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[Una visión de futuro de la Gestión Pública y de la Relación con el Ciudadano] El libro describe una visión particular de la gestión pública y la relación con el ciudadano y ofrece una guía detallada de buenas prácticas para dar respuesta a los desafíos que las organizaciones públicas van a encarar en la próxima década. Autor: Iván Nabalón Barrientos Fecha: 14 de Enero de 2012

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[Una visión de futuro de

la Gestión Pública y de

la Relación con el

Ciudadano]

El libro describe una visión particular de la gestión

pública y la relación con el ciudadano y ofrece una guía

detallada de buenas prácticas para dar respuesta a los

desafíos que las organizaciones públicas van a encarar

en la próxima década.

Autor: Iván Nabalón Barrientos

Fecha: 14 de Enero de 2012

Prólogo

No hubiera iniciado la escritura de este libro sino creyera que la gestión es,

junto a la imaginación de las buenas personas, la única herramienta que

tiene la humanidad para mejorar.

Como consultor, siempre he intentado dar soluciones a los problemas o

desafíos que plantean las organizaciones. La mayor parte del tiempo las

soluciones han sido inspiradas por las experiencias anteriores de otras

personas (las buenas prácticas). No intento inventar nada, a no ser que sea

estrictamente necesario. Esta premisa, junto con el sentido común, son a

menudo las únicas herramientas que necesitamos para encontrar

soluciones a nuestros problemas cotidianos y a nuestros desafíos futuros.

Mi reto con este libro es intentar cambiar el enfoque del gestor público

actual, que está orientado a gestionar problemas cuando ya han

acontecido, por uno nuevo, donde el gestor sea previsible con los

resultados y pueda dedicar más tiempo a afrontar los desafíos futuros de

la organización.

La única intención y objetivo de este libro es hacer reflexionar a los

gestores públicos acerca de nuevas formas de gestionar los recursos

públicos y relacionarse con el ciudadano. Si de este proceso de reflexión,

logro inspirar a alguna persona para que tenga iniciativas de cambio en su

organización, entonces me considerare satisfecho y realizado.

INDICE

1 INTRODUCCIÓN 2

DEFINICIÓN DE GESTIÓN Y DE BUENAS PRÁCTICAS. 3

Buenas prácticas. 5

DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN ACTUAL. 16

La improvisación. 17

La organización y las personas. 19

El uso de la tecnología. 21

El ciudadano. 22

Conclusiones. 23

PERSPECTIVA HISTÓRICA. 24

UNA VISIÓN DE FUTURO. 27

Con la organización. 27

Ciudadano. 28

Personas. 29

Tecnología. 29

2 LAS PERSONAS SON IMPORTANTES. 31

EL MODELO DE TRIPLE RESTRICCIÓN A. 37

Definición modelo Triple A. 37

¿Qué evalúa? 39

¿Cómo evalúa? 39

¿Qué valor entrega? 41

¿Cómo puede ayudar la tecnología? 43

3 LA PLANIFICACIÓN DE LA ESTRATEGIA. 45

DESAFÍOS DE NUESTRA ORGANIZACIÓN. 46

Consciencia. 46

Credibilidad 47

Alineamiento con la organización. 48

Transformación. 50

DEFINICIÓN DE CUADRO DE MANDO INTEGRAL (CMI) 52

ELEMENTOS DE UN CMI. 54

La Misión 55

Los Valores 56

La Visión. 57

La Estrategia. 58

Cuadro de Mando Integral. 59

Mapa estratégico. 60

¿CÓMO SE ÍNTEGRA EL CMI CON OTRAS INICIATIVAS DE GESTIÓN? 63

LO QUE EL CUADRO DE MANDO NO ES… 64

4 LA GESTIÓN DE LA CARTERA DE INVERSIONES 67

INTRODUCCIÓN. 71

GESTIÓN DE LA DEMANDA Y SELECCIÓN DE LA CARTERA. 74

Consejos para definir un Caso de Negocio 76

Datos Generales de la inversión: 77

Entorno 77

Alineamiento estratégico y técnico. 77

Producto o Servicio. 80

Estimaciones de Costes. 80

Estimaciones de Beneficios. 81

Modelo Económico. 83

Recursos. 84

DISEÑO DE PRODUCTOS Y SERVICIOS. 85

Desde el problema hasta la solución. 89

La calidad de los requisitos 91

Prioridad y Trazabilidad de los Requisitos 93

EJECUCIÓN. 95

Planificación. 97

Control. 99

REALIZACIÓN 103

Proyecto. 103

Negocio. 104

5 LA OPTIMIZACIÓN DE LOS GASTOS. 108

SITUACIÓN ACTUAL EN LA GESTIÓN DE COSTES. 110

Limitaciones de los sistemas de costes actuales. 110

Optimizar Vs Recortar. 114

BUENAS PRÁCTICAS EN LA GESTIÓN DE LOS COSTES. 115

Definiciones. 116

Sistemas Tradicionales y Nuevos Sistemas de Gestión de Costes. 117

Enfoques del uso de ABM/ABC 119

Pasos para la implementación de un sistema ABC. 120

UN CASO DE ÉXITO. 124

6 LA GESTIÓN DE LA COLABORACIÓN CON EL CIUDADANO. 127

EXTRACTO DEL DIARIO DE UN CIUDADANO. 128

MARCO DE TRABAJO DE LA GESTIÓN DE LA COLABORACIÓN CON EL CIUDADANO. 132

¿Qué es la Gestión de la Colaboración con el Ciudadano? 132

¿Qué es el Marco de Trabajo en la Gestión de la Colaboración con el

Ciudadano –GC2? 133

Plataforma Colaborativa con el Ciudadano. 135

Estructura Organización Pública. 136

Áreas de Procesos Clave. 137

Clases de Colaboración. 140

Guías de implementación. 143

7 LA INFORMACIÓN Y EL ANÁLISIS AVANZADO. 145

INTRODUCCIÓN. 146

El papel de la información en la gestión pública 146

El Modelo de Madurez del TDWI 148

Tecnología para el análisis avanzado. 150

Las barreras a los SAA en la Administración. 163

LOS DISTINTOS TIPOS DE INTELIGENCIA. 166

LA INTELIGENCIA DEL CIUDADANO. 167

LA INTELIGENCIA EN LOS PROCESOS. 169

Caso de éxito. 171

LA INCERTIDUMBRE INTELIGENCIA. 172

Definición. 173

Económico Financiero. 174

Cumplimiento en la Gestión. 174

Ciudadano. 174

CONSEJOS PARA DEFINIR UN SISTEMA DE ANÁLISIS AVANZADO (SAA). 176

Análisis situación actual. 179

Las personas y sus necesidades 180

Entidades 181

Campos y Métricas 182

Dimensiones y Jerarquías. 183

Tiempo. 184

Modelo de Informes. 184

Matriz de Requisitos. 186

Arquitectura. 187

8 LA TECNOLOGÍA ES IMPORTANTE. 189

LA ESTRATEGIA CON LA TECNOLOGÍA. 191

SELECCIÓN DE TECNOLOGÍA 193

9 LA GESTIÓN DEL CAMBIO. 197

DEFINICIÓN DE CAMBIO. 198

BUSCAR UN PATROCINADOR. 199

JUSTIFICAR LA INICIATIVA. 200

COMO DEFINIR UN MODELO DE ORGANIZACIÓN. 202

Introducción. 203

Estructura Organizativa. 203

Interesados. 203

Modelo de Madurez de Referencia. 204

Procesos 204

Matriz de asignación de responsabilidades 207

Personas 209

Plan Tecnológico 210

Plan de Comunicación. 211

Seguimiento de Objetivos. 212

10 REFERENCIAS. 214

1 INTRODUCCIÓN

Una buena gestión consiste en planificar las soluciones a los problemas o

desafíos de nuestra organización, pasar a la acción para realizarlos y sobre

todo, ser previsible con los resultados en todo momento.

La gestión ha sido el vehículo por el que la humanidad ha llegado hasta su

estado actual y con toda seguridad, seguirá siendo el vehículo que

permitirá un estado futuro mejor.

La gestión consiste en aunar los elementos que participan en ella para

conseguir el mayor beneficio para el ciudadano y su entorno.

Tomando los modelos de madurez de gestión existentes, que parten de

estados de improvisación y normalización de buenas prácticas en la

gestión, hasta estados avanzados en los que se es previsible, se aprende y

se mejora, podemos decir que la gestión pública en España se sitúa en un

estado inmaduro. Esto es debido, fundamentalmente, a la prioridad que

ha ocupado en la historia y sobre todo a las restricciones que nosotros

mismos nos ponemos.

A lo largo del libro se va a diagnosticar de forma general y detallada la

situación actual de la gestión pública en distintas prácticas de gestión y se

va a proponer elementos que permitan reflexionar al lector, para tomar

conciencia de la situación y sobre todo, para tomar iniciativas de cambio

de nuestra realidad.

Definición de gestión y de buenas prácticas.

Por definición, gestión es el conjunto de trámites que se llevan a cabo para

resolver un asunto.

La gestión es la única herramienta que tenemos para desarrollar nuestras

ideas y el elemento imprescindible del que disponemos para aprender de

los errores y mejorarlas.

La buena gestión persigue realizar las cosas con máximo beneficio y menor

esfuerzo.

En las organizaciones, la gestión y la organización permiten alinear todos

los elementos involucrados que van a influir en conseguir un objetivo

común.

La máxima de un gestor es ser previsible con los resultados. La falta de

previsión crea incertidumbre y la incertidumbre malos resultados, un alto

coste de oportunidad, desmotivación y pérdida de credibilidad por las

personas y los ciudadanos.

La buena gestión es atemporal e independiente de las ideas o de los

principios o valores.

A las definiciones generales debemos de añadir un componente particular

para definir la gestión pública. Al conjunto de trámites que se llevan a cabo

para resolver un asunto, este asunto, está expuesto en el preámbulo de La

Constitución.

Existen dos tareas fundamentales en la función pública:

La primera es pensar en los mejores productos y servicios que

satisfagan las necesidades de los ciudadanos en el contexto con

La Constitución y del entorno.

La segunda es gestionarlos. Planificarlos, seleccionar y priorizar

los mejores, entregarlos, mantenerlos con la máxima calidad y

mínimo uso de recursos y por supuesto aprender para mejorar

todo el ciclo de forma continuada en el tiempo.

Los elementos involucrados en la gestión pública son, ordenados por su

importancia: las personas, los procesos y la tecnología. En una ecuación

que busque soluciones a los problemas y desafíos en la mejora de la

gestión, deberemos siempre de tener en cuenta estos elementos

Buenas prácticas.

Las buenas prácticas son una recopilación de técnicas, marcos de

referencia, métodos, procesos que han sido probados y general y

globalmente aceptados en ámbitos de gestión, cumpliendo con estándares

altos de calidad con las disciplinas a las que están subscritos.

Las buenas prácticas son usadas en cualquier sector o industria y en cada

disciplina profesional.

Las buenas prácticas son un elemento necesario e imprescindible en las

iniciativas de mejoría en la gestión, porque permiten aprovechar el

conocimiento adquirido por la humanidad en una ciencia o disciplina

concreta y facilitan su adopción en nuestra organización.

Prescindir de las buenas prácticas significa improvisar mejores formas de

hacer las cosas desde un punto sin referencia y esto se hace complejo,

ineficiente y sin sentido.

Las buenas prácticas presentadas en este libro están orientadas a las

disciplinas o procesos de gestión (cuerpos de conocimiento o normativos),

a las personas (certificaciones profesionales y marcos de trabajo

competenciales) y también a las organizaciones (modelos de madurez

organizativos).

Cuerpos de conocimiento/normativos.

Cuando existe un número importante de buenas prácticas relativas a una

práctica de gestión, se estructuran y recopilan en cuerpos de conocimiento

o normativos. Existen organizaciones (normalmente sin ánimo de lucro)

que cuidan por mantener y actualizar los normativos de buenas prácticas.

De todas las buenas prácticas que presento en este libro, las orientadas a

los procesos son las más evolucionadas. Existen multitud de normativos en

gestión en áreas tales como: gestión de la calidad, gestión de costes y

contabilidad, gestión financiera, gestión de proyectos, gestión de servicios,

análisis de negocio, etc… Su misión es la de mejorar los procesos de

gestión, aportando un marco de referencia, técnicas, métodos que

garantizan tener las mejores herramientas para realizar la gestión.

La siguiente tabla muestra algunos ejemplos de cuerpos de conocimiento

o normativos que se van a describir a lo largo de este libro.

Cuerpo de conocimiento Práctica de Gestión Balanced Scorecard Planificación Estratégica

Project Management Body of Knowledge

Gestión de Proyectos

Government Extension to PMBOK Gestión de Proyectos

Portfolio Management Gestión de Cartera de

Proyectos

Business Analysis Body of Knowledge Análisis de Negocio

Activity Based Costing Gestión de Costes

Modelo Triple Restricción A (Borrador) Gestión de Personas

Gestión Colaboración Ciudadano (Borrador)

Gestión de la relación con ciudadano.

Certificaciones profesionales y marcos de trabajo competenciales.

Orientadas a las personas han evolucionado, muchas veces auspiciadas

por las organizaciones que velan por la actualización de los normativos, las

certificaciones profesionales. Las certificaciones profesionales están

ampliamente extendidas y tienen como objetivo garantizar el

conocimiento y experiencia de las personas en una práctica de gestión

dada. Por citar algunos ejemplos.

Certificación Profesional Práctica de Gestión BSMP- Balanced Scorecard Master ProfessionalTM

Planificación Estratégica

PMP®-Project Manager Professional Gestión de Proyectos

PgMP®-Program Management Professional Gestión de Programas

RMP®-Risk Management Professional Gestión de Riesgos

CBAP®-Certified Business Analysis Professional Análisis de Negocio

CGFM-Certified Government Financial Manager Gestión Financiera

CBIP®-Certified Business Analysis Professional Analítica Avanzada

Las certificaciones profesionales están teniendo una penetración muy

amplia en todas las industrias, también en la pública. En muchas

ocasiones, las personas o las organizaciones empiezan a tener en cuenta

estas certificaciones para los equipos de trabajo de forma directa, en otras

ocasiones, los estudios técnicos y de post grado tienen en cuenta

asignaturas que facilitan el acceso a este tipo de certificaciones.

Con una perspectiva orientada a las organizaciones y a las personas

también empiezan a evolucionar los marcos de trabajo competenciales.

Los marcos de trabajo competenciales están orientados a establecer una

referencia en atributos de competencia en las personas, o lo que es lo

mismo, proponen buenas prácticas que definen que destrezas, o

conocimientos deben de tener las personas para desarrollar con solvencia

una disciplina concreta de gestión.

Los marcos de trabajo competenciales están en un estado de desarrollo

inicial pero tienen mucho sentido en su evolución porque permiten utilizar

las mejores prácticas en la relación con las actitudes y aptitudes de las

personas en la búsqueda de maestría u oficio con la relación a su trabajo.

Existen algunos marcos con cierto desarrollo, por ejemplo el PMCDF-

Project Manager Competency Development Framework del PMI®, que está

en su segunda edición y otros, por ejemplo orientados a la gestión de

costes, planificación estratégica, etc. Que están en vías de desarrollo.

Modelos de madurez en la Organización.

Los Modelos de Madurez Organizacional son marcos de buenas prácticas

de referencia utilizados para evaluar y medir el desarrollo de las prácticas

de gestión dentro de las organizaciones.

Si los cuerpos de conocimiento están orientados a los procesos y los

marcos de trabajo competenciales y las certificaciones a las personas, los

modelos de madurez están orientados a garantizar que todos los

elementos de un cambio están alineados y a medir que el cambio se está

produciendo en la organización.

Los primeros modelos de madurez aparecen a finales del siglo XX , como

es el caso de CMM-Capability Maturity Model, quizás uno de los más

populares y mayor éxito gracias a que está orientado la mejoría de los

procesos y la organización con respecto a la ingeniería del software.

Desde su aparición, ha dado lugar a replicar su estructura a otros entornos

de la gestión, tales como el financiero, la gestión de proyectos, seguridad,

analítica avanzada etc. e incluso a la evolución de otras vertientes de

gestión más especializadas dentro de su alcance en los sistemas de

información.

¿Cómo funcionan?

Los modelos establecen distintos niveles de “madurez” dentro de las

organizaciones con respecto a la gestión de determinados elementos o

prácticas. Aunque cada modelo establece unos nombres para las prácticas

y niveles, todos los modelos guardan una relación común en su estructura

y objetivos de sus distintos elementos. Podemos distinguir los siguientes

niveles:

Nivel Inicial. Las prácticas y los procesos son impredecibles. Cada persona

dentro de la organización los desarrolla de una forma totalmente

arbitraria donde no existe una norma. Los procesos y las prácticas no son

controlados y se desarrollan en la organización de forma reactiva.

Nivel Normalizado. Los procesos y prácticas han sido bien definidos y toda

la organización trabaja con un mismo método. Este nivel permite tener

denominadores comunes y por tanto habilita a la organización para poder

medir lo que hace.

Nivel Medido. La organización tiene métricas asociadas a los procesos que

permiten medir su nivel de ejecución y el grado de calidad de los

resultados.

Nivel Controlado. La organización tiene mecanismos para monitorizar la

ejecución de forma que puedan asegurar que los objetivos ocurren dentro

de rangos de calidad aceptables.

Nivel de Mejoría Continua. La organización es proactiva en la ejecución,

previsible en los resultados y cuenta con mecanismos que facilitan un

proceso de aprendizaje y mejora continuada.

Añadido a los niveles, los modelos de madurez tienen los siguientes

elementos:

Buenas prácticas: Identifican, en el área de gestión a la que hagan

referencia, la mejor forma reconocida por la industria para alcanzar un

determinado resultado u objetivo.

Capacidad: Competencia especifica que tiene que existir en la organización

para ejecutar las buenas prácticas y obtener los resultados.

Resultado: producto final de aplicar las prácticas

Métrica: Criterios que la organización determina para verificar si el

resultado entregado existe y en qué grado de calidad existe.

En los últimos años han aparecido modelos de madurez cubriendo un

espectro bastante amplio de la gestión, desde la planificación estratégica

hasta la gestión de procesos, pasando por multitud de prácticas y

disciplinas. La siguiente tabla expone algunos.

Modelo Practica de Gestión

CMMI-Capability Maturity Model Integration Procesos

SMMM-Strategic Management Maturity Model Gestión Estratégica

OPM3-Organizational Project Management Maturity Model

Gestión Cartera de Proyectos

FCMM-Full Cost Maturity Model Gestión de Costes

BIMM-Business Intelligence Maturity Model Analítica Avanzada

PLMMM-Product Lifecycle Management Maturity Model

Ciclo de Vida de la Inversión / Producto

CRM3-Customer Relationship Management Maturity Model

Gestión Clientes

Escoger o adaptar un normativo de modelo de madurez en una

determinada práctica garantiza tener un marco de referencia probado y un

ahorro considerable de tiempo al no tener que crear uno desde cero.

Una evaluación inicial en un proyecto interno de mejora en nuestra

organización va a permitir tomar una fotografía, en un momento dado, de

la situación actual de determinadas buenas prácticas. Habitualmente los

modelos son herramientas que también ayudan a diseñar la hoja de ruta

de una iniciativa de mejoría.

Aprovechamiento de las buenas prácticas.

Animo a todas las personas que estén iniciando un proyecto de mejoría de

gestión en su organización a que investiguen a todos los niveles acerca de

la evolución de las buenas prácticas existentes en el mercado. Adaptar una

referencia general y mundialmente aceptada siempre va a ser mucho

mejor que comenzar desde cero.

A lo largo del libro voy a describir de forma simultanea algunas

experiencias y anécdotas provenientes de sector privado y del público.

La innovación en la gestión tiene una gran cantidad de referencias en el

sector privado, sobre todo porque una gestión inmadura tiene

consecuencias en el corto plazo, pero no olvidemos que cuando se trata de

gestión en un volumen importante de recursos, o es necesaria una

solvencia sobresaliente en un determinado ámbito, entonces aquí la

gestión pública no tiene competencia.

Por poner un ejemplo, lo que considero la técnica más avanzada de

control de proyectos, denominada EVM-Earned Value Management o

Gestión del Valor Ganado comienza a ser utilizado por el gobierno

norteamericano en proyectos de defensa allá por principios de los sesenta,

hasta convertirse en una técnica mundialmente conocida y aceptada en el

mundo civil allá por la década de los ochenta. ITIL-Information Technology

Infraestructura Library, Librería de Infraestructura para las Tecnologías de

la Información fue un marco de buenas prácticas, en relación a los

sistemas de información, creado por el gobierno británico para establecer

las mejores prácticas gubernamentales en la gestión de servicios en

tecnologías de sistemas de información. ITIL es hoy el marco de trabajo

más aceptado internacionalmente y usado ampliamente por

organizaciones públicas y privadas a nivel mundial.

A pesar de que existen muchos debates en la calle acerca de las

diferencias entre la gestión pública y la privada, la realidad objetiva es que

existen más similitudes que diferencias. Tomar consciencia de esto nos

permitirá no limitarnos a la hora de usar mejores formas de hacer las

cosas.

Resumen de las similitudes:

Las dos organizaciones necesitan la gestión para responder a los

compromisos con sus clientes;

Las dos se encuentran en un entorno competitivo;

Obtienen ingresos, tienen gastos para mantenerse y realizan

inversiones para transformarse;

Por último, las dos hacen negocio.

Resumen de las diferencias:

Una obtiene lucro para sus accionistas, la otra no.

Diagnóstico de la situación actual.

El diagnóstico realizado en este apartado se basa en estas dos

perspectivas:

La primera es una mirada objetiva que toma como referencia los

estándares presentes de la gestión en las prácticas que propone

evolucionar este libro.

La segunda perspectiva se basa en el juicio de experto y en la

observación de la situación actual en las prácticas de gestión

comentadas.

El diagnostico se enfoca en identificar debilidades, porque son estas

debilidades las que nos van a permitir identificar oportunidades de

mejora.

Un alto grado de madurez en la gestión considera un estado en las

organizaciones donde estas planifican objetivos, los miden y los controlan,

es decir, son previsibles con los resultados y por último, están habilitadas

para aprender y mejorar.

La improvisación.

Improvisar significa hacer algo pronto, con los medios que se tiene al

alcance, frecuentemente se hace con poca amplitud o visión y sin una

organización científica.

La improvisación y la falta de planificación es una constante a todos los

niveles en la gestión pública. Lo considero un mal general e independiente

si hablamos de la gestión en los procesos, de las personas o incluso de la

tecnología.

La improvisación es la causa más importante de nuestra inmadurez. Existe

un alto grado de improvisación, que es el mayor enemigo de nuestra

máxima en la gestión, que es ser previsible con los resultados.

Se improvisa desde cuestiones importantes, como es la planificación

estratégica. La planificación estratégica de las organizaciones públicas a

menudo carece de detalle y rigor y resulta una mera lista categorizada de

ideas u objetivos estratégicos.

Improvisamos con las políticas, leyes, normas, procedimientos, que

habitualmente están orientadas a normalizar o estandarizar como

queremos que se hagan las cosas, pero muy pocas veces describen

elementos que contemplen sus objetivos, a los que atienden de forma

estratégica y como estos se van a medir y controlar.

Cuando se pone en marcha una iniciativa o inversión se improvisan las

justificaciones improvisando los beneficios al ciudadano y a la comunidad.

En lugar de intentar hacerlos tangibles y cuantificarlos, a menudo nos

conformamos con una colección de beneficios intangibles, lo que nos

impide priorizar las inversiones, medir su éxito en la entrega, medir sus

beneficios y aprender para mejorar.

A veces, la improvisación es consecuencia de la falta de competencia u

oficio en la gestión y esta última, de falta de alineamiento entre los

estudios que practican los funcionarios y políticos y las necesidades reales

actuales de prácticas de gestión en la administración pública.

La improvisación es impulsada por el propio sistema, que pone límite en el

tiempo para dar respuestas a los nuevos desafíos y dificulta en muchas

ocasiones realizar una estrategia y planificación de largo alcance.

La organización y las personas.

Las estructuras organizativas públicas que hemos creado para dar

respuesta a los problemas de los ciudadanos son extremadamente

complejas y esto presenta una debilidad y una limitación importante a la

hora de buscar nuevas formas de mejorar. Nuestras organizaciones

parecen telas de araña tejidas por competencias que se cruzan, incluso

que se duplican.

Las organizaciones, además, están gestionadas por partidos con distintos

ideales y sin un plan común, lo que limitan de partida la mejora en la

gestión como visión global y de largo plazo.

A menudo las personas, y con ellas las organizaciones, confundimos el

proceso técnico de las soluciones, es decir, ¿Qué soluciones quiero poner

en marcha para dar respuesta a los desafíos y problemas de los

ciudadanos? Con el proceso de gestión de las soluciones ¿Cómo los pongo

en marcha? Mientras en el primero pueden importar los ideales políticos y

las formas de pensamiento, en el segundo, las formas (buenas prácticas y

métodos de gestión) deben de ser únicos y comunes.

Una de las principales vías de garantizar el éxito en las iniciativas de

mejora en la gestión es la de contar con un patrocinio fuerte, que influya a

la organización para que evolucione en el uso de buenas prácticas. Pues

bien, encontrar un patrocinio fuerte en una organización como la actual es

una misión compleja.

Las organizaciones y las personas son inconscientes: las primeras de su

bajo grado de madurez en la gestión. La segunda de su incompetencia

para abordar los nuevos retos que plantea la sociedad. Ni a nivel general ni

particular existe ningún tipo de mecanismo que permita ganar consciencia

global de la necesidad de mejorar y también de cómo hacerlo.

El marco de normas en la organización pública ha creado un sistema

jerárquico piramidal y autoritario. Este sistema limita la realización

profesional de las personas y con esto la capacidad de mejoría en la

gestión.

Los líderes de las organizaciones son elegidos arbitrariamente, dejando a

la suerte la naturaleza de su liderazgo. Esto tiene unas consecuencias

nefastas, porque evitando la igualdad de oportunidades se destruye el

mejor impulsor de mejora conocido, que es la actitud y la motivación de

las personas. El sistema no trata a las personas con justicia, cuando las

personas son el único elemento con capacidad para mejorar el sistema.

Las personas tienen que ser conscientes de su lugar en la misión y en la

visión de la organización. Por la improvisación y por falta de una

planificación estratégica de calidad que desdoble objetivos y metas

generales de la organización hasta objetivos y metas particulares, las

personas no conocen en detalle el desafío de su trabajo y la aportación de

este como valor al ciudadano.

El uso de la tecnología.

La mayor debilidad actual del uso con la tecnología se encuentra en el no

aprovechamiento de las inversiones de innovación para toda la

comunidad. No aprovechamos las economías de escala en la compra y

adopción de tecnología.

La tecnología no tiene la prioridad adecuada, comúnmente se adquiere la

tecnología antes de que se adopten las buenas prácticas y se asimilen las

competencias necesarias en la organización.

La selección de la tecnología no es profesional y su adquisición se realiza

en paralelo con el proyecto de mejoría y sin unos requisitos técnicos de

bajo nivel que provengan de unos requisitos de negocio de alto nivel.

El ciudadano.

El ciudadano no ocupa en estos momentos el papel importante en los

procesos de mejora continua en la gestión pública y esta quizás sea la

debilidad o limitación más importante del sistema.

El rol del ciudadano es de mero espectador, con escasas herramientas

para colaborar con un sistema que debe de estar a su disposición. Esto es

una incongruencia muy grande, pues aísla al principal beneficiario del

sistema del propio sistema y de colaborar para mejorarlo.

Por otro lado, la organización pública gestiona en exclusiva los servicios del

ciudadano, sin rivalidad, de forma monopolística. Quizás sea complejo

añadir competidores a esta gestión, pero es sencillo añadir elementos de

evaluación y de cambio que provengan del principal cliente para impulsar

la mejora.

Conclusiones.

La improvisación es una constante en la gestión pública y esto genera falta

de control de nuestras acciones, falta de previsión y falta de mecanismos

que impulsen el aprendizaje y la mejoría. La improvisación trae

consecuencias nefastas para la credibilidad de la organización pública y

minimiza el beneficio para el ciudadano.

La estructura pública y su distribución de responsabilidades y

competencias limitan el aumento de madurez en la gestión por su

complejidad.

Las organizaciones y las personas mezclamos la formulación de ideas y

principios con la forma de desarrollarlas (gestionarlas) y la consecuencia es

que no separamos la gestión, que es independiente de ideales y de ideas y

la damos una visión de largo plazo para mejorarla.

El sistema organizativo contiene elementos que restringen y limitan el

liderazgo natural de las personas y la innovación en la gestión.

La inconsciencia juega un papel clave en las iniciativas de mejora. No

existen mecanismos en la organización para mantener a las organizaciones

y a las personas actualizadas en lo referente a la evolución de las buenas

prácticas de gestión.

No existe alineación entre las competencias de las personas y las

necesidades de competencia para la gestión pública.

La tecnología no es bien seleccionada, priorizada y aprovechada.

Perspectiva histórica.

Leyendo el diagnóstico anterior puede parecer que la situación actual

respecto a la gestión tiene mucho que mejorar. Esto es así. No nos

podemos engañar.

Ahora bien, debemos de reconocer nuestros progresos viendo este

problema con cierta perspectiva histórica y sobre todo, pensar que es tan

grande la inmadurez actual como la oportunidad que tenemos de construir

un futuro mejor gracias a gestionar mejor los recursos con los que

contamos.

Si hemos llegado a una situación de bienestar y fraternidad como la que

no hemos tenido nunca en el pasado, con una gestión común pública

inmadura, pensemos en la cantidad de cosas maravillosas que podemos

llegar a hacer si la mejoramos.

La gestión integral y la organización nunca han sido una prioridad en

España y esto puede ser razonable. Para ser benévolos con el diagnostico

actual pensemos que, hasta casi la actualidad, el foco nunca ha estado en

gestionarnos y organizarnos mejor, pues nuestra atención quizás haya

estado más orientada a cubrir necesidades más básicas en una escala de

valores, donde imperaba más el conseguir las cosas, que el hacerlo con un

grado de calidad, amplitud o eficiencia altas.

Salimos de una época de podredumbre consecuencia de una crisis

económica y una guerra mundial en la década de los cuarenta.

También hemos salido de un sistema autoritario dictatorial.

Hemos estado preocupados de la producción de bienes y materias primas,

de su calidad, de su transporte, del fomento público de infraestructuras

adecuadas para atender necesidades básicas, alimentos, agua.

De cubrir derechos básicos como el derecho a la educación y una sanidad

pública de calidad.

Hemos lidiado con varias transiciones organizativas importantes, con la

constitución de la Comunidad Europea, con el estado de autonomías. Con

la puesta en marcha de un marco de entendimiento importante, como es

nuestra Constitución.

Estamos viviendo una transformación en la que intereses globales entran

en conflicto con intereses locales; una revolución de la tecnología de la

información que han convulsionado en la forma en la que vivimos y en la

forma en como nos relacionamos.

El cambio en las últimas décadas ha sido espectacular, debemos de

reconocerlo y sentirnos orgullosos por nuestros avances.

Ahora bien, en el camino han quedado sin resolver algunas cuestiones de

sostenibilidad en el largo plazo con nuestra forma de vida y la oportunidad

de haber hecho más por menos y quizás con ello contribuir solidariamente

a que lo mejor de nuestro modo de vida se extienda a otras comunidades

que por distintas circunstancias no han evolucionado como nosotros.

La oportunidad para hacerlo está intacta y hoy puede ser un buen

momento para cambiar las cosas.

Lo único que limita a un individuo a mejorar es el fin de su existencia. La

ventaja de las organizaciones es que no tienen esta limitación, porque

pueden estar siempre vivas y por tanto habilitadas para la mejoría. Es

cierto que son las personas los impulsores de nuevas ideas de mejoría

pero son las organizaciones y su entorno quienes reciben los beneficios.

Una visión de futuro.

Una gestión pública madura habilitara a las organizaciones para ser más

previsibles, a maximizar el uso de los recursos disponibles y a aportar

mayor beneficio al ciudadano. Además, habilitará a la organización para

aprender y mejorar de forma continuada.

Solamente ganando consciencia de la necesidad de mejorar, aportando el

sentido común y las buenas prácticas en relación a las personas, los

procesos, la organización y uso de la tecnología, seremos capaces de

alcanzar el reto de una gestión madura.

Con la organización.

Consensuaremos un modelo organizativo más favorable al liderazgo

natural y la realización profesional de las personas en conjunto con los

objetivos de la organización.

Los desafíos nos van a retar a buscar mejores formas de organizarnos más

simples y eficientes, donde sea más fácil poner en marcha iniciativas de

mejora y realizarlas.

Debemos de buscar un compromiso con todas las partes para que la

mejoría en la gestión sea independiente de ideales y se planifique en el

largo plazo.

Crearemos una institución que nos permitan ganar consciencia colectiva

sobre la necesidad de avanzar en la adopción de buenas prácticas de

gestión en todos los elementos: competencial con las personas, de

madurez con las organizaciones, de normalización y control con los

procesos, en la adopción de tecnología. Del mismo modo, servirán para

garantizar que las buenas prácticas están actualizadas y adaptadas al

tiempo y las circunstancias en las que vivimos y de verificar de forma

objetiva que el cambio se produce.

Ciudadano.

El ciudadano estará en el corazón de la gestión pública. A través de las

nuevas tecnologías se creara una plataforma de colaboración que permita

una relación colaborativa con el ciudadano: transparencia total en la

gestión, evaluación de las políticas y servicios en búsqueda de mejorar una

gestión pública monopolística, la gestión de los servicios de forma digital y

que dotara a los ciudadanos a crear comunidades colaborativas que

posibilitaran el debate e impulsaran el cambio cuando sea necesario.

Se modificara el actual sistema presupuestario e implantaremos una forma

de gestión basada en los beneficios a los ciudadanos. Se priorizaran las

inversiones y los gastos en función de los beneficios. A menor coste y

mayor beneficio, mayor prioridad. Intentaremos eliminar elementos

subjetivos cualitativos en las tomas de decisiones por elementos objetivos

de rigor más cuantitativos.

Nuestro aprendizaje y mejoría estará centrado en el ciudadano.

Impulsaremos sistemas de analítica avanzada orientados al ciudadano, que

nos permitan entenderle mejor, para dar mejores respuestas a sus

necesidades.

Personas.

Buscaremos caminos para que las personas cumplan con su realización

profesional en el cumplimiento de una visión común con la organización

pública y adquieran un compromiso que les permita ganar competencia

para sus nuevo roles en la organización.

Las personas van a ganar consciencia de que son los únicos elementos de

cambio y se van a preparar para emprender con éxito iniciativas

ambiciosas de cambio.

Tecnología.

Veremos la tecnología como un impulsor y como herramientas de soporte

a las buenas prácticas que ponen en marcha las personas. La

empezaremos a ver como un medio y no como una finalidad.

Debemos de buscar nuevas formas de aprovechamiento de las inversiones

en tecnología. Existirán modelos estratégicos mixtos, que por un lado

permitan aprovechar los recursos de iniciativas ambiciosas globales con la

eficiencia y adaptabilidad a las necesidades locales.

Mejoraremos el diseño y selección de tecnología utilizando mejores

prácticas que las actuales.

Daremos mayor prioridad a los sistemas analíticos, porque son los únicos

que nos van a permitir medir y controlar lo que hacemos y los únicos que

nos van a permitir aprender de nuestros errores para mejorar.

Las personas componen la organización, impulsan el cambio para mejorar,

crean la tecnología, las buenas prácticas. Las personas son todo.

2 LAS PERSONAS SON IMPORTANTES.

No soy consultor de personas, sin embargo observo lo que pasa a mí

alrededor y la mayor parte del tiempo veo lo injustos que somos con

nosotros mismos, y como, con esta injusticia, nos limitamos para mejorar.

Las organizaciones quieren dar importancia a las personas en el contexto

de su gestión y del cambio y en la mayoría de las ocasiones nos

encontramos con organizaciones que no están preparadas o que no tienen

los mecanismos y buenas prácticas para acometer este desafío.

En este capítulo trato de explicar algunos errores que nos encontramos en

las organizaciones y describo un modelo de buenas prácticas que he

creado para ayudar a reflexionar sobre mejores formas de hacer las cosas

alrededor de la gestión de las personas.

En 1995 comencé mi carrera profesional en Cadbury Schweeppes PLC.

Cadbury era el primer fabricante de confitería mundial y el tercer

fabricante de bebidas (no alcohólicas), solo por detrás de Coca-Cola y del

grupo Pepsi. Cadbury tenía cerca de 2.000 trabajadores en España y casi

40.000 a nivel mundial. Su sede estaba en Londres y crecía a un buen

ritmo tanto orgánicamente como a través de adquisiciones. Estuve casi 12

años trabajando en Cadbury en Europa, y la verdad es que lo adoraba. Con

el tiempo notaba que se terminaba una etapa y abandone la compañía

que me había visto crecer profesionalmente, con una cantidad de

recuerdos y experiencias muy enriquecedoras.

La ilusión en los primeros años fue bastante grande, pude involucrarme en

la mayoría de proyectos interesantes en el área de sistemas de

información, desde la primera implantación de SAP r/3, hasta los

innovadores programas de negocios electrónicos, telecomunicaciones,

gestión basada en procesos, etc… Cadbury selecciono por aquel entonces

un grupo de personas en el que me incluyeron. El objetivo era construir la

próxima generación de líderes de la organización, un grupo diverso de

personas a las que intensificaron al máximo su formación y cultura

empresarial basada en la generación del valor para los accionistas (Value

Based Management), que empezaba a estar de moda por aquel entonces.

A este proceso lo llamaban gestión del talento, desde el departamento de

recursos humanos.

Fue al quinto o sexto año de estar trabajando que propuse a mis jefes

pasar a otra área donde yo creía que podría aportar mayor valor a la

organización. El trabajo que habíamos realizado en mi departamento fue

bueno y situaba los servicios que ofrecíamos a nuestros clientes internos

en un buen grado de optimización, necesitaba personas para mantener el

trabajo pero no una evolución que requiriese de un perfil como yo

consideraba que era el mío. Esta solicitud fue tan mal recogida por la

dirección financiera, que si no hubiera sido por mi jefe directo, que me

apreciaba y me ayudo a integrarme en un área internacional en un puesto

en el Reino Unido, probablemente mi historia hubiera cambiado dentro de

Cadbury.

Estaba entonces en el lugar donde se cocinaban las cosas más

importantes. Estuve inmerso en un gran programa de transformación muy

interesante con foco en los procesos de negocio. Logré aprovecharlo al

máximo y la evaluación de mi rendimiento paso de fuerte (strong) a

sobresaliente (outstanding) en la evaluación realizada por mis jefes y

compañeros en los dos últimos años. Esta evaluación tenía en cuenta el

alineamiento con los valores de la organización. Algunos todavía los

recuerdo bien, entre otras cosas porque era la forma de medir tú

aportación y tú compromiso con la organización y además de la forma de

compensar económicamente tú sobreesfuerzo con un componente

económico variable. Algunos valores eran Adaptable (Adaptable), Assertive

(Asertivo), Forward Thinking (Pensamiento Positivo).

Yo deje Cadbury en 2003. En 2010 Kraft Foods, segunda compañía de

alimentación en el mundo por volumen de negocio, adquirió Cadbury

Schweeppes y lo integro dentro de su grupo.

De mi etapa en Cadbury solo tengo buenos recuerdos, pero también

algunas lecciones aprendidas con la gestión de las personas. Estas

lecciones aprendidas me permitieron tomar conciencia tardía de porque

terminó esta etapa.

Los errores de buenas prácticas con las personas los he visto

sucesivamente en otras organizaciones durante mi carrera y esto me ha

permitido reflexionar sobre este tema tan importante y divagar un poco

como consultor acerca de la solución a este desafío con la gestión de

personas, que desde mi punto de vista, está todavía lejos de resolverse.

Algunas conclusiones:

Por empezar por la última, una organización no puede plantear un modelo

de cambio con las personas y prestar solo atención en el alineamiento de

los valores de la organización, olvidando detalles tan importantes como la

las aptitudes y el alineamiento de las personas con los objetivos

estratégicos. La visión de Cadbury con las personas fue, como muchas

otras de su especie, dirigidas por personas que su principal impulso era la

generación de valor a través de generar mayor dividendo para el

accionista y por eso los modelos que proponían, que se denominan en

inglés top-down o hacia abajo, era modelos donde la importancia radicaba

en decir como las personas se tienen que comportar para los objetivos

económicos generales, olvidando y dejando aparte sus motivaciones, sus

capacidades, su naturaleza y algunas variables que a la postre resultan ser

significativas, sino las más importantes.

Cuando propongamos modelos de evaluación del rendimiento y cambio

pensando en las personas, mi lección aprendida allí fue que debemos de

pensar en las personas, en su felicidad dentro de la organización, en sus

intereses, en su capacidad para hacer el cambio. Los modelos deben

también de tener una perspectiva bottom-up o de abajo arriba, de las

personas hacia la organización. Bien es cierto que en los cambios la

organización (el grupo) y su misión y visión prevalecen a los intereses de

las personas individuales, pero si no somos capaces de tener en cuenta

todas las variables que influyen en los cambios y alinear expectativas de

las personas con la organización y viceversa, será muy difícil que podamos

gestionarlas y tener éxito en nuestro desafío.

Como líderes de las organizaciones debemos de darnos cuenta de que, en

algunas ocasiones, y por mucho que nos empeñemos, los planes de las

organizaciones y la realización profesional de las personas no son

compatibles. Como he dicho antes, ante un conflicto de intereses de este

tipo, el bien común está por delante de un bien personal. Esto no quiere

decir que no seamos humanos para entender de forma abierta una

circunstancia de este tipo y obrar en consecuencia.

Otra lección aprendida. Existen estudios científicos que demuestran que

las personas, cuando nacen, ya llevan en su adn algunas aptitudes e

inteligencias impresas, que obviamente más tarde se desarrollan o

potencian.

Pienso que es una carencia de un líder no identificar los talentos de las

personas para que encajen con nuestras iniciativas. No podemos

discriminar con una palabra como talento al resto de personas que no se

encuentran en unas determinadas circunstancias. Uniformizar la gestión

para que todo el mundo sea semejante es cruel y desproporcionado y hace

un daño enorme en las iniciativas donde las personas tienen que hacer el

cambio.

Una buena organización y un buen líder está en gran parte al servicio de

las personas que trabajan con él y una de sus tareas es buscar y potenciar

los talentos de las personas, para hacer un encaje perfecto entre las

iniciativas de cambio y las capacidades de las personas con las que cuenta

para acometer su misión.

Con los años y con la experiencia que me ha dado trabajar con personas

diariamente, acredito que con el marco adecuado pensando en las

personas, las personas pueden hacer cosas excepcionales, que ni

imaginamos, por el bien común.

Las organizaciones necesitamos un marco que tenga en cuenta a las

personas y que las tenga en cuenta en el largo plazo en la visión con la

organización. El marco debe de velar por la realización de los objetivos de

la organización y tener en cuenta la realización profesional de las

personas. Estas deben de estar alineadas. Debe de tener en cuenta las

competencias necesarias en las personas para realizar su trabajo de la

mejor forma posible y por último, no limitar, impulsando a las personas a

buscar el aprendizaje y la mejoría con la mejor actitud.

Si un modelo de cambio no tiene en cuenta a las personas solo está

abocado al fracaso. Si un modelo de cambio tiene en cuenta a las personas

y no tiene en cuenta todas las variables se puede convertir en un modelo

ineficiente y carece de valor para impulsar el cambio.

El modelo de triple restricción A.

Definición modelo Triple A.

El modelo de buenas prácticas de triple restricción A está orientado a las

personas en relación con la estrategia.

Su misión es proporcionar un marco de trabajo de amplitud que permita

realizar políticas orientadas a que las personas den lo mejor de sí mismo

por el bien común en las iniciativas de cambio y proporcionar

herramientas para poder medir y controlar la disposición de la

organización de forma objetiva en relación al cambio.

Es de creación propia y como en el resto de las buenas prácticas, no se

puede considerar definitivo, sino con un marco de trabajo de referencia

para construir una solución definitiva para cada organización e iniciativa

de cambio.

¿Qué significa Triple A?

La triple restricción tiene que ver con el hecho de que si alguna de estas limitaciones o restricciones es lo suficientemente débil o no la convertimos en una fortaleza, puede impactar de forma negativa en el resto y por tanto en la iniciativa común. La triple restricción propone un modelo de buenas prácticas que va a permitir hacer un balance de forma positiva entre ellas y la organización de la iniciativa.

La primera restricción es la aptitud. Si estamos proponiendo un cambio en

la gestión de nuestra organización y el equipo de trabajo no tiene la

capacidad técnica para desarrollar esta función o no cumple con un nivel

de calidad mínimo con los procesos y buenas prácticas propuestas esto

crea una limitación para el cambio.

La segunda restricción es la actitud tiene que ver en cómo impacta nuestra

disposición, estado de ánimo, motivación, compromiso y en definitiva,

como de felices y realizados podemos ser conviviendo y trabajando por el

cambio de la organización.

La tercera y última restricción tiene que ver con el alineamiento o la

consciencia individual sobre el lugar que ocupas en el proyecto y la

aportación que podemos realizar a la visión estratégica de la organización.

¿Qué evalúa?

El modelo evalúa la preparación y la posición del equipo y de las personas hacia el cambio, utilizando una métrica sencilla que va desde el 1 al 4, donde, donde uno significa una actitud reactiva y una aptitud y alineamientos insuficientes. Por el contrario, un cuatro significa una actitud proactiva y una aptitud y alineamiento sobresalientes.

¿Cómo evalúa?

Las cuestiones más subjetivas como la actitud de las personas o el

alineamiento con la organización se valoran de forma subjetiva,

puntuando sobre percepciones de los evaluadores.

La aptitud se realiza de forma más objetiva ya que tanto el conocimiento

técnico como el grado de cumplimiento de su trabajo con el contexto de

las buenas prácticas en los procesos se pueden calcular con un método de

cálculo empírico.

El modelo de gobierno para la gestión del cambio debe de establecer los

criterios para definir las competencias necesarias para cada perfil

profesional que es requerido en el cambio y el modelo de cumplimiento,

también incluido en detalle en el modelo de gobierno, definira una forma

objetiva de medir el rendimiento de su trabajo en contexto con las buenas

prácticas de la organización.

El modelo se basa en una evaluación 360º, donde participan diferentes

interesados que estén relacionados con las personas evaluadas, estos

pueden ser: clientes internos, compañeros de equipo, personas a quien

reportan, etc…

Para ser efectiva, la evaluación debe de ser periódica y debe de estar

sistematizada.

¿Qué valor entrega?

Los resultados deben de responder a dos cuestiones al conjunto de

interesados del proyecto de cambio:

Por un lado nos permitirá analizar si nuestro equipo, de forma total, está

en disposición de asistir al cambio o por el contrario puede ser un

elemento de resistencia.

Por el otro lado, una evaluación de detalle por persona, nos va a permitir

identificar las debilidades y poder tomar acciones correctoras individuales

que impacten positivamente en la evaluación fundamental, que es la

primera.

Ilustración 1.Esquema Evaluación Personal (Fuente: Elaboración Propia)

¿Cómo puede ayudar la tecnología?

La tecnología se debe de convertir en un elemento imprescindible a la

hora de sistematizar, automatizar y facilitar a todas las partes los procesos

de evaluación. Al mismo tiempo, la tecnología debe de proporcionar

información de calidad para el análisis y toma de decisiones.

La planificación estratégica es la única herramienta que permite gestionar

el camino desde la realidad hasta el futuro imaginado.

3 LA PLANIFICACIÓN DE LA ESTRATEGIA.

Denominamos planificación estratégica al proceso que realizan las

organizaciones para definir y ejecutar su misión y visión futura.

Del mismo modo que un patrón de barco no inicia un viaje sin planificar su

destino, nosotros tampoco debemos de improvisar el viaje de nuestra

organización en el tiempo. Si es usted un líder de una organización y no

planifica su estrategia, será semejante al patrón de barco que improvisa su

viaje, dejando a la suerte su destino. Ahora bien, la diferencia está en que

el capitán del barco puede plantear su viaje como un viaje placer y usted

esto no se lo puede permitir, pues tiene una responsabilidad y

compromiso con su organización y con los ciudadanos.

La planificación debe de ser una constante independientemente del

trabajo que realicemos e imprescindible en el pensamiento estratégico de

cualquier gestor público que se precie. Tanto si es usted un jefe de un

departamento, servicio, división, agencia, como si es un alto funcionario o

político, necesita planificar la estrategia de su organización.

Desafíos de nuestra organización.

Consciencia.

El primer desafío es el de ganar la consciencia de tener una solución que

integre y equilibre todos los elementos fundamentales de una correcta

planificación estratégica en contexto con su organización, el ciudadano y el

entorno.

Hoy por hoy, más del 90% de las organizaciones tienen iniciativas de

mejora que confunden con planificación estratégica. Esto da como

resultado un problema de inconsciencia, pues pensamos que tenemos las

soluciones adecuadas para afrontar el futuro de nuestra organización,

cuando no es cierto. Esto, además, añade un problema de desequilibrio

entre los distintos elementos fundamentales de una planificación real (los

ciudadanos, las personas que componen la organización y los procesos en

los que están involucrados y la visión económica y financiera) pues vemos

cada iniciativa de forma separada y no como una solución integrada.

Pensemos. ¿Quién de nosotros no ha estado involucrado en un proceso de

mejora de nuestra organización centrado en la mejora de procesos

(gestión basada en procesos, administración electrónica,) de

presupuestación o planificación financiera, de calidad (ISO, EFQM,

Evaluación calidad de los servicios) o de buen gobierno?

En mayor o en menor medida, todos hemos estado involucrados en este

tipo de iniciativas, posicionadas dentro de la organización como el

proyecto más relevante, incluso a veces, pensando que se trata de nuestro

plan estratégico.

Un plan estratégico debe de considerar todos los elementos de la

organización y equilibrarlos (ver la causa efecto de su interacción). Una

planificación estratégica aglutina a menudo varias iniciativas de las

comentadas anteriormente, pero estas iniciativas no son un plan

estratégico. Tomemos consciencia de esto.

Credibilidad

Existe un descredito por parte de la ciudadanía respecto a sus

representantes y una demanda cada vez más creciente de vías más

profesionales para gestionar los recursos públicos.

Esto, obviamente, también alcanza la planificación estratégica.

Para responder a qué provoca este descredito o falta de confianza solo

tenemos que leer un programa electoral de cualquier partido político, que

es el único documento tangible que podemos considerar una planificación

estratégica, o investigar y preguntar por una planificación estratégica de

cualquier institución pública. Nos daremos cuenta (salvo pocas

excepciones) que existen denominadores comunes en su planteamiento:

Falta de rigor y concreción en las soluciones propuestas.

Habitualmente se formulan de forma abstracta.

Falta de rigor en la definición de metas u objetivos.

Falta de mecanismos de medición, control y cambio de las

planificaciones estratégicas.

Falta de transparencia en la gestión.

La planificación estratégica debe de ser vista como una poderosa

herramienta que debe de dar respuesta a estas deficiencias y debe de ser

usada de forma que contribuya, no solo a objetivos de la organización,

sino también a estimular y mejorar la relación y la confianza con los

ciudadanos.

Alineamiento con la organización.

Seguramente que haya sentido en alguna ocasión que no tiene cohesión

con el grupo que lidera, o que cada individuo mira para un lado a la hora

de ejecutar sus quehaceres diarios; si tiene algunas ideas con carácter

estratégico puede tener la dificultad para definirlas de forma objetiva;

comunicarlas hacia abajo en su organización o tener la sensación de que el

tiempo está avanzando sin tener demasiado claro cuál es la aportación de

valor de su organización al ciudadano.

Estudios elaboradoras por el Instituto CMI-Cuadro de Mando Integral dan

dos datos reveladores sobre las organizaciones.

(1) Indican que menos del 5% de los colaboradores entienden la

estrategia;

(2) La tabla muestra la relación entre la comunicación,

entendimiento y resultados de la estrategia organizacional.

Organización Grandes

Resultados

Organización Resultados

Pobres

Empleados entienden las metas globales de la organización.

67 % 33 %

Gestores comunican eficazmente

26% 0 %

Tabla 1. Datos extraídos del libro Strategic Focus Organization

La falta de buenas prácticas en la concepción de los sistemas de

planificación estratégica, el rigor con el que se marcan los objetivos y la

comunicación de estos al resto de la organización se convierte en uno de

los principales desafíos de las organizaciones en la próxima década.

Las buenas prácticas de planificación estratégica deben de considerar

mecanismos para comunicar y medir la estrategia y posibilitar una

comunicación y alineamiento adecuado con los ambientes tácticos y

operativos de la organización.

Transformación.

La velocidad del entorno hace que las organizaciones se conviertan en

entes dinámicos para dar una respuesta inmediata a los ciudadanos, lo

que las convierte en prisioneras del presente. Muchas veces es inevitable

que el día a día acabe tomando prioridad sobre las iniciativas estratégicas

y comprometiendo los objetivos del futuro.

El desafío en este sentido está en tomar conciencia de este problema y en

buscar las herramientas necesarias para conciliar nuestro trabajo del día a

día con los objetivos de futuro marcados.

La planificación estratégica debe de usarse como herramienta para mitigar

este problema. La organización debe velar por que los servicios

mantengan los criterios de calidad y beneficios esperados mientras que la

planificación estratégica debe de tener una orientación clara a la

transformación de la organización y cumplimiento de sus objetivos

estratégicos y su visión.

Conclusiones.

Se estima que más del 90% de las organizaciones públicas no disponen de

una planificación estratégica integral de calidad.

La falta de una planificación estratégica es la principal causa de un pobre

rendimiento en las organizaciones y una de las principales causas a los

problemas que los líderes de las organizaciones se enfrentan diariamente.

Una planificación estratégica integral y de calidad se debe de convertir en

el principal desafío que los líderes de las organizaciones públicas van a

tener que implementar en la próxima década.

Los siguientes apartados de este capítulo van a explicar, a lo que a mi

modo de ver, se ha convertido en el marco de buenas prácticas de

referencia más adecuado para concebir y ejecutar una correcta

planificación estratégica. Esto es el Cuadro de Mando Integral ó Balanced

Scorecard de Robert S.Kaplan y David P.Norton

El Cuadro de Mando Integral (CMI) no excluye otras iniciativas con una

naturaleza orientada a la planificación estratégica. Es descrita en este libro

por su practicidad y por su éxito en la implantación en multitud de

proyectos a nivel mundial. El CMI, como otras buenas prácticas, es un

marco de referencia, que debe de ser adaptado a las circunstancias de

cada organización. Por último, los siguientes apartados no deben de ser

vistos como una guía para diseñar e implantar el CMI, para eso puede

existir bibliografía complementaria o personas con experiencia que

apoyen este proceso. Los siguientes apartados tratan de definir los

principales elementos del CMI y ofrece algunos consejos interesantes a

tener en cuenta en una iniciativa de esta índole.

Definición de Cuadro de Mando Integral (CMI)

El Cuadro de Mando Integral – CMI (Balanced Scorecard-BSC) es un marco

de trabajo y buenas prácticas que proporciona a las organizaciones la

capacidad de clarificar la visión, formular la estrategia y trasladarla a la

acción. [Definición Balanced Scorecard Institute]

Aunque existe cierta controversia sobre su origen, se suele atribuir a

Robert S.Kaplan y David P.Norton como las personas creadoras y con

mayor éxito en la divulgación del CMI.

El CMI se ha convertido en el marco metodológico de gestión de referencia

en la planificación estratégica de las organizaciones por su visión integral y

por su facilidad para implementarlo. Es la única herramienta de gestión

integral que tiene en cuenta todos los elementos de la organización en la

concepción de planificación estratégica y es la herramienta más poderosa

a la hora de comunicar y ejecutar la estrategia.

Los beneficios de su uso:

Permite formular y explicitar la misión, visión, valores y objetivos

estratégicos de la organización;

Permite alinear estos objetivos con iniciativas e indicadores

concretos;

Permite una comunicación efectiva con toda la organización y

desdoblar objetivos estratégicos de alto nivel con objetivos

tácticos y operativos a todos los niveles;

Planificar y alinear todos los elementos del negocio;

Habilita a la organización para ejecutar la hoja de ruta marcada, la

medición y control de su estado y una evaluación continua de

todo este proceso.

Obtener un control efectivo y aumentar la previsibilidad en los

resultados para ajustar la estrategia acorde con la hoja de ruta

establecida. Menor incertidumbre.

Ilustración 2. Imagen de las principales perspectivas del CMI.

Elementos de un CMI.

El CMI dispone, además de la concepción de la misión, visión y valores de

la organización, un mapa estratégico que formula las líneas estratégicas de

esta y como impactan y se equilibran en el cuadro de mando en sus

distintas perspectivas, que por defecto son: la financiera, la del ciudadano,

la perspectiva de los procesos internos y la del aprendizaje y crecimiento.

Ilustración 3.Elementos CMI (Fuente: BSC Institute)

La Misión

La misión debe de definir nuestra existencia, el por qué estamos aquí.

La misión debe de ser un elemento inspirador para todos los

colaboradores y fácil de entender por cualquier persona que necesite

percibir nuestro plan.

Misión: “Nuestra misión es ofrecer servicios de calidad a los ciudadanos y

de forma sostenible para crear un entorno pleno de oportunidades”

Los Valores

Los valores deben de ser el elemento que nos defina como grupo y los

principios en los que nos vamos a basar para alcanzar nuestra visión.

Los valores son también reglas de actitud y deben de ser reconocidos en

cada uno de los colaboradores de la organización como su ADN.

La elección sobre qué valores son prioritarios y cuales deben de ser

plasmados y explicados en el diseño del CMI por los principales

interesados y por el patrocinador de la iniciativa.

Tener un número alto de valores puede causar un efecto negativo al

dificultar su comprensión. Mi conclusión, después de los proyectos en los

que he trabajado, es que tener más de seis valores puede resultar

perjudicial a la hora de comunicar y hacer entenderlos en la organización.

Un ejemplo:

Responsabilidad con todo lo que hacemos y con el entorno.

Compromiso con la visión de nuestra organización.

Adaptable ante los cambios y los nuevos desafíos

Respeto con nuestro entorno y las personas

Pensamiento positivo con nuestra actitud.

La Visión.

La visión describe lo que queremos ser en el futuro como organización.

La visión se basa en nuestra misión proyectándola al futuro y en nuestros

valores, como impulsores en el movimiento.

La visión debe de ser explicita y factible.

La visión debe de reflejar un sentimiento común e inspirar al entorno y a la

organización.

Ejemplo:

Visión: “En el plazo de 5 años nuestro Hospital ocupara el primer puesto

en la autonomía en calidad de Servicio, con la mejor cartera de

especialidades de la comunidad y con una gestión sostenible de sus

recursos y el entorno”

La Estrategia.

Si la visión define el que queremos ser, la estrategia define en el plan de

cómo lo vamos a conseguir y cuál es el camino propuesto para alcanzarla.

La estrategia define distintos caminos denominados “Objetivos

Estratégicos”, que serán los pilares de la estrategia.

La definición de los objetivos estratégicos es base en el plan. Estos deben

de ser definidos de alto nivel y de forma abstracta, aunque deben de

comunicar de forma inequívoca las intenciones de las líneas maestras del

plan.

Un ejemplo puede ser el siguiente:

Cuadro de Mando Integral.

El mejor CMI debe de reflejar la estrategia de la organización para ser

comprendida por cualquier colaborador con solo mirarlo.

Las perspectivas de la estrategia.

El CMI define cuatro perspectivas o dimensiones a tener en cuenta dentro

de la estrategia que coinciden con los elementos más importantes e

influyentes en su consecución dentro de la organización.

Las cuatros perspectivas que el CMI original propone son las siguientes:

Ciudadano, Financiera, Procesos Internos, Aprendizaje y Crecimiento.

Ciudadano: Para alcanzar nuestra visión ¿Qué iniciativas debemos de

tomar y que imagen debemos de trasladar a la ciudadania?

Procesos Internos: ¿Qué procesos debemos de mejorar internamente

para alcanzar la visión, ser más eficientes y satisfacer a los

ciudadanos y colaboradores?

Financiero: ¿Qué recursos necesitamos para alcanzar nuestra visión?

Aprendizaje y Crecimiento: Para alcanzar nuestra visión ¿Qué

debemos de hacer para ganar la habilidad de cambiar y mejorar de

forma continua. Esta perspectiva tienen en cuenta el capital humano

de la organización, el informativo o de conocimiento y la propia

organización o su habilidad para sincronizar el proceso de mejoría

para alcanzar nuestra visión.

Estas perspectivas pueden ser modificadas, priorizadas o cambiadas hasta

que la organización pueda verse reflejada en ellas.

Mapa estratégico.

El mapa estratégico del CMI debe de explicitar las hipótesis de las

estrategias que el equipo gestor y de interesados en la estrategia han

discutido y consensuado.

El mapa estratégico es un gráfico que representa la estrategia de más alto

nivel y es ordenado por las distintas perspectivas seleccionadas. Las

distintas estrategias se relacionan con flechas causa-efecto para ver la

influencia que unas pueden ejercer sobre otras.

Ilustración 4. Ejemplo Mapa Estratégico (Fuente: elaboración propia)

Cuadro de Mando.

El cuadro de mando identifica el mapa estratégico y objetivos, medidas,

métricas e iniciativas para su cumplimiento.

Medidas / Métricas.

Las medidas y las métricas ponen objetivos explícitos, cuantificados y

medibles de lo que se debe de hacer para alcanzar los objetivos

estratégicos.

Es muy importante definir las métricas para que cumplan estos tres

criterios de calidad y definir cuáles son los pasos que se han dado para

definir cada métrica concreta ya que su medición y control futuro de la

evolución tiene que estar basada en los mismos criterios.

Algunas organizaciones han creado un diccionario que describe cada

indicador, que tiene como objetivo definir su cálculo, con que método y

periodicidad se va a evaluar su progreso, a que objetivos atiende y

finalmente ser una base de conocimiento para que cualquier persona

involucrada en el proyecto tenga información precisa y actualizada de su

estado.

Ser creativos y describir muy bien lo que hacemos es vital para aportar

objetividad en el plan y también para crear conciencia colectiva y

compromiso de todas las personas involucradas en la organización.

Para que un CMI sea razonable y alcanzable se recomienda que el número

de métricas no supere las 25.

Iniciativas. Son las acciones que se toman para alcanzar los indicadores

deseados y por tanto los objetivos estratégicos. Las iniciativas pueden ser

desde proyectos concretos, servicios, actividades, tareas concretas. Su

naturaleza para residir en el cuadro de mando es que tiene que ser

estratégico y su objetivo es contribuir para cumplir una meta específica.

Veremos, en el capítulo de gestión de inversiones, como estas iniciativas

pueden seleccionarse, alinearse con la planificación estratégica, ejecutarse

y medirse.

Ilustración 5.Ejemplo Cuadro de Mando (Fuente: elaboración propia)

¿Cómo se íntegra el CMI con otras iniciativas de gestión?

El CMI, como herramienta de planificación estratégica, va a convivir y

complementarse con otras iniciativas de mejoría en la gestión.

Ilustración 6.Esquema integración CMI otras iniciativas de mejora (Fuente: Elaboración propia)

Lo que el cuadro de mando NO es…

Una herramienta orientada al control de las operaciones diarias de la

organización. Algunas organizaciones han adaptado el CMI para este

objetivo. Si ha funcionado, perfecto, pero el CMI fue originariamente

pensado como una herramienta de transformación de las organizaciones y

no para medir el rendimiento de las operaciones diarias.

Un marco de buenas prácticas que se deba de seguir al pie de la letra. El

CMI es un marco de trabajo que debe de ser adaptado a cada

organización, su entorno, su cultura, etc… Copiar al pie de la letra el CMI

en su versión estándar es una de las principales causas de fracaso en las

iniciativas de cambio.

No olvidemos que un CMI no formula la estrategia. El CMI es solo un

vehículo que permite clarificar la estrategia y ejecutarla. La formulación de

las estrategias debe de provenir del conocimiento y experiencia de la

organización, del conocimiento del entorno, del diagnóstico de las

necesidades del ciudadano.

Existe una confusión habitual entre los conceptos Cuadro de Mando y

Cuadro de Mando Integral (CMI) y esto es debido a una traducción que da

pie a ello. CMI-Cuadro de Mando Integral es la herramienta para la

planificación estratégica y proviene de la traducción del Balanced

ScoreCard diseñado Norton y Kaplan y es el que estamos describiendo

aquí en este apartado. Cuadro de Mando es una herramienta de control

de gestión de las organizaciones que identifica métricas e indicadores

concretos organizados por una área o dirección concreta (finanzas,

sanidad, servicios sociales, cultura, etc…). Ambos pueden ser

complementarios, porque un Cuadro de Mando puede aportar

información que permita gestionar mejor una planificación estratégica. En

cualquiera de los casos CMI es un marco de buenas prácticas de

planificación estratégica. Un Cuadro de Mando es un sistema de apoyo a la

decisión.

El CMI está orientado a la estrategia. Por ejemplo: En la mayoría de las

planificaciones, un servicio de bomberos o de provisión de aguas en una

comunidad no deben de estar incluidos en la planificación, al no ser que

estos servicios tengan un interés estratégico en la planificación de largo

plazo de una comunidad. El CMI debe de ser una herramienta de

transformación estratégica y por tanto no debe de contemplar los

servicios que consideremos básicos, a no ser que estos tomen parte

importante en esta transformación.

Las inversiones unen la línea de puntos entre la misión y la visión.

4 LA GESTIÓN DE LA CARTERA DE INVERSIONES

A inicios de 2009 tuve una reunión con David Hansen, presidente de

capítulos del Instituto Internacional de Análisis de Negocio en Canadá

(IIBA-Internacional Institute for Business Analysis) para iniciar los trámites

de la creación del capítulo del IIBA en España. El IIBA es la organización

más avanzada en el desarrollo y divulgación científica del Análisis de

Negocio que trata de mejorar la gestión de las organizaciones en lo

concerniente a la selección de las inversiones más adecuadas y a realizar

una correcta gestión de sus requerimientos. En un punto de la reunión

pregunte a David por el significado real del análisis del negocio y él me

contesto lo siguiente: “Iván, debemos de ver las inversiones en las

organizaciones como un conjunto de flechas que se lanzan sobre una

diana, cuanto más se alejan las flechas del centro, el jugador se pone en

una mejor disposición para perder, al igual que si una organización no

acierta en las inversiones que elige o estas son mal definidas, la

organización tiende a desaparecer en detrimento de su competencia. Para

esto hemos creado las buenas prácticas del Análisis de Negocio, para

evitar justamente esto” La reflexión que hizo David para definir la práctica

del Análisis de Negocio a través de este ejemplo me ha servido muchas

veces para explicarlo a colegas y clientes y pienso que es una buena

introducción para lo que vais a leer en este capítulo.

En el punto final, la conclusión es bastante sencilla: debemos de

seleccionar e invertir en las ideas que con el menor coste contribuyen con

mayores beneficios a los ciudadanos en el contexto de una estrategia.

Debemos, además, de definir muy bien el producto/servicio de la inversión

para que este pueda ser entregado en plazo y en calidad y cumpla con las

expectativas y beneficios estimados cuando ha sido seleccionado.

El objetivo y única finalidad de una inversión es contribuir de forma

excepcional y positiva en la transformación de una organización con un

beneficio alineado con la estrategia y por ende, entregado al ciudadano.

Si los gastos sirven para mantener una organización a flote, las inversiones

existen para transformarla de forma notoria, consiguiendo beneficios en la

vida útil del bien en el que se invierte.

Las organizaciones con una gestión de primera tienen un gasto óptimo y el

peso de las inversiones de transformación es mayor.

Las inversiones entregan productos, servicios, resultados únicos. Estos se

definen de antemano y al justificar su compra estamos justificando la

inversión.

Una vez definidos los productos/servicios y justificados aparecen los

proyectos, que son esfuerzos temporales orientados a poner en marcha o

entregar los productos o servicios. En las organizaciones muchas veces

mezclamos los términos y la mayoría mezclamos los distintos elementos,

lo que hace que mezclemos las buenas prácticas para entregar las

inversiones, con el consiguiente impacto negativo en el rendimiento de su

puesta en marcha.

Si una inversión no trae beneficios, entonces el coste de oportunidad es

alto. Si de forma sistemática, las inversiones no traen beneficios, o estos

no son los esperados, entonces la organización se imposibilita así misma

para alcanzar su visión de futuro.

Existen dos vertientes de evaluación de las inversiones. La primera, que es

la que comúnmente se realiza, responde a como ha sido entregado el

proyecto en su famosa triple restricción (calidad, coste, tiempo). De aquí

se desprenden juicios normales, como “el proyecto ha salido bien”,

“hemos cumplido con los costes”, “solo ha habido un retraso de x meses

con el proyecto”, etc…

La otra vertiente de evaluación, que existe con menos frecuencia, debe

analizar lo que a mi forma de ver es más importante para la organización.

Las respuestas que tenemos que conseguir tienen que ver con alguna de

estas preguntas: ¿Ha contribuido la inversión con los beneficios que

esperábamos? ¿Resuelve los problemas de la organización¿ ¿añade valor a

los desafíos futuros de la organización respecto a los ciudadanos? El

alcance del producto o servicio que hemos diseñado ¿ha sido entregado

totalmente?

Este capítulo pretende definir y aclarar algunos malentendidos que se

crean entre los principales elementos de las inversiones y describe algunos

marcos metodológicos y buenas prácticas que pueden ayudaros a entregar

el valor esperado por las inversiones al ciudadano.

A falta de un marco metodológico y de buenas prácticas específico para la

administración en este sentido, me baso en prácticas de Análisis de

Negocio, Gestión de Proyectos, Cartera de Proyecto y Gestión de servicios

basadas en normativos del IIBA®-International Institute for Business

Analysis y PMI®-Project Management Institute.

La falta de planificación en etapas tempranas, por ejemplo para definir los

requisitos del producto/servicio del proyecto o en las estimaciones de

coste y tiempo, hacen que los proyectos comiencen muchas veces con una

alta probabilidad de fracaso. La falta de disciplina y mecanismos en las

etapas de planificación, control y monitorización durante ejecución,

resultan también importantes en la búsqueda de la excelencia en la

gestión de las inversiones/proyectos.

Para ofrecer una nota del estado de la gestión de la cartera de inversiones

en España puedo referirme a las distintas evaluaciones del modelo de

madurez OPM3-Organizational Project Management Maturity Model

(Modelo de Madurez Organizacional en la Gestión de Proyectos) del

Project Management Institute. El OPM3 es el único marco de referencia

que conozco que haga una evaluación rigurosa y objetiva sobre el estado

del arte en la gestión de la cartera de inversiones en la organización. Es un

modelo que no lleva en el mercado muchos años, pero que se está

convirtiendo en la referencia mundial de modelos para el objetivo que

plantea.

En los últimos años hemos realizado más de veinte evaluaciones sobre el

modelo, tanto en ámbito privado como público y la mayor parte en España

y Portugal. A los resultados obtenidos hemos sumado la base de

experiencias del PMI® a nivel mundial. Los resultados ofrecidos (que se

pueden medir en una escala de 1 sobre 10 en el grado de madurez) han

sido muy reveladores. Mientras existen algunas industrias, como la

defensa, que obtienen una puntuación de 3 sobre 10, la mayoría de las

industrias, incluyendo la industria financiera, farmacéutica, ingeniería,

telecomunicaciones, no sobrepasan en ningún caso el 2 sobre 10 y

haciendo referencia al sector público, los estudios realizados no superan el

1 sobre 10 de media, lo que da una referencia bastante significativa del

estado del arte en esta materia en la gestión pública.

Introducción.

La cartera de inversiones es la suma de inversiones de una organización. La

gestión de la cartera se centraliza por las necesidades de las

organizaciones de tener una visión única y global de las inversiones que

recaen sobre su responsabilidad. Gestionando la cartera se garantizan

varias cosas:

(1) Existe una selección objetiva de todas las ideas (demanda) de la

organización alineada con la estrategia corporativa;

(2) Se estandariza la definición, planificación y ejecución de las

inversiones, lo que permite medir y controlar estas fases;

(3) Se habilita a las organizaciones para su realización, esto eso, al

final de las inversiones hacer balance de si sus beneficios fueron

los esperados y habilitar la mejoría continua en base a las

lecciones aprendidas.

Ilustración 7.Marco de Buenas Prácticas en la Gestión de la Cartera de Inversiones. (Fuente: Elaboración Propia)

La gestión de la cartera tiene estas fases:

Gestión de la Demanda y Selección de la Cartera. Es el proceso inicial de

gestión de la cartera y trata las inversiones desde que están en un estado

semilla (ideas) hasta su justificación y alineamiento con el plan

estratégico. Realizar la mejor selección en el tiempo de las inversiones

más adecuadas dadas las restricciones de medios con los que la

organización cuenta.

Diseño de Productos y Servicios. Proceso de diseño de inversiones

detallado.

Ejecución. La fase se enfoca en entregar los productos y servicios

concebidos y diseñados en etapas anteriores, una vez más, con las

restricciones de coste, alcance, tiempo y calidad demandados. El proceso

finaliza con una correcta transición al soporte o mantenimiento del

producto o servicio.

Realización. Una vez entregados los productos y servicios entran en

producción. El proceso se cierra con la medición de los beneficios y con

el aprendizaje de a través de las lecciones aprendidas.

Gestión de la demanda y selección de la cartera.

En 2005 realizamos una de las primeras grandes implantaciones

tecnológicas en España de un producto de gestión de inversiones y fue en

la Dirección de Ingeniería (DI) de Repsol YPF con un alcance mundial.

Gestionar la demanda y las inversiones de una cartera de 3.000 millones

de euros anuales distribuida por todo el mundo no es una tarea sencilla y

la DI tomo consciencia de la necesidad de una herramienta tecnológica

con la que poder alinear todos los elementos de la organización.

El proyecto les ofreció una herramienta para soportar sus procesos, para

gestionar su demanda y los ciclos de proyectos en el entorno de ingeniería

y con una relación muy estrecha con sus colaboradores. Una parte

importante fue la educación, para que las personas tuvieran las

competencias necesarias y ofrecieran menor resistencia al cambio y una

integración con sus sistemas erp económico-financieros para fortalecer las

gestiones con el resto de la organización. El proyecto fue un desafío para

todas las personas que trabajamos allí y todo un éxito gracias al

conocimiento de las buenas prácticas de los componentes internos del

equipo de trabajo para la gestión de la cartera de proyectos.

En la gestión de la cartera de inversiones uno de los aspectos más

relevantes a tener en cuenta es el proceso de justificación de la inversión.

Como y cuanto está contribuyendo una iniciativa con la visión y objetivos

de una organización. Describirla y cuantificar con rigor la solución técnica,

sus beneficios y costes no es un proceso sencillo pero si obligatorio si

buscamos una gestión de primera.

El proceso de justificación debe de ser iterativo. No podemos poner varios

meses de trabajo intentando justificar una inversión para que esta

finalmente no este alineada (por cualquier motivo) con nuestra estrategia,

y por tanto, no se pueda poner en marcha. Esto puede tener un coste de

oportunidad muy alto. Para que el proceso sea efectivo, debe de partir

alguna información simple para conocer el contexto de lo que queremos

hacer, como se alinea con nuestra estrategia y los beneficios y costes. A

esto le vamos a llamar iniciativa o idea y lo ideal es que parta desde

cualquier punto de la organización o incluso desde fuera.

En un segundo paso vamos a hacer un alineamiento con la organización y a

incrementar el rigor y cantidad de los datos que la justifiquen y el último

paso, donde tendremos una definición objetiva y rigurosa de todos los

aspectos de la inversión, justo previo a entregarla.

El documento utilizado para justificar una inversión es conocido como

Caso de Negocio, proveniente del inglés Business Case. En la elaboración

de un Caso de Negocio deben de participar personas con perfil técnico y

de negocio pero en cualquier caso debemos de tener presente que el

documento de justificación es un ejercicio fundamentalmente de negocio,

que da respuesta al negocio.

En el siguiente apartado voy a describir algunos consejos, buenas prácticas

y técnicas para construir un Caso de Negocio completo.

Consejos para definir un Caso de Negocio

Las buenas prácticas en este entorno pueden ser de mucha ayuda a la

hora de poner iniciativas en este ámbito. Ya sabéis que el mundo

anglosajón va por delante a la hora de normalizar buenas prácticas. A mí

me gusta especialmente un normativo que se denomina BABok-Businesss

Analysis Body of Knowledge (Cuerpo del conocimiento del Análisis de

Negocio) que es un marco de trabajo que trata la práctica del Análisis de

Negocio orientada a esto mismo, a que las inversiones respondan a

problemas de negocio de forma eficiente y a transformar las

organizaciones.

La organización que describe este normativo y evoluciona la disciplina del

Análisis de Negocio (Business Analysis) es el IIBA-International Institute for

Business Analysis. Estas prácticas están teniendo una penetración en el

mercado muy alta, gracias sobre todo a la necesidad que tenemos las

organizaciones en este sentido. De hecho, podéis echar un vistazo en su

web y ver su evolución.

A menudo un Caso de Negocio se suele materializar en un documento de

texto acompañado de una hoja de cálculo. Si tenéis intención de avanzar

en un proceso de mejora de la justificación de vuestras inversiones, esto

bastará para comenzar. Debéis de tener en cuenta siempre, y esta no es la

excepción, que debemos dimensionar los métodos que pongamos en

marcha en función del tipo de inversión que tengamos entre manos. El

peso para la justificación en un proyecto de miles de millones de Euros no

puede ser el mismo que para un proyecto de varios cientos de miles. Una

simple tabla os puede ayudar a definir la talla de las inversiones y el

detalle de justificación que se va a realizar para cada una de ellas.

El Caso de Negocio se genera con el objeto de justificar una inversión e

incluye, al menos, los siguientes apartados:

Datos Generales de la inversión:

Este apartado trata de describir de forma sumaria los orígenes de la

iniciativa, sus antecedentes, la situación actual y cualquier punto que la

persona que emprende el desarrollo del caso de negocio considera

importante a este nivel.

Entorno

Quienes son los interesados, quien patrocinara la idea, cuales son los

objetivos de negocio.

Alineamiento estratégico y técnico.

El apartado tratará de responder de forma objetiva y rigurosa como la

iniciativa está alineada con la planificación estratégica y de forma técnica

con las competencias de la organización. La viabilidad de la iniciativa

depende en gran medida de este alineamiento.

Los modelos de puntuación (scoring) son una de las técnicas que permiten

definir y puntuar cada iniciativa con los criterios fundamentales de la

planificación estratégica de la organización, habilitando el alineamiento

estratégico entre las iniciativas y la estrategia.

Ilustración 8.Modelos de Puntuación para Alineamiento (Fuente: Elaboración Propia)

Ilustración 9.Ejemplo de scoring para alineamiento de negocio. (Fuente: Elaboración propia)

¿Qué buscamos?

El objetivo es responder con un número, por ejemplo de 0 a 100, que nos

permita comparar cada una de las iniciativas con el resto, lo que nos va a

permitir dar mayor prioridad a las inversiones más alineadas con la

estrategia.

¿Por qué hacemos una alineación técnica además de la del negocio?

La alineación técnica nos va permitir responder en qué medida nuestra

organización está preparada para poner en marcha una iniciativa de este

tipo. Si el proyecto va a ser subcontratado, este tipo de técnica puede ser

usado en el proceso de compras para comparar la experiencia de los

proveedores licitantes.

Los criterios utilizados deben de hacer referencia a los objetivos

estratégicos de nuestra planificación.

Producto o Servicio.

Principales entregables, beneficios, dependencias, restricciones, análisis

distintas soluciones, impacto en la organización y en el ciudadano.

Estimaciones de Costes.

Para la estimación de costes se utilizan métodos que van desde técnicas

sencillas como el Juicio de Experto a técnicas o conjuntos de buenas

prácticas más sofisticadas como la Solicitud de Información (RFI-Request

for Information) que es un proceso formal de solicitud de información

técnica y de costes sin compromiso a potenciales proveedores de una

solución, producto o servicio o la estimación de costes a través de modelos

paramétricos. Uno de los normativos con mayor aceptación en este

último punto lo publica el ISPA-International Society of Parametric

Analysts (Sociedad Internacional de Analistas Paramétricos) en su

Parametric Estimating Handbook (Manuel de Estimación Paramétrica) que

está disponible en su web de forma gratuita. No obstante, si disponemos

del Babok® podremos acceder a la mayoría de técnicas y su detalle.

La estimación de costes y como se van a distribuir en los distintos periodos

que dure la inversión es el primer punto para obtener un modelo

económico que permitirá hacer balance entre los costes y los beneficios.

Estimaciones de Beneficios.

La gestión por beneficios se va a convertir en una parte importante del

paradigma de la nueva gestión.

Todos los beneficios deben de ser cuantificados y explicitados en el Caso

de Negocio. En una organización con una gestión excelente las inversiones

que no tienen un caso de negocio con beneficios cuantificados ni siquiera

superan el corte para decidir si deben de avanzar o no. La estimación de

beneficios se convierte, por tanto, en un ejercicio imprescindible.

Debemos de hacer la distinción entre beneficios (los que traen

contribuciones o valores nuevos a la organización) o por corrección de

errores dentro de la organización. Estos últimos también deben de ser

considerados beneficios.

Los beneficios se plasman y explicitan en un documento como el que

muestra la siguiente imagen, para más tarde integrarse en el modelo

económico.

Ilustración 10.Ejemplo Modelo de Captura de Beneficios (Fuente: Elaboración Propia)

Dada una planificación estratégica, los beneficios se pueden distribuir en

las distintas perspectivas de esta, para tener un desglose que proporcione

una idea de cuáles son las perspectivas con mayor peso en la iniciativa.

Debemos de ser creativos a la hora de buscar métricas para cuantificar

beneficios. La vertiente más clara de cuantificación de beneficios son las

unidades monetarias, en nuestro caso euros. Por poner un ejemplo: si la

implantación de una nueva tecnología permite ahorrar un número de

horas de trabajo administrativo, estas horas puede ser cuantificada por un

valor medio hora de personal administrativo. Si la creación de una

infraestructura, por ejemplo un aeropuerto en la ciudad, contribuye a la

mejora entre las comunicaciones e intercambio productos de consumo

entre las empresas o la posibilidad de abrir nuevos canales o mercados, la

consecuencia es que esto repercutirá directamente en la economía local

de la ciudad y por lo tanto a nuevas oportunidades para los ciudadanos.

Existen multitud de técnicas para cuantificar beneficios, algunas de ellas

son las siguientes:

Causa Efecto;

Método Pricing;

Juicio de Experto;

Impacto de ausencia;

Método Delphi;

Grupo nominal;

Método de regresión;

Estimación de tres puntos;

Modelos paramétricos.

El Babok®-Business Analysis Body of Knowledge explica estas técnicas. En

Internet también existe una gran cantidad de información relevante sobre

su uso.

Modelo Económico.

El modelo económico fundamentalmente compara los costes con los

beneficios y llega a algunas conclusiones con ratios económicos y de

negocio sobre el retorno de la inversión. El modelo económico se debe de

hacer durante la vida útil del producto de la inversión, desde que

comienza a consumir recursos hasta el final de su vida útil.

Ilustración 11.Ejemplo Modelo Económico (Fuente GTBC)

El modelo económico debe de tener en cuenta en sus cálculos una tasa de

interés en el periodo de inversión. Recordemos que el dinero por sí solo, si

no se invierte puede generar unos intereses que también se consideran

beneficios. La inversión debe de tener unos beneficios que superen los

costes e incluyendo esta tasa de interés, de otra forma la inversión puede

no tener sentido.

La siguiente tabla muestra algunos métricas económicas que se pueden

llegar a tomar en el análisis coste/beneficio.

Métrica Explicación

VAL-Valor Actual Liquido

El objetivo del indicador VAL o NPV (Net Present Value) es el de evaluar la viabilidad de la inversión, comparando la liquidez en términos monetarios que la inversión va a ser capaz de generar en el futuro con la propia inversión. Para que la inversión sea viable, VAL debe de partir de un número positivo.

RCB-Ratio Coste Beneficio

El RCB o BCR (Benefit Cost Ratio) evalúa los beneficios de la inversión en términos monetarios haciendo comparación entre los costes y los beneficios, siempre estos expresados en valor netos.

TIR-Tasa Interna de Retorno

La TIR, o IRR (Internal Rate of Return) se define como el promedio de los rendimientos futuros esperados de la inversión.

Plazo de Recuperación Payback. El indicador representa el tiempo (días, meses, años) que se va a tardar en recuperar la inversión.

Retorno de Inversión

ROI (Return of Investment) es una métrica que permite medir cual es la rentabilidad de una inversión considerando la relación entre beneficios y capital invertido.

Recursos.

Competencias necesarias, miembros del equipo, patrocinador, modelo de

gobierno, recursos materiales.

Diseño de Productos y Servicios.

Superada la prueba de alto nivel por la que hemos justificado una

inversión y tenemos los fondos necesarios para ponerla en marcha,

comienza la parte de su diseño.

En pasos anteriores conocemos con cierto grado de detalle la inversión

que queremos tratar, es muy probable que tengamos diseños previos de

soluciones, comparativas y especificaciones de los productos o servicios

que tenemos como referencia, sin embargo, la mayor parte de las veces,

no habremos profundizado en un diseño de mayor rigor y detalle hasta no

conocer que la inversión está garantizada. Llegado este momento, nos

tendremos que poner manos a la obra, bien de forma autónoma o

dependiendo del tamaño o complejidad de los productos o servicios, con

la ayuda de empresas de ingeniería especializada que nos echen una

mano.

Una estadística publicada por Standish Group en su informe Extreme

Chaos en el año 2008 identifica la mala gestión del diseño de productos y

servicios como una de las principales causas de fracaso en el diseño de las

inversiones. Un 34% de los factores que influyen en el fracaso tiene que

ver con la inconsistencia de los requerimientos y especificaciones.

No realizar un diseño completo y de calidad es un sinónimo de fracaso de

la inversión. O dicho de otra forma, el éxito de la inversión se limita a la

calidad de su diseño.

Podemos decir entonces que el éxito de una buena inversión está

altamente ligado al diseño del producto o servicio que queramos realizar.

Imaginemos por un momento que nuestra organización está planificando

un importante servicio social integral para personas con discapacidad, que

va desde la adaptación de los medios de transporte, hasta la modificación

de accesos en vías públicas y servicios de apoyo sanitario y de ayuda a la

dependencia.

Un proyecto estratégico con beneficios para la ciudadanía y para la imagen

que la ciudad quiere proyectar hacia el exterior. La inversión es compleja

al igual que lo es su diseño, pues comprende multitud de productos así

como servicios para este segmento de ciudadanos. Si los requisitos de esta

inversión están solo definidos al 70%, no se realizan con rigor, alguno de

ellos es demasiado abstracto o de todas las cosas que tenemos para hacer,

no son priorizadas, al finalizar los fondos asignados a esta inversión, el

máximo éxito que podemos tener será igualmente proporcional a la

calidad del diseño de este plan, obteniendo beneficios solo parciales con

una limitación de un 70%.

Cuando terminéis de leer este capítulo os reto a que cojáis una de las

últimas licitaciones de alguna administración pública cercana, o incluso

propios. Hoy en día la mayoría están disponibles en Internet y veréis en

muchos casos las carencias que existen en la definición técnica de los

requerimientos de los productos y servicios al ciudadano. Por lo general,

existe mucho espacio de mejora en este proceso de gestión.

Me gustaría aclarar que de lo que trata este apartado no es de presentar

buenas prácticas para la definición técnica de los productos o servicios.

Cada producto y servicio son únicos y deben de ser tratados como tal.

Técnicamente definir las especificaciones técnicas de una inversión de

infraestructura de transporte, por ejemplo: una línea de tren de alta

velocidad que une dos ciudades, un aeropuerto o un servicio de ventanilla

única para el ciudadano van a ser completamente distintas y para estas

especificaciones técnicas deberemos de contar con personal o apoyo

técnico con experiencia para realizarlo. Lo que trata de poner de

manifiesto este apartado es el proceso de gestión que debe de ser común

para todos los productos o servicios, independiente de su naturaleza,

porque este proceso de gestión es el que va a garantizar que las

inversiones van a ser definidas con un proceso normalizado, objetivo y

riguroso, verificando que las inversiones sobrepasan unos criterios de

calidad pero además tienen una alineación perfecta con la planificación

estratégica y con la demanda concreta del usuario final.

En 2009 participamos en uno de los proyectos más significativos para

nuestra consultora en este terreno y fue en BBVA. Como muchos de

vosotros conocéis, BBVA ocupa uno de los primeros puestos mundiales

por capitalización bursátil y es una de las compañías españolas más

admirada internacionalmente. Todo el sector de la banca y en concreto

BBVA basa muchas de sus principales ventajas competitivas en las nuevas

tecnologías y su aprovechamiento en los procesos internos y con sus

clientes. Trabajamos de forma estrecha con un departamento

denominado de Business Partners (Socios de Negocio), que son las

personas encargadas de traducir las necesidades del negocio a un lenguaje

más técnico para que los productos de sistemas de información tales

como: infraestructuras, software, etc… puedan ser diseñados y

desarrollados. El objetivo de este proyecto consistía en diseñar un proceso

y buenas prácticas que permitieran a estas personas traducir de forma

objetiva y rigurosa los requisitos de negocio a requisitos más técnicos,

próximos al lenguaje técnico, y al mismo tiempo poner un mecanismo que

permitiese alinear a los productos con las personas y con la visión de la

organización. Los resultados no tardaron en aparecer: (1) la organización

tenía un método efectivo para traducir las necesidades de negocio a las

unidades de producción, sirviendo como potente herramienta de

comunicación que hacía que las distintas partes de la empresa que antes

no se entendían por hablar tener un lenguaje no común (unos de negocio

y otros de tecnología), ahora tuviera un lenguaje común y una

comunicación fluida (2) se normaliza un proceso de gestión para diseñar

los producto, que permite alinear los productos entregados con la visión

estratégica de la organización y las expectativas de todas las personas

involucradas en el proceso (3) el mismo proceso objetividad y aporta rigor

a los diseños, ganando mucho tiempo en la ejecución, haciendo más por el

mismo dinero y generando mayor certidumbre y motivación a los equipos

de trabajo (4) en el banco se desperdiciaba mucho tiempo en valorar si las

iniciativas eran realizables y con beneficios para el negocio y todo el

proceso ayudo a ganar consciencia de una forma más rápida, de que

inversiones no cumplían las condiciones mínimas para avanzar, dando un

salto de eficiencia enorme en este terreno.

Dicho todo esto, creo que es un buen momento para explicar alguna de

estas técnicas, que de una forma sencilla pueden aportar mucho valor a

vuestro trabajo:

Desde el problema hasta la solución.

Una estructura de requisitos esquematizada es un buen comienzo para

definir la solución y empezar a clasificar los requisitos. Su objetivo es

documentar y ser una herramienta de comunicación con los entregables

de una solución. La técnica más utilizada se denomina EDP-Estructura de

Desglose de Producto (PBS-Product Breakdown Structure) o EDS-Estructura

de Desglose de Servicio (SBS-Service Breakdown Structure). La EDP o EDS

identifican en lenguaje no técnico y de forma jerárquica con estructura de

árbol de entregables (físicos o conceptuales) que hacen el producto o

servicio único.

Ilustración 12.Estructura de Requisitos. (Fuente Babok®)

Las dependencias y longitud de una EDP o EDS pueden ser tantas como se

estime oportuno. Debemos de intentar garantizar que la estructura sea

fácilmente entendida por todas las personas, sea estructurada de forma

que tenga sentido y cumpla su objetivo, que es traducir las necesidades de

negocio a un entorno más técnico sin olvidar ningún entregable de la

solución.

La calidad de los requisitos

De forma particular y general, el conjunto de requisitos de la solución

deben de ser descritos en detalle y pasar por unos criterios de calidad de

forma que evite toda incertidumbre para su desarrollo.

Una de las técnicas que mejor pueden ayudar a realizar esta función puede

ser a través de la elaboración de una matriz de calidad de los requisitos.

A falta de herramientas de software, se puede realizar una matriz en una

simple hoja de cálculo. En las columnas de la izquierda vamos a identificar

el tipo de requisito y su descripción y en la derecha se describen los

criterios de calidad razonables para cada tipo de organización y tipo de

inversión.

Existen unos criterios de calidad que se podrían denominar “mínimos” de

cumplimiento para conferir un grado de calidad aceptable a cada

requisito. Estos son:

Comprensible: Que se pueda comprender o entender;

Verificable: Que se pueda verificar. Que permita comprobar su

verdad y examinar el método por el que se ha alcanzado;

Alcanzable: Que se pueda alcanzar con facilidad;

Completo: Acabado, perfecto. No tenga incertidumbres en su

definición;

Priorizado: Se haya identificado su importancia respecto al resto;

Trazable: Permita llegar al/los interesado/os que lo hayan

solicitado. Que pueda trazarse.

Cualquier otro criterio que se considere importante puede ser añadido en

estas columnas. Por ejemplo, es muy habitual que los requisitos técnicos

cumplan con alguna norma interna o externa estipulada. Imaginemos una

obra civil que deba de cumplir un normativo de seguridad o medio

ambiente publicado en una norma ISO o en la legislación vigente. La

norma ISO o la legislación vigente se pueden añadir como un criterio más

de calidad en esta matriz.

Ilustración 13. Matriz de Calidad de los Requisitos. (Fuente GTBC)

El cumplimiento de cada requisito debe de puntuar de forma separada por

cada criterio de calidad.

El conjunto de requisitos de la solución tienen que cumplir un mínimo de

puntuación con su calidad. Organizaciones menos maduras pueden ser

menos ambiciosas en estadios iniciales de la puesta en marcha de estas

prácticas, valorando el coste en tiempo y beneficio que este tipo de

trabajo conlleva. No obstante es recomendable que la calidad de las

inversiones tenga un mínimo de 85 sobre 100, siendo esta puntuación la

media establecida para el conjunto de los requisitos.

Prioridad y Trazabilidad de los Requisitos

¿Por qué priorizar los requisitos? Es sencillo: porque la entrega de valor

de las inversiones debe de realizarse comenzando por lo más importante,

hasta lo menos importante.

Realizar una matriz de priorización de requisitos es una buena práctica que

permitirá alinear los intereses de todas las partes en la inversión e

identificar el grado de relevancia de cada uno de los requisitos del

proyecto.

Ilustración 14.Matriz Prioridad de Requisitos. (Fuente: GTBC)

En una matriz de priorización de requisitos existen varios elementos. El

primero es común en este tipo de prácticas, requisitos, tipo de requisitos,

descripción. En las columnas de la derecha se declaran las prioridades de

los distintos interesados. La media de estas prioridades con cada requisito

da la importancia de este requisito respecto al resto. Los requisitos están

priorizados.

Podemos usar un método sencillo para priorizar los requisitos, por

ejemplo utilizar del 1 al 5 donde 1 es muy importante y 5 no es necesario.

Otro técnica utilizada habitualmente es la técnica MoSCoW-Must,

Should,Could,Won´t.

Must. Debería. Describe un requisito que debe de ser satisfecho

al finalizar la solución para considerarla un éxito.

Should.Debería.Representa un requisito de alta prioridad. Es a

menudo crítico y debería de ser incluido si es posible pero podría

ser satisfecho de otra forma si fuera estrictamente necesario.

Could. Podría. Considerado deseable pero no necesario. Debe de

ser incluido si los recursos lo permiten.

Won´t. No será. Representa un requisito que los interesados no

consideran para la solución pero que podrían considerar para

futuras revisiones.

Del mismo modo, esta misma tabla o una tabla nueva, debe de reflejar

quien es el principal interesado en cada requisito, de forma que pueda

existir trazabilidad. Esto es importante por dos motivos, el primero porque

es este interesado la persona o el grupo de personas que tienen que

ayudar a definirlo en detalle. Por el otro lado, servirá para determinar, al

finalizar la inversión y entregar el producto o servicio, la persona o grupo

que tienen que dar el visto bueno de la solución para cerrar formalmente

el proyecto antes de su paso a producción y soporte.

Ejecución.

Para describir la ejecución de los proyectos debemos de describir

fundamentalmente tres áreas de trabajo y hacer hincapié en otra

importante.

Es importante, quizás lo más importante, tener la certeza de que cuando

entramos en la fase de ejecución de un proyecto, el diseño del producto o

servicio que queremos entregar está finalizado, tiene el beneplácito de

todos los interesados y la convicción de haber realizado un buen trabajo

ahí.

Estimo, quizás siendo benévolo con la cifra, que más de un 80% de los

problemas e incertidumbres que se tiene durante la fase de ejecución

pueden encontrar su causa en la fase de diseño.

La fase de ejecución tiene una misión y es transitar desde la idea (producto

o servicio) hasta su entrega. Si el diseño es completo y tiene pocas fisuras,

entonces la fase de ejecución tendrá poca incertidumbre, si es al contrario,

nunca seremos capaces de planificar una entrega ordenada y previsible.

En la fase de ejecución tenemos dos procesos importantes:

El primero es la planificación, que va a permitir realizar una estructura de

trabajo y organización e identificar las distintas tareas para entregar al

proyecto, su orden en el tiempo y que equipo de personas serán las

encargadas para hacerlas.

El segundo es el control, que con una planificación acordada, va a

garantizar que los principales indicadores del proyecto que tratan la

famosa triple restricción de calidad, coste y tiempo se ejecuten bajo unos

umbrales asumibles por la organización. La fase de control considera

también la gestión del riesgo o incertidumbre del proyecto, que intenta

prever las distintas cosas que puedan ir mal durante la ejecución e intenta

mitigarlas de forma previsible para que no se conviertan en problemas que

afecten a la salud del proyecto.

Planificación.

La planificación tiene como objetivo trazar el camino entre la idea y el

resultado. Se planifica generando una serie de actividades o tareas,

definiendo como estas se van a realizar en el tiempo y cuáles son sus

dependencias entre ellas y quien las va a realizar y con qué recursos.

Nos podemos referir al PMBOk®, cuerpo del conocimiento de la gestión

del proyecto para ver en mayor detalle las técnicas de planificación. Nos

encontraremos que para realizar una correcta planificación necesitaremos

una EDT-Estructura de Desglose de trabajo y como elementos de ayuda y a

gestionar, con la OBS-Estructura de desglose de la organización, Lista de

materiales, estructura de desglose de recursos.

En este apartado, la tecnología de la información puede ayudar, y

herramientas como Microsoft Project u Open Workbench, que es de

código abierto pueden resultar de mucha ayuda para ejecutar estas tareas

de planificación.

Existe un objetivo en la fase de ejecución, que es tener una planificación,

pero existen múltiples formas de planificar, y aquí entran en jugo las

buenas prácticas, el producto o servicio que se quiera entregar, y la

casuística de la organización y sus tipos de proyectos y madurez. No es lo

mismo planificar un proyecto con un alto grado de innovación, que un

proyecto donde contemos con experiencia contrastada. No es lo mismo un

proyecto de ingeniería para la construcción de una carretera, que un

proyecto de sistemas de información o no es lo mismo planificar un

proyecto en una organización de tipo matricial que piramidal, por la

dependencia de los recursos y las personas. Una vez más y teniendo en

cuenta esta complejidad, necesitaremos adaptar las buenas prácticas

generales a la particularidad de nuestra organización y la naturaleza de

nuestras inversiones. De ello se desprenderá el cómo vamos a planificar.

A finalizar este proceso lo que tendremos es una primera versión de

nuestra planificación, lo que se conoce en el argot técnico como línea

base. La línea base cobra importancia por ser la primera versión de la

planificación pero también porque va a ser la referencia imprescindible

durante todo el proyecto que nos va a permitir construir un base sólida de

conocimientos para ayudar al gestor a ser más previsible con los

resultados y me explico: durante la fase de ejecución sufrirá cambios, para

dar entrada o salida a nuevas requerimientos con la inversión, por retraso

en la entrega de las tareas o por cualquiera de los motivos. Según el

proyecto y los cambios vayan aconteciendo se realizaran distintas

versiones de la línea base y los datos de las distintas versiones, que tienen

que ver con los recursos (costes) y el tiempo, van a quedar registrados con

el objetivo de que se puedan hacer proyecciones de los resultados, por

ejemplo: si algunas tareas se retrasan por cualquier motivo y esto hace

que los primeros meses de ejecución del proyecto el proyecto no

encuentre el progreso esperado, los datos nos van a permitir ver la

desviación del proyecto total si continuamos con una desviación parcial de

tres meses “x”, es decir, podremos ver el resultado futuro que impacta en

el proyecto con la historia parcial de los primeros meses.

Para esto, para controlar de forma rigurosa y predecir los resultados del

proyecto se creó la técnica EVM-Earned Value Management o Gestión del

Valor Ganado. La técnica EVM es reconocida a nivel internacional como la

técnica de gestión más utilizada para el control de proyecto y fue

adoptada por el PMI® para los procesos de ejecución y control. La mayoría

de herramientas de planificación existentes en el mercado integran la

técnica EVM pero hoy en día todavía es una técnica que no muchas

organizaciones conocen.

EVM toma de fuente los principales datos del proyecto para convertirlos

en información importante para decidir. EVM es un conjunto de métricas

que permiten conocer con exactitud la situación actual del proyecto, pero

lo mejor de todo, también hacen predicciones sobre el rendimiento futuro

del proyecto, basándose en su propio histórico. Una técnica que

recomiendo altamente implementar en los procesos de mejora de las

organizaciones respecto a la gestión de inversiones.

Control.

El control resulta imprescindible para evitar las desviaciones de calidad,

coste y tiempo durante el proyecto.

La base de trabajo para controlar el progreso de calidad son los requisitos

y su verificación a lo largo del tiempo, para el tiempo y el coste nos

debemos de basar en la planificación y sus principales indicadores.

El trabajo del equipo de gestión y técnico del proyecto debe de garantizar

disponer de la información adecuada y actualizada en todo momento para

garantizar un resultado previsible y dentro de unos márgenes adecuados

en las desviaciones.

El siguiente informe ofrece alguna información relevante para el control y

previsibilidad de resultados de una cartera de proyectos. La cartera esta

compuesta por tres programas y once proyectos. El informe evalúa las

principales métricas de calidad, coste y tiempo y ofrece algunas

previsiones. Este informe tiene información relevante para la ejecución del

proyecto en una visión más operacional.

Ilustración 15. Ejemplo informe control cartera de proyectos (Fuente: Elaboración Propia)

El siguiente informe es semejante pero tiene una visión más de negocio.

Ilustración 16.Ejemplo informe control cartera de proyectos (Fuente: Elaboración Propia)

Durante la fase de ejecución el equipo de proyecto se va a enfrentar a

multitud de cambios, provenientes de la inclusión de nuevos requisitos o

modificaciones de los actuales, o de cambios en las fechas, recursos que

impactaran en la planificación. Tener un proceso que permita hacer estos

cambios de forma controlada se convierte en vital

Del mismo modo, la incertidumbre va a ser una constante durante la fase

de ejecución. Contar con un proceso que gestión el riesgos es importante.

Identificar los riesgos con cierta previsión nos puede dar un tiempo muy

valioso para planificar su mitigación.

Realización

Una vez que la inversión ha sido entregada y el producto o servicio del

proyecto está en explotación, es hora de tomar consciencia de lo que

hemos realizado.

Proyecto.

La primera tarea a realizar es comprobar que nuestros clientes internos o

externos con el producto o servicio entregado están satisfechos,

realizando una evaluación de la entrega del proyecto. La evaluación se

realiza con el informe de cierre del proyecto, que tiene que mostrar

hechos objetivos con el coste y tiempo del proyecto y si han existido

desviaciones y también con la calidad, realizando una auditoria de los

requisitos que han sido completados. La firma del documento por parte

de nuestros clientes garantiza su aprobación y grado de satisfacción.

Acto seguido, y para cerrar formalmente el proceso de aprendizaje del

proyecto, debemos de terminar de explicitar las lecciones aprendidas

durante el proyecto. Estás lecciones aprendidas deben de formar parte del

conocimiento de la organización. Los sistemas de información de gestión

del conocimiento nos van a permitir introducir estas lecciones en un

sistema que debe de ser más tarde accesible por toda la organización, su

disponibilidad puede garantizar que en proyectos futuros no cometamos

los mismos errores. ¿Qué describen las acciones aprendidas? Las lecciones

aprendidas describen experiencias negativas con un determinado

proveedor, con nuestro equipo de trabajo, con una tecnología concreta,

con los errores en la planificación o en las estimaciones, etc. Si en el futuro

nuestra organización contempla la realización de proyectos semejantes,

tendrá una buena base de conocimiento para evitar los problemas.

Negocio.

La siguiente vertiente de medición de la realización del proyecto tiene que

ver con la evaluación de los beneficios que este entrega a lo largo del

tiempo y de cómo garantizamos también el aprendizaje. Está evaluación y

el aprendizaje que se desprende de ella es la parte más importante de la

realización de las inversiones, pues aquí respondemos de forma objetiva si

la iniciativa que emprendimos un día ha contribuido con el verdadero valor

esperado para el ciudadano y donde vamos a aprender de nuestros

errores durante todo el proceso, que es lo único que nos va a permitir a

mejorar y no volverlos a cometer.

Las organizaciones frecuentemente no contemplan este último paso en

sus métodos de gestión de inversiones, cuando es, quizás el paso más

importante de todos los que este capítulo describe.

Para realizarlo, recordemos que la naturaleza de cada inversión, bien sea

un producto o servicio, tiene un ciclo de vida y que frecuentemente los

beneficios son entregados de forma dispar en el tiempo.

Ilustración 17.Ciclo de Vida Inversión (Fuente: Elaboración Propia)

¿Cómo hacemos el seguimiento de beneficios? Debemos de extraer de

nuestro caso de negocio, del modelo económico, la estimación de

beneficios y crear una tarea periódica que permita verificar su

cumplimiento tal y como se había planificado. En el caso de que existan

desviaciones, deberemos de exponerlas, analizarlas e identificarlas como

lecciones aprendidas para nuestra base de conocimientos y base de datos

histórica de referencia en la estimación de beneficios.

La fase de realización suele ser un buen momento para el aprendizaje y

también para identificar nuevas oportunidades para nuestra organización.

Tal es la importancia de la gestión por beneficios que el mercado está

cambiando algunas fórmulas tradicionales de gestionarse. En la historia de

la gestión, la estructura organizativa tradicional ha incorporado la Oficina

de Gestión del Proyecto, proveniente del inglés (PMO-Project

Management Office), que planteaba funciones cuyo objetivo era realizar la

entrega del proyecto bajo la triple restricción (coste, calidad, tiempo). Este

tipo de organizaciones ofrecían una garantía a la hora de gestionar de

forma fiable las inversiones pero dentro de sus funciones no existía el

componente de realización de negocio, o lo que es lo mismo, la gestión y

realización de los beneficios de la organización.

Hace algunos años, trabajando con el equipo del centro de competencias

de la gestión de inversiones, que lidera mi compañero, el Doctor Leandro

Pereira (una de las personas con mayor dominio técnico sobre estos

temas) estuvimos trabajando en la evolución del concepto de la PMO para

orientarla más al negocio. De todas las ideas surgió el concepto de BMO-

Business Management Office, Oficina de Gestión del Negocio, que añade a

las funciones tradicionales de la PMO un fuerte componente en el diseño

de las soluciones y en la realización del negocio, cubriendo de forma

amplia todas las necesidades del negocio en materia de inversiones. La

BMO tuvo un buen recibimiento en el mercado y apuesto a que es un

concepto de organización de gestión que tendrá mucho recorrido en las

organizaciones privadas y públicas por garantizar una cuestión tan

importante como es la selección de la mejor cartera centrada en los

beneficios y su realización.

Optimizar el gasto va a permitir disponer de más recursos para la

innovación.

5 LA OPTIMIZACIÓN DE LOS GASTOS.

La dimensión de los asuntos tratados, el dinamismo necesario para dar

respuesta a los ciudadanos y al entorno y el crecimiento del número de

ciudadanos y servicios, hace que los gastos que se necesitan para

mantener las administraciones públicas y los servicios que prestan

aumenten con el paso tiempo.

Aunque exista un compromiso para mantener y optimizar de forma

constante el gasto, la tarea es ardua y los medios, a veces, insuficientes.

La restricción presupuestaria es un hecho. Los recursos siempre son

limitados. Si los gastos sirven para mantener a flote las organizaciones y

las inversiones para transformarlas, es lógico que el gasto sea siempre el

óptimo, nunca mayor del necesario, para que las organizaciones puedan

dedicar mayores recursos en la búsqueda de nuevas oportunidades y

soluciones para los ciudadanos.

Hace unas semanas me encontré con un buen amigo de la infancia, que

trabaja en una compañía que produce alta tecnología en el área de la

salud. Termínanos imaginando como sería el diagnostico precoz en la

sanidad , imaginando una tecnología, con base en los escáneres actuales y

dispuesta en la entrada de los centros de salud, que te pudiera realizar un

diagnóstico precoz que ayudará a tú medico a ser más previsible con

algunas enfermedades que puedan detectarse en estados iniciales de su

gestación. No es extraño pensar en una solución de este tipo, muchas de

las causas iniciales de las enfermedades son conocidas por los científicos

en sus distintas áreas de especialización, por otro lado, la tecnología

computarizada de escáneres existe y los sistemas de información, desde

hace ya tiempo, son capaces de hacer cálculos matemáticos que permiten

establecer patrones en un entorno multi-variable y formular distintas

hipótesis de forma inteligente.

¿Qué tiempo nos queda para que las personas y los médicos se puedan

beneficiar de herramientas tan poderosas como esta?

No tengo una respuesta objetiva a esta pregunta, pero tengo la certeza de

que si el gasto de las organizaciones públicas fuera optimo, dejaría más

recursos para invertir en los proyectos de investigación y transformación

de la sociedad como esta máquina de diagnóstico precoz.

Situación actual en la gestión de costes.

Las prácticas y sistemas de gestión económica y financiera tradicionales

que apoyan la operativa en la administración pública son insuficientes.

Reconocer sus debilidades debe de ser la base de nuestro análisis y

reflexiones orientadas a construir nuevos modelos con mayores

beneficios para nuestra organización.

Este apartado describe algunas de ellas.

Limitaciones de los sistemas de costes actuales.

La gran debilidad de los sistemas actuales es la falta de identidad y

alineamiento con la misión de la organización.

Mientras que las organizaciones públicas producen y ofrecen servicios

para los ciudadanos, los sistemas económicos o financieros que

conocemos comunican en un lenguaje que tiene que ver con la naturaleza

del gasto y/o la naturaleza de la estructura de la organización.

Este hecho, que es simple y ha ayudado positivamente a las

organizaciones a estar donde están, es la limitación más importante para

habilitar el aprendizaje y la mejoría continua en las organizaciones con

respecto a la gestión de costes.

El siguiente ejemplo ilustrara mejor a lo que me refiero:

Imaginemos una Consejería de Sanidad de una Administración

Autonómica, Consejería de la que dependen multitud de hospitales y

centros de salud, así como personal especializado y otros medios que

permiten dar un servicio de salud de calidad a los ciudadanos.

Dado que los recursos con los que se cuenta son finitos, y dado también

que los gestores tienen que gestionar, es decir, diseñar los servicios,

modificarlos, eliminarlos o lo que en cada situación o momento sea

conveniencia por las necesidades o por las restricciones económicas,

podemos llegar a una conclusión y es que los gestores tienen que tomar

decisiones para realizar su trabajo.

Las decisiones, que parten de un análisis de la situación actual y la

situación futura que se pretende alcanzar son relevantes y hacen la

diferencia entre una buena gestión y una gestión mediocre.

El análisis de la situación actual parte de los hechos constatados, de la

realidad, en cuyo peso, lo económico tiene especial relevancia. Es aquí

cuando los gestores comienzan a fijarse para hacer sus cálculos o

proyecciones en los sistemas contables, presupuestarios, etc… y es aquí

donde comienzan a gestarse las causas de los problemas.

Continuemos. Imaginemos que en una época de bonanza económica la

comunidad crece en habitantes y por este motivo los servicios de salud

tienen una necesidad para incrementar distintos servicios especializados

de salud, por ejemplo: traumatología y pediatría. La pregunta que se

hacen los responsables de poner en marcha estos servicios será ¿Qué

cantidad de dinero necesito dentro del nuevo presupuesto para ofrecer

este servicio? Y la respuesta habitualmente es incompleta y sin rigor. ¿Por

qué? Porque en base a la experiencia podemos obtener algunas variables

que nos permitan responder parcialmente a la pregunta, por ejemplo el

número de los ciudadanos nuevos, el ratio de especialistas por ciudadano

necesarios, algunos costes directos salariales de las personas que dan el

servicio, etc… pero que pasa con los costes ocultos, por ejemplo: (la parte

incremental de la energía necesaria para dar el servicio, la parte del

servicio de limpieza, el espacio, la amortización de mobiliario necesario,

los servicios compartidos del personal administrativo para hacer las

nóminas, los pagos a nuevos proveedores, los servicios compartidos de

alta tecnología y su uso (por ejemplo: servicio de ecografía, TAC, servicio

de rayos x, etc. Etc.).

En general, y en el ámbito sanitario en particular, los costes indirectos

influyen cada vez más en el peso de la respuesta final. Con el paso del

tiempo las estimaciones son menos precisas porque la referencia para

tomarlas lo es. La naturaleza de la gestión de costes actual es de

almacenar contablemente los costes por su naturaleza (luz, salarios) o por

la estructura organizativa (dirección, departamento) pero habitualmente

no los dispone para un análisis por servicio o lo que yo denomino, por la

naturaleza de la misión de la organización.

La consecuencia de estas asunciones son siempre negativas, por las

estimaciones erróneas o imprecisas.

Claro está, el servicio se puede poner en marcha y solo con el paso del

tiempo será cuando comienzan a ocurrir los problemas derivados de la

improvisación: los ciudadanos obtendrán un servicio de mala calidad en

estos servicios o por el impacto que estos puedan causar a los ofrecidos

anteriormente; los hospitales tendrán que incrementar el coste en el

tiempo, por no tener en cuenta los costes ocultos, que igualmente

aparecerán. Se tendrán que improvisar soluciones para costes no

planificados. El personal se frustrará, tratando de dar respuestas de forma

improvisada y se desmotivara con el tiempo.

Conclusión: Costes incontrolados, personal frustrado y desmotivado y baja

calidad de servicio al ciudadano. Estas y otras consecuencias de una falta

de planificación y rigor a la hora de gestionar los costes son habituales en

el día a día de las organizaciones.

Este ejemplo describe una situación de un gestor ante la creación de un

servicio, pero podríamos trasladar el ejemplo a otras situaciones donde un

gestor necesite tomar decisiones y su base de análisis continúe siendo un

sistema de gestión de costes que comunica en otro lenguaje distinto a la

naturaleza de la misión de la organización.

De la misma forma que los sistemas tradicionales son insuficientes para

ayudar en la estimación de costes para la creación o modificación de

servicios, son igualmente insuficientes para optimizar los costes. Por

ejemplo: Si un hospital, o una provincia, es más eficiente ofreciendo un

servicio que otro porque se organiza mejor o porque utiliza mejor los

recursos, sería lógico tomarla como referencia para mejorar. Al no

disponer de bases de comparaciones objetivas, absolutas y comunes, el

análisis es insuficiente y la optimización no se produce.

Optimizar Vs Recortar.

La decisión que tomamos cuando nos sentimos incapaces de optimizar un

gasto es la de recortarlo, y recortar un gasto no es lo mismo que optimizar.

La diferencia está, de nuevo, en las consecuencias negativas que creara

esta improvisación.

Cuando los tiempos no son de bonanza y requieren austeridad,

habitualmente los servicios se degradan en calidad y cantidad. Ante la

incapacidad de buscar lo óptimo, se sugiere la frivolidad del recorte.

Optimizar supone analizar, tomar consciencia de la situación, de las

restricciones, de las necesidades primeras de los ciudadanos y por tanto

de las prioridades de los servicios. Optimizar lleva implícito el estudio y

tiene como objetivo dar lo máximo posible con los recursos de los que se

dispone. Finalmente, la optimización puede ser comunicada y entendida

por el ciudadano, con algunas consecuencias negativas, pero

fundamentalmente entendida y ¿por qué no?, también compartida.

Realizar un recorte en el gasto y por tanto en los servicios es fácil y el

impacto económico es inmediato, sin embargo, lleva implícito muchas

veces, que más allá del recorte no hay nada, ni un esfuerzo en búsqueda

de soluciones para maximizar el uso de los recursos actuales, ni acciones

para mitigar los riesgos en la falta de calidad de los servicios, ni en la

desmotivación y frustración de difícil recuperación que genera en los

funcionarios que prestan el servicio.

Buenas prácticas en la gestión de los costes.

El desafío de las organizaciones radica en la utilización de buenas prácticas

y sistemas de gestión de gastos que permitan un mejor análisis acorde con

la misión y la naturaleza de los servicios que la organización ofrece al

ciudadano.

Esto nos permitirá conocernos mejor, habilitar nuestra organización para

optimizar de forma constante el gasto y por consecuencia, a ser previsible

con su gestión.

Tenemos delante un desafío interesante y complejo. Su solución requerirá

de grandes dosis de creatividad, trabajo y consenso, para que la solución

responda a las necesidades de todos los interesados y sobre todo que esté

al servicio de la estrategia de la organización y del ciudadano. Una vez

realizado, habremos dado uno de los saltos cualitativos en gestión más

importantes de la historia de nuestra organización.

Aunque no es la única solución, el marcos de trabajo ABM-Activity Based

Management (Gestión Basada en Actividades) o ABC-Activity Based

Costing (Costes Basados en Actividades) pueden ayudar realizar una

solución a medida para la organización en el ámbito de la gestión análitica

de costes.

Definiciones.

ABM-Activity Based Management (Gestión Basada en Actividades).

ABM está orientada a gestionar actividades/procesos para alcanzar los

objetivos de negocio;

Está enfocado en optimizar costes a través de la reducción de tareas o

actividades que no crean valor y transfiere los recursos a actividades o

procesos que el ciudadano aprecia más.

Crea métricas de rendimiento en los procesos y las actividades en

términos de calidad, coste y tiempo y facilita la comunicación para todo el

mundo involucrado en dichas actividades o procesos con el objetivo de

que las personas entiendan como su trabajo contribuye a la misión de la

organización y el cumplimiento de su estrategia. Por este motivo es

aconsejado también con iniciativas de Planificación Estratégica como el

Cuadro de Mando Integral, pues añade elementos para poder medir el

rendimiento de la estrategia planificada.

ABC-Activity Based Costing (Costes Basados en Actividades) permite

establecer la relación de todos los gastos de la organización (directos e

indirectos) que inciden en un producto o servicio y por tanto, tiene la

capacidad inherente de entender los costes en relación a la misión de la

organización.

ABC se utiliza como un subconjunto de buenas prácticas dentro del

contexto de ABM, por lo tanto, son complementarios.

Sistemas Tradicionales y Nuevos Sistemas de Gestión de Costes.

Básicamente las diferencias estriban en un aspecto básico, mientras que el

sistema tradicional localiza los costes por la naturaleza del coste (por

ejemplo: electricidad, gastos de personal, viajes, amortizaciones, etc…) el

sistema ABC localiza y reparte todos estos costes para conformar la

realidad de las actividades que la empresa realiza para ofrecer los

servicios.

Los sistemas ABC/ABM no son sustitutivos de los sistemas tradicionales

sino que vienen a añadir perspectivas de análisis nuevas. De hecho, en la

mayoría de las ocasiones, las fuentes de información para construir los

sistemas ABC/ABM son los sistemas tradicionales de costes.

Ilustración 18.Ejemplo Sistema Tradicional (Fuente: Elaboración Propia)

Los sistemas tradicionales de costes imputan los costes ordenandolos por

la naturaleza del gasto (gastos de personal, gastos energeticos,

comunicaciones, etc.). Adicionalmente estos sistemas pueden tener una

doble imputación, que frecuentemente atienden a la estructura

organizativa o jerarquica de la organización (direcciones, departamentos,

servicios, etc…). Esta imputación se denomina habitualmente centro de

coste.

Los sistemas actuales tienen un componente operacional muy alto, es

decir, atienden muy bien a las necesidades presupuestarias tal y como las

conocemos, sirven muy bien para llevar el control de pagos a

colaboradores internos o externos, pero presentan una visión muy

sesgada de la verdadera actividad de la organización y una capacidad muy

limitada para el análisis de lo que realmente importa, que es el porque de

la organización y su misión de servicio al ciudadano.

Ilustración 19. Esquema Ejemplo Sistema ABC (Fuente: Elaboración Propia)

El cometido de los nuevos sistemas es el de dar respuesta, precisamente, a

las preguntas donde los sistemas tradicionales tienen más limitaciones y

complementarlos para tener una gestión de los costes de primera.

Por ejemplo, el sistema ABC trata de repartir de forma realista la totalidad

de gastos incurridos en la organización, independientemente de su

naturaleza, en los distintos servicios que ofrece al ciudadano.

Enfoques del uso de ABM/ABC

El enfoque que podemos dar al uso de estas nuevas prácticas puede tener

una visión más estratégica, gestionando los procesos en consonancia con

la Planificación Estratégica, o más Operacional más centrada en el análisis

del detalle de los procesos y las actividades y en tener distintas

perspectivas que nos permitan ver las ineficiencias y realizar proyecciones

de futuro.

Mi consejo es que, cuando pensemos en el diseño de la soluciones,

consideremos en una solución hibrida que dé respuestas a ambas

vertientes, con capacidad de satisfacer de forma cuantitativa los objetivos

estratégicos pero orientada también en el corto plazo, para tener nuevas

dimensiones de análisis que permitan orientar los medios de nuestra

organización hacia el beneficio del ciudadano y a la eficiencia de los

procesos y servicios, en este orden.

Pasos para la implementación de un sistema ABC.

Análisis de las actividades.

El análisis comienza en identificar cuáles son las actividades que queremos

cubrir por el análisis. Para las primeras ocasiones, se recomienda que el

alcance del proyecto sea limitado para algunas actividades o servicios

específicos, pudiéndose más tarde ampliar a otros ámbitos de la

organización.

Se debe de establecer una jerarquía lo menos compleja posible. Podemos

identificar actividades cuya suma ofrezcan un servicio o directamente

pensar en una cartera de servicios de forma directa.

Debemos de hacer una clasificación de dichos servicios y cuál es la

importancia relativa de estos para el ciudadano, creando categorías donde

el servicio es parte fundamental de nuestra misión o es secundario.

Debemos de revisar esta categoría entre lo fundamental o primario y lo

secundario. Normalmente lo secundario simplemente soporta las

actividades o servicio primarios.

Tanto en esta fase como en las siguientes, debemos de consensuar el

modelo establecido con las personas que posteriormente se van a

involucrar en los procesos de análisis de los costes. Podemos crear un

pequeño proceso para que todas las personas involucradas den su opinión

y propongan los cambios hasta tener un modelo consensuado al cien por

cien.

Identificar las fuentes.

En esta fase debemos de identificar las fuentes de costes que incurren

directamente en las actividades o servicios que estamos analizando. El

sistema de contabilidad tradicional va a proporcionar un porcentaje alto

de estas fuentes.

Debemos basarnos, siempre que sea posible, en costes reales. En su

defecto podemos utilizar fórmulas para estimar los costes.

Nos aseguraremos que no queda ningún coste que potencialmente se

deba de imputar a las actividades o los servicios y no este contemplado en

el modelo.

Definir las reglas de reparto de costes.

Responde a la pregunta de cómo y cuánto impactan los costes a las

actividades o servicios.

Existirá un proceso que identificara cada una de las fuentes y como estas

son repartidas por las distintas actividades previstas en el modelo.

Para ayudar a definir las reglas, que más tarde se van a sistematizar,

debemos de determinar el grado de actualización del sistema. Si va a ser

semanal, mensual, bimensual, etc…

Establecer métricas y perspectivas de análisis que queremos crear.

Dado el modelo anterior tenemos que identificar y definir las métricas que

queremos usar, que serán acordes con la planificación estratégica si esta

existe y en su defecto con el interés de las personas involucradas.

El diseño de las métricas tendrá en cuenta los cálculos para llegar a ellas.

Adicionalmente, tenemos que identificar y determinar las distintas

perspectivas de análisis que vamos a necesitar, tales como: geográficas,

organizativas, temporales, segmentos de ciudadanos, etc…

Sistematizar ABC.

Si queremos que nuestra iniciativa ABC tenga éxito será imprescindible

sistematizar todo el proceso recogido en el modelo creado.

Muchos de las iniciativas fracasadas tienen su principal causa en esto,

porque confían en un proceso manual toda la gestión, lo que es un gran

consumidor de tiempo y fuente infinita de errores y frustraciones.

Para sistematizar un sistema de este tipo tenemos dos opciones:

(1) Invertir una tecnología especifica de Gestión de Costes Basada

en Actividades.

(2) Crear un sistema de almacén y análisis de datos (data

warehousing) y explotar la información con herramientas de

análisis.

Para iniciativas que estén en un estado de prueba, personalmente

recomiendo la segunda opción, por un tema puro de coste o, dado el

modelo y la intención de invertir en este ámbito, hablar con el fabricante

de software para establecer una prueba de concepto previa a la

realización de la inversión.

Analizar los costes.

Dados todos los pasos, dispondremos de toda la información lista para ser

analizada.

Realmente aquí empieza un nuevo desafío para mantener y evolucionar

un sistema. Como pasa en todas las experiencias de este tipo, existe una

probabilidad alta de que el sistema requiera de una evolución permanente

durante su tiempo de vida útil, sobre todo al inicio, que es cuando las

personas que lo usen descubrirán tanta información relevante que

necesitaran de precisar muchas de las cuestiones planteadas para obtener

un sistema realmente fino que les ayude en su trabajo diario.

Beneficios de los sistemas ABC.

Los beneficios de los sistemas ABC se desprenden de crear un sistema de

costes alineado con la misión de la organización y los servicios que ofrece:

Son una herramienta perfecta para hacer estimaciones, pues

ofrece información objetiva y de rigor del coste actual del

servicio.

Habilita a la organización para la optimización constante del

gasto, porque crea denominadores comunes comparables y

facilita su análisis desde multitud de perspectivas.

Habilita a la organización para tener control de los costes y ser

previsible con su gestión.

Un caso de éxito.

En 2010 realizamos en Castilla y León un interesante proyecto en el

ámbito de la gestión de costes, patrocinado por la Gerencia de Servicios

Sociales de la Junta de Castilla y León.

La gestión de los costes de la Gerencia de Servicios Sociales (GSS) en sus

centros de día y residencias expandidos por toda la comunidad autónoma

ha sido basada hasta la fecha en las cuentas de resultados, planes

contables y centros de coste de la contabilidad tradicional.

El análisis de sus gastos de personal, gas, luz, comida, etc… es lineal y esto

ha supuesto una limitación en el análisis y optimización de los costes en

una parcela donde la gestión pública destina gran cantidad de recursos y

donde la Gerencia es consciente de que puede haber una oportunidad de

mejora para optimizar los gastos.

El diseño de un sistema ABM/C permitió obtener un análisis con la

perspectiva de actividad. Con base en la información contable tradicional

se creó un sistema de contabilidad analítica que permite a los gestores en

la Gerencia disponer de información de valor de los servicios ofrecidos al

ciudadano, por ende optimizar el gasto y como consecuencia aumentar el

valor de su gestión.

La visión tradicional da un coste general por cada cuenta o centro, por

ejemplo: proporcionando cuál es el gasto de luz o personal en un

determinado centro.

El nuevo sistema ABM/C permite un análisis profundo, dando un coste por

servicio, por ejemplo: cuánto cuesta el servicio de atender a una persona

mayor de 65 años discapacitado en un 75% en la residencia de una

determinada provincia o cuál es el coste medio comparativo por provincia

del servicio de atención a un discapacitado del 20%.

El sistema también permite la comparación de los costes con una visión de

los costes por servicio, por territorio, por tipo de asistencia, lo que permite

a los gestores de la GSS sistematizar la optimización del gasto.

La iniciativa se puso en marcha de forma experimental en dos residencias,

y una vez vistos los resultados por la dirección, fue expandido para el

resto.

Con la obtención de este tipo de información acerca de los costes basados

en actividades el sistema de apoyo a la decisión entrega gran valor para el

personal de la Gerencia y unos beneficios tangibles en la gestión operativa

y estratégica de los centros.

El sistema permite normalizar algunas prácticas de gestión, o lo

que es lo mismo, replicar el mejor modelo de gestión de costes de

unas residencias a otras.

Normalizados los procesos de gestión, la información va a

permitir tener un mayor control y medición en el tiempo, marcar

objetivos, poderlos medir, habilitando así una mejora continua.

Posibilita, a nivel político, tener una visión más clara sobre el uso

de los recursos y más precisa para estimar y planificar costes

futuros.

Mayor transparencia de la gestión al ciudadano.

Obtener un enfoque en nuevas oportunidades “hacer más con lo

mismo”

Lo importante debe de ocupar un espacio importante.

6 LA GESTIÓN DE LA COLABORACIÓN CON EL

CIUDADANO.

Es razonable que si el sistema se crea con la misión de crear beneficio para

la ciudadanía, entonces la ciudadanía debe estar al servicio del sistema. Si

no existe una relación en ambos sentidos, permanente y velando por el

bien común, entonces el sistema será imperfecto.

La iniciativa de mejorar la relación con el ciudadano a través de gestionar

la colaboración entre ambas partes implica unir multitud de elementos y

procesos clave dentro de las organizaciones públicas con los problemas y

desafíos de millones de ciudadanos. Esta tarea es extremadamente

compleja en un entorno actual, dado que los canales tradicionales no

están preparados para dar respuesta a este desafío.

Las nuevas tecnologías, que proponen medios más eficientes y más

adaptados a la colaboración, no han tenido el éxito esperado y de mi

análisis se desprende que esta baja tasa de éxito se debe a dos cuestiones:

el mal uso que hacemos de la tecnología desde su concepción estratégica

y sobre todo, a la falta de buenas prácticas que ofrezcan un marco de

trabajo de referencia a la tecnología y a las personas para garantizar el

éxito de este desafío.

Este capítulo ahonda, otra vez más, en como la unión de los principales

elementos de un cambio, a través de las buenas prácticas, puede

contribuir al objetivo de mejorar la relación entre la gestión pública y el

ciudadano y convertir, lo que parece una quimera, en un objetivo

realizable.

Extracto del diario de un ciudadano.

Este apartado está basado en una situación ficticia que extrae algunas

interacciones que un ciudadano tiene con la administración pública un

mes cualquiera, de un año cualquiera. Trata de plasmar cual puede ser la

normalidad en una relación eficiente con el ciudadano y potencialmente

cuales son los beneficios de una relación colaborativa.

Día 1:

He estado curioseando y buscando personajes públicos entre etiquetas.

Entre ellos he identificado al nuevo representante europeo de economía

en Europa y al Alcalde de mi ciudad. Suelen ser asiduos de la red de

microblogging y les he añadido entre mis favoritos porque me interesan

sus pensamientos. Así les podré seguir asiduamente.

He aprovechado para completar algunos documentos pendientes de una

solicitud electrónica para el servicio de asistencia sanitaria que he

realizado para mis abuelos. Se hacen mayores y lamentablemente no está

cerca de nuestro alcance ayudarles tanto como quisiéramos. Cualquier

soporte que les ofrezcan les vendrá muy bien.

Día 2:

Acabo de actualizar la aplicación de la Plataforma de Colaboración para el

Ciudadano para mi Smartphone. Tiene nuevas funcionalidades, me han

comentado que podemos solicitar la revisión cuando el mobiliario público

y las infraestructuras de la ciudad están dañados. Casualmente he tenido

uno de estos días un problema con un bache que se ha creado a la salida

de mi parking. He realizado una foto y la he enviado para que puedan

gestionar su reparación. Me ha llegado un mensaje instantáneo que me

informa de que alguien estará pasado mañana para revisar la situación.

Revisando mi mail he visto que un amigo me ha enviado un enlace con un

servicio que actualiza sobre la información de nuestro centro de salud. Me

he suscrito al servicio RSS, que permite actualizar mi correo electrónico

cada vez que existe alguna actualización.

Día 3:

Mi hijo ha tenido fiebre la noche anterior. He encendido el teléfono y he

solicitado una cita con mi pediatra para que lo pueda ver lo antes posible.

De forma instantánea me han informado de la disponibilidad en 30

minutos de un espacio para que le vean. Me voy a preparar.

He quedado con mis padres para darles un curso acelerado de la

Plataforma de Colaboración con el Ciudadano (PCC), que desde hace unos

meses, esta accesible desde una especie de tabletas que han colocado

donde antes existían las cabinas de teléfono. Estoy alucinado con la nueva

versión, que es más intuitiva y ergonómica que la anterior y más adaptada

para personas mayores. Después de 30 minutos siguiendo un tutorial y con

mi experiencia, mis padres se han quedado encantados. Han introducido

su DNI digital y ahi les he dejado participando.

Un poco antes de cerrar la aplicación me han recordado mi cita para

mañana con la zona de estacionamiento regulado.

Día 4:

Hoy por la tarde he estado jugando al squash en el polideportivo del

barrio. Las pistas cada vez se encuentran en peores condiciones y además,

cuando he presentado una queja, el funcionario no me ha atendido como

yo esperaba. He entrado en la aplicación, he navegado por la cartera de

servicios de deportes de la Comunidad y he realizado una evaluación

negativa del servicio y de la atención.

Acabo de recibir un mensaje de que un inspector va a visitar a mis abuelos

para realizar la valoración de solicitud. ¡Buena noticia!

Tengo un rato libre y lo he aprovechado para ver un webcast del candidato

Europeo mientras un apuntador electrónico va pasando por los tópicos y

metas más importantes de su planificación estratégica. Le he contestado

dándole ánimos y haciendo algunas críticas a algún comentario pasado.

Día 5:

Acabo de acceder a la plataforma para ver los resultados de la licitación

para la construcción de un parque eólico en el que nuestra empresa está

participando. Hemos perdido el concurso y estoy viendo las valoraciones

objetivas del pliego de condiciones. Vamos a tener que aprender varias

cosas para el próximo. Queda patente que estamos por detrás en

tecnología que nuestra competencia y además, nuestros costes no son los

más competitivos.

El candidato Europeo a Economía me ha contestado dándome las gracias.

He aprovechado para revisar los comentarios de una comunidad que se ha

creado para paralizar un proyecto de ley en un ámbito energético. Un

amigo muy activo ha creado el grupo y ha conseguido casi trescientas mil

firmas electrónicas para solicitar una modificación del proyecto, con el

objeto de adaptarlo a una ley más explícita y restrictiva con las emisiones.

A través de la comunidad hemos podido movilizar a mucha gente por una

buena causa y está teniendo sus resultados. Nos acaban de comunicar que

van a tener nuestro manifiesto explícito en cuenta y van a cambiar el

proyecto de ley para adaptarse a 6 de las 10 demandas que hacemos. En el

mes y medio que queda para aprobar la ley vamos a intentar movilizar a

más gente, creo que con la nueva Ley de Transparencia y Colaboración,

quinientas mil personas podemos revocar y adaptar el proyecto en su

totalidad.

Día 7:

En breve hay elecciones municipales y he entrado en la plataforma para

ver los distintos programas electorales de los participantes. Por fin

podemos tener acceso a un programa electoral que marca de forma

rigurosa y objetiva lo que van a hacer nuestros representantes. Es una

suerte poder verlo en detalle y participar en sus evaluaciones y cambios.

¡Ya tengo claro a quien voy a votar!

Alguien ha creado un evento y colgado algunas fotos de un acto del

candidato local por las elecciones municipales. Le voy a echar un vistazo a

ver si merece la pena asistir para escuchar en vivo sus propuestas.

Aprovecho para gestionar una comunidad de cambio que he creado para

demandar una ley que aumente los recursos en la investigación sobre el

cáncer. Ya tengo suscritos casi 135.000 personas. Consume bastante

tiempo administrar y gestionar una iniciativa de este tiempo pero tengo la

certeza de que podremos hacer algo interesante para dotar de más

medios la investigación oncológica.

Marco de Trabajo de la Gestión de la Colaboración con el

Ciudadano.

El Marco de Trabajo para la Gestión de la Colaboración con el Ciudadano

es un conjunto de buenas prácticas que está en desarrollo y que tiene

como objetivo el de normalizar los procesos, técnicas y guías de

implementación de un modelo colaborativo entre la gestión pública y el

ciudadano.

Este apartado define, a modo de introducción, cuales son los principales

conceptos y elementos del marco de trabajo y como este puede ser la

base de buenas prácticas en una futura relación entre la gestión pública y

el ciudadano.

¿Qué es la Gestión de la Colaboración con el Ciudadano?

La gestión de la colaboración con el ciudadano es la gestión que permite

una comunicación bidireccional entre los principales elementos de la

gestión pública y el ciudadano con el objetivo de producir beneficio

mutuo.

¿Qué es el Marco de Trabajo en la Gestión de la Colaboración con

el Ciudadano –GC2?

El GC2 pretende convertirse en una guía de referencia y buenas prácticas

que permita poner en marcha en un entorno digital iniciativas de

normalización en la gestión de la colaboración con el ciudadano.

Por el diagnóstico de la situación actual, donde no existen capacidades

reales de poner iniciativas de colaboración por los canales tradicionales

(presencial y telefónico) el GC2 está enfocado en buenas prácticas y

técnicas construidas en nuevas tecnologías digitales e internet.

Ilustración 20.Elementos GC2 (Fuente: Elaboración Propia)

Ilustración 21.Definición principales elementos GC2. (Fuente: Elaboración propia)

Plataforma Colaborativa con el Ciudadano.

Las nuevas tecnologías y en concreto los sistemas de información van a

jugar un papel crucial e imprescindible en la mejora del proceso de

relación con el ciudadano por una cuestión de eficiencia. El producto de

multiplicar un gran número de temas objeto por millones de ciudadanos

requeriría un esfuerzo impensable por parte de la administración pública si

esto se realizara por canales tradicionales (presenciales, telefónicos, etc.).

Solo introduciendo en la ecuación los sistemas de información vamos a

habilitar a las organizaciones públicas a conseguir el objetivo.

La plataforma colaborativa con el ciudadano se define como el software

basado en estándares internet, que está dotado de capacidades

colaborativas y que va a permitir una relación efectiva entre el ciudadano

y todos los elementos involucrados en la gestión pública.

La plataforma está basada en las buenas prácticas descritas en el modelo

GC2.

La plataforma está basada en estándares de internet y en el concepto de

red social.

Estructura Organización Pública.

La estructura de la organización pública (EOP) describe de forma

jerárquica la organización del gobierno público, sus competencias

generales, sub subcategorías y personas adheridas a ellas.

El elemento EOP es un elemento básico y se convierte en la estructura

básica del modelo porque va a permitir la relación de todas las categorías

y divisiones de la organización con el resto de los elementos.

Áreas de Procesos Clave.

Las áreas de procesos clave establecen las distintas entidades que van a

ser objeto de la relación con el ciudadano.

Las áreas de procesos clave pueden tener un carácter estratégico, táctico u

operativo.

Las áreas de procesos clave base son las siguientes:

Planificación Estratégica. Proceso que define y gestiona la

misión, visión, valores y objetivos estratégicos de la organización.

Planificación y presupuestación económica y financiera.

Gestiona los procesos de las actividades económicas y financieras

de la organización así como sus principales elementos.

Gestión de la Cartera de Inversiones. Proceso que define y

gestiona el conjunto de inversiones de transformación de la

organización.

Gestión de Servicios. Proceso que gestiona el conjunto de

servicios ofrecidos por la organización a la ciudadanía.

Gestión de la Organización. Gestiona la, estructura, jerarquías y

los recursos humanos de la organización.

Legislativo. Proceso que gestiona la creación y modificación de

proyectos de ley.

Nuevas áreas de procesos clave pueden ser adheridas al modelo según la

conveniencia de la organización.

Ventanas transparentes de colaboración.

Las ventanas transparentes de colaboración son una sub-categoría de las

áreas de proceso clave. Mientras que las áreas de procesos clave

identifican los grandes procesos de gestión, las ventanas transparentes de

colaboración concretan los espacios específicos que serán objeto de la

colaboración.

Por poner un ejemplo: el proceso de planificación estratégica se prolonga

en el tiempo desde su definición hasta su realización. La planificación

estratégica se considera el área de proceso clave que la organización está

interesada en poner en tela de juicio en la relación con el ciudadano, para

que este, no solo pueda estar informado, sino que pueda colaborar en su

evaluación y realización.

El proceso de planificación estratégica es un proceso macro, inmanejable

para una organización si tratase de hacerlo transparente para la

ciudadanía en toda su amplitud, por eso aparecen las ventanas de

valoración.

En el proceso de planificación la organización identifica tres ventanas

transparentes de colaboración, que son las siguientes:

Diseño. Que coincide con el programa electoral, cuando el político

define la misión, visión, valores y mapa estratégico (objetivos,

iniciativas y métricas). Esta ventana proporciona un espacio

inmejorable para que el ciudadano pueda informarse y valorar las

ideas, prioridades y compromisos de los candidatos y sus estrategias.

Medición. Corresponderá a varias ventanas de valoración a lo largo

del tiempo, siendo un elemento óptimo para valorar, si la

planificación estratégica propone en el ámbito de diseño una hoja de

ruta de rigor, la medición va a permitir ver el rendimiento entre las

iniciativas los objetivos planificados y los reales.

Cambio. Si por circunstancias internas o externas, la planificación

estratégica debe de ser modificada, este cambio concreto podrá ser

valorado por la ciudadanía.

Clases de Colaboración.

Las clases de colaboración definen el tipo de relación y el alcance a alto

nivel entre las partes.

Las clases de colaboración que propone el modelo son los siguientes:

Información. Comunica de una forma transparente desde la

organización pública hasta el ciudadano.

Tramitación. La tramitación tiene por objeto la solicitud y gestión de

los servicios ofrecidos por la administración pública y contempla todos

los elementos de colaboración para que se haga de forma efectiva.

Evaluación. Tiene como objeto estimar el valor y calidad de los

servicios. Se realiza de forma individual y unidireccional de

colaboración desde el ciudadano hasta la organización pública.

Cambio. Evaluación y propuesta de acción de cambio. Se realiza de

forma colaborativa, colectiva desde el conjunto de ciudadanos hacia

la organización pública.

Funciones Colaborativas.

Las funciones colaborativas proponen la forma de colaboración entre el

ciudadano y los distintos elementos de la organización. Este apartado

define las funciones colaborativas. Las funciones listadas deben de ser

vistas como un subconjunto aplicable al momento actual, pudiendo ser

incrementadas en el futuro o ampliadas en su alcance.

Publicación tradicional automática.

Publicar una determinada información de forma estática.

La funcionalidad está pensada para la comunicación entre la organización

pública y el ciudadano de forma unidireccional, desde la primera hasta la

segunda.

Asociación Simple.

Permite la agregación dinámica de información a un sistema RSS o de

correo electrónico tradicional. Esta funcionalidad está pensada para que el

ciudadano pueda seleccionar la comunicación con la que quiere ser

actualizado de forma periódica.

Micromensajes - Microblogging.

Permite la transferencia de información entre persona y persona en un

formato corto y está pensada para funcionarios o políticos que quieran

expresarse y comunicar sus ideas a las personas como audiencia. Es

selectivo por parte de las personas.

Bitácora. Blogs.

Permite la transferencia de información entre persona y persona en un

formato indefinido.

Webcast.

Su propósito es la transmisión de información en video en vivo. Permite la

transferencia de un mensaje entre políticos y funcionarios y ciudadanos.

Procesos Electrónicos.

El proceso electrónico permite gestionar expedientes públicos vía

electrónica y conocer el estado del expediente en todo momento.

Evaluación Simple.

Permite una evaluación simple de un ciudadano sobre un elemento

concreto.

Comunidades participativas.

Permite la colaboración entre ciudadanos sobre una objeto concreto con

el ánimo de criticar, discutir y consensuar una postura de grupo sobre el

mismo.

Comunidades de cambio.

La comunidad de cambio es participativa y colaborativa. Su propósito es

que un grupo de personas activen un cambio.

Encuestas.

Esta función permite la posibilidad de crear encuestas de valoración.

Votación.

Esta función permite la creación y votación de nuevas ideas.

Guías de implementación.

Las guías de implementación tienen como misión definir en detalle el

alcance de cada una de las relaciones y elementos existentes en el modelo

y explicar cómo van a interactuar entre ellas.

Existirá una guía de implementación por cada relación entre las ventanas

transparentes de colaboración y cada función colaborativa.

La guía da información detallada sobre:

Ámbito de trabajo.

Ventanas transparentes de colaboración.

Canales de comunicación y dirección de la comunicación.

Clases de colaboración y funciones colaborativas

Relaciones entre elementos.

Trazabilidad.

Las guías de implementación también establecen las métricas que van a

permitir medir y controlar el proceso en términos de calidad.

La información es la única herramienta que tienen las organizaciones para

aprender y para ser previsibles.

7 LA INFORMACIÓN Y EL ANÁLISIS AVANZADO.

La información y el análisis avanzado se convierten en un elemento

fundamental en cualquier proceso de mejora en la gestión pública, porque

va a aportar el elemento necesario para predecir los resultados y aprender

de los errores.

Hasta el presente, estamos viviendo unos años convulsos en relación a la

adopción de nuevas tecnologías para normalizar procesos y dotar de

nuevas funciones a los ya existentes, sin embargo, y por distintos motivos,

tenemos más limitaciones para avanzar en etapas más maduras en la

gestión. Estas etapas tienen que ver con la medición y control de los

asuntos que tratamos, con el análisis predictivo y con la capacidad de la

organización para aprender de sus errores y mejorar.

El siguiente capítulo trata de definir cuál es el papel de la información y el

análisis avanzado en la administración pública, cuales son las principales

barreras para avanzar en esta materia, cuales son algunas perspectivas de

inteligencia que resultaran interesantes tener en cuenta y cuáles son los

marcos de trabajo y buenas prácticas para construir soluciones de analítica

avanzada con éxito. Además, el capítulo describe los principales elementos

técnicos de un sistema de analítica avanzada y que necesitamos conocer

para definirlos con éxito.

Introducción.

El papel de la información en la gestión pública

Las organizaciones públicas disponen de un volumen incalculable de datos

proveniente de las interacciones con los distintos elementos internos y

externos de la organización. Estos datos son unidades básicas de

información que carecen de valor en el proceso de apoyo a la decisión.

Para que estos datos puedan adquirir relevancia en el proceso de toma de

decisiones deben de ser transformados y adaptados en relación a las

necesidades de las personas y el contexto y propósito donde se toman las

decisiones. Este proceso de transformación es en el que los datos se

transforman en información. En este proceso los datos se pueden calcular,

condensar, transformar, corregir, categorizar y por otro lado, presentar

para poder ofrecer múltiples perspectivas de análisis, necesarias para el

proceso de toma de decisión.

Si añadimos a esta información algunos elementos contextuales, como

puede ser la comparación con otra información homogénea, en un

contexto de tiempo, proyecciones conociendo el histórico de la

información y sus tendencias u otros variables internos o externos, como

la experiencia, conseguimos obtener conocimiento. El conocimiento es la

categoría máxima de los datos y nos permite añadir valor a nuestro

análisis en un determinado contexto.

Hoy en día, esta transformación de los datos en información y

conocimiento tiene una dependencia casi total con las tecnologías de

información. Este tipo de sistemas de información se denominan Sistemas

de Analítica Avanzada (SAA) o también Sistemas de Apoyo a la Decisión

(SAD), de Inteligencia de Negocio (Business Intelligence) o Sistemas

Informacionales.

La misión de la información y el conocimiento es llegar en forma útil a las

distintas jerarquías de las organizaciones (estratégica, táctica y

operacional) y servir para la toma de decisión efectiva que permita

alcanzar la máxima del gestor, la previsibilidad, y de la organización, que

es el aprendizaje y la mejoría continua.

Improvisar en este sentido no es acertado porque los esfuerzos para

desarrollar este tipo de soluciones son muy altos y equivocarse puede

resultar desastroso en el largo plazo. Conocer los elementos que actúan en

este proceso y las buenas prácticas comúnmente aceptadas se torna

imprescindible, por no decir obligatorio, en este tipo de iniciativas.

El Modelo de Madurez del TDWI

El siguiente modelo ha sido desarrollado por The Data Warehouse

Institute - TDWI, que es una organización norteamericana que publica y

divulga estándares de buenas prácticas en este ámbito.

Ilustración 22.Business Intelligence Maturity Model (Fuente: TDWI)

El modelo plantea distintos estados de madurez que compara con el

proceso de crecimiento de una persona, desde que es un recién nacido

hasta que consigue un estado de madurez y de sabiduria.

El modelo es apoyado por detrás por un componente técnico que en sus

estados más maduros requiere una consolidación de datos total de toda la

organización y una integración total semántica de los atributos de la

información, de forma que toda la información este accesible de una

forma normalizada para que sea usada por todas las jerarquías de la

organización de una forma trasversal.

Los estados inmaduros, que habitualmente es donde se encuentran la

mayoría de las organizaciones en la actualidad, disponen de información

pobre y muy disgregada. Es habitual ver en organizaciones donde sus

sistemas de información son hojas de cálculo que cada persona construye

para sus necesidades o los sistemas de información que habitualmente

vienen integrados en los sistemas operacionales, que son sistemas de

informes definidos de antemano y sin posibilidad de dotar a la información

de un componente histórico ni predictivo, orientados solo a gestionar el

presente.

Hace unos meses realizamos una evaluación sobre este modelo en

Bankinter, que es uno de los bancos españoles que mejor usa la tecnología

en sus procesos de negocio. Bankinter acababa de adquirir una tecnología

para cambiar toda su plataforma informacional y basarla en tecnología

abierta y más orientada al mundo informacional que su predecesora. Los

resultados de la evaluación fueron muy reveladores para que el equipo

encargado en el banco ganara consciencia de los principales desafíos a los

que se iba a enfrentar. Los resultados del proyecto sirvieron como punto

de partida para planificar el cambio teniendo en cuenta buenas prácticas,

métodos y la educación con las personas para adquirir nuevas

competencias.

Recomiendo fijarse en este modelo de madurez porque diagnostica de

forma muy clara y sencilla la situación de la organización con respecto a la

gestión de la información y propone cuáles son los siguientes pasos a dar

en contexto con las buenas prácticas.

Tecnología para el análisis avanzado.

Como ya hemos comentado, la tecnología juega un papel crucial en este

tipo de procesos de mejora con la gestión de la información. El siguiente

apartado trata de describir los principales elementos de los sistemas de

análisis avanzado en un lenguaje “no técnico”.

Nos basaremos en este gráfico:

Ilustración 23.Esquema elementos de un SAA (Fuente: Elaboración propia)

Datos Fuente.

Los datos fuente provienen directa y habitualmente de los sistemas

operacionales o transaccionales que la administración usa para

interactuar día a día con el entorno (por ejemplo:. del programa de gestión

que utiliza un hospital para registrar una entrada de un paciente, de su

historial, del programa que utiliza el departamento de educación para

solicitar una beca o la información de hacienda sobre el pago de

impuestos de una determinada persona, gestión de expedientes, sistema

contable etc…).

Los datos fuente también pueden provenir de fuentes externas, por

ejemplo, datos macroeconómicos desde fuentes del Banco de España para

construir modelos de información que precisen de estas variables.

Los datos fuente son la unidad básica que alimenta un sistema de analítica

avanzada.

Integración.

El elemento de integración tiene como objetivo extraer, transformar y

cargar datos ordenados y únicos en el almacén de datos corporativos.

Técnicamente todo este proceso se realiza a través de un proceso

denominado ETL (Extract, Transform, Load) (Extracción,

Transformación,Carga) y de herramientas especializadas o bien a través

de procesos de carga basados en programación.

Este proceso es habitualmente un proceso costoso. No en vano la carga

media de este tipo de actividades en los proyectos nunca es inferior al 50%

del total. Este trabajo determina, además en gran medida, la calidad de la

información final que estará a disposición del usuario, por lo tanto la

importancia que tiene es alta.

Presentación.

La capa o elemento de presentación de este sistema permitirá al usuario

acceder a la información ya tratada en un lenguaje próximo a su negocio y

no técnico como se realiza en instancias anteriores.

El elemento de presentación se dispone en múltiples subconjuntos de

datos provenientes del gran almacén de datos de la organización (Data

Warehouse Corporativo). Cada subconjunto de datos se denomina Data

Mart y tiene la singularidad de estar orientado a un objetivo o área de

asunto específica.

Ponemos un ejemplo:. El Almacén de Datos General (DW) contiene la

máxima información posible sobre la sanidad proveniente de los sistemas

fuente sanitaria existentes en los hospitales y centros de salud de una

comunidad. Por otra parte, un usuario final, perteneciente a la dirección

de planificación y control tiene la necesidad de analizar de una forma

permanente y exhaustiva la gestión de los fármacos distribuidos en su

ámbito. Esto le permitirá tomar decisiones sobre el gasto farmacéutico y

mejorar su gestión. De esta forma y con este único objetivo se crea un

Data Mart con la información específica de fármacos, y con distintas

dimensiones de análisis que permitirán al usuario ver los gastos generales,

que médicos tienen más propensión a recetar, que tipo de fármacos, como

se distribuyen los fármacos por franja de edad del paciente, cuales son los

fármacos y principios activos más utilizados de forma general o por zonas

de influencia, etc.

En resumidas cuentas, vamos a tener solamente un data warehouse

corporativo con la cantidad máxima de datos de toda nuestra organización

y vamos a tener múltiples data marts, uno por cada área de asunto.

Datos Técnicos.

A lo largo del proceso de creación de conocimiento, vamos a encontrarnos

con una gran cantidad de datos que necesitamos interpretar, unificar,

estructurar y jerarquizar. El objetivo es organizarlo de forma que sirva

mejor a los cálculos realizados por los computadores y también a las

personas. Estos elementos, por ejemplo, deben de ser ordenados y

definidos para que sean inequívocos para la organización. Por ejemplo: Si

queremos tener una visión transversal del ciudadano es necesario

considerar unificar el criterio de ciudadano y no tener distintos como por

ejemplo: paciente, contribuyente, estudiante, etc… Aunque parezca

sencillo, uno de los principales retos en la creación de inteligencia radica

en poner a todo el mundo de acuerdo sobre los conceptos básicos que

vamos a manejar. Típicamente lo que vamos a hacer será tener un

repositorio que describa de forma única los conceptos de los datos y la

información con la que trabajamos.

Almacén de Datos Corporativo (EDW).

El corazón de cualquier sistema de análisis avanzado es el Almacén de

Datos Corporativo

El almacén de datos corporativo, en sus siglas en inglés EDW-Enterprise

Data Warehouse es el repositorio o almacén general que guarda todos los

datos de la organización que se quieren utilizar para más tarde

convertirlos en información y conocimiento. El almacén de datos está

diseñado para facilitar esta conversión, el análisis y para almacenar

grandes cantidades de información de la organización, tanto actual como

histórica.

Existen múltiples tecnologías y diseños para estructurar la información.

Dentro de los fabricantes y de los distintos diseños debemos de escoger el

que más se adapte a nuestras necesidades, buscando el escalado en el

crecimiento, la capacidad de almacenamiento, tolerancia a fallos, de

acceso a la información, su estructura, capacidad de cálculo, coste, etc…

El diseño del EDW va a variar dependiendo de las necesidades de

información y otros factores exógenos, no obstante los arquitectos de

soluciones han evolucionado los diseños y arquitecturas de las soluciones

basándose en las iniciales presentadas por los padres creadores de los

Data Warehouse. Bill Inmon y Ralph Kimball

Datos de Negocio.

Los datos de negocio son datos ya transformados y jerarquizados y con

una fácil lectura para la persona que se disponga a analizar la información.

Estos datos van a ser manipulados en la siguiente capa de acceso a la

información, típicamente por las herramientas de Analítica Avanzada

especialistas en sistemas front-end o de presentación.

Acceso a la Información (Presentación).

Este apartado explica y da algunos ejemplos de cómo se presenta la

información en sus funciones más básicas. Dichas funciones o formatos de

presentación serán usados más tarde por las distintas aplicaciones,

adecuándose a distintas perspectivas de análisis.

La presentación inicial se divide entre presentaciones de caracteres (letras

o números) y gráficos, que habitualmente se mezclan para mejorar la

interpretación de los resultados de un determinado análisis. En los últimos

años se ha realizado un salto cualitativo y cuantitativo en el número de

presentaciones graficas que se realizan. De los tradicionales gráficos de

barras, columnas y radiales, se ha pasado a la representaciones de

gráficos con multitud de funciones para representar, por ejemplo, mapas

geográficos, de dispersión, segmentación etc…

Informes Pre-definidos o Ad-hoc.

Como su propio nombre indica, este tipo de informes son diseñados para

representar una información de forma totalizada y resumida pero siempre

desde una óptica fija. Los informes predefinidos existen de forma histórica

en los sistemas transaccionales pero tienen limitaciones a la hora de

resumir de forma muy rápida grandes cantidades de información y la

imposibilidad de no contar con un histórico almacenado.

Ilustración 24.Ejemplo informes predefinidos (Fuente: Pentaho.com)

Análisis OLAP:

O lo que es lo mismo, procesamiento analítico de información en línea,

que tiene su peculiaridad en gestionar grandes cantidades de información

y presentarla de forma casi inmediata al usuario con el beneficio también

de que este tiene la posibilidad de obtener distintas perspectivas de

análisis sobre la marcha (on line).

Técnicamente existen multitud de variantes (MOLAP, ROLAP, HOLAP, etc..)

con respecto a este modo de presentación de la información. Básicamente

todas ellas difieren en como las herramientas y fabricantes modelan

técnicamente sus bases de datos para dotar a los motores de sus sistemas

con mayor versatilidad y sobre todo rendimiento ante las consultas.

Ilustración 25.Ejemplo Informe OLAP (Fuente Pentaho.com)

Para aquellos que quieran ver cómo funciona un motor OLAP en tiempo

real, existen multitud de ejemplos en la web.

Dashboards y Scorecards

Dashboard o Tablero de mando, que sería su traducción al castellano, es la

presentación gráfica del rendimiento de un área o un todo dentro de una

organización.

Scorecard que podríamos traducir como ”tarjetas de puntuación”

representan gráficamente un conjunto de indicadores (KPI´s -Key

Performance Indicators) que permiten a las organizaciones normalizar,

gestionar y monitorizar métricas de rendimiento dentro de la organización

a nivel estratégico, táctico y operacional.

Muestro algunos ejemplos:

Ilustración 26.Ejemplo Dashboard. Fuente (Microstrategy.com)

Ilustración 27.Ejemplo Scorecard (Fuente. Sap.com)

Minería de Datos.

La minería de datos se define como el conjunto de técnicas y prácticas que

permiten extraer, de una gran cantidad de datos, información útil para el

proceso de toma de decisión.

La minería de datos, a través de técnicas como las redes neuronales, de

estadística avanzada, arboles de decisión, análisis de regresión,

agrupamiento etc. Es capaz de descubrir información oculta, reglas,

patrones, donde los sistemas tradicionales de analítica no son capaces de

llegar.

La minería de datos es también analítica avanzada. La minería aprovecha

los datos de la organización, provenientes de los sistemas analíticos u

operacionales.

En el ámbito público la minería puede aplicarse a cualquier entorno que

tenga la necesidad de realizar predicciones, descubrir patrones de

comportamiento, etc. Por ejemplo: En la gestión de la incertidumbre, el

fraude, el comportamiento de los ciudadanos, de las personas de la

organización, en los movimientos de personas entre las comunidades,

ámbito sanitario y un largo etc.

Las barreras a los SAA en la Administración.

La penetración de los sistemas de analítica avanzada (SAA) y con ello la

distribución de información y generación de conocimiento tiene sus

barreras de entrada en el entorno público. Considero importante

identificarlas para crear conciencia a la hora de plantear los cambios en

este sentido.

La limitación más importante tiene que ver con el liderazgo analítico de

este tipo de iniciativas. Un abordaje idílico de pretender, por ejemplo, una

visión global y trasversal del ciudadano solo se consigue implicando a

todas las partes de una organización, por ejemplo de una Comunidad

Autónoma, y no con iniciativas separadas, por ejemplo por Consejería.

Este tipo de liderazgo no ha sido necesario en los ámbitos de sistemas de

información transaccionales dado que la independencia de estos sistemas

no resulta nociva. Ahora bien, con la información y el análisis avanzado

esta filosofía cambia y necesitamos organizaciones y personas liderando y

pensando de forma horizontal y no vertical. Todo un desafío. Este

liderazgo es también crítico para poner la analítica en el foco estratégico.

En las organizaciones gubernamentales existen menos líderes con una

perspectiva analítica que en otras industrias. Los líderes de los gobiernos,

como grupo, no reconocen las capacidades analíticas como ruta en

búsqueda de cumplimiento de sus objetivos estratégicos. Si sirve algo, se

puede afirmar por mis observaciones en los últimos años, que este cambio

se está produciendo.

Los gobiernos tienen restricciones de seguridad y privacidad con lo que se

refiere a la información. Este tipo de barreras, no son limitantes porque

nunca deben de impedir avanzar con este tipo de iniciativas, pero pueden

ser molestas porque añaden un tiempo extra en el pensamiento y

desarrollo de soluciones específicas.

La visión de largo plazo es crítica en la iniciativa analítica y en el desafío de

dotar de inteligencia y capacidad de aprendizaje al gobierno público.

Nuestro sistema democrático dificulta las iniciativas de este tipo por la

visión que tenemos, a veces de corto plazo y por el aseguramiento de

fondos que permita desarrollar las cosas más de una legislatura. La

solución pasa por adquirir compromisos de largo plazo para la iniciativa

analítica e independizarla de ideales políticos.

Las competencias analíticas son fundamentales para el desarrollo de

soluciones y habitualmente escasas en la administración porque requieren

un tipo de especialización que no forma parte de la educación actual y un

grado de actualización con las nuevas tecnologías que habitualmente no es

planificado. Se debe de hacer un esfuerzo aquí o buscar apoyo externo de

especialistas. Algunas organizaciones públicas miran externamente para

retener talento analítico a través de fondos dedicados a centros para la

investigación y desarrollo. En cualquier caso, lo más razonable sería tener

un modelo mixto que garantice la competencia necesaria.

Se observa que, a medida que la organización alcanza nuevos estados de

madurez en la gestión, las iniciativas de sistemas de información

aumentan en el área de analítica avanzada, tal y como expresa el gráfico

de abajo.

Ilustración 28.Iniciativas de Sistemas de Información por tipología de iniciativas (Fuente: Elaboración propia)

Los distintos tipos de inteligencia.

Al igual que expresa el profesor Howard Gardner en su Teoría de las

Múltiples Inteligencias en el ser humano, donde debilita las teorías

tradicionales de una inteligencia única y lineal, a cambio de distintas

inteligencias como la lingüística, lógica-matemática, corporal-cinética,

visual y espacial, musical, interpersonal e intrapersonal, en las

organizaciones públicas este concepto toma fuerza y puede ser usado

como referencia para construir un modelo amplio que abarque los planes

estratégicos y necesidades de información de las organizaciones en su

gestión.

La Inteligencia del Ciudadano.

Defino La Inteligencia del Ciudadano (IC) como el proceso de recogida y

análisis de la información proveniente de la relación entre la Gestión

Pública y la Ciudadanía.

La misión de esta inteligencia es la de contribuir a mejorar las decisiones

del gobierno público con relación al ciudadano, aportando la máxima

amplitud y previsibilidad en el análisis.

El ciudadano, desde que nace hasta que muere (o abandona una

comunidad), consume recursos públicos en forma de servicios, ayudas,

subvenciones, etc. Del mismo modo también contribuye, a través del pago

de tasas e impuestos a un patrimonio común de la comunidad.

En este ciclo de la relación, todas las interacciones quedan registradas

como entradas y salidas en distintos sistemas transaccionales, que deben

de funcionar como fuentes de datos para ser integradas en un almacén

común, normalizarse y transformarse y servir de forma horizontal y

vertical para el análisis en toda la organización.

La visión es muy ambiciosa en la búsqueda de conocimiento pero de igual

forma también es ambicioso el valor en el que se puede transformar para

las organizaciones públicas y para el ciudadano el uso de este

conocimiento.

¿Qué beneficios se obtiene de La Inteligencia del Ciudadano?

Permite un análisis global y trasversal del ciudadano de forma individual o

de toda la ciudadanía.

Permite un análisis macro de toda la comunidad, segmentado, de un grupo

de ciudadanos, o de detalle, de un solo ciudadano y la navegación en el

análisis de arriba abajo o abajo arriba en una materia dada.

Permite un análisis histórico, presente y de previsión de futuro alrededor

de las políticas y los servicios que se le ofrecen y también de su

comportamiento a lo largo del tiempo.

La Inteligencia en los Procesos.

Defino la Inteligencia en los Procesos (IP) como el proceso de recogida y

análisis de la información de los datos provenientes de los procesos

administrativos en la administración pública.

Su misión es la de soportar decisiones en búsqueda de la excelencia en la

gestión de los procesos.

La Inteligencia en los Procesos es el componente analítico de la Gestión

Basada en los Procesos (BPM-Business Process Management). La IP son

también buenas prácticas, metodologías y tecnología que permite a las

organizaciones descubrir conocimiento que está oculto en los datos de los

procesos con el objetivo de usarlo para crear procesos más efectivos,

incrementar con ello la productividad, calidad de producto o servicio, su

rentabilidad y tiempo de reacción hacia los ciudadanos.

Una herramienta de IP es un sistema de análisis avanzado que provee de

información automática de calidad y útil para gestionar la calidad de los

procesos de negocio, obteniendo beneficios a distintos niveles:

Análisis:

Los responsables de los procesos de la organización estarán interesados en

ver una información de alto nivel como por ejemplo el “número de

procesos que se han efectuado con éxito”, “donde existen cuellos de

botella” o las características de los procesos que no cumplen unos

criterios predefinidos o un acuerdo de nivel de servicio estipulado para el

ciudadano. El análisis también va a permitir identificar las causas de

interés en el comportamiento en la ejecución de distintos procesos.

Monitorización:

La IP permite monitorizar y analizar las instancias de procesos e informar a

los gestores de situaciones inusuales o indeseadas. Los gestores pueden

ver la salud o estado actual de los servicios y recursos en uso en los

procesos. Además, existe la posibilidad de que estos sistemas alerten

cuando un evento o una situación crítica ocurran.

Predicción:

La información obtenida con los sistemas IP puede derivar para modelos

predictivos que apliquen en los procesos e identifiquen la posibilidad de

excepciones o comportamientos no deseados, por ejemplo, para proveer

si un servicio o un producto puede ser entregado en concordancia con el

compromiso que se va a adquirir.

Control:

Basado en la monitorización y predicción, los sistemas pueden interactuar

para evitar (o reducir el impacto) cuando la calidad de los procesos

disminuya y en particular, cuando los niveles de servicio adquiridos se

puedan ver comprometidos.

Caso de éxito.

Hace unos años diseñamos un sistema de Inteligencia de Procesos en la

administración pública autonómica que es digno de mención. Desde la

entrada del nuevo gobierno, La Ley de la Dependencia había constituido

uno de los bastiones principales en materia de política social. Su gestión,

que pasa a ser una competencia local y autonómica, ha supuesto un nuevo

reto para la administración, dado el modelo novedoso planteado (sin

referencia a nivel internacional), el volumen alto de recursos y peticiones

realizadas y muchas restricciones de fechas en el camino.

Con mayor o menor éxito, casi todas las administraciones han acelerado el

proceso de adopción de tecnología para gestionar el proceso con el

ciudadano. Solo algunas han dado un paso más, incorporando a este

proceso y tecnología un sistema de análisis con el objetivo de optimizar,

mejorar el proceso y la cantidad de recursos destinados a este fin.

El producto puesto en marcha con nuestra colaboración, proponía un

modelo de trabajo apoyado por tecnología que permitía a los

departamentos involucrados disponer de información de calidad para su

análisis, desde un alto nivel con todos los procesos, hasta la segmentación

de la información territorial o por tipo de dependencia. La suma del

sistema de información transaccional más el de inteligencia fue un sistema

pionero que se salió de la propuesta centralizada y estándar del gobierno y

tal es su alcance, versatilidad y calidad que desde hace algunos años se

está replicando en otros ámbitos.

La Incertidumbre Inteligencia.

Por si no lo has notado, en la vida raramente las cosas acontecen como

esperamos. La certeza de los resultados es una ambición que solo alcanzan

en algunas ocasiones las organizaciones con una gestión de primera. La

incertidumbre siempre existe, es baja cuando nuestra gestión es excelente

pero alta cuando es mediocre.

Gestionando la incertidumbre gestionamos la brecha que la organización

tiene entre los objetivos planificados y su realidad.

La incertidumbre es la consecuencia de la volatilidad de múltiples variables

del entorno, tales como los ciudadanos, la situación de la macro y micro-

economía y un largo etc más. Existen tantas formas de mitigar la

incertidumbre como elementos que la añaden a nuestros objetivos. El

desafío de las organizaciones consiste entonces en disminuir o mitigar la

incertidumbre en la vía de la consecución de los resultados previstos en la

organización.

Definición.

Defino La Incertidumbre Inteligencia como la herramienta que permite un

análisis avanzado orientado a mitigar la incertidumbre de los resultados en

organizaciones públicas.

Su misión es proporcionar información que permita simular situaciones,

compararlas y preverlas, entre los objetivos esperados y las realidades

actuales, e información variable contextual para tomar las decisiones que

permitan mitigar los elementos de incertidumbre.

Las fuentes de datos e información para construir un sistema de

Incertidumbre Inteligencia pueden ser sistemas internos transaccionales,

otros sistemas de analítica avanzada o fuentes externas que provean de

las métricas e información de las variables que necesitamos.

La Incertidumbre Inteligencia proporciona una visión aislada de la

incertidumbre en una determinada materia. Este tipo de soluciones

pueden ser subconjuntos de otros sistemas de análisis avanzado o incluso

sistemas aislados. El hecho de separar el concepto y orientar las soluciones

específicamente a la gestión de la incertidumbre no es otro que dotarle la

relevancia que en la mayoría de los casos tiene.

La Incertidumbre Inteligencia puede ser aplicada según la naturaleza de

sus objetivos, por ejemplo:

Económico Financiero.

La gestión de la incertidumbre en el ámbito económico financiero se torna

vital en las organizaciones públicas y se centra en dos aspectos:

Solvencia. Garantizando la previsibilidad de la capacidad económica y

financiera de la organización en base a la planificación y previsión del

gasto y aseguramiento de los ingresos.

Fraude. Midiendo y controlando las principales iniciativas y objetivos que

van a permitir mitigar el fraude en la administración pública.

Cumplimiento en la Gestión.

Los gestión de la incertidumbre en el ámbito de cumplimiento proporciona

información sobre la gestión interna de las organizaciones y como las

personas realizan el trabajo planificado, por ejemplo, si existe un grupo de

técnicos cuya función sea realizar la auditoria de calidad de obras civiles

subcontratada o, por ejemplo, los inspectores de hacienda y trabajo con

buenas prácticas, el sistema se centrara en los objetivos de calidad

marcados con la adopción de buenas prácticas y la medición y

comparación de los distintos intervinientes.

Ciudadano.

En la perspectiva del ciudadano tiene múltiples usos, por ejemplo:

Sanitario. Orientado a la prevención de enfermedades.

Desastres naturales. Orientada a la industria agroalimentaria en su

capacidad para prever condiciones climáticas adversas.

Crimen. Previsión del comportamiento de las personas y grupos

organizados en el ámbito de la seguridad civil.

El desafío en este tipo de inteligencia esta en encontrar personas con

conocimiento de las materias tratadas y competencia analítica que sean

capaces de dotar de una visión de incertidumbre en sus áreas y

conceptualizar los modelos analíticos necesarios para gestionarlos.

Consejos para definir un Sistema de Análisis Avanzado

(SAA).

Antes de comenzar, debemos de conocer que existe en el mercado

muchas denominaciones para los sistemas de análisis de la información.

Sistema de Apoyo a la Decisión, Sistema Business Intelligence, Sistema de

Gestión del Rendimiento, Sistema Informacional, Analíticos, etc… . Dejar

claro, que todos son sinónimos de una misma cosa.

Como he explicado en apartados anteriores, el diseño de los sistemas de

inteligencia debe de ser lo más ambicioso posible en lo que a su amplitud

se refiere. Es decir, es obligado pensar en grande. De otra forma, todo lo

que recortemos en nuestro pensamiento y el concepto que tengamos del

sistema, va a ser muy difícil recuperarlo en el futuro. Si alguien tiene una

iniciativa para proponer crear un Sistema de Inteligencia en una dirección,

siempre será mejor que en pensar y actuar en un solo sub-departamento o

servicio. Si es de una concejalía, consejería, ministerio, mejor que de una

dirección, etc…

Pensar en grande no significa que tengamos que actuar en grande. El

diseño del producto y sus requisitos pueden ser amplios (véase apartado

productos) pero como estos van a ser priorizados y estimados en costes,

entonces vamos a poder dividir una gran inversión en varias más pequeñas

que poder acometer hasta completar la gran idea. Así debe de ser el

abordaje.

Y a propósito de los métodos y buenas prácticas para desarrollar este tipo

de sistemas. No existen muchas en el mercado y pienso que un consejo en

esta materia vendrá muy bien. Cuando desde hace años los clientes en el

ámbito privado o público se pusieron a desarrollar sistemas de análitica

avanzada, siguieron los patrones del desarrollo de sistemas de información

operacionales y hubo una cantidad importante de proyectos fallidos, pues

desarrollar sistemas de información operacionales o dimensionales (los

aquí presentes) tienen algunas similitudes pero muchas diferencias, tanto

en la concepción como en su desarrollo. Más tarde los fabricantes de

productos, tales como Business Objects, Microstrategy, SAS Institute,

Oracle, fueron desarrollando metodologías específicas para sus

herramientas que permitieron mejorar algunos aspectos de la entrega de

estas soluciones pero que se encuentran muy orientadas a los productos

en sí. Estas últimas son mejores que las iniciales pero dado que los

fabricantes no son expertos en el desarrollo, todavía tienen algunas

carencias. Mi consejo al respecto, si la organización va a invertir de forma

continuada en la función analítica, es que haga un esfuerzo en obtener un

método y buenas prácticas específicas para sus tipos de proyectos. Pienso

que pensar en esto no llevará un esfuerzo muy grande y tendrá una

recompensa a muy corto plazo.

Un consejo más para los productos de Analítica: deben de sistematizar el

análisis, tienen que contar con elementos históricos y con elementos de

previsión. Aunque esto parezca obvio, no lo es tanto cuando vas a resolver

problemas concretos, se tiende a olvidar. No es la primera vez que veo

creados Sistemas Analíticos que requieren de un esfuerzo añadido de

carga de datos manuales y diseño de informes cada vez que quieren ser

explotados.

Hace unos meses estuve en uno de los principales bancos del país

liderando el último proyecto para la concepción de un sistema

informacional para la dirección de sistemas de información. Hace algunos

meses el banco se reorganizo y la consecuencia fueron también cambios

en esta dirección, que ha creado una oficina de proyectos global (EPMO-

Enterprise Project Management Office) que tiene como objetivo realizar la

gestión de una cartera de proyectos donde participan más 6.000 personas

a nivel mundial y con un presupuesto de 1.800 millones de euros.

El sistema operacional del que se nutre y soporta todos sus procesos de

gestión de proyectos ya era muy avanzado, pero en cuestiones analíticas,

necesitaban una nueva plataforma para satisfacer las necesidades de

información de análisis de toda la organización. Voy a basarme en este

proyecto para describir el proceso de concepción de este producto,

porque puede ser de ayuda las personas que inicien la construcción de

nuevos modelos. A esto le llamo el Modelo Conceptual Integral-MCI y

puede ser utilizado o adaptado para cualquier proyecto de analítica.

Ilustración 29.Modelo Conceptual Integral-MCI (Fuente: Elaboración Propia)

Análisis situación actual.

Lo primero que se debe de hacer en el planteamiento de soluciones

futuras es realizar un diagnóstico de la situación actual, lo que nos va a

permitir identificar las principales debilidades del análisis en el presente y

acto seguido identificar las oportunidades de mejora en las que nos vamos

centrar.

La representación de esta situación actual puede ser realizada con la

técnica DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) que es

comúnmente conocida y ayuda en bastante en este tipo de diagnósticos.

Las personas y sus necesidades

Debemos de definir las distintas personas o grupos de personas (roles) que

van a utilizar el sistema y que necesidades de información tienen

actualmente y van a tener en el futuro. Habitualmente la segmentación

tiene que ver con el rol que ocupan las personas y el nivel jerárquico

dentro de la organización. Pensad en decisiones estratégicas, tácticas y

operativas del día a día. Este no es un momento para bajar al detalle o

para pensar si vamos a tener estos datos disponibles en los sistemas. Lo

que aquí se pide es un esfuerzo para reflexionar, y no solo las necesidades

reales, sino también en las deseables. Es un buen momento para soñar e

imaginar.

Una técnica interesante para reflexionar y desafiar a las personas puede

ser la “tormenta de ideas” braimstorming. Otra puede ser el sentido

común, pudiendo buscar que hacen las comunidades competentes en

estas áreas, y tomarlas como referencia (buenas prácticas, normativos,

etc).Comienza a pensar no solo en lo abstracto de la necesidad, sino

también en métricas, ratios, informaciones concretas y podemos ir

tomando nota.

Ilustración 30.Ejemplo identificación necesidades por perfil. (Fuente: Elaboración propia)

Entidades

Este apartado debe de identificar los elementos que son motivo del

análisis. En un sistema analítico de gestión de expedientes probablemente

su entidad será el expediente en sí, si es un sistema de análisis sanitario la

entidad puede ser el paciente (ciudadano) o en un análisis distinto pueden

ser los elementos de la cartera de servicios ofrecidos a este. En un sistema

de análisis económico financiero, lo probable es que la entidad sean las

cuentas o su naturaleza.

Es necesario describir las entidades y empezar a consensuarlas con los

distintos interesados en el proyecto. Recordad, por ejemplo, que un

ciudadano puede tomar varias formas dependiendo del entorno, por

ejemplo un paciente, un estudiante, un contribuyente, etc… y el concepto

de la entidad puede dar lugar a confusión.

Campos y Métricas

Es hora de hacer una relación de los campos fuente con los que podemos

contar. Identifica campos fuente de todos los sistemas fuente que

consideres oportuno y filtra aquellos que pueden aportar valor a tú

análisis. Ponlos en una tabla o una hoja de cálculo que vas a guardar como

uno de los entregables de este proyecto.

Piensa en campos que se agregan para obtener métricas que añadan

mayor valor al análisis.

Haz un esfuerzo por categorizarlos si son campos que requieren histórico,

si son para el análisis del presente o pueden tener variantes para hacer

previsiones de futuro. Si es esto último y no existen, prueba a crear

campos nuevos con proyecciones. Ponles un nombre y explica en algún

campo cuál es tu deseo y como los vas a construir.

Cuando termines, haz un esfuerzo por eliminar métricas y campos que

tengas que realmente no añadan ningún valor al análisis. Como anécdota,

recuerdo en este proyecto que el cliente daba mucha importancia al nivel

de riesgos de los proyectos e históricamente siempre manejaron el campo

suma de todos los riesgos. La suma de los riesgos era un valor muy

relativo, pues dependía en gran medida del número de proyectos que

estaba dado de alta en el sistema. Tan pronto podían tener 500 riesgos

como 300, pero esto no daba una métrica objetiva del problema.

Propusimos la creación de un ratio que dividía el número total de riesgos

entre el número total de proyectos y su complejidad y conseguimos la

aprobación del cliente, que se quedó contento porque iba a pasar a pensar

en términos absolutos y más objetivos que los anteriores.

Por favor, haced un esfuerzo con esto, es importante si no queremos tener

un sistema con una cantidad grande de métricas e informaciones que no

sirven de forma objetiva para tomar decisiones.

Dimensiones y Jerarquías.

Una de las partes más importantes de un SAA son las dimensiones y las

jerarquías, que deben de ser tenidas en cuenta porque van a permitir

hacer las selecciones, filtros y segmentaciones de la información que

queremos (jerarquías) y definir desde que perspectivas (dimensiones) las

queremos.

Por daros algunos ejemplos, dimensiones pueden ser elementos tales

como: la organización, la calidad, el tiempo, el coste, el ciudadano. Las

jerarquías: organización (regiones, países, servicios, departamentos,

áreas); Calidad (rangos de calidad percibida); Tiempo (años, meses,

semanas, días, horas); ciudadano (desde 0 hasta 15 años; desde 16 hasta

39; desde 39 hasta 85).

Tiempo.

La información que necesitamos en este apartado es relacionada con las

necesidades de actualización de información en el tiempo, es decir, el

historial que deseamos guardar para el análisis y el tipo de métricas que

queremos en cada momento.

Ilustración 31. Ejemplo de métricas con relación al tiempo (Fuente: Elaboración propia)

Debemos de asegurarnos que las métricas tienen un buen balance en los

distintos tiempos que queremos gestionar.

Modelo de Informes.

Debemos de imaginar y plasmar como deseamos la distribución de los

distintos informes o de los gráficos e información dentro de estos. El

objetivo es explicitar nuestras ideas para que el equipo de desarrollo tenga

en contexto la distribución deseada y nos podamos comunicar con él en

un lenguaje que ambas partes podamos entender.

En esta tarea será importante conocer las funcionalidades y la forma de

presentación de las herramientas de analítica que hemos adquirido.

El primer ejemplo es un conjunto de informes sobre una determinada

materia y cuál es su distribución. Esta realizado con power point.

Ilustración 32.Ejemplo distribución de informes de un sistema analítico (Fuente: Elaboración propia)

El siguiente ejemplo da el detalle de un informe tipo cuadro de mando y la

distribución y apariencia de sus principales elementos.

Ilustración 33.Ejemplo Informe (Fuente: GTBC)

Matriz de Requisitos.

La matriz de requisitos puede ser una evolución adaptada de las matrices

de requisitos identificadas en el apartado de diseño de productos de la

gestión de la cartera de inversiones, con atributos especiales para este

tipo de proyecto.

Una matriz de requisitos completa debe de definir, como mínimo, los

siguientes atributos:

# Requisito

Cri

teri

os

de

Cal

idad

Dim

en

sio

nes

Jera

rqu

ías

Tip

os

de

Pre

sen

taci

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tes

de

D

ato

s

Pri

ori

dad

Inte

resa

do

Informe / Requisito 1

Informe / Requisito 2

Informe / Requisito 3

Arquitectura.

La arquitectura técnica debe de definir dos cuestiones importantes:

Por un lado las características de la plataforma referentes a la seguridad,

escalabilidad, integración, accesibilidad, rendimiento y presentación de la

solución planteada.

Por otro lado, los distintos elementos técnicos y no técnicos sobre la

arquitectura (véase apartado tecnología para el análisis avanzado de la

información) datos fuente, integración, presentación, etc…

La tecnología es utilidad y aporta eficiencia.

8 LA TECNOLOGÍA ES IMPORTANTE.

La tecnología juega un papel crucial en la gestión de las organizaciones y

en el caso concreto de la gestión pública, también en la relación con su

principal benefactor, el ciudadano.

Una errónea concepción estratégica de la tecnología, una incorrecta

selección o un mal uso son las principales causas de fracaso de las

iniciativas de cambio en la gestión.

En el contexto de un sistema complejo, donde existen millones de

ciudadanos para interactuar con millares de servicios y de forma interna

existen múltiples servicios e iniciativas para interaccionar con múltiples

elementos internos, la tecnología es la única solución para hacerlo de

forma amplia y eficiente.

Este capítulo expone algunas preguntas y respuestas que plantea la

tecnología en relación a su gestión.

La tecnología

La tecnología debe de estar presente en todas las ecuaciones de cambio

en la relación a la mejoría en la gestión.

La tecnología debe de ser un instrumento de soporte para que las

personas realicen su trabajo en un nuevo esquema de nuevos procesos y

buenas prácticas. La tecnología debe de ser vista como un impulsor de la

iniciativa y no como la iniciativa en sí.

La tecnología debe de aportar dos cosas en la gestión:

La primera es eficiencia. La tecnología debe de permitir la gestión y la

comunicación interna y externa. Debe de ser aprovechada para hacer las

máximas cosas posibles en un contexto donde existen millones de clientes

y que de otra forma, no sería posible.

La segunda es un medio para la medición y el aprendizaje. La tecnología

debe permitir normalizar las buenas prácticas en las organizaciones. A

partir de los datos almacenados que generemos en nuestra gestión y de

otras informaciones externas relevantes, la tecnología nos debe de servir

para transformarlos y crear conocimiento y objetividad en el proceso de

toma de decisión. La tecnología va a permitir un control adecuado de lo

que hacemos y ser fuente de conocimiento para aprender y mejorar.

La evolución en los últimos años de las telecomunicaciones y de los

sistemas de información ha sido espectacular. Sobre su adopción y uso

tengo mis dudas, donde veo muy probable que tengamos que reflexionar y

replantear su adopción para aprovechar todos sus beneficios.

La buena noticia es la primera. Aún si no existiese evolución de la

tecnología actual, tendríamos funcionalidad para cubrir, probablemente,

los próximos veinte años de desafíos en la gestión.

La estrategia con la tecnología.

La tecnología estándar que soporta la gestión debe de ser adaptada a

nuestra organización en un 100% de los casos y debemos de ser

conscientes de este hecho. A menudo, nos llevamos a error al pensar que

con la compra de tecnología, el problema o desafío que tenemos está

resuelto, y no estamos nada más lejos de la realidad. Cuando compramos

tecnología estándar para atender a un problema o desafío de nuestra

organización, estamos comprando el 50% de nuestra solución, el resto,

hasta alcanzar el 100%, requiere de planificación y trabajo para adaptarla a

nuestras necesidades. Esto, que habitualmente además conlleva un grado

de innovación alto, hace que la adopción de la tecnología en las

organizaciones sea compleja per se.

Si además, por la casuística de nuestra organización, o por la baja

cobertura que de la tecnología estándar a nuestros desafíos, nuestra

organización emprende el desarrollo de una tecnología propia, entonces

esta complejidad se multiplicara por unos cuantos enteros.

Uno de los errores estratégicos más cometidos en España en la puesta en

marcha de iniciativas con alta dependencia tecnológica es el poco

aprovechamiento que hacemos de las economías de escala. En muy pocos

años hemos pasado de tener modelos tecnológicos para dar cobertura a

todo el país, que no funcionaban bien del todo, por la alta complejidad de

las organizaciones y su distribución geográfica, a tener iniciativas

tecnológicas atomizadas que no tienen el desarrollo esperado porque la

inversión está también atomizada e insuficiente. Y además, limitan el

análisis de valor pues crean silos herméticos con los datos y la

información, difícilmente tratables de forma horizontal en etapas

posteriores.

Una iniciativa, para ofrecer un sistema de información al sistema sanitario

nacional, podría ser un ejemplo de lo primero, mientras que la

administración electrónica, cuya competencia pasa a ser de cada

organización pública, podría ser un ejemplo de lo segundo.

La solución a este planteamiento estratégico la podemos encontrar en el

futuro en modelos híbridos o mixtos, modelos tecnológicos que

aprovechen todas los beneficios de una solución global, como son los

recursos económicos, economías de escala, reto de la innovación,

información para análisis trasversal, y que tengan la capacidad de ser

versátiles en la adaptación a lo local.

El tercer error estratégico en las iniciativas tecnológicas tiene que ver con

las capacidades tecnológicas, que de partida, pueden limitar a la

organización para la evolución. Concebir o implantar una iniciativa

tecnología robusta, escalable, segura, accesible, ergonómica y abierta en

su integración, puede parecer algo sencillo, pero cualquier debilidad en

estos aspectos puede limitar su adopción o evolución paralelo a la

madurez de la organización y su impacto puede ser muy negativo.

Selección de tecnología

Me encanta la palabra inglesa benchmarking, quizás es por cómo suena, o

quizás sea porque en una sola palabra concentra todo el significado del

“análisis comparativo en la selección”, lo que simplifica la comunicación.

El benchmarking es fundamental a la hora de escoger la mejor tecnología

para nuestra organización. Este apartado pretende dar algunos consejos

para realizarlo con solvencia.

Debemos de partir de la base de que tener una sola opción tecnológica no

va a permitir una valoración objetiva. Las buenas prácticas recomiendan

un mínimo de tres opciones para hacer una selección objetiva.

Hablando de tecnología, otro factor importante a tener en cuenta es la

posibilidad de comprar una herramienta estándar en el mercado o

desarrollar una adaptada a la organización. Por lo general, mi

recomendación por defecto es la de desarrollar herramientas solo cuando

en el mercado no exista una estándar que permita adaptarse a nuestras

necesidades.

Una tecnología estándar suele tener un menor coste de propiedad (suma

de inversión más gastos de mantenimiento) que una tecnología

desarrollada. El negocio de los fabricantes de tecnología estándar es la

tecnología y por tanto van a estar preocupados por la evolución de sus

funcionalidades y por tener un producto robusto y que funcione. Como

organización pública, añadir esta preocupación a algo que no es nuestra

razón de ser, es habitualmente un atraso y a menudo los problemas que

esto ocasiona suelen afectar a la credibilidad de los líderes que proponen

las iniciativas de cambio y obviamente al funcionamiento de la

organización.

Un proceso de evaluación objetivo de distintas tecnologías, incluyendo la

opción de fabricarla en nuestra propia casa, resultara beneficioso para que

al final obtengamos la mejor solución.

Un análisis comparativo empieza por tener una buena descomposición de

requerimientos de la inversión (véase apartado de gestión de la cartera de

inversiones en el apartado de diseño de productos). Los requerimientos

técnicos y las funcionalidades que nuestra organización necesita serán la

base para comenzar esta evaluación.

Un segundo paso puede pasar por empezar a conocer las principales

tecnologías estándar que existen en el mercado y cuáles son sus puntos

fuertes y principales debilidades. Compañías como Forrester Research o

Gartner Group están especializadas en divulgar informes comparativos en

los distintos segmentos de las herramientas.

He preparado esta imagen a continuación para que podáis ver cuáles son

los segmentos de software que dan respuesta a los desafíos expuestos en

este libro.

Ilustración 34.Buenas prácticas y segmentos de software. (Fuente: Elaboración Propia)

Una vez que conozcamos lo que queremos adquirir, tendrá lugar el punto

donde identifiquemos las necesidades para tener una buena base de

comparación. Podemos crear una hoja de cálculo donde en una columna

en la izquierda pongamos los distintos criterios (técnicos y no técnicos) por

los que vamos a evaluar y en la derecha, las distintas opciones que

tenemos, además de la prioridad que da nuestra organización a cada una

de ellos. Podemos abrir un proceso de solicitud de información a los

proveedores para que nos enseñen sus herramientas y nos ayuden a

rellenar la hoja de cálculo para su comparación.

Otra opción en este sentido es apoyarse en compañías especializadas en la

selección de herramientas, pues poseen todo este trabajo de ingeniería ya

realizado (las hojas de cálculo, las funcionalidades, la capacidad de

priorizar los requisitos e incluso las respuestas de los diferentes

fabricantes de software).Podemos ahorrar tiempo y dinero, pues se

ofrecen a un coste muy competitivo. Una de las compañías que mejor

producto tiene para hacer benchmarking tecnológico es Technology

Evaluation. Podéis buscarlo en internet e indagar un poco acerca de sus

soluciones.

La gestión del cambio consiste en alinear y organizar todos los elementos

que influyen en el cambio en un objetivo común y medir y controlar que el

cambio se realiza.

9 LA GESTIÓN DEL CAMBIO.

La gestión del cambio es, sin duda alguna, el principal desafío cuando una

organización quiere dar un salto cualitativo de calidad en su gestión.

Este capítulo ahonda en dos cuestiones básicas acerca de la gestión del

cambio. La primera, que tiene que ver con explicar lo que es un cambio y

cuáles son los principales elementos a tener en cuenta. La segunda, como

debemos de organizarnos para garantizar que todos los elementos están

planificados al detalle, alineados en una causa común y cuáles serán los

mecanismos que vamos a poner en marcha para controlar que el cambio

se está realizando en unos límites razonables de calidad.

Definición de cambio.

Cambio, como palabra, significa dar o recibir una cosa por otra que la

sustituya; sustituir, reemplazar.

El cambio organizacional en la gestión es el proceso que se produce en la

organización que reemplaza un estado de madurez en la gestión por uno

nuevo en el que la organización es más proactiva, predecible con los

resultados y se habilita para mejorar de forma continuada.

Pensar, diseñar y ejecutar un cambio organizacional es una iniciativa

estratégica que involucra a toda la organización y que requiere de grandes

dosis de reflexión, planificación y trabajo. A su favor cuenta con que los

beneficios son sorprendentes.

Buscar un patrocinador.

El éxito de nuestras iniciativas de mejoría en la gestión de nuestra

organización va a depender en un gran porcentaje del patrocinio que estas

tengan. Un patrocinio no comprometido con la causa, falto de

competencia o liderazgo, o sin capacidad para influenciar a la organización

para impulsar el cambio es la principal causa de fracaso de cualquier

iniciativa, independientemente de su tamaño e impacto en la

organización.

Garantizar un patrocinio fuerte y enmarcar la iniciativa en el entorno

controlado por este patrocinio, es el único comienzo que debemos de

buscar para plantear este tipo de iniciativas.

Durante la vida de la iniciativa nos vamos a encontrar en un camino

tortuoso, en el que, incluso bien planificado y comunicado, nos

encontraremos algunos problemas, resistencias y en general un viento

desfavorable. Tener un patrocinador que salvaguarde y apoye con

entusiasmo y determinación el camino a seguir será una garantía de éxito.

Justificar la iniciativa.

Considerando que la mejoría interna es otra inversión más de nuestra

organización debemos de justificarla. Exponer lo que queremos hacer,

como lo queremos hacer, cuál es su impacto y riesgo, su coste y por

supuesto, los beneficios que vamos a esperar.

Me remito al capítulo del libro que describe cómo podemos hacer esto y

sobre todo, reto a las personas a que si no saben por dónde empezar,

comiencen un día a escribir en un folio en blanco las intenciones que

persiguen y las motivaciones que le llevan a emprender un proceso de

mejora en la gestión. El proceso de escritura permite a las personas dar

forma, explicitando y evolucionando sus ideas, hasta conseguir un

documento que justifique la iniciativa. Es muy importante que eviten

fijarse por un momento en la situación actual y tener el privilegio de soñar

e imaginar con las metas que queremos alcanzar, sin ponerse limitaciones.

Ya habrá tiempo más tarde de ajustar esta visión a nuestra realidad.

Conseguir los fondos necesarios para garantizar nuestra iniciativa, o al

menos parte de ella y el patrocinio de las personas adecuadas es nuestro

primer objetivo.

Ser consciente de la dimensión del cambio es muy importante. El gobierno

del Reino Unido ha creado una agencia que vela por crear, actualizar,

divulgar y educar en las buenas prácticas de gestión entre las que se

encuentra ITIL, más tarde transferido a la sociedad y empresas privadas

con un alto éxito. Esta agencia pretende ser un elemento de cambio para

todas las administraciones públicas del Reino Unido, por lo tanto, la

dimensión es grande. Gestionar un cambio en un determinado servicio de

una consejería de una Comunidad Autónoma o Ayuntamiento puede

requerir de un nuevo método que puede ser “cocinado” dentro del mismo

servicio o dirección, o contando con una mínima colaboración de un

experto externo. Tan grandes sean las expectativas de cambio tan grande

debe de ser el esfuerzo realizado por la organización.

Como definir un modelo de organización.

¿Cómo ponemos todos los elementos del cambio juntos y como nos

vamos a entender para entregar el beneficio esperado con el cambio?

Necesitamos un modelo organizativo con la iniciativa, que es un trabajo

que va a identificar todos los elementos y como estos van a interactuar

entre sí para generar los beneficios esperados.

Este apartado trata de exponer el contenido mínimo de un documento

modelo organizativo para una iniciativa de cambio

Ilustración 35. Ejemplo estructura Modelo Organizativo (Fuente: Elaboración propia)

Introducción.

El primer apartado debe de explicar la misión de la iniciativa de cambio y

como está alineada con el plan estratégico de la organización, a que

objetivos generales atiende, que beneficios se esperan lograr, etc…

Estructura Organizativa.

Define qué tipo de organización y su clasificación con las personas que

dependan de esta iniciativa.

El tipo de organización va a depender del tipo de proyecto y de cómo este

conviva con el resto de la organización, siendo esto último que puede ser

un equipo totalmente dedicado al proyecto o como un proyecto

ejecutado en el contexto del día a día de la organización.

La estructura organizativa identifica también los distintos tipos de

competencias técnicas o no técnicas a alto nivel que se necesitan para

satisfacer las necesidades del cambio.

Interesados.

Este apartado identifica a todas las personas interesadas en el proyecto,

bien porque estén involucradas directamente en él o porque en

potencialmente puedan verse afectados por los cambios que pueda

generar. Es importante que incluyamos, por ejemplo en una tabla, la

máxima información de contacto (rol que desempeña en la organización,

teléfonos, correo electrónico, etc…) de cada uno de los interesados.

En este apartado podemos identificar y nombrar formalmente al

patrocinador de la iniciativa y describir su rol y responsabilidades dentro

de esta.

Modelo de Madurez de Referencia.

Tanto si vamos a usar un modelo de referencia estándar en el mercado de

las buenas prácticas como si creamos uno desde cero, este apartado trata

de describir el modelo y las buenas prácticas que queremos implementar

para incrementar nuestra madurez en la gestión.

Recomiendo dar la máxima información disponible sobre el modelo e

incluir un análisis de nuestra situación actual respecto a él. Para el análisis

de la situación actual podemos utilizar un análisis DAFO (Debilidades,

Amenazas, Fortalezas, Oportunidades).

Procesos

El modelo de buenas prácticas tiene que aportar a la iniciativa de cambio

dos cosas:

La primera, un método de procesos, buenas prácticas, técnicas adaptadas

a las necesidades de la organización y que, en definitiva, va a explicar

cómo queremos hacer las cosas en una situación futura.

La segunda, un marco de referencia en lo concerniente a la madurez, que

va a marcar los estados por donde vamos a pasar para aplicar el método

hasta alcanzar una situación donde la organización va a dejar de gestionar

un cambio para gestionar la mejora continua. Existen modelos de madurez

para una gran variante de prácticas de gestión y aconsejo que elijamos el

que más se adapte a nuestras necesidades mirando la naturaleza de

nuestro cambio.

No esperemos nunca que la selección de un marco de trabajo de buenas

prácticas o de un modelo de madurez nos vaya a dar resultados de partida.

Cuando hablamos de normativos de buenas prácticas o modelos de

madurez estamos hablando de marcos de referencia, de buenas prácticas.

Se ha llegado a ellos normalizando las prácticas de lo que siempre se ha

hecho y aportando sentido común para hacerlo, lo que no significa que tal

como está vaya a aportar algo a nuestra organización. El reto de las

personas que gestionan el cambio en este sentido es usar estas buenas

prácticas para crear un método y modelos comunes para su organización,

que sean amplios y den cobertura a todas las necesidades, que sean lo

más simples posibles para que su uso no sea una traba sino aporte una

ayuda a las personas y que sea adaptable a las distintas circunstancias de

los elementos que gestionamos en la organización. Insisto en estos

atributos: Amplitud, Simplicidad, Adaptabilidad.

He visto muchas iniciativas de cambio fracasar por no tener estos factores

en cuenta a la hora de seleccionar y diseñar un método de trabajo en la

organización.

Tan importante como la selección de los métodos y buenas prácticas es la

de planificar tareas dentro de nuestra iniciativa para revisarlas, otra vez

más, con la intención de simplificarlas y adaptarlas al máximo a la

organización.

En términos del modelo de madurez es importante que contemos con

alguien objetivo que pueda hacer una evaluación periódica de nuestra

situación, muy importante realizar una previo a planificar la iniciativa de

cambio, que tomara una instantánea del estado del arte en la situación

presente y ayudara a establecer los objetivos para los siguientes meses y

otras evaluaciones que actualicen la primera y permitan medir y controlar

que evolucionamos tal y como hemos planificado, o en su defecto,

permitirá corregir algunas expectativas con la entrega de la iniciativa.

A alto nivel, debemos de describir los procesos clave de gestión incluidos

en el alcance de la iniciativa y cuáles serán los marcos metodológicos, de

buenas prácticas o normativos que vamos a utilizar como referencia para

construir nuestros procesos.

Debemos de distinguir entre los procesos clave de gestión y los procesos

que van a soportar la iniciativa

Matriz de asignación de responsabilidades

La matriz de asignación de responsabilidades trata de definir, dadas las

actividades del plan y de los procesos, que personas hacen que cosas y que

nivel de responsabilidad tienen en cada una de ellas.

La matriz es muy importante porque por si misma se encarga de que no

haya responsabilidades o competencias compartidos (duplicación de

esfuerzos) y que cada persona conozco con rigor cuál es su función y

responsabilidad dentro del proyecto.

Una técnica muy utilizada es la matriz de asignación de responsabilidades

(RACI), que permite definir actividades y que tipo de responsabilidad tiene

cada persona en ellas.

RACI significa:

R-Responsible - Responsable – Es la persona o rol encargado

A-Accountable- Aprobador – Es la persona o rol máximo

responsable del trabajo y quien va a dar el visto bueno de la

actividad. Es también quien asegura la calidad de la actividad.

C-Consulted - Consultado – Es la persona o rol que puede ser

necesaria para completar la actividad.

I-Informed – Informado – Es la persona o rol informado del

progreso o resultados del trabajo.

Figure 1.Ejemplo matriz RACI

La matriz puede ser utilizada con un mayor o menor detalle dependiendo

de la iniciativa. En determinadas ocasiones podemos sustituir las

actividades por entidades como procesos o tareas, las personas como

roles o incluso añadir nuevas responsabilidades o roles, por ejemplo (S)-

Supportive- Soporte, para identificar un rol que aporta recursos

adicionales a las actividades.

Personas

En un cambio organizacional de gestión las personas que componen la

organización deben de ocupar un 80% de los esfuerzos y atención del

proyecto. Si nuestra iniciativa no tiene este enfoque con las personas,

entonces debemos de revisar nuestro plan hasta conseguir tener esta

certeza.

Este apartado explicara cómo vamos a gestionar todas las cuestiones

respecto al equipo de trabajo de esta iniciativa.

Si la estructura organizativa define la jerarquía de la iniciativa, como esta

se va a relacionar con el resto de la organización y que aptitudes van a ser

necesarias buscando la consecución de nuestros objetivos, el apartado de

personas debe de responder a los siguientes objetivos:

(1) Que personas dentro o fuera de la organización se van a asignar a los

roles definidos en la estructura jerárquica.

(2) Establecerá un marco de competencias técnicas y no técnicas que el

equipo de trabajo va a tener y un plan educativo cuyo objetivo es que

cada persona tenga las competencias adecuadas para realizar su

trabajo. También definirá la forma en la que estas competencias se

van a medir.

(3) Definirá el modelo de relación de la iniciativa con las personas, por

ejemplo el modelo Triple A definido anteriormente, y como este va a

ser utilizado en relación con las personas y la iniciativa, su

periodicidad en la evaluación, el proceso de evaluación y expondrá las

líneas maestras de qué hacer cuando la puntuación de las personas y

del conjunto general no es el adecuado.

Plan Tecnológico

El plan tecnológico debe de exponer cuales son los pasos que debemos de

dar para seleccionar e implantar el modelo tecnológico que soporte el

proceso de cambio.

En capítulos anteriores en este libro damos algunos consejos para

seleccionar la mejor solución tecnológica. En algún punto del avance del

proyecto debemos de disponer de los requerimientos de negocio y

técnicos con los procesos de gestión que necesitáremos, que serán la

fuente fundamental de información para seleccionar e implantar la

tecnología.

Este apartado tratara también de dar respuesta, además a tres cuestiones

importantes como son la arquitectura técnica, una definición final de los

requisitos de la solución y un alineamiento entre cómo se deben de

entregar los requisitos en función del orden de los procesos que se van a

poner en marcha.

Plan de Comunicación.

El plan de comunicación tiene el objetivo de mantener al equipo de

trabajo y todos los interesados informados y actualizados sobre el

progreso de la iniciativa. Debe de determinar lo que queremos transmitir,

de qué forma, frecuencia y quienes son los responsables de hacerlo.

Un buen plan de comunicación es al mismo tiempo un elemento de

marketing interno que se usa para motivar a las personas y un transmisor

sobre la realidad y progreso de la inicaitivao.

La siguiente tabla representa un ejemplo de alto nivel de un plan de

comunicación.

Ilustración 36.Esquema ejemplo plan de comunicación. (Fuente: Elaboración propia)

Seguimiento de Objetivos.

Los objetivos, a nivel estratégico y a nivel táctico y operativo han ido

siendo definidos con anterioridad a la hora de justificar la inversión y en

apartados anteriores de este modelo organizativo.

A nivel estratégico debemos de garantizar que la iniciativa está alineada

con la planificación estratégica de la organización e identificar a que

objetivos y métricas concretas nuestra iniciativa va a aportar sus

beneficios. Debemos de identificarlos, planificarlos en el tiempo y

medirlos.

Debemos de explicitar los objetivos a nivel de madurez de la organización,

que estados de madurez, procesos y capacidades concretas vamos a

evolucionar con nuestro cambio.

A nivel de personas debemos de identificar objetivos para verificar que el

cambio existe en las principales restricciones de cambio con las personas,

aptitud, actitud, alineamiento a la causa.

La Oficina de Gestión del Cambio (OGC) es una entidad que tiene como

misión que el cambio organizacional en la gestión se realice bajo los

criterios de calidad establecidos.

La OGC tiene un tiempo de vida que finaliza cuando la organización haya

asimilado un estadio de madurez de mejoría continua con las prácticas y

procesos de gestión que cubre el alcance del proyecto al que da soporte.

El rol o responsabilidad atribuida a la OGC dentro del proyecto puede ser

más o menos limitada dependiendo de la naturaleza del proyecto. Algunas

organizaciones integran la OGC como si fuera una PMO-Project

Management Office (Oficina de Gestión del Proyecto) y otras la usan como

mero instrumento de marketing para medir y comunicar el cumplimiento

de la hoja de ruta.

Si el cambio planificado tiene cierta amplitud puede ser una buena idea

considerar la OGC como un elemento fundamental para garantizar el éxito

de la iniciativa.

10 REFERENCIAS.

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Project Management Body of Knowledge 4rd Edition. Project

Management Institute.Diciembre 2008.

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Diciembre 2010.

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Institute. Diciembre 2008.

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