Una de las fuentes documentales

4
'"'1 Pero es el arqueólogo y poi (tico francés Alexandre de Laborde quien en su Itinerarie descriptif de l'Espagne... (Par(s, 1809) (4) nos ha dejado un retrato detallado del Vila-real de finales del s. XVIII. Su Itinerarie -1"epleto de noticias minuciosas sobre la econo- m(a, el urbanismo y el arte-, junto con su Voyage Historique et Pittoresque pour l'Espagne (s. d. 1806-1826), con- tribuyó a difundir en el extranjero la visión romántica de España. Viajemos con estos tres franceses y este detallista inglés al Vila-real de la segunda mitad del s. XVIII y ob- servemos su paisaje, suframos su ca- mino y admirémosnos COl"\ las curio- sidades que ofrece. sufren mil traqueteos hasta llegar al pie del castillo de Orpesa que se alza junto al Mediterráneo". Pero de Valencia a Castelló de la Plana, "el camino es siempre de 30 pies de ancho, bien construido y en muy buen estado". Townsend, de quien es la cita, a pesar del buen estado del camino, no olvida descansar en Almenara y, quizá, bastante cansado después de pasar por la Vilavella, decide comer y descan- sar en Nules. Yeso que viaja en "una calesina, seguido de un solo guía, al que pertenece el vehículo", y que el camino por el que pasa está siendo ensanchado ante el incipiente tránsito que por él pasa. Por otro lado, las comodidades que ahora ofrecen los pueblos grandes situados en el camino real son cada vez mayores. Vila-real, a pesar de su proximi- dad a Castelló, tiene ya, en 1739, tres mesones. Los dos del carrer Major y el del Raval de Castelló. Además, en 1768, el Obispo ordena al clero de la Parroqvial que .'en atención a que dicha villa está en el camino Real ya ella suelen llegar algunas personas de calidad devotas de oir Missa" se celebre todos los d(as una misa a las once de la mañana (5). Una de las fuentes documentales que tradicionalmente más ha utilizado la historiograf(a son los libros de viaje. Es cierto que muchos de éstos son libros de circunstancias, plagados de inexacti. tudes; pero no podemos olvidar que, en m uchos casos, son memorias redactadas a partir de las notas en las que escrupu- losamente se han consignado los datos más importantes de cada jornada de viaje. Incluso estas notas se ampl(an con bibliograf(a sobre la zona visitada ~aso de Townsend o Laborde. Es en este tipo de obras donde el interés etnográfico, histórico, erudito, cient(fico, divulgador, moralista, econo- mista y poi (tico del viajero ilustrado del siglo XVIII se manifiesta plenamente: Hasta la segunda mitad del sete- cientos, Vila-real no despierta la aten- ción de los viajeros extranjeros que por ella pasan. Hecho lógico si tenemos en cuenta que la Vila sigue devastada y se recupera lentamente del '.Universal In- cendio" de 1706. En un memorial del clero de 1716 se recuerda que .'en esta villa no hay nada lúcido por los tiem- pos presentes tan fatales y la pobreza de sus vecinos" { 1 ). Razón más que suficiente para que el Padre La bat { 1718) o Esteban de silhuette {1729-30) ni tan siquiera mencionen en sus respectivos libros su paso por ViJa-real (2). En 1780 se publica, en Ginebra, la primera edición del Nouvelle Voyage en Espagne. Fait au 1772 et 1773 {3) del diplomático francés Jean Fran<;ois Pey- ron. En este libro aparece la primera referencia que sobre Vila-real encon- tramos en un auto francés del s. XVIII. La obra de Peyron tuvo bastante éxito como lo demuestran sus traduccíones al alemán en 1781 y al inglés en 1782. La tarde del 24 de junio de 1784 pasa por Vila-real Joseph Townsend, clérigo, médico y viajero inglés. Investi- gador pertinaz o curioso impenitente se dedica a recoger información sobre la Cequia del Diable a su paso por el puen- te de Santa Quiteria. Su A Joumey through Spain {Londres, 1791) tras- ciende de lo puramente anecdótico y paisajístico para constituirse en docu- mento detallado de la época. De su im- portancia y éxito alcanzado es buena muestra el que veintidós años más tarde se traduzca al francés y sirva como manual de viaje a las tropas napoleó- nicas acantonadas en la Pen(nsula. Al Barón de Bourgoing lo que más le llama la atención es el buen estado del camino real de Barcelona a Valencia, a su paso por La Plana y en jsu Un Promenade pour l'Espagne pendant la Révolution Frant;aise {Par(s, 1792) alaba la salida que tiene Vila-real por un .'hermosísimo y flamante puente". Por VICENT GIL I. El camino, el paisaje yotras noticias curiosas. En una época en la que las como- didades del viajero son pocas, la du- ración del viaje incierta y las sorpresas muchas, lo primero que le interesa co- nocer al viajero es el estado del camino por el que tiene que pasar . Vila-real está situada "sobre el camino Real de Barcelona a Valencia". Peyron agradece, después de dejar atrás las .'tranqueantes" cuestas de Oropesa, .'El camjno liso a orillas del Mediterrá- neo". Unos años más tarde, Bourgoing advierte al futuro viajante que, al salir de Castellón, en dirección a Barcelona, "terminan los buenos caminos. La tran- sición no puede ser más brusca. Después de un descenso de lo más abrupto nos aproximamos al mar y durante una le- gua no lo perdemos de vista. Se tras- pone un desfilade~o muy escarpado y se

Transcript of Una de las fuentes documentales

Page 1: Una de las fuentes documentales

'"'1Pero es el arqueólogo y poi (tico

francés Alexandre de Laborde quienen su Itinerarie descriptif de l'Espagne...

(Par(s, 1809) (4) nos ha dejado un retratodetallado del Vila-real de finales dels. XVIII. Su Itinerarie -1"epleto denoticias minuciosas sobre la econo-m(a, el urbanismo y el arte-, junto consu Voyage Historique et Pittoresque

pour l'Espagne (s. d. 1806-1826), con-tribuyó a difundir en el extranjero lavisión romántica de España.

Viajemos con estos tres francesesy este detallista inglés al Vila-real dela segunda mitad del s. XVIII y ob-servemos su paisaje, suframos su ca-mino y admirémosnos COl"\ las curio-sidades que ofrece.

sufren mil traqueteos hasta llegar al piedel castillo de Orpesa que se alza juntoal Mediterráneo".

Pero de Valencia a Castelló de laPlana, "el camino es siempre de 30pies de ancho, bien construido y en muybuen estado". Townsend, de quien es lacita, a pesar del buen estado del camino,no olvida descansar en Almenara y,quizá, bastante cansado después de pasarpor la Vilavella, decide comer y descan-sar en Nules. Yeso que viaja en "una

calesina, seguido de un solo guía, al quepertenece el vehículo", y que el caminopor el que pasa está siendo ensanchadoante el incipiente tránsito que por él

pasa.Por otro lado, las comodidades

que ahora ofrecen los pueblos grandessituados en el camino real son cada vez

mayores. Vila-real, a pesar de su proximi-dad a Castelló, tiene ya, en 1739, tres

mesones. Los dos del carrer Major y el delRaval de Castelló. Además, en 1768, el

Obispo ordena al clero de la Parroqvialque .'en atención a que dicha villa estáen el camino Real ya ella suelen llegar

algunas personas de calidad devotas deoir Missa" se celebre todos los d(as unamisa a las once de la mañana (5).

Una de las fuentes documentalesque tradicionalmente más ha utilizadola historiograf(a son los libros de viaje.

Es cierto que muchos de éstos son librosde circunstancias, plagados de inexacti.tudes; pero no podemos olvidar que, en

m uchos casos, son memorias redactadasa partir de las notas en las que escrupu-losamente se han consignado los datosmás importantes de cada jornada deviaje. Incluso estas notas se ampl(an conbibliograf(a sobre la zona visitada ~asode Townsend o Laborde.

Es en este tipo de obras donde elinterés etnográfico, histórico, erudito,cient(fico, divulgador, moralista, econo-mista y poi (tico del viajero ilustrado delsiglo XVIII se manifiesta plenamente:

Hasta la segunda mitad del sete-cientos, Vila-real no despierta la aten-ción de los viajeros extranjeros que porella pasan. Hecho lógico si tenemos encuenta que la Vila sigue devastada y serecupera lentamente del '.Universal In-cendio" de 1706. En un memorial delclero de 1716 se recuerda que .'en estavilla no hay nada lúcido por los tiem-pos presentes tan fatales y la pobrezade sus vecinos" { 1 ). Razón más quesuficiente para que el Padre La bat { 1718)o Esteban de silhuette {1729-30) ni tansiquiera mencionen en sus respectivoslibros su paso por ViJa-real (2).

En 1780 se publica, en Ginebra, laprimera edición del Nouvelle Voyage enEspagne. Fait au 1772 et 1773 {3) deldiplomático francés Jean Fran<;ois Pey-ron. En este libro aparece la primera

referencia que sobre Vila-real encon-tramos en un auto francés del s. XVIII.La obra de Peyron tuvo bastante éxitocomo lo demuestran sus traduccíones alalemán en 1781 y al inglés en 1782.

La tarde del 24 de junio de 1784pasa por Vila-real Joseph Townsend,clérigo, médico y viajero inglés. Investi-gador pertinaz o curioso impenitente sededica a recoger información sobre laCequia del Diable a su paso por el puen-te de Santa Quiteria. Su A Joumeythrough Spain {Londres, 1791) tras-ciende de lo puramente anecdótico ypaisajístico para constituirse en docu-mento detallado de la época. De su im-portancia y éxito alcanzado es buenamuestra el que veintidós años más tardese traduzca al francés y sirva comomanual de viaje a las tropas napoleó-nicas acantonadas en la Pen(nsula.

Al Barón de Bourgoing lo que másle llama la atención es el buen estado delcamino real de Barcelona a Valencia, a supaso por La Plana y en jsu Un Promenadepour l'Espagne pendant la RévolutionFrant;aise {Par(s, 1792) alaba la salida quetiene Vila-real por un .'hermosísimo yflamante puente".

Por VICENT GIL

I. El camino, el paisaje yotras

noticias curiosas.

En una época en la que las como-didades del viajero son pocas, la du-ración del viaje incierta y las sorpresasmuchas, lo primero que le interesa co-nocer al viajero es el estado del caminopor el que tiene que pasar .

Vila-real está situada "sobre elcamino Real de Barcelona a Valencia".

Peyron agradece, después de dejar atráslas .'tranqueantes" cuestas de Oropesa,.'El camjno liso a orillas del Mediterrá-

neo". Unos años más tarde, Bourgoingadvierte al futuro viajante que, al salirde Castellón, en dirección a Barcelona,"terminan los buenos caminos. La tran-sición no puede ser más brusca. Despuésde un descenso de lo más abrupto nos

aproximamos al mar y durante una le-gua no lo perdemos de vista. Se tras-pone un desfilade~o muy escarpado y se

Page 2: Una de las fuentes documentales

//"' /'í"k/l,!'Íl//{./rlk,,~{.{.z 1.9

~~.

~t

.:

& 1ii~

4

"..-c

~l~

.\

.-;

I.;"" :~;:"""'~~~c;;:¡:;. "::;;;:Jj

?/1 'J )'. 1//,/(/¡( , {t'71'1'{-'6

/?(:J/~¿../I{..

~/.flh:-.

/;::'/*';?'/I(j ,

~t

La montaña agujereada, en Lan-

gedoc, por la que Luis XIV recibiótantas alabanzas, es bien poca cosaen comparación de ese trabajo tan poco

celebrado.Ese acueducto ha sido atribuido a los

romanos ya los moros, pero estoy se-guro de que el rey Jaime el conquista-dor es el ún ico que merece ese honor ."

2. El campanar, el5 raval5 yel

carrer Májor.

iCómo han cambiado las cosas ensegunda mitad del s. XVIII! Cuando

Padre Labat o Esteban silhuette ha-la relación de su viaje por el Pa ís

aconsejan organizar las etapasviaje, haciéndolas coincidir con las

, ciudades, "estas son nom-en orden de mi ruta: Beni-

, Pen íscola, Murviedro, Valencia,o S. Phelipe, Elche y Orihuela".

hacia 1757, cuando el fan-Lantier viaja desde Tortosa a, se levanta "con la aurora para

a dormir a Murviedro" (6). En cambio," Townsend se permite dormir en

, comer en Nules, pasar dosdías en Castelló, comer en la venta de

Benicassim... y Laborde, detenerse díasenteros por los pueblos por los quepasa. Y es que un viajero de finales dels. XVIII bien podía decir que los tiemposestaban cambiando. ¿Qué más se podíapedir si hasta telégrafo óptico hay entreCastelló y Francia? (7).

Pero el camino en Vila-real ofreceuna dificultad: atravesar el rlo Millars.¿Cuál es el estado de los puentes? Vila-real tiene dos puentes sobre el Millars:el de Santa Quiteria y el llamado puente

Nuevo. Hasta Laborde, todos los viaje-ros pasan por el primero. Si tenemos encuenta el testimonio de Bourgoing o deTownsend su estado no debía de sermalo. El primero habla de "un hermos(-simo y flamante puente", y el segundo,del "nuevo puente construido sobrE! eserío". No creo que se trata del puente

Nuevo, ya que éste se empezó el 3 deoctubre de 1784 y hasta el 28 de agostode 1790 no se inauguró (8). El único

que pasa por el puente Nuevo es La-borde, que lo identifica con el cons-truido por Ribelles (9).

Leyendo a los viajeros que reco-rrieron La Plana, desde Antoine La-

laing y Enrique Cock -en 1500-1501y en 1585, respectivamente- hasta

Townsend y Laborde, se compruebaque todos ellos conocieron el mismopaisaje. Lo que no significa que, entan largo período de tiempo, nada haya

cambiado.En todos ellos se repite el lirismo

tópico de "Las campiñas más fértiles".El flamenco Lalaing no escatima elogios aeste "nuevo jardín paradisiaco". EIIQ

sucedía en el año 1500; y, un siglodespués, en 1603, el francés Barthé-lemy Joly se muestra no menos ad-mirado. Cierto que otro francés, Brunel,constata, en 1655, la desastrosa deca-dencia del bello jardín convertido en

estepa desértica y desolada" (lO). Des-pués de esta fecha, silencio y desinterésabsoluto por La Plana.

Es a partir de Juan Antonio de Es-trada (1768) ( 11) cuando el paisaje deLa Plana vuelve a llamar la atención delos visitantes circunstanciales. Peyron,

Bourgoing, Townsend y Laborde nosvuelven a hablar de un paisaje "fértilde todos los granos, vino, aceite y huer-tas regadas por el rio Mijares".

JFertilidad no exenta de altibajos.

Bourgoing encuentra un "terreno bas-tante seco" y un "rio de ancho cauce,

pero falto de agua". Y es que desde1776, La Plana sufre cambios climá-ticos bruscos. La escasez de agua es

Después de "tres cuartos de horade marcha", lo primero que le llamala atención a Laborde Son loS "tresConventos, una iglesia parroquial sun-

tuosa, CUyo campanari o. forma una her-moSa torre octogonal muy elevada". yes que, viniendo desde Nules, lo que m~sse ve es el campanar que destaca en "una

población grande" (Bourgoing) Con "uncaserio magnifico Con las calles a Cor-

del" (Laborde).Vila-real, a pesar de l'any de la cre-

ma' ha crecido. ToWnsend, en 1787, cifrasu población en 5.658 habitantes. Esemismo aiio, el Censo de Floridablanca laaumenta a 6.178 (15). Laborde aumen-ta la población a 6.975 habitantes; 225más de loS cenSadoS en las mismas fechas

por Cavanilles.Buena muestra de este crecimiento

Son SUS doS ravals. En ellos, ya en 1749,viven 622 vecinos frente a loS 299 de laVila tradicional (16). Laborde seiiala queel raval de Castelló "es probablementemás grande que la villa y que el primerraval (de Valencia) ". Observación ciertasi tenemoS en cuenta que ya en 1739 vi-ven en él el 33'52 por 100 del total de su

población.Las doS entradas de Vila-real -raval

de Valencia y raval de Castelló- mues-tran al viaiero un pueblo eminentementeagricola. De loS 272 vecinoS del raval deValencia, 211 Son labradores, y de loS350 del de Castelló viven de la tierra277.

general en el verano del '76 -con an-terioridad hubo sequía en 1770 y 1771-

y hay inundaciones violentas en los mesesde octubre y noviembre. En 1783, lluviasfrecuentes desde septiembre hasta di-ciembre, y en octubre de 1787, "añode calamidades y miserias", "se salióde madre el rio Mijares". En el mes dediciembre de 1788, el frío fue tan intenso"como en setenta años a esta parte nose había visto en estas tierras". En sep-

tiembre y octubre de 1793, "la piedrahizo muchos miles de daños..." (12).

A pesar de los pesares y de formaun tanto exagerada, Laborde vuelve ahablar de "pingues cosechas de trigo,

vino, seda, maiz, algarrobas, naranjasy judias" y de la misma "multitud defrutos" que relaciona Cavanilles en sus

Observaciones... (13).y es que la tierra de La Plana "es

buena para el cultivo", por ello el pai-saje que se le ofrece a Townsend desdeAlmenara es de:

'.Tierras bajas sembradas de trigo,

maiz, cebada, diferentes legumbres ymelones y plantadas de moreras. Tierrasmás elevadas que están destinadas a losolivos y las más altas están abandonadasa los alga rrobos."

Es la gran Plana "cubierta de árbo-les y de pueblos y acabada por el mar"de la que habla Laborde y que tiene ase-

gurada sus coSechas por el agua del rioMillars que riega "las huertas medianteuna artificiosa azúa".

La Cequia del Diable es lo que másllama la atención de Townsend y aun-que los datos que aporta son inexactos,merece la pena trascri bir su testimonio

(14):"Como está ocl.lto casi durante

toda la distancia de Santa Quiteria a

Almazora, lo atravesamos. sin darnoscuenta de él. Si se considera que eseacueducto está abierto en una rocacalcárea y que fue construido en 1240,merece ser considerado una obra asom-brosa.

Page 3: Una de las fuentes documentales

Cuando Laborde entra por el ravalde Valencia encuentra un conjunto de

edificaciones de una sola planta entrelas que destacan el convento del Car-men y el Hospital. Este último no des-pierta su curiosidad, a pesar de su nuevacapilla terminada en 1732. y es que alHospital sólo van los pobres.

Las casas del raval de Valencia tie-nen un solo cuerpo con dos cruj (as. Laplanta se articula sobre el "pas de carro"

que atraviesa la casa perpendicularmentea la calle. Son Casas pequeñas, pocas tie-nen una fachada superior a los cuatro me-tros y todas presentan unos muros de

tapial hechos con una mezcla de arcilla

y cal, paja y rocalla para darle másconsistencia, con una lucida exterior de

álgez -algeps.Las puertas están formadas por un

arco que en el interior de la casa hacelas veces de almijar ~equer-, dondese guardan las cosechas. Las ventanas

tienen un dintel muy elemental.En el interior, aparte del "pas de

carro" -en muchas no hay-, encontra-mos una o dos habitaciones y, en al-

gunos casos, sólo la cocina -cocina,comedor, sala de estar y, a veces, hastadormitorio-. La "cuina" es el lugar don-de se hace toda la vida doméstica.

En la mayoría de estas casas, el

cuerpo principal está separado por elCorral de los anexos económicos: la

cuadra y la pallisa.

Pocas comodidades ofrece la casa dellabrador medio del raval. Pascual Mon-fort es un hombre que puede conside-rarse afortunado. Tiene 27 jornales de

tierra, repartidos entre la partida delReg Nou, El Seca y la del Marjalet -estaúltima en Borriana-. Pero su mobi-liario es somero, sus comodidades las im-

prescindibles.En la entrada, un "taulell", una

bota de 70 cántaros de vino y una sillade cuerda. En el dormitorio, la cama de

"quatro (sic) tabas de pino." y dos col-chones de borra; colgada de la pared,una estampa pequeña y barata de la

Virgen de la Merced. Debajo de ésta,un arca de pino donde se guarda el

ajuar de la casa: dos toallas pequeñas, unamanta blanca, tres sábanas de borra y

poco más. La "cuina" está presidida poruna estampa mediana de San Pedro yen

el)a sólo hay una mesa de pino, dos sillasde cuerda y los utensi I ios de cocina: una

jarra pequeña barnizada, otra grande paraaceite, ocho ollas, una sartén, unos hie-rros y .'unas graellas de cinco barras".En el corral, una bota de vino vieja y

vac(a. En la cuadra, un roc(n, .'un tablópara labrar aforc;at" y un pie para des-banar. Y en la pallisa, "un Ilegonet", unatabladora vieja, una andana completa decañizo, dos aros de esparto, una libra delienzo, seis cargas de algarrobas, alubias,sementera y seis cahices, una barchilla ytres celemines de trigo (17).

Pero en el raval hay gente que vivepeor. El labrador Vicente Leonart o elciego Vicente Almela, sólo tienen entresus bienes una .'marfega" y algunos uten-silios viejos de cocina.

El raval de Valencia "conduce a unapuerta de la villa que tiene un cuerpode arquitectura de dos columnas dóri-cas, con una gran balconada terminadaI "por una a mena .

Los barrios de Arriba y de Abajono llaman la atención del viajero, por-

que por Vila-real sólo se pasa y pocosse detienen. La iglesia Mayor, los tresconventos sólo se ven de pasada y nadiese entretiene en entrar en ellos.

Se sale de la vila por el raval deCastelló -el más poblado-. El ravalde Castelló es pobre. Sus cisas sonsencillas y funcionales y abundan lasde una sola habitación como la de Vi-cente Mulet.

Entre sus edificios destacan la herre-ría de Juan Vada, el mesón, la reciente ylujosa casa de D. Juan Montolíu, y,sobre todo, el convento de San Pas-cual. Después de pasar la última casadel raval donde vive el único gitano ave-

cindado, Pasqual Dias, el camino real seabre hacia Castelló de la Plana.

3. La Historia de la Vila en el

siglo XVIII.

Aparte de la admiración de Town-send porla figura de Jaume I y de la

típica y falseada noticia que da Labordesobre los orlgenes y formación de Vila-real (20), el hecho que más interesa aestos viajeros extranjeros es el .oUniver-sal I ncendio" que sufrió la Vila en 1706.

La razón hay que buscarla en la lec-

tura, más que probable, de la Policlade España de Juan Antonio de Es-

trada, porPeyron y Laborde.Cuando habla de Vila-real, Estrada

dice

"Será siempre lamentable la me-moria en sus moradores, quando elConde de las Torres, O. ChristovalMoscoso, con las tropas de su man-do salió de la villa de San Mateo,el ano ~ 1706, a ceTca,fa {il Vila-real),

por haverse reunido en esta villa grandenumero de voluntarios que se resistie-ron aun más de lo que debiera una

tropa muy arreglada; y aunque las delRey entraron dentro, hicieron los re-beldesde 'cada tása'Un castillo. Lo quefue causa de muchos desastres. Viendoesto el Conde de las Torres, mando po-ner fuego por las quatro partes de lavilla (reservando los Templos y sacandofuera las Rel igiosas) ; y como otra Troya,ardió en voraces llamas, sin perdonarni~os, ni mujeres, pasando a cuchillo alos que quedaron."

Este hecho, Peyron lo hace extensi-vo a "varios otros pueblos, rodeados debaluartes, y que fueron en otro tiempopeque~as plazas fuertes". Peyron explicala dureza del castigo "por haber adopta-do el partido del competidor de Felipe Va la Corona de Espa~a". El relato quehace de l'any de la crema es igual dedramático que el de Estrada :

"El general de Las Torres los sa-queÓ, los quemó y pasó a cuchillo, noperdonando a las mujeres, ni a los ni-

ños."Para Laborde, el responsable del

.'incendio y saqueo", de Vila-real, fueFelipe V. Afirmación que hizo quetodo el párrafo que habla sobre l'anyde la cremd se censure en sus traduccionescastellanas de 1816 y 1826:

"Villarreal se decidió por el Archi-duque Carlos durante la Guerra de Su-cesión, por ello fue tomada en 1706

Después por el carrer Major se atra-viesa la ~Ia. Para el viajero del XVIII,el aspecto que ofrece el carrer Major esel de "una calle muy larga, bien alinea-da, con casas bien construidas ". y esque en él vive "10 más florido de la

población", nobleza local, profesionales,comerciantes y artesanos y labradores

ricos.A lo largo de la calle se alinean dos

mesones, las boticas de la viuda de Vi-cente Ferrer, "la boticaria" y de JosepSebasti~, y la casa-taller en la que a sus"55 años poco más o menos" vive y tra-baja el escultor Juan Ochando (18).

Las casas son muy distintas a la delos ravals. Lo primera que constata La-borde es que .'no se ve ni casa, ni edifi-cios antiguos, todos son del siglo XVIII".Estas son casas con planta baja y cambra.La planta baja se utiliza como almacén,obrador o botiga -o, en las tres cosas ala vez-, y la cambra como vivienda.

En la fachada de la cambra aparecel..' nuevo elemento, el balcón.

El interior se caracteriza por un

mayor número de dependencias amue-bladas con más lujo. Antonia Armengol

duerme en una cama con dosel y contres colchones de lana morellana (19).

Otras son casas con obrador en laplanta baja y entreplanta y vivienda enla parte superior. En la entrada de estascasas nos encontramos con el telar o

telares, según la importancia del maes-tro, o, con la botiga como la del maes-tro confitero Gerónimo I báñez. En laque hay una completa representación de

las golosinas de la época: turrones, cacao,agua helada, bizcochos, miel, confites dediferentes especies, chocolate de nueve

sueldos...Los negocios le van bien al confitero

I báñez, como demuestra el interior de su

casa, en la que tiene una cama de nogalde 12 libras, nueve lienzos medianos condiferentes invocaciones, valoradas en 4libras y bastantes muebles. Pero dondemás se ve la riqueza de I báñez es las

joyas que luce su mujer los días de fies-ta mayor. Puede estar orgullosa. su "cai-xeta" está valorada en 48 libras. Y ellapuede lucir un rico '.adre~": .'tres arrasde oro, dos de brillantes y otra de aba-tista, una cruz de pecho de oro y esme-raldas, un rosario de granates cón ca-dena y medalla de plata, una manilla-pulsera- de cadeneta de plata, unapinta, aguja de pécho y pendientes de

plata".En el carrer Major también viven los

ricos labradores como Joseph Bellmunt,que cuando su hija se casa, en 1764, ladota con .'1.207 libras, 7 sueldos en elprecio y valor de diferentes ropas delino, lana y seda". Su futuro esposo,Manuel Tellols, aporta al matrimonio

.'parte de la casa que por herencia de suspadres tiene en la calle Mayor".

Pero el prestigio del carrer Majorserá en las casas señoriales de D. Do-mingo Font de Ursinos, D. VicenteSalom, D. Severino Ferrando o Bal-tasar Gil, ciudadano. Del lujo de suscasas es buena muestra el que cuandodoña Mariana Gamboa va a casarse conel doctor en leyes D. Miguel Muñoz.

ciudadano, aporta 1.800 I., y el novio"atento a su bondad, calidad y Don-celles", lleva al matrimonio 40.500 1-

Page 4: Una de las fuentes documentales

(11) JUAN ANTONIO DE ESTRADA, Pobla(.i611 g(.lIeral dl! E.,pa,¡a. .'u.' RI!YIIO.' v1'ro,ill('ia". ciudad...,. ,.il,a., .v pu,.blo.'.1.,Ia.' Adyacl!llt('., y Pr.,¡;idio¡; dl! AfricaE.,crita por .,1 Pagador... N"e,.a Impr...,ióll('orr.gida. Madrid, 1768, tomo II, p¡jgl.11as 229.230.

(12) ROCAFORT, Obr. ('it.. pp. 32, 41-44.49-50, 54, 100-101, 113, 132.

(13) CAVANILLES, Obr. ('ii. p. 109.(14) Un estudio completo sobre la Cequia del

Diable en JOSE MARIA DO~ATE...Hi,,!lOS romanos del Mi / areS", Dato.'para la 1Ii.,tvria d.. Villum.a. I. Villarreal,

1913, pp. 15-40.

(1~) CASTELLO El Par:, VUII!II('iallo "II ,,1(,(.11."' d" Floridablull('u (1787). Valell-CI,', 1978, p. 358.

(16) AHCHIVO DEL REINO DE VALENCIA(ARV), Bailia, Apéndice, ser. 115, .'Autosd" v"cindario de Villarreal..." (1739).

(1!) AHCt~IVO HISTORICO PROVINCIALY OE PROTOCOLOS DE CASTELLON(AljPP), Ferrando (1708), 101. 218 v.Los "j""'plos Se $uc"den a lo largo de todo,,1 slglu, Irancisca Llácer,en 1746,oJosefP"r"t y rollt, ell 1786, son buena muestra.1¡"SI>"ctivalllente, Girona (1746), 101. 46,y GIRONA (1786), 101s. 52-54.

(18) ARV, "Autos...", 101s. 68-68 v.(19) Subr', la casa vid. JOAN F. MIRA j altrcs.

"I.""., d'f:i".,~r"fiu ,.ul.'l1('iallu. pp. 267-JJú. T"dos los ejemplos Son del AHPP.

(:'U) 5..41111 LJbord". .'Fue en sus principiosll".1 CJSJ d" recreo, construida por el reyIJ IJi,l)" 1 d" Araqón, para los prll)cipessus hIjuS, COI) el nombre dl: Palacio Real.!-11<lrJl)d(.ciendoSI: en lo sucesivo se hizoII".' villa, mlldando aquel nombre con elde Vill.lrrl'al, QIII: col)s"rva con el titulode marqlll'Sado." EdlCion d" Valencia.lH:'6, p. 122.

por las tropas de Felipe V. que des-truyeron sus murallas, degollaron asus habitantes y redujeron las casas a

cenizas."Perdidas que, como afirma Peyron,

.'la política ordena y opera en un abriry cerrar de ojos y luego tienen necesi-dad de varios siglos de trabajo y deagricultura para ser reparadas. Pero

el m~s fuerte no razona. Los argumentosy la expresión han sido siempre la parte

del débil".

NOTAS

(1) ARCHIVO PARROQUIAL DE VILA-REAL (APV), Llibre de Visites; 1, 1716.

(2) Estos dos viajes han sido recopilados porJ. GARCIA MERCADAL, Viajes de e."-tronjer06 por Espo,¡a ~ Porh,gal, tomo 111,s. XVIII. Madrid, 1962.

(3) Existe un ejemplar en la BIBLIOTECAUNIVERSITARIA DE VALENCIA yestá traducido al castellano por J. GAR-CIA MERCADAL, Obr. cit.. pág. 736.Lo mismo cabe decir del libro de Town-send y del de Bourgoing. Respectivamente,pp.1.644-1.647 y 1.059-1.060.

(4) He utilizado esta primera edición de 1809.Existe un ejemplar en la BIBLIOTECAPROVINCIAL OE CASTELLO, FoI'doA"tiguo del Pa(s ValenL.ia, al igual Que della traducción castellana editada en Valen-cia en 1826. Sobre Vila-real vid., pp. 279-280 y pp. 122-123, respectivamente.

(~) APV, Llibr,',.. I. 101. 171 v. Ya en 1619y 1623 encontramos permisos para cele-brar esta misa de once por motivos simi-lares. Respectivamente, 101s. 40 v., 46 v.47.

(6) El viaje de Lantiel es una muestra topicade lo Que podemos llamar viales novel,,-dos. LANTIER, E. F.: Viajc a Espal¡a d{'lCaball.'ro d,' Son Gert'a.'io. oficial f",nc"s.v dc los dit,-r.,()S aL.ontf'cimientos dc sui,iaj.. fJor ,'I S,'lior de..., anHgt'o caballcrodc San L.,i,' (Paros, 1809), traducido porGARCIA MERCAOAL, Obr. cit., pp.1,129.1.130,

(7) Construido por el comerciante francesOematheu, en 1794. Fr, JOSEPH RO-CAFORT, Libro dc cosa.' notabl,." dt.Castf'116n dt! la Plana (edición de EduardoCodina Armenqot). Castellón, 1945,

(8) Sobre el puej,te Nuevo vid. TRAVER,Hi.,t()ria J,. Villa ITca1, Villarreal, 1909,pp. 461-466, Y JOAN BAUTISTA DA-MIA, "El Pont Nou"' Ca.,t..116n Diario. 24de abril de 1983.

(9) Probablerol:')t' 'iguil:ndo a CavanillesANTONIO Jr)5EF CAVANILLES, Ob.'crt'aciOllc,' ,ubrc la Historia Natural.Gc()graf(a. AgriL.ulturtl. Poblaci6n y Frut()Ii dcl R,""() d. Val.'ncia. Madrid, 1795,pp. 109-110, toro. I.

(10) véase GARCIA MERCADAL, Obr. cit.,tomo II.