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1
ÍNDICE
Portada……………………..…………………………………………..………………………………......I
Autorización de tesis……………..…………….……………….……….……………….......…………..II
Índice..............................................................................................................................................1
Resumen.....................................................................................................................................2-3
Antecedentes……………............................................................................................................4-9
Material y métodos..................................................................................................................10-15
Resultados..............................................................................................................................16-21
Discusión………………………….……………………………………………..……………………22-24
Conclusiones…………………………………….............................................................................25
Referencias.............................................................................................................................26-27
Anexos....................................................................................................................................28-29
2
RESUMEN Antecedentes: El creciente número de personas con sobrepeso y obesidad es un problema
mundial alarmante; estas condiciones son factores de riesgo para el desarrollo de problemas de
salud como el síndrome metabólico, diabetes mellitus tipo 2, aterosclerosis y enfermedades
cardiovasculares. Numerosos estudios han sugerido que la deficiencia de vitamina D juega un
papel en la patogénesis del síndrome metabólico; sin embargo, son pocos los estudios realizados
en pacientes postmenopáusicas. Objetivo: Evaluar la frecuencia de síndrome metabólico en
pacientes con deficiencia de vitamina D durante la postmenopausia. Métodos: Estudio analítico,
observacional, no experimental, transversal, retrospectivo. Se estudió a mujeres
postmenopaúsicas atendidas en el Instituto Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los
Reyes”, en un periodo de 2 años (1 de enero del 2017 a 1 de enero del 2019). 6584 mujeres
acudieron a consulta durante este periodo y solo 421 cumplieron con los criterios de inclusión.
Se recogieron datos clínicos y antropométricos; se obtuvieron parámetros bioquímicos (colesterol
total, HDL, LDL, triglicéridos, glucosa, insulina y vitamina D). De acuerdo a los resultados de
vitamina D se clasificaron en 3 grupos: Grupo I (143): deficiencia ≤20 ng/ml, grupo II (199):
insuficiencia 19-29 ng/ml y grupo III (79): óptimo ≥ 30 ng/ml. Resultados: De las 421
participantes, el 43.4% (183), cursaron con síndrome metabólico y solo el 18.7% (79) presentaron
niveles óptimos de vitamina D; el mayor porcentaje de mujeres curso con niveles insuficientes
de esta vitamina (47.2%(199)) y el 33.9% (143) tenían deficiencia de la misma. Mujeres con
niveles insuficientes y deficientes de vitamina D, mostraron mayor diámetro de cintura,
hipertensión y alteración de glucosa; criterios propios del sídrome metabólico. Conclusiones: Los niveles bajos de vitamina D se asociaron con mayor probabilidad de síndrome metabólico
en mujeres postmenopaúsicas; en particular con hipertensión, glucosa en ayuno alterada,
diabetes mellitus tipo II, diámetro de cintura e hipertrigliceridemia.
Palabras clave: vitamina D, Mujeres postmenopáusicas, Síndrome metabólico.
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SUMMARY
Background: The increasing number of overweight and obese people is an alarming global
problem; These conditions are risk factors for the development of health problems such as
metabolic syndrome, type 2 diabetes mellitus, atherosclerosis and cardiovascular diseases.
Numerous studies have suggested that vitamin D deficiency plays a role in the pathogenesis of
metabolic syndrome; however, few studies have been conducted in postmenopausal patients.
Objective: To assess the frequency of metabolic syndrome in patients with vitamin D deficiency
during postmenopause. Methods: Analytical, observational, non-experimental, cross-sectional,
retrospective study. Postmenopausal women attended at the National Institute of Perinatology
“Isidro Espinosa de los Reyes” were studied over a period of 2 years (January 1, 2017 to January
1, 2019). 6,584 women attended the consultation during this period and only 421 met the inclusion
criteria. Anthropometric and clinical data were collected; Biochemical parameters (total
cholesterol, HDL, LDL, triglycerides, glucose, insulin and vitamin D) were obtained. According to
the results of vitamin D, they were classified into 3 groups: Group I (143): deficiency ≤20 ng / ml,
group II (199): insufficiency 19-29 ng / ml and group III (79): optimal ≥ 30 ng / ml. Results: Of the
421 participants, 43.4% (183) had metabolic syndrome and only 18.7% (79) presented optimal
levels of vitamin D; the highest percentage of women with insufficient levels of this vitamin (47.2%
(199)) and 33.9% (143) were deficient in it. Women with insufficient and deficient levels of vitamin
D, showed greater waist diameter, hypertension and impaired glucose; own criteria of the
metabolic syndrome. Conclusions: Low vitamin D levels were associated with a higher
probability of metabolic syndrome in postmenopausal women; in particular, with hypertension,
impaired fasting glucose, type II diabetes mellitus, waist diameter, and hypertriglyceridemia.
Key words: vitamin D, postmenopausal women, metabolic syndrome.
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ANTECEDENTES
El síndrome metabólico se considera como una correlación de factores de riesgo que
contribuyen al desarrollo de enfermedades cardiovasculares (ECV), aterosclerosis y diabetes
mellitus tipo 2 (DM2). Afecta aproximadamente al 50% de la población femenina mayor de 50
años y se asocia con un aumento triple en la morbilidad y mortalidad debido a ECV (1). Es, por
lo tanto, un importante campo de interés e investigación para la salud pública.
La prevalencia de diabetes ha aumentado sustancialmente en las últimas décadas. Se han
desarrollado estrategias para abordar la prevención en poblaciones de alto riesgo. La deficiencia
de vitamina D puede desempeñar un papel en el desarrollo de diabetes tipo 2 porque está
asociada con una sensibilidad reducida a la insulina y una función comprometida de las células
B del páncreas(2).
Los estudios transversales han demostrado que un nivel bajo de vitamina D en suero está
asociado con la intolerancia a la glucosa, la resistencia a la insulina, el síndrome metabólico y la
diabetes tipo 2 (2).
Síndrome metabólico.
Durante los últimos años, las siguientes organizaciones han introducido criterios para el
diagnóstico de síndrome metabólico: la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Tercer
Informe del Panel de Expertos del Programa Nacional de Educación sobre Detección, Evaluación
y Tratamiento del Colesterol Alto en la Sangre en Adultos (NCEP-ATP III), la Asociación
Americana de Endocrinología Clínica (AACE) , la American Heart Association / National Heart,
Lung, Blood Institute (AHA / NHLBI) y la Federación Internacional de Diabetes (IDF). Las
definiciones de la OMS y AACE se centran principalmente en la resistencia a la insulina (IR),
mientras que las definiciones postuladas por el NCEP: ATP III, AHA / NHLBI y la IDF incluyen la
circunferencia de la cintura como medida sustituta de obesidad central. Actualmente, el síndrome
metabólico se define sobre la base de la relación de los cinco criterios: circunferencia de cintura
elevada, hipertensión, concentración baja de colesterol de alta densidad (HDL-C), concentración
elevada de triglicéridos (TG) e hiperglucemia. Según la última definición (IDF 2005), la obesidad
abdominal y dos criterios adicionales son esenciales para el diagnóstico del síndrome. En 2009,
los criterios de la FID se actualizaron y armonizaron con las recomendaciones de AHA / NHLBI.
5
El cambio más importante fue la introducción de la selección de tres de cuatro criterios,
excluyendo la necesidad para la aparición de obesidad abdominal al diagnosticarlo (3,4).
Los criterios para diagnosticar el síndrome metabólico no se aceptan universalmente. Muchos
médicos de atención clínica, particularmente en Norteamérica, utilizan los criterios propuestos
en el Tercer Informe del Panel de Expertos del Programa Nacional de Educación sobre
Detección, Evaluación y Tratamiento del Colesterol Alto en la Sangre en Adultos.
El NCEP define el síndrome metabólico como la presencia de tres o más de estos factores (3,5):
• Obesidad central (mujeres con medida de cintura ≥ 35 pulgadas (o 88 cm); 31.5 en mujeres
de ascendencia del sur de Asia)
• Triglicéridos séricos elevado ≥150 mg / dL (1.70 mmol / L)
• Niveles séricos bajos en colesterol de alta densidad (HDL-C) <50 mg / dL (1.3 mmol / L)
• Tensión arterial elevada (≥130 / 85 mm Hg)
• Nivel de glucosa en plasma en ayunas ≥110 mg / dL (6.105 mmol / L)
El NCEP no encontró evidencia concluyente para recomendar la medición de rutina de la
resistencia a la insulina, el estado protrombótico o el estado proinflamatorio. Sin embargo, se
recomiendan mediciones universales de la cintura utilizando el método de la encuesta nacional
de examen de salud y nutrición. Las causas subyacentes de este síndrome son el sobrepeso /
obesidad, la inactividad física y los factores genéticos. Las mujeres con el síndrome metabólico
tienen un mayor riesgo de ECV, accidente cerebrovascular, enfermedad vascular periférica, DM
tipo 2 y aterosclerosis subclínica.
La fisiopatología del síndrome metabólico es muy compleja y no se limita a los cinco criterios
establecidos en la definición. La adiposidad abdominal y la resistencia a la insulina parecen ser
los factores más importantes de la fisiopatología y componentes individuales. La obesidad central
se considera como un primer paso en el desarrollo de otras comorbilidades asociadas con el
síndrome y el tejido adiposo visceral (IVA) es una fuente de una variedad de
sustancias: proaterogénicas tales como adipocitocinas (leptina, resistina), citocinas inflamatorias
[factor de necrosis tumoral alfa (TNFalfa), interleucina-6 (IL-6)], factores protrombóticos [inhibidor
del activador del plasminógeno 1 (PAI-1)] y vasoconstrictores (angiotensina II). El tejido adiposo
también produce varias sustancias protectoras tales como adiponectina, IL-10, IL-4, IL-13,
6
antagonista del receptor de IL-1 (IL-1Ra); que tienen efectos antiinflamatorios o sensibilizadores
a la insulina. El incremento de los niveles de ácidos grasos libres (FFA), relacionado con la
lipólisis de tejido adiposo excesivo se considera un factor importante en fisiopatología de la
resistencia a la insulina y aterosclerosis (6).
La creciente cantidad de evidencia indica que la hiperactividad del eje hipotalámico-hipofisario-
adrenal (HPA) puede desempeñar un papel en la fisiopatología de la obesidad abdominal y
resistencia a la insulina siendo el hipercortisolismo principalmente el resultado del estrés crónico
causando directamente resistencia a la insulina de los tejidos diana periféricos en proporción a
los niveles de glucocorticoides. Estas alteraciones hormonales pueden conducir a la
hiperinsulinemia, así como el aumento de la obesidad visceral, que producen dislipidemia
hipertensión y diabetes mellitus tipo 2. La menopausia es un fenómeno de envejecimiento en las
mujeres. Por esa razón, se ha debatido si los trastornos metabólicos son consecuencia de
cambios en el medio hormonal durante la transición o es solo una consecuencia de
envejecimiento cronológico. Muchos estudios indican que el estado posmenopáusico es
asociado con un mayor riesgo de síndrome metabólico independientemente del envejecimiento
normal. Un análisis de regresión logística realizado en 1002 mujeres que participaron en
exámenes de salud en el Hospital Anam en Seúl, Korea, han demostrado que las mujeres
posmenopáusicas tenían un mayor riesgo de síndrome metabólico incluso después del ajuste
para la edad y el índice de masa corporal. Entre las mujeres iraníes posmenopáusicas la odds
ratio ajustada por edad del estado posmenopáusico para síndrome metabólico fue de 2,85 (IC
95%: 1.31–6.20). Los autores de este estudio demostraron que la menopausia prematura
predispone a las mujeres a síndrome metabólico, lo que puede apoyar el efecto de la misma
independientemente del envejecimiento (7).
Deficiencia de vitamina D
Los niveles sanguíneos de vitamina D en humanos varían según la edad, el género, el índice
de masa corporal, la estación y su ubicación geográfica (8).
La vitamina D se obtiene de la dieta o mediante síntesis en la piel con la participación de la
radiación ultravioleta B (UVB). Luego, se metaboliza a su forma activa, 1.25-dihidroxivitamina D,
con la ayuda de enzimas. Hay dos formas de vitamina D: vitamina D2 (ergocalciferol), que se
encuentra en plantas y hongos, y vitamina D3 (colecalciferol), que es producida por animales. En
7
los humanos, la radiación solar convierte la provitamina D3 en previtamina D3, que luego se
isomeriza por calor espontáneamente en vitamina D3. El principal metabolito circulante de la
vitamina D es la vitamina 25 (OH) D, que refleja con precisión la cantidad de vitamina D en el
cuerpo, ya sea que se originó de los alimentos o se sintetizó en la piel. Según muchos autores,
la deficiencia de vitamina D es un fenómeno mundial que puede afectar hasta un 30-50% de la
población adulta. Las personas especialmente propensas a la deficiencia de vitamina D son las
personas mayores, debido a su capacidad disminuida para sintetizar esta vitamina en la piel (9).
Existe una elevada prevalencia de déficit de vitamina D en la población general. Entre sus
causas destaca el déficit de su síntesis cutánea por escasa exposición a la radiación ultravioleta
debido a: la contaminación atmosférica, al uso de filtros solares, latitudes muy alejadas del
ecuador o envejecimiento. Otras causas descritas son: la malabsorción, las enfermedades
hepáticas o renales, los fármacos inductores del sistema citocromo p-450 y la obesidad(10).
La consecuencia esquelética del déficit de vitamina D es la osteomalacia en adultos y el
raquitismo en niños. Las consecuencias extra-esqueléticas son múltiples: debilidad muscular y
mayor tendencia a las caídas, psoriasis, ciertos cánceres, hipertensión arterial, enfermedades
cardiovasculares, diabetes mellitus, síndrome metabólico o mayor mortalidad(10).
La biodisponibilidad reducida de vitamina D se observa en personas con sobrepeso y
obesidad, lo que probablemente se deba al aumento de la retención de esta vitamina en el tejido
adiposo. La deficiencia de vitamina D está estrechamente relacionada con la obesidad visceral,
que se confirma por los niveles séricos elevados de citocinas proinflamatorias y TNF-α en
personas con sobrepeso y obesidad. Teniendo en cuenta el aumento global de la obesidad, el
análisis de las relaciones entre los niveles de vitamina D, el metabolismo del tejido adiposo y el
desarrollo de síndrome metabólico es una necesidad. Nuestros intentos de identificar los
determinantes de síndrome metabólico indudablemente contribuirán y permitirán intervenciones
terapéuticas exitosas (9).
Niveles bajos de la vitamina D son frecuentes entre los hispanos y las personas de raza negra
no-Hispana. Recientes investigaciones describen la relación entre la vitamina D, diabetes y los
Hispanos. La evidencia apoya la asociación entre los niveles bajos de vitamina D y el riesgo de
diabetes, pero la evidencia permanece insuficiente para sugerir si el tratamiento de los niveles
bajos de vitamina D puede prevenir o mejorar la diabetes. Además, la evidencia que incluye
Hispanos es limitada. Factores como la obesidad, pigmentación oscura de la piel, latitud de
8
residencia geográfica norteña, y la prevalencia de insuficiencia renal son factores que pueden
poner a los hispanos en mayor riesgo para presentar niveles bajos de vitamina D (11).
La vitamina D ha pasado de ser solo una vitamina, a ser una importante pro-hormona con
múltiples efectos en diferentes tipos de tejidos y en diversos procesos fisiológicos (12).
La prevalencia de la deficiencia de vitamina D es más alta de lo que se ha considerado,
inclusive en regiones tropicales donde hay mejor exposición solar. Se está convirtiendo en una
situación epidémica, aún no bien reconocida, con importantes implicaciones en la salud de la
población, puesto que se asocia como factor de riesgo para múltiples enfermedades, como las
anteriormente mencionadas, que en su conjunto constituyen la mayor carga de morbimortalidad
a nivel mundial (12).
En adultos hay una prevalencia global de 41,6% de deficiencia de vitamina D, con mayor
proporción en las personas de raza negra e hispanos.
Por muchos años la deficiencia de vitamina D fue definida como la concentración sérica
asociada con raquitismo (<8-10 ng/ml). Sin embargo, Chapuy y colaboradores lo enfocaron de
manera diferente, puesto que analizaron la relación inversamente proporcional que existe entre
los niveles de vitamina D y las concentraciones séricas de PTH. Es decir, los niveles de vitamina
D son inadecuados mientras se acompañen de elevación compensatoria de la PTH (12).
Con esta caracterización se llegó a la conclusión de que el estatus óptimo de vitamina D era
mucho más alto que lo que se consideraba inicialmente y se introdujo el nuevo término de
“insuficiencia de vitamina D” para describir aquellos individuos con concentraciones séricas que
son mayores a los que se correlacionan con el riesgo de raquitismo; pero que todavía son
menores que los niveles óptimos.
Aunque existen diferentes puntos de corte sobre los niveles séricos de vitamina D, la mayoría
de los autores coinciden en que valores inferiores a 20 ng/ml (50 nmol/l) corresponden a
deficiencia. Los niveles entre 20 y 30 ng/ml (50 a 75 nmol/l) se consideran insuficiencia, y los
niveles óptimos son aquellos que están por encima de 30 ng/ml (75 nmol/l). Las concentraciones
de vitamina D se relacionan de manera inversa con los niveles de PTH, de tal manera que cuando
se alcanzan valores de 30 a 40 ng/ml, la PTH comienza a descender hasta llegar al nadir.
Adicionalmente, el transporte de calcio intestinal incrementa en 45% a 65% cuando se
incrementan los niveles desde 20 ng/ml hasta 32 ng/ ml. Por lo tanto, se considera que los niveles
9
de insuficiencia van de 20 a 30 ng/ml y los adecuados son aquellos mayores a 30 ng/ml hasta
los límites de intoxicación, que se consideran por encima de 150 ng/ml(13).
Es importante tener en consideración que los términos “deficiencia” o “insuficiencia” no
necesariamente connotan una enfermedad clínicamente manifiesta.
La deficiencia de vitamina D es reconocida como la afección médica más común en el mundo.
La evidencia reciente sugiere un papel de la deficiencia de vitamina D en diferentes
enfermedades crónicas no transmisibles. En un metanálisis de 28 estudios, los niveles séricos
elevados de vitamina D se asociaron con una reducción del 55% en la incidencia de diabetes, un
riesgo 51% menor de síndrome metabólico y un riesgo 33% menor de enfermedad cardio
vascular (ECV). Algunos estudios han demostrado una relación inversa entre vitamina D y
síndrome metabólico en mujeres posmenopáusicas, pero otros no. Por lo tanto, se necesitan
más estudios clínicos para confirmar la asociación entre la deficiencia de vitamina D y síndrome
metabólico en mujeres posmenopáusicas (1).
Es por tal motivo que el objetivo de este estudio, fue evaluar la frecuencia de síndrome
metabólico en pacientes con deficiencia de vitamina D durante la posmenopausia.
10
Material y métodos
A. Planteamiento del problema
El síndrome metabólico es un factor de riesgo para sufrir enfermedades cardiovasculares,
diabetes tipo 2 o accidentes cerebrovasculares y con esto ocasionar una disminución en la calidad
de vida y un incremento importante en la morbi-mortalidad. En Estados Unidos de América y
Europa afecta en un 20-25% de la población adulta y en pacientes postmenopaúsica incrementa
hasta 31- 55% (7). La población mexicana no es la excepción con una prevalencia de 57% en
mujeres, donde se observa un incremento con la edad. Los datos de NHANES 1999 a 2000
demuestran que la prevalencia ha seguido aumentando, particularmente en mujeres (14).
En la actualidad se ha observado que la deficiencia de la vitamina D tiene importantes
implicaciones en la salud; puesto que se asocia como factor de riesgo para múltiples
enfermedades, como son: debilidad muscular, psoriasis, ciertos cánceres, hipertensión arterial,
enfermedades cardiovasculares, intolerancia a la glucosa, resistencia a la insulina, diabetes
mellitus tipo 2, síndrome metabólico o mayor mortalidad (2,10).
La vitamina D ha pasado de ser solo una vitamina, a ser una importante pro-hormona con
múltiples efectos en diferentes tipos de tejidos y en diversos procesos fisiológicos (12).
La prevalencia de la deficiencia de vitamina D es más alta de lo que se ha considerado,
inclusive en regiones tropicales donde hay mejor exposición solar. En adultos hay una
prevalencia global de 41,6% de deficiencia de vitamina D, con mayor proporción en las personas
de raza negra e hispanos (12).
Un estudio epidemiológico realizado en 18 países ubicados en diferentes latitudes, evaluaron
concentraciones plasmáticas de vitamina D en mujeres posmenopáusicas; demostrando niveles
bajos en casi todo el mundo. En general, el 64% de los participantes tenían concentraciones
inadecuadas (<30ng/ml) (15).
En el Instituto Nacional de Perinatología, se cuenta con una clínica de climaterio en la cual
valoran pacientes en esta etapa de la vida. La finalidad es brindarles una atención completa y
especializada para la detección de enfermedades crónicas o factores de riesgo y con esto darles
un manejo oportuno y evitar complicaciones a corto y largo plazo. En la actualidad existen
múltiples trabajos que nos hablan de la asociación del síndrome metabólico y niveles bajos de
11
vitamina D; no obstante, son pocos los estudios que se enfocan a este tipo de población
(pacientes postmenopáusicas); por lo que resulta importante determinar qué niveles de vitamina
D son más frecuentes en nuestra población y cuál es su relación con el síndrome metabólico en
comparación a los descritos en la literatura.
B. Pregunta de investigación
¿Cuál es la frecuencia del síndrome metabólico en pacientes con deficiencia de vitamina D
durante la postmenopausia?
C. Importancia, justificación y viabilidad
Magnitud: El síndrome metabólico constituye uno de los principales problemas de salud pública
y es un factor de riesgo para sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2 o
accidentes cerebrovasculares; ocasionando un incremento en la morbi-mortalidad. En Estados
Unidos de América y Europa afecta en un 20-25% de la población adulta y en pacientes
postmenopáusica incrementa hasta 31- 55% (7). La población mexicana con una prevalencia de
57% en mujeres e incremento con la edad. (14). En la actualidad se ha observado que la
deficiencia de la vitamina D tiene importantes implicaciones en la salud; se asocia como factor de
riesgo para múltiples enfermedades, como hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares,
intolerancia a la glucosa, resistencia a la insulina, diabetes mellitus tipo 2, síndrome metabólico
o mayor mortalidad (2,10). Su prevalencia es más alta de lo que se ha considerado; en adultos
hasta un 41.6%, con mayor proporción en las personas de raza negra e hispanos (12).
Trascendencia: Para poder proponer o establecer manejos y seguimientos ideales a un
padecimiento; de primera instancia tenemos que conocer la estadística de la población. El
conocer la situación de mujeres en la postmenopausia con diagnóstico de síndrome metabólico
permitirá plantear interrogantes y estrategias dirigidas a este grupo particular de pacientes.
Vulnerabilidad y factibilidad: En México se han realizado estudios donde se identificó la relación
que existen entre la deficiencia de vitamina D y el síndrome metabólico; a pesar de ello son pocos
los realizados en pacientes postmenopáusicas, y esto nos permitirá conocer a nuestra población
y mejorar nuestro abordaje tanto diagnóstico como terapéutico. Estos hallazgos son de gran
importancia puesto que permitirá diseñar manejos y seguimientos más específicos para
pacientes que cursen con estas patologías, El estudio fue factible ya que se cuenta con registros
tanto de los resultados de vitamina D sérica; como reporte de laboratorios e historias clínicas
completas en los expedientes electrónicos.
12
Viabilidad: Con el presente estudio se intenta establecer los niveles de vitamina D que están más
frecuentemente en la población y que podría estar asociado al síndrome metabólico; con la
finalidad de que en un futuro se brinden tratamientos más precisos y enfocados a estas
patologías.
Originalidad: Este trabajo no se ha realizado en esta INPer, por lo que fue importante efectuarlo
para determinar la asociación de niveles de vitamina D y síndrome metabólico y así poder realizar
acciones a favor de la población; ya que se trata de una patología muy importante y frecuente en
la población mexicana, sobre todo en la etapa de postmenopáusica.
Hipótesis alternativa Paciente con deficiencia de vitamina D presentaron más síndrome metabólico que aquellas
las cuales el reporte de vitamina D se encuentra en parámetros óptimos.
Hipótesis nula No se encontraron diferencias en la frecuencia de síndrome metabólico en pacientes con
niveles de vitamina D normales y pacientes con deficiencia de la misma.
D. Objeto de estudio: deficiencia de vitamina D
Población objetivo:
Ø Expedientes de mujeres con reporte sérico de vitamina D.
Población elegible:
Ø Expediente de mujeres que acudieron al servicio de climaterio en el Instituto Nacional de
Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes” con diagnóstico de valores optimos (>30ng/dl),
insificientes (29-20ng/dl) o deficientes (<20ng/dl) de vitamina D.
E. Criterios de selección
Criterios de entrada:
Ø Expediente de mujeres derechohabientes del INPer referidas a la consulta externa que
contaron con registros de los resultados de vitamina D, química sanguinea y perfil de lipidos de
enero del 2017 a enero del 2019.
Ø Expediente de Mujeres mayores de 45 años con diagnóstico de deficiencia, insucifiencia o niveles óptimos de vitamina D y síndrome metabólico.
13
Criterios de salida:
Ø Expedientes con resultados no concluyentes, laboratorios con parámetros fuera de lo
esperado.
Criterios de Eliminación:
Ø Expedientes incompletos, que no cuenten con el minimo de resultados necesarios para el
análisis y fones de este trabajo de investigación.
Ø Pacientes que cuenten con estrés metabólico, como carcinoma, procesos infecciosos
graves, en tratamientos con esteroides o enfermedades que causen alteraciones metabólicas.
F. Variables 1. Identificación: La variable independiente primaria fue el reporte de vitamina D y la
dependiente primaria fue la presencia de Síndrome Metabólico.
2. Definición conceptual, operacional y conceptual de las variables.
TABLA 1: descripción y operacionalización de las variables
Variable Definición conceptual Definición operacional
Tipo de variable
Escala de medición
Unidad de Medi-ción
Categoriza-ción por causalidad
Edad Cantidad de años que ha vivido un ser vivo desde su nacimiento
Años que ha vivido la paciente hasta el día de su diagnóstico
Cuantitativa Discreta años Dependiente o de resultado
25 Hidroxi-vitamina D
Forma más exacta de medir cuánta vitamina D hay en el cuerpo
Niveles de vitamina d detectados sericamente
Cuantitativa Continua ng/ml Independien-te o predictora
Tensión arterial elevada
Cuando uno o ambos valores de la presión arterial son ≥130/85mmHg
Valores de presión arterial de la paciente el día de la consulta
Cualitativa Nominal dicotómica
1.Si 2.No
Dependiente o de resultado
Diabetes Mellitus
Alteración metabólica caracterizada por hiperglucemia crónica, alteraciones en el metabolismo de los hidratos de carbono, de las proteínas y de los lípidos.
Pacientes que al acudir a la consulta ya contaban con diagnóstico de diabetes mellitus
Cualitativa Nominal dicotómica
1.Si 2.No
Dependiente o de resultado
Glucosa en ayuno alterada
Cuando los niveles de glucosa en plasma en ayuno son ≥110 mg/dL (6.105 mmol/L)
Valores de glucosa de la paciente el día de la consulta
Cuantitativa Discreta mg/dl Dependiente o de resultado
Insulina Hormona polipeptídica formada por 51 aminoácidos, producida y secretada por células
Valores de insulina de la paciente el día de la consulta
Cuantitativa Discreta Uu/mL Dependiente o de resultado
14
beta de los islotes de langerhans del páncreas
Hb glicosilada
Examen que mide el nivel promedio de glucosa en la sangre durante los últimos tres meses
Valores de Hb glicosilada de la paciente el día de la consulta
Cuantitativa Discreta % Dependiente o de resultado
Obesidad central
Mujeres con medida de cintura ≥ 88 cm
Medida de la cintura en cm de las pacientes el dia de la consulta
Cuantitativa Discreta cm Dependiente o de resultado
Triglicéridos elevados
Cuando los niveles de trigliceridos en plasma son ≥150 mg/dL (1.70 mmol/L)
Valores de trigliceridos de la paciente el día de la consulta
Cuantitativa Discreta mg/dl Dependiente o de resultado
HDL bajos Niveles séricos bajos en colesterol de alta densidad <50 mg/dL (1.3 mmol/L)
Valores de HDL de la paciente el día de la consulta
Cuantitativa Discreta mg/dl Dependiente o de resultado
G. Objetivos 1. Objetivo General
Evaluar la frecuencia de síndrome metabólico en pacientes postmenopáusicas con valores
de vitamina D óptimos, insificientes o deficientes.
2. Objetivos Específicos
Ø Calcular la frecuencia de deficiencia de vitamina D en el INPER.
Ø Evaluar la frecuencia de síndrome metabólico dependiendo valores de vitamina D óptimos,
insuficientes o deficientes.
Ø Establecer correlación de Pearson entre cada uno de los criterios del síndrome metabólico
y niveles de vitamina D en pacientes postmenopáusicas.
H. Tipo de investigación 1. Finalidad del estudio: Analítico
2. Secuencia temporal: Transversal
3. Control de la asignación: Observacional, no experimental 4. Por inicio del estudio en relación a la cronología de los hechos: Retrospectivo
I. Procedimiento
Se revisaron los expedientes de 6584 mujeres que acudieron a consulta de climaterio en el
INPER de enero del 2017 a enero del 2019; con amenorrea > 12 meses. Se recogieron datos
15
clínicos y antropométricos; se obtuvieron parámetros bioquímicos, que incluyen colesterol total,
HDL, LDL, triglicéridos, glucosa, insulina y vitamina D. De estas pacientes, 79 se excluyeron del
estudio por no contar con expediente clínico completo.
421 pacientes fueron las cuales cumplieron con los criterios de inclusión. De acuerdo a los
resultados de vitamina D se clasificaron en 3 grupos:
• Grupo 1: (deficiencia ≤20 ng / ml )= N= 143
• Grupo 2 (insuficiencia 19-29 ng / ml)= N= 199
• Grupo 3 (óptimo ≥ 30 ng / ml): N= 79
A partir del reporte de química sanguínea, perfil de lípidos y somatometría se determinó
quienes cursaban con síndrome metabólico. Se tomaron en cuenta quienes contaban con 3 o
más de los siguientes criterios:
• Obesidad central (mujeres con medida de cintura ≥ 35 pulgadas (o 88 cm)
• Triglicéridos séricos elevado ≥150 mg/dl (1.70 mmol/l)
• Niveles séricos bajos en colesterol de alta densidad (HDL-C) <50 mg/dl (1.3 mmol/l)
• Tensión arterial elevada (≥130 / 85 mm/Hg) o que contaran con diagnóstico de
hipertensión arterial en tratamiento
• Nivel de glucosa en plasma en ayunas ≥110 mg/dl (6.105 mmol/l) o que contaran con
diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2
Posteriormente con los datos recabados se realizó una base para su análisis estadístico y así
poder determinar si las pacientes con deficiencia de vitamina D se relacionaban con la presencia
de síndrome metabólico en comparación con las pacientes con valores óptimos de vitamina D.
Análisis estadístico
La descripción de la muestra se realizó aplicando estadística descriptiva con medidas de
resumen de tendencia central y de dispersión, así como el conteo de frecuencias, proporciones
y porcentajes. Se calculó análisis de varianza (ANOVA) de un solo sentido para 3 grupos, para
establecer si existió diferencia estadísticamente significativa entre referente a variables
cuantitativas: hipertensión, diabetes mellitus tipo II, glucosa en ayuno alterada, obesidad central,
hipertrigliceridemia, hipoalfa-lipoproteinemia, con base a valor de p <0.05. Los datos se
analizaron con el paquete SPSS ver 17.0 para Windows.
16
Resultados
Se estudió a la población de mujeres postmenopaúsicas (mayores de 45 años), atendidas en
el Instituto Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes”, en un periodo de 2 años (1
de enero del 2017 a 1 de enero del 2019). 6584 mujeres acudieron a consulta durante este
periodo y solo 421 cumplieron con los criterios de inclusión para el presente estudio; de estas el
43.4% (183), cursaron con síndrome metabólico. En cuanto a niveles de vitamina D; solo el
18.7% (79) presentaron niveles óptimos; el mayor porcentaje de mujeres curso con niveles
insuficientes de esta vitamina (47.2%(199)) y el 33.9% (143) tenían deficiencia de la misma.
1. Descripción de la muestra (n = 421)
La edad promedio con su respectiva desviación estándar fue de 58.4 +/- 5.8 en el intervalo de
los 50 a los 79 años. Los niveles promedio de vitamina D fueron 24.06 ng/ml +/- 9.04 ng/ml, con
un intervalo de 6.4 ng/ml a 64.5 ng/ml.
En cuanto al promedio de cintura medida en cm fué de 88.1 cm +/- 10.3 cm con un rango de
62 cm a 132 cm. La media de los niveles de glucosa fueron 98.6 mg/dl +/-27.04 mg/dl con rangos
de 65 mg/dl hasta 310 mg/dl; los niveles de triglicéridos tuvieron un promedio de 155.4 mg/dl +/-
93.1 mg/dl con un intervalo de 37 mg/dl a 1038 mg/dl. El HDL promedio con su respectiva
desviación estándar fue de 50.5 mg/dl +/- 13.9 mg/dl; con un intervalo de 19 mg/dl a 132.6 mg/dl.
Al realizar una comparación entre las características representadas como variables numéricas
de los 3 grupos de estudio, se encontró diferencia estadisticamente significativa en las variables
correspondientes a: niveles de vitamina D, peso, talla, cintura, cadera, glucosa, Insulina e índice
HOMA (p<0.05), en lo referente a las variables colesterol, triglicéridos, edad de las pacientes,
HDL, LDL y hbA1c no hubo diferencia estadísticamente significativa (Tabla I).
17
Tabla I: Características comparativas de los tres grupos (variables cuantitativas). Características
Grupo 1 (n= 143) (media + SD)
Grupo 2 (n= 199) (media + SD)
Grupo 3 (n= 79) (media + SD)
p<0.05
Edad (años) 58.46 ± 6.62 58.70 ± 5.05 58.77 ± 5.46 0.903 Vitamina D (ng/ml) 17.50 ± 1.65 27.64 ± 1.27 37.99 ± 8.77 0.000 Peso (kg) 68.53 ± 11.32 65.41 ± 10.95 69.95 ± 10.91 0.003 Talla (m) 1.53 ± 0.06 1.53 ± 0.06 1.55 ± 0.06 0.028 IMC 29.28 ± 4.75 27.90 ± 4.32 27.29 ± 4.26 0.002 Cintura (cm) 89.97 ± 10.94 87.53 ± 9.54 86.05 ± 9.78 0.012 Cadera (cm) 102.81 ± 8.76 100.49 ± 8.47 100.44 ± 10.33 0.041 Glucosa (mg/dl) 100.81 ± 23.86 102.73 ± 34.84 92.30 ± 15.55 0.021 Colesterol (mg/dl) 198.44 ± 33.31 201.01 ± 37.54 192.79 ± 33.24 0.215 Triglicéridos (mg/dl) 159.56 ± 82.46 156.15 ± 106.65 135.25 ± 59.18 0.137 HDL (mg/dl) 51.91 ± 16.46 49.90 ± 12.98 51.05 ± 12.17 0.428 LDL 114.45 ± 30.15 118.26 ± 37.43 115.20 ± 29.77 0.553 hbA1c 6.02 ± 1.06 6.20 ± 1.43 5.94 ± 1.08 0.210 Insulina 13.56 ± 8.71 10.19 ± 5.66 9.68 ± 6.14 0.000 HOMA 1.90 ± 2.47 1.37 ± 1.66 1.30 ± 1.62 0.025
Cálculo de varianza (ANOVA).
Del total de mujeres (421), el 26.6% (112) curso con hipertensión; 28.6% (41) en el grupo I; el
27.6% (55) en el grupo II y el 20.2% (16) en el grupo III. En cuanto a la variable de glucosa en
ayuno alterada y diabetes mellitus tipo II; en el grupo I el 34.9% (50) presentó esta alteración, el
37.6% (75) en el grupo II y el 32.9% (26) en el grupo 3 (Graficas I y II).
Grafica I y II: Porcentaje de mujeres que cursaron con hipertensión y alteraciones de la
glucosa (Glucosa en ayuno alterada o diabetes mellitus tipo II)
Del total de mujeres incluidas en este estudio (421) el 52% tenían un diámetro de cintura
≥88cm, en el grupo I el 58% (83), en el grupo II 50.2% (100) y el 45.5% (36) en grupo III; los
niveles de triglicéridos en el grupo I el 42.6% (61) estuvieron ≥150mg/dl, el 40.7%(81) en el grupo
II y el 32.9% (26) en el grupo III. En cuanto a los niveles séricos de HDL; en el grupo I, el 52.4%
(75) tenía <50mg/dl, el 55.7% (111) del grupo II y el 50.6% (40) en el grupo III (Grafica III y IV).
0.00%5.00%
10.00%15.00%20.00%25.00%30.00%
GRUPOI GRUPOII GRUPOIII
28.60% 27.60%
20.20%
HIPERTENSIÓN(mm/hg)
30.00%
32.00%
34.00%
36.00%
38.00%
GRUPOI GRUPOII GRUPOIII
34.90%
37.60%
32.90%
ALTERACIONESDELAGLUCOSA(mg/dl)
18
Graficas III y IV: Porcentaje de mujeres que cursaron con diámetro de cintura ≥88cm y
triglicéridos ≥150mg/dl.
De 421 mujeres que se incluyeron en el estudio el 43.4% (183) curso con síndrome metabólico.
En el grupo I las cuales cursaban con deficiencia de vitamina D (< o = 20ng/ml); el 47.5% (68)
presentó síndrome metabólico; del grupo II, con insuficiencia de vitamina D (>20ng/ml y
<30ng/ml) el 43.7% (87) y las mujeres del grupo III con niveles óptimos de vitamina D (>30ng/ml)
el 35.4% (28) cumplió con 3 o más criterios para síndrome metabólico. (Grafica V)
Graficas V: Porcentaje de mujeres que cursaron con síndrome metabólico en los diferentes
grupos de estudio.
2. Determinación de correlación de Pearson r entre valor de vitamina D y las variables cuantitativas que integran síndrome metabólico para los tres grupos analizados.
Se procedió a determinar el cálculo de correlación de Pearson y regresión lineal entre la
variable predictora (niveles de vitamina D) y las variables de resultado (triglicéridos, HDL,
colesterol, glucosa y diámetro de cintura) de los diferentes grupos; encontrando lo siguiente:
0%
20%
40%
60%
GRUPOI GRUPOII GRUPOIII
58%50.20% 45.50%
CINTURA(≥88cm)
0.00%
20.00%
40.00%
60.00%
GRUPOI GRUPOII GRUPOIII
42.60% 40.70%32.90%
TRIGLICÉRIDOS(≥ 150mg/dL)
0.00% 10.00% 20.00% 30.00% 40.00% 50.00%
GRUPOI
GRUPOII
GRUPOIII
47.50%
43.70%
35.40%
SÍNDROMEMETABÓLICO
19
Grupo I: Deficiencia de vitamina D (n=143)
El valor de correlación de Pearson (r) se encuentró discretamente positivo entre los niveles
de vitamina D y los niveles séricos de triglicéridos en las pacientes del grupo 1
(r=+0.011783682472186); al calcular el coeficiente de determinación, se obtuvo un valor de 0.00
%, lo cual revela, que las variables no se correlacionan entre sí; lo mismo sucedion con los niveles
de HDL (r=+0.032973488397846) con un coeficiente de determinación de 1.08 %. En cuanto a
los niveles de colesterol (r=-0.057934743425543), se obtuvo un coeficiente de 0.33 %, por lo
cual tampoco presento relación; lo mismo sucede con la glucosa (r=+ 0.046414556274839) con
un coeficiente de determinación de 0.21 % y con el valor en centímetros de la circunferencia (r=+
0.036504483699765) con un coeficiente de determinación de 0.13 %; por lo cual la correlacion
de las variables en el primer grupo no tuvieron relación(Tabla II).
Tabla II: Cálculo de correlación de Pearson y coeficiente de determinación entre la variable
predictora y las variables de resultado en mujeres del grupo I
GRUPOI(n=143)
Variablesdependientes
CoeficientedecorrelacióndePearson(r)
Coeficientededeterminación(r²)
Coeficientededeterminaciónen%
Triglicéridos +0.011783682472186 0.000138855172605304 0.00%HDL +0.032973488397846 0.001087250937 1.08%Colesterol -0.057934743425543 +0.0033564344 0.33%Glucosa +0.046414556274839 0.0021543110341 0.21%Cintura +0.036504483699765 0.00133257733 0.13%
Grupo II: Insuficiencia de vitamina D (n=199)
Al realizar el cálculo de correlación de Pearson y regresión lineal en el grupo II; no se encontro
correlacion con los niveles de triglicéridos (coeficiente de determinación de 0.18 %); sin embargo;
al determinar una regresion lineal simple, se aprecia una línea casi horizontal pero con trayectoria
ascendente, lo que nos habla de una asociación positiva débil (Anexo I). Para la variable de
niveles de HDL el valor de la Correlación de Pearson (r) fue negativa, pero muy próximo a cero,
lo que a simple vista refleja asociación correlación nula (r=-0.037239233087938), al calcular el
coeficiente de determinación se obtuvo un valor de 0.13 %, que confirma lo apreciado con el
valor de r; y se establece que si bien, el valor tiene un sentido negativo, es muy próximo a cero,
esto sugiere que las variables no son correlacionables entre sí; sin embargo al determinar una
regresión lineal simple, se aprecia una línea en sentido descendente que refleja correlación
20
negativa débil entre las variables analizadas (Anexo II). Para los niveles séricos de colesterol se
obtuvo un coeficiente de determinación de 1.60 %, lo cual revela que la correlación entre
variables si bien es positiva, la fuerza de covariación es poco significativa; y al determnar la
regresión lineal simple se aprecia una línea ascendente que refleja asociación positiva pero débil
(Anexo III).
La correlación de los niveles de vitamina D y el valor en centímetros de la cintura fue de cero
(r=+0.031380380809821) y el coeficiente de determinación tuvo un valor de 0.09 %, lo cual revela
que la correlación entre variables es nula; sinembargo para la regresión lineal simple se observó
una línea en sentido positivo con trayectoria en ascenso débil (Anexo IV). En la variable de
niveles de glucosa no se encontró asociación alguna; ni significancia en la regresión lineal simple
(Tabla III).
Tabla III: Cálculo de correlación de Pearson y coeficiente de determinación entre la variable
predictora y las variables de resultado en mujeres del grupo II
GRUPOII(n= 199)
Variablesdependientes
CoeficientedecorrelacióndePearson(r)
Coeficientededeterminación(r²)
Coeficientededeterminaciónen%
Triglicéridos +0.043378038472618 0.001881654221731927 0.18%
HDL -0.037239233087938 0.0013867604809 0.13%Colesterol +0.12685190912033 0.01609140684 1.60%
Glucosa -0.004939746160742 0.0000244010921 0.00%
Cintura +0.031380380809821 0.0009847282997 0.09%
Grupo III: Niveles óptimo de vitamina D (n=79)
Por ultimo se realizó la correlación de Pearson y regresión lineal en el grupo III; donde se
observo que los niveles de triglicéridos tuvieron una correlación de +0.11246259866928, con
coeficiente de determinación de 11.24%; es decir, que al incrementar los niveles de vitamina D
el valor de la variable incrementa débilmente; lo cual se observo en la regresión lineal simple
(Anexo V).
En cuanto a los niveles sericos de HDL, se obtuvo una correlación negativa r=-
0.19885955163629, con un coeficiente de determinación de 3.95%; ambos valores obtenidos,
revelan correlación en sentido negativo débil; es decir, al incrementar los valores de la variable
independiente, los valores de la dependiente disminuyen (débil impacto). En la regresión lineal
21
simple se aprecia una línea horizontal con trayectoria negativa que tiene una correlación negativa
débil entre las variables analizadas (Anexo VI). Para el colesterol se obtuvo una correlación de
Pearson negativo (-0.12787750973887), lo que traduce a correlación en sentido negativo débil;
es decir, al incrementar los niveles de vitamina D disminuyen los niveles de colesterol, al calcular
el coeficiente de determinación, se obtiene un valor de 1.63 %, lo qué de la misma manera,
refuerza el resultado anterior y la asociación débil entre variables. Para la regresión lineal simple,
se aprecia una línea con trayectoria descendente en sentido negativo que revela asociación
negativa débil entre las variables analizadas en este estudio. En el valor de Correlación de
Pearson (r) para el valor en centímetros de la cintura fue de -0.20750090810734, con un valor
de coeficiente de determinación de 4.30 %; lo que refleja una correlación en sentido positivo
débil, es decir, a mayor niveles de vitamina D, menor la circunferencia de cintura de las pacientes
analizadas. En la regresión lineal de estas variables se visualizó una línea con trayectoria
descendente en sentido negativo (Anexo VII). Para la variable de niveles de glucosa, al igual que
en los grupos anteriores no se observó una correlación significativa (Tabla IV).
Tabla IV: Cálculo de correlación de Pearson y coeficiente de determinación entre la variable
predictora y las variables de resultado en mujeres del grupo III.
GRUPOIII(n=79)Variablesdependientes
CoeficientedecorrelacióndePearson(r)
Coeficientededeterminación(r²)
Coeficientededeterminaciónen%
Triglicéridos +0.11246259866928 0.11246259866928 11.24%
HDL -0.19885955163629 0.0395451212769 3.95%Colesterol -0.12787750973887 0.01635265749 1.63%
Glucosa +0.06348534095481 0.0040303885161 0.40%
Cintura -0.20750090810734 0.0430566268653 4.30%
22
Discusión
El síndrome metabólico constituye uno de los principales problemas de salud pública y es un
factor de riesgo para sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2 o accidentes
cerebrovasculares; ocasionando un incremento en la morbi-mortalidad. En el presente estudio,
se observó que casi la mitad de la población analizada (43.4%) cumplían con criterios para
síndrome metabólico; muy parecido a lo reportado en la literatura en donde en Estados Unidos
de América y Europa afecta en un 20-25% de la población adulta y en pacientes
postmenopáusica incrementa hasta 31- 55% (7). La población mexicana con una prevalencia de
57% en mujeres e incremento con la edad. (14).
Como bien sabemos la deficiencia de la vitamina D se puede llegar a presentar hasta en un
41.6% de la población en general (12), sin embargo en nuestro estudio el 81.2% de las mujeres
tuvo niveles por debajo de lo considerado como óptimo (>30ng/ml); esto podría deberse a que
existen factores de riesgo para disminución de esta vitamina en pacientes que se encuentran en
la postmenopausia; ya sea debido a la reducción de las actividades al aire libre y la posible
disminución de la capacidad de la piel envejecida para sintetizar 25 (OH) D.
Hasta donde sabemos este es el primer estudio mexicano que investiga la asociación entre
los niveles séricos de vitamina D y síndrome metabólico en pacientes postmenopaúsicas.
En 1979 Rostand y colaboradores describieron un aumento del riesgo de hipertensión arterial
de sur a norte en el hemisferio norte. La exposición a luz artificial 3 veces a la semana durante 3
meses incrementaba los niveles de 25(OH)D3 un 180% y reducía 6 mmHg la presión arterial
sistólica y diastólica. Los adultos con deficiencia de vitamina D presentan un riesgo 50% mayor
de desarrollar un infarto agudo de miocardio y existe una reducción del 80% en el riesgo de
desarrollar enfermedad vascular periférica en pacientes con niveles de vitamina D mayores a
25ng/ml (10). En otro estudio basado en la población de Framingham, se encontró que tener
niveles <10 ng/ml era riesgo relativo de enfermedad cardiovascular de 1,8 (IC 95% 1,05-3,08),
en comparación con tener valores >15 ng/ml, inclusive después de ajustar por factores de riesgo
cardiovasculares (16). En nuestro estudio encontramos que el 28.6% de mujeres con deficiencia
de vitamina D curso con hipertensión, el 27.6% del grupo con insuficiencia y el 20.2% en el grupo
con niveles óptimos de vitamina D; como podemos observar si existe un incremento en la
presencia de hipertensión en mujeres con niveles ajos de vitamina D.
23
En cuanto a los niveles de glucosa, se encontró significancia estadística entre los 3 grupos (p
0.021); sin embargo, el grupo con insuficiencia de vitamina D (<20ng/ml) fue quien tuvo mayor
porcentaje de esta alteración en un 37.6%. En estudios previos se ha observado que las
concentraciones bajas de vitamina D en suero están inversamente asociadas con la resistencia
a la insulina y el síndrome metabólico, especialmente en aquellos con sobrepeso y obesidad.
También están significativamente asociados con el desarrollo de diabetes mellitus tipo I y II y
empeoramiento del síndrome metabólico existente (8).En cuanto al diámetro de la cintura se
encontró significancia estadística (p 0.012) comparando los 3 grupos, con mayor porcentaje en
el grupo I, en donde el 58% tuvieron un diámetro ≥88cm a comparación al grupo con niveles
óptimos de vitamina D, en donde el 45.5% presento esta alteración. En un estudio realizado por
Sara A. Chacko y colaboradores, en el 2011 en pacientes postmenopaúsicas encontraron que
las concentraciones séricas de vitamina D se asociaron de manera constante e inversa al IMC,
circunferencia de cintura y relación cintura-cadera (P <0.001) incluso después de controlar los
factores de riesgo (17).
Eneida Boteon Schmitt y colaboradores en el 2017, realizaron un estudio de cohorte
observacional, donde evaluaron la asociacion entre la deficiencia de vitamina D y los factores de
riesgo para síndrome metabólico en mujeres postmenopausicas y ellos observaron que mujeres
con niveles bajos de vitamina D presentaban niveles altos de colesterol total, triglicéridos,
insulina, HOMA (p<0.05) y niveles bajos de HDL (OR1.60, IC 95% = 1.19-2.40) (p <0.05) en
comparación con mujeres con niveles suficientes de vitamina D (1); lo cual difiere de nuestro
estudio en el cual no se obtuvo significancia estadística en los niveles de triglicéridos al momento
de comparar los 3 grupos (p 0.137); sin embargo en el grupo I el 42.6% tuvieron triglicéridos
≥150mg/dl, 40.7% en el grupo II y 32.9% en el grupo III; observándose tendencia a
hipertrigliceridemia en el grupo de deficiencia de vitamina D. en cuanto a niveles séricos de HDL
y colesterol total, no se encontró significancia estadística, ni tendencia a la alta o baja en ninguno
de los grupos; lo que difiere de la literatura.
Al realizar una correlación de Pearson r entre el valor de vitamina D y las variables
cuantitativas que integran el síndrome metabólico para los tres grupos analizados; solo en el
grupo 3 (pacientes con niveles óptimos) fue donde se observaron resultados más significativos
estadísticamente hablando; sin embargo, en ningún casos se obtuvo una correlación moderada
o fuerte en sentido positivo o negativo (la mayoría de las asociaciones en sentido negativo débil),
lo que puede estar influido por el pequeño tamaño muestral del tercer grupo.
24
Aunque se ha reconocido que las mujeres posmenopáusicas son susceptibles a niveles bajos
de vitamina D en suero y tienen un mayor riesgo de síndrome metabólico, pocos estudios lo han
evaluado. El presente estudio demostró una asociación significativa entre la hipovitaminosis D y
la presencia de síndrome metabólico en mujeres postmenopáusicas, de acuerdo con algunos
otros estudios (1,17–21).
25
Conclusión
Los niveles promedio de vitamina D en nuestro estudio fueron de 24.06ng/ml con un intervalo
de 6.4ng/ml a 64.5 ng/ml y solo el 18.7% de la población de estudio cursaba con niveles óptimos.
En el grupo de mujeres con deficiencia de vitamina D el 47.5% presentó síndrome metabólico,
en el grupo de insuficiencia en 43.7% y el 43.4% en mujeres con niveles óptimos.
Concluyendo que, en la población estudiada, pacientes con diagnóstico de síndrome
metabólico reportaron una frecuencia más alta de deficiencia de vitamina D, en comparación con
las pacientes con niveles óptimos; lo que nos haría pensar en incluir la toma de niveles séricos
de vitamina D como parte del protocolo de estudio en pacientes postmenopaúsicas; ya que son
una población susceptible a cursar con síndrome metabólico y sus complicaciones.
Dentro de las debilidades de este estudio es que el tamaño de muestra no fue suficiente y
como consecuencia la correlación de la hipovitaminosis con los criterios para síndrome
metabólico, no fue fuerte; por lo cual se sugiere llevar a cabo un estudio con mayor número de
población, que comparen tratamientos y cambios en los estilos de vida que favorezcan los niveles
de vitamina D; para determinar si estos impactan en la evolución y presentación de la
enfermedad.
26
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28
Anexos.
Anexo I: Correlación: Niveles de vitamina D
/ Niveles séricos de triglicéridos en mujeres
del grupo 2 (N=199).
Anexo II: Correlación: Niveles de vitamina D
/ Niveles séricos de HDL en mujeres del
grupo 2 (N=199).
Anexo III: Correlación: Niveles de vitamina
D / Niveles séricos de colesterol en mujeres
del grupo 2 (N=199).
Anexo IV: Correlación: Niveles de vitamina
D / circunferencia de cintura en mujeres del
grupo 2 (N=199).
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Anexo V: Correlación: Niveles de vitamina D
/ Niveles séricos de triglicéridos en mujeres
del grupo 3 (N=79).
Anexo VI: Correlación: Niveles de vitamina
D / Niveles séricos de HDL en mujeres del
grupo 3 (N=79).
Se aprecia línea con proyección vertical en ascenso hacia la derecha, lo cual
refleja la asociación débil.
Se aprecia una trayectoria descendente a la derecha, con inclinación muy discreta
en sentido negativo, sinónimo de asociación negativa débil etre variables
estudiadas. Anexo VII: Correlación: Niveles de vitamina
D / Niveles séricos de colesterol en mujeres
del grupo 3 (N=79).
Anexo VIII: Correlación: Niveles de vitamina
D / circunferencia de cintura en mujeres del
grupo 3 (N=79).