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USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
V E R E D I C T O Y S E N T E N C I A
En la ciudad y partido de Morón, el 21 de noviembre de 2014, se constituye en
instancia unipersonal el señor juez Carlos Roberto Torti, integrante del Tribunal
en lo Criminal Nº 4, a fin de dictar los fundamentos del veredicto y la sentencia
que prescriben los art. 371 y 375 del CPP, en la 3.993 (IPP 10-00-035813-13),
seguida a Esteban Ricardo Piccinin, DNI, nacionalidad argentina, estado civil
casado, instruído, comerciante, nacido el día…, en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, hijo de Ricardo Horacio Piccinin y Silvia Beatríz Insúa, con domicilio real en
la calle …, partido de Morón, y con prontuario 1.390.855 de la Dirección Registro
de Antecedentes “Comisario Juan Vucetich” del Ministerio de Seguridad de la
Provincia de Buenos Aires, todo ello con arreglo a los siguientes.
F U N D A M E N T O S
DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS TIPICOS
Debe elaborarse y fijarse el denominado “relato de lo sucedido” o "identificación de
los hechos", sabiendo que ello importa una redefinición del conflicto y el enlace de
una solución, describiendo al acontecimiento que forma el objeto del análisis
jurídico, en términos exclusivamente fácticos, para luego desentrañarlo en
términos jurídicos (A. Binder, “Justicia Penal y Estado derecho”, p. 41, Ed. Ad Hoc;
W. Schone, “Técnica jurídica en materia penal”, pp. 21-22, Abeledo-Perrot, 1999).
Y en este sentido, debe puntualizarse que han de verificarse si las afirmaciones
referidas a los hechos que formula la parte acusadora coinciden con la realidad.
Por lo tanto, se ha destacado que los hechos no se prueban, puesto que existen por
sí y que lo que se prueba son afirmaciones que normalmente se refieren a hechos.
De allí que se dijera que si el objeto del proceso penal es un hecho, atribuído a una
persona, como configurativo de un delito, el objeto de la prueba no son las cosas ni
los hechos, sino las afirmaciones que se formulen a su respecto (S. Sentís Melendo,
"La prueba. Los grandes temas del derecho probatorio", pp. 35 y ss., Ed. Jurídicas
Europa-América, 1979; G. Sendra, "Derecho Procesal Penal", p. 372, Ed. Colex,
1997). USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Y si el concepto de "verdad" es una relación entre datos y no un dato en sí mismo
(E. A. Russo, "Las reglas de la sana crítica como lógica de la persuasión", en ED
72-829), y si la verdad, "a los fines del proceso judicial, es la correspondencia entre
las pruebas y las historias proporcionadas por las partes para lograr lo que
pretenden", y siendo que el poder de las "historias" depende de las pruebas que la
avalen y su credibilidad (T. E. Sosa, "La verdad en el proceso", DJ 2004-2-777), se
debe afirmar que de los testimonios recibidos durante la audiencia de debate y las
pruebas cuya incorporación opera por lectura o exhibición se han recogido los
suficientes datos que, relacionados entre sí, me persuaden racionalmente sobre la
verdad de los sucesos materia de acusación que aparecen revelados en irrefutable
relación causal con la conducta humana que los generaron, con arreglo a la
siguiente descripción.
En el domicilio de la calle ..., de Villa Sarmiento, partido de Morón, el día 15 de
octubre de 2013, próximo a la hora 0, el acusado Esteban Ricardo Piccinin tomó
una escopeta de calibre 16, con dos cañones yuxtapuestos de 440 mm de longitud
(marca Víctor Sarasqueta, número 6698), a cuya disposición se encontraba sin la
debida autorización legal, y, la disparó contra su cónyuge Romina Luján
Meneghini, lanzando un proyectil compacto del cañón derecho –tipo monoposta,
comúnmente denominados genéricamente o por su nombre comercial: Brenneke,
Slug o Foster-, que penetró en el muslo anterointerior izquierdo de su esposa, con
salida en la parte posterior, trayectoria ésta que fracturó el fémur, ocasionándole
una lesión grave, porque puso en peligro su vida e irroga debilitamiento
permanente, de miembro y función representado por lesiones vasculares,
nerviosas, articulares y óseas.
Los hechos están captados en la taxatividad penal contra las personas y la
seguridad pública, y están demostrados mediante la testificaciones rendidas en la
audiencia debate que más abajo se nominan y transcriben en lo esencial.
Deben sumarse por conducto de su incorporación por lectura, las pruebas
documentales alistadas en el acta del debate, a la que remitimos “propter rationem
brevitatis”.
PRUEBA DOCUMENTAL RELEVANTE USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
El acta de apertura de la investigación, datada a las 0 y 50 del día 15 de octubre de
2013, en la localidad de El Palomar, partido de Morón, da cuenta que “el suscripto
Sargento ROJO PABLO, secundado en la oportunidad por el Sargento LAGO
EMILIANO […] somos comisionados por el servicio de emergencias 911 a concurrir a
la guardia del Hospital Posadas por el ingreso de una femenina herida de arma de
fuego, es que nos desplazamos hasta el lugar donde a nuestro arri[b]o, nos
entrevistamos con un efectivo de policía Federal Argentina, a quien se identifica como
CLAUDIO ALEJANDRO REY […] quien nos refiere que cumplía servicio policía
adicional en el hospital Posadas en el puesto principal de la guardia adicionaI en el
horario de 22,00 hs. de la víspera, a 06,00 hs. del día de la fecha, tomando
conocimiento por intermedio de personal de seguridad interna del hospital que en la
guard[ia] de adultos había ingresado una mujer con herida de arma de fuego en pierna
izquie[r]da, ante ello se constituye en la guardia, quien al momento se encontraba
siend[o] asistida por los médicos del sector, no llegando a entrevistarse con la misma,
pero se entrevista con la médica Alic Claudia MN nro. 126 608, MP nro. 28455597 […]
quien le refiere que identificó a la femenina herida como ROMINA LUJAN
MENEGUINI de 33 años, quien le refirió que la herida se la produjo su ex pareja y que
el hecho fue en forma intencionada, posteriormente se diri[g]e a la sala de espera de la
guardia donde se halla un masculino con las ropas ensangrentadas siendo el mismo
loa ex pareja de Meneguini; que el mismo refiere que el traslado a la femenina en
vehículo particular dado a que se encontraban en su domicilio donde se produjo un
accidente y se le escapó un disparo de una escopeta que impactó sobre la pierna
izquierda de la femenina, que ante ello procedió a poner un efectivo en custodia del
masculino y solicitaron al servicio de emergencias 911 la presentación de personal en
el lugar, que posteriormente procedemos a identificar a la pareja de Meneguini como
PICCININ ESTEBAN RICARDO […] DNI … […] quien al momento se encuentra con
remera color gris ensangrentada y manifiesta que todo fue un accidente en su
domicilio donde intentó tomar la escopeta que se encontraba en el garaje de su
domicilio para llevarla a la habitación ubicada en planta alta y se le escapó un disparo
que impactó sobre Meneguini, procediendo posteriormente a trasladarla el mismo al
hospital posadas, consultado quien se encontraba en el lugar refirió que estaban los
dos solos, respecto al arma la misma refiere que quedó en el domicilio y que no posee
documentación de la misma, dado a que era de su padre quien se la regalo en vida.
Dejándose constancia que al momento Meneguini se halla en qui[.]rófano siendo
intervenido por los facultativos médicos por lo que no pudimos USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
entrevistarnos con la misma, que ante lo narrado es que se procede a trasladar a
Piccinin junto con el numerario de PFA al asiento físico de esta seccional policial
donde se procede a labrar la presente acta de procedimiento […]” (cfr. fs. 1).
Ordenado el allanamiento del domicilio del imputado en la calle ... de Villa
Sarmiento, partido de Morón, por el Juzgado de Garantías N° 2, en el marco de
IPP 10-00-035813-13, con intervención de la UFIyJ N° 6, se lo lleva a cabo el día
15 de octubre, siendo las 15.
De la protocolización del allanamiento, registro y secuestro surge que “el Suscripto
Subcomisario ALEJANDRO HERNAN GUIDO, secundado por el Oficial Principal
CESAR PAEZ, Oficial Principal MAMANA ANA, Capitán MARQUEZ DANIEL, todos
numerarios de esta dependencia policial […] junto con personal de policía científica
Morón en móvil 9981 a cargo de Subcomisario MIGUEL AGUDO, perito balístico,
Oficial Principal LUNA ALEJANDRO perito planimétrico y fotográfico y Sargento
BENITEZ MARCELA, perito en levantamiento de rastros, dando cumplimiento a lo
ordenado […], a los fines de proceder al secuestro de todo tipo de arma de fuego y/o
munición, es que en primera instancia procedemos a la obtención de un testigo de
ocasión a quien se identifica como BERTOTTI ESTEBAN […] DNI nro. 33.204.399 […]
nos constituimos en el domicilio de calle ... de Villa Sarmiento, donde al arribo nos
encontramos con una pareja en la puerta de la vivienda a quienes se identifica como
PICCININ KARINA ANDREA, […] DNI 21.480.458, quien refiere ser la hermana del
propietario de la finca e imputado en las presentes actuaciones, misma se encuentra
junto a su pareja identificando al mismo como ROLDAN WALTER ESTEVAN, […]
DNI 17.867.517. Seguidamente se les pone en conocimiento a los mismos del motivo de
nuestra presencia en el lugar y se le da lectura a la orden de allanamiento de morada,
dejando una copia xerográfica de la misma en poder de los moradores de la finca, que
al momento Roldán refiere que el posee las llaves para ingresar al domicilio
procediendo el mismo a la apertura de la puerta reja color negra ubicada en el límite
perimetral de la vereda, atravesando un porche que se ubica al frente de la finca, y de
allí hasta la puerta principal de la edificación la que resulta ser una construcción de
material de 3 plantas siendo la puerta de ingreso una puerta metálica color blanca
donde Roldan procede a la apertura de la puerta con el juego de llaves que tiene en su
poder, que al ingresar por la puerta principal se observa la existencia de un hall con
escalera que comunica con el primer piso de la finca y una puerta que da hacia el
garaje de la vivienda, que en el piso de este hall se halla frente a la puerta de ingreso
una escopeta marca Eder, doble caño, calibre 16, posee USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
inscripción en chimaza 7659 10276, asimismo posee inscripción en cañón 6698, en
parte inferior de cañón se observa lectura 55125, la que al momento se encuentra en
cañón derecho con vaina [se]rvida color violeta con inscripción Federal Maximum HI-
SHOK SUUG, en culote se observa inscripción Made in USA GA cal. 16, en cañón
izquierdo un cartucho completo color rojo con inscripción todo terreno, en culote se
observa lectura RD de calibre 16, que asimismo en el lugar personal de policía
científica procede a la incautación de la escopeta y los cartuchos que se encuentran en
el interior de la misma, una sección plástica de color fu[cs]ia restos de arandelas de
cartón, elementos que podrían comprender el taco del cartucho detonado, dos secciones
de plomo deformado ubicado al fondo del pasillo a un costado de la escalera, asimismo
se incauta una toalla de color crudo ensangrentada, que en el piso del hall a un costado
de la escopeta se encuentra restos eméticos importantes donde personal de policía
científica procede a la obtención de una muestra de la misma, asimismo en el garaje de
la propiedad el que resulta ser de unos 10 por 15 metros., observando que el mismo se
encuentra regado de sangre en forma de circunferencia, que al final la labor pericial se
procede a dar inicio a la requisa sobre la propiedad, siendo que al llegar al segundo
piso de la construcción donde se encuentra un dormitorio principal con un vestidor
ubicado en un entrepiso, donde se halla en los estantes una caja de zapatos,
conteniendo en su interior un arma de aire comprimido similar a un revolver con
inscripción Daisy serie 2L02303 calibre 4,5 de color negra; una caja de te[l]gopor
conteniendo un revolver marca Doberman calibre 32 largo el que posee martillo
partido, serie 00386-B, una cartuchera de jeans conteniendo 22 cartuchos calibre 22,
que en el bajo escalera del vestidor principal ubicado en 2do. piso, se procede a la
incautación de una funda color negra conteniendo 2 cartuchos monoposta color violeta
con inscripción Federal Máximum HI-SHOK SUUG, en culote se observa inscripción
Made in USA GA cal. 16, 3 cartucho[s] de escopeta calibre 16 con inscripción todo
terreno, y de un juego de esposas marca Alcatraz misma con llaves, que en el ante
baño del baño principal en el segundo cajón del [v]anitor[y] se procede a la incautación
de un cartucho color violeta con inscripción Federal Máximum HI- SHOK SUUG, en
culote se observa inscripción Made in USA GA cal. 16, que seguidamente siendo las
18,50 hs. habiendo finalizada la requisa se procede a cerrar la presente acta de
procedimiento, dejándose constancia que personal de policía científica Morón realizará
informe pericial en forma separada, a esta altura se deja constancia que habiendo
finalizado la diligencia se le hace entrega del inmueble a la Sra. Piccinin Karina
Andrea, enterando a la USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
misma que queda la vivienda bajo su responsabilidad […].” (ver fs. 41-42).
Con la prueba documental específica, esto es, la proveniente de la legislación civil,
se acredita el vínculo matrimonial entre el imputado Esteban Ricardo Piccinin y la
víctima Romina Luján Meneghini (ver fs. 114, 122 y 362; art. 197, del Código Civil
y 281, del CPP).
Asimismo, y por la documentación apropiada del ordenamiento civil, está
verificado el vínculo parental y la defunción de Ricardo Horacio Piccinin, padre del
acusado (cf. 269-271; arts. 104 en función del 80, del Código Civil y 281, del CPP).
La prueba médica concerniente a la víctima Romina Luján Meneghini es
abundante. Deben ponderarse los reconocimientos médicos legales de fs. 89, 259-
260, 364-365, así como el contenido de las historias clínicas de la susodicha, ante el
Hospital Nacional “Profesor Alejandro Posadas” (14-10-2013 a 22-10.2013) y el
Instituto Médico Constituyentes S.A. (22-10-2003).
De la constancia médica de fs. 12, suscripta por Isaac S. Ananibar Rodrígues,
médico en ortopedia y traumatología, consta que la mujer es “paciente con herida
grave de muslo izq. según refiere paciente arma de fuego de 15 cms en la parte
anterior y 12 cms en la parte posterior con fractura de fémur […]” (ver fs. 13).
Debe tomarse en cuenta el resumen de internación que luce en la historia clínica
de Romina Luján Meneghini, registrada en el Hospital Nacional “Profesor
Alejandro Posadas”, bajo el número 1304866, anotándose su fecha de ingreso el día
15 de octubre de 2013 y su egreso el día 22 de octubre de 2013, con permanencia en
esos días en la Unidad de Terapia Intensiva.
Consta en fs. 40 de la mencionada historia clínica que se anexa a la presente causa
que la “PACIENTE DE 32 AÑOS ES TRAIDO POR FAMILIARES POR PRESENTAR
HERIDA DE ARMA DE FUEGO EN MUSLO IZQUIERDO, EVALUADA POR OYT QUE
EVIDENCIAN EN RX. FRACTURA DE FEMUR IZQUIERDO MEDIODIAFISARIA
EXPUESTA GUSTILLO 3B. EVOLUCIONA CON REQUERIMIENTO DE IOT-ARM,
VASOPRESORES Y EXPANSIONES CON CRISTALOIDES, TRANSFUSION DE UNIDADES
DE GR. SE REALIZA TOILLETE MECANICA QUIRURGICA CON COLOCACION DE
TUTOR EXTERNO. ES EVALUADA ADEMAS POR SERVICIO DE CIRUGIA VASCULAR
ANTE AUSENCIA DE PULSOS TIBIAL POSTERIOR, PEDIO Y POPLITEOS IZQUIERDOS. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
EVOLUCIONA CON SHOCK Y DESCENSO MARCADO DEL HEMATOCRITO. SE DECIDE
INGRESAR A HEMODINAMIA PARA EVALUAR INDEMNIDAD VASCULAR,
EVIDENCIANDO PERMEABILIDAD ARTERIAL, CON VASOESPASMO, POR LO CUAL SE
COLOCO CATETER FOGERTI CON EXTRACCION DE COAGULOS, ARTEROTOMIA Y SE
TERMINA POR REALIZAR EXPLORACION VASCULAR DE ARTERIA FEMORAL Y
FASCIOTOMIA BILATERAL EN PIERNA POR PRESENTAR PULSOS DEBILES DISTALES,
CON MEJORIA DE LOS MISMOS. PASA A UTI, EVOLUCIONANDO CON RABDOMIOLISIS
INTENSA (CK 21300), CON REQUERIMIENTO DE VASOPRESORES (POR MENOS DE 12
HORAS), HIPERLACTACIDEMIA, PLAQUETOPENIA, ACIDOSIS, COAGULOPATIA Y
REQUERIMIENTO DE TRANSFUSIONES (PQT, PFC Y G.R). ES REEVALUADA POR
CIRUGIA VASCULAR, QUIENES REALIZAN DOPPLER COLOR QUE EVIDENCIA
CIRCULACION HASTA REGION POPLITEA, POR LO CUAL SE RETIRA VENDAJE
COMPRESIVO DE FASCIOTOMIA Y SE REALIZA AMPLIACION DE LA MISMA, CON
MEJORIA DE LA PERFUSION DISTAL. DESDE LO RESPIRATORIO, PERMANECE EN
IOT-ARM DEL 15/10 AL 17/10 CON BUENA TOLERANCIA A LA EXTUBACION. DESDE LO
HEMODINAMICO, EVOLUCIONA ESTABLE, SIN REQUERIMIENTOS NUEVAMENTE DE
VASOPRESORES, CON BUEN RITMO DIURETICO Y SIN FALLA RENAL A PESAR DE SU
RABDOMIOLISIS CON DESCENSO PROGRESIVO DE CK. DESDE LO QUIRURGICO,
EVOLUCIONA CON CURACIONES DIARIAS DE LAS HERIDAS QUIRURGICAS, CON
BUENA PERFUSION DISTAL. EL DIA 19/10 SE COLOCA SISTEMA DE CICATRIZACION
(VAC). EN EL DIA DE LA FECHA, INTERCURRE CON APARICION DE FLICTENAS A
NIVEL DISTAL Y EN PIE, AUMENTO DE LA TEMPERATURA DEL MIEMBRO, MAYOR
EDEMA, POR LO CUAL, ES REEVALUADA POR OYT, QUIENES EXTIENDEN
FASCIOTOMIA PARA MEJORAR POSIBLE ALTERACION EN PERSUSION DISTAL.
DESDE LO INFECTCLOGICO, CUMPLE TRATAMIENTO CON CEFALOTINA-
GENTAMICINA POR FRACTURA EXPUESTA, Y RECIBE VACUNA ANTITÉTANICA Y
SUERO. EN EL DIA DE HOY, POR PRESENTAR DICHOS CAMBIOS EN MIEMBRO
INFERIOR Y LEVE LEUCOCITOSIS (13000 G.B) SE DECIDE TOMAR HMC X2 E INICIAR
TRATAMIENTO CON VANCOMICINA-MEROPENEM. INTERCURRE LUEGO DE LA
ADMINISTRACION DE DOSIS DE CARGA AJUSTADA A PESO DE VANCOMICINA (1,5 GR
A PASAR EN 2 HS) CON REACCION ANAFILACTICA, INFLAMACION Y EDEMA DE
PARPADOS, SIN COMPROMISO DE VIA AEREA, REQUIRIENDO 100 MG DE
HIDROCORTISONA Y 1 AMPOLLA BENADRYL ENDOVENOSO CON BUENA
RESPUESTA. DESDE LO GASTROENTEROLOGICO, PRESENTA ELEVACION DE
TRANSAMINASAS DESDE EL INGRESO, Y PERSISTEN ESTABLES, SIN DESCENSO DE
LAS MISMAS. SE SUSPENDEN FARMACOS HEPATOTOXICOS (EL DIA DE HOY
DICLOFENAC EV ROTANDOSE A KETOROLAC). EVOLUCIONA CLINICAMENTE
ESTABLE, Y POR SOLICITUD FAMILIAR, SE DECIDE SU DERIVACION A OTRO
CENTRO PARA USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
SEGUIMIENTO Y TRATAMIENTO […] DIAGNÓSTICO PRESUNTIVO: SHOCK
HIPOVOLÉMICO SECUNDARIO A SINDRME COMPARTIMENTAL POR HAF”.
El primer reconocimiento médico legal sobre se practicó el día 17 de octubre de
2013, a las 17. La médico de policía, Victoria Iglesias, asienta que concurrió al
Hospital Nacional “Profesor Alejandro Posadas” y que la víctima “SE HALLA
INTERNADA EN SECTOR DE TERAPIA INTENSIVA […] DONDE INGRESARA EL DÍA
15/10/2013, CON DIAGNÓSTICO "HERIDA DE ARMA DE FUEGO (ESCOPETA) EN CARA
ANTEROINTERNA DE MUSLO IZQUIERDO CON PERDIDA DE SUSTANCIA Y
FRACTURA EXPUESTA DE FEMUR ", POR LO QUE FUERA INTERVENIDA
QUIRÚRGICAMENTE A FIN DE REALIZARSELE FASCIOTOMIA EN CARA
ANTEROINTERNA DE PIERNA IZQUIERDA DEBIDO AL SINDROME
COMPARTIMENTAL OCASIONADO. TIENE COLOCADO UN TUTOR EXTERNO PARA
ESTABILIZACIÓN E INMOVILIZACIÓN DE MIEMBRO INFERIOR IZQUIERDO, VENDAJE
EN PIERNA IZQUIERDA Y SONDA NASOGÁSTRICA. AL MOMENTO DEL EXAMEN SE
ENCUENTRA EN ESTADO VIGIL, LÚCIDA, ORIENTADA EN TIEMPO Y ESPACIO Y
COLABORADORA AL INTERROGATORIO […] DE LO EXPUESTO SURGE QUE LAS
LESIONES PADECIDAS SON, SALVO COMPLICACIONES, DEL TIPO DE LAS
CONTEMPLADAS POR EL ART. 90 DEL CP (GRAVES) Y CURAN EN UN LAPSO MAYOR
AL MES CON IGUAL TIEMPO DE INUTILIDAD LABORAL” (verlo en fs. 89 o en fs. 59 –
facsímil-).
El día 15 de enero de 2014, a las 17, el médico de policía, Alejandro Félix Rullán
Corna, hace el segundo examen médico legista, esta vez, en el Instituto Médico
Constituyentes S.A., donde la víctima permanece internada desde el día 22 de
octubre de 2013, “con diagnóstico de herida de proyectil de arma de fuego
(perdigonada de escopeta) en muslo izquierdo. La examinada se encuentra con
psiquismo lúcido, vigil, con el juicio crítico conservado. Manifiesta que la ha herido
su esposo el día 14 de Octubre de 2013. La encartada fue intervenida
quirúrgicamente en reiteradas ocasiones por haber presentado fractura expuesta
de fémur con pérdida de partes blandas y hueso con compromiso vascular. Se le
colocó como medida de estabilización fracturaría, para mantener longitud y eje del
fémur, un tutor externo. Para efectuar cobertura cutánea del muslo se colocaron
injertos de piel. A nivel de la pierna izquierda, longitudinal al eje de la misma,
posee dos cicatrices de tipo quirúrgico, que corresponden a incisiones denominadas
de descarga, utilizadas para el tratamiento quirúrgico del síndrome
compartimental. Presenta complicaciones de índole nerviosa a nivel del miembro
inferior representadas por parálisis USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
motora e hipoestesia del pie. A la fecha la examinada continúa en tratamiento, se
le ha propuesto nuevo acto quirúrgico en 72 horas para retirar el tutor externo y
efectuar osteosíntesis interna. Este perito no puede establecer el tiempo probable
de curación del severo cuadro clínico quirúrgico descripto, si bien ya presenta
secuelas anátomo funcionales motoras y sensitivas, no se pueden establecer las
secuelas definitivas. Del examen de la paciente y de la lectura de la historia clínica
se puede expresar que las lesiones descriptas han puesto en peligro la vida de
MENEGHINI Romina Luján. Por lo expuesto surge que las lesiones descriptas,
salvo complicaciones se encuentran contempladas en el artículo 90 del C.P.
(GRAVES) que salvo complicaciones cura en un lapso mayor al mes y con igual
tiempo de inutilidad laboral” (cf. en fs. 259-260).
El mismo médico, a requerimiento de la fiscalía y como instrucción suplementaria,
practicó el último reconocimiento profesional sobre la víctima. El agente fiscal lo
motivó “con el objeto de actualizar a la fecha el carácter de las lesiones que la
misma sufriera, tratamiento a seguir y todo dato de interés” (ver ofertorio de
pruebas, capítulo II, literal “d” en fs. 312-315).
Es así como el día 8 de octubre de 2014, se examinó a la víctima en dependencias
del Cuerpo Médico Morón de la Dirección Científica Regional Oeste, dejándose
constancia que “al momento del examen se encuentra con psiquismo lúcido, vigil,
con el juicio crítico conservado. Al examen físico, que se circunscribe a la región
corporal que manifiesta como asiento de traumatismo, miembro inferior izquierdo,
presenta herida grave producto de lesión por proyectil de arma de fuego,
perdigonada de escopeta. Lesión que a la fecha se encuentra en tratamiento. La
paciente concurre y se desplaza dependiente de silla de ruedas. Las lesiones
constatadas son: 1) Múltiples lesiones cicatrízales en muslo y pierna izquierda, se
visualizan hipotrófícas, retráctiles e hipercrómicas. 2) Signos de reciente data de
cirugía correspondiente a cobertura cutánea siendo área dadora la región posterior
y distal del muslo y su área receptora la región aquileana. 3) Limitación funcional
de la rodilla con flexión limitada a de 180 a 170 grados lo que impone al miembro
un estado […] de extensión perenemente. 4) Rigidez en 90 grados de la articulación
del USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
tobillo. 5) En imágenes se constata pseudoartrósis (no unión) del fémur izquierdo
que se encuentra estabilizado con clavo endomedular acerrojado y posee un
espaciador metafisario distal como elemento que mantiene longitud anotómica. 6)
Hago vista a estudio de arteriografía que demuestra secuela de lesión vascular a
nivel de la artería poplítea en su tercio distal y medio y de la arteria tibial
posterior en su origen. 7) Presenta parálisis del nervio ciático poplíteo externo. 8)
No presenta parámetros clínicos de cursar cuadro de infección en período de
estado. De lo expresado surge que la encartada se encuentra en tratamiento de la
lesión padecida. La lesión descripta se encuentra contemplada en el artículo 90 del
C.P. (GRAVES), su curación demanda un tiempo mayor al mes y presenta
debilitamiento permanente, salvo complicaciones, de miembro y función
representado por lesiones vasculares, nerviosas, articulares y óseas” (vid fs. 364-
365).
De la prueba médica también debe ponderarse el informe del Servicio de
Tomografía Computada de la Clínica Constituyentes, fechado el 10 de febrero de
2014, correspondiente a una tomografía axial computada de cadera y miembro
inferior izquierdo sin contraste de Romina Luján Meneghini, del cual surge lo
siguiente: “[s]e obtuvieron imágenes en el plano axial, previa localización en
radiografía digital. Control evolutivo post quirúrgico. Osteosíntesis de fémur
izquierdo. Fractura multifragmentaria con consolidación inadecuada en tercio
medio de diáfisis femoral. Esquirlas de proyectil metálico en tejidos blandos
profundos y superficiales del tercio medio del muslo. Defecto e irregularidad del
plano cutáneo en sector antero interno de muslo. Caderas: Sin evidencia de
fractura ni alteraciones morfológicas o estructurales óseas. Espacios articulares
conservados. Hipotrofia de planos musculares de cadera izquierda. Cotejar
evolución con estudios previos” (cons. fs. 451).
El Registro Nacional de Armas ha informado sobre la situación registral del
acusado y de quien en vida fuera su padre.
Así es como el día 29 de octubre de 2013, se le informa al Ministerio Público Fiscal,
respecto de solicitud “N° 31348/2013 en la que se solicita […] se informe si Esteban
Ricardo Piccinin (DNI N° …), se encuentra inscripto USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
como legitimo usuario de armas de fuego, en caso positivo en cuales de sus categorías.
Asimismo […] si el arma de fuego, tipo escopeta marca Eder de doble cano, calibre 16,
serie 7659, o 10276, o 6698 o 55125, se encuentra registrada en dicho organismo, y si
sobre la misma pesa pedido de secuestro activo. Idem, para las armas de fuego: Tipo
revólver, marca Dalsy, serie 2L02303, calibre 4.5, y revólver marca Doberman, calibre
32 largo, serie 00386-B. 1) […] se hace saber que el Sr. Esteban Ricardo Piccinin DNI
N° …, con domicilio denunciado en ..., Ramos Mejia, Pcia. de Bs. As. no cuenta
actualmente con vigencia en su inscripción como Legitimo Usuario de Armas de Fuego
de Uso Civil Condicional en el legajo UI N° 3-25283868 (ello, dado que el mismo contó
a tales efectos con la Credencial N° 2359417, cuya fecha de vencimiento operó el 01
Jun 2007), siendo de su registro las siguientes armas: * Pistola marca BERSA cal 9
mm n° 17816. * Pistola marca BERSA cal .380 n° 393473. Asimismo, se informa que
dichas armas no poseen pedido de secuestro a la fecha ante este RENAR. 2) Escopeta
sin especificar marca (ello dado que EDER no correspondería a una marca de arma):
Efectuada la búsqueda en este Banco de Datos, surge una multiplicidad de armas de
idénticas características a la solicitada, por lo cual se solicita se remita algún otro dato
a fin de circunscribir la búsqueda (marca, modelo, etc.). 3) Revolver marca DAISY cal
4.5: con relación al arma de aire comprimido, se hace saber que la misma es material
no registrable, entendiéndose como arma de fuego a aquellas que utilizan la "energía
producida por la deflagración de pólvoras para lanzar un proyectil a distancia". 4) El
revolver DOBERMAN, no se encuentra registrado, ni posee pedido de secuestro a la
fecha ante este RENAR […]” (ver fs. 224 o fs. 134 igual nota que la transcripta pero
de fecha 5/11/2013; o similar de fs. 64 de fecha 23/10/13).
El mismo organismo nacional, por nota del día 9 de enero de 2014, contesta sobre
la condición registral del fallecido padre del imputado, Ricardo Horacio Piccinin,
refiriendo que “en respuesta al requerimiento […] Solicitud N° 32842/2013 en la
que se solicita […] se informe si Ricardo Horacio Piccinin, titular de DNI N°
4.469.935, se encuentra registrado como legitimo usuario de armas de fuego (de
guerra), en tal caso, en cuales de sus categorías, indicando armas de fuego que se
ha[y]an inscripto a su nombre. La persona requerida no se encuentra inscripta como
Legitimo Usuario de Armas de Fuego en ninguna de sus categorías a la fecha ante este
RENAR. Asimismo se informa que consta registrado ante este Organismo, una
persona con mismo nombre y apellido, pero distinto número de documento, siendo éste
el DNI N° 4409935 quien no cuenta actualmente con vigencia en su inscripción como USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Legitimo Usuario de Armas de Fuego (ello, dado que el mismo contó a tales efectos con
la Credencial N° 1063851, cuya fecha de vencimiento operó el 01 Dic 2003), siendo de
su registro la escopeta SARRASQUETA, cal. 16, N° 6698. Asimismo, se informa que
dicha arma no posee pedido de secuestro a la fecha ante este RENAR […]” (ver fs.
266).
Siguiendo con todo lo relativo a las armas de fuego secuestradas han de valorarse
los informes balísticos forenses de fs. 137-139 y 181-182.
En el primero, de fecha 1 de noviembre de 2013, surge que “II) DESCRIPCIÓN DEL
MATERIAL RECIBIDO: Como afectado a la realización del presente peritaje, adjunto
al oficio anteriormente mencionado, se recepcionó en este laboratorio Balístico forense,
lo siguiente: a) UNA ESCOPETA: Del calibre 16, marca VICTOR SARASQUETA. Con
la inscripción en la parte posterior de la platina, "EDER" que corresponde al modelo de
la misma, debido a su sistema percutor. Tiene varias numeraciones las cuales
corresponden a numeración de piezas, tratándose de un modelo especial de la firma
que fue elaborado desde 1909 hasta 1921, siendo un arma de alta calidad y reconocido
nombre, la cual tenía residenciaren la ciudad de Eibar, España. Es un arma de fina
calidad, ya que presenta sus platinas cromadas y labradas, las cuales debajo del cierre
del arma presentan grabados de punzonados de banco de pruebas, típico de las armas
europeas. Presenta la chimaza en su parte interna metálica, la numeración 2659
10276. Debajo de las recámaras de los cañones se apreciaron los dígitos de numeración
G 51125 y 8699 o en su defecto 6698. Se trata de un arma de fuego larga o de hombro,
de sistema de disparo de tiro a tiro, la cual posee dos cañones yuxtapuestos, de
apertura bascular, para la carga y descarga del arma, los cuales presentaron una
longitud de 440 mm. Tiene mecanismos de percusión compuestos por dos martillos
percutores internos, dos colas del disparador y dos agujas percutoras del tipo flotantes.
Dichos mecanismos de percusión son de simple acción. Poseen ambos cañones, dos
recámaras aptas para alojar cada una un cartucho del calibre 16. Se encuentra
constituida en acero, contando con una chimaza y una culata de madera. Tiene
elementos de puntería compuestos por un guion sobre una banda solista en la boca de
ambos cañones. Tiene un seguro a llave deslizante, el cual NO funciona. Se encuentra
constituida en acero pavonado, en excelente estado de conservación siendo un arma
fina, de caza, de excelente calidad y prestigio. b) UN (1) REVOLVER: del calibre .32
S.W LONG (largo) marca DOBERMAN de elaboración Nacional, con numeración de
serie 00386 D la cual está estampada sobre la base de la empuñadura. Se trata de un
arma de fuego corta o de puño, la cual USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
constitutivamente consta de tres partes primordiales a saber: El armazón, el cañón y
el tambor. El armazón es la pieza ideada para la sujeción v ensamble de todos los
componentes para el funcionamiento de un arma de fuego. El tambor es el elemento
que tiene por misión contener los cartuchos. Es el encargado de mediante el auxilio de
otros componentes girar en cada disparo, hasta coincidir cada uno de sus alvéolos con
el cañón. Cada alvéolo es una recamara de explosión, donde se produce la secuencia
del disparo, hasta que el proyectil ingresa al cañón. Este tambor, es de sistema de
apertura del tipo oscilante hacia la izquierda", con capacidad para contener hasta 07
cartuchos completos del calibre homónimo, cuyo sistema de extracción de los mismos
es múltiple tipo estrella. Dicho extractor, funciona también como eje del tambor, el
cual carece de pestillo de apertura. El sistema de disparo de este arma es a repetición
y su mecanismo de percusión es de doble y simple acción. Sus mecanismos de
percusión están bloqueados, la cola del disparador y la cresta del martillo percutor
están quebradas. Su aparato de puntería consta de un alza y un guion fijos. Su
empuñadura presentó cachas de material sintético de color negras. Su constitución es
de aleación liviana a base de antimonio, carente de acabado protector, hallándose en
mal estado de conservación. e) 12 CARTUCHOS: Remitidos, del calibre .32 SW L
(largo), todos de la marca ORBEA, compuestos por vaina cilíndrica de latón militar
(aleación específica de cobre 70% y zinc 30%) con fulminante de fuego central y punta o
proyectil del tipo R.N, construida en plomo antimonioso desnudo. d) 06 CARTUCHOS
CALIBRE 16: Tres de ellos de ellos corresponden a la marca R.D, mientras que los
restantes son de la marca FEDERAL-SLUG, compuestos por proyectiles múltiples
esféricos del número 5 los de la marca ORBEA, mientras que los restantes poseen
proyectil denominado mono posta o Brenek, que está compuesto por una bala o
proyectil único de plomo desnudo. To[do]s poseen vaina plástica con culote de latón
militar, taco neumático concentrador, carga de pólvora química y fulminante central
tipo Bóxer. e) UN REVÓLVER: Calibre .177 o denominado también 4,5 m.m de aire
comprimido, marca DAISY de origen U.S.A, de armazón metálico y componentes de
polímeros, el cual dispara balines de plomo mediante la propulsión de aire
comprimido. OBSERVACIONES Y DETERMINACIONES REALIZADAS: Con ayuda
de instrumental adecuado, se examinó el material recibido, arribando a las siguientes
conclusiones: A) DE LA ESCOPETA: La cual fue examinada, observándose en el
interior de ambos cañones y sus respectivas recámaras de explosión, residuos
compatibles a los provenientes de la deflagración de la pólvora, en la recámara y cañón
derecho, lo que indica que con este arma se efectuó un disparo como mínimo. No siendo
factible determinar la data exacta ni USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
la cantidad absoluta, por carecer de métodos científicos para tal fin. Para comprobar
fehacientemente la aptitud para el disparo de esta escopeta, se procede a introducir en
sus recamaras dos cartuchos provistos del calibre 16, cargados con perdigones. Dichos
cartuchos fueron remitidos. Habiéndose cargado la escopeta, se procede a realizar dos
disparos de prueba. Realizados los disparos experimentales mencionados, se pudo
determinar que esta escopeta remitida, ES APTA PARA EL DISPARO/S EN ESTE
ACTO. Se obtuvo dos vainas servidas en calidad de testigos. B) DE DEL REVOLVER
REMITIDO: El cual fue desarmada la tapa del cajón de mecanismos y se observó la
rotura total de las piezas constitutivas del mecanismo, debido de haber recibido un
golpe fuerte, sobre el eje del martillo percutor, parte interna, que al ser estas piezas de
antimonio, las mismas se rajaron totalmente y por tal efecto se encuentra bloqueado.
Debido a las roturas de piezas claves del arma, este revólver DOBERMAN CALIBRE
.32 SW LARGO NUMERACIÓN DE SERIE 00386 B NO ES APTO PARA PRODUCIR
DISPAROS EN ESTE ACTO. C) DE LOS CARTUCHOS REMITIDOS CALIBRE .32
S.W LARGO: Los mismos por las características externas que ostentan podrían ser
aptos para el tiro. D) DE LOS CARTUCHOS REMITIDOS CALIBRE 16: Dos de ellos
fueron disparados en forma experimental, resultando ser APTOS PARA EL TIRO. Se
obtuvo dos vainas servidas en calidad de testigos. E) DEL REVOLVER DE AIRE
COMPRIMIDO: El mismo en virtud que funciona con una garrafa de aire comprimido,
al estar dicha garrafa vacía NO fue apto para el tiro. Mencionando que NO es un arma
de fuego, es un arma de esparcimiento v es de venta libre en los comercios del ramo.
IV)- CONCLUSIONES: De lo expuesto surge que […] LA ESCOPETA PERITADA ES
APTA PARA EL DISPARO EN ESTE ACTO. EL REVÓLVER DOBERMAN
PERITADO NO ES APTO PARA DISPARO EN ESTE ACTO. EL REVOLVER DE
AIRE COMPRIMIDO NO ES APTO PARA EL TIRO EN ESTE ACTO. LOS
CARTUCHOSCALIBRE .32 SW LARGO PODRÍAN SER APTOS PARA EL TIRO.
DOS DE LOS CARTUCHOS CALIBRE 16 FUERON APTOS PARA EL TIRO Y SE
ADJUNTAN DOS VAINAS SERVIDAS TESTIGOS. LA ESCOPETA PERITADA SE
ENCUENTRA CLASIFICADA POR LA LEY VIGENTE COMO: ARMA DE FUEGO
DE GUERRA. EL REVOLVER DOBERMAN ESTÁ CLASIFICADO POR LA
LEGISLACIÓN VIGENTE COMO ARMA DE FUEGO DE USO CIVIL […]”.
Tras esta experticia y a tenor de los rastros recogidos en el lugar de los hechos y
por lo declarado por el encartado, el Ministerio Público Fiscal, requirió una nueva
peritación de balística forense, consistente en que “[s]e USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
determine resistencia y celosidad de la cola de disparador de la escopeta marca
Eder, calibre 16, secuestrada en autos. Se practique cotejo y análisis de los
elementos balísticos hallados en el lugar de los hechos, con el arma y cartuchos
periciados. Teniendo en cuenta la declaración del imputado en cuanto a la forma
en que se produjo el disparo, y las características del arma utilizada, se indique si
resulta factible la producción del mismo mediante el mecanismo indicado”.
Se practicó, entonces, el análisis balístico pertinente el día 8 de noviembre de 2013,
“II) DESCRIPCIÓN DEL MATERIAL RECIBIDO: Como afectado a la realización del
presente peritaje, adjunto al oficio anteriormente mencionado, se recepcionó en este
laboratorio Balístico forense, lo siguiente: a) UNA ESCOPETA: Del calibre 16, marca
VICTOR SARASQUETA. Con la inscripción en la parte posterior de la platina,
"EDER" […] La misma fue peritada en la pericia efectuada el Io del corriente mes y
año, bajo el número 466/13. b) 05 CARTUCHOS CALIBRE 16: Dos de ellos de ellos
corresponden la marca R.D, mientras que los restantes son de la marca FEDERAL-
SLUG, compuestos por proyectiles múltiples esféricos del número 5 los de la marca
R.D, mientras que los restantes poseen proyectil denominado mono posta o Brenek,
que está compuesto por una bala o proyectil único de plomo desnudo. Dos poseen vaina
plástica con culote de latón militar, taco neumático concentrador, carga de pólvora
química y fulminante central tipo Bóxer. c) UNA VAINA SERVIDA. UNA BASE DE
BRENEK. TRES SECCIONES DEL TACO NEUMÁTICO Y DOS TROZOS DE
PLOMO DEFORMADO: La vaina es de material plástico con culote de latón militar,
taco neumático concentrador y fulminante central tipo Bóxer, que presentó huellas de
mecanismos de percusión. La base de una bala o mono posta del tipo Brenek, es de
material plástico y esta deformada por efectos de impactos y roces contra una
superficie dura. Los trozos de plomo serían compatibles a una bala o proyectil del tipo
Brenek, los cuales son de constitución de plomo desnudo y se encuentran totalmente
deformados por efectos de impactos y roces contra una superficie dura y debido a tal
impacto se fracciono dicho proyectil. OBSERVACIONES Y DETERMINACIONES
REALIZADAS: Con ayuda de instrumental adecuado, se examinó el material recibido,
arribando a las siguientes conclusiones: A) DE LA ESCOPETA: La cual ya fue
examinada en la pericia anterior, siendo apta para el disparo. Fue sometida a
mediciones de peso en ambas colas del disparador, con una balanza marca
ALBATROS, provista por esta sección Tomadas en tres veces por cada cola del
disparador y arrojó las siguientes medidas; COLA DEL DISPARADOR DEL CAÑÓN USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
DERECHO: 1,300 gramos, ramos, 1,450 gramos, 1,550, necesarios para la liberación
del percutor interno. Estas mediciones da un promedio de 1,433 gramos de presión
necesaria para la producción de un disparo. COLA DEL DISPARADOR DEL CAÑÓN
IZQUIERDO: 3,400 gramos, 3,600 gramos y 3800 gramos respectivamente. Estas
mediciones da un promedio de 3.600 gramos de presión necesaria para la producción
de un disparo. B) DE LOS CARTUCHOS REMITIDOS CALIBRE 16: Dos de ellos
fueron disparados en forma experimental, en la pericia anterior. C) DE LA VAINA
SERVIDA, LA BASE DE BRENEK Y DEL TROZO DE PLOMO DEFORMADO: La
vaina fue cotejada con la vaina testigo obtenida de la pericia anterior, y presentaron
coincidencias plenas en lo que respecta a las huellas de percusión, precisamente el
hoyo de percusión y el golpe del espaldón. Estas características impresas halladas en
común, me permiten informar que la vaina remitida fue servida por los mecanismos de
la escopeta Del calibre 16, marca VICTOR SARASQUETA. Con la inscripción en la
parte posterior de la platina. "EDER, afectada a la presento peritación. IV)
CONCLUSIONES: De lo expuesto surge que: LA ESCOPETA FUE PERITADA EN
UNA PERICIA ANTERIOR Y FUE APTA PARA EL DISPARO. DOS DE LOS
CARTUCHOS CALIBRE 16 FUERON APTOS PARA EL TIRO EN UNA PERICIA
ANTERIOR. SE HACE MENCIÓN QUE FUE SOMETIDA A DIFERENTES
MEDICIONES DE PESO A FIN DE DETERMINAR LA PRESIÓN NECESARIA A
EJERCER SOBRE AMBAS COLAS DEL DISPARADOR DE ESTE ARMA, PARA LA
PRODUCCIÓN DE UN DISPARO, Y DIO UN PROMEDIO DE 1.433 GRAMOS LA
COLA DEL DISPARADOR CORRESPONDIENTE AL CAÑON DERECHO,
MIENTRAS QUE LA DEL CAÑÓN IZQUIERDO DIO UN PESO DE 3.600 GRAMOS.
EL DISPARADOR DEL CAÑÓN DERECHO DE ACUERDO A TABLAS
EXISTENTES, MENCIONAN QUE ESTA COLA DEL DISPARADOR RESULTA SER
MUY SENSIBLE DENOMINANDOLA "CELOSA" MIENTRAS QUE LA COLA DEL
DISPARADOR IZQUIERDO SEGÚN DICHAS TABLAS AL DAR UN PROMEDIO DE
3.600 GRAMOS SERIA "NORMAL". ASIMISMO INFORMO A UD, QUE DE
ACUERDO A LA DECLARACIÓN DEL IMPUTADO DE AUTOS, QUE
MANIFIESTA: QUE AL CERRAR LA ESCOPETA SE PRODUJO EL DISPARO, SI
TIENE EL DEDO DENTRO DEL ARCO GUARDAMONTE Y SE CIERRA
VIOLENTAMENTE AL ROZAR EL DEDO CON LA COLA DEL DISPARADOR
CORRESPONDIENTE AL CAÑON DERECHO, PUDO HABERSE PRODUCIDO EL
DISPARO, COMO LO INDICA EL IMPUTADO DE AUTOS […]”. El funcionario que
llevó esta experiencia USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
dejó asentado y suscribió a tal efecto, que el perito de parte del imputado,
Licenciado en Criminalística Ángel José Martín, “coincide con las actividades
periciales desarrolladas y las conclusiones vertidas”.
El informe de levantamiento de rastros con su registro gráfico incorporado
practicado el día 15 de octubre de 2013, Acta LEF N° 2514/13, es también de
preponderante valoración. Consta en fs. 202-209. De ese informe se reproduce que
“I-DEL COMPARENDO: En la fecha, siendo las 17:00hs., nos constituimos en el lugar
de los hechos, vivienda sita en la Arteria ... de la localidad de Villa Sarmiento, con el
propósito de realizar la inspección ocular de Levantamiento de Rastros y Balística
Forense tendiente a la búsqueda de elementos e de interés que aporten al
esclarecimiento del hecho que se investiga [Imagen]. II- DE LA INSPECCIÓN
OCULAR: Arribando al lugar se requiere la presencia de un testigo quien manifiesta
ser y llamarse BERTOTTI ESTEBAN, […] DNI nro. 33.204.399 que exhibe y retiene
para sí. En presencia del mismo, de personal de la prevención y familiares del
imputado se procede a ingresar a la vivienda por la puerta de servicio. Al abrir la
misma se puede observar, inmediatamente, UN ARMA de fuego del tipo ESCOPETA
de dos cañón yuxtapuestos, la que resulta ser calibre 16 marca VICTOR
SARASQUETA, con los siguientes números insertos: 7659, 10276 observados en el
interior de la chimaza y en el sector de encastre del cañón con la chimaza, el número
51125 en la unión de ambos cañones, 43,8 CMTS. de longitud aprox.; y el número 6698
en el apoyo del basculante (parte inferior del cañón) lado derecho, no pudiendo
determinar cual corresponde al número de serie. La misma se encontraba cargada con
UNA VAINA SERVIDA, PLASTICA color violeta, marca FEDERAL con inscripción
"HI-SHOK SLUG" y UN CARTUCHO con vaina plástica color roja marca "RD". Todo
esto se señala como Evidencia "A1" [Imágenes]. Se procedió a realizar hisopado sobre
ambas colas […] de disparador y sobre chimaza, a los fines de tomar muestras para
ADN DE TOQUE, con la utilización de un hisopo estéril y solución fisiológica, el que se
coloca en el interior de un sobre debidamente rotulado el que se señala como Evidencia
"A1.1" [Imágenes] y se adjunta al presente informe. Continuando la inspección en el
pasillo distribuidor en el que nos encontramos se observa, casi al final del mismo,
varios cartones circulares, los que serían compatibles con el taco separador, por los que
se procede a colectar los mismos, siendo denominados Evidencia "A2" [Imagen], junto a
los mismos se halla una pequeña sección de plomo deformado, compatible con
fragmento de proyectil de arma de fuego, por lo que se procede a colectarlo, siendo
denominado Evidencia "A3". Se observa una USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
abertura por debajo de la escalera ascendente en donde se sitúa una caldera, y al pie
de dicha caldera se localizó UN FRAGMENTO de plomo deformado, de mayores
dimensiones que el primero, denominándoselo Evidencia "A4" [2 imágenes]. En el
mismo pasillo distribuidor se halla una escalera que desciende hacia otras
dependencias, localizando al pie de la misma una pieza plástica color violeta,
compatible base de proyectil que se utiliza en proyectiles para escopeta del tipo mono-
posta. Se colecta el mismo denominándolo Evidencia "A5" [2 imágenes]. Estos cuatro
elementos recolectados son colocados en el interior de un sobre debidamente rotulado
que se adjunta al Acta LEF. Continuando con la labor se visualizó: junto a la escopeta
una TOALLA manchada con presunto tejido hemático, la cual se procedió a incautar y
señalar como Evidencias "A6"; Junto a la escalera y entrada de la cochera se observó
una gran mácula de presunto tejido hemático, de la que se procedió a tomar una
muestra, utilizando para ello una gasa estéril con solución fisiológica, la que se señala
como Evidencia "A7". En el mismo sector se observa una caja de cigarrillos marca
MARLBORO conteniendo en su interior siete cigarrillos, señalándose como Evidencia
"A8"; junto a la misma se localizan dos cigarrillos sueltos -Evidencia "A9"-; y en el
umbral del acceso a la cochera, en el pasillo, sobre el piso se localiza una colilla de
cigarrillo la cual es colectada como Evidencia "A10". Estas evidencias son colocadas en
sobres debidamente rotulados, los cuales se adjuntan a acta [1 imagen]. Se continua
con la inspección logrando observar sobre la macula de presunto tejido hemático una
huella incompleta de pie-calzado; asimismo se visualizan varios sectores del pasillo
distribuidor con salpicaduras de presunto tejido hemático y se logra observar, sobre el
mosaico central color negro (de donde se encuentra la macula), UNA MELLADURA
compatible con impacto de proyectil de arma de fuego. Se observan varias paredes del
sector con salpicaduras de presunto tejido hemático [9 imágenes]. Luego de examinado
el pasillo distribuidor se procede a inspeccionar el sector de cochera donde se observan
goteos y maculas de presunto tejido hemático en distintas partes del mismo
procediendo a la recolección de dos muestras, una del portón del garaje -Evidencia
"B1"- y de la pared lateral derecha -Evidencia "B2"-. Además se localizó una colilla de
cigarrillo, sobre el piso contra la pared lateral derecha la cual fue recolectada y
señalada como Evidencia "B3" [6 imágenes]. CONCLUSIONES: NO observando otros
accidentes y/o elementos de interés pericial se da por finalizada la labor, siendo las
19:30 horas, la cual arrojo resultado POSITIVO en cuanto al hallazgo de los elementos
balísticos UNA ESCOPETA calibre 16 con una vaina servida y un cartucho; Cartones
circulares (posible parte del taco separador); dos fragmentos de plomo o proyectil USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
deformado; pieza plástica color violeta (base del proyectil). En cuanto a la materia de
Papiloscopia y Rastros las siguientes evidencias: EVIDENCIA A-1,1: SOBRE DE
PAPEL CERRADO, FIRMADO Y ROTULADO CONTENIENDO HISOPADO
REALIZADO SOBRE COLAS DEL DISPARADOR Y CHIMASA DE ESCOPETA
MARCA "VICTOR SARASQUETA". EVIDENCIA A-6: SOBRE DE PAPEL CERRADO,
FIRMADO Y ROTULADO CONTENIENDO UNA TOALLA DE ALGODÓN DE
COLOR MARRON CON PRESUNTO TEJIDO HEMATICO. EVIDENCIA A-7:
SOBRE DE PAPEL CERRADO, FIRMADO Y ROTULADO CONTENIENDO UNA
MUESTRA DE PRESUNTO TEJIDO HEMATICO. EVIDENCIA A-8: SOBRE DE
PAPEL CERRADO, FIRMADO Y ROTULADO CONTENIENDO UNA CAJA DE
CIGARRILLOS MARCA MALBORO GOLD CON SIETE CIGARRILLOS ENTEROS.
EVIPENCIA A-9: SOBRE DE PAPEL CERRADO, FIRMADO Y ROTULADO
CONTENIENDO DOS CIGARRILLOS ENTEROS MARCA MALBORO GOLD.
EVIDENCIA A-10: SOBRE DE PAPEL CERRADO, FIRMADO Y ROTULADO
CONTENIENDO UNA COLILLA DE CIGARRILLO. EVIDENCIA B-1: SOBRE DE
PAPEL CERRADO, FIRMADO Y ROTULADO CONTENIENDO UNA MUESTRA DE
PRESUNTO TEJIDO HEMATICO. EVIDENCIA B-2. SOBRE DE PAPEL CERRADO,
FIRMADO Y ROTULADO CONTENIENDO UNA MUESTRA DE PRESUNTO
TEJIDO HEMATICO. EVIDENCIA B-3: SOBRE DE PAPEL CERRADO, FIRMADO Y
ROTULADO CONTENIENDO UNA COLILLA DE CIGARRILLO […]”.
Del estudio pericial autorizado tras la culminación del acta de inspección y
reconstrucción del hecho que tuvo lugar el día 23 de los corrientes, en la que
participaron los peritos en balística, rastros y medicina legal, a saber,
Subcomisario Miguel Ángel Agudo –Técnico Superior en Balística Forense-,
Sargento Hilda Marcela Benítez –Perito en Papiloscopía- y Capitán Gustavo Omar
Bonifacio –Jefe del Servicio Balístico de la Policía Científica Delegación Morón-;
Comisario (Prof.) Dr. Alejandro Félix Rullán Corna, se desprende lo siguiente: “I-
DEL COMPARENDO: En la fecha, siendo las 10:30hs., nos constituimos en el
lugar de los hechos, vivienda sita en la Arteria ... de la localidad de Villa
Sarmiento, con el propósito de realizar una reconstrucción de los hechos
investigados. II- DE LA DILIGENCIA PRACTICADA. En presencia del Sr. Juez
Carlos Roberto Torti, a cargo del Tribunal en lo Criminal Nro. 4 de Morón, el Dr.
Hernán Flavio Alarcón de la U.F.I. y N° 6 de Morón. Patrocinante del Particular
Damnificado Dr. Néstor Osvaldo Moreno, USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Defensor Dr. Luis Víctor [Rapazzo], personal y asistentes de los mencionados, se
procede a escuchar los relatos de la víctima e imputado, y además se nos hace
saber lo relatado por la víctima en el tribunal. Se procede, en base a las fotografías
obtenidas por los peritos al momento de realizar la primera inspección ocular (se
adjuntan las copias del mismas), a señalar en el lugar las distintas evidencias
balísticas y de rastros observadas en dicha inspección ocular. Se da lectura, por
parte del Dr. Rullán Corna, de la prueba documental del "Anexo en I.P.P. 10-00-
035813-13 COPIAS DE HISTORIA CLINICA DEL HOSPITAL POSADAS DE
ROMINA LUJAN MENEGHINI", fojas 2 Evolución en Guardia" de fecha 14/10/13.
Se plantean las siguientes cuestiones: A) Si la herida de la víctima fue producida
por un disparo directo al cuerpo o por efecto de un rebote?. B) Posición de victima e
imputado. C) Si existe la posibilidad de que al cerrar la escopeta de manera
normal, la misma se dispare accidentalmente. III. CONCLUSIONES: Del análisis
de los relatos mencionados, los que se tienen en cuenta como ELEMENTOS
SUBJETIVOS, de las evidencias de Rastros y Evidencias Balísticas, y prueba
documental mencionada y analizada por el Dr. Rullán Corna, se arriba a las
siguientes CONCLUSIONES: A) En base al análisis de la prueba documental
realizado por el Dr. Rullán Corna, teniendo en cuenta la trayectoria y magnitud de
la lesión, la misma fue producida por un impacto directo. B) En base a las
evidencias de Rastros (proyecciones de presunto tejido hemático), evidencias
balísticas (impacto), y la trayectoria en el cuerpo de la víctima descripta por el
galeno, ubican la fuente de fuego en la escalera y a la víctima en planta baja, en el
pasillo distribuidor al lado de la escalera (se adjunta plano). Respecto del relato
aportado por el imputado, basándonos en las mismas evidencias se informa que el
mismo no es compatible con las evidencias analizadas. C) Respecto a si existe la
posibilidad de que el arma se dispare accidentalmente al cerrar la misma de
manera normal, en base a lo informado por el Perito Balístico, Capitán Gustavo
Bonifacio, quien realizo oportunamente la pericia balística de laboratorio, NO es
posible. Es necesario que el dedo esté sobre la cola del disparador” (cfr. fs. 444-448,
conjuntamente con la pericia planimétrica y registro gráfico resultante de la
reconstrucción del USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
hecho, acompañado en fs. 450).
Del informe elaborado por el Licenciado en Criminalística y Criminología Ángel
José Martín, debe reproducirse las expresiones que explican las imágenes en
Power Point (durante su exposición lo hizo contando con estas imágenes], a saber,
Diapositiva 2 [Fotos 710-711]: “Análisis Criminalístico del Hecho. Partimos de la
inspección ocular realizada por policía el día 15 de octubre de 2013 en la finca
ubicada en calle ... de la localidad de Villa Sarmiento, partido de Morón, donde se
recogieron los siguientes elementos de interés pericial”. Diapositiva 3 [Dibujo
Planimétrico Policial]: “Ubicación de las evidencias”. Diapositiva 4 [Fotos 821-828]:
“Una escopeta calibre 16. Se encontró entre el pie de la escalera y la puerta de
acceso al hall. Esta escopeta fue peritada por el Suscripto junto con el Capitán
Bonifacio arribando a la conclusión que dicha escopeta al momento de cerrarse el
solo roce de la cola del disparador del cañón derecho genera el disparo de la misma,
tal como lo describió el imputado”. Diapositiva 5 [Fotos 803-840]: “Dos fragmentos
de plomo (restos de proyectil). El más pequeño presenta una concavidad
incompatible con haber impactado a un objeto plano y más duro que su principal
componente (Plomo). El más grande tiene la forma aproximada al de una moneda
de diámetro irregular aproximado de 2onm su cara más brillosa presenta una
superficie cóncava incompatible con un impacto con un objeto plano y duro. Dicha
concavidad presenta un aplanamiento parcial rectilíneo compatible con el impacto
a un elemento cilíndrico, reflejándose parcialmente su diámetro en dicha
deformación”. Diapositiva 6 [Fotos 840-841]: “Dos fragmentos de plomo”.
Diapositiva 7 [Fotos 802-803]: “Separadores de cartucho de escopeta. Tres de
cartón o fieltro encontrados a la altura de la puerta que da al patio próximo a la
pared que da al garaje y otros a 1,10 metros de la puerta (Foto 802). La imagen
muestra el que se encontró a 1,1 metros de la puerta (Foto 803)”. Diapositiva 8
[Fotos 822-823]: “Base plástica color violeta de proyectil monoposta. Encontrada en
el hueco de la escalera secundaria que se encuentra en el hall”. Diapositiva 9
[Fotos 723]: “Manchas Hemáticas. Concentrada en el pasillo del hall en la zona
próxima a la puerta de acceso al garaje y que luego se distribuyen por el perímetro
interior del garaje”. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Diapositivas 10 y 11 [Fotos 739-749]: “Manchas Hemáticas”. Diapositiva 12 [Foto
833]: “Manchas Hemáticas. La vista superior de la mancha principal permite
ubicar a la misma en relación de los demás elementos presentes en la escena y sus
proporciones en relación a los mismos”. Diapositiva 13 [Foto 843]: “Manchas
Hemáticas”. Diapositiva 14 [Foto 729]: “Rastros de calzado de adulto tipo trecking
alrededor de las manchas hemáticas. Dichas improntas denotan la presencia de un
adulto que se desplazó en la escena del hecho por las escaleras que dan a la cocina,
en el lugar donde quedo la víctima y por el interior del garaje. Dichas pisadas
corresponden con lo narrado por los protagonistas como perteneciente a Piccinin.
Características de las improntas: resultan compatible con borceguíes o calzado tipo
tracking (recordemos que Piccinin venía de pescar)”. Diapositiva 15 [Foto 832]:
“Huella de pisada”. Diapositiva 16 [Foto 838]: “Presunto impacto balístico en el
piso. Ubicado a 47 cm de la pared de la escalera, se manifiesta como una mácula
gris. Se observa además la ausencia de restos hemáticos importantes y los pelos
ubicados en el piso no se encuentran se observan blancos es decir no han sido
colorados por las tejido hemático”. Diapositiva 17 [Fotos 724-825]: “Repasador
manchado con presunto tejido hemático. Ubicado al pie de la escalera más pequeña
que desciende desde el hall”. Diapositiva 18 [Fotos 738-797] “Caja de cigarrillos y
cigarrillos sueltos dispersos en la escena”. Diapositiva 19: “Conceptos a considerar:
Dureza de Materiales. Elevación de Objetos. Angulo de incidencia balística según
versión policial. Rebotes balísticos”. Diapositiva 20: “Dureza de materiales. La
punta del Brenneke es un cilindro de 16 mm de diámetro compuesto en un altísimo
porcentaje en plomo (dureza 2,5 a 3). El granita tiene distintas composiciones pero
su dureza puede variar entre 5.5 y 7. También mencionaremos que el fémur es el
hueso más duro del cuerpo humano, dependiendo su dureza de factores que no
podemos reproducir con precisión. Al producirse un choque entre cuerpos de
distintos materiales el cuerpo del material más blando copia la forma del más
duro, independientemente de la masa o energía que posea cada uno”. Diapositiva
21: “Elevación de Objetos. Para que un objeto sea elevado es necesario: La
aplicación de una fuerza ascendente aplicada por debajo de su centro de gravedad.
La componente vertical de USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
dicha fuerza debe ser de una intensidad superior al peso del cuero, 26 gr; y su
centro de gravedad está a 4 mm del piso”. Diapositiva 22: “Angulo de incidencia
balística según versión policial. Conforme el escalón donde se colocó el personal
policial con el arma durante la reconstrucción, la boca del cañón se encontraba a
2,60 m del piso de granito y el supuesto impacto en el granito a 47 cm de la
escalera aplicando trigonometría TAG ALFA = CAT OP ICAPADY TAG ALFA =
2,65/47 = 5.85 ALFA = 80° aproximadamente”. Diapositiva 23: “Rebotes balísticos.
Para que se genere un rebote balístico deben generarse condiciones especiales, la
más importante para este caso es: Angulo de incidencia apropiado: a partir de los
45 grados puede generar absorciones importantes de la energía que posee el
proyectil, en el caso de que el proyectil se encuentre con un plano de masa infinita
(como lo es el piso) la energía del proyectil se transformará en deformación en el
propio proyectil (si el piso es de mayor dureza que el proyectil) copiando en este
caso la forma plana del piso y si produjo deformación copiará la forma de la
deformación generada. Con un ángulo de incidencia del orden de los 80°, el
proyectil quedará estampado en el piso, deformado, y en una zona muy próxima al
del impacto”. Diapositiva 24: “Hipótesis a considerar. Hipótesis de la víctima.
Hipótesis del imputado. Hipótesis policial”. Diapositiva 25: “Que la víctima estaba
en el garaje a escasos centímetros del umbral de la puerta, mirando hacia el pie de
la esclaera y que el imputado se encontraba bajando la escalera en el escalón 1, 2 o
con sus dos piernas en el piso”. Diapositiva 26 [Plano diligencia pericial del día 23-
10-2014]: “Hipótesis de la víctima. Los restos de separadores debieron detenerse en
el garaje, al igual que los fragmentos de los proyectiles. Precisamente era el sector
más desordenado del garaje y dichos elementos debieron adoptar posiciones
caprichosas entre los mismos”. Diapositivas 27, 28, 29 y 30 [Fotos 773-775-776-
777]: “Hipótesis de la víctima”. Diapositiva 31: “Hipótesis del imputado. Que la
víctima estaba en el pasillo apoyada en la pared que da al garage, a la altura del
marco más distante de la entrada a la propiedad y que el imputado ya había
bajado totalmente la escalera y se encontraba al pie de la misma con sus dos
piernas en el piso”. Diapositiva 32 [Plano diligencia pericial del día 23-10-2014]:
“Hipótesis del imputado. Esta hipótesis USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
coincid[i]o con la totalidad de los elementos considerados a excepción de la posición
de la mancha hemática principal”. Diapositiva 33: “Hipótesis de la policía. Que la
víctima estaba en el pasillo mirando hacia la puerta que da al patio interno con su
pierna izquierda a menos de 47 cm de la pared de la escalera y que el imputado se
encontraba bajando la escalera, segundo o tercer escalón contando de arriba hacia
abajo”. Diapositiva 34 [Plano diligencia pericial del día 23-10-2014]: “Posición de
los protagonistas. Estas posiciones no son mencionadas por ninguno de los
protagonistas del hecho. Exige que la impronta compatible con un impacto
balístico sea certeramente originada por el proyectil que generó las lesiones en la
victima. Las deformaciones del proyectil no es compatible con esta hipótesis”.
Diapositiva 35: “Ángulo de incidencia balístico calculado 80°. No genera rebote.
Arandelas, base de proyectil y proyectiles (2) habrían quedado en una zona
próxima al supuesto impacto. La incidencia en la cara anterior del muslo izquierdo
y orificio de salida en la cara posterior del mismo, en dicho ángulo habría
provocado prácticamente la desaparición longitudinal de los tejidos y huesos de
dicho miembro, si la victima habría estado de pie”. Diapositiva 36: “Ángulo de
incidencia balístico graficado”. Diapositiva 37: “Debemos tener certeza de que
dicha impronta corresponde a un impacto balístico y no a otro origen. El plomo por
ser más blando que el granito (de masa infinita) habría copiado la forma plana de
la superficie del piso. Ninguno de los restos de proyectiles encontrados tiene estas
características. Debería haber una correspondencia entre los restos de proyectil
con la forma y tamaño de la impronta detectada en el piso del hall. Aspecto
exterior de la impronta: el proyectil mayor presenta en la actualidad restos de
tejido hemático seco, es decir que cuando salió del cuerpo de la víctima lo hizo
envuelto en dicho tejido. En estas condiciones si el proyectil habría generado la
impronta, esta estaría impregnada por los tejidos contenidos en el proyectil,
generando además en su alrededor importantes dispersiones flemáticas con centro
en la impronta. En todas las fotografías tomadas durante la inspección ocular se
observa la impronta libre de tejido y no se encuentra en el centro de ninguna
dispersión importante de tejidos”. Diapositiva 38 [Foto sin número]: “Profundidad
casi nula”. Diapositiva 39 [Fotos si USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
número]: “Forma y tamaño incompatible entre proyectil e impronta”. Diapositiva
40 [Foto sin número]: “Deformación incompatible con el piso y compatible con
hueso”. Diapositiva 41: “Posición final de separadores y restos de proyectiles.
Siguiendo esta hipótesis tanto las arandelas como los dos restos de proyectiles
debieron haber sido pateados en la forma en que se describió para la hipótesis de
la víctima, faltando además un calzado idónea para generar la elevación del
proyectil y la ausencia de evidencias de movimientos a modo de arrastre sobre los
restos de tejidos”. Diapositiva 42: “Hipótesis más probable. Que el señor Piccinin se
haya encontrado en una zona muy próxima a la indicada por él, es decir a escasos
metros de la escalera. Que la víctima se haya encontrado con sus dos pies en el hall
a escasos 30/40 cm del centro umbral que separa a éste del garage. Que el disparo
haya sido accidental conforma la pericia que realizara el suscripto en forma
conjunta con el Capitán Bonifacio”. Diapositiva 43 [Plano diligencia pericial del día
23-10-2014]: “Hipótesis más probable. Las posiciones de los protagonistas, la
condición de tirador surdo del imputado, la dirección del disparo, la ubicación de
los restos de cartucho y la posición de las manchas hemáticas. No tienen
contradicciones en esta hipótesis”. Diapositiva 44: “La hipótesis más probable se
corresponde con: Dureza de materiales. Deformación de los proyectiles. Potencia
del proyectil utilizado. La posición y alineación de los restos del cartucho. Las
manchas de sangre. Las características de la lesión de la víctima. Calzado del
señor Piccinin” (cfr. el informe completo agregado a fs. 456-466, autorizado a
incorporarlo por lectura o exhibición).
Se analiza y cita el informe victimológico que elaboraran las profesionales del
Centro de Asistencia a la Víctima dependiente de la Fiscalía Departamental. Las
dos profesionales que lo suscriben entrevistaron a Romina Luján Meneghini “en la
en la Clínica Constituyentes, donde la joven se halla internada, sometiéndose al
tratamiento indicado por las heridas, consecuencia del hecho denunciado. Grupo
familiar conviviente LEGUIZAMÓN, Mercedes Jerónima: (progenitora, 54 años).
Trabaja como peluquera. CASIAHUE DI: MENEGHINI, Juana: (abuela paterna,
82 años). Esta mujer era la dueña de la propiedad y termina realizando la sesión a
favor de su hijo, poco USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
tiempo antes de morir el mismo (padre de Romina Meneghini). MENEGHINI,
Nadia Soledad: (hermana, 26 años), trabaja en ventas en Aeroparque. IMPUTADO
PICCININ, Esteban Ricardo: (esposo, 36 años), argentino, instrucción secundaria,
domiciliado en ... de la localidad de Villa Sarmiento (lugar del hecho). Es piloto de
T.C. Vivía solo en la propiedad, desde la separación y hasta el momento de ser
detenido. Según su esposa, hace unos 2 años se encuentra en tratamiento
psiquiátrico y psicológico, por un cuadro depresivo. Ya había estado en tratamiento
anteriormente, pero sin continuidad. Tuvo algún intento de suicidio, previo a
conocerla a ella. Se droga con marihuana y su esposa sospecha que también con
cocaína. Grupo familiar no conviviente PICCININ, Antonella: (hija, 15 años).
PICCININ, Fiorella: (hija, 12 años). Ambas viven con su progenitora. Según la
entrevistada, el Sr. Piccinin no suele verlas muy seguido ni ocuparse tanto de ellas
en las ocasiones que van a visitarlo. Tiene su madre viva. Su padre falleció un mes
antes que el padre de la Sra. Meneghini. Reseña de la entrevista (Cabe destacar
que se logra llevar a cabo la entrevista en la segunda ocasión (7-11-13) en que se
concurre a la Clínica, ya que en la primera oportunidad, el lunes 4 de Noviembre,
la Sra. Meneghini, acababa de salir de quirófano, de una toilette quirúrgica, por lo
que no se encontraba en condiciones de ser entrevistada). La entrevistada relata
que conoció a Esteban Piccinin hace unos 5 años atrás y que en aquel entonces
tuvieron un vínculo amoroso, pero ella se entera que él estaba en pareja y lo deja.
Se vuelven a encontrar hace 3 años y 3 meses y pasados los primeros 3 meses de
iniciado la relación, él le ofrece casamiento y ella le responde que tiene que
pensarlo porque le parece demasiado apresurado. Continuando con el relato,
Romina Meneghini, afirma que él se puso muy mal por el compás de espera que le
solicitaba ella y llora angustiosamente, generando la pena de ella que resuelve
acceder a que se casen (2010). Se le señala el poco cuidado personal que implicó
esto, ya que se conmovió ante la actitud de él dejando de pensar que era lo más
criterioso para su bienestar sucumbiendo ante cualquier solicitud de éste. [Cabe
tener en cuenta que la joven entrevistada tuvo una pareja previa que también era
corredor de coches. En ese entonces, ella era promotora en las carreras y en una USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
reunión conoce a este hombre y termina conviviendo con él durante 5 años.
Asevera que su pareja con este hombre no funcionó porque el único interés de él
era su coche. Que al principio estaban muy bien en la pareja, pero que luego él
empezó a crecer y ganar mucha plata y parecía que éste era su único interés, el
cual, dice ella, no compartía: "El tema de las carreras es un tema, porque crecés de
golpe y te marea"(sic). Es así que comienza su vida de casada con Esteban Piccinin,
sin conocerlo mucho: "Cuando yo me casé con Esteban, no sabía que él no
trabajaba" (sic). En la época que ella se casa, hacía un mes que había logrado
armar su departamento alquilado (luego de la ruptura con su primera pareja),
tenía un buen trabajo, pero como ella misma afirma, se sentía sola y pensó que
"era bueno" (sic) poder vivir con Piccinin, ya que le parecía que era una buena
persona. Lo diferenciaba de su primera pareja porque parecía preocuparse mucho
más por ella. Lo que en un primer momento interpretó como cuidado, terminó
haciéndola sentir ahogada: "Cuando me casé, no podía ir sola ni al kiosco" (sic). "Él
no quería que yo siguiera trabajando" (sic). Parece ser que eso le generaba celos.
Es así que él le propone instalar un salón de fiestas para que ella trabajase y
tuviese una fuente de ingresos, pero a su vez la insultaba tratándola como una
mantenida. Quienes ponen el capital para el salón y todas las reformas que eran
necesario efectuarle, fueron los padres de él; como señala esta mujer que seguirá
ocurriendo siempre a lo largo del vínculo de pareja, lo que a ella la fue
desgastando. Al momento de ir a conocer el salón elegido por él, ella observa que
era enorme y le refiere que podrían comenzar por algo que no requiriese una
inversión tan importante, pero él ya lo tenía resuelto, de tal manera que las
reformas que él afirmaba que llevarían 2 semanas, terminan completándose en el
lapso de 6 meses. Romina Meneghini aclara, en este momento, que ella trabajó
desde sus 14 años y trataba por ello de llevar adelante el negocio para sentirse útil,
mientras que su esposo permanecía en el local gran parte del tiempo sin tratar de
generar otra actividad. A ella le preocupaba la ampulosidad que él demostraba con
respecto a todo lo que se adquiría para el local y finalmente terminan quebrando
por mala administración. Romina comienza a tener claro que él no se puede
administrar porque nunca trabajó, por ende no ganó su propia USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
plata, no maneja dinero en efectivo y tiene una tarjeta, la cual utiliza sin límite y
tampoco le llegan los resúmenes de cuenta a su domicilio, por lo que no toma
conciencia de lo que gasta, y mucho menos de lo que implica ganarlo, ya que sus
padres le pagaban todo. Al año de estar casados, ella comienza a darse cuenta de
que la relación de pareja se ponía cada vez peor, y se reiteran las discusiones por la
falta de responsabilidad de él, porque no se decidía a trabajar y administrar su
propio ingreso. Él empieza a compararla con su madre; cree ella que porque
intentaba a poner un límite, como de alguna forma intentaba hacer la madre de él,
a diferencia del padre que lo sobreprotegía siempre. Ejemplifica esto, relatando
que en una oportunidad, en ocasión de haber tenido una discusión en el ámbito del
hogar conyugal, él entra en una crisis de nervios (teniendo un cuadro de excitación
psicomotriz) y manifestando que se iba a matar, por lo que ella trata de calmarlo y
al ver que no podía, resuelve llamar a su suegra para que venga en auxilio. Es ésta
última quien llama a una psiquiatra conocida de la familia, quien aconseja la
internación, pero al enterarse el padre, se presenta a buscarlo, lo traslada a su
clínica, lo sedan y se lo lleva a su casa por un lapso de 15 días, hasta que se
calmase; también le aconsejan a ella que se mantenga alejada por unos días por su
propio cuidado. Así las cosas, supone ella que en función de los reclamos que le
hacía, él comienza a trabajar en la clínica familiar, pero el trabajo le dura 2 meses,
ya que se sentía muy molesto porque le habían asignado un puesto en el área de
mantenimiento, bajo las órdenes de un primo y no soportaba que éste lo dirigiese.
Romina Meneghini cree que la molestia de Piccinin se debía a que su padre no le
había dado un lugar destacado en la empresa de la familia. De la misma forma que
este hombre no podía mantener un encuadre laboral, según su esposa, tampoco
podía hacerse cargo de su rol de padre, lo que en un principio de la relación ella
pensó que no era así, ya que él lloraba amargamente porque su ex mujer no le
permitía ver a sus hijas. Romina Meneghini le aconsejaba que le diese continuidad
a los trámites legales, pero observaba que mucho no se movilizaba. Cuando por fin
consiguió llevarlas de visita a su casa, la asistida relata que no se preocupaba de
estar con ellas y se iba a dormir o a hacer cualquier otra cosa y dejaba que su
esposa se hiciese USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
cargo de sus hijas. También fue Romina M. quien se encargó de acondicionarle las
habitaciones para que tuviesen un lugar adecuado cuando fuesen a la casa, ya que
al momento de casarse con él, asevera haberse encontrado con una casa en un total
desorden y la habitación que estaba dispuesta para las niñas no estaba en
condiciones adecuadas, entre otras cosas, porque él dejaba entrar siempre los
perros que tenían (7 en total) y eso a las chicas les molestaba mucho. Transitando
los dos últimos años de matrimonio, Romina Meneghini, toma conciencia que los
ha vivido entre discusiones, controles, amenazas reiteradas de querer quitarse la
vida por parte de su esposo y el desencanto que parece generarle a él que ella no
tenga la solución de los problemas que él debería resolver. Actualmente reconoce
que ya inmediatamente después de la luna de miel tuvo problemas con él, porque
un ex novio de la adolescencia (con quien seguía contactándose de vez en cuando)
le mandó un mensaje saludándola para su cumpleaños y ella se lo contó como algo
natural a Piccinin, por lo cual le hizo una escena de celos por el lapso de unas 12
horas, durante las cuales la acusó de tener relaciones con esta persona hasta antes
de casarse y dejarlo a él en un segundo lugar. Recuerda luego, otro episodio en que
en medio de la discusión, él verbaliza algo que no puede recordar y luego se tira a
propósito por las escaleras y da contra un vidrio que se encuentra en el descanso y
lo rompe. Preguntada sobre si eran frecuentes los episodios en que él amenazaba
con lesionarse o que los llevaba a cabo, responde que cada vez que discutían fuerte
porque ella le manifestaba sus deseos de separarse, él iba a buscar el arma
manifestando que se iba a quitar la vida y en esas situaciones ella corría detrás de
él para disuadirlo de su propósito. El último tiempo, antes de llegar a la
separación, ella resuelve irse a dormir a la habitación que era de las hijas de él,
mientras su suegra empieza a enunciarle en más de una oportunidad que si
alguien tiene que irse de la casa es él; pero ella sentía que no podía tolerar mucho
tiempo más conviviendo con él, porque la hacía sentir "como de prestado" (sic). Es
así que ella le pide cierto tiempo para poder tener alguna base para mudarse del
domicilio conyugal y él se ocupa de dejarle en claro que ni piense en reclamar nada
legalmente, porque él no tiene nada a su nombre y le da USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
5000$, manifestándole que es más que suficiente para que se vaya y alquile algo
con esa plata. Ella afirma que él está convencido que esa cifra es más que
suficiente, para poder instalarse, debido a que no tiene conciencia del valor de las
cosas, por no hallarse dentro del mercado laboral. Con respecto a los hechos que
dieron Inicio a la presente I.P.P., refiere que luego de haberse retirado del hogar
conyugal, le avisa a él que aprovechará el fin de semana para retirar sus
pertenencias, ya que había empezado a trabajar y por ahora no le otorgaban días
libres. Cuando llega a la casa, tuvo que llamarlo a él y pedirle que le diese la clave
de la alarma, ya que él había cambiado el código. Ya dentro de la casa, ella
encuentra "pulseras de boliches" (sic) y preservativos usados y se pone furiosa en
contra de él que tanto la acusa, pero él aprovecha a hacer cualquier cosa, ni bien
ella se retira del hogar. Lo llama muy molesta (el día sábado) y él le dice que se
siente mal porque siente la muerte encima y que cuando él siente esas cosas, ella
sabe que es verdad y algo pasa. Romina Meneghini, acota: -"Soy una mina tan
tonta....siempre me manipuló!" (sic). Él comienza a llamarla, sabiendo que ella está
en la casa y luego se aparece en persona, momento en que se genera una fuerte
discusión, tras la cual Piccinin rompe en llanto expresando que estaba muy mal,
que no tenía rumbo, que estaba confundido, que tenía miedo que le pasase algo
malo y trata de abrazarla y ella lo rechaza (no queriendo que se acerque), al él
molestarse, ella accede a tener relaciones sexuales. En el medio de toda esta
situación, él le dice que ella es el amor de su vida, que quería tener hijos con ella.
Romina repite frases que asevera haberle dicho él: -"Yo cada vez que te veo
necesito abrazarte, porque vos sos parte mía" (sic); para luego decirle que un hijo
sería la salvación de su vida. Luego del momento de haber intimado, él se enoja
cuando descubre que ella le había roto una serie de cosas (entre ellas el teléfono
celular, tirándole la batería al jardín) en medio de SU enojo por las cosas que
encontró en la casa, al verlo tan molesto, ella resuelve retirarse de la casa, yéndose
en su vehículo. Allí empieza a recibir llamados de su esposo, quien, muy molesto, le
reclamaba sobre dónde había dejado la batería del teléfono, por lo que ella resuelve
volver. Al llegar comienza a ayudarlo a buscarla, hasta que en un momento él
desaparece y ella cree que fue a USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
buscar o hacer alguna otra cosa, hasta que lo ve bajar por la escalera, con la
escopeta en la mano y le pregunta qué hace con el arma en la mano. Él le
responde: -"Hija de puta, está cargada" (sic) y tras ello, se dispara el arma. Ella
relata que a partir de ello, él se apura a efectuarle un torniquete y trasladarla en
su coche, hasta el Hospital Posadas. La entrevistada expresa, luego de esta parte
del relato: -"Yo le pedía al papá, a los padres, un límite antes" (sic). Preguntada
sobre cuál era el vínculo que mantenía con los padres de él, dice: -"Me adoraban.
La madre me decía que era lo mejor que le había pasado a él" (sic). Actualmente, la
hermana de Piccinin, quien trabaja en la clínica familiar, la fue a visitar,
llevándole una carta de él, manifestándole que vea si ella la quiere leer
(obviamente sin tener en cuenta lo inoportuno del momento) y le dijo: -"vos sabés
Ro que él es un buen chico, yo me voy a hacer cargo de él, pero no sabés lo feo que
es verlo ahí", sic (en referencia a la cárcel). Conclusiones: La aproximación a
historias de pareja como la que hoy nos ocupa nos hace pensar en las
individualidades que terminan encontrándose y uniéndose. En el caso de Romina
Meneghini nos encontramos con una joven que desde su baja autoestima y el creer
que no puede merecer lo suficiente, elige dos parejas que no pueden registrarla
como ella necesita. Con la primera fue víctima de violencia emocional por
indiferencia y con el imputado fue registrada como posible tabla de salvación que
lo ayude a salir de todas aquellas situaciones, que pudiesen ser un desafío, donde
no podía empoderarse él mismo para lograrlo. Así fue como sumiéndose a los
caprichos y exigencias de él, ésta desarrolló su cotidianeidad alejada de su realidad
autónoma de años anteriores, padeciendo innumerables episodios de violencia
verbal y psicológica. Un punto de inflexión a tener en cuenta, es aquel en que
encontrándose sola, luego de una primera separación, y ya acomodada en cuanto a
vivienda y trabajo, no soporta la soledad y cree que estará mejor, casándose con
una persona que conoce hace tres meses. Aún hoy, a la luz de las lesiones
gravísimas que sufrió, está más preocupada por él que por sí misma. Hay algo que
parece tener claro: no desea volver más con su marido. Con respecto a la
semblanza que hace la víctima de su esposo- imputado, Esteban Piccinin, pareciera
que nos encontrásemos ante una estructura USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
inmadura, sin normativa internalizada en cuanto a los límites que debería haber
adquirido, y por ende, sintiéndose "dueño de todos los derechos un niño que tiene
adultos que respondan por él: los padres, su mujer, actualmente su hermana, y
hasta se le ha cruzado por la cabeza, la posibilidad de engendrar un hijo que sea su
salvador. Hablamos de la típica estructura de una personalidad adictiva, que al no
habérsele permitido crecer, siempre encuentra adultos responsables de sus males.
Es preocupante que su hermana inconscientemente ocupe el lugar vacante dejado
por el padre, para continuar cobijándolo, sin pensar que lo más conveniente para
un individuo de 36 años es poder empezar a hacerse cargo de sus acciones,
asumiendo los costos de las mismas. Dado el panorama planteado, se considera la
conveniencia de solicitar la pericia psiquiátrica- psicológica del imputado, para
clarificar el tipo personalitario, los rasgos más relevantes de personalidad, los
niveles de impulsividad presentes y la existencia de conductas manipuladoras en
el vínculo con su entorno que ayuden a arrojar mayor luz sobre los hechos
investigados […]”.
Por último se pondera la exposición civil que Romina Luján Meneghini invocara en
su deposición y cuya incorporación por lectura o exhibición quedara autorizada a
petición de la fiscalía y el particular damnificado sin oposición de la defensa. Dicha
exposición fue formulada el día 16 de septiembre de 2013 en la Unidad de Gestión
Comunitaria N° 2 del Municipio de Morón. Dijo, entonces, que: “se encuentra
casada con el SR. ESTEBAN RICARDO PICCININ DNI: …. Continúa
manifestando que el día 13 de septiembre del corriente año dejó de residir de
manera habitual regular y permanente en el domicilio conyugal que compartía
junto al Sr. Piccinin sito en la calle ..., Villa Sarmiento, Partido de Morón.
Manifiesta que el motivo del abandono del hogar se debió a motivos de fuerza
mayor ya que la exponente recibía constantes agresiones psicológicas. La
exponente deja asentado que se retiró del domicilio conyugal llevándose consigo
algunos elementos de carácter personal, quedándole pertenencias por retirar” (cfr.
fs. 407).
LOS TESTIGOS DESAHOGADOS
Los testimonios aludidos han sido rendidos con juramento de decir USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
verdad y pasados por los juicios de sinceridad, logicidad, convergencia,
concordancia, credibilidad y verosimilitud, por lo cual, con la salvedad de que los
testimonios se sopesan y no se suman (H. Rocha Degreef, “El testigo y el
testimonio”, p. 27, Ediciones Jurídicas Cuyo, 1999), y ponderando que nuestra
instancia tiene potestad soberana en la apreciación de los testimonios (CSJN en
Fallos 281:182; SCBA en “Acuerdos y Sentencias”: 1961-II-13, 1963-II-904, 1973-
II-405 entre otros; J. Claria Olmedo, “Derecho Procesal Penal”, tomo II, p. 401, Ed.
Lerner, 1984; A: Adip, “Prueba de testigos y falso testimonio”, p. 44, Depalma,
1983), debe anticiparse que sellan adversamente la suerte del encausado, pues no
solo sirven para verificar la materialidad ilícita sino el extremo subjetivo de los
actos criminales.
La exposición de los testigos recibidos durante el debate, contienen el potencial
convictivo relacionado tanto al extremo objetivo cuanto al extremo subjetivo; y esto
es así, porque la sinceridad de los exponentes emana del relato y de las respuestas
lógicas y coherentes ante el exhaustivo interrogatorio al que fueron sometidos, la
credibilidad del discurso y las contestaciones razonables del interrogatorio que
puso a prueba su verosimilitud.
La inmediación con la que recibimos la prueba en el sistema de enjuiciamiento
oral, en el cual rigen para su valoración las reglas de la sana crítica racional,
implica que tanto la receptación de la misma, especialmente la testimonial, como
su apreciación para la determinación de los hechos constituye una tarea que nos
está reservada con el respeto a las reglas de la lógica, la psicología, la experiencia
social y el sentido común que rigen la valoración de la prueba (J. S. Caballero, "La
sana crítica en la legislación procesal penal argentina", LL 1995-E, 630).
El grado de convicción que cada testigo provoca en nosotros, se genera desde el
contacto directo o la relación visual inmediata que se establece con el mismo
durante el interrogatorio y control de las partes (adquieren relevancia jurídica los
gestos, miradas, tonos de voz, y demás actitudes subjetivas -TCP, Sala II, causas
10.490, del 28/8/2003; 13.987, del 5/4/2005-), pues ello nos permite examinar las
características de la persona y configura una cuestión subjetiva intransferible por
pertenecer a USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
la esfera de reserva en nuestro carácter de juzgadores. Consiguientemente, a
través de esa observación, y, con seguimiento de las reglas antedichas, valoramos y
apreciamos en conciencia todas las demás circunstancias que nos permiten fijar su
credibilidad probatoria -establecer el mayor o menor valor de la testificación-,
tanto si es de cargo, como descargo (F. Muñoz Conde, “Búsqueda de la verdad en el
proceso penal”, vol. I, pp. 53-55, Ed. Hammurabi, 2000; TCP, sala II, causas 2.789
del 20-3-2001; 5.857 del 30-9-2001 y 6.590, del 29-11-2001).
Respecto del valor incriminatorio de los dichos de los testigos rendidos en el debate
debe recordarse que la doctrina casacional ha señalado en cuanto a la
descalificación de los testigos que un sistema de exclusión por inhabilidades es
contrario al espíritu del vigente código procesal penal, y que "inventar
inhabilidades no sólo implica contrariar la letra sino también el espíritu de un
Código que, ante el auge de las manifestaciones asociales, debe ensanchar las
posibilidades probatorias siempre que no resulte menoscabo de los derechos que
resguardan el núcleo mismo de la personalidad" (TCP, Sala I, causas 54, del
15/6/99 y 582, del 9/5/2001).
Nuestro ritual no establece en disposición alguna circunstancias que de por sí
impliquen inhabilidad a los efectos del análisis de la prueba testimonial (TCP, Sala
II, causas 8.494, del 1/10/2002 y 9.290, del 28/11/2002), por el contrario toda
persona es capaz de atestiguar, sin perjuicio de la valoración final a la que queda
sometida, para lo cual puede incluso preferirse un aspecto de la declaración en
desmedro de los otros, pues en la apreciación de la prueba somos soberanos.
No he encontrado en ninguna de las deposiciones invocadas muestras o evidencias
de que hubiesen testificado inspirados por odio o enemistad manifiesta hacia el
imputado, ni es dable barruntar que hayan declarado con un propósito
influenciado por intereses negativos contrapuestos a la justicia y para causarle
perjuicio.
Corresponde, entonces, reproducir los tramos esenciales de las testificaciones
rendidas.
Testimonio de Romina Luján Meneghini
Señaló que “estuve tres meses de novia con Esteban Piccinin; me USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
propone casamiento, nos casamos, con la condición de que yo deje mi trabajo de
diez años, porque él no lo podía soportar, porque yo trabajaba con hombres; yo en
ese momento lo sentí como un celo bueno que estaba bien; el día que nos casamos
nos fuimos al Sofitel, a una pequeña luna de miel, la familia de él nos había
regalado un paquete de spa, que no lo pude hacer porque no podía dejar que un
hombre me toque. A los dos días después de mi cumpleaños me llega un mensaje
de un ex novio, al que le había contado que estaba feliz, que me casaba y él no lo
entendió me empezó decir que era una hija de puta, que yo lo engañaba, esto
empezó a la nochecita y esto era a la madrugada, para qué se había casado, un
montón de barbaridades, me agarra un ataque de asma y no puedo respirar y
empieza a acercarse a decirme mi amor perdóname no quiero que te pongas así,
entendeme, soy celoso y así arrancó nuestro matrimonio. De esa luna de miel llego
a casa y lo primero que hago es cambiar la línea de teléfono, siempre me demostró
inseguridad, en los primeros meses de casamiento yo no podía salir de casa sola, él
me acompañaba, me hacía celos por la ropa que me ponía, me empezó a decir que
me soltara el pelo, me tapaba los pechos y cuando salía me destapaba; el pelo se
me venía solo para adelante, siempre eran peleas, un montón de peleas; de qué
íbamos a vivir si dejaba de trabajar, él en ese momento corría autos, pero no vivía
de las carreras de autos, la familia le mantenía su automovilismo y de ahí surgió
hacer un salón de fiestas infantiles, comenzamos a trabajar, no me dejaba ir
porque había hombres que trabajaban ahí, yo me di cuenta que los empleados del
salón nos robaban y ahí él empezó a ir a trabajar; los dos trabajábamos ahí, que
era mucha la inversión que teníamos que hacer, casi siete meses llevó hacerlo; él
decía que yo era una mala onda, que yo no podía ver el lado positivo, pero era mi
opinión; y así hubo un montón de muchas discusiones en la relación. Yo me quería
separar y el amenazaba que se iba a matar, cada vez que yo le decía que me quería
separar, él lo hacía; un día en una fiesta en el salón yo no necesitaba ayuda, él
llega al salón y me insulta y me dice porqué no lo dejaba en paz, se transformaba,
salí corriendo del local y al rato él sale con el auto a correrme, me decía hija de
puta subite al auto, llamo a la mamá por teléfono porque Esteban se había sacado
otra vez, llego a la USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
casa y él me empieza a pechar, me da un codazo en la boca, la mamá empezó a
decirle a Esteban que no estaba bien, que siempre defendía a sus ex parejas, le
agarra un ataque de ira insulta a las dos, a la madre y a mí, que él era así por
culpa de nosotros, él agarra a la mamá del cuello, yo no lo podía sacar, la madre
medio que se desmaya, él sale corriendo y agarra un arma y dice que se va a matar
y se va en el auto; llamamos a un amigo de él para que lo ayude, su personal
trainer, y la madre al psicólogo que lo trataba, le dicen que Esteban está mal que
había que internarlo, llaman al papá y le dicen que lo lleven a la clínica, no sé en la
clínica si lo sedaron o qué, me quedó en la casa asustada y me llama la mamá que
estaba viniendo porque lo iban a llevar a Puerto Madero, yo me escondo en el baño,
llega, Romina donde está, sino me mato, la madre me pide que salga, cuando me ve
me pide disculpas, que lo perdonara, que él iba a estar bien, que lo perdonara que
quería una familia conmigo, lo llevan al departamento de los padres, no estuvo ahí,
lo llevan a un taller mecánico, vuelve a casa con todos los problemas de que no iba
a haber episodios de violencia. Otra vez un episodio muy feo, me llaman a las diez
de las noche un chapista amigo y le digo que era una llamada perdida de esta
persona y él me dice ves que siempre me engañas con hombres, me revolea el
teléfono, lo tira contra la pared, me empuja a mí y me pisa la cabeza en el piso,
después de mi llanto, siempre venía el perdón y yo siempre creyéndole que las
cosas iban a estar bien, yo siempre apostando al matrimonio, siempre haciendo
cosas para que él esté bien”.
A preguntas de la fiscalía, que su relato se acerque a los hechos, manifestó que
“ese día nos habíamos separado hacía un mes porque yo no podía estar más con él
en esa casa, yo no aguantaba más la situación de él, había fallecido su papa y él
estaba muy metido en cuestiones de dinero que según la familia estaba robando, y
llegaba a cualquier hora a casa, yo no sabía con quién se juntaba, venía sacado,
decidimos separarnos, yo me voy a la casa de mis papás, en la cual estuve un mes,
le pedí a él le dije que era muy difícil separarme, yo me estaba yendo sin ninguna
ayuda, me dio 5000 pesos, le pedía un colchón, yo no tenía nada, dormía en la casa
de mi abuela en el living, apenas me separé busqué trabajo y encontré trabajo en
la casa “Solo Deportes” y tenía que volver a empezar, en USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
avenida Cabildo; ya al cumplirse el mes, me avisan de la casa de él que lleve la
documentación para dejarme efectiva por un contrato de tres meses, se trabaja
lunes a lunes, ese feriado iba a ser el único día de descanso, yo cuando me retiro de
la casa hago una exposición civil que me iba por maltrato psicológico y que en la
casa quedaban cosas mías; antes del feriado lo llamo a Esteban, para decirle que
iba a buscar mis cosas que él iba a estar o que iba a estar Florencia que limpia la
casa, yo tenía únicamente las llaves del portón, en ese tramo se me muere mi papá,
y él me pregunta cómo estaba, que él estaba mal, que presentía que algo malo iba a
pasar y yo lo tomé como que algo iba a pasar que se iba a matar y le dije que se
quede tranquilo porque había dos ángeles que nos iban a cuidar, yo siempre
pensaba que se iba a matar porque eso fue lo que siempre decía. En los tres años
de relación siempre decía te mato a vos y después me mato yo, que nunca lo
denuncié por vergüenza. Le digo que voy a buscar las cosas, llego al mediodía o
tardecita, intento abrir con el control el portón y no me abre, toco timbre, nadie me
atiendo lo llamo por teléfono y le digo Esteban estoy acá en la puerta, él me dice
que está pescando y me dice intentá abrir, pero el portón no abre y le pregunto si
había cambiado el código él me dice que no me pare que va a buscar el control y me
dice el número tal y hasta llegar a los últimos números que están cambiados y le
dije y él me dijo que sí que los había cambiado porque tenía miedo que me robaran
la cartera con el código; entro al garaje y encuentro la casa en desorden, encuentro
preservativos, bebidas, cosas de boliche, le digo porqué me mentís, la estás
pasando bien, nada que ver lo que me decía, y él me decía que le había prestado la
casa a un amigo, empecé a agarrar mis cosas, empecé a cargar las cosas y hacer
viajes de Ramos a San Martín, unas tres o cuatro veces en el día, yendo y viniendo,
bajando las cosas, a las 6 o 7 de la tarde él llega de la casa donde yo retiraba las
cosas, él baja del auto y baja las cosas de pesca, le digo que él estaba actuando mal
que no le interesaba donde dormía yo, que para él era separarse, que él la estaba
pasando bárbaro, me empieza a insultar, me dice hija de puta vos siempre me
volvés loco, no me dejás en paz, yo simplemente le decía cuál era mi realidad,
empezamos a discutir, el agarra el teléfono haciéndose el canchero, yo se lo agarré
y se lo tiré; él me USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
dice me rompés el teléfono, me agarra del cuello y me dice yo sé hasta donde tengo
que apretar y yo le dije cuántos teléfonos me rompiste vos, y nunca me los pagaste,
le digo bueno vamos a hablar, le dije que hacía dos meses que no me venía que me
preocupaba estar embarazada por la situación, él me dice que eso le cambiaría la
vida a él, él me abraza, cuando siempre iba el cerraba la puerta, ya me la había
trabado y yo ya sabía lo que pasaba cuando cerraba la puerta. Eso había pasado en
el garaje y después fuimos a la cocina, le dije no terminemos así. Apenas subimos
él cierra la puerta de la cocina, trababa el portón del garaje, siempre. Él quiere
empezar a tener relaciones y yo accedí a tener relaciones porque era la forma de
dejarlo tranquilo y yo poder irme abriéndome él la puerta, así fue, me abre la
puerta de la cocina y bajamos al garaje y me dice lo del celular, le digo quédate
tranquilo que vas a poder armar el celular, eran las diez de la noche, salgo de ahí y
empiezo a llamar a Vanesa una amiga mía que iba para la casa porque estaba
preocupada, voy para allá al departamento de ella, nos ponemos a hablar y al
tiempo me suena el celular del teléfono de línea de la casa donde vivíamos y me
dice hija puta dónde estás; fui hasta tu casa y el auto no está y yo le decía que
estaba yendo a la casa de una amiga, y le digo Vane está loco no quiero que pase
nada en mi casa está mi mamá y mi abuela, voy a la casa de él, volví para la casa.
Venía acá que me tenés que ayudar a armar el teléfono, con insultos, vení para
casa que si no venís te mato, siempre con insultos; dejo el auto estacionado
enfrente, porque sabía que si entraba con el auto se me iba a hacer más difícil
salir, lo dejo afuera, él me estaba esperando con el portón ya levantado y una
linterna. Apenas entro, baja el portón y lo traba, le digo porqué volvés a
encerrarme a acá, y me dijo hija de puta hasta que no arreglés el teléfono no te
vas, una parte la batería se la había tirado el jardín, yo con la linterna buscaba en
el jardín, él desaparece, cuando me asomo a la puerta del garaje, me viene
apuntando por encima de la varanda con la escopeta, me dice hija de puta está
cargada y me dispara. Mientras me apuntaba recuerdo que en la posición que
estaba apuntaba como hacia mi abdomen, él estaba arriba de la escalera, antes de
llegar a los últimos escalones. La escalera tiene varanda, yo estaba parada en la
puerta del garaje que une el garaje con la USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
escalera de servicio que va a la cocina, hay un pasillito, un baño y la escalera que
va hacia las habitaciones, la primera habitación era la nuestra matrimonial, hay
un baño con una escalera que va a un vestidor con mueblecitos y ahí adentro de un
estuche tenía guardado la escopeta; esa escopeta se la había visto, un día que me
dijo que se iba a matar y se la puso debajo de la garganta. [la fiscalía le exhibe la
escopeta secuestrada, pero la testigo dice “de ese día recuerdo una escopeta negra,
más oscura, don dos agujeros que se veían pero eran más cortos”]. Es una varanda
y está la pared del garaje y una puerta corrediza que une el garaje [se le exhiben
las fotografías del informe pericial sobre levantamientos de rastros que luce en fs.
205:206 y marca la tercera foto de fs. 205 vuelta]. Yo estaba acá en la puerta que
da acceso al garaje y la cocina, es parte del garaje en sí, se pasa por ahí para ir a la
cocina arriba; yo estaba parada en la puerta corrediza del garaje, luego pasillo que
va a la escalera que lleva a la cocina; con relación a la escopeta estoy parada en
este círculo [con referencia a la marcación ella hiciera]”.
A preguntas aclaratorias de la fiscalía, sostiene que “él viene bajando y viene
apuntando, yo no creo que más de tres metros entre nosotros de distancia, no más
de cuatro metros. No es mucha la distancia yo no sé calcularlo; antes no escuché
nada de él; él tenía agarrada la escopeta con la mano en el gatillo y apuntando
hacia abajo, con la mano derecha, ya viene apuntando desde la cocina, apuntando
hacia donde yo estaba. Después del disparo hubo un fogonazo no sabía dónde me
había pegado, sentí un calor y me caí, me di cuenta que fue en la pierna sentía
calor con la mano, sentí una gelatina, después viene a pedirme perdón, mi amor
perdoname, él larga la escopeta y pide el perdón que siempre pedía. Yo ya estaba
tirada en el piso y cuando se me acerca no tenía la escopeta en la mano, no volví a
ver la escopeta, yo ya estaba tirada, me pide perdón, le pido que por favor que me
lleve a algún lado, él sube al auto, antes me hace un torniquete con el cinturón, yo
estaba perdiendo muchísima sangre y él eso lo tenía claro porque él siempre veía
programas de supervivencia y sabía qué hacer en casos como estos, salimos por el
garaje, por el portón del garaje, nos subimos auto que estaba estacionado en el
garaje, vamos para donde estaba la bicicleta en la foto que es el USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
garaje; me sube al auto, recuerdo que él había trabado el garaje le digo que no se
olvide, lo destraba y de ahí me lleva al Posadas. El torniquete fue con el cinturón
de él. Después del torniquete le empiezo a pedir, tenía miedo que se haga algo él y
yo quedara ahí tirada; me subo al auto, le recuerdo que el portón estaba trabado
para no dejarme ir, baja, lo destraba manualmente desde arriba y le digo que por
favor me lleve y nos vamos”.
Ante otra interrupción aclaratoria del acusador público, refirió que “estuve con él
tres años; además de esta escopeta había dos armas más que se las llevó la madre
el día que tuvo la crisis, una sé que era una 9 mm, la otra no sé; la psicóloga pidió
que saquen las armas de la casa y quedó la escopeta, esto ocurrió un año antes.
Esas armas él dijo que las tenía por defensa por si robaban; él me contó que se le
habían escapado dos tiros con una ex novia adentro del auto y cada vez que tenía
algún problema, un chico que le tenía dinero él iba buscarlo con el arma con la que
yo reconozco que era una 9 mm. Ha ido también, sé por comentarios, que ha ido
con el arma a la casa de la mamá de las nenas de él. Cuando ganaba Boca, iba al
jardín a tirar. En esos tres años de convivencia las balas estaban en todos lados, en
un cajón de la cocina, cartuchos, balas; cartuchos violetas gordos, diferentes a las
balas, chiquititas. Para mí las armas las tenía siempre cargadas. Yo trabajaba en
una empresa de amortiguadores en la parte comercial y a su vez promotora en las
carreras. El andaba en skate y tocaba la guitarra, ésa era su vida, cazar que yo
sepa no; le gustaba andar con amigos para pescar. Yo no sabía nada de los papeles
de las armas; había un amigo que es policía que le traía balas, no sé si se las
vendía o se las regalaba, Matías Barcos, es el amigo que él supuestamente le había
prestado la casa. Él era corredor de turismo carretera, nos conocimos ya nos
habíamos visto unos años atrás, unos siete años atrás y nos encontramos en un
boliche de Ramos, yo no tenía novio y él supuestamente tampoco, pero después me
dijo que tenía pareja, la dejó. El rubro automotriz no soportaba que haya hombres,
que me relacione con hombres”.
Frente a lo contestado durante la exhibición de la escopeta incautada y a nuevas
preguntas del acusador oficial, contestó “yo a la USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
escopeta la reconozco más oscura, puede ser, lo que veía más eran las otras armas;
las armas estaban siempre cargadas, él me lo decía, pero yo no sé, nunca agarré un
arma”.
Le contestó al defensor particular sobre alguna internación suya por intoxicación
que “estuve internada en la clínica por unas pastillas que tomé para dormir, en las
noches en que él llegaba a la madrugada después que murió el papá de él, y tomé
pastillas para dormir, unas tres, yo estaba sola, con muchos problemas familiares
él y yo; no dormía, él siempre llegaba a la madrugada, yo me quedaba esperándolo
y aparte tenía miedo de cómo llegara, esto apenas falleció el padre de él; esto fue el
quince, fue antes de irme de la casa; yo estaba dormida y le avisé a mi amiga que
quería estar acompañada y me vino a buscar a la casa y me fui a la casa de ella,
me acosté a dormir, mi amiga lo llamó a él, él estaba con un esponsor y me vino a
buscar y me llevó a la clínica, me desperté y él me dijo si me había querido matar y
le dije que no, que solo quería descansar que era por lo que estaba viviendo dentro
de la familia y preocupada por él”.
También, le respondió a defensor “me apuntó desde la varanda, por arriba de la
varanda, la varanda como que va subiendo, no sé decirle a qué altura está la
varanda, pero era por encima de la varanda, tengo esa imagen. Desde la escalera
él disparo, a tres o cuatro metros, quizás menos”.
Asimismo, el defensor confrontó a la testigo con su declaración de fs. 127 y ss, en
tanto en la versión escrita había mencionado que “la escopeta se disparó”,
refiriéndole la expositora que “la escopeta se disparó, sí se disparó, la disparó él, no
la disparé yo, yo en ese momento estaba internada en terapia con dos abogados de
él, con el fiscal, no dejaron a entrar a nadie de mi familia” y “si pero había dicho
primero que había disparado, si yo recuerdo el hecho él me disparo como lo dije en
ese momento estaba ahí en ese momento, no recuerdo mucho de esa declaración en
ese estado”.
El defensor la comparó con sus dichos del informe victimológico agregado a partir
de fs. 167 en cuanto dijera que su cliente le manifestó “hija de puta está cargada y
tras ello se dispara el arma”; ante lo cual, la USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
deponente, dijo que “para mí en ese momento era lo mismo. Tengo estudios
primarios secundarios, tengo la diferencia entre si se disparó y me disparó, estoy
segura que me disparó, no sé qué decirle, para mí él disparó se le dije en forma
más leve porque me hacía mal en reconocer que me disparó, pero dije lo que sentía.
Después me dijo que lo perdone que no me quería lastimar, mi hizo un torniquete,
yo dormía, me decía que no me duerma, me decía mi amor, yo le decía que me dolía
que por favor me llevara a algún lado, yo le pedí. Yo en ese momento que me doy
cuenta del disparo y me caigo él viene hacia mí diciéndome que no me quería
lastimar, que lo perdone y le pido que me lleve a algún lado, recuerdo que ahí me
hace un torniquete con su cinturón y me alza. Él le echa la culpa al arma por estas
armas de mierda, no haciéndose cargo, porque nunca aclaró esta situación”.
El defensor le preguntó porqué después de haber mantenido relaciones sexuales y
en el marco la violencia que describió, volvió a la casa de su asistido, respondiendo
la testigo que lo hizo “porque me llama como loco para que vuelva, realmente no
quería que me haga problemas en mi casa, si bien siempre amenazó con eso que él
se iba a matar, y con el tiempo cambio, primero te mato a vos y después me mato
yo, miedo le tenía, él me pidió que vuelva y me iba a buscar a mi casa; estaba en la
casa de mi amiga y me dijo no vayas, pero le dije está loco, me pedía mi amiga que
la llame”.
También la interrogó sobre su conocimiento de la situación en que la madre del
imputado se llevó las dos pistolas de él y no la escopeta, relatando que “no sé
porque la mamá dejó la escopeta, no sé porque la madre no la agarra, no sé porque
no se la llevó, como él la tenía guardaba. Él había agarrado una y justo se llevó la
que había agarrado para supuestamente matarse; la escopeta acá abajo fue con
anterioridad. La verdad que no le pregunté a la madre, estaba esperando a que
vuelva, que cambiara, él se había ido, la madre se llevó las armas en esa situación
cuando la psicóloga le dijo, esto un año antes de separarnos. Seguí conviviendo con
él con la escopeta y con situaciones de violencia y amenazaba matarse sí; el arma
quedó ahí porque decía que la tenía que tener por seguridad y es más pedía que le
traigan las otras, la tenía ahí USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
por seguridad, era lo único que teníamos”.
Testimonio de Betina Bibiana Francini
Trátese de uno de los médicos que estaban de guardia en el Hospital Nacional
“Profesor Alejandro Posadas”, en la noche que fuera llevada la víctima. Relató que
“la señora entró a la guardia del hospital; era de noche, la acompañaba un
masculino, a la guardia de adultos del con herida de arma de fuego en una pierna,
no recuerdo la pierna, charlaba con el masculino, la acompañaba, la trajo, dio la
explicación se le había disparado limpiándola pero no estoy completamente segura;
no puedo recordar con cuál de las dos personas hablé [Se la confronta con su
testificación escrita de fs. 10]. Cuando la paciente ingresa a la guardia no ingresa
al shock room, ingresa a un pasillo de la guardia, no recuerdo esa parte con
exactitud y después fue asistida adentro del shock room y eso fue lo que dijo, no
recuerdo los detalles, esa es la primera imagen del recuerdo que limpiando el arma
se disparó y la segunda versión es la que se me leyó. Ya no me acuerdo de todo
eso”.
Le respondió al letrado de la particular damnificada que “hubo dos momentos de la
versión, en la segunda versión del disparo intencional de una escopeta, están sólo
el paciente y la segunda versión es de la femenina que se atiende. La mujer podía
hablar, no estaba inconsciente, en el sector donde se atiende al paciente herido
grave, lo que pasó no lo recuerdo en este caso. Por eso digo lo intencional lo dije en
ese momento, hoy no lo recuerdo. Mi recuerdo es que dijo me lo disparó el
masculino. En su momento se ve, la palabra intencional hoy no lo sé”.
Testimonio de Marcela Nuñez
Al igual que la anterior, es médica, en la especialidad de cirujana plástica,
prestando servicios en el mencionado nosocomio. Narró que “estaba de guardia, era
un día a la noche, yo estaba en el triage de la guardia, ingresa una pareja con una
mujer con herida de arma de fuego que impresionaba, no veíamos los perdigones
pero la suponíamos, la ingresamos al triage, debido a la gravedad del cuadro, sock
room es donde atendemos los pacientes más críticos, llamamos a traumatología
decidieron que había que hacer una toilette quirúrgica, preguntamos qué había
pasado y nos dijeron que habían estado limpiando un arma y que USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
accidentalmente se había disparado, ella estaba bastante dolorida y no dialoga
mucho y lo dijo el hombre que la acompañaba, y cuando la apartamos de la persona
y la llevamos al sock room le volvimos a preguntar y ella nos dijo que el tiro se lo
había pegado la persona que la acompañaba en una discusión. Le pedimos un
teléfono de contacto y hablé con la hermana que se presentara en la guardia
porque la familiar estaba grave. No tuvimos mucho tiempo para dialogar con la
paciente, porque nos dijo que habían discutido, no hablamos más que eso. Una
paciente con el músculo prácticamente, se veía el hueso y los músculos que estaba
lesionados, el paquete vascular, una herida de pierna grave, no es el lugar
adecuado asistirla en el triage, es una herida grave. Se corre riesgo de vida”.
El abogado de la particular damnificada le pregunta porque insistió con la víctima
para tomar conocimiento de lo sucedido, cuando ya se le había dado una
información, por lo que destacó que “se le pregunta de nuevo a la paciente cuando
está sola, porque la verdad que un lunes a la noche alguien esté limpiando una
escopeta o un arma, por eso me llamó la atención y pregunté nuevamente cuando
la tuvimos a ella sola y si algo más podía contar, a mí me llamó la atención. Le
preguntamos solamente qué fue lo que pasó, no tuvimos tiempo ni estaba en
condiciones de explayarse; fue muy difícil que me diera bien un número de
teléfono, no había tiempo que perder, no nos ponemos a hablar con el paciente,
entre que la acostamos en la camilla y le pusimos la vía, no regalaba vitalidad,
simplemente dijo eso y para nosotros eso era suficiente. Ahí nos contó que había
pasado otra cosa”.
Sobre el tema el defensor particular la confrontó con su testimonio escrito,
puntualmente, sobre porque no había dicho lo relativo al disparo por limpieza del
arma, contestándole que “lo del arma que se escapó un tiro al limpiarla, ella estaba
callada al entrar muy dolorida. Se me habrá pasado es raro que no lo haya dicho lo
de la limpieza de la escopeta. Me llamó la atención, algo conozco de armas. Ella
estaba callada pero no choqueada médicamente hablando, sí, muy dolorida. Dijo
que la persona que la acompañaba le había pegado el tiro. Lo de la violencia de
género ahora no lo recordaba, pasó un año, lo grande del asunto sí lo recuerdo, USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
pero detalles de si me contó otra cosa no lo recuerdo. En el shock room deben haber
pasado minutos desde que entró, la acostamos en una camilla y la tuvimos que
llevar a otro lugar, médicamente hablando le sacamos la ropa, le colocamos dos
vías, signos vitales y comenzamos a expandirla. No sabíamos si tenía compromiso
del paquete vascular nervioso era una herida importante, conmigo estaban la Dra.
Francini primeramente y la Dra. Alí que estaba en shock room. Supongo que la
paciente lo escucho no sabría decirlo”.
Testimonio de Claudia Irene Ali
También médico clínica en la guardia de adultos del Hospital Nacional “Profesor
Alejandro Posadas”, mencionó que: “recuerdo que estábamos en la guardia,
guardia de noche, no sé si domingo o lunes, ingresa un señor con una chica en
brazos refiriendo que tenía herida de arma de fuego en la pierna y que estaba
limpiando el arma y se le había escapado un tiro, estábamos en el triage y la
trasladamos al shock room y en el momento en que nos quedamos solas con la
paciente, nos confiesa ella que en realidad fue él quien le disparó. El chico refiere
que la limpieza del arma fue el disparo del arma; en ese momento la chica no dijo
nada que yo recuerde; en el shock room en el momento inicial no, después sí lo
refiere ella, lo escuché yo, ella lo decía”.
Como con la anterior, el defensor particular la comparó con su exposición escrita de
fs. 11 y refirió “estábamos las tres de guardia ese día, que había discutido porque
se estaban separando y en forma intencional le disparó con una escopeta. En su
momento leí la declaración pero al principio no sé porque no dije lo de la limpieza
del arma, eso lo dijo el chico adelante nuestro, de médicos y enfermeros en la
recepción, él traía a la chica en brazos, ella estaba muy dolorida no decía nada,
estaba vigil, se entendía lo que hablaba; la pasamos al shock room, le pusimos
vías, tratamos de estabilizarla, paramos el sangrado, no lo dejamos entrar a él al
área del shock room, debe haber quedado en el pasillo de la guardia, pero
desconozco si salió de la guardia. No puedo contestar si se podía ir, es difícil de
responder. Fue disparado por él. De no haber escuchado que el disparo era
intencional no lo hubiese firmado”.
Testimonio de Alicia Raquel Romero USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Abogada del Registro Nacional de Armas. Señaló que “trabajo en el Registro
Nacional de Armas desde el año 2007. La validez de la condición de legítimo
usuario de armas es de cinco años, después del vencimiento el legítimo usuario en
90 días previos al vencimiento tiene obligación para renovar de lo contrario
comienza para nosotros una tenencia ilegítima; al momento de solicitar la
credencial, en la idoneidad de tiro se le da un curso teórico que incluye la
normativa en relación a las armas; esto no lo brinda el organismo; en el art. 55
están los requisitos para obtener la credencial de legítimo usuario. Vencida la
credencial nos remite al art. 69 respecto de la transferencia del material, tiene que
transferirlo enajenarlo, donarlo al estado o a una armería en consignación, no
puede tener el material en su poder; se trata que el vencimiento no sea muy
extenso y tratando que los usuarios estén en regla se les renueva, pero no si tiene
un año de atraso, cada dos o tres años se hace un filtro de los usuarios vencidos en
el sistema y se los intima al depósito del material, sino se presentan se da traslado
a la Fiscalía RENAR para la denuncia correspondiente si así lo entiende. La LUAF
da para armas de tiro, de puño y de hombro, la idoneidad la sabrá el instructor de
tiro; el Anexo autoriza el préstamo entre legítimos usuarios; la tenencia es por
cada arma; portación múltiple para fuerzas armadas, de seguridad, privadas, los
usuarios individuales en aquellos casos”.
Respondió al abogado de la particular damnificada que “luego de los tres años,
cada dos o tres años tratamos de hacer un filtro de la base de datos a nivel
nacional, se trata que no sea más, le pedimos no tanto la renovación, sino porque
entendemos que a dos o tres años no han querido renovar y se le exige, por eso, el
deposito del arma en la sede RENAR más próxima”.
También le constestó al defensor de confianza que “cuando solicita la credencial de
legítimo usuario se le hace saber que noventa días antes de vencer debe renovarla;
vencida la credencial de legítimo usuario comienza la tenencia ilegítima. En
cuanto a las armas heredadas, se denuncia en el sucesorio y nos notificamos
cuando ya vienen a solicitarlo; el art. 66 habla de la transferencia y que no existe
un plazo reglamentario para los herederos de armas”. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Testimonio de Nadia Soledad Meneghini
Hermana de la víctima. Narró que “ese día yo estaba en mi casa terminando a la
tarde de lavar el auto, la veo llegar me dice que tenía que seguir buscando
pertenencias de la casa donde convivía con su marido porque se había separado
hacía unos días, unas semanas y se va, es la última vez que la veo. Después esa
noche me acuesto porque al otro día tenía un viaje que hacer y a las doce la noche
suena el teléfono de línea y era una enfermera del Hospital Posadas, diciéndome
que mi hermana estaba grave porque el marido le había pegado un tiro; yo me
quedé muda; le pregunto de vuelta dónde estaba y que había pasado, me lo vuelve
a repetir y me pide que vaya de urgencia porque mi hermana estaba mal. Llamé a
un remís, no conseguí y a un amigo que me llevó al hospital, cuando llego la
estaban operando y hablo con una doctora o enfermera y me dicen que la entraron
de urgencia y me repiten que llegó con herida de bala de escopeta y que se estaba
por morir y tenía que esperar a ver qué pasaba. Yo estaba sola porque mi mamá
estaba de viaje, mi abuela es una persona grande y no le había avisado nada. Me
seguían dando los informes a la noche, a la madrugada y a las once de la mañana
la operaron de urgencia, que había tenido paros cardíacos y que no iba a vivir; y
tenía que seguir esperando. No entendía qué había pasado y que lo primero que
dijo cuando llegó que el marido le había disparado y nada, tuve que esperar;
llegaron familiares y estuve un poco acompañada. Mi papá había fallecido hacía
quince días o un mes. Estuvimos en el hospital una semana y al otro día en la
misma mañana tuve que llamar a mi tío y familiares de mi mamá para que la
traigan porque no estaba enterada de nada; cuando llegó del viaje se enteraron
todos y estuvimos una semana ahí hasta que gracias a Dios de golpe se empezó a
recuperar y nos dieron más esperanza sobre la vida que iba sobrevivir pero que iba
a perder la pierna; al pasar los días la siguieron tratando y al fin al cabo no la
perdió. Y decidimos trasladarla a la clínica donde ella tenía la obra social. Al tener
abierta toda la pierna corría riesgo de infección muy grande en el hospital. La
llevaron a la clínica Constituyente acá en Morón. Cuando la trasladamos a la
clínica supuestamente era para que esté sola en una habitación, en el Posadas
estaba con más de diez personas, al principio me USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
negué llevarla a la misma clínica Constituyente porque el dueño es el papá del
marido de mi hermana, por lo que tengo entendido, pero no nos quedaba otra cosa
porque era riesgosa su permanencia en el hospital. Me llamaban la hermana del
marido y la madre que nos iban a ayudar y que la llevemos a la clínica y la
llevamos y fue directo a terapia intensiva. Al principio parecía que iba todo bien,
en recuperación entre comillas, saliendo adelante, pero empeoró de vuelta, estuvo
en terapia más de diez veces, unas veces nos decían que iba a recuperar la pierna,
otras veces no, así por semanas y pasaron siete meses, le realizaron una operación
y estuvo tres meses con dolores, nosotros pensamos que la operaron mal. Dentro de
ese tiempo nos organizamos con mi mamá, estábamos las tres solas y me dedique a
trabajar, soy la única que trabaja en mi casa y mi mamá a cuidarla, siete meses
durmiendo en un sillón en la clínica”.
Le respondió al fiscal que “ellos estuvieron tres años casados, se conocían desde
antes y se encontraron en un boliche donde yo estaba presente con mi hermana, se
volvieron a hablar y estar juntos y a los tres meses decidieron casarse. Mi hermana
trabajaba, hacía más de diez años o un poquito menos en una empresa de
amortiguadores y hacia promociones en el medio y cuando se casa, tuvo que dejar
de trabajar porque no le gustaba que trabajara de lo que trabajaba y mi hermana
decide renunciar. Al principio como toda pareja se llevaban bien, yo me llevaba
bien con ambos, hacíamos cosas juntos y al principio eran más fuertes los celos y
quizá ya no podía ir ella a un shopping conmigo o ir a la cancha; no las hacía
conmigo ni sola; después yo empecé a trabajar y no los veía seguido, ella me
contaba que no se llevaban bien, había discusiones, pusieron un negocio y no iba
las cosas bien; él en vez de trabajar y encargarse del local que había puesto andaba
en skate, lo que hacía la mayoría del tiempo y ella se enojaba mucho por ello y se
encargaba sola de todas las cosas. [Expresa que tiene fotografías de su hermana en
internación y en situaciones anteriores que la fiscalía por conducto del art. 363 del
CPP, peticiona que se incorporen] Las fotos digitalizadas son del principio de la
internación y otras de los últimos meses, todas de su internación en la clínica
Constituyente. Y las otras dos fotos, en la que está sola cuando ella trabajaba hará
cuatro años, un año USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
antes de que se casen. Mi papá falleció en septiembre de 2013, ella cuando se va de
la casa hace una exposición el día 16 de septiembre de 2013, diciendo que se iba
por miedo y que deja aclarado que deja parte de sus pertenencias en la casa donde
convivía con él, a la semana muere mi papá, le cuenta ella la verdad, no le decían
nada para que él no se preocupe y a los pocos días le agarra un infarto; lo que
pienso es que ahí es cuando quedamos indefensas de todo y de todos y pienso que
Esteban le tenía un miedo a mi papá y después que se fue yo pienso que es cuando
más indefensa la vio a mi hermana, mismo en el velorio de mi papá, estábamos
mal las tres y se llevan a mi hermana los amigos a tomar un café y vuelve llorando
porque él, Esteban, le cuestionó y le discutió, porqué se había ido con sus amigos”.
Al patrocinante de la particular damnificada, le manifestó “mi hermana tiene la
obra social VITAS, es de la clínica Constituyente, esa era la única opción. Tres días
antes de fallecer, mi hermana le comenta a mi papá, que se llevaban mal, que la
agredía, que la amenazaba psicológicamente, que ella se quería separar y se lo
ocultaba porque mi papá era un hombre muy correcto y no veía bien esto de
separarse y cuando se lo contó, yo sé que mi papá lo llamó por teléfono a él y él no
lo trató bien, y mi papá quedó mal y fallece teniendo 52 años, no era un hombre
grande; dije amenazas psicológicas porque según lo que me contaba ella, del decía
para qué mierda me casé, me cagaste la vida, echándole la culpa de las cosas que
vaya bien”.
Testimonio de Gerónima Mercedes Leguizamón
Madre de la víctima. Dijo “yo no estaba en Buenos Aires cuando pasó esto, había
viajado porque falleció mi marido y me llevaron porque estaba muy mal, estaba en
Santiago del estero y me traen mis hermanos, llegué al hospital posadas y me
entero que mi hija estaba en terapia intensiva, no sabía hasta ese momento lo que
le había pasado, ingreso a verla, no la reconocí porque no era el cuerpo de mi hija
el que estaba ahí, era una masa deforme y observándola un enfermero me dijo es
su hija y la tuve que observar mucho, me dejaron unos minutos, eran las once de la
noche; salgo y me dicen que le habían pegado un balazo, que esteban le había
pegado un balazo, no lo podía creer, porque decía no, era increíble USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
eso. Si bien yo sabía que desde el día que se casaron nunca tuvieron fueron,
tuvieron tiempos buenos, malos, una vez no sé el tiempo, pero hace dos años
porque el papá de él estaba todavía acá y ella llegó a casa y me dijo me pelee y ese
día recibo un mensaje de Esteban que me decía que él sabía que ella estaba con
vos, que si no se iba a pegar un tiro y por el miedo de que se haga algo, hablamos
con Ricardo el papá de Esteban y se pone de acuerdo y va para la casa, fuimos los
cuatros y charlamos, llegamos un acuerdo que el arma esa con la que él siempre
amenazaba se iba a sacar de la casa, no la vi, sé que en el mensaje me dijo me
vuelo la cabeza con la escopeta y de ahí en más, hubo varios episodios más, y le dije
que se tenía que ir y ella se fue de la casa, hicimos la exposición civil; después
durante esos ocho meses yo estuve internada al lado de ella, salía y entraba de
terapia, estaba grave, peor, estuve internada constantemente, siempre le mandaba
mensajes a él para que haga algo, mi hija estaba en un grito y nadie hacía nada.
Los mensajes se los mandaba a Esteban, mi yerno. En el Posadas, el doctor
Argüelles uno de los médicos me recomienda trasladarla por la infección
hospitalaria, nosotras somos socias de VITAS que es la clínica de ellos, la familia
de Esteban Piccinin. Siempre él me contestó que él me iba a ayudar, que él no
podía acercarse pero que me iba ayudar, siempre puso que él nos quería, que nos
amaba y que nos iba a proteger, pero en los primeros meses nadie se acercaba,
primero por pedido mío de que nadie de la familia de él se acerque, después sí se
acercó la mamá, la hermana, Karina Piccinin, pero fueron pocas veces. Mi hija
tiene varias operaciones más reconstructivas, del fémur, un by pass porque tiene
mal la femoral, tiene para un año más y ver si se le puede colocar una rodilla
ortopédica, porque la perdió también. Este tratamiento lo cubre la obra social
VITAS. Se acercaron para tranquilizarla a ella un poco, para decirle más que nada
que Esteban estaba mal y no podían ver lo que ella sufría en la cama”.
Ante el interrogatorio de la defensa, manifestó que “mi marido tenía problemas de
salud, presión alta. Yo le mandé primero un mensaje a Esteban y él me contestó
pero de lo de volarse la cabeza con una escopeta fue hace dos años y no tengo ahora
el mensaje. No lo podía creer lo del balazo, ella a mí nunca a mí me hablo de que el
tuviera esos episodios USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
violentos, ella lo preservaba mucho, ella el día que se sincera conmigo y el padre de
lo que sucedía, mi marido se muere después a los días; en casi un mes pierdo a mi
marido y casi a mi hija; el funeral de mi marido, quedé muy mal después de la
muerte, no sabía ni cómo estaba parada; Esteban sé que la ayudó a mi hija para el
velatorio; VITAS los primeros meses siempre lo pagamos nosotros, me ayudaba mi
familia, mis amigos y le hablé después a Silvia y le pedí ayuda y me empezó a
ayudar con mil pesos y con eso pagaba la obra social, ahora, hará dos meses él me
está mandando una ayuda de tres mil pesos; el remís también me lo pagan ellos
porque no tengo como trasladarla a ella; cuando lo vi a mi yerno me emocioné, soy
una persona normal, a él lo quería mucho, mi marido también, por eso a mi marido
le pasó lo que le pasó; hablé con la madre de él y cuando ella lo vio a él, era lógica
la reacción, ella es muy sensible, yo también, en ese momento creímos en las
palabras de él que se acercó que nos iba a ayudar, se acercó como que él no hubiera
hecho nada, mi hija está castigada de por vida y no fue capaz de pedirle perdón; yo
estaba al lado de mi hija”.
Testimonio de Karina Andrea Piccinin
Hermana del imputado. Narró que, “a Romina la conocí un mes antes de que se
casaran; a partir de ahí empezó la relación cuñada-cuñada; vivían en la casa que
era de mis padres en ...7, Villa Sarmiento, Morón; ellos estuvieron dos meses de
novios; mi hermano empezó con el curso de piloto, empezó corriendo en el sport
prototipo que son autos monocomando, luego pasó a la categoría turismo carretera
tipo pista, como si fuera la B del futbol; corrió tres años en TC Pista, yo fui copiloto
de él y en el TC, hasta que hay un accidente trágico en el TC al año siguiente y
deciden retirar a los copilotos y seguí concurriendo porque aparte me gusta el
automovilismo; mi hermano en el TC corrió hasta el 2001 y después pasó a la
categoría del Top Race; mi hermano y Romina se conocieron en el autódromo;
porque ella trabajaba como promotora; la relación matrimonial duró mi padre
falleció el 15 de agosto y después que mi papá falleció ya no venía bien la relación
por ambas partes, esto en el 2013; habían tomado la decisión de ya que el vínculo
no estaba bien, pero seguían conviviendo en la misma casa; en realidad mi
hermano siempre USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
fue muy reservado, más hablaba con ella desde que había fallecido mi papá lo
notaba callado, triste y Romina me comentaba como lo veía a mi hermano, si no
sabía que se había dado cuenta que mi papá había fallecido. Se la fecha que ocurrió
el hecho entrando el 15 de octubre de 2013, pero no fui testigo, no estaba presente.
Después de esto, cuando ocurre el accidente con Romina vuelvo a hablar el día que
la hermana me llama para ver si podía ser trasladada a la clínica de la cual soy
directora, la clínica Constituyentes, tenía que ser trasladada desde el hospital
Posadas; la hermana de Romina me llama si podía ser derivada porque le iban a
dar el alta en la terapia del posadas y la iban a pasar al piso y no era lo mismo que
la terapia; le dije que siempre la puerta de la clínica estaban abiertas, que
estábamos a su disposición y habíamos llevado ya materiales de la constituyente al
posadas, y entonces ahí le digo que sí, que en el momento que quisieran, desde el
principio que aconteció todo esto y me vuelve a llamar y me dice que quieren
trasladarla, pido el traslado por ambulancia y a las cuatro horas llegó y ahí la veo
por primera vez a la llegada de la clínica, le agarró de la mano y reía y lloraba y lo
único que queríamos es que esté bien. Después hablé con la hermana, en la puerta
de terapia de la clínica y le dije que estábamos presente, que lo único que
queríamos que ella se sintiera bien. La mamá de Romina en el momento del hecho
estaba de viaje, me llama a mi celular solicitándome si el régimen de visitas de las
unidades intensivas es de media hora de informe, ella estaba aislada en una
habitación dentro de terapia y si podía pasar a verla en cualquier momento, le dije
que me dejara hablar con el coordinador de terapia intensiva el doctor Argüelles
que es igualmente coordinador de la terapia del Posadas, que si no había ningún
paciente podía hacerlo; estuvo una semana en terapia y después pasó a piso. En
piso estuvo varios meses porque hubo que hacerle las toilletes quirúrgicas, así que
estuvo seis o siete meses. Volví a hablar en esos siete meses con Romina, le
pregunto al ingresar a terapia les pregunto al doctor si estaba despierta y si tenía
ganas de verme, Romina contestó que sí, me acerco a la unidad de terapia y me
permiten verla y nuevamente nos agarramos de la mano, me pregunta por mi
hermano, le dije que por favor no me preguntara, que me importaba que sus
energías estuvieran puestas en ese USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
momento y le dije que está encerrado y por favor que no me pregunte más. Ella
sigue recibiendo asistencia médica en la clínica. No conozco los pasos médicos con
ella, trabajo en la salud pero no sé, eso lo deciden los médicos. La prepaga
denominada VITAS tiene internación exclusiva en la clínica. Romina empezó a ser
socia de VITAS después que falleció su papá. Cuando falleció su papá, antes del
hecho”.
A la batería de preguntas del defensor, manifestó que “Esteban estaba con los
autos, tenía un taller y la sociedad se llamaba Dragon Raincing Factory SRL. A
más de hablar con los familiares me mensajeé también, el último mensaje que
todavía lo tengo en el celular cuando le mandé para su cumpleaños el 4 de julio y
cuando ella viene a la clínica para rehabilitación me dijo que “asoma tu nariz por
la ventana”, yo trabajo en un primer piso en ese momento estaba en facturación
atrás de la clínica también en primer piso y sabiendo cómo esta ella con la silla de
rueda le digo pero dónde estás, y me pone al lado de tu camio, ah, le digo obvio que
no te voy a ver porque estoy en facturación, y me contesta “dale conchu baja
porque hace tiempo que no te veo” y le digo “ya estoy bajando”; me encuentro con
Romina que estaba junto con su tío, la abracé y le di un beso y le dije que bien que
estás, me alegro, le dije que lindo que te queda el pelo corte y le digo realmente es
emocionante y la agarro de la mano, me pregunta por mis hijos, les digo que están
bien, que están en el colegio y le digo me encanta que estés con estas pilas y me
dijo lo único la pierna y me dijo que lo único que quiero es recuperarme para
trabajar, me dijo si yo le iba a dar trabajo acá y le dije obviamente cómo no te voy a
dar trabajo; era un día de frío, le digo cuídate y nos seguimos hablando. Arguelles
es también coordinador de la terapia también en Posadas y él dijo que en la clínica
ella iba a estar mejor. La obra social de Romina, el grupo familiar, no tengo idea
quien la paga. Lo llame a mi hermano para ver cómo había sido el encuentro
después de lo sucedido y que pasó entre ellos, porque desde el accidente no se
vieron nunca más, y mi hermano me dijo que rebien, que la vio, que le dijo que
linda que estás, que lindo que te queda el pelo, la agarro de la mano y ella le dijo
tengo muchas ganas de verte y que estuvieron juntos hasta que el juez les pidio
que cada uno se ponga con su letrado; después que la quería ver, pero hay una
restricción. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Tengo conocimiento, sí, de una internación anterior de Romina en la clínica, una
noche mi hermano me llama diciendo que estaba en la clínica porque una amiga
donde Romina estaba viviendo la llamo porque Romina se había tomado unas
pastillas, no sabía cuántas, la fue a buscar y la trajo a la clínica y estaba como
semi lúcida y decidieron internarla para desintoxicarla, porque no sabían la
cantidad de lorezapam que tomado. Esteban estuvo casado solamente con Romina
y en concubinato con la mamá de mis dos sobrinas, Elizabeth Magello, es la madre
de mis dos sobrinas, hijas de mi hermano. Me avisan que tenían que hacer un
peritaje en la casa, que no sabían a qué hora y a las dos de la tarde estuve en la
puerta de la casa del domicilio de …, estaba junto con mi concubino, y estuvimos
aproximadamente en la puerta tres horas hasta que llegaron dos autos, un señor
de civil uno de los que participaba y cuatro uniformados y un testigo que habían
tomado de la calle, recuerdo únicamente que se llamaba Esteban; sacan fotos desde
la entrada, ahí me piden que abra el domicilio, ingresan, sacan fotos y piden al
testigo que observe, a mí o a mi marido, que también participáramos de lo que iban
a hacer, y los acompañé desde la entrada, ahí estaba la escopeta y sangre”.
Testimonio de Elizabeth Verónica Magello
Ex concubina del imputado y madre de sus dos hijas. Relató que “las nenas tienen
ahora 16 y 12 años, viví con Esteban tres años y medio, más o menos, él es el papá
de las dos nenas. Todo bien en el trato conmigo y las hijas, no hubo violencia; esto
de que Esteban concurrió armado a ver a sus hijas, jamás ocurrió algo así, y si
hubiese concurrido lo hubiera denunciado, él concurre a ver a sus hijas; cuando
estuvo con Romina las veía poco porque no tenían relación con ella y él no venía
mucho, esa es la realidad”.
Al interrogatorio de la fiscalía, respondió “estuvimos de novios un tiempo y
decidimos los dos tener a Antonella y nos juntamos, cumplió ahora 16 años, así que
esto fue dieciséis años atrás y cuando nació mi hija más chica terminó la relación
hará más o menos trece años; vivíamos juntos y me separé cuando nació, se
terminó la relación, no congeniábamos éramos distintos los dos, yo quise
separarme. Yo en esos tres años trabajé y él estaba con los autos de carrera y
estaba con el papá; USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
trabajaba con los autos y en la clínica. Tuvimos nuestras peleas con la cuota
alimentaria como cualquier pareja que se separa y estamos en ese proceso de
separación en que uno está enojado con el otro y después empezó a pagar, en un
juzgado se hizo un régimen de visitas y la cuota alimentaria todo normal.
Estábamos enojados, no sé, porque uno dice una cosa y se molesta, porque yo
calculo porque no teníamos una relación de pelea, quizá yo estaba enojada porque
se había terminado la relación y lo seguía queriendo, entre los dos, fue hablado y
los dos decidimos terminar la relación. Estaba mal, triste, cuando uno se separa
está mal”.
Respondió al abogado de la particular damnificada “inicie el juicio para poder
cobrar los alimentos; en la actualidad los paga; no me acuerdo en qué juzgado fue,
acá en Morón, pero no me acuerdo; en ese juicio tuve un abogado particular. El
dinero me lo da en la mano. Mil pesos por los dos hijos y aparte los servicios y el
colegio que los paga él”.
Testimonio de Hilda Marcela Benítez
Sargento de la Policía de Buenos Aires. Perito en Papiloscopía e idónea en rastros.
En aras del buen orden metodológico, corresponde particularizar la transcripción
de este testimonio pues la expositora lo hizo sobre la base de observar cada una las
imágenes digitalizadas que se le exhibieron en la Sala de Juicio, tras manifestar
que “del informe de levantamientos hay placas fotográficas, pero no están todas,
las tenemos en un archivo personal, no recuerdo la totalidad pero eran más de
cien, si mal no recuerdo [que fueron aportadas en soporte digital”. Por lo cual, se
individualiza la pieza fotográfica y la deposición correspondiente.
FOTO 726: “Se observaba en un sector cercano a la escalera una mácula muy
grande y en la entrada al garaje; y diferentes goteos, en el garaje muchas gotas de
goteo estático y eran muchas gotas y en el ingreso había un ingreso al garaje con
un goteo que nos indicaba una dirección, un goteo muy importante. Había en la
escalera y paredes laterales también goteos con velocidad y dirección”.
FOTO 723: “Es el sector junto a la escalera y se ve una mácula bien grande sangre
y algunos goteos estáticos anteriores a la mácula grande, seguramente, la víctima
o estuvo parada o la cargaron a upa o la llevaron en brazos y al estar quieta en un
lugar se producen esos goteos, es decir, USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
la víctima estaba quieta. Y la mácula grande es donde se produjo el disparo, si bien
hay una parte que se ven como si hubiese coágulos, puede ser producto de cuando
la víctima cae sobre su misma sangre. Y en ese sector de entrada al garaje se ven
los goteos estáticos”.
FOTO 725: “Hay una pisada y acá había otras pisadas también; una pisada cerca
de la escalera y otra más adelante. Estas manchas son signos de arrastre, es muy
probable también que en la misma caída de la víctima ella se pudo haber
arrastrado, ella se corrió, la movieron, quizá se pudo haber sentado. Es compatible
con lo indicado en la inspección de que haya sido allí donde el imputado atendió a
la víctima. La pared lateral de la escalera, por las manchas de tejido hemático, yo
la ubicaría en la mitad de los dos baldosas, esto es mirando las fotos desde abajo,
entre la tercera y cuarta filas de baldosas y tomando la puerta de entrada como
referencia antes de la finalización de la puerta del garaje”.
FOTO 726: “Acá vemos lo que expliqué al principio, los goteos estáticos, que van en
dirección al garaje y los goteos con velocidad con dirección porque ella tuvo un
golpazo, tuvo como si fuese un golpe muy fuerte y no importa la parte del cuerpo
que impacte y se produce un tipo de explosión y hace que la sangre salga con
muchísima velocidad y sale ese goteo que se ve como forma de lágrima, acá la cola
es la que indica la dirección, van todas para el garaje, también acá hay pisadas
una imagen parcial de pisadas. Acá hay un goteo en el marco del portón que da al
acceso principal del garaje, un goteo con caída seguramente porque salió a mucha
velocidad y fue en el momento del impacto, al chocar con una superficie plana en
forma vertical la sangre empezó a caer. De frente al marco las gotas están hacia la
izquierda y si me paro frente a la escalera el portón estaría hacia mi izquierda. [El
fiscal le pregunta ¿Si estuviera la víctima parada acá con arreglo a la foto de 125,
como escuchó en la construcción y el tirador por acá, estás serían las
consecuencias?] No…No en las paredes laterales, en ambas si bien había goteos no
son las salpicaduras que se verían si el tirador hubiese estado de frente; si ella
hubiese estado parada ahí frente al tirador, tendría que haber habido más sangre
atrás de ella y la sangre no está ahí, el tirador estaba arriba de la escalera por las
máculas de sangre”. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
FOTOS 730 Y 733: “Se ve el segundo escalón de la escalera. En la de 730, acá
vemos goteos que tienen velocidad y estás marquitas que parecen signos de
admiración son microgotas que se desprenden de la gota principal, gota madre,
parecen signos de admiración, un puntito con un rayita. Estos tres se desprenden
de la gota madre, aparecen como tres signos de aclamación; es por el mismo choque
contra la superficie, se producen al momento caer y acá más arriba pasa lo mismo.
También en la pared lateral que da ingreso al garaje”
FOTOS 737 y 738: “Nos dan el posicionamiento. Son gotas que van en caída, son
salpicaduras que cuando chocaron contra la pared y estar en forma vertical caen.
Terminan donde aparece un puntito, por gravedad y no se desplaza más. De arriba
hacia abajo. La pared de la escalera y la del fondo”.
FOTOS 740 y 741: “Estamos con referencia al segundo y tercero escalón, en Foto
740 pasa lo mismo que al principio, el momento en que el proyectil impacta en el
cuerpo de la víctima, se produce esa explosión donde salpica sangre y se ven gotas
grandes que por la gravedad caen y terminan en un punto. Estas chiquititas son
microgotas que se desprendieron de las grandes, muy posiblemente. Acá hay
gotitas como las anteriores que parecen lágrimas en la base de la pared de la
escalera que es parte del tercer escalón, todo producto de cuando el proyectil
impacta con el cuerpo, salpica sangre para todos lados, estas estuvieron muy cerca
con el cuerpo por eso se ven gotas grandes en el segundo y tercer escalón, el cuerpo
estuvo muy cerca de esa pared”.
FOTO 746: “Subiendo la escalera en la pared se ve el desplazamiento característico
a los otros se produce la explosión, salpica choca contra la superficie y empieza a
caer por la gravedad. Indican dirección para abajo terminan en un punto y marcan
dirección por la forma que toman. De arriba hacia abajo”.
FOTO 842: “Indica una impronta o accidente balístico más; todas las máculas en
paredes, escalón, donde ubicaría a la víctima: Ahí donde está la sombra y mirando
cómo está el perito, mirando para arriba de la escalera”.
FOTO 785: “Desde el garaje se tomó vista desde adentro del garaje; USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
parte de la explosión pudo haber golpeado sobre este borde del marco; puede llegar
a ser también que la víctima estando con las manos ensangrentadas puede haber
apoyado la mano o un brazo y con mucha cantidad de sangre, muy ensangrentada,
y que produzca esta mancha. Es probable que sea un apoyo porque no se ve
ninguna gota o salpicaduras que cayeron. Si el imputado asistió a la víctima y
también estuviese muy ensangrentado él, y se apoyó ahí también pudo haber sido
él”.
FOTO 804: “Sobre la puerta que da al fondo, se sacó desde arriba de la escalera, no
hay rastros de interés mío. No veo salpicaduras de sangre”.
FOTO 831: “Sacada desde arriba de la escalera, donde culmina, pared limpia, piso
limpio y puerta limpia; las máculas de sangre que se vieron en la inspección del día
jueves 23, más arriba estaban”.
FOTO 795 y 796: “Son huellas de pie calzado, marcas de zapatillas, si bien es
parcial no están enteros, sacar el número es medio complicado, se ve la mitad del
pie. No sería un pie 38 como el mío, un pie más grande sería. Son fotos de dos
huellas diferentes. Son huellas de una persona que iba caminando, que haya
pisado, en este caso, sangre. Son todas del mismo pie calzado. Son del piso del
garaje como se ve mejor en las fotos 786, 787 y 788, Estaban cerca de la entrada al
garaje, en dirección al garaje. Cerca del portón grandote, pero ya en la entrada del
garaje. El trapo con manchas de sangre, son gotitas estáticas, no tiene dirección y
no fueron hechas en movimiento, si bien la víctima pudo ser asistida, cargada en
brazos o en upa, el desplazamiento si la llevaron hacia el sector del garaje es muy
probable que algunas gotitas hayan caído al trapo, no son del momento del
impacto, por la forma sí, si es tejido hemático”.
FOTO 805: “Otra huella de pie calzado; es muy parcial, pero por la forma, tiene un
contorno que podría ser la parte superior del calzado, la punta, de subida. Pueden
llegar a ser compatibles con las fotos anteriores, en las otras se veía la parte del
talón”.
FOTOS 805, 806, 807, 808 y 809: “Vista desde otro ángulo para ver los patrones del
dibujo, de la huella del calzado, la huella está muy parcial, y mantienen las
características con las otras fotos de huellas. No se puede determinar ascendente o
descendente”.
FOTO 810 y 811: “Son las mismas que la anterior”. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
FOTOS 813, 814 y 815: “Son las mismas fotos”.
FOTO 825: “Es una toalla con abundante tejido hemático”.
FOTO 783: “Tomada en el interior del garaje donde está la escalera; se ve el goteo
de las que están en el interior, las redonditas son goteos estáticos, se producen
cuando la víctima está quieta y van cayendo gotitas, es muy probable también que
si la asistieron y la llevan el cuerpo de ella está quieto y produce este tipo de goteo.
Hay otras que fueron en velocidad, las que no son redonditas- También puede
llegar a ser si la persona que la auxilió estaba muy manchada en sangre”.
FOTO 780: “Hay manchas que son de goteo estático. Iguales que la foto 775”.
FOTO 772: “Son de goteo estático y acá hay un arrastre, muy probable de arrastre
de pie, de zapatilla. No se aprecia ninguna clase de diseño. La persona que dejó
esas marcas estuvo quieta ahí un buen tiempo. El cuerpo que está sangrando no
está en movimiento, el movimiento es de quien lo traslada”.
FOTO 771: “Hay una madera con goteo estático y que al impactar con una
superficie en forma vertical, caen”.
FOTO 829: “El día del hecho la puerta del garaje está como en la foto, no estaba
abierta. Las gotas que tenía con dirección indicaban dirección para adentro del
garaje. Si la víctima estaba en la posición mirándome de frente a mí, parada cerca
de la escalera, esas proyecciones de sangre son producto de la salida del proyectil e
indican dirección de cómo fue la salida del proyectil. Al entrar el proyectil y romper
el cuerpo la entrada está en la base de la escalera y la salida hacia el garaje, se
dispara desde arriba de la escalera”.
Se la confrontó a la perito con las fotografías 0011, 0012 y 0013 tomadas el día de
la inspección del lugar y reconstrucción de los hechos, refiriendo que “esta (0011),
esta es la que resulta compatible con las evidencias físicas, con las proyecciones de
sangre. Existiría diferencia si el tirador es izquierdo, se lo va a saber explicar
mejor un balístico, pero para mí, la posición en la que se dispara va a ser diferente,
si manejo la escopeta con una mano y me paro así, debería haberme cruzado”.
Al extenso interrogatorio confrontativo de la defensa, respondió USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
primero que es “idónea en rastros, estudie papisloscopía porque ese es el título que
me dieron en la universidad de la que salí, soy idónea en rastros, estoy capacitada
para estar en rastros, me lo da el título que tengo, perito en papislocopías. Estudie
en el Instituto Universitario de la Policía Federal”.
Respecto de los lugares donde aparecieron los restos del proyectil lanzado, sistema
Brenneke o Slug, señaló “debajo de la escalera donde estaba el termotanque y al
lado de la escalera, lateral”-
Luego le preguntó, ¿si el disparo se produjo desde arriba, cómo explica lo de los
restos del proyectil?, contestándole la experta que “son objetos movibles, si el
imputado asistió a la víctima en el momento, él sin querer pudo haber movido todo.
De acuerdo a esa dirección, donde debe haber ido a parar el proyectil al impactar
en la pierna. Ya el hecho de que el proyectil choque contra la piel y el hueso, rompa
el hueso, ya pierde la trayectoria, fue chocando contra superficies se va perdiendo,
sé que es un proyectil importante, que se usa para caza. Mi idoneidad me hace
parecer que penetró la pierna y rompió el hueso y puede haber quedado ahí; puede
seguir, un proyectil cuando va chocando ya pierde la trayectoria original, no puede
seguir el mismo camino; esa melladura por eso ubicamos a la señora ahí, no puedo
asegurar que el proyectil quedó ahí, no son todas las trayectorias ahí, no soy perito
en balística. Si pudo haber quedado en lugar, él en la desesperación de querer
asistirla, pudo haber caminado, estaba el cuerpo de la chica, el también. Los
separadores no los sé explicar. La impronta puede quedar de distintas maneras,
aplanado, con alguna marca, con algún resto de baldosa, de pared, lo que sea, con
lo que se haya golpeado, puede quedar cóncavo si pega contra un piso, puede ser”.
Ante otras de las imágenes, FOTOS 723 y 726, le respondió al defensor: “donde
cayó el cuerpo de la víctima, con la misma ropa conde absorbió la sangre, no se ve
una mancha limpia de sangre, esa parte limpia, también es compatible con que
haya estado sentada allí, el lugar donde la asistieron”. Y, sobre la FOTO 730,
expresó: ”mirándola de frente tengo la pared a la derecha, soy proyecciones de
sangre, goteo, salpicadura, en velocidad, que indican trayectoria, de acuerdo a
estas USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
proyecciones, si la víctima hubiese estado dentro del garaje y el tirador al pie la
escalera no habría esa proyección de imágenes, habría otras pero no estas que se
ven. Si ella hubiese estado adentro mirando al tirador, había mucha progresión
para atrás, y esa mácula en sentido contrario donde se ubicó la víctima al momento
de la reconstrucción, puede explicarlo con una foto. De la FOTO 725: “Si hubiese
estado parada acá en el centro del garaje y el tirador acá, habría proyecciones de
sangre hacia la puerta del fondo y las tenía para acá hacia adentro del garaje hacia
la derecha, mirando el portón del garaje grande, si vino del pie de la escalera la
víctima tendría que tener proyecciones acá en la pared hacia la puerta del fondo.
El proyectil deja mayores manchas hacia afuera que hacia atrás, el proyectil venía
con mucha velocidad y tuvo salida, por eso es lo que indican las manchas que van
hacia el portón grande del garaje como la FOTO 726. Por eso las manchas de
sangre por la salida que indican esa dirección, van hacia la puerta grande del
garaje”.
Sobre las preguntas que originó la exhibición de la FOTO 741, puntualizó: “Esto
que se ve ahí es una huella de pie calzado pero el pie no estuvo quieto; se movió si
el imputado asistió a la víctima hay signos de arrastre; también la víctima en la
desesperación se pudo haber movido, no sabemos cómo el imputado la asistió, qué
hizo y no hizo, sin querer pateó o movió, piso la sangre. La melladura es
compatible con impacto de proyectil de arma de fuego”.
Respecto de la melladura de impacto de proyectil de arma de fuego encontrada en
la escena del hecho, le dijo al defensor que “creo que no hubiese dejado la misma
impronta porque era circular, no lo hubiera hecho una llave francesa de haberse
caído. Donde estaba la melladura había sangre”.
Ante la pregunta del defensor si pudo haber terminado debajo del termotanque un
pedazo del proyectil por rebote a la salida del cuerpo de la víctima, le enfatizó que
“ninguna de las dos versiones es válida, ni la de su cliente, ni la de la víctima”.
Al cesar el turno del defensor, la fiscalía solicitó una ronda de repreguntas, a tenor
de la última contestación de la perito, sosteniendo ésta que “de los análisis de la
escena del hecho, la versión del imputado de USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
que bajó la escalera, sacó de un mueblecito la escopeta que estaba abierta y cuando
la cerró salió el disparo y la víctima estaba situado al lado de la puerta del garaje,
estando recostada contra la pared, no; la primera versión, debajo del dintel del
portón garaje, tampoco. De la víctima, que el tirador estaba al pie de la escalera y
ella ya en el garaje, que él bajó y disparó. La víctima, dio otra versión, que ella
estaba en la puerta del garaje y que entre tercer y quinto escalón el tirador, esta
versión es más creíble, más razonable, la del disparo desde arriba de la escalera.
Es la que más se condice con los rastros y accidentes”.
Por último, la testigo ratificó el informe que fuera incorporado y que luce agregado
en fs. 444-450.
Testimonio de Gustavo Omar Bonifacio
Capitán de Policía. Jefe de la Sección Balística de Policía Científica de la
Delegación Morón.
El experto ratificó sus dos informes balísticos y el último informe conjunto de los
peritos oficiales intervinientes, y explicó que el proyectil sistema Brenneke o Slug,
“es una munición de caza de animales de gran porte. Es hueco para que toda la
compresión de los gases ejerza más fuerza en el hueco. Darle un peso acorde.
[DESARMA UNO DE LOS CARTUCHOS SECUESTRADOS Y LO CONFRONTA
CON LOS RESTOS DE PROYECTIL HALLADOS EN LA ESCENA DEL HECHO]
Acá está la base del proyectil Brenneke deformado. Taco de compresión se llama,
cuando la pólvora se enciende la deflagración de los gases empuja el taco, las
arandelitas que vimos y empujan el proyectil, cada fabricante le da formas y
colores, pero siguiendo la técnica prescripta. El día jueves escuché los dichos de
todos y encontramos accidentes balísticos y rastros de sangre; porque en diferentes
lugares se encontraron parte del proyectil, pero podemos tener una orientación,
primero tenemos el proyectil causante que salió a 400 metros por segundo,
arrastra una energía importante, la energía cinética que libera es de 150 kilos
porque se diseña para caza mayor y no usar el fúsil en el monte, por ejemplo,
cuando impacta con algo duro se fragmenta y se esparce por todos lados, es
probable, y otras que pueda haber sido pisada o pateadas por cualquiera de los que
estaban en la escena del hecho. El que más fuerza lleva es el USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
proyectil de plomo, por física, es el elemento que hace daño, impacta y se esparce,
le estoy hablando normalmente por lo que hemos estudiado el día jueves, tenemos
un impacto directo desde el arma hacia la víctima que ocasiona los daños que
presenta, eso lo hace el proyectil, no el resto de los componentes que no tienen
energía cinética. Pueden haber pegado en la víctima y de ahí rebota, esos son
elementos livianos. El proyectil al impactar con elemento duro como el suelo se
esparce, o sea, se rompe y es lo que encontramos. Yo el trabajo que hice el jueves
con mi conocimiento y experiencia que es amplia, es un impacto directo, no pongo
en tela de juicio si hubo dolo o no, pero sí, que fue rectilínea a la víctima, lo físico
que yo veo es el piso, si evidentemente la lesión a la víctima, pero lo que vi el
jueves fue impacto en el piso. El jueves yo vi una impronta en el piso que es
compatible con un impacto de proyectil de arma de fuego, un tiro único directo,
descendente, es lo que yo vi el jueves. Fue un tiro directo. Fue disparo directo o por
efecto de un rebote, por lo que yo estudie de la historia clínica y lo que hablamos
con el Dr. Rulán Corna y los demás peritos, es de arriba hacia abajo, si fuese
rebote hubiese sido opuesto, si pegara en el piso sube. Desde el punto de vista
balístico descarto que haya sido rebote de proyectil. Por trayectoria secundaria que
no es el caso”.
También explicó que “en base al trabajo que hicimos y nuestra hipótesis da que el
proyectil salió de la boca del arma, impactó en la víctima, salió, y se destruyó en el
suelo y se rompió y saltó por todos lados. Hirió a la víctima, pegó en el suelo tras
traspasar a la víctima, mediante tiro rectilíneo y agotó su energía cinética contra el
suelo y se desparramó. En las fotos de la reconstrucción. En esa trayectoria de
disparo, no es lógico, no es común encontrar el taco, pero para mí alguien sin
quererlo pateó el taco de compresión y lo corrió, pero puede haber pivoteado y
rebotado en diferentes lugares sin que llegara a realizar impronta porque es un
elemento blando, solo sirve para ayudar la salida del proyectil y no acompañar el
proyectil. Se posiciona al tirador en la escalera y a la chica en la puerta de garaje
basándonos en la evidencia, en el impacto, en las manchas de sangre, la histórica
clínica, en la sumatoria de todo. En la versión del imputado no es donde indicamos
nosotros en la escalera, no donde él se posiciona porque el impacto hubiese sido
sobre la pared y la USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
lesión de la víctima y rastros hubiesen sido todos diferentes. Con el cierre del arma
que hizo puede tener arriba de la escalera sí, pero debajo no, vamos a tener otra
trayectoria. Para determinar distancia de disparo, no se hicieron pericias, al menos
yo no las hice o no las recuerdo, pero para una probable distancia de disparo no
podemos determinar, exacta no, pero aproximada desde arriba de la escalera hacia
el piso, habrá dos metros o dos metros cincuenta o tres, no saqué la medida, pero
fue en un radio inferior a los tres metros y con este tipo no se puede, por ser bala
única o monoposta y hace trayectoria rectilínea, no se encoge. Esto que se ve no es
la totalidad del plomo, si lo pesamos, sí podría determinarse si hay otros
fragmentos. Para mí del proyectil, una esquirla no hubiese hecho esa melladura, el
proyectil sale enterito como lo vemos, impacta en la pierna de la víctima, no sé si
fractura o no porque choca contra el hueso muy duro que es el fémur, no sé si se
fragmenta, pero sale, pega en el piso y se termina de romper todo contra el piso
porque es plomo que es un metal maleable que tiene otra densidad que el suelo.
Sale casi completo el proyectil”.
A la batería de preguntas de la defensa, manifestó: “podemos decir que es un arma
mortífera, es un arma diseñada para la caza deportiva pero sí es un elemento
lesivo. Los cañones de esta escopeta fueron recortado mal, porque como vemos que
está todo desparejo porque tiene un largo estándar de 70 o 71 centímetros, alguien
lo recortó para que sea más maleable que una escopeta de caza y le implantaron el
guión pero horrible trabajo para cortar el cañón. Antes se usaba tener un cañón
más liviano que el otro para que salga un disparo y enseguida el otro disparo es
una técnica de caza, en este caso en particular no tengo evidencia. Esa impronta la
vi el jueves, el otro día. Es compatible con arma de fuego y tiene las características
esenciales con impacto de arma de fuego; si cae un elemento pesado, tiene que
tener la misma forma y ser lanzado a 400 metros por segundo, no hice estudio del
suelo pero he visto muchos impactos y he visto bastante, condice con el caso que
tenemos en estudio, para asegurarlo habría que hacer un estudio de podríamos
decir el ADN de ambos materiales el granito y el proyectil. Basta mi título y mi
experiencia para decirle que es compatible y condice con el impacto de USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
proyectil lanzado a gran velocidad de contextura física a un Brenneke de calibre
16. El proyectil cuando pasa sale limpio o sucio, difícil que salga limpio porque es
herida de magnitud y arrastra tejido hemático o astillas de tejido óseo, puede
haber de los dos en los restos del proyectil y en la impronta de la baldosa, pero si se
limpió no va a ver restos. Es a nivel microscópico, porque viene el proyectil a alta
velocidad y temperatura, se tendría que haber hecho una pericia o estudio sobre
los elementos. Velocidad más o menos de 400 metros por segundo y energía
cinética de 150 kilogramos. Impacta contra otra cosa que encontrase es la lógica de
la trayectoria, los fragmentos pueden salir como quedaron o salieron para algún
lado y pega en algún borde y sale para otro o alguien los pateo, todo puede ser. El
proyectil puede haber rebotado y puede ser que no haya producido impacto, porque
ya perdió masa, energía cinética. El disparo fue de arriba hacia abajo, yo concuerdo
con la hipótesis que tiene usted por escrito. Pudo haber seguido hacia la cochera,
no sé porque no siguió lo ignoro. La certeza está en el trabajo que nosotros hicimos
y la trayectoria condice totalmente de arriba hacia abajo. El posicionamiento de la
escopeta como nos da a nosotros y la altura de él es como la nuestra, un escalón
más o menos podría modificar pero la trayectoria es clara, de arriba hacia abajo.
Depende el ángulo si pega de costado queda chato más que en otra parte y haya
completado la deformación al pegar en el piso, que haya quedado todo aplanado.
La trayectoria en la herida de la pierna de la víctima según los facultativos es de
arriba hacia abajo, si pega en el piso y en trayectoria secundaria le pega a la
víctima es diferente”.
La defensa lo coteja con las conclusiones de la última pericia conjunta de los
expertos oficiales, “en las escopetas la presión normal de las colas del disparador es
de arriba de los dos kilos y medio o más; la cola del disparador derecha es lo que
llamamos celosa y la del disparador izquierda es de 3000 grs.. O sea si lo
agarramos de la culata bien de atrás, es probable que haya sucedido, pero si uno
no tiene los dedos dentro de la cola del disparador, de alguna manera tuvo que
haber rozado la cola del disparador al accionar el movimiento de cierre ha rozado
uno de mis dedos la cola disparador, en mi caso la derecha que es la sensible en la
otra hay que ejercer más la presión. La más sensible es la cola del disparador del USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
cañón derecho. Normalmente es la cola del disparador más derecha, si la delantera
es la cola del disparador del cañón derecho; sí del cotejo el delantero es el derecho,
el más liviano”.
Nuevamente lo interroga sobre los lugares en que quedaron los restos del proyectil
secuestrados, sosteniendo que “es raro debajo del termotanque, tiene razón es raro
que haya ido a parar ahí; que hayan pateado una pero no es algo científico que le
pueda explicar”.
A repreguntas de la fiscalía, destacó que “hace 27 años que trabajo de balístico, el
piso parece una baldosa tipo granito, no sé de qué es la baldosa pero elemento
duro. Se deben buscar micropartículas de plomo, se podría hacer, no sé quién lo
haría. Nos inclinamos por la posición del informe, porqué lo hacemos, porque es lo
que condice con los análisis técnicos del lugar, la trayectoria y la experiencia. La
sangre no quedaría igual y tenemos en cuenta la herida de la víctima, en que cara
del muslo y el orificio cuando entra y sale, era la única manera que nos coincidía
con la herida de la víctima. Si analizo todo de conjunto el tirador no pudo estar
cerca de la puerta. La posición de la víctima la damos en nuestra hipótesis de
Marcela Benítez mi compañera [POR LAS FOTOS ACOMPAÑADAS EN LA
ÚLTIMA PERICIA], ella abajo y Miguel Ángel Agudo arriba con la escopeta; es la
posición que concuerda con las heridas de la víctima”.
Por último, y ante otra pregunta sobre las conclusiones de la última experticia
oficial, hizo hincapié que “en el trabajo de nosotros determinamos la trayectoria
con sumatoria de todos los indicios, incluídos la herida de la víctima, no nos
basamos en los dichos de la víctima sino en la prueba que vemos. Les puede gustar
o no pero es nuestra conclusión de nuestra hipótesis. Marcamos la posición de la
víctima”.
Testimonio de Ángel José Martín
Licenciado en Criminalística, experto propuesto por la defensa. Ante todo, le
respondió al fiscal que “soy Licenciado en Criminalística y Criminología, mi
formación técnica comenzó en la Escuela de Cadetes de Gendarmería Nacional;
egresé de la fuerza como comandante y como perito en criminalística y de ahí
estudie en la Universidad Nacional del Nordeste, cinco años de licenciatura en
criminalística, con una USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
especialización en accidentología; después hice los cursos de distintos niveles que
están dentro de la fuerza, como cursos de Estado Mayor para atender casos
importantes, como un comité de crisis para desarrollarse en ese ámbito en casos
concretos, no soy específicamente perito balístico soy Licenciado en Criminalística
que tiene incumbencias para desarrollarse en balística, usted puede tener en tres
años un título intermedio que es balístico pero la formación total la puede tener
con la licenciatura”.
Tras esto el fiscal le preguntó a qué conclusiones arribó tras estar en el lugar de los
hechos el día jueves 23 de octubre de este año, contestando que “yo hice las tres
hipótesis que se plantearon fueron la primera que yo la llamé hipótesis de la
víctima ubicada debajo del umbral de la puerta que comunica el hall con el garaje,
pero concretamente dentro del garaje, no debajo sino en el interior un paso; usé los
planos de policía escaneados que me dio el dr. Rappazzo [Comienza con la
proyección de las imágenes] Estas fotos son las fotos que usted le entregó a las
partes, el primer soporte magnético de la pericia de fs. 205 y luego las 133 fotos
que completaban y las fotos sacadas en el momento de la reconstrucción. Respeto
la numeración terminal de cada una de las fotos. El plano que entregó policía no
tengo ninguna objeción al lugar en donde se encontró cada uno de los elementos,
ahí lo que falta es una alfombra arrollada que estaba previo al acceso del bajo de
escalera donde estaba el termotanque el termotanque está acá, el proyectil estaba
acá y la alfombra estaba acá [Expone teniendo ante su vista el plano que consta en
fs. 443 en el que él denomina Ubicación de las Evidencias] No cuestionamos la
posición porque en las 133 fotos que usted me dio las pude verificar, lo único que
no pude verificar las huellas que están de la mitad para el acceso al garaje. Entro a
la casa el día jueves 23, antes no fui, no conocía la propiedad”.
Ante las pisadas existentes en el escenario del hecho, el agente fiscal le preguntó si
esto pudo haberlo modificado, alterado o adulterado, señalando el experto que
“sustancialmente no pueden ser modificados, el imputado las piso y dejó marcas,
sustancialmente no se van a modificar va a ver la presencia; una mancha de
sangre de presunto tejido hemático si fuese goteo estático se cambia, por el pisado
no, supongamos que no sea USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
pisado, tiene una respuesta si le pegó a la sangre fresca generó micro gotas en
sentido a la fuerza de esa patada, no se modifica sigue estando la mancha principal
uno se da cuenta si es una barrida o si naturalmente es la sangre que quedó como
consecuencia del hecho. Debe preservarse el lugar, por lo que leí de las hojas de la
causa la persona se fue, no había nadie y un familiar abrió la propiedad con una
llave. Ese desplazamiento, para mí la escena del crimen es todo el accidente
balístico y después el auxilio que le presta la víctima, accidente balístico es el
disparo; todas las maniobras que hubo también forman parte de la escena del
crimen; ahí por las maniobras se está modificando la escena propiamente dicha del
disparo, podemos hablar de alteración involuntaria de la escena del crimen, una
adulteración es una maniobra maliciosa, intencional; alteración es algo que sin
querer se modificó, la diligencia del plano este se realiza a la tarde del mismo día,
el hecho sé que fue en las primeras horas del día 15, finalizando el día 14 de
octubre; alteración involuntaria por el auxilio; las personas que le abrieron a los
peritos policiales, no sé si estas otras personas, la hermana y la pareja del señor
Piccinin entraran antes de que entrara el personal policial, en esa franja horario,
si las manchas de sangre todavía estaban frescas podrían haber dejado huellas de
calzado, pero las que se encontraron eran huellas de calzado que presumo que eran
de Piccinin, son de él y no hay otras, que venía de pescar; esos restos de proyectil
pudieron alterarse por la policía, hay que ser muy torpes, el hecho que ocurrió
estas personas por instinto lo evitaron, evitaron las manchas de sangre y tiene que
haber entrado con un miedo y celosidad de no tocar nada, porque la sangre da
miedo, sobre todo porque eran familiares, pudieron o no alterar, a lo sumo lo que
había en la escalera; en ese ambiente, hay que ver condiciones de clima, octubre de
2013, una estimación lo que depende del espesor de la mancha de sangre, las
manchas dinámicas que usted encontró en la pared que es un material absorbente
y manchas delgadas seca en media hora y cuando hay espesor, unas tres
aproximadas, pero yo no medí el espesor para ver cuánto tarda en secarse, las
manchas se podrían haber alterado dentro de las seis horas porque son las que
tienen más volumen, de la mancha principal hablo donde dice presunto tejido
hemático, debajo del umbral, no USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
puedo dar precisión del secado”.
La siguiente pregunta de la fiscalía, tuvo por interrogante a las ubicaciones de los
fragmentos de plomo del proyectil Brenneke, las arandelas de fieltro y el taco
plástico de compresión y si tales posiciones eran consecuencia normal de un
disparo, contestando el testigo que “es todo del disparo de la escopeta de calibre 16;
en cuanto a lo que es un disparo de escopeta es incierto el lugar, no es como una
pistola de calibre 9 mm porque uno sabe que la vaina sale hacia la derecha;
tenemos pantallas ahí también, las varandas de la escalera, el razonamiento que
estamos haciendo lo estamos haciendo al revés, depende usted de donde ponga
usted al tirador, si estuviese en el garaje no puede encontrarse esta escena, lo que
yo digo la varanda de la escalera, los verticales que sujetan la varanda, los
balaustres son de hierro producen un apantallamiento este elemento de plástico
pudo tranquilamente haber rebotado, aunque no esté en la línea directa de tiro, no
es que sale todo junto, a ver, que va el Brenneke y atrás las arandelas y atrás el
taco, inmediatamente que pasa la boca del cañón estos cuatro elementos adoptan
vuelos distintos, hasta ridículos, sobre todo este, el taco que no tiene forma
específica o regular, es un elemento muy liviano y no tiene aerodinámica
específica, pongámosle una dispersión de un metro; las arandelas un poco menos,
los plomos tienen menos dispersión, cuando un elemento tiene mucha masa,
llámese peso por gravedad, es muy difícil cambiar la trayectoria, por la misma
forma incluso este”.
La tercera pregunta del fiscal confrontándolo con las placas radiográficas que se
aportaron en la jornada de recepción del testigo, estuve relacionada a cuáles eran
las consecuencias de un impacto de proyectil, respondiendo “un Brenneke al
impactar contra un hueso como el fémur puede fragmentarse, y sí, como lesión
característica produce, el estallido del hueso a disparo no mayor de un metro. Sí,
observó una destrucción importante del fémur, no soy médico, pero la observo, no
soy médico para encontrar alguna esquirla, aparentemente acá hay una, dos, tres,
sí, digamos a ver hay manchas que se repiten, es un elemento compatible con qué
sea un plomo por la densidad que tiene y está repetido en las dos tomas, tengo que
pensar que es algo, las esquirlas se mueven, USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
no me gusta opinar sobre temas médicos, es mejor que opinara un médico o la
persona que atendió a la víctima. En este caso se tienen que complementar los dos
la persona que lo atendió, que hizo la higiene la que ordeno las placas y un médico
forense el más idóneo, nosotros de la piel para afuera, de la piel para adentro, yo lo
complementaria, seguramente esas esquirlas produce algún tipo de reacción que
tuvieron que contrarrestarlas, si viajan o no; por qué no se las sacaron es una
decisión médica es parte de un tratamiento y de las condiciones en que estaba ella.
Esta lesión me está diciendo que el Brenneke pasó por allí con mucha energía. El
Brenneke sale del cañón y si impacta en ese fémur causa esa lesión y se
fragmenta, puede fragmentarse. El Brenneke sale de boca de cañón depende del
estado del proyectil pero el fabricante informa que sale a 400 metros por segundo;
es munición que se fabrica para caza mayor, chanchos salvajes, ciervos; tienen
características perforantes y altísimo choque; las dos cosas combina, tiene un
poder de choque muy importante, un proyectil de esta naturaleza tiene poder de
penetración para penetra el cuero de un animal salvaje, con cuero y pelos, y para
chocar y producir la desestabilización del animal, el volteo”.
El fiscal o confronta con el cartucho que fuera desarmado durante el debate,
exhibiéndole el proyectil propiamente dicho, preguntándole sobre la balística
respecto de las funciones de su estriado, respondiendo que “el estriado cumple la
función de imprimir una rotación al proyectil. Le da dos cosas, le da penetración y
estabilidad al vuelo del proyectil. No obstante cuando sale en los primeros metros
no tiene la mejor estabilización, después logra girar sobre sí mismo, sobre su eje.
La densidad depende de la temperatura y por la fricción que se genera por su paso
por el cañón, más por la fricción, lo hace más blando al salir del cañón, el fémur no
paro esto, esto no lo para un fémur, está hecho para que no pare, para que pasé y
rompa; el proyectil no para porque choque un fémur, en balística se hablan de
masas infinitas en objeto duro se hace una moneda y se desintegra, se va a
disgregar”.
Preguntó el fiscal sobre si pudo haber más fragmentación del proyectil tras
impactar en el hueso fémur que se ve en la placa radiográfica, contestándole el
testigo que “pudo o no, depende como le USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
pegó si fue un impacto de llenó, cuando el Brenneke impacta y genera alrededor de
sí mismo el mismo efecto que su núcleo, el efecto la rotura del hueso la va a
producir igual porque generan orificios de entrada muy importante; el orificio de
entrada ya está determinado, se habló, no es que lo haya leído, una herida de
arriba hacia abajo y de derecha a izquierda, en cara anterior del muslo interior
izquierdo con salida y estoy de acuerdo con esta conclusión”.
Al posterior interrogante, sobre la ubicación de tirador y víctima por las manchas
de sangre, con arreglo al dibujo planimétrico de fs. 443, señala “a la víctima la
ubico en una zona muy próxima al centro de la mancha principal yo la ubico en el
plano ahí, en donde termina en esta zona, hablemos de una zona, y al tirador lo
ubico acá al pie de la escalera pero un poco separado de la escalera, como bajando
con cierta celeridad y si acá termina la escalera, yo no doblo pegado al primer
balaustre, sino que queda un margen y no lo pongo al pie de la escalera, entre el
pie de la escalera y la escopeta; dijo como bajando con celeridad, cuando determino
la posición más probable no lo hago en base a la mancha sino en base a todo; como
bajando y presuroso y no girando por el balaustre; porque le pegó la persona se
recostó y todo esto que tenemos acá es un charco de sangre producto de un goteo
estático y las manchas es posible que las haya hecho el imputado, acá tenemos
pisadas del propio imputado, las manchas del escalón pueden ser consecuencias del
disparo, de la herida y que el imputado la asistió y subió la escalera y la manchó
en forma dinámica porque llevaba sangre de la víctima”.
Tras exhibirse la FOTO 733 del informe elaborado por él, sobre escalón de madera
la escalera destaca, puntualizó “estas manchas del segundo escalón que tienen un
sentido transversal a lo que es la dirección de avance de una persona que sube la
escalera, son perpendiculares, a ver vamos de vuelta, es perpendicular en el
sentido de avance, paralelo al lado escalón, al eje longitudinal esa mancha es
consecuencia de un movimiento circular realizado de izquierda a derecha y de
origen incierto pero alguien hizo así con la mano con sangre [hace el movimiento
de giro] es dinámica y proviene de un goteo circular, describen un movimiento
circular, estamos hablando del conjunto, no son consecuencia del disparo, es un USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
movimiento amplio, dentro de un disparo tenemos un origen común que es el
orificio de entrada y salida que no tuvo mucho movimiento por lo que se describe
estuvo el impacto y después se recuesta, la sangre siempre va a tener un mismo
punto de salida y eso que está ahí es consecuencia de un movimiento, la baso en la
velocidad, en el sentido y sobre todo en la curvatura que tuvo; esa mancha la
descarto como consecuencia del impacto del Brenneke en la pierna, esto tiene un
sentido, porque los movimientos que dieron origen a esto fueron amplios y me
resulta compatible con una mano por el radio que tiene esto, es mi valoración, yo
digo que con el disparo no es compatible, con la mano, sí, pero no sé, un codo no me
da un brazo puede ser, algo. No es una versión es un análisis que yo hago”.
Sobre esta última afirmación lo interpeló el fiscal, diciéndole ¿de dónde sacó esto
de la mano? y ¿cuál fue la mecánica de origen?, respondiéndole el testigo que “el
imputado subió por la escalera, las versiones que dicen que el imputado subió por
la escalera tienen relación con estas manchas. Nosotros dentro de la escena
tenemos movimientos generales o principales que fue que la auxilió, que subió, que
bajó, que la agarró, la levantó y que la llevó al auto. Estos son movimientos
genéricos, pero no tiene razón, son principales en este sentido, pero después hay
otros movimientos que no podemos darle precisión, si giró la cabeza, el tronco, no
puedo dar precisión, pero estos movimientos pudieron haber generado este tipo de
manchas”. Ante esto el acusador público lo preguntó, ¿cómo movimiento no tengo
que valorar el disparo?, señalándole el encuestado que “ahora hablamos de
manchas de sangre, que son posteriores al disparo, por eso ahora hablamos de la
sangre”.
Con la FOTO 829 del informe del criminalista, la fiscalía le preguntó si había
compatibilidad para posicionar una escopeta como la secuestrada en la mesa que
se advertía casi detrás de la puerta y qué movimientos podían hacerse con tal
artefacto en esa posición, destacando el deponente que “para mí es una de las más
ricas. No veo un mueble, veo una mesita, de entre noventa o sesenta centímetros,
en cuanto al posicionamiento de la escopeta [la tenía entre sus manos]
semiabierta, cerrada o semicerrada, otro calificativo es desarmada, un intermedio
nada USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
más, como se me abrió a mí al principio, que fue hasta ahí; para usarla con
seguridad como la tengo que usar, a ver, tengo alguien en el frente, en el interior
de mi casa, la puede llevar de cualquier manera, el tema es si tiene la intención de
usarla, la preparo, la cierro [hace el movimiento], la escopeta cerrada la tengo
preparada por seguridad ante una amenaza; si la agarro es porque algo me
amenaza. La saco de adentro no le veo adentro a ese mueble, dónde es adentro,
sería en la base, si la saco de ahí es porque está sobre el mueble; esta escopeta es
larga, no ocupa lugar si la pongo en la mesita contra la pared, pueden estar los
floreros; porque este largo de cañón ha sido recortada, usted elige por modelo cuál
es el largo, puede llegar a tener unos veinte centímetros más, está en 440 mm
según coincidimos con Bonifacio; se recorta porque el fabricante lo hizo más largo
porque son para caza, estas escopetas son reliquias familiares es muy probable que
haya sido de su tamaño original en 1920 y haya estado en un campo un lugar más
amplio; para la caza hay dos teorías de la comodidad que hace que esta escopeta
sea muy portable, se lleva o se trae, en versión corta y si soy un cazador exquisito
no la corto, y si soy una persona no la corto; el alza si la cortaron es a rosca se hace
un agujero, el corte es más o menos prolijo, lo podrían haber hecho mejor; hoy en
día hay chicos que van a cazar con cualquier cosa; un cazador profesional no; si yo
voy a usar en seguridad la tengo en mi casa y no la puede tener del largo original,
es muy incómodo el desplazamiento”.
Con relación a la FOTO 829 del informe el expositor, el fiscal le preguntó: ¿dónde
tengo el mayor caudal de sangre?, refiriéndole “del umbral en la primera línea de
baldosas”; ante ello, lo interpeló ¿si la víctima estuviera en el interior de garaje,
posicionada adentro, no tendría que tener esta mancha acá, hacia adentro?,
respondiendo que “la puede tener porque es un charco que se produjo cuando ella
se desangró no es propiamente del momento del impacto, no es consecuencia
directa del impacto, lo descarto, es más, la posición que adoptó la sangre tampoco
tiene mucho que ver con la posición sino con la pendiente que tiene el piso. Es el
lugar donde ella cae, se desangra; escuché que es donde quedó y él la fue a
agarrar”. También le requirió el fiscal si contestase si el impacto de esa munición
la dejó parada o si cayó inmediatamente, expresándole el USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
testigo que “si la pierna no está apoyada, está libre, si le pego a la pierna que está
apoyada la desestabilizo, según donde este apoyado el peso del cuerpo, por el
propio impacto y puede ser que nada, que hasta se la arranque y aparte es el
movimiento natural de la pierna. Si la chica estuviera acá, apoyada en este
escenario sería compatible, el de la sangre, no sería compatible”.
El fiscal lo interrogó sobre la posición de la víctima como surgió de la segunda
versión que dio el imputado durante el acto de reconstrucción del hecho, esto es,
apoyada sobre la pared que va hacia la puerta del fondo de la vivienda, a poco de la
abertura de la puerta del garaje, y si ello era compatible con los rastros de sangre,
exponiendo que “para mí estaba más adelante la víctima, no es compatible que la
víctima estuviese en ese posicionamiento, apoyada contra la pared de donde dice el
imputado, cuando hablo de compatibilidad no hablo de certeza, existe una
probabilidad alta de que sea como se dice pero existe un margen que sea de otra
forma o que este dentro de los rangos pero no exactamente lo que estamos
diciendo. Entre el impacto, es decir, de la salida del proyectil del cañón y el
impacto del fémur el único telón de exposición es la vestimenta de la víctima si es
que hubo vestimenta, la vestimenta es una pantalla, un pantalón, una bermuda
larga [sitúa a la víctima contando desde abajo en la sexta línea de baldosas].
Al ser confrontado con la FOTO 719 de su trabajo, señaló “el tirador está en
posición entre el pie de la escalera y la escopeta, no los ubico de frente porque esa
escopeta digamos la forma es un arma de puño, generalmente uno tira perfilado,
no tira así. Como zurdo es antinatural para mí, el tirador medio diagonal y ella de
frente. Es la posición en que uno se siente cómodo con la escopeta, el imputado en
la reconstrucción sí la agarró así y como que se agachó, hizo un movimiento de
flexión de rodillas, si en esa dirección le llega el impacto igual, es un impacto
directo. La víctima dice que bajó con el arma en la escalera, que la baja del
dormitorio principal, de un cuarto anexo al dormitorio, que está en la segunda
planta, ese desplazamiento, conozco hasta arriba de la escalera, la cocina, no llegué
hasta donde la víctima dice que estaba el arma; por el desplazamiento y por
escaleras me conviene el arma con cañones cortas”. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
También el fiscal lo interrogó sobre si esto último es compatible con lo manifestado
por la víctima de apuntarle el imputado bajando de la escalera por encima de la
varanda, respondiendo: “es un poco loco, pero sí, la posibilidad existe [le preguntó
el fiscal, ¿hay algún rastro o accidente balístico que descarte que bajó con la
escopeta?] eh, no, no, es una versión loca porque el imputado es izquierdo, acá
tiene la varanda que tiene noventa centímetros, la escopeta le queda por abajo,
para hacer esto tengo que venir así, tengo que esquivar la varanda, es improbable
porque yo no voy a ir apuntando porque le tenemos que darle credibilidad a la
melladura esa melladura está a cuarenta y centímetros de la escalera y Agudo
estuvo entre la altura del escalón y estuvo más o menos a dos metros cincuenta,
para que yo generé este impacto a 45 centímetros tuve que haber tirado así, en
posición de disparo, el retroceso que genera el Brenneke es importantísimo pero
tendría dificultades en el brazo y hematomas, imagínese que de la nada acelera a
1400 kms. Por hora, imagínese la aceleración, evalúo los daños en el brazo del
imputado por el retroceso, usar esto así, puede hacerlo sin apoyar en el brazo,
podría tener en la cara el retroceso. El tiro con escopeta es muy fuerte, con un
Brenneke hace este desplazamiento, unos cuarenta centímetros, puede hacerlo.
Imagínese que dentro del cartucho se usa energía suficiente para generar
aceleración de 1400 kms., se origina en los 360 grados, pero hay alguien que se
opone, no va para atrás porque hay una masa; la misma energía que empuja al
proyectil es la misma que empuja para atrás, pero hay oposición al tomar la
escopeta y entonces la energía va para adelante. También lo de Agudo es posible.
Igualmente vamos fijarnos que la boca, como sería disparar para no golpearse
apoyamos bien la escopeta en hombre para aguantarla y desde abajo se puede
tirar, alguien tiene que soportar la energía que tiene, esa posición es incompatible
con la escalera y le estaría pegando en los balaustres, tirador evito esto porque no
es un tiro apuntado, pero puede pasar entre los balaustres, pero no hay accidente
balístico. La posición de Agudo en esta foto no recoge todos los movimientos”.
A esta altura el fiscal lo confronta con las conclusiones de la experticia oficial de fs.
444, señalando que “la vi sin mayores detalles; sí USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
está bien; no coincido con las conclusiones; no tomo en cuenta otras pericias de
expertos para mis conclusiones”.
A la batería de preguntas de la defensa, manifestó primero que: “sobre las
conclusiones de la escopeta, no haya manera de cerrar una escopeta sino es en
forma violenta y el solo roce sobre la cola del disparador derecho se disparaba, está
de acuerdo con lo que vimos; donde el punto “C” de la pericia de fs. 444, dice no es
posible, nosotros dijimos que no es necesario que el dedo esté sobre la cola del
disparador sino que simplemente lo roce y de manera normal hay que pegarle un
golpe seco o fuerte para que cierre”.
Y, sobre las diversas hipótesis presentadas por las declaraciones de la víctima y
victimario y visualizadas durante la reconstrucción del hecho, comenzó mostrando
las imágenes de su informe, señalando que “las posiciones de los elementos que
figuran en la pericia que hizo policía las pude corroborar con las fotos que me
agregaron con el cd, tenemos la escopeta con un elemento fundamental para hacer
el análisis, con posición final al pie de la escalera que desciende su posición con la
toalla con sangre, las Fotos 821-828, pudo haber dejado mancha ese trapo, pudo
haber sido revoleando el trapo, el movimiento de un brazo para revolear la toalla
pude haber sido; la Foto 821 no puedo asegurar que se una mancha hemática, pero
si es tejido hemático estático es algo que goteo no que se haya movido; las Fotos
803 y 840, los dos componentes uno de mayor tamaño que el otro pero en la foto
803 notamos una concavidad en el resto del plomo y el otro adopta una forma
aplanada como si fuera una moneda y el espesor de ese proyectil no es superior a
los siete milímetros, la ubicación de los fragmentos de plomo en las Fotos 802 y 841
que coincide uno de los separadores en Fotos 833 y 822, posición en la que fue
encontrado el separador, en Foto 723 la mancha hemática, donde la víctima estuvo
apoyada, estaría ahí se ve es compatible con una cola, habría estado sentada allí,
arriba en la parte blanca aparentemente está la cola y la de abajo es una
chorreadura. Es la parte de atrás de cola y las piernas, marco el inicio del muslo,
esto es del calzado del imputado que se puso de frente a la víctima, como que la
rodeó. En la Foto 839 tenemos esa forma de charco, caprichosa que no es circular
ni ovalada, da la pauta que USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
eso se ha escurrido por las irregularidades del material y de la pendiente del piso
en el lugar. En la Foto 749 vamos a ver que hay como apoyo de manos para
levantarse o cuando se apoyó; en Foto 833 la vista superior y en Foto 843 tenemos
la pisada allí y otra acá todas compatibles con el calzado de un adulto, un borcego o
una zapatilla tipo trekking. En Foto 229 tenemos un detalle más de la huella otra
más en Foto 838 un presunto impacto balístico ubicado a 47 centímetros de la
escalera, llama la atención que no tiene restos hemáticos, el proyectil que vimos
recién todavía tiene tejidos hemáticos secos, cuando el proyectil con tejidos había
generado esa rotura en el granito no se observa la presencia de esa mancha,
también en esa foto, en la reconstrucción acá tenemos pelos en la Foto 838.
Tenemos pelos de un perrito y ninguno está manchado con sangre. En las Fotos
825 y 724, la posición de la toalla; la caja de cigarrillos no tiene importancia para
la reconstrucción la levantaron como evidencia y es necesario, me basé en el
análisis, en el concepto de dureza de los materiales, Brenneke es un cilindro de
dieciséis centímetros de diámetro de plomo; el granito tiene distinta composición,
es dos o tres veces más duro el granito y el fémur es el hueso más duro del cuerpo
humano, no es una tibia es más duro”.
En cuanto a la melladura compatible a rebote de proyectil de arma de fuego,
sostuvo “calcule el ángulo de incidencia desde la boca del cañón hasta ese ángulo
tomando en cuenta la fotografía que hay en fs. 450 de la pericia oficial, con la
melladura, tomando a Agudo y el caso de que el ángulo sea mayor a 60 grados, el
plomo no adoptó la forma del piso, lo proyectiles debieron quedar adentro del lugar
y adoptan posiciones caprichosas porque son posteriores al impacto, porque tienen
vuelo caprichoso y los lugares donde rebotaron. Tampoco es posible que los
proyectiles y separadores alguien los pueda patear”.
El fiscal repreguntó si con arreglo a la versión de la víctima suministrada durante
el debate y sobre la que, finalmente, los peritos oficiales se inclinan por su mayor
compatibilidad con los rastros hallados, señala que “uno de los problemas es la
deformación que presenta el proyectil, con un ángulo de incidencia balístico
calculado a 80 grados; las arandelas y las lesiones es otro problema si bien no soy
médico legista y USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
no me gusta opinar en detalle sobre esas cuestiones, tenemos este problema, si la
víctima estaba en ese lugar en 80 grados incidiendo en forma ascendente, la herida
se desplazaría por toda la pierna, le hubiera destrozado la pantorrilla, ese grado de
destrucción ósea no se ve en las radiografías, esta imagen destaca el defecto que la
mujer representada tendría que estar de espaldas, viéndole la nuca no en esta
posición que le pega en la pierna derecha y no izquierda y el orificio de entrada es
de 15 centímetros y el de salida de 12 centímetros, no tomo esta hipótesis como
cierta, le podemos dar certeza importante al entrar, pero después de la fractura
haya tenido desviación sí no mucha porque es mucha la energía que trae el
proyectil; lo del diámetro del orificio de entrada, rotación de 180 grados porque
está de frente la pongo de espaldas mirando hacia arriba; el disparador está arriba
y ella tiene que estar de espaldas; ahora el orificio de entrada que tendría que
haber generado es un porcentaje muy importante del diámetro de la pierna,
prácticamente la pierna le hubiera desaparecido, en una lesión importante
longitudinal con supremacía en 80 grados. Estamos en condiciones de masa
infinita nunca le hubiese ganado al granito. El hueso del fémur deformó al plano y
otra tendría que estar superpuesta con la del piso que por ser última va a
predominar, el proyectil pierde energía pero tenía mucha, esta es la mácula, esta
foto la tomé yo cuando hicimos la reconstrucción. La profundidad es casi nula, hay
que tocarla y solamente se notan irregularidades, no se la puede mensurar con
algún elemento de uso de campo, melladura leve no importante, de hecho cuando
estábamos el otro día esperando en la sala de al lado hay melladuras más
importantes que éstas, y no hubo ningún Brenneke usado. Le puede afirmar que
eso no es un impacto de un Brenneke; forma y tamaño son incompatibles con la
impronta, la forma del proyectil está en los 20 milímetros y si ese proyectil hubiese
sido el que la provocó tendría que tener la forma aproximada de la melladura y no
existe. Y ahí tenemos la deformación que tiene el proyectil mayor en foto que fue
sacada en mesa de entradas y tiene un facetado que no es compatible con el piso
sino con el hueso, hay dos brillos verticales que hacen que sea más compatible con
la sección del hueso que con el piso propiamente dicho; acá está invertido y vemos
a parte de la base del USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
proyectil y no la que impacto y del otro que también le vemos esa concavidad y ahí
vemos restos hemáticos que están secos, que son del proyectil; posición final de
separadores y restos de proyectiles, los restos debieron haber quedado en la zona
de la mancha principal; la víctima estaba tirada en el piso y la mancha en el piso
totalmente fresca, hubiera quedado una marca que marque el diseño del objeto que
pasó por la mancha esas evidencias no fueron encontradas, por las fotos que se
tomaron”.
Y puntualizó que en la “hipótesis más probable a la víctima la ubicamos
prácticamente en el centro de la mancha principal sobre el hall y lo ponemos al Sr.
Piccinin entre el pie de la escalera y la posición final de la escopeta y ahí
concuerdan las demás evidencias de arandela, proyectil y taco de compresión”.
En la ronda de repreguntas de la defensa, sobre lo que se tendría que haber hecho
para examinar la mentada melladura, dijo que “se tendría que haber hecho el corte
con una amoladora del corte del sector y hacer un estudio de microscopia de
barrido electrónico. Diez mil de aumento y hacer incidir un haz de luz. Y da la
composición química, sabiendo la composición química del proyectil Brenneke hay
que contar partículas dentro de la melladura”.
Y por último, sobre las posiciones de hallazgo de elementos del proyectil, el fiscal lo
interpeló sobre una afirmación que hiciera respecto de lo manifestado por los
peritos oficiales, destacando que “valoro una forma de la movilidad, pero que se
haya alterado accidentalmente o no, con el pie. Adulteración con el pie lo valoré,
para valorar que fuera con la mano tendríamos que haber encontrado huellas y no
hay. Yo busqué indicios y no encontré. Si no encontré es porque lo valoré.
Testimonio de Miguel Ángel Agudo
Subcomisario Miguel Ángel Agudo –Técnico Superior en Balística Forense-. A
petición de la fiscalía comenzó su interrogatorio teniendo a mano las placas
fotográficas, dibujos planimétrico e informe último que suscribiera conjuntamente
con los demás peritos oficiales, según luce todo ello entre fs. 419-460. Por lo cual,
comenzó señalando “Sí es mi firma. Sí, ratifico las conclusiones de los tres puntos”. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Tras esta respuesta el acusador público le señaló cómo llegó a los posicionamientos
de la víctima y tirador y qué recursos utilizó en particular y todos en general para
alcanzar esas conclusiones, señaló que “en esto me baso, principalmente, porque
tengo una trayectoria en la víctima que fue descripta por el médico cuando hicimos
la reconstrucción y tengo en cuenta, además, un impacto de proyectil de arma de
fuego que hallé en el lugar cuando hice la primera inspección del lugar; una
trayectoria descripta por el médico que va de derecha a izquierda de adelante
hacia atrás en la pierna de la víctima y una trayectoria descendente, que baja, esos
son los tres puntos para determinar la trayectoria; segundo punto es el impacto de
proyectil de arma de fuego que encuentro en el pasillo en uno de los mosaicos y en
tercer lugar tengo las proyecciones de sangre que vi en el momento que realizo la
inspección ocular. Soy perito balístico desde hace doce años y trabajo con peritos en
rastros, como Benítez, cuanto tengo heridos de armas de fuego”.
Y tomando mano del informe de levantamiento de rastros obrante en fs. 205-209,
dijo que “el día del levantamiento de rastros, en fs. 209 se ve una mano y a la
derecha otra placa fotográfica con acercamiento del ángulo más próximo. Es de
esto de lo que estoy hablando”. El fiscal le preguntó de inmediato ¿por qué esa
melladura es un impacto de un proyectil de arma para usted?, manifestándole el
perito que “sí, al momento de hacer la primera inspección del lugar el día que
sucedió el hecho, sabiendo que es una escopeta en primera instancia lo que busco
son los resultados del disparo, esquirlas, proyectiles, hasta que abro la escopeta y
deduzco, busco las evidencias balísticas, llámese impactos, proyectiles, vainas, en
este caso en particular cuando se abre la puerta lo primero que veo es una
escopeta, en la mayoría de los casos, cuando llegué había presencia policial y nos
abren la puerta familiares del imputado, la hermana y otra persona más que no
recuerdo el parentesco con la familia. Lo primero que yo veo es una escopeta, la
mayoría de los hechos que he trabajado veo perdigones; lo primero que empiezo a
buscar son impactos en la pared y había ausencia, no entendía qué había sucedido,
comienzo la inspección ocular y luego de abrir la escopeta y obtener la vaina y el
cartucho que estaban dentro de la escopeta, veo que se trata de un USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
cartucho que utiliza proyectil monoposta, es decir, único, cuando veo de que se
trata empiezo a buscar lo que se denomina un impacto, tenía conocimiento que la
víctima había sido herida en la pierna y al ver la magnitud del proyectil sabía que
iba a tener un impacto, busco y veo la melladura en el piso, voy adiestrando el ojo
en esos años porque busco el proyectil donde impacta y veo la melladura en el piso
y sin ninguna duda de mi parte que era producido por un proyectil por la
ubicación, la morfología y sumo el hecho que estaba en el sector donde estaba la
sangre y por la lógica que me hace dar cuenta que es donde se produjo el hecho,
cercano a la víctima, ahí donde impacto el proyectil. Acá se ve en la fotografía de
fs. 206. Hay un lugar señalado como A7 como referencia se ve una mácula de
sangre y repito generalmente un proyectil salvo que tengamos un lugar abierto en
algún lugar va a impactar y busco la huella que deja el proyectil, es un lugar chico,
cerrado, en las paredes no encuentro improntas del proyectil y antes empiezo a
encontrar la esquirlas del proyectil, primeramente una esquirla pequeña en el
pasillo que estaban lo que vemos como A7 más hacia atrás hacia una puerta abajo
de una toma de electricidad y continuando logro encontrar debajo de la escalera en
un termotanque el fragmento más grande del proyectil y por la morfología del
proyectil deduzco que impactó contra una superficie pulida, esta pulido”.
Nuevamente interrumpido por el fiscal, lo retrotrae al ingreso a la casa el día del
hecho y le pregunta sobre las personas existentes en el sitio, respondiendo el
experto que “cuando entré el lugar estaba cerrado, esa otra persona es un
masculino que está en la fotografía que adjunté cuando nos abre la puerta. En fs.
421, no recuerdo que parentesco tenía; en fs. 420 al ingreso del garaje también se
va a ver a la izquierda, es muy pequeña la imagen. Todo el personal policial estaba
afuera y estas dos personas afuera también. No recuerdo a qué hora llegamos, sé
que era a la tarde pero no el horario exacto. Desconozco si alguien ingreso al
domicilio después del hecho. Al margen de lo que encontró la prevención había más
cartuchería de escopeta y del mismo tipo de la empleada en la escopeta de la
causa”.
Se le exhiben los fragmentos de proyectil que recogiera en la escena USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
del hecho, tomando nuevamente vista de estos y señalando con respecto al
fragmento más grande “una de las caras que se ve claramente está pulida que
impactó contra algo plano, lo único plano, pulido que tengo en ese lugar es el piso,
o sea, me reafirma a mí que lo que yo veo después es el impacto, la morfología del
proyectil me termina de convencer con lo que yo veo en el piso, el impacto. Si
hubiese sido un impacto directo en el piso es una melladura de mayor
envergadura, el proyectil sale con una energía cinética de unos 280 kilos, para que
lo entiendan mejor, son cinco bolsas de cemento concentradas en un dedal y ahí
tiene la fuerza concentrada con la que sale este proyectil y al pasar por el cuerpo
de la víctima va a disminuir gran parte de la energía cinética, en volumen para
entender, entrega la mitad de su energía cinética, quizás haya entregado menos
energía, unas dos bolsas de cemento, para que así lo entendamos, pero igual
quedaron dos o tres bolsas más de cemento concentradas en ese dedal que sigue e
impacta en el piso”.
El fiscal le exhibe las placas radiográficas de la víctima y le pregunta sobre si en
estas ve fragmentos del proyectil, respondiendo el perito que “mire lo que le puede
decir es lo siguiente es compatible con esquirlas de proyectil y también con tejido
óseo; no soy radiólogo, sí le puede decir que el perito Bonifacio tiene en su dedo
mayor e índice esquirlas de un proyectil y que son pequeñas y se ven como estas
que están acá, no soy radiólogo ni médico forense; sí, es metal, vemos un punto
blanco que refleja el rayo. El Brenneke es una munición monoposta, esta munición
en particular se la denomina Foster, pero en general a esta munición se la
denomina Brenneke, pero en un libro de Heridas por Armas de Fuego de Vicent Di
Maio, a esta se la denomina Foster por la ojiva, que es más roma; la del Brenneke
es más ojival. Son denominaciones comerciales, pero ésta en particular es más
romo, el Brenneke a la vez tiene una ojiva bien aguzada, tiene un punto de
penetración más aguzado, comparado con esta Foster que entrega más choque lo
que se denomina stopping power, poder de parada, en balística, poder de detención
que tiene un proyectil, si tengo una persona que viene hacia mí la tengo que
detener, una ojiva traspasa a la persona pero no la detiene salvo que le pegue en
un lugar vital, pero otra más roma si la va a USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
detener, tenemos más o menos perforante esta es una punta roma es menos
perforante, pero mayor poder de detención y menor poder de perforación. El daño
que esta va hacer es enorme, empieza romper todos los tejidos, cuanto empieza a
ingresar se produce por el contacto mismo del proyectil y a la vez la velocidad va a
producir en el cuerpo hace que se produzcan dos tipos de túneles, una cavidad
permanente y una cavidad momentánea que es de mayor envergadura del
proyectil, son como dos fibras de piel que se van a ir abriendo y va a tomar la
forma, con mayor velocidad, produce un estallido dentro del cuerpo; esto en
particular se usa para cacería de caza mayor, un animal que pesa más de
trescientos kilos, le va a impedir que se siga moviendo porque le impone un shock
dentro de su organismo, un shock hidrostático creo, no soy médico, ahora no me
acuerdo, pero no va a tener facultades normales para seguir avanzando”.
A la pregunta del fiscal si los hallazgos de partes del proyectil, arandelas y taco de
comprensión, según la última planimetría es compatible con las ubicaciones del
tirador y la víctima, destacó: “si congelamos la imagen de las personas después del
disparo y es algo caprichosa, el taco y la arandela salen a velocidad muy grande y
una vez que salen de la boca del cañón van a empezar a revolotear y caer en
cualquier lado, puede ser resultado final y las dos esquirlas que nos interesa, la
más pequeña cuando salió del cuerpo de la víctima haya salido con una trayectoria
distinta y haya tenido impacto en una superficie de mayor dureza y haya
modificado y la parte más grande tiene adherencias de fibra verde que no está
plasmado en la planimetría pero si en las primera fotografías que aporte porque
había un rollo de alfombra que quizá por error nuestro no se presentó no lo evalué
como resultado de una trayectoria, pero pudo rebotar en el piso y caer sobre esa
alfombra y caer en lugar definitivo, la alfombra se ve en la foto de fs. 432, foto
derecha de abajo, se ve la alfombra de color oscuro y el proyectil tiene fibras de esa
alfombra, el proyectil luego de impactar en el piso y rebotado perdiendo ya toda su
morfología puede haber caído en esa alfombra y de rebotar en la alfombra caer
debajo de la escalera; toma una trayectoria secundaria, un rebote, puede que haya
venido con cierta energía cinética, impactado en la alfombra y caer en el lugar del
hallazgo, lo deduzco de las fibras que se USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
pueden ver en este momento”.
Y, sobre la posición que actuó el imputado al reconstruirse el hecho, a la pregunta
de la fiscalía si ello se correspondía con las evidencias físicas, señaló “No podía ser,
eso es muy claro, el imputado se sitúa de espalda a la puerta al pie de la escalera y
que cierra la escopeta y a él en ese momento se le dispara. Varias razones me dicen
que no. Punto uno el impacto pudo haber impactado ahí y luego de rebotar
impactar en la víctima pero la trayectoria que el médico describe en la víctima y la
posición que el imputado refiere de la víctima, hace que las trayectorias sean
perpendiculares es decir que se corten, la trayectoria mirando a la la víctima desde
su derecha a la izquierda, según la versión que contó el imputado, la trayectoria
que se describe va de esta pared a esa pared, como estoy yo de izquierda a derecha,
de la escalera ésta donde está su señoría y donde está la bandera es el arco de la
puerta que comunica a la cochera, para dar más o menos las distancias, la víctima
la tengo pasando el arco del garaje, la lesión de la trayectoria es perpendicular a
mi posición o sea se cruzan, no pudo hacerlo así, así sea zurdo yo estoy tirando
contra la víctima, no puede nunca un proyectil producir la trayectoria que está
descripta en el cuerpo y esto no se puede cambiar, la trayectoria de la víctima no se
puede modificar, tendríamos que colocar a la víctima en otra posición y contra la
pared posterior no tengo salpicaduras por la magnitud del proyectil y esa pared
está totalmente limpia y si el proyectil hubiera rebotado hubiera tenido trayectoria
ascendente y no es así, es descendente y hubiéramos tenidos otra fragmentación
del proyectil. Posiciono al tirador en la escalera y a la víctima debajo en el lugar
del último informe con los demás peritos, yo sitúo al tirador en la escalera, no doy
posición de escalón exacto, porque las variaciones pueden ser mucho, pero siempre
acercándonos a la varanda tenemos, siempre es de arriba no hay otra forma,
porque yo le sigo sosteniendo la trayectoria, porqué, porque yo tengo tres puntos de
una recta, punto “a” donde nace es la boca del cañón, puntos “b” es el orificio de
ingreso del proyectil y punto “c” la salida, hasta ahí tengo una recta, pondríamos
un punto “d” que sería el impacto, pero si usted quiere lo puede descartar, esta
recta que le describo es un vector que viene de USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
arriba hacia abajo y cuando impactó y se fragmenta y sale del cuerpo también sale
acompañado de parte de tejido y tejido hemático que acompaña en forma vectorial
la salida del proyectil por la magnitud de salida del proyectil y la recta misma se
continua con la sangre y puede descartar el impacto pero lo sigo sosteniendo por la
trayectoria de la sangre; también había más salpicadura, pero la víctima cae por
ende la parte posterior de la pierna es lo que va sangrar más, es la mácula que
tenemos en el piso, un amontamiento de sangre, por lo que el mismo medico
describe vamos seguir salpicando hacia adelante, pero lo que tengo hacia el
interior de la cochera tiene que ver con el traslado pero no con la proyección de
sangre inicial. El estallido inicial y lo mismo me dice me describe un chicoteo de
sangre en las paredes en la altura que había microgotas de sangre, en la pared de
la escalera, es como una manguera con alta presión que queda suelta y tira el agua
con esa fuerza”.
A preguntas de la defensa sobre alteraciones o adulteraciones en la escena del
hecho, respondió: “no vi ninguna, lo que yo vi fue lo que plasmé y si hubo movido
de antemano no lo sé, porque no vi cómo quedó el lugar después del hecho, hubo
muchas horas respecto del momento de cuando llego, pero no creo que se haya
adulterado nada, tal vez, la escopeta se pudo haber movido pero había una toalla
al lado con sangre, es como que todo quedó ahí”.
Sobre la energía cinética y la velocidad del proyectil le dijo a la defensa: “la energía
cinética le dije aproximadamente 280 kilos y al impactar en el cuerpo, pudo haber
entregado la mitad de su energía, o sea que me quedan 140 kilos para impactar en
el suelto, lo que refiere Di Maio son 480 metros sobre segundo. En kilómetros
tendríamos que hacer la conversión pero no va a afectar, hacer una calculadora y
hacerlo. Es una velocidad alta por arriba de la velocidad del sonido. No sé el ángulo
de incidencia del proyectil, cuál tendría que ser el ángulo de entrada y salida yo lo
que hice cuando hicimos la reconstrucción tomar posición sobre la escalera hice
una línea poniendo el arma en la mano izquierda como es el tirador entre la boca
del cañón y punto de impacto y fui poniendo a mi compañera para unir la línea
porque yo afirme que “a”, “b” y “c” son puntos de una misma línea y “d” también
afirmo que es producto de esa USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
línea; no la incidencia del ángulo pero si lo que el médico describió que entra por la
cara anterior de la pierna izquierda y sale por la parte posterior de la pierna
izquierda y que sale hacia abajo, ángulo de incidencia no tenemos, es de arriba
hacia abajo hay un ángulo distinto pero, convengamos, cuando uno hace una
descripción de un cuerpo lo hace de manera anatómica erguida y el cuerpo tiene
movimiento pudiendo adelantar la pierna y el cuerpo ya tenemos una trayectoria
que va a variar; lo que hice fue proyectar una línea. No tengo el ángulo de la
izquierda y sostengo que es de arriba para abajo. Finalizo diciendo que es a ojo
para que usted me entienda uní el punto “a” y “b” y puse a mi compañera para que
me una los puntos “c” y “d” pero el médico me dio la posición exacta y me va a dar
la trayectoria igual, si usted quiere descontar el punto “d”, pero la proyección de la
sangre es el punto final, le repito la víctima cae, sí, es probable que haya caído
sentada o de espalda pero su herida posterior quedó muy cercana al piso tengo ahí
una mácula importante en piso, no proyecta hacia atrás porque su propio cuerpo
tapa y no tapa hacia adelante. Lo que el médico describió es una manguera con
mucha presión y agua fuerte que chicotea hacia adelante, nunca hacia atrás, las
proyecciones de sangre que se ven en la cochera denotan velocidad pero el traslado,
pero las otras que impactaron sobre la pared denotan caída. Las microgotas
llegaron ahí ya se lo dijo el médico, tendríamos una buena proyección de sangre
hacia atrás de haber sido diferente”.
Y le enfatizó al defensor que “también aclaro que es subjetivo desde el punto de
vista de la persona, yo no lo tengo del todo en cuenta, lo tengo para ir a la idea de
la víctima que se está moviendo en el garaje y yo la ubico en el pasillo; para la
víctima que es lo que recuerdo de un momento traumático, de un momento
subjetivo, lo que tengo es lo documentado, el impacto y los elementos de rastros,
las evidencias físicas, todo eso es objetivo, lo demás es subjetivo, como la versión de
su defendido, por eso yo analizo las dos versiones pero lo mío no es lo que dice la
víctima que si sitúa en la cochera, y uno los elementos subjetivos con los objetivos y
la sitúo mirando hacia la entrada de la cocina, él está arriba y ella está abajado,
con todos los elementos que pusieron en mis manos. Igual le digo USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
que analizando el resto del ambiente no hay otra forma que el proyectil ingrese.
Nos juntamos los peritos, empezamos a recordar lo que dijeron cada una de las
partes, a mirar las fotografías y releer el fragmento que el médico había leído y la
conclusión que nos daba era esa, yo presento mis hipótesis y digo mis razones,
tengo un espacio reducido y tengo proyecciones de sangre y como las uno para que
todo esto tenga coherencia”.
Respecto del disparo de la escopeta con arreglo a las conclusiones de los informes
balísticos, señaló “tomé conocimiento de la pericia de Bonifacio sobre el arma, no
leí, pero tengo algo más importantes, los dichos de Bonifacio que peritó el arma con
el perito de parte, me dijo que el arma era muy celosa y probaron la posibilidad de
que el arma se disparara al cerrarla y no se dispara si no se tiene el dedo en la cola
del disparador, que la cola del cañón derecho es la más celosa y en el momento de
la reconstrucción se habló de un kilo y medio aproximadamente, creo recordar, y
que se corresponde con la cola de adelante. Es factible totalmente. Es necesario
que el dedo se coloque en la cola del disparador, cerrar la escopeta de manera
normal es tomarla de la chimaza de la culata y cerrarla sin el dedo en la cola del
disparador, empuñarla con el dedo en la cola del disparador es probable que se
dispare, pero lo normal es no poner el dedo en la cola del disparador porque es
posible que se dispare”. Si tiene cartuchos al estar quebrada los va a ver a los
cartuchos, es un arma de martillo oculto, o sea, al cerrarla queda montada, si está
cerrada está montada y si tuviéramos los martillos a la vista, toqué la cola y se
produjo un disparo, ustedes escucharon, para saber si está cargada tendríamos que
abrirla”.
Preguntado nuevamente sobre la melladura encontrada en el lugar del hecho, le
respondió al fiscal “el ojo luego de doce años de perito me lo da; no sé a qué se
refiere de tejido hemático si estaba lleno todo alrededor, en la melladura
puntualmente no la analicé con una lupa, macroscópicamente hablando la analicé.
Evidentemente el material con el que estamos contando la baldosa que si bien es
duro pero hay elementos que tienen la suficiente fuerza para desprender el
material, en este caso el proyectil. La conclusión es el análisis en su conjunto de
todas las USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
evidencias físicas que estoy viendo, encontré la melladura y el proyectil que
impactó contra la superficie pulida, la única superficie pulida importante y dura
para dejar prácticamente calcada su superficie en el proyectil y ahí empiezo a
buscar y tengo los hallazgos. Contra esa superficie impactó un elemento de relativa
dureza para producir esa melladura. También el proyectil tiene unas adherencias
blancas, creo recordar, recién cuando lo miré. El proyectil este no es la forma
inicial sino que tomó luego de impactar, desconozco la forma inicial del proyectil al
impactar porque primero se fracturó en el fémur de la víctima, viene con una
trayectoria descendente y no viene girando del todo porque se fragmentó en el
cuerpo, no viene con el movimiento giroscópico; el hueso está fragmentado y el
proyectil está fragmentado, por lo que primero se le opuso el fémur de suficiente
dureza. Si pega en el hueso no va a adoptar esta forma plana; esto es una
deformación que quedó en una forma cóncava pero no sé originalmente porque el
proyectil se empieza a deformar y el plomo es maleable y el hueso lo puede
deformar, por más que tengamos producto del impacto final, esto seguro, no es
contra el hueso, porque no es pulido. El proyectil se deformó y fragmentó ni yo ni
usted sabe con qué forma salió, pero sí que impactó contra el piso al salir del
cuerpo”.
Testimonio de Fernando Fabián Comaleras
Médico. Especialista en Clínica Médica. Refirió: “atendí a la señora Meneghini
desde que está en atención domiciliaria en la clínica. En la Clínica Constituyentes
la veo circunstancialmente porque soy el auditor médico de la prepaga. La revisé
en ese momento; la lesión que vi es una lesión en miembro inferior izquierdo que
va de arriba debajo de adentro hacia fuera en la lesión que involucra músculo,
hueso, venas y arteria de dicho miembro y que lesiona el hueso fracturándolo;
orificio de entrada seguro del lado interno y de salida aparente por debajo de ese
orificio a ocho o nueve centímetros del lado externo. Hace poco con el médico de
policía Rullán Corna se hizo una descripción anatómica de las lesiones que
presentaba la señora Meneghini, una inspección de las lesiones, se miraron placas
y se hizo una descripción anatómica de las lesiones. La la primera asistencia
médica se la dan en el Posadas donde ingresa; esos USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
médicos ya trabajaron y había todo un proceso inflamatorio; la entrada y salida
surge de la descripción anatómica que hicimos con el doctor Rullán Corna. Estoy
de acuerdo con este informe es exacto de lo que yo dije”.
El fiscal le preguntó con exhibición de las placas radiográfícas incorporadas,
además de la fractura del hueso fémur, hubo pérdida de este hueso, contestando
“sí, porque se fractura en varias secciones. En la fractura siempre hay pérdida no
es tipo bisturí, es por estallido que produce pérdida de hueso en los sectores donde
se fractura, otra cosa es si es por sierra, se pone un separador y un clavo
endomedular, dentro de la médula del fémur tiene un clavo; ese separador lo que
intenta o hace es formar un callo óseo futuro para que no haya que reoperar; si no
tuviese ese separador habría un acortamiento de miembro. Esto como consecuencia
puedo tener que salga sangre para todos lados, sí puede suceder”.
También el fiscal lo interrogó sobre la rigidez del tobillo, respondiéndole que
“rigídez de tobillo de noventa grados, una artrodesis, una fijación del tobillo, se fija
la articulación del tobillo a noventa grados, entiendo que fue por una postura del
paciente en la cama y por haber tenido un punto de apoyo y una mala circulación
distal, después del hecho el haber lesionado una arteria proximal a la femoral hace
que en forma distal el paciente no tenga buena circulación, a nivel proximal o sea
es más cerca de la cadera y condiciona la buena oxigenación distal, lo que hace que
no tenemos buena circulación distal y mala oxigenación lo que hace que el tejido
que tiene circulación más distante, como el tobillo hace que tenga una mala
circulación y el tobillo a nivel del tendón de Aquiles se lesionara o sea hubo que
fijarla a noventa grados porque hubo que sacar el tendón”.
El acusador público le requirió sobre si esta artrodesis es reversible mediante
algún procedimiento médico, contestando que “yo no soy plástico , no sé si a futuro
se puede hacer algún implante que sujete el tendón de Aquiles con la base del
tobillo, o sea con los gemelos que vienen en la parte posterior de la pierna, llegan al
telón de Aquiles y se conectan con el calcáreo, por eso se fijó a noventa grados, con
esta lesión una vez que termine de recomponerse, puede volver a caminar, sí puede
volver a USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
caminar, no articulando el pie porque lo tiene fijo, el tobillo está fijo, puede
caminar pero no articulando el tobillo. Si puede caminar con la pierna más rígida,
la función de caminar no es la misma; la función de caminar no se pierde, uno
camina con más rigidez. Tiene cierta pérdida de la función”.
También, observando las placas radiográficas, e interrogado sobre la existencia de
esquirlas de proyectil de arma de fuego, manifestó “sí, aparentemente habría unas
esquirlas. A veces los cuerpos extraños a posteriori a este hecho o a un accidente
en la calle, el cuerpo lo encapsula y quedan, según la ubicación, según donde esté y
otras veces no se los saca porque el cuerpo los encapsula y los neutraliza o si sin
superficiales el cuerpo los escupe, los saca”.
A las preguntas del abogado de la particular damnificada, sobre la sensibilidad del
tobillo y sobre la rodilla, dijo que “hoy, sí tiene pérdida de sensibilidad porque la
lesión involucra también la parte neurológica, sensitiva y respecto de la rodilla,
tampoco la puede articular, es algo parecido a lo que le sucede en el tobillo, no, no
la tiene fija en ese momento pero es una articulación que la tiene comprometida y
le va a costar, el pie en noventa y la rodilla la puede flexionar pero muy poco, en
grados es muy poco. Lo normal es poder flexionar noventa grados o más de noventa
grados. Esta bajo tratamiento y lo que se intenta hacer desde la traumatología es
recuperar el largo normal de la pierna intentando dar el largo del fémur que
corresponde, reparar esa pérdida de hueso y también lograr a posterior una mejor
circulación distal por el procedimiento de un by pass que haría que recuperar una
buena oxigenación del miembro inferior”.
Testimonio de Alejandro Alejandro Félix Rullán Corna
Comisario (Prof.). Perito Médico Legista y Tanatólogo. Ante la primera pregunta
de la fiscalía sobre si ratificaba el informe conjunto que elaborara y suscribiera con
los demás peritos oficiales intervinientes, tras la inspección del lugar y
reconstrucción del hecho, manifestó que “ratifico el informe en pleno. Finalmente
pedí en el lugar del hecho los primeros informes de arribo de la víctima al centro
asistencial y de ahí saqué la conclusión, se debe a que he visto a la víctima mucho
tiempo después, la USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
he visto evolucionada, y en base a esa historia clínica que está completa se pudo
determinar este tipo de trayectoria. Yo tomé la manchas que eran dinámicas al
nivel del escalón como una lesión a nivel vascular que por el sangrado y la
dinámica cardíaca que hace que fluya sangre por un vaso lesionado salpicó a ese
nivel, y una mancha mayor en lo que sería la puerta entre ese pasillo y el garaje,
sería producto de la salida”.
El fiscal le preguntó, si la mancha de sangre del segundo escalón, puede haberse
producido por un movimiento de giro de un brazo o una mano manchadas con
sangre, refiriendo el experto “si tengo la mano con un cúmulo abundante de sangre
y hago un movimiento brusco si puedo manchar, pero, si está como se estableció
dentro de los puntos de pericia, si la víctima estuviese con el tirador en la escalera,
había también microgotas arriba de la pared, llegan porque se lesionó un bazo
sumamente importante, lo expreso para que usted tenga una idea, si en un
quirófano el cirujano actúa y liga una arteria femoral o ilíaca, muy posiblemente el
quirófano esté manchado de sangre en la pared o hasta en el techo. La lesión de un
bazo de importancia, no es lo mismo un capilar o de la piel o la vena en la cual no
hay presión, habla de una lesión arterial, hay distintas presiones entre venas y
arterias, en la vena es menor y en las arterias es muy muy importante y de ahí que
sale con el denominado chicotazo”.
El fiscal le preguntó si la lesión era compatible con impacto directo o producto de
un previo rebote del proyectil en el suelo, señalando el experto que “es impacto
directo; mi criterio dado que la lesión a nivel local es una lesión que no la puede
dar un proyectil que ha perdido fuerza; el proyectil actúa por un movimiento
rotatorio a gran velocidad provocando un efecto de cavitación, o sea los tejidos, las
partes blandas, se dilatan y al paso de proyectil se contraen, hay primero una
cavidad virtual por la expansión del proyectil y queda una lesión real que siempre
ha existido una cavidad mayor, un proyectil de rebote que ha perdido fuerza no
provoca en mi humilde experiencia una lesión de tamaña magnitud y muy
especialmente una fractura multifragmentaria del hueso fémur que es si se quiere
el hueso con mayor fortaleza y más en una persona joven”.
E interrogado si la lesión provocada puso en peligro la vida de la USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
víctima, respondió que “esta lesión, es clínicamente, provoca o pone en peligro la
vida, lo digo en un ejemplo, puedo estar en un kiosco comprando un caramelo y
entra un asaltante, me dispara y me pega en el cráneo pero no penetra hace
circunvalación en el cráneo, es un proyectil circungirante y le voy a decir que es
leve porque no ha puesto en peligro la vida, pero el juez será el que marque la
intención, si esa persona al tirarle un tiro en la cabeza intentó o no el homicidio,
esa es la parte legal, pero hablando clínicamente que el solo hecho una persona
ingrese a quirófano con lesiones arteriales y requiera anestesia y métodos de
complejidad para tratar esa lesión la ha puesto en peligro, por eso es grave en los
términos del art. 90 del Código Penal”.
El fiscal le exhibió placas fotográficas y solicita que explicase las imágenes. Dijo
que “se ve un tutor externo que es un método inicial para el tratamiento de
fracturas expuestas, porque hay que fijar la fractura y alinearla, estabilizar el
hueso; y una vez estabilizado el eje trabajar sobre otras partes del miembro
lesionado, en este caso, vascular o nervioso; en la segunda radiografía se ve un
clavo endomedulador acerrojado por los tornillos y debe tener también tornillos
distales que acá se ven, dos tornillos proximales y cuatro tornillos distales que
actúan como cerrojo, porque si se pone un clavo sin bloqueo comienza a girar no
tiene fijación. No veo en estas placas expansor, es un tutor externo de tipo escuela
AO, hace treinta años que ejerzo en el Hospital Militar Central como
traumatólogo, veo un clavo y lo distingo por los métodos que tienen para sujetar y
girar los roscados. Veo esquirlas de proyectil de arma de fuego a nivel distal del
fémur, una que puede corresponder, es densidad metálica y lo mismo acá en este
perfil a posterior se ve la misma ubicación, veo una y en el perfil se ve que hay dos
o una más pequeña también con densidad metálica que pueden corresponder a
esquirlas de proyectil”.
También fue interrogado sobre sus conclusiones médico legales en el informe de fs.
364-365, suscripto también con el médico Fernando Fabián Comaleras,
puntualmente en lo que respecta a la rigidez del tobillo en noventa grados,
contestando que “esto es un tema evolutivo, del cuadro clínico evolutivo, y de una
lesión del nervio ciático plopíteo externo que nos permite flexionar el pie, elevar la
punta del pie, el tendón de Aquíles USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
es posterior, nos da movilidad de elevación en la punta del pie, si vio gente que
camina con secuelas de accidente cerebro vascular el pie se cae pero el tema no es
solamente porque la colación de botas y movilización prolongada también provoca
rigidez articular, una que no se mueve en varias semanas provoca una inmovilidad
o rigidez más severa, una anquilosis. La artrodesis es un procedimiento quirúrgico
en el cual se fija una articulación en el grado que el cirujano considera
correspondiente y la anquilosis es la rigidez por una evolución patológica, una es
quirúrgica y la otra no. Le habrán hecho una artrodesis que no es reversible, nunca
más se puede volver a la función. Se puede revertir mediante una prótesis que
implica la resección de la articulación con reemplazo prótesico, muy difícil en
tobillo, en pie. Normalmente la artrodesis es el mecanismo más seguro para volver
a darle carga a ese miembro. El tendón de Aquiles se reseca y ahí también pierde
la extensión del pie, o sea llevar la punta hacia abajo, es lo que sería impedir a una
persona ponerse en puntas de pie, se hace para darle estabilidad”.
El fiscal le plantea si la artrodesis implica pérdida de la sensibilidad, expresando
el médico legista que “no la pierde por artrodesis; en sí, no hace que pierda de
sensibilidad, no daña arterias ni componentes nerviosos si está bien hecha. El
tendón de Aquiles nada más que pérdida de fuerza y movimientos. Y la lesión del
nervio ciático plopíteo externo provoca parálisis, a lo mejor figura como CPE,
ciático plopíteo externo, es una parálisis principalmente motora”.
Al interrogatorio del defensor, sobre la trayectoria del proyectil, respondió “la
historia clínica nos habla de que presenta una solución de continuidad o sea una
herida en la región anterior izquierda del muslo izquierdo de diecisiete y cara
posterior de quince centímetros. Como dirección no detalla en ningún lado la
historia clínica, pero discúlpeme doctor nos detalla los orificiales por eso las
conclusiones que hemos hallado, una que puede tomarse de entrada y una de
salida; la dirección la hemos tomado clínicamente por el paciente, tiene la mayor
lesión en lo proximal del muslo, la más alta es la de entrada pero es la de mayor y
hacia la rodilla tiene la que determinamos como salida, por eso es de arriba hacia
abajo, es todo en muslo la lesión, la entrada es por muslo USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
proximal y la salida es por muslo distal, que está por encima de la rodilla. En la
lesión distal del muslo surge para mí la salida del proyectil, si usted doctor provoca
un disparo del calibre que he observado el ingreso expansivo es el de mayor
potencia del proyectil, ése es el que ha llevado a una lesión mayor con una
extensión mayor en el tratamiento, usted ve que el cirujano va actuar resecando e
intentando cubrir el de lesión mayor que es proximal, yo estoy viendo cicatrices; la
puedo determinar de la historia clínica y tiene una lesión de quince centímetros;
puede determinarlo por historia clínica, una por encima la de ingreso y otra por
debajo, lo puede obtener fácilmente, yo cuando hago una autopsia pongo al occiso
en decúbito dorsal con las manos hacia arriba, o sea, posición anatómica y
determino cuáles son las trayectorias del proyectil, no le puedo determinar el
ángulo exacto, pero la trayectoria sí, de arriba hacia abajo, bastante vertical eso lo
vi por las lesiones en el cuerpo. Hay fotos de la paciente que lo puede establecer.
En el reconocimiento que hice y me muestran de fs. 364 describo la lesión en base a
historia clínica, y del estudio clínico de la paciente ese día y califico las lesiones, la
vi después de tercera o cuarta intervención, sacando intervenciones menores de
plástica para darle cobertura a la pierna y la observé en ese momento con las
lesiones. Interpreto como ángulo una situación y trayectoria otra, el ángulo no la
puedo determinar, no sé, nunca lo he hecho pero la trayectoria sí, pero en la
inspección y reconocimiento del hecho, la víctima, tuvimos nosotros que pensar
cómo estaría colocada la víctima, usted recordara que la víctima hacía como que
estaba más del lado de garaje y no nos coincidían las manchas de sangre y salida
del proyectil y cuando la hicimos más cercana a la escalera nos cerró, tanto al
balístico que hace balística exterior y a mí que hago la balística interior de la
trayectoria que fue lo que volcamos en papel y es compatible con la posición del
arma y blanco. Porque no podía ser el disparo debajo de la escalera, eso lo vimos
todos. Lo único que puede hablar del blanco, yo puedo hablar de balística interior,
balística de arribada, balística exterior es desde que sale del arma hasta que llega
al blanco donde se produce la balística de arribada donde estamos autorizados a
hablar los médicos. Nos reunimos todos los peritos oficiales en el Cuerpo Médico
Morón, USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
trabajamos separados por un pasillo y el Subcomisario Agudo trabajó sobre la
probable trayectoria del proyectil y luego hicimos el análisis conjunto, yo aporté mi
parte con los informes, la historia clínica y la lesión que vi en la víctima. Tanto del
primero momento y ahora, las dos veces que revise a la víctima una internada y
otra, tuve un cuenta la melladura, que no puedo opinar con respecto a balística
exterior, no puedo hablar, pero me imagino que el balístico con su experiencia ha
valorado esa muestra del piso”.
Por último, ratificó sus reconocimientos médicos respecto de la entidad de la lesión.
DECLARACIÓN DEL IMPUTADO
Durante la fase investigativa, el imputado prestó su declaración, tal como consta
en fs. 85-86. De esta resulta de interés transcribir lo siguiente: “[y]o vuelvo de
pescar e ingreso al domicilio, era de noche, aproximadamente las 22:00 […]
mientras estoy bajando las cosas del auto, ingresa Romina, ella tenía un control
remoto del garage, bueno abre el portón, ingresa ella, y me dice que yo la había
engañado, yo le digo que no, y me dice que había encontrado preservativos en mi
pieza y yo le dije que le había prestado la casa a un amigo, Matías Barcos,
mientras yo estaba de pesca, empezamos a conversar, terminamos entendiéndonos,
tuvimos relaciones, después ella iba a buscar unas pertenencias de ella, y se iba a
retirar, ya eran más o menos como las once de la noche, cuando se está por retirar,
agarro de un mueble que estaba justo a la entrada que comunica al garage con el
otro sector para ingresar a la casa, entonces agarro la escopeta que por seguridad
estaba en la casa porque en el año 2002, de la puerta de mi domicilio el mismo que
actualmente poseo, secuestraron a mi cuñado Oscar Prieto, ya fallecido y cinco días
después, me secuestraron por la noche, me bajaron a un baldío me pasaron a otro.
Continuando con el relato del hecho, dado que el arma antes mencionada se
hallaba mal cerrada, la cierro y se disparó el tiro. No entiendo mucho de armas, yo
vi que estaba mal cerrada y la cerré y ahí se disparó. Ahí veo que Romina se
lastimó la pierna, el muslo, jamás quise lastimarla porque la amo, así fue que me
desesperé y la agarré al ver lo que había pasado, agarré un repasador que había
ahí y traté de hacer un torniquete y como no me USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
alcanzaba, agarré el cinturón y le hice un torniquete, la cargué en mis brazos
diciéndole que se tenga también ella, porque estaba consciente, y me decía "gordo,
me duele", yo le decía "quedate tranquila, ya vamos". La cargué en mis brazos, y
fui con ella, y abrí el portón, justo ahí hay un botón para abrirlo manualmente, ahí
me doy cuenta, la llevo, abro el auto, porque me doy cuenta que no tengo el control
de mi auto, y me doy cuenta que estaba en la cocina, entonces, la apoyé en el
asiento del lado del acompañante adentro del auto, cuando la apoyé le dije "tenete
fuerte de acá, por el cinturón", corrí a buscar el control para poder cerrar el portón,
que estaba en la cocina, bueno, ahí salimos, ella venía consciente, y me venía
diciendo que se dormía, y yo le decía: "no te duermas", le abrí un poco la ventana
del vidrio del auto para que entrara un poco de aire, el lugar más rápido que yo la
llevase, se me cruzó en la cabeza que era el Hospital Posadas, hay una plazoleta
para ingresar al Hospital, yo me metí contramano para no hacer toda esa vuelta.
Me metí en el Hospital Posadas, entré justo a la guardia, paro el auto justo a la
entrada, hice barullo, porque entre rápido y empe[c]é a gritar que llamen a un
médico. Abro el auto, la cargo en los brazos a ella, entro corriendo a la guardia, no
me importó la gente que había, quería meterla adentro de la guardia y que la vea
un médico, ella me hablaba y me decía "gordo me duele". Ya llegaron enseguida los
médicos, yo me acuerdo que le tenía el cinturón, el torniquete. Se deja constancia
que en este momento, el declarante se encuentra acongojado, irrumpiendo en
llanto. Acto seguido, continua su declaración, diciendo: "La llevan los médicos de la
sala adonde estábamos a otra sala más grande, estaba atendida por varias
personas. Sale una persona, un médico calculo que era, y me dice que lleve unos
tubos al laboratorio, y corro por todo el hospital hasta encontrar el laboratorio"
[…]”.
RESPONSABILIDAD PENAL DEL ACUSADO
PRIMERO
Se ha caracterizado a la prueba penal como histórica, representativa, sustancial,
racional y subjetiva: porque nos hace entrar en el conocimiento de lo que fue, de lo
que modificó el bien jurídico del sujeto pasivo; porque representa o actualiza el
pasado; porque no tiene otro USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
objeto que el descubrimiento sobre la verdad de una imputación, esto es, ir al fondo
de las cosas, fuera de toda convención o arbitrio para eliminar las incógnitas;
porque gracias a la razón se descubren las relaciones que unen el efecto con sus
causas, es decir, la prueba al dirigirse al delito o a un hecho circunstancial sólo
llega a éstos mediante las operaciones intelectuales del raciocinio inductivo y
porque la prueba penal es el resultado crítico y reflexivo de cada juzgador (L. A.
Bramont Arias, "La prueba penal", Enciclopedia Jurídica Omeba, tomo XXIII, pp.
771-810, esp. pp. 776-777, Ed. Bibliográfica Argentina, 1967).
Cuadra puntualizar que los jueces estamos obligados a ponderar las probanzas
producidas en el juicio, estimadas conducentes para fundar con justicia y
seguridad las conclusiones que deben aparecer convincentes erga omnes, porque
así como apreciamos racionalmente la prueba y nos convencemos, ésta debe
generar idéntica seguridad en el ánimo de cualquier ciudadano sensato e imparcial
(E. A. Russo, "Lógica de la prueba", ED 83-341, esp. 342).
Dicho convencimiento es una garantía de racionalidad y para que esto ocurra se
requiere que la convicción que se forme sea susceptible de repetición intelectual
por un tercero, lo que viene a ser prueba de claridad de la racionalidad de la
convicción y lo que otorga legitimidad a la decisión.
SEGUNDO
En este sentido, por vía de principio, es que está prohibido fundar una resolución
de condena “sic et simpliciter”, por lo cual, la motivación debe justificarse en la
valoración racional de la prueba, impuesta como una garantía constitucional del
proceso (D. Vallespín Pérez, "La valoración de la prueba en el proceso penal", p.
432, esp. nota 12 con cita de J. Fernández Entralgo, en Revista de Derecho
Procesal, N° 5, Rubinzal-Culzoni Editores, 2000).
Debe significarse también que es doctrina inveterada de que no estamos obligados
a ponderar todos los argumentos de las partes, sino aquellos que, a nuestro juicio,
sean decisivos (CSJN, Fallos, 296:445, 481, 769; 297:140, 222, 329, 333, 362, 526;
294:261; 295:135, 970; 296:445, 481; 298:218; 301:970; 303:1947: 303:2088). USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Y, en el ámbito provincial, nuestra añosa doctrina legal ha sido enfática al señalar
que, en la valoración de las pruebas no se violan las reglas de merituación porque
el juzgador prefiera una u otra (SCBA, "Acuerdos y Sentencias": 1959-1-668, 1959-
11-281 y 781, 1960-1-243, 1960-11-393, 1961-V-74, 1962-1-793 y 1967-1-809),
descartando las que resulten inconducentes para alcanzar este estado convictivo
(SCBA, ob. cit: 1965-111-576, 1972-111-666 y 1973-11-692), lo que alude a que
ponderemos en el juicio de mérito a los que únicamente resulten esenciales o
necesarios para el fallo de la causa, sin que sea necesario expresar en la sentencia
la valoración de todos ellos, sino únicamente de los que resultan imprescindibles
para el fallo de la causa. (SCBA en Acs. 33.693 del 25-IX-1984; 35.990, del 27-V-
1986; 38.332, del 6-X-1987; 38.904, del 5-IV-1988; 41.085, del 7-VII-1989; 82.248,
del 22-IV-2003; e. o.).
TERCERO
Del examen de la prueba conducente y decisiva, está vedado limitarse a un análisis
parcial, aislado o fragmentario de los diversos medios probatorios, sin integrarlos
ni armonizarlos debidamente, prescindiendo de una visión de conjunto de toda la
prueba reunida (CSJN, Fallos, 308:640 310:1793; 311:621, 948, 2314 y 2402;
313:235; 314:346 y 661; 315:812 316:796; 319:301, 1728, 1878 y 3022; 320:1551,
2316 y 2715; 321:1404 CADH, Corte Interamericana de Derechos Humanos, 19-11-
1999, causa "Villagrán Morales"] E. Dohring, "La prueba. Su práctica y
apreciación", p. 406, EJEA, 1986; SCBA, Acs. 51.495, del 16-VIII-1994 y 81.003,
del 23-IV-2003: en la evaluación de la prueba todos los elementos deben ser
ponderados relacionándolos entre sí, en su integridad y dentro de su contexto
general); y, además, porque la "credibilidad de la prueba se hace más consistente
cuando son mayores las convergencias que aportan cada uno de los medios" (A. M.
Morello, "La prueba. Nuevas tendencias", p. 204, nota 2, Ed. Abeledo-Perrot, 2001).
No advierto ninguna circunstancia que envicie, degrade o que desvíe la lógica
concluyente de la prueba de incriminación y que, de alguna manera, me impida
alcanzar el norte de todo proceso judicial, cual es el de la verdad objetiva material
entendida en su sentido clásico como USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
“adaequatio rei et intellectu”, con arreglo al grado de confirmación asociado a los
medios de prueba examinados; por ende, no poseo duda y tengo la plena convicción
de que el acusado debe responder penalmente por las conductas ilícitas descriptas
precedentemente.
CUARTO
OFENSA CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
El Ministerio Público Fiscal y la acusadora particular, atribuyen al encausado el
quebrantamiento del tipo penal de tenencia no autorizada de arma de guerra, con
relación a la escopeta de calibre 16, marca Víctor Sarasqueta, número 6698, de dos
cañones yuxtapuestos y de 440 mm de longitud; arma ésta que oportunamente
había sido propiedad de su padre.
Para la defensa, el inculpado habría incurrido únicamente en una mera infracción
administrativa ante el Registro Nacional de Reincidencia, sin implicancia típica.
A partir del art. 3 de la Ley 20.429 se consagran las categorías de "armas de
guerra", "pólvoras, explosivos y afines" y "armas de uso civil"; se determina,
además, que el Poder Ejecutivo establecerá en la reglamentación los elementos que
integran cada una de las categorías, previéndose respecto de las dos primeras la
determinación "de uso exclusivo para las instituciones armadas", los "de uso para
la fuerza pública", los "de uso civil condicional", los "de usos especiales" y "los de
uso prohíbido".
En consecuencia, el Dec. PEN n° 395/75, reglamentario de la Ley 20.429, en la
Sección III "Clasificación del material. Armas y municiones de guerra", estatuye en
el art. 4 que "son armas de guerra todas aquellas que, contempladas en el artículo
1, no se encuentran comprendidas en la enunciación taxativa que de las armas de
uso civil se efectúa en el artículo 5 o hubieran sido expresamente excluídas del
régimen de la presente reglamentación".
Por ende, en ese artículo se prescribe en el inc. 3°, lit. "a" del art. 4 que son armas,
materiales y dispositivos de uso prohíbido, "Las escopetas de calibre mayor a los
establecidos en el inciso 2º, apartado c), del artículo 5º [conforme Decreto 821/96 la
remisión debe interpretarse al art. 5°, inc.1° apartado c], cuya longitud de cañón
sea inferior a los 380 mm". USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Así, el art. 5 del decreto citado, enuncia en cuatro incisos a las armas que, con
carácter taxativo, se consideran de uso civil. En el inc. 2° se prevé la clase de las
"armas de hombro", contemplándose en el lit. "b" a las "escopetas de carga tiro a
tiro o repetición: Las escopetas de calibre mayor a los expresados en el inciso 1º,
apartado c), del presente artículo, cuyos cañones posean una longitud inferior a los
600 mm pero no menor de 380 mm se clasifican como armas de guerra de "uso civil
condicional", y su adquisición y tenencia se regirán por las disposiciones relativas a
dicho material".
Al remitir al inc. 1°, lit. "c" del art. 5, se trata de la clase de los "pistolones de caza:
de 1 ó 2 cañones, de carga tiro a tiro calibres 14,2 mm (28), 14 mm (32) y 12 mm
(36)".
Y siguiendo con el arma definida como escopeta (art. 3, inc. 13° del Dec. PEN n°
395/75), también se legisla que dentro de la clasificación de armas de fuego de uso
civil se considerarán como armas de fuego de uso civil deportivo, a las "escopetas
de carga tiro a tiro, cuyos cañones posean una longitud no inferior a los 600 mm"
(art. 6 inc. 3° íd. dec.).
Nada más se regula sobre las armas de hombro denominadas escopetas. Por lo
tanto, con los reenvíos que provoca el decreto reglamentario dentro de su
preceptiva, habida cuenta que la escopeta secuestrada es de calibre 16, surge
claramente que no se trata de un arma de uso prohíbido (art. 4 inc. 3°, lit. "a"),
pues no es un arma de calibre mayor a los establecidos en el art. 5, inc. 1°, lit. "c"
(calibre 14,2 mm -28-, 14 mm -32- y 12 mm -36-) cuya longitud de cañón sea
inferior a los 380 mm; pero sí es de aquellas escopetas cuyos cañones poseen una
longitud de 400 mm, esto es, inferior a los 600 mm, pero no menor de 380 mm,
para ser clasificada como arma de uso civil condicional o de guerra, de consuno con
la normativa referida.
Así se categorizan a las escopetas de cañones yuxtapuestos: “Es “Arma de Uso
Civil” cuando sus cañones, medidos de la boca a la recámara inclusive, son de 600
mm o más; de “Uso Civil Condicional”, cuando sus cañones son de 380 mm hasta
600 mm y de “Uso Prohibido” cuando sus cañones son inferiores a 380 mm. […]”
(Manual Registral RENAR –MAR-, Nomenclador de Armas de Fuego, pp. 52 y 56,
2001). USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
QUINTO
La tenencia típica se consuma con la sola acción de tener el objeto (sin la
autorización legal), cualesquiera que hubiesen sido las motivaciones del agente y
con independencia de su empleo, resultando irrelevante el mayor o menor tiempo
de la detentación siempre que el sujeto pueda disponer de ella en cualquier
momento (J. E. Buompadre, “Derecho Penal”, parte especial, tomo 2, pp. 305-306,
MAVE, 2000).
En este sentido, la “tenencia” no requiere para ser definida bajo los términos de la
ley penal de otro tecnicismo que vaya más allá de un sentido amplio y genérico,
bastando la mera detentación del arma de guerra, desde que tal detentación
material (sin que interese el título o la causa) o poder de hecho, cualquiera sea el
origen o la finalidad, abastece el concepto legal, siendo suficientemente
demostrativo de la acción propia del delito y porque, además, así lo presume la ley
“jure et de jure”, con prescindencia del elemento subjetivo del agente y como
consecuencia del peligro abstracto que perfila al delito (C. Creus, “Derecho Penal”,
parte especial, tomo 2, p. 32, parág. 1458, Astrea, 4ª. edic, 1993; C. Vázquez
Iruzubieta, “Código Penal Comentado”, tomo IV, pp. 75-77, Plus Ultra, 1971; R.
Levene (h), Ricardo en ob. cit., pág. 387; M. Ossorio y Florit, “Código Penal de la
República Argentina”, pp. 480, n° 12 y 482 n° 22, Ed. Universidad, 1998; E.
Valdovinos, “Código Penal. Interpretado a través de fallos rectores y plenarios
vigentes”, pp. 239-241, Ed. Abaco, 1979; Daniel P. Carrera, “Delitos contra la
seguridad común del art. 189 bis del C.P.” en L.L. 134-1377; O. Breglia Arias y O.
Gauna, “Código Penal y leyes complementarias”, p. 701, Ed. Astrea, 2ª. edic., 1987;
M. Manigot, “Código Penal Anotado y Comentado”, tomo II, pp. 689 nº 1104 y 690,
nº 1106, Ed. Abeledo-Perrot, 1979).
Se ha prenotado en la jurisdicción casatoria que “basta con una tenencia que
permita al sujeto activo emplear el objeto conforme a su voluntad, o decidir, en
todo caso, si conserva o dispone del elemento prohibido” (TCP, Sala III, causa
28.707, del 18/11/2008)
La tenencia consiste entonces en la acción de disponer del arma dentro del
exclusivo y excluyente ámbito de señorío doméstico de la persona, donde está bajo
su custodia, pudiendo disponer de ella por su USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
simple voluntad, sin recurrir a terceros. Ello alude a un espacio elegido para
desarrollar la vida privada con exclusión de interferencias de otras personas e
incluso la autoridad pública. Ese ámbito de privacidad conlleva la idea de recinto
cerrado que constituye la morada de la persona y es reducto último de la intimidad
personal y familiar.
SEXTO
Como se transcribió en la pormenorización de la prueba incorporada por lectura o
exhibición, el Registro Nacional de Armas ha informado sobre la condición
registral del acusado Esteban Ricardo Piccinin. El órgano de aplicación puso en
conocimiento que “no cuenta actualmente con vigencia en su inscripción como
Legitimo Usuario de Armas de Fuego de Uso Civil Condicional en el legajo UI N° 3-
25283868 (ello, dado que el mismo contó a tales efectos con la Credencial N° 2359417,
cuya fecha de vencimiento operó el 01 Jun 2007), siendo de su registro las siguientes
armas: * Pistola marca BERSA cal 9 mm n° 17816. * Pistola marca BERSA cal .380 n°
393473. Asimismo, se informa que dichas armas no poseen pedido de secuestro a la
fecha ante este RENAR. 2) Escopeta sin especificar marca (ello dado que EDER no
correspondería a una marca de arma): Efectuada la búsqueda en este Banco de Datos,
surge una multiplicidad de armas de idénticas características a la solicitada, por lo
cual se solicita se remita algún otro dato a fin de circunscribir la búsqueda (marca,
modelo, etc.). 3) Revolver marca DAISY cal 4.5: con relación al arma de aire
comprimido, se hace saber que la misma es material no registrable, entendiéndose
como arma de fuego a aquellas que utilizan la "energía producida por la deflagración
de pólvoras para lanzar un proyectil a distancia". 4) El revolver DOBERMAN, no se
encuentra registrado, ni posee pedido de secuestro a la fecha ante este RENAR […]”
(ver fs. 224 o fs. 134 igual nota que la transcripta pero de fecha 5/11/2013; o similar
de fs. 64 de fecha 23/10/13).
El mismo organismo, por nota del día 9 de enero de 2014, contesta sobre la
condición registral del fallecido padre del imputado, Ricardo Horacio Piccinin,
refiriendo que “La persona requerida no se encuentra inscripta como Legitimo
Usuario de Armas de Fuego en ninguna de sus categorías a la fecha ante este RENAR.
Asimismo se informa que consta registrado ante este Organismo, una persona con
mismo nombre y apellido, pero distinto número de documento, siendo éste el DNI N°
4409935 quien no cuenta actualmente con vigencia en su inscripción como Legitimo
Usuario de Armas de USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Fuego (ello, dado que el mismo contó a tales efectos con la Credencial N° 1063851,
cuya fecha de vencimiento operó el 01 Dic 2003), siendo de su registro la escopeta
SARRASQUETA, cal. 16, N° 6698. Asimismo, se informa que dicha arma no posee
pedido de secuestro a la fecha ante este RENAR […]” (ver fs. 266).
De las constancias documentales de la legislación civil se acredita que Ricardo
Horacio Piccinin, falleció el día 15 de agosto de 2013 (ver fs. 269-271; arts. 104 en
función del 80, del Código Civil; art. 281 del CPP).
Consecuentemente el causante fue legítimo usuario de armas de fuego de uso civil
condicional (LUAF) y con tenencia registrada de una pistola de calibre 9 mm,
marca BERSA, número 17816 y una pistola de calibre .380, marca BERSA,
número 393473, operándose la caducidad de la condición de legítimo usuario de
armas de fuego de uso civil condicional y por ende –automáticamente- la de
tenedor de esas armas, el día 1 de junio de 2007. El padre de aquél había sido
legítimo usuario de armas de fuego y con tenencia registrada de la escopeta de
calibre 16, de la marca Víctor Sarasqueta, número 6698, operándose la caducidad
de la condición de legítimo usuario de armas y por lo tanto de la tenedor del arma
anotada, el día 1 de diciembre de 2013.
SÉPTIMO
La condición de LUAF, es indispensable para la obtención de la autorización de la
tenencia y la portación por parte de la autoridad de aplicación (arts. 52, 53, 55,
126, 127 y 128 del Código Civil; arts. 12, 29 inc. 1º, 30 y 33 de la Ley 20.429; art. 1
de la Ley 24.492; arts. 53, 55, 86, 87, 88, 90-113, esp. 96, 97 inc. “a”, 110, 111, 112 y
113 del Anexo I del Decreto PEN n° 395/75; arts. 1 y 2 de la Resolución MD nº
344/93; arts. 1, 2 y 3 del Decreto PEN nº 252/94; art. 1, 3 y concs. del Decreto PEN
nº 821/96; art. 3 de la Disposición RENAR nº 72/98).
El sistema normativo imperante no podía ser desatendido por el imputado, sobre
todo si se repara que a partir de los arts. 14 de la Ley 20.429 y 53 del Decreto PEN
n° 395/75 se determina quienes podrán ser legítimos usuarios, siendo "la
autorización para la adquisición, tenencia y portación del material […] concedida
por el Registro Nacional de Armas".
La Ley 24.492 regula la condición de legítimo usuario de armas -del tipo que fuere-
debiéndose cumplimentarse con los recaudos de la Ley USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
20.429, su decreto reglamentario, resoluciones ministeriales y disposiciones del
Registro Nacional de Armas (art. 2, íd. ley).
La condición de legítimo usuario, entonces, se acreditará mediante credenciales
únicas y uniformes con validez en todo el territorio de la Nación (arts. 1, 2 y 3 del
Decreto PEN n° 252/94).
El Decreto PEN n° 821/96 introdujo una nueva clasificación de las categorías de
armas de fuego, estableciéndose que los legítimos usuarios de armas de fuego
podían acceder a las categorías de Armas de uso civil y Armas de uso civil
condicional (arts. 1 y 3, íd. dec.).
Las autorizaciones de adquisición y tenencia para los legítimos usuarios
comprendidos en ese artículo, con excepción de los mencionados en los incs. 1° y 2°,
serán extendidas por el mismo Registro (art. 54, íd. dec.), bajo las condiciones de
los arts. 55 y 56, estableciéndose el alcance de esas autorizaciones de tenencia de
material clasificado como arma de guerra, en el art. 57 donde se prevé, entre otras,
permisiones la de que el legítimo usuario pueda "mantenerlo en su poder" (inc. 1°),
"usarlo para los fines específicos a que se refiere la autorización en el lugar
adecuado" (inc. 2°), "transportarlo de acuerdo a la reglamentación" (inc. 3°) o
"adquirir y mantener la munición del mismo" (inc. 5°).
OCTAVO
Para ello, una vez reunida todas las condiciones (arts. 55 y 56 cits.), deberá contar
con la credencial de legítimo usuario (art. 58, dec. cit.), y, también si se tiene el
arma de guerra se deberá contar con la respectiva "autorización de tenencia" (arts.
59, 60 y 61 íd. dec.), pues "los legítimos usuarios únicamente podrán ser tenedores
y utilizar el material clasificado de guerra debidamente registrado y autorizado
por el Registro Nacional de Armas" (art. 62 ibídem dec.).
La última disposición determina que "la autorización de tenencia juntamente con
el documento de identidad referido en la misma, son los documentos que legitiman
la tenencia [...] y deberán en todo momento acompañar el arma y ser exhibidos
cuantas veces fueren requeridos por autoridad competente" (íd. art., 2do. párr.).
La credencial de legítimo usuario "tendrá validez por el término de 5 años a contar
de la fecha de su otorgamiento" (art. 64 dec. cit.). El USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
fenecimiento de dicho plazo "sin que hubiere sido renovada, la misma caducará en
forma automática y sin necesidad de comunicación previa alguna" (íd. art.).
Asimismo, la caducidad de la credencial de legítimo usuario de arma de guerra
"implica la caducidad de todas las autorizaciones de tenencia del material de que
sea titular el interesado con independencia de la fecha en que estas últimas
hubieran sido acordadas" (ibíd. art. 64, 2do. párr.). Debe recordarse, en este punto,
que las tenencias tienen el carácter de título sobre el arma, y como señala el
órgano de aplicación “en cuyo caso puede ser ordenado el decomiso del material sin
perjuicio de las sanciones penales que pudieren corresponder” (Manual Registral
RENAR –MAR-, 2001, p. 14).
Se ha previsto la renovación de la credencial de legítimo usuario, contemplada con
carácter imperativo pues "la renovación de la credencial [...] deberá gestionarse
dentro de los 90 días anteriores a su expiración, debiendo cumplimentarse con los
recaudos de los arts. 55 y 56 de la reglamentación, con sujeción al procedimiento
determinado por el art. 58" (art. 65 dec. cit.).
NOVENO
Una inserción a esta última transcripción del decreto reglamentario. Ello supone el
sentido común que impera en la legislación, pues “cobra sentido a poco que se
observe que en el curso de los cinco años de validez de las credenciales, pueden
variar las circunstancias del sujeto individual, y por ello la renovación no opera de
forma automática, pudiendo inclusive denegarse, y que el artículo 36 de la ley
20429 prevé, entre sus varias sanciones, la de suspensión del registro o
autorización concedida, extremo que, valga la redundancia, implica para el agente
una tenencia “sin autorización”” (TCP, Sala III, causa 17.071, del 22/05/2013).
La caducidad de la autorización de tenencia impone un régimen propio consagrado
en el art. 69 del mencionado decreto, estableciéndose en esta preceptiva "que todo
el material clasificado como arma de guerra cuya autorización de tenencia hubiere
caducado, quedará sujeto al siguiente régimen". Y como primera nota, se prescribe
que "el responsable deberá, dentro de los 15 días corridos de producido el hecho
que da lugar a USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
la tenencia irregular del material, o de conocida su existencia, denunciar tal
circunstancia al Registro Nacional de Armas y a la autoridad policial de su
domicilio". Es en esta oportunidad en que el interesado deberá expresar si opta por
alguna de las alternativas que la propia disposición enuncia (literales "a" hasta "e":
a) Transferirlo a un legítimo usuario en la forma prevista por la presente
reglamentación; b) Subastarlo de conformidad a lo establecido en el artículo 73 y
siguiente de la presente reglamentación; c) Enajenarlo o darlo en consignación
para su venta a un comerciante inscripto; d) Conservarlo, cuando se tratare de
materiales recibidos por herencia, si el o los herederos declarados como tales a
quienes los mismos se hubieren asignado, reunieren las condiciones de legítimos
usuarios. En tal caso, el o los interesados deberán, una vez finalizado el trámite
sucesorio, cumplimentar con los recaudos previstos por el Art. 54 y siguientes de la
reglamentación. Esta autorización se acordará, si correspondiere, a un único
responsable por arma; e) Donarlo al Estado. El Registro Nacional de Armas fijará
en cada caso el plazo dentro del cual deberá darse cumplimiento a la alternativa
escogida. Vencido el mismo sin que se hubiese regularizado la situación del
material, éste quedará sujeto a expropiación […]”).
DÉCIMO
El transporte de armas de guerra debe responder a las pautas establecidas en el
decreto reglamentario, así: "los legítimos usuarios que transporten armas de
guerra y sus municiones deberá hacerlo munidos de la documentación prevista en
el art. 62 [...]" (art. 86, 3er. párr.); exigiéndose que el transporte de armas de fuego
se efectúe "siempre por separado de sus municiones y dentro de la mayor reserva
disimulando en lo posible la naturaleza de los materiales transportados" (art. 125,
íd. dec.), pues el transporte de armas "es la acción de trasladar una o más armas
descargadas" (art. 3 numeral 21, ibíd. dec.).
La portación de armas de guerra por legítimos usuarios se ajusta al régimen del
art. 88 del decreto reglamentario, correspondiendo al Registro Nacional de Armas
"autorizar a cualquier otro legítimo usuario de armas de guerra a portar aquellas
cuya tenencia hubiere autorizado, cuando existieren fundadas razones de
seguridad y defensa". El otorgamiento de USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
tal autorización es considerado con criterio restrictivo "y su vigencia será de un año
renovable si a juicio de la autoridad otorgante, subsistieran las causas en que se
fundara originalmente" (últ. art. cit., 2do. párr.).
Debe asentarse que "el otorgamiento de permiso de tenencia no importará, en
ningún caso, autorización para la portación de las armas que el mismo comprenda,
el que queda de tal modo prohibida" (art. 14, Ley 20.429).
También debe valorarse la Disposición RENAR N° 258/10, por la cual se determina
“que todo Legítimo Usuario Individual vencido en su condición de tal, que posea
armas y/o material controlado registrado a su nombre, será inhabilitado en el
Banco Nacional Informatizado de Datos previa certificación expedida por la
Unidad de Monitoreo Interno del Organismo” (art. 3).
DÉCIMO PRIMERO
Desde el día 1 de junio de 2007 el causante había perdido no solo la condición
legitimante de usuario de armas de fuego de uso civil condicional, sino también la
de tenedor de las mismas, en su caso, de las dos pistolas individualizadas.
Asimismo, su fallecido padre, con anterioridad, había perdido igual calidad y
tenencia sobre la escopeta registrada, el día 1 de diciembre de 2003.
Está acreditado que la condición de Esteban Ricardo Piccinin como legítimo
usuario de armas de fuego de uso civil condicionado había caducado el 1 de junio
de 2007, por lo tanto, desde esta fecha también había operado la caducidad de la
"autorización de tenencia" de las dos pistolas cuya tenencia había registrado,
porque no renovó la condición de legítimo usuario en el plazo que le concede la
reglamentación (arts. 55, 56, 58, 64 y 65, dec. cit.), ni cumplió con la obligación
contenida en el art. 69 del decreto de aplicación. Los hechos ocurrieron el día 15 de
octubre de 2013, por lo cual, habían transcurrido seis años, tres meses y quince
días desde que había perdido la condición de legítimo usuario de armas de fuego.
Tiempo más que suficiente para demostrar su ausencia de voluntad para cumplir
la ley y reglamentos específicos, o, como se dijera en el ámbito casacional, muestra
evidente de “la voluntad del imputado de no USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
acatar las exigencias legales que rigen la tenencia de armas de fuego” (TCP, Sala
III, causa 17.071, del 22/05/2013).
En iguales condiciones de ilicitud se encontraba el progenitor del causante muerto
el día 15 de agosto de 2013, respecto de la única arma de fuego registrada, pues la
condición de legítimo usuario de armas de fuego y de tenedor de la escopeta de
calibre 16, Víctor Sarasqueta, número 6698, habían operado “ipso iure” el día 1 de
diciembre de 2003 (a casi diez años de su defunción).
DÉCIMO SEGUNDO
Esto significa que tanto el incuso como su padre, desde las respectivas fechas de
vencimiento de sus condiciones de LUAF, ninguna relación regular o lícita podían
ejercer sobre las armas de fuego, ya sean las propias cuyas tenencias habían
automáticamente caducado o con otras cualesquiera. Recuérdese, en este sentido,
que obtenida la condición de LUAF, sólo podrán oponerla respecto de aquellas
armas de fuego cuya tenencia hubiese sido inscripta a su nombre; de lo contrario la
posesión de armas de fuego no registradas ante el órgano de aplicación, se torna
ilícita.
Está demostrado que el encartado tenía bajo su dominio de hecho la escopeta de
calibre 16 que ya se mantenía en posesión y disposición típica bajo su padre.
Fallecido éste, ante el marco legal que, sintéticamente, se ha transcripto se
advierte la conducta típica de la tenencia no autorizada de esa arma de uso civil
condicional, por parte del nocente.
El causante como ex usuario de armas de fuego, conocía en detalle la
reglamentación vigente, y que su licencia se encontraba vencida hace años,
evidenciando de esta manera el dolo requerido para configurar el elemento
subjetivo del delito de tenencia de armas.
Ante el planteo de la defensa, es menester enfatizar que el RENAR ha organizado
un régimen sobre las tenencias contemplando las siguientes: por adquisición en
armería, por reempadronamiento, por transferencia y por introducción. En lo que
nos interesa, es el régimen de la tenencia por transferencia, que ha sido
sistematizada según sea, a) Entre particulares; b) Entre particulares y usuarios
colectivos; c) Entre USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
personal militar o de seguridad a civiles; d) Transferencia por reempadronamiento
y e) Recibida por herencia (directa o de terceros).
Puntualmente, corresponde asentar cuáles son las exigencias del órgano de
aplicación respecto de las tenencias por armas de fuego recibidas por herencia; así,
con arreglo al caso “sub-judice”, conviene puntualizar únicamente a las que son
recepciones directas, para lo cual, “[e]l Formulario Ley 23.979 deberá estar
firmado por el heredero directo (esposa, esposo, hijos, etc.) que pretenda registrar
el arma en el espacio reservado al comprador. Adjuntar tenencias o documentación
original de las armas, fotocopia certificada de Certificado de Defunción y de la
Libreta de Matrimonio. Cumplimentar el formulario de “Declaración Jurada sobre
Armas de Fuego Recibidas por Herencia” Con Declaratoria Judicial de Herederos o
Testamentaria El Formulario Ley 23.979 deberá estar firmado por el heredero que
pretenda registrar el arma en el espacio reservado al comprador. Adjuntar copia
autenticada de la Declaratoria de Herederos, o del Testamento y del auto judicial
que decreta su validez, tenencias y toda otra documentación original de las armas
[…]” (Manual Registral RENAR –MAR-, 2001, pp. 25-26).
DÉCIMO TERCERO
Ora bien aquellas exigencias administrativas deben correlacionarse con el art. 69
del Dec. PEN 395/75, cuando ante la caducidad de la autorización de tenencia se
estable que "que todo el material clasificado como arma de guerra cuya
autorización de tenencia hubiere caducado, quedará sujeto al siguiente régimen". Y
como primera nota, se prescribe que "el responsable deberá, dentro de los 15 días
corridos de producido el hecho que da lugar a la tenencia irregular del material, o
de conocida su existencia, denunciar tal circunstancia al Registro Nacional de
Armas y a la autoridad policial de su domicilio". Es en esta oportunidad en que el
interesado deberá expresar si opta por alguna de las alternativas que la propia
disposición enuncia, por lo cual, en lo que aquí importa, es la previsión del literal
“d” “[c]onservarlo, cuando se tratare de materiales recibidos por herencia, si el o los
herederos declarados como tales a quienes los mismos se hubieren asignado,
reunieren las condiciones de legítimos usuarios. En tal caso, el o los interesados
deberán, una vez USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
finalizado el trámite sucesorio, cumplimentar con los recaudos previstos por el Art.
54 y siguientes de la reglamentación. Esta autorización se acordará, si
correspondiere, a un único responsable por arma […]”).
Consecuentemente, la preceptiva admite la conservación de materiales recibidos
por herencia, si los herederos declarados como tales “reunieren las condiciones de
legítimo usuario”, condición ésta “sine qua non” para la invocación y operatividad
de la norma, por lo cual, el causante no puede sostenerse bajo el amparo de esa
prescripción reglamentaria.
DÉCIMO CUARTO
Como elemento subjetivo, atinente a la culpabilidad se exige el conocimiento de
que lo que se posee es precisamente un arma de fuego y no otra cosa distinta, sin la
oportuna licencia, permiso o autorización estatal, con la voluntad de tenerla a
disposición pese a la prohibición de la norma. Ha dicho la casación provincial que
“el conocimiento relevante para tener por correctamente acreditado el dolo es el
que guarda relación con las características esenciales del objeto que luego la
reglamentación clasifica como arma de guerra.” (TCP, Sala II, causa 23.881, del
24/01/2008).
Es este poder de hecho o de disposición inmediata sobre el arma de fuego lo que se
demanda para comprometer los derechos comprendidos como bienes jurídicos
protegidos por la figura finalmente aplicable, a saber, “la seguridad de los Estados
y de la región, porque ponen en riesgo el bienestar de los pueblos, su desarrollo
social y económico, y el derecho a vivir en paz (Convención Interamericana contra
la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y
otros materiales relacionados, aprobada por ley 25.449, BO 14-VIII-2001). O como
también se dijo en el Preámbulo del “Protocolo contra la fabricación y el tráfico
ilícitos de armas de fuego, sus piezas y componentes y municiones, que
complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia
Organizada Transnacional”, “conscientes de la urgente necesidad de prevenir,
combatir y erradicar la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, sus piezas
y componentes y municiones, a causa de los efectos perjudiciales de estas
actividades para la seguridad de cada USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Estado y región y del mundo en general, que ponen en peligro el bienestar de los
pueblos, su desarrollo económico y social y su derecho a vivir en paz”. O, como se
menciona puntualmente en las finalidades de la Ley 26.216 (Programa Nacional de
Entrega Voluntaria de Armas de fuego), para evitar “1. La disminución del uso y
proliferación de armas de fuego. 2. La reducción de accidentes, hechos de violencia
y delitos ocasionados por el acceso y uso de armas de fuego. 3. La sensibilización
acerca de los riesgos. 4. La promoción de una cultura de la no tenencia y no uso de
las armas de fuego” (art. 4).
DÉCIMO QUINTO
ATAQUE CONTRA LAS PERSONAS
No puede preterirse la impronta y la característica criminodinámica que
presentaron los sucesos ilícitos, con sólo tres protagonistas, las dos víctimas y su
victimario. La naturaleza criminológica de los delitos, eminentemente sigilosos,
ocultos y clandestinos, restringe las posibilidades probatorias (SCBA, en Ac. P
23.930 del 5-IX-1978), haciéndolas armonizar en la mayoría de los casos en el
testimonio de la persona ofendida y también es cierto que, consiguientemente, los
medios de prueba deben ser analizados en un sentido muy especial, sin perder de
vista esta condición particular de la comisión de los hechos que, dificulta la
concurrencia de otra prueba diferenciada.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, ha enfatizado que “la declaración
testimonial es un medio de prueba que se privilegia frente a modos particulares de
ejecución en los que deliberadamente se borran las huellas, o bien se trata de
delitos que no dejen rastros de su perpetración, o se cometen al amparo de la
privacidad” (Fallos 309:319).
En igual línea de pensamiento ha sostenido la Corte Interamericana que “[…] en
ausencia de otras personas más allá de la víctima y el agresor o los agresores.
Dada la naturaleza de esta forma de violencia, no se puede esperar la existencia de
pruebas gráficas o documentales y, por ello, la declaración de la víctima constituye
una prueba fundamental sobre el hecho” (CIDH, Serie C, N° 216, caso “Rosendo
Cantú y otra vs. México”, sentencia de 31 de agosto de 2010 USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
(Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas; párr. 89).
Ante esta peculiaridad criminológica, deben recordarse las palabras del Tribunal
Supremo Español, al puntualizar que “nadie debe padecer el perjuicio de que el
suceso que motiva el procedimiento penal se desarrolle en la intimidad de la
víctima y del inculpado, so pena de propiciar situaciones de incuestionable
impunidad" (SSTS 409/2004, 104/02, 2035/02; 725/2007; e. o..; así también del
Tribunal Constitucional Español, SSTC 201/89, 160/90, 229/91, 64/94 , 16/2000, e.
o.); y que, por ello, “es doctrina reiterada la que tiene declarada la aptitud de la
sola declaración de la víctima para provocar el decaimiento de la presunción de
inocencia (SSTS 434/99, 486/99, 862/2000, 104/2002, 470/2003; SSTC 201/89,
160/90, 229/91, 64/94, 16/2000, 862/2000, 104/2002, 470/2003, 593/2006; entre
otras).
DÉCIMO SEXTO
El encartado negó en fase investigativa haber actuado con dolo de lesionar. La
defensa entendiendo que su asistido no obró con ese dolo, propicia que la acción de
su asistido sobre el arma de fuego debe ser comprendida como culposa. Este
aspecto es central, pues la fiscalía y el abogado de la particular damnificada
consideran que obró con el dolo lesivo.
La distinción entre actos y resultados externos iguales, pero con calificación
diferente por el dolo, ha de descubrirse tan sólo por los datos externos que
proclaman la voluntad de un concreto resultado. La distinción ha de encontrarse
en un sistema culpabilístico y de tipo voluntarista en el dolo (en las lesions el
animus laedandi o vulnerandi). Es precisamente el dolo, como voluntaria y
maliciosa intención del resultado, el elemento diferenciador de ambas figuras
delictivas.
Como toda conducta humana, la que ahora se examina a efectos de su calificación
jurídica presenta en sus motivaciones, manifestaciones y efectos, determinados
aspectos, facetas y detalles de ambivalente significado. Por tanto, su exégesis o
interpretación debe estar presidida por criterios de globalidad y objetivación, a
través de un análisis panorámico de lo exteriorizado en la ocasión, a los fines de
desentrañar el "animus" que guió al encartado. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
DÉCIMO SÉPTIMO
La hipótesis acerca de la existencia de una situación no puede ser más que
verdadera o falsa, por lo que el problema es establecer el grado conjunto de apoyo
que esos elementos atribuyen a la hipótesis sobre el hecho, resultando
preponderante la forma en que se analizan y valoran las pruebas que componen un
conjunto contradictorio (M. Taruffo, “La prueba de los hechos”, p. 261, Ed. Trotta,
Madrid, 2002).
Se ha sostenido, en este sentido, que “dado que no existe delito sin culpa o dolo,
resulta que esta dimensión interna o subjetiva ha de ser siempre constatada como
“hecho probado” para que la conducta enjuiciada pueda ser subsumida en el tipo
penal” (M. Gascón Abellán, “Los hechos en el derecho. Bases argumentativas de la
prueba”, pp. 75-82, Ed. Macial Pons, Madrid, 2da. ed., 2004).
Todo ello es inherente al razonamiento que desplegamos, constituido por un juicio
de hecho, un juicio de derecho y una conclusión, consistente el primero en la
determinación de los hechos que van a ser calificados jurídicamente y el segundo
por desarrollar la búsqueda del material normativo a aplicar para determinar si el
hecho es jurídico penalmente reprochable. Y en este punto, “[t]oda la fase del juicio
de derecho se lleva a cabo teniendo en cuenta los hechos fijados, e incluso
podríamos decir que se trabaja sobre ellos. En efecto, en ocasiones esta fase lo que
hace es ir calificando jurídicamente los hechos, moldeándolos de manera jurídica
hasta llegar a la resolución del problema. En este sentido, la fase del juicio de
derecho no puede comprenderse si no se hace desde los hechos” (R. Asís Roig,
“Jueces y normas. La decisión judicial desde el ordenamiento”, pp. 98-102 y 104,
Ed. Marcial Pons, Madrid, 1995).
DÉCIMO OCTAVO
A partir del principio inconcuso de que todo delito se ejecuta por una causa, por un
motivo, de conformidad a las ideas concebidas de que "el hombre no se determina a
realizar acción alguna sin un motivo: […] se manifiesta en todos los actos de la
vida, sin exceptuar los que caen bajo el imperio de la justicia" (P. Ellero, P. Ellero,
“De la certidumbre en los juicios criminales o tratado de la prueba en materia
criminal”, pp. 97-157, USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Fabián J. Di Plácido Editor, 1998), debe puntualizarse que el complejo probatorio
es particularmente indicativo de la existencia de un exclusivo y excluyente móvil
determinante de la acción.
Dije en la causa 37, RS 26-00 que la intención dolosa debe probarse y que si el dolo
no aparece reconocido por el agente, ya sea explícita o implícitamente, la
incriminación debe verificarse con el auxilio de prueba independiente,
demostrándose en cada caso a través de la suma de las circunstancias que
rodearon al suceso” (SCBA, “Acuerdos y Sentencias”, 1956-VI-153, 1957-IV-677,
1959-II-630, 1959-III-529, 1965-I-217, 1968-573).
Afirmé que el dolo debe ser reconocido y declarado en el tiempo del hecho típico, en
el momento de la conducta causante” (H. Vidal, “Derecho Penal Argentino”, Parte
General, p. 301, Ed. Advocatus, 1994, 4ta. edic.; R. Nuñez, “Tratado de Derecho
Penal”, tomo II, p. 66, Lerner Ediciones, 1978).
Y señalé que ello es así, puesto que el sistema legal argentino repudia la
presunción de dolo” (L. Jiménez de Asúa, “El criminalista”, tomo II y IV, pp. 33 y
196 y “Tratado de Derecho Penal”, tomo V, pp. 656 y ss.; J. Cerruti, “Indivisibilidad
de la confesión calificada” en LL 37-635; Arancibia Rodríguez, “Presunción general
de voluntariedad jurídica” en Rev. de Derecho Penal, año IV, n° 93, p. 95; R.
Nuñez, “La culpabilidad”, p. 119 y ob. cit., tomo II, pp. 66 y ss.; T. Sanchelli, “La
confesión del delito”, Enciclopedia Jurídica Omeba, tomo III, p. 792, Ed.
Bibliográficas Argentinas; Caamaño Rosa, “La confesión del imputado” en JA
1962-I-90; S. Soler, “Derecho Penal Argentino”, tomo II, pp. 119-120, TEA, 1983;
SCBA, “Acuerdos y Sentencias”, 1956-IV-400, 1958-VI-231 y 1963-III-93), de allí
que -como anticipara- el obrar doloso debe probarse, y si no aparece explícita o
implícitamente reconocido por el propio agente, será la prueba independiente, la
que podrá demostrarlo a través de todas las circunstancias exteriores deducibles,
estando tal apreciación sujeta a nuestro juicio valorativo, con arreglo a las reglas
de la razón, de la experiencia común y del criterio humano, sobre pruebas que han
de referirse al sustrato fáctico de todos los elementos tanto objetivos como
subjetivos del tipo delictivo, pues la presunción de inocencia tampoco USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
consiente –como se anticipara “supra”- que alguno de los elementos constitutivos
del delito se presuma en contra del acusado.
DÉCIMO NOVENO
El elemento subjetivo o la intencionalidad del sujeto que lleva a cabo la acción es
de difícil interpretación por corresponder al ámbito más íntimo del pensamiento
humano, pues el querer, el desear o no desear, son conceptos tan puramente
intelectuales que solamente pueden ser juzgados en el campo de lo ideológico, no
obstante lo cual los datos objetivos que patentiza tal acción pueden descubrir el
propósito. Surge mediante un juicio al que llegamos tras el análisis de esa
pluralidad de datos fácticos, suficientemente acreditados, que revelan el
pensamiento o la intención en la puesta de su obra, con arreglo a las reglas de la
razón, de la experiencia común y del criterio humano.
Si el dolo puede ser trazado partiendo de la observación de los actos inherentes a la
ejecución del injusto, éstos no proporcionan de manera objetiva el dolo del autor.
Por lo cual, debe concluirse que no aparecen elementos probatorios para establecer,
enfáticamente, esto es, descartando toda inseguridad anfibológica, que se llevara a
cabo el acto, únicamente gobernado por un excluyente dolo de lesionar. Hay
indicadores que permiten afirmar que hubo una directa y decidida finalidad lesiva.
Para dilucidar si existió ánimo de herir es preciso analizar y valorar la
constatación de los factores que rodearon la perpetración del hecho, teniendo en
cuenta al mismo tiempo, a fin de evitar todo automatismo presuntivo, el mayor
número posible de elementos.
Un aspecto relacionado con el dolo puede evidenciarse tomando en cuenta la
historia relacional conflictiva, entre el acusado y la víctima, durante el curso de su
matrimonio, hasta tiempo inmediatamente previo al ataque, donde se patentizó
una situación de violencia, de manera tal de fijar si ésta decidió y determinó un
ataque de aquél a la manera en que la víctima lo describe, o, si, contrariamente, el
desenlace lesivo ocurrió en las circunstancias modales que refiriera el incuso.
VIGÉSIMO
La prueba de incriminación se sostiene preponderantemente en la USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
testificación de la víctima Romina Lujan Meneghini. En este sentido, la víctima
expuso que el autor del disparo de arma de fuego fue el acusado y lo expresó de la
siguiente manera: “Apenas entro, baja el portón y lo traba, le digo porqué volvés a
encerrarme a acá, y me dijo hija de puta hasta que no arreglés el teléfono no te
vas, una parte la batería se la había tirado el jardín, yo con la linterna buscaba en
el jardín, él desaparece, cuando me asomo a la puerta del garaje, me viene
apuntando por encima de la varanda con la escopeta, me dice hija de puta está
cargada y me dispara. Mientras me apuntaba recuerdo que en la posición que
estaba apuntaba como hacia mi abdomen, él estaba arriba de la escalera, antes de
llegar a los últimos escalones. La escalera tiene varanda, yo estaba parada en la
puerta del garaje que une el garaje con la escalera de servicio que va a la cocina
[…] él viene bajando y viene apuntando, yo no creo que más de tres metros entre
nosotros de distancia, no más de cuatro metros. No es mucha la distancia yo no sé
calcularlo; antes no escuché nada de él; él tenía agarrada la escopeta con la mano
en el gatillo y apuntando hacia abajo, con la mano derecha, ya viene apuntando
desde la cocina, apuntando hacia donde yo estaba. Después del disparo hubo un
fogonazo no sabía dónde me había pegado, sentí un calor y me caí, me di cuenta
que fue en la pierna sentía calor con la mano, sentí una gelatina, después viene a
pedirme perdón, mi amor perdoname, él larga la escopeta y pide el perdón que
siempre pedía.”.
En las respuestas a la defensa tras contrastarla con sus exposiciones escritas,
refirió: “la escopeta se disparó, sí se disparó, la disparó él, no la disparé yo […] si
yo recuerdo el hecho él me disparo como lo dije en ese momento estaba ahí en ese
momento, no recuerdo mucho de esa declaración en ese estado”.
También, le respondió a defensor “me apuntó desde la varanda, por arriba de la
varanda, la varanda como que va subiendo, no sé decirle a qué altura está la
varanda, pero era por encima de la varanda, tengo esa imagen. Desde la escalera
él disparo, a tres o cuatro metros, quizás menos”.
Testimonios funcionales respecto de esta versión son los que provienen de las tres
médicas que oyeron la respuesta de la víctima al ser USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
interrogada sobre lo sucedido: “hubo dos momentos de la versión, en la segunda
versión del disparo intencional de una escopeta, están sólo el paciente y la segunda
versión es de la femenina que se atiende. La mujer podía hablar, no estaba
inconsciente, en el sector donde se atiende al paciente herido grave, lo que pasó no
lo recuerdo en este caso. Por eso digo lo intencional lo dije en ese momento, hoy no
lo recuerdo. Mi recuerdo es que dijo me lo disparó el masculino. En su momento se
ve, la palabra intencional hoy no lo sé” (Betina Bibiana Francini); “y cuando la
apartamos de la persona y la llevamos al sock room le volvimos a preguntar y ella
nos dijo que el tiro se lo había pegado la persona que la acompañaba en una
discusión […]se le pregunta de nuevo a la paciente cuando está sola […] Le
preguntamos solamente qué fue lo que pasó […], simplemente dijo eso y para
nosotros eso era suficiente. Ahí nos contó que había pasado otra cosa […] Dijo que
la persona que la acompañaba le había pegado el tiro” (Marcela Nuñez); y “:
“ingresa un señor con una chica en brazos refiriendo que tenía herida de arma de
fuego en la pierna y que estaba limpiando el arma y se le había escapado un tiro
[…] y en el momento en que nos quedamos solas con la paciente, nos confiesa ella
que en realidad fue él quien le disparó. El chico refiere que la limpieza del arma
fue el disparo del arma; en ese momento la chica no dijo nada que yo recuerde; en
el shock room en el momento inicial no, después sí lo refiere ella, lo escuché yo, ella
lo decía […] que había discutido porque se estaban separando y en forma
intencional le disparó con una escopeta […] Fue disparado por él. De no haber
escuchado que el disparo era intencional no lo hubiese firmado” (Claudia Irene
Ali).
En el informe victimológico del Centro de Atención a la Víctima de la Fiscalía
Departamental, había mencionado “Allí empieza a recibir llamados de su esposo,
quien, muy molesto, le reclamaba sobre dónde había dejado la batería del teléfono,
por lo que ella resuelve volver. Al llegar comienza a ayudarlo a buscarla, hasta que
en un momento él desaparece y ella cree que fue a buscar o hacer alguna otra cosa,
hasta que lo ve bajar por la escalera, con la escopeta en la mano y le pregunta qué
hace con el arma en la mano. Él le responde: -"Hija de puta, está cargada" (sic) y
tras ello, se dispara el arma. Ella relata que a partir de USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
ello, él se apura a efectuarle un torniquete y trasladarla en su coche, hasta el
Hospital Posadas.”
El defensor la comparó con estos dichos del informe victimológico ante lo cual, dijo
que “para mí en ese momento era lo mismo. Tengo estudios primarios secundarios,
tengo la diferencia entre si se disparó y me disparó, estoy segura que me disparó,
no sé qué decirle, para mí él disparó se lo dije en forma más leve porque me hacía
mal en reconocer que me disparó, pero dije lo que sentía. Después me dijo que lo
perdone que no me quería lastimar, mi hizo un torniquete, yo dormía, me decía que
no me duerma, me decía mi amor, yo le decía que me dolía que por favor me
llevara a algún lado, yo le pedí. Yo en ese momento que me doy cuenta del disparo
y me caigo él viene hacia mí diciéndome que no me quería lastimar, que lo perdone
y le pido que me lleve a algún lado, recuerdo que ahí me hace un torniquete con su
cinturón y me alza. Él le echa la culpa al arma por estas armas de mierda, no
haciéndose cargo, porque nunca aclaró esta situación”.
VIGÉSIMO PRIMERO
Elemento esencial para la valoración y fuerza probatoria, es la inmediación a
través de la cual formamos nuestra convicción, no sólo por lo que el testigo ha
dicho, sino también su disposición, las reacciones que sus afirmaciones provocan en
otras personas, la seguridad que transmite, en definitiva, todo lo que rodea una
declaración y que la hace creíble, o no, para formar una convicción judicial.
Debe significarse que, la particularidad entre un testigo que no es víctima y una
que es testigo, es que aquél es ajeno al proceso y ésta no; pero existe un claro
denominador común: se trata de juicios históricos sobre la vivencia o vivencias que
tuvo el declarante, por lo cual, resulta preponderante la testificación de la víctima
alcanzada por un "status" especial frente al autor y los hechos, ante un sistema
penal en el que no rige la prueba tasada.
Desde este punto de vista, el testimonio de la víctima en cuanto señala al
imputado, en las circunstancias de modo, tiempo y lugar relativas a la maniobra
ejecutiva llevada a cabo por aquél, tiene suficientes garantías de confiabilidad,
sostenido esto sobre la base de las USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
circunstancias particulares, como lo son la oportunidad que tuvo la testigo víctima
de observarlo durante todo el desarrollo del acometimiento, el grado de atención
que sobre él se mantuvo; la corrección de la descripción que de él se dio de todo
comienzo; y el tiempo transcurrido entre el crimen y la confrontación en cuanto le
permitió a la testigo víctima asumir un proceso reflexivo sobre el trámite del
ilícito, afianzando aquellos datos de individualización conservados por la memoria
y así, con la totalidad de estos datos asumir la tarea de su rememoración.
VIGÉSIMO SEGUNDO
La declaración de la víctima cumple, entonces, con los parámetros para que pueda
desvirtuar la presunción de inocencia. En primer lugar no existen datos que
permitan apreciar un móvil de resentimiento, enemistad, venganza,
enfrentamiento, interés o de cualquier índole que priven a la declaración de la
aptitud necesaria para generar certidumbre, y, además, es apreciado como un
testimonio categórico, lógico y razonable, sin contradicciones relevantes y
presentando, por el contrario una minuciosidad y detalle, ausente de
ambigüedades e inconcreciones, que ratifican su credibilidad.
El testimonio invocado, por sí, resulta suficiente como prueba de cargo para
incriminar al imputado, pues la máxima “testis unus testis nullus” no tiene
aplicación en nuestro derecho, por cuanto no siempre la existencia de varias
declaraciones concordantes son índice de garantía de verdad, ni tampoco la
existencia de un testigo único significa ausencia de valor convictivo de su
testimonio (C. Varela, “Valoración de la prueba”, p. 283, Astrea, 2da. edic., 1999),
pues la ley no determina ni tarifa el valor de la prueba testimonial, aconsejándose
tan solo su valoración con arreglo a reglas lógicas, experimentales y con la
severidad y en conjunción con todo el resto del material probatorio producido (J. L.
Kielmanovich, "Teoría de la prueba y medios probatorios", p.140, Ed. Abeledo
Perrot, 1996), siendo de nuestra potestad evaluar la solvencia, seriedad y
verosimilitud de lo afirmado por el declarante solitario, pudiendo constituir prueba
suficiente (L. M. Desimoni, “La evidencia en materia criminal”, pp. 239-240, Ed.
Abaco, 2001).
VIGÉSIMO TERCERO USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Al examinarse la fuerza probatoria del testimonio de la víctima se lo hace desde
dos vertientes; no sólo en su aspecto formal (prueba practicada con todas las
garantías), sino fundamentalmente, en su aspecto material, es decir, que el medio
convenza por sí sólo o en concurrencia con otros, eliminando cualquier duda
racional acerca de la culpabilidad del acusado (M. Miranda Estrampes, "La
mínima actividad probatoria en el proceso penal", p. 576-577, J. M. Bosch Editor,
Barcelona, 1997), por resultar suficiente y bastante.
En tal sentido, ese testimonio es suficiente para concretar el grado de convicción
que reclama este pronunciamiento, y bastante, esto es, que la prueba ha
alcanzado, que no hace falta más (H. G. López Miró, “Probar o sucumbir”, p. 72,
Abeledo-Perrot, 1998).
Tanto es así, que se ha sostenido que “el concepto de cantidad o volumen de prueba
parece que carezca de sentido: para condenar a una persona lo mismo en lo civil
que en lo penal, es necesario no dudar; sentirse con la certeza absoluta de que las
cosas han ocurrido de determinada manera, que coincide o no con lo afirmado por
una parte" (S. Sentis Melendo, “La prueba. Los grandes temas del derecho
probatorio", p. 293, Ed. Jurídicas Europa-América, 1979).
VIGÉSIMO CUARTO
El derecho constitucional a la presunción de inocencia es la primera y principal
garantía que el procedimiento penal otorga al ciudadano acusado. Constituye un
principio fundamental de la civilización que tutela la inmunidad de los no
culpables pues en un Estado Democrático de Derecho es esencial que los inocentes
estén en todo caso protegidos frente a condenas infundadas, mientras que es
suficiente que los culpables sean generalmente castigados. La condena de un
inocente representa una quiebra absoluta de los principios básicos de libertad,
seguridad y justicia que fundamentan el contrato social y es por ello por lo que el
derecho constitucional a la presunción de inocencia constituye el presupuesto
básico de todas las demás garantías del proceso.
Por ello, hemos afirmado en innúmeros precedentes, siguiendo esta posición
jurisprudencial que, el testimonio de la víctima, cuando se erige en prueba de
cargo, como normalmente sucede en hechos como el USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
enjuiciado, está sujeto a la hora de su valoración a unos criterios, que no exigencias
como son los de ausencia de incredibilidad, verosimilitud del testimonio y
persistencia en la incriminación (cfr. TSE, SSTS del 15 de abril y 23 de septiembre
de 2004.
a) Respecto al criterio de la incredibilidad, se advierten dos aspectos subjetivos
relevantes:
a.1) Las propias características físicas o psicoorgánicas, en las que se ha de valorar
su grado de desarrollo y madurez, y la incidencia que en la credibilidad de sus
afirmaciones pueden tener algunas veces ciertos trastornos mentales o
enfermedades como el alcoholismo o la drogadicción.
a.2) La inexistencia de móviles espurios que pudieran resultar bien de las
tendencias fantasiosas o fabuladoras de la víctima, como un posible motivo
impulsor de sus declaraciones, o bien de las previas relaciones acusado-víctima,
denotativas de móviles de odio o de resentimiento, venganza o enemistad, que
enturbien la sinceridad de la declaración haciendo dudosa su credibilidad, y
creando un estado de incertidumbre y fundada sospecha incompatible con la
formación de una convicción inculpatoria sobre bases firmes; pero sin olvidar
también que aunque todo denunciante puede tener interés en la condena del
denunciado, no por ello se elimina de manera categórica el valor de sus
afirmaciones, pues a nadie se le escapa, que cuando se comete un delito en el que
aparecen enemistados autor y víctima, puede ocurrir que las declaraciones de esta
última tengan que resultar verosímiles por las concretas circunstancias del caso
(ver TSE, SSTS. 19 de diciembre de 2005 y 23 de mayo de 2006).
Es decir la concurrencia de alguna circunstancia de resentimiento, venganza,
enemistad o cualquier otro motivo ético y moralmente inadmisible es solamente
una llamada de atención para realizar un filtro cuidadoso de sus declaraciones, no
pudiéndose descartar aquellas que, aún teniendo estas características, tienen
solidez, firmeza y veracidad objetiva. Es por cuanto si bien el principio de
presunción de inocencia impone en todo análisis fáctico partir de la inocencia del
acusado, que debe ser desvirtuada fuera de toda duda razonable por la prueba
aportada por la acusación, si dicha prueba consiste en el propio testimonio de la
víctima, una máxima común de experiencia le otorga validez cuando no existe USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
razón alguna que pudiese explicar la formulación de la denuncia contra persona
determinada, ajena al denunciante, que no sea la realidad de lo denunciado (un
simple razonamiento de sentido común puede llevarnos a la conclusión de que la
acusación se formula simplemente porque es verdad; cuando pueda apreciarse
racionalmente otra motivación, de carácter espurio, esta conclusión no puede
aplicarse, lo que no significa que el testimonio quede desvirtuado, pero sí que
precisará otros elementos de corroboración).
Como se ha señalado reiteradamente, es obvio que el deseo de justicia derivado del
sufrimiento generado por el propio hecho delictivo no puede calificarse en ningún
caso de motivación espuria que pueda viciar la declaración de la víctima (TSE,
SSTS 609/2013, 92/2014; entre otras).
b) Por lo que a la verosimilitud del testimonio se refiere, aquella, la verosimilitud,
debe estar basada en la lógica de su declaración y el suplementario apoyo de datos
objetivos. Esto supone:
b.1) La declaración de la víctima ha de ser lógica en sí misma, o sea no contraria a
las reglas de la lógica vulgar o de la común experiencia, lo que exige valorar si su
versión es o no insólita, u objetivamente inverosímil por su propio contenido.
b.2) La declaración de la víctima ha de estar rodeada de corroboraciones periféricas
de carácter objetivo obrantes en el proceso; lo que significa que el propio hecho de
la existencia del delito esté apoyado en algún dato añadido a la pura manifestación
subjetiva de la víctima (ver TSE, SSTS de 5 de junio de 1992; 11 de octubre de
1995; 17 de abril y 13 de mayo de 1996; y 29 de diciembre de 1997). Exigencia que,
sin embargo habrá de ponderarse adecuadamente en las particularidades
comisivas de ciertos delitos, puesto que, el hecho de que en ocasiones el dato
corroborante no pueda ser contrastado no desvirtúa el testimonio si la
imposibilidad de la comprobación se justifica en virtud de las circunstancias
concurrentes en el hecho (TSE, STS de 12 de julio de 1996).
c) Por último, en lo que se refiere a la persistencia en la incriminación, y siguiendo
la doctrina de la repetida sentencia, supone:
c.1) Ausencia de modificaciones esenciales en las sucesivas declaraciones prestadas
por la víctima sin contradecirse ni desdecirse. Se USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
trata de una persistencia material en la incriminación, valorable no en un aspecto
meramente formal de repetición de un disco o lección aprendida, sino en su
constancia sustancial de las diversas declaraciones (TSE, STS de 18 de junio de
1998).
c.2) Concreción en la declaración que ha de hacerse sin ambigüedades,
generalidades o vaguedades. Es valorable que especifique y concrete con precisión
los hechos narrándolos con las particularidades y detalles que cualquier persona
en sus mismas circunstancias sería capaz de relatar.
c.3) Coherencia o ausencia de contradicciones, manteniendo el relato la necesaria
conexión lógica entre sus diversas partes.
Por tanto, la continuidad, coherencia y persistencia en la aportación de datos o
elementos inculpatorios, no exige que los diversos testimonios que hubieren sido
desahogados por la misma víctima, sean absolutamente coincidentes, bastando con
que se ajusten a una línea uniforme de la que se pueda extraer, al margen de
posibles matizaciones e imprecisiones, una base sólida y homogénea que constituye
un referente reiterado y constante que esté presente en todas las manifestaciones
(TSE, SSTS de 10 de julio 2007 y 20 de julio de 2006).
VIGÉSIMO QUINTO
En todo caso, los indicados criterios, no son condiciones objetivas de validez de la
prueba sino parámetros mínimos de contraste a que ha de someterse la valoración
del testimonio de la víctima, delimitando el cauce por el que ha de discurrir una
valoración verdaderamente razonable y controlable a la luz de las exigencias que
estos factores de razonabilidad valorativos representen.
Como se deduce de lo expuesto tales tres elementos no han de considerarse como
requisitos, de modo que tuvieran que concurrir todos unidos para podamos dar
crédito a la testifical de la víctima como prueba de cargo (cfr. TSE, STS del 9 de
noviembre de 2005).
Asimismo, conviene puntualizar, que la deficiencia en uno de los parámetros no
invalida la declaración, y puede compensarse con un reforzamiento en otro, pero
cuando la declaración constituye la única prueba de cargo, una deficiente
superación de los tres parámetros de USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
contraste impide que la declaración inculpatoria pueda ser apta por sí misma para
desvirtuar la presunción de inocencia. Este efecto negativo no se aprecia en el caso
sub judice.
Es claro que estos parámetros de valoración constituyen una garantía del derecho
constitucional a la presunción de inocencia, en el sentido de que frente a una
prueba única, que procede además de la parte denunciante, dicha presunción
esencial solo puede quedar desvirtuada cuando la referida declaración supera los
criterios racionales de valoración que le otorguen la consistencia necesaria para
proporcionar, desde el punto de vista objetivo, una convicción ausente de toda duda
racional sobre la responsabilidad del acusado. El referido testimonio, analizado
desde una perspectiva racional, y no meramente intuitiva, con aplicación de
parámetros lógicos y de experiencia que permiten verificar su fiabilidad, ofrece
garantías de credibilidad, suficientes para obtener una convicción razonada y
razonable sobre la veracidad del suceso narrado y sobre la autoría del acusado.
VIGÉSIMO SEXTO
El acusado sostuvo en la etapa investigativa “eran más o menos como las once de
la noche, cuando se está por retirar, agarro de un mueble que estaba justo a la
entrada que comunica al garage con el otro sector para ingresar a la casa, entonces
agarro la escopeta […] dado que el arma antes mencionada se hallaba mal cerrada,
la cierro y se disparó el tiro. No entiendo mucho de armas, yo vi que estaba mal
cerrada y la cerré y ahí se disparó. Ahí veo que Romina se lastimó la pierna, el
muslo, jamás quise lastimarla porque la amo, así fue que me desesperé y la agarré
al ver lo que había pasado, agarré un repasador que había ahí y traté de hacer un
torniquete y como no me alcanzaba, agarré el cinturón y le hice un torniquete […]”
El derecho de defensa es, en sus múltiples facetas, la principal manifestación de la
tutela judicial efectiva que ha de amparar a todo ciudadano (art. 15 de la CPBA).
En el elenco de derechos y garantías que incorpora la tutela judicial, se admite que
el sospechoso, inculpado, imputado o acusado pueda guardar silencio, total o
parcial, o incluso silenciar aquellas partes que no le convengan, siendo estas
facultades una USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
manifestación de sus derechos a no declarar contra sí mismo y a no confesarse
culpable, como garantía instrumental del más amplio derecho de defensa, a tenor
del cual se reconoce a todo ciudadano el derecho a no colaborar en su propia
incriminación (TSE, SSTS 857/2012, de 9/11/12; 68/2001, de 17/03/2001; 57/2002,
de 11/03/2002; 155/2002, de 22/07/2002; 233/2002, de 9/12/2002; 152/2004, de
20/09/2004; 312/2005, de 12/12/2005; 170/2006, de 5/06/2006).
Luego, la declaración del imputado como bastión de su primera defensa material,
debe ser examinada tomando en cuenta la ausencia de ese deber de expresarse con
veracidad que se le exige al testigo; por lo cual, le está permitido a aquél ensayar
todos los resguardos e invocar todas las excusas que crea convenientes en defensa
de sus intereses.
Y aun cuando sea cierto que, por tal circunstancia, las declaraciones de los
imputados, deben sopesarse con rigurosidad; no obstante, resulta necesaria la
existencia de datos externos corroborantes, no en cualquier punto, sino en relación
a la acción que manifiesta con perspectiva desinculpatoria, sin que nada obste su
ponderación y consagración como medio probatorio.
Esta cualidad o aptitud sostenida a través de la credibilidad que puede
otorgárseles se consolida cuando aparecen esos otros datos independientes que,
mínimamente, las corroboran.
El sistema de convicción instaurado para el enjuiciamiento oral admite nutrirse
libre, razonable y legalmente –no hay discrecionalidad alguna en los actos
jurisdiccionales- de cualesquiera de aquellos medios que proporcionen evidencias
necesarias del objeto del proceso y cuya admisión y valoración no implique
supresión de garantías constitucionales de las personas o afecten el sistema
institucional (doct. y arg. arts. 209, 210 y 211 del CPP).
Y debe clarificarse, en tal sentido, que la exigencia de corroboración se concreta en
dos ideas: por una parte, que la corroboración no ha de ser necesariamente plena,
sino mínima; y, por otra, que no cabe establecer qué ha de entenderse por
corroboración en términos generales, más allá de la idea obvia de que la veracidad
objetiva de la declaración del imputado ha de estar avalada por algún hecho, dato o
circunstancia USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
externa.
Los elementos de carácter corroborante que deben valorarse en función de los
datos que suministra el imputado, son exclusivamente aquellos que se vinculan al
aspecto central de su relato concerniente al disparo de la escopeta.
VIGÉSIMO SÉPTIMO
En el caso los datos de corroboración periférica señalados se encuentran en el acta
de protocolización del allanamiento, registro y secuestro (fs. 41-42), el acta de
levantamiento de rastros físicos (fs. 205-209), los informes de balística forense (fs.
137-139 y 181-182) y el último informe de conclusiones periciales suscripto por
todos los expertos intervinientes en aquéllos (fs. fs. 444-448, conjuntamente con la
pericia planimétrica y registro gráfico resultante de la reconstrucción del hecho,
acompañado en fs. 450); asimismo, los testimonios de los peritos que en su
oportunidad llevaron a cabo esas tareas y confeccionaron los instrumentos
respectivos, Subcomisario Miguel Ángel Agudo –Técnico Superior en Balística
Forense-, Sargento Marcela Benítez –Perito en Papiloscopía- y Capitán Gustavo
Bonifacio –Perito Forense Balístico-; más la testificación del Comisario (Prof.) Dr.
Alejandro Félix Rullán Corna, y por todo lo apreciado en oportunidad de
concretarse la diligencia de inspección y reconstrucción del hecho con la
participación de aquéllos.
Con relación al primero de los documentos, surge que “en el piso de este hall se
halla frente a la puerta de ingreso una escopeta marca Eder, doble caño, calibre 16,
posee inscripción en chimaza 7659 10276, asimismo posee inscripción en cañón 6698,
en parte inferior de cañón se observa lectura 55125, la que al momento se encuentra
en cañón derecho con vaina [se]rvida color violeta con inscripción Federal Maximum
HI-SHOK SUUG, en culote se observa inscripción Made in USA GA cal. 16, en cañón
izquierdo un cartucho completo color rojo con inscripción todo terreno, en culote se
observa lectura RD de calibre 16, que asimismo en el lugar personal de policía
científica procede a la incautación de la escopeta y los cartuchos que se encuentran en
el interior de la misma, una sección plástica de color fu[cs]ia restos de arandelas de
cartón, elementos que podrían comprender el taco del cartucho detonado, dos secciones
de plomo deformado ubicado al fondo del pasillo a un costado de la escalera […]”.
El acta de la protocolización del procedimiento del allanamiento, USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
registro y secuestro, es un instrumento público que posee plena validez por no
estar redargüido de falso (ver fs. 39; arts. 979 inc. 4°, 993, 994, 995 y concs. del
Código Civil; arts. 117, 118, 120, 219, 220, 223, 226 y concs. del CPP; E. Jauchen,
“Estudios sobre el proceso penal”, pp. 112/113, Editorial Jurídica Panamericana,
1994; J. Moras Mom, “Manual de Derecho Procesal Penal”, p. 271 y ss, Abeledo-
Perrot, 5ª. edic., 1999), es prueba contribuyente para la justificación del reproche.
Debe recordarse que "las actas del proceso penal revelan distintos momentos de
todo un sistema complejo, que va desde la prevención hasta la sentencia" (E. M.
Falcón, "Tratado de la prueba", tomo 1, p. 878, Ed. Astrea, 2003), por lo cual, tales
actos patentizan la primera recolección probatoria inherente a la prevención del
caso, interactuando como fuente y medio de prueba.
Conviene apuntar que concebido el instrumento público como un acto procesal
doblemente funcional –actúa como nexo de unión entre el derecho penal material y
el derecho penal procesal- (C. Roxín, “Derecho Procesal Penal”, p. 173, Editores del
Puerto, 25ª. edic, 2000; ídem: C. Roxín, G. Artz y K. Tiedemann, “Introducción al
Derecho Penal y al Derecho Penal Procesal”, p. 197, Editorial Ariel S.A.,
Barcelona, 1988), porque comprende el fenómeno de formalizar procedimientos
legalmente impuestos, también tiene consecuencias de derecho material, porque el
documento en materia penal, puede contener la expresión material del hecho que
se procura averiguar, la materialidad referente al resultado del delito o de alguna
circunstancia de él o cualquier otro elemento probatorio (C. García Vizcaíno,
"Prueba documental en materia penal", JA Doctrina 1974-857; R. Levene (h),
"Prueba documental en el proceso penal", Enciclopedia Jurídica Omeba, tomo
XXIII, pp. 770-771, Ed. Bibliográfica Argentina, 1967), como en el presente al
constatarse la existencia de evidencias físicas, esto es, rastros o vestigios
relacionados a la perpetración del delito.
VIGÉSIMO OCTAVO
Así, en el acta de levantamiento de rastros físicos que luce en fs. 205-209, en lo que
aquí interesa, se destaca: “se puede observar, inmediatamente, UN ARMA de fuego
del tipo ESCOPETA de dos cañón yuxtapuestos, la que resulta ser calibre 16 marca
VICTOR SARASQUETA […] USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
La misma se encontraba cargada con UNA VAINA SERVIDA, PLASTICA color
violeta, marca FEDERAL con inscripción "HI-SHOK SLUG" y UN CARTUCHO con
vaina plástica color roja marca "RD". Todo esto se señala como Evidencia "A1" […]
Continuando la inspección en el pasillo distribuidor en el que nos encontramos se
observa, casi al final del mismo, varios cartones circulares, los que serían compatibles
con el taco separador, por los que se procede a colectar los mismos, siendo
denominados Evidencia "A2" […], junto a los mismos se halla una pequeña sección de
plomo deformado, compatible con fragmento de proyectil de arma de fuego, por lo que
se procede a colectarlo, siendo denominado Evidencia "A3". Se observa una abertura
por debajo de la escalera ascendente en donde se sitúa una caldera, y al pie de dicha
caldera se localizó UN FRAGMENTO de plomo deformado, de mayores dimensiones
que el primero, denominándoselo Evidencia "A4" […]. En el mismo pasillo distribuidor
se halla una escalera que desciende hacia otras dependencias, localizando al pie de la
misma una pieza plástica color violeta, compatible base de proyectil que se utiliza en
proyectiles para escopeta del tipo mono-posta. Se colecta el mismo denominándolo
Evidencia "A5" […] Se continua con la inspección logrando observar sobre la macula de
presunto tejido hemático una huella incompleta de pie-calzado; asimismo se visualizan
varios sectores del pasillo distribuidor con salpicaduras de presunto tejido hemático y
se logra observar, sobre el mosaico central color negro (de donde se encuentra la
macula), UNA MELLADURA compatible con impacto de proyectil de arma de fuego
[…]”.
Tanto el acta del allanamiento, registro y secuestro antes mencionada como la que
se acaba de transcribir, contienen la primera percepción que terceros imparciales
tuvieron de lo que se ha definido como escena del hecho, esto es, "el espacio real
donde tuvo lugar el incidente, o también, se puede decir que es el lugar
aparentemente protagónico o entorno donde sucedieron los hechos de interés
criminalístico." (C. A. Guzmán, "El examen en el escenario del crimen. Método
para la reconstrucción del pasado”, p. 3, Ed. B de F, 2010).
La evidencia física juega un papel importante en la investigación y en la resolución
de un hecho penal, y esto tiene estrecha relación con las medidas que se tomen
durante la investigación en la escena del crimen, siempre y cuando éstas sean
tomadas a tiempo, como ha sido en el caso bajo estudio, pues se llevó a cabo a pocas
horas de ocurrido el lesivo sucesivo, estando ya aprehendido el incuso. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Puede parecer conceptualmente primario pero es pedagógico recordar que en el
hecho penal están siempre implicadas cosas y personas, porque las personas
comenten delitos por medio de cosas, y éstas son las que se convierten en una pieza
muy preciada, que es la evidencia física.
Como dije anteriormente, el poder recuperar la evidencia durante la investigación
es un aspecto central, y de manera muy frecuente "los ítems tangibles de la
evidencia y la información descriptiva que surge durante la ejecución de una
investigación en el escenario del hecho hacen la diferencia entre el éxito y el
fracaso de una investigación." (aut. y ob. cit “ut supra”, p. 1).
Se afirma con arreglo a tales parámetros que la evidencia “es sinónimo de certeza,
es la prueba de un hecho. Criminalísticamente una evidencia puede ser un objeto,
una circunstancia o también puede ser el resultado de la acción de ese objeto o una
circunstancia que nos indica un hecho. Es todo elemento generador de una acción
criminal o indicativa de ésta, capaz de individualizar al autor del hecho, así como
las circunstancias del mismo, y los instrumentos de comisión. Con base en la
experiencia y aplicando las técnicas adecuadas, se podrá hacer hablar a las
"evidencias". Se debe recordar la famosa sentencia del doctor Edmond Locará y
sentir la profundidad científica de su mensaje: Las evidencias son testigos mudos
que no mienten. La razón de ser de la evidencia, es la de descubrir y comprobar
hechos. La primera significa poner en descubierto el hecho, su agente y sus
circunstancias y así llevarlo a la instancia judicial, La segunda, es decir la de
comprobar la verdad de los hechos, ajustándose a la causalidad de lo sucedido,
recae naturalmente sobre el cuándo, cómo, dónde y quién, es decir, sobre las
circunstancias del hecho; evitándose así el error judicial” (G. Mangione, “¿Cómo
preservar la escena del crimen?”, DJ 12/06/2013, 95).
VIGÉSIMO NOVENO
Estos primeros informes técnicos de la policía científica son, “de naturaleza
esencialmente descriptiva y preservativa, no aspira a descubrir ni valorar como la
pericia” (G. Vivas Ussher, “Manual de Derecho Procesal Penal”, tomo II, p. 101-
102, Alveroni Ediciones, 1999).
Proporcionan, a no dudarlo, elementos o indicadores USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
complementarios para el análisis de la prueba. Se ha destacado que “los indicios
están compuestos por una serie de rastros, huellas, vestigios y –para algunos-
circunstancias, a la que nosotros consideraremos “entorno”, y en este caso los
elementos del entorno serán el marco de referencia no sólo de los rastros, sino de
cualquier conjunto de hechos” (E. M. Falcón, “Tratado de la Prueba”, tomo 2, p.
462, parág. 518, Ed. Astrea, 2003).
Y el mismo autor, anota que “[r]astros (del latín, rastrum) es el vestigio, indicio de
acontecimiento, señal que queda de una cosa. A esta altura conviene recordar lo
que dijimos respecto de que los hechos sólo se nos aparecen por la representación
que dejan al fijarse en los objetos […] Estos hechos dejan señales, dejan huellas. Y
esas señales o huellas son registros, fuentes de prueba que se fijan en los objetos o
en la mente. Pero una fuente probatoria es sólo una posibilidad. Para que llegue a
ser verdaderamente algo demostrado requiere que se le encuentre, que se la recoja,
que se la demuestre, que sea completa, que sea pertinente y admisible y,
finalmente, que sea considerada en la resolución final […] en un sentido muy
extenso, podemos decir que todo hecho deja “rastros”. Pero cuando hablamos de
rastros en el proceso, nos queremos referir a las huellas, señales incompletas, que
si bien nos orientan en determinado sentido no constituyen de por sí, una vez
probados, elementos suficientes para llegar a la corroboración. Sin embargo, no se
puede prescindir livianamente de ellos sin una consideración previa y su examen
de conjunto […]” (íd. aut. y op. cit., p. 463).
De todo ello puede derivarse una pista. “El delito también deja sus huellas y por
derivación del concepto anterior se dice que pista es el conjunto de señales que nos
pueden conducir a la averiguación de algo. Y siguiendo esas señales se advierten
los rastros, se los recolecta y se los conserva, sin olvidar que en la escena del
crimen deben tomarse medidas especiales para que no se pierdan” (íd. aut y op.
cit., p. 464).
Por ello se sostiene que “[d]espués de esa verdadera avanzada que es la
acreditación del cuerpo del delito y toda la actividad que ello implica, comienza a
depurarse el material secuestrado y el perito desentraña de los mismos, con sus
conocimientos especializados, lo que ellos son capaces de demostrar. En todo el
curso del proceso ve lo que los ojos comunes no son USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
capaces de ver” (J. R. Moras Mom, “Manual de Derecho Procesal Penal”, pp. 264-
265, Abeledo-Perrot, 5ta. edic. act., 1999).
“No sólo conocer, sino también apreciar el verdadero alcance y valor demostrativo
de huellas, rastros, efectos materiales del delito y todo lo que se comporte como
vinculado al mismo, incluso asentado en documentos, colaborando desde el
momento mismo del inicio de la investigación en las inspecciones judiciales,
pesquisas domiciliarias y personales, reconstrucciones del hecho, y asesorando
sobre la necesidad de un secuestro […]” (íd. aut. y ob. cit., pp. 264-265).
En ese cometido se incardinan los informes balísticos forenses que se mencionan
“infra”.
TRIGÉSIMO
Del primero de los informes balísticos en cuanto estaba dirigido a determinar la
aptitud de disparo de la escopeta mencionada, se resalta que “[t]iene un seguro a
llave deslizante, el cual NO funciona” (cfr. fs. 137-139).
Y, del último informe balístico, puntualmente exigido por el Ministerio Público
para que “[s]e determine resistencia y celosidad de la cola de disparador de la escopeta
[…]. Se practique cotejo y análisis de los elementos balísticos hallados en el lugar de
los hechos, con el arma y cartuchos periciados. Teniendo en cuenta la declaración del
imputado en cuanto a la forma en que se produjo el disparo, y las características del
arma utilizada, se indique si resulta factible la producción del mismo mediante el
mecanismo indicado”, emergen las siguientes conclusiones “A) DE LA ESCOPETA: La
cual ya fue examinada en la pericia anterior, siendo apta para el disparo. Fue
sometida a mediciones de peso en ambas colas del disparador, con una balanza marca
ALBATROS, provista por esta sección Tomadas en tres veces por cada cola del
disparador y arrojó las siguientes medidas; COLA DEL DISPARADOR DEL CAÑÓN
DERECHO: 1,300 gramos, ramos, 1,450 gramos, 1,550, necesarios para la liberación
del percutor interno. Estas mediciones da un promedio de 1,433 gramos de presión
necesaria para la producción de un disparo. COLA DEL DISPARADOR DEL CAÑÓN
IZQUIERDO: 3,400 gramos, 3,600 gramos y 3800 gramos respectivamente. Estas
mediciones da un promedio de 3.600 gramos de presión necesaria para la producción
de un disparo. B) DE LOS CARTUCHOS REMITIDOS CALIBRE 16: Dos de ellos
fueron disparados en forma experimental, en la pericia anterior. C) DE LA VAINA
SERVIDA, LA BASE DE BRENEK Y DEL TROZO DE PLOMO USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
DEFORMADO: La vaina fue cotejada con la vaina testigo obtenida de la pericia
anterior, y presentaron coincidencias plenas en lo que respecta a las huellas de
percusión, precisamente el hoyo de percusión y el golpe del espaldón. Estas
características impresas halladas en común, me permiten informar que la vaina
remitida fue servida por los mecanismos de la escopeta Del calibre 16, marca VICTOR
SARASQUETA. Con la inscripción en la parte posterior de la platina. "EDER, afectada
a la presento peritación. IV) CONCLUSIONES: De lo expuesto surge que: LA
ESCOPETA FUE PERITADA EN UNA PERICIA ANTERIOR Y FUE APTA PARA EL
DISPARO. DOS DE LOS CARTUCHOS CALIBRE 16 FUERON APTOS PARA EL
TIRO EN UNA PERICIA ANTERIOR. SE HACE MENCIÓN QUE FUE SOMETIDA A
DIFERENTES MEDICIONES DE PESO A FIN DE DETERMINAR LA PRESIÓN
NECESARIA A EJERCER SOBRE AMBAS COLAS DEL DISPARADOR DE ESTE
ARMA, PARA LA PRODUCCIÓN DE UN DISPARO, Y DIO UN PROMEDIO DE
1.433 GRAMOS LA COLA DEL DISPARADOR CORRESPONDIENTE AL CAÑON
DERECHO, MIENTRAS QUE LA DEL CAÑÓN IZQUIERDO DIO UN PESO DE
3.600 GRAMOS. EL DISPARADOR DEL CAÑÓN DERECHO DE ACUERDO A
TABLAS EXISTENTES, MENCIONAN QUE ESTA COLA DEL DISPARADOR
RESULTA SER MUY SENSIBLE DENOMINANDOLA "CELOSA" MIENTRAS QUE
LA COLA DEL DISPARADOR IZQUIERDO SEGÚN DICHAS TABLAS AL DAR UN
PROMEDIO DE 3.600 GRAMOS SERIA "NORMAL". ASIMISMO INFORMO A UD,
QUE DE ACUERDO A LA DECLARACIÓN DEL IMPUTADO DE AUTOS, QUE
MANIFIESTA: QUE AL CERRAR LA ESCOPETA SE PRODUJO EL DISPARO, SI
TIENE EL DEDO DENTRO DEL ARCO GUARDAMONTE Y SE CIERRA
VIOLENTAMENTE AL ROZAR EL DEDO CON LA COLA DEL DISPARADOR
CORRESPONDIENTE AL CAÑON DERECHO, PUDO HABERSE PRODUCIDO EL
DISPARO, COMO LO INDICA EL IMPUTADO DE AUTOS […] (ver fs. 181-182)”.
TRIGÉSIMO PRIMERO
Sobre los dictámenes técnicos de peritos debe señalarse que he sostenido en otros
procesos que no se puede solicitar la intervención de peritos, por ejemplo, para que
manifiesten sí, a su juicio, los hechos se produjeron, y tampoco para que se
pronuncien sobre el grado de verosimilitud de unas manifestaciones u otras. La
credibilidad de los testimonios o la manera en que ocurrieron los sucesos nunca
puede dejarse única y exclusivamente a la valoración del perito. Conforme a
nuestras leyes procesales, ni es ese el papel del perito ni tampoco puede el USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
juez abdicar de la fundamental labor que le está encomendada.
El perito es un auxiliar del ejercicio de la función jurisdiccional, pero no es alguien
cuyo criterio deba imponerse a quienes asumen la tarea decisoria. Lo contrario
sería tanto como convertir al perito en una suerte de pseudoponente con capacidad
decisoria para determinar de forma implacable el criterio judicial. Y como señaló el
Tribunal Supremo Español en modo alguno puede aspirar a desplazar la capacidad
jurisdiccional para decidir la concurrencia de los elementos del tipo y para
proclamar o negar la autoría del imputado (TSE, STS 485/2007, 28 de mayo).
Sin perjuicio de destacar la valiosa aportación de estos profesionales, también
sobre esta cuestión ha de afirmarse un valor siempre subordinado al ejercicio
ponderativo y el resultado de ello sobre el resto de los elementos de prueba. Los
datos que se obtienen de su participación son siempre de carácter complementario,
claramente secundario en relación con declaraciones de testigos directos (víctima y
victimario, ad exemplum) e incluso con otros datos de corroboración periférica.
Conviene no perder de vista que el fin de la prueba pericial no es otro que el de
ilustrar al órgano judicial para que éste pueda conocer o apreciar algunos aspectos
del hecho enjuiciado que exijan o hagan convenientes conocimientos específicos.
Apreciar significa precisamente ponderar el valor de las cosas. Se tendería a
subvertir la naturaleza procesal de la prueba pericial, atribuyendo a ésta un
alcance prácticamente definitivo.
La doctrina legal imperante en la provincia, recuerda que el perito es un auxiliar
de la judicatura que “realiza una comprobación de los hechos, determinando sus
causas y efectos” (SCBA, Ac. L 53.534, del 12-IV-1994), sobre todo, “en los casos
donde sea indispensable la descodificación de hechos controvertidos” (C. A.
Machado Schiaffino, “El perito y la prueba”, p. 130 y ss., Ed. La Rocca, 1988).
En concreto, aunque sea de toda obviedad, la opinión del perito no obliga al juez,
pues carece de eficacia vinculante (L. E. Palacio, “La prueba en el proceso penal”,
p. 151, Abeledo- Perrot, Bs.As., 2000; J. I. Cafferata Nores, “La prueba en el
proceso penal”, p. 83, Ediciones Depalma, 1986). USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
TRIGÉSIMO SEGUNDO
Con ser cierto todo lo afirmado, también lo es como lo recuerda la Corte Suprema
de Justicia de la Nación, a propósito de la íntima relación entre la función
jurisdiccional y el auxilio especializado, que si el perito es, como se vio, un
intermediario en el conocimiento judicial, y si en lo técnico, esa mediación resulta
fundamental, es indudable que la intervención especializada coadyuva en forma
relevante a la formación regular de las decisiones judiciales, en tanto no adolezca
de errores manifiestos, o no resulte contrariados por otra probanza de igual o
parejo tenor. En ese sentido, aunque el consejo experto no es vinculante, no resulta
coherente con la naturaleza del discurso judicial apartarse de él sin motivo y,
menos aún, abstenerse de ese aporte (Fallos 331:941 y 2109; en igual sentido:
causas B. 241.XLVI. RHE. "B., J. M. s/insania", sentencia del 12 de junio de 2012 y
U. 29. XLVI. Unión de Usuarios y Consumidores e/ EN -MOVE Inf. -Sec.
Transporte- dto. 104/01 y otros s/amp. proc. sumarísimo (art. 321, inc. 2°, CPCC),
sentencia del día 24 de junio de 2014).
Precisamente, al enumerar las hipótesis en las que puede prescindirse del
dictamen técnico, suele ejemplificarse con aquellos casos en los que éste aparece
defectuoso, o contradictorio con las demás pruebas reunidas (E. M. Jauchen,
“Tratado de la prueba en materia penal”, pp. 415-416, Ed. Rubinzal-Culzoni, 2002.
En la doctrina también “se ha sostenido que las conclusiones de una pericia no
obligan al magistrado […] pero también es claro que éste no puede proceder con
discrecionalidad en su apreciación, pues –para poder apartarse de las mismas-
debe tener razones fundadas, esto es, contar con elementos de juicio que le
permitan concluir eficientemente en el error o en el inadecuado uso que aquél haya
hecho de los conocimientos científicos de los que por ser su profesión o título
habilitante, se lo supone dotado, haciendo debida y correcta crítica de los principios
prácticos objetivos de la sana crítica” (A. D. Granara, “Derecho Procesal Penal”,
tomo II, pp. 418-419, Nova Tesis Editorial Jurídica, 2000).
Se ha prenotado, asimismo, que “su producción es a los fines de coadyuvar […]
integrará el racimo de evidencias con que cuente el USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
magistrado” (íd. aut. y ob. cit., pp. 418-419) y se convertirá en medio idóneo “en la
medida en que su “tecnicidad” no sea superada por otras evidencias que
demuestren al juzgador o investigador que aquélla puede ser rebatida fácilmente.
La cientificidad de la misma la torna entonces en un medio idóneo “orientador” y
“explicativo” de lo que se le ha requerido al perito quien de manera objetiva […]
debe brindarle a la justicia la claridad que necesita para decidir un caso concreto.
Su importancia, incluso ya como medio de prueba, se produce en la instancia en
que apareciendo ésta “fundada en principios técnicos inobjetables y no existe otra
prueba de parejo tenor que la desvirtúe, la sana critica aconseja, frente a la
imposibilidad de oponer argumentos científicos de mayor peso, aceptar las
conclusiones de aquélla” (íd. aut. y ob. cit., pp. 418-419).
“[D]ebe dejarse bien sentado, desde ya, que el perito no es “el tribunal de los
hechos” […] Al contrario, su opinión no vincula al tribunal, y será tomada en
cuenta como una prueba más, y valorada tanto individualmente como en el
conjunto probatorio general. Y si de tal ponderación surgen motivos para
descalificar el dictamen, el magistrado podrá prescindir de él, e inclusive arribar a
una conclusión contraria […] siempre que no pretenda sustituir al perito” (G. Vivas
Ussher, “Manual de Derecho Procesal Penal”, tomo II, p. 96, Alveroni Ediciones,
1999).
Se ha sostenido que desde el punto de vista objetivo se valora “si el dictamen es
preciso o indeciso, coherente o contradictorio, concluyente o inconcluyente” (íd. aut
y ob. cit., p. 101).
Por ello en la valoración de las experticias se recomienda “tener en cuenta la
calidad científica de los peritos; la calidad de sus argumentos y en especial la
concordancia de sus argumentos con las constancias probadas en el proceso. Es
decir: ciencia sí, pero aplicada al caso y además manejada con lógica” (J. R. Moras
Mom, “Manual de Derecho Procesal Penal”, 270, Abeledo-Perrot, 5ta. edic. act.,
1999).
Consiguientemente, cuando el órgano se aparte de las conclusiones de los expertos,
el motivo “debe encontrar apoyo en fundamentos objetivamente demostrativos de
que la opinión de los expertos no se concilia con las mencionadas pautas, lo que
ocurre cuando aquélla comporta una mera aserción dogmática, carece de lógica, es
inverosímil o USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
resulta contradictoria con el resto de la prueba producida o con hechos notorios” (L.
E. Palacio, ob. cit., p. 151-152).
TRIGÉSIMO TERCERO
Es aquí también que se advierte la calidad del rol desempeñado por la
Magistratura pues no sólo debe saber interpretar los informes profesionales
integrados al acervo probatorio de índole testimonial, sino que también debe
aplicar al máximo la prudencia que, como juzgador de conductas, se le exige. Es
que, conforme lo asegura Carlos Ignacio Massini Correas, "el magistrado judicial
establece, frente a un caso concreto en que se controvierte cuál habría debido ser o
deberá ser la conducta jurídica, la medida exacta de su contenido; pero esta
determinación por él establecida no está ya sujeta a revisión o interpretación sino
que, para ese caso, su dictamen prudencial es el que configura lo justo concreto que
habrá de ponerse en la existencia" (aut. cit., “La prudencia jurídica. Introducción a
la gnoseología del derecho”, p. 46, Ed. LexisNexis Abeledo-Perrot, 2006). De allí la
relevancia de esta labor judicial.
El grado de aceptabilidad de las experticias balísticas, valoradas conjuntamente
con los rastros balísticos levantados de la escena del crimen, es preponderante. No
hay elementos probatorios de igual jerarquía que se les opongan. Coadyuvan a la
solución del caso.
Con igual entidad coadyuvante a la tarea de juzgar concurren los testimonios de
los peritos y médico legista intervinientes antes nombrados.
TRIGÉSIMO CUARTO
La evolución de las ideas sobre el denominado derecho probatorio, insinúa una
tendencia superadora del pensamiento tradicional para dar lugar a la verificación
de lo afirmado; de allí que los conceptos de averiguación y verificación no son
antagónicos o contrapuestos, sino que tienen significados diferentes, pero
indudablemente complementarios, porque el prefijo latino "a" significa caminar
hacia algo y verificar significa caminar hacia la verdad. Entonces, si averiguar
significa caminar hacia la verdad, verificar significa presentar esa verdad (Olman
Orguedas Salazar, "Nuevos medios probatorios", en "Derecho Procesal Moderno",
obra colectiva, p. 299.1, Ed. Pontificia Universidad Bolivariana, Colombia, USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
1987).
Ergo, el principio resultante, es que no debe obstaculizarse o entorpecerse la
actividad probatoria del adversario en su tránsito hacia la verdad, porque en tal
cometido esta la presentación de la verdad en juicio; y, ello sin mengua del avance
que está teniendo el principio que desplaza la visión individualista de la prueba,
por la que privilegia la colaboración de las partes en la búsqueda de una solución
real -no formal- del conflicto que los enfrenta (O. A. Gozaíni, "El Proceso
Transnacional (Particularidades procesales de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos)", cap. III, Ediar, Buenos Aires, 1992).
En este sentido, se dice que "al juez no se le puede pedir que averigüe porque no es
esa su misión; hay que darle o presentarle, esto es, afirmarle los hechos
averiguados. Y hay que ofrecerle elementos que prueben que esa averiguación ha
sido correcta [...]" (S. Sentís Melendo, "La Prueba. Los grandes temas del derecho
probatorio", p. 582, Ediciones Jurídicas Europa-América, Buenos Aires, 1979).
TRIGÉSIMO QUINTO
Sean estas últimas citas correlacionadas con la amplia cooperación que los
contradictores procesales mantuvieron con el suscripto y los peritos convocados, en
oportunidad de practicarse la inspección del lugar y la reconstrucción del hecho,
ayudando en la compleja tarea de juzgar definitivamente estos hechos.
Y sea dicho esto porque la ley procesal ha concedido estrictamente potestad al
órgano del juicio dentro de su ámbito específico de actuación, durante la
realización del debate, “cuando fuere necesario”, relacionado a la inspección de un
lugar (Libro III, Título I, Capítulo II, Sección Segunda, “Actos del Debate”, doct. y
arg. art. 362, C.P.P.), sin perjuicio de cierta facultad proponente que acotadamente
y moderadamente conservan las partes en el tramo del desarrollo del juicio (doct. y
arg. art. 273, íd. cód.).
Sea que tales potestades se identifican conceptual y jurídicamente, con las
potestades cognoscitivas de los hechos objeto de prueba por percepción, desde que
se presenta como una posibilidad probatoria directa del órgano jurisdiccional, con
los alcances que reviste la percepción judicial inmediata, esto es, "con el objeto de
obtener argumentos de prueba USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
para la formación de su convicción, mediante el examen y la observación con sus
propios sentidos" (H. Devis Echandía, "Teoría General de la prueba judicial", tomo
II, p. 415, 3ra. edic., 1976, citado por V. De Santo, "La prueba judicial", p. 547, Ed.
Universidad, 1994), desde que está dirigido a conocer directamente un fragmento
de realidad vinculado con el factum, ya sea porque es parte de éste o porque actúa
a modo de hecho indicador arrojando luz sobre el mismo, lo cierto es que así "es un
medio de prueba que se realiza en el proceso" (E. Florian, "De las pruebas
penales", tomo II, p. 486, Ed. Temis, Bogotá, 1998; J. Cardoso Isaza, "Pruebas
Judiciales", pp. 408-409, 4ta. edic., Ediciones Librería del Profesional,
Bogotá,1986; G. H. Rodríguez, "Curso de Derecho Probatorio", Compendio, pp. 113-
114, 6ta. edic. act., Ediciones Librería del Profesional, Bogotá, 1990; L. G. Espinosa
López, "Derecho probatorio", p. 193, 2da. edic. aum. y act., Ediciones Librería del
Profesional, Bogotá, 1986); y, por consecuencia, una percepción intransferible sobre
la escena del hecho, sobre la mecánica de interactuación de la víctima y victimaria,
y, por sobre todo de la ubicación de las evidencias físicas resultantes de esas
acciones personales.
TRIGÉSIMO SEXTO
Durante la inspección del lugar del hecho se produjo la necesidad de la
reconstrucción del hecho a petición de los acusadores público y privado con la
conformidad de la defensa. La colaboración en este punto fue extensa e intensa. Y
de no menor importancia las consecuencias probatorias para la solución del caso.
A más de la impresión personal que ha quedado fijada para la solución del caso,
también es cierto que los expertos oficiales que intervinieron durante esa
inspección de lugar y reconstrucción del hecho, brindaron un informe final en el
que cada uno contribuyó de consuno a su especialidad, respondiendo en conjunto y
fijando una conclusión uniforme, sobre las cuestiones de “A) Si la herida de la
víctima fue producida por un disparo directo al cuerpo o por efecto de un rebote?.
B) Posición de victima e imputado. C) Si existe la posibilidad de que al cerrar la
escopeta de manera normal, la misma se dispare accidentalmente. III.
CONCLUSIONES: Del análisis de los relatos mencionados, los que se USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
tienen en cuenta como ELEMENTOS SUBJETIVOS, de las evidencias de Rastros
y Evidencias Balísticas, y prueba documental mencionada y analizada por el Dr.
Rullán Corna, se arriba a las siguientes CONCLUSIONES: A) En base al análisis
de la prueba documental realizado por el Dr. Rullán Corna, teniendo en cuenta la
trayectoria y magnitud de la lesión, la misma fue producida por un impacto
directo. B) En base a las evidencias de Rastros (proyecciones de presunto tejido
hemático), evidencias balísticas (impacto), y la trayectoria en el cuerpo de la
víctima descripta por el galeno, ubican la fuente de fuego en la escalera y a la
víctima en planta baja, en el pasillo distribuidor al lado de la escalera (se adjunta
plano). Respecto del relato aportado por el imputado, basándonos en las mismas
evidencias se informa que el mismo no es compatible con las evidencias analizadas.
C) Respecto a si existe la posibilidad de que el arma se dispare accidentalmente al
cerrar la misma de manera normal, en base a lo informado por el Perito Balístico,
Capitán Gustavo Bonifacio, quien realizo oportunamente la pericia balística de
laboratorio, NO es posible. Es necesario que el dedo esté sobre la cola del
disparador” (cfr. fs. 444-448, conjuntamente con la pericia planimétrica y registro
gráfico resultante de la reconstrucción del hecho, acompañado en fs. 450).
Sea que la reconstrucción del hecho se identifica conceptual y jurídicamente como
una posibilidad probatoria directa del Tribunal, con los alcances que reviste la
figura de la percepción judicial inmediata, emparentada con la dinámica de la
inspección de un lugar (J. L. Kielmanovich, “Teoría de la prueba y medios
probatorios”, p. 627, Rubinzal-Culzoni Editores, 2001; íd. L. E. Palacio, “La prueba
en el proceso penal”, p. 59, Abeledo-Perrot, 2000), o, que se la categorice como un
medio de prueba autónomo (E. Florián, “De las pruebas penales”, tomo II, p. 558,
Ed. Temis, Bogotá, 1976), o, como una prueba originaria y principal por sí misma
inherente a la observación judicial inmediata (V. Manzini, “Tratado de Derecho
Procesal Penal”, tomo III, pp. 224-226, Librería El Foro, 1996), lo cierto es que se
representa como un medio combinado en razón de que en su producción concurre
una mixtura de otros medios característicos, desde que si consiste en la
reproducción USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
artificial del hecho objeto del proceso o de una parte de él, se impone la actuación
de los órganos de prueba necesarios y conducentes (p. ej.: peritos, testigos, etc.),
adecuándose su naturaleza a la de cada uno de éstos, todo lo cual se compatibiliza
con la directa observación que de su desarrollo experimenta el órgano
jurisdiccional (E. M. Jauchen, “Tratado de la prueba en materia criminal”, p. 521,
Rubinzal-Culzoni Editores, 2002).
Ha destacado la doctrina que este experimento exige como dato necesario e
indefectible, la indicación precisa de un hecho a reconstruir, siendo que su
realización deberá modelarse “con la máxima fidelidad a las líneas en que se
afirma o se cree haber ocurrido el hecho” (G. Leone, “Tratado de Derecho Procesal
Penal”, tomo II, p. 222-225, EJEA, 1963), de lo que se sigue que
imprescindiblemente deberá contarse con aquellos órganos de prueba relacionados
a tal reconstrucción, y, consecuentemente, tal circunstancia alude a la
incorporación previa de elementos de prueba de los que pueda inferirse la
indicación más o menos precisa de la existencia del acontecimiento a reconstruir,
pues sin el concurso previo de esos elementos probatorios no será posible realizar
la reconstrucción (J. I. Cafferata Nores, “La prueba en el proceso penal”, p.151, Ed.
Depalma, 1986; R. W. Ábalos, “Derecho Procesal Penal”, tomo II, pp. 444-446,
Ediciones Jurídicas Cuyo, 1993).
Por ello, la realización de la reconstrucción del hecho supone implementarlo sobre
la base de las versiones suministradas por el imputado, la víctima, los testigos o
las conclusiones de los peritos, desde que el propósito es establecer la credibilidad
de esas versiones comprobando su exactitud y verosimilitud, transportando los
dichos y las cosas a una representación escénica para determinar si el hecho o una
fase de él ha podido suceder en la forma narrada por tales sujetos probantes (L. M.
Desimone, “La prueba y su apreciación en el nuevo proceso penal”, p. 71, Ed.
Ábaco, 1994 y “La evidencia en materia criminal”, p. 168, Ed. Ábaco, 2001; ; J. E.
Vázquez Rossi, “Derecho Procesal Penal”, tomo II, p. 317, Rubinzal-Culzoni
Editores, 1997; C. Creus, "Derecho Procesal Penal", p. 462, parág. 436, Ed. Astrea,
1996; L. E. Palacio, ob. cit., p. 57; E. M. Jauchen, ob. cit., p. 522), sin perder de USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
vista que se tratarse de una representación tangible aunque aproximativa de la
realidad (J. I. Cafferata Nores, “La prueba en el proceso penal”, p. 148, Ediciones
Depalma, 1986).
Con arreglos a tales parámetros se determinó el desarrollo reconstructivo del
hecho, respetándose las versiones que los contradictores procesales sustentan.
Todo ello también a la vista de los peritos concurrentes, cuyo informe final antes
reproducido y testificaciones ilustran suficientemente sobre los alcances de tal
acto.
TRIGÉSIMO SÉPTIMO
Ha quedado suficientemente plasmado el acervo probatorio que se ha reunido en el
proceso; en éste, desde su comienzo se instalaron y consolidaron dos posiciones
antagónicas.
En síntesis, aquella que sostienen los acusadores, a través de lo que asevera la
mencionada víctima, respecto de la comisión dolosa de la lesión; y la del acusado a
partir de su discurso negando que haya sido intencional y afirmando que la
producción de la lesión ha sido por su manejo imprudente o negligente del arma de
fuego.
El principio de culpabilidad es un postulado político jurídico. Por ser un principio
suprapositivo es considerado fundamento general del derecho penal (doct. y arg.
arts. 18 y 75 inc. 22 de la CN; 11 de la CPBA; art. 9 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos y art. 15 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos).
La culpabilidad como elemento de la teoría del delito es un juicio concerniente a la
posibilidad de imputar o atribuir un hecho antijurídico a su autor, basado en su
capacidad –subjetiva- de evitar su conducta delictiva o la lesión al derecho objetivo
(de allí su denominación de juicio de reproche o de imputación o atribución jurídica
subjetiva).
Es, entonces, inherente a la responsabilidad penal y límite en la aplicación de la
pena en el marco de un estado de derecho.
Por el principio de culpabilidad al sujeto sólo se le imputará en virtud del grado de
participación interna que haya tenido en el suceso externo, diferenciando y
valorando en grados la responsabilidad.
Por lo demás, la responsabilidad significa que cada hombre con posibilidad de
comprender y dirigir sus acciones conforme lo ha sentido es USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
considerado por el derecho penal como un hombre capaz de culpabilidad, capaz de
responder por sus actos frente a la sociedad y el ordenamiento jurídico
Culpabilidad es atribuibilidad jurídica del hecho injusto al autor por su motivación
(entendida como aptitud psíquica de autorregulación de la conducta por miedo al
castigo penal).
Todo ello alude definitivamente al criterio de personalidad de la pena que, en su
esencia, responde al principio fundamental de que solo puede ser reprimido quien
sea culpable, es decir a quien la acción punible le pueda ser atribuida objetiva
como subjetivamente -art. 18 CN- (CSJN, Fallos, 271:297; 315:632; 316:1190;
271:297; 321:2558; 328:1883; e. o.).
Tratándose, entonces, de un "derecho penal de acto" y por consiguiente de una
"responsabilidad por los hechos", una regulación jurídica racional y con arreglo a
dicho basamento constitucional no puede sino atenerse a los poderes ordinarios de
impulso y de contención de la voluntad humana.
Sólo puede llamarse propiamente "acto", en este contexto, al hecho voluntario; y
"voluntario" al proceso que la voluntad domina y controla, es decir, que puede por
sí misma iniciar, desarrollar, interrumpir y, por ende, evitar: en síntesis: la acción
es voluntaria en la medida en que el proceso de transformación del mundo
circundante que lleva a cabo está bajo el poder de dirección de la voluntad del
agente.
Sobre el particular se ha explayado la doctrina sosteniendo que en todo derecho
sancionatorio "el fundamento de la punición reposa en la realización voluntaria de
un injusto material tipificado, constituyendo la culpabilidad el límite dentro del
cual se atribuye penalmente esa realización. Por lo tanto, bajo ese régimen, no
pueden imputarse a un solo sujeto todas las actuaciones humanas ni todas las
consecuencias del actuar, sino solamente aquellas que puedan calificarse, según la
ley, como "culpables", o sea, las realizadas con dolo o con culpa" (J. Fernández
Carrasquilla, "Derecho Penal Fundamentar, pp. 59 y ss. Ed. Temis, Bogotá, 1989).
La culpabilidad por el hecho representa la justa medida para diagramar el juicio
de reproche en función de la obra desplegada por el USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
sujeto; esa intervención conductual es la que delimita la estructura de la
culpabilidad, viniendo a representar un coto para los llamados "tipos de autor" (E.
Bacigalupo, “Derecho Penal”, Parte General, p. 215, Ed. Temis, Bogotá, 1996).
En la especie, se advierte, con la intensidad de la certeza apodíctica, la existencia
de esa culpabilidad reprochable en el encartado.
TRIGÉSIMO OCTAVO
La legitimidad de una condena no reside en su resultado, sino en el proceso que la
antecede. De manera que no podemos omitir analizar todos aquellos elementos
dirimentes, "de modo que sea posible el ejercicio del control judicial posterior" (C.
Roxín, "Derecho Procesal Penal", p. 239, Ed. Del Puerto, 2001). Por ello, “[e]l
estándar de la prueba para ley penal es muy alto. Son tan terribles las
consecuencias de condenar a una persona inocente que se debe evitar esa
posibilidad a toda costa. Por tanto, un acusado en este caso debe considerarse
inocente hasta que no se pruebe lo contrario. La convicción del crimen requiere que
el acusado sea encontrado culpable más allá de toda duda razonable. Esto significa
que el acusado se debe encontrar culpable con una probabilidad tan grande que
ninguna persona razonable, luego de considerar todas las evidencias disponibles,
podría creer en su inocencia. La aplicación de este estándar tiene como resultado el
perdón de algunas personas que probablemente son culpables de hecho. Pero esto
es mucho mejor que condenar a los inocentes” (I. Copi y C. Cohen, “Introducción a
la lógica”, p. 613, México, Editorial Limusa, 2007).
La recreación del hecho lesivo con arreglo a las versiones de los involucrados,
recogidas durante la fase investigativa y en el debate, con más lo que éstas
reconstruyeron en el sitio mismo de ocurrencia, pueden, servir para adscribirnos a
una idea de la perpetración del hecho. No obstante ello, esa percepción reduce el
campo de visión al que estamos obligados en aras de la misión de aproximarnos a
la verdad, pues prescindiría de algunos antecedentes en la historia de la víctima y
el victimario, que deben tomarse en cuenta para el entendimiento del elemento
subjetivo que conllevó la acción lesiva.
TRIGÉSIMO NOVENO USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Con precisión pedagógica, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ha
pronunciado que “la sana crítica no es más que la aplicación de un método racional
en la reconstrucción de un hecho pasado […] que aunque a esta tarea no se la
desarrolle siguiendo expresamente cada paso metodológico, el método para la
reconstrucción de un hecho del pasado no puede ser otro que el que emplea la
ciencia que se especializa en esa materia, o sea, la historia. Poco importa que los
hechos del proceso penal no tengan carácter histórico desde el punto de vista de
este saber […]. En cualquier caso se trata de la indagación acerca de un hecho del
pasado y el método –camino- para ello es análogo. Los metodólogos de la historia
suelen dividir este camino en los siguientes cuatro pasos o capítulos que deben ser
cumplidos por el investigador: la heurística, la crítica externa, la crítica interna y
la síntesis […] vemos que por heurística entiende el conocimiento general de las
fuentes, o sea, qué fuentes son admisibles para probar el hecho. Por crítica externa
comprende lo referente a la autenticidad misma de las fuentes. La crítica interna
la refiere a su credibilidad, o sea, a determinar si son creíbles sus contenidos. Por
último, la síntesis es la conclusión de los pasos anteriores, o sea, si se verifica o no
la hipótesis respecto del hecho pasado. Es bastante claro el paralelo con la tarea
que incumbe al juez en el proceso penal: hay pruebas admisibles e inadmisibles,
conducentes e inconducentes, etc., y está obligado a tomar en cuenta todas las
pruebas admisibles y conducentes y aun a proveer al acusado de la posibilidad de
que aporte más pruebas que reúnan esas condiciones e incluso a proveerlas de
oficio en su favor. La heurística procesal penal está minuciosamente reglada. A la
crítica externa está obligado no sólo por las reglas del método, sino incluso por que
las conclusiones acerca de la inautenticidad con frecuencia configuran conductas
típicas penalmente conminadas. La crítica interna se impone para alcanzar la
síntesis, la comparación entre las diferentes pruebas, la evaluación de las
condiciones de cada proveedor de prueba respecto de su posibilidad de conocer, su
interés en la causa, su compromiso con el acusado o el ofendido, etc. La síntesis
ofrece al historiador un campo más amplio que al juez, porque el primero puede
admitir diversas hipótesis, o sea, que la asignación de valor a una u otra puede en
ocasiones ser USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
opinable o poco asertiva. En el caso del juez penal, cuando se producen estas
situaciones, debe aplicar a las conclusiones o síntesis el beneficio de la duda. El
juez penal, por ende, en función de la regla de la sana crítica funcionando en
armonía con otros dispositivos del propio código procesal y de las garantías
procesales y penales establecidas en la Constitución, dispone de menor libertad
para la aplicación del método histórico en la reconstrucción del hecho pasado, pero
no por ello deja de aplicar ese método, sino que lo hace condicionado por la
precisión de las reglas impuesta normativamente […] Que conforme a lo señalado,
la regla de la sana crítica se viola cuando directamente el juez no la aplica en la
fundamentación de la sentencia. Puede decirse que en este caso, la sentencia
carece de fundamento y, por ende, esta es una grosera violación a la regla que debe
ser valorada indefectiblemente […]. Cuando no puede reconocerse en la sentencia
la aplicación del método histórico en la forma en que lo condicionan la Constitución
y la ley procesal, corresponde entender que la sentencia no tiene fundamento. En
el fondo, hay un acto arbitrario de poder. No obstante, puede suceder que el
método histórico se aplique, pero que se lo haga defectuosamente, que no se hayan
incorporado todas las pruebas conducentes y procedentes; que la crítica externa no
haya sido suficiente; que la crítica interna -sobre todo- haya sido contradictoria, o
que en la síntesis no se haya aplicado adecuadamente el beneficio de la duda o que
sus conclusiones resulten contradictorias con las etapas anteriores […]” (CSJN,
Fallos 328:3399).
CUADRAGÉSIMO
Consiguientemente, el hecho que, en sí, los involucrados reconstruyeran en
palabras y acciones, sea en la fase investigativa como en el debate y en
oportunidad de la inspección del lugar en que se produjo, debe ser observado
conjuntamente con todos los datos que proporciona la historia afectiva de sus
protagonistas.
El vínculo matrimonial persiste pues no hubo todavía disolución con arreglo a la
ley civil.
Permanecen en estado de separación de hecho desde aproximadamente un mes
antes del hecho lesivo.
Hasta ese momento mantuvieron tres años de convivencia USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
matrimonial, tras un corto período de noviazgo.
El entramado complejo de las relaciones humanas, sobre todo, entre personas
unidas por lazos de amor, puede suponer un extenso período de felicidad donde la
sensación opuesta no haya sido un estado constante de manera prevaleciente o
desequilibrante durante ese lapso de comunión.
Sin embargo, las dificultades entre ambos irrumpieron a poco de iniciado el vínculo
conyugal, tal como lo sostuvo la víctima en su exposición en el debate. Describió
que ello ocurrió a consecuencia de los celos del imputado, sobre los que hizo
hincapié.
A título de ejemplo, sostuvo que su reciente esposo le había pedido que dejase de
trabajar para evitar contactos con otros hombres (se desempeñaba
administrativamente en una empresa de autopartes y en promoción publicitaria
durante las carreras de automóviles).
Ese requerimiento, se instaló y perduró durante todo el curso de la convivencia.
En este período, del relato de la víctima –sostenida por las testificaciones de su
madre y hermana- tampoco estuvo exenta de la manipulación psicológica por parte
de su esposo.
Hubo situaciones de violencia que fueron puntualmente descriptas,
preferentemente verbales -alguna vís física también ejecutó-, pero comprendidas,
finalmente, en el concepto de violencia (ingresan a esta noción aquellas que el
imputado, generaba sobre sí y a la vista de ella, como, ad exemplum, el intento de
suicidio, intentando utilizar la escopeta ahora incautada).
Esta acción que se menciona como un aspecto de esa violencia doméstica, impulsó
a toda la familia de sangre del causante. Así tanto es, que, teniendo a su
disposición dos armas de fuego, de puño, tipo pistolas –tal vez, las que en su
momento había registrado ante el RENAR-, éstas fueron retiradas del domicilio
conyugal por los padres de aquél, para evitar la reiteración de otro suceso similar,
aunque, inexplicablemente dejasen a su disposición el arma de hombro que había
empleado para ese propósito.
Esta acción también debe inscribirse como una más de los manejos del procesado
sobre el psiquismo de su cónyuge. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
CUADRAGÉSIMO PRIMERO
Coadyuvan a entender esta historia vital, el informe elaborado por el Centro de
Asistencia a la Víctima dependiente de la Fiscalía Departamental, cuando
concluye que “[l]a aproximación a historias de pareja como la que hoy nos ocupa
nos hace pensar en las individualidades que terminan encontrándose y uniéndose.
En el caso de Romina Meneghini nos encontramos con una joven que desde su baja
autoestima y el creer que no puede merecer lo suficiente, elige dos parejas que no
pueden registrarla como ella necesita. Con la primera fue víctima de violencia
emocional por indiferencia y con el imputado fue registrada como posible tabla de
salvación que lo ayude a salir de todas aquellas situaciones, que pudiesen ser un
desafío, donde no podía empoderarse él mismo para lograrlo. Así fue como
sumiéndose a los caprichos y exigencias de él, ésta desarrolló su cotidianeidad
alejada de su realidad autónoma de años anteriores, padeciendo innumerables
episodios de violencia verbal y psicológica. Un punto de inflexión a tener en cuenta,
es aquel en que encontrándose sola, luego de una primera separación, y ya
acomodada en cuanto a vivienda y trabajo, no soporta la soledad y cree que estará
mejor, casándose con una persona que conoce hace tres meses. Aún hoy, a la luz de
las lesiones gravísimas que sufrió, está más preocupada por él que por sí misma.
Hay algo que parece tener claro: no desea volver más con su marido. Con respecto
a la semblanza que hace la víctima de su esposo- imputado, Esteban Piccinin,
pareciera que nos encontrásemos ante una estructura inmadura, sin normativa
internalizada en cuanto a los límites que debería haber adquirido, y por ende,
sintiéndose "dueño de todos los derechos un niño que tiene adultos que respondan
por él: los padres, su mujer, actualmente su hermana, y hasta se le ha cruzado por
la cabeza, la posibilidad de engendrar un hijo que sea su salvador. Hablamos de la
típica estructura de una personalidad adictiva, que al no habérsele permitido
crecer, siempre encuentra adultos responsables de sus males. Es preocupante que
su hermana inconscientemente ocupe el lugar vacante dejado por el padre, para
continuar cobijándolo, sin pensar que lo más conveniente para un individuo de 36
años es poder empezar a hacerse cargo de sus acciones, asumiendo los costos de las
mismas”. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Obviamente, las expertas que arribaron a estas conclusiones, también enfatizaron
sobre “la conveniencia de solicitar la pericia psiquiátrica-psicológica del imputado,
para clarificar el tipo personalitario, los rasgos más relevantes de personalidad, los
niveles de impulsividad presentes y la existencia de conductas manipuladoras en
el vínculo con su entorno que ayuden a arrojar mayor luz sobre los hechos
investigados […]”. Dicha experticia no se llevó a cabo.
CUADRAGÉSIMO SEGUNDO
Frente al cuadro descripto, debe puntualizarse que todo ello, queda comprendido
en el concepto de una real violencia psicológica, interpretándose que ésta se
materializa en toda conducta, verbal o no verbal que produzca en la mujer
desvalorización o sufrimiento, a través de amenazas, humillaciones o vejaciones,
exigencia de obediencia o sumisión, coerción, insultos, aislamiento, culpabilización
o limitaciones de su ámbito de libertad, ejercida por quien está ligado a ella por
análoga relación de afectividad.
No pueden dejar de valorarse circunstancias particulares indicadoras de una
pretensión de sometimiento de la víctima a la voluntad del imputado, y que pueden
enmarcarse en la llamada “violencia de género”. En estos casos, el varón aparece
ejerciendo todo su poder en relación a una víctima mujer a la que intimida y trata
con violencia, en virtud de la relación vital en que se halla.
La prohibición de todo tipo de violencia contra la mujer tiene un amparo especial a
nivel supranacional en la “Convención Interamericana para prevenir sancionar y
erradicar la violencia contra la mujer” (más conocida como la “Convención de
Belém Do Pará”, aprobada por Ley 24.632).
Estas directrices internacionales, a nivel nacional, se plasman en la Ley 26.485
(Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra
las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales), que
plantean como objetivos promover y garantizar el derecho a la mujer a vivir una
vida sin violencia (art. 2), y específicamente a preservar su “integridad física,
psicológica, sexual, económica o patrimonial” (art. 3 inc. c). USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el “Caso del Penal Miguel
Castro Castro vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de
noviembre de 2006. Serie C No. 160, párr. 276”, ha explicitado algunos alcances del
artículo 5 de la Convención Americana en cuanto a los aspectos específicos de
violencia contra la mujer, considerando como referencia de interpretación las
disposiciones pertinentes de la Convención Belém do Pará y la Convención sobre
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, ya que estos
instrumentos complementan el corpus juris internacional en materia de protección
de la integridad personal de las mujeres, del cual forma parte la Convención
Americana .
La Convención Belém do Pará define la violencia contra la mujer como “cualquier
acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento
físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el
privado”.
También, es cierto que esa Corte Internacional, ha establecido que “que no toda
violación de un derecho humano cometida en perjuicio de una mujer conlleva
necesariamente una violación de las disposiciones de la Convención de Belém do
Pará” (Caso Ríos y otros vs. Venezuela. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de enero de 2009. Serie C. N° 194, párr.
280; Caso Perozo y otros vs. Venezuela. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de enero de 2009. Serie C N° 195, párr.
295; y Caso González y otras (“Campo Algodonero”) vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009.
Serie C. N° 205, párr. 227).
Sin embargo, en el caso sub-examine se reconoce un antecedente contextual en la
relación marital de víctima y victimario, donde aparecen las notas características y
definitorias de la violencia de género.
CUADRAGÉSIMO TERCERO
A través de estos instrumentos normativos se busca encontrar medidas concretas
para proteger el derecho de las mujeres a una vida libre de agresiones y de
violencia, tanto dentro como fuera de su hogar y núcleo familiar. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
En consecuencia, el estudio de la prueba debe abordarse bajo un criterio de
amplitud probatoria para acreditar los hechos atrapados teniendo en cuenta las
circunstancias especiales en las que se desarrollan los actos de violencia en una
relación de pareja conviviente.
En este orden de ideas, es crucial tener presente que una de las particularidades
que caracterizan la violencia doméstica es el tiempo de victimización porque, a
diferencia de otros delitos “aquí la víctima sufre reiterados comportamientos
agresivos, una escalada de violencia cada día o semana más agravada y de mayor
riesgo”, caracterizada por su duración, multiplicidad y aumento de gravedad (H.
Marchiori, “Los comportamientos paradojales de la Violencia Conyugal-Familiar”,
p.212- 213, Serie Victimología, n° 8, Violencia familiar/conyugal, Encuentro Grupo
Editor, Córdoba, 2010).
Precisamente el “contexto de violencia”, comprendido como un fenómeno de
múltiples ofensas de gravedad progresiva, debe ser ponderado en su capacidad de
suministrar indicios. Ello así, porque si bien los tipos penales están configurados
como sucesos que aíslan ciertos comportamientos ofensivos contra un determinado
bien jurídico en general, esta segmentación no puede hacer perder valor probatorio
al integral fenómeno pluriofensivo de la violencia en el particular contexto, en el
que se entremezclan diferentes modalidades que incluyen malos tratos físicos que
se remontan, como en el caso, a los inicios de la relación de pareja y que, a la luz
del último episodio, fue in crescendo.
CUADRAGÉSIMO CUARTO
La víctima destaco en su testificación cuánto impacto tuvo sobre el causante la
decisión que tomó de separarse de él. Y esto no es un tema menor. El proceso
reflexivo de la víctima para adoptar esa medida fue explicitado suficientemente
por ella en el debate, ni qué decir en el informe que elaborara el Centro de
Asistencia a la Víctima de la Fiscalía Departamental.
La víctima ha hecho referencia principalmente a maltratos verbales o de
condicionamientos que el imputado le imponía en sus relaciones con algunas
personas del sexo opuesto. Situación que se instaló desde el albor del matrimonio.
También como se señaló más arriba hubo un contexto USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
situacional de amenazas de suicidio del causante y posteriormente de amenazas de
muerte hacia ella con posterior suicidio de él.
Las manifestaciones de suicidio que efectuaba el encartado e incluso la acción
frustrada por la que se movilizó su familia de sangre, retirándole las armas de
fuego de puño que tenía a su disposición, son exteriorizaciones compatibles con
aquellas situaciones de crisis matrimonial que, objetivamente, indican la intención
de aquél de imponer su voluntad sobre la de su pareja.
Se ha considerado en la doctrina que se consulta que el autor se siente provocado
frente a ejercicios de derechos por parte de la mujer. El ejemplo paradigmático es
el de la mujer que quiere elegir con quién y cómo estar en pareja. El autor, de
manera más o menos consciente, tiene una concepción machista de las relaciones
entre hombre y mujer y concibe a esta última como a un sujeto carente de los
derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión. Censura, a través
de su hecho, entonces, la autonomía de la mujer frente al hombre. En efecto, para
evitar ser víctima y provocar al agresor, la mujer, por supuesto, especialmente la
que está en pareja, debe llevar adelante un modo de vida sumiso y digitado por el
hombre. Se puede ver que, una vez más, donde debe regir la autonomía rige la
heteronomía.
En fin, una relación marital enviciada y desgastada, a consecuencia de todo ello.
Este descenso afectivo en el lazo marital, provocó, que la mujer tomase la sana
decisión de separarse de su esposo, como da cuenta la exposición formulada el día
16 de septiembre de 2013 en la Unidad de Gestión Comunitaria N° 2 del Municipio
de Morón. Dijo, entonces, que: “el día 13 de septiembre del corriente año dejó de
residir de manera habitual regular y permanente en el domicilio conyugal que
compartía junto al Sr. Piccinin sito en la calle ..., Villa Sarmiento, Partido de
Morón. Manifiesta que el motivo del abandono del hogar se debió a motivos de
fuerza mayor ya que la exponente recibía constantes agresiones psicológicas. La
exponente deja asentado que se retiró del domicilio conyugal llevándose consigo
algunos elementos de carácter personal, quedándole pertenencias por retirar” (cfr.
fs. 407).
En escenarios que revelan violencia de género no se puede aceptar USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
que la decisión de la mujer de terminar con una relación sentimental la cual se
encontraba signada por malos tratos hacia su persona, pueda funcionar como una
ofensa inferida por la víctima mujer al ánimo del varón, autor de la agresión. De
ser así, ello presupondría la aceptación como legítima de los actos de violencia
anterior proferidos por el hombre a la mujer y el premio de una pena menor para
quien fuera autor de tratos que niegan el derecho humano de ella al goce de una
vida libre de violencias.
Por ello, el caso sub judice debe ser analizado a partir del citado marco
hermenéutico, toda vez que el hecho se perpetró en un escenario que revela un
contexto de agresión en contra de la víctima.
CUADRAGÉSIMO QUINTO
De esta manera, a fin de determinar si es concordante la circunstancia invocada
por la defensa con relación a un disparo accidental a título culposo con todo el
plexo probatorio, debía desentramarse primero la historia vital de aquél con la
víctima.
El imputado ha sido insincero en la primera versión que suministró del hecho
lesivo. Pues las profesionales médicas que atendieron a la víctima tras ser llevada
por él a la Guardia del Hospital Nacional “Profesor Alejandro Posadas” han sido
coincidentes en que les manifestó que el disparo de la escopeta ocurrió mientras la
estaba limpiando; situación ésta desmentida por su cónyuge cuando estando
apartada de él en el denominado shock room de esa guardia, le dijo que el disparo
lo había realizado su esposo intencionalmente tras una discusión con ella.
Así, Betina Bibiana Francini, manifestó que “el masculino, la acompañaba, la
trajo, dio la explicación se le había disparado limpiándola pero no estoy
completamente segura […] esa es la primera imagen del recuerdo que limpiando el
arma se disparó […] “hubo dos momentos de la versión, en la segunda versión del
disparo intencional de una escopeta, están sólo el paciente y la segunda versión es
de la femenina que se atiende. La mujer podía hablar, no estaba inconsciente, en el
sector donde se atiende al paciente herido grave, lo que pasó no lo recuerdo en este
caso. Por eso digo lo intencional lo dije en ese momento […] Mi recuerdo es que dijo
me lo disparó el masculino […]. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Marcela Nuñez, “preguntamos qué había pasado y nos dijeron que habían estado
limpiando un arma y que accidentalmente se había disparado […] lo dijo el hombre
que la acompañaba, y cuando la apartamos de la persona […] le volvimos a
preguntar y ella nos dijo que el tiro se lo había pegado la persona que la
acompañaba en una discusión […] se le pregunta de nuevo a la paciente cuando
está sola, porque la verdad que un lunes a la noche alguien esté limpiando una
escopeta o un arma, por eso me llamó la atención y pregunté nuevamente cuando
la tuvimos a ella sola […] “lo del arma que se escapó un tiro al limpiarla, ella
estaba callada […] Dijo que la persona que la acompañaba le había pegado el tiro.
Lo de la violencia de género ahora no lo recordaba, pasó un año, lo grande del
asunto sí lo recuerdo, pero detalles de si me contó otra cosa no lo recuerdo […]”.
Claudia Irene Ali “ingresa un señor con una chica en brazos refiriendo que tenía
herida de arma de fuego en la pierna y que estaba limpiando el arma y se le había
escapado un tiro […] en el momento en que nos quedamos solas con la paciente,
nos confiesa ella que en realidad fue él quien le disparó. El chico refiere que la
limpieza del arma fue el disparo del arma; en ese momento la chica no dijo nada
que yo recuerde […] después sí lo refiere ella, lo escuché yo, ella lo decía […] que
había discutido porque se estaban separando y en forma intencional le disparó con
una escopeta. En su momento leí la declaración pero al principio no sé porque no
dije lo de la limpieza del arma, eso lo dijo el chico adelante nuestro, de médicos y
enfermeros en la recepción […] Fue disparado por él. De no haber escuchado que el
disparo era intencional no lo hubiese firmado”.
Estos dichos coincidentes en lo esencial que se remarca suministran las dos
versiones que en contraposición subyacen en el objeto de este juicio; son
importantes porque las revelan en plena emergencia a pocos minutos de ocurrido
el hecho lesivo. Una víctima que aun inmersa en el dolor del grave daño corporal
que le produjo el disparo, lo califica a éste de intencional y con motivo de una
discusión previa.
CUADRAGÉSIMO SEXTO
El valor probatorio que se les asigna a los testimonios de Betina USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Bibiana Francini, Marcela Nuñez y Claudia Irene Ali, es significativo porque aún
cuando la defensa intenta degradar el valor suasivo de tales testimonios de
referencia, lo cierto es que esa prueba personal constituye, desde luego, uno de los
actos de prueba que la jurisdicción penal puede tener en consideración en orden a
fundar la condena; pues es una prueba admisible en derecho con virtualidad de ser
medio apto para desvirtuar la presunción de inocencia (arg. y doct. arts. 209 y 210
del CPP).
Es cierto que la regulación de la ley responde, al principio de inmediación de la
prueba, entendiéndose por tal la utilización del medio de prueba más directo y no
los simples relatos sobre éste, pero ello no significa que deban rechazarse en forma
absoluta los testimonios de referencia u oídas, porque no siempre es posible
obtener y practicar la prueba original y directa, que en muchos supuestos puede
devenir imposible –no es el caso sub judice-, y, en definitiva, la problemática que
plantea la prueba de referencia es, como en cualquier otra prueba, el relativo a su
veracidad y credibilidad, pues esos testimonios pueden tener distintos grados
según que el testigo narre lo que personalmente escuchó o percibió –audito propio–
, o lo que otra tercera persona le comunicó –audito alieno–, y , en algunos
supuestos de percepción propia, la declaración prestada por el testigo de referencia
puede tener idéntico alcance probatorio respecto de la existencia de los hechos
enjuiciados y la culpabilidad del acusado que la prueba testifical directa.
Concretamente, tales testimonios de referencia constituyen una prueba directa
respecto de lo que ellos conocieron por boca de los involucrados, por lo que su
valoración, en tales circunstancias, es suficiente para sumarse a la prueba de
incriminación y alzar la barrera protectora de la presunción de inocencia, pues
como se ha dicho son testimonios cuyo único problema probatorio pasa por su
fiabilidad o credibilidad y por su contenido, en relación con los hechos que son
objeto de enjuiciamiento.
Por ello la doctrina española que se consulta afirma que “la solución correcta debe
darse caso por caso, matizando las exigencias ideales, en lo posible, según las
circunstancias en cada supuesto". En conclusión, "el problema que plantean los
testigos de referencia, como transmisores de lo USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
que otros ojos y oídos han percibido, no es un problema de legalidad sino una
cuestión de credibilidad. Es esa credibilidad la que ha alertado siempre a los jueces
para estimar válido ese aporte probatorio (TSE, SSTS de 15 de enero de 1998 –
RJA 1998, 142– y 18 de junio de 1999 –Rec. 1449/98–).
CUADRAGÉSIMO SÉPTIMO
Tras este primero conocimiento sobre la ocurrencia de los hechos, la víctima cuya
deposición ha sido reproducida se mantiene sin merma convictiva alguna en la
imputación de que su cónyuge le disparó con la escopeta en acción que no ha
calificado de culposa ni dolosa, aspectos éstos que no ha de hacerlo en los términos
conceptuales o con las nociones jurídicas que definen la culpa y el dolo, pero en sus
palabras, señaló que: “él desaparece, cuando me asomo a la puerta del garaje, me
viene apuntando por encima de la varanda con la escopeta, me dice hija de puta
está cargada y me dispara. Mientras me apuntaba recuerdo que en la posición que
estaba apuntaba como hacia mi abdomen, él estaba arriba de la escalera, antes de
llegar a los últimos escalones. La escalera tiene varanda, yo estaba parada en la
puerta del garaje que une el garaje con la escalera de servicio que va a la cocina
[…] él viene bajando y viene apuntando, yo no creo que más de tres metros entre
nosotros de distancia, no más de cuatro metros […] él tenía agarrada la escopeta
con la mano en el gatillo y apuntando hacia abajo, con la mano derecha, ya viene
apuntando desde la cocina, apuntando hacia donde yo estaba […]. En las
respuestas a la defensa tras contrastarla con sus exposiciones escritas, refirió: “la
escopeta se disparó, sí se disparó, la disparó él, no la disparé yo […] si yo recuerdo
el hecho él me disparo como lo dije en ese momento estaba ahí en ese momento, no
recuerdo mucho de esa declaración en ese estado”. El defensor la comparó con estos
dichos del informe victimológico ante lo cual, dijo que “para mí en ese momento era
lo mismo […] tengo la diferencia entre si se disparó y me disparó, estoy segura que
me disparó, no sé qué decirle, para mí él disparó se lo dije en forma más leve
porque me hacía mal en reconocer que me disparó, pero dije lo que sentía […] Él le
echa la culpa al arma por estas armas de mierda, no haciéndose cargo, porque
nunca aclaró esta situación”. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Esta versión que concuerda con la relatada por las tres médicas del Hospital
Nacional “Profesor Alejandra Posadas”, reconduce a apreciar la primera exposición
que de este hecho hace el acusado, como un indicador retrospectivo de culpabilidad
no relevable sobre el plano de la acción imprudente o negligente en el manejo del
arma de fuego, sino en el plano de una acción intencional que, finalmente, le
adjudica su cónyuge reiterando lo que les había anunciado a las tres profesionales
citadas.
CUADRAGÉSIMO OCTAVO
La acción que describe la víctima concuerda con las observaciones recogidas
durante la inspección del lugar del hecho y con la reconstrucción del mismo, a
partir de lo que ella suministrara en el debate y con arreglo a todo lo cual se
produjo el último informe conjunto de los peritos oficiales, abonado por el
interrogatorio de estos en el juicio. Situación ésta que, conviene anticiparlo, el
Licenciado en Criminalística y Criminología Ángel José Martín, confunde como
“hipótesis de la policía”, inadvirtiendo que fue la víctima quien la refirió durante
su testificación en el juicio.
Y ante esto, debe hacerse una contundente afirmación. El regreso de la víctima al
domicilio conyugal, lugar donde su cónyuge vulneró entonces su dignidad personal
y culminó quebrantando su integridad corporal, todo con motivo de la inspección
del escenario del crimen a más de su reconstrucción, tuvo en el plano emocional de
aquélla un impacto innegable a la vista de todos los concurrentes, exteriorizado por
la descompensación que padeció y que determinó su asistencia médica en el sitio.
Esta dramática situación por la regeneración de un suceso histórico traumático no
puede soslayarse, pues estos acontecimientos negativos intensos desbordan, con
frecuencia, la capacidad de respuesta de una persona, que se siente sobrepasada
para hacer frente a las situaciones que se ve obligada a arrostrar. Y esto que le
sucedió mediante la imposición de las diligencias inherentes al juicio, tuvo un costo
psíquico patente al afrontar todos esos recuerdos [bastaba la exhibición de la
escopeta y su manejo para que ello se transmitiese en su lenguaje y expresión
corporal).
Entiendo que lo sucedo el día jueves 23 de octubre, es inherente a la variabilidad
de las respuestas humanas. No hay una estadística de respuestas específicas ante
estímulos determinados. Por decirlo en otras USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
palabras, la estructura del suceso traumático tiene un importantísimo reflejo en la
significación que ese hecho tiene en la persona, de allí que el revivirlo a través de
actos jurisdiccionales implicó un segundo golpe.
Y esto está dicho porque la defensa, profundiza su embate, sobre lo que, para su
criterio, suponen dos versiones suministradas por la víctima, una ante la audiencia
de debate y otra en el lugar del hecho al ser este reconstruido con su aporte. Sin
embargo, he tomado en cuenta que tras la confrontación a la que fue sometida
durante su testimonio en la sala de juicio, se mantuvo congruente en cuál fue la
maniobra ejecutiva desplegada por el encartado (en la fase investigativa también
la describió de esa manera, tal como surgió de su confrontación con anteriores
testimoniales).
Recuérdese que su testificación en el jucio menciono que “me viene apuntando por
encima de la varanda con la escopeta, me dice hija de puta está cargada y me
dispara. Mientras me apuntaba recuerdo que en la posición que estaba apuntaba
como hacia mi abdomen, él estaba arriba de la escalera, antes de llegar a los
últimos escalones. La escalera tiene varanda, yo estaba parada en la puerta del
garaje que une el garaje con la escalera de servicio que va a la cocina […] él viene
bajando y viene apuntando, yo no creo que más de tres metros entre nosotros de
distancia, no más de cuatro metros […] él tenía agarrada la escopeta con la mano
en el gatillo y apuntando hacia abajo, con la mano derecha, ya viene apuntando
desde la cocina, apuntando hacia donde yo estaba […]”. En las respuestas a la
defensa refirió: “la escopeta se disparó, sí se disparó, la disparó él, no la disparé yo
[…] si yo recuerdo el hecho él me disparo como lo dije en ese momento estaba ahí
en ese momento, no recuerdo mucho de esa declaración en ese estado”. Y también
le respondió: “me apuntó desde la varanda, por arriba de la varanda, la varanda
como que va subiendo, no sé decirle a qué altura está la varanda, pero era por
encima de la varanda, tengo esa imagen. Desde la escalera él disparo, a tres o
cuatro metros, quizás menos”.
Frente a lo reproducido, cierto es que, en oportunidad de llevarse a cabo la
inspección del escenario criminal y reconstruirse el factum, la víctima proporcionó
una posición o ubicación frente el autor distinta a la USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
que suministrara en su testificación oral y en la versión escrita, en cuanto fuera
contrastada con ésta. Pero de ello, hay un aspecto que no puede desatenderse, pues
esa posición que ella asumió lo hizo dubitativamente, influenciada por un entorno
donde asomaron esos recuerdos sombríos, provocándole una repercusión
psicológica, donde el nerviosismo y el temor, imperaron para que lo allí expresado
por ella, no asumiera el categórico rigor con el cual se sostuvo en su testificación
oral, por fuera de ese escenario emocionalmente hostil.
CUADRAGÉSIMO NOVENO
Ante diversos peritos y peritajes oficiales, tras la nueva vista que éstos tomaron en
ocasión de la inspección del lugar y reconstrucción del hecho, la acusación pública,
con buen sentido común, hizo que mancomunadamente expresaran una conclusión
común comprensible a la ciencia cada uno de ellos; sentido común aquél que,
obviamente, inspira a la ley procesal al contemplar que los “peritos practicaran
unidos el examen […] y si estuvieran de acuerdo, redactarán su informe en común
[…]” (arg. y doct. art. 249 del CPP) .
Y esto se realizó con la última presentación escrita que fuera incorporada por
lectura o exhibición. Añédese que todos estos expertos oficiales se prestaron al
interrogatorio y contrainterrogatorio de los contradictores procesales que se han
reproducido precedentemente, concordando con las conclusiones informadas.
Es menester recordar que la deposición de los peritos tiene como finalidad que
expliquen a cabalidad su informe previo, que traduzca sus notas y razonamientos a
conclusiones prácticas sencillas, entendibles para todos los intervinientes del
debate. Lo correcto es dirigir la crítica hacia la prueba pericial misma y no al
informe base; vale decir, a la declaración que hace el perito en la audiencia pública
cuando es interrogado y contrainterrogado sobre el contenido del informe técnico
científico; porque es en esta oportunidad cuando el experto ayuda a comprender el
tema especializado sobre el cual versan las preguntas.
Ciertamente la defensa también a través de su experto, intenta contrarrestar las
conclusiones de aquéllos, tanto con la presentación escrita de su trabajo,
igualmente incorporado por lectura o exhibición, USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
cuanto de su testificación roborándola.
Ante todo esto, hago hincapié que, constituye una relativización del objeto del
proceso -desgraciadamente habitual en la práctica forense- realizar casi tantos
peritajes como partes haya. O bien parcializar los dictámenes profesionales sobre
materias auxiliares a distintos extremos de la investigación. En este estado, cada
litigante toma la prueba que le conviene, con el argumento de que no está obligado
a tratar todas las cuestiones del juicio, sino sólo aquellas que considere necesarias
para fundar su pretensión.
QUINCUAGÉSIMO
Entiendo que la fuerza probatoria sobre las conclusiones de los peritos oficiales
proviene de ese ejercicio mancomunado, esto es, del peso del conjunto, no sólo por
lo que han proporcionado en sus respectivos informes sino en sus respectivas
testificaciones explicando y sustentando sus conclusiones, ya sean las individuales
como la única a la que adscribieron todos, todo lo cual, me permite recordar que se
ha adoctrinado que así como es verdad que el dicho de una persona se puede y debe
confrontar con sus propios dichos, también es verdad que uno puede acordar
consigo mismo mucho mejor y más fácilmente que con los otros, no obstante tanto
más aumenta la probabilidad de certeza de una persona cuanto más aumentan las
relaciones de sus dichos con los de los otros, por lo que, la confrontación es la
piedra fundamental de la verdad, pues donde el sistema de pruebas criminales
desconoce esta confrontación, es el azar más que la verdad lo que dirige las
sentencias de los jueces (cfr. F. M. Pagano, “Principios del Código Penal”, trad. por
E. R. Zaffaroni, p. 100, Ed. Hammurabi, 2002).
Así, según aumentan los grados de fe en una persona en razón de las relaciones de
sus dichos con los de los otros, se deduce que todo lo que se agrega al primero, le
suma tanta fuerza como tenga la totalidad de los que depongan, puesto que el
dicho de cada uno, relacionándose con los del resto, agrega a la prueba un peso que
no es sólo igual al de su fe, sino también a la de todos los otros contestes, los que,
por su parte, se suman al peso que él les suma (cfr. aut. y ob. cit., p. 100).
Súmase a todo ello que no hay razones de sana crítica o claros USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
elementos de juicio adversos que impongan desechar sus conclusiones por contener
elementos de juicio que permitan concluir fehacientemente en el error o en el
inadecuado uso que hubieran efectuado de los conocimientos científicos que por su
profesión o título habilitante han de suponérselos dotados.
QUINCUAGÉSIMO PRIMERO
Por otro lado, la eficacia convictiva de las conclusiones de los peritos oficiales, se
consagra tras su comparación crítica con el informe pericial y testimonio del perito
de parte que lo sostiene; pues frente a un informe en disidencia efectuado por éste,
interpreto que los peritos oficiales ofrecen frente al perito de control, la garantía de
una mayor imparcialidad, ya que si bien el de parte es un técnico profesional al
que debe reconocerse la misma capacidad e idoneidad que a los designados de
oficio, no puede soslayarse que pueda ser considerado totalmente ajeno a la causa,
ya que auxilia a la parte que lo designa y contrata, a semejanza de la actividad
técnica jurídica de su abogado y es su obligación aplicar su ciencia y su experiencia
a favor de quien lo propone.
Entiendo que ante dos opiniones contradictorias entre los peritos oficiales y el de
parte deben prevalecer la de los primeros por esa garantía que rodean sus
designaciones y que hacen presumir su mayor imparcialidad y consecuentemente
mayor convicción. El perito de control -a diferencia del oficial- es un experto de
confianza de la parte que lo propuso, y por lo tanto actúa más como defensor
parcial que como auxiliar imparcial del juez. Además, para considerar la opinión
disidente del perito de parte su dictamen debe hallar sustento en un sustrato
propio e independiente que denote su seriedad y entidad como para desvirtuar las
conclusiones del experto oficial. Consecuentemente, para privilegiar la pericia de
control por sobre la oficial no basta con que el experto de parte asuma una posición
contraria o esgrima una opinión discrepante, sino que es menester que su disenso
cuente con una entidad, complemento y apoyatura propia que permita estimar que
su tesis es preferible a la del auxiliar del juez.
Pronunció la Corte Suprema de Justicia de la Nación que si el experto es una
persona especialmente calificada por su saber específico y USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
se desempeña como auxiliar judicial distinto de las partes, la prudencia aconseja
aceptar los resultados a los que aquél haya llegado, en tanto no adolezcan de
errores manifiestos, o no resulten contrariados por otra probanza de igual o parejo
tenor (Fallos 331:2109, con remisión al dictamen de la Procuración General).
QUINCUAGÉSIMO SEGUNDO
En tal sentido, cabe precisar que tampoco aquí bastan las simples discrepancias
sin fundamento de real gravitación para desmerecer la eficacia probatoria del
dictamen de oficio. Para desvirtuarlo, la parte deberá traer necesariamente
elementos de juicio que permitan advertir fehacientemente el error o el inadecuado
uso que el técnico hubiera hecho de los conocimientos de los que por su profesión o
título habilitante se lo presume dotado. Esto significa, entonces, arrimar
evidencias capaces de convencer de lo contrario a lo informado por los expertos
oficiales.
Y, en este sentido, no habiéndose demostrado en forma concreta que las
conclusiones de los expertos oficiales sean erróneas o falsas, las objeciones
genéricas que puedan ser planteadas por el perito de parte resultan insuficientes
para degradar la validez de las conclusiones de los peritos oficiales.
He advertido del informe pericial del Licenciado en Criminalística y Criminología
Abel José Martín, inconsistencias frente el relato fáctico que proporcionó la víctima
asumiéndolo aquél, por su desconocimiento, como hipótesis de la policía, por lo
cual, desatendió en su trabajo aquellos dichos de la víctima harto reproducidos en
este fallo, vertidos durante el debate, utilizando únicamente la posición de aquélla
en el momento de la reconstrucción que, sin contemplar el contexto emocional de la
víctima sumida, tal como lo he explicado, en un cuadro emocional que la afectó y
que no le permitió asegurar esas ubicaciones dándole únicamente un sentido
aproximativo (por eso es que, los peritos oficiales, resaltaron que para su trabajo y
conclusiones, los componentes subjetivos, esto es, los que provienen de los dichos
de los involucrados, no son necesariamente preponderantes, sino que los elementos
objetivos o evidencias físicas, que hablan por sí, son los indicadores insoslayables).
QUINCUAGÉSIMO TERCERO USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Nótese además que, el mismo perito de parte, al desarrollar la hipótesis del
imputado, tampoco tomó en cuenta que éste llevó a cabo dos reconstrucciones con
distintas posiciones respecto del lugar de la víctima; y esto lo hizo en un lapso de
una hora y media; primero situó a la víctima como ella dijera en ese momento de la
reconstrucción sobre el dintel de la puerta del garaje; y, por último, la ubicó por
fuera de ese dintel apoyada en la pared que da hacia una puerta del fondo; ambas
situaciones debieron ser tomadas en cuenta por el perito de parte, desde que lo
actuado por el encartado impresionó como un acomodamiento amañado a resultas
de lo que venía observando en la reconstrucción, bajo la mirada no solo del
suscripto, sino de los peritos oficiales que demarcaban esas posiciones por su
sinrazón con la evidencia física que habían recogido.
El perito de parte hizo referencia al tipo de proyectil refiriendo que era del tipo
“Brenneke”; describió también sus peculiaridades y en general de los proyectiles
monoposta concebidos para la caza mayor. Y si bien a estos proyectiles monoposta
se los conoce genéricamente por el nombre del fabricante alemán Wilhem
Brenneke que los creó en 1898, lo cierto es que dentro de esa categoría de
proyectiles también se los conoce como “Slug“, o, como en el que aquí importa,
como “Foster”, tal como señaló el perito oficial Agudo, proporcionando todos
aquellos datos que lo distingue del tipo “Brenneke”, tanto en sus características
morfológicas cuanto en sus cualidades balísticas, y, también cuáles son las
consecuencias de su utilización en el cuerpo humano. Esta apreciación sobre las
singularidades del proyectil, tratándose de uno tipo “Foster” y no de tipo
“Brenneke” fue inadvertida por el experto de parte, todo lo cual, reconduce a la
degradación del valor convictivo de su peritación.
QUINCUAGÉSIMO CUARTO
Como explicité, las complejidades técnicas que presenta un escenario del hecho
para la función decisoria de la judicatura, reclama el apoyo de expertos en las
disciplinas pertinentes, para la investigación de los datos de la realidad que
presentaba ese lugar. Las conclusiones de los expertos sobre lo que significan todas
esas evidencias físicas constituye, en esta parcela, una de las pruebas
preponderantes de las conductas que los generaron como de la relación causal
inferible a través de lo que esas USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
evidencias indican; por lo cual, no puede preterirse que en la experticia de control,
en la presentación escrita, el perito de parte manifiesta categóricamente que los
hallazgos de los fragmentos de plomo del proyectil y de los elementos livianos que
lo componen (arandelas de fieltro y taco plástico de compresión), no resultan
compatibles con las posiciones que describiera bajo la fórmula “hipótesis de la
policía” (desacertada como ya he puntualizado, por tratarse de aquella que la
víctima testificó en el juicio y en la fase investigativa, tal como surgió de su
confrontación con su testimonio escrito).
Frente a esta conclusión cierto es que los peritos Agudo y Benítez concuerdan que
con el conjunto de evidencias físicas halladas en el lugar no hay otra manera de
concepción de la mecánica del hecho lesivo. El interrogatorio de sendos peritos
oficiales fue exhaustivo y particularmente valioso sobre este punto por la seriedad
con la que describieron los indicadores que suministran los rastros hemáticos y
hallazgos de material balístico. Y sobre este punto, el perito de parte, en su
interrogatorio, respondió “es todo del disparo de la escopeta de calibre 16; en
cuanto a lo que es un disparo de escopeta es incierto el lugar, no es como una
pistola de calibre 9 mm porque uno sabe que la vaina sale hacia la derecha […]
este elemento de plástico pudo tranquilamente haber rebotado, aunque no esté en
la línea directa de tiro, no es que sale todo junto, a ver, que va el Brenneke y atrás
las arandelas y atrás el taco, inmediatamente que pasa la boca del cañón estos
cuatro elementos adoptan vuelos distintos, hasta ridículos, sobre todo este, el taco
que no tiene forma específica o regular, es un elemento muy liviano y no tiene
aerodinámica específica, pongámosle una dispersión de un metro; las arandelas un
poco menos, los plomos tienen menos dispersión”, por lo cual, su aserción de que
los lugares en que se hallaron esos elementos no se condice con lo que él denomina
“hipótesis de la policía” tampoco lo sería para que la hipótesis a la que él designa
como “probable” partiendo de una de las versiones del imputado, a tenor de que en
su interrogatorio admite con referencia al material balístico que “estos cuatro
elementos adoptan vuelos distintos, hasta ridículos”; ergo, no puede asegurar,
entonces, la correspondencia de esos lugares con la única hipótesis del imputado
porque también ello pudo USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
ocurrir por el vuelo “ridículo” en la hipótesis de la víctima con el tirador sobre la
escalera.
En este sentido, el perito oficial Agudo, manifestó que “es algo caprichosa, el taco y
la arandela salen a velocidad muy grande y una vez que salen de la boca del cañón
van a empezar a revolotear y caer en cualquier lado, puede ser resultado final y las
dos esquirlas que nos interesa, la más pequeña cuando salió del cuerpo de la
víctima haya salido con una trayectoria distinta y haya tenido impacto en una
superficie de mayor dureza y haya modificado y la parte más grande tiene
adherencias de fibra verde que no está plasmado en la planimetría pero si en las
primera fotografías que aporté porque había un rollo de alfombra que quizá por
error nuestro no se presentó no lo evalué como resultado de una trayectoria, pero
pudo rebotar en el piso y caer sobre esa alfombra y caer en lugar definitivo, la
alfombra se ve en la foto de fs. 432, foto derecha de abajo, se ve la alfombra de color
oscuro y el proyectil tiene fibras de esa alfombra, el proyectil luego de impactar en
el piso y rebotado perdiendo ya toda su morfología puede haber caído en esa
alfombra y de rebotar en la alfombra caer debajo de la escalera; toma una
trayectoria secundaria, un rebote, puede que haya venido con cierta energía
cinética, impactado en la alfombra y caer en el lugar del hallazgo, lo deduzco de las
fibras que se pueden ver en este momento”.
Sobre el hallazgo del material balístico, el perito oficial Bonifacio, sobre el proyectil
lanzado sostuvo que “cuando impacta con algo duro se fragmenta y se esparce por
todos lados, es probable, y otras que pueda haber sido pisada o pateadas por
cualquiera de los que estaban en la escena del hecho. El que más fuerza lleva es el
proyectil de plomo, por física, es el elemento que hace daño, impacta y se esparce,
le estoy hablando normalmente por lo que hemos estudiado el día jueves, tenemos
un impacto directo desde el arma hacia la víctima que ocasiona los daños que
presenta, eso lo hace el proyectil, no el resto de los componentes que no tienen
energía cinética. Pueden haber pegado en la víctima y de ahí rebota, esos son
elementos livianos. El proyectil al impactar con elemento duro como el suelo se
esparce, o sea, se rompe y es lo que encontramos.” Y también señaló que “en base
al trabajo que hicimos y nuestra hipótesis da USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
que el proyectil salió de la boca del arma, impactó en la víctima, salió, y se
destruyó en el suelo y se rompió y saltó por todos lados. Hirió a la víctima, pegó en
el suelo tras traspasar a la víctima, mediante tiro rectilíneo y agotó su energía
cinética contra el suelo y se desparramó […] En esa trayectoria de disparo, no es
lógico, no es común encontrar el taco, pero para mí alguien sin quererlo pateó el
taco de compresión y lo corrió, pero puede haber pivoteado y rebotado en diferentes
lugares sin que llegara a realizar impronta porque es un elemento blando, solo
sirve para ayudar la salida del proyectil y no acompañar el proyectil”.
QUINCUAGÉSIMO QUINTO
También, el perito de parte, desatendió la existencia de rastros hemáticos todavía
vigentes el día jueves 23 de octubre de este año, con motivo de la inspección del
lugar, tales evidencias resultan compatibles con el ingreso de un proyectil como el
descripto y conectados con el fenómeno que provoca su ingreso en el cuerpo
humano, un real “estallido” y “chicoteo” de la sangre, figurativamente sintetizado
por el perito oficial Agudo, como si fuera una manguera con fuerte presión de agua
sin sujeción alguna que genera una dispersión de agua incontrolable; rastros
aquéllos que serían inexplicables de otra manera, sino por la posición en la que se
encontraba la víctima al momento del impacto del proyectil con la trayectoria
demarcada por los peritos oficiales en sus conclusiones conjuntas.
Esta afirmación aflebece el valor convictivo de la experticia de parte en cuanto ha
señalado también el mecanismo de manchas de sangre que se encuentra en los
escalones de madera de la escalera, pues en el interrogatorio el perito de parte con
la foto 733 de sus diapositivas, puntualizó “estas manchas del segundo escalón que
tienen un sentido transversal a lo que es la dirección de avance de una persona que
sube la escalera, son perpendiculares, a ver vamos de vuelta, es perpendicular en
el sentido de avance, paralelo al lado escalón, al eje longitudinal esa mancha es
consecuencia de un movimiento circular realizado de izquierda a derecha y de
origen incierto pero alguien hizo así con la mano con sangre [hace el movimiento
de giro] es dinámica y proviene de un goteo circular, describen un movimiento
circular, estamos hablando del USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
conjunto, no son consecuencia del disparo, es un movimiento amplio, […] la sangre
siempre va a tener un mismo punto de salida y eso que está ahí es consecuencia de
un movimiento, la baso en la velocidad, en el sentido y sobre todo en la curvatura
que tuvo; esa mancha la descarto como consecuencia del impacto del Brenneke en
la pierna, esto tiene un sentido, porque los movimientos que dieron origen a esto
fueron amplios y me resulta compatible con una mano por el radio que tiene esto,
es mi valoración, yo digo que con el disparo no es compatible, con la mano, sí, pero
no sé, un codo no me da un brazo puede ser, algo. No es una versión es un análisis
que yo hago”.
Sobre esta última afirmación lo interpeló el fiscal, diciéndole ¿de dónde sacó esto
de la mano? y ¿cuál fue la mecánica de origen?, respondiéndole el testigo que “el
imputado subió por la escalera, las versiones que dicen que el imputado subió por
la escalera tienen relación con estas manchas. Nosotros dentro de la escena
tenemos movimientos generales o principales que fue que la auxilió, que subió, que
bajó, que la agarró, la levantó y que la llevó al auto […] pero después hay otros
movimientos que no podemos darle precisión, si giró la cabeza, el tronco, no puedo
dar precisión, pero estos movimientos pudieron haber generado este tipo de
manchas” y a preguntas de la defensa, señaló que “tenemos la escopeta con un
elemento fundamental para hacer el análisis, con posición final al pie de la
escalera que desciende su posición con la toalla con sangre […] pudo haber dejado
mancha ese trapo, pudo haber sido revoleando el trapo, el movimiento de un brazo
para revolear la toalla pude haber sido”.
La perito oficial Benítez, sobre esas manchas hemáticas encontradas en los
escalones, dijo que en las que se visualiza en las Fotos 730 y 733: “Se ve el segundo
escalón de la escalera. En la de 730, acá vemos goteos que tienen velocidad y estás
marquitas que parecen signos de admiración son microgotas que se desprenden de
la gota principal, gota madre, parecen signos de admiración, un puntito con un
rayita. Estos tres se desprenden de la gota madre, aparecen como tres signos de
aclamación; es por el mismo choque contra la superficie, se producen al momento
caer y acá más arriba pasa lo mismo. También en la pared USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
lateral que da ingreso al garaje”. En Fotos 737 y 738: “Nos dan el posicionamiento.
Son gotas que van en caída, son salpicaduras que cuando chocaron contra la pared
y estar en forma vertical caen. Terminan donde aparece un puntito, por gravedad y
no se desplaza más. De arriba hacia abajo. La pared de la escalera y la del fondo”.
En Fotos 740 y 741: “Estamos con referencia al segundo y tercero escalón, en Foto
740 pasa lo mismo que al principio, el momento en que el proyectil impacta en el
cuerpo de la víctima, se produce esa explosión donde salpica sangre y se ven gotas
grandes que por la gravedad caen y terminan en un punto. Estas chiquititas son
microgotas que se desprendieron de las grandes, muy posiblemente. Acá hay
gotitas como las anteriores que parecen lágrimas en la base de la pared de la
escalera que es parte del tercer escalón, todo producto de cuando el proyectil
impacta con el cuerpo, salpica sangre para todos lados, estas estuvieron muy cerca
con el cuerpo por eso se ven gotas grandes en el segundo y tercer escalón, el cuerpo
estuvo muy cerca de esa pared”. Y en Foto 746: “Subiendo la escalera en la pared
se ve el desplazamiento característico a los otros se produce la explosión, salpica
choca contra la superficie y empieza a caer por la gravedad. Indican dirección para
abajo terminan en un punto y marcan dirección por la forma que toman. De arriba
hacia abajo”.
En el interrogatorio del perito médico legista Rullán Corna, puntualmente, sobre
la existencia de manchas de sangre en el segundo escalón que el perito de parte
afirma que no provienen del impacto del proyectil en la víctima, señaló que
“ratifico el informe en pleno. Finalmente pedí en el lugar del hecho los primeros
informes de arribo de la víctima al centro asistencial y de ahí saqué la conclusión,
se debe a que he visto a la víctima mucho tiempo después, la he visto evolucionada,
y en base a esa historia clínica que está completa se pudo determinar este tipo de
trayectoria. Yo tomé la manchas que eran dinámicas al nivel del escalón como una
lesión a nivel vascular que por el sangrado y la dinámica cardíaca que hace que
fluya sangre por un vaso lesionado salpicó a ese nivel, y una mancha mayor en lo
que sería la puerta entre ese pasillo y el garaje, sería producto de la salida […] si
tengo la mano con un cúmulo abundante de sangre y hago un movimiento brusco si
puedo manchar, USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
pero, si está como se estableció dentro de los puntos de pericia, si la víctima
estuviese con el tirador en la escalera, había también microgotas arriba de la
pared, llegan porque se lesionó un bazo sumamente importante, lo expreso para
que usted tenga una idea, si en un quirófano el cirujano actúa y liga una arteria
femoral o ilíaca, muy posiblemente el quirófano esté manchado de sangre en la
pared o hasta en el techo. La lesión de un bazo de importancia […] habla de una
lesión arterial, hay distintas presiones entre venas y arterias […] y en las arterias
es muy muy importante y de ahí que sale con el denominado chicotazo […] es
impacto directo […] dado que la lesión a nivel local es una lesión que no la puede
dar un proyectil que ha perdido fuerza; el proyectil actúa por un movimiento
rotatorio a gran velocidad provocando un efecto de cavitación, o sea los tejidos, las
partes blandas, se dilatan y al paso de proyectil se contraen, hay primero una
cavidad virtual por la expansión del proyectil y queda una lesión real que siempre
ha existido una cavidad mayor, un proyectil de rebote que ha perdido fuerza no
provoca en mi humilde experiencia una lesión de tamaña magnitud y muy
especialmente una fractura multifragmentaria del hueso fémur que es si se quiere
el hueso con mayor fortaleza y más en una persona joven”.”
Lo antes señalado por los expertos oficiales, resulta suficientemente congruente,
con la totalidad de rastros hemáticos, pues de todos estos se desprende que el
impacto del proyectil en la pierna de la víctima, con el consiguiente “estallido”
provocó las salpicaduras en la escalera y la pared, al modo figurativo en que
ilustrara también el perito oficial Agudo; por lo cual, en este tramo crítico de la
experticia de parte se advierte que el experto ensayó diversas variables para
ajustar su idea de un movimiento de giro no consecuente al disparo. Siendo esta
explicación tan incierta que influye en el decaimiento de la fuerza persuasiva del
informe pericial de parte.
QUINCUAGÉSIMO SEXTO
Reviste centralidad para la defensa todo lo relacionado con la mentada
“melladura” hallada en la escena del crimen, Si es o no, producto del impacto de
parte del proyectil que traspasa la pierna de la víctima, ha sido un planteamiento
estratégico esencial tomando en cuenta la versión USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
que proporciona el imputado, por cuya posición como tirador dicha melladura no
resulta atribuible a su disparo. De allí la importancia para determinar el origen de
ese hallazgo material, pues tanto puede afirmar lo que el nocente declarara,
cuanto puede poner al descubierto su mendacidad, aspecto éste último que
prevalece por fuera de toda duda imaginable.
Ya en el acta de levantamiento de rastros (Acta LEF N° 2.514/13, de fs. 202-209),
los peritos oficiales Agudo y Benítez, hacen el siguiente relevamiento “se visualizan
varios sectores del pasillo distribuidor con salpicaduras de presunto tejido hemático y
se logra observar, sobre el mosaico central color negro (de donde se encuentra la
macula), UNA MELLADURA compatible con impacto de proyectil de arma de fuego
[…]”.
El perito de parte tanto en su informe escrito como en el interrogatorio, interpreta
que esa melladura no es producto de impacto de proyectil alguno. Del informe
presentado, surge de la “Diapositiva 37: “Debemos tener certeza de que dicha
impronta corresponde a un impacto balístico y no a otro origen. El plomo por ser
más blando que el granito (de masa infinita) habría copiado la forma plana de la
superficie del piso. Ninguno de los restos de proyectiles encontrados tiene estas
características. Debería haber una correspondencia entre los restos de proyectil
con la forma y tamaño de la impronta detectada en el piso del hall. Aspecto
exterior de la impronta: el proyectil mayor presenta en la actualidad restos de
tejido hemático seco, es decir que cuando salió del cuerpo de la víctima lo hizo
envuelto en dicho tejido. En estas condiciones si el proyectil habría generado la
impronta, esta estaría impregnada por los tejidos contenidos en el proyectil,
generando además en su alrededor importantes dispersiones flemáticas con centro
en la impronta. En todas las fotografías tomadas durante la inspección ocular se
observa la impronta libre de tejido y no se encuentra en el centro de ninguna
dispersión importante de tejidos”. Diapositiva 38 [Foto sin número]: “Profundidad
casi nula”. Diapositiva 39 [Fotos si número]: “Forma y tamaño incompatible entre
proyectil e impronta”.
En el interrogatorio el perito de parte afirmó que “un presunto impacto balístico
ubicado a 47 centímetros de la escalera, llama la atención que no tiene restos
hemáticos, el proyectil que vimos recién USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
todavía tiene tejidos hemáticos secos, cuando el proyectil con tejidos había
generado esa rotura en el granito no se observa la presencia de esa mancha […],
me basé en el análisis, en el concepto de dureza de los materiales, Brenneke es un
cilindro de dieciséis centímetros de diámetro de plomo; el granito tiene distinta
composición, es dos o tres veces más duro el granito y el fémur es el hueso más
duro del cuerpo humano, no es una tibia es más duro […] calculé el ángulo de
incidencia desde la boca del cañón hasta ese ángulo tomando en cuenta la
fotografía que hay en fs. 450 de la pericia oficial, con la melladura, tomando a
Agudo y el caso de que el ángulo sea mayor a 60 grados, el plomo no adoptó la
forma del piso, lo proyectiles debieron quedar adentro del lugar y adoptan
posiciones caprichosas porque son posteriores al impacto, porque tienen vuelo
caprichoso y los lugares donde rebotaron. Tampoco es posible que los proyectiles y
separadores alguien los pueda patear […] Estamos en condiciones de masa infinita
nunca le hubiese ganado al granito. El hueso del fémur deformó al plano y otra
tendría que estar superpuesta con la del piso que por ser última va a predominar,
el proyectil pierde energía pero tenía mucha, esta es la mácula, esta foto la tomé yo
cuando hicimos la reconstrucción. La profundidad es casi nula, hay que tocarla y
solamente se notan irregularidades, no se la puede mensurar con algún elemento
de uso de campo, melladura leve no importante […] Le puede afirmar que eso no es
un impacto de un Brenneke; forma y tamaño son incompatibles con la impronta, la
forma del proyectil está en los 20 milímetros y si ese proyectil hubiese sido el que
la provocó tendría que tener la forma aproximada de la melladura y no existe. Y
ahí tenemos la deformación que tiene el proyectil mayor en foto que fue sacada en
mesa de entradas y tiene un facetado que no es compatible con el piso sino con el
hueso, hay dos brillos verticales que hacen que sea más compatible con la sección
del hueso que con el piso propiamente dicho; acá está invertido y vemos a parte de
la base del proyectil y no la que impactó y del otro que también le vemos esa
concavidad y ahí vemos restos hemáticos que están secos, que son del proyectil”.
El perito oficial Bonifacio, en su interrogatorio, afirmó que “[e]l que más fuerza
lleva es el proyectil de plomo, por física, es el elemento que USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
hace daño, impacta y se esparce, le estoy hablando normalmente por lo que hemos
estudiado el día jueves, tenemos un impacto directo desde el arma hacia la víctima
que ocasiona los daños que presenta, eso lo hace el proyectil, no el resto de los
componentes que no tienen energía cinética. Pueden haber pegado en la víctima y
de ahí rebota, esos son elementos livianos. El proyectil al impactar con elemento
duro como el suelo se esparce, o sea, se rompe y es lo que encontramos […] lo físico
que yo veo es el piso, si evidentemente la lesión a la víctima, pero lo que vi el
jueves fue impacto en el piso. El jueves yo vi una impronta en el piso que es
compatible con un impacto de proyectil de arma de fuego, un tiro único directo,
descendente, es lo que yo vi el jueves. Fue un tiro directo. Fue disparo directo […]
es de arriba hacia abajo […] en base al trabajo que hicimos y nuestra hipótesis da
que el proyectil salió de la boca del arma, impactó en la víctima, salió, y se
destruyó en el suelo y se rompió y saltó por todos lados. Hirió a la víctima, pegó en
el suelo tras traspasar a la víctima, mediante tiro rectilíneo y agotó su energía
cinética contra el suelo y se desparramó […] Esto que se ve no es la totalidad del
plomo, si lo pesamos, sí podría determinarse si hay otros fragmentos. Para mí del
proyectil, una esquirla no hubiese hecho esa melladura, el proyectil sale enterito
como lo vemos, impacta en la pierna de la víctima, no sé si fractura o no porque
choca contra el hueso muy duro que es el fémur, no sé si se fragmenta, pero sale,
pega en el piso y se termina de romper todo contra el piso porque es plomo que es
un metal maleable que tiene otra densidad que el suelo. Sale casi completo el
proyectil […] Esa impronta la vi el jueves, el otro día. Es compatible con arma de
fuego y tiene las características esenciales con impacto de arma de fuego; si cae un
elemento pesado, tiene que tener la misma forma y ser lanzado a 400 metros por
segundo, no hice estudio del suelo pero he visto muchos impactos y he visto
bastante, condice con el caso que tenemos en estudio, para asegurarlo habría que
hacer un estudio de podríamos decir el ADN de ambos materiales el granito y el
proyectil. Basta mi título y mi experiencia para decirle que es compatible y condice
con el impacto de proyectil lanzado a gran velocidad de contextura física a un
Brenneke de calibre 16. El proyectil cuando pasa sale limpio o sucio, difícil que
salga USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
limpio porque es herida de magnitud y arrastra tejido hemático o astillas de tejido
óseo, puede haber de los dos en los restos del proyectil y en la impronta de la
baldosa, pero si se limpió no va a ver restos. Es a nivel microscópico, porque viene
el proyectil a alta velocidad y temperatura, se tendría que haber hecho una pericia
o estudio sobre los elementos. Velocidad más o menos de 400 metros por segundo y
energía cinética de 150 kilogramos. Impacta contra otra cosa que encontrase es la
lógica de la trayectoria […] Depende el ángulo si pega de costado queda chato más
que en otra parte y haya completado la deformación al pegar en el piso, que haya
quedado todo aplanado […]”.
A repreguntas de la fiscalía, destacó que “hace 27 años que trabajo de balístico, el
piso parece una baldosa tipo granito, no sé de qué es la baldosa pero elemento
duro. Se deben buscar micropartículas de plomo, se podría hacer, no sé quién lo
haría […]”.
Por su parte, el perito Agudo sostuvo que “cuando hicimos la reconstrucción y
tengo en cuenta, además, un impacto de proyectil de arma de fuego que hallé en el
lugar cuando hice la primera inspección del lugar; una trayectoria descripta por el
médico que va de derecha a izquierda de adelante hacia atrás en la pierna de la
víctima y una trayectoria descendente, que baja, esos son los tres puntos para
determinar la trayectoria; segundo punto es el impacto de proyectil de arma de
fuego que encuentro en el pasillo en uno de los mosaicos y en tercer lugar tengo las
proyecciones de sangre que vi en el momento que realizo la inspección ocular […]
al momento de hacer la primera inspección del lugar el día que sucedió el hecho,
sabiendo que es una escopeta en primera instancia lo que busco son los resultados
del disparo, esquirlas, proyectiles […] busco las evidencias balísticas, llámese
impactos, proyectiles, vainas […] lo primero que empiezo a buscar son impactos en
la pared y había ausencia, no entendía qué había sucedido, comienzo la inspección
ocular […] luego de abrir la escopeta y obtener la vaina y el cartucho que estaban
dentro de la escopeta, veo que se trata de un cartucho que utiliza proyectil
monoposta, es decir, único, cuando veo de que se trata empiezo a buscar lo que se
denomina un impacto, tenía conocimiento que la víctima había sido herida en la
pierna y al ver la USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
magnitud del proyectil sabía que iba a tener un impacto, busco y veo la melladura
en el piso, voy adiestrando el ojo en esos años porque busco el proyectil donde
impacta y veo la melladura en el piso y sin ninguna duda de mi parte que era
producido por un proyectil por la ubicación, la morfología y sumo el hecho que
estaba en el sector donde estaba la sangre y por la lógica que me hace dar cuenta
que es donde se produjo el hecho, cercano a la víctima, ahí donde impacto el
proyectil […] y repito generalmente un proyectil salvo que tengamos un lugar
abierto en algún lugar va a impactar y busco la huella que deja el proyectil, es un
lugar chico, cerrado, en las paredes no encuentro improntas del proyectil […]
continuando logro encontrar debajo de la escalera en un termotanque el fragmento
más grande del proyectil y por la morfología del proyectil deduzco que impactó
contra una superficie pulida, esta pulido […] una de las caras que se ve claramente
está pulida que impactó contra algo plano, lo único plano, pulido que tengo en ese
lugar es el piso, o sea, me reafirma a mí que lo que yo veo después es el impacto, la
morfología del proyectil me termina de convencer con lo que yo veo en el piso, el
impacto. Si hubiese sido un impacto directo en el piso es una melladura de mayor
envergadura, el proyectil sale con una energía cinética de unos 280 kilos, para que
lo entiendan mejor, son cinco bolsas de cemento concentradas en un dedal y ahí
tiene la fuerza concentrada con la que sale este proyectil y al pasar por el cuerpo
de la víctima va a disminuir gran parte de la energía cinética, en volumen para
entender, entrega la mitad de su energía cinética, quizás haya entregado menos
energía, unas dos bolsas de cemento, para que así lo entendamos, pero igual
quedaron dos o tres bolsas más de cemento concentradas en ese dedal que sigue e
impacta en el piso […] y la parte más grande tiene adherencias de fibra verde que
no está plasmado en la planimetría pero si en las primera fotografías que aporté
porque había un rollo de alfombra que quizá por error nuestro no se presentó no lo
evalué como resultado de una trayectoria, pero pudo rebotar en el piso y caer sobre
esa alfombra y caer en lugar definitivo, la alfombra se ve en la foto de fs. 432, foto
derecha de abajo, se ve la alfombra de color oscuro y el proyectil tiene fibras de esa
alfombra, el proyectil luego de impactar en el piso y rebotado perdiendo ya toda su USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
morfología puede haber caído en esa alfombra y de rebotar en la alfombra caer
debajo de la escalera; toma una trayectoria secundaria, un rebote, puede que haya
venido con cierta energía cinética, impactado en la alfombra y caer en el lugar del
hallazgo, lo deduzco de las fibras que se pueden ver en este momento […] el ojo
luego de doce años de perito me lo da; no sé a qué se refiere de tejido hemático si
estaba lleno todo alrededor, en la melladura puntualmente no la analicé con una
lupa, macroscópicamente hablando la analicé. Evidentemente el material con el
que estamos contando la baldosa que si bien es duro pero hay elementos que tienen
la suficiente fuerza para desprender el material, en este caso el proyectil. La
conclusión es el análisis en su conjunto de todas las evidencias físicas que estoy
viendo, encontré la melladura y el proyectil que impactó contra la superficie
pulida, la única superficie pulida importante y dura para dejar prácticamente
calcada su superficie en el proyectil y ahí empiezo a buscar y tengo los hallazgos.
Contra esa superficie impactó un elemento de relativa dureza para producir esa
melladura. También el proyectil tiene unas adherencias blancas, creo recordar,
recién cuando lo miré. El proyectil este no es la forma inicial sino que tomó luego
de impactar, desconozco la forma inicial del proyectil al impactar porque primero
se fracturó en el fémur de la víctima, viene con una trayectoria descendente y no
viene girando del todo porque se fragmentó en el cuerpo, no viene con el
movimiento giroscópico; el hueso está fragmentado y el proyectil está fragmentado,
por lo que primero se le opuso el fémur de suficiente dureza. Si pega en el hueso no
va a adoptar esta forma plana; esto es una deformación que quedó en una forma
cóncava pero no sé originalmente porque el proyectil se empieza a deformar y el
plomo es maleable y el hueso lo puede deformar, por más que tengamos producto
del impacto final, esto seguro, no es contra el hueso, porque no es pulido. El
proyectil se deformó y fragmentó ni yo ni usted sabe con qué forma salió, pero sí
que impactó contra el piso al salir del cuerpo”.
La perito oficial Benítez, destacó en su interrogatorio que “[y]a el hecho de que el
proyectil choque contra la piel y el hueso, rompa el hueso, ya pierde la trayectoria,
fue chocando contra superficies se va perdiendo, USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
sé que es un proyectil importante, que se usa para caza. Mi idoneidad me hace
parecer que penetró la pierna y rompió el hueso y puede haber quedado ahí; puede
seguir, un proyectil cuando va chocando ya pierde la trayectoria original, no puede
seguir el mismo camino; esa melladura por eso ubicamos a la señora ahí, no puedo
asegurar que el proyectil quedó ahí, no son todas las trayectorias ahí, no soy perito
en balística […]. La impronta puede quedar de distintas maneras, aplanado, con
alguna marca, con algún resto de baldosa, de pared, lo que sea, con lo que se haya
golpeado, puede quedar cóncavo si pega contra un piso, puede ser […] La
melladura es compatible con impacto de proyectil de arma de fuego […] creo que no
hubiese dejado la misma impronta porque era circular, no lo hubiera hecho una
llave francesa de haberse caído. Donde estaba la melladura había sangre”.
También el perito médico legistra Rullán Corna fue interrogado sobre la existencia
de la melladura, respondiendo que “la historia clínica nos habla de que presenta
una solución de continuidad o sea una herida en la región anterior izquierda del
muslo izquierdo de diecisiete y cara posterior de quince centímetros. Como
dirección no detalla en ningún lado la historia clínica, pero […] nos detalla los
orificiales por eso las conclusiones que hemos hallado, una que puede tomarse de
entrada y una de salida; la dirección la hemos tomado clínicamente por el paciente,
tiene la mayor lesión en lo proximal del muslo, la más alta es la de entrada pero es
la de mayor y hacia la rodilla tiene la que determinamos como salida, por eso es de
arriba hacia abajo, es todo en muslo la lesión, la entrada es por muslo proximal y
la salida es por muslo distal, que está por encima de la rodilla. En la lesión distal
del muslo surge para mí la salida del proyectil […] un disparo del calibre que he
observado el ingreso expansivo es el de mayor potencia del proyectil, ése es el que
ha llevado a una lesión mayor con una extensión mayor en el tratamiento […]
puede determinarlo por historia clínica, una por encima la de ingreso y otra por
debajo, lo puede obtener fácilmente […] no le puedo determinar el ángulo exacto,
pero la trayectoria sí, de arriba hacia abajo, bastante vertical eso lo vi por las
lesiones en el cuerpo […] Interpreto como ángulo una situación y trayectoria otra,
el ángulo no la puedo determinar, no sé, nunca lo he USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
hecho pero la trayectoria sí, pero en la inspección y reconocimiento del hecho, la
víctima, tuvimos nosotros que pensar cómo estaría colocada la víctima, usted
recordara que la víctima hacía como que estaba más del lado de garaje y no nos
coincidían las manchas de sangre y salida del proyectil y cuando la hicimos más
cercana a la escalera nos cerró, tanto al balístico que hace balística exterior y a mí
que hago la balística interior de la trayectoria que fue lo que volcamos en papel y
es compatible con la posición del arma y blanco. Porque no podía ser el disparo
debajo de la escalera, eso lo vimos todos. Lo único que puede hablar del blanco, yo
puedo hablar de balística interior, balística de arribada, balística exterior es desde
que sale del arma hasta que llega al blanco donde se produce la balística de
arribada donde estamos autorizados a hablar los médicos […] tuve un cuenta la
melladura, que no puedo opinar con respecto a balística exterior, no puedo hablar,
pero me imagino que el balístico con su experiencia ha valorado esa muestra del
piso”.
El peso conclusivo del conjunto de peritos oficiales (dos en balística, uno en rastros
y uno en medicina legal) es determinante. Hay una concordancia entre éstos que,
por su seriedad y rigurosidad analítica, no puede desoírse. Pues interpretaron la
existencia de la “melladura” con arreglo a la interrelación que guardaba con la
totalidad de las evidencias físicas, estableciendo, sin margen de duda alguna, que
dicha presencia material reconoce como único y excluyente punto de origen el
impacto del proyectil que traspasó el cuerpo de la víctima. La coincidencia de los
peritos oficiales envilece la fuera probatoria de lo sostenido por el perito de parte, y
patentiza, en lo más preponderante, la insinceridad del acusado respecto de la
posición en que produjo el disparo.
QUINCUAGÉSIMO SÉPTIMO
Respecto del núcleo duro argumental de la defensa, con referencia al disparo
accidental del arma de fuego portada por su asistido, se cuenta con el informe
balístico forense comparativo, practicado por el perito oficial Bonifacio con la
participación del perito de parte Licenciado Martín, por el que se dejó constancia
que la escopeta “[…] FUE SOMETIDA A DIFERENTES MEDICIONES DE PESO A
FIN DE DETERMINAR LA PRESIÓN NECESARIA A EJERCER SOBRE AMBAS
COLAS DEL DISPARADOR DE ESTE ARMA, PARA LA PRODUCCIÓN DE UN
DISPARO, USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Y DIO UN PROMEDIO DE 1.433 GRAMOS LA COLA DEL DISPARADOR
CORRESPONDIENTE AL CAÑON DERECHO, MIENTRAS QUE LA DEL CAÑÓN
IZQUIERDO DIO UN PESO DE 3.600 GRAMOS. EL DISPARADOR DEL CAÑÓN
DERECHO DE ACUERDO A TABLAS EXISTENTES, MENCIONAN QUE ESTA
COLA DEL DISPARADOR RESULTA SER MUY SENSIBLE DENOMINANDOLA
"CELOSA" MIENTRAS QUE LA COLA DEL DISPARADOR IZQUIERDO SEGÚN
DICHAS TABLAS AL DAR UN PROMEDIO DE 3.600 GRAMOS SERIA "NORMAL".
ASIMISMO INFORMO A UD, QUE DE ACUERDO A LA DECLARACIÓN DEL
IMPUTADO DE AUTOS, QUE MANIFIESTA: QUE AL CERRAR LA ESCOPETA SE
PRODUJO EL DISPARO, SI TIENE EL DEDO DENTRO DEL ARCO
GUARDAMONTE Y SE CIERRA VIOLENTAMENTE AL ROZAR EL DEDO CON LA
COLA DEL DISPARADOR CORRESPONDIENTE AL CAÑON DERECHO, PUDO
HABERSE PRODUCIDO EL DISPARO, COMO LO INDICA EL IMPUTADO DE
AUTOS […]”.
Luego, en el informe conjunto de los expertos oficiales, el perito Bonifacio, entre los
puntos de peritación, sostuvo que “Respecto a si existe la posibilidad de que el arma
se dispare accidentalmente al cerrar la misma de manera normal, en base a lo
informado por el Perito Balístico, Capitán Gustavo Bonifacio, quien realizo
oportunamente la pericia balística de laboratorio, NO es posible. Es necesario que
el dedo esté sobre la cola del disparador”.
En el interrogatorio al perito Bonifacio, la defensa le preguntó sobre esta última
aserción, manifestándole que “en las escopetas la presión normal de las colas del
disparador es de arriba de los dos kilos y medio o más; la cola del disparador
derecha es lo que llamamos celosa y la del disparador izquierda es de 3000 grs.. O
sea si lo agarramos de la culata bien de atrás, es probable que haya sucedido, pero
si uno no tiene los dedos dentro de la cola del disparador, de alguna manera tuvo
que haber rozado la cola del disparador al accionar el movimiento de cierre ha
rozado uno de mis dedos la cola disparador, en mi caso la derecha que es la
sensible en la otra hay que ejercer más la presión. La más sensible es la cola del
disparador del cañón derecho. Normalmente es la cola del disparador más derecha,
si la delantera es la cola del disparador del cañón derecho; sí del cotejo el delantero
es el derecho, el más liviano”.
El perito de parte también fue preguntado por la defensa sobre lo afirmado en el
informe balístico forense al que adscribió y también sobre USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
lo depuesto por el perito Bonifacio, respondiendo que “sobre las conclusiones de la
escopeta, no hay manera de cerrar una escopeta sino es en forma violenta y el solo
roce sobre la cola del disparador derecho se disparaba, está de acuerdo con lo que
vimos; donde el punto “C” de la pericia de fs. 444, dice no es posible, nosotros
dijimos que no es necesario que el dedo esté sobre la cola del disparador sino que
simplemente lo roce y de manera normal hay que pegarle un golpe seco o fuerte
para que cierre”.
Y, sobre este mismo tema, el defensor le preguntó al perito Agudo señalando éste
que “tomé conocimiento de la pericia de Bonifacio sobre el arma, no leí, pero tengo
algo más importantes, los dichos de Bonifacio que peritó el arma con el perito de
parte, me dijo que el arma era muy celosa y probaron la posibilidad de que el arma
se disparara al cerrarla y no se dispara si no se tiene el dedo en la cola del
disparador, que la cola del cañón derecho es la más celosa y en el momento de la
reconstrucción se habló de un kilo y medio aproximadamente, creo recordar, y que
se corresponde con la cola de adelante. Es factible totalmente. Es necesario que el
dedo se coloque en la cola del disparador, cerrar la escopeta de manera normal es
tomarla de la chimaza de la culata y cerrarla sin el dedo en la cola del disparador,
empuñarla con el dedo en la cola del disparador es probable que se dispare, pero lo
normal es no poner el dedo en la cola del disparador porque es posible que se
dispare […] al estar quebrada los va a ver a los cartuchos, es un arma de martillo
oculto, o sea, al cerrarla queda montada, si está cerrada está montada y si
tuviéramos los martillos a la vista, toqué la cola y se produjo un disparo, ustedes
escucharon […]”.
QUINCUAGÉSIMO OCTAVO
Como toda conducta humana, la que ahora se examina a efectos de su calificación
jurídica presenta en sus motivaciones, manifestaciones y efectos, determinados
aspectos, facetas y detalles de ambivalente significado. Por tanto, su exégesis o
interpretación debe estar presidida por criterios de globalidad y objetivación, a
través de un análisis panorámico que contempla la historia vital entre víctima y
victimario y lo exteriorizado en la ocasión, a los fines de desentrañar el "animus"
que USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
guió al encartado en su acometimiento contra la víctima.
Por todo ello, juzgo que al momento de montarse el arma el incuso ya venía
determinado a la producción del disparo.
Ello se desprende del contexto de violencia en el que estaban inmersos, tal como se
patentiza de los dichos de la víctima, ya sea, al momento de ser atendida en el
Centro de Asistencia a la Víctima de la Fiscalía Departamental, cuando dijera “que
lo ve bajar por la escalera, con la escopeta en la mano y le pregunta qué hace con el
arma en la mano. Él le responde: -"Hija de puta, está cargada" (sic) y tras ello, se
dispara el arma”, o, en el debate, cuando sostuviera “me viene apuntando por
encima de la varanda con la escopeta, me dice hija de puta está cargada y me
dispara”.
En este sentido, debo considerar que por su condición de ex legítimo usuario de
armas de fuego en cualesquiera de sus clases contaba con conocimientos en el uso y
manejo de armas de fuego, cuanto menos, específicos, respecto de armas de puño
(tenía registradas la tenencia de dos pistolas), y, generales, respecto de toda arma
de fuego de las usuales entre las autorizadas a la población civil, entre las que
están comprendidas la escopeta incautada.
QUINCUAGÉSIMO NOVENO
Nótese, además, que esa escopeta tenía sus cañones recortados; por lo cual, como
surgió del interrogatorio de los peritos, estaba preparada para su maniobrabilidad
doméstica, esto es, para la utilización en espacios cerrados, todo lo cual condice con
la disposición que del artefacto mantenía el incuso para la seguridad personal.
Y, aun cuando puede ser posible provocar el disparo al montarse el arma de fuego
manteniendo el dedo sobre la cola del disparador más “celoso”, con la presión a la
que cedía, y que responde a una técnica usual para el disparo rápido por parte de
los ususarios, esto de la celosía de una de las colas disparadoras, tal como se
expuso, y, no por un simple roce sobre la cola del disparador aunque esto implica
también mantener el dedo dentro del arco guardamonte, lo cierto es que, el
conjunto de elementos de juicio que se han examinado, me autorizan a concluir que
hubo una acción de disparo directo contra la víctima, gobernada por un USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
comportamiento doloso que, desde el punto de vista externo y puramente objetivo,
queda acotado por el "animus laedendi", no resultando confirmado –
inequívocamente- un dolo de mayor lesividad.
En el caso, se aprecia el simple “animus laedendi” o elemento subjetivo del delito
de lesiones, que no es otro que el propósito de dañar o perjudicar. Debe repararse
que la "voluntad vulnerandi", es decir la de herir, golpear, maltratar o inferir un
daño cualquiera, o, voluntad de causar la lesión por la lesión misma con
prescindencia de cualquier otro designio doloso, parece ser lo preponderante en el
acto del acusado inmerso en un entorno de enojo que lo terminó alterando y lo
determinó, todo lo cual, también es revelador de los aspectos de su personalidad en
el entramado de los antecedentes de violencia sobre la víctima.
SEXAGÉSIMO
El elemento subjetivo se acredita por el conjunto de datos exteriores que concurren
a acreditarlo, pues de ellos se patentiza la mendacidad del encartado, anticipada
por los testimonios en los que se funda, y porque, además, en el momento de la
inspección del lugar y reconstrucción del hecho ofreció dos versiones que resultan
incompatibles con las evidencias físicas recogidas en el sitio del crimen; el concurso
de peritos oficiales dictamina cuál fue el mecanismo de ocurrencia del disparo
situándolo al encartado en posición de disparo desde arriba de la escalera; y esta
ubicación, reconduce a una conducta de deliberación y preparación que no puede
preterirse, pues para ello debió tomar la escopeta luego de subir la escalera, buscar
el arma donde la víctima dijo que se hallaba, en el vestidor del dormitorio
conyugal, regresar sobre sus pasos, reaparecer sobre la escalera y usar la escopeta,
disparándole a la esposa.
El imputado no podía desconocer el estado y condiciones de la escopeta, sobre todo,
las características de las colas disparadoras, esto es, el ejercicio de la presión
necesaria para que actúen, pues éste con arreglo a lo manifestado por los expertos
es un patrón conducta de los usuarios de estas armas de fuego, para efectuar
menos movimiento con el arma y producir un disparo más rápido a consecuencia de
las improntas repentinas del objetivo del disparo. Asimismo, no debe desatenderse
que el arma de fuego carecía de dispositivo de seguro, pues en la primera USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
experticia sobre ésta, el experto afirmó que “[t]iene un seguro a llave deslizante, el
cual NO funciona”.
Tampoco puede soslayarse que una escopeta preparada para facilitar su
maniobrabilidad para defensa y seguridad personal en espacios cerrados, estuviese
detrás de la puerta de servicio sobre un mueble, como dijera el incuso; esta
ubicación, en principio, es asequible a los terceros que pudiesen irrumpir
furtivamente, resultando más adecuado a las reglas de la experiencia, el sentido
común y la lógica, que el arma de fuego no estuviese en esas condiciones de
accesibilidad, sino resguardada en espacios de la vivienda de mayor intimidad,
como lo es el vestidor existente en el dormitorio conyugal, dos pisos arriba, ámbito
éste que a la vez supone mayor proximidad para quien la disponía.
Todo ello refleja que estuvo determinado a la concreción de ese acto lesivo; esto es,
una conducta volitiva que refleja la concreción del pensamiento del acusado en el
acto perpetrado.
Nada más se necesita para reprochar al encartado por esta ofensa contra las
personas a título de autor.
PAUTAS MENSURATIVAS DE LA SANCION
Debe recordarse que el art. 41 del CP, establece dos pautas genéricas de tasación
de la pena, el grado de injusto y el grado de culpabilidad o de responsabilidad del
agente. Las primeras hacen una clara referencia a la cuantía del injusto, es decir
al grado de antijuridicidad, de contrariedad de la conducta con el derecho, con el
orden jurídico. Las segundas, buscan medir la capacidad para delinquir del agente,
deducida de factores que hayan actuado de manera de no quitarle al sujeto su
capacidad para dominarse a sí mismo y superar el ambiente […] debe analizarse el
grado de maldad que el agente demostró en la perpetración del delito que trata de
castigarse. Se observa el pasado y no el futuro (L. Bramont Arias y L. A. Bramont-
Arias Torres, “Código Penal Anotado”, p. 249, 4ta. ed., Reimpresión Actualizada,
Editorial San Marcos, Lima, 2003), recordándose, además que “el concepto
dogmático de culpabilidad es insuficiente para referir a él la proporcionalidad de la
pena, porque no supone la valoración global del hecho” (M. García Arán,
”Fundamento y Aplicación de Penas y Medidas de Seguridad en el Código USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Penal de 1995”, p. 74, Editorial Aranzadi, Madrid, 1997).
Se ha sostenido que si bien la ley presenta en forma separada las pautas objetivas
y subjetivas, no es posible una separación tajante entre estos criterios, en virtud de
que no es posible la graduación del ilícito sin recurrir a los contenidos subjetivos,
pues la determinación de la pena debe fundarse no solo en las pautas objetivas
sino en todas “las circunstancias subjetivas previstas en la ley”, que han de
valorarse conjuntamente con las objetivas” (CSJN, Fallos 315:1658 y 320:1463).
Con tales reglas se asume la determinación de la pena, recordándose, a su vez, que
ello es necesario en pos de una aplicación del derecho libre de arbitrariedades (N.
González-Cuellar Serrano, "Proporcionalidad y derechos fundamentales en el
proceso penal", p. 141, nota 1, con cita de la STC 55/87, Ed. Colex, Madrid, 1990).
Por ello, desde que las circunstancias atenuantes -como cualquier otra- deben
hallarse positivamente acreditadas (SCBA, Acs. P 33.715 del 4-VI-1985, P 35.630
del 24-II-1987; P 43.992 del 2-VII-1996; P 45.343 del 6-VIII-1996; P 64.575 del 20-
III-2002), con las constancias de los registros públicos específicos, amerito como
indicador favorable en la graduación de la sanción, el referido a la ausencia de
condenas penales del encartado.
Constituye indicador minorativo el buen concepto vecinal que surge del informe
elaborado por la policía (ver fs. 360), pues sin otros elementos probatorios de igual
naturaleza que lo controvierta, ello patentiza normalidad de comportamiento en el
entorno social inmediato, o, como también se ha dicho, en palabras de la casación
provincial la “forma de ser y de mostrarse en la comunidad donde tiene asiento su
persona” (TCP. Sala I, causa 5.554, del 14/04/2005).
Corresponde el progreso de las agravantes desarrolladas por la fiscalía.
Al desvalor de injusto (desvalor de acción -acción personalmente antijurídica- y
desvalor sobre el estado de cosas -bien jurídico lesionado o puesto en peligro-), dice
la doctrina comparada que: "el imputado […] no debe ser culpado más y así no ser
castigado más de lo garantizado respecto de la gravedad del delito" (en este
sentido, Andrew Von Hirsch, Bernd Schünemann y Cristoph Reinchert, citados por
Tatjana Hörnle, USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
"Determinación de la pena y culpabilidad", pp. 29 y 94, respectivamente; FD
Editor, 2003), por lo cual, si bien el tipo penal finalmente aplicable prevé
menoscabos físicos, ha de valorarse el mayor contenido de injusto o plus de
afectación, la evidente conturbación psíquica que padece la víctima a consecuencia
de esa acción dañosa.
Es un dato de la experiencia que situaciones traumáticas como la padecida
generan obvios perjuicios en el campo del psiquismo, ahora bien, tan cierto como
que no hay enfermedades sino enfermos, también lo es que, los efectos en las
víctimas pueden tener distinta intensidad y alcance, según la concreta evolución
de cada una de ellas, esto es, de su recuperación del trauma; y, asimismo es
normal distinguir entre secuelas a corto plazo y largo plazo, por lo que en tal
sentido, debe hacerse eco de este dato.
No debe soslayarse que delitos de esta naturaleza, han atendido fundamentos
ontológicos, psico-sociológicos y criminológicos por los que se comprenden los
menoscabos en la salud mental que ocasiona el hecho, entendiéndose el quebranto
del bienestar del estado mental cuando se perjudican los atributos positivos de la
persona en su capacidad de vivir en plenitud, desarrollándose cuanto menos bajo
cierto bienestar psíquico, ya que no físico por consecuencia directa del hecho.
Durante el desahogo testimonial de la víctima y con motivo de su intervención en
la reconstrucción del suceso, pudimos advertir el dramático “esfuerzo psíquico” que
todo ello cargaba sobre sí, por lo cual, se advierte el compromiso de su psiquismo
con la situación lesiva que ocurrió hace más de un año. Son secuelas que importan
una grave alteridad del psiquismo.
La actualidad de la conturbación psíquica es demostrativa de la intensidad de las
consecuencias del acto criminal, más allá de las que son inherentes a su mera
perpetración y que están comprendidas en el tipo penal; por lo cual, tal aspecto
debe ser tomado como secuela ocasionada por la conducta del incuso; en otras
palabras, son dañosidades o perjuicios que se extienden más allá del mero “in re
ipsa loquitur” que conlleva la acción ilícita (que surge de los hechos mismos, pues
las circunstancias del caso hablan por sí). USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Esto significa un plus de afectación de las consecuencias psíquicas o emocionales
perdurables que, ordinariamente, generan tales acciones contra la indemnidad
corporal. Por lo cual, a la luz, del art. 41, inc. 1°, del código sustantivo, sirve como
pauta aumentativa. Para esta disposición sustantiva lo relevante es la “actualidad”
del menoscabo en la salud, esto es, la repercusión negativa que está vigente en el
desequilibrio psicológico y emocional con nexo causal en la ofensa contra la
integridad física, en tanto importa la vulneración de valores precipuos cuya
alteridad no puede ser desatendida en la individualización penal.
Frente a la invocación del art. 41 bis del código sustantivo para calificar también el
atentado contra las personas, se ha prenotado que nos encontramos
indudablemente, por la naturaleza y ubicación de la directiva, frente a una
agravante genérica de la pena que incrementa la escala penal para cualquier
delito, sea consumado o tentado, si su ejecución tuvo la modalidad violenta y/o
intimidante propia de la exhibición amenazante o utilización de este tipo de armas
(O. T. Vera Varros, "Lecciones de Derecho Penal", Parte General, tomo II, pp. 480 y
ss., Director C. J. Lascano (h), Ed. Advocatus, Córdoba, 2000), destacándose que
"en este sentido podría decirse que la incorporación del art. 41 bis es un avance al
objetivizar el análisis de la circunstancia de la "naturaleza de los medios
empleados" señalada por el inciso 1° del art. 41" (J. H. Imahorn, "El nuevo artículo
41 bis del Código Penal", L. L. 2001-A, 917), por todo lo cual, la razón de ser de la
preceptiva reconoce consistentemente la línea de pensamiento de que la utilización
de armas de fuego merece penalización más severa por ser armas que presentan
mayor ofensividad, es decir, más capacidad de vulneración, más dañosidad o,
concretamente, aptitud para herir o matar; en este sentido, la política criminal
imbricada en el texto de la disposición citada, responde al clamor comunitario para
poner un freno a la violencia de aquellos que se sirven de las armas de fuego, por lo
que se ha prenotado que se ha legislado un "plus específico de protección del bien
jurídico vida afectado por el mayor poder vulnerante de las armas de fuego" (R. A.
Durán y M. F. Poggi, "Análisis de la ley 25.297. El artículo 41 bis del Código Penal
de la Nación, su importancia en la parte general del Código, y su incidencia sobre
la USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
parte especial", D. J. 2002-I-791 esp. p. 794 y 795, VIII, 7; V. F. Reinaldi,
"Delincuencia armada", pp. 102-103, Ed. Mediterránea, 2002).
También, para el último autor citado, la disposición que se comenta, “atiende a la
diferenciación que se hace en la doctrina y jurisprudencia comparadas entre armas
y armas de fuego y responde al hecho de que el uso de éstas configura un abuso de
superioridad que provoca un desequilibrio entre las fuerzas del agresor y del
agredido y coloca a este último en situación de mayor indefensión a la par que
posibilita al primero la concreción del resultado lesivo para la vida e integridad
física que se propuso lograr, todo lo cual revela una superior magnitud de injusto"
(V. F. Reinaldi, "Delincuencia armada", pp. 102-103, Ed. Mediterránea, 2002, con
cita de L. Puente Segura en "Circunstancias eximentes, atenuantes y agravantes
de la responsabilidad criminal", p. 473-475, Ed. Colex, 1997).
Siendo ello así, la fiscalía promueve como agravante la calidad de la munición con
la que estaba cargada el arma de fuego y el procedimiento insidioso, para ejecutar
el acometimiento lesivo. Como se mencionara, la mera utilización de una escopeta
genera el referido “abuso de superioridad” con dos efectos consecuentes: a)
neutraliza la resistencia de la persona agredida dejándola inmersa en una
situación de mayor indefensión; y b) facilita la concreción del resultado dañoso que
el usuario del arma se propuso lograr con ésta. Y como señaló el autor que se citó
todo ello incrementa el grado de injusto.
La prohibición de doble agravación, como aspecto de la garantía constitucional del
non bis in idem, se encuentra implícitamente contenida en el art. 18 de la
Constitución Nacional y expresamente en los Pactos Internacionales de rango
constitucional (art. 8, ap. 4, de la CADH y art. 14, ap. 7 del PIDCYP).
Conforme este principio, las circunstancias que por sí mismas constituyen un
elemento del tipo penal no pueden ser consideradas en la determinación de la
pena. La función de la prohibición de doble valoración, atañe principalmente a la
relación entre marco punitivo y marco de culpabilidad. En consecuencia, aquellas
circunstancias que se encuentran comprendidas en el tipo penal y han contribuido
a determinar USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
la magnitud de la amenaza de pena, no pueden volver a considerarse en la
formación concreta de la sanción. El fundamento de la prohibición radica en que
aquella parte de la pena que el legislador ha solucionado de manera general, en
cuanto a factores de ilicitud y culpabilidad, no puede ser reclamada para sí por el
juez al concretar la determinación de la pena.
La prohibición de doble valoración, no es aplicable por regla general en la relación
entre el marco "punitivo especial" y el "marco punitivo normal", ya que si una
disposición contiene, además del marco punitivo normal, un marco punitivo
especial para los casos especialmente graves o menos graves, el juez debe decidir
en primer término cual de ambos marcos punitivos es aplicable al caso, y sólo
posteriormente puede llevar a cabo la medición judicial de la pena.
La prohibición de doble valoración se refiere a considerar adicionalmente, con
efecto agravante, la configuración de un elemento típico en la medición judicial de
la pena, pero sí está permitida la valoración de las circunstancias especiales del
caso particular, es decir las modalidades de la realización típica concernientes al
caso concreto; esto significa, que aquella proscripción no se ve afectada si el mismo
elemento se toma en cuenta en la cuantificación de la pena para particularizar su
intensidad, es decir cuando no se trata de una nueva desvaloración sino del
perfeccionamiento del grado de una única desvaloración.
Dicho esto, porque frente a la agravación del art. 41 bis del código de fondo, la
norma patentiza una exigencia relacionada al concepto de lo que es un arma de
fuego como “sistema”, esto es, el “sistema de arma de fuego”, concebido como un
binomio comprendido por el arma de fuego y sus municiones respectivas, o, en
otras palabras, la integración de los elementos “lanzador” y “proyectil”. En realidad
ese conjunto de lanzador-proyectil que constituye un arma de fuego y que -sólo
cuando ambos elementos son aptos para sus fines- representan un peligro objetivo
que es a lo que el legislador reclama al consagrar la norma; es lo que también se
denomina como “aptitud coyuntural” del sistema de armas.
Sin embargo, no puede asumirse por vía de principio que la pretensión de la
fiscalía de tomar en cuenta las características de la munición con la que estaba
cargada, avanza sobre las exigencias del USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
“sistema de armas de fuego”, configurando una doble agravación que estaría, en
principio, proscripta; no, no es así, pues no se trata de una desvaloración sino de
advertir la mayor culpabilidad del autor, al utilizar el sistema dotado con una de
las municiones para escopeta de mayor potencialidad dañosa.
Por lo tanto, la utilización de la munición con la que estaba cargada la escopeta no
puede sortearse en la medición de la pena, pues tal como surgió de las peritaciones
específicas y del interrogatorio de los expertos, es una munición concebida
inicialmente por su creador Wilhem Brenneke, para la caza mayor. Sea que se la
conozca por el nombre de aquél o por otras denominaciones (Slug o Foster, como es
el tipo con el que estaba cargada la escopeta), en todos los casos es apta para la
caza mayor por el superlativo poder de lesividad en términos comparativos con
otras municiones perforantes igualmente aptas para escopeta; todo lo cual, alude
al incremento del peligro objetivo que su mero uso conlleva. Habiendo tenido el
encartado la condición de legítimo usuario de armas de fuego de uso condicionado,
tal como más arriba se explicitó, a más de la disposición ilegal que mantenía sobre
la escopeta, no podía desconocer el tipo de munición con la que estaba cargada y de
las características dañosas del proyectil monoposta; por lo cual, esto debe ser
relevado a nivel del incremento de injusto, desde que aumentó significativamente
el poder ofensivo del arma de fuego.
Y, sobre este punto, recuerdo a título de ejemplo que aparte de la caza mayor, otro
uso que se le ha dado a los cartuchos como los referidos es el militar. En este caso,
cuando en plena guerra del Líbano, durante 1983, las fuerzas armadas
norteamericanos que ocupaban la capital de ese país, usaron sus escopetas
Remington 870 con munición Brenneke, con mayor alcance y potencia, para
detener los automóviles conducidos por combatientes suicidas que se acercaban a
sus posiciones.
También, he sostenido que el mero uso de la escopeta por el agresor le proporciona
una superioridad innegable que influye sobre dos aspectos preponderantes, la
mayor indefensión de la víctima y la facilitación para la concreción del resultado
dañoso. Pero al igual que con lo de la munición con la que estaba cargada la
escopeta, debe igualmente relevarse en el USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
nivel de la culpabilidad del acusado, la mencionada “actitud insidiosa” que expuso
el Ministerio Público Fiscal.
Y, esto es así, porque si bien la utilización de un arma de fuego provoca los dos
efectos consignados, no es menos cierto que estos se obtienen sin necesidad de la
citada “actitud insidiosa”, o, mejor dicho, como también lo señaló la fiscalía, un
“procedimiento insidioso” para colocar a la víctima en mayor indefensión y
asegurar el resultado en ese contexto. Ello supone una técnica de comisión del
delito que exterioriza la mayor antijuridicidad de la acción así perpetrada con el
arma de fuego, relevante en la dosificación de la pena, pues, concretamente el
autor implementó una forma de comisión tendiente a asegurar, primero y en su
beneficio, la anulación de todo riesgo de defensa que la víctima pudiese oponerle
(también alude a la defensa pasiva o de simple autoprotección de la víctima, la que
se corresponde con lo que se entiende por instinto de conservación); y, segundo,
porque se aprovechó de esta situación donde había ocultado o disfrazado la
inminencia de la agresión armada. Es un ataque no anunciado por signos que lo
evidencian. Recuérdese que mientras la víctima buscaba las partes del aparato de
telefonía celular que había desarmado horas antes, él subió hasta el vestidor donde
estaba el arma, la tomó, bajó con ese instrumento por la escalera y desde arriba de
la escalera, tomó desprevenida a la víctima, y con esta seguridad de la sorpresa
generada, produjo el disparo contra ella, todo lo cual reconduce a la idea de que
esta acción insidiosa la realizó a conciencia.
CONCLUSIONES DISPOSITIVAS
Veredicto
Debe, entonces, pronunciarse veredicto condenatorio contra el imputado Esteban
Ricardo Piccinin, por ser autor de los ataques contra las personas y la seguridad
pública.
Calificación legal
La calificación legal en la que quedan captados los hechos descriptos
precedentemente, es la de tenencia no autorizada de arma de guerra (art. 189 bis,
inc. 2°, párrafo segundo del CP) y lesiones graves calificadas por el vínculo
conyugal y por el uso de arma de fuego (arts. 41 bis, 92 en función del 90 y 80, inc.
1°, del CPP), reunidos entre sí, bajo las USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
reglas del concurso real (arts. 55, del CP).
En este caso, la debida introducción al proceso del dictamen médico legal, como
prueba pericial, radica en el hecho de que es a partir del mismo que se acredita la
existencia del daño en el cuerpo o la salud de la víctima, es decir, se trata de un
conocimiento científico que solo puede suministrar un profesional de la salud y
para ello, conforme está reglamentado en la ley, debe rendir su experticia en la
audiencia del juicio oral, pasando por el ejercicio del interrogatorio y
contrainterrogatorio, que, se repite, busca hacer actuantes los principios de
inmediación, contradicción, y en términos generales, el derecho de defensa de la
contraparte.
No es el testimonio de la víctima, ni la opinión del acusador, por las que se
determina la entidad del delito de lesiones, aún si se toma en consideración el
principio de libertad probatoria que rige la materia. Uno y otro elementos
probatorios podrían registrar la ocurrencia de una vulneración a la indemnidad
corporal, pero no la naturaleza de la misma y sus efectos, información ésta que solo
está habilitado para suministrar el profesional de la medicina, en cuanto, a pesar
de lo que físicamente se pueda evidenciar en el cuerpo o la salud del afectado, el
diagnóstico y conclusiones obedecen a principios y protocolos ajenos al lego en la
materia.
Recuérdese, que los expertos enseñan que "la balística de efecto, balística de
arribada o balística médico-legal, tiene como objeto de estudio los efectos que
produce en el blanco el proyectil a su arribo al mismo, y cuando dicho blanco es un
ser humano, esos efectos se convertirán en las lesiones por arma de fuego, sobre las
que el médico perito deberá ejercer su peritación. Las lesiones por proyectil de
arma de fuego, son el aspecto de la balística de arribada de mayor interés desde el
punto de vista médico legal, razón por la cual, exige un examen completo y
minucioso, atentos a la riqueza signológica que suele brindar. Al respecto, es de
tener en cuenta que su signología, no se agota a nivel cutáneo, sino que la misma
debe ser meritada en profundidad a través de todos los planos, en forma metódica,
apelando aparte de la observación macroscópica, a los recursos histopatológicos,
físicos y químicos de que disponemos, en los casos que USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
corresponda, lo que no ha lugar a dubitar concede un amplio margen de
diagnóstico. Tres son los elementos fundamentales a estudiar desde el punto de
vista semiológico, en este tipo de lesión: el orificio de entrada, la trayectoria y el
orificio de salida" (J. A. Riú y G. Tavella de Riú, "Lesiones. Aspectos Médico -
Legales", p. 73, Librería Akadia Editorial-Lema Editora S.R.L., 1994).
Dicha información, vale resaltar, es la que se torna imprescindible en el caso de las
lesiones personales, ya que a partir de ella es que se realiza la adecuación típica de
la conducta punible; podría decirse, entonces, que es una prueba de ponderación
inexcusable y prácticamente concluyente o decisiva receptación, y más aun sin la
existencia de otra de igual naturaleza y proyección.
De otro costado, también debe ponderarse las historias clínicas de la víctima, tanto
la del Hospital Nacional “Profesor Alejandro Posadas” (14-10-2013 a 22-10.2013),
cuanto del Instituto Médico Constituyentes S.A. (22-10-2003, hasta la fecha,
aproximadamente), pues son documentos en los cuales se deja registro sobre el
diagnóstico, terapia y evolución de la enfermedad de la paciente y respecto de la
cual se ha sostenido que resulta el mejor documento integrante de la prueba de
todos los actos médicos, pues representa “la relación ordenada y detallada de todos
los datos y conocimientos, tanto anteriores, personales, y familiares, como
actuales, relativos a un enfermo, que sirve de base para el juicio acabado de la
enfermedad actual” (Diccionario terminológico de Ciencias Médicas Ed. Salvat S.A.
Décima edición 1968 Barcelona); en otras palabras, en ella se “retiene la
información sobre lo hallado, lo pensado, lo hecho" (A. Achával, “Responsabilidad
civil del médico”, p. 233, Abeledo-Perrot, 1992).
Es por ello que, tomando en cuenta el deber de informar, se ha afirmado que “la
historia clínica constituye un documento de gran trascendencia a efectos
probatorios, puesto que en él se refleja todo lo relativo a la enfermedad del
paciente” (A. Sánchez Gómez, “Contrato de Servicios médicos y contrato de
servicios hospitalarios”, p. 89, Edit. Tecnos, Madrid 1998), pues “[e]sta
documentación debe realizarse desde el mismo momento del contacto personal del
médico y del paciente” (J. Fernández Costales, “El contrato de servicios médicos”,
p. 196, Ed. USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Civitas, Madrid, 1988).
Y la historia clínica es relevante, sobre todo, para darnos la clave en la relación de
causalidad; de allí, por tanto, el valor que se le asigna para ser ponderada,
conjuntamente, como en este caso, con la opinión del perito médico legista que la
consultó para llevar a cabo su experticia y fijar sus conclusiones.
Así las cosas, contándose con dictámenes médico legales las lesiones padecidas por
la víctima e interrogatorio y contrainterrogatorio del experto médico que los
realizó, nos permite concluir, sin temor a equívocos, que es posible realizar el juicio
de tipicidad con arreglo a las conclusiones del médico legista interviniente.
Debe resaltarse en este punto que, es doctrina que las sentencias deben atender a
la situación existente al momento de la decisión (CSJN, Fallos: 216:147; 243:146;
244:298; 259:76; 267:499; 285:353; 301:947; 306:1160; 310:819; 313:584, 311:870,
318:342 y 625, 322:678; 324:3948, 325:2177; 329:1487; 330:2046 y 1291; 333:244;
entre otros), por lo cual, con lo informado y declarado por el médico legista, se ha
ceñido la lesión entre aquellas previstas por el art. 90 del código sustantivo. Y más
aún, porque el momento en que las secuelas del hecho dañoso quedan
determinadas, es el del alta médica definitiva. Y, ésta todavía no ha ocurrido pues
la víctima sigue bajo estricto, controlado y planificado tratamiento.
Debe destacarse que “está vedado a los jueces, sin incurrir en arbitrariedad,
sustituir la opinión de los peritos por sus propios conocimientos técnicos, artísticos
o científicos, o rechazar la pericia correctamente fundada en función de su
intuición, deseos o antojos. Ahora bien esta afirmación no implica vedarle al
magistrado la posibilidad de interpretar y valorar el dictamen otorgándole el lugar
que se merece junto al resto de las pruebas. Lo que está prohibido es que el juez
suplante sin motivos u omita caprichosamente las conclusiones periciales,
imponiendo su opinión personal sobre las del experto designado” (R. A. Chaia, “La
prueba en el proceso penal”, p. 795, Hammurabi, 2da. ed. act., 2013); en este
punto, incluso, se ha sostenido que “un dictamen pericial es un elemento
valiosísimo de orientación judicial que, en principio, si es USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
coherente y fundado, no existe razón para apartarse de él y esto no implica
sometimiento; muy por el contrario, implica una conducta responsable del
magistrado, por el respeto, en la especialidad del conocimiento científico." (C.
Ghersi, Responsabilidad médica. La trascendencia de la pericia médica. El
tratamiento científico adecuado. La omisión, como causa del daño. La aplicación
del art. 1625 del Proyecto de Unificación Civil y Comercial por la Suprema Corte
de Buenos Aires, en JA, del 17 de junio de 1992, N° 5781).
Y si estas son exigencias básicas para la función decisora, igualmente se exigen en
la función requirente a cargo del Ministerio Público, aspecto éste que ha tomado
rigurosamente en cuenta el Ministerio Público al proponer la calificación en la
figura de las lesiones graves.
Ante el concurso de circunstancias agravantes dentro de un mismo tipo penal, se
ha seleccionado la del vínculo que es la que por especialidad desplaza a todas las
restantes. Contiene la valoración francamente superior que proviene del vínculo
conyugal, por lo que ésta sola, por sí, realiza cumplidamente la función punitiva. Y
no está demás, puntualizar que si bien ha existido en la especie un contexto
relacional donde hubo violencia de género, esta conducta hacia la víctima ha sido
relevante para comprender el desenlace subjetivo del hecho lesivo, pero en cuanto
a la calificación legal ninguna incidencia posee desde que el reenvío que mandan
los arts. 90 y 92, con respecto a las circunstancias del art. 80, se satisface con la
aplicación del inc. 1°, previsto para los cónyuges.
Debe recordarse que al modificarse el inc. 1° del art. 80 del CP, incluyéndose en el
tipo al cónyuge, excónyuge, o a la persona con quien mantiene o ha mantenido una
relación de pareja, mediare o no convivencia, se ha ampliado el sujeto pasivo del
delito, que ahora podrán ser no sólo los ascendientes, descendientes y cónyuges,
sino que también se encuentran comprendidos los ex cónyuges o personas con
quien se "mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no
convivencia". Por ello se sostiene que “nos encontramos ante un significativo
cambio en el fundamento de esta previsión, que antes encontraba apoyo en la
"defensa del vínculo", el "respeto que se debían los USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
cónyuges", o la "evitación de la disolución ilícita del matrimonio". La
transformación de la vida social argentina ha llegado hasta el derecho penal y
como observamos la familia ya no es entendida en la concepción tradicional, sino
que ha mutado en diversas formas, exigiéndose nuevas instancias de respeto a
quienes mantuvieron o mantienen una vida en común” (M. Molina y F. Trotta,
“Delito de femicidio y nuevos homicidios agravados” LA LEY 2013-A, 493).
Y es por todo esto que el tipo del inc. 11° del art. 80 cuando refiere “a una mujer
cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género”,
conceptuado por los autores que se citan como “la columna vertebral de la
reforma”, alude como sujeto pasivo a cualquier otra mujer que no esté comprendida
en el inc. 1°, esto es, por los lazos de quienes han mantenido una vida en común,
sea bajo el instituto matrimonial como por una relación de pareja haya mediado o
no convivencia.
También, se ha señalado “[s]obre el inc. 1º, modificado, el delito consiste ahora en
matar "al ascendiente, descendiente, cónyuge", fórmula anterior, pero también, al
"ex cónyuge, o a la persona con quien mantiene o ha mantenido una relación de
pareja, con o sin convivencia". Es decir, que primero está la agravación por lazo de
sangre y luego, por razones normativas, el vínculo del matrimonio que no ha
concluido, y luego en la reforma, el matrimonio anulado o motivo de divorcio, y
situaciones que abarcan a la novia actual o del pasado, "con quien mantiene o ha
mantenido una relación de pareja, con o sin convivencia". En este inciso, nada
refiere al femicidio que nos interesa. La víctima puede ser el hombre o la mujer.
Igualmente, el victimario o victimaria. Al decir, "relación de pareja, se excluyen las
relaciones pasajeras. Sólo si la víctima es una mujer y esto ocurre en un contexto
de violencia de género, la subsunción de la conducta está en el inc. 11, y ahí sí
tenemos el femicidio (O. Breglia Arias, “La reciente ley modificatoria del art, 80,
del Código Penal, "homicidios agravados", y la violencia contra la mujer” LA LEY
2013-B, 1047).
Y, por último, con relación al art. 80, inc. 1°, se destacó que “a diferencia del
parricidio propiamente dicho -cuya fundamentación del plus USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
punitivo sigue siendo el lazo de sangre entre el autor y la víctima (parricidio en
sentido propio)- y del uxoricidio -justificado por razones normativas: el vínculo del
matrimonio-), el precepto incorpora la agravante del "ex cónyuge", sin hacer
ninguna distinción ni referencia acerca de la subsistencia del vínculo matrimonial,
porque bien puede tratarse de un matrimonio desavenido, separado de hecho, con o
sin voluntad de unirse o divorciado vincularmente, situaciones todas que,
dogmáticamente, ninguna relevancia tienen respecto de la concurrencia de la
agravante, por cuanto lo que más importa para el incremento de la pena es la
existencia (presente o pasada) del vínculo entre el agresor y la víctima, al igual que
la persona con quien aquél "tiene o haya tenido una relación de pareja, con o sin
convivencia". Dados estos supuestos, resulta aplicable la mayor penalidad. Es
suficiente con el dato naturalístico (ascendiente, descendiente) y normativo
(cónyuge, relación de pareja) de que hayan concurrido dichos vínculos o situaciones
[…] Respecto de los sujetos del delito, hay que formular una distinción: si se trata
del homicidio de los ascendientes, descendientes o cónyuge, estamos ante un tipo
especial de autor cualificado, en el sentido de que sólo puede ser sujeto activo del
delito aquel que reúne la condición requerida normativamente. En estos casos,
sujeto pasivo también debe ser algunas de estas personas (ascendiente,
descendiente o cónyuge). Si, en cambio, se tratara del homicidio del ex cónyuge, de
la pareja o del conviviente, entonces estamos ante un delito común de sujetos
indiferenciados. Tanto el autor como la víctima pueden ser cualquier persona. Las
situaciones descriptas por el tipo (relación de pareja, con o sin convivencia) no son
situaciones que requieran de una regulación normativa, sino circunstancias
objetivas que determinan el plus de injusto que justifica el incremento de la pena.
En cualquiera de las dos hipótesis referidas, los sujetos son indiferentes al sexo,
vale decir que pueden pertenecer al sexo masculino o al sexo femenino (hombre-
mujer, hombre-hombre, mujer-mujer, mujer-hombre), circunstancia que revela que
esta clase de homicidios no configuran delitos de género, sino conductas neutrales
en las que pueden estar involucrados sujetos pertenecientes a cualquiera de los dos
sexos. El tipo penal no requiere que la muerte haya ocurrido en un USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
contexto de género (situación que tampoco puede ser absolutamente descartable a
los fines típicos), sino que es suficiente con que el resultado haya recaído en
personas unidas por alguno de los vínculos (ascendientes, descendientes, cónyuge,
ex cónyuge) o relaciones expresamente previstas en la fórmula legal (relación de
pareja o de convivencia). Vale decir que si la muerte se produce en un contexto de
género, y la víctima es un varón, el hecho queda enmarcado en este inciso, pero si
la víctima es mujer (y el autor un hombre), el delito se traslada a la figura prevista
en el inciso 11 del mismo artículo.” (J. Buompadre, “Los delitos de género en la
reforma del Código Penal”, SJA 2013/02/13-3; JA 2013-I).
De lo que se sigue que la lesión grave está calificada por el vínculo -o relación-
conyugal existente entre el autor y la víctima, y por el uso arma de fuego para
causarla, por lo que este es el correcto encuadre a la luz de las previsiones de los
arts. 41 bis y 80, inc. 1° del CP, a los que reenvían los arts. 90 y 92.
Extensión de la pena
Tomando en cuenta los indicadores mensurativos de la sanción, se le impone a
Esteban Ricardo Piccinin, la pena de cinco años y seis meses de prisión, accesorias
legales y las costas del proceso, por su calidad de autor en los delitos señalados
(arts. 5; 12; 29, inc. 3º; 40; 41; 41 bis; 45; 55; 92 en función del 90 y 80, inc. 1°; y 189
bis, inc. 2°, párrafo segundo, del CP y art. 530, del CPP).
Regulación de honorarios
Se regulan los honorarios de los abogados Daniel Alberto Cavo (tomo VI, folio 274,
CAM), Luis Victorio Rappazzo (tomo II, folio 126, CAM) y Néstor Osvaldo Moreno
(tomo VIII, folio 165, CAM), por la calidad y extensión de sus labores profesionales
en la defensa del condenado, en el valor equivalente a veinticinco, setenta y
sesenta unidades de jus, respectivamente, más los adicionales de ley (arts. 1; 2; 9-
I-16-b)-III; 9-I-d); 15; 16; 33; 51; 54 y 57 de la Ley 8.904; arts. 12, 14 y concs. de la
Ley 6.716 -ref. int. por leyes 8.455 y 12.068-; art. 534 del CPP).
Decomisos
Se impone que la Secretaría del Área de Efectos Secuestrados de la Fiscalía
Departamental, proceda a la destrucción acorde a su naturaleza, USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
del arma de fuego, cartuchos y vainas servidas incautadas –escopeta de calibre 16,
marca Víctor Sarasqueta, número 6698- (art. 23 del CP; art. 522 del CPP;
Acordadas SCBA N° 3.023, 3.053, arts. 7, 9 y 10 del Acuerdo SCBA N° 3.062 y
Convenio de Colaboración en materia de recolección, depósito y destrucción de
armas de fuego, blancas y materiales controlados secuestrados o incautados en
procesos judiciales –Ley Nacional 25.938 y Ley Provincial 13.852-, celebrado entre
el Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires, la Suprema Corte de
Justicia de la provincia de Buenos Aires y la Procuración General ante esa
Suprema Corte, de fecha 14 de octubre de 2009; Resolución SCBA N° 3.494 de 4 de
noviembre de 2009, Resolución SCBA N° 1 del 5 de febrero de 2010 y Acuerdo
SCBA N° 3.492).
Asimismo, la Secretaría del Área de Efectos Secuestrados de la Fiscalía
Departamental, debe proceder a la destrucción de todos los objetos que fueran
secuestrados por la policía científica, detallados en el acta de levantamiento de
rastros de fs. 205 y ss., mediante el método apropiado a su naturaleza (art. 522 del
CPP).
A tales fines, se librara a esa oficina del Ministerio Público, copia certificada del
presente fallo.
Incidente de Ejecución
Firme o ejecutoriado este fallo, practicado y aprobado el cómputo de pena, deben
extraerse copias de las actuaciones pertinentes para la formación del incidente de
ejecución que debe pasarse al Juzgado de Ejecución en turno (art. 25 y 497 del
CPP).
Por ello, de conformidad con los arts. 168 de la CPBA y 210, 368, 371, 373 y 375 del
CPP;
R E S U E L V O
I. Pronunciar veredicto condenatorio respecto de Esteban Ricardo Piccinin por ser
autor de los ataques contra las personas y la seguridad pública.
II. Condenar a Esteban Ricardo Piccinin a la pena de cinco años y seis meses de
prisión, accesorias legales y costas, por ser autor de los delitos de tenencia no
autorizada de arma de guerra y lesiones graves calificadas por el vínculo y por el
uso de arma de fuego, reunidos entre sí, USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
bajo las reglas del concurso real, cometido el día 15 de octubre de 2013, en Villa
Sarmiento, partido de Morón.
III. Regular los honorarios de los abogados Daniel Alberto Cavo (tomo VI, folio 274,
CAM), Luis Victorio Rappazzo (tomo II, folio 126, CAM) y y Néstor Osvaldo
Moreno (tomo VIII, folio 165, CAM), en el valor equivalente a veinticinco, setenta y
sesenta unidades de jus, respectivamente, más los adicionales de ley.
IV. Decomisar el arma de fuego, cartuchos y vainas servidas incautadas –escopeta
de calibre 16, marca Víctor Sarasqueta, número 6698- encargándose la Secretaría
del Área de Efectos Secuestrados a la destrucción acorde a la naturaleza del
material; del mismo modo, procederá respecto de todos los objetos que fueran
secuestrados por la policía científica, detallados en el acta de levantamiento de
rastros de fs. 205. A tales fines, líbrese a esa oficina del Ministerio Público, copia
certificada del presente fallo.
V. Regístrese y léase esta decisión en el día y hora señalados. Regístrese. Firme o
ejecutoriado, practicado y aprobado el cómputo de la pena, deben pasarse al
Juzgado de Ejecución en turno, las copias certificadas de las partes necesarias de
estas actuaciones para que en ese ámbito se confeccione el incidente respectivo.
CARLOS ROBERTO TORTI
JUEZ USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Ante mí:
SAMANTA BEORLEGUI
SECRETARIA