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Medio Ambiente 15 Tecnología En la sabana de Bogotá, residuos de clavel se están convirtiendo en papel. El neurólogo Rodolfo Llinás rajó el sistema de educación colombiano. Investigación revela alto riesgo de pandemia de malaria en el país. 4 El profesor Óscar José Mesa, de la UN, explica qué factores inciden en el calentamiento global de la tierra y qué tanta conciencia hay en el mundo sobre este problema. Bogotá D.C. No. 104, domingo 9 de septiembre de 2007 Página web: http//unperiodico.unal.edu.co Correo electrónico: [email protected] Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987 9 Cultura Cuál fue la herencia filosófica del pensador Richard Rorty. 21 Colombia, por fuera del mundial 2020 en ciencia y tecnología Un informe de una prestigiosa entidad norteamericana no da buena cuenta del lugar que ocupa Colombia en el mundo en investigación científica y tecnológica. 13 2 ¿Adónde va a caer este globo? análisis sobre calentamiento global P ÁG. 11-12 Entrevista Unimedios El “Doctor Hormiga” El biólogo Edward Wilson, conocido como el padre de la Biodiversidad, estuvo en Colombia y visitó la colección de insectos del Instituto de Cien- cias Naturales de la UN. Además, estuvo en Mariquita recorriendo los pasos del sabio José Celestino Mutis. Perfil de un hombre que descubrió el lenguaje de las hormigas. El profesor estadounidense Edward Wilson durante su visita en la Universidad Nacional de Colombia, donde conversó con profesores y estudiantes.

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Medio Ambiente 15 TecnologíaEn la sabana de Bogotá, residuos de clavel se están convirtiendo en papel.

El neurólogo Rodolfo Llinás rajó el sistema de educación colombiano.

Investigación revela alto riesgo de pandemia de malaria en el país.

4

El profesor Óscar José Mesa, de la UN, explica qué factores inciden en el calentamiento global de la tierra y qué tanta conciencia hay en el mundo sobre este problema.

Bogotá D.C. No. 104, domingo 9 de septiembre de 2007Página web: http//unperiodico.unal.edu.co Correo electrónico: [email protected]

Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987

9 CulturaCuál fue la herencia filosófica del pensador Richard Rorty.

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Colombia, por fuera del mundial 2020 en ciencia y tecnología

Un informe de una prestigiosa entidad norteamericana no da buena cuenta del lugar que ocupa Colombia en el mundo en investigación científica y tecnológica.

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¿Adónde va a caer este globo? análisis sobre calentamiento global

Pág. 11-12

Entrevista

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El “Doctor Hormiga”El biólogo Edward Wilson, conocido como el padre de la Biodiversidad, estuvo en Colombia y visitó la colección de insectos del Instituto de Cien-cias Naturales de la UN. Además, estuvo en Mariquita recorriendo los pasos del sabio José Celestino Mutis. Perfil de un hombre que descubrió el lenguaje de las hormigas.

El profesor estadounidense Edward Wilson durante su visita en la Universidad Nacional de Colombia, donde conversó con profesores y estudiantes.

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Comité editorial: Jorge Echavarría Carvajal • Egberto Bermúdez • Paul Bromberg • Alexis de Greiff • Fabián Sanabria • Rafael Pardo Rueda Coordinación editorial: Gabriel Romero Campos • Coordinación periodística: Diamilia Aguirre

• Coordinación gráfica: Ricardo González • Corrección: VJ Romero • Fotografía: Christian Plazas R. • Diseño: Michel Riveros - CEET • Impresión: Impresión Comercial Casa Editorial El Tiempo

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Director: Luis Alberto RestrepoEditor general: Carlos Alberto Patiño Villa

Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no compromenten los principios de la Universidad Nacional ni las políticas de UN Periódico

AFP

Óscar José Mesa SánchezProfesor Universidad

Nacional de Colombia

El clima global está cam-biando debido a la influencia del hombre, principalmente por la emisión de CO2 a la at-mósfera como resultado de la quema de combustibles fósi-les. Las consecuencias de es-te cambio son significativas y en general perjudiciales para la actividad humana. Esta es la conclusión de miles de científicos de muchas nacio-nalidades que están investi-gando el asunto desde 1988.

Desde esa fecha, por iniciativa del Programa Am-biental de las Naciones Uni-das, se conformó un Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático que ha producido cuatro reportes muy completos. En el último, publicado por volúmenes en este año, se examina el te-ma a profundidad y se es-tablece esta conclusión con muy alto nivel de confianza. La influencia humana sobre el sistema natural climático continuará a pesar de que se tomen acciones de fondo para transformar el mode-lo energético. La inercia de la infraestructura energética y el tiempo de permanencia del CO2 en la atmósfera así lo indican. Además, está en duda que se tomen medidas efectivas.

¿Adónde va a caer este globo?

Los problemas derivados del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la explosión demográfica, las desigualdades sociales, la aglomeración en ciudades, la escasez del agua, la pobreza, la acumulación de desperdicios y la erosión ya afectan regiones y tienden a agravarse y a expandirse. Pero, ¿qué tanta conciencia hay en el mundo de esta situación?

Los Estados Unidos, principales responsables de las emisiones de gases inver-nadero, no han comenzado a controlarlas seriamente y no parece que haya siquiera una esperanza de que lo hagan en el inmediato futuro. Las acciones del resto de países, acordadas en el Protocolo de Kioto, a pesar de lo importan-

incertidumbres que los cien-tíficos tienen que reducir, cuantificar y saber comuni-car mejor.

Para la mayoría de pro-fesiones las implicaciones prácticas son de fondo y van a ser cada vez más evidentes en los próximos años y déca-das. Por ejemplo, los estudios

tico le resta fundamento a estos métodos que por lo tan-to necesitan re-hacerse. Para otras profesiones, los desa-fíos son semejantes o incluso mayores. La infraestructura energética tiene que redise-ñarse para mejorar la eficien-cia e incorporar en mayor medida las llamadas fuentes renovables. La agricultura, los hábitos de alimentación, las ciudades, la arquitectura, el uso de los materiales, la educación, las relaciones so-ciales, la administración, la política, en fin, todas las ac-tividades humanas requieren re-examinarse ante el desafío de la sostenibilidad.

Preocupación reciente

Durante la época de las llamadas guerras mundiales y en particular ante la ame-naza atómica y nuclear fue evidente una preocupación por el futuro de la humani-dad. La preocupación por

recursos no renovables tiene menos de un siglo y todavía más reciente es la inquietud por los recursos renovables, que inicialmente se miraron sólo localmente.

El concepto de sosteni-bilidad apenas está entrando al diccionario. El hombre es sólo uno de los componentes del sistema Tierra, por im-portante que nos parezca. El nacimiento de la física clá-sica nos sacó de la ilusión de la Tierra como centro del universo. Subsecuentes desa-rrollos científicos han ayuda-do a romper otras ilusiones centristas, pero la fragmenta-ción que resultó de la explo-sión de conocimiento dejó algunas en pie. Entre ellas la idea subyacente de que la Tierra como medio ambiente en el cual se desarrolla la ac-tividad humana era inmuta-ble e infinita. Pero la misma ciencia permitió a la humani-dad adquirir la capacidad de cambiar inadvertidamente la Tierra, más allá de los cam-bios locales o regionales que hemos experimentado desde el neolítico.

Para conocer (enten-der y predecir) la Tierra y los cambios que le estamos pro-duciendo es necesario inte-grar conocimientos parciales para abocar las interacciones entre los subsistemas, rela-ciones que tienen importan-cia de primer orden. Los pro-

En los últimos cincuenta años la población se multiplicó por 2,44 al pasar de 2,5 a 6,1 millardos. Los ingresos totales se incrementaron siete veces al pasar de 1,7 a 12 billones (1012) de dólares americanos.

tes, no serán suficientemente efectivas. Las consecuencias del cambio climático no se-rán menores, pero no hay la suficiente conciencia entre el público en general, ni entre los responsables de las de-cisiones. Subsisten muchas

y diseños que los ingenieros realizan para la prevención y control de inundaciones se basan en la hipótesis de que el pasado contiene la infor-mación necesaria para cuan-tificar los eventos extremos del futuro. El cambio climá-

Esta fotografía aérea fue tomada hace pocos días en Groenlandia, donde se ven los preocupantes efectos del deshielo de los glaciares. En el helicóptero viajaban la Canciller de Alemania, Angela Merkel, y el Ministro del medio ambiente, Signar Gabriel.

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blemas derivados del cambio climático, la pérdida de bio-diversidad, la explosión de-mográfica, las desigualdades sociales, la aglomeración en ciudades, la escasez del agua, la pobreza, la acumulación de desperdicios y la erosión ya afectan regiones y tienden a agravarse y a expandirse.

Esta capacidad de per-turbar trae nuevas preguntas que sólo se pueden abordar desde una mirada integral. No hay duda de que muchas decisiones habrá que tomar-las sin total conocimiento. Por eso es necesario divulgar lo que se sabe y hacer claridad sobre lo que se desconoce.

Las predicciones para los próximos años son de un crecimiento poblacional lige-ramente inferior al anterior y crecimiento en la economía y en el consumo de recur-sos semejante al crecimiento histórico. Pero varias regio-nes han llegado a niveles de agotamiento de los recursos. Estamos cortando árbo-les más rápido de lo que se pueden regenerar, el sobre-pastoreo está desertificando vastos territorios. Hay sobre-explotación de los acuíferos y disminución de caudales de los ríos. Las tasas de erosión superan las de formación de los suelos y se está per-diendo la fertilidad de la tie-rra. Estamos pescando más rápido que la capacidad de reproducción de los peces. Hay pérdida considerable de biodiversidad, acumulación de desperdicios. Estamos in-yectando CO2 a la atmósfera a tasas más altas que las que puede absorber intensifican-do el efecto invernadero, que lleva al calentamiento global.

Las consecuencias para la vegetación y la fauna son en muchos casos negativas. El calentamiento también trae aumento del nivel del mar. El desafío es global. Por mucho tiempo, la humani-dad vivió de los rendimientos del patrimonio natural; hoy estamos consumiendo no só-lo los intereses, sino también el capital.

Crece la brecha

El crecimiento econó-mico no se ha reflejado en beneficios para todos. Social-mente hay una brecha que cada vez se amplía más entre quienes tienen acceso a to-dos los medios y una gran mayoría privada de hasta los más esenciales elementos de subsistencia. Más de 800 millones de personas pade-cen de hambre, la mayoría en África al sur del Sáhara y en India. La desnutrición afecta a un quinto de la población y otro quinto padece de obe-

sidad. Más de 875 millones de adultos son analfabetas y 115 millones de niños no van a la escuela, y el 60% de los analfabetas son mujeres. Más de mil millones padecen enfermedades como paludis-mo, tuberculosis, disentería y sida, que podrían prevenirse o erradicarse. En años recien-tes hemos asistido a la apa-rición de enfermedades sin antecedentes. La desigualdad de género es aberrante en muchos lugares.

Los países en vías de desarrollo han escogido un modelo copiado de los más desarrollados, que no es sos-tenible para toda la Tierra. El caso de China es dramático por su tamaño. La demanda por energía ya compite por los alimentos que pueden convertirse en combustibles. La geopolítica de la escasez empieza a determinar el or-den mundial. Los cálculos más optimistas muestran que no hay manera de acomodar tal crecimiento. Por ejemplo, si el número de automóviles per capita en China alcanza

La arqueología tiene ejemplos de civilizaciones admirables que declinaron y desaparecieron por efecto de cambios ambientales. Hay varios casos que merecen consideración. Uno de ellos es el de la civilización sume-ria, hace 6.000 años, que fue próspera cuna de las prime-ras ciudades y de la primera forma conocida de escritura. Todo indica que la saliniza-ción de los suelos, producto de una irrigación inadecua-da, acabó con su agricultura y precipitó su declinación. ¿Estamos frente a una crisis ambiental semejante a escala de toda la Tierra?

Pero no sólo diagnósti-cos y llamados de atención son necesarios, los aportes constructivos son más urgen-tes. Nuestra propuesta para la Tierra incluye la substitu-ción de combustibles fósiles por alternativas más limpias como la energía eólica, la energía solar, las celdas de combustible, las pequeñas centrales hidroeléctricas, los bio-combustibles.

debe enviar las señales am-bientales necesarias para un desarrollo sostenible.

La universalización de la educación, no sólo de la elemental, es fundamental para la equidad social, en el sentido de igualdad de opor-tunidades. La educación de la mujer es fundamental en sí misma y para asegurar los de-rechos reproductivos y la ca-pacidad de decisión respon-sable sobre la procreación. La salud preventiva, apoyada en adecuada nutrición y niveles de ejercicio adecuados, debe redundar en aumento de la esperanza de vida. El desa-rrollo debe significar mayor libertad, igualdad de oportu-nidades.

Algunas de estas pro-puestas implican desarrollos tecnológicos; otras, ajustes al sistema económico y políti-co. Los ciclos de innovación tecnológica requieren inter-vención, las decisiones glo-bales requieren desarrollo de la gobernabilidad global. La democracia requiere profun-

los estándares actuales de los Estados Unidos (tres carros por cada cuatro personas), llegaría a 1.100 millones de carros, mucho más que la flota mundial actual de 800 millones. Sólo para estacio-namiento, calles y carreteras se necesitaría un área nueva igual a la que tiene actual-mente sembrada en arroz. Además, el efecto de tal even-tualidad sobre el consumo de combustibles, lubricantes, caucho, plástico, acero etc. se sale de toda proporción con los niveles actuales.

El predominio del trans-porte público sobre el auto-móvil, de la economía del re-uso y reciclado de materiales en lugar de la del desperdicio y los desechables, la mejora en la eficiencia del uso del agua y la energía. El aprove-chamiento sostenible de los bosques. El rediseño de las ciudades para los ciudada-nos, con predominio de ca-minos peatonales y ciclovías. En la economía, los precios deben reflejar los costos am-bientales. Mediante permisos transables o cruce de subsi-dios e impuestos el mercado

dización. Tal plan es factible, su financiación requiere una fracción de lo que actual-mente se dedica a la guerra. El único factor crítico es la voluntad política.

En el libro de mi autoría ¿Adónde va a caer este glo-bo? Acerca del futuro de la Tierra, Universidad Nacional de Colombia, Medellín, 2007, se trabajan todos estos temas al nivel que todo estudiante universitario requiere y de acuerdo con las exigencias de la ciudadanía global actual.

AFP

El ingreso per capita se multiplicó por tres, la producción de granos por tres, el consumo de energía por 5,4, el del agua por seis, la captura de peces por cinco, la productividad agrícola por 2,6, pero el área cultivada sólo por 1,14.

Más de 800 millones de personas padecen de hambre, la mayoría en África al sur del Sáhara y en India. La desnutrición

afecta a un quinto de la población y otro quinto padece de obesidad. Más de 875 millones de adultos son analfabetas y 115 millones de niños no van a la escuela, y el 60% de los

analfabetas son mujeres.

En los últimos cincuenta años la población se multi-plicó por 2,44 al pasar de 2,5 a 6,1 mil millones. Los ingre-sos totales se incrementaron siete veces al pasar de 1,7 a 12 billones (1012) de dólares americanos. El ingreso per capita se multiplicó por tres, la producción de granos por tres, el consumo de energía por 5,4, el del agua por seis, la captura de peces por cin-co, la productividad agrícola por 2,6, pero el área cultivada sólo por 1,14.

Otro ejemplo de los devastadores efectos del calentamiento global se observa en el Tibet, pero esta situación no parece preocupar demasiado a los pobladores de zonas cercanas.

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Equipo periodístico, Unimedios

Los brotes de malaria ocurridos en Colombia du-rante El Niño de 1997-1998 y los casos autóctonos diagnos-ticados en Nueva York hace dos años prendieron alarmas en el mundo científico. Este hecho fue una constatación más en las investigaciones de un grupo de académicos co-lombianos, que desde hace 11 años adelantan estudios para corroborar su tesis: las altas temperaturas contribu-yen para que esta enferme-dad parasitaria cause epide-mias en el país.

“Comprobamos que cuando llega El Niño hay mu-cha más incidencia de mala-ria en Colombia”, aseguró el profesor Germán Poveda, in-vestigador de la Facultad de Minas de la Universidad Na-cional de Colombia en Mede-llín, e integrante del grupo de científicos a los que la Fun-dación Alejandro Ángel les otorgó una Mención de Ho-nor este año. Fue un recono-cimiento a la creación de un Sistema de Alerta Temprana para la Malaria, investigación nacida de la preocupación por el aumento de casos.

“En estos sitios, los mos-quitos encontrarán un medio adecuado para sobrevivir y transmitir la malaria. Es de-cir, que hay zonas nuevas maláricas que se están crean-do como consecuencia del calentamiento”, explicó Iván Darío Vélez, Director del Pro-grama de Estudio y Control de Enfermedades Tropicales, Peces, de la Universidad de Antioquia, grupo que tam-bién hace parte de la inves-tigación.

Con el estudio se demos-tró que cuando la temperatu-ra media de la Tierra aumenta en solo 1.5 grados (proceso que en condiciones normales dura años) se puede desatar un brote epidémico de la en-fermedad. Esto fue lo ocurri-do en 1998 cuando el mundo experimentó la ocurrencia del fenómeno El Niño.

Por ello, los científicos alertan sobre una reemer-gencia en Colombia de las enfermedades transmitidas por vectores como el dengue, la leishmaniasis, que ya ha llegado a centros urbanos, y la malaria, también llamada paludismo. “Tenemos más casos de esta enfermedad en estos últimos tiempos que hace 20 ó 30 años”, subrayó el Director del Pecet.

María V. Valero-Bernal, del departamento de Medi-cina Interna de la Universi-dad Nacional de Colombia en Bogotá, en su artículo La Malaria en Colombia: Mirada retrospectiva a los últimos 40 años, publicado en una revis-ta internacional, asegura que en cuatro décadas el riesgo de sufrir malaria en Colom-bia aumentó 25 veces.

Punto de arranque

Aunque estas cifras fue-ron publicadas años más tar-de, precisamente estadísticas como estas fueron las que die-ron inicio a las investigaciones del grupo de científicos.

Los estudios nacieron a raíz de la tesis doctoral del profesor Germán Poveda, tra-bajo centrado en la inciden-cia de los fenómenos de El

Amenaza una pandemia de malaria

Científicos de las universidades Nacional de Colombia en Medellín y de Antioquia crearon el Sistema de Alerta Temprana para la Malaria. El Fenómeno del Niño y el calentamiento global preocupan, pues nacen nuevos focos en zonas frías, antes libres del flagelo. Pero no toda la culpa es del calentamiento.

Niño y La Niña sobre el clima y la hidrología de Colombia, que mereció el primer pre-mio de la misma Fundación Alejandro Ángel Escobar en la categoría de Ciencias Exac-tas, Físicas y Naturales.

En 1995 en uno de los viajes del profesor a Chile, donde expuso su tesis, se en-teró que con El Niño apa-recen en el sudeste asiático epidemias de fiebre amarilla o malaria. A su regreso, Po-veda contactó al Dr. William Rojas Montoya, de la Corpo-ración para Investigaciones Biológicas (CIB). Sus indaga-ciones en las cifras oficiales corroboraron las sospechas traídas desde el país austral: en Colombia los casos de malaria se incrementan de manera exponencial con este fenómeno climático.

“En esa ocasión, en 1996, escribimos un artículo en un congreso colombiano de hi-drología sobre la primera evi-dencia que se mostraba de la asociación de la ocurrencia de El Niño y la aparición de epidemias maláricas en Co-lombia. Epidemias porque en Colombia esta enfermedad es endémica, es decir, que en las zonas bajas, calientes y hú-medas hay siempre malaria. Lo que pasa es que cuando ocurre este fenómeno se au-mentan las temperaturas del aire, hay menos lluvia, apa-recen aguas estancadas, fac-tores que aumentan los casos de malaria”, explicó Poveda.

El docente-investigador de la Escuela de Geociencias y Medio Ambiente de la Fa-cultad de Minas emprendió la investigación en compañía de sus colegas de la CIB y el Pecet de la Universidad de Antioquia. El grupo interdis-ciplinario e interinstitucional trabaja desde hace 11 años en diversos proyectos patro-cinados por Colciencias y el Instituto Interamericano pa-ra la Investigación del Cam-bio Climático.

En el 2001, la Funda-ción Alejandro Ángel le otor-

gó al grupo una Mención de Honor por los primeros trabajos publicados sobre la malaria. Ahora en el 2007, vuelven a tener esta men-ción honorífica por la misma Fundación.

A prueba de calor

Para esta investigación fue necesaria una conjun-ción de ciencias como la cli-matología, la ingeniería, la hidrología, la entomología, la biología, la salud pública y la epidemiología. Se logra-ron avances para entender los mecanismos físicos por los cuales la incidencia au-menta cuando se da el fenó-meno El Niño.

Los investigadores mira-ron con lupa las series malá-ricas históricas en Colombia para examinar el comporta-miento de la enfermedad con la presencia del fenómeno de El Niño. Luego, desarrollaron modelos matemáticos para explicar y predecir los casos de incidencia malárica incor-porando factores climáticos, entomológicos y biológicos. Efectuaron los respectivos es-tudios en laboratorios con cá-maras climáticas controladas.

“Determinamos cómo el aumento de temperatu-ra afecta el ciclo de vida y reproducción del mosquito que transmite la malaria y cómo se reduce el tiempo de incubación del parásito den-tro del mosquito. Es decir, que una mayor temperatura acelera el desarrollo vital del insecto vector (que transmite la enfermedad). Así, el pará-sito tiene menos tiempo de incubación y aumenta la tasa de picadura; es como si se volviera más sediento”, aclaró Poveda.

Los estudios determi-naron que durante la ocu-rrencia del fenómeno de El Niño los casos ascienden en un 40 ó 50 por ciento más. “La incidencia de malaria en Colombia tiene dos rasgos: es creciente, lo que también

puede ser una evidencia de cambio climático, y hay picos epidémicos cuando ocurre El Niño”, agregó el Profesor.

Según las cifras pro-porcionadas por el Pecet, se diagnostican 140 mil casos anuales en Colombia, de los cuales 60 por ciento son pro-ducidos por el Plasmodium vivax, que no es tan letal co-mo el Plasmodium falcipa-rum, pero sí de cuidado.

Las poblaciones más afectadas por este flagelo es-tán ubicadas en zonas meno-res a los 1.000 metros sobre el nivel del mar. Dentro de ellas está la Amazonia, el Pa-cífico, el Caribe, la Orinoquia, Urabá y las riberas de los ríos Cauca y Sinú.

Avance al retroceso

Pero no todo es el cli-ma. La interdisciplinariedad del grupo investigativo per-mitió mirar la problemática en un contexto más amplio. “Este es un problema muy complejo porque siempre la incidencia de enfermedades es un problema multifacto-rial, no tiene que ver solo con el clima, sino que tam-bién está relacionado con la organización del sistema de salud pública: con su infraes-tructura física, los programas de prevención, control de en-fermedades, etc.”, sostuvo el académico Poveda.

Según su colega, el pro-fesor Iván Darío Vélez, del Pecet, los programas pa-ra el control de la malaria han fracasado. Años atrás se pensaba que al erradicar el mosquito por medio de fumi-gaciones en los hogares con DDT y el tratamiento de los pacientes con cloroquina se acabaría con la malaria. Pe-ro rápidamente el mosquito cambió de comportamiento y evitaba dormir en las pare-des de las casas. El parásito empezó a mostrar resistencia al medicamento, lo que hizo que las medidas fueran insu-ficientes.

El control también fra-casó por la violencia en los campos, que puso el palo en la rueda a la labor de los fu-migadores e hizo que gran-des grupos de población se desplazaran a otras tierras donde se contagiaban fácil-mente de la enfermedad o quienes estaban infectados la transportaran a otros po-blados, donde estaban los zancudos vectores, creando nuevos focos de transmisión de la enfermedad.

Todo esto, sumado a la poca disponibilidad del me-dicamento, los deficientes servicios de salud en algunas zonas, la desnutrición y los pocos recursos que se le dan a los programas de preven-ción y tratamiento.

Además, la salud públi-ca en Colombia está atrave-sada en muchas zonas, espe-cialmente las de incidencia malárica, por problemas de corrupción, desatención mé-dica y precariedad en la cali-dad de vida.

“Los esfuerzos del país son insuficientes, por eso te-nemos más malaria. Si tu-viéramos un buen programa de control la enfermedad debería estar bajando. No erradicada, pero sí, al menos, controlada”, destacó Vélez.

Sin embargo, Poveda in-dicó que el Instituto Nacio-nal de Salud está dando los primeros pasos de un pro-yecto de adaptación al cam-bio climático para prevenir sus efectos perjudiciales en relación con la malaria y el dengue hemorrágico.

Llegó el Sigma

Para dar un recurso a las autoridades en prevención y control de enfermedades, los investigadores desarrollaron un Sistema de Información Geográfica para la Malaria en Colombia, Sigma, un software donde se encuentra la infor-mación malárica y su relación con el clima en el país.

Los datos se encuentran relacionados a nivel nacio-nal, departamental y muni-cipal. El programa permite ver series históricas de com-portamiento de la malaria en cualquier sitio de Colombia y sus correlaciones climáticas.

El sistema tiene por objeto identificar cambios en patrones climáticos que puedan conducir al aumento de la incidencia de malaria y epidemias relacionadas con condiciones ambientales. Proporciona datos con los que se puede predecir qué zonas serán afectadas con las altas temperaturas, no solo el Fenómeno del Niño sino el calentamiento global en general.

El Sigma posibilitará adelantarse a la epidemia e implementar acciones para evitar contagios y muertes. “Esto es muy importante por-que si anticipamos la venida de El Niño podemos decirle al Ministerio de Protección Social dónde es necesario de-sarrollar planes de mitigación y control de la enfermedad”, subrayó Poveda.

La idea es que sirva de herramienta para las autori-dades en salud como el Mi-nisterio de Protección Social. Lo que se espera es que esta autoridad continúe actuali-zando este mapa y se adelan-te a las epidemias.

Lugares como este son propicios para que se presenten brotes de malaria, pues los mosquitos encuentran todo el terreno para sobrevivir y transmitir la enfermedad.

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Economía

Francisco Pérez, Asesor Unidad Análisis

Estadístico Dane

Introducción

Generalmente durante la primera parte de la fase ex-pansiva del ciclo económico se presenta un crecimiento del producto acompañado de un incremento en el empleo. Sin embargo, recientemente a nivel internacional, en los periodos de expansión se han observado altas tasas de cre-cimiento del producto aso-ciadas no sólo con una recu-peración muy lenta o nula del empleo, sino que al mismo tiempo en algunos casos se han registrado incrementos de la tasa de desempleo. Lo que ha llamado fuertemente la atención es que el fenóme-no se ha venido acentuando en las últimas expansiones y en distintas economías na-cionales.

Aquí se contrasta lo que recientemente viene ocu-rriendo en el país en mate-ria de desempleo, con lo que acontece en otros países, que en los últimos años han visto cómo la ocupación y el des-empleo se deterioran, pese al crecimiento que ostentan sus economías (Jobless recovery). En esta dirección se exponen los resultados de la evidencia reportada en estudios que se han realizado para Estados Unidos y México, así como en América del Sur y Amé-rica Central. Por último, se muestra que en Colombia la evolución divergente en-tre producto y tasa de des-empleo, observada inclusive hasta el primer trimestre del 2007, estaría indicando el surgimiento del mencionado fenómeno o, por lo menos, que el país atraviesa por una situación parecida sin saber, claro está, cuál puede ser su duración. Este análisis se rea-lizó con la colaboración de Leonardo Duarte, director de la Unidad de Análisis Estadís-tico del Dane.

Primer acto: países del continente

1. Estados Unidos1

En este país se dice que si bien el débil funcionamien-to del mercado de trabajo durante la recuperación más reciente fue sorprendente, no se trata de algo que no tenga precedentes. En efecto, en el periodo que siguió a la rece-sión 1990-91, “la perdida de empleo en la fase de recupe-ración” se duplicó porque la economía generó pocos tra-bajos durante el primer año y poco menos de la mitad después de que la expansión comenzara. Igualmente, en la recesión 1991-92, el creci-miento del producto tuvo un permanente y considerable aumento y simultáneamente se observó por más de un año un crecimiento del empleo cercano a cero.

En 2002-2003, el pro-ducto estuvo creciendo entre 1,3 y 5%, a tasas anualiza-das, mientras que el empleo decreció en promedio 0,4%, también a una tasa anualiza-da. De hecho, mientras que al final de junio del 2003 la expansión del producto, GDP, fue de 4,5%, desde su punto más bajo en el tercer trimes-tre del 2001, el empleo de nómina bajó casi 0,4% en el 2002 y otros 0,3% en julio

Crecimiento y desempleo en cuatro actosFrancisco Pérez, asesor unidad análisis estadístico del Dane, explica por qué se habla de altas tasas de crecimiento en Colombia, sin que se reduzcan los índices de desempleo. Aquí se muestra qué ocurre en el escenario de la economía en América y cómo afecta al país.

del 2003. Es de anotar que en otros estados de este país se ha encontrado evidencia análoga (Yoonsoo and Brian, 2006).

Los hechos expuestos se resumen en la siguiente gráfica, donde se presenta el crecimiento del empleo antes y después del punto más bajo (trough) de la fase recesiva del ciclo y que sucedieron antes de los 90 (Average of previous cycles), a comienzos de los 90 (early 1990) y en el 2001 (current).

El primer hecho relevan-te, por su contundencia, es la lentitud del crecimiento del empleo en Estados Unidos a partir de su punto más bajo durante la recuperación en 1991-92, y el segundo, la caí-da del empleo en el periodo de la recuperación del 2001, que contrasta agudamente con el vigoroso aumento del empleo durante las recupe-raciones anteriores.

2. México2

En este país se observó que el empleo formal en el 2006 se encontraba en nive-les muy similares a los re-gistrados cinco años antes. Así, la recuperación del nivel de empleo formal registrado desde el 2004 apenas fue su-ficiente para restablecer un nivel equivalente al alcanza-do en el 2000, antes de que la economía transitara por la parte baja del último ciclo económico.

En México, el lento cre-cimiento que ha registrado el empleo formal se ilustra al comparar con la experiencia de recuperaciones anterio-res. En efecto, durante la fase

de recuperación del último ciclo económico dicho creci-miento ha sido significativa-mente menor que en los dos ciclos anteriores. De manera similar a la evidencia encon-trada en los Estados Unidos, en la gráfica anterior, se pue-de apreciar la lentitud que acusa el crecimiento del em-pleo formal en este país en las recuperaciones recientes (Alcaraz y García, 2006).

3. Evidencia en Sur y Centroamérica3

En la tabla que sigue puede verse cómo durante el lapso comprendido entre el 2003 y el 2006 las economías de Sur y Centro América ex-perimentaron un importante crecimiento de sus niveles de PIB real. No obstante, este crecimiento no tuvo su co-rrelato en la reducción de los niveles de desempleo en la región, tal como lo sustenta la teoría económica.

Segundo acto: crecimiento real

por países

Para tratar de obtener una aproximación a ese he-cho, Trapé, 2007, construyó el índice de “derrame” y el de Okun. El primero lo obtuvo como el cociente entre la ta-sa de reducción porcentual en la tasa de desempleo y la tasa de crecimiento del PIB real en el lapso considerado. A medida que crece el valor de este índice supone que el crecimiento “ha derramado” más sobre el empleo, es decir, la relación es más vigorosa. El segundo indica cuántos puntos de crecimiento han sido necesarios en cada país para obtener la reducción

de un punto en la tasa de desempleo. A menor valor de este indicador, indica que el crecimiento ha impactado más sobre el desempleo, re-duciéndolo.

Para el caso de América del Sur, Trapé encontró un índice de “derrame” medio o bajo, debido a que frente a un crecimiento de 22,9% en el periodo 2003-2006, las tasas de desempleo cayeron 21,3%, registrando un indica-dor de 0,93. Por otra parte, en términos del razonamiento de Okun, halló que se han necesitado, en promedio, 7,3 puntos de crecimiento para reducir en un punto la tasa de desempleo4. Encontró que ese promedio encubre una situación muy dispar entre países. De hecho, los resulta-dos para Paraguay y Colombia revelaron una relación más estrecha entre crecimiento y desempleo toda vez que el indicador de derrame fue de 2,1 y 1,35 respectivamente, mientras que Perú y Bolivia evidencian un impacto muy débil, siendo el indicador de derrame de 0,32 y 0,55, res-pectivamente.

Respecto a la cifra so-bre Colombia es importante aclarar que si en los cálcu-los de Trapé para el periodo 2002-2006 se toman los úl-timos datos del ¿ 2006 so-bre crecimiento del PIB real, que fue de 6,8%, y de la tasa de desempleo que se elevó en 2,5%, el índice de derra-me no sería de 1,35, sino de 0,865, lo que sitúa a Colom-bia en el grupo de aquellos países donde se ve poca re-lación entre crecimiento y desempleo.

En el caso de América Central los resultados indi-can que la situación para los países de esta región han sido menos favorable que en América del Sur, ya que el impacto del crecimiento sobre el desempleo es sen-siblemente menor. No sólo los promedios muestran esto (el indicador de “derrame” es de 0,5 y son necesarios 18,8 puntos de crecimiento para reducir la tasa de desempleo en un punto), sino que exis-ten cuatro países (Repúbli-ca Dominicana, El Salvador, Guatemala y Honduras) don-de, a pesar del crecimiento, el desempleo se ha mantenido o incluso ha crecido.

Tercer acto: paradoja de Colombia

Colombia, ¿inmersa en la paradoja de crecimiento sin empleo? Sin lugar a du-das una respuesta aproxima-da al interrogante amerita una investigación profunda y rigurosa. No obstante, la información más actual so-bre el comportamiento del producto y del desempleo parece indicar que Colombia en la actualidad6 no deja de ser ajena a la aludida para-doja que durante el 2006 se hizo manifiesta, más por el lado del desempleo que de la ocupación, y que aún en el primer trimestre del 2007 se prolonga.

A partir del comporta-miento de éstas dos variables en los últimos cinco años se precisan las fases y los he-chos estilizados de mayor re-levancia: • En el 2002, cuando la eco-

nomía aún se encontraba en una fase de lenta recu-peración, después de que la recesión tocara fondo en 1999, el PIB tuvo un creci-miento de 1,93%, mientras que la tasa de desempleo registró un incremento de 4,81%. Se trata, entonces, de una fase de recupera-ción económica con au-mentos en el desempleo.

• Debido al permanente-mente incremento del producto, el periodo com-prendido entre el año 2003 y el año 2006 se puede ver como una fase ya no de recuperación, sino de cre-cimiento real.

• Esta segunda fase se pue-de dividir en dos subperio-dos. En el primero, com-prendido por 2003, 2004 y 2005, la tasa de desempleo se redujo en 9,62%, 4,06% y 13,53%, respectivamen-te, es decir, el descenso promedio en el periodo 2003-2005 fue de 9,07% y el crecimiento promedio del producto sin ilícitos fue de 4,58%. En consecuencia, estos años corresponden a una fase de crecimiento con descenso permanente de desempleo.

• En oposición a los presu-puestos de la teoría eco-nómica, en el segundo subperiodo, que corres-ponde al 2006, el produc-to aumentó en 6,94%, en tanto que la tasa de des-empleo creció en 2,96%. En el primer trimestre del 2007, con un substancial crecimiento del producto, la tasa de desempleo vol-vió a registrar aumento, aunque bastante modera-do. Aunque no se puede decir si es transitorio, co-

Continúa Pág. 6

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Economía

mo en el 2002, este recien-te panorama puede estar sugiriendo un nuevo esce-nario de crecimiento del producto con aumentos en la tasa de desempleo.

En efecto, la gráfica pre-senta el crecimiento anual del PIB durante los cuatro tri-mestres del 2006 y el primer trimestre del 2007, y la varia-ción anual de la tasa de des-empleo en el mismo periodo. Como se puede percibir, el permanente crecimiento del producto en todos los trimes-tres, con un incremento pro-medio anual de cercano al 7%, contrasta con la evolución de la tasa de desempleo, que en los dos primeros trimestres disminuyó en promedio al-rededor de 0,7 puntos por-centuales, pero aumentó en 1,22 puntos en los dos últi-mos trimestres del 2006. De la misma manera, al tiempo que el PIB sin ilícitos exhibió la expansión más elevada de los últimos años, 8,09%, en el primer trimestre del 2007 la tasa de desempleo aumen-tó 0,22 puntos porcentuales, equivalente a un crecimiento de 1,73% entre los primeros trimestres de los años 2007 y 2006. Es incuestionable que el lento descenso en el des-empleo no se corresponde con el meritorio desempeño del producto.

Es importante subrayar que la divergencia entre tasa de desempleo y producto se empezó a gestar desde antes del 2006. El deterioro de la tasa de desempleo del país se inició a partir del periodo comprendido entre el tercer trimestre del 2005 y el tercer trimestre del 2004. Como lo indica la línea de tendencia, desde ese momento se pro-dujo un permanente y paula-tino agotamiento en el ritmo de descenso de la tasa, que a la postre empezó a crecer como consecuencia del in-cremento en el número de desempleados. Es bastante claro que pese a la continua expansión de la economía, la tasa de desempleo, debido a su desaceleración, empezó a dar signos de agotamiento a partir del tercer trimestre del 2005, hasta que las variacio-nes negativas se trocaron en positivas.

Cabe mencionar que el Dane, en sus Documentos de Seguimiento y Evaluación Trimestral del Mercado Labo-ral, venía advirtiendo, incluso desde el primer trimestre del 2006, sobre esa tendencia. Así, en el segundo trimestre del 2006, cuando la tasa re-portó el más pobre descenso, señaló que “la nueva caída en el número absoluto de des-empleados amerita especial atención, por tratarse de la más baja registrada en los úl-timos siete trimestres anua-lizados, con lo que se sigue insinuando un agotamiento en el ritmo de reducción del desempleo. Por lo anterior, y tomando en consideración la tendencia de los cambios trimestrales en la reducción del desempleo, que evidencia debilitamiento, es razonable esperar en los próximos tri-mestres un giro de compor-tamiento y un aumento en la desocupación”7.

En los dos últimos tri-mestres del 2006, cuando el producto siguió creciendo y la tasa de desempleo na-cional empezó a mostrar va-riaciones positivas, en tanto

que la generación de empleo descendía, el Dane recalcó que “los problemas manifies-tos en esta coyuntura laboral, en particular la caída en la ocupación y el aumento del desempleo, se han venido gestando en el área rural y especialmente en la rama de agricultura, lo que coincide con el pobre crecimiento de la actividad económica re-gistrado en dicho sector en los dos primeros trimestre del 2006”. Asimismo, recien-temente señaló que el dete-rioro de la ocupación y el aumento del desempleo “se originan, principalmente, en el área rural y en las peque-ñas cabeceras municipales y en menor medida en las zonas urbanas” correspon-dientes a las trece principales ciudades.

Cuarto acto: posibles causas del crecimiento

sin empleo

Aunque se trata de un problema que continúa in-vestigándose y que todavía no tiene respuestas definiti-vas, algunos puntos que se esgrimen para explicar el fe-nómeno se resumen así:

En Estados Unidos, Groshen y Potter, 2003, en-contraron que:

• Los cambios estructurales han contribuido notoria-mente al bajo crecimiento del empleo. Este tipo de cambio se explica por:

a) La declinación estructural observada en muchas in-dustrias como consecuen-cia de un periodo del sobre-expansión por inversión.

b) La política monetaria y la política fiscal han llegado a ser mucho más eficaces en permear las oscilacio-nes puramente cíclicos en el empleo.

c) Las innovaciones admi-nistrativas de la gerencia para el manejo de la firma, como parte de una acción más amplia para la reduc-ción de costos.

d) Generalización de las

prácticas de flexibiliza-ción laboral, v. g., en vez de licenciar a trabajadores permanentes, las firmas emplean cada vez más el enganche temporal para contribuir cuando están más ocupadas y lo reducen cuando baja la demanda.

e) Las debilidades del merca-do financiero y la política monetaria. El colapso de la oferta inicial de crédi-to para la financiación de proyectos de capital puede también deprimir la gene-ración de trabajo al reducir proyectos de inversión de las firmas que crean plazas de trabajo.

f) El incremento de la incer-tidumbre8 y la formación de expectativas.

1 Sección elaborada a partir de Groshen y Potter, 2003

2 Según Alcaraz y García (2006)

3 Según Trapé, 2007

4 Trapé considera que esto se debe a que los mercados laborales de la región muestran un alto nivel de rigidez, con importantes costos para las empresas para abandonarlo, es decir, para despedir trabajadores.

5 Entre el 2003 y el 2006, el PIB tuvo un crecimiento de 17,28% al pasar de 79,88 billones a 93,69 billones, mientras la tasa de desempleo cayó 14,9% al

descender de 14,16% en el 2003 a 12,05% en el 2006. En consecuencia, el índice de derrame es = 14,9/17,3 = 0,86.

6 Recuérdese que en el 2002, cuando la economía estaba todavía en una fase de recuperación, mientras el PIB creció 1,93% la tasa de desempleo no sólo no bajó, sino que se incrementó en 4,81%. Ahora sucede lo mismo, solo que la economía está en una fase de pleno crecimiento.

7 Ver en http://www.dane.gov.co/mercadolaboral/mercado los documentos de Seguimiento

y Evaluación Trimestral del Mercado Laboral Colombiano, correspondientes al primero, segundo y tercer trimestre de 2006, Dane.

8 El poder de la incertidumbre retrasa o disuade a las firmas de ocupar nuevos empleados y extiende, así, los retrasos entre los recortes de empleo estructurales y los nuevos enganches.

9 En este punto cabe recordar que en el 2006 los sectores con mayor participación en la producción industrial colombiana exhibieron un crecimiento de la productividad cercano al 40%.

g) Para Bernarke, 2003, aun-que otros factores, tales como la sobreinversión en los años de auge, la rela-ción costo-beneficio de los enganches, la incertidum-bre y el cambio estructural han desempeñado un pa-pel que explica el fenóme-no, el de la productividad es el de mayor trascenden-cia. Al respecto dice: “si el producto de la indus-tria manufacturera no ha declinado en los Estados Unidos, entonces, ¿qué explica las agudas reduc-ciones en el empleo ma-nufacturero de los Estados Unidos, que han ocurri-do no sólo en hace pocos años pasados, sino en las décadas precedentes? La respuesta es un récord su-perlativo del crecimiento de la productividad9. Con los años, las nuevas tec-nologías y los procesos han permitido que las empresas manufactureras produzcan un producto cada vez mayor con pocos trabajadores. La tendencia de largo plazo de la ma-nufactura es similar a lo que ocurrió anteriormen-te en la agricultura: en un tiempo la mayoría de la población de Estados Uni-dos vivió en granjas en el campo, pero la producti-vidad agrícola ha mejora-do tanto que, aunque los granjeros representan sólo el 2-1/2% de la mano de obra, son capaces tanto de alimentar la nación como de exportar cantidades substanciales de alimen-to”.

• En México, Alcaraz y Gar-cía, 2006, consideran que el crecimiento sin empleo o con poco empleo obser-vado en los últimos cinco años en ese país se ex-plica en buena parte por la entrada de China a los flujos internacionales de comercio y su impacto so-bre el precio relativo de las manufacturas y la compo-sición de la producción y el empleo.

• Y Trapé, 2007, analizando los datos para América del Sur, afirma que el fenó-meno se debe a que los mercados laborales de la región muestran un alto nivel de rigidez, con im-portantes costos para las empresas para abando-narlo, es decir, para des-pedir trabajadores.

• Aparte de la incidencia del crecimiento en la produc-tividad industrial, en Co-lombia, dado el peso de la fuerza de trabajo rural, es necesario examinar has-ta qué punto y cómo los problemas que ha venido enfrentado dicho sector contribuyen a debilitar la relación de crecimiento PIB-empleo y desempleo.

P.I.B. trimestral sin ilícitos - precios constantes (1994=100)2001.1 - 2007.1 y tasa de desempleo nacional

Trimestre PIB Crecimiento PIB anual

TD Nacional Crecimiento anual TD

Variación TD

2001.1 18.599.428 16,68

2001.2 18.529.572 14,682001.3 18.639.032 14,712001.4 18.728.674 13,832002.1 18.754.283 0,83 16,44 -1,45 -0,242002.2 19.048.316 2,80 15,79 7,57 1,112002.3 19.105.351 2,50 15,32 4,13 0,612002.4 19.271.493 2,90 15,07 8,99 1,242003.1 19.347.620 3,16 15,22 -7,43 -1,222003.2 19.558.610 2,68 14,00 -11,36 -1,792003.3 20.018.044 4,78 14,33 -6,44 -0,992003.4 20.312.497 5,40 13,07 -13,25 -2,002004.1 20.394.335 5,41 15,34 0,77 0,122004.2 20.566.335 5,15 14,13 0,95 0,132004.3 20.730.446 3,56 12,85 -10,38 -1,492004.4 21.472.529 5,71 12,08 -7,57 -0,992005.1 21.372.771 4,80 13,43 -12,46 -1,912005.2 21.869.562 6,34 11,98 -15,26 -2,162005.3 21.949.640 5,88 11,46 -10,76 -1,382005.4 21.911.892 2,05 10,19 -15,66 -1,892006.1 22.542.942 5,48 12,60 -6,20 -0,832006.2 23.196.859 6,07 11,43 -4,55 -0,552006.3 23.648.111 7,74 12,73 11,03 1,262006.4 23.769.415 8,48 11,37 11,57 1,182007.1 24.366.604 8,09 12,81 1,73 0,22

Fuente: Dane, GEIH y Cuentas Nacionales

América del Sur América CentralCrec. 2003

- 2006Tasa anual

acumulativaCrec. 2003

- 2006Tasa anual acu-

mulativa

Argentina 39,7% 8,7% Costa Rica 25,0% 5,7%

Belize 24,6% 5,7% Dominicana 15,3% 3,6%

Bolivia 15,9% 3,8% El Salvador 10,8% 2,6%

Brasil 11,9% 2,8% Guatemala 12,7% 3,0%

Chile 23,4% 5,4% Honduras 17,9% 4,2%

Colombia 19,9% 4,6% Jamaica 7,6% 1,8%

Ecuador 22,2% 5,1% Nicaragua 16,1% 3,8%

Paraguay 15,2% 3,6% Trinidad y Tob. 50,8% 10,8%

Perú 23,4% 5,4% Promedio 19,5% 4,6%

Uruguay 27,6% 6,3%

Venezuela 27,8% 6,3%

Promedio 22,9% 5,3%

Fuente: FMI, CEPAL y Organismos de estadísticas económicas de los distintos países

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Luis Humberto Hernández, Profesor Departamento

de Ciencia Política de la Universidad Nacional

Los procesos de privati-zación de las empresas esta-tales por la vía de la puesta en venta de acciones al público, considerados por los agentes vendedores como un proce-so de democratización de la propiedad accionaria, deben ir acompañados no solo del impacto propagandístico co-mercializador, sino también de la mayor información posible sobre el estado, las posibilidades y alcances del negocio, para construir una cultura de negocios ética y transparente, un tanto esqui-va en nuestro medio.

A eso apunta el siguien-te artículo sobre la venta, a través de acciones, del 20%, de la Empresa Colombiana de Petróleos, Ecopetrol S.A., para que los accionistas se-pan en prospectiva qué tipo de empresa petrolera es la que están comprando.

Momento actual

Nos resulta significativo la dificultad que por varios meses tuvo el Gobierno para definir el precio de las accio-nes, finalmente emitidas a un valor de $1’400.000. Eso nos da a entender que hasta en-tonces no estaba definido con claridad el precio de la empre-sa. Faltaría conocer con más

Lo que un comprador de accionesdebe saber sobre Ecopetrol

detalle cómo se llevó a cabo ese proceso de apreciación.

Según informes de pren-sa, El Tiempo, agosto 15/2007, el valor total de la empresa es de $51 billones . Se compren-de que ese valor representa los activos reales que tiene la empresa y que para efecto del negocio de la compra de acciones es importante sa-ber en sus reales inventarios las ganancias o pérdidas que muestra en la coyuntura su informe financiero. ¿Cuáles son ellos? Veámoslo junto a sus antecedentes.

Podemos ubicar como antecedente para la venta de parte del capital de Ecopetrol la situación de crisis que em-pezó a acusar la economía y la política petrolera colom-biana hacia el 2000, cuando se acentúa la disminución de sus reservas, entonces de 1.972 millones de barriles , lo que llevó, de una parte, en el 2003, Decreto 1760, a la crea-ción de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ANH, y la transformación de Ecopetrol en una Sociedad Anónima, S.A., y de otra, en el 2004, a la promulgación del nuevo contrato petrolero, denomi-nado de Regalías /impuestos . Ambas medidas llevaron el debilitamiento económico, político y empresarial de la estatal petrolera, Ecopetrol.

La Agencia Nacional de Hidrocarburos se constituye como una Unidad Adminis-

trativa Especial adscrita al Ministerio de Minas y Ener-gía, encargada de funciones que anteriormente compe-tían a Ecopetrol, entre otras:

Administrar las áreas hi-drocarburíferas de la Nación y asignarlas para su explora-ción y explotación. Diseñar, promover, negociar, celebrar, hacer seguimiento y admi-nistrar los nuevos contratos de exploración y explotación de propiedad de la Nación. Diseñar, evaluar y realizar

bles e inmuebles que pasen al Estado por finalización de los contratos de exploración y explotación de hidrocarbu-ros, o por reversión de conce-siones vigentes.

Ecopetrol S.A. queda or-ganizada como sociedad pú-blica por acciones, para esta-blecer subsidiarias, sucursa-les y agencias en el territorio nacional y en el exterior. Ce-lebrar en Colombia y en el ex-terior toda clase de negocios en conexión con cualesquiera

y tecnológica relacionadas con sus objetivos, su apro-vechamiento, aplicación téc-nica y económica. Prestar y comercializar toda clase de servicios en relación con sus objetivos.

Por decreto, los activos de Ecopetrol se empiezan a venir a menos, por cuanto las reversiones de los contratos de asociación y concesión contraídos con las multina-cionales no pasan ahora a ser patrimonio de la empre-

¿Qué tan rentable puede ser comprar acciones en Ecopetrol? ¿Cuál es la situación de la empresa? ¿Por qué se pusieron las acciones en venta? ¿Quiénes pueden ser los compradores? A estos interrogantes responde este artículo del profesor de la UN Luis Humberto Hernández.

Continúa Pág. 8

En este gigantesco supermercado de Villavicencio se pusieron a la venta las acciones de Ecopetrol. No hubo grandes congestiones, pues los posibles compradores se toman su tiempo para decidir si entran o no al negocio.

Si tenemos en cuenta el ethos empresarial de los colombianos, poco dado al riesgo inversionista y proclive

a la obtención de renta efectiva lo más fácil posible, la venta de las acciones de Ecopetrol quedará en manos de la

generosa participación de los inversionistas extranjeros.

estrategias de promoción de la exploración y explotación. Administrar la información técnica existente y la que en el futuro se adquiera en el país, como la participación del Estado, en especie o en dinero, en los volúmenes de hidrocarburos que le corres-pondan en los nuevos con-tratos de exploración y ex-plotación, en desarrollo de lo cual podrá disponer de di-cha participación mediante la celebración de contratos u operaciones de cualquier naturaleza. Administrar y disponer de los bienes mue-

actividades comerciales o in-dustriales hidrocarburíferas y desarrollar operaciones sub-sidiarias o complementarias de ellas. Construir, operar, administrar, mantener, dis-poner y manejar en el terri-torio nacional y en el exterior sistemas de transporte y al-macenamiento de hidrocar-buros y derivados, refinerías, estaciones de bombeo, de recolección, de compresión, de tratamiento, plantas de abastecimiento, terminales. Promover y realizar activida-des de naturaleza científica

sa, como lo venía siendo, si-no patrimonio de la Agencia Nacional de Hidrocarburos. Además, tiene que entrar a competir ante la ANH por la asignación de contratos pe-troleros en el país, en igual-dad de condiciones con las multinacionales.

Eso explica la venta de acciones como manera de capitalizar y refundar una empresa industrial debilitada patrimonialmente y que no tiene el apoyo del Estado. La

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Economía

base de sus negocios e inver-siones va a depender de los capitales aportados por los nuevos socios accionistas.

En términos de la pro-ducción, Ecopetrol S.A. es una empresa que solo pro-duce en la actualidad, por cuenta propia, unos 125 mil barriles diarios, 23,5%, de la producción nacional, y cu-ya participación irá diminu-yendo en la medida que la ANH vaya haciendo efectivas sus funciones de administra-dora de las reversiones. En esta rama del negocio, los ac-cionistas tendrán asegurada su rentabilidad si Ecopetrol encuentra algún yacimiento dentro o fuera del país, cosa que no hace desde hace mu-chos años, dado que los des-cubrimientos más significa-tivos o rentables han estado a cargo de las multinacionales, entre otras, la Occidental, en Arauca, y BP, en Casanare. En ese orden, Ecopetrol ha opta-do por activar campos viejos, como los de Tibú y Barranca-bermeja, y de explotar crudos pesados, de más baja rentabi-lidad que los crudos livianos.

Ecopetrol tiene entre sus activos reales y más significa-tivos la refinería de Barranca-bermeja, con una capacidad de refino de 250 kbpd, cuya eficiencia, según los entendi-

dos, está por evaluarse y un 49% de la refinería de Carta-gena, 80 kbpd, vendida en su restante 51% a la multinacio-nal Suiza Glencore por $630 millones de dólares. Porcen-taje sobre el cual se entiende no tendrán propiedad o par-ticipación los accionistas.

En el área de la distri-bución, una rama rentable por principio, Ecopetrol no tiene participación, pues los Terpeles de los que era pro-pietaria y socia fueron ven-didos al sector privado, junto con otras empresas de menor calado, v. gr., Ferticol, Car-bocol.

En el área del transporte, del total de la red de transpor-te de oleoductos, un poco más de 5.000 kilómetros, Ecope-trol cuenta con 1.380,8, 28%, kilómetros; va en asocio con terceros en 2.670 kilómetros, 54%, y 786 kilómetros, 16%, son de otras empresas. Son de su propiedad 2.645 kilómetros de poliductos y 378 kilómetros de propanoductos. Los 4.438 kilómetros de gasoductos que eran propiedad de Ecopetrol habían sido transferidos en 1997 a la empresa Ecogás, creada en 1997 y privatizada a partir del 2006.

En lo financiero, su ba-lance más reciente, como

ECOPETROL S.A.BALANCE GENERAL($MILLONES)

2006Pasivos $Millones %

Obligaciones Financieras 42.874 0%Proveedores 0%Cuentas por Pagar 761.720 2%Impuestos por Pagar 2.037.747 5%Obligaciones Laborales 534.750 1%Pasivos estimados y provisiones 605.337 1%Diferidos - Ingresos Recibidos por Anticip. 0%Otros Pasivos Corto Plazo 0%Total Pasivo Corriente 3.982.428 9.5%Obligaciones Financieras 0%Cuentas por pagar a Largo Plazo 50.018 0%Ingresos Diferidos 3.844.167 9%Pasivos estimados 12.486.427 30%Otros Pasivos Largo Plazo 938.936 2%Total Pasivo Largo Plazo 17.319.548 41.5%PASIVO TOTAL 21.301.976 51%Capital Pagado 4.244.943 10%Obras de Beneficio Social 4.419.110 10%Reservas 2.994.712 7%Revalorización del Patrimonio 48.857 0%Utilidades Retenidas 3.391.373 8%Utilidad del Ejercicio 0%Superávit por Valorizaciones 5.736.751 14%Total Patrimonio 20.835.746 49%TOTAL PASIVO + PATRIMONIO 42.137.722 100%Fuente: Ecopetrol 2.007. http://portal ecopetrol.com.co

Sede BOGOTÁLunes 10 a viernes 14 / Auditorio Carlos Martínez, Fac. Artes UN y Auditorio Teresa Cuervo Borda, Museo Nacional

Jornada Internacional PRÁCTICAS ARTÍSTICAS Y CRÍTICA CULTURAL. Estudios Visuales: El Análisis de los imaginarios públicos en el tiempo de la globalización y las tecnologías

Seminario Anna María Guasch. Conferencias: José Luis Brea y María Belén Sáez de Ibarra. Lanzamiento de los libros CULTURA RAM (Brea) y LA CRÍTICA DIALOGADA (Guasch): Participa Santiago Rueda.

Lunes 17 / 7:00 p.m. / Museo de Arte

DAVID ZAMBRANO (Venezuela - Holanda)Soul Project: Danza performance inspirada en la música soul

Martes 18 / 6:30 p.m. / Auditorio León de Greiff

ENCUENTRO DE JAZZQuinteto Rockingchair (Francia)Édmar Castañeda (Estados Unidos)

Jueves 20 / 7:00 p.m. / Auditorio León de Greiff

CIRCA (Australia)The Space Between: Circo contemporáneo

Lunes 17 a miércoles 19 / Biblioteca Luis Ángel Arango

CÁTEDRA LATINOAMÉRICANA DE HISTORIA Y TEORÍA DEL ARTE ALBERTO URDANETA: ARTE Y ACCIÓN POLÍTICAJohn Holloway. Olivier Debroise. Miguel López. Esteban Rey William López. Maris Bustamante. Manuel SantanaDavid Gutiérrez. Fernando Matamoros y Sergio Tischler

Viernes 21 / 2:00 p.m. Plaza Central

ENCUENTRO DE MÚSICA COLOMBIANALos hijos del Pacífico. Música ancestral de la región PacíficaEtelvina Maldonado. Canto folclórico del CaribeBorinquen. Homenaje a Héctor Lavoe

Sábado 22 / 4:00 p.m. Auditorio León de Greiff

ORQUESTA FILARMÓNICA DE BOGOTÁRepertorio: Obertura Las Bodas de Fígaro, W.A. MozartConcierto No. 3 para piano y orquesta, S. ProkofievAsí habló Zaratustra, R. StraussSolista: Vanessa Pérez (Venezuela), pianista

Sede MEDELLÍNMartes 18 / 7:00 p.m. Teatro Metropolitano de MedellínCIRCA (Australia)The Space Between: Circo contemporáneo

Sede PALMIRAJueves 20 / 7:00 p.m. Auditorio Hernando Patiño CruzÉDMAR CASTAñEDA (Estados Unidos)

Sede CARIBEMiércoles 19 / 7:30 p.m. Vía peatonal Centro Comercial New PointRAMÓN VALLE (Cuba- Holanda)

Sede AMAZONÍASábado 22 / 7:00 p.m. Teatro Pinocho, Centro de LeticiaLA LIBÉLULA DORADA. El dulce encanto de la Isla Acracia

Celebración 140 añosCONSTRUYENDO NACIÓN

señala El Tiempo, muestra: “En el primer semestre del 2007, Ecopetrol S.A. tuvo utilidades por 2,04 billones de pesos, según el balance que la entidad reportó a la Contaduría General de la Nación, contra $1,8 billones de igual periodo del 2006” , valores al parecer sin de-flactar, producto más de los precios internacionales por los que atraviesan los hidro-carburos que del desarrollo y ampliación de su propia capacidad industrial y agre-gado de valor. A esas cifras las acompañan los rubros de pasivos, que son igualmente significativos (ver cuadro).

Finalmente, cabe desta-carse en sus activos al Insti-tuto Colombiano de Petróleo Ecopetrol S.A. dedicado a la investigación, que ha tenido algunos logros significativos en el área del conocimiento.

Post scriptum

La gran promoción y la forma como se propone la puesta en venta de acciones de Ecopetrol S.A., que con-llevó cambios en sus mis-mos logos y un despliegue publicitario como no se ha-bía hecho con la puesta en venta de otras empresas del Estado anteriormente priva-

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tizadas indica que sus pro-motores son conscientes de las dificultades para cautivar accionistas y que, por lo visto, no es suficiente con el buen nombre de la empresa.

Es claro que a diferencia de otras empresas, Ecopetrol se ubica en un sector de alto riesgo en sus inversiones, que involucra grandes capitales y unas ganancias o rentas no garantizadas, pues en su proceso de exploración juega la suerte para la búsqueda y hallazgo del hidrocarburos, entre 2 y 20 millones de dó-lares puede llegar a costar la sola exploración de un po-zo. En ese sentido, y por las características que reviste, la empresa que debía ser puesta en venta accionaria debía ser la Agencia Nacional de Hi-drocarburos, ANH, empresa

al servicio del Estado ahora administradora de los con-tratos rentables.

Si en ese marco, además, tenemos en cuenta el ethos empresarial de los colom-bianos, poco dado al riesgo inversionista y proclive a la obtención de renta efectiva lo mas fácil posible, la venta de las acciones de Ecopetrol quedará en manos de la ge-nerosa participación de los inversionistas extranjeros, pues ni siquiera de los gran-des empresarios colombia-nos, que no se arriesgaron en los años 50 a hacerse cargo de la reversión de Mares, crean-do un empresa petrolera pri-vada como se lo propusiera el Estado, obligado a crear entonces a Ecopetrol.

Amanecerá y veremos.

Ecopetrol produce en la actualidad unos 125.000 barriles diarios, 23,5% de la producción nacional.

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Entrevista

“Nivel de educación en Colombia es malo”: Llinás

El científico colombiano Rodolfo Llinás, uno de los más reconocidos expertos mundiales en neurobiología, estuvo de visita en Colombia. UN Periódico entrevistó al hombre que es considerado el cerebro del cerebro. El doctor Llinás habló de la conciencia, de la ciencia y la tecnología y no tuvo pelos en la lengua para darle duro al sistema educativo del país.

José Luis Barragán DuarteUnimedios

En 1995, uno de los pe-riódicos de mayor prestigio en el mundo, The New York Times, catalogó al médico bo-gotano Rodolfo Llinás Rias-cos como uno de los mejores científicos en el campo de la neurobiología en el mundo.

La publicación estado-unidense exaltó sus logros, ubicándolo en el mismo ni-vel de los dos colombianos universales en ese momento: Gabriel García Márquez, en el campo de la literatura, y Fernando Botero, en las artes plásticas.

Llinás Riascos realizó una serie de hallazgos, luego de haber desarrollado minu-ciosos experimentos en la Universidad de Nueva York, que partieron en dos los estu-dios sobre el funcionamiento del cerebro en los seres hu-manos. Logró establecer con precisión cómo se formaban las imágenes de la realidad. Con su descubrimiento, el colombiano desvirtuó los postulados aceptados por la comunidad científica en tor-no a este campo.

En su reciente visita al país, UN Periódico dialogó brevemente con el científico colombiano. En la entrevista se trataron temas sobre di-ferentes tópicos de su vida científica y otros de interés general para el país.

¿Luego de más de cua-tro décadas de investiga-ción, qué tan cerca o lejos están usted y la comunidad científica de conocer en su totalidad los secretos del funcionamiento del cerebro humano?

Estamos lejísimos, si se piensa en la totalidad. Es de-cir, si vamos a entender cómo funciona de totazo. Se van a requerir por lo menos otros 200 años. Si me pregunta qué hemos encontrado y qué se ha entendido, quizá lo que puedo decirle es esto: es in-creíble es que el cerebro sea entendible.

Ese es un punto impor-tantísimo porque no sabía-mos si el cerebro era sufi-cientemente inteligente para entenderse a sí mismo. La respuesta es que es suma-mente complejo, pero es más inteligente que complejo.

¿Con qué nuevos ha-llazgos ha nutrido su teoría sobre la construcción de una imagen o la unión de los re-tazos de la realidad con un barrido mental?

La teoría ha sido muy bien aceptada. El barrido re-

sultó no ser tan sencillo co-mo se había postulado, pero se ha reconocido no como un barrido único, sino como una serie de barridos a una frecuencia muy bien conoci-da que se llama la frecuencia gama, de 40 hertz y 50 ciclos por segundo.

Entonces, la idea básica es que uno hace la unión de todos los aspectos sensoria-les en la generación de una emoción o de un objeto. Di-gamos, la capacidad que uno tiene de ver, oler y oír un ob-jeto y formar de estas diferen-tes entradas un objeto, lo que se llama en inglés el binding, la capacidad de unir, como una relación talafomórtica (o talamomórfica?). La hipó-tesis básica está reconocida por tener realmente un gran soporte experimental.

¿En qué consiste el diá-logo o relación entre el tála-mo y la corteza cerebral?

Se pensaba que el tála-mo era la entrada y el portal hacia el cerebro. Pero, noso-tros encontramos que no so-lamente es el portal del mun-do externo hacia el cerebro, sino también el centro donde el cerebro o la corteza regre-san. Entonces, el tálamo no es un portal, es un epicentro.

El tálamo es un sitio que puede unir, no solamente gobernar, sino unir las di-ferentes partes del sistema nervioso.

¿Qué tan conscientes son las personas en la actua-lidad de su propio cerebro?

Muy poco. La gente, en su mayoría, y estamos ha-blando de 6,5 billones de personas, posiblemente no saben que tienen cerebro.

Saben que tienen personali-dad, saben que tienen gus-tos, que tienen deseos, que tienen miedos. Pero que ellos son el funcionamiento del cerebro lo sabe solamente un grupo muy pequeño, la gente educada. Que si se les daña el cerebro se les daña la personalidad. Que son la misma cosa.

¿Desde qué momento en la vida el ser humano tie-ne conciencia?

Antes de nacer, ya hay conciencia de cierto tipo. Uno sabe directamente por-que, sobre todo en el último mes, se ve que hay organi-zación motora que tiene que ver con la presencia de soni-dos en el exterior.

Hay un tejido bastante grueso. Generalmente, entre el líquido amniótico y el ni-ño y el mundo externo hay comunicación hasta cierto punto. Esto es diferente del despertar, que ocurre cuan-do uno nace. Ahí de pronto, en un solo momento, en un instante, la generación y ac-tivación simultánea de audi-ción, visión, gusto y todo lo demás.

¿La conciencia se rige por la razón o el sentimiento?

Por el sentimiento. Eso se sabe desde hace mucho tiempo. En filosofía, David Hume decía que la concien-cia es la esclava de las emo-ciones. Si a una persona se le quita la capacidad de tener emoción, deja de ser un ente pensante. Ahora, ser regidos por las emociones sin control es un problema. Para empe-zar tenemos entes que sien-ten y luego entes que piensan sobre lo que sienten.

La educación en Colombia

¿Mantiene vivo su inte-rés por la educación en Co-lombia?

Absolutamente, por eso estoy aquí.

¿Participó de alguna manera en la construcción del Plan Decenal de Educa-ción?

De alguna manera creo que indirectamente sí. Pero no estuve aquí para la gene-ración de ese plan.

¿Indirectamente cómo fue su participación?

Hemos estado empu-jando la ciencia y la tecnolo-gía en la enseñanza hace ya muchos años.

¿Le hubiese gustado proponer, como lo hizo en el pasado, la inclusión de una materia como la cosmología en el pénsum académico?

Absolutamente. Por qué no me pregunta qué es la cosmología.

¿Qué es la cosmología?Bien, la cosmología es

una metodología de tratar de entender, no simplemente de saber. De poner en contexto el conocimiento. Entonces, la idea es que se le añada al pénsum no solamente el contenido. No es solamente otra área del conocimiento, sino la capacidad de poner, de entender, de hacer acción sicomotora. Que uno pueda apropiarse del conocimiento como dicen muchas gentes.

¿El espíritu que usted formó desde niño de buscar-le explicaciones a las cosas considera que es generaliza-

Todos los niños son curiosos.

Lo que pasa es que la gente no los deja. Se les dice: ‘No haga

tantas preguntas’. Es decir, que

a los niños no se les permite

tomar el mundo que quieren

desesperadamente adquirir.

do de nuestra sociedad o es algo que le falta?

¿Usted cree que no hay niño que no sea curioso? La respuesta es sí. Todos los ni-ños son curiosos. Lo que pasa es que la gente no los deja. Se les dice: ‘No haga tantas preguntas’. Es decir, que a los niños no se les permite tomar el mundo que quieren deses-peradamente adquirir.

¿Se hace ciencia y tec-nología en Colombia? Si se hace, ¿qué tan bien encami-nada?

Se hace ciencia y tecno-logía en todas las partes del mundo y en Colombia. Lo que pasa es que no hay sufi-ciente. Está bien encaminada porque generalmente está bien encaminada.

¿Cómo califica el nivel de la educación en Colom-bia?

El nivel es malo. No es ni siquiera regular, es malo. Es claramente malo.

¿Qué le hace falta para mantener unos estándares internacionales?

¿Qué hay que hacer? Modernizarnos. Hay que cambiar los pensums, hay que cambiar la metodología de enseñar. Hay que expli-carle a la gente que los maes-tros no son las personas que tienen y dan el conocimien-to. Son apenas los guías del conocimiento. La función de los profesores es explicar y poner en contexto la infor-mación que se consigue en los libros y en los computa-dores ahora.

Antiguamente, cuando había pocos libros, el maes-tro decía. Era el conductor de la información; ya no. La educación ha cambiado pro-fundamente. Hay que cam-biar, por lo tanto, la metodo-logía de la educación.

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En su paso por Bogotá, el científico Rodolfo Llinás dialogó con UN Periódico en el Club el Nogal, en el norte de Bogotá.

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Martha Lucía Quiroga Rivière,Maestría Ciencia Política

Universidad Libre de Berlín

Con el No de la pobla-ción francesa y holandesa en los referendos de mayo y junio de 2005 sobre el Tra-tado Constitucional Europeo (TCE), firmado en octubre de 2004 por los jefes de Estado y de Gobierno de los enton-ces 25 estados miembros, se abría una crisis profunda en la Unión Europea.

Los referendos en estos dos países fundadores ha-bían dejado sin legitimidad el proyecto de la elite política europea surgiendo entonces y ya sin tapujos las contra-dicciones internas y las diver-gencias entre los estados.

No fue de extrañar así que los gobiernos más euroes-cépticos como los del Reino Unido, Polonia o la Repúbli-ca Checa no hubieran hecho el más mínimo movimiento para ratificar un tratado que consideraban muerto desde ese momento. Otros cuatro países no ratificarían: Portu-gal, Dinamarca, Suecia e Ir-landa. Las fuerzas centrífugas se expresaban con vigor.

Entraba en crisis, pero esto no significó que la Unión Europea cayera en el caos. La segunda reforma (el Tratado de Niza – 2001) del importan-tísimo Tratado de Maastricht (1992) continuaba existien-do, el Euro seguía su marcha, Schengen no daba un paso atrás. Los doce países que habían entrado con la quinta y que entrarían con la sexta ampliación (2007) estaban obligados, sin excepción, a continuar la política mone-taria y presupuestal de Maas-tricht , la política de fronteras y a seguir al pie de la letra los tratados y el acerbo comu-nitario.

Hoja de ruta

Pero la crisis sacudía in-defectiblemente a la Unión Europea. La elite política, a través del Tratado Constitu-cional, se había prometido legitimación, una profundi-zación en la integración polí-tica y una reforma institucio-nal. De otra forma sería cada día más insostenible una in-movilidad que a la larga aca-baría dejando a una Europa de 25 países desarmada ante los nuevos desafíos internos y ante la presión de asumir un papel político y militar creciente de cara al nuevo escenario mundial post caída del muro.

En vista de que salir del atolladero, llamando de nue-vo a un referendo en Fran-cia y Holanda con el mismo Tratado Constitucional, era inviable, la UE comenzó a darse una hoja de ruta que ha culminado por ahora con el dificilísimo acuerdo logrado durante la Cumbre Europea en Bruselas el 21 y 22 de junio pasados.

Precedente importante fue la Declaración de Berlín puesta a discusión y firmada poco antes en el marco de la celebración de los cincuen-ta años de la firma de los Tratados de Roma (C.E.E. y Euratom), considerada una prueba general para el desa-fío que se quería encarar, a saber, lograr un proyecto que pudiera dotar a la Unión de una ‘base común’ para salir de la crisis.

La Unión Europeano está perdida, pero

tampoco a salvo

Esta declaración abrió el camino para lo que fue la reciente Cumbre de Bruse-las. Aún con la alta dosis de escepticismo y de las fuer-zas contrarias dentro de la elite política que se dieron encuentro en esta cumbre, se cree que se ha logrado dar un paso para acabar con la parálisis de la Unión. Empe-ro, muchos opinan que otro pulso del talante de estas dos jornadas sería algo que la UE no resistiría; esta negociación había vivido momentos en los que el desmembramien-to de la Unión nunca había estado tan cerca. Como di-ría un periodista alemán po-co después de terminada la cumbre: Europa no está per-dida, pero tampoco a salvo. Que las negociaciones fue-ron fuertes y las concesiones también, queda consignado en los siguientes puntos.

Para comenzar, se eli-minaron los referentes sim-bólicos que generaran inco-modidad y dieran la impre-sión de demasiada pérdida de soberanía nacional. Así, el concepto de “Constitución” desaparece, y la bandera y el himno europeos no serán considerados explícitamente en el nuevo texto como sím-bolos europeos.

A pedido del Reino Uni-do, la figura del Ministro de Relaciones Exteriores, creada ya en el Tratado Constitucio-nal, no llevará este nombre, sino el de Alto Representan-te de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Se-guridad.

Los 54 artículos de la Carta de los Derechos Fun-damentales de la Unión Eu-ropea tendrán obligatoriedad jurídica, pero no aparecerán

dentro del proyecto, sino ten-drán una mención en donde queda consignado su carác-ter vinculante. Gran Bretaña también logró negociar su exclusión en las obligacio-nes hacia la Carta. Holanda consiguió que los parlamen-tos nacionales tuvieran más derecho de control sobre las propuestas legislativas de la Comisión. Después de una negociación llena de repro-ches y amenazas, Polonia logró que la toma de decisio-nes dentro del Consejo se si-guiera haciendo hasta el año 2014, según el método del tratado de Niza y no según el principio de la doble ma-yoría , como estaba previsto en el Tratado Constitucional. Francia logró anular la ex-presión de “libre e ilimitada competencia” como objetivo de la Unión.

¿Cuál es la situación actual de la Unión Europea? ¿A qué peligros se enfrenta? ¿Qué tan posible es su disolución? La socióloga Martha Lucía Quiroga, que hizo una maestría en ciencia política en la Universidad Libre de Berlín, da luces sobre estos interrogantes.

En manos de Portugal

La perspectiva próxima queda ahora en manos de Portugal que asumió la pre-sidencia del Consejo el do-mingo 1 de julio. Prioridad: aprobar el texto del nuevo tratado europeo. El primer paso será el trabajo de detalle para la que ha sido llamada una Conferencia Interguber-namental con un claro man-dato que conservará un 95% del fracasado Tratado Cons-titucional. Los cancilleres de los diferentes estados miem-bros comenzaron sus reunio-nes el pasado 25 de julio en busca de un texto que pueda ser ratificado en los diferen-tes países y que entre ya en vigor en la primavera 2009 poco antes de las elecciones al Parlamento Europeo. Así aparentemente se ha resuelto la crisis.

Pero, en este ir y venir con negociaciones fuertes y difíciles acuerdos, se olvida que la crisis no se abrió por los gobiernos euroescépticos del Reino Unido o de Polonia que en su momento firma-ron, como todos los otros je-fes de Estado y de Gobierno, el fracasado Tratado Consti-tucional. Esta crisis se abrió con el No de la población francesa y holandesa en las urnas, coincidencialmente los únicos países en donde se había dado un debate abierto y profundo.

Desde Maastricht con el No del referendo danés y el Sí pero No del referendo fran-cés, la Unión Europea arras-tra una crisis de legitimidad y una incapacidad institucio-nal, que se pretendía resolver con el Tratado Constitucional de 2004.

El No traduce el sentir de una parte de la opinión pública en la que se cuestio-na a la Europa de Maastricht, una Europa que se construye a espaldas de los ciudadanos de la Unión y que maneja una gran parte de las vidas nacionales. Aunque este re-chazo tuvo en Francia un porcentaje proveniente de una extrema derecha xenófo-ba y chovinista, no es menos cierto que la mayoría vino de sindicatos, diferentes movi-mientos sociales y partidos de izquierda que ponían en cuestión la Europa que se es-taba construyendo.

Los temores de estos sectores de la población no son infundados porque des-de Maastricht hay una reali-dad al interior de los países de la UE que ha supuesto un retroceso en lo social y una primacía de las cuestiones del libre mercado y de la po-lítica monetaria. La crítica de la poca transparencia y de-mocracia de las instituciones de la UE y de la poca partici-pación de los ciudadanos en la construcción de esa nueva Europa sigue vigente.

Ante esta realidad y en un acuerdo tácito entre los gobiernos de los diferentes países, se ha considerado que esta vez no hará falta llamar a ratificación por referéndum . En palabras claras: la elite política europea no quiere arriesgarse a que se repita la debacle del año 2005, y así a los ciudadanos de la Unión se les servirá de nuevo en la mesa un Tratado que no habrán tenido ni siquiera la posibilidad de debatir a pro-fundidad.

El gesto del ex presidente de Francia Jacques Chirac no dejó dudas del clima de incertidumbre que se vivía en la Unión Europea, tras el No de la población francesa al Tratado Constitucional Europeo.

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Fernando FernándezProfesor Asociado Instituto de

Ciencias Naturales Universidad Nacional de Colombia

[email protected]

José Celestino Mutis (Cádiz, España, 1732 – Santa Fe de Bogotá, 1808) es una figura conocida en Colom-bia, España y otros países hispanoparlantes. Como ges-tor de la Expedición Botáni-ca (1783), Mutis inició una “revolución” científica en el Nuevo Mundo, revolución cuyos alcances no aprecia-mos del todo aún. Fuera del mundo hispanoparlante se conoce muy poco o nada de esta notable figura. La situa-ción puede cambiar notable-mente cuando otro natura-lista ilustre, el Dr. Edward O. Wilson, profesor emérito de la Universidad de Harvard, publique su próximo libro, dedicado a Mutis.

Wilson es uno de los científicos más destacados en el mundo de hoy, y su campo de acción e influencia es tan amplio que es difícil bosquejar un perfil en pocas palabras. Desde niño su amor por la naturaleza lo condujo a una de sus mayores pasio-nes, la entomología (estudio de los insectos), con especial atención a unos diminutos y laboriosos representantes de este grupo: las hormigas. Desde fines de los años 40 y hasta ahora ha producido una vasta cantidad de publi-caciones y libros sobre estos fascinantes artrópodos, en aspectos como taxonomía, biogeografía, comportamien-to y evolución.

Premios

Sus hallazgos y propues-tas han enriquecido de forma abrumadora el mundo de la myrmecología (estudio de las hormigas), de la entomología y de la ciencia en general. Por su tratamiento enciclopédico sobre las hormigas, Wilson (y Bert Hölldobler) recibió el Premio Pulitzer por su libro The Ants, publicado en 1990.

Son muchos los otros campos de la ciencia en que Wilson ha incursionado y ha dejado su huella, algunas ve-ces controversialmente, co-mo la biogeografía de islas, evolución de castas en insec-tos sociales, la sociobiología o la difusión de la palabra “biodiversidad”. La mayo-ría de sus numerosos libros (unos 20) son bestsellers que atraen al público especiali-zado y general, gracias a su conocimiento en el tema y capacidad de escribir en for-ma cautivante.

En apenas unos pocos meses, la atención del pro-fesor Wilson se dirigió hacia nuestro ilustre compatriota Mutis (y decimos aquí “com-patriota” siguiendo al propio Wilson, quien afirma que Mutis es un colombiano na-cido en Europa) en tal forma y con tal pasión que no dudó en venir a Colombia no sólo para atender la inauguración de la Cátedra Colombia Bio-diversa, sino para visitar y co-nocer la ciudad de Mariquita, cuna de la Expedición Botá-nica por varios años. Es sobre esta breve, pero intensa visita que se escribe esta nota.

Gracias a las gestiones de Cristian Samper, Secre-tario General (E) de la Smi-thsonian Institution; Camila

Tras los pasos de Mutis... y de las hormigas de Mutis

El profesor Fernando Fernández, del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, acompañó al científico estadounidense Edward Wilson en su recorrido por Mariquita, Tolima, y fue testigo de primera mano de la admiración que Wilson profesa por José Celestino Mutis, el hombre de la Expedición Botánica.

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Botero, de la Fundación Ale-jandro Ángel Escobar, y otras personas e instituciones, el profesor Wilson visitó por primera vez a Colombia para iniciar una serie de conferen-cias magistrales de la Cáte-dra, con el tema Los desafíos para la conservación de la biodiversidad.

Es inevitable asociar la figura del profesor Wilson, el hombre de la biodiversi-dad, con Colombia, uno de los cinco países más ricos en el mundo en diversidad de seres vivos (para lo cual se acuñó la palabra Megadiver-so). Una de las exigencias de Wilson fue muy clara: visitar Mariquita, en Tolima, lugar donde Mutis y sus colabo-radores pasaron varios años. Tal visita se realizó con éxito, gracias a varias personas que ofrecieron total apoyo. Los frutos de esta “peregrinación” pueden tener alcances mayo-res a nuestras expectativas.

Tras varias horas de viaje (y soportar uno de los típicos “trancones” de carretera) se llega a Mariquita, pequeño y acogedor pueblo donde la palabra prisa no es bienveni-da. Nada más terminar el al-muerzo se visita no una, sino tres casas. “Aquí vivió Mutis, aquí trabajó Mutis, por aquí se montaba las plantas ...” Los historiadores del pueblo ilus-traban y orientaban al séqui-to heterogéneo de científicos, periodistas, camarógrafos y curiosos. La casa de Mutis es amplia y posee cuadros y datos útiles. El profesor Wil-son, como buen entomólogo, toma nota de todo con minu-ciosa atención. Cada gesto y movimiento es seguido por los flashes de las cámaras. Al final del día, una corta visita

al bosque del acueducto. El motivo: hormigas.

Aunque la colección de plantas es la principal activi-dad que llama la atención de la Expedición Botánica (al fin y al cabo por eso se llama así, “botánica”), la creación y de-sarrollo de esta empresa con-templaba la historia natural en un sentido amplio, lo cual incluía animales. Parte de los mismos eran las hormigas, uno de los grupos de insectos más comunes en la Región Neotropical. Las hormigas son protagonistas de nues-tros bosques. Son muchas en número de especies (más de 3.000 descritas desde México hasta Argentina y unas 1.000 descritas para Colombia; mu-chas sin describir) y de indi-viduos (una sola colonia pue-de llegar a tener de miles a millones de habitantes). Más allá de estos datos, las hormi-gas son elementos clave en la estructura y dinámica de nuestros ecosistemas: su pre-sencia influencia y modela la existencia de otros animales y las plantas. Por esto Mutis y sus discípulos también se fijaron en estos pequeños ha-bitantes de Nueva Granada y los coleccionaron. Desafortu-nadamente estas hormigas se perdieron, como tantos otros frutos de colección de la ex-pedición.

La pasión de Wilson

Mutis y las hormigas. Es-tas son las dos palabras cla-ves para entender la pasión de Wilson por este personaje, que verdaderamente podría catalogarse como un inno-vador y auténtico científico en la Nueva Granada, quizás también en todo el Nuevo

Mundo. Las investigaciones, consultas y otras pesquisas de Wilson podrán arrojar sor-presas, como ofrecernos una dimensión de un personaje que quizás nosotros (o algu-nos de nosotros) hemos pa-sado por alto.

Las “hormigas perdidas” de Mutis pueden, de alguna forma, recuperarse visitando los sitios en donde los colec-cionistas de la Expedición an-duvieron. No es tarea fácil; los bosques se han talado, los pai-sajes han cambiado, algunos puntos no son de fácil acceso. Además, no sabemos exacta-mente qué tanto coleccionó el equipo de Mutis. Sin embar-go, algo de lo que hay ahora puede ser representante de la fauna de aquellas épocas, y colecciones en el área podrían acercarnos a las hormigas de tan ilustre naturalista.

El segundo lugar visi-tado en Mariquita transcu-rrió en un bello paisaje de la finca Jabirú, cuyos amables propietarios, Pablo y María, abrieron las puertas al pro-fesor Wilson, Cristian Sam-per y el autor de estas líneas. Una corta expedición, con la guía de Camila Pizano nos lleva a un parche de bosque donde se observan y nom-bran algunas de las hormi-gas. Wilson explora el suelo, las ramas, los troncos caídos. Surgen nombres científicos. Una Pheidole por aquí, una Pachycondyla por allá. En es-tas ramas unas Camponotus; en otras merodean las agre-sivas Azteca. En el suelo las “autopistas” de las cortado-ras de hojas, Atta, hormigas que sin duda observó Mutis. El buen ojo del profesor cap-ta una rama con nódulos de una planta, la varasanta (o

palosanto). Cristian, ducho en botánica, baja la rama y el nódulo arroja otras hor-migas, las Pseudomyrmex de dolorosa picada.

El regreso a Bogotá trae otra sorpresa. Una porción del camino descubre a Wil-son la cordillera andina, el valle del Magdalena, el mis-mo río y algunos parches de bosque. Esto emociona al profesor, quien nunca antes había disfrutado estos paisa-jes. El día no ha terminado, pero Wilson se ha conven-cido que Colombia, llena de contrastes, es un país “fácil de amar”. Rico en culturas y gentes, muchas de ellas bon-dadosas, como los habitantes de Mariquita o la señora de las mandarinas. El paladar del profesor se deleita con la papaya, los patacones, las almojábanas, la yuca y otros tesoros de nuestra cocina.

Las hormigas de Mu-tis son un capítulo de una aventura literaria nueva del profesor Wilson, cuyo último libro se llama La Creación. La reivindicación de José Ce-lestino puede venir de afuera, de un escritor prolífico y muy leído, quien puede colocar al naturalista granadino en una perspectiva mundial.

Qué mejor momento para esta visita, ahora que se aproxima la celebración de los 200 años de la muerte de Mutis. Doscientos años des-pués otro ilustre naturalista recorre algunos de sus pasos, se deleita con alguno de sus productos, contempla una parte de su periplo y suela con un tributo. El profesor Wilson nos contagia de su entusiasmo; ahora queremos saber más.

El profesor Edward Wilson se sintió como pez en el agua durante su visita a Mariquita, Tolima. Fue una manera de estar más cerca de José Celestino Mutis, de quien escribe un libro.

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Gabriel Romero Campos, Unimedios

Cuando era un niño, el biólogo Edward Wilson sufrió un accidente de pesca en el que perdió el ojo derecho. Tal vez, desde ese momento, él comenzaba a convertirse en una hormiga.

Más obstáculos se le atravesaron. Siendo ado-lescente perdió parte de su audición y tuvo que luchar contra una forma moderada de dislexia. Era difícil imagi-nar que tiempo después sería uno de los más destacados científicos del mundo en las ciencias naturales.

Wilson acercó su ojo iz-quierdo a las pequeñas cria-turas que podía levantar. Se ocupó de los insectos, pero especialmente de las hormi-gas. Como ellas, se volvió un explorador incansable. A la edad de 20 años publicó su primer artículo sobre hormi-gas. Profundizó sus investi-gaciones en el Departamento de Conservación de Alabama. En 1950 obtuvo la maestría de ciencia y cinco años más tarde finalizó un trabajo re-lacionado con la taxonomía y la ecología de las hormigas. Así obtuvo su doctorado en la Universidad de Harvard.

Las investigaciones se extendieron a los trópi-cos americanos, australia-nos y del Pacífico sur. Era tan creciente y profunda su obsesión por estos insectos que no dudaron en llamarlo “Doctor Hormiga”.

Lenguaje de hormigas

Wilson descubrió unas sustancias que se llaman fe-romonas. Así como los se-res humanos utilizamos las palabras para comunicarnos, las hormigas emplean sus feromonas. Mediante este lenguaje, ellas dan señales de alarma, avisan si hay una intrusa en la colonia, si la rei-na está en peligro, si alguien ha encontrado comida. En su continua búsqueda, Wilson ha llegado a descubrir 22 fe-romonas diferentes.

A sus 78 años, Wilson es un niño grande, lleno de preguntas. En el mundo de sus hormigas también estudió la evolución de las castas. Vio cómo allí había reinas, machos, obreras mayores, obreras meno-res y soldados, que son los defensores de la colonia. A partir de estas experiencias escribió el libro Sociobiolo-gía: la nueva síntesis, don-de a partir de lo biológico explica el comportamiento social de animales e incluyó a los humanos en el último capítulo del texto.

Wilson fue acusado de favorecer el nacismo y el ra-cismo. Pero, ¿qué fue lo que produjo una reacción tan fuerte en su contra, que in-clusive en 1978, durante una reunión de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, varios manifes-tantes derramaron una jarra de agua sobre su cabeza?

Él afirma que los genes nos gobiernan. Que compor-tamientos como el altruis-mo, el amor o la defensa de nuestras familias, que se ven como algo profundamente humano, podían observarse desde el punto de vista de un egoísmo genético.

El hombre que se convirtióen el ‘Doctor Hormiga’

En días pasados, el científico estadounidense Edward Wilson, conocido como el padre de la Biodiversidad, estuvo en Colombia y visitó la Universidad Nacional. El siguiente es un perfil de este hombre de 78 años, que cautivó a más de uno por su sencillez.

“Uno da la vida por su hermano porque comparte genes. Uno de la vida por el primo con menor riesgo porque comparte menos ge-nes. Y normalmente con un desconocido, uno no arriesga su vida, porque puede haber cero genes compartidos”, es la explicación que el profesor Fernando Fernández, de la Universidad Nacional, da so-bre estos estudios. Fernández es experto en hormigas y un gran conocedor de la obra del profesor Wilson”.

“Las hormigas –agrega Fernández– dan la vida por sus hermanas. Las abejas, las hormigas y las avispas socia-les mueren por sus herma-nas. Uno comparte con un hermano el 50 por ciento de los genes y con un primo, máximo un 25 por ciento. En las hormigas, las hermanas comparten el 75 por ciento de los genes”.

Lo que el profesor Wil-son ha pretendido demostrar es que el comportamiento humano tiene una base ge-nética. “Estas ideas llevadas al extremo implican que no-sotros somos como juguetes de los genes”, dice el profesor Fernández.

Duras críticas

El “Doctor Hormiga” ha enfrentado duras críticas de sicólogos, sociólogos y, en general, de humanistas que sostienen que el hombre es una clase superior que no puede ser comparada con los animales.

Pero él se aferra a las leyes de la naturaleza. “No es bueno ni malo que, por ejemplo, los machos sean más fuertes y predominen en una especie –explica el profe-sor Fernández–. En los hemi-nópteros, hormigas, abejas y avispas, las hembras son las dominantes y los machos

acatan órdenes. Hay incluso tipos de avispas en las que los machos han desaparecido”.

Wilson es hombre y es hormiga. Y sigue preguntán-dose y respondiéndose acer-ca de ellas. Después de un trabajo de 25 años logró re-lacionar 647 especies de hor-migas en América y describió 320 especies nuevas para la ciencia.

Ha encontrado el pro-fesor Wilson que hay tantas hormigas en el planeta que el número total de ellas pesaría más que todos los humanos juntos. No en vano llevan más de cien millones de años sobre el planeta y se conocen desde la época de los dino-saurios.

Wilson ha comprobado que su cooperativismo les per-mite aprovechar mejor los re-cursos, defender mejor sus ni-dos, optimizar la crianza de sus larvas y crías. Ellas tienen más posibilidades que otras espe-cies de que sus colonias sobre-vivan en ambientes adversos.

“Si las hormigas pudie-ran fabricar la bomba ató-mica, ya habrían destruido el mundo diez veces”, es una de las frases favoritas del profesor Wilson. Afirmación que da a entender que la na-turaleza es neutra, que no hay buenos ni hay malos. “La hormiga no dudaría en usar la bomba atómica contra sus compañeras. Aquí no hay valores subjetivos. Los de-predadores no son malos ni buenos”, sostiene el profesor Fernández.

La evolución, la muerte

En una entrevista que Wilson concedió al diario El País, de España, le pregun-taron por qué la mitad de la población de Estados Unidos no creía en la teoría de la evolución.

“Para el 51% de los es-tadounidenses, la especie humana fue creada por una fuerza suprema hace miles de años. El 34% cree que hu-bo una evolución dirigida por Dios. El 15% restante dice que tienen razón los cientí-ficos. Son unas cifras extraor-dinarias, porque representan todo lo contrario de lo que piensan los europeos. En Eu-ropa, el 40% de la población está de acuerdo con la tesis de que la especie evolucionó por selección natural”, fue su respuesta.

Este niño grande tam-bién se ha preguntado qué pasa después de la vida. “Piense lo que significa pasar toda la eternidad en el cielo –dice–. No estamos hechos para eso. La mente humana está construida para durar un tiempo limitado. Sobrepasar ese límite significaría atar a la persona a una existencia infernal. Un sondeo realiza-do entre los científicos más importantes de Estados Uni-dos mostró que al 85% no le importaba que hubiera o no vida después de la muerte. A mí me da igual”.

Esta es parte del Wilson que llegó un lunes a la Uni-versidad Nacional, vestido de corbata y tenis, y se paseó por el Instituto de Ciencias Natu-rales y habló con el Rector, Moisés Wasserman, y luego se reunió con profesores y estudiantes, firmó autógrafos y atendió entrevistas, y que después estudió con juicio las especies de mariposas y siguió haciéndose preguntas, pues al día siguiente un mun-do nuevo le esperaba en la población tolimense de Ma-riquita.

Entonces, Wilson, por primera vez en su vida, des-cubrió los Andes, que desde otros continentes es un lugar fascinante y lleno de miste-rios y especies desconocidas.

Jamás había visto un bosque andino. Después pasó por Mariquita y sintió nostalgia de sus primeros años, de la Alabama donde creció y co-menzó a hacerse científico.

Y en medio de sus pre-guntas fue sorprendido por el sabor de la papaya, los pa-tacones y la arepa de huevo. Y en cuestión de horas, los pedía en su escaso español, y en inglés rogaba “No me digan doctor, no me digan Don. Don suena como a ma-fioso”. Y finalmente pedía que no le dijeran Edward, sino Eduardo.

Terminaba su visita, los anfitriones le tenían prepara-da la cena de despedida. Sin embargo, Wilson se excusó de asistir. Se encerró en su habitación y comenzó a es-cribir sus memorias del viaje.

Hoy, Wilson estará en Alabama o en otras latitu-des, preguntándose quizás por qué el común de la gente se deja llevar por el tamaño de seres vivos como los ti-gres o las ballenas e ignora el maravilloso mundo de las hormigas.

O reflexionará sobre cómo la humanidad está a punto de alcanzar una eta-pa del desarrollo en la que podrá escoger la trayectoria de la evolución. Y cómo pa-rece cercano el día en que se eliminarán enfermedades genéticas.

Pero entonces, una vez más, se preguntará si debería permitírsenos utilizar la inge-niería genética para mejorar a los individuos, si los padres podrán decidir si desean que sus hijos sean deportistas o músicos. “¿Deberíamos per-mitirlo?”, será la duda del profesor Wilson, el hombre que un día en un accidente de pesca perdió su ojo derecho y comenzó a transformarse en el “Doctor Hormiga”.

Luciendo corbata y tenis, el científico estadounidense Edward Wilson se reunió con estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia.

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Gabriela Rodríguez Salgado, Unimedios

Colombia es uno de los países de América Latina con menor presupuesto estatal para el desarrollo de la cien-cia y la tecnología, apenas el 0,5 % de su Producto Interno Bruto, PIB. En Suramérica, el país con mayor presupuesto es Venezuela, que acaba de aprobar el 2% de su PIB para este rubro; le siguen Brasil, con el 1,3%, y Chile, con el 1%.

¿Pero hasta qué pun-to está Colombia más lejos o más preparada que otros países de Latinoamérica pa-ra enfrentar los desafíos del desarrollo científico y tec-nológico del siglo XXI? ¿La empresa, las universidades y la sociedad colombianas es-tán preparadas para asumir el reto que se plantea para la próxima década?

La corporación esta-dounidense Rand, National Security Research Division, publicó el análisis The Glo-bal Technology Revolutios 20201, en el que afirma que para entonces la tecnología continuará su desarrollo ace-lerado, integrando múltiples disciplinas científicas en una convergencia que afectará profundamente la sociedad. El uso de la tecnología obli-gará a los países a buscar la forma de participar de ellos, porque de lo contrario se re-zagarán.

Colombia fue uno de los 29 países analizados2. Entre ellos están Brasil, Chile y Re-pública Dominicana, como parte de la región Centro, Su-ramérica y el Caribe. El análi-sis le permitió a Rand ubicar a Colombia en el grupo de ‘países en desarrollo científi-co’, con Brasil, Chile, México, Turquía, Sur África e Indone-sia. Esta es la tercera catego-ría de un conjunto de cuatro, en el que la última son los países ‘científicamente reza-gados’; la segunda los ‘cientí-ficamente competentes’, y la primera, los ‘científicamente avanzados’. Esta clasificación hace referencia a la baja, me-dia, alta y muy alta capacidad de los países para aplicar la tecnología.

La ubicación de Colom-bia en el contexto interna-cional permite una serie de reflexiones sobre la situación actual y real de la ciencia y la tecnología en el país. Para algunos académicos vincula-dos al medio de investigación y el desarrollo, el principal problema de Colombia ha sido la volatilidad de la asig-nación de recursos, que dis-minuyen de acuerdo con las prioridades de los programas estatales.

Igualmente, los recursos asignados para la investiga-ción y el desarrollo en Co-lombia son empleados tan-to para la capacitación y la formación de investigadores, como para la investigación misma. Este aspecto reduce la inversión en los proyectos, lo que disminuye el poten-cial desarrollo de la investi-gación.

El profesor Rafael Hur-tado, de la Universidad Na-cional, ex director del Obser-vatorio de Ciencia y Tecnolo-gía, afirma que “en diez años la principal institución de fomento de desarrollo tecno-lógico del país, Colciencias,

Colombia, por fuera del mundial 2020 en ciencia y tecnología

Un estudio de la corporación estadounidense Rand, para el Consejo Nacional de Inteligencia Norteamericana, clasificó a Colombia como un país científicamente en desarrollo y por debajo de la media mundial. ¿Cuáles son las razones? ¿Cómo está el país en el contexto latinoamericano? ¿Cuáles son sus fortalezas?

tuvo la mitad de los recursos que tenía en 1996, mientras la comunidad científica de Colombia ha crecido 10 ve-ces. No se han dado las con-diciones para que esta comu-nidad pueda madurar”.

Según las cifras del De-partamento de Planeación Nacional, el presupuesto asignado a Colciencias en 1990 era de 18.312 millones de pesos y con la dinámica de investigación, el interés de los gobiernos y la evidencia de la necesidad del desarrollo de la ciencia y la tecnología, para 1996 aumentó a 140.901 millones, el más alto que ha tenido en su historia.

Pero la volatilidad del interés en esta área hizo que para 1998 la asignación de recursos bajara a 67.035 mi-llones. Y hasta septiembre de 2006 este monto no se había superado. Incluso se estable-ció como el más bajo en los últimos 16 años, pues llegó a 64.312 millones de pesos asignados.

La influencia de algu-nos factores, como la pobre-za, el suministro constante de energía y agua potable, la estabilidad política y la go-bernabilidad, la educación, y la disponibilidad de los recursos son las principales barreras que Colombia y los países con características similares en Latinoamérica3

tienen para lograr en el 2020 la puesta en práctica de los

usos de la tecnología descri-tos por la Rand.

En ese orden, los países de media y baja capacidad para aplicar la tecnología, co-mo Colombia, tienen la ne-cesidad de solucionar otros problemas, que obligan a los gobiernos a asignar recursos para la solución de urgencias y no para el desarrollo tecno-lógico y la investigación.

Revolución tecnológica 2020

La Rand proyectó 16 usos clave de la tecnología para los próximos años, entre ellas las áreas de biotecnología, na-notecnología, tecnologías de materiales y de la informa-ción. Los seleccionó basada en la probabilidad que tienen de ser comercializados y al impacto que pueden tener en la sociedad, principalmente los que se relacionan con las necesidades primarias de las personas, como el agua, el alimento, la tierra, la pobla-ción, la gobernabilidad, la es-tructura social, la energía, la salud, el desarrollo económi-co, la educación, la defensa y el conflicto, y el ambiente y la contaminación.

Su desarrollo y aplica-ción serán determinantes pa-ra definir el papel de los paí-ses, pues analiza el espectro de avance científico, según la capacidad con la que cuentan para adquirir e implementar las 16 tecnológias clave. El

adecuado nivel de desarrollo científico y tecnológico es la primera condición para este tipo de aplicaciones sofisti-cadas. Un país puede obte-ner la tecnología mediante el desarrollo propio, la colabo-ración, la transferencia o la compra de paquetes disponi-bles en el exterior.

Capacidades

El análisis de la Rand establece barreras y fuerzas impulsoras con que cuentan los países para desarrollar y aplicar la tecnología.

Así, el grupo de países “científicamente avanzados” tiene una capacidad muy alta para aplicarla, porque sólo tienen un 30% de barreras y cuentan con el 100% de fuer-zas impulsoras. Es el caso de Alemania y Canadá. Y en este mismo grupo se ecuentra Es-tados Unidos, que tiene 40% de barreras y 100% de fuer-zas. También Australia, Japón y Corea, con el 30% y 90%. Finalmente, Israel, que tiene el 40% de barreras y el 90% de fuerzas impulsoras.

Un caso especial en esta perspectiva es China, que a pesar de tener un 70% de barreras, cuenta con más del 50% de oportunidades.

El grupo de Colombia fue ubicado en el rango de países “en desarrollo cientí-fico”. Gracias a su capacidad media, podría desarrollar energía solar a bajo costo, co-

municaciones inalámbricas, genética de cultivos, filtros y catalizadores, vivienda bara-ta y autosostenible, prácticas de manufactura limpia y ve-hículos híbridos.

En análisis evidenció que las barreras de Colombia están en el 70%, mientras que sus fuerzas impulsoras son del 10%. En Latinoamérica, Brasil y Chile tienen el 25% y el mis-mo porcentaje de barreras.

Las cifras muestran que ningún país podrá reducir sus barreras sino potencia las fuerzas impulsoras imple-mentando estrategias claras, que mejoren la calidad de vi-da de los habitantes, como la educación, la generación de empleo, la garantía de seguri-dad y de gobernabilidad, en-tre otras. Pero esto no es posi-ble si simultáneamente no se crean nuevas oportunidades y recursos para el desarrollo de la ciencia y la tecnología.

Perspectivas para Colombia

Aunque el informe vio las capacidades individuales de los países en un contexto regional, las diferencias entre los países desarrollados y Co-lombia reflejan la necesidad de mirar con ojo crítico y se-lectivo, y no comparativo, las diferencias, porque el sector productivo de estos países sustenta su crecimiento en las actividades y desarrollos de la comunidad científica.

“Debemos partir del es-cenario de los países desarro-llados para aproximarnos al nuestro, no asumir ese esce-nario como el propio. Nues-tra comunidad científica está siguiéndole los pasos a la comunidad mundial, pero ésta tiene una relación muy intensa con las tecnologías, que son las que hoy dominan los productos y los procesos de producción. La investi-gación en nuestro país tiene que empezar a ser pertinente para nuestra industria, aun-que es difícil, porque la nues-tra es baja en tecnología, en términos de sus productos, y la tecnología vinculada a sus procesos, es principalmente importada”, dice el profesor Rafael Hurtado.

Sin embago, el país ha hecho grandes esfuerzos para tratar de reducir las diferen-cias en esta área, al menos en relación con sus vecinos. Una de las estrategias utilizadas, planteada desde el actual Sis-tema Nacional de Ciencia y Tecnología, SNCyT, ha sido la unión de esfuerzos para aumentar el gasto con los aportes de las universidades, algunas entidades públicas, los centros de investigación y las empresas.

El Observatorio de Cien-cia y Tecnología, OcyT, pre-cisó que en el gasto para el 2005 las entidades públicas aportaron 447.703 millones de pesos, el equivalente al 30,5% del total; la empresa privada y pública, 624.829 millones de pesos, el 19%; las instituciones de educación superior, con 285.187,54 mi-llones de pesos, que corres-ponde al 19%, y los centros de investigación, con 109.918,29 millones de pesos, que repre-sentan el 7,42% del total.

Aunque la preocupa-ción de la empresa privada en el aporte a este rubro es

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Colombia, por fuera del mundial 2020 en ciencia y tecnología

Las potencias del mundo invierten cuantiosas sumas y grandes esfuerzos para mejorar en ciencia y tecnología. En los países menos desarrollados no ha habido políticas claras y muchos de los proyectos se quedan en el aire.

Ciencia y Tecnología

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¿Ministerio de ciencia y tecnología?

¿Modificar la estructura del Estado para crear un Mi-nisterio de Ciencia, Tecnología e Innovación es conveniente para Colombia? ¿Favorecerá o no la investigación científi-ca y el desarrollo tecnológico del país? Interrogantes como estos fueron analizados por científicos, académicos y di-rectores de entidades afines al tema, a propósito del Pro-yecto de Ley propuesto por Martha Lucía Ramírez y Jaime Restrepo Cuartas.

La propuesta busca mo-dificar la Ley 29 de 1990 y esta-blecer un marco jurídico para el desarrollo de la Sociedad del Conocimiento en Colom-bia en el que se cree un mi-nisterio de ciencia, tecnología e innovación, se transforme a Colciencias y se cree un fondo nacional de financiamiento. Este proyecto modificaría la estructura del Estado.

El Representante a la Cá-mara Jaime Restrepo Cuartas explicó que “la creación de un ministerio es importante, porque le permitiría al país estar a tono con los avances científicos del momento y con el desarrollo que han ad-quirido otros países del mun-do, como China, India, Japón, Irlanda, e incluso países de América Latina, como Chile y Brasil, que han fortalecido su desarrollo científico”.

La creación de un mi-nisterio de estas caracterís-ticas fue contemplada hace 17 años durante las discusio-nes de la Misión de Ciencia y Tecnología, en la que un grupo de investigadores de la Universidad Nacional y otras entidades concluyó que “no era conveniente, porque los ministerios son puestos fun-damentalmente políticos, que tienen una volatilidad enorme y por eso ningún gobierno ha planteado volver a Planeación un ministerio, sino conservar

la relación con Presidencia, que le da cierta autonomía”, afirma el profesor Gabriel Mi-sas, director del Instituto de Estudios Políticos y Relacio-nes Internacionales de la UN, Iepri, y el entonces coordina-dor de la Misión.

La autonomía de Col-ciencias, adquirida desde que la Misión recomendó su adscripción al Departamen-to Nacional de Planeación, le ha permitido contar con personas vinculadas a las ciencias, como profesores que han hecho parte de gru-pos de investigación y han tenido un entrenamiento importante en ciencia y tec-nología. Al profesor Misas le preocupa que esta condición se pierda y que sea “modifi-cada por un número de ase-sores que entran y salen con los ministros”.

Al respecto, el represen-tante dijo: “nosotros no es-tamos diciendo: créese una figura nueva, con una nueva estructura, con burocracia. No. Estamos diciendo, trans-fórmese Colciencias, con su misma estructura, en un mi-nisterio. Así no se corre el riesgo de que esto se vuelva un ente burocrático, que se politice. Va a depender mu-cho de la Presidencia de la República y de la conciencia sobre la necesidad de desa-rrollar un modelo que cambie

el desarrollo productivo del país hacia una productividad basada en la investigación”.

Los proponentes vieron la necesidad de crear este mi-nisterio por la inestabilidad de la asignación del presu-puesto, que ha variado con los gobiernos. “Queremos un ministerio, porque no pode-mos insistir en la idea de te-ner una entidad secundaria en la estructura del Estado. Un ministro tiene la posibi-lidad de discutir las políticas en el Conpes, de participar en el consejo de ministros y de pelear un presupuesto”, dice Restrepo Cuartas.

Para el subdirector de programas estratégicos de Colciencias, Alexis de Greiff, convertir a este instituto en un ministerio “quiere decir que la ciencia y la tecnología alcanza un estatus político con mayor cercanía a los es-pacios de toma de poder, lo que pone el tema en pie de igualdad con otras priorida-des del país”.

Asimismo, que “esté abierta la discusión en la estructura política del país sobre la ciencia y la tecnolo-gía, en una coyuntura como la actual tiene un significado político importante, porque se envía una señal sobre la importancia que el ejecutivo y el ala legislativa les otorgan

a las actividades científicas y tecnológicas en Colombia”.

El director de Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena, Darío Alonso Monto-ya Mejía, afirma que uno de los principales problemas que podría resolver un mi-nisterio es la confusión de los conceptos de desarrollo científico y desarrollo tecno-lógico, porque “juntar ciencia y tecnología y promoverlas con las mismas estrategias es absolutamente equivocado, y en eso el país tiene que tomar conciencia”.

En este contexto, Mon-toya Mejía sostiene que “la ciencia y la tecnología no son la misma cosa y requie-ren estrategias de promo-ción diferenciadas. La cien-cia es una tarea que tiene unos aliados específicos en la promoción tecnológica, y es una tarea que hay que promover en la universidad, en los centros especializa-dos de investigación y tiene que ver con la promoción del talento y la capacitación de alto nivel. Por otro lado, la tecnología es una tarea que está cada vez más cerca-na a los problemas de com-petitividad y productividad de las empresas. Allí lo que se focaliza como interés fun-damental es la capacidad de generar innovación”.

16 usos clave de la tecnología en el 2020:La siguiente es la lista de los usos clave de la tecnología para el 2020, según la Rand:

La energía solar barata; las comunicaciones inalámbricas rurales; el acceso a la información en cualquier tiempo y lugar; los cultivos genéti-camente modificados; los ensayos biológicos rápidos; técnicas avanzadas para filtrar y purificar el agua; drogas de acción específica; vivienda barata y autosostenible; producción limpia en la industria; identificación por radiofrecuencia de mercancías y personas, RFID; vehículos híbridos; sensores generalizados para vigilancia; ingeniería de tejidos; métodos sofisticados de diagnóstico y cirugía; computadores en la ropa, y cripto-grafía quántica.

Indicadores de LatinoaméricaEl profesor Óscar José Mesa, Vicerrector de Investigación de la Univer-sidad Nacional de Colombia, analiza el contexto latinoamericano para Colombia, con respecto al informe de la Corporación Rand:

“La capacidad científica y tecnológica se resume en una puntuación para cada país, que se obtiene de un promedio ponderado de varios factores: el ingreso medio per cápita, el número de científicos e ingenieros por cada millón de habitantes, el porcentaje del producto bruto invertido en ciencia y tecnología, el número de instituciones y de universidades de investiga-ción por cada millón de habitantes, el número de patentes y una métrica del número de estudiantes de cada país que realiza estudios universitarios en los Estados Unidos.

En todas las categorías, Colombia tiene puntajes por debajo de la media mundial, excepto en el porcentaje invertido en ciencia y tecnología, y en el número de colombianos que estudian en los Estados Unidos, que está ligeramente por encima del promedio.

El promedio ponderado fue de -0,22, es decir, está por debajo de la media. También es inferior al de otros países latinoamericanos como Cuba, 0,11; Brasil, 0,10; Argentina, -0,09; Chile, -0,11, y México, -0,14.

Cuba, en particular, nos supera en número de científicos y en el gasto en ciencia y tecnología. Según este indicador, los países más avanzados son Estados Unidos, 5,03; Japón, 3,08, y Alemania, 2,12. Los más atrasados son Haití, Corea del Norte, Eritrea y Chad, con indicadores cercanos a –0,51”.

creciente, el interés por de-sarrollar tecnología nacional para implementarla en sus procesos de producción aún no está fortalecido. Pues, durante el 2003, la inversión en ciencia y tecnología re-presentó el 0,08% del total de sus ventas, mientras que se destinó el 0,28% a la compra de maquinaria importada.

Para el director del Servi-cio Nacional de Aprendizaje, Sena, Darío Montoya Mejía, “el desarrollo tecnológico del país va bien, tiene claridad en el sector empresarial de grande y mediana empresa. El gran reto es que la peque-ña empresa conozca los retos del desarrollo tecnológico y la innovación”.

A pesar de los esfuer-zos, el presupuesto destina-do para ciencia y educación se sigue repartiendo entre el desarrollo y la investigación, y otras actividades relaciona-das, como la capacitación de doctores e investigadores.

Colciencias informó que con dos importantes présta-mos del Banco Interamerica-no de Desarrollo durante 1992 y 1997, 513 profesionales rea-lizaron con éxito su doctorado en el exterior. En el 2002, con otro préstamo, se formaron 550 investigadores más.

Este esfuerzo de in-versión le pemitió al país emprender la gran tarea de crear sus propios programas de doctorado, que han deri-

vado en la consolidación de grupos de investigación en ciencia y tecnología. La Pla-taforma Scienti, de Colcien-cias, registró que el número de estudiantes de doctorado aumentó de 345, en el 2000, a 1.532, en el 2006.

La experiencia que Col-ciencias ha dado al forteleci-miento del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología en los últimos 40 años ha servi-do como guía para el desa-rrollo de otros países, como Panamá, Honduras, El Salva-dor y Ecuador.

Así lo confirma Alexis de Greiff, subdirector de programas estratégicos de Colciencias. “A pesar de to-das nuestras limitaciones como país, porque somos conscientes de ellas, Co-lombia tiene una gran ca-pacidad construida que ha alcanzado grandes perspec-tivas regionales”, dijo.

1 Silberglitt, R., Antón, P.S., Howell, D.R. and Wong, A. The Global technology revolution 2020, executive summary: bio/nano/materials/information trends, drivers, barriers, and social implications. Rand Corporation, 2006.

2 Países organizados por región. Asia: China, India, Indonesia, Japón, Corea del Sur,

Nepal y Pakistán. Oceanía: Australia e Islas Fiji. Norte de África y Oriente Medio: Egipto, Irán, Israel y Jordania. Europa: Georgia, Alemania, Polonia, Rusia y Turquía. África: Camerún, Kenia, Chad y Sur África. Norte América: Canadá, México y Estados Unidos. Centro y Sur América, y el

Caribe: Brasil, Chile, Colombia y República Dominicana.

3 Cabe anotar que la agrupación de países para la evaluación realizada por la Corporación tuvo en cuenta características similares de los países de la región, tratando de no incluir en una sola área geográfica más de un país con rasgos semejantes.

Las capacidades de Co-lombia para el desarrollo y aplicación de la ciencia y la tecnología para enfrentar los retos que plantea el 2020 ten-drán un nueva fuerza impul-sora o una nueva barrera. En la Cámara de Representantes se radicó el pasado 20 de julio un proyecto de Ley de Cien-cia, Tecnología e Innovación, que pondrá sobre el tapete la disposición del Estado para fortalecerla o no.

Pero mientras el Estado define apostarle a la ciencia y la tecnología como una de las mayores prioridades, el país seguirá ocupando mo-destos lugares en la clasifica-ción mundial, a años luz de Estados Unidos y Alemania, muy lejos de Brasil y México, y lejos de Chile y Cuba. Como quien dice, Colombia está por fuera del mundial del 2020 en ciencia y tecnología.

Por su parte, el profesor De Greiff, de Colciencias, ex-plica que “hay una tendencia a hacer esa separación entre ciencia y tecnología, partien-do de la idea de que es una separación epistemológica y práctica, pero de ahí se salta a decir que también hay una separación institucional. Eso me parece sumamente peli-groso, porque lo que uno ve en el desarrollo de otros paí-ses es la presencia de cientí-ficos en lugares industriales, es decir, investigación fuerte-mente aplicada, que en todo caso tiene casos fundamen-tales en los que participan científicos y, muchas veces, científicos que hacen investi-gación básica”.

El profesor de física de la Universidad Nacional de Colombia Rafael Germán Hurtado Heredia conclu-ye: “Creo que el proceso de maduración del Sistema de Ciencia y Tecnología, SCyT, actual debería permitirle una mayor vinculación a las polí-ticas, planes y estrategias de los ministerios y llevar a estos a encontrar un valor práctico para sus propias iniciativas en las actividades de ciencia y tecnología. Si se lograse una sinergia entre la comunidad, el SCyT como está hoy en día y los ministerios habría una gran ganancia”.

Gabriel Misas Jaime Restrepo Cuartas Alexis de Greiff Darío Montoya

Ciencia y Tecnología

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Carolina Flechas, Unimedios

¿Sabía usted que mate-riales como el tallo de clavel y otros, como el almidón de yuca, las hojas de plátano o de papa, las fibras del fique y las hojas de maíz, pueden convertirse en materiales re-ciclables para fabricar papel y empaques que reemplacen el uso del icopor?

La Universidad Nacio-nal de Colombia desarrolla un proyecto que permite fa-bricar hojas de papel y otros objetos a partir de materias primas vegetales, como los tallos de clavel. El profesor Luis Eduardo Garzón, con su taller de material vegetal reci-clable en pulpa y papel, está al frente de este trabajo.

Garzón y un grupo de 30 estudiantes de diferentes carreras, artes plásticas, di-seño industrial, agronomía, química e ingeniería mecá-nica, descubrieron en los alrededores de Bogotá una fibra, el tallo de clavel, que los floricultores eliminan en temporada de poscosecha.

“Al hacer pruebas con tallos, logramos obtener una pulpa, que no era de una alta calidad como para fabricar papel de alto gramaje, para escritura”, explicó el profe-sor.

Ante esa experiencia, los investigadores se dieron cuenta de que la calidad del papel funcionaba para em-paques y tuvieron un acerca-miento con los floricultores de la Sabana.

“A ellos les interesa que esa fibra se utilice, porque a ese tipo de desechos de-ben destinarle un sitio en sus campos de cultivo. La CAR no tiene la disposición para trasladar toneladas de basu-ra diarias”, aseguró Garzón. Además, según las normas medioambientales, no está permitido desplazar mate-rial contaminante, debido a la cantidad de agroquímicos, pequeños hongos y plagas que se esparcen fácilmente en el aire, explicó.

Garzón y su grupo se acercaron a Colibrí, empresa cultivadora de flores colom-bianas ubicada en Facatativá, que exporta al día cerca de un millón de flores. “Ellos nos han colaborado mucho. El material que nosotros reque-rimos para la investigación ellos nos lo envían a la Uni-versidad, para que realice-mos las respectivas pruebas”, dijo Garzón.

Para María Fernanda Rojas, ecóloga de Colibrí, la experiencia con la Universi-dad Nacional ha hecho que los trabajadores se interesen por este tipo de procesos. “Hemos hablado con Asocol-flores y las personas del cul-tivo se han enterado de que efectivamente se puede ha-cer papel, lo que ha generado muchas expectativas y hará que más adelante se pase de una fase de investigación a una de producción”, agrega Rojas.

La unión a este proyecto, según Rojas, se debe también no sólo a una innovación, si-no a la presión del mercado de no recibir los capuchones de clavel en material plásti-co, sino en papel. “Una pro-puesta muy interesante para aplicar en el futuro es que

Sacan papel de tallos de claveles

En la sabana de Bogotá se formaban grandes cantidades de basura debido a que el tallo de clavel era apenas un objeto de desecho. Sin embargo, una investigación interdisciplinaria de la Universidad Nacional de Colombia logró que de los tallos se produjera papel. ¿Cómo se logró darle forma a este proyecto?

logremos envolver nuestras flores en papel hecho a par-tir del tallo de clavel, porque hicimos la experiencia con 15 clases de capuchón”, añadió.

Otro de los puntos que recalcó Rojas es el hecho de que al aprovechar este tipo de desechos se está minimi-zando el impacto ambiental. “Muchos no tienen la con-ciencia de proteger el am-biente y algunos cometen el error de dejar estos residuos abandonados. En ocasiones, las vacas se comen estos de-sechos y los agroquímicos se pegan a la grasa de la leche, lo que genera un problema de salubridad”, aseguró.

Toneladas de desechos…

¿Se imagina media to-nelada de desechos vegetales al día? Eso significa casi una montaña de ocho metros de largo por cuatro metros de profundidad y cerca de cinco metros de alto en solo resi-duos. En Colibrí este es el promedio de desechos que continuamente salen de los claveles.

La empresa maneja cuatro grados de selección: selecto, fance, estándar y na-cional. Así se sabe cuáles cla-veles sirven.

Todos los días, desde la mañana, los trabajadores de-

ben limpiar y escoger los me-jores claveles para exportar-los, desde el momento de su cultivo hasta su maduración y empaque. “Cada flor de cla-vel pasa por distintas etapas de selección y clasificación, lo que va generando varias toneladas de desechos”, indi-có Rojas.

En el área de cultivo, las mujeres, con un saco a su cintura, son las encargadas de ingresar a los invernade-ros y allí eliminar las partes que no permiten el buen de-sarrollo del clavel. “En cada estación contamos con una unidad de reciclaje y ellas tienen los elementos nece-sarios para limpiar el clavel”, explicó.

También hay monitores de fitosanidad, como Claudia Patricia Acosta. Ellos son los encargados de detectar aque-llas plagas y enfermedades que afectan al clavel y anali-zar con agroquímicos cuáles flores resisten a varios tipos de fertilizantes.

Para Acosta, una mujer enamorada de las flores, la idea de que todo el desecho de tallos de clavel sea reutili-zado para papel y empaques es una forma de proteger el ambiente y de generar em-pleo. “Las flores se verían muy bonitas en papel de cla-vel, porque es la raíz del mis-

mo material que trabajamos”, aseguró.

Algo más que flores…

El avance de la investi-gación del profesor Garzón y su grupo pasó de lo artesa-nal a lo industrial. Su taller cuenta con un procesador alemán, que ha mejorado el desarrollo de pulpas, una ba-tidora holandesa y un molino horizontal, construido por los estudiantes de ingeniería mecánica.

“Una compañía alema-na trajo una maquina extru-sora. Con ella probamos este tipo de tallos, que se introdu-cen a una velocidad y presión determinada. Al someterse a altas temperaturas, en unas micras de segundo descom-prime todo tipo de agroquí-micos que contengan los de-sechos poscosecha”, explicó Garzón.

En este proceso se ob-tiene una masa vegetal con la que ya se puede preparar una pulpa con elementos físicos, a los que se somete para redu-cir la contaminación cuando se hace con químicos.

“Esta máquina permite que los tiempos se minimi-cen y podamos agilizar los procesos de extracción de pulpa. Antes de contar con ella, todo era manual, para separar ciertos líquidos que

contenían estos tallos”, dijo Garzón.

El proyecto contó con el apoyo del Ceif y ahora, desde hace seis meses, tiene a su disposición una nueva máquina alemana, naciona-lizada, para fabricar empa-ques de fibras vegetales, que pueden reemplazar el uso del icopor, gracias a materiales biodegradables.

Ahora, luego de apostar-le a la fabricación de papel, el objetivo de Garzón y sus estudiantes es aprovechar es-tas nuevas tecnologías para innovar en la elaboración de empaques.

“Estamos utilizando todos los productos y, ade-más de la pulpa del clavel, también mezclamos fibras de fique, almidón de yuca, cás-caras de piña, plátano y hasta de la papa, para darles más consistencia a estos produc-tos con materia vegetal”, dijo Garzón.

“Lo que nosotros esta-mos obteniendo es un pro-ducto que en ciertos lugares está reemplazando al icopor. Lo interesante es usar otras alternativas para refinar la uti-lización de este tipo de fibras”, afirmó Garzón, que sostiene que esta puede ser una ma-nera de conformar Pymes o cooperativas, para generar empleo a gran escala.

Los tallos de claveles que esta mujer recoge en la bolsa son utilizados para producir papel. Aquí no se desperdicia nada y sí se genera empleo.

Ciencia y Tecnología

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Investigación

Equipo periodístico, Unimedios

El 15 de agosto del 2007, un terremoto, con una magnitud de 7,9 grados en la escala de Ricther, golpeó la costa peruana y afectó a las ciudades de Pisco, Ica y Cañete.

Cerca del 70 por ciento de las edificaciones, algunas consideradas como monu-mentos nacionales, construi-das la mayoría en material de adobe, colapsaron. Las de cemento y ladrillo tampoco resistieron el movimiento telúrico. El resultado: 16.669 viviendas destruidas y 80.000 damnificados.

Pisco, ciudad de 116.865 habitantes, fue la más afec-tada. Allí, cerca del 39,10 por ciento de sus ciudadanos vi-vía en casas de adobe y ta-pia, mientras que en Ica, con 290.000 habitantes, el 47 por ciento estaba construido en estos materiales. Y en Cañete, el 43 por ciento.

En Colombia, según ci-fras oficiales del último cen-so del 2005, realizado por el Departamento Administrati-vo Nacional de Estadística, Dane, cerca del 16 por cien-to de las viviendas han sido construidas en adobe, tapia o bahareque.

Pueblos ubicados en Cundinamarca, Boyacá y Cauca, entre otros, se carac-terizan por construcciones hechas con materiales en tierra. ¿Cómo proteger estas casas de hechos como los su-cedidos en Perú? ¿Viviendas con 100 ó más años de his-toria se pueden salvar de un posible terremoto?

Un nuevo estudio, rea-lizado por el Taller de Arqui-tectura en Tierra de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Colombia, a cargo de la profe-sora Clara Eugenia Sánchez, ha analizado este tipo de edi-ficaciones en nuestro país.

Las investigaciones han encontrado que el adobe, la tapia pisada y el bloque de tierra prensado sirven para reforzar y construir casas con una propiedad sismorresis-tente.

Tradición y modernidad

Según varios conocedo-res del tema de construcción en tierra, hablar de casas he-chas en adobe, tapia pisada o bloque de tierra es referir-se a la vía más económica y ancestral que se conoce en cuanto a la arquitectura.

Las primeras edificacio-nes en adobe se construye-ron 7 mil años a.C. Hoy se levantan construcciones en adobe en países como Irán, Afganistán e Iraq. En América Latina hay ciudades construi-das con este mismo material, como Antigua, en Guatema-la, declarada Patrimonio His-tórico de la Humanidad.

Para la profesora Sán-chez, la historia de estos materiales esconde técnicas tan antiguas como también modernas. “Hay entre 12 y 34 métodos para construir con tierra, entre los que existen algunos sistemas, como los moldeados directos, con los que se construyeron algunas de las mezquitas más famo-sas en el mundo”, indicó.

Adobe y ladrillo: ¿cuál resiste más los sismos?

El adobe es un material de construcción que no pocas veces ha sido subestimado. Sin embargo, una prueba de rayos X hecha a bloques de adobe ha demostrado que este material y sus componentes tienen propiedades sismorresistentes.

Según el estudio del Ta-ller de Arquitectura, la com-posición de la tierra para fabricar adobe son: arenas, limos y arcillas. “Aunque se han estudiado adobes anti-guos se han encontrado algu-nos tipos de granos gruesos, cercanos a 12 milímetros. Sin embargo, los porcentajes más importantes en sus compo-nentes están en los siguientes rangos: arena, 55 a 75%; li-mos, 10 a 28%, y arcilla, entre 15 y 18%”, dijo.

Sánchez explicó que otros elementos utilizados para la elaboración del adobe son el excremento de ganado, por contener altos niveles de fibra, y los tamos, que son residuos de la cosecha de ce-bada o avena.

Por la sismorresistencia

Conocidos algunos de los materiales usuales en la fabricación de estos bloques de tierra, la investigación ha-lló las claves para que sean sismorresistentes: “Uno de los principios básicos es su

comportamiento como una mampostería. El adobe es un pequeño mampuesto o blo-que que se asocia con otros para conformar muros, cu-biertas y bóvedas”, señaló la profesora Sánchez.

El estudio estableció que entre las técnicas utilizadas por expertos juega un papel importante el grosor del ado-be en comparación con el ladrillo. “El adobe se toma, se modela y se trabaja con la mezcla y se le agrega un poco de arena fina para que le dé resistencia. Lo mismo pasa con el bloque de tierra. En la tapia pisada no se necesita pegar los bloques, sino que se compactan hilados unos sobre otros”, agregó Sánchez.

La profesora recalca que para levantar casas de tierra se deben tener en cuenta tres principios, que inciden para que sean sismorresistentes y seguras: la materia prima, el contexto donde se desarro-lle (condiciones climáticas) y las condiciones geográficas. Por lo tanto, de cumplir con todos estos requisitos pro-bablemente se mantengan

hasta 100 ó 200 años en buen estado.

Con el uso de un equipo de difracción de rayos X y pruebas en los laboratorios de la Universidad Nacional en Manizales, el Taller de Arquitectura en Tierra halló en el análisis de los bloques de adobe de 100 ó 120 años traídos desde Boyacá tamos de trigo, cebada y estiércol de ganado. Fibras que “hoy persisten porque el tiempo ha demostrado que perma-necen esos elementos”, afir-mó Sánchez.

Otro elemento que se lo-gró identificar fue un tipo de pasto llamado cola de ratón, que se utiliza para las cubier-tas o techos en las zonas de montaña, que ayuda a refor-zar las mezclas para hacer el adobe.

También se comprobó que el adobe está diseñado a prueba de factores climáticos adversos.

Entre los ensayos para comprobar qué tan sismo-rresistentes están los bloques de adobe, Jenny Vargas, una de las integrantes del Taller, explicó que se han analizado varias muestras, para conocer la composición del material que ayudaría a que el conjun-to sea sismorresistente.

“Con este equipo se pro-puso adelantar el análisis de materiales cristalinos, con el uso de espectroscopio de emisión de fotoelectrones de Rayos X, que permitió deter-minar la composición quí-mica de los elementos de la muestra y el porcentaje de peso de cada uno”, señaló Vargas.

Durante el proceso, el informe realizado por el La-boratorio de Física de Plasma del campus La Nubia en Ma-nizales indicó que las propie-

Ventajas de las construcciones de adobe

- Son edificaciones pequeñas y mantienen formas muy simétricas.

- Tienen su sistema estructu-ral en el sentido longitudinal y en el transversal, lo que les permite tener buenos amarres y eso hace que funcionen como un conjunto.

- Sus cubiertas tienen un ele-mento de remate, que hace que todas las cargas sean repartidas uniformemente en los muros.

- El adobe generalmente se elabora por solicitud, no hay un sitio específico donde lo vendan al por mayor.

dades del material encontra-do en un adobe, proveniente de una casa demolida en Tunja, Boyacá, contenía dis-tintos componentes quími-cos orgánicos e inorgánicos.

“Entre los elementos en-contrados se observaron ber-linita, halloyste, dióxido de silicio y sulfuro de silicio. En otras muestras se detectaron quartz y montmorillonite, que permiten comprender la resistencia y durabilidad de los materiales “, indicó Var-gas.

Según Vargas, en un mo-vimiento sísmico, los adobes se adaptan al movimiento de la onda, mientras que el ladrillo, por su rigidez, no re-siste la onda.

“Además, en el adobe hay fibras y es posible hacer adecuaciones, aprovechando esas ventajas que tiene. Pero también una de las conclu-siones más importantes que deben tenerse en cuenta es que una edificación con ado-be no la debemos mirar co-mo una sola unidad, sino el conjunto de bloques que la conforman”, indicó la profe-sora Sánchez.

Otro de los puntos sig-nificativos es que los espeso-res son un factor importante para que el adobe tenga un buen comportamiento frente al menor espesor de un muro de ladrillo.

Igualmente, en la inves-tigación se tuvieron en cuen-ta las normas que establece la ley colombiana en cuanto a mampostería y edificaciones con componentes sismorre-sistentes. Se encontró que las casas construidas en adobe tienen una respuesta adecua-da ante los sismos, debido al uso de buenas técnicas de elaboración. En Colombia, el hombre de la zona cafetera, cundiboyacense y el Cauca, tras el terremoto de Popayán en 1984, utilizó elementos que le permitieron estabili-zar sus construcciones con el aprovechamiento de las fi-bras y la tierra.

La fabricación de adobe es dispendiosa. Un producto de buena calidad contiene mayor cantidad de arena y menores cantidades de limo y arcilla.

El adobe que se produce tiene la ventaja de ser sismorresistente, pues en el evento de un movimiento telúrico, el material se adapta al movimiento de onda.

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Durante el primer tri-mestre de 2007, según las estadísticas más recientes del Departamento Adminis-trativo Nacional de Estadís-tica, Dane (junio de 2007), se desembolsaron créditos por valor de $915.389 millones para compra de vivienda, de los cuales $478.833 millones fueron desembolsados para vivienda usada y $436.556 millones fueron otorgados para compra de vivienda nueva y lotes.

Estas estadísticas re-presentan el afán de satisfa-cer una de las necesidades más importantes para el ser humano. Muestra de ello es todo el esfuerzo y sacrificio que han realizado por más de nueve años los miembros de la Asociación de Vivienda sin Ánimo de Lucro los Nogales, de Chinchiná, Caldas.

“Don Alfonso, imagíne-se que el lote nos lo van a rematar”. Estas fueron las pa-labras que reactivaron en Al-fonso Gallego, Presidente de la Asociación en Chinchiná, el ánimo por continuar con el proyecto de vida de más de 150 personas, que por un lap-so de seis años abandonaron esta iniciativa.

De inmediato, Gallego recordó la odisea de un grupo de familias de escasos recur-sos que por su cuenta de-cidieron construir su propio barrio que se llamaría Juan Pablo II, comprando un lote de $125 millones para cons-truir 146 casas.

Los obstáculos los tuvie-ron que ir sorteando desde el principio. “El lote costaba $125 millones de pesos y no-sotros habíamos recogido só-lo $18, pero con eso pudimos negociar el terreno, llegamos a un acuerdo con el dueño y decidimos asumir unas deu-das que tenía el señor en la Caja Agraria y el Banco Ca-fetero, para que nuestra Aso-ciación siguiera pagando esa deuda en cuotas mensuales”, relató Gallego.

Ya con el lote listo y con las ganas de trabajar comen-zaron a tramitar la licencia de construcción ante la Ofici-na de Planeación Municipal. Sin embargo, la motivación se quedó sólo en eso, en una iniciativa.

La Oficina de Planeación les negó el permiso, basándo-se en unos parámetros del Plan de Ordenamiento Terri-torial que estipulan que en una pendiente con inclina-ción superior a un 25%, no se puede construir, y el lote de la Asociación superaba este porcentaje: 27% en la parte baja y 35% en la cima.

Es una montaña empi-nada ubicada en la parte baja de la loma los Chuscales, su parte inferior está rodeada por diferentes urbanizaciones y sus condiciones topográfi-cas son muy complejas, por la condición de ladera, la pro-blemática de la entrega al me-dio de las aguas residuales y la inestabilidad de sus tierras. Además, después del terre-moto de 1999, se determinó que para construir en la zona donde se encuentra el lote, era necesario realizar una se-rie de estudios complejos que determinaran la seguridad de la construcción.

A la espera de un milagro

“Nosotros no le podía-mos otorgar la licencia. No teníamos las garantías de estudios que nos aseguraran que allí se podía construir. Además, ellos pretendían edificar inicialmente 265 vi-viendas y para nosotros era un poco exagerado, por la inseguridad que representa-ría en el tema ambiental y la estabilidad del terreno de los barrios que se encuentran en la parte inferior”, aseguró Germán Bernal Moreno, in-geniero civil y coordinador del Área Técnica de la Oficina de Planeación del Municipio de Chinchiná.

Así fue como la Asocia-ción se desintegró y el pro-yecto fue abandonado hasta que, hace un año, Gallego re-cibió de la Tesorera de la Aso-ciación la noticia del inmi-nente remate de las tierras.

Llega ayuda

Hace dos años, antes de la notificación del remate, y por sugerencia de la Oficina de Planeación de Chinchiná, el alcalde y representantes de la Asociación acudieron a la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universi-dad Nacional de Colombia en Manizales, donde se rea-lizó un convenio en el cual la Universidad se comprometía a realizar los estudios solici-tados y el municipio los fi-nanciaría. Sin embargo, otro obstáculo se presentó: el mu-nicipio se retiró de este con-

venio, argumentando falta de presupuesto.

Una vez más, Gallego volvió a la Universidad y en-contró las puertas abiertas para reactivar el convenio. Ahora la Asociación, reduci-da a 67 miembros activos, financiaría los estudios, aun-que en ese momento sólo contaran con $400.000. La Facultad decidió acompañar este propósito bajo el modelo de extensión semisolidaria.

Fue así como se confor-mó un grupo interdisciplina-rio en cabeza del arquitecto Jorge Humberto Arcila Lo-sada, quien acompañado de los profesores Andrés Eduar-do Satizábal Villegas, Carlos Enrique Escobar Potes, Luis Eduardo Londoño Pulgarín, Ernesto Echeverri Calle (en ese entonces Director de la Oficina de Proyectos Especia-les), y un grupo de ingenieros y estudiantes de la Universi-dad, comenzaron a adelantar los estudios de suelos, el pro-yecto urbanístico, geotécnico, de acueducto y alcantarillado, y la propuesta arquitectónica de las viviendas.

“También se realizó -ase-guró Arcila Losada- un estudio social para determinar cuál sería el número de habitantes del barrio, las consideraciones de densidad y su composición familiar, integrada en prome-dio por cuatro y cinco perso-nas, que residen en Chinchiná y áreas aledañas del entorno cafetero”.

La Asociación esperaba que el proyecto cobijara 146 casas, pero tan solo 70 fueron las avaladas por el estudio de suelos, el cual dio un resul-tado más alto que el previsto inicialmente por el grupo in-terdisciplinario.

“Cuando entramos a hacer el análisis del predial encontramos varias incon-sistencias en términos de la propiedad. El terreno estaba constituido por varios lotes y entonces hubo que desa-rrollar otras actividades no contempladas inicialmente. Tuvimos que revisar las fi-chas catastrales, actualizar los títulos de propiedad y examinar la situación de una fracción de un pequeño lote que no afectaba el proyecto, pero estaba en litigio”, dijo el profesor Arcila.

Los estudios duraron más de lo previsto y la en-trega total se realizó después de un año. “Lo más impor-tante fue que entregamos el proyecto con la licencia y el beneplácito de la Oficina de Planeación del Municipio de Chinchiná, que finalmente otorgó el permiso”, comentó Ernesto Echeverri Calle, Di-rector en ese entonces de la Oficina de Proyectos Especia-les de la UN en Manizales.

El modelo

Una casa de dos pisos, de mampostería estructural que permitiera un desarrollo

progresivo al interior de un contenedor y en donde la am-pliación no se realizara hacia arriba, sino que los habitan-tes tendrían la oportunidad de avanzar internamente en la ampliación de su casa, fue el modelo de vivienda con-certado entre la comunidad y la Universidad.

“El concepto del barrio es como de agrovilla comuni-taria. El proyecto contempla la realización de un parque con una caseta comunal construida en guadua, áreas de recreación y amplias zonas verdes que envuelvan todo el conjunto para reforestación y para que sea cultivado con plantas y frutales muy liga-dos a la zona, y de esta ma-nera los habitantes puedan manejar una microeconomía interna”, señaló el Director del proyecto.

La selección para definir quién iba a vivir en cada casa fue de la comunidad. Cada domingo, 34 personas de la Asociación, con palas y picas, se dirigen hacia la montaña, con sus propias manos des-yerban, sacan tierra y reali-zan las excavaciones para las terrazas, ya que por lo empi-nado del terreno no se pue-de ingresar maquinaria para realizar estas actividades. “Lo que va sobrando lo vamos sacando con volquetas, man-tenemos el lote limpio y la meta próxima es construir la casa modelo”, dijo Gallego.

El grupo interdiscipli-nario de la UN en Maniza-les entregó a la Asociación y al municipio una carta de navegación, indicándoles cómo se deben tratar los as-pectos medioambientales y estructurales en el momento de la construcción, buscan-do prevenir la generación de problemas en los suelos que pudiesen llegar a convertirse en tragedia.

En busca de recursos

La búsqueda de recur-sos ha sido uno de los fac-tores más complicados en este proyecto. La Asociación ha acudido a la Gobernación de Caldas, a la Secretaría de Vivienda Departamental y al mismo Municipio de Chin-chiná, sin encontrar respues-ta alguna.

“Se han adelantado con-versaciones con la Empresa de Obras Sanitarias de Caldas –Empocaldas-, dijo Gallego, para que ellos nos donen la tubería del acueducto y el al-cantarillado. Nosotros pon-dríamos la mano de obra con la ventaja de que en la Aso-ciación hay conmigo maes-tros de obra y constructores, y nos gustaría comenzar los trabajos cuando tengamos lista la primera manzana del barrio”.

Gallego, vía Internet, hizo contacto con una Ong del fallecido Papá Juan Pa-blo II, que ayuda a los más necesitados de Polonia. Ahora, la Asociación está pendiente de una respues-ta positiva que le permita financiar la construcción de las viviendas.

“Estamos esperando que nos digan si van a venir o tenemos que exponerles el proyecto por Internet o si te-nemos que ir”, dijo Gallego. Hoy, el barrio, que se llamará Juan Pablo II, está a la espera de un milagro.

Esta es parte del barrio que lleva el nombre del papa Juan Pablo II, en Chinchiná. El proyecto tuvo la asesoría técnica de la Universidad Nacional. Pero falta la financiación para construir viviendas.

Hace nueve años, 150 personas de escasos recursos de Chinchiná, Caldas, decidieron realizar el sueño de tener casa propia. Desde el primer día han tenido que enfrentar numerosos obstáculos. Sin embargo, un grupo interdisciplinario de la UN de Manizales les dio una mano. Ahora esperan la ayuda de una ONG que lleva el nombre del fallecido Papa Juan Pablo II para financiar la construcción de las viviendas.

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Salud

Nelly Mendivelso,Unimedios

Una alimentación ba-sada en “comida chatarra”, exceso de pan, papa, arroz, pocas verduras y frutas, y un estilo de vida con escasa actividad física, siguen sien-do la principal causa de los altos índices de gordura en los bogotanos.

Lo que poco advierten aquellos que tienen unos kilos demás es que su con-dición física los expone a desarrollar enfermedades relacionadas con el cora-zón y los vasos sanguíneos, primera causa de muerte entre los colombianos. Se-gún un perfil epidemioló-gico realizado por el Minis-terio de Protección Social, por enfermedades cardio-vasculares mueren anual-mente en Colombia 383,2 personas por cada 100.000 habitantes.

Esta problemática la co-rroboran estudios científicos de la División de Lípidos y Diabetes de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Al evaluar los factores de riesgo cardiovascular y prevalencia de dislipemias (alteración en los niveles del colesterol y tri-glicéridos) en una población de 364 personas entre 18 y 69 años de edad, se halló que uno de cada diez individuos padecía de obesidad y cuatro de sobrepeso.

La muestra estuvo inte-grada por personas adultas residentes en Bogotá, el 36.2% hombres y el 62.8% mujeres.

Uno de los resultados que más sorprendió al mé-dico Carlos Olimpo Mendivil, coordinador del estudio, fue que los niveles de HDL “co-lesterol bueno” en promedio fueron bajos en la mayoría, entretanto los niveles de LDL “colesterol malo”, “aunque no eran muy altos, podrían ha-ber estado mejor”, afirma el profesor Mendivil.

La evaluación de facto-res de riesgo lipídicos (coles-terol) son importantes, pues-to que el llamado “colesterol malo” que se deriva del con-sumo de grasas, sobretodo de origen animal, y consumo de frituras, acompañados de la adicción al cigarrillo, viaja del hígado a las arterias y las obstruye conllevando a infar-tos y trombosis, entre otras patologías.

Por el contrario, el “co-lesterol bueno” o HDL, au-menta cuando se consumen grasas como las del aceite de oliva y canola o se practi-ca por lo menos media hora diaria de ejercicio físico, y se deja de fumar.

Una vez más, la dieta y el ejercicio determinan en alto porcentaje la obesidad.

Más obesidad abdominal

Para valorar el riesgo cardiovascular de la pobla-ción bogotana, los doctores Clara Eugenia Pérez, Iván Sie-rra y Carlos Mendivil indaga-ron mediante una encuesta los antecedentes familiares de enfermedad cardiovascu-lar y el hábito de fumar de los individuos.

“El resultado fue noto-riamente alto. El 21% tuvo un familiar que murió por

En Bogotá uno de cada diez

es obeso

Un estudio realizado por investigadores de la División de Lípidos y Diabetes de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia halló que cerca del 40 por ciento de los bogotanos están en riesgo intermedio o alto de infarto y que las mujeres tienen mayor obesidad abdominal que los hombres.

enfermedad cardiovascular. Contrario a lo que podría pensarse, la prevalencia de tabaquismo fue relativamen-te baja, con el 11.8%”, señala el estudio.

¿Cuánto come usted diariamente? ¿Cuánto cami-na?, ¿Sabe a dónde va a parar y acumularse la comida si no hace ejercicio? Respuesta: pues a la barriga.

Al determinar la talla, el peso, el perímetro de la cintura, el perímetro de la cadera y medir uno que otro “gordito” en diferentes par-tes del cuerpo, el grupo de médicos confirmó resulta-dos abrumadores: la obesi-dad abdominal es dos veces y media más abundante en mujeres que en hombres. Así, el porcentaje fue de 18.1% en hombres frente a 51.2% en mujeres.

Algunas circunferencias de la cintura superaron los cien centímetros, medidas peligrosas que incremen-tan el riesgo cardiovascular, máxime si se tiene en cuenta que “para mujeres de nuestra raza el perímetro de la cin-tura no debe ser mayor de 80 centímetros, y para hom-

bres, de 90 centímetros”, di-ce el médico John Feliciano Alfonso, también integrante del grupo de investigación de la División de Lípidos y Diabetes.

Estas cifras concuerdan con las de la Encuesta Nacio-nal de la Situación Nutricio-nal en Colombia, realizada por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y el Ins-tituto Nacional de Salud, se-gún las cuales el 16,6 % de las mujeres son obesas, mientras que lo son la mitad (8,8%) de los hombres. En sobrepeso están casi igual: ellas, 33% y ellos, 31,1%.

La obesidad está pre-sente en todos los estratos socioeconómicos y se incre-menta con la edad, compro-bó el estudio de la UN. De tal manera, las personas de 50 a 59 años presentaron un signi-ficativo aumento de proble-mas de obesidad, esto quizá como preámbulo a los de 60 a 69 años, cuyo índice de gordura fue del 80%. Según Mendivil, “este último grupo es el que hace los infartos, de ahí que difícilmente sobrepa-san los 70 años”.

Las muestras de sangre, permitieron también calcu-

lar el riesgo de preinfarto de acuerdo con los criterios del Programa Nacional de Edu-cación en Colesterol Estado-unidense (riesgo latente, in-termedio o alto).

Se halló que el 61,2% son de riesgo latente, el 32,1% de riesgo intermedio, y el 6,1% de alto riesgo. Entre las per-sonas de riesgo latente, la mi-tad eran dislipémicas, entre las de riesgo intermedio, 88% eran dislipémicas, y lo más alarmante: entre las de riesgo alto, todas eran dislipémicas.

Para Mendivil, “eso está mal, pues la idea es que to-dos fueran no dislipémicos, es decir, que tuvieran valores de colesterol y triglicéridos normales, de acuerdo con metas personalizadas”.

Para los profesionales de la UN, esta es una de las razones por las cuales en Co-lombia la gente se infarta: “La mayoría de veces las perso-nas consultan al médico por otras razones como osteoar-tritis, reflujo gastroesofágico, o una mamografía, y no se le presta atención a los facto-res de riesgo cardiovascular. Esto está pasando con fre-cuencia”.

El riesgo cardiovascular global fue 3,6 veces mayor en varones que en mujeres, lo que señala la importancia de intervenir más rápida y agre-sivamente en este sexo.

El estudio concluye que la prevalencia de dislipemias superior al 50% en todos los grupos de riesgo enfatiza la urgencia y la pertinencia de implementar planes de inter-vención sobre la población, orientados a masificar el uso de los nuevos criterios para el diagnóstico de dislipemias entre los profesionales de la salud y a incorporar hábitos de vida saludable en la pobla-ción colombiana.

Para la profesora del De-partamento de Nutrición de la Universidad Nacional Do-ris Peña, es fundamental el ejercicio físico diario, como por ejemplo caminar, para gastar algunas de las calorías que se consumen.

Los médicos insisten en una alimentación variada, cuyas porciones sean ade-cuadas a la edad y estatura de cada persona. Doris Peña recomienda consumir poca grasa saturada presente en margarinas pero también en el cuero del pollo y en las hoy populares preparacio-nes “broaster”. Para la nutri-cionista, la llamada comida mediterránea que se basa en lo orgánico, poco frito, más pescado, carne asada, frutas y verduras, es lo ideal.

Por su valor proteico y bajo precio, el doctor Men-divil recomienda el huevo (consumido con modera-ción, pues la yema contiene una cantidad considerable de colesterol) y leguminosas co-mo lentejas, frijoles, garban-zos, entre otras, asequibles para cualquier sector de la población.

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La obesidad es uno de los problemas de salud que se ha vuelto más común en Bogotá. El sedentarismo y el descuido en la alimentación han contribuido a elevar los índices de gordura de muchos habitantes.

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Cultura

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La medicina en Colom-bia dio un paso significativo en el diagnóstico y en el tra-tamiento de la parálisis ce-rebral en niños, gracias a la traducción y la validación al español del Sistema de Clasi-ficación Motora Gruesa para la evaluación de niños con parálisis cerebral.

Este avance es producto de un estudio realizado por el médico fisiatra Fernando Or-tiz, profesor de la Universidad Nacional de Colombia, y la fi-sioterapeuta Magda Baquero, del Instituto Roosevelt.

La parálisis cerebral es una alteración del movimien-to y de la postura. Los niños que padecen esta enferme-dad tienen inconvenientes para controlar algunos de sus músculos, debido a un daño permanente en el cerebro. De acuerdo con la parte del cerebro afectada, se presenta imposibilidad para caminar, comer, hablar o jugar.

El logro de la validación de este sistema es contar con una escala que clasifica en cinco niveles a los niños con esta enfermedad. A través de ello, se puede llevar a cabo un diagnóstico más preciso y, por ende, emprender un tratamiento más eficaz.

Avance en diagnóstico de niños con parálisis cerebral

“El sistema permitió sa-ber las áreas específicas en que debíamos centrar el tra-tamiento de mi hijo. En este caso, medicina ocupacional, fonoaudiología y medicina física. El niño ya ha tenido algunos avances significati-vos como movimiento en los

foquen en las áreas de mayor necesidad. “Ello permite exi-girles a las terapeutas resulta-dos concretos”, dijo Ramírez.

Aunque este sistema fue implementado inicialmente en Canadá y se utiliza en Eu-ropa, Asia y Estados Unidos,

La parálisis cerebral es una alteración del movimiento y de la postura. Los niños que padecen esta enfermedad tienen inconvenientes para controlar algunos de sus músculos, debido a un daño permanente en el cerebro.

Lesión quísticaLesión quística

Cerebro de un lactante normalLesiones quísticas en un lactante con parálisis cerebral,

como producto de una lesión durante el desarrollo.

Yaneth Ramírez es ma-dre de un niño de 11 años con parálisis cerebral, Nico-lás Álvarez, a quien desde los 5 meses le diagnosticaron la enfermedad. Desde entonces, Ramírez emprendió una serie de tratamientos que hoy, gra-cias a la validación del sistema de clasificación, a través del cual ha sido evaluado su hijo, arrojan mayores resultados.

brazos y consumo de algunos alimentos que antes no podía comer. Además, ya casi logra pararse en posición recta”, señaló Ramírez.

Aunque directamente, el avance no depende del sis-tema de clasificación de los niños con parálisis, sí facilita que las personas encargadas de realizar las terapias se en-

en Colombia aún no se había llevado a cabo su validación, ni se habían demostrado sus propiedades.

Enfermedad común

La importancia de esta investigación radica en que la parálisis cerebral es una de las discapacidades más comunes en la infancia. Según el médico

Ortiz, probablemente dos de cada mil niños en Colombia, sufren de esta enfermedad.

El proyecto se ini-ció hace dos años con una muestra de cien niños, que fueron tenidos en cuenta para la prueba de confia-bilidad. Para la validación de criterio y de constructo se trabajó con 168 menores con parálisis cerebral.

El primer paso de la in-vestigación fue traducir el do-cumento, que es una especie de cuestionario que contiene los niveles de clasificación en los niños con parálisis cere-bral. Ésta fue llevada a cabo por dos evaluadores inde-pendientes.

Posteriormente, se em-prendió la prueba de validez del instrumento, a través de diferentes análisis y diagnós-ticos, mediante los cuales se estudió la coincidencia mé-dica, en cada caso

En julio, realizada la va-lidación, terminó el estudio, el cual ya se comenzó a apli-car en varios pacientes, como en el caso de Nicolás Álvarez. Hasta el momento, se han llevado a cabo 258 valora-ciones.

“A través de este sistema podemos saber cada seis me-ses si el niño está mejoran-do, independientemente del tratamiento que se adelante”, señaló Ortiz.

Gracias a esta validación se pueden definir mejor las metas de tratamiento y ejer-cer un mayor control en la evolución de cada uno de los pacientes, así como facilitar la comunicación entre médi-cos y EPS, explicó Ortiz.

Anteriormente, de acuerdo con lo expresado por el fisiatra investigador, se hacían diagnósticos muy ambiguos, con una clasifi-cación poco precisa, que no mostraba de manera concre-ta el estado del paciente y los avances en el tratamiento.

Por el momento, el Ins-tituto Roosevelt busca ex-tender el uso del Sistema de Clasificación Motora Gruesa para la evaluación de niños con parálisis cerebral, a las diferentes instituciones de salud del país, que atienden a menores con esta enfer-medad.

“Este sistema constituye una gran ayuda, porque si mejora el tratamiento, me-jora la calidad de vida de los niños y de sus familias”, ex-presó Ramirez, quien insiste en que si la atención en salud mejora, la discapacidad no se convierte en un impedimen-to para “vivir bien”.

El grupo de identifica-ción del Instituto de Genética de la Universidad Nacional de Colombia recibió la acredita-ción de calidad por parte de la Superintendencia de Comer-cio, Industria y Turismo.

Luego de un proceso que incluyó la revisión de la documentación exigida por el organismo y la visita del comité evaluador al labo-ratorio, la Superintendencia expidió al grupo de identifi-cación la acreditación, que tiene un alcance en los estu-dios de muestras biológicas de origen humano, tanto de sangre como de huesos.

Este reconocimiento al laboratorio se suma al respal-do internacional que recibe anualmente de parte del Gru-po GP de la Comunidad Eco-nómica Europea. Cada año, este reconocido organismo hace la validación del trabajo técnico del grupo investiga-tivo de la Universidad, por medio de una calificación de tipo mundial.

El Director del Instituto de Genética, Víctor Vera, ex-plicó que la acreditación con-firma el alto nivel de calidad en la actividad investigativa que desarrolla el laborato-rio en asuntos que cobijan a

Instituto de Genética de la UN recibe acreditación de calidad

muchos colombianos, como la identificación de la pater-nidad o maternidad y en los métodos de extracción del ADN humano.

“Con este aval, nosotros tenemos la representatividad

a nivel de la eficiencia de las pruebas que hacemos en el diagnóstico de filiación hu-mana, tanto para la identifi-cación de restos óseos como pruebas de parentesco. So-mos reconocidos a nivel na-

cional y, por ende, podemos hacer lo mismo si se necesita prestar un servicio interna-cional”, dijo.

El profesor Vera co-mentó que el año pasado, la Comisión Nacional de Re-paración y Reconciliación invitó al laboratorio a un grupo de expertos de Amé-rica Latina y Europa para que observaran los desarro-llos en el campo del reco-nocimiento de víctimas del conflicto armado, a partir de restos óseos.

El profesor William Usaquén, coordinador del grupo de identificación, sintetizó los beneficios de la acreditación: “Es el recono-cimiento a la competencia técnica y científica que tiene el laboratorio para efectuar análisis de filiación e iden-tificación humana, básica-mente a partir de muestras de sangre”.

Usaquén señaló que la extensión, la docencia y la investigación son las tres áreas básicas del trabajo del laboratorio. Agregó que, adi-cionalmente a los estudios ya mencionados, el grupo de identificación está en capaci-dad de realizar perfiles gené-ticos individuales siguiendo las recomendaciones inter-nacionales.

Comentó que en los últi-mos dos años el crecimiento del campo de investigación les ha permitido abrir nue-vas unidades, una dedicada al estudio de la vida silvestre y otra, a las especies domés-ticas.

Para la Universidad Na-cional es la tercera acredita-ción. Antes la habían recibido los laboratorios del Instituto de Ciencia y Tecnologías de Alimentos, Icta, y el de pla-guicidas del Departamento de Química.

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Magda Gisela Páez,Unimedios

El Asperger, pese a ser conocido como el síndrome invisible, tiene muchos ros-tros. Uno de ellos es Julio Manuel Benavides, un joven de 23 años, que superó las dificultades de aislamien-to y rechazo de algunos de sus compañeros del colegio y otros círculos sociales, y hoy se encuentra en quin-to semestre de ingeniería de sistemas.

El síndrome de Asperger es un subtipo de autismo, que se ubica dentro de los tras-tornos generalizados del de-sarrollo y que cumple ciertas características, especialmente la necesidad de aislamiento social e i e interés temporal por un tema específico, entre otras condiciones que pueden variar de acuerdo con el pa-ciente.

En el caso de Benavides su meta, pese al síndrome, es clara: terminar su carrera y viajar a Alemania para se-guir estudiando. Además, está convencido de que “todo hay que hacerlo con amor y al servicio de los demás, o si no, se corre el riesgo de fracasar en la vida”.

Este joven tuvo un diag-nóstico tardío del Asperger, como ha sucedido en muchos casos, pues en Colombia aún no se tienen claras las carac-terísticas de esta afección. Por tal razón, el médico Andrés Naranjo, próximo a graduarse como especialista en neuro-pediatría de la Universidad Nacional, realizó su trabajo de grado acerca de este sín-drome.

Naranjo hizo sus estu-dios con base en un grupo de 20 niños con Asperger. Su finalidad consistía en iden-tificar nuevas características que permitieran detectar el síndrome a tiempo para ini-ciar un tratamiento con las familias de los menores.

A raíz de este estudio y de la cercanía con los padres de los niños que tuvo Naranjo, nació la Asociación Asperger Colombia (a la que pertene-ce el joven Julio Benavides), liderada por Nancy Virgües, madre de un niño de 10 años que padece el síndrome.

Con el impulso del mé-dico Naranjo, de los neuro-pediatras Adolfo Álvarez y Álvaro Izquierdo, y del espe-cialista en psiquiatría infantil, Rafael Vásquez (profesor de la Universidad Nacional), quie-nes acompañaron a Naranjo en la investigación, hoy Vir-gües tiene consolidada una asociación de 90 personas en promedio (niños y adultos con Asperger).

“Carrusel médico”

“Me sentía sola en el mundo luchando con el sín-drome de mi hijo. La gente se aprovecha de la situación y del dolor y uno inicia una peregrinación médica sin en-contrar una persona idónea que le colabore en el trata-miento”, afirmó Virgües, di-rectora de la asociación.

Asperger, el síndrome invisible

Esta enfermedad es un tipo de autismo que predomina en hombres. Quien la padece es poco dado al diálogo, tiene problemas de lenguaje, sufre depresiones y llega a tener una inteligencia superior. Einstein y Newton tuvieron este síndrome, que es muy difícil de detectar. En Colombia, una asociación de 90 personas lucha contra este mal.

Por tanto, la finalidad de asociarse, consistió en ayu-dar a las familias para que entiendan qué es el síndro-me, crear una conciencia so-cial en el entorno académico y comunitario, e identificar profesionales idóneos en el manejo del síndrome, para evitar “el carrusel médico”, sin obtener soluciones.

“Hay muchos niños en Colombia con el síndrome, cuyos padres no saben que lo padecen, en especial en los estratos más bajos. Allí es cuando incurren en el mal-trato de los menores, pues piensan que su actitud de aislamiento o llanto repenti-no es sólo grosería. Nosotros también queremos pedir el apoyo del Gobierno para que puedan ir a una escuela sin sufrir rechazo”, señaló Clara Liliana Barragán, integrante de la asociación.

Juan Pablo Martínez, el hijo de Barragán, tiene 16 años y le descubrieron As-perger desde los primeros meses de vida. Él es concien-te de que padece el síndro-me. Sin embargo, su mamá le ha ayudado a superar mu-chas de las situaciones difíci-les que ha enfrentado.

“Hay que tratarlos con delicadeza, pero también co-rregirlos cuando hacen algo inadecuado. En el primer co-legio donde estuvo mi hijo tu-ve varios problemas, pues los muchachos son muy crueles en estos casos e, incluso, algu-

nos profesores no entienden el síndrome y piensan que es simplemente un problema de socialización del estudiante. Por ende, debí cambiarlo a otra institución educativa donde la situación mejoró completa-mente”, aseguró Barragán.

Martínez es un apasio-nado por el periodismo y la historia. Es capaz de memo-rizar en pocos minutos una biografía completa de un personaje histórico, como lo hizo el día de la muerte de Alfonso López Michelsen, y tiene claro que admira a Si-món Bolívar por ser el héroe de la Independencia.

Los niños con Asperger suelen ser muy sensibles con respecto al tratamiento que les dan los adultos. En al-gunas etapas lloran constan-temente, sin ninguna razón. En otras ocasiones, se aíslan por completo de las perso-nas, tienden a obstinarse en un solo camino para ejecutar acciones y se apasionan por un tema en particular.

En la mayoría de los ca-sos, el síndrome se ha detec-tado porque los papás, en los primeros meses de vida de sus bebés, empiezan a no-tar conductas anormales: el niño no los mira a los ojos e interactúa poco con ellos. O como afirmó Marta Pulido: “Porque el corazón de uno como mamá le avisa que algo está mal con su hijo”.

Sin embargo, en el caso de Pulido tuvieron que pasar

12 años para saber con cer-teza que Jairo David Soriano, su hijo, tenía Asperger. “El pediatra decía que no veía ningún problema. Que de-bíamos esperar. Lo llevamos a un fonoaudiólogo y a varios médicos, sin ningún resulta-do”, comentó Jairo Soriano, padre del niño.

Finalmente, un día fue Pulido, quien buscando una información en Internet, se encontró con la descripción del síndrome y vio que su hijo compartía varias de las características allí descritas. Fue así como recurrió al mé-dico y le contó sobre lo que había averiguado, para cons-tatar que el niño sufría este síndrome.

“El problema principal que existe es la detección tar-día de la enfermedad, pues, por lo general se identifica con otras causas, ya que hay una concepción errada de asociar el Asperger con el re-tardo mental, el cual no exis-te en este subtipo de autismo. Si el Asperger se detectara a tiempo se ahorraría mucho camino de sufrimiento a los niños y a los padres”, expresó el médico Naranjo.

No tiene cura

Sin embargo, no hay un examen específico para determinar que un paciente tiene Asperger, sino que el diagnóstico se hace mediante un estudio clínico detallado y por médicos expertos.

Por esta razón, los in-vestigadores de la Nacional, en su estudio, determinaron y corroboraron ciertas ca-racterísticas del síndrome de Asperger.

Entre las principales se encontraron: predomi-nio en el género masculino; poca respuesta emocional al diálogo; problemas de lenguaje, en algunos casos; actitudes rutinarias; ten-dencia a rituales o a realizar de la misma forma una ac-tividad; depresiones y dis-tanciamiento (transmiten la sensación de que no escu-chan); inteligencia normal o superior; interés temporal por un tema en particular; tendencia a entender las frases de manera literal.

Entre los factores exter-nos que influyen en los pa-cientes se encontró un diag-nóstico tardío, difícil com-prensión social y “carrusel de médicos y colegios”, es decir, rotación por diferentes sitios, debido a la falta de compren-sión o al tratamiento inade-cuado del síndrome.

“Los niños con Asperger son víctima de abusos socia-les, por sus dificultades de contacto con las personas. Eso es lo que se quiere su-perar, externamente, del tra-tamiento médico”, señaló el doctor Vásquez.

El Asperger, por ser un síndrome, no tiene cura. Sin embargo, pueden adelantar-se algunas terapias como la enseñanza de normas socia-les, la interacción con otros niños, mejoramiento del am-biente en el colegio y ayu-da a la familia para que los entienda.

En la investigación, tam-bién se identificaron algunos factores de riesgo que agra-van la enfermedad, y algunas comorbilidades (propensión a ciertas enfermedades, que acompaña el síndrome) psi-quiátricas y neurológicas, para las cuales sí existe un tratamiento efectivo, como en el caso de problemas en el lenguaje.

Según Naranjo, el Asper-ger puede ser hereditario en algunas ocasiones, pues es común encontrar que padres que sufren el síndrome em-piezan a ver reflejadas estas mismas características en sus hijos.

Hoy, jóvenes como Be-navides demuestran que el Asperger, pese a ser incura-ble, es un síndrome con el que se puede vivir si se llevan a cabo las terapias adecua-das, si se cuenta con el acom-pañamiento médico necesa-rio y, ante todo, si se tiene la convicción de que éste no es un impedimento para supe-rarse, como lo demostraron Albert Einstein, Isaac Newton y otros grandes hombres de la historia que sufrieron el síndrome.

Por lo tanto, es cierto: el Asperger puede considerarse como un síndrome invisible, no sólo por su difícil detec-ción, sino porque muchas de las personas afectadas han logrado que su genialidad prevalezca sobre éste.

En el parque Guaymaral, en el norte de Bogotá, se realizó un festival de cometas, organizado por la Asociación Asperger Colombia. Este pequeño se entretuvo con la rueda.

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José Olimpo Suárez Molano, Ph.D, Doctor en Filosofía.

Miembro del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia y

Coordinador del Área de Ciencias Políticas de la UPB.

1. El filósofo norte-americano Richard Rorty acaba de morir. Sus ideas y tesis se enmarcan en el de-nominado neopragmatismo contemporáneo. Tales ideas y tesis se han mostrado como francamente chocantes pa-ra la tradición académica de occidente. El profesor Rorty, para el goce de muchos de sus lectores, retomó la vieja forma del tábano socrático: la actitud de crítica no so-metida al marco tradicional de la argumentación lógica, sino el ejercicio inteligente de proponer enfoques di-ferentes sobre conceptos e ideas que ya se habían dado por buenas y evidentes. La filosofía deviene así un ejer-cicio de interrogación sobre las condiciones de la vida y del ser humano en relación a todo aquello que le da sen-tido y valor a esas vidas. Esta actitud que se conoce como ironismo se despliega con toda su fuerza en la trama particular de la teoría políti-ca: el sentido y la fuerza de la democracia política.

2. El profesor Rorty de-sea separar la democracia de sus fundamentos metafísicos tradicionales, anclados, co-mo se sabe, en los terrenos de la Ilustración europea. Para los filósofos liberales defen-sores de la democracia, Loc-ke y Kant en particular, las relaciones políticas se fun-daban ontológicamente en el postulado de la libertad y los derechos humanos indivi-duales, derivado todo ello en último análisis de la facultad incontrovertible de la razón. La razón se convirtió así en el criterio legitimador del poder político que veía en la natu-raleza humana, el fundamen-to último de la política.

3. Pues bien, la tesis neopragmatista, defendida particularmente por el pro-fesor Rorty, consiste justa-mente en abandonar la pers-pectiva iluminista de fundar la política en un argumento trascendental y aceptarla co-mo un ejercicio que a partir del diálogo intercultural per-mite aceptar instituciones y formas de relación social que sean buenas para todos, en particular para la creación de individuos libres y responsa-

Richard Rorty: repensar la democracia

Uno de los legados que dejó el filósofo Richard Rorty fue la tesis neopragmatista, que consiste en abandonar la perspectiva iluminista de fundar la política en un argumento trascendental y aceptarla como un ejercicio que, a partir del diálogo intercultural, permita aceptar instituciones y formas de relación social que sean buenas para todos.

bles. Aquí se ponen en evi-dencia dos formas de argu-mentación legitimadoras: de un lado, aquellos discursos que creen haber alcanzado la verdad de lo político en términos de la esencia única del poder y las relaciones hu-manas. De otra parte, el dis-curso legitimador esteticista propuesto por los neoprag-matistas con fuertes raíces nietzschanas, que aceptan la justificación a partir de la exhortación puramente retó-rica encarnada en la polémi-ca y la narración. La primera forma de argumentación se convalida a partir de su va-

lidez formal, en tanto que la segunda busca su aceptación por medio de atracción esté-tica.

4. Por este camino, el profesor Rorty nos invita, en-tonces, a abandonar todo in-tento por proveer apoyo me-tafísico para soportar todos nuestro valores humanitarios y democráticos y, a cambio de ello, a adoptar la contingen-cia de nuestras sociedades sin ningún temor, y asumir lo que él denomina ironis-mo liberal: toma de distancia frente a los léxicos últimos de la política en términos de

verdades trascendentales. El héroe de la teoría rortiana es entonces el ironista liberal, que debe reemplazar al héroe de la modernidad encarnado en el científico positivista. La democracia en términos del neopragmatista debe condu-cir hacia la solidaridad antes que hacia la objetividad. Por ello, la propuesta rortiana consiste en abandonar la fe en un destino único de la especie humana y postular, por el contrario, una vida que sea mezcla de narcisismo pri-vado y pragmatismo públi-co. Desde esta perspectiva, el neopragmatismo toma la forma de una variante de la posmodernidad por cuanto la crítica a la razón y a un mé-todo único de conocimiento son puestos en cuestión. Na-turalmente, el enfoque ror-tiano es mucho más fuerte que las variantes francesas o alemanas de evaluación filo-sófica sobre la modernidad. Los neopragmatistas invitan a tomar en serio las conse-cuencias tanto del giro lin-güístico como del giro prag-mático.

5. El profesor Rorty in-tenta convencernos de que no es necesario fundamentar racionalmente la democracia. Aquí comienza el debate con el profesor Jürgen Habermas, para quien existe un vínculo necesario entre democracia, racionalismo y universalidad. Para los neopragmatistas no se requiere de una teoría de la verdad para comprender y defender la democracia. Lo que se impone es más bien el reconocimiento de la finitud de las sociedades, de la fini-tud del lenguaje y por ello se impone la tarea de construc-ción de instituciones cada vez más amplias e inclusivas. En otras palabras, el profesor Rorty hace suya la idea de su maestro intelectual John

Dewey, para quien la demo-cracia debía ser una forma de vida realizada a través de la educación y la delibera-ción. Si las formas de la de-mocracia tanto representati-vas como participativas han mostrado sus limitaciones en términos políticos, solo resta por el momento apoyar la propuesta de la democracia deliberativa.

6. Cultivar la vida, el yo, deviene así el más alto va-lor que la democracia puede tutelar. Aquí estamos ahora en el ojo del huracán, pues tanto la academia como los políticos tradicionales no pueden aceptar este enun-ciado que les dejaría sin retri-bución a sus buenas concien-cias y sin argumentos para la tarea redentora propia de los intelectuales ilustrados. Realizarse a sí mismo no es asunto de poner en acto, se-ñala el profesor Rorty, una esencia fija y ahistórica del ser humano conforme a una moral predeterminada o de una supuesta dignidad del ser humano. El debate sobre los derechos humanos a par-tir de un principio metafísico, la dignidad, no es más que la hipócrita aceptación de un etnocentrismo enmascarado; de lo que se trata más bien es de convencer a las otras culturas de las bondades de una tal concepción política.

7. El reclamo esteticis-ta de Nietzsche reaparece en boca del neopragmatista que busca defender la vida hu-mana en términos de la va-loración absoluta de los pro-yectos de vida: “… toda vida humana es la elaboración de una complicada fantasía per-sonal y, a la vez, el recuerdo de que ninguna elaboración así concluye antes de que la muerte la interrumpa. No puede completarse porque no hay nada que completar, solo hay una trama de rela-ciones por volver a urdir, una trama que el tiempo prolon-ga cada día” . Esta es la tarea propia de la democracia en términos pragmatistas, un proyecto que se separa del discurso tradicional ilustrado y que da en qué pensar.

Portada de uno de los libros del filósofo norteamericano Richard Rorty, que falleció recientemente.

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Susana Friedmann, Instituto de

Investigaciones Estéticas

Complace enormemen-te la noticia de que la Or-questa Filarmónica cumple cuarenta años. Cuatro déca-das de una labor incansable y de una lucha sin tregua para llegar a un público cada vez más amplio, que cada vez se muestra más ávido de acce-der a un repertorio universal que incluye los clásicos de la música sinfónica. Lejos de quedarse en lo convencional, la Orquesta también ha cum-plido una función trascen-dental al hacerse cargo de una gestión cultural que no esca-tima esfuerzo para acercarse a obras menos reconocidas tanto a nivel internacional como a nivel nacional. Des-de su comienzo, ha sido una orquesta ejemplar al arries-garse en forma continua con la difusión del repertorio de música contemporánea y del ámbito de la música latinoa-mericana, incluyendo la mú-sica de talentos colombianos del pasado y del presente.

Compositores, intérpre-tes y directores de orquesta de renombre internacional han desfilado por la Orquesta Filarmónica desde su crea-ción en 1967, dejando un admirable testimonio de la actividad musical más insig-ne del país. Por nombrar al-gunos de sus más destacados directores, hay que recordar a los compositores colom-bianos Jesús Pinzón Urrea y Jaime León, a los violinistas Jaime Guillén y Carlos Villa, a la peruana Carmen Moral, al chileno Francisco Rettig y a Eduardo Carrizosa. Para muchos adeptos, los mejores años de la Filarmónica fue-ron durante la época en que dirigió la orquesta el maestro búlgaro Dmitri Manolov, de 1981 a 1983.

A la Orquesta Filarmó-nica le debemos innovadoras estrategias educativas como el célebre programa televisivo Escuchemos nuestra música, que transmitió durante dieci-séis años todos los conciertos que realizaba la Orquesta los domingos por la noche. Los conciertos eran precedidos de una magnífica presenta-ción didáctica para guiar la audición de las obras y para contextualizarlas histórica-mente, además de propor-cionar una breve orientación estilística y formal, proyecto que inició la pianista y peda-goga Hilda Pace de Restrepo y posteriormente fue asumi-do por la musicóloga Ellie Anne Duque, de la Universi-dad Nacional.

Por otra parte, hay que señalar que a la Orquesta Fi-larmónica le debemos la tra-dición de comisionar a los jó-

“La casa en el aire” y los 40 años

de la Filarmónica

Compositores, intérpretes y directores de orquesta de renombre internacional han desfilado por la Orquesta Filarmónica desde su creación en 1967, dejando un admirable testimonio de la actividad musical más insigne del país. Ha sido costumbre de la Filarmónica realizar conciertos didácticos en los barrios, llevando su repertorio a lugares recónditos.

venes compositores del país arreglos de música tradicio-nal y popular para orquesta, lo que en su momento sig-nificó la dignificación de un repertorio que circulaba en medios populares, pero que la Orquesta optó por llevar a las salas de concierto y a los grandes auditorios y que ha dado fruto con una reconoci-da serie de discos compactos. Hoy día esta es una práctica generalizada, pero que en su momento generó reacciones contrarias.

A la Filarmónica le debe-mos también la costumbre de realizar conciertos didácticos en los barrios y en otras ciu-dades, llevando el repertorio sinfónico a los lugares más recónditos y a los públicos más heterogéneos. La visión de directores administrativos como Raúl García (quien se desempeñó desde 1967 hasta 1988) y luego María Cristina Sánchez fue garantía de una labor no solo competente, sino también dinámica y au-

daz. Otro factor significativo en la gestión de estos y otros proyectos importantes es el vínculo de la Orquesta desde su fundación con la Alcaldía de Bogotá.

Hitos importantes en es-te recorrido de atrevidas ex-ploraciones que jugaron con la combinación de esfuerzos escénicos y musicales son el montaje de la Historia del soldado, de Igor Stravinsky, en conjunción con el gru-po de teatro del Teatro de la Candelaria, dirigido por San-tiago García, y el montaje de Pedro y el lobo, de Sergei Prokofiev, con Jaime Garzón como narrador de la Orques-ta Filarmónica.

Ni una palabra

Sin embargo, a pesar de exaltar la labor de la Filarmó-nica, no complace tanto que, en medio de los festejos del aniversario, no se haya he-cho mención pública sobre el hecho que durante treinta

y cuatro años la Orquesta Fi-larmónica ha contado con un socio estratégico formidable, es más, con un hogar incon-dicional: el Auditorio León de Greiff, de la Universidad Nacional. De ahí, el aparen-temente enigmático título de esta breve nota.

Comenzando por la alusión que ya hicimos a la participación en el proyecto de la Orquesta Filarmónica por parte de la musicóloga Ellie Anne Duque, la Uni-versidad Nacional aportó su presencia física continua en la evolución, por no decir en la proyección de la Orquesta Filarmónica. Desde 1973, la Orquesta Filarmónica realiza sus ensayos en este recinto, aspecto que no es aleatorio, sino que va de mano con una realidad contundente: gran parte de sus integrantes son profesores y egresados del Conservatorio de Música de la Universidad Nacional. La proximidad al Conservatorio no solo ha sido un asunto de

conveniencia física, sino que, inicialmente, gran parte de los instrumentos que tocaba la Orquesta Filarmónica pro-venían, no solo de los maes-tros que dictaban clases de instrumento y de conjuntos diversos en el Conservato-rio, sino del inventario del Conservatorio de Música; en otras palabras, éste le pro-porcionaba a la Orquesta los instrumentos que requería durante el proceso de su con-solidación.

El vínculo con la Univer-sidad Nacional se extiende aún más, si se tiene en cuenta que, en su mayoría, los pri-meros atriles de la Filarmó-nica han sido y aún siguen siendo ocupados por maes-tros o egresados del Con-servatorio de Música de la Universidad Nacional. Ejem-plo de ello son figuras como Aníbal Dos Santos (jefe de violas), Héctor Pinzón (jefe de clarinetes), Camilo Bena-vides (jefe de violoncellos), Isauro Pinzón (jefe de per-cusión), Zbigniev Zajac (jefe de fagotes) y Alexandr Sanko (jefe de contrabajos).

Entre los compositores colombianos que no hemos mencionado y cuyas obras fueron estrenadas y a veces comisionadas por la Orques-ta Filarmónica están Blas Emilio Atehortúa, Francisco Zumaqué, Luis Pulido y Gui-llermo Garbó. Una vez más, la relación entre Universidad Nacional y Orquesta Filar-mónica se hace evidente al recordar que tanto Atehortúa como Zumaqué son egresa-dos del Conservatorio Nacio-nal de Música.

Finalmente, y a nivel puramente estadístico, ade-más del considerable públi-co tradicional que convoca el repertorio sinfónico, un gran público compuesto por jóvenes universitarios, por familias enteras, por docen-tes y trabajadores tiende a asociar la Orquesta Filarmó-nica al campus universitario. Su vínculo al espacio públi-co y al acceso prácticamen-te gratuito a la cultura está estrechamente unido a la universidad pública. De otra manera, muy probablemente no existirían las extensas filas que pacientemente esperan acceder a los conciertos de la Orquesta Filarmónica cada sábado en el Auditorio León de Greiff.

En fin, la persistencia de esos vasos comunicantes y de esas redes que se articulan tan orgánica e integralmen-te de cierta manera consti-tuyen un modelo de cola-boración institucional que influye enormemente en la construcción de un proyecto cultural común. ¡No hay que olvidarlo!

Una de las presentaciones de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, que celebró sus 40 años. La Filarmónica ha estado muy cerca de la universidad pública y de la comunidad en general.

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Reseñas

Con el título La acre-ditación: una mirada desde la Universidad Nacional, la Unidad de Medios de Comu-nicación de la UN, Unime-dios, presentó el número 5 de la serie Claves para el de-bate público, que se ha ido convirtiendo en una ‘venta-na’ para la discusión de los principales temas educativos del país.

El documento hace una reseña del proceso de la edu-cación superior en el país durante las últimas tres dé-cadas y señala que el número de instituciones y programas académicos mostró un claro aumento. En 1974, el Icfes reportó 95 instituciones de educación superior en Co-lombia, 69 universidades y 26 institutos tecnológicos, que

ofrecían un portafolio de 837 programas académicos y solo siete años después, en 1981, ya existían 200 instituciones con 1.593 programas acadé-micos. Un salto cuantitativo que paradójicamente dejó al descubierto una problemáti-ca relacionada con el acceso a la educación superior. Más del 75% de los estudiantes estaban concentrados única-mente en cuatro ciudades: Bogotá, Medellín, Cali y Ba-rranquilla.

Por ello, señala Claves, el Ministerio de Educación creó, a través de la Ley 30, el Sistema Nacional de Acre-ditación, que inició un pro-ceso de calificación de los programas académicos en las universidades para determi-nar los niveles de calidad de

las carreras y las instituciones de educación superior y para garantizar a la sociedad que cumplan con los más altos estándares curriculares, los propósitos y objetivos que tienen en sus estatutos, el buen desempeño para auto-rregularse y participar acti-vamente en su proceso de mejoramiento.

Presenta también los momentos de la acreditación que desarrolló el Consejo Nacional de Acreditación (la autoevaluación, la evalua-ción externa, la respuesta de la institución, la recomenda-ción final y el acto de acredi-tación) y los requisitos y con-diciones para acreditarse.

Finalmente señala cómo se dio el proceso de acredita-ción en la Universidad Nacio-

nal y muestra los múltiples beneficios del proceso de acreditación. Según el Direc-tor de Planeación de la UN, “las ventajas del proceso de acreditación, además de te-ner el reconocimiento social a nivel nacional e internacio-nal, en Colombia representa una mayor partida de parte del gobierno a la Universi-dad. Porque uno de los cri-terios de la asignación de los recursos en indicadores de gestión y productividad es un monto fijo cuando ya existe la acreditación”.

Unimedios, editor de estos documentos, señala que Claves para el debate pú-blico está abierto a esta y a otras discusiones, donde la educación sea siempre el eje central.

Instituto de Ciencias Natu-rales – Facultad de Ciencias

Este libro, el número 16 de la Biblioteca José Jerónimo Triana, “es de gran valor en los estudios taxonómicos co-mo quiera que el Código In-ternacional de Nomenclatura Zoológica señala que todo taxón de nivel especie debe tener al menos un ejemplar que sirva de referencia para otros zoólogos, que será el tipo de la especie o subespe-cie que permita referirse a los organismos animales como

expresiones de nuestra Bio-diversidad”, señala el doctor Jaime Aguirre Ceballos, Di-rector del Instituto de Cien-cias Naturales de la Universi-dad Nacional de Colombia.

Las colecciones de am-phibia, annelida, aracnolo-gía, crustáceos, entomología, ictiología, mamíferos, orni-tología, porifera y reptiles se iniciaron en 1965 y se en-cuentran en el Instituto de Ciencias Naturales. Los ejem-plares zoológicos alcanzan una cifra de 251.771 y son una especial contribución, como verá el lector de este

documento, pues relacionan 467 holotipos y 4.695 para-tipos nomenclaturales de la fauna colombiana.

El libro, de reciente pu-blicación, desea, según lo se-ñala el doctor Aguirre, evitar la duplicidad de esfuerzos, en la descripción de nuevos taxones. La información que presenta permite ver el avan-ce de los estudios taxonó-micos y sistemáticos en esta rama de las Ciencias Natu-rales y el desarrollo de las investigaciones sobre fauna en Colombia.

El Instituto de Ciencias pretende, con este libro, pre-sentar a la comunidad cien-tífica nacional e internacio-nal este legado que fue fruto de numerosas expediciones que se hicieron a lo largo del país. En ellas, los investiga-dores lograron obtener ma-terial suficiente para hacer contribuciones taxonómicas y sistemáticas de gran valor, que son, entre muchas otras, las razones que llevaron al Instituto a publicar esta obra como parte de la Biblioteca José Jerónimo Triana.

Los tipos nomenclaturales depositados en la colección zoológica del Instituto de Ciencias Naturales

Alejandro Rosas L., Editor

Los ensayos que pre-senta este libro son una muestra del aporte de inves-tigadores de tres países lati-noamericanos a la reflexión teórica y filosófica sobre la naturaleza y los alcances de la selección natural. El edi-tor recogió los textos en tres grupos:

El primero, “Selección natural”, recoge los textos de Gustavo Capón (Contra la lectura adaptacionista de La-

marck), Maximiliano Martí-nez (La selección natural y su papel causal en la generación de la forma), Vladimir Corre-dor (Neodarwinismo y nueva síntesis) y Eugenio Andrade (Las interrelaciones entre ge-notipo/fenotipo/medio am-biente. Una aproximación se-miótica al debate “evolución y desarrollo”).

El segundo, “Cogni-ción y evolución”, presenta los ensayos de Karla Che-diak (Función natural e indicación, una actividad de representación en Fred

Dretske) y Paulo Abrantes (El programa de una episte-mología evolucionista).

Y en la tercera parte se presenta el tema “El origen del hombre”, que incluye a Jorge Martínez-Contreras (Las primeras descripciones de antropoides en el siglo XVII y su importancia para la filo-sofía de la evolución), Álvaro Corral (Lo que la filosofía de la mente pude aprender de Kanzi y de la primatología), Alba Pérez-Ruiz (El concepto de reconciliación en la obra de Frans de Waal) y Alejandro

Rosas L. (El entorno ancestral de las normas de equidad).

Los ensayos reelaboran ponencias presentadas en el Primer Encuentro Latino-americano de Filosofía de la Biología, que se realizó en Bogotá en abril del 2006. Se organizó como mesa redon-da del Primer Congreso Co-lombiano de Filosofía, con el apoyo de, entre otras institu-ciones, la Universidad Nacio-nal de Colombia, Icetex, Col-ciencias y las universidades de origen de los ponentes.

Filosofía, darwinismo y evolución

Claves para el debate público

Rafael Pardo Rueda

Dentro del género de crónica actual, el ex precan-didato presidencial Rafael Pardo Rueda se atreve en me-dio del escándalo de la para-política y los ires y venires del proceso con las autodefen-sas, a plantear abiertamente quiénes son realmente los paramilitares, qué buscan, cuáles son sus estrategias y cuál es su compromiso con un proyecto de paz.

Desde el inicio de la ne-gociación entre el Gobierno

y las autodefensas, Pardo ha sido un constante contradic-tor de la forma como se ha manejado el proceso, de los vacíos de la Ley de Justicia y Paz, del manejo de la desmo-vilización.

El libro es un relato agradable y sencillo de la his-toria de las autodefensas, el interés de los paramilitares en la política, su expansión y la relación de la misma con el narcotráfico, el inicio del pro-ceso. Desde un punto de vista jurídico y un análisis serio, cuenta cómo fue el camino transitado para llegar a la Ley

de Justicia y Paz, los desafue-ros de los paramilitares y sus incumplimientos.

Este es un completo tex-to de análisis e información de un autor que ha estado comprometido con la bús-queda de la paz, y que desde el inicio del proceso fue un crítico certero sobre sus de-ficiencias, la poca planeación y la falta de una política de gobierno que verdaderamen-te desmonte el fenómeno pa-ramilitar en el país.

Lo más importante de este texto, que tiene detalles inéditos hasta ahora, es no

sólo el examen hecho a cin-co años de proceso, sino las propuestas para enderezar-lo, pues a pesar de todas las dificultades, Pardo considera que es posible lograr un re-sultado mejor en beneficio del país.

El autor tiene una cre-dibilidad indiscutible, y una calificada hoja de vida, pues fue Consejero de Paz y de Se-guridad, Ministro de Defensa, asesor de la OEA, Senador de la República y precandidato presidencial.

Fin del paramilitarismo. ¿Es posible su desmonte?

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Cultura

María Belén Sáez de Ibarra,Investigadora en estudios visualesDirectora Dirección Nacional de

Divulgación Cultural

Cultura_RAM es el título del nuevo libro de José Luis Brea, el controversial inves-tigador cultural, adscrito a los Estudios Visuales, quien a través de este campo trans-disciplinar se ha ocupado en desocultar las relaciones pro-fundas entre arte/cultura, sa-ber/poder, transformaciones sociales/transformaciones epistemológicas.

Este mes, el profesor Brea estará en Colombia participando con Anna Ma-ría Guasch en la jornada internacional Prácticas ar-tísticas y crítica cultural: Es-tudios visuales y el análisis de los imaginarios públicos en los tiempos de la globali-zación y las tecnologías, or-ganizado por la Dirección de Divulgación Cultural de la Universidad Nacional en asocio con el Programa Mi-radas España-Colombia de la Embajada de España. Du-rante la jornada se hará el lanzamiento de este libro a través de un conversatorio. Así también, en su confe-rencia La era de la imagen electrónica, profundizará alrededor de algunos de los presupuestos teóricos ex-puestos en este texto.

Menos al pasado

El libro es editado por la editorial Gedisa de Espa-ña, en el año 2007 desde su nueva línea editorial ciber-cultura. Fue distinguido con el Premio de Ensayo Eusebi Colomer de la Fundación Ep-son.

Cultura_Ram quiere de-cir que la cultura mira ahora menos hacia el pasado (para asegurar su recuperabilidad, su transmisión) y más en cambio hacia el presente y la producción incondicionada del futuro.

Menos hacia la conser-vación garantizada de los pa-trimonios y los saberes acu-mulados a lo largo del tiem-po, de la historia, y más por el contrario hacia la gestión investigadora de nuevo cono-cimiento …

El uso en este libro de la metáfora de los modos de la memoria propios del or-denador es algo más que una metáfora: en buena medida, la modificación

Histórica de los modos de gestión de lo cultural por parte de las nuevas y efica-ces herramientas tecnológicas es seguramente el verdadero factor desencadenante del cambio en el propio sentido de la cultura que intentamos indicar con la expresión “cul-tura_RAM”.

Mutaciones de la cultura en la era de su distribución electrónica

Tomada como una me-táfora, intenta ilustrar que el tipo de memoria que produce la cultura no es tanto una de archivo (y back up, una memoria de disco duro para entendernos, ROM en la jerga informática) sino más bien, y sobre todo, una memoria de proceso, RAM, de interre-lación activa y productiva de los datos (y de interconexión también de las máquinas en-tre las que ellos se encuen-tran distribuidos, en red); una memoria red y no más una memoria documento; una memoria constelación, fábri-ca y no más una memoria consigna, almacén.

Este tipo de memoria ya no enfoca singularidades señeras, ya no se define me-diante monumentos definiti-vos, en lugares o escenarios privilegiados. Por el contrario, se dispersa y clona en todas direcciones, se reproduce y distribuye como un virus a toda su red de lugares, difun-dida como onda y eco, des-localizada en una multipli-cidad de “no lugares” hacia los que fluye activamente en tiempo real. La memoria ya no es detención del tiempo, suspensión que corta su flu-jo par retener y conservar el momento (amado) perdido, sino dinamismo puro y en curso que espesa y carga de potencia el instante presente, como nuncio y emblema de su propia era y del provenir que prefigura: el provenir del sistema que enlaza y susten-ta toda la constelación de los saberes posibles, efectivos, en una arquitectura expansiva que, a cada instante, actua-liza (y multiplica exponen-cialmente) su competencia, su potencia virtual.

Capitalismo cultural

El libro es un profundo análisis de las actuales so-ciedades del conocimiento del capitalismo avanzado. Aquellas en donde los sabe-res, el conocimiento, cons-tituyen un valor de cambio privilegiado, y lo simbólico es su gran valor productivo; las mercancías inmateriales que protagonizan nuestra era: la era del capitalismo cultural.

La condición global, ob-servada como una constela-ción vital en donde estamos abocados a desenvolvernos, se relaciona - en su personi-ficación de máquina virtual de alta tecnología - con los presupuestos epistemológi-cos producidos y reproduci-dos desde las instituciones sociales y sus enmarañados lazos con el poder.

Es por ello que en el li-bro se piensa la universidad, el museo, la ciencia misma como poderosos dispositivos de configuración, de inven-ción de la “realidad” desde su

Este mes, el profesor José Luis Brea lanzará en Colombia el libro cultura_RAM, expresión que quiere decir que la cultura mira menos hacia el pasado, más hacia el presente y, por supuesto, hacia el futuro. Pero es la profesora María Belén Sáez la que explica en este artículo qué secretos se pueden encontrar en este libro.

espíritu espúreamente neu-tral que especula desde su re-lación inmaterial y fantasma-górica con lo hegemónico.

La vanguardia es vi-venciada por José Luis Brea como una posibilidad ética que nos conmina a enfrentar el porvenir, y a maniobrarlo. Así nos enseña (en virtual) algunas posibilidades de lo que está en juego. Habla de la universidad como estruc-tura moderna que es urgente repensar – y rediseñar-, ya no

y aptos para jugar las cartas del futuro, despojados de la inocencia del pensamiento subordinado.

En el mismo sentido, la institución Museo es develada no solo como dispositivo de producción social de la verdad, sino como un reloj del tiempo, diseñado para medirlo. Para clasificar, hacer taxonomías, establecer jerarquías de valor; como el gran proyecto civi-lizatorio que hace la historia teleológica y es operado des-de occidente y sus categorías. Nos obliga a repensarlo como lugar de descentramiento de la verdad y como lugar desde donde operarían las plurali-dades de una gestión de inter-conexiones y accesibilidades del nuevo conocimiento y de lo desconocido, lo que está allí apenas siendo en la potencia virtual de lo posible.

La relación que sostene-mos hoy con el tiempo es una reflexión que se sostiene a lo largo del libro. El nuevo lugar del pasado y la memoria, en donde ya no buscamos refe-rentes a imitar y honrar, sino por el contrario el lugar desde donde parte nuestra posibi-lidad crítica. El presente es el tiempo del instante, instante y tiempo real. Un presente que vive en el paso aquel de que nos hablara Foucault; el paso en el vacío que es más bien porvenir. Las posibilidad de lo que está siendo configurado y jamás definido ni terminado. El dejá vú como imagen del tiempo; el futuro se viene y entremezcla en el presente y nos hace presentir nociones de lo que ya ha sido.

El arte señalado como un pequeño impostor que pre-tende aún defender su pri-vilegio y especificidad en la cultural visual, es mostrado como una categoría más entre los agentes que luchan por fijar los sentidos y significa-dos sociales que se esconden en el incansable obrar de la ideología.

La imagen reemplaza-ría el logocentrismo actual (¿o pasado?). Aquí Brea nos presenta sus conceptos para una nueva epistemología de la visualidad, en donde las cate-gorías culturales del viejo hu-manismo se desjerarquizan, se reemplazan y entran a una constelación de redes que se despojan del ilustrado etno-centrismo, del logocentrismo y del arte-centrismo. El huma-nismo letrado de occidente es hoy quizá el viejo conocido que nos recuerda el deja vú de la cibercultura del hom-bre máquina y los imaginarios que le sirven de hogar.

Para mayor informa-ción, puede ir a la siguiente dirección electrónica: www.divulgacion.unal.edu.co

como el lugar performático (diría Lyotard) que produce competencias profesiona-les, sino más bien como el lugar por excelencia de la divergencia, el lugar de la producción del pensamien-to crítico, de la capacidad de desocultar los mecanis-mos de producción social de los sujetos, de las identi-dades, de la realidad, de la verdad; aquel que nos hace creativos, independientes en la adquisición del saber

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El profesor José Luis Brea, quien este mes estará en Colombia y lanzará su nuevo libro.

Portada del nuevo libro del profesor José Luis Brea, cultura_RAM.