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1 Unidad didáctica 7 introducción La filosofía escolástica GUÍA DE ESTUDIO 1. PRESENTACIÓN 2 1.1. Sentido de la unidad didáctica 2 1.2. Objetivos generales 3 1.3. Plan de la unidad didáctica 3 PRIMERA SESIÓN DE TRABAJO: La escolástica: delimitación y caracteres generales SEGUNDA SESIÓN DE TRABAJO: El apogeo de la escolástica: Santo Tomás TERCERA SESIÓN DE TRABAJO: Crisis de la escolástica: Guillermo de Ockham

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Unidad didáctica 7 introducción

La filosofía escolástica

GUÍA DE ESTUDIO

1. PRESENTACIÓN 21.1. Sentido de la unidad didáctica 2

1.2. Objetivos generales 3

1.3. Plan de la unidad didáctica 3

PRIMERA SESIÓN DE TRABAJO:

La escolástica: delimitación y caracteres generales

SEGUNDA SESIÓN DE TRABAJO:

El apogeo de la escolástica: Santo Tomás

TERCERA SESIÓN DE TRABAJO:

Crisis de la escolástica: Guillermo de Ockham

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1. PRESENTACIÓN

Con esta unidad didáctica cubrimos una larga etapa de la historia de la filosofía: la que va (según el cómputo más reducido) desde el «Renacimiento Carolingio» (finales del siglo VIII) hasta avanzada la segunda mitad del siglo XIV. Son, pues, nada menos que seis siglos de pensamiento, cuya heterogeneidad aparece bastante mitigada y encubierta por el manifiesto predominio de una corriente dominante: la filosofía escolástica cristiana. A esta filosofía está dedicada prácticamente en su totalidad esta unidad didáctica.

Muchos autores consideran a esta filosofía como un desarrollo ulterior de la filosofía patrística. De hecho, hasta el «descubrimiento» de Aristóteles (siglo XII-XIII), San Agustín es el gran maestro de la Edad Media. Su escuela, el Agustinismo, que continúa la tradición platónico-agustiniana, se mantiene viva a lo largo de toda la Edad Media aún después de generalizada la influencia aristotélica y el predominio de la Escuela Dominicana.

Lo cierto es que, ya desde el principio, el cristianismo, en su encuentro con la filosofía, tuvo la preocupación de compaginar sus enseñanzas con el pensamiento culto dominante en Occidente, la filosofía griega.

La penetración del cristianismo fue cada vez mayor y más fuerte y muchas de las formulaciones filosóficas griegas sirvieron de base racional explicativa a las ideas cristianas: lo que llevó consigo una reformulación también de aquellas por parte de los autores cristianos a la luz de los datos que aportaba la Revelación, al mismo tiempo que una nueva visión del papel de la filosofía. La Revelación ponía al alcance del hombre la verdad. No se trataba ya, pues, de buscar la verdad, sino de acercarse a ella, en lo posible, mediante la razón o la filosofía: se trataba de hacer razonable la fe.

Pero el problema muchas veces era cómo entender este «servicio a la fe» que podía prestar la filosofía. Por eso, las relaciones fe-razón es uno de los problemas más característicos y conflictivos de toda esta etapa y respecto del cual se adoptan, simultánea pero sobre todo sucesivamente, las más variadas opiniones.

En general todos tienden a reconocer en el campo de la razón la autoridad de los filósofos griegos, sobre todo la de Aristóteles, y por eso, a pesar de los problemas que esto plantea, predominaría el deseo y el esfuerzo por compaginar la «verdad filosófica» de Aristóteles con la verdad de la Revelación. Esta empresa se considera lograda con Santo Tomás, que aparece así como la cúspide de la filosofía Escolástica (el Tomismo), cuya importancia e influencia posterior va a ser muy grande. Con él parece lograrse conciliar la máxima autoridad en filosofía (Aristóteles) con la Revelación y constituir así un sistema teológico-filosófico en el que «todo queda resuelto».

Sin embargo, autores cristianos del siglo XIV son menos optimistas respecto a estas buenas relaciones y posibilidades fe-razón y consideran, en gran parte, como injerencias mutuas los apoyos que decían prestarse.

Como consecuencia de esto, contribuyen a una visión más autónoma del mundo y a la consideración de éste como el campo propio del estudio racional. La filosofía se orienta hacia esferas más seculares, a problemas más al alcance de la mano, menos supeditada a lo religioso. Se ponen así las bases y se apuntan los caminos que seguirá la Edad Moderna.

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Es importante, por fin, advertir que no conviene abordar el estudio de este tema considerando la filosofía escolástica como una simple manifestación de la filosofía medieval, perdida por tanto en el espacio y en el tiempo. La escolástica, y sobre todo el tomismo, amparada en la autoridad e influencia universal de la Iglesia católica, ha ejercido una influencia muy importante en la cultura. Como corriente de pensamiento actualizada, llega hasta nuestros días con la neoescolástica. En España, su presencia en el campo de la enseñanza ha sido particularmente destacada: baste decir como dato que los programas de filosofía para el bachillerato, vigentes hasta 1974, eran un compendio de esta filosofía.

Por lo demás, problemas típicos de esta etapa, como son las relaciones entre la fe y la razón, el Estado y la Iglesia, siguen preocupando también hoy, tanto al estudioso como al propio hombre de la calle.

1.2. Objetivos generales

1.2.1. Explicar el sentido y alcance de la «filosofía escolástica», delimitarla cronológi-camente, en conjunto y por etapas, y exponer ordenadamente las características político-culturales de la Edad Media que importen a nuestro tema.

1.2.2. Describir las sucesivas penetraciones del aristotelismo en el pensamiento medieval y sus formas de presencia en las distintas escuelas de este tiempo.

1.2.3. Analizar el problema de las relaciones entre la fe y la razón, atendiendo especialmente a las posiciones tomista y ockhanista.

1.2.4. Exponer ordenadamente los puntos fundamentales del sistema tomista y del pensamiento de Ockham.

1.2.5. Interpretar, crítica y razonadamente, los textos filosóficos incluidos en las sesiones de trabajo.

1.3. Plan de la unidad didáctica

Hemos dividido esta unidad didáctica en tres sesiones de trabajo. Nos ha movido a ello la intención de hacer más fácil el estudio de esta etapa de la filosofía y la posibilidad de establecer una división en su estudio.

La primera sesión es más breve y de carácter introductorio, más general, con información común para el estudio de las otras sesiones. Exponemos aquí el alcance cronológico, el contexto histórico y los caracteres generales de la filosofía escolástica. Al tratarse de una parte informativa, no es preciso pedir al alumno que memorice sus contenidos y los abundantes datos que a veces incluimos, sino que es suficiente con que «le suenen» y pueda recurrir a ellos a la hora de establecer referencias o verificar datos.

La segunda sesión se centra en el llamado «período de apogeo de la escolástica» (siglo XIII). Estudiamos en particular la figura más destacada de toda la escolástica, Santo Tomás de Aquino, cuyo sistema es el máximo exponente de esta filosofía. Incluimos aquí abundantes textos del autor sobre los que se centra prioritariamente el grueso de la información.

La tercera sesión, en fin, está dedicada a la discutida y discutible «crisis de la escolástica»

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(siglo XIV), estudiando el último pensador de relieve de esta época, Guillermo de Ockham, crítico destacado de las grandes concepciones sistemáticas que caracterizaron al siglo anterior. Según muchos críticos, Guillermo de Ockham pone las bases de una filosofía más empírica que va a contribuir de una manera muy importante a la constitución de la ciencia moderna.

En nuestra exposición hemos recogido datos y características históricas de la época, convencidos, como estamos, de que conocer el entorno histórico de las ideas y los pensadores ayuda, en gran manera, a comprender las formas de pensamiento y comportamiento que, de otro modo, pueden resultar ininteligibles o incluso absurdas a nuestro modo de ver actual.