Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio...

14
Páginas 235 a 248 CUADERNA nº 16-17 (2008-2009) Un espacio funerario de la Talavera medieval: el cementerio del Salvador. Primeros resultados arqueológicos 1 CÉSAR PACHECO JIMÉNEZ Arqueólogo Resumen: Con motivo de una intervención arqueológica municipal en la plaza del Salva- dor de Talavera hemos hallado los restos de lo que fuera el cementerio de la parroquia del mismo nombre. Presentamos aquí los primeros indicios y datos recopilados que nos sitúan ante una necrópolis medieval extramuros del templo fechada entre el siglo XIII y el XV. Su- pone una aportación de gran interés para el conocimiento del mundo funerario en la Tala- vera bajomedieval. Palabras claves: cementerio medieval, siglos XIII-XV, Talavera. A BURIAL SPACE OF MEDIEVAL TALAVERA: THE CEMETERY DEL SALVADOR. FIRST ARCHAEOLOGICAL RESULTS. Summary: As a result of an archeological investigation in the plaza del Salvaor in Talavera we have found the remains of what was the cemetery of the parish of the same name. Pre- sented here are the first indications and data compiled of the mediaeval necropolis outside the city walls of the temple dated between the 13th and 15th centuries. This has resulted in a contribution of great interest to the knowledge of the funerary world of Talavera in the early mediaeval period. Key words: cemetey mediaeval, 13 th -15 th centuries, Talavera.

Transcript of Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio...

Page 1: Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio estaba de-finitivamente establecida (Ariés, 1993: 39), y con ello el control de la

Páginas 235 a 248 � CUADERNA nº 16-17 (2008-2009)

Un espacio funerario de la Talavera

medieval: el cementerio del Salvador.

Primeros resultados arqueológicos1

CÉSAR PACHECO JIMÉNEZ Arqueólogo

Resumen: Con motivo de una intervención arqueológica municipal en la plaza del Salva-dor de Talavera hemos hallado los restos de lo que fuera el cementerio de la parroquia delmismo nombre. Presentamos aquí los primeros indicios y datos recopilados que nos sitúanante una necrópolis medieval extramuros del templo fechada entre el siglo XIII y el XV. Su-pone una aportación de gran interés para el conocimiento del mundo funerario en la Tala-vera bajomedieval. Palabras claves: cementerio medieval, siglos XIII-XV, Talavera.

A BURIAL SPACE OF MEDIEVAL TALAVERA: THE CEMETERY DEL SALVADOR.FIRST ARCHAEOLOGICAL RESULTS.

Summary: As a result of an archeological investigation in the plaza del Salvaor in Talaverawe have found the remains of what was the cemetery of the parish of the same name. Pre-sented here are the first indications and data compiled of the mediaeval necropolis outsidethe city walls of the temple dated between the 13th and 15th centuries. This has resulted ina contribution of great interest to the knowledge of the funerary world of Talavera in theearly mediaeval period.Key words: cemetey mediaeval, 13th-15th centuries, Talavera.

maquetas2:Layout 3 24/11/09 10:47 Página 235

Page 2: Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio estaba de-finitivamente establecida (Ariés, 1993: 39), y con ello el control de la

El proceso de repoblación que se llevó acabo en Talavera entre finales del siglo XI yprimeras décadas del siglo XII había gene-rado una transformación importante en laorganización del espacio urbano de la ciu-dad. Traspasados los límites del cuerpo cen-tral de origen romano-islámico, la villa va aexperimentar una expansión tanto por eleste, el norte y oeste del circuito amurallado.Estos nuevos barrios que llegaron a confor-mar un extenso suburbio que sería conocidoen las fuentes como Arrabal Mayor, acogie-ron un contingente de población muy im-portante de origen castellano y leonés. Gen-tes que procedentes del reino de Castilla yLeón, bajo las etapas de Alfonso VI y Al-fonso VII, venían a ocupar un punto avan-zado en la empresa de consolidación del po-der cristiano en el valle del Tajo.

En ese sentido Talavera se convirtió enun centro esencial para la concentración yregulación de la defensa de un amplio terri-torio (Pacheco, 2001). La etapa de Alfonso Ide Aragón estuvo también marcada por lafuerte inestabilidad del territorio y provocóla aparición de una sociedad marcada por lamilitarización. Aun así, teniendo en cuentaque los centros de población que se poten-cian en el valle del Tajo y en la antigua taifatoledana pretenden poner en marcha planespara la normalización de la vida concejil yla integración de las distintas minorías y sec-tores poblacionales que confluyen en Tala-vera; a saber, cristianos mozárabes, cristia-nos castellanos, leoneses y francos, mudéja-res y judíos (Rodríguez Picavea, 1996).

Una de las principales tareas que se pro-

mueve en aquella etapa de finales del sigloXI y primeros años del XII es la reactivaciónde la red parroquial, y la puesta en marchade la vida litúrgica y pastoral, siguiendo lamisma tónica que en el resto de la diócesistoledana (Rivero Recio, 1966), en una villaque había tenido una presencia importantede mozárabes que mantuvieron la prácticacristiana en un nivel mínimo2. La articula-ción de la parroquia como entidad adminis-trativa (García de Cortázar, 1988: 90-95), yde control del vecindario llevó acarreada lacompetencia sobre la gestión de la muerte,es decir, la tutela de los espacios funerariosque empiezan a surgir de nuevo en distin-tos puntos del entramado urbano, coinci-diendo con las parroquias.

Las escasas referencias documentales noshablan de una red parroquial amplia y di-versa que pretende llegar a cubrir todas lasnecesidades de la emergente población afin-cada en Talavera. Aparte de la más antiguay primitiva, Santa María, las que se levan-tan en el interior de la parte más antigua dela urbe, San Clemente, San Pedro y SantoDomingo3, acogen a una población mixta demozárabes y castellanos. Y fuera del primerrecinto, las que se erigen de forma sucesivaen ubicaciones estratégicas del Arrabal Ma-yor: Santa Eugenia, Santa Leocadia, San-tiago el Nuevo, San Miguel, San Salvador ySan Martín tienen a su cargo predominante-mente familias y vecinos de origen foráneoasentadas en Talavera tras pasar a manoscristianas.

Esa idiosincrasia viene a marcar y a in-fluir en la forma que se concibe no sólo en

236 Un espacio funerario de la Talavera medieval: el cementerio del Salvador...

CUADERNA nº 16-17 (2008-2009) � Páginas 235 a 248

1 Con la colaboración de Sergio de la Llave Muñoz.2 Sobre la presencia de los mozárabes en la Talavera musulmana no tenemos datos concluyentes aunque sí se

puede vislumbrar a partir de las fuentes documentales de los siglos XII y XIII. 3 Esta iglesia no tiene nada que ver con la de San Ginés y Santo Domingo, del convento de dominicos. Estaba si-

tuada en el entorno del alcázar cristiano dentro del cuerpo de la villa.

maquetas2:Layout 3 24/11/09 10:47 Página 236

Page 3: Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio estaba de-finitivamente establecida (Ariés, 1993: 39), y con ello el control de la

las relaciones sociales, económicas y políti-cas de la vecindad, sino en el hecho funera-rio y el modo de organizar los espacios deinhumación.

El panorama funerario que conocemosde la Talavera bajomedieval está apoyadoen gran medida por los datos arqueológicos.Las áreas cementeriales de las que tenemosindicios o datos registrados configuran unared multicelular; en cualquier caso, vincula-dos a los templos parroquiales o monaste-rios.

Conocemos al menos tres áreas de ne-crópolis que pueden definirse como cemen-terios adscritos a iglesias en esta etapa:

-El de Santa María, situado frente a lapuerta principal de la iglesia, en la calle

Adalid Meneses, y recientemente documen-tado4. Según los datos que se barajan estarí-amos ante un área cementerial dependientede la parroquia, con varias fases de enterra-miento entre el siglo XIII y XV. Paralela-mente, esta parroquia dispuso de otra áreade enterramientos pegada al muro norte dela primitiva iglesia gótico-mudéjar, en la quelas inhumaciones en tumbas de paredes deladrillo se combinan con otras más sencillasen fosas simples5.

-El cementerio medieval de San Cle-mente (Moraleda y Pacheco, 1998) que pusode manifiesto también enterramientos desdeal menos siglo XIII.

-El cementerio de la iglesia del Salvador,del que ahora nos ocupamos.

César Pacheco Jiménez 237

Páginas 235 a 248 � CUADERNA nº 16-17 (2008-2009)

Figura 1. Vista general de parte de las inhumaciones documentadas.

4 Nos referimos a la intervención arqueológica dirigida por Domingo Portela en el solar de dicha calle bajo lo quefue fábrica y museo de Ruiz de Luna.

5 Junto a estas inhumaciones registradas arqueológicamente en un sondeo reciente en la plaza del Arzobispo Te-norio, hay que mencionar una segunda etapa de reutilización de este espacio dedicado a cementerio en tornoal siglo XVIII, cuando se llega a enterrar a varios individuos en lo que serán las ruinas de un edificio que allí exis-tía y que provocó la rotura de pavimentos para instalar las nuevas sepulturas en fosa.

maquetas2:Layout 3 24/11/09 10:47 Página 237

Page 4: Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio estaba de-finitivamente establecida (Ariés, 1993: 39), y con ello el control de la

238 Un espacio funerario de la Talavera medieval: el cementerio del Salvador...

CUADERNA nº 16-17 (2008-2009) � Páginas 235 a 248

Figura 2. Tumba con paredes de adobe.

Figura 3. Tumba con paredes de ladrillo y reutilización acusada.

maquetas2:Layout 3 24/11/09 10:47 Página 238

Page 5: Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio estaba de-finitivamente establecida (Ariés, 1993: 39), y con ello el control de la

Cementerio del Salvador

La parroquia del Salvador aparece yamencionada en 1158 como una de las prin-cipales de la villa talaverana. Pero conside-ramos que para entonces todavía no estabael edificio mudéjar que actualmente con-templamos con ese hermoso ábside que nosrecuerda a las obras toledanas de la primeramitad del siglo XIII. Por ello habría que pen-sar en un posible primer templo que los cris-tianos de repoblación, castellanos y francos,hubieran construido en la villa, en un barrioextramuros de la primera cerca amurallada.La organización de la red parroquial paraentonces estaría en fase consolidación peroel asunto de la muerte ya estaba definido afuerza de necesidad perentoria para las au-toridades del concejo.

Consideramos que el área cementerialsurge con la misma tónica que el proceso deenterramientos in ambitos murorum es decir,lo que Ph. Ariés estima como la aproxima-ción de los muertos al espacio de los vivos.Desde los primitivos cementerios extrauba-nos o suburbanos en torno a los martyria omemoriae de la cultura paleocristiana, en loque se denominaban inhumaciones ad sanc-tos, en nuestras ciudades se dio una evolu-ción para acoger junto a las iglesias y parro-quias los cuerpos de los parroquianos di-funtos: apud ecclesiam. Una costumbre que sehace evidente ya en la alta Edad Media, yque en nuestro ámbito toledano es mani-fiesto a partir del siglo XII. La relación os-mótica entre iglesia y cementerio estaba de-finitivamente establecida (Ariés, 1993: 39), ycon ello el control de la muerte y del uni-verso funerario por parte de la Iglesia.

Y frente a escrúpulos que pudieran ar-gumentarse por parte de aquellos que veían

la ubicación de la sepultura cuanto máscerca de la tumba de los mártires, luego delaltar mayor donde se custodiaban pequeñasporciones de esas reliquias, Honorio de Au-tun aclara que “en nada perjudica a los justosno ser enterrados en el cementerio de la iglesia,porque el mundo entero es el templo de Dios,consagrado por la sangre de Cristo. Sea cualfuere el destino de su cuerpo, los justos estaránsiempre en el seno de la Iglesia”.

El espacio funerario entonces ha estadovinculado al perímetro del espacio sagradode celebración, y a partir de esos muros seiban adosando las sucesivas sepulturas. Unode los aspectos más interesantes que se de-riva de la constatación arqueológica de estecementerio es que se ubicaba en una pre-sunta zona de paso, entendiendo por tal larúa o calle que se generó desde la plaza ex-tramuros del Arco de San Pedro, conocidaluego como plaza de la Villa, hasta la Puertade las Alcantarillas Viejas o del Salvador.Que esta vía estuviera transitable desde unmomento temprano del siglo XIII es másque probable de otro modo no se hubieraubicado la citada puerta de las Alcantarillasen aquel punto; además que su trazado su-giere la disposición más lógica del antiguocamino real de Toledo a Mérida.

Tenía además la Corredera un problemaañadido a finales del Medievo y es la apari-ción de grandes balsas de agua que se con-centraban en su calle y que suponía ungrave problema de salubridad pública. Elconcejo intentó atajarlo con alguna pro-puesta de un alarife consistente en derivar“el agua que en la Corredera se junta, que salgala Corredera Ayuso por Sant Saluador, hecha sucorriente a su costa fasta que salga fuera de la vi-lla”6. Luego es muy probable que el antiguo

César Pacheco Jiménez 239

Páginas 235 a 248 � CUADERNA nº 16-17 (2008-2009)

6 AMT, Libro de acuerdos de 1500-1501, fol. 87. SUÁREZ ÁLVAREZ, 1982, 70.

maquetas2:Layout 3 24/11/09 10:47 Página 239

Page 6: Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio estaba de-finitivamente establecida (Ariés, 1993: 39), y con ello el control de la

cementerio se viera atravesado por algúncanal o atarjea para evacuar las aguas haciael arroyo de la Portiña por la actual calleLuis Jiménez.

De todas formas hay que entender quelos cementerios en la Edad Media son luga-res de uso frecuente por parte de los veci-nos, donde se realizan actividades de lo másvariopintas, desde el mercadeo hasta corri-das de toros. Estos espacios se convirtieroncon el tiempo en plazas abiertas junto a lasiglesias parroquiales, o incluso en corrales.A casi todos los concejos se les manda deli-mitar y señalar claramente el cementerio cir-cundante o contiguo a la iglesia levantandouna cerca, ya que bestias y carretas entranen él continuamente, “porque los fieles en-trando por el conoscan y sepan ser lugar santy-ficado” (Torres Jiménez, 2002: 583), a pesarde lo cual los cementerios siguen siendoconsiderados lugar de tránsito. Las gentespasean y juegan en los camposantos, aún losdías de fiesta.

Para principios del siglo XVI este pro-ceso podría haberse producido, quedandoalgunos cementerios sometidos a clausuraso amortizados. Cuando se habla en las or-denanzas de las Mondas de 1515 del uso delos espacios parroquiales para las fiestas delos toros nos sugiere en cierta forma esa evo-lución: “asy comprados, los fagan ençerrar cadauno en el corral de su iglesia”.

Restos arqueológicos

Hemos tenido ocasión de registrar hastaun número de 17 enterramientos o inhuma-ciones diferentes en el sondeo arqueológicoque se ha realizado para la instalación decontenedores soterrados de reciclaje. En elmismo sondeo se ha puesto de manifiesto la

alta concentración de tumbas en un espacioque posiblemente fuera más bien restrin-gido lo que explicaría esa cierta intensidad.

El diseño del espacio cementerial de laparroquia de San Salvador de los Caballerosse concreta en una zona que en principio sesitúa en la parte norte del edificio y margi-nalmente en la zona oeste, donde se locali-zaron indicios de otras tumbas con paredesde ladrillo junto a la base de la torre de laiglesia7.

Las inhumaciones siguen mayoritaria-mente una disposición en sentido E-W conla cabecera al occidente como es habitual eneste tipo de cementerios, siempre y cuandono haya razón para variar la orientación delas tumbas por razones de falta de espacio.

Del análisis de los enterramientos se des-prende que existe una tónica general a lahora de la deposición del cadáver en el inte-rior de la fosa o ataúd, que se presenta endecúbito supino en todos los casos. Levesvariaciones experimenta la posición de losbrazos encima del cuerpo: hay una mayoríaque flexiona los brazos sobre la zona pélvicacon las manos cruzadas. Algunos tienen unode ellos sobre el pecho, mientras que la otraextremidad se coloca en la zona abdominal.

De la posición del cráneo no podemossacar muchas conclusiones debido al mal es-tado en que se encuentran: lo normal es en-contrar el rostro levemente girado hacia unlateral debido a descolocación posterior alenterramiento.

Un hecho singular es el hallazgo de unamoneda en alguna de las inhumacionesjunto al cráneo, mientras que en otra se ha-lló junto a una de las extremidades inferio-res. La aparición de monedas en enterra-mientos de cementerios cristianos medieva-

240 Un espacio funerario de la Talavera medieval: el cementerio del Salvador...

CUADERNA nº 16-17 (2008-2009) � Páginas 235 a 248

7 Información proporcionada por la arqueóloga Dª Cristina Lázaro a quien agradecemos su colaboración.

maquetas2:Layout 3 24/11/09 10:47 Página 240

Page 7: Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio estaba de-finitivamente establecida (Ariés, 1993: 39), y con ello el control de la

César Pacheco Jiménez 241

Páginas 235 a 248 � CUADERNA nº 16-17 (2008-2009)

Figura 4. La tumba 16 de paredes de ladrillo con los restos de la primera inhumación.

Figura 5. Pared lateral de la tumba 16 con ladrillos insertos.

maquetas2:Layout 3 24/11/09 10:47 Página 241

Page 8: Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio estaba de-finitivamente establecida (Ariés, 1993: 39), y con ello el control de la

les no es extraña, y parece denotar una cos-tumbre de tradición pagana en el seno deuna sociedad que, en teoría, ya ha aceptadolos cánones culturales que impone la Iglesiaen el mundo funerario (Rueda Sabater,1992).

Las tipologías de tumbas o sepulturasque se pueden establecer en este cementerioson las siguientes:

Tipo A: sepultura en fosa sin ningún tipoelemento constructivo añadido. Por la apa-rición de algunos clavos en varias de las fo-sas se vislumbran indicios de parihuelas oataúdes en algunas tumbas de este tipo.

Tipo B: sepultura en fosa en la que se co-locan algunas piedras de granito confor-mando una mínima línea de la pared de latumba, con el objetivo de delimitar clara-mente el espacio de la fosa de la contigua.

Tipo C: sepultura en fosa con cerramientode ladrillo a ambos lados de la cabecera, dis-puestos en vertical y el resto de la tumba sinelemento alguno.

Tipo D: Es el tipo más monumental delconjunto. Hasta ahora se ha registrado en latumba 16; se trata de sepultura con paredesde ladrillo en hiladas regulares, y planta tra-pezoidal buscando la típica forma antropo-morfa. Aunque ignoramos cómo es la cabe-cera, suponemos que sigue los cánones deadaptación al espacio del cráneo, como sepuede ver en el cementerio de San Cle-mente; tumbas de este tipo se han halladotambién en la base de la torre de la iglesiade San Salvador.

Tipo E: las paredes se hacen con adobesformando un pequeño recinto trapezoidalimitando las del tipo D en la tradición de lasolerdolanas antropomorfas. Como sucedecon la tumba 8, parte de estas paredes sedesmorona y llegan a cubrir las extremida-des laterales del esqueleto del difunto.

Esta diversidad tipológica traduce unacierta jerarquización de los miembros deuna sociedad parroquial que acusa diferen-cias sociales de interés. No podemos, apriori, establecer un paralelismo entre esta-mento social bajo y sepultura en fosa senci-lla, pues la simplicidad de el enterramientopuede estar condicionada por otros condi-cionantes ideológico-religiosos. De hechoobservamos que algunas de las tumbas den-tro de su sobriedad, están acompañadas deelementos mínimos constructivos que in-tenta detentar una diferencia social sobre elresto; marcar la especificidad dentro de lanormalidad. Generalmente encontraremosuna homogeneización del cementerio enesta etapa, y tan sólo esas leves variantes seven alteradas con la construcción de tumbasdel tipo D que sí pueden obedecer a ese em-peño por la preeminencia social del indivi-duo frente a la colectividad. Pero a pesar deesa intención, no olvidemos que desde elpunto de vista de la localización espacial, se-rán las tumbas más cercanas a los muros deltemplo, y dentro de él las que se ubican máscerca del altar mayor, que son las que másprestigio y preponderancia reunían. Dentrodel cementerio, es posible encontrar esa di-versidad no ya tanto en función de la proxi-midad a aquellos centros de focalización sa-grada sino del factor tiempo, en cuanto queen cada momento habría que utilizar el es-pacio disponible para las inhumaciones queconllevaban cierta monumentalidad.

El proceso de reutilización de determi-nadas sepulturas está atestiguado por las re-ducciones que se han registrado; la concen-tración de restos óseos, generalmente los detamaño mayor (fémures, tibias, peronés),costillas y parte del cráneo, o restos de vér-tebras sueltas. Sin que pueda hacerse unageneralización, hay una tendencia a la su-

242 Un espacio funerario de la Talavera medieval: el cementerio del Salvador...

CUADERNA nº 16-17 (2008-2009) � Páginas 235 a 248

maquetas2:Layout 3 24/11/09 10:47 Página 242

Page 9: Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio estaba de-finitivamente establecida (Ariés, 1993: 39), y con ello el control de la

perposición de enterramientos en diferentesfases y momentos de uso del cementerio.

Por último, como es habitual en los ce-menterios cristianos medievales es rara einfrecuente la aparición de objetos de ajuaro ajenos al difunto. La cultura cristiana noaconseja ese tipo de prácticas frente a otrosusos funerarios anteriores que inhuman alcadáver con objetos o apliques que formanparte de la indumentaria o panoplia de laclase guerrera. En la Edad Media esta me-dida se legisla en ocasiones con vehemen-cia; así en las Partidas se prohíbe enterrar alos muertos con objetos de valor. Las mo-nedas en el espacio funerario no puedenconsiderarse valiosas a efectos de circula-ción y sí tiene un valor simbólico más rele-vante.

Como hemos apuntado más arriba sí sedocumenta en este caso la presencia de mo-nedas en dos de los enterramientos, una enla tumba 5 y otra en la tumba 15. Ambas sonde la época de Alfonso I de Aragón: unóbolo y un dinero de vellón. Hallazgos nu-mismáticos de este reinado no son raros enTalavera y suelen aparecer por todo el re-cinto histórico urbano desde el borde la mu-ralla meridional (Urbina, 1995) hasta la apa-rición de un tesorillo con unas 180 monedasde dineros también de Alfonso I en el sectorde calle San Clemente, muy cerca de lo quefue la parroquia (Pacheco, 2001: 105-109). Enla zona de Talavera, aparecen por ejemploen las tumbas extra-eclesiales de la parro-quia de Erustes con monedas del siglo XII yXIII.

La costumbre aunque marginal y muyreducida en comparación con la tónica ge-neral, se constata en muchos puntos de lastierras castellanas y leonesas reconquista-das. La acuñación de monedas a partir deAlfonso VI en las cecas de Toledo y León,

que se mantienen como únicas cecas oficia-les hasta la concesión del privilegio de Al-fonso VIII a Cuenca (Álvarez, Carrobles yPalomero, 2000: 78), generó el uso comple-mentario de las piezas monetales con un va-lor simbólico de ultratumba. Las que acuña

César Pacheco Jiménez 243

Páginas 235 a 248 � CUADERNA nº 16-17 (2008-2009)

Figura 6. Tumba 15: moneda junto al cráneo.

Figura 7. Dinero de Alfonso I, hallado en la tumba 15.

maquetas2:Layout 3 24/11/09 10:47 Página 243

Page 10: Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio estaba de-finitivamente establecida (Ariés, 1993: 39), y con ello el control de la

Alfonso I en Toledo son una muestra del po-derío y pretendido dominio sobre el territo-rio castellano (España, 2002: 44); su pervi-vencia y circulación transcienden la primeramitad del siglo XII, de tal manera que no esextraño encontrar monedas de Alfonso I enenterramientos de pleno siglo XIII, como seaprecia en otras necrópolis castellanas(Rueda Sabater, 1992: 88). De hecho las delBatallador son de las más frecuentes en in-humaciones efectuadas a caballo entre losdos siglos, hasta que a mediados del XIIIempiezan a aparecer de otros monarcas.

La cronología que se baraja para este ce-menterio evidentemente hay que situarlaentre la creación del camposanto parroquialy la fase en la que preferiblemente se optapor efectuar los enterramientos en el interiordel templo, bajo los solados, es decir, a par-tir de la segunda mitad del siglo XVI. Las ce-rámicas de tradición islámica y de facturamudéjar están presentes en los rellenos dela tumbas, y en el nivel de cubrición de va-rias de las tumbas. Este dato, junto al quenos proporciona los datos de las monedas,apunta hacia un marco temporal que oscilaentre el siglo XIII y el XV. La diferentes eta-pas de enterramiento evidencian ademásuna sucesión de al menos cinco fases distin-tas.

Conclusión

La zona del Salvador-Corredera se ha ca-racterizado por el uso funerario en determi-nados momentos de la historia de la ciudad.Muy cerca de donde hemos localizado estosenterramientos medievales, en la calle Fer-nando de Rojas se han hallado otras inhu-maciones de cronología romana con un pe-queño ajuar de lucernas (Barrio, e.p.). Estoviene a indicar que tratándose de una zona

de paso y transición, con la antigua vía ro-mana y después camino medieval-moderno,resultaba un lugar ideal para ubicar ente-rramientos, aunque no fueran específica-mente una necrópolis. Al instrumentalizarseeste espacio por parte de la institución pa-rroquial y la creación de la iglesia de SanSalvador, el cementerio quedó delimitadoen la parte septentrional, junto a la vía pú-blica.

Talavera dispone durante la Baja EdadMedia de un recinto urbano en franco creci-miento que exige la jerarquización y espe-cialización de espacios en una sociedad di-versa desde el punto de vista religioso, ét-nico y económico. Pero también necesita de-limitar bien los espacios dedicados a losmuertos dentro de la urbe. Al convertirse lared parroquial en el sistema articulado decontrol del vecindario todos los asuntos delos individuos y de las familias concernían ala Iglesia, tanto los de los vivos como los delos muertos. Es ese proceso de clericaliza-ción de la muerte lo que generó la adscrip-ción de los cementerios a las parroquias.

En la zona histórica de Talavera se handocumentado indicios diversos de cemente-rios medievales (Pacheco, 2002; Maque-dano, e.p.) que van a seguir la misma tónicade las necrópolis urbanas extramuros de lasiglesias, aunque con variantes que vienendefinidas por una rusticidad en el acabadode las sepulturas, y en la adaptación a lascondiciones topográficas en donde se asien-tan los cementerios de estas aldeas y peque-ños núcleos de población.

Y en lo que atañe a Toledo (Maquedanoet al., 2002; De Juan, 1998) y a Talavera, estosespacios cementeriales se verán completa-dos con los honsarios y fonsarios de judíos8

y moros que tienen una significación espe-

244 Un espacio funerario de la Talavera medieval: el cementerio del Salvador...

CUADERNA nº 16-17 (2008-2009) � Páginas 235 a 248

8 Sobre el cementerio judío en Talavera véase las aportaciones que hacemos en nuestro trabajo PACHECO, 1999.

maquetas2:Layout 3 24/11/09 10:47 Página 244

Page 11: Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio estaba de-finitivamente establecida (Ariés, 1993: 39), y con ello el control de la

cial en el universo funerario múltiple de lasciudades castellanas medievales.

En Talavera, afortunadamente vamoscompletando poco a poco el mapa de dis-persión de la geografía funeraria histórica.Pues junto a los espacios ya documentadosde cronología romana y tardoantigua (Ba-rrio, e.p.; Moraleda, e.p. y Moraleda y Pa-checo, e.p.; Pacheco, 2002; Sánchez y Caba-llero, e.p.), o de la etapa musulmana-mudé-jar (Pacheco y Moraleda, 2007) tenemos laaparición de nuevos restos marginales de in-humaciones en un arco cronológico que va

desde el siglo XII al XV (Portela y del Valle,e.p.; Moraleda y Pacheco, 1998). Aparte delos espacios digamos oficiales de inhuma-ciones, se localizan otras zonas periféricasque si bien tienen una vinculación con ce-menterios cercanos, reúnen ciertas singula-ridades que rompen la encorsetada visiónde una ecuación simple: espacio para losmuertos=cementerios. Confiamos que futu-ras investigaciones puedan ir arrojando másluz sobre esta interesante fase de la Talaveramedieval.

César Pacheco Jiménez 245

Páginas 235 a 248 � CUADERNA nº 16-17 (2008-2009)

Situación del sondeo arqueológico y área estimada del cementerio.

maquetas2:Layout 3 24/11/09 10:47 Página 245

Page 12: Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio estaba de-finitivamente establecida (Ariés, 1993: 39), y con ello el control de la

246 Un espacio funerario de la Talavera medieval: el cementerio del Salvador...

CUADERNA nº 16-17 (2008-2009) � Páginas 235 a 248

maquetas2:Layout 3 24/11/09 10:47 Página 246

Page 13: Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio estaba de-finitivamente establecida (Ariés, 1993: 39), y con ello el control de la

Bibliografía:

ALVAREZ, Y., CARROBLES, J. y PALO-MERO, S. (2000): Del as al euro: una histo-ria del dinero en Castilla-La Mancha. Ma-drid, CCM.

ARIÈS, Ph. (1993): El hombre ante la muerte,Madrid, Taurus.

BARRIO ALDEA, C. (e.p.): “Inhumacionesromanas en la Calle Fernando de Rojasesquina con C/Luís Jiménez: una apor-tación al conocimiento de las zonas deenterramientos en Caesarobriga (Tala-vera de la Reina)” en Actas del Congreso“La Muerte en el Tiempo. Arqueología e his-toria del hecho funerario en la provincia deToledo”.

DE JUAN GARCÍA, A. (1998): “Los ce-menterios medievales de Toledo: dis-tribución espacial” en El Legado materialhispanojudío, Cuenca, UCLM, pp. 327-340.

ESPAÑA, L. (2002): Sistemas monetarios pe-ninsulares. La acuñación de moneda cris-tiana tras la invasión de los musulmaneshasta el siglo XV. Madrid, FundaciónLeón España.

GARCÍA DE CORTÁZAR, J.A. (1998): La so-ciedad rural en la España Medieval, Madrid,siglo XXI.

HERNÁNDEZ, F.J. (1985): Los Cartularios deToledo. Catálogo documental. Madrid, doc.nº 97.

MAQUEDANO CARRASCO, B. (e.p.): “Ce-menterios cristianos tras la reconquistade Toledo” en Actas del Congreso “LaMuerte en el Tiempo. Arqueología e historiadel hecho funerario en la provincia de To-ledo”.

MAQUEDANO, B.; ROJAS, J. M.; SÁN-CHEZ E. I.; SÁINZ Mª J. y VILLA, J. R.(2002): “Nuevas aportaciones al conoci-miento de las necrópolis medievales de

la Vega Baja de Toledo (I y II); Tulaytula,nº 9 y 10, pp. 19-53 y 27-68.

MORALEDA OLIVARES, A. (e.p.): “Apor-tación al estudio de los espacios funera-rios romanos de Caesarobriga (II): la ne-crópolis romana de Plaza del Reloj-SanFrancisco de Talavera de la Reina” en Ac-tas del Congreso “La Muerte en el Tiempo.Arqueología e historia del hecho funerario enla provincia de Toledo”.

MORALEDA OLIVARES, A. y PACHECOJIMÉNEZ, C. (e.p.): “Aportación al estu-dio de los espacios funerarios romanosde Caesarobriga (I): la necrópolis romanade Entretorres-Ronda Sur de Talavera dela Reina” en Actas del Congreso “LaMuerte en el Tiempo. Arqueología e historiadel hecho funerario en la provincia de To-ledo”.

MORALEDA OLIVERAS, A. y PACHECOJIMÉNEZ, C. (1998): “Arqueología me-dieval en Talavera de la Reina I: La ne-crópolis cristiana de la calle de San Cle-mente” en Homenaje de Talavera y sus Tie-rras a Don Fernando Jiménez de Gregorio.Talavera, Excmo. Ayuntamiento.

PACHECO JIMÉNEZ, C. (1999-2000): “Lacomunidad judía de Talavera en el sigloXV”, Cuaderna nº 7-8, pp. 71-108.

PACHECO JIMÉNEZ, C. (2001a): Las anti-guas puertas de Talavera de la Reina: Estudiohistórico y arqueológico. Talavera, Excmo.Ayuntamiento.

PACHECO JIMÉNEZ, C. (2001b): “Un espa-cio en conflicto en el siglo XII: Talaverade la Reina en una época de transición(1086-1126)”, Alcalibe: revista Centro Aso-ciado a la UNED Ciudad de la Cerámica, nº.1, pp. 97-112.

PACHECO JIMÉNEZ, C. (2002): “Arqueolo-gía medieval en la Sierra de San Vicente:datos sobre una necrópolis en Navamor-

César Pacheco Jiménez 247

Páginas 235 a 248 � CUADERNA nº 16-17 (2008-2009)

maquetas2:Layout 3 24/11/09 10:47 Página 247

Page 14: Un espacio funerario de la Talavera medieval: el ...€¦ · mótica entre iglesia y cementerio estaba de-finitivamente establecida (Ariés, 1993: 39), y con ello el control de la

cuende (Toledo)” Cuadernos abulenses, nº.31, pp. 101-116.

PACHECO JIMÉNEZ, C. (2003): “Nuevosdatos sobre espacios funerarios en la Ta-lavera romana”, Alcalibe: revista CentroAsociado a la UNED Ciudad de la Cerámica,nº. 3, pp. 285-292.

-PACHECO JIMÉNEZ, C. (e.p.): “Espaciosfunerarios en la historia de Talavera: losmuertos en la urbe” en Actas del Congreso“La Muerte en el Tiempo. Arqueología e his-toria del hecho funerario en la provincia deToledo”.

-PACHECO JIMÉNEZ, C. y MORALEDAOLIVARES, A. (2007): “La Maqbara mu-sulmana de Talavera de la Reina: Prime-ros resultados arqueológicos”, Tulaytula:Revista de la Asociación de Amigos del To-ledo Islámico, nº. 14, pp. 67-94.

-PORTELA HERNANDO, D. y DEL VALLESÁNCHEZ, M. (e.p.): “Una inhumaciónmedieval aislada en la Huerta de Entre-torres “alberca 96”. Talavera de laReina” en Actas del Congreso “La Muerteen el Tiempo. Arqueología e historia del hechofunerario en la provincia de Toledo”.

-RIVERA RECIO, F. (1966): La Iglesia de To-ledo en el siglo XII (1086-1208). Roma, Igle-sia Nacional Española.

-RODRÍGUEZ-PICAVEA, E. (1996): La Villay la Tierra de Talavera en la Plena Edad Me-dia: Orígenes, consolidación y crecimiento deun concejo de realengo (siglos XI al XIII). Ta-lavera, Excmo. Ayuntamiento.

-RUEDA SABATER, M. (1992): “Monedasprocedentes de necrópolis medievales enCastilla y León”, Boletín de ArqueologíaMedieval, nº 6, pp. 77-92.

-SÁNCHEZ PELÁEZ, E. I. y CABALLEROGARCÍA, R. (e.p.): “Intervención ar-queológica en Calle San Francisco 24 yCalle Santa Eugenia 4 y 6 de Talavera dela Reina: enterramientos romanos y alto-medievales” en Actas del Congreso “LaMuerte en el Tiempo. Arqueología e historiadel hecho funerario en la provincia de To-ledo”.

-SUÁREZ ÁLVAREZ, Mª J. (1982): La Villa deTalavera y su Tierra en la Edad Media (1369-1504). Oviedo, Universidad de Oviedo-Excma. Diputación de Toledo.

-TORRES JIMÉNEZ, R. (2002): Formas de or-ganización y práctica religiosa en Castilla laNueva. Siglos XIII-XVI. Tesis doctoral.Madrid, UCM.

-URBINA, D. y RODRÍGUEZ, F. (1995): “Elconjunto de monedas de la Ronda delCañillo 16”, Cuaderna, nº 2, pp. 18-38.

248 Un espacio funerario de la Talavera medieval: el cementerio del Salvador...

CUADERNA nº 16-17 (2008-2009) � Páginas 235 a 248

maquetas2:Layout 3 24/11/09 10:47 Página 248