Veto y Promulgación Parcial

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caparroz sobre veto y promulgacion parcial

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Thomson La Ley

Voces: CONSTITUCION NACIONAL ~ PODER LEGISLATIVO ~ PODER EJECUTIVO ~ VETO DE LA LEY ~ FACULTADES DEL PODER EJECUTIVO ~ LEY ~ VETO PARCIAL DE LA LEY ~ PRESIDENTE DE LA NACION ~ PRINCIPIO DE DIVISION DE PODERES ~ PROMULGACION DE LA LEY ~ PROMULGACION PARCIAL DE LA LEY ~ FACULTADES DISCRECIONALES DE LA ADMINISTRACION PUBLICA ~ MINISTERIO ~ PRINCIPIO DE RAZONABILIDAD ~ SISTEMA REPRESENTATIVO REPUBLICANO Y FEDERAL ~ PRINCIPIO DE LEGALIDAD ~ CONTROL DE LEGALIDAD ~ REGIMEN DE MAYORIATtulo: La facultad de vetar las leyes y promulgarlas parcialmenteAutor: Caparroz, Luciano Publicado en: DJ21/09/2011, 9Cita Online: AR/DOC/1120/2011Sumario: I. Introduccin. II. El veto y sus nociones fundamentales. III. El veto como atribucin discrecional. IV. Los "lmites" al veto. V. El veto y su hermenutica. VI. El veto y su funcionalidad en un sistema representativo-republicano. VII. Los actuales proyectos legislativos bajo amenaza de veto. VIII. El caso de la insistencia y sus mayoras parlamentarias. IX. La promulgacin parcial de leyes. X. Conclusiones finalesI. IntroduccinEn el presente artculo -recordando manifestaciones que otrora virti pblicamente el oficialismo (1) a fines del 2009- buscaremos analizar uno de los temas que es materia del debate constitucional, como es la facultad del Presidente de la Nacin de "observar" las leyes y promulgarlas parcialmente. La referencia a la actualidad de la temtica estudiada surge de la dimensin sociolgica, pues ella grafica que los proyectos de leyes impulsados por la oposicin (vrg. coparticipacin del impuesto al Cheque, Ley de Coparticipacin Fiscal de Impuestos, modificaciones al Consejo de la Magistratura, modificaciones al INDEC, modificaciones al rgimen previsional instaurando el 82% mvil, derogacin de los mal llamados superpoderes -ley 26.124-, entre otros) seran eventualmente fulminados por el veto del PEN. En este marco, y a los fines de la ubicacin tcnica del problema propuesto, comenzaremos nuestro trabajo recordando las nociones fundamentales del veto presidencial. Seguidamente se ver que como atribucin poltico-discrecional, debe ser ejercida excepcionalmente, prudentemente, razonablemente y "motivando" con suficiencia la decisin. Esto nos introducir directamente en la investigacin de los "lmites" de tal facultad y de su interpretacin tanto judicial como doctrinal. As entonces, se ver que funcionalmente el "veto" resiente al sistema representativo (por afectacin de los "consensos" parlamentarios) y al sistema republicano (por afectacin de la "divisin especfica" de funciones). Bajo esta perspectiva, enumeraremos los proyectos de leyes que ya han sido recientemente vetados y los se encuentran bajo amenaza de observacin o rechazo. Finalmente, se analizar el caso de la "insistencia" parlamentaria como mecanismo de solucin constitucional de un eventual conflicto de poder entre los rganos legislativo y ejecutivo, valorndose las interpretaciones propuestas en torno a la determinacin de las mayoras de votos necesarias para su concrecin. Por ltimo, se har referencia a la controvertida problemtica de la "promulgacin parcial" de leyes, exponindose algunos lineamientos respeto a sus requisitos, trmite, control y mayoras parlamentarias para su rechazo. Concluyendo entonces, haremos nuestras humildes apreciaciones personales sobre lo estudiado.II. El veto y sus nociones fundamentalesDesde el punto de vista normolgico, el veto es una atribucin constitucional expresa que se le otorga al titular del PEN en el art. 83 de la CN, resultando un instrumento de control interorgnico, propio de la teora de los frenos y contrapesos destinada a alcanzar el balanceo, equilibrio y armonizacin de la divisin de funciones del poder. Bidart Campos (2) -precisando el aspecto terminolgico- apunta que la constitucin formal ignor la locucin "veto", cual no obstante se hizo de prctica comn en el lenguaje acadmico, reconocindose tambin las voces observar, reenviar, devolver o desechar.Desde el punto de vista sociolgico, citamos lo dicho por Badeni (3), quien sostiene que el veto ilustra una disconformidad del PEN con una decisin poltico-legislativa del Congreso, interpretando el Presidente como desaconsejable la promulgacin de la ley por perjudicar al "bien comn". Entonces se frena, se dilata o se impide la sancin de la ley.El veto -a diferencia de la promulgacin que puede ser tcita- es siempre expreso y se materializa en un decreto o en un mensaje enviado al parlamento. Por lo tanto, no existe posibilidad de que el Presidente pueda observar una ley verbalmente o tcitamente (por inaccin), pues el veto patentiza el ejercicio de una atribucin "discrecional", la cual exige por una parte la suficiente "motivacin" y por la otra el refrendo ministerial, lo cual necesariamente se vuelca en un texto expreso.La facultad de desechar puede ser "total" o "parcial" (art. 83 CN), y debe ser ejercida en el marco de un lmite temporal de 10 das tiles (lo que significa que no se contemplan das hbiles administrativos, sino por el contrario los tiles parlamentarios). Acotamos que cuando el veto ha sido "parcial", la promulgacin parcial de la ley nunca podr ser "tcita", pues el art. 100 inc. 13 de la CN le determina la forma expresa de "decreto", de la misma forma que lo hace la ley 26.122. Desde otra perspectiva, sealamos como un dato llamativo, la circunstancia de que una de las fuentes directas y originarias de nuestra Carta Magna como es la Constitucin de los EE.UU no prev el veto parcial (conf. art. 1, seccin VII).Pero resta ahora analizar si sta atribucin discrecional de control del PEN sobre el PLN a travs del veto, (en un contexto de pas donde el presidencialismo reviste altas dosis de concentracin del poder) cumple realmente su funcin de correspondencia en torno a alcanzar el "balance o equilibrio" de la trada de funciones estatales o si por el contrario es necesario un correctivo legal ante la eventualidad de un desborde autoritario del Presidente. Ello nos aloja directamente en la distincin doctrinal (4) de vetos absolutos y vetos provisorios/suspensivos. En el primer caso, el Presidente autoritariamente podra vetar la ley que le desagrade sin que el Parlamento pueda torcer esa voluntad, a diferencia del segundo caso, que en cambio se otorga al Congreso un canal constitucional de solucin, como es el caso de la "insistencia". As las cosas, lase entonces que en una forma de gobierno monrquica y en una forma de estado autoritaria, habr para el Presidente facultad de veto "absoluta", pero para una forma de gobierno republicana y una forma de estado democrtica, habr para el Presidente facultad de veto "provisoria", ya que funcionar el correctivo legal -de jerarqua constitucional- de la "insistencia" parlamentaria, cual importa un debate acerca del triunfo o la derrota de las observaciones efectuadas por el PEN. Nuestra CN la habilita y regula en el art. 83, pero inapropiadamente exige una mayora agravada de los 2/3 de votos de cada cmara, lo que parece que resulta desproporcionado para un sistema republicano, cual es celoso del respeto marcado a la divisin efectiva de funciones especficas del poder. Sobre el tema volveremos en el punto VIII de ste trabajo.III. El veto como atribucin discrecionalAnte todo, siendo el veto definido como un acto institucional (5), consecuencia del ejercicio de una atribucin "poltico-discrecional", el art.1 de la CN (sistema republicano y la consecuente divisin de funciones) le exigir al Presidente que su uso sea implementado con altsima prudencia, responsabilidad y razonabilidad, mxime cuando se trata de vetos totales.A priori no hay que relacionar la idea de discrecionalidad con la de arbitrariedad, pues no son trminos equipolentes. El PEN puede actuar legtimamente con discrecionalidad -la cual de hecho es necesaria en la administracin activa-, pero deber ajustarse a la legalidad y a la juridicidad, pues en caso contrario podr entonces s incurrirse inexorablemente en la arbitrariedad. Veamos entonces.Si el acto de un funcionario pblico resulta ser discrecional, -y aunque sea "institucional"-, las exigencias de respeto a la "motivacin" se tornan harto indispensables. El problema de atao es que no resulta sencillo -segn lo ya lo apunt autorizada doctrina (6)-, detectar o reconocer la discrecionalidad de un acto. Comadira (7) defini la discrecionalidad como un margen de apreciacin conferido normativamente a la actuacin administrativa, una posibilidad de eleccin. Otros autores, explican que la discrecionalidad sera una modalidad de ejercicio que el orden jurdico confiere a quien desempea una funcin administrativa, habiendo una apreciacin subjetiva y seleccionndose una alternativa entre varias legalmente vlidas (8). Para Tawil (9), tambin la discrecionalidad permite una estimacin subjetiva de la administracin cual completa un cuadro legal, pudindose elegir entre distintos cursos de accin o inaccin libremente. En sntesis, en la actividad discrecional si bien la conducta de la administracin no se determin por normas legales precisas, si lo hizo por un fin legtimo a cumplir, representado en criterios de oportunidad, mrito y conveniencia.Indudablemente, el Presidente de la Nacin tiene un margen de eleccin, apreciacin y estimacin, de diferentes variables polticas como para decidir el impulso de un acto institucional (que en rigor deber estar vinculado a la "subsistencia" del Estado) como es el de vetar leyes (motivando razonablemente la decisin), y siendo ello el resultado de valoraciones de oportunidad y conveniencia segn los altos planes de gobierno.Pero la cuestin radica en saber "cmo" se ha ejercido esa atribucin poltica, si se ha respetado a la legalidad y la juridicidad. Que el acto del Presidente sea institucional/discrecional no quiere decir que escape impunemente de los elementos reglados indispensables de todo acto, correspondiendo entonces en su caso verificar principalmente el "para que" del mismo -finalidad-, el "porqu" -la causa- y el "como" -la forma-, elementos que engloban a la motivacin. Recordamos que la "motivacin" es la que exterioriza a los elementos "causa" y "fin" y que es ella tambin la que patentiza textualmente a travs del elemento "forma" las razones del acto, esto es, su "razonabilidad". Adems es una mxima sabida aquella que sostiene .. "que a mayor discrecionalidad..mayor ser la motivacin".La doctrina (10) ha explicado que la "causa" -el "porque"- del acto consiste de acuerdo a la legislacin (11) en la manifestacin de las circunstancias y antecedentes de hecho y derecho que justifican el dictado del mismo, la razn de ser objetiva que justific su emisin. La falta de la misma o su falsedad determinan la nulidad absoluta del acto. Ello, traducido -mutatis mutandi- a nuestro caso estudiado del "veto", implicara que en el decreto o mensaje del Presidente dirigido al PLN se deben exponer claramente las circunstancias que "justificaron" la medida, las cuales por tratarse de un acto "institucional" debern circunscribirse necesariamente a la "subsistencia" del Estado, lo que ilustra lo delicado de la decisin.En cuanto al "para que" del acto -elemento finalidad- la doctrina (12) ha explicado que la "finalidad" del acto consiste de acuerdo a la legislacin (13) en el fin concreto de inters pblico o bien comn perseguido por el rgano administrativo que lo emite, no pudindose encubrir intereses o fines que beneficien a la administracin pblica. Si ello resultase y la finalidad no es honesta, verdadera, el acto ser nulo de nulidad absoluta por hallarse viciado, habida cuenta de la desviacin de poder. Anteriormente (14), vimos que en la definicin de la naturaleza sociolgica del "veto" ofrecida por el constitucionalista Gregorio Badeni se inclua el requisito de observarse al "bien comn". Por lo tanto, si el Presidente observa una ley, en la motivacin deber expresarse como a travs del veto se protege al bien comn, pues en caso contrario la decisin se encontrar hurfana de su finalidad.Por ltimo, refirindonos al "como" del acto -elemento forma-, la doctrina especializada (15) en el tema explica que ste requisito resulta inexcusable porque expresa las "razones" que indujeron la emisin del acto, su razonabilidad. Por ello nosotros sostuvimos ms arriba la posicin de que el "veto" es siempre expreso y se materializa en un decreto o en un mensaje enviado al parlamento, por la necesidad insustituible de formalizar las "razones" del mismo.Finalizando, otra cuestin a tener presente, es la relativa al control judicial del acto "institucional" en referencia especfica al supuesto del "veto", donde no debe olvidarse que la CSJN ya ha tenido oportunidad de pronunciarse para el supuesto del veto parcial (16) y para la promulgacin parcial (17) de leyes.IV. Los "lmites" al vetoEl veto, dijimos anteriormente, es desde el punto de vista normolgico una atribucin constitucional expresa que se le otorga al titular del PEN, cual importa el ejercicio de una facultad de control inter-orgnica, de naturaleza poltica y discrecional. Pero en un sistema de gobierno republicano, y ms an en un pas signado por la concentracin del poder en el rgano ejecutivo, evidentemente resultan indispensables los "lmites" a sta potestad a travs de diversos correctivos. El ilustre maestro Bidart Campos (18) ya nos adverta que la opcin presidencial para promulgar o vetar es solamente un "principio", al que la constitucin le pone algunas excepciones.Por otra parte, la circunstancia de que el veto sea un "acto institucional" tampoco lo hace escapar impunemente de la legalidad y la juridicidad. Veamos un ejemplo clarificador: En el marco de las relaciones inter-orgnicas de equilibrio y armona, el PEN puede "controlar" los errores del PJN a travs del indulto, instrumento que tambin se configura como un acto "institucional". No obstante, tal atribucin del Presidente en cuanto al otorgamiento del perdn o la indulgencia ha sido recientemente "limitada" por la CSJN (19) respecto de quienes hayan cometido delitos de lesa humanidad, siendo la cuestin justiciable. De la misma forma, cuando el PEN quiera "controlar" al Parlamento a travs del veto, surgirn entonces "lmites". As las cosas, corresponde ahora mismo enunciar las distintas situaciones limitativas a la atribucin del art. 83 de la CN.Los lmites al "veto" pueden ser:a) Formales: es expreso (se materializa en un decreto o en un mensaje elevado a la cmara de origen)b) Sustanciales: es motivado (expresando suficientemente el fin y la causa de la decisin)c) Temporales:c.1) la facultad de uso del Presidente debe ser ejercida dentro de los 10 das tilesc.2) es provisorio suspensivo, pues el Parlamento puede "insistir" en la sancin de la leyd) Normativos: d.1) Expresos (20): a) el caso de la "insistencia" Parlamentaria que triunfa (art.83 CN); b) el caso de la consulta popular vinculante (art. 40 CN)d.2) Consuetudinarios o que surgen de las prcticas constitucionales:a) el caso de la ley que declara la necesidad de la reforma constitucional conforme al art.30 CN, cual no puede ser vetada.b) el caso de que se sancione una ley que proteja los derechos humanos, reprimiendo algn crimen o delito de lesa humanidad (21) y ello se lo quiera vetarc) el caso de todo acto que si bien tiene la forma de ley, no es un acto legislativo sino uno poltico o administrativo (22).V. El veto y su hermenutica

5.1) Interpretacin doctrinal:Bidart Campos (23) seal la existencia de una confusa y difcil coordinacin de los arts.80 y 83 de la CN, sosteniendo que: a) el art. 80 admite ahora el veto parcial y la promulgacin tambin parcial del fragmento no vetado, estableciendo que en ese caso hay que aplicar el procedimiento previsto en el art. 99 inc. 3 para los decretos de necesidad y urgencia; pero b) el art. 83 establece que tanto cuando el veto es total como cuando es parcial, el proyecto "vuelve con sus objeciones a la cmara de origen", lo que dejara la impresin de que este reexamen del veto por el congreso implicara cuando el veto ha sido parcial el retorno integral de todo el proyecto, precisamente para deparar al congreso la posibilidad de insistencia prevista en el propio art. 83.Pero advierte que un sector de la doctrina entendi sin embargo que cuando hay veto y promulgacin parciales, la parte vetada no se ha de devolver al congreso, ya que est en vigor y, de acuerdo a la norma especfica que regula esta hiptesis en el art. 80, debe abrirse el mecanismo de seguimiento y control que la constitucin reglamenta para los decretos de necesidad y urgencia.Por ello explica el ilustre constitucionalista que "no es fcil tomar partido", pero parece razonable inclinarse por esta ltima interpretacin, pues la norma especfica para el caso (art. 80) prevalecera sobre la genrica (art. 83) que se aplicara solamente si no hubiera promulgacin parcial de la parte no vetada. A primera vista, parecera que de aceptarse esta solucin se volvera parcialmente inoperante el art. 83, pero en un intento de conciliarlo con el art. 80 cabra imaginar que el sometimiento de la promulgacin parcial al ya citado procedimiento arbitrado para los decretos de necesidad y urgencia siempre le conferira al congreso en su ltima etapa la oportunidad para confirmar o rechazar el desglose que el veto y la promulgacin parciales hicieron a la sancin de la ley.En referencia al veto parcial y la promulgacin parcial de la ley, Badeni (24) trae a colacin la interpretacin de varios constitucionalistas, donde sostiene que en nuestra doctrina constitucional no haba uniformidad de opiniones sobre la viabilidad de la promulgacin parcial. As para algunos autores, tales como Gonzlez Caldern, Linares Quintana y Bidart Campos, la CN exclua a la promulgacin parcial. Fundamentaron su postura sobre una interpretacin semntica del art. 83, entendiendo que cuando dicha norma establece que el proyecto de ley vetado parcialmente debe volver a la Cmara de origen, hace referencia a su totalidad y no solamente a la parte que fue objetada por el rgano ejecutivo. Admiten que, en determinados casos, esta solucin puede generar inconvenientes prcticos, pero tambin afirman que ella evita la produccin eventual de males mayores, tales como el desconocimiento de que las leyes son conjuntos orgnicos, la desnaturalizacin de la voluntad del Congreso y la indebida intromisin del rgano ejecutivo en el ejercicio de la funcin legisferante.Que en cambio, para Bielsa, Romero, Bidegain, Ramella y Vanossi, la CN no se opona a la promulgacin parcial, siempre que la supresin de la parte vetada no alterara la esencia y finalidad globales del proyecto de ley aprobado por el Congreso segn la apreciacin que, en cada caso concreto, realice el rgano judicial. Finalmente Badeni se inclin por aceptar la validez de la promulgacin parcial, siempre que ella sea expresa y no altere en su esencia la voluntad del Congreso.5.2) Interpretacin judicial:En nuestro derecho constitucional vernculo siempre se admiti la posibilidad de vetar parcialmente las leyes, lo problemtico fue el tema de la promulgacin de la parte no vetada, cual algunos autores anteriormente a la reforma del 94 -eje: Bidart Campos- reputaron inconstitucional.La visin de la Corte Suprema antes de la realizacin de la reforma de 1994 en cuanto a la viabilidad del veto parcial y de la inconstitucionalidad de la promulgacin parcial, fue la siguiente:1) Caso "Giullitta"(25), del 28/04/1941 (sobre veto parcial): aqu el mximo tribunal reconoci la constitucionalidad del veto parcial aunque, en relacin al caso concreto, no se pronunci sobre la validez de la promulgacin parcial por no ser ella objeto del debate judicial.La argumentacin de la parte actora expona que cuando se veta parcialmente una ley y se promulga la parte no vetada, queda en vigencia toda la ley, porque se ha omitido devolver al congreso el texto ntegro de la ley parcialmente observada. Pero, al decidir la impugnacin la Corte no admiti el planteo y estim que lo cuestionado era exclusivamente la facultad de vetar parcialmente, y no el "efecto" producido por el veto parcial; y limitando su sentencia a ese aspecto, sostuvo que el veto parcial era legtimo y constitucional a tenor del entonces art. 72, y que ejercido por el poder ejecutivo, suspende la aplicacin de la ley por lo menos en relacin a la parte vetada, o sea, impide, el efecto de la promulgacin tcita. Expresamente aadi la Corte que no tena -en esa oportunidad y en esa causa- por qu pronunciarse sobre la posibilidad de promulgar fragmentariamente la parte no vetada de la ley, de modo tal que la sentencia recada en el caso Giulitta no puede invocarse como un precedente sobre la constitucionalidad de la promulgacin parcial de una ley vetada parcialmente.2) Caso "Colella (26)", del ao 1967, (sobre Promulgacin Parcial): la Corte tuvo nuevamente la oportunidad de analizar los aspectos constitucionales de la promulgacin parcial. El PEN haba vetado parcialmente la ley 16.881 que estableca una regulacin completa del contrato de trabajo, promulgando solamente 4 de los 62 artculos que la integraban. La CSJN sostuvo entonces que: a) si bien sus facultades jurisdiccionales no alcanzan como principio general al examen del procedimiento adoptado en la formacin y sancin de las leyes, esa doctrina no es aplicable cuando una de las partes hace valer el derecho subjetivo de propiedad contra obligaciones impuestas por una ley que, a su juicio, no es tal por la invalidez atribuida a la promulgacin; b) si no se promulga una ley, o si la promulgacin carece de validez, no existir una norma jurdica y nadie podr fundar derechos sobre una ley inexistente; c) el proyecto de ley sancionado por el Congreso constitua un todo inescindible, de modo que las normas no promulgadas no pudieron ser separadas del texto legal sin detrimento de su unidad; d) en tales condiciones, la promulgacin parcial es constitucionalmente invlida porque, al proceder el PEN de la manera en que lo hizo, invadi atribuciones propias del Congreso Nacional. Se remarc en aquel entonces la importancia del precedente sentado, ya que la Corte afirm la judiciabilidad del caso.3) Entonces la jurisprudencia de la CSJN reconoci siempre la validez constitucional del veto y la promulgacin parciales -a condicin de que las normas promulgadas pudieran separarse del texto total sin afectar la unidad de ste-. Vigente ya la reforma de 1994, y con el nuevo art. 80, el Alto tribunal sigui reiterando la vieja jurisprudencia cuando hubo de resolverse sobre promulgaciones parciales de leyes "anteriores" a dicha reforma (vrg., Caso "Bustos Julio O. c/Servicios Especiales San Antonio SA.", del 20 de agosto de 1996).VI. El veto y su funcionalidad en un sistema representativo-republicanoEn el presente punto investigaremos si funcionalmente el "veto" puede resentir al sistema representativo (por afectacin de los "consensos" parlamentarios) y/o al sistema republicano (por afectacin de la "divisin especfica" de funciones del poder), sistemas previstos en el art. 1 de la CN.Partiendo inicialmente de la ponderacin de la forma de gobierno republicana, algunos constitucionalistas (27), -analizando el iter del procedimiento de sancin de la ley-, critican tanto la mal llamada funcin de "colegislador" del Presidente como la potestad de veto.En el primer caso, reproducimos lo estudiado por Castagno (28), quien explica que a raz de la interpretacin del art. 77 CN, cual dispone que.. "las leyes pueden tener principio en cualquiera de las Cmaras, por proyectos presentados por sus miembros o por el Poder Ejecutivo", se deriv en muchos ha sostener que el PEN al ejercer tal actividad se converta en "colegislador". As entonces, el autor citado apunt que Juan Bautista Alberdi -autor de las Bases- en su proyecto de Constitucin Nacional agreg la atribucin del Presidente de presentar proyectos de leyes, no obstante haber tenido como fuente a la Carta Magna de los EE.UU cual descartaba tal prerrogativa, partiendo de los aportes sobre el tema realizados por Bidegain (29), quien a su vez explicaba que no se consideraba incluida tal facultad en los EE.UU ya que entenda el Capitolio que se vulnerara la independencia del Poder Legislativo. Que ello nos inducira entonces a reflexionar sobre la observancia estricta del "principio republicano de la separacin de funciones" y considerar que el autor de las Bases, no obstante excederse del modelo norteamericano, habra tenido muy en cuenta la norma mencionada que impide al presidente presentar proyectos, por lo que su inclusin en su proyecto de Constitucin no tendra el carcter de "co-legislacin", sino el de "actividad poltica". Tal es as que el maestro BIDART CAMPOS (30) dijo al respecto que si bien el PEN interviene en el proceso de formacin de las leyes, no por ello hay que acostumbrarse a atribuirle el ttulo de colegislador'. En realidad si aquel proceso se analiza descompuesto en etapas, no parece plenamente exacta la afirmacin, pues la participacin del presidente slo tiene cabida en la etapa de iniciativa, y en la posterior de eficacia (promulgacin), pero no en la intervencin -en la intermedia- que es la constitutiva' o de creacin del derecho nuevo, donde se centra la funcin legislativa.En el segundo caso (la potestad de veto), traemos a colacin lo dicho por el profesor LONIGRO (31), para quien la atribucin constitucional del Presidente de observar las leyes es algo "contradictorio" al sistema republicano.Ello porque constituye un avance del rgano ejecutivo sobre el legislativo. En efecto: la Constitucin ha creado un sistema republicano de gobierno, creando tres rganos a los cuales les asign diferentes atribuciones, y en la independencia de esos rganos se sustenta la Repblica. Cada uno debe ejercerlas sin interferencia de los otros. La facultad de "desechar" una ley por parte del Presidente implica una intromisin -constitucionalmente aceptada-de un rgano respecto de otro; ponderndose que se le pide al parlamento un qurum muy gravoso -los 2/3 de cada Cmara- para poder insistir en la ley observada. Debe recordarse que, en general, las leyes son aprobadas con la mayora absoluta de los miembros presentes, resultando entonces casi "nula" la posibilidad de que el PLN pueda doblegar un veto presidencial.En definitiva, -como nosotros hemos sostenido mas arriba-, la facultad discrecional del PEN sobre el PLN en cuanto a "observar" leyes, es un mecanismo de control inmerso en la teora del "balance y equilibrio" de la trada de funciones estatales, cual en un sistema "republicano" necesita inexorablemente de "correctivos legales" para la eventualidad de un desborde autoritario del Presidente. Ello nos llev entonces a la distincin de vetos absolutos y vetos provisorios o suspensivos, siendo stos ltimos propios de una forma de gobierno republicana, pues permite el funcionamiento del correctivo -de jerarqua constitucional- de la "insistencia" parlamentaria, cual importa un debate acerca del triunfo o la derrota de las observaciones efectuadas por el PEN. El problema entonces -pienso- radica no tanto en aceptar si el Presidente puede o no vetar leyes, sino en que los "correctivos" tengan efectiva vigencia sociolgica, lo que importa que no sean letra muerta en la CN, siendo un posible camino para la efectiva vigencia material de la norma, la conversin de esa "mayora agravada" en una mas morigerada, pues de lo contrario lo que el veto eventualmente puede llegar a destruir son los "consensos" habidos del rgano ms representativo de la voluntad popular, lo que de potenciarse en una prctica constante (vrg. vetar constantemente leyes opositoras) (32), tornara axiolgicamente injusta a la atribucin.En cuanto a la posibilidad de si el "veto" puede resentir al sistema representativo, seguimos el correcto razonamiento realizado por el profesor ONAINDIA (33), para quien en principio el ejercicio de la potestad de observar las leyes implica la posibilidad del Ejecutivo de impedir la aplicacin de una norma que considere contraria a las polticas que desea instrumentar, revelando un enfrentamiento entre ambos rganos. El autor sostiene que toda ley es el resultado de un juego de acuerdos entre los sectores polticos y de inters que tienen voz en el Parlamento. As, la elaboracin de una ley atraviesa por un proceso de debate entre los sectores representados, y es la expresin de un consenso construido sobre concesiones y renuncias recprocas. La ley, adems de un sistema armnico de normas, es el fruto de un debate poltico. Cada parte significa la expresin del todo y encierra el resultado del dilogo y de la negociacin. En consecuencia, la promulgacin parcial de una ley le otorga al PEN la posibilidad de alterar ese consenso y torcer la voluntad legislativa.Ejemplifica el citado constitucionalista la situacin sucedida con el veto presidencial a la ley de reforma poltica -Ley 26.571-, donde se impidi la vigencia de los artculos que otorgaban un plazo de dos aos para que los partidos polticos cumplieran con los nuevos requisitos que impone la ley para la obtencin o mantenimiento de su reconocimiento legal. Lo singular fue entonces que los artculos vetados haban sido el fruto de las concesiones que el propio oficialismo hizo durante el tratamiento de la ley a los partidos chicos, para obtener su sancin. El veto destruy as esos acuerdos que le permitieron sancionar la ley, en un acto que afect seriamente la divisin de poderes y el acuerdo que permiti la sancin de la ley, as como la organizacin plural de nuestra sociedad, al intentar concentrar la representacin slo en grandes aparatos polticos dominados por el oficialismo.Concluye el autor entonces, que a 15 aos de la regulacin constitucional de estas medidas, el resultado es desolador y ha afectado la distribucin de funciones, que es fundamento de nuestra forma de gobierno. El Poder Ejecutivo se ha convertido en el principal legislador y burla los pactos que le permiten sancionar una ley, mediante este uso abusivo de un mecanismo que est destinado a preservar la divisin de funciones y no a violarla palmariamente.VII. Los actuales proyectos legislativos bajo amenaza de vetoEn la introduccin a ste trabajo subrayamos la actualidad sociolgica de sta temtica estudiada, atento a que los proyectos de leyes impulsados o a impulsarse por la oposicin (vrg. coparticipacin del impuesto al Cheque, eventual ley de Coparticipacin Fiscal de Impuestos, modificaciones al Consejo de la Magistratura, modificaciones al INDEC, modificaciones al rgimen previsional instaurando el 82% mvil, la derogacin de los mal llamados superpoderes -ley 26.124-, entre otros) seran fulminados por el veto del PEN, quien ya ha utilizado ste instrumento en otros controvertidos casos (eje: veto total a la ley de glaciares, veto parcial a la ley 26.571 de reforma poltica, el veto a la ley 26.511 de emergencia agropecuaria en Bs.As).En cuanto a la coparticipacin del impuesto al Cheque (34), (tributo que tcnicamente importa un gravamen sobre los dbitos y crditos en las cuentas bancarias por un monto aproximado de 23.000 millones de pesos, de los cuales se queda el 70% el PEN y el restante 30% se gira a las provincias en forma de "asignacin especfica"), se busc por la oposicin a travs del impulso de un proyecto de ley iniciado en el Senado alterar el criterio de distribucin, federalizndolo, lo que importara el recupero para las provincias de unos 11.500 millones. Pero el tratamiento parlamentario de la ley -a mediados de abril de 2010- no fue del todo claro al momento de su aprobacin en la Cmara Alta, dado que se voto con mayora simple -35 votos afirmativos contra 33 negativos- y se lo gir en esas condiciones a la Cmara de Diputados, donde el presidente de tal cuerpo devolvi el proyecto al Senado, alegndose que se necesitaba para su aprobacin de la mayora absoluta de la totalidad de los miembros de la Cmara -por aplicacin del art. 75 inc. 3 CN-. As las cosas, en ltima instancia el oficialismo sostuvo que de llegar a aprobarse por ambas cmaras, el proyecto sera vetado por la Presidenta.Paralelamente y al poco tiempo, el 30/06/2010 la Cmara de Diputados dio media sancin al proyecto de ley (35) que modifica la estructura del Consejo de la Magistratura -fundamentalmente su composicin-, proyecto que tambin el oficialismo sostuvo que de aprobarse por ambas cmaras, sera vetado por la Presidenta.Por otra parte, los bloques opositores en la Cmara de Diputados -junto a ex directivos del Indec-, disean un proyecto de ley que tenga por meta normalizar el funcionamiento del instituto, modelando un organismo independiente, con presupuesto propio y de carcter eminentemente tcnico, integrado por profesionales altamente calificados, habidos de concursos pblicos de oposicin y antecedentes, por lo menos para el nombramiento de los cinco funcionarios que integrarn la cpula directiva. De esta forma el Congreso, -que nunca tuvo relacin con el Indec-, controlara por medio de una comisin bicameral el trabajo del organismo y hasta tendra facultades para designar, como tambin remover, a los directores del Instituto. Naturalmente, se conoci por medios extraoficiales, que el proyecto de convertirse en ley sera tambin vetado por la Presidenta.Por ltimo, la oposicin poltica impulsar por un lado un proyecto -de alto contenido social- tendiente a dar vigencia sociolgica al art. 14 bis -3 prrafo- de la CN, en torno a hacer realidad la pauta de movilidad de las jubilaciones, instaurando por ley una relacin del 82% respecto del salario mnimo y vital de los activos -SMV-, lo cual requerira de unos 22.000 millones de pesos anuales. Si bien es cierto que an no han sido precisadas las fuentes de financiamiento con claridad, el oficialismo inmediatamente ya fij su posicin en contra de la iniciativa, advirtiendo que de convertirse en ley sera tambin vetada por la Presidenta. Por otro lado, la oposicin poltica debati un proyecto en la Cmara de Diputados, destinado a derogar las modificaciones que otrora introdujo la ley 26.124 respecto del art. 37 de la Ley de Administracin Financiera (24.156), que permite al Jefe de Gabinete realizar las reestructuraciones presupuestarias que considere necesarias dentro del presupuesto anual aprobado (facultad mal llamada superpoderes). El proyecto de ley (36) se aprob el 23/06/2010 por 139 votos contra 90 y se ha girado al senado, cual de convertirse en ley, sera tambin vetado por la Presidenta.VIII. El caso de la insistencia y sus mayoras parlamentariasComenzaremos transcribiendo el art. 83 de la CN, cual regula la insistencia parlamentaria. Veamos: Artculo 83.- Desechado en todo o en parte un proyecto por el Poder Ejecutivo, vuelve con sus objeciones a la Cmara de su origen; sta lo discute de nuevo, y si lo confirma por mayora de dos tercios de votos, pasa otra vez a la Cmara de revisin. Si ambas Cmaras lo sancionan por igual mayora, el proyecto es ley y pasa al Poder Ejecutivo para su promulgacin. Las votaciones de ambas Cmaras sern en este caso nominales, por s o por no; y tanto los nombres y fundamentos de los sufragantes, como las objeciones del Poder Ejecutivo, se publicarn inmediatamente por la prensa. Si las Cmaras difieren sobre las objeciones, el proyecto no podr repetirse en las sesiones de aquel ao. Dijimos anteriormente que la facultad discrecional del PEN sobre el PLN en cuanto a "observar" leyes -dentro de un sistema "republicano"- necesita de "correctivos legales" a fin de evitar desbordes autoritarios del Presidente. As el veto se dise con efectos provisorios o suspensivos, permitiendo el funcionamiento del correctivo -de jerarqua constitucional- de la "insistencia" parlamentaria, la que importa un debate acerca del triunfo o la derrota de las observaciones efectuadas por el PEN.El inconveniente entonces -apuntamos mas arriba- radicaba no tanto en aceptar si el Presidente puede o no vetar leyes, sino en que ste "correctivo" tenga efectiva vigencia sociolgica, lo que importa que no sea letra muerta en la CN, siendo un posible camino para la efectiva aplicacin material de la norma, la conversin de esa "mayora agravada" en una mas morigerada, pues de lo contrario lo que el veto eventualmente puede llegar a destruir son los "consensos" habidos del rgano ms representativo de la voluntad popular, lo que de potenciarse en una prctica constante (vrg. vetar constantemente leyes opositoras), tornara axiolgicamente injusta a la atribucin.Sobre el tema de la mayora de votos exigida en el art. 83, la doctrina (37) ha interpretado que si bien es cierto que la hermenutica constitucional acepta que cuando en el texto de la CN no se incluye el adjetivo "presentes" a la mayora de los 2/3 de votos exigida para una situacin determinada se trata de la mayora de la totalidad de los miembros de cada cmara, tambin es cierto que "especficamente" para el caso del art. 83 la costumbre y las prcticas parlamentarias (38) han fijado para el supuesto de la "insistencia" una base de clculo de los 2/3 de votos de los miembros "presentes", pues de lo contrario se producira un bloqueo parlamentario que impedira al PLN ejercer la facultad de insistencia.IX. La promulgacin parcial de leyesPartiendo desde la dimensin normolgica, la promulgacin parcial de leyes -tras la reforma de 1994- se encuentra prevista en el art. 80 de la CN, cual prescribe: "Se reputa aprobado por el Poder Ejecutivo todo proyecto no devuelto en el trmino de diez das tiles. Los proyectos desechados parcialmente no podrn ser aprobados en la parte restante. Sin embargo, las partes no observadas solamente podrn ser promulgadas si tienen autonoma normativa y su aprobacin parcial no altera el espritu ni la unidad del proyecto sancionado por el Congreso. En este caso, ser de aplicacin el procedimiento previsto para los decretos de necesidad y urgencia". Tal norma no ha hecho otra cosa sino que receptar la jurisprudencia de la Corte fijada en el caso "Colella (39)" del ao 1967, donde en la situacin concreta que se debata el mximo tribunal declar la inconstitucionalidad de la promulgacin parcial.Es digno de sealar, que si bien desde antiguo se lleg doctrinalmente a aceptar la constitucionalidad del veto parcial, no sucedi lo mismo con la promulgacin parcial de leyes, siendo el maestro Bidart Campos uno de sus contradictores. As, Badeni (40) trajo a colacin la interpretacin de varios constitucionalistas, tales como Gonzlez Caldern, Linares Quintana y Bidart Campos, para quienes la CN exclua a la promulgacin parcial. Fundamentaron su postura sobre una interpretacin literal del art. 83, entendiendo que cuando dicha norma establece que el proyecto de ley vetado parcialmente debe volver a la Cmara de origen, hace referencia a su totalidad y no solamente a la parte que fue objetada por el rgano ejecutivo. Admiten que, en determinados casos, esta solucin puede generar inconvenientes prcticos, pero tambin afirman que ella evita la produccin eventual de males mayores, tales como el desconocimiento de que las leyes son conjuntos orgnicos, la desnaturalizacin de la voluntad del Congreso y la indebida intromisin del rgano ejecutivo en el ejercicio de la funcin legisferante. Que en cambio, para Bielsa, Romero, Bidegain, Ramella y Vanossi, la CN no se opona a la promulgacin parcial, siempre que la supresin de la parte vetada no alterara la esencia y finalidad global del proyecto de ley aprobado por el Congreso segn la apreciacin que, en cada caso concreto, realice el rgano judicial. Finalmente Badeni se inclin por aceptar la validez de la promulgacin parcial, siempre que ella sea expresa y no altere en su esencia la voluntad del Congreso.Recordamos que cuando el veto ha sido "parcial", la promulgacin parcial de la ley nunca podr ser "tcita", pues el art. 100 inc. 13 de la CN le determina la forma expresa de "decreto", de la misma forma que lo hace la ley 26.122. Por otra parte y aunque parezca una redundancia, no hay que confundir lo que es el "veto parcial" con la "promulgacin parcial" de la ley, ya que la Corte Suprema en el caso "Giullitta"(41) dijo que son conceptos independientes.9.1) RequisitosLa promulgacin parcial de leyes se encuentra sometida a una serie de requisitos que detallamos:a) Formales: es "expresa", se formaliza a travs de un "decreto" del PEN, (arg. art. 100 inc. 13 de la CN y Ley 26.122), por lo que en consecuencia nunca podr ser "tcita".b) Sustanciales: "autonoma" - "unidad" - "espritu". Las partes no observadas de la ley solo podrn ser promulgadas si tienen autonoma normativa y no alteran el espritu y unidad del proyecto de ley aprobado. El inconveniente es que la CN no dice cual ser el rgano competente para valorar el respeto a stos requisitos. La ley 26.122 (art. 14) delega sta facultad en la CBP, aunque igualmente puede ejercerla el Congreso en el plenario. Pero en rigor, el primero que ponder la satisfaccin de stos recaudos fue el PEN, al realizar en concreto el acto de promulgacin. Por ltimo, el PJN frente a un caso concreto podra investigar la existencia o no de los requisitos, pues al tratarse de un decreto (como uno de necesidad y urgencia o uno delegado) la cuestin es eventualmente justiciable.c) Procedimentales: la promulgacin parcial de leyes tiene un "trmite" reglado en la Ley 26.122 (arts. 14 y ss.). Aqu, la CBP se expide "expresamente" dentro de 10 das "hbiles" acerca de la validez o invalidez del decreto de promulgacin parcial y sobre su procedencia formal y sustancial mediante un "despacho", cual se elevar al pleno del parlamento. Hay que remarcar que durante el trmite parlamentario del decreto, ste tendr plena vigencia normolgica.9.2) Mayoras parlamentarias para su rechazoUna importante cuestin que aun resta precisar, es aquella vinculada a la interpretacin del art. 24 de la Ley 26.122, cual reglamenta el supuesto del "rechazo" del decreto de promulgacin parcial -a fin de derogarlo-, atento a que no se especifica la mayora de votos necesaria en el plenario del Congreso.De esta forma, podra desentraarse su alcance recurriendo al art. 25 de la Ley 26.122 que determina que .. "las disposiciones de esta ley y el curso de los procedimientos en ella establecidos, no obstan al ejercicio de las potestades ordinarias del Congreso relativas a la derogacin de normas de carcter legislativo emitidas por el Poder Ejecutivo.", para lo cual evidentemente no se requieren de mayoras agravadas.Recientemente ha sucedido un caso muy ejemplificativo de la cuestin, me refiero a la promulgacin parcial de la ley 26.571 (conocida como de "reforma poltica"), donde la Cmara de Diputados -por mayora simple- rechaz el decreto N 2004/09. No obstante ello, el Presidente de la Cmara Baja interpret que la mayora necesaria para el rechazo era la de los 2/3 de votos.Un reconocido constitucionalista (42), sostuvo para tal supuesto que el presidente del cuerpo haba incurrido en un grueso error respecto del texto constitucional aplicable, pues confundi el art. 83 de la CN referido al veto presidencial, -total o parcial-, que requiere los 2/3 de los votos de cada cmara para la insistencia del Congreso, con la hiptesis del art. 80 que regula el "control parlamentario" del Congreso sobre el decreto que promulga parcialmente una ley y que puede ser rechazado por simple mayora. Por ello -concluye-, si el Senado vota en el mismo sentido que la Cmara de Diputados se habr rechazado el decreto de promulgacin parcial. Carece de importancia que el presidente de la Cmara haya entendido que la mayora exigida era otra, pues entre sus funciones administrativas, protocolares y de direccin del debate no est interpretar la Constitucin. El efecto ser, segn buena parte de la doctrina, la prdida de vigencia de la ley en su conjunto, esto es, caer la mal llamada ley de reforma poltica al invalidarse el decreto que la promulg. Esta consecuencia es la que puede extraerse de lo decidido por la CSJN en el "caso Famyl S.A", de agosto de 2000, aun cuando en estos casos no hubo intervencin del Congreso. Los presidentes pueden impedir la vigencia de una ley, pero no crearla a su arbitrio, con parte de un proyecto sancionado por el Poder Legislativo.X. Conclusiones finales1) El veto es una atribucin "poltico-discrecional" de control del PEN sobre el PLN, tendiente a alcanzar el "balance o equilibrio" de la trada de funciones estatales. Pero tal facultad definida como un acto institucional, exigir en el Presidente un uso con altsima prudencia, responsabilidad y razonabilidad, mxime cuando se trata de vetos totales.2) Que para una forma de gobierno republicana y una forma de estado democrtica, habr para el Presidente facultad de veto "provisoria", ya que funcionar el correctivo legal -de jerarqua constitucional- de la "insistencia" parlamentaria, cual importa un debate acerca del triunfo o la derrota de las observaciones efectuadas por el PEN. Nuestra CN la habilita y regula en el art. 83, pero inapropiadamente exige una mayora agravada de los 2/3 de votos de cada cmara, lo que parece que resulta desproporcionado para un sistema republicano, cual es celoso del respeto marcado a la divisin efectiva de funciones especficas del poder.3) Que en torno al funcionamiento del veto en un sistema representativo-republicano, el problema radica no tanto en aceptar si el Presidente puede o no vetar leyes, sino en que los "correctivos" tengan efectiva vigencia sociolgica, lo que importa que no sean letra muerta en la CN, siendo un posible camino para la efectiva vigencia material de la norma, la conversin de esa "mayora agravada" en una mas morigerada, pues de lo contrario lo que el veto eventualmente puede llegar a destruir son los "consensos" habidos del rgano ms representativo de la voluntad popular, lo que de potenciarse en una prctica constante (vrg. vetar constantemente leyes opositoras), tornara axiolgicamente injusta a la atribucin.4) Respecto del caso de la insistencia y sus mayoras parlamentarias (art. 83), la doctrina ha interpretado que si bien es cierto que la hermenutica constitucional acepta que cuando en el texto de la CN no se incluye el adjetivo "presentes" a la mayora de los 2/3 de votos exigida para una situacin determinada se trata de la mayora de la totalidad de los miembros de cada cmara, tambin es cierto que "especficamente" para el caso del art. 83 la costumbre y las prcticas parlamentarias han fijado para el supuesto de la "insistencia" una base de clculo de los 2/3 de votos de los miembros "presentes", pues de lo contrario se producira un bloqueo parlamentario que impedira al PLN ejercer la facultad de insistencia.5) Por ltimo, en cuanto a las mayoras parlamentarias para el rechazo de un decreto de promulgacin parcial de leyes, la hiptesis del art. 80 reglamentaria del "control parlamentario" del Congreso exige solo la simple mayora.

(1) Vase Diario La Nacin, notas "Fuertes cruces por el posible uso del veto presidencial en el Congreso", del lunes 23/11/09, edicin digital., "Polmica por la amenaza del veto", del martes 08/12/09, edicin impresa.

(2) BIDART CAMPOS, Germn., "Manual de la Constitucin Reformada", T 3, Editorial Ediar, pgs.260 y ss.

(3) BADENI, Gregorio, "Tratado de Derecho Constitucional", T II, 2 edicin, LA LEY, pgs. 1708 y ss., Del mismo autor tambin puede consultarse, "Reforma Constitucional e Instituciones Polticas", tems N 39, pg. 156, "Efectos del veto y la promulgacin parcial de leyes", ED, 184-1317.

(4) CASTAGNO, Antonio., "El Control del veto presidencial. La Insistencia", Revista EDCO, n 11951, fecha 20/02/08, punto 4. Vase tambin, BIDART CAMPOS, Germn., "Manual de la Constitucin Reformada", T 3, Editorial Ediar, Pgs.265, n 74.

(5) CASSAGNE, Juan, C., "Derecho Administrativo", T 2, Editorial Lexis Nexis, 7 edicin, pg. 77, punto E. El autor citado define al acto institucional como aquel que se vincula con la organizacin y subsistencia del Estado, cual no se halla sujeto a control judicial, y que como caracterstica tpica ostenta la circunstancia de no producir efectos jurdicos directos en la esfera jurdica de los particulares o administrados, operando consecuencias solo respecto de los rganos del Estado (ver pg. 71, punto 7). Asimismo, sostiene -con cita de Marienhoff- que como nota peculiar del acto institucional se encuentra que su emisin es en principio discrecional, pudindolo dictar tanto el rgano Ejecutivo como el Congreso. Mismo criterio sobre el tema puede encontrarse en, MARIENHOFF, Miguel S, "Tratado de Derecho Administrativo", Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1965-1990, T. II, pgs. 759 y 762.

(6) COMADIRA, Julio, R., "La actividad discrecional de la administracin pblica. Justa medida de Control", ED, 186-605, Punto 4.

(7) Conf. COMADIRA, Julio, R., op. cit., pg. 604.

(8) Conf. SESN, Domingo, J., "Administracin Pblica. Actividad Reglada, discrecional y tcnica. Nuevos mecanismos de control judicial. Anlisis jurisprudencial", Bs. As., Ao 1994. Puede consultarse adems del mismo autor, "El contenido de la tutela judicial efectiva con relacin a la actividad administrativa discrecional, poltica y tcnica", publicado por la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Crdoba, Punto IV.

(9) Conf. TAWIL, Guido, S., "Administracin y Justicia". Alcance del control judicial de la actividad administrativa. Editorial Depalma, pg. 372.

(10) Conf. CASSAGNE, Juan, C., "Derecho Administrativo", T 2, Editorial Lexis Nexis, 7 edicin, pgs. 101 y ss, y 179 y ss.

(11) LNPA, art.7 inc.B.

(12) Conf. CASSAGNE, Juan, C., "Derecho Administrativo", T 2, Editorial Lexis Nexis, 7 edicin, pgs. 120 y ss, y 185 y ss.

(13) LNPA, art.7 inc.f.

(14) Vase el punto II de ste trabajo.

(15) Conf. SACRISTN, Estela, "La Motivacin como requisito esencial del Acto Administrativo", RAP, Ed. Especial Acto Administrativo y Reglamento, ao 2001, pg. 65 y ss.

(16) CSJN, Caso "Giullitta", del 28/04/1941, Fallos 189:156

(17) CSJN, Caso "Colella", 1967, Fallos 268:352

(18) BIDART CAMPOS, Germn, "Manual de la Constitucin Reformada", T 3, Editorial Ediar, Pgs. 262, n 69.

(19) CSJN, Caso "MAZZEO", del 13/07/07, M.2334.XLII - M.2335.XLII, inciso 29 del fallo.

(20) Recientemente se public que la diputada Margarita Stolbizer (GEN) impuls en Diputados un proyecto para limitar el poder del veto presidencial para el caso de la reforma a la ley que reglamenta los decretos de necesidad y urgencia, argumentndose que, cuando se trata de una ley que reglamenta la facultad de control del Congreso sobre los actos del Poder Ejecutivo (como es el caso del control de los DNU), un veto presidencial no puede tener la atribucin de restringir ese control legislativo. Conf, Diario La Nacin, nota "Impulsan un proyecto para limitar el poder de veto", del domingo 04/04/2010, edicin impresa.

(21) As se lo interpreta, segn lo establecido por la Corte Suprema en el caso "Mazzeo", al sostener en el inciso 31 lo siguiente: .. "Que lo cierto es que los delitos que implican una violacin de los ms elementales principios de convivencia humana civilizada, quedan inmunizados de decisiones discrecionales de cualquiera de los poderes del Estado que diluyan los efectivos remedios de los que debe disponer el Estado para obtener el castigo"

(22) BIDART CAMPOS, Germn., "Manual de la Constitucin Reformada", T 3, Editorial Ediar, pgs. 262, n 70, punto b.

(23) BIDART CAMPOS, Germn., Ob. Cit., T 3, pgs. 262, n 68.

(24) BADENI, Gregorio, "Reforma Constitucional e Instituciones Polticas", tems N 39, pg. 159.

(25) CSJN, Fallos 189:156.

(26) CSJN, Fallos 268:352.

(27) Conf, LONIGRO, Flix V., "El veto, un arma de doble filo", Diario La Nacin, del Martes 29/12/2009, Edicin Impresa. Vase tambin a ONAINDIA, Jos Miguel, "Un veto contra el consenso", Diario La Nacin, del Lunes 28/12/2009, Edicin Impresa. En sentido similar, CASTAGNO, Antonio., "El Control del veto presidencial. La Insistencia", Revista EDCO, n 11951, fecha 20/02/08, BIDART CAMPOS, Germn., "Manual de la Constitucin Reformada", T. 2, Editorial Ediar, Pgs.140 y ss., y pg. 257.

(28) CASTAGNO, Antonio., "El Control del veto presidencial. La Insistencia", Revista EDCO, n 11951, fecha 20/02/08.

(29) BIDEGAIN, CARLOS MARA, "El congreso de los Estados Unidos de Amrica. Derechos y prcticas legislativas", Buenos Aires, 1950, pg. 496.

(30) BIDART CAMPOS, Germn., "Manual de la Constitucin Reformada", T 2, Editorial Ediar, Pgs.140 y ss., y pg. 257.

(31) LONIGRO, Flix V., "El veto, un arma de doble filo", Diario LA NACIN, del Martes 29/12/2009, Edicin Impresa.

(32) Vase sobre las advertencias del oficialismo, las notas del Diario LA NACIN, "Fuertes cruces por el posible uso del veto presidencial en el Congreso", del lunes 23/11/09, edicin digital., "Polmica por la amenaza del veto", del martes 08/12/09, edicin impresa.

(33) ONAINDIA, Jos Miguel, "Un veto contra el consenso", Diario LA NACIN, del Lunes 28/12/2009, Edicin Impresa.

(34) Ver Decreto 534/2004.

(35) HCDN. Se consideraron los Expedientes 6247, 6285 y 6385-D-09 /// 206, 275, 503, 732, 851, 1763, 1898, 2137, 2222 y 2313-D-10 /// OD 555.

(36) HCDN. Se consideraron los Expedientes 1702-D-2009, 0063-S-2009, 3696-D-2009, 4590-D-2009 y 0496-D-2010

(37) CASTAGNO, Antonio., "El Control del veto presidencial. La Insistencia", Revista EDCO, n 11951, fecha 20/02/08.

(38) El autor citado en la nota anterior, expone como ejemplo lo sucedido con el veto al proyecto de ley registrado con el n 25.464 de modificacin a la Ley de Telecomunicaciones -ley 19.798-. Dicho proyecto fue vetado totalmente por el PEN -Decreto 1194/01. En ocasin de su consideracin por la Cmara de Diputados (sesin del 13-3-02), observamos que al momento de votar se manifiesta que (...) se requiere el voto de las dos terceras partes de los presentes. En el entendimiento de que el procedimiento de la Cmara ser por unanimidad se prescindir de la votacin nominal. La votacin result afirmativa" (Conf. SAGRIPANTI, SANDRA, Veto e insistencia, Departamento de Asistencia Tcnico Legislativa de la Direccin de Informacin Parlamentaria).

(39) CSJN, , Fallos 268:352

(40) BADENI, Gregorio, "Reforma Constitucional e Instituciones Polticas", tems N39, Pg.159.

(41) CSJN, Fallos 189:156

(42) Conf. GIL LAVEDRA, Ricardo, "Los Limites de la Ley", Diario La Nacin, del lunes 22/03/2010, Edicin Impresa.