CAPÍTULO 1: EL RECUERDO

Extraño esos días en que todo era "normal" en mi vida, aunque debo admitirlo: me gusta ser diferente.

Cada vez que recuerdo como era mi vida antes de que ese meteorito golpeara la tierra, siento algo de nostalgia, y los ojos se me llenan de lágrimas por saber que no podré estar con mis seres queridos, porque podría ponerlos en riesgo al saber mis enemigos que esas personas me importan, o quizás porque no pueda controlarme y termine lastimando a alguien. Así es: tengo súper poderes.

Aquella mañana me encontrabas en un día de campo con mis amigos de la Preparatoria; habíamos comprado algo de Salmón, muchas bolsas de papas y cacahuates, y vasos; no necesitábamos ni agua ni bebida porque teníamos a nuestro lado un arroyo de aguas cristalinas, así que decidimos quedarnos a acampar ese fin de semana.

El paisaje era increíblemente bello, y decidimos ir a descubrir algo del lugar; quizá nos tendríamos la suerte

de encontrar un venado a lo lejos, o de encontrarnos algunas ardillas para darles cacahuates.

Llevamos redes de pescar y cañas porque había un lago cerca, fue como conseguimos los salmones. Regresamos al campamento para comer y asamos los salmones junto con algunas vainas silvestres que encontramos.

"07/04/14"

Así que terminando de comer, Will y Tommy se fueron a sacar savia de un árbol de maple, mientras John y yo nos quedamos descansando a la orilla del arroyo. Todo estaba muy tranquilo, y estaba profundamente dormido, y en eso John me despertó para decirme que saldría en La búsqueda de Will y Tommy, porque no habían vuelto. Así que decidí dormir de nuevo; ya se estaba haciendo tarde, el sol estaba próximo a terminar su ciclo, y mis amigos todavía no volvían.

Así que decidí a ir en su búsqueda porque me iniciaba a angustiar el que les hubiera pasado algo malo, o el simple hecho de que es Sol se estaba poniendo y teníamos que armar la fogata antes de que no viéramos nada. No sé qué me impulsó a seguir una vereda por la que se me ocurrió que podría encontrar árboles de

maple, pero seguí ese camino y me encontré algunos árboles perforados por las garras de un Oso y por la espita de mis amigos.

Comencé de verdad a preocuparme por mis amigos, pero no había ningún rastro de sangre, o la huella de un zapato, sino que había una delgada línea que conducía a una pequeña cueva.

En ese momento inicie a gritar el nombre de mis 3 amigos, y corrí hacia la cueva con la esperanza de encontrar a alguien ahí.

La sorpresa que me llevé fue que la cueva estaba bastante profunda, pero al final se veía una luz, y algún extraño sonido surgía de su interior, despertándome mucha curiosidad y algo de alivio al imaginarme que mis amigos podrían estar en este lugar.

Eché un último vistazo fuera de la cueva, no sabía lo que el destino me tendría ahí dentro, y quizás esa vez fuera la última ocasión en que viera el cielo totalmente estrellado en una noche de bosque; quizás no sobreviviría.

Antes de entrar vi pasar una estrella fugaz, muy grande de hecho; quizás fuera un Meteorito que caería

no muy lejos de aquí, no lo sé, pero lo que sí sabía era mi deseo, porque tienes derecho a un deseo sí ves pasar algo así, y mi deseo era ver bien a mis amigos.

Así que comencé a adentrarme en la cueva; ésta tenía un olor muy extraño, algo que mi nariz jamás había percibido, no olía ni bien ni mal, sino que era extraño.

Del final de la cueva nacía un resplandor muy suave que me llamaba la atención, me invitaba a seguir avanzando hasta encontrar el origen de ese destello. Ciertamente era algo extraño porque el destello cambiaba de color: en ratos la luz era azul, luego cambiaba a morado, más tarde a un rosa tenue y finalmente en un amarillo chispa.

Llegué por fin al origen de esa cueva y me sorprendió lo que vi: Un enorme cristal multicolor del que nacían las luces de colores que había visto antes mientras recorrí la cueva.

Me acerqué para ver más de cerca esa gran maravilla, y cuando lo toqué todo ahí comenzó a vibrar. Parecía realmente como en un cuento de hadas, no quería que eso terminara, pero un pensamiento me paralizó: Mis amigos.

Entonces una voz surgió del gran cristal: -¡Tú eres el elegido!- , y pensé que quizás alguno de mis amigos estaba ahí queriéndome jugar una broma, pero no, una voz verdadera surgía del cristal: -¡Tú eres el elegido!-.

Después de eso se separó del gran Cristal un pequeño fragmento que fue volando hacia mí. En ese momento no comprendí la magnitud de ser "el elegido" ni de tener ese fragmento en mi poder. Salí corriendo de aquella cueva, necesitaba encontrar ya a mis amigos, cuando ocurrió aquél accidente: En cuanto salí de la cueva un pequeño meteorito cayó justo donde estaba parado y no pude correr; cayó en un instante.

Pero algo extraño sucedió instantáneamente: El meteorito se quedó suspendido encima de mi cabeza y el cristal comenzó a absorber la gran fuerza con la que venía, hasta convertirla en una roca del tamaño de mi mano. Justo después el Cristal comenzó a hacerse grande, y destellaba cada vez más fuerte. En eso ocurrió algo que jamás había visto ni pensado que podría pasar: el Cristal irradiaba cada vez más, y desde su centro un aura amarilla hacía que no pudiera ver, me estaba cegando.

Grite tan fuerte como pude: - ¡John! ¡Will! ¡Tommy! - Yo estaba espantado, esa cosa rara que antes era un pequeño fragmento del gran cristal de la cueva, ahora era del tamaño de un niño pequeño.

Por un instante el Cristal dejó de irradiar luz, supuse que podría seguir mi búsqueda, pero algo la interrumpió: Una explosión.

Jamás me di cuenta, pero el Cristal de repente explotó justo en donde me encontraba, y al instante quedé inconsciente.

- Hola Peter, ¿Qué tal se siente dormir 48 horas? Supongo que no sabes por qué estás en cama, ni como llegaste aquí ni cómo te encontramos viejo -. Era John que estaba sentado en uno de los poof de mi cuarto, y también estaban Will y Tommy.

Y en realidad no sabía qué hacía acostado en mi cama, en mi casa, fuera del bosque, y con vida.

Así que comencé a recordar lo que pasó en el bosque, desde que me quedé sólo hasta que el Cristal hizo Ka - Boom.

Y cuando traté de llegar a una conclusión para saber qué había pasado, decidí preguntarles a mis amigos donde, como y bajo qué circunstancias me encontraron.

- ¿Cómo fue que me encontraron? Y ¿Cómo supieron dónde estaba? Yo los estuve buscando durante todo el ocaso, y los únicos signos de vida ahí eran unas cuántas ardillas y un extraño... - No sabía sí decirles todavía lo de la cueva y ese Cristal así que corté lo del extraño Cristal y esperé hasta que alguno de ellos hablara.

- Bueno - dijo Will - nosotros estábamos recolectando miel y algunas almendras silvestres, y ya comenzaba a oscurecerse, pero eran tantas que no queríamos perdernos de ese gran botín, así que pensamos que no te pasaría nada si te dejábamos otro rato sólo.-

No planeaba quedarme con la duda, y cuando iba a preguntar cómo fue que me habían encontrado, Tommy habló: -Supongo que quieres saber cómo te encontramos ¿no? Pues no fue muy difícil, ya estaba oscureciendo así que decidimos que era hora de regresar al campamento, porque estabas sólo y no nos gusta

estar desprotegidos en el bosque, en la noche. Iniciamos por los alrededores, no te encontrábamos, y por más que llamábamos tu nombre, las únicas que nos respondían eran las ardillas -.

-Entonces, ¿cómo fue que me encontraron? Yo estaba completamente perdido y sólo, y además me ocurrieron cosas muy extrañas, de hecho inexplicables, quizás fueran producto de mi imaginación, quizás llegué a un punto de paranoia total, pero me sentía a ratos seguro y acompañado, y en otros ratos me sentía sólo y con mi entorno en contra de mí.-

-Viejo- dijo John – si no te hubieras quedado tanto tiempo dormido esto jamás nos habría ocurrido – y todos reímos con eso que dijo John, - sabes, quizás el error fue dejarte sólo, sabemos que estas loquito – y todos volvimos a reírnos por las tonterías que estaba diciendo John.

Pero algo me seguía inquietando: Sabía que estaba ahí, en mi casa, con mis amigos, a salvo, pero ¿cómo? No sabía cómo fue que mis amigos me encontraron ni si en realidad todo lo que pasó en torno a ese Cristal fue real, pero mis sentidos me decían que era cierto, y me sentía extraño, pues no me sentía débil o

herido, me sentía más fuerte que nunca, así que les sugerí a mis amigos que fuéramos al bosque de nuevo al lugar donde me encontraron, y yo tenía que regresar a esa rara y extraña cueva donde un Cristal gigante me había hablado: lo más normal en estos días, pff.

Jugamos unas carreras a donde me habían encontrado: las afueras de la cueva, y por extraño que fuera yo gané la carrera, eso sí que era extraño, porque siempre en toda mi vida jamás les había ganado una carrera a mis amigos, y ahora los dejé por varios metros.

Así que llegando al lugar de los hechos, Tommy habló: - ¿Sabes algo? Antes de llegar al lugar donde recogimos la miel y lo demás, esta cueva nos había llamado la atención, sabíamos que envolvía algún misterio, pero decidimos que más tarde la visitaríamos -.

- Sí – dijo Will – y cuando te comenzamos a buscar, no dabas ninguna señal de estar por algún sitio, solamente se escuchaban los ruidos de la madre naturaleza a algunos metros de nosotros, pero ninguna señal que viniera de ti -.

- Te lo voy a resumir – dijo John, y volteó a ver a las afueras de la cueva – estábamos regresando mientras coreábamos tu nombre para ver si no respondías,

cuando escuchamos un sonido muy fuerte y estrepitoso, algo así como una explosión, así que pensamos que tu podrías estar ahí, y que quizás estuvieras herido y cosas como esas, y lo que descubrimos al llegar a las afueras de esa cueva, fuiste tú, rodeado de un círculo en la hierba, el círculo se hizo cuando ocurrió la explosión, pero lo que no sabemos es, ¿Qué explotó? -.

- Bueno – por fin me decidí a hablar – creo que deben saberlo, lo que pasó está muy descabellado, así que primero necesito saber si entraron a la cueva, y si sí, ¿Qué vieron ahí? – no podía arriesgarme a contarles lo del cristal parlante, quizás ellos ni siquiera entraron, o no lo vieron, porque tal vez yo fui el único capaz de verlo: eso es, el cristal me decía que yo era el elegido.

- Sí entramos a la cueva, – dijo Tommy – no nos íbamos a quedar con la curiosidad de ver qué misterios guardaba, o si ahí había explosivos o alguna cosa así. Entramos con nuestras linternas porque no se veía nada, y llegamos al centro o fondo de la cueva y lo que encontramos fue un círculo perfectamente hecho de piedras colocadas al parecer por algo o alguien extraordinario, porque ciertamente era perfecto, y las piedras todas eran del mismo tamaño y presentaban un pico que apuntaba al centro del círculo. Estuvimos

buscando ahí dentro, algún pasadizo secreto, o alguna persona, porque quizás ahí se estaba escondiendo el autor de la explosión, pero nada, eso fue todo lo que vimos, ¿O no? -.

- Así es – dijo John y Will asintió con la cabeza – así que necesitamos conocer lo que te pasó a ti, porque somos amigos viejo, y sólo así podremos ayudarte -.

- Bueno vámonos desde que me encontraba sólo y estaba anocheciendo – les dije – me empecé a preocupar al ver que no había ni un rastro de ustedes, así que decidí a salir del campamento para buscarlos, y me fui por el sendero que lleva a los árboles de maple, y al llegar ahí encontré una espita clavada en uno de los árboles y junto a ésta las marcas frescas de las garras de un oso, lo que vi después fue una delgada línea en el suelo que fue la que me condujo hasta la entrada de la cueva, pero al llegar ahí no encontré algún rastro de ustedes como sangre, huellas de zapato, nada -.

- Pensé en entrar a la cueva pero se veía algo extraña e incluso siniestra, así que comencé a adentrarme en la cueva; ésta tenía un olor muy extraño, algo que mi nariz jamás había percibido, no olía ni bien ni mal, sino que era extraño -.

- Del final de la cueva nacía un resplandor muy suave que me llamaba la atención, me invitaba a seguir avanzando hasta encontrar el origen de ese destello. Ciertamente era algo extraño porque el destello cambiaba de color: en ratos la luz era azul, luego cambiaba a morado, más tarde a un rosa tenue y finalmente en un amarillo chispa. Me sentía realmente extrañado y asombrado a la vez, pero no sabía que me estaría esperando cuando avanzara, así que lo hice, seguí avanzando más y más hasta que llegué al centro y el origen de todo ese misterioso asunto-.

- Haber – dijo Will – entonces ¿estás seguro de que lo que dices es completamente real? Porque si no es así no podremos ayudarte viejo, y lo digo enserio, suena bastante descabellado, ciertamente como tú dijiste -. Terminó Will y decidimos entrar a la cueva de nuevo para saber que misterio nos mostraría esta vez, pero ésta vez en el camino no había luces extrañas que llamaran nuestra atención, pero sí había un olor muy singular: rosas, el sendero al centro de la cueva olía a rosas, esto me preocupaba cada vez más; qué sería lo que encontraríamos dentro de la cueva…

Por fin llegamos al centro, pero era verdad lo que ellos dijeron, ya no había tal cristal – del cual todavía no

les había hablado - y las piedras aparentemente habían desaparecido, y en su lugar ( del Cristal y de las piedras ) había un pequeño círculo perfectamente hecho con rosas, rosas de colores blanco, azul, violeta, amarillo, verde, naranjas, rojas; había de todos los colores, pero esa situación me estaba mareando, así que les pedí a mis amigos que saliéramos de ese lugar.

- Bien, seguiré contándoles lo que me pasó – les dije, pensando en lo descabellado que les iba a comenzar a decir – aquí comienza lo más loco e increíble de mi historia, cuando llegué por fin al origen de esa cueva, me sorprendió lo que vi: Un enorme cristal multicolor del que nacían las luces de colores que había visto antes mientras recorrí la cueva. Estaba muy sorprendido, ver eso fue tan hermoso, además de extraño, porque el gran cristal flotaba mientras rotaba en su propio eje; simplemente lo contemplaba -.

- Me acerqué para tocar el gran y majestuoso cristal, y todo en la cueva empezó a vibrar. Entonces una voz surgió del gran cristal: -¡Tú eres el elegido!- , y pensé que quizás alguno ustedes estaba ahí queriéndome jugar una broma, pero no, una voz verdadera surgía del cristal: -¡Tú eres el elegido!-.

- Después de eso se separó del gran Cristal un pequeño fragmento que fue volando hacia mí. En ese momento no comprendí la magnitud de ser "el elegido" ni de tener ese fragmento en mi poder. Salí corriendo de aquella cueva, necesitaba encontrar ya encontrarlos, porque en verdad me sentía sólo y desprotegido, necesitaba alguien a quién contarle lo que me había pasado hasta ese momento, necesitaba saber que ustedes estaban bien y que todos volveríamos al campamento para asar bombones y contar historias, sentir que no estaba sólo. Entonces fue cuando ocurrió aquél accidente: En cuanto salí de la cueva un pequeño meteorito cayó justo donde estaba parado y no pude correr; cayó en un instante -.

- Pero algo extraño sucedió, algo que era aún más loco e inexplicable que el que un cristal hablara: El meteorito se quedó suspendido encima de mi cabeza y el cristal comenzó a absorber la fuerza con la que venía, hasta convertirla en una roca del tamaño de mi mano. Justo después el Cristal comenzó a hacerse grande, y destellaba cada vez más fuerte. En eso ocurrió algo que jamás había visto ni pensado que podría pasar: el Cristal irradiaba cada vez más, y desde su centro un aura amarilla hacía que no pudiera ver, me estaba cegando;

parecía que esa aura estaba totalmente cargada de energía y justo después algo más…- en eso me interrumpió John – viejo creo en todo lo que has dicho, pero eso del meteorito se me hace muy descabellado, y eso del aura, bueno también fue muy raro ciertamente encontrar un círculo de piedras perfectamente hecho, y hoy eso de las rosas; sólo quiero decirte que estamos contigo -.

- Sí viejo, para lo que necesites – dijo Tommy – no dudes nunca en confiar de nosotros – finalmente dijo Will. Me sentía totalmente seguro de contarles lo que pasó al final, justo después de ese meteorito.

- Bueno, entonces les contaré algo que no me esperaba – les dije, y me sentía muy motivado contando mi historia – bueno, en realidad nada de eso me lo esperaba, – y todos reímos con eso que dije – creo que no les dije que cuando estaba en la cueva todavía, un pequeñísimo fragmento del gran cristal se separó de éste por voluntad propia, y suspendido en el aire fue volando hacia mí, ese pequeño fragmento que antes era del tamaño de mi pulgar, fue quien me salvó del meteorito, y era el que irradiaba con un aura amarilla cada vez más fuerte que no me permitía ver. En un

instante ese fragmento pasó de ser eso, a ser un cristal del tamaño de un niño pequeño.

- En un instante el cristal dejó de tener esa aura, dejó de producir luz, entonces lo vi bien, era realmente extraño todo eso, y entonces algo inimaginable sucedió: el cristal me explotó. Se pegó a mí y volvió a tener aura, yo me hice hacia atrás, en realidad tenía mucho miedo, y fue entonces que el cristal explotó, y al instante quedé inconsciente -.

-Entonces eso fue lo que explotó – dijo John con tono pensador – y esa explosión hizo el círculo que te rodeaba cuando te encontramos. Es muy raro esto de los círculos, ciertamente son demasiados y en tan pocos acontecimientos, y todos enfrascan cierto misterio – dijo con tono algo sarcástico, y eso me causó risa – pero tengo la duda: ¿Por qué tantos círculos? ¿Por qué te decía que eras el elegido? ¿Por qué te explotó ese cristal? ¿Por qué demasiado misterio? -.