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UNIVERSIDAD METROPOLITANA
ESCUELA GRADUADA DE EDUCACIÓN
RÍO PIEDRAS, PUERTO RICO
LA INTEGRACIÓN DE LA ESTRATEGIA HUERTO ESCOLAR Y SU CONTRIBUCIÓN AL
MEJORAMIENTO DEL PROCESO ENSEÑANZA Y DE APRENDIZAJE EN EL
CURRÍCULO DEL NIVEL ELEMENTAL
Investigación documental presentada como requisito para el grado de
Maestría en Currículo y Enseñanza
MARÍA M. VÁZQUEZ COLÓN
DICIEMBRE, 2011
3
@
María M. Vázquez Colón
Derechos de autor
Diciembre, 2011
Prohibido la reproducción total o parcial,
el registro o la transmisión, por
cualquier medio de recuperación de información
4
NOTA ACLARATORIA
Para propósitos de carácter legal en relación con la Ley de Derechos Civiles de 1964, el uso de
los términos maestros, director, supervisor, estudiantes y cualquier otro que pueda hacer
referencia a ambos géneros, incluyen tanto el femenino como el masculino.
5
DEDICATORIA
Dedico a Dios sobre todo este trabajo investigativo documental, porque definitivamente
sin su ayuda y dirección no hubiese sido posible llevarlo a cabo. En todo mi caminar con el Dios
Todopoderoso en estos últimos 21 años, he podido ver su provisión no solo guardando mi salud
sino renovando mis fuerzas cuando sentía que ya no tenía ninguna y que desmayaba. Él ha sido
mi sostén y mi guía en los días más oscuros de mi vida donde parecía que mi barca iba a
zozobrar.
De Él proviene la sabiduría, el entendimiento y el conocimiento. .Su Palabra es fiel y
verdadera y cuando nos apoyamos en ella tenemos la seguridad que necesitamos y entonces
podemos decir con certeza como expresó el rey David en el libro de los Salmos capítulo 62,
versículos siete y ocho: En Dios está mi salvación y mi gloria; en Dios está mi roca fuerte y mi
refugio. Esperad en él en todo tiempo, derramad delante de él vuestro corazón: Dios es mi
Refugio.
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AGRADECIMIENTO
Agradezco principalmente a mi esposo que ya fue a morar con el Señor, pero que con su
amor, dedicación, paciencia y empeño, me impulsó a seguir adelante y concluir esta
investigación. Su pérdida cinco meses antes de este trabajo documental dejó un vacío muy
grande en mí, pero a la vez me impulsó su fuerza y deseo de servir a la humanidad, legado que
seguiré con la ayuda de Dios. También quiero agradecer a mis hijos por su tolerancia y amor con
que siempre me tratan a pesar de que en muchas ocasiones no he podido estar con ellos.
Tampoco puedo olvidar a mi guía espiritual el Reverendo Fidel Figueroa del Centro
Cristiano Shalom quien en todo momento me ha apoyado y servido de ejemplo con su vida
íntegra y dedicada a Dios por completo durante los últimos 60 años y quien siempre me ha
instado a seguir adelante porque Dios está esperando para usar mis talentos.
Por último, agradezco a mi madre quien a pesar de que no tuvo la oportunidad que yo he
tenido de estudiar, me anima y con sus oraciones y amor me da la fuerza necesaria para seguir
adelante y no defraudarla. Dios los bendiga a todos y añada años de vida para que puedan seguir
a mi lado siendo mi inspiración.
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TABLA DE CONENIDO
CERTIFICACIÓN . . . . . . . . . . 2
DERECHOS DE AUTOR . . . . . . . . . 3
NOTA ACLARATORIA . . . . . . . . . 4
DEDICATORIA . . . . . . . . . . 5
AGRADECIMIENTO . . . . . . . . . 6
PENSAMIENTO . . . . . . . . . . 7
TABLA DE CONTENIDO . . . . . . . . . 8
SUMARIO . . . . . . . . . . . 11
CAPÍTULO I – INTRODUCCIÓN . . . . . . . . 13
Antecedentes . . . . . . . . . . 13
Planteamiento del problema . . . . . . . . 16
Preguntas de investigación . . . . . . . . 19
Justificación . . . . . . . . . . 19
Objetivo general . . . . . . . . . 23
Objetivos específicos . . . . . . . . . 24
Objetivos didácticos . . . . . . . . . 24
Importancia . . . . . . . . . . 25
Viabilidad . . . . . . . . . . 26
Marco teórico . . . . . . . . . . 26
Utilizando el entorno de los estudiantes para reforzar el aprendizaje . . 30
Definición de términos . . . . . . . . 31
9
CAPÍTULO II – REVISIÓN LITERATURA . . . . . . 35
Introducción . . . . . . . . . . 35
Programas de aprendizajes basados en huertos . . . . . 39
Temas transversales . . . . . . . . . 44
Marco legal . . . . . . . . . . 45
CAPÍTULO III – METODOLOGÍA . . . . . . . . 48
Introducción . . . . . . . . . . 48
Procedimiento . . . . . . . . . . 48
Descripción de la muestra . . . . . . . . 52
CAPÍTULO IV – RESULTADOS . . . . . . . . 57
Introducción . . . . . . . . . . 57
Interpretación y análisis . . . . . . . . 57
Respuestas a las preguntas de investigación . . . . . . 61
Motivación . . . . . . . . . . 68
Valor educativo . . . . . . . . . 68
Apoyo necesario . . . . . . . . . 69
Sostenibilidad . . . . . . . . . . 69
Apoyo técnico y pedagógico . . . . . . . . 70
Salud de los niños . . . . . . . . . 70
Herramientas y materiales necesarios para el huerto . . . . . 71
Técnicas de siembra . . . . . . . . . 71
Técnicas de riego . . . . . . . . . 72
10
Por aspersión . . . . . . . . . . 73
Riego por goteo . . . . . . . . . 73
Riego con regaderas . . . . . . . . . 73
Abonos . . . . . . . . . . 73
Control de plagas y enfermedades . . . . . . . 74
Conclusión . . . . . . . . . . 74
Objetivos alcanzados por los huertos escolares . . . . . 75
CAPÍTULO V – CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES . . . . 77
Introducción . . . . . . . . . . 77
Conclusiones . . . . . . . . . . 80
Recomendaciones . . . . . . . . . 89
Otras recomendaciones relacionadas con el Departamento de Educación . . 92
REFERENCIAS . . . . . . . . . . 96
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LISTA DE TABLAS Y FIGURAS
Tabla Título Página
1 La fuente es primaria 53
2 La fuente es con base sólida 54
3 La fuente está apoyada con base teórica y científica 54
4 La fuente demuestra validez y confiabilidad 55
5 La fuente es de un autor especialista en el tema 55
6 La fuente es con fecha de publicación reciente 56
7 Comparación entre metas prácticas y objetivos educativos del huerto escolar 82
8 Principales objetivos de los programas de huertos escolares 83
9 Beneficios del huerto escolar para la salud y educación de los niños 86
10 Apoyo de la comunidad al huerto escolar 87
Figura
1 Principios y objetivos del huerto en la educación básica 85
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SUMARIO
Proteger nuestro entorno y medio ambiente para nuestros hijos y futuras generaciones es uno de
los retos que nos enfrentamos en el mundo globalizado. Como entes de cambio todos tenemos un
deber de adoptar métodos y estrategias que nos ayuden, entre otras cosas, a ahorrar energía,
reducir la contaminación y conservar nuestros recursos naturales. Nuestra obligación como
padres, educadores y comunidad en general es enseñar a la niñez puertorriqueña sobre la
importancia de cuidar y preservar el medio ambiente a la vez que se apoderan de conocimiento y
herramientas para auto sustentarse.
El reto al que nos enfrentamos día a día puede resultar agotador y frustrante, pero si cada
uno de nosotros ponemos de nuestra parte tan solo con una semilla de voluntad y esfuerzo,
lograremos un cambio positivo y permanente que resulte en el bienestar de nuestros niños.
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CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
Antecedentes
El mundo de hoy gira de manera vertiginosa y los niños crecen de forma rápida. La falta
de alimentación adecuada, el hambre y la pobreza provoca, entre otras cosas, deserción escolar y
bajos niveles de aprendizaje. Es nuestra responsabilidad como padres y educadores suplir sus
necesidades de buena alimentación, aprendizajes significativos y experiencias con su medio
ambiente. A la vez propiciar experiencias con sus pares, su familia y su comunidad de forma tal
que se desarrollen saludablemente a nivel físico y mental.
En 1996 la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) celebrada en la sede de la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas
en inglés Food and Agriculture Organization) en Roma y en la Cumbre Mundial sobre la
Alimentación celebrada en el 2002, se confirma el derecho de todos los seres humanos a tener a
su disposición alimentos nutritivos y a no padecer hambre (FAO, 2004). Es la FAO quien
reconoce la aportación que puedan tener las escuelas en los países a fin de dominar el hambre, la
pobreza y el analfabetismo. Son las escuelas las que acrecientan los conocimientos, los
comportamientos, las actitudes, los valores y la preparación para la vida (FAO, 2004). Las
escuelas son el conducto por el cual llegamos hasta los niños en los momentos en que se está
conformando su carácter, hábitos y actitudes. Es por eso que la escuela tiene un papel tan
importante como lo es la función de dirigir a los niños en la tarea de fomentar el aprendizaje
sobre la alimentación nutritiva, la conservación del ambiente y conocimientos sobre el cultivo del
huerto escolar.
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Los huertos escolares son parcelas, patios o áreas designadas para cultivo en el entorno
escolar y que pueden utilizarse como recursos pedagógicos, pero a su vez pueden producir
sustento y alimentos nutritivos para la escuela. El reto al que se exponen los huertos escolares
hoy día es que puedan colaborar a que los estudiantes conozcan sobre la manera de producir
alimentos sanos, buena nutrición y conservar el medio ambiente. Otra contribución del huerto
escolar es que los alumnos puedan tener un mejor desarrollo personal y social, así como
aprendizajes académicos básicos como la lectura, escritura, aritmética, etc. a la par de que
producen alimentos que pueden ser utilizados en el comedor escolar (FAO, 2004a). También el
excedente de esos alimentos puede ser vendido a la comunidad y reinvertir el dinero en el mismo
huerto.
Es al aire libre en el huerto escolar que los niños son expuestos a experiencias nuevas y
didácticas que les ayudarán a enfrentar nuevas situaciones y la manera de solucionar problemas.
La investigadora considera que el huerto escolar es un recurso y estrategia excelente para ser
implantado en las escuelas con el propósito de que los alumnos adquieran experiencias acerca de
su entorno natural. También, ellos desarrollarán aptitudes y responsabilidades para el cuidado
del medio ambiente. Es de sumo interés, que puedan adquirir valores positivos para manejar
situaciones de acuerdo a sus experiencias, así como mantener buenas relaciones con los demás.
El aprendizaje basado en experiencias, según el modelo de Kolb (1984) citado por
Lozano Rodríguez (2000), se refiere a algunas capacidades de aprender que tienen las personas y
son el resultado de experiencias propias y las exigencias del medio ambiente actual. Para Kolb
(1984) hay dos dimensiones principales del aprendizaje: la percepción y el procesamiento. Es
decir, aprendemos de acuerdo a lo que percibimos y luego procesamos. La experiencia directa
nos ayuda a aprender reproduciendo situaciones las cuales tenemos en nuestra vida diaria a través
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de actividades y experiencias vividas que luego trasladaremos a nuestro entorno y comunidad.
Esta experiencia ayudará a los niños a crecer y madurar de manera cognoscitiva. La experiencia
directa ayuda a los niños a integrar nuevos conocimientos, ideas y conceptos.
El enfoque de esta investigación documental es inquirir la integración de la estrategia
huerto escolar y su contribución al mejoramiento del proceso de enseñanza y aprendizaje al
currículo del nivel elemental. El desarrollo de este tema beneficia tanto a los alumnos como a la
comunidad escolar en general y específicamente a los próximos y futuros educandos que puedan
participar de esta integración curricular.
La Fundación Nacional para la Investigación Educativa de Inglaterra (Passy, Morris y
Reed, 2010) comenzó un estudio desde el año 2007 titulado El Impacto del huerto escolar en el
aprendizaje, realizado y sometido a la Sociedad Real de Horticultura. Este estudio nos indica que
los niños que son expuestos a un huerto escolar desde edad temprana adquieren una mejor
comprensión y conocimiento científico en adición a otros beneficios que a continuación
enumeraremos:
1. Ampliar la alfabetización y aritmética, incluyendo el uso de un vocabulario más
amplio y mayores habilidades orales.
2. Incrementar la conciencia sobre las estaciones del año y comprensión del por qué
debemos producir nuestro propio alimento.
3. Aumentar la confianza, la perseverancia y la autoestima.
4. Desarrollar habilidades físicas, incluyendo las habilidades motoras finas.
5. Desarrollar sentido de responsabilidad.
6. Exteriorizar actitudes positivas ante la elección de alimentos saludables.
7. Manifestar comportamientos firmes y adquisición de buenos hábitos y valores.
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8. Mejorar el bienestar emocional.
Planteamiento del problema
La educación en este mundo globalizado debe sufrir cambios significativos para que los
niños alcancen su pleno desarrollo y destrezas que le ayudarán a apoderarse de un conocimiento
relevante y enfático que les permita enfrentarse a la vida en el futuro. Una alimentación y
nutrición adecuada no solo ayuda a que los niños crezcan y se desarrollen de forma normal, sino
que contribuye a que tengan menos enfermedades. Los educadores conocerán sobre la
integración de la estrategia del huerto escolar y su contribución al mejoramiento del proceso de
enseñanza y aprendizaje al currículo del nivel elemental.
La preocupación por la conservación del medio ambiente, la nutrición y buena
alimentación es un tema que los gobiernos en diferentes partes del mundo están asumiendo de
manera más seria. Existen lugares como Sudáfrica, Nicaragua, El Salvador, México, Estados
Unidos, Turquía, República Dominicana y otros países más, que están recurriendo a estrategias
innovadoras fuera de las tradicionales, como el huerto escolar, para promover la seguridad
alimentaria, la protección del medio ambiente, maneras efectivas de auto sustentación, nutrición
y promover el aprendizaje en los niños basado en experiencias (FAO, 2010).
La investigadora ha tomado en consideración la situación mundial referente a la
hambruna. En un estudio reciente llevado a cabo por el programa mundial de alimentación de las
Naciones Unidas (UNICEF, 2008), manifestaron que cerca de 26,000 personas mueren
diariamente de hambre o por causas relacionadas con el hambre. Los niños son los más
afectados con un 75 por ciento de esta cifra los cuales mueren antes de los cinco años. La
hambruna no solo les afecta su salud, su crecimiento, sino también su desempeño escolar
(UNICEF, 2008). El problema de la falta de alimento que sustente a familias o comunidades es
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algo tan antiguo como la vida misma, sin embargo, nunca terminaremos por acostumbrarnos a
carecer de una de las necesidades básicas como lo llamó Maslow (1954), necesidad de
alimentación.
En Puerto Rico como en el resto del mundo los niños y adultos tienen el derecho de
disfrutar de un ambiente saludable, una buena alimentación y exposición a una educación
significativa y de calidad. Los componentes ambientales intervienen y pueden interactuar en la
salud de los niños afectándolos de forma positiva o negativa. La escuela es un eje educativo vital
para el desarrollo del ser humano que está constantemente aprendiendo. No menos importante es
el hecho de que estamos en tiempos donde la alimentación no solo se ha encarecido sino que
corremos el riesgo de que suframos una alerta de escasez en los próximos cinco años
especialmente en Puerto Rico donde el 85 por ciento de los productos alimenticios que se
consumen tienen que ser importados especialmente de Estados Unidos y Centro América (EFE,
2011a). El presidente de la Asociación de Agricultores de Puerto Rico, Sr. Ramón González
(EFE, 2011b), expresó que la escasez nos afectaría más a nosotros dada la alta dependencia de
importación. Por lo tanto, la investigadora considera que implementar la estrategia del huerto
escolar desde el nivel elemental en las escuelas, evitará la dependencia de la importación,
ayudará a la niñez puertorriqueña a mejorar la calidad de la nutrición aprendiendo a producir
alimentos sanos y contribuyendo al cuidado del medio ambiente.
Ante la crisis que existe en Puerto Rico y en el mundo entero entre los niños y jóvenes
desertores escolares, se estima que de 700 millones de niños en edad escolar en el mundo, hay
120 millones que no asisten a la escuela (E.sp.air, 2004). Por consiguiente, Irizarry y Quintero
(2005) citado por Viana y Rullán (2010), indicaron que la deserción escolar en Puerto Rico es
uno de los principales problemas sociales y económicos y se estima una tasa de deserción de 42
18
por ciento. Una de las razones que existen para que impere la deserción es la falta de interés en
los estudiantes por causa de que no se implementan tantas innovaciones dentro del currículo
actual y es por eso que la investigadora sugiere la integración del huerto escolar dentro del
currículo a nivel elemental. Negrón (2007) en un artículo publicado en noticias Universia indicó
lo siguiente en relación con la deserción en Puerto Rico:
Hay que ajustar el currículo y los ofrecimientos académicos; no tan solo del
Departamento de Educación, sino de otras instituciones educativas a la realidad
social, laboral, cultural y económica de nuestro país. Esto permitirá lograr un
verdadero cambio hacia la calidad educativa y al mismo tiempo hacer la escuela
atractiva al estudiante como centro de crecimiento profesional; estimulando en él,
el deseo de formar parte y mantenerse en el aula, teniendo como norte el poder
alcanzar las metas y objetivos trazados por cada alumno.
El interés de la investigadora es que se implanten sistemas educativos ajustados a las
teorías donde el niño se integre con el medio ambiente. En nuestro país no es suficiente enseñar
desde el salón de clases utilizando el mismo como un laboratorio de conocimiento, sino que hay
que integrar al educando con el medio ambiente y educar para el medio ambiente enseñando
desde la naturaleza misma. La investigadora cree firmemente que no es suficiente proporcionar
información a los estudiantes sobre el mundo para su conocimiento, sino que es necesario
integrar a su vida misma para que haya una nueva comprensión del entorno en que viven, el
medio ambiente y su relación con el ser humano. Con la estrategia del huerto escolar la
investigadora pretende contribuir al alcance de los objetivos del proceso de enseñanza y
aprendizaje en el nivel elemental.
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Los niños deben entender e internalizar que con su ayuda e interés en la construcción,
manejo y conservación de un huerto escolar, tendrán un aprendizaje más activo y práctico (FAO,
2004b). La investigadora entiende que mediante la integración curricular del huerto en el plan de
estudios regular, los estudiantes podrán trasladar sus conocimientos y experiencias a sus hogares
y comunidad para lograr un aprendizaje significativo y auto sustento.
Preguntas de investigación
1. ¿Cuáles son las contribuciones al mejoramiento de los procesos de enseñanza y de
aprendizaje con la estrategia del huerto escolar a nivel elemental?
2. ¿Cuáles son los valores que adquirirán los niños al utilizar la estrategia del huerto
escolar?
3. ¿Cuáles son las consideraciones que se deben tener al implantar el huerto escolar?
Justificación
Esta investigación se justifica a base de la necesidad de la integración de estrategias
innovadoras en la educación del nivel elemental en Puerto Rico como lo es el huerto escolar. La
investigadora pretende con esta investigación contribuir al mejoramiento de los procesos de
enseñanza y de aprendizaje mediante la implantación del huerto escolar como estrategia o
método que propenda la investigación, la resolución de problemas, el cuidado del medio
ambiente y fomentar las buenas relaciones y valores. Asimismo, exponer cómo la educación
ambiental debe desarrollarse de forma simultánea para lograr concienciar, promover hábitos y
habilidades en los niños para que se suscite el aprendizaje a la par con el desarrollo sostenible. La
educación requiere y amerita que se implanten estrategias de enseñanza nuevas e innovadoras
20
para que el proceso de aprendizaje sea una efectivo y pertinente. Desde la óptica cognitiva, el
Marco Curricular del Departamento de Educación en Puerto Rico, asume los principios del
aprendizaje constructivista donde establece que los individuos no son meramente recipientes
pasivos del conocimiento sino que ellos mismos construyen su aprendizaje y las estructuras del
conocimiento (DE Marco Curricular, 2003).
El utilizar la estrategia del huerto escolar en el currículo regular del nivel elemental
inculcará en los alumnos la conciencia ambiental de conservación. Es decir, promover y
despertar el interés en los alumnos, así como la sensibilidad con relación a su entorno o medio
ambiente. También les enseñará, entre otras cosas, las causas de la degradación del suelo y cómo
podemos evitarlas. Otra problemática con la cual los niños podrán trabajar será la conservación
ambiental que nos ocupa en este mundo globalizado para procurar ejercer cambios en conductas.
Los niños que viven en ambientes restringidos como lo son los apartamentos, sin patio ni áreas
de juego no tienen la oportunidad de experimentar y descubrir lo que hay en su entorno. Estos
cambios traen significado en las experiencias y comportamientos futuros.
El año 1968 marca el inicio de la educación ambiental como movimiento innovador que
va a alcanzar a diferentes instituciones y organizaciones para promover cambios. Es en este año
que surge el Consejo para la Educación Ambiental donde trabajan organizaciones con y sin fines
de lucro implicados en temas del medio ambiente, pero ya desde el 1949 a instancias de la
UNESCO se había desarrollado un estudio internacional que mostraba la preocupación de este
organismo por la problemática del medio ambiente y sus implicaciones educativas. Como parte
del estudio realizado se presentaron las posibilidades de utilizar los recursos naturales con fines
educativos, en un total de 24 países (Novo, 1998). También para el año 1968 los países nórdicos
especialmente Suecia, inician una revisión de los currículos de estudios, métodos y materiales
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educativos integrando la educación ambiental reconociendo que la enseñanza debe basarse en las
experiencias e investigaciones de los propios alumnos sobre el medio. Esto está en concordancia
con la filosofía educativa de Rousseau citado por González Muñoz (1992), quien situó al niño en
el centro del proceso educativo y argumentaba “la naturaleza es nuestro primer maestro”.
La UNESCO señala que existe una larga tradición del uso del medio ambiente y
específicamente el huerto escolar, como instrumento didáctico y un deseo explícito de educar en
la naturaleza, ya que se considera una fuente de conocimientos y de amor para los niños y
jóvenes. Freinet, citado por Legrand (1993), indica que la pedagogía entre otras cosas es:
renovadora, activa, popular, natural, abierta, centrada en el trabajo, cooperativista y
metodológica, va más allá de la Escuela Nueva y su preocupación es la renovación tanto de las
escuelas como de los maestros. Es así que Freinet se centra en la renovación del ambiente
escolar y las funciones de los maestros. El objetivo que persigue es que el niño piense haciendo y
haga pensando, es por eso que la escuela que propone Freinet parte de la actividad del niño, la
cual está vinculada al medio ambiente. De la misma forma, cualquier actividad escolar se basa en
el tanteo experimental, es decir, que el aprendizaje comience por la experimentación, avanzando
luego hacia el análisis y las leyes. La inversión en el aprendizaje es por la observación, la
experimentación y el ejercicio. Según Gonzalo Velázquez (2000), “la enseñanza de las ciencias
tendría que basarse exclusivamente en la observación y las experiencias infantiles en el mismo
medio ambiente”.
Otro exponente del método empírico experimental fue la Dra. María Montessori. Las
teorías de Montessori según las recopila Martínez (2002), se basaron en lo que observó a los
niños hacer por su cuenta, sin la supervisión de adultos. Además, partió de la premisa de que los
niños son sus propios maestros y que para aprender necesitan libertad y multiplicidad de
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opciones entre las cuales escoger. También, expresó que “los niños se construyen a sí mismos a
partir de los elementos del ambiente”. Montessori citada por Martínez (2002), especificó cuatro
principios básicos dentro de su método. Estos principios son:
La mente absorbente – es una sensibilidad especial tanto de los niños como los
jóvenes donde pueden observar y absolver todo lo que está en su entorno o medio
ambiente. Por medio de esta sensibilidad los niños se adaptan a la vida. Es en los
primeros años de vida que el niño forma un vínculo con su medio ambiente. De
nuevo expresa Montessori que este medio ambiente sano y positivo el niño se
adaptará de la misma forma sana y positivamente.
Los períodos sensibles – estos son períodos en los cuales los niños pueden adquirir
una habilidad inusual con mucha facilidad. Es en estos períodos sensibles cuando el
niño se siente atraído a una parte específica de su ambiente. Las sensibilidades
especiales permiten a los niños desarrollarse normalmente. Entre los ejemplos de los
períodos sensibles están: el lenguaje, el sentido del orden, la escritura y por último la
lectura.
El ambiente preparado – es un ambiente que se ha desarrollado para que ellos puedan
aprender y crecer. Este ambiente se forma por dos factores: el entorno y el material
didáctico. Tanto el entorno como los materiales les ayudan a desarrollarse social,
emocional, intelectual y moralmente a la vez que satisface a los niños en cuanto al
orden y la seguridad.
Las actitudes de los adultos – el adulto es el enlace entre el niño y el ambiente. La
meta del adulto es ayudar al niño a ayudarse. De este modo los niños aprenden a
adquirir confianza en sí mismos, a amarse y respetarse.
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La doctora Montessori siempre estuvo dispuesta a reformar la metodología educativa, las
estrategias de enseñanza, materiales educativos para niños con problemas sociales y la psicología
de la educación siendo una pionera en su campo y por tanto muy criticada y señalada aunque por
otros respaldada.
En la revisión de literatura la investigadora pudo constatar que la implantación del huerto
escolar como estrategia de enseñanza a nivel elemental y su contribución al mejoramiento del
proceso de enseñanza y aprendizaje es algo que se viene dando desde hace muchos años no
solamente en la nación americana sino también en Europa (Subramaniam, 2002).
Subramaniam (2002), indica que Comenius creía firmemente que la educación no solo
debía ser universal, positiva y práctica sino también innovadora y que ayudara tanto al
estudiante, su núcleo familiar y su comunidad. En el huerto escolar se producen o construyen
conocimientos, aprendizajes, actitudes, valores y también alimentos. Esta actividad no solo
impacta a la comunidad escolar sino a la comunidad en general promoviéndose el esfuerzo, el
trabajo cooperativo y solidario, así como el cuidado al medio ambiente.
Objetivo general
Esta propuesta tiene como objetivo general: lograr integrar la estrategia del huerto escolar
al currículo del nivel elemental. Asimismo, corroborar su contribución al mejoramiento de los
procesos de enseñanza y aprendizaje. También la investigadora pretende a la par, que los niños
promuevan, cuiden, preserven y mantengan el medio ambiente del entorno escolar y su
comunidad.
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Objetivos específicos
Por medio del huerto escolar la investigadora:
1. Definirá la importancia y los beneficios de la construcción del huerto escolar en las
escuelas de nivel elemental en Puerto Rico.
2. Describirá los beneficios que ofrece el huerto escolar a los niños.
3. Especificará aquellos valores y actitudes relacionados con el cuidado del medio
ambiente.
4. Precisará estrategias didácticas integrales que generan la construcción del huerto
escolar priorizando los diseños de actividades y estrategias metodológicas para el
desarrollo integral de los niños.
5. Incorporar a los padres, la comunidad escolar y la comunidad en general en el proyecto
del huerto.
Objetivos didácticos
Mediante la integración de la estrategia huerto escolar los niños podrán:
1. Conocer las plantas, sus características y los beneficios que de ellas obtenemos.
2. Procurar que respetan, velan y cuiden el huerto escolar y el medio ambiente que los
rodea.
3. Producir tanto en los niños como sus familiares, así como todo el personal
involucrado, incluyendo a la comunidad, que valoren y aprecien a las personas que
participan en el proceso de construcción, cuidado y recolección de frutos del huerto.
4. Incrementar la capacidad de observación, experimentación, búsqueda de información
y análisis en los niños como resultado de los aprendizajes significativos.
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5. La construcción del huerto escolar fomentará la comunicación, expresión y
representación de todos los elementos y situaciones del huerto de forma lúdica,
creativa e innovadora.
6. Podrán reconocer las diferentes herramientas y cuál es su uso.
7. Posibilitar múltiples experiencias en relación con su entorno natural y la
interdependencia que tienen con él, así como cambios de actitudes.
8. La construcción del huerto ayudará a los alumnos a aprender técnicas de siembra,
trasplante, riego, abono, control de insectos, etc.
9. Asimismo los alumnos conocerán los diferentes terrenos existentes y los cuidados que
requieren cada uno.
10. Por otra parte conocerán y cumplirán con las normas, reglas y valores cívicos
referidos al huerto como: respeto, cuidado, responsabilidad, cooperación, solidaridad,
organización y manejo efectivo de materiales para la construcción del huerto.
Importancia
La construcción del huerto escolar es una estrategia para involucrar no solo a la
comunidad escolar sino a las familias. Las familias que de manera concreta se comprometen a
ayudar en la construcción, manejo y cuidado del huerto escolar, también lo harán en todo lo
relacionado a la educación de sus hijos y en el crecimiento sano y saludable de ellos. El huerto
escolar le brinda la oportunidad a los niños de adquirir conocimientos, nuevas experiencias
significativas con el medio ambiente, a socializar y desarrollar tanto lo cognoscitivo como lo
psicomotor. Es por medio del aprendizaje experiencial en los niños que se logra la
26
transformación trascendental en sus vidas de manera que puedan trasladar esa experiencia
concreta a una situación abstracta la cual se complementa con nuevas experiencias.
De igual manera, los huertos escolares pueden servir como laboratorios para la enseñanza
de ciencias, nutrición, matemáticas, historia o simplemente como temas transversales lo cual es
un instrumento articulador que permite interrelacionar el sector educativo con la familia y la
sociedad (Botero Chica, 2007).
Viabilidad
Este proyecto tiene posibilidades de concretarse pues necesitamos nuevas estrategias que
ayuden a nuestros educandos a incrementar sus destrezas o desarrollo de capacidades
cognoscitivas, de relaciones interpersonales, de adquirir valores morales, sociales y éticos y de
adquirir amor por el medio ambiente sabiendo que puede ser una forma viable de auto sustento
para ellos y sus familias. El tiempo en que la investigadora debe realizar este estudio será en un
período de un semestre.
Marco teórico
Esta investigación se realizó utilizando el modelo curricular basado en la filosofía
pragmática de John Dewey (DE Marco Conceptual, 2003). La misma presenta una visión
dinámica del ser humano constructor de sus propios conocimientos y el ambiente que le rodea
(Molina Iturrondo, 2001). Asimismo el desarrollo educativo debe propiciar la acción recíproca
natural del niño con su medio ambiente (Molina Iturrondo, 2001). Algunos de los puntos más
importantes aunque no todos, de la filosofía pragmática son:
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“Aprender haciendo”, es decir, el aprendizaje es más efectivo mediante la
experiencia, la acción, la vida misma, lo empírico, el medio ambiente, la
experimentación, el tanteo y el error (Carballo, 2002).
El objetivo educativo es alcanzar el máximo nivel o etapa de desarrollo.
Para lograr los objetivos educativos se requiere circunstancias donde hayan
dificultades cognitivas que puedan ser resueltas por el niño (Molina Iturrondo, 2001).
La actividad intelectual del niño se estimula a base de la experiencia con el
conocimiento y su aspecto emotivo.
Como resultado de procesos activos y cambios en los patrones mentales se efectúa el
conocimiento luego de la experiencia en la solución de problemas cognoscitivos.
El desarrollo moral del individuo junto con el desarrollo cognoscitivo se entrelazan
ocasionando experiencias que les ayudan a solucionar conflictos (De Marco
Conceptual, 2003).
La manera del niño aprender es interactuando tanto la acción como la teoría, es decir,
experiencias y conocimientos previos, pero lo importante está en la experiencia
misma por medio de la acción (Carballo, 2002).
Por otra parte, Piaget según Molina Iturrondo (2001), expone que su teoría de desarrollo
cognitivo tiene cuatro supuestos básicos:
1. El niño es un ser que construye su conocimiento de forma activa.
2. El entendimiento del niño es distinto al intelecto del adulto.
3. El ambiente físico y social donde se desarrollan los niños propicia que el niño
construya y reconstruya la realidad en su organización esquemática mental.
28
4. El desarrollo de la inteligencia en los niños depende grandemente de la interacción
con el medio ambiente.
Los enfoques teóricos y metodológicos del aprendizaje tomando en consideración la
estrategia del huerto escolar pueden variar. Sin embargo, hay dos marcos que se toman como
referencia; uno de ellos es la ‘educación experiencial y aprendizaje basado en proyectos’. El otro
marco educacional es lo que se conoce como ‘educación para el medio ambiente’. El aprendizaje
basado en el huerto escolar encuentra una congruencia en dos teorías educativas contemporáneas.
Una de estas teorías es la de las inteligencias múltiples de Howard Gardner (1983) y su más
reciente trabajo sobre la inteligencia naturalista la cual especifica que el individuo tiene la
capacidad de observar y estudiar la naturaleza con el propósito de organizar, clasificar y ordenar.
Gardner (1999) expresa que los niños dominan el lenguaje de manera rápida a una edad muy
temprana. De la misma manera, la mayoría de los niños vienen preparados para explorar el
mundo desde la naturaleza. Asimismo especifica la teoría de Daniel Goleman (2009), sobre la
inteligencia emocional. La misma nos hace cobrar conciencia sobre nuestras emociones de
manera que podamos comprender los sentimientos de los demás, soportar presiones y
frustraciones acentuando nuestra aptitud para trabajar en equipo. Del mismo modo la inteligencia
emocional nos hace adoptar una actitud empática que nos ayuda a tener un mayor desarrollo
personal (Extremera Pacheco y Fernández Berrocal, 2004).
Por otra parte, existe un marcado interés por la educación experiencial y el aprendizaje
basado en proyectos pues los educadores declaran que tiene un gran valor y significado el
aprender haciendo. Taylor, Desmond, Grieshop y Subramaniam (2004) añaden que según la
definición que ofrece la Asociación Americana para la Educación Experiencial, éste es un
proceso por el cual el educando construye conocimientos, competencias y valores a base de
29
experiencias vividas. Taylor et al. (2004), en el libro publicado por la UNESCO titulado:
Educación para el desarrollo rural: Hacia nuevas respuestas normativas, indica que los
aprendizajes basados en proyectos según la Red de Aprendizaje, describen a esta experiencia
como una estrategia que:
Permite que los estudiantes participen en proyectos complejos del diario vivir,
mediante los cuales ellos se desarrollan adquiriendo nuevos conocimientos y
competencias;
Llevar a cabo diferentes actividades para la resolución de problemas;
Mediante el aprendizaje por proyectos los estudiantes utilizan la motivación para
adherir un aprendizaje significativo a sus vidas.
Katz (1990) señala que el trabajo de proyectos no debe ser un complemento de las
materias básicas sino parte integral de todo el currículo. No obstante, el aprendizaje experiencial
requiere un marco de referencia y en este caso lo es la educación para el medio ambiente o el
aprendizaje basado en el huerto escolar. Orr (1994) sugiere que la utilización de la estrategia del
huerto escolar puede ser lo primero en el desarrollo de la alfabetización ecológica lo cual
significa que tengan conocimientos básicos en la ecología. Es decir, estudiar las relaciones de los
seres vivos entre sí y con el medio ambiente en el que viven. Según el modelo de aprendizaje
experiencial de Kolb (1975), citado en Weatherford y Weatherford (1987), una experiencia
precisa lleva al individuo a la formación de conceptos abstractos y generalidades de los
conceptos lo cual los promueve a comprobar las implicaciones de esos conceptos en nuevas
situaciones. Piaget citado por DE Marco Conceptual (2003), mostró que el niño comprende y se
desarrolla mejor por medio de sus acciones sobre el medio ambiente y no solo por el lenguaje.
30
Utilizando el entorno de los estudiantes para reforzar el aprendizaje
El entorno del estudiante sea el hogar, la escuela o la comunidad se pueden utilizar para
reforzar el proceso y los resultados del aprendizaje mediante el enfoque contextualizado (Taylor
et al., 2004). El enfoque contextualizado significa que tanto las ciencias como cualquier otra
materia se vincula con la vida diaria del estudiante y las experiencias que hayan podido tener o
que podrían experimentar. La investigadora está de acuerdo con Taylor et al. (2004) cuando
especifica que el aprendizaje está influenciado por la relación entre estos tres entornos: hogar,
escuela y comunidad. Autores como Graham-Brown (1991) y Mulhall y Taylor (1997), sostienen
que llevar a cabo estrategias apropiadas para el desarrollo del currículo y de enseñanza y
aprendizaje, deben basarse en el contexto inmediato de la comunidad escolar. Esto sugiere que
los contenidos curriculares, la metodología de la enseñanza, así como los materiales que se
utilizan deben ser pertinentes con la experiencia, cultura y entorno del estudiante. Según Mulhall
y Taylor (1997), la contextualización del aprendizaje ocurre cuando los contenidos curriculares,
los métodos y los materiales son parte o están relacionados con la experiencia y el entorno del
estudiante.
El enfoque de la contextualización del aprendizaje por medio de la estrategia del huerto
escolar en escuelas rurales es una estrategia educacional. El enfoque contextualizado está basado
en la coordinación de todas las partes involucradas y además de trasmitir información, contempla
todos los elementos del contexto lo cual sitúa al alumnado y a los docentes en las mejores
condiciones posibles para lograr las metas y objetivos. No obstante, este medio estará
condicionado por el marco curricular, los recursos disponibles y características de los
estudiantes.
31
Definición de términos
1. Ecología – ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con el medio
en el que viven (Diccionario Enciclopédico, 1996).
2. Educación para el medio ambiente – según la Asociación Norteamericana para la
Educación del Ambiente indica que éste es:
Un proceso que se plantea aumentar una ciudadanía con conocimientos básicos en el
medio ambiente que teniendo en cuenta una economía global pueda competir y que le
ayude a adquirir conocimientos para la toma de buenas decisiones. Este conocimiento
le ayudará a asumir responsabilidades como miembro de una comunidad (Taylor et
al., 2004).
3. Enfoque contextualizado – se denomina al entorno, la experiencia de los estudiantes
con el medio ambiente para fortalecer el proceso y los resultados del aprendizaje
(Taylor et al., 2004).
4. Escuelas jardín - escuelas cuyo propósito principal es enseñar a los niños destrezas de
cultivo de la tierra con la idea de producir alimentos para la escuela, sus hogares y su
comunidad. También se les enseñará a tener una mejor nutrición para incrementar la
seguridad alimentaria y aumentar su expectativa de vida (FAO, 2007).
5. Estrategia de aprendizaje – en este término podemos decir que las acciones las realiza
el educando con el objetivo lúcido de mejorar su aprendizaje, por lo tanto, son
procesos controlados por el estudiante. Las acciones ejecutadas por el alumno
dependen de su elección, de acuerdo a los procedimientos y conocimientos adquiridos
por lo que media la decisión del alumno. Forma parte del aprendizaje estratégico
considerándose como una guía de las acciones a seguir. Son para el manejo y
32
adquisición de conocimientos por parte de nuestros alumnos. Son procedimientos
internos básicamente de carácter cognitivo (Martínez Verde y Bonachea Montero,
2006)
6. Estrategias de enseñanza – estas acciones las realiza el educador con el fin consciente
de que el alumno aprenda de la forma más efectiva. Son acciones secuenciadas que
son controladas por el docente. Incluyen forma de enseñanza que lleva a la acción.
Las acciones planificadas dependerán del objetivo general de la enseñanza, el
contenido a ser enseñado y las características psicológicas de los alumnos (Martínez
Verde y Bonachea Montero, 2006).
7. FAO – Organización para las Naciones Unidas de Alimentos y Agricultura (por sus
siglas en inglés para Food and Agriculture Organization)
8. Huerto – espacio pequeño de tierra, que puede estar cercado donde se plantan
legumbres, verduras y hortalizas (Diccionario de la Real Academia Española, 2011).
9. Huerto – es una extensión pequeña de terreno en la que se cultivan verduras,
legumbres y árboles frutales (Diccionario Enciclopédico, 1996).
10. Huerto escolar – sembradíos que no ocupan mucho espacio y que su utiliza para
cosechar frutas, hortalizas y verduras. Regularmente los frutos son para el uso escolar
o que los niños lo lleven a su casa y el excedente se puede vender para ingreso de la
escuela (Di Parsia y Hinds, 1998).
a. Huertos escolares – según la investigadora Elizabeth Meyer (1997) los huertos
escolares fueron descritos como: ‘entornos que crean un sentido de comunidad,
estimulan la preocupación por el medio ambiente, fomentan la unión con la
33
naturaleza ayudando a los alumnos a incrementar la autoconfianza, la disciplina,
obtención de competencias en el trabajo cooperativo y la empatía’.
b. Huertos escolares – se pueden considerar como algunos espacios baldíos,
parcelas, campos y tierra seca los cuales se convierten en laboratorios al natural
para cultivar vegetales, hierbas medicinales, hortalizas e inclusive crianza de
pequeños animales (FAO, 2007).
11. Integración curricular – es una forma de organizar los distintos procesos de enseñanza y
de aprendizaje centrado en dirigir uno o varios temas desde el plano de una materia en
específico pero incluyendo contenidos de otras. Lynn Erickson, citado por Quintana
(2005), define que el currículo es integrado en una respuesta educativa a las necesidades
de la sociedad y del individuo lo cual requiere que el alumno construya significados,
actitudes, valores y destrezas mediante la unión de los materiales educativos, las distintas
estrategias y la integración social.
12. Jardines – espacio de tierra un poco más grande que los huertos donde se cultivan flores
para adornar y pueden ser con fines comerciales o simplemente para hermosear una
residencia, edificio público o gubernamental (Diccionario Enciclopédico, 1996).
13. ONG – Organizaciones No Gubernamentales
14. PESA – Programa Especial de Seguridad Alimentaria
15. PIEA – Programa Internacional de Educación Ambiental
16. PNUMA – Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente
17. UNESCO – Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la
Cultura (por sus siglas en inglés)
18. UNICEF – Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (por sus siglas en inglés)
35
CAPÍTULO II
REVISIÓN DE LITERATURA
Introducción
En este capítulo se presenta la literatura relacionada sobre el tema del huerto escolar con
el propósito de que el lector se vincule y relacione de manera vivencial con las diferentes
investigaciones que se han llevado a cabo sobre la estrategia del huerto escolar. Las raíces de la
enseñanza basada en los huertos escolares, lo encontramos en el quehacer de muchos teóricos de
la educación. Dentro de estos teóricos podemos señalar a Comenius, citado por Taylor, et al.
(2004), quien decía que cada escuela debía hacer un huerto donde los estudiantes deleitaran su
vista con los árboles, flores y plantas. De esta manera los estudiantes siempre podrían esperar ver
y escuchar algo nuevo cada día. Comenius pensaba que la utilización de los sentidos era la
forma más precisa de recordar. Por lo tanto, con el uso de la estrategia de los huertos escolares
los alumnos podrían tener una mejor percepción sensorial, lo cual los llevaría a una retención
permanente (Taylor et al., 2004).
Otro teórico importante citado por Taylor et al. (2004), y que impulsó la enseñanza
basada en el huerto fue Pestalozzi, quien argumentó que los estudiantes perciben en primera
instancia todos los objetos de la escuela, observando y nombrando cada cosa. Una vez termina de
nombrarlos, se les lleva al jardín, los campos y bosques donde pueden observar objetos más
detalladamente, sus cualidades permanentes y cambiables. Es así como las cualidades que son
generales y las peculiares tanto como su función, su influencia y destino, son observadas y pasan
36
a conformar la esquemata mental de los niños. Por otra parte, Fröebel citado por Taylor et al.
(2004), pensaba que los niños obtendrían una visión más clara de las cosas, de la naturaleza y su
entorno si utilizaban los cinco sentidos en conexión con su medio ambiente. Fröebel, infirió que
las cosas que estaban en el entorno inmediato de los niños como el huerto, la granja, la pradera y
el bosque propiciaban una instrucción que procedía de lo más inmediato y conocido a lo menos
inmediato y menos conocido. Asimismo Dewey (1915), decía que las escuelas que poseen
huertos tienen oportunidades de reproducir las situaciones diarias de la vida. Para Dewey (1915),
la horticultura no es meramente para preparar futuros horticultores o una manera grata de pasar el
tiempo. La enseñanza de la horticultura debe acercarnos al conocimiento que tiene la raza
humana de ella. Por medio de los huertos se pueden estudiar hechos como el crecimiento de las
plantas, la composición de los suelos, la luz, el aire, etc. De la misma forma la doctora
Montessori, citado por Röhrs (1994) enfatiza que cuando el estudiante sabe que la vida de las
plantas que fueron sembradas por ellos, dependen de su cuidado, el niño se vuelve vigilante y
cuidador como cuando alguien está empezando a internalizar que tiene una misión en la vida.
En una encuesta realizada a 1,300 maestros en el Reino Unido desde el año 2007 (Passy,
Morris y Reed, 2010), todos los maestros estuvieron de acuerdo en que los beneficios que tenía el
poseer un huerto escolar, era mucho mejor y que podía cambiar la tendencia de los niños a pasar
más tiempo frente a un televisor o un juego de vídeo que a preocuparse por el medio ambiente.
En Estados Unidos el aprendizaje para niños basado en los huertos está documentado
desde la última década del siglo XIX al presente. No podemos decir lo mismo del resto de las
civilizaciones donde este tema del huerto no está tan bien identificado. La investigadora
Elizabeth Meyer (1997) en un escrito titulado: Cultivar el cambio: una visión histórica del
movimiento a favor del huerto escolar, describe los primeros comienzos a favor del huerto
37
escolar en Europa. Meyer (1997) examina el libro El Jardín de la escuela de Erasmus Schwabb y
que fue publicado en 1879. Es este libro el que ilustra las causas iniciales del aprendizaje basado
en huertos en Europa. Es Abi-Nader, Dunnigan y Markley (2001), quienes presentan una
cronología real del comienzo de los primeros huertos tomando en consideración la descripción
que ofrece Meyer (1997) sobre la horticultura en Europa desde el siglo XIX. Una encuesta que
realizó la Asociación Nacional de Horticultura a fines del año 1997, reveló que más de 3,6
millones de jóvenes participaban del programa de horticultura en las escuelas en Estados Unidos.
Durante la Primera Guerra Mundial, en su empeño por aumentar la producción de
alimentos cultivados localmente, el gobierno federal hace esfuerzos sin precedentes para alentar a
los estadounidenses a que mantuvieran un jardín en sus casas. El gobierno promovió una amplia
variedad de huertos familiares y de conservación de alimentos. El programa fue un éxito
fenomenal. En el primer año de la campaña en 1917, en los lotes baldíos, patios traseros
(huertos) de las casas y terrenos cedidos como obsequio para cultivar alimentos en los Estados
Unidos, se estimó una producción de 350 millones (National War Garden, 1918). Para finales del
año 1918, esa cifra había aumentado a 530 millones de euros. El programa tuvo tanto éxito que
fue reinstalado como la famosa campaña de Jardín de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial
(http://groups.ucanr.org/victorygrower/). Es así que un segundo programa en los Estados Unidos
que se llamó la Escuela Jardín del Ejército (USSGA), patrocinado por el Departamento Federal
de Educación se puso en función. Fue un esfuerzo gubernamental para que la educación agrícola
formara parte del currículo de las escuelas públicas. Apelando al patriotismo, se animó a los
niños a cultivar alimentos para los Estados Unidos. Al final de la guerra, varios millones de niños
se habían "reclutado" como "soldados de la tierra". El programa USSGA requirió cambios en las
leyes laborales y códigos de la educación y el mandato para permitir el trabajo con jóvenes en
38
jardinería y agricultura, y establecer metas de producción de alimentos para los jóvenes en
volumen y en dólares.
Aunque el término educación ambiental ya aparece en documentos de la Organización de
las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO por sus siglas en
inglés), datados de 1965, no es hasta el año 1972, en Estocolmo, durante la Conferencia de la
Naciones Unidas sobre el Medio Humano, cuando se reconoce oficialmente la existencia de este
concepto y de su importancia para cambiar el modelo de desarrollo. Es en esta conferencia
donde fue constituido el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA),
entidad coordinadora a escala internacional de las acciones a favor de la protección del entorno,
incluida la educación ambiental. En dicha conferencia, se crea el Programa Internacional de
Educación Ambiental (PIEA), el cual, según Alea García (2005) citando a Víctor Bedoy (2002)
“pretendía aunar esfuerzos y optimizar informaciones, recursos, materiales e investigaciones en
materia de educación ambiental para extender el conocimiento de las aportaciones teóricas y
prácticas que se iban produciendo en este campo”. A partir de ese momento, se han realizado
diferentes eventos sobre el particular, que conforman lo que llamamos el debate ambiental, entre
los que cabe destacar, el Coloquio Internacional sobre la Educación Relativa al Medio Ambiente-
Belgrado 1975 (Moreno Navas, 2008); la Conferencia Intergubernamental sobre Educación
Ambiental, organizada por la UNESCO y el PNUMA en Tbilisi, antigua URSS, 1977; el
Congreso sobre Educación y Formación Ambiental, Moscú, 1987; la Conferencia de Naciones
Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, Río de Janeiro, 1992, la cual aportó importantes
acuerdos internacionales, y documentos de relevancia, tales como la Agenda 21, en la que se
dedica el capítulo 36, al fomento de la educación y a la reorientación de la misma hacia el
desarrollo sostenible, la capacitación, y la toma de conciencia.
39
Paralelo a la Cumbre de la Tierra se realizó el Foro Global Ciudadano de Río 92, en el
cual se aprobaron 33 tratados uno de los cuales lleva por título Tratado de Educación Ambiental
hacia Sociedades Sustentables y de Responsabilidad Global; el Congreso Iberoamericano de
Educación Ambiental, Guadalajara (México, 1992) y la Cumbre Mundial de Desarrollo
Sostenible (Río 10), realizada en el año 2002, en Johannesburgo, Sudáfrica.
Abi-Nader, Dunnigan, y Markley (2001), señalan que en 1869 la ley austriaca obligaba a
tener un huerto en cada escuela. Para el año 1898, había cerca de 18 mil huertos escolares en
Austria y Hungría y aproximadamente 100 mil en el año 1905 en toda Europa. Es Thomas
Bassett (1979) quien documenta los comienzos de la historia de los huertos escolares en América
del Norte. Además, describe de manera específica los programas a favor del huerto escolar en
Estados Unidos, incluyendo una descripción del huerto escolar deseado, según lo describe Green
(1910).
El uso de la estrategia del huerto escolar para enseñar competencias en todas las materias
incluyendo las ciencias ambientales ha venido dándose de manera ininterrumpida en diferentes
contextos educacionales formales y no formales. Entre estos contextos podemos señalar los
Clubes 4-H, los Jóvenes Pioneros de Cuba, Future Farmers of America en los Estados Unidos y
el programa Adopt a Garden en el Selam Vocational Centre de Etiopía (Taylor et al., 2004).
Programas de aprendizajes basados en huertos
Estos programas basados en el huerto escolar vienen alcanzando una mayor popularidad
dentro del sistema educativo. Desmond, Grieshop y Subramanian (2002) citando a
Sealy (2001), mencionan que Priscilla Logan una consultora educacional e instructora de
permacultura de Santa Fe, Nuevo México y autora del artículo The Why, What and How’s of
40
Outdoor Classrooms, en 1999, señala cuatro razones para utilizar los huertos como estrategia de
enseñanza:
Los estudiantes que están expuestos a esta estrategia de enseñanza alcanzan un mayor
número de retención en las escuelas. El trabajo en el huerto, un 90% es clasificado
como aprendizaje experiencial o como práctica. Un estudio que llevó a cabo Bethel
Learning Institute (Subramaniam, 2002) reflejó que aprender haciendo producía un
75% más de retención en los estudiantes versus un 11% en aquellas escuelas que se
ofrecían clases en un salón de la manera tradicional.
Otra razón que señala este artículo es sobre la autonomía, pues la relación de los
estudiantes en contacto directo con la tierra les da una sensación de autoconfianza y
logros alcanzados.
Todas las materias académicas pueden ser enseñadas de forma integral en el currículo
para crear una conexión con la naturaleza como un laboratorio de aprendizaje. Esta
integración logra que el desarrollo cognitivo de los estudiantes sea más efectivo y que
desarrollen competencias que los capaciten para las tomas de decisiones futuras.
Por último, el artículo señala que el trabajo en equipo (trabajo colaborativo o
cooperativo) no solo facilita la comunicación en el medio ambiente real, sino que
ayuda a los estudiantes a manejar situaciones, solucionar problemas, sentir empatía y
desarrollar valores que le den sentido a su vida.
Otro estudio fue el que llevó a cabo la Nutrition Education and Training Section (NET)
del Departamento de Educación del estado de California (Sealy, 2001). En este estudio los
investigadores señalan cinco formas en que la educación con base en los huertos escolares
pueden ayudar a los estudiantes:
41
1. Promueve la fusión entre la escuela y la comunidad;
2. Fomenta la transferencia de información de una generación a otra;
3. Aumenta la conciencia de los estudiantes sobre el cuidado que deben tener a su
entorno próximo y al medio ambiente;
4. Especifica la pertinencia al intercambio cultural;
5. Los conocimientos adquiridos por las vivencias y experiencias directas nunca se
olvidan; y
6. Promueve que los estudiantes adquieran capacidades para enfrentar la vida diaria.
En la Conferencia Intergubernamental de Educación Ambiental Tbilisi de 1977 llevada a
cabo en Georgia, antigua Unión Soviética y convocada por la UNESCO, llegaron a un consenso
sobre los cinco objetivos principales y los beneficios de la enseñanza de la educación ambiental
en las escuelas:
1. Promueve la concienciación en los alumnos de manera que adquieran una
susceptibilidad en relación al cuidado y mantenimiento del medio ambiente.
2. Permite que los estudiantes adquieran conocimientos sobre el medio ambiente,
aquellos elementos necesarios para su conservación y que conozcan los problemas
con los cuales se pueden enfrentar y la manera de resolverlos.
3. Contribuir a mejorar comportamientos. Esto es, fomentar la obtención de valores que
les impulse a cuidar y velar el medio ambiente y promover el compañerismo con sus
pares.
4. Desarrollar aptitudes que los capaciten a buscar solución a problemas ambientales.
5. Ayudar a los alumnos a que desarrollen una conciencia básica y general sobre el
medio ambiente y cómo éste se integra con el ser humano.
42
Desde el año 1997 alrededor de 150 proyectos de huertos escolares en 40 países están
recibiendo ayuda de la iniciativa Telefood de la Organización de Alimentos y Agricultura de las
Naciones Unidas (FAO por sus siglas en inglés de Food and Agriculture Organization). Ellos
promueven actualmente varios proyectos entre otros el desarrollo a nivel nacional a largo plazo
de los huertos escolares. El programa de huertos escolares recibe apoyo de otras dependencias de
la FAO como es en el caso de Mozambique, República Democrática Popular de Corea,
educación nutricional en Ruanda o el Programa Especial de Seguridad Alimentaria (PESA) en
Guatemala y Sierra Leona (Álvarez, 2005).
Uno de los beneficios que reciben los niños de estos huertos escolares es que aprenden a
cultivar, producir y emplear alimentos sanos para una nutrición adecuada. Por otra parte, los
huertos escolares contribuyen a una mejor educación medio ambiental, individual y social al
integrar la experiencia en la práctica. No podemos olvidarnos que refuerzan materias básicas del
aprendizaje como lectura, escritura, biología y aritmética.
En el año 2005 se introdujo el programa de huertos escolares en varios centros educativos
de Montevideo, Uruguay con propósitos productivos y demostrativos. Esta propuesta se basaba
en la coordinación y seguimiento de huertas escolares y trabajo con la comunidad a cargo de los
estudiantes. Es así como surge el Programa de Huertas en Centros Educativos por sus siglas
(PHCE), donde el trabajo es implementado por un equipo de docentes de la Facultad de
Agronomía de la Universidad Udelar de Montevideo. Este proyecto se aplica al concepto
‘escuela productiva’ donde se construyen conocimientos, aprendizajes, actitudes y valores, así
como alimentos. Esta actividad se proyecta a la comunidad sustentándolo en el valor del
esfuerzo, el trabajo, la solidaridad y el cuidado del medio ambiente.
43
La educación para el medio ambiente y en el medio ambiente ayuda a la adquisición de
conciencia, valores y actitudes, así como comportamiento ecológico y ético que favorezcan la
participación de todos. En la Cumbre del Milenio del año 2000, gobernantes de 189 países
asumieron el compromiso de fijar ocho objetivos que terminarían con la extrema pobreza del
mundo, entre otras cosas, para año 2015. La Declaración en sus objetivos número uno, dos y
siete dice lo siguiente (ONU, 2000):
Número uno: erradicar la pobreza extrema y el hambre;
Número dos: lograr la enseñanza primaria universal;
Número siete: garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.
Estos objetivos todavía no se han alcanzado, pero la escuela, las familias y las
comunidades pueden contribuir a que junto al compromiso de cada nación y pueblo se lleguen al
logro de los mismos.
Novo (1998) en su libro La educación ambiental: bases éticas, conceptuales y
metodológicas indica que existen varios objetivos didácticos principales en cuanto a la
educación ambiental:
1. Conciencia – permite que los seres humanos adquieran mayor sensibilidad y
conciencia del medio ambiente y los problemas que pueden surgir.
2. Conocimientos – ayuda a todas las personas a que tengan un entendimiento básico de
lo que es el medio ambiente, sus problemas y cómo la influencia de la humanidad
afecta positiva o negativamente.
3. Actitudes – ayuda a los seres humanos a obtener valores sociales y morales mostrando
a su vez un profundo interés por el medio ambiente lo cual les impulsará a colaborar
positivamente en su protección y mejoramiento.
44
4. Aptitudes – las personas pueden adquirir destrezas para resolver situaciones o
problemas que surjan en el medio ambiente.
5. Capacidad de evaluación – las personas podrán discernir las distintas medidas y
programas de educación ambiental y cómo factores ecológicos, políticos y sociales
afectan el funcionamiento adecuado del medio ambiente.
6. Participación – las personas y grupos sociales pueden desarrollar responsabilidad y
conciencia de la importancia de trabajar con los problemas que surgen en el medio
ambiente.
Es por estos objetivos que la FAO considera que es vital la unión entre la escuela, padres
y la comunidad para que juntos apoyen los huertos en las escuelas haciendo uso de la sinergia
entre los programas agrícolas y desarrollo rural de la agricultura (Álvarez, 2005).
Temas transversales
Como especifica el Proyecto de Renovación Curricular (DE Renovación Curricular,
2003), para que la escuela cumpla con los propósitos establecidos no solamente educativos sino
sociales, es necesario promover experiencias educativas que se atemperen a la época actual. Es
en este contexto que surgen los temas transversales los cuales se definen como: “conjunto de
contenidos de enseñanza que se integran a las diferentes disciplinas académicas y se abordan
desde todas las áreas del conocimiento” (DE Renovación Curricular, 2003). La finalidad básica
de los temas transversales es promover aquellas capacidades en los alumnos que son necesarias
para ser ciudadanos plenos. Nuestra sociedad en el mundo globalizado está llena de grandes
conflictos, violencia, discriminación, desigualdad, consumismo, inanición ante el hambre y la
miseria, e inconciencia ante el abuso del medio ambiente. El huerto escolar es el marco ideal
45
para trabajar los temas transversales, entre ellos educación ambiental, pues existen posibilidades
de temas como es el consumo, la alimentación, basura, reciclaje, salud, desarrollo de valores
como la equidad y la solidaridad para con las demás seres humanos y nuestro entorno. Es en este
lugar donde se unen la cultura escolar y lo cotidiano de la vida lo que promueve aprendizajes
útiles para el desarrollo del niño cognoscitiva y socialmente (CEIDA, 1998). El huerto ayuda a
mejorar el medio ambiente escolar y promueve el descubrimiento, la experimentación y
resolución de problemas tanto en su entorno escolar como en la comunidad y hogar.
Marco legal
La Ley Orgánica del Departamento de Educación Pública de Puerto Rico de 1999 y
llamada Ley 149 del 30 de junio de 1999 en su Artículo 5.07 con título Articulación entre la
Escuela y el Mundo del trabajo, especifica que (Ley Orgánica DE, 1999):
El Secretario de Educación establecerá las articulaciones debidas entre las
experiencias formativas en la escuela y el mundo del trabajo con miras a dotar a
Puerto Rico de recursos humanos capacitados para las tareas que requieren los
procesos productivos dentro de una economía globalizada. A tal propósito, habrá
de enriquecer los programas de estudio con adiestramientos para desarrollar
destrezas laborales, establecer planes de estudio y de trabajo combinados; añadir
ofrecimientos al currículo escolar y emprender cualquier otra iniciativa que
facilite el tránsito de los estudiantes al mundo del trabajo.
Asimismo, el artículo 5.08 titulado Centro de Investigaciones e Innovaciones Educativas
promueve que: se deben realizar experimentos con nuevas formas de organizar la enseñanza e
impartir la docencia, formular y ensayar nuevos currículos para los cursos que se imparten,
46
diseñando programas que aprovechen el talento, la capacidad y la experiencia de los maestros y
estudiantes tanto en actividades que se desarrollen en el salón de clases como en su entorno
escolar (Ley Orgánica, 1999). Todo esto va en concordancia a la integración curricular para el
desarrollo de estrategias y destrezas pedagógicas que promueven el aprendizaje y la
concienciación de los estudiantes a la integración del huerto escolar como estrategia de
enseñanza y de aprendizaje.
En la revisión de los Estándares de Contenido y Expectativas de Grado del Departamento
de Educación de Puerto Rico, Programa de Ciencias 2007 señalan los siguientes postulados (DE
Estándares y Contenidos, 2007):
C.K.3 Describe las diversas actividades que realiza el ser humano y tienen un
efecto en el medio ambiente.
C.K.3.1 Reconoce las diversas manifestaciones de la contaminación
C.K.3.2 Menciona prácticas de conservación del ambiente (reutilizar, reciclar,
etc.)
C.K.3.3 Distingue entre el concepto deforestación y reforestación.
C.K.3.5 Representa pictóricamente algunas actividades humanas que conservan el
medio ambiente.
C.K.3.9 Evidencia conciencia ambiental al manifestarse sobre el reciclaje, la
contaminación y la conservación.
C.1.3.4 Identifica prácticas de conservación ambiental, tales como: reutilizar y
reciclar.
C.1.3.5 Demuestra conciencia ambiental al manifestarse sobre el reciclaje, la
contaminación y la conservación.
47
Es por lo tanto, el huerto escolar una manera viable y factible de implementar en las
escuelas de Puerto Rico dado que existen las herramientas necesarias, los materiales, el terreno,
pero debe haber buena voluntad de todas las partes involucradas. Cada una de ellas puede
cooperar para que este proyecto se lleve a cabo. Personas que deben estar involucrados
completamente son: el Departamento de Educación implementando cambios en el currículo que
se sigue actualmente incluyendo el huerto escolar como una estrategia educativa. Los Directores
escolares pueden ayudar, apoyando a los maestros, estudiantes, y comunidad escolar, para que el
huerto sea promovido e implantado en las escuelas. Por otro lado, los padres, personas
voluntarias de la comunidad, entidades gubernamentales y privadas también pueden poner a
disposición de la escuela su tiempo, conocimiento e inclusive aportación económica.
48
CAPÍTULO III
METODOLOGÍA
Introducción
En este capítulo se encuentra la metodología utilizada en la investigación y donde se
analizan los contenidos que desarrollan el tema del huerto escolar, el análisis de la muestra de las
fuentes consultadas, la descripción del instrumento de recopilación de los datos, el procedimiento
y las técnicas de análisis de los datos. El propósito de este estudio fue determinar las
contribuciones al mejoramiento del proceso de enseñanza y de aprendizaje con la integración del
huerto escolar al currículo del nivel elemental. En este estudio la investigadora realizó una
investigación documental con enfoque cualitativo, el cual consiste en la recopilación, y análisis
de datos y documentos relacionados con el tema.
Procedimiento
El contenido de la investigación está fundamentado en la recopilación de datos
documentales localizados en diferentes bibliotecas y fuentes electrónicas. Los documentos que se
analizaron para llevar a cabo la investigación fueron varios, pero se utilizaron cuatro libros
especialmente. Ellos son: Educación para el desarrollo rural: hacia nuevas respuestas
normativas. Esta es una publicación de la UNESCO y cuyo autor corporativo fue la Organización
de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés Food
and Agriculture Organization, 2004). Específicamente se utilizó el capítulo tres cuyo título es:
Hacia un aprendizaje más pertinente: principios y evidencia de experiencias recientes. Este
49
capítulo trata sobre la inclusión de la agricultura como un componente de la educación en la
escuela primaria, el uso de la educación experiencial y el aprendizaje basado en proyectos como
enfoques innovadores que vinculan el aprendizaje con el entorno de los estudiantes.
Otro libro que se utilizó fue Crear y manejar un huerto escolar. Este manual fue
preparado por el Servicio de Programas de Nutrición de la dirección de Alimentación y Nutrición
y en consulta con el Servicio de cultivos y pastos de la dirección de producción vegetal de la
Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas
en inglés Food and Agriculture Organization, 2007). Este fue un manual preparado para los
profesores, padres y comunidades con la idea de que los escolares aprendan a sembrar, cuidar,
cultivar, cosechar y preparar alimentos nutritivos. La experiencia del huerto escolar ayuda a los
niños a fomentar la participación y el cuidado al medio ambiente, así como la adquisición de
destrezas y el intercambio de conocimientos y experiencias entre la escuela y la comunidad.
El tercer libro que se usó fue Nueva política de huertos escolares. Este documento fue
producido por el Grupo de Educación Nutricional y de Sensibilización del Consumidor, bajo la
dirección de Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO
por sus siglas en inglés Food and Agriculture Organization, 2010). Este documento analiza lo
que los gobiernos y sus asociados pueden hacer a fin de promover los huertos escolares como
punto de partida para la salud del país. Por último, el libro La Tierra Viva: Manual de
agricultura ecológica de los autores Álvarez, Benedetti, García, Pesante, Rivera, Román y
Rosado, (2010). En este libro los autores pretenden ser una herramienta para la producción de
alimentos y el auto sustento por medio de la agricultura ecológica. También desean conseguir
concienciar al puertorriqueño de que es necesario volver a nuestras raíces de antaño cuando la
50
mayor cantidad de los alimentos consumidos por el pueblo eran producidos por ellos mismos en
las fincas, parcelas, jardines y patios de sus hogares.
La investigadora comenzó con un torbellino de ideas donde plasma las alternativas de por
qué y para qué se deben utilizar las investigaciones sobre la integración del huerto escolar como
estrategia de enseñanza y de aprendizaje. El entorno escolar permite que los niños desarrollen
su pleno potencial y les proporciona oportunidades pedagógicas para desarrollar sus capacidades
de pensar, razonar y actuar (Taylor et al., 2004). Los niños necesitan mantenerse activos y
descubrir todo el mundo que le rodea, pues allí encuentran oportunidades y experiencias para el
aprendizaje. Es por eso que Taylor et al, (2004) sugiere que debe existir una relación directa
entre los tres entornos: el hogar, la escuela y la comunidad.
El planteamiento que se hizo la investigadora de que nuestros docentes puedan adquirir
nuevas herramientas y técnicas innovadoras como lo es la inclusión de la estrategia del huerto
escolar y cómo éste podía ayudar a los alumnos a adquirir nuevos conocimientos y experiencias,
motivó a la investigadora a llevar a cabo el presente trabajo. Asimismo, la investigadora
continuó explorando en busca de alternativas para solucionar la problemática presentada. La
investigadora llevó a cabo varias visitas a los centros de recursos de información de la
Universidad Metropolitana en Cupey, a la Biblioteca del Departamento de Educación de Puerto
Rico y la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Bayamón con la idea de recopilar más
información de diversas fuentes para la recopilación de datos.
A través de los medios electrónicos se revisaron las investigaciones más recientes y la
literatura existente sobre el tema de los huertos escolares y su aportación a los niños como
estrategia de enseñanza y de aprendizaje. Como requisito de la clase EDUC 505, Métodos de
Investigación, se comenzó la recopilación de los datos adquiridos del tema seleccionado por la
51
investigadora para luego proceder a la redacción de los primeros tres capítulos. Los trabajos que
se elaboraron en este curso fueron aprovechados como base para esta investigación. El texto de
los doctores Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio (2010), Metodología de la
investigación y el trabajo escrito de los investigadores Pita Fernández y Pértegas Díaz (2002),
titulado Investigación cuantitativa y cualitativa fueron dos fuentes muy provechosas para el
desarrollo de esta investigación.
Luego de algunos días de haber comenzado el curso EDUC 709 pautado para efectuarse
los martes, el coordinador estudiantil de la Universidad Metropolitana nos orientó sobre la
sustitución del día escogido para los lunes en donde se llevaría a cabo la investigación
documental. El curso fue diseñado con el propósito de mejorar los procesos conducentes al
requisito de investigación que poseen los grados de Maestría de la Escuela de Educación de la
Universidad Metropolitana. Este curso fue esquematizado para que el estudiante tenga la
conveniencia de exponer una investigación documental sin la necesidad de que la Junta
Reglamentadora (IRB) tuviese que intervenir. Esto no requiere que la investigación utilice
sujetos para llevar a cabo el estudio. A su vez parte de la investigación que se realizó en el curso
EDUC 505 fue rectificada por la demanda de una investigación experimental para cumplir con
las exigencias de una investigación documental.
Una vez se inicia el curso EDUC 709 se procede con una serie de dinámicas en grupos
para la recopilación de información a ser utilizada. Esta estrategia nos dio la oportunidad de
introducir el concepto de la investigación documental y las condiciones de la investigación
cualitativa. El profesor nos hace entrega de un documento donde especifica los objetivos del
curso, una descripción del mismo y cuáles serían las estrategias a utilizarse para llevar a cabo la
52
investigación. Estas estrategias consistirían en dinámicas de mentoría presencial, vía teléfono y
en línea.
Durante las primeras dos semanas se llevó a cabo la búsqueda de información y data
relevante al tema señalado del huerto escolar para escoger cuál sería la más apropiada y
pertinente. Luego de haber escogido la información se le proveyó al profesor quien aprobó el
tema de investigación y procedimos a un sumario del estudio.
En las reuniones a nivel grupal y personal, el profesor mentor nos orientó sobre cuáles
debían ser las fuentes de información fidedignas a ser utilizadas para acercarnos al tema
seleccionado. Nos sugirió utilizar un fichero donde pudiésemos anotar todas las referencias
encontradas. También, nos indicó que organizáramos el material encontrado para luego trabajar
en los distintos capítulos de la investigación y poder constatar el material utilizado. Otra
sugerencia del profesor, como estrategia de registro de data, fue la preparación de un documento
para evaluar la información o fichas bibliográficas con una rúbrica a base de la escala Likert que
tuviese no más de diez aseveraciones. En este documento se validaría la utilidad de las fuentes
de información que ciertamente es considerada la muestra de esta investigación. La escala Likert
es uno de los métodos más conocidos para medir las variables que constituyen actitudes. Fue
desarrollado por Rensis Likert en 1932 y consiste en un conglomerado de ítems que muestra
declaraciones o veredictos donde se solicita la reacción de los implicados.
Descripción de la muestra
La muestra del estudio está fundamentada en las fuentes primarias y secundarias de
información y data las cuales radican en libros, artículos de revista, publicaciones de
investigaciones en internet, enciclopedias, diccionarios, tesis e investigaciones en discos
53
compactos. Estas fuentes fueron analizadas y verificadas por la rúbrica preparada para
corroborar su validez y confiabilidad. De igual manera se analizaron marcos teóricos y notas
conceptuales sobre el aprendizaje experiencial y de contextualización que estudian el
aprovechamiento académico de los estudiantes vinculados a los diferentes contextos de
aprendizaje del estudiante en un esfuerzo por mejorar la pertinencia y la calidad del aprendizaje
(Taylor et al., 2004).
El profesor mentor de tesina nos aconsejó preparar la hoja de rúbrica que tenía como fin
evaluar la validez y confiablidad de la información recopilada. Esta hoja intentaba valorar las
referencias utilizadas. Con la construcción de esta hoja de cotejo, la investigadora catalogó las
fuentes de información a base de: excelente, bueno, satisfactoria y no es confiable usando un
tipo a base de la escala Likert. Los datos se analizaron y se presentan a continuación:
Escala Likert
F = frecuencia
% = por ciento
N = números de referencias escogidas
Tabla 1
La fuente es primaria
Escala Frecuencia Por Ciento (%)
Excelente 13 86
Buena 2 13
Satisfactoria 0 0
No es confiable 0 0
N = 15
54
Al analizar si las fuentes utilizadas eran primarias, resultó que un 86% eran excelentes, y
un 13% eran buenas.
Tabla 2
La fuente es con base sólida
Escala Frecuencia Por Ciento (%)
Excelente 12 80
Buena 3 20
Satisfactoria 0 0
No es confiable 0 0
N = 15
Al analizar si las fuentes eran con base sólida, la investigadora encontró que un 80% era
excelente y que el restante 20% eran buenas.
Tabla 3
La fuente está apoyada con base teórica y científica
Escala Frecuencia Por Ciento (%)
Excelente 9 60
Buena 3 20
Satisfactoria 3 20
No es confiable 0 0
N = 15
Al analizar si la fuente está apoyada con bases teóricas y científicas, la investigadora
encontró que un 60% resultó excelente, un 20% resultaron buenas y otro 20% eran satisfactorias.
55
Tabla 4
La fuente demuestra validez y confiabilidad
Escala Frecuencia Por Ciento (%)
Excelente 12 80
Buena 3 20
Satisfactoria 0 0
No es confiable 0 0
N = 15
Al analizar si la fuente demuestra validez y confiabilidad, la investigadora encontró que
un 80% resultó ser excelente y un 20% resultaron ser buenas.
Tabla 5
La fuente es de un autor especialista en el tema
Escala Frecuencia Por Ciento (%)
Excelente 14 93
Buena 1 6
Satisfactoria 0 0
No es confiable 0 0
N = 15
Al analizar las fuentes en relación a si son de un autor especialista en el tema, la
investigadora encontró que un 93% resultó excelente y solo un 6% resultaron buenas.
56
Tabla 6
La fuente es con fecha de publicación reciente
Escala Frecuencia Por Ciento (%)
Excelente 12 80
Buena 1 6
Satisfactoria 2 13
No es confiable 0 0
N = 15
Al analizar si las fuentes utilizadas son de publicación reciente la investigadora encontró
que un 80% eran excelentes, un 6% eran buenas y un 13% eran satisfactorias.
57
CAPÍTULO IV
RESULTADOS
Introducción
En este capítulo la investigadora presenta la interpretación y análisis de los resultados
empleando las respuestas a las preguntas de investigación que fueron formuladas. El propósito
de esta investigación es demostrar que la integración de la estrategia huerto escolar es factible y
contribuye de manera positiva al mejoramiento del proceso enseñanza y de aprendizaje en el
currículo a nivel elemental.
Interpretación y análisis
Greene (1910) en su libro Among school gardens, argumenta que si los niños conocen
todos los detalles de las plantas y alimentos que puedan ser consumidos, así como sus cuidados,
las plagas que los atacan y aquellas plantas amigas, y son motivados a aprender fuera del salón
de clases, ellos conocerán sobre las fuerzas y leyes de la naturaleza lo que les permitirá
desarrollar su carácter, amor y comprensión hacia el medio ambiente. Según Greene (1910), el
propósito fundamental de la enseñanza a través de los huertos escolares es triple: educativo,
agrícola y social o moral. Supone que es en relación con las demás personas que la conducta
moral y el carácter existen y se desarrollan. Para Greene (1910) aunque en su época existía poca
información o instrucciones para la construcción de huertos escolares, ella recolectó datos
generales sobre el cultivo de flores y plantas en los patios de la ciudad lo que le dio la base o
58
piedra angular para levantar una estructura de conocimientos que pudieran ser aplicados para los
huertos escolares.
En los Estados Unidos los comienzos para establecer huertos escolares ocurrieron con la
Sociedad de Horticultura de Massachusetts en 1890 con el Sr. Henry Lincoln Clapp, quien llevó
a cabo un estudio sobre los huertos en Europa. Este informe trajo como resultado que los niños se
animaran a cultivar frutas, flores y vegetales en sus hogares y, por consiguiente, el interés en los
huertos escolares aumentó lento pero constante (Greene, 1910).
La fundadora de First Children School Farm en la ciudad de Nueva York (Frances
Griscom Parsons, 1902-1904) escribió en su primer reporte:
El huerto en un principio fue utilizado como un medio para mostrar qué tan
interesados y ansiosos estaban los niños por trabajarlo. Es por medio del trabajo en el
huerto que adquieren algunas virtudes cívicas necesarias, como por ejemplo, el
cuidado y atención a la propiedad privada, la economía, la honestidad, la
concentración, el autogobierno, el orgullo cívico, el dominio propio, la justicia, la
dignidad del trabajo y el amor a la naturaleza (Green, 1910).
Es mediante la apertura de su mente y el cuestionamiento desarrollado, que los niños
logran alcanzar metas por medio de la investigación, y el trabajo experiencial aprendiendo a
aprender. Weed y Emerson (1909) autores del libro The school garden book a diferencia de
Greene (1910) que opina que el huerto tiene tres propósitos: educativos, agrícolas y social-moral
manifiestan que el propósito primordial y final de los huertos escolares son los huertos
familiares. Para estos dos autores en cualquier comunidad que haya un huerto escolar puede
instituirse uno familiar. Es por eso que Weed y Emerson (1909) están de acuerdo en que cuando
el huerto continúa su funcionamiento por años el amor de los niños y familiares por las plantas,
59
vegetales y hortalizas aumenta, así como el cuidado que puedan brindarle los alumnos y los
padres. Cada huerto establecido en los hogares trae consigo una serie de oportunidades, pero
dependerá de la disposición y el cuidado que se le pueda brindar.
Para Weed y Emerson (1909) si el único resultado visible del huerto escolar es esperar las
cosechas, el huerto solo habrá cumplido con un propósito. El huerto como una estrategia
interdisciplinaria ayudará en las diferentes materias como inglés, matemáticas y geografía. Es por
eso que sugieren que los alumnos preparen un folleto o un diario donde anoten el trabajo que
ellos desempeñan en el huerto, así como los adelantos obtenidos. La investigadora concuerda en
este aspecto con los autores Weed y Emerson (1909), pues los alumnos pueden desarrollar una
bitácora o un portafolio donde los estudiantes tengan, adicional a la información brindada por los
maestros, alguna otra literatura que ellos hayan conseguido. Los alumnos pueden añadir recetas,
un calendario para el cultivo de las plantas, hortalizas o vegetales, así como sus cuidados,
abonos, preparación de composta y aquellos organismos o plagas que pueden enfermar a las
plantas. Toda esta información será de mucha utilidad cuando los padres o familiares decidan
tener su huerto casero.
Miller (1904) en su libro Children’s gardens que es un manual de huertos cooperativos
para escuelas y hogares, argumenta que el huerto es una estrategia para recuperar a la juventud
del ocio, el descuido y el abandono de la escuela. Para Miller (1904) esta estrategia cumple con
dos propósitos: transformar los alrededores de las escuelas y lugares públicos utilizando parcelas
de terrenos que no se les daba importancia y el otro es procurar que los niños valoren y aprecien
la naturaleza o el medio ambiente mejorando de paso su aspecto estético.
Según Miller (1904), los sistemas educativos son rígidos, poco atractivos y no educativos
lo que impide que los niños puedan observar la belleza de la naturaleza y la creación de Dios. No
60
obstante, este punto de vista está cediendo y los viejos sistemas se van descomponiendo por lo
que cree la autora que la educación es la vida en vez de una preparación para la vida. El estudio
de la naturaleza y el medio ambiente abre las mentes y los corazones de los niños a la belleza, la
moral e influencias espirituales. Comenta Miller (1904) que ésta no es una nueva fase en la
educación, pero muchas personas reconocen la importancia y beneficios de este movimiento.
Esta estrategia ayuda a los niños de las zonas urbanas que nunca estarían expuestos a trabajar o
manejar huertos en sus alrededores y a los de zonas rurales que aunque crecen y se desarrollan en
zonas agrícolas, muchas veces no ven la importancia que tienen los mismos e ignoran los
procesos de la naturaleza.
En fecha tan reciente como el 2 de mayo de 2011 el Honorable Senador Luis D. Muñiz
Cortés presentó una Resolución Conjunta del Senado 798 para ordenar al Secretario del
Departamento de Educación que incluyera en el currículo de enseñanza del sistema público en
Puerto Rico, módulos educativos orientados hacia cómo sembrar huertos escolares en aquellas
escuelas que cuenten con las facilidades y/o terrenos aptos para ellos. Esta resolución se basa en
la Ley Núm. 19 del 30 de marzo de 1944, según enmendada, y en la Resolución Conjunta Núm.
47 del 13 de agosto de 1925. El 19 de abril de 2007 se aprobó la Ley Núm. 34 para enmendar las
secciones 2 y 3b de la Ley Núm. 19 del 30 de marzo de 1944 a fin de prohibir la enajenación de
fincas escolares y la variación de su uso.
A pesar de todas estas gestiones con el paso de los años la Ley Núm. 19 se quedó en el
olvido sin darle la oportunidad a la agricultura puertorriqueña y a los miles de estudiantes que
asisten a las escuelas públicas a que pudieran beneficiarse de labrar y cosechar la tierra y terrenos
propiedad de las escuelas. Este estancamiento causa actualmente que el 90 por ciento de lo que
consumimos sea importado. Según la legisladora Brenda López, la actividad agrícola en Puerto
61
Rico alcanzó la cifra de 799 millones de dólares en el año 2009. No obstante, datos
proporcionados por la Junta de Planificación indicaron que ese mismo año se importaron
alimentos por valor de casi 3000 millones de dólares (EFE, 2011). Esta situación provoca
derrotero de dinero, la incapacidad de producir nuestros propios alimentos y nos enajena del
valor que debe dársele a la conservación y mantenimiento del medio ambiente.
Respuestas a las preguntas de investigación
1. ¿Cuáles son las contribuciones al mejoramiento de los procesos de enseñanza y de
aprendizaje con la estrategia del huerto escolar a nivel elemental?
Los huertos escolares como tal no son meramente un lugar de producción de
vegetales, hortalizas, frutas y flores sino un ambiente de enseñanza y aprendizaje donde
se pueden integrar todas las materias y disciplinas de manera que cruce los límites
tradicionales de enseñanza. Utilizar el patio escolar como una estrategia de enseñanza
fomenta el trabajo en grupo, acercando al alumnado a valorizar y estimar este recurso
didáctico para una educación ambiental encauzada a la resolución de problemas y
desarrollo sostenible. El huerto escolar es un modelo de lo que significa la organización
y las relaciones humanas entre sí y el medio ambiente. Los estándares y expectativas de
grado en Estudios Sociales a nivel elemental del Departamento de Educación en Puerto
Rico, se organizan a base de siete áreas de competencias (DE Estándares y Expectativas,
2007):
a. Estándar 1: Cambio y continuidad – estudia el quehacer de los seres humanos
interactuando en sociedad desarrollando una conciencia de análisis crítico para
trabajar situaciones que afecten en el presente y el futuro.
62
b. Estándar 2: Gente, lugares y ambiente - analiza la interacción entre los lugares y
ambientes creando una cosmovisión que pueda ser aplicada a la vida diaria.
c. Estándar 3: Desarrollo personal e identidad cultural – incrementa un sentido de
identificación y concepción propia de sí mismo a partir de la afirmación de los
valores de su cultura y pueblo.
d. Estándar 4: Producción, distribución y consumo – estudia cómo se organizan las
sociedades humanas para crear, permutar y consumir bienes y servicios lo que les
impulsa a tomar decisiones correctas que les afecte individual o colectivamente.
e. Estándar 5: Conciencia cívica y democrática – aprecia y ejecuta los principios
que rigen la vida en un sistema democrático.
f. Estándar 6: Conciencia global – muestra con la tolerancia y su comportamiento
conciencia de que pertenece a una comunidad humana.
g. Estándar 7: Sociedad científica y tecnológica – analiza la realidad social e integra
los conocimientos obtenidos de manera interdisciplinaria.
Estas siete competencias capacitan al alumno a potenciar la creatividad, desarrollar la
convivencia, crear conciencia ecológica, establecer metas y objetivos, tomar decisiones y aceptar
responsabilidades para proponer mejoras posteriores.
Algunas de las contribuciones del huerto escolar para los niños a nivel elemental es que
junto a sus maestros, padres, familiares, voluntarios y miembros de la comunidad aprenden a
producir alimentos sanos y nutritivos. La creación del huerto puede ser implantado también en
los hogares lo cual ayudaría a la economía familiar, pues estarían consumiendo hortalizas frescas,
libre de químicos las cuales son abonadas orgánicamente. El excedente de frutos, vegetales y
viandas, tanto en la escuela como en los hogares, puede venderse para recuperar alguna inversión
63
inicial. Los comedores escolares también pueden utilizar las cosechas para incorporar en la dieta
de los estudiantes alimentos saludables. El construir un huerto escolar les permitirá a los alumnos
disminuir la contaminación ambiental al aprender a elaborar un compostero. Asimismo motiva a
los educandos a:
Tener respeto por la naturaleza, los animales y el medio ambiente.
Proporcionar oportunidades de aprendizaje práctico, mediante la investigación, la
observación, y la experimentación.
Promover de manera positiva la actividad física y la calidad de experiencias al aire
libre.
Adiestrar a los niños para que cuiden las plantas, y los demás seres vivos como
algunos animales de granja mientras desarrollan la paciencia y tolerancia.
Aprender a manejar y manipular elementos de la naturaleza como el agua, la tierra,
los abonos, y las semillas.
Comprender y conocer los ciclos biológicos de la naturaleza como el ciclo de las
plantas, las estaciones del año, y los períodos de siembra de acuerdo a las fases
lunares.
Desarrollar trabajos prácticos investigativos que pueden ser compartidos con otros
alumnos, sus padres y familiares y que le darán una comprensión clara del manejo del
huerto, sus necesidades y cuidados.
Conocer las diferentes herramientas que pueden ser usadas en el manejo,
mantenimiento y cuidado del huerto.
Diferenciar a niveles educativos más adelantados las variedades de técnicas de
agricultura.
64
Aprender haciendo utilizando los entornos y experiencia de los estudiantes lo que se
denomina contextualización (Taylor et al., 2004). Este aprendizaje contextualizado es
influenciado por la relación entre tres entornos diferentes: el hogar, la escuela y la
comunidad (Graham-Brown, 1991).
Interesarse de forma activa si se les aumenta a los estudiantes las lecciones
contextualizadas (Taylor et al., 2004).
Crear asociaciones o cooperativas del huerto donde los niños transfieren
conocimientos, habilidades prácticas y futuras oportunidades de auto sustentabilidad
(FAO, 2007).
Convertir a los huertos escolares en laboratorios donde se recoge información que
pueda comprenderse y compartirse.
Hacer que el aprendizaje por medio del huerto escolar sea más significativo
consolidando la adquisición de la lectoescritura, las matemáticas y las competencias
básicas del razonamiento científico.
Estimular a los estudiantes para que relacionen el aprendizaje escolar con el proceso
natural del aprendizaje que existe fuera del salón de clases (Taylor et al., 2004).
Despertar la curiosidad y el espíritu inquisitivo en los niños sobre el medio ambiente.
Fomentar las relaciones y la confianza entre los alumnos y los maestros.
Utilizar el huerto como una herramienta educativa multidisciplinaria y experiencial
combinando el aprendizaje práctico con el social y la preparación para la vida activa,
cotidiana y promoviendo un cambio en su estilo de vida (FAO, 2010).
Aprender a almacenar, conservar y preparar los alimentos de manera inocua para
ellos y sus padres.
65
Resistir a usar más a menudo la comida de poco valor nutricional y que puede causar
obesidad, diabetes y otras enfermedades.
2. ¿Cuáles son los valores que adquirirán los niños al utilizar la estrategia del huerto?
El programa Tus Valores Cuentan desarrollado por el Instituto Josephson e
implantado en 205 escuelas de Puerto Rico, está diseñado para garantizar cambios
significativos, medibles y sostenibles en las actitudes y comportamiento de los
estudiantes. Adopta seis pilares del carácter fundamental que son: confiabilidad, respeto,
responsabilidad, justicia, bondad y civismo con el propósito de asegurar que todas las
enseñanzas estén basadas en estos valores universales (Sellés, 2011). Este recurso de
sistema de valores, que debe ser implementado en todas las lecciones y materias
académicas, ayudará a los maestros para trabajar eficientemente los problemas que
afectan a nuestra comunidad escolar.
Dentro del huerto escolar es importante que se desarrollen estos valores para que
sean conscientes de que nuestras actitudes y acciones de vida tendrán efectos en el medio
ambiente y en nuestras relaciones con los demás seres humanos. No podemos olvidar las
posibilidades de enseñanzas transversales que el huerto ofrece como apoyo a muchas
materias. Dentro de la educación para la paz está la tolerancia, la paciencia y la
aceptación de la diversidad. Según la tasa de violencia en las escuelas para el año 2007,
un total de 2,553 casos fueron registrados. Han transcurrido cuatro años desde el registro
de estos datos y aunque no aparecen informes recientes, el incremento registrado desde el
año 1998 ha sido evidente (Estadísticas, 2010). Es por eso que educar para la paz ayudará
a convivir de forma positiva llevando implícito otros valores como la justicia, la
democracia, el respeto y el amor a la verdad (Vidanes Díaz, 2007).
66
Por otro lado, el huerto ayuda a trabajar valores y actitudes como la convivencia, la
autonomía, la solidaridad y el trabajo cooperativo desarrollando también actitudes
positivas hacia el consumo responsable. El trabajo en grupo desarrollado en los huertos
escolares estimula la autonomía organizativa potenciando el diálogo y la cooperación
como tarea colectiva. La competencia de responsabilidad se concreta con el trabajo en
grupo y las relaciones con las personas del entorno cercano (FAO, 2009). Asimismo, la
competencia social y ciudadana los ayudará a mejorar la forma de comportarse en una
sociedad cada vez más centrada en sí mismos y a participar de forma activa y
responsable.
3. ¿Cuáles son las consideraciones que se deben tener al implantar el huerto escolar?
La Carta de la Tierra fue un inicio de la Organización de las Naciones Unidas, es
una declaración internacional de principios, propuestas y aspiraciones para una sociedad
mundial sostenible, solidaria, justa y pacífica en el siglo XXI. Fue decretada a las
naciones desde el año 2000 con el sentido de buscar interdependencia global y
responsabilidad compartida para el bienestar de todas las familias. La integridad y la
protección ecológica del medio ambiente, así como el desarrollo de la democracia y la
paz, son solo algunas de sus metas a lograr para generaciones futuras. A continuación
algunos principios que están plasmados en esta carta y que tomaremos como base para
desarrollar las consideraciones que debemos tomar al implantar el huerto escolar:
Respetar la Tierra y la vida en toda su diversidad.
Cuidar nuestra comunidad con todos nuestros sentidos, entendimiento, compasión
y amor.
67
Asegurar que los frutos y bellezas de la Tierra sean conservados para las futuras
generaciones.
Proteger y restaurar los sistemas ecológicos de la Tierra, especialmente la
diversidad biológica y los procesos naturales que preservan la vida.
Evitar dañar el medio ambiente siendo responsable y justo.
Adoptar patrones de producción, consumo y reproducción que posibilite la
regeneración de la Tierra, los derechos humanos y el bienestar común.
Adiestrarnos en el conocimiento de la sostenibilidad ecológica y promover el
intercambio de aprendizajes, así como su aplicación.
Defender el derecho de la humanidad sin discriminación a un entorno natural que
apoye la dignidad humana, la salud física y el bienestar espiritual especialmente a
que aquellas etnias minoritarias.
Integrar en la educación formal y el aprendizaje a lo largo de la vida, las
habilidades, el conocimiento y los valores necesarios para un modo de vida
sostenible.
Promover una cultura de tolerancia, no violencia y de paz.
Los huertos escolares son beneficiosos para la tierra pues protegen el ambiente,
promueven aprendizajes, favorecen a la naturaleza y ayudan a los alumnos a adquirir destrezas y
habilidades que pueden ser implementadas o trasladadas a sus hogares. El huerto les ayudará a
desarrollar valores y experiencias que les servirán para que su vida y ser integral sea digno de ser
imitado y a convertirse en adultos responsables y con conciencia ecológica.
Las estrategias didácticas pueden ser muchas y las actividades a promover dependerán del
plan de estudio el cual debe incluir educación nutricional, seguridad alimentaria, protección del
68
medio ambiente, necesidades nutricionales y de salud, manejo de alimentos, y técnicas de
subsistencia entre otras. El huerto escolar es una propuesta didáctica que facilita discernimientos
de los elementos del medio ambiente, sus particularidades, sus relaciones y cambios de manera
que los alumnos aprenderán a enlazarse con el ambiente de forma respetuosa, sea administrado
ecuánimemente y se dañe o maltrate lo menos posible (CEIDA, 1998).
Motivación
Las recompensas, premiaciones e incentivos por los logros del huerto deben ser otorgadas
a todas las personas involucradas especialmente niños, maestros y colaboradores.
La promoción y divulgación del funcionamiento del huerto y su uso mostrará al público,
la escuela y la comunidad su rendimiento.
Los alumnos mostrarán sentido de pertenencia y satisfacción por haber conseguido con
sus esfuerzos y trabajo el placer de cultivar el huerto.
Valor educativo
Para que el huerto tenga un valor educativo:
Primeramente deben establecerse objetivos claros y precisos.
Señalar el personal que junto a los alumnos serán responsables del funcionamiento,
mantenimiento y cosecha del huerto.
Los alumnos deben ser involucrados en todas las decisiones, planificación y organización
del huerto.
Integrar el uso del huerto escolar como una estrategia de enseñanza y de aprendizaje al
currículo regular.
69
Promover la observación, la experimentación, la resolución de problemas y la toma de
decisiones.
Apoyo necesario
Del Departamento de Educación
Del Director Escolar y todos los miembros de la comunidad escolar
De los empleados del comedor escolar, asociaciones de padres, conserjes, jardineros
De las organizaciones privadas o sin fines de lucro
De la comunidad en general e inclusive de otras escuelas participantes en el proyecto de
huerto escolar
Apoyo de personal voluntario como agrónomos, agricultores y jubilados
Sostenibilidad
Comenzar con un pequeño huerto que puede ser utilizando las áreas de jardineras si no
existe un terreno apropiado dentro de la escuela. Si fuera necesario se pueden utilizar
tiestos, cajas, gomas de vehículos usadas, zafacones, y galones de aluminio, contenedores
de metal, bañeras en desuso y galones plásticos reciclados.
El agua es vital para el crecimiento de las plantas y hortalizas, así como su vallado para
proteger los cultivos.
Hacer un presupuesto para la construcción del huerto, compra de materiales, herramientas
y semillas. Hay que tener claro la forma en que se ha de financiar el huerto o elaborar
propuestas a diferentes compañías u organizaciones para que puedan colaborar
económicamente para el sostenimiento del huerto.
70
Utilizar métodos orgánicos, para la conservación y mantenimiento del suelo.
Los cultivos deben ser de acuerdo a los hábitos alimentarios o la dieta del puertorriqueño.
Al elegir semillas o plantas pueden introducirse otras variedades que se adapten al clima
y que tengan un alto valor nutritivo.
Uno de los problemas mayores que enfrenta el huerto escolar es aquellas fechas en que no
se encuentra personal en la escuela por ser periodos de vacaciones o fiestas. En este caso
debe asignarse un personal suplente para que cuide el huerto evitando así que se pierdan
las cosechas o que sean víctimas de los vándalos.
Apoyo técnico y pedagógico
El adiestramiento a los maestros y personal que vaya a estar a cargo del huerto es vital
Asesoramiento técnico, talleres y conferencias para padres, maestros, amigos del huerto y
cualquier persona interesada en ayudar en el buen funcionamiento del huerto
Producir material didáctico apropiado para las lecciones diarias
Salud de los niños
El huerto proporciona y les brinda la oportunidad a los niños de adquirir nutrientes,
minerales y vitaminas necesarias para el crecimiento normal y saludable.
Los niños que cultivan sus propios alimentos comerán de ellos aun cuando en primera
instancia digan que nos les gusta.
Los padres y familiares se motivarán a realizar un huerto casero para añadir valor
nutritivo a los alimentos producidos por ellos mismos.
71
Los padres le demuestran a los niños la relación que existe entre la buena salud y
alimentación y lo producido en el huerto.
Herramientas y materiales necesarios para el huerto
Estas herramientas no son necesariamente utilizadas todo el tiempo, pero deben estar
disponibles para cuando se necesiten (Oliva y Gambardella, 2002).
Pala plana - para cortar el suelo cuando esté blando
Pala de punta – para ser usada cuando el suelo está duro
Pala ancha – para cargar abono, composta, estiércol, etc.
Pala de dientes – para dar vuelta a la tierra y despedregar el terreno
Azada – para romper las costras, sacar la maleza y trazar surcos. Mientras más
angosta la hoja, mejor se adapta al terreno duro
Rastrillo - para romper la costra, sacar terrones, preparar el terreno (cama de siembra)
y cubrir las semillas
Escardillo – se usa para despedregar la tierra, y desmalezar cerca de la planta
Otros materiales o herramientas que se utilizan son: martillo, clavos, alambres, sogas,
estacas, piedras, arena, cordel, madera, bloques de cemento, machete, máquina de
cortar grama y cultivadora manual de gasolina para arar el terreno (Álvarez, 2010).
Trasplantadores- hechos con ramas. Sirven para abrir hoyos en el terreno y sembrar
las plantitas
Regaderas – para el riego por aspersión de los cultivos recién sembrados
Todas las herramientas deben ser mantenidas limpias, afiladas y aceitadas cada vez que se
utilicen.
72
Técnicas de siembra
Son varias las técnicas de siembra de los cultivos y se debe escoger la manera más
práctica y recomendable de acuerdo al tamaño del terreno del que se disponga. Estas son las
señaladas por el agrónomo Álvarez et al. (2010):
Siembra en hileras sencillas – adaptado para la siembra de un solo cultivo que facilita el
uso de maquinaria
Siembra en hileras múltiples – pueden ser del mismo cultivo o de varios
Siembra de alta densidad en bancos – apropiado para sembradíos que adquieren gran
densidad como las lechugas. Es conveniente sembrar en forma triangular y no en hileras
Siembras en laderas – se utiliza principalmente en terrenos inclinados donde se siembra
en terrazas al contorno del terreno
Técnicas de riego
El agua es lo que da vida a nuestro cuerpo y también a las plantas. Aunque en Puerto Rico
por ser una isla tropical, llueve frecuentemente, no podemos pasar desapercibido que existen
ocasiones de sequías o que haya varios días sin lluvias. Es por eso que el riego se hace vital y
necesario para las plántulas y los cultivos adultos. El agua más recomendada para efectuar el
riego es el agua de lluvia, pero cuando no llueve a menudo se hace necesario regar las plantas
con agua de acueductos. Para que sea eficiente y no ocasione daños a los sembradíos debe
dejarse reposar por algunas horas para evitar que el blanqueador se volatice.
73
Por aspersión
Es el riego que se hace con una manguera. Esta técnica desperdicia mucha agua por
evaporación. Las horas apropiadas para el riego deben ser en las últimas horas de las tardes.
Riego por goteo
Esta técnica evita el desperdicio de agua. Se usa un tanque de almacenamiento y de allí el
agua es distribuido por gravedad a través de tubos y mangueras. Cuando no hay suficiente
presión de agua se utiliza una bomba que da la presión de agua requerida.
Riego con regaderas
Este método se utiliza regularmente en cultivos en tiestos que se producen en los balcones
y terrazas. Es importante no tocar las hojas o flores al momento de riego.
Abonos
El abono orgánico que se propone sea utilizado para el huerto escolar promueve la vida
de los organismos del suelo para que sean asimilados y provean nutrientes a las plantas. Uno de
estos abonos orgánicos es el estiércol de ciertos animales de granja como caballos, vacas, cerdos,
gallinas, conejos y ovejas o cabras.
Otros abonos pueden ser residuos agroindustriales como los bagazos de caña, residuos del
café, cáscaras de gandules y otros granos. También está la opción de desarrollar una compostera
para producir abono con materiales biodegradables. En la compostera se pueden reciclar hojas
secas, residuos de pastos, y desyerbos, cosechas que se pierden, residuos del café procesado, así
74
como cáscaras de huevo, viandas y vegetales. La materia que se produce se conoce como humus
la cual aporta una gran variedad de nutrientes al suelo (Álvarez et al., 2010).
Control de plagas y enfermedades
Los insectos y enfermedades de las plantas siempre estarán en el terreno, pero si los
mantenemos controlados se evitará una epidemia o plaga que amenace con acabar con las
cosechas del huerto. El control ecológico adecuado de plagas e insectos evitará daños al suelo y
medio ambiente. La misma naturaleza se encarga de mantener un control creando una diversidad
y estabilidad en el huerto. Algunos animales que mantienen un control adecuado en los
sembradíos son los sapos y murciélagos que se alimentan de insectos dañinos. La meta principal
del huerto orgánico es reducir el uso de plaguicidas que no sean ecológicos. Muchas plantas
medicinales y aromáticas ayudan al control de plagas y enfermedades, ya que actúan como
repelentes, insecticidas y fungicidas (Álvarez et al., 2010).
Conclusión
La implantación del huerto será un proceso cuyos resultados no se verán de inmediato
pues requerirá esfuerzo, trabajo, compromiso y responsabilidades por parte de todos los
involucrados. También puede haber tropiezos o dificultades como es la oposición por parte de
algunos o falta de apoyo de las autoridades escolares, la disponibilidad de fondos económicos
para la implantación y el manejo del huerto, así como pérdidas de las cosechas ya sea por
descuido, vandalismo o enfermedades y plagas. Sin embargo, la investigadora a través de este
trabajo documental y la revisión de literatura de países como Centro y Sur América, el Caribe,
África, Europa especialmente España donde solo en Andalucía en el año 2005 existían 200
75
colegios con la implantación de huertos escolares como estrategia de enseñanza y de aprendizaje,
pretende crear conciencia de que en Puerto Rico tenemos la necesidad de implantar en nuestras
escuelas este programa avalado por el Departamento de Educación por el bienestar de nuestros
alumnos. También en Inglaterra y Estados Unidos hay escuelas que han integrado en su plan de
estudios el huerto escolar con resultados esperados de acuerdo a los criterios evaluativos. Aunque
en Puerto Rico existen cerca de 100 escuelas y colegios que poseen un huerto escolar y que es
trabajado con algún maestro agrónomo especialmente del Servicio de Extensión Agrícola, la
participación es de un número limitado de estudiantes. Tampoco la estrategia no ha sido
implementada dentro de su currículo regular excepto en aquellas escuelas con programas
vocacionales en educación agrícola.
Objetivos alcanzados por los huertos escolares
Crear lazos afectivos entre los alumnos y su entorno escolar.
Descubrir las interrelaciones y dependencias respecto al medio ambiente y sus elementos.
Fomentar el respeto por la tierra como fuente de vida desarrollando interés por no
dañarla.
Analizar el medio ambiente para descubrir sus elementos, interrelaciones, organización y
funciones.
Conocer los sistemas agrícolas y sus funciones necesarias para la satisfacción de nuestras
necesidades alimenticias.
Investigar y descubrir las implicaciones de nuestro modo de vida en la problemática
ambiental (técnicas de cultivo impactantes, erosión, deforestación, etc.).
76
Valorar la importancia del consumo de alimentos frescos y saludables, cultivados con
respeto al medio ambiente, frente a modos de consumo desequilibrado y despilfarrador.
Valorar el trabajo físico y el esfuerzo en pro del bienestar común.
Desarrollar el sentido de la responsabilidad y el compromiso en la gestión del huerto.
Fomentar actitudes cooperativas a través del trabajo en grupo para planificar las
actividades, organizar las labores del huerto, etc.
Desarrollar valores sociales necesarios para la buena convivencia y la paz.
77
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Introducción
En este capítulo se presentan los hallazgos, conclusiones y recomendaciones de esta
investigación documentada utilizando la literatura relacionada con el huerto escolar y su
contribución al mejoramiento del proceso de enseñanza y del aprendizaje en los niños del nivel
elemental.
Aunque el aprendizaje basado en los huertos escolares tiene la idea de estar mejor
documentado en países desarrollados, se hacen esfuerzos día a día para relacionar esta enseñanza
con los contextos rurales y urbanos. En los países que están en desarrollo se le designa a este
enfoque como horticultura escolar (school gardening) (Taylor, 2004). El aprendizaje que trae
como consecuencia el huerto escolar suele ser diferente a la mayoría de los programas existentes.
El mismo es multisectorial porque está para coordinar, apoyar y promover esfuerzos
colaborativos entre diferentes agencias gubernamentales, privadas, comunidad escolar y
ciudadanía. Asimismo, es multidisciplinario pues requiere la integración con las diferentes
materias del currículo escolar. En ocasiones puede ser denominado como una actividad
extracurricular pues necesita de apoyo profesional entrenado o capacitado en la gestión de
huertos, equipo técnico y no técnico, infraestructura y ayuda económica.
Hay unos puntos que sugiere la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y
la Alimentación (FAO, 2010) como necesidad urgente de integrar los huertos escolares en los
procesos de enseñanza y de aprendizaje.
78
Estos son:
Seguridad alimentaria básica – ésta se ve amonestada a causa de los cambios climáticos,
aumento en el requerimiento de alimento por la sobrepoblación, altos costos de los
alimentos, el desconocimiento de técnicas agrícolas y la falta de recursos humanos.
Necesidad de proteger el medio ambiente – aprender a conservar el combustible, el agua,
los suelos, reforestación y el enfoque biológico (orgánico) de la horticultura incluyendo
el jardín en los hogares o comunidad de los estudiantes y el patio escolar.
Medios de subsistencia – la crisis económica mundial y la recesión, la falta de empleos y
la necesidad de sustento obliga a tomar control y llevar a cabo gestiones para conseguir
su auto suficiencia.
Necesidades nutricionales – este sigue siendo un requisito para los niños y adultos. La
desnutrición es una enfermedad producida por insuficiente, malo o poco consumo de
alimentos (Torpy, 2004). Especialmente los niños desnutridos no crecen de manera
adecuada, están siempre tristes, no juegan, lloran con facilidad y se enferman fácilmente.
Estos niños tienen desgaste de grasa, músculos y se estanca su crecimiento y desarrollo.
Por ende, su capacidad de aprendizaje se anquilosa y su expectativa de vida disminuye.
¿En qué forma pueden colaborar los huertos escolares a satisfacer los puntos revelados?
Una buena alimentación, por ejemplo, significa consumo de frutas, vegetales y hortalizas. Los
alimentos cosechados por los mismos niños le dan la oportunidad de consumir productos
naturales, orgánicos, libres de pesticidas y le permiten crear hábitos alimentarios saludables. Los
huertos escolares tendrán un resultado real en la alimentación de los niños si se refuerzan
mediante la educación nutricional y ambiental teniendo como principio lograr una buena
alimentación (FAO, 2010). A su vez, los proyectos de huertos escolares logran impulsar los
79
huertos familiares y por ende conseguir que las familias aprendan a mantener una buena
alimentación. En el sureste de África, específicamente en Malawi, el proyecto de huertos
escolares y familiares ha tenido mucho éxito. Ellos han utilizado todo tipo de actividades para
orientar a las familias como, por ejemplo: demostraciones en parcelas o terrenos, capacitaciones,
jornadas de prácticas, orientaciones a las familias y alumnos mediante talleres, conferencias y
charlas, así como debates (FAO, 2010). Este principio puede ser aplicado en Puerto Rico en
nuestras escuelas para lograr que tanto los niños como los padres se motiven a dejar la comida
chatarra y centrar sus esfuerzos en que sus hijos estén bien alimentados con productos nutritivos,
sanos y naturales producidos en el patio escolar o en sus casas. La sinergia entre huertos
escolares, educación nutricional y buena alimentación afecta positivamente el aprendizaje de los
niños. Por medio de la educación nutricional a través de los huertos escolares se corrige la
ignorancia, las actitudes equivocadas o negativas y las prácticas inadecuadas. Asimismo, la
buena alimentación evita la obesidad infantil y las enfermedades como la diabetes por causa de
que los niños están en un sofá frente al televisor cuatro o cinco horas diarias.
Estudios realizados en Edible School Yard de Berkeley, California, así lo especifican.
Este es un programa creado por Alice Waters en 1996 en la escuela secundaria Martin Luther
King. Este proyecto, además de conseguir que los niños cosechen, preparen y repartan los
alimentos cosechados, les infunde el conocimiento y valores para construir un futuro mejor y
auto sostenible. Otro aspecto del huerto o jardín escolar es que añade belleza al entorno de la
escuela mediante el cultivo de plantas y flores variadas (Velázquez, 2010).
También por medio de lo que se produce en la finca o huerto, los comedores escolares,
pueden ahorrar y comprar otros alimentos, carnes, legumbres y frutas. La escuela puede ser un
modelo a imitar y los padres y comunidad beneficiarse de este aprendizaje. A su vez el cuidado
80
que ponen al medio ambiente puede ser extensivo a los hogares mejorando la actitud de los niños
y sus comportamientos.
Conclusiones
Esta investigación documental tuvo la intención de analizar la contribución de la
Integración del Huerto Escolar como una estrategia de enseñanza y de aprendizaje en el currículo
de nivel elemental. La investigadora utilizó fuentes de literatura primaria y secundaria para
lograr exponer los puntos relevantes que conduzcan a demostrar que la integración del huerto
escolar es una estrategia beneficiosa tanto para los alumnos, los docentes, padres y comunidad en
general.
Vincular los huertos escolares como programas dentro del currículo de nivel elemental, es
una herramienta que incrementa la capacidad de enseñanza y de aprendizaje en los niños a la vez
que motiva a los padres a participar más activamente en el proceso educativo de sus hijos.
El uso de la estrategia huerto escolar en los niños a nivel elemental puede ayudar en la
adquisición de los siguientes objetivos:
1. Obtener conocimientos sobre el entorno más próximo y la manera de cuidarlo,
protegerlo y velar por él.
2. Conseguir enseñar a los estudiantes a preferir alimentos sanos como las hortalizas,
frutas y vegetales provocará que se mejore su alimentación con productos cultivados
en su escuela o el hogar.
3. Incrementar con la asistencia de sus maestros, padres y comunidad el desarrollo de
actividades variadas que les ayuden a fomentar los valores como igualdad de
81
derechos, respeto al medio ambiente, educación moral y social, así como otros temas
transversales.
4. Potenciar con la estrategia del huerto escolar la creatividad y el afecto hacia la
naturaleza.
5. Armonizar los aspectos teóricos con los prácticos y manipulativos.
6. Fomentar mediante la integración del huerto escolar y el aprendizaje experiencial en
los alumnos el sentido crítico, el trabajo cooperativo y la participación activa del
alumnado.
7. Favorecer con el huerto escolar acoplar diversas perspectivas del conocimiento y
enfoques interdisciplinarios.
8. Impulsar la actividad lúdica y creativa del estudiante en un entorno colaborativo y
cooperativo lo cual le lleva al disfrute y mantener contacto directo con el medio
ambiente.
9. Sumergir al educando al mundo productivo y agrícola.
10. Promover la actividad investigadora en el alumnado a través de las observaciones,
planteamiento de dudas, formulación de hipótesis y realizar comprobaciones, que
conecte sus ideas y aprendizajes con motivos actuales de información de las cuales
puedan extraer sus propias conclusiones.
11. Adquirir experiencia mediante la praxis utilizando el aprendizaje por medio de los
huertos escolares y las diferentes actividades que se pueden desarrollar. Esto incita a
que haya una tasa mayor de retención escolar evitando así la deserción.
Los huertos escolares pueden desempeñar diferentes usos desde objetivos educativos
hasta metas prácticas. Todo dependerá del punto de vista con que enfoquemos el uso del huerto
82
en la escuela. Sylvester Ncube (2004) director de la Escuela Nebiri en Zimbabwe, África citado
por FAO (2007), dijo: “Los huertos son útiles para la escuela porque enseñan a los niños
habilidades para la supervivencia”. A continuación se presenta la tabla 7 donde se comparan los
objetivos educativos y las metas prácticas del huerto escolar. La tabla 8 especifica los principales
objetivos de los programas de horticultura escolar. La tabla 9 refleja los principios y objetivos del
huerto en la educación básica. La tabla 10 señala los beneficios del huerto escolar para la salud y
la educación de los niños. La tabla 11 expone el apoyo de la comunidad al huerto escolar desde el
punto de vista como colaboradores y como público en general.
Tabla 7
Comparación entre metas prácticas y objetivos educativos del huerto escolar
Metas Objetivos
Ambientales
Asignaturas
Aptitudes para
la vida
Escuela y
comunidad
Recolectar agua de lluvia y rehusar
el agua; aprovechar los insectos
beneficiosos y prevenir la erosión
Fortalecer algunos aspectos del
currículo escolar como clases de
lectura, escritura, matemáticas, etc.
Ayudar a los niños a sobrevivir y
prosperar en el mundo
Unir a la escuela, los niños, las
familias y la comunidad en un
esfuerzo común
Tomar conciencia y adquirir conocimientos
sobre el medio ambiente, respetando la
naturaleza y manejando los recursos
naturales
Tratar temas particulares a través de
actividades prácticas
Planificar, colaborar, tomar decisiones,
asumir responsabilidades, explicar y
convencer
Relacionarse con los adultos y ser
conscientes de las prácticas de horticultura
en la comunidad
Fuente: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la alimentación (FAO, 2007).
83
En esta tabla 7 se refleja la comparación entre las metas prácticas y los objetivos
educativos. Los objetivos pueden ser variados desde prácticos o de acciones inmediatas y
objetivos educativos donde se verán posteriormente según los niños se vayan apoderando del
aprendizaje. En relación con las metas u objetivos se presentaron a base de varios temas
principales los cuales fueron: horticultura, nutrición, comercialización, ambientales, asignaturas
escolares, aptitudes para la vida y escuela y comunidad. Según FAO (2007), todos estos objetivos
pueden cambiar o transformarse con el tiempo, pero siempre deben conseguir un equilibrio entre
los propósitos educativos y los prácticos. De igual forma deben involucrarse los niños, docentes,
padres y comunidad por que la participación debe ser primordial. No podemos perder de vista
que el objetivo principal será tener unas herramientas como estrategias de enseñanza y de
aprendizaje que promuevan el interés de los niños y el apoderamiento de un conocimiento que
será para toda la vida.
Tabla 8
Principales objetivos de los programas de huertos escolares
Área Objetivo
Objetivos
educativos
Hacer que la educación de los niños de zonas rurales y urbanas sea
más pertinente y de mejor calidad gracias a la inclusión en el
currículo de estudio de importantes conocimientos de preparación
para la vida.
Enseñar a los alumnos a crear y mantener buenos huertos familiares
y promover la producción y el consumo de frutas y verduras ricas
en micronutrientes.
Impartir una enseñanza activa vinculando la horticultura a otras
materias como las matemáticas, español, biología, lectura y
escritura.
84
Tabla 8, continuación
Área Objetivo
Contribuir a aumentar el acceso a la educación atrayendo a los
niños y a sus familias a escuelas que traten de temas que afecten a
sus vidas.
Mejorar la actitud de los niños respecto a la agricultura y sus
beneficios.
Instruir sobre temas ambientales, incluso sobre cómo cultivar
alimentos inocuos sin usar plaguicidas.
Impartir enseñanzas prácticas sobre nutrición que permitan
promover regímenes alimentarios y estilos de vida saludables.
Ofrecer a los alumnos un instrumento de supervivencia para épocas
de escasez de alimentos.
Económicos y de
seguridad
Alimentaria
Familiarizar a los escolares con métodos de producción sostenible
de alimentos que puedan aplicar en sus tierras o granjas y sean
importantes para la seguridad alimentaria del hogar.
Promover oportunidades de generación de ingresos.
Mejorar la disponibilidad y diversidad de alimentos.
Incrementar la calidad nutricional de las comidas escolares.
Reducir el número de niños malnutridos que asisten a la escuela.
Aumentar la asistencia escolar.
Compensar la pérdida de traspaso de conocimientos de preparación
para la vida de padres a hijos, debido a repercusiones con ciertas
enfermedades terminales como el VIH/SIDA, cáncer u otra que
obliga incluso a jóvenes a ser cabezas de familia.
Fuente: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, 2004).
En la tabla 8 se presentan unos objetivos principales considerados por el Programa
Especial para la Seguridad Alimentaria llevado a cabo en Roma en el 2004. Estos objetivos son
85
divididos en educativos y económicos o de seguridad alimentaria. En el primero de los objetivos
se llega a la conclusión que es más pertinente y beneficioso para los niños la inclusión en el
currículo regular de la estrategia huerto escolar. Esto es así porque contribuye a mejorar la
educación y el aprendizaje pues los motiva a cultivar sus propios alimentos, ofrecer enseñanzas
prácticas sobre nutrición, cultivo y temas ambientales. En los objetivos de seguridad alimentaria
los niños y familiares se ven expuestos a producir sus propios alimentos, generar ingresos y al
estar motivados reduce el ausentismo o deserción escolar.
Figura 1
Principios y objetivos del huerto en la educación básica
Fuente: El huerto escolar: recurso de enseñanza-aprendizaje (FAO, 2009).
En esta figura 1 se presentan los principios y objetivos del huerto escolar en la educación
básica, según los recursos de enseñanza y aprendizaje en las asignaturas del currículo en Santo
86
Domingo, República Dominicana a través de la Organización de Alimentos y Agricultura para
las Naciones Unidas (FAO, 2010). La FAO persigue demostrar que los niños no solamente
adquieren conocimientos, sino que puedan desarrollar actitudes positivas, concienciación para el
medio ambiente y salud nutricional.
Tabla 9
Beneficios del huerto escolar para la salud y educación de los niños
Área Beneficio
Salud Es una fuente de alimentos para mejorar la dieta de los niños
Genera influencias saludables (actividad física, comidas escolares
nutritivas).
Tiene el propósito de cultivar alimentos y mejorar la alimentación.
Influye incrementando la variedad en la dieta de los niños de
manera que consuman más vitaminas y minerales a través de los
vegetales y frutas.
Las hortalizas y viandas del huerto hacen una diferencia cuando se
introducen en la dieta de los niños y éstas se convierten en
equilibradas.
Educativos Es el lugar para aprender sobre el medio ambiente, huertos y
nutrición.
Despierta el interés y la conciencia sobre temas de nutrición.
Es un lugar para el disfrute y esparcimiento de los niños.
87
Tabla 9, continuación
Área Beneficio
Educativos Conseguir que los niños y sus familias cultiven y cocinen mayor
variedad de alimentos cosechados en el huerto casero.
El huerto produce lecciones constantes sobre medio ambiente y
cómo cuidarlo.
Conseguir que la tierra seca y pedregosa se transforme en campos
verdes productivos, en laboratorio al aire libre, jardines hermosos y
áreas de estudio.
Constituye un estímulo para concienciar a los niños y familias sobre
dietas sanas.
Fuente: El huerto escolar: Recurso de enseñanza-aprendizaje (FAO, 2009).
En la tabla 9, se presentan los beneficios del huerto escolar para la salud y educación de
los niños. En esta tabla, a diferencia de las anteriores, menciona la importancia de que los niños
tengan una dieta balanceada, que puedan mantener un equilibrio en la ingesta de estos de manera
saludable. Es mediante el consumo de hortalizas, viandas, vegetales y frutas, sin descartar las
carnes, aves y otros alimentos, que los niños adquieren y consumen las vitaminas y minerales
necesarios para mantener una buena salud nutricional.
Asimismo, el huerto escolar muestra los beneficios educativos pues despierta interés en
los niños, logran que sus familias se integren y apoyen el proyecto, a la par de que estimula a los
estudiantes a aprender sobre el medio ambiente, sus cuidados y manera de protegerlo.
88
Tabla 10
Apoyo de la comunidad al huerto escolar
La comunidad como colaboradores La comunidad como público
¿Cómo interesar a la
comunidad?
Grupos comunitarios
Padres y familias
Público en general
Personal de la escuela,
de la Industria
Almuerzos escolares
Servicios públicos
organismos de ayuda,
iglesias, instituciones
benéficas
Medios locales y
publicidad
Asesoramiento,
colaboraciones,
información, entrevistas
y demostraciones de
expertos
Financiación,
patrocinio,
premios, mejora
de situación
Ayuda,
instalaciones,
suministros,
material de
divulgación,
equipos, publicidad
A través de
artículos,
deberes,
demostracio-
nes, ferias
de
exposición
de
alimentos,
visitas
guiadas al
huerto
Fuente: Crear y manejar un huerto escolar (FAO, 2007).
En la tabla número 10 se muestra el apoyo de la comunidad al huerto escolar, enseña
varios puntos en los cuales se pueden involucrar la comunidad en general para el beneficio de la
implantación del huerto escolar. Hay muchas maneras en las cuales tanto estudiantes, maestros,
padres, público en general, así como industrias y otras instituciones, se pueden motivar apoyando
la creación, construcción y mantenimiento del huerto escolar. Esto provocará una participación
más activa y un sentido de pertenencia que les estimulará a trabajar unidos y defender el huerto
escolar como una estrategia para que los niños logren su bienestar y aprendizaje significativo.
89
Esta última tabla se puede utilizar en forma de hoja de cotejo que revelaría cuánto apoyo tiene el
huerto escolar en la comunidad.
Recomendaciones
La investigadora presenta las siguientes recomendaciones para las escuelas, los padres y
gobierno, específicamente para el Departamento de Educación de Puerto Rico, a la luz de los
hallazgos de esta investigación:
1) Promove
r investigaciones sobre la implantación del Huerto Escolar y sus beneficios para los
niños en términos de enseñanza y de aprendizaje, dado que en Puerto Rico no existen
muchos estudios en este tema. La investigadora sugiere que se implementen
investigaciones locales las cuales serán convenientes para avalar la integración del
huerto escolar dentro del currículo elemental en Puerto Rico.
2) Continuar con este estudio a nivel doctoral con la intervención de sujetos.
3) Denominar una compañía particular o equipo dentro del Departamento de Educación
que pueda llevar a cabo un estudio de viabilidad examinando, por ejemplo: los
hogares que tengan huertos caseros, qué conocen sobre agricultura, nutrición o buena
alimentación, la condición nutricional de los niños, recursos existentes, las actitudes
de los implicados con relación al huerto, las facilidades existentes, las capacidades,
las ventajas y desventajas. Este equipo formulará una política reseñando las funciones
y metas de los huertos escolares, su función en relación con el ambiente y sus fines
educativos (FAO, 2010).
90
4) Implementar una guía metodológica y didáctica para el funcionamiento de los huertos
escolares en Puerto Rico.
5) Desarrollar proyectos de huertos escolares en nuestras escuelas de manera
interdisciplinaria, basados en proyectos, solución de problemas, que propicien al
estudiante la adquisición de valores, actitudes y habilidades que les permitan
relacionarse con el medio ambiente (Novo, 1998).
6) Integrar formalmente el programa de huerto escolar al currículo del Departamento de
Educación en Puerto Rico donde se establezca su relación con la nutrición, la
educación nutricional, la participación de los comedores escolares, y el cuidado al
medio ambiente.
7) Utilizar un aprendizaje activo y experiencial en su inclusión al plan de estudios
regular. De esta manera se puede interrelacionar la teoría y la práctica sobre huertos
escolares, nutrición, agricultura, preparación y manejo de alimentos, entre otros.
Considerar el huerto como una experiencia y un herramienta de aprendizaje que añade
valor educativo (FAO, 2007).
8) Permitir la participación e involucramiento de los alumnos en la planificación,
construcción, toma de decisiones y divulgación del huerto escolar.
9) Involucrar de manera activa a los estudiantes, sus padres y familiares en la
construcción, cuidado y mantenimiento del huerto escolar. Esta actividad puede
ayudarles a trasladar sus conocimientos para ser aplicados a sus propios huertos
caseros o granjas familiares.
10) Cosechar vegetales y hortalizas que regularmente los niños no consumen. Así se les
da la oportunidad de adquirir micronutrientes necesarios para su buena alimentación y
91
variar su dieta alimentaria. Si desde el hogar y la escuela los niños aprenden a tener
una sana alimentación producto de su propio esfuerzo y labor, crecerán fuertes y
saludables mejorando así su capacidad cognoscitiva.
11) Establecer programas contra la obesidad y la mala alimentación a través del huerto
escolar para evitar enfermedades como la diabetes y la poca práctica de ejercicios
debido a una vida sedentaria.
12) Capacitar a los docentes, cocineros de comedores escolares, padres, director escolar,
jardinero, juntas escolares, encargados de limpieza en el entorno escolar y cualquier
otra persona que esté dispuesta a participar para que el proyecto sea una realidad y
lleve el fruto esperado. El huerto escolar puede significar una reeducación para toda la
escuela y comunidad.
13) Desarrollar e implantar incentivos como premios, certificados o cualquier otro
beneficio, tanto para maestros, alumnos, padres o la comunidad.
14) Envolver promoción, talleres, conferencias y capacitación, así como cursos básicos de
gestión hortícola, nutrición, métodos de cosecho de productos orgánicos y
aprendizajes interdisciplinarios que pueden basarse en proyectos.
15) Capacitación a todo el personal involucrado por algún funcionario del Servicio de
Extensión Agrícola como agrónomos, amigos del huerto y por padres que conozcan
del tema, voluntarios de organizaciones sin fines de lucro o compañía privada lo
mismo que personal de los Clubes 4-H.
92
Otras recomendaciones relacionadas con el Departamento de Educación
Es necesario el apoyo activo del Departamento de Educación mediante la asignación
de fondos especiales, para organizar, promover y poner en función el huerto en cada
escuela. También puede informar de cualquier reglamentación especial sobre la
gestión de los fondos y el mantenimiento del huerto (FAO, 2007).
El Departamento de Educación puede recomendar e integrar materiales didácticos y
programas educativos tecnológicos que se puedan integrar al programa de huerto
escolar en el currículo. Puede dedicar un tiempo específico dentro del horario escolar
a las lecciones del huerto. El Departamento de Educación debe promover que se
establezca en cada escuela de Puerto Rico un huerto escolar para que se facilite la
reciprocidad entre ellas.
Con la institución de los huertos escolares en cada escuela se promueve la
competencia entre escuelas y se aportan conocimientos específicos. Esta competencia
entre escuelas con huertos se puede fomentar mediante foros, debates, campañas y
cualquier idea o actividad que impulse la participación de las escuelas.
Una vez al año se puede ofrecer una convención de escuelas con huertos para
compartir e intercambiar ideas. Esta convención se llevará a cabo en un hotel o
parador de Puerto Rico con el auspicio de compañías o agencias públicas o privadas.
En las diferentes casetas que se levanten se pueden incluir: fotografías, competencias
de pinturas relacionadas con el huerto, construcción de cuentos, demostraciones de los
93
cultivos y productos cosechados, así como recetas y alimentos confeccionados con lo
que se produjo en el huerto.
El Departamento de Educación puede propiciar la implantación de un maestro o
maestros (de acuerdo a la matrícula de cada escuela) que lleve a cabo las gestiones
pertinentes del programa de huerto escolar.
El Departamento de Educación puede asignar fondos para la compra de terrenos o
parcelas que pueden ser utilizadas para desarrollar el proyecto del huerto escolar. Esto
además de propiciar el aprendizaje en los niños, ayudará el medio ambiente pues
solares baldíos o abandonados se convertirán en lugares que produzcan frutos tanto
para el consumo de los niños en las escuelas y la venta o trueque de producción
excedente.
La comunidad se puede involucrar más desarrollando comités de vigilancia del
huerto, o grupos de trabajos que velen y cuiden por el mantenimiento de los huertos o
jardines los cuales pueden prevenir el vandalismo o robo de la producción del huerto.
Estos grupos pueden funcionar especialmente en aquellas épocas en que no hay clases
como el periodo de vacaciones o navidad.
Involucrar a la comunidad para el apoyo necesario incluyendo a los pequeños o
medianos agricultores que pueden aportar con su experiencia y conocimiento.
16) Otras personas que pueden aportar sus servicios o fondos monetarios son, por ejemplo;
Servicio de Extensión Agrícola, Clubes 4-H, Colegio de Agrónomos, Asociación de
Agricultores de Puerto Rico, Asociaciones de Huertos Caseros, organizaciones dedicadas
a la conservación del medio ambiente, compañías que dan servicio para el control de
plagas con productos orgánicos, etc. Existen otros organismos no gubernamentales
94
(ONG) que pueden ayudar y patrocinar el huerto como las instituciones de beneficencia,
grupos de iglesias, Clubes Rotarios o Clubes de Leones así como compañías privadas que
aportan fondos anualmente.
17) La promoción de este programa puede hacerse en periódicos locales, folletos, boletines,
radio, carteles, hojas sueltas, foros en la web, etc.
18) Construir huertos escolares que promuevan la producción de frutos autóctonos de Puerto
Rico para el mayor consumo y conservación del medio ambiente. En este aspecto
consumiendo los productos locales cosechados en Puerto Rico se evita la propagación de
enfermedades que pueden tener los frutos que vienen del extranjero.
19) El huerto escolar se puede complementar con el huerto comunitario con la participación
de agricultores y organizaciones comunitarias además de la comunidad escolar. Con la
integración de un grupo de apoyo, ‘Amigos del Huerto’, que pueden ser jóvenes de
secundaria, vocacionales, estudiantes universitarios, profesores y voluntarios, se logrará
dar a conocer el huerto, mantenerlo, vigilarlo y podrán cooperar para que el trabajo no lo
hagan solo los estudiantes o maestros. Los padres pueden ser un buen grupo de apoyo
pues se motivan y se mantiene una comunicación más efectiva entre padres, estudiantes y
docentes.
20) La producción del huerto escolar puede usarse para el consumo de la misma escuela y los
niños, no obstante, si tienen excedentes se pueden vender en la comunidad o hacer
intercambio con otras escuelas. El dinero que se recaude se puede utilizar para el
mantenimiento del huerto, compra de semillas, compra de equipo o para los incentivos
que se les dé a los alumnos, maestros o cualquier personal que participe en el cuidado del
huerto.
95
21) Legislar políticas públicas necesarias para la coordinación e intercambio de los sectores
educativos y la comunidad en los programas relativos a la implantación del huerto
escolar.
96
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