfono,

exigiéndole que renuncia-

ra a tener relaciones ho-

mosexuales y amenazándo-

la con retirarle la palabra.

Duncan lloró toda la no-

che en casa de un amigo.

“Sentí como si alguien me

hubiera dado con un bate en

el estómago”.La joven de 22 años se

enteró poco después de que

otro miembro del coro, Ta-

ylor McCormick, también

había sido expuesto de la

misma manera con conse-

cuencias similares.

El presidente del coro,

una organización de estu-

diantes de la Universidad

de Texas, añadió a Duncan

y a McCormick al grupo del

coro en Facebook. El presi-

dente no sabía que el soft-

ware incluiría automática-

mente a los amigos de éstos

en Facebook que ahora eran

miembros del coro.

Los dos estudiantes fue-

ron víctimas de un resquicio

de privacidad en Facebook:

Cuando hasta los secretos másíntimos se publican en Facebook

Facebook reveló secretos que Bobbi Duncan, arriba, y Taylor

McCormick no querían que sus padres supieran.

    L   a   n   c   e    R   o   s   e   n    f    i   e    l    d     /    P   r    i   m   e   p   a   r   a    T    h   e    W   a    l    l    S    t   r   e   e    t

    J   o   u   r   n   a    l    (    2    )

Facebook, se ha hecho más

difícil porque llega a 1.000

millones de personas en

todo el mundo.

Facebook defiende el

principio de una identidadúnica para sus usuarios.

Ha cerrado cuentas de per-

sonas que utilizan pseu-

dónimos y múltiples pági-

nas, incluso de disidentes

y manifestantes en China

y Egipto.

La empresa dice que su

compromiso con los “nom-

bres reales” hace que el si-

tio sea más seguro. Tam-

bién es consecuente con

el servicio que vende a losanunciantes, que compran

el acceso al verdadero “yo”.

Controles de privacidadDefensores de la privaci-

dad como la Unión Estado-

unidense por las Liberta-

des Civiles (ACLU, por sus

siglas en inglés) dicen que

Facebook ha cambiado las

configuraciones de privaci-

dad en su sitio para que por

defecto más información desus usuarios esté abierta al

público y a los socios cor-

porativos de la red social.

“Los usuarios a menudo

no saben hasta qué punto su

información es pública”, se-

ñala Chris Conley, aboga-

do especialista en tecno-

logía y derechos civiles de

ACLU. “Y cuando informa-

ción sensible es revelada,

es casi imposible volverla

a esconder”.

Facebook asegura que

ha añadido más controles

de privacidad porque eso

ayuda a las personas a com-

partir. “Se trata de facilitar

el proceso de compartir

exactamente con quien uno

quiere y evitar que sea una

sorpresa cuando alguien ve

algo”, dijo Chris Cox, sub-director de productos de la

compañía en una entrevista

en agosto de 2011, cuando el

sitio web lanzó nuevos con-

troles de privacidad. Cox no

estuvo disponible para co-

mentar para este artículo.

De todos modos, los de-

fensores de la privacidad

aseguran que siguen ha-

biendo lagunas de control,

en que los amigos pueden

revelar información sobreotros usuarios. Los miem-

bros de Facebook, por ejem-

plo, no pueden eliminar fo-

tos compartidas por otros.

Todavía más preocupante,

dicen, es el hecho de que

muchas personas no saben

cómo usar los controles de

privacidad de la red social.

Los investigadores se-

ñalan que los mayores ajus-

tes de privacidad pueden

provocar lo que denominanuna “ilusión de control” en

los usuarios de las redes

sociales. Tras una serie de

experimentos realizados en

2010, Alessandro Acquisti,

profesor asociado de la Uni-

versidad Carnegie Mellon,

encontró que ofrecerles a

las personas más opciones

de privacidad generaba

“cierto tipo de exceso de

confianza que, paradójica-

mente, hacían que compar-tieran demasiado”, dijo.

Mark Zuckerberg, el fun-

dador de Facebook, siempre

ha insistido en que la capa-

cidad de compartir infor-

mación cambiará la manera

en cómo construimos nues-

tras identidades. “Los días

en que uno tenía una ima-

gen distinta para los amigos

del trabajo o compañeros y

para sus conocidos muy

probablemente acabarán

pronto”, dijo en una entre-

vista para el libro El efecto

Facebook, de David Kirkpa-

trick. Los usuarios de Face-

book tienen “una sola iden-

tidad”, sostuvo. Zuckerberg

no quiso hacer comentarios

para este artículo.

el hecho de que cualquiera

puede ser incorporado a un

grupo por un amigo sin su

consentimiento. Como re-

sultado, ambos perdieron

el control de sus secretos,aun cuando los dos eran

usuarios sofisticados de la

red y habían utilizado los

parámetros de privacidad

de Facebook para ocultar

parte de sus actividades a

sus padres.

“Lo sentimos muchos

por esos muchachos”, dijo

Andrew Noyes, un vocero

de Facebook. “Su desafor-

tunada experiencia nos re-

cuerda que debemos seguirtrabajando para empoderar

y educar a nuestros usua-

rios sobre nuestros férreos

controles de privacidad”.

Otros tiemposEn la era de las redes socia-

les como Facebook y Goo-

gle+, de Google Inc., com-

pañías que se dedican a

catalogar las actividades de

los usuarios habitualmente

comparten, almacenan y pu-blican detalles de las vidas

de estas personas. Esto re-

presenta un desafío para la

gente que navega la econo-

mía de la información per-

sonal: cómo mantener algo

privado en tiempos en los

que es difícil predecir dónde

irá a parar su información.

En el 2009 en Canadá,

Nathalie Blanchard perdió

sus prestaciones de seguro

de discapacidad por depre-

sión cuando publicó en Fa-

cebook fotografías donde

se le veía divirtiéndose en

la playa y en una discoteca.

Luego de ver las fotos, su

seguro, Manulife Financial,

contrató a un investigador

privado y le pidió a un doc-

tor que reevaluara su diag-

nóstico, según el abogado

de Blanchard.

La joven no se había

dado cuenta de que sus fo-

tos estaban abiertas al pú-

blico, según su abogado,

quien agregó que las perso-

nas depresivas usualmente

tratan de ocultar su enfer-

medad a la familia y amigos.

El caso se resolvió de

manera extrajudicial. Una

vocera de Manulife declinó

referirse al caso y se limitó

a decir que la empresa “no

deniega ni cancela” presta-

ciones “basándose única-

mente en información pu-

blicada en sitios web como

Facebook”.

Perder el control de su

actividad en línea es más

que un problema tecnoló-

gico; es un punto de quie-

bre sociológico. Durante la

mayor parte de la historia

humana, la información

personal se propagaba len-

tamente, de persona a per-

sona.

Sin embargo ahora, Fa-

cebook permite revelar

asuntos privados a audien-

cias más amplias, de mane-

ra intencional o no. Círculos

que antes podían mantener-

se separados —trabajo, fa-

milia, amistades, temas de

sexualidad— se volvieron

más difíciles de diferenciar.

Una solución, borrarse de