Una Ciudad Para Vivir

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  • 8/3/2019 Una Ciudad Para Vivir

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    UNA CIUDADPARA VIVIR

    Desde 2008, la mitad de la humanidadhabita ya en ciudades. Apostar por un

    modelo urbano sostenible resultaclave para el futuro del medio

    ambiente y el bienestar personal

    Los mejores ejemplos. Desde Vancouver a Curitiba,pasando por Portland o Friburgo, hay ciudades pioneras en

    la senda de la buena gestin ambiental. Los corresponsalesde EL MUNDO describen cmo es el da a da en algunas

    de las mejores urbes del planeta.

    A favor de la lentitud. El movimiento CittaSlowagrupa a ms de 100 localidades cuyos gestores pretendendevolver la dimensin humana a la ciudad. Transportepblico, zonas peatonales, pequeo comercio, menosinfraestructuras y ms servicios son parte de la solucin.

    LaONU y elWorld Watch Institute dabana conocerrecientemente una estadsticapara la reflexin. En algnmomentode mediadosde este aonaca en alguna ciudaddelmundo el nio queporprimeravez en lahistoria delahumanidaddoblala balanza delladode laurbe.Ms delamitad de la poblacin del mundo, unos3.000millones depersonas, viveya en ciudades.

    Los ncleos urbanosse hanconvertido en un gran sumi-dero de recursos materiales,energticosy de todo tipo. Ha-bitar, desplazarse, alimentarse o disfrutar del ocio en laciudad tiene una huella ecolgica sobre el entorno, aunqueno siemprelos habitantes seanconscientesdel efecto sobreel medioambienteque tiene sumodode vida.

    La mala planificacin, adems, empeora el metabolismode lasciudades.El crecimiento urbansticoespaoly la mo-da de la ciudad dispersa, pensada para el coche y construi-da sobre barrios perifricos y grandes autovas, slo au-menta el consumode recursos. Losexpertos piensan que laciudad compacta al estilo mediterrneo era ms eficiente y,sobre todo, ms humana. Algunoslugaresde Amrica y Eu-ropa llevan tiempo trabajando para convertirse en ciudadesparaviviry noparasufrir. Conzcalos./ PGINAS 2 A 5

    AIRE LIBRE Las extraordinarias lluviasdel mes de mayo han dejado un paisaje

    verde como pocas veces se puede ver.Descubra las mejores ofertas para salir a

    disfrutar del campo espaol. / PGINAS 18 A 20

    VIDA VERDE La inquietud social por elmedio ambiente se refleja en la publicidad,

    donde triunfan los reclamos verdes. Hayque saber distinguir entre un cmulo de

    mensajes no siempre claros. / PGINA 24

    ORNITOLOGA Un urogallo salvaje paseadesde hace meses por pueblos de

    Asturias. Su extrao comportamientopuede deberse al mal estado en que seencuentra la especie. / PGINA 11

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    FESTIVAL

    G

    GG

    GG

    G

    Canarias rene acientficos y artistasde todo el mundo enun gran eventocultural en favor delos ocanos,

    Aguaviva CanariasPGINA 22

    N A T U R A EL MUNDO

    LA ODISEA DE MANSN

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    MIGUELG. CORRAL

    En el barrio madrileo de Va-llecas, en medio de un en-sanche urbanstico sacado

    de la nada, est el ecobulevar, unainiciativa del grupo de arquitectosEcosistema Urbano que ha puestopatas arriba la imagen desange-

    lada de los PAU de la capital. Tresgrandes estructuras bioclimticasconstruidas con estructuras met-licas, plsticos y telas recicladas yplantas cumplen, en el centro deuna inhspita calle de nueva cons-truccin, la misma funcin que tie-nen los rboles centenarios en las

    plazas de los pueblos o en laspuertas de las iglesias: sirven delugar de reunin sombreado,

    fresco y agradable. Un sistema decirculacin de aire y de vaporiza-cin de agua crea un microclimaen su interior que llega a dismi-nuir la temperatura hasta ochogrados centgrados. Adems, unospaneles solares fotovoltaicos si-tuados en la parte superior gene-ran electricidad limpia. Los hanbautizado como rboles de aire.

    Hemos querido revertir un es-pacio pblico desierto y slo usadopara pasar con el coche camino del

    centro comercial, dice Jos LuisVallejo, uno de los arquitectos quehan creado el ecobulevar, y con-

    vertirlo en un lugar ms habitablehasta que los rboles naturales ha-gan su funcin. Son prtesis queusamos hasta que el arbolado hayacrecido.Despus, los rbolesde ai-re podrn ser reutilizados para ha-cerms habitableotrolugar.

    Sin embargo, actuaciones comosta que mejoren la sosteniblidadde la ciudad son apenas visibles enel mar de aberraciones urbansti-cas a las que estamos acostumbra-dos en Espaa. Pero tienen una

    gran importancia a la hora de ha-cer ms confortables los ncleosurbanos. Y ms a medida que au-

    menta en nmero de habitantes delas ciudades. En 2008, por primeravezen la Historia de la Humanidad,ms de la mitad de la poblacinmundial vive en zonas urbanas, se-gn un informe del Fondo de Po-blacin de lasNaciones Unidas.

    A este tipo de pequeas iniciati-vas se refiere Jaime Lerner, arqui-tecto y alcalde durantetres manda-tosde la ciudad brasilea de Curiti-ba,conel ttulo desu libroAcupun-tura urbana. Se trata de actuacio-

    CIUDADES VERDES EL EJEMPLO AMERICANO

    P R I M E R P L A N O

    QU MODELO

    URBANO QUEREMOS?

    CARLOSFRESNEDA

    Corresponsal enNuevaYork

    El pramo urbano se lla-maba Portland. Estran-gulada por las autopis-tas, asesinada por las in-dustrias a orillas del ro,

    la ciudad moribunda pareca con-denada a seguir el triste destino detantas urbes estadounidenses, tritu-radas por el coche. Pero algo em-pez a cambiar a principios de los80, cuando las calles se abrieron alas aguas anchurosas del Willa-mette. Poco despus se rehabilit

    Pioneers Square, la plaza-anfiteatrodel pueblo. La gente volvi a cami-nar y a sacar la bicicleta, y luegovolvieron los tranvas. La ciudad de-cidi no crecer hacia afuera, sinohacerlo hacia dentro. En vez de cin-turones de asfalto, un inmenso ani-

    lloverde, conla cumbrecercana delMonte Hood como eterno ancla.

    Aunque los cimientos de la eco-ciudad de Portland lo pusieron losvecinos all por 1996. Un puadode activistas crearon City Repair,con la misin de transformarcreativamente los lugares en losque vivan. Los reparadores de laciudad ocuparon espacios pbli-cos, los pintaron de colores, cons-truyeron parterres y jardines, yquioscos con tejados verdes, y ubi-cuos bancos de arcilla...

    Nadie nosdio permiso, peroas

    es como empiezan las revolucio-nes, recuerda el arquitecto MarkLakeman, 47 aos, uno de los pio-neros de Portland. El espacio ur-bano es de todos, y tenemos el de-recho a reinventarlo. Los polticosno tardarn en seguir nuestro ca-

    mino: lo que hemos conseguidoaqu se puede replicar en cualquierciudad del mundo.

    Lakeman nos emplaza en laSunnyside Piazza, uno de los luga-res emblemticos de City Repair.Lo que antes era un cruce comotantos otros,en lacalle 33, esahoraun lugar especial, conese solpinta-do en el asfalto que irradia calidezen todas las direcciones. Los bido-nes de colores, el templete de hie-rro, la fuente con mosaicos... Todoincita a hacer un alto en el camino.

    Surcado por unro plcidode ci-clistas y paseantes, Lakeman nosexplica los secretos de la perma-cultura urbana que ha transforma-do ya ms de un centenar de espa-cios...Es tan fcil comocrear pun-tos de encuentro, recuperar el sen-tido de comunidad e incorporar al-gn elemento natural, algunahistoria que sirva para conectar ala gente y transformar lascalles.

    Portland acaba de festejar su se-mana grande de Convergencia Ve-cinal, con cientos de reparadoresurbanos embarcados en el sueocomn. Aqu se acaba de celebrartambin la ltima conferencia de laCar Free Cities, caminando hacia lautopa de la ciudad sin coches. Conms de 1.000 kilmetros de carri-les-bici en el centro y en la perife-ria, Portland esla mecanorteameri-

    cana de las dos ruedas, marcandode paso la pauta del smart growth(el crecimiento urbano inteligente,como antdoto a la marabunta delosadosadosy lossuburbios).

    Pero Portland (Oregn), con sumedio milln de habitantes, no est

    sola en la busca de la ecociudad.Apenas 200 kilmetros la separande Seattle, la primera urbe norte-americanaen apuntarsea losacuer-do de Kioto. Como reaccin a la ce-guera de los gobernantes del pas,las ciudades se han embarcado enun proceso de transformacin cada vez ms visible en lugares comoAustin (Texas) o Chattanooga (Ten-nessee), y tambin enNueva York, Chicago, Fi-ladelfia o San Francisco,encaramadasal topten delas ciudades ms verdes.

    En San Francisco secelebr en mayo la spti-ma conferencia mundialEcoCity, con expertos lle-gados de una veintena depases para explorar elpresente y el futuro de lasecociudades. Ofici demaestro de ceremoniasJaime Lerner, ex alcaldede Curitiba (Brasil) y pre-cursor de la acupuntura urbana,con sus recetas probadas para darnueva vida al tejidourbano.

    La ciudad no es el problema, laciudad es la solucin, proclamLerner. Ms de la mitad de la po-blacin mundial vive ya en ciuda-des. Es una tendencia imparable yfundamentalmente buena para lascomunidades humanas, y buena

    para la salud del planeta.Curitiba: una verdad convenien-

    te fue el documental estrella de lacumbre EcoCity 2008, con JaimeLerner en el papel del Al Gore ur-bano. Nos enfrentamos a grandesresistencias iniciales, record el

    arquitecto, pero tenamos una vi-sinmuy clarade laciudad y toma-mos la decisin de caminar haciaella lo ms rpido posible. La pri-mera calle la hicimos peatonal enuna sola noche... Cualquier ciudad,en el plazo de tres o cuatro aospuede mejorar radicalmente su ca-lidad de vida.

    Lerner nos invit a subir o a le-

    vitaren la redradialde AutobusesRpidos (BRT), que llegan puntual-mente cada 15 segundos y surcanla ciudad con la celeridad del me-tro. De ah pasamos al sistema pio-nero de reciclaje urbano, a la cam-paa precursora de plantacin deun milln de rboles, a la red dehumedales para controlar las inun-daciones y a los parques donde los

    pastores y sus ovejas cortan regu-larmente la hierba.

    El estado del planeta est nti-mamente conectado con la saludde nuestras ciudades, advirti Ri-chard Register, presidente de Eco-City Builders. Slo si logramos re-

    Los vecinos toman lasriendas para devolver la

    dimensin humanaa laurbe

    EN BUSCA DELA ECOCIUDAD

    Vista area de la ciudad canadiense de Vancouver, situada junto al Pacfico, en la provincia de Columbia Britnica. / JOSFUSTE/CORBIS

    La ciudad no es el problema,sino la solucin, sostiene el exalcalde de la brasilea Curitiba

    El espacio urbano es de todos ytenemos derecho a reinventarlo,

    dice un activista de Portland

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    solver los problemas ecolgicos yeconmicos a escala local podre-mos plantar cara alretodel cambioclimtico. Tenemos que pensar enlas ciudades como ecosistemas vi-

    vos, y comocuna de todas lasinno-vaciones para reducir nuestro im-pacto ambiental.

    Vivir en una ciudad compactapuede disminuir la huella de carbo-no del habitante medio hasta un40%. Esa fue una de las principalesconclusiones del EcoCity 2008,donde todos losreflectores apunta-ron hacia Vancouver, la meca ver-de de Canad, incubadora del con-cepto de ecodensidad.

    La densidad disminuye el con-sumo de energa y de agua, reducedrsticamente los residuos y retiramiles de coches de la circulacin,recalca el urbanista Brent Tode-rian, director de Planeamiento de Vancouver. La densidad tienemultitud de beneficios ambientales

    y ayuda a liberar espacios verdes.En nuestra ciudad hemos decididocrecer de una manera compacta ydesmontar la infraestructura dise-adapara loscoches.

    Ms de 45.000 vecinos han re-gresado a la ciudad desde los su-burbios. Los nios vuelven a cam-par a sus anchas en bicicleta por labaha, rumbo al incomparable Par-que Vanier, bajo los destellos ver-des de los nuevos rascacielos bio-climticos.Nuestro objetivoes se-guir disminuyendo los kilmetrosmotorizados per cpita y rebajarao tras ao la huella ecolgica denuestros 600.000 habitantes, con-cluye Toderian.

    Seguimos en San Francisco, enla cumbre Ecocity, y nos pegamosahora a la rueda de Jared Blumen-feld, el director de Medio Ambientede la ciudad. En pocos hbitats ur-banos la bicicleta se convierte enuna experiencia tan trepidante: delGolden Gate a la fronda selvticadel Presidio, del parque TwinPeaks a la Academia de Cienciasde California, a contemplar la eco-maravilla que ha diseado RenzoPiano, conese tejadoverde quepa-rece flotar sobreel parque. Y deallal mtico Embarcadero,con msde10.000 ciclistas sumndose a lamasa crtica y reivindicando su es-pacioen la ciudad de los tranvas.

    La bicicleta se adapta a cual-quier ciudad, sostiene Blumen-feld, que todos los das se hace 10kilmetros de ida y vuelta al traba- jo. Las colinas de San Francisco

    nunca han sido un obstculo ysiempre se puedenrodear.Nos pro-pusimos superar el objetivo del10% de los desplazamientos en bi-ci... Los objetivos son muy impor-tantes: sin una meta concreta esmuy difcil avanzar.

    Otra misin cumplida: el 70% dela basura que produce la ciudad serecicla. Unos 200 camiones de ba-suras funcionan con biodisel y tie-nen compartimentos especiales pa-ra la recogida de reciclables. La ciu-dad cuenta con varios centros decompostaje para la basuraorgnicay la meta es llegar en 2020 a la uto-padelzero waste: residuos cero.

    SanFranciscoha sido tambinlaprimera ciudad norteamericana enatajar la plaga de los 100 millonesde bolsas de plstico que circula-ban libremente todos los aos, has-ta que la ciudad decidi prohibirlashace un ao de modo escalonado y

    sustituirlas por bolsas de materialcompostableo reciclado.

    Ahora nos hemos propuestoavanzaren la construccin,asegu-ra Blumenfeld. Todos los edificiosnuevostienen que tener unacertifi-cacin de oro del LEED (liderazgo

    de diseo en energa y medio am-biente), y pronto acometeremos latarea de pedir la renovacin de losedificios viejos para lograr la mxi-ma eficiencia. El sol, el viento y laenerga maremotriz le permitirn ala ciudad alcanzar el objetivo de

    20% renovables en el ao2015.

    Bajo la consignaPonlanaturaleza en tu patio,San Francisco se ha em-barcado la tarea de rever-decer an ms la ciudad.Contamos con la granventaja de unos ciudada-nos muy concienciadoscon el medio ambiente,admite Blumenefld, consangre britnica en las venas. Muchos hemos venido aqu buscandoprecisamente un vibrante ambienteurbano y un contacto muy directoconla naturaleza.

    Saltamos a la otra costa y nosplantamos en Filadelfia, que estpasando por un intenso proceso dereconversin a la ecociudad.Howard Neukrug, director del De-partamento de Cuencas de Agua,tiene en mente la idea de la ciudad

    esponja: aprovechar el caudal delro Skuylkill, recuperar los arroyosque quedaron cegados por el asfal-to y construir una red de calles per-meablesy de filtros vegetales.

    Las ciudades han cercenado lanaturaleza y han creado muros y

    barreras por doquier, recalcaNeukrug. Queremos recuperar almximo la orografa original, de-volver los meandros a la ciudad ypermitir que la naturaleza fluya.

    Podemos capturar y reaprovecharhasta un 75% de las lluvias, y utili-zar ese agua tan preciada para re-verdecer la ciudad,en vez de colap-sar los sistemas de alcantarillado.

    El esplendor fluvial del parqueFairmont lo dice todo sobre el futu-ro de la ciudad, que ha decididodarle un uso a decenas de solaresbaldos como huertas urbanas... Ja-de Walker, 28 aos, faena con elrastrillo y con el azadn en la MillCreek Farm, un vergel surgido enapenas tres aos en el corazn deun barrio de clase baja y de mayo-ra negra. La gente aqu no tenaaccesoa verdurafresca y se alimen-taba sobre todo de comidabasura,recuerda Jade. Ahora tienen porfin la cosecha autctona: lechugas,

    espinacas, guisantes, zanahorias yremolachas cultivadas a la vueltade la esquina.

    Jade Walker y Johanna Rosensonel alma compartida de la huertaurbana de Mill Creek, donde lasabejas producen tambin la mielautctona. Su labor tiene tambinuna punto de activismo social: Enlos barrios marginales de las gran-des ciudades se estn sembrandolassemillasde la justicia ambiental,quereclama un medio ambiente sa-no y comidalimpia para todos.

    Acabamos nuestro recorrido en

    el Greenmarket de Nueva York, elms emblemtico de los ms de6.000 mercados de granjeros enEEUU que traen hasta el asfalto elolor a tierra mojada. Hace 30 aos,Union Square era un parque deso-lado donde slo crecan las malashierbas, hasta que el urbanista Ba-rry Benepe tuvo la idea de herma-nar campo y urbe. Aqu, entre pue-

    rros silvestres y rbanos rabiosa-mente rojos, late el corazn verdede la ecociudad, en la que tambinhaysitiopara lostejados verdes, lostaxi-bicis, los jardines comunitariosy los anhelos compartidos de millo-nes de ciudadanos.

    nes discretas, desde tejados verdeshasta transportes pblicos ecolgi-cos, que permitan mejorar la habi-

    tabilidad de cualquier zona de laciudad, aunque hayasido mal dise-ada. Vitoria y Gerona son los dosmejoresejemplos en Espaa de n-cleos intervenidos de esta forma.Vallejo pone como ejemplo la nue-va tendencia en Estados Unidos,cuna del urbanismo dependientedelcoche, de aprovechar la popula-ridad de los grandes centros co-merciales para incluir en su inte-rior bibliotecas, jardines o zonascomunes. Es una nueva forma de

    reciclaje urbano que evita tenerque construir de nuevo para repa-rar errores de planificacin urba-

    nstica, diceel arquitecto.No es necesario realizar grandesinversiones para reciclar infraes-tructuras en desuso ni para haceracupuntura urbana. Al contrario,de este modo se generan menos re-siduos, se ahorran materiales deconstruccin y se gasta menos di-nero. Una frase clebre de JaimeLerner dice: si quierescreatividad,qutale doscerosa tu presupuesto.

    En Espaa, y tambin en Euro-pa, el modelo urbano tradicional

    siempre ha sido la ciudadcompac-ta. No hay ms que pasear por loscascos histricos de Toledo o C-

    ceres. Sin embargo, en los ltimosaos se est extendiendo el mode-lo de ciudad difusa, heredado delmodelo norteamericano de losaos 50. En aquellos aos se po-pulariz el deseo de vivir en elcampo y se extendi la cultura delchalet adosado en la afueras, perolos centros de trabajo seguan es-tando en los ncleos urbanos.

    Esto cre una movilidad cauti-va del automvil, que no favorecaen nada al medio natural, asegu-

    r Jos Mara Ezquiaga, urbanista y socilogo, durante la mesa re-donda Ciudad y urbanizacin difu-

    sa organizada en mayo por laResi-dencia de Estudiantes. Hemosimportado un modelo indeseable ylo hemos asociado con el progresoy la modernidad, dice, en Espa-a todava parece que urbanizarde este modo es un acto heroico.

    La tendencia actual de todas lasgrandes ciudades del mundo es re-vertir el modelo de ciudad difusacon el centro comercial como cen-tro neurlgico y el coche privadocomo obligacin para la movili-

    dad. Esuna prioridad delas agen-das polticas de todo el mundo, ex-cepto de Espaa, dice Ezquiaga.

    La carta de Aalborg, redactadaen 1994 tras la Conferencia Euro-pea sobre Ciudades Sosteniblescelebrada en Dinamarcacomenza-ba: Nosotras, ciudades europeas,[...] comprendemos que nuestroactual modo de vida urbano, [...]nos hace especialmente responsa-bles de muchos problemas am-bientales. Este hecho es especial-mente significativo si se tiene encuenta que el 80% de la poblacineuropea vive en zonas urbanas.

    CIUDADES VERDES EL EJEMPLO AMERICANO

    Autobuses en la ciudad brasilea de Curitiba. / CORBIS

    Jade Walker trabaja en uno de los huer-tos urbanos de Filadelfia. / C.FRESNEDA

    Un vendedor en el Greenmarket de Nue-va York. / CARLOS FRESNEDA

    Mark Lakeman, fundador de City Repair,en Portland. / CARLOS FRESNEDA

    Un ciclista pasa junto a la Academia de Ciencias en San Francisco. / C. FRESNEDA

    La justicia ambiental reclamael derecho a un entorno sano

    y comida limpia para todos

    Buscamos un vibranteambiente urbano y un contacto

    muy directo con la naturaleza

    P R I M E R P L A N O

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    nvidia cochina. Ese es mi senti-miento cuando leo, veo y oigo deciudades que avanzan en lo quemi compaero de pgina definecomo ciudades lentas. Voy a pe-

    dir disculpas al lector por referir-me casi en exclusiva a Madrid, que

    es la ciudad donde nac y donde padezco desde en-tonces todos los males de la gran urbe. Y tambinporque en la capital de Espaa se miran otras mu-chas ciudades espaolas, a excepcin de unas po-

    cas, como Barcelona, Vitoria o Gerona, de las quetendran que tomar ejemplo sus ediles. Madrid es,adems, el paradigmade la gestin insostenible.

    El trfico sigue siendo la peor de las asignaturas.Tras la remodelacin de la M-30, nada ha mejoradoen la ciudad como ya muchos haban previsto. Suscalles siguen atestadas de coches, la contaminacinest en niveles altsimos y el ruido es insoportable.No hay una mala red de transportes pblicos, perolos autobuses andaran mejor con menos coches enlascalles. Cabraaadir quela capital nocuentaconningn carril bici que incentive esta forma de loco-mocin, a la quemuchos urbanitasjvenes y notan-to, se sumaran. Es decir, en trfico y tras gastar mi-les de millones de euros, suspenso absoluto.

    En cuantoa losresiduos slidosurbanos,el fraca-so es total. Aunque los madrileos paguen tasas deldoble que cuando se haca la recogida simple, la re-duccin, recuperacin y reciclaje son marginales. Nilosciudadanosparticipanen la seleccinde losresi-

    duos ni el Ayuntamiento la promueve con energa.En los cubos va todo revuelto y as llega a la planta,dondelos operarios tienen queseparar lo quees po-sible mientras el resto va a la incineradora de la quecadavez se informamenos sobre susemisiones. Cla-

    ro, que a eso lo llaman valorizar los residuos... y sequedan tan panchos... y losmadrileos conformes.

    Hay barrios donde las calles estn limpias. Se lo-gra a golpe de dinero porque las brigadas repasanuna y otra vez la incivilidad de los vecinos. Son slociertas calles cntricas que visitan los cada da msnumerosos turistas. Pero hay calles como las quecamino donde el barrendero pasa condesidia la es-coba una vez y gracias. Papeles, colillas, cacas, res-tos orgnicos, vmitos y escupitajos ensalzan lasaceras para vergenza de todos y del ExcelentsimoAyuntamiento. Ni se baldean las calles y las acerastienen la excusa dela faltade aguani se limpiade-bajo delos coches, eseartefacto onmipresenteen to-daslas partesy a todas horas.

    El poblacho manchego que un da fue Madrid seha convertido en una gran, sucia, ruidosa e insanametrpoli. No es ejemplo de nada, por desgracia.Sus administradores van de suficientes porque ga-nan con mayora absoluta. As nos va. Que ni tan si-quiera los taxis un espejo de cada ciudad tienen

    notay eso que tienen una licencia que sepuede reti-rar: cochesviejos, conductores insolentes y maledu-cados, cuando no mal aseados. Qu horror! Sientomucha envidia cuando camino por Tokio o Copen-hague y muchasotrasque aqu ya no caben.

    ENVIDIACOCHINAPor Gustavo Cataln Deus

    E

    INMERSIN

    CIUDADES VERDES LA RESPUESTA CIVIL

    P R I M E R P L A N O

    EL MUNDO

    IRENEHDEZ. VELASCO

    Corresponsal en Roma

    Rpido, ya, para ahoramismo, deprisa, no haytiempo Es posible esca-par al ritmo endiablada-mente frentico que im-

    pone la supuesta vida moderna? Larespuesta es s. En las Cittaslow, lasciudades lentas, el tiempo transcurre a

    otro ritmo, decididamente ms hu-mano. Son casi un centenar (exacta-mente 95) las localidades de nuevepases del mundo que han descubiertolos placeres y ventajas de levantar elpie del acelerador y que han abrazadoun nuevo concepto de vivir, de produ-cir y de consumir basado en las virtu-des de la lentitud. Los habitantes delas localidades espaolas de Mungia,Pals, Palafrugell y Begur ya disfrutande las virtudes de este movimientosurgido en Italia hace casi 10 aos.PREGUNTA. Cundo y por qu

    naci el movimiento CittaSlow?RESPUESTA. Naci en octubre de

    1999en Orvietopor iniciativa de PaoloSaturnini, por entonces alcalde de lalocalidad de Greve in Chianti, quieninvolucr en el proyecto a otros tres

    alcaldes (los de Orvieto, Positano yBra) y a Carlo Petrini, el gran patrnde SlowFood [una asociacin interna-cional que defiende la diversidad delos alimentos y sabores locales]. Laidea era aplicar al gobierno de las pe-queas ciudades de menos de 50.000habitantes los criterios de la filosofade SlowFood. Se trata de poner en elcentro de atencin la identidad de ca-da localidad, acentundola con pro-yectos para el buen vivir no anticua-dos sino con miras al futuro. Se tratade combinar lo mejor del pasado y lomejor de la modernidad con las nue-vas tecnologas para la sostenibilidad.

    P. Qu caractersticas debe cum-plir una ciudadpara poder serslow?R. Debe estar lista a confrontarse

    con lasclavesslow, que seresumenen52 requisitos de calidad agrupados enseis grandes reas de certificacin:polticas ambientales, de infraestruc-turas para el buen vivir, tecnologaspara la calidad urbana (transportes,servicios a la persona), nueva agri-cultura, buena acogida y conciencia.P. Pero, qu significa exactamen-

    te ser slow? Cul es la filosofa quehay detrsde estemovimiento?R.En ingls slow significa lento,

    pero tambin retrasado. En italianosin embargo lento no es siempre unconcepto negativo, todo lo contrario.Paranosotrosser un pocoslow signifi-ca interpretar la modernidad msavanzada, no homologar todo con la fast life introducida por modelos ex-ternos y en gran medida equivocada ycontraproducente De las pequeasciudades del buen vivir, se desprende

    un mensaje vlido tambin para lasmetrpolis de recuperacin de la pro-pia identidad, de recuperacin deltiempo: el derecho al placer enogas-tronmico, el derecho a la produccinsiguiendo los ritmos naturales (acabe-mos con los pollos artificiales) y el de-

    recho al reconocimiento econmicode todos los agricultores. Ser ms len-toshoy, no destruirnuestro capitalna-tural y cultural, significa darnos un fu-turo de calidad.P.Hayuna ciudadslow perfecta?R. No existe la cittaslow perfecta.

    Es ms: como hemos aprendido en es-tos 10 aos de experiencia, las ciuda-des slow no son perfectas Pero sonciudades que tienen una brjula, unadireccinslow que lesayudaen sus de-cisiones polticas y administrativas.Abbiategrasso, por ejemplo, situada a25 kilmetros de la gran Mi-ln, resiste con su propioplan comercial impidiendola creacin de grandes su-perficies comerciales, per-diendomillonesde euros lasarcas del Ayuntamiento pe-ro ganando en sentido slow y garantizando la supervi-vencia a ms de 200 talleresartesanos tradicionales.P. Dos personas: una vi-

    ve en una ciudad slow y laotra en una ciudad rpida.Cul es ms feliz?R.Es evidente. Unavidafast puede

    proporcionar ms oportunidades eco-nmicas, pero el estrs hace disminuirel ndice de felicidad. Paseando por el

    centro de Orvieto, encontrndonoscon nuestros vecinos, socializando daa da enlas plazas delas ciudadesslowen 11 pases del mundo no perdemosel tiempo, al contrario. Cargamos laspilas,nos enriquecemos culturalmentey tambineconmicamente.

    P. Ser slow genera riqueza?R. Exactamente. Y no lo digo yo,

    sino el centro de estudios socialesCensis.Si Roma contribuye ellasola al6,4% de la riqueza italiana, las peque-as 28 Cittaslow que haban en Italiaen 2003, y que hoy ya son 55, repre-sentaban el 0,6% del PIB nacional ha-ce cinco aos.P. El vuestro es un movimiento

    contracultural?R. Somos una contracultura en el

    sentido de que en el as llamado pri-mer mundo prevalece la fast life en

    sentido cuantitativo: siempre va todoms rpido, todo debe de estar inme-diatamente.P. Cul es vuestro objetivo final?

    R. Tratar de garantizar un futurode calidad a nuestros hijos y a nues-tros nietos en ciudades vivibles Serslow significa ahorrar, reciclar, con-servar no slo materias primas, sinotambin culturas, usos, tradiciones,competencias sobre la tierra.

    PIERGIORGIO OLIVETTI

    Una vida rpida da oportunidadespero el estrs asociado hacedisminuir el ndice de felicidad

    Ser slow significa ahorrar, reciclary conservar no slo materias primassino tambin culturas y tradiciones

    Ser ms lentos hoy significadarnos un futuro de calidad

    R. LUCA/IBERPRESS

    DIRECTOR DEL MOVIMIENTO CITTASLOW

    [email protected]

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    P R I M E R P L A N O

    CARLOSLVAROCorresponsal en Berln

    C

    uando en Europa se es-cucha hablar de la ciu-

    dad del Sol, muchos po-dran pensar instintiva-mente en algn lugar al

    sur de Espaa, quizs en Almeracon sus 3.000 horas de exposi-cin al astro rey al ao. Sin em-bargo, lo ms probable es que seestn refiriendo a Friburgo, al su-roeste de Alemania y en mediode la Selva Negra, con 1.800 ho-ras de sol y la mayor concentra-cin de instalaciones ambienta-les de la Unin Europea (UE).

    Desde que a mediados de losaos 70 Los Verdes llegaron alpoder tras una revuelta ciudada-na contra la instalacin de unacentral nuclear, Friburgo se haconvertido durante 35 aos en unlaboratorio experimental de la

    energa solar con sus 11.223 co-lectores trmicos que generan36,7 vatios por habitante. Todoello en un pas, Alemania, quedesde 2004 es el primer produc-tor mundial de energa solar fo-tovoltaica con 10 millones de me-tros cuadrados de placas, lo queproporciona el 1% de la energaelctrica que se consume en to-do el territorio nacional.

    En las calles de esta tranquilaciudad universitaria de 215.000habitantes es inimaginable ver unatasco. Cuando en muchas ciuda-des europeas se jubilaban lostranvas para facilitar las manio-bras de los vehculos a motor Fri-burgo ampliaba su red de trans-porte elctrico en una apuesta defuturo. As, unido a una red de ca-rril-bicicleta de ms de 400 kil-metros, las autoridades promo-cionan la combinacin tren + bi-cicleta y en la estacin se puedeencontrar un aparcamiento para

    ms de 1.000 ingenios de dos rue-das. Por ello no es de extraarque el parque mvil de ciclos do-ble al de coches y su uso sea tres

    veces superior al de estos.Cada da entran y salen de la

    ciudad hasta 80.000 personas y elAyuntamiento promociona un sis-tema para que los usuarios com-

    partan sus coches con otros veci-nos a travs de agencias ad hoc.

    En Friburgo desde las iglesias

    de su centro histrico surcado decanales hasta el estadio de ftbolhan apostado firmemente por laenerga solar renovable, por nohablar de edificios pblicos y vi-viendas. Y si se acude al barriode Vauvan, antiguo cuartel gene-ral de las fuerzas de ocupacinfrancesas tras la II Guerra Mun-dial, uno puede tener la sensa-cin de visitar un parque temti-co solar, con casas inteligentesque cual girasoles se muevenaprovechando ms horas de laestrella, viviendas cuyo aisla-miento hace prcticamente inne-cesario el uso de calefacciones ycuya produccin de electricidadsupera al consumo, produciendobeneficios.

    En Vauvan, slo 100 de las 500

    familias residentes tienen cocheya que no se puede acceder conl al barrio. Slo un tranva reco-rre la va principal. Los propieta-rios de un vehculo deben dejarlo

    obligatoriamente a la entrada engarajes y sus calles se han con-vertido en el patio de juegos de

    los nios. Segn los datos oficia-les, Vauvan es el distri-to de Alemania en elque ms nios viven.

    La ciudad de Fribur-go tambin es sede dela Sociedad Internacio-nal de la Energa Solar(ISES), la mayor insti-tucin de investigacio-nes solares de Europacon 500 empleados y18.000 metros cuadra-dos de superficie. Asi-mismo, en la ciudad delSol se encuentra el Ins-tituto para la Ecologa ycada ao se celebra en su suelola feria Intersolar, la mayor delsector.

    Ms de 10.000 vecinos de esta

    ciudad cercana a Francia y Suizase dedican profesionalmente almedio ambiente y en sus labora-torios se investigan nuevas clu-las solares de alto rendimiento

    que pueden acumular hasta 500veces ms potencia que las con-vencionales. Pero aviso para na-

    vegantes: la alta tecnologa eco-

    lgica no ha barrido a la tradi-cin, por lo que junto a la famosacatedral con la torre ms bella dela Cristiandad an encontramos

    la advertencia local de que si unforneo mete un pie en alguno delos canales que surcan el centro,el desdichado acabar casndosecon un habitante de la ciudad.

    Friburgo, regida por Los Verdesdesde los 70, tiene rcords enenergas renovables y en el usode la bici y el transporte pblico

    LA CAPITAL DEL

    SOL ALEMANA

    CIUDADES VERDES EL PARASO EUROPEO

    El aparcamiento de la estacin de tren de Friburgo, con capacidad para guardar 1.000 bicicletas. / RGISBOSSU/CORBIS

    Cuando hablo de estos problemas la res-puesta ms comn es Para qu cui-dar el medio ambiente? A m me gusta

    la marcha, el ftbol, la tele, incluso el teatro

    y los museos. La respuesta es clara, aunquepocos la entiendan: slo podemos sobrevivirsi nos volvemos a integrar en el medio am-biente, en la naturaleza.

    Un mundo en el que las nicas especiesvivas sean los virus y bacterias, las cucara-chas, las ratas y los seres humanos, es in-

    vivible. Las ciudades espaolas estn muymal diseadas, en sus partes nuevas, ymuy mal conservadas en las antiguas. Sedisearon cuando los problemas eran

    otros: las guerras y los bandidos. Y no sehan corregido.

    Para poner algunos ejemplos, los nue- vos barrios de Madrid, los PAUs, se dise-aron hoy hace 25 aos, sin tomar en con-sideracin los problemas de la energa, ysin construirlos en torno al transporte p-

    blico, que se llev a ellos mucho despusde acabados, habindose olvidado en sudiseo. Y las redes de ciudades, los pue-blos grandes que rodean Madrid, Barcelo-na, Sevilla, etctera, han crecido bajo lasorpresa constante de los gobernantes,que jams han previsto los problemas quecrean.

    El atasco diario del peridico flujo y re-flujo de personas de la periferia al centro ya la inversa se recibe como una sorpresapor los planificadores urbanos que van

    siempre a remolque. El resultado es la ne-gacin del concepto de ciudad como una re-unin amable de personas para fines comu-nes, y se convierte en una trampa contami-nada y contaminante, en una fuente de emi-siones gigantescas de CO2, en un dispendioinnecesario de energa, en lugares donde ya

    no se pueden visitar los museos, los teatrosy casi ni siquiera las bibliotecas, pues la de-manda supera con mucho la oferta.

    Se pueden disear ciudades que cum-plan con el concepto de ciudad, que seanamables con sus ciudadanos, que les per-mitan respirar, que sean sumideros de CO 2y productoras netas de energa. Que ofrez-can museos, teatros, bibliotecas de calidad.Visitables. En este nmero de NATURA semuestran algunas, (ninguna espaola). ElEuropean Climate Forum (http://www.eu-

    ropean-climate-forum.net ) est lanzandoun proyecto de estas ciudades del futuro.Son las que necesitamos, simplemente, pa-ra sobrevivir.

    Antonio Ruiz de Elvira es catedrtico de Fsica

    Aplicada en la Universidad de Alcal.

    Las ciudades espaolas, lasostenibilidad y elmedio ambiente

    ANTONIO RUIZ DE ELVIRA

    El barrio de Vauvan es eldistrito alemn donde ms niosviven segn datos oficiales

    El nmero de bicicletas doblaal de coches y su uso es tres vecessuperior al de los automviles

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    A C T U A L I D A D

    E L P U L S O D E L P L A N E T A

    INTERNACIONAL.Unareuninpolticaha sido el evento del mes. La cumbre de la ONU sobrebiodiversidad celebrada enBonn termin conbuenas palabrasy pocas medidas prcticas para conseguir el objetivo de frenar la extincin de especies. Los

    positivos deseos exhibidos por losmandatariosno secorresponden conlaspolticas del da a da, denuncian las ONG

    ISLANDIA

    ALEMANIA

    ENCUESTA

    EMISIONES UNIN EUROPEA

    Elministrode Medio Ambientealemn,SigmarGabriel,durantela inauguracinde la cumbre enBonn.. /AFP

    Permiten la cazade 40 ejemplaresde ballenas minke

    Consideran fracasada la Cumbre de la Biodiversidad

    Suspenso enconducta ambientalpara los pases ricos

    El nivel de CO2 yaes el mayor desdehace 650.000 aos

    La UE rechaza laaprobacin de trestransgnicos

    Poltica de conservacin... Deacuerdo con un estudio elaborado porNational Geographic Society, los pa-ses ms ricos del mundo tienen unaconducta ambiental peor que la de lasnaciones en desarrollo.

    La institucin estadounidense ha

    realizado un anlisis sobre la actitudciudadana hacia el medio ambienteen14 pases. El estudio titulado Green-dex 2008: comportamiento del consu-midor y hbitos de consumo respectoal medio ambiente, mide y valora lasactitudes de individuos respecto a laconservacindel entornoy el desarro-llo sostenible.

    As, slo la mitad de los espaoles(53%) es consciente de la necesidadde defender el medio ambiente. Pordebajo de Espaa, se encuentran im-portantes potencias como Japn yEstados Unidos. Por encima de nues-tro pas se encuentran Brasil e India,que obtienen la mxima puntuacin(60%), seguidos de China, Mxico,Hungra y Rusia. En la zona mediade la tabla se quedan Gran Bretaa,

    Alemania y Austria.Una de las principales reas de in-vestigacin ha sido el hogar, en el quese ha analizado el nmero de perso-nas por casa, la instalacin de aguacaliente y fra o el consumo de ener-ga. En relacin con el transporte,tambin se estudi el uso del vehculopropio y del transporte pblico o lasvaspara bicicletas./NATURA

    Dos maces y una patata... LaComisin Europea rechaz el pasado7 de mayo la aprobacin de dos ma-ces transgnicos de las compaasMonsanto y Pioneer as como unapatata tambin genticamente modi-ficada producida por Basf. Los tresproductos tenan el visto bueno de laAutoridad Europea de Seguridad Ali-mentaria (EFSA, por sus siglas en in-gls), que tendr que volver a eva-luar en profundidad su seguridad.

    Es la primera vez que los mayoresresponsablespolticos de la UE dudanpblicamente de la seguridad de lostransgnicos, asegura Juan FelipeCarrasco, responsable de la campaade transgnicos de Greenpeace. Losmaces Bt11 y 1507 son dos macesproductores de pesticidas. Y la patata

    Amflora contiene un gen que confiereresistencia a ciertos antibiticos. LaOMS, la Agencia Europea del Medica-mento y el Instituto Pasteur estn endesacuerdo con la EFSA acerca de suposible impacto sobre la salud huma-na y el medionatural./NATURA

    Partes por milln... La con-centracin de dixido de carbono(CO2) en la atmsfera ha alcanzadolos niveles ms altos desde que se to-man mediciones precisas y, segncreen los cientficos, desde hace650.000 aos.

    Los datos del observatorio hawaia-no de Mauna Loa, el primero que co-menz a medir la presencia de estegas, en 1958, indican que los nivelesde CO2 alcanzan ya las 387 partespor milln (ppm), es decir, un 40%ms que cuando se produjo la revolu-cin industrial.

    Las cifras, que han sido publicadaspor la Administracin Nacional Oce-nicay Atmosfrica de EstadosUnidos,confirman queeste gasse estacumu-lando en la atmsfera mucho ms r-

    pido de lo esperado. En 2007, la tasadecrecimientofuede 2,14ppm.De losltimos seis aos, cuatro de ellos sehan saldado con cifras de crecimientosuperiores a las dos partes por milln,una cifra que los expertos consideranalarmante./AGENCIAS

    Fin de la moratoria... Aunquela caza de ballenas es una actividadque cada vez provoca ms rechazo,algunos pases se resisten a abando-narla. Es el caso de Islandia, que hapermitido la caza de 40 ballenas min-ke, terminando as con la suspensin

    temporal de esta prctica.Si, en el reciente caso de Japn,

    los enfrentamientos entre ballenerosy ecologistas obligaron a interveniral Gobierno australiano, en el casodel pas nrdico la polmica ha salpi-cado al propio Gobierno, al que hadividido la decisin.

    Un funcionario del rea filtr a laprensa que fue el ministro de Pesca,Einar Guoffinsson, quien dio la or-den de suspender la moratoria. Perola ministra de Relaciones Exteriores,Ingibjorg Solrun Gisladottir, ha in-tentado alejarse de la decisin, juntoa otros miembros del Gobierno decoalicin islands.

    El ministro de Pesca tiene la atri-bucinconstitucional para emitirestasregulaciones, por lo que no tiene que

    preguntar al Gobierno,ha sealado laGisladottir. Se estn sacrificando in-tereses a largo plazo por ganancias alcorto plazo, pese a que la cuota es me-norque en aos anteriores.

    A falta de una posicin firme, Is-landia ha estado prohibiendo y lega-lizando alternativamente la caza co-mercial de ballenas durante los lti-mos aos. /AGENCIAS

    Clausura sin acuerdo... La Cumbre de laBiodiversidad (CBD), que tuvo lugar en Bonnentre el 19 y el 30 de mayo, se clausur ante eldescontento de los grupos ecologistas. En unarueda de prensa celebrada por varias ONG, en-tre ellas Greenpeace y el Fondo Mundial parala Naturaleza (WWF), la tnica general fue dedecepcin, aunque con palabras de elogio parala Presidencia alemana. El jefe de la delega-cin de Greenpeace, Martin Kaiser, resalt elgesto ejemplar de Alemania de liderar la

    campaa de donaciones para la denominadaLifeWeb Iniciative, una campaa que pretendereunir a los pases dispuestos a identificar nue-vas reas protegidas con naciones donantes.

    Sin embargo, Greenpeace lamenta que Esta-dos Unidos, el mayor contribuyente al Fondopara la Biodiversidad de la CBD, va a reducir

    sus aportaciones a la mitad. El grupo ecologistaconsidera que el resultado de Bonn ha sido unenorme fracaso, una oportunidad perdidaparadetener la prdida de biodiversidad en los oca-nosy losbosquesdel planeta.

    Han fracasado las negociaciones para dete-ner la biopiratera, dotar de financiacin adi-cional a las reas protegidas, establecer reser-vas marinas en aguas internacionales y prohi-bir las talas ilegales y el comercio vinculado aellas, asegura Miguel ngel Soto, responsa-

    ble de la campaa de Bosques de Greenpeace.Aunque la presidenta de la CBD, la ex ministrade Medio Ambiente brasilea Marina Silva,abri la Conferencia pidiendo una legislacincontra la biopiratera, Australia, Nueva Zelan-da y Canad han impedido que se establecie-ran plazos firmes para las negociaciones.

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    ayo del 2008 y en Espaa si-guen creciendo las emisio-nes de CO2. Una realidadmuchas veces camufladanos aleja cada vez ms de

    cumplir loscompromisos deKioto. La falta de una firme

    estrategia gubernamental, las ma-las cifras en cuestiones de comercio justo, laausencia de un inters internacional o, sim-plemente, la omisin ante la triste situacindel Irak postelectoral revelan la necesidad deuna agregacin, de un proyecto ms colecti- vo e ilusionante. Pero, cmo conseguirlocuando en Espaa se advierte con gran in-tensidad una tendencia a favorecer la de-construccin de la sociedad civil?

    La gran gesta ecologista comienza en unomismo. Los caminos de la tierra se hacenuno con el hombre. Ponernos en marcha ycaminar juntos; nuestra meta es cada pasosolidario que damos sanando la Tierra. Doyun paso cambiando mis costumbres de con-sumo. Avanzo cuando soy consciente de loque doy al aire que respiro, al agua que melimpia y a la tierra que piso o cultivo. Porquesegn doy, recibo y vuelve a m de lo que hedado. Crezco si soy valiente, si pongo voz alo que llaman inanimado, al robo de lasesencias puras de las plantas y al exterminode lo diverso y minoritario.

    Enmendar en este siglo el curso de la tie-rra depende de la movilizacin de un nmerocreciente de personas que adopten sistemasms solidarios y se interesen ms por unaconcepcin global del mundo. Si en algn lu-gar es rentable este esfuerzo de agregacin

    es en nuestro pas, porque es muy solidario ytiene una vinculacin muy cercana a los pa-ses de Iberoamrica, regin geogrfica conla que es imprescindible interactuar. No po-demos ser muy excluyentes: ya no estamosen los tiempos de mayo del 68 en los que elxito de nuestras propuestas pareca depen-

    der de la victoria de los partidos al uso. Hoyya nadie puede creer eso. Las polticas de losgrandes partidos europeos son cercanas. Elmbito de los problemas son en realidad lacreciente incitacin al consumo, una polticameditica que ignora lo real y que, en ciertosentido camufla los problemas, la desagre-gacin de la sociedad y la apata de todos an-te una globalizacin que est haciendo msdesigual el mundo y que, si no es muy respe-tuosa con los derechos humanos, tampoco vaa serlo con los de la Tierra.

    Es bsica la comunin de esfuerzos indivi-duales para alcanzar objetivos reales en be-neficio universal. Una unin entre afines cre-dos, proyectos, problemas, municipios y sin-dicatos para construir una sociedad armni-ca, una red ilimitada para compartir sin visoshegemnicos. Se impone un modelo de pro-teccin de la tierra ms pragmtico, que bus-que lo cohesivo con grupos sociales a vecesheterogneos. Los partidos polticos estn vi-viendo un serio y grave proceso de adelgaza-miento social. Nadie menor de 30 aos sevincula a ellos y las nuevas formas de podermeditico, que establecen una relacin casi

    personal del lder con los ciudadanos si-tundonos como meros votantes y observa-dores de su virtud han erosionado profun-damente la agregacin. Por eso es necesa-rio ms que nunca advertir la transcenden-cia que adquieren lo alternativo y los meca-nismos sociales que generan otra conducta.

    Necesitamos un ecologismo de empresas:que busquen la promocin del comercio jus-to, los alimentos naturales, un fuerte com-promiso frente a los transgnicos o los ries-gos qumicos en la agricultura y en la indus-tria. Una banca social y solidaria que avalelos microcrditos, que favorecen la implan-tacin de miles de trabajadores en sus pasesde origen. Nuestra accin en la rbita de laciudad, con la transcendencia que adquiereotro urbanismo y otros movimientos ciuda-danos para la tierra, se diluye en la redefini-cin ministerial del medio ambiente con elmedio rural. Vivir, pensar, soar y adminis-trar la ciudad es esencial para luchar contrael cambio climtico, para fomentar otros va-lores de consumo y otros hbitos de despla-zamiento y de integracin.

    Hay que conseguir y disear, a ese nivel,quelas personas cambiensus hbitosde trans-porte y participen en programas colectivos dereduccin del consumo energtico. Para apar-car el coche se deberan desaparcar los pro-gramas de transporte colectivo. Y me gustaraverun programa estratosfrico para lasCerca-nas de Renfe. Ir a otro lugar que al hipermer-cado exige otro modelo de ciudad ms imbri-cada.La polmica sobre la Educac in para laCiudadana ha soslayado la transcendenciaque adquiere lo educativo y la necesidad depropiciar una alianza con aquellos grupossociales y religiosos de fuerte implicacin

    educativa para explicar ecologa en las es-cuelas, para fomentar esta gran gesta ecolo-gista que comienza en uno mismo.

    Emilio Valerio es teniente fiscal de la Audiencia de

    Madridy fuetitular dela Fiscalade MedioAmbiente y

    Urbanismode Madrid.

    A C T U A L I D A D

    E L P U L S O D E L P L A N E T A

    ESPAA. La actualidad ambiental en nuestro pas viene marcada por el aumento en 2007 de las emisiones de gases de efectoinvernadero con respecto a 2006, ao en el que bajaron por primera vez. El ex fiscal de Medio Ambiente Emilio Valerio

    escribe una carta en la que revisa las implicaciones que tiene este hecho de cara al cumplimiento del Protocolo de Kioto

    LEGISLACIN

    El Gobierno afirmaque har una Ley deEnergas Renovables

    Durante esta legislatura... Elsecretario general de Energa, PedroLus Marn Uribe, confirmel mespa-sado que el Gobierno promulgar a lolargo de esta legislatura una Ley deEnergas Renovables. Esta medida es-taba incluida en el programa electoraldel partido socialista y en el discursoelectoral del presidente del Gobierno,Jos Luis Rodrguez Zapatero.

    El anuncio se produjo durante unareunin institucional con la Asocia-cin de Productores de Energas Re-novables (APPA) en la que sta soli-cit una serie de actuaciones que di-sipen algunas de las incertidumbres

    a las que se enfrenta el sector, ase-gur la asociacin. De esta forma, seproporcionar un marco legal delms alto nivel, que unifique la regu-lacin del sector en una normativabsica y que permita el desarrollo depolticas de mbito estatal.

    CAMBIO CLIMTICO

    Las emisiones deCO2 vuelven a creceren 2007 en Espaa

    Incumplimiento de Kioto... En2007, las emisiones de gases de efectoinvernadero(GEI) en Espaaaumenta-ronun 1,8% respectoa 2006,con loquese sitan en un 52,3% respecto de losniveles de 1990 (para cumplir con elProtocolo de Kioto, Espaa slo puede

    superar un 15% las emisiones de eseao). Esoes loque se desprendedel in-forme Evolucin de las emisiones degases de efecto invernadero en Espaa1990-2007presentado en mayo porCo-misionesObreras (CCOO) y el InstitutoWorldwatch.

    El director de la edicin espaolade la revista WorldWatch, Jos Santa-marta, aclarquela emisin deGEI seha elevado por el incremento del con-sumo de energa primaria. El expertoconfirm que con este escenario va aser muy difcil cumplir con Kioto yvaticin que en 2012 las emisiones su-perarn en un 45% a las de 1990. Portanto, nose lograrel objetivoprevis-toen elII PlanNacionalde Asignacin(PNA), que contempla un incremen-todel 37%de lasemisionesrespecto al

    ao de base, dando por hecho que elpactado 15% es ya inalcanzable.El coordinador de la Secretara de

    Medio Ambiente y Salud Laboral deCCOO, Fernando Rodrigo, comentqueEspaa se ha convertido en elpasindustrializado donde ms han aumen-tado las emisiones. Este incumpli-miento obligar a pagar cerca de 4.000millones de euros para poder comprarderechos de emisin en el mercado in-ternacional y cumplir con Kioto. / EU-ROPA PRESS

    Administrar la ciudad

    es esencial para frenar

    el cambio climtico

    y fomentar otros

    valores de consumo

    Otra forma de impulsar el pasPor Emilio Valerio

    M

    BELNESPEJO

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    A C T U A L I D A D

    JORGEBARRENO

    Florentine Valley (Tasmania)

    A55 metros de altura elvrtigo y la emocin seapoderan de los colga-dos de los rboles, per-sonas que viven en las

    copas de los rboles para tratar desalvar las ltimas leyendas vivas de

    Tasmania. Nos hallamos en el vallede Florentine, al oeste de la isla deTasmania, a unos 90 kilmetros deHobart, su capital. Javier tiene ga-nas de gritar. Lleva un par de me-ses viviendo en lo alto de un Euca-liptus regnans, la especie msgrande del gnero eucalipto, quellega hasta los 90 metros de altura.

    Hoy hasidoun malda, 200nue-vos rboles acaban de desapare-cer. No son los nicos. En su afntalador los leadores tassies aca-ban con todo lo que se encuentrana su paso, entre otros, con los gi-gantescos helechos arborescentes(Dicksaniaantartica). Crecen unosdos o trescentmetros alao pesealo cual pueden llegar a 10 metrosde altura. Tambin desaparecen

    ejemplares deEucaliptus obliqua yEucaliptus delegatensis. Javier de Salas est indignado:

    En Tasmania queda menos de un15% de bosque antiguo austral,uno de los ecosistemas ms raros

    delplaneta. Losorganismos quevi-ven aqu han cambiado muy pocodesde que formaban parte del su-percontinente de Gondwana, hace100 millones de aos. Los dinosau-rios se alimentaban de estas espe-cies. Es una pena que el gobiernoaustraliano est acabando con estabiblioteca viva para comerciar y

    hacer pasta depapel.Javier emigr de Madrid a Tas-

    mania hace algo ms de una dca-da y media. Ahora, a sus 28 aos,trata de salvar los ltimos reductosde bosque templado antiguo de lascadenas de las motosierras y de las

    bombas de napalm. Los bosquestolkieniescos sedujeron a este bi-logo, y junto a una treintena de j-venes de todas las nacionalidades,se cuelga de los rboles para quenolostalen. A pesarde quela espe-sura y el verdor recuerdan a la sel- va del Amazonas, nos encontra-mos en un bosque hmedo templa-

    do. Eninviernoes raro elda quelatemperatura sube de los 0 C. Unmetrode nievecubrea estosgigan-tes prehistricos.

    Desde hace 30 aos empresasmadereras como Timber WorkersFor Forest (curiosonombre: Traba-jadores de la Madera Para los Bos-ques) o la todopoderosa GunnsLtd., subvencionadas por el Esta-do, estn acabando indiscrimina-damente con estos recuerdos vi-vos. Talan una superficie similar a44 campos de ftbol diarios, unas7.000 hectreas anuales.

    Prdidas biolgicas

    Estas prcticas estn causandoungran efecto en el sistema fluvial,geolgico y biolgico, en las tem-

    peraturas locales y en la emisinde gases de efecto invernadero. Elbosque anciano es muy hmedo ycuando se tala pierde la capacidadde retencin de agua, afectando alos sistemas krsticos que son muysensibles a la degradacin del te-rreno. La reduccin del hbitat es-t haciendo desaparecer a gran ve-locidad la biodiversidad que nece-sita esos ecosistemas maduros,explica Javier.

    Una vez talados, estos gigantesdela naturaleza,losrbolesy lave-getacin restante se incendian conbombas de napalm desde helicp-teros. Fuegos de gran intensidadarrasan el material orgnico quequeda, incluyendo el suelo, quetambin arde porque posee una ca-pa orgnica muy fina. Es muy co-mn aplicar veneno para que nocrezcan de nuevo los bosques. Enel lugar donde una vez habitaronseres prehistricos se plantan mo-nocultivos de eucaliptos modifica-dos genticamente. La antigua le-yenda viva da paso a enclenquesarboluchos de crecimiento rpido.

    Ya cortados, los troncos de losrboles son transportados en roadtrailers, de dos en dos, debido a sugran tamao. Los restos se llevan aaserraderos cercanos donde setransforman en astillas denomina-das chips, pequeos fragmentos demadera de entre 20 mm y 50 mm,que se utilizan para la elaboracinde celulosa y papel. Al igual quecon la madera procedente de Chile,Japn es el ms interesado en ha-

    cer negocio. El precio de una tone-lada de papel nipn cuesta 75 vecesms que una tonelada de rbol tas-mano. A pesar de los beneficioseconmicos, no sepaga ni 3.000eu-ros por cada uno de estos gigantesdemsde 300 metroscbicos y 500

    La industria tala los ltimosbosques antiguos de Australia

    GIGANTES PARA

    HACER PAPEL

    Queda menos de un 15%de los bosques templadosantiguos australianos

    Las talas afectan a

    eucaliptos que alcanzanhasta 90 metros de altura

    TASMANIA

    GADIS AL GIGANTE

    Desaparicin inminente. Laempresamaderera tasmanaexportams decincomillones detoneladas depulpademaderaalao,lo queequivale a unas20.000hectreasdebosquenativo.Cada dadesapareceunasuperficiearborescentesimilar a44camposde ftbol.Tan slo el0,02%de la superficie terrestreesthabitadapor este tipo debosque.Quedamenosdel 15%.

    GEL NEGOCIO VIVO

    Venta fraudulenta.El gobiernotasmanovende rbolesde 500aos deedada laempresamadereraGunnsLtd por15

    dlaresla tonelada(10 euros).La compaaaustraliana laexportaa Japn por150 dlares.Losniponesobtienen unos1.000dlarespor toneladade papel(algoms de600 euros).

    ARRIBA. Javier de Salas, sentado en un Eucaliptus regnansde 10 metrosde dimetro y 90 metros de altura. ABAJO: Un ejemplar cortado.

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    A C T U A L I D A D

    GPRUE BARRAT

    Esta leadora, cuyosorgenes familiares llegarona Tasmania hace cuatrogeneraciones, se arrepientede cortar leyendas vivas de500 aos de antigedad. Misdos abuelos eran leadores ymi padre tambin. Yotrabajaba para la industriahasta que me di cuenta de loque estaba pasando. Ni erasostenible, ni eraeconmicamente viable,reconoce Prue.

    GVICA BAYLEY

    Vica es una de las

    responsables de WildernessSociety, una organizacin

    encargada de proteger elpatrimonio natural tasmano.Ya en 2004, el anteriorministro (John Howard)prometi proteger los vallesde Styx y Florentine, con suespectacular riqueza naturaly bordeando un parquedeclarado Patrimonio de laHumanidad. A da de hoy slose ha protegido un cuarto delo que aseguraron. El resto lohan talado, manifiesta laecologista.

    GJOHN HOWARD

    El antiguo primer ministro,lder del Partido Liberal deAustralia dijo en octubre de

    2004: Voy a protegerinmediatamente 18.700hectreas de bosque antiguo

    en los valles de Styx y deFlorentine. Hasta ahora sehan preservado 4.730hectreas. El resto circula porel mundo en forma de papel

    japons.

    GKEVIN RUDD

    El nuevo primer ministroaustraliano: Lucharemoscon todas nuestras fuerzaspara tratar de paliar en lamedida de lo posible elcambio climtico. Paracumplir sus intenciones haratificado el Protocolo deKioto y aparece a menudohablando de las polticas deotros pases cercanos como

    son Indonesia o Papa-NuevaGuinea. Mientras tanto laindustria sigue limpiando los

    bosques a un ritmo de 10.000campos de ftbol al ao.

    GJAVIER DE SALAS

    Este bilogo madrileo, quelleva tres aos estudiando labiodiversidad de las copas delos rboles y registrandoorganismos nocturnosatrados por la luz, estasqueado con lo que estpasando en su lugar deadopcin. Desde los aos 70la comunidad tasmana llevaprotestando activamente deforma no violenta contraestos abusos naturales. Nadienos hace caso. Me gustaraque estas maravillas naturales

    no las veamos nosotros solo,tambin los hijos de nuestroshijos, concluye.

    El ro Florentine, a su paso por uno de los bosques tasmanos antiguos. / JORGE BARRENO

    aos de edad. Con la desaparicinde losltimos rboles conflormsaltos del mundo tambin desapa-rece la extraa fauna endmicaque habita al amparo de estos gi-gantes. Mientras cangrejos, mam-feros marsupiales, loros, murci-

    lagos, helechos gigantes y diablosde Tasmania ( Sarcophilus lania-rius) se convierten en pasto de lasllamas, el Gobierno australiano,cuyo nuevo primer ministro haconvertido la lucha contra el cam-bio climtico en un de los elemen-tos clave de su discurso, no cum-ple sus promesas.

    Mientras la deforestacin y laquema de los bosques contine,Australia no puede reclamar quetenga una postura creble encuanto al cambio climtico se re-fiere. Proteger los bosques nati-vos es una de las formas ms rpi-das de combatir este problema deescala global, manifiesta VicaBayley, coordinadora de Wilder-ness Society.

    Es una vergenza que la mitad

    del valle de Florentine, emplaza-miento donde se caz el ltimoejemplar del extinto tigre de Tas-mania (Thylacinus cynocephalus)en 1933 y donde se tal el mayor Eucaliptus regnans(134 metros dealtura), se haya declarado Patrimo-nio de la Humanidad y que la otramitad est a punto de desaparecerpara siempre, concluye Vica.

    Paradjicamente, Australia esuna de las regiones ms secas ycon menossuelosfrtiles del mun-do, slo por detrs de la Antrtida.El 50% por ciento de su territoriorecibe menos de 300 milmetrosde lluvia anuales. Hace unos cuan-tos miles de aos los aborgenesaustralianos cruzaron a Tasmaniabuscando un futuro mejor. El

    hombre blanco acab con est pa-cfico pueblo en unas pocas dca-das. Y ahora, acabar tambincon su biblioteca de la vida?

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    A C T U A L I D A D

    PEDROCCERES

    L

    e ha cogido tanto carioal hombre y se deja ver

    tan a menudo por las pla-zas de los pueblos que losguardas del Parque Natu-

    ral de Redes (Asturias) ya le hanpuesto hasta nombre. Le llamanMansn, por lo bien que se porta.Escomosi fuera unapaloma de lasde ciudad, explican desde el Ayun-tamientode Caso. Nose deja tocar,pero s deja que te acerques.Duerme en un rbol o en los teja-dos, se sube a su posadero a mirarel pueblo y se las apaa muy bienpara comer hierbas y frutas en loshuertos o los campos cercanos.

    Lo extraordinario es que Mansnes un ejemplar de una de las avessalvajes ms amenazadas de Espa-a, el urogallo cantbrico (Teatrourogallus cantabricus ). Muchos

    amantes de la naturaleza pueden pa-sarse toda la vida sin lograr ver unopor mucho quesalgan al monte. Los

    urogallos habitan en zonas escondi-das y frondosas de los bosques ma-duros de montaa y observar unoestodoun acontecimiento.

    Por eso, la aparicin de un visto-so macho en las aldeas de Redes esuna sensacin. Paisanos y turistasse han hartado de fotografiarlo por-quedesde2007ha paseado pornue-ve ncleos de poblacin distintos. Amediados de mayo, guardas de Cas-tilla y Len lo encontraron en unacarretera, lo capturaron,le pusieronun transmisor y lo llevaron al Pinarde Lillo,en Len.

    PeroMansn, un fugitivo al revs,volvi a dejar el bosque y a presen-tarse en sociedad, esta vez en la al-dea de Tarna, en el concejo asturia-node Caso. Ylo hizoen poca dece-lo, con lo que ya no fue tan manso.Sinllegara atacarni serpeligroso,s

    seexhibi y reta los que seacerca-ban, tal y como por esas fechas de-bera estar haciendo en algn claro

    del bosque, en los llamados canta-deros, frente a otros congneres,disputndoles las hembras. A fina-les de mayo los guardas de la Con-sejera de Medio Ambiente de Astu-rias lo recogieron en Tarna y lo vol-vierona llevar al monte.

    Los expertos no acaban de saberel motivo del mansocomportamien-to del animal. Algunos lo achacaronal principioa unaenfermedado taragentica. Tambin se pens que po-da tratarse de un ejemplar criadoen cautividad. Pero los exmenesrealizados a Mansn muestran quees un ejemplar sano y salvaje deunos dos aos. Sin embargo, los ex-pertos matizan que el comporta-mientono es deltodoinslito.

    SegnFelipe Gonzlez, delegado

    de la Sociedad Espaola de Ornito-loga en Cantabria (SEO/BirdLife),se han observado casos de avesque entran en contacto con el serhumanoen Europa y tambin en Es-paa. Hay casos de machos y hem-bras mansos, y de machos agresi-vos, con comportamiento territorial,como uno que tom posesin deuna pistaforestal en Somiedo [Astu-rias] y no dejabaque nadie pasara.

    Otro bilogo, Fernando Balles-teros, de la Fundacin Oso Pardo,confirma que esta actitud se da aveces entre los urogallos, pero aco-ta: Se ha descrito siempre en po-blaciones en mal estado, que pier-den hbitat, tienen escasos ejem-plares o problemas de socializa-cin con su especie. Algo as co-mo si Mansn acabara buscando alhombre por no tener con quien tra-tar en el monte.

    Es posible que sea as, puestoque el declive de poblacin en laCordillera Cantbrica es alarmante.Segn el ltim o cen so deSEO/BirdLife, slo ocupa ya el 30%de los cantaderos histricos. En As-turias, Cantabria y Len, no queda-rn ni 400 ejemplares, y Mansn esuno de ellos. La subespecie de losPirineos est un poco mejor, perocon todo no llega ni a los 1.400 es-pecmenes. Para el experto de SEOFelipe Gonzlez, el urogallo cant-brico es la especie de ave espaolaconms riesgode extincin.

    Con su hbitat fragmentado ysus santuarios pisados por el hom-bre,los urogallosven perturbadasu

    vida. Y en una cordillera tan hu-manizada es fcilque siuno de ellossale del monte se encuentre conuna persona, afirma Gonzlez.Quiz Mansn, con su continuo pa- voneo en la plaza, est queriendodecir algo.

    Una especie en declive y amenazada

    El urogallo es una es-pecie distribuida am-pliamente por territo-rios de Europa y Rusia,pero en Espaa es unarareza pues se encuen-tra en el lmite sur desu distribucin mun-dial, explica FernandoBallesteros, de la Fun-dacin Oso Pardo. Esun ave de climas fros,por lo que en la Penn-sula Ibrica slo se daen las zonas altas dePirineos y la CordilleraCantbrica, como un vestigio de pocas re-motas, cuando el clima pe-ninsular era menos clido.Los ejemplares ibricos for-man dos subespecies diferen-tes a las del resto del mundo

    y tienen un gran valor genti-co por su aislamiento.

    Sin embargo, nuestros uro-gallos no dejan de disminuir.No hay una causa nica, sinoun cmulo de ellas que se su-man, asegura Felipe Gonz-

    lez, de SEO/BirdLife. El pri-mer motivo es la prolifera-cin de pistas de montaapara todo uso desde los aos80, que han fragmentado su

    hbitat y destruido algunoscantaderos, afirma el bilo-go. Adems, el abandonodesde los 70 de las prcticastradicionales como el pasto-reo o la recogida de lea haoriginado un bosque cerrado,

    oscuro y denso de ma-torral, cuando estasaves requieren un bos-que abierto y luminoso,con hierbas y arnda-nos, su fuente de ali-mento.

    La proliferacin deciervos y jabales, po-tenciados y protegidospara la caza, les perju-dica, porque los herb-voros pisotean y ramo-nean el territorio delurogallo y no tienen unpredador que los man-tenga a raya.

    Por ltimo, Gonzlezrecuerda que algunos exper-tos culpan al cambio climti-co: las primaveras ms llu-viosas perturban las nidadasen el momento ms delicado.

    Adems, los pollos sufren laalteracin de los ciclos biol-gicos, por ejemplo de los in-sectos de los que se alimen-tan en las primeras semanas,que faltan cuando no les co-rresponde.

    El urogallo salvaje apodado Mansn alza la cola y canta en plena exhibicin de celo frente a un paisano de Tarna. / EFE

    Mansnse pavonea tranquilo delantede la capilla deSan Pedro, en Tarna, Asturias. /EFE

    Un macho de una de las avesms escasas y esquivas sepasea por pueblos asturianos

    EL UROGALLO

    LOCO PORLOS HUMANOS

    ESPAA

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    a extraordinaria elocuencia de los lorosha vuelto a ser noticia. En esta ocasin,la historia ha llegado desde Japn: lasautoridades de la provincia de Chiba

    capturaron el pasado 6 de mayo a unejemplar de loro gris africanoque se haba

    perdido. No fue difcil, sin embargo, devol-verlo a su propietario, ya que el animal no paraba de repetirla direccin de su casa, incluido el nmero del domicilio.Gracias a sus dotes comunicativas, en poco tiempo el lorovolvi a disfrutar de lascomodidades de su hogar.

    No es la primera vez que un ave de esta misma especieprovoca titulares. A principios de 2006, en Leeds (Inglate-rra), otro ejemplar de loro gris africano tambin apareci

    en los peridicos de medio mundo, al desvelar a su propie-tario el nombre del amante con el que su novia le estabaponiendo los cuernos. Te quiero, Gary! Te quiero,Gary!, gritaba el pjaro mientras su dueo, Chris, se en-contraba sentado en el sof con su adorada Suzy. La pobrechica se puso tan colorada al or las exclamaciones del lo-ro que Chris descubri el pastel y ah acab e l noviazgo.

    Ms all de los chascarrillos y las carcajadas que provo-can este tipo de noticias, ambas ancdotas vuelven a plan-tear una vez ms viejas preguntas que siguen generandomucho debate en la comunidad cientfica sobre las capaci-dades cognitivas de otras especies. Hasta qu punto po-dramos decir que un loro es inteligente y tiene una ciertacapacidad para comprender conceptos abstractos y verba-lizarlos con palabras? Podemos atrevernos a afirmar queun pjaro posee habilidades lingsticas?

    Por s solas, tanto la historia del loro que logr volver acasa en Japn, como el que destap una infidelidad en In-glaterra no demuestran nada sobre la capacidad de estasaves para aprender y usar el lenguaje. Al fin y al cabo, en

    ambos casos podra tratarse sencillamente de un procesomecnico de imitacin y repeticin. Sin embargo, si tene-mos en cuenta los extraordinarios resultados obtenidoscon Alex, el mtico loro gris africano que muri en sep-tiembre del ao pasado despus de aprender a utilizaraproximadamente 150 palabras, el tema no es tan sencillo.

    Si a Alex le enseaban un tringulo azul de papel, eracapaz de especificar el color, la forma y el material del queestaba hecho este objeto. Durante los 30 aos que dur elAvian LearningExperiment(de donde provienen las siglascon las que se bautiz a Alex) en las universidades deBrandeis y Harvard, este loro demostr que poda identifi-car hasta 50 objetos distintos, siete colores, cinco formas,cantidades hasta seis y el concepto de cero. Adems, eracapaz de manifestar sus preferencias empleando frasessobre lo que deseaba hacer, Quiero X, o a dnde queradesplazarse, Quiero ir a Y, en las que X e Y eran etique-tas con nombres de objetos o lugares. Incluso pareca sercapaz de verbalizar sus emociones: cuando estaba hartode tanto experimento, deca me voy, y si el investigadorse molestaba, trataba de calmarlo diciendo: lo siento.

    Aunque escierto quese tratade unsolocaso, y quesern

    necesarios msestudios paraconsolidaresta lnea de inves-tigacin, la locuacidad de Alex, junto con las capacidadescomunicativas que se han observado en chimpancs y otrosgrandes primates, sugieren que el lenguaje ya no puedeconsiderarse un monopolio exclusivo del animal humano.

    EL VOCABULARIO

    DE LOS LOROSPor Pablo Juregui

    L

    EL ANIMAL HUMANO

    [email protected]

    Lasdunas amenazanuno delos lagospermanentesquean quedanen Ounianga,al nortede Chad. / S.KRPELIN / SCIENCE

    RICARDO

    I N V E S T I G A C I N

    MIGUELG. CORRAL

    Uno de los cambios am-bientales ms impor-tantes de los ltimos10.000aos es la transi-cin del norte de frica

    desde el conocido como Saharaverde de principios del Holoceno,cuando el continente atravesaba unperiodo hmedo, al mayor desiertoclido de la actualidad. Hastaahora, los cientficos asuman queeste cambio se haba producido deforma abrupta hace alrededor de5.500 aos. Segn las pruebas desedimentacin en los fondos mari-nos, en ese momento se produjo unincremento de la cantidad de polvoprocedente del Sahara, lo que hahecho creer a los investigadoresqueel cambio seprodujo enuna es-cala de cientos de aos.

    Sin embargo, una reciente in-vestigacin realizada por un gru-po internacional de cientficos ypublicada el pasado mes de mayoen la revista Science ha demostra-do que la transicin desde el Sa-hara verde hasta el actual desiertohiperrido se produjo de formagradual y que termin de formar-se segn lo conocemos hoy hace2.700 aos. Estaban mal recogi-das las pruebas cientficas ante-riores? No, en realidad, slo se hapodido estudiar el tema con ma-yor profundidad.

    La nueva investigacin tuvo lu-gar en el lago permanente Yoa, si-

    tuado en elnorte deChad. Estama-sa de agua tiene unaantigedad su-perior a 10.000 aos pertenece alPleistoceno y se ha podido mante-ner,a pesar de loscambios sufridosen la zona, debido al aporte deaguas subterrneas. El registro de

    sedimentos del lago Yoa no presen-taba discontinuidades como las quese haban tomado hasta el momen-to, tanto en la zona ecuatorial delocano Atlntico, como en diferen-tes lagos del desierto. Por ese moti- vo los cientficos pudie-ron tomar muestras delas capas acumuladas du-rante los ltimos 6.000aos y reconstruir, a par-tir de los minerales y delmaterial orgnico conte-nido en ellas (polen, es-poras o microorganismosacuticos), la historia cli-mtica y biolgica delnorte de frica.

    Gracias a ello, el equi-po dirigido por StefanKrpelin desde la Uni- versidad de Colonia(Alemania) ha consegui-do reconstruir de formaprecisa el ambiente queha tenido el norte defrica durante la ltimapoca del Holoceno.

    Lo ms importantede nuestra investigacines que aporta datos ex-tremadamente precisosy muy fiables que permi-ten reconstruir la histo-ria climtica y biolgicadeesta zona hasta el pre-sente, asegura Krpelinen una grabacin ofrecida por larevistaScience, tenemos capas de

    cada verano y de cada inviernodesde hace 6.000 aos.A travs de estas nuevas evi-

    dencias, los investigadores logra-ron inferir la salinidad del lago yel polvo atmosfrico a lo largo deseis milenios. Eso les permiti

    averiguar que el cambio se produ- jo de forma continuada y que elperiodo africano hmedo comen-z a declinar hace entre 6.000 y4.000 aos. El trabajo tambin de-muestra que la formacin del de-sierto del Sahara como lo conoce-

    mos se produjo hace 2.700 aos.A los investigadores slo les falta-ba saber a qu se debi el cambio.

    La teora ms aceptada tieneque ver con un cambio en la insola-cin que recibe la Tierra desde elSol, asegura Krpelin, eso alterlos vientos monzones tropicales,

    quedejaron de llevarhumedad des-de el ocano y redujeron las preci-

    pitaciones. Segnla investigacin,esto produjo una reduccin gradualde la vegetacin tropical que co-menz hace alrededor de 5.600aos, seguida dela prdida de la co-bertura de hierba y de la coloniza-cin de la actualfloradesrtica.

    CLIMA

    As se form el Sahara

    La formacin de la mayor zona desrtica de laTierra no ocurri de forma abrupta, como secrea, sino a lo largo de varios milenios ydebido a un cambio en la insolacin que afecta los monzones y alter el patrn de lluvias

    Los datos se recogieron en unlago que ha permanecido intactodesde hace ms de 10.000 aos

    El Sahara actual se comenza formar hace alrededor de5.600 aos y termin hace 2.700

    Cientficosmuestreando el fondodel lago./ SCIENCE

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    C O N S E R V A C I N

    UNA ALIANZA POR

    EL GUILA IMPERIALUna webcam transmite las 24 horas de la vida en un nido. Es una accindivulgativa de un programa de SEO/BirdLife y la Fundacin Biodiversidadque busca implicar a los propietarios privados en la conservacin de la rapaz

    ORNITOLOGA PEDROCCERES

    Ver un guila imperial noes fcil. Slo quedan230 pare jas e n e lmundo, por lo que laoportunidad de avistar

    una de ellas es remota. Las posibili-

    dades de hacerlo aumentan si se vive en Espaa, puesto que sloanida en la Pennsula Ibrica. Aunas es difcil verla planear, porquesu hbitat se encuentra reducido aunos pocos y apartadosrinconesdemonte mediterrneo bien conser-vado en el centro y el sur del pas.

    Sin embargo, cuando escriboestas lneas tengo la suerte de es-tar observando desde hace minu-tos a un joven pollo de guila im-perial en su nido. Est solo, por-que la pareja de adultos ha salidoen busca de comida. Ayer mismo,asist al momento en el que unode ellos regresaba al nido con unestornino entre las garras y pudeapreciar las dificultades del jovenaguilucho para desplumar e inge-rir la presa.

    En el ltimo mes he constatadotambin el rpido crecimiento dela cra, que ha ya cambiado casitodo su plumn blanco por la li-brea castao claro que vestir du-

    rante su primer ao de vida. Hacetiempo, los ornitlogos hubierandado cualquier cosa por vivir losmomentos que yo estoy pasandova internet. Porque hay que acla-rar que observo el nido de guilaimperial en la pantalla de mi orde-

    nador dela redaccinde ELMUN-DO en Madrid. Lo hago gracias ala cmara que durante 24 horas alda graba y transmite en directo atravs de la web www.aguilaimpe-rial.org las evoluciones de la pare- ja de imperiales que anida en elParque Nacional de Cabaeros,entre Ciudad Real y Toledo.

    Desde el mes pasado, basta unordenador conectado a internetpara acceder a la vida ntima deuna de las rapaces ms escasas delmundo. Es la primera vez que sellevaa cabo enEspaa unainiciati-va de este tipo, que se ha converti-do en una potente herramienta desensibilizacin ambiental, espe-cialmente entre los ms jvenes.

    Ricardo Martn, un nio madri-leo de 11 aos es un ejemplo. Su

    profesor en el colegio Fuentela-rreina mostr la pgina a la clasecomo parte de la tarea del aula yahora el chaval se ha convertidoen un ornitlogo ciberntico quealterna con naturalidad los video-juegos tradicionales con el segui-miento diario del nido y ya mues-tra inters por salir al campo a ob-servar aves que no sean virtuales.

    El caso de Ricardo muestra queel pollo de imperial, nacido el 12de abril, se ha convertido en todauna estrella en la red desde que, aprincipios del mes de mayo, em-pezara a funcionar la pgina queretransmite la vida en el nido. UnGran Hermano del guila impe-rial, como lo calific el presiden-te de la Junta de Comunidades de

    Castilla-La Mancha, Jos MaraBarreda, durante la presentacina la prensa de la pgina web. Elacto tuvo lugar el pasado 6 demayo en el Parque Nacional de

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    cas y estn sometidas a peligros.Muchas mueren al chocar contendidos elctricos mal disea-dos, al envenenarse con cebosque siguen usndose contra lospredadores pese a estar prohibi-dos y tambin por falta de ali-

    mento. La administracin tienedifcil llevar la proteccin a al-gunas zonas importantes para ladispersin del guila imperial,por ello hay que tener un espe-cial cuidado con la educacin yla sensibilizacin y hacer pro-gramas que impliquen a todoslos actores, especialmente losprivados.

    En el campo de Montiel (Ciu-dad Real) una comarca crtica pa-ra la expansin de la imperial des-de Cabaeros y Sierra Morena,SEO/BirdLife ha sellado ya acuer-dos con decenas de propietariosque abarcan 10.000 hectreas deterreno para asesorarles en lagestin de sus propiedades. Setrata de mejorar el hbitat del

    ave al mismo tiempo que se man-tiene la capacidad de obtener unrendimiento, afirma Eduardo deJuana, presidente de la ONG cien-tfica y conservacionista.

    Mantener la biodiversidad noest reido con la explotacin de

    las fincas, como explica Juan Car-los Atienza. Una serie de pautas aseguir en el manejo del campocontribuye a la mejora general delmismo y a su adecuamiento comohbitat de la imperial.

    Muchos de esos terrenos medi-terrneos son pobres para la agri-cultura y tienen una clara voca-cin cinegtica, pero ni siquieraesta actividad est reida con laconservacin de la rapaz. De he-cho, algunas de las mejoras estndirigidas al cuidado de las pobla-ciones de conejo, la principalfuente de alimento del guila. LaONG realiza censos de conejos,estudios sobre la gentica de lascepas de las dos enfermedades v-ricas que lo estn afectando en to-

    C O N S E R V A C I N

    Cabaeros y lo presidi ElenaEspinosa, ministra de Medio Am-biente y Medio Rural y Marino,en una de sus primeras aparicio-nes pblicas como responsablede la nueva cartera que englobalas competencias de dos ministe-

    rios previos.La cmara se instal el pasadootoo, antes de que la pareja deguilas ocupara el nido, para evi-tar perturbarlas. Tiene un sistemade alimentacin y transmisin dedatos autnomo que evitar mo-lestias a la pareja durante el pe-riodo de anidacin. Segn los tc-nicos responsables, la biologadel guila imperial es ya bien co-nocida gracias a los estudios decampo tradicionales, por lo que elinters cientfico de la observa-cin a distancia es menor en reali-dad que la influencia de la inicia-tiva como herramienta de difu-sin y sensibilizacin.

    De hecho, la pgina www.agui-laimperial.orges slo la punta deliceberg de un proyecto mucho

    ms ambicioso centrado en laproteccin del guila imperial. Setrata del Programa de Conserva-cin Alzando el Vuelo, que laFundacin Biodiversidad del Mi-nisterio de Medio Ambiente y Me-dio Rural y Marino desarrolladesde 2006 junto a SEO/BirdLife.En la iniciativa colaboran tam-bin el Administrador de Infraes-tructuras Ferroviarias (ADIF) y laObra Social de Caja Madrid y tie-ne como objetivo contribuir a laconservacin de la especie mejo-rando su hbitat y reduciendo lospeligros que la acechan.

    La colaboracin con los propie-tarios privados de fincas, a travsdel programa Alzando el Vuelo,es la clave para asegurar el futuro

    de la especie, ya que buena partede las zonas de nidificacin y, so-bre todo, de sus zonas de campeo,estn en manos particulares.

    Es fuera de los espacios prote-gidos, en los cerrados montes me-diterrneos dedicados a la cazamayor y en los campos de usoagrcola, ganadero y de caza me-

    nor donde vive la imperial. Sobretodo los ejemplares jvenes, queen los primeros aos de vida sedispersan a la busca de territoriosde alimentacin lejos de las zonasde cra ocupadas por sus padres.

    Zonas de dispersin

    Como explica Juan Carlos Atien-za, coordinador del rea de Con-servacin de SEO/BirdLife: Lasadministraciones han tendido aproteger zonas de nidificacin,pero no las de dispersin, dondemueren muchos juveniles. Lasimperiales estn acantonadas enzonas de cra donde hay pocasamenazas, pero a medida que laespecie recupera ejemplares los juveniles salen de esas reas yvan a zonas ms pobladas y pro-ductivas, donde hay menos refu-gio, pero tienen alimento.

    La especie ha superado la cri-sis que a principios de los 70 ca-si la lleva a la extincin, pero las230 parejas actuales son an po-

    da Espaa y tambin un segui-miento de las poblaciones y mejo-ras para que se reproduzca.

    Cuando cerramos un acuerdocon un propietario miramos loque falta en la finca. Por ejem-plo, zonas de barbecho y de ras-

    trojos que la fauna silvestreaprovecha para comer, o bien zo-nas de refugio para las presas delguila, como vegetacin en laslindes de los campos o en bos-quetes donde pueda criar, afir-ma Juan Carlos Atienza.

    Si se tiene en cuenta que msdel 70% de los territorios del gui-la se encuentran en fincas priva-das es vital que los propietariossean conscientes de la importan-cia y el privilegio que esto supo-ne. Las administraciones pblicasdeben apoyar las buenas prcti-cas de gestin del territorio conayudas e incentivos fiscales, ase-gura SEO/BirdLife en el progra-ma oficial de Alzando el Vuelo.

    Algunos de esos propietariosya han empezado a moverse y,

    desde 2005, la Fundacin deAmigos del guila Imperial agru-pa a dueos de terrenos que rei-vindican su papel en la conserva-cin de la rapaz y piden recono-cimiento por ello.

    Buenas prcticas de gestin.... ... y los beneficios obtenidos

    En la agricultura... Alargar el periodo de bar-becho, retrasar la cosecha de cereales, rotar culti-vos, mantener los rastrojos el mayor tiempo , mi-nimizar el uso de biocidas, mantener las lindes ylos setos, evitar labrar en zonas de pendiente acu-sada, conservar las dehesas y asegurar su futuroy renovacin, mantener los rboles de gran portey permitir la existencia de bosquetes y matorralintercalado en las dehesas.

    En la ganadera... Mantener mtodos tradicio-nales de pastoreo y razas autctonas, asegurarque las cargas ganaderas no sean excesivas, sem-brar cultivos para alimentar al ganado y mante-ner los pastos de calidad.

    Caza... Sembrar cultivos para alimentacin delas especies de caza, asegurar suficiente refugiopara las especies de caza menor, conservar la ve-getacin de ribera y la conectividad entre refugiospara la caza menor, mantener el carcter silves-tre de las especies cinegticas y sus densidadesnaturales.

    En la agricultura... Llevar a cabo las buenasprcticas de gestin agrcola especificadas en elcuadro anterior permite obtener mayor disponi-bilidad de refugio y alimento para las poblacio-nes de especies de caza menor, recuperar deforma natural los nutrientes del suelo, disminuirla erosin del terreno, mantener lugares adecua-dos de nidificacin y refugio y conservar la cali-dad de la tierra.

    En la ganadera... Manejar el ganado del modoexpuesto ofrece mayor disponibilidad de ali-mento, un ramoneo y pastoreo equilibrados, rege-neracin de la vegetacin, produccin de alimen-tos ecolgicos y fertilizacin natural de los suelos.

    Caza... Las medidas de gestin cinegtica reco-mendadas contribuyen a obtener mayor disponi-bilidad de refugio y alimento para la caza y lafauna en general, regeneracin natural de la ve-getacin, mejora de los aspectos sanitarios de laspoblaciones y mejora del estado de conservacinde la fauna.

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    pasado, Da Internacional de los Humeda-les, en que El Pantanal, la mayor zona h-meda tropical del mundo, conserva condi-ciones idneas para la vida salvaje. Nadie,excepto el guacamayo azul o jacinto (Ano-dorhynchus hyacinthinus), que encuentraen este espacio natural su mejor hbitat.En esa fecha, conmemoracin establecidaen dicha jornada de 1971 al firmarse en laciudad iran de Ramsar el Convenio sobrelos Humedales, la comunidad cientficadebata sobre la conservacin de las aves,pero muy pocos expertos lo hicieron de laproteccin de la zona hmeda brasileaen la que habita el arara azul.

    De este loro, con plumaje de un intensoazul cobalto y que puede medir hasta unmetro y pesar kilo y medio, apenas queda-ban 1.500 ejemplares a comienzos de ladcada de los aos 90. En Brasil, el nicolugar donde vive en estado silvestre, se leconoce como arara azul. All, su poblacinse ha visto drsticamente reducida por susociabilidad con el hombre, su vistosidady su gran capacidad de reproducir soni-dos. Por todo ello se ha convertido en unacodiciada mascota de trfico ilegal por laque se paga ms de 10.000 euros en elmercado negro.

    Si no hubiese sido por la biloga brasile-

    a Neiva Guedes, la belleza de tan llamati-vo loro estara en situacin crtica. Desdeel ao 2000 est incluido entre las especiesen peligro en la Lista Roja de EspeciesAmenazadas de la Unin Internacional pa-ra la Conservacin de la Naturaleza(UICN). Debido a la baja tasa reproductiva

    del ave, Neiva Guedes inici, una dcadaantes, el Proyecto Arara Azul desarrollan-do una ardua tarea de proteccin.

    Gracias a ello, la biloga ha logrado queel jacinto aumente el nmero de nidos enel dosel arbreo. Utilizan oquedades deltronco de viejos rboles de especies comoel manduvi (Sterculia apelata y S. striata)o el buriti ( Mauritia vinifera) desde dondeemiten una amplia gama de voces y llama-das siempre escandalosas. Este ave alcan-za en estado salvaje los 50 aos de edad, loque, junto con la educacin ambiental, lascajas nido y el ecoturismo, est dando susfrutos en este inmenso humedal de240.000 kilmetros cuadrados (una super-ficie similar a la mitad de Espaa entera) ydeclarado Reserva de la Biosfera.

    En sus tres reas de distribucin dentrode El Pantanal, el nmero de ejemplaresse ha elevado a 5.000. Mientras que en elresto de su hbitat natural el este de laAmazonia y en los estados del centro y es-te brasileos su poblacin ha disminuido,debido en parte a la destruccin del bos-que tropical de llanura para el estableci-miento de cultivos y ranchos ganaderos.

    Sin embargo, El Pantanal tampoco seha librado ni de la deforestacin ni deotras amenazas. Segn la organizacinConservation International, un 17% de su

    bosque ha desaparecido por la implanta-cin de cultivos de soja tercer productoexportado en Brasil y el pastoreo. La pr-dida de los bosques no slo provoca unadegradacin directa del suelo sino quemodifica fatalmente las condiciones cli-mticas provocando sequas e inundacio-

    nes que desajustan los ritmos vitales delos ecosistemas del humedal.

    Asimismo la deforestacin de la cabe-cera del ro Negro ya afecta la dinmicahdrica del Pantanal. La erosin de terre-nos blandos despus de la tala ha colmata-do parte del cauce del ro Taquar, origi-nando la inundacin permanente de unaextensa rea del Pantanal. Sus dimensio-nes 11.000 kilmetros cuadrados ya nobenefician ni a la vida silvestre ni a las ac-tividades humanas.

    Adems, el mercurio proveniente delas numerosas explotaciones mineras deoro y diamantes del estado de MatoGrosso est produciendo efectos fatalesen las poblaciones del arara azul. La con-

    taminacin dificulta que los nuevos pollossalgan adelante, porque disminuye el gro-sor de la cscara de los huevos. La degra-dacin del Pantanal durante este siglo haavanzado a un ritmo del 2,3% anual, loque significa que de seguir as en una me-dia de 45 aos la mayor reserva hmedade Sudamrica habr desaparecido.

    El Pantanal es la mayor planicie inun-dable del mundo y supone un elementoesencial en la dinmica hdrica de todaSuramrica. Abarca terrenos del estadobrasileo de Mato Grosso do Sul, aunquetiene repartido un 30% de su superficiepor territorios paraguayos y bolivianos.Adems, es un espacio natural fundamen-tal en los pasos migratorios australes y uncorredor biolgico entre la cuenca de laPlata y el sur de la amaznica. El Pantanalcon 3.500 especies vegetales, 656 de aves,122 de mamferos, 93 de reptiles, 1.132 demariposas y 270 de peces es uno de los lu-gares de mayor biodiversidad del mundo.

    Pero todos los cambios que est su-friendo en los ltimos tiempos conllevanun grave peligro para la pervivencia de laflora y fauna. Las especies se han adapta-do a un medio que, de octubre a marzo,en la poca de las lluvias, se ve nutridopor la crecida fluvial. La planicie se inun-da lentamente con una lmina de tres

    metros de profundidad de la que al finalsolo emerge un laberinto de pequeas is-las y cerros, o capes, que sustentan elprincipal baluarte de las reas boscosas.stas, junto con las riberas con el bos-que de galera, o cordilheira,, completanel espacio de supervivencia para anima-

    Nadie repar el dos de febrero

    El nmero de

    ejemplares de ar