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NOTAS ECONÓMICASU N I P I L O T O

I S S N 2 2 5 6 - 2 3 3 8

A ñ o 3 – N o . 3 – J u l i o / S e p t i e m b r e 2 0 1 3

Universidad Piloto de ColombiaPROGRAMA ECONOMÍA. Grupo de Investigación, Economía, Poder y Territorio

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Universidad Piloto de ColombiaJosé María Cifuentes Páez

Presidente

Patricia Piedrahíta Castillo

Rectora

Rodrigo Lobo-Guerrero Sarmiento

Director de publicaciones y comunicación gráfica

Mauricio Hernández Tascón

Director de Investigaciones

Diego Ramírez Bernal

Coordinador General de publicaciones

Juan Alejandro Barreto Tejada

Decano del programa de Economía

Notas Económicas Unipiloto © ISSN: 2256-2338

Programa de Economía.

Grupo de Investigación, Economía, Poder y Territorio

“El Zaibatsu como estructura económico-empresarial en Japón” Flor María Rojas Beltrán

Primera Edición

Año 3 - No. 3

Julio / Septiembre 2013

Diseño de portada y Diagramación:

Departamento de Publicaciones y Comunicación Gráfica de la UPC

La obra literaria publicada expresa exclusivamente la opinión de sus respectivos autores, de manera que no representan

el pensamiento de la Universidad Piloto de Colombia. Cada uno de los autores, suscribió con la Universidad una auto-

rización o contrato de cesión de derechos y una carta de originalidad sobre su aporte, por tanto, los autores asumen la

responsabilidad sobre el contenido de esta publicación.

“EL ZAIBATSU COMO ESTRUCTURA

ECONÓMICO-EMPRESARIAL EN JAPÓN”

Flor María Rojas Beltrán

TABLA DE CONTENIDO

Introducción

1. Períodos en la Historia de Japón

Desarrollo institucional del Shogunato

1.1.1 El período Edo o período Tokugawa (1600-1868)

Autarquía Total

Educación

La agricultura

Los grupos empresariales zaibatsu

Zaibatsu representativos

La familia Mitsui:

La empresa Sumitomo

Mitsubishi (tres diamantes)

El zaibatsu de Yasuda

El zaibatsu de Okura

Furukawa

El zaibatsu de Kuara

El zaibatsu de Fujita

El zaibatsu de Suzuki

El zaibatsu de Asano

1.1.2 La era Meiji (1868-1912)

Papel del Gobierno

Conclusiones

Bibliografía

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Página

TABLA DE CUADROS

TABLA DE FIGURAS

Tabla 1. Shogunatos en Japón

Figura 1: Shogunato Tokugawa Sistema de Clases Sociales

Figura 2: Estructura Empresarial

Figura 3: Clasificación de los Zaibatsu

Año 3 – No. 3 – Julio / Septiembre 2013


8

“EL ZAIBATSU COMO ESTRUCTURA

ECONÓMICO-EMPRESARIAL EN JAPÓN”

Flor María Rojas Beltrán*

- Resumen

El presente documento realiza una revisión histórica de la evolución del sistema económico em-

presarial japonés desde el siglo XII hasta el siglo XIX, con el fin de evidenciar algunos de los hechos

que hicieron posible la creación de las condiciones internas para la industrialización y la posterior

modernización del país.

Haciendo especial énfasis en los grupos empresariales de tradición familiar “Zaibatsu” que do-

minaron las actividades industriales y comerciales del Japón hasta el final de la Segunda Guerra

Mundial, el artículo parte de los períodos en la historia de Japón, continúa con el desarrollo institu-

cional del Shogunato hasta finalizar con la era Meiji (1868-1912) cuando se inició la modernización

del país al abrirse económicamente al exterior y restaurarse el poder imperial.

Palabras clave: Zaibatsu, shogun, daimyo, autarquía

* Economista de la Universidad Central de Colombia, especialista en Gerencia de Negocios Internacionales de la Univer-sidad Antonio Nariño y Magister en Ciencias Económicas de la Universidad Santo Tomás. Actualmente Coordinadora de Investigaciones del Programa de Economía de la Universidad Piloto de Colombia en su sede Bogotá-Colombia.

“EL ZAIBATSU COMO ESTRUCTURA ECONÓMICO-EMPRESARIAL EN JAPÓN”

9NOTAS ECONÓMICAS UNIPILOTO

THE ZAIBATSU AS ECONOMIC

AND BUSINESS STRUCTURE IN JAPAN

- Abstract

This paper takes a historical review of the evolution of Japanese corporate economic system

from the twelfth to the nineteenth century, in order to highlight some of the events that made it

possible to create the internal conditions for the industrialization and modernization of the poste-

rior country.

With particular emphasis on the traditional family business groups “Zaibatsu” that dominated

the industrial and commercial activities in Japan until the end of World War II, section of the peri-

ods in the history of Japan, continues with the institutional development of the Shogunate until the

end of the Meiji (1868-1912) was when the country’s modernization to be outward and economi-

cally restored imperial power began.

Keywords: Zaibatsu, shogun, daimyo, autarky.



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INTRODUCCIÓN

Milagro asiático, milagro japonés son palabras sugestivas que despiertan un gran interés por

ahondar en los hechos y fenómenos que hicieron posible esta connotación. ¿Pero a qué hechos se

hace referencia? en este documento, a los que corresponden a la organización empresarial.

En esta dirección se realiza un estudio descriptivo de la evolución del sistema económico empre-

sarial japonés basado en la conformación de los grupos de tradición familiar corporativos zaibatsu,

los cuales constituyen uno de los elementos que, en mayor medida, contribuyeron al crecimiento

económico del país.

Este estudio inicia con una breve revisión histórica de la economía japonesa a partir del siglo

XII hasta principios del siglo XIX, cuando el sistema de gobierno estaba en manos del Shogunato.

Se hace especial énfasis, en primer lugar, en el Shogunato Tokugawa ( período Edo o período Toku-

gawa) el cual condicionó el pensamiento japonés durante los dos siglos y medio de gobierno hege-

mónico; posteriormente, durante los siglos XVI y XVII, se produce la formación y consolidación de

los grupos empresariales que dominaron las actividades industriales y comerciales del Japón incluso

hasta el final de la Segunda Guerra Mundial; y , por último, se examina la era Meiji (1868-1912),

específicamente cuando, a partir de la caída de la familia Tokugawa y la restauración del poder im-

perial, se inicia la modernización del país al abrirse económicamente hacia el exterior.

En un próximo artículo se pretende continuar con esta evolución hasta llegar al desarrollo em-

presarial moderno y, a partir de allí, generar propuestas de posibles patrones a seguir por parte del

sistema empresarial colombiano.



1. PERÍODOS EN LA HISTORIA DE JAPÓN

No pudiendo precisar con exactitud los orígenes de las diferentes civilizaciones, en los escritos

disponibles sobre la Historia de Japón se establece que los primeros habitantes humanos en el archi-

piélago aparecen en el período Paleolítico (antigua Edad de Piedra) hace aproximadamente 35.000

años. Estas culturas paleolíticas dieron paso a la cultura neolítica “Jomon” entre los años 11.000 y

500 a.C., hábil en la fabricación de cerámicas muy decoradas, modeladas a mano y con una eco-

nomía basada aparentemente en la caza, la pesca y la recolección. Posteriormente surge la cultura

“Yayoi” que utiliza herramientas de metal como el hierro y el bronce y cultiva el arroz, este último

convertido luego en la base fundamental de la agricultura japonesa. Esta sociedad fue de cacicazgos

como el de Yamato entre el 250 y 710 d.C.

Desde el 710, año en que la capital se trasladó de Asuka a Heijo-kyo (actual Nara), hasta el 784

d.C., corresponde el período Nara. En esta época Japón asimiló el sistema de escritura chino y la

filosofía del budismo. Posteriormente, entre los años 794 y 1185 viene el período Heian, en el cual

Japón disfrutó de 350 años de paz y prosperidad. A partir de 1185 se establece el período del Japón

feudal que prevalece por varios siglos hasta 1870, año en el que se instaura la Restauración Meiji.

Esta periodización la ofrece Hane Mikiso, en un breve recuento de su evolución:

Las etapas prehistórica y protohistórica se han clasificado en Jomon (de ca. 8000 a.C., o incluso an-

tes, hasta el año 250 a.C.) y Yayoi (de ca. 250 a.C. hasta el año 250 de nuestra era), respectivamente.

La primera debe su nombre a la cerámica decorada característica de ese período, mientras que la

segunda lo recibe del lugar en el que se encontraron los objetos de cerámica pertenecientes a esta

era. Le sigue el período Yamato (de ca. 300 al 710 de nuestra era), cuyo centro político estaba situado

aproximadamente en la zona de la actual Kioto, conocida entonces como Yamato. A éste le sigue el

período Nara (710-784), que recibe su nombre de la entonces capital. Ésta se trasladó a otra ciudad,

para establecerse diez años más tarde en Heian, la actual Kioto, por lo que a este período se le conoce

como heiano (794-1185). Más adelante, el clan Minamoto emplazó su sede oficial, el shogunato, en

Kamakura (1185-1333), período al que siguió la era del shogunato de Ashikaga (1338-1573). Tras un

cuarto de siglo de dominio de dos caudillos, Oda Nobunaga y Toyotomi Hideyoshi, el clan Tokuwaga

estableció la hegemonía y unidad nacional durante su régimen, que duró de 1600 a 1867. Desde

entonces las distintas épocas han ido recibiendo el nombre de sus emperadores: Meiji (1868-1912),

Taisho (1912-1926), Showa (1926-1989) y la actual era Heisei (1989- ) (Hane, 2000, p. 10).



12

DESARROLLO INSTITUCIONAL DEL SHOGUNATO

Entre los siglos V y XV, en plena Edad Media en la Europa Occidental, predominó el sistema

de organización social, política y económica denominado Feudalismo, cuya actividad económica

estaba basada en la agricultura y sostenida por el trabajo de los siervos. El señor feudal disponía de

feudos, es decir, de porciones de tierra que obtenía hereditariamente a cambio de prestar servicios

militares al rey o a los jefes militares de más alta jerarquía. Los señores feudales a su vez cedían parte

de sus tierras a los siervos, quienes las cultivaban a cambio de una renta o tributo.

Este sistema también imperó en Japón desde fines del siglo X hasta el siglo XIX incluso mientras

el país estuvo dirigido por los Samuráis o Daimyos, los cuales se constituyeron como los soberanos

feudales más poderosos, alcanzando su mayor fortalecimiento durante el período Sengoku o “pe-

ríodo de los estados de guerra” 1.

Durante este período “la relación entre los jefes samurái y sus súbditos se caracterizaba por un

vínculo amo-vasallo o señor-siervo, aunque el señor no estaba obligado a conceder feudos a sus

vasallos” (Hane, 2000, p.38). En la práctica, los servicios de los vasallos eran retribuidos por los amos

al concederles el derecho de recaudar impuestos o bien a través de rentas sobre una porción de las

tierras.

Los Samuráis o Daimyos se constituyeron como una de las clases sociales dominantes resultan-

tes del sistema de gobierno conocido en Japón como el Shogunato 2; “estos últimos eran generales

que actuaban como dictadores y los samuráis eran caballeros japoneses. Ambos dominaron Japón

cerca de siete siglos” (www.portalplanetasedna.com.ar/shogunes.htm).

En la historia del país sobresalen tres Shogunatos de los cuales el Shogunato Kamakura fue con-

siderado como el primer régimen militar feudal japonés entre los siglos XII y XIV, y más específica-

mente desde 1185 hasta 1333, época durante la cual se crearían varias sectas budistas 3.

1. Los estados de guerra: 1573-1603, llamados así porque fue una época de gran inestabilidad y de continuas luchas de poder entre los distintos clanes existentes en Japón. 2. Shogun: literalmente conocido como “Comandante del ejército”. Rango militar concedido directamente por el Emperador, quien depositaba la autoridad civil, militar, diplomática y judicial en él para que gobernara en su nombre. 3. El budismo llegó a Japón a través de Corea. Buda es un título o un epíteto y no un nombre. Significa “alguien que está despierto” en el sentido de haberse despertado a la realidad. Buda fue un hombre llamado Siddharta Gautama, quien vivió hace 2500 años en el norte de la India. El estado de iluminación que alcanzó tiene tres facetas: 1) Es un estado de “Sabiduría”, de ver las cosas como realmente son. 2) Es una fuente de “Compasión” o Amor, manifestada en una actividad constante para el beneficio de todos los seres. 3) Y es la liberación total de las energías de la mente y cuerpo para que estén al servicio de la mente plenamente conciente.



Entre 1338 y 1573 se instauró el segundo Shogunato que correspondió a la dinastía Ashikaga, li-

derada por Ashikaga Takauji quien estableció su gobierno feudal en Kioto. Este sistema de gobierno,

a pesar de haber sido débil si lo comparamos con los otros dos Shogunatos, se caracterizó por ser

muy próspero y con un extraordinario desarrollo en el arte, la literatura y la arquitectura. Una de sus

mayores manifestaciones son los majestuosos castillos construidos no solo como defensa militar

sino como medio para mostrar el poder del señor feudal a sus súbditos. En el campo económico,

tal y como afirma Hane (2000), el avance también fue significativo y se manifestó en la producción

agrícola, en el comercio y en la industria:

La prosperidad comercial vino acompañada del crecimiento de la economía monetaria. El comercio

con China fomentó el uso de monedas, lo que favoreció la actividad de prestamistas y mayoristas.

Las ciudades que contaban con puerto, mercado o castillo se convirtieron en importantes centros

de actividad comercial. Algunos llegaron a ser ciudades autónomas, como Sakai, cerca de Osaka,

pero esta independencia se debilitó en el siglo XVI, cuando los poderosos daimyos pasaron a ejercer

el control (p. 46).

El tercer Shogunato, período Tokugawa o período Edo, se extiende desde el 24 de marzo de 1603

hasta el 3 de mayo de 1868. Fue de gran importancia para el país en tanto condicionó el pensamien-

to japonés, su escala de valores, su conducta social y sus instituciones durante los dos siglos y medio

de gobierno hegemónico. Estos elementos son algunos de los que justifican la atención concedida

a este Shogunato en los siguientes párrafos.

La tabla 1 resume los períodos y fundadores de los tres sistemas de gobierno mencionados an-

teriormente:

Shogunato Período Era Capital Fundador

Kamakura 1185 a 1333 Kamakura Kamakura Minamoto no Yoritomo

Ashikaga 1338 a 1573 Muromachi Kioto Ashikaga Takauji

Tokugawa 1603 a 1868 Edo Edo Tokugawa Ieyasu

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Shogunato (consultado el 14 de enero de 2014)

TABLA 1. SHOGUNATOS EN JAPÓN



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Dentro del Shogunato se definían los órganos constitutivos y sus funciones. Así, por ejemplo, en el

Shogunato Kamakura, el mandokoro era el encargado de los asuntos administrativos, financieros y de

política exterior; el samurái dokoro, de los asuntos militares y de policía y el monchugo era el encargado

de los asuntos jurídicos, por lo que actuaba como una especie de Corte de Justicia.

En lo social, en los Shogunatos existían estructuras jerárquicas que se distinguían no solo por su

nivel de educación sino también por su privilegio y estatus. La cabeza del Shogunato era el Shogún,

mientras que el aparato organizacional que le seguía variaría según los diferentes Shogunatos.

1.1.1 EL PERÍODO EDO O PERÍODO TOKUGAWA (1600-1868)

Como afirma Hane (2000) “entre los daimyos contendientes del siglo XVI, el caudillo guerrero

que se perfilaba como posible gobernante fue Oda Nobunaga, señor del territorio que rodeaba Na-

goya 4 . En 1568 Nobunaga ocupó Kioto y, en 1573, puso fin al shogunato Ashikaga” ( p. 57).

Nobunaga fue un guerrero despiadado que ejecutó a miles de campesinos, monjes, mujeres y

niños. Terminó muriendo a manos de uno de sus seguidores que al final se puso en su contra. A

Nobunaga lo sucedió el campesino Toyotomy Hideyoshi , quien hacia finales del siglo XVI, además

de dominar todo Japón tuvo la intención de someter a Corea y luego a China. A su muerte se origina

entre los líderes daimyos una lucha por el poder, en la que logra vencer Tokuwaga Leyasu, impo-

niendo a partir de entonces la hegemonía Tokugawa.

Leyasu era tan ambicioso y despiadado como cualquier otro daimio. Tras ser nombrado shogún en

1603, decidió permanecer en Edo, que pasó a ser la sede del gobierno; asignó a los daimyos grandes

extensiones de terreno a modo de feudos, si bien la familia Tokugawa conservó por herencia las po-

sesiones más extensas (Hane, 2000, p. 60).

Prevalecía para los daimyos la libertad para gobernar sus dominios (han), pero el Bakufu 5 tenía

el control total tanto de las relaciones exteriores como de la acuñación de la moneda y del trans-

porte generado entre los feudos.

4. Cuarta ciudad más grande de Japón5. “Cuando los guerreros samurái entraban en combate, su jefe generalmente dirigía la batalla desde una tienda de campaña. Los campamentos militares eran conocidos con el nombre de bakufu ”(Hane,2000, pág. 27).



Como señala Grabowiecki (2006) “en este Shogunato existía una estructura social con una ri-

gurosa jerarquía de las cuatro castas por debajo de la familia imperial y de los nobles cortesanos;

donde los samuráis detentaban el poder, los campesinos y artesanos ofrecían la producción y los

servicios y los comerciantes distribuían las mercancías” ( p.4);

La dirección emanaba de un gobierno o Shogunato, como se representa en el siguiente esquema:

FIGURA 1: SHOGUNATO TOKUGAWASISTEMA DE CLASES SOCIALES

SHOGÚN

Entregaba a los daimyo la tierra

1) Daimyo

4) Parias Hinin: comerciantes, pobres, delincuentes

4) Parias por nacimiento: matarife, curtidor, zapatero

1) Samurái

2) Campesinos (80%)

3) Artesanos y Comerciantes (13%)

Fuente: Elaboración propia



16

Tal y como se presenta en la figura 1, la tierra pertenecía a los shogunes y a los daimyos,

estos últimos controlaban a sus vasallos (samuráis) y a los campesinos. Los samuráis al servicio

de los señores daimyo residían normalmente en los castillos de estos y dado que no tenían pro-

piedades, cobraban su paga en especie (arroz). Los campesinos, segunda clase social, se consti-

tuyeron en la base de la economía del país. Trabajaban las tierras del daimyo entregándole una

parte de la cosecha, generalmente de arroz, como forma de impuesto, “la extensión de terreno

cultivable, aunque variaba, era por término medio de un cho (algo menos de una hectárea).

No pagaban una cantidad fija de impuestos, pero en general debían entregar entre el cuarenta

y el cincuenta por ciento de la cosecha” (Hane, 2000, p. 62). El campesinado en su mayoría era

muy pobre y lo que obtenían con su trabajo apenas les permitía sobrevivir.

La tercera clase social compuesta por artesanos y comerciantes representaba aproximada-

mente el 13% de la población. Habitaban en las ciudades que se venían formando en torno a

los castillos y, gracias al crecimiento comercial impulsado por el bakufu y por algunos daimyos,

alcanzaron un notable desarrollo. “En teoría estaban por debajo del campesinado en la jerar-

quía social Tokugawa, no solo por la influencia de la filosofía de Confucio, sino también porque

los campesinos eran la espina dorsal de la economía” (Hane, 2000, p. 63).

Por último, “en el grupo de los parias, última clase social, se distinguían dos subgrupos:

el primero integrado por los hinin en el que se encontraban los comerciantes, los pobres, las

prostitutas y delincuentes y en el segundo se destacan algunas profesiones como el matarife,

curtidor y zapatero, unos y otros de este grupo vivían en la más absoluta marginación y discri-

minación” (Pelegrín , 2008, p. 3).

En una posición también de inferioridad se consideraba a la mujer. Una práctica que aun-

que se remonta a los orígenes de la clase samurái fue institucionalizada en la era Tokugawa,

cuando concedieron al jefe masculino del hogar la autoridad sobre todos los miembros de la

familia, derechos sobre las propiedades e, incluso, derecho para llevar una vida promiscua,

“los padres disponían los matrimonios sin contar con la opinión de las hijas. El marido podía

divorciarse de su esposa cuando quisiera, un derecho del que no gozaba la mujer, que tenía

que soportar pacientemente abusos y malos tratos además de servir al marido y a su familia

política” (Hane, 2000, p. 67).

AUTARQUÍA TOTAL

Durante cerca de 260 años el Shogunato Tokugawa lideró los destinos de Japón adoptando, entre

otras medidas, la del cierre total hacia el resto del mundo, al punto de que para 1633 el único contacto



6. Los mercaderes que desde Portugal, los Países Bajos, Inglaterra y España llegaron a Japón durante el siglo XVI fundaron misiones cristianas. En 1549, también llegó a Japón para predicar el cristianismo el misionero español jesuita San Francisco Javier tras desembarcar en Kagoshima, Kyūshū, aprovechando las rutas comerciales portuguesas. A comienzos del siglo XVII, el Shogunato comenzó a sospechar de las misiones cristianas, considerándolas precursoras de una conquista militar por fuerzas europeas y, como medida de protección, ordenó el aislamiento y cierre de Japón a toda relación con el mundo exterior a excepción de contactos restringidos con mercaderes chinos y neerlandeses en la ciudad de Nagasaki. 7. “Esta política de país cerrado establecida en 1639 es introducida luego de un siglo de exposición de múltiples influencias de españoles, portugueses, holandeses, ingleses y chinos. Se introdujeron en ese período relojes, telescopios, objetos de vidrio, terciopelo, azúcar, tabaco, armas de fuego y se conocieron técnicas para refinar metales y separar la plata del cobre. Los chinos aportaron conocimientos médicos, el ábaco, textos de matemáticas y estudios de Confucio. Además la enciclope-dia china, que ilustraba en temas agrícolas, mineros y manufacturas” (Zalduendo, E.(1996). En la reseña sobre Desarrollo Tecnológico de Japón que hace del libro de Tessa Morris-Suzuki, p.54).

con el exterior era a través de Nagasaki donde los holandeses y los chinos estaban autorizados a comer-

ciar 6. Tampoco había libertad de movimiento y los japoneses no podían entrar ni salir del país.

No obstante la implementación de una política autárquica 7 y los efectos económicos negativos que

se derivaban de la pérdida de oportunidades de beneficiarse del intercambio tecnológico con Europa y

de no lograr el ascenso de una burguesía comercial comparable a la europea, el Shogunato Tokugawa

permitió que la economía preindustrial japonesa alcanzara un fuerte dinamismo y que se crearan las

condiciones internas para la industrialización y la posterior modernización del país.

A continuación se enumeran algunas de estas condiciones, tal y como las describe Pelegrín Solé,

(2008): “unidad política y estabilidad; desarrollo de la agricultura: el centro de actividad económica fue

cambiando gradualmente desde una producción agraria de subsistencia a una agricultura comercial;

desarrollo del transporte y de mercados nacionales; auge del comercio, de las finanzas y de una clase

comerciante adinerada; crecimiento de actividades manufactureras como la artesanía y la alimentación;

promoción industrial por los gobiernos locales (han); alto nivel de educación” (p. 2).

EDUCACIÓN

A pesar de mostrar el Bakufu resistencia para permitir el estudio de libros occidentales, hacia princi-

pios del siglo XVIII muchos estudiosos comenzaron a interesarse por el pensamiento, los conocimientos

y las técnicas, así como por las normas de conducta del derecho, de la filosofía y la ciencia e industria

occidentales.

En esta dirección y como lo expresa Beashley (1995), el Bakufu y algunos señoríos antes de la

Restauración (1868) enviaron japoneses para que se capacitaran en el extranjero en aquellas áreas

con las que podrían contribuir positivamente al logro de la fuerza nacional como la ciencia militar,

la náutica, la fabricación naval y otros temas de tecnología. A otros estudiantes se les permitió esco-



18

LA AGRICULTURA

Se constituyó en el sector más importante en términos de producción y empleo en todas las econo-

mías preindustriales. En Japón estaba organizada de tal forma que una parte sustancial de los excedentes

de producción generados por las familias campesinas que organizaban el trabajo agrario de manera au-

tónoma, era absorbida por élites locales: daimyos y samuráis. Los rendimientos de la tierra aumentaron

durante este período en respuesta a las innovaciones biológicas (introducción de mejores variedades de

arroz) y a una mayor eficiencia tanto en la explotación como en el uso de la mano de obra.

El cultivo del arroz además de satisfacer necesidades de consumo sirvió como medio de remu-

neración, a modo de impuesto e, incluso, como ya se mencionó, como medio mercantil, por lo cual,

a finales del siglo XVII, algunas ciudades como Osaka, Kyoto y Edo (ahora Tokio) se utilizaron como

lugares de almacenamiento del arroz procedente de distintas provincias, creándose en ellas centros

nacionales mercantiles, los cuales pertenecían a distintos propietarios feudales.

El trabajo de las familias campesinas comenzó entonces a diversificarse en actividades no agra-

rias como la manufactura doméstica (por ejemplo, productos textiles) que se desarrollaba a través

de un sistema de encargos: un grupo de comerciantes-empresarios distribuía las materias primas

entre los hogares campesinos y estos las transformaban en productos que posteriormente eran

comercializados por los comerciantes-empresarios.

Gracias a estas circunstancias se inicia la cooperación entre las castas y con ello la aparición de

los gremios y organizaciones aprobadas por el Bakufu. Entre algunas de estas primeras organiza-

ciones están las asociaciones de comerciantes de la seda y el oro. Más tarde fueron establecidas las

asociaciones monopolistas de combustibles, plata, cobre y cal.

Como lo expresa Alonso Ramos (2002) durante la mencionada etapa Tokuwaga nacieron y se

fortalecieron las más importantes y renombradas familias comerciantes. También se dio un fuerte

desarrollo de las infraestructuras — fundamentalmente en el sistema de carreteras del momento—,

hecho que favoreció el desarrollo del comercio en general y del comercio costero en particular.

ger derecho, medicina o pedagogía, disciplinas en las que también encontraban un valor práctico;

tal y como afirma este autor, “el número de estudiantes enviados al extranjero incluyendo los del

Bakufu, llegaba a 150. Algunos una vez en el extranjero ampliaban el alcance de sus estudios por

propia iniciativa. Por ejemplo, Nishi Amane, a quien el Bakufu había enviado a Holanda en 1862

para estudiar derecho y economía, pasó bastante tiempo en Leiden aprendiendo acerca de la filo-

sofía occidental”.



LOS GRUPOS EMPRESARIALES ZAIBATSU

Kotler afirma en su obra La nueva competencia (1985) que “El Zaibatsu tuvo su origen en los

siglos XVI y XVII y dominó las actividades industriales y comerciales del Japón hasta el final de la

Segunda Guerra Mundial” (p.264).

Estos grupos empresariales originados en el seno de las familias feudales desempeñaron un pa-

pel fundamental en el ascenso económico de Japón en tanto orientaron sus esfuerzos no sólo a

la actividad económica sino, también, a la actividad política, al proporcionar recursos y medios

financieros para apoyarla.

Como emporios empresariales, los zaibatsu manejaban diversos sectores de la economía japo-

nesa. Por lo general estaban controlados por una estructura de holding (tenencia) de propiedad de

las familias y/o familias de japoneses ricos. A través de empresas matrices ejercían control y dirigían

a las filiales que disfrutaban de posiciones oligopólicas 8.

La dirección de los zaibatsu estaba en cabeza de la familia propietaria de la empresa que osten-

taba más poder. Además, sus miembros al haber cursado estudios universitarios y técnicos en las

mejores escuelas europeas y americanas, poseían los conocimientos necesarios para llevar a cabo la

administración de las modernas empresas de la época.

8. El oligopolio es un tipo de mercado imperfecto. Una de sus características es que pocos productores dominan un mercado.

Cia AMatriz

SubsidiariaA1

SubsidiariaF1

A2 F2A3 F3A4 F4

Cia B Cia C Cia D Cia E Cia F

ZaibatsuFamilia

Gran Banco

MonopolioBilateral

FIGURA 2: ESTRUCTURA EMPRESARIAL




20

Según se puede observar en la figura 2, el zaibatsu 9 está compuesto de un grupo de 20 o 30 com-

pañías grandes de diversos sectores económicos (Cía. A, B, C, etc.) o compañías matriz, las cuales

se reúnen en torno a un banco poderoso. De cada una de estas compañías se desprenden muchas

compañías menores, llamadas también compañías subsidiarias o satélites, que proveen servicios

específicos a las más grandes (por ejemplo insumos) estableciéndose de este modo una relación de

monopolio bilateral, en tanto cada satélite trabaja exclusivamente para la compañía mayor y esta,

a su vez, sólo contrata los servicios de la menor. Esta estructura así definida, sugiere y refuerza uno

de los principios fundamentales en los que se basa la filosofía organizacional de Japón: cimentarse

en la cooperación y el trabajo en equipo.

9. “Antes de que se produjera la Segunda Guerra Mundial, el centro de la economía japonesa estaba en manos de muy pocos y poderosos conglomerados familiares verticales llamados Zaibatsu, los cuales tenían una estructura de propiedad piramidal, donde en la cumbre se encontraba determinada familia que lo controlaba” (Ramos, A., 2002, pp. 176-7). 10. “Antes de la Segunda Guerra Mundial, los principales zaibatsu eran Mitsui (con 101 empresas), Mitsubishi (con 73), Sumitomo (con 34) y Yasuda (con 44). Todos ellos habían empezado siendo compañías de comercio, seguros y Banca, pero en las décadas de entreguerras, aproximadamente el cuarenta por ciento del capital minero e industrial ya les pertenecía” (García, J.,1994, pp. 58). 11. La información sobre los orígenes de estos grupos empresariales se puede ampliar en su mayoría en Zaibatsu: La subida y la caída de los grupos de la empresa de la familia en Japón .Recuperado de http://www.applet-magic.com/zaibatsusp.htm.

ZAIBATSU REPRESENTATIVOS

Las mayores empresas familiares que se levantaron durante el ascenso de la era Meiji fueron

Mitsui, Mitsubishi, Sumitomo y Yasuda10 . A continuación se consideran algunos aspectos relevan-

tes, no sólo de estas cuatro empresas sino de otras como: Okura, Furukawa, Kuhara, Suzuki, Fujita

y Asano, las cuales también contribuyeron al crecimiento económico del país 11 (Morikawa, 1992).

LA FAMILIA MITSUI:

Hachirobei Takatoshi Mitsui comenzó su actividad a mediados del siglo XVII como comerciante

de seda, fue el fundador de la dinastía de Mitsui. Posteriormente, aprovechando el uso del trueque

extendió su actividad hacia otras materias primas, para 1673 ya vendía kimonos de alta calidad.

También fundó una empresa de crédito local, una de arroz y una tienda de cambio de moneda.

Estos negocios de servicios financieros llegaron a ser incluso más importantes que las tiendas de las

mercancías secas que fueron el negocio original de la familia.

Hacia 1680 operando a gran escala, la empresa ya contaba con filiales en Kyoto y Osaka. Diez años

después, Mitsui se convirtió en proveedor privilegiado de los servicios fiscales de la shogun y de la

corte imperial, y ya por este tiempo había creado una amplia cadena de centros al por mayor. La



LA EMPRESA SUMITOMO

Esta empresa estuvo liderada por Soga Riemon quien aprendió la fundición y el proceso del cobre

en Osaka; en el año 1590 fundó una refinería de cobre en Kyoto:

Después de aprender Sumimoto, el método moderno de fundición de cobre de los mercaderes eu-

ropeos, Japón se convirtió en el mayor productor mundial del cobre. En 1783 junto con el estable-

cimiento de un monopolio de la producción de cobre y el comercio por el bakufu, Sumitomo se

constituyó en el representante del shogun en el área de Kansai, y posteriormente en 1871 comenzó

a explotar los yacimientos de Besshi. Los altos ingresos adquiridos tanto de la producción de cobre

como del comercio, le permitió extender su actividad a la producción de textiles, prendas de vestir,

azúcar y medicamentos (Grabowiecki, 2006, p.6)

MITSUBISHI (TRES DIAMANTES)

El origen de Mitsubishi se remonta a 1870, cuando su fundador Yataro Iwasaki comienza una em-

presa de envíos con tres viejos buques de vapor. Con el tiempo, el hermano de Yataro, su hijo y su

sobrino extendieron el negocio a varios campos fundando las compañías Mitsubishi.

La palabra Mitsubishi que significa “tres diamantes” empezó como empresa de transporte y luego

se diversificó en áreas como la minería y reparación de barcos. En 1917 produjo el modelo A, que sería

el primer coche de pasajeros de esta marca. Sin embargo en los años siguientes los esfuerzos se centra-

ron en construir barcos y vehículos para la guerra.

Después de la Segunda Guerra Mundial, la organización Mitsubishi original es dividida para con-

vertirse en compañías independientes, tal como es hoy.

familia Mitsui organizó una cadena de correos entre Osaka y Edo, y comenzó a comprar tierras para

la gestión agrícola (Grabowiecki, 2006, p. 5).

Cuando el Shogunato Tokuwaga fue derrocado, Mitsui fue seleccionado por el nuevo gobierno

Meiji para proporcionar servicios financieros y para la preparación en la creación de un banco cen-

tral para Japón.

EL ZAIBATSU DE YASUDA

Fue fundado por Yasuda Zenjiro al final de la era Tokuwaga. Yasuda provenía de una familia pobre

de la clase samurái. Emigró a Edo y trabajó hasta 1863 en el negocio de cambio de divisas. Para 1867 ya

realizaba operaciones financieras para el Shogún, entre las cuales estaba la supervisión de la colección



22

EL ZAIBATSU DE OKURA

Fundado por Okura Kihachiro de la clase campesina. En 1857 comenzó su propio almacén de

tienda de comestibles que mantuvo durante ocho años. En 1872 Okura viajó a Europa y a Estados

Unidos donde logró importantes contratos de gobierno. Okura también proporcionó fuentes mi-

litares al gobierno.

FURUKAWA

Ono era un banco que mantuvo en depósito fondos del gobierno e invirtió los fondos ociosos

en la seda cruda que exportaba. Cuando el gobierno Meiji exigió sus depósitos, y otros depositantes

de ahorros exigieron también los suyos, Ono no pudo responder. Furukawa Ichibei era empleado de

Ono y a la vez ahorrador, así que cuando esta se derrumbó, fundó una compañía que mantenía las

mismas actividades de Ono como la exportación de la seda cruda.

EL ZAIBATSU DE KUARA

Kuara tuvo sus orígenes en el zaibatsu de Fujita. Kuhara Fusanosuke era el sobrino del fundador

de Fujita. A Kuhara se le encargó una mina de plata de propiedad de Fujita en Kosaka, este hombre

de negocios transformó esta mina totalmente improductiva en una mina de cobre provechosa,

utilizando el mismo mineral de cobre de calidad inferior disponible en ella. El éxito de esta mina

restableció el zaibatsu de Fujita convirtiéndolo en el tercer productor de cobre más grande de Ja-

pón en su momento.

EL ZAIBATSU DE FUJITA

Fujita Denzaburo logró capitalizar gracias a las conexiones con algunos oficiales del gobierno en

Choshu (provincia de Japón) y a los contratos de gobierno para las mercancías y los proyectos de obra

civil. Esta familia se dedicó a la cervecería, la salsa de soja y al sake en Choshu. Fujita y sus dos herma-

nos fundaron más adelante Fujita-gumi, una compañía dedicada a proyectos de minas y drenaje.

EL ZAIBATSU DE SUZUKI

Fue fundado por Suzuki Iwajiro de Kobe. Suzuki comenzó, en 1874, como importador de azúcar,

luego se expandió con la exportación del alcanfor y la menta. También construyó un molino de acero

en la acería de Kobe y, a través de contratos obtenidos, logró proveer a la marina japonesa.

de oro y de plata. Bajo el gobierno Meiji continuó proporcionando servicios financieros. En 1876 Yasuda

había fundado el tercer banco nacional de Japón.



EL ZAIBATSU DE ASANO

Su fundador, Asano Soichiro, llegó a Tokio prácticamente sin recursos y logró progresar a través

de ventas en la calle de agua de azúcar, leña, carbón de leña y carbón a pequeñas empresas minorista.

El carbón, en ese entonces, se utilizaba de manera intensiva en la producción de gas de carbón

usado en los sistemas de luz de los hogares y negocios. Al producir el carbón del gas a través de altas

temperaturas se termina generando el coque.

El coque a pesar de ser un combustible valioso y esencial para la generación de hierro no era

utilizado ampliamente; Asano observó que podía usarse como combustible tanto en el cemento

como para los fabricantes de papel, por lo que se dedicó a comercializarlo. Gracias a su éxito en la

comercialización, Asano pudo capturar una parte importante del mercado del carbón, lo que le

posibilitó comprar en 1884 una planta de cemento del gobierno y, con ello, iniciar su propia com-

pañía de envío para transportar su carbón y cemento. Como resultado de sus buenos contactos

con el gobierno, obtuvo los derechos exclusivos para importar el kerosene de una compañía rusa.

A continuación se describe en la siguiente figura los zaibatsu mencionados, los cuales se pueden cla-

sificar en tres grandes grupos de acuerdo con la actividad económica desarrollada por cada uno de ellos.

FIGURA 3: CLASIFICACIÓN DE LOS ZAIBATSU


1) Los Zaibatsu constituidos por empresas industriales, comerciales y financieras

Mitsui Mitsubishi y Sumimoto

Yasuda, Shibusawa y Kawasaki

Akura, Asano y Furukawa

2) Los Kinyu Zaibatsu- zaibatsu financiero- compuestos en su mayoría por un Banco, Empresas de Seguros y Transportes. Excluían generalmente a las empresas industriales

3) Los Sangyo Zaibatsu, los cuales no realizaban actividades financieras



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En esta clasificación, a los del primer grupo se les denominó sogo zaibatsu— zaibatsu general— los

cuales evidentemente eran los grupos más poderosos y autónomos, en ellos las relaciones financieras

eran muy estrechas entre las empresas y el banco así como entre las filiales del grupo. Con el tiempo

algunos nuevos zaibatsu surgieron, como el de la Nissan.

A decir de Montaño (1990) “el proceso de concentración de los zaibatsu fue muy dinámico. A

mediados de los años treinta, más de 50% del capital industrial se encontraba en manos de casi 51%

de las empresas. Los zaibatsu eran controlados por una sociedad familiar y el capital pertenecía a los

descendientes directos de los fundadores” (p. 50).

Hasta 1945 estas empresas japonesas estuvieron presentes en la mayoría de los sectores econó-

micos y fueron disueltas tras la segunda guerra mundial. En respuesta de ello, son reemplazadas por

los grupos de industriales y las corporaciones financieras llamadas “Keiretsu” las cuales comenzaron a

cobrar gran importancia para el crecimiento económico del país.

1.1.2 LA ERA MEIJI (1868-1912)

Tal y como afirma Valdivieso (1997) “este período comenzó el 23 de octubre de 1868 cuando

se restableció la regla de gobierno imperial. El gobierno del Emperador Mutsuito 12 contó con la

lealtad y los servicios de los líderes de algunas provincias y de los jóvenes samurái, quienes susti-

tuyeron el sistema feudal del período anterior por una administración centralizada y dejó al país

dividido en prefecturas 13. Los samuráis pasaron a ser súbditos comunes y el aparato administrativo

se constituyó en una casta de funcionarios burócratas, dentro de la cual los jóvenes samurái tenían

activa participación” (p. 21).

Con la caída de la familia Tokugawa y la reinstauración del poder imperial —tras el traspaso del

poder estatal del Shogún al Emperador— el Emperador Meiji mantuvo su reinado durante cuaren-

ta y cinco años e inició la modernización del país al abrirse económicamente al exterior y dar paso

a una economía más industrializada que, entre otras cosas, buscaba retomar elementos esenciales

de las economías de Occidente.

12. Meiji Mutsuhito (Kyoto, 1852 - Tokio, 1912) accedió al poder a la muerte de su padre, el emperador Komei, en 1867. En cuanto fue coronado(1868) abolió el Shogunato, cargo político-militar ocupado por la familia Tokugawa desde el siglo XVII, la cual ejercía el poder en Japón y relegaba al emperador a un papel simbólico. La incapacidad de los Tokugawa para impedir la apertura del país a los occidentales provocó una reacción nacionalista en la corte imperial que dio lugar al enfrentamiento armado entre partidarios y enemigos del shogún en los últimos años del reinado de Komei. 13. Prefecturas son las jurisdicciones en las que está dividido Japón. Esta división fue establecida por el gobierno Meiji. Inicialmente fueron creadas unas 300 prefecturas, estas fueron disminuyendo hasta llegar a 47 en el año de 1888.



14. La primera guerra chino-japonesa (1894-1895) enfrentó a China y Japón, principalmente por el asesinato de la reina de Corea y por la pretensión que tenía Japón de ejercer control sobre Corea. Este expansionismo territorial llevó al gobierno Meiji a crear un área de influencia alrededor de Japón para proteger sus intere-ses frente a Occidente. Corea ocupaba un lugar estratégico en dicha área que se encontraba bajo la protección de China. La política expansionista de Japón también chocó con Rusia y acabó en guerra. Esta guerra conocida como La guerra ruso-japonesa (1904-1905) ocurrió en Corea, Manchuria y el Mar Amarillo, por rivalidad político militar entre Japón y Rusia.

Alonso Ramos (2002) afirma que “ese talento japonés desarrollado y demostrado, en las eras

Meiji y posterior para retomar rasgos del mundo occidental no era nuevo, en tanto los japoneses

siempre supieron asimilar elementos transcendentales para el país, como la filosofía confuciana, el

budismo o la escritura china. La herencia del periodo Tokugawa en lo referente a ideales políticos

fue la fuerza motriz unificadora del desarrollo posterior del país” (p. 10).

En los comienzos de la era Meiji, el slogan para el Japón que emergería como el primer país asiáti-

co industrializado era “país rico, armada fuerte”, principio rector que enmarcó una política orienta-

da a que las prioridades se centraran en la industrialización, el establecimiento de una constitución,

un parlamento y un proceso de expansionismo territorial hacia naciones vecinas que lo llevaría a

enfrentarse militarmente al Imperio Ruso y al Imperio Chino 14.

PAPEL DEL GOBIERNO

Resulta decisivo el papel que juega el gobierno durante esta época. Con un fuerte espíritu em-

presarial intervino todos aquellos sectores en los que observó la necesidad de incorporar una acti-

vidad industrial inexistente o en donde no existía la iniciativa privada.

El proceso de modernización implicaba la consecución de recursos económicos dirigidos a domi-

nar a los nobles resistentes, a reprimir las agitaciones campesinas, indemnizar a los propietarios feuda-

les, proteger y fomentar la industria e instalar la producción de manufacturas estatales, lo que implicó

a su vez modernizar el Estado, las fuerzas armadas y el sistema burocrático. Debido al escaso desarrollo

del capital industrial, el gobierno de la Restauración buscó sus recursos financieros en la tierra y en los

impuestos territoriales. Los tributos que se recogían en especie, se transformaron en impuestos en

dinero y esta modalidad financiera constituyó el punto de arranque para las reformas agrarias.

En cuanto a las fábricas del Estado, se desarrollaron por todo el país arsenales y siderurgias.

Las fábricas de hilados y tejidos fueron rápidamente modernizadas a través de un proceso cono-

cido como revolución industrial “desde arriba”, permitiendo que a partir de 1880 estas empresas



26

protegidas por el gobierno, pasaran mediante subasta pública a manos de capitalistas monopo-

listas como Mitsui y Mitsubishi, las cuales mantenían estrecho contacto con el Estado.

Zalduendo (1996) describe:

El Estado y la infraestructura industrial implementada por el “Kobusho” (referenciado indistin-

tamente como Ministerio de Industria o de Ingeniería o de Construcción) permitió que en solo

15 años, de 1870 a 1885, se realizaran importantes avances en la incorporación de adelantos

tecnológicos: la construcción del ferrocarril Tokyo-Yokohoma más otras líneas cortas, redes tele-

gráficas y diversos proyectos mineros utilizando máquinas de vapor, la acería de Kamaishi, los

astilleros de Nagasaki y Hyogo, máquinas de hilar y de tejer. A otras industrias impulsadas por

el Estado como: siderurgia, astilleros, textiles en general y textiles de seda, se les facilitó la impor-

tación de maquinarias y el ingreso de técnicos extranjeros. La cantidad de técnicos extranjeros

en las empresas del Estado para 1870 era de 1294 y en las privadas 916, pero veinte años más

tarde en 1890 estas proporciones se habían alterado sustancialmente. En el Estado solamente

140 y en las privadas, 1930 (p. 57).

Hacia 1881 comenzó una política de privatización de las inversiones públicas que fue posible

gracias a los capitales acumulados en los sectores tradicionales. Esto supuso una oportunidad para

que muchos de los zaibatsu existentes ampliaran su abanico de empresas.

Al considerar la modernización y la occidentalización del país, los objetivos claves de la políti-

ca de gobierno se orientaron hacia diferentes sectores: educativo, de infraestructura, empresarial,

agrícola, político y de comercio exterior, entre otros, y sobre los cuales nos referiremos brevemente

a continuación.

Educativo: este quizá constituyó el principal interés en el que se centró el gobierno, convencido

que para lograr un país moderno y desarrollado era necesario contar con una población educada,

con capacidad para participar en los procesos de renovación económica, social y cultural.

La incorporación y difusión de nuevas tecnologías fue un tarea a la que se prestó una gran

atención en la primera etapa Meiji y fue acompañado por la introducción de la educación

obligatoria (1871), la aprobación de nuevos textos para la enseñanza primaria incluyendo la

adaptación gráfica en los textos de física, y la formación de técnicos en el Imperial College of

Engineering donde enseñó un grupo de profesores escoceses (Zalduendo,1996, p. 58).



Al inaugurarse una nueva sede de educación en Occidente para todos los jóvenes, se dio la posibilidad

de enviar a miles de estudiantes a Estados Unidos y Europa, y contratar a un grupo importante de profeso-

res occidentales para enseñar ciencias modernas, matemáticas, tecnología y lenguas extranjeras en Japón.

Estos esfuerzos del Gobierno direccionados hacia la población, posibilitaron la asimilación tanto

de las nuevas ideas como del conocimiento técnico y tecnológico occidentales.

Reformas económicas: soportados en postulados de liberalización económica, el Gobierno

aprobó el intercambio de bienes y servicios, la iniciativa privada de creación de nuevos negocios y,

en general, permitió que la actividad económica fluyera sin mayores restricciones.

En 1868 se decretó la libertad de comercio, se eliminaron las aduanas internas y se suprimieron

los monopolios comerciales. En 1869 el gobierno de Meiji abolió los estamentos tradicionales

(nobles, campesinos, artesanos y comerciantes) y declaró la existencia de un solo estamento

en Japón, el del hombre común. En 1871 los campesinos quedaron autorizados para vender

directamente sus productos y para practicar cualquier tipo de cultivo.

Al aplicar principios liberales en la economía, cada agente económico no solo podía decidir

autónomamente qué, cómo, dónde y cuándo él practicaría una actividad económica, sino que

también podía realizar libremente contratos con otros individuos en la forma de venta o de

arriendo (Valdivieso, 1997, p. 23).

De Infraestructura: en este campo, la tarea se orientó a la construcción y al mejoramiento de

carreteras y vías. Se construyeron y pusieron en marcha infraestructuras y factorías con la asistencia

de técnicos, profesores y gestores extranjeros. La cantidad de contratos fue tan elevada que sus sala-

rios llegaron a suponer un peso importante para el presupuesto del gobierno. Dado el alto costo de

los técnicos extranjeros, el gobierno decidió formar sus propios ingenieros mandándolos a estudiar

a Europa y a Estados Unidos. Se creó un instituto de tecnología en Tokio para formar ingenieros

de alto nivel que, posteriormente, trabajarían para el Ministerio de Industria y para las principales

empresas privadas seleccionando el tipo de tecnología que debía ser importada, comprando má-

quinas que luego ajustaban a los requerimientos y peculiaridades del país, y generando finalmente

una tecnología híbrida, parte importada, parte adaptada y parte mejorada.

Toda esta modernización industrial no hubiera sido posible sin un intenso proceso de transfe-

rencia de tecnología.



28

Al ser la fuerza motriz para la transformación de Japón la occidentalización, que contaba cla-

ramente con el secreto del éxito, en la práctica los japoneses eligieron el modelo británico que les

sirvió de guía en cuanto al ferrocarril, el telégrafo, las obras públicas, la industria textil y muchos de

los métodos de negocios. El patrón francés el cual inspiró la reforma legal y la reforma del ejército.

Y, por último, el ejemplo alemán y norteamericano, a los cuales, las universidades de la época les

deben mucho, así como la educación primaria, la innovación agrícola y el correo.

Empresarial: El Gobierno, como principal promotor de la iniciativa privada, decidió que su ma-

yor papel consistía en ayudar a crear las condiciones económicas para que las empresas pudieran

florecer, por lo que promulgó una serie de políticas pro empresariales, como la construcción de

fábricas y astilleros que luego fueron vendidos a los empresarios por una fracción de su valor, per-

mitiéndoles a muchas de estas empresas un crecimiento rápido.

Así mismo el Gobierno participó en la promoción industrial, al tomar parte activa en la creación

de factorías para la industria pesada, no obstante ser las industrias ligeras las que más se desarro-

llaron durante este período. La industria algodonera japonesa se convirtió entonces en una de las

industrias líderes mundiales durante el siglo XIX.

Agrícola: se inició un programa de reforma agraria con el fin de preparar al país para su desarro-

llo. El gobierno adquirió las tierras de los daimyo a cambio de bonos gubernamentales, suprimió los

salarios en especie (arroz) de los samuráis, también a cambio de bonos. A nivel monetario, la alta

inflación devaluó notablemente el valor de los bonos lo cual se tradujo en un empobrecimiento de

los samurais y los daimyo.

Se elaboró una rigurosa estadística de las propiedades agrarias y a partir de 1873 el gobierno

decretó que los propietarios debían pagar un impuesto equivalente al 3% del valor de sus tie-

rras. Esta política favoreció la mayor concentración de la propiedad agrícola en pocas manos y

el aumento de la superficie de tierras arrendadas.

Desde la década de 1890, el gobierno Meiji creó estaciones de experimentación agrícola para

mejorar las variedades cultivadas y difundir nuevas tecnologías agrícolas. Complementaria-

mente, abrió bancos de fomento agrícola e industrial en todas las prefecturas para ofrecer

crédito a los agricultores, y estimuló el desarrollo de cooperativas para la compraventa de

productos y el apoyo mutuo de los agricultores (Valdivieso, 1997, p. 23).



CONCLUSIONES

• La historia de Japón ha estado influenciada no sólo por su fisiografía como nación insular, sino

también por el Imperio chino el cual definió su lenguaje, su escritura y también, su cultura

política. Así mismo, también recibió influencia Occidental, que le sirvió de insumo para lograr

la industrialización.

• Los grupos empresariales surgidos en el seno de las familias feudales japonesas constituyeron

la base y origen de los Zaibatsu (siglos XVI y XVII), los cuales dominaron las actividades indus-

triales y comerciales del Japón hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.

• Los miembros de estos grupos empresariales, al haber cursado estudios universitarios y técni-

cos en las mejores escuelas europeas y americanas, poseían los conocimientos necesarios para

llevar a cabo la administración de las modernas empresas de la época.

• Antes de la Segunda Guerra Mundial, los principales Zaibatsu eran Mitsui (con 101 empresas),

Mitsubishi (con 73), Sumitomo (con 34) y Yasuda (con 44); los cuales manejaban diversos

sectores de la economía japonesa entre los que se destacan: provisión de los servicios fiscales

Político: el establecimiento de un Parlamento y una Constitución eran otros de los objeti-

vos del gobierno Meiji, para ello se discutieron dos modelos de Constitución; uno más avanza-

do, al estilo de la británica y otro, más moderado, al estilo de la alemana. Se enviaron expertos

para estudiar la idoneidad de ambos modelos para el pueblo japonés y finalmente se promul-

gó, en 1889, una Constitución basada en el modelo alemán y, al año siguiente, se estableció el

Parlamento.

Tal y como reseña Valdivieso:

La Constitución estableció una cámara baja, una cámara de pares y un consejo privado como

órganos de consulta del Emperador, quien quedaba investido de prerrogativas absolutas, era el

comandante supremo de las fuerzas armadas y el director de la política internacional. Además,

el emperador quedaba facultado para hacer uso de recursos fiscales, cuando se trataba de

asuntos de interés nacional (1997, p. 21).



30

de la Shogún y de la corte imperial; fundición y proceso del cobre; minas y refinerías de cobre;

textiles, prendas de vestir, azúcar y medicamentos; minería y reparación de barcos; empresas

de transporte; el comercio de materias primas (la seda); productos terminados (kimonos);

cadenas de correos; compañías de comercio, seguros y Banca; coches de pasajeros; barcos y

vehículos para la guerra; servicios financieros que les permitió la creación de bancos; produc-

ción de cerveza, salsa de soja, carbón y cemento, entre otras.

• El Shogunato Tokugawa: período Edo o período Tokugawa (1603-1868) fue de gran importan-

cia para el país en tanto condicionó el pensamiento japonés, su escala de valores, su conducta

social y sus instituciones durante los dos siglos y medio que duró su dominio.

• Cuando el Shogunato Tokugawa fue derrocado y fundado el gobierno Meiji , la occidentaliza-

ción de Japón comenzó por completo.

• La era Meiji (1868-1912) fue llamada así en honor al Emperador Meiji (líder simbólico de la

Restauración), quien asumió el poder político e inició la modernización del país al abandonar

el sistema feudal y el de los samurái para dar paso a un proceso de fuerte occidentalización, a

partir del cual Japón emergería como el primer país asiático industrializado.

• Este primer acercamiento a Occidente permeó profundamente los espacios sociales de la po-

lítica, la milicia, la educación, el derecho y la economía de Japón. Con lo cual el Gobierno—

constituido como el principal promotor de la iniciativa privada y un medio para promover

la industrialización— consideró que su mayor papel debía ser ayudar a crear las condiciones

económicas para que las empresas pudieran florecer, de modo que el gobierno fuese el guía y

la empresa, la productora.

• La experiencia japonesa enseña que el acelerado desarrollo industrial alcanzado por ese país

no fue sólo resultado de las reformas emprendidas durante un período de 44 años, ni tam-

poco una simple consecuencia de la imitación de modelos foráneos de desarrollo sino, sobre

todo, resultado de la articulación y continuidad del desarrollo industrial entre el período an-

terior a Meiji y el período posterior, de la existencia de una ética favorable para el desarrollo

económico, de las creencias religiosas, los valores ideológicos, la educación, el compromiso

con el trabajo y, en general, del protagonismo del Estado y de las grandes empresas en la eco-

nomía del país.



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como objetivo divulgar los avances de investigación, y otras activida-

des de carácter académico que desarrolla el Programa de

Economía de la Universidad Piloto de Colombia.

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y a las redes que ha ido construyendo con pares académicos.

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