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Conocimiento social

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LMAN, VERGARA, DE LA FUENTE Y ÁLVAREZ

.idad de pensar, observar o mirar la realidad, ya) simple externalidad, o bien como realidad con-le la que pueda ser parte.dos planos de desenvolvimiento, pero más en el

ieriencia cotidiana que en el de los requerimien-xlológicos, se plantean dificultades de socializa-obligan a tener que traducir estas formulaciones

ológicas en un discurso orientado a la formaciónos. Algunas de estas dificultades son las queratado de bosquejar en la parte de este trabajo"Los desafíos". Pero será tarea propia de una pe-alternativa trabajar para que puedan enfrentarse1 éxito.

LA EPISTEMOLOGÍA

DE LAS CIENCIAS

SOCIALES ENAMÉRICA LATINA

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Epistemología•

La expresión "epistemología" (épistémologie -F-, Wissenschafts-A-, epistemology -I-) significa o es equivalente a filosofía de lasciencias, en un sentido muy preciso. Su objeto no es el estudio delos métodos científicos, que es el tema de la metodología de laciencia, que está relacionada con la lógica. Tampoco puede en-tenderse como una síntesis de las leyes científicas en la maneraque lo concebía el positivismo y el evolucionismo. "Es esencial-mente el estudio crítico de los principios, las hipótesis y los re-sultados de diversas ciencias, destinado a determinar su origenlógico, no psicológico, su valor y su propósito objetivo [oo.] y dela historia filosófica de las ciencias" (Lalande, 1962, p. 293). Estasignificación corresponde a su etimología.

Meyerson, en el prólogo de 1dentité et réalité, emplea comosinónimos "epistemología" y "filosofía de las ciencias", y lo mis-mo hace en El problema del conocimiento Ernest Cassirer, quien

Por Jorge Vergara Esrévez, investigador chileno.

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22 ZEMELJ'v1AN, VERGARA, DE LA FUENTE Y ÁLVAREZ

considera la epistemología básicamente corno el estudio del pro-blema del conocimiento científico. Este uso de la expresión eshabitual en el léxico filosófico francés y alemán, aunque hay au-tores de esas lenguas que lo usan de modo análogo a los autoresingleses.

La expresión epistemology, de uso generalizado entre los au-tores anglosajones, a diferencia de la expresión en el léxico con-tinental europeo contrariando su etimología, se emplea paradesignar "la teoría del conocimiento" o "gnoseología", que losalemanes denominan Erkenntnistheorie. André Lalande, en suVocabulaire technique et critique de la philosophie, sostiene quedebe mantenerse la distinción entre epistemología y teoría delconocimiento, reconociendo que la primera sería la introduccióno auxiliar indispensable de la segunda, puesto que "estudia el co-nocimiento en detalle ya posteriori, en la diversidad de las cienciasy objetos más que en una unidad del espíritu" (Ídem).

Es probable que la identificación entre epistemología y teo-ría del conocimiento provenga o haya supuesto la identificaciónprevia entre conocimiento y ciencia, o, en otras palabras, que elconocimiento científico es el único conocimiento. Esta concep-ción cientista ha sido cuestionada desde la filosofía pospositivista,la teoría sociológica fenomenológica, el pensamiento oriental, elpos moderno, etc. Hoy se reconoce que existen diversos tipos deconocimientos y que el conocimiento científico es sólo unode ellos y no el de mayor jerarquía.

Robert Blanché ha señalado que la significación del término"ciencia" experimenta un cambio decisivo desde el siglo XVII conGalileo y otros autores, pasando a designar a la física moderna ylas nuevas ciencias experimentales (Blanché, 1973, p. 5). ErnestCassirer, a su vez, considera que Galileo jamás hubiera podidoconstruir la nueva física y la nueva astronomía, si no hubiera ela-borado una nueva concepción de lo que puede y debe ser el co-nocimiento científico; recuerda que Newton dedicó una secciónespecial de su obra principal al problema de la formación de losconceptos en la física, su objeto y límites (Cassirer, 1955). Sin

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LA EPISTEMOLOGfA DE LAS CfENCIAS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA 23

émbargo.Blanché considera que estas obras, y otras ceritrales de lafilosofla'moderna, aunqueofrecen observacionesde interés:para elepistemélogo, no constituyenobras episternológicas enel sentidoactual del término. Esteautorconsíderaqu- e'IDiscurso preliminardela Enciclopedid de D' 'Alambert (1751)' es taría enunciando lo queIlegaría aser la 'epistemologfa. Sus' precursores en'elsiglo~XlXseríanDugaldSteward.A ti gustoComte y john Herschel. En SU opinión,los verdaderos fundadores' de 'cstaformadccor1ocimiento sonBÚriard Bolzano y ,WilliarriWhewell. Elprimero, de la epistemo-lbgía:'de las ciencias formales'[lógica y matemáticas), consu.obraWisselt5chaftslehre '(1837), donde 'emplea dicha 'expresión alerna-n~únel'n1ismó sentido que'laexpresión.española deepistemolo-gía::.Y éri el caso 'de Iasciencias fácticas, WilliarnWheweU en SU'

Filosofía';dé lds' ciencias inductiims (1840)~' :: . "... ~.:\~. ~, '.' :... ~ ..;, '.:";':,) .:"" '.'1',: ·f¡' .. :'.;:'; ", ~',.,. ',,'..> ••.•

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La epistemología .tiene unacompleja relación <;0n las ciencias. Enprimer lugar, susehul1~iadosse'sii:úaneñdifere'nté nivel respectode los enunciados científicos y por ello puede decirse que es unametaciencia, Algunos autores sostienen que "la epistemología sesitúa' en unnivél superior desde dondelas domina" (Blanché, 1973,P" 23).: ~st~,P?'s't~ra ~~' favorecidb Us ,pretensii:me's' de otórgarle'un carácter norrnativo.que encontramos en autores tan diversos ensus orientaciónes ;teó~ico~epistemológiCas, corno KarlPopper'en Europa yHugo Zein'eIman ~¡{AIriérídLatitia. Sinembargo.Iamayoria de lo~'esp'ecialisús'~ech'nan la idea de unaepistemologíánormativa y la conciben 'corno un espacio de autorreflexión delos científicos y Iós filósofos sobre la ciencia, ' ., "

" Tampoco existe consenso sobteerobjetivo~pfopÓsit6 prin-cipal dé la epistemología: Algurios autores sostienen que ésteconsiste en Íaexplicitación de reglas de construcción de conoci-miento científico: "N o hay nada mis necesario al hombre de cien-

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cia que b historia de ésta y la lógica de la investigación [...] Laforma de descubrir los errores, el uso de la hipótesis y de la ima-ginación, el modo de someter a contraerse" (Lord Acton, citadoen Poppcr, 1934, p. 15), Por su parte, Einstein tiene una opinióndiferente y sostuvo que" [oo.] las condiciones externas que sema-nifiestan por medio de los hechos experimentales, no le permiten[alcientífico] ser demasiado estricto en la construcción de sumun-do conceptual mediante la adhesión a un sistema epistemológico.Por eso tiene que aparecer mediante el epistemólogo sistemáticocomo un oportunista poco escrupuloso" (cit. Feyerabend, 1970,p. 8). Este último autor opina que el papel de la epistemología esliberar a los científicos de la ilusión de que es posible realizar in-vestigaciones creativas respetando algunos estándares considera-dos ciertos, infalibles e iguales para todos los científicos. Lespropone "confiar enteramente en las teorías del error" (Ibídem,p. 13) que son sugerencias y reglas que se basan en la experienciay en la práctica. Cada científico puede elegir entre dichas reglasde acuerdo con sus intereses y temperamento.

Estudios de espistemología+

En esta área de conocimiento podemos diferenciar les estudiosde epistemología general y las epistemologías especializadas. Losprimeros se refieren a la noción de ciencia, sus diferencias conotros tipos de conocimientos, sus condiciones de validez, etc,Las epistemologías especializadas corresponden a cada uno delos tipos de ciencias según la clasificación más usada: cienciasfor-males, ideales o axiomáticas (matemáticas y lógica) y cienciasfácticas o empíricas (física, sociología, etcétera).

La expresión "ciencias experimentales", muy empleadaenelpasado, ha perdido vigencia, pues parte importante de lascien-cias fácticas, como la historia, la arqueología y en gran medidalapropia astronomía, entre otras, no son experimentales o losonde

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manera muy limitada. Las ciencias formales y fácticas se diferen-cian por su objeto, por completo ideal en un caso y en el otro,una construcción intelectual basada en cierta información empí-rica que pretende representar realidades externas y distintas delpensamiento.

Son también distintas por su método, en el primer caso de-ductivo, y en el otro hipotético.

Las ciencias formales son de carácter axiomático, es decir, sebasan en expresiones no definidas que permiten definir las otrasexpresiones del sistema, teoremas, como ha señalado AlfredTarski. . .

En cambio, las ciencias empíricas tienen carácter hipotético,es decir, su conocimiento se expresa en enunciados conjeturalesque deben ser contrastados con la realidad, y aunque no hayansido falseados por ella, siguen siendo falseables o falsificables.Ésta es la idea central de la difundida concepción popperiana so-bre el carácter de las ciencias empíricas -formulada por primeravez en su obra La lógica del descubrimiento científico (1934)-, lacual ha sido cuestionada radicalmente por diversos autores, entreellos Thomas Kuhn en La estructura de las revoluciones científicas(1962), y Franz Hinkelammerr en Ideologías del desarrollo y dia-léctica de la historia (1970).

Existen diversas clasificaciones de las ciencias fácticas, aun-que ninguna sea del todo satisfactoria. La más aceptada distingueentre ciencias naturales y sociales. Esta clasificación ha sido cues-tionada, pues existen ciencias como la psicología (exceptuandola psicología social) que no serían ni naturales ni sociales. Porello, muchos prefieren hablar de ciencias naturales y humanas.Esta clasificación es también insuficiente, entre otras razonesporque hay ciencias del hombre que comparten grandes teorías ymétodos con las ciencias naturales, como es el caso de la biologíahumana basada en la teoría celular.

En todo caso, la clasificación más aceptada sigue siendo la deciencias naturales y sociales.

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26¡I.~IH ~I.~r-:, VU\<.;AI\i\, DE LA'FUENTE y ÁLVAREZ LA EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIA.LES EN AMÉRICA LATINA 27

Diferencias entre cienciasso~i~~e~in;a~tirales...-- . .".: .. ;', -,

, diferencias enn: las ¿ienciassocia:l~sy Lisil,atü~,álés,?asidciLas te

lnamUy debatido, por ~o me~os ,d~~de el s/glc;>pas~d~. Las

u~vcrsas posici()n~s pueden ag~upai:~e~~',d?:s gran~es 'tenden~ias:di .: 1cra, de caracter natural~sta, especIalmente desarrollada por'Lasp~:II:orespositivistas, ha scist~~~~ola f~sis'deq~etio hay dife-lo , relcvantes entre los fenomenos naturales¡ humanos 'y sO'~r~ntlas y por ello hay un mcid'eIo'uhico 'para,todas 'la's'Ciericiásc~~~~~sque está rep:esentado p~r,e.lmayor desa~roll? .de las ,tie'D.~f~ , atúrales,espeClalmente las [ísioas; Este, modelo tiene ciertasC1aSn rísticas fundamenrales:'á)' 'Concibe la tienciacomo la in"¿ara~te ció

n-de las leyes que rigehlos,ctiversos 'tipos deférrórne-

vestlga umiendo la éoncepci6n positivista de ley corno.regularidadnOS'~~ca recurren te; b), tiene carácter. positivista, es' decir; lacien-e~plr~duciría conocimientos válidos oycontrastables. para todos~e~rlos' -cuales se habría abs~traí,d? la' sU,bjetividad-Tr~ferid~s. a

6rnenoS de un mundo urntario, comun a.todos; e) .sus -meto-fel1leyes pOseen un alto grado de,.matematizaciólJ,; d) existendos Y .' da 1 . . f 1rnétodos únicos para :0 as· asc.len~las y" ma mente, e) sus.cono-

, ' tOSson de caracter explicativo- :.-,',' .... . " .: ,\rnlen

' ,.... ..', ,CI Hist.6ricamente>. :ste,modelo fue construid? idealizando elconocimiento de las·clel1c1as,n~tur~les~fn especlal.e.l dela físic~clásica,y atribuyen~o, al~ experiencia física maremáucaun carác-ter cognos~itivo pn~lleglado,como lo.ha mostrado Husserl enLa crisis de, las cie1'fCLase~ropeas y la fer:orrz.en~log~atras~endental(1936). Más aún, el proplO desarrollo delas ciencias físl~as loha

hecho obsoleto, .' .:.'.. .'. . .. ' '.' .;M~ncionaremos algu~os de ~s:~sargumentos: la teoría .qe

la relatividád y otras teo.n~s ,de.la f¡s~,cacont~mpo~á~e~,han m~, rado el punto de vista observ(lclOpal; se ha flexlblhzado l~

cor~~n de ley atribuyendo a la rrierriori~ de las leyes de la física un110C;ter probabilístico; los fenómenós rriicrofísi,cos no puedencar cprenderse con las categorías de tiempo y espacio absolutoscom

de la física, clásica y, pOI;'.últirno, los estudios .de historia de lasideascientíficas de Koyré y Burtt, entre otros, han mostrado.lapresencia de concepciones interpretativas en la base delas teoríasde las ciencias .naturales, por ejemplo ,en Fundamentos. metafísicos dela ciencia moderna (Burtt, 1960).,,:: ':, .."" ' Desde. diversas posiciones episternológicas se .ha cuestiona-

do este.modelo.único de cientificidad., Por ahora, mencionare-mos la,posición de Dithley, la fenomenológica de Husserly Schu tzy1a dialéctico-crítica de la Escuela de Frankfurt. Dithley diferen-cialas ciencias naturales de las que denomina ciencias del espíritu,no por su método ysuobjeto, que a veces suelen coincidir, sinopor su contenido. Los hechos espirituales-a diferencia de los.na-turales.que sólo, podemos aprehender a través de un complejoacceso conceptual, son. experimentados de un modo inmediato,real y complejo. -Esta aprehensión la.denomina autognosis (Selbst- .hesinnung) .•... '..,.; ¡ " '.

Para Husserl, este modelo implica "la reducción positivistade la idea de ciencias a mera ciencia de hechos. La 'crisis' de laciencia como pérdida de su significación para la vida" (Husserl,1936,. p.' 1'1r'As'lmisiri'ó, cuestionaelabstraccionismo de las ex-periencias físico-matemáticas de la realidad desde el cual se des-califica la experiencia del "mundo de la vida" compartido por todosy-que está en la base de la propia experiencia científica; "la vesti-dura de ideasllamada "matemática" y "ciencia matemática de lanaturaleza" o bien "la vestidura de símbolos de [dichas] teorías[::~J,comprende todo aquello 'que [...], sustituye al mundo de lavida, lo encubre tanto para los hombres de. ciencias como para loshombresocultos" (Husserl, 1936,p.57).

.. Por su parte, Schutz afirma que el objetivismo conduce alconductisrno, el cual no tiene posibilidades de probar la inteli-gencia de los demás seres-humanos. Asimismo, señala que lasteorías científico-sociales.objetivistas. sustituyen la realidad so-cial por un 'mundo ficticiory luego tratan, inútilmente, de expli-car lo que sucede en realidad en .nuestra vida social y en nuestravida cotidiana.

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La crítica de la Escuela de Frankfurt al modelo único decicntificidad propuesto por los positivistas se realiza como uncuestio narnicnto radical del ernpirismo epistemológico caracte-rístico de las investigaciones científico-sociales construidas deacuerdo con dicho método. Éstas sólo conocen hechos dispersosy separados, al intentar partir de "datos" ignorados que están so-cialmente condicionados y forman parte de redes o tramas derelaciones sociales. Adorno ha señalado que, en contradiccióncon su proclamado objetivismo, la sociología ernpiricista conce-de el mayor valor a lo subjetivo, pues sus métodos "objetivos" decuestionarios y entrevistas convierten la opinión pública en ver-dad. La operación intelectual por la que la absolutiza, a la vez quereconoce en ella puntos de vista previamente difundidos, con-vierte la investigación en factor de reproducción del orden exis-tente. De igual forma, el empirista establece un primado arbitrariodel método, yI con ello del investigador, sobre el objeto (Adorno,1969).

Corrientes epistemológicas europeas•

En la extensa y diversificada producción internacional de episte-mología de las ciencias sociales pueden distinguirse, 'siguiendo aMardones, tres grandes corrientes. La primera, de carácter empí-rico, analítico, positivista o cercano a dicha filosofía, y de orien-tación cientifista, es la más antigua, pues se inicia con Comte ytiene entre sus teóricos más relevantes a Durkheim, Popper, Kuhn,Piaget, Luhrnann y Elster. Representa la tradición galileana quedesde la ilustración "quería demostrar de una vez que la búsque-da de conocimiento culmina en el dominio de la naturaleza y elprogreso material" (Mardones, 1982, p. 133).

La denominada "postura fenomenológica, hermeútica y lin-güística", que reúne a un conjunto diversificado de autores, mues-tra un decidido carácter crítico al positivismo y a su pretensión de

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adecuar los conocimientos científico-sociales al modelo de lasciencias naturales, en particular la físico-matemática. Sus raícesmás cercanas están en Hegel y en la historiografía y lingüísticaalemanas del siglo pasado. Sostienen que las ciencias sociales po-seen una racionalidad diferente, un modelo diverso y metcdologíaspropias frente a las ciencias naturales. Siguiendo una tradicióndiltheyana, destacan el carácter autorreflexivo, la identidad suje-to-objeto, característicos de las ciencias humanas.

Estos autores han considerado la comprensión (Verstehen)como el método adecuado para acceder al mundo humano que essignificativo e intencional, aunque sus nociones sobre la com-prensión sean diferentes. No desconocen la racionalidad de tipoempirista, pero contradicen su reduccionismo. "Quieren mos-trar los supuestos sobre los que se apoya la pretendida racionali-dad científica [...] El objetivismo ernpiricista cae hecho trizas aldescubrir la estrategia de silencio que teje en torno del sujeto ysus aportaciones. El conocimiento científico está enmarcado enla trama de la vida" (Mardones, 1982, p. 247).

La posición dialéctica y crítico-hermenéutica difiere tantodel objetivismo empiricista como del subjetivisrno de la posturaherrnéutica, fenomenológica y lingüística. Su origen es hegelianoy se basa en ciertas interpretaciones de Hegel; Marx es uno desus principales representantes. Este autor ha ejercido una influen-cia significativa sobre los representantes posteriores, especialmen-te Horkheimer, Adorno, Habermas y Apel, considerados losprincipales representantes de esta corriente.

Como se ha señalado, en Marx encontramos una tensiónentre un paradigma newtoniano, fisicalista y con marcadas ten-dencias mecanicistas y economicistas, y un análisis dialéctico queexplicita las interacciones, las que se desarrollan por medio dellenguaje, se condensan en instituciones y, sin embargo, dejan es-pacio a la libertad humana. Esta tensión supone el ejercicio per-manente de la crítica, que cuestiona los procesos de positivacióny cristalización ya señalados por el joven Hegel, los de Fctichi-zación analizados por Marx y se convierte en Adorno en el cjcr-

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cicio permanente de la crítica. Tal po~tura contiaúa.conla escue-la de Frankfurt, Bloch, Korsh y Luckács,y conduce a los nuevosintentos de fundamentación de las ciencias humanas con Haber-.. . . . .' ::-,' .

mas y Apel. Un hito significativo de! enfrentamientocon e! posi-tivismo fue el debate realizado a fines.de la décadade los sesenta. . .' ,',", ',' .-

en .donde participaron Adorno.T'opper, Daherendorf, Albert yPilot, publicada como La disputa del positioismoenlasociologiaalemana en 1969. , . .. . . . ..... " '.

En.las últimas décadas, el pensamiento dialéctico, sea en suversión marxista ortodoxa o en suinterpretacióncrítica,: ha per-dido vigencia. Como sabemos, el propio Habérmas, por razonesno muy bien explicitadas, ha abandonado claramentela dialécticadesde Teoria de la accián cornunicatiua (1987). Los .motivos de.lapérdida de vigencia son diversos. Podemos mencionarsuidentifi-cación con la cuestionable visión de mundo. del marxismo tradicio-nal;la crisis de la racionalidadoccidentalque afectó las posicionesdialécticas que aparecían identificadas conelracionalisrno; Yr fi-nalmente, la crisis d~l·pensan:1ientocrf~ico~es(Je_m~.diados;de lossetenta, en, un contexto gen~raliz~do de.crisissocietal-j-. del cualel pensamiento dialécticoforrnabaparte.; " ':" . ' .. '.'.

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Orígenes de la epistemología en:Europa ,. ", ' . ..... ..

Como hemos visto, la epistemología' en' EUropa tiene uri antiguoorigen.' Incluso algunos autores; cornoSimmard, sé encuentrancon Aristóteles en su teóría de la ciencia (Simrnard, 1961). Sinembargo, la concepción griega clásica de epistéme, corrióloseña-labaBlariché, no corresponde con: nuestra concepción de cienciaelaborada a partir de la física clásica del siglo xVI;

En todo caso, elsurgimiento de la epistemología-de las cien":cias naturales y, más adelante, el de las ciencias sociales,·fue parale-'loa Ia aparición y desenvolvimiento de las mismas en un ambientecultural permeado por la filosofía. Más aún, en tan directa cone-

LA EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCfALES EN AMÉRICA LATINA

xión que se produce.entrela 'epistemología y la investigación cien-tífica, muchos de los grandes investigadores, tanto en las cienciasnaturales como en las sociales, han sido a la vez epistemólogos ohan hecho aportes significativos a esta disciplina. Es el caso en lasciencias sociales, por ejernploc.de EmileDurkheim, Karl Marx,Max Weber, y actualmente de Claude Levi-Strauss, Michel Fou-cault y Anthony Giddens (Bourdieu, Chamberedon y Passeron,1973). G razón de tan estrecha conexión parece encontrarse en elhecho de que las dificultades teóricas de las investigaciones con-ducen a la reflexión '0 investigación episternológica.

Otras de las características relevantes de la epistemologíaeuropea es el interés de tosfilósofps- por la teoría de las ciencias yla relevancia de sus aportes. Para ello bastaría mencionar a RenéDescartes, InrrianuélKárrt, George'W. Hegel,-Edmond Husserl,Karl Popper, Theodor Adorno y muchos otros. Y esta preocupa-ción por la filosofía de las, ciencias en la modernidad parece pro-venir de lapropiareflexión sobreconocimiento filosófico.

. 'Obsérvamos.ra 'partir' de Descartes, desde los orígenes mis-rrl0sd~ la modernidad' filosófica.ruri desgajarniento progresivodel ¡frbbrddc6~Ociriliento estructuradodesde la filosofía y lacortstituci6ii de Ias diversasciencias 'empíricas. Por consiguiente,ésta no sólo debió ~ceptar-la'reducci6rÍ:progresiva de su esfera deobjetos, sino a la vez, desde él advenimientodel positivismo y lasposiciones cientifistas, el cuestionamiento de su propio estatusde 'conocirmerrto.: De este modo; la reflexión sobre la ciencia ysus límites' de conocimientoha formado partede 'su au torreflexiónyde la Iuridamenración de su~ propias pretensiones de validez.

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.. .Laepistemología.en América Latina+:

Como se sabe, la epistemología de las ciencias sociales surgió tar-díamente en América Latina, sólo en las décadas de los setenta yochenta, y con características distintivas respecto de Europa. La

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32 ZEMI-l MA~, VI KCAK,A, IlE I.J\ FUENTE Y ÁLVAREZ

principal razón de este retraso y las dificultades para su desarro-llo parecen encontrarse en ciertas características del ambienteculturallatino:lmcricano:

El escaso y reciente desarrollo de reflexión autónoma enla filosofía latinoamericana.

El cultivo limitado de la investigación en ciencias natura-les.

La tardía aparición de las ciencias sociales investigativasen la región.

Los prejuicios positivistas y pragmáticos.

Las condiciones no son favorables para su cultivo (Ver-gara, 1994).

La filosofía empezó a ser cultivada en los primeros seminarios yuniversidades coloniales, casi exclusivamente como docencia. Sudesarrollo fue paralelo y subsidiario, primero de la filosofía espa-ñola escolástica y posteriormente de la Ilustración europea. Aun-que hay algunos pensadores de interés, Francisco Romero y otrosconsideran que la reflexión filosófica latinoamericana inicia alre-dedor de 1870, con los autores que se adscribieron al positivismoo lo cues tionaron: Antonio Caso, José Vasconcelos, Enrique JoséVarona, Alejandro Korn y otros. En general, puede decirse quese asumió acríticamente la concepción positivista de la ciencia, obien se desarrollaron posiciones antipositivistas, con frecuenciacercanas al intuicionismo o al irracionalismo.

La llamada "normalización filosófica" (Romero), desde loscuarenta y cincuenta, es decir, la creación de institutos o departa-mentos especializados de filosofía, la profesionalización de sucultivo y la introversión disciplinaria, tampoco abrió mayoresespacios de desarrollo de la epistemología. En América Latina,desde esa época, en general, la filosofía se ha identificado con lametafísica y con su historia. Asimismo, casi todas las corrientes/---

. LA EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA

que han alcanzado mayor arraigo: (neo)tomismo, hegelianismo,orteguianismo, marxismo, heideggerianismo y, en la actualidad,el nietszchianismo, el posestructuralismo francés y el posmoder-nismo, muestran una actitud de distanciamiento o crítica respec-to de las ciencias sociales y escaso o nulo interés por la reorizaciónsobre las ciencias sociales.

A su vez, los denominados "filósofos latinoamericanos" ac-tuales: Leopoldo Zea, Augusto Salazar Bondy, Enrique Dussel,Arturo Roig y otros, que buscan desarrollar un pensamiento fi-losófico propio en el cual la temática de la región juegue un papelcentral, se han orientado a las historias de las ideas en AméricaLatina, la problemática de liberación, las características de nues-tra cultura, la teoría de la historia y otros temas alejados de laepistemología general y las ciencias sociales.

Las características del desarrollo de las ciencias naturales tam-poco han favorecido el desarrollo de la epistemología de las cien-cias sociales. En primer lugar, aunque exigen algunos valiososprecedentes coloniales, en realidad las investigaciones se inicianel siglo pasado y, en especifico, en las primeras décadas de nues-tro siglo. Segundo, la producción teórica ha sido muy escasa, demodo que casi no se ha requerido enfrentar problemas de teoríade la ciencia. Tercero, en general, en los ambientes científicos en-contramos unapostura antifilosófica de origen positivista queno valora estos estudios y reflexiones.

Una tercera condición que se ha iniciado en forma negativaen el desarrollo de la epistemología de las ciencias sociales enAmérica Latina es la tardía aparición de la sociología investigativa,,que se remonta sólo a la década de los cincuenta, con tres grandesautores: el sociólogo italoargentino Gino Germani, el intelectualespañol republicano José Medina Echavarría, y el economista ar-gentino Raúl Prebisch. Dicho rechazo no podría atribuirse sólo auna dificultad de comprención de la necesidad de investigaciónempírica de nuestras sociedades, sino también a la resistencia quepresentó el tradicionalismo de la llamada "sociología de cátedra"en su fase terminal, que predominaba en las universidades lati-noamericanas. Sin embargo, el mayor obstáculo para el desenvol-

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vimiento de la <;pislem()lo~f:\ de las ciencias sociales.en AméricaLatina parece residir en su carácter teórico. . .:.... .... ..

. En la región, las ciencias naturales y socialesson.~alqr;d~ssólo como ciencias aplicadas, tecnologías que dr;!benc~nt~ibui~de inmediato o a plazos breves a las soluciones. de urgentes paC8"7ciantes problemas. Este pragmatismo del sentido cOql~ndifiC}.lhta el desarrollo de un eficiente sistema ins-titucionalizado deproducción científica y constituye el mayor obstáculo para el desa-rrollo científico de América Latina. Esta actitud proviene, en unamedida importante, de la influencia del positivismo ysusprejui-'cios antifilosóficos (Vergara, 1994). .'

Otra gran limitación proviene de lo que seha.l1ama.do "laperversa división del trabajo en nivel internacional"; según la cualal Norte le corresponde elaborar la teoría y a losla:tinoamerii::a~nos sólo realizar la investigación empírica (Lechner; 1990). Sepiensa que en la región no es necesario elaborar teoría; pues éstaya ha sido hecha en el Norte y a los cientistas sociaJesJatinoame-ricanos les corresponde emplearla adecuadamente. Estasegmen-ración contieneel·supuesto 'de .Ía.plena aplicabilidadde la teoríasocial internacional a los fenómenos sociales de América Latina;

Sin embargo, uno 'de 'Ios mayores aportes de las cienciassociales larinoamericanas ha consistido en cuestionar dichaconcep-ción y explicitar la especificidad de los fenómenos políticos,cultu-rales, sociales y económicos de nuestros países. Aníbal Quijan'o hamostrado en sus análisis que se trata de una tarea·perinariente·(Qui-jano, 1986, 1988 Y 1989). Constantemente reaparecen'o se conso-lidan posiciones quesosí:ierien la plena pertinencia: de las teoríassociales del N orte. El éjemplúhÍas reciente ha sido él del neolibe-ralismo y las teorías políticas conservadoras, que desde los ochentase han vuelto hegem6riicás en la economía y en las ciencias polí-ticas latiri6amúic.arÍas.:Estas·pósn.iias están por lo regular ligádasa proyec~os poIíticósmodúnizádores de.las elites locales que pro-metenconveitir a los países latinoamericanos en nuevas versio-nesde países europeos, de Estados "Unidos o, en fechas másrecientes, de las naciones del sudeste asiático. .

LA EPISTEMOLOGíA DE LAS CIF.NCIAS SOCIALES EN AMÉRICA I.ATINA

Las condiciones institucionalesactuales no son, asimismo,favorables para e! desarrollo de la mvestigación episremológica .En las últimas décadas, la mayoría de las universidades latinoa-mericanas han sufrido la reducción de sus financiamientos; ade-más, las profundas.crisis.internas y su creciente burocrarizaciónhan limitado su capacidad de investigación. Las fundaciones ex-tranjeras que sostienen los centros privados no apoyan, sino encasos excepcionales; la investigación teórica y epistemológica. Porsu parte, el nuevo sistema dé universidades privadas que cmergenen.distintos países.casi sin excepciones, ha seguido una lógica de:enta~ilid~d de-mercado que excluye el.desarrollo de la capacidadmvesnganva, : .J.' . -.

.. ..'Investígacióneplstemológíca actual. " '. ..+---'.'------------------

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Daqo.estecQ.~ju.ntod~.condi,~ion~s, no resulta difícil compren-der.el tardíosuegimientode.la filosofía de las ciencias y la episte-mología dé-las ciencias sociales en los setenta y al comienzo casiexclusivamente bajo la forma-de docencia universitaria, Pese a laslimitaciones descritas.rdesdelos ochenta se ha producido un im-portante desarrollo deja investigación episternológica en cien-ciassociales COI) autores y estudios. significativos. .

Un importantegrupo de -epistemólogos de las ciencias so-ciales.ven particular de México, Argentina, Colombia y Chile,ha 'realizado desde la década pasada algunas investigaciones y un

, conjunto significativo de estudios sobre, entre otros, los temassiguientes:

• ·El sujeto y e! objeto de las ciencias sociales.

• El marxismo.

• La teoría social dePopper.

La teoría neoliberal.

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----------- ---- LA EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES EN AMtR1CA LATINA 3736 ZEMf'L~IAN. VFI((,AK¡\.llI-: LA FUENTE Y ÁLVAREZ

• Las nuevas mctodologías.

Los paradigrnas científico-sociales.

La teoría crítica.

b. El Departamento de Sociología de la Universidad Autó-noma Metropolitana de México, con Lidia Girola, RafaelFarfán y otros que editan la revista Sociológica, la cualotorga relevancia especial a la teoría sociológica y a laepistemología.

c. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),con León Olivé, Nora Robotnikof, Fernando Castañeday otros; su Instituto de Investigaciones Filosóficas editaDiánoia, uno de los mejores anuarios de filosofía de la re-gión, que concede amplio espacio a la problemática epis-temológica.

d. CEBRAP de Sao Paulo, con José Arthur Gianotti.

e. La Universidad Central de Venezuela y especialmente elCendes; Edgardo Lander -cuya Contribución a la críti-ca del marxismo realmente existente: verdad, ciencia y tec-nología es uno de los aportes más significativos de la críticalatinoamericana del marxismo- y Gregorio Castro; ellosrealizan asimismo una importante labor de organizaciónde seminarios internacionales y de publicación de libros.

f. La Universidad de Buenos Aires, con Félix Schuster,Carlos Prego, Enrique Mari y Alejandro Piscitelli.

g. Flacso de Bolivia, con René Mayorga.

h. Dei de Costa Rica, con Franz Hinkelammert.

l. ~a Universidad de San Marcos en Lima, con Aníbal Qui-jano.

J. Cinep de Bogotá, con Guillermo Hoyos.

k. En Chile podemos destacar los trabajos de José Fernan-do García, Enrique Gómariz, Jorge Larraín, N orberrLechner y Carlos Ruiz.

••• En los últimos años, la crisis teórica de la sociología y las

ciencias sociales latinoamericanas.

Parte importante de muchos estudios ha sido estimulada y cana-lizada a través de la Comisión de Epistemología y Política delConsejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (crxcso). Este or-ganismo académico, con sede en Buenos Aires, relaciona y coordi-na más de cien centros de investigación, universitarios y privados,desde México hasta Chile. La referida Comisión, desde fines delos setenta, realiza seminarios latinoamericanos con periodicidad.Asimismo, ha editado tres libros sobre epistemología y política:uno sobre el problema del sujeto/objeto, otro sobre el métodoen las ciencias sociales y recientemente sobre Popper y las cien-cias sociales, además de dos números especiales de la revista Crí-tica y Utopía de Buenos Aires y Sociológica de México. Los dosprimeros libros fueron editados en Bogotá por Guillermo Ho-yos, su anterior coordinador académico, y el último fue compila-do por el profesor Félix Schuster de la Universidad de BuenosAires, también coordinador académico de la Comisión.

Ahora se presenta el seminario de "Teoría Crítica" de 1990 yotro con las ponencias de los seminarios de 1991 sobre la crisis de lasciencias sociales latinoamericanas. Los seminarios de la Comisiónde Epistemología y Política representan un espacio académicopluralista excepcional donde participan cientistas sociales especiali-zados en teoría y epistemología e investigadores en filosofía.

Quisiéramos ahora mencionar los principales autores e ins-tituciones académicas que destacan en estas áreas, en el conciertolatinoamericano:

a. El Colegio de México, cuya principal figura es el chilenoHugo Zemelman.

Este listado es sólo referencial; un estudio especializado proba-blemente mostraría una mayor cantidad de autores y de investi-gaciones significativas.

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LA EPISTEMOLOGíA DE LAS CIENCIAS SOCIALES EN MI(.,KI< .~ I A'IINA J<)i8 7.1·MI·1 MAN. VI KI.AKA.1l1 lA IlJl·.NTE Y ÁLVAREZ

'Corrientes epistcmológicas latinoamericanas+

totalidad como exigencia de razonamicnn, crítico; pro-pone reexaminar la crítica en su relación con ln racionali-dad científica, el papel de la teoría y L\ organizaciónmetodológica del conocimiento. El segundo lomo tratasobre lo cognoscible; el pensar categorial; cl rcmn de lasestrategias de construcción del conocimiento; el métodocomo actitud ante la realidad y, por último, los temas delasombro, la vigilia, la duda creativa y el hombre en su rela-ción con la historia.

En esta obra Zernelman aborda la dificultad de pensarcientíficamente la realidad en movimiento y de apropiar-se de sus diriámicas. Propone desde Bloch incorporar aellas la categoría de potencialidad que implica entendertoda determinación como provisoria e in acabada. Estaidea se relaciona con la de acción social consciente y pro-yecto, como totalidad a construir. Su propuesta es defi-nir la temporalidad de las ciencias sociales, al desplazadasde! pasado-presente e incorporar la dimensión de futu-ro, del "análisis social como análisis del presente" a tra-vés de la praxis. Ésta "relaciona e! conocimiento con elproblema de la viabilidad histórica" en el marco de con-cretas coyunturas (Zemelman, 1992, p. 27). Esta posi-ción difiere de la actitud pragmática que queda presa dela facticidad actual; de lo real reducido a dato y que care-ce de una dimensión de totalidad y de proyectividad.

El autor busca captar lo que llama "la objetividad real"en la relación de los nexos entre lo conceptual y lo empí-rico, distanciándose del corte estructural o del fin nor-mativo.

)ebemos ahora 1'I10Slr:lI' las corrientes principales d~1a episte-nolcgía latinoamericana C1l comparación con las ya señaladas en!l caso europeo para cxplicitar su especificidad:

• La cmpirfca-nnalítica. .

La de orientación cientifista de carácter .positivista.

La posición fenomenológica, hermenéutica y-lingüística.

La dialéctica y crítico-hermenéutica.

•••

_. , .

Entre los episternólogos latinoamericanos' de las ciencias sociales,oodemos, ciertamente, encontraralgunos autores que se inscriben).son cercanos a:cada una ·de las orientaciones descritas. Sin ern-Jargo, nos parece de mayor relevancia diferenciar tres tipos de aná-lisispor sus' objetos de estudio, mis que porsuadscripción teóricadéla ciencia. Esto significa que-hay autoresquerealizanvarios ti-pos de análisis; por tanto, la presenteclasificación no es de autores,sino de .tipos de producción. .' ..... . .

El primer tipo corresponde a la epistemología general y es laque tiene mayor continuidad con lascorrierites de' pensamientoepistemológico europeo. Sus autores provienen preferentemen-te .de la filosofía y no de las ciencias sociales. Mencionaremosaho~a a los más destacados y las temáticas de sus investigaciones.

• Hugo Zernelman, ton su último trabajo, Los horizontesde la razón (1992), ha producido una de las obras' másimportantes y de mayor nivel teórico en América Latina.El primer tomo está dedicado a la dialéctica y la apropia-ción del presente; el segundo aborda la historia y necesi-dad de utopía. Enel primero plantea la concepción deIanálisis social; afirma la necesidad de la ~ategoría de la

La teoría deberá, por consiguiente, reflejar esas po-tencialidades de lo dado, lo que no es susceptible dealcanzarse por modelos teóricos (Ibídem, p. 28).

Gran importancia asume en su planteamiento el proble-ma de "la relación de conocimiento" y "de recorte de la

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".-------~~~~~'" "UFH~_LV_A_R_EZ _

Feal idad", El cmpi rismo, en su~ div",as veesiones. supo-ne d,d's la,relaCFóndc conocFfFpentO Y el objeto y. pOFtantO. sigu'Cndo el modelo pOSH!VFsta.reduce la inves-tigación cientlbO' a la construCCFon de hIpótesis, La idead ,corte de 1, r"bdad reconoce. por una parte. la tra-

e re - d 1 "b- "d Ima de rel,ciooes ~nternas , e os o ¡etOS, e a realidad. demodo que no eXlstan¡obJe_t~dsldnddepe¡ndlen,teSy aislados;por otra. recoooce a ,CUVI a e, a razón que realiza

d

- h recorte, que construye su objeto. Zemelman cues-IC o d l' . . '1 II, la metO o og" emplflSta seguo aeua os datos so

tlOna f" d . n"uidos eo uonOO e un esquema prevIOy en el cualcons bl d - .la prueba eSun pral" e~a le ~?nSdlstenClacI~dnel propioesqu

em' cooceptoa sin reaClOn "xter

n" ad e histo-

ricidad" (lbídern,¡P' 33). . , d bi .propone que a, construCClOn e o ¡et~S cientíhcos

licite SUh>ston"dad. se rea[¡ce desde el concepto

e)(p . h' " 1 d Ide etperieoc

" >stoncacomo e recorte e a realidad en

ese coojuga lo ob¡etlvo. someudo a regularidad con

qu d d . I b" '1 capacida e construir o o ¡euvameote posible quea pecesariamente lo está" (Ibídern, p. 35).nOTal coostruCCióndel objeto en su historicidad rescatalo,po\íti

co"en la construcción de todo,cooocimi:nto so-

'al, Este 00 cooStltuye un conoCFmlCntOen SFmismo"0

0

más bien una perspectiva de conocimiento que s;f~odamenta enla idea de que toda realidadsocial es una

oPstruccíón viable" (Ibídern, p. 36).e Lo anterior se relaciona con su tratamiento de la cate-

aría de totalidad. por un lado consideraa "la totalidadgoma elCigenciade razonamiento crítico"Ypor otro re-~haza las concepciones ontologizanresde la misma. Ze-to

elto" haceun esfuerzo significativopor diferenciar su

refleúón epistemológica de unanálisisfilosóficodel temy e~ situarla e~clusivamente"coma categoría del pen~"",,en

toc"nuhco. Eswbe: En el contexto de esta in-

vestigación.la totalidad nOSinteresaprimoFdialmente

LA EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES EN AMI~KICA lATINA 11

corno fundamento epistemológico para organizar el co-nocimiento" (Ibídem, p. 50) Y como una categoría meta-teórica: "La totalidad como mecanismo de apropiaciónes indiferente a las propiedades del objeto, ya que se li-mita a definir la base de la teorización sin ser una teoríaen sí misma, ni menos aún, un objeto real" (Ídem). Estamanera de entender dicha categoría permitiría fundar unconocimiento de! "presente", como esfuerzo de enten-der la dinámica de la realidad en sus potencialidades.

La relación entre el pensamiento episternológico deZeme!man y el de Marx es bastante compleja y se observaun claro distanciamiento de algunas tesis marxianas, porejemplo, el realismo en la concepción de la totalidad, asícorno la inseparabilidad para Marx entre el nivel teóricoy el epistemológico. Asimismo, e! autor critica la ideolo-gización u ontologización de la dialéctica materialista ye! que no se haya convertido en una epistemología. Seríamuy difícil adscribir su planteamiento a alguna corrientede pensamiento marxista, y e! más próximo sería la dialéc-tica negativa de Adorno, sin compartir su pesimismo ra-dical sobre la modernidad y su crisis.

En los capítulos siguientes el autor liga el problema dela racionalidad científica con e! de la crítica. La primera nose considera como una reflexión sobre la práctica científi-ca ya realizada, sino "como potencialidad de racionalidadpara captar un continente de la realidad no completamenteaprehendido" (Ibídem, p. 80). Desde este planteamien-to, Zemelman esboza un programa epistemológico decarácter normativo según e! cual "no podemos aceptarque e! desarrollo de! conocimiento sea disociable del de-sarrollo de la conciencia y autoconciencia del sujeto (eneste caso de! sujeto social por medio de sus individua-lidades)" (Ídem). En segundo lugar, se requiere "impo-ner sobre la teoría a la razón, lo que significa procedercríticamente a su desarrollo abarcando no sólo el sujeto

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-LA EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES EN AMtlUCA 1 ATINA 4142 ZEMU ~1¡\N, V~I\('AI\A, 111:LA FUENTE Y Ál.VAREZ

[...] sino, además, a la realidad, concebida como construc-ción del sujeto social" (Ibtdem, p. 81). En tercer lugar,propone reconocer una función gnoseológica a las mani-festaciones de la subjetividad, como las de expresión yevocación. Aquí, al sujeto concreto se le contempla comoconstructor de su historia y no pura racionalidad, y deese modo la idea misma del sujeto incorpora sus dimen-siones corporales, políticas, racionales, culturales y psi-cológicas.

Zemelman nos ofrece una concepción dialéctica de ver-dad que articula la situación histórica, el "objeto" y lasprácticas sociales. Escribe: "la verdad es función de unaobjetividad histórica concreta, que es el contexto que haceposible una práctica; pero, también es, simultáneamente, ob-jeto, en tanto contenido real posible de transformarse poresa práctica" (Ibídem, p. 86). Por ello, la primera funcióndel conocimiento sería reconocer la objetividad comocontexto de objetos potenciales de la práctica social.

Volviendo a la relación entre racionalidad científicay conciencia crítica, sostiene que esta última ha estadopresente en la práctica científica concreta, puesto que laefectiva reflexión permite despegarse de la realidad y noquedar inmerso en ella. Zemelman recupera la idea mo-derna de la autoconcreción histórica del hombre autorre-flexivo; de un ser activo para el cual el problema del serse convirtió en problema de práctica, pues toda realidaddebe aparecer como momento del proceso de la concien-cia, como señalaba Cassirer. La función crítica del cono-cimiento es planteada en relación con el poder, "la relaciónentre saber y poder que se hace presente a lo largo detoda la historia en el constante esfuerzo del poder poreliminar la crítica" (Ibídem, p. 102). La actividad racionalde crítica se realiza en la totalidad e intenta impedir quela razón sea convertida en meramente analítica y separe yfragmente lo real.

Los últimos dos capítulos están dedicados al papel dela teoría y la organización metodológica del conocimien-to, que no comentamos por razones de espacio. En elepílogo, "Racionalidad y praxis: su articulación en el aná-lisis presente", reafirma la tesis de Bloch sobre un nuevovuelco copernicano, "una nueva fase en la teoría del co-nocimiento", por el cual "el saber deja de estar referido alpasado para volcarse a 'lo por venir' (y) el presente do-mina, junto con un horizonte en él, un horizonte que esel futuro" (Ibídem, p. 238-239). La epistemología praxio-lógica de Zemelman implica un modo de apropiaciónde la historia en dos planos: el del conocimiento a través dela mediación racional que objetiva a la historia en estruc-turas, y el de la praxis, por medio de la sucesión de con-tingencia y coyunturas que llevan a relevar el momentosobre cualquier estructura. Dicha apropiación como cons-trucción social se realiza en dos planos: el de la realiza-ción de determinados proyectos de actores sociales, queno precisan estar enmarcados en ninguna estructura teó-rica, y en el del conocimiento científico académico, some-tido a regularidades objetivas y que requiere de estructurasteóricas.

Una de las implicaciones de este enfoque es el cambiode la noción de objetividad: "es posible entender la obje-tividad real como una conjugación entre lo indetermina-do (que cumple la función de inclusivo) y 10 determinable(que es lo incluido)" (Ibídem, p. 241). De este modo,la racionalidad científica atiende a 10 posible de falsea-bilidad; por consiguiente, se identifica con la teoría, y, ala vez, "cabe entender dicha racionalidad como la fun-ción de organizar la realidad indeterminada, identificándo-se, por tanto, más que con una teoría falseable, con unaforma de construir objetos por medio de los cuales tienelugar la apropiación de lo real" (Ibídem, p. 242).

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• Félix Gustavo Schust er es otra de las figuras relevantesen esta área de h epistemología de las ciencias sociales.Mencionaremos dos de sus obras principales. Explicacióny comprensión (1982) es un estudio sobre el tema de losdiferentes tipos de explicación en diversas ciencias socia-les y su relación con la causalidad, la predicción y larcfutabilidnd. Su obra más reciente, El método en las cien-cias sociales (1992), es un análisis de los problemas episte-mológicos centrales que se plantean sobre e! tema:

í, .1

LA EPISTEMOLOGÍA DE LASCIENClAS SOCIALES EN AM(.:KICA I.ATINA 45ZFMI-I :,,1.\:-<. VI 1« .AR.\. 111 1 t\ 1 UENTE y ÁJ.VAREZ44

• La relación entre e! "método, la realidad e investi-gación".

En e! capítulo sobre los métodos axiomáticos en las cien-cias sociales presenta las interesantes propuestas deaxiomatización de investigaciones de Durkheim, Rad-cliffe-Brown, Levi-Strauss, así como el uso de los mode-los matemáticos para estudiar procesos políticos.

Asimismo, muestra, pese a la radical crítica poppcrianaprevaleciente en los treinta, la importancia del métodoinductivo en la historia de las ciencias sociales con Malthusy Durkheim, así como en las ciencias sociales contempo-ráneas en América Latina. El penúltimo capítulo contie-ne una presentación precisa de! método dialéctico y susproblemas. La obra finaliza con un capítulo significativo so-bre métodos comprensivos, fenomenología y e! métodoprogresivo-regresivo de Henri Lefebvre. Aquí se exami-na e! debate sobre explicación y comprensión (Abel, VonWright, Collingwood, Apel y otros), las característicasde! método fenomenológico y de! progresivo-regresivo,y su empleo en Sartre y Godolier.

• El debate sobre la unicidad o diversidad de méto-dos.

• El problema de los métodos axiornáticos, de la in-ducción y el método hipotético-deductivo; de losmétodos abstractos y la dialéctica.

• El método progresivo-regresivo en relación conla fenomenología.

• El tema central de la última obra de Carlos Prego, La.base social del conocimiento científico. La revolucióncognitiva en sociología de la ciencia (1992), es el examende las formas conceptuales que asume la orientación cog-nitiva en la sociología de la ciencia que, en opinión delautor, se constituye tardíamente y centrada de "modoexcluyente en las dimensiones institucionales y organi-zacionales". En sus capítulos expone las tendencias de laorientación cognitiva; caracteriza la influencia de Kuhn,el cognotivismo, la corriente de Edimburgo, "las relacio-nes sociales de la teoría estadística" y el enfoque inrer-pretatIvo.

El libro incluye un artículo de Alejandro Pisicitclli deCLACSO sobre e! programa constructivista. Este últimoautor ha escrito sobre e! tema de la construcción del datoen ciencias sociales y recientemente publicó una extensaobra de epistemología.

El autor sostiene la tesis de! carácter hipotético y con-trastable de la construcción científica de la realidad; de lanecesidad de sustituir el concepto de base empírica filo-sófica por el de base empírica epistemológica; releva laimportancia de los problemas en la investigación cientí-fica; mantiene la distinción entre contexto de descubri-miento y de justificación y reafirma la importancia deconocer los objetivos de la investigación para las varia-bles consideradas relevantes por el investigador. Definela tesis del pluralismo metodológico y la necesidad dereflexionar la problemática episternológica de los méto-dos científicos en el contexto de la crisis teórica de la so-ciología latinoamericana y sus transformaciones.

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46 ZEMI'.I.M/\N. Vl.l{l;¡\I{¡\·1>I· 1.1\1'lJENTE~Y ALVAREZ--- . ------Otros autOreS que ha" hecho aportes significativos en esta área

son:

••José Fernando Garóa, de la U~iversidad de Chile, queestá realizando una InvesOgaelOn sobre las teorías de 1comprensión Ye<plieaeión en ciencias sociales. aEn riq ue Mari, de la Univers idad de Buenos Aires, que hatrabajadO el "roa de las relacIOnes entre las corrientesepistemológicas francesas yanglosaJonas .

o León alivé del InstitutO de Investigaciones Filosófic, . 1 d 1 de la asde la UNA"" qUevrene re anzan o e tema claracionali·dad en relación con los marcos culturales.

o Gui\lermo

¡-loYos,de Colombia, ~utor de artículos so-bre el tema de sUJetOy ~bJeto en ctenCl

associales, sobre

racionalidad co¡t1Unlcatrvay otroS.o . Ñora Robotnikov~ de! InstitutO d~ Investigaciones Pilo-

sóficas, quien esctlblo un lrbro y drversos artículos sobre

racionalidad enWeber.o paulette Vie"rlen, del mismo instituto, estudiosa d 1

tema de la ."cionalidad cogni tiva y el marxismo" . e

o Miguel orellana, de la U niversidad de Santiago, que r •lizó una interesante investigación sobre las teorías e ea.¡emporá

ne" sobre la explicación científica. on

La descri.pción

anterior muestra la amplitud Y riqueza de la ., 1 ., refle<ió

nde epis"rnologra genera en nuestra r~glon, en la cual ocu-

papel centrallos temas de las relaclOnesentre cie .

pan un . d d netas

sociales, rnétodo y soClea. . .Bay algunas diferencras con las cornentes predominantes

en el norte:1. Se des"" lapresencia significativade una propuesta dia-lécti

ca,enespeCialcon Zemelman.

LA EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA 47

2. La importancia atribuida por varios autores a la histori-cidad del conocimiento.

3. Hoy pocos trabajos podrían inscribirse en una posición em-pírico-analítica o subjetivista al modo de Schutz. Asimis-mo, llama la atención la escasa o casi nula presencia deposiciones posmodernas .

4. Si se examinan las bibliografías hay un marcado predo-minio de autores anglosajones muy influyentes, comoPopper y Habermas.

+Epistemología crítica

. Una segunda área, muy ligada a la anterior, podríamos denomi-nada de epistemología crítica. Este tipo de estudios está siendorealizado por un conjunto de epistemólogos provenientes, comoen el caso ya analizado, de una filosofía de las ciencias sociales.Lo característico de esta corriente es el cuestionamiento de cier-tas teorías epistemológicas, en particular positivistas y neolibe-rales.

La figura más destacada en este tipo de estudios es FranzHinkelammert, cientista social alemán residente desde mediadosde los sesenta en América Latina, que desde sus primeras obras en1967 se dedica a la reflexión sobre la racionalidad y los sistemassociales, cuestionando las teorías positivistas en el amplio sentido dela expresión, es decir, aquellas que separan hechos de valores ydeclaran que la ciencia se reduce al estudio de los primeros.

En Ideologías del desarrollo y dialéctica de la historia (1970)realiza una crítica penetrante de algunas de las teorías socialescontemporáneas más importantes: la ideología tecnocrática so-viética, Manheim, Galbraith, Dahendorf y, en especial, el racio-nalismo crítico popperiano. Cuestiona la tesis central de dichaepistemología de que "las teorías lógicamente coherentes, rcíe-

.~lt!

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ZEMELMAN. VII\('AKA. DI' 1.'\ FUFNTE y ÁLVAREZ

• Cecilia Hidalgo escribe sobre "La lógica de la situación".

• María de! Rosario López muestra las limitaciones del Con-cepto popperiano de racionalidad; Francisco Miró Que-sada hace una crítica de la filosofía pOlítica de Popper.

• Eduardo Rabossi escribe sobre los marcos filosófico-po_Ííticos, conservadores y reformistas.

• Carlos Ruiz expone algunas críticas importantes a la epis-temología popperiana y muestra las relaciones internasentre la epistemología de Popper y el neoliberalismo.

• Juan José Russo expone las inconsistencias de la concep-ción popperiana de la ingeniería social gradual.

• Félix Gustavo Schuster analiza la concepción popperianadel significado de la historia y cuestiona la tesis de Popper,según la cual ésta carece de sentido.

• Jorge Vergara hace una reconstrucción del paradigmaneoliberal, destacando los aportes de Popper a su cons-trucción, y la notable contemplación entre el pensamientode Friedrich Hayek y e! de Karl Popper.

El tomo segundo se dedica a la discusión de otros temas relevan-tes y controvertibles de la epistemología popperiana.

• Héctor Apezechea se refiere al problema de la base em-pírica.

• Martín Farrell habla del "utilitarismo negativo".

• José Fernando García expone la concepción positivistade ley científica en Popper y sus dificultades para cornpa.tibilizarse Con la libertad humana.

• Guillermo Hoyos examina la tesis popperiana de una epis-temología sin sujeto cognoscente.

LA EPISTEMOLOGíA DE LAS CIENCIAS SOCIALF.S EN AMf.'KIC¡\ I "TINI\

ates a la realidad y sin contenido informativo, son realmenteitables y por tanto son valor" (lbtdem, p. 172). Hinkelammertstiene una tesis opuesta: el núcleo de las teorías sociales estármado por conceptos tautológicos con coherencia interna y1 contenido informativo, ejemplificando con la teoría keyne-LOa. Ésta contiene "una articulación tautológica de la economía.mo totalidad circular" que correspondería a un modelo plató-co, carente de cientificidad según Popper (Ibtdem, p. 174).

La explicación tautológica de la totalidad es una condi-ción de posibilidad (en el sentido de Kant) para la for-mulación de teorías informativas y de hipótesis verifi-cables en relación con la realidad social (Ibídem, p. 175).

1 su planteamiento, la metodología dialéctica acepta el prin-pio de que la teoría social siempre parte de una totalidad eco-irnica o social y formula conceptos límites que introducen.cesariarnente los supuestos que permiten concebidos. La posi-6n de Hinkelammert es similar a la de Hegel: la epistemologíaaléctica no es una opción frente al empirismo y el positivismo,no que corresponde al reconocimiento de la existencia de cate-irfas constitutivas o condiciones de posibilidad de la racionali-id científica. En obras posteriores ha desarrollado análisisgnificativos que muestran la presencia de argumentos dialécticosrpensados en autores opuestos o lejanos a la dialéctica, como1 el caso de la crítica a la planificación social de Popper (Hinke-mmert, 1984), o bien, en obras más recientes, de los argumen-is contenidos en la obra de Konrad Lorez.

Tal vez la obra más importante en esta área de epistemología'ítica latinoamericana ha sido Poppery las ciencias sociales (1992),iitada por Félix Gustavo Schuster, de la Universidad de Buenos.ires, En ella encontramos un conjunto de estudios sobre los'.mas centrales de la epistemología y teoría social popperiana,isi todos ellos de carácter crítico. El primer tomo está dedicadola relación entre epistemología y filosofía política en Popper.

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o ZEMELMAN. VERGARA. DE LA FUENTE Y ÁLVAREZ LA EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES EN AMÍ'IUCA I.ATINA 51

• Gregorio Klimovsky critica las objeciones de Poppercontra el materialismo histórico.

• Gustavo Marques cuestiona la crítica de Popper a la con-fusión en Marx de explicación y profecía.

• Carlos Santiago Nino analiza la fundamentación de la éti-ca desde el racionalismo crítico.

• Gustavo Ortiz busca "evaluar la eficiencia gnoseológicadel racionalismo crítico en el contexto de la disputa conlas tesis dialécticas, hermenéuticas y constructivistas".

• Guido Mario Pincioni analiza los supuestos episterno-lógicos de la tolerancia.

• Alan Rush examina en forma crítica la tesis popperianadel psicoanálisis como pseudociencia.

Situación de las ciencias socialesen América Latina

t La tercera área de producción de la epistemología latinoamerica-na la constituyen los análisis de la situación de las ciencias socia-les, en particular de la sociología en América Latina y el Caribe, ysu crisis teórica. Hay diferencias significativas en este aspectoentre el desarrollo de las ciencias sociales del norte y las latino-americanas. En América Latina, en términos generales encontra-mos escasa autorreflexión sobre las ciencias sociales y faltan losbalances críticos realizados. Tal situación empezó a modificarsedesde la década de los setenta, cuando empiezan a producirse in-vestigaciones sobre el tema, entre las que destaca la del sociólogoespañol ] uan Francisco Marsal (1979; Solari, 1976 y otros), y conel intenso debate sobreel dependentismo que involucró a la co-munidad científica sociológica latinoamericana (Camacho, 1979y Cardos o, 1978), que marca el inicio de la crisis teórica de lasociología latinoamericana, donde dicho paradigma había llega-do a ser hegemónico. Durante la década de los ochenta, con laprofundización de la crisis teórica de las ciencias sociales latinoa-mericanas, especialmente de la sociología, se constata en la co-munidad sociológica de la región un interés por el análisis de lacrisis teórica de la sociología. Éste se ha expresado en la realiza-ción de diversos seminarios, investigaciones y estudios, así cornola publicación de artículos que han decrecido en los noventa.

En este tipo de estudios destacan los aportes de FernandoCalderón, Jorge Larraín, Fernando Mires y Heinz Sonntag, quehan escrito libros importantes sobre la situación de las cienciassociales latinoamericanas y los valiosos aportes de autores como:José Joaquín Brunner, Gregorio Castro, Arturo Escobar, OrlandoFals Borda, Lidia Girola, Enrique Gomáriz, Franz Hikelammert,Norbert Lechner, Aníbal Quijano, Nora Robotnikov, EdelbertoTorres-Rivas, Jorge Vergara y otros. A continuación los analiza-remos.

~n este seminario Franz Hinkelammert presentó un extenso ylaborado estudio crítico sobre "La metodología de Popper. sus análisis teóricos de la planificación, la competencia y el'roces o de institucionalización" (Hinkelammert, 1984). En esteexto muestra, entre otros aspectos, por una parte, que Poppermplea en su crítica a la planificación económica argumentos dia-écticos que toma de Hegel y, por otra, que se equivoca al afirmarue hay una imposibilidad lógica de planificación económica, sien-.0 que ésta es sólo fáctica.

La publicación de esta obra se produce en un contexto demplia influencia, difusión y discusión sobre el neoliberalismo yn la cual están apareciendo obras colectivas e individuales deutores latinoamericanos neo liberales y sobre la teoría social ypistemología popperiana.

Si consideramos la influencia de los libros de Mario Bunge,1 más consultado y conocido de los autores en teoría de la cien-ia, no podemos sino concluir que Popper es el más influyentepistemólogo europeo en América Latina.

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LA EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIAI.I:S EN AMí-IW Al AllNA 53i2 i'1 MIl "'AN, VIItI,¡\I\A,I)I( l A FUENTE Y ÁLVAREZ

1,.\ ohr .•<Id H)ci()!t)).\()boliviano Fernando Calderón y de1.\ ~(}eiólC)g"chilcnn Pnuicia Provoste, Autonomía, esta-bi/itllld y l/;1/ovaci6n, Los desafíos de las ciencias sociales'n Aml(";ell Latina (1991), está dedicada al análisis de lainsutucionnlidnd de las ciencias sociales en América La-ti/ln n rravés del análisis de ciento diez centros asociadoscon la red latinoamericana del Consejo Latinoamericanode Ciencias Sociales (CLACSO). El estudio permite tenerunn visión de conjunto de las condiciones institucionalesle b producción de las ciencias sociales en la región: sus

recursos materiales; los modelos institucionales; el tipode resultados teóricos que busca producir; la duración desus proyectos; los tipos de auditorios a los cuales se hanconectado; los medios preferentes de difusión de sus re-sultados; el intercambio de investigadores; sus posgrados;sus presupuestos; su relación con el Estado y con las fun-daciones internacionales; los salarios de los investigado-res, etc. La obra contiene una valiosa reflexión sobre larelación entre esas condiciones, el problema de la auto-nomía, la relación con los actores sociales, su inserciónsocial y la democracia. Las condiciones institucionalescondicionan en gran medida el proceso de producciónde conocimientos sociales y permiten explicar algunas desus características. En varios artículos, Calderón hahe-cho aportes significativos al análisis de la situación de lasciencias sociales latinoamericanas, señalando las crisis delos paradigmas globales, la necesidad de elaborar teoríasde alcance medio en este contexto, la atracción por elpoder de los sociólogos, la insuficiente legitimidad cul-tural y social de la sociología en la región, etcétera.

El reciente libro del sociólogo chileno Fernando Mires,El discurso de la miseria o la crisis de la sociología en Aml-rica Latina (1994), es una crítica radical de la sociologíalatinoamericana en sus distintas corrientes, pues casi siem-pre ellas expresarían la racionalidad de una ideología de

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la modernización y la ad.ipt.ición de los intelectuales alas lógicas de poder prevalecientes. La tesis central es que"el pensamiento sociológico latinoamericano ha sidoconstruido siguiendo los dictados del discurso de la mo-dernidad. Por eso la sociología latinoamericana ha sidouna sociología del desarrollo" (p. 1] 9). M;ís adelante se-ñala que: "la sociología no ha podido romper con sus orí-genes coloniales heredados de aquellos tiempos en quevivía dentro de la antropología [...] que hnbía surgido asu vez con el objetivo de clasificar al 'otro' de acuerdocon determinantes raciales primero, culturales después.Los orígenes coloniales de la sociología se dejan ver enAmérica Latina en los momentos de su constitución,

. en la forma de ideología del desarrollo" (p. 161). En suinterpretación de la sociología de la marginalidad, informa-lidad y hoy de la desestructuración social, los sociólogoshan expresado una visión cosificada e instrumentalizadade los pobres y, en general, de la sociedad, a la vez que hangeneralizado su propia y precaria inserción social. Lasteorías sociológicas expresan la dependencia de los so-ciólogos de las relaciones de poder, incluso cuando seconvierten hoy día en microempresarios en el mercadode proyectos y asesorías. La obra finaliza con una pro-puesta a los sociólogos para redefinir su relación con lossectores populares, el poder y su propia práctica: "La li-beración de la sociedad respecto de la sociología pasa porla liberación de los sociólogos".

Las obras del sociólogo alemán Heinz Sonntag, Duda/certeza/crisis. La euolucián de Lasciencias sociales en Amé-rica Latina (1988), y éNueuos temas, nuevos contenidos?Las ciencias sociales en América Latina y el Caribe ante elnuevo siglo (1989), constituyen aportes muy relevantesen esta temática. En la primera de ellas, su autor caracte-riza el cepalismo, el marxismo latinoamericano y el de-pendentismo, a los que considera los tres p.iradigmas

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principales de las ciencias sociales latinoamericanas de lossesen ta hasta mediados de los setenta, En la segunda ofre-ce una caracterización de la crisis de las ciencias sociales,especialmente de la sociología, que se insertara a media-dos de los setenta en el contexto de la actual crisis delsistema capitalista en nivel mundial y en la nueva divisióninternacional del trabajo. Las respuestas de los científicossociales ante esta situación de crisis societal fueron di-versiíicadas, pero "no han sido del todo satisfactorias nihan generado una respuesta coherente y compartida" (p.140). Por una parte, se emprendieron importantes pro-yectos colectivos de investigación histórica sobre la his-toria de América Latina; muchos científicos socialesestudiaron los procesos de acumulación de capital en lasformaciones periféricas de América Latina; se desarro-llaron los estudios sobre los sectores informales; se pro-dujeron muchas investigaciones sobre el Estado y surelación con las sociedades civiles de la región y los regí-menes militares autoritarios. La democracia y los movi-mientos sociales se convirtieron en los grandes temas dela sociología de los ochenta. El cepalismo, después de unperiodo poco creativo, renovó sus planteamientos a travésde los análisis de Presbish sobre el capitalismo periférico.Se produjeron importantes innovaciones y flexibili-zaciones metodológicas, entre ellas la investigación-acciónde Fals Borda. La última parte de la obra está dedicada a"los retos de las crisis". Los principales serían: la necesi-dad de analizar la naturaleza del nuevo sistema de divi-sión internacional del trabajo, la comprensión de lastransformaciones de la estratificación social, los cambiossociopolíticos, la integración latinoamericana, las econo-mías informales, los impactos de los cambios tecnológi-cos, etcétera.

• josé joaquín Brullner, investigador chileno, ha escrito li-bros y artículos sobre la situación de las ciencias sociales

en la región. Mencionaremos algunos de S\lS temas: seha producido una diferenciación entre los cicntistas socia-les y entre una elite internacionalizadn que lleva a caboinvestigación con perspectiva latinoamericana y los pro-fesionales que están abocados a temáticas nacionales;se constata una pérdida de impacto cultural y social de lasociología latinoamericana actual si se la compara con aque-lla de los sesenta y setenta; se ha producido un campomultidisciplinario en donde participan investigadores dedistintas disciplinas; existen tensiones entre docencia einvestigación y entre orientaciones disciplinarias y temá-ticas, y se presenta un marcado pluralismo en las prácti-cas de investigación (Brunner, 1987, 1990 Y 1992).

La socióloga argentina Lidia Girola ha hecho aportessignificativos en dos aspectos relevantes: el análisis del"pluralismo teórico" y la producción teórica de la so-ciología mexicana de los ochenta. Girola ha demostra-do la presencia recurrente en autores de la región deconceptualizaciones provenientes de teorías diversas ya veces opuestas. En su opinión, y asumiendo el plan-teamiento empirista, sostiene que dicho pluralismo oeclecticismo teórico no sólo flexibiliza sino enriquece lasposibilidades de comprensión de los fenómenos socia-les. En su estudio sobre la teoría sociológica en el Méxi-co de los ochenta, muestra la falta de autorreflexión críticaque se expresa en:

• Carencia de estudios sobre el tema.

Insuficiente concepción conceptual en las catego-rías centrales de análisis.

Carencia de una actitud crítica ponderada respec-to de los clásicos.

Aislamiento de esta producción teórica respectode los trabajos de investigación empírica.

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Auvcnci.i relativa de comunicación.

Tendencia al enclaustramiento tanto en el ámbitonacional como hacia el exterior.

Aparente desinterés de constituirse como cornuni-dad científica y la dificultad de incorporar la biblio-grafía internacional reciente (Girola, 1986, 1987 Y\ 991 a, b).

Los estudios del sociólogo español Enrique Gomáriz so-bre estas temáticas abarcan tres aspectos centrales: la com-paración de la crisis de las ciencias sociales en el nortecon las de América Latina, la autopercepción de algunosdestacados cientistas sociales sobre dichas crisis, y la in-fluencia del posmodernismo en las ciencias sociales ac-tuales de la región. Respecto del primer aspecto, el autormuestra que el desarrollo histórico de la sociología lati-noamericana ha sido diferente que el del norte no sólopor su tardía constitución, sino porque en los distintosperiodos ha habido desfases en relación con los para-digmas predominantes y la presencia de los paradigmaspropios en América Latina. Siguiendo los análisis deGiddens y Turner (1987), muestra que actualmente en elnorte no hay paradigmas predominantes, sino "unaexplosión de miniescuelas" y caracteriza la situación lati-noamericana por la ruptura de "consensos paradigmá-tices" que se mantuvieron hasta finales de los setenta(Gomáriz, 1991a).

En el segundo tema muestra que, pese a la profundacrisis teórica, existe aún un lenguaje común, un alto nivelde acuerdo sobre cuestiones básicas. Las principales son:

• La vigilancia del modelo clásico de ciencias socia-les.

• La especificidad del objeto de las ciencias socialesde la región.

• La necesidad de construcción teórica de las invcs-ugaciones.

• La falta de integración adecuada entre investiga-ción empírica y teorías.

• La incidencia de las transformaciones de la insti-tucionalidad en la crisis actual y otras, lo cual noimplica que no haya diferencias importantes en sudiagnóstico de las crisis, las estrategias para entren-tarla y otros aspectos (Gomáriz yVergara, 1993).El autor muestra que el discurso posmoderno quese ha recibido con simpatía y aun entusiasmo porlos cientistas sociales latinoamericanos no ha pro-ducido hasta ahora transformaciones de importan-cia en la producción científico-social (Gomáriz,1991b).

• Franz Hinkelammert ha hecho aportaciones significati-vas a la comprensión de la relación entre transformacio-nes institucionales y crisis teórica de las ciencias socialesen la región, señalando que han aumentado los controlessociales sobre la reducción mediante diversas vías: el fi-nanciamiento de proyectos que sustituye el sistema an-terior de financiamiento del investigador y que restringela autonomía intelectual; la norrnatividad metodológicapositivista que excluye la posibilidad de investigacionescríticas y la carencia de condiciones para la realización deinvestigaciones teóricas. En su opinión, las condicionesactuales han convertido a las ciencias sociales latinoame-ricanas en "correas de transmisiones del poder" (Hinke-lammert, 1990).

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Norbcrl l.cchncr, cicntista social alemán, fue uno de losprillleros en iniciar la (auto) crítica episrernológica de lasciencias sociales latinoamericanas a fines de la década delos setenta (1977) Yla prosiguió en diversos artículos du-rante los ochenta.

Destacaremos sus principales aportes: explicitar la dis-cordancia entre el nivel teórico y empírico de las investi-gaciones, mostrar la carencia de una teoría del Estado yde la democracia en las ciencias sociales latinoamericanasy aportar a su constitución; explicitar la influencia nega-tiva de la insuficiente y precaria institucionalización so-bre la producción científico-social, y explicitar la carenciade investigaciones teóricas y el pragmatismo cortopla-cista de la producción actual (Lechner, 1980, 1985, 1988,1990 Y 1991).

• El sociólogo peruano Aníbal Quijano, uno de los princi-pales autores del dependentismo, ha realizado una seriede importantes análisis sobre la situación actual de lasciencias sociales latinoamericanas. Destacaremos algunas desus interpretaciones. La historia de dichas ciencias mues-tra una tensión permanente entre la tendencia a asimilarlas teorías sociales internacionales y la de desarrollar lapropia identidad teórica; en dicha tensión ha habido unpredominio de la racionalidad euro céntrica ligada a dis-cursos de poder más que a la p.osibilidad de comprensióndel otro. Más que una crisis de paradigmas lo que habríasería una crisis de temáticas, que no debería implicar elabandono de conceptos fundamentales elaborados porlas ciencias sociales latinoamericanas, como el de hetero-geneidad estructural (Quijano, 1986, 1988, 1989, 1991).

• Los artículos del epistemólogo chileno Jorge Vergaraabarcan varios temas interrel~cionados:

+ Elaboración de un estado del arte satisfactorio so-bre la epistemología de las ciencias sociales enAmérica Latina en sus diversos tipos de produc-ción.

Elaboración de categorías para el análisis episte-mológico de las ciencias sociales latinoamericanasen la perspectiva de una concepción no empiristade las ciencias sociales.

Examen de las rupturas entre la producción de lossesenta y los setenta y la de los ochenta.

Análisis de la producción de los ochenta desde laperspectiva de su crisis teórica, tanto a través de laauto-percepción de los cientistas sociales como delanálisis de texto (Vergara, 1994 y Gomáriz yVergara, 1993).

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Por último, mencionaremos un conjunto significativo de autoresy trabajos, sin pretensión de exhaustividad.

• El sociólogo venezolano Gregorio Castro escribió muydestacadamente sobre la sociología en Venezuela y susartículos han hecho una crítica de las tendencias tecno-logizantes de la sociología de la región, estimulada pororganismos internacionales (Castro, 1991).

• El antropólogo colombiano Arturo Escobar viene reali-zando una crítica radical al imaginario del desarrollo quesería una "invención y estrategia producida por 'el Pri-mer Mundo' respecto del subdesarrollo" del "TercerMundo" a través del cual estas regiones del mundo sehan producido ellas mismas. En su opinión, hay una in-capacidad del pensamiento crítico y de las fuerzas socia-les de América Latina para superar dicho imaginario y la

. consiguiente dependencia de la idea de modernidad e

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hisroricidad occidental. Finalmente, sostiene 1.\ IIcr('~idad de que los nuevos planteamientos sobre dcs.irrolloalternativo renuevan la noción de desarrollo, uuxlcrui-dad y economía (Escobar, 1991).

Orlando Fals-Borda ha participado en el debate xolrrc l.isciencias sociales en la región, destacando la influencia quehan ejercido fuera de América Latina tanto el dcpcn-dentisrno, la investigación-acción y las leo rías de Frcirc,como los aportes de Presbish y la CEPA!. a las teorías delintercambio económico y la tendencia de UIl grupo sig-nificativo de científicos sociales críticos de América La-tina de formar un movimiento con colegas del norte(Fals-Borda, 1991).

Edgardo Lander, sociólogo venezolano, analizó las prin-cipales tendencias y temáticas de la producción socio-lógica en los inicios de los noventa y trazó un cuadro delos principales "retos del pensamiento crítico" de los no-venta:

PARA LA VIDA 4-

3LA UTOPÍA DE

UN SABER

Afirma Jean-Francois Lyotard que la "condición posmoderna"refiere a una situación social en la que el conocimiento ha cam-biado su estatuto para devenir una serie de juegos de lenguajesautorreferenciales, definidos por reglas locales, no universalistas;en ellos han quedado fuera todas las metanarrativas que, sirvien-do como vínculos de integración y sentido, pretendían dar unafinalidad a los productos del conocer más allá de ellos mismos.

Ficciones como las de la emancipación o el progreso seríanincapaces ya de articular o de servir como retículas de lectura e in-teligibilidad para las producciones contemporáneas de una inteli-gencia que, a fin de cuentas, parece haber sido desgajada de lossujetos -los individuos- para adquirir una existencia autóno-ma, autorregulada, viviente en su propio encerramiento autorre-productor de lenguajes formalizados y binarios.

Se trata de un conocimiento existente en unidades men-surables, divisibles, fraccionables y comercializables como lamisma moneda, que no por ello deja de abrazar una infinita com-plejidad y que, por lo mismo, no se deja atrapar tampoco en otro

• La necesidad de analizar las transformacionesmundiales económicas tecnológicas en relacióncon la situación de América Latina.

• El impacto de la crisis medio ambiental en 'la re-gión.

• La necesidad de superar el enfoque etnocéntricopredominante en las ciencias sociales de la regiónque implica el reconocimiento de la subjetividadlatinoamericana y de "la búsqueda de recuperacióny reconstrucción de sentido de la propia cultura" ypensar los Jímites de lo deseable y lo posible en eldiseño político y social (Lander, 1991a y 1991 b).

Por Gerardo de la Fuente Lora, investigador del Centro de Investi~acioncs lntcrJisciplinJriasen Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México.• Notas sobre Los horizontes de la razón, de Hugo Zemelman.

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