Ventana a la Cooperación 4

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Con el auspicio de Estimados lectores: VENTANA A LA COOPERACIÓN Nº 04 Marzo de 2009 LA COOPERACIÓN EN FRONTERA NORTE ÍNDICE 1- Cooperación Internacional al Desarrollo y refugio en la Frontera Norte p.1 A. Caracterización p.1 B. Estudio de las condiciones de vida p.4 El Observatorio de la Cooperación al Desarrollo en Ecuador se complace en presentar el Boletín Electrónico Ventana a la Cooperación en su cuarto número. En él ponemos a consideración la problemática de la Frontera Norte Ecuatoriana en relación a la Cooperación Internacional. En esta edición especial contamos con la colaboración de diversos autores/as para presentar una panorámica de la zona y su relación con la Ayuda Oficial al Desarrollo. Las temáticas que se abordan se refieren a la relación de la CI con las personas refugiadas, algunas propuestas de la sociedad civil frente a la complejidad del contexto, las dificultades presentes en las comunidades locales, un análisis sobre la seguridad y sus índices, y una reflexión sobre la violencia, las víctimas y los organismos en la Frontera. Este tema, objeto de continua preocupación, será desarrollado más a fondo en el estudio: Efectos de la Cooperación Internacional en la zona de Frontera Norte del Ecuador: el caso de la provincia de Sucumbíos. Período 2000 – 2007 (de publicación próxima). C. Cooperación al desarrollo y los refugiados p.8 D. Notas sobre ACNUR y la CI a los refugiados p.9 Anexos p.15 2- Seguridad ciudadana en la FN Ecuatoriana p.20 - La situación de inseguridad en FN ecuatoriana p.22 - Reflexiones y conclusiones p.24 3- Las comunidades ecuatorianas de frontera también son vulnerables p.25 4- Fronteras del Norte – Memorias populares y paz p.27 5- La indefinición de las víctimas en la frontera y sus trampas p.29 A. Los límites y alcances de la noción de víctima p.29 B. Definiciones p.31 Conclusión p.36 6. Notas de interés p.37 Agradecemos a los articulistas por sus aportes y a los lectores que se han comunicado con nosotros. Nuevamente les invitamos a visitar la página: www.cooperacion.org.ec y contactarnos a través de nuestros correos: [email protected] ; [email protected] ; y [email protected] . VISITA www.cooperacion.org.ec

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Sobre la cooperacion internacional al desarrollo en la Frontera Norte Ecuatoriana

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Con el auspicio de

NOVEDADES EN LA RELACIÓN UNIÓN A Y

EUROPEAMÉRICA LATINA

Estimados lectores:

VENTANA A LA COOPERACIÓNNº 04

Marzo de 2009

LA COOPERACIÓN EN FRONTERA NORTE

ÍNDICE

1- Cooperación Internacional al

Desarrollo y refugio en la Frontera Norte p.1

A. Caracterización p.1 B. Estudio de las condiciones de

vida p.4

El Observatorio de la Cooperación al Desarrollo en Ecuador se complace en presentar el Boletín Electrónico Ventana a la Cooperación en su cuarto número. En él ponemos a consideración la problemática de la Frontera Norte Ecuatoriana en relación a la Cooperación Internacional. En esta edición especial contamos con la colaboración de diversos autores/as para presentar una panorámica de la zona y su relación con la Ayuda Oficial al Desarrollo. Las temáticas que se abordan se refieren a la relación de la CI con las personas refugiadas, algunas propuestas de la sociedad civil frente a la complejidad del contexto, las dificultades presentes en las comunidades locales, un análisis sobre la seguridad y sus índices, y una reflexión sobre la violencia, las víctimas y los organismos en la Frontera. Este tema, objeto de continua preocupación, será desarrollado más a fondo en el estudio: Efectos de la Cooperación Internacional en la zona de Frontera Norte del Ecuador: el caso de la provincia de Sucumbíos. Período 2000 – 2007 (de publicación próxima).

C. Cooperación al desarrollo y los

refugiados p.8 D. Notas sobre ACNUR y la CI a los

refugiados p.9 Anexos p.15

2- Seguridad ciudadana en la FN Ecuatoriana p.20 - La situación de inseguridad en FN ecuatoriana p.22 - Reflexiones y conclusiones p.24

3- Las comunidades ecuatorianas

de frontera también son vulnerables p.25

4- Fronteras del Norte – Memorias

populares y paz p.27 5- La indefinición de las víctimas

en la frontera y sus trampas p.29

A. Los límites y alcances de la noción de víctima p.29

B. Definiciones p.31 Conclusión p.36

6. Notas de interés p.37 Agradecemos a los articulistas por sus aportes y a los lectores que se han comunicado con nosotros. Nuevamente les invitamos a visitar la página: www.cooperacion.org.ec y contactarnos a través de nuestros correos: [email protected]; [email protected]; y [email protected].

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1- Cooperación Internacional al Desarrollo y Refugio en la Frontera Norte en Ecuador

Juan Camilo Molina * A. Caracterización

En los últimos 8 años la Frontera Norte del Ecuador ha conocido una realidad nueva, no sólo para la zona sino para el país: el fenómeno del refugio. A partir del año 2.000 las cifras de peticiones de refugio aumentaron de manera dramática (de 709 peticiones en 1999 a 47.000 en 2008) y tomaron por sorpresa la labor de los gobiernos locales, así como del aparato estatal.

Solicitudes de refugio

0

10000

2000030000

40000

50000

1979-1999 2000 - 2006 a 2008

Fuente: Estadísticas ACNUR. Cfr. Benavides, G1. Elaborado por: Camilo Molina.

Estos datos son importantes, ya que el censo de 2001 tenía un registro nacional de 51.556 colombianos, lo que significa que solamente las peticiones de refugio en los últimos años ha alcanzado el total de la población colombiana censada entonces. Ante esto, los esfuerzos realizados por el gobierno ecuatoriano y las diversas agencias internacionales han conocido varias iniciativas: hacia el año 2000 se abrieron las perspectivas para que el tiempo de estadía y las condiciones de vida de los/las refugiados pudiera mantenerse. Después del proceso denominado como “prima facie”, (refugiados a falta de pruebas de lo contrario), el MRREE decidió aplicar los criterios correspondientes a la Convención de 1951 (artículo 1 del decreto 3301 de 1992) para determinar la condición de refugiados2, y se apoyó el Plan de Contingencia, incluyendo actores como MRREE, ACNUR e ISAMIS, y que luego devino en el Programa de Apoyo a Refugiados (PAR) en la Frontera. Sin embargo, luego de constatar la realidad y de realizar diversos esfuerzos, se observó que la atención era ínfima, debido a varios factores. Por ejemplo, muchos de los colombianos que vienen a Ecuador, quieren alejarse de la guerra y de los conflictos (algunas veces traumáticos) que han vivido, lo que los motiva a invisibilizarse, sin solicitar asilo. A esto, se suman factores como la discriminación, el temor ante las denegaciones y la repatriación.

* Investigador del Observatorio de la Cooperación al Desarrollo en Ecuador. Se encuentra realizando la Tesis de Maestría en Ciencias Sociales y Comunicación de FLACSO – Ecuador.

1 Benavides, Gina, Seminario internacional “Relaciones Ecuador – Colombia “Los/las refugiados/as colombianos en Ecuador”, Quito, 2007.

2

2 Cfr, Yupanqui, T, “Refugiados colombianos en Lago Agrio”, SJR, 2001, p. 28.

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Esto ha llevado a que de las 250.000 personas en estado de refugio estimadas por ACNUR, solamente 45.231 hayan solicitado el status y que únicamente hayan sido aprobadas 14.300 (hasta el 2.006). Con esto, sólo el 5,7 % de la población estimada en situación de refugio se encuentra documentada y más de 200.000 refugiados se encuentran dentro del sector informal, como extranjeros, sin papeles y con escasas posibilidades de retorno a sus lugares de origen.

Fuente: MRREE y ACNUR Elaboración: FLACSO

Para mejorar esta situación, desde el 2.005 se han impulsado nuevas iniciativas. Desde el Gobierno del Ecuador se ha dado paso a una nueva ley, propuesta en febrero de 20073, y que debería recorrer diversas etapas, concretadas incluso en una serie de derechos a los refugiados en la Nueva Constitución de la República. Ahora bien, a pesar de estos avances, dos años después su materialización no ha llegado a cumplirse a cabalidad y se percibe un desbordamiento debido a la magnitud del desplazamiento (de colombianos e incluso de ecuatorianos que han tenido que abandonar sus tierras en ciertas zonas limítrofes).

Año Colombianos Porcentaje Otras nacionalidades Porcentaje Total

2000 362 68,20% 113 31,20% 475 2001 2.929 97% 88 3% 3.017 2002 6.732 99,50% 34 0,50% 6.766 2003 11.391 99,40% 72 0,60% 11.463 2004 7.631 97,10% 222 2,90% 7.853 2005 6.517 91,20% 574 8,80% 7.091

2006(agosto) 5.073 100% 0 0% 5.073 Total 40.635 97,30% 1.103 2,70% 33.173

Fuente: Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador Elaboración: Observatorio Laboral Ecuatoriano, Gloria Camacho4

3 Cfr. http://archivo.eluniverso.com/2007/02/09/0001/8/politica.aspx Y http://www.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=223870&id_seccion=10

3

4 En www.flacsoandes.org

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4

B. Estudio de las condiciones de vida de los refugiados en la Frontera Norte

Frente a estas dificultades, uno de los problemas más recurrentes que ha habido es la ausencia de estrategias y políticas públicas que puedan ayudar a paliar las consecuencias negativas en la calidad de vida de los refugiados. Normalmente estas políticas no se han podido dar debido a la falta de recursos, pero también a la ausencia de datos seguros sobre el impacto que el conflicto y el refugio han tenido, tanto en la población que arriba a la región, como en la población local y receptora. En este sentido, últimamente ha habido mayores esfuerzos por comprender mejor lo que está sucediendo en la frontera norte y las posibles soluciones a las dificultades. ACNUR impulsó en el 2006 - 2007 un estudio importante sobre las condiciones de vida de los Refugiados, los solicitantes de refugio y la población colombiana en la Frontera Norte, en relación al cumplimiento de los ODM: “The living conditions of refugees, asylumseekers and other colombians in Ecuador5”. Esta investigación, a cargo de Richard Birlsborrow y CEPAR, financiada por ACNUR, quiso a través de un estudio muestral

“determinar la magnitud de la presencia de la población colombiana en situación de refugio y protección en la Frontera Norte del Ecuador (Provincias de Sucumbíos, Orellana, Carchi, Esmeraldas e Imbabura)6”.

En el siguiente cuadro se pueden resumir algunos de los datos centrales de esta investigación:

El total de población colombiana proyectada para la frontera norte es de 84,494 personas.

El 70% (58,838 personas) de esta población declara estar en necesidad de protección internacional (NPI). Esto significa que la mayoría ha salido de Colombia por motivos en relación a la violencia y/o violaciones de Derechos Humanos. “Invisibilidad” de los refugiados: 35,029 personas están en situación vulnerable en la Frontera Norte y no han podido acceder al sistema de asilo del Ecuador.

Este 60 % de la población colombiana es denominado como refugiados de facto. Puede verse en el siguiente cuadro su distribución entre la población total:

Refugiados de facto (“invisibles”) presentes en Frontera Norte 35,029

Refugiados registrados/ regularizados presentes en Frontera Norte 23,809

Total de población con Necesidad de Protección presentes en la Frontera Norte 58,838

5 Su publicación original puede descargarse de: http://www.nidi.knaw.nl/en/output/2006/nidi-2006-ecuadorcountryreport.pdf/nidi-2006-ecuadorcountryreport.pdf

6 Éste y los datos que siguen pueden verse en el documento original. Aquí están tomados del resumen realizado por la cancillería Ecuatoriana:

http://www.mmrree.gov.ec/mre/documentos/novedades/boletines/ano2008/febrero/ACNUR.htm

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La distribución de los refugiados de facto por Provincia en la Frontera Norte es la siguiente:

Caracterización: La población colombiana con Necesidad de Protección Internacional en FN tiene las siguientes características: - El 95% de estos refugiados de facto llegaron al Ecuador entre el año 2000 y su presencia continúa de manera creciente hasta mediados del 2007 (año de la investigación). - Es una población joven: 50% son niños, niñas y adolescentes. - Casi el 40% está en edad laboral. - El motivo de su desplazamiento al Ecuador está relacionado con el conflicto interno colombiano. - El 72% de estas personas provienen de los Departamentos limítrofes de la Frontera Norte colombianos de Nariño (37,3%) y Putumayo (35%). - El 18% son de origen Afro, y el 15% pertenecen a diversas etnias indígenas.

48%

24%

18%

10%

Sucumbíos y Orellana

Carchi

Esmeraldas

Imbabura

También se constató que esta población se encontraba con graves índices de vulnerabilidad, y desde la perspectiva de los ODM es dramática su realidad, pues casi la mitad se encuentran por debajo de la línea de pobreza, y el 75% viven con menos de 2 dólares al día.

Fuente: Birlsborrow y CEPAR (2006:38)

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Además, los grados de desnutrición se pueden elevar debido a las dificultades presentadas en la consecución de los elementos de la canasta familiar.

Fuente: Birlsborrow y CEPAR (2006:38)

Este dato aparentemente contrasta con el acceso al trabajo que mencionan los grupos de refugiados y de solicitantes de refugio, ya que se aprecia una tendencia a estar empleados (en los solicitantes de refugio, el acceso a empleo en los hombres es superior al 65 %, mientras que en las mujeres apenas llega al 50%)

Fuente: Birlsborrow y CEPAR (2006:106)

Pero el tipo de empleo y remuneración que obtienen es de perfil no profesional, predominantemente agrícola e informal (comercio, artesanías, otros), lo que significa trabajos poco estables y con remuneraciones que no permiten una calidad de vida adecuada.

6

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Fuente: Birlsborrow y CEPAR (2006:108)

Por último, también es importante observar que los refugiados colombianos (de iure y de facto) se encuentran con otro tipo de dificultades que les ha impedido restablecer su vida al llegar a la Frontera Norte, destacándose especialmente el acceso a la educación, salud y la posibilidad de tener papeles legales como requisito para desenvolverse con mayor capacidad.

Fuente: Birlsborrow y CEPAR (2006:112)

7

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C. La cooperación al desarrollo y los refugiados La anterior panorámica del contexto en el cual se desenvuelven los refugiados en la Frontera Norte sirve para comprender el accionar de la Cooperación Internacional frente a los desafíos que ha supuesto para el Gobierno Ecuatoriano y la Comunidad Internacional el conflicto humanitario más dramático de América Latina en la actualidad (Colombia es el segundo país con más desplazados del mundo, y Ecuador es el país que recibe la mayor población de refugiados de América).

Es interesante notar que en 2001, la OECD publicó un manual titulado: “The DAC7 Guidelines Helping Prevent Violent Conflict”, donde se recalcan algunas líneas para tener presente a la hora de actuar en zonas de conflicto, aconsejando específicamente la acción en torno a los refugiados. Allí se pide fortalecer una perspectiva para prevenir el crecimiento de los conflictos violentos a través de la reducción de la pobreza (Nº 3); formulación de políticas que tengan en cuenta la relación entre seguridad y desarrollo, fortaleciendo procesos de paz y creando enlaces entre los actores de la sociedad civil y el Estado; aumentar la coordinación entre donantes y políticas coherentes (Nº 5). Estos principios fueron reconocidos por el G8 en la Cumbre de Denver en 1997 y por los Ministros de Relaciones Exteriores en Roma (2001, ( Nº5) )

Como ya se ha mencionado, frente al primer momento de esta crisis humanitaria en la Frontera, se han ido creando diversos mecanismos. Además, los esfuerzos realizados por mejorar la coordinación entre el Gobierno y ACNUR han permitido la implementación de las políticas públicas mencionadas (y que pueden ser vistas con mayor rigor). El mismo hecho de que se hayan creado tres oficinas en el país por parte de ACNUR indica la preocupación que la Comunidad Internacional tiene sobre las dificultades que los refugiados colombianos viven en Ecuador y especialmente en la frontera norte. En este sentido, el sistema de ACNUR ha dado prioridad al Ecuador, gracias en parte a las sinergias establecidas entre la Oficina de ACNUR-Ecuador y el Gobierno, por ejemplo en la resolución de la situación legal de los solicitantes de refugio y refugiados de facto, que ya ha comenzado a ponerse en marcha con la Nueva Ley, así como con las mesas de movilidad humana. Del mismo modo, el estudio poblacional del ACNUR ha ayudado a

“localizar la presencia de esta población, de tal modo que el Gobierno y las Organizaciones Internacionales puedan estar en mejores condiciones para satisfacer sus necesidades. La atención se centra en un enfoque comunitario con iniciativas que beneficien a la población local y a los refugiados logrando que la integración sea más fácil para todos8”.

En este sentido, el Excom (Comité Ejecutivo) ha propuesto desde hace varios años una acción prioritaria en Ecuador que garantice mayores fondos de la Cooperación Internacional en atención a las demandas de la población. Con esto se espera fortalecer el ámbito de la CI al desarrollo en la Frontera Norte del Ecuador, donde diversas agencias han actuado con el objetivo de aliviar las condiciones de pobreza, así como de mejorar la calidad de vida y brindar asistencia humanitaria.

7 Development Assistance Committee 8 http://www.ACNUR.org/index.php?id_pag=7324

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Sin embargo, la intención principal es apoyar las labores de Cancillería en su atención, pues los principales actores que pueden incidir en el mejoramiento de la situación de las condiciones de vida de los refugiados son el Estado Ecuatoriano y el Alto Comisionado para las Naciones Unidas. Esto es importante, ya que en la Frontera el papel del Estado Ecuatoriano no ha sido percibido claramente por la población refugiada, y más bien las organizaciones que han atendido sus necesidades al momento de ingresar al país son la ACNUR, la Iglesia Católica y algunas ONG. Sin embargo, el tipo de ayuda que pueden recibir dista de ser el que esperan desde las expectativas de una calidad de vida óptima, pues suelen dar soluciones paliativas, como la entrega de alimentos o de alojamiento.

Fuente: Birlsborrow y CEPAR (2006:125)

D. Notas sobre la ACNUR y la cooperación a los refugiados

Programas y Estrategias en la Región Ante los desafíos referidos, el sistema de ACNUR, a través de sus “Programas y Estrategias” (Global Appeal, p.ej. 2008 – 2009)9, se han interesado en dar soluciones más globales, y que incluso comprendan los complejos roces políticos, humanitarios, económicos y militares propios de la volatilidad de la frontera.

9 La información que se refiere en este acápite está tomada de “Extractos del documento "Programas y Estrategias del ACNUR en 2008-2009" (Global Appeal, 2008-2009) América Latina (Plan de Acción de México) Situación en Colombia”, en http://www.acnur.org/paginas/index.php?id_pag=7754, salvo que se diga lo contrario.

9

Los requerimientos totales que se preveían eran de: 2008: USD 12.049.213 y 2009: USD 13.541.313

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Fuente: Global Appeal, 2008-2009

Las acciones que promueve ACNUR para los refugiados colombianos esperan cubrir las necesidades básicas, la protección internacional de todos los solicitantes y refugiados (registro y obtención de documentos), y encontrar soluciones duraderas (a través de la integración local y el reasentamiento)10.

Fuente: Global Appeal, 2008-2009

Para el caso de la Frontera Norte Ecuatoriana, se ha hecho referencia al apoyo de la iniciativa del Plan Ecuador a través del proyecto: Fronteras Solidarias. ACNUR buscará la manera de ayudar a las autoridades a través de: una acción conjunta en las zonas fronterizas para promover su desarrollo, y la regularización de los colombianos no registrados que se encuentran en necesidad de protección internacional.

10

10 Se espera que en la región se pueda dar protección legal a unos 500.000 colombianos que no han solicitado asilo (especialmente en Ecuador, Venezuela y Brasil), acceso a los servicios de salud pública y educación, apoyo legal, médico y psicológico sobre VIH y SIDA y la violencia sexual y por motivos de género. También en el 2008, nuevos microcréditos debían llegar a 1.800 refugiados en Costa Rica, Ecuador, Panamá, Perú y la República Bolivariana de Venezuela y se implementarían 200 proyectos comunitarios en las comunidades fronterizas (Costa Rica, Ecuador, Panamá, y Venezuela) con beneficio a cerca de 67.000 personas, incluyendo a la población local, expandiéndose más del 50 % en el 2009.

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Fuente: Global Appeal, 2008-2009

Esta labor la llevará a cabo especialmente el Grupo Temático Interagencial de la Frontera Norte (constituido con el fin de trazar una estrategia humanitaria y de desarrollo común para toda la zona), y siguiendo su ejemplo la Oficina espera obtener fondos adicionales para mejorar las condiciones de vida de los refugiados y las comunidades de acogida,. Además el ACNUR buscará reforzar las redes de ONG nacionales e internacionales para aumentar el monitoreo de las inestables zonas fronterizas.

Inversión de ACNUR en Ecuador, 2004

Fuente: Informe ACNUR, 2004

11

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Donantes a ACNUR Ecuador, 2004

Fuente: Informe ACNUR, 2004

Los Global Needs Assessment Debido a la incidencia del fenómeno del refugio en los últimos años en Ecuador, la acogida del gobierno a los refugiados y su “notable marco legal para garantizar (su) protección11”, ha sido considerado parte del grupo de los 8 países piloto12, que el Excom (Comité Ejecutivo de ACNUR) ha escogido para llevar a cabo el proceso de Evaluación Global de Necesidades (GNA, por sus siglas en inglés) de ACNUR. Este proyecto contempla una campaña durante el 2009 para determinar en forma integral el estado real de los refugiados y el de las personas del interés del ACNUR. Lo importante es que el GNA es una iniciativa para abordar las necesidades no atendidas, asignándose un total de 63,5 millones de dólares estadounidenses en su presupuesto para el año 2009. Se espera que con la Evaluación13 se clarifiquen especificidades respecto a la población refugiada, sus necesidades, los costos para satisfacerlas y las consecuencias por las brechas (ausencias) en su atención14. También se convertirá en la base de la planificación, apoyo y recaudación de fondos, la toma de decisiones y la acción con los gobiernos, los refugiados y los solicitantes de refugio.

11 Entrevista a Marta Juárez, representante de ACNUR en Ecuador: www.acnur.org 12 Estos países son: Camerún, Ecuador, Georgia, Ruanda, Tailandia, Tanzania, Yemen y Zambia. 13 EGN en español, Evaluación Global de las Necesidades.

12

14 31,7 millones de personas están dentro del interés de ACNUR. Para poder atenderlas a todas, se requeriría de 3,8 mil millones de dólares estadounidenses. Al disponer de un presupuesto anual de 1,8 mil millones de dólares (casi la mitad del total necesitado), ACNUR debe priorizar sus actividades con las personas en situación de refugio.

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Fuente y elaboración: Pdf en: GNA, Plan Piloto ACNUR http://www.unhcr.org/cgi-bin/texis/vtx/GNA?page=ecu

En el caso de Ecuador, este proceso estuvo precedido por “diagnósticos participativos” que permitieron observar las brechas, consolidados a través de reuniones con la población refugiada y las comunidades locales en diferentes partes del país. Una de sus actividades concretas ha sido la realización de la Consulta Nacional, donde se reunieron autoridades nacionales y locales, refugiados, organizaciones internacionales, organizaciones de la sociedad civil y organizaciones y representantes de las comunidades ecuatorianas de acogida. Allí se discutieron los seis temas prioritarios en la atención al refugiado:

- marco de protección legal; - fortalecimiento de las instituciones a cargo de asuntos relacionados con los

refugiados; - cumplimiento de los derechos de los refugiados; - integración y acceso a servicios para refugiados y comunidades locales de

acogida dentro de los programas de ciudades y fronteras solidarias; - creación de una cultura de paz; - e iniciativas regionales para mejorar la protección de personas refugiadas y

diseminar buenas prácticas. Fruto de estos encuentros se elaboró un Plan de Acción para que se dé seguimiento a la ejecución de la Política sobre Protección a Refugiados en el Ecuador y se identificaron prioridades de acción15. Sin embargo, una de las principales necesidades que se encontró fue la urgencia de brindar asistencia y protección a los refugiados en el Ecuador para superar los problemas que les acarrea la ausencia de papeles. Se espera que con la puesta en marcha del Registro Ampliado se visibilicen los “refugiados de facto” y accedan a sus derechos básicos. En los siguientes cuadros, se mencionan las necesidades específicas del Ecuador:

13

15 La necesidad de fortalecer las instituciones a cargo de temas relacionados con los refugiados, incluir a los refugiados en los procesos de toma de decisiones, adoptar mecanismos flexibles para determinar la condición de refugiados, realizar labores de abogacía y campañas de sensibilización sobre los deberes y derechos de los refugiados, e incluir a los refugiados en los planes nacionales de desarrollo.

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Fuente y elaboración: GNA, PDF en Plan Piloto, ACNUR Por último, debe resaltarse que la GNA ha utilizado un nuevo formato y que para la expansión mundial del ciclo de planificación 2010-2011, se elaborará una herramienta de gestión basada en los resultados del enfoque del ACNUR, con una metodología integral y consultiva que ya ha sido utilizada en los ocho países piloto. Este enfoque aplicará técnicas de evaluación utilizadas por las agencias humanitarias y de desarrollo del sistema de las Naciones Unidas, como el Proceso de Llamamiento Consolidado CAP (por sus siglas en inglés)/ Planes de Acción Humanitaria Común CHAP (por sus siglas en

14

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inglés) y el Marco relacionado de Evaluación de Necesidades, Evaluación Común del País, CCA (por sus siglas en inglés) - Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo UNDAF (por sus siglas en inglés).

“Ojalá que la iniciativa de la Evaluación Global de Necesidades en el Ecuador nos permita recaudar los fondos necesarios para ejecutar proyectos de protección e integración comunitarios en todas las comunidades necesitadas. En una zona de conflicto, con presencia de actores armados regulares e irregulares, el garantizar acceso a los servicios públicos sirve también para aliviar la situación de aislamiento total de la población civil” (Xavier Creach, Jefe de la Oficina de ACNUR en Lago Agrio. Entrevista en www.acnur.org).

ANEXOS

1. Declaraciones del vocero de ACNUR

Ecuador: Inicia proyecto piloto de registro de refugiados La siguiente información es un resumen de las declaraciones del vocero del ACNUR Ron Redmon, a quien se pueden atribuir las citas, durante la rueda de prensa del día 12 de diciembre de 2008 en el Palacio de las Naciones en Ginebra, Suiza Ecuador inició esta semana un plan nacional de registro de refugiados en dos ubicaciones piloto cerca de la frontera con Colombia. Se calcula que hasta 50 mil refugiados pueden beneficiarse de este proyecto, el cual tiene como objetivo reconocer y documentar a los refugiados que han estado en este país por más de un año. Como otros países en esta región, Ecuador enfrenta un gran desafío con la documentación de refugiados. Ecuador es el hogar de alrededor 20 mil refugiados, pero 130 mil personas más podrían necesitar protección internacional y no han sido registradas, sea por falta de información o por que se encuentran en zonas de difícil acceso. Tres equipos móviles con funcionarios de registro, representantes del gobierno ecuatoriano y observadores del ACNUR han tomado parte en la fase piloto en la región amazónica del Ecuador. Comenzaron el lunes en la pequeña comunidad de Barranca Bermeja y terminarán este sábado en La Bonita. Las dos comunidades están aisladas y necesitan de infraestructura que les proporcione electricidad y agua potable. El ejercicio piloto pondrá a prueba la logística de la operación, que involucra el montaje de una conexión con la base de datos central de la oficina de registro de refugiados ubicada en la capital, Quito, además de probar los equipos para imprimir tarjetas de documentación que permitan reconocer a los refugiados. El objetivo es acelerar el proceso de registro para que las personas con necesidad de protección internacional puedan ser entrevistadas, tener sus casos analizados y recibir su documentación el mismo día. La mayoría de los refugiados vienen de Colombia, donde el conflicto armado y la violencia generalizada han obligado a millones de personas a escapar de sus lugares de origen. Fecha: 12 Diciembre 2008

15

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2. Proyectos en relación con la GNA en Ecuador

Estos proyectos trabajan en dos áreas16:

A) Favourable protection environment

1) Reform of the legislation on asylum

16

16 Tomado del Ecuador Project Concept Notes en: www.unhcr.org/publ/PROTECTION/4889cb8e2.pdf

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B. Fair protection processes and documentation

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2. Seguridad ciudadana en la Frontera Norte ecuatoriana

Johanna Espín M*

La Frontera Norte Ecuatoriana existe como un área o región imaginaria o como una aspiración de la población; sin embargo, a lo largo de este documento cuando nos referimos a la frontera norte ecuatoriana hablaremos de la zona que abarca a las tres provincias limítrofes con Colombia: Esmeraldas en la costa; Carchi en la sierra, y Sucumbíos en la Amazonía. Aunque, es necesario aclarar que si bien existen aspectos comunes que caracterizan a esta zona, cada provincia de la frontera norte presenta características particulares y diversas entre sí, por lo que no es posible una comprensión uniforme de la zona. Por esta razón, en una primera parte, presentaré brevemente una descripción general de cada provincia para tener una mejor comprensión del contexto particular. En una segunda parte, se abordará específicamente la problemática de violencia e inseguridad en la zona. Por último, plantearé algunas reflexiones finales a modo de conclusión1. Las provincias de la frontera norte difieren entre sí, tanto en sus características geográficas, climáticas, sociales como económicas. Esta diversidad no solo se encuentra determinada por el tema regional, sino también tiene que ver con las diferencias notables que pueden existir de un lugar a otro en cuanto a la vulnerabilidad de la población por motivos de carencias de servicios básicos, falta de carreteras, telecomunicaciones y su cercanía a lugares problemáticos. En la tabla que se encuentra a continuación se observan algunos indicadores socioeconómicos de las provincias fronterizas. Un breve acercamiento a estos indicadores nos permite tener una idea clara de la vulnerabilidad de cada una de las provincias fronterizas y de la región en general respecto a todo el país. Específicamente, en los casos de Esmeraldas y Sucumbíos es evidente dicha vulnerabilidad reflejada en los altos índices de pobreza, hacinamiento, analfabetismo, y falta de servicios básicos. El caso de la provincia de Carchi es un poco diferente, ya que los distintos indicadores reflejan una mejor situación tanto frente a las otras dos provincias como frente a la media del país en general.

Tabla 1

Indicadores Socioeconómicos Comparados Indicador Esmeraldas Carchi Sucumbíos País

Pobreza por NBI's 76,04 59,64 81,73 61,26

Analfabetismo 11,62 7,21 8,46 9,02

Hacinamiento 31,26 29,51 30,71 26,40

Servicio telefónico 22,31 30,53 10,58 32,18

* B.A. en Relaciones Internacionales y en Administración de Empresas. Egresada de la maestría en Desarrollo Local y Territorio de FLACSO Ecuador. Actualmente se desempeña como investigadora del Programa de Estudios de la Ciudad de FLACSO Ecuador

1 La realización del presente documento fue posible gracias a la implementación del proyecto “Observatorios de violencia en la Frontera Norte”, llevado a cabo por el Programa de Estudios de la Ciudad de FLACSO Ecuador y Gobiernos Locales por la Sustentabilidad-ICLEI. Un análisis más extenso de la problemática de la seguridad ciudadana en la frontera norte ecuatoriana y del impacto de la ejecución del mencionado proyecto se encuentra publicado en el libro: Carrión, F., Espín, J. (2009) Un lenguaje colectivo en construcción: el diagnóstico de la violencia. Quito: FLACSO, ICLEI, DMQ.

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Servicio eléctrico 75,62 94,33 64,84 89,67

Déficit de servicios residenciales básicos

78,60 52,90 90,90 63,10

Fuente: Sistema Integrado de Indicadores Sociales del Ecuador SIISE (4.5) Elaboración: Johanna Espín M. Sin embargo, más allá de las características socio-económicas, las provincias fronterizas son disímiles entre sí incluso en los conflictos sociales presentes en cada provincia. Desde hace varios años, la frontera norte se ha constituido en una zona altamente conflictiva, pero las manifestaciones de la violencia y los conflictos se presentan distintos en cada provincia. Tal es el caso que, en la frontera entre Carchi y la ciudad de Ipiales, los conflictos se relacionan con el contrabando y la extorsión, mientras que en la frontera entre Sucumbíos y el departamento del Putumayo se vinculan con la presencia de sicarios, narcotráfico y otras actividades ilegales relacionadas; finalmente, en la frontera entre Esmeraldas y el municipio de Tumaco -departamento de Nariño-, la violencia puede ser producto de conflictos de carácter étnico y también relacionados con el cultivo de sustancias ilícitas. El único elemento común a lo largo de la frontera ha sido la respuesta gubernamental ante la situación de las provincias fronterizas. Las políticas públicas aplicadas en materia de seguridad, en su mayoría, han tratado a la frontera como una zona homogénea, sin considerar que incluso las violencias identificadas son heterogéneas. Además, históricamente, la respuesta gubernamental ha sido el incremento de la presencia militar, por lo que casi la totalidad de políticas adoptadas a nivel nacional en materia de seguridad en la frontera responden a estrategias y programas diseñados de acuerdo a planes militares. En provincias como Sucumbíos y Esmeraldas, las fuerzas armadas han llegado incluso a cumplir funciones que se encuentran fuera de sus competencias, tales como proveer ayuda social e infraestructura de la que debería encargarse el Estado a través de otras entidades. Esta situación ha producido que en la zona de la frontera norte de Ecuador, al igual que en otras zonas fronterizas, se vuelva muy difícil establecer una clara diferencia entre los conceptos de seguridad ciudadana y seguridad nacional. Para terminar, es necesario mencionar que el tema de la seguridad en la zona fronteriza también ha estado estrechamente vinculado con la Política Exterior ecuatoriana, y específicamente, con las relaciones de Ecuador con su país vecino, Colombia. Por esta razón, en primer lugar, dentro de las relaciones con otras naciones, en el Ministerio de Relaciones Exteriores se encuentra la Dirección General de Relaciones Fronterizas con Colombia, la cual tiene a su cargo la ejecución del programa de apoyo a la gestión de descentralización de las provincias del norte promovido por la Unión Europea. Dentro de este marco de integración2, se creó, además, la Comisión de Vecindad e Integración Ecuatoriana-Colombiana (CVICE), la cual fue reestructurada el 28 de noviembre del 2002 con el fin de darle mayor funcionalidad. La CVICE se enfoca en seis temas prioritarios: infraestructura, asuntos ambientales, desarrollo económico, desarrollo social, educación, ciencia y cultura y derechos humanos. En síntesis, como se puede observar, ante la complejidad y heterogeneidad de la problemática en la frontera norte ecuatoriana las respuestas gubernamentales que se han tomado han sido reforzar la presencia militar o impulsar medidas diplomáticas, con lo que se ha otorgado prioridad a la seguridad del Estado por sobre la seguridad de los ciudadanos que viven en la región.

2 Cumpliendo con los compromisos asumidos en la Declaración Presidencial de 20 de junio de 1989 entre Colombia y Ecuador.

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La situación de (in)seguridad en la frontera norte ecuatoriana

La violencia y la inseguridad en la frontera norte ecuatoriana, de igual manera, presentan distintas manifestaciones en cada provincia. No obstante, el ascenso significativo de la violencia en la zona de la frontera norte en los últimos años es evidente. Si se toma en cuenta las tasas de defunción por homicidio3 como indicadores de violencia en la frontera norte, podemos encontrar que las dos provincias que ocupan el primer y segundo lugar (Esmeraldas y Sucumbíos, respectivamente) con las tasas más altas de violencia en el país se encuentran en la frontera con Colombia. En 1990, Los Ríos ocupaba el primer lugar en las tasas de homicidio; diez años después, Esmeraldas ocupa el primer lugar, Sucumbíos, el segundo lugar, y Carchi, el cuarto lugar (Arcos, Carrión y Palomeque, 2003: 36-37). Para el año 2006, Esmeraldas y Sucumbíos continúan ocupando el primer y segundo lugar aunque Carchi haya descendido al décimo primer lugar (INEC, 2006: sn).

Por otro lado, respecto a la tasa de delitos contra la propiedad se encontró que decrecieron en todas las provincias fronterizas, lo cual contrasta con la realidad de los principales centros urbanos del país. Según datos registrados por la Policía Judicial, en las provincias de Pichincha y Guayas se concentra más del 50% del total de las denuncias registradas a nivel nacional respecto a delitos contra la propiedad, mientras que provincias como Esmeraldas representan el 3% y Carchi, al igual que Sucumbíos representan apenas el 1%.

Gráfico 1

Denuncias registradas sobre delitos contra la propiedad por provincia (año 2007)

0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35% 40%

Pichincha Guayas

Los RiosTungurahua

M anabíEsmeraldas

Azuay Imbabura

Santo DomingoEl Oro

Chimborazo Loja

CotopaxiSucumbíos

CarchiOrellana

CañarM oronaPastaza

Napo

Fuente: Dirección Nacional de la Policía Judicial Elaboración: Johanna Espín M.

Lamentablemente, durante la realización del trabajo de recopilación de la información, se encontró que la información respecto a indicadores de violencia e inseguridad en la zona es escasa, de mala calidad o no abarca a lugares distantes de los centros urbanos, por lo que es difícil conocer el estado real de las provincias fronterizas con respecto la violencia o conflictividad. Esta situación, junto con la constatación que medir el índice de homicidios en una localidad nos puede señalar la existencia de un problema, pero si la información no se maneja de forma adecuada y sobretodo si no se realiza un análisis cualitativo profundo sobre los factores que se encuentran detrás de las cifras, no es posible obtener una explicación sobre las causas y dinámicas que generan la violencia, puso en evidencia la necesidad de mejorar

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3 Para el cálculo de las tasas de defunción por homicidio a nivel provincial, se utilizó información proporcionada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) en los anuarios de estadísticas vitales para los años 1990, 1999 y 2006.

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los sistemas de información y de impulsar la elaboración de estudios cualitativos más profundos, ya que es necesario que se desista únicamente de contar datos y se empiece a buscar una explicación de las causas que generan la violencia. Con el fin de indagar las causas estructurales de la conflictividad y la violencia en la región, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO Ecuador y Gobiernos Locales por la Sustentabilidad ICLEI, decidieron apoyar la implementación de observatorios de seguridad ciudadana en la frontera norte. Estos observatorios aparecen como una de las opciones que nos permiten conocer con más profundidad los fenómenos de la violencia y la inseguridad. Pero además, que permiten a los responsables de las administraciones locales analizar el problema de inseguridad y estructurar políticas y programas adecuados basados en información real y confiable. Sin embargo, el proceso para la creación de los observatorios ha enfrentado una serie de obstáculos, ya que cuando se empezó el trabajo salieron a relucir varios problemas con el registro de la información a nivel de las instituciones locales. Por ejemplo, en su mayoría, la información disponible solo abarca el nivel cantonal por lo que no se refleja la problemática de toda la provincia. En el caso de la provincia de Carchi, se preveía inicialmente empezar el trabajo con el establecimiento de una línea de base a nivel de toda la provincia, pero, las instituciones que manejan la información y serían la fuente primaria del observatorio de seguridad ciudadana registran únicamente información a nivel del cantón Tulcán, por lo que la información existente sólo refleja la problemática del principal centro urbano. Por otro lado, en el caso de registrar información, la misma no se encuentra documentada de manera adecuada, por lo cual no es información que nos permita profundizar en el análisis de los elementos que expliquen las dinámicas de la violencia. De todas maneras se logró establecer un primer observatorio en la provincia de Carchi, lo cual constituye un gran avance, a pesar de que es necesario reconocer que no existe una cultura generalizada de la denuncia en la provincia, por lo que los datos obtenidos no reflejarían la cifra negra oculta detrás de las cifras de denuncias registradas. Además, existen delitos que se denuncian poco por temor a represalias y otros que no se encuentran tipificados y, por lo tanto, son invisibilizados, tal es el caso del sicariato. Lamentablemente, el trabajo en las otras dos provincias, dadas las condiciones particulares de cada una, en los diferentes ámbitos, ya sea social, político o económica, y sobretodo ante una gran debilidad institucional no se concreto. En lugares como las provincias de Esmeraldas y Sucumbíos, a diferencia de la provincia de Carchi, la mayoría de instituciones carecen de poder de convocatoria, o el constante cambio de sus autoridades les ha restado credibilidad, y, además, no se ha evidenciado una cultura de trabajo interinstitucional que podría fortalecerlas. Además, como se mencionó, la presencia del Estado en estas provincias es débil y no sólo a nivel institucional. En la zona, la cobertura de servicios básicos es casi inexistente, y los programas de apoyo a la comunidad son descoordinados, lo que genera que las poblaciones vivan en una situación de exclusión y marginalidad. En las provincias de Sucumbíos y Esmeraldas, un gran obstáculo para la implementación de los observatorios fueron las distancias geográficas, que se constituyeron en un problema debido a la concentración de las principales instituciones en las capitales provinciales y a la falta de vías de comunicación en buen estado con las zonas rurales, que ocupan la mayor parte del territorio en ambas provincias. Por último, parecería que la agenda de seguridad en la frontera ha estado determinada únicamente por intereses de carácter militar, sin considerar que el fortalecimiento de los gobiernos locales es clave en cualquier programa de desarrollo fronterizo. Como se observa, los problemas relativos a la información sobre violencia e inseguridad son varios; no obstante, revelar estos problemas constituye en sí mismo un primer avance ya que podría permitir que se produzca un mejoramiento en la calidad de la información de las

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instituciones debido al interés de otras instituciones por la información recopilada o, al menos, se genera conciencia de las fallas existentes en los sistemas de registro de la información. Reflexiones y conclusiones El trabajo de investigación llevado a cabo en la frontera norte permitió conocer más a fondo sus dinámicas y problemáticas específicas, especialmente en el área de la seguridad ciudadana. Frente al contexto presentado, una primera recomendación que consideramos es necesaria para el impulso al desarrollo y el mejoramiento de la seguridad ciudadana, es promover y colaborar en el fortalecimiento institucional a nivel local y en la cooperación interinstitucional. La importancia de este fortalecimiento institucional radica en que sin estos elementos sería muy difícil tanto el diseño como la aplicación de cualquier medida o política en materia de seguridad ciudadana ya sea a nivel nacional o local. Por otro lado, un análisis de la seguridad ciudadana en la frontera norte ecuatoriana requiere tomar en cuenta que las provincias fronterizas son heterogéneas entre sí y además la incidencia de su ubicación geográfica particular las vuelve distintas de otras provincias con características similares en el país. Para la implementación del observatorio de seguridad ciudadana en la provincia de Carchi se hizo un énfasis especial en esta heterogeneidad. Por lo que, se decidió incluir indicadores y análisis adicionales que reflejen la problemática específica de la provincia, como por ejemplo, el indicador sobre extorsión. Esta decisión estuvo basada en la idea de que si bien medir las tasas de homicidios les permitía compararse con otros lugares, no reflejaban la problemática real y sus implicaciones, como lo haría un indicador acerca de extorsiones, el cual no solo revelaría la existencia de un problema en la localidad sino, además, nos genera preguntas respecto a las condiciones por las cuales se ha producido dicho problema. Por último, este documento presenta un primer avance del estudio realizado sobre la problemática de la seguridad ciudadana en las provincias de la frontera norte ecuatoriana y del impulso al establecimiento de observatorios de seguridad ciudadana en la región. Sin embargo, como se mencionó previamente, es necesario continuar realizando estudios más profundos que nos permitan conocer con mayor exactitud las causas y las dinámicas que inciden en el incremento de la conflictividad en la zona. Los observatorios de seguridad ciudadana, en este caso, nos pueden servir como una herramienta que permita realizar estudios cuantitativos, pero sobretodo, complementarlos con estudios cualitativos que nos proporcionen una visión más clara sobre las causas y elementos estructurales de las problemáticas presentes en cada una de las provincias de la frontera.

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3. Las comunidades ecuatorianas de frontera también son vulnerables Laura González C*1

El primer remesón que sufrió el Ecuador luego de la implementación del Plan Colombia en la región, en el año 2000, fue el desplazamiento de colombianos que vinieron huyendo del estado de violencia.

La crisis humanitaria que se vivía en Colombia, ya no era exclusiva de nuestro vecino del norte, sino que apuntaba a ejercer un fuerte impacto a todo nivel en el Ecuador también. La preocupación por los colombianos en situación de refugio llevó a algunas agencias de cooperación internacional y a muchas ONGs a incrementar los recursos y actividades en beneficio de la población desplazada.

Hemos cumplido alrededor de 9 años desde la implementación del Plan Colombia, y el desplazamiento de colombianos sigue siendo uno de los grandes factores que nos permite medir el impacto que tiene este conflicto en nuestro territorio. Y una muestra actual de esto, es el gran esfuerzo que están realizando algunas organizaciones de la sociedad civil, junto a Ministerio de Relaciones Exteriores y ACNUR, para implementar la propuesta del “Registro Ampliado”, que consiste en un proceso de regularización de la población colombiana asentada “invisiblemente” en frontera.

Esta preocupación por la movilidad de colombianos se constituye entonces en el punto central a partir del cual se definen muchas otros elementos: así, por ejemplo, cuando se piensa en la situación de las comunidades ecuatorianas de frontera, se habla de “comunidades receptoras”. Este concepto apunta a una realidad, pues la población ecuatoriana es quien recibe a los desplazados colombianos, pero hay que decir que este enfoque que prioriza a los actores colombianos, no permite identificar los problemas exclusivos que tienen también estas “comunidades receptoras”.

A lo largo de estos 9 años, la población ecuatoriana asentada en el cordón fronterizo también ha sufrido graves repercusiones por la implementación del Plan Colombia. Sabemos que el conflicto colombiano tiene décadas de existencia, y tenemos que afirmar que la población ecuatoriana de frontera señala al año 2000 como “el principio de la guerra”, porque es en esta fecha cuando sienten que la violencia inicia en el sur de Colombia.

Incluso las medidas tomadas en la lucha contra el narcoterrorismo del lado colombiano han acarreado problemas para nuestra población también. Cuando se realizaron las fumigaciones contra los cultivos de coca, básicamente con glifosato, las organizaciones de la sociedad civil hicieron muchas denuncias sobre las afecciones que sufrían las comunidades ecuatorianas asentadas en línea de frontera. Y aunque años después hubo un pronunciamiento por parte del Presidente Rafael Correa apoyando estas acusaciones y exigiendo al gobierno colombiano que se detuviera, la sensación final que quedó fue que el Ecuador sufrió las “consecuencias” de las fumigaciones que eran “destinadas” a Colombia y que sería muy difícil buscar compensaciones; pues se sostuvo la tesis de que el glifosato llegó a nuestro territorio, ya sea por influencia del viento, o por el flujo de los ríos, pese a que hubo suficiente información que evidenció que las aspersiones se realizaron directamente sobre las comunidades ecuatorianas .

Otra de las afecciones que ha sufrido nuestra población son las incursiones de grupos irregulares. En primer lugar, hay que decir que la vecindad con las guerrillas colombianas es un hecho histórico y constante en el Ecuador, razón por la cual su accionar no se puede evaluar con tanta facilidad en el marco del Plan Colombia. Por otro lado, la incursión de grupos

1 * Antropóloga, se desempeña en la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos.

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paramilitares en nuestro país se da abruptamente en el año 20002, pero éstos sí han permitido identificar una tendencia de comportamiento.

Los paramilitares estuvieron en la zona del alto San Miguel entre los años 2000 al 2001. Las incursiones de estos agentes armados, junto con el de los ejércitos ecuatoriano y colombiano, provocaron el desplazamiento de varias comunidades ecuatorianas. Posteriormente y hasta la actualidad3, la incursión masiva de paramilitares se da en el norte de Esmeraldas, lo que ha provocado la salida de otro contingente de ecuatorianos de esta frontera.

Luego de las denuncias públicas que se hicieron en el 2008 sobre la presencia de paramilitares en el norte de Esmeraldas, nuestro mandatario respondió con una crítica al déficit de seguridad del gobierno colombiano en su frontera sur. Es decir, una vez más se dijo que el Ecuador soporta las “consecuencias” del desbordamiento del conflicto colombiano, por lo que no existe una verdadera evaluación sobre el impacto de la presencia paramilitar en la zona mencionada.

El desplazamiento forzado tampoco se ha quedado como un problema de Colombia, sino que desde el año 2000 muchos ecuatorianos, que se asentaban en línea de frontera, también se han visto obligados a abandonar sus hogares por diferentes motivos: incursiones del ejército colombiano, paramilitares, guerrilla, fumigaciones, presión por parte de palmicultoras (que tienen capital colombiano y que son acusadas en Colombia por provocar desplazamientos masivos) y por operaciones del ejército ecuatoriano.

Cabe señalar que las acciones de las Fuerzas Armadas ecuatorianas no han sido cuestionadas (salvo por algunas denuncias de organizaciones de derechos humanos), como resultado de la “evasión” que existe para mirar y comprender las “afecciones propias” de las comunidades ecuatorianas de frontera.

Como INREDH estimamos que la cantidad de ecuatorianos desplazados de la frontera asciende a más de 4.000 personas, correspondientes a las tres provincias. Este análisis se realizó mayoritariamente en comunidades indígenas, razón por la cual podemos afirmar que la cifra verdadera del desplazamiento interno de ecuatorianos sería mucho más alta. Si los ecuatorianos también se desplazan por el conflicto colombiano, específicamente por el Plan Colombia, entonces hay que constatar que la política de “No involucramiento” que ha adoptado nuestro Estado, sólo ha quedado en un discurso, pues en la práctica ya estamos involucrados.

Finalmente, hay que decir que la vulnerabilidad que siempre se les ha adjudicado a los colombianos en situación de refugio no es exclusiva de ellos. Es necesario tener en cuenta además que las “comunidades receptoras” han sido violentadas en muchos de sus derechos. Esto implica que las comunidades ecuatorianas asentadas en línea de frontera se constituyen también en grupos vulnerables, por lo que la atención a las mismas ya no se puede dar en el marco de la protección a los colombianos en situación de refugio, sino que deben ser atendidas por las afecciones particulares que están sufriendo.

2 Cabe señalar que la población denuncia que anteriormente existieron grupos de paramilitares que actuaban en línea de frontera, pero ligados a la industria del narcotráfico; la diferencia con los nuevos grupos que se denuncian, es que éstos tienen objetivos políticos definidos y un componente de violencia más profundo.

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3 La denuncia pública sobre la incursión de paramilitares a la zona de Borbón, norte de Esmeraldas, que se hizo en el último trimestre del 2008, acaparó a los medios de comunicación, quienes estuvieron empeñados en desenmascarar las acciones de estos grupos en nuestro país. Sin embargo, en la investigación realizada por la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (INREDH), llamada “Fronteras en el Limbo. El Plan Colombia en Ecuador”, denunciamos varios hechos de la realidad social del norte de Esmeraldas, que nos permiten determinar que el asentamiento de paramilitares en esta zona data de varios años atrás.

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4. Fronteras del Norte- Memorias populares y Paz José Antonio Figueroa*1

El Instituto de Altos Estudios Nacionales, con el auspicio del Ministerio de Cultura, está llevando a cabo la investigación “Hacia la construcción de memorias y esferas públicas populares como formas de construir mecanismos de paz y convivencia en contextos de conflicto”, enfocada en la Frontera Norte.

Las zonas de frontera entre Colombia y Ecuador constituyen un complejo entramado en el que se superponen largos conflictos heredados de grandes asimetrías sociales. En la frontera se vive especialmente la exclusión de los estamentos subalternos por diferentes motivos entre los que sobresalen problemas raciales, las prácticas de colonización incontroladas y el predominio de economías extractivas. A estas situaciones se suma la existencia de una serie de conflictos derivados de la situación política de Colombia, país que ha venido sufriendo un largo conflicto que se expresa en una guerra interna, radicalizada por la introducción del narcotráfico y la presencia norteamericana a través del denominado “Plan Colombia”. Como ha sido señalado por diferentes investigadores una de las principales razones que se señalan en la situación de frontera es la débil presencia del estado. En el caso colombiano, esto ha sido señalado especialmente por María Clemencia Ramírez en sus estudios sobre las movilizaciones y marchas campesinas que han ocurrido en el Putumayo colombiano a partir de los años 90´s. María Clemencia ha mostrado cómo la principal demanda de los campesinos es la presencia del estado, demanda que es apoyada incluso por la misma guerrilla.

Dada la importancia de la presencia del estado, este proyecto está diagnosticando los momentos que puedan se puedan considerar como cruciales en las demandas de presencia del estado en las zonas de frontera norte del Ecuador y se intenta ver como se ha respondido a esas demandas. Este diagnóstico deberá servir para crear un fondo documental y un fondo audiovisual que permitan potenciar la memoria histórica de las luchas de los sectores subalternos por romper las asimetrías sociales y por lograr la inclusión social y política en las regiones fronterizas. Estos fondos constituirán capitales culturales que sirvan para apoyar la construcción de esferas y espacios públicos en los que se generen formas de convivencia social que contrarresten la violencia y la exclusión. La investigación está diagnosticando los registros históricos y etnográficos que ayuden a promover unan conciencia social critica, encaminada a la consolidación de las esferas públicas populares y a la creación de archivos de la memoria que hagan de las iniciativas populares y de los conflictos regionales un capital cultura activo en la promoción de valores de convivencia alternativos al tradicionalismo, a las asimetrías y a la violencia2.

En términos históricos, estamos indagando en momentos cruciales en los cuales los estamentos populares regionales han diseñado agendas de participación política encaminadas a lograr la ampliación de la democracia económica y política. En el caso de Esmeraldas tienen lugar especial las manifestaciones regionales de los legados de la revolución liberal y de su fracaso, lo que motivó el gran levantamiento del Coronel Carlos Concha entre 1913 y 1916; en esta revolución tuvieron especial participación negros y mulatos de la provincia. En Esmeraldas

1* Dr. en Antropología. Actualmente es profesor e investigador del IAEN. 2 Importantes experiencias previas en este sentido son, entre otras: el Museo del Distrito seis de ciudad

del Cabo y el museo de la Conciencia de Suráfrica, que promueven una reflexión nacional sobre experiencias como el apartheid, el Museo Nacional de la historia Laboral de Inglaterra, que tiene a cargo mantener viva la larga y compleja historia de la clase obrera del país, distintos museos que se enfocan en mantener viva la memoria de las dictaduras del Cono Sur, como la Casa por la Memoria y la Cultura Popular, en Mendoza, Argentina, la corporación por la Paz Villa Grimaldi, en Santiago, Chile; en Perú, el Movimiento Ciudadano Para Que No Se Repita, a cargo de crear un archivo de la memoria sobre el período de la guerra entre Sendero Luminoso y el ejército del Perú.

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se resaltan también las movilizaciones campesinas de la década de los años sesenta, vinculadas a una crisis agrícola que intentó subsanarse mediante la construcción del puerto y la refinería, lo que vino acompañado de grandes expectativas regionales. Contemporáneamente estamos indagando en las estrategias populares que buscan crear espacios públicos en contextos de interculturalidad, interetnicidad, internacionalidad y conflicto. En el caso del Carchi, sobresalen los vínculos orgánicos de poblaciones que han estado articuladas mediante actividades económicas, el impacto de los conflictos políticos entre liberales y conservadores a ambos lados de la frontera, las luchas por la construcción de vías, la larga tradición de cruces poblacionales y el establecimiento de sólidos y permanentes vínculos familiares a ambos lados de la frontera, mientras en Sucumbíos se resaltan las memorias regionales de la colonización, las grandes marchas campesinas desde los años noventa y el impacto de actividades legales e ilegales en contextos de una débil presencia estatal.

La débil presencia del estado hace que la zona de frontera sea la periferia de la periferia, frase que puede resumir el sentimiento que muchos intelectuales regionales tienen sobre sus provincias. En el Carchi se resiente con fuerza el hecho de que instituciones como el hospital del Seguro Social, o la desaparecida UDENOR hayan estado localizadas en Ibarra pero no en Tulcán. Para hacer trámites cruciales para la vida cotidiana y administrativa en muchos casos los carchenses tienen que desplazarse a la provincia vecina porque no pueden hacerlos en la suya propia. Esta es sólo una muestra de una compleja historia de relaciones entre la población regional y el estado central. Como una reacción al sentimiento de abandono en Carchi y Nariño han existido varios movimientos culturales que anhelan una perdida integración cultural basada en la identidad Pasto. Los proyectos rememoran los límites precolombinos que iban desde el Departamento de Nariño al Valle del Chota y en más de una ocasión en estos límites se han incubado sueños autonómicos.

De hecho, en Carchi se percibe un estancamiento en el tiempo. En la provincia se ha vivido una gran diáspora de habitantes que no regresan a su tierra y la explicación de los propios lugareños es simple: no hay muchas perspectivas de futuro para una población que no puede ser absorbida por las pocas industrias lácteas, por la ganadería, el cultivo de papas o el comercio, las principales actividades económicas de la región. Para muchos este panorama puede ser sombrío ya que de continuar las tasas de desocupación y desempleo se avizora un futuro bastante similar al que se vive en los departamentos vecinos de Putumayo y Nariño en los que un importante segmento de la población juvenil está dedicado al narcotráfico, al sicariato o se enrolan en los grupos paramilitares o guerrilleros. La vecindad con Colombia y los conflictos políticos que ha vivido Ecuador han hecho que las rivalidades entre liberales y conservadores hayan tenido una especial manifestación en Carchi. A la vez, el conservadurismo ha sido dominante en la vida política y cultural de la provincia. El semanario impreso, La Prensa, dirigido por la iglesia católica, es definido irónicamente por muchos sectores como un espacio para exhibir notas sociales como bautismos, nacimientos, bodas o graduaciones a la vez que despliega una mirada escéptica y crítica sobre el quehacer político. Hasta hace pocos años, en Maldonado, cuando aún no se había construido la carretera, el cabildo organizaba la llegada del cura en Agosto a quien traían cargado desde Tulcán en una travesía que duraba entre tres o cuatro días por la selva. Los miembros del cabildo arreglaban la estadía del sacerdote quien concentraba en un mes el calendario de fiestas, recibía los dones de la comunidad y reforzaba el pensamiento conservador difundiendo entre la gente la creencia de que el azul del conservadurismo encarnaba la divinidad del color del cielo.

Pero hay también otras propuestas dinámicas como la alta movilización regional o las propuestas culturales que dinamizan la región. Entre otros, hay revistas, grupos de danzas, colectivos juveniles, movimientos campesinos, movimientos de mujeres, organizaciones gremiales y un sinnúmero de activistas que tienen la responsabilidad de romper las asimetrías regionales y permitir que la paz y un proyecto de futuro incluyente, participativo y democrático construyan una frontera con una fuerte sociedad civil capaz de neutralizar toda opción de guerra.

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5. La indefinición de las víctimas en la Frontera y sus trampas

Freddy Javier Álvarez González*1

A. Los límites y alcances de la noción de víctima

¿Quién es la víctima? ¿Qué es la víctima? Son dos preguntas diferentes. La primera pregunta por el sujeto, la segunda sobre las condiciones de calificación de la víctima. Se supone que la definición de quién es una víctima no la podemos hacer sin antes haber calificado. Ese es el nudo Kantiano del empirismo, el cual supone una formulación a priori. Las dificultades sobre la calificación son las mismas de la trascendentalidad la cual se presupone separada de la ideología y el poder, es decir, el sujeto-víctima no se define, es definido y su definición es problemática desde la consideración de sujeto. Por eso es común tropezarnos con la siguiente definición: la víctima es una persona que no tiene la capacidad de defenderse por sí misma, al ser atacada por un poder con la capacidad de destruir su vida, causalidad no elegida y consecuencias fuera de una normalidad. Los conflictos generadores del sujeto-víctima están fuera de todo merecimiento y ellos provocan efectos no esperados. Por consiguiente, el sujeto-víctima es provocado por otros y su sufrimiento es injustificable. Al no poderse defender se encuentra en la situación urgente de ser defendida.

La víctima es alguien que no merecía estar en la situación de bestia sufriente porque no hacía parte del conflicto. Por consiguiente, la víctima está revestida de un carácter de inocencia. La víctima es un inocente en condición de sufrimiento. La inocencia es paradisíaca e infantil. Ella es una ingenuidad sin argumentación. La víctima no tiene por qué vivir lo vivido.

Dicha condición de inocencia revela la existencia de un merecimiento de situación originada en el conflicto. El sufrimiento, desde la inocencia de la víctima, se puede dividir entre los que sufren merecidamente y los que sufren inmerecidamente. La víctima experimenta un sufrimiento inmerecido. Lo que llama la atención es la relación entre conflicto y castigo merecido.

El merecimiento es una derivación de la Ley de la Retribución, es decir, quien sufre es porque hizo algo en contra de la Voluntad de Dios. El componente moral determina el Estar Bien o Mal. La condición de merecimiento es determinada por el Estado. Luego la víctima implica en el fondo, una forma de merecimiento o in-merecimiento que viene del exterior.

Alguien se sorprendía de por qué después de un levantamiento contra el Estado se reclama la indemnización por los golpes, las heridas y los muertos si el ingreso en el conflicto supone asumir un tipo de represión. Esta forma muy particular de objeción esconde el desplazamiento de la noción de víctima porque el conflicto implica un merecimiento de sufrimiento, no obstante, dentro del conflicto también nos encontramos de forma involuntaria. De este modo, aparece un carácter cínico en la separación entre víctima y no-víctima que atenta contra los derechos de las personas y los pueblos, pero al mismo tiempo nos lleva a preguntarnos sobre ese sufrimiento merecido del conflicto que aparece en la mística revolucionaria y en algunos aportes de la Teología de la Liberación.

En la década de los setenta del siglo pasado se hablaba del revolucionario radical que sufría por la liberación de los pueblos. No había revolucionario sin sufrimiento personal, sin sacrificar lo personal y familiar. De igual manera, en la Teología de la Liberación se afirmaba que el

1* Dr. en Filosofía, ha realizado consultorías en proyectos de la frontera norte.

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seguimiento de Jesús implicaba la persecución y la muerte. Sin duda que hay un sufrimiento por los demás, parte del conflicto, un sufrimiento elegido. Desde dicha elección se lucha contra un sufrimiento no elegido. Luego, hay quienes eligen un sufrimiento por los que sufren sin haber elegido sufrir, contra los que colocan sufrimiento en la mayoría por querer vivir como amos. Así, el sufrimiento era la marca indispensable del compromiso. La felicidad y la justicia eran análogas al no-sufrimiento. Paradójicamente el sufrimiento era el camino elegido para vencer el sufrimiento de las víctimas.

El concepto de víctima está ligado a la noción de indefensión. No se tiene defensa por diversas circunstancias, la más importante porque el Estado no es presente en la zona de Frontera. La presencia-ausencia es definitiva en la definición de la víctima. En el lado ecuatoriano lo que se avizora es un sufrimiento debido a la ausencia del Estado. En el lado colombiano, la víctima es provocada por el mismo Estado. El padre ausente produce victimas y el padre autoritario y violento también es productor de victimas. En ambos casos no escapamos a la figura ambigua del Padre quien al mismo tiempo que nos protege, tiene el derecho de violarnos.

La figura del Padre protector y violador esconde las causas estructurales. Además, el Padre se coloca en posición de víctima para justificar su violencia en la protección o en la necesidad de instaurar “el orden”. La víctima es el Estado es por eso que su reacción primera es consustancial a la violencia justificada.

La víctima está revestida por un carácter sagrado. Ella no solo está indefensa, hace parte de un conflicto no generado por ella, es buena en sí misma. En la Biblia Veterotestamentaria, el pueblo vuelve el rostro a la mayor de las víctimas. El sufrimiento no merecido es salvador. Dicha visión en el fondo esconde una serie de rasgos perversos.

Giorgio Agamben se refiere al Homo Sacer, figura a la que cualquiera puede dar la muerte, sin embargo, es insacrificable, una figura heredada del Derecho Romano donde la vida es introducida bajo los términos del modelo excepcional, lo cual revela las fuentes de los textos sagrados sobre soberanía y Poder Político. En tal sentido, la víctima no es error de la política, es la política misma. Por ejemplo, la lucha contra el comunismo, el narcotráfico y el terrorismo, supone de manera continua un Homo Sacer. Alguien debe ser sacrificado aunque sea insacrificable. La muerte es justificada de forma a priori. Un asesinado, nunca es un asesinado, es potencialmente un asesino para la política que hace justicia en nombre de las víctimas. Por lo tanto, cabe la pregunta: ¿Puede existir una política que no recurra a la condición de víctimas?

El estado de Excepción, normal dentro del Estado, es el escenario del Homo Sacer. Las víctimas emergen dentro de dicha excepcionalidad. La excepcionalidad es la justificación de la condición injustificable de la víctima. El sacrificio es una condición irrenunciable del quehacer político.

¿Cuáles son las víctimas de la Frontera Norte? Son varias: campesinos y campesinas, pueblos enteros desplazados, mujeres sobre las que se ejerce violencia, ejércitos que violan la frontera y los derechos, grupos ilícitos, paramilitares, sicarios, mafias de gasolina, gas, droga, etc. Todos los ingredientes para una buen film de Hollywood.

Desde una mirada en blanco y negro, no hay víctimas sin victimarios. Aquí aparece el problema de la culpa. No hay víctima sin culpable. La víctima genera la culpa, lo cual no significa que deba existir un culpable. Freud mencionaba la existencia de una ilusión con respecto al victimario. La imagen del Padre que me pega, es un recurso psicoanálitico poco real para explicar la realidad. Pareciera que todos y todas han sido violentados por un padre autoritario. Sin embargo, dicho imaginario no se puede separar de lo real. El deseo en política oscila entre

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un padre que ponga orden por medio de su autoridad y un padre que reconozca y cuide su rebaño. Ambas imágenes se juntan. La inminencia del padre autoritario nos tranquiliza porque la seguridad es familiar a la autoridad, pero tarde o temprano es un problema la prolongación de la tranquilidad. De la misma manera los refugiados políticos suelen contar historias fantásticas, más allá del juicio entre verdad y mentira. Ellos son las víctimas con la necesidad de demostrar de manera irrefutable la violencia del victimario.

Las víctimas, en cierta forma justifican nuestra existencia a pesar de su dolor injustificable. Un lugar de victimas como la frontera Norte, es perfecto para la Cooperación Internacional especializada en las victimas, sin la fuerza moral o política para combatir los victimarios. Incluso, los victimarios los contratan para defender las víctimas que ellos mismos crean. Dicho modelo esquizofrénico es propio del sistema capitalista, por ejemplo no es raro encontrar que muchos dineros con los que se combate la corrupción vienen del BID y de los bancos judíos; que una parte del dinero con el que se combate la destrucción de la naturaleza viene del la Shell o de la Texaco; y que parte importante del dinero con el que se hacen obras de desarrollo vienen de las transnacionales y los países encargadas de explotar los recursos y la mano de obra de los subdesarrollados.

Los medios de comunicación también viven de las víctimas. No es que haya medios dedicados a la crónica roja y otros no, en realidad, cada medio está especializado en el mundo de las víctimas, tienen necesidad de desangrarlas en sus periódicos y noticieros. Las noticias siempre son malas porque nacen en las víctimas. Para digerir la dosis necrófila de un noticiero, es indispensable un poco de farándula y otro poco de deporte, cualquier noticia “positiva” es un cinismo.

La victima suele ser también un victimario. El victimario se justifica por su anterior condición de víctima. La condición de víctima ha servido para justificar a los peores victimarios de la historia. El problema es cuando la injustificada víctima ya no puede justificar su condición de victimario porque su condición de víctima del pasado no justifica su postura actual de victimario. Este es el caso del Estado de Israel.

En los seres llamados humanos encontramos la tendencia hacia la victimización. La competencia es cómo hacer sentir al otro o la otra culpable. La victimización tiene un dulce encanto narcisista al que se refirió Vladimir Jankelevich. Sufrir sin merecimiento tiene una connotación morbosa, a la cual se le logran sacar réditos muy importantes. En cierta forma, los victimarios gozan pero tienen la probabilidad de perder y las víctimas pierden pero siempre tienen la probabilidad de ganar.

B. Definiciones

Dentro de la Frontera Norte nos encontramos con una borrachera de las definiciones no solo propias de de una realidad conceptual sino de los vaivenes del poder y la política.

Las víctimas de la frontera son diversas y su definición es borrosa. La siguiente clasificación es un ensayo por definir una tipología de víctimas determinante de un carácter problemático.

El Gran Otro victimario, el Gran Otro protector y los otros-víctimas de la política militarista

- El Gran Otro de la política es quien nos impide ser felices y al mismo tiempo, en él descansa la única posibilidad de llegar a la felicidad. Al otro violento se le visibiliza para acentuar la existencia de la víctima, ese animal sufriente impedido existir.

- La política requiere configurar ese Gran Otro, opositor de sus sueños revolucionarios, productor de víctimas o victimario para proteger los derechos revolucionarios. Como

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diría Carl Smith, la política necesita del enemigo. No hay política moderna sin victimarios.

- El escándalo no se da por la existencia de las víctimas sino porque las víctimas no son centrales, son secundarias. En consecuencia tiene sentido la transversalización del género. La secundariedad de las víctimas hace posible su acercamiento sin supuestos complejos. La izquierda quiere liberar a las víctimas. La derecha se interesa por las víctimas para evitar juicios como el de interesarse solo por los negocios.

- Necesitamos sentir pesar por las víctimas, llorar por ellas/ellos, sentirnos buenos a través de ellas/ellos. Los buenos occidentales no resistimos escuchar y ver a las víctimas actuando fuera del sufrimiento. No nos imaginamos a las víctimas haciendo fiestas, alegres, haciendo el amor, divorciándose, intentando demostrar que la vida sigue. A la víctima se le separa de todo goce porque el derecho a gozar con ellas lo ejercemos en la medida de la comprensión y la constatación de su sufrimiento inevitable. Se trata de demostrar quién es más macho.

- Si el Gran Otro es el causante de la víctima, hace falta un padre fuerte, un falo autoritario protector. El victimario puede ingresar, torturarnos, asesinarnos, desplazarnos y el defensor puede hacer lo mismo para protegernos. Ambos hacen las víctimas para defender a las víctimas. La masculinidad se despliega en todo el conflicto y en la violación y protección de la víctima. Sin duda que la lucha por la noción de dignidad aparenta un conflicto de masculinidades.

- El Otro es el victimario. Por casualidad las víctimas se encuentran en el lugar de fuegos cruzados. El problema es el lugar. Su sufrimiento e incluso su muerte solo se pueden comprender –no explicar- en términos del Libro de Job. Dicha visión refuerza el militarismo, por consiguiente el Otro victimario se combate con el Otro solidario y comprometido. La víctima está entre los grandes Otros. Su muerte es el efecto de una “equivocación” o del Otro victimario presente o del Otro bueno ausente. En medio, hay alguien al que no se le pregunta porque precisamente es una víctima, no tiene estatuto de sujeto, su vulnerabilidad es incontestable. El hecho de no ser sujeto permite mejor el flujo de la política.

- La víctima no tiene lazos con el Otro, el Otro no pregunta a la víctima, la víctima es su objeto. El Gran Otro se institucionaliza para su defensa. Su discurso habla de ella sin que ella hable por su discurso, mientras tanto, sus acciones la aplastan.

Diluir la víctima en una mirada compleja

- Las definiciones complejas no son fijas, ni segmentadas ni lineales, ellas son borrosas. Una víctima no es una víctima porque un victimario no es un victimario. El terreno es movedizo cuando queremos definir algo. El ser desde las relaciones, y el movimiento de las relaciones en las interrelaciones, acciones e interacciones. Esto nos obliga a una aproximación desde nuevas lógicas, sin dejar de lado el ámbito de las acciones y las relaciones de poder.

- En consecuencia, una mirada compleja resalta en un primer momento la ambigüedad de las definiciones. Una ambigüedad tal define la víctima y el victimario en el mismo sujeto desde lugares y tiempos diferentes. Por ejemplo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Farc, en un momento, fueron esos otros protectores que luchaban a favor de las víctimas, hoy son victimarios de los secuestrados. La ambigüedad sucede desde el discurso configurador. Para la vieja izquierda, las Farc todavía representan el sueño perdido de la revolución, ellos hacen control moral, defienden la población y luchan por la revolución, para la izquierda revolucionaria. Luego, no son victimarios, son víctimas al ser defensores de ellas. Una mirada así resulta insostenible en la actualidad de la política.

- La mirada actual está configurada en la ideología del terrorismo. Dicha ideología, considera a las Farc como sujeto terrorista. Los antiguos luchadores por la justicia son ahora verdugos de las “buenas políticas”. El terrorista es el victimario sin derecho

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a la defensa condenada desde antes de la acción, sin defensa, y el indulto es un acto de generosidad de quien ocupa el puesto de victimario en su ejecución. Las sociedades descansan en el anuncio del acto de la condena a muerte de los victimarios pues todos necesitamos para vivir del sentimiento de víctimas.

- Los lugares ocupados definen a la víctima. El desplazamiento territorial es el signo que tiene la víctima para la caridad profesionalizada de la Cooperación Internacional. La ocupación del territorio de las víctimas las realiza el victimario, llámese Estado, Ejército o Autodefensas. La pérdida del territorio define a la víctima. El defensor se hace victimario al desplazar las víctimas que desde su discurso dice defender.

- Desde diversos lugares se absuelve y condena, sin embargo, el mismo lugar puede hacer las dos acciones al mismo tiempo. Las autodefensas son el sujeto causante de las víctimas. Ellas son victimarias. Su condición es defendida no solo por sus creadores, también por quienes están “agotados” por la violencia.

- La víctima puede ser legítima pero no legal. Los Raspachines no son legales, pero suelen ocupar la posición de víctimas. Su vulnerabilidad es mayor al cruzar la línea de frontera. La seguridad la tienen actuando fuera del negocio. Al otro lado están expuestos. Dos décadas del mismo trabajo, las legitima, pero no las legaliza. Ellos tienen dificultad para ingresar en el estatuto de víctimas o de victimarios.

- Las causalidades de la víctima y el victimario no son directas. La distancia causal hace muy difícil una definición. Una víctima o un victimario no lo son por sí. Los Cacharreros transportan objetos de contrabando en la frontera. Ellos viven de cargar objetos prohibidos por la ley en grandes cantidades. También pasan gasolina, gas y droga, incluso personas. ¿Cuándo son víctimas y cuándo victimarios? La víctima contiene en forma de holograma al victimario.

- La foto en blanco y negro solo nos deja ver aquello que deseamos ver. Una víctima no se obtiene sin las relaciones con otras víctimas y con victimarios lejanos. Parcelar la figura de la víctima es cortar con el flujo que la sostiene parcialmente en la exposición analítica. La víctima está diluida no porque habita la frontera, es la frontera la que habita en ella, por eso su paso, desvío, invasión, son movimientos en cierta forma naturales a la auténtica imposibilidad de definición.

La víctima, un lugar en disputa

- Las víctimas aparentemente reales suelen desaparecer cuando el interés político está en diseñar una victimización que si bien no es real, es del orden de lo ilusorio. La violación a la soberanía entendida como la intromisión en el territorio nacional es algo que se evidencia en específicos momentos. En el mismo sentido, una nueva víctima emerge: la naturaleza sujeta de derechos y obligaciones por parte del Estado y los ciudadanos. Cuando el Estado reivindica su condición de víctima por la violación de la soberanía exonera su condición de victimario de la naturaleza con sus modelos de desarrollo extractivista. El énfasis colocado en la naturaleza, conlleva responsabilidades jurídicas nacionales, pero sus condiciones de complejidad involucran planes y acciones más planetarias.

- El Estado se siente víctima por la intromisión sin permiso en el territorio, pero no victimario por la destrucción de la naturaleza. ¿Por qué? Todos defendemos nuestra condición de víctimas y huimos de nuestra vocación a victimarios. Sin embargo, es desde nuestra condición de víctimas desde donde podemos actuar en calidad de victimarios. El lugar más cómodo para el victimario es definirse desde la calidad de la víctima. Además, el territorio es algo delimitado, defendido, es nuestro. Los derechos de la naturaleza no son nuestros, son de ella. Ya no actuamos a nuestro favor. Nuestras acciones las realizamos como acciones a favor de ella.

- La naturaleza como víctima cae en el error del pensamiento único: la generalización. A los petroleros, destructores de la naturaleza, los condenamos por sus evidentes e indefendibles desastres ecológicos y se defienden por su aporte sustancial al

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desarrollo, situación falsa porque los lugares de extracción suelen ser los más pobres y su producto no se responsabiliza de los efectos contaminantes ni tiene una responsabilidad social que vaya más allá de manipular y negociar con los gobiernos locales, movimientos sociales y comunidades indígenas y negras para continuar en su labor extractivista.

- El cinismo de las políticas de frontera va de la mano con el cinismo de las políticas del desarrollo. Así como es inevitable que haya víctimas, es inevitable que haya impactos ambientales. La inevitabilidad demuestra que ni las víctimas ni el ambiente son el centro de las políticas. Ellas son márgenes los cuales no cambian las direccionalidades políticas. Al no poder hacer nada, lo único que nos queda es la risa de la ironía.

El bazar de las víctimas y los victimarios desde la autoridad de lo legal

- Así como se decía antes del Concilio Vaticano II que fuera de la Iglesia no hay salvación, así también en el mundo jurídico, todo lo que está fuera de la ley es permisible. La ley es la definición de lo mejor, -a veces se confunde con lo bueno- desde el lugar de una justicia discutible. Foucault señaló la pertenencia de lo ilegal a lo legal. En consecuencia, las mafias que transportan Precursores Químicos, encargadas del contrabando de gasolina y gas, y del tráfico de droga en la Frontera Norte, no están fuera de lo legal. Una indecisión así entre lo legal y lo ilegal convierte en problemática la definición de las víctimas. La legalidad ya no tiene un marco parcelado, su compartimentación beneficia la ilegalidad que la circunda, atraviesa y patenta. En tal sentido, la legalización de lo ilegal más que un golpe económico, es la revelación de su cohabitación.

- A pesar de dicha cohabitación la legalidad ilegaliza las fuentes menores y las personas secundarias, llevándolas hasta el grado del conjuro. Las poblaciones que viven del negocio de la droga y el comercio ilegal son perseguidas, mientras tanto el negocio crece y cambia de dueños.

- La declaratoria de la ilegalidad realizada desde el Estado se efectiviza en intervalos. Los pueblos y comunidades soportan las represiones y adoptan nuevas formas para sobrevivir en las avalanchas jurídicas y policivas. Más por presiones que por convencimientos, el Estado es obligado a declarar la impertinencia de aquello convertido desde décadas en formas de vida.

- El estatuto de víctima requiere de la bendición de la ley, por tanto, su declaratoria hace parte de un proceso de institucionalización. La ilegalidad hace de la víctima un delincuente y del victimario un agente de la ley. Dichas modalidades cubren el rol y justifican la violencia del Estado.

La víctima de la tierra o todos contra todos o el diablo con todos

- Las víctimas se producen con el despojo de la tierra. Las guerras están más allá del ataque a los declarados enemigos, lo importante son las tierras. Su estrategia se junta con su objetivo militar: apoderarse de las tierras. La víctima es un sin-tierra y el sin-tierra es un sin-identidad. La cultura, la política y la economía convergen en la tierra. Perder la tierra es extirpar la mayor de las referencias para la pregunta de quién soy. La no-identificación de la víctima, el sin nombre, está en haber perdido la tierra.

- La tierra que se vende, se divide, con la que se especula, la tierra en disputa es el escenario perfecto para provocar la vulnerabilidad de las víctimas. Los Awa son un grupo indígena dividido por la línea de frontera creada con la demarcación territorial del Estado Nación. La propiedad comienza por la tierra, después siguen las personas. Sus tierras fueron despojadas por el conquistador y luego por el derecho pues como diría Rousseau, el poder de la fuerza se legitima con la ley. Actores del capitalismo destructor de la naturaleza, despojan a los indígenas de sus tierras. Incluso

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comunidades negras entran en disputa con los Awa después que el colonizador los ha despojado de todo. Un conflicto cultural no es independiente de la geometría de los sin-parte evidenciada por Rancière.

- Al fenómeno de las víctimas sin tierra se adjunta el decreto de seguridad en la línea de frontera. Dentro de tales zonas, la tierra no puede ser de nadie, es del Estado por la situación beligerante de la zona.

- Por consiguiente, la defensa de la víctima no se puede hacer sin la lucha por la tierra, por su devolución, por el decreto de su propiedad comunitaria y por los mecanismos para que dichos actos jurídicos se respeten.

Las víctimas náufragas

- Las mujeres son las víctimas de las víctimas porque en las situaciones de conflicto su violación hace parte de la guerra. Ellas han sido triplemente explotadas, por su condición de pobres, su condición de mujer y su condición de raza: ellas son negras, indígenas, cholas o extranjeras. Las mujeres son un botín de guerra. Nos pertenecen cuando se gana o se pierde la guerra. Sus cuerpos son objetivos de tiro. Su vulnerabilidad es mayor en la línea de frontera, de ahí la radicalidad de su organización en dicha zona.

- Ellas son víctimas náufragas en la medida que no logramos establecer conexiones entre su vulnerabilidad y el carácter fálico de la guerra y el Estado. Las luchas por la soberanía son luchas por las posesiones y la mujer es parte de las posesiones de nosotros los hombres. La mujer nos pertenece en el mayor de los actos de los hombres por la dignidad.

- La incapacidad de conectar la episteme patriarcal a la episteme marxista hace de las mujeres victimas náufragas. Sus cuerpos y experiencias son colocados en el patio trasero de los planes de gobierno. Si hay reconocimiento y garantía de derechos, los hay sin cuerpo. No logramos juntar los derechos de la mujer con los derechos de la tierra porque las mujeres nunca han sido dueñas de nada, ni siquiera de sus hijos e hijas paridas.

La Apología del Animal Sufriente

- Tras la definición de víctima existe un animal sufriente, campo perfecto para la intervención sin consulta a las víctimas y a los pueblos en general. El animal sufriente está subordinado a la ética del mal, afirma Alain Badiou. La ética del mal imposibilita a sus objetos a una salida por sí mismos. El bien arriba desde fuera. La víctima depende de un campo protector metafísico.

- Las mujeres y los hombres de la línea de frontera pertenecen al mal. La anulación del sujeto es indispensable para afirmar el contexto de guerra. El conflicto es entre poderes, las víctimas justifican y dejan de importar a los Señores de la Guerra. Dentro del mal, la víctima ha sido condenada al sacrificio. Las víctimas de la frontera no tienen derecho a la defensa, son malos desde antes, ellas son equiparadas a los condenados de Guantánamo y de Abu Grahim.

- El reconocimiento no lo es todo. El reconocimiento desde el mal hace la víctima. El esclavo está en mejor posición que la víctima. En cierta forma no hay necesidad de reconocimiento cuando se es víctima. El Amo se reconoce como bueno en la víctima sin recurrir a la reciprocidad. La víctima no busca un reconocimiento. El reconocimiento buscado es de animal sufriente.

- La víctima se subordina al mal asimilado a la subestructura animal, a la pura y simple identidad viviente. Aunque no sea mala, no hay nada bueno en la víctima. El bien absoluto es el mismo en el que se justifica la guerra. El bien se encuentra con el mal en el bien absoluto, un bien sin discusión, perfectamente argumentado, arribando al sueño de Habermas.

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- Según Heidegger, no somos otra cosa que un Sein Zum Tode, un ser para la muerte y esta es la noticia que quería saber el verdugo para liberarlo de su culpa, decía Levinas. La víctima es una buena noticia, más que para la víctima, para el victimario. La víctima es definida desde la muerte. La vida se encuentra en los márgenes básicos.

- En los campos de las víctimas se concreta el sentido profundo de la Política Moderna: hacer todo por ellos al mismo tiempo que hacemos todo sin ellos. El juego democrático no es, por lo tanto, una parcialidad, es una imposibilidad dentro de los cánones mismos del pensamiento y de la práctica.

- Salvar lo despreciable es un buen negocio. No hay interacción porque la víctima es un animal solo dispuesto a recibir. La política alcanza los grados de la Teología Medieval: condenados desde antes de nacer por el pecado original, mito que hace imposible la contestación de Adán y Eva como personajes no- históricos. La víctima es alguien sin ser, sin poder y sin deseo. Ella es la realización de la política religiosa que devuelve un ser incontestable, un poder ciudadano de obediencia y un ser que depende del deseo del otro porque la víctima se desea en el deseo del otro.

- Tras la misericordia para las víctimas nos encontramos con un hombre occidental, blanco, cristiano, civilizado. Las víctimas no tienen nombre. Con acierto dice Badiou que la ayuda humanitaria ratifica que lo problemas del Tercer Mundo se deben a su sub-humanidad. En efecto, las víctimas no son fruto del mal, ellas son el mal. Su sufrimiento no es sin causa. Ellas sufren porque son culpables, siguiendo de esta manera la Doctrina de la Retribución. El escándalo es que las víctimas no tienen la posibilidad del bien, no hay voluntad para ellas, son las bestias sufrientes que justifican la salvación de Occidente.

Conclusión

Hace algunos años en un café filosófico sobre el mal, descubrí la necesidad que tienen nuestras culturas de identificar, representar y luchar contra el mal. La víctima es una buena excusa. Ellas/Ellos están recubiertas por un velo fantasma. Siendo mala, ella es buena para nuestros intereses. En efecto, para la política es bueno, lo mismo que para los medios, competir con ver y visibilizar cuerpos lacerados, mujeres violadas, niños masacrados, personas que mueren en la pobreza, mientras justificamos nuestra existencia política. Mostrar que en realidad el otro sufre y que nuestros estudios, tesis, fotos, planes, intentan liberar al otro de su sufrimiento, es una buena justificación de la profesionalización como salvadores. Dicha obscenidad denuncia nuestra real vocación de sepultureros.

El Presidente Uribe de Colombia necesita de un Presidente Correa para justificar la bondad de su plan de combatir el terrorismo. El bien se potencia con el mal. No hay víctimas afirma a menudo. Los desplazados son familias con el deseo de hacer turismo en el Ecuador. Los asesinados son muertos en combate, auténticos positivos o simplemente falsos positivos. La Política de la Frontera necesita de un Plan Colombia para señalar en un lado la paz y en el otro la guerra. Nosotros y ellos, ellos y nosotros, los buenos y los malos. La parte está inscrita en el todo. Dicha inscripción se hace en la cinta de Moebius, es decir, a veces, es real, a veces simbólico y a veces es solo imaginario.

En suma, los otros malos, somos nosotros los buenos. No hay el bien sin el mal. La posibilidad de ser buenos está en la víctima aunque no nos interese combatir el mal. Así como no es posible un Sade sin Kant, la víctima es el cumplimiento perfecto de la guerra como política2.

2 Esta ponencia fue presentada en Bahía Blanca, Argentina, el 7 de noviembre del 2008. Puede encontrarse una versión en www.cemupesa.org

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6- Notas de interés

Al cierre de esta edición queremos presentar las siguientes notas de interés:

Artículo sobre la crisis financiera

En la página del Observatorio se puede descargar el Artículo: Tendencias de la cooperación al desarrollo en Ecuador frente a crisis internacional.

En él, Gabriela Weber desarrolla los planteamientos presentados en el Boletín 3 sobre las primeras repercusiones de la crisis mundial en la cooperación internacional, analizando información actualizada respecto al otorgamiento restringido de préstamos, la reducción de ganancias de exportación, la reducción de los flujos financieros y, finalmente, una breve reflexión sobre las implicaciones de esta crisis en los conceptos de desarrollo.

Novedades en la cooperación

- Cooperación entre Gobierno Catalán y Senplades

La Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD) y la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) suscribieron un convenio para consolidar la participación ciudadana en la toma de decisiones que orienten las políticas públicas destinadas al desarrollo regional.

El proyecto "Planificación participativa para el desarrollo regional en Ecuador" pretende fomentar los espacios de deliberación pública, implementar los mecanismos de participación ciudadana en los Consejos Regionales, y fortalecer las capacidades de la sociedad civil para ser más activa en lo concerniente a las políticas públicas.

Esta cooperación buscará establecer canales de diálogo concertado entre la sociedad civil y el Estado, articulados al Sistema Nacional de Planificación. Para ello, se planteará la conformación de espacios de participación y mecanismos de deliberación en las siete regiones de planificación que aporten a la discusión de los Planes Regionales y que se articulen a todo el ciclo de la planificación de las políticas públicas.

Ver en:

Diario El Comercio. 10 de marzo, 2009 http://www.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=262389&id_seccion=10

El Nuevo Empresario: El periódico de negocios del Ecuador: 10 de marzo, 2009 http://www.elnuevoempresario.com/noticia_6566_senplades-y-gobierno-de-cataluna-firman-acuerdo-de-cooperacion-para-el-desarrollo-regional-en-el-ecuador-.php

- Creación del Consejo de Defensa de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur)

El 10 de marzo se creó en Chile el Consejo de Defensa de Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur). El organismo reúne a doce países y su principal objetivo es promover la cooperación en materia de defensa. La idea de su creación surgió tras la incursión militar no autorizada que realizó el ejército colombiano en marzo del 2008 en territorio ecuatoriano, donde se dio muerte al número dos de las FARC, Raúl Reyes. http://www.eluniverso.com/2009/03/10/1/1361/D961B110D16E4EA6BC957787C95F89EF.html

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